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Material de Suelos
Material de Suelos
Los suelos son el resultado de la degradación de las rocas a través del tiempo, por
acción del clima, los organismos y la topografía.
El SUELO no es un sistema estático, es una estructura viva, que día a día sufre
procesos de cambio por efecto de las reacciones químicas y biológicas que en él ocurren
y por la actividad de los millones de microorganismos que contiene.
Las partículas minerales del suelo se dividen en cuatro grupos según su tamaño:
Una gran cantidad de seres vivos habitan el suelo: lombrices, escarabajos, arañas,
gusanos y muchos más microorganismos que no podemos observar. Ellos son seres
vivos que nacen, crecen, se reproducen y mueren. Este ciclo permite transformar el
suelo en varios aspectos.
Al moverse de un sitio a otro, muchos de estos seres vivos colaboran con el agricultor
formando pequeños huecos y túneles que aumentan la porosidad del suelo, y esto
permite que la humedad y las raíces penetren con mayor facilidad. Otros seres se
alimentan de insectos y desechos vegetales y animales; al consumir rastrojos y
estiércol, convierten estos materiales en excretas, cuyos minerales son utilizados de
inmediato por las plantas. Estas excretas aglutinan y unen suavemente las partículas del
suelo.
La materia orgánica constituye el cinco por ciento de un suelo normal. Muy pocas veces
encontramos más de cinco kilos de materia orgánica en cien kilos de suelo.
Evita que los suelos se vuelvan ácidos o alcalinos, tendencia presente en los suelos
tropicales una vez se tala el bosque y se establecen cultivos.
El humus se convierte en un reservorio de agua, porque aumenta la capacidad del
suelo para retener humedad y así crear mejores condiciones para el crecimiento y
desarrollo de las plantas.
1.1.3. El AGUA y el AIRE constituyen el 50% por ciento del suelo, ocupando los
espacios porosos entre las partículas sólidas. Circulan ocupando los espacios y
los poros entre las partículas sólidas del suelo.
Cuando se hace un corte vertical del suelo se observan varias capas que varían en
espesor, color, textura y estructura, dependiendo del manejo de los suelos y de las
condiciones bajo las cuales se ha formado.
Normalmente en un perfil de un metro de profundidad, encontramos los tres horizontes
que generalmente conforman un suelo.
Las partículas minerales del suelo se dividen en cuatro grupos según su tamaño:
2.1. TEXTURA
Es la propiedad física del suelo que se refiere a la proporción en que se encuentran los
diferentes agregados de la fracción mineral del suelo. Dichos agregados son: arcilla,
limo y arena.
Son suelos pesados en los que predomina la fracción de las arcillas. Generalmente
presentan buenas propiedades químicas, pero sus propiedades físicas los hacen poco
manejables. Son muy duros cuando están secos y son pegajosos cuando están mojados.
Son suelos no permeables que se erosionan fácilmente, porque el agua no penetra sino
que corre superficialmente arrastrando los nutrientes. Se quedan pegados a las
herramientas y se encharcan fácilmente afectando a los cultivos por falta de aire en las
raíces.
Sin embargo, son suelos ricos en nutrientes que mejoran sus propiedades físicas cuando
se les adiciona materia orgánica.
Son suelos intermedios entre los arenosos y los arcillosos, en los que predomina el limo.
Aunque tienen buenas propiedades físicas y químicas, retienen demasiada agua hasta el
punto de presentar encharcamiento, produciendo deficiencia de oxígeno en las raíces de
las plantas. Es muy común que las plantas mueran por efecto de pudriciones
radiculares.
Son los suelos ideales porque presentan una proporción equilibrada entre arena, limo y
arcilla. Presentan propiedades físicas y químicas óptimas para el crecimiento de las
plantas. Presentan buena retención de la humedad y aireación apropiada.
Generalmente son suelos con alto contenido de materia orgánica. Facilitan el laboreo y
permiten el desarrollo de las raíces. Además, tienen un buen contenido de nutrientes.
2.2. ESTRUCTURA
Es la forma como están dispuestos los agregados o partículas sólidas (limo, arena y
arcilla) en el suelo. Es la manera como se unen las partículas para formar terrones o
grumos.
La estructura es la propiedad física más importante de los suelos. De ella dependen el
desarrollo radicular de las plantas, la porosidad, la aireación, la permeabilidad y la
capacidad de intercambio del aire y el agua.
Las partículas del suelo están unidas en forma de láminas o cajas. Los suelos que tienen
estas características, de una parte, presentan dificultades para el desarrollo de las
raíces, y de otro lado, en ellos el movimiento del agua y del aire es lento. Son suelos
que se encharcan con facilidad y que presentan un mal drenaje.
Los agregados del suelo se disponen de forma vertical como formando columnas. Se
presenta un movimiento rápido del agua y, por tanto, poca o baja capacidad de
retención de la humedad. Generalmente, estos suelos son pobres en materia orgánica y
en población de microorganismos. No ofrecen buenas condiciones para el desarrollo
radicular de las plantas.
Es la estructura ideal para los suelos: los agregados son partículas muy pequeñas,
porosas, que permiten la aireación. En este tipo de suelos se presenta apropiada
aireación y buena retención de la humedad. Son fáciles de trabajar, así como ricos en
materia orgánica y en actividad microbiológica.
Estos poros contienen agua y aire. El aire proporciona oxígeno para las raíces de las
plantas. El agua es el vehículo a través del cual se movilizan grandes cantidades de
nutrientes que son absorbidos por las raíces.
Los SUELOS ARENOSOS presentan poros muy grandes, los cuales hacen que el suelo
tenga una menor capacidad de retención de la humedad y cuando se encuentran en
regiones muy lluviosas se pierden los nutrientes por lixiviación, o sea por arrastre hacia
los horizontes inferiores.
Los SUELOS ARCILLOSOS tienen poros muy pequeños, lo que dificulta la circulación
del agua, razón por la cual se presentan encharcamientos.
Para lograr un término medio en el tamaño de los poros, lo cual es lo más deseable, es
necesario aplicar MATERIA ORGÁNICA a los suelos.
2.4. PERMEABILIDAD
Esta propiedad tiene que ver con la rapidez con la cual el agua se mueve a través de los
poros del suelo. Explica el movimiento del agua desde la superficie del suelo hacia las
capas inferiores del mismo.
Una buena permeabilidad permite una buena aireación y una buena capacidad del suelo
para retener la humedad. Cuando el suelo tiene buena permeabilidad, las raíces son
amplias, no encuentran impedimentos para crecer normalmente y no se deforman.
Generalmente, Los suelos tienen un color oscuro que se va aclarando a medida que se
profundiza. El color oscuro indica buena presencia de materia orgánica.
Los colores pardos, rojizos y un poco amarillentos son indicadores de suelos con buena
circulación de aire, buena actividad de los microorganismos y buen drenaje. Son aptos
para casi todos los cultivos, aunque no son muy fértiles.
Los colores grises y azulosos indican que los suelos han permanecido encharcados y
presentan dificultades para la agricultura.
Suelos profundos
Suelos superficiales
Estos suelos tienen más o menos 15 centímetros de profundidad. Las raíces de las
plantas penetran muy poco porque encuentran tropiezos como agua acumulada cerca
de la superficie, rocas y piedras también muy cerca de la superficie, capas de suelo
endurecidas o sales dañinas.
2.7. DRENAJE
Este fenómeno explica la rapidez con que los suelos se libran de los excesos de agua
después de un aguacero.
El DRENAJE INTERNO explica la rapidez con que el agua se mueve y penetra dentro
del suelo.
En suelos arenosos y sin cobertura vegetal, cuando el agua penetra verticalmente y con
velocidad, arrastra no solamente la materia orgánica que hay en el suelo, sino los
nutrientes como Nitrógeno, Fósforo y Potasio, fenómeno conocido como lixiviación.
Esto sucede cuando el suelo está muy escaso en materia orgánica.
El DRENAJE EXTERNO se relaciona con la rapidez con que el agua se mueve por
encima de la superficie del suelo.
Este fenómeno está influenciado por tres aspectos: (a) la velocidad del agua, (b) la
pendiente del suelo y (c) el contenido de materia orgánica en el suelo.
El agua que corre sobre la superficie del suelo se llama de escorrentía. Cuando la
velocidad del agua es de más de un metro por segundo y la pendiente de un 25% o
más, si no hay protección del suelo, se van formando distintas erosiones, ya que el agua
arrastra partículas de suelo. En suelos pesados o inclusive en los francos, cuando un
aguacero es grande y el agua no penetra al suelo o lo hace lentamente, corre por
encima de éste formando arroyos que son los que inician las distintas clases de erosión..
Para evitar los procesos erosivos provocados por el agua de escorrentía, e impedir que
la velocidad del agua no sea de más de un metro por segundo, deben usarse barreras
vivas en defensa del suelo o hacerse zanjas de desagüe, cuando las pendientes son
mayores al 5%.
El suelo está constituido por pequeñas partículas que tienen carga eléctrica negativa y
alrededor de ella se formen verdaderos enjambres de elementos químicos que son
nutrientes para las plantas.
Los suelos contienen desde cero (0) hasta 300 mEq x 100 grs de suelo. Un suelo es
fértil cuando tiene más de 30 mEq x 100 grs de suelo.
El pH del suelo es una medida de su acidez activa. Un pH de 7,0 es neutro; valores más
bajos indican acidez y valores más altos alcalinidad.
El pH del suelo regula la disponibilidad de nutrientes y la presencia de elementos tóxicos
como Aluminio, hierro y Manganeso, así:
Aluminio: en suelos con pH menor de 4,5 aumenta volviéndose tóxico para las
plantas.
Molibdeno: no puede ser aprovechado por las plantas en suelos con pH menor de 5.
La recuperación de los suelos salinos puede efectuarse por un lavado de mismo por
inundación con aguas libres de sales, siempre que exista calcio suficiente en la solución
para mantener floculadas las arcillas y permitir una permeabilidad aceptable. No
obstante es conveniente la instalación de un sistema de drenaje artificial, mediante la
instalación de tubos porosos bajo el suelo o, al menos, bajo la zona de enraizamiento de
las plantas, como puede apreciarse en la figura de la izquierda.
Las arenas, arcillas y limos son los principales agregados del suelo. Estos agregados
están compuestos por elementos nutrientes o minerales.
Las plantas como todo ser vivo, nacen, crecen, se reproducen y mueren. Para cumplir
con estas funciones requieren de alimento, el cual lo extraen del suelo. Los nutrientes
del suelo se clasifican en mayores, secundarios y menores.
Los NUTRIENTES MAYORES son Nitrógeno (N), Fósforo (P) y Potasio (K). Se llaman
mayores porque son requeridos en grandes cantidades por las plantas.
Los NUTRIENTES SECUNDARIOS que requieren las plantas son Calcio (Ca),
Magnesio (Mg) y Azufre (S).
Todos estos elementos están en diferentes cantidades, dependiendo del tipo de suelo y
si éste es o no ácido. A medida que aumenta la acidez del suelo, disminuye la
solubilidad del nutriente. Si el suelo es altamente alcalino, estos elementos se vuelven
tóxicos.
Los cultivos temporales como maíz y yuca se pueden alternar con cultivos de
leguminosas comerciales como fríjol y soya (rotación de cultivos): el Nitrógeno se
fija durante el ciclo de cultivo de las leguminosas y es aprovechado por el
siguiente cultivo. También es posible la asociación de cultivos, como la mezcla de
fríjol y maíz, al igual que el establecimiento de cultivos en franjas intercaladas.
Los nitratos acidifican menos el suelo. El Nitrón contiene 26% de Nitrógeno. Por
estar recubierto de una especie de arcilla, el Nitrógeno se incorpora lentamente al
suelo.
Uno de los grandes problemas que se presentan con el Fósforo del suelo es que aun
encontrándose entre sus componentes, no es asimilable para las plantas debido a la
forma química en que generalmente se encuentra. Este problema se agrava en suelos
con pH inferior a 5, en los cuales el Aluminio se une al Fósforo, haciéndolo insoluble
para las plantas.
Las FUENTES CON MAYOR CONTENIDO DE FÓSFORO son Roca fosfórica, Calfos,
Escorias Thomas y Superfosfato. Otra forma de incorporar Fósforo disponible al suelo es
mediante aplicaciones de cal. En suelos ácidos lo más indicado es aplicar compuestos
que contengan Calcio como el Calfos.
Las primeras muestran de deficiencia aparecen en las hojas más viejas, que
presentan un amarillamiento en los bordes, desde amarillo pálido hasta pardo
amarillento mezclado con puntos rojizos. Estos bordes se van secando llegando
hasta un color marrón parduzco.
En las plantas de hoja larga se secan las puntas y el borde de las hojas más
viejas y se presenta secamiento de las hojas más jóvenes. En forma general, la
nervadura central siempre permanece verde.
Los suelos de regiones donde llueve mucho (Amazonía y Chocó) se van empobreciendo
en contenido de Potasio.
Algunos cultivos como la caña de azúcar, los cereales, los tubérculos y el plátano son
altamente extractores de Potasio. Por ejemplo, el plátano extrae anualmente hasta
1.500 kilos de Potasio por hectárea.
NUTRIENTES SECUNDARIOS
Calcio: el Calcio es un nutriente escaso en suelos ácidos. Este nutriente cumple con
la función de ayudar al crecimiento de la raíz y el tallo de las plantas; además,
permite que la planta tome del suelo los nutrientes con mayor facilidad.
La planta presenta hojas pequeñas y deformes, con las puntas y los bordes
encorvados hacia abajo.
Las hojas pueden mostrar áreas o manchas necróticas por muerte del material
vegetal.
Las raíces se desarrollan muy poco.
La mayor parte de los suelos tropicales húmedos son ácidos y poco fértiles, presentando
problemas como los siguientes: exceso de Aluminio volviéndose tóxico y deficiencias de
Fósforo, Calcio, Potasio, Magnesio y Molibdeno.
Para manejar estos problemas se recomienda hacer aplicaciones de cal al suelo. Sin
embargo, esta práctica es riesgosa y puede afectar la fertilidad futura del suelo.
Para el encalamiento de los suelos existen diferentes FUENTES DE CAL, unas con más
ventajas que otras.
La CAL AGRÍCOLA es conocida en forma natural como piedra caliza o piedra de cal.
Contiene un mínimo de 70% de Carbonato de Calcio (CaCO 3). Al aplicarla al suelo debe
estar finamente molida, para que se produzca la absorción. Es la fuente de cal más
recomendada debido a que su reacción en el suelo es lenta, lo que disminuye el riesgo
de que se desplacen otros nutrientes del suelo en forma masiva por lixiviación.
La CAL VIVA O ROCA FOSFÓRICA, conocida también como Oxido de Calcio (CaO) es
la piedra caliza calcinada o quemada en hornos. Se consigue en el comercio en forma
de terrones y para aplicarla al suelo es necesario molerla finamente. Reacciona
rápidamente en el suelo, exponiendo a otros nutrientes al fenómeno de la lixiviación.
Las ESCORIAS THOMAS O CALFOS son subproductos de la industria del acero. Son
ricas en Fósforo, el cual contienen aproximadamente en un 14%. Se aplican también
como fuente de Fósforo.
NUTRIENTES MENORES
Son elementos que las plantas necesitan en cantidades mucho más pequeñas y
generalmente se encuentran en el suelo. Sin embargo, en algunos casos es posible que
se presenten deficiencias de uno o varios de estos nutrientes, afectan el crecimiento y
desarrollo de las plantas.
El Boro es muy importante en los cultivos de leguminosas como la alfalfa, pues ayudan
a la formación de nódulos en las raíces, los que, mediante la acción de bacterias del
género rizobium, fijan nitrógeno del aire para ser utilizado en la nutrición de estas
plantas.
El Zinc contribuye con la formación de las hormonas en las plantas; además, coadyuva
en el crecimiento de tallos y raíces.
3.4. EL ANÁLISIS DE SUELOS
Para conocer fertilidad del suelo y darle un buen manejo es recomendable hacer un
ANÁLISIS DE SUELOS cada dos años, lo que permite conocer las características
físicas y químicas así como determinar la calidad y cantidad de nutrientes disponibles
para las plantas. Con esta información el técnico puede tomar decisiones acertadas para
recomendar sobre tipo de fertilizantes, dosis de aplicación, herramientas y manejo de
los suelos.
Se hace para:
◊ No empacar las muestras en bolsas que hayan sido usadas con fertilizantes o
sustancias químicas.
Herramientas:
◊ Bolsa plástica
◊ Palín o pala cuadrada
◊ Balde
◊ Machete
Información Operacional.
EN LA MUESTRA DE SUELO
pH: potencial de Hidrógeno, lo que significa la acidez del suelo. Se considera que un
suelo es ácido cuando el pH va de 1 a 7 y es básico cuando va de 7 a 14.
Los suelos tropicales, debido a la alta precipitación existente, son en general suelos
ácidos, mientras que los suelos de zonas desérticas y del trópico seco son en general
suelos básicos.
Las plantas cultivadas en general crecen en forma satisfactoria en suelos que van entre
pH de 5 hasta 8. Cuando la acidez es extrema se utiliza para su corrección
generalmente carbonato de calcio, pero no es el calcio el que corrige la acidez sino que
es el carbonato, el cual reacciona con los hidrógenos y los precipita en forma de agua.
El pH de los suelos de los Llanos Orientales, por pertenecer esta zona agroecológica al
bosque húmedo tropical, son en general ácidos, por lo tanto, para que crezcan las
plantas cultivadas en forma normal se necesita la aplicación de correctivos.
Materia orgánica: proviene de la descomposición de materiales vegetales y animales.
Es fundamental para el buen desarrollo de las plantas y para los microorganismos del
suelo, los cuales interactúan con las raíces de las anteriores para facilitar la penetración
de los iones del suelo.
En el análisis del suelo se expresa como porcentaje y se multiplica por el factor 20 para
determinar la cantidad en kilogramos de Nitrógeno presentes en el suelo.
Los suelos de los llanos Orientales son en general deficientes en materia orgánica, ya
que la temperatura y precipitación imperantes no facilitan su acumulación.
Los suelos de los Llanos Orientales van desde muy pobres, como es el caso de las
sabanas, hasta muy ricos, como es el caso de la zona de Lejanías en el departamento
del Meta.
Aluminio: el aluminio es tóxico para las plantas y muy pocas especies vegetales, como
por ejemplo los pastos y el marañón, pueden crecer en suelos saturados con este
elemento.
Los suelos de los Llanos tienen cantidades medias de aluminio intercambiable entre 1 y
5 miliequivalentes, por lo tanto hay que hacer correcciones.
Calcio: es fundamental para el desarrollo de los tejidos de las plantas en crecimiento y
para endurecer las paredes celulares. Ayuda a penetrar otros cationes como es el caso
del potasio, pero aplicaciones excesivas de este elemento hacen un efecto contrario.
Los suelos de los Llanos Orientales van desde muy pobres (menos de 0.10 meq.) hasta
ricos (más de 0.7 meq). Un miliequivalente de potasio equivale a 940 kg. de óxido de
potasio o a 780 kg. de potasio por hectárea.
Hierro: con excepción de los suelos de vega, los suelos de los Llanos Orientales son
ricos en este elemento (entre 50 y más de 300 partes por millón). Es tóxico para las
plantas en cantidades excesivas. Cuando se siembran lotes nuevos con arroz riego se
oxida formando óxido de hierro el cual rodea las raíces impidiendo la entrada de otros
iones, mientras que en otros cultivos compite con otros cationes.
Textura del Suelo: en el análisis del suelo también aparece uno de los aspectos físicos
más importantes del suelo como es la textura.
Conocer la textura es importante ya que es una guía para aspectos como el riego y la
dosificación de la fertilización, especialmente.
Una vez el laboratorio de suelos entrega los resultados, en él aparecen en un cuadro las
diferentes características físicas y químicas del suelo.
Tomando como ejemplo un típico análisis de suelo de vega de los Llanos Orientales, se
analizan a continuación los respectivos componentes del cuadro:
La vida en la tierra tiene una antigüedad aproximada entre 3500 y 4000 millones
de años, de los cuales 2500 millones correspondieron a la evolución de las
bacterias como únicos seres en el planeta; éstas han sido las responsables de
crear el medio ambiente ideal para que otras formas vivientes pudieran
evolucionar; por ejemplo, crear una atmósfera con la combinación natural de
gases que hoy tiene y mantener una base alimentaría para el desarrollo de formas
superiores de vida.
a. VIRUS: Por ser los organismos más simples sólo pueden reproducirse como
parásitos. Todos viven a expensas de otros organismos y son causantes de
enfermedades. En la agricultura son ventajosos aquellos causantes de enfermedades
a las plagas de los cultivos.
Quiere decir esto que el 0,27% está representado por un contenido orgánico vivo. Sin
embargo, esta pequeña porción de vida es capaz de contribuir fertilizando la tierra en
una proporción admirable: 10 veces su peso vivo.
Por tanto, es preciso asumir un nuevo concepto frente al suelo, como un recurso
sumamente complejo y frágil, haciendo énfasis en el importante papel biológico
que cumple, el cual se constituye en su principal función como parte de los
sistemas de producción agropecuaria, cualquiera sea su propuesta.
Definición
Historia
Las micorrizas se han agrupado sobre la base de la anatomía de las raíces que
colonizan en:
- Ectomicorrizas
- Ectendomicorrizas
- Endomicorrizas.
En forma general, los beneficios que representa para la planta la asociación con
hongos MVA son muchos y muy variados, catalogándose como directos e
indirectos.
No existe ninguna duda de que la función más importante de la MVA para la planta es
la nutricional. Mediante el micelio externo la raíz micorrizada explora un mayor
volumen de suelo para la absorción de nutrientes, en especial los poco móviles, como
son: fósforo (P), zinc (Zn), azufre (S), calcio (Ca), molibdeno (Mo), boro (B), etc.
Otros beneficios directos que desempeña la MVA sobre la planta son: inducir la
síntesis de hormonas vegetales, mejorar la resistencia o resistencia de la planta a
enfermedades radicales y aumentar la eficiencia de otros simbiontes como Rhizobium,
Azotobacter, etc.
El uso de inoculantes biológicos no puede seguir las mismas reglas que se aplican en
el caso de los insumos químicos. Por tratarse de un insumo biológico, el
inóculo micorrícico tiene requerimientos de control de calidad y especificaciones de
aplicación distintas a los químicos. En la selección de un inoculo comercial deben
tenerse en cuenta unos parámetros mínimos como son:
En conclusión, bajo condiciones tropicales, donde los suelos son con frecuencia
pobres en nutrientes, particularmente fósforo y nitrógeno, la micorriza se
constituye en un excelente recurso para la producción. La micorriza puede ser
aplicada en semilleros, viveros, al trasplante, al momento de la siembra, en
cultivos establecidos, en pastos, colocándola debajo de la semilla o lo más cerca
posible de la zona de raíces.
Haciendo un recorrido a través de los tiempos históricos se puede concluir que las
civilizaciones existen mientras duren sanos sus suelos. Las actividades humanas están
afectando este recurso vital. Hay pruebas de que la decadencia de los imperios
de Asia Menor, Norte de África, Roma, Grecia y las civilizaciones de América Central
fue motivada en gran parte por el manejo erróneo de los recursos naturales, teniendo
gran impacto negativo la erosión del suelo causada por la tala de sus bosques en
zonas de ladera y planicies, las prácticas agrícolas de la arada del suelo, las quemas y
el riego.
En el mundo se ha calculado que las pérdidas de suelo por las prácticas agrícolas
oscilan entre los rangos de 10 a 60 toneladas métricas por hectárea y por año. En
Brasil se descubrió que cuando una empresa agroindustrial producía una tonelada de
granos, la finca perdía un promedio de 10 toneladas de suelo por efecto de la erosión.
Entonces el suelo vivo es la mayor riqueza que puede tener una nación, y si antes
era catalogado como un recurso natural renovable hoy se le considera como no
renovable al menos de forma inmediata.
Uno de los mitos acerca de los trópicos es la fertilidad de sus suelos, el cual ha
creado falsas expectativas en agricultores y gobiernos. Apoyados en este mito se
promovieron las colonizaciones de grandes zonas de los bosques o selvas tropicales,
ya fuera en las llanuras o más grave aún, en las zonas de ladera.
El suelo del trópico húmedo conserva la mayoría de sus nutrientes en la biomasa que
conforma la rizosfera y no en los horizontes profundos del mismo. Los suelos
tropicales, superficiales, carecen de mecanismos orgánicos y bióticos de
retención, de modo que cualesquiera nutrientes presentes en él son drenados
rápidamente. El suelo del bosque húmedo tropical sólo puede prosperar en suelos
pobres, gracias a las múltiples adaptaciones mutualistas y de recirculación dentro de
la biomasa de la comunidad forestal.
Existe un frágil equilibrio entre la materia orgánica vegetal y animal del bosque y la
estructura del suelo. La humedad del agua evapotranspirada por la vegetación, la
minimización del efecto del viento, la protección del suelo contra la radiación solar
y el impacto de lluvias tropicales están determinados, en última instancia, por la
cobertura arbórea.
Cuando se tala una selva tropical todos los mecanismos adaptativos son
destruidos y la tierra se transforma en potreros o cultivos deficientes e
insostenibles como agrosistemas.
Figura 12. Un boceto de una granja convencional. Ideas de cómo producir biomasa
dentro de la granja están en color verde. (IFOAM, 2003).
5.3. Practicas de conservación de suelos.
Cuando comparamos los niveles de humus de hace 30 años, que eran del 5%, con los
niveles de hoy, que son del orden del 1% al 2%, podemos comprobar que con la
agricultura basada en el uso intensivo de agroquímicos, el sistema de apoyo biológico
que necesitan los microorganismos benéficos viene disminuyendo notable y
continuamente.
En tales condiciones, después de que pasan uno o dos años, en tierras de barbecho, la
paja y los residuos vegetales o de rastrojos no se degradan: lo que pasa es que la tierra
ha muerto lentamente.
La EROSION es uno de los fenómenos que es preciso controlar con la mayor urgencia
y dedicación posibles. Consiste en el desprendimiento y transporte de las diferentes
partículas del suelo. Es producida, principalmente, por el agua (erosión hídrica) y por el
viento (erosión eólica).
Para un manejo agroecológico del suelo es preciso entender algunos principios básicos
que rigen el comportamiento del suelo. Estos son los siguientes:
La fertilidad física del suelo es por lo tanto mejorada con la aplicación de M.O., pero
también la fertilidad química y biológica. Es así que durante el proceso de
descomposición de la M.O hacia la formación del humus, se liberan diversos nutrientes
(nitrógeno amoniacal y nítrico, ácidos fosfórico, azufre, calcio, potasio, magnesio, etc.)
que las plantas pueden aprovechar.
Tanto la Región Andina, como la Selva Alta Amazónica, por sus condiciones tipográficas
y climáticas, están expuestas a procesos erosivos, que pueden afectar severa a los
suelos, si no se aplican medidas oportunas de control de la erosión.
Dentro de estas medidas, por su efecto eficaz así como por su menor costo cabe
resaltar la importancia de las prácticas de carácter agronómico o biológico, con uso
adecuado de la vegetación.
Agroforestría
El uso asociado del árbol y/o arbusto con los cultivos de corto período vegetativo, es
una práctica agroecológica que ofrece múltiples beneficios.