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Salmo 100 Alcala
Salmo 100 Alcala
El afán d e l a in g r a t it u d
Salmo de acción de gracias.
Día 1: (ffa/nu' / (X )
Abundancia sin gradtud
iertamente, hemos experimentado altibajos financieros en el
último siglo, algunos de ellos muy significativos. No obstante,
■ /7 /¡n tu n /c/o e /a /m a
Con frecuencia, nos centramos en aquello que desearíamos tener
y no tenemos, y nos olvidamos de la abundante provisión de Dios,
que nos ha permitido subsistir y desarrollarnos hasta el día de hoy.
Nuestro sentido de gratitud se pierde o bien se diluye por la ambición.
Haz una lista de todas tus pertenencias. Léela con atención. Incluye
aquellos bienes de los que has gozado en el pasado y ahora forman
parte de tus recuerdos: los viajes que hiciste, los regalos que recibiste,
las celebraciones de las que has podido ser parte. ¿Qué piensas de
todo lo que has recibido y tienes actualmente? ¿Piensas que eres una
persona agradecida? ¿Te gustaría cambiar tu enfoque en este aspecto?
¿Qué acciones implicaría eso?
E
l Salmo 100 no pierde el tiempo con acciones preliminares. En
vez de tratar de convencer al lector para que alabe a Dios por su
bondad y por sus muchas bendiciones, el compositor presenta seis
acciones imperativas, comenzando con el primer versículo.
(i/oó'/>rece/)/*'/
1. Canten alegres al SEÑOR (v. 1). ¡Qué manera de empezar un
salmo! El idioma hebreo va al punto. De hecho, el término “alegre”
no aparece en el hebreo original. Más bien, el texto se lee literalmente
“canten al Señor”. Ea palabra “canten” viene de una palabra hebrea
cjue significa hacer ruido o dar un gran sonido (como de una trom
peta). El compositor está hablando de esa clase de canto que sale de
una persona llena de gozo y que no puede contener sus emociones,
muy similar a la alegría que sienten los fanáticos del deporte cuando
sus equipos o atletas hacen algo impresionante. El salmista nos está
diciendo que cantemos con emoción a nuestro Dios.
Es difícil pensar en esa clase de emoción con respecto al Señor,
¿no es cierto? Admitámoslo; ¿Cuándo fue la última vez que gritaste
de emoción por algo que leiste en la Escritura? ¿Cuando alzaste tus
manos y saltaste después de un sermón acerca de los atributos de
Dios? No te estoy sugiriendo que nos volvamos carismáticos; pero
definitivamente deberíamos sentir algo de emoción, al menos un
poquito de gozo. Algunas veces, el Señor hace cosas que desafian
cualquier explicación natural, algo que va más allá de nuestras capaci
dades. Cuando él te rescata, no te quedes en silencio. Cántale. Eleva
tu voz en alabanza. Al hacerlo, estarás contrarrestando ese afán de
ingratitud que fácilmente puede adherirse a nuestro ser.
2. Sirvan al SEÑOR con alegría (v. 2). Una buena señal de una vida
agradecida es el servicio. Son pocas las decisiones que son más efi
caces para deshacerse del afán diario de la ingratitud que servir a los
• ///¡/'/ju n u /o e /a /itia
¿Te consideras una persona gozosa? ¿De qué forma tu tempera
mento afecta tu actitud? Si el gozo es una decisión, ¿qué estás haciendo
para cultivar una actitud de gozo? Según los versículos 1 y 2, adorar
E
l Salmo 100 es un precepto extendido para adorar al Señor con
instrucciones específicas. Los primeros tres mandatos que apare
cen en los versículos 1 y 2 están relacionados directamente con la idea
de cultivar una actitud de gozo. Las siguientes cuatro instrucciones se
enfocan en cómo vemos la identidad y el carácter del Señor. Exami
nemos dos de ellos.
4. Reconozcan que el SEÑOR es Dios (v. 3). A primera vista, este pa
rece un precepto extraño. Un análisis más cercano de los términos en
el idioma hebreo nos ayudará a aclarar la intención del salmista.
La palabra “conocer’ viene del hebreojyada. Cuando se utiliza en
referencia a una persona, denota un conocimiento personal por ex
periencia, no un conocimiento a la ligera. Es el mismo término que
los escritores bíblicos utilizaron como un eufemismo de la relación
sexual (Génesis 4:1; 19:8; Números 31:17, 35; Jueces, 11:39; 21:11;
1 Reyes 1:4; 1 Samuel 1:19). Nuestro conocimiento de Dios debe
ser algo personal y basado en la experiencia, no en algo simplemente
teológico.
La palabra, Señor es el nombre personal de Dios que se repre
senta en hebreo por las cuatro consonantes “YHVH” y que era con
siderado muy sagrado como para pronunciarlo de manera audible.
Quizá recuerdes que la palabra se basa en el verbo “ser” que identi
fica a Dios como la deidad que verdaderamente existe. El finado
filósofo cristiano Francis Schaeffer lo decía de esta manera: “El Dios
que existe” (al contrario de todos dioses que no existen).
La estructura de la oración también muestra un detalle impor
• e/ a/ jtui
Uno puede cultivar una relación personal con Dios de la misma
forma en que lo hacemos con otra persona: escuchando, dedicán
dole tiempo y haciendo cosas que la otra persona considera impor
tantes. ¿Qué estás haciendo para escuchar al Señor? ¿Cuánto tiempo
dedicas a estar con personas que aman a Dios? ¿Te unes a Dios para
lograr su obra?
Día 4: (¿ifa/tno / ( X )
Agradecimiento y alabanza
E
l Salmo 100 continúa con dos preceptos finales y presenta tres
razones específicas para “cantar con gozo” (v. 1). Ambos pre
ceptos nos invitan a hablar directamente con el Señor.
6. Denle gracias (v.4). La palabra hebrea para dar gracias viene de
un verbo que significa confesar, alabar, reconocer, exaltar o agrade
cer. En otras palabras, no es sencillamente decir “Gracias Dios, por
Día 5: /O O
El carácter de Dios
D
espués de haber llamado a todo el mundo a que cantara con él,
el salmista declara la razón por la cual Dios merece el agrade
cimiento y la alabanza universal. El salmista opina que esa celebra
ción mundial se basa en tres hechos con respecto al carácter del
Señor.