Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
45 páginas
Incluye referencias bibliográficas, tablas y fotos
ISBN: 978-958-740-278-0
1. Mora 2. Rubus 3. Manejo del cultivo 4. Conservación de suelos 5. Siembra 6. Propagación vegetativa 7. Aplicación de
abonos 8. Enfermedades de las plantas 9. Valle del Cauca (Colombia)
Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria Nota: A partir de mayo de 2018, la Corporación Colombiana de Investigación
AGROSAVIA Agropecuaria cambió su acrónimo Corpoica por AGROSAVIA
Centro de Investigación Palmira, diagonal a la intersección de la carrera 36A con
calle 23, Palmira, Valle del Cauca. Código postal: 763533, Colombia Cláusula de responsabilidad: AGROSAVIA no es responsable de las opiniones
e información recogidas en el presente texto. Los autores asumen de manera
Esta publicación es un entregable de Agrosavia en el proyecto “Fortalecimiento exclusiva y plena toda responsabilidad sobre su contenido, ya sea este propio
organizativo, agroempresarial y tecnológico a productores frutícolas en o de terceros, declarando en este último supuesto que cuentan con la debida
29 municipios del Valle del Cauca” para nueve especies frutales: aguacate, autorización de terceros para su publicación; igualmente, declaran que no existe
chontaduro, cítricos, guayaba, lulo, mora, piña, plátano y uva. conflicto de interés alguno en relación con los resultados de la investigación
propiedad de tales terceros. En consecuencia, los autores serán responsables civil,
Citación sugerida: Rodríguez Henao, E., Correa Moreno Diana, L., Zapata administrativa o penalmente, frente a cualquier reclamo o demanda por parte
Ospina Pedro, A., Bolaños Benavides Martha, M., Jaramillo Laverde, A. & de terceros relativa a los derechos de autor u otros derechos que se hubieran
Rodríguez Mora Diana, M. (2019). Prácticas de manejo sostenible para el cultivo vulnerado como resultado de su contribución.
de mora. Mosquera, Colombia; Corporación Colombiana de Investigación
Agropecuaria (Agrosavia). 45 pp.
Corporación para el Desarrollo Social y Cultural del Valle del Cauca Corpovalle
Contenido
Introducción10
Referencias45
Agradecimientos
Los autores agradecemos a la Corporación para el Desarrollo Social y Cultural del Valle del Cauca
(Corpovalle); a la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (AGROSAVIA); a
los señores Luis Aurelio Penagos Restrepo (Tuluá), Jorge Luis Ortiz Escobar (Trujillo), Jhon Jairo
Biscue León (Ginebra), quienes participaron del proyecto como agricultores PILo y facilitaron
su finca para la ejecución del Plan de vinculación del proyecto y al Sr. Ramiro Tafur Reyes (Ing.
Agrónomo, M.Sc.), por sus aportes en la revisión de la cartilla
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 9
Presentación
Introducción
Por su importancia a nivel nacional y local en el departamento del Valle del Cauca, el cultivo
de mora —Rubus glaucus Benth— ha sido priorizado dentro de la Agenda de Investigación
Corporativa de AGROSAVIA. En el Valle del Cauca la mora se cultiva en 24 municipios, de los
cuales Ginebra, Trujillo y Tuluá producen 58% de la mora del departamento —3.444 toneladas—
y tienen el 51% del área sembrada de este cultivo —418 hectáreas—.
Esta cartilla contribuye al cambio técnico de los productores de mora mediante la presentación
de recomendaciones técnicas y prácticas. En ella se consolidan las tecnologías transferidas por
AGROSAVIA a los productores de mora de la zona de ejecución del proyecto Plan Integral
Frutícola del Valle del Cauca, mediante la cual se presenta un conjunto de ofertas tecnológicas a
manera de recomendaciones técnicas que contribuyen al mejoramiento de la productividad y la
competitividad de pequeños y medianos productores de mora en el Valle del Cauca, orientadas
a componentes fundamentales del manejo sostenible para el cultivo de la mora, como son:
Conservación de suelos en los sistemas de ladera del Valle del Cauca; Estrategia integral para la
producción de material de siembra de mora; Recomendaciones para optimizar la fertilización en el
cultivo de mora; y Manejo integrado de las principales enfermedades del cultivo de mora.
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 11
de protección en la cuenca.
Pendiente 40%
Pendiente 20%
Figura 1. Identificación de zonas aptas para la siembra del cultivo de mora. Fotos: Diana Lucia Correa
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 13
Figura 2. Prácticas para el manejo y conservación de suelos en cultivos de mora. Fotos: Diana Lucia Correa
Prácticas de manejo sostenible
14 para el cultivo de mora
Indicadores visuales de Calidad de suelo en el cultivo: Verificación de color, profundidad efectiva y presencia de
horizonte A; pruebas de pH para estimar fertilidad del suelo.
Figura 3. Monitoreo de indicadores visuales de degradación del suelo. Fotos: Diana Lucia Correa
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 15
Este modelo ha sido desarrollado para sistemas de producción agrícola en zonas de ladera, con
elementos aplicables al cultivo de mora. Generalmente, el cultivo de mora se ubica en zonas
de montaña, en un rango óptimo entre 1800 y 2400 msnm, donde predominan pendientes por
encima del 30% y donde se encuentran suelos frágiles y altamente susceptibles a procesos de
degradación y erosión ocasionados por lluvias y prácticas de manejo inadecuadas.
Curvas a nivel
• El trazado de curvas a nivel es una práctica que permite tener puntos a la misma altura,
lo que facilita la siembra de cultivos a través de la pendiente.
• Un sistema práctico para trazar curvas a nivel es el uso del caballete o del agronivel, con
el cual se puede estimar también el grado de la pendiente del terreno.
Prácticas de manejo sostenible
16 para el cultivo de mora
1. Curvas a
nivel
2. Barreras
vivas
3. Cultivos en
franjas
Figura 5. Componentes del modelo de sistemas de cultivos en franjas (parte 1). Corpoica 2016 Fotos: Diana Lucia Correa
Barreras vivas
• Las barreras vivas son hileras de plantas de crecimiento denso —como pastos de corte,
caña, limoncillo y otros de disponibilidad en la zona— que se siembran desde la parte
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 17
más alta del lote —en surcos transversales a la pendiente— siguiendo las curvas a nivel y
con un ancho entre 50 y 60 cm.
• Sirven de contención para disminuir la velocidad del agua que escurre producto de la
lluvia, para conservar la humedad del suelo —lo que favorece la capacidad de retención
de agua y la disminución de la tasa de evapotranspiración— y para retener suelo —porque
evitan la erosión—.
• Otra ventaja es el doble fin que prestan las barreras al producir forraje —producción de
biomasa—, leña y postes, abono verde —valor agregado— y material para cobertura.
• La distancia entre las barreras vivas está en relación directa con la pendiente del terreno:
a mayor pendiente menor distancia entre barreras, y a menor pendiente mayor distancia
entre barreras.
• Mejoran las condiciones físicas y la fertilidad del suelo por la distribución profunda y la
densidad de las raíces.
• Forman una reserva de nutrientes en la capa superficial del suelo, disponibles durante la
descomposición de las plantas.
• Forman una barrera natural contra plagas, lo que contribuye al equilibrio biológico en
áreas de cultivos agrícolas.
• Son plantas que no compiten con los cultivos principales por agua, luz y nutrientes, y el
costo de la mano de obra adicional es bajo.
Cultivos en franja
• Las franjas de cultivo corresponden al área de terreno delimitada entre barreras vivas,
que son utilizadas para la producción de cultivos comerciales y para consumo de la finca.
4. Cercas
vivas
5. Coberturas
de suelo
6. Zonas de
protección y
bosque
Figura 6. Componentes del modelo de sistemas de cultivos en franjas. Corpoica 2016 (parte 2). Fotos: Diana Lucia Correa.
Cercas vivas
• Las cercas vivas son árboles sembrados alrededor del cultivo. Sus beneficios se reflejan en
el mejoramiento del microclima, debido a que actúan como rompevientos y facilitan la
infiltración y la absorción del agua lluvia en el suelo.
• Tiene como ventajas adicionales ser fuente de leña, forraje y alimentos, enriquecer el
suelo y ser hábitat para diferentes especies.
Tabla 1. Distanciamiento recomendado para instalación de obras de conservación de suelo según el porcentaje de la
pendiente del terreno
Figura 7. Cultivo de mora con calidad fitosanitaria y alto rendimiento. Foto: Eberto Rodríguez
• Se recomienda emplear como material de propagación partes de la planta como las estacas
(Figura 8), de forma que el productor garantice la obtención de plantas con identidad
genética igual a la de la planta madre —clon—, con lo que se mantienen las características
genéticas de las plantas madre seleccionadas por características sobresalientes, además de
que se acorta el tiempo de inicio de producción y se evita la transmisión de plagas del suelo.
• No se recomienda usar semilla sexual proveniente del fruto para producir nuevas plantas
debido a que este tipo de propagación genera alta variabilidad entre plantas, que no es
una característica deseable en cultivos comerciales.
• No se deben sembrar plantas colectadas en potreros, ya que ellas provienen de
multiplicación sexual y además pueden diseminar plagas y enfermedades que vienen en
la raíz.
• No se recomienda recolectar material de cultivos viejos por el sistema llamado
propagación por cepa —raíz desnuda—, pues este sistema facilita la dispersión de plagas
y enfermedades.
• Se debe hacer el alistamiento de insumos, materiales y herramientas para la labor:
- Tijeras bien afiladas y en buen estado.
- Yodo y/o hipoclorito de sodio.
- Sustratos bien preparados y tratados.
- Contenedores: bolsas, bandejas y germinadores.
Tipos de propagación
Los tipos de propagación vegetativa más usados y con resultados eficientes comprobados son
(Figura 9):
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 23
• Siembra de estaca en bolsa, que consiste en ubicar la estaca de forma vertical en una bolsa
o directamente en el sitio definitivo.
• Acodo de punta, que consiste en la siembra del ápice o punta de la rama unida a la planta,
en bolsa o directamente en el sitio definitivo.
A B C D
Figura 9. Métodos de siembra. A: Acodo de punta. Foto: Pedro A. Zapata. B: Siembra de estaca convencional en bolsa.
Foto: Wilson Trujillo. C: Estaca modificada. Foto: Pedro A. Zapata. D: Mini estaca. Foto: Pedro A. Zapata
En el Valle del Cauca el método más empleado para la propagación vegetativa de la mora es el
acodo de punta, debido a que presenta un mayor prendimiento por estar unida la semilla a la
planta madre. Este método es muy eficiente en prendimiento, sin embargo, el productor debe
tener presente las recomendaciones que se presentan más adelante en esta cartilla para garantizar
la calidad sanitaria de la semilla, con el objetivo de garantizar el éxito de la propagación de mora
con el uso de este método de propagación.
Calidad genética
Para garantizar la calidad genética se deben tener en cuenta la selección de una planta que tenga:
• Buena producción, que supere el promedio de producción por planta de todo el lote
(superior a 15 kg de fruta por planta al año).
• Plantas vigorosas.
Prácticas de manejo sostenible
24 para el cultivo de mora
La planta que cumple con las anteriores características se llama “planta madre”, por tener los
atributos requeridos por los productores para garantizar un cultivo exitoso (Figura 10).
Calidad fisiológica
Para garantizar la calidad fisiológica se recomienda tener en cuenta las siguientes indicaciones:
• Las estacas o partes de la planta que se empleen como semilla vegetativa deben provenir
de la planta madre seleccionada.
• El material para usar como semilla debe estar libre de plagas y enfermedades.
• Las ramas de las cuales se debe obtener el material de siembra deben ser “hembras” o
“machos productivos”. Las ramas “látigo” y ramas “macho improductivo” no se deben
usar como semilla vegetativa (Figura 11).
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 25
A B C D
Figura 11. Tipos de ramas. A: Rama hembra. B: Rama macho productivo . C: Rama macho improductivo. D: Rama látigo.
Fotos: Eberto Rodríguez
Calidad sanitaria
Para garantizar la calidad sanitaria se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
• No usar como fuente de sustrato tierra proveniente del lote de mora o donde se haya
producido mora en años anteriores.
• Si se usa tierra, esta debe pasar por el proceso de solarización y/o compostaje —para
eliminar plagas, enfermedades y semillas de arvenses.
• Se recomienda usar como fuente de sustrato para el llenado de la bolsa materiales inertes
—cascarilla de arroz, estopa de coco, arena, turba, compost, lombricomposta, entre
otros— y libres de plagas y patógenos específicos de la planta de mora, tales como la perla
de tierra —Eurhizococcus colombianus—, el barrenador del cuello de la planta y la raíz
—Zascelis sp.—, el barrenador de tallos y ramas —Hepialus sp.—, y hongos que causan
marchitamiento de la planta —Verticillium sp, Fusarium sp y/o Rosellinia sp—, que se
encuentran en el suelo y raíces enfermas.
• Usar sustratos con buena aireación y contenido de materia orgánica compostada para
aportar nutrientes y favorecer el desarrollo de las raíces (Figura 12).
A B
Figura 12. Plantas de calidad con alto rendimiento y libres de plagas y enfermedades en raíces . A: Planta con calidad
sanitaria, adecuado desarrollo de raíces. B: Planta con alto rendimiento y calidad de fruta. Fotos: Eberto Rodríguez
Propagar vegetativamente por estaca o por acodo, mediante la selección de ramas sanas y con
vigor.
Se recomienda usar técnicas de fácil uso en la finca. De acuerdo con el conocimiento o experiencia
en el manejo de diferentes técnicas y las herramientas necesarias para realizar la práctica, se
sugiere seguir las siguientes recomendaciones:
Acodo de punta
• No dejar el acodo directamente sobre el suelo (Figura 13); debe colgarse en la planta, el
tutor o el alambre.
A B
Figura 13. Acodo de punta . A: Sobre el suelo -No recomendado- puede transmitir plagas y enfermedades. B: Colgado en
el alambre del tutor -Recomendado- por estar aislado del suelo. Fotos: Eberto Rodríguez
• Lavar y sumergir las estacas por 10 minutos en una solución de una parte de agua y dos
partes de jugo de limón, o lavar y sumergir las estacas por 30 minutos en una solución
de una parte de agua y una parte de cristales de sábila; de esta forma se promueve el
crecimiento de raíces.
• Sembrar.
Prácticas de manejo sostenible
28 para el cultivo de mora
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 29
• Conocer las propiedades del suelo que determinan su fertilidad. Como herramienta clave
para determinar la fertilidad química están los resultados del análisis de suelos, cuya
efectividad depende de la toma de la muestra de suelos.
–– La muestra de suelo debe enviarse al laboratorio por lo menos dos meses antes de
sembrar el cultivo en campo.
–– La muestra de suelos debe ser representativa del lote y tomar en consideración edad
del cultivo, pendiente del terreno, época de muestreo, profundidad de muestreo —
de 0 a 20 cm— y número de submuestras —preferiblemente 30 submuestras por
hectárea— (Figura 14A).
–– La muestra debe estar identificada para enviarse a un laboratorio certificado (Figura 14B).
A B
Figura 14. Toma de muestra de suelo para análisis químico . A: Proceso de colecta de la muestra de suelo. B: Rotulo de
identificación de la muestra para envío al laboratorio. Fotos: Diana Lucia Correa.
Prácticas de manejo sostenible
30 para el cultivo de mora
• Conocer los requerimientos nutricionales del cultivo de mora en las diferentes etapas
fenológicas del cultivo. Este aspecto es fundamental, ya que permite determinar las
necesidades del cultivo, con lo que se evita el exceso en la aplicación de fertilizantes o, por
el contrario, que el plan de fertilización carezca de nutrientes esenciales para la nutrición
óptima del cultivo. Si uno o más nutrientes no se aplican en las cantidades requeridas, se
limita el crecimiento, desarrollo y rendimiento del cultivo de mora.
• A partir de los resultados del análisis de suelos se debe formular un plan eficiente de
fertilización integrada que incluya el aporte de abonos orgánicos de buena calidad,
biofertilizantes y fertilizantes químicos.
• Una vez recibido el resultado del análisis, debe ser interpretado por un ingeniero
agrónomo o técnico capacitado para interpretar el resultado del análisis de suelo, así
como para determinar las dosis de fertilizantes y las fuentes más convenientes, según las
propiedades del suelo.
• La práctica de la fertilización debe ser eficiente, lo que quiere decir que se espera que
el cultivo de mora fertilizado incremente el rendimiento, con lo que se compensan los
costos de producción invertidos en el rubro de fertilizantes y la mano de obra para esta
práctica.
• El manejo de arvenses en las calles puede realizarse con guadaña, con el fin de dejar
cobertura y evitar la pérdida de suelo por erosión. Antes de la fertilización es recomendable
realizar un plateo amplio para evitar competencia de arvenses por los fertilizantes.
• Los fertilizantes químicos pueden ser tapados con fertilizantes orgánicos, pero no se
recomienda aplicar al tiempo biofertilizantes y fertilizantes químicos.
Figura 15. Llenado adecuado de frutos debido a una buena fertilización, integrada y eficiente. Foto: Eberto Rodríguez
*Estos resultados son específicos para las zonas evaluadas. Debe calcularse el plan eficiente de
fertilización integrada para cada finca con base en los resultados del análisis químico de suelo
de cada finca. Tal como se expuso en párrafos anteriores de esta cartilla, el plan de fertilización
debe ser realizado por un ingeniero agrónomo.
Figura 16. Aplicación de cal —encalado— por lo menos un mes antes de la siembra. Foto: Julián Ossa
Figura 17. Residuos de poda para preparar compost . Foto: Martha M. Bolaños
Figura 18. Semillero de mora, época en la cual se recomienda la aplicación de biofertilizantes. Foto: Pedro A. Zapata
Entre los biofertilizantes recomendados para aplicar en mora se encuentran las micorrizas, que
permiten que las raíces exploren mayor volumen de suelo y que pueden mejorar su tolerancia
a condiciones de estrés hídrico —por exceso de aluminio— o al estrés generado por el daño
de plagas o enfermedades. Otros biofertilizantes recomendados son los solubilizadores de
Prácticas de manejo sostenible
34 para el cultivo de mora
Cuánto aplicar
La cantidad o dosis de los fertilizantes orgánicos puede ser de uno a dos kilos por hoyo. Los
biofertilizantes se inoculan o aplican según las recomendaciones de la etiqueta del producto
comercial, y la dosis de los fertilizantes químicos dependen del plan de fertilización realizado
por un ingeniero agrónomo o técnico capacitado en el tema.
Dónde aplicar
La forma de aplicación de los fertilizantes en cultivos de mora en zonas de ladera debe ser en
media luna, en la parte superior de la pendiente. En lotes con menor pendiente la aplicación del
fertilizante químico puede hacerse alrededor de la planta entre 20 y 30 cm de distancia del tallo
principal.
La fertilización puede ser aplicada directamente al suelo —edáfica—, en forma líquida aplicada
a las hojas —foliar— o por fertirriego.
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 35
Análisis foliar
El análisis foliar se realiza para complementar los resultados del análisis de suelo. Tanto para
el análisis de suelos como para el análisis foliar es clave tomar adecuadamente las muestras,
pues esto permite un buen análisis y diagnóstico del estado nutricional de un cultivo. Entre los
factores más importantes que se deben tener en cuenta en la toma de muestras de tejido foliar
están: la clase y edad del cultivo.
El muestreo para el análisis foliar en el cultivo de mora se realiza dos o tres semanas después de
la cosecha; se aconseja tomar como muestra al menos 50 hojas de la parte media del tallo o eje
primario.
La formulación de planes eficientes de fertilización integrada que sigan las recomendaciones
antes planteadas contribuye a incrementar el rendimiento de este frutal, incluso hasta alcanzar
más de 28 toneladas por hectárea (Figura 9). Este potencial de rendimiento se plantea a partir de
investigaciones de AGROSAVIA, desarrolladas en el departamento de Cundinamarca.
Figura 19. Cultivo manejado con plan eficiente de fertilización integrada. Foto: Eberto Rodríguez
• Aplicación de agroquímicos sin tener claros criterios técnicos como porcentaje de daño,
dosis, microorganismo objetivo, etapa de crecimiento del microorganismo, entre otros,
lo que genera riesgos para la salud ambiental y la de los consumidores.
Antracnosis
La enfermedad también es conocida como tuna negra o muerte descendente y es causada por
los hongos Colletotrichum gloeosporioides y Colletotricum acutatum. Esta enfermedad afecta
todos los tejidos de la planta —tallos, inflorescencias y frutos—, por lo que ocasiona gran daño
en cultivos con altas densidades de siembra, enmalezados, sin podar y desnutridos cuando se
presentan altas humedades relativas y altas precipitaciones.
• En los tallos se presentan lesiones ovaladas de color morado a café oscuro, que lo cubren
parcial o totalmente; sobre dichas lesiones aparecen puntos negros con masas de color
amarillo, que corresponden a la reproducción del hongo, en la mora con espinas la lesión
se presenta en la tuna (Figura 20B).
• En las inflorescencias se presenta pudrición y muerte de los tejidos, sobre los cuales se
observa la reproducción del hongo.
• Los frutos presentan pudrición y muerte de los tejidos, que termina en lo que se conoce
como pudrición húmeda (Figura 20C).
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 37
A B C
Figura 20. Síntomas de antracnosis. A: Muerte de inflorescencias. Foto: Alejandro Jaramillo. B: Lesiones ovaladas de color
morado en la tuna. Foto: Diana M. Rodríguez. C: Pudrición húmeda del fruto. Foto: Alejandro Jaramillo
Botrytis
La botrytis también se conoce con el nombre de moho gris y pudrición del fruto, y es causada
por el hongo Botrytis cinerea. Esta enfermedad es considerada una de las más limitantes del
cultivo de mora, pues afecta las estructuras reproductivas de la planta y puede ocasionar la
pérdida total de la producción. La enfermedad se disemina por el aire y por la manipulación
de plantas enfermas, y se ve favorecida por bajas temperaturas, alta humedad relativa y altas
precipitaciones.
A B
Figura 21. Síntomas de botrytis. A: Pudrición húmeda, crecimiento y reproducción del hongo sobre el fruto. Foto:
Alejandro Jaramillo. B. Frutos momificados adheridos al racimo. Foto: Diana M. Rodríguez
Prácticas de manejo sostenible
38 para el cultivo de mora
Mildeo velloso
La enfermedad también se conoce como peronospora o tusa y es producida por hongos
del género Peronospora sp. Aunque afecta tallos, hojas, botones florales y frutos, la mayor
afectación se da en estos últimos, pues deteriora su calidad y, por tanto, su comercialización.
Las condiciones ideales para el desarrollo del mildeo velloso son altas humedades relativas,
temperaturas moderadas y presencia de lluvias continuas.
• Los tallos enfermos por mildeo velloso presentan coloraciones moradas sobre las cuales
ocasionalmente aparecen lesiones blancas con vellosidades de color gris claro, que
corresponde a la reproducción del hongo.
A B
Figura 22. Síntoma de mildeo velloso. A: Maduración desuniforme de los frutos. B: Malformación de frutos. Fotos: Diana
M. Rodríguez
Mildeo polvoso
Esta enfermedad también se conoce con el nombre de cenicilla o crespera y es ocasionada por el
hongo Oidium sp. El mildeo polvoso afecta hojas, pecíolos, ramas jóvenes y frutos. Se presenta
en zonas de alta nubosidad, en temporadas secas y calurosas.
A B
Figura 23. Síntoma de mildeo polvoso. A: Encrespamiento de hojas. B: Presencia de coloraciones amarillentas en la
superficie de la hoja. Fotos: Diana M. Rodríguez
Figura 24. Esquema del monitoreo de enfermedades en mora. Fuente: Saldarriaga et al., 2017
Prácticas de manejo sostenible
40 para el cultivo de mora
# órganos afectados
Porcentaje de incidencia = × 100
# órganos observados
Enfermedad Acciones
• Buen manejo de las distancias de siembra —no deben ser menores de 3 metros entre
plantas y entre calles—.
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 41
• Hacer control de arvenses en el plato de la planta y en las calles, para mejorar la aireación
dentro del cultivo.
Poda de formación
Permite dar forma a la planta. Se realiza entre los 45 a 60 días después de la siembra, dejando
entre seis y ocho tallos que broten debajo del suelo y eliminando el tallo que provenía del acodo
o estaca inicial al momento de la siembra. Las ramas que no son seleccionadas se eliminan para
facilitar la formación de la planta adulta, evitando sobrepoblación de ramas, y favoreciendo el
manejo preventivo de enfermedades de la mora.
Poda de producción
Consiste en seleccionar las ramas hembras y ramas machos productivos para iniciar la
etapa productiva; las ramas machos improductivos y las ramas látigo se cortan para evitar
Prácticas de manejo sostenible
42 para el cultivo de mora
Figura 25. Planta de mora con poda de mantenimiento o fitosanitaria. Foto: Eberto Rodríguez
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 43
Poda de renovación
Consiste en cortar todas las ramas de la planta a ras del suelo para renovar el cultivo. Esta poda
se realiza como control directo de una enfermedad que ataca fuertemente el cultivo, de esta
forma se corta el ciclo de la enfermedad y se inicia un nuevo cultivo vigoroso y sano. Previo a
realizar esta poda es importante evaluar la sanidad de las raíces, con el fin de decidir si se realiza
la poda de renovación o se realiza una nueva siembra.
• Los monitoreos de las principales enfermedades del cultivo facilitan la toma de decisiones
sobre la aplicación de controles que, integrados con las podas sanitarias, permiten que el
cultivo permanezca sano y con mayores rendimientos.
Prácticas de manejo sostenible
44 para el cultivo de mora
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 45
Referencias
Agronet - Red de información y comunicación del sector agropecuario. (2017). Consulta esta-
dística de la producción de mora en Colombia para el año 2017. Consultado: Agosto del
2018.
Arevalo, E.; Díaz, A.; Galindo, J. y Rivero, M. (2011). Manejo fitosanitario del cultivo de la mora
(Rubus glaucus benth). Medidas para la temporada invernal. ICA. 31 p.
Corpoica - Fondo Adaptación —FA—. (2016). Plan de manejo agroclimático integrado del sis-
tema productivo de mora (Rubus glaucus). Proyecto Reducción del riesgo y adaptación
al cambio climático – MAPA. Bogotá. 54 p.
Franco, G. y Giraldo, C. (1998). El cultivo de la mora. Corporación Colombiana de Investi-
gación Agropecuaria, CORPOICA Regional 9. Programa Nacional de Transferencia de
Tecnología Agropecuaria, PRONATTA. 130 p.
Ortiz, G.; Gómez, J. y Caicedo, A. (2006). Sistemas de cultivos en franja: una opción para el ma-
nejo y conservación de suelos de ladera. (No. Doc. 21181) CO-BAC, Bogotá.
PASOLAC (1999). Programa para la Agricultura Sostenible en Laderas de América Central.
Guía Técnica de Conservación de Suelos y Aguas. 1a edición. San Salvador, El Salvador.
222 p.
Saldarriaga, A.; Franco, G.; Díaz, C. y Múnera, G. (2017). Manual de campo para reconocimien-
to, monitoreo y manejo de las enfermedades de la mora (Rubus glaucus Benth.). Mosque-
ra, Colombia: Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria. 69 p.
Zapata, P.; Muñoz, J. E. y Vásquez, H. D. (2005). Establecimiento de un protocolo para la mul-
tiplicación vegetativa de plántulas inoculadas con hongos biocontroladores como valor
agregado y como estrategia preventiva para el manejo integrado de plagas y enfermeda-
des en campo. Universidad Nacional de Colombia, Palmira.
Prácticas de manejo sostenible
46 para el cultivo de mora