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4 DIMENCIÓNES QUE ALCANZA UN PROFETA

Existen varias dimensiones de unción en los que operan los profetas:

1-》 DIMENCIÓN del Don del Ministerio

2-》 DIMENCIÓN de la Impartición

3-》 DIMENCIÓN del Manto Profético

4-》 DIMENCIÓN Profético Apostólico

Estas son DIMENCIÓNES en los que opera el profeta; estos son consecutivos, es decir que primero
opera en el don ministerial, aquí es donde la persona se percata de que ha sido llamada al
ministerio y entiende cuales son las funciones de su ministerio, los demás ya son niveles donde el
Señor lo va promoviendo, en el sentido en el que va conquistando más unción y va conquistando
nuevos niveles en la medida que va sometiéndose a lo que Dios quiere.

No depende del tiempo sino del caminar y la respuesta de cada uno.

1》DIMENCIÓN DEL DON DEL MINISTERIO

Cuando un profeta está impartiendo o ministrando en un lugar, la gente profética se siente


identificada profundamente y también pueden tomar o recibir de la impartición de ese profeta.

Hay un contacto o relación más profunda entre un profeta y vasos proféticos, porque hay una
identificación divina de ese fluir.

Los profetas fluyen en ciertos dones del Espíritu Santo, particularmente en los de revelación, los
cuales son:
1-Discernimiento de espíritus,

2-Palabra de ciencia

3-Palabra de sabiduría.

Discernimiento de espíritus no se refiere al discernimiento natural que se basa en la observación y


la experiencia; sino que el discernimiento espiritual es sobrenatural

para ver y entender de donde provienen las cosas si es del ámbito del Espíritu de Dios o de las
tinieblas, si fuera de las tinieblas, reconocer el tipo de género espiritual que está operando.

Esto dones son herramientas importantes para que las pueda usar el profeta en el ejercicio de su
ministerio.

Los dones de revelación pueden manifestarse inspiracionalmente o pueden venir como visiones,
sueños, voz audible, voz callada en el interior, olores, colores, formas gráficas, éxtasis y otros.

Dios se comunica con las personas a las maneras en las que cada uno pueda entender.

Sueños: No siempre el que tiene el sueño tiene la interpretación.

“Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras
hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.”

Joel 2:28

Éxtasis: La persona queda de una manera tal que pierde el control de su cuerpo, pensamientos,
movimientos; queda como en un “trance”.

Visiones: Pueden ser con ojos abiertos o cerrados.

Los dones del profeta son ejercidos a través de la palabra que sale de su boca.
Principales funciones de la palabra o del mensaje que sale del profeta

- DESARRAIGAR:

cosas antiguas que están arraigadas,

- DERRIBAR:

cosas mal edificadas que necesitan ser derribadas para que Dios ponga lo Suyo.

- DESTRUIR:

lo que no sirve

- TRASTORNAR:

los planes del enemigo

- PLANTAR Y EDIFICAR,

lo cual ocurre después de haber limpiado.

El trabajo de desarraigar, derribar y destruir tiene que venir antes que plantar y edificar lo que
viene de parte de Dios.

El mensaje profético trae consigo diferentes proyecciones en las personas, así:

- REVELACIÓN

- DIRECCIÓN

- CORRECCIÓN
- CONFIRMACIÓN

- IMPARTICIÓN

- ACTIVACIÓN

REVELACIÓN:

quitar el velo para entender y ver lo que antes no se veía ni se entendía.

DIRECCIÓN:

para personas que están en crisis; no saben a dónde van o no saben qué hacer y a través del
mensaje son direccionadas.

CORRECCIÓN:

cosas en las que estamos en error y a través de la palabra o del mensaje del profeta son corregidas
en nuestra vida.

CONFIRMACIÓN:

de cosas que hemos recibido y esperábamos que fueran confirmadas

IMPARTICIÓN:

ocurre del espíritu del Profeta al espíritu de las personas. A través de la impartición se engendran
los hijos ministeriales. Esta puede ser por asociación, el cual es el medio más efectivo.

ACTIVACIÓN:

Todo lo que estaba adormecido se activa.

2.》DIMENCIÓN DE LA IMPARTICIÓN
Un profeta que ha estado funcionando en su don ministerial, llega a un punto en que ya está
operando en la dimención de la impartición y tiene que ver con que el profeta ya no trabaja uno a
uno sino que ahora proyecta una impartición grupal, no solamente para ministrar la palabra, sino
que la autoridad se ejerce para quebrantar yugos de esclavitud, romper ligaduras de impiedad en
las personas, liberar las almas que están cautivas, apartar cosas que están obstaculizando a las
personas. Algo sucede en el espíritu aunque el profeta no imponga las manos.

Cuando entendemos estas dimensiones vamos a saber el momento de la impartición y como halar
lo que nos corresponde y lo que necesitamos para seguir caminando.

La impartición se realiza a través de la unción profética que tiene que ver con la esencia del
espíritu del Profeta; cuando el profeta está impartiendo lo que sale de él es unción profética, esta
es particular y llega para tocar su espíritu y hacer un depósito. La unción profética es vida y es la
esencia de Dios mismo, Quien es profético.

La unción profética hace que las personas salgan de las tinieblas a la luz y que el pueblo pueda
también ser guardado en medio de situaciones y circunstancias.

Un profeta tiene una característica shamar que tiene que ver con guardar, cubrir o proteger.

La impartición la podemos ver de manera práctica en la Biblia, con lo que ocurrió con Moisés en el
tabernáculo (Números 11:16-17). La señal de que habían sido impartidos era que comenzaran a
profetizar.

"Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes
que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y
esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y
pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo".

Números 11:16-17

Cuando tenemos ministros proféticos en la casa ellos tienen que impartirles a otros para que
puedan fluir en esa misma unción para que sean ayudas idóneas y apoyos en el ministerio y
puedan desarrollar la labor ministerial que Dios les ha encomendado. Esta es la manera de
asegurarnos de que tendremos ayudas en el ministerio.
Lo importante no es el conocimiento de nuestros líderes, o que no se equivoquen; sino que estén
fluyendo en el mismo espíritu en que estamos funcionando.

Cuando les impartimos de nuestro espíritu a las personas ellas van a estar ligados en su espíritu a
Dios, a nosotros y a la visión; van a ser fieles, van a caminar con la visión, en el mismo sentir y la
palabra, no nos van a traicionar.

Es importante que podamos impartir de nuestro espíritu, es necesario invertirse en la gente.

La mejor manera de impartir es la asociación, esto es comer juntos, orar juntos, andar juntos, lo
cual provoca que las personas sean impartidas del mismo espíritu.

PRESBITERIO PROFÉTICO

A través de la imposición de manos hay una impartición. Cuando se hace un presbiterio profético o
apostólico, profetas o apóstoles imponen manos y hay una impartición de dones.

“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis
manos.”

2 Timoteo 1:6

3.》DIMENCIÓN DEL MANTO PROFÉTICO

Cuando hablamos de manto hablamos de una dimensión espiritual que cubre, la palabra manto se
relaciona con el hecho de que Elías le tiró el manto a Eliseo, pero tiene que ver con cultura o una
costumbre del tiempo; el pedazo de tela lo usaban como manto, como una capa para cubrirse en
las noches, para arroparse del frío, para ceñirse los lomos, para muchas cosas; el manto era parte
de la vestimenta normal de un individuo y el tirar el manto sobre alguien era señal de escogencia, y
denotaba una extensión de la autoridad de Dios.

Sobre un ministro, sobre un profeta siempre reposa un manto de autoridad, el manto que cubre al
profeta en autoridad en un lugar es algo que se extiende para los que están bajo esa autoridad; por
lo cual pueden fluir bajo ese manto.
No podemos enmarcar lo profético; aunque cada quien funcione en esa dimensión profética hay
diversidad, unos pueden ser más adoradores, guerreros, predicadores, etc.

Es una bendición ver funcionando los diferentes mantos juntos.

Uno puede recibir diferente impartición, y recibir en esa diversidad, pero Dios le da a uno su propio
manto, recibir por impartición a través del manto no se trata de imitación sino que es
complemento de lo que Dios da.

Cuando hay diversidad de mantos las personas entran en una libertad poco usual, y puede llevarlas
a nuevas experiencias y a nuevas dimensiones.

Muchos aprendices de profeta profetizan bajo el manto de su mentor, llega un momento en que
los aprendices deben saber bajo qué unción caminan, si bajo su propia unción o la de su mentor.

Es muy importante en una asamblea la interrelación de las personas, porque es una forma en la
cual hay impartición.

Cuando un profeta llega a un ambiente que es profético, ellos lo disciernen.

Hay lugares en los que ya hay una unción conquistada a través de los años, es un manto que
reposa sobre el lugar y las personas que asisten caen bajo esa unción aun cuando no crean en ello.

No podemos ponerle membrete a las cosas “son de Dios o no son de Dios”.

Es importante saber bajo que manto caminamos y qué cosas se pueden desatar cuando ese manto
está funcionando sobre el lugar.

Hay lugares con diferentes mantos, también personas que caminan con diferentes mantos.

4.》DIMENCIÓN PROFÉTICO APOSTÓLICO.


Un profeta comienza a ejercer un nivel apostólico dentro de lo profético, porque hay ministerios
que son híbridos, hay oficios proféticos apostólicos, apostólicos proféticos, magisteriales,
apostólicos, magisteriales proféticos, magisteriales evangelísticos.

Cuando el profeta comienza a salir de lo que es el círculo de la congregación, se proyecta a la


ciudad, Dios lo promueve y lo envía a las naciones, le da estrategias, empieza a actuar en un nivel
apostólico.

Es enviado apostólicamente para ejercer el oficio profético. Vemos el caso de Jeremías.

“Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes
que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.”

Jeremías 1:4-5

Dios ya tenía el destino de Jeremías, pero en el verso 10 del primer capítulo del libro del profeta
Jeremías, vemos que hay un día, un tiempo, una hora para el cumplimiento de aquello para lo cual
Dios lo llamó.

Cuando un profeta es puesto sobre naciones y reinos, ha entrado en una dimensión apostólica
dentro de lo profético; este es el mayor nivel por cuanto tiene un mayor alcance para edificar a
muchos.

“Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir,
para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.” Jeremías 1:10

Muchas veces Dios nos puede enviar para realizar actos proféticos o estrategias proféticas en
lugares específicos de las naciones, lo cual entra dentro de esta misma categoría.

Un profeta cuando llega a la madurez, tiene carácter, está listo para engendrar hijos profetas; de
manera que llega un momento en que ejerce maternidad o paternidad profética; esto también es
considerado dentro de la misma categoría del nivel apostólico.
Podemos mencionar varios Profetas dentro de la Biblia, que operaron sobre reinos, para cambiar el
destino de las naciones:

José en los tiempos del Faraón de Egipto: Génesis 41:37-57

Moisés y el Faraón de Egipto: Éxodo 14:1-30, Comisión que le fue dada a Moisés para poder liberar
a todo un pueblo de mano de los egipcios, estableciendo un gobierno espiritual por encima del
gobierno natural.

Elías en tiempos del rey Acab

1° Reyes 18:1-46

Daniel en tiempos de Nabucodonosor Daniel 2:25-49

Débora y Sísara en Israel Jueces 4:4-16

Atte. Apóstol José Luis García a los pies de Cristo.

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