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TAREA 5- TRABAJO FINAL

ARTE IMAGEN Y SABER ANCESTRAL

Edgar Giovanni Ortiz Díaz

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Universidad Nacional Abierta y a Distancia

20 de mayo de 2020
Introducción

Las manifestaciones artísticas nativas de nuestro territorio son ricas en coloridos y

significado. Y los espacios para promoverlas a veces no son lo suficientemente divulgados y su

alcance social y culturales limitado. Colombia es un país sin memoria y el afán de querer

parecernos a modelos culturales extranjeros hace que perdamos nuestra identidad autóctona.

En este ensayo pretendo responder la pregunta enunciada por la tutora de la mejor manera

posible y que el lector encuentre significado a mi ponencia.


Análisis de artistas y sus obras.

Arte Indígena

Obra: “Tsatobouyayam bengbe Luare”

Autora: Eiana Muchachasoy

Figura 1
Artista Eliana Muchachasoy Chindoy

Maestra de Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Colombia. Pertenece a la

comunidad indígena Camënta de Sibundoy en Putumayo, Colombia. Eliana es hija de Natividad

Chindoy quien fue, realmente su primera maestra. En exposiciones internacionales de su obra a

llevado las experiencias del arte indígena en defensa de los derechos humanos de los pueblos

indígenas y mostro desde el arte las afectaciones a las cuales han sido sometidos.

Me gusta su trabajo colorido lleno de figuras antropomorfas y mantiene lo aprendido acerca

de la relación de vida y muerte en las culturas indígenas como su proceso natural de vida.

Además de ser contadora de la historia de violencia y abuso que ha sufrido su pueblo desde la

conquista hasta nuestros días.


Arte Popular

Fotografía de Laura Jiménez

La obra Auras anónimas

Artista Beatriz González

Esta obra es una intervención en los columbarios del cementerio

central de Bogotá. Ella cubrió 8957 nichos fúnebres con la silueta de

hombres cargando cadáveres. Es una artista integra y llena de

conciencia social, su inspiración es la indolencia la violencia cotidiana

en un pañis que no conoce la paz.


Fotografía Laura Jiménez

El trabajo de esta artista popular deja al descubierto la realidad

nacional, la violencia como un lugar de memoria, cotidiana y llena de

muertos en le día a día.


Una intervención planeada para que durara dos años pero ha pasado

una década y sigue intacta..

Arte contemporáneo

Untitled (Drawing off the Wall)

Artista Oscar Murillo


Oscar Murillo nació en 1986 y a los 10 años se trasladó a Londres, donde sus padres y él

laboraron como trabajadores de limpieza. Allí se graduó en el Royal College of Art. Murillo

pone en práctica su visión del arte a través de la pintura sobre lienzo, los performances y el

video.

Fotografía El Espectador
Al ver el trabajo de este artista, me parece acorde con la actualidad, centrado en lo que la

urbe respira, y veo que su experiencia de vida en el reino Unido ha marcado su estilo frío y

callejero de sus trazos. Se inspira en la fría urbe.

Desarrollo del tema:

¿Qué relaciones se pueden establecer entre el arte indígena, el arte popular y el arte

contemporáneo?

Partiendo de la definición de relación que significa correspondencia o conexión entre dos

cosas o más. Podemos ver que el arte indígena, es el ancestro del arte contemporáneo y popular.

El gusto como punto de partida cultural no es una manifestación inexplicable del ser

humano, sino que se forma y pule en función de las condiciones de vida definidas que son

características de la estructura social en cada etapa vivida en las culturas. Es así que solo hasta

hace unos cien años se le dio valor y se despertó el gusto por el arte americano pre colombino,

colonial y contemporáneo, dejando a un lado la restrictiva definían de arte traída de occidente

donde solo Grecia y Europa eran los considerados artistas.

Las relaciones que he encontrado entre el arte indígena, el arte popular y el arte

contemporáneo colombiano es en esencia la preocupación por la vida, la relación con la muerte,

la conservación de ídolos a la memoria del sufrimiento en un país sin memoria. El pueblo

colombiano no conoce lo que es la paz y su volátil tendencia a la violencia marca con sangre las

letras y los trazos de las expresiones artísticas manifestadas en la obra del artista colombiano.
Hay una evolución, o mejor dicho una maduración en la manera de contar la historia pero

siempre su inspiración se entre cruza sin importar si es de alguna cultura indígena, un artista

popular que emplea lo cotidiano de la misma manera que el nativo americano lo hace con su

entorno, solo que uno lo hace desde su resguardo, olvidado y sin recursos, y el otro lo realiza

desde la urbe, peleando en la selva de concreto que ahoga los gritos desesperados de hablar por

aquellos que no pueden. El artista contemporáneo recurre a las tecnologías y se apoya en la

enorme cantidad de información a la que tiene acceso para evocar su frialdad, su indolencia y su

falta de respeto por el individuo.

Desde el punto de vista etnocéntrico en nuestro territorio el arte indígena, el popular y el

contemporáneo son producidos para la comercialización internacional, debido a que

culturalmente el país no esta interesado en la obra nativa. Desde la educación básico se debería

instruir en el arte no como espacio lúdico solamente sino como proyección profesional del

semillero de artistas que provee Colombia.

La artesanía como medio de sostenimiento de los indígenas, es subestimado por el

comprador de a pie, las galerías no son visitadas por la masa sino por aquellos que

económicamente pueden adquirir una pieza de arte, y el arte toma un lugar que refleja la realidad

social: una gran desigualdad social. La artesanía sufre de un prejuicio peyorativo, mientras el

artista contemporáneo y popular toman su lugar entre las elites mundiales el arte indígena es más

un placer culposos de alguno y una consideración ante el sufrimiento impartido por lo

colonizadores de siglos atrás.

Las relaciones entre estas manifestaciones artísticas deberían acabarse desde el ojo curador

occidental el cual hemos adoptado sin proponerlo; y empezar a ver el arte como una
manifestación humana, que representa identidad y así como la religión, la economía y la

sexualidad son valoradas o por lo menos se respeta la posición individual ante estos, el arte y el

artista deberían tener un trato similar. Donde no se clasifique subjetivamente por los críticos de

arte sino que parta desde la individualidad, donde el yo se considera artista y no es motivo de

desánimos en la audiencia , pues solo el 1% o menos de los artistas logra obtener un

dignificación y reconocimiento de su labor, y una justa retribución económica.

La principal relación que veo es la necesidad de manifestar la cotidianidad, de expresar el

dolor social, tos mantienen una paleta colorida del entorno que los rodea. La sociedad misma nos

enseña a caminar a su ritmo pero el artista se quiere salir de ella y documentarla, morbosamente

despreciarla y encararla con su realidad.

Los vínculos entre estas artes, no son más que el resultado de una clasificación occidental

basado en lo que Europa considera arte, mientras en nuestra sociedad que no es especializada y

el conocimiento de los diferentes comportamientos sociales son de carácter general, permite que

todo individuo sea capaz de cubrir las necesidades que demande la sociedad, incluso en el ámbito

religioso y artístico. La capacidad colombiana de desempeñarse en le acampo que le exijan sin

encasillarse en tener una profesión diferente o incluso en no tenerla abre las puertas a toda

manifestación artística por cualquier individuo y al no ser considerada por la clasificación

europea como digan o autentica, pasa a ocupar un lugar efímero o de artesanía sin mayor valor

cultural. Lo cual es un error pues a razón de ser manifestada en la cotidianidad, es popular y

contemporánea y debe ser respetada y motivada antes que la constante evolución tecnológica nos

ayude a olvidarla. Es el caso del grafiti, de las artes orales comerciales populares que ya han
desaparecido en la urbe, como un ejemplo los llamados culebreros que vendían ungüentos,

menjurjes y antídotos en las calles con una prosa y rima digna de un escenario teatral.

En el espacio de una colectividad especializada y estratificada se produce la separación entre dos

grupos claramente diferenciados, la élite y el pueblo común. Esa clase dirigente se mantiene con

el trabajo y las contribuciones del pueblo, está exonerada de las tareas de producción y debe,

demostrar su superioridad y legislar, de modo bien visible a los ojos de los demás, que son los

consumidores y jueces del arte y viven cada vez más distanciados la masa campesina, del

trabajador de calle y del indígena. Esta clase dirigente es la que impone la diferenciación de los

artistas. La constante presión ejercida por la iniciativa creadora de los artistas terminan por

establecer en conjunto, la posibilidad de otras formas de expresión y representación

independientemente del concepto defendido por cada corriente artística. La diferencia entre las

diferentes obras artísticas radica en el tiempo en que fue creada y el fin o propósito de este.

El artista indígena manifiesta su entorno natural, el colorido de la región del Putumayo es

inspiración de la paleta colorida de la artista que elegí pero a su vez acompaña la obra de toda

artesanía y su vestuario y cultura. El arte popular es subestimado por que nos muestra la

cotidianidad social en la que vivimos y su relación podría interpretarse como similar si se es un

indígena en su rutina diaria. En similitud con el artista contemporáneo en le que percibo eso

mismo.

No veo una diferencia en el origen de las obras de los diferentes artistas, en todos

podemos apreciar su necesidad de conectarse con su entorno, sus motivaciones están marcadas

por las líneas sociales de su cotidiano vivir, la marcada necesidad de contar historias y la

frialdad o desprecio a la obra creada, debido acaso a la suposición de la insatisfacción con lo que

se logro, o el sin sabor que deja lograr crear algo y luego vivir con la idea que se pudo hacer de
manera diferente o quizás que no se logro el objetivo deseado. Queda pensar que la búsqueda de

la inmortalidad en la memoria de las futuras sociedades deberán juzgar la obra y suponer lo que

el artista quería contar con su obra.

El artista visual pretende exponer su visión de una situación manifiesta en su sentir subjetivo. Y

el vínculo con la creación desarrolla una afinidad con sus pares temporales en los que por

compartir el mismo territorio de nacimiento se les considera parte de una escuela, corriente o

conjunto artístico.

El arte indígena es a su vez popular y a su vez contemporáneo. No debería separarse y

continuar estigmatizándolo como algo aparte, toda vez que no lo es. Un indígena es colombiano,

como los son todos los demás artistas, y no debe separarse de ese principio de origen. Si bien se

busca darles un lugar de privilegio, se le aparta del colectivo artístico, con buena intención

quizás pero aumenta la brecha diferencial social, y se les mantiene en un resguardo ya no físico

sino social donde evitamos integrarnos con su cultura que es nuestra cultura también, y los

vemos como ajenos a nosotros.

El arte es universal y su expresión esta inherente a todo individuo, el territorio, las

diferencias sociales beben acercar al artista con su semejantes para como colectivo hacer crecer

una corriente que fortalezca y sea semillero de más arte.

Este curso de arte, imagen y saber ancestral me ha enseñado que soy producto de mi pasado

ancestral y en mis genes mestizos reposa el saber de generaciones pre hispánicas que están llenas

de color y expresión artística. Obviamente la colonización y la migración, así como la esclavitud

han contribuido a crear nuestra herencia cultural y artística. Colombia es un país que se

caracteriza por no tener memoria, la colonia nos despojo de la herencia, somos dueños del viento
y la gran mayoría nunca tendrá algo de valor para dejar a sus hijos. No poseemos un baluarte ni

nos han enseñado a valorar quienes somos ni quienes son nuestros compatriotas indígenas.

Las relaciones etnográficas, los vínculos económicos y la insensibilidad social acompañada

por la burocratización de los accesos a apoyos para el artista y sus actividades alejan los puntos

de contacto artístico entre las diferentes corrientes que repito no deberían estar tan alejadas las

unas de las otras. El artista es artista y quien busca clasificarlo crea en ocasiones jaulas sociales e

intelectuales que discrimina a través del estándar cultural impuesto generalmente por un critico

de arte que en la mayoría d los casos no es artista.

El Arte ha sido validado en el mundo según el modelo europeo de origen ilustrado, es decir, bajo

aquellos cánones de belleza y verdad universal. Este concepto se volvió una forma rigurosa para

calificar obras de arte y artistas, quiénes eran personas con dones únicos, capaces de concebir

obras de belleza excepcional y sublime. Por tal razón, conceptos como arte popular o arte

indígena generan debates de lo que es el arte contemporáneo, haciendo que se vuelvan

indefinidos los límites entre arte o artesanía, artista o artesano; ya que lo que predomina es su

contexto. El tiempo no lineal del arte contemporáneo permite entender desde otra perspectiva el

arte de las comunidades indígenas n la actualidad, el arte indígena ha tenido una impresionante

transformación y desarrollo que fascina cada vez más a su entorno; también se ha convertido en

una importante fuente de ingresos, lo cual, ha intensificado la producción de artesanías.

Un patrón de orden predomina en las obras que analizamos, se busca implantar un orden

natural descriptivo de la situación a la que hacen alusión, el ser humano como centro de la obra y

su comportamiento en la interacción con su entorno. El arte indígena cuenta las historias de la

comunidad, de sus personajes, mitología y cosmogonía. El arte popular trata con la cotidianidad
social y su sensibilidad hacia los asuntos mundanos y problemas relevantes, por otro lado, el arte

contemporáneo no se parta mucho de este fin, pero su autenticidad se manifiesta en los

materiales y elementos empleados tratando de alejarse del vital verde y acercándose a la fría

urbanidad, la plana categorización socio cultural que se imparte en el mundo que olvida al

individuo y trata de envolver a un mundo pluralista en un solo lenguaje digital.

El deber dela artista es ser la voz a futuras generaciones de la comunidad que habitaba, de

sus egoísmos y soledades, de s sus pasiones manifiestas en su obra, perversiones, deseos,

frustraciones y el grito rebelde de los trazo marcados en la obra, concluyendo que el arte y el

artista son eso y su clasificación no une sino separa para facilitar la discriminación impuesta por

los gestores y patrocinadores de artistas tradicionales europeos. La antropofagia llega incluso a

influir en el arte indígena y se transforma en contemporáneo y popular pues para poder vender

hay que adaptarse y el valor de la obra no lo coloca el artista sino su comprador.


Conclusiones

El arte indígena es la columna vertebral artística de Colombia y no podemos dejarla

olvidada ni despreciarla de los escenarios culturales .

Es deber de todos incluir en toda participación cultural el arte indígena no como un evento

aparte o exótico sino parte contributiva del espacio artístico.

El curso de arte y saber ancestral ha contribuido a generar conciencia en mi como

estudiante de artes visuales acerca de lso temas presentados, de los cuales no tenia conocimiento

ni interés al iniciar esta clase.


Bibliográfia

http://unradio.unal.edu.co/nc/detalle/cat/cultura-que-ladra/article/mujeres-gestoras-y-artistas-

indigenas-eliana-muchachasoy-chindoy-1.html

https://www.onic.org.co/comunicados-onic/3463-el-arte-como-memoria-otro-lenguaje-y-

resistencia-de-los-pueblos-indigenas-en-colombia

http://museodememoria.gov.co/arte-y-cultura/auras-anonimas/

https://www.colombia.co/cultura-colombiana/arte/arte-contemporaneo-colombiano/

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