Está en la página 1de 9

RUTH DANIELA SIERRA ALVAREZ

CURSO:8ºB

CLASIFICACIÓN Y DIFERENCIAS
ENTRE ACTIVOS, PASIVOS Y
PATRIMONIOS
La información contable se concentra en tres grupos principales: activo, pasivo y
patrimonio neto. La configuración de estas tres masas patrimoniales determina la
estructura económica de una empresa y su salud financiera.
Estos grupos se relacionan entre sí a través de la ecuación fundamental de la contabilidad:
Activo = Patrimonio neto + Pasivo
Esta relación se ha de cumplir siempre. Se basa en un criterio sencillo pero fundamental.
Todos los medios que posee un negocio (activo) son posibles gracias a las fuentes de 
financiación de una empresa (patrimonio neto y pasivo exigible).
PATRIMONIO NETO

ACTIVO -Bienes y derechos-


+
=
–Recursos propios-
PASIVO EXIGIBLE
–Recursos ajenos o deuda-
La fórmula funciona porque en contabilidad cada operación se registra bajo el
principio de partida doble, según el cual, toda partida tiene su contrapartida.
Si gestionas un negocio debes buscar el equilibrio entre los dos bloques de
Pasivo (la segunda columna). Esta sección determina cómo está financiada tu
empresa. Una proporción adecuada es clave para lograr estabilidad y solvencia.
Desde Circulantis, trabajamos para ofrecer a los emprendedores fórmulas de
liquidez sin recurrir al endeudamiento. Nuestra especialidad es la financiación
de facturas para adelantar los cobros pendientes y ganar efectivo de inmediato.
Las plataformas de crowdlending, como la nuestra, representan hoy un
mecanismo eficaz e innovador para cubrir distintas necesidades de financiación.
Sin requisitos y con varias ventajas interesantes.
Vamos a ver qué es pasivo, activo y patrimonio. Y cómo configuran entre los
tres la estructura empresarial.
Activo
La información contable se organiza en forma de cuentas. Cada cuenta
representa un elemento que es identificable y cuantificable, tanto si es físico
como intangible. Las cuentas representan el conjunto de bienes, derechos,
deudas y obligaciones de una empresa.
El Activo recoge las cuentas que reflejan bienes y derechos. Son los medios
de los que dispones para desarrollar la actividad. Se puede decir que el activo
expresa en qué se está empleando el dinero.
Se divide en dos apartados principales:
Activo no corriente o fijo
Aquí registras los elementos que vas a utilizar durante varios años. Los
subgrupos más generales son los de inmovilizado pero en algunas compañías,
por su actividad, también tienen peso las inversiones inmobiliarias o
financieras:
Inmovilizado material.
Este grupo de cuentas representa bienes en propiedad que se distinguen por
su naturaleza física: locales, mobiliario, equipos informáticos, vehículos, etc.
Inmovilizado inmaterial.
Son activos que no tienen forma física pero igualmente importantes. Por
ejemplo, las aplicaciones informáticas o las patentes.
Inversiones inmobiliarias e inversiones financieras a largo plazo.
Activos y valores con permanencia en el tiempo
Activo corriente o circulante
Se caracterizan por tener una vida útil más corta (a corto plazo) aunque
se pueden renovar. Algunas cuentas experimentan movimientos de
entrada y salida diarios. Su división principal es:
Existencias.
Es la mercancía disponible para la venta y, por tanto, un activo clave.
Algunas pueden tardar más de un año en salir pero su rotación suele ser a
corto plazo. Cuanto más movimiento de existencias tengas más ventas y
menos deterioro.
Efectivo o tesorería.
Representa el dinero que tienes en efectivo: en caja o en la cuenta
corriente. Su movimiento es diario.
Deudores comerciales y otros derechos de cobro.
Estas cuentas representan derechos a corto plazo, especialmente
comerciales, como las facturas de clientes pendientes de cobro. Los
derechos comerciales se pueden hacer efectivos antes con una cesión de
crédito (anticipo de facturas).
Pasivo
Si el activo lo tratamos como bienes y derechos en el pasivo hay que
pensar en las obligaciones y deudas.
El pasivo exigible agrupa la financiación ajena. Aquí debes reflejar el
capital prestado por terceros. Se denomina exigible porque son fondos
que hay que devolver y, en general, pagar intereses. Por tanto, es la deuda
o endeudamiento de tu negocio.
La principal división es el plazo de devolución:

Pasivo no corriente o exigible a largo plazo.


Deudas a largo plazo (de préstamos o similares) o pasivos diferidos (por
ejemplo, los impuestos con pago diferido).
Pasivo corriente o exigible a corto plazo.
– Deudas a corto plazo (de préstamos o créditos)
– Deudas comerciales: con los proveedores que te han concedido
aplazamientos en el pago de las facturas.
Esta diferenciación es importante para analizar la estructura de las
obligaciones. Si la mayoría de las deudas son a largo plazo puedes
planificar mejor las acciones y no castigar tanto la tesorería.
Por el contrario, si la mayoría de pagos son más inmediatos y el activo
circulante es débil el riesgo de insolvencia aumenta peligrosamente.
Por lógica, toda deuda a largo plazo llegará un momento en que pase a
corto y tengas que afrontarla. Cada empresa tiene sus necesidades pero
este aspecto conviene que esté lo más controlado posible.
No todo el pasivo es negativo
La deuda tiene su parte positiva, sobre todo la comercial. Si los
proveedores te dan margen para pagar puedes ajustar mejor los plazos
de cobro y pago para tener siempre liquidez. Además, es una deuda que
no acarrea intereses.
Por otro lado, algunas empresas logran un “efecto palanca” con el
endeudamiento. Al aumentar los recursos aplicados al negocio logran
mayor productividad y beneficio.
Patrimonio
El patrimonio es el conjunto de recursos propios que tiene una
sociedad. En las sociedades, el más común y obligatorio, es el
capital social. Las partidas principales son:
Capital social.
Aportaciones de los socios. Por ejemplo, para constituir una
Sociedad Limitada cada socio debe aportar, como mínimo,
3000 euros.
Subvenciones y donaciones.
Fondos públicos o privados que no hay que devolver.
Reservas.
Hay reservas obligatorias y voluntarias. Son fondos que se
reservan para cubrir determinadas circunstancias.

También podría gustarte