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Novena Al Señor de Los Milagros
Novena Al Señor de Los Milagros
DE LOS MILAGROS
ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS
En el nombre del Padre...
ORACION
(Para todos los días)
¡Señor Jesús! Tú sentiste transportes de alegría
inefable, porque Tu Padre había revelado sus
secretos a los humildes y sencillos. Te damos
gracias porque a una indiecita, en los comienzos de
nuestra historia latinoamericana, la hiciste
instrumento de tus maravillas. Aquella mujer nos
recordó que más importaba la libertad de un
hombre que la posesión de una imagen.
Suscita en nosotros el recuerdo de esta lección
evangélica, siempre que nos postremos ante Ti,
Señor de los Milagros para pedirte un favor o
agradecerte un beneficio.
Acrecienta nuestra fe en tu presencia que se
manifiesta de diversos modos, ya te adoremos en la
Eucaristía, ya te consideremos en Tu Evangelio, o
cuando nos postremos ante tu Cruz o te veamos en
nuestros hermanos, especialmente en los que más
sufren y en los que más luchan por el logro de sus
aspiraciones hacia una vida más digna del hombre.
Bendice a los peregrinos que al visitarte
experimentan deseos sinceros de vida más cristiana
y más entregada al servicio de sus hermanos.
Bendice a los enfermos que, cuando fallan los
recursos humanos, depositan en Ti su confianza
ilimitada. Amén.
Padre Nuestro - Ave María - Gloria
DIA PRIMERO
Consideración: El sitio predeterminado por Dios
Admira la caridad con que Dios quiso extender los
beneficios de la redención a los moradores de
América.
Antes de 1492 el Nuevo Mundo era ignorado de las
naciones civilizadas. Millares de seres humanos,
sumidos en las sombras del paganismo, erraban por
las selvas, ensombrecidos todavía más por los
vicios y la idolatría. Pero Cristo que vino al mundo
como luz para todo ser racional, quiso que fuesen
cristianos los descubridores de las tierras
americanas, para que desde el primer momento
fueran iluminadas por la fe verdadera. Al ver al
misionero enarbolando la cruz y predicando a
Jesucristo, las almas se dejaron conquistar y los
habitantes de estas tierras fecundas entraron a
formar parte privilegiada en el rebaño de Cristo.
¡Qué alegría la de este pastor divino al ver cómo
venían numerosas ovejas extraviadas, haciendo
realidad “la redención copiosa a los ojos de Dios”!
Ocupando los valientes castellanos el territorio
colombiano, confluyeron por el norte, por el sur y
por el oriente a las tierras de los indios bugas. En
1556 fundaron una villa junto al cerro "Pan de
Azúcar". No era ese el lugar señalado por Dios
para escenario de sus maravillas. Diez años más
tarde los vecinos pidieron que se trasladara la
fundación al valle grande junto a las márgenes del
Guadalajara. Y allí casi en el centro geográfico del
Valle, se asentó definitivamente la ciudad de Buga,
que el santísimo Redentor iba a convertir en
precioso relicario para guardar el primer tesoro
celestial que regalaría a los colombianos: EL
CRISTO MILAGROSO. El que había venido a
buscar la oveja perdida; el que llamó a Sí a los
pobres, a los desheredados, a los que lloran y
sufren, aparecería de un modo extraordinario y
sencillo, como un día en Belén, en manos de una
indiecita para ser la esperanza de los que no tienen
otra en este mundo, que la del "Padre Nuestro que
estás en los cielos"
J esús Milagroso,
abarca con tu cruz el patrio suelo,
que te ama y sirve con celo,
como a su Dios y monarca,
-haz tu basílica un arca
de paz y caridad.
-Danos alivio y Consuelo, en toda necesidad.