4 HUMORES

HIPÓCRATES
Hacia el siglo V a.C., la Antigua
Grecia, que fue la cuna de lo que
se convertiría en la civilización
occidental, ya se empezaban a
fraguar teorías sobre por qué
somos como somos y hacemos lo
que hacemos.

La teoría de los cuatro humores,

propuesta por primera vez por el
médico griego Hipócrates, se
basaba en el supuesto de que el
cuerpo humano está compuesto
por cuatro sustancias básicas (los
denominados "humores") y que
los equilibrios y desequilibrios en
las cantidades de estas
sustancias en un organismo
determina la salud de este.
Estos humores se correspondían a los elementos aire, fuego, tierra y agua, que
unos años antes habían sido señaladas por el filósofo Empédocles como las
materias primas de todo lo que existe.

Las propiedades de estos cuatro elementos, a su vez, se reflejaban en las

características de los cuatro humores que según Hipócrates fluían por el cuerpo
humano.
 Cuatro sustancias

Sustancia vinculada al Humor correspondiente al

elemento tierra, cuyas elemento del fuego. Sus
propiedades eran el frío y cualidades eran la calidez y
la sequedad. Bilis Bilis la sequedad.
negra amarilla

La sustancia vinculada al
elemento del aire, cuyas La sustancia relacionada
propiedades eran la calidez Sangre Flema con el agua, cuyas
y la humedad.
propiedades son el frío y
la humedad.

Los desequilibrios en las cantidades de humores tenían una influencia en el modo

en el que pensamos, sentimos y actuamos.
Temperamento definido por
la presencia de una gran
cantidad de bilis negra, su
temperamento asociado es
triste, con sensibilidad
artística y fácil de conmover.
Correspondiente al humor Temperamento Correspondía a personas
de la flema, las personas relacionado con la bilis alegres y optimistas, con
asociadas a este amarilla, se expresaría en tendencia a expresar su
temperamento serían frías personas apasionadas, de cariño por los demás y con
y racionales. enfado fácil y con una seguridad en sí mismas.
gran energía. Correspondía a la sustancia
de la sangre.
Hay que tener en cuenta que este sistema de clasificación no tiene valor científico; en todo
caso, puede servir para inspirar a la hora de desarrollar teorías e hipótesis que, con el tiempo,
lleguen a contar con evidencia empírica a su favor.