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I.E.D.

ALMIRANTE PADILLA
ÁREA DE CIENCIAS SOCIALES, J. M.
ASIGNATURA DE FILOSOFÍA

LA ÉTICA

La ética es la parte de la filosofía encargada de las ideas del bien y del mal, cuyo aspecto más
general se relaciona con las preguntas: ¿qué es el bien? y ¿qué es el mal? Sin embargo, dichas
preguntas conllevan inquietudes acerca de la naturaleza humana, las motivaciones o las razones
por las que preferiríamos hacer el bien antes que el mal, de la tendencia o proclividad de nuestra
naturaleza hacía uno u otro camino y de la relación del bien y del mal con eso que causa tanta
inquietud al ser humano, a saber, la llamada felicidad. Por ejemplo, Pablo Escobar pareciera
representar la peor cara de la naturaleza humana, sin embargo, su familia solía describirlo como
un padre ejemplar y responsable, además mucha gente en Medellín lo quería, y llegó a adorarlo
tras su muerte, por las cosas que les dio cuando nadie más, principalmente el Estado Colombiano,
se decidía a ayudarlos. En este mismo orden de ideas, podría llegar a pensarse que Pablo Escobar
no fue un hombre infeliz, al menos, ya que el dinero le permitió disfrutar de una vida de
comodidades, lujos y grandes placeres, aunque haya sido corta. Incluso, propuso pagar la deuda
externa, lo que sin duda habría representado un gran beneficio para la sociedad colombiana. ¿Por
qué está “mal” lo que hizo Pablo Escobar?, ¿esto es sólo “malo” desde un cierto punto de vista, a
saber, el de la ley? y ¿fue Escobar un ser humano feliz (que sólo se equivocó en las decisiones
estratégicas)? ¿Qué relación hay entre el bien, la sociedad y la felicidad?

El caballero de la noche

El dinero como elemento del orden establecido


Desde el principio de la película, el dinero se presenta como el principal elemento del orden. En la
primera escena se produce el robo de uno de los bancos de la mafia, un robo en el que los mismos
asaltantes desconocen que entre ellos se encuentra el líder del grupo: el hombre de la sonrisa
eterna, el Joker. Con la promesa de obtener más beneficios entre unos pocos, el Joker les ordena
traicionarse, asesinándose unos a otros con la finalidad de repartir entre menos el botín.
Finalmente, el Joker asesina al último de sus cómplices y escapa en un autobús escolar. En este
sentido, el ansia por ganar más dinero a costa de los demás es la causa de la ruina de todo el
grupo. Sin embargo, lo que llama la atención es lo que decide hacer con ese elemento que
representa la riqueza: quemarlo. Por lo tanto, el Joker no pretende enriquecerse.

Él mismo dice que tiene más categoría de lo que pueda representar el propio dinero y deja
entrever desde el primer momento que su verdadera intención es desenmascarar lo absurdo de
los elementos que establecen el orden de nuestra sociedad. El Joker encarna el mal como
generador del caos absoluto, pero lo interesante está en que ataca en el ser humano los principios
de la sociabilidad (nuestra disposición para vivir armónicamente o en paz con los otros) y de la
moralidad (nuestra preferencia por lo bueno antes que por lo malo). Los seres humanos no
practicamos la justicia naturalmente, sino que estamos presos de nuestras motivaciones
personales, así en cualquier momento estamos dispuestos a traicionarnos unos a otros.

La doble moralidad y elección por interés


La cuestión de la moralidad, el bien o el mal, lo correcto y lo incorrecto, se presenta a lo largo de
toda la película y el Joker se dedica a demostrar al mundo que todas las personas pueden
corromperse, que todo el mundo tiene un precio, ya sea por intereses monetarios (como los
atracadores o la mafia), ya sea por miedo (como los policías corruptos) o por amor (como le ocurre
al propio Batman). Esta situación se le presenta a nuestro protagonista en la escena de la
comisaría en la que (aparentemente) el Joker ha mordido el anzuelo de Batman y Gordon, durante
el interrogatorio el villano revela que Dent y su novia Dawes han sido secuestrados y llevados a
lugares opuestos de la ciudad donde permanecen encerrados en almacenes repletos de
explosivos. En ella se muestra que el objetivo del Joker es poner a Batman en un debate de doble
moralidad en el que debe decidir a cuál de los dos salvar, si a la mujer de su vida o al fiscal que
personifica la lucha contra la mafia.

Así, la estereotipada figura del superhéroe capaz de salvar a la humanidad entera ha sido
vencida, ya que por sentimientos decide salvar a Dawes en lugar de al fiscal. Sin embargo, la
maldad del Joker va más allá de la mera elección entre dos posibilidades, pues, sabiendo que la
elección del héroe iba a ser salvar a la chica, les mintió cuando les comentó en qué lugar estaba
cada uno, de modo que Batman llega a tiempo para salvar a Dent en lugar de su amada, quien
muere en la explosión tras haberle dicho a Dent vía telefónica que aceptaba casarse con él en
lugar de Bruce Wayne. El superhéroe traiciona su principio o su imperativo de salvar a la sociedad
movido por su amor personal. Ni siquiera un héroe es capaz de ser fiel a sus principios.

La amenaza desata el caos en la ciudad


Continuando en esta línea de análisis sobre la doble moralidad y el verdadero trasfondo del Orden
y el Caos, hemos querido detener nuestra atención en la escena del hospital. Esta se produce
como consecuencia de que un empleado de Empresas Wayne ha descubierto que su jefe Bruce
Wayne es en realidad Batman. Tras fracasar en un intento de chantajear a Fox (Morgan Freeman)
y no revelar la información, aparece entrevistado en televisión para seguir con su plan. Este hecho
es interrumpido por un mensaje del Joker en televisión en el que anuncia que si este empleado no
es asesinado en menos de 60 minutos, él mismo volará alguno de los hospitales de la ciudad,
continuando así con su juego de la doble moralidad. Una vez más, ahora bajo el poder de la
amenaza, el Joker consigue parcialmente su objetivo desatando el caos en Gotham City, por lo que
la tarea de Batman será la de salvar la vida del empleado, mientras que el comisario Gordon y la
policía tendrán que salvar la vida de la gente en los hospitales en una “colaboración mano a
mano” para mantener el orden social. Finalmente, el Joker no consigue que maten al empleado de
industrias Wayne, por lo que decide volar el hospital.

Curiosamente, en el Hospital General de Gotham, se encuentra ingresado el Fiscal Harvey Dent,


que recibe la visita del Joker disfrazado de enfermera para transformarlo en Dos Caras,
convenciéndole para que lleve a cabo una misión de venganza y «justicia» para castigar a los
corruptos policías y mafiosos que los colocaron a Dawes y a él en los almacenes, así como contra
Batman y Gordon, por no ser capaces de salvarla. De este modo, el fiscal Harvey Dent, «el
caballero blanco», el héroe con rostro que también defendía “el lado del orden” se pasa a “el lado
del caos” entrando a formar parte del juego del Joker.

El dilema final
El acto más representativo de la motivación y sofisticación del Joker es su gran número final, que
consiste en volar un barco por los aires. Esta situación reúne todo lo anterior: primero, no lo vuela
sin más, sino que crea las situaciones adecuadas para que sea la propia gente de Gotham la que lo
haga; y, segundo, lo intenta llevar a cabo mediante conocimientos en comportamiento
estratégico. Dos ferries están saliendo de la ciudad. Uno transporta ciudadanos normales de
Gotham y el otro, presos.

El Joker: «Esta noche vais a formar parte de un experimento social. Gracias a la magia del gasoil y
del nitrato de amonio estoy preparado para haceros volar por los aires. Si alguien intenta
abandonar el barco, moriréis todos. Cada uno tiene un detonador para hacer volar el otro barco. A
medianoche, os haré volar a todos en pedazos. Pero si uno de vosotros pulsa el botón le
perdonaré la vida a ese barco. ¿Quién será? ¿La selecta colección de escoria de Harvey Dent? ¿O
los pobres e inocentes civiles? Vosotros elegís. Pero no os lo penséis mucho porque los del otro
barco pueden no ser tan considerados».

De nuevo, el Joker podría volar cualquier barco sin más. Pero quiere probar que, pulsando las
teclas adecuadas, la ética de las personas cae y se matan entre ellos. El juego que el Joker propone
parece claro desde un punto de vista de teoría de juegos. Es importante destacar que tienen las
comunicaciones cortadas por lo que no pueden comunicarse entre sí. Si no pulsan el detonador
acabarán muriendo, ya sea porque los otros lo pulsan, o porque lleguen las 00:00 y nadie lo haya
pulsado. Si lo pulsan, sobreviven. Parece que no hay mucho que decidir: la ventaja de pulsarlo
parece clara y dominante con respecto a las otras opciones.
En la nave de los civiles, a pesar de que la votación arrojó un rotundo «sí», nadie quiere hacerlo.
Un hombre comenta: «Nadie quiere ensuciarse las manos. Bien, lo haré yo». Sin embargo, el
hombre cambia de opinión frente al detonador. Y es que no se está jugando solo a un juego, sino
que hay un subjuego con el que el Joker no contaba: en el barco no solo hay una persona, sino que
hay muchas.

Todos parecen tener claro tras la votación que quieren que se pulse el detonador, pero a la hora
de la verdad es uno de ellos el que tiene que tomar la decisión, no pueden hacerlo de forma
colectiva. En este subjuego, el individuo quiere que se pulse el detonador, pero quiere también
que sea otra persona quien lo haga. Tanto moralmente, por el frío mecanismo de matar a multitud
de personas, como por las consecuencias sociales que eso podría tener en tu vida al quedar
marcado por ese acto. Además, como el resto del barco tampoco quiere morir, todos pueden
pensar que seguramente hay algún otro que esté dispuesto hacerlo (¿recordáis el efecto
espectador o Kitty Genovese?). Finalmente, Batman detiene al Joker, ningún barco explota y se
llega a la épica conclusión de la película.

Actividad
1. ¿Qué saber usted acerca de Pablo Escobar?, ¿Por qué cree usted que surgió alguien como
Pablo Escobar?, ¿qué relación cree usted que hay entre el Joker y Pablo Escobar?
2. El primer dilema que nos presenta la película tiene que ver con nuestra disposición para
cooperar con el otro y no traicionarnos, ¿cree usted que los seres humanos somos más
cooperadores o más traidores?, ¿de qué depende esto?
3. El segundo dilema nos plantea un asunto moral, esto es, estamos dispuestos a sacrificar
nuestros intereses personales por principios morales más elevados, que en el caso del
héroe salvar el orden de la ciudad, representada en Dent, o salvar su amor. ¿cree usted
que los seres humanos somos más morales o simplemente perseguimos nuestros intereses
particulares?
4. El tercer dilema es el de la justicia y la venganza, ¿qué diferencia cree usted que hay entre
la justicia y la venganza?, ¿qué pasa cuando la justicia se convierte en venganza?
5. El último dilema es el de salvar la propia vida, pero para salvar hay que estar dispuesto a
cometer un acto inmoral, ¿qué cree usted que nos enseña este dilema acerca de la
naturaleza del ser humano?

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