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Testamento
Dos momentos:
Escuchar Amar
• Los ojos se llenan de lágrimas: los oyentes se echan a llorar, es decir
se convierten (cambio). Es otro elemento producido por una
verdadera lección: no queda en una simple información.
• Las manos llevan porciones de comida a los pobres. La lección
recibida de la Palabra de Dios me constriñe a ir hacia los demás a
ofrecer el pan de la Palabra y también el pan material. Actuar.
• La fiesta la liturgia de las Chozas, tercera fiesta hebrea. La grande y
última enseñanza se produce en la liturgia.
Preguntas/Diálogo
Leer
Fiesta/alegría
/agradecimiento Celebrar Explicar ¿Cómo puedo entenderlo?
Conocer – amar
Acción Compren (conocimiento
Dar circular)
der
Escuchar – adhesión
Cambio /
Llorar Escuchar No solo cognitivo.
no solo
Toma de postura (presupuestos,
información
Consecuencias, contexto,
interpretación).
c) Pedagogía global
• Los Doce, los otros discípulos y las muchedumbres que lo escuchan, son quienes
le llaman «Maestro».
• Incluso los fariseos y los saduceos, los doctores de la Ley y los judíos en general,
no le rehúsan esta denominación: «Maestro, quisiéramos ver una señal tuya» Mt
12,38.
• «Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para alcanzar la vida eterna?» Lc 10,
25
• Pero sobre todo Jesús mismo se llama Maestro en ocasiones particularmente
solemnes y muy significativas: «Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís
bien, porque de verdad lo soy» Jn 13,13.
• A lo largo de dos mil años, en todas las lenguas de la tierra, hombres de toda
condición, raza y nación, siguen repitiendo el título con la exclamación de
Nicodemo: «has venido como Maestro de parte de Dios» Jn 3,2
Jesucristo, Maestro
Mt 13, 31-33
• 31 Les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un grano de
mostaza que un hombre sembró en su campo. 32 Aunque es la más
pequeña de todas las semillas, cuando crece es la más grande de las
hortalizas y se convierte en árbol, de modo que vienen las aves y
anidan en sus ramas».
• 33 Les contó otra parábola más: «El reino de los cielos es como la
levadura que una mujer tomó y mezcló en una gran cantidad de
harina, hasta que fermentó toda la masa».
• En esta parábola hay algo que puede sorprender o escandalizar. La levadura era
considerada como símbolo de la fuerza que tiene el mal para corromperlo todo;
por el contrario, el pan ácimo y sin fermentar era símbolo de lo puro y santo. No
se podía ofrecer a Dios nada fermentado, y en las fiestas de Pascua se comía solo
pan ácimo, sin levadura. ¿Qué quiere sugerir Jesús con este modo de hablar?
¿Cómo puede comparar el reino de Dios con un trozo de levadura? ¿Es que Dios
actúa invirtiendo los esquemas tradicionales de lo santo y lo puro? ¿Es que su
reino es también en ese mundo de los leprosos, los endemoniados, los pecadores
y las prostitutas? ¿Expansión del reino de Dios (buena noticia)?
• Algunos se sentían atraídos por sus palabras. En otros, probablemente, surgían
algunas dudas.
Los «leprosos», son separados de la comunidad no por temor al contagio, sino
porque son considerados «impuros» que pueden contaminar a quienes pertenecen
al pueblo santo de Dios. La prescripción decía: «El afectado por la lepra... irá
gritando: "Impuro, impuro". Todo el tiempo que le dure la llaga quedará impuro. Es
impuro y vivirá aislado». En una sociedad como la de Galilea, donde el individuo
solo puede vivir integrado en su familia y su aldea, esta exclusión significa una
tragedia. La mayor angustia del leproso es pensar que tal vez ya no pueda volver
nunca a su comunidad.
Lc 15,3-7
“Entonces les dijo esta parábola. ´¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si
pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto, y va a buscar la que se perdió
hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus
hombros; y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: ´Alegraos
conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido´. Os digo que, de
igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que
por 99 justos que no tengan necesidad de conversión."
Parábola de la oveja perdida.