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Conociendo Al Espíritu Santo
Conociendo Al Espíritu Santo
su padre;
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y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
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Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.
Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te
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cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
Profecía
Nacimiento y reinado del Mesías (Isaías 9:1-7)
El Espíritu Santo en la vida de Jesús
Nacimiento de Jesucristo (Lucas 2:1-7)
El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se
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David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS,[a] porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando
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dijo:
He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
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de la aparición de la estrella;
y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le
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delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
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Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y
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Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
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10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
!!Gloria a Dios en las alturas,
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dicho.
El Espíritu Santo en la vida de Jesús
El bautismo de Jesús (Mateo 3:13-17)
(Mr. 1.9-11; Lc. 3.21-22)
13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.
14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia.
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Entonces le dejó.
Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le
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fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo
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complacencia.
El Espíritu Santo en la vida de Jesús
4 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.
2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,
y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
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Lucas 4:1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al
desierto
todos.
Jesús como maestro
El Espíritu Santo en el ministerio de Jesús.
Persecuciones venideras
He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y
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gentiles.
Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os
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vosotros.
El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán
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salvo.
El Espíritu Santo en el ministerio de Jesús.
17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:
He aquí mi siervo, a quien he escogido;
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su reino?
Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por
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que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.
O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por
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que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.
O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por
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diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David.
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Siéntate a mi derecha,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? m
Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo?
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Y nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más.
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