Está en la página 1de 45

Prácticas de manejo sostenible

para el cultivo de mora

Eberto Rodríguez Henao


Diana Lucia Correa Moreno
Pedro Antonio Zapata
Martha M. Bolaños Benavides
Alejandro Jaramillo Laverde
Diana Milena Rodríguez Mora

Palmira, Colombia 2019


Prácticas de manejo sostenible para el cultivo de mora / Eberto Rodríguez Henao [y otros cinco] -- Palmira,
(Colombia) : AGROSAVIA, 2019.

45 páginas
Incluye referencias bibliográficas, tablas y fotos
ISBN: 978-958-740-278-0

1. Mora 2. Rubus 3. Manejo del cultivo 4. Conservación de suelos 5. Siembra 6. Propagación vegetativa 7. Aplicación de
abonos 8. Enfermedades de las plantas 9. Valle del Cauca (Colombia)

Palabras clave normalizadas según Tesauro Multilingüe de Agricultura Agrovoc


Catalogación en la publicación – Biblioteca Agropecuaria de Colombia

Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria Nota: A partir de mayo de 2018, la Corporación Colombiana de Investigación
AGROSAVIA Agropecuaria cambió su acrónimo Corpoica por AGROSAVIA
Centro de Investigación Palmira, diagonal a la intersección de la carrera 36A con
calle 23, Palmira, Valle del Cauca. Código postal: 763533, Colombia Cláusula de responsabilidad: AGROSAVIA no es responsable de las opiniones
e información recogidas en el presente texto. Los autores asumen de manera
Esta publicación es un entregable de Agrosavia en el proyecto “Fortalecimiento exclusiva y plena toda responsabilidad sobre su contenido, ya sea este propio
organizativo, agroempresarial y tecnológico a productores frutícolas en o de terceros, declarando en este último supuesto que cuentan con la debida
29 municipios del Valle del Cauca” para nueve especies frutales: aguacate, autorización de terceros para su publicación; igualmente, declaran que no existe
chontaduro, cítricos, guayaba, lulo, mora, piña, plátano y uva. conflicto de interés alguno en relación con los resultados de la investigación
propiedad de tales terceros. En consecuencia, los autores serán responsables civil,
Citación sugerida: Rodríguez Henao, E., Correa Moreno Diana, L., Zapata administrativa o penalmente, frente a cualquier reclamo o demanda por parte
Ospina Pedro, A., Bolaños Benavides Martha, M., Jaramillo Laverde, A. & de terceros relativa a los derechos de autor u otros derechos que se hubieran
Rodríguez Mora Diana, M. (2019). Prácticas de manejo sostenible para el cultivo vulnerado como resultado de su contribución.
de mora. Mosquera, Colombia; Corporación Colombiana de Investigación
Agropecuaria (Agrosavia). 45 pp.

Corporación para el Desarrollo Social y Cultural del Valle del Cauca Corpovalle

Publicado mayo de 2019


ISBN: 978-958-740-278-0
Corrección de estilo: Investigadores autores
Fotografías: Investigadores autores
Diseño y diagramación: Alexander Pereira M. / apereiram@gmail.com https://co.creativecommons.org/?page_id=13
Prácticas de manejo sostenible
6 para el cultivo de mora

Contenido

Introducción10

Conservación de suelos en los sistemas


de ladera del Valle del Cauca 11
Importancia de conservar el suelo 11
Pasos por seguir para conservar y cuidar el suelo 11
Modelo de sistemas de cultivos en franjas 15
Componentes del modelo de sistemas de cultivos en franjas 15
Distanciamiento de obras de conservación 19
Prácticas complementarias para el manejo y conservación de suelos 19

Estrategia integral para la producción de material


de siembra de mora 21
Tipos de propagación 22
Calidad genética 23
Calidad fisiológica 24
Calidad sanitaria 25
Protocolo para la obtención de material de siembra para semilla 26
Técnica de propagación recomendada en mora 26

Recomendaciones para optimizar la fertilización


del cultivo de mora 29
Nutrientes esenciales para la planta de mora 30
Edad del cultivo de mora en las cuales se debe fertilizar 32
Cuándo aplicar los fertilizantes 34
Cuánto aplicar 34
Dónde aplicar 34
Análisis foliar 35
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 7

Manejo integrado de las principales enfermedades


del cultivo de mora 35
Problemática sanitaria en el cultivo de mora 36
Principales enfermedades que afectan el cultivo de mora 36
Monitoreo de las enfermedades en mora 39
Cálculo de porcentaje de incidencia 40
Manejo de las enfermedades de mora 40
Prácticas complementarias del manejo integrado de las enfermedades 40
La poda en el manejo preventivo de las enfermedades 41

Recomendaciones de prácticas de manejo sostenible para el cultivo de la mora 43

Referencias45
Agradecimientos

Los autores agradecemos a la Corporación para el Desarrollo Social y Cultural del Valle del Cauca
(Corpovalle); a la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (AGROSAVIA); a
los señores Luis Aurelio Penagos Restrepo (Tuluá), Jorge Luis Ortiz Escobar (Trujillo), Jhon Jairo
Biscue León (Ginebra), quienes participaron del proyecto como agricultores PILo y facilitaron
su finca para la ejecución del Plan de vinculación del proyecto y al Sr. Ramiro Tafur Reyes (Ing.
Agrónomo, M.Sc.), por sus aportes en la revisión de la cartilla
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 9

Presentación

La presente publicación recopila resultados de investigaciones previamente desarrolladas por


la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria – AGROSAVIA y otros actores del
SNCTA, dirigida a pequeños, medianos y grandes productores, con el objetivo de aportar al
cambio técnico en el sistema productivo de mora. La cartilla hace parte de los entregables de
AGROSAVIA en el proyecto “Fortalecimiento organizativo, agroempresarial y tecnológico a
productores frutícolas en 29 municipios del Valle del Cauca”, ejecutado entre junio de 2018 y
abril de 2019, para nueve especies frutales: aguacate, chontaduro, cítricos, guayaba, lulo, mora,
piña, plátano y uva. Los autores agradecen a la Corporación para el Desarrollo Social y Cultural
del Valle - CORPOVALLE, por la cofinanciación en la reproducción impresa del documento.
Prácticas de manejo sostenible
10 para el cultivo de mora

Introducción

Por su importancia a nivel nacional y local en el departamento del Valle del Cauca, el cultivo
de mora —Rubus glaucus Benth— ha sido priorizado dentro de la Agenda de Investigación
Corporativa de AGROSAVIA. En el Valle del Cauca la mora se cultiva en 24 municipios, de los
cuales Ginebra, Trujillo y Tuluá producen 58% de la mora del departamento —3.444 toneladas—
y tienen el 51% del área sembrada de este cultivo —418 hectáreas—.
Esta cartilla contribuye al cambio técnico de los productores de mora mediante la presentación
de recomendaciones técnicas y prácticas. En ella se consolidan las tecnologías transferidas por
AGROSAVIA a los productores de mora de la zona de ejecución del proyecto Plan Integral
Frutícola del Valle del Cauca, mediante la cual se presenta un conjunto de ofertas tecnológicas a
manera de recomendaciones técnicas que contribuyen al mejoramiento de la productividad y la
competitividad de pequeños y medianos productores de mora en el Valle del Cauca, orientadas
a componentes fundamentales del manejo sostenible para el cultivo de la mora, como son:
Conservación de suelos en los sistemas de ladera del Valle del Cauca; Estrategia integral para la
producción de material de siembra de mora; Recomendaciones para optimizar la fertilización en el
cultivo de mora; y Manejo integrado de las principales enfermedades del cultivo de mora.
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 11

Conservación de suelos en los sistemas


de ladera del Valle del Cauca
Debido a que el cultivo de la mora en el Valle del Cauca se desarrolla principalmente en zonas
de altas pendientes, es muy importante conocer e implementar las tecnologías para el manejo
adecuado del suelo, con prácticas de conservación que eviten la erosión y mejoren la calidad de
este.

Importancia de conservar el suelo


Al igual que el agua, el suelo es un recurso natural que se agota con el uso inadecuado, y es un
sistema vivo en el cual ocurren muchos procesos biológicos, físicos y químicos, que permiten la
vida en la tierra. Entre las funciones del suelo se encuentran:

1. Suministrar alimentos, fibras (vestido) y energía (combustibles).

2. Proporcionar hábitat para los organismos.

3. Facilitar el ciclo de los nutrientes.

4. Regular el ciclo del agua y el clima.

5. Retener el carbono para limpiar la atmosfera y mitigar el cambio climático.

6. Purificar el agua de algunos contaminantes.

7. Servir de soporte para actividades económicas e infraestructura humana.

8. Ser fuente de diversidad y recursos genéticos.

Pasos por seguir para conservar y cuidar el suelo


Conservar el suelo significa utilizar prácticas de protección, conservación y mejoramiento, de
tal forma que se controle la degradación física, química y biológica del suelo, a la vez que se
permite el desarrollo de cultivos y el incremento de las cosechas.
Con este fin, se deben usar prácticas de manejo y conservación orientadas a evitar la degradación,
basadas en los principios de uso eficiente de los recursos suelo y agua, y en las buenas prácticas
agrícolas que se deben aplicar en el cultivo de mora.
Para la selección y aplicación de prácticas acordes a las condiciones del cultivo es necesario
seguir los siguientes pasos:
Prácticas de manejo sostenible
12 para el cultivo de mora

Paso 1. Conocer el territorio donde se ubican los cultivos


Es necesario conocer el entorno de la finca y el territorio, con el fin de identificar las bondades
y/o limitantes para el sistema de producción —en este caso, el cultivo de mora— (Figura 1).

Identificar los sitios de mayor o menor pendiente en el


paisaje, condiciones climáticas predominantes y zonas Pendiente 60%

de protección en la cuenca.

Pendiente 40%
Pendiente 20%

Reconocer las zonas aptas para el cultivo de mora


en la región e identificar las áreas de mayor riesgo
agroclimático para prevenir procesos de erosión y
pérdida del suelo.

Figura 1. Identificación de zonas aptas para la siembra del cultivo de mora. Fotos: Diana Lucia Correa
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 13

Paso 2. Planificar las estrategias de manejo y conservación de suelos


Las estrategias de manejo y conservación de suelos se deben implementar desde la planificación
y establecimiento de los cultivos de mora (Figura 2).

Trazado y ahoyado para siembra de plántulas según pendiente y profundidad


efectiva del suelo.

Siembra de plantas en contornos siguiendo curvas a nivel y en contra


de la pendiente.

Rotación y asociación de cultivos: Mora - Leguminosas. Fertilización y aporte de residuos orgánicos.

Figura 2. Prácticas para el manejo y conservación de suelos en cultivos de mora. Fotos: Diana Lucia Correa
Prácticas de manejo sostenible
14 para el cultivo de mora

Paso 3. Monitorear periódicamente indicadores de degradación


Es de vital importancia realizar seguimiento a los indicadores de degradación y de calidad del
suelo en la finca y su entorno (Figura 3).

Indicadores visuales de degradación y erosión en el Indicadores visuales de pérdida de suelo en el


paisaje: Suelo desnudo, Surquillos por pisadas de vaca cultivo: Surquillos y zonas de acumulación de suelo
a través de la pendiente. erosionado y afloramiento de roca.

Indicadores visuales de Calidad de suelo en el cultivo: Verificación de color, profundidad efectiva y presencia de
horizonte A; pruebas de pH para estimar fertilidad del suelo.

Figura 3. Monitoreo de indicadores visuales de degradación del suelo. Fotos: Diana Lucia Correa
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 15

Modelo de sistemas de cultivos en franjas


El modelo de sistemas de cultivo en franjas (Corpoica, 2006) está diseñado para permitir un manejo
integral del sistema finca, que busca la interacción de sus componentes de tal forma que contribuyan
tanto a la recuperación y conservación del suelo y el agua como a la producción de especies sembradas
de forma sostenible, para aprovechamiento y sustento del agricultor (Figura 4).

Figura 4. Sistema de cultivos en franjas

Este modelo ha sido desarrollado para sistemas de producción agrícola en zonas de ladera, con
elementos aplicables al cultivo de mora. Generalmente, el cultivo de mora se ubica en zonas
de montaña, en un rango óptimo entre 1800 y 2400 msnm, donde predominan pendientes por
encima del 30% y donde se encuentran suelos frágiles y altamente susceptibles a procesos de
degradación y erosión ocasionados por lluvias y prácticas de manejo inadecuadas.

Componentes del modelo de sistemas de cultivos en franjas


El modelo del sistema de cultivo en franjas integra diferentes prácticas sencillas (Figura 5 y
Figura 6), que deben ser implementadas en conjunto en el área del cultivo y en zonas aledañas
para el manejo y conservación de suelos en zonas de ladera. Estas son:

Curvas a nivel

• El trazado de curvas a nivel es una práctica que permite tener puntos a la misma altura,
lo que facilita la siembra de cultivos a través de la pendiente.

• Un sistema práctico para trazar curvas a nivel es el uso del caballete o del agronivel, con
el cual se puede estimar también el grado de la pendiente del terreno.
Prácticas de manejo sostenible
16 para el cultivo de mora

• Las curvas a nivel se utilizan también para la siembra de cultivos, la construcción de


canales de drenaje, las acequias de ladera y el establecimiento de barreras vivas y franjas
de cultivos.

1. Curvas a
nivel

2. Barreras
vivas

3. Cultivos en
franjas

Figura 5. Componentes del modelo de sistemas de cultivos en franjas (parte 1). Corpoica 2016 Fotos: Diana Lucia Correa

Barreras vivas

• Las barreras vivas son hileras de plantas de crecimiento denso —como pastos de corte,
caña, limoncillo y otros de disponibilidad en la zona— que se siembran desde la parte
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 17

más alta del lote —en surcos transversales a la pendiente— siguiendo las curvas a nivel y
con un ancho entre 50 y 60 cm.

• Sirven de contención para disminuir la velocidad del agua que escurre producto de la
lluvia, para conservar la humedad del suelo —lo que favorece la capacidad de retención
de agua y la disminución de la tasa de evapotranspiración— y para retener suelo —porque
evitan la erosión—.

• Otra ventaja es el doble fin que prestan las barreras al producir forraje —producción de
biomasa—, leña y postes, abono verde —valor agregado— y material para cobertura.

• La distancia entre las barreras vivas está en relación directa con la pendiente del terreno:
a mayor pendiente menor distancia entre barreras, y a menor pendiente mayor distancia
entre barreras.

• Mejoran las condiciones físicas y la fertilidad del suelo por la distribución profunda y la
densidad de las raíces.

• Forman una reserva de nutrientes en la capa superficial del suelo, disponibles durante la
descomposición de las plantas.

• Albergan insectos beneficiosos —como polinizadores—.

• Forman una barrera natural contra plagas, lo que contribuye al equilibrio biológico en
áreas de cultivos agrícolas.

• Son plantas que no compiten con los cultivos principales por agua, luz y nutrientes, y el
costo de la mano de obra adicional es bajo.

Cultivos en franja

• Las franjas de cultivo corresponden al área de terreno delimitada entre barreras vivas,
que son utilizadas para la producción de cultivos comerciales y para consumo de la finca.

• La demarcación de franjas de cultivo se realiza de acuerdo con la pendiente del terreno,


y el número de franjas depende de la cantidad y distribución de las barreras establecidas.

• La eficiencia del establecimiento de cultivos en franjas depende de la rápida acción para


estabilizar el suelo y de la planificación de la siembra de cultivos. La estabilización del
suelo se realiza mediante el uso de obras biomecánicas —como trinchos dobles o triples—
o con pantallas en esterillas —para control de erosión moderada—.
Prácticas de manejo sostenible
18 para el cultivo de mora

4. Cercas
vivas

5. Coberturas
de suelo

6. Zonas de
protección y
bosque

Figura 6. Componentes del modelo de sistemas de cultivos en franjas. Corpoica 2016 (parte 2). Fotos: Diana Lucia Correa.

Cercas vivas

• Las cercas vivas son árboles sembrados alrededor del cultivo. Sus beneficios se reflejan en
el mejoramiento del microclima, debido a que actúan como rompevientos y facilitan la
infiltración y la absorción del agua lluvia en el suelo.

• Tiene como ventajas adicionales ser fuente de leña, forraje y alimentos, enriquecer el
suelo y ser hábitat para diferentes especies.

Coberturas del suelo


Las coberturas vivas o muertas ayudan en la formación de suelo, ya que favorecen la actividad de
organismos, protegen el suelo de los efectos directos de los rayos del sol, conservan la humedad
del suelo y permiten el control de malezas en el cultivo.
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 19

Zonas de protección y bosque


Estas áreas corresponden a coberturas vegetales naturales que deben ser conservadas para
permitir el hábitat de especies vegetales y animales, la disponibilidad y regulación del agua en el
territorio y la protección contra procesos erosivos y derrumbes en zonas de montaña. Las raíces
de los árboles sirven como apoyo mecánico para estabilizar y amarrar los suelos en zonas con
pendiente pronunciada.

Distanciamiento de obras de conservación


El distanciamiento que se debe utilizar para cada tipo de obra de conservación está dado por el
grado de pendiente (Tabla 1). Desde el punto de vista técnico y de preservación de ecosistemas,
laderas con más del 50% de pendiente son de vocación forestal.

Tabla 1. Distanciamiento recomendado para instalación de obras de conservación de suelo según el porcentaje de la
pendiente del terreno

Distancia según tipo de pendiente (metros)


Tipo de obras de conservación
Suave Moderada Fuerte
menor a 15% 15 - 30% 30 - 50%
Barreras vivas 15 - 30 10 - 15 4 - 10
Barreras muertas 10 - 20 6 - 10 4-6
Acequias 10 - 20 8 - 10 6-8
Diques de un metro 4 - 12 2-4 1,3 -2

Fuente: Modificado de PASOLAC (1999).

Prácticas complementarias para el manejo y conservación de suelos


Además del manejo agronómico de los cultivos en franjas, el manejo de suelos en el sistema
productivo de mora involucra la labranza mínima, la incorporación de residuos de cosecha, la
utilización de abonos orgánicos y biofertilizantes, y el manejo integrado y biológico de plagas y
enfermedades.
Para la planificación y establecimiento de su culivo de mora tenga en cuenta sembrar de manera
transversal a la pendiente. Por ser más propensa a la erosión, la parte alta del lote debe permanecer
con la mayor cobertura y sin ningún tipo de uso del suelo. Se recomienda establecer especies
permanentes como arbustos colonizadores, forestales o frutales perennes —preferiblemente
nativos—, que ayuden también a regular el agua hacia la parte más baja del lote. En partes
intermedias, se recomienda establecer cultivos semipermanentes, y en las partes bajas utilizar
cultivos de pancoger o que aporten a la seguridad alimentaria de la familia.
Prácticas de manejo sostenible
20 para el cultivo de mora
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 21

Estrategia integral para la producción de material


de siembra de mora
La mora de Castilla es originaria de los bosques alto andinos tropicales en zona de cordilleras.
Es un recurso genético nativo que hace parte de la biodiversidad nacional.
La obtención del material de siembra de calidad de mora de Castilla se debe hacer en la finca del
productor, a partir de plantas madre previamente seleccionadas por sus cualidades sobresalientes
—como producción, calidad de fruta, vigor, sanidad, adaptación a la región y propagación en
sustratos sanos—, con el fin de prevenir la proliferación de plagas y enfermedades en los cultivos.
La propagación de semilla de calidad es una práctica definitiva y necesaria para el éxito del cultivo.
Realizar prácticas para la propagación y el manejo de material vegetal de siembra en la finca
permite obtener plantas sanas con procedencia conocida y con las mejores características —
tanto productivas como de adaptación a la zona—, además de conocer la calidad del material
vegetal y obtener plantas con baja incidencia de plagas y enfermedades (Figura 7).

Figura 7. Cultivo de mora con calidad fitosanitaria y alto rendimiento. Foto: Eberto Rodríguez

El establecimiento de nuevas áreas o renovación de plantaciones del cultivo de mora requiere


la conciencia y el compromiso de los productores para propagar plantas con calidad genética,
fisiológica y sanitaria, de forma que se garantice el adecuado inicio y éxito en el manejo del lote.
La propagación recomendada en el cultivo de mora es la asexual o vegetativa, la cual consiste en
usar diferentes partes de la planta como fuente de semilla. Para ello, se debe hacer la selección
de plantas madre y tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Prácticas de manejo sostenible
22 para el cultivo de mora

• Se recomienda emplear como material de propagación partes de la planta como las estacas
(Figura 8), de forma que el productor garantice la obtención de plantas con identidad
genética igual a la de la planta madre —clon—, con lo que se mantienen las características
genéticas de las plantas madre seleccionadas por características sobresalientes, además de
que se acorta el tiempo de inicio de producción y se evita la transmisión de plagas del suelo.

Figura 8. Estacas de mora para propagación vegetativa. Fotos: Pedro A. Zapata

• No se recomienda usar semilla sexual proveniente del fruto para producir nuevas plantas
debido a que este tipo de propagación genera alta variabilidad entre plantas, que no es
una característica deseable en cultivos comerciales.
• No se deben sembrar plantas colectadas en potreros, ya que ellas provienen de
multiplicación sexual y además pueden diseminar plagas y enfermedades que vienen en
la raíz.
• No se recomienda recolectar material de cultivos viejos por el sistema llamado
propagación por cepa —raíz desnuda—, pues este sistema facilita la dispersión de plagas
y enfermedades.
• Se debe hacer el alistamiento de insumos, materiales y herramientas para la labor:
- Tijeras bien afiladas y en buen estado.
- Yodo y/o hipoclorito de sodio.
- Sustratos bien preparados y tratados.
- Contenedores: bolsas, bandejas y germinadores.

Tipos de propagación
Los tipos de propagación vegetativa más usados y con resultados eficientes comprobados son
(Figura 9):
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 23

• Siembra de estaca en bolsa, que consiste en ubicar la estaca de forma vertical en una bolsa
o directamente en el sitio definitivo.

• Siembra de estaca modificada, que se diferencia de la anterior en que la estaca se siembra


directamente en el sitio definitivo y de forma horizontal.

• Acodo de punta, que consiste en la siembra del ápice o punta de la rama unida a la planta,
en bolsa o directamente en el sitio definitivo.

• Pre-germinación y enraizamiento de miniesquejes y su posterior trasplante a bolsa.

A B C D

Figura 9. Métodos de siembra. A: Acodo de punta. Foto: Pedro A. Zapata. B: Siembra de estaca convencional en bolsa.
Foto: Wilson Trujillo. C: Estaca modificada. Foto: Pedro A. Zapata. D: Mini estaca. Foto: Pedro A. Zapata

En el Valle del Cauca el método más empleado para la propagación vegetativa de la mora es el
acodo de punta, debido a que presenta un mayor prendimiento por estar unida la semilla a la
planta madre. Este método es muy eficiente en prendimiento, sin embargo, el productor debe
tener presente las recomendaciones que se presentan más adelante en esta cartilla para garantizar
la calidad sanitaria de la semilla, con el objetivo de garantizar el éxito de la propagación de mora
con el uso de este método de propagación.

Calidad genética
Para garantizar la calidad genética se deben tener en cuenta la selección de una planta que tenga:

• Buena producción, que supere el promedio de producción por planta de todo el lote
(superior a 15 kg de fruta por planta al año).

• Buena calidad de fruta (fruta grande y dulce).

• Plantas vigorosas.
Prácticas de manejo sostenible
24 para el cultivo de mora

• Tolerancia a plagas y enfermedades.

• Adaptación a las características de clima y suelo de la región.

La planta que cumple con las anteriores características se llama “planta madre”, por tener los
atributos requeridos por los productores para garantizar un cultivo exitoso (Figura 10).

Figura 10. Planta madre de mora. Foto: Eberto Rodríguez

Calidad fisiológica
Para garantizar la calidad fisiológica se recomienda tener en cuenta las siguientes indicaciones:

• Las estacas o partes de la planta que se empleen como semilla vegetativa deben provenir
de la planta madre seleccionada.

• El material para usar como semilla debe estar libre de plagas y enfermedades.

• Las estacas deben tener consistencia leñosa o semi leñosa.

• Deben poseer mínimo un centímetro de grosor, tener entre 20 y 30 centímetros de largo,


y presentar tres yemas vigorosas y en buen estado.

• Las ramas de las cuales se debe obtener el material de siembra deben ser “hembras” o
“machos productivos”. Las ramas “látigo” y ramas “macho improductivo” no se deben
usar como semilla vegetativa (Figura 11).
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 25

A B C D

Figura 11. Tipos de ramas. A: Rama hembra. B: Rama macho productivo . C: Rama macho improductivo. D: Rama látigo.
Fotos: Eberto Rodríguez

Calidad sanitaria
Para garantizar la calidad sanitaria se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

• No usar como fuente de sustrato tierra proveniente del lote de mora o donde se haya
producido mora en años anteriores.

• Si se usa tierra, esta debe pasar por el proceso de solarización y/o compostaje —para
eliminar plagas, enfermedades y semillas de arvenses.

• Se recomienda usar como fuente de sustrato para el llenado de la bolsa materiales inertes
—cascarilla de arroz, estopa de coco, arena, turba, compost, lombricomposta, entre
otros— y libres de plagas y patógenos específicos de la planta de mora, tales como la perla
de tierra —Eurhizococcus colombianus—, el barrenador del cuello de la planta y la raíz
—Zascelis sp.—, el barrenador de tallos y ramas —Hepialus sp.—, y hongos que causan
marchitamiento de la planta —Verticillium sp, Fusarium sp y/o Rosellinia sp—, que se
encuentran en el suelo y raíces enfermas.

• Usar sustratos con buena aireación y contenido de materia orgánica compostada para
aportar nutrientes y favorecer el desarrollo de las raíces (Figura 12).

• Al momento de la siembra, el sustrato debe ser inoculado “vacunado” con hongos


entomopatógenos y antagónicos que, además de controlar plagas y enfermedades del
suelo, ayudan al enraizamiento de la nueva planta; se recomienda el uso de los siguientes
hongos en sus diferentes presentaciones comerciales:

–– Metarhizium anisopliae —controlador de perla de tierra—.


Prácticas de manejo sostenible
26 para el cultivo de mora

–– Paecilomyces fumosoroseus —controlador de perla de tierra—.

–– Trichoderma —inductor de crecimiento de raíces y controlador de hongos del suelo—.

–– Micorrizas —facilita la absorción de agua y nutrientes por la planta—.

A B

Figura 12. Plantas de calidad con alto rendimiento y libres de plagas y enfermedades en raíces . A: Planta con calidad
sanitaria, adecuado desarrollo de raíces. B: Planta con alto rendimiento y calidad de fruta. Fotos: Eberto Rodríguez

Protocolo para la obtención de material de siembra para semilla

Propagar vegetativamente por estaca o por acodo, mediante la selección de ramas sanas y con
vigor.

Técnica de propagación recomendada en mora

Se recomienda usar técnicas de fácil uso en la finca. De acuerdo con el conocimiento o experiencia
en el manejo de diferentes técnicas y las herramientas necesarias para realizar la práctica, se
sugiere seguir las siguientes recomendaciones:

Acodo de punta

• Usar ramas hembra.

• Usar sustrato inerte o compostado.


Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 27

• Inocular el sustrato con hongos controladores de plagas y enfermedades de las raíces.

• No dejar el acodo directamente sobre el suelo (Figura 13); debe colgarse en la planta, el
tutor o el alambre.

A B

Figura 13. Acodo de punta . A: Sobre el suelo -No recomendado- puede transmitir plagas y enfermedades. B: Colgado en
el alambre del tutor -Recomendado- por estar aislado del suelo. Fotos: Eberto Rodríguez

Siembra de estaca convencional, modificada o mini estaca

• Cortar estacas con tres yemas, de diámetro o grosor mínimo de 1 cm.

• Consistencia leñosa o semi leñosa.

• Estaca libre de plagas y enfermedades.

• Dejar aproximadamente 1 cm del pecíolo de la hoja para proteger las yemas.

• Lavar las estacas con agua limpia.

• Lavar y sumergir las estacas por 10 minutos en una solución de una parte de agua y dos
partes de jugo de limón, o lavar y sumergir las estacas por 30 minutos en una solución
de una parte de agua y una parte de cristales de sábila; de esta forma se promueve el
crecimiento de raíces.

• Se recomienda sumergir la estaca en una solución de 4 gramos de Trichoderma por un


litro de agua durante 10 minutos.

• Dejar secar a la sombra durante 30 minutos.

• Sembrar.
Prácticas de manejo sostenible
28 para el cultivo de mora
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 29

Recomendaciones para optimizar la fertilización


del cultivo de mora
La eficiencia en la práctica de fertilización se logra teniendo en cuenta que el cultivo de mora
requiere suelos con profundidad efectiva de al menos 50 cm para el buen desarrollo de raíces. En
las zonas de precipitación alta, los lotes destinados a este cultivo deben tener algo de pendiente
o tener drenajes para evitar encharcamientos. La humedad del suelo debe mantenerse constante
debido a que la mora está en permanente desarrollo vegetativo y reproductivo.

• Para la optimización de la práctica de fertilización se recomienda:

• Conocer las propiedades del suelo que determinan su fertilidad. Como herramienta clave
para determinar la fertilidad química están los resultados del análisis de suelos, cuya
efectividad depende de la toma de la muestra de suelos.

–– La muestra de suelo debe enviarse al laboratorio por lo menos dos meses antes de
sembrar el cultivo en campo.

–– La muestra de suelos debe ser representativa del lote y tomar en consideración edad
del cultivo, pendiente del terreno, época de muestreo, profundidad de muestreo —
de 0 a 20 cm— y número de submuestras —preferiblemente 30 submuestras por
hectárea— (Figura 14A).

–– La muestra debe estar identificada para enviarse a un laboratorio certificado (Figura 14B).

A B

Figura 14. Toma de muestra de suelo para análisis químico . A: Proceso de colecta de la muestra de suelo. B: Rotulo de
identificación de la muestra para envío al laboratorio. Fotos: Diana Lucia Correa.
Prácticas de manejo sostenible
30 para el cultivo de mora

• Conocer los requerimientos nutricionales del cultivo de mora en las diferentes etapas
fenológicas del cultivo. Este aspecto es fundamental, ya que permite determinar las
necesidades del cultivo, con lo que se evita el exceso en la aplicación de fertilizantes o, por
el contrario, que el plan de fertilización carezca de nutrientes esenciales para la nutrición
óptima del cultivo. Si uno o más nutrientes no se aplican en las cantidades requeridas, se
limita el crecimiento, desarrollo y rendimiento del cultivo de mora.

• A partir de los resultados del análisis de suelos se debe formular un plan eficiente de
fertilización integrada que incluya el aporte de abonos orgánicos de buena calidad,
biofertilizantes y fertilizantes químicos.

• Una vez recibido el resultado del análisis, debe ser interpretado por un ingeniero
agrónomo o técnico capacitado para interpretar el resultado del análisis de suelo, así
como para determinar las dosis de fertilizantes y las fuentes más convenientes, según las
propiedades del suelo.

• La práctica de la fertilización debe ser eficiente, lo que quiere decir que se espera que
el cultivo de mora fertilizado incremente el rendimiento, con lo que se compensan los
costos de producción invertidos en el rubro de fertilizantes y la mano de obra para esta
práctica.

• El manejo de arvenses en las calles puede realizarse con guadaña, con el fin de dejar
cobertura y evitar la pérdida de suelo por erosión. Antes de la fertilización es recomendable
realizar un plateo amplio para evitar competencia de arvenses por los fertilizantes.

• Los fertilizantes químicos pueden ser tapados con fertilizantes orgánicos, pero no se
recomienda aplicar al tiempo biofertilizantes y fertilizantes químicos.

Nutrientes esenciales para la planta de mora

C, H, O, N, P, K, Ca, Mg, S, B, Mn, Zn, Fe, Mo, Cu, Cl, Co.

La práctica de fertilización consiste en aplicar los nutrientes necesarios para el crecimiento,


desarrollo y producción de un cultivo. En el caso del cultivo de mora, las recomendaciones
para la fertilización que reporta la literatura, se dan en un rango amplio de dosis o cantidad de
fertilizantes, las dosis varían así: Nitrógeno (N) entre 120 y 330 Kg/ha, las dosis de Fósforo (P)
pueden estar entre 40 y 110 Kg/ha, y las dosis de Potasio (K) entre 120 y 300 Kg/ha. Estos rangos
deben precisarse y para ello AGROSAVIA desarrolló una investigación tanto en invernadero
como en campo para determinar los requerimientos nutricionales de cultivo de mora.
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 31

La información de los requerimientos nutricionales del cultivo de mora es escasa debido a la


investigación insuficiente y la poca transferencia de tecnología sobre este tema. Además, la
fertilización tradicional se basa principalmente en los macronutrientes Nitrógeno, Fósforo y
Potasio, por lo que se dejan de aplicar nutrientes tan importantes como Magnesio (Mg), Azufre
(S), Boro (B) —determinante en el llenado y calidad de los frutos— y Calcio (Ca) —de gran
importancia para lograr mayor vida útil del fruto de mora, ya que influye directamente en la
firmeza del mismo— (Figura 15).

Figura 15. Llenado adecuado de frutos debido a una buena fertilización, integrada y eficiente. Foto: Eberto Rodríguez

Estudios recientes realizados por la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria


—AGROSAVIA— han permitido determinar los requerimientos nutricionales del cultivo de
mora en cada una de sus fases del cultivo —vegetativa, reproductiva y productiva—, lo que da
como resultado un rendimiento potencial alto —superior a 28 t/ha/año— y la obtención de
frutos de mora con los mayores valores de firmeza, peso, diámetro ecuatorial, lo que implica
un mayor beneficio económico. Los resultados de estos trabajos de investigación fueron dados
a conocer en las diferentes capacitaciones desarrolladas en este proyecto (Programa Integral de
Fruticultura).

Tabla 2. Plan de fertilización para el cultivo de mora

Plan de fertilización Kg/ha*

Nitrógeno (N) Fósforo (P2O5) Potasio (K2O) Calcio (CaO)

237 135 260 240

Fuente: Resultado de investigación de AGROSAVIA.


Prácticas de manejo sostenible
32 para el cultivo de mora

*Estos resultados son específicos para las zonas evaluadas. Debe calcularse el plan eficiente de
fertilización integrada para cada finca con base en los resultados del análisis químico de suelo
de cada finca. Tal como se expuso en párrafos anteriores de esta cartilla, el plan de fertilización
debe ser realizado por un ingeniero agrónomo.

Edad del cultivo de mora en las cuales se debe fertilizar


Al momento de la siembra.
Al menos un mes antes de la siembra deben aplicarse correctivos de pH como la cal, que debe
incorporarse en el suelo húmedo del hoyo en el que se va a sembrar cada planta. El encalado
solo se aplica cuando el valor de pH, el nivel de aluminio y la concentración de calcio así lo
ameriten (Figura 16). Los niveles de estas tres propiedades químicas del suelo se analizan por
un ingeniero agrónomo, particularmente para cada finca.

Figura 16. Aplicación de cal —encalado— por lo menos un mes antes de la siembra. Foto: Julián Ossa

La aplicación de los fertilizantes orgánicos de buena calidad —tipo compost o lombricompost—


debe hacerse durante la siembra. Los abonos orgánicos como el compost pueden prepararse
en la finca a partir de los residuos de la poda (Figura 17) —ricos en potasio y boro—, de otros
residuos vegetales y materia orgánica de origen animal —como el estiércol—, en proporciones
que permitan que el compost tenga al final del proceso de compostaje una relación Carbono/
Nitrógeno (C/N) de 35.
La importancia de la fertilización con abonos orgánicos está en que una vez incorporados
permiten la adecuación física del suelo para el desarrollo de las raíces; que en corto tiempo sirven
de alimento para la biota edáfica —macro, meso y microorganismos del suelo— y que a mediano
plazo contribuyen con el aporte de nutrientes como Nitrógeno, Fósforo, Azufre y micronutrientes.
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 33

Figura 17. Residuos de poda para preparar compost . Foto: Martha M. Bolaños

Se recomienda hacer la biofertilización o inoculación con microorganismos benéficos en etapa


de semillero, vivero o en la siembra; la eficiencia de esta práctica es mayor si se aplica en etapas
tempranas del cultivo (Figura 18). Los biofertilizantes pueden aplicarse junto con los abonos
orgánicos de buena calidad.

Figura 18. Semillero de mora, época en la cual se recomienda la aplicación de biofertilizantes. Foto: Pedro A. Zapata

Entre los biofertilizantes recomendados para aplicar en mora se encuentran las micorrizas, que
permiten que las raíces exploren mayor volumen de suelo y que pueden mejorar su tolerancia
a condiciones de estrés hídrico —por exceso de aluminio— o al estrés generado por el daño
de plagas o enfermedades. Otros biofertilizantes recomendados son los solubilizadores de
Prácticas de manejo sostenible
34 para el cultivo de mora

Fósforo y los fijadores de Nitrógeno. En el mercado se encuentran varios productos comerciales


que incorporan microorganismos biofertilizantes. Se recomienda que estos productos tengan
registro ICA.

Cuándo aplicar los fertilizantes


Se recomienda que los nutrientes de baja movilidad en el suelo —como el Fósforo y elementos
menores— sean aplicados en mayor proporción a la siembra, mientras que para los nutrientes
de alta movilidad —Nitrógeno y Potasio— se recomienda fraccionar su aplicación, con el fin de
que estén disponibles a lo largo del ciclo productivo de la planta.
En la etapa final del crecimiento vegetativo, las plantas de mora tienen mayor necesidad de
Fósforo y Potasio en tallos que en hojas, por lo que más del 50% de sus requerimientos durante
esta etapa se debe aplicar en los primeros 4 a 5 meses.
El cultivo de mora exige más cantidad de nutrientes en las etapas de yema reproductiva y cuajado
de fruto; una vez que se forma el fruto, los órganos que más demandan Nitrógeno, Fósforo y
Potasio son tallos y raíces. Por lo tanto, el suministro de fertilizantes debe fraccionarse con el fin
de que esté disponible para la planta.
Con posterioridad al plan de fertilización en etapa reproductiva, y de acuerdo con las dosis
recomendadas según los resultados del análisis de suelos, se deben hacer dos aplicaciones iguales
de fertilización a los 12 y 14 meses después de la siembra. Para la etapa de producción inicial —a
los 16 meses— se debe realizar una tercera aplicación de fertilizantes. Los periodos de tiempo
antes descritos están influenciados por las condiciones de suelo y clima de las diferentes zonas
de producción de mora.

Cuánto aplicar
La cantidad o dosis de los fertilizantes orgánicos puede ser de uno a dos kilos por hoyo. Los
biofertilizantes se inoculan o aplican según las recomendaciones de la etiqueta del producto
comercial, y la dosis de los fertilizantes químicos dependen del plan de fertilización realizado
por un ingeniero agrónomo o técnico capacitado en el tema.

Dónde aplicar
La forma de aplicación de los fertilizantes en cultivos de mora en zonas de ladera debe ser en
media luna, en la parte superior de la pendiente. En lotes con menor pendiente la aplicación del
fertilizante químico puede hacerse alrededor de la planta entre 20 y 30 cm de distancia del tallo
principal.
La fertilización puede ser aplicada directamente al suelo —edáfica—, en forma líquida aplicada
a las hojas —foliar— o por fertirriego.
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 35

Análisis foliar
El análisis foliar se realiza para complementar los resultados del análisis de suelo. Tanto para
el análisis de suelos como para el análisis foliar es clave tomar adecuadamente las muestras,
pues esto permite un buen análisis y diagnóstico del estado nutricional de un cultivo. Entre los
factores más importantes que se deben tener en cuenta en la toma de muestras de tejido foliar
están: la clase y edad del cultivo.
El muestreo para el análisis foliar en el cultivo de mora se realiza dos o tres semanas después de
la cosecha; se aconseja tomar como muestra al menos 50 hojas de la parte media del tallo o eje
primario.
La formulación de planes eficientes de fertilización integrada que sigan las recomendaciones
antes planteadas contribuye a incrementar el rendimiento de este frutal, incluso hasta alcanzar
más de 28 toneladas por hectárea (Figura 9). Este potencial de rendimiento se plantea a partir de
investigaciones de AGROSAVIA, desarrolladas en el departamento de Cundinamarca.

Figura 19. Cultivo manejado con plan eficiente de fertilización integrada. Foto: Eberto Rodríguez

Manejo integrado de las principales enfermedades


del cultivo de mora
El manejo integrado de las principales enfermedades del cultivo de mora —como Botrytis,
antracnosis, mildeo velloso y mildeo polvoso— se realiza a partir de un reconocimiento de
síntomas, del monitoreo permanente y de la combinación de diferentes métodos de control
apropiados, oportunos y eficaces para prevenir y disminuir el efecto que causan las enfermedades
sobre el rendimiento, la vida útil del cultivo y los ingresos del productor.
Prácticas de manejo sostenible
36 para el cultivo de mora

Problemática sanitaria en el cultivo de mora


• Poca disponibilidad del material de siembra con calidad genética, fisiológica y sanitaria.

• Alta incidencia de enfermedades que afectan la calidad de la fruta y la productividad del


cultivo.

• Aplicación de agroquímicos sin tener claros criterios técnicos como porcentaje de daño,
dosis, microorganismo objetivo, etapa de crecimiento del microorganismo, entre otros,
lo que genera riesgos para la salud ambiental y la de los consumidores.

Principales enfermedades que afectan el cultivo de mora

Antracnosis
La enfermedad también es conocida como tuna negra o muerte descendente y es causada por
los hongos Colletotrichum gloeosporioides y Colletotricum acutatum. Esta enfermedad afecta
todos los tejidos de la planta —tallos, inflorescencias y frutos—, por lo que ocasiona gran daño
en cultivos con altas densidades de siembra, enmalezados, sin podar y desnutridos cuando se
presentan altas humedades relativas y altas precipitaciones.

Síntomas de antracnosis en plantas de mora

• El principal síntoma de antracnosis es la muerte progresiva y descendente de los brotes,


ramas e inflorescencias (Figura 20A), caracterizada porque las hojas se tornan amarillas
y los frutos muertos quedan adheridos a la planta.

• En los tallos se presentan lesiones ovaladas de color morado a café oscuro, que lo cubren
parcial o totalmente; sobre dichas lesiones aparecen puntos negros con masas de color
amarillo, que corresponden a la reproducción del hongo, en la mora con espinas la lesión
se presenta en la tuna (Figura 20B).

• En las inflorescencias se presenta pudrición y muerte de los tejidos, sobre los cuales se
observa la reproducción del hongo.

• Los frutos presentan pudrición y muerte de los tejidos, que termina en lo que se conoce
como pudrición húmeda (Figura 20C).
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 37

A B C

Figura 20. Síntomas de antracnosis. A: Muerte de inflorescencias. Foto: Alejandro Jaramillo. B: Lesiones ovaladas de color
morado en la tuna. Foto: Diana M. Rodríguez. C: Pudrición húmeda del fruto. Foto: Alejandro Jaramillo

Botrytis
La botrytis también se conoce con el nombre de moho gris y pudrición del fruto, y es causada
por el hongo Botrytis cinerea. Esta enfermedad es considerada una de las más limitantes del
cultivo de mora, pues afecta las estructuras reproductivas de la planta y puede ocasionar la
pérdida total de la producción. La enfermedad se disemina por el aire y por la manipulación
de plantas enfermas, y se ve favorecida por bajas temperaturas, alta humedad relativa y altas
precipitaciones.

Síntomas de botrytis en plantas de mora


• El principal síntoma de botrytis se presenta en frutos en proceso de maduración, donde
se observa una pudrición húmeda o consistencia blanda, cubierta de una capa de moho
gris que se desprende fácilmente (Figura 21A).

• Los frutos se secan y se momifican adheridos al racimo (Figura 21B).

A B

Figura 21. Síntomas de botrytis. A: Pudrición húmeda, crecimiento y reproducción del hongo sobre el fruto. Foto:
Alejandro Jaramillo. B. Frutos momificados adheridos al racimo. Foto: Diana M. Rodríguez
Prácticas de manejo sostenible
38 para el cultivo de mora

Mildeo velloso
La enfermedad también se conoce como peronospora o tusa y es producida por hongos
del género Peronospora sp. Aunque afecta tallos, hojas, botones florales y frutos, la mayor
afectación se da en estos últimos, pues deteriora su calidad y, por tanto, su comercialización.
Las condiciones ideales para el desarrollo del mildeo velloso son altas humedades relativas,
temperaturas moderadas y presencia de lluvias continuas.

Síntomas de mildeo velloso en plantas de mora

• Los tallos enfermos por mildeo velloso presentan coloraciones moradas sobre las cuales
ocasionalmente aparecen lesiones blancas con vellosidades de color gris claro, que
corresponde a la reproducción del hongo.

• El síntoma más característico de la enfermedad es la maduración desigual de los frutos,


malformaciones y pérdida de brillo (Figura 22).

A B

Figura 22. Síntoma de mildeo velloso. A: Maduración desuniforme de los frutos. B: Malformación de frutos. Fotos: Diana
M. Rodríguez

Mildeo polvoso
Esta enfermedad también se conoce con el nombre de cenicilla o crespera y es ocasionada por el
hongo Oidium sp. El mildeo polvoso afecta hojas, pecíolos, ramas jóvenes y frutos. Se presenta
en zonas de alta nubosidad, en temporadas secas y calurosas.

Síntomas de mildeo polvoso en plantas de mora

• Se manifiesta principalmente en las hojas jóvenes, en las que produce deformación —


encrespamiento—, asociada a la presencia de coloraciones amarillentas, irregulares y
difusas que se observan en la superficie de la lámina foliar (Figura 23).
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 39

• Los frutos enfermos retrasan el crecimiento, presentan malformaciones, pudrición y


muerte en tejidos.

• En condiciones calurosas las hojas, botones florales y frutos afectados se cubren de un


polvo blanquecino, que corresponde al crecimiento y la reproducción del hongo.

• Cuando el ataque de la enfermedad es severo, las ramas afectadas se adelgazan y pueden


tomar apariencia de látigos.

A B

Figura 23. Síntoma de mildeo polvoso. A: Encrespamiento de hojas. B: Presencia de coloraciones amarillentas en la
superficie de la hoja. Fotos: Diana M. Rodríguez

Monitoreo de las enfermedades en mora


El monitoreo consiste en revisar semanal o quincenalmente los tallos, hojas y frutos de la planta,
con el fin de identificar síntomas característicos y posibles focos de infección, a fin de determinar
la incidencia —proporción de órganos enfermos con respecto a los sanos— de las enfermedades
y establecer métodos de manejo oportuno.
Para el monitoreo de las enfermedades se selecciona el 10% de la población de plantas del cultivo,
que deben estar distribuidas en la parte alta, media y baja del mismo, para disponer de datos
más confiables acerca del lote (Figura 24).

Figura 24. Esquema del monitoreo de enfermedades en mora. Fuente: Saldarriaga et al., 2017
Prácticas de manejo sostenible
40 para el cultivo de mora

Cálculo de porcentaje de incidencia

# órganos afectados
Porcentaje de incidencia = × 100
# órganos observados

Manejo de las enfermedades de mora


En la Tabla 3 se describen las recomendaciones que se deben tener en cuenta para realizar un
manejo integrado de antracnosis, botrytis y mildeos.

Tabla 3. Manejo integrado de enfermedades en el cultivo de mora

Enfermedad Acciones

–– Realizar podas sanitarias cuando se presente alta incidencia de la


enfermedad.
Antracnosis
–– Recoger frecuentemente todos los residuos de podas y retirarlos
fuera del lote.

–– La cosecha de frutos se debe realizar dos veces por semana para


evitar la sobremaduración, especialmente en las épocas de mayor
precipitación.

Botrytis –– El fruto maduro no debe permanecer en la planta más de cuatro


días.
–– Remoción, retirado y destrucción de frutos enfermos fuera del lote.
–– Realizar podas sanitarias de ramas enfermas.

–– Hacer podas sanitarias de tallos y ramas que presentan los síntomas


Mildeo velloso
de la enfermedad, para reducir fuentes de contaminación.

–– Realizar podas sanitarias oportunas retirando frecuentemente los


Mildeo polvoso
tallos afectados, antes de que se disemine el patógeno.

Prácticas complementarias del manejo integrado de las enfermedades


• Usar semillas sanas para el establecimiento de los cultivos.

• Buen manejo de las distancias de siembra —no deben ser menores de 3 metros entre
plantas y entre calles—.
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 41

• Fertilización adecuada con base en el análisis de suelo y requerimientos del cultivo.

• Aplicación al suelo de productos que contengan microorganismos antagonistas para el


control fitosanitario, como Trichoderma harzianum, T. koningii o la mezcla microbiana
de Beauveria bassiana, Metarhizium anisopliae, Paecilomyces lilacinus y levadura.

• Hacer control de arvenses en el plato de la planta y en las calles, para mejorar la aireación
dentro del cultivo.

• Realizar periódicamente las podas de formación y de ramas que ya produjeron, para


proporcionar mayor aireación en las plantas.

• Aplicación de fungicidas cuando sea estrictamente necesario, mediante la rotación de


ingredientes activos para el control de enfermedades de acuerdo con los correspondientes
períodos de carencia, para asegurar la inocuidad de los frutos. Se sugiere consultar a un
ingeniero agrónomo con el fin de seguir sus recomendaciones.

La poda en el manejo preventivo de las enfermedades


El manejo eficiente de las enfermedades es el que se hace preventivamente. Para evitar el
aparecimiento de las enfermedades la poda juega un papel fundamental, esta permite manejar
la planta de forma que el sol y el aire penetren fácilmente a todas las estructuras de la planta y
no se presente el ambiente ideal para el desarrollo de altas poblaciones de enfermedades que
afecten económicamente la producción.
Los diferentes tipos de poda que se realizan en la mora evitan el entrecruce de ramas y a su vez
favorece la aireación de la planta, condición que incide directamente en el manejo preventivo de
enfermedades y plagas del cultivo de mora, además de ayudar en el manejo agronómico general
del cultivo. Los tipos de poda se listan a continuación:

Poda de formación
Permite dar forma a la planta. Se realiza entre los 45 a 60 días después de la siembra, dejando
entre seis y ocho tallos que broten debajo del suelo y eliminando el tallo que provenía del acodo
o estaca inicial al momento de la siembra. Las ramas que no son seleccionadas se eliminan para
facilitar la formación de la planta adulta, evitando sobrepoblación de ramas, y favoreciendo el
manejo preventivo de enfermedades de la mora.

Poda de producción
Consiste en seleccionar las ramas hembras y ramas machos productivos para iniciar la
etapa productiva; las ramas machos improductivos y las ramas látigo se cortan para evitar
Prácticas de manejo sostenible
42 para el cultivo de mora

sobrepoblación de ramas en la misma planta y evitar microclimas que favorezcan el aparecimiento


de enfermedades de la mora.

Poda de mantenimiento o fitosanitaria


Esta poda incide directamente sobre la sanidad del cultivo y por ende en la productividad de
este. Se realiza el corte y eliminación continuo de tallos y ramas que ya produjeron fruta, ramas
secas, ramas enfermas, ramas látigo, y se eliminan chupones para dejar solamente ocho ramas
por planta; se recomienda realizar esta poda cada 20 a 30 días para conservar únicamente las
ramas encargadas de la producción de fruta, y evitar con esto microclimas o condiciones para la
aparición de enfermedades limitantes del cultivo de mora (Figura 25).

Figura 25. Planta de mora con poda de mantenimiento o fitosanitaria. Foto: Eberto Rodríguez
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 43

Poda de renovación
Consiste en cortar todas las ramas de la planta a ras del suelo para renovar el cultivo. Esta poda
se realiza como control directo de una enfermedad que ataca fuertemente el cultivo, de esta
forma se corta el ciclo de la enfermedad y se inicia un nuevo cultivo vigoroso y sano. Previo a
realizar esta poda es importante evaluar la sanidad de las raíces, con el fin de decidir si se realiza
la poda de renovación o se realiza una nueva siembra.

Recomendaciones de prácticas de manejo sostenible para el


cultivo de la mora

• Un adecuado sistema de conservación en franjas influye directamente sobre la calidad del


suelo y, por lo tanto, en el rendimiento de los cultivos de mora.

• La siembra de plantas de mora provenientes de semilla con calidad genética, fisiológica y


fitosanitaria contribuye de manera importante al éxito del sistema productivo, lo que se
logra a través de la selección de plantas madre con alto rendimiento y libres de plagas y
patógenos

• La fertilización integrada incluye aporte de abonos orgánicos —a la siembra—, uso de


biofertilizantes —inoculados preferiblemente en semillero o vivero— y aplicación de
fertilizantes químicos según el requerimiento del cultivo y con base en los resultados del
análisis de suelo.

• Los monitoreos de las principales enfermedades del cultivo facilitan la toma de decisiones
sobre la aplicación de controles que, integrados con las podas sanitarias, permiten que el
cultivo permanezca sano y con mayores rendimientos.
Prácticas de manejo sostenible
44 para el cultivo de mora
Prácticas de manejo sostenible
para el cultivo de mora 45

Referencias

Agronet - Red de información y comunicación del sector agropecuario. (2017). Consulta esta-
dística de la producción de mora en Colombia para el año 2017. Consultado: Agosto del
2018.
Arevalo, E.; Díaz, A.; Galindo, J. y Rivero, M. (2011). Manejo fitosanitario del cultivo de la mora
(Rubus glaucus benth). Medidas para la temporada invernal. ICA. 31 p.
Corpoica - Fondo Adaptación —FA—. (2016). Plan de manejo agroclimático integrado del sis-
tema productivo de mora (Rubus glaucus). Proyecto Reducción del riesgo y adaptación
al cambio climático – MAPA. Bogotá. 54 p.
Franco, G. y Giraldo, C. (1998). El cultivo de la mora. Corporación Colombiana de Investi-
gación Agropecuaria, CORPOICA Regional 9. Programa Nacional de Transferencia de
Tecnología Agropecuaria, PRONATTA. 130 p.
Ortiz, G.; Gómez, J. y Caicedo, A. (2006). Sistemas de cultivos en franja: una opción para el ma-
nejo y conservación de suelos de ladera. (No. Doc. 21181) CO-BAC, Bogotá.
PASOLAC (1999). Programa para la Agricultura Sostenible en Laderas de América Central.
Guía Técnica de Conservación de Suelos y Aguas. 1a edición. San Salvador, El Salvador.
222 p.
Saldarriaga, A.; Franco, G.; Díaz, C. y Múnera, G. (2017). Manual de campo para reconocimien-
to, monitoreo y manejo de las enfermedades de la mora (Rubus glaucus Benth.). Mosque-
ra, Colombia: Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria. 69 p.
Zapata, P.; Muñoz, J. E. y Vásquez, H. D. (2005). Establecimiento de un protocolo para la mul-
tiplicación vegetativa de plántulas inoculadas con hongos biocontroladores como valor
agregado y como estrategia preventiva para el manejo integrado de plagas y enfermeda-
des en campo. Universidad Nacional de Colombia, Palmira.
Prácticas de manejo sostenible
46 para el cultivo de mora

También podría gustarte