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ECONOMIA DE LO PUBLICO

la economía pública (o economía del sector público o teoría de la hacienda


pública) es el estudio de las políticas públicas de un gobierno desde el punto de
vista de la eficiencia económica y la equidad económica.
en su nivel más básico, la economía pública proporciona un marco para
reflexionar acerca de si el gobierno debe participar en los mercados de la
economía y cual debería ser su papel. para ello, se utiliza la 
teoría microeconómica para evaluar si es probable que proporcione resultados
eficientes en ausencia de interferencia gubernamental en el mercado privado.
Intrínsecamente, este estudio incluye el análisis de los impuestos y de los
gastos del gobierno. este tema abarca una serie de temas, incluyendo los fallos
del mercado, externalidades, y la creación y aplicación de la política
gubernamental. la economía pública se basa en la teoría de la 
economía del bienestar y se utiliza en última instancia, como una herramienta
para mejorar el bienestar social.
ECONOMIA DE
BIENESTAR.
El lado práctico de esta teoría de la economía del bienestar, por
supuesto, es el Estado del bienestar, que pretende ser una
organización socialmente deseable de la economía. Todo esto ha
sido sometido a mucho debate y cuestionamiento, tanto desde el
punto de vista teórico como desde el punto de vista práctico y
político, y ha habido críticas y defensas tanto de la labor y la
eficacia del Estado moderno en la provisión de servicios y
prestaciones de toda índole, como del inevitable peso que todo ello
hace recaer sobre los bolsillos de los contribuyentes.
Ejemplo:
También están los llamados bienes públicos o bienes
preferentes, que tienen características especiales (por ejemplo,
se brindan para todos sin distinción, como la defensa nacional, o
tienen general aceptación social, como la educación), que se
considera que o bien los individuos y las empresas no van a
suministrar libremente en absoluto, o bien que no lo harán en la
cantidad deseable.
FALLOS DE MERCADO

Un fallo o falla de mercado es una situación que se produce


cuando el mercado no es capaz de asignar los recursos de forma
eficiente.
En economía, el sistema de precios de un mercado competitivo es
capaz de abastecer todos los bienes y servicios de una economía. Sin
embargo, existen algunos situaciones donde esto no es posible, estos
se conocen como fallos de mercado.
Intervención del Gobierno para corregir los fallos de
mercado

En una economía mixta, como en la que vivimos, parte de las


decisiones se toman por los ciudadanos y parte por el gobierno.
Dado que existen ciertos fallos de mercado inevitables, la
intervención del gobierno en el mercado se justifica ante:

• La ausencia de regulación: El sector público regulará los


mercados con normas tanto nacionales como internacionales
y así favorecer el desarrollo de la economía.
• Desigualdad en la distribución de la renta: El sector público contará
con una política fiscal, como la implantación de impuestos progresivos.

• Inexistencia de determinados bienes en el mercado: Algunos


bienes pueden no ser rentables para las empresas privadas y por ello el
sector público intervendrá produciendo bienes públicos. 

Ejemplo de fallo de mercado


Por ejemplo, la luz de las calles y el alcantarillado de una ciudad son fallos
de mercado. No es rentable para una empresa dedicarse a poner
alumbrado en la calle, porque invertiría mucho dinero pero no ingresaría
nada y al final quebraría. Por ello, el gobierno se encarga de realizar estas
tareas, cubriendo los fallos de mercado.
Bienes públicos
Un bien público es aquel cuyo consumo es indivisible y que
puede ser compartido por todos los miembros de una
comunidad sin exclusión. Usualmente su gestión está a cargo
del Estado.
En otras palabras, un bien público es, en general, accesible para
cualquier persona sin mayor restricción. Su titularidad y
administración le pertenece normalmente al gobierno o autoridad
correspondiente.
Algunos ejemplos de bienes públicos son el alumbrado de las calles,
los parques, las playas, entre otros.
Propiedades y distinciones de los bienes públicos

Teniendo en cuenta su definición, podríamos afirmar que estos


bienes tienen tres propiedades que les diferencian de los bienes
privados:

• Se consumen conjuntamente, dando utilidad a más de un


usuario a la vez.
• No se puede excluir a un individuo o a un colectivo de su
consumo.
• No hay rivalidad, es decir, si una nueva persona lo consume no
afecta ni limita el acceso al resto de ciudadanos.
Tipos de bienes públicos

Podemos clasificar a los bienes públicos según el rigor con el que se cumple las
condiciones descritas en el subtítulo anterior:

•Los bienes públicos puros: Son los que cumplen a rajatabla los tres puntos
anteriores. Por tanto, serían bienes públicos en el sentido más estricto. Nos
referimos, por ejemplo, el alumbrado o la defensa nacional. (fuerzas).

•Los bienes públicos impuros: Cumplen la primera y la segunda propiedad,


pero no la tercera, es decir, su consumo es parcialmente rival. En estos casos,
el consumo de una nueva unidad por parte de un individuo disminuye la cantidad
disponible para el resto, aunque en menos de una unidad. Este es el caso de las
vías públicas. Una carretera inicialmente pueda ser utilizada a la vez por muchos
conductores. Sin embargo, llegará un punto en el que la entrada de un vehículo
adicional supondrá una disminución en la velocidad y la seguridad de todos los
demás.
Si nos centramos en el principio de “no exclusión”, la segunda de
las propiedades mencionadas, también podemos hacer otro tipo
de clasificación:

•Bien público no excluyente: Cuando no es posible impedir el


acceso a quien no paga por él.

•Bien público excluyente: Se puede impedir que un individuo lo


consuma si no paga por el mismo. Un ejemplo serían las
autopistas con peaje. Así, se establecen controles para que los
conductores realicen el abono correspondiente como condición
para poder seguir circulando por la carretera en cuestión.
EXTERNALIDADES

Una externalidad es una situación en las que los costes o beneficios de


producir o consumir un bien o servicio no se reflejan en su precio de
mercado.

Visto de otro modo, las externalidades son efectos secundarios (buenos o


malos) que se producen cuando una persona o una empresa realiza una
actividad y no asume todos los costes de la misma, o todos los beneficios
que le podría reportar. De esta manera, podemos distinguir:
Externalidad negativa: Surge cuando no se asumen todos los costes de un efecto
negativo. Hablamos de externalidades negativas cuando, por ejemplo, una
empresa contamina su entorno o cuando una persona arroja basura a la calle. En
estos dos casos, se genera un coste social, ya que es toda la sociedad por igual la
que sufre las consecuencias de sus acciones. Y el precio de mercado no recoge
este coste.

Externalidad positiva: Surge de un efecto positivo que no se reporta como 


beneficio. Un ejemplo de externalidad positiva que podemos mencionar es la
investigación científica, de la cual se beneficia la sociedad en general.
Otro ejemplo sería la utilización de energías renovables, del que se beneficia la
sociedad porque la persona o empresa que las utiliza no está contaminando. En
estos casos, los precios de mercado no recogen los beneficios reales.

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