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Las cuatro letras hebreas de la palabra Elul (alef, lamed, vav, lamed) son las
primeras letras de las cuatro palabras Ani le dodí ve dodí li, 'yo soy para mi amado
y mi amado es para mí' (Cantar de los cantares 6:3). Estas palabras resumen la
relación entre Dios y su pueblo.
Un período de 40 días
Rebobinemos 3.000 años hacia el desierto del Sinai. Dios ha dicho los Diez
Mandamientos, y los judíos han construido el becerro de oro. Moisés
desesperadamente suplica a Dios para que perdone a la nación.
En el primer día de Elul, Moisés sube al Monte Sinai, y 40 días después —en Iom
Kipur— regresa al pueblo, con un nuevo par de tablas en la mano.
Selijot
Tras el pecado del becerro de oro, Moisés le pidió a Dios que le explicara el
sistema a través del cual se relaciona con el mundo. La respuesta de Dios,
conocida como "los 13 atributos de misericordia", constituyen la esencia de las
oraciones de Selijot. "Los 13 atributos" hablan de "la paciencia de Dios". El mismo
Dios que nos creó sin antecedentes y en un mundo de oportunidades, nos da otra
oportunidad si es que hemos abusado de la primera.
Las Selijot deben decirse con minián. Si esto no es posible, entonces las Selijot se
recitan de manera individual, omitiendo las partes en arameo y "los 13 atributos de
misericordia".
F a c e b o o k 3.4KGmailTwitterMás...445
Estoy parada al borde del bote, con un pesado tanque de aire colgando en mi
espalda. El océano refleja el sol del atardecer como si fuese un espejo de fuego.
Pensé que estaba lista, pero ahora ya no estoy segura de estarlo. Aprendí cómo
debo respirar, cómo comunicarme con mis manos, cómo mantenerme en calma
mientras desciendo hacia el fondo del océano, pero ahora en todo lo que puedo
pensar es en cuán pesado es el tanque y en cuán indefensa estaré bajo su peso.
Caigo de espaldas desde el borde del bote, y me hundo cada vez más hondo en
dirección hacia el fondo del océano. Recuerdo cómo respirar. Miro a los otros
buzos nadando a mi alrededor como elegantes sombras. Veo arrecifes de coral
con miles de peces multicolores nadando entre ellos. Veo una gigantesca tortuga
marina nadando lentamente. Y sobre mí, veo danzar por sobre la superficie un
rayo de luz que pareciera provenir de otro mundo. Aquel mundo que hay por sobre
nuestro parece estar tan lejano ahora. Aquí, en el fondo del océano, hay tanta
calma que puedo escuchar el latido de mi propio corazón. No puedo creer que
ayer no sabía que la vida era tan profunda. No puedo creer que casi me rehusé a
dejarme llevar, a caer de espaldas, a confiar en que recordaría cómo respirar.
Cuando llega el mes hebreo de elul, me siento como me sentí en aquel momento,
parada al borde del bote de buceo. Porque cada día de este mes, Dios se acerca
más a nosotros. Nos hace señas para que miremos bajo la superficie y nos
dejemos caer de espaldas en sus brazos. Soy para mi amado como mi amado es
para mí. Él quiere que nos dejemos llevar y que confiemos en Él. Que usemos el
poder de su amor para crecer y cambiar. ¿Pero dónde debemos comenzar?
Yo solía creer que el cambio comienza con fortalecer la voluntad. Pero la voluntad
puede ir y venir, dependiendo de cuán cansados, hambrientos o solitarios nos
sintamos. ¿Quizás el cambio comienza con cambiar un pequeño hábito? He hecho
eso, y es verdad que en un mes la mayoría de nosotros podemos exitosamente
cambiar un pequeño hábito, pero elul puede ser tanto más que eso. Dios nos está
dando en este mes una oportunidad para ver todo un mundo nuevo. Un lugar
mágico, cálido y hermoso que durante todo el año estuvo bajo la superficie de
nuestras vidas cotidianas. Él quiere que sintamos cuánto nos ama. Quiere que nos
demos cuenta del milagro que es cada respiro que damos. Quiere que prestemos
atención a la belleza de la luz del atardecer cuando danza por sobre la superficie.
Quiere que oigamos el latido de nuestro propio corazón.
Entonces, ¿cómo podemos acceder a aquel lugar bajo la superficie? Rav Nóaj
Weinberg zt'l solía hacer una simple pero fascinante pregunta: Si pones un sobre
con un millón de dólares en la casa de una persona pobre, pero esa persona no se
da cuenta que el sobre está allí, ¿él es rico o pobre? Si tienes miles de regalos en
tu vida pero estás demasiado distraído o deprimido como para verlos, ¿realmente
tienes esos regalos? Técnicamente, la persona pobre que tiene el sobre del millón
de dólares es rica. Y tú tienes los miles de regalos incluso si no los ves. Pero si no
miras en el interior del sobre, no puedes usar lo que tienes. Y quizás este es el
lugar por el que debemos comenzar. Probablemente el mayor secreto para
cambiar es la gratitud.
Así que este es el mes para decir gracias. Por el primer respiro que das cuando te
despiertas por la mañana. Por tus piernas. Por tus brazos. Por tus ojos. Por tus
oídos. Por tu vida. Por la luz del sol al amanecer y por los cientos de actos de
bondad que Él realiza por nosotros sin que ni siquiera sepamos. Por el accidente
de tránsito que no ocurrió porque llegaste cinco minutos tarde. Por la enfermedad
mortal que resultó ser benigna. Por el juguete que tu bebé no se tragó. Por el
horrible decreto que fue transformado en una serie de pequeños inconvenientes y
congestiones vehiculares. Gracias Dios por toda la bondad y la compasión que
has puesto en mi vida.
Gracias por los océanos y por las montañas. Por los árboles y por el pasto, y por
el color del cielo veraniego al atardecer. Gracias por los amigos, por la familia, y
por el amable extraño que recogió las llaves que se me habían caído. Gracias por
darme esperanza y potencial y nuevos comienzos. Gracias por este mes de
cercanía y luz. Por enseñarnos cómo caer de espaldas en tus brazos, dejar ir
nuestros miedos, respirar en medio de la oscuridad.
No puedo creer que ayer no sabía que este mundo existía. Ni siquiera había visto
lo que está dentro del envoltorio. Ni siquiera sabía cuánto me amas. Ahora lo sé. Y
eso lo cambia todo