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TRASTORNOS DEL DESARROLLO

MOTOR E HIDROCEFALIA
Lic. María José Campero
DESARROLLO MOTOR
• MOTRICIDAD: es la capacidad del hombre de
generar movimientos por sí mismo, para esto
tiene que existir una adecuada coordinación y
sincronización entre todas las estructuras que
intervienen en el movimiento (sistema nervioso,
órganos de los sentidos, sistema musculo
esquelético.)
CLASIFICACIÓN
• DESARROLLO MOTOR GRUESO:
Habilidad adquirida para mover
armoniosamente los músculos del
cuerpo, mantener el equilibrio,
desplazarse con facilidad , además de la
adquisición de agilidad, fuerza y
velocidad en los movimientos.

• DESARROLLO MOTOR FINO: se hace


patente un poco más tarde, este se
refiere a los movimientos voluntarios
mucho más precisos, que implican
pequeños grupos de músculos y que
requieren una mayor coordinación.
DESARROLLO MOTOR GRUESO
1 a 2 años

• Camina solo.
• Sube escalones con ayuda.
• Se puede sentar en una silla.
• Corre y salta.
• Se pone en cuclillas.
• Juega agachado.
3 a 4 años
• Sube y baja escaleras solo.
• Salta con los dos pies.
• Patea un balón.
• Sube y baja escaleras sin ayuda ni apoyos.
• Corre rápido.
• Se sostiene sobre un pie durante un segundo.
• Puede ir de puntillas caminando sobre las
mismas.
• Comienza a abrochar y desabrochar botones.
5 a 7 años
• Construye con materiales: caminos,
puentes, etc.
• Sube escaleras de mano.
• Se sostiene sobre un pie durante 5
segundos.
• Con un pie salta hasta dos metros.
• Hace botar y coger la pelota.
• Conocen mucho mejor los objetos, son
capaces de compararlos y diferenciarlos por
su forma, color y tamaño.
• Pueden señalar el lugar que ocupan en el
espacio: arriba, abajo, cerca, lejos, etc.
• En esta fase, se automatizan los
conocimientos adquiridos hasta el
momento, que serán la base de los nuevos
conocimientos tanto internos como socio-
afectivos.
TRASTORNOS DEL DESARROLLO
PSICOMOTOR
• Desórdenes que alteran el funcionamiento
psicomotriz del niño, afectando su vida en
cuanto a su aprendizaje, conducta, accionar y
relacionamiento. Estos trastornos se
evidencian en el cuerpo del niño y sus
producciones, donde el niño no puede llevar a
cabo las actividades cotidianas de forma normal.
Dichas dificultades pueden acrecentarse al
ingresar al jardín o la escuela.
• Debilidad motriz : movimientos torpes,
paratonía (no pueden relajar su musculatura, es
el rasgo más característico de este trastorno),
sincinesias (movimientos involuntarios con una
parte del cuerpo, mientras otra hace
movimientos voluntarios).

• Inhibición motriz :Estos niños se presentan


pasivos y muy tensos, evitando hacer.
• Inestabilidad motriz (hiperkinesia):
incapacidad para inhibir sus movimientos o la
emotividad que está relacionada con los mismos.
dispersión y no hay capacidad para mantener un
esfuerzo constante. Problemas con los
movimientos de coordinación motriz (con una
constante agitación motriz). Problemas de
adaptación escolar, problemas de atención, de
memoria y comprensión, además de trastornos
de lenguaje y perceptivos. Falta de interés en el
aprendizaje.
Disarmonías tónico-motoras:
Se trata de una mala regularización del tono muscular, que
puede presentarse en niños que tienen buen nivel motor.
Estas disarmonías se relacionan directamente con el
mundo de las emociones. Dentro de ellos están las
paratonías y las sincinesias.

• Paratonía: El niño no puede relajarse, por el contrario,


cuanto más intenta relajarse, más tenso se pone.

• Sincinesias: Son movimientos que se realizan de


manera involuntaria simultáneamente con movimientos
voluntarios.. No constituyen un trastorno por sí mismo,
sino que forman parte de otro problema.
Dispraxias o trastornos del esquema
corporal
• Asomatognosia: Es un trastorno del conocimiento y
representación mental del cuerpo, donde el niño no puede
reconocer o nombrar alguna de las partes de su cuerpo. En general
está relacionado con alguna lesión neurológica y suele acompañarse
por otros problemas motrices.

• Trastornos de la lateralidad: Son trastornos del uso del cuerpo


que causan trastornos en la estructuración espacial y en
consecuencia, traen problemas de lectoescritura y fracaso escolar.
Los más comunes son: zurdería contrariada (son los niños zurdos
que se ven obligados a utilizar la parte derecha como dominante),
ambidextrismo (el niño utiliza indistintamente ambas partes de su
cuerpo para sus acciones, lo que provoca trastornos espaciales y de
aprendizaje), lateralidad cruzada (si el niño no tiene una lateralidad
bien definida, es necesario ayudarlo a resolverla, para evitar
problemas de organización corporal).
Apraxias infantiles

• Un niño con apraxia conoce el movimiento que


debe hacer, pero no puede realizarlo
exitosamente. Este es un trastorno neurológico y
psicomotor. Podemos distinguir diversos tipos
de apraxias, de acuerdo a la zona de la
incapacidad.
Signos de alarma

En cualquier edad:

• Macrocefalia
• Microcefalia
• Movimientos oculares anómalos
• Actitudes distónicas
• Arreflexia osteotendinosa generalizada.
A partir de edades concretas:

• Dos meses: irritabilidad permanente, sobresalto


exagerado ante cualquier sonido inesperado,
pulgar aducido (el niño tiene el puño cerrado con
el pulgar entre los cuatro dedos y la palma de la
mano.

• Tres meses: asimetría de actividad en las manos.

• Cuatro meses: pasividad excesiva (pasa la mayor


parte del tiempo durmiendo o sin apenas moverse
y sin interesarse por su entorno).
• Seis meses: persistencia del reflejo de Moro
• Ocho meses: patrón de conducta repetitiva más del 50%
del tiempo que pasa despierto (golpearse la cara o agitar
las manos, movimientos de afirmación o negación
cefálicos).
• Nueve meses: ausencia de desplazamiento autónomo
más de dos metros (ya sea gateando, arrastrándose,
volteándose, sentado o de cualquier forma).
• 12 meses: persistencia de llevarse todo a la boca,
persistencia del babeo.
• 16 meses: hiperactividad sin objeto (pasar
constantemente de una actividad a otra, ser incapaz de
mantener la atención o prestar interés por algo),
persistencia de arrojar todo al suelo.
• 24 meses: estereotipias verbales o manuales (repetir
constantemente los mismos sonidos o palabras),
incapacidad de hacer juego simbólico (acunar o dar de
comer a un muñeco, jugar a llamar por teléfono, jugar a
indios y vaqueros).
DIAGNÓSTICO

• Valoración médica

• Valoración psicológica

• Valoración educativa
TRATAMIENTO
• Abordaje multidisciplinario : neurólogos,
fonoaudiólogos, oftalmólogos, psicoterapeutas,
asistentes sociales, fisioterapeutas, ortopedistas,
Maestros de educación Especial, etc.

• El tratamiento dependerá de las necesidades


específicas del trastorno.
Ejercicios para mejorar la motricidad
gruesa

•Pedir al niño que señale, nombre y localice en su cuerpo la cabeza,


frente, cabello, ojos, orejas, boca y sus elementos, nariz, mejillas y
mentón; partes de su tronco, espalda, pecho, cintura, abdomen y
cadera; partes de sus extremidades superiores: hombro, brazo, codo,
muñeca, manos, palmas, pantorrilla, talón, pies y dedos.
•Todos estos segmentos gruesos y finos serán nombrados en cuatro
momentos: en el propio cuerpo, en el de otro compañero (en
parejas), en dibujos o siluetas y en su imagen frente al espejo.
•Armar rompecabezas del cuerpo humano. Si el maestro no tuviera
este material, puede recortar de revistas figuras humanas completas
y descomponer en 6, 8 y 10 partes para que el niño arme y pegue
sobre una cartulina.
•Subir y bajar escaleras.
•Realizar un recorrido, sin salirse, sobre líneas trazadas en el piso,
pueden ser líneas rectas, curvas y quebradas.
•Disponer con el Docente de Educación Física
ejercicios de coordinación muscular
especialmente marchas y equilibrio.
•Para ejercitar la independencia segmentaria: pida
al niño que, mientras con una mano frota sobre
su pupitre, con la otra realice golpes coordinados
en la misma superficie.
•Con el grupo, imitar sonidos producidos por
animales, en diferentes tonalidades: bajos y
altos, pueden ser de: gato, perro, pato, gallina,
vaca, león, oso, elefante y caballo.
•Practicar los juegos populares
HIDROCEFALIA
• La hidrocefalia es un trastorno cerebral que
ocurre cuando el líquido cefalorraquídeo —el
líquido transparente similar al agua que rodea y
protege al cerebro y la médula espinal— no se
puede drenar adecuadamente, por lo que se
acumula, provocando un exceso de líquido
dentro del cráneo.
• Si no se trata, la hidrocefalia puede provocar
lesiones cerebrales, pérdida de capacidades
mentales y físicas e incluso la muerte. No
obstante, si se diagnostica pronto y se trata
oportunamente, la mayoría de niños se
recuperan bien.
CAUSAS
• Si se produce una obstrucción del flujo del
líquido cefalorraquídeo en cualquiera de los
ventrículos cerebrales, este se acumulará dentro
del cerebro, provocando hidrocefalia. Esta
acumulación de líquido también puede ocurrir
cuando el plexo coroideo (la parte del cerebro
que fabrica líquido cefalorraquídeo) produce
una cantidad excesiva de líquido cefalorraquídeo
o cuando el torrente sanguíneo no lo puede
absorber adecuadamente.
• Espina bífida (desarrollo anómalo de la columna
vertebral)

• Estenosis del acueducto (un estrechamiento de


un pequeño conducto denominado "acueducto
de Silvio" que conecta entre sí los dos principales
ventrículos cerebrales).

• La hidrocefalia adquirida está provocada por


una hemorragia intracraneal.

• Hidrocefalia de causa desconocida.


Signos de la hidrocefalia
en bebés
• Deformación de la cabeza significativamente.
• Abombamiento de la fontanelas
• Suturas “separadas” o “abiertas” —existencia de una
separación excesiva entre los huesos del cráneo adyacentes
• Crecimiento rápido del perímetro craneal
• Venas inflamadas detectables a simple vista
• Los ojos pueden estar desviados hacia abajo, con la esclerótica
(parte blanca del ojo) visible por encima del iris (parte
coloreada del ojo), confiriéndoles una apariencia de "puesta
de sol”
• Somnolencia, irritabilidad, vómitos y convulsiones.
• Retraso del crecimiento, es decir, pueden tardar más tiempo
del normal en alcanzar los hitos evolutivos o experimentar
“regresiones”, volviendo a comportamientos propios de etapas
evolutivas previas.
Signos de hidrocefalia en niños
mayores
• No presentan los síntomas fácilmente reconocibles de deformación
de la cabeza porque sus huesos craneales ya se han fusionado
• La presión intracraneal se intensifica y provoca fuertes dolores de
cabeza que pueden despertar al niño a media noche o muy pronto
por la mañana. El dolor de cabeza puede ir acompañado de:
• náuseas y/o vómitos
• somnolencia
• problemas para mantener el equilibrio o dificultades motoras
• visión doble
• bizque u otros movimientos repetitivos con los ojos
• convulsiones
• En los casos más avanzados, se pueden producir cambios de
personalidad, pérdida de habilidades evolutivas previamente
adquiridas (como hablar o andar) y pérdidas de memoria.
Diagnóstico

• Si un niño presenta cualquiera de los signos y/o


síntomas arriba mencionados, debería ser
evaluado por un médico inmediatamente.
• El médico lo explorará, elaborará su anamnesis y
solicitará algunas pruebas de diagnóstico por
imagen, como la ecografía, la tomografía
computerizada (RC) y/o resonancia magnética
(RM), para obtener una imagen clara de lo que
ocurre dentro del cerebro del niño.
Derivaciones
• El tratamiento dependerá de la edad del niño, la
causa de la acumulación de líquido
cefalorraquídeo en el cerebro (si se debe a una
obstrucción, una sobreproducción u otro
problema), y el estado de salud general del niño.
Ventriculostomía
• Esta nueva “vía de drenaje" permitirá que el
líquido cefalorraquídeo fluya normalmente hacia
el exterior del cerebro, eludiendo cualquier
obstrucción que causaba su acumulación y, de
este modo, el torrente sanguíneo podrá
reabsorber el líquido cefalorraquídeo como haría
normalmente.
Pronóstico
• Con el tratamiento oportuno, muchos niños
diagnosticados de hidrocefalia pueden llevar vidas
normales.
• Aquellos que tienen problemas médicos más
complejos, como espina bífida o hemorragia
cerebral asociada a la prematuridad, pueden tener
más complicaciones debido a los problemas de salud
subyacentes. En estos niños, la intervención precoz
mejora considerablemente las probabilidades de
recuperación.

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