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El rinoceronte: Eugene Ionesco.

Obra de teatro perteneciente al Teatro del absurdo, escrita en 1959.

El teatro de Ionesco es la realización de un anhelo colectivo fundado en el desparpajo (facilidad o falta de


timidez para hablar, obrar o desenvolverse en un determinado ambiente o situación) de su ruptura lógica, en
la huida inexorable (no se puede evitar, eludir o detener) desde lo natural visible, elementos que están en la
base misma de su comicidad. Esto le permite formular con gran lucidez (claridad y rapidez mental) sus
concepciones básicas: el humor es libertad; la imaginación no es arbitraria, es reveladora; nada más racional
que la imaginación, lo irracional es la vida. Es indudable que una obra como El rinoceronte representa la
concreción (hacer concreta o precisa una cosa) deslumbrante de tan original teoría del teatro.
A lo largo de tres actos, los habitantes de un pequeño pueblo francés se ven convertidos en rinocerontes. La
figura principal de la obra, Berenguer, un hombre común y sencillo, a menudo minusvalorado (darle a una
persona menor importancia de la que tiene) y criticado por su adicción al alcohol, resulta ser el único humano
que no desarrolla esta metamorfosis.
El rinoceronte con el protagonismo principal de un personaje llamado Berenguer se ambienta en una
pequeña ciudad en la que gran parte de sus habitantes se han convertido en rinocerontes. Una perspectiva
tan válida en su día como en la actualidad, y más cuando los rinocerontes sin espíritu crítico creen vivir,
porque así lo dicen los interesados, en una democracia. La obra se asienta en la crítica al conformismo.
La patética uniformidad de una sociedad aburguesada (dar o adquirir características propias de un burgués o
hacer que alguien se comporte como tal), la sumisión del ciudadano al poder, en donde el poder intenta
convertir en masa y cualquier forma de totalitarismo político, sea de la idea política que sea, se contrasta con
la rebeldía y la resistencia en soledad ante el pensamiento único como marca de diferenciación y libertad
ante esa pasividad, esa permeabilidad (sujeto influenciable ) y esa situación arbitraria que nos hace seres
humanos en una sociedad despersonalizada (quitar a una persona su carácter distintivo e individua) que
intenta devorar o desechar al diferente, al no sometido, al que no desea convertirse en rinoceronte.
En la obra Ionesco transforma el fascismo (movimiento político de carácter totalitario y nacionalista), vivido en
su tierra, en una enfermedad, que convierte a todas las personas en rinocerontes, y poco a poco invade todo
un pueblo. Así Berenguer, el protagonismo también de un acto, ve como todos sus colegas, amigos e
incluso su amada se convierten en rinocerontes. Esta conversión no se trata de una imposición (a la fuerza)
sino también de un acto voluntario de seguir la corriente. La obra trata sobre el tema de la contaminación
intelectual y a la vez sobre el lenguaje, y cómo a través del lenguaje uno comienza a repetir cosas que uno ha
escuchado, sin reflexionar. La obra termina con el monólogo (discurso que mantiene una persona consigo
misma, como si pensase en voz alta) del protagonista, Berenguer, quien es el único que se resiste a la
transformación. Dice me gustaría tanto ser como ellos, pero no puedo, no voy a renunciar…
voy a resistir”. Eso quiere decir que existe la atracción y la tentación de ser como los demás, pero la obra
también nos habla de la resistencia individual y de la responsabilidad individual y no solamente colectiva. La
obra denuncia la uniformidad de la normalización.
La obra sugiere que debemos plantearnos preguntas respecto al tema: ¿Cómo resistir a la unificación
del pensamiento y a la dominación colectiva de la política? La obra es un llamado para
cada individuo.
Lo interesante de Rinoceronte es que el personaje que va a resistir, el que no se va a transformar, no es
personaje fuerte, no es un hombre fuerte, al contrario, es una persona que tiene dudas, que habla de su
angustia en la vida, que acepta que la vida puede ser algo angustiante. Habla de la relación con la muerte, de
la temporalidad de la vida, de sus límites, de un tiempo contado. Lo interesante es ver cómo este hombre
angustiado por la existencia, acepta esa angustia y resiste a la masificación.
En esta fábula se habla de rebeldía. El personaje apunta a que siempre hay que tener la capacidad de resistir,
de abordarlo con rebeldía. La acción transcurre en una pequeña ciudad de provincia, en donde un buen día
aparece un rinoceronte, perturbando la tranquila y burguesa vida de la comunidad y generando; como si de
una epidemia se tratara, un efecto de contagio consistente en la transformación de las personas en hermosos
y robustos paquidermos. Berenguer, el protagonista, en un principio le resta importancia a este
acontecimiento, pero pronto en cuanto su amigo Juan sufre esta inopinada metamorfosis, comienza a
reaccionar contra la epidemia de la que no sabemos si por determinación por temperamento él ha quedado
inmune. Al final, consciente de que su incapacidad de adaptación le aboca a la soledad y a la 1/3
marginación, proclama a los cuatro vientos su resignada condición de resistente, no sin antes lamentar con
amargura no poder ser uno de ellos. El tema de la voluntad es el eje central de este mordaz relato que se
emplea a fondo en la suscitación (promover o favorecer algo) de múltiples preguntas sobre nuestra
responsabilidad tanto individual como colectiva. Así, por ejemplo, que postura debemos o podemos adoptar
con respecto a la degradación (privación) generalizada de la sociedad o ante determinadas propuestas para
su radical transformación.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en esta obra son: abuso de poder,
alienación (pérdida o alteración de la razón o los sentidos), conformismo, corrupción política, dictadura,
discriminación, libertad personal, rebeldes, resistencia, ser diferente, sociedad totalitaria. Soledad, sumisión,
surrealismo, teatro del absurdo.
Frases de El rinoceronte:
1.-Le falta humor, ése es su defecto, le falta humor. Hay que tomar las cosas a la ligera, con distancia.
Sentido del humor.
2.- ¡Oh, la voluntad, no todo el mundo tiene la tuya! Yo no me acostumbro. No, no me acostumbro a la vida.
Voluntad.
3.- ¿Podemos saber dónde termina lo normal y donde comienza lo anormal? ¿Puede usted definir esas
nociones: ¿normalidad, anormalidad? Anormal.
4.- El lógico (al Sr. Anciano): Aquí tiene un silogismo ejemplar. El gato tiene cuatro patas. Isidoro y Fricot
tienen cada uno cuatro patas por tanto Isidoro y Fricot son gatos. El Sr. Anciano (al lógico): Mi perro también
tiene cuatro patas. El lógico (al Sr. Anciano): Entonces es un gato. Lógica.
5.- (…) No me gusta esperar, no tengo tiempo que perder. Como tú no llegas jamás a horario, vendo a
propósito tarde, en el momento en que supongo que tendré ocasión de encontrarte. Horario.
6.-La soledad me pesa. La sociedad también… Te contradices. ¿Es la soledad lo que te pesa o es la
multitud? Te tomas por un pensador y no tienes ninguna lógica. Pensamiento.
7.-No juzgue a los otros si no quiere ser juzgado. Y, además, si uno se preocupara por todo lo que pasa, no
podría vivir. Preocupación.
8.-No pienses más. No hay que tener remordimientos. El sentimiento de culpa es peligroso. Vivamos nuestra
vida, seamos felices. Tenemos el deber de ser felices. Remordimiento.
9.- -No te metas en lo que no te importa. -Bueno, bueno. Era para tu bien. -Se lo que es mi bien mucho mejor
que tú. Involucrarse.
10.- Siempre hay que intentar comprender. Y cuando se quiere comprender un fenómeno y sus efectos, hay
que remontarse hasta sus causas por medio de un esfuerzo intelectual honesto. Pero hay que intentar
hacerlo, porque somos seres pensantes. Yo no lo he logrado, no se si lo lograré. De todos modos, debemos
tener, de entrada, un prejuicio favorable o si o no, al menos, una neutralidad, una apertura de espíritu que es
lo propio de la mentalidad científica. Todo es lógico. Comprender es justificar. Prejuicio.
11.-El lógico (al caballero): Podemos tener un gato con seis patas (…) El caballero (al lógico): Y un gato sin
pata alguna… El lógico: En ese caso, habría un gato privilegiado. El caballero: ¿Y un gato despojado de todas
sus patas, desclasado (que no está integrado en un grupo social o que se halla en uno que no le
corresponde)? El lógico: lo cual no sería justo. Ergo (expresión latina que sirve para introducir una
consecuencia), no sería lógico. El Caballero: Ya comprendo; la justicia… Caballero.
12.- -No me gusta tanto el alcohol. Y, sin embargo, si no bebo, no funciona. Es como si tuviera miedo,
entonces bebo para no tener más miedo. - ¿Miedo de que? -No se muy bien. Angustias difíciles de definir. No
me siento a gusto en la existencia, entre la gente, entonces tomo un vaso. Eso me calma, me distiende (hacer
menos tensa una situación), olvido (… - Estoy cansado, cansado desde hace años. Me cuesta llevar el peso
de mi propio cuerpo… Todo el tiempo siento mi cuerpo como si fuera de plomo o como si llevara a otro
hombre sobre la espalda. No me he acostumbrado a mi mismo. No se si soy yo. Desde el momento en que
bebo un poco, el peso desaparece y me reconozco, me convierto en yo mismo. Alcohólico.
13.- Y sí, la felicidad es egoísta. Egoísmo.
14.- ¿Entonces no tienes imaginación? ¡Hay muchas realidades! Elige la que te convenga. Busca evadirte en
lo imaginario. Evasión.
15.- ¡Me defenderé contra todo el mundo! ¡Soy el último hombre, seguiré siéndolo hasta el fin! ¡No capitulo!
(no me rindo). Defensa.
16.-El miedo es irracional. La razón debe vencerlo. Irracional.
17.- La vida es una lucha, quien no combate es un cobarde. Cobardía. 2/3
18.-No te tomo en serio. Estás bromeando, haces poesía. Bromas.
19.- - Es un poco tarde para mi… - Nunca es demasiado tarde. Demasiado tarde.
20.- -Te lo prometo… - Sobre todo promételo a ti mismo. Promesa.
21.-Tù no existes; mi querido, porque no piensas. Piensa y existirás. Existencia.
22.- ¡Usted es demasiado tolerante, demasiado amplio de espíritu! Tolerancia.
23.-La naturaleza tiene sus leyes. La moral es antinatural. Moral.
24.-Otro silogismo: todos los gatos son mortales, Sócrates es mortal. Por lo tanto, Sócrates es un gato.
Muerte.
25.- Todo es cuestión de medida. Equilibrio.
26.-Yo no insulto. Yo demuestro. Ofensa.
3/3

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