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RECOPILACIÓN BIBLIOGRÁFICA

SUELOS: COMPONENTES, PROPIEDADES Y CARACTERÍSTICAS


FÍSICAS Y QUÍMICAS

MÓNICA STELLA ROJAS HENAO


Profesional en Manejo Agroecologico y de Poscosecha
Instructora Tcnologías Agrícolas

SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE – SENA


CENTRO AGROINDUSTRIAL DEL META – SEDE HACHÓN
VILLAVICENCIO, META.
2012
1. CONCEPTO, COMPONENTES Y PROPIEDADES DEL SUELO.

Los suelos son el resultado de la degradación de las rocas a través del tiempo, por
acción del clima, los organismos y la topografía.

El SUELO puede definirse como una mezcla de materiales inorgánicos, materiales


orgánicos, agua y aire. Es la parte superior de la corteza terrestre, de espesor variable,
que, gracias a la incorporación de materia orgánica y a la acción de diversos procesos
físicos, químicos y biológicos, permite la vida y el desarrollo de las plantas.

El SUELO no es un sistema estático, es una estructura viva, que día a día sufre
procesos de cambio por efecto de las reacciones químicas y biológicas que en él ocurren
y por la actividad de los millones de microorganismos que contiene.

El SUELO es un ecosistema especialmente rico en organismos microscópicos. Mientras


más rico es el suelo en estas diferentes especies de organismos, más eficiente es en su
funcionamiento de transformar sus materiales orgánicos e inorgánicos en nutrientes
asimilables por las plantas para lograr su crecimiento, desarrollo y productividad.

1.1. COMPONENTES DEL SUELO

El suelo consta de partículas minerales, materia orgánica y poros, las partículas


minerales se originan en el subsuelo y las rocas que se desintegran en partes cada vez
más pequeñas a través de procesos físicos y químicos.

1.1.1. El MATERIAL INORGÁNICO está compuesto por las llamadas sustancias


minerales, que conforman el 45% de un suelo en condiciones normales. Son el
resultado de los procesos evolutivos que han venido ocurriendo en la tierra desde
que ésta se formó, como son las erupciones volcánicas, terremotos, glaciales, y
maremotos.

Las partículas minerales del suelo se dividen en cuatro grupos según su tamaño:

 La grava y las piedras: Las partículas mayores de 2 milímetros.


 La arena: Las partículas de 0.05 a 2 milímetros; pueden sentirse entre
 los dedos.
 El limo: Las partículas de 0.002 a 0.05 milímetros.
 La arcilla: Las partículas más pequeñas que 0.002 milímetros.
1.1.2. La MATERIA ORGÁNICA es uno de los principales componentes físicos del
suelo. Un suelo, en condiciones normales debe contener un 5% de ella. De la
materia orgánica depende la vida microbiológica del suelo.

La MATERIA ORGANICA resulta de la acumulación y descomposición de residuos


animales y vegetales. Cuando está bien descompuesta recibe el nombre de Humus. Los
desechos vegetales y animales pasan a convertirse en elementos mejoradores de las
condiciones físicas y químicas del suelo y asimilables por las plantas. Solamente a través
de este proceso se mejora la fertilidad del suelo.

Además de ser fuente de nutrientes como Nitrógeno, Fósforo y Azufre, la materia


orgánica tiene influencia benéfica sobre algunas propiedades de los suelos tales como:
estructura, porosidad, retención del agua, retención de cationes intercambiables,
población de microorganismos y fijación del Fósforo. Es una fracción indispensable para
mantener la fertilidad del suelo, dado que mantiene y mejora las características tanto
físicas como químicas.

Una gran cantidad de seres vivos habitan el suelo: lombrices, escarabajos, arañas,
gusanos y muchos más microorganismos que no podemos observar. Ellos son seres
vivos que nacen, crecen, se reproducen y mueren. Este ciclo permite transformar el
suelo en varios aspectos.

Al moverse de un sitio a otro, muchos de estos seres vivos colaboran con el agricultor
formando pequeños huecos y túneles que aumentan la porosidad del suelo, y esto
permite que la humedad y las raíces penetren con mayor facilidad. Otros seres se
alimentan de insectos y desechos vegetales y animales; al consumir rastrojos y
estiércol, convierten estos materiales en excretas, cuyos minerales son utilizados de
inmediato por las plantas. Estas excretas aglutinan y unen suavemente las partículas del
suelo.

La materia orgánica constituye el cinco por ciento de un suelo normal. Muy pocas veces
encontramos más de cinco kilos de materia orgánica en cien kilos de suelo.

El HUMUS es la parte de la materia orgánica que ha perdido la estructura original, pero


que es resistente al proceso de mineralización. Tiene características químicas especiales
y diferentes propiedades, destacándose las siguientes:

 Mejora la fertilidad del suelo al aumentar su capacidad para retener e intercambiar


los nutrientes. Cuando el humus está presente, el suelo pierde menos nutrientes
por acción de la lixiviación. El humus se convierte en una verdadera reserva de
nutrientes para las plantas.

 Evita que los suelos se vuelvan ácidos o alcalinos, tendencia presente en los suelos
tropicales una vez se tala el bosque y se establecen cultivos.
 El humus se convierte en un reservorio de agua, porque aumenta la capacidad del
suelo para retener humedad y así crear mejores condiciones para el crecimiento y
desarrollo de las plantas.

 Mejora las condiciones físicas del suelo al aumentar la granulación de las


partículas, mejorando textura, porosidad y circulación del aire.

 El humus regula actividad biológica favoreciendo la multiplicación de los


microorganismos benéficos a las plantas y al suelo.

 Forma conjuntos orgánicos que atrapan minerales como Hierro, Magnesio y


Manganeso, evitando que estos se pierdan al ser arrastrados y que las raíces no
los alcancen.

La MACROFAUNA DEL SUELO está compuesta principalmente por lombrices, ácaros y


larvas de insectos. Estos organismos cumplen con las siguientes funciones:

o Transportan la materia orgánica de un lugar a otro


o Forman pequeños túneles contribuyendo a la circulación del agua y del oxígeno
en el suelo
o Transforman los desechos vegetales y animales en humus, el mejor alimento
para el suelo
o Forman grumos con las partículas del suelo, evitando la erosión y facilitando la
penetración de las raíces en el suelo.

La MICROFAUNA DEL SUELO está conformada por bacterias, hongos y


actinomicetos. Son seres microscópicos que tienen las funciones de transformar la
materia orgánica en minerales que son asimilados por las plantas y de ayudar a capturar
Nitrógeno del aire para fijarlo en el suelo.

1.1.3. El AGUA y el AIRE constituyen el 50% por ciento del suelo, ocupando los
espacios porosos entre las partículas sólidas. Circulan ocupando los espacios y
los poros entre las partículas sólidas del suelo.

1.2. EL PERFIL DEL SUELO

Cuando se hace un corte vertical del suelo se observan varias capas que varían en
espesor, color, textura y estructura, dependiendo del manejo de los suelos y de las
condiciones bajo las cuales se ha formado.
Normalmente en un perfil de un metro de profundidad, encontramos los tres horizontes
que generalmente conforman un suelo.

Horizonte A: Es la primera capa del suelo, la más superficial, en la que se


presenta la mayor actividad biológica. Es rica en materia orgánica y su color es oscuro.
En esta capa están presentes las raíces de las plantas. Es la capa fértil del suelo.

Horizonte B: Se encuentra debajo de la capa más superficial del suelo


(Horizonte A). Es una capa más compacta y tiene colores más claros. Se registra poca
actividad biológica y se presenta un bajo porcentaje de materia orgánica.

Horizonte C: En él hay presencia de rocas. No está presente la materia


orgánica y existe muy poca actividad microbiológica.

2. LAS CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL SUELO

El suelo consta de partículas minerales, materia orgánica y poros, las partículas


minerales se originan en el subsuelo y las rocas que se desintegran en partes cada vez
más pequeñas a través de procesos físicos y químicos.

Las partículas minerales del suelo se dividen en cuatro grupos según su tamaño:

 La grava y las piedras: Las partículas mayores de 2 milímetros.


 La arena: Las partículas de 0.05 a 2 milímetros; pueden sentirse entre
 los dedos.
 El limo: Las partículas de 0.002 a 0.05 milímetros.
 La arcilla: Las partículas más pequeñas que 0.002 milímetros.

2.1. TEXTURA

Es la propiedad física del suelo que se refiere a la proporción en que se encuentran los
diferentes agregados de la fracción mineral del suelo. Dichos agregados son: arcilla,
limo y arena.

 Suelos de textura arenosa

La fracción arena representa el 70% o más de los agregados de la fracción mineral de


los suelos. Son suelos sueltos con mucha aireación y alta porosidad. Presentan baja
retención de la humedad, siendo muy permeables. Generalmente su fertilidad es baja,
especialmente si se encuentran en zonas de alta incidencia de lluvias.
Permiten un buen desarrollo de las raíces, pero requieren de un mayor suministro de
nutrientes debido a su poca capacidad de almacenarlos y retenerlos.

 Suelos de textura arcillosa

Son suelos pesados en los que predomina la fracción de las arcillas. Generalmente
presentan buenas propiedades químicas, pero sus propiedades físicas los hacen poco
manejables. Son muy duros cuando están secos y son pegajosos cuando están mojados.

Son suelos no permeables que se erosionan fácilmente, porque el agua no penetra sino
que corre superficialmente arrastrando los nutrientes. Se quedan pegados a las
herramientas y se encharcan fácilmente afectando a los cultivos por falta de aire en las
raíces.

Sin embargo, son suelos ricos en nutrientes que mejoran sus propiedades físicas cuando
se les adiciona materia orgánica.

 Suelos de textura limosa

Son suelos intermedios entre los arenosos y los arcillosos, en los que predomina el limo.
Aunque tienen buenas propiedades físicas y químicas, retienen demasiada agua hasta el
punto de presentar encharcamiento, produciendo deficiencia de oxígeno en las raíces de
las plantas. Es muy común que las plantas mueran por efecto de pudriciones
radiculares.

Presentan alta retención de humedad y deficiente aireación; en ellos, la descomposición


de la materia orgánica es un proceso lento.

 Suelos de textura franca

Son los suelos ideales porque presentan una proporción equilibrada entre arena, limo y
arcilla. Presentan propiedades físicas y químicas óptimas para el crecimiento de las
plantas. Presentan buena retención de la humedad y aireación apropiada.

Generalmente son suelos con alto contenido de materia orgánica. Facilitan el laboreo y
permiten el desarrollo de las raíces. Además, tienen un buen contenido de nutrientes.

2.2. ESTRUCTURA
Es la forma como están dispuestos los agregados o partículas sólidas (limo, arena y
arcilla) en el suelo. Es la manera como se unen las partículas para formar terrones o
grumos.
La estructura es la propiedad física más importante de los suelos. De ella dependen el
desarrollo radicular de las plantas, la porosidad, la aireación, la permeabilidad y la
capacidad de intercambio del aire y el agua.

 Suelos de estructura laminar

Las partículas del suelo están unidas en forma de láminas o cajas. Los suelos que tienen
estas características, de una parte, presentan dificultades para el desarrollo de las
raíces, y de otro lado, en ellos el movimiento del agua y del aire es lento. Son suelos
que se encharcan con facilidad y que presentan un mal drenaje.

 Suelos de estructura columnar

Los agregados del suelo se disponen de forma vertical como formando columnas. Se
presenta un movimiento rápido del agua y, por tanto, poca o baja capacidad de
retención de la humedad. Generalmente, estos suelos son pobres en materia orgánica y
en población de microorganismos. No ofrecen buenas condiciones para el desarrollo
radicular de las plantas.

 Suelos de estructura granular

Es la estructura ideal para los suelos: los agregados son partículas muy pequeñas,
porosas, que permiten la aireación. En este tipo de suelos se presenta apropiada
aireación y buena retención de la humedad. Son fáciles de trabajar, así como ricos en
materia orgánica y en actividad microbiológica.

2.3. LOS ESPACIOS POROSOS EN EL SUELO

Como resultado de la textura y la estructura, se encuentran en el suelo espacios no


ocupados por las partículas sólidas, llamados espacios porosos o poros del suelo.

Estos poros contienen agua y aire. El aire proporciona oxígeno para las raíces de las
plantas. El agua es el vehículo a través del cual se movilizan grandes cantidades de
nutrientes que son absorbidos por las raíces.

Los SUELOS ARENOSOS presentan poros muy grandes, los cuales hacen que el suelo
tenga una menor capacidad de retención de la humedad y cuando se encuentran en
regiones muy lluviosas se pierden los nutrientes por lixiviación, o sea por arrastre hacia
los horizontes inferiores.

Los SUELOS ARCILLOSOS tienen poros muy pequeños, lo que dificulta la circulación
del agua, razón por la cual se presentan encharcamientos.

Para lograr un término medio en el tamaño de los poros, lo cual es lo más deseable, es
necesario aplicar MATERIA ORGÁNICA a los suelos.

2.4. PERMEABILIDAD

Esta propiedad tiene que ver con la rapidez con la cual el agua se mueve a través de los
poros del suelo. Explica el movimiento del agua desde la superficie del suelo hacia las
capas inferiores del mismo.

Una buena permeabilidad permite una buena aireación y una buena capacidad del suelo
para retener la humedad. Cuando el suelo tiene buena permeabilidad, las raíces son
amplias, no encuentran impedimentos para crecer normalmente y no se deforman.

Cuando el suelo es impermeable no permite el paso del agua ni la penetración de las


raíces, las que se aglutinan y no tienen buen desarrollo. Las plantas no se pueden
alimentar convenientemente, quedándose pequeñas y amarillentas.

2.5. EL COLOR DE LOS SUELOS

Generalmente, Los suelos tienen un color oscuro que se va aclarando a medida que se
profundiza. El color oscuro indica buena presencia de materia orgánica.

Los colores pardos, rojizos y un poco amarillentos son indicadores de suelos con buena
circulación de aire, buena actividad de los microorganismos y buen drenaje. Son aptos
para casi todos los cultivos, aunque no son muy fértiles.

Los colores grises y azulosos indican que los suelos han permanecido encharcados y
presentan dificultades para la agricultura.

2.6. CLASES DE SUELOS

 Suelos profundos

Un suelo es profundo cuando la profundidad de la capa arable es de 40 centímetros en


adelante. Las raíces de las plantas pueden penetrar, según la profundidad, hasta más
de un metro sin ningún tropiezo, lo que les permite encontrar mayor cantidad de
nutrientes.

 Suelos superficiales

Estos suelos tienen más o menos 15 centímetros de profundidad. Las raíces de las
plantas penetran muy poco porque encuentran tropiezos como agua acumulada cerca
de la superficie, rocas y piedras también muy cerca de la superficie, capas de suelo
endurecidas o sales dañinas.

2.7. DRENAJE

Este fenómeno explica la rapidez con que los suelos se libran de los excesos de agua
después de un aguacero.

El DRENAJE INTERNO explica la rapidez con que el agua se mueve y penetra dentro
del suelo.

En suelos arenosos y sin cobertura vegetal, cuando el agua penetra verticalmente y con
velocidad, arrastra no solamente la materia orgánica que hay en el suelo, sino los
nutrientes como Nitrógeno, Fósforo y Potasio, fenómeno conocido como lixiviación.
Esto sucede cuando el suelo está muy escaso en materia orgánica.

Si hay materia orgánica presente en cantidades de un 25%, el drenaje interno no se


torna peligroso, ya que la materia orgánica mejora la textura de los suelos, haciéndolos
más pesados y más retenedores de agua.

Cuando el drenaje interno es lento (suelo arcilloso o gredoso), se producen


encharcamientos.

El DRENAJE EXTERNO se relaciona con la rapidez con que el agua se mueve por
encima de la superficie del suelo.

Este fenómeno está influenciado por tres aspectos: (a) la velocidad del agua, (b) la
pendiente del suelo y (c) el contenido de materia orgánica en el suelo.

El agua que corre sobre la superficie del suelo se llama de escorrentía. Cuando la
velocidad del agua es de más de un metro por segundo y la pendiente de un 25% o
más, si no hay protección del suelo, se van formando distintas erosiones, ya que el agua
arrastra partículas de suelo. En suelos pesados o inclusive en los francos, cuando un
aguacero es grande y el agua no penetra al suelo o lo hace lentamente, corre por
encima de éste formando arroyos que son los que inician las distintas clases de erosión..
Para evitar los procesos erosivos provocados por el agua de escorrentía, e impedir que
la velocidad del agua no sea de más de un metro por segundo, deben usarse barreras
vivas en defensa del suelo o hacerse zanjas de desagüe, cuando las pendientes son
mayores al 5%.

Donde hay encharcamientos, los cultivos mueren o se degeneran. Pero, además,


cuando se presentan encharcamientos y se dejan secar al sol, sin ser evacuados, se
forma una capa superficial delgada de poros muy pequeños, la cual absorbe sales de la
tierra, formándose, entonces, suelos básicos o alcalinos, con pH por encima de 8 ó 9.

3. LAS PROPIEDADES QUÍMICAS DEL SUELO

3.1. INTERCAMBIO CATIONICO

El suelo está constituido por pequeñas partículas que tienen carga eléctrica negativa y
alrededor de ella se formen verdaderos enjambres de elementos químicos que son
nutrientes para las plantas.

Estos elementos externos tienden a abandonar la partícula de suelo debido al fenómeno


de lixiviación, que consiste en la pérdida de nutrientes al ser arrastrados por el agua,
llevándolos a profundidades donde no son alcanzados por las raíces de las plantas.
Estos elementos perdidos son reemplazados por Hidrógeno del agua, lo cual lleva a que
los suelos se vuelvan cada día más ácidos.

La CAPACIDAD DE INTERCAMBIO CATIONICO es la capacidad que tiene el suelo


para retener e intercambiar esos elementos, evitando que se pierdan y así mantener su
fertilidad. La materia orgánica, mediante la formación de humus, aumenta esta
propiedad de los suelos, mejorando así la fertilidad.

La capacidad del suelo de retener cationes es considerada la característica más


importante de la naturaleza después de la fotosíntesis. Se mide en el laboratorio,
cuando se hace el análisis de suelos y se expresa en unidades llamadas miliequivalentes
por 100 gramos de suelo (meq/100 grs de suelo).

Los suelos contienen desde cero (0) hasta 300 mEq x 100 grs de suelo. Un suelo es
fértil cuando tiene más de 30 mEq x 100 grs de suelo.

3.2. ACIDEZ O ALCALINIDAD (pH DEL SUELO)

El pH del suelo es una medida de su acidez activa. Un pH de 7,0 es neutro; valores más
bajos indican acidez y valores más altos alcalinidad.
El pH del suelo regula la disponibilidad de nutrientes y la presencia de elementos tóxicos
como Aluminio, hierro y Manganeso, así:

Hierro: con un pH de 9 desaparece del suelo y con un pH de 4 se vuelve tóxico porque


aparece en grandes cantidades.

Fósforo: en suelos con pH menor de 4 ó 5 se vuelve prácticamente insoluble y no


puede ser aprovechado por las plantas. Es aprovechable con pH entre 5 y 8,5.

Aluminio: en suelos con pH menor de 4,5 aumenta volviéndose tóxico para las
plantas.

Boro: con pH mayor de 7 disminuye su solubilidad.

Molibdeno: no puede ser aprovechado por las plantas en suelos con pH menor de 5.

En resumen, cuando el pH es inferior a 5 se presenta un punto crítico: desaparece el


Fósforo y el Hierro, el Aluminio y el Boro se vuelven tóxicos.

Existe un rango de pH entre 5 y 8 donde las plantas tienen un desarrollo normal. La


granja óptima presenta suelos con pH entre 6,5 y 7,5.

DENOMINACIÓN DEL SUELO SEGÚN EL pH

Acidez o Alcalinidad Valor del pH

Extremadamente ácido Menor de 4,5


Muy fuertemente ácido 4,5 – 5,0
Fuertemente ácido 5,1 – 5,4
Medianamente ácido 5,6 – 6,0
Ligeramente ácido 6,1 – 6,5
Neutro 6,6 – 7,3
Suavemente alcalino 7,4 – 7,8
Moderadamente alcalino 7,9 – 8,4
Fuertemente alcalino 8.5 – 9,0
Muy fuertemente alcalino Mayor de 9,0

3.3. SALINIDAD DEL SUELO

Es la consecuencia de la presencia de sales en el suelo, más solubles que el yeso. Por


sus propias características se encuentran tanto en la fase sólida como en la fase liquida
por lo que tiene una extraordinaria movilidad.
La salinización natural del suelo es un fenómeno asociado a condiciones climáticas de
aridez y a la presencia de materiales originales ricos en sales, como sucede con ciertas
morgas y molasas. No obstante existe una salinidad adquirida por el riego prolongado
con aguas de elevado contenido salino, en suelos de baja permeabilidad y bajo climas
secos subhúmedos y más secos.

La recuperación de los suelos salinos puede efectuarse por un lavado de mismo por
inundación con aguas libres de sales, siempre que exista calcio suficiente en la solución
para mantener floculadas las arcillas y permitir una permeabilidad aceptable. No
obstante es conveniente la instalación de un sistema de drenaje artificial, mediante la
instalación de tubos porosos bajo el suelo o, al menos, bajo la zona de enraizamiento de
las plantas, como puede apreciarse en la figura de la izquierda.

3.4. LOS NUTRIENTES DE LAS PLANTAS

Las arenas, arcillas y limos son los principales agregados del suelo. Estos agregados
están compuestos por elementos nutrientes o minerales.

Las plantas como todo ser vivo, nacen, crecen, se reproducen y mueren. Para cumplir
con estas funciones requieren de alimento, el cual lo extraen del suelo. Los nutrientes
del suelo se clasifican en mayores, secundarios y menores.

Los NUTRIENTES MAYORES son Nitrógeno (N), Fósforo (P) y Potasio (K). Se llaman
mayores porque son requeridos en grandes cantidades por las plantas.

Los NUTRIENTES SECUNDARIOS que requieren las plantas son Calcio (Ca),
Magnesio (Mg) y Azufre (S).

Entre los NUTRIENTES MENORES se destacan por su importancia los siguientes:


Molibdeno (Mo), Cobre (Cu), Cobalto (Co), Hierro (Fe), Zinc (Zn), Boro (B), Manganeso
(Mn) y Cloro (Cl).

Todos estos elementos están en diferentes cantidades, dependiendo del tipo de suelo y
si éste es o no ácido. A medida que aumenta la acidez del suelo, disminuye la
solubilidad del nutriente. Si el suelo es altamente alcalino, estos elementos se vuelven
tóxicos.

3.4.1. NUTRIENTES MAYORES


 Nitrógeno: es uno de los nutrientes más limitantes en los suelos colombianos. Sin
él no se puede concebir la vida vegetal. Forma parte de la clorofila, proteínas y
vitaminas. Ayuda a la asimilación de otros nutrientes.

El contenido de Nitrógeno se mide en el laboratorio en porcentaje (%), apareciendo


así en los resultados de los análisis de suelos. Los contenidos de Nitrógeno
deseables oscilan entre 0.15% y 0.25%.

Cuando el suelo tiene un CONTENIDO BAJO DE NITRÓGENO se pueden presentar


los siguientes síntomas en la planta:

 Pérdida uniforme del color verde de la planta.


 Las hojas nuevas alcanzan tamaño pequeño y color amarillento.
 En cultivos perennes como el café se presenta caída de las hojas, empezando
por las más viejas.
 Crecimiento lento y raquítico de la planta.
 Cuando la deficiencia es alta, disminuye considerablemente la floración y por lo
tanto la cosecha.
 En cereales se puede presentar un macollamiento pobre, los tallos pueden
presentar coloración rojiza o púrpura y las espigas son de un tamaño pequeño.

Cuando hay EXCESO DE NITRÓGENO, lo que puede presentarse en suelos con


contenidos muy altos de materia orgánica, también se presentan problemas y se dice
que la planta “se fue en vicio”. Se presentan los siguientes síntomas:

 Las plantas crecen rápidamente.


 Los tallos son de consistencia blanda que los hace frágiles, cayéndose con
facilidad.
 Las plantas y, especialmente los tallos, son más susceptibles a enfermedades.
 Las raíces crecen lentamente, lo que puede provocar volcamiento de la planta.
 Generalmente las hojas toman un color verde oscuro

Existen al menos TRES FORMAS DE INCORPORAR NITRÓGENO AL SUELO, así:

 La manera más adecuada, desde el punto de vista de la sostenibilidad, es


aplicando materia orgánica, la que se conoce como el abono ecológico
porque permite conservar y mejorar todas las propiedades físicas y químicas del
suelo. La materia orgánica se puede preparar en la finca, como veremos más
adelante, mediante las pilas de compost.

 Sembrando leguminosas. En cultivos como café, plátano y frutales, se pueden


sembrar leguminosas como cobertura en las calles; esto permite un mayor
control de malezas y además el suelo se fertiliza con Nitrógeno, el cual es tomado
del aire y fijado en el suelo por la acción de bacterias presentes en las raíces de
las leguminosas.

 Los cultivos temporales como maíz y yuca se pueden alternar con cultivos de
leguminosas comerciales como fríjol y soya (rotación de cultivos): el Nitrógeno se
fija durante el ciclo de cultivo de las leguminosas y es aprovechado por el
siguiente cultivo. También es posible la asociación de cultivos, como la mezcla de
fríjol y maíz, al igual que el establecimiento de cultivos en franjas intercaladas.

En los potreros se pueden sembrar gramíneas (pastos) y leguminosas, en


proporción de 70% de las primeras y 30% de las segundas, con la ventaja
adicional que se mejora el contenido de proteína en la pradera, aumentando el
valor nutritivo de la ración para los animales.

 Aplicando fuentes de Nitrógeno químico, de ser necesario. Estas


aplicaciones deben hacerse con la asesoría de un técnico experimentado.

La urea contiene un 46% de Nitrógeno. Cuando se adiciona en forma exagerada


aumenta la acidificación del suelo y disminuye la población de microorganismos
benéficos.

Los nitratos acidifican menos el suelo. El Nitrón contiene 26% de Nitrógeno. Por
estar recubierto de una especie de arcilla, el Nitrógeno se incorpora lentamente al
suelo.

 Fósforo: es requerido por las plantas especialmente para el proceso de producción


de energía, por lo que ayuda al buen crecimiento de éstas. Ayuda a la formación de
raíces fuertes y abundantes. Contribuye a la formación y maduración de los frutos.
Es indispensable en la formación de semillas.

La presencia de Fósforo en los suelos colombianos es notoriamente bajo, siendo el


nutriente más escaso.

El contenido de Fósforo se mide en el laboratorio en partes por millón (ppm),


apareciendo así en los resultados de los análisis de suelos. En general, un contenido
de Fósforo por debajo de 20 ppm se considera bajo.

Ante la DEFICIENCIA DE FÓSFORO se pueden presentar las siguientes


manifestaciones:

 Se presenta crecimiento lento de la planta.


 Las hojas se endurecen y toman un color verde azuloso o, algunas veces, un
color púrpura.
 Las hojas son pequeñas y se caen prematuramente, iniciando por las más viejas.
 La producción es muy baja porque se disminuye la floración.
 Los bordes de las hojas pueden mostrar quemazón, algunas veces de color
pardo.

Uno de los grandes problemas que se presentan con el Fósforo del suelo es que aun
encontrándose entre sus componentes, no es asimilable para las plantas debido a la
forma química en que generalmente se encuentra. Este problema se agrava en suelos
con pH inferior a 5, en los cuales el Aluminio se une al Fósforo, haciéndolo insoluble
para las plantas.

Las FUENTES CON MAYOR CONTENIDO DE FÓSFORO son Roca fosfórica, Calfos,
Escorias Thomas y Superfosfato. Otra forma de incorporar Fósforo disponible al suelo es
mediante aplicaciones de cal. En suelos ácidos lo más indicado es aplicar compuestos
que contengan Calcio como el Calfos.

La aplicación de la fuente de Fósforo puede hacerse a través de la materia orgánica,


adicionándola en forma de polvo entre capa y capa al elaborar la pila de compost.

 Potasio: el Potasio ayuda a la planta a regular su contenido de agua, haciéndola


más resistente a las sequías. También ayuda a formar azúcares, almidones y aceites.
De otra parte, mejora la producción de las cosechas y ayuda a la formación de tallos
fuertes y vigorosos. Adicionalmente colabora a crear resistencia frente a ataques de
hongos.

Algunos de los SÍNTOMAS GENERALES Y COMUNES DE LA DEFICIENCIA DE


POTASIO se describen a continuación:

 Las primeras muestran de deficiencia aparecen en las hojas más viejas, que
presentan un amarillamiento en los bordes, desde amarillo pálido hasta pardo
amarillento mezclado con puntos rojizos. Estos bordes se van secando llegando
hasta un color marrón parduzco.

 En el caso de plantas de hoja ancha, las hojas tienden a enroscarse en forma


paralela a la nervadura central.

 En las plantas de hoja larga se secan las puntas y el borde de las hojas más
viejas y se presenta secamiento de las hojas más jóvenes. En forma general, la
nervadura central siempre permanece verde.

El Potasio en el suelo se encuentra en la fracción mineral mas no en la materia orgánica.


Si los suelos son ácidos, el contenido de Potasio es bajo, entre 0.02% y 0.4%. En casos
extremos, con suelos fuertemente alcalinos, el contenido de Potasio puede llegar al 7%.
En Colombia los suelos más ricos en Potasio son las vegas de los ríos Magdalena y
Cauca, algunos localizados en la Costa Atlántica y regiones en las que los suelos se han
formado sobre cenizas volcánicas.

Los suelos de regiones donde llueve mucho (Amazonía y Chocó) se van empobreciendo
en contenido de Potasio.

Algunos cultivos como la caña de azúcar, los cereales, los tubérculos y el plátano son
altamente extractores de Potasio. Por ejemplo, el plátano extrae anualmente hasta
1.500 kilos de Potasio por hectárea.

Cuando se hace encalamiento y se hacen aplicaciones de cal en el suelo en cantidades


excesivas, o cuando se aplica Magnesio en gran cantidad, se puede conducir a una
disminución grave del Potasio presente en el suelo, porque el Calcio de la cal desplaza al
Potasio y éste es arrastrado por las aguas de drenaje a horizontes profundos del suelo
donde las raíces de las plantas no lo alcanzan.

Al contrario, una fertilización excesiva con Potasio conduce a deficiencias de Calcio y


Magnesio.

Cuando se hacen aplicaciones de cal es necesario también aplicar Potasio y proceder a


hacer análisis de suelos con la asesoría de técnicos experimentados.

La fuente de Potasio más natural es el Cloruro de Potasio el cual se puede adicionar a


las pilas de compost.

NUTRIENTES SECUNDARIOS

 Calcio: el Calcio es un nutriente escaso en suelos ácidos. Este nutriente cumple con
la función de ayudar al crecimiento de la raíz y el tallo de las plantas; además,
permite que la planta tome del suelo los nutrientes con mayor facilidad.

Algunos SÍNTOMAS DE LA DEFICIENCIA DE CALCIO son los siguientes:

 La planta presenta hojas pequeñas y deformes, con las puntas y los bordes
encorvados hacia abajo.
 Las hojas pueden mostrar áreas o manchas necróticas por muerte del material
vegetal.
 Las raíces se desarrollan muy poco.
La mayor parte de los suelos tropicales húmedos son ácidos y poco fértiles, presentando
problemas como los siguientes: exceso de Aluminio volviéndose tóxico y deficiencias de
Fósforo, Calcio, Potasio, Magnesio y Molibdeno.

Para manejar estos problemas se recomienda hacer aplicaciones de cal al suelo. Sin
embargo, esta práctica es riesgosa y puede afectar la fertilidad futura del suelo.

Cuando se piense en encalar es necesario contar con la asesoría de un técnico


experimentado, para que se apliquen tan solo las cantidades de cal necesarias para
neutralizar el Aluminio intercambiable presente en el suelo, sin causar desequilibrios
nutricionales.

Para el encalamiento de los suelos existen diferentes FUENTES DE CAL, unas con más
ventajas que otras.

La CAL AGRÍCOLA es conocida en forma natural como piedra caliza o piedra de cal.
Contiene un mínimo de 70% de Carbonato de Calcio (CaCO 3). Al aplicarla al suelo debe
estar finamente molida, para que se produzca la absorción. Es la fuente de cal más
recomendada debido a que su reacción en el suelo es lenta, lo que disminuye el riesgo
de que se desplacen otros nutrientes del suelo en forma masiva por lixiviación.

La CAL VIVA O ROCA FOSFÓRICA, conocida también como Oxido de Calcio (CaO) es
la piedra caliza calcinada o quemada en hornos. Se consigue en el comercio en forma
de terrones y para aplicarla al suelo es necesario molerla finamente. Reacciona
rápidamente en el suelo, exponiendo a otros nutrientes al fenómeno de la lixiviación.

La CAL DOLOMITA es una mezcla de Carbonato de Calcio (CaCO 3) y 10% de


Carbonato de Magnesio. Esta cal es apropiada para suelos deficientes en Magnesio,
como ocurre generalmente con todos los suelos ácidos.

Las ESCORIAS THOMAS O CALFOS son subproductos de la industria del acero. Son
ricas en Fósforo, el cual contienen aproximadamente en un 14%. Se aplican también
como fuente de Fósforo.

 Magnesio: Participa en la formación de los aceites y las grasas de las plantas. Es


especialmente importante en cultivos de oleaginosas como soya y maní. Es el
principal elemento que conforma la clorofila, sustancia que le da el color verde a las
hojas. Es muy importante para la fotosíntesis.

Los PRINCIPALES SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA aparecen en las hojas más


viejas y luego avanzan hacia las hojas más jóvenes, destacándose los siguientes:
 En las hojas se presenta una pérdida del color verde entre las venas y luego un
amarillamiento.
 Cuando la deficiencia es grave, la hoja se torna amarilla y se secan los bordes
entre las venas o nervaduras.
 Finalmente, las hojas más afectadas se marchitan y se caen.

El Magnesio se consigue en forma de Carbonato de Magnesio, Oxido de Magnesio


y Sulfato de Magnesio.

NUTRIENTES MENORES

Como ya se mencionó, entre los NUTRIENTES MENORES se destacan por su


importancia los siguientes: Molibdeno (Mo), Cobre (Cu), Cobalto (Co), Hierro (Fe), Zinc
(Zn), Boro (B), Manganeso (Mn) y Cloro (Cl).

Son elementos que las plantas necesitan en cantidades mucho más pequeñas y
generalmente se encuentran en el suelo. Sin embargo, en algunos casos es posible que
se presenten deficiencias de uno o varios de estos nutrientes, afectan el crecimiento y
desarrollo de las plantas.

Para detectar estas deficiencias es necesario hacer el análisis de suelos y proceder a


adicionar los nutrientes menores en forma de fertilizantes conocidos como
micronutrientes.

El Boro es muy importante en los cultivos de leguminosas como la alfalfa, pues ayudan
a la formación de nódulos en las raíces, los que, mediante la acción de bacterias del
género rizobium, fijan nitrógeno del aire para ser utilizado en la nutrición de estas
plantas.

El Cobre aumenta el color verde en las plantas, regula su crecimiento y ayuda a la


producción de semillas.

El Hierro ayuda a la asimilación del Nitrógeno y participa en la formación de la clorofila.


Es necesario en el proceso respiratorio de las plantas.

El Zinc contribuye con la formación de las hormonas en las plantas; además, coadyuva
en el crecimiento de tallos y raíces.
3.4. EL ANÁLISIS DE SUELOS

Para conocer fertilidad del suelo y darle un buen manejo es recomendable hacer un
ANÁLISIS DE SUELOS cada dos años, lo que permite conocer las características
físicas y químicas así como determinar la calidad y cantidad de nutrientes disponibles
para las plantas. Con esta información el técnico puede tomar decisiones acertadas para
recomendar sobre tipo de fertilizantes, dosis de aplicación, herramientas y manejo de
los suelos.

CLASES DE ANÁLISIS DE DETERMINA


SUELOS
Análisis de fertilidad  Porcentaje de materia orgánica
 PH
 Partes por millón de Fósforo (ppm)
 Miliequivalencia de Potasio (mEq)
 Contenido de Aluminio
 Textura del suelo
Análisis de caracterización  Fertilidad del suelo
 Miliequivalencia de Calcio (mEq)
 Miliequivalencia de Magnesio (mEq)
 Miliequivalencia de Sodio (mEq)
Análisis de salinidad  Sustancias tóxicas presentes
 Sales solubles de Sodio, Potasio y Calcio
Análisis completo  Incluye todos los anteriores análisis

El ANÁLISIS DE SUELOS consiste en medir en el laboratorio el contenido de


nutrientes y en determinar las propiedades del suelo que influyen sobre el desarrollo y
la producción de las plantas.

Un buen análisis de suelo solo es posible si se toman correctamente las muestras.

3.4.1. TÉCNICAS PARA TOMA DE MUESTRAS DE SUELO

Información Tecnológica. Antes de iniciar una plantación es necesario tomar la


muestra de suelo con suficiente antelación, ya que si es necesario corregir problemas de
acidez o toxicidad de aluminio, los correctivos se deben aplicar oportunamente.
Igualmente, si se van a sembrar diferentes lotes es conveniente hacer un análisis
individual para cada uno de ellos.

Se hace para:

◊ Determinar características físicas y químicas del suelo.


◊ Conocer el estado de fertilización de los lotes de la finca.
◊ Ubicar los lotes aptos para el cultivo del plátano.
◊ Hacer más eficiente y económica la fertilización.
◊ Las muestras de suelo deben tomarse dos o tres meses antes de sembrar, en caso
que se tengan que aplicar correctivos al suelo para que estos puedan actuar
correctamente.

Se deben tener en cuenta aspectos como:

◊ Es conveniente tomar varias muestras de suelo donde se va a sembrar, con el objeto


de que esta sea lo más representativa del lote.

◊ No empacar las muestras en bolsas que hayan sido usadas con fertilizantes o
sustancias químicas.

◊ Evitar fumar o dejar caer cenizas de cigarrillo sobre la muestra al manejarlas.

◊ Duplicar el formato de rótulo anexo, para facilitar la recolección de información.

Herramientas:

◊ Bolsa plástica
◊ Palín o pala cuadrada
◊ Balde
◊ Machete

Información Operacional.

 Dibujar un mapa del predio dividido en lotes (no mayores a 8 hectáreas).


 Ubicar los sitios de muestreo en cada lote y en forma de zig zag.
 Evitar tomar las muestras en lugares que han sido caminos, cerca de acequias y
donde se han colocado fertilizantes, residuos de cosechas o excretas de
animales.
 Recorrer el terreno y señalar los puntos de muestreo.
 Limpiar de maleza u hojarasca el lugar de muestreo.
 Hacer un hueco en forma de V. de 20 a 25 cm de profundidad.
 Con la misma pala, cortar una tajada de suelo de 3 cm de grueso en una pared
del hueco.
 Colocar la faja de suelo en el balde y repetir la operación en los demás puntos de
muestreo.
 Las muestras recogidas del lote se mezclan en el mismo balde, desmoronando los
terrones y sacando las raíces y piedras que pueda tener.
 Luego en una bolsa plástica limpia, separar aproximadamente un kilo de suelo ya
mezclado.
 Rotular las muestras para ayudar a la formulación de las recomendaciones,
observar muestra de rotulo.

MUESTRA DE ROTULO PARA ANEXAR

EN LA MUESTRA DE SUELO

Muestra No. ___________Fecha de recolección:


Nombre del propietario:
Nombre de la finca:
Ubicación de la finca:
Municipio:
Vereda:
Características del lote: Cultivo anterior:
Topografía:
Drenaje:
Fertilizantes empleados:
Características del cultivo: Cultivo a sembrar:
Tipo de análisis solicitado: Elementos mayores:
Elementos menores:
Completo:

3.4.2. Interpretación del análisis químico y físico del suelo

En un análisis se encuentran los siguientes parámetros:

pH: potencial de Hidrógeno, lo que significa la acidez del suelo. Se considera que un
suelo es ácido cuando el pH va de 1 a 7 y es básico cuando va de 7 a 14.

Los suelos tropicales, debido a la alta precipitación existente, son en general suelos
ácidos, mientras que los suelos de zonas desérticas y del trópico seco son en general
suelos básicos.

Las plantas cultivadas en general crecen en forma satisfactoria en suelos que van entre
pH de 5 hasta 8. Cuando la acidez es extrema se utiliza para su corrección
generalmente carbonato de calcio, pero no es el calcio el que corrige la acidez sino que
es el carbonato, el cual reacciona con los hidrógenos y los precipita en forma de agua.
El pH de los suelos de los Llanos Orientales, por pertenecer esta zona agroecológica al
bosque húmedo tropical, son en general ácidos, por lo tanto, para que crezcan las
plantas cultivadas en forma normal se necesita la aplicación de correctivos.
Materia orgánica: proviene de la descomposición de materiales vegetales y animales.
Es fundamental para el buen desarrollo de las plantas y para los microorganismos del
suelo, los cuales interactúan con las raíces de las anteriores para facilitar la penetración
de los iones del suelo.

En el análisis del suelo se expresa como porcentaje y se multiplica por el factor 20 para
determinar la cantidad en kilogramos de Nitrógeno presentes en el suelo.

Los suelos de los llanos Orientales son en general deficientes en materia orgánica, ya
que la temperatura y precipitación imperantes no facilitan su acumulación.

Fósforo: es un elemento fundamental para el crecimiento celular de las plantas, por lo


que una planta deficiente en este elemento tiene poco desarrollo en todos sus órganos,
especialmente en las raíces. Igualmente es importante en la formación y transporte de
energía.

En el análisis de suelo viene cuantificado en partes por millón y se multiplica por el


factor 5 para determinar la cantidad en kilogramos de óxido de fósforo, presentes en
una hectárea de suelo.

Los suelos de los Llanos Orientales van desde muy pobres, como es el caso de las
sabanas, hasta muy ricos, como es el caso de la zona de Lejanías en el departamento
del Meta.

Cationes: los cationes se presentan en el análisis de suelo cuantificados en


miliequivalentes en 100 gramos de suelo. Como son iones que tienen cargas positivas,
compiten entre sí para penetrar en la zona radicular, por lo que el exceso de uno de
estos puede rechazar y evitar la entrada de otros cationes que tengan la misma carga,
mientras que por otro lado son atraídos por los aniones o dos cargas negativas.

Aluminio: el aluminio es tóxico para las plantas y muy pocas especies vegetales, como
por ejemplo los pastos y el marañón, pueden crecer en suelos saturados con este
elemento.

El aluminio no solamente inhibe la absorción de otros cationes sino que también


inmoviliza al fósforo.

Generalmente se utiliza la Cal para corregir la presencia de aluminio en el suelo y la


recomendación es aplicar una tonelada de carbonato de calcio por cada miliequivalente
de aluminio intecambiable.

Los suelos de los Llanos tienen cantidades medias de aluminio intercambiable entre 1 y
5 miliequivalentes, por lo tanto hay que hacer correcciones.
Calcio: es fundamental para el desarrollo de los tejidos de las plantas en crecimiento y
para endurecer las paredes celulares. Ayuda a penetrar otros cationes como es el caso
del potasio, pero aplicaciones excesivas de este elemento hacen un efecto contrario.

En el análisis de suelo, un miliequivalente de calcio equivale a 400 kg. de calcio o 560


kg. de óxido de calcio por hectárea. Los suelos de los Llanos Orientales van desde muy
pobres en calcio (menos de un meq.) como es el caso de las sabanas, hasta muy ricos
(más de 3 meq.) en este elemento como es el caso de las zonas del Ariari, donde se
pueden encontrar suelos con más de 6 miliequivalentes de calcio.

Magnesio: aunque se ha creído que el magnesio es importante en la formación de la


clorofila su real importancia radica en que es un elemento fundamental en la síntesis de
la proteína, la cual es necesaria para el desarrollo de la planta. Su absorción por parte
de las raíces se ve inhibida por la absorción de otros cationes como calcio, aluminio y
potasio. Los suelos de los Llanos Orientales son generalmente pobres en este elemento
y un miliequivalente de magnesio equivale a 240 kg. de magnesio o 400 kg. de óxido
del elemento por hectárea.

Potasio: Es un elemento fundamental para las especies vegetales que producen


carbohidratos como el caso del plátano y la yuca, e igualmente es importante en la gran
mayoría de las reacciones metabólicas de la planta.

Los suelos de los Llanos Orientales van desde muy pobres (menos de 0.10 meq.) hasta
ricos (más de 0.7 meq). Un miliequivalente de potasio equivale a 940 kg. de óxido de
potasio o a 780 kg. de potasio por hectárea.

En el momento de penetrar a la planta compite en desventaja con otros cationes como


calcio y magnesio, e incluso con moléculas como amonio (NH4+).
Capacidad de intercambio catiónico: representa el número total de posiciones
intercambiables o cargas negativas de la fracción coloidal expresada en meq. Por 100
kg. de suelo.

Elementos menores: estos elementos vienen expresados en partes por millón y


aunque las plantas los necesitan en pequeñas cantidades, la deficiencia de uno de estos
puede presentar trastornos metabólicos y ocasionar sintomatología de deficiencias.

Boro: es fundamental porque aumenta la síntesis de el ácido ribonucleico, lo cual se


traduce en mayor síntesis de proteína, aumentándose de esta manera la capacidad de
intercambio catiónico radicular. Esto es fundamental para eliminar la competencia
catiónica. Igualmente, facilita el transporte de azúcares hacia otras partes de las
plantas y mejora la calidad de las frutas.
Los suelos de los Llanos Orientales son en general deficientes en este elemento (menos
de 0.10 partes por millón) y se inhibe mucho más su absorción con las aplicaciones de
cal.

Zinc: es fundamental en las síntesis de clorofila y como activador de enzimas, su


absorción es inhibida por cantidades altas de fósforo en el suelo como el caso de la zona
Lejanías. En general los suelos de los Llanos Orientales son pobres en este elemento
(menos de 15 partes por millón).

Hierro: con excepción de los suelos de vega, los suelos de los Llanos Orientales son
ricos en este elemento (entre 50 y más de 300 partes por millón). Es tóxico para las
plantas en cantidades excesivas. Cuando se siembran lotes nuevos con arroz riego se
oxida formando óxido de hierro el cual rodea las raíces impidiendo la entrada de otros
iones, mientras que en otros cultivos compite con otros cationes.

Cobre: el cobre interviene en algunas reacciones enzimáticas de la planta y como en la


mayoría de los suelos colombianos. En los suelos de los Llanos Orientales, las
cantidades son medias en este elemento.

Textura del Suelo: en el análisis del suelo también aparece uno de los aspectos físicos
más importantes del suelo como es la textura.

Conocer la textura es importante ya que es una guía para aspectos como el riego y la
dosificación de la fertilización, especialmente.

Una vez el laboratorio de suelos entrega los resultados, en él aparecen en un cuadro las
diferentes características físicas y químicas del suelo.

Tomando como ejemplo un típico análisis de suelo de vega de los Llanos Orientales, se
analizan a continuación los respectivos componentes del cuadro:

Textura: corresponde a las características físicas del suelo. Si el suelo es arenoso se


señala con la letra A, arcilloso con las letras Ar y limoso con la letra L. Generalmente los
suelos de vega son arenoso-limosos o sea que en el cuadro aparecerán las letras AL.
Igualmente puede aparecer la letra F que significa que el suelo es franco, o sea, que
tiene en igual proporción las arenas, limos y arcillas.

4. LA MICROBIOLOGÍA DEL SUELO

La vida en la tierra tiene una antigüedad aproximada entre 3500 y 4000 millones
de años, de los cuales 2500 millones correspondieron a la evolución de las
bacterias como únicos seres en el planeta; éstas han sido las responsables de
crear el medio ambiente ideal para que otras formas vivientes pudieran
evolucionar; por ejemplo, crear una atmósfera con la combinación natural de
gases que hoy tiene y mantener una base alimentaría para el desarrollo de formas
superiores de vida.

El suelo es un microcosmos con vida propia que tiene, a excepción de muchos


insectos y algunos anélidos, la inmensa mayoría de los organismos del suelo no
visibles al ojo humano, debido al desconocimiento por la ciencia del suelo.

La cantidad total de especies y variedades de microorganismos que habitan en el


suelo son hasta ahora inconmensurables. Algunos científicos arriesgan cifras y
afirman que en un solo gramo de suelo pueden encontrarse hasta unos 10.000
millones de bacterias. Descubrir qué tantas existen realmente y qué tan diferentes
son unas de otras, puede tomar a la ciencia mucho tiempo más.

Los principales grupos de microorganismos que conforman el suelo son:

a. VIRUS: Por ser los organismos más simples sólo pueden reproducirse como
parásitos. Todos viven a expensas de otros organismos y son causantes de
enfermedades. En la agricultura son ventajosos aquellos causantes de enfermedades
a las plagas de los cultivos.

b. HONGOS: Organismos macro y microscópicos que cumplen funciones muy


diversas, destacándose la mineralización de la materia orgánica, la simbiosis con las
plantas para aumentar su capacidad de absorción de nutrientes y el control de otras
poblaciones de microorganismos patógenos.

c. BACTERIAS: Tal vez el grupo más numeroso y polifacético en el ecosistema


edáfico; sus funciones van desde la mineralización del nitrógeno atmosférico,
hasta la producción de materia orgánica, pasando por ser parásitos de otros
microorganismos del suelo y mineralizar la materia orgánica.

d. CIANOBACTERIOS O ALGAS VERDE AZULADAS: Todos son fotosintéticos y


por lo tanto proveedores de materia orgánica al suelo. Otros son fijadores de
nitrógeno atmosférico.

e. PROTOZOARIOS: Se alimentan de otros microorganismos y por lo tanto son


reguladores de las poblaciones. (1)

La vida contenida en una hectárea de suelo (estimativa) es de 800 kg. de


lombrices (peso de lombrices vivas). Este peso corresponde a unos 7/15 millones de
lombrices que elaboran cada año entre 45 - 60 toneladas de humus.

Quiere decir esto que el 0,27% está representado por un contenido orgánico vivo. Sin
embargo, esta pequeña porción de vida es capaz de contribuir fertilizando la tierra en
una proporción admirable: 10 veces su peso vivo.

Lo anterior lleva necesariamente a pensar hasta que punto la labranza


convencional, la ampliación de la frontera agrícola, el empleo de fertilizantes de
síntesis química y la adición de sustancias para controlar la acción de “plagas” y
”enfermedades” son benéficas a este sistema en perfecto equilibrio y con una
dinámica asombrosa y coherente.

La agricultura moderna ha desechado la concepción integral de los mecanismos de


equilibrio de la naturaleza, ignorando la capacidad vegetal de nutrirse tanto del aire
como del suelo y del dosel arbóreo a través de múltiples procesos biológicos.

Por tanto, es preciso asumir un nuevo concepto frente al suelo, como un recurso
sumamente complejo y frágil, haciendo énfasis en el importante papel biológico
que cumple, el cual se constituye en su principal función como parte de los
sistemas de producción agropecuaria, cualquiera sea su propuesta.

Tabla 6. Composición microbiológica de un suelo tropical

Hongos Actinomicetes 700 Kg


Hongos Diversos y Algas 500 Kg
Bacterias 550 Kg
Protozoarios y otros .850 Kg
Total
5.400 Kg
(Aprox. 6 Ton/Ha)
Fuente: Primavesí, 1987.

Peso de una hectárea hasta 12 cm de profundidad: 2.250 Ton.Otros organismos


mayores del suelo son: las lombrices, las arañas, las babosas y los caracoles, los
abejones, las garrapatas y los ciempiés.
4.1. Las micorrizas

Los hongos formadores de micorriza se perfilan como un promisorio insumo


microbiológico para la agricultura sostenible. La aparición del término micorriza
data aproximadamente desde hace 110 años, pero sólo hasta ahora se le ha
venido dando la importancia que merece. Las micorrizas de tipo vesículo
arbuscular (MVA) están ampliamente difundida, tanto es así que es difícil
encontrar plantas que no estén asociadas con este tipo de hongos del suelo y
unidos a las raíces de ellas

Definición

Micorriza es la asociación establecida entre hongos y raíces, o cualquier otro


órgano de la planta implicado en la captación de nutrientes a partir del suelo.
Dicha asociación es de tipo simbiótico mutualista, ya que incrementa la eficiencia en
la adquisición de elementos minerales (nutrientes) por la planta hospedante, que a
su vez proporciona al hongo compuestos carbonados.

Historia

El término micorriza fue primeramente propuesto por el botánico alemán, Albert


Bernard Frank en 1885, quien lo tomó del griego, donde “mico” significa hongo y
“riza” raiz. (Castro, R. 1995). A partir de 1950 se genera un gran interés por esta
simbiosis y se realizan gran número de investigaciones.
Colombia se ha convertido en uno de los primeros países del trópico en estudiar
ampliamente las posibilidades prácticas de las micorrizas. En el país se
encuentran varios centros de investigación como el Centro Internacional de
Agricultura Tropical (CIAT) de Cali, y el Comité Nacional de Micorrizología, con
sede en la Universidad Nacional de Colombia, seccional Palmira, los cuales están
adelantando varias investigaciones para poder conocer las grandes
potencialidades de las micorrizas en la producción vegetal.
Clasificación anatómica

Las micorrizas se han agrupado sobre la base de la anatomía de las raíces que
colonizan en:

- Ectomicorrizas

Se caracterizan por la penetración intercelular del micelio fúngico en la corteza


radicular, que forma la “red de Harting” y el “manto” que se desenvuelve alrededor
de los segmentos de raices colonizadas, provocando cambios anatómicos
evidentes que producen el crecimiento dicotónico de esas raices. Es el tipo más
conspicuo de micorriza, puesto que se puede observar a simple vista, esta se produce
principalmente en coníferas de latitud templada, es después de las endomicorrizas
(MA) el segundo tipo más distribuido en los ecosistemas.

- Ectendomicorrizas

Son generalmente ectomicorrizas con penetración intracelular.

- Endomicorrizas.

Caracterizadas por la penetración inter e intracelularmente, pero sin formación de


manto ni modificaciones morfológicas evidentes en la corteza de las raíces.
También se conocen como micorriza arbuscular (MA) o micorriza vesículo arbuscular
(MVA). No son hospederas específicas. Es el tipo más extendido en el reino vegetal,
puesto que coloniza más del 85% de las especies de plantas con raíz; la MVA se
forma a partir de hongos bastante localizados taxonómicamente, puesto que todos
pertenecen al orden Glomales, estos hongos se caracterizan por la capacidad para
desarrollar una simbiosis y por la formación de arbúsculos intrarradicales en la
planta hospedera. (14)
Figura X. Micorrizas penetrando la punta de una raíz. (IFOAM, 2003)

Beneficios de las micorrizas

En forma general, los beneficios que representa para la planta la asociación con
hongos MVA son muchos y muy variados, catalogándose como directos e
indirectos.

No existe ninguna duda de que la función más importante de la MVA para la planta es
la nutricional. Mediante el micelio externo la raíz micorrizada explora un mayor
volumen de suelo para la absorción de nutrientes, en especial los poco móviles, como
son: fósforo (P), zinc (Zn), azufre (S), calcio (Ca), molibdeno (Mo), boro (B), etc.

Otros beneficios directos que desempeña la MVA sobre la planta son: inducir la
síntesis de hormonas vegetales, mejorar la resistencia o resistencia de la planta a
enfermedades radicales y aumentar la eficiencia de otros simbiontes como Rhizobium,
Azotobacter, etc.

Hay muchos beneficios indirectos para la planta derivados de su asociación con


MVA. La planta se torna más tolerante a situaciones adversas de su entorno
como son: estrés por sequía, temperaturas altas o bajas del suelo, pH extremos,
desbalance nutricional, presencia de sustancias o elementos tóxicos, etc.

El aprovechamiento práctico de las micorrizas forma parte de las tecnologías


actualmente en desarrollo vinculado a los conceptos de agricultura y silvicultura
biológico, gestión racional de los suelos y desarrollo sostenible (Sello Verde).
Los hongos micorrizogenos se utilizan como biofertilizantes, es decir, insumos
biológicos que favorecen el desarrollo de cultivos y plantaciones, sin los problemas de
contaminación que ocasionan los insumos químicos.

El uso de inoculantes biológicos no puede seguir las mismas reglas que se aplican en
el caso de los insumos químicos. Por tratarse de un insumo biológico, el
inóculo micorrícico tiene requerimientos de control de calidad y especificaciones de
aplicación distintas a los químicos. En la selección de un inoculo comercial deben
tenerse en cuenta unos parámetros mínimos como son:

- Porcentaje de humedad máximo 15%


- Numero de esporas en un (1) gramo de suelo, base seca; mínimo 35
esporas/gr.
- Diversidad, se refiere a la cantidad de especies o cepas que contiene el inóculo,
capaces de adaptarse a diferentes condiciones ecológicas y de los diferentes
cultivares.
- Sustrato libre de patógenos potenciales en especial nemátodos.

En conclusión, bajo condiciones tropicales, donde los suelos son con frecuencia
pobres en nutrientes, particularmente fósforo y nitrógeno, la micorriza se
constituye en un excelente recurso para la producción. La micorriza puede ser
aplicada en semilleros, viveros, al trasplante, al momento de la siembra, en
cultivos establecidos, en pastos, colocándola debajo de la semilla o lo más cerca
posible de la zona de raíces.

5. TÉCNICAS DE ADECUACIÓN Y CONSERVACIÓN DE SUELOS

5.1. Deterioro del suelo por prácticas agrícolas

Haciendo un recorrido a través de los tiempos históricos se puede concluir que las
civilizaciones existen mientras duren sanos sus suelos. Las actividades humanas están
afectando este recurso vital. Hay pruebas de que la decadencia de los imperios
de Asia Menor, Norte de África, Roma, Grecia y las civilizaciones de América Central
fue motivada en gran parte por el manejo erróneo de los recursos naturales, teniendo
gran impacto negativo la erosión del suelo causada por la tala de sus bosques en
zonas de ladera y planicies, las prácticas agrícolas de la arada del suelo, las quemas y
el riego.

Se calcula que para formarse un centímetro de suelo se necesita de 100 a 400


años y se requieren de 3.000 a 12.000 años para que el suelo sea suficiente para
constituir tierras que puedan producir cosechas. Por lo tanto, la erosión puede ser
considerada el factor más importante en relación con la degradación de los suelos.
Cuando la agricultura es practicada en suelos con ciertos grados de pendiente o
declive y una cierta intensidad de lluvias, y esto aunado a las prácticas de arada y
rastrillada o a las quemas intensivas, con la consecuente desnudación del suelo, se
presenta la intensificación de la erosión hídrica y en regiones con fuertes
vientos, a la anterior se suma la erosión eólica.

En el mundo se ha calculado que las pérdidas de suelo por las prácticas agrícolas
oscilan entre los rangos de 10 a 60 toneladas métricas por hectárea y por año. En
Brasil se descubrió que cuando una empresa agroindustrial producía una tonelada de
granos, la finca perdía un promedio de 10 toneladas de suelo por efecto de la erosión.
Entonces el suelo vivo es la mayor riqueza que puede tener una nación, y si antes
era catalogado como un recurso natural renovable hoy se le considera como no
renovable al menos de forma inmediata.

Uno de los principales factores a ser considerados en relación con la


sustentabilidad agroecológica es el suelo. Él es la base de la producción de alimentos
para la humanidad. Sin suelo las plantas no pueden existir y sin ellas no existe la vida
animal y humana. Por eso el destino de la humanidad depende de sí el suelo es
protegido y recuperado. (36)

5.2. Características del suelo tropical

El bosque húmedo tropical era el ecosistema predominante de Colombia. Sin


embargo, a partir de la conquista europea se inició su transformación sin
considerar sus características biológicas. Esta intervención humana de carácter
insostenible se ha incrementado a partir de los últimos cincuenta años, como
consecuencia del impacto ambiental generado por los sistemas agropecuarios
imperantes, además de las obras de ingeniería civil y la minería.

Uno de los mitos acerca de los trópicos es la fertilidad de sus suelos, el cual ha
creado falsas expectativas en agricultores y gobiernos. Apoyados en este mito se
promovieron las colonizaciones de grandes zonas de los bosques o selvas tropicales,
ya fuera en las llanuras o más grave aún, en las zonas de ladera.

A pesar de la exuberancia de la selva húmeda tropical, realmente su vitalidad


biológica y grandeza está sostenida en delicadas relaciones entre la flora y la
fauna (desde las bacterias, hongos e insectos hasta los árboles, aves y
mamíferos).

El suelo del trópico húmedo conserva la mayoría de sus nutrientes en la biomasa que
conforma la rizosfera y no en los horizontes profundos del mismo. Los suelos
tropicales, superficiales, carecen de mecanismos orgánicos y bióticos de
retención, de modo que cualesquiera nutrientes presentes en él son drenados
rápidamente. El suelo del bosque húmedo tropical sólo puede prosperar en suelos
pobres, gracias a las múltiples adaptaciones mutualistas y de recirculación dentro de
la biomasa de la comunidad forestal.
Existe un frágil equilibrio entre la materia orgánica vegetal y animal del bosque y la
estructura del suelo. La humedad del agua evapotranspirada por la vegetación, la
minimización del efecto del viento, la protección del suelo contra la radiación solar
y el impacto de lluvias tropicales están determinados, en última instancia, por la
cobertura arbórea.

La superficialidad del sistema Vegetación – Suelo se puede apreciar claramente al


observar las raíces de los grandes árboles. Ellas presentan un anclaje no
profundo, formando una intrincada red de raíces gruesas y delgadas que cubren el
suelo, y penetran en el humus superficial lo que les permite absorber con rapidez
los elementos nutrientes liberados de los restos vegetales (hojas y troncos) en
descomposición, evitando que el agua de escorrentía o el viento los arrastre.

Cuando se tala una selva tropical todos los mecanismos adaptativos son
destruidos y la tierra se transforma en potreros o cultivos deficientes e
insostenibles como agrosistemas.

Figura 12. Un boceto de una granja convencional. Ideas de cómo producir biomasa
dentro de la granja están en color verde. (IFOAM, 2003).
5.3. Practicas de conservación de suelos.

La CONSERVACIÓN DE SUELOS comprende el conjunto de prácticas de protección y


mejoramiento requeridas para el uso racional de éste, de tal forma que se controle la
erosión y se mantenga o aumente la productividad.
Con el uso y abuso constante de los abonos químicos, las tierras se compactan cada vez
más y su laboreo es cada vez más difícil. Esto sucede porque se presenta la destrucción
de los sistemas biológicos naturales en la tierra.

Cuando comparamos los niveles de humus de hace 30 años, que eran del 5%, con los
niveles de hoy, que son del orden del 1% al 2%, podemos comprobar que con la
agricultura basada en el uso intensivo de agroquímicos, el sistema de apoyo biológico
que necesitan los microorganismos benéficos viene disminuyendo notable y
continuamente.

En tales condiciones, después de que pasan uno o dos años, en tierras de barbecho, la
paja y los residuos vegetales o de rastrojos no se degradan: lo que pasa es que la tierra
ha muerto lentamente.

En presencia de suelos en proceso de degradación, es necesario emprender prácticas


culturales, donde la finalidad primordial no es exclusivamente el aumento de la
producción sino que consideran como prioritaria la recuperación ambiental para devolver
al agroecosistema las características físicas, químicas y biológicas que se han perdido a
través de los diversos procesos de degradación.

La EROSION es uno de los fenómenos que es preciso controlar con la mayor urgencia
y dedicación posibles. Consiste en el desprendimiento y transporte de las diferentes
partículas del suelo. Es producida, principalmente, por el agua (erosión hídrica) y por el
viento (erosión eólica).

La EROSIÓN LAMINAR se presenta cuando la cantidad de lluvia que cae excede a la


tasa de infiltración del suelo y, entonces, se acumula el agua sobre la superficie y se
lleva parte del suelo en forma de láminas.

La EROSIÓN EN SURCOS ocurre cuando en las pequeñas ondulaciones de la


superficie del terreno se concentra el agua de escorrentía, la cual arrastra y transporta
las partículas del suelo, formando zanjas o surcos.

La EROSIÓN EN CÁRCAVAS se presenta cuando el agua resumida entre los surcos es


tanta que arrastra tierra año tras año y los surcos se hacen más grandes formando
cárcavas.

El arrastre de las partículas de suelo por el agua es un fenómeno doblemente


perjudicial: por una parte, se pierden las capas más fértiles, y por otra, se produce la
contaminación de los ríos y pantanos al acumularse en ellos los materiales erosionados.
(1)
La homogenización provocada por los monocultivos debe ser evitada
especialmente en las latitudes tropicales y subtropicales. En estas regiones los
sistemas de producción agropecuarios deben guiarse por el modelo natural
basado en la máxima diversidad. El modelo agrícola impuesto en el trópico
después de la conquista y colonización europea está adaptado a las condiciones de
menor diversidad de las regiones templadas. Se consideraba que los agroecosistemas
podrían funcionar bien en estas condiciones de homogenización, pero hoy se está
replanteando este criterio, pues hasta en las regiones templadas el monocultivo está
provocando graves daños en el ambiente.

El sistema de producción orientado hacia el monocultivo es inapropiado.


Progresivamente disminuye la materia orgánica, lo cual va deteriorando el suelo,
muchos organismos vegetales y animales se convierten en “plagas” y
enfermedades y los niveles de producción van disminuyendo en cada cosecha.
Analizando los efectos de un monocultivo de maíz en el espacio y en el tiempo puede
apreciarse como el suelo sufre un proceso acelerado de compactación, consecuencia
del enraizamiento superficial del mismo. (36)

5.4. Principios para un manejo agroecológico del suelo

Para un manejo agroecológico del suelo es preciso entender algunos principios básicos
que rigen el comportamiento del suelo. Estos son los siguientes:

- Concebir al suelo no como a un ente estático, soporte de la vegetación, sino


como a un ente dinámico, con una vida propia que se debe conocer, cuidar y
respetar.

- Considerar al suelo como un sistema de complejas interpelaciones recíprocas entre


sus componentes físicos, químicos y biológicos, por lo tanto la modificación de uno
de ellos trae consigo una alteración del suelo en su conjunto. Si intervenimos
irracionalmente las modificaciones serán inesperadas y adversas. Por el contrario si
manejamos adecuadamente el suelo se podrán lograr resultados altamente
positivos.

- Ampliar el concepto de fertilidad del suelo, el cual no debe restringirse sólo a


la fertilidad química, biológica. Un constituyente valioso e irremplazable para
lograr esta fertilidad global del suelo es la materia orgánica.

- Manejar eficientemente los nutrientes del suelo tendiendo al reciclaje de ellos.


- Asegurar un microclima benéfico al suelo, evitando la exposición directa de éste a la
acción de los factores climáticos.

- Asegurar permanentemente la conservación del agua y del suelo.


- Saber manejar y no exterminar a la población orgánica del suelo.

- Tratar de conocer y entender las prácticas tradicionales de manejo del suelo,


rescatando aquellas que tengan un enfoque agroecológico.

- Todas las medidas que contribuyan a la recuperación de las condiciones favorables


del suelo, contribuyen igualmente a la sanidad vegetal.

5.4.1. Algunas prácticas de manejo agroecológico del suelo

- Suministro regular de materia orgánica

La base de la fertilidad del suelo, entendida en su expresión más amplia, radica en la


materia orgánica y su transformación en humus. Esta fracción coloidal de la materia
orgánica, al ligarse íntimamente con la fracción de arcilla, forma los complejos arcillo-
húmicos. Estos a su vez aseguran la formación de agregados estables en el suelo, es
decir de una bioestructura favorable a la retención y circulación del agua, a la
circulación del aire, y a la penetración de las raicillas de las plantas. Por otro lado,
suelos bien estructurados desarrollan una mayor resistencia a la erosión tanto hídrica
como eólica.

La fertilidad física del suelo es por lo tanto mejorada con la aplicación de M.O., pero
también la fertilidad química y biológica. Es así que durante el proceso de
descomposición de la M.O hacia la formación del humus, se liberan diversos nutrientes
(nitrógeno amoniacal y nítrico, ácidos fosfórico, azufre, calcio, potasio, magnesio, etc.)
que las plantas pueden aprovechar.

Uso de cobertura inerte o «mulch»

En la medida de lo posible el suelo no debe estar expuesto directamente a los rayos


solares, ni a las lluvias ni al viento. Una forma de proteger al suelo es mediante una
cobertura vegetal densa, principalmente herbácea; o, aplicando una cubierta inerte,
principalmente a base de residuos vegetales, conocida en inglés como «mulching» o
«mulch».

El uso de cubiertas vegetales vivas es aplicable a zonas climáticas húmedas, en dónde


no se da una competencia por el agua entre la cobertura vegetal y el cultivo principal. El
uso del «mulch» es recomendable principalmente en zonas climáticas subhúmedas,
semi-áridas y áridas, bajo condiciones de riego, y en dónde el agua es el factor
limitante. En ese caso se puede utilizar como «mulch» los rastrojos del cultivo anterior o
de las malezas.
Rotaciones y asociaciones de cultivos.

Las rotaciones de cultivos presentan diversos beneficios, y en el caso específico del


suelo el efecto más importante radica en el mejor aprovechamiento de los nutrientes
del suelo.

Al incluir en la rotación de una leguminosa, el efecto beneficioso se incrementa, ya que


se enriquece al suelo en Nitrógeno, a través de la simbiosis que se establece entre las
raíces de las leguminosas y las bacterias fijadoras de Nitrógeno atmosférico.

Las asociaciones de cultivos a su vez, permiten un mejor aprovechamiento del


espacio, brindando al suelo una cobertura eficiente con todas las ventajas que ello trae
consigo. Por otro lado, una adecuada asociación de cultivos puede constituir un
excelente método de Control Biológico de plagas y enfermedades.

Ambas prácticas ofrecen un vasto campo de investigación, a fin de seleccionar, según


las zonas climáticas, el tipo de suelo, y las exigencias del mercado, los cultivos que
logren el máximo sinergismo dentro de las rotaciones, asociaciones, e incluso
policultivos.

Medidas de conservación del suelo.

Tanto la Región Andina, como la Selva Alta Amazónica, por sus condiciones tipográficas
y climáticas, están expuestas a procesos erosivos, que pueden afectar severa a los
suelos, si no se aplican medidas oportunas de control de la erosión.

Dentro de estas medidas, por su efecto eficaz así como por su menor costo cabe
resaltar la importancia de las prácticas de carácter agronómico o biológico, con uso
adecuado de la vegetación.

Adicionalmente, y en casos necesarios, se puede recurrir al empleo de medidas de


carácter mecánico- estructural, siendo recomendable que se complementen con
medidas agronómicas.

En este sentido, las obras de conservación de suelos que el Programa Nacional de


Manejo de Cuencas Hidrográficas y de Conservación de Suelos (PRONAMACHCS), viene
realizando en la Región Andina del Perú, han demostrado no sólo su eficiencia en el
control de la erosión hídrica del suelo, sino que al conservarse mejor el agua en el
suelo, ello favorece un mejor desarrollo de los cultivos y una mayor producción.

Agroforestría

El uso asociado del árbol y/o arbusto con los cultivos de corto período vegetativo, es
una práctica agroecológica que ofrece múltiples beneficios.

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