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FACULTAD EN PSICOLOGÍA
LA
ATENCIÓN
LA ATENCIÓN
LA ATENCIÓN
La atención es un proceso cognitivo que permite centrarse de manera selectiva en un estímulo (o
varios) del entorno sin tener en cuenta el resto.
John Ratey (2001), psicólogo y profesor en la Universidad de Harvard, “la atención es más que
simplemente notar estímulos entrantes. Implica una serie de procesos, incluyendo la filtración de
las percepciones, el equilibrio de múltiples percepciones y unir el significado emocional a estas
percepciones.
La atención es un proceso psicológico básico e indispensable para el procesamiento de la
información de cualquier modalidad (imágenes, palabras, sonidos, olores, etc.) y para la
realización de cualquier actividad. Su función es seleccionar del entorno los estímulos que son
relevantes para llevar a cabo una acción y alcanzar unos objetivos (Ríos-Lago et al., 2007). Ayuda,
facilita y participa en todos los procesos cognitivos superiores (Londoño, 2009). Es un proceso
activo, no estático (Luria, 1984), que depende de los intereses, expectativas y experiencias previas
del sujeto, por lo que exige una alta implicación conductual y emocional por parte del individuo.
Obviamente, la motivación analizada anteriormente La motivación: bases fundamentales tiene un
papel relevante en la capacidad atencional ya que impulsa nuestra conducta según los objetivos,
intenciones, expectativas y/o premios que se quieran conseguir (Garrido, 2000).
La atención es una función neuropsicológica que nos permite enfocar los órganos
de los sentidos sobre determinada información, aquella que es relevante para la
realización de la actividad en curso, mientras se inhiben otros estímulos presentes
pero irrelevantes. No es un proceso cognoscitivo como tal, ya que no tiene en sí
mismo contenidos informativos pero facilita y participa en toda la actividad
cognoscitiva y, además, no se trata de un sistema homogéneo ni desde el punto de
vista anatómico ni funcional, es decir, no es un proceso simple ni fisiológica ni
psicológicamente hablando, ya que posee varios componentes (Téllez, 2002).
Este proceso ocurre simultáneamente con otros procesos, como la percepción y la
memoria a corto y largo plazo. La atención y la memoria son dos procesos
íntimamente ligados y necesarios para nuestro funcionamiento y adaptación en la
vida cotidiana (Ruiz-Contreras & Cansino, 2005). A su vez, memoria y
aprendizaje están inevitablemente ligados, el aprendizaje es la capacidad
biológica de los organismos de modificar su cerebro, para cambiar su
comportamiento con el fin de adaptarse a los cambios ambientales, y la memoria,
como capacidad de recordar experiencias pasadas, permite al organismo actuar en
base a ellas en el futuro, es decir, es igualmente un mecanismo indispensable para
su adaptabilidad y supervivencia.
TIPOS DE ATENCIÓN
se entiende por tal la capacidad que permite poder cambiar el foco atencional
entre tareas que implican requerimientos cognitivos diferentes, es decir, ejecutar
tareas que requieran cambiar rápidamente de un grupo de respuestas a otro. Es
precursora de la atención dividida.
es la habilidad que requiere o implica redirigir la atención y cambiar rápidamente
en función de la demanda de las tareas, es decir, la capacidad que permite poder
cambiar el foco atencional entre tareas que implican requerimientos cognitivos
diferentes (Sohlberg y Mateer, citados por Ríos-Lago et al., 2007). Es precursora
de la atención dividida.
La atención dividida:
Atención dividida: dual o compartida:
es la habilidad para responder simultáneamente a dos tareas de atención selectiva, hacer
dos cosas al mismo tiempo. Es el nivel más elevado y difícil del área de la
atención/concentración y no todas las personas logran alcanzarlo; es una habilidad que se
aprende y afianza en la medida en que se implementan estrategias para el uso eficiente de
los recursos cognitivos.
es la capacidad de responder simultáneamente a un doble estímulo, es decir, la capacidad
de atender a dos cosas al mismo tiempo. Se trata de distribuir los recursos atencionales
entre diferentes tareas (Sohlberg y Mateer, citados por Ríos-Lago et al., 2007). Este tipo de
atención es la que permite a un niño escuchar en clase, tomar apuntes y reaccionar ante
algún acontecimiento imprevisto que surja. Por tanto, requiere cierto dominio de las tareas
a realizar, es decir, es necesario haberlas practicado suficientemente para volverlas
automáticas o independientes de la atención (Schneider y Shiffrin, 1977).
Atención de desplazamiento:
A pesar de que la atención es una función bilateral, cada hemisferio parece estar
funcionalmente especializado. El hemisferio izquierdo ejerce un control unilateral
(contralateral) y el derecho ejerce un control bilateral; además de regular el sistema de
"arousal" y mantener el estado de alerta (Posner y Driver, 1992) tiene un importante papel
regulador de la corteza frontal y de sus conexiones con el estriado. El hemisferio derecho
está mejor capacitado para regular la atención selectiva (Cooley y Morris, 1990; Heilman
et al., 1980, 1986; Stefanatos y Wassertein, 2001). En esta línea, se ha descrito la base
reguladora de la atención como subyacente al sistema frontoestriatal del hemisferio derecho,
sobre todo a través de las vías noradrenérgicas y, en menor medida, las serotoninérgicas. El
hemisferio izquierdo, a su vez, actúa mediante vías dopaminérgicas y, minoritariamente,
colinérgicas. De este modo, a través de las vías noradrenérgicas, el hemisferio derecho
tiene mayor capacidad que el izquierdo para regular la atención selectiva (Cooley y
Morris, 1990).
La corteza prefrontal tiene un lugar destacado en el desarrollo de la atención, gracias a sus
conexiones con el estriado y a las aferencias que recibe de otros importantes núcleos del
tronco cerebral, como son el área tegmental ventral (fuente de transmisión dopaminérgica),
el locus coeruleus (donde se originan las vías de transmisión noradrenérgica), el núcleo
dorsal del rafe (donde surgen las vías serotonérgicas) y el núcleo basal de Meynert (de
donde parten las vías de proyección colinérgica) (ver más adelante).
La corteza prefrontal participa en una serie de funciones cognitivas y ejecutivas, y tiene un
papel fundamental en el control voluntario de la atención, como etapa final filogenética y
ontogenética de corticalización, permitiendo que la atención involuntaria del niño se
transforme progresivamente durante su desarrollo en atención controlada y voluntaria.
Presenta conexiones córtico-corticales (funciones de naturaleza asociativa integrando
información multimodal) y córtico-subcorticales y límbicas. La corteza prefrontal juega un
papel importante en la capacidad de priorizar estímulos, referenciar a representaciones
internas, dirigir apropiadamente el 'arousal', monitorizar la secuencia temporal de
acontecimientos, formular conceptos abstractos y llevar a cabo otras funciones ejecutivas.
Atención y neurotransmisores
Destacan las aferencias que surgen de los núcleos monoaminérgicos (noradrenalina, dopamina y
serotonina) y colinérgicos (acetilcolina) (Chandler et al., 2013; Chandler et al., 2014). El
noradrenérgico libera noradrenalina y tiene su origen principalmente en el locus coeruleus (LC), así
como en unos pequeños grupos neuronales próximos a él, los núcleos subcoeruleus. El dopaminérgico
libera dopamina y tiene su origen en el área tegmental ventral (ATV). Tanto las neuronas del LC como
del ATV son estimuladas por impulsos extrínsecos e intrínsecos y, una vez activadas, emiten sus
respuestas hacia zonas diversas de la corteza prefrontal y otras áreas corticales. La actividad
noradrenérgica se relaciona principalmente con el estado de vigilia ('arousal'), con tareas que demandan
atención y cognición. La actividad dopaminérgica se responsabiliza más del tono de reforzamiento de
una conducta en función de la satisfacción experimentada y de la motivación. Ambos sistemas actúan
sinérgica y complementariamente, lo que explica la estrecha relación que existe entre atención y
motivación: sin prestar atención no es posible la motivación, pero la motivación refuerza la atención y
el aprendizaje.
El sistema serotonérgico que accede a la corteza prefrontal y frontal, proviene de las
neuronas que se localizan en el núcleo dorsal del rafe (NDF) que se encuentra implicado
en la regulación de los ciclos de sueño y la vigilia, así como en el estado de ánimo. Las
terminaciones nerviosas de naturaleza colinérgica que alcanzan la corteza prefrontal nacen
en el núcleo basal de Meynert. En general, el sistema colinérgico se encuentra
ampliamente implicado en procesos de activación que incluyen la atención, la vigilia, la
memoria y el aprendizaje. En lo que respecta a la atención, la acetilcolina liberada por las
terminaciones colinérgicas activa distintos subtipos de receptores colinérgicos de
naturaleza nicotínica (Poorthuis y Mansvelder, 2013). El subtipo de receptor nicotínico que
contiene la subunidad α7 es un canal iónico implicado en la señalización de calcio en el
cerebro y participa como mediador en la liberación de dopamina (Seipel y Yakel, 2010).
ATENCIÓN Y NEUROTRANSMISORES
La atención es el programa cerebral que permite la selección de entre los estímulos
internos y externos, la atención se manifiesta de manera evidente en el comportamiento
mediante gestos faciales, posturas, movimientos oculares o variación del diámetro de la
pupila. El papel de la atención es fundamental para la adquisición de aprendizajes de
habilidades y ejecución de movimientos complejos, la atención es el aspecto de la
conciencia que puede ser analizado mediante el comportamiento motor no verbal. Además
de las formas explícitas, hay atención encubierta como la capacidad de concentrarse en
otra cosa cuando hay ruido o transferir la atención de un lugar a otro. Los mecanismos de
selección que permiten la atención están acoplados a sistemas nerviosos de filtración y
archivo de la información que dependen de mecanismos excitatorios e inhibitorios.
Existen dos tipos de atención, una rápida inconciente automática y otra lenta, consiente,
controlada y activa, relacionada con las funciones cognitivas. Desde hace algunas décadas
se conoce que las catecolaminas dopamina y norepinefrina participan en los procesos de
atención, concentración y funciones asociadas con aspectos cognitivos como la motivación
y memoria. La deficiencia de norepinefrina da lugar a una serie de alteraciones de las
funciones cognitivas y estado del ánimo, tales como depresión, ansiedad, desórdenes de la
atención, alteración del procesamiento de la información y otros desórdenes cognitivos
como la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
Los signos característicos de deficiencia de norepinefrina son:
Problemas de atención visual o auditiva.
Deficiencia de memoria.
Procesamiento lento de la información.
Depresión.
Retardo psicomotor
Fatiga
La mayoría de las células nerviosas que contienen norepinefrina se encuentran en el núcleo
denominado locus coeruleus, que se encuentra en el tallo cerebral y sus proyecciones a la corteza
frontal son las responsables del estado del ánimo mediante sus receptores post sinápticos Beta
1. Estas mismas proyecciones mediante receptores Alfa 2 son las responsables de la atención,
concentración, memoria de corto plazo o de trabajo y de la velocidad de aprendizaje. La proyección
de norepinefrina a la corteza límbica es la responsable de las emociones y del nivel de energía que se
traduce como fatiga, agitación o retardo psicomotor dependiendo de los niveles de esta. En cambio la
proyección de estas vías al cerebelo modula los movimientos finos, cuya alteración da como
resultado el temblor. Otras acciones de la norepinefrina son a nivel de los centros cardiorrespiratorios
de la médula oblongada o bulbo raquídeo los cuales tienen como principal función controlar la
presión sanguínea. Finalmente la acción de este neurotransmisor a nivel de la médula espinal a
través de receptores Alfa 1 regula la frecuencia cardiaca y la retención de urinaria.
La dopamina también participa en el proceso de atención, las principales células
dopaminérgicos se encuentran en el tallo cerebral en el área ventral tegmental y proyectan
fibras hacia la parte media y dorso lateral del lóbulo frontal. El proceso de atención
requiere que el sujeto se encuentre en calma y con una disminución importante de los
movimientos. Los sujetos que tienen déficit de atención, generalmente, son muy
impulsivos e hiperactivos. La hiperactividad y la impulsividad son causadas por un
incremento en la actividad dopaminérgica en la vía nigro-estriatal. En cuanto a otros
neurotransmisores se conoce que la sorotonina participa en la regulación de los estados de
ánimo, en la saciedad, ansiedad y respuestas sexuales.
La deficiencia de serotonina induce:
Depresión.
Ansiedad.
Pánico.
Fobias.
Conductas obsesivo compulsivas.
Alteración de la conducta alimenticia, bulimia.
Este trastorno de salud se presenta en cinco al diez por ciento de los niños y el tres al seis
por ciento de los adultos, su incidencia es de 3 a 1 en varones, se ha considerado que el
factor responsable más importante de estos trastornos es la deficiencia de los
neurotransmisores dopamina y norepinefrina en las áreas del cerebro antes mencionadas,
también se ha propuesto que existe un factor genético y otros de tipo ambiental, se ha
relacionado el riesgo de padecer problemas de atención con el tiempo que ven los niños la
televisión, especialmente durante las edades entre 1 y los 7 años.
Las características de la deficiencia de atención con predominancia hiperactiva impulsiva
son:
1.- no se quedan quietos en su asiento, juguetean con las manos y los pies,
2.- se levantan de su asiento cuando la situación exige que se queden sentados,
3.- se mueven excesivamente o se sienten inquietos en situaciones en las que esto no es lo
adecuado,
4.-tienen dificultad para realizar actividades de recreación sin hacer mucho ruido,
5.-están siempre en movimiento,
6.- hablan excesivamente
7.-responden impulsivamente antes que se termine de formular la pregunta,
8.-tienen dificultad para esperar su turno y
9.- interrumpen o molestan a los demás.
Relación de la alteración de la atención con deficiencia en el aprendizaje y otros
trastornos.
Casi la mitad de los individuos, especialmente los varones que tienen este padecimiento,
presentan lo que se conoce como trastorno de desafío oposicional, que se caracteriza por
un comportamiento negativo, hostil y desafiante. Simultáneamente estos pacientes
presentan trastornos de conductas caracterizados por agresión hacia personas y animales,
destrucción de objetos, engaño, hurto y serias situaciones en las que se rompen las reglas
sociales. Sufren también de ansiedad y depresión. Por lo menos 25% de los individuos con
el trastorno padecen de algún tipo de dificultad para la comunicación o el aprendizaje, el
cual requiere como ya mencionamos de atención y de la formación de nuevas sinapsis para
agregar información a los programas cerebrales. Existe además una relación muy
importante entre el síndrome de Tourette, un trastorno neurobiológico que se caracteriza
por tics motores y vocales con la deficiencia de atención y con el trastorno bipolar.
En resumen podemos mencionar que los neurotransmisores son
los responsables de los procesos mentales que determinan el
grado de atención de los individuos y que la atención es
indispensable para llevar a cabo las funciones cognitivas,
particularmente los procesos de aprendizaje.
La emoción como elemento facilitador de la atención:
En la actualidad existen estudios que han demostrado que los procesos
emocionales son indisolubles de los cognitivos; esta relación se significa
cerebralmente al observar cómo en contextos emocionales positivos se activa el
hipocampo, región cerebral importante para la memoria, mientras que ante
estímulos negativos se activa la amígdala, región cerebral que también se activa
ante reacciones emocionales como el miedo.
ATENCIÓN DENTRO DEL AULA
Generar climas emocionales positivos que favorecen en los estudiantes un
equilibrio interno estable y gracias a ello su concentración, el interés por las
materias, la empatía entre ellos y con el docente, o la creatividad.
¿
Gracias
rshilojb@miumg.edu.gt