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La última dictadura militar en Argentina tuvo un fuerte impacto negativo en el sistema educativo. Controló estrictamente los contenidos educativos y censuró libros para impedir la diseminación de ideas contrarias a la dictadura. También descentralizó el sistema educativo para recortar el gasto estatal y allanar el camino hacia la privatización de la educación. Como resultado, la calidad educativa se deterioró debido al abandono de infraestructuras y mayores tasas de deserción y analfabetismo.
La última dictadura militar en Argentina tuvo un fuerte impacto negativo en el sistema educativo. Controló estrictamente los contenidos educativos y censuró libros para impedir la diseminación de ideas contrarias a la dictadura. También descentralizó el sistema educativo para recortar el gasto estatal y allanar el camino hacia la privatización de la educación. Como resultado, la calidad educativa se deterioró debido al abandono de infraestructuras y mayores tasas de deserción y analfabetismo.
La última dictadura militar en Argentina tuvo un fuerte impacto negativo en el sistema educativo. Controló estrictamente los contenidos educativos y censuró libros para impedir la diseminación de ideas contrarias a la dictadura. También descentralizó el sistema educativo para recortar el gasto estatal y allanar el camino hacia la privatización de la educación. Como resultado, la calidad educativa se deterioró debido al abandono de infraestructuras y mayores tasas de deserción y analfabetismo.
Nivel Primario. “La Educación durante la última Dictadura Militar” En marzo de 1976 se produjo el último golpe de Estado en la historia reciente de nuestro país, como en muchos temas este proceso significó un retroceso para el modelo Educativo Argentino. La última dictadura desarrollo un modelo represivo dentro de la educación. Una terminología clave fue la de la de “subversión”. Esta definición se aplicó para todas aquellas personas que querían alterar el orden no solo educativo sino social. Para esto el Gobierno Militar creó manuales en las escuelas para detectar a potenciales subversivos. El discurso de la última dictadura se apoyaba en que durante los últimos años, los valores occidentales estaban siendo atacados por una ideología política: el Marxismo. Para poder controlar esto, el gobierno ejerció una importante censura sobre las cátedras docentes impidiendo que se pueda enseñar libremente. Los contenidos curriculares eran muy controlados por el Estado. Del mismo modo que se puso fin a la libertad de cátedra, también se ejerció un fuerte control sobre los libros y el contenido académico. Muchos profesores se vieron forzados a renunciar a sus cátedras bajo amenaza, así como un sinfín de libros de todo tipo fueron censurados desde “Operación Masacre” de Rodolfo Walsh, hasta “El Principito” de Saint Exupery, por su tendencia a alentar actos que no están en los cánones de la dictadura. Un ejemplo de esta práctica fue por ejemplo en nuestra ciudad el del caso de la Escuela Vigil. En aquella escuela, la última dictadura se encargó de destruir el proyecto pedagógico de esa institución. Su biblioteca popular fue destruida, también su observatorio astronómico. La dictadura no toleraba que proyectos pedagógicos ambiciosos se desarrollara en barrios populares, por eso reprimía. Por otro lado, la última dictadura se encargó de limitar los alcances de la Educación Pública. Una de las decisiones políticas más importantes fue la de la llamada descentralización. Con este acto, el gobierno militar transfirió las escuelas primarias públicas desde la obligación del Estado Nacional a la obligación de los Gobiernos Provinciales. Se recortó así la ayuda del Estado Nacional a la Educación Pública. En este sentido, la última dictadura tomó esa decisión porque estaba dentro de un proyecto económico mayor. El Estado Nacional debía recortar sus “gastos” en la educación. Por eso, el proyecto de la descentralización buscaba transferir a las provincias, sabiendo que costaría que las mismas puedan mantener la infraestructura y los sueldos en el fondo, la dictadura ya pensaba en un proyecto de privatización de la educación. Como conclusión de este proceso puede decirse que la situación educativa tendió a empeorar, fundamentalmente por un abandono del cuidado de las infraestructuras, así como problemas relacionados a la deserción estudiantil o el analfabetismo en zonas muy pobres y marginales. El Proyecto de la última dictadura fue una víspera del modelo privatizador de la educación que viviría nuestro país en la década de los ´90.