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Del sentimiento a la voluntad general

• A Rousseau no le singulariza el atender a nuestra vertiente sentimental en medio del culto


ilustrado a la razón. La escuela escocesa ya lo había hecho y Adam Smith escribió una obra
titulada “La teoría de los sentimientos morales” Es mas solo las pasiones, las mas grandes,
pueden elevar el alma hacia las cosas mas sublimes. El propio Kant no dejara de referirse al
entusiasmo, a pesar de subrayar su carácter ambivalente y sus peligros, cuando valore la
Revolucion francesa como un hito histórico memorable.
• Estaba en el ambiente La razón seria divinizada pero ningún ilustrado podía desdeñar el
sentimiento ni las pasiones o las inclinaciones, aunque fuese para intentar poner bridas a estas
ultimas.
• El legislador de “el contrato social” también tiene que inventar un lenguaje para hablar al pueblo,
ya que las miras generales están demasiado fuera de su alcance y difícilmente percibe las ventajas
aportadas por las continuas privaciones que imponen las buenas leyes.
Las cartas morales a sofia
• Todo el pensamiento rousseauniano gira en torno a un par de sentimientos
que constituyen sus ejes fundamentales: el amor hacia uno mismo y el
sentimiento derivado de este amor, que seria la compasión. Escribe Rousseau
en sus Cartas Morales “Existir equivale a sentir, y nuestra sensibilidad es
incontestablemente anterior a nuestra propia razón. No penséis que resulta
imposible explicar el principio activo de la conciencia al margen de la propia
razón. Y en el caso de que fuera imposible, entonces esta explicación no seria
necesaria.
Camino de Vincennes

• Rousseau describe en varias ocasiones “La iluminación de Vincennes” dotándola siempre de una aureola casi mitica,
como un episodio comparable a la caída del caballo de Pablo de Tarso camino de Damasco, aunque modifique cada
vez los detalles de su presentación. La acadeia de Dijon es recordada por haber premiado a Rousseau
• Rousseau asegurabaa que había pasado casi 40 años descontento consigo mismo y que de repente una feliz
casualidad lo ilumino sobre lo que debía hacer. De inmediato pasa a describir ese momento acontencido camino de
Vincennes, como si se trata de una epopeya, con tintes de relato homérico “Me dirigía a ver a Diderot: llevaba en mi
bolsillo un ejemplar del Mercurio de Francia , que me puse a hojar….” Según ese relato, Rousseau no meditaba, sino
que se debaja inspirar por sus ensoñaciones y transcribía lo que le dictaba su sentir o, como el afirma, “lo que siente
su mente”,
• Por lo tanto, la gran paradoja que hizo celebre a Rousseau de un dia para otro en realidad había sido concebida por
Diderot. Ciertamente, Rousseau se muestra incomodo al evocar los hechos. Se podría decir que Rousseau no supo
perdonar a Diderot que le hubiese inspirado su primer escrito, aquel que , por añadidura, le catapulto a la fama e
inicio su carrera como ensayisya

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