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JUAN JOSÉ

CRESPO Y
CASTILLO
P O R : F R A N C O B A R R E TO
¿QUIÉN FUE DON JUAN JOSE?
• Juan José Crespo y Castillo (Huánuco, 1747 - 1812) fue un prócer de la Independencia del
Perú que se distinguió como uno de los líderes de la rebelión de Huánuco de 1812, organizada
por criollos prominentes de esa ciudad y por un grupo de alcaldes indígenas de los poblados
vecinos, que movilizaron masas de indios contra las fuerzas virreinales o realistas. Vencido, fue
ajusticiado.
JUAN JOSÉ CRESPO Y CASTILLO
• Natural de Huánuco, ciudad de la sierra central del Perú, al
igual que muchos criollos de provincias desde muy joven se
dedicó a las labores agrícolas. También estuvo empeñado en la
búsqueda de minas y tesoros antiguos. Llegó a ser un
propietario muy acaudalado, dueño de casas y explotaciones
mineras, pero también incursionó en las especulaciones
mercantiles, al obtener por remate la administración de sisa de
la ciudad de Huánuco, y al habilitar sus tierras al cultivo
de cascarilla, tabaco y otros productos de alta cotización. Llegó
a ser nombrado regidor, posiblemente a inicios del siglo XIX.
Luego fue nombrado síndico procurador. Era pues un
personaje respetado y de gran ascendiente en Huánuco, al
momento de estallar la revolución de 1812.
LA REBELIÓN DE HUÁNUCO DE 1812
La numerosa población indígena sufría por
entonces la tiranía y los abusos del
régimen virreinal. La población criolla
también estalló en descontento cuando las
autoridades virreinales decidieron suprimir
la libertad de cultivos decretada hacía poco
por las Cortes de Cádiz (enero de 1812).
Como consecuencia de ello, muchos
productores y comerciantes, especialmente
de tabaco, fueron considerados
contrabandistas, y como tales perseguidos
por la autoridad virreinal. Se daba así el
campo propicio para que indígenas y
criollos se aliaran para luchar contra la
dominación española.
• Crespo y Castillo organizó reuniones con los criollos de Huánuco afectados por la arbitraria
política virreinal. Convencidos de que era necesario acabar con el “mal gobierno”, los criollos
organizaron una rebelión y enviaron agentes a los pueblos vecinos para que anunciaran la
llegada inminente de un “inca justiciero” o propusieran la expulsión de los "odiados españoles·.
Los indios de partidos de Panatahuas, Huamalíes, Huánuco y otras poblaciones vecinas,
alentados por sus alcaldes, se sumaron en masa a la rebelión. Armados de palos, piedras,
hondas y una sola escopeta, el 22 de febrero de 1812 convergieron hacia la ciudad de Huánuco.
Se detuvieron en el puente de Huayaupampa, donde derrotaron a un pequeño contingente
realista. Los criollos pactaron con los caudillos indígenas.
• Al día siguiente, todos los cerros que circundaban Huánuco aparecieron copados de indios. Los
españoles fugaron apresuradamente de la ciudad y los indios ocuparon la ciudad, a la que
sometieron al saqueo, respetando solo las casas de los criollos y mestizos. La autoridad española
fue destituida y en su reemplazo fue elegido Crespo y Castillo como jefe político y militar (26 de
febrero de 1812).
• Después de dichos sucesos, los criollos conformaron una junta de gobierno integrada por
Domingo Berrospi, Juan José Crespo y Castillo y Juan Antonio Navarro. El jefe de la misma era
Berrospi pero este fue destituido al poco tiempo a instigación de los alcaldes indios, acusado de
pasividad. Crespo y Castillo asumió entonces el liderazgo de la junta. Los alcaldes indígenas, en
número de 25, dirigieron una comunicación al virrey en la que manifestaban que Crespo y
Castillo organizó y condujo a las fuerzas patriotas en persecución de los españoles, librando el
combate de Ambo.
• Los españoles, abrumados por el ataque masivo y bullicioso de las tropas indígenas, huyeron
derrotados, con dirección a Cerro de Pasco (4 de marzo de 1812). Los patriotas ocuparon
Ambo. Ello causó gran preocupación entre las autoridades realistas. Crespo y Castillo retornó
triunfante a Huánuco, presidiendo un desfile de fuerzas indígenas. Llegó a afirmar que contaba
con 15.000 hombres y que aún podía atraer más efectivos.
• El virrey Abascal dispuso que el Intendente de Tarma, José Gonzáles de Prada saliera a combatir
a los insurrectos, equipando a sus fuerzas con cañones, fusiles y municiones. Gonzáles de Prada
se presentó con sus fuerzas ante Ambo, el 10 de marzo. Crespo y Castillo, al enterarse del
movimiento de los realistas, dispuso la movilización de sus fuerzas más disciplinadas y se dirigió
a Ambo equipado solamente con 100 escopetas y algunos fusiles con escasa munición.
• Gonzáles de Prada, con su fuerte contingente, avanzó sobre Ambo, el 17 de marzo. Los indígenas
bajaron de las alturas que circundan Ambo y valerosamente se enfrentaron a las tropas realistas,
pese a no contar con armamento adecuado. Cientos de ellos fueron masacrados y unas decenas
capturados. A este encuentro sangriento se conoce como el combate de Puente de Ambo. Los
patriotas abandonaron Ambo y pasaron a Huánuco, y aunque Crespo y Castillo quiso organizar la
resistencia, optaron finalmente por retirarse a los poblados vecinos. Los realistas entraron en Ambo
y luego en Huánuco, el 19 de marzo, a la que hallaron despoblada.
González Prada salió de Huánuco en persecución de los cabecillas insurrectos, que contaban con un
ejército de 2 000 hombres. Las fuerzas patriotas y realistas se encontraron cerca del mediodía y se
libró una encarnizada y desigual lucha, cayendo abatidos cerca de 1 000 patriotas. Los indígenas se
dispersaron y los cabecillas fueron capturados por González Prada.
• Crespo y Castillo, juntamente con el alcalde pedáneo
de Huamalíes José Rodríguez y el curaca Norberto
Haro, fueron enjuiciados sumariamente y ajusticiados
con pena de garrote, el 14 de septiembre de 1812, en
la Plaza Mayor de Huánuco.
MUERE JUAN JOSÉ CRESPO Y CASTILLO
• Crespo, fue enjuiciado y ajusticiado en la Plaza Mayor de Huánuco, lugar en el
cual es estrangulado el 14 de septiembre de 1812. Sus últimas palabras antes
de morir fueron "Muero yo, pero miles se levantarán para ahorcar a los
tiranos"
VALORES:
• Fue perseverante: a pesar de las cargas y todo el siguió adelante

• Fue valiente: como cualquier otra persona, tuvo miedo tras las cosas que pasan
pero Crespo y Castillo siguió adelante a pesar del temor que de seguro tuvo.

• Fue responsable con sus actos.

• Fue solidario.

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