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UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ DE GUATEMALA

Licenciatura en ciencias jurídicas y sociales


Licda. Yanira Rivas
Curso: Derecho Mercantil II

Carné
PAMELA ALEXANDRA ARRIZA JUAREZ 8550-21-10923
BREISY JULIZZA CASTAÑEDA HERRARTE 8550-21-14028
INTRODUCCION

La Aceptación de la letra de cambio es el acto por medio del cual el girado o


librado estampa su firma en el documento, manifestando así la voluntad de
obligarse cambiariamente a realizar el pago de la letra. Una vez aceptada la
letra, el aceptante se convierte en el principal obligado, y se constituye en
deudor cambiario de cualquier tenedor de la letra, incluso del mismo girador. En
caso de que el librado no pague al vencimiento de la letra, se le podrá
demandar por la vía cambiaria.
aceptación es esencial para que surja la obligación de pago del librado
respecto del tenedor.
aceptación de la letra de cambio debe ser incondicional, de manera que quien
firma una letra de cambio acepta y se obliga respecto a todo lo que contenga el
cuerpo de la letra.
Existen dos clases de aceptación obligatoria y potestativa.
Veremos a continuación los negocios jurídicos, la creación de una letra, las
clases de aceptación, las soluciones para la aceptación, que es el domiciliario,
etc.
El fin de este trabajo se hace con el afán de hacer mas fácil el análisis del
tema.
ACEPTACIÓN DE LA LETRA DE CAMBIO

Los negocios jurídicos contenidos en los títulos de crédito son declaraciones


unilaterales de voluntad y ello le da seguridad al tráfico del título, en tanto que
se rodea de la dificultad de conocer los motivos por los cuales se creó, sobre
todo en los de naturaleza abstracta.

La creación de una letra es una declaración unilateral de voluntad; en


consecuencia, la aceptación también puede conceptualizarse como una
declaración unilateral de voluntad por medio de la cual el librado o girado
acepta la letra y se convierte en el principal obligado del pago de la letra,
pasando a llamarse, entonces:

"Librado aceptante" o "Girado aceptante". Antes de que se realice ese acto, el


librado o girado, si es un tercero, no tiene ninguna obligación cambiaria, ya que
ésta nace hasta el momento en que acepta pagar la letra. A partir de ese
instante él es el principal obligado y debe responder del pago ante cualquier
persona legitimada para cobrarla; incluso tiene obligación cambiaria frente al
librador (Art 461 Código de Comercio).

El hecho de que la aceptación sea una declaración unilateral de voluntad


supone que el sujeto girado es libre de aceptar o no la letra de cambio. Ello nos
recuerda un caso planteado ante los tribunales de justicia, en el que el actor
pretendía que se dictara sentencia condenando al librado a que aceptara la
letra de cambio. Obviamente la demanda no prosperó ni en primera ni en
segunda instancia, porque a nadie se le puede obligar a aceptar la letra, por la
autonomía de la voluntad.

La aceptación está sujeta a pocas formalidades. Podemos decir que debe


constar en el documento mediante la palabra "Acepto" u otro equivalente, más
la firma del librado.

La sola firma de éste sin la palabra "acepto", se considera como aceptación de


la obligación cambiaria. Otro elemento importante de la aceptación es la fecha,
ya que a partir de ella se principia a contar el tiempo en que debe pagarse la
obligación contenida en el título. Sin embargo, cuando se omite, el tenedor
puede consignarla; pero ello es contraproducente para los intereses del librado,
pues se podría escribir una fecha que restringiera el tiempo que éste tiene
previsto para cumplir su obligación (Art. 456 del Código de Comercio).

podemos decir que hay dos clases de aceptación para los efectos de
conseguir la efectividad del título:
Obligatoria
potestativa.

La aceptación obligatoria, que más bien debería llamársele necesaria, se da


en las letras que se giran con vencimiento "A cierto tiempo vista"; y es
obligatoria o necesaria, porque precisamente su fecha sirve para contar el
tiempo del vencimiento, que es a partir de la aceptación. Cuando la letra se gira
con esta modalidad, el tenedor tiene todo el año que sigue a la fecha de
creación de la letra, para presentarla y que sea aceptada. Una letra creada el
1° de enero puede ser aceptada cualquier fecha siguiente hasta el 1° de enero
del siguiente año. ¿Por qué no el 31 de diciembre del mismo año de la fecha de
la letra? Porque el día o fecha de la creación no se toma en cuenta para el
cómputo del plazo, ya que la ley dice: "...dentro del año que sigue a su fecha".
Si la aceptación en esta forma de vencimiento no fuera obligatoria o necesaria,
no se podría contar el plazo de cumplimiento de la obligación cambiaria.
Insistimos en que, más que obligatoria, la aceptación para el caso es
necesaria, porque no se trata de que el librado esté obligado a aceptar, sino
que es necesario que se la presenten para que acepte o no su obligación, y si
la acepta, a partir de ese acto empieza a contarse el tiempo de cumplimiento.

La aceptación potestativa ocurre cuando la letra es creada a día fijo o cierto


plazo de su fecha; aunque el librador puede convertirla en obligatoria y señalar
la ocasión o tiempo para que se lleve a cabo la aceptación; pero, esto es la
excepción. Puede también el librador, si lo consigna en la letra, prohibir que la
letra sea presentada para ser aceptada antes de una fecha determinada. Todas
estas previsiones están normadas para asegurar el pago de la letra, porque
puede suceder que antes de la fecha señalada, no se tengan recursos para
pagarla. En estos casos la presentación de la letra para su aceptación funciona
como un aviso de la obligación que tiene pendiente el librado. Si la aceptación
conserva su carácter potestativo, el tenedor debe presentarla a más tardar el
último día hábil anterior al vencimiento (Arts. 451 y 452 del Código de
Comercio).
La aceptación de la letra de cambio deberá ser incondicional. Ello en
concordancia con la orden de pago que también es incondicional; y, para
seguridad del tráfico de los títulos de crédito. Pero puede darse una
"aceptación parcial", en el sentido de que el librado sólo acepte pagar una parte
de la suma que representa el título.

Art. 459. (Aceptación debe ser incondicional). La aceptación deberá ser


incondicional, pero podrá limitarse a cantidad menor de la expresada en la letra
de cambio.

Cualquier otra modalidad introducida por el aceptante, equivaldrá a una


negativa de la aceptación, pero el librado quedará obligado en los términos de
la declaración que haya escrito.

¿Qué sucede si el librado acepta la letra sujetándola a una condición?


Este es el caso de aceptar introduciendo otra modalidad a la simple y pura
voluntad de aceptar, y su efecto principal es que esa conducta se presume
como una negativa de aceptar, lo cual significa que el librado no se ha
convertido en principal obligado; pero, dice la ley, "el librado quedará obligado
en los términos de la declaración que haya escrito". Esta prescripción legal la
consideramos contradictoria, porque si se negó a aceptar por introducir una
condición, no se ha convertido en principal obligado; no es obligado cambiario;
no obstante, la ley le adjudica esa categoría si se realiza la condición. El
artículo 459 de nuestro Código está tomado del 26 de la Ley Uniforme de
Ginebra; y según Cervantes Ahumada, un ejemplo explica cómo debe
entenderse:

Si el girado acepta condicionalmente, se tendrá por negada la aceptación, y


deberá levantarse el protesto correspondiente. Pero el aceptante que acepta
condicionalmente quedará obligado en los términos de su aceptación, y si se
realiza la condición por él establecida, el tenedor de la letra podrá exigirle el
pago. Por ejemplo: si el girado acepta diciendo que pagará si recibe las
mercancías que se obligó a enviarle el girador, cuando tales mercancías sean
por él recibidas, podrá exigírsele el pago de la letra. (1973:66)

En las diversas legislaciones se dan tres soluciones para la aceptación


condicionada:
a) Tener por denegada la aceptación, quedando sujeto el librado a devenir en
obligado si ocurre la condición.
b) Tener por no puesta la condición.
c) Considerar nula la aceptación en todos sus efectos, porque es un acto
ejecutado en contra de una ley que prohíbe condicionar la aceptación.

Las letras de cambio se presentarán para ser aceptadas en el lugar que la


misma indique. Pero puede suceder que ese dato se omita; en tal caso se
aceptará en el establecimiento del librador, cuando se trate de una persona que
lo tiene; o bien en su residencia conocida. También se pueden señalar varios
lugares de presentación, pero en este último caso el tenedor tiene derecho a
escoger el lugar en donde se deba presentar la letra para su aceptación (Art.
453 del Código de Comercio).

En la letra domiciliada hemos visto que sólo el librador puede crear esa
modalidad. Pero corresponde al librado señalar al "domiciliario" que va a pagar
la letra.

El domiciliario es la persona que paga la letra en el domicilio que determinó el


librador, por cuenta del principal obligado o sea el librado aceptante; por esa
razón es a él a quien corresponde señalarlo. Si el librado al aceptar la letra no
señala y, se entiende que es él quien pagará la letra en el domicilio
determinado (Art. 454 del
Código de Comercio).

Distinto a la letra domiciliada es el caso contemplado en el artículo 455 del


Código de Comercio, porque en éste se establece que el librado aceptante
puede, al aceptar la letra, señalar una dirección para pagarla, siempre que sea
dentro de la misma plaza, y que el librador no haya señalado expresamente
dirección distinta.

Ejemplo: supongamos que don Juan Manuel Gómez crea una letra en contra
de Celestino García Hernández. La primera consigna que la dirección del
librado es la 4a. avenida 15-70 de la zona 1 de la ciudad capital. Efectivamente
el librado vive en la residencia que indica la letra; pero en la fecha en que se le
lleva para que la acepte, es el último día que habitará ese inmueble, porque al
siguiente residirá en otro de la zona 2. Conforme está redactado este artículo,
este librado aceptante no podría indicar que va a pagar en la nueva dirección,
porque el librador señaló una dirección de manera expresa. A este respecto
consideramos que, como la obligación del aceptante es autónoma, debió
quedarle la posibilidad de indicar un lugar distinto al que se indica en la letra,
poder que debiera existir en otro tipo de letras y no sólo en las domiciliadas.

Por último, en relación con la aceptación, diremos que la obligación que


contrae el librado al aceptar la letra es autónoma, en los términos ya
estudiados en la parte general; y ello explica el contenido del artículo 462 del
Código de Comercio, en donde se dice que la quiebra, interdicción o muerte del
librador no modifica la obligación del librado aceptante, aun cuando hayan
acontecido antes de la fecha de la aceptación, precisamente por su carácter
autónomo.
CONCLUSION
El efecto principal de la aceptación es convertir en principal obligado a pagar la
letra de cambio al aceptante, de conformidad con el
Artículo 461
del Código de Comercio de Guatemala, que preceptúa: La aceptación
convierte al aceptante en principal obligado. El aceptante quedará obligado
cambiariamente aun con el librador, y carecerá de acción cambiaria contra este
y contra los demás signatarios de la letra de cambio, también, es importante
indicar que la aceptación puede ser parcial (limitándose a una cantidad menor
de la expresada en la letra de cambio); y que la misma debe ser 69
incondicional (es decir pura y simple, sin condición ni término) pero podrá
limitarse a una parte de la cantidad, por lo que cualquier modalidad introducida
por el aceptante, equivaldrá a una negativa de aceptación, pero el librado
quedará obligado en los términos de la declaración que haya suscrito lo que no
se altera por quiebra, interdicción o muerte del librador, aun en el caso de que
haya acontecido antes de la aceptación. Villegas Lara al exponer sobre la
aceptación de la letra de cambio domiciliada, señala
que: “el Código de Comercio en su
Artículo 455
establece que el librado aceptante puede, al aceptar la letra, señalar una
dirección para pagarla, siempre que sea dentro de la misma plazo en que deba
pagarse, y que el librador no haya señalado expresamente dirección distinta.
La aceptación puede ser obligatoria y protestativa.
La aceptación obligatoria se da en las letras de cambio que se libran a cierto
tiempo vista como forma de vencimiento, lo que significa que si una letra se
debe pagar a un mes tiempo vista, se debe hacer efectivo el pago un mes a
partir del día que fue puesta a la vista del aceptante y aceptada por el mismo,
resultando lógico que sea obligatoria, 68 debido a que de no darse la
aceptación no sería posible determinar el vencimiento de la obligación
cambiaria, pues a partir de la aceptación se realiza el computo del tiempo para
exigir el pago del título de crédito. Y la aceptación potestativa, se da cuando la
letra de cambio ha sido creada con forma de vencimiento a día fijo o a cierto
tiempo fecha, no obstante ser potestativa, el librador puede señalar un plazo
para que se lleve a cabo la misma (también resulta necesaria la presentación
cuando así se haya hecho constar por el librador o por un endosante señalando
o no plazo para ello, con lo cual se convierte la aceptación en obligatoria.

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