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NOVENA AL NIÑO JESÚS

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Oración para todos los días.

Señor Dios, rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas.
Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a tu voluntad. Tú hiciste el
cielo y la Tierra y todo cuanto en ellos se contiene. Tú eres el dueño de
todas las cosas. ¿Quién podrá pues resistir a tu Majestad? Señor Dios de
nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del
alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy
grandes, tú has dicho: "Pedid y se os dará. El que pide recibe. Pero pedid
con fe". Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja
de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se
convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y
continuemos alabándolo eternamente en el cielo. Amén.

Oración a la Santísima Virgen.


Acuérdate, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que
alguno cuantos han acudido a tu protección he implorado tu socorro, haya
sido abandonado de ti. Animados por esta confianza, a ti acudimos, y
aunque agobiados bajo el peso de nuestros pecados, nos atrevemos a
implorar tu favor, pues, eres abogada de los pecadores y auxilio de los
cristianos.

No deseches, oh Madre de Dios, nuestras humildes súplicas, más bien,


alcánzanos el perdón d nuestros pecados, luz y acierto para hacer una
buena confesión de todos ellos. virtud para conservar la gracia de Dios
y con tu auxilio, conseguir nuestra eterna salvación. Y si conviene
para el bien de nuestras almas, pedimos los siguientes favores (cada uno
pida las gracias que desea), y deseamos que en todo se cumpla la voluntad
de Dios. Amén.
(Rezar Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
DIA PRIMERO
La Anunciación
(Lectura del Santo Evangelio: Lucas 1,26s)
Fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea
llamada Nazaret a una virgen desposada con un varón llamado José, de la
casa de David; el nombre de la virgen era María. Y presentándose a ella le
dijo: “Salve, llena de gracia, el Señor está contigo”. Ella se turbo al oír
aquellas palabras y se preguntaba que podía significar aquella salutación. El
ángel dijo: “No temas María, porque has hallado gracia delante de Dios y
concebirás y darás a luz un hijo a quien pondrán por nombre Jesús. El será
grande y llamado Hijo del Altísimo y le dará el Señor Dios el trono de David,
su padre. Dijo María al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, pues no conozco
varón?” El ángel le contesto: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud
del Altísimo te cubrirá con su sombra, y por eso el hijo engendrado será
santo, será llamado Hijo de Dios”. Dijo entonces María: “He aquí la esclava
de Señor, hágase en mi según tu palabra”. Palabra de Dios.

DIA SEGUNDO
La Visitación
(Lectura del Santo Evangelio: Lucas 1)
El ángel dijo a María: “Isabel tu parienta ha concebido un hijo en su vejez,
y este es ya el sexto mes de la que era estéril, porque nada hay imposible
para Dios”. María entonces e puso en camino y con rapidez fue a la
montaña, a una ciudad de Judá, y entro en casa de Zacarías, y saludo a
Isabel. Así que oyó Isabel el saludo de María, dio saltos de placer el niño en
su vientre. ¿De dónde a mí, que la Madre de mi Señor venga a mí? “Dichosa
tu que has creído porque se cumplirá las cosas que se te han dicho de parte
del Señor”. Y dijo María: “Mi alma engrandece al Señor, y mi espíritu se
alegra den Dios mi salvador, porque ha mirado la humildad de su sierva, y
por eso todas las generaciones me llamaran bienaventurada, porque ha
hecho en mí, maravillas el Poderoso, cuyo nombre es Santo”. María
permanece con Isabel como tres meses y se volvió a su casa. Palabra del
Dios.
DIA TERCERO
El Nacimiento de Jesús
(Lectura del Santo Evangelio: Lucas 2)
Salió un decreto del emperador Augusto ordenando hacer un censo del mundo
entero. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. También José, que era
de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret en Galilea, a la
ciudad de David, que se llamaba Belén, para inscribirse con su esposa María que
estaba encinta. Y mientras estaba allí le llego el tiempo de dar a luz, y dio a luz a
su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre porque no
había sitio para ellos en la posada. Y en aquella región había unos pastores que
pasaban la noche al aire libre, viendo por turnos su rebano. Y un ángel del Señor
se les presento. La gloria del Señor los envolvió y se llenaron de un gran temor.
El ángel les dijo: “No temáis, os traigo una buena noticia, la gran alegría para
todo el pueblo: hoy en la ciudad de David os ha nacido un Salvador, el Mesías, el
Señor. Y aquí tenéis la señal; encontrareis un Niño envuelto en pañales y
acostado en un pesebre”. Y apareció una legión de ángeles que cantaba: “Gloria a
Dios en el cielo, y paz en la tierra a los hombres que ama el Señor”. Fueron los
pastores y encontraron a María, a José y al Niño acostado en un pesebre. Y
cuantos les oían lo que contaban los pastores, se maravillaban. Y María guardaba
todo esto y lo meditaba en su corazón. Palabra del Señor.

DIA CUARTO
La Presentación de Jesús
(Lectura del Santo Evangelio: Lc. 2, 22s)
Cumplidos los cuarenta días de nacido José y María llevaron a Jesús al templo de
Jerusalén para presentarlo al señor, según está mandado en la Ley de Moisés:
“Todo primogénito sea consagrado al Señor”. Había en Jerusalén un hombre justo
y piadoso llamado Simeón. Le había sido revelado por el Espíritu santo que no
vería la muerte antes de ver al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu vino al
templo y al entrar los padres con el Niño Jesús para cumplir lo que prescribe la
ley, Simeón lo tomo en brazos, y bendiciendo a Dios dijo: “Ahora Señor, según tu
promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu
salvador, a quien has presentado ante los pueblos, luz para alumbrar a las
naciones, y gloria para tu pueblo Israel”. Su padre y su madre estaban
maravillados de las cosas que decían de Él. Simeón los bendijo y dijo a María, su
madre:
“Este niño esta puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel, y para
signo de contradicción y una espada atravesara tu alma para que se descubran
los pensamientos de muchos corazones”. Palabra del Dios.

DIA QUINTO
Los Magos Visitan al Niño Jesús
(Lectura del Santo Evangelio: Mt. 2)
Jesús nació en el pueblo de Belén. Entonces llegaron a la ciudad de Jerusalén
unos magos y preguntaron: - ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?
Pues en el oriente vimos su estrella y hemos venido aquí para adorarlo. Cuando el
rey Herodes supo esto, se puso muy inquieto, y toda la gente de Jerusalén
también. Entonces el rey llamo a todos los jefes de los sacerdotes y le pregunto
dónde iba a nacer el Cristo. Ellos dijeron: -En Belén de Judea; el Profeta lo
escribió así: “Belén: de ti saldrá el jefe de mi pueblo”. Entonces Herodes llamo en
secreto a los magos, los mando a Belén y les dijo: -Vayan allá y averigüen bien
respecto a ese niño; y cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya
a adorarlo. Los magos se fueron. Y entonces, la estrella que habían visto en el
oriente iba delante de ellos, hasta que por fin se detuvo sobre el lugar donde
estaba el niño. Cuando los magos vieron la estrella, se alegraron mucho; y al
entrar en la casa, vieron al niño con María, su madre. Entonces se arrodillaron y
adoraron al Niño. Luego abrieron sus cajas y le regalaron oro, incienso y mirra.
Después, advertidos en sueños que no debía volver a donde estaba Herodes,
regresaron a su tierra por otro camino. Palabra de Dios.

DIA SEXTO
El Niño Jesús en el Templo
(Lectura del Santo Evangelio: Lucas 2, 40s)
El Niño Jesús crecía y se fortalecía lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba
en El. Sus padres iban cada año a Jerusalén en la fiesta de Pascua. Cuando tenía
12 años, subieron a la fiesta, según costumbre, y cuando termino se volvieron,
pero el Niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres se dieran cuenta.
Pensando que estaba en la caravana, anduvieron camino de un día. Buscárnosle
entre los parientes y conocidos y al no hallarle se volvieron a Jerusalén en busca
suya. Al cabo de tres días lo hallaron en el templo, en medio de los maestros,
escuchándoles y haciéndoles preguntas; todos los que lo oían quedaban
asombrados de su talento y las respuestas que daba. Cuando sus padres le vieron
quedaron sorprendidos y le dijo su madre: “Hijo, ¿Por qué nos has tratado así?
Mira que tu padre y yo te hemos buscado angustiados”. Él les contesto: “Por qué
me buscaban? ¿No sabían que ya debía estar en la casa de mi Padre?”. Pero ellos
no comprendieron lo que les quería decir. El bajo con ellos a Nazaret y siguió bajo
su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Palabra del Señor.

DIA SEPTIMO
El Juicio Final
(Lectura del Santo Evangelio: Mateo 25, 31)
Dijo Jesús: “Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre y todos los ángeles con
El, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante Él todas las naciones.
El separará a unos de los otros como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y
pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a
los de la derecha: "Venid benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para
vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de
comer, tuve sed, y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve
desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y me visitasteis".
Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te
alimentamos, o con sed y te dimos de beber?" "¿Cuándo te vimos forastero y
hospedamos o desnudo y te vestimos? ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y
fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con
uno de estos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis". Y entonces dirá a los
de la izquierda: "Apartaos de mi, malditos, id al fuego eterno preparado para el
diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me distes de comer, tuve sed, y
no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no
me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis". Entonces también ellos
contestarán: "Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre, y sed, o desnudo o enfermo
o en la cárcel y no te asistimos?" Y El contestará: "Os aseguro que cada vez que
no lo hicisteis con uno de estos humildes, tampoco lo hicisteis conmigo" Y estos
irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”. Palabra de Dios.

DIA NOVENO
El Hijo de Dios
(Lectura del Santo Evangelio: Juan 1)
Al principio ya existía el Hijo de Dios y el Hijo estaba junto a Dios, y el Hijo era
Dios. Todo se hizo por El; y sin El no existe nada de lo que se ha hecho. Él era la
vida y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en las tinieblas, y las
tinieblas no la pudieron vencer. El mundo fue hecho por el Hijo de Dios. Él es la
luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene a este mundo. Vino a su
casa y los suyos no lo reconocieron. Pero a todos los que lo reciben les da poder
de llegar a ser hijos de Dios. Y el Hijo de Dios se hizo hombre y vivió entre
nosotros, y hemos visto su gloria, que recibe del Padre como Hijo único, lleno de
gracia y de verdad. Palabra del Señor.

DIA OCTAVO
El Rico y el Pobre
(Lectura del Santo Evangelio: Lucas 16, 19s)
Dijo Jesús: “Había un hombre rico que vestía de purpura y lino fino
celebrando cada día esplendidos banquetes. Un pobre de nombre Lázaro,
estaba echado a su puerta, y deseaba hartarse de lo que se casia de la
mesa del rico, y hasta los perros venían a lamerle las ulceras. Sucedió pues
que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al cielo junto a Abrahán. Y
murió el rico y fue sepultado. Estando en el hades en el tormento, levanto
los ojos y vio a Abrahán desde lejos y a Lázaro junto a él. Y gritando dijo:
“Abrahán, ten piedad de mí, envía a Lázaro para que, con la punta de su
dedo mojado en agua, refresque mi lengua, porque estoy atormentado en
llamas”. Dijo Abrahán: “Hijo, acuérdate de que recibiste ya tus bienes en la
vida, y Lázaro recibió males, y ahora él está aquí consolado y tú eres
atormentado. Además, entre ustedes y nosotros hay un gran abismo, de
manera que los que quieran atravesar de aquí a ustedes no pueden ni
tampoco pasar de ahí a nosotros”. Y dijo: “Te ruego Padre, que siquiera le
envíes a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les
advierta a fin de que no vengan también ellos a este lugar de tormento”. Y
dijo Abrahán: “Tienen a Moisés y a los profetas que lo escuchen”. Y él dijo:
“No Padre Abrahán, pero si alguno de los muertos fuese a ellos harían
penitencia”. Y le dijo: “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se
dejarán convencer ni de un muerto resucitado”. Palabra del Señor.
 Divino Niño Jesús, Bendícenos.
Yo te adoro a la edad de UN año.
 Jesús mío, mi amor, mi hermoso niño, te proclamo mi salvador, mi amigo.

Respondemos todos: “En vos confío”


1. Padre Nuestro
1. Ave María
1. Gloria

 “Divino Niño Jesús, por los méritos de tu infancia”


Respondemos todos: “Escucha nuestras oraciones”

 Oh Dios Padre, Hijo Y Espíritu Santo en ti creo, en ti espero, en ti confío. Amen.

 Divino Niño Jesús, Bendícenos.


Yo te adoro a la edad de DOS años.
 Jesús mío, mi amor, mi hermoso niño, te proclamo mi salvador, mi amigo.

Respondemos todos: “En vos confío”


1. Padre Nuestro
1. Ave María
1. Gloria

 “Divino Niño Jesús, por los méritos de tu infancia”


Respondemos todos: “Escucha nuestras oraciones”

 Oh Dios Padre, Hijo Y Espíritu Santo en ti creo, en ti espero, en ti confío. Amen.

 Divino Niño Jesús, Bendícenos.


Yo te adoro a la edad de TRES años.
 Jesús mío, mi amor, mi hermoso niño, te proclamo mi salvador, mi amigo.

Respondemos todos: “En vos confío”


1. Padre Nuestro
1. Ave María
1. Gloria

 “Divino Niño Jesús, por los méritos de tu infancia”


Respondemos todos: “Escucha nuestras oraciones”

 Oh Dios Padre, Hijo Y Espíritu Santo en ti creo, en ti espero, en ti confío. Amen.


 Divino Niño Jesús, Bendícenos.
Yo te adoro a la edad de CUATRO años.
 Jesús mío, mi amor, mi hermoso niño, te proclamo mi salvador, mi amigo.

Respondemos todos: “En vos confío”


1. Padre Nuestro
1. Ave María
1. Gloria

 “Divino Niño Jesús, por los méritos de tu infancia”


Respondemos todos: “Escucha nuestras oraciones”

 Oh Dios Padre, Hijo Y Espíritu Santo en ti creo, en ti espero, en ti confío. Amen.

 Divino Niño Jesús, Bendícenos.


Yo te adoro a la edad de CINCO años.
 Jesús mío, mi amor, mi hermoso niño, te proclamo mi salvador, mi amigo.

Respondemos todos: “En vos confío”


1. Padre Nuestro
1. Ave María
1. Gloria

 “Divino Niño Jesús, por los méritos de tu infancia”


Respondemos todos: “Escucha nuestras oraciones”

 Oh Dios Padre, Hijo Y Espíritu Santo en ti creo, en ti espero, en ti confío. Amen.

 Divino Niño Jesús, Bendícenos.


Yo te adoro a la edad de SEIS años.
 Jesús mío, mi amor, mi hermoso niño, te proclamo mi salvador, mi amigo.

Respondemos todos: “En vos confío”


1. Padre Nuestro
1. Ave María
1. Gloria

 “Divino Niño Jesús, por los méritos de tu infancia”


Respondemos todos: “Escucha nuestras oraciones”

 Oh Dios Padre, Hijo Y Espíritu Santo en ti creo, en ti espero, en ti confío. Amen.


 Divino Niño Jesús, Bendícenos.
Yo te adoro a la edad de SIETE años.
 Jesús mío, mi amor, mi hermoso niño, te proclamo mi salvador, mi amigo.

Respondemos todos: “En vos confío”


1. Padre Nuestro
1. Ave María
1. Gloria

 “Divino Niño Jesús, por los méritos de tu infancia”


Respondemos todos: “Escucha nuestras oraciones”

 Oh Dios Padre, Hijo Y Espíritu Santo en ti creo, en ti espero, en ti confío. Amen.

 Divino Niño Jesús, Bendícenos.


Yo te adoro a la edad de OCHO años.
 Jesús mío, mi amor, mi hermoso niño, te proclamo mi salvador, mi amigo.

Respondemos todos: “En vos confío”


1. Padre Nuestro
1. Ave María
1. Gloria

 “Divino Niño Jesús, por los méritos de tu infancia”


Respondemos todos: “Escucha nuestras oraciones”

 Oh Dios Padre, Hijo Y Espíritu Santo en ti creo, en ti espero, en ti confío. Amen.

 Divino Niño Jesús, Bendícenos.


Yo te adoro a la edad de NUEVE años.
 Jesús mío, mi amor, mi hermoso niño, te proclamo mi salvador, mi amigo.

Respondemos todos: “En vos confío”


1. Padre Nuestro
1. Ave María
1. Gloria

 “Divino Niño Jesús, por los méritos de tu infancia”


Respondemos todos: “Escucha nuestras oraciones”

 Oh Dios Padre, Hijo Y Espíritu Santo en ti creo, en ti espero, en ti confío. Amen.


 Divino Niño Jesús, Bendícenos.
Yo te adoro a la edad de DIEZ años.
 Jesús mío, mi amor, mi hermoso niño, te proclamo mi salvador, mi amigo.

Respondemos todos: “En vos confío”


1. Padre Nuestro
1. Ave María
1. Gloria

 “Divino Niño Jesús, por los méritos de tu infancia”


Respondemos todos: “Escucha nuestras oraciones”

 Oh Dios Padre, Hijo Y Espíritu Santo en ti creo, en ti espero, en ti confío. Amen.

 Divino Niño Jesús, Bendícenos.


Yo te adoro a la edad de ONCE años.
 Jesús mío, mi amor, mi hermoso niño, te proclamo mi salvador, mi amigo.

Respondemos todos: “En vos confío”


1. Padre Nuestro
1. Ave María
1. Gloria

 “Divino Niño Jesús, por los méritos de tu infancia”


Respondemos todos: “Escucha nuestras oraciones”

 Oh Dios Padre, Hijo Y Espíritu Santo en ti creo, en ti espero, en ti confío. Amen.

 Divino Niño Jesús, Bendícenos.


Yo te adoro a la edad de DOCE años.
 Jesús mío, mi amor, mi hermoso niño, te proclamo mi salvador, mi amigo.

Respondemos todos: “En vos confío”


1. Padre Nuestro
1. Ave María
1. Gloria

 “Divino Niño Jesús, por los méritos de tu infancia”


Respondemos todos: “Escucha nuestras oraciones”

 Oh Dios Padre, Hijo Y Espíritu Santo en ti creo, en ti espero, en ti confío. Amen.


ORACIÓN FINAL

Oh Jesús: "Tú has dicho: todo lo que quieras pedir pídelo por los méritos de
mi infancia y nada te será negado". Por eso vengo a pedirte con toda fe:

Jesús mío, mi amor, mi hermoso Niño:

Te amo tanto, Tú lo sabes, pero quiero amarte más, amarte hasta morir.

Ven a mí, Niño Jesús, ven a mi corazón, deja que yo te adore,


humildemente arrepentido de mis pecados.

Pastorcito de mi alma: contigo nada me falta, me conduces a fuentes


tranquilas y reparas mis fuerzas, Tú me guiarás por el buen camino, por el
honor de tu Nombre. aunque camine por sendas oscuras nada temo porque
Tú vas conmigo, Tu cetro poderoso me defiende, tu Bondad y tu
Misericordia me acompañarán todos los días de mi vida.

Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma: Soy todo tuyo: tuyo es mi
ser pues lo creaste; tuya es mi alma pues la redimiste en la cruz con el
precio de tu Sangre.

Te proclamo como mi Salvador y mi amigo: Como mi Rey, mi Creador y


Redentor. Te adoro como a mi Dios y Soberano Señor.

Demuéstrame una vez más que me amas, oh Niño Jesús y dame tu


amor eterno y tu santa bendición, en el nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.

Jesús, José y María, bendecid nuestros hogares.

Jesús, José y María, libradnos de todo mal.

Jesús, José y María, salvad nuestras almas. Amén, Aleluya.


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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