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Flor
Flor
i-Sol-La-La
La-Si-DO-DO,
DO-RE-SI-SI
La-Sol-La-La
Mi-Sol-La-La
La-Si-DO-DO
DO-RE-Si-Si
La-Sol-La
Mi-Sol-La-La
La-DO-RE-RE
RE-MI-FA-FA
MI-RE-MI-La
La-Si-DO-DO-RE-MI-La
1 . la Do si si Do la si
2 . La-DO-Si-Si-La-Sol-La la
La-Si-DO-DO DO-RE-MI-DO-La-Mi
FA-DO-La-Fa
DO-DO-MI-MI-MI-FA-MI RE-RE-RE-RE-MI
MI-MI-MI-FA-MI RE-DO-Si-La
LA-Si-DO RE-MI-RE-DO-Si-DO-RE-MI-RE
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Si-DO-RE-DO-RE-MI-RE-DO-La
La-Si-DO-RE-MI-FA-La-RE-DO-RE-Si-La-Si-Sol
MI-FA-MI-MI-MI-RE RE-DO-Si-Do-Si-Si-La
La-Si-DO-MI La-Si-DO-FA
La-Si-DO-MI-MI-SOL-MI-RE RE-DO-Si-DO-Si-La
Por la señal…
Oh Señor, que subiste a los cielos, no para alejarte de nosotros, sino al revés. Para poder mirar
a todos y cada uno de tus hijos y saber siempre, que necesitamos, en que nos puedes apoyar,
cuándo nos desviamos de tu camino. Como el mejor pastor del mundo, estás pendiente de
todas tus ovejas, sin importar el color.
Ayúdame Señor a tener siempre una perspectiva amplia, amorosa y sabia para mirar el
mundo no solo desde mi propio lugar y punto de vista, porque sé que yo no tengo la verdad
absoluta, ni siquiera parte de la verdad. Cada vez que me encierro en mí misma, y me rodeo
solo con los que piensan como yo, no crezco, no aprendo y caigo en injusticias y falta s de
humildad.
Dame tu mano Señor y elévame, para mirar como tú miras, para sentir como tú sientes, para
actuar como tú actuarías. Amén
3er. Misterio glorioso: “La venida del espíritu santo sobre los
apóstoles y María”
La Santísima Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue llevada en cuerpo y
alma a la gloria del cielo, en donde ella participa ya en la gloria de la resurrección de su Hijo,
anticipando la resurrección de todos los miembros de su Cuerpo» Pío XII en la Constitución.
La augusta Madre de Dios estuvo en estrechísima unión con su divino Hijo y participando
siempre de su suerte. Por ello parece como IMPOSIBLE DE IMAGINAR a aquella que concibió
a Cristo, le dio a luz, le alimentó con su leche, le tuvo entre sus brazos y le estrechó contra su
pecho, separada de Él después de esta vida terrena, si no con el alma, sí al menos con el cuerpo.
Siendo nuestro Redentor hijo de María, como observador fidelísimo de la ley divina, ciertamente
no podía menos de honrar, además de su Padre eterno, a su Madre queridísima. Por
consiguiente, pudiendo adornarla de tan grande honor como el de preservarla inmune de la
corrupción del sepulcro, debe tener fe, que realmente se la llevó al cielo para compartir su
gloria»
Amén
5to. Misterio glorioso: LA CORONACIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA COMO
REINA Y SEÑORA DE LOS CIELOS”
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una
corona de doce estrellas sobre su cabeza»
Con este último misterio de todo el Rosario, se cierra, con la asunción de la Virgen María en la
alegría y en la gloria.
Madre Celestial, justo es el lugar que te ha dado tu hijo. Desde el cielo reinas y
gobiernas a todas las naciones. Te ruego que me ayudes a ser mejores cada día, a no decaer
ante las vicisitudes de la vida. Y, por sobre todo, ayúdame a construir la paz, siendo yo
pacífica, justa y humilde. Amén