MIS GENIALES PREDECESORES

Gary Kasparov
 Gary Kasparov

MIS GENIALES PREDECESORES

VOLUMEN V

KARPOV Y KORCHNOI

Con la colaboración de Dimitri Plisetsky

Traducción de Antonio Gude

© Gary Kasparov, 2008

© Ediciones Merán 2008

Rey Don Pelayo 14
02630 La Roda (Albacete)
Teléfono 902 403 432
info@edicioncsmeran.com

Editor: Jesús J. Boyero

Diseño gráfico: Eduardo Scala y Jesús Rodero
Portada: José María Cerezo
Texto contraportada: Leonixo García
Revisión técnica: c.ésar Montolio

Impreso en España por LaGráfica

Primera edición: junio de 2008

l.S.B.N.: 97~4-96279<>7-0 ('<>lumen 5)

Depósito legal: V-2439-2008
J.S.B.N.: 97~4-93259$-7-2 (obra <omplcta)
Depósito legal: M-45.001-2003

El autor desea expresar su agradecimiento a los entrenadores eméritos de la URSS, Alexander Nik.itin,
lgor Zaitsev y Mark Dvoretsky, a los grandes maestros Yuri Razuvae\', Yuri Dojoian y Vladimir Belov, así
como al maestro Alexander Sajarov, por su ayuda en la preparación de la presente obra.

Derechos exclwi\'05 para España y Latinoamérica. Ninguna pane de eta publicación, incluido c1 diseño de la cubicna,
puede .sc:r reproducida. almacenada o uansmitida en manera alguna, ni por ningün medio, ya sea electrónico, químico,
mecánico, óptico, de grabaóón o de fotocopia. sin pennOO previo, y por escñto, del editor. La i1úracción d~ 1os derechos
mencionados puede ser constitutiva de un delito contra la propiedad intclecrual.
Prólogo
La vida después de Fischer

ste volumen está consagrado a Anatoly Karpov, 12° campeón mundial, y a

E Viktor Korchnoi, su histórico adversario, así como a la dramática lucha por

el trono ajedrecístico con la que Karpov llegó a ocupar el inusual vacío que
r prodi!io tras la inoportuna renuncia de Fischer. Con este estudio histórico se
?ODe de manifiesto otro tema muy importante: la revolución de las aperturas en
~décadas de los setenta y ochenta. Resultó ser tan amplia e interesante, que he
o:iosagrado a ella el siguiente libro y primero de Ja serie Kasparov analiza el ajedrez
m:.dnno.
En el volumen anterior planteé la que considero una sugerencia provocadora,
=el sentido de que, en un encuentro con Fischer, Karpov habría tenido verdade-
::;s posibilidades de ganar, y que el campeón norteamericano declinó defender su
milo porque temía perder ante un oponente desconocido, el líder de una nueva
~ración, un profesional curtido que había asimilado plenamente las lecciones
<ir su gran predecesor. Trataré ahora de justificar esta sugerencia, imaginando un
:;:nsil>le guión para este encuentro y estudiando minuciosamente las cualidades
únicas de Karpov, que le permitieron situarse en la cumbre del ajedrez durante
cm un cuarto de siglo o, literalmente, a un solo paso de ella. Este capítulo ha re-
sultado ser el más largo de toda la colección, lo que no resulta sorprendente, pues
2 influencia de Karpov en el desarrollo del ajedrez ha marcado toda una época y
se hizo sentir hasta fines del siglo XX.
Pero también Korchnoi, un jugador legendario, realizó una enorme
o:cuibución, pues fue capaz de cumplir una hazaña que parecía imposible:
·O:iminar al tiempo. Desafiando todos los conceptos e impresiones acerca de Jos
Tu::rites que impone Ja edad, este gran luchador de match y de torneos alcanzó su
=bre creativa a los 47 años, superando a los excampeones Petrosian y Spassky.
~la historia del ajedrez es el único aspirante que ha jugado tres encuentros de
facto por la corona mundial, en uno de los cuales (Baguio 1978) estuvo a punto de
~arse campeón. ¡Y eso que era veinte años mayor que su joven oponente!
Después de todo, parecía que el joven Karpov, respaldado por todo el peso de
a maquinaria soviética, no tenía, sencillamente, iguales. La vieja generación de
:"'des maestros de superclase ya había dejado el escenario, la generación me-
diana había quedado K.O. por la 11 Guerra Mundial y Fischer se había noqueado
"s mismo. En cuanto a la joven generación, pese a toda su brillantez y profesio-
nalidad. no había una estrella comparable en magnitud al campeón. El ímico ver-
dadero suspense, a mediados de los setenta, parecía centrarse en el posible duelo
Fischer-1\arpov, que sin duda habría ciado al desarrollo del ajedrez un impulso

7
Gary Kasparov - MIS GENIALY.S PREDEGESORES V

colosal. Como tal encuentro no llegaría a celebrarse, hubo un período de tran-

quilidad relativa, también decepcionante. Pero la naturaleza no puede soportar
la existencia de espacios yem1os, y pronto el cielo del ajedrez debió sufrir la feroz
acometida de Korchnoi, parn lo cual debió dejar primero la URSS, donde había
sido perseguido, y recibir así el respaldo moral de Occidente.
Sus luchas con Karpov, sobre todo el encuentro de Baguio, ejercieron una
enorme influencia sobre todos los aspectos del juego, tanto sobre el puramente
ajedrecístico, como sobre el extraajedrecístico y el psicológico. Como se pondría
más tarde en evidencia, éste sería el preludio a los enfrentamientos de Karpov con
el líder de la generación siguiente, el autor de estas líneas (tema del volumen II
de la serie Kasparov analiza el ajedrez moderno). Pero Korchnoi, tras entregarme el
testigo olímpico en nuestro encuentro de 1983, ha seguido jugando con éxito en
torneos y, como consecuencia, ha demostrado ser un excepcional ejemplo de lon-
gevidad competitiva. En este aspecto, sólo Lasker y Smyslov pueden comparársele,
pero hay que decir que, a diferencia de aquéllos, ¡los triunfos de Korchnoi han
sido conseguidos en el ajedrez ultraintenso de nuestros días!
Todos estos encuentros por el campeonato del mundo exigieron un impor-
tante trabajo de investigación. Aquí no sólo se trataba de recoger los frutos de la
revolución teórica post-Fischer, sino también de captar el rápido avance del pensa-
miento ajedrecístico, que se encaminaba hacia la era actual de las computadoras.
Al anali7.ar de nuevo las partidas de Karpov y Korchnoi, y recordar las ya exami-
nadas de otros campeones y aspirantes, comencé a pensar en el papel que jugaba
la intuición en los logros de los grnndes jugadores. Esta cuestión me intrigaba,
pues ¿no está en la raíz de la diferencia en los distintos estilos de juego? He llega-
do a la conclusión de que los grandes maestros pueden dividirse arbitrariamente
en tres grupos:
l. Jugadores con una intuición relativamente pobre (desde la perspectiva, por
supuesto, del nivel de los campeones): Steinitz, Botvinnik, Euwe, Fischer... Pero
éstos tenían cualidades que compensaban las limitaciones de su juego un tanto
directo, a saber: erudición, lógica, voluntad de hierro y una extraordinaria capa-
cidad de trabajo.
2.jugadores con una fuerte (a veces, incluso fenomenal) intuición estratégica:
Capablanca, Smyslov, Petrosian, Spassky, Karpov... De los aspirantes, quizá sólo Ru-
binstein podría añadirse a este grupo. Todos ellos sabían encontrar el mejor lugar
para sus piezas con una asombrosa facilidad y precisión.
3.Jugadores con una fuerte intuición específica, que operaban en situaciones
agudas, en las que el equilibrio material y posicional estaba alterado: Lasker, Ale-
khine, Tal, Kasparov... Y también Chigorin, Bronstein, Stein y Korchnoi, quien, a
comienzos de los sesenta era conocido como el Tal a la i11vma.
Habrá quienes encuentren cuestionable esta di\~sión, pero es el fruto de un
minucioso estudio y la correspondiente comparación entre las partidas de los
campeones. Por cierto, al analizar las viejas partidas con un ordenador, descubrí
que muchas decisiones intuitivas de los clásicos eran correctas y que en ulteriores
análisis se cometían bastantes más errores. Esto parece ser paradójico ya que,
después de todo, al analizar no hay prisa y uno puede mover las piezas a voluntad.
Pero la clave es que en ese proceso, la intuición, que opera activamente durante
una partida en condiciones de extrema tensión y tiempo limitado, suele desconec-
tarse. ¡La intuición, desde luego, es la zarina del tablero!

Gary Kasparov

8
 Capítulo trece

Viktor El Terrible

Corredor de maratón
~le resulta difícil hablar de unjuga-
oor contemporáneo que ha vivido una
ñia dedicada al ajedrez tan interesante
<e intensa. No hay más que pensar en
que Viktot Lvovich Korchnoi (nacido
d 23 de marLO de 1931) consiguió sus
primeros grandes éxitos ¡hace más de
medio siglo! Muchos de los nacidos en
kis años treinta y cuarenta hace tiempo
que han dejado de jugar, pero Korch-
l!Oi, incluso a comienzos del siglo XXI,
!igue compitiendo en torneos, y los
P"enes harán bien en envidiar su ener-
~ su ansias de batalla y su capacidad
óe entrega en el tablero.
Este capítulo es, en su totalidad, ple-
=mente comparable a algunos otros
CDDSagrados a campeones del mundo.
--\quí se trata no sólo de la extraordina-
ri2.mente dilatada carrera de Korchnoi,
m, también de su rara invenúva, y de
ES incansables esfuerLos por descubrir
~ nuevo en posiciones exhaustiva-
!l!W!llte estudiadas. Toda su vida se ha
encontrado en la vanguardia del pensa-
:niento ajedrecísúco y ha realizado una
"l2liosa contribución al desarrollo del
jlxgo. Esto fue, en realidad, lo que me
mujo a dedicarle un amplio estudio al
.ljedrez original de Viktor Lvovich, y a
crntrar la atención en sus más impor-
::mtes y vividas actuaciones.
El legado de Korchnoi ofrece mu-
Cias facetas, pues a lo largo de varias
Oécadas ha corregido y modificado
m estilo en varias ocasiones. Pero lo
?o-incipal e inalterable ha sido su
;:=rnanente búsqueda de la verdad
~~drecística. Korchnoi siempre ha
VIKTOR EL TERRIBLE
sido implacable hacia sus oponentes,
pero también respecto a sí mismo. Por
supuesto, este rasgo de su carácter no
le ha permiúdo hacer muchos amigos,
pero de otro modo no es posible perse-
guir la eternamente elusiva verdad del
ajedrez. Uno tiene que estar prepara-
do para cuestionar cada jugada, para
criúcar duramente cada decisión. Hay
que mirar la verdad a los ojos sin temor
a extraer conclusiones, aunque sean
las más perjudiciales para uno mismo,
si reflejan el verdadero cuadro de la
situación.
Ya en su juventud, Korchnoi había
demostrado ser un jugador atípico. La
mayoría de los ajedrecistas prefieren
atacar, a pocos les gusta defenderse
desde la última línea de resistencia,
preparando pacientemente el contra-
ataque. Pero esa era la forma de jugar
de Korchnoi: provocando el fuego ene-
migo, aceptando sacrificios y luego ex-
plotando magistralmente las debilida-
des que habían surgido en la posición
contraria. Ya en la lejana década de los
cincuenta, este esúlo extremadamente
arriesgado le v-.ilió la reputación de ser
un oponente difícil e incómodo para
cualquier gran maestro, incluido el
campeón del mundo.
Tenemos aquí una sorprendente
paradoja. Cuando, tras haber pasado
cientos de partidas de Korchnoi por
un riguroso filtro, seleccioné unas
cuarenta como las más representaúvas,
inesperadamente resultó que en la pri-
mera veintena (que cubría el período
1954-1977) ¡conducía siempre las pie-
zas negras! Pero si se piensa acerca de
ello, esto es coherente con el carácter
11
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREin:cF.SORES
de su juego, porque tales coincidencias
accidentales no sirven sino para confir-
mar la tendencia general.
Hijo del bloqueo
La infancia de Korchnoi fue difícil
y estuvo llena de privaciones, como
la de muchos niños en los años de la
guerra. Medio siglo después escribía:
"Aparentemente, no recibí una adecua-
da educación soviética en mi familia.
Lo más probable es que mi padre pa-
gase el precio de este descuido, junto
con otros cientos de voluntarios que,
pobremente armados, murieron en el
Lago Ladoga en noviembre de 1941.
Esto también es aplicable a otros miem-
bros de mi familia paterna, quienes me
criaron, pues todos ellos murieron de
hambre durante el sitio de Leningrado.
Pero yo seguí adelante: sobreviVI~.
Viktor sólo pudo empezar a estudiar
seriamente ajedrez a los 13 años, cuan-
do en el otoño de 1944 se apuntó al
club de ajedrez del Palacio de Pioneros
de Leningrado. Por entonces se había
inscrito en otros dos clubes (recitado
y música), aunque pronto quedó claro
que ni tenía una dicción correcta, ni
tampoco un piano, lo que era esencial
para ensayar. Pero ya jugaba bien al
ajedrez. Un año antes, poco después de
la mptura parcial del bloqueo, había
tomado parte en un torneo juvenil tras
leer un anuncio en el muro dañado
por un bombardeo del Palacio Anich-
kov que decía: La i11Scripci6n para escola-
res en el Campeonato Abierto de Leningrado
tendrá lugar el lunes. Director del club de
ajedrez, A. ModeL
"En la Fontanka podíamos oír el
atronador bombardeo de la artillería,
cuando Viktor y yo nos sentamos para
jugar nuestra primera partida", recuer-
da su contemporáneo, el periodista
Oleg Skuratov. "Mi oponente era un
chico delgado, de cabellos oscuros, con
una chaqueta acolchada. jugábamos
en el sótano del Palacio, y el frío era
terrible, pero el vestíbulo del desierto
refugio contra los bombardeos nos pa-
recía sencillamente divino. Recuerdo
12
V
haber quedado impresionado por la
forma en que mi oponente registraba
con precisión las jugadas en un cuader-
no escolar, y los signos de la notación
ajedrecística me intrigaron. Como
consecuencia de ello (io eso me pare-
cía a mí!), perdí un misterioso final de
peones. Con la cara tan larga como un
violín, me dirigí a Model:
-¡He perdido!
-¿Contra quién? -preguntó el Direc-
tor del club.
De nuevo miré al cuaderno y leí el
nombre de mi oponente...
-¡Contra alguien que se llama Kor-
chnoi! -<lije molesto.
El chico de la chaqueta acolcha-
da me miró amargamente. Durante
mucho tiempo no me perdonó haber
pronunciado inadvertidamente las pa-
labritas alguien que se llo.ma .... A los 12
años, Viktor ya tenía un alto sentido de
la dignidad".
Sus primeros libros fueron el Ma-
nual de ajedrez de Lasker y el Osvobo-
zhdennie Shajmaty (Ajedrez liberado) de
Tartakower, y sus primeros profesores
fueron los maestros Anclrei Batuev y
Abram Model. Entonces, Korchnoi
estudiaba en el gmpo de un entrena-
dor que llegaría a ser muy conocido,
Vladimir Zak (en 1946, el niño Boris
Spassky también estudiaría con él, e
inmediatamente se convertiría en uno
de sus alumnos predilectos), y dos años
más tarde ya estaba participando en el
Campeonato Juvenil de la URSS. Des-
pués de cinco rondas, se encontraba
entre los líderes, pero entonces, tras
perder una partida, quedó desmorali-
zado y sólo pudo compartir el 11º/12º
puesto, mientras que el primer lugar
fue conquistado por el que más tarde
resultaría su feroz enemigo, Petrosian.
Pero en los campeonatos nacionales
juveniles de 1947 y 1948, Korchnoi re-
sultó vencedor, aunque en el segundo
tuvo muchas dificultades. "Tras perder
en la primera ronda, se descorazonó
de tal modo que escribió una sombría
carta a su entrenador Zak en la que le
decía que no creía en sí mismo", tes-
tifica el escritor Viktor Vasiliev. "Sólo

un telegrama de su mentor, enfadado,
pero al mismo tiempo animándolo, le
permitió rehacerse".
Muchas partidas de este período se
han perdido, pero se conserva una con
el divertido remate de una miniatura
jugada entre Korchnoi, de 17 años, y el
jovencito Spassky, de 11, en Lcningra-
do en 1948.
1537
11 .•• ~g4?
En lugar de la normal 11 ... fi.g7.
12 li:ld51
Y las negras se rindieron al compren-
der que después de 12 ... '®'xf3 13
/Oxf6+ we7 14 li:ld5+ y gxf3. perderían
pieza. Una resistencia desesperada po-
dría producirse con 12 ... wd8 13 'i!l'xg4
li:lxg4 14 h3 li:lh6 15 fxe5 dxe5 16 fi.g5+
..t.>d7 17 fi.f6 l:tg8, pero el deprimido
Boris ya no tenía fuerza moral para
afrontarla.
David Bronstein recuerda una difí-
cil sesión de simultáneas con reloj que
dio en el otoño de 1948, contra diez
candidatos a maestro, en un club de
Lcningrado:
"Cada uno jugaba por cuenta pro-
pia, pero en uno de los tableros, por
encima de los hombros de Cherepkov,
\i un rostro joven y vivaz, con ojos bri-
llantes e inteligentes. La exhibición se
prolongó bastante, unas cinco horas al
menos. Al final, en torno a un tablero
con una posición muy interesante y
complicada, sólo quedábamos tres.
Mi principal oponente estaba tranqui-
lamente sentado, pero su voluntario
consultante no paraba de moverse y me
traspasaba literalmente con la mirada.
VtKTOR Et. TERRIBLE
Unos 15 minutos después, Cherepkov
me propuso tablas y, con cierto alivio,
acepté. Entonces Vitya Korchnoi (el
consultante en cuestión) saltó de su
silla, se acercó al tablero y de prisa,
como temiendo que yo me evaporase y
desapareciese, con su inimitable y des-
carada voz que más tarde sería famosa,
exclamó: '¿No ganó usted? ¡Pero lo
prometió! ¡Sólo 5-5!'. Sin embargo, no
me alteré y repliqué tranquilamente:
'¿Qué quiere decir? ¿Quién le ha dicho
tal cosa? Soñaba con el resultado 5-5.
Después de todo, estos jugadores son
de una ciudad de antiguas tradiciones
y de una gran cultura ajedrecística'.
Entonces, Korchnoi se calmó".
Éste fue el primer encuentro entre
dos jugadores notables, que desde en-
tonces se trataron el uno al otro con
inalterable simpatía y respeto.
Después de finalizar la escuela, y
decidido ya a dedicarse de lleno al aje-
drez, Korchnoi ingresó en la Facultad
de Historia de la Universidad de Lcnin-
grado. "La pobreza del estudiante era
proverbial", escribió más tarde. "Re-
cuerdo que yo mismo sólo tenía dinero
para un billete de tranvía o para un
paquete de los cigarrillos más baratos.
Rara vez podía permitirme una mise-
rable comida de estudiante". Viktor se
interesaba mucho por la historia, pero
mucho más por el ajedrez y las partidas
de cartas (como, por ejemplo, Lasker
antes que él, y Karpov después). En
palabras de un testigo presencial, "en
el piso en que se reunían muchos jóve-
nes, podía jugar al ajedrez o al póquer
desde la mañana a la noche, y sólo se
tomaba un respiro cuando debía dispu-
tar la siguiente ronda del Campeonato
de Leningrado. Pero al acercarse la no-
che, regresaba para jugar unas cuantas
manos".
Gracias a su rara independencia y
objetividad de pensamiento, Korchnoi
disfrutaba de una indiscutible autori-
dad entre los jugadores de ajedrez de
Lcningrado. Cuando, en el transcurso
de un torneo, se producía algún con-
flicto, los participantes a menudo se
dirigían no al árbitro, sino a Viktor, y su
13
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PRF.DECESORF.S
veredicto ponía fin a la discusión. Esta
independencia de espíritu, sin embar-
go, también tenía su lado adverso. "Me
enfrentaba a cada obstáculo frontal-
mente, y tenía una ridícula confianza
en mí mismo", admitiría a1ios más
tarde. No contaba con ninguna ayuda
cualificada, pero cuando a fines de los
años cuarenta el gran maestro Tolush le
ofreció la suya, "para convertirlo en un
maestro", le respondió orgullosamente:
"¡Yo solo me convertiré en maestro!".
Lo que por cierto hizo pronto después
del Memorial Chigorin (Leningrado
1951). Pero después, al comprobar có-
mo había podido transformar Tolush a
Spassky, lamentó su decisión.
En consecuencia, y aunque Korch-
noi daba muestras de tener un gran
talento y ser un ajedrecista muy prome-
tedor, ascender cada escalón le costaba
un enorme esfuerzo. En su primera
semifinal del Campeonato de la URSS
(1950), comenzó el tomeo con ¡O pun-
tos de 7 partidas! Al final, no obstante,
logró recomponer su actuación, con
+4 =4. En la siguiente semifinal (1951),
consiguió una puntuación positiva, y
en 1952, por fin, logró clasificarse para
la final, donde consiguió un honroso
sexto puesto por delante de Bronstein,
Smyslov y Keres. Sería su primer gran
éxito.
Según el propio Korchnoi, el éxito
lo consiguió no en virtud de su com-
prensión ajedrecística, sino gracias
a un intenso trabajo ante el tablero:
"Me superaban en toda la línea, y aun
así resistía tenazmente, y dado que los
grandes maestros son gente normal
(es decir, que se cansaban, cometían
errores y caían en apuros de tiempo),
a menudo lograba salir indemne. En
aquel torneo jugué por primera vez
contra el campeón mundial, Botvinnik,
y aunque la partida finalizó en tablas,
durante el análisis comprendí lo lejos
que me encontraba de la genuina sa-
biduría ajedrecística. Me di cuenta de
que mi comprensión de la estrategia
no era lo bastante profunda. Además,
no me gustaba y no sabía cómo atacar.
La defensa era mi elemento natural.
14
V
Esta estrategia unilateral a menudo era
explotada por mis oponentes. Así que
llegué a la conclusión de que debía
diversificar mi estilo para ser capaz de
atacar y de luchar por la iniciativa".
Korchnoi se clasificó también con
autoridad para la final del siguiente
Campeonato de la URSS (21º). En la
semifinal (Vilnius 1953), Korchnoi
ganó una notable partida a Suetin. En
un final complejo, con muchas piezas,
inesperadamente entregó calidad y
peón en lajugada 30, activando mucho
sus fuerzas y logrando crear un rápi-
do punto de inflexión en la partida.
"Antes de esta partida no se me había
ocurrido", escribe Viktor Lvovich, "que
un sacrificio de material, aunque fuese
forLado y sin damas sobre el tablero,
pudiese conducir a la iniciativa y a ga-
nar la partida. Tenía que rcinterpretar,
por tanto, muchas de las impresiones
que hasta entonces me había hecho
sobre el ajedrez".
El Campeonato de la URSS, que tu-
vo lugar en Kiev a comienzos de 1954,
se convirtió en un nuevo hito en. la
biografía de Korchnoi. Tras comenzar
con una derrota ante Suetin, con un
esquema de riesgo como el Dragón
Acelerado, se anotó tres victorias y dos
tablas (con Taimanov y Petrosian), co-
locándose en el grupo de cabeza. En
la séptima ronda llevaba negras contra
el !xperimentado Semion Furman (fu-
turo segundo de Korchnoi y después
duradero entrenador de Karpov), que
tenía medio punto más que él. La pri-
mera jugada de Furrnan no constituía
un secreto para nadie: 1 d4!?
Puesto que la mayoría de las me-
jores y más características partidas de
Korchnoi (tanto del joven como del
maduro) lo fueron con las piezas ne-
gras, su repertorio de aperturas tiene
un especial interés. Contra 1 e4, a
menudo jugaba con éxito la Defensa
Francesa, pero también solía emplear
la Siciliana, la Alekhine, la Pirc-Ufi-
mtsev y la Caro-Kann, además de la
Variante Abierta de la Española (como
se describirá más adelante). Contra 1
d4, durante muchos años respondió

con la dinámica Defensa Grünfeld, y
:sólo en su madurez comenzó a emplear
defensas más fundamentales, como la
~ñnzoindia y la India de Dama.
Por entonces, la Defensa Grün-
feld permitía un amplio campo para
b creatividad, pues las blancas sólo
estaban poniendo a prueba la forma
de conservar la ventaja. Pero lo prin-
cipal era que el plan estratégico de las
~ en esta apertura convenía per-
fectamente al estilo de contraataque
de Korchnoi. Al permitir a las blancas
b creación de un fuerte centro, las
~ tratan luego de minarlo y des-
uuirlo, con la esperanza de explotar
hs debilidades que inevitablemente
mrgen en la posición enemiga. La
partida con Furman, aunque no
CJ:enta de errores, aporta una buena
ilustración de su estrategia.
490
S. Forman-V. Korehnoi
Kieu 1954
21 º Campeonato de la URSS, 7ª ronda
Defensa Grünfeld (D92)
1 d4 /Of6 2 c4 g6 3 /Oc3 d5 4 /Of3
O bien 4 il.f4 JJ..g7 5 e3 y l:lcl (partidas
núm. 309 y 326).
-i - .il..g7 5 il.f4 0-0 6 J:lcl
Después de la habitual 6 e3 c5 7 dxc5
Wa5, las blancas no logran ninguna
q:ntaja (Rauzer-Alatorzev, 7° Cam-
peonato de la URSS, Moscú 1931; Le-
'R'Ilfish-Botvinnik, Moscú-Leningrado
1937, match, 11 ').
·ia idea de la variante con 6 l:lcl es
zpoderarse de la columna e, para in-
ducir a las negras a tomar en c4, que
f.nurece definitivamente a las blancas"
\Furman). Esta variante se puso de mo-
da a fines del siglo XX y principios del
XXI. No hay que decir que hoy en día
ha sido exhaustivamente estudiada.
6 ... dxe4
VIKTOR EL TERRIBLE
Esto se considera más fiable que 6 ...
c5 7 dxc5 il.e6, como en las partidas
de Ragozin con Botvinnik (Leningrado
1940, match, 8') y Mikenas (12º Cam-
peonato de la URSS, Moscú 1940), o
que 7 ... dxc4 8 'i!f'xd8 J:lxd8 9 e3 (9
e4!? /Oa6 10 e5, Bronstein-Filip, Can-
didatos, Amsterdam 1956) 9 ... /Oa6 10
c6 bxc6 11 .bc4 IOd5 12 il.e5 IOb6 13
il.e2 f6 14 il.g3, con un final complica-
do ligeramente favorable a las blancas
(Korchnoi--Stein, 30º Campeonato de
la URSS, Erevan 1962).
7 e3
Reforzando la casilla d4. La partida Bo-
risenko-Korchnoi (Leningrado 1953)
siguió 7 e4 c5 8 dxc5 'l!fa5 9 IOd2 il.e6
10 il.xc4 JJ..xc4 11 /Oxc4 'l!fxc5 12 'We2
/Oc6, con igualdad, pero más tarde con-
tra Zagorovsky (Sochi 1958), Korchnoi
introdujo la fuerte novedad 9 e5! Des-
pués de esto entró en escena 7 ... il.g4!
(Pachman-Gligoric, La Habana 1962).
Esta continuación fue sometida a prue-
ba a fines del siglo XX; en la línea prin-
cipal 8 il.xc4 il.xf3 9 gxf3 /Oh5 10 il.e3
e5 11 dxe5 il.xe5 12 'Wxd8 l:lxd8, las
negras tienen un final muy aceptable.
1538
7 ••• ~e6!?
Una novedad aunque también es
posible 7 ... c5 8 il.xc4 cxd4 9 /Oxd4
IObd7 10 JJ..g3 /Ob6 (pero no 10 ... e5?
11 /Odb5 /Oe8 12 /Oe4 'Wa5+ 13 'i!fd2
'Wxd2+ 14 /Oxd2 a6 15 /Oc3 /Od6 16
/Od5!, Furman-Livshin, 3' ronda, 21º
Campeonato de la URSS, Kiev 1954)
11 JJ..b3 JJ..g4 12 f3 JJ..d7 13 0-0 /Oh5
(Borisenko-Byvshev, Leningrado
1954), o incluso 7 ... IObd7!? 8 il.xc4 c5
15
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
(Karpov-Kasparov, Nueva York 2002,
match rápidas, 3ª ) , en ambos casos con
igualdad.
8 li:lg5 iLd5
Durante muchos años, esta jugada se
realizaba de forma automática hasta
que en la partida Dreev-Sutovsky (Es-
sen 2000) se jugó 8 ... iLg4!? 9 f3 iLc8.
Más tarde, también jugué esto con
éxito contra Karpov (Nueva York 2002,
match rápidas, 1' ) .
9 ll:lxc15
Un cambio que parece natural. En
respuesta a 9 e4 las negras habían pre-
parado 9 ... h6! 10 exd5 hxg5 11 il..xg5
ll:lxd5 12 iLxc4 ll:lb6 13 Ab3 ll:lc6. Por
ejemplo: 14 d5 ll:ld4 15 0-0 l:te8, con
igualdad (Torán-Korchnoi, Palma de
Mallorca 1968), o bien 14 ll:le2!? (una
tentativa por explotar la fuerza del par
de alfiles) 14 ... a5, y la práctica actual
ha demostrado que las negras tienen
contrajuego suficiente.
9 ... li:lxcl5 10 .tg3?!
Las blancas conservan el alfil con la
esperanza de poder completar rápida-
mente su desarrollo y apoderarse de la
iniciativa. Sin embargo, esto no suce-
derá y la jugada textual resulta ser una
importante pérdida de tiempo. Desde
mediados de los ochenta se ha jugado
10 il..xc4, con la idea de gambito 10 ...
ll:lxf4 11 'til'f3!
10 ... c5!
Una típica jugada de minado de la
Grünfeld, que subraya el retraso en el
desarrollo de las blancas. "Por supues-
to, ni siquiera pensé en conservar el
peón con 10 ... b5?, en vista de 11 b3!".
(Korchnoi).
11 il..xc4 cxd4 12 "lWb3
Si 12 0-0, entonces 12 ... e6, atacando
el caballo de g5 y manteniendo el
peón de ventaja. Por lo visto, Furman
depositaba todas sus esperanzas en esta
jugada de dama que crea amenazas
sobre el caballo de d5, el punto f7 y el
peón de b7.
16
V
1539
12 ... dxe3!?
"La partida entra en una fase de tre-
mendas complicaciones. Tras pensar
durante más de una hora descarté 12 ...
e6, debido a 13 'Wxb7 li:ld7 (13 ... ll:lb6
14 ll:lxfl) 14 iLxd5" (Korchnoi). Sin
embargo, después de 14 ... Wxg5 son
las blancas quienes deben preocuparse
por su posición.
También había una alternativa razona-
ble con 12 ... 'Wa5+ 13 we2, y ahora no
13 ... ll:lb6?! (con idea de 14 ll:lxf7 ll:lxc4:
A. Geller}, debido a 14 iLxfl+ Wh8 15
h4 ll:lc6 16 h5!? "lWxg5 17 hxg6 h5(6) 18
iLf4, con peligroso ataque, sino 13 ...
d3+ 14 il..xd3 (14 Wxd3 ll:la6 15 il..xd5
l:tad8! 16 we4 e6, con ventaja decisiva)
14 ... lLJc6 15 li:le4 ll:ldb4, con igual-
dad, o bien 13 ... e6 14 il..xd5 \Wxd5!
(más sencillo que 14 ... exd5 15 1Wxb7
li:la6 16 i<.d6 dxe3 17 fxe3 d4! 18 ll:lf3
'Wxa2 19 ll:lxd4! .1Ue8 20 l:thdl l:tad8 21
1!!'b5!?) 15 'Wxd5 exd5 16 I:tc7 b6, con
un final favorable para las negras. Pese
a todo, la jugada de la partida es más
aguda e interesante.
Es evidente que el bien conocido teó-
rico y experto con blancas Furman ha
perdido ya el duelo de apertura. Con
su 12' jugada, las blancas han queda-
do ya en una desagradable posición y
están obligadas a buscar la forma de
mantener el equilibrio. Me parece que
esto demuestra el nivel de desarrollo
teórico existente por entonces.
13 il..xd5 e6
Un ataque doble, pues el alfil no puede
moverse debido a 14 ... 'Wd2+.

1~ ~e6 Va5+ 15 l:k3
Después de 15 wn fxe6 16 .be6+ (16
~ ~c6) 16 ... o¡\¡h8 17 f!ixe3 lLJc6
(Korchnoi), las negras tienen una seria
i!:riciati\"a por el peón, y a las blancas
ks resulta difícil incorporar al juego la
3DrTC de h 1 y proteger el rey.
15- he6 16 ii.xe6+?!
L.as blancas siguen jugando al ataque
! acaban en posición inferior. En lugar
de esto, podrían haber pasado a un fi-
mzl más o menos igualado con 16 il.xb7
~ 17 Vxc3 f!ib6 18 f!ib3 exf2+
I9 ~2 lLJd7 20 'i\9xb6 axb6 21 il.xa8
:xas· (Korchnoi). O bien podrían ha-
~ aventurado con 17 bxc3 exf2+ 18
~ (18 ii.xf2? 'i\9e5+ 19 wn f!if5) 18 ...
1fE 19 :n lLJa6, etc.
., _ 'il<h8 17 O.O?!
La posición negra también es prefe-
ra>k después de 17 fxe3 /Lic6 18 .áf2
.1.xc3+ 19 bxc3 !tf6 20 0-0 J:laf8 (a los
Zfiles blancos no les resulta fácil exhi-
!Xr su potencial), pero el juego seguiría
iin estar claro.
17-e2!
Ahora la ventaja negra es evidente:
eRe débil peón es inmune en vista. del
doble en d4. "No era tan bueno 17 ...
cd2+ 18 ii.xf2 ii.xc3? 19 bxc3, con
zoenaza de mate en la gran diagonal,
m l i ... ii.xc3 18 bxc3! /Lic6 19 Wxb7,
mo ventaja blanca" (Korchnoi).
18 :e 1 /Lic6 19 lkcl?
19 .i.c4 era a pesar de todo el mal me-
DOI", aunque después de 19 ... J:lae8 20
.:CCl f:l'd2 21 f3 1Lld4 22 Wd3 Vg5, el
~n de e2 causaría muchos problemas
2 la:s blancas.
15-W
VIKTOR EL Tt:RRIBI.F.
19 •.• J:tad8?
"Aquí repetí el error de Furman, a
saber, seguí jugando al ataque cuando
era el momento de optar por un cami-
no más prosaico: 19 ... 1Lld4! 20 '!Wd5
(20 f!ic4 b5!: G. K.) 20 ... 'fi'b6 21 ii.g4
l:!ad8 22 f:Yc4 'i!lfxb2, con alguna ventaja
negra" (Korchnoi).
¡Una evaluación demasiado modesta!
Después de 20 ... \lfd2! 21 ii.e5 l:!ad8
22 ii.xg7+ wxg7 23 "t'fxb7+ '.t.>h6, es muy
probable que las blancas no tengan
defensa. Por ejemplo: 24 ii.b3 J:lde8
(amenazando f!ixcl) 25 l:tbl l:!xf2 26
il.g8. (desesperación) 26 ... l:txg8 (o,
sencillamente, 26 ... :n+) 27 wxf2
J:le8 28 wgl 1Llc2, y de nuevo el peón e
decide la partida. De haber explotado
las negras esta posibilidad, la partida se
habría convertido en una espléndida
obra de arte.
Debo añadir que la inmediata 19 ...
f!id2 es menos efectiva en vista de 20
\lfe3 flxe3 21 fxe3 J:tae8 22 ii.d7 J:txe3
23 ii.f2 ii.d4 24 ii.xc6 bxc6 25 b4 '.t.>g8
26 h3, y aunque no es evidente cómo
pueden las blancas reorganizarse,
tampoco lo es cómo pueden ganar las
negras. Si, digamos, 26 ... a5 27 bxa5 c5
28 .!%bl J:te7 2911.xd4 cxd4 30 l:tb3 l:td8
31 .!%d3, con probables tablas.
20 't\!'xb7
Ahora las blancas tienen una posición
perfectamente aceptable, con posibili-
dades incluso de lograr ventaja.
20 ••. 1Lld4 21 il.c7 f:i'd2 2211.xd8 f!if4
"Las amenazas parecen muy peligrosas,
pero Furman encuentra la línea de jue-
go correcta" (Korchnoi).
23 f311.e5?
Una tentativa infructuosa por mante-
ner la tensión. "Era esencial 23 ... J:txd8,
con juego_complicado y de doble filo"
(Korchnoi). Por ejemplo: 24 l:!c8 /Lixe6
25 J:txd8+ lLJxd8 26 f!ie7 11.d4+ 27 whl
11.b6 28 't\!'xe2 /Lif7, y aunque las blancas
tienen una pequeña ventaja material,
las negras deberían poder salvarse.
24 g3 f!ie3+?1
17
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDt:ct:soRt:s V
24 ... lüxf3+? 25 whl 'l!l'h6 no daba re-
sultado en vista de 26 il.f6+!, pero 24 ...
'iWxf3 25 'l!l'xf3 lüxf3+ 26 l!.>g2 lüxe 1+ 27
l:hel l::txdS era más tenaz (Korchnoi),
aunque después de 28 l::txe2 las negras
tendrían que enfrentarse a una defen-
sa desagradable en un final con peón
menos.
25wg2 lüxe6
No, por supuesto, 25 ... lüxf3? 26 i<.f6+.
26 'l!l'e4?
En terribles apuros de tiempo (¡me-
nos de un minuto para 15 jugadas!),
Furman se apresura a cambiar damas
y omite una fácil victoria con 26 i4.e7
l::tf7 (26 ... ltgS 27 'l!l'e4) 27 'l!l'c8, o bien
27 l::tc2!
26 .•. Wxe4 27 fxe4 1:txd8 28 1:txe2 wg7
Las negras han conseguido restablecer
un equilibrio material aproximado y
consolidar su posición.
29 l:k4 wf6 30 :i:la4 l::td7 31 :i:la5 .\i.d4
32h4
Aquí se acordaron las tablas a propues-
ta de las blancas. La torre y un par de
peones suelen ser más fuertes que dos
piezas menores, pero... ¡los apuros de
reloj!
Después de estas re11idas tablas,
Korchnoi logró anotarse cinco victorias
consecutivas y, con 9,5 de 12, lideraba
el torneo. Pero entonces, Yuri Averbaj,
que había participado en el reciente
Torneo de Candidatos de Zurich, se
armó de coraje y se puso por delante.
En la 19ª ronda y última, Averbaj tenía
negras ante Korchnoi. Años después,
Yuri Lvovich recordaba:
"Al ir por delante de Korchnoi y Tai-
manov con punto y medio de ventaja,
me sentía de muy buen humor, y asumí,
ingenuamente, que el humor de mi ri-
val sería similar. De cualquier modo, no
podía alcanzarme, y él podía asegurarse
compartir el segundo puesto. Después
de que Korchnoi plantease una mejora,
debí haber comprendido que no esta-
ba de un humor muy pacífico, pero yo
sí seguía estándolo. Sencillamente, no
18
podía armarme de un espíritu combati-
vo, incluso cuando comprendí que me
encontraba en un final perdido. Sin
embargo, inesperadamente, los espec-
tadores vinieron en mi ayuda. Estaban
apoyando abiertamente aljugador más
joven y no temían expresar su simpa-
tía en voz alta. Cuando quedé en una
posición crítica, de la galería comenzó
a surgir un murmullo: '¡Averbaj, rín-
dete!, ¡Averbaj, ríndete!'. Esto actuó
sobre mí como si de un toque a rebato
se tratara y, apretando los dientes, co-
mencé a buscar todo tipo de posibilida-
des de salvación. Me f!ié el objetivo de
no perder antes del control de tiempo
(en la jugada 40), a fin de apla7.ar la
posición y no darle esa satisfacción a
los seguidores de Korchnoi. Conseguí
ese objetivo mínimo, resistiendo hasta
la jugada 40, pero mi posición seguía
siendo muy triste. ¡Aquí me ayudó el
propio Korchnoi! Porque, en lugar
de aplazar la partida, decidió acabar
conmigo en el acto, viendo que tenía
tiempo suficiente en su reloj. Pero en
el calor del momento, se le escapó una
línea ganadora. La partida se aplazó,
por fin, en la jugada 56, y se acordaron
las tablas sin reanudarse".
Este es uno de los numerosos episo-
dios que revelan el temperamento aje-
drecístico de Korchnoi. En cualquier
caso, se ganó las simpatías generales
por su juego agudo y versátil, convir-
tiéndose en uno de los héroes del cam-
peonato. l. Averbaj 14,5 (de 19); 2-3.
Korchnoi y Taimanov 13; 4-5. Lisitsyn y
Petrosian 12,5; 6.Jolmov 10,5; 7-9. Fur-
man, Nezhmetdinov y Suetin 1O, etc.
"En su persona, el ajedrez soviético
tiene un talento de estilo distintivo, un
candidato de pleno derecho al título
de gran maestro. En sus primeras apa-
riciones, Korchnoi se ha mostrado un
jugador diestro en las complicaciones y
en el cálculo de variantes agudas, pero
ahora, aun conservando esa valiosa
cualidad, ha demostrado que puede
jugar también en el clásico estilo posi-
cional. Korchnoi es muy joven. Duran-
te el torneo aún no había cumplido los
23 años. Esto explica también en parte

A:>i injustificados riesgos que corno
= z'snnas partidas. Aunque a veces
,~msi,::uió ganar por estos medios, de-
beriacomprender que no es una forma
fiable de seguir progresando", escribió
Alexander Konstantinopolsky en su
crónica del evento.
~ este éxito en el campeonato
~ no era un accidente quedó
=m:Ll:mado un mes más tarde por el
propoo \íktor, en el primer torneo
~onal de su carrera: Bucarest
1954. En aquel torneo vhió una feroz
rivalidad con Rashid Nezhmetdinov,
:m aperimentado maestro de Kazán,
~ había impreso un fuerte riuno
~ d comienzo. Sólo tras ganarle a
Filip a i la 122 ronda, Korchnoi pudo
alcaruar al líder. ¡Pero qué difícil vic-
toria!
""1..as genuinas obras maestras del
~ se crean cuando un ataque
~ y con recursos se enfrenta
' i.CJa defensa feroz e inventiva. De-
~ siempre se ha considerado
:m:a tarea ingrata, aunque tiene su
romanticismo", escribió Korchnoi en
~L ·Pero los maestros de la defensa
,s.rinjtz, Lasker, Nimzovich, Botvin-
~ Petrosian) no han realizado menos
~ciones a la historia del ajedrez
~ los maestros del ataque (Morphy,
~n. Alekhine, Tal, Geller). Mis
~ ajedrecísticos quedan bien ilus-
tcdos por la siguiente partida".
491
Y. Filip-V. Korchnoi
Bucares/ J 954, J2ª ronda
Defensa Grímfeld (086)
1 d4 'Llf6 2 c4 g6 3 'Llc3 d5 4 cxd5 'Llxd5
.5 e4 'Llxc3 6 bxc3 $..gl 7 ~c4 0-0
l.-no de los agudos experimentos de
i>orchnoi. En lugar de la jugada habi-
mal, 7 ... c5, emplea la difícil variante
de Simagin, en la cual las negras prime-
ro juegan 'Llc6 y desarrollan su flanco
de dama.
8 '!je2 'Llc6
VIKTOR EL TERRIBLE
Ahora las blancas conservan su pode-
roso centro y se supone que pueden
lograr ventaja, pero aquí es donde
radica la principal esperanza de las
negras, porque demostrar que existe
ventaja requiere un juego activo (un
axioma formulado mucho tiempo atr.ís
por Steinitz), en cuyo caso el oponente
puede crear debilidades en su propia
posición ofreciendo, en consecuencia,
objetivos para un contraataque.
9 ~g5!?
"Dado que las negras no están atacan-
do la casilla d4, las blancas tienen la po-
sibilidad de desarrollar su alfil no por
e3, como de costumbre, sino más ac-
tivamente", explica Korchnoi. Un par
de meses antes, en el Campeonato de
la URSS, Lilienthal habíajugado 9 0-0
contra él (9 h4?!-partida núm. 358), y
después de 9 ... 'Wd7 (jugada patentada
por Korchnoi; la réplica habitual es 9 ...
b6) l O ~a3?! tlla5 11 ~d3 b6 12 ti:lf4?!
~b7 13 'l!fe2 l:tfd8 14 l:tadl e6 15 e5
c5! 16 dxc5 'Wc7! 17 cxb6?! 'i'Uxe5 18
'Wxe5 ~xe5 19 tlle2 axb6 20 Acl ~d5,
las negras materializaron su ventaja en
el final.
9 .•. 'Wd7
Korchnoi se mantiene fiel a su jugada y
no se apresura con 9 ... 'Lla5 (Kopylov-
Simagin, 19° Campeonato de la URSS,
Moscú 1951 ).
10 0-0
10 'Wd2 e5!?
10 •.. tlla5 11 ~d3 b6 12 'Wd2
1541
19
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORF.S
12 ..• lld8?!
La misma tónica de complicar eljuego
al máximo. "Las negras, que juegan a
ganar, se someten deliberadamente a
un peligroso ataque esperando lograr
más tarde contrajuego sobre el centro.
Después de 12 ... c5 13 il..h6, las blancas
conservarían una ventaja mínima en
una posición relativamente sencilla"
(Korchnoi).
13 .lili6 il..h8 14 lladl il..b7 15 '1Wg51 e6
Las negras preparan c7-<:5. Si 15 .... c5
de inmediato, entonces 16 d5.
16 e5!
Explotando el debilitamiento de la
casilla ffi. Si 16 f4, las negras pensaban
responder 16 ... f6 17 '1Wg3 f5.
16 •.• c5 17 ILJf4
Filip conduce bien la partida. Todas sus
fuerzas están dirigidas hacia el flanco
de rey, amenazando ILJh5-f6+, o bien
h2-h4-h5, y por el momento no es posi-
ble explotar las debilidades de las blan-
cas en el centro (casilla d5 y peón de
d4) o en el flanco de dama (casilla c4).
Sin embargo, la posición negra no está
en modo alguno perdida. No hay mate
forzoso y, en un futuro lejano, pueden
obtener posibilidades de contraataque.
17 ... cxd4 18 cxd4
Merecía consideración la inmediata
18 ILJh5!?, en cuyo caso sería peligroso
18 ... '1Wd5 por 19 cxd4! (la dama no
debe alejarse de la defensa de su rey),
mientras que en caso de 18 ... f5 19
cxd4 'i!i'f7 20 lüf4, las negras tendrían
que cambiar los alfiles de casillas ne-
gras para evitar lo peor: 20 ... iJ...g7 21
il..xg7 wxg7, pero con 22 il.e2, seguido
de h2-h4, las blancas conservarían una
clara iniciativa. De todos modos, el
debilitamiento de las defensas del rey
negro es más importante que todos los
demás factores.
Es cierto que con la jugada de la parti-
da las blancas disponen de una podero-
sa presión, pero de esos micromatices
depende a menudo el resultado de una
partida.
20
V
18 ••• ILJc6 19 d.5!
Una ruptura típica. "Hubiera sido muy
fuerte la sencilla 19 iJ...b5. Después de
19 ... a6 no da resultado 20 ILJh5 debido
a 20 ... f6!, y las negras se defienden
fácilmente. Pero con 20 il..xc6 Wxc6
21 f3, la amenaza ILJh5-f6 obliga a las
negras a jugar f7-f5. Después de la po-
sible 21 ... J:td7 22 ILJh5 f5 23 li:lf4, las
negras, en vista de h2-h4-h5, tienen
una posición difícil" (Korchnoi). Por
ejemplo: 23 ... '1Wc4 24 h4 ..t>f7 25 h5
llg8 26 hxg6+ (26 a3!? J:txd4? 27 l:tcl!, y
tanto 27 ... Wa4 28 J:tc7+ l:td7 29 il..g7!!
como 27 ... '1Wb5 28 il..f8!!, o aun 28
hxg6+ hxg6 29 il..g7!! son malas para
las negras) 26 ... hxg6 27 '1Wh4 l::txd4 28
il..f8!!, o bien 27 ... '1Wxa2 28 il.g5, con
un ataque tremendamente fuerte.
En caso, sin embargo, de 21 ... 'iii'c2! 22
'1We7! (22 h4 'IWl5) 22 ... iJ...d5! 23 llcl
'+ll'a4 24 llc7 '1Wxd4+ 25 wh 1 llf8 26
lZlxd5 'i!i'xd5 27 i..xf8 llxf8 28 f4 'i!i'xa2,
la ventaja blanca podría no ser suficien-
te para ganar.
1542
19 ••• exd5
Después de 19 ... lZlxe5 ( 19 ... il.xe5?
20 dxc6) 20 dxe6 'i:'fc7! (Korchnoi}, el
peón móvil blanco jugaría el papel de-
cisivo. Filip dispondría de más de una
forma de desplegar su iniciativa:
1) 21 llfel lZlxd3 22 e7! lle8 23 l::txd3
llac8 24 h4, o bien 21 ... f6 22 'i!i'g3 iJ...g7
23 il.xg7 Wxg7 24 iJ...b5 llxdl 25 l::txdl
We7 26 il.d7 lld8 27 Wc3 li:lxd7 28
'fllc7 il.c6 29 h3~! (V. Belov) 29 ... 1'g7
(29 ... wf8 30 lld6! g5 31 lZle2!, o bien
29 ... 'i!i'e8 30 lZld5! l!;>g7 31 '+ll'xc6 li:le5

32 Wc7+ ~h6 33 f4 ILJc6 34 ILJxf6!, etc.,
DO es mejor para las negras) 30 l:l.d6!
:c8 31 l:l.xc6 .!:txc7 32 l:l.xc7 lt>f8 33
:cS+! <:;;g7 34 exd7 Wxd7 35 lk7!, con
bonita victoria.
'.!)21 W l:l.xdl?! 22 l.'lxdl l:l.e8 (22 ...
ffi 23 Wg3 JJ..g7 24 ILJxg6! hxg6 25
:d7!) 23 h4! JJ..f3 24 l:td7!, o bien 21 ...
ffi 22 Wg3 JJ..g7 (22 ... Wle7? 23 .i<.xg6!)
:!3 JJ..xg7 Wlxg7 24 JJ..c2 f!le7 25 JJ..b3,
con una duradera ventaja.
:3) 21 il..b5 f6 22 f!lg3 f!le7 (22 ... a6
~ JJ..d7, o bien 22 ... JJ..g7 23 il..xg7
1txg7 24 "!Wa3! también es malo para
las negras) 23 l:l.d7! ILJxd7 24 exd7
(amenazando ILJxg6) 24 .. . ii..g7 25
1'b3+ wh8 26 il..xg7+ wxg7 27 ILJe6+
;ha 28 ILJxd8 l:l.xd8 29 'i\'Vc3! (con la
amenaza l:l.el) 29 ... f!ld6 (29 ... '!We5
30 Wxe5 fxe5 31 f4! e4 32 lkl y l:tc7
es igualmente desesperado) 30 l:tel
;g7 31 We3, ganando.
L'na perspectiva así no seducía a Kor-
chnoi, que prefirió eliminar el peligro-
so peón.
20 il..b5?
A primera vista no hay nada más na-
tural. Las blancas amenazan tanto 21
~xd5 como 21 e6 fxe6 22 ILJxg6. Sin
embargo, el alfil se desvía del flanco de
rey y Filip debía haber buscado otros
caminos:
1) 20 ILJh5 '!We7 (20 ... '!We6 21 f4)
21 ILJf6+ JJ..xf6 22 exf6 't'ke5 23 'i\'Vh4!
l:l.e8 (23 ... 'l!li'h5 24 f!lxh5 gxh5 25 f4!
también es insuficiente) 24 JJ..g5 h5
25 ii..f4 "i!Ve6 (25 ... f!lb2 26 JJ..xg6!) 26
Wg5, o bien 24 ... ILJd4 25 '@'h6 ILJe6
26 f4! Wle3+ 27 lt>hl (con la amena7.a
l:l.e 1 y l:!.xe6) 27 ... Wc5 28 f5 "i'ff8 29
fxe6 'i\'Vxh6 30 exf7+ lt>xf7 31 ii..xh6,
ganando.
2) 20 e6 '@'e7 21 exf7+ Wxf7 22 ILJxg6!
(Korchnoi sugirió 22 l:l.fel, pero 22 ...
ILJe5! para el ataque: 23 l:l.xe5 ii..f6
24 l:tf5 JJ..xg5 25 l:txf7 JJ..xh6 26 l:txb7
ii..xf4, con un final igualado) 22 ... hxg6
23 JJ..xg6 f!le7. Debido a esta jugada,
Korchnoi consideró que el sacrificio de
caballo era prematuro, pero después
V!KTOR EL T~:RR!BLE
de 24 f!lh5! las blancas disponen de un
ataque fortísimo, amenazando llfcl y
l:l.d3-g3, además del avance del peón f.
Por ejemplo:
a) 24 ... ii..e5?! 25 f4 ii..d4+ 26 l:l.xd4
ILJxd4 27 ii..g5 'i\'Vg7 28 f!i, o bien 27 ...
ILJe2+ 28 'it.>h 1 ILJxf4 29 ii..xf4 llf8 30
h3! d4 (30 ... f!lg7 31 l::tf3) 31 JJ..c2!,
ganando.
b) 24 ... ILJe5 25 f4 ILJxg6 26 Wxg6+ Ag7
27 llfel l:td6 28 Wxg7+ Wlxg7 29 JJ..xg7,
y los tres peones pasados y unidos de-
berían decidir la lucha a favor de las
blancas.
Aquí se plantea una cuestión: ¿signi-
fica esto que toda la estrategia negra
es incorrecta? Objetivamente, sí. Sin
embargo, hay que tener en cuenta que
esta partida se jugó en los albores de
la Defensa Grünfeld, y que ha surgido
una posición complicada digna de un
estudio compuesto. Las consecuencias
del sacrificio de pieza sin duda dista-
ban de ser evidentes para Filip (¡no ol-
videmos que estaba en la era pre-Tal!)
y, con objeto de clarificar la situación lo
antes posible, eligió una continuación
más tranquila que parecía la solución
óptima al problema.
1543
20 ••• ii..xe5 ! !
No es preciso ser un Tal para calcular
que después de 20 ... d4? 21 e6 f!le7 22
exf7+ 'Wxf7, el golpe combinativo 23
JJ..c4! Wxc4 24 ILJxg6 gana. En cambio
¡hay que ser un Korclmoi para encon-
trar 20 ... ii..xe5!! La jugada parece un
grave error, pero en realidad es un pa-
radójico sacrificio de dama.
21
Gary Kasparov - Mis GENIALES PRt:DF.CESORES V

21 il.xc6 al futuro, habría comprendido que el

21 liJxd5 ~xd5 22 il.xc6 il.xh2+!, o peón debía bloquearse de inmediato
bien 22 l:!xd5 %:txd5 23 il.xc6 .li.xh2+! con 26 %:td4!, ya que tras 26 ... il.g7 27
son continuaciones desfavorables a las 'Wf4, el inmediato cambio 27 ... il.xd4
blancas. 28 'Wxd4 sería peligroso para las negras
en vista del debilitamiento de las defen-
21 ••. il.xf4 22 'i'ef6 sas de su rey. Sin embargo, la fría 27 ...
Se amenaza mate y Ja dama está colgan- h5 habría mantenido una posición
do. Muchos jugadores con negras no ha- confusa. Para explotar la fuerza de su
brían ido más allá al prever esta posición dama, las blancas tendrían que jugar
en sus cálculos. Pero Korchnoi apreció g2-g4, que es una decisión realmente
sutilmente que el sacrificio de su dama comprometedora.
por dos alfiles y dos peones Je daba bue-
nas posibilidades de contrajuego. Pero por inercia, Filip optó por la jugada
de ataque 26 h5?! Se trata de una situa-
22 .•. il.xh6 23 il.xd7 l:!xd7 ción típica, que suele producirse cuando
"La compensación de las negras por un jugador, tras lograr ventaja, no en-
la dama es más bien pequeña, pero el cuentra el plan correcto y permite a su
carácter de Ja posición se ha modifi- oponente cambiar Ja dirección del juego
cado. En lugar de un ataque al rey, las con ayuda de un sacrificio inesperado.
blancas deberán resolver ahora difíciles Tales puntos de inflexión son normal-
problemas" (Korchnoi). Ciertamente, mente inquietantes y en un estado así
es dificil para sus torres penetrar en no es fácil encontrar las mejores jugadas.
campo enemigo (pues Jos alfiles lo Ese es el principal peligro al enfren-
impiden), y lo más importante es que tarse a jugadores como Korchnoi, que
están condicionadas por el peón d pa- perciben muy claramente tales matices
sado. Por otra parte, al bloquear este psicológicos y no dejan escapar Ja opor-
peón con una torre, ésta será atacada tunidad de lanzar un contraataque.
por uno de los alfiles.
26 ... d4
24 l:tfel il.f8!
Después de esto, las blancas tienen que
Impidiendo lle7. Cualquier cambio jugar con precisión para mantener el
favorece a las blancas, dado que se in-
equilibrio.
crementaría la fuerza de la dama. Una
situación similar se produjo en una 27 hxg6 hxg6 28 lld3 il.a6
partida mía contra Karpov (Nueva York No es sólo que la~ negras hayan con-
1990, match, 3ª), en la que sacrifiqué seguido avanzar su peón pasado, sino
mi dama por dos piezas menores y un que ahora, en caso de cambiarse una
peón, y mi oponente tuvo que cambiar torre por un alfil, conservarían su alfil
piezas, incluso a costa de material. de casillas negras que, entre otras cosas,
25 h4?! está asumiendo el importante papel de
Jugado por rutina, pero con el alfil defender el rey.
de casillas negras sobre el tablero el
1544
ataque h2-h4-h5 no tiene sentido. Lo
correcto era 25 lld3, con la amenaza
llde3-e8, en cuyo caso las negras, para
impedir el cambio de torres, tendrían
que jugar 25 ... il.b4!? (Korchnoi).
Está claro que las posibilidades de las
blancas son mejores, pero Ja cuestión
es hasta qué punto.
25 ... %:tad8 26 h5?!
De haber interrogado Filip un poco

22

29 J:edl?
Con los apuros de tiempo rondando,
Ftlip pierde por completo el hilo de la
panida y entrega calidad. Según Korch-
noi, las blancas podrían haber hecho
tablas sin mayores dificultades con 29
:h3 il.g7 30 "l!llc6 (o bien 30 "l!llh4 d3
-;no puedes esperar que Korchnoi se
atemorice por un jaque en h7!-) 30 ...
d3 31 l:!e8+ l:!xe8 32 'efxd7 ~b5! 33
1Jxb5 l:el+ 34 l.t>h2 d2 35 l:!d3 dl"l!ll 36
.:xdl l:!xdl 37 "l!lla6 l:!d5 38 "l!llxa7 l:!a5
y:xa2.
29 ••• hd3 30 lhd3
"Se ha llegado a una posición en la que
las negras tienen una ventaja mínima.
El final de la partida tuvo lugar con
serios apuros de tiempo, y conseguí su-
perar a mi oponente" (Korchnoi).
30 ... l:c8
Las negras tienen excelente compensa-
ción material por la dama: torre, alfil,
an par de peones y un rey bien pro-
;egido. Su plan consiste en crear otro
peón pasado en el flanco de dama. Aun
zsí, puede que no fuese suficiente para
ganar. No es nuestro objetivo proceder
2 una exacta evaluación de este final,
pero es interesante observar la energía
'.'"recursos con que Korchnoi conduce
la fase técnica de la partida.
31 fff3
Quizá la mejor posibilidad práctica de
sah-ar la partida fuese pasar a un final
de torres con peón menos: 31 l:!xd4
..tg7 32 'i:Wxg7+ wxg7 33 J:txd7 (Kor-
chnoi), aunque después de 33 ... l:!cl+
:H .;ih2 a5, es dificil para las blancas
cambiar su peón a por el b, y es muy
probable que las negras tuviesen una
posición técnicamente ganada.
31 ... il.g7 32 'We4 l:!cd8 33 f4 1'1.d5 34
~ ~f6 35 wg2 wrs 36 wf3 b5 37 "l!llel
;ga 38 Wb4 ·:8d7 39 m3?! a5 40 a3
:e:; 41 fi'bl l::tdc7 42 we2 a4 43 W'hl
:7c6 44 m1 l:!c8 45 Whl l:tc2+ 46
.:d2
En caso de 46 Wf3, las negras pueden
elegir entre la aguda 46 ... b4 47 axb4
VJKTOR EL TERRIBLE
a3, y si 48 l:!xa3, entonces 48 ... l:t2c3+
49 l:!xc3 dxc3 (Korchnoi), o la tranqui-
la 46 ... l:!cl.
46 ••• l:!e8+ 47 Wdl l:!c3 48 '@'d5
"Era más tenaz 48 g5. En tal caso, la
tentativa de las negras de ganar en el
acto con 48 ... d3? no daría resultado:
49 gxf6 1'1.xa3 50 l:!a2 l:!xa2 51 'i:Wh6, y
ganan las blancas" (Korchnoi). Pero
después de 48 ... l:txa3, las negras ha-
brían conservado una ventaja decisiva .
48 ••• l:!xa3 49 fi'xb5
La amenaza d4-d3 pende sobre las
blancas como la espada de Damocles:
49 g5 d3!, o bien 49 ~c6 l:!al+ 50 Wc2
d3+!, etc.
49 ••. i:tal+ 50 Q<c2 l:tc8+
Según Korchnoi, era más sencillo 50 ...
l::te3, con la amenaza 51 ... d3+ 52 l:!xd3
.!:te2+. Por ejemplo: 51 ~d5 l:!c3+ 52
@b2 d3, o bien 51 ~b8+ lt>g7 52 g5 d3+
53 .!:txd3 l:!e2+ 54 l:!d2 .:ta2+ 55 Wcl
il.b2+! 56 l:!xb2 l:!axb2, y no tiene senti-
do seguir resistiendo.
51 wd3 .!:tel
Ganaba 51 ... a3!
52 l:tc2?!
Era realmente mejor 52 lh2.
52 ... .!:tdl+
También ganaba 52 ... 1'1.xc2 53 Qó>xc2
a3, seguido de a~a2.
1545
53 we2?
Un grave error, pero la recomendación
de Korchnoi 53 .!:td2 l:!c3+ 54 @e2
tampoco serviría de mucho en vista
23
Gary Kasparov - Mis GENIALES PR~:DECF.SORES
de 54 ... l:thl!, con la decisiva amenaza
55 ... J:te3+ 56 wf2 l:th2+.
53 •.. d3+ 54 'i!?xdl dxc2+ 55 <o!<cl a3 56
Wfa6 ~b2+
Las blancas se rindieron.
Al llegar a la ronda final, los dos
rivales se encontraban igualados, y en-
tonces a Viktor le ayudó su coterráneo
Furman, que derrotó a Nezhmetdinov,
lo que decidió el desenlace del torneo:
l. Korchnoi 13 (de 17); 2. Nezhmetdi-
nov 12,5; 3-4. Filip yJolmov 11, etc.
Por entonces, las reglas clasificatorias
eran severas, y aunque había ganado la
medalla de plata en el campeonato
nacional y era un flamante maestro
internacional, para acceder al siguiente
Campeonato de la URSS (el 22º, ¡Tor-
neo Zonal valedero para el Campeonato
del Mundo!), de nuevo debía superar la
barrera de las semifinales. En la primera
ronda de la final (Moscú 1955), Korch-
noi tuvo problemas con negras ante Si-
magin, en su favorita Defensa Grünfeld.
Pero opuso una difícil defensa y luego
analizó durante dos días la posición
aplazada. Sin embargo, no fue capaz de
salvar la partida. Durante mucho tiem-
po, esta penosa derrota dejaría a Viktor
en un estado de shock psicológico, lo
que tuvo como consecuencia que su
clasificación final fuese el puesto 19, es
decir, penúltimo.
Pronto, sin embargo, demostraría
que sólo había sido un fracaso cir-
cunstancial. Primero, tuvo éxito en la
semifinal del siguiente Campeonato
Soviético (en estos torneos clasificato-
rios, Korchnoi tuvo actuaciones muy
regulares, pues en ocho años conse-
cutivos siempre consiguió una plaza,
finalizando primero en dos ocasiones).
Luego, por primera vez se proclamó
campeón de Leningrado (con 17 de
19), compartió con Olafsson el triunfo
en el tradicional torneo de Hastings
( 1955-56) y tuvo una buena actuación
en el 23º. Campeonato de la URSS: 1·3.
Averbaj, Spassky y Taimanov 11,5 (de
17); 4. Korchnoi 11; 5-7. Jolmov, Polu-
gaievsky y Tal 10,5; etc.
24
V
Tras conseguir, por fin, el título de
gran maestro, Viktor se tomó una espe-
cie de respiro: en los tres campeonatos
siguientes del país sólo ocupó posicio-
nes modestas, en la mitad de la tabla.
Sin embargo, sus asombrosas victorias
en determinadas partidas venían a ser
una especie de advertencia al mundo:
¡no está lejano el día en que el genio se
escape de la lámpara!
En volúmenes anteriores he habla-
do ya del Zonal URSS de 1958, que
constituyó un brillante triunfo para Tal
y una amarga decepción para Spassky.
Pero incluso en puertas de su momen-
to más dulce, el Mago de Riga fue inca-
paz de resolver el problema Korchnoi,
perdiendo con éste hacia la mitad del
torneo. Claro que después de ese tras-
pié, ¡Tal finalizó con un esprín de 8
puntos en 9 partidas!
Es bien sabido que para Tal, Kor-
chnoi siempre fue el oponente más
difícil e incómodo, el único jugador
del mundo contra el cual, tras haberse
proclamado campeón, no pudo ganar
ni una sola partida, perdiendo cinco
y entablando otras cinco. Durante
muchos años, el carácter de sus con-
frontaciones ajedrecísticas no cambió.
Antes de su encuentro semifinal de
Candidatos, en 1968, el resultado en
sus partidas decisivas era de 9-1 a favor
de Korchnoi, y después del match que-
dó establecido en 11-2. Sólo hacia el
final de su rivalidad, a mediados de los
ochenta, pudo Tal mejorar ligeramente
su catastrófico marcador particular.
Es probable que el estilo sinuoso de
Korchnoi no le permitiese a Tal dictar
el rumbo de los acontecimientos en
sus partidas, como hacía ante otros
oponentes. A Tal le gustaba sacrificar
y apoderarse de la iniciativa, pero eso
no le molestaba a Korchnoi, quien
aceptaba con gusto "todo lo que se le
ofrecía", se defendía tenazmente y, a
la primera oportunidad, se lanzaba al
contraataque. Lo principal era que no
perdía los nervios ante el feroz asalto
de Tal. La partida entre ambos del cita-
do Campeonato, pese a los respectivos
errores e imprecisiones, es muy típica

er la rivalidad entre Tal y Korchnoi en
Jas cincuenta y sesenta. Era una lucha
1 muene entre dos concepciones del
*1frez diametralmente opuestas: el
z;que y Ja defensa.
m gustase el cambio de damas después de
Y.. Tal-V. Korchnoi
P.iga 1958
25• Campeo11ato de la URSS, 9' ronda
Defensa Francesa (Cl8)
le4e6
u réplica favorita de Korchnoi a 1 e4,
&3cia la cual aún hoy conserva su devo-
ción. ~luchas
de sus brillantes victorias
e::i encuentros y torneos están relacio-
modas con la Defensa Francesa.
:! dl d5 3 lllc3
3 ~d2. véanse partidas núm. 504, 541
y542..
3_ ~b4 4 e5 c5 5 a3 ~xe3+ 6 bxe3
~¡
El plan favorito de Botvinnik. Kor-
d:noi, que absorbió y desarrolló sus
:e.ras, supo manejar con gran éxito esta
<0mplicada y desequilibrada posición,
e:1 la que existe un conflicto básico: las
SWJc:as tienen dos alfiles y un fuerte
<ZDirO, pero, por otra pane, han asu-
:n:iido debilidades crónicas en el flanco
oiie dama, que son, obviamente, obje-
;isos para el contrajuego negro. Por
Cl!l'Dnces tales esquemas de doble filo
e 3 un arma ideal para un jugador con
~de contraataque.
iWg-t
i 24, véanse partidas núm. 501, 511 y
512.
i ...... ~f'5
]tj5 tarde, Korchnoi sólo jugó 7 ... 'f!/c7
y 7 ... cxd4 (partidas núm. 503 y 516),
.iÓcmás de 7 ... 0-0! Por admisión pro-
;:Q.. sólo empleó esta jugada de caballo
-una vez en mi vida, con intención de
cazar a Tal en una variante preparada".
T:-b cazó!
VIKTOR El. ThRR!Bl.E
8 ~d3 h5 9 '1Wh3
Es lógico que Tal repita el juego de la
partida que Je ganó a Petrosian el año
anterior (24° Campeonato de Ja URSS,
Moscú 1957), aunque también había
jugado 9 'f!/f4! (contra Erepova, Riga
1953). En tal caso, puede que no le
9 ... 'f!lh4 (la moda actual recomienda
9 ... 'l!fc7!?) 10 llle2 'lWxf4 11 lllxf4 llle7
(Bisguier-Fine, Nueva York 1948).
Aquí las blancas tenían un mejor final,
pero como escribió Korchnoi hace
muchos años, "es evidente que esta
continuación posicional no convenía
en absoluto al temperamento de Tal".
Es curioso cómo cambian Jos gustos. El
Tal posterior prefirió entrar en este fi-
nal contra Petrosian (50º Campeonato
de Ja URSS, Moscú 1983), aunque no
fue capaz de materializar las ventajas
de su posición. Para más detalles acerca
de 9 'lWf4!, véase Ja partida Stcin-Pe-
trosian, brillantemente ganada por las
blancas (partida núm. 353). Sin embar-
go, 9 'f!/h3 no estropea nada.
9 .•• cxd4
La posición crítica de la variante.
1546
10 lllf3?!
¡Pero esto es temerario! Las posibilida-
des de las blancas están relacionadas
con Ja explotación de las casillas negras
en campo rival: 10 llle2 dxc3 11 ~xf5
exf5 12 'l!fg3, o bien de inmediato JO
~xf5 exf5 11 cxd4 (si 11 '11fg3, Euwe su-
girió 11 ... J.e6 12 "ffxg7?! Wd7 y l:tg8;
11 ... g6 12 cxd4 lllc6 13 lllf3(e2) h4! y
25
Gary Kasparov - Mis GENIAI.F.s PREDECESORES V

14 ... h3 tampoco está claro) 11 ... t;Jc6 ll ... dxc3

12 ILJe2 Wa5+ 13 i<.d2 '11fb5 14 '11fe3, y
las negras aún tienen que resolver el No tenía mucho sentido 11 ... 'tli'xc3+
problema de poner a salvo a su rey. 12 i<.d2 y g2-g4 (lo mismo que en caso
de 11 ... 1!i'a5). Sin embargo, también
En lugar de esto, las blancas empren- era aceptable 11 ... lllc6!? Por ejemplo:
den juego en ambos flancos, planean- 12 g4 lllfe7 13 cxd4 ILJxd4 14 ILJxd4
do en particular la agresiva g2-g4. Pero 't'fc3+ 15 i<.d2 '11fxd4 16 f4 (Konstanti-
entretanto su rey se ve privado de un nopolsky-Ivashin, Correspondencia,
refugio seguro, y las negras logran ex- 1948) 16 ... i<.d7, con juego confuso.
celentes posibilidades de contrajuego.
El joven Tal creía en su buena estrella, 12 g4 llle7 13 gxh5
lo que Korchnoi sabía explotar, exhi-
biendo así una sutil comprensión de la Este peón podría convertirse en un
psicología de su oponente. Después de peligroso peón pasado si las blancas,
todo, en la mayoría de las posiciones creando presión sobre la columna g,
uno debe realizar las jugadas objeti- consiguen capturar en g7 o formr el
\'amente mejores, y no las que mejor a\'ance g7-g6. Pero las negr.is sólo ne-
encajan en su propio estilo o humor cesitan dos jugadas más para enrocar
del momento. ¡Sobre todo si tales juga- largo, sus piezas están bien situadas y
das son precisamente las que nuestro cue~tan con vent."tja material y contra-
adversario espera! juego sobre el peón de e5.
IO ••• Wic7! 13 •.• lllbc6 14 ~f4
Una importante mejora con ganancia
Parece la mejor jugada. "A esta posi-
de tiempo. En el campeonato anterior,
ción se llega en el libro de Keres (so-
Tal había roto las defensas del férreo
bre la Francesa), quien la considera
Tigra~ después de 1O ... lllc6? ! 11 g4
favorable a las blancas dado que, en su
ILJfe7 12 gxh5! Wic7 (12 ... 'tli'a5!?) 13
opinión, el peón de g7 está condena-
i<.f4 lllg6 14 '11fg4 lllxf4 15 '+ll'xf4 dxc3
do. La presente partida demuestra que
16 '11fg5!, etc. La alternatiw 1O ... dxc3
la situación es de doble filo", escribe
11 g4 llle7 12 gxh5 no es mejor para
Korchnoi que refuta 14 W/g3?! l::txh5
las negras, mientras que si 10 ... 't'ia5,
15 '+ll'xg7 lllxe5 16 lllg5 ILJxd3+ 17 cxd3
probablemente habría seguido 11 l::tbl
lllg6 18 '11fg8+ lllf8 19 f4 f6, ganando, y
(11 0-0!?) 11 ... 'ffxc3+ (11 ... dxc3 12
considera que merecía consideración
g4) 12 i<.d2 't'fxa3 13 g4 (la posicional
14 @dl (con idea de 14 ... lllxe5 15
13 0-0, con idea de 14 i<.xf5 exf5 15
't'fg3), aunque tras la sencilla 14 ... i<.d7
Wig3, sigue siendo buena) 13 ... t;Je7
y 0-0-0, las blancas no tienen verdadera
14 gxh5 (14 lllxd4 a6 es menos claro),
compensación por la desintegración
seguido de l::tgl. Tales posiciones con
de su centro y la insegura situación de
torres activas y una duradera iniciativa
su rey.
le gustaban mucho a Tal.
Desde c7, la dama ataca los peones 1547
enemigos (de c3 y, sobre todo, de e5)
y también defiende el peón de b7, anti-
cipando el plan lllbc6, i<.d7 y 0-0-0. Sin
embargo, en realidad ningún bando
consigue enrocar, lo que constituye
otra indicación de la alta intensidad de
lucha que prevaleció en esta partida.
II l::tbl
11 0-0 no encaja en el plan g2-g4.

26

14 .•• ILJg6!
Este recurso, preparado en el labora-
torio casero, se le escapó a Keres en
su análisis. Las negras alcanzan así al
peón de e5 que está restringiendo su
posición. Después de 14 ... g6?! 15 h6
<iJG 16 0-0 li:Jce7 17 h7 li:Jg7 18 li:Jg5,
las blancas habrían conservado la ini-
ciaúva.
15il.g3
El cambio 15 il.xg6 fxg6 significaría el
fracaso del plan blanco. ·
15 •.• li:Jgxe5
Ahora, a fin de justificar su audazjuego
de apertura, Tal tendrá que exhibir mi-
lagrosos recursos.
l6 li:Jxe5
"Las blancas restringen incorrectamen-
te su abanico de posibilidades. Era más
correcta la jugada de rey, 16 wn, sin
cambiar caballos" (Korchnoi). Sin em-
bargo, después de 16 ... f6 las blancas
se enfrentan a difíciles problemas: 17
il.b5 il.d7 18 il.xc6 (Korchnoi) 18 ...
'l!Nxc6! 19 il.xe5 0-0-0!, y no es posible
20 il.g3(d4), a causa de 20 ... e.5' ~on
decisivo contraataque. Por cons1gmen-
te, la jugada de Tal no merece ser con-
denada.
16 ••• li:Jxe5 17 lt>fl
17 wdl? li:Jxd3!
17 ... il.d7
17 ... f6?! 18 J:!gl!
18'1!Nh4?
"La activación de la dama es un error
significativo que podría haber situado
a las blancas en una difícil posición.
Tal debería haber jugado 18 J:!el, y des-
pués de 18 ... f6 19 il.g6+, dondequiera
que mueva el rey, las blancas conservan
la iniciativa" (Korchnoi). Por ejemplo:
19 ... Wd8 20 wg2, con la amenaza 21
J:!xe5! fxe5 22 J:!e l y il.xe5xg7, abrien-
do paso al peón h.
18 •.• f6?
VIKTOR EL TERRIBl.E
La inmediata ruptura en el centro
18 ... d4 también es inefectiva en vista
de 19 J:!gl! (pero no 19 1!Vxd4 ffr'c6
20 il.e4 ffr'c4+ 21 'Wxc4 li:Jxc4 22 il.xb7
J:!d8) 19 ... 'i!fc5 20 il.xe5 'l!Nxe5 21 J:!g5
'i!Yf6 22 J:!xb7 il.c6 23 J:!c7, con una
compensación sustancial por el peón, o
bien 19 ... li:Jf3 20 il.xc7 li:Jxh4 21 J:!xg7
il.c6 22 il.f4! (confiando de nuevo en
el peón h) 22 ... we7 (22 ... J:!d8 23 h6;
22 ... lüf3 23 il.e2!? y l:!g3) 23 il.g5+ wf8
24 il.f6 li:Jf3 (24 ... J:!xh5 25 il.h7!) 25
J:!g3, con un final de doble filo.
No obstante, en opinión de Korchnoi,
"la jugada anterior de las blancas podía
haber sido casúgada con el fuerte gol-
pe táctico 18 ... li:Jf3!, ya que las com-
plicaciones después de 19 'l!Nb4 ffr'c6
(19 ... e5!?: G. K.) o de 19 'i!fg4 li:Jd2+
20 wg2 ( e2) e5 21 'i!Yxg7 0-0-0 son clara-
mente favorables a las negras". Es más
füerte 19 h6!, manteniendo la tensión
en el flanco de rey. Así, en caso de 19 ...
g5?! 20 'i!fh5 (20 'i!fg4!?) 20 ... li:Jd2+ 21
Wg2 'i!Yc6 (21 ... 1!Vc5 22 l:!xb7) 22 J.b5
'i!Yc8 23 'l!Nxg5, su ataque compensa
plenamente el déficit material de las
blancas. Pero tras 19 ... li:Jxh4 ! 20 hxg7
0-0-0! 21 gxh8'i!f J:!xh8 22 il.xc7 lt>xc~,
las negras tienen dos peones por la cali-
dad y mejor final.
19 il.xe5!
Ahora queda justificada la aguda idea
de Tal.
19 ... 'i!fxe5
Después de 19 ... fxe5 20 il.g6+ Wf8
21 't'i'b4+ wg8 22 '!'Wxb7 (Korchnoi),
las blancas tienen un juego cómodo y
no está claro cómo podrán las negras
incorporar al juego su torre de h8 (si
22 ... ft'c6, entonces 23 J:i:gl).
20 l:!xb7 l!b8!
Para eliminar la amenazadora torre
de la séptima fila. Si 20 ... g5? sigue 21
't'i'b4!
21 J:i:xb8+
"Era de considerar 21 f4" (Korchnoi).
En tal caso, después de 21 ... 't'i'd6 22
27
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
l::txb8+ 'i!i'xb8 23 'i!i'g4 ya no es bueno
23 ... wfB? 24 l::tg 1, pero sí es posible
23 ... f5! 24 'i!fg5 (24 'i!fxg7? '1Wxf4+ 25
wg2 'i!fh6, ganando) 24 ... il.b5!, con
ventaja de las negras.
21 .•. 'i!fxb8 22 f#'g4
Después de 22 l::tgl?!, Korchnoi pensa-
ba seguir con 22 ... g5, pero 22 ... il.b5
también es fuerte.
22 ••• <;f;>f8 23 l::tgl
Sigue la elaboración de amenazas, que
parecen muy fuertes, pues las negras aún
no han coordinado sus piezas.
1548
23 •.• g51
"La única pero suficiente defensa.
Las negras devuelven el último de los
peones sacrificados y a cambio su rey
encuentra un cómodo refugio en g7"
(Korchnoi).
24 hxg6!
No creo que "sea más correcto entrar
en un final más o menos igualado" con
24 h4 f#'f4 25 hxg5 '1Wxg4 26 l::txg4 (Kor-
chnoi), ya que tras 26 ... e5! las blancas
tendrían una dura lucha por delante
para conseguir tablas: 27 l::tg3 l::txh5
28 gxf6 l::th3!, o bien 27 l::tb4 l::txh5 28
l::tb8+ we7 29 l::tb7 wd6 30 gxf6 e4 31
Ae2 l::th7, y si 32 il.g4, entonces 32 ...
d4 33 ~xd7 d3!, y las negrns ganan.
24 ... wg7 2s h4 a5
"Una útil jugada profiláctica que
previene una posible invasión por b4
de la dama blanca en campo negro.
En general, las negras deben ahora
28
V
estar muy atentas para proteger su re-
taguardia de la penetración de la dama
blanca" (Korchnoi). 25 ... '1Wd6 ó 25 ...
f#'b7, también merecen ser tenidas en
cuenta.
26 l::tg3 'tWbl+ 27 <;f;>g2
Si 27 We2, las negras planeaban 27 ...
~b5, con el cambio de alfiles, aunque
después de 28 il.xb5 Wxb5+ 29 wf3,
ambos bandos tienen posibilidades.
Parece que se conseguía más con 27 ...
'i!fb7!?, con idea de e6-e5.
27 ••• 'tll'b7 28 h5 d4+
Después de 28 ... e5 29 il.f5 d4+ 30 wh2,
la posición también está igualada.
29 il.e4
Según Korchnoi, 29 f3 Wd5 30 l::th3 e5
31 il.f5 il.xf5 32 Wxf5 d3! es malo para
las blancas, si bien 33 cxd3 c2 34 l::th l
conduce a tablas. Por ejemplo: 34 ...
Wd4 35 l::tcl 'i!i'b2 36 h6+! l::txh6 37
'i!fd7+, con jaque perpetuo.
29 ••• il.c6
Korchnoi calificó de error, a esta juga·
da, sugiriendo que 29 ... Wb5 30 l:th3
~g5 31 ~xg5 fxg5 habría derivado en
"un complicado final de torre y alfil
con considerables dificultades para las
blancas". Pero después de 32 l::thl! y
l::tb l, sus posibilidades son incluso algo
mejores.
Así, desde la jugada 19, el ataque y la
defensa se han neutralizado y las tablas
hubieran sido el desenlace más lógico
de la lucha. Pero Tal, como a menudo
sucedía en su caso tras un giro favora-
ble de los acontecimientos, no pensaba
ya en mantener la igualdad, ¡sino en
ganar! Y aquí superó los límites de la
prudencia.
30 ~xc6 'i!Yxc6+ 31 wgl 'i!fd5 32 ~f4
'i!fe5

1549
33 h6+??
En apuros de tiempo, Tal creyó haber
visto una combinación ganadora que
tiene una sencilla refutación. Podía ha-
ber hecho tablas con 33 'i!Yf3! 'i!Yd5 34
'fff4 (o bien 34 Wxd5 exd5) 34 ... 'i!Ye5
35 'l!i'f3, con repetición de jugadas.
33 ••• l1xh6 34 'l!i'xh6+ @xh6 35 g7
~xg3+
Las blancas se rindieron. ¡Una partida
dramática!
El duelo entre ambos, en el siguiente
campeonato nacional, tuvo un desenlace
similar. Korchnoi de nuevo tenía negras,
y esta vez superó a su oponente con una
Defensa Siciliana, empleando la Variante
Najdorf. Una vez más soportó la intensa
presión de su rival, a diferencia de otros
oponentes del joven Tal, cuyo juego de
ataque les resultaba insoportable. Así es
cómo Viktor Vasiliev describió a las dos
anúpodas del ajedrez:
"El estilo de Korchnoi es el estilo de
Tal, como vuelto del revés. Tal siempre
trata de apoderarse de la iniciativa,
mientras que Korchnoi está dispuesto a
entregarla sin problemas. A Tal le gusta
el ataque, a Korchnoi la defensa. Tal
juega especialmente confiado con blan-
cas, Korchnoi con negras. El propio Tal,
medio en broma, medio en serio, califica
a sus constantes fracasos un caso cróni-
co de miedo a Korchnoi. Pero la razón
probablemente radique en otra parte.
Parece que el estilo de contraataque de
Korchnoi, con sus inagotables recursos
defensivos y una tenaz predisposición a
alterar el equilibrio, le permite resistir
perfectamente los ataques de Tal".
VIKTOR EL TERRIBl.F.
No debemos olvidar que por en-
tonces el gran maestro de Riga estaba
encamando una mágica ascensión a la
cumbre del ajedrez y era prácticamente
irresistible. Sólo Korchnoi era capaz de
resistir los embates de la nueva estrella, y
este hecho produce impresión, en cuan-
to a la fuen.a de su juego a fines de los
años cincuenta.
Después del 25º Campeonato de la
URSS, Mijail Yudovich trató de formu-
lar una e\'aluación más concreta de su
estilo: "El juego de Korchnoi se carac-
teriza por agudos experimentos, una
evaluación posicional muy sui géneris y
un tratamiento original de los problemas
estratégicos, sobre todo por sus recursos
y tenacidad en la defensa de posiciones
difíciles. Korchnoi no consiguió grandes
éxitos competitivos en el torneo, debido
a una cierta negligencia en la fase técnica
del juego, y también porque su originali-
dad en el tratamiento de ciertas variantes
de apertura se convirtió, a veces, en
afectación, entrando en conflicto con los
requerimientos de la posición. Korchnoi
es un jugador de gran potencial, y debe-
rla asegurarse de que su empuje creativo
no colisione con la rigida práctica del
ajedrez de torneo. No hay duda de que
deberla subsanar también sus habituales
apuros de tiempo".
No sé si Viktor Lvovich leyó estas
líne-.i.s'en su día, pero muy pronto, pese
a sus "habituales apuros de tiempo", sus
resultados mejoraron drásticamente.
Primer oro
El momento culminante de la prime-
ra fase de su carrera llegó en el 27" Cam-
peonato de la URSS (Leningrado, ene-
ro-febrero de 1960), donde finalmente
ganó la primera de sus cuatro medallas
de oro.Jugadores de la vieja generación
recuerdan la increíble intensidad de la
lucha en los campeonatos soviéticos y
la estelar nómina de participantes, que
pocos torneos internacionales podrian
presentar. El titulo de campeón de la
URSS estaba altamente valorado y duran-
te muchos años era una clara muesu-a de
admisión en la elite del ajedrez.
29
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
Jugando en su ciudad natal, Viktor se
encontraba al principio un poco nervioso
y le resultaba dificil mostrar su mejor for-
ma. Así, perdió ante Lutikov, compartió
el punto con Taimanov, derrotó a Sajarov
en su estilo patentado (contra la Variante
Najdorf de la Defensa Siciliana), luego a
Nei y Smyslov, pero perdió ante Simagin
y, después de seis rondas, se encontraba a
un punto del líder, Petrosian.
El momento de inflexión se prodttjo
en una increíblemente dramática e intri-
gante partida con Leonid ShamkO\ich.
El milagro que en ella ocurrió puede
atribuirse directamente a la suerte, pero,
conociendo la esencia del juego de Kor-
chnoi, su misma concepción del ajcdre7,
podemos descubrir no una explicación
mística, sino plenamente racional de los
acontecimientos que se produjeron en la
nerviosa atmósfera en que se desarrolló
el juego. Esto fue lo que Tal y su segundo
Koblents escribieron acerca de la partida
en cuestión:
"Está muy claro que para ser un de-
voto admirador de Korchnoi se requiere
antes que nada unos nervios de hierro
y un corazón de acero. Estas cualidades
las necesitó de modo especial el público
de Leningrado, cuando su favorito se en-
frentó al maestro moscovita Shamkovich.
Tras tumbar al gran maestro en la apertu-
ra, con un interesante sacrificio de peón,
Shamkovich se apoderó rápidamente de
la iniciativa y pronto se cernieron oscu-
ros nubarrones sobre la posición negra.
Korchnoi, como de costumbre, resistía
desesperadamente, pero el maestro de
Moscú tenía a su rival contra las cuerdas.
Los árbitros se disponían a reali7.ar el fa-
tal cómputo desde el momento en que el
gran maestro cayese en la lona ...".
493
L Shamkovieh-V. Korehnoi
I..enillgrado 1960
27º Campeonato de la URSS, 7ª ronda
Defensa Nimzoindia (E25)
l d4 li:lf6 2 e4 e6
Esta renuncia a la Defensa Grünfeld
30
V
posiblemente fuese provocada por el
temor a una variante preparada por su
oponente, eminente teórico, conocido
por su profundo e inusual enfoque de
los problemas de apertura. Sin embar-
go, en sus mtas alternativas Korchnoi,
por así decir, escapa de Guatemala para
entrar en Guatepeor.
3 li:lc3 $.b4 4 a3
La agresiva Variante Samisch.
4 •.. il.xe3+ 5 bxc3 e5 6 f3!?
6 e3 se examinó en los volúmenes pre-
cedentes.
6 ... d5 7 cxd5 li:lxd5 8 dxe5 f5
8 ... 't'fa5 9 e4 li:lf6, o bien 9 ... li:le7(c7)
es sólido, como jugaba Smyslov, pero
no 9 ... Wixc3+?! 10 il.d2 Wie5 11 li:le2,
con iniciativa de las blancas (Korch-
noi-Bykov, Lcningrado 1957).
9 e4!?
"Una inesperada novedad que apa-
rentemente desconcertó a Korchnoi"
(Tal).
9 ... fxe4 10 Wie2 exf3?
Esto les concede a las blancas una
abmmadora ventaja en desarrollo. La
recomendación de Tal, 10 ... e3!, es
correcta (Furman-Polugaievsky, 31º
Campeonato de la URSS, Lcningrado
1963).
l l li:lxf3 Wia5 12 il.d3 lilc6 13 O.O '+Wxc5+
14 whl $.d7
14 ... '+Wxc3 15 Wib l!, con la mortal ame-
naza il.b2.
15 lilg5!
Para llevar el caballo a "e4" con ganan-
cia de tiempo y, al mismo tiempo, impi-
diendo el enroque largo (por lilf7). Si
15 il.g5, entonces 15 ... li:lde7 y 0-0-0.
15 ... li:le5 16 li:le4 Wie7 17 il.g5 .!:tf8
Es dificil dar aquí un buen consejo a las
negras. 17 ... li:le7 18 .!:tae 1 no serviría,
ni tampoco 17 ... li:lxd3 18 Wixd3 (ame-
nazando c3-c4) 18 ... b5 19 W/f3 il.c6 20
.!:tae 1, ganando.
 VIKTOR E1. TERRIRl.E

18c4! CiJe719c5! Así pues, para prolongar la resistencia,

A costa de un solo peón, las blancas las negras deben encontrar algo ex-
han logrado un ataque decisivo. traordinario.
22 ... ~xg2+!
19 •.. ~c6
¡Una sorpresa! La posición negra sigue
Un raro caso en la práctica de Korch-
estando perdida, pero Korchnoi no de-
noi: en la jugada 19 se encuentra en
ja escapar la ocasión de asestar un des-
posición desesperada. Si 19 ... CiJc8,
la partida habría tomado un rumbo agradable golpe, obligando de nuevo a
desastroso con 20 l:txf8+ wxf8 21 l::!fl + su oponente a resolver algunos proble-
CLJfl (21 ... wg8 22 CiJf6+!) 22 'l!fr'f2 Ae8 mas nada claros, en un momento en
que mentalmente ya se había anotado
23 lllf6!!
el punto en la tabla.
20 CiJd6+ wd7 21 'l!l'c3?!
23 @xg2 CiJf4+ 24 l::!xf4
Tras una serie de jugadas fuertes y
Obligado.
enérgicas, Shamkovich comienza a
flojear. 21 ~xe7! @xe7 22 'l!fr'c3 era 24 ... l::!xf4 25 l::!dl
decisivo. Si Korchnoi hubiese perdido La respuesta humana y más natural:
esta partida, es dudoso que ganase el movilización de la torre con la amena-
Campeonato... 1.a de un jaque descubierto (en particu-
21 •.• CiJxd3 22 $.xe7 lar CiJb5+). Pero quizá hubiera sido más
sencillo 25 'l!l'd2!? l::!g4+ (25 ... 'l!l'c6+ 26
22 'lll'xg7 l::!xfl+ 23 l::!xfl ~d5 24 ~xe7
CiJe4+!) 26 ~h3 'l!l'xc5 27 CiJxb7+ 'lll'd4
wc6 25 l:!.bl! también habría conser-
28 l::!dl wxe7 29 'lll'xd4 l:txd4 30 l::!xd4,
vado un poderoso ataque. Las blancas
con un final ganado, o la más agresiva
consideraron que 22 ~xe7 también
27 <t>xg4 wxe7 28 l::!fl !, con un medio
era bueno, pero ahora comen1.aron a
juego ganado.
producirse milagros.
25 ... '1Wc6+ 26 wg3 'f;\'a4!
1550
La única posibilidad de proseguir la lu-
cha y de crear algunas amenazas (l::!g4+
y 'IWxdl) y, en algunos casos, wxe7:
Ahora son las blancas quienes tienen
que reali7.ar grandes esfuerzos para en-
contrar la combinación ganadora que
probablemente es única. Pero en una
situación así resulta muy difícil adap-
tarse al cálculo de variantes agudas en
las que, para desplegar un ataque gana-
dor, debe realizarse un momentáneo
sacrificio de material.
Shamkovich debe haber disfrutado con
el cálculo de variantes como 22 ... l::!f2 23
l::!xf2 CiJxf2+ 24 wgl ~d5 (24 ... l::!g8 25
l::!fl) 25 ~g5! (25 'lll'xg7 CiJh3+! 26 gxh3
'lll'xc5+ 27 wfl l::!g8! 28 'lll'xg8 wxe7, ó
26 Wfl l::!g8! 27 1lfxg8 Ac4+ 28 CiJxc4
1lt'f4+ 29 @el '&f2+ 30 @di 'l!l'd4+ sólo
conducen a tablas) 25 ... CiJg4 26 'lll'xg7+
wc6 27 'lll'd4 'lll'a5 28 ~d2 'f;\'xc5 29 l::!cl.
o bien 25 ... llle4 26 CiJxe4 ~xe4 27
'l!l'xg7+ wc6 28 'f;\'d4 ~c2 29 l::!cl e5 30
'lll'c4, y cae el telón.

31
Gary Kasparov - Mrs GENIALES PREDF.Cf.SORES \'

27 c6+? pueden romper la posición: 34 ... llb8

Una jugada impulsiva en apuros de re-
loj. Este sacrificio de peón está dictado
por el deseo de privar al rey enemigo
de la casilla de escape c6, después de
lo cual la penetración de la dama en
g7 parece fatal para las negras (la in-
mediata 27 Wixg7 se encontrnría con
el mismo mecanismo de tablas, 27 ...
l:tf3+! 28 Wxf3 Wixdl+). ¡Pero se trata
de una ilusión óptica! Además, el caba-
llo de d6 está privado de su apoyo ...
Sin embargo, 27 llbl! (Tal) habría
resultado decisivo: 27 ... llg4+ 28 wh3
wxe7 29 '&f3! (era preciso haber visto
esta fortísima jugada, que crea amena-
zas irresistibles). Ahora las negras no
tienen nada mejor que 29 ... llh4+ 30
wg3 llg4+ 31 Wixg4 '&xa3+ (algo más
tenaz es trasponer a un final perdido:
31 ... Wixg4+ 32 wxg4 b6 33 élle4, etc.)
32 lt>h4 Wxc5 33 'Wxg7+ wxct6 34 l:tdl+,
y para evitar el mate deben entregar la
dama.
27 •.• bxc6 28 f!lxg¡
El intento de corregir esta deficiente
idea con 28 Wib2?! no daba resultado
debido a 28 ... e5! 29 Wb7+? we6 30
Wixa8 'l!!l'xa3+ y mate, o bien 29 lld2(d3)
'i!<e6!, con evidente vent."tja negra.
28 •.• llf3+!
Shamkovich omitió este inteligente
contragolpe. De pronto se encuentra
con que debe buscar el modo de salvar
la partida.
29 wxf3 'l!Hxdl+ 30 we3 Wcl+!?
Un jaque de tanteo: ¿adónde irá el rey?
Las negras están jugando ya con las
tablas en cartera: 30 ... 'lll'b3+ 31 wd2
Wia2+ 32 wcl ! 'if(xa3+ 33 wc2 Wia4+
34 wcl. Algunas posibilidades gana-
doras ofrecía 31 ... c5!, pero aquí las
blancas se reharían con una smpren-
dente constmcción aérea: 32 éllb7! (32
~g5+ wc6!) 32 ... Wid5+ (32 ... Wxb7
33 ~xc5+ Wc6 34 Wig2+) 33 "1:.>el Wc6
( 33 ... Wi e4+ 34 'it>fl! Wif3+ 35 <;!;e 1, o
bien 34 ... 'i!fhl+ 35 Wf2 'i!!t'xh2+ 36 we3,
con tablas) 34 ~xc5!, y las negras no
35 .:?la5+ O:.b5 36 ..1b4, o bien 34 ...
Wihl+ 35 .;d2 ffxh2+ 36 Wc3 llc8!
(una emboscada) 37 a4! ~h3+ 38 wd2,
manteniendo el equilibrio.
1552
31 @d3?
Un último error. Era esencial 31 Wf3,
y las negras no tienen nada mejor que
31 ... Widl+ 32 we3 't'i'b3+ 33 w<l2 c5!
(véase la nota a la jugada 30 de las
negras). Ahora todo finaliza de forma
prosaica.
31 •.. Wibl+ 32 'it>e3 'f!!'g6!
Con esta jugada las blancas sufren deci-
sivas pérdidas de material.
33 'l'Wb2 Wxe7 34 Wib7+ wxd6 35 Wixa8
'fll'gl+
En este final de damas, con dos peones
de vent."tja, las negras se impusieron sin
dificultades.
Después de esto, con el viento a
favor, Korchnoi se anotó ou-as U"es vic-
torias consecutivas ante Gufeld, Liber-
zon y Polugaievsky. Sin embargo, sus
principales adversarios también habían
acelerado: Petrosian compartía con él
el primer puesto (7,5 de 10), y Gcller y
Bronstein se encontraban a un punto.
"El torneo comenzó a un ritmo
bastante lento'', escribió Bronstein in-
mediatamente después. "Al no ver nin-
guna brillante combinación, ni motivos
que desatasen emociones, los especta-
dores exclamaban: '¡Sin Tal es aburri-
do!'. Pero de pronto cambió todo. Se
encontró un digno sustituto para Tal:
Korchnoi, un jugador de excepcional

32

talento y un estilo único. Su juego com-
bativo e intransigente, sin duda ejerció
una positiva influencia sobre la lucha
por el torneo".
En palabras de Tal y Koblents, "a
comienzos de la segunda mitad del
torneo, todo el mundo se preguntaba
si Korchnoi podría seguir con su serie
victoriosa ya que, después de todo, su
oponente de la décima ronda era el
hasta entonces invicto Polugaievsky".
La siguiente partida se convirtió en
un clásico de la Grünfeld, abriéndose
paso hacia todos los libros de aperturas.
Su desarrollo fue inusualmente agudo
y en esta lucha aúpica y complicada,
Korchnoi, sencillamente, demostró ser
más fuerte y pudo exhibir su juego en
toda su plenitud. Cuando comenzó un
juego específico, de cálculo, su famoso
contraataque se puso en marcha. Fue
bajo la influencia de esta partida que,
medio siglo después, decidí adoptar la
Defensa Grünfeld, incluida la variante
con 7 ... ltJa6.
494
L. Polugaievsky-V. Korchnoi
I.eningrado 1960
27º (',ampeonato de la URSS, JOª ronda
Defensa Grünfeld (D97)
l d4 ltJf6 2 c4 g6 3 ltJc3 d5 4 ltJf3 il.(1 5
'@'1>3 dxc4 6 '!Wxc4 0-0 7 e4 ltJa6
"A mediados del siglo XX, esta jugada
rara vez se empleaba. Al plantearla
contaba con el pequeño efecto de la
novedad" (Korchnoi). Desde luego,
por aquel tiempo se jugaba sobre todo
la Variante Smyslov, 7 ... il.g4 8 Ae3
ltJfd7 (véase volumen Il).
811.e2
O bien 8 il.f4 c5, como en mis partidas
con Topalov (Saraje\'O 1999) y Piket
('Wijk aan Zee 2000).
8 ••• c5 9 d5 e6 10 0-0 exd5 11 exd5
il.f5
La respuesta estándar, que conduce a
un esquema de la segunda mitad de los
V1KTOR F.L TERRIBU'.
ochenta y Ja década de los noventa. Ac-
tualmente, también es popular la jugada
11 ... ltJb4, con idea de 12 l:tdl b6, explo-
tando la posición del caballo de b4.
1553
12 a3
Impide la invasión del caballo negro
por b4, pero se trata de un plan lento
(la teoría estaba entonces dando sus
primeros y tímidos pasos), y para las
blancas es simplemente mejor com-
pletar su desarrollo. En los encuentros
contra mi por el campeonato mundial,
Karpovjugó 12 il.f4 ó 12 l:dl (como hi-
cieron más tarde Piket y Anand), mien-
tras que Timman yJalifman prefirieron
12 .áe3. Para mayores detalles, véase el
volumen I de la serie Kaspmvv analiza el
ajedrez moderno,
Por cierto, Korchnoi evalúa la posición,
como favorable a las blancas, asumien-
do que "gracias a su fuerte peón central
deben tener ventaja, aunque Polugaie-
vsky no pudo demostrarlo, ni tampoco
muchos oponentes de Kasparov". No
obstante, llegué a la conclusión de que
las negras se enfrentan ciertamente a
difíciles problemas. Así, en mi partida
con Piket (Amsterdam 1995), no logré
restringir el avance del peón d pasado.
Y, de paso, comprendí que en nuestra
era es realmente peligroso jugar esque-
mas estratégicamente tan complicados,
tras un largo intervalo, confiando sólo
en impresiones residuales de muchos
ailos atnís.
12 ••. l:te8 13 l:tdl
13 il.f4 ltJe4 14 1Llb5!? es más agudo
(Bronstcin).
33
Gary Kasparov - Mis GENIAU:s PREDECESORES V
13 •.. tt:le4
También es bueno 13 ... 'i:li'b6.
14 Ae3 tt:ld6!?
Las negras de nuevo tenían muchas
posibilidades, pero jugaron de la forma
más creativa.
15'i:li'f4
15 W'b3 tt:lc7, con igualdad.
15 ... tt:le4?!
¡Otra vez adelante! "L'lS blanca~, por
supuesto, no habían pre,~sto esta juga-
da, que parece ilógica, pero que crea
un montón de amenazas. En especial,
16 ... tt:lxc3 17 bxc3 l:'.!e4" (Korchnoi).
Es curioso cómo ha cambiado la eva-
luación del salto de caballo: Tal le
concedió generosamente dos signos de
admiración, Korchnoi y otros comenta-
ristas uno, pero en el reciente libro de
Korchnoi, Mis mejores partidas, no hay
ningún signo. Lo que es más, la jugada,
aunque inesperada, es objetivamente
dudosa.
16 tt:lb5?!
16 Axa6 bxa6 17 tt:la4 'l!fa5 18 tt:lxc5
tt:lxc5 19 b4 'Wd8!, etc., es ventajoso
para las negras.
Tras larga reflexión, Polugaievsky sacri-
fica su peón de b2 para crear su propio
juego, basándose en la fuerza de su
peón d. Karpov actuó de modo similar
en la 19' partida de nuestro encuentro
de 1986.
Pero era mejor 16 Ad3!, para explo-
tar no sólo la fuer¿a del peón d sino
también las deficientes defensas del
rey negro. Si 16 ... Axc3 17 bxc3 tt:lxc3,
entonces 18 'i:li'h6! tt:lxdl (la idea de
Korchnoi, 18 ... 'l!ff6, es dudosa en vista
de la réplica 19 Jl.x5 Wfx5 20 tt:lg5!, o
bien 19 ... tt:lxdl 20 l:'.!xdl '&x5 21 lllg5
J:'.!ad8 22 ~xh7+ >!<IB 23 .!:'.!el!, ganan-
do). Por ejemplo:
1) 19 J:'.!xdl f6 (19 ... il.xd3?! 20 tt:lg5!)
20 il.xf5 gx5 21 tt:lh4 :!le5, "y debería
ser posible parar el ataque blanco"
(Korchnoi), pero después de 21 d6!,
34
eso no es fácil de lograr. Las negras pro-
bablemente deban devolver la calidad
con 19 ... J:'.!xe3!? 20 fxe3 Wt'IB, lo que
desde luego para el ataque: 21 WxIB+
wxIB 22 il.x5 gx5 23 tt:lh4 b5 24 tt:lxf5
b4 25 axb4 cxb4, etc.
2) 19 tt:lg5! 'i:li'xg5 (esto es lo que Korch-
noi pensaba jugar; si 19 ... 'i:li'f6 20 'i:li'xh7+
wIB 21 :!lxd 1 il.xd3, las blancas tienen 22
tt:le6+! J:'.!xe6 23 dxe6 g5 24 'i:li'xd3, ganan-
do) 20 il.xg5! .!:'.!el+ 21 Jl.fl il.d3 22 h3!!
(nadie se ftió en esta tranquila jugada;
22 J:'.!xdl J:'.!xd l 23 g4 il.xfl 24 h4 tt:lc7 25
il.f6 tt:le8 26 il.e7 tt:lg7 27 .!if6 tt:le8, con
igualdad) 22 ... J:'.!xfl + 23 >!<h2 tt:lc7 24
il.f6 tt:le8 25 .!ie7, con posibilidades de
ganar. Por ejemplo: 25 ... tt:lc7 26 il.xc5
tt:lxd5 27 Jl.d4 f6 28 'i:li'd2!, o bien 25 ...
tt:lg7 26 'l!l'd2!, y la móvil dama blanca es
más fuerte que el descoordinado ejérci-
to de piezas negras.
16 .•. .!ixb2
¡Por supuesto! "Korchnoi es fiel a Kor-
chnoi" (Tal). Es fiel a su credo creativo,
a saber: aceptar siempre aquellos sacri-
ficios cuyos beneficios para el oponen-
te no son tangibles.
1554
17 l:'.!a2
Una continuación tentadora, pero pa-
rece que las blancas podían conseguir
más con 17 J:'.!abl il.g7 18 g4 (18 d6!?)
18 ... il.d7 19 Ad3 (luchando contra
el caballo de e4) 19 ... il.xb5 20 Jl.xe4
(recomendado por Geller) 20 ... tt:lc7
21 tt:lg5!? il.f6 22 h4, o bien 20 ... '&d7
21 d6 :!lxe4 (este sacrificio de calidad
es prácticamente forzado: 21 ... J:'.!e6 22
il.d5!) 22 'ffxe4 .!ic6 23 'lll'f4 l:'.!e8 24 h3,

con un juego muy complicado, pero
el peón pasado d permite a las blancas
afrontar el futuro con confianza. 19 ...
'i!i'ffi! (Korchnoi) es más seguro, aun-
que después de 20 'i!i'xf6 il.xf6 21 g5 el
caballo de b5 y el peón d restringen la
posición negra; por el momento, no se
nota su peón extra y la posición puede
considerarse de equilibrio dinámico.
17 •.. JJ.g7 18 $.c4
Creando presión y amenazando un
posible d5-d6. "Las blancas descartaron
18 d6, a causa ele 18 ... JJ.e6 19 'i!i'xe4
~xa2 20 'i!i'xb7 'i!i'b6! 21 'ffxb6 axb6,
con insuficiente compensación por el
material perdido. Pero el alfil de c4
corta la escapatoria de la dama. Una
alternath•a era la tranquila pero segura
18 h3!?" (Korchnoi). En tal caso, las ne-
gras tendrían que pedir explicaciones
al caballo de b5 con 18 ... 'l!ka5! (ame-
nazando ILJb4) 19 ILJd2 c4! 20 il.xc4
'i!i'a4, o bien 19 JJ.c4 'ilfa4 20 l::tcl il.d7!,
con juego cómodo.
18 ••• ILJf6!
Con idea tanto de l::te4 como de ILJh5.
¡Un caballo increíblemente ágil! ¡Qué
capacidad para encontrar recursos en
posición tan complicada! No es sor-
prendente que Polugaievsky se sintiese
mareado ante tantas continuaciones
posibles.
19 ILJd6?!
Korchnoi condena esta jugada, propo-
niendo en su lugar 19 'ffd6 ó 19 'i!i'g3
"con posibilidades equivalentes". Sin
embargo, si 19 'i!i'd6 entonces 19 ...
'ffa5! y l::tad8 es fuerte, y si 19 'i!l'g3, si-
gue 19 ... l::te4 20 JJ.e2 (20 JJ.d3? l::tg4)
20 ... 'i:lh5 21 'ill'd6 JJ.d7!, en ambos ca-
sos con iniciativa de las negras.
Por otra parte, l 9.ILJg5!? habría justi-
ficado al menos la jugada Ac4, man-
teniendo el carácter complicado de
la posición: 19 ... ILJg4!? 20 d6, o bien
19 ... ti:\h5?! 20 'i!i'f3 h6 21 ILJxf7 'i!i'd7
22 d6 es peligroso para las negras, que
deben mantenerse alerta ante la direc-
ción del viento. En cuanto a 19 ... h6 20
ILJxf7! wxf7 21 ILJd6+ wf8 (si 21 ... wg8,
VIKTOR E1. Tt:RRllll.E
es posible 22 ILJxG) 22 ILJxe8 'i!i'xe8, y las
negras tienen dos piezas por una torre,
pero su fuerte peón pasado concede a
las blancas perspectims de igualdad.
19 ... li:lh5 20 ILJxb7 Wc8 21 'i!i'd6?
Parece natural, pero en realidad es la
jugada perdedora. Era fundamental 21
ILJd6 y, aunque después de 21 ... 'll!'b8
"las blancas habrían perdido material sin
suficiente compensación" (Korchnoi),
contaban con un in teresame sacrificio
de dama: 22 'i!i'xf5! gxf5 23 ILJxe8 'i!i'xe8
24 Axa6 'i!i'a4 25 il.e2, con posibilidades
de sal\'ación. Cierto que con 25 ... c4!? ó
25 ... li:lf6!, las negras conservarían, no
obstante, una evidente \'entaja.
1555
21 ... ILJb8!
Una brillante réplica que Polugaievsky
omitió por completo. Ahora se amena-
za tanto 'i!i'xb7 como JJ.f8, y está claro
que las blancas pierden material. Su
ataque resulta ser un espejismo, mien-
tras que de pronto las piezas negras, ·
como por arte de magia, ocupan las
casillas necesarias.
22 Ji.b5
22 h3 'llkxb7 23 g4 il.bl, o bien 23 ...
1J.e4, ganando.
22 ... l::txe3!
"Eludiendo una astuta trampa: 22 ...
1J.f8? 23 1J.xe8 $.xd6 24 ILJxd6, y el cua-
dro cambia por completo" (Tal).
23 fxe3 JJ.f8
También era posible la inmediata 23 ...
'i!i'xb7 24 il.c6 'i!i'b6, o incluso 24 'i!i'xc5
ILJf6.
35
Gary Kasparov - Mis Gt:NIAl.F.S rRF.Dt:CESORES
24\l!i'd8
No serviría de mucho 24 'We5 'Wxb7 25
l:tb2?! lüd7 26 .fl.c6 'l!t'c8 (26 ... 'l!t'xc6!?)
27 'l!t'c3 .iLg7 28 'l!t'd2 Axb2 29 .iLxa8
'l!t'xa8 30 \l'fxb2 lühf6 (Korchnoi), o
bien 25 e4 ll!i'xb5 26 exf5 lüd7, y las
negras ganan.
24 ••. '!Wxb7 25 .fl.c4
"25 l:tb2 era algo más tenaz" (Korch-
noi), aunque después de 25 ... lüd7, las
blancas habrían perdido tanto con 26
$.c6 \l'fxb2 27 'l!t'xa8 'l!t'xa3, como con
26 .iLxd7 fixb2 27 'l!t'xa8 Axd7.
25 .•. lüc6!
Más vistoso que 25 ... 1Lld7.
26 \l'fh4
26 dxc6 l:txd8 27 cxb7 l::txd 1+ 28 wf2
l:tbl 29 .iLd5 Ae6, ganando.
26 ... lüa5 27 J.fl 'lll'b3 28 l:tad2 'l!t'xe3+
29 whl .iLe7?
"Ya desde la jugada 25 ambos conten-
dientes habían caído en feroces apuros
de tiempo. Aquí las negras debían ha-
ber impedido el avance del peón d con
29 ... lüb7!". (Korchnoi).
30 'l!t'a4 '+ll'c3?!
Según Korchnoi, ésta es "la única de-
fensa contra las amenazas J::te2 y '!Wxa5".
Pero qui1~i fuese mejor 30 ... .iLd8!?
31 d6?
Era más tenaz 31 .iLd3!
31 •.• .il.f6 32 d7
"En la variante 32 l:!.d3 .fl.xd3 33 lhd3
'&el 34 l:tdl, las negras habrían ganado
con 34 ... 'l!t'h6! También era útil (¡en
apuros de tiempo!) ver la siguiente
variante: 32 g4 \l'fxf3+ 33 Ag2 'iWxg4 34
\l!i'xg4 .iLxg4 35 .fl.xa8 .bd l 36 llxd 1
1Llb3!". (Korchnoi).
32 ... i::td8 33 ne2 wg7 34 wgl 'l!t'b3 35
\l!i'xb3 1Lixb3 36 h3?!
361Lle5 lüd4.
36 ••• lüg3
"De nuevo este caballo tiene algo que
decir", comenta Tal con una sonrisa.
36
V
37 lle3 lüxfl 38 l:txb3 .fl.c2
Las blancas se rindieron. ¡Un ejemplo
clásico de contraataque!
A continuación, Viktor hizo sendas
tablas con Bronstein, Petrosian y Aver-
baj, derrotando a Gurgenidze y Spassky.
Con 11 puntos de 15 partidas, lideraba
el evento con Petrosian, con medio
punto de ventaja sobre Geller. Pero en
este momento, a cuatro rondas de fina-
lizar el agotador maratón, la fortuna le
jugó una mala pasada a Korchnoi.
495
V. Bagirov-V. Korchnoi
Leriingrado J 960
27' Campeonato de la URSS, 16ª ronda
1556
26 ... .iLc3 27 Axa8?!
27 llxe3! "i!Vxe3 28 1Llxf7! nxd 1 29
lüxh6+ habría forzado las tablas.
Aquí, Korchnoi, que pensaba jugar
27 ... .iLxel 28 l:txel (28 .iLb7? l1xd6 29
exd6 e2!, ganando) 28 ... l:txa8 29 '/ll'f3
e2, por error... ¡tomó el alfil de a6!
"Todo esto sucedió literalmente en
segundos", escribe Viktor Vasiliev. "Re-
tiró el alfil del tablero y, poniéndose
pálido, se quedó helado, con la mano
en el aire. Al encontrarse con la mirada
de Bagirov, en un susurro apenas au-
dible, dijo: 'Me rindo'. Rápidamente,
en un esfuerzo por evi1ar estrechar la
mano, firmó las planillas, se levantó y,
sin mirar a ningún lado, sin ver ni oír a
nadie, se fue. Si hubiese oído cómo el

auditorio del Palacio de Cultura Física
de Lcningrado comenzó a lamentarse
cuando el sentido de lo que había pa5a-
do alcanzó a los espectadores... Se fue
caminando a casa, torturándose con
una pregunta: ¿cómo pudo haber suce-
dido esto? Perder de forma tan ridícula
medio punto, o quiz<í un punto entero.
Después de todo, la posición de Bagi-
rov era claramente peor y, además. es-
taba inmerso en apuros de reloj. ¡Qué
estüpido! ¡Coger el alfil equivocado y
perderlo todo: una torre, la partida,
y con ella las esperanzas del título de
campeón de la URSS ... ".
Sí, fue un golpe muy duro, después
del cual pocos habrían sido capaces de
recuperarse. La situación del grupo de
cabe7.a cambió. Ahora Geller tenía me-
dio punto de ventaja. En la siguiente
ronda, incuniendo en grandes riesgos
y rondando la derrota, Korchnoi consi-
guió vencer a Krogius.
"El ridículo error contra Bagirov
no alteró a Korchnoi", escribieron Tal
y Koblents. "Porque posee uno de los
estilos más personales, que no es fácil
ele predecir. Por cierto que uno de Jos
autores de este artículo (¡y no es dificil
adivinar quién!) no ha logrado hallar
ninguna clave para descifrar el enigma
del jugador de Leningrado. Posible-
mente Ja partida con Krogius permitirá
avanzar en esa dirección. L'l apertura
fue muy tranquila. De pronto, Korch-
noi modificó agudamente el ritmo, y
el peón aislado ele su oponente se hizo
muy fuerte. Es probable que este plan
fuese, en principio, incorrecto, pero
contenía muchos obstáculos, uno de
los cuales Krogius no consiguió evitar".
Sin embargo, aquel día sus rivales
también ganaron, manteniéndose Ja si-
tuación en cabeza: Geller, 12,5 (de 17),
Korchnoi y Petrosian 12.
Llegó entonces la penúltima ron-
da, el encuentro decisivo con Geller.
"Sí, es muy interesante que los líderes
se enfrenten al final, sobre tocio si se
caracterizan por un estilo de juego tan
atractivo. Esta partida atrajo, como un
imán, la atención de tocio el auditorio"
(Tal, Koblent5).
VIKTOR El. TuRRIBU:
Estaba claro que sólo la victoria
(¡con negras!) le daría a Korchnoi
posibilidades reales ele conquistar el
Campeonato. Ahora bien, se trataba
de ganarle a un oponente con la repu-
tación de ser un jugador de blancas y
que, además, se encontraba en exce-
lente forma, pues antes ele esta partida
Geller había sumado i9 puntos de 10
posibles! Para esta ocasión, se habría
contentado con unas tablas, y es difí-
cil imaginar cómo puede uno jugar
conscientemente a ganar, con negras,
contra un gran maestro de primerísima
fila, famoso además por su excelente
preparación teórica. No obstante, Kor-
chnoi supo plantearle a su oponente
problemas difíciles de resolver, tanto
puramente ajedrecísticos como psico-
lógicos que, en última instancia, resul-
taron insolubles para Geller.
496
E. Geller-V. Korchnoi
l.eni11grndo 1960
2i' Cnmpeo11nto de In VRSS, 18ª ronda
Defensa Alekhine (B03)
1 e4 lLlf6
La primera sorpresa. Las blancas están
invitadas a ganar espacio y luchar por
la ventaja, pero ¡a costa ele un juego
agudo y complicado! "La elección de
apertura se correspondía, más o me-
nos, con mi humor temerario. Aunque
la Defensa Alekhine no es totalmente
correcta, se trata de una apertura com-
bativa. No es por casualidad que, oca-
sionalmente, haya siclo practicada por
Fischer, l..arsen y Hort" (Korchnoi).
Además, esta defensa nunca se había
planteado en ninguna partida seria
contra Gelle1: Pero, conociendo su in-
nato maximalismo, podía asumirse que
trataría ele castigar a su oponente por
su audacia, entrando así en la vorágine
ele la .batalla, y que por un tiempo se ol-
vidaría de sus objetivos competitivos, es
decir, del hecho de que sólo necesitaba
37
Gary Kasparov - Mis Gt:NIALt:s PRF.OECESORF.S
unas tablas. ¡Eso fue exactamente lo
que ocurrió!
2 e5 t'LJd5 3 d4 d6 4 c4
Más tarde, hacia el final de su carrera,
Geller jugó casi exclusivamente 4 t'LJf3
(en particular contra Korchnoi, como
en el Torneo lnterzonal de Estocolmo
1962).
4 ... lllb6 5 f4
La variante más agresiva, pero también
de doble filo.
5 ••. Af5
5 ... dxe5 6 fxe5 c5?! (partida núm. 208).
6 lllc3 fxe5 7 fxe5 e6 8 lllf3 iJ..e7
Normalmente, suele jug-.irse 8 ... lllc6!
9 iJ..e3 iJ..g4; 9 ... Wfd7 o, más a menudo,
9 ... Ae7 JO d5!?, con grandes com-
plicaciones, que Ja teoría consideraba
entonces favorables a las blancas, pero
que actualmellle se consideran acepta-
bles para las negras.
9Ae2
Como más tarde se pondría de mani-
fiesto, es más fuerte 9 i.d3!
9 ••• 0-010 0-0 f6
Al minar el centro enemigo, las negras
resuelven sus problemas de aperlllra,
aunque las blancas conservan una cier-
ta vemaja de espacio.
155i
11 Af4?!
La ausencia del caballo de c6 indujo
a Geller a buscar nuevas vías, pero en
este esquema el alfil debería defender
38
V
el peón de d4. 11 c5 llld5 12 lllh4 no
tiene sentido en vista de 12 ... lllxc3 13
bxc3 Ae4. Después de 11 i.e3, además
de 11 ... tLic6, las negra~ pueden jugar
11 ... fxe5 12 lllxe5 lll8d7. La línea que
tal vez encajaría mejor en el objetivo de
Lomeo de las blancas era 11 exf6 .lfl.xf6
12 Ae3 tLic6 (las negras han traspuesto
a la variante 8 ... lllc6 9 iJ..e3 Ae7, al ha-
ber evitado JO d5!?) 13 W/d2 Wfe8 (13 ...
Wie7!?) 14 l:ladl l:!:d8 15 °f:Ycl, con una
ventaja mínima para las blancas (Sue-
tin-Korchnoi, 20º Campeonato de la
L1RSS, Moscú 1952; Feldman-Korch-
noi, Leningrado 1953).
La conclusión de Korchnoi no fue na-
da ambigua: "Tenía alguna experiencia
con la apertura, a diferencia de Geller,
quien conocía la posición sólo de oídas.
¡Así que mi elección de apertura había
sido correcta! Ahora, sólo se trataba de
jugar bien".
11 ..• tLic6
Presionando de inmediato el peón d.
12 exf6 iJ..xf6 13 d5
Quizá Geller quería jugar 13 tLib5,
pero aquí se dio cuenta de que había
un punto blanco en vista de 13 ... l:l.!7
(o bien 13 ... l:!c8, con la misma idea
de a7-a6) 14 d5 exd5 15 c5, y ahora no
15 ... i.xb2 16 cxb6! i.xal 17 bxc7 Wfe7
18 t'LJg5, que "parece muy peligroso
para las negras" (Korchnoi), si no 15 ...
lllc4! 16 lllxc7 tLixb2 (16 ... llle3!?) 17
\ll'd2 (si 17 Wfb3[presionando d5], en-
tonces 17 ... l:!:c8) 17 ... d4!, con juego
muy agudo.
13 •.. llla5
Curiosamente, las blancas se enfrentan
ya a problemas muy desagradables: su
peón de c4 está colgando y los alfiles
negros están enfilados hacia el flanco
de dama. Hay que Lomar importantes
decisiones ...
14 llle5!?
"No hay duda de que, inicialmente,
Geller pensaba jug-.ir de otro modo.
Tal vez 14 d6 cxd6 15 iJ..xd6, pero no

le gustaba 15 ....!H7 16 c5 li:lbc4, pues
las amenazas de las negras (li:lxb2, li:le3
y li:lxd6) parecen difíciles de neutra-
lizar. ¡Pero ahora los caballos blancos
quedan en estado de levitación!". (Kor-
chnoi).
La jugada de la partida, sin embargo,
parece la mejor. Es desfavorable para
las blancas 14 li:ld4?! li:laxc4 15 li:lxc6
~xe6 16 dxc6 'l!i'xd l! 17 l::!axd 1 (17
li:lxdl llae8) 17 ... li:lxb2 18 llcl llae8,
o la más aguda 14 li:lb5 li:laxc4! (lajuga-
da de Korchnoi 14 ... il.xb2 es confusa
en vista de 15 i.xc7) 15 il.xc4 (15 dxe6
'lifr'xd 1 y li:lxb2) 15 ... li:lxc4 16 li:lxc7 llc8
17 li:lxe6 il.xe6 18 dxe6 'l!i'b6+ 19 wh 1
'l!fr'xc6, cte. Y buscar tablas con 14 dxe6
il.xc6 (14 ... li:laxc4 15 ~xc4 li:lxc4 16
'l!i'd5!) 15 c5 il.xc3 16 'l!i'xd8 llaxd8 17
..11.xc7! il.xb2 18 llab 1 no es, en absolu-
to, aquello con lo que Geller soñaba al
jugar 11 i.f4?!
1558
14 .•. i.xe5
"Un error, típico de la primera fase
de mi carrera. Al tratar de ganar ma-
terial tan pronto como fuese posible,
subestimaba las posibilidades tácticas
de mi oponente", escribe Korchnoi,
recomendando 14 ... 'l!fr'c7!? 15 g4! (15
'l!i'd4 llad8!, con la amenaza li:lc6) 15 .. .
il.xe5 16 i.xe5 cxd5 (después de 16 .. .
li:laxc4 17 gxfü li:lxe5 18 fxe6, ó 18 dxe6
'l!i'g5+ 19 whl llxfü 20 'l!i'b3 lle8 21
li:lb5, la cuña de e6 iguala las posibili-
dades) 17 i.d4 ~e6, cte., "y la posición
negra es más agradable". Aún es mejor
17 ... c5!
Sin embargo, también las blancas pue-
den jugar mejor: 17 ..11.g3! .ac6 18 cxd5,
V!KTOR EL TERRIBLE
con contrajuego por el peón, suficiente
para tablas: 18 ... llxfl + 19 .axn li:lxd5
20 li:lxd5 'l!i'c5+ 21 .af2 'l!i'xd5 22 'l!i'xd5
.bd5 23 lld 1 c6 24 b4 li:lc4 25 .bc4
.bc4 26 lld7 y il.d4, o bien 18 ... li:lxd5
19 li:lxd5 'flc5+ 20 llf2 llxf2 21 llcl
'l!fr'xd5 22 'l!i'xd5 .axd5 23 wxf2 li:lc6 24
.axe? y lldl, buscando el cambio de
torres y del alfil de casillas blancas por
el caballo de c6.
Desde un punto de vista práctico, pue-
de que 14 ... 'l!i'e7 fuese más consisten-
te, ya que no sería fácil para las blancas
encontrar la forma de organizar a sus
pie7.as y decidirse por la debilitadora
15 g4! Sin embargo, esto no significa
que 14 ... il.xe5 sea un error. Un aná-
lisis imparcial demuestra que las dos
continuaciones son más o menos equi-
valentes.
15 ~.xe5 li:laxc4 16 il.xc4 li:lxc4 17
il.xg7!
"¡No vi esta jugada!", admite Korchnoi.
"La seguridad del rey es uno de los
factores más importantes del medio
juego. Ahora tienen la iniciativa las
blancas, y las negras deben luchar por
la igualdad". Esto es exagerado, y Kor-
chnoi encuentra una posibilidad de
contrajucgo muy interesante:
17 ... li:le3!
Después de 17 ... wxg7 18 'l!i'd4+ y 19
'lifr'xc4, las blancas sin duda tienen la
iniciativa.
18 We2!?
El maximalismo de Geller hace acto
de presencia. Para conseguir tablas era
más seguro 18 Wd4 Wg5 19 llf2 li:lc2!
20 llxc2 'flxg7, con igualdad (Korch-
noi).
18 ... li:lxfl 19 il.xf8 li:lxh2!
Ahora las cosas se complican para el
rey blanco. Se ha alcanzado una posi-
ción muy poco usual, con ambos reyes
expuestos, pero las negras son las pri-
meras en jaquear y esto les da posibili-
dades de confundir a su oponente.
39
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
1559
20Sl..c5
Después de 20 wxh2? 't\fh4+ 21 'it>gl
'1Wr'd4+! (21 ... llxf8 22 '&e5! no está cla-
ro) 22 wh2 llxf8 23 lld 1 (23 dxe6 llf6,
ganando: Korclmoi) 23 ... '1Wf4+ 24 g3
'lll'g4, el peón extra debe darles la victo-
ria a las negras.
En caso de 20 dxe6 lLlg4 21 e7, las
blancas tendrían que hacer equilibrios
al borde del abismo: 21 ... "i!fd6 22 "i!ff3
il.e6 23 lLJe4 '!!Yh2+ 24 @n ffe5! 25
wgl!, o bien 21 ... '1Wr'd4+ 22 '>t>hl fff4
23 g3 "i!fxg3 24 nn ! (después de la
jugada de Korchnoi, 24 'i!fc4+?, existe
la decisiva 24 ... Sl..e6! 25 Wxe6+ wh8)
24 ... il..d7 25 'i!fc4+ wh8 26 il..g7+!
<;lo>xg7 27 \lll'f7+ wh6 28 f:l'f8+, con jaque
perpetuo.
"la noticia de las tablas Bagirov-Petro-
sian pareció espolear a los líderes y am-
bos comenzaron a jugar con gran inten-
sidad. El desenlace hizo de esta partida
probablemente la más interesante del
Campeonato" (Tal, Koblents).
20 ••. lLJg4!
la respuesta más desagradable para las
blancas. Las negras crean la amenaza
'!lfh4-h2+ que no es mortal porque su
rey también corre peligro, y el peón
blanco se abre paso hasta e7. "¡Pero
al final jugué la partida de mi vida!".
(Korchnoi).
21 dxe6 '!lfh4 22 e7 '1Wh2+
Pero no 22 ... lle8?, por 23 '1Wc4+ wg7
24 '1Wf4! (Korchnoi).
23 wn 'tlff4+ 24 wg1
40
V
Geller aparta instintivamente a su rey
del centro, aunque 24 @el!?, con la
amenaza lLJd5, era muy seguro y ha-
bría desembocado nípidamen te en
las tablas ansiadas por las blancas. Por
ejemplo:
1) 24 ... ffg3+ 25 wdl '>i.>17 (Korchnoi;
25 ... lLJe5!? 26 lLJd5 c6, con igualdad)
26 ffc4+ wg6 27 llcl lLJe5 28 lLJe2
'1Wr'd3+ 29 ~xd3 l!lxd3, con tablas, o sim-
plemente 25 wd2, forzando el jaque
perpetuo: 25 ... '1Wf4+ 26 @el (26 @d 1
lLJf6!, y las blancas pierden después de
27 lLJd5? 'tlfa4+ 28 b3 '!'fr'd7: Korchnoi)
26 ... "tifg3+.
2) 24 ... lle8 25 lLJd5! ffh2! (pero
no 25 ... 'i!fg3+? 26 'iltd2 b6 27 nn !,
ganando: Korchnoi) 26 lLJxc7 l:he7,
con jaque perpetuo inevitable, o bien
26 wd2!? '1Wh6+ 27 wc3 lLJf6 28 lLJxc7
lLJe4+ 29 wb4 lLJxc5 30 ff c4+ il..e6 31
'&xc5, con tablas garantizadas.
24 .•• lle8
Evitando, por supuesto, la repetición
de jugadas.
25 'lll'f3
Ahora, 25 lLJd5? era malo en vista de
25 ... \'Wh2+ 26 @n c6! (Korchnoi).
25 .•• 'l!l'h2+ 26 wn m51
1560
27 "i!fd5+?
Arrastrado por la emoción de la lucha.
En caso de la fría 27 wgl !, las negras
difícilmente podían contentarse con
27 ... c6 28 'i!ff4!, o con 27 ... b6 28
f:l'd5+ wg7 29 il..d4+ wg6 30 '1Wc6+ wf7

31 Wixc7 l:!.xe7 32 Wif4, de modo que
tendrían que buscar una repetición
de jugadas: 27 ... Wfh2+ 28 wfl
Wih5!
(28 ... W/hl+? 29 'i!le2 Wixal 30 W/xf5
'ffxb2+ 31 wd3, ele. sería malo para sus
intereses).
Korchnoi realiza aquí un valioso co-
mentario: "En su carrera, Geller jugó y
ganó muchas partidas decisivas. Cuan-
do necesitaba ganar, y su oponente se
contentaba con tablas, sabía romper
tranquilamente la resistencia de su
rival. Rara vez se encontró, sin embar-
go, en la situación opuesta de tener
que luchar por unas tablas. Y en esta
partida, sus nervios le fallan. Por cierto
que también yo me vi en situaciones
similares, y no siempre supe salir airoso
de ellas".
21 •.. wg7 2s W/d4+?!
Un solo error y ya no es fácil para las
blancas coordinar sus piezas. "L'ljuga-
da de desarrollo 28 l:!.e 1 era sin duda
más fuerte, aunque después de 28 ...
.1'.d3+ 29 Wixd3 '+!i'xc5 30 Wig3 h5, las ne-
gras están mejor puesto que 31 'l!fh4?
no es posible en \·ista de 31 ... 'l!Vc4+, y
las blancas pierden su dama" (Korch-
noi). Con todo, 31 "t!t'f4! l:!.xe7 32 l:!.xe7+
'f!lxe7 33 ILJd5, habría forzado las ta-
blas: 33 ... 'l!ff7 (33 ... W/d6 34 Wig5+)
34 'l!Vxf7+ wxf7 35 ILJxc7 ILJe3+ 36 wt2
ILJdl+ 37 wg3 ILJxb2 38 ILJb5.
28 ••• 'i!<g6
Aquí el rey no está amenazado de nin-
gún modo.
29 ILJe2
Una dificil elección. 29 Wfd8? Wfhl+ 30
~gl ILJe3+ no era posible, ni tampoco
29 ILJd5? W/hl+ 30 '+li'gl .1'.d3+ 31 wel
f9xgl+ 32 ~xgl Ac4 (Korchnoi), mien-
tras que si 29 l:!.d 1, las negras podrían
haber respondido 29 ... b6 30 Wfd8
Wihl+ 31 Agl wf7! 32 l:!.el 'fih6! 33
'fid5+ Ae6, rodeando al peón de e7.
29 ... 'l!fhl+ 30 ILJgl?
Las blancas habrían ofrecido mayor
resistencia en un mal final con 30 'l!fgl
VIKTOR E!. Tt:RR!Rl.E
Wixgl+ 31 wxgl b6 32 ~a3 ILJe3 (Kor-
chnoi), o bien 32 ... c5 33 b4 ILJe3! y
ILJc2. Las negras habrían capturado el
peón de e7, conservando la iniciativa.
Con damas sobre el tablero crean deci-
sivas amenazas sobre el rey blanco.
30 ... b6 31 f9d8 ILJC6 32 .1'.a3 ~e4 33
W/d2 c5 34 b4 e4 35 b5 ~d3+
Las blancas se rindieron.
"Una partida especial y una de las
más queridas. Jugada hacia la conclu-
sión de un duro torneo, está imbuida
de espíritu de lucha desde el principio
al fin" (Korchnoi).
En la ültima ronda, los dos rivales de
Korchnoi se anotaron sendas victorias,
pero también él ganó a Suetin, procla-
mándose campeón nacional: 1. Korch-
noi 14 (de 19); 2-3. Geller y Petrosian
13,5; 4. Bagirov 12; 5. Polugaievsky 11,5;
6. Averbaj 11; 7-8. Smyslov y Taimanov
10,5; 9-10. Krogius y Spassky 10; 11. Si-
magin 9,5; 12. Bronstein 9, etc.
¡Un brillante final de torneo, con
asombrosa capacidad de agresión!: +12
=4 -3. "Mi análisis autocrítico reportó
sus frutos", escribió Korchnoi varios
años más tarde. "Creo que en el plano
competitivo fue uno de mis mayores
éxitos". Como hemos visto, el torneo
acabó muy bien para él, no sólo en
el aspecto competitivo sino también
en el creativo, Y triunfó siguiendo su
inconfundible forma de jugar. Sus
oponentes, incluso los más famosos,
fueron incapaces de soportar la tensión
que creaba en el tablero. Esa tensión
se convirtió en la marca de Korchnoi,
y ha caracterizado a su juego durante
muchas décadas.
He aquí las interesantes reacciones
de dos aspirantes al Campeonato.
Bronstein: "En esencia, sólo tres ju-
gadores (Korchnoi, Petrosian y Geller)
lucharon por el primer puesto. C'..ada
uno de ellos tiene su lema propio. El
primero: "¡Arriesgo,¡ y gana!". El segun-
do: "¡Gana sin aniesgar!", y el tercero:
"¡Crea!". Por otra parte, en su estilo, ca-
da uno de ellos es un genuino campeón.
41
Gary Kasparov - Mis GENIALES PR1':DEGESORt:s V
El juego del nuevo campeón de la URSS
se caracteriza por una asombrosa tena-
cidad defensiva, recursos en el ataque y
una virtuosa maestría en el final. Cabe
esperar que este triunfo no se le suba a
la cabeza al joven gran maestro".
Simagin: "El juego de Korchnoi es
absolutamente peculiar. A diferencia
de algunos de sus colegas, no pretende
racionalizar su estilo ajedrecístico. Des-
de el comienzo de la partida, Korchnoi
impone tremendas complicaciones
a su oponente. Esta búsqueda de las
complicaciones a menudo le lleva a
posiciones bastante dudosas, en las
que, durante horas tiene que parar nu-
mi;rosas amenazas. Pero es un jugador
de una excepcional fuerza de voluntad.
Y en el terreno de la maestría táctica,
Korchnoi, en mi opinión, no es infe-
rior a Tal".
Hacia la mitad de un torneo inter-
nacional que había organizado el Club
Central de AJedrez (Moscú, mayo-junio
de 1960), Korchnoi ganó cinco partidas
consecutivas y, aun así, finalizó a medio
punto de los vencedores: 1-2. Jolmov y
Smyslov 8,5 (de 11); Korchnoi 8, etc.
Pero consiguió ganar otra partida de li-
bro en la Defensa Grünfeld, contra un
viejo trasgresor, Vladimir Simagin, un
eminente experto de esa apertura.
497
V. Simagin-V. Korchnoi
Moscú 1960, 8' ronda
Defensa Grünfcld (D91)
1 d4 ILJf6 2 ILJf3 g6 3 c4 il.g7 4 1Llc3
4 g3, partidas núm. 589 y 590.
4 •.• d5 5 il.g5
No es la variante más agresiva, pero sí
muy fiable. 5 il.f4 (partida núm. 490); 5
'ffib3 (partida núm. 494).
5 •.. ILJe4 6 cxd5
Después de 6 il.h4, Korchnoi solía ju-
gar 6 ... c6 ó 6 ... c5, pero más tarde la
respuesta principal pasó a ser 6 ... ILJxc3
42
7 bxc3 dxc4 8 e3 b5, o también 8 'ffia4+
'&d7 9 'ffixc4 b6.
6 •.. ILJxg5
En la partida anterior Simagin-Korch-
noi (20º Campeonato de la URSS, Mos-
cú 1952), después de 6 ... ILJxc3 7 bxc3
'ffixd5 8 e3 il.g4 9 il.e2 ILJc6 1O Ah4 0-0
· 11 0-0 l:tfe8 12 il.g3, las blancas conser-
varon alguna ventaja.
7 ILJxg5 e6
En la partida Petrosian-Korchnoi (41 º
Campeonato de la URSS, Moscú 1973),
las negras sorprendieron a su oponen-
te con un sacrificio de peón, 7 ... c6!?, y
después de la prudente 8 ILJf3 (8 dxc6
es más crítica) 8 ... cxd5 9 e3 0-0 10
il.e2 ILJc6 11 0-0 e6, lograron una posi·
ción perfectamente sólida.
8 ILJf3
Después de la tentativa más aguda 8
'&d2 exd5 9 '&e3+ wf8 10 '&f4 il.f6 11
h4 h6 12 ILJf3 c6 13 e3 il.e6 14 il.d3
ILJd7 15 0-0-0, son posibles tanto 15 ...
wg7 16 g4 'ffib8! (Spassky-Stein, 31º.
Campeonato de la URSS, Leningrado
1963), como 15 ... 'ffib8! (Bisguier-Kor-
chnoi, Lone Pine 1979), en ambos
casos con igualdad.
8 ... exd5 9 e3
Matiz de gran maestro: la inmediata
9 b4 permite 9 ... 'ffid6!, y si 10 '&b3,
entonces 10 ... ILJc6! Por consiguiente,
las blancas deben invertir un tiempo en
10 a3, y después de 10 ... 0-0 11 e3 c6
12 il.e2 il.f5 13 0-0 ILJd7 14 ILJa4?! (14
'&b3, con igualdad) 14 ... a5! 15 '&b3?!
b5 16 ILJc5 a4! 17 'ffic3 ILJb6 18 ILJd2
l:tae8 19 l:tfel l:te7, las negras tienen un
excelente juego (Seirawan-Kasparov,
Olimpiada de Dubai 1986).
9 ••• 0-0
Actualmente se considera más preciso
9 ... a5! 10 il.e2 0-0 11 0-0 c6 (l. lvanov-
Zeshkovsky, Erevan 1977). La teoría de
aperturas se va desarrollando gracias a
estos micromatices.

1561
10$.e2
Más tarde quedó demostrado que es
más enérgico el clásico ataque de las
minorías con 10 b4!, con las posibles
continuaciones siguientes:
1) 10 ... $.e6 11 $.e2 ILJd7 12 0-0 f5 13
l:!cl g5 (el mismo plan que en la nota
a la jugada 11 de las negras, pero ...
¡contra un adversario mucho más sofis-
ticado!) 14 J:!cl wh8 15 il.d3 c6 (15 ...
a6!?: Karpov) 16 b5 g4 17 ILJd2 c5 18
dxc5 ILJxc5 19 lllb3 ILJxb3 20 axb3! J:!c8
21 ILJe2, y las blancas lograron explotar
los agttjeros de la posición contraria
(Karpov-Korchnoi, Londres 1984).
2) 10 ... c6 11 il.d3!? (11 $.e2 Ae6 12
0-0 ILJd7 13 J:Icl fue el desarrollo de
la partida fuente, Antoshin-Gligoric,
Zagreb 1965) 11 ..• ILJd7 12 0-0 lLib6 13
a4 Ae6 14 b5 c5 15 dxc5! $.xc3 16 J:Icl
.il.b2 17 l:!bl il.f6 18 cxb6 (Seirawan-
Korchnoi, Bruselas 1986) 18 ... 'efxb6,
y los dos alfiles negros compensan la
debilidad del peón aislado de d5.
3) 10 ... Wfr'd6 ll "Wb3 Ae6 12 $.e2 c6 13
0-0 ILJd714 lllel a5!?, con juego compli-
cado (Barbero-Korchnoi, Olimpiada
de Novi Sad 1990).
10 ... c6110-0
Si 11 b4!?, podría haber seguido 11 ...
il.e6 ó 11 ... a5!? 12 b5 a4 (12 ... c5!?)
13 0-0 "Wa5 (Ostenneyer-Korchnoi, Biel
1984). En cualquier caso, abstenerse de
b2-b4 facilita las cosas a las negras.
11 •.• $.e6
Una pequeña innovación fue 11 ... a5!?
(Uhlmann-Simagin, Budapest 1961).
VI KTOR E1. Tt:RRI Rl.F.
Antes se jugaba 11 ... 'efe7. Por ejem-
plo: 12 J:!cl llld7 13 lt:lel lllb6 14 llld3
J:!e8 15 lllc5 ILJc4 y b7-b6, con igualdad
(Vaitonis-Keres, Tartu. 1938), o bien
12 a3 ILJd7!? (12 ... .il.e6 13 J:!ci ILJd7 14
ILJe 1 ILJb6 15 ILJd3 J:!ad8 16 ILJc5 .il.c8 17
b4 ILJc4 y b7-b6, con igualdad, Lasker-
Botvinnik, Nottingham 1936) 13 b4
lllb6 14 ~b3 Ae6 15 J:Ife 1 f5 16 $.fl g5
17 ILJe2 ILJc4, con aproximada igualdad
(Aronin-Korchnoi, 24º Campeonato
de la URSS, Moscú 1957).
12 ILJa4
12 b4!?
12 ••• llld7 13 J:!cl "We7 14 lllel J:Iae8
"Puesto que las blancas no están crean-
do amenazas concretas, las negras
despliegan cómodamente sus piezas
en el centro, pero con idea de lanzar
pronto un ataque en el flanco de rey"
(Korchnoi).
15 llld3 .llf5
Amenazando $.xd4.
16 il.f3 ILJb6! 17 ILJac5 ILJc4 18 b3 llld6
El lugar ideal para el caballo, en estas
posiciones con estructura de peones
tipo Carlsbad. Ya lo hemos ~isto en dos
partidas del \'Olumen III, Bobotsqv-Pe-
trosian y Portisch-Kasparov (partidas
n(1m. 340 y 341 ) .
19 J:!el h5! 20 g3 h4 21 .llg2 $.c8 22
lt:lf4 hxg3 23 hxg3 "Wg5 24 .llh3!?
Para seguir, tras el cambio de alfiles de
casillas blancas, con Wg2 y J:Ih l.
24 •.. f5!?
Las negras son contrarias a la simplifi-
cación, ¡una prueba e\~dente de que
están jugando a ganar!
25.il.g2
Ahora 25 wg2 dejaría al alfil de h3 fue-
ra de juego.
25 ..• "Wb6
Con la intención e\~dente de jugar g6-
g5, seguido de f5-f4, y el posible trasla-
do de la torre a la columna h.
43
Gary Kasparov - Mis GF.NIALF.S PREDECESORES
1562
26 l0xd5!
Simagin, un jugador de ataque, tra1'.1
de modificar el curso de los aconteci-
mientos con ayuda de un sacrificio de
pieza. Las blancas habrían perdido en
caso de 26 f3? g5 27 l0fd3 (27 l0h3 f4)
27 ... .l:!.xe3! 28 l:!.xe3 il.xd4, y si 26 il.f3
g5 27 l0h5, Korchnoi planeaba 27 ...
J:te7 (amenazando 28 ... g4 29 l0xg7
gxf3) 28 il.e2 f4, con un fuerte ataque.
Tampoco era mejor para las blancas
28 l0xg7 l::xg7 29 J:tc2 J:th7 30 l0d3 f4,
ni 28 g4 l0e4!? 29 gxf5 il.xf5 30 l0xe4
il.xe4 31 il.g4 llef7, etc.
26 •.. cxd5 27 il.xd5+ J:tf7!
¡Un momento muy interesante! Yo diría
que se trata de uno de esos instantes que
definen la fuera de un jugador. El ca-
rácter de la posición ha cambiado de re-
pente. Tras largas maniobras, ha llegado
la hora de las complicaciones tácticas,
con material desequilibrado. Eljugador
tiene que operar con categorías muy di-
ferentes, y no todo el mundo sería capaz
de readaptarse y e\'aluar correctamente
la nueva situación. Pero Korchnoi en-
contró el modo de proseguir su lucha
por la iniciativa mediante un contr.isa-
cdficio de calidad: "Aquel día no quería
jugar a la defensiva. La pregunta que
me hacía era: ¿entregarán las blancas su
fuerte alfil, que cubre todas las casillas
de su color en la posición, por una torre
lamentable?".
Veamos otras posibles respuestas. En
caso de 27 ... é¡jf7 28 l0xb7, las blancas
tendrían tres peones por la pieza, con
una posición sólida, y podría decirse que
han hecho un trueque favorable (des-
44
V
pués de 28 ... il.e6, Korchnoi sugiere 29
il.g2, "con juego confuso"). Después de
21 ... wh8? 28 wg2 'i!!l'h7 29 i:thl il.h6 30
'1!!1'!3!, las negras se hallan en dificultades
por la clavada sobre la columna h. 27 ...
wh7 es mejor, pero también en este caso
juegan las blancas 28 wg2! (en lugar
de la propuesta de Korchnoi, 28 f4 g5
29 1tc2 'iWf6 30 i:th2+ Jth6 31 wf2 wg7,
con \'en taja negra) 28 ... 'tWg5 29 l:th 1+
il.h6 30 llld3, o bien 30 'i!!l'f3, con idea de
lllxb7 ó llld3-e5, además de l:th4 y J:tchl,
conservando una compensación real
por la pieza sacdficada.
28 e4!?
Las blancas siguen abriendo la po-
sición, esperando poder explotar la
cla\'ada de la torre. "Se amenazaba b7-
b6 y, tras la retirada del caballo, il.b7
ó il.e6" (Korchnoi). Si 28 il.xf7+ (28
'tll'f3 g5!), podría haber seguido 28 ...
l0xf7 (28 ... wxf7 29 'tWf3 llh8 30 'tli'd5+
no es tan claro) 29 'l!ll'f3 g5! Ahora es
malo jugar 30 'Llxb7 g4 31 'l!ll'd5 il.e6 32
'1Wb5 (32 '+Wc6 llc8, y la amenaza l0g5-
f3+ obliga a las blancas a entregar la
dama) 32 ... J:tb8, seguido de l0g5-f3+,
con tremendo ataque sobre las casillas
blancas. La prudente 30 'tWh 1 (30 "l:!fd5
l::d8) 30 ... '!Wxhl+ 31 wxhl también es
fa\'orable a las negras en vista de 31 ...
b6 32 tOd3 il.b7 33 wg1 il.!3!
28 ... fxe4
Otra decisión nada tri\'ial. 28 ... f4
(pero no 28 ... b6? 29 e5) 29 e5 fxg3
30 fxg3 'l!ll'h3 31 "l:!ff3 habría conducido
a un juego complicado. Pero aquí no
sería fácil para las negras desplegar un
ataque al rey. El par de peones pasados
en el centro habría dado a las blancas
buenas perspectivas, lo que hubiera
sido un logro para Simagin, pues. su
combinación habría obligado a su nval
no sólo a resolver inesperados proble-
mas prácticos, sino también a incurrir
en un desgo estratégico.
29 l0xe4
Las cosas parecen desesperadas para
las negras. Si 29 ... lllxe4, 30 J:txe4, ga-
nando.

1563
29 ... .íll..e6!!
"Una defensa que mi oponente no ha-
bía pre~isto" (Korchnoi). Una jugada
fantástica, asombrosa. Las negras no
sólo eliminan la clavada, ¡sino que per-
miten la captura de su torre con jaque!
30 liJxd6 kxd5 31 .!:txe8+ .!:tf8
Como vemos, Korchnoi, cuando la
ocasión se presenta, no sólo cambia
bruscamente el carácter de la posición,
sino que también sabe cómo plantear a
su oponente los problemas más difíci-
les. Después de todo, el propio Simagin
trataba de hacerse con la iniciativa, y
en lugar de ello se ve obligado a parar
amenazas (de momento, el mate en
una).
32 J:te4?
Un grave error que conduce a la pérdi-
da de una pieza. "Era esencial jugar 32
f3 .!:txe8 33 /Oxe8 We3+ 34 wg2 'l!l'xe8
35 Wel, 35 f!l'd3 ó 35 .!:tc7, en todos los
casos con juego prácticamente iguala-
do" (Korchnoi). Aun así, los dos alfiles
negros serían más fuertes que la torre y
los dos peones, y podrían haber puesto
en graves aprietos al rey blanco. Es evi-
dente que eso no le gustaba a Simagin.
32 .•• g5!
Una sorpresa. Desde h6, donde creaba
amenazas sobre la columna h, la dama
ataca de pronto al caballo de d6. "Es
probable que esto se le escapase a mi
oponente. Si las negras no dispusiesen
de esta jugada, de esta idea -¡de ganar
el caballo!-, lograrían la iniciativa con
32 ... .íll..xd4, compensando así su déficit
material" (Korchnoi). A mi juicio, des-
VIKTOK E1. T~:RKIBI.E
pués de 33 .!:tc2! ~xe4 (está claro que
33 ... .!:txf2? no da resultado) 34 liJxe4
Wg7 35 'l!fg4, las blancas tienen un sa-
no peón de ventaja.
33 .!:tc7 'l!fxd6 34 .!:tee7
Si 34 lhg7+ l!lxg7 35 .!:te5, las negras
pensaban responder 35 ... .íll..f3!, ence-
rrando al rey enemigo: 36 .!:txg5+ (36
'!Wd2 Wh6!; 36 'l!Vcl g4) 36 ... wffi 37
'i!fd2 .!:th8, ganando. El ataque desespe-
rado sobre la séptima fila tampoco con-
sigue nada, pues los alfiles defienden
todas las casillas. La suerte de la partida
esLi decidida.
34 ••• .íll..f6 35 .!:ted7
35 .!:tcd7! '!Wc6 36 .!:tc7 era una defensa
más férrea, forzando prácticamente el
sacrificio de dama con 36 ... .íll..xe7! 37
l::txc6 bxc6, "con una clara ventaja ne-
gra" (Korchnoi). Es probable que baste
para ganar, pues la solitaria dama difí-
cilmente podrá impedir que la torre y
los dos alfiles creen amenazas decisivas
contra el rey blanco.
35 •.• 'i'V e6 36 J:txd5
Las blancas habrían perdido tanto en
caso de 36 'i!Vbl .íll..e4371\í'el '1Wg4 (con
la amenaza 'i!l'f3), como con 36 Wh2
~.e5 (Korchnoi), o bien 36 ... Axd4!
36 •.. 'l!fxd5 37 'l!fh5 !/;,,(/
Parando fácilmente la última amenaza
de la dama.
38 'l!fg6 'il'xd4 39 'l!fe6+ <bh7 40 'l!fh3+
@g6 41 ffe6+ .!:tf6 42 '1We2 b5 43 g4
@h6
Las blancas se rindieron. En esta par-
tida, Korchnoi exhibió sus mejores
cualidades: capacidad para reaccionar
de forma adecuada a una situación
cambiante y plantear problemas que,
psicológicamente, eran los más desa-
gradables para su oponente, además
de un cálculo preciso en los momentos
críticos.
En julio de 1960, el campeón de
la URSS compartió el primer puesto
con Reshevsky en el importante tor-
neo internacional de Buenos Aires,
45
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESOR>:s
por delante de otros 18 competidores
enu·e los cuales se encontraban Szabo,
Taimanov, Evans, Olafsson, Unzicker,
Gligoric, Benko, Uhlmann, lvkov y
el joven Fischer. En el otoño tuvo un
buen debut con el equipo soviético en
la Olimpiada de Lcipzig, con +8 =5 en
el cuarto tablero. Le recuerdo al lector
que los tres primeros tableros estaban
defendidos por Tal, Botvinnik y Keres,
y los dos tableros reserva por Smyslov y
Petrosian. ¡Una alineación fantástica!
Aquel memorable año se vio coro-
nado con una ~ictoria sobre Bot\innik
en el tradicional encuentro Mos-
cú-Leningrado. Botvinnik se estaba
preparando activamente para el match-
revancha con Tal, y un duelo con el
nuevo campeón nacional era muy buen
entrenamiento. "Bueno, y para mí,
jugar contra el patriarca, como a menu-
do se le llamaba, ¡era algo fuera de lo
habitual!", escribe Korchnoi, y con su
habitual espíritu implacable critica sus
notas de casi medio siglo atrás: "Para
un joven gran maestro es agradable
saludar su propia victoria sobre el ex-
campeón mundial y , al mismo tiempo,
enfatizar en la consistencia de su juego
y en la naturaleza lógica del resultado.
Pero en el lenguaje soviético esópico,
'me hice las cosas difíciles para mí mis-
mo' significa que en el análisis casero
no pude encontrar un método gana-
dor, en caso de la maniobra de alfil
a h3. Sin embargo, logré ganar. Una
partida mal jugada por ambos conten-
dientes".
También tuvo una espléndida actua-
ción en el 28º Campeonato de la URSS,
y Torneo Zonal (Moscú, enero-febrero
1961): l. Petrosian 13,5 (de 19); 2.
Korchnoi 13; 34. Geller y Stein 12; 5-6.
Smyslov y Spassky 1l, etc.
El drama del joven Spassky (24
años) ha sido descrito en el volumen
III (partidas núm. 350 y 354). Hoy,
Boris Vasilievich explica su fracaso por
una especie de "mala suerte" o "retri-
bución dhina", y piensa que en caso de
que hubiese finalizado entre los cuatro
primeros, la historia del ajedrez po-
dría haber sido muy diferente: "Si me
46
V
hubiese clasificado en el lnterzonal,
el Torneo de Candidatos de Cura~ao
podría haberlo ganado Keres". Cierto
que el desenlace del Torneo de Cu-
ra~ao también habría sido distinto si
Stein hubiese participado en lugar de
Bcnko ... Sin embargo, y como nos ve-
mos obligados a repetir, la historia no
reconoce el modo subjuntivo.
Poco después de aquel campeo-
nato, comenzó el match-revancha
Tal-Botvinnik. No mucho antes, ambos
contendientes -a través de sus segun-
dos- habían expresado su deseo de
trabajar con Korchnoi, pero la reacción
de éste fue elocuente: "Rehusé ambas
invitaciones. No porque pensase que
no tenía nada que aprender de Botvin-
nik o Tal, sino porque consideraba que
yo mismo iba a luchar por el título de
campeón del mundo, de modo que no
debía trabajar con ellos. En estos tiem-
pos, m,uchos jóvenes jugadores actúan
de un modo diferente .. .".
El debut de Korchnoi en el Torneo
Interzonal, que se jugó un año más
tarde, causó a sus seguidores una consi-
derable ansiedad: sensacional fiasco en
una partida con Cuéllar, derrotas ante
Portisch y Fischer... Ademá~ del joven
norteamericano, Petrosian y Geller
alcanzaron con autoridad su objetivo.
Pero, no obstante, Korchnoi también
logró el billete para el Torneo de Can-
didatos, tras anotarse nueve victorias y
tablas en una importante partida de la
última ronda. Mientras que Stein, que
estaba empatado con él, perdió, y aun-
que ocupó una sexta pla?.a, teóricamen-
te clasificatoria, resultó ser el superfluo
cuarto en la disputa de las estrellas so-
viéticas, que, debido a las normas de la
FIDE, sólo disponían de tres plazas.
La batalla de los ocho en la remota
isla de Cura~ao (mayo-junio de 1962)
ya ha sido parcialmente narrada en el
volumen IV, en el capítulo 12 El pacto
niso. En realidad, el pacto estaba for-
mado por tres de los grandes maestros
SO\iéticos (Petrosian, Keres y Geller),
para hacer tablas entre ellos y tratar de
ganar al debilitado Tal (que reciente-
mente había sufrido una importante

intervención quirúrgica) y a los intran-
sigentes Fischer y Korchnoi, por no ha-
blar de Benko y Filip, de nivel inferior.
Pero en principio este plan prag-
mático no dio resultado, ya que tras
comenzar con cuatro tablas, Korchnoi
emergió de repente en cabeza, al ganar
tres partidas seguidas: a Fischer, Filip
(en 101 jugadas, tras dos días de juego)
y Tal. He aquí la primera de ellas:
498
R. FJScher-V. Korehnoi
Cura(ao 1962
TornRo dR Canilidatos, 5" ronda
Defensa Pfrc-Ufinitsev (B09)
1 e4 d6 2 d4 ll'if6 3 ll'ie3 g6
En toda su carrera, Korchnoi no había
jugado más de una docena de partidas
con esta defensa, que no consideraba
''del todo correcta". En esta ocasión, te-
niendo en cuenta el restringido reper-
torio de su oponente, trató de cazarlo
en una variante concreta.
4 f4
4 ti:lf3 (partidas núm. 562 y 566).
4 •.• il.g7 5 ll'if3 0-0
La alternativa 5 ... c5 6 dxc5 (6 il.b5+
il.d7, Savon-Korchnoi, 41º Campeona-
to de la URSS, Moscú 1973) 6 ... \Wa5
7 il.d3 Wfxc5 8 \We2 il.g4! 9 il.e3 \Wa5
10 0-0 0-0 11 h3 (11 .l:l'.adl ll'ic6 12 il.c4
ti:lh5!? Spassky-Fischer, Reykjavik 1972,
match, 17') 11 ... il.xf3 12 \Wxf3 ti:lc6 13
llle2?! llld7 14 c3? lllde5! 15 fxe5 lllxe5
16 \Wg3 ll'ixd3 ... 0-1 (Hübner-Korch-
noi, Skelleftea 1989).
6 il.e2
"Según el estado de la teoría, en el
verano de 1962, la mejor jugada en
esta posición era 6 il.e2" (Korchnoi).
Después de esta partida, todo el mun-
do, Fischer incluido, se pasó a 6 .ltd3
(partida núm. 454).
VIKTOR EL TERRIBLE
6 ••• c5 7 dxc5 \Wa5 8 0-0 \Wxc5+ 9 whl
ll'ic6 1O ll'id2
Una idea de Evgeni Vasiukov quien se
encargó también de refutarla. Es mejor
10 il.d3, seguido de \Wcl y il.e3 (Bolcs-
lavsky-Ufimtsev, Sverdlovsk 1951), o
bien 10 \Wel antes.
"Antes del torneo", recuerda Korchnoi,
"en unas vacaciones, cerca de Moscú,
había estudiado esta misma posición
con mi ayudante el gran maestro Va-
siukov. En general, por entonces yo no
jugaba la Defensa Pire, y sus diversas
ramificaciones no me resultaban nada
familiares, pero Vasiukov me convenció
de que corriese el riesgo, ¡pues Fischer
iba a jugar así! Desde luego, ¡Fischer
no me decepcionó!".
10 ••. a5!
Una fuerte novedad. Por entonces,
10 ... llld4 11 lllb3 ll'ixb3 12 axb3 (Va-
siukov-Bastrikov, Kiev 1957), o bien
10 ... i&.e6 11 lllb3 \Wb6 12 g4! se consi-
deraba favorable.
11 lllb3?!
"Esto pronto creará dificullades a las
blancas. Las jugadas no rutinarias re-
quieren respuestas no rutinarias para
refutarlas", escribe Korchnoi, quien
recomienda 11 lllc4. He aquí algunas
variantes de muestra:
1) 11 ... ll'ig4 12 llld5! (12 i&.xg4 il.xg4
13 \Wxg4 \Wxc4 es insípido) 12 ... lllf2+
13 J:l.xf2 '®'xf2 14 il.e3 \Wh4 15 lllcb6!
(no 15 g3 'i!l'h3, Westerinen-Donner,
Bamberg 1968) 15 ... Il.b8 16 lllxc8
47
Gary Kasparov - Mis G•:NIALES PREDEGESORt:s
l::tf(b)xc8 17 g3 W/h6 18 f5 g5 19 'l!fd2!
(no 19 h4 .ltxb2, Filipowicz-Plater,
Varsovia 1964) 19 ... $..f6 20 h4, o bien
19 ... $..xb2 20 il.xg5 1Wg7 21 l::tfl, y "las
negras tienen una dificil posición".
2) ll ... .ltg4 ! 12 il.e3 'l!fh5 13 .ltxg4
ILJxg4 14 $..gl b5! 15 ILJb6 il.d4! 16 h3
.ltxgl 17 ILJxa8 ILJf2+ 18 l::txf2 'l!ll'xd 1 19
l::txdl il.xf2, con igualdad, o bien 14
h3, y después de 14 ... ILJxc3 15 1!i'xh5
gxh5 16 ILJxc3, "la posición blanca es
ligeramente mejor", pero 14 ... il.xc3!?
15 bxc3 ILJf6 (Korchnoi) es interesante,
o bien 14 ... b5!, con fácil igualdad.
11 ... 'l!ll'b612a4
Defendiéndose contra la amenaza a5-
a4-a3. Las otras alternaúvas eran des-
favorables: 12 ILJd5 ILJxd5 13 exd5 a4!
14 dxc6?! (14 ILJd2 ILJb4 15 ILJc4 1Wc5)
14 ... axb3 15 cxb7 l::txa2! (Korchnoi)
16 bxc8'l!f l::txc8 17 .ltd2 il.xb2, ganan-
do, o bien 12 a3 a4 13 ILJd2 'tll'c5 ó 13 ...
'l!fd4.
12 ••• ILJb4
Como consecuencia de la len ta manio-
bra ILJf3..d2-b3, se ha producido una
versión favorable a las negras de la Va-
riante del Dragón.
13 g4?
Una jugada de ataque estándar, pero
que aquí se encontrará con una fuerte
réplica. La práctica ha demostrado que
las blancas ni siquiera tienen posibili-
dades de igualdad con 13 f5 d5 14 e5
ILJe4!, ni con 13 .ltf3 il.e6 14 ILJd4 .ltc4
15 ILJce2 (15 l::tel ILJg4!) 15 ... e5 16
ILJb5 d5!, ni tampoco con 13 l::ta3 l::td8
14 il.f3 d5 15 c5 ILJe4 16 lLid4 f6!
Es mejor, sin embargo, la recomenda-
ción de Korchnoi 13 ILJd2!, y en caso de
13 ... d5? ! 14 e5 ILJe4 15 ILJcxe4 dxe4 16
c3 ILJd3 17 ILJxe4 ILJxcl ( 17 ... ILJxb2? 18
W/d4!) 18 "efxcl il.f5 19 ILJg3, las negrns
no tienen compensación suficiente
por el peón, mientras que si 13 ... il.e6,
entonces 14 f5, con juego agudo. Tam-
bién producen un juego confuso 13 ...
l::td8 ó 13 ... il.d7. Ciertamente, "es
48
V
dificil sugerir cómo pueden las negras
mantener su ventaja".
1565
13 •.• il.xg4! 14 il.xg4 ILJxg4 15 'l!ll'xg4
ILJxc2 16 ILJb5
Después de 16 ILJd5?! 'l!ll'xb3 17 ILJxe7+
Wh8 18 f5 ILJxal 19 f6 il.xf6 20 l::txf6
l::tfe8 21 ILJd5 'l!ll'c4! 22 <Lic3 (22 .lth6?
l::txe4) 22 ... ILJb3 23 il.h6 ILJc5 ó 23 ...
'>t>g8 (Korchnoi), las negras rechazan el
ataque y deberían poder materializar la
calidad de ventaja.
16 ••. ILJxal 17 ILJxal 1!i'c6
"Por el momento, las blancas están bien
en el plano material, pero sus piezas es-
tán mal situadas y no podrán evitar la
pérdida de material" (Korchnoi).
18 f5
s·on desesperadas las alternativas 18
W/f3 l::tfc8 19 wg2 1Wc4! 20 b3 'l!ll'xcl,
o bien 19 ILJb3 Wc4, tocando el peón
de a4, o aun 19 il.e3 il.xb2 20 l::tbl (20
ILJa7 'l!ll'xa4; 20 ILJb3 'l!ll'c4!) 20 ... .ltf6 21
ILJa7 l::txa7 22 il.xa7 'l!ll'xa4, y las negras
ganan.
18 ... W/c4 19 W/f3 1Wxa4 20 lLic7 'Wxal
21 lLid5?
El error decisivo. Como demostró Kor-
ch noi, era esencial jugar 21 ILJxa8 l::txa8
22 fxg6 fxg6 23 'tll'b3+! (si 23 W/f7+ <bh8
24 W/xe7, con la esperanza de 24 ...
'l!ll'a4 25 il.e3 J:!.e8?? 26 il.d4! ! y ganan
las blancas, pero sigue, simplemente,
24 ... 'lWbl! 25 'Wxb7 l::te8 26 l::tel 'tli'd3,
ganando) 23 ... <bh8 24 Wfxb7, con
posibilidades de hacer tablas, en vista

de la mala posición de la dama negra:
24 ... nrs 25 nxrs+ $.xf8 26 ~es, o bien
24 ... l!:g8 25 ~b3 (25 °l\'fxe7!?) 25 ...
'Wbl 26 ~c4.
21 .•. l!:ae8 22 i.g5
Después de 22 il.h6 ~xb2 23 11:lxe7+
l!:xe7 24 hg7, según Korchnoi habría
ganado la "cínica" jugada 24 ... f6!
22 ••• ~xb2 23 il.xe7
O bien 23 11:lxe7+ l!:xe7 24 1Lxe7 fi.e5!
23 ••• fi.e5! 24 l::tf2
24 ~h3 't!fr'e2.
24 ••• wc1+ 2s i:m ms
26 h3 gxrs 21
fLxf8 i:txf8 28 <iJe7+ wh8 29 <iJxf5 'We6
30 l:!gl a4 31 l:!g4 Wb3 32 "t'Hfl a3
Las blancas se rindieron.
Después de la primera vuelta, el
gran maestro de Leningrado, con 5
de 7, adelantaba en un punto a Geller,
Keres y Petrosian. En la segunda vuelta,
de nuevo comenzó con cuatro tablas, y
tras once rondas lideraba el evento en
compañía de Geller, con medio punto
de ventaja sobre Keres y Petrosian, y
uno y medio sobre Fischer.
Drama en Curai;:ao
Pero jugar a toda máquina, en
condiciones de calor tropical, ejerció
su efecto y se sintió tremendamente
cansado. "No estaba preparado para
un evento tan importante, sobre todo
físicamente", escribe Viktor Vasiliev.
"Ya al final de la primera vuelta, cuan-
do sus rivales contemplaban asusta-
dos sus éxitos, Korchnoi comprendió
perfectamente bien que no sería
capaz de luchar por el primer puesto.
Su juego era elaborado, pero después
de cada partida se sen tía cansado y
hastiado".
Conociendo retrospectivamente la
situación, no puede sorprendernos el
trágico error que Korchnoi cometió en
su partida con Fischer de la segunda
vuelta.
VIKTOR EL TERRIBl.F.
499
V. Korchnoi-R. Fischer
CUTttfllOJ962
Torneo de Ctmdidatos, J2ª ronda
1566
31 il.c6?
¡Un apagón mental! Las blancas debían
haber jugado 31 "t'Nb2+!, conservando
su peón extra, con todas las posibili-
dades de su parte: 31 ... <iJe5 32 <iJc4, o
bien 31 ... wgS 32 il.c611:lxc6 (de no ser
a•Í, b4-b5) 33 i:tcl <iJfe5 34 dxc6, etc.
31 .•• 11:lxc6 32 l:tcl?? Wa7!
Las negras ganaron pieza, y con ella la
partida. "Sí, fue terrible perder de esa
forma ante el americano", escribió la
prensa soviética.
Claro que después de este drama,
Korchnoi volvió a anotarse su punto
"habitual" contra Filip. Pero luego per-
dió con Tal (¡por única vez en muchos
años!) y finalizó la segunda vuelta en
cuano lugar, a un punto de Geller y Pc-
trosian, y a medio de Keres.
Yuri Averbaj, uno de los entrenadores
de los grandes maestros soviéticos, re-
cuerda: "Después de la primera mitad del
torneo, nuestro grupo se amplió, pues
las esposas de los jugadores llegaron a
Cura<;ao, lo que aportó ciena diversidad
a su rutinaria vida en la isla. Se dispuso
un breve descanso, que todos los conten-
dientes pasaron en Saint Martin, una isla
todavía más pequeña que Curai;ao. Allí
nadaron y practicaron submarinismo,
y cinco días después de nuevo estabm1
sentados ante el tablero. El comienzo de
la segunda mitad se caracterizó por un
49
Gary Kasparov - Mis GF.NIAl.F.S PRF.DF.CF.SORES
tremendo sprint de Keres: i3 de 3! Pero
no por eso consiguió abrir brecha en la
clasificación, pues Petrosian y Gcller le
seguían a medio punto".
Se di1ía que la semana de playa fue
la gota que colmó el vaso para Korch-
noi, Ya que al comienzo de la tercera
vuelta perdió sucesivamente con Gcller,
Petrosian y Keres. "Lo que le sucedió en
Curac;ao es algo digno de récord. No sólo
en su carrera individual, sino en toda la
historia del ajedrez, que contiene infi-
nidad de historias trágicas, dificilmente
puede recordarse un caso en un torneo
de ese calibre en que uno de los líderes
sufriese tres derrotas consecutivas" (V.
Vasiliev).
Korchnoi se vio relegado de la lucha
por el primer puesto y al final conclu-
yó con 4 puntos menos que Petrosian,
3,5 menos que Keres y Geller, y medio
punto menos que Fischer. Un pequeño
consuelo lo constituyó su victoria sobre·
el americano en Ja tercera vuelta, que le
permitió ganar el miniencuentro entre
ambos (2,S-1,5). Un dato característico:
en todas las jugadas de sus 27 partidas,
el vencedor del torneo, el pragmático
Petrosian, invirtió un total de 48 horas y
40 minlllos, mientras que el implacable
luchador Korchnoi in\irtió 72 horas y
10 minutos, es decir, ¡el cincuenta por
ciento más!
Después de ese fracaso, muchos se ha-
brían descorazonado, pero no Korchnoi.
Al regresar a casa, se propuso eliminar
sus deficiencias ajedrecísticas con redo-
bladas energía~. "En Cura<;ao carecí de
la disciplina y técnica necesarias para
materializar una ventaja a alto nivel (¡a
pesar de que poseyese cierta técnica!)",
escribió Viktor Lvovich cinco a11os des-
pués. "Pero cuando me oponían una
dura resistencia, surgía el apresuramien-
to y quizá mis nervios me fallasen (sí, la
técnica es cuestión. de nervios, como comentó
en una ocasión Alekhine: G. K.). Hacia el
final de una partida me cansaba, y como
consecuencia aparecían los errores. Te-
nía que volver a sentarme con mis libros,
y estudiar las partidas de Rubinstein y
otros expertos en finales. Seis meses
después, en el campeonato nacional en
50
V
Erevan, me sentí mucho más seguro de
mímis1no".
Ciertamente, en el 30º Campeonato
de la URSS (Ercvan, noviembre-diciem-
bre de 1962) sólo luchó ¡}ar el primer
puesto, y con éxito: l. Korchnoi 14 (de
19), tras comenzar con ¡11de13!; 2-3. Tai-
manov y Tal 13,5; 4.Jolmov 13; 5. Spao;sky
12,5; 6. Stein 11,5 etc. Pronto este uiunfo
se \io complementado por una brillante
\ictoria en el Memorial Capablanca (La
Habana 1963): l. Korchnoi 16,5 (de 21 );
2-4. Gcller, Pachman y "fa] 16, etc. Según
la prensa, Jos expertos observaron algunos
cambios evidentes en su juego: el estilo
de Korchnoi se había vuelto más flexible,
más universal que antes.
Poco antes había declarado: "No me
gusta ser el primero en atacar, como
tampoco me gusta s.-icrificar mis piezas y
peones". Pero ahora con frecuencia rea-
li7.aba jugadas de las que más tarde diría:
"En este caso, traicionando mis princi-
pios, luché por la iniciativa y sacrifiqué
un peón". Además, aprendió a explotar
con maeslría hasta una ligera ventaja po-
sicional. Pero al mismo tiempo, Korchnoi
comprendió perfectamente que aún nb
había adquirido una absoluta maeslría
técnica, tal y como se había propuesto.
Hacia fines del mismo año, en su jue-
go se produjo un momentáneo declive,
prácticamente ine\itable, dada la feroz
rivalidad reinante en el ajedrez soviéti-
co. En el 31º. Campeonato de la URSS
(1963) que, debo recordarle al lector,
era un evento clasificatorio, no para el
Interzonal, sino para un zonal a doble
vuelta, Korchnoi finalizó 10º, aunque se
le permitió participar en el Zonal debido
a su "sobresaliente categoría". Pero tam-
bién en el Zonal de Jos siete falló, y sólo
pudo compartir el 5º/7º puestos, tras
perder al final con Stein (partida núm.
360) y Spao;sky.
Sin embargo, ¡tampoco esta vez se
hundió! Me interesó saber que, como en
mi caso muchos años después, uno de los
libros de cabecera de Korchnoi era una
colección de 300 partidas de Alekhine,
y que a menudo se volvía sobre aquel
genio del ajedrez para consultarle sobre
sus dudas. Como Alekhine, bien podría

haber dicho: "El ajedrez ha fonnado mi
carác1er". O bien: "El ajedrez te enseña,
antes que nada, a ser objetivo, y sólo pue-
des convertirte en gran maestro recono-
ciendo tus errores y defectos".
A otro importante pensamiento de
Alekhine ("para ser un gran maestro,
además de un gran talento, debes tener
también un futuro materialmente asegu-
rado y una gran capacidad de trabajo"),
Korchnoi añadió las palabras: "También
se requiere un amor inagotable por el
ajedre1.. La era de los genios namrales
(Capablanca), que consagraban apenas
tiempo a la preparación, ha pas.-ido. Aho-
ra el éxito sólo se consigue a fuerza de
mucho trabajo".
Y él, que ya se había proclamado
campeón de la URSS en dos ocasiones,
con!inuó trabajando en ajedrez tanto
como el que más (con la única excep-
ción, quizá, de Fischer). Tenía 33 años, se
encontraba en el momento culminante
de su capacidad... Más tarde, lamentaría
amargamente haber perdido mucho
tiempo en su juventud, un tiempo pre-
cioso que podía haber empleado en ju-
gar correctamente, para luchar enérgica-
mente por la iniciativa: "Comprendí que
tenía que reasimilar, que mi juego es1aba
plagado de defectos, y que a menudo me
resultaban desconocidos algunos proce-
dimientos técnicos del ajedrez magistral.
Así que durante unos buenos diez a1ios
me propuse dominar estos fundamentos.
Al final, cuando armado de conocimien-
tos y comprensión del ajedre1., con más
de cuarenta años a mis espaldas, decidí
que estaba preparado para luchar con
cualquiera por el título de campeón del
mundo, me di cuenta que había gastado
ya mucha de la energía que Dios me
había dado. En consecuencia, no logré
convertirme en campeón mundial .. .".
Una apertura para toda la vida
El siguiente hito en la carrera de Kor-
chnoi fue su convincente triunfo en el 32º
Campeonato de la URS5 (Kiev 1964-65).
Dos años después escribirla: "La versatili-
dad me ayudó. Creo que fue por entonces
cuando había conseguido mi mejor com-
VIKTOR E1. TERRIRl.E
prensión de las posiciones". Después de
un impresionante comienzo (¡10 de ll!),
el destino de la medalla de oro quedó
prácticamente sellado. Enu·e los derro-
tados se encontraban Shamkovich, Lcin,
Averbaj,Jolmov, Bronstein, Tal ...
Una partida clave en la lucha por el
primer puesto fue la que disputó con
Tal. La lucha quedó apla7.ada en un final
de torre y caballo contra torre y alfil, en
el que Korchnoi estaba mejor. El maestro
A. Petersons, participante en el torneo,
recuerda: "Dado que, por encontrarse
enfermo, Tal tenía muchas otraS partidas
pendientes, durante mucho tiempo no
se reanudó la partida, y era el centro de
atención tanto de los jugadores como
de sus numerosos seguidores. Al prin-
cipio, prevalecía la opinión de que las
blancas .deberian ganar. Pero entonces
comenzó a defender los intereses de las
negras nada menos que Tigran Petro-
sian, quien sugirió que las tablas eran el
desenlace más probable. Los jugadores
de Riga presentes en Kiev (Tal, Koblents,
Klovans y Petersons) pasaron muchas
horas analizando la posición aplazada y
también llegaron a la conclusión de que
la partida debería finalizar en tablas".
En la reanudación, Korchnoi ganó
calidad, pero Tal resistió desesperada-
mente, depositando sus esperanzas en el
poquísimo material restante. El momen-
to crítico se produjo en la jugada 68.
500
V. Korchnoi-M. Tal
Kieu 1964/65
32º Cam/Jeonato de la UR<;S, 9ª ronda
1567
51
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
68 ••• il..h3?
Esto pennite escapar al rey blanco. Con
68 ... Wd3 las negras habrían logrado
tablas. Por ejemplo: 69 %!.e8 wd4 70
wel wd3 71 .!k7 ~f'3 (Petrosian).
69 "'7e2! il..g4+ 70 '>t.>d2 il..f5 71 l:Ui il..g4
72 .!U4+ 'it>e5 73 we3 il..e6 74 lHS il..h3
75 %1.aS l!<f5 76 %!.a5+ "'7g6 77 "'7f4 h4
Si 77 ... An, entonces 78 %!.g5+ '.t>h6 79
%!.d5, seguido de %!.d6+ y Wg5.
78 %!.a6+ wg7 79 gxh4
Las negras se rindieron en la jugada
93.
También fue importante la partida
contra el gran maestro moscovita Va-
siukov, un jugador de agudo esúlo de
ataque que sólo abría con 1 e4. No hay
que decir que, en respuesta, Korchnoi
optó por su favorita Defensa France-
sa. Después de un error en la jugada
12, cayó en una difícil posición, pero
según Ja prensa, "como de costumbre,
mantuvo un envidiable aplomo, se apo-
deró inesperadamente de la iniciativa
y Ja situación cambió al instante a su
favor".
501
E. Vasiukov-V. Korchnoi
Kieu 1964/65
32º Camf'eo11ato de la URSS, JOº ronda
Defensa Francesa (Cl 9)
1 e4 e6 2 d4 d5 3 ll:lc3 il..b4 4 e5 c5 5 a3
il.xc3+ 6 bxc3 ll:le7 7 a4
Aquí, como en Ja variante 7 ll:lf'3, los
resultados prácticos y creativos de Kor-
chnoi no son peores que contra 7 ~g4
(parúdas núm. 492, 503 y 516). Aun-
que la apertura no siempre le resultó
favorable, él sabía como mantener
magistralmente la tensión en el compli-
cado medio juego "francés".
7 ..• ll:lbc6 8 ll:lf3 Ad7
Más tarde, siguiendo el ejemplo del
propio Korchnoi, se jugaba de fonna
casi automáúca, 8 ... ~a5!, forzando la
52
V
respuesta 9 °l!fr'd2 (parúda núm. 511) ó
9 .ltd2 (partida núm. 512).
9Ae2
Fischer prefería 9 ..l'.l.d3 (partida núm.
477).
9 ..• f6?!
Una típicajugada de minado, aunque
como ha demostrado la práctica, es
mejor ejecutarla un poco más tarde,
cuando el alfil blanco (o la dama) haya
tomado una posición relativamente
pasiva en d2. Cierto que a 9 ... 'ffr'a5
puede responderse 10 0-0!, ya que trns
1O ... ~xc3?! 11 il..d2 'l!fr'b2 12 %1.b 1 'l!fr'a3
13 l:txb7, las blancas se apoderan de la
iniciaúva.
Por aquellos años, se jugaba a menudo
9 ... 'illc7 10 0-0 f6 (en lugar de la vieja
continuación 10 ... b6 11 jl,a3 ll:la5,
Tolush-Botvinnik, Moscú 1943-44) 11
exf6 gxf6 12 c4, pero es más fuerte
12 il..a3! Por ejemplo: 12 ... c4 (12 ...
cxd4?! 13 ll:lxd4) 13 'l!fr'd2, o bien 13
%!.el y il..fl, sometiendo a prueba los
"agi.tjeros" de la posición contraria y
confiando en la fuerza del alfil de a3.
Las blancas consiguen menos con 12
dxc5 e5! 13 c4 Ae6 14 cxd5 ll:lxd5 15
ll:ld2 0-0-0 16 ll:le4 ll:lc3! 17 ll:ld6+ ~xd6
18 cxd6 ll:lxd 1 19 %1.xd l ll:ld4, con igi.1al-
dad (Panchenko-Bagirov, Cheliabinsk
1972).
1O exf6 gxf6 11 dxc5
A mí me parece más prometedor 11
0-0! 'l!fr'c7 12 il..a3 (véase la nota ante-
rior), y si 11 ... \Wa5, entonces 12 il..a3 ó
12 c4, y es difícil que las negras puedan
crear un contrajuego que compense la
debilitada posición de su rey.
11 ••. 'ffr'a5
11 ... 'l!fr'c7 12 ll:ld4! era peor para las ne-
gras, pero podrían considerar la posi-
bilidad 11 ... e5!? 12 ll:lh4 ( 12 0-0 'l!fr'c7!,
como en la parúda Panchenko-Bagirov
antes mencionada) 12 ... 'l!fr'a5 13 Ah5+
~d8, con idea de wc7, l:!ag8 y wb8, con
juego agi.1do.
12 'l!fr'd2?!

Una pérdida de tiempo que conduce a
una de las líneas con 8 ... 'l!!l'a5. Es más
preciso 12 0-0!, ya que para las negras
es peligroso jugar tanto 12 ... 'Wxc5?
13 'Wd2 y .11.a3!, como 12 ... 1Wxc3?! 13
J::bl 0-0-0 (13 ... 'l!!l'xc5 14 J:!.xb7) 14
.11.b2 'l!i'xc5 15 .11.xffi J:l.hIB 16 J:!.b5 'l!!l'd6
17 il.h4. Si 12 ... e5, las blancas pueden
luchar por la ventaja con 13 c4 .il.c6 (si
13 ... dxc4 ó 13 ... d4, 14 lí:Jd2!) 14 cxd5
li:lxd5 15 il.d2 'l'f/xc5 16 c4, ele.
12 ... 'li!l'xc5?
Ahora, el alfil blanco de casillas negras
se hace tremendamente fuerte, y la
posición de Korchnoi se toma crítica.
Posteriormente, las negras lograron
resultados razonables con 12 ... 0-0-0 y
12 ... e5.
13 ..b3 'Wa5 14 ().O
Es evidente que, antes o después, scgui·
rá c3-c4 y las negras deberán afrontar
una penosa lucha por las tablas: su
estructura de peones quedará desmem-
brada y, además, las blancas cuentan
con dos formidables alfiles. Pero es in-
teresante obser.•ar cómo Korchnoi, de
forma profunda y creativa, se enfrenta
a los secretos de la posición, resuelve
sus difíciles problemas y, gradualmen-
ic, aunque no sin la ayuda de su opo-
nente, crea un peligroso contrajuego.
14 •.• ().O
Las negras tienen que enrocar corto,
pues si 14 ... 0-0-0 las blancas dispon-
drían de la desagradable 15 lí:Jd4! (con
la amenaza lí:Jb5) 15 ... li:lxd4 16 il.xe7
li:lxc2+ 17 'Wxe2 J:!.de8 18 il.xf6 J:!.hg8 19
~c5, y el contraataque sobre la colum-
VIKTOR E1. TF.RRIRl.t:
na g llega demasiado tarde, mientras
que si 14 ... c5, entonces 15 J:l:fbl 0-0-0
16 l:l'.b5 'f!lc717 J:!.abl.
15 l:tfdl?
Una imprecisión. 15 c4 'Wxd2 16 lí:Jxd2
tampoco logra gran cosa, pero después
de 15 J:l.fbl ! "las negras se encontrarían
en considerables dificultades" (Petcr-
sons). Por ejemplo: 15 ... Wic7 16 lí:Jd4!,
o bien 15 ... il.c8 16 J:!.b5 'l'f/c7 17 c4.
15 ..• :!.f7 16 c4
"Preferiría entrar en la jaula de un
león antes que cambiar damas en .esta
posición con blancas", bromeó Tal
en un análisis ulterior, sugiriendo 16
Wicl, "si no hay nada mejor". Desde
luego, después de 16 ... 'i!i'xc3 17 J:!.d3
Wia5 18 li:lh4 ó 17 .ll.b2 'i!i'a5 18 c4, las
blancas tienen buena compensación
por el peón entregado. Por tanto, es
mejor 16 ... e5 17 c4 .11.c6, con juego
complicado.
16 ... 'i!i'xd2
Era más agudo 16 ... J:!.c8, pero enion-
ccs las blancas conservarían las damas
con 17 c3.
17 Itxd2 Itc8
17 ... lí:Ja5!?
18 a5 li:lg6 19 a6! b6 20 Itadl?
Una jugada que parece natural, pero
no debe permitirse que el caballo
negro llegue a f4. Sin embargo, 20 g3
(Petersons) se replica con 20 ... dxc4
21 J:l.adl (21.11.xc4 li:lce5, con igualdad)
21 ... li:lb8!, cte.
Sólo la precisa 20 cxd5! exd5 21 g3
(pero no 21 J:!.xd5?! lí:Jf4 22 Itd2 lí:Jxe2+
23 l:!xe2 il.g4!, o bien 21 c4?! lí:Ja5!),
así como 21 .il.d6(b2) o la sutil 21 Itel
habrían condenado a las negras a una
ardua defensa. Su peón de d5 es muy
débil, y cualquier ataque al peón de a7,
apuntalado por el peón de a6, resulta-
ría fatal para el segundo jugador.
20 ... li:lf4 21 .~.fl
21 cxd5 ya no es tan claro: 21 ... exd5
22 .il.d6 (22 .11.n?! i.g4!, y la torre de d 1
53
Gary Kasparo\' - Mis GF.NIALF.S rRF.DF.ct:sORf.S
está mal situada) 22 ... ILJxe2+ 23 lhe2
l:td8 y il.c8!, eliminando la cufia de a6.
No obstante, parece que las blancas
mantienen la iniciativa (amenazan g2-
g3 y cxd5). En cualquier caso, Korch-
poi pensó aquí durante casi 50 minutos
y, como dijeron sus seguidores, "produ-
jo una jugada Korchnoi".
1569
21 ..• e5!?
Un sacrificio posicional de peón nada
estándar, tanto más inesperado cuan-
to que 21 ... ILJa5 era perfectamente
aceptable. Después de 22 g3 (22 cxd5
ILJxd5, con igualdad) 22 ... li:lxc4! 23
~xc4 l:txc4 24 gxf4 l:txf4, las negras tie-
nen buena compensación por la pieza
(están amenazando también tomar el
peón de a6), mientras que si 22 il.cl6,
podría seguir 22 ... li:lxc4 (22 ... e5!?)
23 .hf4 li:lxd2 24 l:txd2 e5 25 ~h6(g3)
il.e6, y el equipo torre+peón no es
inferior al equipo alfil+caballo. Sin em-
bargo, Korchnoi no busca igualar, ¡sino
apoderarse de la iniciativa!
22 cxd5 ILJa5
La situación ha cambiado por comple-
to. En lugar de peones e doblados, las
blancas tienen ahora un peón pasado
de ventaja en d5, y la posición dista de
estar clara. Este peón bloquea la acción
frontal de las torres, ahorrándoles a
las negras la presión sobre la columna
d. Ahora Korchnoi amenaza li:lc4 (un
puesto favorito para los caballos de
Korchnoi, sobre todo en la Defensa
Grünfclcl), y tras el cambio de alfil por
caballo, el peón de a6 será atacado por
la torre desde a4, o por el alfil desde
54
V
b5(c8), convirtiéndose en una debili-
dad. Ademá.~. puede crear amenazas ca
la columna g.
23g3
Una jugada normal. En cualquier caso.
las negras tienen plena compensación
por el peón, Algo que hasta los progra-
mas de ordenador presienten.
23 ••• li:lb3+
También era posible 23 ... ~g4!? La
compleja combinación de diferentes
factores (tan to estratégicos como tác-
ticos) hace que la posición blanca sea
bastante peligrosa. Al menos desde un
punto de \is ta práctico, a punto de caer
en graves apuros de reloj.
24 lt>g2 li:lc4 25 il.b4?1
Una difícil elección, y un intento de
luchar por la iniciativa. "Vasiuko\• deci-
dió sacrificar calidad para no debilitar
sus casillas blancas" (Petersons). Pero
quizá debería haber siclo paciente y op-
tar por 25 .ltxc4 J:txc4 26 ~b2 il.g4 27
J:te 1!? Sin embargo, las debilidades de
la posición blanca garantizarían a las
negras un juego igualado.
25 ••• e4!?
Era m¡;jor 25 ... li:lxd2! 26 l:lxd2 .l:tg7 ó
26 ... h6, permitiendo 4:lg5, con alguna
\'entaja negra, pero a Korchnoi le ten-
taba otra idea muy interesante.
26 li:ld4
1570
26 ••• li:lxf2!
Un bonito golpe. No es posible 27
l:txf'2? ILJe3+, ni 27 Wx.f2? e3+.

27 l:[el!
Vasiukov encuentra una fuerte réplica,
que le da a las blancas suficiente com-
pensación por la calidad.
27 ... ttJxd2
"Posiblemente era más fuerte 27 ... e3"
(Petersons). pero después ele 28 l:txl2
exf2 29 :.xt2 ILJe5 30 h3, las blancas
tienen buen juego. 27 ... /Og4 28 il.xc4
l:[ xc4 29 c3 f5 habría consc1vado una
igualdad aproximada.
28 _txd2 ttJg4
La inesperada 28 ... lüh3 difícilmente
puede considerarse más fuerte: 29
l':(xe4ttJg530 rlh4 J:te7 31 il.d3! J:te5 32
d6 (32ct b5!) 32 ... J:td5 33 il.b4.
29 l':(xe4
Hay que ;Wmitir que el cambio del
peón de f2 por el de c4 probablcmen-
te haya ~ciado a las blancas. Los
acontecimientos que siguen tuvieron
lugar bajo fuertes apuros de tiempo.
29 ... ttJe530 .ib4 r:.g¡ 31 h3
31 c3!?,cnn idea de responder a 31 ...
.i:¡g4con32 .!:(el.
31 ... .te832 c:4?!
Condenando a muerte este peón. Una
aproximada igualdad se conservaba
con 32 .!:( f4 .li,,a6 33 c3 iüd3 34 il.xd3
il.xd3 35 lüc6. También era posible
apoyar d 2lfil de b4 inmediatamente
con 32 c3 (Peten;ons). Por ejemplo:
32 ... .tf7 (:52 ... J:.g6 33 J:te3 ó 32 ...
.!:( d7 33 d6 .li7 34 !:f.1 no es mejor para
las negras) 33 ~e6 Ji..xc6 34 dxc6 l:tc8
35 e7 l':(gxe73611.xci J:txe7, y la debili-
dad del peón de ai requiere una cierta
precisión por parte de las negras. para
hacer tablas.
32 ... .tg6n rlel?
Un segundo error consccu tivo. La reco-
mendación d..- Petcrsons, 33 J:te3, tam-
bién es dudosa en \Ísta de 33 ... li:lxc4
34 J:tc3 i.e4+ y i.xd5. Era esencial 33
l':(f4 l/jxc4 34 i;f2. y aunque después de
34 ... l/je5 35 ll.xf6 J:m 36 J:txfl wxf'7
VJKTOR EL TF.RRIBl.f.
37 lt>e3 las blancas están un poco peor,
pueden esperar unas tablas.
33 ... .ltd3
Ahora las negras ganan material y la
partida.
34 lüe6 l:td7
Una jugada sólida en apuros de tiem-
po. Ganaba más rápido la espectacular
34 ... J:txc4! 35 lüxg7 (35 il.xd3 lüxd3)
35 ... lk2+ 36 whl (36 il.e2 il.xc2)
36 ... li:lf3!, con las amcna7.as l:th2++ y
/Oxel.
35 $.c3 il.xc4 36 he5?
Vasiukov estaba ya desmoralizado: 36
.írl.xc4 lüxc4 37 lüf4 era una defensa
m¡ís tenaz.
36 •.. il.xd5+ 37 lt>gl fxe5 38 J:txe5
.írl.xe6 39 J:txe6 l:tcl 40 wg2 l:td2+ 41
il.e2 wf7 42 l:te4 rlc6 43 wfl
Aquí, al comprobar que se había supL~
rado el control de tiempo, las blancas
se rindieron.
La consecuencia fue que Viktor
Lvovich ganó brillantemente su tercera
medalla de oro: l. Korchnoi 15 (de 19)
(+11=8);2. Bronstcin 13; 3. Tal 12,5; 4 .
Stcin 12, cte. Si se añade a este resulta-
do su incondicional \Íctoria en la semi-
final, el Campeonato de Leningrado,
tenemos una impresionante serie de
partidas invicto: ¡30 de 36!
"El espléndido logro de Korchnoi
en la semifinal no se consideró, obvia-
mente, nada del orro mundo, pero to-
dos los aficionados al ajedrez admitie-
ron de forma unánime que en la final
el gran maestro de Leningrado había
tenido una actuación maravillosa. Fi-
nalizó con dos puntos por delante de
su inmediato ri\oal, una ventaja que en
la historia del Campeonato de la URSS
sólo la había conseguido Bo~'innik
veinte años atrás". A~í escribió, cntu-
siásticamcnte, A. Petcrsons en la revista
Shajmaty de Riga.
En la revista Shajmaty v URSS, B.
Baranov y V. Mikcnas se hicieron ceo:
"Korchnoi ha alcanzado a Kercs en
cuanto al número de medallas de oro
55
Gary Kasparov - Mrs GENIAl.~:s PREDECESORES
conseguidas en el Campeonato de
la URSS. Sólo Boivinnik los supera.
Korchnoi úene acrediiadas iamo es-
pectaculares jugadas y combinaciones
como excelentes aiaques, además de
parúdas conducidas con consisiencia
posicional, y suúlcs finales. Micniras
que Pctrosian maniobra durante mu-
cho tiempo, esperando el momento
de emprender acciones decisivas, }'Tal
consigue su objetivo por medios tácti-
cos, Korchnoi combina ambos métodos
de juego.
"A menudo renuncia a sus propios
planes activos y permite que el opo-
nente ejecute sus ideas, si ve lagunas en
ellas, a fin de lanzar un oportuno con-
tragolpe. Quizá este detalle es lo que le
ha permitido a Korchnoi discernir la
incorrección de muchos ataques de Tal
y lograr una abrumadora ventaja en sus
encuentros individuales.
"Korchnoi juega la apertura sin
pretensiones, buscando una posición
complicada que convenga a sus gustos,
y acepta gustosamente los sacrificios,
aunque, a veces, sus decisiones pare-
cen directamente dudosas. Pero hay
que tener en cuenta que el jugador de
Leningrado sólo entra en iales posi-
ciones cuando su fina intuición, junto
con una rápida y precisa capacidad de
cálculo, le sugieren que las ideas de su
oponente pueden refutarse. En pocas
palabras: Korchnoi es un suúl psicó-
logo, capaz de reconocer los puntos
fuertes y débiles de su rival y dirigir el
juego dentro de las líneas que m«:'.jor le
convienen".
Después de !!SIC campeonato nacio-
nal fue cuando los directivos soviéticos
llamaron la atención por p1imera vez
sobre el vacío de estrellas que se esta-
ba produciendo en los años sesenta.
"Debemos fijarnos sobre todo en el
hecho de que entre los participantes
no había jugadores jóvenes", escribió
la prensa ajedrecísiica. "Es una trisie
paradoja que el jugador más joven del
torneo sea el excampeón del mundo,
lal,'dc 28 años. ¿Cuál es 1.a ,razón de'
este hecho alannante? Aparentemente,
el trab;ijo de promoción en lajuventud
56
V
no está bien realizado, tal vez les exi-
gimos poco, o tal vez no conseguimos
inculcar en nuestros jóvenes jugadores
las necesarias cualidades combativas".
La verdadera rnzón para la falta de
nuems superestrellas, el enorme agu-
jero negro que se produjo entre Tal y
Spassky ha~ta la irrupción de Karpov,
saldría más tarde a la luz: al menos dos
generaciones se habían perdido para el
ajedrez debido a la II Guerra Mundial.
Me parece que en la URSS "m1ba-
jaron mal" no tanto con la juventud
como con algunos grandes maestros
conocidos, al no enviarlos regularmente
a torneos cxlranjeros. Korchnoi, por
ejemplo, no fue una excepción, ¡a pesar
de todos sus úiulos! Así, en 1963, él y
Keres fueron imitados a participar en el
Torneo Piatigorsky de Los Angeles, pero
el campeón mundial Peirosian también
quería viajar allí. Entonces, los organi-
zadores enviaron ires billetes de avión ...
"Y aun así, a mí no me mandaron uno",
recuerda Korchnoi. "La mujer de Petro-
sian devolvió el billete a EEUU".
En la primavera de 1965, el iriple
campeón nacional fue invitado a un
fuerte torneo internacional en Zagreb
(Yugoslavia), pero en lugar de ello,
el Comité de Depones sugirió que
debería viajar a un peque1io torneo
htmgaro. Korchnoi, por supuesto, re-
husó. Claro que, pensándoselo m~jor.
al final acudió al Memorial A~ztalo, en
Hungría, donde regisiró un absoluto
récord: ¡ 14,5 puntos de 15 partida~! En
otoño se anotó también una significati-
va victoria en Erevan: l. Korchnoi 9,5
(de 13); 2-3. Petrosian y Siein 8,5, etc.
A la conclusión del Campeonato ele
Europa de equipos nacionales (Ham-
burgo, junio de 1965) fue, inespera-
dameme, invilado a permanecer en
Occidente. Declinó, respondiendo que
"los jugadores de ajedrez en la URSS
son geme muy privilegiada". Pero más
larde, una vez que se había ido, lo la-
mentó: "Así fueron derrochados once
años de vicia normal". No puede negar-
se que. la falla: de oportunidades para
tomar parte en LOn1eos importantes es
muy dañina para cualquier jugador so-

bresaliente que se encuentra en la ple-
mtud de su fuerza. En 1965, por propia
admisión, Korcbnoi bahía llegado al
límite de su aguante: "Decidí inscribir-
me en el Partido Comunista como una
última posibilidad de facilitarme la vida
y, ciertamente, al principio esa decisión
me ayudó".
Por entonces produjo un gran con-
moción la doble victoria de Korcbnoi
sobre Petrosian en el tradicional match
Moscú-LelÚngrado (Moscú, noviembre
de 1965). Tras aplazar la primera parti-
da en un medio juego complicado, los
dos jugadores comenzaron la segunda
al día siguiente. Tigran Vartanovich
abrió con 1 e4 -¡cosa rara en él!-.
"Obviamente, preparándose para el in-
minente encuentro por el campeonato
mundial, quería ampliar su repertorio
de aperturas", decidió Korcbnoi, quien
respondió con la Variante Abierta de
la Española. Después de la jugada 21
de las blancas, surgió una aguda situa-
ción.
502
T. Petrosian-V. Korchnoi
Match Moscú-Leningrado, 1965
"Aquí pensé durante media hora", es-
cribe Korcbnoi. "¿Cómo parar el salto
de caballo a f5? Si 21 ... g6, seguirla 22
f4, con la continuación prácticamente
forzada 22 ... h5 23 f5 bxg4 24 fxe6
B:xh4. Repasé mentalmente varias ve-
ces esta posición crítica. Las negras pa-
recen tener ataque, pero la posición no
VIKTOR El. 'TERRIBLE
me atraía debido a su 'irracionalidad'
al hecho de que era imposible decidir
qué bando estaba mejor. Sin embargo,
comprendí que después de otras conti-
nuaciones las blancas tendrían ventaja.
En el pensamiento de un jugador de
ajedrez los factores psicológicos desem-
peñan un papel decisivo, de modo que
no siempre se guía por evaluaciones
objetivas, sino por sus propia~ sensacio-
nes subjetivas, es decir, las que él quiera
permitirse. Tal, por ejemplo, sin duda
habría entrado en esca línea, pero yo
la evité, porque el carácter del juego
resultante no era de mi gusto. Tras lar·
ga reflexión, dudas e indecisiones, opté
por una respuesta diferente".
21 ... '1Wc6 22 f4
22 lt:lf:i h5!
22 ... d4+ 23 'ii\i'g2 't\l'xg2+ 24 lt:lxg2
dxc3
Con un final complicado. Las cosas se
resolvieron en apuros de tiempo, cuan-
do Petrosian cometió el último error.
"En sus partidas conmigo, los nervios
del gran estratega a menudo le falla·
ban". ¡Esta observación dice mucho
acerca del carácter de Korchnoi!
La partida se aplazó en un final de
torres desesperado para las blancas, y
en la reanudación se rindieron al cabo
de unas cuantas jugadas. Ese mismo
día, Korchnoi ganó también la segunda
partida. El maestro A. Gcller recue1~
da: "Viktor obtenía una satisfacción
especial en el análisis de las partidas.
Durante el match Moscú-Leningrado,
a doble ronda y 40 1ableros, el líder del
equipo \~sitante, que tenía dos aplaza·
mientos con Petrosian, pasó una noche
en vela anali7.ando varias docenas de
partidas apla1.adas ele sus cole¡,'lls, lo
que no le impidió ganar sus dos pa1'
tidas con el campeón del mundo a la
mañana siguiente. En general, clurame
el análisis, Korchnoi tenía la capacidad
de penetrar r.ápidameme en el meollo
de la posición y encontrar la jugada
más fuerte. En este sentido, es similar
a Alekhine".
57
Gary Kasparov - Mis ca:NJALt:S rRt:llt:Ct:SORt:s
De las actuaciones en torneo de
1966, las más memorables fueron sus
victorias en Bucarest (¡12,5 de 14!), el
Memorial Chigorin de Sochi (11,5 de
15), y la Olimpiada de La Habana ( 10,5
de 13). Como de costumbre, la Defensa
Francesa le prestó buenos sen·icios.
¡Para Viktor el Terrible, ésta es, real-
mente, una defensa para toda la vida!
La siguiente partida constituye una
buena ilustración de su estilo de juego.
503
D. Minie-V. Korchnoi
Bucarr,st 1966, 5º ronda
Defensa Francesa (Cl8)
1 e4 e6 2 d4 d5 3 ll\c3 il.b4 4 e5 c5 5 a3
.l1l.xc3+ 6 bxc3 0,e7 7 '1Wg4
7 a4, partidas núm. 501, 511 y 512.
7 ... 'f/fc7
El sacrificio de los peones de g7 y h 7 es,
sin duda, más acorde con el credo crea-
tivo de Korchnoi que 7 ... ll:lG (partida
núm. 492). Sin embargo, contra Mi-
nie, un año después, en el tradicional
match Yugosla\ia-URSS (Budm 1967),
optó por la sólida 7 ... 0-0! 8 i.Zlf3 (ac-
tualmente, las esperanzas de las blancas
están relacionadas con 8 .lll.d3!?) 8 ...
ll\bc6 9 .td3 G 1O exf6 lhf6 11 ~g5
(11 'l!Vh5?! h6 12 0-0 c4! 13 .lll.e2 'tWa5
14 ~d2 .lll.d7 15 :!Hbl 'f!/c7 conduce a la
igualdad, Mccking-Korchnoi, Wijk aan
Zee 1978) 11 ... lU7 12 "l!!'h5 g6, y los
contendic11Les acordaron tablas, aun-
que después de 13 'i!fh4 c4 14 .l1l.e2 'l!\'a5
15 il.d2 ll:\f5 16 'll!'g5 .l1l.d7, la posición
está llena de lucha (Ljubojevic-Korch-
noi, Linares 1985).
8 ii9'xg7 l:tg8 9 t!'xb7 cxd4
Las negras declaran su disposición a
lanzar un colllraataque a la primera
oportunidad. Se ha producido una
posición muy aguda, en la que ninguno
de los reyes se encuentra a salvo, y las
fromeras entre ataque y defensa se han
58
V
difuminado. Quienes entran en estas
complicaciones (con independencia
de que jueguen con blancas o negras)
incurren en un considerable riesgo
estratégico.
10 wdl
Una jugada original, por no decir ex-
céntrica. L"I popularizó Tal, en la pri-
mera partida de su match ele 1960 con
Bot\'innik (cierto que se jugó en este
orden: 6 ... 'f!Jc7 7 'lll'g4 G 8 W'g3 l.Zlc7
9 '+Wxg7 i:tg8 10 'lll'xh7 cxd1 11 'it>dl !?
-partida núm. 275), r luego también la
empicó Bronstcin. Las blancas quieren
jugar ILJf3 y seguir con un posible ll\g5,
a diferencia de la variante habitual
con 1O ll:le2 l.Zlbc6 11 H (partida núm.
516).
10 ... ll\bc6!
10 ... 1Lld7 11 1Llf3 restringe las opcio-
nes ele las negras (11 ... li:lxc5, \'éasc
la nota siguiente), )"<I que difícilmcmc
pueden igualar con 11 ... ll:lc5 12 1Llg5 ó
11 ... ll:lf8 12 '!lfd3 dxc3 (12 ... 'lll'xc3? 13
'i:'fxd1) 13 I!bl, CtC.
11 ll:lf3 dxc3
Las negras evitan la peligrosa varian-
te 11 ... ILJxc5 12 ~f4 'f/Jxc3 13 ILJxe5
'i!!l'xal+ 14 .l1l.cl d3!? (14 ... i:tf8 15
.111.d3 .lid7 16 1Pe2 también es confuso,
Tal-Bronstei, Moscú 1967, match ele
partidas nípida~) 15 'lll'xf7+ 'il;>d8 16
\ll'f6! clxc2+ 17 wd2 "l!i'cl4+ 18 i.d3 wc8?
19 'it>c2! il.d7 20 .111..e3 ~b2 21 i:tcl :tes
22 l.Zlxcl7, ganando (Bronstein-Uhl-
mann, Zagrcb 1965). L"I mejor defensa
sólo se descubrió veinte aiios después:
18 ... ~c5! (B. Stcin-Bcliavsky, Londres
1985).
12 l.Zlg5!?
Una tentativa de mejora. La partida Mi-
nic-lvkov (Titogrado 1965) siguió 12
l:tbl .td7 13 .<&.g5 0-0-0, con igualdad,
mientras que después de 12 .tf4 (Kui-
jpers-Portisch, Moscú 1963), existe la
buena réplica 12 ... ~b6!

15i':I.
12 ... l:tfS
l:na réplica relativamente modesta.
A un juego irracional conduce 12 .. .
1rxe5 13 'Wxl7+ wd7 (pero no 13 ...
~8? 14 '5'xg8+ lllxg8 15lllf7+y1Lixe5,
Minic-Zinn, Zonal de Halle 1967), así
como también 12 ... lllxe5 13 f4 (13
.U4 'Wb6!) 13 ... .!lxg5!? (se ha jugado
igualmente 13 ... f6) 14 fa:g5 lll5g6 y
15 ... e5!, y el fuene centro de peones,
junco con la penosa posición del rey
enemigo, les concede a las negras mo-
tims para el optimismo (Adorján-Por-
tisch. Campeonato de Hungría 1966).
T21llbién es de considerar la jugada
OO.· de moda 12 ... 1Lid8!? 13 f4 il..d7
(shon-Neelotpal, Dhaka 1999).
l.ajugacla de la partida permite a las
bbncas defender el peón de e5, retro-
ttder con su dama y ganar el peón de
d con su caballo no en e2 sino en g5,
lo que obviamente es más prometedor.
Pau. por otra parte, el rey blanco, al
haber jugado a dl, no puede ya refu-
parse en su flanco, y las negras cuen-
::;zn con un plan relacionado con el
=roque largo y una rápida aperturn de
~en el centro.
13 f4 A.d7 14 '1Wd3
Poco se consigue con 14 $.c13 Wb6
·.O"Kellv-Pietzsch, La Habana 1965) .
.:w.nce el ·tablero, Korclmoi pensaba que
I! :bl sería lo más molesto para él.
~ tarde se respondió a esa jugada
g -· ~a5 (Pietrusiak-Uhlmann, Zonal
~Halle 1967).
H - 0--0-0
VrKTOR EL TE.RRlllLE.
No 14 ... lLldS?!, ni 14 ... d4?!, debido a
151Zlh7.
15 Wxc3 <;f.>b8
Tal vez fuese mejor la inmediata 15 ...
d4!? 16 '1Wc5 1Zld5 y f7.f6.
16 .!lbl
16 a4!? (Korchnoi).
16 ••• d417 '+ll'e5 i!)d5 18 llle4?1
"Ahora las negras tienen posibilidades
má~ o menos igualadas. Las blancas
debían haber jugado 18 il..d2" (Kor-
chnoi). Las blancas tenían que haber
amenazado con jugar wcl y il..d3, y
pensar en la conversión de su peón ex-
tra. Si 18 ... f6, entonces 19 11.Jh7 (¡con
ganancia de tiempo!) 19 ... .!lf7 20
/(Jxf6 lüxf6 21 exf6 l:l.xf6 22 g4!? e5 (en
caso ele 22 ... l:txf4?, existiría el peligro-
so lance 23 il..a6!) 23 f5, etc.
18 ••• f6
Las negras ejecutan su plan con éxito.
19 exf6
15i3
19 ••• e5!
Sin perder el tiempo con 19 ... /Zlxf6.
20 il.d2
"Unica defensa contra la amenaza il15"
(Korchnoi). No cambiaría nada 20
il..a6 b6. La posición blanca en el cen-
tro comienza a resquebrajarse y a su rey
59
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
le resulta dificil encontrar un refugio
seguro.
20 •.• il.f5 21 il.d3 cxf4 22 @el wa8 23
l:tel?
Una imperceptible pero seria impreci-
sión, que pierde un tiempo importante
porque la torre está dando palos de cie-
go. Ambos bandos seguirían teniendo
posibilidades después de 23 g4 (Korch-
noi), con idea de 23 ... il.xg4 24 l:tg l, o
bien 23 l:tb5 Ah7 (23 ..• llle3? 24 .b5!)
24 J:!.fl, o aun la inmediata 23 l:tfl b6 24
'Wc4 llle3 25 il.xe3 dxe3 26 °ffc3.
23 ••• b6
Con intención de seguir con lüe3 y,
puesto que un caballo así no puede
tolerarse las negras se harían con un
fuerte peón pasado tras el cambio en
e3. Las blancas se ven obligadas a resol-
ver algunos dificiles problemas.
24'l:fc4
"Minie pensaba que esta jugada había
sido el error decisivo", escribe Korch-
noi. "Sin embargo, después de 24 °ffb5
llle5 las negras tendrían una clara ven-
taja". Ciertamente, 25 lüc5 lüxd3+ 26
lüxd3 J:lxf6 no reporta ningún alivio,
mientras que si 25 wb2, entonces segui-
ría 25 ... llle31
24 ••• llle3 25 il.xe3 dxe3 26 'Wc3 'iWd71
Korchnoi asume la iniciativa conjuga-
das fuertes y naturales. La tentadora
26 .•. l:tfe8 permitía la activación de la
torre, 27 l:tb41 (27 lllc5 .l:te5! 28 llla6
'i!fd6 es menos bueno para las blancas)
27 ... lk8 28 l:tc4, con idea de que si
28 ... il.e6, 29 J:!.xc61 'i!fxc6 30 "ffxc6+
J:!.xc6 31 il.b5 il.d5 32 lüc3! il.xg2 33
lüe2, con igualdad. Las cosas tampoco
están claras después de 28 ... b5!? 29
f71 bxc4 30 [xe8'i!f J:lxe8 31. "ffxc4 l:tb8
(31 ... '1Wb6 32 lüc5!; 31 ... l:tc8 32 'i!fc3!)
32 lbc3 'i!fd6 33 lllb5 "ffffi 34 "ffc3, bus-
cando el cambio de damas.
27 IUl
27 g3 parece más incisivo pues en tal
caso la simple 27 ... l:tc8? permitiría
V
28 llld6! 'iWxd6 29 il.xf5, con igualdad.
Pero en tal caso, las negras dispondrían
de una buena réplica: 27 •.. l:tfe8! 28 f7
(no 28 gxf4 il.xe4, ni 28 lüg5 l:te5!, con
la amenaza l:tc5, y si 29 l:tb5, entonces
29 •.• il.xd3 30 J:lxe5 lüxe5 31 '1Wxe5
J:!.c8, ganando) 28 ... .l:txe4 29 il.xe4
il.xe4 30 gxf4 "ffxf7 31 'l'xe3 .i.f51, con
un ataque al rey irresistible.
27 ... l:tc8! 28 ~b2
O bien 28 l:txf4 lüe5 29 \!l'xe5 'iWxd3 30
J:l.b2 e2, y las negras ganan (Korchnoi).
28 ••• lt:\d4
Era más sencillo 28 ... 'i'd51, fon.ando
29 l:txf4 ti:le5 30 'l'b4 i¿)xd3+ 31 cxd3
'1We5+ (no 31 ... il.e6?!, en vista de 32
lt:lc31 \!l'xg2+ 33 '>t>al %1xc3 34 \!l'xf8+
l:k8 35 'i!fxc8+! il.xc8 36 f7 'l:fg7+ 37
d4 'i!ff8 38 l:tgl! e2 39 wb2, con igual-
dad) 32 lüc3 il.xd3 33 l:tcl l:txf6, con
una abrumadora ventaja, o bien 31 ..•
.l:l.xf6!! (amenazando l:tfc6, il.e6 y
Wxd3) 32 lüxffi lk2+! 33 Wxc2 'i!rxd3+
34 '>t>b2 'lWxbl+ 35 'iti>c3 'Wd3+ 36 'it>b2
'Wc2+ 37 ~al 'iWcl+ 38 wa2 Jl.e6+, con
demoledoras amenazas.
29 '1Wb4a5
Esto es muy bonito y plantea a las blan-
cas problemas virtualmente insolubles.
1574
30 Wel?
Una jugada pasiva que desemboca en
una inmediata catásn·ofe. Las negras
hubieran debido exhibir más recursos
en caso de 30 We7! 'i!fa4 31 %:!bel (pero
no 31 l:txf4 l1fe8!, ni 31 f"l ti:lb5!). Por
ejemplo:

l) 31 ... .:re8?! 32 'Wd6 lk6! (32 ...
llxc2+ 33 llxc2 'i!fb3+ 34 wcl 'Wxd3 35
'1Wd5+ >l<b8 36 'fi'd6+, con jaque per-
petuo; 32 ... .lhe4 33 f7 il.xd3 -33 ...
llxc2+ 3.J .txc2 1ll'b5+ 35 ot>a 1 lt:lxc2+
36 llxc2 'Wxn + 37 wa2 'Wb5 38 fxe8'ir +
'Wxe8 39 llb2 también es confuso- 34
fxe8'ir nxe8 35 '1Wd5+ wb8 36 cxd3) 33
'1Wd5 (33 fi'xf4? e2!) 33 ... il.e6 34 lt:lc3!
(34 f7 llfS!) 34 ... ..li.xd5 35 lt:lxa4 llxf6
(35 ... f3 36 lilc3 fxg2 37 fl!) 36 J:txf4!
J:txf4 37 lüxb6+ wa7 38 lt:lxd5 J:!.12 39
J:tel con posibilidades de tablas.
2) 31 ... lüb5! 32 llxf4 llfe8! 33 'ill'xe8
'lWxa3+ 34 Wbl llxe8 35 llxf5 lt:ld4, o
bien :52 J..xb5 'Wxb5+ 33 lt>a 1 'Wa4 34
c4 (34 :..-tl4 l::Ce8 35 '1Wd6 .be4 36 f7
llc8, y ganan) 34 ... J:!.ce8 35 lt:lc3 '1Wc6
36 'lWg7 Vxc4, con ataque ganador.
30 ... ~!
También hubiera siclo decisivo 30 ...
J:!.xc2+! 31 ~xc2 'tli'b5+ 32 Wcl lt:le2+.
31 .lhc2 "1>5+ 32 kb3 il.xe4
Las blancas se rindieron.
No h3y que decir que después de 1
e4 e6 2 d-1 d5, Korchnoi se ha enfren-
tado ~ente no sólo a 3 lt:lc3 (en
unas 200 ocasiones), sino también a
3 lt:ld2 (ni un centenar ele partirlas).
Contra~ última, ha planteado tan-
to 3 ... lLJc6 como 3 ... lilf6, pero en la
mayoría de los casos ha optado por 3 ...
c5, asumiendo la creación en su campo
de un peón d aislado. En la siguiente
partida clásica demuestra de forma
convincente cuál es el principal triunfo
de las negras en tales posiciones, a sa-
ber, un juego acti\'O de piezas, incluso
sin damas en el tablero.
504
A. Matanovic-V. Korchnoi
W!/'k aan m 1968, 2' rotula
Defensa Francesa (COS)
1 e4 e5 % d4 d5 3 /Od2 c5. 4 exd5 exd5
5 IOgf3
5 il.b5+ il.d7 wnbién se ha producido
V!KTOR EL TERRIRl.E
unas 20 veces en las partidas de Korch-
noi, por ejemplo, en Ja 16' y 22• de su
match con Karpov (Baguio 1978).
5 ..• a6
A veces, Korchnoi respondió 5 ... lLJfü
ó 5 ... c4, pero sobre todo 5 ... li:lc6 6
.tb5 il.d6 (junto con la experimental
6 ... cxd4 7 'i!re2+ W/e7, o bien 6 ...
'1We7+) 7 0-0 lt:lge7 8 dxc5 .bc5 9 lt:lb3
Ad6 (en el primer match con Karpov,
Moscú 1974), o bien 9 ... Ab6, contra
Anand (Londres, partida r.ípida, 1994)
y McShane (Reykjavik 2003). ¡Toda
una época!
6dxe5
Geller y Tal preferían 6 ..li.e2!
6 •.• il.xc5 7 lt:lb3 il.a7! 8 il.d3
Debemos mencionar también 8 il.g5
lt:le7 9 \\Ye2 lt:lbc6 10' 0-0-0 0-0 11 '1Wd2
..li.f5 12 lt:lfd4 lLJxd4 13 lt:lxd4 .bd4 14
't!fxd4 lk8 15 il.d3 f6 (Stein-Korchnoi,
Moscú 1967), o bien 8 ..li.c2 lilf6 9 0-0
lt:lc6 l O il.g5 0-0 11 c3 lle8 12 lübd4
'fid6 (F.stévcz-Korchnoi, lnterLOnal de
Leningrado 1973), en todos los casos
con igualdad.
8 ... '1We7+!
Así había jugado ya en 1950 Laszlo
Szabo. "Pienso que aquí Matanovic se
vio realmente sorprendido: es difícil de
creer que las negras, con un peón aisla-
do en d5, propongan voluntariamente
el cambio de damas .. ." (Korchnoi). So-
bre todo considerando que en un due-
lo anterior entre los mismos oponentes
(Olimpiada ele La Habana 1966), las
negras siguieron con 8 ... lt:lc6 9 0-0,
con ligera ventaja blanca.
9 'tll'e2
O bien 9 il.e2 lüf6 10 0-0 0-0 11 li:lfd4
(11 il.g5!? Keres) 11 ... ILJc6 12 lle!
lt:le4 13 il.e3 lt:le5 14 llld2 f5, con igual-
dad (Ciric-Korchnoi, match Yugosla-
via-URSS, Budva 1967).
!t •.• lt:lc6 10 0-0 il.g4 11h3.Jth512 il.f4
'!1fxe2 13 Axe2 ILJf6 14 c3 0-0 15 .lUel
1'tfe8
61
Gary Kasparov - Mis Gt:N!Al.ES PRt:Dt:CF.SORF.S V

15i5 juego suficiente: 29 ... li:lxb3 30 we!?:

li:lc5 31 li:lxf7, o bien 29 ... li:lf5 30 ~:d3
J:txe5 31 .ic2 li:le4+ 32 wg2 wf8 33 !:fo!
we7 34Wf3.
27 ••• li:lg6 28 il.xe6?
Un error de fundamentos que permite
a las negras desembarazarse de su peón
central aislado. Lo correcto era 28
li:lbd4 .ie4 29 J:tdl, manteniendo una
aproximada igualdad.
"Es evidente que las blancas no eslán: 28 ..• fxe6 29 Wg3
peor. Pero el peón de d5 actúa como
si hubiese hipnotizado a Matanovic Después ele 29 li:lc5 .ltf:í, no es bueno
porque después de todo en el final es 30 li:lxb7? l:tbS, mientras que si 30 wg3.
una debilidad, ¡un buen objetivo! Pen- entonces sencillamente 30 ... J:te7.
sando que por esa razón tenía ventaja,
29 ..• e5 30 li:lbd2?!
busca la forma de materiali1.arla. Mien-
tras tanto, las negras no experimentan 30 li:lc5 ofrecía mejores perspectivas de
la menor dificultad. Sus piezas están tablas.
armoniosa y activamente dispuestas, di-
rigidas hacia casillas centrales. En una 30 ••• f:LJe7 31 J:tel l!:lf5+ 32 wh3 f:LJd6
situación así, ¡el peón no es un punto 33 wg2 wf7 34 f:LJfl we6 35 ll:lg3 g6 36
débil sino fuerte!". (Korchnoi}. li:ld2 J:tf8 37 J:te2 b5 38 l:tf2 .il.f5 39 'it>fl
J:tc8 40 Wel a5 41 a3 b4 42 axb4 axb4
16 g4?! 43 li:le2 J:ta8 44 /¿)b3 /¿)e4 45 I!.h2 I!.b8
"He aquí la consecuencia de la sobre- 46 cxb4 J:txb4 47 li:lbcl
estimación que las blancas han hecho
1576
de sus posibilidades. Matanovic quiere
llevar su alfil de casillas blancas a g2,
pero al así hacerlo debilita sus peo-
nes del flanco de rey, un factor que a
continuación conducirá a su derrota",
escribe Korchnoi, añadiendo que a 16
.ltfl, probablemente hubiese respondi-
do 16 ... J:te4. Aunque Jo cierto es que
es más sencillo 16 ... ~ 17 gxf3 d4,
con igualdad.
16 ..• ~g6 17 il.fl J:te4 18 J:txe4 .lkxe4
19 $..g2 h5! 20 g5 lt:ld7 21 l:tdl /¿)f8 22 47 •.. f0d6
$..e3
"Toda esta fase de la partida es de na-
Cambiando el fuerte alfil de a7. turaleza técnica. Las blancas tienen la
posición perdida, porque no pueden
22 ••. il.xe3 23 fxe3 lt:le6 24 h4 J:te8 25
defender sus peones débiles" (Korch-
Wf2 lt:le7 26 il.b3 il.c2 27 J:ta 1
noi}.
Korchnoi pensaba que ésta era la 1ínica
defensa: "A cualquier otra jugada de 48b3
torre, digamos 27 J:tfl !?, habría seguido 48 li:lc3 li:lc4.
27 ... .il.xb3 28 axb3 ll:lc5". Sin embar-
go. 29 i!:le5 hubiera dacio a las blancas 48 ..• f:LJe4 49 ll:lgl li:lc5 50 '>t>dl lLJxb3
62

La bhncas se rindieron en la jugada
66. Lxt:hnoi calificó la partida como la
mejor de las suyas con esta variante.
u fe en la solidez de las posiciones
francesas con un peón aislado en d5
es un tema recmTente a lo largo de
la carrera de Korchnoi. Ha~ta cierto
punto, estaba siguiendo el principio
de !ronstein, formulado en su match
con So<vinnik de 1951, según el cual
con un juego correcto, el peón central
aislado puede sostenerse. Ciertamente,
Korchnoi no perdió una sola Francesa
en sus duelos con Karpov (de 1974 y
1978). P~ hay que decir que a veces
tuvo que embarcarse en una larga y
tenaz Mensa en posiciones más bien
dudosas. En el capítulo sobre Karpov,
veremos ron qué sutileza pudo resistir
al acoso de las blancas (partidas núm.
541y542).
Experimentos con la Variante
Scheveningen
ii:n:imoi comenzó el siguiente ciclo
por¿ campeonato mundial con el 34°
~to de la URSS -y torneo Zo-
nal- {ibilisi 1966-67). En esta ocasión,
se atuvo a una esU<uegia de torneo pu-
ramente racional, con el propósito de
conseguir una de las cuatro plazas cla-
sificatorias. A pesar de finalizar invicto
no consiguió su objetivo de inmediato:
l. Stein 13 (de 20); 2. Geller 12,5; 3-5.
Gipslis, :Mm:hnoi yTaimanov 12, etc.
PiE2 eliminar al "superfluo quinto",
se :ar...:edió a un match-torneo trian-
gul:ir a doble melta, que se celebró en
Tallinn 1967. ¡Fue una dura prueba!
Taimanov hizo tablas en sus cuatro par-
tidas, :cientras que Korchnoi y Gipslis
vencieron el uno al otro y, en conse-
cuencia, los tres jugadores sumaron
2 puntos en sus 4 partidas. El quinto
resultó ser Taimanov, debido a su peor
coeficiente en el Campeonato.
Sin nnbargo. todo hubiera podido
ser diferente, ya que Korchnoi le ganó
a Gipslis literalmente de milagro. Me
llamó !:a atención la apertura de esta
dramática partida.
VIKTOR EL TERRIBLE
505
V. Korchnoi-A. Gipslis
Tal/fon J967, m11td1·lon1eo
Apertura Inglesa (A30)
1 c4
Con blancas, Korchnoi siempre prefirió
las aperturas cerradas, y normalmente
sólo abría de 1 e4 como un experimen-
to y una vez realizada la oportuna pre-
paración para un oponente específico.
1 ••• c5 2 /Of3 lt:lf6 3 /Oc3 e6 4 g3 b6 5
.ig2 jcb7 6 0-0 jce7 7 d4 cxd4 8 'ifxd4
0-0 9 e4 /Oc6 10 ~d3
1577
10 ••• d5
"Esencial, pues de no ser así las ne-
gras quedarían ron una posición muy
restringida", escribió Korchnoi poco
después de la partida, pero en 1995
añadió: "Docenas de jugadores actuales
están dispuestos a convertir esta frase
mía en motivo de risa. No obstante,
hace 30 años y antes, los maestros (cu-
ya comprensión del ajedrez no puede
considerarse inferior a la ele los maes-
tros modernos) veían la~ cosas así: 'El
bando restringido tiene dificultades
para maniobrar con sus pie1.as'. Pero
los fundadores del sistema erizo -un
huésped asiduo de los torneos actua-
les- modificaron la fórmula: 'El bando
que ha ocupado espacio tiene proble-
mas con la defensa de sus puestos avan-
1.ados'. En el caso del erizo, con la de-
fensa de los peones ele c4 y e4. A veces,
también yo he jugado el erizo, cuando
necesitaba ganar a toda costa con ne-
gras. Pero, en principio, Gipslis y yo
63
Gary Kasparov - Mis GF.NIAl.ES PRF.DF.CF.SOR~S
somos jugadores de formación clásica
en cuanto a la estrategia ajedrecística,
¡y no apreciamos las insidiosas virtudes
del erizo!". (Para más detalles acerca
del erizo, véase el volumen 1 de la serie
Kasfmrou analiza el ajedrez modemo).
11 e5?! lüd7! 12 cxd5 IL!b4 13 'lie4?!
l2lxd5
Hacia la jugada 30 se produjo un final
de piezas menores, con un peón extra
y posibilidades de ganar para Gipslis,
pero en fuertes apuros de tiempo, no
consiguió realizar su jugada 10 (última
del control), ¡y perdió por tiempo! Res-
pecto a esto, Korchnoi comentó: "No
me gustan los tópicos que a menudo
usan los comentaristas ("partida cru-
cial", "guerra de nervios", "errores ma-
sivos") pero es difícil explicar de otro
modo el dramático desfile de peq ueilos
errores y otros no tan pequeños que
condujeron al suicidio de las blancas
o, lo que es peor, a perder por tiempo
e.'> ta partida".
Muy pronto, Korchnoi demostraría
que se había clasificado con justicia
para el lmerwnal. En mayo de 1967,
en conmemoración del 50° aniversa-
rio de la Revolución de Octubre, la
URSS organizó simultáneamente dos
grandes torneos imemacionales: uno
de superestrellas en Moscú (que ganó
Stein), y otro más modesto en Lenin-
grado. Viktor Lvovich, por supuesto,
tenía todo el derecho del mundo a
jugar en Mosc(1, pero "para reforzar la
nómina de participa.mes" le obligaron
a jugar en Leningrado. El resultado
fue impresionante: l. Korchnoi 13 de
16 (+10 =6); 2.Johnov 12; 3-4. Barcza y
Taimanov I0,5 etc.
"El resultado de Korchnoi fue in-
creíblemente bueno, pero eso no es
raro en su caso", escribieron V. Osnos
y P. Kondratiev en la revista Sliajmnt)'
de Ríga. "Es bien sabido que la forma
competitiva, de la que el resultado
depende, no puede mantenerse cons-
tante durante mucho tiempo. Y a veces
ha sucedido que los mejores éxitos del
sohresalicme gran maestro de Lenin-
V
grado fueron logrados, por así decir,
en el momento 'inoportuno', mientras
que en los momentos importames (por
ejemplo, los evemos clasificatmios de
la FIDE) su etado de forma se encon-
traba decaído". Así, en el 34º Campeo-
nato de la URSS y en el subsiguienLe
torneo triangular de desempate, su
actuación sólo fue 'satisfactoria'. Pero
en Leningrado el juego de Korchnoi
mejoraba a cada ronda. Esperemos que
esta tendencia resulte duradera, y que
se prolongue ha'ita el fin del Torneo
Imerzonal... Korchnoi siempre se ha
mostrado fiel a su único e inimitable
estilo. Un ejemplo clásico de su credo
creativo con negras (primero, defensa;
luego, si es posible con material de ven-
taja, comrnataque) lo tenemos en su
partida con Suetin".
La crónica de esta partida requiere
una breve imroducción. Mientras que
la comribución de Korchnoi a la teoría
de la Defensa Francesa y la Variame
Abierta de la Apertura Española es har-
to conocida, muchos jugadores, sobre
todo los jóvenes, no tienen la menor
sospecha de que fue responsable tam-
bién de importames desarrollos en la
Variame Scheveningen de la Defensa
Siciliana. Contra Jolmov (en el Zonal
de Moscú 1964), después de 1 e4 c5 2
lüf3 e6 3 d4 cxd4 4 lüxd4 lüf6 5 lüc3
d6 6 il.e2 il.e7 7 0-0 0-0 8 .i.e3 lüc6 9
f4, empicó por primera vez lo que,
desde entonces, se ha convertido en un
plan clásico: 9 ••• il.d7 10 fkel lüxd4 11
il.xd4 il.c6
15i8
Ahora, tras 12 ffg3, las negras efec-
tuaron la jugada clave 12 .•• g6. Un

debilitamiento así del enroque parece
inadmisible, pero Korchnoi demostró
que es muy difícil para las blancas ex-
plotarlo y que las negras disponen de
tiempo suficiente para contraatacar en
ei flanco de dama. Ademá~, las blancas
tienen un punto débil en e4 (o caso de
~el peón avance en e5).
jOOnm· eligió la sólida pero pasiva ju-
~ 13 ffe3, y después de 13 ... l!Ya5
H e5 dxe5 15 fxe5 li:ld7 16 lhdl .11.c5
17 _¿_'!Cc5 'Wxc5 18 '!!!i'xc5 /Qxc5 19 il.f3
h8 20 J:l.d4 .t:!fd8 21 l:tf4 il.e8, las blan-
QS quedaron con un final ligeramente
da:ior, aunque con una ingeniosa de-
fensa lograron salvarse. Poco después,
se realizó otra tentativa, pero tampoco
reportó los frutos apetecidos: 16 li:le4?1
.fuc5 17 l¡jf6+ .bf6 18 J:l.xf6 li:ld7! 19
m c5 20 il.c3 'lWb6 21 '1Wxb6 axb6 ... y
las ocgras se impusieron (Parma-Spass-
ky, Bdgrado 1964).
Las negras también quedaron con
buen juego después de 13 Ara b5! 14
a3 a5 15 .lladl b4 16 axb4 axb4 17 e5
(esto sólo conduce a simplificaciones)
17 ... Axf3 18 f9xf3 bxc3 19 exffi il.xffi
20 'fH=3 .ic:.xd4+ 21 "Wxd4 J:a6 22 l:!f3
f9a8 ~ b4 .t:!c6 24 .ttal ?! (24 c3 d5 25 f5
.t:!c4 26 Wd2 habria mantenido un final
de piiezas mayores más o menos equili-
brado, en el que las blancas tienen un
peón pasado en el flanco de dama, pe-
ro el entorno de su rey está debilitado)
24 ... 1lb8 25 c3 l:!fc8 26 h4?! h5 27 'Wf6
'Wr:.7 28 :a3 d5 29 wh2 .ttc4 30 b5? (pe-
ro esto es un error) 30 ... .t:!b8 31 .t:!f2
.ttxh5, y las negras ganaron (Milic-Kor-
chnoi, Belgrado 1964).
Luego apareció 12 11.d3. La reacción de
Korchnoi fue tan arriesgada como ori-
ginal: 12 ... a6 (12 ... li:ld7! 13 Wg3 e5,
con igualdad) 13 whl b5 14 a3 \'!Nd7?!
(14 ... ILJd.7!) 15 .t:!f3 1Llh5!? 16 We3 E!
17 .t:!h3?! (17 .t:!ITT) 17 ... li:lf6 18 exf5
exf5 19lle1 l:ae8 20 \\':fd2 ii:ig4! 21 il.e2
il.fl, .- tras "un juego realmente dudo-
so", las negras obtu\'ieron una razona-
ble posición e incluso posibilidades de
hacerse con la iniciath·a, imponiéndose
VIKTOR EL TERRIBLF.
en la jugada 58 (Matanovic-Korchnoi,
Hamburgo 1965).
Sólo 16 f5! 11.ffi 17 '+Wf2 (Korchnoi)
podría haber puesto de relieve los
inconvenientes de este esquema. En
estructuras similares, la ruptura f4-f5
se hizo típica. Un vívido ejemplo lo
tenemos en la partida Karpov-Hübner
(Bad Kissingen 1980).
Recuerdo mis primeras lecciones sobre
la Scheveningen, impartidas por Oleg
Privorotsky en el Palacio de Pioneros de
Bakú. Las partidas citadas fueron lo pri-
mero que me enseñó, mientras que por
entonces todo el mundo era educado
en la partidas de los mejores jugadores
soviéticos de los afias cincuenta y sesen-
ta. Oleg lsaakovich nos ense1ió: "Como
ha demostrado Korchnoi, después de
9 ... ..ltd7 1O \'fe 1 1Llxd4 11 il.xd4 ..\lc6,
las negras no tienen nada que teme1;
¡de modo que las blancas deben jugar
10 li:lb3!". Sin embargo, también se
produjeron otras desviaciones, una de
las cuales fue planteada por Suetin.
506
A. Suetin-V. Korchnoi
Lei1ingrado 1967, 12ª ro11d11
Defensa Siciliana (B83)
1 e4 c5 2 li:lf3 e6 3 d4 cxd4 4 ILlxd4 ILJc6
5 li:le3 d6
Este orden de jugadas, en opinión de
Korchnoi, "es el más preciso para las
negras si piensan plantear la Scheve-
ningen, pues de esta fonna evitan tanto
el Ataque Keres (6 g4), como el Ataque
Rauzer (611.g5)". ·
6 il.e3 il:lf6 7 il.e2 ~e7 8 f4 0-0 9
'!Wd2!?
Las blancas evitan 9 0-0 il.d7 (\'éanse
comentarios anteriores).
9 •.. illxd4
Ahora, si 9 ... .li!.d7, existe la molesta
1O illdb5, aunque el defensor natural
estaría preparado para resistir en
65
Gary Kasparov - Mis GENIALES PKEllt:GESOKES
esta posición restringida: 1 O •.• d5 11
e5 lLie8 12 0-0 g6 13 /Od4 /Og7, etc.
(LiberlOn-Korchnoi, 38º Campeonato
de la URSS, Riga 1970).
La partida Sajarov-Krogius (32º Cam-
peonato de la URSS, Kiev 1964-65),
fuente de la jugada 9 'ffd2, siguió con
9 ... a6 1O 0-0-0 W/c7 11 g4!, con iniciati-
va de las blancas, que en principio fue
confirmada por la práctica subsiguien-
te. Hacia fines del siglo, se hizo popular
10 ... lLid7 11 g4 /Oxd4. Sin embargo, la
inmediata reacción central 9 ... e5! eslá
considerada el mejor método iguala-
dor (Kupreichik-Kasparov, Kislovodsk
1982).
1O il.xd4 il.d7 11 e5
De otro modo, 11 ... il.c6, y el caballo
no eslá obligado a retirarse a e8.
11 ••• dxe5 12 fxe5 lLie8 13 0-0
"Una continuación más tranquila que
la <le doble filo 13 0-0-0. La falta de
una presión directa sobre el peón de
e5 concede ventaja a las blancas" (Os-
nos, Kondratiev). Pero si las negras
consiguiesen resolver el problema de
su caballo malo de e8, la ven taja se
evaporaría.
13 •.• il.c6 14 l:tadl 'Wa5!
En lugar de la triste 14 ... lLJc7, las ne-
gras crean la amenaza l:td8xd4 y .ltc5.
15 il.f3
Parece atractiva 15 a3, con idea de que
si 15 ... lld8 16 "lWe3 lhd4?! (16 ... b6
17 'ii7hl!) 17 :txd4 il.c5 18 b4! il.xd4 19
"l!i'xd4 'Wxa3 20 b5 il.d5 (20 ... il.d7 21
/Oe4 y llal) 21 lllxd5 exd5 22 llal "ilfe7
23 llxa7, ele. Sin embargo, lo correc-
to aquí es precisamente 15 ... tt:lc7!, y
después de \6 b4 (\6 ~e3 lüd5) \6 ...
'i!fxa3 17 b5, las negras se salvan con
17 ... l:tad8! 18 /0bl l:txd4 19 '!Wxd4 'ilfa5
20c4a6!
15 ... Axf3
"Una significath•a imprec1s1on. Con
15 ... lld8 (con la amenaza llxd4 y
~c5), las negras habrían ganado un
tiempo importante para el reagru-
66
V
pamiento" (Osnos, Kondratiev). Por
ejemplo: 16 'ffe3 il.xf3 17 llxf3 lLic7,
igualando rápidamente. ¡Pero Korch-
noi aspira a más!
16 l:txf3 l:td817 'it>hl
17 'tlfl2!?
17 ••• {jjc7
·Ahora, si 17 ... .ii.c5, sería posible 18
lld3" (Os nos, Kondratiev). Después
de 18 ... il.xd4 19 llxd4 llxd4 20 "ilfxd4
/Oc7 21 a4, las blancas tienen alguna
ventaja y, lo que es más importante, un
juego fácil.
18 l:tg3 lld7!?
Parece que las negras están incurrien-
do en un riesgo deliberado, provocan-
do el fuego enemigo. 18 ... f6 19 exf6
(19 'll9h6 llf7) 19 ... il.xf6 20 l:td3 . bd4
21 l:txd4 l:txd4 22 "ilfxd4 'fli'f5 habría
igualado, pero las blancas podrían ha-
ber forzado tablas con 20 il.xf6 l:!xd2
21 llxg7+ wh8 22 :tf7+ wg8 23 llg7+.
19 "ilfb6 lLie8 20 f:Ye3
El peón de e5 y el alfil de d4 paralizan
la posición contraria, y si el caballo
blanco pudiese moverse de c3 a e4, y el
peón de c2 a c3, las negras quedarían
absolutamente sin contrajuego.
1579
20 ••• h51
"Como siempre, Korc/moi plancea a
su oponente los mayores obstáculos"
(Osnos, Kondratiev). Una defensa
paradójica: por entonces no se consi-
deraba aceptable realizar jugadas así
en el entorno del propio rey. Pero las
negras quieren finalmente incorporar

su caballo al juego con g7-g6 y 1Lig7-f5,
.. 1as blancas no dispondrán de la típica
jogada restrictiva g2-g4.
Tampoco era mala, con el mismo ob-
jetim, 20 ... g6 21 llh3 h5 y 1Lig7. Pero
~ntonces las blancas podrían haber
~ovilizado el peón de h7 con 21
Wb6, aunque después de 21 ... f6 (21 ...
~7?! no puede considerarse acepta-
~ por 22 llh3 lüh5 23 Itdd3! 1hd4
!~ :.xd4 'i!fxe5 25 'i!l'd2) 22 Ith3 llf7,
.5~.cilmcnte pueden contar con ventaja
coocreta alguna.
U alterior desarrollo de la partida de-
21DrSU'a que la elección de Korchnoi
~ correcta. Suetin invirtió mucho
~po, pero fue incapaz de crear
il!i!Ml3zas serias en el llaneo de rey,
ilCalitado por el a\-ance del peón h, y
:la negras en cambio obmvieron sufi-
óc:&lt contrajuego. Cierto que siempre
~on tener presente que la ausen-
cia del peón de h7, junto con la debi-
li1ada casilla f6 sobre la que el caballo
blanco albergaba ambiciones, era una
poi encial fuente de problemas, y al más
ligero error esos problemas podrían
haber resultado insolubles.
21 llil
21 'lll'e2!? y llgd3.
21 ••• 1tM 22 lüe2 'lll'c4 23 c3 g6 24
llgf3 li::Jr,7 25 b3 'lll'a6 26 lüg3 h4 27 ltJe4
/tJf5 %81Jf4 't!l'xa2
~cuando el caballo se ha situado
en f5, desde donde cubre las casillas
in111edia1as al rey, pueden las negras
aYen1urarse a tomar el peón de a2"
(Osnos, Kondratiev).
1580
VtKTOR EL TERRIBLE
29 .ltc5
"Una jugada tentadora, aunque no ga-
rnntiza a las blancas más que tablas. 29
g4 hxg3 30 hxg3 'i!ig7 31 g4 J::h8+ (31 ...
ltJxd4 32 'IJ..h3!: G. K.) 32 wgl 'IJ..h4 ha-
bría conducido a un juego complicado
y confuso" (Osnos, Kondratiev). Pero
esto se refuta con la sencilla 33 ~f2. Y
si 32 ... 'IJ..xd4 33 cxd4 llh4, entonces 34
gxf5! 'IJ..xf4 35 f6+ hf6 36 exf6+ @g8
37 l:.xf4 'i!l'xb3 38 llh4!, y la amenaza
l:H2-h2 y 'IJ..h8 mate dificilmentc puede
par.irse.
Sin embargo, en lugar de 30 ... wg7?
o de 30 ... 'i!l'xb3? 31 g1 /Lixd4 (otras
jugadas tampoco salran a las negras)
32 'lll'h6! y ILJf6+ con mate, las negras
tienen una buena elección entre 30 ...
'i!fe2! y 30 ... ILJxd4 31 cxd4 't!fc2!, y en
ambos casos el ataque blanco llega a
punto muerto.
29 ... 'lll'e2
Una jugada sólida y fiable: la dama
regresa al fragor de la batalla. Se diría
que el potencial defensivo de las negras
es tan grande que podrían parar el ata-
que incluso lr'aS la muy arriesgada 29 ...
'tll'xb3 30 Ji.xe7 llxe7 31 .rl.h3 wg7. Por
ejemplo: 32 l:Xh4 11d7 33 'l!fg5 lLJxh4
34 l!i'f6+ wg8 35 \fxh4 wg7, o bien 32
g4! hxg3 33 hxg3 l:!h8 (33 ... 'i!l'd5 34
g4) 34 llxh8 -.t.lxh8 35 g4 wg7! 36 gxf5
exf5, con plena compensación por la
pieza. No es probable que haya nada
mejor que 37 lLJf6 '+ll'xc3 38 ltJh5+ wg8
39 lLJffi+, con jaque perpetuo.
30 ll3f2 'i!fd3 31 l:.f3
O bien 311l.xe7 Itxe7 32 l:td2 'fi'e3, con
igualdad.
31 ... 'lll'e2 32 ll3f2 'l!i'd3
¿Tablas por repetición de jugadas?
3311d2?1
"Como a menudo sucede. el bando
atacante sobrestima sus posibilidades"
(Osnos, Kondraticv). Yo añadiría ade-
más: ¡en fuertes apuros de tiempo!
67
Gary Kasparov - Mis Gt:NIAl.F.S PREOF.CESORF.S
1581
33 ... 'ii'xd2! 34 ILJxd2 hc5
Torre, alfil y peón constituyen una ex-
celente compensación por la dama.
35 ILJe4 il.e3 36 ILJf6+?!
"Hallándose de pronto en el papel de
defensor, Suetin actúa con extrema in-
seguridad. Era esencial 36 'Wf3, con la
amena7.a ILJf6+, y si 36 ... <;!;>g7, 37 li:ld6,
con buenas posibilidades de tablas"
(Osnos, Kondratiev)_.
36 ... wg7 37 'liic4
37 ILJxd7? 31.xf4 38 lllxf8 il.xe5 39 ILJd7
il.xc3, ganando.
37 ••• .lldd8
Con idea de llh81 El peón h parecía ser
una debilidad, pero se ha convertido
en una fuen.a, ya que impide a las blan-
cas liberar a su rey con g2-g3, y puesto
que el rey se encuentra en constante
peligro, es difícil para Suetin crear nin-
gún contrajucgo efectivo.
38 lllg4 il.b6 39 lllf2?
Un error fatal con la banderita a punto
de caer, aunque después de 39 'ii'c2
.l:th8, con la amenaza ILJg3+, la posición
negra seguiría siendo mejor: 40 ILJf2
l:th5, cte.
39 ••• hf2 40 llxf2 llle3
Las blancas se rindieron.
El Torneo Intcrzonal de Soussc
(otoño de 1967) fue uno de los aconte-
cimientos ajedrecísticos más interesan-
tes de aquellos años, y no sólo debido
al excelente comienzo y sensacional
68
V
abandono del torneo por parte de Bo-
bby Fischer. La lucha por las seis plazas
clasificatorias para la fase de Candida-
tos fue increíblemente dramática. Kor-
chnoi no sólo trataba de clasificarse,
alternando tablas con ocasionales vic-
torias (sobre Kavalek, Byme, Larscn).
Pero tras perder en la 15" y 17' rondas
ante lvkov y Matulovic, descendió a un
+2 y parecía haber perdido toda posibi-
lidad de éxito. Sin embargo, con cinco
\ictorias consecutivas (entre ellas ante
Portisch, que tenía punto y medio de
ventaja sobre él), le ayudaron a recon-
ducir la situación: l. Larsen 15,5 (de
21); 2-4. Geller, Gligoric y Korchnoi 14;
5. Portisch 13,5; 6-8. Hort, Reshevsky y
Stein 13, cte.
Poco después, ahora entre los
Candidatos, logró el primero y pro-
bablemente más espectacular de sus
cuatro triunfos en Wijk aan Zee (enero
de 1968): l. Korchnoi 12 (de 15); 2-4.
Hort, Portisch y Tal 9; 5. Ghcorghiu
8,5; 6-7. Ciric y Matanovic 8, etc.
Su comienzo, (¡8 de 8!), luego 10,5
de 11 (con 4 puntos de ventaja sobre
sus inmediatos rivales}, podría haber
sido envidiado por el mismo Fischer.
Como informaba el semanario 64 de
Moscú, por entonces llegó una carta a
Bclgrado del GM Trifunovic: "Una su-
perioridad así me produce escalofríos
incluso a mí, que soy un viejo zorro
curtido en los torneos. ¿Es posible que
todo el mundo, Korchnoi aparte, se
ha}'a olvidado de cómo jugar al aje-
drez?".
Lo que la prensa europea escribió
fue esto: "Muchas veces antes, nos
hemos hecho eco de las brillantes
\ictorias de Korchnoi. Puede decirse
con certeza que cuando Korchnoi
juega fuera de su país, siempre acaba
primero. Su triunfo en Wijk aan Zcc es
comparable con la ha1.alia de Alckhine
en San Remo (1930)". Al margen de
todas las demás consideraciones, su
éxito fue fruto de un enorme trabajo:
Korchnoi realizó 607 jugadas en el tor-
neo, más que ningún otro participante
(Gheorghiu, por ejemplo, sólo efectuó
345 mO\imicntos).

A pocos les sorprendió que volviese
2 ganarle a Tal. Pero, en mi opinión,
'Cale la pena obsen'll.r la actitud autocrí-
tic:a de Korchnoi al e\'aluar el momento
crucial de la partida.
507
V. Korchnoi-M. Tal
1\ijk ami 7.Rr 1968, s· rrmd11
!~
19 ~e6?! fxe6
·1..as blancas realizaron este cambio
porque no veían el modo de reformr
m posición. Pero tampoco el cambio
debía haber reportado particulares
bmeficios. Después de 19 ... '+li'xe6, las
blancas difícilmente podrían contar
ron ventaja alguna, pues su alfiles no
tic:nen actividad", escribió Korchnoi en
1968. Pero en 1995 añadió, con firme-
= "27 aiios después de haberse jugado
esta partida, debería ser más franco.
En caso de 19 ... 'i!l'xe6, y en vista de la
?ffiOsa situación del alfil de b2, la posi-
ción de las blancas está casi perdida".
:!() c4!
A Tal se le escapó esto.
:!O ••• ~xc4
El ordenador prefiere 20 ... nxc5 21
.Lxe5 l:tcc8, pero según Korchnoi,
después de 22 il.xb8 l:txb8 23 'i!l'b3, ""las
blancas tienen una evidente ventaja
posicional". El alfil de casillas blancas
contra un caballo, la relación de fuer-
zas preferida de Fischer...
VIKTOR E1. Tt:IUUBl.t:
21 .111.xf6 gxf6 22 .bc4 dxc4 23 'iWg4+
whS 24 'iWd4
24 "llfxc4!?
24 .•• \\'fd8 25 "l!fxc4 l:txc5 26 bxc5
'iWd7?1
Era más tenaz 26 ... 'Wd5 (Korchnoi).
27 "l/Vf4
Las negras se rindieron en la jugada
59.
También es interesante el comen-
tario de Korchnoi a su partida con
Ciric (10ª ronda). Después de 1 d4
d5 2 e4 e6 3 li:lc3 i{Jf6 4 i..g5 il.e7 5
e3 0..0 6 .lkl!? h6 7 .ltii4 b6 8 il.xf6
il.xf6 9 cxd5 exd5 10 g3: "No sé si esta
posición se había producido antes,
pero Ciric considera que la jugada 10
g3 y el plan con ella relacionado es
invención mía. Más tarde, varias veces
empleé la variante con 6 llcl, que
resulta muy fuerte contra la Defensa
Tartakower-Makogonov-Bondarevsky.
Para el match de Merano (1981),
en lugar de 7 ... b6, Karpov "con sus
camaradas" preparó la fuerte 7 ...
dxc4!". (partida núm. 573).
Aquel año, Korchnoi finalmente
hizo un buen avance hacia la cumbre,
al ganar sus encuentros de Candida-
tos ante Reshevsky (5,5-2,5) y Tal (5,5-
4,5). Pero entonces perdió frente a
Spassky (3,5-6,5) y, al haberse procla-
mado en la práctica el tercer jugador
del mundo, obtuvo el derecho a par-
ticipar en el ciclo siguiente sin tener
que clasificarse. Tocios estos encuen-
tros fueron comentados en detalle
por los propios protagonistas, en un
espléndido libro publicado en Belgrn·
do, en 1969. Después de su derrota en
la final, Viktor Lvovich admitió que su
oponente había jugado mejor, sobre
todo en el medio juego, y con su pro-
verbial objetividad explicó:
"Para cada oponente, Spassky eli-
ge el arma que no le gusta a su rival.
Creo que cuando se preparó para
nuestro match, bosquejó el tipo de lu-
cha que le convenía a fin de imponer
69
Gary Kasparov - Mis GENIAl.t:S PREDECESORES V

las posiciones y juego que menos me El oponente de Korchnoi en cuar-

gustaban. Para esto le bastó con exa- tos de Final de Candidatos (1971) era
minar una docena de partidas mías el experimentado Efim Geller (véase
contra jugadores con un estilo ele Gel/er: u11a amenaza para los campeones,
espera y comprobar con qué insegu- en el volumen 11). En su primera par-
fidad jugaba contra ellos. Desde lue- tida, empleó su favorita Defensa India
go, en lo que a mí se refiere, ni una de Rey, pero contra Korchnoi no era la
sola vez logré romper la defensa de mejor elección. La posición de Geller
Spassky" (Véase también el comienzo se fue haciendo cada 1·ez más difícil,
del capítulo El ascenso al Olim/Jo, en el cayó en serios apuros de tiempo y en
volumen III). la jugada 36 sobrepasó el tiempo es-
Durante los dos años y medio que tablecido. "Una derrota al comienzo
debían pasar hasta el siguiente ciclo de siempre es desagradable puesto que te
Candidatos, Korchnoi logró toda una sitúa de inmediato en la necesidad de
serie de grandes resultados. A fines de tener que recuperar terreno perdido"
1968 ganó el supertorneo de Palma de (comentario del propio Geller a la con-
Mallorca (con +10 =6, por delante de clusión del duelo). "Quizá este factor
Spassky, Larsen y Petrosian). En 1969 afectaSe al juego de Geller, que se vio
ganó tres torneos internacionales, y en len to, con largos períodos de reflexión
Mallorca compartió el 3". y 4º puestos. en casi todas las demás partidas del
En 1970, sobresalió en el torneo de match", escribieron V. Osnos y G. So-
Rovinj/Zagreb (compartiendo el 2º-5~ sonko, ayudantes del gran maestro de
puestos, detrás de Fischer), y en el 38º Leningrado.
Campeonato de la URSS, en Riga, don- Pero había mucha lucha por delan-
de logró con gran autoridad su cuarta te. En las partidas pares, Gcller sólo
medalla de oro (+12 =8 -1). Y comenzó jugó 1 e4, y Korchnoi sólo empleó la
el año 1971 imponiéndose de nuevo en Defensa Siciliana. En la 2' y 4ª partidas,
Wijk aan Zee. la Variante del Dragón (no sin éxito), y
Sus evaluaciones actuales de sus en Ja 6' y 8' planteó sus "experimentos
propios comentarios a las partidas de Scheveningen". Debo recordarle al lec-
ese período son, como de costumbre, tor que era un encuentro a diez parti-
agudas y autocríticas. Por ejemplo: en das, y tras su victoria en la 7', Korchnoi
su partida con Hübner (de Wijk aan dominaba el marcador por 4,5-2,5. Así
Zee 1971): "Estas notas son más una pues, la 8" partida era prácticamente la
conversación con un periodista que última posibilidad de Gcller de salvar el
un trabajo propiamente dicho, pero encuentro. La tensión nerviosa había
la partida es interesante". O bien, su llegado a su punto álgido.
victoria sobre Spassky (de Palma de
Mallorca 1968), comentario después
de su jugada 20: "Aunque la posición
blanca el\ mcior, \as nei1-as mant\enen
el equilibrio. Después de 20 ... d5 21 508
cxd5 cxd5 22 e5, hay escasas posibili- E. Geller-V. Korchnoi
dades de ganar". Pero ahora admitía MosclÍ J9il
francamente: "Un flojo comentario,
Canditl<1tos, cuartos de final, 8" partida
desde principio a fin. La primera
frase no tiene sentido. ¿Cuál es el Defensa Siciliana (B85)
1·erdadero estado de cosas: están las
blancas mejor o la posición está equi- 1 e4 e5 2 l(Jf3 d6 3 d4 cxd4 4 lt:lxd4 /(Jf6
librada? Pero en la variante indicada, 5 lt:lc3 a6
gracias a la debilidad de los peones
negros en el flanco de dama, las blan- No 5 ... e6 6 g4, como sucedió en la 6'
cas están mejor". partida.
70

6 .lle2e670-01J..e7 8 f4 0-0 9 whl lZlc6
10 il.e3 W/c7 11 a41J..d7
Korchnoi es fiel a su maniobra favo-
rita, aun con la inclusión de a7-a6.
Actualmente, todo el mundo juega Ja
más precisa 11 ... .lk8. Yo mismo Ja he
planteado muchas veces, en particular
en duelos por el campeonato mundial,
con Karpov y Anand (para más detalles,
véase el volumen 11 de la serie Kasjmrov
analiza el ajedm moderno).
12 ILJb3!
Esta retirada se volvió temauca hace
mucho, pues de otro modo sigue la
"maniobra liberadora de Korchnoi":
12 ... lt:lxd4 y 1J..c6, con igualdad. Ahora,
sin embargo, las blancas tienen algunas
ventajas. Pero, aunque parezca menti-
ra, ¡en este punto Geller había consu·
mido ya 1 hora y 35 minutos!
12 ... b6 13 .llf3
"A Ja diversión de flanco 13 g4, las
negras podrían haber respondido con
el contragolpe central 13 ... d5!". (Gu-
feld). Ciertamente, después de 14 e5
ILJe4 15 1Zlxe4 dxe4, las negras tienen
buen juego. Si 16 c3, incluso sería po-
sible 16 ... g5.
13 ..• .1Ud8
Un viejo plan, con Ja maniobra del alfil
a e8, evacuando la casilla d7 para un ca-
ballo. En Ja actualidad, las negras nor-
malmente retiran el alfil a c8, seguido
de .llb7 y ILJd7, pero por entonces esto
se consideraba inusual.
14 't'fe2
Las blancas proyectan llevar a cabo el
plan por entonces de moda, relaciona-
do con Ja preparación e4-e5 y un ata-
que de piezas al flanco de rey. Pero la
jugada moderna 14 g4! es más enérgi-
ca, y le da a las blancas la posibilidad de
cuestionar Ja constmcción defensiva de
las negras: 14 ... .llc8 (ahora, después
de 14 ... d5 15 e5, las negras no pueden
jugar 15 ... ILJe4, mientras que si 15 ...
l!Je8, entonces 16 'i!fe2) 15 g5 ILJd7 16
..tg2, etc.
VJKTOR EL TERRl81.t:
1583
14 ..• 1;.e8 15 il.f2 .l:tdc8!?
Estrategia de espera. "A Geller Je llevó
una considerable cantidad de tiempo
encontrar la solución a estas jugadas"
(Gufeld).
16 il.g3
16 g4!? (Gufeld).
16 .•. ILJd7 17 .l:tadl
O bien 17 1Zld5 exd5 18 exd5 il.f6 19
d.xc6 1Zlc5, con igualdad (Flohr).
17 •.• .\lf6
"Esta jugada me sorprendió, pero si 17 ...
4:lc5, pensaba seguir con 18 e5" (Geller).
Y si 18 ... d5, entonces 1915! con un fuer-
te ataque. Por ejemplo: 19 ... 1Zlxb3 20
cxb3 il.c5 21 fxe6 fxe6 22 lt:lxd5! exd5 23
.llxd5+ wh8 24 'i!ff3, etc.
18 e5! dxe5 19 fxe5 il.e7
El peón de e5 es intocable. Después de
19 ... ILJdxe5 (19 ... .llxe5? 20 il.xc6 es
peor) 20 .llxc6 .ltxc6 21 .l:tfel! 'i!fb7 22
.llxe5 il.xe5 23 ~xe5 il.xg2+ 24 ~g 1,
las blancas transformarían en victoria
su pieza de ventaja.
20 llld4
Se sugirió que con 20 il.xc6 'i!i'xc6 21
ILJd4 las blancas también habrían con-
servado una posición de ataque, aun-
que aquí las negras podrían lograr Ja
igualdad con 21 ... 'i'fb7I y 1Zlc5.
20 •.• ILJxd4
20 ... li:lc5 21 b4!? (Gufe!d).
21 .l:txd4 .l:ta7 22 llg4!
Entre los analista~ se suscitaron ardientes
debates en tomo a 22 lZld5!? exd5 23 e6.
71
Gary Kasparov - Mrs GENIAi.ES PREDECESORES
En opinión de Flohr, "con este sencillo
golpe táctico las blancas podrían haber
abierto la posición a su favor".
Como evidencia, se incluían las siguien-
tes líneas: 23 ... 'Wc5 24 lhd5 'i!Vxc2
(después de 24 ... 'i!Vc4 25 exd7 J:!.xd7 26
'ifxc4 J:!.xc4 27 J:l.xd7 il.xd7 28 Xl.d5, o
bien 25 ... il.xd7 26 'illt'xc4 J:l.xc4 27 J:!.fd l
il.e8 28 J:!.5d2 .lll.g5 29 J:!.e l ! J:l.c8 30 J:l.d5
il.e7 31 a5, las blancas tienen mejor
final) 25 ex17+ .lll.x17 26 'fixe7 il.xd5
27 ii.xd5+ Wh8 28 il.e5 "con ataque
decisivo" (Gufeld), aunque después de
28 ... lüf6! 29 W/xa7 'i!Ve21 30 J:!.bl 'il'xe5
31 'illt'xa6 J:!.e8 32 .Í'i.f3 'tli'xb2!, la posición
es tablas.
Se diría que la inmediata 23 ... 'i!fxc2
también es jugable: 24 exf7+ il.xf7 25
'f!Jxe7 'fN c5 26 Wih4 lüffi! 27 .lll.f2 :tac7,
etc.
Geller eligió una continuación que
fue bastante más desagradable para
las negras, pero aquí le esperaba otra
sorpresa.
1584
22 ••• h5!
Una jugada que nos trae reminiscencias
de la partida cori Suetin (partida mím.
506), sobre tocio porque aquí las negras
no tienen el mal caballo de e8. "Una de-
fensa así es típica del estilo ele Korchnoi
en general, pero aquí es objetivamente
la mejor posibilidad, aunque vulnera
un conocido axioma, a saber: no deben
avanzarse peones en el flanco en que
uno está más débil" (Gufelcl).
En opinión de Flohr, un gran maestro
de estilo clásico, "con 22 ... lüfB la~ ne-
gras habrían conseguido una posición
72
V
perfectamente segura, y después de
23 h4 se habría producido una lucha
complicada". Sin embargo, la evalua-
ción de Gufeld (segundo ele Gcller) es
más precisa: "En todas las variantes, las
blancas tienen una fuerte iniciativa, y
amenazan con intensificar la presión
con h4-h5".
23 l:te4 g6
"Después de 23 ... h4 24 ~.f2, las negras
tienen una dificil posición" (Gufeld).
Korchnoi plantea a su rival (por otra
parte apurado de tiempo) un difícil pro-
blema psicológico: el ataque blanco debe
arroparse con sacrificios. Gcller se sumió
ahora en una reflexión agónica.
24h3
Los comentaristas condenaron de for-
ma unánime esta jugada, calificándola
con un signo de interrogación. "Es
sorprendente que un espléndido tác-
tico como Geller opte por un compás
de espera y rehuya el cuerpo a cuerpo,
cuando disponía de una excelente
oportunidad con 24 il.xh5!? gxh5 25
J:!.ffi!, y hasta para el gran Korchnoi
sería difícil encontrar una defensa"
(Flohr). ¡Dificil, pero posible!
1585
Diagrama ele análisis
Es malo, por supuesto, 25 ... .Í'i.xffi? 26
exffi ii:lxffi (un sacrificio de dama fon.a-
do: 26 ... f!l'c5 27 J:!.g4+! wffi 28 'Wd2, o
bien 27 ... wh8 28 J:l.c4!) 27 .lll.xc7 lüxe4
28 il.xb6 lüxc3 29 bxc3 J:!.cl7 30 'f!ixh5 f6
(30 ... J:!.xc3 31 'ffg4+ wh7 32 il.d4) 31
'ffe21, y las blancas deberían poder ma-
terializar sus dos peones ele ventaja, o
bien 25 ... 'l:Wd8? 26 'ff'xh5 IOIB 27 J:!.h6!
lüg6 (27 ... f5 28 J;lh8+ @g7 29 "ili'h6+
@!7 30 J:l.h4! Gufeld) 28 l:tg4 .ltffi 29
 VIKTOR EL T>'.RRIBLF.

exf6 'i!l'xf6 30 J..12!, con ataque irresisti- 2) 26 \!fxh5 dxe4! 27 ffg4+ wIB 28
ble. No obstante, las negras disponían 'ft'h5! il.g5! 29 e6 (no 29 'tll'xg5? 'tll'c6 30
de defensa y, por lo que parece, no sólo l'lf6 'i!l'xa4 31 h3 l:l.c5!, o bien 31 tfh6+
de una: we7 32 'til'h4 lt>d8 33 b3 'l'fb4! 34 l::Xf7+
lt>c7 35 e6+ wc6, y gmian) 29 ... 1Lle5
1) 25 ... 'i!l'c5 (Korchnoi) 26 llh6!? (la
30 e7+! lt>g8! 31 'i!l'xg5+ lilg6 32 .ltxc7
juga?a de Gufeld 26 llg4+ no repor-
l'lcxc7 33 a5! (33 h4 l:l.c5!) 33 ... bxa5!
ta nmguna ventaja en vista de 26 ...
(ahora 33 ... l:l.c5? permite 34 axb6!
hxg4 27 'Wxg4+ 'it>h7 28 ILJe4! lilxf6! 29
l:lxg5 35 bxa7 ~c6 36 a8'l!f+ il.xa8 37
ILJxf6+ Axf6 30 exf6 'i!l'IB, o bien 29 exf6
e8'i!Y+) 34 h4 l'lxe7 35 h5 lle5 36 l:!f5
il.IB! 30 'i'Nh4+ lbg6 31 lilxc5 bxc5, con
l'lxf5 37 "i!fxf5 l:l.e7! 38 hxg6 e3 39 gxf7+
tablas) 26 ... f:J! 27 exf6 il.xf6 28 llxe6
il.xf7, y el fuerte peón pasado garanti-
"l!l'IB! 29 ILJd5 'l!i'xh6 30 ILJe7+ il.xe7 31
7.a las tablas a las negras: 40 'ti'xa5 (40
llxh6 il.IB 32 l:l.e6 il.f7, con suficiente
'ltg4+ lbf8 41 'l!fe2 il.c4!) 40 ... e2 41
compensación por la dama.
'lWel il.g6 42 c4(3) il.d3.
2) 25 ... ILJfS! Una típica maniobra
Después de 24 .lil.xh5 gxh5 no parece
defensiva, creando un punto fuerte en
~aber una continuación de ataque deci-
g6 apoyado por el pe6n de f7 y el alfil
siva para las blancas, pero durante varias
de e8: 26 't'fxh5 ILJg6 27 l:l.g4 (27 l:l.f3
jugadas la mnenaza de sacrificio del alfil
'iWd8 28 il.e 1 f51 29 exf6 il.xf6, o bien
sigue en el aire. Para correr ese riesgo se
28 ... il.f8 29 llh3 f5! no es mejor para
requiere un considerable coraje por par-
las blancas) 27 ... il.xf6 28 exf6 'i!l'd8 29
te del ju&3?ºr que conduce las negras.
il.e5 Wid2! 30 h3 lk5! 31 'it>h2 il.c6, con
lncl~o dina el valor del equilibri5ta que
ventaja negra, o bien 26 llh6 ILJg6 27
camma sobre la cuerda floja, al que un
'Wxh5 il.IB 28 l:l.h7 J..g7 29 il.h4 (nada
solo paso en falso puede llevarle al desas-
se consigue con 29 l:txg7+ wxg7 30
tre. Pero Korchnoi percibió claramente
~h4 f5! 31 exf6+ Wg8) 29 .....be5 30
que su adversario se encontraba en
.ltg3 1l.xg3 31 hxg3 f5!l (también una
estado de agitación neiviosa y que, por
defensa típica) 32 l:l.xc7 :Ca.xc7 33 ILJd5
tanto, le resultaría especialmente dificil
(no hay otra cosa) 33 ... fxe4 34 ILJxc7
tomar decisiones drásticas relacionadas
.:::txc7, y son las blancas quienes tienen
con el sacrificio de material.
que Juchar por las tablas.
24 ••• il.f8
Habría que decir que, además de la te-
mática 25 .l::f6!? (¡bloqueando el peón Otro momento interesante. Gcller de
de íl!), las blancas disponen también nuevo tuvo que pensar mucho.
de 25 1Lld5!? (después de 25 'ft'xh5? f:)!
26 \!fh6 li:lf8, sus esperanzas se desva- 1586
nece?) 25 ... exd5, con complicaciones
muy mteresantes:
1) 26 l:!g4+?! (26 e6? fixc2, o bien 26 ...
dxe4! 27 il.xc7 l'laxc7) 26 ... hxg4 27
'iWxg4+ lt>f8 28 'iWh5! J..g5l 29 e6 (des-
pués de 29 'i!fxg5?!, existe una bonita
defensa: 29 ... 'ft'c6! 30 l:l.ffi 'i!l'xc2 31
'iWh6+ wg8! 32 'iWg5+ 't'fg6!) 29 ... ILJe5
30 e7+ wxe7 31 'tll'xg5+ ~d7 32 il.xe5
'tWxc2 33 il.g3! (33 'tll'g4+? 'it>d8 34 'i!l'g5+
.:te7 35 il.d6 'i!l'e2, gm1ando) 33 ... l:l.c6!
25 i..h2
34 1l.h4 Wc8 35 'tli'd8+ lt>b7 36 Wfxe8
!!.c7 37 il.g3 l'la8 38 'i!l'e5 l'ld7, y las ne- Por alguna razón, nadie mencionó
gras conservan \a ca\i.dad de vemaja y aquí 25 .fl.xh5\"? gxh3 25 .t.h4\, con \a
posibilidades de ganar. amenaza il.f6 (y si 26 ... ILJc5?, entonces

73
Gary Kasparo\' - Mis Gt:SIAl.ES PRt:or.ct:SORES \'
27 l:tg4+!!), a pesar de que el sacrificio
hubiera planteado a la~ negras proble-
mas más difíciles que en el tumo ante-
rior. Después de 26 ... 15 27 exf6 fl.17
28 l:tf3, el ataque blanco parece más
peligroso. Consideremos también las
posibles jugadas de dama:
1) 26 ... 'l!fb8 27 il.f6 tt:lxf6 28 l:txf6 fl.g7
29 'ffxh5 l:tc5 30 'ffg5 wIB 31 b4! .11l.xf6
(31 ... l'lxc3? 32 l:tg4) 32 'l!í'xf6 l:txc3,
y aunque después de 33 l:th4 l:tg3 34
l:th8+ l:tg8 35 'i'{{h6+ we7 36 l:txg8 l:ta8,
o de 33 wh2! l:te3! (de otro modo,
l:th4) 34 l:txe3 l:td7, las negras tienen
un alfil por dos peones. su defensa es
difícil pues el peón pasado h puede
tener la palabra decisiva.
2) 26 ... '@'c5! 27 l:tf3! il.h6 (27 ... .ltg7?
28 l:g3, con la amenaza l:txg7+! y
'ffxh5) 28 l:tg3+ 9.>h7 29 il.g5! 'l!í'IB 30
l:tf4 l:tc5 31 tt:le4! (31 'ffxh5 f6!) 31 ...
l:txe5 32 tt:lf6+ illxf6 33 'Wxe5 tt:ld5 34
l:th4 f6 35 'Tlí'e4+ .ág6 36 hh6 'l!í'xh6 37
'l!í'xe6, y las blancas, una vez recupera-
do el material, conservan Ja iniciativa.
Después de que Geller descartase el
sacrificio de pieza, las negras logran
consolidar su posición y la batalla con-
tinúa a un ritmo más mesurado sin ale-
jarse de los límites de una aproximada
igualdad.
25 •.• ~g7 26 l:te3 tt:lc5 27 'l!í'el
·¿Por qué ceden terreno las blancas?
También aquí 27 il.xh5 gxh5 28 l:tf6
les habría dado un ataque irresistible"
(Gufeld). Sin embargo la fría 28 ...
li:ld7! 29 'l!í'xh5 tt:lffi y tt:lg6 (¡una ma-
niobra familiar!) para el ataque y, por
consiguiente, es más fuerte 28 .!l:g3! Por
ejemplo: 28 ... wIB 29 .!l:g5! ~c6 (29 ...
li:lxa4 también es insuficiente, por 30
'lll'xh5) 30 l:txg7! Wxg7 31 '+'Hxh5 l:td7
32 '+'Hg5+ wra 33 'i!i'h6+ wg8 34 :r4, º
bien 33 ... we7 34 "ffffi+ wIB 35 .11l.f4,
con mate.
"Cierto que las negras pueden jugar
27 ... tt:lxa4, y las blancas apenas tienen
una mínima ventaja", añade Gufcld.
Pero, según el ordenador, aquí las
74
posibilidades de los dos bandos son
iguales.
27 ..• ..tc6 28 .<Lxc6
"O ahora o en la siguiente jugada,
era esencial j/.xl15, cuando el cuadro
distaría de estar claro" (Flohr). Sin
embargo, era ya demasiado tarde para
28 .li'.xh5?! Por ejemplo: 28 ... gxh5
29 'ffh4 'iil'd8 (29 ... We7!?, con idea
de tt:ld7-f8-g6) 30 '&xh5 'lli'd2! (30 ...
tt:lxa4!) 31 l'lg3 (31 l:te2 'ffh6, y ganan)
31 ... 'Tlí'xc2 32 a5 tt:le4! 33 l:tg4 (si 33
l:txg7+ wxg7 34 'i!fg4+ wIB 35 axb6, en-
tonces 35 ... 'Wf2!!) 33 ... tt:lxc3 34 axb6
.!l:b7 35 bxc3 'ffh7! 36 'Wg5 llxb6 37
'ffffi llb7, y las negras ganan.
28 ... 'Wxc6 29 'Wb4 l:td7 30 l:tef3 b5!
"Korchnoi lanza un contraataque. En
el flanco de rey los acontecimientos se
han calmado y, como a menudo sucede
en la Defensa Siciliana, la lucha se de-
cide en el flanco de dama a fa,•or de las
negras" (Flohr).
31 axb5 a.xb5 32 b4?!
"Un decisivo error posicional" (Gu-
feld). Esto probablemente sea una
exageración, aunque, desde luego, era
más correcto 32 .\i.g3, con juego más o
menos igualado.
1587
32 ... ILJd31 33 llle4
Debido a la situación del match, Geller
necesitaba conservar algunas compli-
caciones, y con su bandera a punto de
caer evita Ja deprimente 33 l:txd3 l:txd3
34 cxd3 '&xc3, pues con su alfil malo y
peones débiles el límite de los sueños
blancos son las tablas: 35 'We4 l:tc7, o

bien 35 t+'e7 'ifc7! 36 lhf7?! (36 'i§'d6
~f8) 36 ... t+'xe7 37 l:!xe7 lkl+ 38 .ilgl
~xe5 39 llxe6 .lll.d4 40 lhg6+ wf7, etc.
33 ..• '!Wxc2 34 li:lf6+?
"Esto equivale a la capitulación. Era
esencial 34 lüd6, y las negras tendrían
que elegir entre sacrificar calidad con
34 ... J::lc4, o bien lo que es más fuerte,
atacar con 34 ... l:!a8, seguido de l:ta2"
(Flohr).
La segunda sugerencia es dudosa en
vista de 35 ILJxf7! l:!a2 36 'Wg5 lüxb4?!
37 Agl!, pero 34 ... l:!c4! (34 ... lüxe5
35 ~e5 ~xe5 36 lüxc8 "l!l'xc8, es igua-
lado) 35 iLixc4 t+'xc4 36 "l!l'xc4 (36 "l!l'g5
t+'xb4 37 t+'e3 Wt'c5!) 36 ... bxc4 37 l:l.al
(no 37 b5? c3) 37 ... lilxb4 (37 ... lilxe5
38 l:!c3!) 38 l:!c3 lüd3 39 l:!xc4 iLixe5
habría dejado a las negras con una ven-
taja simbólica.
34 ••• ~6 35 exf6 l:!d5
Parando fácilmente la única amenaza
't1g5-h6.
36 l:!e3 t+'c4
36 ... t+'d2!
37 "l!fg3?
El último tropiezo, en apuros de tiem-
po. Sin embargo, después de 37 l:!e4,
tanto 37 ... li:lf2+ 38 l:txf2 l:!dl+ 39 ~gl
"l!i'cl (Flohr), como 37 ... t+'c3! 38 ~g3
l::C4 ó 38 'Wg3 l:!f5 39 l:!xf5 exf5 40 l:te2
f4, habrían sido decisivas.
37 ••. h4
Aquí Geller superó el límite de tiempo
(¡por tercera vez en el match!), y Kor-
chnoi g-.mó el encuentro por 5,5-2,5.
El encuentro de semifinales con
Petrosian fue increíblemente duro,
viscoso y nada espectacular: nueve ta-
blas y una victoria para el excampeón
mundial. Lu apuestas eran elevadas,
como nunca antes lo habían sido: ¿cuál
de las estrellas soviéticas podría enfren-
tarse con éxito al incontenible Fischer
en la final? Petrosian no era capaz de
hacerlo. Sin embargo, por entonces es
improbable también que Korchnoi hu-
biese podido contener al americano.
VtKTOR EL Tt:RRlRl.F.
En un relato satírico neoyorquino,
l"vfatc/1 en/re ems, publicado en la revista
64, grandes jugadores del pasado se
enfrentan con jugadores contempo-
ráneos nuestros, y cada uno de ellos
elige un oponente de estilo similar.
Korchnoi resulta emparejado con ...
¡Emanuel Lasker! Una comparación
muy apropiada. Después de todo, el
propio Korchnoi escribió en una oca-
sión: "En su tiempo, Lasker observó
que con fuerzas iguales en el tablero la
partida rara vez es in te re san te y suele
terminar en tablas. Al jugador que no
le gustan las tablas (y yo soy de éstos)
debe alterar de algún modo el equili-
brio. O bien sacrifica algo a fin de apo-
derarse de la iniciativa, o bien permite
que su oponente ataque, creando así
algunas debilidades en su posición que
a continuación espera poder explotar.
Me gusta inducir¡¡ mi oponente de esta
forma". Esto se parece mucho a la for-
ma de jugar de Lasker.
Esta continuidad también queda
reflejada en pequeños detalles, como
el comentario de Korchnoi a su partida
con Giorgadze (Batumi 1999), en la
que después de 1 d4 d5 2 c4 e6 3 li:lc3,
su oponente respondió 3 ... .ab4: "No
valoro mucho esta jugada. La ~ieja
regla 'desarrolle sus caballos antes', ins-
tituida por Lasker hace cien años, sigue
estando vigente".
Antes y después de la escapada
Fue precisamente por entonces
cuando comenzó la rivalidad de Kor-
chnoi con el joven Anatoli Karpov, en
rápida progresión. Se habían encontra-
do en 1969, cuando Karpov se trasladó
a Leningrado y pasó a ser su entrena-
dor regular el gran maestro Semion
Fumian, que había trabajado muchos
años con Korchnoi. La primera partida
selia entre ellos, en el Campeonato de
la URSS de 1970, finali7.ó con derrota
del debutante que extrajo una útil lec-
ción de la misma: "Después de analizar
el curso de la partida, comprendí que
antes de las partidas con Korchnoi no
debía confiar en las recomendaciones
75
Gary Kasparov - Mis GENIALES PRt:DECESORt:s V
de aperturas de Furman. Durante los
años de su colaboración, Korchnoi ha-
bía estudiado a Funnan y podía intuir,
casi sin errores, no sólo la apertura sino
también la línea de juego exacta que se
produciría en la partida. ¡Cuantas veces
me he dado cuenta de esto! Pero luego
ya no era capaz de cogerme despreve-
nido porque, tras escuchar a mi entre-
nador, seguía mi propio camino".
Pero en 1971, poco antes de su
encuentro de Candidatos con Geller,
Viktor Lvovich jugó un match de en·
trenamiento con Karpov (para Korch-
noi ésta era una fonna contrastada de
prepararse: en 1970 su esparrin había
sido Bronstein, en 1973 Hübner, y en
1976 Timman). En cinco de las seis
partidas, Karpov llevaba blancas y en
una negras. El resultado de esta feroz
batalla doméstica fue de 3-3 (+2 =2-2).
¡Un excelente curso intensivo para el
gran maestro de 20 años! Sin embar-
go, en opinión de Karpov, "Korchnoi
también se benefició del match, pues
tras realizar algunas correcciones en
su preparación, aplastó a Geller prác-
ticamente sin concederle la menor
oportunidad".
Pronto ambos rivales se intercam-
biarían golpes más duros: a tres ron-
das del final del Memorial Alekhine
(1971 ), Karpov ganó la partida, con-
virtiéndose en uno de los vencedores
del torneo, mientras que Korchnoi se
impuso en la partida decisiva en la pe-
núltima ronda de Hastings (1971-72),
donde con 11 de 15 compartieron el
primer puesto.
No sólo Hastings, sino todo el año
1972 resultó ser muy duro para Kor-
chnoi: "No hay un solo torneo en el
que haya jugado suelto", admitió en
una entrevista para 64. "Me 'i obligado
literalmente a hacer lo imposible para
lograr mis objetivos. Mis resultados
fueron decentes, pero inferiores a los
de 1969, que considero mi mejor año"
(probablemente, incluyendo también
Palma de Mallorca, disputado en di-
ciembre 1968).
No obstante, para el Torneo lnter-
zonal ele Leningrado (mayo-junio de
76
1973), Korchnoi llegó en excelente
fonna, ¡y comenzó con 8 de 9! (ano-
tándose unos sustanciales 4 puntos de
5 partidas ante sus compatrioms, pues
debido a los emparejamientos obliga-
torios los participantes soviéticos se
enfrentaban entre sí en las primeras
rondas). En principio, sus mayores ri-
vales en la lucha por las tres plazas pa-
ra la fase de Candidatos eran Larsen,
Tal y Karpov.
Tal, sin embargo, comenzó con
unas tablas y tres derrotas, y en la sexta
ronda perdió también ante Korchnoi
después de una modesta apertura: 1
Cf3 Cf6 2 c4 b6 3 g3 c5 4 Ag2 Ab7 5
0-0 g6 6 b3 Ag7 7 Ab2 (más tarde, este
planteo fue bautizado como Apertura
de los Cuatro Alfiles). Pero Larsen,
que ardía en deseos de rehabilitarse,
tras la demoledora derrota en su en-
cuentro con Fischer (véase La batalla
de Denuer en el volumen IV), inmedia-
tamente se hizo notar y tomó la cabe1.a
con un espectacular comienzo: i5,5 de
6! En la séptima ronda hizo tablas y
fue alcanzado por Korchnoi. Al día si-
guiente se enfrentaban los líderes, y la
partida tuvo una gran influencia sobre
el curso ulterior del torneo.
509
B. Larsen-V. Korchnoi
Leningrado 1973
Tomeo hiterwnal, 8ª ronda
Apertura Inglesa (A20)
1 c4e52g3
2 illc3 permite esquemas con il..b4, pe-
ro ahora las negras pueden emprender
acthidad en el centro.
2 ... c6 3 4:\f3
Es más prometedor 3 d4 (el propio
Korchnoi jugó así en un match con
Bacrot ¡en 1997!), pero Larsen juega
la apertura a su modo predilecto, pro-
vocando e5-e4. Previamente se había
sentido muy cómodo en tales esquemas
no estándar.

3 ••• e4 4 'Lld4 d5 5 cxd5 \Wxd5!?
"Paul Keres normalmente prefería 5 ...
ad5, ó 5 ... ltlffi 6 ltlc3 '!Wb6 7 ltlb3
ad5. En dos ocasiones no fui capaz de
lograr ventaja contra él. Aun así, en mi
análisis casero le consagré más úempo
a 5 ... it'xd5" (Korchnoi).
6~b3
O bien 6 ltlc2 ILJf6 7 Ag2 1ll'h5 8 h3
Vg6 9 ILJc3 Ad6, con igualdad (Sha-
mko\'ich-Bronstein, Moscú 1970). En
comparación con la posición resultante
con la conocida varian Le 1 e4 c5 2 c3
~ 3 e5 tt:ld5 4 d4 cxd4 5 tfxd4, donde
5 ... e6 se considera lo mejor, Korchnoi
dtclara que 6 e3, en vez de 6. ILJb3, es
mis prometedor. Pero tampoco esa ju-
gada debería molestar a las negras: 6 ...
~ 7 1Llc3 'lWe5 8 Ag2 il.c5 9 ltlb3 ..11l.b6
10 f3 (10 d4 excl3) 10 ... exf3 11 'iWxf3
Vf5, con igualdad (Hübner-Korchnoi,
Solingen 1973, match, 7").
6 _ ll:\f6
Posteriormente, se ensayó 6 ... ..111.15!? 7
~ ~d7, con igualdad.
¡ ~g2
En caso de 7 lüc3 'i!!i'h5 8 d3?! exd3 9
Wxd3 ILJa6!, las negras tienen un exce-
knte juego (Larsen-Gulko, Hasúngs
1988-89).
7 -· 'ill'h5
C.on idea de 8 ILJc3 .i.h3!
8h3
Korchnoi piensa parar la recomenda-
ción de lgor Zaitsev, 8 'lifc2, tanto con
la aguda 8 ... Ah3 9 il.xe4 ILJxe4 10
1rxe4+ J;.,e7 11 ILJc3 ILJd7, con compen-
sación por el peón, como con 8 ... il.f5
9-tJd4 Ag6 10 'l!i'b3 b6, con igualdad.
8 •.• '1Wg6 9 1Lic3 IObd7
Como más tarde se pondría de relieve,
oia jugada no es la más precisa. Era
mejor 9 ... 1Lia6!, dejando abierta la dia-
gcmal para el alfil de c8 y amenazando
:m posible IOb4.
\lfKTOR EL Tt:RRllll.E
JO 'lifc21
"Esta jugada conduce a una posición
con alguna ventaja blanca. Me preocu-
paba más 10 0-0 $.d6 11 d3 exd3 12
e4", escribe Korchnoi. Ante el tablero,
calculó la variante 12 ... ltle5! 13 f4?
'+li'xg3 14 fxe5 Axe5?!, y no vio la res-
puesta 14 ... .txh3! 15 \\ff3 '+li'xg2+ 16
'llí'xg2 .lll.xg2, que habría situado a las
blancas al borde de la derrota: 17 l:txffi
gxffi 18 exd6 .l:tg8 19 Wf2 h5!, o bien 17
~xg2 .áxe5 18 l:tf5? ! (es más tenaz 18
.i.g5) 18 ... ILJg4!, etc.
Debo decir que 13 Wh2? (en lugar de
13 f4?) también es mala: 13 ... h5! 14 f4
h4 15 g4 il.xg4!, con un fuerte ataque
de las negras. Se diría que las blancas
deben jugar aquí"l3 ..11l.f4 0-0 14 Axe5
Axe5 15 'i!l'xd3, pensando sólo en la
igualdad.
10 •.. e3 11 'lli'xg6 exf2+!
Después de 11 ... exd2+?! 12 il.xd2
hxg6, la tarea de las negras es más di-
fícil.
12 ~f2 hxg6 13 d4
"Las blancas se lanzan a una lucha
abierta. El centro de peones que
ahora erigen es el punto fuerte de su
posición, pero también requiere una
constante defensa. Era de considerar la
modesta 13 d3" (Korchnoi).
13 •.• ILJb6 14 e4 ..lll.e6
Korchnoi esperaba, obviamente, poder
presionar sobre los peones de e4 y d4.
Después de todo, había tenido éxito
con contraataques similares en la De-
fensa Grünfcld. También aquí queda
jusúficado ese plan, aunque no sin la
colaboración de Larsen.
15 .áf4
A conúnuación, se jugó 15 /Uc5 0-0-0?!
16 lüxe6 fxe6 en la partida Smagin-
Naumkin (Mosct1 1984), y en este mo-
mento 17 e5!, con idea de .íi.e4, habría
dado a las blancas una considerable
ventaja. Por consiguiente, lo correcto
era 15 ... .lll.xc5 16 dxc5 ILJc4, y puesto
que el alfil blanco aún no ha llegado a
77
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
f4, el caballo negro adquiere un exce-
lente puesto en e5.
1588
15 ••• il.b4
Reservándose la opción del enroque
corto. 15 ... 0-0-0?! habría excluido
16 ILJc5?, en vista de 16 ... l:l.xd4, pero
además de la tranquila 16 l:tadl, ha-
bría permitido la aguda ruptura 16
d5!? cxd5 17 l:tacl o;l;>d7 18 l:tcd l! wc8
19 .!LJb5 l:td7 20 ILJxa7+ Wd8 21 ILJb5.
Puede que esto no fuese malo para las
negras, pero estaremos de acuerdo en
que una carrera así con el rey parece
muy desagradable y arriesgada, sobre
todo en una partida tan importante.
16 ILJc5!
Esto no sólo "parece muy fuerte", jsino
que cie11amente lo es! Sin embargo, las
blancas habrían conservado también
cierta iniciativa con 16 l:tacl (Osnos)
16 ... ILJh5 (16 ... 0-0-0? 17 d5; 16 ...
iJ..xb3?! 17 axb3 0-0-0 18 d5!) 17 il.e3
ILJc4 18 d5, o bien 16 l:tadl 0-0-0 (des-
pués de Ja jugada de Korchnoi, 16 ...
l:!.d8, de nuevo es bueno 17 ILJc5!) 17
g4, y si 17 ... l:the8, entonces 18 d5! ·
16 ••• 0-0-01
Lo más adecuado: desarrolla y defien-
de el peón. No era tan bueno 16 ... l:tc18
17 e5!, ni tampoco 16 ... iJ..xc5 17 clxc5
ILJbd7 18 iJ..d6 (Korchnoi).
17 ILJxe6!
"Jugado sin indecisión. Envidio a la
gente que pasa por la vicia sin la som-
bra de una duela acerca de adonde
quieren ir" (Korchnoi). Aunque en
esta. situación concreta, no había parti-
78
V
cu lar elección: 17 :tac! l l:!.xcl4! ó 17 a3
iJ..xc5 18 dxc5 ILJc4 no podrían satisfa-
cer a las blancas.
17 •.• fxe6
En opinión de Korchnoi, las negras
tienen ahora alguna ventaja: sus uiun-
fos son las amenazas sobre la recién
abierta columna f y las debilidades en
la posición enemiga (en especial, el
peón ele g3). Sin embargo, también las
negra~ tienen debilidades evidentes:
los peones de e6, g6 y g7. Las blancas
no sólo tienen una mejor estructura,
sino también los dos alfiles, y el de casi-
llas claras pueden entrar en juego con
gran efecto. Cierto que, a causa ele la
inseguridad ele su rey, deben jugar con
mucho cuidado, y Larsen no acierta a
resolver este problema.
18 a3?!
Un error que nadie percibió en sumo-
mento. Era mucho más fuerte 18 ILJe2!,
y si 18 ... l:thfB, entonces 19 h4, con una
clara ventaja. Por ejemplo: 19 ... ILJh5
20 il.h3, o bien 19 ... ILJc4 20 b3 ILJcl2 21
e5 ILJc15 (21 ... ILJh5 22 we3) 22 :tacl ! Es
mejor jugar 18 ... ILJh5. a fin de que tras
19 :tad 1, 1uch ar por las tablas con 19 ...
ILJxf4 (no 19 ... :thfB 20 iJ..f3, o bien
19 ... ILJc4 20 iJ..cl e5 21 b3!) 20 li:lxf4
l:the8 21 h4 llxcl4!? 22 llxd4 iJ..c5 23
J:hd 1 e5 24 .0.h3+ wb8 25 ILJe6 .~.xc14+
26 ILJxd4 exd4 27 l:txcl4 c5 28 llc16 :lxe4
29 llxg6 l:te7. Pero también aquí son
mejores las posibilidades ele las blancas,
pues con juego en ambos flancos, el
alfil domina al caballo (¡Fischer proba-
blemente habría jugado este final hasta
quedar con los reyes desnudos)).
18 ••• iJ..e7 19 lladl IthfS
19 ... ILJc4?! 20 iJ..cl c5 es impreciso,
en vista de 21 cl5 llhIB 22 we2 li:lh5 23
lld3, y la posición blanca es mejor. Las
negras no tienen posibilidades de desa-
rrollar la iniciativa. Pero ahora se ame-
naza g6-g5. Se ha llegado al momento
crítico de la partida.

1589
20 we2?
Un imperceptible pero serio error que
pierde un tiempo muy importante. "En
caso de 20 .il.!3, la variante 20 ... ii:lc4
21 il..cl llxd4 ó 21 ... e5 habría ganado
en fuerza" (Korchnoi). 21 b3 liJxa3 22
d5! es más enérgico, pues Ja actividad
de Jos alfiles blancos compensaría Ja
pérdida del peón.
Pero la inmediata 20 h4! sin duda era
Ja mejor jugada. Por ejemplo: 20 ...
liJh5 21 il.h3 lllxf4 22 gxf4 llxf4+ 23
wg3! (defendiendo el peón ele h4)
23 ... lldf8 24 .be6+ wc7 25 lld3, y la
posición es de equilibrio dinámico.
20 ... liJc4!
Una fuerte jugada intermedia que
plantea grandes problemas a las blan-
cas. Qui1.á Larsen esperaba 20 ... illh5
21 il.f3! illxf4+ 22 gxf4 %%xf4 23 il.g4,
con un juego más o menos igualado:
23 ... wd7 24 d5 %%df8 25 wd3, etc.
21 h4?!
"¡Un excelente recurso de contraata-
que! Esta jugada, con idea de il.h3 y
atacar al rey negro, no era Jo que yo
esperaba" (Korchnoi). Pero lo que una
jugada ames hubiera causado graves
problemas a las negras, ahora no se Jos
causa sino a las blancas. Sin embargo,
Larsen tenía una difícil elección: 21
il.cl?! illh5 22 lld3 c5! (Zaitsev) 23
dxc5 (23 d5? ii:le5) 23 ... il.xc5, o bien
23 b3 cxd4 24 bxc4 dxc3, con ataque
sobre las ca~illas negras. Tampoco es
agradable entregar un peón con 21 b3
ILJxa3, pero ésta era, objetivamente, Ja
mejor posibilidad.
0
\lJKTOR k.1. hRRllll.F.
21 ... liJh5!
Bonito e inesperado. Las negras inician
un contraataque desembarazándose en
primer Jugar del peligroso alfil de f4.
21 ... illxb2!? se sugiere por sí solo. A
Korchnoi no le gu.staba 22 l'lbl il.xa3
23 il.h3 llxd4 (23 ... llfe8 24 d5) 24
il.xe6+ llld7 (?: C. K.) 25 il.e5 c5 ( ?:
G. K.) 26 il.xd4 cxd4 27 illb5, ganando,
pero las negras podrían haberse defen-
dido con 25 ... l'lxf2+! 26 wxf2 ILJd3+
27 We3 liJ3xe5 y, por Otra parte, una
jugada ames podrían haber conserva-
do una clara ventaja, con 24 ... wd8! 25
il..e5 l'lb4 26 il..d6 %!.e8!, etc.
La elección de Korchnoi da fe de Ja
evolución de su estilo: mientras que an-
tes prefería sufrir por un peón, ahora
no deja escapar Ja ocasión de apoderar-
se de Ja iniciativa, incluso con ayuda de
un sacrificio de calidad.
22kh3 %!.xf41
¡Una brillante réplica!
1590
23 il.xe6+?
El abrupto cambio de escenario de-
sestabiliza a Larsen. "Esta jugada fue
hecha a partir de un sentimiento con-
tradictorio, muy desan-ollado por mu-
chos grandes maestros. Responde, por
así decir, a este razonamiento: 'No Le
permitiré, querido oponente, que me
lleves por tu variante. ¡Tengo mi propio
camino!'" (Korchnoi).
Era fundamental, por supuesto, 23 gxf4
illxf4+ 24 @f3 tllxh3! (es más flojo 24 ...
l'lfS 25 @g3!) 25 l'lxh3 ILJxb2. Esta es la
mejor ruta para las negras, pero sólo
7g
Gary Kasparov - Mis GESIALES PRt:Dt:CESORES
fue descubierta por Korchnoi muchos
años después. Podría seguir:
1) 26 l:td2? ILJc4 27 l:tdl Axa3! (la re-
comendación de Korchnoi, 27 ... e5, es
confusa en vista de 28 d5!, pero no 28
dxe5?! Axa3) con la decisiva amenaza
Ab2, mientras que si 28 ILJe2, entonces
28 ... e5! gana.
2) 26 l:tgl! e5! (Korchnoi sugiere 26 ...
l:txd4 27 l:txg6 Af6 28 e5?! A.xe5 29
ILJe4 l:td3+ 30 wg4 l:l.xh3 31 c;t.>xh3 ILJd3
32 l:l.g5 b6 y ganan, pero 28 ILJe2! y
h4-h5-h6 es más fuerte, por ejemplo:
28 ... %1a4 29 ILJf4 J:xa3+ 30 wg4 l:l.a4 31
h5!, con cont"!iuego), y es difícil que
las blancas logren tablas tanto con 27
dxe5 ILJd3 28 ILJe2 (28 a4 J:lIB+!) 28 ...
ILJxe5+ 29 wg2 Af6 30 ILJf4 (30 wf2 c5
31 lüf4 l:td2+!) 30 ... l:l.d4 31 whl l:l.xe4
32 illxg6 c5, como con 27 d5 ILJd3 28
l:l.a l ( 28 l:txg6? llIB+ y ILJH) 28 ... J:lIB+
29 'ot>g3 c5 30 .c!hhl (30 l:l.a2 c4) 30 ...
.c!f4, o bien 28 dxc6 bxc6 29 ille2 l:l.f8+
30 wg2 (30 wg3? 1LJf2) 30 ... J:tf2+ 31
wh 1 l:txe2 32 l:l.xd3 nxe4.
Sin embargo, en este caso, las negras
hubieran debido exhibir una extrema
precisión, mientras que tras la jugada
de la partida cuentan con una dura-
dera iniciativa con el mismo material,
y las blancas se ven oblig-adas a asumir
una defensa nada prometedora.
23 ••• wc7 24 Axc4 ILJxg3+ 25 we3
l:tdf8!?
25 ... illxh 1 26 Wxf4 lüf2 27 %1d2 Axh4
28 wf3 l:l.IB+ 29 wg2 l:l.f4 habría con-
ducido a un final técnico con un peón
extra de las negras, pero Korchnoi
jugaba por el ataque y creo que ¡a Lar-
sen esto le resultaba más desagradable!
Normalmente, los alfiles de distinto
color ayudan a salvar la partida, pero
aquí, pese al limitado material, Korch·
noi logra emplear este factor para crear
amenazas al rey contrario.
26 .:bgl
Si 26 l:h2, aparte de la e\idente 26 ...
1;..xh-1, también es fuerte 26 ... g5!? 27
1Lxg5 (27 h5 g4!) 27 ... Ji..xg5 28 9.;>d3 b5
29 1..e6 :.rJ+ 30 wc2 iLJl1.
80
V
26 •.. Axh4 27 wd3
27 l:l.de 1? illxe4 28 lüxe4 il.xe 1, ganan-
do. 27 :g2 g5, etc.
27 ... .lH2 28 l:td2 Ag5!
Con efectivos mínimos, las negras
crean una red de mate en medio del
tablero.
29 l:txf2 .llxf2
1591
30 ILJe2
No hay mejor defensa: 30 Af7 (después
de 30 Ag8/e6/ J:td2+ 31 wc4 M4, se
pierde otro peón) 30 ... l:l.f3+ 31 Wc2
(31 'il;>c4 b5+) 31 ... il.e3 32 l:l.g2 Axd4
33 Axg6 Ae5, y las cosas también son
desesperadas para las blancas.
30 ... l:tf3+ 31 wc2 ILJxe4 32 Ad3?!
32 l:l.g4 era una defensa más tenaz:
32 ... ILJd6! (como dice Korchnoi, "las
negras deben situar sus piezas de forma
que no sean amenazadas") 33 %hg5 (33
i<.d3 Sl.ffi) 33 ... ILJxc4 34 l:l.xg6 l'lf7, y
hay por delante un largo proceso de
materiafüación.
32 ... l:l.e3 33 illc3
33 l'lg4? ::l.xd3, y las negras ganan.
33 ... illg3 34 d5 i<.f6 35 llldl
"Era más precisa la inmediata 35 dxc6,
en cuyo caso 35 ... Wxc6? habría perdi-
do material después de 36 Ab5+" (Kor-
chnoi). Pero con 35 ... bxc6 36 ILJdl l:tf3
37 il.xg6 lüe2, las negras mantendrían
todas sus probabilidades de éxito.
35 ••• l:l.f3 36 dxc6 Wxc6 37 i<.xg6 wd6
A pesar de la desesperada resistencia
de su rival, las negras siguen teniendo

un peón de ventaja y mejor posición.
la \Íctoria es sólo cuestión de tiempo
'j Ue técnica, a)go ne )o que l\.0Tcbno1
no carece.
38 lle! ©f5 39 lle8 ©d4+ 40 'it>d2
j;,g5+
"Una jugada floja. El alfil estaba mejor
situado en f6. Pero se trataba de la
jugada 40 y última para el control ele
tiempo" (Korchnoi). 40 ... llg3! habría
ganado más rápidamente.
41 wel i<.h4+ 42 @d2 l:tg3 43 ke4?
Un grave error, aunque también des-
pués de 43 Ad3 Ag5+ 44 Wc3 Affi 45
wd2 llg2+ 46 we3 llgl 47 lt>d2 ©f3+ 48
c;i;.e3 llxdl 49 il.e2 llbl 50 ~xf3 llxb2,
dos peones de ventaja asegurarían la
victoria de las negras.
43 •.. Ag5+
Las blancas se rindieron. Si 44 Wel,
sigue 44 ... llgl+.
En esencia fue esta partida lo que
echó por tierra las esperanzas de Lar-
sen de volver a clasificarse para el ciclo
de Candidatos, pues la penosa derrota
ejerció un efecto deprimente sobre él.
En la segunda parte del torneo estuvo
irreconocible y, tras sufrir cuatro derro-
tas más, quedó alejado de la lucha por
las plazas clasificatorias.
En cuanto a Korchnoi, en Ja novena
ronda ganó a otro peligroso rival, Ro-
bert Byme (que tenía entonces 6,5 de
8) y seguía un progreso gradual. Por
cierto, en la partida con Byme empleó
el mismo plan raro contra la Defensa
India de Rey que había utili7.ado Taima-
nov en su match con Fischer, pero con
mucho mayor éxito. Korchnoi comen-
tó esta partida con tal nivel de detalle,
que 22 años después apenas añadió:
"Buenos comentarios. Recomiendo a
todo joven maestro que trabaje sobre
sus partidas ganadas (¡y perdidas!) tan-
to como yo lo hice con ésta".
Pero en la 13' ronda perdió ines-
peradamente ante Rukavina, y fue
alcanzado por Karpov, quien jugó todo
el torneo con mucha fuerza y regulari-
VJKTOR EL Tt:RRIBLE
dad. Ambos finalizaron empatados, tras
haberse anotado 3,5 de 4 en las cuatro
ú1úmas rondas y con un lota)\?,,'& de
17, y un punto de ventaja sobre BrTne,
quien sin duda jugó el torneo de su
vida. Korchnoi, sin embargo, también
sitúa este torneo, junto con los de Wijk
aan Zee y Mallorca (1968) enu·e los
m~jores logros de su carrera.
Los favoritos en los encuentros de
Candidatos de 1974 eran los excam-
peones mundiales Spassky y Petrosian.
Sin embargo, Korchnoi y Karpov
echaron por tierra los pronósticos: el
primero derrotó a Mecking (+3 =9-1)
y Petrosian (+3 =l -1), quien se rindió
antes de completarse el match, y el
segundo a Polugaievsky y Spassky. Deta-
lles de estos encuentros y del duelo Fi-
nal de Candidatos Karpov-Korchnoi se
encontrarán en el capítulo consagrado
al 12º campeón del mundo.
Fue entonces cuando se puso en
marcha la persecución de Korchnoi,
que en última instancia le obligó a
dejar la URSS. Recordaré al lector que
la Final de Candidatos determinaría
el oponente del americano Fischer, y
las autoridades soviéticas decidieron
depositar sus esperanzas en Karpov.
"Nuestro match estaba concebido
como un importante acontecimiento
político por todas las organizaciones de
la Unión Soviética", escribe Korchnoi.
"Un acto que debía asegurar la victoria
al joven aspirante: un ruso, producto
de la clase trabajadora, leal y obediente
a las autoridades. Se le dieron todos
los recursos imaginables, e incluso se
le concedió apoyo extraajedrecístico ...
Cuando finalizó el encuentro sólo que-
daba por cumplir la segunda parte y
más fácil del objetivo político: castigar-
me. Para convertirme en un ejemplo,
o una advertencia para otro. ¿Por qué?
Por independencia de pensamiento y
conducta. Pero más concretamente,
por el hecho de que había luchado en
este match, cuando estaba claro para
todo el mundo lo que debía suceder".
El pretexto oficial para el castigo
fue una aguda y agria entrevista que
Korchnoi concedió a B. Kazic a la
81
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PRlmECESORES
conclusión del match, publicada en el
periódico yugoslavo Politiha. Aquí está
el texto sedicioso y, como demostraría
la subsiguiente historia del ajedrez, en
realidad nada objetivo (pues con su
conclusión final, Viktor Lvo\ich realizó
un vaticinio erróneo):
"Creo que Petrosian, a quien ven-
cí en semifinales, es más fuerte que
Karpov. En general, ni Spassky, ni
Polugaievsky, a quienes ha ganado
Karpov, son inferiores a él en conoci-
mientos y talento a,jedrecístico. Creo
que también yo puedo compararme a
estos grandes maestros. He ofrecido
mayor resistencia que ellos ... Karpov
no posee un gran arsenal ajedrecístico
ni grandes cualidades. Pero es un ju-
gador con mucha fuer7.a de voluntad,
con un enorme ansia de victoria. Con
esta enorme fuerza de voluntad, supo
aplastar literalmente a sus adversarios,
yo incluido ... Cuando perdí el match
con Spassky (en 1968) me -resultó
difícil. Pero supe apreciar su fuerza
y vaticiné su triunfo sobre Petrosian.
Spassky se convirtió realmente en cam-
peón del mundo. Pero en cuanto a mi
último oponente, no puedo decir que
le aguarde un futuro brillante".
La respuesta de las autoridades
fue severa: "por conducta incorrecta",
a Korchnoi se le prohibió mediante
decreto del Comité de Deportes, par-
ticipar en ningún torneo internacional
durante un alio y su estipendio de gran
maestro fue reducido en un tercio.
Una campalia contra él se inició en
el periódico Soviet.ski· Sport, donde su
antiguo amigo, pero ahora su enemigo
más acérrimo, Petrosian, publicó una
respuesta En relació11 con la entrevista de
V. Korchnoi y luego cartas indignadas
de lectores que aparecían bajo el título
¡Gran maestro antideportivo!
El aiio de la desgracia, 1975, fue
ciertamente el más difícil en la carrera
profesional de Korchnoi. En febrero,
"con motivo de una preparación in-
tensh·a para el match de Karpov con
Fischer, los mejores grandes maestros
smiéticos se vieron obligados a presen-
tar por escrito su evaluación del estilo y
82
V
aspectos fuertes del juego de Fischer, y.
al mismo tiempo, en comparación tam-
bién del de Karpov", pero Korchnoi
rehusó (una carta similar había sido
suficiente, véase comienzo del aparta-
do /.a batalla de los dioses, en el volumen
IV). En marzo, su invitación al torneo
internacional de Tallinn fue cancelada.
Pero pronto salió Karpov en su ayuda.
"Se había proclamado campeón del
mundo sin tener que jugar con Fis-
cher, y sucedió que el pí1blico estaba
empezando a olvidarse de aquellos a
los que había derrotado: sus víctima5,
Spassky y Korchnoi habían caído en
desgracia, y de ahí a las tinieblas", ex-
plica Korchnoi. "Karpov tomó medidas
para permitirme jugar. Se me autorizó
a jugar en el Memorial Alekhine, que
se celebró en Moscú en oto1io, y luego
también en Hastings (1975-76)".
No hay que decir que en el super-
torneo ele Moscú la partida más impor-
tante fue la que enfrentó a Korchnoi
con Petrosian. No puedo evitar citar
algunos de sus notables comentarios,
que datan del siglo XXI (creo que, en
general, Korchnoi es uno de los me-
jores comentaristas de la historia del
ajedrez).
510
V. Korchnoi-T. Petrosian
Mosc1í 1975
Memorial Alcklrinr., I ¡ • ronda
Apertura Catalana (E07)
1 c4 lLJf6 2 i{Jc3 e6 3 ll:lf3 d5 4 d4 il..e7 5
g3 0-0 6 ~g2 lllbd7 7 'tlfd3!?
"Esta extralia jugada me la mostró an-
tes de la partida Yakov Murey. Aunque
ya había sido planteada antes -en mi
base de datos encontré la partida Ko-
blents-Bogoljubov (1939)-, es Murer.
por supuesto, quien merece ser acre-
ditado por introducir la jugada 7 "i!l'd3
(con mi ayuda) en la práctica magistral
moderna" (Korchnoi).
7 ... c680-0b69e4.b610b3

1592
10 •.• lk8
·Petrosian siempre ha afrontado las
novedades con respeto. Nunca ha u-a-
udo de refutarlas ante el tablero, sino
que en primer lugar se ha preocupado
por buscar la continuación más segura.
}lis iarde, quedó demostrado que las
negras pueden igualar con 1O ... dxc4
B bxc4 e5 12 dxe5 ILJg4. También era
Ge considerar (ahora o en el tumo si-
~nte) el avance b5-b5, obligando a
!a:s blancas a jugar cxd5. Pero Petrosian
no emprende nada activo" (Korchnoi).
11 il4 !le8?! 12 l:!.fd1 ILJf8 13 a4 .llb4
Ue5 ~6d7 15 .td2 ILJb816 'i!l'c2!
~ que 16 ... clxc4 17 bxc4 .llxc4?
IS ~ es desfavorable a las negras, la~
~ se apoderaron de Ja iniciativa.
!:: b jugada 30, las negras se \ieron obli-
·p2 a entregar una torre por un fuerte
~en d6. "Al mismo tiempo, el sa-
c:iiéo de calidad era un tema esu-atégi-
= = n t e para Petrosian, con el que
ganó numerosas partidas" (Korclmoi).
La partida se aplazó dos veces (a
~oi le ayudó en el análisis su
~ota y \icjo amigo Spassky) y
en total se jugó a lo largo de tres sesio-
·.zs.. := las que las blancas siempre se
=m:aron apuradas de tiempo! Al
final, d cansado Korchnoi encontró
..mrr d tablero una idea inesperada
= ~ jcgada 66. Petrosian cometió de
inmediato un error y en la jugada 74
se rindió. Epilogo de Korchnoi: "Unos
1 Es decir, ~ ~compañeros perdían con dcna rapidez, y el simuha1wador acababa la partida con
~ ~ :inninos ca..'ii etc igualdad, como una partida normal cte torneo, de ahí que la tarea del
primer jugador fu.c::!c m~í.s dificil. N.d.T.
VIKTOR El. Tf.RRIBl.f.
aiios después, Yakov Murey me escri-
bió: •Esa partida la ir.in amos en u·e tres:
yo en la apertura, tú en el medio juego,
y Spassky en el final'. Esa es la pura ver-
dad. Debería aprovechar esta oportuni-
dad para mostrarle mi gratitud a Boris
Spassky por su excelente análisis de la
posición apla:T.acla".
Fue en el otoño, concretamente en
nmicmbre, cuando me encontré por.
primera vez con Karpov y Korchnoi
ante el tablero, en el entonces popular
torneo de los Palacios de Pioneros. En
cada ronda, el gran maestro (y capitán)
jugaba simult.ineamente contra siete
jóvenes oponentes, y luego su resultado
se sumaba al de los componentes de su
equipo, y Jos vencedores eran aquellos
que habían logrndo el mayor número
de puntos. Karpov jugaba pcir Chelia-
binsk, Korchnoi por Leningrado, Smys-
Jov por Moscú, Bagirov por mi nativa
Bakú, etc.
El equipo ele Bakú no era muy fuerte
y yo, entonces un candidato a maestro
de 12 años, a menudo tenía que en-
frentarme mano a mano con el gran
maestro 1, que dedicaba la mayor aten-
ción a Ja partida con el adversario más
peligroso. En la primera ronda, perdí
en una excelente posición con Smyslov.
En la segunda, me anoté el punto entero
en un final de torres con Katalymov, y
en la tercern hice tablas en una fuerte
posición con Polugaievsky. En la cuarta
ronda, conu-a Karpov, acabé jugando so-
lo y fui incapaz de defender mi terreno
a pesar de que tenía una excelente posi-
ción. Luego, hice tabla~ con Kuzmin. Y
en Ja sexta y última ronda, jugué con u-a
Korchnoi, quien estaba inmerso en una
lucha desesperada con Karpov y Smyslov
por el mejor resultado entre los grandes
maestros, mientras que el equipo de Le-
ningrado competía con el de Moscú por
el primer puesto en el tanteo global.
La exhibición tomó un curso increí-
blemente tenso. Korchnoi jugó con
gran empt!ie (pues trataba de superar
83
Gary Kasparov - Mis GF.NIAl.t:s PREDECESORES
a Karpov a toda costa). Para él era una
cuestión crucial: ¡lograr, al menos,
una pequeña revancha! Yo planteé la
Defensa India de Rey y, al enfrentarme
al Ataque Samisch, sacrifiqué un peón
para lograr compensación en forma
de un potente alfil de casillas negras
contra un caballo. En el final, las ne-
gras se apoderaron de la iniciativa y
Korchnoi tuvo que resolver algunos
problemas muy dilTciles. Finalmente, lo
logró, pero a costa de grandes esfuer-
zos, y el gran maestro perdió un punto
exrra en otros tableros. Smyslov fue
quien realizó el mejor resultado (38 de
42), con Karpov y Korchnoi a medio
punto. Cierto que los puntos ganados
por Karpov tenían mayor peso, pues
a diferencia de sus rivales, él tuvo que
enfrentarse a los equipos más fuertes,
Moscú y Leningrado. Las emociones de
Viktor Lvovich eran visibles.
Su adiós al ajedrez soviético fue con
un triunfo en el primer tablero en el
Campeonato de la URSS por equipos
(Tbilisi, abril de 1976), con 5 de 7, por
delante de Ka1pov (4 de 6), Petrosian,
Tal y Smyslov. En el encuentro clave,
entre Tmd y el Club Central del Ejér-
cito, fue el reserva Gipslis (en lugar
de Karpov), quien se sentó a jugar con
negn1s contra Korchnoi, y no pudo
resistir el asalto de su oponente. Algo
similar, como se recordará, sucedió en
la Olimpiada de Buenos Aires (1939),
donde Alekhine y Capablanca compe-
tían también por el mejor resultado en
el primer tablero, y cuando el cubano
no se presentó a jugar contra su famoso
riv-al, Alekhine aplastó al suplente.
En julio de 1976 se prodttjo una
noticia sensacional en el mundo del
ajedrez: uno de los vencedores del
torneo de Amsterdam, el cuatro veces
campeón de la URSS, Viktor Korchnoi,
¡había solicitado asilo político en Ho-
landa! Por admisión propia, la decisión
de dejar su país la había tomado a fines
de diciembre de 1974. Más tarde, re-
petiría que los motivos de su deserción
habían sido puramente profesionales.
Sencillamente, comprendió "la nece-
sidad de dejar la URSS a fin de poder
84
V
proseguir su carrera ajedrecística, que
los gobernantes del Partido, aliados con
algunos grandes maestros, habían deci-
dido sofocar".
Pero, por supuesto, las autoridades
soviéticas juzgaron la deserción de
Korchnoi como una acción política y lo
asaltaron con todo el poder de la ma-
quinaria propagandística: un despacho
de TASS, una amplia resolución de la
Federación de Ajedrez, una carta abier-
ta condenatoria (firmada por más de
treinta grandes maestros soviéticos, en-
tre los que no se contaban Botvinnik.
Bronstein, Spassky y Gulko), y una car-
ta separada condenatoria de Karpov...
Todos se mostraban unánimemente in-
dignados por "la indigna conducta de
Korchnoi" )' aprobaban el veredicto de
la Federación de "privarle de su.~ útulos
deportivos y del derecho a representar
la Escuela Soviética de Ajedrez en los
eventos mundiales".
Korclmoi, por cierto, había repre-
sentado a dicha escuela durante más de
veinte años, y lo hizo de forma más que
digna. En tanto que miembro del equi-
po de la URSS, se proclamó vencedor
de cinco Campeonatos ele Europa por
equipos (+22 =11 -3), y contribuyó a
lograr seis medallas de oro en las Olim-
piadas Ajedrecísticas (+50 =31 -3). La
úhima vez que representó a la Unión
Soviética con la brillantez habin1al fue
en la Olimpiada de Niza (1974). De sus
ocho victorias, me gusta sobre todo su
"duelo francés" con la estrella entonces
en al1.a del ajedrez europeo, Jan Tim-
man.
511
J. Timman-V. Korchnoi
Ni::a 1974, 21' Olim/Jiada
Defensa Francesa (Cl9)
1 e4 e6 2 d4 d5 3 l!:lc3 .ib4 4 e5 c5 5 a3
il.xc3+ 6 bxc3 li:Je7 7 a4
7 'l!l'g4 (partidas núm. 492, 503 y 516).
7 ... 'i!l'a5!?

Bien ahora o en el turno siguiente (tras
7 ... ttlbc6 ó 7 ... Ad7 8 ttlf3), esta tran-
quila jugada de dama ha terminado la
popular idea 7 a4.
8 1li'd2
En la partida Fischer-Korchnoi (Her-
ceg Novi, blitz, 1970), las blancas trata-
ron de explotar la ausencia del caballo
de f3 con 8 Acl2 ttlbc6 9 'i!fg4 (9 ttlf3
-\'éase partida núm. 512), pero des-
pués de 9 ... 0-0 1O ttlf3 f6 11 it..d3?! f5!
12 '!Wg3 c4 13 .lte2 b5 14 0-0 bxa4, no
consiguieron nada concreto.
8 ••• <tlbc6 9 <tlf3 Ad7
La línea principal: una flexible jugada
de desan·ollo, aunque Viktor Lvovich
también ha practicado 9 ... 0-0 y 9 ... f6.
10 Xl.e2
10 it.b5?! es dudosa en vista de 10 ...
~xe51 (Mnatsakanian-Korchnoi, Ere-
"ªn 1965), y si lO .i.d3, en ton ces 10 ...
f6! (Fischer-Uhlmann, Interzonal de
Estocolmo 1962). YTringov-Korchnoi,
Olimpiada de Skopje 1972).
10 •.• llc8
Es más agudo 10 ... f6 11 exffi gxf6 12
J:.a3!?, ó 12 dxc5 (partida núm. 501),
pero quizá esta posición encajase me-
jor en los gustos de Timman.
1593
11 .itd3
Esto no significa una pérdida ele tiem-
po, pues con la torre en c8, 11 ... c4 y
f7-f6 es más flojo, dado que las negras
no disponen de la posibilidad del enro-
que largo, seguido de contrajuego en
el centro y flanco de rer, mientras que
V!KTOR EL TERR!lll.E
si 11 ... 0-0, entonces es desagradable
12 il.a3. Las negras, por tamo, están
obligadas a cambiar damas. Con este
objetivo, las blancas pueden jugar 1am-
bién la inmediata 11 il.a3!? (11 dxc5
tt:lg6 da juego iguala~o. Smyslm·-Uhl-
mann, Mar del Plata 1966) 11 ... cxd4
12 cxd4 ~xd2+ 13 wxd2 tt:la5 14 llhbl,
o bien 13 ... tt:lf5 14 c3 y llhbl.
11 ... cxd4 12 cxd4 \\!l'xd2+ 13 il.xd2
Privando al caballo negro de las casillas
b4 ya5.
13 .•• b6!?
Novedad. En partidas anteriores, Por-
tisch y Uhlmann habían conseguido
igualar con 13 ... tt:lf5 14 it..xf5 exf5.
14 lla3
Manteniendo por el momento la ten-
sión que se eliminaría rápidamente
con 14 a5 tt:lxa5 15 il.xa5 bxa5 16 I:txa5
tt:lc6 17 lla3 we7 (17 ... a5!?) 18 wd2
a5 19 l:thal J:b8, y las negras no tienen
nada que temer.
14 •.. 0-0 15 0-0
A las blancas les gustaría dejar a su rey
en el centro, pero en caso de 15 We2
1'6! sería dificil mantener el peón en e5
o, tras exf6, impedir el avance e~5.
15 •.. l:tc7
Ahora, si 15 ... f6, existe 16 cxffi gxf6
17 lle 1, de modo que las negras no se
apresuran en atacar en el centro.
16 :tbl h6 17 'it>fl tt:lf5 18 il.c3 .t:!.fc8 19
we2 f6!
Justo en el momento oportuno. Smys-
lov recomendaba 19 ... tt:la5, pero des-
pués de 20 il.xa5 bxa5 21 c3!, las blan-
cas tendrían la posibilidad de asediar
los peones a negros, y no es por una
posición tan pasiva por lo que Korch-
noi jugaba la Defensa Francesa.
20g4
Desviando el caballo, antes de cambiar
en f6, pues de no hacerse así, podría
situarse en d6. Con este avance, las
blancas permiten unas tablas, pero la
recomendación de Smyslov, 20 exf6 (20
85
Gary Kasparov - Mis GF.NIAU:s PREl>F.CESORES
il.a6 .l:tf8!) 20 ... gxf6 21 il.xf5 exf5 22
tt:lel, con idea de que tras 22 ... ©a5?!
23 il.xa5 bxa5 24 'otd2 .l:tc4 25 c3 .l:txa4
26 .l:txa4 il.xa4 27 .!:tal il.b5 28 .l:txa5 a6
29 tt:ld3 .l:te8 30 tt:lf4, explotar la debili-
dad de los peones negros, no reportaba
beneficio alguno en vista de 22 ... .l:te8+
y .l:te4, y Jo mismo puede decir.;e de
22 ... tt:le5!? 23 dxe5 .l:txc3, o también
22 ... tt:ld8!? 23 il.d2 tt:le6 24 c3 .l:te8 25
wfl tt:lg5 26 f3 il.c8!
1594
20 ... tt:lfe7!?
Un momento carncteñstko en el juego
de Korchnoi. 20 ... ILJcxd4+ 21 il.xd4
tt:lxd4+ 22 tt:lxd4 fxe5 se sugiere por sí
solo. Por ejemplo: 23 tt:lb5 (23 ll:lb3 e4)
23 ... il.xb5 24 il.xb5 (de otro modo, e5-
e4) 24 ... .l:txc2+ 25 wel(3) .l:tf8 26 il.e2
e4, con buena compensación por la pie-
za, o bien 23 il.a6 exd4 24 iLxc8 .l:txc2+
25 wd3 1lxc8 26 Wxd4 .l:tc4+ 27 @e5
il.xa4 28 lt>xe6 .llxg4, con fáciles tablas.
Pero Korchnoi está ansioso por ganar y
decide correr un riesgo estratégico.
21 exf6 gxf6 22 h4
Después de 22 il.a6 .l:te8, las negras
amenazarían e(}.e5. Pero es de conside-
rar la profiláctica 22 wd2!? (Smyslov).
22 •.. il.e8!?
De nuevo, y como cuestión de princi-
pios, rechaza la simplificadora 22 ...
©a5 23 il.xa5 bxa5, pues aunque
después de 24 We3 Wfl, las negras
tendrían una sólida posición, de esta
forma no sería posible confundir a su
joven oponente.
23 g5?!
86
V
Liberar al alfil negro difícilmente era
correcto. También era desfavorable
23 h5?!, ya que tras 23 ... f5! las negras
ponen sus miras en el peón de h5. Pero
23 .ltd2 ó 23 il.a6 %l.d8 24 .ltd2 habría
permitido a la5 blancas luchar por una
ventaja posicional.
23 .•• üS
Ahora podemos hablar probablemente
de equilibrio dinámico.
24 gxf6 ll:lf5 25 il.xf5 exf5 26 we3
Tras haberse liberado de la potencial
amenaza e(}.e5 y la clavada de su caba-
llo, las blancas pueden por fin pensar
en la ruptura a4-a5.
2s ... wf7 21 .1:tbs?1
Un retraso v, además, en esta casilla la
torre resulÍa vulnerable. Las blancas
debían haber jugado inmediatamente
27 a5 ! bxa5 28 il.xa5, y después de
28 ... tt:lxa5?! 29 tt:le5+ Wxf6 30 .llxa5
.l:txc2 31 J::ta6+, o bien 28 ... .l:td7 29
tt:le5+ tt:lxe5 30 dxe5 1lxc2 31 %!.e 11 We6
32 il.d2!, desplegarían una peligrosa
iniciativa. Por consiguiente, era mejor
28 ... .l:te8+! 29 tt:le5+ ©xe5 30 dxe5
.l:txe5+ 31 wd4 .l:te4+ 32 wxd5 .l:td7+ 33
wc6 lt>e6, y los alfiles de distinto color
garantizan las tabla5 a pesar de la acti-
vidad del rey blanco.
27 •.. l:ld7
U na jugada ele apariencia pasiva que
refuerza las amenazas latentes de las
negras.
28a5
No hay nada mejor: 28 ©e5+? tt:lxe5 29
dxe5 se para con 29 ... l:lxc3+! 30 .l:txc3
d4+, mientrdS que la recomendación
de Smyslov, 28 wf4 wxf6 29 a5 es dudcr
sa en vista de 29 ... .l:tg7! 30 axb6 .l:tg4+
31 We3 ~e4+ 32 wd2 il.xf3 33 bxa7
.lle2+ 3-1 Wcl tt:lxa7 35 l:tc5 tt:lc6, o bien
30 tt:lc5 1Zlxe5 31 dxe5+ We6 32 'i!<e3 (32
axb6? .l:tg4+ 33 we3 d4+! 34 Wd3 lk4!
35 b7 il.e2+ 36 Wd2 1lb8, y ganan) 32 ...
.l:tg4 33 wd3 (33 wd2 d4! 34 i.b2 .llf4)
33 ... .l:te4 34 l:lb4 b5, con evidente ven-
taja de las negras.

28 ... l:te8+ 29 li:le5+!
Después de 29 wf4 l:te4+ 30 >t>g3 '>t>xf6,
Korchnoi habría creado un ataque
tremendamente fuerte: 31 li:le5 l:tg7+
32 ~h3 il.e2 33 l:t.bl bxa5!, y no es po-
sible 34 lüxc6?, debido a 34 ... .:&.f3, con
grandes pérdidas de material.
29 ••• /¿jxe5 30 dxe5
1595
30 ••• d4+! 31 .bd4 f4+! 32 Wx.f4?!
La transición de las negras a un rápi-
do contraataque (¡el tema favorito de
Korchnoi!) desequilibra a Timman. En
;apuros de tiempo comienza a perder
el mmbo y deja escapar la ocasión de
crear a su oponente el máximo de
dificultades con 32 'iltd3 ..li.g6+ 33 wc3
.:cS+ 34 @b2 Itxd4 35 axb6 axb6 36
.:a7+ lt>f8 37 e6!
32 ••• l:t.xd4+ 33 we3 J:l.xh4 34 l:td3
~ axb6? l:th3+ y l:txa3.
>I ... a6! 35 l:td7+?!
35 :bd5 conservaría buenas posibilida-
des de tablas.
35 •.• wrs 36 i:tbd5?
El error decisivo. Era esencial 36 .l:txb6
:.xe5+ 37 wd2, depositando las espe-
ranzas en la acthidad de las torres y el
peón de ffi.
36 ... JLf7
Ahora las negras deben poder transfor-
= en victoria su ventaja material.
:Si f4 il.xd5 38 l:txd5 bxa5 39 l:txa5
;¡f7
VIKTOR EL TERRIBLE
39 ... h5!? 40 llxa6 l:th l.
40 l:txa6 '\t>g6 41 We4
O bien 41 l:tc6 .l:tdS 42 'it>e4 l:th l.
41 .•• l:tc8 42 J:!a7
Las blancas se rindieron sin esperar la
continuación 42 ... l:tc4+ 43 wd5 l:thxf4
44 llg7+ 'iltf5.
Como a menudo sucede en ajedrez,
este duelo tuvo una interesante secue-
la. Poco después de su marcha a Eu-
ropa Occidental, Korchnoi disputó un
encuentro a diez partidas con Timman,
que sirvió como un buen entrenamien-
to para el ciclo de Candidatos de 1977.
Las dos primeras partidas finalizaron
en tablas, pero en la tercera, en la que
de nuevo Korchnoi eligió la Defensa
Francesa, comenzaron las desventuras
de Timman en el match.
512
J. Timman-V. Korchnoi
Leeuwarden 1976
Match, 3ª partida
Defensa Francesa (Cl9)
1 e4 e6 2 d4 d5 3 i0e3 ..li.b4 4 e5 c5 5
a3 ..li.xc3+ 6 bxc3 li:Je7 7 a4 li:Jbc6 8 li:Jf3
1!1'a5!
8 ... ..li.d7 (partida núm. 501).
91'.d2
En esta ocasión, Timman descarta 9
'i!fd2 (partida núm. 511).
9 ... il.d7 1Oil.e2
Otro esquema popular entonces. Des-
pués de 10 ..li.b5?! (con idea de 10 ...
a6 11 Ae2!), Korchnoi introdujo tanto
10 ... c4 (contra Cherepkov, Leningra-
do 1964), como 10 ... Wlc7 (contra R.
Byme, en la Olimpiada de Niza 1974).
10 ••• f6!
Otra novedad. El centro blanco es in·
mediatamente minado. una \·ez que las
blancas han alejado su alfil dama de la
diagonal a3-f8. Pre\'Íamente se había
87
jugado 10 ... W/c7 (Kurnjica-Timman,
Skopje 1976), pero más a menudo
1O •.. c4, con idea de 11 h4 f6 (Fischer-
Padevsky, Olimpiada de Vama 1962), o
bien 11 0-0 f6 (Korchnoi también jugó
esto), pero aquí las negrns temían 11
ILJg5!? (partida fuente Stein-Uhlmann,
lnterzonal de Estocolmo 1962). Por
ejemplo:
1) 11 ... 0-0 12 0-0 f6 13 exffi .!hf6 14
j;_g4 h6 15 ILJf3 ILJc8? ( 15 ... l:taf8!) 16
l:tel li:Jb617 "t!fcl l:taf8 (17 ... ILJxa4? 18
'S'a3 b5 19 'fkd6 'S'd8 20 l:txe6!) 18 "i!i'a3
ILJd8 19 li:Je5! 'tll'xa4?! (desesperación:
19 ... l:txf2 20 l:!n!!) 20 'i!fcl Wlb5 (Tim-
man-Uhlmann, Skopje 1976) 21 l:tbl!
tfa4 22 l:tb4 "t!fa5 23 l:txb6, ganando.
2) 11 ... h6 12 ILJh3 0-0--0 13 ILJf4!, con
ligera iniciativa (Kavalek-Uhlmann,
lnterzonal de Manila 1976), aunque
la práctica subsiguiente demostró que
las negras disponen de considernbles
recursos defensivos.
Ahorn, las blancas no tienen ese salto
de caballo, pero ¿no podrían castigar a
su oponente por el debilitamiento de
su posición?
1596
11 c4
La respuesta más natural. Las blancas
abren la posición tratando de explotar
la füen.a de sus dos alfiles. En caso
de 11 exf6 (11 l:tbl ~c7!) 11 ... gxffi
12 0-0 0-0--0 13 l:te 1 c4, la posición es
una versión razonable para las negra.~
de la variante 10 ... c4, y después de
14 "a'cl l:thg8 15 Ji..fl ILJg6 16 'lWa3 e5
(Tringov-Timman, Plovdiv 1983), o
de 14 :lll illg6 (14 ... ILJf5!? 15 'S'cl
88
h5: Uhlmann) 15 ..th6 llhg8 IG 'Wd2
(Anand-Arjipov, Moscú 1987) 16 ... e5,
resuelven satisfactoriamente sus pro-
blemas de apertura.
11 .•. 'f!ic712 cxd5
O bien 12 exf6 gxf6 13 cxd5 ILJxd5, y
aquí, en lugar de 14 c4 (Spassky-Kor-
chnoi, Belgrado 1977-78, match, 4') ju-
gó 14 c3 0-0-0 15 0-0 l:thg816 l:tel, pero
después ele 16 ... e5! 17 c4 Ah3 18 Jlfl
(18 li:Jg5 lllc3!) 18 ... ILJb6 19 d5 ILJxc4!
20 dxc6 \Wxc6 21 g3 ~xn 22 l:txfl e4,
fueron las blancas quienes jugaban a
tablas. Más tarde, 16 g3 y 16 whl fue-
ron objeto de debates teóricos, pero no
16 clxc5 e5 17 whl?! ILJf4! 18 il.c4?! (18
Axf4 .lth3!) 18 ... l:txg2 19 Jl..xf4 l:tg4 20
'irfe2? l:txf4, ganando (Ledennan-Kor-
chnoi, Beersheva 1978).
12 ... ILJxd5 13 c4 ILJde7 14 exf6 gxf6
15 dxc5
Relativamente lo mejor. Nada se con-
seguía con 15 ~c3 0-0-0 16 d5 (16 0-0
cxd4 y il.e8) 16 ... exd5 17 .ltxf6 ( 17
cxd5 Ae6) 17 ... l:thíl:l, o bien 15 d5
exd5 16 cxd5 ILJxd5 17 '!!Vc2 0-0--0 (Slo-
bodjan-Zude, Bad Worishofen 1998).
15 ... 0-0-0
Por el peón, las negras tienen una
buena posición en el rentro y pers-
pecth·.is de ataque sobre la columna
g. Situaciones similares, en las que las
blancas capturan en c5 y tratan de lo-
grar ventaja en posiciones con un peón
exu·a aunque t1iplicado, se prod1tieron
a menudo en los encuentros Smyslov-
Botvinnik, y normalmente las negras
pudieron demostrar la viabilidad de su
posición.
16 il.c3
16 a5 a6!
16 ... e5!
Abriendo paso al alfil de d7 y logrando
el control de la casilla cl4.
17 '+'9d6
Como no desea exponerse a un ataque,
después de 17 0-0 l:!hg8, Timman se
apresura a cambiar damas, esperando

poder explotar en el final la ventaja de
Ja pareja de alfiles y, por el momento,
su peón extra, en cuya recuperación
las negras tendrán que gastar varios
tiempos.
17 •.. /f:lf5!?
Lo más consistente, aunque 17 ... l:!hg8
18 'l!\'xc7+ (18 'f:i'xf6 l:tg6! 19 't'ff7 l:txg2)
18 ... wxc7 19 g3 il.f5 también es posi-
ble, con un agudo final.
18 'i!l'xe7+
No, por supuesto, 18 'i)l'xffi? l:!df8 19
'i'Hg5 l:!hg8 20 'i!l'd2 l:txg2.
18 ..• Wxe7 19 0-0
Las blancas difícilmente pueden es-
perar tener éxito después de 19 0-0-0
ii:lfd4 (19 ... i<.c6 20 l:thel!) 20 .bcl4
ii:lxd4 21 lllxd4 exd4 22 l:txd4 il.xa4.
19 ... /llfd4
Si 19 ....~e6, entonces simplemente 20
:::.rdl.
20 11:lxd4 11:lxd4 21 31.d 1
En el lnfmmatur, 1-lartoch le concedió
un signo de admiración a esta jugada,
pero era más correcto 21 ~xd4! cxd4
22 il.d3, bloqueando el potencialmen-
te peligroso peón d pasado. En tal caso,
22 ... 'it>c6?1 pennitiría 23 l:tfbl l:!.de8
24 l:tb5, mientras que la tentativa de
desalojar al alfil bloqueador con 22 ...
.lte8?1 se refutaría con 23 f41 i<.g6? 24
f5 ti.17 25 a5!, etc. Es mejor 22 ... l:tde8
23 a5 31.cB, manteniendo el equilibrio
dinámico, pues ventajas e inconve-
nientes de ambas posiciones las hacen
equivalentes.
1597
V!KTOR E1. TF.RRl81.E
21 ..• ..t>e61
Se diría que el joven gran maestro ho-
landés quedó horrorizado con esta ré-
plica, con la que el rey negro entra en
la batalla con intención de eliminar los
peones enemigos. Pero las blancas aún
no tienen motivos para dejarse llevar
por el pánico.
22 il.xd4?l
El primer paso hacia el abismo. No es
correcto que las blancas concedan a
su rival un fuerte peón pasado. Si 22
l:!.bl ó 22 Ab4, existía la desagradable
respuesta 22 ... i<.f5!, pero era más
enérgico minar de inmediato el centro
enemigo con 22 f4! wxc5 23 fxe5 fxe5
24l:!.e1 (1-lartoch) 24 ... 'i!lxc4 25 llcl, y
la actividad de sus piezas, en particular
de los dos alfiles, concede a las blancas
un buen juego.
En el momento crítico, cuando deben
tomarse decisiones importantes, Tim-
man comienza a jugar con indecisión
y, en literalmente dos jugadas, pierde
la partida.
22 ••. exd4 23 il.f3+?
Es probable que éste sea el error deci-
sivo. El alfil no debería moverse de d 1
ya que si no puede bloquear el avance
del peón en d3, al menos lo hace en
la casilla de coronación. iLas blancas
deberían haber empefiado todas sus
fuerzas en la lucha contra el peón d!
Era esencial 23 l:!bl, a fin de que tras
23 ... cl3 24 a5 d2 25 f4 wxc5 26 l:txb7
llhe8 27 l:!xa7 ti.f5 28 wr2 y, en princi-
pio, escapar de lo peor.
23 ... Wxc5 24 i<.xb7 il.f51
Una jugada muy fuerte. Ahora las blan-
cas no pueden desarrollar su torre por
b 1 y no tienen defensa contra el a\'ance
del peón d. Por otro lado, su peón de
\'entaja no se nota y es bastante más im-
portante la actividad del rey negro.
25 il.f3
25 il.cl5 il.c2! y d4-d3.
25 ••• l:the8 26 J:a2 l:b8
26 ... d3!?
89
Gary Kasparov - MIS GENIAi.ES PREDECESORES
27 l:td2 l:tbl
También era bueno 27 ... l:tb4, pero
Korchnoi ha elegido la forma de mate-
rializar su ventaja, que implica el cam-
bio de los alfiles y un par de torres.
28g4
28 ~e2 J:teb8.
28 ... .i::eel 29 l:txel l:xel+ 30@g2 ~e4
Técnicamente más sencillo que 30 ...
.i.g6.
31 Sl..xe4 l:xe4
El sino de la partida queda sellado por
el peón pasado d, apoyado por su rey.
Por otra parte, el rey blanco, cortado
en la columna e, no puede hacer otra
cosa que contemplar el inexorable
avance del peón enemigo hacia la casi-
lla de promoción.
1598
32@f3
L'I idea de Hartoch, 32 !3, se refuta con
32 ... l:e3 33 wf2 J:ta3 y lha4.
32 ••• lle5 33 h4
O bien 33 Ik2(b2) d3! y wd4.
33 •.• Wxc4 34 I!c2+ wb3 35 l:c7 d3 36
l:xb7 l:d5 37 l:b7+ wc2 38 J:tc7+ wbl
39 l:b7+ wal 40 l:tb5 l:d8
Lu blancas se rindieron.
Korchnoi ganó también la cuarta
partida y el match antes de lo progra-
mado: 5,5-2,5. Lo impresionante no
fue sólo el tanteo, sino el carácter del
juego. Korchnoijugó con más frescura,
más interés y mejor que un jugador tan
brillante e inventivo como Timman,
90
V
que no pudo ofrecerle una apropiada
resistencia. Esta importante victoria
sobre uno de los jugadores jóvenes
más fuertes de Occidente. marcó el
comienzo de la ascensión más alta en la
carrera de Korchnoi.
Fue en el período entre 1976 y 1980
cuando sus brillantes resultados com-
petitivos estaban combinados con una
asombrosa riquew de ideas creativa.•, y
la contribución de Korchnoi al desarro-
llo del ajedrez alcanzó su cumbre histó-
rica, ¡y eso a pesar de que iba camino
de los 50 años! Esta hawña refutaba
por sí sola las impresiones anteriores
acerca de la edad óptima para jugar
con éxito al ajedrez.
No podemos sino recordar el senti-
miento que produjo la carta de Karpov
antes mencionada: "La decisión de V.
Korchnoi de traicionar a su país me
ha entristecido, porque tal decisión
amenaw tocia la actividad creativa sub-
siguiente de este ajedrecista". Sería in-
teresante preguntar a qué amenaza se
refiere. ¿Tal vez al inminente boicot al
desertor por parte de todos los torneos
internacionales en que participasen
grandes maestros soviéticos? ¿O quiz.i
Karpov tenía in mente la carta de la
Federación Soviética al Congreso de la
FlDE, sugiriendo la exclusión de Kor-
chnoi de los inminentes encuentros de
Candidatos? Sin embargo, el Congreso
y la Olimpiada de 1976 tuvieron lugar
en Israel y fueron boicoteados por la
Unión Soviética y demás países del
bloque comunista. "En su ausencia",
escribe Korchnoi, "se leyó la carta de
la Federación de Ajedrez de la URSS,
pero en vista de su absurdo contenido
ni siquiera fue comentada".
El mundo del ajedrez mantenía el
aliento ante los encuentros de Can-
didatos, en los que de pronto había
surgido una intriga completamente
distinta ...
K.O. espectacular en Evian
Para poder disputar un match por el
campeonato mundial, Korchnoi debía
superar una "triple barrera" compuesta

por sus antiguos compatriotas. Los "blo-
ques" que se interponían en su camino
eran Petrosian, Polugaievsky y Spassky.
Así es cómo recuerda su match de
cuartos de final con Tigran Petrosian
(II Ciocco, primavera de 1977): "La pri-
mera prueba tuvo lugar en una aunós-
fera de profunda hostilidad. Nuestras
fuerzas c,jedrecísticas estaban absolu-
tamente igualadas, pero mis nervios
resultaron ser más fuenes". La calidad
del juego en aquel difícil encuentro a
12 partidas fue relativamente baja, con
buenas ideas alternadas con serios erro-
res. Después de cuau-o tablas, Korchnoi
ganó la quinta partida, pero Petrosian
inmediatamente se tomó la revancha
en la sexta. Tablas en la séptima. En la
octa\a partida, el excampeón mundial
logró una evidente ventaja posicional,
pero en apuros de tiempo de pronto
jugó 33 e3-e4??, dejando su torre de el
colgada, ante el ataque de un alfil en
g5. Este craso e inexplicable error de-
cidió la suerte de la partida y, probable-
mente, del match, que Korchnoi acabó
ganando por 6,5-5,5 (+2 =9-1).
El match de semifinales con Lev
Polugaievsky (Evian, verano de 1977)
fue muy diferente. Korchnoi exhibió
un juego fuerte, seguro e interesante
,., como consecuencia de todo ello,
~plastó liternlmente a su rival. Viktor
b·ovich marcó la pauta ele su estrategia
en el match ya en la primera partida,
en la que, tras emplear una rara conti-
nuación, inesperadamente entró en un
final con calidad ele ventaja, pero en el
que Polugaievsky tenía compensación
suficiente para mantener el equilibrio.
Sin embargo, actuando con gran ener-
gía e ingenio, Korchnoi materializó
gradualmente su vent;tja.
Esta partida probablemente le sugi-
rió que las posiciones de final compli-
cadas y atípicas eran un punto débil en
el juego de su contrincante y que en-
trar en tales finales tal vez le permitiría
neutralizar la brillante preparación de
apenuras de su oponente. También en
la partida siguiente los acontecimien-
tos se desarrollaron dentro de líneas
similares.
V1KTOR El. TF.RRllll.F.
513
L. Polugaievsky-V. Korehnoi
Evian 1977
Semifi11a/ de Candidatos, 2" jmrtida
Defensa India de Dama (El9)
1 d4 ILJf6 2 e4 e6 3 /Of3 b6 4 g3 il.b7
4 ... il.a6 (partidas núm. 579, 580 y
587).
5 il.g2 il.e7 6 0-0
6 ILJc3 lile4 7 ~d2 (partida5 n(1m. 586
y 588).
6 .•• 0-0 7 ILJe3
Para el match de 1980 entre los mismos
oponentes, Polugaievsky preparó la
aguda 7 d5!? (partida núm. 324).
7 ... lile4 8 '&e2 filxc3 9 '!!fxc3 f5
Las demás continuaciones de este po-
pular esquema, empicado en muchas
ocasiones por Korchnoi, se mencionan
en los comentarios de la partida Euwe-
Keres (partida núm. 171).
1O b3 il.f6 ll il.b2 li:le6
Tres años más tarde se puso a prueba
11 ... d6 12 l'fadl a5!? (en lugar de
la habitual 12 ... 'l/!Je7, como jugaba
Reshevsky en los años cuarenta, y
luego también Botvinnik contra Tal,
en Moscú 1960, match, 21') 13 ll:lel
il.xg2 14 ILJxg2 ILJc6, y las negras pu-
dieron mantener el equilibrio en dos
ocasiones (Polugaievsky-Korchnoi,
Buenos Aires 1980, match, 2' y 4').
12 J:tadll
Una jugada más precisa que 12 'l/!Jcl2, a
lo que las negras respondieron también
12 ... /Oe7 13 ll:lel .bg2 14 1Zlxg2 g5!?
15 J:tacll /Og6 16 f3 Wie7 17 e4 fxe4 18
fxe4 il.g7 19 J:txfS+ J:txf8 20 :m lhfl +
21 Wxfl., tablas (Pirc-Euwe, Olimpiada
de Amsterdam 1954).
91
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PRt:OF.CESORES V

1599 clopedia de Aperturas de Ajedrez, recomen-

daron 18 .i.a3, "con una ligera ventaja
blanca". Pero después de 18 ... l:!.17 (o
bien de inmediato 18 ... c5, con idea de
19 dxc5 "Wc7!) 19 "We4 c5, surge un jue-
go de doble filo: 20 h4?! gxh4 21 1Llxf4
1Llxf4 22 gxf4 "W!B 23 .!ll.cl il.h6 y .i.xf4,
o bien 20 dxc5 lLJxe5 21 i>..b2 lLJc6 22
.lil..xg7 @xg7 23 gxf4 gxf4 24 whl bxc5
25 lüxf4 'i!;>h8 26 lLJd3 .llfü 27 l:tgl "l!\l'e7,
con aproximada igualdad.
18 ... Wie7 19 l:td3 nad8 20 !tel d5!
12 ... ELJe7
Una excelente forma de crear contra-
La línea habitual, que reemplazó a 12 ...
juego.
'1We8 13 'Wc2 lZld8 14 d5 il.xb2 J5 ltxb2
cxd5 16 cxd5 c5? 17 dxc6, con ventaja 21 exd6
blanca (Boleslavsky-Taimanov, Zurich
No, por supuesto, 21 cxd5 l:txd5, pero
1953, Torneo de Candidatos). Pero en
ahora se activa el alfil de g7.
la partida Miles-Korchnoi (Wijk aan
Zee 1978), las negras eligieron 12 ... 21 ... \Wxd6 22 l:tedl
"i:!i'e7!?, y después de 13 "l!\l'd2 1Lld8 14
En caso de 22 'llfxe6+? 'lixc6 23 llxe6
d5?! il.xb2 15 'ilt'xb2 d6 (con idea de c6-
ELJe5! 24 l:l.dl wl7, las negras habrían
e5) 16 dxe6 lLJxe6 17 b4 ( 17 e3 a5, con
atrapado la torre, uustificación táctica
juego igualado) 17 ... f4! 18 i:td2 nm
de la idea de Korchnoil Por consi-
19 't'fc3 naf8 20 a3 \We8! 21 'ti'd3 'ffh5,
guiente, las blancas apoyan a su debi-
desplegaron un peligroso ataque y se
litado peón de d4, con la esperanza
impusieron en la jugada 33.
de poder explotar a continuación la
13 lLJel il.xg2 141Llxg2 g51? debilidad de la posición contraria. Las
¡Siguiendo los pasos de Euwe! Tradicio- negras, por el contrario, cuentan con
nalmente, se pensaba que en las tran- un contraataque empicando sus avan-
quilas variantes de la India de Dama, zados peones g y f.
las blancas tenían una mínima ventaja, 22 ... W/e7 23 iLJe 1 1!i'f6
pero que nada amenazaba esa superio-
ridad y que podían jugar a ganar sin Era a considerar 23 ... g4!?, pero al
particulares riesgos, intensificando gra- parecer en lajugada anterior Korchnoi
dualmente la presión. Pero la jugada tenía ya la intención de proseguir con
de las negras demuestra que no están 'l!!'ffi..f5, con el cambio de damas y la
dispuestas a luchar pacientemente por consiguiente implementación de su
la igualdad y que quieren apoderarse plan. Su oponente pensó aquí durante
de la iniciativa en el ílanco de rey. mucho tiempo.
15 'i!l'c2! 24 l:tld2
Preparando el avance e2-e4. Hasta cierto punto, Polugaievsky jugó
15 ... ELJg6 16 e4 f4 con mucha lógica, pero cuando la
16 ... fxc4?1 17 't\i'xc4 convendría a las situación se volvía "salvaje", fuera de di-
blancas, ya que en tal ca~o el avance g6- rectrices habituales, comenzaba a per-
g5 resultaría un se1io debilitamiento. der la confianza. Con 24 g4! 1Llh4 (de
otro modo, iLJf3) 25 b4 podía haber
17 e5 Ji.g7 18 '&c4 logrado lo que quería: una posición
Las blancas conscn•an su centro de sólida y ligeramente mejor, aunque, se-
peones. Keenc, en el lnformator, y des- guiría habiendo una complicada lucha
pués Matanovic y Ugrinovic, en la E11ci- por delante.

92

1600
24 ... ¡j'f5! 25 'fi'xf5?
Un cambio natural pero deficiente,
que condena a las blancas a un final in-
ferior. Con 25 l:te2 hubieran obtenido
un juego igualado e incluso posibili-
dades de lograr ventaja. Por ejemplo:
25 ... Wxe4?! 26 l:Xc4 c5 27 .!:xe6 cxd4
28 Wfl, o bien 25 ... c5?! 26 'fexf5 cxf5
27 dxc5 bxc5 28 ilxg7 Wxg7 29 l:ted2!,
apoderándose de la columna d. Es ob-
\iamente mejor 25 ... l:tde8, con idea
de 26 il.a3 Wt'xe4 27 l:!.xe4 l:!.f5!, o bien
26 Wc6 c5 27 .lta3 (27 Wxc7? e4) 27 ...
lüe7!, con igualdad (es extremadamen-
te peligroso 28 '+li'xc7?! e4 29 l:!.cl 1 l:tf7,
con la amenaza Wg4, /0f5 y e4-c3).
25 .•. exf5!
Con los apuros de tiempo a la vista,
Polu¡,'<lievsky parece haber subesúma-
do esta captura, con la que su oponen-
te dobla voluntariamente sus peones.
Pero Korchnoi percibió la dinámica de
la posición resultante: las negras proba-
blemente podrán apoderarse de la co-
lumna e (en vista ele la desafortunada
posición ele la torre de d3) y su grupo
de peones del flanco de rey constituye
una fuerza considerable.
26 /Og2 g4!?
Otra sorpresa: la continuacmn 26 ...
fxg3 27 hxg3 f4 se sugiere por sí sola,
desdoblando ele inmediato los peones.
27 /0xf4
Era a considerar 27 f3, pero a las blan-
cas, apurada.~ de reloj, tal \'CZ no les
gustaba 27 ... h5 28 wf2 fxg3+ 29 hxg3
f4.
V!KTOR EL TERRIBl.f.
27 ••• i0xf4 28 gxf4 ..11L.h6! 29 :te2 .:.hf4
Tras haberse librado de sus peones do-
blados, las negras han obtenido en "su"
flanco una mayoría de peones arnnza-
clos. Las blancas deben jugar con suma
precisión para resisúr en este final.
30 :te6?
Completamente desequilibrado, tan-
to por la fuerte presión de Korchnoi
como por el impre\•isto giro de Jos
acontecimientos, Polugaievsky come-
te, probablemente, el error clccish•o.
Era fundamental 30 l:tcll, para seguir
luchando por la columna e, con proba-
bles tablas.
30 •.• :tfe8
Ahora la cohmma abierta queda bajo el
con trol ele las negras.
31 l:tf6 l!el+ 32 'i!ig2 l:tfS
Una torre negra invade la posición
enemiga, mientras que la otra elimina
su torre acú\•a.
33 l:txf8+~f8
1601
34d5?!
Algunos comentaristas recomendaron
34 il.a3+, pero después de 34 ... wf7
35 d5 l:!e2, las blancas no úcnen nada
mejor que entrar en un final de torres
perdido: 36 cl6 cxcl6 37 ¡¡_xd6 il.xd6 38
l:!xd6 .!:xa2 39 b4 l:ta4 40 l:!.d7+ wg6.
cte. Probablemente era más tenaz 34
il.c3 :te2 35 a4(a3), pero también aquí,
después de 35 ... h5, las blancas no
tendrían forma de oponerse al asalto
combinado de la.~ fucrLas enemigas.
34 ... il.d6
93
Gan· Kasparov - Mis Gt:N1Au:s PRt:1n:CF.SORt:s
34 ... .!le2!?
35 il..c3 .lkll 36 il.d2 .lk2 37 a4 f4
Los peones blancos del flanco de da·
ma están paralizados, mientras que
en el flanco de rey los peones negros
avanzan, creando de paso con mínimas
fuen.as un ataque al monarca enemigo,
una estratagema de final favorita de
Korchnoi.
38 h3 f3+ 39 @fl h5 40 hxg4 hxg4 41
wel
La jugada secreta. Las blancas se rindie-
ron sin reanudar el juego. La continua-
ción podría ser: 41 ... il..c5 42 il..e3 .!le2+
43 wnil..xe3 44 l:Ixe3 l:txe3 45 fxe3 g3.
o bien 42 b4 il..d6 43 .l:td4 g3!
En la tercera partida, las blancas al-
can7.aron poco después de la apertura
un final técnico de alfil y caballo contra
torre y peón. Polugaievsky volvió a no
explotar sus posibilidades, míen tras
que Korchnoi, con un juego empren-
dedor, supo plantearle problemas
insolubles. Después de esta victoria, el
marcador selialaba un 3-0 y el desenla-
ce del duelo no ofrecía la menor duda.
Pero aún habrían de producirse nu-
merosos acontecimientos, interesantes
desde el punto de vista ajedrecístico.
Las partidas de este match y el nom-
bre de Korchnoi no fueron publicados
en la prensa general soviética y, a veces,
nos enterábamos de los resultados con
una semana de retraso (¿cómo era
posible que un jugador smiético fuese
arrollado por un villano desertor?).
Recuerdo que en una ocasión mi en-
trenador, Alexander Nikitin, con una
sonrisa cómplice, me invitó "a echar un
vistazo a tres partidas recientes". Me las
mostró sin realizar el menor comenta-
rio, apenas con un leve chasquido de la
lengua, en admiración por cierta~juga­
da.~. Entonces me preguntó: "¿Quiénes
crees que son los jugadores?" Una lógi-
ca deducción me sugirió que se trataba
de las tres primeras partidas del match
Korchnoi-Poluiraievskv. ;Pero era di-
2. En Skar• 1980 (Campeonato de Europa de equipos nacionales). N.d.T.
9-t
V
ficil imaginar que la~ tres habían sido
ganadas por el mismo jugador! Estas
victorias me prodttieron una profunda
impresión, en particular en cuan!O a
la irreprimible energía e inventiva de
Korchnoi que, a los ojos de un aspiran·
te a maestro de 14 años, como yo era
entonces, no podían formar mental-
meme la imagen de un gran maestro
de 45 años.
Tras un respiro de dos tablas, nuevas
pruebas le esperaban a Polugaievsky.
En la sexta partida, con una abmmado-
ra ventaja, Korchnoi se aventuró en un
experimento muy osado por entonces.
514
L Polugaievsky-V. Korchnoi
Evia111977
Semiji11a/ de Candidatos, 6ª partida
Defensa Owen (A40)
1 d4 e6 2 c4 b6!?
En aquella época, esta apertura se
consideraba irregular, una defensa "re-
torcida", cuya teoría se encontraba en
estado embrionario. En el siglo XIX ha-
bía sido practicada ocasionalmente por
jugadores ingleses y norteamericanos,
y a comienzos del XX por los hipermo-
dernos Breyer, Réti y Nimzovich. En
1975 había sido seriamente adoptada
porTony Miles. Su ejemplo fue seguido
por Keene, Stean, Speelman, Plaskell,
Conquest, Hodgson, King, Short, Ada-
ms, Sadler... Es decir, que la defensa
bien podría llamarse Inglesa.
No fue casualidad que Korchnoi lllili-
7.ase una ele las agudas ideas de Miles,
quien se distinguía por un original
tratamiento de las apenuras (recorde-
mos que en una oca~ión logró vencer a
Karpov, con negras, en una partida que
comenzó así: 1 e4 a6?! 2 d4 b5). 2 Esto
tenía una evidente implicación psicoló-
gica: desviarse de los caminos trillados
resultaba especialmente desa1rn1dable

para un oponente exhausto por los su-
frimientos precedentes.
3e4.
La ocupación crítica del centro. Des-
pués de la menos agresiva 3 lüf3 .ltb7
-i g3 .ltb4+ 5 il.d2 (Rubinstein-Nim-
zmich. Gotemburgo 1920) 5 ... il.xf3!
ó exf3 .ltxd2+, las negras tienen buen
contrajuego.
_.\ 3 d5, Miles solía responder 3 ... 't'Nh4,
pero cuando perdió con Karpov des-
pués de 4 1Lic3! il.b4 5 il.d2 IL!f6 6 e3
(Bugojno 1978), se pasó a 3 ... IL!f6.
Y en caso de 3 a3, solía optar por 3 ...
g6 o por la \iejajugada 3 ... f5 (Brien-
Green, Londres 1856, Wisker-Bird,
l..ondres 1873, match, 3'), confiando
en los recursos de las negras tras 4 d5
~ 5 g3 il.b7. Esta creencia fue com-
partida por Speelman, Short y Moroze-
\ich, quienes hicieron tablas de esa for-
ma contra mí (Francfort 2000, rápidas)
~·contra Karpov (Cannes 2002).
3 •.. il.b7
Después de esto, las blancas se encuen-
tran en una encrucijada.
1602
4Wc2
Una nueva fonna de defender el peón
de e4. Antes y después de esta partida,
las blancas defendieron e4 con peón,
alfil o caballo:
1) 4 f3 il.b4+ ( 4 ... f5 5 exf5 IL!h6!? 6
fxe6 IL!f5! 7 liJe2 il.d6 es más agudo,
Ree-Miles, Wijk aan Zee 1979) 5 il.d2
(5 IL!d2?! f5!, con idea de 6 exf5 't'Nh4+)
5 ... il.xd2+ (en varios torneos de 1977,
Bóhm jugó 5 ... 'l!ih4+) 6 'f9xc12 IL!h6!? 7
VIKTOR El. TF.RRIBU:
lüc3 0-0 8 0-0-0 f5, con juego interesan-
te (Korchnoi-Speelman, Nueva York,
rápidas, 1995).
2) 4 IL!c3 .>i.b4, y ahora 5 .\td3 f5! (Ma-
son-Tinsley, Londres 1899; Kaplan-Mi-
les, Sao Paulo 1977; Adorján-Spassky,
lnterzonal de Toluca 1982), 5 f3 f5!?
(además de 5 ... 'f9h4+) 6 exf5 IL!h6
(Pan no-Miles, Buenos Aires 1979), o
bien 5 'i!tc2 'f9h4 6 il.d3 f5 (Farago-Mi-
les, Hastings 1976-77), en todos los
casos con juego de doble filo.
3) 4 .>i.d3! (la mejor respuesta) 4 ...
IL!c6 (Knott-Perren, l" Congreso Ame-
ricano, Nueva York 1857; 4 ... .>i.b4+ 5
il.d2 Boden-Owen, Londres 1858, 7'
partida del match) 5 IL!e2 IL!b4 6 /Libc3
IL!xd3+ 7 'lixd3, y los dos alfiks negros
no compensan la ventaja espacial de
las blancas. Por consiguiente, está de
moda la aguda 4 ... 15!? 5 exf5, y puesto
que 5 ... il.xg2? 6 'l!l'h5+ g6 7 fxg6 .>i.g7
8 gxh7+ o;!?f8 (Browne-Miles, Tilburg
1978) 9 IL!h31 es demasiado peligroso
para las negras, comenzaron a jugar
5 ... il.b4+! 6 @n ILJf6, y aquí el debate
teórico prosigue.
4 ... 't'Hh4!?
¡Amenazando de nuevo el peón de e4!
Pero es una jugada arriesgada, pues la
dama es atacable. Parece más preciso
4 ... il.b4+ 5 IL!d2 (5 .>i.d2 'We7) y luego
5 ... ffi 6 exf5 IL!h6!? (Lalic-Kengis,
Olimpiada de Manila 1992), 5 ... IL!f6
6 il.d3 c5 7 d5 b51 (Rogozenko-Teske,
Dresde 1996), o aun 5 ... c5 6 d5 f5!
7 a3 .>i.a5 (V. Mijalevski-Young, Santa
Mónica 2004). También se ha jugado
4 ... g6 5 IL!c3 il.g7 6 il.e3 IL!e7 7 0-0-0
0-0 8 f4 f5 9 e5 d5 (Levitt-Short, Calcu-
la 1998).
Ahora las blancas disponen de muchas
continuaciones tentadoras, pero ¿cuál
de ellas garantiza ventaja? Puedo ima-
ginar lo nervioso que debe haberse
puesto Polugaicvsky, cuanto debe ha-
ber mirado esta posición teórica, con
la cabeza entre sus manos ... Al ser un
incansable investigador, no le gustaba
tener que resoh·er problemas de aper-
tura ante el tablero, y el resultado del
95
Gary Kasparov - Mrs GF.NIALF.S PREDECF.SORr.s V
encuentro tampoco le disponía hacia
grandes decisiones intuitivas.
5 ILJd2
Descartando 5 ILJc3 .i.b4 6 .i.d3 (6 cl5
.i.xc3+1, lvanchuk-Sadler, Montecarlo,
a la ciega, 1998) 6 ... 5, trasponiendo
a la partida Farago-Miles antes men-
cionada, o bien 6 ... ,¡l¡,xc3+!? 7 bxc3 15,
una no\·edad de los años noventa. Por
entonces también se jugaron 5 ..\l¡,d3 f5,
5 ... il.b4+ y 5 ... lllc6, así como 5 d5 5!
6 exf5 exd5, con igualdad.
5 .•• .i.b4 6 .ltd3 f5?!
Quizá sea más preciso 6 ... 'S'g4. Por
ejemplo: 7 'i!ffl f5! (Quinn-Speelman,
Zonal de Dublín 1993; Le\'itt-Ehlvest,
Nueva York 1994), o bien 7 ILJe2 (con
idea de 0-0) 7 ... 'l!fxg2 8 l:tgl 'lWxh2 9
l:txg7 ILJc6, con juego agudo.
7 ILJf3 il.xd2+
Más tarde se jugó 7 ... '&g4?! 8 0-0, o
incluso 7 ... ~h5 8 0-0 ILJf6 9 h3 (tran-
quila profilaxis) 9 ... 0-0?! (es mejor
9 ... .ltxd2 JO li:lxd2 ILJc6) JO e5 g5? 11
exf6 g4 12 hxg4 fxg4 13 llle5 ... 1-0 ( Ki-
riakov-Shepherd, Port Erin 2000).
1603
8-;t;fl?
He aquí los frutos del experimento ele
apertura de las negras. Nada se conse-
guía con 8 ILJxd2 ILJf6 9 g3 'Wh3 (9 ...
'i!l'h5!?) 10 .án 'i!l'h5 11 .i.g2 0-0 12 0-0
iLJc6 13 'lWc3 (KiriakO\'-Tratar, Pardu-
bice 1995) 13 ... e5!, con idea de 14
dxe5 IZ:lxe51 Pero es sorprendente que
Polugaievsky no haya jugado 8 .i.xd2
fi'g4 9 .!Oe5! (9 h3 Wxg2 10 we2 '&g6!
11 .:::agl '!li'f7 12 cl5 12if6 no está claro)
9 ... 'l!i'xg2 l O 0-0-0, con peligrosa inicia-
tiva por el material sacrificado. Puesto
que ahora 10 ... 'lWxf2? 11 l:thgl 'Wxd4
12 .i.c3 'S'e3+ 13 wbl ó 10 ....be4? 11
l:thgl .i.xd3 12 'S'xd3 'lWe4 (12 ... 'f!lxf2
13 l:txg7) 13 'i!l'g3 g6 14 ILJxg6 son cla-
ramente malas para las negras, estas se
defienden con JO .•• fxe4 l l .i.e2 lllf6
(si Il ... ll\c6 12 ll\xc6 .lll.xc6, y ahora
13 d5!) 12 .i.e3 'lifh3 13 l:tdgl ILJc6!
(Rogers) 14 ILJxc6 (pero no 14 l:txg7?!
liJxd4! o bien 14 l:tg3 '&5 15 l:tg5?!
liJxd4!, Webster-Adams, Prestwich
1990) 14 ... .11Lxc6 15 l:txg7 .l:l.g8 (15 ...
0-0-0!?) 16 l:txg8+ liJxg8 17 d5 exd5 18
cxd5 .ltxd5 19 '!Wxc7 ILJe7, sosteniendo
la posición.
Sin embargo, es mucho más fuerte 12
.l:l.hg 11, ya que 12 ... 'lWxf2? permitiría 13
.i.h6!!, con la amena1.a .i.h5+ y 'f!lxf2,
mientras que si 12 ... 'W'xh2 13 il.e3!,
la amenaza de cazar la dama (l:thl y
l:tdgl) impide a las negras completar
con éxito su desarrollo: si 13 ... ll\c6, es
posible la restringida 14 ~c3, así como
la impaciente 14 l:thl ILJxd4 15 .i.xd4
"Wr4+ 16 wbI 0-0 (16 ... 'f!lf5 11 i:thgI>
17 ll\xd7! ILJxd7 18 il.xg7!, con ataque.
12 ... 'i!+'h3 13 l:txg7 ILJc6 14 .!LJxc6 .11Lxc6
15 d5! también es fa\'Orable a las blan-
cas.
Si, de inmediato, 11 ... 'Wh3, entonces
12 l:thgl de nuevo plantea dificiles pro-
blemas a las negras: 12 ... d6 13 l:txg7!
dxe5 14 l:txc7, o bien 12 ... g6 13 ~g4
'ti'h4 14 d5!, etc.
Después de la impulsiva jugada de la
partida, las blancas no logran compen-
sación suficiente por la insegura posi-
ción de su rey.
8 •.. 'i!+'h5 9 ~xd2 .!LJf6
Otro ataque al peón de e4.
10 exf5?!
Para las blancas era más seguro, no obs-
tan te, 1Oe5 lLJe4.
10 •.• .i.xf3! 11 gxf3
En caso de la aguda 11 fxe6?!, podría
haber seguido no sólo 11 ... iLb7 sino

también 11 ... lüc6! 12 exd7+ wf7 13
gxf3 (13 ~c3 ig4) 13 ... lüxd4 14 "i!i'c3
'ii'h3+ 15 li>el 'iWg2 16 l:tfl illxf3+ 17
Wdl l:thd8 18 ~c2 l:txd7 19 l:tadl l:lad8,
con ventaja negra.
11 ..• lüc6 12 i.c3 ().-0
La prematura 12 ... 'iWxf3 permitiría a
las blancas coordinar sus fuerzas con
13 l:tgl 0-0-0 14 ~e2, etc. Sin embar-
go, mejores perspectivas ofrecía 12 ...
0-0-0!, de forma análoga a la citada par-
tida Quinn-Speelman que siguió con
6 ... 'Wg4 7 wfl
f5 8 ©gf3 .bd2 9 ©e5
f9h4 1O lüf3 °ffh5 11 i.xd2 lllf6 12 exf5
i.xf3 13 gxf3 lüc6 14 Ac3 0-0-01
13 l:tel?!
Una pérdida de tiempo. La posición
blanca no estaría tan mal de haber
jugado aquí 13 l:tgll disponiéndose a
incorporar su torre y evacuar el rey.
l3 ••• 'Wb3+!
De nuevo, unajugada enervante. Polu-
gaievsky esperaba la natural 13 ... 't!i'xf3,
pero después de 14 l:tgl 'iWh3+ 15 l:tg2,
las blancas no tendrían motivos de
queja, pues su alfiles serían muy fuertes
e incluso podrían aspirar a apoderarse
de la iniciativ-d.
l4@e2
Después de 14 ..t.>gl?! illh5 15 'ii'd2
©e71 Ias blancas tendrían que cambiar
damas urgentemente para evitar un
ata.que de mate: 16 'Wg5 ©xf5 17 'i!l'g4
"llf4 18 .li.e4 (18 ~fl "i!l'h6) 18 ... lüh4
19 'ilfxh3 illxh3+ 20 @fl l:tad8, y los
caballos negros son más fuertes que los
alfiles blancos.
14 ... l:lae8
:\fovilización, aunque las negras po-
drían conseguir alguna ventaja con
l ·1 ... 'Wh4!?, con idea de 15 fxe6 ©xd4+
16 .li.xd4 'l!fxd4 17 wfl dxe6.
15 l.t>dl?!
Lo correcto era 15 fxe6 l:txe6+ 16 wd2.
VtKTOR EL TERRIBLE
1604
15 ... e5!
Las negras siguen sin capturar en f3.
16 dxe5 ©xe5
Finalmente, la posición se ha clarifi-
cado. Las blancas no han conseguido
resolver a tiempo la tensión de peones,
y se han quedado con peones triplica-
dos que comienzan a caer como fruta
madura.
17.li.e2
No era mejor 17 Axe5 .lhe5 18 l:txe5
'i!fxf3+ (Keene).
17 ... lllxf3! 18 'i!l'd3 l:txe2 19 l:txe2
19 li>xe2? 'l:i'h5, ganando.
19 ... 't!i'g2 20 l:thel ttJxel 21 ..t>xel
'Wxh2
Keene le concede un signo de interro-
gación a esta jugada, recomendando
21 ... 't!i'gl+ 22 @d2 '!Wxh2. Ahora no es
posible 23 l:te7? debido a 23 ... Vxf2+,
mientras que en caso de 23 wc2 'i!l'd6
24 "l:'fxd6 cxd6, las negras tienen mejor
final (25 l:te7 h5!). Sin embargo, des-
pués de 23 f3!, sigue habiendo mucho
juego.
22 l:te71 "l:'fgl+
No 22 ... l:tf7 23 .li.xf6, con igualdad,
pero era interesante 22 ... 'i!i'h6!?
23 <be2 'Wg4+ 24 wel h5 25 "!1i'g3!
"11i'xg3?!
Esto es una imprecisión. En otra ver-
sión del final de torres con 25 ... l:l7!
(Keene) 26 .li.xf6 gxf6 27 'l\fxg4+ (27
l:te4? 'ti'xg3 28 fxg3 wg7 y <;i;>h6-g5)
97
Cary Ka•parov - Mis C>:>HAl.V.S l'Rl'.DECESORES V

27 ... hxg4 28 .t!e4 .t!g7, las negra.~ ha- Pero también las negras dejan escapar
brían tenido posibilidades de éxito mu- Ja victoria que se lograba con 42 ... Wc5!
cho mayores. 43 J:tf8 f4 44 J:tf:j+ d5 45 we2 l:td4.
26 fxg3 J:tf7 27 J.xf6 gxf6 28 J:te8+ wg7 43 ltif4 <;f;>cS
29 wf2 wh6 30 M!
1605
Tras llegar a un final de torres con
peón menos, Polugaievsky resiste con
toda su voluntad y crea un verdadero
contrajuego. Es difícil decir si Korch-
noi hubiera podido mejorar su juego
en la siguiente fase, bajo apuros de
tiempo, pues un detallado amílisis ele
este final no entra denu·o de nuestros
propósitos.
30 .•. wg5 31 l:ta8 Wxf5 32 J:txa7 d6 33
a4 We6 34 a5 bxa5 35 l::xa5
44 l:tcB+?
35 bxa5 i;t>d7 36 i:ta8?! (36 l:tb7 i:tf8)
36 ... l:te7! 37 a6 l:te5, etc., era, ob\ia- Un grave error. Las blancas debían
mente, peor para las blancas. haberse detenido a recobrar el aliento
y optar por la sencilla 44 Wxf5, que
35 ... r5 36 cS! i:th7
después de 44 ... l:txb5 45 J:ta(d)8 ó 45
Si 36 ... l:tg7, podría haber seguido 37 J:tc8+ conduce a un final de tablas de
lla7. Por ejemplo: 37 ... dxc5 38 J:ta6+ torre y peón contra torre.
<;f;>d5 39 l:ta5 Wc4 40 l:txc5+ <ot>xb4 41
44 .•• Wx.b5 45 <ot>xf5 J:te3!
J:txf5 l:th7 42 l:!f4+ wb5 43 l:th4 c5 44
we2 c4 45 wd2 wb4 46 'itc2, con ta- Cortando al rey blanco en la columna
blas. e, después de io cual toda resistencia
es inútil. Esta situación probablemente
37 cxd6 cxd6 38 b5 h4
le recordó a Korchnoi el final de la ter-
En caso de 38 ... l:tc7 (38 ... J:tb7!?) 39 cera partida de su match con Timman,
l:ta2 no se gana ni con 39 ... d5 40 J:ta6+ en la que su peón d, apoyado por el rey,
~e5 41 llh6 %k2+ 42 Wf3 l:tc3+ 43 'itf2 avanzó triunfalmente hasta la casilla ele
l:tb3 44 l:txh5 l:txb5 45 g4, ni con 39 ... coronación (parúda núm. 506).
:tb7 40 i:tb2 wd5 41 wf3 wc5 42 ..tr4 46 wf4 J:tel 47 l:td8 <;t;cS 48 l:tc8+ wd4
J:txb5 43 l:th2 J:tb4+ 44 wxf5 J:tb5 45 49 <;f;>f3 d5 50 wf2 l:te5 51 .!:ta8 'itc3 52
we4. J:ta3+ <;f;>b4 53 J:tal d4 54 J:tcl d3 55 l:tc8
39 gxh4 J:txh4 40 l:ta8 l:tb4 41 J:tb8 'it>d5 d2 56 J:tb8+ wc357 J:tc8+ <;f;>d3 58 l:tdB+
42wf3? wc2 59 l:tc8+ Wdl
Con sus banderitas a punto ele caer, Las blancas se rindieron.
ambos contendientes habían dejado
Recuerdo que Vladimir Bagirov, por
de anotar sus jugadas, de modo que
entonces segundo ele Polugaievsky co-
ignorando que habían superado el
mentó las partidas de este match en el
control de úempo, siguieron jugando
Club de Ajedrez BurC\'estnik a su regreso
a ritmo de bli11-. Como consecuencia,
a Bakú, y se quejó del "sino fatídico" de
las blancas dejaron escapar las tablas
su protegido. Me resultó muy interesan-
ahora que estaban a punto ele lograrlas:
te examinar los análisis desde un lacio,
42 J:tb61 'itc5 43 J:tc6+ (Keene), o bien
historias y experiencias ele una persona
42 ... l:tb3 43 lt>e2 f4 44 <;f;>f2 i;t>e5 45 l:tb8
que había estado en el centro mismo de
d5 46 b6 '.t>d6 47 J:tf8.
los acontecimientos. Para sorpresa mía,
42 ••• J:tb3+? me enteré de que Ja lucha había sido

98

mucho más dura de lo que parecía, so-
bre todo en la segunda pane del match.
la preparación teórica de PolugaievsJ..1'
era de muy alta calidad, y a veces pudo
plantearle a Korchnoi problemas muy
peliagudos.
Bagirov estaba especialmente ape-
nado por la séptima partida, en la que
5e planteó una línea de la Variante
:O.lerano, en cuya preparación él y
Polugaievsky habían invertido mucho
tiempo y esfuerws.
515
V. Korchnoi-L. Polugaievsky
t:vi1111 1977
Sr111ifi1111l de Ca11didatos. 7• partidll
Defensa Semi-Eslava (047)
1 c4 lLJf6 2 lüc3 e6 3 lüf3 d5 4 d4 c6 5
e3 '!:lbd7 6 il..d3 dxc4 7 il..x4 b5 8 Sl.d3
..i.b7
Idea de Larsen: la llamada Merano
mejorada.
90-0
Ames era más popular 9 e4 (partidas
núm. 425-429).
9 ••• b4 10 lüe4 fi..e7 ll lüxf6+ €\xf6 12
e-l 0-0
la quinta partida siguió así: 12 ... lk8?!
13 Va4 a5 14 l:td 1 0-0, y las negras igua-
laron gradualmente. Pero después de
13 a3 (Keene) ó 13 ti'e2, hubiera sido
mucho más difícil, y es posible que la
jugada de torre fuese una pérdida de
tiempo.
1606
VIKTOR El. TF.RRIBl.F.
13 'i!Yc2
Por aquella época las continuaciones
principales eran 13 '\We2 y 13 e5, y
también es el caso actualmente. Por
ejemplo:
l) 13 'tll'e2 c5 14 dxc5 lüd7 15 c6!
il..xc6 16 il..e3 (16 l:tdl lüc5!, Kramnik-
Lautier, Montecarlo, a la ciega, 2000)
16 ... ..ltb7 17 l:tfc 1 il..d6 (Savon-Va-
ganian, 38º Campeonato de la URSS,
Riga 1970; Kasimdzhanov-Akopian,
Erevan 2001), 17 ..• ffb8 (Brownc-Po-
lugaievsky, lnterzonal de Manila 1976),
o bien 17 ... ti'a5, como jugó M. Gure-
vich contra Lautier y Piket (2000), en
cada caso con ventaja mínima de las
blancas.
2) 13 e5 lüd7 14 ti'c2 h6 15 ..lth7+
wh8 16 ..\te4 'iWb6 17 il..e3 c5! 18 dxc5
il..xc5?! 19 l:tadl! (novedad; 19 ..ltxb7
f9xb7 20 il..xc5 llfc8, con igualdad; 19
il..xc5?! il..xe4 20 il..xb6 il..xc2 21 il..c7
llfc8 22 il..d6 a5, Polugaievsky-1..arsen,
lntenonal de Palma de Mallorca 1970)
19 ... il..xe3 20 l:txd7 l:tac8 21 llxb7
l:txc2 22 l:txb6 l:txf2 23 l:txf2 11..xb6 24
wn 11..xf2 25 wxf2, y las dos piezas me-
nores blancas superaron a la torre y el
peón (3' partida).
Este final puede evitarse con 19 ...
11.xe4 20 f!l'xe4 l:tad8, pero también
aquí conservan las blancas alguna pre-
sión: 21 il..g5!? (después de 21 l':!.cl6 °fia5
22 11..xc5 ILJxc5 23 ffc4, es posible 23 ...
l:tc8) 21 ... hf2+ (21 ... hxg5? 22 lüxg5
es malo para las negras, mientras que si
21 ... f6, entonces 22 Ah4) 22 l':!.xf2 lüf6
23 l:txd8 (23 'tll' el l':!.xd 1 24 '!Wxd 1 €\g4 !
25 Ah 4 l:tc8 26 €\e 1 €\x12 27 il..xf2 'i!!Ya5
es confuso) 23 ... '!:lxe4 24 l:txIB+ wh7
25 .lth4, obteniendo torre, alfil y caba-
llo por la dama.
Parece que Polugaievsky subestimó en
su preparación los inconvenientes de
18 ... il.xc5?!, pues de no ser así habría
descubierto la sencilla 18 ... lüxc5! (no-
vedad en los noventa) 19 il..xb7 '!l!'xb7
20 il..xc5 l:tfc8, o bien 19 Ji..xc5 be4
99
Gary Kasparov - Mts GENIALES rREDF.CF.SORF.S
20 'i1fxe4 .lll.xc5 21 l:tacl l:tad8, seguido
de l:td5, con igualdad.
En lugar de 13 e5 lüd7 14 't!l'c2, las
hlancasjuegan 14 .lll.e4, y después de
14 ... l:tb8 sacrifican inesperadamente
un peón con 15 a3!? bxa3 16 b4 a5?!
(16 ... .lll.xb4? 17 .lll.xh7+1) 17 hxa5
Wxa5 18 .lll.xa3 .lll.xa3 19 .lll.xh7+1 (la
misma combinación pero en forma
más complicada) 19 ... 'it>xh7 20 lüg5+
wg6 21 'i'fd3+ f5 (21 ... wxg5 22 f4+
'it>h6 23 'i1fh3+ ~g6 24 15+ exf5 25
l:tf3 f6 26 l:tx!O! lth8 27 'i1fg4+ wf7 28
e6+, ganando la dama) 22 lüxe6, con
amenazas demoledoras (Kasimdzha-
nm·-Lesiege, Olimpiada de Estambul
2000), aunque es más consistente
16 ... 5 Ualifman-Bareev, Dortmund
2000). Pero se trata de matices del
cambio del siglo XX al XXI ...
13 ... h614 .lll.e3
Una novedad que no crea especiales
problema~ a las negras. 14 e5 lZld7 ha-
bría conducido a una posición de la 3'
partida. No es mejor 14 l:tdl l:tc8 (G.
Kuzmin-Bagirov, Zonal de Lvov 1978),
ni 14 a3 c5! (Illescas-Anand, Madrid
1993).
14 •.• lk8 15 l:tfdl
Más tarde se ha ensayado 15 lüd2, 15
a3 y 15 l:tacl (di), pero en ninguno de
estos casos tuvieron las negras motivos
para quejarse de la apertura.
15 ... c5!
Un típico minado del centro que libera
eljuego negro.
16 dxc5 li:lg4 17 il.d4 e5 18 h3
A estas almras, jugada ya única. Tanto
18 .lll.xe5? l:txc5, como 18 a3?! bxa3 19
.l:xa3 exd4, ó 19 l:txa3 exd4, o aun 19
fib3 l:tb8!, son malas para las blancas.
18 ... exd4 19 hxg4 Iri¡c5 20 'i!fd2
100
V
1607
20 ••. a5?!
Demasiado lento. Era más fuerte 20 ...
.lll.cS! (atacando de inmediato el peón
de g4), después de lo cual Keene indi-
có 21 'Wf4 en el lnfonnator. Pero se trata
de una recomendación dudosa, ya que
tras 21 ... 'tll'd7!, para las blancas no es
fácil, si es que existe, encontrar un ca-
mino para igualar.
21 l:tacl
Ahora la posición está prácticamente
igualada.
21 ••• 'llt'd7?
Pero esta jugada es un serio error: una
ganancia de tiempo como ésta, atacan-
do el peón de g4, implica la encrega
de la columna e, lo que significa llevar
agua al molino de las blancas. Era me-
jor 21 ... l:txcl 22 l:txcl 'l!fd7 23 Wf4
l:tc8, con igualdad (Graf-Novikov, 58°
Campeonato de la URSS, Moscú 1991),
o bien la confusa 21 ... l:te8!?
22 l:txc5 hc5 23 g5!
El débil peón g asume de pronto el
papel de ariete. Después de su cambio
por el peón h, el rey negro se sentirá
muy incómodo.
23 ... hxg5
23 ... h5?! 24 g6! fxg6 25 'i!fg5, o bien
23 ... 'iWe6 24 l:tcl! .lll.b6 25 'i1ff4 también
deja a las blancas con una peligrosa ini-
ciativa, mientras que después de 23 ...
'Wg4 24 gxh6 l:te8 25 hxg7 'it>xg7 26 l:tcl
.lll.b6 27 tl:lh2, las negras 110 tienen com-
pensación por el peón.

24 'Wxg5 Wfe7
Si 2-1 •.. il.b6, entonces 25 li:le5 es mo-
l.esto. Parece que Polugaievsky pensaba
que podría parnr sin grnndes dificul-
tades las amenazas blancas sobre la
columna h, pero las cosas resultan ser
bastante feas para él.
?5 'S'h.51
Korchnoi, por supuesto, m siquiera
pensaba en cambiar damas: 25 'fllxe7
:..."(.e7 26 l:tcl, en busca del peón de d4,
~a que después de 26 ... l:tc8 27 l:txc8+
.:..Xc8 28 lllxd4 il.ffi 29 t.Zlc6 il.d7 30
~xa5 il.xb2, los dos alfiles negros com-
pensarían el peón.
?5 ... g6
Permitiendo a la dama blanca situarse
en h6, después de lo cual es muy proba-
ble que la posición negra no pueda ya
defenderse. Pero 25 ... 'iid6 tampoco
habría resuelto sus problemas después
de 26 l:tcl! Por ejemplo: 26 ... il.b6
(26 ... a4 27 l:tcl ! il.b6 28 l:tc4) 27 e5
~6 28 1!i'xh6 gxh6 29 eG, o bien 26 ...
Wb6 27 b3 il.e7 28 Jtc4, con una fuerte
iniciativa.
Como a menudo sucede, las amenazas
directas resuhan ser muy efectivas.
26 ••• 'iff6
Las negras también tendrían dificulta-
des después ele 26 ... l:te8 27 t.Zlg5 'Wf6
28 iLc4! (consiguiendo la coordinación
de piezas ideal) 28 ... J:te7, y aquí 29
:d3! il.xe4 (29 ... 1!i'g7 30 'l!ih4) 30
l.xf7+ 't:fxf7 31 0,xr7 il.xd3 32 'i1fg5 es
bueno, como también lo es 29 e5! Wg7
30 '5'h2! (amenazando 31 e6) 30 ...
Vxe5 31 il.xf7+ <;f;>f8 32 'i1fh6+ W/g7 33
1'h4, con un ataque muy fuerte (si
33 ... '1We5, 34 il.xg6).
27 ~c4! d3
27 ... il.xe4? 28 ll:lg5; 27 ... J:te8 28 0.g5
:.e7 (véase la nota anterior a 26 ...
:es).
V!KTOR El. T1':RRIBl.F.
28 e5 'i!t'f5
No es mejor 28 ... 'i1fg7. Por ejemplo:
29 '1Wg5! il.xf3 30 gxf3 il.d4 31 f4 il.xb2
32 J:txd3 (Keene) 32 ... lk8 33 e6! il.f6
34 exf7+ <;f;>f8 35 'Wxa5 (ó 35 'fllb5) v las
blancas ganan. ·
29 l:txd3 il.e4
En apuros de tiempo, Polugaievsky
pensaba que esta posición no estaba
clara, pero ahora se produce un espec-
tacular remate.
1608
30J:td6!
Una brillante jugada que amenaza
J:tf6.
30 ..• 'lWg4
La torre es tabú: 30 ... il.xd6 31 t.Zlg5, y
si 30 ... 'lWh5, entonces 31 'lWxh5 gxh5
32 l:td7 il.xf3 33 gxf3 wg7 34 r4 ~g6 35
il.d3+ ~h6 36 'itg2, etc.
31 l:tf6 il.f5 32 b3
Apoyando al alfil de c4 y conse1v.1ndo
amenazas decisivas. La ulterior resis-
tencia de las negras, en apuros de tiem-
po, resulta estéril.
32 ••• il.d4 33 ll:lxd4
Lo más sencillo, aunque también se
ganaba con 33 l:td6 il.c5 34 0.g5 'B'h5
35 il.xr7+ l:txf7 36 W/xh5 gxh5 37 lüxf7
il.xd6 38 0.xd6 il.bl 39 l!lb7.
33 ... 'lWxd4 34 l:txg6+ il.xg6 35 'lWxg6+
wh8 36 'lWh6+ wg8 37 e6
Trasponiendo a un final ganado con
dos peones de vent..-tja.
101
Gary Kasparo\' - Mis GENIAi.ES PRf.DECESORf.S
37 ••• 'i!i'e4 38 exf7+ 1lxf7 39 'f4'f6 'i!Ybl+
40 Wh2 'ti'h7+ 41 'i!;>g3 'Wd3+ 42 f3 'i!Yxc4
43 ~dS+
Las blancas se impusieron.
El tanteo era de 6-1 a favor de Kor-
chnoi (¡casi digno de Fischer!). Pero
puesto que debían jugarse 16 partidas,
el encuentro prosiguió su curso. En ho-
nor de Polugaievsky, hay que decir que
hasta con un tanteo de pesadilla no se
desmoralizó y siguió luchando: ganó la
s• partida y, a continuación, logró posi-
ciones prometedoras varias veces. Pero,
como explicó Bagirov apenado, "con-
tinuamente le faltaba algo: ¡Korchnoi
jugaba como embntiado!". El resultado
final del match fue de 8,5-4,5 (+5 =7
-1}, a favor del leningradense.
La derrota fue consecuencia de la
in~·.o:tnhi1i<lnd ¡.1....:ico1t~gic:1 de Pol11¡;:1ic-
.-sky,a quien siempre le había resuha-
do difícil jugar contra Korchnoi. En
muchas fases de las partidas jugó bien,
incluso muy bien, pero en los momen-
tos decisivos no era del todo capaz de
soportar la tensión. Y éste 110 del todo
fue suficiente para que Korchnoi se
anotase una impresionante victoria.
Más sorprendente aún fue su brillante
forma y el agudo salto de su potencial
creativo, increíble para un jugador de
45 años. El mismo fue lacónico en su
evaluación de lo que había sucedido:
"Yo era mucho más fuerte ante el ta-
blero, mis nervios de nuevo resultaron
más robustos, y la aportación de mis
segundos fue más efccti\'a" (aquí habla-
ba de Raymond Keene, Michael Stean y
Yakov Murey).
fate match debe haber senido como
una señal de advertencia a Karpov y sus
entrenadores: ¡Korchnoi nunca había
jugado con tanta energía, empttie y
creatividad! Lo más asombroso era la
diversidad de los métodos creativos que
había empleado. Pero al mismo tiempo,
la propensión de Korchnoi a buscar
finales complicados, no temáticos,
también era significati\'a. Su virtuosa
conducción ele tales finales le permitía
afrontar con éxito el juego de un exper-
to en teoría de aperturas y maestro del
102
V
juego complicado como Polugaievsky.
Fue también en los finales donde Kor-
chnoi pudo plantear a Karpov proble-
mas muy serios, al final de la maratón
de Baguio.
La revancha de Belgrado
En la Final de Candidatos con Boris
Spassky (Belgrado, imiemo de 1977-
78) un morbo especial tenía el hecho
de que a mediados de los setenta el
excampeón mundial también había
perdido el favor de las autoridades. Pe-
ro entonces, en palabras de Korchnoi,
consiguió lo que parecía imposible:
"Virtualmente, fue el único de nuestros
millones de emigrantes que obtuvo la
doble nacionalidad y que, aun conser-
vando el pasaporte SO\~étic~. ¡p~1do
uadaclarsL· .a Parí.-.! DurJnle \'anos anos,
Spassky luchó por su independencia
política, pero 'por suerte' recibió el
pem1iso para irse, exactamente un mes
después de mi huida de la URSS".
Por consiguiente, a ojos de los go-
bernantes, y a diferencia del "reneg-.i.do"
Korchnoi, Spassky seguía siendo "un
representante de la facuela Soviética
de Ajedrez". Así que las autoridades
ayudaron al nuevo parisino, con el fin
de proteger a Karpov de un nuevo en-
frentamiento con Korchnoi, y a ellos
mismos de la amenaza de que la Unión
So\iética pudiese \'oh·er a perder la co-
rona mundial de ajedrez. El juego del
"m1idor" en el match con Polugaicvsky
causó mucha inquietud. Aunque por
entonces la posición dominante de
Karpov parecía inmutable, el ascenso de
Korchnoi había sido demasiado rápido
e inesperado. ¿Y si en un año siguiese
progresando y pudiese luchar con Kar-
pov en términos de igualdad? Después
de todo, al final de su match de 1974,
y pese a su inicial ventaja, a Karpov le
había resultado dificil despachar a su
peninaz oponente. Ahora, cuando este
último había escapado del control del
Comité de Deportes y había podido
rodearse de un buen equipo de entrena-
dores, cabía en lo posible que las cosas
resultasen todavía más difíciles.

No sé hasta qué punto todas estas
maquinaciones al margen del tablero
afectaron al juego de Spassky, pero el
hecho es que pese a la ayuda de su en-
trenador de mucho tiempo atrás, Igor
Bondarevsky, el comienzo de este ago-
tador match (al mejor de 20 partidas)
fue catasLTófico para el excampeón
mundial. En la primera partida se sah'Ó
literalmente de milagro, pues en sus
apuros de tiempo, Korchnoi se precipi-
tó al reali7.ar su jugada 41, ¡que resultó
ser la única que echaba por tierra la
\ictorial
Pero en la segunda partida no ocu-
rrió ning(m milagro. Korchnoi eligió
una variante arriesgada de su favorita
Defensa Francesa y que como pudo
\'erse estaba dispuesto a plantear no
sólo ante rivales de clase inferior, sino
también al más alto nivel. Lo cierto
es que Spa~sky no logró resolver los
complicados problemas derivados de
la misma.
516
B. Spassky-V. Korchnoi
Relgmdo 1977
Mntc/1 Fi11nl tle Ctmtlitlnto.<, 2ª pnrtidn
Defensa Francesa (Cl8)
1 e4 e6 2 d4 d5 3 lüe3 il.b4 4 e5 e5 5 a3
Ji.xe3+ 6 bxc3 lüe7 7 'f9g4
7 a4 (partidas núm. 501, 511y512).
7 ... exd4
7 ... W/c7 (más tarde, Korchnoi prefería
7 ... 0-0!) 8 'ffxg7 llgS 9 Wixh7 cxd4
LTaspone, pero aquí las negrns tienen
que contar con 8 il.d2 (como jugó Veli-
mirmic), o bien la \ieja idea de gambi-
to de Geller 8 il.d3!? cxd4 9 lüe2.
8'f'/xg7
Ahora, si 8 il.d3 puede seguir 8 ... 'i!fa5!
9 li:le2 .:t:lg6 (Tal-Bronstein, Kiev 1964-
65, 32º Campeonato de la URSS). Por
otra parte, es posible 8 cxd4 Wic7 9
@el l. La 12ª partida siguió así: 9 ... O.O
V!KTOR EL TF.RRIRl.E
(9 ... ILJ15 101Zlf3 1Zlc6 11 ~d3 li:Jce7 12
.ltd2 .14d7 13 a4! y l:la3, Spassk}~Lu­
tikov, Moscú 1960) 1O ttlf3 f6 11 ..i.d3
lüf5 12 '+Wh3 lüc6 13 g4 fxe5 14 dxe5
lüxe5!, con juego agudo más o menos
igualado.
8 ... I!g8 9 'Wxh7 fHe7
Después de la experimental 9 ... 'i!l'a5?!,
podría haber seguido 10 ILJe2 (Tim-
man-Korchnoi, Leeuwarden 1976,
match, 5'), o bien JO llbl ILJbc6 (las ne-
gras no logran igualar con 10 ... 't\l'xc3+
11 il.d2 'f!l'xa3 12 lüf3!, ó 11 ... 'f!ic7 12
f4 lübc6 13 .:t:lf3 il.d7 14 lüg5!, Alexan-
der-Bot\innik, match Inglaterra-URSS
1946) 11 .:t:lf3 .li.d7 12 l:lxb7 'i1fxc3+ 13
wdl llla5 14 I!b4! ... 1-0 (Short-Tim-
man, Amsterdam 1988).
10 /()e2
10 wdl (partida núm. 503).
1O ••• lübe6 11 f4 il.d7
Por entonces esta jugada se efectuaba
de forma casi automática, pero más
tarde, en buena parte gracias a esta. par-
tida, comenzó a jugarse 11 ... cLxc3!? 12
Wid3 d4 13 IL\xd4 lüxd4 14 'Wxd4 il.d7,
aunque LTas 15 I!gl! ILJ!5 16 'W'!'2, las
blancas conservan una clara ven taja.
12 'ffd3 dxe3
El esquema principal de la variante.
13 il.e3
Una rara y poco prometedora respues-
ta. Las blancas harían bien en eliminar
el peón de c3. Por aquellos años, se
jugaba sobre todo 13 lüxc3 a6 14 !Ibl
llc8 (o bien 14 ... t0a5, pero no 14 ...
o.O-O? 15 'ffxa6!) 15 h4! (15 il.d2 IL\a5!
Lilienthal-Levenlish, Moscú 1936)
15 ... .:t:lf5 (15 ... lüa7?! 16 I!h3 lüh5 1i
I!b3 lüf5 18 h5!) 16 llh3 lüce7 l 7 il.d2.
con vent.'tja (Korchnoi-Noguciras, Bru-
selas 1988). Pero es más preciso 13 ...
.:t:lf5!? 14 Q:ib5 'tlfd8, de modo que ac-
tualmente la jugada más molesta para
las negras es 13 'i!i'xc3!
103
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
13 ..• d4!?
Una novedad. ¡Por cierto que este
sacrificio de peón se ha vuelto úpico!
Además de la vieja jugada de Uhlmann,
13 ... ILJf5, también se ve 13 ... 0-0-0, y
después de 14 .tf'2 (14 g3 d4!), 14 ... d4
lleva a una posición de la partida.
14 .tf2
Esto parece una pérdida de tiempo,
pero Spassky quiere capmrar en d4
sólo después de que las negras hayan
enrocado, a fin de atacar el peón de a7.
En caso de 14 lllxd4 ILJxd4, las negras
disponen de un contrajuego acti\•o: 15
.li.xd4 ILJd5 16 g3 .tc6 17 l:tgl (17 .te2
ILJxf4!) 17 ... 0-0-0, o bien 15 'Wxd4 ILJf5
16 'Wc5 'ffc6! 17 0-0-0 (17 l:tdl? 'l!fe4!)
17 ... 'l!i'b6! 18 1ll'xb6 axb6 19 ii.xb6
l:xa3 20 'i!;>b l :c!a4, con un exceleme
final.
14 ••• 0-0-0 15 1Uxd4
Más tarde se ha jugado 15 g3 en nu-
merosas ocasiones, pero aquí, además
de la correcta 15 ... ILJf5 16 .li.g2 CLJce7
(Bronstein-Schmidt, Copenhague
1991) ó 15 ... 'Dg6 16 'ffc4 (16 .tg2
li:lcxe5!) 16 ... f6! (Rytshagov-Djur-
huus, Asker 1997), las negras pueden
jugar a lo Tal con 15 ... ILJxe51? 16 fxe5
il.c6 17 llgl l:tg4!, ganando también el
peón de e5, con importante compensa-
ción por la pieza.
15 ... i0xd4 16 'i!Yxd4 b6
Como de costumbre en esta variante, se
ha producido una posición nada están-
dar. El hecho de que sea buena para las
negras puede \'erse incluso en la aguda
variante 16 ... .llc6!? 17 '1Wxa7 l:!.d2 18
104
V
.tb6 'i!Yb8 (Keene) 19 'l:'t'a5 l:!.xc2 20
.li.c5 ILJd5 21 Jl.d6 b6 22 'l!fa6+ 'l!fb7 23
\!i'd3 l:!.d2, etc. Korchnoi, sin embargo,
no ve la necesidad de lanzarse de in·
mediato a confusas complicaciones, y
consenia una duradera compensación
posicional por el peón gracias a las de-
bilidades crónicas del rey blanco.
17 .li.h4
Si 17 'i!Yd3 .tc6 18 'f!l'c3, entonces 18 ...
li:ld5 ó 18 ... l1g4.
17 •.. .tb5 18 fee4 .txfl
Era a considerar 18 ... .tc6, y si 19 'fic4
wb7 20 'l!fxc3, emonces 20 ... l1g4!, con
iniciativa.
19 l!.xfl
Keene condenó esta jugada recomen-
dando 19 \!i'a8+ 'it<d7! 20 0-0-0+ ILJd5 21
l:txd5+ exd5 22 Wxd5+ wc8 23 'l:'t'a8+,
con jaque perpetuo. Pero después de
20 ... we8! 21 l1xd8+ 'l:'t'xd8 22 'i!:í'xd8+
'if<xd8 23 i:txfl l:txg2 24 l:th l 'it<e8 25
.txe7 (pues de otro modo, /Df5!) 25 ...
q;xe7 26 h4 wf8, se llega a un final de
torres en el que las blancas afrontan
una lucha deprimeme por las tablas,
en \ista de sus numerosas debilidades
de peón. Es más preciso 20 ltdl+!, y
puesto que 20 ... we8? 21 J:xd8+ 'Wxd8
22 'll!'xd8+ wxd8 23 Wxf1 es ahora fa-
vorable a las blancas, sólo queda 20 ...
1Lld5 21 l::txd5+, con el mismo jaque
perpetuo.
Sin embargo, la jugada de la partida
tampoco es criticable, pues por el mo-
mento las blancas conservan el equili-
brio y, por otra parte, esperan poder
rechazar gradualmente el ataque, refu-
giar a su rey tras los peones de su flanco
y, en el final. avanzar su peón pasado h
con efectos decisivos. Pero, como ha-
bía dicho Tarrasch hace tanto tiempo,
"antes del final los dioses han puesto
el medio juego". Y Korchnoi evaluó
correctameme que con damas sobre
el tablero las amenazas de las negras al
rey enemigo eran importantes.
19 ••• l:td5! 20 ii.xe7
20 .tffi? 't!fc61 21 'ilff3 ILJf5.

20 ... f!/xe7 21 l::tf3
1610
21 •.• ~b8!
-invitando a las blancas a ganar otro
peón", escribe el gran maestro Alexei
Kuzmin. "Los finales de piezas mayores
se llaman a veces la cuarta fase de una
partida de ajedrez, en homenaje al
gran número de problemas que plan·
tean. Aquí tenemos una brillante ilus-
tración del tema de ataque combinado
en tales posiciones".
22 lt>fl?!
Pero esto es una seria imprecisión. Por
supuesto 22 J:txc3? perdería por 22 ...
tfh4+, pero después de 22 g3! son las
negras quienes deben hallar una répli-
ca satisfactoria. Keene recomendaba
22 ... J:td2 23 l::lxc3 llgd8, con un signo
de admiración y la evaluación "=". Pero
después de 24 h4, las blancas tienen
clara ventaja (24 ... l::th2?! 25 rtdl!).
Es mejor 22 ... 'l!í'c5! 23 'it'e3 (23 wfl?
:.d2) 23 ... J::td4 24 'it'xc3 J::tc4 25 'i!!'e3
ii'c6, con tablas aseguradas: 26 'lWd3
:.d4! 27 'l!í'xd4 'i'Nxf3 28 J::tdl 'i!i'hl+ 29
>f;>d2 'l!í'xh2+ 30 Wcl 'i!fr'xg3, etc.
22 ... J::td2!
Ahora esta invasión, que crea amenazas
tanto al rey como al peón de c2, fuer.ra
el cambio de un par de torres y permite
a las negras desplegar una peligrosa
iniciativa.
231U2
Después de 23 g3? 'Wc5 (también es po-
sible 23 ... J:txh2 24 J::txc3 '!Wd7! 25 J:td3
tfb5) 24 'Wb4 (no 24 h4? J::txg3) 24 ...
V!KTOR EL TERRIBLE
\'+'d5 25 '!Wd6+ '!Wxd6 26 exd6 J::txh2, las
blancas tienen un final muy difícil.
23 ••• rtgd8 24 Wf3
Después de 24 J::txd2?, son fuertes tamo
24 ... J:txd2 como 24 ... cxd2.
24 •.• i:txf2+ 2s 'itlxf2 :d2+ 26 wg3
El rey no ha logrado un refugio seguro.
Era desesperado 26 wfl?, en vista de
26 ... "t!Vc5 27 l::tdl (A. Kuzmin) 27 ...
"lWc4+ 28 We l 'i16'd4 29 J::txd2 'Wxd2+ 30
wn Wxc2.
26 ••• '!Wd81
Una excelente jugada que obliga al
oponente a resolver nuevos problemas.
Qui7.á Spassky esperaba 26 ... J::txc2 27
J::tdl! (es mala la recomendación de
Keene, 27 'i:!fd3?, debido a 27 ... J::td2 28
'!Wxc3 'iWd8!, con las amenazas decisivas
J::td3+ y Wg8+; por ejemplo: 29 'i!fc6
Wg8+ 30 wh3 'i'Hh7+ 31 'it.>g3 '!Wg6+ 32
lt>h3 rtd8! 33 g4 'Wh7+ 34 c;t>g3 J:td3+)
27 ... 'Wf8 28 'Wc6!, y después de 28 ...
J:td2 (¿qué jugar si no?) 29 J::txd2 cxd2
30 "ll'ld7 'i!fxa3+ 31 'i!<f2! 'i!fr'c5+ 32 We2
'!Wc4+ 33 lt>e3, las blancas habrían para-
do el ataque.
27 \1fe4
¡El peón de c2!
27 .•. '!Wg8+ 28 wh3 'i!fh8+ 29 lt>g3 'l!i'g7+
30 lt>h3 J:td8
Provocando otro debilitamiento.
31 g4
Jugada única. Si 31 g3?, las negras ga-
narían con la inesperada 31 ... 'Wh8+ 32
'it.lg4 J:tg8+ 33 wf3 'i!i'xh2.
31 ..• J:thS+ 32 c;t>g3 "l!i'h6 33 ffg2
El ataque sobre la columna h obliga a
las blancas a desviar su dama del cen-
tro. Por el momento. no pueden conso-
lidar sus fuerzas, incorporando su inac-
tiva torre a la lucha, ni tampoco buscar
un jaque perpetuo con su dama.
33 ••• 'Wh4+ 34 11;>f3 l::td8
El momento culminante de esta compli-
cadísima y tensa partida que se decide
105
Gary Kasparov - Mis GF.NIALF.S rREUF.ct:soRF.S V
en apuros de úempo, literalmente, en
sólo dos jugadas.
1611
35 ~g3?
Activando urgentemente la torre,
con 35 l::tfl! (A. Kuzmin). las blancas
habrían sostenido su posición. Por
ejemplo: 35 ... i:td2 36 .!U2 fHd8 37 wg3
l::!.xc2! 38 l:txc2 'lWcl3+ 39 Wh4 'i!l'h7+,
con jaque perpetuo. No parece haber
nada mejor para las negras, lo que no
es sorprendente pues ahora ... ¡todas las
piezas blancas están en juego!
35 ... 'il!'e7?1
Un error a su vez que hace muy difícil
ganar el final. Aunque en una situación
tan tensa, y con pocos minutos en el
reloj, no era fácil encontrar la conú-
n u ación más fuerte.
Sólo 35 ... fHh 7! habría subrayado los
inconvenientes de 35 'il!'g3, a saber, que
el peón de c2 está atacado, y después
de 36 15 l:td2, también lo está el peón
ele h2. Si 37 h4, las negras tienen dos
fuertes opciones: 37 ... lhc2 38 l:td 1
(38 '>t>e3 l::!.d2!) 38 ... 'il!'h6, y con ma-
terial igualado disponen de un fuerte
ataque y un peón pasado, y la más com-
plicada, 37 ... exE 38 e6+ wb7 39 e7
txg4+ 40 f:l'xg4 15 41 f6'g5 'l!i'f7 42 wg3
fHe6! (pero no 42 ... l::!.e2 43 l:tfl! 'i!l'd5
44 l:tl2), y en \'ista de la expuesta posi-
ción del rey, las blancas seguramente
no tienen defensa.
36 g5?
El error fatal. Al tratar de crear un res-
quicio para su rey, Spassky deja escapar
la última posibilidad de resolver el
106
problema de su torre: 36 .!:el! (Keene)
36 ... '116'b7+ 37 @e3 l:td2 38 l::!.e2 f6'd5 39
'l:l!'f2, y aunque después de 39 ... l:td 1 las
negr.is habrían conservado la presión
(la molesta torre no puede ser expul-
sada: 40 l:!.e 1? i:td4 41 'i!l'í3 'tWc5, ganan-
do), las blancas seguirían contando
con considerables recursos defensivos.
36 ••• l:td2
Ahora las negras ganan.
37 ~g4 'l!i'b7 38 'l!i'xc3
Elimina el peligroso peón, imparable
en caso de 38 l:!.gl 'i!l'e4 y '&xc2.
38 ... l::!.g2+ 39 wh3 i:tf21 40 '.t>g4 'i\fe4
Las blancas se rindieron pues es inevi-
table la decisiva pérdida de material.
El efecto de esta victoria fue tan
fuerte que en las cuau·o parúdas pares
siguientes, en que ele nuevo se puso a
pmeba la Defensa Francesa, Spassky re-
nunció a 7 'fi'g4, en favor de la V'.iriante
posicional, con 7 'l:lf3. Sólo en la 12'
parúda, cuando su oponente domina-
ba el marcador por amplio margen y la
suerte del match estaba prácticamente
sentenciada, se aventuró de nuevo con
la salida ele dama.
La inseguridad ele Spassky voh~ó
a ser patente en la tercera partida, en
la que de nuevo como en la primera y
la quinta, se proditjo un debate sobre
la Apertura Inglesa, con 1 c4 c5 2 lt:lí3
lt:lfü 3 lt:lc3 liJc6 4 cl4 cxd4 5 liJxd4 e6
6 g3. En una posición ligeramente
inferior, en la jugada 27, capturó ele
pronto un peón envenenado con su
dama, pennitiendo una fuerte réplica
ele su oponente. Las negras perdieron
material y pronto capitularon.
Perturbados por el indeseable curso
ele los acontecimientos, los dirigentes
del Comité de Deportes decidieron
que la raíz del problema se encon-
U'llba en la falta de conocimientos de
Bondare\'Sky de la teoría moderna de
aperturas. Dos de los agentes del cam-
peón del mundo estaban presentes en
el match: su entrenador jefe, Semion
Funnan y el corresponsal de Soviet.ski
Sport y 64, Alexander Roshal, quien en

el otoño de 2005 me contó por primera
,·ez lo que había sucedido aquellos días
en Bclgrado.
"Once años antes, Furman había
sufrido una importante intervención
quirúrgica, y ahora el curso postope-
ratorio de la terrible enfermedad es-
taba haciendo sus efectos. Parece que,
temiendo en algún momento por su
salud, no quería estar solo en el hotel,
~· me preguntó si tendría inconvenien-
tes en compartir una habitación doble
con él. '¿Por qué debería haber algün
problema?', le pregunté sorprendido.
Entonces, y u-as un momento de inde-
cisión, Semion Abramovich me infor-
mó ansiosamente que las autoridades
del Comité de Deportes le estaban pre-
sionando para que ayudase a Spassky.
'¿Qué puedo hacer? ¡Pueden hacerme
muy dificil la vida si rehuso!'.
"Funnan no quería ayudar a nadie
contra Korchnoi, con quien había
trabajado mucho en la era pre-Karpov
(sin embargo, Korchnoi sigue afirman-
do que Furman había estado espiándo-
lo desde 1972). Así que yo le dije: '¿De
qué tiene usted miedo? ¡Está Karpov!'
Pero el modesto Furman no se atrevía
a telefonearlo. De modo que yo lo hice.
Hablé con Karpov, pidiéndole instruc-
áones acerca de qué debería decir Fur-
man a las autoridades. Y Semion Abra-
movich respondió al vicepresidente del
Comité de Deportes, que había llegado
a Bclgrado: 'Karpov lo prohíbe, porque
soy su segundo, y si ayudo a Spassky,
tendría que revelar algunos secretos de
Karpov'.
"De este modo, pronto dejaron
tranquilo a Furman. Pero codo este epi-
sodio le costó al impresionable Semion
muchos nervios y varias noches sin
dormir. Empezó a no encontrarse bien
y yo llamé al médico de la embajada,
que rápidamente decidió: 'Debería ser
emiado a casa de inmediato'. Furman
fue repatriado y tres meses después
murió ... Estoy seguro de que el estrés
derivado de la situación agravó su en-
fermedad y aceleró su fin".
A costa de enormes esfuerzos, Spas-
sky trató de cambiar la situación del
VIKTOR E1. TERRIRl.f.
match, pero las tres partidas siguientes
(la 4\ 5' y 6') finalizaron en tablas, y
la 7', para su desgracia, fue uno de los
mejores logros creativos de Korchnoi
en toda su carrera.
517
V. Korchnoi-B. Spassky
Be/grado 1977
Matcli Fi11a/ de umdídatns. 7ª fiar/ida
Gambito de Dama (D5S)
1 e4 c6
Renunciando a 1 ... c5 por primera vez
en el match.
2 ILJe3 d5 3 d4 il.c7 4 i¿)f3 ltlf6 5 il.g5
0-0 6 c3 h6 7 il.h4 b6
La fiable Variante Tartakower-Mako-
gonov-Bondarevsky, que integraba el
repertorio no sólo del 1Oº campeón del
mundo, sino también del 12º y el 13".
8 lkl
Esta jugada de espera,junto con S il.e2
y S 'i:'i'c2, ha reemplazado a la que en
una época era la continuación prin-
cipal, S cxd5 ILJxd5 9 Jl.xe7 Wxe7 10
ILJxd5 exd5, seguido de 11 ... il.e6! y
12 ... c5, con igualdad (partida núm.
485).
8 ••• ..&.b7 9 il.xf6 il.xf6 1O cxd5 exd5
11 b4
Una tentativa por constreilir el flanco
de dama negro.
11 ... e6?!
11 ... c5 12 bxc5 bxc5 es más enérgico.
Por ejemplo: 13 'iWb3 .i.c6!; 13 il.b5
/Oa6!, o bien 13 dxc5 ltld7 14 ltlb5 lkS!
Sin embargo. Spassky quería jugar a7-
a5, y si b4-b5, entonces dx5.
12 il.c2
En la 11 ª partida, Korchnoi empleó un
plan original: 12 il.d3! J:cS 13 0-0 l!Jd7
14 ..,..b3 ILJIB 15J:fd1 :es 16 ~hl ILJe6 l 7
a4 (17 a3!?) 17 ... il.aS 18 h2, con idea
de b4-b5 ó e3-c4, pero a continuación
Sp;L-;sk']' pudo superar a su oponente y
107
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDF.C•:SORF.S
lograr la primera de sus cuatro victo-
rias, en una desesperada situación de
match (partidas núm. 348-349).
12 ••• tt:ld7
Poco después, se consideraba que 12 ...
'i:\fd6 lo más apropiado. Por ejemplo: 13
'i:\fb3 tt:ld7 14 0-0 a5 15 a3 J:Ue8 16 l:::Cd 1
fl..e7 (o bien 16 ... axb4 17 axb4 b5 y
lllb6) 17 l:tbl (Browne-Hon, Rey~avik
1978) 17 ... axb4! 18 axb4 l:ta7 y l:tead8,
con un juego cómodo para las negras.
13 0-0 a5
"Una jugada aguda. Obviamente, 13 ...
b5 no atraía a las negras debido a 14
a4 a6 15 a5 iJ.e7 16 l:tbl, y las blancas
pronto llevarán su caballo de f3 a c5.
La tranquila continuación 13 ... l:te8 14
'i!fb3 tllf8 tampoco le parecía satisfacto-
ria a mi oponente en \~Sta de 15 b5. Si
las blancas pueden cambiar en c6, en-
tonces el peón de d5 quedará débil, ya
que tras 15 ... c5 16 dxc5 bxc5 17 l:tfd l
iJ.xc3 18 'l!'t'xc3 /Oe6, se produce una
posición poco clara, con posibilidades
más o menos similares, pero que no era
del gusto de Spassky" (Korchnoi).
14b5
14 a3 axb4, y las negras dominan la
columna a.
14 •.• c5 15 dxc5!
Las blancas tratan, de forma inusual,
de explotar la debilidad de la casilla c6.
Stean recomendaba 15 l:tel c416 llld2,
con idea de i.f3 y ILJfl-g3-e2-f4. Pero las
ncgrdS no están obligadas a jugar c5-c4.
Es mejor 15 ... l:tc8!
15 ... tllxc5
La tentativa 15 ... ~xc3? 16.l:txc3 bxc5
no da resultado, ya que la.~ blancas in-
terponen 16 c6!
16 llld4 'l!i'd6 17 Ag41?
La rutinaria 17 Af3 l:tfd8 y l:tac8 habría
derivado en una complicada lucha, en
la que los dos alfiles negros compensa-
rían de la debilidad del peón aislado
ded5.
108
V
17 ... l:tfd818 l:tel
Con la interesante idea l:te2-d2.
18 ... tlle6
Una retirada no forzosa. Era posible la
sencilla 18 ... g6, manteniendo el equi-
librio dinámico. "Otra forma de igualar
habría sido 18 ... llle4. Sin embargo, la
jugada de Spassky es más activa, pues
las negras controlan lo que constituye
el orgullo de la posición blanca: la fuer-
te casilla d4" (Korchnoi).
19 Axe6!?
Si 19 lüce2, entonces seria posible 19 ...
l:tac8.
19 ... fxe6 20 lllc6!
La clave del interesante plan de las
blancas, que alberga numerosos peli-
gros para las negras, cuyos dos alfiles
pronto desaparecerán del tablero.
20 ... ..ltxc6
La decisión práctica correcta. Después
de 20 ... l:td7 (20 ... l:tdc8? 21 llle4),
Korchnoi pensaba seguir con 21 llla4
(en ChessBase, Donev para la jugada
de Stean 21 e4 con 21 ... ..11<.g5!), pero
las negras podrían haber entregado el
peón de b6: 21 ... l:tc7! 22 lllxb6 il.xc6
23 bxc6 .!.Ia6 24 llld7 l:taxc6 25 tllxf6+
gxf6 26 .!.Ixc6 'l!i'xc6, conjuego confuso
(Donev). Es más fuerte 26 l:tbl!, con
una pequeña pero duradera ventaja
de las blancas, pues la actividad de las
negras en la columna e es temporal,
mienu-as que la debilidad de sus peo-
nes y la posición expuesta del rey son

factores pennanentes. Es comprensible
que Spassky no quisiera entrar en una
posición así pues tendría que estar
continuamente pendiente de las ame-
nazas.
21 bxc6 hc3?!
Después de 21 ... 'i!fb4?!, las blancas ha·
brían conservado la iniciativa con 22 a3!
't!i'xa3 23 c7 lldc8 24 /¡lb5 (Stean) 24 ...
'l!i'b4 25 llbl W/e7 26 e4 dxe4 27 llxe4.
Sin embargo, las negras podían haber
cogido de inmediato el toro por los
cuernos con 21 ... Wfxc6 22 lüe4 'i!fb7l
(pero no 22 ... 'iWd7 23 iüxf6+ gxf6 24
Wd4! wg7 25 'iWxb6) 23 lüxffi+ gxf6 24
ifg4+ wf7, con lo que consiguen tabla~
con un juego preciso: 25 W/h5+ wg7,
o bien 25 't!i'f4 e5, y 26 W/xh6? no sirve
por 26 ... llh8, encerrando la dama.
"Había visto todo esto perfectamente
bien al realizar mi jugada 19", escribe
Korchnoi, que explica su elección ba-
sada en una consideración psicológica,
pues le pareció percibir que su opo-
nente no se contentaría con tablas. So-
bre todo porque en la variante 25 'i!Vf4
e5 (es más sólido 25 ... llac8! 26 '+Wxh6
:.h8 27 'l!t'f4 llxcl 28 l:!.xcl llc8, con
igualdad) 26 'i!i'f5!, las negrns tienen
que seguir luchando por ella.~: 26 ...
~g7 (26 ... llg8?! 27 f4! .!lae8 28 .!lc2
y llecl) 27 W/g4+ wh8 (27 ... wf7 28
f4!) 28 't!fe6 llfB 29 llc6 llae8! 30 l:txb6
::txe6 31 l:txb7 l:tc8, etc.
22 l:txc3 l:tac8 23 ffc2
De nuevo, como en la segunda parti-
da, se ha producido un final de piezas
pesadas y. también de nuevo, ¡un
final muy tenso y muy poco común!
Como contrapeso al peligroso peón e
pasado, las negras pretenden crear su
propio peón pasado en la columna d,
y esperan poder distraer a las piezas
blancas de la columna e para provo-
car la eliminación de ambos peones.
Es interesante observar cómo Korch·
noi consigue evitar este desarrollo de
los acontecimientos, aparentemente
inevitable.
VIKTOR EL TERRIBLE
1613
23 ••• e5?
Spassky ejecuta con coherencia su
plan, al no ver ningún peligro en que
el peón blanco se sitúe en c7. Pero
mejor hubiera hecho bloqueándolo de
una de estas dos maneras:
1) 23 ... Wic7 24 'lll'g6 J:Id6 25 .!lecl e5
(si 25 ... b5, las blancas disponen de
la desagradable 26 l:tc5 b4 27 e4!?), o
bien 24 a4 .!ld6 25 l:tcl c5 26 't!i'd3(b3),
y el peón de c6 sigue restringiendo las
acciones de las negras.
2) 23 ... llc7 (Korchnoi) 24 l:tbl l:tb8
25 l:tb5 e5 26 '!Wb3 llxc6 27 .!lxc6 'iWxc6
28 llxd5 'it>h8 29 g3, con una ventaja
mínima pero durndern de las blancas
por la debilidad crónica de los peones
enemigos.
24 c7! l:td7 25 llcl d4 26 llc6 ffd5
El peón pasado blanco se encuentra ya
en c7, pero las negras no están lejos de
hacer algo parecido, pues el avance d4-
<l3 se efectuará con ganancia de tiempo.
Además, las blancas aún no tienen una
casilla de escape para su rey y deberán
invertir un tiempo en crearla. Sobre la
base de consideraciones generales, Spas-
sky sin duda pensaba que, en la carrera
de peones pasados, no se quedaría a la
zaga. Pero lo cieno es que la evaluación
de Korchnoi fue más profunda...
27 'Wbll
No, por supuesto, 27 llxb6?? l:tdxe7.
27 •.• d3
"Si 27 ... b5, entonces 28 e4! 1l!'f7 29
'i!i'xb5, y después de 27 ... dxe3 28 fxe3
b5 29 .!lb6, las blancas ganan, ya que
I09
Gary Kasparov - Mis GF.N!Au:s PRF.DF.CF.SORF.S
29 ... lldxc7 pierde por 30 l:txc7 l:txc7
31 .!lb8+ y 32 'iWl5+!". (Korchnoi).
281'Hxb6 d2?!
Es dificil no reali7.ar una jugada así:
¡el peón se acerca a la casilla de pro-
moción ganando tiempo! Pero parece
que este avance es el error decisivo. Las
negras no deberían haber bloqueado la
segunda fila. Era esencial 28 ... 'ft'xa2, y
si 29 'Wb7, 29 ....!U8 (pues la amenaza
'i!l'xf2+ gana un t.iempo importantísi-
mo) 30 h3 'ill'xf2+ 31 l.t>h2 d2 32 .!ldl
'ffxe3 33 c8'ff l:txb7 34 'iWxb7 'iWf4+ 35
l.t>gl 'i!fe3+ 36 wh2 '+lff4+, con jaque
perpetuo (Donev).
Las blancas habrían conservado la ven-
taja y tendrían posibilidades de éxito
con 29 h3! Itf7 30 'ffa6 'ill'xf2+ 31 l.t>h2
'iWf5 (la dama t.iene que regresar) 32
e4! 1'Hf4+ 33 whl l:tlIB (33 ... :rxc7? 34
'ill'c4+ es malo para las negras, como
también lo es 33 ... Itcxc7? 34 r!xc7 d2
35 r!('iW)c8+, etc.) 34 'iWxd3 wh7 35
'ill'c4, y el triunfo de las negras (su peón
d) ha desaparecido, mientras que el
triunfo blanco (su peón e) permanece.
Aunque con damas y cuatro torres so-
bre el tablero las negras podrían seguir
esperando contrajuego, relacionado
con el avance del peón a, lo cierto es
que tendrían que afrontar una dura
lucha por las tablas. ¡Una vez más debe-
mos aplaudir la visión de Korchnoi!
29 lldl 'i!l'xa2
Si 29 ... '!Wd3, las blancas ganan con 30
'l!fb7 'i!l'e2 (30 ... l:tffi 31 c8'W) 31 \lfxc8+
wh7 32 'Wh8+! (o bien 32 h3 \lfxdl+ 33
l.t>h2: Korchnoi) 32 ... <;f<xh8 33 l:txh6+!
gxh6 34 c8'ill'+ wg7 35 'l!Vxd7+ y f.fxd2.
1614
110
V
30h3!!
Una perversa clave en la brillante com-
binación de las blancas. "¡Una jugada
muy importante! Las negras ya no pue-
den especular con la debilidad de la
primera fila" (Korchnoi).
Puede asumirse que Spassky consideró
sobre todo 30 'iWb7?, a lo que no debe
responderse 30 ... 'ill'al? por 31 'ill'xc8+
wh7 32 'ill'h8+! wxh8 33 l:txh6+ gxh6 34
cS'iW+ Wg7 35 'iWxd7+, con demoledoras
amenazas, pero las negras se salvan
con otra versión del sacrificio de torre:
30 ... 'iWa4!1 31 "+lfxc8+ wh7 32 h3! (no,
por supuesto, 32 'iWg8+? 1Pxg8 33 c8'i!l'-t:
wh7 34 .!lc2 "+lfal!, y las negras ganan:
Stean) 32 ... 'iWxc6 (32 ... 'ffxd 1+? 33
wh2, ganando) 33 l:txd2 'iWcl+ 34 wh2
'fi'xd2 35 'l!fb8 l:txc7 36 f/Jxc7 (Donev),
con un final de damas que es tablas.
Es fácil comprobar que aquí las blancas
no tienen nada mejor. Después de la ju-
gada de la part.ida y la respuesta negra,
parece que la posición es casi la misma,
pero... ¿sólo casi?
30 ..• 'i!l'a4 31 r!xd2! l:txd2 32 'ft'b7!
Otra jugada precisa que lo aclara todo.
Las negras se ven obligadas a retroce-
der con su torre y entrar en un final
de dama y torre por bando, en el que
inevitablemente pierden material, a
causa de las amenazas de mate de su
adversario.
Stean recomendó 32 l':i'b8 .l:txb8 33
cxb8'11i'+ l.t>h7 34 lk8. A un ser humano,
las amenazas blancas le parecen muy
peligrosas, pero la máquina no teme
que su rey sea acosado: 34 ... 'i!l'dl+ 35
l.t>h2 l:txf2 36 r!h8+ wg6 37 'ill'e8+ l:tf7
38 't\i'c6+ l.t>f5. Aquí no se ve una fonna
clara de refortar el ataque, pero un
minucioso estudio revela que el rey
negro ha superado el límite del riesgo
aceptable. Después de 39 l:te8! l:tf6 (no
hay otra cosa) 40 'Wb7 \'fd6 ( 40 ... <ot>g6
41 l:te7) 41 e4+ Wg6 42 l:te7, las blancas
ganan de todos modos, aunque no sin
algunas peripecias: 42 ... wh5 43 'fi'c8
g5 44 llg7 ti'e6451!1'c2.
32 ..• lldd8 33 cxd8'W+ l:txd8

1615
34 lk7!
"¡El ataque continúa!", escribe Viktor
Lvovich. 'Sería interesante saber hasta
qué punto calculó Korchnoi las varian-
tes', exclamó Larsen en una pregunta
retórica durante sus comentarios a esta
partida". Resulta que las negras sólo
pueden defender g7 entregando su
peón e, después de lo cual su resisten-
cia es pura formalidad.
34 ••• 'i!l'al+ 35 <bh2 e4 36 'i!l'xe4 \\ff6
36 ... a4 37 l:fa7 'W'b2 38 f4, o bien 37 ...
a3 38 'We6+ wh7 39 W/e7.
37 f4 \\ff8 38 l:i:a7 W/c5
"Las negras podían haber ofrecido una
resistencia más tenaz con 38 ... l:te8! 39
f9d4 'i!l'ffi, o bien 39 '+ll'd3 'l!l'c5, o aun
39 'l!ff3 \li'f5" (Korchnoi). Pero con 39
'l!fc6! lt>h7 (39 ... l:txe3? 40 Ita8) 40
1!fc3, las blancas ganan.
39 'Wb71!1'c3 40 W/e7 Itf8 41 e4! f!i'd4
41 Itxf4? 42 e5.
42 f5 h5
42 ... \\fc3 43 e5, y si 42 ... a4, las blancas
pensaban seguir con 43 l:i:d7 'll!'f6 44
'i!l'xf6 ltxf6 45 lta7 ltb6 46 :Ixa4.
43 Itxa5 'W'd2 44 'We5 'ft'g5 45 Ita6 Itf7
46 Itg6 \\fd8 47 f6 h4 48 fxg7
Las negras se rindieron.
Un ejemplo clásico de explotación
de un peón pasado.
En las tres partidas siguientes el en-
cuentro produjo una lucha no menos
abierta y feroz, que concedió mucho
placer a los numerosos espectadores.
V!KTOR EL TERRIBLE
En la octava partida, tras errores
de su oponente en apuros de tiempo,
Spassky se apoderó de la iniciativa
en un intenso final, pero dumnte la
reanudación, en los segundos apuros
de tiempo, primero perdió su ventaja y
luego, en la jugada 51, entregó un im-
portante peón y, como consecuencia,
sufrió su cuarta derrota. El tanteo se
situó en &-2 a favor de Korchnoi. Una
enorme ventaja, que reflejaba fielmen-
te la fuera que los jugadores habían
mostrado hasta entonces en el match.
Imagínese el lector: ¡+5 en siete
partidas con Polugaievsky y +4 en ocho
con Spassky! Las autoridades depor-
tivas soviéticas tenían motivos para
pensar que Korchnoi se había vuelto
extremadamente peligroso. En la pren-
sa occidental comenzó a Jlamársele
Viktor el Terrible.
En la novena partida, cuyas prime-
ras jugadas fueron 1 c4 e6 2 lt:lc3 f5 3
lt:lf3 lt:lf6 4 b3 b6 5 g3, fue Korchnoi
quien quedó con mejor final, y en la
reanudación atormentó a su rival du-
rante mucho tiempo, pero no obstante
Spassky consiguió resistir, firmándose
las tablas en la jugada 71. La décima
partida resultó ser otro drama para él,
pues tras lograr una clara ventaja con-
tra la Defensa Francesa, casi pierde en
apuros de tiempo. Más tarde cedió la
iniciativa y luego se derrumbó al reanu-
darse el juego.
Al comienzo de la 11ª partida pasa-
ron cosas milagrosas. En un momento
en que todos pensaban que la derrota
era irreversible para él, Spassky de
pronto pareció recibir una inyección
de vida ¡y Korchnoi sufrió cuatro de-
rrotas consecutivas! Un caso único en
su batalla por la corona (sin contar su
revés de Cura~ao, entre las rondas 14 y
17) y, en general, en la historia de los
encuentros a este nivel. Su ventaja se
vio reducida a la mínima expresión:
7,5-6,5.
Los aficionados sO\iéticos del aje-
drez estaban perplc:jos: ¿qué le estaba
pasando a Korclmoi? Los periódicos in-
formaron ele ciertos conflictos \' un bre-
ve comentario en 64 decía: ~Después
111
Gary Kasparo\• - Mis GENIALES PRED>:Ct:SORES
de que Spassky ganase la ll ', 12' y 13'
partidas, Korchnoi exigió categórica-
mente que todas las partidas restantes
se jug-asen a puerta cerrada, sin público
o, de no ser así, que el match se tras-
ladase a otro país, amenazando con
retirarse de no accederse a su petición.
De acuerdo con las regulaciones, el
árbitro principal, B. Kazic, informó a
Korchnoi de que su demanda no podía
ser satisfecha. Para presionar a árbitros
y organizadores, Korchnoi realizó una
declaración de que se negaba a seguir
jugando y de que se iba de Belgrado.
Entonces dijo que quería convocar una
rueda de prensa en Zurich, en la que
informaría de sus intenciones. Sin em-
bargo, después de unas horas, Korch-
noi declaró que, a pesar de todo, estaba
dispuesto a seguir jugando el match. La
siguiente partida, la 14', tuvo lugar el 2
de enero (puesto que el 30 de diciem-
bre el juego se había pospuesto porque
Korchnoi había solicitado su segundo
"tiempo muerto") y finalizó con nueva
victoria de Spassky".
Sólo unos años después, Korchnoi
reveló en su libro Anliajedrez lo que ha-
bía sucedido en el match: "Mis ayudan-
tes y yo percibimos un aumento en la
actividad de los soviéticos. Primero uno
y luego otro gran maestro aparecieron
en Belgrado, e lvonin, el principal res-
ponsable de ajedrez y vicepresidente
del Comité de Deportes de la URSS,
también llegó a la sede del match y se
apresuró a drjarse ver por la sala de
juego, con numerosos funcionarios
de la embajada soviética en Belgrado,
gente cuyo origen soviético era incon-
fundible por su solo aspecto. Algún
tipo de arma estaba siendo empleada
contra mí. Esto me parecía claro, pero
todo alrededor del match, incluida la
conducta de Spassky, era misterioso y
somb1ío. Durante la segunda mitad del
match, Spassky no se sentó ante el ta-
blero, en el escenario. Cuando se acer-
caba a la mesa, realizaba su jugada, se
tambaleaba, con los ojos semicerrados
como un médium ... ".
Todo esto provocó la protesta de
Korchnoi. Porque esa atmósfera estaba
112
V
afectando a sus nervios: sentado solo
ante el tablero, sin ver a su oponente
que, además, estaba jugando como
bajo efectos hipnóticos. "No parecía
normal. Aunque, por supuesto, duran-
te los encuentros por el campeonato
mundial, inten'Íene todo tipo de ma-
quinaciones diabólicas ...".
Spassky, sin embargo, no ve nada
reprobable en esta forma de jugar:
"Esta idea se me ocurrió durante mi
match con Fischer. Me agobiaba el
hecho de estar expuesto a la vista del
público durante tanto tiempo, lo que
me hacía perder la concentración. Lo
mismo me sucedió en Belgrado". Se-
gún el excampeón, las cinco primeras
filas estaban ocupadas por "gente de
Korchnoi" (¿no seria de Kaipau?: G. K.)
y su presión visual era tan fuerte que su
cerebro dejaba de funcionar durante la
tercera hora de juego. Spassky pidió a
los organizadores una cabina especial
en el escenario, donde pudiera sen-
tarse cuando le correspondía jugar a
su oponente, y mientras reflexionaba
acerca de su propia jugada.
Pero fue debido a esto por lo que él
y Korchnoi, que -según expresó el se-
gundo- "comenzaron el match en tér-
minos amistosos, lo finalizaron como
enemigos" (muchos años después estas
pasiones, naturalmente, se calmaron,
aunque surgieron otros motivos de
desacuerdo). No puede haber dudas
de que para el bando so\iético el match
de Belgrado era una especie de 1cs1
antes de entablar la batalla final con el
desagradable aspirante. Así que estu-
diaron sus hábitos y sus reacciones ante
motivos de posible irritación externa,
algo que posteriormente resultaría
muy útil en el match de Baguio.
Afortunadamente para él y "para
sorpresa de muchos", Korchnoi con-
siguió resistir estos terribles golpes,
soportar el estrés psicológico y "escapar
de mi fatal racha".
Se produjeron un par de tablas y
luego, en una lucha muy tensa, Kor-
chnoi ganó la 17' y la 18', poniendo
punto final a este extraño match:
10,5-7,5 (+7 =7 -4). Lo que resultó fue

una simbiosis de los dos encuentros
pRCedentes de Korchnoi: tanto una
itroz guerra de nervios (como con
Perrosian), como una demostración de
sus numerosas ideas y disposición a la
lucha (como con Polugaievsky).
Así, más de nueve años después,
Korchnoi se tomaba cumplida re-
'C3.11Cha de su derrota en la Final de
Candidatos de 1968. Es curioso que en
esta misma serie, aunque en cuartos
de final, Portisch lograse también ven-
garse de Larsen por su derrota en el
match de 1968 (aunque en semifinales
perdió ante Spassky). Las razones para
estas venganzas, aunque con cierto re-
traso, son perfectamente comparables:
cmto Spassky como Larsen ya habían
dejado atrás el mejor momento de sus
carreras, mientras que sus oponentes,
gracias a un enorme trabajo de investi-
gación, seguían en ascenso.
Mientras que en 1968 Spassky esta-
ba en plena ascensión, sabia plantear
los problemas más difíciles, Korchnoi
no supo soportar la tensión creada por
su oponente. Los papeles se habían
invertido en 1977. Ciertamente, el ex-
campeón mundial seguía conservando
una enorme fuerza pr.íctica, pero no
era suficiente para derrotar a Korch-
noi, que había progresado en todos los
aspectos del juego y que entraba con
gusto en las complicaciones. Además
estaba dispuesto a pelear tanto en el
medio juego como el final, y lo mismo
en posiciones mejores que inferiores.
El ciclo de Candidatos de 1977
concluyó con el merecido triunfo del
desertor. Korchnoi se ganó el derecho
a jugar un segundo match con Karpov,
es!a vez fuera de la URSS.
Baguio visto por Korchnoi
Tras la marcha de Fischer, no pa-
recía probable que hubiese nadie que
pudiese oponerse a Karpov en el si-
guiente encuentro por el campeonato
mundial, pues el joven campeón me-
joraba, literalmente, torneo a torneo.
Después de todo, sólo los encuentros
entre oponentes de igual nivel, en los
VIKTOR EL TERRIBLE
que hay un intenso intercambio de
diferentes concepciones y estilos, son
los que despiertan la atención general
y se convierten en hilos en el desarrollo
del juego. Por fortuna para el ajedre7.,
uno de los grandes maestros de la vieja
generación -Korchnoi- supo elevar su
potencial creativo y preparar muchas
interesantes ideas para su duelo con
Karpov y, por encima de todo, conser-
var su frescura de pensamiento y espíri·
tu combativo.
El duelo en la ciudad turística de
Baguio (Filipinas, julio-octubre de
1978), que el público general recuerda
sobre todo por las in trigas políticas y
la constan te secuencia de escándalos,
fue muy interesante desde el punto
de vista de la maestría ajedrecística, y
me gustaría referirme al mismo en dos
partes (de modo similar al tratamiento
que en el volumen I se hizo del match
Capablanca-Alekhine): primero, desde
el punto de vista del perdedor, y luego,
desde el del vencedor. El principal én-
fasis se pondrá en el análisis del conte-
nido ajedrecístico, y de los numerosos
acontecimientos extraajedrecísticos,
ampliamente divulgados por la prensa,
sólo resaltaré aquellos que ejercieron
una influencia significativa sobre el
transcurso competitivo del match.
Para éste y los dos siguientes encuen-
tros por la corona mundial se habían
aprobado nuevas regulaciones que eran
perjudiciales para el aspirante -juego a
seis partidas ganadas sin contar tablas,
y un match-revancha en caso de que el
campeón perdiese-, con la asistencia
de Karpov en una reunión del Comité
Central de la FIDE, en Caracas (octu-
bre de 1977). "Aparentemente bajo
presión, los soviéticos acordaron que el
encuentro por el campeonato mundial
no debía disputarse a 24 partidas (como
antes), sino a un número ilimitado de
partidas. ¡Pero a cambio se aseguraron
para si Lodos los demás privilegios!", es-
cribe Korchnoi. Su indignación es com-
prensible: los encuentros de revancha
habían sido abolidos ya a comien1.0s de
la década de los sesenta, y además jugar
un match ilimitado (y en caso de ganar
113
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PR•:DECESORF.S
un encuenu·o de revancha ilimit:ado)
era, en realidad, una carga muy pesada
para el aspirante, que había sufrido ya
un duro proceso de clasificación.
También fue inusual la elección
de sede. Baguio se encuentra a 250
kilómetros de Manila, la capital de
Filipina~, a una altitud de 1.500 me-
tros sobre el nivel del mar. A veces, la
ciudad desaparecía envuelta en una
espesa niebla, y el match se celebró en
la estación de las lluvias, tormentas y
tifones. Había igualmente corrimien-
tos de tierras y apagones eléctricos. La
FIDE también había recibido ofertas
de ciudades europeas. ¿Por qué se fue
designada Baguio como sede de un
match por el campeonato mundial? La
respuesta a esta pregunta debe buscar-
se en el organi1.ador: el extremadamen-
te enérgico y emprendedor Florencio
Campomanes, que había s01iado con
acoger el Fischer-Karpov y actuaba de
intermediario en sus negociaciones
(véase el apartado Abdicación, en el vo-
lumen IV). En Baguio prestó un trato
deferente a los directivos soviéticos y a
Karpov, ayudando al campeón de todas
las maneras imaginables, a pesar de
que, en tanto que organizador, hubiera
debido permanecer neutral. Cuatro
años después, en compensación, Campo
recibiria los votos decisivos de los paí-
ses del bloque soviético en las eleccio-
nes presidenciales a la FIDE.
Para una adecuada comprensión
de la situación pre-match, debe recor-
darse que la espos!l e hijo de Korchnoi
seguían en la URSS, habiéndoseles ne-
gado el visado de salida (más tarde, su
hijo incluso fue detenido y encarcelado
durante dos años y medio "por eludir
el servicio militar"). En la primavera
de 1978, Korchnoi había apelado al
Presidente de la FIDE, Max Euwe, pi-
diéndole que intercediese en favor de
su familia a fin "de asegurar un match
en condiciones de igualdad con Kar-
pov". Pero en ese aspecto, la FIDE era
inoperante.
Korchnoi: "Los miembros de mi
familia se comirtieron así en rehenes
que debían pagar por mi deserción".
11-l
V
Antes de volar a Baguio, realizó una
última tentativa: publicó una carta
abierta a Brezhnev con la petición de
que "mostrase buena voluntad" y per-
mitiese a su familia dejar la URSS. En
Manila entregó la carta en la embajada
soviética y de nuevo leyó su texto en
una rueda de prensa. Pero era una voz
que clamaba en el desierto: a la familia
de Korchnoi sólo se le permitió dejar la
URSS después del match de Merano,
en el verano de 1982.
El equipo del aspirante estaba
compuesto por cinco personas, y el del
campeón por catorce. "Estaba psicoló-
gicamente preparado para una dura lu-
cha, pero no obstante, la llegada de un
destacamento tan numeroso me sumió
en la depresión", admitió Korchnoi.
Aunque, de todos modos, el número
de ayudantes puramente ajedrecísticos
era el mismo. Korchnoi contaba con
Keene, Stean y Murey, mientras que
Karpov tenía a Balashov, Zaitsev y Tal
(sólo a partir de la 29' partida se les
unió Vasiukov). Retrospectivamente,
debo decir que el equipo del aspirante
era inferior al soviético, tanto en rating,
como en experiencia y conocimientos,
pero gracias a la increíble energía de
Korchnoi y a su capacidad para trabajar
durante muchas horas en un análisis
intensivo de las posiciones aplazadas
(en las mismas condiciones que sus
analistas, con la excepción qui1.á, de
un par de casos), al final del maratón,
estuvo a la altura de la ocasión.
El día de la inauguración del match,
12 de julio, el líder de la delegación
soviética, coronel Viktor Baturinsky,
"siguiendo instrucciones del campeón",
declaró públicamente que Karpov estaba
de acuerdo en que ambos contrincantes
se diesen la mano antes de la partida
(este punto, según las reglas sugerido
por Korchnoi, también contenía la con-
dición de que "si uno de los contendien-
tes no tiene intención de hacerlo, debe
informar de antemano al árbitro") y que
no objetaba a que su oponente utilizase
una silla especial, pero pedía que fuese
comprobada por rayos X. l.o que en
realidad se hizo, exactamente como en

el caso de la silla de Fischer, en el match
de Reykjavik (véase El combate tle los dioses
en el volwnen IV).
En la primera reunión del comité
de apelación se discutió la cuestión de
si Korclmoi tenía derecho a jugar con
bandera soviética. El líder de su dele-
gación, Petra Leeuwerik (más tarde
esposa de Korchnoi, y quien al fina-
lizar la 11 Guerra Mundial había siclo
detenida por los servicios soviéticos ele
seguridad en Viena y estuvo diez años
encarcelado en los campos de concen-
tración Stalin), presentó una autori-
zación escrita por la Federación Suiza
de Ajedrez, pero Baturinsky insistió en
que el aspirante sólo podía jugar bajo
una bandera con la inscripción "apá-
trida". ¡Y lo consiguió! Cierto que tras
una protesta de Korchnoi se llegó a un
acuerdo: amplias banderas de la FIDE,
Filipinas y la URSS estaban dispuestas
en el escenario, pero en la mesa de
juego no había ninguna bandera. Aun
así, tiene razón Korchnoi cuando es-
cribe: "A partir de ese momento, me
'i privado no sólo de una bandera sino
también de una paridad legal".
El aspirante decidió jugar con
unas gafas de espejo, y no a causa del
deslumbrante sol meridional. "El ob-
jetivo era simple: privar a Karpov de
su ocupación favorita, que consiste en
sentarse ante el tablero mirando ftja-
men te a su rival. Mientras llevé estas
gafas, lo único que podía mirar era su
propio reflejo".
Las cuatro primeras partidas del
match finalizaron en tablas, aunque
en la tercera partida Korchnoi logró
un peligroso ataque, pero no en-
contró la continuación más fuerte y
perdió su ventaja. A mediados de la se-
gtmda partida, se produjo otro motivo
de conflicto: los ayudantes de Karpov
le alcanzaron una bebida, que se pa-
recía a un yogur de frutas. Korchnoi
protestó, porque según el reglamento
de la FIDE todo contacto entre un
jugador y el público está prohibido.
Baturinsky dio una respuesta irónica,
y a instigación del agregado de prensa
del campeón, Alexander Roshal, los
\llKTOR EL TERRIBl.E
soviéticos bautizaron la protesta como
"una tom1enta en un vaso de yogt1r".
Pero para evitar tener que consultar
el texto, el árbitro principal, Lothar
Schmid decidió que el yogur debía en-
tregarse a Karpov una sola vez.
Este extra1i.o yogur que, según Kar-
pov, podía tener uno o dos sabores,
"según el grado de acidez", también
molestaba a Korchnoi: "Es interesante
observar cómo deslizaban subrepticia-
mente la bebida durante un par de ho-
ras y luego se lo entregaban a Karpov,
que saltaba de su silla y lo estntjaba.
Percibí que después de este yogur,
¡Karpov a menudo comenzaba a jugar
a la velocidad de una ametralladora!
No hubiera estado nada mal haber
apartado este yogur para un análisis
químico ... ". Bueno, cuando uno de
los participantes en un match por el
campeonato mundial es privado de la
igualdad de derechos y se encuentra
bajo una constante presión, cualquier
desviación de lo normal puede alterar-
lo y empezar a verlo todo bajo sospe-
cha o amenazador. Más tarde, como
veremos, los ataques psicológicos por
parte del equipo soviético resultaron
muy efectivos.
De la cuarta partida en adelante,
y cuando el Dr. Euwe ya no estaba en
Baguio (¡el representante de la FIDE
en el match era Campomanes!), un
asiento no lejano al escenario, fue
ocupado por una exlra1ia criatura: el Dr.
Z1tjar, que a partir de ese momento se
haría famoso. "Me miraba con ftjeza,
tratando de atraer mi atención", escri-
be Korchnoi. "Su conexión con Karpov
era indiscutible. Se sentaba sin moverse
durante las cinco horas -¡hasta un
robot hubiese emidiado su capacidad
de concentración!-, pero siempre que
era el tumo de Karpov sencillamente
se quedaba congelado. ¡Podías sentir
el colosal trabajo que se producía en
la mente de aquel hombre! Korchnoi
pidió que lo trasladaran de sitio. Batu-
rinsky se negó, y a partir de entonces la
batalla a favor y contra Zujar se comir-
tió en la principal intriga extraajedre-
cística del encuentro.
115
Gary Kasparov - MIS GENIAi.ES PREDECESORES
Entre1a11to, se disputaba la quinta
partida. Sin duda fue la más interesan-
te de las que se jugaron al principio del
encuentro y resulta importante para
entender la lógica del match.
518
V. Korchnoi-A. Karpov
Baguio 1978
Campeonato M11ndial, 5• partida
Defensa Nimzoindia (E42)
1 c4 'i:lf6 2 d4 e6 3 'i:lc3 il.b4 4 e3 c5
En la 7ª y 17ª partidas se jugó 4 ... 0-0 5
.lld3 (partida núm. 565).
5 'i:le2!?
La vieja Variante Rubinstein, revilida
entonces por Korchnoi, quien demos-
tró los peligros que aguardaban a las
negras. Debido a 5 'i:le2 la jugada 4 ...
c5 ha desaparecido prácticamente de
las competiciones actuales.
5 ••• d5
La 3' partida siguió con 5 ... cxd4 6
cxd4 d5 (6 ... fiJe4 7 a3!, Korchnoi-Ti-
mman, Las Palmas 1981) 7 c5 'i:le4 8
.lld2 (8 g3!?, Korchnoi-Sakaev, San
Petersburgo 1997) 8 ... 'i:lxd2 9 Wxd2
a5 (otros planes son 9 ... b6 10 a3 il.xc3
11 'i:lxc3 bxc5 12 dxc5 a5 13 il.b5+ il.d7
14 0-0 0-0 15 b4, Reshevsky-Najdorf,
Dallas 1957; 9 ... 'i:lc6 10 a3!, Korch-
noi-Spassky, 41". Campeonato de la
URSS, Moscú 1973; 9 ... Wf6 10 a3!,
Korchnoi-Stanek, Pula l 997) lO a3
Axc3 11 'i:lxc3, con una pequeña pero
durndera ventaja de las blancas, como
quedó confinnado en la partida Korch-
noi-Seirawan, Bad Kissingen 1981.
La alternativa es 6 ... 0-0 7 a3 il.e7, y las
blancas pueden elegir entre la agresiva
8 d5 exd5 9 cxd5 J:!:e8 (9 ... il.c5 lO b4
.ilb6 11 'i:la4, Torre-Karpov, Londres
1984) lO d6!? (a principios de los
ochenta, se ensayaron 10 g3 y lO Ae3)
10 ... ~IB 11 g3 r.te6 (11 ... 'Wb6?1 12
J..g2 1i.xd6 13 Jl.e3, Korchnoi-Miles,
116
V
Wijk aan Zee 1984) 12 il.f4! (12 il.g2
r.txd6 es confuso, Gligoric-Karpov,
Bugojno 1980) 12 ... 'i:lh5 13 il.e3 (Kor-
chnoi-Kindennann, Beersheva 1984) y
la tranquila 8 g3, como jugó Korchnoi
contra A. Greenfeld (Beersheva 1997)
y H. Olafsson (Reykja,ik 2000), o bien
8 'i:lf4!? d5 9 cxd5 fiJxd5 10 'i:lcxd5 exd5
11 il.d3 ti:lc6 12 0-0!, y las blancas de
nuevo tienen una mínima, pero dura-
dera ventaja (Kramnik-Lékó, Buda-
pest, rápidas, 9').
6 a3 il.xc3+ 7 lt:lxc3 cxd4 8 exd4 dxc4 9
Axc4 ti:lc6 1O.lle3 0-0 11 0-0 b6
Como compensación por su peón cen-
tral aislado, las blancas, que cuen1a11
con la pareja de alfiles, pretenden ata-
car en el flanco de rey, mientras que las
negras deben asegurar la casilla d5.
12 'iWd3
Más tarde se demostró que 12 'i!ff3!
.llb7 13 .lld3 planteaba mayores pro-
blemas a las negras. Por ejemplo:
1) 13 ... 'Wd7 (13 ... l:tbS 14 'Wg3!, Be-
liavsky-Andersson, Bugojno 1984) 14
'iWh3 0.e7 15 .llg5! (es menos enérgico
15 r.tadl, Sadler-Karpov, Montecarlo,
rápidas, 1998) 15 ... lt:lg6 16 Axf6 gxffi,
y ahora no 17 d5 il.xd5 18 l:tad 1 'i!l'c7!,
con juego agudo (en lugar de 18 ...
l:l:ad8?!, 19 Ae4!, Vaganian-A. Petro-
sian, Telavi 1982), sino 17 J:l.adl! r.tad8
18 J:!:fcl ó 18 il.e4, y la posición negra
es peor, a causa de la debilidad de sus
peones y la constante amenaza d4-d5.
2) 13 ... r.tc8 14 r.tadl r.tc7 15 'Wh3 'i:le7
16 il.g5 lt:lg6 17 'l!i'g3 J:!:d7 18 d5! (Kas-
 V1KTOR EL TERRIBLE

parov-Psajis, Murcia 1990, match, 6'),
o bien 14 ... h6 15 "iWg3 wh8 16 ti'h3
.!LJg8?! 17 d5! (Korchnoi-Vyzmanavin,
Moscú, 1994, rápidas), y en ambos
casos la mptura central aseguró a las
blancas una fuerte iniciativa.
oponente avance sus peones del flanco
de rey, asumiendo que el debilitamien-
to de la posición blanca se hará sentir
en un momento dado" (Tal).
17'Wd2éüfg618.lil.bl 'i!fd719h4!

12 ..• iLb7 13 lladl h6 La única forma de luchar por la inicia-

tiva.
"Una útil jugada profiláctica, neutrali-
zando la amenaza Ag5. Sin embargo, 19 ••• r.tfd8 20 h5 éiJfS 21 .lil.h4 f6
tiene el inconveniente ele debilitar
Las negras están obligadas a crear una
la diagonal bl-h7, en cuyo sentido se
debilidad en e6, pero su posición sigue
orientarán las subsiguientes acciones
siendo muy sólida.
de las blancas" (Averbaj).
14 f3!? 22 liJe4

·una idea relativamente nueva que Amena1.ando il..xf6.

ya se había producido en partidas de 22 ••• éüd5
maestros ingleses. Las blancas se dispo-
nen a situar su alfil en h4 ó g3" (Aver- Según Tal, "una jugada obligatoria y,
baj). También debo añadir 14 il.f4 liJe7 al mismo tiempo, útil, que consolida la
15 llfe 1 lüfd5 16 il.g3 liJg6 17 f3 llc8 18 posición".
i2lxd5 il.xd5 19 .b6 lla8 20 .!:!.el h5 21
c;l(f2 'il'f6 22 'il'e3 llfc8 23 il..e5, tablas 23 g4 J:!.ac8 24 ii.g3
(Korchnoi-C. Hanscn, Biel 1992). Las blancas no han logrado un gran
14 •.• éüe7 15 il.f2 éüfd5 progreso con su ataque y al avanzar
sus peones del flanco de rey han crea-
"L-i fuerte casilla d5 asegura muy bue- do ciertos problemas a su oponente.
nas perspectivas a las negras" (Tal). Aunque con damas sobre el tablero
"También era a considerar 15 ... 'Wd7, y el rey blanco parece peligrosamente
si 16 il..a2, entonces 16 ... llfc8 17 il.bl expuesto, sin embargo, los dos alfiles
i2lg6 18 h4 éüd5, con juego igualado" suprimen el contrajuego negro atacan-
(Averbaj). do sus defensas a distancia. La amenaza
de disponer la batería '!Wd3y.ib1 ata el
Se diría que Korchnoi no buscaba tanto
caballo negro a la casilla fS.
la ven taja de apertura como una lucha
de complicadas maniobras, en una po- 24 ••• il.a6 25 J:!.fe 1 l:tc6
sición en la que el equilibrio estuviese
algo alterado. En este caso concreto, el "Continuando con el plan preyisto. La
conflicto queda predeterminado por aguda 25 ... f5?! quedaría plenamente
\emas té(.nk%". e.\ \)e.Ón O!\"\\Th\ <1.\•:h.do ~U.'>t\fKada en c&;o de 'l.~ /:Ud~{<\ \26 ...
v los dos alfiles contra la fuerte casilla r1c6!: G. K.). Sin embargo, con 26 ILJf2!,
d5. ¿Qué prevalecerá? el caballo blanco se trasladaría a una
posición favorable" (Tal).
16 i.a2 lüf4
26 rlcl éüe7
También aquí prefiere Averbaj 16 ...
tid1. "t)e'>\YuÍ!'> de \\) ... Eüo, \as ne- \ln'll. \enta.\\'>"3. \)Of \lre'i.\onat o;o'ore e\
gras tendrían que considerar 17 éüxd5 peón de d4. 26 ... il..b7 se contesta con
Jo..xd5 18 .lil.bl, que antes o después 27 il.c2 (con la amenaza il.a4), y si 27 ...
habría forzado el avance g7-g6. El cam- f5, 28 lüf2. Sin embargo, Tal y Averbaj
peón del mundo no se apresura a com- pensaban que era más preciso 26 ...
pletar su desarrollo y provoca que su il.b5!?

117
Gary· Kasparo\' - Mis GENIAi.ES PREDECESORf.S
27 l:!xc6 '1Wxc6
27 ... ILJxc6 28 1Lld6 era peor para las
negras, ya que a 28 ... '1We7 seguiría 29
'lll'f4.
28 ..b2 Wd7 29 ILJd6
1617
29 ..... il.b7
Tal pensaba que la decisión de Karpov
de prescindir de su alfil de casillas blan-
cas era \a única correcta, ya que 29 ...
llld5 30 il.xd5 exd5 31 'l!fe3 es desfavo-
rable para las negras, mientras que en
caso de la natural 29 ... fllc8 seguiría
una espectacular combinación: 30
l:!xe6! (pero no 30 d5? 1Llxd6 31 dxe6
'l!fe7 32 il.xd6 l:!xd6 33 Wxd6 'l!fxd6
34 e7+ <Jfh7 35 e8ff '!Wg3+) 30 ... ILJxe6
31 We3 wIB 32 il.xe6 W/e7 33 ILJ5, con
peligrosas amenazas. Más precisamen-
te, con victoria: 33 ... 'i!i'e8 34 il.e !! y
il.b4+.
Averbaj indicó la respuesta correcta:
32 ... 'l!l'a4!, pero añadió que "después
de 33 ILJf5!, las blancas tienen un
ataque muy fuerte". Sin embargo, si
avanzamos en esta variante, con 33 ...
'ilfd 1+!, resulta que las posibilidades
de ambos bandos son equi\·alentes:
34 wh2 'ilfc2+, y no 35 wh3? debido a
35 ... il.n + 36 wh4 'ti'g2; 34 il.e 1 .!1/.d3!
(v 35 .llxc8? l:!e8 36 il.e6 .llc4 es malo
para las blancas), o bien 34 ffcl l:!xd4!
35 lt:\xcl4 'ilfxd4+ 36 'l!ff2 'l!l'cll+ 37 <Jfg2
0e7 38 il.f4 il.e2.
Tampoco lograba su objetivo contra
29 ... 12lc8 la jugada 30 ILJ5, en vista
de 30 ... Wh8, v si 31 ILJh4 lLJe7 32 .lif2
1.:.b7, miemms.que 31 ILJe3(xh6) 'iWxd4
118
V
32 'l!fxd4 l:!xcl4 conduce a simplificacio-
nes y probables tablas. Así, 29 ... ILJc8!?
habría facilitado las cosas a las negras,
pero es posible que a Karpov no le gus-
tasen las agudas variantes que aquí se
producen: supongamos que el ataque
blanco resultase decisivo ...
30 ILJxb7 'l!fxb7 31 '+!:i'e3 ~h8
En opinión de Averbaj, merecía seria
consideración 31 ... ILJd5 32 't!fe4 1!fc6,
sin entregar la columna c.
32 l:!cl!
No, por supuesto, 32 il.xe6?! ll:lxe6 33
'lll'xe6 f!Yxf3, con igualdad.
32 .•• ILJd5 33 '+!:i'e4 ~d7
33 ... %:tc8!?
34 il.bl 'lll'b5
"Al encontrarse en una posición dificil,
Karpov exhibe variados recursos para
buscar contrajuego. Por el momento,
provoca un debilitamiento en el flanco
de clama blanco" (Tal).
35b4
La tramposa 35 il.d6? se contestaría
con 35 ... Wxb2 (35 ... l:!xc16?? 36 '+!:i'h7+!
ILJxh7 37 l:!c8+ y mate) 36 l:!c6 lllc3 37
l:!xc3 'i!Vxc3 38 il.xIB 5 39 gxf5 l:!xd4, o
bien 38 ... 'lll'xd4+ 39 f9xd4 l:!xcl4, etc.
35 •.• 'l!fd7?!
"Las negras regresan con la clama a la
defensa. Aquí Velimirovic recomenda-
ba 35 ... a5, pero entonces es posible 36
il.d6! y después, por i;jemplo, de 36 ...
5 (36 ... l:!xd6?? 37 Wih7+!: G. K.) 37
gxf5 ILJffi 38 '1We5, las complicaciones
son favorables a las blancas" (Averbaj).
Aun así, Karpov se equivocó al no deci-
dirse por la activa 35 ... a5!, minando el
flanco de dama enemigo. Después de
36 il.d6, disponía de la sencilla réplica
36 ... Wg8!, y si 37 .llxIB WxIB, enton-
ces 38 'l!l'h 7? es malo, en vista de 38 ...
'l!fe2l 39 '+'9h8+ @e7 40 'tll'xg7+ o;i.>cl6, con
decisivo contraataque, mientras que
38 'l!fxe6 lllf4 39 '+!:i'c4 'i'fg5 40 il.a2(g6)
llld5 conduce a juego complicado, en
el que el rey blanco está demasiado

expuesto y las negras siempre disponen
de jaques salvadores.
36 'l!!'d3 'l!!'e7
Ahora las blancas pueden contestar
a 36 ... a5 con 37 b5, y la torre blanca
adquiere una nueva casilla de invasión:
c6.
37 wf2 rs!?
"Teniendo en cuenta los inminentes
apuros de tiempo de su rival, Karpov
agudiza bruscamente el juego", escri-
be Tal. "Un juego pasivo no ofrecería
ninguna perspectiva". Ciertamente,
después de 37 ... 'i!Vd7 38 b5, las negras
tienen una dificil posición, pues los
alfiles son claramente más fuertes que
los caballos, y las blancas pueden ame-
nazar continuamente con un \'entajoso
cambio de damas.
Con la jugada textual, las negras dis-
locan la cadena de peones enemigos y
abren el juego, obteniendo posibilida-
des de contrajuego relacionadas con
la expuesta situación del rey blanco.
¡Dama y caballo (y sobre todo, con dos
caballos) constituyen una fuerza pode-
rosa! Sin embargo, las blancas también
adquieren nuevas bazas, como la casilla
e5 para su alfil. Pero lo p1incipal es
que, en busca de una forma de salvar la
partida, Karpov cambia abruptamente
el carácter del juego, algo que resulta
especialmente desagradable para un
oponente apurado de tiempo.
38 gxf5 exf5 39 l:tel 'l!!'f6
Planteando una pequeña trampajusto
antes del control.
40 il.e5
Como señalaron muchos comenta-
ristas, la tentadora 40 l:te5? f4 41 l:t15
fxg3+ 42 c;!;>gl habría perdido por 42 ...
ii:lf4! 43 'We4 l:txd4 44 l:txf6 l:td 1+.
40 •.. '!Wh4+ 41 .llg3 '&f6 42 l:thl!
"Después de repetir jugadas para ganar
tiempo, las blancas siguen jugando a
ganar. Hay que admitir que tienen sufi-
ciente fundamento para ello" (Tal).
ViKTOR EL Tt:RRIRLE
1618
42 ... lbh71
La jugada secreta. "La partida se aplazó
en una dificil posición para Karpov. In-
cluso ahora me resulta dificil entender
lo que sucedió, como tampoco lo en-
tendieron mis segundos, ni los grandes
maestros periodistas. El caso es que no
pude prever la secreta de Karpov. La
jugada era ciertamente fuerte y, ante
el tablero, pasé unos cuarenta minutos
tratando de bosquejar un plan. Poco
después de la reanudación, caí en gra-
ves apuros de tiempo" (Korchnoi).
"Como supimos luego, el campo de
Korchnoi había considerado sobre to-
do 42 ... ILJe6 y 42 ... 'f:fg5" (Tal). Pero
42 ... ILJe6? es floja en vista de 43 Ae5
lbdf4 44 'i!Vxf5, y las blancas ganan,
mientras que 42 ... 'f:fg5 43 Ah4 fHxh5
(43 ... lbf4 44 fHfl) 44 'i!fxf:j 'i!fxf:j 45
.llxf5 (Averbaj) 45 ... l:te8 46 Ag3 con-
duce a un final dificil para las negras.
43 .lle5 'i!fg5 44 'i!fxf5 'f:fd2+ 45 wg3
lbhf6 46 l:tg 1 l:te8? l
Es dificil decir cuán profundo y preciso
fue el análisis de la posición aplazada,
ya que 46 ... 'ti'e3! 47 l:tg2 (47 @h2
'!!ff2+) 47 ... 'l!fxa3 (47 ... ILJe7 48 '!!fd3!,
buscando el cambio de damas) 48 b5
'i1!'b4 le habría dado a las negras una
posición más defendible que en la
partida.
47 il.e4!
Esta jugada le costó a Korchnoi casi
todo su tiempo restante. Si 47 wh3?,
Karpov pensaba responder 47 ... .:::xe5!
48 dxe5 lbf4+ 49 wg3 'i:l4xh5+ 50 wh3
<i:lf4+, con tablas.
119
 Gary Kasparov - Mis ct:NIAl.F.S PREDECt:SORES
47 ... li:Je7
Si 47 ... 'l!!l'e3, 48 <bg2!
48 'Wh3 lk8
"Pese a la igualdad material, el final
después de 48 ... .l:tfB 49 l:tg2 li:Jxe4+
50 wh21 li:Jg5 51 J:txd2 li:Jxh3 52 W:<h3
l:txf3+ 53 wg4 es desfavorable a las
negras" (Tal). Las blancas también pue-
den considerar 49 @h4!? 'i!fa2 50 ii.xfü
l:txf6 51 Wlg3 Wlg8 52 \'fe5 WfB 53 wh3.
ganando.
"La tentativa de ganar un peón con
48 ... Wlg5+ 49 wh2 'Wxh5 habría lleva-
do a un dificil final para las negras tras
50 '1Wxh5 li:Jxh5 51 .llcl. El campeón
mundial también trata de activar su
torre" (Averbaj). Las ocho jugadas que
fa! tan para el con trol fueron realizadas
a velocidad de blitz por ambos contrin-
cantes.
49 wh4 l:tcl 50 'f9g3
"50 't'fg2, cambiando damas, era digna
de consideración" (Averbaj). ¡Eso por
decirlo suavemente! Con 50 Wg2!, las
blancas habrían conseguido un final
ganado: 50 ... 1fxg2 (en cuanto a 50 ...
'Wg5+?, véase el comentario a la jugada
siguiente) 51 !'lxg2 l:thl+ (51 ... l:tal 52
l:tc2!) 52 l:1h2 li:Jxe4 53 fxe4 (más senci-
llo que 53 l:ixh 1 ltlf2! 54 @g3! li:lxh 1+
55 wg2) 53 ... l:iel 54 wg4 l:txe4+ 55
wra l:tel 56 .i:tg2 lí:ll5 57 wr4 nn+ 58
wc4 wg8 59 d5 wfl 60 d6, etc.
Ahora, sin embargo, no se cambian da-
mas sino torres, y las negras conservan
esperanzas de salvar el juego. Pero ésta
no sería la última mueca de los apuros
de tiempo ...
50 ..• l:txgl
"La tentativa de ganar la calidad con
50 ... 'Wg5+? 51 Wlxg5 hxg5+ 52 l:txg5
l:ihl+ 53 wg3 l:igl+ 54 wf4 ILJfd5+ 55
ii.xd5 li:lxd5+ 56 Wf5 li:Je7 + habría per-
dido por 57 we6 nxg5 58 Wx.e7 lhh5
59 f4, y el peón d no puede pararse"
(Tal).
51 Wlxgl wg8?!
51 ... '!Wa2 era más tenaz.
120
V
52 "Wg3?!
Tal no comenta este momento, mien-
tras que Averbaj se limita a observar
que "si 52 $.x.f6, existe Ja répJic,1 52 ...
%il'f4+". Sin embargo, después de 53
Wh3 'llfxf6 54 '1Wg4!, las blancas tienen
una gran ventaja (54 ... 'l!l'xd4? 55
ii.h7+). Además, era muy fuerte 52
d5, puesto que el peón es tabú: 52 ...
li:lexd5? 53 il.xd5+ 'i!fxd5 54 il.xf6.
52 ••. @f7
"Era preciso 52 ... @f8, aunque inclu-
so en tal caso la posición negra sería
crítica" (Tal). Así, después de 53 ii.xf6
gxf6 54 d5 15 55 d6 fxe4 56 dxe7+ wxe7
57 W/c7+, las blancas alcanzan un final
de damas con buenas posibilidades de
victoria.
53 ii.g6+ we6??
Ca)•endo, inesperadamente, en una
red de mate en pocas jugadas. Si 53 ...
lllxg6+?! 54 '!Wxg6+ wf8 (g8) 55 '!Wg3!
wn 56 11.xffi (56 b5 'Wc1 !?) 56 ... gxffi
57 'i!fc7+ we6 58 'Wc6+ we7 59 'i!l'd5, las
negras tienen un final de damas muy
comprometido. Pero con 53 ... wfB ha-
brían conservado posibilidades de con-
trajuego, en vista de la abierta posición
del rey blanco (si 54 wh3, entonces
54 ... 'Wcl).
54 'Wh3+ @d5
1619
55 ii.e4+??
Con su banderita a punto de caer,
Korchnoi omite un mate forLoso que
le hubiera permitido inaugurar el mar-
cador: 55 $.f7+ wc6 56 ffe6+ wb7 57
't'fxe7+, etc.

55 ••• l!:lxe4 56 fxe4+ '>Yxe4
Los contendientes superaron aquí el
control de tiempo.
57 '6'g4+ <;i;>d3
-Korchnoi pensó durante 40 minutos.
la activa disposición de sus piezas con-
cede a las negras esperanzas de tablas"
(Tal).
58 'i!i'f3+
En opinión de Tal, era más peligroso
58 d5 ya que tras este avance la "única"
forma en que las negras podían salvar
la partida pasaba por 58 ... g5+ 59 hxg6
lfe 1+ 60 'i!l'g3+ 'i!l'xg3+ 61 il.xg3 tt:lxg6+
62 wh5 1Lif8, neutralizando el peón
d; por ejemplo. 63 wxh6 wc4 64 wg7
~d7 65 d6 a5 66 bxa5 bxa5 67 wl7
:.d5 68 we7 wc6 69 a4 1Lib6 70 we6
'iJd7. Pero Averbaj indica un segundo
camino: 58 ... 'i!fel+ 59 '1Wg3+ 'l!i'xg3+ 60
~g3 1Lixd5 61 il.xg7 'i!;>e4 62 il.xh6 ILJffi
63 Wh4 Wd3! "y entregando el caballo
por el peón de h5, las negras trasponen
a un final similar al de la partida".
58 ••• We3
Como señalaron los comentaristas,
58 ... l/;>c4 también habría lle\"ado a
tablas con damas sobre el tablero: 59
W17+ 'i!;>d3 60 'f!Jxe7 'tfel+, con jaque
perpetuo. También es posible jugar
59 ... 1Lid5 60 Axg7 'Wg5+, o bien 60
Vxg7 'tfel+ 61 \'fg3 'l!l'e4+, etc.
59 '>t>g4
~o era mejor 59 'i!i'xe3+ wxe3. Por
ejemplo: 60 wg4 we4! 61 .lhg7 1Lif5
62 il.f8 1Lie3+ 63 'lt>h3 tt:lf5, con tablas
(..\\'erbaj). o bien 60 d5 g5+! 61 wg4
'2ixd5 62 Ag7 wd3 63 il.xh6 li:iffi+ 64
~g5 1Lixh5 65 d.;>xh5 wc4 66 il.IB wb3,
eliminando los peones blancos.
59.•.• 'Wxf3+ 60 <;i<xf3 g6 61 il.d6 tt:lf5?!
Karpm· falla a un paso literalmente de
las tablas: 61 ... gxh5! 62 il.xe7 'i!;>xd4 y
::Oc4-b3. Ahora las blancas consiguen
dañar el flanco de rey enemigo, con-
sen;mdo sus propios peones en el de
dama.
VJKTOR EL ThRRJBJ,E
62 wr41Lih4
62 ... tt:lxd6? 63 hxg6 llle8 64 d5, ga·
nando.
63 wg4 gxh5+!
El caballo debe entregarse, ya que
después de 63 ... tüf5? 64 hxg6 tüxd6
65 wf4, no se puede frenar a los dos
peones pasados.
64 Wxh4 Wxd4 65 il.b8
"De otro modo, se consiguen tablas
muy fácilmente" (Averbaj). "Un curio-
so final en el que las negras deben ser
extremadamente cautelosas" (Tal).
65 ••• a5 66 il.d6 wc4 67 Wxb5 a4 68
Wxii6wb3!
Obligando a las blancas a entregar su
peón b y conservar el malo de a3. las
negras habrían perdido en caso de
68 ... b5? 69 wg5 lt>b3 10 wf5 Wx33
71 we5 'it>b3 72 wd5 a3 73 wc5 a2 74
il.c5.
69 b5 'if;>c4 70 d.;>g5 ~5
Se ha llegado a un final de tablas teó-
ricas, en el que las blancas tienen un
alfil extra y peón de torre, cuya casilla
de coronación es del color erróneo.
El método para lograr tablas en tales
posiciones (con un peón de a3 contra
peones en a4 y b5) fue analizado en
detalle por el gran maestro Averbaj, en
su serie sobre finales publicada inicial-
mente en 1956.
71 wf5 wa6 72 we6 wa7
"Por el momento, el rey negro no aban-
dona el rincón. las blancas ganarían
si pudiesen ahogar al rey y forzar el
avance del peón b. Pero no es el caso"
(Tal).
73 wd7 wb7 74 il.e7 wa7 75 wc7 wa8
76 il.d6 wa7
76 ... b5? 77 Ac5, ganando.
77wc8wa6
Pero no 77 ... wa8? 78 il.b8 b5 79 <j;c7,
fon.ando 79 ... b4 80 axb4 a3 81 b5 a2
82 b6 y 83 b7++. Este método ganador,
121
Gary Kasparov - Mis GESIAU:s PRf.Df.GESORES
indicado por Honvitz (en 1885), tam-
bién fue señalado por Euwe en Prac-
tische Sclwaldessen (Lecciones práclicrL~ de
ajedrr:z, 1927). Pero en general, este mé-
todo de ahogar al rey se conoce desde
tiempos inmemoriales.
78wh8b5
La última jug-<1cla de peón. "Teniendo
en cuenta la regla de las cincuenta ju-
gadas, hubo cieno alhfo en Ja sala de
prensa, pues Ja partida no concluiría
mf\S allá de la jugada 128 .. ." (Tal).
7911.M
Parando la amenaza 79 ... b4 80 Axb4
'i!<b6, con tablas.
79 ••• wb6 80 'i!<c8
t620
80 ••• c.t>c6!
"Sólo saliendo del rincón pueden las
negras salvar Ja partida" (Averbaj).
Después de 80 ... wa6? 81 wc7 wa7 82
il.c5+ <;!;>a6 83 .Vc6 @a5 84 11.e3 wa6 85
Ji.b6, y las blancas ganan.
81 wd8'it>d5
"Dura111e más de cuarenta jugadas las
blancas tratan en vano de contradecir
el veredicto teórico de tablas. Pero, al
mismo tiempo, las negras deben actuar
con sumo cuidado, pues su rey se en-
cue111ra constantemente en la zona de
peligro" (Tal).
82 we7 we5 83 <J;f7 wd5 84 ..t>f6 wd4
85 we6 <;!;>e4 86 iJ..f8 wd4 87 wd6 we4
88 j;_g7 ~[4 89 ~e6 wf3 90 weS @g4
91..U6 wh5
122
V
Aquí se aplazó la partida por segunda
vez y concluyó sólo después de la si-
guiente (la 6", Apertura Inglesa, tabla~
en 23 jug-<1das). Karpov debía seguir
jugando con cuidado y, jumo con sus
e111renadores, sin duda refrescó su
memoria de los análisis clásicos, de-
mostrando que el rey negro no puede
ser expulsado.
92 wf5
La jugada secreta.
92 ••• wh6 93 11.c14 wh7 94 wrn wh6 95
il.e3+ <;!;>h5 96 wr5 wh4 97 Ad2 wg3 98
il..g5 wf3 9911.f4 wg2 100 il.d6 wf3 101
il.h2 wg2 102 il.c7 @f3 103 11.d6 we3
104 we5 wf3 105 wd5 'it>g4 106.wc5
wf5 107 Wxb5 we6 108 wc6
No, por supuesto, 108 il.h2 wd7 109
wxa4 'i!<c6(8) y wb7-a8, con tablas.
108 •.• wr6
Un final similar (con un peón en a3
contra otro en a4) fue analizado por
Kling y Homitz (en 1851), Berger
(1921) y el teórico soviético Rauzer
(1928), quien introdtúo la regla de
la zona de tablas para el rey negro.
Siguiendo esa regla, Karpov consigue
salvar la partida.
109 ..t>d7 wg7 11 O iJ..e7 wg8 111 @e6
wg7 112 il.c5 wg8 113 wr6 wh7 114
wf7 wh8 115 il.d4+ wh7 116 il.h2 wh6
111 wg8 wg6 118 il..g7 wrs 119 wf7
wg5 120 JJ..h2 wh6 121 .il.cI+ wh7 122
il..d2 wh8 123 Ji.c3+ wh7 124 il.g7
Tablas. ¡Ahogado! Según testigos pre-
senciales, cuando se acordó el empate,
iBaturinsky intercambió besos con
Campomanes en presencia de tocios!
"Al principio, comprobé la preci-
sión de la defensa de Karpov en un
final difícil para él", explica Korchnoi,
"y luego, tras haber comprobado que
'había hecho los deberes', me di el húo
de ahogar al campeón del mundo. En
primer lugar, porque de esta forma no
necesitaba tener que ofrecerle tablas. Y
en segundo lugar, porque por natural
que el ahogado sea en una partida de

~z. ser ahogado siempre resulta
~ humillante. ¡Divertido, pero cier-
a:i Es probable que después de esto
bpo\• se considerase, en cierta fonna,
ii:?sl.1.ltado".
En cualquier caso, Karpov no se
égnó estrechar la mano de su rival al
romienzo de la 7ª parúda, y lo hizo con
'"una mueca de reproche" sólo después
dt que su contrincante se sentara. Kor-
chnoi: "Por un momento, también yo
~ba en pie ... Ahora está claro para
mi que fue un comienzo debidamente
planeado antes de la partida".
Pero la 7ª parúda, en su opinión,
fue la primera de una serie de ex-
!r.lordinarias parúdas en el match. El
~irantc logró una evidente ventaja
en la apertura, y ganó calidad (véase
comentario a la 8" jugada, en la parú-
da núm. 565), pero más o menos en
tomo a la jugada 27, ambos oponentes
comenzaron a ver.;e afectados por los
apuros de tiempo. ¡Y también por algo
más! "Temiendo al parasicólogo sovié-
tico.jugué la partida desde un refugio,
es decir, que sobre todo no me senté
en el escenario, sino en el cuarto de
descanso frente a un monitor", escribe
fu>rchnoi. "Sólo cuando Karpov reali-
zaba su jugada, me acercaba de mala
gana al tablero, porque no deseaba
repeúr la conducta de Spa.o;sky en su
match conmigo. Pero como no estaba
acostumbrado a esto -normalmente,
permanezco sentado ante el tablero
casi durante las cinco hora.o;-, no jugué
al máximo de mis posibilidades".
La posición aplazada parecía ya per-
dida para Korchnoi, pero éste, junto
con Murcy, encontró una fom1a nada
fácil de hacer tablas. Al día siguiente,
el campeón apenas miró la evidente
jugada secreta de su rival, propuso
inmediatamente tabla.~. Esto provocó
nuevas sospechas en el campo del aspi-
rante. "¿Por qué no se molestó Karpov
en comprobar nuestros análisis? ¿Acaso
los conocía antes de la reanudación?".
Otra desagradable sorpresa espera-
ba a Korchnoi en la 8ª parúda. Antes
del comienzo y como de costumbre
ofreció la mano a su oponente, pero
\'1 KTOR EL TF.RRlllU:
este úlúmo le dijo que no volvería a
estrecharle la mano, "porque su con-
ducta era indecente". El asombrado
Korchnoi se volvió a Schmid, quien
estaba de pie junto a ellos: "¿Entiende
usted lo que está pasando?" (según el
reglamento, Karpov estaba obligado
a adverúr al árbitro de antemano). El
árbitro murmuró confusamente que
esto era de esperar, y puso en marcha
los relojes. Korchnoi estaba fuera de sí:
"¡Qué flagrante y pérfida violación del
acuerdo! El golpe llegó a su desúno:
jugué como un colegial".
Además, se produjo una sorpresa de
apertura: 1 e4 e5 2 ILJf3 ILJc6 3 iJ..b5 a6 4
iJ..a4 ILJf6 5 0-0 ILJxe4 6 d4 b5 7 iJ..b3 d5
8 dxe5 il.e6 9 ll:lbd2!? (en lugar de la
habitual 9 c3 ~c5 -parúdas núm. 524
y 564) 9 •.• ILJc5 lO c3 (después de ¡40
minutos! de reflexión Korchnoi rea-
lizó una jugada "de segundo orden")
lO ••• g6?! (la 10ª parúda siguió: 10 ...
d4 11 ILJg5!?, la notable novedad de
Igor Zaitsev -partida núm. 266-, y las
negras hicieron tablas con grandes difi-
cultades. La respuesta 10 ... g6 fue una
sorpresa para Karpov, quien pese a esto
encontró un fuerte sacrificio de peón)
11 fHe2 iJ..g7 12 ILJd4! ILJxe5?! 13 f4
ILJc4 14 f5 gxf5 15 ll:lxf5, y las negras se
rindieron en la jugada 28. "Karpov con-
dujo muy bien el ataque. En un torneo
de primera categoría, una parúda a.~í se
habría evaluado muy alto" (Korchnoi).
Sin embargo, el campeón no pudo
consolidar su éxito. Después de dos
tablas, el aspirante niveló el marcador
en la 1l' partida tras empicar un raro
esquema: 1 g3 c5 2 iJ..g2 ll:lc6 3 e4 g6
4 d3 il.g7 5 f4 d6 6 ll:lf3 ILJf6 7 0-0 0-0
8 c3, etc. En la jugada 26, las ncgrns
cometieron un grave error y se rin-
dieron en la 51. "Tenía una posición
razonable, pero de pronto comenzó un
inexplicable declive ... Sí, hay días en
que surgen detcnninados estados de
apatía y entonces todo parece ir mal"
(Karpov).
Comenta Korchnoi: "Quizá Karpov
oculta el hecho de que su pobre psicó-
logo, tras acceder a ser trasladado a la
sépúma fila, fue incapaz de ayudarle.
123
~ ~ - KIS GD<L.\.LES PllDECESORES
O bien alguna otra cosa del mismo or-
den. La clave es que para la 11' partida
llegó mi psicólogo V. Bcrginer y, al ser
no reconocido por nadie, tomó tran-
quilamente asiento en la quinta fila. ..
El oponente no volvió a repetir el error.
Rompiendo el pacto de caballeros, a
partir de la siguiente partida Zujar volvió
a sentarse en la cuarta fila. Mi psicólogo
fue identificado y, empleando su vasta
superioridad numérica en el auditorio,
lo abmmaron 'de cuidados y atencio-
nes'. De modo que ya no pudo trabajar
de forma efectiva. Quedó claro para
mí que en tal situación Berginer estaba
indefenso, y por eso se fue después de la
14' partida".
En la 12' partida, Korchnoi defen-
dió un final algo inferior. La 13' par-
tida, en su opinión, pudo haber sido
una de las mejores del match, pero...
En el capítulo sobre Karpov sigue un
relato de esta dramática partida y de
la siguiente (núm. 563 y 564). Tras
lograr dos victorias sucesivas, el cam-
peón por fin se situó en un marcador
dominante (3:) ). Korchnoi: "Desde
aquel momento, los soviéticos, con
ayuda de Campomanes, introdttieron
un sistema de vigilancia policial en la
sala de juego. Cada espectador debía
mostrar un documento de identidad
al adquirir una entrada. Se mantuvo
en estricta observación a las personas
"sospechosas". A fin de que Zttiar no se
viese distraído, siempre estaba rodeado
por sus propios hombres".
Nubes de tormenta pendían sobre
Baguio durante todo el mes de agosto.
El comité de apelación estaba con-
tinuamente reuniéndose y hubo un
considerable intercambio de largas y
tajantes declaraciones entre los bandos
en guerra, en relación con el rito de es-
trechar la mano, el papel del Dr. Zujar
(¿quién es, un psicólogo o un parapsi-
cólogo?), la "propaganda antisoviética"
por parte de Frau Lceuwerik (en su de-
recho a representar a Suiza) y demás.
iLa atmósfera estaba ultracargada!
Durante la 15' partida, Karpov
introdt\jo en la batalla un nuevo tipo
de amia: comenzó a mover su silla.
12-l
V
Korchnoi: "Una silla muy conveniente,
pues mientras el oponente está pensan-
do, ¡te puedes entretener balanceándo-
te! Me fui de la mesa, adopté una pose
"tipo Spassky", y comencé a estudiar la
posición en el tablero mural". Cuando
Schmid le hizo un comentario a Kar-
pov, este último respondió: "Dice que
esto le molesta, pues a mí me molestan
sus gafas". Después de unos quince
minutos. el balanceo finalizó, pues la
posición se había vuelto tablista ... ".
También se acordaron tablas en la 16'
partida, donde se jugó la Defensa Fran-
cesa por primera vez en el encuentro.
La 17' resultó trágica para Korch-
noi. Cuando llegó, habló con Cam-
pomanes y le pidió que Zujar fuese
despla7.ado a la 7' fila. Pero el comité
decidió que iba a responder Campo.
"¡Muévalo antes de diez minutos o lo
haré yo mismo!", declaró Korchnoi,
esgrimiendo sus puños. "Campomanes
comenzó a murmurar, rodeándose de
los soviéticos. Llegó Karpov. Al ver que
mi reloj estaba en marcha, sonrió y se
fue a su cuarto de descanso. ¡La cosa
no tenía que ver con él! ¡Como si no
hubiera sido él quien perdió los ner-
vios cuando Schmid trató de expulsar a
Zujar durante la 9' partida!".
Poco después se accedió a la petición
del aspirante: Campomanes despejó las
seis primeras filas de espectadores y Zu·
jar fue acomodado en la 7' (por cierto
que aquel día unos treinta turistas sovié-
ticos estaban presentes también en lasa-
la). "Esta modesta victoria no fue fácil",
escribe Korchnoi. "Im·ertí mucha ener-
gía y once minutos de un precioso tiem-
po. ¿Es posible jugar una partida seria,
intensa, tras haber gastado tanta energía
ner.iosa? Resultó que era difícil. Kar-
pov estaba completamente superado,
pero de pronto... Entonces comencé a
cometer errores. Primero, se me escapó
una forma de ganar evidente, luego, en
apuros de tiempo, ¡me pcrmiú caer en
un mate ridículo en posición de tablas!
(partida núm. 565).
El marcador era entonces de 4-1
favorable a Karpov, y el desenlace del
match parecía totalmente sentenciado.

M>n:hnoi: "Me encontraba en un esta-
do terrible. Pedí mis dos últimos apla-
zamientos y junto con Frau Leeuwerik
l!3C fui a Manila para relajarme un poco
~ recuperarme". En Manila dio una
rueda de prensa, en la que denunció
-d pacto de los soviéticos con Campo-
manes" y también que la novedad del
"ajedrez soviético", en la persona de
lujar, había sido preparada ya para el
ma1ch con Fischer. Pidió que se instala-
se una pantalla de cristal entre jugado-
res y pí1blico, declarando: "El centauro
con la cabeza de Zujar y el cuerpo de
Karp<iv debe partirse en dos, ¡pues de
no ser así, el match será imposible!".
Pero Stean y Mu rey lo persuadieron
para que siguiese jugando. Keene y
Baturinsky firmaron un pacto escrito
de caballeros según el cual Korchnoi
renunciaba a su petición de la pantalla
de cristal y al uso de sus gafas de espejo
1.que al parecer "impedían la visión
&!jugador"), y Karpov accedía a que
"desde la 18ª partida hasta el final del
ma1ch, el profesor Zitjar se sentarla en
d sector asignado a los miembros ofi-
ciales de la delegación soviética".
Las tres partidas siguientes fueron
tablas muy disputadas, aunque en la
20' (en la que Korchnoi ensayó por
primera vez la Caro-Kann) se proditjo
un milagro: Karpov consiguió una posi-
ción absolutamente ganada, pero selló
una jugada de segunda fila (¡tras media
hora de reflexión!) y dejó escapar en la
reanudación lo que parecía una victo-
ria segura.
Un nuevo giro en la confrontación
se inició en la 19' partida. Korchnoi:
·lite hice con los servicios gratuitos de
unos voluntarios: dos yoguis, los ameri-
canos Stephen Dwyer y Victoria Shep-
perd. Sólo tenían que entrar en la sala
de juego y sentarse en la postura del
loto para que algo sucediese con Zi!iar.
Este se cubrió la cara con un pañuelo
y, al cabo de poco tiempo, dejó la sala
dunmte el resto de la partida". Antes
de la 21' partida, el comité de apela-
ción volvió a reunirse. "Campomanes
anunció que mis yoguis, miembros de
la organización Ananda Marga, habían
VIKTOR EL TERRIBLE
sido acusados del asesinato de un di-
plomático indio, aunque habían sido
absueltos por falta ele prnebas, y que en
tanto que sospechosos de criminales,
no podían permanecer en la sala. ¡El
punto ele vista soviético! En todo el
mundo, la "presunción de inocencia"
prevalece: hasta que se demuestra que
una persona ha cometido un crimen,
no puede ser tratada como un crimi-
nal. ¡Aquí el procedimiento ern jusm
el contrario! Estaba claro, sin embargo,
que criminales peligrosos, verdaderos
terroristas, no habrían sido liberados a
ningún precio".
No obstante, el comité expulsó a
los yoguis de la sala, y luego del hotel
en que \ivía Korchnoi, quien se enfadó
mucho cuando supo que sus nuevos
ayudantes, graduados por la Universi-
dad de Hanmd -que respondían a los
nombres orientales de Dacia y Didi- se
habían visto obligados mediame com-
promiso escrito a no salir de la ciudad
en que vhian. Y por supuesto, cursó
otra protesta.
En la 21' partida, lo mismo que en
la 9', se planteó la Variante del Gambi-
to de Dama con 5 i<.f4, que debe su po-
pularidad posterior a Korchnoi. En las
tres partidas del match de Baguio, juga-
das con esta variante, Karpov tuvo que
asumir una difícil defensa. En la 21'
partida, trató ele resolver sus proble-
mas con ayuda de un extremadamente
arriesgado contraataque en la apertu-
ra, relacionado con sacrificio de ma-
terial. Un farol así podría haber dado
resultado en la era precomputadoras y.
además, Karpov sostuvo con firmeza la
iniciativa en el match, mientras que su
oponente, como él mismo reconoció,
se encontraba exhausto.
Pero el aspirante conditjo la partida
con asombroso aplomo y más tarde
la calificó de su mejor logro en el
encuentro. Hay que decir que aparte
del propio Korchnoi, este complicado y
fascinante encuentro ha sido comenta-
do en diversas ocasiones por conocidos
autores de ajedrez: Tal, Larscn,Jolmov,
Filip, Panno, Pachman, Keene, Tim-
man, Dvoretsky...
125
Gary Kasparov - Mis Gf.NIAl.F.S PRF.DECESORt:s V
519
V. Korchnoi-A. Karpov
Baguio 1978
Cam/1to1ia/o Mu111/ia~ 21" p11rtida
Gambito de Dama (D37)
1 c4 lt:lf6 2 lt:lc3 e6 3 lt:lf3 d5 4 d4 il.e7
5 j;_f4
A diferencia de 5 kg5, esta jugada,
en palabras de Korchnoi, "está menos
estudiada y ofrece campo para la ima-
ginación creadora de los jugadores y
(¡sobre todo!) de sus entrenadores".
En las décadas de los sesenta y se ten ta,
5 il.f4 lajugó ocasionalmente Petrosian
y también los húngaros Portisch, Forin-
tos y Farago.
5 ..• 0-0 6 e3 c5 7 dxc5 il.xc5 8 'tll'c2 lt:lc6
9 l:!.dl
Después de 9 a3 'l!fa5, las blancas pue-
den elegir entre 10 l:!.dl, la modesta 10
.l:tcl, y las continuaciones más ambicio-
sas 10 tl:ld2!? y 1O 0-0-0!? (véase partida
núm. 423).
9 •.• 'tll'a5 10 a3
1621
10 ..• l:te8?!
"Otra innovación del formidable
equipo soviético. Explotando su ligera
ventaja de desarrollo, las negras tratan
de elaborar un ataque al rey blanco,
retrasado en el centro. Hay que hacerle
justicia a Karpov. R.>.ra vez sucede que
cree nada nuevo en el tablero. Según
los rumores, la jugada l:te8 fue obra de
uno de sus analistas del cuartel general,
l'.!6
el GM Igor Zaitsev", comenta Korchnoi
no sin veneno.
La línea principal sigue siendo 10 ...
.:l;_c7 11 lt:ld2 c5 (en 1979, cuando, ins-
pirado por las ideas de apertura de su
oponente, Karpov empleó esta variante
con blancas contra Spassky, y éste res-
pondió 11 ... il.d7?! y no logró igualar)
12 il.g5 d4 13 tt:Jb3, y aquí existe gran
cantidad de teoría cuyos cimientos fue-
ron puestos en Baguio:
J) 13 ... 'i!i'd8 14 il.e2 h6 (14 ... tt:Jg4!?,
Petrosian-Filip, Cura.;ao 1962, Candi-
datos; Portisch-Spassky, Olimpiada de
La Habana 1966) 15 Axf6 il.xf6 16 0-0
il.e6 (16 ... g6!?) 17 lllc5 'i!i'e7 18 tt:Jxe6
'IS'xe6 19 llld5, con una ligera ventaja
blanca (9' partida).
Más tarde se descubrió que era más
fuerte 14 ... a5. En la historia de es-
ta variante se cuentan las partidas
Farago-Geller (Novi Sad 1979), Kor-
chnoi-Hübner (Merano 1980-81,
match, 6'), Portisch-Beliavsky (Moscú
1981 ). Korchnoi-Karpov (Merano
1981, match, 11'), cte., incluida la par-
tida de simult.incas Alterman-Kasparov
(Tel Aviv 1998).
2) 13 ... Wb6 (una continuación más
tediosa después de la cual las negras
experimentan ciertas dificultades téc-
nicas) 14 kxf6 il.xf6 15 ltJd5 '!Wd8 16
il.d3 g6 17 exd4 ILJxd4 18 lt:lxd4 exd4
19 lllxf6+ 'lWxf6 20 0-0 .lte6 21 l:tfel (21
f4!? Forintos) 21 ... l:tac8 22 b3 l:tfd8,
y al final Karpov hizo tablas (23' par-
tida).
11 ILJd2!
Con la amenaza b2-b4. 11 b4 ILJxb4, ó
11 ILJe5 d4!, son malas para las blancas.
11 ... e5 12 il.g5 ILJd4
Esta es la clave principal de la idea
negra. "Una vez destruida su base en
el centro están obligadas a proseguir
en plan combinativo. Después de 12 ...
d4 13 lllb3 'tll'b6 14 ltJa4 il.b4+ 15 axb4
'!Wxb4+ 16 tt:Jd2, las blancas rechazan

d ataque" (Korchnoi). Así, 16 ... dxe3
17 fxe3 ILJd4 no da resultado en vista
de 18 exd4 exd4+ 19 c;!;>f2, ganando
CI>.·oreLSky).
13 'ft'bl!
;La única decisión correcta! La miedo-
sa 13 't'Na4 ffxa4 14 ILJxa4 iLJc2+ 15 <J<e2
~4+! 16 wel sólo habría conducido a
tablas. "Dado que Karpov había reali-
zado sus 12 primeras jugadas en medio
minuto, no tenía el menor deseo de
comprobar la corrección del sacrificio,
sobre todo porque un gran maestro de
mi edad y de mi experiencia a menudo
puede dictaminar la viabilidad de un
sacrificio de un vistazo. La posición
tkspués de 13 exd4 exd4+ 14 ll:\e2 ILJe4
15 l.h4 il..15 no me seducía, de modo
que no me molesté en seguir analizan-
do" (Korchnoi).
En realidad, aún es mejor 14 ... 'Llg4!
(con la misma amenaza d4-d3 y
.lxf2++). Por ejemplo: 15 il..h4 d31 16
Wxd3 llle5 17 '!Wxd5 il..15, y las compri-
midas piezas blancas no pueden ayudar
a su rey (18 b4 il..xb4, etc.).
13 ..• 11..f5
13 ... il..g4? 14 .bf6 gxf6 15 ILJxd5, ga-
nando.
14 .ltd3 e4?!
Para explotar la energía latente en la
1orre de e8, las negras tendñan que
abrir la columna e. Sin embargo, dis-
ponían de una altemaúva más tenaz:
14 ... Jl.xd3 15 \ll'xd3 'Lie4 16 'Llcxe4
dxe4 17 'ili'xe4 'Llb3 18 '1Wc2 ILJxd2 19
:xd2 (19 'iWxd2 '1Wa4!, con contrajuego
por el peón, pero no la variante de Tal,
19 ... 'iWxd2+?! 20 .t!xd2 h6 21 il..h4 g5
22 il..g3 f5, debido a 23 .t!d5!) 19 ... f6
20 .itxf6! (si 20 Jl.h4, entonces 20 .. .
.i.f8/e7 / es aceptable: Marin) 20 .. .
gxf6 21 b4 't!i'xa3 22 bxc5 'IWal+ 23 .t!dl
1'a5+ 24 'i!te2, o bien 22 ... 't!i'xc5 23 0-0
:adS 24 l:tfd I, y en vista de la debilita-
da posición de su rey, las negras están
un poco peor.
VIKTOK El. TERRIRU'.
Las blancas se enfrentan a un difícil
problema. Una cosa está clara: después
de la inmediata 15 il..xf6? exd3, la torre
de eS comienza a operar, y las negras
logran un excelente contrajuego: 16
il..xd4 .~.xd4 17 lüxd5 b5, etc. Esto sig-
nifica que el alfil debe moverse de d3,
pero ¿a dónde?
15 ilc2!?
De nuevo, Korchnoi realiza aquí un
notable comentario: "¡Cuanta.~ veces
se me ha reprochado 'comer peones',
por capturar material a toda costa, por
terrible que fuese el ataque que debía
soportar a cambio de dicho material!
Pero aquí me abstuve dejugar 15 il..CT,
que habría dado a las blancas ventaja
material a pesar de que no veía una re-
futación directa de la jugada. El análisis
casero, después de la partida, demostró
que las blancas podían rechazar el ata-
que. Pero ¡las variantes eran tan com-
plicadas! No en vano estuve luchando
durante tres meses con el jugador más
pragmáúco de la historia del ~jedrez.
Incluso pude aprender algo acerca de
cómo economi7.ar úempo y energía.
¡Desde luego que aprendí! En un par
de minutos, sin entrar en detalles, rea-
licé, sobre la base de principios genera-
les, una jugada pr.icúca, karpoviana".
Un importante matiz psicológico.
Después de la paradójica jugada stci-
nitziana 15 il..n!, las blancas habrían
caído bajo un ataque, sin saber con
qué profundidad se habían analizado
todas sus variantes por parte del equipo
de su oponente. Consideraremos dos
direcciones:
127
Garr Kasparov - Mis GENIAl.F.S rREDF.CESOREs
1) 15 ... Axa3?! 16 .b.f6 gxf6 17 'Wcl
il.b4 18 exd4 e3 (Korchnoi) 19 lllf3!,
o bien 17 cxd5 il.b4 18 exd4, y las
negras no tienen compensación real
por la pieza sacrificada. Si 18 ... e3 19
'i!l'xf5 ..11l.xc3 20 bxc3 '1Wxc3, entonces
21 'i!l'g4+! @h8 22 fae3 (Timman) 22 ...
llxe3+ 23 Wf2!, o bien 22 ... 'Yll'xe3+ 23
,g¡_e2, con ventaja decisiva.
2) 15 ... lilg4 16 cxd5 IOeS 17 exd·1!
(en la variante de Korchnoi 17 'i!:lcl
llld3+ 18 ..11l.xd3 exd3 19 b4 'YJl'a6 20
bxc5 f.fg6, es fuerte 21 h<I! h6 22 wn.
aunque las negras pueden jugar 19 ...
.ltxb4!? 20 axb4 'i!l'xb4, con juego agu-
do), y la~ blancas conservan la ventaja
tamo después de 17 ... il.xd4 18 ..111.e3
.ltxe3 19 fxe3 'ffc5 20 il:ldxe4 'i!l'xe3+
21 ..11l.e2 (Timman), como ele 18 il.e2
tlld3+ (18 ... il.xf2+?! 19 wfl!) 19 wfl, y
después de 17 ... lllf3+ 18 gxf3 exf3+ 19
ll:lde4 l::txe4+ 20 '11fxe4!, o de 19 ... il.xe4
20 '!!!'el y .lte3, y pueden dedicarse a la
conversión de su material extra.
No obstante, Korchnoi jugó rápida-
mente 15 ii.c2, al considerar sobria-
mente que con esta jugada (a diferen-
cia de la objetivamente más fuerte, 15
..111.fl), las blancas no se enfrentaban a
especiales amenazas, y que aunque no
lograsen una gran ventaja, su oponente
tendría que pasar del ataque a asumir
una posición inferior, en la que el lími-
te de los sueños de las negras serían las
tablas.
15 ... tllxc2+ 16 '11fxc2
16 ... tfa6
128
V
Una difícil elección. Larsen sugmo
16 ... d4, pero esto es débil en vista de
17 .1.:.xf6 dxc3 (17 ... gxf6 18 il:lb3 d3
19 'Wxd3!, mientras que la idea de Tal
17 ... clxe3 18 fxe3 il.xe3 es incorrecta,
debido a 19 ILJfl!) 18 'iifxc3 ~b6 (¿cam-
biar damas?) 19 g4! .ltxg4 (de no ser
así 20 Axg7) 20 llgl, y ahora son las
blancas quienes atacan.
Pero ahora merecía consideración 16 ...
cb:c4 17 j/_xffi gxffi (Jolmov), sin temer
a 1812ixc4, por 18 ... '11fxa619 'Wa4 (más
flojo es 19 ll:ld5?! llac8 20 'Wc3 .1Le7, o
bien 19 l:td5 \Wxc4 20 llx13 llac8, con la
amenaza ..11l.xa3) 19 ... li!l'e6! 20 0-0 (20
ll:la5 ..111.ffi!?) 20 ... a6, con buen juego
para las negras, pues los dos alfiles y
varios recursos tácticos compensan el
debilitamiemo de su flanco de rey.
Sin embargo, Korchoi, planeaba 18
0-0!, con las amena1.as b2-b4 y l2idxe4.
Ciertamente, después de 18 ... j/_fS
(18 ... wg7? 19 b4!) 19 tlldxe4 'i!l'e5 20
lld4 llac8 21 '11fd2, las blancas tienen
una clara ventaja. En caso de 18 ...
'fta6 19 ll:ld5 l::tac8 20 '1Wxc4 ~ e6 21 Cf4
(Korchnoi) 21 ... 'iifxc4 22 tllxc4 l::ted8!
(Dvoretsky), la ventaja no es tan gran-
de, pero es mejor 20 f3!, comenzando a
jugar por el ataque.
"Con la jugada de la partida, Karpov
sacrifica un peón, pero impide la frac-
LUra de sus peones del flanco de rey.
Es posible que la continuación elegida
por él sea objetivamente más floja que
16 ... dxc4 17 il.xf6 gxf6, pero no hay
que olvidar que durante esos tres meses
yo también le enseñé algo al campeón:
iª evitar irreparables debilidades de
peones!". (Korchnoi). Con esta idea,
también es interesante 16 ... fi.e7 17
il.xf6 Axffi 18 12ixd5 ..11l.e5 (Tal) 19 0-0
l:tac8, aunque después de 20 'Wb3 'lia6
21rJexf322 tt:lxf3, o bien 21 ... ..11l.d7 22
lkl, el fuerte caballo de d5 impide que
las negras logren la igualdad.
17 .li.xf6 '&xf6 18 ltJb3!
Quizá Karpov esperaba 18 ll:lxd5 'l!l'g5
(Tal) 19 0-0 ..11l.d6! (Dvoretsky), pro-
vocando g2-g3, con buen juego por
el peón sacrificado. Pero las blancas

juegan más fuerte, ganando un tiempo
por el ataque al alfil de c5.
18 ... .lld6 19 l:Xd5 l:e5
Fonado. 19 ... .lte5 20 ILld4 .llxd4 21
:::xd4 '!Wg5 no tiene sentido en vista de
22 0-01 Jl.h3 23 f4 exf3 24 l:xf3, y des-
pués de 24 ... l:xe3 25 'i!i'd2! l:el+ 26
~ '!lfxg2+ 27 <bxe 1 l:e8+ 28 l:e4, las
blanca~ ganan (Dvoretsky).
Korchnoi indica 19 ... '+ll'g6 20 0-0 'i!i'h6
(20 ... iLh3? 21 f4) 21 g3, con esta con·
clusión: "Karpov, por lo \Ísto, decidió
que de todos modos no podría explo-
tar este debilitamiento y prefirió cam-
biar las piezas blanca~ centralizadas".
Descle luego es malo 21 ... Jl.g4?, por
22 ILlxe4 Jl.f3 23 lZlbd2 l:xe4 24 fllxf3,
ganando (Jolmov), mientras que en
caso de 21 ... '!Wg6 (21 ... ~e5 22 f4!) 22
~d4 iLh3 23 l:dl .llf8 24 iLJde2 1Lg1 25
.: 1d4 y ILlf4, las blancas tienen un peón
de vcnt.'tja y dominan el centro, pues el
peón negro de e4 es débil y sus alfiles
no encuentran ocupación.
20 ILJd4 l:cS
Otro momento de suma importancia.
1624
21 l:xe5!
"Fiel a su tacuca, Korchnoi evita la
lucha cuerpo a cuerpo. Entretanto,
con 21 f4 podría haber situado a su
oponente ante difíciles problemas, ya
que el sacrificio de pieza 21 ... exf3i'
22 /Llxf5 fxg2 23 l:g 1 es insuficiente"
(Tal). Pero en realidad, después de
21 ... l:xd5 22 ILJxd5 'ij'h4+ 23 'i!Nf2 'l!fh5
ó 23 g3 '1Wh3, las cosas son mejores para
la~ negras que en la partida.
VIKTOR EL TF.RRIRl.F.
En palabras de Korchnoi, "las blancas
deben tener cuidado ya que tras 21
ILlxl5 l:xd5 22 lt:lxd5 'l!í'x15 23 'i!l'b3 'i!l'e5
24 g3 (24 a4!?) 24 ... b5! 25 'i!i'xb5 J:tb8
26 'l!fd7 Wxb2 27 0-0 '1Wxa3, habrían
perdido casi toda su vent.'tja". Pero 28
'i!l'g4! habría ganado el peón de e4.
Además, es posible 22 cxd51 '1Wxf5 23
0-0, obligando a las negras a sufrir, con
un peón menos, bien con damas sobre
el tablero, 23 ... 'l!i'e5 21 g3 (y no sirve
24 ... ~xa3 25 '!Wb3! .ltxb2? 26 lt:la4!
.ltcl (a 1) 27 'l!fxb7, y el peón d otra vez
decide el desenlace), bien sin damas:
23 ... 'ilfxd5 24 l:d 1 '1We5 25 g3 11.fS 26
fixe4 'l!i'xe4 27 liJxe4 f5 (27 ... J:tc2 28
l:td8) 28 ILlg5 Jl.e7 29 lt:lf3 .~f6 30 b4,
etc.
Aun así, en relación con el comenta·
rio a la siguiente jugada, 21 l:xe5! da
buenas posibilidades de \ictoria a las
blancas.
21 •.• ¡j'xe5 22 lt:lxf5?!
Era más fuerte la sugerencia de Dvo-
reL~ky: 22 f4! 'i!l'f6 (no es mejor 22 ...
'l!l'c5 23 lt:la4, mientras que 22 ... exf3?
23 lt:lxf5 es, sencillamente, incorrecto)
23 lt:lxe4 .ltxe4 (23 ... 'l!fg6 24 /Llf6+
'tli'xf6 25 'l!fxf5) 24 'iWxe4 l:xc4 25 0-0,
con una gran ventaja blanca.
22 ••• '1Wxf5 23 O.O
"Psicológicamente comprensible. Esta·
ba cansado de jugar con mi rey en el
centro y decidí devolver el peón para
completar el desarrollo, esperando
poder explotar las debilidades de la
posición negra (e4, b7, d6 y la octava
fila)", esciibe Korchnoi mencionando
23 'l!fxe4? 'fkxe4 24 lt:lxe4 l:txc4 25 ll:lc3
.ltxa3, y proponiendo aquí la elección
enu·e estas dos posibilidades:
1) La "técnica" 23 'l!l'b3, aunque des-
pués de 23 ... 'tl!'c5! 24 0-0 'l!fxc•! 25
'l!fxb7 .::!.b8 26 'l!fxa7 lhb2 27 \ll'd7 .ltfS!
(27 ... 1Lxa3 28 \l!'e8+ J¡_fS 29 lt:lxe4 no
es tan claro) 28 ii:ld5 .::!.a2, las negras
tienen buenas posibilidades de salvar
la partida.
2) La "fuerte" 23 ILJxe4, y si 23 ... b5, en-
129
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PRF.OF.CF.SORES
tonces 24 0-0 l:!xc4 (creo que 24 ... kf8
25 b3! il..xa3 26 .!:la 1 es malo para las
negras) 25 'iWd2, "conservando un sa-
ludable peón extra". Pero, según Dvo-
retsky, después de 25 ... il..c7 26 lllg3
We6 27 l:tdl g6!, "la actividad de las
piezas negras compensa, en gran parte,
el ligero déficit material". 25 'iWd l!? es
más apropiado, con idea de 25 ... !Le?
26 lllg3 'ti'e6(e5) 27 'ti'f3.
Korclmoi qui7.á eligió la mejor y posi-
blemente más venenosa continuación.
Su rival puede recuperar el peón y
parece que las tablas son inevitables,
pero.. .
23 ... l:txc4 24 l:tdl
No 24 '&b3?! 'iWc8.
1625
24 ... ~e5?!
Hasta ahora, y luego hasta la jugada 38,
Karpov busca recursos de contrajuego
tras su arriesgada novedad de apertura.
Pero estajugada fue condenada de for-
ma unánime.
Tal recomendó 24 ... il..e7. Desde luego,
tra.~ 25 l:td4 llxd4 26 exd4 'ti'g5! (26 ...
$.ffi 27 lllxe4, y 27 ... $1.xd4? no es po-
sible en vista de 28 illf6+!: Jolmov) 27
:t:ixe4 'i!l'd5, no es fácil para las blanca~
convertir su ventaja material. Por ejem-
plo: 28 'ti'd3 'iWa2, o bien 28 'i!fa4 il..xa3!,
mientras que si 28 illg3 (Korchnoi),
entonces 28 ... g6 (Dvoret~ky) 29 'i!fe4?!
(es mejor 29 lüe2) 29 ... 'iWxe4 30 lüxe4
15 v wf7-e6-d5, con tablas. Pero una
ju¡f.ida antes, era más metódico 27 g3!,
con idea de 27 ... e3 (27 ... 15? 28 'i!fb3+
y 11fxb7) 28 f4! '!Wg4 29 'iWe4, ganando
ljolmo\·). o bien 27 ... il.f8 28 wg2! b6
130
V
(28 ... e3 29 't!t'cl) 29 h4, ganando có-
modamente el peón e.
Korchnoi considernba que la mejor
defensa era 24 ... .ltf8 25 l:td8 (25 l:td4?1
es desfavorable, por 25 ... l:txd4 26 excl4
'l!Vg5 27 illxe4 'l!\Yd5 28 'iWd3 'iWa2, etc.)
25 ... g6 26 \ll'dl wg7 27 h3, "con alguna
ventaja blanca". Sin embargo, 27 l:td4
'tll'c8 28 l:txe4 no da resultado debido a
28 ... il..xa3! Por consiguiente. creo que
es más preciso 26 'tll'd2!, y si 26 ... wg7,
entonces 27 l:td4!, ganando el peón de
e4, mientras que después de 26 ... 'i!fe5
27 l:ta8 wg7 (27 ... a6? 28 'i!fd8) 28 J:xa7,
las blancas de nuevo tienen un peón de
ventaja, aunque después de 28 ... 'iWd6 29
'i!i'xcl6 Axd6 sigue siendo posible luchar
por las tablas.
25g3
Ahora se amenaza 'i!fb3.
25 ••• a6 26 '!Wb3 b5
26 ... l:tc7 27 illxe4, o bien, según los
gustos, 27 'i!l'd5.
27 a4!
Inesperadamente resulta que, a causa
de la debilidad de la última fila y la vul-
nerabilidad de ton-e y alfil, las negras
pierden un peón, ele modo que tienen
que optar por el mal menor.
27 ••. l:!b4!
Si 27 ... l:tc5, entonces 28 a.xb5 axb5 29
'l!!'a2! il..f8 30 lld8 \ll'e7 31 Va8 15 32
l:tb8 't!t'd6 33 Wg2, ganando.
28 '1Wd5 '!Wxd5 29 l:txd5 11.f8 30 axb5
a5!
Evitando 30 ... axb5 31 l:txb5.
31 l:!d8
"En esta posición, Bent L."lrsen sugirió
31 b6 lhb6 32 .!:txa5 l:txb2 33 lllxe4,
considerando ( co11 111uclia rauñ1: C. K.)
que las blancas tienen buenas posibili-
dades de ganar. En cuanto a mí, ¡creo
en la fuerza de un peón pasado!". (Kor-
chnoi).
31 ••• l:txb2 32 l:ta8 f5
Después de 32 ... l:tb3, las blancas ga-
nan con 33 illd5 15 (33 ... g6 34 .!:!.xa5

il.c5 35 b6! li.xb6 36 l:ta8+ y l:tb8) 34
llxa5 Wf7 35 b6 il.d6 (35 -... lt>e6 36
i!Jc7+!) 36 lla7+ we6 37 ll:lc7+ iixc7 38
::l.xc7! (Korchnoi) 38 ... l:txb6 39 l:txg7.
También es desesperado 32 ... a4 33
J::txa4 .l:tb3 34 lk4 g6 35 llc6 iig7 36
::l.c8+ iiIB 37 g4! (Dvoretsky).
33 llxa5 il.b4 34 lla8+ wfl
La posición de la torre en b2 es ideal,
porque dificulta el avance del peón
pasado by ataca la casilla f2. A primera
\ista, se diría que en este final las ne-
gras tienen más posibilidades de hacer
tablas que las blancas de ganar. Pero el
aspirante demostrará que esa impre-
sión es errónea.
35 llla4
Expulsa la torre de la segunda fila y
asegura el avance del peón b. En pala-
bras de Korchnoi, "un caballo está mal
simado en el borde del tablero, y todos
los jugadores, grandes maestros inclui-
dos, lo saben. Pero el principal objetivo
de las blancas es impedir el ataque a su
peón de f2 con la torre enemiga y el
alfil en el".
Después de 35 il:ld5?!, las blancas ten-
drían que hacer frente tanto a 35 ...
..i.el 36 wn llbl! (Dvorecsky), como a
35 ... il.c5 36 l:tb8 g5. Sin embargo, en
opinión cJe Dvoretsky hubiera sido muy
fuerte el jaque intermedio 35 l:ta7+!,
~ que si 35 ... lt>f6, entonces 36 ll:ld5+
~6 37 b6 il.e l 38 b7 es ahora decish·o,
mientras que si 35 ... we6(g6), 36 ll:la4!
tiene un efecto mucho mayor.
35 ..• llbl+ 36 rbg2 il.d6 37 lla7+ wf6
38 b6 il.b8?!
Después de 38 ... h5 Qolmov), las blan-
C2Shabrían ganado con 39 ll:lc3 llb3 40
~d5+ '.te6 4 l ll:lf4+1 il.xf4 42 gxf4 g6 43
b7 y wg3--h4-g5 (Timman).
-Era mejor 38 ... llb4", comenta Korch-
noi, "en cuyo caso las blancas habrían
~ado su rey al flanco de dama, 39
;f], o bien optado por la táctica, em-
;x-.zando por 39 ll:lc3". Concluye con
a ~ariante 39 ... llb3 40 ll:ld5+ we5
·H !i:Jc7 ÍLxc7 42 bxc7 (aquí, 42 llxc7
V!KTOR EL TERRIBLE
l:txb6 43 l:txg7 es insuficiente, en vista
de 43 ... h6) 42 ... llc3 43 cB'W llxcB 44
l:txg7 l:th8, con posibilidades de tablas
con 45 f4+ exf3+ 46 @xf3 wf6 47 lla7
h6 48 l:ta6+ <bg7, etc.
Es posible que Karpov descartase 38 ...
l:tb4 a causa de 39 wfl, porque no
quería pem1itir que el rey blanco esca-
pase. Sin embargo, el camino hacia el
flanco de dama era largo y, durante ese
tiempo las negras podrían haber incor-
porado su rey tratando de explotar la
desafortunada posición del caballo en
a4. De tocios modos, lo más probable es
que después de 38 ... il.b8 su posición
estuviese objetivamente perdida.
39 llaS!
A la jugada de Panno 39 llc7!?, Dvoret-
sky propone responder con 39 ... h5!?
1626
39 ... iie5?!
Defendiéndose contra la maniobra
ll:lc3--d5, pero permite ll:lc5. Muchos
recomendaron la más tenaz 39 ... il.d6.
Por ejemplo:
l) 40 lla6 We5! (pero no 40 ... We6
41 b7 wcl7 42 ll:lb6+ wc7 43 ll:lc4 1le7
44 ll:la5 il.cl6 45 lla8 wd7 46 llg8, y
las blancas ganan: Korchnoi), y ahora
no 4 l. lla7 l:tb4 42 ll:lc3, en vista de
42 ... l:txb6! (después de la jugada de
Korchnoi, 42 ... llb3, es fuerte 43 lla5+
We6 44 ll:lb5) 43 llxg7 llb3 44 lüe2 llb2
45 il:ld4 il.c5 46 .l:txh7 il.xcl-1 4 7 exd4+
'.txd-1, con probables tablas, sino de in-
mediato 41 ll:lc3! l:tb3 (si 41 ... l::tb4/2/
42 lla5+ we6, entonces 43 l:tb5!) 42
l:ta5+ we6 43 ll:lb5 il.e5 44 b7, planean-
do, mediante la entrega del peón b,
131
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
cosechar peones en el flanco de rey:
44 ... wd7 45 b8'tl!' .bb8 46 1Lld4 .!!b7
47 J::txf5, o bien 44 ... .!!b2 45 b8'i!i' il.xb8
46 1Lld4+ We7 47 1Lixf5+, y la debilidad
del peón de e4 hace que la posición
negra se derrumbe.
2) 40 tt:lc3 .!!b3 41 tt:ld5+ We6 (41 ...
we5!? 42 1Lic7!) 42 tt:lc7+ wd7 43 tt:le8
g6 44 tt:lxd6 wxd6 45 J::tb8 wc6, y aquí
Timman indicó 46 h4, pero Dvoretsky
refutó esta jugada con 46 ... l::txb6 47
.!!xb6+ Wl<b6 48 g4 fxg4 49 c;f;ig3 wc5 50
wf4 wd5 51 wxg4 wc4!, con tablas, y en
su lugar sugirió 46 g4! fxg4 47 wg3 .!!b5
(47 ... l::tb2 48 b7! h5 49 l::tg8 wxb7 50
.!!xg6, etc.) 48 Wx:g4 l.:tf5 49 wg3 .!U3+
50 wg2 nfl 51 .!k8+ wxb6 52 .!k8, con
buenas perspectivas de victoria.
En la partida todo resultó más sencillo:
el peón blanco llegó rápidamente a b7,
donde quedó protegido por el caballo
desde c5, y la torre tuvo la oportunidad
de la117.arse a una rápida incursión con-
tra la retaguardia enemiga.
40 tt:lc5! ii..d6 41 b7 we7 42 l:tg8 il.e5
Era peor 42 ... wfl 43 .!!d8, así como
también 42 ... g6 43 tt:la6!
43 f4!
La jugada secreta que hace entrar en
escena al rey. La posición aplazada
ya está, por supuesto, técnicamente
ganada para las blancas, aunque debe-
rán superar buen número de escollos,
entre ellos amenazas a su peón de b7
(por ejemplo, un ataque al caballo, con
el alfil y la torre desde b5). En la reanu-
daci6n, que tuvo lugar al día siguiente,
Karpov opuso .una desesperada resis-
tencia.
43 ..• exf3+ 44 ll'.>xf3 wf7 45 l:tcS
"Según mi análisis del aplazamiento,
la maniobra 45 .!!d8 we7 46 l:td7+
we8 (46 ... wffi? 47 l:td5! ii..c7 48 llla6
.::txb7 49 lld7) 47 .!!cl5 ii..b8 48 l:txf5
habría ganado un segundo peón, pero
sólo temporalmente. Después de 48 ...
J..a 7!. el peón b quedaría perdido. iY
\1) aspiraba a más!". (Korchnoi). Sin
132
V
embargo, después de 49 J:te5+! wf7 50
1Lie6! Wffi 51 l:ta5 llxb7 52 1Lid8 y J:a6+
(Dvoretsky), las negras tienen proble-
mas y, por consiguiente, lo correcto
era 48 ... ii..d6! 49 ILJc4 ii..e7 (Tal), con
posibilidades de tablas.
Por otra parte, es más fuerte 47 c4! (en
lugar de 47 ::td5), y después de 47 ...
J:1b5, las blancas ganan, tanto con 48
exf5 lhc5 49 l:!xg7 h6 (Keene admitió
que esta posición preocupó a su equipo
durante el análisis) 50 fü! wf8 (50 ...
il.cl6 51 fl+ <;f;>f8 52 l.:tg6, etc.) 51 .!!e7
ii..d6 52 l:td7 .1>.e5 53 lt>e4 .!!b5 54 wffi
ii..c7+ 55 wg6 .!!xb7 56 .!!h7 we8 57
wxh6 (Dvoretsky), así como con la con-
tinuación ele Timman, 48 .!!cl51 fxe4+
(48 ... $..b8 49 exf5 Si..a7 50 ffi! gxf6 51
tt:le4 l:tb3+ 52 wg2! we7 53 l:th5, o bien
52 ... .!!b2+ 53 wh3 .i<.b8 54 <t:Jxf6+) 49
Wl<e4 .lll.b8 50 wcl3 iJ..a7 51 c;f;ic4 l:tb6
(51 ... l:tb2 52 <t:lb3) 52 tt:le4! iLb8 53
l:tb5, etc.
45 ... we7 46 h3!
"Esta aguda jugada escapó a la atención
ele los expertos SO\iéticos" (Korchnoi).
La frontal 46 e4, sugerida por Tal, tam-
bién era posible. Por ejemplo:
1) 46 ... g6?! 4 7 li:ld3 fxe4+ 48 'Ot>xe4
.i<.xg3 (después de 48 ... .icl6 49 .!!h8
wd7 50 l:txh7+ wc6 51 l:tg7, las blancas
tienen, sencillamente, dos peones de
ventaja) 49 hxg3 l:txb7 50 li:lc5 (un
pequeño ejército impone un estado de
dominación) 50 ... .!!bl 51 lt>e5 l:tel+
52 li:le4, y el resto es pura cuesti6n de
técnica.
2) 46 ... fxe4+ 47 wxe4 .~d6 48 'ittd5
(trasponiendo a un final teó1ico de to-
rre y dos peones contra alfil y dos peo-
nes) 48 ...•'txc5 (48 ... l:l.b5? 49 .!!e8+!)
49 b8~ .l:!:xb8 50 l:txb8 $.gl 51 h3 wfl
(Timman), y aún queda por delante
un lento proceso de conversilin de la
vemaja .
Pero tras sus análisis caseros, Korchnoi
llegó a la conclusión ele que podría
prescindir de tener que demostrar su
técnica de finales (en los que la victoria

para las blancas no es en modo alguno
simple y puede escaparse al menor
desliz), y opta por una jugada que no
estropea nada, prepara g3-g1 y le da a
su oponente la ocasión de que muestre
sus cartas.
46 ••• b5?!
Un debilitamiento. Sin embargo, la
defensa más tenaz tampoco serviría de
mucho. Por ejemplo:
1) 16 ... g6 47 g4 J:tb5 48 gxG gxffi 49
l!Jd3 11.d6 50 J:th8 (Dvoretsky), o bien
47 ... fxg4+ 48 <bxg4!, seguido de wf3, y
las blancas ganan (L·usen).
2) 46 ... l:!b5 47 g4 fxg4+ 48 hxg4 11.d6
49 we4 h6 (49 ... g6? 50 g5!) 50 @d3
l:tb4! 51 e4 11.e5! (Andersson) 52 J:tg8!,
y las negras están en Zugzwa11g: 52 .. .
:d1+ 53 we21 J:tb4 54 llld3, o bien 52 .. .
wf7 53 J:td8 we7 54 J:td7+ we8 55 J:td5
Ji..f6 56 e5 ii.e7 57 J:td4! J:tb5 58 J:ta4!
..bc5 59 J:ta8+ Wf7 60 b8'l!I', y ganan
(Dvoretsky).
41 J::!g8!
Una sutil maniobra que obliga a las
negras a permitir que la ton-e se sitúe
en d8.
41 ... wf7 48 i:td8 g5
La última posibilidad práctica. Era ma-
lo 48 ... We7 49 lld7+ lile8 50 lld5, pues
el peón de h5 queda atacado.
1627
49g4!
Una fo1ma precisa de materiali7.ar la
,·ent.-tja. 49 ILJd3?! g4+! 50 hxg4? (correc-
to es 50 wg21 @e7 51 lld5: Dvoretsky)
VIKTOR EL TF.RRIBl.E
50 ... hxg4+ 51 Wf2 We7! 52 tllxe5
wxd8 53 b8'iW+ J:txb8 54 ILJc6+ wc7 55
ILJxb8 Wxb8 56 e4 wc7! (Tal), o bien 52
J:td5 ll.b8! 53 J:txffi llxb7 54 J:tg5 llb3!
55 ILJf4 l'lb2+ 56 @el lt>ffi 57 J:txg4 wG
58 l:!g8 we1 habría conducido a tablas.
49 ..... hxg4+
Está claro que era malo 49 ... fxg4+ 50
hxg4 h4 51 ILJd7 y b8'l!I'.
50 hxg4 We7 51 J:tg8 fxg4+ 52 @xg4
wf7
52 ... 11.d6 53 ILJa6.
53 l'lc8 il.d6 54 e4
Otro peón pasado se ha puesto en mar-
cha (consecuencia de la jugada de mi-
nado g3-g4!) y el destino de Ja partida
queda sellado.
54 .•• J:.gl+
O bien 54 ... Wffi 55 b8'@' il.xb8 56
llxb8 llxb8 57 llld7+ we6 58 ILJxbB we5
59 wf3 g4+ 60 we3 g3 61 ILJc6+ wd6 62
ILJd4, y ganan.
55 wf5 g4 56 e5!
"Puesto que Karpov no se rendía,
esperando, por lo \isto, prolongar la
partida, decidí concluir las cosas lo más
r.ípidamente y con la mayor elegancia
posible" (Korchnoi).
56 ... Jlfl+ 57 we4 l::lel+ 58 wd5 lldl+
58 ... 11.xe5 59 ILJd3.
59 llld3! l:txd3+ 60 lt?c4
Las negras se rindieron y el marcador
se situó 4-2.
En la 22' partida (de nuevo, una
Defensa Francesa), las cosas se encami-
naban hacia unas tablas, pero el aspi-
rante cometió un grave cn-or en apuros
de tiempo y perdió un peón. Cuando
se alc.."lnzó el control. su posición <~ra
completamente desesperada. "Pero,
ob\iamente, el 'yogur' era muy nutri-
tivo aquel día. Karpov siguió jugando
como .una ametralladora (aunque po-
día haber aplazado la partida), efectuó
cuatro jugadas flojas consecutivas y.
en Ja posición aplazada, las tablas no
133
Gary Kasparov - Mis GENIALES PRt:DF.CF.SORF.S
estaban lejos", escribe Korchnoi. En
la 23ª parúda, la ventaja estaba de su
lado, pero Karpov, "no sin dificultades,
encontró una defensa digna de estudio
artísúco", y logró hacer tablas.
Pero en la 24ª parúda, Korchnoi
jugó con éxito la Variante Abierta de
la Española (véase parúda núm. 520,
comentario a la 9ª jugada negra) y,
por primera vez en mucho tiempo,
consiguió ventaja con negras, aunque
Karpov "de nuevo logró escaparse con
tablas". Por otra parte, el campeón pu-
do haber ganado la 25ª partida, pero
comeúó un grave error en los tradicio-
nales apuros de úcmpo de su rival, y se
vio obligado a luchar por las tablas en
la posición apla1.ada. En la 26" partida,
las tablas no fueron tan "sangricn tas".
Al ver lo desanimado y desilusiona-
do que estaba su oponente, Korchnoi
hizo acopio de sus úlúmas fuerzas para
tratar de cambiar el curso del match,
pero "el juego desesperado a ganar
puede, en algún momento, volverse en
fracaso, y en la 27ª parúda (en mi opi-
nión, una de las más flojas del match)
eso fue, precisamente, lo que sucedió".
Debo mencionar una importante
novedad de Korchnoi en lo que se
consideraba una variante inocua de la
Apertura Inglesa: 1 c4 e5 2 lüc3 lüf6 3
<t:lf3 ILJc6 4 g3 .lb4 5 lild5 lilxd5 6 cxd5
lild4 7 lilxd4 exd4 8 'f:i'c2!, con mejor
posición de las blanca~. Pero Karpov
se las arregló para igualar y entonces,
en busca del espejismo de una ventaja,
su oponente cometió varias imprecisio-
nes, se apoderó de la iniciaúva y ganó.
El tanteo se situaba en 5-2, y Karpov
sólo tenía que ganar una partida más.
Pero aquí el match entró en una fa•e
sorprendente. "Los dioses del Olimpo
habían abandonado a su hijo y llama-
ron Ja atención sobre un desterr.tdo ...
El juego de Karpov no estaba dando
resultado, algo se había roto en su es-
pléndido motor ajedrecísúco. El estilo
casi clásico del artista no sólo había
perdido su habitual brillantez, sino
que. sencillamente, se había deforma-
do bajo el peso ele la presión ejercida
por el 'colectirn': la refinada técnica
IJ.l
V
se volvió roma y las prev1S1oncs tipo
computadora fueron reemplazadas
por enormes lagunas. Las masas co-
menzaron a devorar a su criatura" (Oc
un artículo de Emanuel Sztein, futuro
agregado de prensa de Korchnoi).
En la 28" partida, la Defensa Abierta
de la Apertura Española volvió a sufrir
un test de resitencia. El renacimiento
de esta variante, en los ochenta/noven-
ta está asociado en gran pane con el
nombre ele Korchnoi, quien la planteó
tanto en Baguio como, tres aiios des-
pués, en Merano. Aunque en la 14" y
18' partidas del match de Merano, las
blancas lograron imporlantes victorias
(partidas núm. 574 y 575), las ideas de
Korchnoi no perdieron su importancia
temática y algunas ele sus sugerencias
siguen siendo hoy día las líneas prin-
cipales.
520
A. Karpov-V. Korchnoi
Baguio 1978
u1mpconato M1t11dial, 28' partida
Apertura F.spaiiola (C82)
1 e4 e5 2 lilf3 li:lc6 3 .l1l.b5 a6 4 ..b4 0.f6
5 0-0 1Zlxe4 6 d4 b5 7 il..b3 d5 8 dxe5
.l1l.e6 9 c3 ILJe5
Por entonces, ésta era una línea mar-
ginal apenas estudiada. Después de la
14ª partida, Korchnoi evitó, momen-
t:.ineamente, 9 ... .l11.c5 (parúdas núm.
524 y 564). Luego, la 24' siguió así: 9 ...
.l1l.c7 1O ~c2 ILJc5 11 h3 0--0 12 .!:le 1 'i'Nd7
13 1Zld4 'Llxd4 14 cxd4 li:lb7 15 ILJd2 c5
16 dxc5 'Llxc5 17 /Of3, con una ligera
ventaja blanca que fue rápidamente
neutralizada.
10 il.c2 il..g4 11 J::lel .l11.e7 12 ILJbd2 Wd7
13 IL!b3
Un plan natural, pero no el más fuerte,
lo que también puede decirse de 13 h3
.l11.h5 14 <t:lfl i:td8 15 <t:lg3 ~g6 16 itJd4
0-0!? 17 S..15 llle6 18 il..g4 1Zlcxd4 19
cxd4 c5 20 ILJf5 'f:i'a7! 21 lilxe7+ Wxc7

22 ~e3 cxd4 23 .bd4 .!kS ... 0-1 (Hüb-
ner-Korchnoi, Tilburg 1986).
Más tarde se demostraría que lo más
enérgico es 13 lt:lfl! l:tdS 14 1Lle3
..i.h5 15 b4! (después de 15 lt:lfü 0-0
16 ii:lxe7+ lt:lxe7, Korchnoi ganó, con
negras a Y. Grünfeld, A. Sokolov y
~larjanovic en 1987) 15 ... lt:le6, y aquí,
las blancas han jugado tanto 16 lt:lf5
0-0 17 a4 (Balashov-Portisch, Moscú
1981) como 16 ... d4?! 17 il..e4! (Hjar-
tarson-Korchnoi, Saint John 1988,
match, 1'), como 16 g4 il..g6 17 iül5 0-0
18 a4 .!UeS 19 axb5 axb5 20 il..d3 l:tbS
21 "l!t'e2 lt:lcdS 22 l:ta.5!, con apreciable
presión Ualifman-Marin, Olimpiada
de Estambul 2000).
13 ••• lt:le6
13 ... lt:lxb3?! 14 axb3 es más flojo,
como también lo es 13 ... 0-0 14 tllxc5
.hc5 15 b4 il..b6 16 'i1$d3 g6 17 i.h6
:res 18 a4. "Las negras se absúenen
deliberadamente de enrocar, pues la
torre de hS tiene algo que decir" (Tal).
14 h3
14 ~d3 Jk.h5! 15 lt:lfd4 il..g6, con
igualdad (Schmid-Korchnoi, Londres
1979).
14 ... .l1l.h515 il..f5
Luchando por las casillas centrales.
15 ... lt:lcdS
Una novedad. Antes se había jugado
15 ... l:ldS?!, pero después de ensayó
con éxito 15 ... il..g6!? (Nunn-Tal,
Naestvecl 1985; Lék6-Piket, Wijk aan
Zce 2000).
16 il.e3 a5
Un avance típico. Las negr.is quieren
dominar espacio en el flanco ele clama
con ganancia de tiempo (a5-a4). Tam-
bién es interesante 16 ... lt:lb7, con idea
ele c7-c5 (Sigurjonsson-Stean, Munich
1979). "Karpov estaba preparado con-
tra esto y pensaba responder 17 lt:lbd2
c5 18 lt:lfl" (Tal).
VIKTOR E1. Tt:RRl8Lt:
1628
17 il..c5
Tal explicó esta sensible jugada por el
relajamiento del campeón después de
su quinta victoria en la partida prece-
dente y por un deseo de evitar compli-
caciones. Pero ¿hay algo mejor? Según
Flohr, "17 a4 podía haber acúvaclo mu-
cho las cosas", pero después de 17 ...
bxa4, las blancas no úenen ventaja: 18
lt:lbd2 il..g6; 18 lt:lbd4 c5 ó 18 lt:lc5 il..xc5
19 .l1l.xc5 g6 20 il..xe6 lt:lxe6 21 il.e3
il..xf3 22 ~xf3 0-0, con igualdad. Tam-
poco ofrece gran cosa 17 iüc5 il.xc5 18
il..xc5 il..g6 19 ~.g4 h5 20 il..xe6 lt:lxe6 21
il..e3 c5 (Zamicki-Sorokin, Villa Gesell
1996).
17 ... a418 il..xe7 'l!fxe7 19 lllbd2
Pero esto, desde luego, es consecuen-
cia de la relajación. "A las blancas les
gustaría jugar más activamente con
su caballo, pero en caso ele 19 lt:lbd4
lt:lxd4 20 cxd4 lt:le6, las negras rápi-
damente logran contrajuego sobre el
peón central" (Tal). Después de 21
'i!t'c2 0-0! 22 .bh7+ '\t.>hS 23 g4 il..g6! 24
il..xg6 fxg6, eso es cierto. Pero, como
demostraron parúdas de fines de siglo,
después de 21 g4 il.g6 22 Ik l, las blan-
cas tienen posibilidades algo mejores.
Después de 19 /Qbd4! (la única forma
ele luchar por la ventaja), comenzó a
jugarse 19 ... c6.
19 ... c6
Las blancas no han logrado asegurarse
el control de la casilla c5, y las negras
han resuelto sus problemas ele apertu-
ra. Por otra parle, no pueden pensar
135
Gary Kasparov - Mis GF.NJALF.S PREOt:CESORES
en apoderarse gradualmente de la
iniciativa estratégica. ¡El plan de Korch-
noi se hajustificado plenamente!
20b4
Una jugada muy razonable, aunque
según Flohr priva a las blancas de la
posibilidad de jugar en el llaneo de
dama y debilita la casilla c4, que será
importante en el final (la amenaza d5-
d4). "Karpo\' no evaluaba su posición
de forma muy optimista", explicó Tal.
"Con la sencilla 20 'l!i'c2 podría no ha-
ber corrido el menor riesgo".
20 •.. liJg5
Para quedarse con caballo contra alfil
tras el cambio ele un par ele piezas me-
nores.
21 'i!l'e2 g6 22 J.g4?!
No se puede calificar a esta jugada con
un signo ele interrogación, pero objeti-
vamente es un error. "El campeón, por
lo visto, creyó a su oponente. Después
de la retirada del alfil a cl3 ó c2, habría
conservado una excelente posición. La
mayoría de peones negros en el flanco
ele clama es estática y el avance de cual-
quiera ele los peones activa automática-
mente al alfil" (Tal). Desde luego tras
22 i.d3! liJde6 24 'l!i'e3 J.xf3 24 1Zlxf3
1Zlxf3+ 25 'ill'xf3 (Filip), las blancas es-
tán bien.
22 ....bg4 23 hxg4 1Zlde6 24 'ill'e3
24 ... h5!
Explotando la posición de la torre en
h8. En una buena posición, como dijo
136
V
Tal, "las negras pueden permitirse ju-
gar con intensidad, y no sólo porque
su situación competitiva no propicia las
medidas tibias".
25 ILJxg5
Si 25 ti:Jh2, podría seguir 25 ... hxg4
26 lllxg4 0-0-0 (Tal), y el rey negro se
oculta en el flanco de clama, mientras
que las blancas se enfrentan a dificulta-
des en la columna h, d bien 25 ... W/a7,
"apuntando a un mejor final" (Flohr).
25 •.. 'fixg5 26 'ill'xg5 ll:lxg5 27 gxh5
"Quizá en sus cálculos preliminares
las blancas confiaban en la activa 27
f4?! llle6 28 f5, pero aquí descubrieron
que después de 28 ... ll:lg7 se verían
obligadas a entregar material o realizar
concesiones posicionales" (Tal). 28 ...
lllf4 ó 28 ... li:Jg5 también merecían
consideración.
27 •.. l:!.xh5 28 ll:lfl J:h4
Se ha producido un final complicado
con pcrspectiv.is algo mejores para las
negra.~. pero con un juego preciso las
blancas deben poder sostener la posi-
ción.
29 ltadl We7
Incorporando el rey a la lucha. No
tenía sentido 29 ... 1Zle4 en vista de 30
l:tc14! (Filip) 30 ... l:th6(7) 31 l:te3 We7
32 f3.
30 f3 lüe6 31 li:le3 l:tdS
Para apoyar la mptura d5-d4.
32 1Llg4 1Llg5
32 ... ll:lg7!
33 li:le3?!
"La tentativa 33 'i!7!2?! se refutaría con
33 ... ILJe4+ 34 fxe4 l:txg4, y el final de
torres es ventajoso para las negras. Kar-
pov no rehuye la repetición de jugadas,
pero era preferible 33 !Icl4, a fin de
que después de 33 ... 1Lle6. retirarse con
34 l::tcl2" (Tal).

33 •.• /{Je6
33 ... d4!?
34 i{Jg4 lt:lg7!
"Después de repetir jugadas para ganar
tiempo en el reloj (como de costum-
bre, Korchnoi se encontraba en apuros
de tiempo), las negras encuentran el
mejor plan. Prácticamente, cualquier
final de torres es favorable a su causa"
(Tal).
35 lt:le3?1
l!na retirada en toda regla. Como se-
ñalaron todos los comentaristas, era
mejor 35 wf2.
35 ... lt:lf5!
Una excelente jugada que aparente-
mente fue subestimada por Karpov.
36 lllc2?1
"Es paradójico, pero a pesar del doblaje
de peones, e 1final de torres es ventajo-
sa a las negras. La variante 36 é0xf5+?!
gxf5 37 l:td4 f4 38 g4 (38 wj2 we6 es
dmsperado para las blancas: G. K.) 38 ...
:dh8 39 l:txf4 l:thl+ 40 ~f'2 l:t8h2+ 41
~3 J:!xel 42 wxh2 l:txe5 claramente lo
confirma. También aquí las blancas de-
berían haber jugado 36 lt:lg4!? Karpov
juega con los apuros de tiempo de su
oponente, pero las negras encuentran
el único y muy efectivo recurso (Tal).
36 ... l:tc4
·¿Cómo puede uno evitar recordar
aquí la jugada 20 b4?", comenta Flohr.
37 l:td3 d4!
Las negra~, pese a todo, rompen en
el centro. Creo que Karpov subestimó
también esta jugada, puesto que supo-
ne un sacrificio momentáneo de peón.
38 g4 !iJg7 39 é0xd4
39 e6? iLJxe6 40 lt:lxd4 'i!i>f6 (Tal}.
VIKTOR El. Tt:RRIUl.E
39 ... é0e6 40 l:tedl
Si 40 a3, entonces 40 ... lt:lf.1! Por ejem-
plo: 41 l:tde3 é0d5 42 l:td3 é0xc3 43
l:tee3 l:tdxd4, con considerables posibi-
lidades de victoria.
40 ... é0xd4 41 cxd4
41 l:txd4 l:tdxd4 42 cxd4 l:txb4 aún era
peor para las blancas.
41 ••• l:txb4 42 wf2
1630
Aquí se aplazó la partida. Las blancas se
han desembarazado de su debilidad de
c3, pero ahora el avance de los peones
negros en el flanco de dama será extre-
madamente peligroso.
42 .•• c5!?
La jugada secreta. "A lo largo del
encuentro, el aspirante había estado
e\·itando continuaciones demasiado
comprometedoras, pero en este caso
las circunstancias le obligaron a ha-
cerlo. Parece que se ganaba de forma
elemental con 42 ... l:lb2+ 43 l:tld2 (43
l:t3d2? l:txd4} 43 ... l:txd2+ 44 l::!xd2
we6 45 we3 c5, pero después de 46 f4!
l:txd4 47 l:txd4 cxd4+ 48 we4! (pero 110
48w.~d4? b4 49wc4 bJ! 50 axbJ axbJ 51
~xbJ wd5!: G. K.). el final de peones
resulta ser tablas, en \-ista de 48 ... b<l 49
f5+", escribió Tal en el semanario 64, y
después Filip en lnfonnalor.
En Sliajmaly URSS, Flohr enterró al
aspirante declar.indo que "en caso de
46 dxc5 ( ?: G. K.) 46 ... l:txd2 47 wxd2
W:<e5 ( ??: G. K.) 48 wc3 Q<d5 •19 Wb4
lt.>c6 50 g5!, las blancas ganan". Sin
137
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES V

embargo, 47 ... wd5! 48 f4 b4! produ- un conu-aataque, incluso a costa de un

ce justo el resultado opuesto: 49 wd3 peón.
Wx.c5 50 f5 (50 wd2 wd4) 50 ... g5! 51
e6 fxe6 52 f6 wd6 53 wc4 b3 54 axb3 "Cuando me dirigía a reanudar la par-
a3!, o bien 49 g5 wxc5 50 f5 gxf5 51 e6 tida estaba convencido de que con un
wd6 52 exf7 we7 53 g6 f4, y las negras juego preciso Karpov podría salvar la
ganan. partida. Pero en mis apuros de tiempo
siguió jugando a velocidad de blitz y,
Esto sugiere la idea de que a 46 f4 es en dos ocasiones, dejó escapar unas
más fuerte la intermedia 46 ... b4!, ya tablas seguras", escribió Korchnoi en su
que 47 dxc5? llxd2 48 @xd2 es malo, libro Antiajedrez.. Sin embargo, después
en vista de 48 ... ltd5! (véase variante de un minucioso análisis, ¡ni Ka1pov
anterior). El final de torres resultante en Baguio, ni yo, más de un cuarto de
de 47 @e4 15+1 48 exffi Wx.ffi 49 d5 b3 siglo después, hemos sido capaces de
50 axb3 axb3 51 l::tb2 l::tb8 también es encontrar esas "tablas seguras" para las
difícil para las blancas. Por ejemplo: 52 blancas!
wd3 llb4 53 'it>c3 (53 f5 g5) 53 ... l::txf4
54 llxb3 we5, o bien 52 g5+ we7 53 43 .•• J:tb2+ 44 lt>g3
we5 wd7! 54 fü (54 llbl l::te8+1 55 wffi
c4) 54 ... gxf5 55 g6 lle8+ 56 'it>xf5 c4 57 Es probable que 44 ll3d2 no le gustase
g7 wd6 58 wffi llg8, y ganan. a Ka1pov debido a 4·1 ... a3! 45 we3 b4
46 f4 c4, y los peones negros son bas-
Teniendo en cuenta la enorme fatiga tante más peligrosos que los blancos:
tras los agobiantes apuros de tiempo 47 f5 gxf5 48 gxf5 llxd2 49 llxd2 b3 50
y cinco horas de juego tenso (además f6+ 'i!te8 (el contrajuego en el centro ha
de los dos meses y medio de estrés por resultado inefectivo) 51 wd4 b2 52 J:tdl
la duración del duelo), era imposible c3 53 Wx.c3 J:txd5 y ganan. Sin embar-
calcular con precisión ante el tablero go, el contrajuego de las blancas en la
todo el bosque de variames. Korch- partida también llega tarde.
noi prefirió otra jugada, que también·
plantea desagradables problemas a las 44 .•. J:txa2
blancas. Esta decisión no era fácil, de
modo que sólo la tomó tras una larga y Lo más apremiante, aunque también era
agónica indecisión. No es sorprenden- bueno 44 ... g5, sin permitir al oponente
te: a un paso de la derrota en el match, crear una cadena de peones mó,iles.
¡pennitir a su oponente la creación de 45 J:te3
un par de peones móviles en el centro!
Tras escribir la jugada, la tachó dos "Con esta posibilidad contaban las
veces en la planilla, retirando ésta del blancas al sacrificar el peón. Ahora se
sobre que iba a sellarse. Como conse- abren líneas para la torre. Esta última
cuencia, para las 14 jugadas rest.antes jugada es posible que fuese una sorpre-
de la reanudación sólo disponía de 22 sa para Korchnoi, pues de sus veinte
minutos. Sin embargo, resultó suficien- minutos restantes reílei.:ionó durante
te para ganar... diez" (Tal).
43d5 45 ... b4 46 e6 lla3 47 l:te2
Después de 43 dxc5 l::txd3 44 l:l.xd3 Quizá la mejor opción fuese 47 J:txa3!?
:b2+ 45 we3 l:l.xa2, las negras tienen bxa3 48 exf7 (Filip), pero incluso en tal
un final de torres fácilmente ganado: caso después de 48 ... llb8!, las blancas
46 c6 :c2 4 7 !:td5 :!xc6 48 llxb5 l::ta6 están perdidas: 49 wf4 a2; 49 l::tal (d3)
49 :b2 a3 50 ~a2 g5. "43 we3 c4 no J:tb3 o bien 49 d6+ wxf7, etc.
es prometedor para las blancas" (Tal).
Por consiguiente, Karpov trata de crear 47 .•• fxe6 48 J:txe6+ lt>f7

138
 VIKTOR Et. TERRIBU:

1631 ~e7 59 l:tg7+ l:td7 60 I!g5 b3 61 J:xc5+

wbs
Las blancas se rindieron y el resultado
se situó en 5-3.
Esta fue la única derrota del cam-
peón con las piezas blancas. "Korchnoi
jugó esta partida con gran fervor",
comentó Tal, mientras Baturinsky ad-
2
mitió: "La derrota de Karpov en la 28
partida fue, hasta cierto punto, natural,
porque fue la mejor partida ele Korch-
49 .:tdel noi en el match". Como si no se hubie-
se jugado la 21 2
•••

·Ambos contrincantes estaban can- En palabras de Karpov, consiguió

sados. Después de 49 g5, las blancas recomponerse pard la siguiente par-
habrían conservado la posibilidad de tida, "pero circunstancias imprevistas
desarrollar la iniciativa. Las negras po- anularon mi espíritu ele lucha y me
drían parar el ataque pero, al menos, oblig-.uon a mentali7.anne con excesiva
tendrían que movilizar todos sus recur- antelación para la próxima batalla".
sos" (Tal). Una hora antes ele comenzar el juego,
-si Tal le reprocha a Karpov no haber los organizadores anunciaron una
aprovechado la ocasión de jugar 49 g5, postergación ele la partida, debido a
se plantea esta cuestión: ¿los entrena- problemas con el suministro eléctrico.
dores del campeón habían llegado en Dos días después, Korchnoi pidió un
el análisis del aplazamiento a la posi- último descanso. alegando que "había
ción 48 ... wf7?, se pregunta sorpren- sufrido una insolación en la playa", y
dido Flohr, quien sugiere 49 ... l:tdi, entonces pudo recuperarse con ayuda
"después de lo cual el método ganador de los yoguis. Durante un mes, sin
para las negras es similar a la continua- dejar su residencia, "trabajaron sin des-
ción de la partida". No es, realmente, canso en mejorar su condición física y
tan complicado. Si, por ejemplo, 50 su espíritu de lucha". Korchnoi estaba
.:Xc6, entonces 50 ... b3! 51 l:txc5 b2, muy contento con los yoguis: "Con su
ganando. aparición, ¡Zujar se fue marchitando a
mis ojos!".
49 ••• l:td7! Como consecuencia ele tocio eso,
:'\eutralizando las amenazas de las la 292
partida sólo se jugó una sema-
blancas. Aquí las negras podrían haber na después. Su apertura no fue muy
dejado escapar la victoria con 49 ... habitual: 1 c4 1Zlf6 2 li:Je3 e6 3 e4!?
:.xd5? 50 l:te7+ 'it>f8 (50 ... wf6? 51 (antes, Korchnoi sólo había jugado
:1e6+ wg5 52 l:tg7 y las blancas ganan: 3 d4 ó 3 lilf3) 3 •.• e5 4 e5 1Zlg8 5 d4
Filip) 51 l:te8+ ~g7 52 l:tlc7+ 'it>h6 53 cxd4 6 'i!fxd4 /Zlc6 7 '!We4 d6 8 lilf3
:tf7! :Xad3 54 wh4! g5+ 55 ~g3 l:td6 dxe5 9 lilxe5 ILJf6 (para no permitir
56 l:th8+ l.t>g6 57 l:thh7, mientras que el cambio del alfil: 9 ... ii.cl7 10 ILJxc17
ahorn los peones del flanco de dama 'i!fxc17 11 ~g5, Geller-Filip, Interzonal
son imparables. ele Cotemburgo 1955) 10 ILJxc6 'f!Yb6
11 'l!i'f3 bxe6, y la clebiliclacl del peón
50 l:tb6 e condenó a las negras a una larg-d y
desagradable defensa, en una posición
O bien 50 g5 l:td3.
ligeramente inferior. "¡De nuevo, pude
50 ..• l:td3 51 l:tee6 l:t3xd5 52 l:txg6 a3 encontrar una variante ele la que el
53 l:tbf6+ @e7 54 l:te6+ l.t>f8 55 l:tef6+ campeón del mundo no tenía la menor
we7 56 l:te6+ wd8 57 l:ta6 l:tb7 58 l:tg8+ idea! Karpov imirtió más ele una hora
139
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
en sus nueve primeras jugadas, y aun
así no fue capaz de encontrar el modo
de igualar", escribe Korchnoi. "Durante
la reanudación, una vez más en apuros
de tiempo por mi parte, se desvió del
camino correcto y perdió".
521
V. Korchnoi-A. Karpov
Baguio 1978
Cam/1eonato Mundial, 29" /mrtida
1632
47 ••• $..d6?!
Seis jugadas después de la reanudación,
y u-.is haber logrado igualar, Karpov co-
mienza a cometer imprecisiones. En
primer lugar, "después de 47 ... /Oh7!
48 /Od3 J.d6, las negras no tienen mo-
tivos de queja: 49 $..c3 lüf6 50 il.e5 /Oe4
51 bd6 llxd6 52 lüe5+ wg7!". (Tal),
y en segundo lugar, 47 ... il.ffi ó 47 ...
I::d6 tampoco eran malas.
48 i..c3 lüd7?
Tal y Filip pa~aron de puntillas por esta
jugada, sin comentarla, a pesar de que
por culpa de ella la~ cosas comienzan a
ponerse feas para las negras. Tampoco
era suficiente 48 ... .:b6 49 wf3!, pero
podían haberse defendido con 48 ...
.ítc7!, con idea de lld6.
49 gxf5+ exf5 50 g4! ltlb6
50 ... ~e5 (50 ... fxg4? 51 /Oe4) es
desfamrable: 51 llxd7 .1l.xc3 52 gxf:>+
~ 53 .:d5+ lt>f4 54 12:ld3+ (Tal y Filip
sugirieron 5-1 li:lh3+, pero aquí no está
H-0
V
claro 54 ... Wg4 55 1Zlxg5il.d4 56 li:ie4
a5) 54 ... Wg4 55 IL!xc5, etc.
51 wf3 il.e7
51 ... iJ.c7 52 l:!el!
52 il.a5?!
Apuros de tiempo. Era muy fuerte 52
llld3!
52 ..• l:tf61 53 wg2 fxg4
Después de 53 ... IL!c8 (Filip). era posi-
ble 54 lld7, y si 54 ... fxg4, entonces 55
llc7 llt8 56 IL!xg4, con buenas posibili-
dades de ganar.
54 IL!xg4 l:!e6 55 c.t>f3 ~f6
55 ... IL!c8 56 lld5!?
56 IL!xf6! .l:!xf6+ 57 wg4 lüc8?!
"57 ... /Oxc4 58 bxc4 .l:!f4+ 59 wg3 llxc4
era una defensa alternativa, pero por
el momento las negras no tienen por
qué correr riesgos" (Tal). Sobre todo
porque después de 60 lld2 .l:!a4 61
Ab6 c4 62 '.t>f3 c3 63 .l:!g2, o bien 62 ...
g4+ 63 lt>e3, probablemente hubiesen
perdido. Pero sí podían haber jugado
57 ... llf4+!, y sólo después de 58 wg3,
58 ... IOc8.
58 i.dS?!
Era más preciso 58 Ac7! 10e7 59 il.d6,
con evidente ventaja.
58 ••• .l:!f4+ 59 lt<g3 .l:!f5
59 ... lld4? 60 llxd4 cxd4 61 Wg4 IL!d6
62 il.xg5, ganando.
60 a4 wf7?
"Quizá fuese éste el error decisivo",
piensa Tal, quien recomienda 60 ...
.l:!e5 (después de lo cual, sin embargo,
es bueno 61 wg4 l:!e4+ 62 lt<f3 .l:!f4+ 63
'>t>e3), o bien 60 ... llf7, que "habría con-
servado posibilidades de resistencia: 61
lld5 .1:115 62 .:d7 .Z::f7 63 llxf7 @xf7 64
Axg5 \!;>e6, seguido de lt:lb6-d7".
61 l1d3?!
61 Ac7 ó 61 .l:!el! parecen más moles-
tas para las negras.

1633
61 ... l:te5?
61 ... t:lJe7? 62 l:td6! también era malo,
pero "tenía sentido 61 ... wg6" (Tal), a
lo que las blancas podrían responder
62 l:td7 ó 62 a5 l:te5 63 c;i;f3.
62 wg4 wg6 63 a5! l:te4+ 64 wf3 l:tf4+
O bien 64 ... l:th4 65 l:td5, etc.
65we3 l:th4
65 ... llfü 66 we4 g4 67 Jl.h4, ganando.
66 l:td5 llh3+ 67 wd2 l:txb3 68 l:txe5
.!:.b8 69 l:tc6+ c;j;>f5 70 l:txa6 g4 71 l:tf6+
'it>e4 72 Jl.e7 l:tb2+ 73 'oile3 :tb7 74 il.h2
.!:.h7 75 Jl.b8 l:tb7 76 Jl.g3 :tb 1 77 l'lf4+
'oile3 78 l:tf8 ELJe7 79 a6
Las negras se rindieron. El marcador se
situó en 15-4!
En la 30' partida, Karpov jugó 1
c4 y, tras largas maniobras, se llegó a
un final de torres igualado. La parti-
da se aplazó, pero no fue reanudada
y los contendientes acordaron tablas
a través de un árbitro intermediario.
Korchnoi: "iOh, lo que pasaba aquellos
días en el campo soviético! Altos direc-
tivos (como lvonin, el jefe del ajedrez
soviético), el cosmonauta Sebastianov
(el jefe fonnal, pero presidente de la
Federación) llevaban ya mucho tiempo
en Baguio y aguardaban impacientes el
banquete de clausura. ¡Pero el día del
banquete seguía sin llegar... !".
Lo que sí llegó fue el día de la me-
morable 31 ª partida, a pesar de que
la apertura no auguraba un juego a
gran escala. Después de 1 c4, Karpov
VIKTOR E1. TF.RRl8U:
no quería permitir la repetición de la
29' partida, y por primera vez respon-
dió l •.• e6 2 li:Jc3 d5, mientras que
Korchnoi, por primera \•ez en toda la
historia de los enfrentamientos con
su rival, empicó la tranquila Variante
Carlsbad: 3 d4 ELJf6 4 cxd5 exd5 5 .ltg5
il.e7 6 e3 0-0 7 Jl.d3 ILJbd7 8 i0f3 lle8
9 '+lfc2 c6 10 0-0 lLlf8 ll hf6 hf6 12
b4 Ag4 13 ILJd2 l:tc8 14 Af5 hf5 15
"i!i'xf5 "i!i'd7 16 1!Yxd7 ILJxd7 17 a4 Jl.e7
18 l:tfbl t0f6 19 a5!? (en palabras de
Tal, fue esta "dudosa jugada la que al
final reportó el éxito a las blancas")
19 ..• a5 20 ILJa4, etc.
Sí, Korchnoi renunció al tradicional
ataque de las minorías (b2-b4-b5), asu-
miendo correctamente que las negras
lo pararían con c6-c5. En lugar de ese
plan optó por otro más raro e inusual:
ftió los peones del flanco de dama,
logró un fuerte puesto avanzado en c5
para su caballo y dejó abierta la posibili-
dad de preparar una mpmra en el cen-
u·o con ek4. Un plan similar se llevó a
cabo en la partida Andcrsson-Kasparov
(Belgrado 1985, match, 2'), excepto en
que las damas seguían sobre el tablero
y que el avance e3-e4 llevó a un juego
de doble filo. Pero en el final, el rey
blanco puede ir a d3 mientras que el
negro no tiene un puesto equivalente
en el centro, ¡un factor que en última
instancia, resultará decisivo!
Korchnoi realizó la correcta asun-
ción psicoló¡,rica de que maniobrar sin
prisa, con la amem11.a estratégica ck4
resultaría lo más desagradable para su
oponente. Karpov, por supuesto, que-
ría abrir la posición y conseguir una
mayor claridad, pero se vio obligado
a esperar... Korchnoi jugó ek4, sólo
después del control de tiempo, ¡en
la jugada 41 !, y Karpov, que disponía
de enormes reservas de tiempo, no
quiso aplazar la partida en posición
tan indefinida y decidió probar suerte:
"Respondí literalmente en segundos.
El efectuó su jugada 42 y yo contesté de
inmediato ... ". Como consecuencia, se
produjeron cambios, y cuando se apla-
zó la partida se había llegado a un final
de torres problemático para las negras.
141
Gary Kasparov - Mis Gf.NIAI.ES PRf.Df.Ct:soRES V
522
V. Korchnoi-A. Karpov
Bag11io 1978
Campeonato Mrmdial, 31 ª parlit/11
1634
47 f5!
"El dúo de peones c5 y f5 restringen
mucho la mO\'ilidad del rey negro.
Aquí se aplazó la partida y Karpov, to-
mándose el tiempo que le restaba en
su reloj, efectuó su jugada secreta. El
análisis demostró que Ja posición negra
era muy peligrosa. En la reanudación
(no por primera vez), sucedió lo im-
previsto. Inicialmente, el aspirante
dejó escapar varias continuaciones más
fuertes, pero en el momento en que las
tablas parecían ine\itablcs, el campeón
cometió un grave error" (Tal).
4 7 ... gxf5 48 gxf5
Ahora las negras tendrán que estar
pendientes todo el tiempo de las mp-
turas a5-a6 y d4-d5. Pero ¿es Ja vent<tja
blanca suficiente para ganar? En su
muy interesante libro y de gran cali-
dad, Practica/ Rook Endi11gs (Finales jJTác-
ticos de lon'l's, 1999), Korchnoi le dedica
¡21 páginas! al análisis de este excep-
cionalmente complicado final, y llega a
la conclusión de que las negras podían,
no obstante, haberse defendido. Sin
embargo, yo me aventuro a afirmar que
su posición ya está perdida (aunque,
quién sabe. tal vez este veredicto sea
cuestionado).
En algunas lineas supuestas de tablas,
indicadas por Korchnoi, las blancas
pueden lograr \"entaja decisi\-d con un
142
juego sutil e inesperado. Para empezar,
es importante entender -y Korchnoi lo
explica bien en su libro- por qué, en
general, pueden la~ blancas jugar aquí
a ganar. Esto se debe, en particular, a
la diferencia en el emplazamiento de
ambos reyes: el blanco puede volverse
muy activo (tanto después del sacrificio
de peón d4-d5 y wd4, como después de
la maniobra a b4, seguido de d4-d5 ó
a5-a6 y wa5), mientras que el rey negro
está restringido por los peones de 15 y
c5, y cualquier jaque en séptima lo con-
finará a la liltima fila. La suma de estos
factores posicionales pe1mite a las blan-
cas emprender sacrificios de material,
puesto que en algunas variantes hasta
un peón pasado basta para ganar. En
vista de la lejanía de su rey, las negras se
verán obligadas a entregar Ja torre y su
contrajuego llegará demasiado tarde.
Veamos ahora cómo se desarrollaron
los acontecimientos en este final verda-
deramente histórico.
48 ... J:lg8
"Era pasivo 48 ... J:!a8, ya que tras 49
J:!a2 las blancas llevarían su rey a b4,
amenazando con las rupturas d4-d5
y a5-a6" (Tal). Podría haber seguido
49 ... we7 50 wc3 wd7 51 wb4 wc7 52
d5 cxd5 (después de 52 ... J:!e8? 53 d6+,
las blancas tienen una ventaja posicio-
nal decisi\"a, y Korchnoi demostró que
ganaba) 53 wxb5, con las siguientes
variantes principales:
Diagrama de análisis
l) 53 ... d4 54 J:!e2 J:!d8 55 l:te7+ wc8
56 ..t>b6 d3 57 J:!c7+ 'i!7b8 58 J:lxb7+ wc8
59 J:!c7+ wb8 60 a6 d2 61 J:!b7+ wa8
62 c6, o bien 54 ... J:!g8 55 J:!e7+ Wc8

56 ~b6 (¡actividad del rey!) 56 ... d3
57 c6! bxc6 58 a6 "1;>b8 59 lld7 c5 60
~c5 (después de todos los cambios
de peones, las blancas conservan su
importantísimo peón de f5, y el rey sim-
plemente se dedica a capturar material
en su flanco) 60 ... J:!:g 1 61 lhd3 llcl +
62 wb6 llbl+ 63 \Pc6 llal 64 c;!;>d7 llxa6
65 Wt·7 wc7 66 lld7+ wc8 67 lld6, y las
blancas ganan (Korchnoi).
2) 53 ... lle8! (esto es mucho más in-
teresante) 54 llg2! (la línea de Korch-
noi, 54 a6 bxa6+ 55 llxa6, esperando
55 ... lle3? 56 llc6+, no gana debido a
55 ... llb8+! 56 llb6 llb7I. y si 57 wa6,
entonces 57 ... llb8 58 llxf6 d4, con
tablas fáciles: 59 lld6 d3 60 l:.xd3 wc6)
54 ... lle3 (es más flojo 54 ... lld8?, por
ejemplo: 55 llg6 lld7 56 llxf6 d4 57
:e6 d3 58 lle 1 d2 59 lld 1 lld4 60 f6,
etc.) 55 llg7+ Wb8 (si 55 ... "1;>c8 sigue
56 a6 bxa6+ 57 lt>c6 wb8 58 c;t>d6 d4
59 c6 llc3 60 llb7+ wc8 61 llf7 wb8 62
:xr6 d3 63 c;!;>d7, ganando) 56 a6! (¡la
única forma!) 56 ... bxa6+, y las blancas
úenen dos continuaciones tentadoras:
a) 57 wc6!? (quizá la más fuerte) 57 ...
d4 58 llg6 llxh3 59 llxf6 a5 60 "1;>d7,
y el peón d queda controlado por la
torre desde d6, después de lo cual, el
a\'ance combinado de los peones e y f
resulta decisi\'O.
b) 57 wxa6 llxh3 (57 ... llb3 58 llf7) 58
'>lib6 llb3+ 59 "1;>c6 d4 60 llf7 lla3 (60 ...
d3 61 llxf6 d2 62 lld6 llf3 63 llxd2
lhf5 64 c;!;>b6 Wc8 65 lla2 y ganan)
61 llf8+ lt>a7 62 wd7 J:l:a5 63 c6 lld5+
(63 ... d3 64 c7 d2 65 lla8+ lt>b6 66
l:b8+ wa7 67 llb7+ wa6 68 llbl y c8'fi',
ganando) 64 we6 llc5 65 ~ nxc6+
66 lt>e5 llcl 67 <;fn.:d4, y aunque a costa
de enormes esfuerzos las negras han
conseguido eliminar el peón e, les fal-
ta literalmente un tiempo para poder
neutralizar al peón f: 67 ... nn 68 f6 h5
69 c;!;>e5 h4 70 i:th8 llel+ 71 @f5 nn+ 72
'it>e6 .l:l.el+ 73 'it>d7 nn 74 @e7 nel+ 75
wf8 llhl 76 f7 h3 77 we7, y ganan.
Volvamos, sin embargo, a la no menos
fascinante posición de la partida.
VIKTOR EL Tt:RRIB!.F.
1636
49 "1;>e3?!
Según Korchnoi, realizó esta jugada de
tercera fila por razones psicológicas:
pensaba que el equipo de Karpov tal
vez no habría dedicado suficiente aten-
ción al análisis de esta posición.
El avance 49 d5? era prematuro debido
a 49 ... I!d8! 50 d6 l:tc8, y el final de
peones es tablas. De no cambiarse las
piezas, la torre negra se sitúa en e5 y
ataca los peones blancos de c5 y f5. Pe-
ro, como los comentaristas observaron,
había dos jugadas "más peligrosas para
las blancas que se sugerían por sí solas:
49 lla2 y 49 lle6:
1) 49 lla2 (con idea de a5-a6, cambian-
do el peón de b7 y atacando d de c6)
49 ... llg3+ 50 We4 lhh3 51 a6 (51 d5
puede contestarse tanto con la jugada
de Korchnoi, 51 ... b4, como con 51 ...
nh4+ 52 wf3 lld4! 53 dxc6 bxc6 54 a6
l!.d8, con tablas) 51 ... bxa6 52 llxa6
llh4+ 53 wd3 llh3+ 5'I ..t.>d2, y ahora
es malo jugar 54 ... b4? 55 llxc6 b3 56
lld6!, o bien 54 ... h5? 55 llxc6 h4 56
l:tc7+! (esto es mucho más efectivo que
el plan de Korchnoi, 56 llb6 llf3 57
llxb5 h3 58 c6 h2 59 llb7+ we8 60 I!h7
\l;>d8 61 llxh2 llxf5 62 wd3, etc.) 56 .. .
lt>e8 57 c6, una ruptura decisiva (57 .. .
r:.f3 58 nn wds 59 i:txffi 113 60 c15 h2 61
d6, ganando), pero las negras se salvan
con 54 ... l!.h2+! 55 "1;>c3 llh3+ 56 Wb4
lld3 57 l:txc6 llxd4+ (el contrajuego
negro llega justo a tiempo, porque
pueden activar a su rey) 58 ..t>Kb5 lld5
59 Jk7+ we8 60 lt>b6 llxf5 61 llb7 J:!:f2
62 c6 llb2+ 63 Wa7 llc2 64 c7 ll;>d7! 65
wb8 we6 66 llb5 f5 (con la entrega de
143
Garr Kasparov - Mis Gt:NIAl.t:S PRt:D~:cEsoRt:s
uno de sus peones las negras irrumpen
con su monarca en el flanco de rey) 67
cStf+ .l:txc8+ 68 Wi.:c8 f4 69 wc7 f3 70
wc6 f2 71 llbl <bl5 72 .1:m h5 73 .l:txf2+
wg4 74 wd5 lt>g3, con tablas.
Sobre la base de esta variante, Korch-
noi concluyó, correctamente, en sus
análisis que la jugada 49 .l:ta2 era in-
suficiente para ganar, de modo que se
concenu·ó en un análisis de la siguiente
y enérgica continuación que también
había sido, sin duda alguna, minucio-
samente estudiada por el campo de
Karpov:
2) 49 .l:te6! El mismo plan de crear peo-
nes pasados y unidos, pero sin perder
tiempo en la captura del de a6. Después
de a5-a6 y bxa6, las blancas capturan de
inmediato en c6, y este úempo, en mi
opinión, resulta decisivo. Por ejemplo:
a) 49 ... J:ta8 50 J:ld6! we7 51 d5 .l:txa5
(51 ... cxd5 52 .l:tb6 .l:txa5 53 J:txb7+
wd8 54 wd4 es malo para la~ negras)
52 l:te6+! wd7 53 l:l.xf6 b4 54 wc4 b3!
(¡una posición muy aguda!) 55 lU7+
Wc8 56 Wxb3 cxd5 (Korchnoi inc!U)'e
también un detallado análisis de 56 .. .
lhc5 57 d6, ganando) 57 f6 .l:tal (57 .. .
.l:tb5+ 58 wc3 .l:txc5+ 59 wd4 .l:tcl 60
.l:te7 wd8 61 wxd5 b5 62 we6, y ganan)
58 .l:te7! (es más flojo 58 wc3 l:tfl 59
wd4 l:!l5 60 h4 h5 61 .l:th7 l:xfü 62 we5
I:g6 y b7-b6, con tablas) 58 ... wd8 59
wc3 l:m 60 J:lxb7 l:xfü 61 'it>d4 .l:tf3
163i
Diagrama de análisis
En opinión de Korchnoi, esta posición
es tablas: 62 wxd5 .l:txh3 63 wc6 wc8I
Sin embargo, las blancas disponen de
una jugada tremendamente fuerte:
62 h-l!!. que obliga a la torre negra a
14-l
V
ocupar una pos1c1on desafortunada.
Después de 62 ... %%15, las blancas ga-
nan con 63 c6! wc8 64 l'.l.h7 h5 65 wc5
d4+ 66 wb6. Si 62 ... I:h3, lo mejor es
63 we5! (conseivando el peón de d5,
porque cubre de los jaques al rey blan-
co) 63 ... d4 64 wd6 wc8 65 .l:th7 1k3
66 c6 <;t>b8 67 wd7 d3 68 .l:txh6 y I:d6,
conteniendo al peón d y facilitando el
avance de los propios peones, o bien
62 ... I:f4+ 63 we5! I:g4 64 wd6 l'.l.g6+
65 Wl.:d5 .ttg4 66 h5 l'.l.gl (atacar al peón
de h5 permite la mortífera wd6) 67
.l:th7, y las blancas ganan.
b) 49 ... I:g3+ (forzado) 50 we4! (50
wd2?! .tta3 51 d5 .l:txa5 52 dxc6 bxc6 53
.l:txc6 I:a4 54 .l:tb6 .l:tf4, con tablas) 50 ...
.!hh3 51 a6! (si 51 d5 I:h4+ 52 Wd3, las
negras se salvan con 52 ... I:a4 y .l:txa5)
51 ... J:lh4+ 52 'it>e3 I:h3+ 53 wf4 bxa6
54 .l:txc6, y aquí hay dos posibles cami-
nos para las negras:
b 1) 54 ... J:th4+ 55 'i!7e3 a5 56 .l:tb6 b4 57
.l:tb5! (de esta forma, antes que 57 I:b7+
we8 58 c6 wd8 59 >l;>d3, ya que aquí, en
lugar de 59 ... a4? 60 d5! .tthl 61 'i!7e4,
que gana, como indica Korchnoi, existe
Ja réplica 59 ... b3!, con juego co1úuso)
57 ... b3 58 J:txa5, eliminando uno de
los peones negros, después de lo cual
el otro ya no es peligroso y el par de
peones blancos deciden rápidamente
la lucha: 58 ... we7 59 l:fü5 .l:th2 60 lt.>e4
b2 61 wd5.
b2) 54 ... a5 55 we4 .l:tc3 (55 ... a4 56
I:b6!; 55 ... b4 56 I:a6!) 56 Wd5. Se ha
llegado.a otra posición muy aguda, con
peones pasados por ambos bandos. La
\•en taja decisiva de las blancas radica en
que sus peones están apoyados por el
rey y que siempre pueden crear amena-
zas al rey enemigo. Si 56 ... h5, enton-
ces 57 .l:tc7+ 'it>gS 58 we6! h4 59 wxf6
h3 60 .l:tg7+. Por c;jemplo: 60 ... wh8 61
.l:tg4! wh7 62 d5! .l:txc5 63 d6 .l:td5 (Kor-
chnoi) 64 .l:th4+ lt.>g8 65 we6 .l:td3 66 d7
h2 (66 ... .l:te3+ 67 wd5 .l:td3+ 68 .l:td4)
67 llxh2 .l:te3+ 68 wf6 l:td3 69 .l:tg2+ wrs
70 .l:tg7 .::td6+ 71 we5 J::tdl 72 .tth7, o
bien 60 ... wrs 61 d5! .l:txc5 62 .l:ta7 (las
blancas han entregado su peón e, pero

los peones d y r son suficientes) 62 ...
:es (62 ... weS 63 we6) 63 llh7 wg8
64 llxh3 l:td8 (Korchnoi) 65 l:td3 wIB
66 d6 we8 67 we6, y los peones negros
del flanco de dama ni siquieran han
logrado avanzar.
Es más fuerte 56 ... b4, con idea de
57 ?:a6? h5 58 l:txa5 b3 (desviando la
atención de las blancas, con ayuda de
los peones a y b) 59 .U.a7+ wIB! 60 we6
h4 61 lt>xffi (61 llf7+ wg8 62 lt>xffi h3)
61 ... we8 62 d5 h3 63 c6 wdS 64 we6
b2!, con tablas (Korchnoi).
Sin embargo, también aquí pueden
ganar las blancas con un agudo jaque
intermedio, 57 .l:tc7+! Ahora, en caso
de 57 ... wgS, es bueno 58 .l:ta7 h5 59
::txa5 b3 60 ll.al!, mientras que si 57 ...
"1;>f8, entonces 58 We6 (pero no 58
.:a7? b3 59 ll.xa5 h5, etc.) 58 ... a4 (o
bien 58 ... b3 59 d5 y Wxffi) 59 d5 a3 60
Wxf6 conduce a la misma situación en
la que la fuerza de los peones pasados
se combina con amenazas de mate.
1638
Diagrama de am\lisis
No hay manera de salvar la parúda:
60 ... <;f;>g8 61 .l:tg7+ 'it>h8 62 J:r.a7, o bien
60 ... <;f;>e8 61 %!.a7 b3 62 .l:txa3 b2 63
?:aS+ wd7 64 .l:tbS l:txc5 65 l:txb2 l:txd5
66 l:tb7+, y aunque las negras han cam-
biado sus peones a y b por los blancos
e y d, el final resultante (con peón f
contra peón h) es desesperado.
El análisis de la~ variantes con 49 l:te6!
demuestra que la posición aplazada es-
taba ganada para las blancas. Para llegar
a esta conclusión no sólo me serví de un
programa de ordenador, sino que en
primera instancia me basé en la intui-
ción. Tras reali1.ar un minucioso estudio
\llKTOR El. TERRIBLE
del profundo análisis de Korchnoi,
tenía el fuerte presenúmiento de que
la ventaja posicional de las blancas en la
posición del aplazamiento debería ser
suficiente para ganar, y la investigación
ulterior confim1ó esa impresión.
En cuanto a 49 Wc3?!, la jugada de la
parúda, objetivamente echa por úerra
la victoria aunque plantea una astuta
trampa.
49 ... l:te8?!
"Dado que el final de peones es tablas,
la torre ocupa la importante columna
abierta. Después de 49 ... l:tg3+? 50 wb4
ll.xh3, las negrds son gratificadas por su
'caza de peones': 51 d5 cxd5 52 c6 bxc6
53 a6, y el peón a no puede ser dete-
nido" (Tal). Sin embargo, después de
53 ... l:th4+ 54 wc5 l::ta4 (Kan) 55 wb6
b4 56. a7 c5 57 wb7 c4 58 .l:te6 l:txa7+
59 'i!7xa7 c3 60 .l:tc6 d4 no son las negras
quienes pierden, ¡sino las blancas! En
lugar de 52 c6?, la jugada correcta es 52
J:e6! J:r.13 53 l::tb6 .l:txf5 54 .l:txb7+ lt>e6
55 a6 .r:m 56 a7 llal 57 c6, ganando.
Pero una jugada antes también las ne-
gras podían jugar mejor: 51 ... l:th4+!
52 wb3 l:th3+ 53 wb2 cxd5 (Kan), con
tablas. Por ejemplo: 54 c6 bxc6 55 a6
l::th4 56 wb3 c5 57 .l:ta2 l::th3+, o 54 lk6
b4! 55 l:tb6 .l:ta3 56 l:txb7+ we8 57 c6
wd8 58 ll.17 .l:txa5 59 l::txf6 wc7.
¿De qué modo, entonces, ganan las
blancas? Lo seii.aló Korchnoi: 51 a6!
bxa6 52 d5!, lo que puede considerarse
el triunfo de la idea principal. Las ne-
gras úenen ahora dos respuestas:
l) 52 ... cxd5 53 c6 .r:th4+ 54 Wc5 .l:!.c4+
55 Wxd5 a5 (55 ... .l:tcl 56 Wd6 y ganan:
Korclrnoi) 56 wd6! (el plan de Korch-
noi 56 .r:tb2 .r:tcl 57 l:txb5 no basta debi-
do a 57 ... 'i!7e7!) 56 ... b4 57 .lk7+ wf8
58 .r:ta7 b3 59 c7, y la~ blancas ganan
explotando la fue17.a del peón pasado
e y del peón de f:i. A las negras no les
sirve de mucho 53 ... l:tg3 54 c7 l:tg4+
55 wc5 l:tc4+ 56 wd6 d4 57 wd7 d3 58
l:td2 l:td4+ 59 wc6 l::tc4+ 60 wb7.
2) 52 ... l:th4+ 53 wa5 cxd5 54 .l:tc2 d4!
(Korchnoi descarta 54 ... we7, debido
145
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORF.S
a 55 c6 wd8 56 <bb6 wc8 57 l:!g2, y la
torre penetra decisivamente por la
columna g) 55 c6 d3, y ahora no 56
c7? dxc2 57 c8i!f l:!c4 58 'il'e6+ wffi 59
'i!fxf6+ we8 60 'fi°e6+ 'it>d8! 61 'fNd6+
wc8 62 'i!fxa6+ 'it>c7 63 'i!fb6+ wc8 64
'i!fe6+ wd8, con tablas (Korchnoi),
sino que únicamente gana 56 J:!d2!
l:c4 57 wb6 b4 (57 ... we7 58 l:!xd3) 58
l:!xd3 a5 59 c7 a4 60 l:td7+ We8 61 l:!d6
(amenazando .lk6) 61 ... .!lxc7 62 Wxc7
a3 63 l:!a6 h5 64 wd6 (el rey regresa
tranquilamente y gana los peones justo
a tiempo) 64 ... h4 65 Wc5 h3 66 Wxb4
h2 67 l:!e6+ wfl 68 J:!e l.
Para completar el cuadro, debemos
mencionar que las negras tampoco se
salvan con 50 ... l:td3 (en lugar de 50 ...
J::xh3) 51 a61 l:!xd4+ 52 wa5 l:!a4+ 53
'it.ib6, ni con 51 ... bxa6 52 Wa5 J:!xd4 53
wxa6 b4 54 wb6 b3 55 wxc6 l:!b4 (55 ...
l:c4 56 wd6 lld4+ 57 wc7 llc4 58 c6
:lc2 59 J:te3 b2 60 J:tb3 <be7 61 h4 h5 62
:b71 we8 63 wd6, y ganan: Korchnoi)
56 l:tb2 h5 57 wc7 h4 58 c6 we7 59 wc8
wd6 60 c7 llc4 61 lld2+ wc6 62 wd8
wb7 63 J:td7, y cae el telón.
Así, 49 ... llg3+? debería haber perdido.
Pero las negras debían haber logrado
tablas con la evidente (aunque, ¿qué
puede considerarse evidente durante
la reanudación de la 31' partida de
un encuentro extenuante?) 49 ... J:tg5!
(atacando el peón de f5, mucho más
importante que el de h3) 50 lle6 llx5
51 a6 bxa6 52 llxc6 a5!
163!1
Diagrama de análisis
La posicion de las negras es aquí
bastante mejor que en muchas de las
variantes antes anali7.adas, puesto que
la ausencia del peón de f5 les permite
H6
V
activar a su rey. Objetivamente, las po-
sibilidades de los dos bandos son más o
menos equivalentes:
1) 53 wd3, y ahora una posible con-
tinuación es 53 ... l:!f3+ 54 we4 l:txh3
55 l:tc7+ wg6 56 d5 f5+! (Korchnoi) 57
wd4 .l:l.h4+ 58 wd3 a4 59 d6 a3 60 d7 a2
61 J:tc6+1 (61 d8'i!f? J:!.h3+!) 61 ... wh5
62 lla6 J:!.a4 63 d8'i!f J:!.xa6 64 'i!fe8+ wg4
65 'i!fe2+ wg5, con tablas, aunque 53 ...
a4!? es más incisivo: 54 We4? (lo correc-
to es 54 llb6) 54 ... llfl 55 lla6 15+!, y
ahora son las negras quienes juegan a
ganar: 56 we5 f4 57 lla7+ wg6 58 lla5
f3! (pero no la sugerencia de Korchnoi
58 ... Wg5 59 c6, ni 58 ... b4 59 llxa4 b3
60 J:tb4, con tablas) 59 wf4 f2 60 wf3 b4
61 J:!.xa4 b3 62 l'.':b4 l':l.hl 63 Wxf2 b2, y
ganan.
2) 53 lla6 J:tf3+ 54 wd2 b4 55 llxa5
'it>e6, con· tablas (Korchnoi), o bien
54 ... a4, y las blancas tienen que sacli-
ficar un peón, con 55 d5 J:!.15 56 lla7+
wg6 57 wc3 llxd5 58 'it>b4, pero esto só-
lo es suficiente para hacer tablas, 58 ...
J:td3, etc.
La jugada de Karpov, 49 ... J:!.e8?! tam-
poco pierde, aunque con ella las negras
se complican enormemente la vida.
50 l'ld2
Tal recomendaba 50 lla2. Desde luego,
tras 50 ... J:!e3+ 51 wd2! (51 @b4 l:d3!,
con tablas: Korchnoi) 51 ... llxh3 52 a6
bxa6 53 l:txa6 habna lle\'3.do a una po-
sición de la \'3.riante con 49 J:ta2, en la
que las negras habrían tenido que des-
cubrir la única forma de hacer tablas.
Pero conviene recordar que Korchnoi
evitó deliberadamente esta línea por-
que sin duda habría sido minuciosa-
mente anali7.ada por el equipo de su ri-
val. Quizá Karpov esperaba este giro de
los acontecimientos, al jugar 49 ... lle8,
y Korchnoi, fiel a su estrategia psicoló-
gica, se propone desviar a su oponen te
de la previsible mta de su análisis.
50 .•• lle4
"Un método perfectamente correcto·
para hacer tablas. La mptura 51 d5 no

es peligrosa para las negras. El único
plan para jugar a ganar es penetrar con
el rey en el flanco de dama. Las siguien-
tes jugadas son forLadas" (Tal).
51 'it>b4
Korchnoi, de nuevo, evita 51 l::ta2.
51 ••. we8! 52 a6
"Una última tentativa que, inesperada-
mente, resulta tener éxito" (Kan).
52 ... bxa6 53 wa5 wd7 54 wb6! b4 55
d5
La ruptura tanto tiempo planeada, que
ahora exige a las negras una defensa
precisa.
55 ... cxd5 56 l::txd5+ wc8 57 l:td3
No, por supuesto, 57 c6? b3!
1&10
57 ... a5?
Tras superar el segundo control de
tiempo (en la jugada 56}, Karpov
comete un fatal error al efectuar una
jugada instintiva: quiere activar sus
peones pasados lo más rápidamente
posible. ¡Pero las negras no tienen
tiempo para avanzarlos! Era esencial
combinar el ataque con la defensa.
Segt"m Tal, "todas las dificultades de las
aegrJS quedarían aLnis de haber juga-
do aquí 57 ... lk4! 58 c6 (58 J:l'.g3 l:C3, o
incluso 58 ... 'i!td7} 58 ... lk3".
Ciertamente, en tal caso, la torre negra
habría apoyado eficazmente el avance
de su peón b y restringido el avance del
peón e enemigo. Las tablas son el resul-
tado tanto ele 59 l::td6 b3 60 l::txf6 wd8
61 .:c16+ we7 (Korchnoi), como de 59
:d2 b3 60 llg2 'i.>cl8 61 wb7 a5 62 .l:d2+
VIKTOR EL TJ-:RRIBl.f.
we7 63 c7 a4 64 c8'1!f l:txc8 65 wxc8 a3
66 .l:d7+, y los amenazadores peones
negros obligan a las blancas a fo17.ar el
jaque perpetuo.
Al comentar el error de Karpov, el ve-
terano maestro soviético llya Kan escri-
bió: "Este final de torres se sumará a la
historia de los enigmas en la lucha por
el campeonato mundial". En mi opi-
nión, esto es una exageración artística:
la historia del ajedrez conoce enigmas
mucho mayores, como por ejemplo el
tremendo error de Chigorin en la 23'
partida de su match con Steinitz (parti-
da núm. 26}, los apagones de Bronstein
durante la reanudación ele la 6' y la
23' partidas de su match con Botvinnik
(partidas núm. 209 y 214}, etc.
58 l:tg3
De pronto, ¡está claro que ya no hay
tablas!
58 ... b3
En opinión ele Tal, "después de 58 ...
l::tc4, las negras habrían consen-ado po-
sibilidades de sah-ar la partida". Otros
comentaristas también recomendaron
esta jugada como "más tenaz". Pero
también en ese caso, las blancas dispo-
nen de un claro método ganador: 59
c6 wd8 60 c7+ we7 61 l:te3+ wcl6 62
.l:d3+ c;l;>e5 63 l::td8, y después de 63 ...
b3 64 c8fk l::txc8 65 .l:xc8 a4 66 l:tc5+
wd4 67 l::tb5 wc4, existe la maniobra
de flanqueo 68 wa5 a3 69 l::tb4+1 wc3
70 wa4 a2 71 l::txb3+ wc2 72 .l:a3 wb2
73 wb4, trasponiendo a un final ele
peones ganado.
59 wc6!
"Al activar su rey con ganancia de tiem-
po, las blancas capturan un peón muy
importante" (Tal). El desenlace está
sentenciado. Karpov realizó una doce-
na ele jugadas dudosas y, en definitiva,
innecesarias.
59 ..• o;i/b8
O bien 59 ... .l:d4 60 l:txb3 a4 61 l::tg3.
60 l:txb3+ wa7 61 lfü7+ wa6 62 .!:b6+
'i!ta7 63 wb5 a4 64 llxf6 lU4 65 l1xh6
147
Gary Kasparov - Mis GF.NIALES PRF.DF.CESORF.S
a3 66 l:l.a6+ c.t.>b8 67 l:l.xa3 l:l.xf5 68 l:l.g3
l:l.f6 69 J:l:g8+ wc7 70 llg7+ wc8 71 llh7
Las negras se rindieron. El marcador se
simó 5-5. La suerte del match pendía
ahora ele un hilo.
"El fenomenal 5-5 no sólo reflejaba
una igualdad competitiva, sino tam-
bién ideológica. Resultó que el tníns-
fuga, privado de su familia y su país
na1al, rodeado por 10cla una manada
ele rinocerontes, era capaz ele conse-
guir lo imposible en condiciones ele
libertad" (E. Sztein).
¿Cómo consiguió Korchnoi realizar
este milagro? ¿Por qué, por casi terce-
ra vez consecmiva -caso único en su
gloriosa carrera-, no había sido capaz
Karpov ele defender un final inferior?
Lo más fácil, por supuesto, es referir-
nos al cansancio del campeón. Pero
una explicación así, a mis ojos, dismi-
nuye la hazaña ele Korchnoi quien,
aunque veinte años mayor que su
rival, constante e incansablemente le
planteaba nuevos problemas. Por su-
puesto, su fantástico empuje e inven-
tiva, aun en una situación ele match
desesperada, también afectaron al es-
tado anímico de Karpov y provocaron
que éste cometiese nuevos errores. Es
importante observar que estamos ha-
blando no acerca ele graves errores u
omisiones, sino del deterioro gradual
ele la posición: poco a poco, ¡Korchnoi
fue superando a su gran oponente!
Creo que estas vic10rias son bastante
más significativas que las que logró, en
finales complicados ante Polugaievsky
e incluso Spassky, en los encuentros
ele 1977.
He aquí la opinión del propio Kor-
chnoi: "¿Qué sucedió, en realidad, en
la segunda mitad del match? Karpov,
que tenía un ajedrez colosal, psicológi-
co y competitivo y, finalmente, ventaja
política, no sólo fue incapaz ele capita-
lizar 10do eso sino que lo d¡;jó escapar.
L"l única concesión a la que accedió el
bando so\"iético -alejar a su psicólogo
de mi campo ele visión- le costó cara al
campeón. Karpov perdió sus mejores
cualidades y. en particular, su precisa
148
V
evaluación psicológica de la posición.
Es un tipo de conocimiento acerca de
la impresión que tiene ll1 oponente ele
la posición. La capacidad para enten-
der el proceso de su pensamiento...
¡tiene mucha importancia! Significa
reducir, al menos, a la mitad el proce-
so analítico de las posibles respuestas
y, por decirlo simplemente, preverlas.
Karpov posee esa cualidad en mayor
medida que ningún 01ro ¡y la perdió!
En este aspeclO, pareció tan fuerte en
la 13' partida y en la primera mitad
de la 17', y como indefenso en la 29' y
en la 31 '. Era una evidencia que había
perdido la confianza en sí mismo.
Objetivamente hablando, debería
observarse que no fue debido a la au-
sencia ele Zttjar ele las primeras filas en
la sala de juego por lo que Korchnoi
ganó estas tres partidas. ¡El principal
motivo fue que luchó como un león!
Unos seis años más tarde, su heroico
ejemplo me inspiró en la todavía más
desesperada situación en que me en-
contraba, en el primer match con Kar-
pov (1984-85). Los acontecimientos
fueron hasta cierto punto un prototi-
po del drama que tuvo lugar en la ter-
cera parte de nuestro match de Moscí1
y, sobre todo, ele los í1ltimos días. Sin
embargo, ele todo eso hablaremos en
el volumen 11 de la serie Kasparov ana-
liza el ajedrn motlmw.
Después de la 31' partida, la vic-
toria en el match iría al jugador que
se anotase la primera victoria. Karpov
pidió un descanso y, a fin de poder
atenuar el estrés, viajó con Sevastianov
a Manila, donde apoyó a nuestro equi-
po en la final del mundial de balon-
cesto URSS-Yugoslavia. Entretanto, en
Baguio, "nuestro" otro equipo lanzaba
una ofensiva final contra los yoguis,
pues en ese momento los soviéticos lo
tenían todo b;tjo control.
Schmid se había ido después de
la 27' partida (tenía urgentes asun-
tos que resolver en Alemania), y fue
reemplazado por el nuevo árbitro
principal, Filip, de la "fraternal" Che-
coslovaquia. Euwe, que había llegado
para al final del encuentro, también

se fue, lamentablemente, después
de la 31' partida. "Karpov tenía que
esperar la marcha de Euwe, la única
persona que contenía ligeramente
a los soviéticos", escribe Korchnoi.
-El presidente se fue de Baguio en
los días más tensos del match para
llamar al orden a la Federación vene-
zolana. Aparentemente, esto era más
importante que la cuestión de quién
se proclamaría campeón del mundo.
Cieno que antes de su marcha, en
una com·ersación con Keene y Frau
l..ceuwerik, Euwe dijo que si los sovié-
ticos tratasen de victimizar de nuevo a
los yoguis él me permitiría suspender
el match".
El ataque comenzó el 14 de ocm-
bre, con una rueda de prensa de Cam-
pomanes, quien declaró que los "cri-
minales" Dwyer y Shepperd de nuevo
estaban visitando el hotel en que vivía
el aspirante y utilizando transporte
oficial del match, y ex.igía que Korch-
noi "observase las normas de decencia
y respeto hacia los organizadores".
En respuesta, Korchnoi invitó a los
periodistas a su alojamiento y bajo la
orientación de Dada y Didi realizó una
serie de ejercicios de yoga.
Al día siguiente, víspera de la 32'
partida, la delegación soviética formu-
ló una demanda por escrito al comité
de apelación, en el sentido de que los
-criminales terroristas" fuesen expul-
sados del match. He aquí un notable
extracto: "El organizador, Sr. F. Cam-
pomanes, ha requerido oficialmente
.-arias veces suspender la conexión
con ellos, y en su memorando del
13 de septiembre (después de la 21ª
partida: G. K.). advirtió acerca de la
posibilidad de finalizar el match con
d objetivo de asegurar la seguridad
indhidual y pública. Sin embargo, la
conexión de la delegación del aspi-
rante con los elementos criminales ha
continuado".
Como vemos, ya en 1978 Cam poma-
oes y el equipo de Karpov estaban con-
cibiendo la posibilidad de poner punto
final al match, en cuyo caso Karpov,
por supuesto, conservaría su título. Y
V!KTOR EL TERRlllLE
en algún punto, Euwe Je había dicho
a Keene que con el tanteo igualado el
encuentro podría darse por tetminado.
Un guión así podría haberse produ-
cido, por ejemplo, en caso de tablas
en la 32' partida. Es muy posible que
esta idea le fuese sugerida al Dr. Euwe.
En cualquier caso, seis años y medio
después sería implementada como
concepto formal por Sevastianov a otro
presidente de la FIDE, Campomanes,
cuando interrumpieron mi match con
Karpov en situación similar y bajo el
mismo pretexto ...
El día de la 32' partida, 17 de oc-
tubre, tuvo lugar una reunión crucial
del comité de apelación, y Keene, que
por entonces se había convertido en
el líder de la delegación del aspirante,
"tras una obsLinación por salvar las
apariencias, accedió a que se expul-
saran los yoguis de Baguio". Y a las
dos de la tarde, sin conocimiento de
Korchnoi, -"todo el poder y la infor-
mación estaban entonces en manos de
Keene"-, se fueron de su residencia.
Según Korchnoi, cuando llegó a
disputar la partida, la sala de juego
parecía una exhibición de maniobras
policiales: el edificio estaba lleno de
policías uniformados y de paisano.
Antes de la partida, le pareció apreciar
"en los rostros de los soviéticos un
rasgo triunfal, un gesto malicioso". Así
que siguió ... "La parLida comenzó. Los
directores del ajedrez soviético esta·
ban sentados en la primera fila, y en la
cuarta fila se encomraba nuestro viejo
conocido... ¡Z1üar!". Más o menos a las
ocho menos cuarto, Stean telegrafió
una protesta al Dr. Euwe. Pero era de-
masiado tarde. El aspirante jugó mal y
aplazó la parLida en posición desespe-
rada (partida núm. 566).
A la mai1ana siguiente, "por propia
iniciativa", Keene telefoneó a Filip ¡y
le informó de que Korchnoi se rendía!
Pero este último, a su vez, le escribió
una carta a Filip: "No reanudaré la 32'
partida, pero tampoco voy a firmar
la planilla debido a que la partida se
jugó en condiciones absolutamente
ilegales ... ".
149
Gary Kasparov - Mis GENIAu:s PREDECF.SORES V
Korchnoi protestó ante la FlDE y no
hizo acto de presencia en la ceremonia
de clausura. "Fue también mi protesta
por la conducta de los soviéticos y de
Campomanes. En un match, que se
transformó en una lucha sangrienta,
donde con la complicidad del comité
de apelación todos los conceptos del
juego limpio fueron ignorados, donde
las reglas y los acuerdos fueron rotos
sin el menor escrúpulo, en una compe-
tición así, hasta la ceremonia de clau-
sura resulta ser una ejecución pública
para alguien que carece de derechos".
Esta penosa derrota significó el
colapso de las esperanzas de Korchnoi
de convertirse algún día en campeón
del mundo. Esto resulta tanto más
sorprendente cuanto que inmedia-
tamente después del match el joven
campeón se dedicó "a un merecido
descanso" (algo así también sucede en
nuestros días), mientras que el aspi-
rante, de 47 años, luchaba en defensa
del primer tablero del equipo suizo
en la Olimpiada de Buenos Aires,
donde consiguió el mejor resultado
individual en el primer tablero:+ 7 =4.
Después de todas sus pmebas en las
Filipinas, ¡esto parecía increíble! Por
los resultados de 1978, a Korchnoi se
le concedió, con todo merecimiento,
el único Osear ajedrecístico de su
carrera y, por tanto, especialmente
precioso.
La última batalla por el trono
El estricto boicot por parte de la
Federación Soviética obligó a Korch-
noi a perderse dos importantes tor-
neos en 1979: Montreal (1-2. Karpov
y Tal) y Tilburg (l. Karpov). Pero sus
actuaciones en otros eventos fueron
plenamente acordes con el estatus de
subcampeón del mundo: compartió el
primer puesto con Ljubojevic en Sao
Paulo y Buenos Aires (con un resultado
global de+ 15 =11 ), y ganó un cuadran-
gular a doble vuelta en Sudáfrica y el
Campeonato Abierto de Suiza, con 12
de 13 v 4.5 puntos de vent'!ͪ sobre el
segundo clasificado.
JSI)
En el invierno, mientrns se prepara-
ba para el siguiente ciclo de Candidatos,
Korchnoi participó en Linares (2º-4º) y
Wijk aan Zee (3º), en los que no hubo
representantes soviéticos. La forma ad-
quirida le ayudó a superar cómodamen-
te el primer y difícil obstáculo: el match
de cuartos de final con Petrosian (Vcl-
den, marzo de 1980). Fue un match a
diez partidas y Korchnoi, tras ganar la 5'
y 9' partidas con siete tablas, venció de
forma convincente antes de programa,
por 5,5-3,5. Un mes después compartió
el J«.3n puestos con Andersson y Miles
en el torneo de Londres.
La siguiente pmeba, igual que tres
años atrás, fue el encuentro de semifina-
les con Polugaievsky (Buenos Aires, vera-
no de 1980), esta vez a "sólo" 12 partidas.
Este nuevo duelo resultó muy difícil para
Korchnoi, ¡que fue incapaz de ganar con
blancas! Polugaievsky, que se encontraba
en la cresta de la ola (había vencido a Tal
en cuartos de final), ofreció una resis-
tencia mucho mayor que en Evian. Tras
perder un final de torres casi igualado
en la 4ª partida, g-anó la 6'. Después de
perder la 8>, consiguió imponerse en la
12' (partida núm. 324), con ayuda de
una brillante novedad, igualando así el
marcador (6-6).
En caso de empate final, las regu-
laciones del match estipulaban que
debían disputarse dos partidas adicio-
nales, y de producirse un nuevo empa-
te (1-1), otras dos, y si el tanteo seguía
igualado, el vencedor del match sería
aquel que hubiese ganado más partidas
con negras (es decir, Korchnoi).
De modo que dio comienzo un
desempate clásico a dos partidas. En la
13', Korchnoi de nuevo fue incapaz de
sacar provecho a las piezas blancas. Por
otro lado, en un final incómodo, con
caballo contra alfil, ¡realizó la única ju-
gada (secreta) salvadora! Muchos, en-
tre ellos el árbitro principal, Najdorf,
pensaban que la posición aplazada esta-
ba perdida para las blancas, pero en la
reanudación Korchnoi forLó tabla~ con
una precisa técnica.
Se prodt!ͺ una situación muy emo-
cionante. puesto que a Polugaievsky

sólo podía satisfacerle la victoria con
blancas, ya fuese en la 14' partida o, en
caso de tablas, en una de las otras dos
adicionales. Los aficionados al ajedrez
se preguntaban si sería capaz el gran
maestro smiético de repetir la hazaña
que había logrado en la 12' partida. Lo
que sucedió fue descrito con mucha
elocuencia por el agregado de prensa
de Korchnoi, Emanuel Sztein:
"La decisiva 14' partida comenzó el
domingo a las cuatro de la tarde. Una
\·ez más, teníamos las piezas negra~.
¿Qué apertura debía elegirse? Korch-
noi, con sus entrenadores, los grandes
maestros Stean y Seirawan, había pasa-
do toda la noche puliendo una aguda
línea de juego de la Apertura Inglesa,
en la que las negras jaquean con su
caballo en d3 y las blancas pierden
el derecho a enrocar. La variante era
arriesgada, pero Korchnoi contaba con
el elemento de sorpresa, si su oponen te
jugaba de la fo1ma habitual, en cuyo
caso le aplicaría una mejora descu-
bierta por Michael Stean. Al mismo
tiempo, se estaba jugando el match
Hübner-Portisch en Italia, y Bent Lar-
sen estaba allí como con-esponsal del
diario argentino C/mín. Cuando leí los
periódicos a la mañana siguiente, me
quedé de piedra: ¡allí estaba toda la
'-ariante, con lttio de detalles! Resultó
que se había jugado en la partida del
día anterior entre Hübner y Portisch,
que finalizó en tablas. Pero Larsen,
;Larsen!, que conocía muy bien la
línea, demostró cómo podían haber
mejorado su juego las negras. Pero an-
tes de eso, también sugirió una mejora
para las blancas. ¡Una desagradable
50rpresa!
"Cuando volví al hotel, allí estaban,
por supuesto, todos analizando. Les
mosu·é el periódico, lo que tuvo como
efecto una sensación general de páni-
co. i\o sabíamos qué hacer y estábamos
:z.I borde de la desesper.ición. Viktor y
"º fuimos a dar un paseo y, en un mo-
mento dado, dijo: "Sólo hay una forma
de actuar: hay que coger el toro por los
cuernos. No creo que Serov (el líder de
la d<legación soviética: G. K.) lea espa1iol.
VIKTOR El. TERRIBLE
Ni tampoco que compre todos los pe-
riódicos, pues esperará a que se los en-
víe la Embajada, cosa que no harán has-
ta ma1iana, ya que, ¡después de todo,
es domingo!". Luego Viktor se perdió
en sus pensamientos ... Por fin, dio co-
mienzo la partida y Korchnoi optó por
la línea de juego en cuestión. Dije a sus
entrenadores: ¡Relajaos) Ciertamente,
la posición crítica en esa línea de juego
se produce en torno a la jugada 14 ó
15. ¿Se llegaría a ella o bien...? Obser-
vé a Viktor salir apresuradamente del
escenario y ponerse a pasear como un
león enjaulado en su habitáculo. ¡Esta-
ba esperando! Como una fiera embos-
cada preparándose para saltar sobre su
presa. Por supuesto, Polugaie\'Sky no
sabía nada de la partida. ¡Diez minutos
después, todo había terminado! Un par
de días más tarde, Larsen publicó un
arúculo en Clarí11, titulado: ¡Quienes
no leen a Larsen tienen problemas!".
U na historia tan fascinan te sólo
podía ocurrir, naturalmente, en la era
preordenadores, preintemet. El des-
moronamiento de Polugaievsky fue ori-
ginado por la velocidad de tortuga con
que circulaba la infom1ación. Analice-
mos esta dramática partida, cuyas 14
primeras jugadas fueron idénticas a las
de la 5ª partida del encuentro paralelo
de Candidatos Hübner-Portisch.
523
L. Polugaievsky-V. Korchnoi
Buenos Aires 1980
Semifinal tle Cantiitlatos, 14ª /mrtitla
Apertura Inglesa (A34)
1 lllf3 1Lif6 2 e4 c5
En las partidas precedentes (pares) del
match, Korchnoi sólo había jugado 2 ...
b6, desembocando en posiciones de la
Defensa India de Dama (partida núm.
324).
3 llle3 d5 4 cxd5 ILJxd5 5 e4
Una jugada por entonces popular.
5 ..• lllb4 6 ~e4 1Zld3+
151
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREOF.CESORES
La sensacional partida Polugaievsk}'-Tal
{lnterzonal de Riga 1979) siguió así:
6 ... Ae6 7 .be6 lüd3+ 8 Wfl fxe6 9
lüg5 'tli'b6!? 10 'i!t'e2? c4, con excelente
juego de las negras (partida núm. 293),
pero ya en 1980 se encontró la fuerte
réplica 10 'i!ff3!
7 we2 lLlf4+
El cambio 7 ... IL:lxcl+ 8 rtxcl se con-
sidera favorable a las blancas desde
las partidas clásic;is de Takács contra
Spielmann (Viena 1928) y Rubinstein
(Rogaska Slatina 1929), y también ele
Botvinnik contra Kasparian (1938).
8 wn lLJe6
La maniobra de caballo también solía
considerarse inadecuada debido al sa-
crificio de peón que sigue. Portisch, sin
embargo, e inmediatamente después
Korchnoi y Stean, elaboraron un nue\'O
plan de desarrollo para las negras.
9b41?
Después de la tranquila 9 1Lle5 (Aver-
baj-Bond;irevsky, Moscú 1946), la répli-
ca más efectiva de las negras es 9 ... g6.
9 ... cxb4
Pronto, siguiendo el ejemplo de Tony
Miles, salió a la palestra un interesante
saciificio de peón: 9 ... g6!? 1O bxc5
Ag7 11 .il.xe6 .be6 12 d4 lüc6 13 Ae3,
con lucha aguda y confusa (Seirawan-
Miles, Londres 1982; Kasparov-Shirov,
Pestovo, simultáneas, 1986; Vallejo-
Lékó, Linares 2003). La teoría aún no
ha pronunciado un veredicto definitivo
sobre esta variante. A menudo se e\ita,
tanto con negras como con blanca~.
¡porque es una aventura demasiado
arriesgada!
10 ILJd5
Por entonces ésta era la continuación
principal. "Las blancas ganan espacio,
desarrollan su alfil ele el por una dia-
gonal espléndida y, por lo que parece,
logran muy buenas perspectivas. Pero
152
V
Portisch supo superar esta ilusión óp-
tica y reevaluar las posiciones resultan-
tes" (Makarychev).
Más tarde se llegó a )¡¡ conclusión de
que era más fuerte 10 lüe2!: 10 ... ILJci
(ahora es malo JO ... g6?, debido a 11
il.b2 Ag7 12 .il.xe6! il.xb2 13 il.xf7+) 11
d4 e6 12 h4, con excelente compensa-
ción por el peón (Hübner-Tukmakm•,
Wijk aan Zec 1984; Kasparov-Grün-
berg, Hamburgo, simultáneas, 1985).
10 ••• g6!
Este descubrimiento trastoca virtual-
mente la evaluación completa de lapo-
sición. Las negras resuelven el proble-
ma del desarrollo en su flanco ele rey y
los esquemas tipo Grünfeld resultantes
obligan a las blancas a jugar con preci-
sión, ya que su dominio en el centro no
compensa de los inconvenientes de la
situación de su rey desenrocado en n.
ll _~b2
No es mejor para las blancas 11 a3 il..g7
12 l:lbl lüc6, con igualdad.
11 .•. Ag7 12 hg7 lüxg7 13 lllxb4 0-0
Pero no de inmediato 13 ... ~g4?, de-
bido a 14 il.xf7+ Wxf7 15 lLle5+ (ó 15
lüg5+).
1641
14 d4?
Es extraño, pero tanto a Hübner como
a Polugaievsky los abandonó su sentido
del peligro. La jugada de la partida pa-
rece natural, pero permite a las negras

realizar un inmediato ataque al centro
enemigo. Aunque todavía no pasa nada
catastrófico, era mucho más prudente
14 h3, con igualdad, como recomendó
L'lrsen y muchos otros comentaristas.
14 ... .ltg4
"Aquí Polugaicvsky pensó durante 30
minutos y, por primera vez, se apartó
de lajugada de Hübner. Desde luego,
las cosas no son fáciles para las blan-
cas, q ne en realidad se encuentran en
una estmctura Gñmfeld, pero con un
mal rey y un caballo de f3 ya clavado"
(Makarychev).
15 'i!te2?!
Hübner prefirió 15 'Wd2, y después de
15 ... il.xf3 16 gxf3 /{Jc6 (16 ... a5!?) 17
'Llxc6 bxc6, Portisch logró un juego
cómodo. Si 18 lt>g2, puede seguir 18 ...
e5! 19 l:thdl exd4 20 'i!l'xd4 'iWh4. La
continuación era 18 f4?! e619 'i!l'e3 '1Wf6
20 .lle2 l:tfd8 21 J:td 1 l:tab8 22 a3 l:t b2 23
<tig2 l:tdb8 24 l:the 1 l:t8b3 25 l:td3 (25
tfcl 'iWh4) 25 ... l:txd3 26 'Wxd3 (o bien
26 .bd3 i{Jh5 27 f5 'ti'h4) 26 ... 'i!l'xf4, y
las negras debían haber ganado. Pero
Hübner logró salvar milagrosamente
la partida, y al final, tras una serie de
tablas, ganó el match por 6,5-4,5.
En opinión del gran maestro Maka-
rvchev, "las blancas debían haber
j~g-ado 15 d5 y comenzar el reagru-
pamiento de sus fucn.as (alfil a e2, el
caballo de b4, por c2-e3, o bien por
d3-e5), evitando, si es posible, pérdidas
materiales". Pero también en este caso,
después de 15 ... /{Jd7, las negras tienen
un excelente juego. Si 16 .lle2, enton-
ces es fuerte 16 ... f5!
15 ..• 'f:Vd6116 Wd2 /{Je6 17 .ii.xe6
Las blancas se ven ahora obligadas a
entregar el alfil por el caballo.
17 ... '!!l'xe6 18 We3?!
"Esta maniobra tiene su lógica: se ame-
naza ct:le5. A pesar de todo, las blancas
luchan por la iniciativa" (Makarychev).
V!KTOR EL T>:RRJIH.t:
Aun así, esto es un error que agrava las
dificultades de las blancas. Polugaic-
vsky, por supuesto, sabía que era malo
avail7.ar con su rey hacia el centro, pero
quería salir de la clavada. La inesperada
novedad de las negras alteró en cierto
modo su equilibrio mental (pues no es
un secreto que no solía reaccionar de
la mejor manera en tales casos).
Era a considerar 18 'l!i'd3, con idea de
desarrollar la torre de h 1 y jugar wn.
En tal caso, la aguda 18 ... f5 19 e5 a5
(Sveshnikov) se refuta con el golpe "de
computadora" 20 '+ll'b3! '!'Nxb3 21 axb3,
con una clavada salvadora en la colum-
na a. Aunque después de 18 ... l:td8 ó
18 ... li:ld 7 las negras habrían conser-
vado una apreciable ventaja, la insegu-
ridad del rey contrario y la excéntrica
posición del caballo en b4, hacen que
la posición blanca no sea fácilmente
defendible.
18 ••• f5!
Lo más enérgico, aunque las negras
también tienen una peligrosa iniciativa
después de 18 ... 1Lld7 19 1Llg5 (Maka-
rychev; 19 1Lld5 ~xf3 y 20 ... f5!) 19 ...
'!!l'd6!? 20 f3 (20 h3 1Llb6!) 20 ... f6 21
/{Jxh7 Wxh7 22 fxg4 /{Jb6.
19'i!l'd3
"Después de 19 li:le5?, las negras conta-
rían con un ataque decisivo, con 19 ...
1Lld7 20 f3 1Llxe5 21 dxe5 fxe4 22 fxg4
l:!ad8 23 'Wb2 'l!!'b6+ (seguido de 24 'it>xe4
l:!j2 25 Wib3+ wg7: G. K.). La posición
blanca no es envidiable después ele 19
e5? f4+ 20 @c2 li:lc6" (Makarychcv).
Aún es mejor 20 ... Axf3+ 21 wxf3 a5
22 iüc2 Wd5+, o bien 21 gxf3 fi'c4+ 22
we 1 a5 23 1Llc2 /{Jc6, ganando.
19 ••• fxe4! 20 'i!l'xe4 1\l'xe4+ 21 @xe4
l{Jd7
"El juego ha entrado en un final difícil
para las blancas. Además, a Polugaievs-
ky sólo le quedaban 10 minutos para 19
jugadas" (Makarychev).
153
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
22 l:thcl?!
Las blancas ya se han desmoralizado. La
única forma de conservar posibilidades
de salvar la partida era activando el caba-
llo extraviado con 22 ILJd5, a fin de que
después de 22 ... .1xf3+ 23 gxf3 ILJf6+ 24
t¿)xf6+ .!lxf6 25 J:hcl l:te6+ 26 wH 1ld8
27 l:tc7 lhd4+ 28 wg3 l:!b4, peneuar en
la séptima fila con las torres: 29 l:!d 1!
Wf7 30 l:!dd7 l:!e2 31 a3 .!lbl 32 wg2
llbb2 33 wg3, etc. Sin embargo, _22 ...
e6! habría dado a las negras una eviden-
te ven taja tan to después de 23 /¿)c7 l:!ac8
24 l:ta(h)cl l:!f:i!, como de 23 tl:lf4(c3)
11.xf3+ 24 gx.f3 l:!f5!, o de 23 tl:le3 tl:lf6+,
ya que 24 '>t.>d3 .tl.xf3 25 gxf3 1Zlc15!; 24
wf4 .Lxf3 25 gxf3 l:tad8 ó 24 we5 l:tad8,
etc., son todas ellas insuficientes.
22 ... l:tf5!
"Una jugada muy molesta que prepar.i
tanto la maniobra 1Zld7-f6-d5, como
el doblaje de torres en la columna f"
(Makarychev). Pese a la ausencia ele
damas, la posición no ha perdido sus
características de medio juego. Sigue
habiendo muchas piezas sobre el ta-
blero y las posibilidades de las negras
de crear amenazas sobre el rey blanco
distan de haberse agotado, por no
mencionar la posibilidad de atacar los
débiles peones blancos.
23 .!lc7?!
La torre se pone a tiro de un doble. El
mal menor probablemente fuese 23
ii:ld3, conservando algunas opciones
prácticas" (Makarychev).
En ca~o de 23 tl:ld5, las blancas se en-
contrarían con la fuerte réplica 23 ...
154
V
ILJf6+! 24 ILJxf6+ exf6 25 lle 1 (25 d5
.lk8+ 26 Wd4 l:td8) 25 ... il.xf3+ 26 gx.f3
.lk8+ 27 '>t.>d3 .l:h:e 1 28 l:txe 1 .!lxf3+ 29
..t>c4 l:txf2.
23 ... li:lf6+ 24 ..t>d3
24 we3 a5 25 i¿)d3 .1xf3 26 gxf3 tl:ld5+,
etc.
24 .•. a5 25 lLic2 lCid5 26 .lhb7 ILJf4+ 27
we4 li:lxg2 28 /Ce5 l:tf4+ 29 'i!;>d5 .tl.f5!
30.lk7
"No hay defensa contra las amena1.as
il.e4 ó il.xc2, ya que 30 .!lb2 .lhf'2 31
l:tcl l:tc8 y lCif4+ habría llevado al mate.
Las blancas pierden pieza" (Maka-
rychev).
30 ... l:tdB+ 31 Wc5 11.xc2 32 lCic6 l:!eB
33 CUxe7+ wf8 34 lCic6 .!lf5+ 35 ILJe5
ILJf4 36 l:txh7 '>t.>g8 37 l:td7 1Zld3+ 38
Wb6 lllxe5 39 dxe5 l:texe5 40 l:tcl .!lf6+
41 wa7 l:!xf2
Las blancas se rindieron y Korchnoi
ganó el match.
Según tocias las apariencias, el
momento culminante en la carrera
de Korchnoi había quedado atrás,
y se evidenciaba una cierta crisis en
su juego. Era probable que la edad
empezase a hacerse sentir -después
de todo. las energías propias no son
ilimitadas- y, por otro lado, también
podía resentir las consecuencias de n_o
haber participado en los torneos mas
fuertes, pues para mantener la forn1a
necesaria se requiere jugar constante-
mente con jugadores del mismo nivel.
MienLraS que el primer match de Kor-
chnoi con Polugaievsky había revelado
una ascensión creativa sin precedentes
(indudablemente asociada con su
marcha a Occidente, donde se había
convertido en un hombre libre), el
segundo match proclamaba que el
final de la época dorada de su carrera
estaba en puertas.
Las cosas le resultaron también muy
difíciles a Korchnoi en la Final de Can-
didatos con el sobresaliente gran maes-
tro alemán Roben Hübner (Merano,
invierno de 1980-81), uno de los raros
jugadores de elite de la historia que no

sólo ha tenido éxito como ajedrecista
sino también como eminente filólogo,
pues es autor de numerosos trabajos
científicos (por no decir nada de sus
arúculos y comentarios sobre ajedrez).
Muchos jugadores de la vieja gene-
ración recuerdan el formidable sprint
final del joven Hübner en el Torneo ln-
terLOnal de Palma de Mallorca (1970),
su juego firme y maduro en su match
con Petrosian ( 1971) y su inesperada
rendición en dicho encuentro tras seis
tablas y una derrota, a partir de una
buena posición en la 7' partida. Otra
trágica derrota a manos de Peu·osian
la sufrió al final del Intcrzonal de Bici
(1976), lo que le privó de una pla1.a
en el ciclo de Candidatos. Pero en el
siguiente ciclo, el Dr. Hübner alcanzó
la cumbre de su carrera, al compartir el
l" puesto con Petrosian y Portisch en
el lnterzonal de Río dejaneiro (1979),
ganando luego sendos encuentros
frente a Adorján y Portisch, y comenzar
magníficamente su encuentro de la
final con Viktor el Terrible.•.
Ambos contendientes ya se habían
enfrentado en 1973, en un match de
entrenamiento a ocho partidas, gana-
do por Korchnoi no sin dificultades
(4,5-3,5). Pero ahora Hübner tenía 32
ar1os, se encontraba en la plenitud de
sus facultades creativas y jugó con mu-
cha tenacidad y confian1.a en sí mismo.
Después de seis partidas, dominaba en
el marcador (+2 =3-1). En la 7' partida
(una Francesa con 3 tt:ld2), obtuvo un
final claramente superior, con un par
de fuertes alfiles. Korchnoi se defendió
con su arsenal de recursos y en la rea-
nudación, en fuertes apuros de tiem-
po, consiguió igualar. Las tablas eran
ahora inevitables, pero en la jugada 63,
Hübncr, ¡omitió inexplicablemente un
jaque de caballo y perdió una torre l
"Oliendo a sangre", Korchnoi ganó
la 8' partida de forma técnica pero
implacable, y se adelantó por primera
vez en el tanteador: 4,5-3,5. Fue un
claro punto de inflexión psicológico.
La siguiente partida se aplazó en un
final más o menos igualado, y entonces
llegó la 10' partida, que también fue
VtKTOR Et. TERRIBLE
aplazada, pero con evidente ventaja de
Korchnoi.
AJ día siguiente, las agencias de
prensa difundían la sensacional noticia
de que Hübner ¡había renunciado a
reanudar la partida, abandonando el
match! Con todo, el encuentro estaba
programado al mejor de 16 partidas, y
el probable resultado de M no era, en
modo alguno, catastrófico. Pero tras su
trágico error de la torre, Hübner había
perdido la fe en sí mismo ... Comoquie-
ra que fuese y pese a todas las dificul-
tades, Korchnoi ganó su segundo ciclo
de Candidatos consecutivo, algo que
antes sólo habían conseguido Smyslov
y Spassky. Pero convertirse, ademá.~,
en finalista en otros dos ciclos (1968
y 1974), ¡eso no lo había conseguido
nadie!
Fue también allí, en Merano, donde
tuvo lugar el siguiente Karpov-Kor-
chnoi (octubre-noviembre de 1981).
Debía haber empe1.ado antes, pero el
nuevo Presidente de la FIDE, Friorik
Olafsson retrasó el match un mes, "a
fin de asegurar igualdad de condicio-
nes para ambos contendientes", es
decir, para lograr finalmente el permi-
so de que los familiares de Korchnoi
pudiesen dejar la URSS. No sucedió,
pero un año después, en las elecciones
a la pre.~idencia de la FIDE, en el Con-
greso de Lucerna, los países del bloque
soviético no apoyaron a Olafsson, con-
cediéndole sus votos a Campomanes...
Las autoridades soviética~ hicieron
todo lo posible por ayudar a Karpov a
cumplir las palabras pronunciadas de
los mismísimos labios de Brczhnev:
"Has· ganado la corona. ¡Ahora, con-
sérvala!". Este match fue acompañado
por una campaña patriótica sin prece-
dentes. A Karpov se le concedieron los
mejores entrenadores y toda la ayuda
que podía aportarle el aparato estatal.
La aunósfcra de sospecha que rodeó
al combate de Mera no puede juzgarse
por el hecho de que una delegación
soviética -Karpov incluido- llegaron a
la ciudad italiana varias semanas antes
del comienzo, para comprobar el agua,
las condiciones climáticas y el nivel de
155
Gary Kasparov - Mis GENIALES l'Rt:ot:CESORES
ruido y radiación (esto fue revelado a
la prensa por el presidente del comité
organizador).
El público se quedó asombrado
con los diez enormes contenedores
transportados a la sede por el equipo
de Karpov. Fotos de los mismos apa-
recieron en los periódicos italianos
bajo titulares sensacionalistas, como:
"¿El arma secreta de los msos?". Pero
Baturinsky explicó que la experiencia
de los más de tres meses en Baguio se
había tenido en cuenta: "¿Quién sabe
cuánto durará este match? Se necesitan
muchas cosas. Fichas, libros de ajedrez,
informes teóricos, los resultados de
muchos días de trabajo preparatorio...
Esta parte de la carga puede consi-
derarse un arma secreta. También se
necesita material médico, alimenúcio,
equipamiento deporúvo, de modo que
hemos llegado a acumular toda una
tonelada de mercancías".
El duelo resultó no ser tan duro
como el de Baguio. Aunque Korchnoi
se había mantenido en forma, jugando
torneos (aunque no supertorncos) a lo
largo del año, no tenía ya la energía ne-
cesaria para oponerse a su magnífica-
mente preparado joven rival. De nuevo
se jugaba a seis partidas ganada~. y el
comienzo resultó descorazonador para
el aspirante: ¡tres derrotas en cuatro
parúda~! La causa no radicaba en una
supcrprcparación teólica de Karpov en
las aperturas, sino en el deficiente jue-
go de Korchnoi, que no peimiúó tanto
que lo superase como fue él mismo
quien se vio superado. Como pronto
quedaría claro desde el comienzo, su
presión sanguínea y los ojos comenza-
ron a molestarle, con un lagrimeo que
nunca antes Je había sucedido.
Aiios después, Viktor Lrnvich recor-
daba: "En Merano, Karpov 'con sus ca-
maradas' (nada menos que 70 al final
del match) me obligaron a soportar
una pesadilla". Estaba convencido de
que Jos úlúmos logros ele la inteligen-
cia so\iética se habían empicado contra
él. "1'o hay duda de que Ja gente de
!\arpo\· se sentaba en la primera fila y
uúli7.aba instrumentos para estudiar mi
¡s.;
V
condición física: el pulso y demás. Por
otro lado, fui irradiado, bien en Ja sala
de juego o en Ja casa en que me aloja-
ba". Su agregado ele prensa, Emmanuel
Sztein, pensaba también que "en l\lera-
no hubo algo siniestro", y describió en
una en tre\ista cómo se había cruzado
con tres extraños en Ja habitación de su
hotel, revolviendo entre sus papeles, y
cómo uno de ellos proyectó algo en sus
ojos con un atomizador, después de lo
cual perdió Ja consciencia y más tarde
tuvo sciios problemas con la presión
sanguínea y la visión ...
Sí, la policía y la acúvidad de los ser-
vicios especiales de inteligencia fueron
un rasgo carncterísúco de varios en-
cuentros por el campeonato mundial,
comenzando por el match Spassky-Fis-
cher. Sin embargo, no sé nada acerca
de instrumentos secretos ni de irradia-
ción de uno de los contendientes. Por
consiguiente, sólo puedo confim1ar las
palabras de Korchnoi, en el senúdo de
que, durante tales encuentros, ocurre
todo úpo de cosas diabólicas. Y no sólo
porque el sistema nervioso del jugador
experimente un estrés incomparable.
De todos modos, Korchnoi encon-
tró en sí mismo la fuen.a necesaria para
proseguir la lucha, aunque entonces
no estaba claro cómo podría cambiar el
desafortunado curso del match. En la
5ª partida trató sin éxito, durante más
de treinta jugadas, de ganar un final
de torres con cuatro peones contra tres
en un mismo flanco. Por entonces, yo
estaba jugando en Tilburg, y recuerdo
haber comentado sorprendido: "¿Por
qué perder el tiempo si son tablas
muertas?" Pero Pctrosian y Spassky no
cstmieron de acuerdo, y me explicaron
el senúdo de la tácúca de Korchnoi:
al día siguiente de una sesión de apla-
zamiento es muy dificil jugar a ganar,
incluso con blancas...
La 6' partida le trajo al mundo
recuerdos del anterior Korchnoi. Mien-
tras que en la 2' partida, después de 1
e4 e5 2 IL!f3 había respondido con Ja
modesta 2 ... liJc6 3 il.b5 iüf6, y en la 4'
se había desviado con 2 ... 'Llffi, ahora,
cuando no había nada que perder,

decidió renovar el duelo teórico inicia-
do en Baguio, en su favorita Variante
Abierta de la Española. Puede conside-
rarse que fue con esta parúda cuando
comenzó realmente el match, con una
lucha tensa y a ultranza, con debates
criúcos de apertura.
524
A. Karpov-V. Korchnoi
Mrrano 1981
Campeo11ato Mundial, 6" partida
Apertura Española (C82)
1 e4 e5 2 lüf3 lüe6 3 j/_b5 a6 4 il.a4 lüf6
5 0-0 1Llxe4 6 d4 b5 7 Sl.b3 d5 8 dxe5
Ji.e6 9 e3
Esta parúda ejerció tal influencia sobre
el desarrollo de la teoría de aperturns
que los jugadores con blancas, Karpov
incluido, comenzaron a preferir 9
-tlbd2 (partidas núm. 574 y 575).
9 ... .i.e5 1O ILJbd2 0-0 11 il.e2 .llf5 12
~b3 .>'l.g61
En lugar de 12 ... il.g4 (partida núm.
564). Korchnoi adoptó una variante
que había sido estudiada en 1955 por
Geller y su segundo, Bondarevsky,
mientras se preparaba para el match
con Smyslov por el útulo de campeón
de la URSS. A conúnuación, fue plan-
teada por Savon, Yusupov y el propio
Geller.
13 lLifd4
Si 13 a4, entonces 13 ... .llb6 14 axb5
a.xb5 15 .!haS 'lfxaS (Tukmakov-Sarnn,
37º Campeonato de la URSS, :\-!oscú
1969), o bien 14 ILJbd4 ILJxd4 15 ILJxd4
Wd7! 16 il.e3 ILJc5 17 a5 iJ.a7 18 f4
.i.xc2 19 ILJxc2 f6 20 exf6 .!hffi (Van der
Wicl-Korchnoi, Wijk aan Zee 1983),
con igualdad en ambos casos.
13 ••• ~xd4 14 cxd4
Poco se consigue con 14 lüxd4 '/!!'d7!, ya
que después de 15 ILJxc6 'Wxc6 16 .lle3
:.res, tanto 17 f4? ILJxc3! (Korchnoi-
Karl, Campeonato de Sui1.a 1982) co-
VIKTOR El. Tt:RRIBl.E
mo 17 f3? ILJxc3! (Speelman-Timman,
Londres 1989, match, 63) son malas
para las blancas. O bien 15 f4 ILJxd4 16
cxd4 ffi 17 .lle3, y ahora no 17 ... fxe5?1
(Lékó-Korchnoi, León 1994), debido a
18 dxe5, sino 17 ... llad8, con igualdad
(Klovans-Dorfman, Moscú 1981).
14 ••• a515 j/_e3
15 f3 a4!, o bien 15 .lld3 ~bS 16 j/_f4
'l!l'b6! es peor parn las blancas.
15 ..• a41
Antes, esta pos1c10n se consideraba
favorable a las blancas en vista de 15 ...
ILJb4?! 16 j/_bl a4 17 !Lid2! a3 18 '/!!'el!,
con la amenaza bxa3 (Karpov-Savon,
Moscú 1971).
16 ILJcl
Después de 16 ILJd2 a3, es malo jugar
17 ~el? a.xb2, y el peón de d4 está per-
dido. El curso correcto del juego es 17
l::tbl axb2 18 ILJxe4 .llxe4 19 l::txb2 '/!!'d7
(A. Jvanov-Yusupov, Fnmze 1979) 20
.lld3! .ltxd3 21 Wxd3, con presión so-
bre el peón b y a lo largo de la columna
e. Aquí, Korchnoi mantuvo su terreno
con negras ante Hübner (Chicago
1982, Olimpiada de Lucerna 1982) y
Lobron (Paris 1984), pero I<arpov, con
blancas, derrotó a Yusupov en el 50º
Cai.npeonato de la URSS, Moscú 1983.
Sin embargo, desde finales de los
ochenta, los jugadores comenzaron a
responder a 16 ILJd2 con 16 ... ffi! Por
ejemplo: 17 l:k 1 fxe5 18 lüxe4 dxe4
19 d5 ILJe7 20 .i1.c5 l::tl7, con igualdad
(lvanchuk-Grischuk, Rethymnon
2003).
16 •.• a3
Una útil inclusión, tanto para el medio
juego como para el final, donde la
debilidad del peón de a2 resulta espe-
cialmente sensible. La inmediata 16 .. .
f6 conduce tras 17 f3 (17 ILJd3!?) 17 .. .
fxe5 18 [xe4 (18 clxe5? d4! Voitkevich-
Sideif-Zade, URSS 1981) 18 ... J::txn+ 19
'i!Vxn a un juego muy agudo.
17 b3
¡5¡
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
Si 17 J:tbl, entonces 17 ... ffi gana en
fuen.a: 18 f3 fxe5! 19 fxe4 J:txfl+ 20
'Wxll exd4 (Unzicker-Korchnoi, Beer-
sheva 1984), mientras que la tcntaúva
17 bxa3 J:txa3 18 il.b3 /Oc3 19 '1Wd2
b4 20 iüd3 se para con 20 ... .1Lxd3 21
f6'xd3 'i!l'a8!, con igualdad (Nunn-Ma-
rin, Olimpiada de Salónica 1988).
17 ••• f6l
Korchnoi no llegó a este encuentro con
las manos \"acías. Las parúdas Romanis-
hin-Yusupov y Zcshkovsky-Geller (48º
Campeonato de la URSS, Vilnius 1980-
81) siguieron así: 17 ... /Ob4 18 il.b 1 c5
y, en la segunda de ellas, las blancas
lograron una evidente ventaja con 19
dxc5! i0c6 20 li:\c2 1:1fc8 21 f4. En esta
ocasión, las negras atacan el centro
desde el otro sector, sin apresurarse a
ocupar la casilla b4 con su caballo.
18 exf6
"Q~i.z~ esta jugada suponga alguna
om1s1on, pues ahora las negras consi-
guen buen juego en el centro y flanco
de rey" (Gcller). 18 f3 fxe5! 19 fxe4 (19
dxc5? d4!) 19 ... J:txfl+ 20 Wixfl cxd4,
etc., también es desfavorable a las blan-
cas. Pero no mucho antes del match,
en la parúda Aseev-Dorfman (Saratov
1981) se jugó 18 /Od3!? fxe5 19 /Oxe5
lt:lxe5 20 il.xe4 dxe4 21 cl.xe5 J:tc8 22
J:tcl .l'lxe5 23 1l!'xd8+ J:txc18 24 .l'lxc7
J:tcd5, con un final ligeramente info·
rior para las negras. U na defensa altcr-
naúva es 21 ... ffxdl 22 J:tfxdl J:tfd8 23
h3 (es más fuerte 23 J:tdcl !? -Wedbcrg)
23 ... ~.f7 24 J:txcl8+ J:txd8 25 J:tcl l:l.c8,
con igualdad (lvanchuk-Timman, Nov-
gorod 1995).
158
V
18 ... 'ill'xf6 19 iüe2 lt:lb4!
19 ... We7 20 J:tcl lt:lb4 21 .llLbl J:tac8 22
li:\c3 /Oxc3 23 J:txc3 il.xbl 24 't!l'xbl c6
tampoco es malo (Spcelman-Timman,
Londres 1989, match, 4').
20 .llLbl W/e7
U na sólida jugada profiláctica. Las ne-
gras evitan f2-f3 y defienden el caballo
de b4. 20 ... c5!? es prematuro, en vista
de 21 f3 /Og5 (Nunn; 21 ... iüd6 22
.1Lxg6 y dxc5) 22 1ll'd2! /Oc6 23 .bg6
'l!t'xg6 24 dxc5.
Geller pensaba que 20 ... J:tae8 (Libcr-
zon-Stean, Becrshcva 1982) 21 'ill'cl c5
era "mucho más acúvo", y si 22 'D'xa3?.
entonces 22 ... iüd2! Sin embargo, des-
pués de 22 f3!, las posibilidades de las
blancas son, al menos, equivalentes:
22 ... iüd6 23 il.g5 'i!!'f7 24 iüf4 .llLxb 1 23
:lxbl, cte.
21 'lWel
Poco después, Razuvaev recomendó
21 J:tel!?, con idea de f2-f3, pero en la
parúda Short-Timman (Olimpiada de
Erevan 1996), dicha jugada se encon-
tró con la réplica 21 ... li:\xf2! 22 1Lxf2
.áxbl 23 .l'lxbl :lxf21 24 wxf2 :lf8+
25 i0f4!? (evitando las tablas que ~
producirían tras 25 wgl 1ll'e3+ 26 <;f;>hl
iüd3 27 :111 :lxll + 28 'tlt'xll iüf2+ 29
wg 1 /Oh3+) 25 ... J:txf4+ 26 wg l J:tc4 27
'i!fd2 iüd3! 28 J:tfl J:txd4 29 J:tf3 /Of4! 30
'ill'f2 g5 31 J:tc3 J:tc4 y gracias en gran
~arte al fue.rtc peón de a3, las negras
llenen suficiente compensación por la
calidad.
21 ... :lfe8
21 ... J:tae8!? (Gcllcr).
22 iüf4
l..."\S blancas deben jugar con cuicladl>.
Si, por ejemplo, 22 f3?, seguiría 22 ...
/¡Jffi 23 .1Ld2 ILJd3, y si 22 't\l'cl? ILJxf2!
23 wxf2 .llLxbl, con la amenaza ILJd3+.
Las dos opciones son malas para sus
intereses.
22 ... id7

l&H
%31!t'cl?!
Hubner califica con un signo de inle-
rrogación esta "inexplicable" jugada, y
recomienda en su lugar 23 f3. Cierta-
mente, después de 23 ... lllc3 24 1".d2!
(24 'i!fxc3 es más floja, por 24 ... 'W'xe3+
2.5 t!fxe3 llxe3 26 wf2 .l:tae8) 24 ... "t!ff6
2.5 Wf2 lllc6 (25 ... lllxbl 26 1".xb4) 26
..i...xc3 '!Wxf4 27 1".d3, las posibilidades
!On más o menos idénúcas.
Geller, Nunn y Stean sugirieron la "co-
rrecta• 23 llld3 (desembarazándose del
moleslo caballo de b4) aunque después
de 23 ... lllc6!, las posibilidades de las
negras son algo preferibles. Desde el
punto de vista de jugar a conservar el
equilibrio era posible 23 1".xe4 dxe4 24
We2 y lkl.
23 fi'cl es una jugada más ambiciosa.
l..a.s blancas amenazan, tras .!:te 1 y f2-
IJ, controlar la casilla c5 y presionar
sobre la columna c. Pero la respuesta
negra lrastoca cslos planes. Después de
la partida, Karpov admiúó que en sus
preparaúvos y durame la parúda había
wbcstimado los peligros que contenía
la posición blanca.
%3 ••• c5!
;t:na solución radical al problema!
las negras sacrifican un peón, pero
'.le desprenden de su debilidad de c7,
abren la columna e y obtienen un peón
d pasado. ¡Muchas ventajas por un pe-
queño déficit material!
%-1 dxc5
De olro modo, seguiría c5-<:4. Pero si
:!-1 J..xe4?! 'i!fxe4 25 'ill'xc5, entonces
:'5 ... ILJc2, con fuerte comrajuego. Tal
VIKTOR El. TF.RRIBU:
y Geller indicaron la variame 26 l:tacl
.l:tac8! 27 'i!fxb5 lllxe3 28 .!:txc8 l:txc8 29
fxe3 'i!fxe3+ 30 ~hl .!:tel. Las blancas
también tienen un difícil final lras
28 ... lüxfl!? 29 .l:txe8+ ..txe8 30 'Wxd5+
'll!i'xd5 31 lllxd5 ILJd2, de nuevo a causa
del "talón de Aquiles" de a2.
24 ... t!ff6
"Ahora se produce una lucha en lomo
a la casilla d4" (Hübner). Al mismo
úempo, no es fácil para las blancas coor-
dinar las acciones de sus piezas.
25 .lb:e4
Después de la interesante 25 "ti'dl!?,
con idea de 25 ... "i!fxal? 26 Ad4 'l!t'xbl
27 'i!fxbl ll'ld2 28 'ti'l5 lilxfl 29 'fi'g5
1".g6301Llxg6, ganando (Nunn), o bien
25 ... lllc3?! 26 ~d4! ILlxdl 27 1".xf6
gxf6 28 .!:txdl, podría haber seguido Ja
más sencilla, 25 ... .l:tad8!, con suficien-
te contrajuego.
25 ... .l:txe4
Amena1.ando llxf4 y lüd3, además de
d5-d4.
26 llle2?l
"Según Tal, en principio el campeón
del mundo planeaba 26 'l!i'd2, para atar
el caballo de b4 a la defensa de d5, pe-
ro no le gustaba 26 ... '!Wb2, si bien des-
pués de 27 llfdl las negras no tendrían
nada significativo y apenas compensa-
ción por el peón" (Geller).
Sin embargo, después de 27 ... llae8!,
esta compensación es más que suficien-
te: 28 f3 llxe3 29 "t!fxb4 g5 30 1Llh3 lk2
31 "t!fg4 h6, o bien 28 'ff'xb2 axb2 29
l:tab 1 g5 30 llle2 ~h5 31 l:txb2 .be2 32
159
Gary Kasparov - MIS GF.NIAl.t:s PREDECESORES
l:txe2 d4 es desfavorable a las blancas,
mientras que si 28 g3, entonces 28 .. .
li:lc6! 29 'Wxb2 (si 29 lLle2, tanto 29 .. .
b4 como 29 ... li:le5 son buenas) 29 .. .
axb2 30 l:tabl d4 31 Ad2 g5 32 f3 !t4e7
33 lüh3 lüe5 (o bien 33 ... h6 34 l:txb2
il.d5) 34 lüxg5 .>td5, etc. En todas estas
variantes, las blancas están obligadas a
defenderse de la presión enemiga.
26 ••• d4 27 lüg3 l:tee8 28 'Wd2 lt:lc6
28 ... dxe3? 29 fxe3 'ilfh4 30 l:tf4, recu-
perando la pieza.
29 il.g5 'We5 30 l:tacl
Las blancas no quieren desprenderse
de su único triunfo: su peón extra de
c5. Geller indicó la altemaúva 30 llfel
'l!fxc5 31 lt:le4, "devolviendo el peón y
acúvando sus fuerLas", pero después de
31 ... 'Wd5 32 f3 Ag6, la ventaja es de
las negras.
30 ... d3
"Manteniendo la iniciaúva. Ahora 'i!\'b2
y lt:ld4 son posibles amenazas" (Sueún).
Además, las negras no desprecian el
control de la columna e.
31 l:tfdl
Parece mejor 31 l:tfel 'lWb2 (31 ... 'i!\'d5
32 Af4) 32 lt:lf5, pero después de 32 ...
l:txe 1+ 33 J:txe 1 l!e8 34 l:txe8+ il.xe8 35
f3 Ag6 36 li:ld6 lt:ld4!, la debilidad de
las blancas en el flanco de dama les ha-
bría causado numerosos problemas.
31 ... il.g6 32 ~e3 l'le6
Con intención de ... llae8.
33 il.f4 'ill'f6
33 ... ~b2 34 h4!?
34 llel llae8 35 llxe6 llxe6 36 llbl?
En posición difícil, las blancas impiden
la invasión de la dama por b2. "Si 36
l:tdl, entonces es fuerte 36 ... lüd4, con
idea de lt:le(c)2" (Geller). O bien 36 ...
h5!?, que también es bueno en caso de
36 il.e3.
Es probable que la úlúma posibilidad
fuese 36 l'lcl, para, después de 36 ...
:txcl+? 37 'Wxel 'i!i'xf4 38 We6+ wIB
39 'i:'fxc6, explotar la posición abierta
160
V
del rey negro. Por ejemplo: 39 ... 'i!i'd4
40 'i!\'c8+ 'itle7 41 \\1b7+! wffi 42 'i!\'c6+,
y nada se consigue con 42 ... 'ó!<g5, en
vista de 43 'l!ff3! d2?! 44 h4+! wxh4
45 li:lf5+ il.xf5 46 'l!í'xf5 dl'fl+ 47 wh2
(amenazando 48 g3++) 47 ... 'l!fxf2 48
'i!l'xf2+ 'itlg5 49 ti'g3+, con un final de
damas mejor para las blancas.
36 ... h5!
Dado que Karpov se ha defendido en
el flanco de dama, Korchnoi emprende
un ataque en el flanco de rey, amena-
zando con ganar tiempo con h5-h4-h3,
y debilitar seriamente las casillas blan-
cas en la posición enemiga, en parúcu-
lar f3. Tampoco era mala 36 ... lüd4!?
37h3
"Una jugada esencial" (Geller). En
caso ele 37 il.g5 ~d4 38 il.e3 '!!fe5 39
b4 h4 40 lt:lfl h3, la posición blanca es
ciertamente crítica, pero ahora tampo-
co es envidiable.
37 •.• h4
Los habituales apuros de tiempo de
Korchnoi se hacen senúr. Después de
37 ... lt:ld4! 38 il.e3 (38 kg5 lt:le2+! 39
lt:lxe2 l'lxe2, ganando) 38 ... h4! (más
fuene que la recomendación de Hüb-
ner, 38 ... tt:lc2) 39 lüfl lt:lc2+ 40 wh 1
il.e4! 41 li:lh2 'lWe5, las negras habrían
logrado un ataque decisivo.
38 il.g5 \\fd4 39 .lle3
Karpov se defiende desesperadamente,
tratando de confundir a su oponente
y, de algún modo, de consolidar su
posición, ¡y lo cierto es que casi lo con-
sigue!
lt>46

39 ..• '1Wd5?
Con 39 ... 'lWe5! (Nunn) las negras ha-
brían conservado una mayor ventaja.
Por ejemplo: 40 €\fl 'tll'd5 41 f3 lüd4!,
o bien 41 ne 1 .lll.e4, y si 42 f3, entonces
42 ... j¡_xf3! 43 gxf3 lüe5 44 ILJh2 llg6+
451!112 llg3 46 'l!fdl Jhh3 47 llhl g5, y
las blancas no tienen defensa.
40 i¡Jfl?
Un error en justa correspondencia.
·En los apuros de tiempo de su opo-
nente, las blancas realizan mecánica-
mente, una jugada planeada mucho
ames" (Geller). Sin embargo, 40 lüe2!,
amenazando el doble lüf4, les habría
salvado del desastre, incluso, en opi·
nión de muchos comentaristas, con
mejores posibilidades. Aunque después
de 40 ... 'ilff:51 41 illf4 lle8 42 :tell llc18,
las negras habrían conservado una
compensación razonable por el peón:
4.3 ;oxg6 fkxg6 44 "l!fcl (44 .ltf4 lld5)
44 ... '1Wh5, cte.
-40 ••• ii.e4
Las negras logran efectuar su última
jugada para el control, que les concede
an ataque irresistible.
·U .i.f4
Resulta que después de 41 f3, las ne-
ganan con 41 ... ~xf3! 42 gxf3
.gr.is
~e5 43wh1 llg6, o bien 43 lüh2 lüxf3+
-H axf3 'llfxf3 (Nunn) 45 1'Hxd3 'Wg3+
-l6 ~ l::xe3 47 ffd5+ wfB!
ti-· 1i.xg2
La jugada secreta. Las blancas se rin-
áieron en \ista de 42 lüe3 'D'f3 43 lüxg2
(43 ffxcl3 .li.xh3) 43 ... l:te2.
El marcador se situó en 3-1 y la
simación del encuentro se vohió algo
ms complicada: Karpov había "perdi-
0o· con las piezas blancas. En la 8' y
!'i" partidas jugó 1 e4 e5 2 lüf3 lüc6 3
Ü4. y en la 12' 1 c4, pero tocias ellas,
'15 como la 7' y la 11 ', finafüaron en ta-
~ En aquellos días, y a instancias del
Gxnité de Deportes, se reunió urgen-
~nte un grupo de grandes maestros
V!KTOR El. TF.RRIRLF.
en la sede de entrenamiento olímpico
de Novogorsk, en las afueras de Moscú,
día y noche, anali1.anclo va1iantes de
apertura, incluida, por supuesto, la De-
fensa Abierta de la Española.
En la 9' partida, el campeón empleó
una fuerte e inesperada novedad en el
Gambito de Dama y explotó el juego
incierto de su oponente (partida núm.
573). A raíz de esa victoria, el marcador
reflejaba un 4-1 y, por supuesto, pocos
creían que pudiese repetirse la hazaña
de Baguio. Karpov sólo tenía que ganar
dos partidas más y seguía exhibiendo
una notable fuerza de juego (claro que
podían producirse milagros, como en
su primer match conmigo, ¡en el que
iba ganando por 4-0!).
Sin embargo, en la 13' partida sonó
la señal de alamrn para todo el enorme
equipo soviético: ¡Korchnoi se anotó su
segunda \ictoria en muy buen estilo!
525
V. Korchnoi-A. Karpov
Merano 1981
Campeona/o Mrmdia~ 1J• partida
Gambito de Dama (D31)
1 c4 e6 2 ti:lc3 d5 3 d4 ~e7 4 cxd5
Antes de esta partida, en el match sólo
se había jugado 4 lüf3 ll:lf6, y en las
partidas impares (desde la 1' a la 9'),
Korchnoi no obtuvo ninguna ventaja
real después de 5 i.g5 h6 6 Ji.h4 0-0,
mientras que en la 11' no consiguió
nada en una variante que le había
causado muchas dificultades a Karpov
en Baguio: 5 .lfl.f4 0-0 6 c3 c5 (partida
núm. 519).
4 •.• exd5 5 i.f4 c6
En la partida Timman-Karpov (Bugoj-
no 1978). después de 5 ... lüf6 6 e3 0-0
7 'Wc2 c6 8 .ltc13 lk8 9 ti:lf3 li:lbcl7 10
0-0-0 IOIB 11 h3, y tras haber obtenido
una versión favorable de la fonnación
Carlsbad, las blancas fueron las prime-
ras en iniciar un ataque al rey.
161
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES rREDt:cESORES
6 e3 il.f5
Es más sólido 6 ... il.d6, pero también
más pasivo: 7 11.xd6 (difícilmente pue-
de ser mejor 7 .li.g3, Botvinnik-Kuraji-
ca, Belgrado 1969) 7 ... 1!fxd6 8 .i.d3,
con una ve1n.-tja mínima de las blancas
(Gligoric-Portisch, Palma de Mallorca
1967).
7 g4!?
Siguiendo los pasos de Botvinnik,
quien jugó así con éxito en su match
con Petrosian (1963). Es interesante
observar que en la complicada posición
resultante, Korchnoi también logra su-
perar en toda la línea a su formidable
rival.
7 ... 11.e6
7 ... 11.g6 8 h4!
8h3
La continuación más aguda 8 h4 ILJd7
(8 ... .li.xh4?! !J '!1fb3!) 9 h5 W'b6 (Bo-
tvinnik-Spa-;sky, Leiden 1970), ya ha
siclo descrita en el volumen lI (partida
núm. 219), mientras que 9 ... tt:lh6!?
(Kasparov-Karpov, Moscú 1985, 21•
partida del match) se analizará en deta-
lle en el volumen 11 de la serie Kasparou
anafüa el ajedrez moderno.
8 •.. tt:lf6
No está claro qué puede tener de malo
este tranquilo desarrollo del caballo,
pero al mismo tiempo las negra<; a me-
nudo han experimentado dificultades y
muchas partidas han terminado de ma-
la manera para ellas. 8 ... il.d6 9 ILJge2
tt:le7 1O W'b3 también se considera
favorable a las blancas (Korchnoi-SpaY.
sky, Kiev 1968, match, 2"). Por consi-
¡,ri.1iente, hoy en día se prefiere iniciar
un inmediato contrajuego en el flanco
de rey: 8 ... tt:ld7 9 11.d3 g5! 1O .li.g3 h5
11 f3 ( 11 gxh5 tt:lgffi) 11 ... 'f!l'b6 12 .l:tb 1
c5 13 wn hxg4 14 fxg4 ILJh6 15 wg2 f5
16 '+!i'f3 fxg4 17 hxg4 lt:\f6, con igualdad
(Rustemov-Vallejo, Dos Hermanas
2003), o bien 11 ... lt:\gf6 12 :th2 tt:lb6
y .itd6. con buen juego de las negrdS
(Krush-Brnzón, Buenos Aires 2003).
162
V
9 .li.d3 c5 10 ILJf3 0-0 11 wfll
Uno ele esos raros casos en que el enro-
que artificial es más apropiado.
11 .•• tt:lc6 12 ~g2 l:.c8
Las negras no igualan del tocio con
12 ... cxd4 13 ILJxd4 ILJxd4 (o bien 13 ...
11.cl6 14 il.xd6 'Wxcl6 15 tt:lce2 .l:tfe8
16 l'lcl 11.cl7 17 11.h 1!, Geller-Spassky,
Moscú 1967) 14 exd4, como en la 14•
partida del match Botvinnik-Petrosian
(partida núm. 219).
13%1.cl
13 clxc5 .li.xc5 (Bronstein-Kuijpers,
Amsterdam 1968) es algo prematuro,
ya que las negras disponen de la ame-
naza d5-d4.
16-17
13 ..• l'le8?
Es difícil ele creer que una jugada tan
natural sea mala. Korchnoi, Keene
y otros muchos comentaristas reco-
mendaron 13 ... a6. Desde luego, en
caso ele 14 clxc5 ya no es efcctiv-.i, por
14 ... 11.xc5 15 ILJb5 ILJb4!, o bien 15
a3 d4, con igualdad. Karpov decidió
mantener la tensión, planteando un
problema relativamente nuevo a Kor-
chnoi, pero que éste resuelve de forma
impecable.
14 dxc5! il.xc5 15 tt:lb5
Las blancas ocupan la casilla d4 con
ganancia ele tiempo y logran una du-
radern ventaja, gracias a su control del
centro, superioridad espacial y mayor

acthidad de piezas, en particular de los
aU1les que ocupan las diagonales clave.
Se diría que una posición como ésta
con un peón d aislado es conveniente
para las negras, dado que el rey blanco
está expuesto. Pero aquí el peón de g4
no es tanto una debilidad, como un
peón que ocupa un puesto avanzado
que restringe la movilidad de las pie-
zas enemigas y crea la amenaza g4-g5.
Además, las blancas también tienen
peligrosas amenazas en el flanco de
dama, donde sus piezas están muchos
mejor dispuestas para la acción. Curio-
samente, las negras están obligadas a
resolver problemas difíciles y desagra·
dables, pues no úenen ni sombra de
contrajuego.
15 ... $._f8
15 ... "!Wb6? 16 Jl.c7, y ganan, mientras
que en caso de 15 ... W/e7, entonces es
bueno 16 ILJg5.
16 ILJfd4!
"Karpov sólo esperaba 16 /Obd4 y en es-
te momento, cosa poco habitual en él,
se sumió en una reflexión de 35 minu-
tos" (Keene). Ahora, las negras deben
tener continuamente en cuenta el posi-
ble cambio li:lxe6 que, si bien les libera
de su peón central aislado, también les
crea nue\-as debilidades y refuera la
;;unenaza g1-g5, seguido de W/h5 y un
2.1:aque tremendamente fuerte al rey.
16 •.• 1Llxd4
Sería un error 16 ... "Wd7? por 17 /Oxe6
:Xe6 18 il..15 (ó 17 ... lxe6 18 g5). "Se-
gún el campeón, descartó lajugada que
Ieni.a prevista 16 ... tt'b6 debido a 17
llb3 i2ia5 18 'fl!'a4 Ad7 19 il..15, con un
~tajoso cambio de alfiles~ (Geller).
Sin embargo, después de 19 ... $..x15 20
.t..xf5 lk4 21 l:!xc4 lllxc4 22 b3 /Ob2 23
Wd4 "i!!'xb5 24 'Cli'xb2, tal vcnt.1ja sería
!igera. Tal y Geller paraban 17 W'b3 con
i7 ... ii:lxd4 18 ILJxd4 (18 exd4 l:!c4!)
18 ... '!1Hxb3, pensando que después de
19 i2ixb3 las blancas sólo tenían una
>entaja mínima.
V1KTOR Et. TERRIRLE
Sin embargo, en caso de 16 ... W/b6,
Korchnoi habría jugado 17 /Oxc6!, que
también era mucho más prometedor.
Por ejemplo: 17 ... l:!xc6 18 /0d4 l:!ce8
19 'i!fb3!, y los alfiles blancos dominan
el tablero. Las negras deberán afronmr
un difícil final, o bien 17 ... fxe6 18 g5
llld7 (si 18 ... /Oe4, entonces es fuerte
19 ILJc3! /Oxc3? 20 Jl.xh7+, o bien 19 ...
l:tcd8 20 'Wg4) 19 'ill'h5 g6 20 .bg6
hxg6 21 'fli'xg6+ wh8 (21 ... .ill.g7?! 22
ILJd6!, etc.) 22 /Oc7 .l:tc7 23 lllxe6 'ill'b4
(más flojo es 23 ... 'i!l'xb2 por 24 Jl.d6!
.tth7 25 .ttc2) 24 /0d4 (jugada de Korch-
noi; 24 :thdl!?), con un fuerte ataque.
No era mejor 16 ... W/a5. Por ejemplo:
17 a3 lllxd4 18 ILJxd4 .l:txcl 19 'l!í'xcl
.l:tc8 20 1\fbl .ill.d7 21 ::!el, y las negras
están condenadas a una defensa pasiva,
o de nuevo la cnérbrica 17 lllxe6!? fxc6
18 g5 ILJd7?! (después de 18 ... ILJc4, son
buenas tanto 19 .ltxe4 dxe4 20 Wb3, co-
mo 19 lllc3) 19 W'h5! g6 20 Jl.xg6 hxg6
21 'Wxg6+ c;!;>h8 22 llld61 (si 22 /Oc7 l:c7
23 /Oxc6, entonces 23 ... .ttce8!) 22 ...
il..xd6 23 St.xd6 d4 (23 ... 'Wd8 24 l':thdl,
o bien 23 ... Wa4 24 b4 no es mejor
para las negras) 24 '+ll'h6+ '.t>g8 25 g6
'1'1fd5+ 26 f3 ILJf6 27 .l:tc5! 'tli'xa2 (27 ...
'ft'xd6 28 l':th5) 28 .tth5 W'xb2+ 29 wg3
li:lxh5+ 30 'lWxh5 l'k7! 31 .ill.xc7 l'le7 32
il..d6 l:!g7 33 .lt.IB!!, y ganan.
17 l'lxe8 'l:lfxcS
Si 17 ... .ill.xc8, ele nuevo es bueno 18
cxd4, y si entonces 18 ... 'l:lfa5 19 a3,
con idea ele iJ.c7 y b2-b4 (Korchnoi), ó
18 ... 'i:!l'b6 19 'iWb3, ó 18 ... 1Lle4 19 'f'#c2
o, por úlúmo, 18 ... a6 19 lllc7 l':tc7 20
'Wc2, con desagradable presión que re-
sulta difícil neutrali1.ar: 20 ... l:!d7?! 21
l':tc 1 il..d6 22 ILJc6 fxe6 23 il..xd6 l':txd6
24 'l!l'xc8 (Korchnoi), o bien 20 ... h5 21
f3. En todas estas variantes, la diferen-
cia de actividad entre las pic1.as blancas
y negras es evidente.
18 exd4!
Qui1.á Karpov esperase la "tradicional"
18 ILJxd4.
163
Gary Kasparov - Mis Gf.NIAl.ES PREDECf.SORf.S
1648
18 ••• 't&'d7
Si 18 ... a6, Korchnoi indicó 19 i!:ld6,
logrando la pareja de alfiles, pero tam-
bién es bueno 19 l!:lc7 l::te7 20 't&'c2. Si
18 ... '!Wd8, entonces 19 'ffb3, mien1ras
que las negras también afrontan una
dura prueba en el final después de
18 ... l:te7 19 lüxa7 '!Wa8 20 ltJb5 Wxa2
21 'l:'fal! 'ffb3 22 'l!!l'a3 ffxa3 23 bxa3.
19 l!:lc7
Muchos sefialaron la tentadora alter-
nativa 19 ILJxa7!? l::ta8 20 l!:lb5 l::txa2 21
'i!i'b3, y después de que la torre mueva,
lilc7 ó lkl.
19 •.• ltc8
Si 19 ... l::td8, con idea de 20 ILJxe6
Wxe6, entonces 20 l:tel! y i!:lxe6, y las
negras de todos modos quedan con un
peón débil en e6.
20 ILJxe6 fxe6
20 ... 1lfxe6? 21 il.15.
21 l:el a6?
La opinión general era que esta jugada
constituía una seria pérdida de tiempo,
aunque es difícil ya dar un buen conse-
jo a las negras. Después, por ejemplo,
de 21 ... Ad6 (Korchnoi), lo más sen-
cillo es 22 't!l'f3, y si 21 ... 't!l'f7, con la
esperanza de 22 g5?! l!:lh5 y li:lf4+, con
contrajuego sobre las casillas negras
(Tal, Geller), entonces 22 We2!
Karpov subestimó claramente las con-
secuencias del cambio en e6 y percibió
demasiado tarde el peligro de su posi-
164
V
ción. Pensaba en términos generales
acerca de posiciones con peón d ais-
lado (inferiores para las negras, pero
defendibles), mientras que Korchnoi
explotó las características concretas
de la posición. Los problemas a que
se enfrentaban las negras resultaron
mucho más importames de lo que a
primera vista parecía y que, además,
comenzaron a agrandarse como una
bola de nieve.
22g5
Iniciando un ataque decisivo.
22 .•. lüe4
Después de la pasiva 22 ... lüe8 23 'l!fg4
l:tc6 24 h4 (Korchnoi), las negras su-
cumben asfixiadas. "Por consiguiente,
Karpov agudi1.a el juego y su idea resul-
ta justificada" (Geller).
23Wg4!
En caso de 23 il.xe4 dxe4 24 l:txe4 'iWd5
(Keene), el juego se habría activado un
talllo, aunque después de 25 '!We2!, las
blanca~ seguiñan conservando ventaja
(25 ... fHxa2 26 l:txe6). Pero ahora, por
extraño que parezca, las negras no tie-
nen una defensa satisfactoria.
23 •.• il.b4 24 l:!e2 :lf8
24 ... l:!e8? 25 f3 i!:ld6 26 a3 ..ta5 27
Axd6 Wxd6 28 il.xh7+!
25 f3!
Esto es más efectivo que 25 .txe4 dxe4
26 Ag3 y 'i'fxe4 (Korchnoi).
25 ••• 'l!!l'f7
Una tentativa desesperada por crear
contrajuego en la columna f. Si 25 ...
ILJd6, las blancas habñan ganado con
26 a3 .lta5 27 Axd6 't'fxd6 28 'Wh5! g6
29 il.xg6 hxg6 30 'IS'xg6+ Wh8 31 \\\l'h6+
Wg832 l:txe6.
26 Ae51 i!:ld2
Un momento crucial.

1649
27a3
Geller asignó a esta jugada dos signos
de interrogación, y luego Tal declaró
que 27 f4 habría dado a las blancas
una ven taja decisiva. Pero su variante
27 ... lLJe4 28 l:txe4?! dxe4 29 il..c4 l:te8
30 f5 no es convincenLe debido a 30 ...
e3~. con juego agudo. La prosaica 28
a3 Ji.e 7 29 il.xc4 dxe4 30 l:l.xe4 parece
mejor. La continuación 27 ... ii:lc4 28
g6 "l!fd7 29 gxh7+ @h8 no es del Lodo
clara, aunque, por supuesto, las blancas
tienen una gran ventaja. Sin embargo,
~ como veremos, 27 a3 ¡gana forzosa-
mente!
%7 ••• lLJxf3 28 g6?
l'najugada impulsiva que echa portie-
rra la victoria. Aún era peor 28 axb4?,
por 28 ... ILJel+ 29 l:xel "llff2+ 30 whl
Wxel+ 31 \lll'gl 'f:!'d2. "Pero la inteli-
gente Len tativa de las negras habría
resultado insuficiente de haber jugado
bs blancas 28 il.g3!, con las amena1.as
axb4 y i:tf2" (Tal). Ahora, 28 ... :k.e7
29 :f2, ó 28 ... :k.el 29 .llxel ILJxel+
.50 .i...xe 1 es malo para las negras; sin
c=bargo si 28 ... ILJh4+l?, hay dos res-
puestas consistentes:
1¡ 29 wh2 ILJ13+ 30 w1i1 il.d2 (30 ...
.i.e7 31 i:tf2, o bien 30 ... ii:lh4 31
ilh7+! wxh7 32 '!1ixh4+ wgB 33 i:tf2
tlmpoco serviría: Korchnoi) 31 g6
(esto parece más sencillo que 31 J:tf2)
31 ... hxg6 32 ltf2 it.e3 33 lm il.xd4 34
.i.d6, ganando.
~,29 "ti'xh4 l!ff3+ 30 wh2 ~xd3 31
Wg4! :ii..e7 (no 31 ... il.d2 32 'Wxe6+
;hS 33 .1d6 l:tg8 34 J:tf'2l, con la ame-
VIKTOR EL TERRIBl.E
naza \lll'xgB) 32 'lWxe6+ J:tf7 33 J:tf2 '@'g6
34 \lll'xd5 wIB 35 i:txf7+ 'f!!'xf7 36 'iWxb7
il..xg5 37 .11.d6+ 1Pe8 38 \lll'c8+ .11.d8 39
'iWc6+ 'D'd7 40 'llfxa6, y la victoria es sólo
cuestión de tiempo para las blancas.
28 ••• hxg6
Esto salva a las negras. Sin embargo,
después de 28 ... ii:lel+!? (que nadie
mencionó) 29 wh2 We7! (29 ... ILJ13+?
30 ~hl hxg6 31 il..xg6 y ganan) 30
gxh7+ '>t>hB, uno de los alfiles blancos
se cambia y la posición sigue sin estar
clara: 31 il..g6 t013+ 32 wh 1 ILJxe5 33
dxe5 il.c5, etc.
29 il..g3
29 il..xg6? no es posible debido a 29 ...
ILlh4+. También es flojo 29 axb4?!,
por 29 ... ILle 1+ 30 l:txe 1 'fff2+ 31 @h 1
\lll'xcl+, etc.
1650
29 •.• il.e7?
El error fatal. Después de 29 ... ILle 1+?
30 l:txe 1 iJ..xe 1 31 ..lil.xe 1, los dos alfiles
habrían decidido la lucha a favor de
las blancas. Sin embargo, y como to-
cios los comentaristas señalaron, des-
pués de 29 ... lLJh4+! 30 ~h2 lLJ13+ 31
~h 1, el paradójico regreso 31 ... ILJh4!!
habría forzado las tablas: 32 J:tf2? ILlf5 •
32 l:tc2? "llff3+! ó 32 ~xh4? 'fffl +! son
todas malas para las blancas, mientras
que si 32 'fixh4 (32 ~h2 lLJl3+), puede
seguir tanto 32 ... 'Wf3+ 33 l:l.g2 \lll'xd3
34 axb4 J:tfl+ 35 J:lgl (35 wh2 't!fdl)
35 ... iWf3+ 36 wh2 -Wc2+ 37 .l:!g2 \lll'dl,
con tablas (Korchnoi), como 32 ...
j(,e7!? 33 'l!l'g4 'l!ff3+, recuperando la
pieza con igualdad.
165
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
30 l:tf2
Ahora las negras sufren grandes pér-
didas de material y el aspirante pronto
obtiene un final técnicamente ganado.
30 ..• lt:lel+ 31 whl '+lfxf2
No 31 ... lt:lf3? 32 .1&.xg6 "i!fffi 33 'lifh5.
32 .llxf2 lt:lxd3 33 ffxe6+ l:!.17 34 il.g3
IOxb2 35 \Wxd5 ii.í6
35 ... b5 (Korchnoi) era algo más tenaz,
pero también en ese caso las negras
quedarían perdidas con 36 'i:!fa8+ y
'i:!fxa6.
36 _¡¡d6
"La amenaza ~e6 y 'i:!fe8+ fuena el
avance de ambos peones g y, a conti-
nuación, la creación de una conocida
fortale1.a de tablas resulta imposible"
(Geller).
36 ••• g537'lWb3
Gana el caballo. También habría gana-
do 37 'i:!fe4 g6 38 'lifxg6+ JJ.g7 39 .lle5:
Korchnoi).
37 .•• .llxd4 38 'ilte6 g6 39 tt'eS+ wg7 40
$.e5+ he5 41 1!i'xe5+ \l<h7 42 ffxb2
Esta úlúma fue la jugada secreta. Las
negras se rindieron sin reanudar la
parúda.
El tanteador se situó en 4-2. Las au-
toridades soviéticas decidieron que la
situación del match se estaba volviendo
peliaguda y declararon una moviliza-
ción general. Incluso yo, un joven de
18 aiios, fui convocado por el Presiden-
te del KGB en Azerbaiján, quien me
comunicó una peúción de Moscú: ¡ern
preciso hallar algunas nuevas ideas para
las blancas en la Variante Abierta de la
Apertura Española! Con ese mismo ob-
jeúvo, el líder del ajedrez en el Comité
de Deportes, gran maestro Krogius, te-
lefoneó a Bakú. Se me dijo que era mi
deber patriótico, que el "m1idor" debía
ser aplastado a cualquier precio. Al no
tener el menor deseo de m1bajar para
Karpm·. respondí que no veía la necesi-
dad de tal asistencia, pues tal y como es-
taban las cosas, Korchnoi iba a perder.
166
V
Pero ellos insisúeron y sugirieron que
"volviese a pensármelo".
Recuerdo que lo consulté con Bo-
tvinnik, y éste me dijo que Karpov po-
dría y debería ser ayudado, pero a con-
dición de que no fuese por delante en
el match. Afortunadamente para mí,
mientras "me lo pensaba", ou·os ayuda-
ron al campeón soviéúco y, al romper
la Defensa Abierta en dos partidas, la
14' y la 18' (partidas núm. 574 y 575),
Karpov ganó claramente el match, por
6-2. No obstante, como descubrí más
tarde, Karpov había telefoneado a Kro-
gius para preguntarle si Kasparov había
enviado algo desde Bakú: quería saber
qué pensaba su potencial oponente ...
Korchnoi dejó el campo de batalla
con el corazón compungido: "Soporté
Moscú, soporté Baguio, pero no pude
soportar el desenlace de Merano. En
consecuencia, me juré a mí mismo no
volver a jugar nunca otro match con
Karpov", diría diez ai1os más tarde. "Al
no desear volver a pasar por lo que
pasé en Merano, de ser un profesional
tuve gradualmente que reajustarme y
convertim1e en un aficionado. Ahora
no tengo ambiciones. Sólo quiero jugar
un ajedrez interesante, y esto lo estoy
consiguiendo".
Adiós al sueño
En 1982, Korchnoi jugó cinco tor-
neos y ganó tres de ellos pero, debido
al boicot soviético, de nuevo se vio
obligado a perderse los acontecimien-
tos más importantes del año; Hastings,
Wijk aan Zee, Mar del Plata, Sarnjevo,
Dortmund, Londres, Bugojno, Turín,
Tilburg...
En el otoño, Viktor Lvovich encabe-
zó el equipo suizo en la Olimpiada de
Lucerna, y en la 10' ronda me enfren-
té, por primera vez, con él mano a ma-
no. En general, yo estaba jugando en
el segundo tablero, pero el campeón
del mundo evitó diplomáticamente
un encuentro con su implacable rival,
pues de hacerlo habría tenido negras
y, por lo visto, no consideraba necesa-
rio correr un riesgo. Además, era una

oportunidad propicia para "enfrentar-
me" a Korchnoi y ver qué resultaba de
la confrontación.
Se prod1tjo una batalla muy intensa
en la Benoni Moderna.Jugué de forma
muy arriesgada, pero al final, u·as sal-
.-ajes complicaciones y mutuos errores
en apuros de tiempo, logré ganar. Esta
lucha será comentada de nuevo en el
libro con mis partidas selectas.
Por cierto, antes del comienzo de
la partida, desdeñando la prohibición
oficial, realicé un acercamiento a mi
oponente para estrechar la mano co-
mo prescriben los reglamentos. Pero
Korchnoi rehusó, tal vez recordando,
como creía inicialmente yo, su amarga
experiencia de B,aguio y Merano, don-
de esa parte del rito estaba fuera de
cuestión. Pero más tarde resultó que
en Lucerna los tres famosos disidentes
(\íktor Korchnoi -Suiza-, Lev Alburt -
EEUU- e Igor lvanov -Canadá) habían
acordado entre ellos no estrecharme la
mano antes de la partida, ¡para evitar
ponerme en una situación incómoda!
En la Olimpiada anterior (Malta 1980),
Karpov había ignorado la mano ten-
dida de Alburt, y la foto del momento
había sido publicada por toda la prensa
occidental...
Korchnoi concluyó aquel año con
un pequeño match de entrenamiento
con Timman: 3-3 (+1 =4 -1). Al co-
mienzo de 1983, también jugó en Wijk
aan Zee, donde luchó a ultran7.a, pero
obtuvo su peor resultado durante mu-
chos años: +5 =2 -6. No obstante, jugó
en su match de cuartos de final con
Portisch (Bad Kissingen, primavera de
1983) como en sus mejores tiempos.
El comienzo de este match se pa-
reció al desastre de Polugaievsky en
E\ian (1977). En la primera partida,
Korchnoi eligió una rara variante de la
Apertura Inglesa, y aunque las negras
lograron un buenjuego (partida núm.
368), Portisch consumió casi todo su
tiempo de reflexión y no supo hallar el
camino hacia la igualdad en un final de
torres. En la 2' partida, logró un típico
final "anti-Grünfeld", favorable a las
blancas, pero con su imprecisa jugada
V1KTOR EL TF..RKllH.F..
36 dejó escapar sus posibilidades de
triunfo. Es probable que el fardo que
supusieron estos errores afectase a Por-
tisch en la 3' partida, que resultó ser la
culminación del encuentro.
526
V. Korchnoi-L. Portisch
Bad Kissingrm 1983 .
1Watr/1 tú úmdidatos, 3" partida
Apertura Inglesa (A33)
1 c4 c5 2 ILJf3 ttlc6 3 ttlc3 iLJf6 4 d4 cxd4
5 /0xd4 e6
Este conocido esquema de apertura se
ha producido unas 50 veces en las par-
tidas de Korchnoi.
6 ILJdb5
Viktor Lvovich comenzó jugando 6
Ag5. Luego empicó 6 g3 en su en-
cuentro con Spassky ( 1977-78) y contrn
Karpov (1988). También ensayó 6 j¡,f4
d5 (6 ... il.b4 7 ILJdb5) 7 cxd5 ttlxd5 8
ILJxc6 bxc6 9 ~d2, pero al final conce-
dió prioridad a 6 a3, con la cual ganó
dos importantes partidas frente Sax
(Wijk aan Zee 1991) y Ponomariov
(Donctsk 2001).
Ciertamente, 6 a3!? permite conservar
sobre el tablero el máximo número de
piezas, evitando largas líneas fon.arlas.
También yo utilicé con éxito esta juga-
da contra Van Wely (Moscú 2004).
6 ... d5!
En el match de Candidatos Korch-
noi-Polugaievsky ( 1980) se jugó 6 ...
il.b4 7 .llf4 0-0, seguido de 8 JJ..c7 'Wle7 9
.1d6 il.xd6 10 'Wxd6 (l' y 5' partidas),
o bien 8 il.d6 .bd6 9 ILJxd6 ( 7', 9' y
13' partidas). Al controlar la casilla d6,
las blancas obtienen una leve pero du-
radera ventaja, como confirmaron las
victorias de Korchnoi sobre Andersson
Qohannesburgo 1981) y Y. Grünfeld
(Lucerna 1982).
7 Af4!
167
Car)' Kasparo\• - Mis GENIALES PRF.Dt:Cf.SORES
En caso de 7 cxd5 fllxd5 8 fllxd5 (8
e4 ll:lxc3 9 'lffxd8+ wxd8 1o fllxc3 il.c5
es una posición igualada) 8 ... exd5 9
'fi'xd5 il.b4+ 10 Ad2 ~e6 11 f9xd8+
:xd8, ó 10 ... 'lffe7 (Suba-Portisch,
Olimpiada de Salónica 1984; Ljubo-
je,·ic-Topalov, Montecarlo a la ciega
1999), las negras tienen excelente com-
pensación por el peón sacrificado.
7 •.• e5 8 cxd5 exf4 9 dxc6 bxc6 10
'lffxd8+ Wxd8
V na variante por entonces popular.
1651
"He consagrado muchos días y noches
al análisis de esta posición", escribe
Korchnoi. "Bien trabajando en solitario
o con diversos ayudantes -como Stean,
Vclimiro\'ic y Gutman-, he pasado al
menos unas 80 horas de trabajo tratan-
do de refutar la opinión de la teoña de
que las posibilidades son aproximada-
mente iguales. A primera vista, las cosas
parecen feas para las negras. Su rey se
halla en el centro, y los peones del flan-
co de dama son débiles. Pero resulta
que las blancas tienen problemas con
el desarrollo de su flanco de rey, mien-
tras que las negras pueden desarrollar
libremente sus fuerzas, al tiempo que
crean amenazas en el flanco de dama y
el centro. Lo primero que se nos viene
a la mente de un simple vistazo es 11
0-0-0+, pero después de 11 ... il.d7, la
amenaza iLJg4 es muy desagradable. Así
pues, según la teoña, la única jugada
sensible para las blancas es 11 J:td 1+,
pero... ¡las 80 horas de análisis casero
no me con\'encieron de la fuerza de
estajugada teórica! Tras pensar ante el
168
V
tablero durante 20 minutos, jugué de
otro modo".
11 flld4!?
Para Portisch, que reverencia los cáno-
nes teóricos, ¡ésta fue una desagradable
sorpresa! La blancas cambian abrupta-
mente la dirección del juego: el caba-
llo, que nonnalmente apunta a d6, ata-
ca ahora el peón de c6, y la torre, que
ha pennanecido en a 1, está dispuesta a
apoyar el ataque desde el.
La decisión de Korchnoi también es
interesante desde el punto de vista
psicológico, pues es bien sabido que
Portisch a menudo se aturdía cuando
la situación del tablero sufña un cam-
bio dr.ístico. En general, éste es un pro-
blema para la mayoría de los jugadores
que consagran mucho tiempo al estu-
dio de aperturas, pues se sienten muy a
gusto en los esquemas conocidos, pero
comienzan a resbalaren posiciones que
no les resultan familiares. Korchnoi
percibió perfectamente los momentos
en que podía desviarse ventajosamente
de la teoría. Una novedad así, aunque
objetivamente no fuese muy fuerte,
ejercía el máximo efecto psicológico.
La habilidad para modificar el carácter
del juego, en funcicín de los rasgos in-
dividuales de su oponente, siempre fue
uno de sus puntos fuertes.
Por cierto· que en el mismo match,
Korchnoi volvió más tarde a la línea
habitual: 11 J:tdl+ ~d7 12 iLJd6, y en
lugar de la pasiva 12 ... we7?! 13 g3!
(Polugaievsky-Gligoric, Bugojno 1982)
o la arriesgada 12 ... l:l.b8?! 13 iLJxf7+
(Andersson-Timman, Bugojno 1982),
en la quinta partida siguió 12 ... ~c7 13
éilxf7 i::tg8 14 éile5 (14 g3 l:1b8!, Ander-
sson-Tal, Malmo 1983, match 2') 14 ...
l:tb8, con muy buen juego por el peón,
y en la 7', 12 ... Axd6 13 l:txd6 l:tb8! 14
b3 ( 14 :td2 l:te8 15 g3 f3, con igualdad,
Karpov-Polugaicvsky, Londres 1984; H.
Olafsson-Portisch, Nueva York 1984)
14 ... l:tb4 15 g3 we7 16 l:td2 c5, con
igualdad (16 ... h5!? Kiril Georgiev-To-
palov, Sarajevo 2000).
ll ... <J;;c7

l:n.a jugada de aspecto natural, pero
los analistas consideraban que la po-
sK:ión del rey en la columna e es peli-
grosa (debido al recurso lle 1), y desde
=tonces las negras comenzaron a
jugar 11 ... .il.d7 (como Timman y Polu-
g.iie"\'Sky contra Andersson, en Tilburg
1983), ó 11 ... .il.b7 (como De Firmian
.- Karpov contra Salov, en Arnsterdam
1996 y Dos Hermanas 1997).
Así, en conjunto la variante con 6 ...
d5! ha superado con éxito la prueba
de resistencia. Pero la brillante victoria
psicológica de Korc11'11oi sigue siendo
Wl3 de las obras maestras de la historia
del ajedrez.
12 g3 i.c5?!
Esto refuerLa las amena7.as tácticas de
hs blancas sobre la columna c. Era más
~ro 12 ... il.b4, "seguido de j/,xc3
para bloquear esta columna" (Korch-
aoi), y si 13 lkl, entonces 13 ... l:td8!
Pero aún era mejor 12 ... .l:tb8!, y puesto
que las blancas no pueden jugar 13
0-0-0 ni 13 lüb3, Korchnoi recomen-
daba "la continuación más aguda 13
..i.g2 !!.xb2 14 l:tcl, seguido de 0-0, con
compensación por el peón entregado".
Sin embargo, en mi opinión, después
de 14 ... fxg3 15 hxg3 (15 lücb5+? wb6)
!5 ... c5 16 lüa4 ( 16 lüdb5+? wb8) 16 ...
:xa2 17 lüxc5 .llxc5 18 l:txc5+ wd6 19
:C6+ we7, o bien 19 l:tg5 l:tg8 20 l:th4
h6. está claro que la compensación es
inadecuada.
13 !el!
Es posible que Portisch esperase 13
'<:b3 i.b4, con igualdad.
13 ... fxg3
Esto elimina la amenaza gxf4, pero por
oua parte abre la columna para la torre
de hl. Korchnoi considera otras dos
posibilidades:
l 1 13 ... lüg4 "amenazando apoderar-
se de la iniciaúva con ... lLJxf2". Sin
embargo, si 14 .llg2, las negras deben
¡ugar 14 ... llb8!, ya que 14 ... lüxf2? no
da resultado debido a 15 <'llcb5+! Pero
Aürchnoi planeaba el gambito 14 b4!?
VIKTOR E1. TERRIBLE
il.xb4 15 Ag2 y 0-0, con posibilidades
algo mejores para las blancas.
2) 13 ... l:tb8 (adueñándose de la ca-
silla b5 y amena7.ando ~xd4) 14 llJb3
.l:txb3!? 15 axb4 llJg4.
1652
Diagrama de análisis
Ante el tablero, las blancas pensaban
jugar 16 llJd5+ wd6 17 l:txc5 Wxc5 18
lLlxf4 wb4 19 llJd3+ wxb3 20 wd2! .!:td8
21 wcl, "con alguna ventaja", aunque
la posición probablemente sea tablas.
Más tarde, en su análisis casero, Kor-
chnoi descubrió que "después ele 17
J:txc5, las negra~ pueden interponer la
inesperada 17 ... fxg3!!, amenazando
llJxf2 y luego gxh2, para ganar la otra
torre", y llegó a la conclusión de que
"la variante que había previsto ante
el tablero no habría dado resultado".
18 hxg~?! wxc5 es, ciertamente, flojo,
pero es mejor mantener la ventaja de
la calidad, con 18 l:ta5!, y las negras se
enfrentan a una lucha por las tablas
después de 18 ... gxf2+ 19 wd2 cxd5
20 il.g2 .lle6 21 h3, o de 18 ... llJxf2 19
.il.g2 lLlxh 1 20 lüe3 lLJf2 21 hxg3 lLlg4
22 llJc4+ we6 23 ~xc6 a6, o bien 20 ...
íi.e6 21 .bhl gxh2.
La alternaúva es 16 .il.g2 .ltxf2+ 17 wn'
y "las negras no tienen una retirada
satisfactoria par.a su alfil en vista del
jaque de caballo en b5 ó d5, y en su
siguiente jugada las blancas jugarán
llJdl, conservando una ligera ventaja
material. Aunque difícilmente puede
considerarse decisiva .. ." (Korchnoi).
Aunque, en mi opinión, después de
17 ... fxg3 18 hxg3 ~d7! (pero no 18 ...
Axg3 19 .il.xc6!, con idea de 19 ... Wxc6
169
Ga~· Kasparov - Mis GENIAi.ES PR~:Dt:CESORES
20 il:le4+ y ILJxg3), es difícil hablar de
ventaja alguna de las blancas.
14 hxg3 .b6?
Portisch se resquebraja bajo la presión.
Sin embargo, no tenía más que jugar
14 ... .!lb8, a fin de que tras 15 ILJb3 (na-
da se conseguía con 15 ILJd5+ wd6 16
'i:lxf6 Jl.xd4 17 €le4+ @c7) 15 ... iJ..b4 16
.i'.g2 11.d7, en palabras de Korchnoi, "sal-
\'llguardarse contra las amCJlaza~ blancas
y disponer una defensa a largo plazo".
Resumiendo las impresiones de las juga-
das 11-14 de las negras (la fase críúca de
la parúda), puede afirmarse que omiúó
•arias conúnuaciones más seguras, y tam-
bién algunas más agudas, explotando los
factores dinámicos de Ja posición, como
la presencia del peón de f4 y la posibili-
dad de atacar los peones de 12 y b2. Sin
embargo, la única jugada que realmente
merece ser criticada es la "negligente"
-como la calificó Korchnoi- jugada 14,
después de la cual Ja posición negra se
,;ene abajo, literalmente, como un casú-
llo de naipes.
15 iüxc6!
"Esta inesperada jugada gana Ja par-
tida. En realidad, ¡no sólo la partida,
sino el match! Desde Juego, Porúsch
fue incapaz de recuperarse de este
golpe y perdió el encucnu·o por 6-3"
(Korchnoi).
15 ... .i.b7
O bien 15 ... lt>xc6 16 lZ:la4, con ataque
irresisúblc, en el que el papel decisivo
170
V
lo juega la incorporación de Ja torre
de hl.
16 lZ:la4!
¡De todos modos! "No, por supuesto,
16 11.g2? iJ..xc6 17 ~c6 Axf2+, y las
negras recuperan el peón" (Korchnoi),
aunque incluso en La] caso, después de
18 wxf2 li:lg4+ 19 'it>g2 l!;>xc6 20 .!lh5!,
las blancas habrían conservado Ja ini-
ciativa.
16 .•• hn+
"Si 16 ... i/_xc6 17 l::txc5 wd6 18 l:txc6+
lt>xc6 19 11.g2+ Wd6 20 ~xa8 l::txa8 21
.!lh4, y las blancas no deberían tener
mayores dificultades para ganar" (Kor-
chnoi).
17 wxf2 li:le4+
También era desesperado 17 ... iJ..xc6.
Por ejemplo: 18 Jl.g2 lt:\g4+ 19 wg 1
€le5 20 .!lh5! (uúlizando todo el espa-
cio del tablero) 20 ... '>Yd6 21 l::tdl+ 'it.>c7
22 .!lxe5 Axa4 23 l::td4 l::tae8 24 !1a5
(Korchnoi), o también 23 l::te7+ <;!;>b6 24
l::tb7+ ..Ya6 25 l::td6+.
18\t>gl
Las blancas podían haber ganado
simplemente con 18 we3 iJ..xc6 19
il.g2 (así como con 19 .lhc6+ wxc6 20
Wxe4) 19 ... f5 (l 9 ... l::tae8 20 l::txc6+)
20 l:thl1 .!lhf8 (20 ... g6 21 iJ..xe4 fxe4
22 .!lffi) 21 .!lxc6+ wxc6 22 nxf5 .!lxf5
23 .111.xe4+ 11d5 24 €ic3. ¡Bonita geome-
tría! Sin embargo, la reúrada a gl no
estropea nada.
18 .•• 11.xc6
Las negras han restaurado temporal-
mente la igualdad material, pero des-
pués de la evideme jugada que sigue,
nuevas pérdidas resultar.in inevitables.
19 .111.g2 .!lae8
Si 19 ... 15, entonces 20 g4 g6 21 gxf5
gxf5 22 .!lh6, ganando el alfil.
20 l::th4! f5 21 g41
Precisos motivos geométricos. Como
en muchas otras partidas de su período
de madurez y posterior, Korchnoi exhi-
be una excelente visión de tablero.

!l_f4
o bien 21 ... wcl6 22 l:xc6+ wxc6 23
grl5 wb5 24 .be4 \!;>xa4 25 $.c6+ wa5
:!6 ..txeS 1:1.xeS 27 1:1xh 7, y las blancas
ganan (Korchnoi).
1654
!2 l:xc6+!
Ganando dos piezas por una torre.
También era bueno 22 g5: 22 ... l:1hf8
~ :xh7! (pero no la variante de Kor-
chnoi, 23 l:txc6+? lt>xc6 24 ILJc3 f3! 25
:....xf3 lhf3 26 exf3 l.Zlxg5, con igual-
dad) 23 ... wd6 24 J:lxg7 $.xa4 25 J:lc4,
~ganan.
!2 ... lt;xc6 23 l.Zle3 we5 24 $.xe4 wd4
15 Ji.f3
~blancas tienen una ventaja material
decisiva, y la partida pronto llega a su
con el usión lógica.
15 ••• l:1b8
25 ... ..t>e3 26 l:!h5!
!6 i!la4 J:lb4 27 J:lh5! J:ld8
27 ... J:lxa4? 28 l:1d5+, con mate o ga-
nancia de la torre.
%8b3
~~c5!?
%8 _. h6 29 wf2 i:td6 30 :rn g5 31 i:tf7!
ú:m la amenaza l:1e7-e4+.
.31 •.• 't>e5 32 l:xa7 J:ld2 33 l.Zlc5 l:1bd4
~ :a6 J:ld6 35 J:la5!
~ negras se rindieron.
En la 4ª partida, Portisch se esforzó
:el máximo por nivelar el tanteo, y en
2 jugada 33 sacrificó calidad, pero en
:.'!..-ertes apuros de tiempo, Korchnoi
Vnnmt 'f.\. \nuu11u.
se apoderó de la iniciativa e, inmedia-
tamente después del control, puso en
marcha un irresistible ataque al rey.
El resultado era de ¡3,5-0,5! La suerte
del encuentro a diez partidas estaba
sellada.
En semifinales, Korchnoi tuvo que
enfrentarse conmigo. En mi prepara-
ción, rápidamente llegué a la conclu-
sión de que mi oponente se encontra-
ba en la vanguardia del pensamiento
ajedrecístico, sentando los principales
caminos en el desarrollo de la teoría
de aperturas y generando nuevas y ori-
ginales ideas, o bien refinando otras
viejas. Esto también se puso de mani-
fiesto en nuestro match.
En principio, debía celebrarse a
fines del verano en Pasadena. Las in-
trigas que condttjeron a que el match
se viese abortado debido a mi in-
comparecencia y a los sorprendentes
acontecimientos gracias a los cuales
el evento tuvo finalmente lugar, serán
descritos en el volumen Il de la serie
Kasparov analiza r.l ajedrez modenzo, ya
que están directamente relacionados
con mi lucha con Karpov. Todo podría
haber sucedido de fonna diferente si
Korchnoi no hubiese tomado la noble
decisión de jugar el match de semifi-
nales, limitándose a explotar su dere-
cho fonnal a clasificarse para la final.
Sin embargo, demostró de hecho que
sus críticas a los campeones "de papel"
no eran palabras vacías.
En septiembre, Viktor Lvovich lle-
gó a Niksic (Yugoslavia), cuando yo es-
taba concluyendo allí un supertorneo.
Las discusiones acerca del match, san-
cionadas por Moscú, se emprendieron
inicialmente a través de un interme-
diario y avanzaron con gran dificultad.
Pero el punto muerto se rompió por
fin cuando se le prometió a Korchnoi
que su principal y lícita demanda sería
satisfecha, a saber: la finalización del
boicot de los jugadores soviéticos. Por
lo que yo sé, en estas negociaciones
desempeñaron un papel activo dos
periodistas: por un lado, Alexander
Roshal, y por el otro, el yugoslavo Bra-
na Zrncevic.
171
Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES
A la reanudación de nuestras re-
laciones personales también ayudó el
torneo de blitz de Herceg Novi, organi-
zado inmediatamente después de Nik-
sic. Aquel torneo a doble vuelta con
nueve grandes maestros lo gané (con
13,5 de 16), venciendo las dos veces a
Korchnoi, que logró el segundo pues-
to (con 10,5). Es posible que quedase
impresionado por el hecho de que
juga5e el mismo torneo que él, a pesar
de que las negociaciones no habían fi-
nalizado. Para él, el torneo de blilz fue
la primera ruptura del bloqueo de sie-
te años que había sufrido. Varias veces
pudimos hablar abiertamente acerca
del inminente match que ambos espe-
rábamos con impaciencia.
El encuentro a 12 partidas se hizo
realidad (Londres, nO\iembre-diciem-
bre de 1983). La atmósfera que lo ro-
deaba resultó ser mucho más tranquila
de lo esperado. Mis relaciones con
Korchnoi eran normales. Comprendí
que, a pesar de la enorme diferencia de
edad (32 años), era un oponente muy
peligroso, con un gran dominio de
numerosos procedimientos ajedrecísti-
cos. Sabía que no debía permitirle que
impusiese un juego de carácter técnico
en posiciones sencillas y en mi prepara-
ción le prestí: particular atención al es-
tudio de finales prácticos. ¡Un estudio
que se vio gratificado!
Sin embargo, en la l ª partida, perdí
ignominiosamente. Esta partida, por
lo que parece para siempre, ha sido mi
única derrota ante Korchnoi.
527
G. Kasparov-V. Korchnoi
lo11dres 1983
Semifinal de Ca11didato.<, lº /mrtida
Defensa India ele Dama (El2)
1 d4 /Of6 2 e4 e6 3 /Of3 b6
Por aquellos años, Korchnoi solía
responder con mayor frecuencia 3 ...
.111..1>4+.
4 /Oe3 .111..b7 5 a3
172
V
Esta jugada era de esperar. Yo mismo
solía practicarla con éxito. Pero en las
partidas de mi oponente, sólo había
hecho acto de presencia en dos o tres
ocasiones.
5 ••• d5 6 cxd5 /Oxd5 7 e3
La continuación más dinámica, 7 'i!i'c2,
ha sido descrita en las notas a la partida
Petrosian-Smyslov (partida núm. 311).
Debo añadir 7 ... lllxc3 8 bxc3 .111..e7 9 e4
0-0 10 .111..d3 c5 11 0-0 Wic7 12 'i!i'e2 /Od7
13 .111..b2 l:tac8 14 /Od2 l:tfd8 15 l:tfd 1
/Of6, con aproximada igualdad (Kaspa-
rov-Kramnik, Linares 2004).
1655
7 ••• g6!
¡Una sorpresa! La línea habitual en-
tonces era 7 ... li..e7 8 i.b5+ c6 9 i.cl3
(partida~ núm. 311 y 342). La nueva
jugada, 7 ... g6, ya era conocida (la ha-
bían planteado Short y Adorján), pero
antes de esta partida no la había estu-
diado seriamente. Tampoco Je presté
la suficiente atención a la partida de
cinco minutos Tal-Korchnoi (Herceg
Novi 1983), que siguió con 7 ... 12lxc3
8 bxc3 g6.
La respuesta de mi muy experimen-
tado rival cambia bruscamente el
modelo de la posición, que conduce
a una especie de Defensa Grünfeld,
parte esencial del arsenal de Korchnoi
desde antes de que yo hubiese nacido
(partida núm. 491). Ahora es dificil
para la~ blancas poner en marcha un
ataque combinado al centro y flanco
de rey (¡que es precisamente con Jo
que yo tenía éxito!), y deben buscarse

~ caminos. Korchnoi percibió sa-
~te que esta jugada me pondría
~. sobre todo por tratarse de la
~ parúda del match, y que no
ea:ontraría el rumbo. En realidad, fue
zisque eso: ¡el efecto que me produjo
:ir demoledor!
u partida Polugaievsky-Korchnoi
•Lcodrcs 1984, match, l') siguió así:
~ M'.? Ji..g7 9 h5 c5?! 10 il.b5+ il.c6 11
.1.d3 'Lld7 12 e4 ll:lxc3 13 bxc3 'f!Jc7 14
~"5!, con una evidente ventaja blanca,
pero era más seguro 9 ... ll:ld7.
Otra línea sigue con 8 ll:lxd5 exd5
1no es tan sólido 8 ... 'l:lfxd5 9 'l!!i'c2,
Tanman-Short, Londres 1982; Kram-
cik-Korchnoi, Montecarlo /a la ciega/
1994) 9 1i.b5+ c6 10 il.d3 14.g7 11 e4
dxe-112 il.xe4 il.a6 13 .111.g5 ffi!? 14 il.e3
(&..() 15 'i!fb3+ Wh8 16 0-0-0 f5, con juego
confuso (Atalik-Korchnoi, Olimpiada
de Manila 1992). o bien 11 b4 0-0 12
..td2 li:ld 7 13 llb 1 lle8 14 0-0 ll:lf6, con
i:gualdad (Kasparov-Kramnik, Internet
iblil:./ 2001).
8- c6 9 il.d3
En mi primera tentativa,jugué por ana-
logía con la variante 7 ... il.e7, y en la
segunda (contra Timman, Amsterdam
1994), 9 .áa4 i.g7 10 e4!? (en lugar
de la habitual 10 0-0 0-0 11 e4 ll:lxc3 12
bxc3 c5 13 .11J..g5 "l!fd6, con igualdad, Ku-
preichik-Makarychev, Kiev 1984; Rad-
jabov-Karpov, Moscú /rápidas/ 2002)
1O... ll:lxc3 11 bxc3, y después de 11 ...
.i.a6!? 12 h4 W/c7 13 e5 llld7 14 il.f4 h6
15 "l!fcl 0-0-0 16 'We3 c5 17 llld2 lilb8, se
produjo una aguda batalla que finalizó
en tablas.
9 ... íLg7 10 e4
Las blancas no logran ventaja con 10
0-0 0-0 11 li:Jxd5 cxd5 (Tarjan-Ado1ján,
\'rsac 1983). Desde mediados de los
noventa, para jugar e3-e4 sin pennitir
el cambio en c3, comenzó a emplearse
JO ll:le2?! (después de lo cual es fuerte
JO ... c5!), o bien 10 /lla4. Pero es du-
Vll\TOR t.1. TF.RR\111.F.
doso que las defensas negras puedan
socavarse de esta forma, como han de-
mostrado en la práctica Karpov, Short,
Grischuk y Kramnik.
10 ... lüxc3 11 bxc3 c5!
Una jugada nueva, más enérgica que
11 ... 0-0 (Ftacnik-Admján, Ba1tja Luka
1983). Los alfiles fianchettados ne-
gros atacan con gran fuerza el cenll"o
enemigo. Una excelente versión de la
Grünfeld .
12 il.g5
Es agradable desarrollar una pieza
con ganancia de tiempo, pero era más
seguro 12 il.b5+ il.c6 13 il.xc6+ lllxc6
14 il.e3 (Ftacnik), o bien 12 i.e3 0-0
13 0-0.
12 ••• 'iWd6!
Las negras no quieren atenuar la pre-
sión sobre d4, asumiendo correctamen-
te que la pérdida de un nuevo tiempo
no reportará beneficios a las blancas.
13 e5
Antes o después sería imposible pres-
cindir de este avance.
13 ... '+Wd7
También era posible 13 ... 'i!l'd5, pero
Korchnoi quería provocar mi siguiente
respuesta.
14 dxc5?
"Esta jugada es difícil de entender"
(Korchnoi). Ciertamente, ¿valía la pe-
na romper voluntariamente mi cenll"o
de peones, cuando después de la sim-
ple 14 0-0 0-0 15 "We2 cxd416 cxd4 li:Jc6
17 ~e3 ó 17 íLe4, a las blancas no las
amenazaría ningún peligro? Pero en
aquel momento yo pensaba en aliviar
rápidamente la situación y, como a
menudo me sucedía en aquella época,
subestimé los factores dinámicos de la
posición.
173
Gary Kasparov - Mis GENIAl.f.S PRED>:Cf.SORES
1656
14 ..• 0-0!
Pero no 14 ... bxc5 15 .1'.b5! iLc6 16 a4,
y sólo las negras tendrían problemas.
15 cxb6 axb6 16 0-0 Wle7
Apuntando de inmediato a los peones
de c3 y e5, y disponiéndose a movilizar
el caballo. Después de la apresurada
16 ... ll:lc6? 17 .1'.e4 Y/!Jc7 18 .1'.f6! il.xffi
19 exf6 Y/!Jf4 20 'lli'bl (20 'l!i'd7!?: Dvo-
retsky), las blancas se habrían apodera-
do de la iniciativa.
"A cambio del peón las negras han lo-
grado presionar sobre las debilidades
blancas y un desarrollo eficaz de sus pie-
zas. Está claro que las blancas no pue-
den aferrarse a su ven raja material, pero
¿serán capaces de alterar el armonioso
desarrollo de las negras?" (Korchnoi).
17 il.b5!?
Las blancas modifican drásticamente el
car.ícter del juego. entregando de in-
mediato el importante peón de e5, con
lo que tratan de explotar la acli\iclacl
ele sus piezas y el momentáneo retraso
en desarrollo ele las negras.
Inicialmente, planeaba seguir con 17
lk 1, con la posible secuencia 17 .. .
ll:lc6 18 il.e4 l'la5 19 il.f6, o bien 17 .. .
Y/!Jxc3 18 il.e7 lk8 19 .1'.b4, pero tras
un examen más detenido descubrí un
interesante sacrificio de calidad para
las negras: 17 ... lüc17! 18 il.e7 ( 18 il.f4
.!:.fcl8 es dema~iado uiste) 18 ... il.xf3!
(18 ... lüxe5 19 il.x.IB lüxf3+ 20 gxf3
l:xf8 21 ~e4 no está claro) 19 gxf3 (19
'jlij'xf3?! lllxe5 20 l:txe5 il.xe5 21 il.xf8
:!.xf8, ganando un peón) 19 ... il.xe5 20
l;.xffi .:.txh2+ 21 wg2 llxIB, y las blancas
li4
V
se enfrentan a una defensa muy des-
agradable.
A esta~ alturas, había consumido más
de dos horas, mientras que, en sus 15
primeras jugadas, ¡Korchnoi sólo ha-
bía empleado cuatro minutos! Cierto
que en su siguiente jugada invirúó 50
minutos ...
17 ... il.xe5!
Esta respuesta, que explota la situaci<Ín
indefensa de los alfiles en b5 y g5, es la
que plantea mayores problemas a las
blancas. 17 ... il.xf3?! 18 1l!'xf3 l:ta5 19
a4 il.xe5 20 g3 'fi'xc3 21 f:fxc3 .1'.xc3 22
J:adl (Korchnoi), ó 22 ll.acl! (Dvorets-
ky) es claramente ventajoso para las
blancas. Veamos también qué sucede
con un desarrollo tranquilo:
1) 17 ... lüc6 18 'f:fd6 il.xe5 19 'ff/xc7
il.xc7 20 l:tfdl, y Ja ventaja negra es
meramente simbólica, o bien 18 il.f6!?
lüxe5 19 lüxe5 il.xf6 20 lüd7 (Korch-
noi) 20 ... .1'.xc3 21 ILJxf8 (Dvoretsky
también sugiere la confusa 21 l:tcl)
21 ... il.xal 22 lüxe6, con igualdad.
2) 17 ... lüa6 18 il.f6 .1'.xf6 19 exf6 'tlfxc3
20 '!Wcl4 Y/!Jxc14 21 ILJxd4 ILJc7 22 l:tlbl,
con igualdad (Korchnoi), o bien 18
a4 il.xf3 19 '+lfxf3 il.xe5 20 g3 'i!fxc3 21
Wxc3 il.xc3 22 .!facl, con plena com-
pensación por el peón sacrificado.
18 il.h6
No, por supuesto, 18 lüxe5? 't'Nxe5 19
il.h6 'l!i'xb5 20 f6'cl4 e5, y ganan.
18 .•• Ag7?!
Al haber obtenido una mejor estructura
de peones, Korchnoi quiere evitar toda
falta de claridad y decidir el desenlace
con ayuda de simplificaciones y medios
puramente técnicos. Más tarde, quedó
claro que ésta era la piedra angular ele
su estrategia en el match.
18 ... l:td8! se sugiere por sí sola, aun-
que habría dado lugar a un sacrificio
de clama: 19 lüxe5?! l:txdl 20 l:taxdl,
y si 20 ... f6?, entonces 21 lüd7! lüxd7
22 l:txd7 Y/!Jc5 23 l:tg7+! @h8 24 l:txb7
Y/!Jxb5 25 il.g7+ <bg8 26 il.xf6, con sufi-
ciente contrajuego. Aun así, después de

~- ~c6 21 ILJg4 ILJe5! 22 ti:lf6+ wh8
.Droretsky) ó 20 ... JJ..c6!?, las negras
j?Odrían haber parado las amenazas
carurarias y convertido gradualmente
s~taja material.
Es probable que lo único que le que-
•d.
~a las blancas fuese la paciente 19
Por ejemplo: 19 ... i.xf3 20 'l!fxf3
=..ü 21 a4 JJ..xh2+ 22 whl l1d5 23 g4!
.i.e5 24 J:tadl, con buena compensa-
óón por el peón, o bien 19 ... JJ..g7 20
.hg7 Wxg7 21 'We3 Axf3 22 'Wxf3 i0a6
:=:s ha6! l:txa6 24 Afb 1, con una posi-
ción inferior pero defendible.
19 .ilg7 Wx.g7
Tras el cambio de alfiles de casillas
¡:;egras, las blancas han logrado la opor-
mnidad de crear contrajucgo en las
óebilitadas casillas de aquel color.
?Otfd4+wg8
En caso de 20 ... f6?! 21 ti:lg5 'illc7 (21 ...
1fc8? 22 l:tae 1 c5 23 l1xe5! y ganan:
M>rchnoi) 22 l:tac 1 e5 23 f4, las negras
se habrían defendido con 23 ... i0c6
~4 'llfxb6 fxg5 (Dvorctsky) o bien 23 ...
~6~? 24 ti:lf'3 (24 fxe5 fxg5 25 e6+ 'it>h6
~ insuficiente) 24 ... e4, cte. Pero des-
pués de 22 ti:lh3! {esta jugada también
!:a recomienda Dvoretsky), las blancas,
que amenazan 'Wxb6, habrían conse1~
"rado cierta \'entaja.
En cualquier caso, un nuevo debilita-
miento de las defensas del rey no era
del gusto de Korchnoi.
165i
21 ILJg5?
La elección de esta ruta incorrecta para
el caballo justifica plenamente que las
VIKTOR El. TERRIBl.E
negras hubiesen evitado las complica-
ciones tres jugadas antes.
Sólo la centralización con 21 ILJe5!, que
implica un sacrificio de pieza, habría
producido un ataque suficiente al me-
nos para tablas: 21 ... l:td8! (21 ... f6?
22 ti:lc4, o bien 21 ... l:ta5 22 c4 ILJc6
23 Axc6 JJ..xc6 24 f4 es menos bueno:
Korchnoi) 22 'tll'h4! l:td5 23 ti:lg4 l:txb5!
24 l:tadl ! (lamentablemente, omití esta
fuerte réplica; después de 24 ii:lf6+?
WIB, es malo para las blancas 25 ti:lxh7+
wg7, 25 'tlfxh7 ILJd7!, o bien 25 'tll'h6+
we7 26 ti:lg8+ wd7 27 l:tadl+ @c6!:
Dvoretsky) 24 ... l:td5! (24 ... 1Zlc6? 25
l:td7; 24 ... Ad5? 25 c4! Wxc4 26 l:tcl, y
ganan: Korchnoi; 24 ... g5 25 ti:lf6+) 25
c4!, y ahora:
1) 25 ... l:txdl 26 ti:lf6+1 wf8 27 l:txdl
(27 'i:Wh6+ we7 28 ILJg8+ we8, o bien
28 ... wd7 29 l:txdl+ wc6 30 'illc3 l:ta5
también conduce a tablas: Dvoretsky)
27 ... h5 28 'tll'g5 l:ta5 29 'l!Vh6+ we7, "y
las blancas no tienen nada mejor que el
jaque perpetuo" {Korchnoi).
2) 25 ... l:td6 26 ti:lf6+ wl'S 27 'tll'f4 {o
bien 27 'Wh6+ we7 28 '!Wh4 <,f;>f8, con
tablas: Dvorctsky) 27 ... Ac6 28 'tll'h6+
wc7 29 1Zlg8+ wc8 30 li:lf6+, con jaque
perpetuo.
Tras dejar escapar esta oportunidad, las
blancas en rregan la iniciativ-.i por com-
pleto a su oponente.
21 •.. h6 22 li:le4 JJ..xe4
Con el cambio de este fuerte caballo,
todas mis esperanzas de ataque desapa-
recen.
23 'Wxe4 i0a6!
Sencillo y bueno. Después de 23 ...
ti:ld7, las blancas se salvarían por el
ataque doble 24 Axd7 'tll'xd7 25 'ilfe3,
mientras que ahora deberán elegir el
mal menor.
24 We3?!
De nuevo, una jugada floja. Está claro
que el caballo negro tiene mejores
perspectiva.~ que el alfil blanco, y des-
pués de 24 JJ..xa6! l:txa6 25 'tlfe3, "la
ventaja negra sería puramente formal"
175
Gary Kasparov - Mis CENIAU'.S PREDECESORES
(Korchnoi). Ante el tablero, no me
gustaba 25 ... l'Ua8! (25 ... wg7 26
l:tfb 1) 26 'Wxh6?! l:txa3 27 l:txa3 l:txa3
28 h4 1Wxc3 29 h5 .l:l.al 30 hxg6 l:txfl+
31 wxn Wfd3+ 32 @gl 'tll'bl+ 33 wh2
'i!i'xg6, y las negras probablemente
tengan un final de damas ganado. Y
si 26 J:tfbl (26 .l:l.abl!?) 26 ... .l:l.xa3 27
J:txa3 l:txa3 28 g3 (Dvoretsky), entonces
28 ... b5!, evitando con éxito el final de
cuatro peones contra tres en un flanco.
Pero con la pasiva 25 'i!l'b4 J:tc8 26 l:tfcl
las blancas tendrían buenas posibilida-
des de 1ablas.
24 ... 'i!t'c5!
Otra desagradable sorpresa. Estaba
esperando 24 ... h5 25 1l.xa6 .l:l.xa6
26 J:tfb l J:tfa8 27 l::tb3. Pero ahora las
cosas son mucho más difíciles para las
blancas, r.i que las negras, al conser-
var su caballo, obtienen posibilidades
adicionales de luchar por la ventaja.
En una situación así, es fácil cometer
un desliz sobre todo cuando Le sientes
apenado por el adverso desarrollo de la
apertura.
25 'iWxc5
Este cambio, lamentablemente, es
for¿ado. 25 'tll'e2 0.c7 es malo para las
blancas, como también 25 1l.xa6 'i!l'xe3
26 fxe3 .llxa6, debido a la aparición de
una tercera debilidad: el peón de e3,
v las blancas tienen un final de to1Tes
~my difícil.
25 ... iLJxc5 26 l::fbl l'Ud8 27 .i.fl?I
¿Por qué tan lejos? Era a considerar
27 a4, o bien 27 il.c6 l::tac8 28 Ar3 (28
:xb6? l::td6 29 il.b7 l:txb6 30 ii.xc8 l::tc6
116
V
y ganan) 28 ... l::td6, y ahora no 29 a4
lt:\d7 30 l::tb3 l::tc5, "seguido del traslado
del rey negro al centro y flanco de da-
ma" (Korchnoi), sino 29 l':tb4!? llld3 30
l:td4 l::txd4 31 cxd4, con posibilidades
de tablas, aunque después de 31 ... wf8
(Dvoretsky), los problemas blancos aún
no han terminado.
27 ••• .lld6 28 l':tb4 wf8 29 a4
Con poco tiempo, no era fácil decidirse
por la entrega de un peón: 29 l::tabl
l::txa3 30 lhb6 J:txb6 31 l::txb6 l::txc3. Pe-
ro, en principio, como ya se ha dicho,
el cambio de los peones del flanco de
dama y la transición a un final de tres
peones contra cuatro en el flanco de
rey es un importante recurso de tablas
para las blancas.
29 ... .lla5
Eliminando la amena1.a a4-a5 y ftiando
la debilidad de a4. También merecía
consideración 29 ... We7, con idea de
30 il.b5 J:ad8, mientras que "en caso de
30 l::tabl l':txa4 (30 ... lllxa4? 31 llal) 31
J:txb6 J:txb6 32 l::txb6 1Lle4, las blancas
habrían tenido que asumir una defensa
larga y desagradable" (Dvoretsky).
30 g3!?
Otra jugada precipilada en apuros de
tiempo. Era mejor 30 il.b5, y después
de 30 ... 4'lxa4?! 31 il.xa4 b5 32 l::txb5
.llxa4 33 l:tbbl l::tc4 34 l:ta3 J:td3 35 l::tcl,
o bien 30 ... wc7 31 wfl, las blancas po-
drían haber esperado las tablas.
30 ... we7 31 wg2 f5!
Asegurando la casilla e4 para el caba-
llo.
32 .il.b5
"Era malo 32 f3 l::td2+ 33 wgl 1Lld7 34
il.b5 lt:\e5, y las piezas negras se mel-
ven muy activas, pero la fría 32 l::ta2!?
4'le4 33 l::tc4 (segií11 Dvoret.sky, es algo más
preciso 33 l::tc2: G. K.) habría obligado
a las negras a buscar métodos sutiles
para reforzar su posición" (Korchnoi).
A~í. 33 ... b5?! es más que apresurada,
debido a 34 Itxe4! fxe4 35 Axb5 (D,·o-
retsky), pero 33 ... e5 conservaría una
ventaja estable.

3! .•• .:!.d2?!
l"na jugada muy precipitada ... ¡que
produce un mara\illoso efecto! La to-
rre sólo debería activarse después de
3'.? •.. wd8 y wc7. Además, las negras
tienen un buen plan, relacionado con
~l avance de sus peones en el flanco de
~: 32 ... g5, etc.
1659
33 :d4?
En fuertes apuros de tiempo, las blan-
cas omiten la pérdida de un peón.
También era malo 33 il.c6? llld3 34
:.xb6 lllxf2! (34 ... .l:txf2+ 35 wgl lk2
36 .:!.b5, cte.) 35 .l:tb5 (35 wgl lllh3+
36 wh 1 .:!.c5!) 35 ... .:!.a6 36 .l:tb7+ wf6
37 li.b5 lllg4+ 38 ..Pgl .l:tad6!, o bien 36
.i.b7 .:!.ad6 37 a5 .l:t6d3! 38 a6 (38 J:!.b4
:xc3, o bien 38 wgl. lt:lh3+ 39 wh 1
!:.xc3 40 kg2 lkc2 no sirve de mucho)
38 ... lt:ldl+ 39 wn .:!.e3!, y el caballo y
las dos torres aprisionan al rey blanco.
Sólo 33 .l:tabl! (explotando el incon·
•-eniente de la jugada anterior de las
negras, el debilitamiento del peón de
b6) ofrecía posibilidades reales de sal·
•-ar la partida: 33 ... lt:le4 34 .::!. 1b2 .:!.xb2
35 J:!.xb2 lt:lxc3 (35 ... wd6 36 il.d3, con
igualdad) 36 il.c6 lt:lxa4 (36 ... wd6 37
!:xb6 wc7 /5/ 38 .:!.b3, o bien 36 ... .l:ta6
37 :b3 li:ld5 38 il.b7 .l:txa4 39 il.xd5
exd5 40 .:!.xb6 no es mejor) 37 il.xa4
!:xa4 38 l:lxb6 (Dvorct~ky), y el más
probable desenlace del final "cuatro
contra tres" es el empate.
33 ••. .l:txd4 34 cxd4 /Oxa4!
Cn sencillo golpe táctico que lleva el
juego a un final de torres fácilmente
ganado.
VIKTOR EL TERKIBl.E
35 l:txa4
35 il.xa4 b5 ó 35 kc6 lllc3 36 .:!.e 1 .:!.a2
aún eran peores.
35 ••. ltxb5 36 l:ta7+ '.i?d6!
La cxcesi\-amcnte cautelosa 36 ... 'it>f6?!
habría dado algunas posibilidades a las
blancas: 37 h4! .l:td5 38 l:tb7 b5 39 wf3.
37 .l:th7?!
Korchnoi indicó dos continuaciones
que "habrían requerido mucho ingenio
por parte de las negras para ganar":
1) 37 '.t>f3 .l:tb3+ 38 we2 b5 39 h4 h5 40
.l:tg7 wd5 41 .l:txg6 b4 42 .l:th6 .l:tb2+ 43
wc3 b3 44 .:!.h8 (44 .l:txh5 .l:te2+!) 44 ...
l:k2! 45 J:!.b8 '.t>c4, y el peón b, con apo-
yo del rey, decide el desenlace: 46 .l:tc8+
wb4 47 l:tb8+ wc3 48 .l:tc8+ '.t>b2 49
.:!.b8 .l:tc4 50 'it>f4 l:txd4+ 51 wg5 @c3 52
'i!7xh5 b2 53 l:txb2 @xb2 54 '.Pg5 l:tg4+
55 Wf6 f4 56 wxe6 .l:txg3!
2) 37 h4 h5 38 @f3 (38 .l:tg7?! l:td5 39
l:txg6 b5 40 Wf3 J:!.xd4 41 l:th6 b4, etc.)
38 ... e5! 39 .l:tg7 (después de 39 dxc5+
l:txc5, el rey blanco queda cortado y el
peón b corona) 39 ... exd4 40 l:txg6+
lt>d5! 41 .l:tg5 @c4 42 l:txh5 .l:tc5! (42 ...
d3 43 .l:th6! es mucho más complicado)
43 .l:th8 b5 44 h5 b4 45 h6 b3 46 .l:tb8
lk7, ó 46 h7 l:tc7, ganando.
37 .•• h5 38 .l:tg7?!
Según Korchnoi, aún era más tenaz 38
wf3, como en la variante antes indica-
da.
38 ... .l:td5 39 .l:txg6 b5 40 wf3 b4
"Es una cuestión de estilo. 40 ... J:!.xd4
también habría ganado sin problemas"
(Korchnoi).
41 we3
41 .l:tg8 .l:tb5.
41 ... h3 42 wd2
42wd3? .i:tb5.
42 ... .l:txd4+ 43 wc3 b2! 44 <bxb2 .l:d2+
45 wc3 .l:txf2 46 h4
Aquí podía haberse bajado el telón,
pero seguí resistiendo por inercia.
Después de 46 h3, lo más sencillo es
177
GarT K.liparov - Mis GENIALES PREIH:Cf.SORF.S
46 ·- h4 4i g4 (47 gxh4 l::!f3+ y l::!xh3)
4¡ ... we5 48 l::!g5 (48 gxf5 l::!xf:í, y ga-
nan) 48 ... l::!f3+ 49 wd2 wf4 50 J:th5
fxg4 (Korchnoi), o bien 50 J:g8 l:txh3
51 gxf5 Wx.13. e;itando el problemático
final de ton-es con peones f y h.
46 -- f4! 47 l::!g5
47 :.h6 fxg3 48 l:txh5 l::!f3!, o bien 47 g4
hxg4 48 :.xg4 e5 también es desespera-
do para las blancas.
47 - :.f3+ 48 wd4 J:txg3 49 J:txh5 l::!e31
50 .::b6 we7 51 h5 e5+ 52 wd5 f3
Las blancas se rindieron.
¡l'na penosa den-ota! Sin embargo,
cuatro tablas sucesivas me devolvieron
l:a moral, y el punto de inflexión se
produjo en la sexta partida, que fue
aplazada en una posición confusa,
aunque probablemente de tablas. En
la reanudación, al tratar de agudizar
cl juego, Korchnoi eligió una conti-
nuación que no era la mejor, y en la
jugada 57 se llegó a un prosaico final
de torres, en el que las blancas tenían
que exhibir una cierta precisión para
lograr tablas. Korchnoi debía entregar
su torre por un peón pa~aclo del modo
más ventajoso posible, pero confundió
el orden de la secuencia, omitió un
jaque intermedio, y su posición pasó a
ser desesperada.
Al final, gané por 7-4 (+4 =6 -1).
En una entrevista después del match,
Korchnoi admitía: "Después de la sex-
ta partida, perdí la fe en mi técnica y
en mis segundos. El marcador estaba
igualado, pero psicológicamente el
encuentro estaba perdido. Mi imp1·e-
sión de Kasparov antes del match, en
el sentido de que era un jugador mo-
nolítico que siempre buscaba el K.O.,
era en-ónea. Kasparov es un jugador de
alta técnica para su edad. Sólo incun-e
en riesgos cuando está convencido de
que una decisión así estájustificada".
Ciertos comentaristas occidentales
sugirieron que debería expresar mi
gratitud a Korchnoi por el hecho de
que aceleró mi madurez y me ayudó
a captar la~ sutilezas del juego posicio-·
nal. Cicr1ame11te, las enseña111Á'\S que
178
V
obtuve del encuentro son difíciles de
sobrestimar.
A finales de 1983, el aspirante per-
petuo dijo adiós, en esencia, al sueño
de convertirse en campeón del mundo.
En el torneo de Candidatos del siguien-
te ciclo (Montpellier 1985) finalizó a
considerable distancia de los líderes, si
bien continuó logrando o compartien-
do primeros puestos en otros torneos.
En 1984, en Wijk aan Zee, Beersheva,
Sarajevo y una significativa victoria so-
bre Polugaievsky, en el tercer tablero
del segundo URSS-Resto del Mundo.
En 1985, Tilburg, Lucerna (primer
tablero en el Campeonato Mundial de
equipos nacionales), Bruselas...
Contra la India de Rey
Aun en el último período de su
can-era, jugando hasta 150 partidas al
año, Korchnoi ha seguido reajustando
y armonizando su estilo. Como él mis-
mo escribe: "Mis partidas con Panno
(1985), Arnason (1987) y Pinter (1988)
son un motivo de orgullo para mí, una
demostración del triunfo del carácter
sobre los hábitos rutinarios". Cierta-
mente, Korchnoi comenzó a buscar
más la iniciativa con blancas, lo que
junto con su excelente técnica le repor-
tó magníficos resultados.
Es característica su introducción
a la partida con Seirawan (Lugano
1986): "En su época, Mijail Botvinnik
aconsejaba a maestros y grandes maes-
tros que planificasen su repertorio de
aperturas de forma tal que no tuviesen
que luchar contra sus propios sistemas
de apertura. Botvinnik, es cierto, no
jugaba más de 50 partidas al año, y le
resultaba relativamente fácil seguir su
propio consejo. A fines del siglo XX,
sin embargo, la vida ajedrecística se
ha vuelto más intensa. El número de
grandcS maestros de-primera fila ha
aumentado considerablemente, no
como en los tiempos de Botvinnik,
cuando sólo eran unos cuantos. Aho-
ra hay jugadores que, tras realizar un
minucioso estudio de una apertura, la
juegan con gusto con ambos colores.

l>.uante mucho tiempo, traté de se-
~ el consejo de Botvinnik. Pero en
ena ocasión decidí pasarlo por alto.
Sucedió así. Durante un torneo, co-
~ncé a prepararme para una partida
con Boris Spassky en la que yo llevaba
~- Estudié minuciosamente có-
mo jugaba la Variante Cerrada de la
Siciliana. Su tratamiento de este siste-
El3. me impresionaba. No tuve éxilo en
mis tentativas por refutar su estrategia,
aunque hice tablas con dificultades.
Pero con los conocimientos adqui-
ñ<ios, decidí intentar por mi cuenta
el sistema. Como rara vez jugaba 1
c-4. decidí plantear sus ideas contra
los devotos de 1 c4. Es cierto que las
negras tienen un tiempo menos, pero
eso no me preocupaba. Derroté suce-
sivamente a Seirawan, Suba y Karlsson.
-..\hora", decidí, "con la experiencia
i!dquirida con las negras, ¿por qué no
jugarla con blancas?".
La partida comenzó así: 1 c4 e5 2
g3 fiJc6 3 iLg2 g6 4 i¿)c3 ii..g¡ 5 d3 d6 6
.:bl f5 7 b4 t¿)f6 8 b5 t¿)e7 9 'tl!'b3!? h6
10 e3 0-0 11 t¿)ge2 lt>h7 12 a4 l:tb8 13
..ta.3 il.e6 14 0-0 g5 15 d4!, y las blancas,
tras apoderarse de la iniciativa, logra-
ron una espectacular victoria. Así, en
un período de cuatro meses, Korchnoi
derrotó con este esquema a Scirawan,
lallto con ncgrds (Montpellier 1985,
Candidatos), como con blancas (Luga-
no 1986).
En las páginas precedentes el lec-
tor ha podido familiarizarse con el
repertorio de aperturas de Korchnoi,
con negras. Es curioso que, entre sus
\"afiadas respuestas a 1 d4, rara vez haya
jugado la Defensa India de Rey, que
parece un arma ideal para un jugador
de contraataque. Obviamente, y en
tanto que fenicnte jugador Gñmfeld,
no le gustaba encerrar a su alfil de g7.
Por el contrario, toda su vida ha jugado
con agrado conu-a la India de Rey, con
blancas, empicando \irtualmente todas
las variantes a su disposición: con el
desarrollo del alfil por g2, el Ataque
5amisch y la Va1iante Clásica, con t¿)f3
y 1l.e2.
VtKTOR EL TERRIBl.E
Los planes de Korchnoi siempre
han sido profundamente elabm-ados.
Ha realizado, por ejemplo, una con-
uibución esencial a la evaluación de la
Variante Taimanov (con 10 il.e3), que
había sido enterrada en 1953 y resuci-
tada en 1987. Hay un tópico que ha ido
pasando de generación en generación,
y qnc incluso sedujo a Fischcr: "El ata-
que de las negras en el flanco de rey ha
sido analizado prácticamente hasta el
mate". Sin embargo, gracias a Korch-
noi, todo el mundo comenzó a mirar
con otros ojos el potencial de estas
posiciones. Resultó que las blancas no
sólo no están indefensas en el flanco de
rey, sino que disponen de interesantes
posibilidades ofensivas en el flanco de
dama.
La primera partida sobre este tema,
jugada en el Torneo lntcrzonal de
Zagreb ( 1987), resonó como un trueno
en un cielo azul, y expresa de fmma
diáfana la eterna búsqueda de Korch-
noi de caminos inespe1-ados y origina-
les. No sin razón fue considerada por
el jurado de lnfonnalorcomo la partida
teórica más importante del tomo 44 .
528
V. Korchnoi-K. Hulak
l.agrrb 1987
Toniro lntnuma~ JOª m11dt1
Defensa India de Rey (E99)
1 t¿)f3 lllf6 2 c4 g6 3 1Lic3 il.g7 4 c4 0-0 5
il.e2 d6 6 d4 e5 7 0-0 lllc6
7 ... i¿)bd7 (partida núm. 536).
8 d5 fiJe7 9 t¿\c 1
Anteriormente, Korchnoi habíajugado
con éxito tanto 9 /Lid2 (contra Gellcr,
Moscú I971, match, l'), como 9 dtd2
(contra Byrnc, Intcrzonal de Lenin-
grado I973). En una ocasión incluso
planteó la excéntrica 9 a4, tratando de
conseguir una versión favorable de su
plan favorito con ii..e3, pero después
de 9 ... a5! 10 lüeI /Lid7 1I 11.e3 t5 12 f3
4:lc5 I 3 i¿)d3 b6 14 b4 t¿\xd3 15 '1Wxd3
179
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PRt:m:cr.soRF.S
axb4 16 ILJb5 q;>h8, las negras, abste-
niéndose del avance f:i-f4, lograron una
buena posición (Korchnoi-Kasparov,
Barcelona 1989).
9 ..• li:Jd7
Dificultando la rnptura temática ck5.
La alternativa es 9 ... ILJe8 (partidas
núm. 529 y 530), pero no 9 ... c5?! 10
f4! (Korchnoi-Ciocaltea, Olimpiada de
Niza 1974).
10 ~e3
Durante mucho tiempo se creyó que
esta jugada era menos efectiva que 1O
iüd3 (partida núm. 446). "El reagrn-
pamiento planeado por las blancas
parece lento, pero ¡qué otra cosa pue-
de hacerse! Elegí esta variante hace
ya muchos años y le he consagrado
cientos de horas de estudio analítico"
(Korchnoi).
10 •.• f5 11 f3 f4
Rara vez se juega 11 ... llf7 (Korchnoi-
Spasov, Maribor 1995). o bien 11 ... h6
12 iüd3 b6 13 b4 g5 14 l:tcl (14 c5 ILJf6
15 cxd6 cxd6 16 b5 ILJg6 l 7 ILJb4 ILJf4 es
confuso, Korchnoi-Yurtaev, Olimpiada
de Manila 1992) 14 ... iLJf6 15 ILJl2 f4
16 ~d2 h5 17 lt<hl!? (el preludio a un
inteligente plan) 17 ... iüg6 18 c5 :U.f7
19 cxd6 cxd6 20 l:tgl! ~h6 21 g3! ... 1-0
(Korchnoi-Spraggett, Olimpiada de
Manila 1992).
12il.f2g5
El principal esquema de la variante
10 ~e3, que se deriva de las históricas
partidas de 1953 Eliskases-Gligoric y
Taimanov-Najdorf. Tenemos en pers-
pectiva sendos ataques de flanco a la
bayoneta. El ataque negro parece más
peligroso, pues tiene al rey blanco por
objetivo. Las partidas antes mencio-
nadas finalizaron en desastre para las
blancas. Pero Korchnoi tiene su propia
concepción que refleja un inherente
optimismo: "L"lS negras se dedican a
a\"anzar sus peones del enroque, des-
guarneciendo por completo a su rey.
Si el oponente no falla, si el ataque
es rechazado, entonces comenzará el
180
V
inexorable proceso que llev;mí al mate
del rey negro. Eso es, en realidad, lo
que ha sucedido en muchas partidas
que he jugado con esta variante".
1660
13 /!Jb5!?
Unajugada paradójica en una posición
cuyo análisis se consideraba agotado.
Sin embargo, contiene una profunda
idea estratégica: cori /!Ja7xc8 se elimina
el fuerte alfil contrario de casillas blan-
cas, atenuándose de forma considera-
ble el efecto de la rnptura g5-g4.
Pronto se encontró una defensa acep-
table para las negras, y entonces Viktor
Lvovich introdujo 13 a4!? (con relación
a las jugadas anteriores 13/!Jd3y13 b4,
véase partida núm. 411). Por ejemplo:
l) 13 ... h514 li:Jb5 ILJf6?! 15 ILJxa7 il.d7
16 ILJb5 g4 (Korchnoi-Hellers, Estocol-
mo 1987), y aquí Korchnoi recomendó
17 g3!? y li:lg2, o bien 14 a5!, como jugó
él mismo contra Forster (Suiza 1994) y
Xiejun (Praga 1995).
2) 13 ... ILJg614 a5! (después de 14 /!Jd3
ILJf6 15 c5 h5 16 h3 l:tf7 17 c6, la ofen-
siva blanca se contiene con 17 ... a5!,
Korchnoi-Kasparov, Amsterdam 1991)
14 ... l:tf7 (14 ... a6 15 /!Jd3 ILJf6 16 c5
h5 17 cxd6 cxd6 18 ILJa4 ... 1-0, Korch-
noi-Gelfand, Tilburg 1992; 14 ... @h8
15 li:ld3 l:tg8?! 16 c5 .i.!8 17 c6! bxc618
i!Jb4! l!Jc7 19 l!Jxc6 l!Jxc6 20 dxc6, con
una evidente ventaja, Korchnoi-Shirov,
Horgen 1994) 15 b4 ILJffi 16 c5, como
Korchnoi derrotó a Nunn (Amsterdam
1990) y J. Polgár (Pamplona 1990),
o incluso 15 c5!? ll:Jxc5 16 il.xc5 dxc5

17 ~c4 Wh8 18 a6 ... 1-0 (Korchnoi-P.
~opmic,Bmo 1992).
si 13 ... a5!? 14 iüd3 b6 15 b4 axb4
05 ... h5? ! es peor: 16 bxa5 .l:txa5 17
~b5 l!:lf6 18 ~el J:Ia6 19 a5 ... 1-0 Kor-
cñnoi-Van der Wicl, Bruselas 1987 /
.fál::) 16 l!:lxb4 ii}f6 17 .l:ta3 ~d7, con
posibilidades para ambos bandos (Yu-
supov-Kasparov, Olimpiada de Erevan
1996).
Pero desde 1996, considerando que
los recursos atacantes de 13 a4 habían
sido agotados, Korchnoi se pasó a la no
menos complicada 13 l:tcl, con idea de
13 ... /(Jg6 14 c51 lllxc5 15 b4 llla6 16
~d3 (16 lllb5 ~d717 ltJxa7 es confuso,
Korchnoi-M. Ivanov, Enghien-les-Bains
1997) 16 ... h5 17 /(Jb5 j.d7 18 a4 $.h6
19 lk3, como en las partidas Piket-Kas-
parnv (Linares 1997) y Korchnoi-C,i-
tan (Pula 1997).
13 .•. a6?!
Posteriormente, los jugadores con
negras emplearon tanto la idea de gam-
bito 13 ... ltJf6!? 14 ltJxa7 .li.d7 (Benja-
min-Nunn, Hastings 1987~8), como
iambién la correcta 13 ... b6! 14 b4 (14
a4 a6 15 ltJc3 a5!) 14 ... a6 15 ILJc3 (15
'Ca3?! h5, Juzman-Smirin, Sverdlovsk
1987) 15 ... ltJg6, 15 ... ltJf6 16 c5 llb8,
ó 15 ... h5 (Korchnoi-Ye Jiangchuan,
Olimpiada de No\'i Sad 1990) y, en ge-
neral, pudieron neutralizar 13 ltJb5.
14 /(Ja7!
;Por supuesto!
14 •.•.!:txa7?!
Para contrarrestar una increíble idea
innovadora de su oponente, Hulak
trata de refutarla encerrando el alfil.
¡Pero todo eso había sido pre\'isto ya
por las blancas! Obviamente, era mejor
14 ... ltJf6 (Korchnoi) 15 liJxc8 .l:txcS 16
c5 g4, aunque es difícil que las negras
puedan contar con un verdadero ata-
que sin su alfil dama.
15 $.xa7 b6 16 b4!
VtKTOR Et. Tt:RRIBl.F.
¡La única forma! 16 c5 dxc5! 17 'Wa4
$.b7!? 18 $.xa6 $.xa6 19 'Wxa6 'l!fa8
20 a4 (20 'Wb5 lld8) 20 ... ltJc8 (20 ...
ltJb8? 21 ft'c4) 21 a5 (Korchnoi) era
impreciso, en vista de 21 ... ltJb8! 22
'Wc4 ltJd6 y 'l!fxa7.
Ahora, sin embargo, resulta que el alfil
de a7, aunque cortado, sigue estando
vivo. Las blancas, explotando este fac-
tor logran romper el flanco de dama
enemigo. Mis entrenadores y yo estu-
diamos esta posición en 1988, cuando
yo jugaba regularmente la India de
Rey, y llegamos a la conclusión de que
las negras no deberían entrar en esta
línea.
16 .•• ~b7
Con la amenaza ~a8 ó 1Zlc8. 16 ... c5?
no da resultado debido a 17 dxc6 ltJxc6
18 "ilfd5+, y en caso de 16 ... ILJf6 17 c5
g4 18 .l:tcl, o bien 16 ... ltJg6 17 ltJd3
ltJf6 18 c5, el ataque blanco llega antes.
17 c51
La jugada más fuerte. También se ha ju-
gado 17 1!fa4 ltJc8 18 c5 dxc5 19 ~xa6
j.xa6 20 Wxa6, pero después de 17 ...
c5!, la ventaja blanca se evapora.
17 •.• dxc5
Un importante matiz psicológico: el
juego comienza a evolucionar en el
flanco de dama y las negras están obli-
gadas a olvidarse de su ataque en el de
rey. Era malo 17 ... bxc5?1 18 bxc5 (18
'1Wa4!?) 18 ... 'l!fa8 (18 ... dxc5 19 .l:tcl, o
bien 19 %'.:bl 'tWa8 20 d6!) 19 ~b6! cxb6
20 c6, ganando (Korchnoi).
1661
181
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PRED~'.CESORES
18 lkll
No, por supuesto, 18 bxc5? li:Jxc5 19
J:cl 'i!l'd6, con la amenaza Jla8.
18 .•• li:Je8
Si 18 ... cxb4, lo más fuerte es 19 d6!
Por ejemplo: 19 ... li:Jc6 20 il.xa6 il.xa6
21 llxc6 (Korchnoi) 21 ... cxd6 22
llxd6 llf7 23 hb6!, o bien 19 ... cxd6
20 'i!fxd6 llf6 21 fi/c7 'i!i'c8 22 li:Jd3 llc6
(22 ... a5 23 li:Jf2) 23 llxc6 li:Jxc6 24
'i1!'xc8+ (24 il.xb6!?) 24 ... il.xc8 25 l:C 1
l'iJxa7 (25 ... il.b7 26 li:Jxb4!) 26 llc7,
con invasión decisiva (Karolyi-Kuprei-
chik, Lvov 1988).
19 bxc5 Aa8
Después de 19 ... li:Jxc5 20 llxc5 ! bxc5
21 J.txc5 li:Jd6 22 'l:'eb3(a4) y /Od3, las
blancas tienen una evidente ventaja
posicional.
20 c6
Dejando al alfil de c8 completamente
fuera de juego. Las blancas también
podían haber considerado 20 il.xb6!?
c.xb6 21 c6 /Oc5 22 li:Jd3 /Oxd3 23 'l:'fxd3
b5 24 'l:'fa3 'i!i'b6+ 25 'i!fc5, privando a las
negras de todo contrajuego y conde-
nándolas a una difícil defensa.
20 ••. /Of6 21 il.xb6 ©xb6 22 il.xa6 g4?1
Una tentativa de ataque rutinaria, que
no conduce sino a un nuevo debilita-
miento. Mucho mejores posibilidades
ofrecía 22 ... 'l:'fb81 (22 ... 'i!6d6 23 /Lid3 y
'i:lc5) 23 wh 1 Wia7 24 'i!fe2 (Korchnoi)
24 ... /Oh5!? Cierto que con la enérgica
25 d6! las blancas seguirían jugando
a ganar: 25 ... .1:1f6?1 26 d7 /Oxd7 27
g4! 'Llg3+ 28 hxg3 il.xc6 29 gxf4 cxB
30 .:ii..b5, o bien 25 ... cxd6 26 c7 il.b7
(26 ... ©c8 27 'Wd3 'i!l'b6 28 "+ll'b3+ filxb3
29 axb3 /0f6 30 /Od3) 27 il.xb7 'i!Vxb7 28
Wd3 'Llc8 29 fi/c4+ <;l;>h8 30 /Od3, etc.
23 iLJd3
El caballo se encamina a e6 vía c5.
23 ... g3?!
18!!
V
Era más tenaz 23 ... h5 ó 23 ... 'i!fb8
(Korchnoi), aunque difícilmente
hubiera afectado al desenlace de la
partida.
24h3
Sofocando todo contrajuego.
24 •.. ©e8
La inmediata 24 ... 'i!fb8 habría permi-
tido 25 d6. Las negras establecen un
bloqueo en d6, pero ahora el peón a se
pone en marcha.
25 /Oc5 'Wb8 26 a4 li:Jd6 27 a5 IObc8 28
~hl "+ll'a7 29 'i!fc2 ©e7 30 .1:1bl li:Jg6
O bien 30 ... ll b8 31 .l:!.xb8+ fi/xb8 32
il.b7.
31 llfcl il.f6 32 il.fl .be6
Forzado. La presión de las blancas en
el flanco de dama era ya insoportable.
32 ... 'i!fxa5 no era posible debido a 33
.1:1al 'i!fb4 34 .1:1cbl "fld4 35 'Lle6.
33 dxc6 "fi'xa5 34 llal '!1fb4 35 /0e6
Las negras se rindieron.
Es sorprenden te que incluso a los
56 años: pudiese ganar el lnterzonal.
l. Korchnoi 11 (de 16): 2-3. Ehlvest
y Seirawan 10, delante de Nikolic,
Torre, Polugaievsky, Miles ... Al co-
mienzo de ese mismo año, Korchnoi
había compartido con Shon el primer
puesto en Wijk aan Zee, estableciendo
un récord por el número de victorias
(¡cuatro!) en este prestigioso torneo
internacional.
Sus tentativas subsiguientes por
"refutar" la Defensa India de Rey tam-
bién tuvieron éxito. Después de la par-
tida con Hulak, logró buen número
de asombrosas victorias en la variante
con 13 a4!?, en cuyo sistema su único
revés, durante un período de ocho
a1ios, fue su derrota ante mí en Ams-
terdam (1991). Un año después, nos
enfrentamos de nue\'o en el Campeo-
nato de Europa de equipos nacionales
(Debrecen), y sólo me escapé por Jos
pelos. Pronto, Korchnoi trató de me-
jorar el juego blanco en una partida
con Shirov.

529
Y. Korcbnoi-A. Shirov
Brunos Ai"'s 199), 5" romla
Defensa India de Rey (E98)
l cl i0f6 2 ll:lc3 g6 3 e4 d6 4 d4 iig7 5
.1.d ()..() 6 li:lf3 e5 7 ()..() li:lc6 8 d5 fLJe7
9 '<:el ll:le8
E= jugada, que he empleado contra
Shirov (Olimpiada de Manila 1992) y
M>rrhnoi (Debrecen 1992), solía consi·
&rarse más floja que 9 ... IOd7 (partida
núm. 528). Puede que así sea, pero 9 ...
~~8 también tiene derecho a existir. El
caballo defiende la casilla c7 contra la
imasión de las piezas blancas, lo que
reduce la efectividad del plan estándar
con 10 fLJd3 y c4-c5. Sin embargo, las
blanca~ tienen otras posibilidades.
10 .i.e3
A Korchnoi, por supuesto, no le satis-
face la relativamente segura pero tam·
bién inofensiva continuación lO IOd3
f5 l l f4 (Petrosian-Tal, Bled 1961).
10 .•• f5 11 f3 f4
Otra idea es 11 ... c5 (partida núm.
530). También debo mencionar l l ...
'itlh8 12 a4 (12 c5!?) 12 ... lüg8 13 c5
~h6 14 ~ liJgf6 15 a5 'Llh5 16 g3
(Korchnoi-J. Polgár, Praga 1995), o
bien 16 Qld3! (Gclfand-J. Polg-.ír, Dos
Hennanas 1996), con un juego com·
plicado aunque algo mejor para las
blancas.
12 11.f2 h5
Korchnoi estaba sorprendido de que yo
V!KTOR EL TF.RRIRU:
recomendase esta jugada, y no 12 ... g5,
después de que él jugase 13 c5 li:lg6 14
a4 .l:U7?! 15 liJd3 .11.18 16 a5 l:l.g7 17 a6!?
(Van Wel}'. Amberes, 1997). Sin embar·
go, 13 g4! es más apropiado, abortando
de raíz el contraataque negro.
En una situación diferente podría ser,
por supuesto, ventajoso prescindir de
h7-h5, reservando la casilla h5 para un
caballo.
l3c5g5 l4a4
La partida antes mencionada Shi-
rov-Kasparov siguió así: 14 cxd6 cxd6
15 a4 fLJg6 (15 ... .IH6!?) 16 fLJb5 a6 17
IOa3 (LJf6 18 fLJc4 g4 19 'fHb3 g3 20 hxg3
(es mejor 20 .áb6 Wie7 21 'it>hl!, pero
no 21 'l!t'b4? li:\xd5! 22 exd5 'l!t'h4 23 h3
.áxh3!, etc.) 20 •.. fxg3 21 .áxg3 h4 22
ii..h2 Qlh5 (22 ... ii..h6!?) 23 'l!t'b6 'l!t'g5 y
fLJg3!, con buen juego de las negras.
Más tarde, Viktor LvO\ich prefirió 14
cxd6 cxd6 (14 ... fLJxd6 15 fLJd3, Korch·
noi-Rclange, Cannes 1996) 15 'it;>hl!?
lüg6 16 l:l.cl .i.d7 (16 ... ii..h6 17 liJb5!
a6 18 fLJa7 ii..d7 19 'i:Wb3, etc.) 17 a4
ii..h6, con una lucha de doble filo (Kor-
chnoi-:J. Polgár, Viena 1996).
También hay otro plan: 14 l:l.cl dxc515
..lixc5 llf6 16 'ifb3 <;!;>h7 17 l!:ld3 J,',!g6 18
li:lb5! a6 19 li:la7 llxa7?! (¡siguiendo los
pasos de Hulakl) 20 ii..xa7 b6 21 .!k2
(21 fLJb4!? Juzman) 21 ... ii..d7 22 .!Ucl
IOc8 23 ii..b8 fLJcd6 24 i.xc7 li:lxc7 25
lhc7 fLJb5 26 .!l.b7, y es dudoso que las
negras tengan suficiente compensación
por la calidad y peón (Korchnoi-G.
Hemández, Mérida 1996, match, l').
14 ••• li:lg6
14 ... .!l.f6!? y .!l.g6 (Korchnoi-J. Polg-.ír,
a la ciega, Montecarlo 1994).
l5a5ü6!?
Despejando la columna g. Además, des-
pués de g5-g4-(g3), este alfil malo pue-
de encontrar trabajo con .i.g5-h4, etc.
En caso de la insípida 15 ... .!l.17?!, el
plan con 16 cxd6 cxd6 17 fLJb5! aún es
más desagradable. Por ejemplo: 17 ... a6
183
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
18 liJc3 liJf6 l 9 liJa4 (O'Kelly-Ghitescu,
Sandefjord 1975), y por esta razón fue
relegada toda la variante con 9 ... liJe8.
También es insuficiente 15 ... dxc5 16
.bc5 liJd6 17 liJd3 l:l.f7 18 a6 b6 19
il..xd6! ... l..() (Korchnoi-Nemet, Suiza
1994).
1663
16 liJb5!?
Una novedad. Contra mí, en Debrecen,
Korchnoi optó por 16 b4 @h7 17 cxd6
(l 7 a6!?) 17 ... cxd6 18 liJb5, y en una
complicada lucha, después de 18 ... g4
(si 18 ... a6 19 liJa3 liJf6, entonces es
fuene 20 l:l.cl !) 19 fxg4 hxg4 20 il..xg4
il..xg4 21 'Wxg4 liJf6 22 'l!i'f3 (22 'l!i'f5!?
liJxd5 23 'l!i'e6) 22 ... 'l!i'd71 23 liJxa7!
liJg4 24 b5! liJxf2 (24 ... liJe3? 25 b6!)
25 'Wxf2 f3! 26 liJxf3 'Wg4 27 b6 f«xe4
28 l:l.fel 'l!i'xd5 29 Wc2 l:l.ae8, las negras
experimentaron serios problemas, pe-
ro lograron tablas en la jugada 44.
16 ... a6
Forzado.
17 liJa3 @h8
Con intención de l:l.g8. 17 ... l:l.f7 18
liJc4 l:l.g7 (18 ... dxc5 l 9 liJd3!) 19 l:l.a3,
etc., no era mejor para las negras.
18 liJc4
Si 18 cxd6, con la esperanza de 18 ...
cxd6 19 liJc4, entonces 18 ... liJxd6!,
con juego confuso.
18 ... l:l.g8 19 l:l.a3 liJf6
"Hasta aquí, Shirov no tuvo que pensar
mucho, pues se limitó a repetir el juego
de Kasparov, quien ya había empleado
esta variante en diversas ocasiones.
184
V
Ahora comete un error, activando pre-
maturamente su caballo. Lo correcto
era bien 19 ... liJf8, ó 19 ... dxc5 20
il..xc5 liJd6 y por esta razón posterior-
mente comencé a cambiar antes en d6"
(Korchnoi).
Pero 19 ... liJf8 es demasiado pasivo,
ya que tras 20 cxd6 cxd6 (20 ... liJxd6?
21 liJxe5) a las negras les resulta dificil
crear amenazas en el flanco de rey. Y
si 19 ... dxc5!?, era posible 20 liJd3!?
liJd6 21 liJxc5, y las negras tienen que
jugar con mucho ingenio para lograr
contrajuego: 21 ... g4 22 liJxd6 cxd6 23
liJe6 il.xe6 24 dxe6 g3 25 il.b6 gxh2+ 26
<;!;>hl 'f!le7 27 l:l.d3 liJh4 28 l:l.f2 l:l.ac8! 29
~JI il.f8 30 l:l.c2 l:l.xc2 31 'Wxc2 'f!lxe6
32 il..f2 il..e7, etc.
20 cxd6 cxd6 21 liJb6?!
Korchnoi le concede a esta jugada un
signo de interrogación, con este co-
mentario: "Es difícil ser un pionero".
Ciertamente, después de 21 '1Wb3 g4
(21 ... f«e7 22 'l!i'b4!) 22 'l/fb6, recomen-
dado por él y Shirov, las blancas ha-
brían conservado la ventaja, aunque la
cuestión es cuán grande es: 22 ... 'l!i'xb6
23 liJxb6 l:l.b8 24 <;Ph l il.g5 25 l:l.c3 il.h4
26 liJd3 gxf3 27 gxf3 .i.h3 28 l:l.gl I!.g7.
21 ... l:l.b8 22 l:l.c3
Si 22 'i!l'c2 g4 23 I!.c3 (23 fxg4 hxg4:
Shirov), entonces 23 ... g3! 24 hxg3
fxg3 25 il..xg3 h4 26 il..h(f)2 liJh5, con
excelente juego por el peón. Quizá de-
bería haberse cambiado de inmediato
el peligroso alfil: 22 liJxc8, aunque des-
pués de 22 ... l:l.xc8 23 Whl g4 24 il.b6
'!Wd7, las posibilidades de las negras no
son inferiores.
22 .•. g4! 23 fxg4
"Jugado tras larga reflexión. Las negras
amenazaban g4-g3, y en algunos casos
la captura en f3" (Korchnoi). Por ejem-
plo: 23 <;!;>hl (Shirov) 23 ... g3 24 ~gl
gxh2 25 il..f2! h4! y liJh5, con inva~ión
del caballo en g3.

1664
%3 ••• l0xe4!
Si 23 ... hxg4, las blancas pensaban
continuar con 24 lüxc8 l:txc8 25 .i.xg4
:Xc3 26 bxc3, y puesto que 26 ... lüxg4?
27 Vxg4 1!fxa5 28 1!rh3! es malo para
las negras, Mel alfil de casillas blancas
se hace muy fuerte" tras 26 ... lüxe4 27
.i.b6 'l!li'ffi 28 .i.e6, o bien 26 ... 1!fxa5 27
.J..e6 l:tg7 281Wd3 l:tc7 29 c4, etc.
Eorchnoi pensaba también que 23 ...
hg4 no era peligroso para él, pues de
t!Sta forma las negras evitan el cambio
de su alfil por el caballo y, explotando
la superioridad de fuerzas en el flanco
de rey, podrían haber tratado de pre-
sionar sobre la columna g y el débil
peón de e4. Pero después de 24 h3, las
blancas tienen, desde luego, una buena
posición.
:M l:txc8 l:txc8 25 lOxcS 'l!li'xc8
Shirov podría haber eliminado uno de
los fuertes alfiles enemigos con 25 ...
~ 26 l:lxf2 ffxc8. Aquí Korchnoi
considera 27 g5 .i.xg5 28 .i.xh5 (28
.ba6 f3!) 28 ... 1!rc5 29 .bg6 l:txg6 30
1t'c2 '!Wxc2 31 llxc2 l:tg8, con final algo
mejor para las negras: Msu formación
de peones es muy prometedora".
27 gxh5 es, obviamente, mejor. En
opinión de Korchnoi, Mdespués de
27 ..• tllh4 o de 27 ... li:Je7, la posición
negra parece muy activa", pero en mi
opinión, después tanto de 27 ... IOh4
28 1Llf3 10f5 29 1!fbI l0e3 30 lüh4 J:!.g7
31 1Llg6+ wg8 32 h3 l:tc7 33 1We4, como
de 27 ... 10e7 28 .i.f3 ó 28 IOc2, no es
fácil para las negras romper el bloqueo
sobre casillas blancas, y la posición no
está clara.
VIKTOR EL TERRIBLE
26 il.b61
MOtrajugada difícil. Las blancas deben
preservar sus alfiles, ¡pues I"esultarán
muy útiles!". (Korchnoi).
26 ••• lüe71
Evitando la peligrosa activación del
alfil de casillas blancas en caso de 26 ...
hxg4?! 27 .i.xg4, o bien 26 ... h4?! 27
.i.d3 IOf6(g5) 28 .i.f5.
27 gxh5 lüf6 28 b31
MAquí tenemos el 'tosco' estilo de KoI"·
chnoi en su plena expresión" (Larsen).
Era flojo 28 .i.f3 'iWf5!, con la amenaza
e5-e4 (Knaak), y si 29 Wc2, entonces
29 ... ffxc2 (29 ... e4? 30 .i.d4) 30 lüxc2
lüexd5.
28 ••• lüexd5 29 .i..c4 1ft'c6 30 J:lf2
MI..a posición es inusual. Los peones
centrales no deben ser subestimados,
pues en cualquier final darían ventaja
a las negras. Bent Larsen, a quien le
gustó mucho esta partida, evaluó la
posición como ganada para las blancas.
Parece ser que confundió sus deseos
con la realidad ... " (Korchnoi).
1665
30 ••• i:tcS?
Un error fundamental, en pos1c1on
muy complicada. La fría 30 .•. l:tf8!
(Shirov) habría permitido a las negras
conservaI", al menos, el equilibrio: 31
.i.xd5 lüxd5 32 l:tc2 (es malo jugar 32
'iWg4?! lüxb6 33 axb6 d5, o bien, como
demostró Korchnoi, 32 l:td2?! ft)e3 33
.i..xe3 fxe3 34 l:txd6 e2 35 l:txh6+ 1Wxh6
36 ffxe2 'iWf4) 32 ... \lfb5 33 lüf3 (no 33
'i!fg4? IOe3, ni tampoco 33 \!l'd3?! \!l'xd3
34 ©xd3 e4) 33 ... ffxb3 (33 ... l:te8!?
185
Gary Kasparov - MIS GENJAl.F.S PREDECESORES
34 lllh4!) 34 :!d2 ¡wxdl+ 35 :!xdl
lllxb6 36 :!xd6 iJ..g7 37 axb6 (37 :!xb6
e4), con un final tablas.
Korchnoi sigue con 37 ... a5 38 :!d7 :!b8
39 h6 iJ..xh6 40 lllxe5, con igualdad, o
bien 37 ... e4 38 lllg5 e3 39 wfl :es,
y aquí "el modo más simple de hacer
tablas es 40 :!d8+ :!xd8 41 lllf7+". Pero
después de 41 ... wh7! 42 lllxd8 il..d4 y
iJ..xb6, no está claro que las blancas pue-
dan lograr neutralizar los dos peones
pasados negros, a y e. Es más sencillo
40 g3 f3 41 lllxf3 :!c2 42 wgl, o bien 40
:!d7 ::tcI+ 41 we2 l:l.c2+ 42 Wf3 :tf2+ 43
we4 iJ..f6 44 lllf7+ wg8 45 lllh6+ wh8 46
lllf7+, con jaque perpetuo.
31 iJ..xd5 lllxd5
No era mejor 31 ... "i!fxd5 32 :!d2.
32 :!c2 lllc3 33 ffg4!
El material está igualado, pero las blan-
cas lanzan inesperadamente un ataque,
y las negras pierden a causa de la fatal
clavada de su caballo.
33 ••. iJ..fS
Si 33 ... "i!fe8, las blancas habrían gana-
do con 34 ~h3 Wc6 35 ffe6, o bien 35
lllf3 y lllh4. Korchnoi consideraba que
la mejor defensa era 33 ... :!g8 34 We6
iJ..f8 (34 ... 1lg7? 35 h6), aunque des-
pués de 35 h6! Wle4 36 wfl, las blancas
también habrían ganado.
34 llld3 'i!l'e8 35 lllb4!
Con la decisiva amenaza llld5.
35 ••• d5 36 lllxd5 iJ..c5+ 37 hc5 :!xc5
37 ... lllxd5 38 iJ..f8!
38 h6 '@'f8 39 :lxc3
Las blancas se rindieron.
Una complicada, dinámica y típica
lucha de la India de Rey, en la que el
joven talento no supo resistir el asalto
del veterano de 63 años.
Aquel mismo año, al tomar parte en
el Campeonato de Holanda por equi-
pos, Korchnoi mejoró también el juego
de las blancas en otra ramificación de
la aguda variante de la India de Rey.
En su partida con Nijboer, pudo llevar
186
V
a cabo el mismo sacrificio destructivo
de pieza, con objeto de crear una ava-
lancha de peones como habían hecho
anteriormente Tal (partida núm. 281)
y Spassky (núm. 374).
530
V. Korchnoi-F. Nijboer
Campeonato Nacinal por equipos
Holanda 1993
Defensa India de Rey (E98)
1 d4 lllf6 2 c4 g6 3 lllc3 il..g7 4 e4 d6 5
iJ..e2 0-0 6 lllf3 e5 7 0-0 lllc6 8 d5 llle7
9 llle 1 llle8
Más sólido es, no obstante, 9 ... llld7
(partida núm. 528).
10 il..e3 f5 11 f3
1666
ll ... c5?!
En lugar de la habitual 11 ... f4 12 iJ..f2
g5 13 c5 (partida núm. 529), las negras
quieren protegerse antes en el flanco
de dama, y sólo entonces iniciar su ata·
que en el flanco de rey. Sin embargo,
tanto la práctica, como mi propia ex·
periencia en la India de Rey, sugieren
que por lo general esta jugada es insufi·
ciente: las negras pierden tiempo y, en
cualquier ca~o. no consiguen bloquear
por completo el flanco.
12 llld3!
No mucho antes de esta partida, y con·
tra el mismo oponente (en Wijk aan
Zee 1993), Korchnoi se decantó por 12
dxc6 bxc6 13 tfd2 (13 c5?! d5) 13 ...
iJ..e6 14 Jldl Wlc7 15 f4, y después de

15 ... exf4 16 .txf4 fxe4 17 li:lxe4 (17
c5? li:ld5) 17 ... "f!t'b6+ 18 .te3 l:txfl+ 19
li>xfl "f!t'xb2 20 "i:\fxb2 ~xb2 21 li:lxd6,
las negras podrían haber logrado equi-
librar el juego con 21 ... ~e5! Pero
Nijboer se equivocó, cayó en apuros de
tiempo y, finalmente, perdió.
La jugada de caballo es mucho más
fuerte. Las blancas preparan gradual-
mente el sacrificio de pieza en c5, ex-
plotando la lejanía de ambos caballos
negros de dicho punto.
12 ... f4 13 ~f2 h5?!
Korchnoi es tremendamente crítico
con esta jugada, considerándola la
razón de la aplastante derrota de las
negras en esta partida, y añadiendo: "El
problema es que esta jugada fue reco-
mendada, en una posición similar, por
el campeón del mundo, Kasparov".
Sin embargo, yo recomendé h7-h5 en
una posición diferente (véase la nota a
la jugada 12 de las negras, en la partida
núm. 529). En esquemas tan complica-
dos y de doble filo es preciso apreciar
nítidamente las diferencias. Aquí yo
habría preferido 13 ... g5, pues cada
tiempo es precioso para las negras, y
ahora 14 g4 ya no es peligroso para el
segundo jugador, dado que ha conse-
guido "congelar" el flanco de dama. En
cuanto a las blancas, si quieren realizar
un sacrificio de pieza, el avance g2-g4
no les conviene. Podrían haber seguido
14 b4 b6 15 a4 a5 16 bxc5 bxc5 17 :i:tbl
li:lg6, y en la variante con 18 li:lxc5, en
lugar de la innecesaria jugada h7-h5,
las negras podrían haber optado por la
más útil li:lg6.
Son estos matices los que constituyen la
diferencia para entender esta o aquella
posición. Nijboer pensaba que había
erigido una fortaleza, pero en realidad
eso resulta ser una ilusión.
14 b4
Es esencial abrir la columna h.
14 ... b6 15 a4 a5 16 bxc5 bxc5
"Después de 16 ... dxc5, las negras
quedan con dos peones débiles en b6
VIKTOR EL TF.RRIRl.E
y e5 pero, por otra parte, obtienen una
buena casilla para su caballo en d6. Es
cierto que, de todos modos, dxc5 po-
dría no haber afectado al desarrollo de
esta partida" (Korchnoi).
17 :i:thl g5
Lanzando una contraofensiva, desde
una posición aparentemente sólida. Pe-
ro Korchnoi señala que, de sus prime-
ras l 7 ju¡¡adas, las negras han efectua-
do 11 de peón y ¡que han avanzado sus
ocho peones! Sus piezas, en cambio,
están amontonadas en la 7' y 8' filas.
18 li:lxc5!
"Esto constituyó una sorpresa para mi
oponente, como muchas otras jugadas
de la partida", escribe Korchnoi con
satisfacción. "Era posible la tranquila
18 Wfb3, también con apreciable venta-
ja blanca". Y si 18 ... li:lg6, entonces 19
Wb6. iPero el sacrificio de caballo es
bastante más efectivo!
18 ... dxc5 19 ~xc5 li:lg6?!
En opinión de Korchnoi, "lo correcto
era 19 ... l:!f6, defendiendo la casilla b6
y con idea de situar la torre en g6 y el
alfil en f8. Después de 20 'i!l'b3 ~f8 21
~f2 g4 22 c5 >t>h7 23 d6, las blancas
tienen excelente compensación por la
pieza sacrificada, pero hay una dura
batalla en perspectiva".
Sin embargo, es más fuerte 21 .i.b6!,
forzando 21 ... l::txb6 (pues de no ser
así, 22 c5!) 22 Wxb6 Wxb6+ 23 :i:txb6,
y después de 23 ... li:lf5 (23 ... li:lxd5?!
24 li:lxd5 y ganan) 24 l:!g6+ li:lfg7 25
:i:txg5, las blancas tienen una torre y
187
Gary Kasparov - MIS GENIAi.ES PREDECESORES
tres peones por dos piezas menores y
todas las posibilidades de victoria. ¿Qué
pueden hacer las negras? Si 20 ... 1Llg6
ó 20 ... 1Lld6, sigue también 21 il.b6 y
c4-c5, mientras que si 20 ... 1Llc7, enton-
ces 21 d6! Sólo queda 20 ... l:!.aa6, pero
también en tal caso, después de 21 il.f2
g4 22 c5, las cosas son difíciles para las
negras. Sin embargo, después de la
jugada de la partida, pierden aún más
rápidamente.
20 il.b6!
Las blancas no necesitan ganar calidad.
Lo principal es avanzar su masa de
peones.
20 ••. 'llff6 21 c5 g4 22 d6!
Hay que evitar distraerse con 22 fxg4.
22 .•. gxf3
22 ... il.e6 23 d7.
23 gxf3
Un sacrificio de calidad que pone de
manifiesto la fuerza de los peones blan-
cos. También era buena la sencilla 23
il.xf3!? l:!.f7 24 ¡fd5.
23 ••• il.h3 24 c;t;>hl! il.xfl 25 il.xfl
We6?!
Era algo más tenaz 25 ... 1Llxd6, conec-
tando las torres, aunque la posición
negra seguiría estando perdida, tanto
después de 26 ~xd6 'l!ixd6 27 cxd6
il.f6 281Lld5 il.d8 29 1Llc7 l:!.b8 30 il.b5 y
il.xa5, como de 26 cxd6!, pues el peón
pasado es demasiado fuerte.
26 d71Llf6
26 ... li:ld6 27 'f!fxd6 ¡fxd6 28 cxd6 era
desesperado, como también lo era la
"relativamente mejor" 26 ... ~f6 27
'tll'd5 't/Vxd5 28 li:lxd5 (Korchnoi).
27 dS¡f l:!.fxd8 28 .bd8 1Lld7 29 il.g5
l:!.c8
O bien 29 ... li:lxc5 30 1Lld5 l:!.a7 31 l:!.b6
"i!i'f7 (31 ... ~es 32 il.b5) 32 ~c4 wh8
33 "i!i'gl, con amenazas decisivas.
30 'ti' d5 1Llgf8
Después de 30 ... ~xd5 31 exd5 l:!.xc5
32 1Lle4 (Korchnoi), o de 30 ... 1Llxc5
188
V
31 l::tb6! ffxd5 32 exd5 ltJf8 (32 ... @f7
33 il.h3) 33 l::tc6 l::txc6 34 dxc6, el peón
pasado es irresistible.
31 il.e7 1Llxc5?
Grave error que pierde pieza, pero
también era malo para las negras 31 ...
'>tlh8 32 .bf8 li:lxf8 33 l::tb5.
32 il.h3 Wxd5 33 1Llxd5
Las negras se rindieron. Si 33 ... l:k6,
34 l:!.cl.
Korchnoi considera que la Defensa
India de Rey es "una apertura muy
flexible", con la salvedad de que en la
Variante Clásica no aprueba 7 ... li:lc6:
"Es sorprendente que tantos jugadores
de primera fila elijan la jugada menos
flexible, que conduce a un juego agudo
con ataques en flancos opuestos. Des-
pués de 7 ... 1Llbd7, 7 ... li:la6 ó 7 ... exd4
resulta, en cambio, una batalla estraté-
gica tranquila".
Bueno, veremos cuáles son las con-
secuencias de la "tranquila" 7 ... 1Llbd7
(partida núm. 536). Como han demos-
trado 50 años de práctica, lajugada 7 ...
1Llc6 no es tan inflexible, y la radical
evaluación de Korchnoi es un reflejo
más de su natural maximalismo. Por
cierto que Eduard Gufeld, un conocido
paladín de la India de Rey, declaró ca-
tegóricamente por el contrario, que en
tres de sus variantes principales (con 3
g3, 5 f3 y 5 1Llf3, il.e2 y 0-0), las negras
deberían desarrollar su caballo dama
sólo por c6, ¡porque es la única forma
de que puedan conseguir contrajuego!
Examinador implacable
Durante su larga carrera, Korchnoi,
como él mismo ha dicho, ha tenido
que enfrentarse ante el tablero a repre-
sentantes de al menos seis generacio-
nes. Por otra parte, contrn los jóvenes.
siempre ha jugado con algún tipo de
fervor especial, de forma muy intere-
sante y creativa. Pero también grandes
maestros entre los diez mejores del
mundo a menudo han sido incapaces
de encontrar un antídoto efecti\•o con-
tra sus profundas e inusuales ideas.
 V!KTOR EL TERRIBLE

Su punto fuerte siguen siendo que decir que Vassili siempre se ha

las nuevas, inesperadas y enérgicas distinguido por su seria concepción del
continuaciones que modifican drásti- juego. Podía jugar cualquier apertura,
camente la situación del tablero. Con pero las elegía siempre en función de
frecuencia, sus oponentes no han sido su oponente de tumo. En la siguiente
capaces de descubrir el significado de partida, sin embargo, ¡se encontró con
sus ideas, a pesar de que normalmente la horma de su zapato!
se considera que el joven cerebro debe
reaccionar más rápidamente ante los
cambios. Pero incluso en sus ültimos
años, Korchnoi no ha perdido la fres- 531
cura de su percepción. Los repentinos V. Ivanchuk-V. Korchnoi
cambios de escenario rio sólo no le Tilhurg 1989
asustan, ¡sino que él mismo los provo- Apertura Catalana (E04)
ca! Aun ahora, el tempo ajedrecístico
desigual sigue siendo su elemento.
A esto hay que añadir, como ya se ha 1 d4 lllf6 2 c4 e6 3 g3
dicho, una técnica excepcional y una Este sistema no es el arma principal
comprensión posicional sobresaliente. de Ivanchuk. Es posible que eligiese
Por consiguiente, sus partidas con los la Catalana influenciado por el duelo
jóvenes jugadores, teniendo en cuenta Kasparov-Korchnoi (1983), en el que
su fuerza y su potencial, son especial- las negras perdieron (0,5-2,5) en esta
mente interesantes y reveladoras. apertura. Si Vassili esperaba que su
Comenzaré con el torneo (a doble oponente siguiese experimentando un
vuelta y ocho grandes maestros) de Til- mal sabor de boca, el argumento psico-
burg (1989), un torneo memorable pa- lógico resultó injustificado.
ra mí. El participante más veterano era
3 •.. d5 4 ~g2 dxc4 5 lllf3
Viktor Korchnoi, de 58 años, y el más
joven, el ucraniano Vassili Ivanchuk Después de la tranquila 5 Wla4+ lllbd7,
(de 20). Ivanchuk era, por entonces, las blancas recuperan el peón, pero
el tercer jugador de las listas mundia- normalmente pierden su iniciativa de
les y su enorme talento era evidente. apertura.
Botvinnik incluso predijo su victoria en
5 ... IZ:lc6!?
Tilburg, ¡a pesar de la participación del
campeón mundial! En principio, Vassi- Una rara variante por entonces, aun-
lijustificó esos pronósticos, anotándose que después de esta partida cobró
(como Korchnoi y yo) 3 puntos en las popularidad. Más popular solía ser 5 ...
4 primeras partidas, con tablas con a6. En su duelo conmigo, Korchnoi en-
negras ante Korchnoi. En la 5' ronda, sayó 5 ... c5, 5 ... ~d7 y 5 ... lllbd7.
conseguí derrotar a Ivanchuk, ¡pero
6Wla4
Korchnoi también ganó su partida!
No obstante, tras ganar cinco partidas 6 0-0 a6, ó 6 ... J:l.b8 (Kiril Gcorgiev-
consecutivas, por fin pude despegarme Korchnoi, Biel 1992).
de mi rival, y en la segunda mitad el
6 .•. ~b4+ 7 .li.d2 llld5
torneo sólo fue una lucha por el segun-
do puesto. 7 ... ~d6!? 8 0-0 0-0 9 Wixc4 e5 (Kar-
Después de su derrota en nuestra pov-Kramnik, Wijk aan Zee 1998).
partida, Ivanchuk trató desesperada-
8~xb4
mente, pero sin éxito, de mejorar su
posición en la tabla. Su partida de Rara ,·ez se juega 8 Wlb5, a fin de recu-
la segunda vuelta con Korchnoi era perar el peón tras 8 ... 0-0, con 9 Wlxc4,
'irtualmentc su ültima posibilidad de y después de 8 ... .il.xd2+ 9 liJbxd2 c3
finalizar entre los tres primeros. Hay 10 bxc3 liJxc3 11 Wid3 liJd5 12 0-0 0-0,
189
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
seguido de e2-e4, obtener buena com-
pensación a cambio.
8 ••• tLldxb4 9 a3
"La teoría considera más prudente 9
0-0 Ilb8 10 tLlc3 a6 11 tLle5, pero algu-
nos jugadores, entre ellos lvanchuk,
¡no buscan la seguridad en ajedrez!".
(Korchnoi).
9 ... b5! 10 'i:!l'xb5
En caso de 10 'f*'dl tLld5, las negras
tienen una posición perfectamente
sólida, con un peón extra: 11 e4 ( 11
a4 b4) 11 ... tLlb6 12 tLlc3 a6 13 0-0 0-0
14 W/d2 ..\lb7 15 Iladl 'i:!l'e7 16 h4 Ilad8
(Karpov-Kramnik, Montecarlo 1999, a
la ciega).
1o... tLlc2+ 11 wd2
Después de la jugada ahora de moda 11
wn ..lld7I 12 Ila2 tLl6xd4 13 "i!ec5 'i:!l'e7,
ó 13 ... ILJfü!? (Karpov-Van Wely, Dubai
2002, rápidas), también es difícil que
las blancas puedan lograr ventaja.
11 ... tLlxal
Desde mediados de los noventa se ha
empleado 11 ... Ad7!? 12 wxc2 tLlxd4+
13 tLlxd4 ..llxb5 14 tLlxb5 Ilb8, con
dama por tres piezas y un juego muy
complicado.
12 "i!exc6+ ..\ld7 13 'Wxc4
13 ... c5!
Excelente novedad que abre un nuevo
camino teórico en la Catalana. La vieja
partida Aizenshtadt-Taimanov (Lenin-
grado 1949) siguió así: 13 ... Ilb8 14 b4
c5 15 ILJc3 cxd4 16 tLle4 Ab5 17 'i:!l'a2
190
V
d3!, con iniciativa de las negras ( 18
Ilxal l:l.c8!), pero Taimanov sugirió 15
'i:!l'c3! cxb4 16 axb4 a5 17 'i:!l'xal axb4 18
Ilcl, y los dos caballos blancos son supe-
riores a la torre a pesar del fuerte peón
b pasado. Desde entonces, la variante
5 ... tLlc6 había sido arrinconada.
Korchnoi aporta una interesante expli-
cación acerca del origen de la jugada
13 ... c5: "Uno de los mayores expertos
en la Apertura Catalana, en los años
setenta y ochenta, era el gran maestro
Gcnna Sosonko. Una vez percibí que,
con negras, trataba de llegar a esta
posición. ¡Tenía un as en la manga!
¿Pero cuál? Sus oponentes evitaron la
posición crítica. Pasé varias horas exa-
minando esta variante ¡y encontré una
mejora para las negras!".
14 'i:!l'a2
En esencia, jugada única. Las alternati-
vas son malas para las blancas: 14 tLlc3?
'i:!l'b6! (estajugada, indicada por Korch-
noi en lnformator, es más agresiva que
14 ... cxd4 15 tLlxd4 Ilc8 16 'i:!l'd3 e5), o
bien 14 tLle5? Ilc8 15 d5 Ilb8!
14 ••. 'i:!l'a5+ 15 b4?
En una situación desconocida que de
pronto se ha agudizado, las blancas
cometen un grave error. Parece que la
novedad dejó a lvanchuk en estado de
shock.
Inmediatamente después, Korchnoi
recomendó 15 tLlc3 cxd4 16 tLlxd4 Ild8
17 Ilxal! (17 e3 e5 18 b4 "i!ea6, o mi
sugerencia, 18 ... 'i:!l'b6 19 tLld5 Ae6!)
17 ... e5 18 b4 1\l'b6 19 tLlc2, y ésta pa·
só a ser la línea principal de toda la
variante. Después de 19 ... Wixf2, las
blancas pueden jugar 20 tLle3 ..\le6+
21 tLlcd5 o.o 22 '!Wc4 .bd5 23 ..\lxd5
'i:!l'xh2 ... 0,5·0,5 (Bareev-Adams, Dor-
tmund 2000), o bien 20 $.d5 0-0 21
1\l'c4 ~e6 22 tLle3 1\l'xh2 23 Wh4 '!Wxh4
24 gxh4 f5 25 wc2 (25 we l!?) 25 ...
wf7 26 Ild 1 f4 27 tLlc4 0,5-0,5 (Kaspa-
rov-Adams, Wijk aan Zee 2001).
Jugué con Adams en la última ronda.

cuando tenía un punto de ventaja
sobre Anand y Kramnik. Mis colegas
sonrieron: ¿es ésta la forma de jugar la
apertura, cuando sólo necesitas tablas?
Sin embargo, aprecié que las blan-
cas tenían ventaja y quería jugar esta
complicada posición. Pero entonces
comprendí que había cometido una
imprecisión y propuse tablas ...
Exactamente un año después, en el
mismo escenario, en lugar de 26 l:!.dl,
siguió 26 l:!.gl! l:!.d7 (26 ... g6!?: Ftac-
nik) 27 il.xe6+ wxe6 28 lüa4 Wf6 29
lllc5 J:td4? 30 lllxf5! ... 1-0 (Kasimdzha-
nov-Van Wely, Wijk aan Zee 2002).
Por supuesto, era esencial 29 ... J:tc8,
conservando considerables recursos
defensivos.
15 •.• cxb4 16 'i!fxal l:!.c8 17 llle5
17 l:!.cl ?! l:!.xc l 18 <;f;>xcl 0-0, con la ame-
naza l:!.c8+, etc.
17 ... Jl.b5
1669
181t<e3
Una difícil decisión en posición indife-
rente. "Después de la partida, los ana-
listas declararon que era más tenaz 18
a4, con posibilidades de salvación para
las blancas. Pero partidas posteriores
no confirmaron precisamente esa opi-
nión'" (Korchnoi).
Ciertamente, después de 18 ... 0-0, el
rey blanco se encuentra, de todos mo-
dos, en u na penosa posición: si 19 llld3,
tanto 19 ... $.xd3 20 <;f;>xd3 e5!, como
la preparatoria 19 ... b3+! son fuertes,
mientras que si 19 ~b2 (Korchnoi),
entonces 19 ... 'lll'xa4 20 il.e4 J:tfd8, con
VtKTOR Et. TERRIBLE
ataque. O bien 19 il.e4 ffi! 20 llld3 (20
lllf3 b3+, etc.) 20 ... f5 21 i..f3 b3+ 22
lllc3 il.xd3 y Wb4 ... 0-1 (Kaidanov-Gol-
din, Filadelfia 1998).
18 ... l:!.e2
La penetración decisiva.
19 i..f3 0-0 20 a4 f6 21 llld3 il.e4
Amenazando J:ta2. Desde el punto de
vista del ordenador, 21 ... il.xd3 22
'it>xd3 Wc7 23 <;f;>e3 'llfc4 24 l:!.dl l:!.a2
gana con más facilidad, pero un ser hu-
mano sigue su propio camino.
22 llld2 Wg5+?!
Las negras podrían haber resuelto
inmediatamente con 22 ... i..xd3 23
exd3 (23 <;f;>xd3 1Ic3+ 24 We4 Wf5++)
23 ... "l:li'g5+ (Korchnoi) 24 We4 f5+ 25
l!o>e5 f4+ 26 wxe6 J:te8+ 27 wd7 Wd8++.
Sin embargo, la partida sigue estando
ganada.
23 lllf4 e5
23 ... l:!.c3+!? (Korchnoi).
24 lllxe4 exf4+ 25 gxf4 Wf5! 26 llld6
No era mejor 26 'l!Ybl l:!.e8+, ni 26 $.e4
l:!.c3+, etc.
26 ..• We6+
Las blancas se rindieron. Si 27 i..e4 (de
otro modo, 'l!fb3+), 27 ... l:!.c3+ y Wxd6.
Gracias a esta victoria, Viktor Lvovi-
ch se consolidó en el segundo puesto,
que mantuvo hasta el final del torneo:
l. Kasparov 12 (de 14); 2. Korchnoi
8,5; 3. Sax 7; 4-5. Ivanchuk y Ljubojevic
6,5 cte.
El Torneo Interzonal del siguiente
ciclo (Manila, verano de 1990) se cele-
bró, por primera vez por sistema suizo,
y estuvo marcado por la clara emergen-
cia en el medo internacional de la nue-
va generación de veintcalieros, aunque
algunos experimentados luchadores
se clasificaron también para la fase de
Candidatos: 1-2. Gelfand e lvanchuk 9
(de 13); 3-4. Anand y Short 8,5; 5-11.
Sax, Korchnoi, Hübner, Nikolic, Yuda-
sin, Dolmatov y Dreev 8, etc.Junto con
191
Gary Kasparov - Mis GENIAI.F.S PREDECESORt:s V
Timman, Speelman yYusupov (finalista
y semifinalistas del ciclo anterior), los
clasificados pasaron a emparejarse en
siete encuentros, a cuyos ganadores
debía sumarse luego Karpov (como
finalista del match por el campeonato
mundial de 1990), etc.
En la primavera, Korchnoi se pre-
paró para el Interzonal con dos cua-
drangulares de grandes maestros: uno
a \Uelta única, en Beersheva, y otro a
doble vuelta en Rotterdam. En ambos
logró el primer puesto y, como luego
en Manila, se mantuvo invicto. Como
curiosidad, procede señalar que la
siguiente partida con el gran maestro
israelí Alon Greenfeld (de 26 años),
jugada al comienzo de Beersheva, ¡fue
la única del torneo con definición!
532
V. Korchnoi-A. Greenfeld
&ersheva 1990
Apertura Inglesa (A30)
1 c4 lüf6 2 lüc3 c5 3 lüf3 e6 4 g3 b6 5
i<.g2 i<.b 7 6 0-0 i<.e 7
Después de 6 ... a6 7 b3 d6, Korchnoi
también jugaba d2-d4, y tras cxd4,
respondía tanto ffxd4 (contra S. Gar-
cía, Moscú 1975), como lüxd4 (contra
Hjartarson, Rcykjavik 1988 e Ivanchuk,
Tilburg 1989).
7b3
A fin de que tras d2-d4 y cxd4, retomar
en d4 de caballo. Después de la directa
7 d4 cxd4 8 ~xd4, en los viejos tiempos
Korchnoi se enfrentó muchas veces a
8 ... lüc6 u 8 ... 0-0 y lüc6 (partida núm.
505), y en la era del erizo, 8 ... d6, se-
guido de lübd7.
7 ••• d6
7 ... d5 8 cxd5 lüxd5 es bueno para las
negras, con igualdad. Pero, como Kor-
chnoi observó con lucidez, los amantes
del erizo no buscan un juego igualado.
192
8d4
Es más lento 8 i<.b2 0-0 9 e3 a6 10 d4
cxd4 11 lüxd4 (Korchnoi-Portisch,
Bad Kissingen 1983, match, 9').
8 ••• cxd4 9 '!ifxd4
Después de 9 lüxd4 Axg2 10 ~g2 f!Jc7
11 e4 a6 12 i<.b2 Wb7 13 l:tel 0-0, las
negras tienen menos problemas (Kor-
chnoi-Polugaievsky, Biel 1986).
1670
Korchnoi ya había comentado las posi-
ciones erizo de este tipo (partida núm.
505). En la introducción a esta partida,
añade: "Hasta cierto punto, los aman-
tes del erizo tienen razón. Están con-
vencidos. de que lo principal en ajedrez
no es el material, ni el espacio, sino la
coordinación y la actividad de las pie-
zas, y esa coordinación también puede
lograrse en un espacio restringido. Ese
tipo de concepción se puso de moda.
Mientras que antes se consideraba más
que indeseable entregar el centro, aho-
ra docenas de jugadores entregan el
centro literalmente desde las primeras
jugadas y comienzan a erigir sus defen-
sas a lo ancho de la sexta fila. Creo que
el lector entenderá por qué, para mí,
educado en la comprensión ortodoxa
del ajedrez, esta partida me resulta tan
valiosa".
9 ... lübd7?!
No es el orden de jugadas más preciso,
como tampoco lo es 9 ... a6?! 10 $.a3!
(impidiendo li::lbd7) 10 ... 0-0 11 l:tfdl,
con presión para las blancas (Korch-
noi-A. Greenfeld, Beersheva 1988).

Pero actualmente todo el mundo sabe
que lo correcto es 9 ... 0-0! Por ejem-
plo: 10 il.b2 (si 10 il.a3, entonces 10 ...
iLJa6!) 10 ... a6 11 l::tfdl 1Zlbd7 12 Wd2
1'1c7 131Zld4 .ltxg2 14 ..t>xg2 '11Vb7+ 15 f3
ILJe5! ... 0,5-0,5 (Korchnoi-Polugaievs-
ky, Buenos Aires 1980, match, 11 ").
10 éLJb5!
La novedad de Korchnoi, que empicó
por primera vez en la 6ª partida de su
match de Candidatos con Hjartarson
(Saint John 1988). Al atacar el peón
de d6, crea cierto desorden en las filas
enemigas.
10 ... 1Zlc5
Si 1O ••. tLJe4?, las blancas pensaban se-
guir con 11 'llfxg7 .ltf6 12 Wh6 .ltxal 13
it:lg5!, con fuerte ataque. Sin embargo,
después de 1O ..• d5? 11 cxd5 il.xd5 12
Wf4 0-0 13 .ltb2 a6 14 1Zlc3, sólo con-
tarían con una ventaja relativamente
pequeña.
11 l:tdl 1Zlfe4?!
Una jugada preparada de Greenfeld,
que no tiene éxito. Ya la había plantea-
do contra Andersson (Olimpiada de
Salónica 1988) y había perdido, pero
parece que ahora había encontrado
alguna mejora.
Era esencial 11 ... d5, siguiendo el
ejemplo de la partida antes mencio-
nada Korchnoi-Hjartarson, brillan-
temente ganada por el veterano: 12
cxd5 exd5 (las negras tampoco igualan
del todo con 12 ... 1Zlxd5 13 e4, ni con
12 ....bd5 13 'llff4) 13 il.h3!? 0-0 14
.ltb2 a6 15 1Zlc3 l:te8 16 l:tacl 1Zle6? 17
.ltxe6! fxe6 18 1Zla4 b5 19 tLJc5 .&l.c8 20
1Zle5, con una camisa de fuerza. Está
claro que el joven gran maestro islan-
dés subestimó la idea estratégica de su
oponente.
12 Wxg7!
¡Otra brillante novedad! Las blancas
entregan una torre y luego emprenden
un ataque con sus caballos en el espíri-
tu de Morphy o Chigorin.
VIKTOR EL TERRrnu:
La partida Andersson-Greenfeld siguió
así: 12 b4 .ltf6 13 'llfe3 .ltxal 14 bxc5
bxc5 15 1Zlg5! .ltd4 16 1Zlxd4 (aún es
mejor 16 'Wf4! ffxg5 17 1Zlxd6+) 16 ...
cxd4 17 J:!xd4 1Zlc5 18 ..bb7 1Zlxb7 19
1Zlxf7 Wxf7 20 -+ll'f3+ wg8 21 'fixb7 l:tb8
22 'i!l'e4 ... 1-0. En esta ocasión, Green-
feld parece que queríajugar 12 ... 0-0 ó
12 ... a6, pero Korchnoi se lo impidió,
exhibiendo su propia e impresionante
interpretación de la variante.
12 •.• il.f6 13 fib6 .ltxal 141Zlg5!
Una posición alucinante, muy dificil de
jugar por primera vez para las blancas
(que, después de todo, tienen una
torre menos), pero más aún para las
negras, porque tienen muchas probabi-
lidades de confundirse en su obligada
búsqueda de la mejor defensa. ·
1671
14 ... il.e5?
Jugada de apariencia natural, pero
incorrecta. Citando un extenso análi-
sis del gran maestro Matthias Wahls,
Korchnoi sugiere que "la única posibi-
lidad de evitar una rápida derrota pasa
por 14 ... 'i!l'f6! Por ejemplo: 15 1Zlxc4
1Zlxc4 16 .ltxe4 'iifxh6 17 il.xh6 .ltxe4
18 1Zlxd6+ we7 19 1Zlxe4 .lte5 (19 ...
.ltf6? 20 .ltcl !) 20 f4 .ltb2 21 l:tbl .ltd4+
22 wg2 l:thg8 (22 ... f6 23 e3! il.xe3 24
il.g7) 23 il.g5+ f6 24 .lth4 l:tg6 25 <;t;f3
a5 (25 ... h5 26 b4!, y no hay defensa
contra la amenaza e2-e3). Las blancas
tienen una clara ventaja posicional".
La inmediata 25 b4!? l:tc8 26 <;t;f3 (con
idea de 26 ... l::txc4? 27 e3) qui1.á sea
193
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES V

aún mejor. Las blancas tienen dos peo- 17 f4!

nes por la calidad y una evidente ven-
taja, en vista de la desafortunada posi- Según Korchnoi, también era posible
ción del alfil negro. Por consiguiente, 17 bxc5 il.xg2 18 f4, pero en tal caso,
las negras deberían defenderse con después de 18 ... il.d4+! 19 l:t(lll)xd4
20 ... il.f6 (S. Kuznetsov-Maiorov, Co- dxc5, las negras salvan la partida.
rrespondencia 1994), o bien con 21 ... 17 ... il.xg2
il.f6!? 22 <J;f2 l:thg8, con buenas posibi-
lidades de tablas. 17 ... il.al? 18 lllxd6+! we7 19 bxc5
il.xg2 20 il.a3! bxc5 21 <J;xg2, ganando.
15 b4!?
18 fxe5
Es extraño que en su libro Mis mejores
partidas (tomo 1, 2006), Korchnoi no 1672
comente en absoluto esta jugada (ni
tampoco Ftacnik en ChessBase), aunque
ya en 1990, en el lnjannator, indicaba
una forma más sencilla de ganar: 15
lllxe4! il.xe4 (o bien 15 ... lllxe4 16
il.xe4 il.xe4 17 f4, etc.) 16 il.g5! f6 17
f4 fxg5 18 fxe5, con ataque irresistible.
Yo añadiría 16 ... 'tlfd7 17 f4! (o bien 17
b4 .li.xg2 18 bxc5, Chekachev-Kersten,
Bad Zwesten 2003) 17 ... a6 18 fxe5
axb5 19 l:txd6 'tlfc7 (19 ... il.xg2 20
'tlff6!) 20 .li.xe4lllxe4 21 l:txe6+! "Una pintoresca posición. Las negras
En la partida Petursson-Akesson (Esto- siguen teniendo una torre de ventaja,
colmo 1991) se produjo la tentadora 15 pero tres de sus piezas están colgando,
f4?!, y después de 15 ... il.f6? 16 lllxe4 y además las blancas disponen de la
il.xe4 17 b4 .li.xg2 18 bxc5, la posición amena7.a lllc7+" (Korchnoi).
negra se vino abajo. Sin embargo, 15 ...
18 ... dxe5
'tlff6! 16 'i'fxf6 il.xf6 17 lllxe4 .li.xe4
18 lllxd6+ We7 19 lllxe4 l:tad8 habría 18 ... il.c6? 19 lllxd6+ wfB 20 exf6.
conducido a un final más o menos
igualado. 19 bxc5 il.c6 20 lllc7+ wf8?!
15 ... 'tlff6 "La jugada perdedora. Era más tenaz
20 ... we7 21 il.a3! b5! 22 lllxa8 b4 23
Relativamente, la mejor posibilidad. Es
il.xb4 l:txaB 24 lllf3 llld7 25 l:txd7+
más flojo 15 ... lllc3 (como han demos-
wxd7 26 lllxe5+. <J;c7 27 il.a5+ wb7 28
tr.ado los analistas, otras respuestas tam-
lllxfl. Las blancas tienen buenas posi-
bién son inadecuadas) 16 lllxc3! (16
bilidades de ganar, pero la lucha no ha
bxc5 f:l'f6! no está claro) 16 ... il.xg2 17 terminado" (Korchnoi). Sin embargo,
bxc5 il.xc3 (17 ... 'i'ff6 18 f:i'xf6 y lllb5!)
después de 28 ... il.e8 29 llle5 l:k8, el
18 wxg2 f:l'f6 19 'i'fxf6 il.xf6 20 llle4,
final sigue sin estar claro: ¿por qué
con evidente ventaja blanca (Tsesars-
deberían perder las negras con calidad
ky-A. Greenfeld, Givatayim 1997), pero
de ventaja?
era más eficiente 19 f:l'h5! dxc5 20 llle4
f:l'g6 21 'i'ff3, ganando. Yo preferiría, por tanto, 23 .li.b2! l:txa8
16 \Wxf6 lllxf6 (23 ... il.xa8 24 il.xe5 l:tc8 25 l:tfl,
ganando) 24 l:tO! (no 24 il.xe5 llle4)
Si 16 ... il.xf6, habría seguido 17 bxc5 24 ... l:tg8 (24 ... llle4 25 l:txfl+ we8 26
il.xg5 18 Axg5 0-0 19 cxd6, con un l:tc7 lllxg5 27 l:txc6 wd7 28 l:ta6, y ga-
final ganado. nan) 25 il.xe5 l:tg6 (25 ... llle4 26 lllxfl)
l!J.l

26 il.d6+ <;Í;>e8 27 li:lf3, con un peón ex-
tra y un final técnicamente ganado.
Es interesante 21 ... li:le4!? (en lugar de
21 ... b5) 22 li:lxe4 il.xe4, pero tampoco
aquí después de 23 c6+! Wf6 24 li:lxa8
.lha8 25 c7 l:tc8 26 il.d6 il.f5 27 c5!
b5 (27 ... bxc5 28 l:tc 1) 28 l:tn wg6 29
il.xe5 f6 30 il.d6, es envidiable la posi-
ción negra.
Así, basándonos en el análisis anterior,
puede decirse que en realidad 14 ...
il.e5? era ya la jugada perdedora.
21 li:lxaS il.xa8 22 il.b2?!
Las blancas siguen jugando al ataque
por inercia. "La sugerencia de los co-
mentaristas era más enérgica: 22 cxb6
axb6 23 l:td8+ wg7 24 l:txh8 wxh8 25
li:lxf7+ y li:lxe5. Tenía miedo de que,
después de 22 cxb6, las negras lleva-
sen su rey a g7, aunque difícilmente
podrían haber defendido una posición
con dos peones menos, ¡uno de ellos
ya en la séptima fila!". (Korchnoi). Es
decir, 22 ... wg7 23 bxa7 l:tc8 24 il.e3,
ganando fácilmente.
22 ••• l:tg8
No era mejor 22 ... wg7 23 il.xe5 wg6
241m.
23 il.xe5 we7
Si 23 ... li:le8, entonces 24 li:lxh7+ we7
25 il.d6+ 'ót>d7 26 il.f4+. Las negras han
adquirido algunas posibilidades prác-
ticas de salvación, pero las blancas no
han echado por tierra la victoria.
24 l:tfl li:ld7
O bien 24 ... l:tg6 25 cxb6 axb6 26
il.xf6+ lhf6 27 J:!xf6 Wxf6 28 li:lxh 7+
wl3 29 h4.
25 li:lxf7 bxe5
Confiando en los alfiles de distinto
color. Korchnoi aiiade un signo de
interrogación a esta jugada, recomen-
dando 25 ... li:lxc5 26 il.d6+ wd7 27
~xc5 bxc5. pero después de 26 li:lh6!
VIKTOR EL TERRIRl.E
l:tg6 27 l:tf7+, las blancas también ha-
brían ganado.
26 il.d6+ we8 27 il.e7 we7
27 ... l:l.f8(g7) 28 li:ld6+, penetrando
con el caballo en c8.
28 l:l.f4 il.e6
28 ... l:tg7 29 li:ld6 a6 30 li:le4.
29<.Pf2 l:tg7
Si 29 ... il.a4!?, entonces es bueno 30
il.d6+ we8 31 h4, y las blancas convier-
ten con precisión su ventaja material y
posicional.
30 li:le5! li:lxe5 31 il.xe5 i:tg6
31 ... Itf7 32 il.d6+.
32 l:th4 h6 33 il.f4 il.b7 34 we3 il.a6 35
il.xh6 e5
35 ... il.xc4 36 l:l.xc4 l:txh6 37 l:txc5
l:l.xh2 38 l:ta5 (Korchnoi).
36 'it>d3 l:l.d6+ 37 we3
L'IS negras se rindieron. Si 37 ... J:!d4,
38 il.e3, etc.
¡Una partida asombrosa! En la era
preinformática, Korchnoi encontró
y desarrolló una arriesgada idea de
gambito, que modificó radicalmente el
carácter de la lucha. Su oponente era
un gran maestro que había dedicado
mucha atención a la apertura y tenía la
reputación de ser un excelente teórico,
pero en este caso, ya en fase temprana
del juego, cayó víctima de la notable
imaginación de Korchnoi...
En 1991, Korchnoi ganó su match
de Candidatos con Sax en el desempa-
te (3-3; 2,5-1,5), pero en su siguiente
encuentro, de cuartos de final perdió
ante Timman (2,5-4,5). En el siguiente
Torneo Interzonal (Biel 1993) luchó,
pese a todo, con toda su energía. Co-
menzó con 2 de 2, y durante seis rondas
se mantuvo en el grupo de cabeza. Lue-
go respondió a dos derrotas c-0n sendas
victorias, v sólo tras caer derrotado en
la penúlti~a ronda (un grave error, en
195
Gary Kasparov - Mis GENIAl.f.S PRf.Df.CESORES
apuros de tiempo y un final igualado,
ante Anand), perdió sus posibilidades
de volver a convertirse en aspirante a la
corona... ¡por undécima vez!
No mucho antes, Korchnoi había
disputado un match de entrenamiento
a ocho partidas con el gran maestro
holandés (de 25 años) Jeroen Piket,
que ganó por el tanteo demoledor de
6-2 ( +4 =4). En la tercera partida, Piket
recibió una buena lección, con negras,
en la Defensa Tarrasch.
533
V. Korchnoi-J. Piket
Nijmegen 1993
Match, 3ª partida
Gambito de Dama (034)
1 d4 d5 2 c4 e6 3 tt:lf3 c5 4 cxd5 exd5 5
g3 tt:lc6 6 11.g2 tt:lf6 7 0-0 11.e7 8 tt:lc3 0-0
9 11.g5 11.e6
Es más correcto 9 ... cxd4 (partida
núm. 372).
1Odxc5 11.xc5 11 llcl
Las negras esperaban res1sllr en un
final inferior después de 11 11.xffi!? (11
tt:la4, partida núm. 193) 11 ... 'i'f'xf6 12
tt:lxd5 'Wxb213 tt:lc7 llad8 14 'Wcl Wixcl
15 llaxcl y tt:lxe6 (Rubinstein-Schle-
chter, Viena 1908; Petrosian-Spassky,
Moscú 1969, match 16'), pero Korch-
noi tiene un plan diferente.
11 ••• 11.b6?!
Es mejor 11 ... il.e7 12 tt:ld4, y si 12 ...
tt:lxd4?! 13 'Wxd4, se llega a una vieja
posición, conocida desde las partidas
Rubinstein-Salwe (Lodz 1908) y Mars-
hall-Rubinstein (Lodz 1908, Karlsbad
1911), o bien 12 ... h6, que conduce a
posiciones modernas del tipo 13 il.e3
'!Wd7 14 Wia4 11.h3, con juego aceptable
(Korchnoi-Nunn, Hastings 1975-76).
12 b3!
Una jugada profunda y muy fuerte de
Rubinstein, que crea la amenaza 11.xffi
y tt:lxd5.
l<lfi
V
1673
12 ... d4?!
12 ... J::te8 13 e3! (Rubinstein-Lasker,
Berlín 1918) lleva a una pequeña pero
duradera ventaja de las blancas. La
jugada de la partida permite dislocar
los peones negros, dificultando las
posibilidades de igualar del segundo
jugador.
13 tt:le4 Wie7
Evacuando la casilla d8 para la torre.
14 tt:lh4!?
¡Otra novedad, y en una rara variante!
Antes se había jugado 14 tt:lxf6+ y 14
tt:lfd2.
14 ••• whS 15 hf6 gxf6 16 '!Wd2 tt:le5
16 ... f5? 17 '!Wh6! fxe4 18 11.xe4 f5 19
tt:lg6+.
17 '!Wh6 tt:lg6 18 '!Wh5 !
Y tras una dura lucha, no exenta de
errores, las blancas ganaron la partida.
Al final, Piket, como muchos de los jó-
venes rivales de Korchnoi, ¡fue incapaz
de resistir la tensión!
Creo que después de este catastrófi-
co match, Piket desarrolló un complejo
Korchnoi, pues a partir de entonces
el holandés jugó muy mal contra él.
En '..Vijk aan Zee 2000, Piket no estaba
en baja forma (pues había vencido a
Timman y Short, con tablas ante mí,
Kramnik y Anand), pero en la última
ronda no fue capaz de resistir el asalto
de Korchnoi, quien, con un marcador
particular negativo trataba de maqui-
llar su resultado.
En Groninga, a fines de 1993, tuvo
lugar un torneo clasificatorio para
el campeonato mundial de la recién

creada Professional Chess Association
(PCA), superior en fuem1 al lnterzo-
nal. En las once rondas, Korchnoi sólo
consiguió ganar una partida, ¡pero qué
partida! Por cierto que también a costa
de un joven gran maestro.
534
G. Serper-V. Korchnoi
Groninga 1993, 9" ronda
Apertura Inglesa (A29)
1 e4 i¿)f6 2 /¿)e3 e5 3 i¿)f3 /¿)e6 4 g3 d5
5 cxd5 /¿)xd5 6 Ag2 /¿)b6 7 0-0 Ae7 8
llbl g5!?
16i4
En lugar de la habitual 8 ... 0-0 9 b4!
(un ejemplo: Kasparov-Timman, Wijk
aan Zee 2001). Después de esta partida,
el audaz avance 8 ... g5 se volvió muy
popular, aunque con un juego preciso
de las blancas no debe reportar nada
bueno a las negras. Otra cosa es cuan-
do te encuentras la jugada por primera
vez ...
"En mi ardor por experimentar, me
inspiré en la notable pero casi olvida-
da partida Smyslov-Korchnoi (Moscú
1960): 1 e4 c5 2 /¿)f3 d6 3 d4 cxd4 4
/¿)xd4 i¿)f6 5 /¿)c3 g6 6 Ae2 Ag7 7 l¿)b3
/¿)c6 8 g4 b6 (8 ... d5!?) 9 f4 Ab7 10
.ltf3 0-0 11 h4 a5 12 a4 i¿)b413 h5 d5 14
e5 i¿)xg4 15 i¿)d4 /¿)h6 16 hxg6 fxg6 17
/¿)e6 'l!i'd7 18 ILlxIB l:!.xIB 19 /¿)b5 d4 20
.i<.xb7 '+ll'xb7 21 0-0 i¿)f5 22 /¿)xd4 /¿)xd4
23 'l!i'xd4 'l!i'c8 24 'lll'e4 /¿)xc2, con tablas
en lajugada 37" (Korchnoi).
9d3
VIKTOR EL TERRIBLE
Si 9 d4, entonces 9 ... exd4 10 i¿)b5
.ltf5 11 l::tal Ae4, con juego igualado
( Claesen-M. Gurevich, Am be res 1994).
El gambito 9 b4!? es más interesante:
9 ... g4 10 /¿)el /¿)xb4 11 /¿)c2 /¿)c6!? 12
Axc6+1 bxc6 13 d4, con juego agudo
(Gulko-Benjamin, Campeonato de
EEUU 1997;Jalifman-Lutz, Nueva Del-
hi 2000).
9 ... h5
Una novedad. 9 ... g4 es inapropiado:
10 /¿)e 1 h5 11 i¿)c2 h4 12 b4, como en la
partida fuente Hodgson-Bareev (Bel-
grado 1993). Sin embargo, Korchnoi
no conocía esta pardtla y no considera-
ba que 9 ... h5 fuese una mejora. "Una
interesante alternativa es el esquema
elegido por Smyslov, 9 ... f5 y Af6".
10 a3 h4 11 b4 hxg3 12 hxg3 a6 13 b5
i¿)d4?1
Una sorpresa que confunde a las blan-
cas.
14 bxa6?
Lo correcto era 14 /¿)xe5 '+ll'd6 15 f4!
(esta jugada se le escapó a Serper)
15 ... i¿)f5 (pero no 15 ... 'lll'c5 16 e3, o
bien 15 ... gxf4 16 /¿)xf7! l!fxf7 17 Axf4
'l!i'c5 18 e3 i¿)f5 19 /¿)e4 'lll'xa3 20 g4) 16
liJe4 't\l'd4+ 17 J:tf2 gxf4, y después de 18
Axf4 i¿)d5, "la posición de las negras
es muy activa; con todo, es dudoso que
tengan compensación suficiente por el
peón" (Korchnoi).
Aún es más fuerte 18 Ab2!, y después
de 18 ... \li'a4 (18 ... 'Wd8 19 J:txf4, ga-
nando) 19 Wfcl! fxg3 20 l::tf4, la dama
negra queda, inesperadamente, ca7.a-
da. El ataque de Korchnoi no era ple-
namente correcto, pero su oponente se
equivocó en las complicaciones.
14 ••. l:txa6 15 /¿)xd4?
De nuevo era preferible 15 /¿)xe5, y
ahorn es malo 15 ... 'Wd6 16 f4! i¿)f5,
debido a 17 l¿)b5, de modo que las ne-
gras planeaban responder 15 ... Axa3,
"con posibilidades más o menos equi-
valentes".
15 •.• exd4 16 /¿)b5?!
197
Gary Kasparov - Mis GF.NIALES PREDECESORES
Omitiendo la respuesta negra. "Aquí
nos encontramos con un fenómeno
que me gustaría llamar efeclo Tal joven",
escribe Korchnoi, acerca de las jugadas
14-16. "Al jugar una partida con toda
su energía, que emana una especie de
influjo hipnótico y un aire de absoluta
confianza, un jugador puede, a veces,
convencer a su oponente de que los
trucos son correctos y absolutamente
irrefutables. Yo conocía muy bien a Tal
y él, desde luego, era consciente y esta-
ba orgulloso de su capacidad hipnóti-
ca. En cuanto a mí, nunca he tenido la
menor idea de lo que sucede fuera del
tablero, hasta que Serper comenzó a
mostrarme variantes en el análisis post
mortero" (Korchnoi).
16i5
16 ... li:la4!
Con la amenaza c7-c6.
17 e3 c6 18 li:lxd4 li:le3 19 'f:l'e2 li:lxbl 20
Wxbl 'f:l'd6 21 m3?
Era más tenaz 21 e4! 'i:':l'h6 22 ?:!el (Kor-
chnoi).
21 ••• mG 22 ?:!el c5 23 li:lf3 ~h3 24
'f:l'xb7 Axg2 25 'fNc8+ Ad8 26 Wxg2
?:!e6! 27 li:lgl
Si 27 wfl, entonces 27 ... 'fNh3+ 28 we2
~xe3+!
27 ... m1+ 28 wfl ?:!f6
Y las negras lograron una espectacular
victoria con un ataque directo al rey.
A muchos otros jóvenes jugadores
también les ha resultado difícil enfren-
tarse al enfoque creativo de Korchnoi,
resolver los complejos problemas que
crea su proverbial estilo "retorcido".
198
V
Cuando me encontré con él en el
supertorneo de la ciudad suiza de
Horgen (1994),- ante mis ojos y con
las piezas negras, dejó perplejo a Boris
Gelfand, un buen teórico y uno de
los diez mejores grandes maestros del
mundo, que había disputado varios
encuentros de Candidatos.
535
B. Gelfand-V. Korchnoi
Horgen 1994
Defensa Nimzoindia (t59)
l d4 li:lf6 2 c4 e6 3 li:lc3
Boris juega con mayor frecuencia 3
li:lf3.
3 ... ~b4 4 e3 c5 5 ~d3 d5 6 li:lf3 0-0
7 0-0 li:lc6 8 a3 ~xc3 9 bxc3 dxc4 10
~xc4 'i:':l'c7 11 ~a2 e5 12 h3
1676
12 ... b6!?
En lugar de la tradicional 12 ... e4 (una
novedad, con idea de e5-e4 y ~a6-d3).
Está de moda actualmente 12 ... ~15.
13 'l1fc2?!
Tras larga reflexión, Gelfand no elige
la mejor respuesta. 13 lk 1 c4 14 li:ld2
conduce a un juego igualado (Knaak-
Korchnoi, Baden-Baden 1975).
Pero la principal continuación 13 d5
e4 (o bien 13 ... ?:!d8 14 e4) 14 dxc6 (si
14 li:lh2 ó 14 li:ld2, entonces 14 ... li:le5,
con igualdad) 14 ... exf3 15 'i:':l'xf3, con
alguna ventaja de las blancas. Aquí so-
líajugarse 15 ... 'fNe5 ó 15 ... ~a6 (juga-

das consideradas por Korchnoi), pero
entonces apareció 15 ... il.e6!? 16 il.xe6
fxe6 17 c4 .!Xac8 18 il.b2 '+ll'xc6 (Yakovi-
ch-Tiviakov, Elistá 2001), o antes 18 ...
.:Oe8 (Zifroni-Iordachescu, Panormo
2001), y en estos casos las negras deben
seguir luchando por la igualdad.
Gelfand no quería simplificar de inme-
diato la posición, pero su jugada permi-
te que su rival ejecute brillantemente
su plan. Por entonces, sólo tenía una
vaga noción de la variante y, al observar
la partida a ratos, me quedé sorprendi-
do cuando poco después el alfil negro
apareció en d3. Un par de días más tar-
de, charlando con Boris, hablamos con
admiración de las ideas de Korchnoi a
gran escala ...
13 ..• e4 14 ILJg5 il.a6 15 .!Xdl
15 ILJxe4 ILJxe4 16 'Wxe4 il.xfl 17 wxfl
:ae8, etc., es inadecuado para las blan-
cas.
15 ... l:tae8!
Pero no 15 ... il.d3 de inmediato, ya
que seguiría 16 l:txd3 exd3 17 'i!i'xd3
y "las blancas tienen excelentes posi-
bilidades de hacerse con la iniciativa,
gracias a su fuerte centro de peones
y el despertar de los dormidos alfiles"
(Korchnoi).
16 f3
16 d5?! ILJa5.
16 •.. il.d3 17 'i:':!'f2
17 l:hd3?! exd3 18 Wt'xd3 ILJa5 es ahora
favorable a las negras, porque la jugada
f2-f3 ha debilitado las defensas del rey,
quitándole al caballo de g5 la casilla f3.
17 ... h6
También merecían consideración 17 ...
lüa5 (Korchnoi) y 17 ... c4.
18 fxe4
Después de 18 lüxe4 il.xe4 19 fxe4
ILJxe4 20 'i:!l'c2! 'i1fd6! y, restringiendo
los alfiles, las negras también habrían
conse1vado alguna vent."tja.
VIKTOR EL TERRIBLE
18 ••• hxg5 19 J:txd3 ILJxe4 20 'l!i'f3 ILJa5
Con la amenaza c5-c4.
21 c4
1677
21 ••• b5!
¡Juego enérgico!
22 cxb5 c4 23 J:tdl ILJb3 24 il.xb3 cxb3
25 l:tbl!
la única defensa contra el veloz peón
pasado. Sería malo tan to 25 ~d2 tllxd2
26 l:txd2 'i!i'c3 y J:txe3 (Korchnoi), como
25 a4 Wt'c2!
25 ..• ILJc3 26 I!xb3 ILJxdl 27 'i!i'xdl
Al entregar la calidad por dos peones,
las blancas casi igualaron, pero cayeron
en tremendos apuros de tiempo y, tras
un grave error en la jugada 36, se ~ie­
ron obligadas a capitular.
Tras esta penosa derrota, Gelfand
perdió también conmigo y con Yu-
supov. Pero en la ronda siguiente,
Korchnoi le ganó a l.autier, y él y yo
liderábamos el torneo, con 4 puntos
de 5. Entonces, Viktor Lvovich redujo
velocidad y permitió a Shirov y Yusupov
situarse a medio punto de él.
Pero al final, jugando con negras
contra Peter Lékó, de 15 años, y quien
acababa de ingresar en el ruedo inter-
nacional, jugó desesperadamente a
ganar, lo que le permitiría compartir el
segundo puesto (no hay que decir que
opuso una Defensa Francesa a 1 e4). A
lo largo del torneo, Peter habíajugado
con mucha prudencia, y recuerdo que
Korchnoi incluso especuló: "Me pregun-
to cómo jugará Peter cuando tenga 50
años, sijuega así con 15". Pero en aquel
199
Gary Kasparov - Mis GF.NIAl.ES PREDECESORES
encuentro, el joven húngaro tuvo que
presentar batalla abierta y la partida, tras
grandes complicaciones y feroces apuros
de tiempo, finalizó en tablas.
En la encrucijada del siglo
A fines de 1994, Korchnoi apareció
en la Olimpiada de Moscú como líder
del equipo suizo. Era la tercera \isita
a su país natal, desde su deserción en
1976. En el verano de 1990, el presiden-
te de la URSS, Mijail Gorbachov, había
restablecido la ciudadanía soviética a
muchas figuras culturales que habían
caído en desgracia, Korchnoi incluido.
No hay que decir que a Viktor Lvovi-
ch le agradó tal decisión, declarando:
"Considero este hecho un reconoci-
miento a mi contribución al desarrollo
del ajedrez en la URSS". No obstante;
declinó la oferta soviética, puesto que
esperaba obtener la nacionalidad suiza.
Sólo después de obtenerla, voló, en la
primavera de 1992, a su nativa Lenin-
grado, que había vuelto a llamarse San
Petersburgo. En la primavera de 1994
visitó también Moscú, donde participó
en el torneo Kremlin Stars de la PCA,
primera etapa del Gran Premio Intel de
ajedrez rápido (que más tarde prosegui-
ría en Nueva York, Londres y París).
Desde entonces, ha participado en
diversos eventos ajedrecísticos en el
territorio de la antigua URSS. Quizá
el más interesante haya sido el torneo
de San Petersburgo (abril de 1997),
que reunió \irtualmente a la flor y la
nata del ajedrez leningradense desde
la segunda mitad del siglo XX, excep-
tuando a Spassky y Taimanov. En el
mismo escenario se encontraban, por
primera vez, seis emigrados (Korch-
noi, Sosonko, Tseitlin, Salov, Yudasin
y Komarov), junto con seis "nativos" y
residentes en San Petersburgo (Jalif-
man, Svidler, Sakaev, Epishin, Aseev e
l. lvanov).
Entre los favoritos del torneo se
encontraba el doble campeón de Ru-
sia, Svidler (de 20 años), y con justicia,
pues pronto ganaría por tercera vez
el campeonato nacional, compartien-
200
V
do luego conmigo y con Kramnik el
triunfo en Tilburg (1997), para acabar
convirtiéndose en uno de los mejores
grandes maestros del mundo. Pero en
aquella ocasión, Peter actuó por debajo
de su forma habitual y la razón segura-
mente hay que buscarla en la mara\i-
llosa partida que sigue, antes de la cual
ambos contendientes tenían 3 puntos
de 6 y conservaban esperan7.as de una
buena clasificación final. ¡La diferencia
de edad entre ambos era de 45 años!
536
V. Korchnoi-P. Svidler
San Petershurgo 1997
Defensa India de Rey (E94)
l d4 1Llf6 2 c4 g6 3 1Llc3 j)_g7 4 e4 0-0 5
Ae2 d6 6 1Llf3 e5 7 0-0 lübd7
La jugada más de moda es 7 ... lllc6
(partidas núm. 528-530), pero a Svidler
le gustaba jugar al viejo estilo, supe-
rando a menudo a sus oponentes en
las complicadas posiciones resultantes,
aunque fuesen· inferiores para las ne-
gras.
"Es encomiable que un joven jugador
se interese por el repertorio de los vie-
jos maestros, pues aunque sus partidas
sólo sean una fracción mínima de la
infonnación que hoy se baraja, no ha~·
duda de que entendían el ajedrez tan
bien como los grandes maestros actua-
les" (Korchnoi).
8 j}_e3 Wie7
8 ... I!.e8 9 d5!
9 ~c2 lllg4
9 ... exd4!?
10 j}_g5 f6 11 j}_d2 c6 12 d5!
En la partida Schandorff-Svidler (Tors-
havn 1997) ,jugada un par de meses an-
tes, las negras consiguieron buen juego
con 12 h3 lllh6 13 l:!adl f5 14 ~g5 Wie8
15 dxe5 dxe5 16 exf5 gxf3 17 l:fel e4
18 lllh2 Wig6 19 .áf4 lllf7 20 ILJfl lllc5, y
acabaron ganando.

12 ..• f5
Si 12 ... c5?!, las blancas planeaban 13
lllb5, con idea de 13 ... lllb6 14 b4! a6
15 bxc5, o bien 13 ... lllb8 14 llle 1, con-
sel>'ando la iniciativa.
13 lllg51
¡Una inesperada novedad! La Vieja
partida Korchnoi-Mestel (Beersheva
1984) siguió así: 13 exf5!? gxf5 14 lllg5
llldffi 15 f3 lllh6 16 il.d3 il.d7 17 l:!ael,
con cierta ventaja blanca. Después de
17 ... ~h8 18wh1 lllfg8?! 19 f4! e4? 20
lllcxe4! fxe4 21 il.xe4, las blancas lo-
graron excelente compensación por la
pieza y se impusieron en la jugada 43.
De nuevo, Korchnoi realiza un notable
comentario:
"Las malas lenguas dirían: Svidler tuvo
mala suerte, pues su preparación para
esta partida se basó en lo que yo había
jugado 13 años antes, y aquí encontré
una mejora. Pero yo había olvidado
aquella partida y jugué de otra forma e
incluso, como dicen otros, mejor. Bue-
no, en primer lugar no hubiera estado
mal para Emanuel Lasker recordar sus
partidas, y lo cierto es que en aquellos
trece años yo había jugado el doble de
partidas que el Doctor (en filosofía)
¡en toda su carrera ajedrecística! En se-
gundo lugar, ¿no sería tedioso, tenien-
do sobre todo en cuenta el número
de partidas que he jugado, repetir lo
mismo varias veces? Incluso en aras del
éxito práctico, sería ilógico. Y una cosa
más: no me considero un jugador clási-
co, que se prohíbe a sí mismo adoptar
cambios. La verdad es que asumo esos
cambios con el mayor placer, mejoran-
V!KTOR El. TERRIBLF.
do mi propio juego. Por consiguiente,
y sólo con raras excepciones, suelo ju-
gar la apertura de cada partida como si
fuese la primera vez en mi vida".
13 .•. llldf6?!
Por curioso que parezca, ¡éste parece
ser el error decisivo! Tampoco era su-
ficiente 13 ... lllc5?!, por 14 b4 lllxe4
(14 ... llla6 15 a3, o bien, según Jalif-
man, 15 dxc6 bxc6 16 b5, ganando la
casilla d5) 15 lllgxe4 fxe4 16 dxc6 bxc6
17 f:fxe4, y "el peón de c6 quedaría per-
dido" (Korchnoi). Por consiguiente,
los comentaristas recomendaron la no
muy bonita 13 ... lllb6 que, aunque no
iguala, habría permitido a las negras
ofrecer una dura resistencia.
14 f3 lllh6
15 c5!
Con el sacrificio temporal de un peón,
las blancas explotan la falta de armonía
en la disposición de las piezas contra-
rias.
15 ••• exd5
Como demostró Korchnoi, las negras
también tienen grandes dificultades
después de 15 ... dxc5 16 dxc6 bxc6 17
llla4, o bien 16 ... b6 l 7 llld5, etc.
16 lllxd5!
Esto es mucho más fuerte que 16 exd5
(Juzman) 16 ... dxc5 17 il.c4 <.Ph8, y
aquí las negras pueden resistir de algún
modo, mientras que en la partida las
blancas rápidamente crean una fuerte
presión (cierto que para esto hay que
mostrar una notable inventiva).
201
Gary Kasparov - Mis GENIAJ.F.S PREDECt:SORF.S
16 •.• lt:lxd5 17 JJ..c4!
Decisiva aparición del alfil en la diago-
nal de ataque.
17 ... f4
17 ... dxc5 18 JJ..xd5+ wh8 19 I!.acl
fxe4 20 lt:lxe4 es inaceptable para las
negras.
18 il.xd5+ wh819 h4!
Otra jugada enérgica, ¡la única que
mantiene vivo el fuego de la iniciativa!
19 .•• dxc5 20 I!.acl lt:lg8 21 '+li'xe5 h6 22
'+li'xe7
Hasta ahora, el juego ha sido forzado.
Aquí las blancas podían haber consi-
derado 22 ilb4!? '+li'xc5+ (22 ... '+li'e8
23 '+li'c7 hxg5 24 hxg5 difícilmente es
jugable) 23 .bc5 hxg5 24 hxg5 I!.d8
25 Wf2 lt:lf6 26 gxf6 iJ..xf6 27 I!.h 1+ <t;g7
28 I!.h2 g5! (28 ... ..li.d7 29 I!.chl I!.h8 30
I!.xh8 I!.xh8 31 I!.xh8 y ..li.xb7, ganando)
29 g4! (29 I!.chl ..li.f5!) 29 ... wg6 30 b4,
con ventaja. Pero Korchnoi había con-
cebido una brillante combinación.
22 •.• lt:lxe7 23 lt:lf7+! ~g8
1680
Svidler probablemente pensaba que
con esta jugada lo peor para las negras
ya había pasado. Era peor 23 ... wh7 24
..li.b4. Por ejemplo:
1) 24 ... lt:lxd5 25 ..li.xIB lt:le3 26 I!.c7
..li.xIB 27 I!.fcl wg8 28 lt:lxe5 ii.e6 29
lt:lxg6 ..li.d6 30 I!.xb7 (Korchnoi) 30 ...
I!.b8 31 lt:le7+ Wf8 32 I!.xb8+ iJ..xb8 33
lt:lc6 il.d6 34 e5 il.c7 35 lt:ld4 il.c4 36
I!.xc4! lt:lxc4 37 lt:le6+ y lt:lxc7, con fácil
victoria.
2) 24 ... I!.e8 25 lt:ld6 lt:lxd5 26 lt:lxe8
202
V
lt:lxb4 27 I!.c7 wg8 28 l:txg7+ @f8 29
lt:lc7, o bien 25 ... J:d8 26 ..li.xb7 I!.b8 27
lt:lxc8 lt:lxc8 28 ..li.a5 (Korchnoi), que
también gana.
Pero siguió una jugada estruendosa-
mente tranquila.
24..li.b3!!
Como admitió el propio Korchnoi, no
le resultó fácil abstenerse de 24 lt:lxh6+
<t;h7 25 lt:lg4. Pero en tal caso, después
de 25 ... lt:lxd5 (no 25 ... I!.d8 de in-
mediato, debido a 26 JJ..a5!) 26 exd5
!1d8 27 I!.c7 Wg8! 28 il.c3 I!.xd5 29 I!.e 1
..li.xg4 30 fxg4 b5, las negras habrían
tenido posibilidades de tablas.
24 ..• I!.xf7 25 !1e7 ilf6
Nada ·cambiaba 25 ... ..tfB 26 ..tb4 wg7
27 I!.fcl (Korchnoi), ni 25 ... @f8 Quz-
man) 26 il.b4 il.f6 27 I!.d 1! a5 28 I!.d8+
wg7 29 ii.a3(d6), y ganan.
26 ..li.b4 wg7 27 1Hcl
U na rara construcción en la práctica de
los grandes maestros. Algo así es difícil
de calcular de antemano. Supongamos
que las negras son capaces de desen-
redarse... Entonces tendrían ventaja.
Pero no, la intuición y evaluación de
Korchnoi no le decepcionaron: ya no
hay salvación. Aunque durante mucho
tiempo, las infalibles máquinas no ven
esto...
27 .•• a5 28 ila3!
No 28 il.d6? I!.a6.
28 •.• b5 29 ..li.e5
29 JJ..xf7? b4 30 JJ..d5 I!.b8.
29 ... ila6 30 il.xf7 Wxf7 31 h5!
El golpe final. Las negras se rindieron
renunciando a un sufrimiento innece-
sario después de 31 ... gxh5 32 ..txe7
il.xe7 33 I!. lc6 y I!.xh6.
Una profunda combinación nada fá.
cil de vislumbrar. No sin razón, Spassky,
invitado de honor del torneo, le conce-
dió a Korchnoi el premio a la partida
más brillante. Svidler, tras detener el
reloj, estrechó la mano de su oponente
diciéndole: "¡Es una pena que no lleve

puesto un sombrero, porque me lo qui-
taría en su honor!". Según Alexander
Jalifman, Peter quedó traumatizado
después de la derrota y más tarde le
comentaba, sorprendido: "Mira lo
que está pasando: en 1984, Korchnoi
jugó muy bien. Ahora aímjuega mejor.
¿Qué sucederá en 2010?".
Sí, ¡incluso a los 66 años, Viktor Lvo-
vich jugaba con verdadero ardor! En la
9' ronda, venció a Sakaev en excelente
estilo, introduciendo una novedad en
una variante favorita suya desde la época
de Baguio ( l d4 lüf6 2 c4 e6 3 lüc3 ~b4
4 e3 c5 5 lüe2 cxd4 6 exd4 d5 7 c5 lüe4
8 g3!?). En la 10ª ronda, dominó por
completo a Epishin, con negras, en una
variante temática del Gambito de Dama
Aceptado y, al final, con 7 de 11, compar-
tió el primer puesto del torneo conjalif-
man y Salov. "Debo admitir", dijo Korch-
noi en una entrevista, "que el apoyo del
auditorio, siempre lleno, me inspiró, y
que qui1.á por primera vez en mi vida era
consciente de la invisible energía que me
transmitían los espectadores".
El duelo con Epishin tuvo un inu-
sual epílogo. Un mes más tarde, en el
Campeonato de Europa por equipos,
Alexander Beliavsky (por cierto que,
actualmente, el único jugador vivo que
ha conquistado el Campeonato de la
URSS en cuatro ocasiones, además de
Korchnoi) fue derrotado de la misma
forma. Me llamaron la atención tanto
el plan de apertura como los comenta-
rios del vencedor.
537
A. Beliavsky-V. Korehnoi
Pula 1997
Gambito de Dama Aceptado (D20)
1 d4 d5 2 c4 dxc4
"El Gambito de Dama Aceptado. ¿Tal
vez se trate de la influencia de los
campeones?". Así fue cómo comentó
Korchnoi la respuesta de su oponente,
Petersons, en 1965 (teniendo in mente
la influencia de Petrosian, quien había
V!KTOR EL TERRIBLE
planteado con éxito esta apertura en
su match con Botvinnik de 1963), y
en 1995 consideró necesario añadir:
"Los campeones mundiales ,sin duda
influyen sobre la moda ajedrecística.
Comparemos el juego en los torneos
actuales con el de los setenta y ochenta.
Eso se debe a Kasparov.. .".
3 e4 lüf6
"En general, estoy convencido de que
la réplica más fuerte es 3 ... e5. Las
negras atacan el centro, sin olvidarse
del desarrollo de sus piezas. Pero en la
práctica no siempre se eligen -sobre
todo, en la apertura- las jugadas más
fuertes, sino 'las más interesantes'. Así,
aquí quería conseguir una posición a la
que pronto se llega, que me recordaba
a la Defensa Alekhine, que en otros
tiempos solía jugar" (Korchnoi).
4 e5 lLJd5 5 ~xc4 lüb6 6 ~b3
Según Korchnoi, es mejor 6 ~d3.
6 ••• lLJc6 7 lüe2 ~f5 8 lübc3 e6 9 a3
Wl'd7 10 0-0 0-0-0!?
Esto es más agudo que 10 ... ~e7 (Gran-
da-Korchnoi, Wijk aan Zee 1997).
11 ~e3 f6
Un experimento posterior fue 11 ...
h5 12 Wcl f6 13 l:tdl Wf7 14 exf6 gxf6
(Van Wely-Korchnoi, Wijk aan Zee
2000).
12exf6gxf6
1681
"Cuando se jugó esta partida, la teoría
de esta posición no estaba desarrolla-
da. Beliavsky, sin embargo, no necesita
especiales recomendaciones teóricas.
203
Gary Kasparov - Mis GF.NIAu:s PREDECESORES
Hay jugadores que utilizan Ja teoría
como usuarios, Ja mayor parte, y los
hay que son creadores de teoría, como
Beliavsky. Sin falsa modestia, también
yo me incluiría en el segundo grupo.
Es natural que para los pioneros, que
tratan de abrir nuevos caminos, las
cosas no siempre resultan fáciles, para
gran alegría de los usuarios de teoría ..."
(Korchnoi).
13 li:la4
Novedad. Epishin "se quemó los dedos"
después de 13 lle! li:la5 14 Af4? e5! 15
Ae3 (15 dxe5?! Wc6) 15 ... h5 16 J:tcl?
(16 dxe5 !~ 16 ... li:lbc4 17 Axc4 li:lxc4
18 'iWb3 (18 dxe5!?) 18 ... li:lxe3 19 fxe3
Ae6! 20 "i!t'b5 Ah6 21 °i!t'xd7+ I!.xd7 22
wf2 h4 23 li:le4 Ad5!, etc.
También es conocida la jugada 13 li:lg3,
relativamente mejor, a la que las negras
solían responder 13 ... Ag6, pero en Ja
partida Piket-Korchnoi (Batumi 1999),
éste no deseaba perder un tiempo, y
respondió 13 ... li:lxd4. Después de 14
~xd4 °i!t'xd4 15 li:lb5 'l!l'xdl 16 l::tfxdl
~c5 17 li:lxf5 exf5, las negras lograron
defender este final algo inferior.
13 ••• h5 14 l::tel h4 15 li:lc5 ~xe5 16
l::txc5wb8
Las negras tienen un juego cómodo.
En la jugada 30 superaron a su opo-
nente y pronto lograron una merecida
victoria.
En septiembre de 1997, Korchnoi
jugó un match a seis partidas con la
nueva estrella del ajedrez francés,
Étienne Bacrot, de 14 años, y ganó por
4-2. Un alio antes, Bacrot había aplas-
tado a Smyslov (5-1), pero no hay que
olvidar que Vassili Vassilievich, exacta-
mente diez años mayor que Korchnoi,
por entonces había engrosado ya "las fi-
las de los veteranos". En el caso de Kor-
chnoi, es como si se hubiera olvidado
de la edad, y siguió luchando con éxito
contra Jos mejores grandes maestros,
ignorando, por ejemplo, el campeona-
to mundial de veteranos.
Cierto que jugó con gusto en exhi-
biciones y encuentros como Vétemnos
204
V
contra mujeres, o Veteranos contra júuenes
talentos. En febrero de 1998, Korchnoi,
Spassky, Gligoric y Taimanov disputa-
ron un encuentro a doble vuelta con
Bacrot, Ponomariov, Nataf y Shaked.
En sus ocho partidas, Korchnoi consi-
guió más ~ictorias que nadie (¡cuatro!).
finalizando (como Spassky) con +2, im-
poniéndose los veteranos, por 16,5-15,5
en el tanteo global.
Luego, en marzo de 1999, Viktor
Lvovich viajó otra vez a San Petersbur-
go para "arreglar cuentas" con Spassky,
derrotándolo, en un match a diez parti-
das rápidas, por 6-4 (+4 =4 -2).
En Ja encrucijada del siglo, tomó
parte en tres campeonatos mundiales
de la FIDE, celebrados por el sistema
de eliminatorias (1997, 1999 y 2001).
En la segunda eliminatoria de Gronin-
ga, perdió una lucha feroz con Short,
en el desempate. En Las Vegas, eliminó
a Dolmatov en el desempate, aunque
luego sucumbió ante Kramnik, y en
Moscú, de nuevo en el desempate, cayó
derrotado ante Psajis (un doble cam-
peón soviético). El nivel de la prepara-
ción de Korchnoi queda bien ilustrado
por una partida de su minimatch con
Sergei Dolmatov, que comenzó con 1
e4. He aquí su comentario: "Al prepa-
rarme para el ma~ch, me di cuenta óe
que Dolmatov confiaba sobre todo =
la Defensa Holandesa, de modo ~
cular en dos de sus sistemas: la Variante
Stonewall y la Variante Leningrado..
esquemas que son muy activos pero oo
están muy de moda y, desde luego. ne>
son correctos al 100%. Una elecció::o
un tanto extraña que sospecho se ha.=
ba en un enfoque psicológico inusu;L
La mayoría de Jos grandes maesu-o;
ha desarroJlado una actitud desde1iOS?-
hacia las aperturas dudosas. Quizá =
el subconsciente exista un deseo &
castigar cuanto antes al insolente n-.:<.:
('¿cómo se atreve a jugar esta apen~
contra mí?'). Mientras tanto, la aperr'-'"
ra en cuestión ha sido meticulosam~
te analizada en el laboratorio ca..<e:U
Al gran maestro que conduce las pie=-
blancas Je espera una decepción ( ;pue->
con métodos rutinarios no se refuta tal

apertura!) Este contexto psicológico
estaba claro para mí, de modo que me
preparé seriamente. Aun así, no logré
encontrar el modo de obtener una cla-
ra ventaja contra la Stonewall, después
de 1 d4. Por esta razón, preferí abrir el
juego con 1 c4, a fin de reservarme la
opción de plantear un esquema con el
peón d blanco en d3".
La partida siguió así: 1 ••• f5 2 lLlf3 lLlf6
3 g3 d6! (3 ... e6 4 Ag2 Ae7 5 0-0 0-0 6
lLlc3 d5 7 cxd5 exd5 8 e3 wh8 9 b3 lLlc6
1O Ab2 Ae6 11 lLle2 il.g8 12 d3 ffld7
13 a3 Ad6 14 'ill'c2 .lae8 15 b4 ... 1-0,
Kasparov-Short, París 1990, rápidas)
4 d4! g6 5 il.g2 ~g7 6 0-0 0-0 7 lLlc3,
y las blancas han llegado a la posición
principal de la Variante Leningrado,
logrando haber evitado la Stonewall.
Por otra parte, después de 7 ••• c6,
Korchnoi planteó a su oponente una
sorpresa, especialmente preparada pa-
ra este match: 8 'i!!'b3!? (más tarde, en
el desempate, incluso jugó 7 'i:'ib3) 8 .••
wh8 9 ndl lLla6 10 ffla3! "i!fe8 11 b4
lLlc7 12 il.b2 e5?
En este caso concreto, ¡la respuesta es-
tándar constituye un error!
1682
13 dxe5 dxe5 14 'ill'a5! lLla6 15 b5 b6
16 'ill'a3 lLlc5 17 bxc6 e4 18 lLld4 'ill'f7
19 nacl Ae6 20 lLlcb5 a6 21 lLld6 "i!fc7?
(error, en posición dificil) 22 li:lb7!, y
las negras se rindieron. Un ejemplo
modélico de victoria psicológica en la
apertura.
Sigue otro comentario característico
en su introducción a la partida: "Es di-
ficil encontrar un lugar en la tierra en
que haya menos interés por el ajedrez
VIKTOR EL TERRIBLE
que Las Vegas, donde existen distraccio-
nes más que suficientes sin necesidad de
ajedrez. No obstante, la ciudad fue de-
signada sede de un importante aconte-
cimiento ajedrecístico, que influyentes
ejecutivos de la FIDE incluso denomina-
ron Campeonato Mundial de Ajedrez!".
¡Típico Korchnoi!
Es asombroso que, incluso a los
70, no haya reducido su actividad
ante el tablero, y la geografia de sus
apariciones se mantenga tan amplia
como antes: Olimpiadas de Estambul
(2000), Bled (2002) y Calvia (2004), los
tradicionales torneos de Wijk aan Zee
(2000) y Biel (2001-2003), el Memorial
Stein en Lvov (2000) y el Memorial Naj-
dorf, de Buenos Aires (2001), donde,
por cierto, derrotó a Judit Polg-J.r en
una Defensa Francesa ...
Un notable evento fue el match
de Korchnoi con el joven de 17 años,
Rustan Ponomariov, futuro campeón
mundial FIDE (Donetsk, enero 2001).
¡La diferencia de edad entre los dos
contendientes era de casi 53 años!
Este match a ocho partidas fue muy
reñido y finalizó en empate, 4-4 (+2 =4
-2). Las dos victorias de Korchnoi las
consiguió con blancas, en una línea
muy contrastada de la Apertura Ingle-
sa: 1 c4 c5 2 li:lf3 li:lf6 3 li:lc3 li:lc6 4 d4
cxd4 5 lLlxd4 e6 6 a3!? (6 lLldb5 -parti-
da n(1m. 526) 6 •.• Ae7 7 e4 0-0 8 lLlf3
1683
En la segunda partida, 8 ••• d6 des-
embocó en una formación erizo (por
cierto, que no sólo a Korchnoi sino
también a Karpov le gustaba jugar con-
tra el erizo, en cuyo sistema siempre
buscaron nuevas ideas) 9 ~e2 b6 10
205
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
0-0 il.b7 11 il.f4 J::tc8 (11 ... li:le5!?) 12
J::tel a6 13 il.fl Wic7 14 b4 i::tfd8 (es más
activo 14 ... li:le5 15 li:ld2 wh8, seguido
de l:tg8 y g7-g5, o bien li:lfd7 y g7-g5, ¡a
lo Fischer!) 15 lkl li:le5 16 li:ld2 \lll'b8
17 h3 il.c6 18 '!We2 li:lg6 19 il.g3 \lll'b7 20
li:lb3 h6 21 i::tbl! il.f8 22 f3 J::.e8 23 il.f2
'!Wb8 24 '1We3 1Zld7 25 J:!edl il.b7? 26
li:la4!, y las negras (¡en la jugada 117!)
se rindieron.
En la octava y última partida, Ponoma-
riov jugó mejor: 8 ..• '1Wc7! 9 il.g5 b6 10
il.d3 h6 11 il.h4 li:lh5 12 il.xe7 1Zlxe7 13
0-0 il.a6 14 J:!cl li:lf4 15 li:lb5!? (tratan-
do de crear una posición no estándar;
algo similar ocurrió en mi partida con
Kramnik de Tilburg 1997) 15 ••. il.xb5
16 cxb5 'l!!'d6 17 il.bl Wxdl 18 J:!cxdl
d5 19 e5 g5 20 J:!fel, y tras prolongada
lucha no carente de errores, las blancas
lograron imponerse en la jugada 66,
nivelando el resultado del encuentro.
Estas partidas resulta ron de especial
interés, porque nos permitieron ver
cómo superaba Korchnoi a Ponoma-
riov: creando posiciones confusas, con
mucha vida, en las que el veterano
cansaba a sujoven oponente en un jue-
go prolongado, con apuros de tiempo
que provocaban los errores mutuos, y
al final, el exhausto Ruslan reventaba
bajo la tensión y ¡era él quien cometía
el último error! Para Ponomariov, el
match con Korchnoi fue tan duro y un
aprendizaje tan útil como lo había sido
en su día para el joven Fischer (de 18
años) el match con Reshevsky de 1961.
El joven gran maestro ucraniano captó
la lógica del juego de match y pudo rea-
lizar un gran salto adelante. Gracias en
buena medida a esta impagable expe-
riencia, un año después logró ganar el
Campeonato Mundial FIDE en Moscú,
derrotando en sucesivos miniencuen-
tros a Morozevich, Bareev y Svidler, y
en la final, a Ivanchuk, por 4,5-2,5.
Su oponente tambén extrajo leccio-
nes positivas del match, ganando un
torneo muy fuerte a doble vuelta, en
Bici, en el verano de 2001: l. Korchnoi
6,5 (de 10); 2. Svidler 5,5; 3. Gclfand
5; 4-6. Grischuk, Lautier y Pelletier 4,5.
206
V
No hay que decir que fue un magnífico
regalo de cumpleaños (¡el 70º!), tam-
bién marcado por torneos de partidas
rápidas en San Petersburgo y Zurich.
En noviembre, añadió a su palmarés
un primer puesto en el torneo abierto
de Cura~ao, dedicado al 40º aniversario
del famoso -y para Korchnoi, dramá-
tico- Torneo de Candidatos de 1962
(véase la sección Drama en Curarao).
Por cierto, a Karpov le gusta con-
tar entre los primeros puestos que ha
conquistado en solitario, aquellos que
ha compartido en diversos torneos,
incluidas hasta las competiciones por
equipos más insignificantes. En el caso
de Korchnoi, éste ha superado de lejos
el centenar.de triunfos, y considera que
tiene el récord absoluto, y así parece
que es (aunque sería muy distinto si
sólo se computasen los supertorneos).
Pero si se procediese a un cómputo
igual de escrupuloso, incluso en este
caso, ¿quién sabe si Korchnoi no acaba-
rá superando a su histórico rival?
En febrero de 2003, Korchnoi se
encontraba en Reykjavik, donde jugó
con éxito en un torneo de categoría 15:
l. Shirov 7 (de 9); 2-3. Korchnoi y Ma-
deja 6; 4-5. McShane e l. Sokolov 5,5;
6. Adams 5, etc. Para finalizar en ese
privilegiado lugar de la tabla, le ayudó
una victoria de última ronda contra
su "viejo oponente", Bacrot, ahora de
20 años. He incluido esta partida en
el libro con la aprobación expresa del
propio Viktor Lvovich.
538
V. Korchnoi-E. Bacrot
Reykjavik 2003
Defensa Eslava (D23)
1 c4 li:lf6 2 li:lf3 c6 3 d4 d5 4 "Wc2
Evitando las líneas principales de la
Defensa Eslava, en la que su oponente
se siente muy seguro.
4 ••• dxc4 5 'l!fr'xc4 il.f5
La alternativa es 5 ... il.g4 6 li:lbd2

lbbd7 7 g3 (Korchnoi-Bareev, Eng-
hien-les-Bains 2003).
6g3
Otra tentaúva, seis meses más tarde, no
tuvo especial éxito: 6 e3 lbbd7 7 lbbd2!?
(7 .td3 j/_xd3 8 Wxd3 e5, con igualdad,
Korchnoi-Godena, Suiza 1999) 7 ...
'W/c7 8 'W/b3 h6 9 lbc4 e6 1O .td3 .txd3
11 'W/xd3 c5, y las negras hicieron tablas
(Korchnoi-Bacrot, Biel 2003).
6 ..• e6 7 .tg2 lilbd7 8 lbc3
Tres meses después, contra Motylev, en
el Campeonato de Rusia por equipos
(Togliatú 2003), Korchnoi ensayó 8 0-0
il.e7 9 Wb3 Wb6 JO lilbd2 0-0 11 lilc4,
pero tras 11 ... Wa6!? 12 Jl.f4 lilb6 13
lbfe5 (una novedad que, sin embargo,
no cambia la evaluación posicional)
13 ... l:tfd8 14 l:tfdl il.e4, las negras
mantuvieron el equilibrio.
8 ..• il.e7 9 'Wb3
Una rara jugada, pero que crea algunos
problemas con el ataque al peón de b7.
La posición resultante de 9 0-0 0-0 ya se
había producido en la práctica del gran
maestro francés, que estaba preparado
tantó contra la pasiva 10 e3 (Mednis-
Bacrot, Cannes 1996, match, 4ª), como
contra la dudosa JO lbh4 lbb6 11 'W/b3
'W/xd4 (Rogers-Bacrot, Batumi 2001,
rápidas).
9 •.• f!fb6
9 ... lbb6 desviaría al caballo de la casi-
lla clave e5.
10 lbd2 .tg6
Al enfrentarse a un plan desconocido,
Bacrot opta por una curiosa jugada
profiláctica, aunque la simple JO ... 0-0
les habria dado a las negras un juego
normal: 11 e4 il.g6 12 lbc4 Wxb3 13
axb3 il.b4 14 f3 c5, o bien l l-lbc4 'tli'xb3
12 axb3 .tb4 13 .tf4 a5, tablas (Gol-
din-Dreev, Novosibirsk 1989).
11 lbc4 'Wxb3
Era digna de consideración 11 ... 'Wa6!?
Con el cambio de damas, la~ negrns
entran en el terreno de su enemigo:
el juego de finales complicados, con
VIKTOR EL TERRIBLE
posibilidades de iniciaúva, ¡que desde
hace mucho ha sido el punto fuerte de
Korchnoi!
12 axb3 lild5 13 0-0 f5?!
Bacrot efectúa esta jugada basándose
en consideraciones generales, apo-
yando el caballo de d5 y con idea de
emprender contrajuego sobre los peo-
nes b doblados. Pero Korchnoi, como
pronto veremos, también tiene en
cuenta los factores dinámicos de la po-
sición, transformando sus debilidades
en fuerzas.
Está claro que 13 ... ILJ7b6? 14 lbxd5
lbxd5 15 .txd5 cxd5 16 lllb6! era malo
para las negras. Sin embargo, desp11és
de 13 ... 0-0 (Juzman), tendrían todas
las posibilidades de igualar. Por ejem-
plo: 14 lila5 :!fb8 15 e4 lllb4 16 .tf4 e5 !
17 dxe5 (17 il.xe5 lbxe5 18 dxe5 lbd3)
17 ... lbc5 18 lbc4 lbxb3 19 :!ad 1 lbc5,
etc.
14 lba5 0-0-0
Todo esto parece muy lógico ...
1684
15 il.xd5!
Una desagradable sorpresa. De pronto,
¡las blancas inician un ataque al rey!
Gufeld dijo en una ocasión que, ante
el tablero, resulta psicológicamente di-
fícil considerar variantes con el cambio
de un alfil por un caballo, y la amenaza
de tal cambio a menudo se subesúma.
En este caso, Korchnoi explota las ca-
racterísúcas concretas de la posición:
los agujeros en el entorno del rey
negro. Es importante que las blancas
207
Gary Kasparov - Mis GENIALES PR~:DF.CF.SORES
conserven su caballo de c3 para poder
amenazar 1Zlb5.
15 ... exd5
15 ... exd5? 16 il.f4.
16il.f4
Con la amenaza 1Zlxd5.
16 ... 1Zlb8?!
Una respuesta pasiva, con la esperan-
za de rechazar la primera oleada de
ataque y resistir en el final. Parece pe-
ligroso 16 ... 1Zlb6 (16 ... il.f7? 171Zlxc6!
bxc6 18 Axa7 l:tde8 19 Afal, ganando)
17 Afcl $.d6?! 18 .bd6 Axd6 19 1Zlb5
l:te6 20 1Zlxa7+ 'Ot>b8 21 1Zl5xc6+ bxc6 22
1Zlxc6+ (Juzman), con tres peones por
la pieza y un ataque persistente, o bien
17 ... Ad7?! 18 1Zlb5 @d8 19 1Zlxa7 'Ot>e8
20 b4, con un peón extra y una fuerte
iniciaúva (20 ... il.xb4? 21 1Zl5xc6!).
La única forma de defenderse es 17 ...
a6! Ahora no se consigue nada con 18
b4 Axb4 19 1Zlxc6 bxc6 20 1Zla2 il.f8 21
l:txc6+ wb7 22 l:tc7+ @b8 23 1Zlc3 il.d6
24 l:tc6 (Juzman), en vista de 24 ... 1Zlc8!
Es más fuerte 18 il.e5!, y si 18 ... Ahg8,
entonces sí 19 b4! il.xb4 20 1Zlxc6! bxc6
21 1Zla2 .lta5 (no 21 ... ~f8? 22 l:txc6+
wb7 23 Ac7+ @b8 24 l:txg7+, o bien
21 ... il.d2? 22 l:txc6+ 'Ot>b7 23 Ac7+ wa8
24 1Zlb4, con demoledoras amenazas)
22 Axc6+ wd7 23 Ad6+ we7 24 Axd8
Axd8 25 b4, recuperando la pieza con
evidente ventaja. No es mejor 19 ...
il.g5, por 20 f4 il.f6 21 b5 axb5 22 IZlxbS
l:td7 23 1Zla7+ wd8 24 1Zl5xc6+! bxc6 25
l:txc6 l:tb7 26 l:ta6, y ganan.
Por consiguiente, es mejor 18 ... il.g5!?
(en lugar de 18 ... 1.:lhg8): 19 f4 (19 e3
1Zld7) 19 ... il.f6, y aunque con 20 b4 las
blancas conservan la iniciativa, las ne-
gras úenen posibilidades de resisúr.
17 .!;tfcl il.d6
El temible alfil blanco debe ser rápida-
mente neutralizado.
18 1Zlxd5 $.xf4 19 1Zlxf4 l:txd4
208
V
1685
20 IZ\c4!
Korclmoi exhibe su destreza tácúca.
20 .•. $.f7
Bacrot decide entregar un peón. No
era posible 20 ... a6?, debido a 211Zle6!,
con las amenazas 1Zlxd4 y 1Zlb6++. Si
20 ... 1Zla6, en ton ces 21 e3 l:tdd8 22
1Zlxg6 hxg6 23 1Zle5 (un caballo omni·
potente} 23 ... Ad2 241Zlxc6! (Juzman).
Con 20 ... b5!? 211Zle6 Ad7 221Zle5 .!;td6
se mantendría el equilibrio material,
pero después de 23 1Zlc5 Ae8 24 f4 Ae7
25 l:tdl, las blancas tendrían una venta·
ja abrumadora.
21 Axa7
La posición se ha clarificado. Las blan-
cas tienen un peón de ventaja, con una
posición activa, y las negras se enfren-
tan a una difícil lucha por las tablas.
En realidad, no consiguen organizar
su juego contra los peones débiles de
b2 yb3.
21 ... il.xc4
Si 21 ... Ae8, entonces es bueno 22 e3
lldd8 23 h4 (Juzman).
22 l:txc4!
Más preciso que 22 bxc4 lld2.
22 ••• lldl + 23 wg2 l:te8
Sólo beneficia a las blancas 23 ... g5 24
1Zle6 Ae8 (24 ... h6 25 1Zlc5) 25 1Zlxg5
llxe2 261Zlxh7 y l:tf4, ganando.
24 l:tc2
24 h4!? (Juzman).

24 ... 'i!?c7?!
Era más tenaz 24 ... llla6, forzando de
inmediato el cambio de torres: 25 ll:aS+
'iltd7 26 .llxeS lt>xeS, y después de 27
il:ld3 surge una versión ligeramente
mejor para las negras que el final a que
llegan en la partida en la jugada 30.
25 .!:!:a5 g6 26 llld5+! wcS
O bien 26 ... '>t>d6 27 lllc3! J:td4 28 ll:a4
::xa4 29 bxa4.
27 ILJe3 .lld4 28 ll:a4 l:ted8 29 l:txd4
!txd4 30 lllc4 l:.dl?
Evitar el final de caballos arruina las
posibilidades de las negras. Aunque,
en caso de 30 ... ILJa6 31 l:!d2 l:txd2 32
lllxd2 lllb4 33 ..t>f3 ..t>d7 34 wf4 Ouz-
man), las blancas también habrían
ganado.
31 l:td2 l:!bl 32 b4
Resolviendo el problema de los peones
doblados.
32 ..• b5
Después de 32 ... 'i!?c7 33 b5 cxb5 34
ILJa3, o de 32 ... llla6 33 b5 cxb5 34
llld6+ wc7 35 lllxb5+ '>t>c6 36 ILJc3+
Quzman), habría desaparecido el últi-
mo rastro de contrajuego negro.
33 ILJe5
Además del peón extra, las blancas tie-
nen un total dominio de la posición. La
caída de los peones negros en el flanco
de rey y la marcha del peón h hacia su
casilla de coronación resultan práctica-
mente inevitables.
33 ... wc7 34 h4 wb6
O bien 34 ... llla6 35 J:td7+ Wb6 36
1Lld3.
35 wf3 llla6 36 llld7+ wc7 37 ILJfS
lllxb4 38 ILJxh7 llld5 39 ILJf8 lllb6 40
lllxg6 lllc4 41 lk2 lllxb2 42 llle5 b4 43
l:txc6+ Wb7 44 h5
Las negra~ se rindieron.
En mayo de 2003, tuvo lugar un
divertido match por Internet -¡signo
de los tiempos!-, entre equipos de San
Petersburgo Oalifman, S\idlcr, Korch-
VIKTOR EL TERRIBLE
noi y Sakaev), y el NAO de París, club
campeón de Europa (Kramnik, Radja-
bov, Fressinet y Karjakin). Tres partidas
finalizaron en tablas, pero Korchnoi
ganó a Fressinet, dándole así la victoria
al equipo de su ciudad natal.
La lista de sus apariciones entre
2003 y 2005 siguió siendo casi tan in-
tensiva como antes. Korchnoi saludó
el Año Nuevo 2005 en un torneo de
Drammen (Noruega), donde derrotó
a Magnus Carlsen (14 años), en ese
momento el gran maestro más joven de
la historia. La diferencia de edad entre
ellos era de 59 años. Sólo en el caso de
Smyslov hubo una diferencia mayor
(62), cuando se enfrentó a Bacrot.
También es increíble la diferencia
entre las fechas de nacimiento de los
oponentes con que Korchnoi disputó
partidas serias: desde Le\·enfish ( 1889)
a Carlsen ( 1990), es decir, ¡ 101 años!
Sólo Smyslov lo supera: desde Duz:Joti-
mirsky (1881) a Bacrot (1983). Sin em-
bargo, a la edad de Smyslov, Korchnoi
está consiguiendo mejores resultados
y, por el momento, no parece tener la
menor intención de dejar de hacerlo.
Así, en el Memorial Geller (Odesa, ju-
lio 2005), se encontró batallando con
el joven ucraniano de 12 años, Stanislav
Bogdanovich ...
¿Cuál es el secreto de la longevidad
ajedrecística de Korchnoi? Mientras
que en la prolongación de su carrera,
a Smyslov le ha ayudado su innato
sentido de la armonía y una increíble
intuición, ya en los tiempos soviéticos
a Korchnoi se le reconocían cualidades
que se consideraban típicas de Bol\fo-
nik. Se decía, por ejemplo, que para
tener éxito era preciso inculcar en uno
mismo la hostilidad hacia su oponente,
y entrar en un conflicto que lo desesta-
bilice y eleve, al mismo tiempo, el pro-
pio espíritu combativo. Sin embargo, la
vida ha demostrado que esto dista de
ser una verdad absoluta. Sí, Korchnoi
tiene un carácter difícil, pero ¿quien lo
tiene fácil? Todo el mundo conoce sus
comentarios ácidos, que normalmente
alcanzan su objetivo. Por supuesto, a lo
largo del siglo pasado ha manifestado
209
Gary Kasparov - Mis ct:NIAl.ES PRt'.DF.Ct:SORES V

una gran hostilidad en muchas oca- ce en ninguna apertura, las creaciones

siones, pero este hecho difícilmente de Korchnoi han impulsado el desa-
puede ser la razón principal de su larga rrollo de muchas de ellas durante dé-
y brillante carrera. cadas. Su interpretación, por ejemplo,
Me parece que, además de un enor- de posiciones de la Defensa Francesa,
me talento, también se trata del propio con la presencia de un peón central
amor de Korchnoi por el ajedrez y su aislado que compensa un buen juego
enorme profesionalidad. Toda su vida de piezas, la Variante Tartakower del
ha sido un ejercicio de autosuperación, Gambito de Dama, la Variante Abierta
un continuo trabajo por pulir su estilo. de la Española, que no se consideraba
Spassky considera, con razón, que Kor- plenamente satisfactoria después del
chnoi es "un gran trabajador", y añade match-torneo de 1948, y fue revitali-
con una sonrisa: "Cuando vivía en la zada por Korchnoi al más alto nivel,
URSS, yo lo llamaba un héroe del tra- incluidos encuentros por el campeona-
bajo socialista, pero cuando se pasó a to del mundo, hicieron que debiesen
Occidente le concedí el título de Héroe reevaluarse muchos esquemas de aper-
del trabajo capitalista". tura. Concibió e introdujo en la prácti-
La clave para entender el fenómeno ca un paradójico salto de caballo, que
Korchnoi puede encontrarse en los dio lugar a una nueva variante de la
comentarios a sus propias partidas. Apertura Inglesa ( 1 c4 e5 2 /Oc3 /Of6 3
¡Qué implacables críticas acerca del /Of3 /Oc6 4 g3 /Od4!?). La variante de la
propio juego!, ¡qué lúcidas y profundas Defensa Grünfeld que hoy se considera
evaluaciones! Eso sin duda, el enfo- principal y ha causado a las negras infi-
que ultracrítico hacia los problemas nidad de problemas (l d4 /0f6 2 c4 g6 3
ajedrecísticos, se desarrolló ya en su /Oc3 d5 4 cxd5 /Oxd5 5 e4 /Oxc3 6 bxc3
juventud, y ha permitido a Korchnoi il.g7 7 /0f3) fue empleada por primera
conservar su claridad de pensamiento vez por Korchnoi. Muchas variantes de
y continuar progresando.junto con su la India de Rey -una apertura que con-
buena salud, esa debe ser la base de su sidera muy difícil para las negras, por
longevidad ajedrecística. no decir dudosa- son inconcebibles
Me gustaría concluir este capítulo en la teoría moderna sin el nombre de
acerca de Viktor Korchnoi con unas Korchnoi".
maravillosas palabras de su ex-analista
y compatriota, el gran maestro Genna
Sosonko:
"Una vez, después de haber descu-
bierto una nueva idea tras un largo aná-
lisis, le recomendé que no la empicase
en un torneo que me parecía poco
significativo, sino que la mantuviese en
reserva para un evento importante. 'Pa-
ra otro torneo, pensaré en otra cosa',
respondió Viktor. 'Yo no almaceno las
novedades'.
"Por lo general, los hallazgos de
Korchnoi en la apertura no se limitan
a una jugada o una maniobra, que re-
fuerza o refuta una evaluación general-
mente aceptada. En la mayoría de los
casos, se trata de todo un conjunto de
ideas, una nueva concepción, en una
defensa o un sistema de apertura deter-
minado. Aunque su nombre no apare-

210
Capítulo catorce

Anatoli XII

Un talento concedido por Dios
Al final de la década de los sesenta
y principios de los setenta, cuando en
la URSS cundía la alarma acerca de la
falta de nuevas estrellas, apareció en
la escena ajedrecística un asombroso
jO\·en talento: Anatoli Evgenievich Kar-
pov (nacido el 23 de mayo de 1951). Su
profundo y penetrante estilo, la sutil in-
tuición posicional y una extraordinaria
persistencia, sentido práctico y flexibili-
dad, lo llevaron pronto hasta la cumbre
del ajedrez. Parece que en 1975 Fischer
fue el primero en discernir claramen-
te todas estas cualidades de Karpov, y
comprendió que un oponente así tal
\"ez sería demasiado fuerte par.i.. él.
El juego de Karpov siempre se dis-
tinguió por un grado excepcionalmen-
te alto de eficiencia. A diferencia de
Korchnoi o yo mismo, Karpov no era
un investigador de aperturas y no tra-
bajó tan intensamente en ajedrez, pero
tenía una gran habilidad para seleccio-
nar y absorber nuevas ideas y realizar
una brillante aplicación de las mismas
en la práctica. ¡Cuantos puntos, sobre
todo con blancas, ha sabido anotarse
a partir, literalmente, de la nada! Su
capacidad para captar rápidamente las
tendencias en la evolución del ajedrez
-una cualidad por la que también se
distinguía Lasker-, ayudó a Karpov a
encontrar su lugar en las condiciones
cambiantes de fines del siglo XX.
La gloriosa carrera ajedrecística del
12º campeón del mundo puede dividir-
se arbitrariamente en cuatro períodos,
que se corresponden con las cuatro
fases de su fuerza creativa, y que son las
ANATOI.l XII
de mayor interés en cuanto a su contri-
bución al ajedrez:
l. 1968-75. Un tiempo de rápido
progreso creativo y formación de su
estilo, y durante el cual se fueron sen-
tando las bases de su concepción clá-
sica del ajedrez. En estos años jugó un
papel muy importante su entrenador
permanente, el gran maestro Semion
Furman. El momento culminante
de este importante período fue su
encuentro de semifinales de Candida-
tos con Spassky,(1974).
2. 1975-85. Esta fue la época en que
Karpov conservó el título mundial. Se
observa una ralentización del desa-
rrollo creativo. Se siente, obviamente,
presionado por el match que no llegó
a jugar con Fischer. En principio,
Karpov recoge los frutos de su formi-
dable trabajo precedente, y eso basta
para silenciar a quienes lo acusan de
ser "un campeón de papel". El muy
difícil duelo con Korchnoi (1978)
obliga a Karpov a buscar reservas para
mejorar su juego. A comienzos de los
ochenta asciende a un nuevo nivel. El
momento culminante de este período
lo constituye nuestro primer match
(1984-85), que resultó la experiencia
más difícil de su carrera, pues no con-
sigue ganarlo tras haber dominado el
marcador por 5-0, y pierde nuestro
segundo match (1985).
3. 1986-90. El tiempo en que Karpov
debe recuperar fuerzas. Exhibiendo
una enorme fuerw. de voluntad, con-
sigue encontrar la energía necesaria
para disputar un match-revancha
(1986), remodelando por completo su
repertorio de aperturas y renunciando
213
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
desde ese momento a 1 e4. Creo que
este duelo fue el mejor de los nuestros
y uno de los mejores en la historia del
ajedrez. Tras perderlo, Karpov, no obs-
tante, \lllelve a resurgir: gana brillante-
mente la superfina! de Candidatos ante
Andrei Sokolov (¡momento cumbre
del período!) y casi se impone en nues-
tro cuarto match (1987). Ni siquiera
la derrota de la 24ª y última partida le
desequilibra. Así, comparte el triunfo
conmigo en el Campeonato de la URSS
de 1988, juega magníficamente en los
supertomeos de la Copa del Mundo
(1988-89), gana el siguiente ciclo de
Candidatos y lucha tenazmente en
nuestro quinto match (1990).
4. 1991-98. Tras perder la espe-
ranza de recobrar la corona, sufre
desánimo y desilusión a raíz de un
dificil encuentro de Candidatos con
Anand (1991) y una derrota ante Short
(1992). Pero después de que yo aban-
donase la FIDE, Karpov resurge una
vez más: gana un match a Timman y se
proclama campeón mundial de la FIDE
(1993),juega el torneo de su vida (Li-
nares 1994) y derrota con autoridad en
match (1996) a Gata Kamsky, ¡momen-
to culminante del período! Su final, un
nuevo encuentro con Anand (1998), es
su canto del cisne en los muchos años
de lucha por el título mundial.
He organizado mi descripc\ón de
la carrera del último de mis grandes
predecesores en función de estos pe-
ríodos.
¡Un niño serio!
Karpov nació y creció en la familia
de un capataz de factoría, en la peque-
ña ciudad de Zlatoust, en los Urales,
no lejos de Cheliabinsk. La familia era
pobre, como tantos millones de otras
familias de trabajadores en la posgue-
rra. Tolia aprendió a jugar al ajedrez
a los cuatro años, viendo jugar a su pa-
dre, quien le enseñó las reglas. Pero a
diferencia de los padres de Capablanca
o Reshevsky, el padre no perdió sus pri-
meras partidas ante su hijo, sino que las
ganaba todas, sin excepción (¡estamos
214
V
después de todo en la Escuela Soviética
de ajedrez!). "Estaba a punto de llorar",
recuerda Karpov en el libro El ajedrez es
mi vida (escrito con Alexander Roshal
como coautor), "y lo hubiera hecho,
de no ser por las palabras de mi padre:
'Alguien tiene que perder, y si te po-
nes a llorar, nunca más volveré a jugar
contigo'. Quizá fue entonces cuando,
subconsciente e intuitivamente comen-
cé a captar un importante concepto de
la sabiduría ajedrecística: la amenaza es
más fuerte que su ejecución .. .".
A los siete años, se inscribió en la
sección de ajedrez del club deportivo
de la factoría metalúrgica. En su pri-
mer torneo, logró la norma de tercera
categoría y, después de dos años de
entusiastas batallas, también consiguió
la primera categoría. Por entonces, el
ídolo de los jóvenes era Tal y el ajedrez
estaba experimentando un auge en
popularidad. Los primeros libros de
ajedrez de Tolia fueron los de Panov,
Curso de Aperturas y Capahlanca. Al estu-
diar las partidas selectas del gran cuba-
no, rápidamente mejoró su nivel y su
comprensión del juego. También fue
tomado bajo la protección del conoci·
do entrenador de Cheliabinsk, Leonid
Gratvol (tutor también de los futuros
grandes maestros Timoshchenko, Sves-
hnikov y Panchenko). A los diez años,
Karpov ya era el campeón (absoluto)
de la ciudad, y participante en el cam-
peonato de la región. Cuando tenía 12
años, era el candidato a maestro más
joven del país y fue invitado a Moscú
para asistir a una sesión de la recién
creada Escuela Botvinnik.
Inicialmente, el juego del endeble
chico de los Urales no impresionó de
modo especial a Botvinnik. Karpov:
"Sus observaciones en cuanto a mi
débil tratamiento de las aperturas sur-
tieron efecto, pues comencé a leer lite-
ratura ajedrecística". Por entonces, el
favorito de la Escuela era Yuri Balashov,
futuro gran maestro, amigo y analista
de Karpov. Pero cuando Botvinnik, que
pasaba por Zlatoust, \Ísitó a los padres
de Tolia, se dijo a sí mismo: "¡Una
buena familia y un chico serio!". En la

segunda mitad de los años sesenta pre-
decía ya un gran futuro para él.
Pronto la familia Karpov se trasladó
a Tula, donde su padre consiguió el
puesto de ingeniero jefe en una fac-
toría. Por aquellos años, las competi-
ciones para la norma de maestro eran
mucho más raras que hoy en día. Tolia
aprovechó su oportunidad a la primera
ocasión, en un torneo de "maestros
contra candidatos" (Leningrado, vera-
no de 1966), donde fue ayudado por el
maestro de Tula, Anatoli Mazukevich.
Superando la norma en dos puntos (+5
=10), Karpov obtuvo sendas victorias
memorables ante los experimentados
Chistiakov y Ravinsky, y también pudo
conocer a Igor Zaitsev, un sobresalien-
te teórico que sería ayudante suyo en
siete encuentros por el Campeonato
Mundial, y con quien aquel verano ju-
gó una divertida miniatura (véase par-
tida núm. 430, comentarios a la sexta
jugada blanca).
El primer torneo internacional de
su vida fue en Trinec (Checoslovaquia)
(1966-67): l. Karpov 11 (de 13) (+9
=4); 2-3. Kupka y Kupreichik 9,5; 4.
Smejkal 9, etc. En aquel evento, el jo-
ven maestro de 15 años derrotó a sus
principales oponentes:Jan Smejkal {de
20años) yViktorKuprechik {de 17).
Karpov también recibió al Año
Nuevo fuera de su país, en Groninga
(Holanda), donde se disputaba la Co-
pa Niemeijer que, a todos los efectos,
era el CampeonatoJuvenil de Europa.
Es significativo que Ja primerajugada
de Karpov fuese efectuada por el in-
vitado de honor, el Dr. Euwe, quien a
instancias del joven jugador realizó el
avance l e2-e4. La batalla tuvo lugar en
dos fases: una semifinal (por sistema
suizo, a siete rondas). y una final {por
sistema liga) de ocho jugadores. Tolia
jugó en la fase previa con envidiable
pragmatismo: después de ganar dos
partidas al comienzo, hizo cinco tablas
y, al compartir el 2º-6° puestos, se clasi-
ficó para la final (ganando, de paso, un
torneo de blitz. en el único día libre, con
13,5 puntos de 16 partidas). Sus mayo-
res rivales eran Jan Timman y Andras
ANATOLI XII
Adorján. Karpov comenzó con 2,5 de
3, ¡pero Timman sumó medio punto
más! Una victoria sobre el holandés, en
la cuarta ronda, decidió el desenlace
del torneo. El jugador soviético ganó
una partida más y se hizo con el primer
puesto con 5,5 de 7 (+4 =3).
Botvinnik observó con satisfacción
la facilidad con que obtuvo la victoria
y realizó una precisa descripción de
Karpov: "Un inteligente competidor,
siempre sabe cuándo debe jugar a ga-
nar y cuándo debería hacer unas rápi-
das tablas. En los círculos occidentales
de ajedrez incluso ha sido criticado por
una serie de tablas cortas en Groninga.
En sí, esta actitud, por supuesto, no es
buena, pero es sorprendente y digno
de reconocimiento que un joven de 16
años sea capaz de adoptar una táctica
tan competitiva, característica de un
gran maestro maduro".
En el verano de 1968, Tolia finalizó
la escuela secundaria con matrícula
de honor e ingresó en la Facultad de
Mecánica y Matemáticas de la Uni-
versidad de Moscú, cuyo campeonato
ganó fácilmente con 10 puntos {de 13
partidas) (+7 =6). Con la llegada del
otoño, en una sesión de entrenamiento
para el equipo de las Fuerzas Armadas,
en puertas de la Copa de la URSS por
equipos, conoció al entrenador de los
jugadores del ejército, el gran maestro
de Leningrado Semion Furman. ¡Un
encuentro realmente histórico!
Furman recordaría más tarde: "Kar-
pov había sido designado para jugar en
el primer tablero juvenil del equipo.
Era un joven delgado, de cara pálida y
aspecto más bien flemático. También
parecía que tuviese dificultades para
mover las piezas. ¿Era un jugador así
realmente capaz de grandes hazañas
competitivas?". Aquí Roshal cita un
chiste de Gufeld, quien también se en-
contró por primera vez con Tolia: "Este
chico nunca será un gran maestro: es
demasiado flaco". Pero esto no le pre-
ocupaba a Furman: "Sí, Ja naturaleza
no dotó a Karpov de un poderoso físi-
co, pero, por otra parte, lo dotó de un
raro talento ajedrecístico y de una gran
215
Gary Kasparov - Mis CENl.\LES PREDECESORES V

fuerza de espíritu, además de diligencia puesto en el Match del Sigw (BelgradQ.

y modestia. Cuando comencé a trabajar primavera de 1970).
con Karpov, inmediatamente compren- A comienzos de los setenta, Anr
dí que era un jugador muy competente toli trató de ir recuperando el tiempo
y que tenía un gran futuro". perdido. El primer paso fue una ine-
Esto pronto quedó demostrado. En quívoca victoria en el Campeonato ~
la Copa de equipos de la URSS (Riga, la Federación Rusa (Kuibishev, mayo--
diciembre de 1968), el joven jugador junio de 1970), que tenía el estatus~
consiguió 10 puntos en 11 partidas (+9 semifinal del Campeonato de la URSS:
=2). A partir de ese momento, mejoró l. Karpov 12,5de17 (+8=9); 2. Krogius
de fonna constante todos los aspectos 11; 3-4. Antoshin y Dementiev 10,5. De-
de su juego, en especial la apertura. trás se clasificaron A. Zaitsev, Rashk0\'1-
Furman, un destacado teórico, tenía el ky, Zeshkovsky, etc.
siguiente lema: "Los oponentes deben Entonces, viajó a la distante Vene-
ser acosados a novedades, como un zuela con Leonid Stein para panicipa:r
lobo es rodeado por banderas rojas al en un imponante torneo internacional
ser cazado". ¡Desde luego, ¡él y Karpov (Caracas, verano de 1970). Al comien-
los acosaron! Para una mejor disponibi- zo, Karpov se convirtió en único líder
lidad, un año después Tolia se trasladó (¡con 6 de 71) y, por admisión propia,
·a Leningrado y, para su formación albergaba ya ambiciosas esperanzas._
académica, también a la Facultad de Pero entonces fue derrotado por lvkOI"
Economía de la Universidad de Lenin- (tras rehusar una oferta de tablas), casi
grado. Pero el ajedrez pasó a ser lo más pierde ante Panno, y también sucum-
importante de su vida. bió ante Kavalek. "¡Ese es el peligro de
Pronto ganó con autoridad un tor- estar cerca del objetivo!". Sin embargo,
neo clasificatorio de seis rondas con tras rearmarse de valor, consiguió, no
los tres mejores juveniles del país (Le- obstante, la norma de gran maestro: l.
ningrado, primavera de 1969), y luego Kavalek 13 de 17; 2-3. lvkov y Stein 12;
también el Campeonato Mundial juve- 46. Benko, Karpov y Panno 11,5 etc.
nil (Estocolmo, agosto 1969). Las úni- En su debut en el 38º Campeonato
cas dificultades las tuvo en la semifinal de la URSS (Riga, noviembre-diciem-
(donde casi pierde con Hug y Torre), bre 1970), inmediatamente quedó
pero en la fase final fue incontenible. situado entre los mejores jugadores
Su encuentro de la tercera ronda con del país: l. Korchnoi 16 de 21; 2. Tuk-
el sueco Ulf Andersson tuvo especial makov 14,5; 3. Stein 14; 4. Balasho\'
importancia. Tolia asfixió literalmente 12,5; 5-7. Gipslis, Karpov y Savon 12,
a su oponente, en su favorita Española. etc. Pero, en realidad, se esperaba más
Clasificación final: l. Karpov 10 de 1l de él. Fue criticado por un juego dema-
(+9 =2); 2-3. Adorján y Urzica 7; 4. Ka- siado cauteloso (¡14 tablas!). Tal opinó
plan 6,5; 5. Andersson 6, etc. El primer que el joven "sentía demasiado respeto
triunfo -y, desde luego, brillante- de por sus veteranos oponentes y no había
un jugador soviético en el Mundial logrado desprenderse de su timidez
juvenil desde el éxito de Spassky en hacia ellos". Funnan responde en lugar
1955. de su protegido: "En su posición actual
Aunque, a los 18 años, ya había con- le resulta difícil experimentar. Está
seguido un nivel muy alto de juego y el obligado a conseguir un buen resulta-
título de maestro internacional, Karpov do, a asegurarse un éxito competitivo.
aún no había disputado una sola parti- De modo que debe restringir sus emo-
da seria con un gran maestro, paradoja ciones, sus impulsos creativos, y jugar
de aquella era cuando los torneos con de forma un tanto árida".
norma de gran maestro eran una ra- Al año siguiente, siempre con la
reza. Si el riuno de vida hubiese sido ayuda de Furman, Karpov prosiguió
entonces diferente, ya habría tenido un su gradual ascensión a las cumbres de
216
 ANATOLI XII

la maestría ajedrecística. Después de flexión del torneo". Hort era entonces

ganar una semifinal del Campeonato uno de los jugadores más fuerces del
de la URSS (+9 =8), siguió una buena mundo (en el Match del Siglo, había
acmación en el muy fuerte 39° Cam- derrotado a Polugaievsky en el cuarto
peonato de la URSS (Leningrado, sep- tablero), estaba por delante de Karpov
tiembre-octubre de 1971); l. Savon 15 en la lista Elo y, en el momento de en-
de 21; 2-3 Smyslovy Tal 13,5; 4. Karpov frentarse, también tenía +l ".
13 (+7 =12 -2), etc. Sin embargo, esta-
ba descontento con su juego y se quejó
de mala suerte: errores en sus partidas
con Vaganian y Smyslov (partida núm. 539.
265), de una abrumadora ventaja que A. Karpov-V. Hort
había dejado escapar ante Savon (¡en Moscú 1971
los apuros de tiempo de éste!), etc. Memorial Alekhine, 11" ronda
"Nadie me regaló nada, ni siquiera Defensa Siciliana (881)
medio punto, mientras que yo dejé es-
capar muchos". l e4 c5 2 illf3 d6 3 d4 cxd4 4 ©xd4 /Of6
A pesar del cansancio (pues había 5 /0c3 e6 6 g41?
estado jugando durante todo el segun-
do semestre del año), Anatoli no per- Karpov ganó varias bonitas e instruc-
dió la oportunidad de ponerse a prue- tivas partidas (incluidas en este libro)
ba en un supertomeo de 18 grandes con el Ataque Keres, pero desde co-
maestros, el Memorial Alekhine (Mos- mienzos de los ochenta también sufrió
cú, noviembre-diciembre de 1971). "En algunos reveses y tablas con el mismo,
la ceremonia de apertura, Anatoli no como en la primera partida de nuestro
consiguió desenroscar la cabeza de la primer encuentro (1984-85), donde las
muñeca que guardaba su número en el negras no tuvieron ningún problema.
torneo, y algunos maliciosos espectado- 6 ••• ©c6
n:s exclamaron: 'No puede decirse que
5l:a muy fuerte ... ¿Cómo va a resistir en
6 ... h6 (véanse partidas núm. 572 y
an torneo de esta envergadura?'. En 578).
las primeras jornadas del evento hubo 7 g5 iüd7 8 .i.e3 a6
demasiadas tablas anodinas, pero ha-
cia el final la lucha se fue agudizando. Con idea de flc7 ó iüxd4 y b7-b5. Más
~uestro 1oven racionalista', como se
tarde, estajugada que por el momento
le llamaba a veces a Karpov, también no es esencial, comenzó a diferiTSC en
cuvo que cambiar de táctica. En ese mo- favor de 8 ... il..e7 9 h4 0-0, después de lo
mento, se había anotado nueve tablas cual las blancas pueden elegir entre 10
y sólo una victoria (sobre el húngaro 1!fd2, 101!fe2, o la más enérgica 101!fh5
Lengyel)" (Roshal). (Sax-Polugaievsky, Haninge 1989).
En la octava ronda hizo tablas con 9f4
el campeón mundial Spassky, en la
9' con Tal, y en la 10ª con Petrosian.
Años más carde, Karpov escribió que
ahora habría preferido 9 .J:!.gl. Yo traté
"Aquí decidí jugarme el todo por el
de atacar de esta forma, pero después
todo", recuerda Karpov. "No era po-
de 9 ... il..e7 10 h4 0-0 11 h5?! /Ode5 12
sible seguir en un compás de espera,
pero los oponentes que quedaban eran /Oxc6 /Oxc613 f4 b5 141Wf3 .i.b715 il..d3
©b4!, no obtuve nada de la apertura
muy duros. En la ronda siguiente tenía,
después de todo, las piezas blancas. En (Kasparov-Polugaievsky, Moscú 1979).
esta partida, en la que derroté a Vlasti- . Es mejor 10 W'h5 0-0 11 0-0-0 .J:!.e8 12
mil Hon, que fue un éxito tanto en el .J:!.g3 (12 f4!?), como en las partidas R.
plano competitivo como en el creativo, Byme-Spassky (Bugojno 1978) y Van
constituyó para mí el momento de in- Riemsdijk-Najdorf (Sao Paulo 1978).
217
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
O bien, inmediatamente, 9 h4, y si
9 ... JJ..e7 (9 ... Wc7), entonces 10 Wh5,
10 Wd2 o, como jugó Karpov, 10 We2
(partida núm. 560).
9 ••• iJ..e7
"Si 9 ... h6, mi oponente probable-
mente temía la jugada que yo pensaba
hacer, 1O lllxe6. En tal caso, se habrían
producido inmensas complicaciones:
10 ... fxe6 11 Vh5+ lt>e7 12 iJ..h3 (12
iJ..c4 y 12 e5, que también se han ensayado,
separan igualmentewn 12 ... 'fle8!: G. K.)
12 ... '1We8 13 "fih4, con consecuencias
difíciles de evaluar. Era esto precisa-
mente lo que mi posición en el torneo
requería" (Karpov). Con todo, después
de 13 ... lt>d8!, las blancas tendrían que
demostrar que su ataque justificaba la
pieza sacrificada.
10 J:lgl lllxd4
10 ... 0-0!?
11 '1Wxd4 e5 12 "Wd2 exf4 13 iJ..xf4 llle5
14iJ..e2iJ..e6
14 ... "i!fa5 no era bueno: 15 llld5 (Kar-
pov) 15 ..• 'ii'xd2+ 16 iJ..xd2 l:tb8 (16 ...
iJ..d8 17 iJ..b41) 17 0-0-0, y las negras
caen en una posición de corsé típico.
15 llld5!?
"¡Inmediatamente! De no ser así, la da-
ma enemiga toma una posición activa
(15 0-0-0 Va5!)" (Karpov). Claro que
después de 16 @bl! l:l.c8 (16 ... 0-0?
17 llld5) 17 lüd5 Wxd2 18 l:txd2, las
blancas también tienen mejores pers-
pectivas.
218
V
15 ••• JJ..xd5 16 exd5
"Normalmente, uno trata de ocupar la
casilla de bloqueo con una pieza", es-
cribe Karpov admitiendo que 16 'W'xd5
"me habría dejado con ventaja, ya que
el peón d negro necesitaría ser defen-
dido todo el tiempo" (por ejemplo:
16 ... 'W'b6 17 0-0-0 0-0 18 J:lgfl, etc.), y
explica su elección: "Pero entonces mi
peón e también requeriría protección
en algunos casos, lo que habría res-
tringido a mi alfil de casillas blancas.
Ahora, este alfil no tiene restricción
de movimientos, sobre todo porque
su homólogo negro ya ha dejado el
tablero".
16 ••• lüg6
16 ... 0-0 17 0-0-0 habría condenado a
las negras a una defensa pasiva.
17 iJ..e3h6!
Una jugada original que complica
enormemente la situación. "¡Aniesga-
do para ambos bandos!". A costa de un
peón, las negras retienen al rey contra-
rio en el centro y retrasan la moviliza-
ción del ejército blanco. Sin embargo,
mientras el centro esté cerrado no es
evidente de qué modo puede alcanzar
al rey blanco, y las negras tienen tantos
problemas como su rival con el desa-
rrollo de sus piezas.
18 gxh6 JJ..h4+ 19 wdl gxh6 20 JJ..xhs
iJ..f6?!
Con un juego inventivo, las negras casi
han logrado igualar, pero la tentadora
idea de jugar el alfil a e5 es la causa de
nuevas dificultades. Esta casilla estaría
mejor ocupada por el caballo, que
ahora queda fuera de juego. En cuan-
to al alfil, quedándose en h4 habría
impedido que la torre ocupase el, y
las blancas habrían tenido que invertir
tiempo en la evacuación de su rey a un
lug:ir seguro.
Por consiguiente, lo correcto era 20 ...
'i!fe7!, con intención de 0-0-0. Por ejem-

plo: 21 .1Lg7 (21 Ag4 se para con 21 ...
ILJe5!) 21 ... J:lh7 22 .1Ld4 il.f6 (ahora,
esto es muy apropiado ya que las ne-
gras plantean una defensa activa en la
que incluso la torre de h7 será útil) 23
il.xffi frxffi 24 ~el 0-0-0, con igualdad,
o bien 23 J:lel il.e5! 24 il.g4 J:txh2 25
1i'xh2 il.xh2 26 J:lxe7+ @xe7 27 @d2
il.f4+, con un final de tablas.
21 c3 il.e5?!
De nuevo era mejor 21 ... 1i'e7!, con
la misma idea de 22 il.g4 ll:ie5!, y si
23 wc2 (nada se consigue con 23 h3
ILJc4!, ni con 23 J:lel il.h4 24 J:le2 J:lg8),
entonces 23 ... J:lxh6! 24 'it'xh6 lüxg4
25 J'lxg4 't!i'e2+ 26 @b3 'it'b5+ 27 llb4
(27 @a3 'it'c5+) 27 ... 'it'xd5+ 28 wa4
a5!, con un peligroso contraataque. Es
posible 22 il.h5 (para después de 22 ...
ll:ie5, responder tranquilamente 23
@c2). pero aquí las negras sacrifican
un segundo peón: 22 ... 0-0-0! 23 il.xg6
fxg6 24 11xg6, y después de 24 ... 11dg8
25 llxg8 llxg8 26 ~c2 1li'e4+ 27 Wd3
llg2+ 28 il.d2 \!ia4+! 29 b3 Wh4, es difi-
cil para las blancas convertir su ventaja
material.
22 l:!g4!
"¡Una jugada polivalente!". (Dvorets-
ky). Por el momento, el peón de h2
no preocupa a Karpov, pues es más
importante no permitir la activación de
!a dama negra. Tras 22 wc2?! 't!Ph4! 23
il.e3 1!fe4+! 24 ./Ld3 't!fa4+ 25 b3 1!fa5,
habrían aparecido puntos vulnerables
en la posición blanca, y al defenderlos
su ventaja se esfumaría.
ANATOLI XII
"Después de 22 .1Lg5 't!Pb6 23.1Le31i'c7,
no habría conseguido gran cosa", pien-
sa Karpov. Pero 23 Wc2! (23 11g2!?:
Dvoretsky) es más enérgico: 23 ... 11xh2
24 J:lhl 't!ff22511xh21!rxh2 26 J:l.fl, con
peligrosa presión. Esto no parece peor
que la continuación de la partida, pero
conduce a una posición más clarificada
en la que, desde el punto de vista prác-
tico, es más fácil para las negras defen-
derse (26 ... WIB, J:teS, etc.).
22 ••• 'fif6!
"22 ... il.xh2 era relativamente lo mejor,
restableciendo el equilibrio material"
(Karpov). Pero después de 23 @c2, las
negras tendrían una dificil posición:
"23 .•. ILJe5? conduce a la pérdida de
una pieza con 24 i::tg2 (24 ... 't!Ph4 25
llxh2 'iixh2 26 ./Lb5+), mientras que
si 23 ... 'iid7, entonces 24 llfl es fuer-
te" (Dvoretsky), o bien 24 lle4+! ©e5
(24 ... .1Le5 25 il.g4 f5 26 ffg5! ©e7
27 .1Lh5+ Wd8 28 J:lxe5! dxe5 29 d6,
con fortísimas amenazas} 25 i::thl 1!ff5
26 ./Ld3, con un poderoso ataque. En
cuanto a 23 ... ./Le5, entonces 24 J:l.fl
'i!id7 25 J:le4, etc.
23h4!
"Las negras esperaban 23 @c2? ll:ie7!
24 .1Le3 llxh2, o bien 24 .1Lg5 1i'f5+.
Pero ahora no son posibles ni 23 ...
()..()..() ni 23 ... ll:ixh4 debido a 24 il.g5"
(Dvoretsky).
23 ••• 't!ff5!
No obstante, la dama negra se ha libe-
rado y resulta que las piezas atacantes
requieren defensa. La dama blanca
está literalmente partida en dos: debe
proteger al peón de d5 y a! alfil de h6.
Tampoco puede alejarse de su rey, atas-
cado en el centro y que está impidien-
do que la última reserva, la torre de al,
entre en juego, lo que cambiaría de
inmediato el curso de la partida.
El escenario de esta partida es bastante
inusual: durante mucho tiempo, al-
gunos intérpretes ejecutan su propia
actuación, mientras que los principales
219
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES V
solistas de ambos bandos se limitan
a observar lo que está pasando. ¿Por
qué entonces perdieron las negras esta
extraña batalla? Sencillamente, porque
en el momento decisivo, bajo fuertes
apuros de tiempo, se olvidaron de mo-
vilizar a sus piezas "espectadoras".
24 l:tb4!
"¡Una excelente casilla para la torre!".
(Karpov). Se diría que también 24 l:ta4
es fuerte porque impide igualmente
el enroque (24 ... 0-0-0? 25 .tl.g4), y en
caso de 24 ... Wd7 25 l:tb4!, ganando
un importante tiempo para Wc2. Pero
después de 24 ... lt:le7! 25 .tl.e3 l:tg8
26 .tl.b5+ (26 @el l:tg3!) 26 ... ~ 27
.tl.h6+ .tl.g7, la situación se habría com-
plicado de forma considerable.
24 ••• .tl.f6?
Cediendo el control de la casilla f4,
que las blancas pronto utilizarán co-
mo punto fuerte para consolidar su
posición. En cualquier caso, las negras
no lograrían la igualdad después de
24 ... l:tg8 25 Ad3 (25 l:txb7? lt:lf4; 25
'+!l'g5!? lt:le7 26 W'xf5 /Oxf5 27 .tl.g5 f6 es
confuso) 25 ... 'i!fh3! 26 wc2 lt:lxh4, o
bien 24 ... lt:le7 25 Ag5 f6 26 Ae3 Ag3
27 h5 /Oxd5, pero habrían recuperado
al menos el peón, conservando algunas
posibilidades prácticas de contrajuego.
25h5
Las blancas obligaron a retroceder el
caballo enemigo y de paso hacen que
su peón pasado sea más defendible.
25 ••• IOe7
25 ... /Oe5? 26 l:tf4.
26 l:tf4!
¡Una torre obstinada! Después de 26
'5'f4?! (para activar rápidamente las
piezas a costa del peón de d5), las
negras podrían haber seguido 26 ...
l:txh6! 27 'iWxh6 ILJxd5 28 l:tg4 (28 l:txb7
'i!!fe4 !) 28 ... 0-0-0 29 'i!f d2 l:te8, con una
peligrosa iniciativa por la calidad.
26 ... 'i!fe5
Se ha llegado al momento culminante
de la lucha.
220
1688
27 l:tf3?
La torre realiza milagros con sus manio-
bras, creando o parando una amenaza
tras otra. Pero sigue trabajando en soli-
tario y la situación indefensa del flanco
de dama blanco requiere extrema
precisión por parte de su conductor. Al
dejar su peón de h5 indefenso por un
instante, echan por tierra su ventaja.
Por otra parte -un hecho, por cierto, no
mencionado por los comentaristas--, la
torre disponía de mejores jugadas: 27
nn, 27 l:tf2 e incluso la extravagante 27
l:ta4. Después de 27 l:tfl los problemas
de las negras no se resuelven i:on 27 ...
l:txh6 28 'i!t'xh6 ILJfü, en vista de 29 l::lxfü
'i!fxfü 30 'i!fe3+@f8 31 'iWf3, pues quedan
con un peón menos. Y en caso de 27 ...
0-0-0 28 Af4! (pero no 28 wc2 J:l.xh6! 29
Ag4+ Wb8 30 Wxh6 f:fe4+, con tablas)
28 ... Wxd5 29 Wxd5 /Oxd5 30 11.d2, o
bien 28 ... '!!fe4 29 c4 J:[hg8 30 'i!t'd3!
Wxd3+ (30 ... Wg2 31 wc2) 31 11.xd3
hb2 32 l:lbl, tienen un dificil final.
27 ••• ILJxd5?!
Karpov no comenta esta jugada reali-
zada en apuros de tiempo. Una evalua-
ción crítica habría destruido el mito
de la perfección de la partida, según
el cual el vencedor no le concedió a su
oponente la más mínima posibilidad
de salvación. Karpov escribió que la
amenaza 28 11.f4 "obligaba" a las ne-
gras a seguir un peligro camino. Pero
si Hort se hubiese enrocado largo, las
blancas habrían tenido problemas con
su peón de d5, con su rey (que sigue
bloqueando a la torre de al) y con su
dama sobrecargada.

"Después de 27 ... 0-0-0!, el desenlace
de la partida seguiría sin estar claro.
28.@c2? l::txh6 es, obviamente, inco-
rrecto. Si 28 l::td3, sigue 28 ... l::tdg8! 29
.í<.f4 (29 il..e3 lLJf5: C. K.) 29 ... "l!l'f5, con
la desagradable amenaza l::tg2. 28 Ae3
ii:lxd5 29 il..d4 ilfe6 no es convincente,
mientras que en caso de 28 Af4, no es
e\idente cómo arrojar dudas sobre la
sencilla 28 ... 'i'xh5!". (Dvoretsky). Por
otro lado, después de 29 c4 'ifg6 30 l::tfl
trg7 31 Wcl lLJg6 32 Ae3 l::tde8, las ne-
gras tienen unjuego cómodo.
28 l::td3! l::txh6
28 ... li:Je7? 29 i.f4 'l!ff5(e4) 30 l::txd6.
29 l::txd5
No, por supuesto, 29 'l!fxh6?, debido a
29 ... Ag5 30 '!!\l'h7 li:Je3+ (Karpov).
29 •.• tll'e4
Después de 29 ... 'l!fe6, las blancas
podían elegir entre un ataque con
material igualado con 30 Wc2 (incor-
porando al juego, finalmente, la torre
de a 1), y un final prosaico con un peón
extra con 30 l:txd6 "trxd6 31 ffxd6 l::td8
32 °t!i'xd8+ Axd8 33 wc2, etc.
1689
30l::td3!
Una brillante opción práctica (se ame-
naza J:!.e3), que reporta un éxito instan-
táneo. La torre exhibe una envidiable
eficiencia, ¡derrotando prácticamente
sola al ejército enemigo! Después de
30 '!Wxh6 ffxd5+ 31 '>t>c2, las negras po-
drían haberse defendido con 31 ... il..e5
32 'l!fe3 (32 'l!fg5?! ilfe4+ 33 il..d3 'l!fa4+
ANATOLI XII
34 b3 "l!l'a5, con igualdad) 32 ... 0-0-0,
o incluso 31 ... ilff5+ 32 il..d3 'l!ff2+ 33
ffd2 (33 @b3 ffb6+) 33 ... "tll'xd2+ 34
'it>xd2 we7, y el final con alfiles de dis-
tinto color parece ser tablas.
30 ... ffbl+?
Una catástrofe imputable a los apuros
de tiempo. Era esencial 30 ... "l!l'h7.
Por ejemplo: 31 il..g4 (31 1:txd6? Ag5!;
tampoco se conseguía nada con 31 Af3
il..g5!, ni con 31 'l!fe3+ Ae5) 31 ... Ag5!
32 'l!fe2+ wf8 33 wc2 1:te8, o bien 31
wc2 0-0-0 32 l::tfl z:te8 33 Ag4+ 'it>b8,
con posibilidades de una defensa efi-
ciente.
31 Wc2 'fi'xal 32 "i!l'xh6 Ae5 33 ffg5!
Impidiendo el enroque largo, amena-
zando 'l!Yg8+ y abriendo paso al peón h.
En esta desesperada posición (si 33 ...
l::td8, entonces 34 lt>b3 ó 34 a3), las ne-
gras perdieron por tiempo. La partida
se consideró la mejor del torneo.
Luego, tras unas tablas con Tuk-
makov, el gran maestro de 20 años
logró dos victorias más con sangre fría.
En su partida con Bronstein, empleó
su plan favorito con 6 il..e2 contra la
Variante Najdorf de la Defensa Sici-
liana. Bronstein trató de mejorar el
juego negro en relación con la partida
Geller-Fischer (partida núm. 246, nota
a la 7• jugada negra), pero sin éxito.
En la jugada 23, las blancas ganaron un
peón, y en ese momento, según Roshal,
por encima del alboroto de la sala de
prensa todo el mundo pudo oír la tran-
quila voz de Furman: "Cuando Tolia
tiene ventaja material, gana. De esto no
hay duda". Al día siguiente, Karpov de-
rrotó a Korchnoi, con negras, en buen
estilo. Después de sendas tablas con
Stein y Smyslov, venció a Savon en la
última ronda y pudo alcanzar a Leonid
Stein, ¡compartiendo con él el primer
puesto!
En cuanto a esto, Botvinnik dijo en
una conversación telefónica a Kotov:
"Recuerda este día, 18 de diciembre
de 1971. En nuestro país ¡ha aparecido
221
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
una estrella de primera magnitud!".
En las páginas de la revista 64, también
Petrosian se pronunciaba acerca del
juego de Karpov: "Me gusta su forma
de jugar, su concepto del ajedrez, su
carácter competitivo, su prudencia. Me
gustó el hecho de que hacia el fin del
torneo supo acelerar, habiendo com-
prendido que, gracias a su juventud,
tendría más energía que sus mayores, y
con un sprint superó los obstáculos que
se le oponían. Creo que a día de hoy,
Karpov es nuestra máxima esperanza y
quizá en los próximos años se convierta
en la más insuperable barrera de los
jugadores occidentales en el camino
hacia la corona mundial".
El Presidente de la FIDE, Max
Euwe, también calificó a Karpov de un
probable futuro rey del ajedrez. El pro-
pio Anatoli, cuando se le preguntó en
una entrevista "¿se convertirá usted en
campeón del mundo?", respondió con
una franqueza desarmante: "Sí, proba-
blemente. Sólo que no en los próximos
cuatro años. Todavía hay mucho que
desconozco".
Sólo habían transcurrido un par
de semanas cuando Karpov disputó el
tradicional torneo de Hastings (1971-
72), ¡donde comenzó con 7 de 8! Lue-
go, con unas tablas con negras contra
Gligoric, ganó otra partida y... percibió
que su fuerza estaba decayendo: "Para
ser honesto, estaba sencillamente ago-
tado". Tras una derrota ante Korchnoi,
en la 14' ronda, "con increíbles esfuer-
zos" derrotó a Markland en la partida
decisiva, y pudo alcanzar así a su rival:
1-2. Karpov y Korchnoi 11 (de 15); ~
4. Byme y Mecking 9,5; 5-6. Gligoric y
Najdorf 8,5; 7-8. Andersson y Unzicker
8, etc.
Su siguiente aparición, en el Cam-
peonato de la URSS por equipos (Mos-
cú, marzo de 1972), fue memorable
por las espléndidas victorias posicio-
nales con blancas contra Smyslov y
Taimanov, y con negras contra Stein.
En esta partida, Anatoli demostró esa
asombrosa tenacidad y variedad de
recursos defensivos que más adelante
le harían famoso, pues paró con gran
222
V
precisión el ataque directo de su for-
midable oponente. Tal ingenio había
distinguido a Karpov desde su misma
infancia, cuando ni siquiera conocía
la teoría de las aperturas y a menudo
quedaba en posiciones dificiles.
Esa misma primavera se celebró en
Moscú un grandioso torneo de blitz a
doble vuelta con los más fuertes juga-
dores soviéticos. Al ganar 12 partidas
sucesivas en la segunda mitad (contra
Jolmov, Tal, Stein, Bronstein, Polugaie-
vsky, Taimanov, Balashov, etc.), Karpo\'
acabó compartiendo el primer puesto
con Tukmakov, de Odesa. "Aquel ago-
tador torneo acabó con el gusto de
Karpov por el blitz, pero no se olvidó de
lo que, por alguna razón, consideró un
revés. Cuando se encontraba en Odesa,
encontró la ocasión de disputar a Tuk-
makov un match de blitz. Cuando el
marcador señalaba un asombroso 0-13,
su oponente se rindió .. ." (Roshal).
Pronto, Anatoli se en con traba
,encabezando el equipo soviético en
la segunda Olimpiada de Estudiantes
(Graz, agosto de 1972). Un año antes
había jugado en el tercer tablero (+7
=I), pero ahora demostró ser un digno
líder (+5 =4). Anatoli Bijovsky, el en-
trenador del joven equipo de la URSS,
recuerda:
"Aquellas Olimpiadas me revelaron
al auténtico Karpov. En Puerto Rico,
la facilidad y elegancia de su juego
crearon una impresión indeleble. Nor-
malmente, era el primero en finalizar
sus partidas tras consumir no más de
una hora en su reloj. Después de haber
perdido, sus oponentes parecían un
tanto perplejos. Se diría que no enten·
dían en absoluto las ideas y jugadas del
joven gran maestro. En mi opinión,
Karpov tiene un estilo de juego tan ori-
ginal que es dificil incluso nombrar a
su predecesor ajedrecístico, y eso siem-
pre es prneba de un verdadero talento.
En Graz jugó contra Robert Hiibner.
Siempre nos había resultado difícil
jugar contra el equipo alemán, y aquí
Hiibner iba por delante de Karpov en
la lucha por el mejor resultado indivi-
dual en el primer tablero. Era el mismo

Hübner que había sido derrotado por
un mínimo margen en el match de
Candidatos con Petrosian (y el mismo
Hiibner que pronto tendría una bri-
llantísima actuación en la Olimpiada
de Skopje). Era un encuentro crucial
en todos los aspectos: debía determinar
el orden de fuerza por muchos años
y demostrar cómo Karpov podía com-
pararse con el destacado gran maestro
occidental. Anatoli demostró que en-
tendía la posición más sutilmente y, al
mismo tiempo, ¡más profundamente!".
Un encuentro así con estrellas ex-
tranjeras de la nueva generación era
típico de Karpov. Antes de Hübner, le
recuerdo al lector, había derrotado a
Timman (1967-68), Andersson (1969)
y al Pelé del ajedrez, futuro ganador de
dos interzonales, el brasileño Henrique
Mecking (Hastings 1971-72).
También brilló en su primera
Olimpiada (Skopje, otoño de 1972),
realizando el mejor resultado en el
primer tablero reserva (+12 =2-1). Tal:
"Fue una genuina actuación benéfica
de Anatoli. Sólo en Skopje compren-
dí que Karpov era realmente capaz
de los mayores logros ante el tablero.
También antes había conseguido ex-
celentes resultados, pero en el aspecto
creativo su juego no me impresionaba.
Ahora admiro las partidas de Karpov
como pura sabiduría ajedrecística. En
la Olimpiada, él solo jugó tantas parti-
das magistrales como todos los demás
miembros del equipo juntos. Por con-
siguiente, me resulta imposible decir
cuál de sus partidas fue la mejor".
Por decisión de la FIDE, Karpov,
como campeón mundial juvenil, fue
admitido en el Torneo lnterzonal de
1973 sin tener que clasificarse. Esto le
dispensó de tener que jugar el Zonal,
el 40º Campeonato de la URSS, y junto
con Petrosian y Keres viajó al super-
torneo de San Antonio (noviembre-
diciembre de 1972), organizado con
motivo del boom que estaba experi-
mentando el ajedrez en EEUU después
de la victoria de Fischer sobre Spassky.
Allí, el joven gran maestro, que com-
ANATOl.I XII
petía inicialmente con Larsen y Keres,
¡empezó con 7 de 8!
540.
A. Karpov-S. Gligorie
San Antonio 1972, 8ª ronda
Apertura Española (C94)
1 e4 e5 2 li:lf3 li:le6 3 i.b5 a6 4 i.a4 lüf6
5 0-0 i.e7 6 l:tel b5 7 i.b3 d6 8 e3 0-0 9
h3 lüb810 d3
Los debates teóricos acerca de 10 d4,
que siguen en pie hoy día, eran algo
para lo que Karpov estaría preparado
al año siguiente, pero por el momento,
contra un experto en la Variante Bre-
yer, elige un esquema más restringido
pero no menos venenoso, en el que el
lento avance del peón d queda com-
pensado por el momento de aparecer
en d4 en el momento más favorable a
las blancas.
10 ••• lübd7 11 li:lbd2 i.b7 12 lüfl lüe5
13 i.e2 l:teS 14 lüg3 il.f8 15 b4
Expulsa al caballo de su fuerte posi-
ción, pero también da un motivo al
oponente para el contrajuego en el
llaneo de dama. En caso de 15 li:lh2, las
negras logran realizar la ruptura 15 ...
d5! (15 ... lüe616 d4 exd4 17 cxd4 c5!,
con igualdad, Schmid-Spassky, San
Juan 1969) 16 'tlrf3 h6 17 I015 a5 18
lüg4 lüxg4 19 hxg4 a4 20 i.e3 lüe6 21
'i!i'g3 dxe4 22 dxe4 '!Wffi 23 l:tadl llad8
24 '!Wf3 lüg5 25 'W e2 i.c6, con una lige-
ra ventaja (Vasiukov-Karpov, Leningra-
do 1971).
15 ••• lüed7 16 d4
Tal jugó varias veces 16 J!l.b3, provocan-
do complicaciones de doble filo: 16 ...
d5!? 17 J!l.g5 a5 18 a3 dxe4 19 lüxe4
h6 20 lüxffi+ lüxffi 21 lüxe5 llxe5! 22
l::l.xe5 hxg5 23 llxb5 J!l.d5. Sin embargo,
es más seguro responder 16 ... a5 17
a3 axb4 18 cxb4 h6 19 d4 (19 I015 d5!,
Tal-Spassky, Tbilisi 1965, match, 11 ')
19 ... c5 20 bxc5 dxc5 21 dxe5 lllxe5
22 lüxe5 llxe5 23 .ltb2 l:te8 24 ~f3 c4
25 i.c2 (Tal-Smejkal, Tallinn 1971), y
223
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
ahora las negras pueden igualar con la
maniobra de dama 25 ... 'i!Vd2! 26 l:tacl
'i!Vg5.
16 ••• h6
Es más fácil igualar con la operación
simplificadora 16 ... a5!? 17 Ad2 (o
bien 17 a3 axb4 18 cxb4 c5, Vasiukov-
Averbaj, Moscú 1964) 17 ... axb4! 18
cxb4 exd4 19 ILJxd4 d5 (Tal-Timman,
Niksic 1983), que es lo que dejó arrin-
conada la variante 10 d3.
17 Ad2
Una defensa profiláctica del peón de
b4 contra ataques del alfil de f8.
17 •.• ILJb6
"Una sólida jugada posicional al estilo
de Gligoric. La ruptura 17 ... d5 podía
haber llevado el juego a complicacio-
nes tácticas, lo que no dejaría de ser un
riesgo para las negras" (Karpov).
18Ad3
Las blancas siguen con una útil profi-
laxis: desde d3 el alfil dificulta el con-
trajuego con a6-a5. Por consiguiente,
las negras comienzan a preparar c7-c5.
1690
18 ••• lk8
Seis meses después, la partida Karpov-
Spassky (Moscú 1973) siguió así: 18 .. .
g6 19 't!l'c2 ILJfd7 20 .l:tadl Jl.g7 (20 .. .
c5!? 21 bxc5 dxc5 22 ILJxe5 ILJxe5 23
dxe5 l:lxe5 24 ~f4 l:le6 tampoco es ma-
lo) 21 dxe5! dxe5 22 c4! bxc4 23 il.xc4
We7? (lo correcto era 23 ... ILJxc4 24
'i!:fxc4 l:te6! 25 il.e3 .l:td6, con igualdad:
Karpov) 24 il.b3! c5 25 a4! (resulta que
224
V
las blancas no están obligadas a tomar
en c5, sino que refuerzan su posición
mediante un sacrificio de calidad) 25 ...
c4 26 il.a2 il.c6 27 a5 il.a4 28 'Wcl ILJc8
29 il.xh6 il.xd l 30 .l:txd l ILJd6? (Karpov
recomienda 30 ... ILJf8 31 Axc4 ILJd6
32 il.g5 il.f6) 31 il.xg7 <;;xg7 32 "il'g5!!
(la invasión decisiva; 32 'Wd2? ILJf6 33
Wxd6? es malo debido a 33 ... l:tad8!)
32 ... f6 33 't':l'g4 '>t>h7 34 ILJh4!, y las
negras se rindieron en vista de 34 ...
ILJf8 35 ILJxg6! ILJxg6 36 l:lxd6! 'i!:ixd6 37
't':l'h5+ 'it>g8 38 ILJf5!
19 'i!:fe2 't':l'd7?
"El inicio de una maniobra fallida. La
dama se dirige a c6, con idea de situar-
se delante de sus peones. Pero ¿por
qué perdieron tiempo las negras con
18 ... l:lc8?" (Karpov).
La posición crítica se habría producido
después de 19 ... exd4 20 cxd4 c5 21
bxc5 (21 d5!? ILJfd7!) 21 ... dxc5 22
d5, que Karpov consideraba ventajosa
para las blancas. "En cualquier caso,
ni Gligoric ni Spassky entraron en
esta posición". De todos modos, era la
única forma que tenían las negras de
justificar su jugada 18 ... l:tc8, y en ese
momento podrían seguir con 22 ... c4
23 Afl b4 ó 23 ... c3.
20 l:tadl 't':l'c6 21 il.e3 ILJa4 22 .l:tcl
Amenazando c3-c4.
22 .•• ILJb6 23 'i!:ib l
Profilaxis de nuevo, aunque en esta
ocasión "era mejor la inmediata 23
ILJd2, seguida de ILJb3 (y, posiblemente,
ILJa5), sin temer a 23 ... d5, en vista de
24 dxe5 l:txe5 25 il.d4 dxe4 26 ILJdxe4"
(Karpov). El retraso de una jugada
permite a las negras impedir la molesta
maniobra de caballo.
23 ••• 'i!:fd7 24 ILJd2 e5! 25 bxc5 dxc5
26d5
Debido a la vulnerabilidad de su caba-
llo de b6, las negras no logran avanzar
su peón a c4, y las blancas crean un

inexpugnable bastión en el centro,
comprimiendo a las fuerzas enemigas.
26 ... ti:la4 27 c4! b4 28 l:Ul! 'f/fc7 29 f4
ti:ld7 30 'lll'c2 ti:lc3
Las negras se disponen a entregar un
peón, sólo para forzar el cambio del al-
fil blanco por el caballo, a fin de tratar
de erigir una barrera defensiva en las
casillas negras.
1691
31 f5! ti:lf6 32 ti:le2!
"Quizá fuese más correcto ganar un
peón con 32 ti:lf3 y 33 .ad2, pero du-
rante la partida pensaba que entonces
Gligoric lograría con tener el asalto en
el flanco de rey, disponiendo un blo-
queo en casillas negras (.ae7 y ti:lh7).
En consecuencia, decidí no perder el
tiempo" (Karpov).
32 .•• ti:lxe2+ 33 ~xe2 ~d6 34 g4! wf8!
Ya no puede organizarse un bloqueo
con 34 ... 'f!fdS 35 h4 ti:lh7 36 ti:lf3 ~e7,
debido a 37 ll;>g2 3'.xh4 3S ti:lxh4 'lll'xh4
39 l:Ihl 'iff6 40 l:Ih5 'lll'd6 41 l:Ichlwf8
42 l'hh6! gxh6 43 Itxh6, demoliendo
las defensas. Por consiguiente, el rey
negro evacua la zona de peligro.
35 h4 we7 36 g5 hxg5 37 hxg5 ti:ld7 38
~g4
"El primer asalto ha permitido a las
blancas conseguir una apreciable ven-
taja de espacio. Para lograr el éxito
hay que movilizar ahora a las reservas"
(Karpov).
ANATOLI XII
38 .•• .!:!g8 39 wf2 i::th8 40 J:thl :!kg8 41
'lll'dl
Era más fuerte 41 a3! Por ejemplo:
41 ... a5 42 'iWa4 (con la amenaza ti:lb3)
42 ... tiJ b6 43 'i!fb5 ! (la dama está se-
gura aun internada en el grueso de
las fuerzas contrarias; los bastiones
negros pronto serán abatidos) 43 ...
Itxhl 44 .llxh l nas 45 f6+! (Karpov)
45 ... gxf6 46 Ith6!, o bien 44 ... 3'.cS 45
'iWxa5 3'.d7 46 f6+ gxf6 47 3'.xd7 ti:lxd7
4S '!Wxc7 ~xc7 49 axb4 cxb4 50 gxf6+
ti:lxf6 51 c;f;>f3 ti:lg4 52 3'.a7 l/;>d7 53 c5, y
las blancas ganan.
41 ..• l/;>d8
41 ... f6, que Karpov consideraba nece-
sario, tampoco habria permitido a las
negras escapar de sus dificultades. Y
41 ... '!Wa5 42 'lll'b3 ~es no habria impe-
dido que las blancas abriesen ventajosa-
mente el flanco de dama: 43 ll;>g3 wd8
44 .llhfl! Wc7 45 .!:!al!
1692
42 'l!!'t"gl!
A primera vista, una inexplicable ma-
niobra de dama. "¡Tales jugadas son
muy difíciles de encontrar!". Escribe
Karpov, y explica de forma inteligible
las razones de su decisión:
"Las blancas tienen una evidente supe-
rioridad espacial. A fin de incrementar
sus conquistas posicionales necesitan
hallar un plan claro para el reagru-
pamiento de sus piezas. He aquí mis
consideraciones básicas respecto a la
posición: 1) las negras sólo tienen una
debilidad evidente, el peón de c5, por
lo que procede disponer un rápido
225
Gary Kasparov - Mis GENIALES PRt:ot:CESORES
ataque a ese punto, lo que permitirá
restringir la maniobrabilidad de las pie-
7.as enemigas; 2) la mejor casilla para el
rey es f3, donde no podrá ser jaqueado,
protege al alfil de g4 y despeja la diago-
nal gl-a7 para la batería alfil+dama, así
como la segunda fila para maniobras
de torre; 3) las blancas deben controlar
primero la columna h y desplegar la
iniciativa en el flanco de rey; luego, en
un momento propicio, pueden pasar
toda la lucha al flanco opuesto, explo-
tando la gran movilidad de sus fuerzas.
La última jugada blanca cumple con
todos estos requisitos".
42 ••• lLlb6 43 l:!.h2 f!/e7?
Las negras aún no perciben el peligro a
su. flanco de dama y luchan por el con-
trol de la columna h (44 "tli'hl "tli'd8), en
lugar de privar al caballo. blanco de la
posibilidad de su traslado a a5, vía b3,
con 43 ... a5! y a5-a4.
44 lLlb3
Ahora que este caballo paraliza el flan-
co de dama, los recursos de las negras
para ofrecer resistencia se desvanecen
rápidamente.
44 ••• we7 45 wf3! ILJd7 46 a3! bxa3 47
J:!.a2!
El planeado reagrupamiento se ha
ejecutado y, como puede apreciarse, la
escapada del rey negro al flanco de da-
ma ha sido salir de Málaga para entrar
en Malag6n.
47 ... J:!.h4 48 r:txa3
1693
226
V
48 ••• r:tgh8
La táctica tampoco ayuda: 48 ... lLJf6 49
gxf6 gxf6 50 r:ta5! l:!gxg4 51 'i!Vxg4 l::txg4
52 1Pxg4 '!Wd8 53 ILJxc5 .i.xc5 54 l:!xc5+
'i!fd7 55 J:!.bl .b8 56 .i.d2, y el rey blan-
co se oculta fácilmente de los jaques
(56 ... 'i!Vg8+ 57 'i!ff3 'lWh8 58 l:!.a5 'lWh3+
59 'i!fe2 f!l'g4+ 60 @d3, etc.). ·
49 l:!bl l:!b8
La amenaza lLJa5 fuerza el retomo de la
torre, lo que acaba con las esperanzas
de las negras.
50 f!/el! r:txg4 51 Wxg4 .i.c8 52 'i!fa5+
Las negras se rindieron. Si 52 ... llb6,
entonces 53 lLJxc5 .i.xc5 54 J:!.xb6! es
una forma de ganar.
A continuación, sin embargo, Ana-
toli se sintió cansado y, tras escapársele
una jugada en buena posición, perdió
ante Portisch. Luego, en la 131 ronda,
siendo aún el líder en solitario, no fue
capaz de vencer a Kaplan, y al final le
perdonó la vida a Mecking, aunque an-
tes de la partida éste había estado "muy
nervioso" y lo miraba "como un animal
acosado". De todos modos, el resultado
no fue malo: 1-3. Karpov, Petrosian y
Portisch 10,5 (de 15); 4. Gligoric 10;
5. Keres 9,5; 6-7. Hort y Suttles 9; 8-9.
Larsen y Mecking 8,5 etc.
El día en que se celebró la última
ronda, Karpov se encontró por prime-
ra vez con Fischer. Los organizadores
habían invitado al campeón del mundo
a visitar el torneo y, al enterarse de que
se había retrasado, incluso postergaron
el comienzo de la ronda 15 minutos.
"Ahora Fischer no sólo llega tarde a
sus propias partidas, sino también a
las de los demás", observó Petrosian.
"Nos sentamos y esperamos. Fischer
apareció, con Euwe, y luego subió al
escenario y estrechó la mano a todos
los jugadores. Esa es la suma total de
mis impresiones", escribe Karpo\' en El
ajedrez es mi vida, pero en el libro Sestra
moia Kaissa (Caissa es mi hermana,
1990) añade: "Apareció el último día,
lo que no fue muy afortunado. Los
vencedores, entre los que me contaba,

di\idieron pacíficamente los puntos,
y Fischer, sentado entre el público
durante no más de un cuarto de hora,
entendió la situación y desapareció".
Es posible que ya entonces, a fines
de 1972, no sólo Botvinnik, Petrosian
y Tal, sino también el propio Fischer,
percibiera, tras observar detenidamen-
ie a Karpov ante el tablero, que aquel
chico pronto intervendría en la lucha
por la corona mundial de ajedrez.
"Éste no es mi ciclo"
Mientras se preparaba para su pri-
mer Interzonal (que luego resultaría
ser el único), Karpov jugó en Budapest
en la primavera de 1973, donde finali-
zó segundo empatado con Geller (+4
= 11), y un in usual match-torneo de tres
selecciones soviéticas, en el que venció
a Spassky y Taimanov ( +2 =2) en el pri-
mer tablero.
Aquel año, teniendo en cuenta
el aumento en número de jugadores
fuertes, la FIDE dividió por primera vez
la fase del Interzonal en dos torneos
separados y, a partir de entonces, para
clasificarse para el ciclo de Candida-
tos, en lugar de conseguir uno los seis
primeros puestos, era preciso finalizar
entre los tres primeros de cada uno de
estos torneos. La división se efectuó
conforme al Elo y condujo a un mal
reparto. En Petrópolis (Brasil), sólo
jugaba uno de los seis candidatos del
ciclo anterior, Geller, mientras que
en Leningrado (junio de 1973) había
cinco: Korchnoi, Larsen, Hübner, Tai-
manov y Uhlmann. También estaban el
formidable Tal, que acababa de ganar
cinco torneos consecutivos, y el joven
Karpov, que conseguía éxito tras éxito.
~Sólo tres plazas? Sin embargo, y como
Tal sabiamente observó, si la tarea de
finalizar entre los tres primeros resulta
demasiado dificil, ¿qué sentido tiene
entonces luchar por el título de cam-
peón mundial?
Karpov se planteó el audaz obje-
ti,·o de ganar el Interzonal (lo que le
permitiría enfrentarse a un oponente
relativamente asequible en el primer
ANATOI.I XII
encuentro de Candidatos) o, al menos,
conseguir una de las plazas clasificato-
rias. Muchos años después, cuando se
levantaron las prohibiciones, reveló a
la prensa que se había preparado para
el torneo con Korchnoi:
"En una ocasión, unos amigos lla-
maron inesperadamente. Pasamos una
velada jovial, agradable, y alguien sugi-
rió: tratemos de adivinar quién jugará
la Final de Candidatos. Cuando se de-
cidió la pareja final, abrimos los sobres.
Recuerdo que yo escribí Spassky-Petro-
sian. Estaba seguro de que ellos eran
los candidatos más fuertes ... No me in-
cluí, porque no pensaba que realmente
fuese mi ciclo. En primer lugar, apenas
había tenido experiencia a ese nivel, y
en segundo lugar, pensaba que por el
momento mis principales oponentes
eran objetivamente más fuertes que yo.
Por supuesto, estos pronósticos fueron
inmediatamente olvidados por todos,
yo incluido. Pero cuando la pareja final
-Korchnoi y yo- había quedado deter-
minada, el amigo que había propuesto
las quinielas, vino a mostrárnoslas. Sólo
uno había acertado, y el pronóstico
estaba escrito por la conocida mano de
Korchnoi...".
Esto demuestra una envidiable pers-
pectiva, pero antes las dos K debían
superar la barrera del Interzonal. En
este torneo, Karpov fue ayudado no
sólo por Funnan, sino también por el
moscovita Yuri Razuvaev, a quien ha-
bía conocido, como a Balashov, en los
tiempos de la Escuela Botvinnik. Des-
pués de la Olimpiada de Estudiantes
de Puerto Rico (197 l), Anatoli le había
pedido a sus compañeros de equipo
que le ayudasen a él y a Furman en el
ciclo de clasificación para el campeona-
to mundial. Hay que decir que los dos
Yuri Sergeevich, Balashov y Razuvaev,
ahora conocidos grandes maestros y
entrenadores, se encontraban entre
los jugadores más eruditos de la joven
generación. Así nació el equipo de ana-
listas del futuro campeón del mundo.
"Al principio, el juego de Karpov
quizá carecía de la brillantez que carac-
terizaba al juego de Korchnoi", escribió
227
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
Alexander Kotov, árbitro principal del
Interzonal de Leningrado. "Sus victo-
rias no se producían en serie, sino mez-
cladas con medios puntos. Los gigantes
no sucumbían a sus golpes, aunque sí
recogió buen número de víctimas. Kar-
pov jugaba con cierta cautela, no corría
riesgos y, a veces, eludía las complica-
ciones confusas. Bueno, un juego así
es una forma segura de tener éxito en
eventos clasificatorios. Pero cuando los
azares deljuego desencadenaban com-
plicaciones en el tablero, Karpov podía
desenvolverse en ellas con la precisión
de una máquina cibernética. En tales
casos, estaba preparado para sacrificar
y no temía agudizar la posición".
En las seis primeras rondas, ganó
con negras a Estévez, Tukmakov y
Cuéllar (tras parar el feroz ataque ene-
migo, con la dificultad añadida de los
apuros de tiempo), e hizo tablas con
Hübner, en una lucha dura y fascinan-
te. En ese momento, el grupo de cabe-
za estaba así: Larsen 5,5 (de 6); Byrne y
Korchnoi 5; Karpov 4,5; Kuzmin 4. Era
hora de actuar con las piezas blancas,
¡el arma más peligrosa de Karpov a lo
largo de su carrera!
541.
A. Karpov-G. Kuzmin
Leningrado 1973
TornetJ lnterzonal, 7ª ronda
Defensa Francesa (C09)
l e4e6
Para evitar ser torturado en la Españo-
la, Gennadi Kuzmin eligió una defensa
que rara vez empleaba.
2d4 d5 3 lüd2
Por entonces, esta tranquila jugada de
Tarrasch-Geller le había reportado a
Karpov casi el 100% de éxito. Pero sus
encuentros con Korchnoi (de 1974 y
1978) demostraron que no es tan fácil
para las blancas ganar contra las posi-
ciones con peón central aislado, y des-
228
V
de 1982, Anatoli comenzó a emplear
también 3 lüc3.
3 ••• c5
Antes, Kuzmin sólo había jugado 3 ·-
dxe4. En esta ocasión, decidió mejo-
rar el juego negro, en relación con
las partidas de Karpov contra Krogius
(Kuibishev 1970) y Vaganian (Budapest
1973). Pero aquí no estuvo afonunado,
porque éste, precisamente, era el te-
rreno de su rival: Karpov y Furman se
habían propuesto resolver los secretos
de la variante 3 lüd2 desde comienzos
de los setenta.
4 exd5 exd5 5 lügf3
En Baguio, Karpov cambió a 5 ~b5+.
5 ... lüc6
5 ... a6 (partida núm. 504).
6 Ab5 Ad6 7 dxc5 ~xc5 8 0-0 lüge7 9
lüb3
1694
9 ••• ~d6
Esta jugada, más tarde empleada por
Korchnoi, estaba relativamente inex-
plorada por entonces. En las partidas
antes mencionadas se jugó la habitual
9 ... .i\b6 10 Ael 0-0, y Krogius no
logró resistir después de 11 ~e3 ~g4
12 .i\xb6 '!Wxb6 (12 ... axb6!?) 13 ~xc6
lüxc6 14 '!Wxd5 lüb4 15 'i!!fe4 .itxf3 16
gxf3, mientras que Vaganian se enfren-
tó a 11 ~g5! (explotando el hecho de
que la defensa del caballo de e7 ha sido
debilitada) 11 ... h6 12 Ah4 g5 (expo-
niendo al rey; era mejor 12 ... l:e8'.:
13 h3 a6 14 .i\d3 Ae6) 13 ~g3 ILJ5
14 'i!!Vd2 lüxg3 15 hxg3 'i!!fffi 16 c3 ~5~
("un excelente sacrificio de peón-.

aunque también era posible 16 ... a6 17
.i.fl lld8 18 ILJfd4 il.d7 19 il.e2 g4) 17
'ifxd5 llad8 18 Wc4 .i.d3 19 Wa4 hb5
20 1!txb5 g4 21 ILJfd4 {jjxd4 22 cxd4 a6
23 1!fh5 hd4 24 fi'xg4+ Wg7 25 1!i'f3!
(una decisión muy sutil para mantener-
se en el medio juego y buscar la forma
de atacar al rey) 25 ... .itxb2 26 l:tadl
b6 27 tib7 lhdl 28 J:cxdl 'i!fg4 29 llbl
l:td8 30 'ifxa6 :i:tdl+ 31 J:txdl fixdl+ 32
1!m flc2 33 1!fb5 .b3 34 1i'd5!? (sin
objetar al cambio de los peones del
flanco de dama) 34 ... .i.IB 35 l!t'd2 'ife4
36 wh2 .llc5 37 lllcl wg7 38 ILJd3 Wd4
39 We2 .i.d6? (39 ... tic4: Karpov) 40
'it<h3! Wd5 41 lllf4 .ltxf4 42 gxf4, y las
blancas ganaron este final de damas.
10 .i.g51
En el match de Moscú con Korchnoi
(1974), se puso a prueba en varias
ocasiones la continuación 10 c3 .i.g4
11 ILJbd4 0-0, y sólo en la 18" partida
optó Karpov por esta enérgica jugada
de alfil.
10 ... 0-0 ll .i.h4
Con idea de .i.g3. Las blancas invierten
dos tiempos para cambiar alfiles de
casillas negras. Dieciocho meses más
tarde, en la partida mencionada con
Korchnoi, se descubrió la disposición
óptima de las fuerzas: l l 11.ell (difi-
cultando el desarrollo de la dama por
b6) 11 .•• Wc7 12 c3 .itg4 13 h3 .i.h5 14
.ie21h615 .i.xe7! ©xe7 16 ILJfd4, y des-
pués de 16 ....be2 17 Wxe2 a6 18 'i!l"f3
l:tad8 se llegó a una posición estándar
en la que las blancas tienen una peque-
ña pero duradera ventaja, aunque las
negras tienen la posibilidad de lograr
tablas tras una ardua defensa.
ll .•• 'ii'c7?!
Dejando escapar la ocasión de conse-
guir buen juego. Esta jugada indica un
insuficiente conocimiento de las suti-
lezas de tales posiciones: la dama está
mejor en b6. En análisis después de la
partida se examinó la línea 11 ... .i.g4
12 .i.g3 hg3 13 hxg3 1!fb6! 14 il.d3,
etc. El plan de su rival gustó a Kuzmin,
v en su partida de la 13ª ronda conlra
ANATOLI XII
Uhlmann mejoró el juego blanco con
12 .i.e2!, como jugaría el propio Kar-
pov seis meses después (partida núm.
542).
Pero las partidas del año siguiente
demostraron que era mejor la inme-
diata 11 ... 'ifb6!, y las negras no tienen
problemas de apertura. Por ejemplo:
12 .i.d3 a5 13 a4 ©f5! 14 .i.xf5 .txf5 15
.i.g3 .txg3 16 hxg3 .i.e4, con igualdad
(Balashov-Gulko, Moscú 1974).
12 .itg3 Axg3 13 hxg3 .i.¡;4
En posiciones con el peón aislado en
d5 resulta útil para las negras cambiar
este alfil a fin de que no se convierta en
un pe6n grande en e6.
14 11.e1 llad8 15 c3 'ifb6
Finalmente, la dama se sitúa en donde
debe.
16 .i.d3
1695
16 .•• ILJg6
Esto evita crearse debilidades, pero no
impide que el oponente refuerce su
posición. Con la típica maniobra 16 ...
.i.h5 (y si 171!i'c2, entonces 17 ... .i.g6),
las negras también habrían conservado
esperanzas de atenuar la ligera inicia-
tiva blanca con una defensa precisa y
paciente.
"A 16 ... d4 habría seguido, por supues-
to, 17 c4", escribe Karpov. Pero enton-
ces, después de 17 ... ILJg6, ¡las blancas
podrían haber perdido toda su ventaja!
Creo que, en realidad, debía haber se-
guido 17 .i.xh7 +! 'it<h8 18 .i.d3 dxc3 19
bxc3, y las negras no tienen compensa-
ción por el peón (si 19 ... ©f5?!, enton-
229
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
ces es fuerte 20 'i!l'd2!, con idea de 20 ...
lt:lxg3 21 'S'f4, o bien 20 ... ~xf3 21 gxf3
lt:lxg3 22 ~g2!).
17 \'i'c2 hf3 18 gxf3 lld6?
Parece activo y consistente, pues al de-
fender su caballo las negras aseguran el
avance de su peón h a h4. Pero si nos
detenemos a considerarla, toda esta
operación es, simplemente, una pérdi-
da de tiempo.
En tales estructuras, hay que desemba-
razarse del peón central aislado en la
primera oportunidad que se presente,
y el momento era éste: 18 ... d4!, ya que
19 c4?! es desfavorable debido a 19 ...
lt:lce5! Karpov considera 19 f4 dxc3 20
bxc3, "con una interesante posición en
la que los peones blancos restringen a
los caballos negros en ambos flancos".
Pero después de 20 ... llfeS 21 .lle4 lt:lf8
22 lle3yllae1, la vent.-tja blanca es rela-
tivamente pequeña.
19 f4 llfd8
Es bueno defender indirectamente al
peón central aislado, incrementando
la actividad de las piezas y desplegando
las torres por las columnas adyacentes.
Pero aquí ambas torres están protegien-
do al peón de d5, que por el momento
nadie ataca. Ahora, sin embargo, es
demasiado tarde para 19 ... d4?!, en
vista de 20 c4, y después de 20 ... lt:lb4
21 'f9d2 lt:lxd3 22 fixd3 °S'dS 23 lle4, y
el peón d queda perdido.
1696
20a3!
El efecto de esta tranquila jugada es
semejante al de un trueno. Las negras
230
V
pierden, finalmente, toda esperanza de
poder realizar el a\ance d5-d4, y que-
dan sin contrajuego. Mientras que "el
plan de las blancas es claro: trasladarán
su caballo a f3, doblarán torres en la co-
lumna e y luego, según las circunstan-
cias, avanzarán su peón ey sus peones
del flanco de dama" (Karpov).
20 •.. h5?!
Las posibilidades de las negras están re-
lacionadas con juego en el centro, y no
en el flanco de rey. Sin embargo, des-
pués de 20 ... a5 21 lt:ld2 y lt:lf3, también
estarían muy lejos de poder igualar.
21 @g2 h4 22 lle2!
¡Karpov en su elemento! La directa 22
llhl, después de 22 ... hxg3 23 fxg3
lle8!, habría obligado a las blancas a
neutralizar la invasión por la columna
e. Parece muy bueno 22 lt:ld2, con
idea de 22 ... h3+ 23 wgl! y lt:lf3. Pero
la decisión de Karpov es mucho más
efectiva. Comprendiendo que su opo-
nente está operando bajo una ilusión,
no se apresura y no le permite ni la más
remota actividad. Además, se apodera
de la columna e, donde piensa asestar
el golpe definitivo. Es interesante ob-
senar que la invasión por la columna h
sólo fue una amenaza durante la parti-
da (aunque las negras siempre tuvieron
que tenerla presente).
22 ••• lt:lf8 23 lt:ld2 llb6 24 lt:lf3 hxg3 25
fxg3 lt:ld7
25 ... d4 26 c4 no habría facilitado las
cosas a las negras. Por ejemplo: 26 ...
lt:ld7 27 b4!; 26 ... a5 27 llael; 26 ... 'f9c5
2715!; o bien 26 ... f:l'a5 27 c5! y llael.
26 :!l:ael
Ambos bandos han completado los
reagrupamientos proyectados. Ahora
resulta que la presión de las blancas en
la columna e es muy real, mientras que
la posesión de la columna h no ofrece
nada a las negras, ya que su torre no es-
tá apoyada. Al no encontrar el momen-
to de emprender acciones en el flanco
de dama, las negras han condenado su
dama a la inactividad. Sus piezas están

diseminadas en desorden, mientras
que las fuerzas blancas están listas para
atacar la fortaleza del rey enemigo.
Aquí es donde radica la diferencia en-
tre grandes maestros: en la profunda
comprensión posicional.
26 ... wra
Otras jugadas no son mejores.
1697
27g4!
Cuando aparecen objetivos concretos,
Karpov, ya en su juventud, era capaz de
pasar rápidamente de pensar en mo-
delos y esquemas al cálculo concreto.
Algunas de sus decisiones pueden pare-
cer inesperadas (por ejemplo, el cam-
bio de damas al final), pero todo está
calculado con excepcional precisión.
27 ..• V/!/c7
Las negras no tienen nada en que basar
su con~juego, y su posición es deses-
perada: 27 ... liJc5 (27 ... g6?! 28 g5 y
.bg6!) 28 il..15! l!\fb3 (28 ... V/!/c7 29 g5
llh8 30 <bg3, como en la partida) 29
"l!i'xb3 lüxb3 30 il..d7! f6 31 lle8+ llxe8
32 .llxe8+ @f7 33 g5, o bien 30 ... g6
31 l:te8+ l:txe8 32 .l:txe8+ wg7 33 il..xc6
bxc6 34 .!:te7, y las blancas ganan.
28 g5 .l:th8 29 @g3! liJc5 30 il..f5 g6 31
b4! ILJe4+
Después de 31 ... gxf5 (31 ... ILJd7 32
.itxg6!) 32 bxc5, el rey negro no podrá
escapar: 32 ... d4 33 l:th2! l:tg8 34 "ffxf5,
con las amenazas .l:th7 y Wf6, y las juga-
das de dama no son mejores, 32 ... "l!fa5
33 l:te3! y °i'!fxf5, 32 ... Wc8 33 .l:th2 llg8
34 l:th7!, o bien 32 ... Wd7 33 .l:th2 .l:tg8
34 .l:th6!
ANATOLI XII
32 he4 dxe4 33 "i!l'xe4 wg¡ 34 b5 ILJa5
35 'lWe71 "W/xe7
En caso de 35 ... 1li'xc3 (con la vaga
esperanza de 36 .l:te5?? l:th3+!), las blan-
cas ganan con 36 l:te3! Wb2 37 .l:tbl!
"i!l'xbl 38 'i!t'f6+ @g8 39 V/!ixd8+ y "Wxa5,
con pieza de ventaja, o bien 36 ... 'i!i'c8
37 l:te61 wg8 38 .l:txg6+! fxg6 39 .l:te6,
con demoledoras amenazas.
36 l:txe7 l:td3 37 lle7 1Zlb3 38 <bg4 nra
39 .l:tee7
Las negras se rindieron. La invasión del
caballo en e5 es inevitable. Un modelo
de planificación estratégica, basada en
la evaluación de los factores verdadera-
mente significativos de la posición.
Al día siguiente, Karpov se enfrentó
a una dura prueba: la "tortura espa-
ñola", en su partida con Tal, quien
estaba ansioso por corregir su pobre
comienzo (el excampeón del mundo
no se encontraba bien, pero rechazó
categóricamente toda sugerenci~ de
los médicos de retirarse del torneo).
La posición aplazada (dos torres y un
peón pasado contra torre, alfil y ca-
ballo, con tres peones cada uno en el
flanco de rey) parecía peligrosa para
las negras, pero lograron salvarla en
la reanudación. Anatoli pronto seña-
ló la mejor jugada para las blancas
(¡descubierta durante el sueño!), que,
sin embargo, también era insuficiente
para ganar. Después de esta partida, el
maestro norteamericano Zuckerman,
segundo de Byrne y amigo de Fischer,
declaró: "Si Karpov puede salvar estas
posiciones, ¡está claro que es imposible
ganarle!". Pero según cuenta Karpov su
principal oponente, Korchnoi, "le re-
prochó a Tal, sin fundamento, que no
quisiera ganar una posición aplazada
superior... ".
Karpov aplastó más tarde a Quinte-
ros (lucha que ganó uno de los cinco
premios "a la mejor partida"), y tras
haber sumado 7 de 9, se situó en el
segundo puesto. Con un punto por de-
lante estaba Korchnoi, que acababa de
231
Gary Kasparov - Mis GEN!ALF.S PRF.DF.CESORES
de1Totar a Larsen (partida núm. 509) y
Byme. Pero apenas tuvo un traspié en
la 12ª ronda, Karpov, tras vencer a Uhl-
mann en una difícil lucha, lo alcanzó.
En la 13ª ronda, el joven gran maestro
ganó otro "duelo español" ante Gligo-
ric, pero también ganó Korchnoi. En
la 14' ronda, Korchnoi hizo tablas con
Smejkal, quien había recuperado su
forma, pero Karpov derrotó a Rukavina
y, por primera vez, encabezaba el tor-
neo como líder en solitario (¡con 11 de
14!). "Los movimientos ronda a ronda
de Korchnoi y Karpov se parecen a una
carrera ciclista, en la que dos corredo-
res van escapados por delante del pelo-
tón pero, al mismo tiempo, se turnan
los puestos, cediéndose la cabeza por
relevos" (Kotov).
En la 15ª ronda, fue Karpov quien
hizo tablas, ¡y de nuevo los dos com-
partían el liderato! Dos rondas antes
del final, la lucha por una plaza (de
las tres codiciadas) se había agudizado
en extremo: Karpov y Korchnoi tenían
11,5 puntos, Byrne 11 y Smejkal I0,5.
En la 16ª ronda, Korchnoi y Byrne ga-
naron sus respectivas partidas, mientras
que Karpov tenía negras ante Smejkal,
quien había asombrado al público con
una serie de siete victorias en la mitad
del torneo. ¡Un encuentro tenso y ner-
vioso! Smejkal desplegó una peligrosa
iniciativa, pero invirtió demasiado
tiempo de reflexión y, en serios apuros
de tiempo, primero dejó escapar su
ventaja y luego, en lajugada 39, perdió
un peón. En la reanudación, Karpov
explotó metódicamente otro error de
su desmoralizado oponente y ganó un
final memorable con damas y alfiles de
distinto color.
La cuestión del trío de cabeza que-
dó decidida: Karpov, Korchnoi y Byrne,
a medio punto de ellos (¡un grandioso
triunfo para el gran maestro america-
no, de 45 afios!). Pero ¿quién lograría
el primer puesto? En la última ronda,
Byme acordó tablas con Uhlmann en
13 jugadas, y ahora todo estaba en ma-
nos de las dos K. Ambos tenían blancas;
Karpov jugaba contra el filipino Torre,
y Korchnoi frente a Hübner.
232
V
Antes de empezar la ronda, Anatoli
recibió una propuesta de su rival, en
el sentido de que ambas partidas ter-
minaron en tablas y el primer puesto
fuese justamente compartido. "Yo, por
supuesto, rechacé la variante Korch-
noi", recuerda Karpov. "La propuesta
me resultó desagradable, pues en nues-
tro país tales trucos son enérgicamente
condenados. Gané rápidamente a
Torre y fui a analizar con él la partida.
Más tarde, llegó Korchnoi y en voz alta
(para que todos lo oyesen) y maliciosa-
mente (para que lo escuchase yo), pro-
clamó. 'Bueno, me vi obligado a ganar
a Hübner'. Ahora lo comprendo: él y
yo hubiésemos sido enemigos mucho
antes si él no hubiera ganado la última
partida del lnterzonal".
El desenlace de la emocionante
carrera de Lcningrado fue como sigue:
1-2. Karpov y Korchnoi 13,5 (de 17); 3.
Byrne 12,5; 4. Smejkal 11; 5-6. Hübner
y Larsen 10; 7. Kuzmin 9,5; 8-10. Gligo-
ric, Taimanov y Tal 8,5 etc. Por cierto,
Karpov había conseguido su máximo
objetivo, y en el otoño, en el sorteo
de los encuentros de Candidatos, se
le concedió arbitrariamente el primer
puesto del lnterzonal, gracias a lo cual
pudo evitar un encuentro de cuartos
de final con Spassky o Petrosian, y se le
asignó como oponente a Polugaievsky.
Pero Korchnoi tampoco podía quejarse
de su suerte, porque fue emparejado
con Mecking, el vencedor del otro In-
terzonal.
Es divertido que Mecking anunciase
aquel verano: "¡Sólo Karpov y yo po-
demos arrebatarle el título mundial a
Fischer!". Al enterarse de eso, Karpm·
pensó: "Realmente, no estaría mal en-
frentarse a Mecking en la Final de Can-
didatos ... Pero eso es improbable. Yo
pensaba que los dos éramos demasiado
inexpertos para llegar a la final. Todos
fos torneos internacionales importan·
tes que yo había jugado hasta entonces
podían contarse con los dedos de una
mano, y eso, por supuesto, era muv
poco para un verdadero aspirante al
título de campeón del mundo. Era más
realista depositar mis esperanzas en el

sigui en te ciclo, dentro de tres años. Por
eso e~ por Jo que les dije a los periodis-
tas: "Este no es mi ciclo'".
Por aquel tiempo, Korchnoi tam-
bién dio su pronóstico de los siguien-
tes eventos en la cumbre del ajedrez
lo que, como de costumbre, es muy
interesante desde el punto de vista
profesional: "Es improbable que yo
pueda ganar el torneo de Candidatos.
Entre mis rivales hay algunos oponen-
tes 'incómodos'. En general, creo que
la generación derrotada por Fischer
no puede ya oponerse a él. Esta es una
tarea para los jóvenes. ¿Puede Karpov
asumirla? No lo sé. Las últimas apa-
riciones de Karpov han demostrado
que, como luchador de torneo, no
es inferior a Fischer... Karpov mejora
de un torneo a otro. En una de mis
declaraciones dije que en este ciclo
nadie podría ganar a Fischer. Para
eso, Karpov aún carece de la necesaria
experiencia y conocimientos. Quizá
él me creyó y por eso dijo 'éste no es
mi ciclo'. Pero en el lnterzonal, luchó
por el primer puesto yjugó con mayor
madurez que antes. Karpov se está
comirtiendo en un gran luchador de
torneo, incurriendo en riesgos cuando
es necesario, y capaz de jugar a ganar
en cada partida. Al mismo tiempo, es
muy práctico y no comete errores. Su
juego me parece ahora al de Spassky
en sus mejores años: aplomo en cada
encuentro, equilibrio en toda las fases
de la partida y ausencia de errores
e\identes".
Literalmente, una semana después
del torneo, Korchnoi y Karpov estaban
jugando con el equipo de la URSS en el
Campeonato de Europa {Bath,julio de
1973), donde Anatoli realizó el mejor
resultado en el cuarto tablero {+4 =2).
La siguiente prueba fue el 41° Campeo-
nato de la URSS {Moscú, octubre de
1973), el más fuerte en muchos años: 1.
Spassky 11,5 (de 17); 2-6. Karpov, Kor-
chnoi, Kuzmin, Petrosian y Polugaievs-
kv 10,5. Detrás de ellos, Geller, Keres,
Taimanov, Tal, Tukmakov, Smyslov, etc.
"Por primera vez, puse mis mir.is
<"n el título de campeón de la URSS,
ANATO!.I XII
pues mis buenos y consistentes re-
sultados me daban derecho a pensar
así", recuerda Karpov. "Pero no logré
conseguir el primer puesto a causa
de cierta ambivalencia. Por un lado,
quería ganar el Campeonato, pero por
otro, me resultaba imposible mostrar
mis armas, ya que estaba cerca el match
de Candidatos con Polugaievsky. Era
preciso economizar mis energías y mis
aperturas".
La opinión de Tal era ésta: "Kar-
pov afrontó este torneo como una
especie de entrenamiento. Al joven
gran maestro se le ha reprochado con
frecuencia una insuficiente amplitud
de repertorio {como también se hacía
con Fischer en 1970-71). Creo que en
varias partidas de este Campeonato,
el gran maestro de Leningrado deli-
beradamente entró en esquemas que ·
no le eran familiares, para tratar de
dominarlos, por así decir, con el juego
en marcha, y esa fue la dirección que
siguió, proponiéndose no apartarse del
programa establecido".
Otra importante obsel>'ación de
Karpov: "Spassky, por el contrario,
peleaba furiosamente. Jugaba a tumba
abierta, sin escatimar ningún descu-
brimiento teórico para los encuentros·
de Candidatos, y revelando generosa-
mente sus planes, en buen número de
variantes, admitiendo que antes del
Candidatos tenía que poner a prueba
su fuerza. Pero creo que la victoria
de Spassky no fue, en realidad, tan
convincente y prometedora para él. El
excampeón mundial tuvo una posición
perdida contra mí, y podía haber perdi-
do forzosamente ante Korchnoi. Tam-
bién tuvo una posición dificil contra
Kuzmin ... De haber perdido con cual-
quiera de nosotros; el vencedor habría
compartido con él el primer puesto".
Una evaluación de una sobriedad nada
frecue_nte acerca del juego de un futu-
ro y peligroso oponente, cuyo triunfo
en el campeonato del país había des-
pertado la admiración general.
La última fase de sus preparaciones
para el encuentro con Polugaievsky
fue un torneo en Madrid (noviembre-
233
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
diciembre de 1973), donde Anatoli
jugó, en compañía de Furman: "Botvin-
nik me aconsejó que no hiciese aquel
viaje. Pensaba que cuanto mejor jugase
en Madrid peor me irían las cosas en
los encuentros de Candidatos. Yo tenía
una opinión diferente. Y no me equi-
vocaba".
El joven aspirante comenzó con 2,5
de 3 (victorias ante Pomar y Anders-
son), pero luego realizó una serie de
cuatro tablas: "Jugaba, por así decir,
a base de técnica, sin entregarme por
completo". Cuatro rondas antes del
final, Uhlmann asumió el liderato en
solitario, con 8,5 de 11, y detrás estaban
Karpov, Furman, Tukmakov y Hort, con
7,5. En tal situación, no hay que ex-
plicar la imponancia competitiva que
tuvo la siguiente partida con el experi-
mentado gran maestro alemán.
542.
A. Karpov-W. Uhlmann
Madrid 1973, 12ª ronda
Defensa Francesa (C09)
1 e4e6
Por supuesto. Uhlmann es uno de los
grandes expertos en la Defensa Fran-
cesa.
2 d4 d5 3 llld2 c5 4 exd5 exd5
Según los parámetros actuales, es di-
fícil que las blancas puedan jugar a
ganar en esta variante, y hasta Karpov,
pese a su asombrosa capacidad de
acumular pequeñas ventajas y transfor-
marlas en algo sustancial, difícilmente
habría conseguido sus éxitos sin ayuda
de sus oponentes. Pero estos errores,
en la presente partida, fueron a veces
tan imperceptibles que sólo fue posible
detectarlos tras un minucioso análisis.
5 lllgf3 lllc6 6 Ab5 Ad6 7 dxc5 hc5
8 0-0 lllge7 9 lllb3 Ad6 10 Ag5 0-0 11
.k.h4
234
V
Aún no había llegado el tiempo de 11
ltell (Karpov-Korchnoi, Moscú 1974,
match, 18').
ll ••. Ag4
Como ya se ha dicho, es mejor 11 ...
'i!l'b6!, pero no 11 ... 'Wc7?! (partida
núm. 541).
12 Ae2!
Una excelente idea de Gennadi Kuz-
min.
1698
12 .•• Ah5
Una tentativa por mejorar el juego
negro, en relación con la partida Kuz-
min-Uhlmann (Interzonal de Lenin-
grado 1973), que siguió con 12 ... 'l!i'b6
13 Axe7! (una desagradable sorpresa
sobre la cual las negras reflexionaron
durante ¡una hora y veinte minutos!)
13 ... lllxe7 (después de 13 ... 11..xe7 14
'i!l'xd5, no es fácil encontrar una com-
pensación adecuada por el peón) 14
'tifd4 'l!i'xd4 15 lllfxd4 Ad7 (no es mejor
15 ... Axe2 16 lllxe2) 16 ltadl ltfd8 17
ltfel 'i!»f8 18 c3 a5?! 19 a3 a4 20 lllal!
lllc8 2 l lüac2 lllb6 22llle311.f4 23 lüdc2
Ae6 24 l:ld4! 11..xe3 25 lllxe3 lllc4 26
l:led 11 l:ldc8 27 lllxd5 hd5 28 l:Ixd5
lllxb2 29 ltbl lllc4 30 l:Ixb7 llla5 (30 ...
lllxa3? 31 Add7) 31 l:Ibb5, y las blancas
materializaron su peón extra.
Pero Karpov también neutraliza la nue-
va jugada de Uhlmann. Al final fueron
estos reveses de las negras lo que le
indujeron a buscar nuevas formas de
defenderse contra l l Ah4 .

13 .:el 'i!fb6 14 'llfd4
"Tras liberar a su caballo de e7 de la
darada, las negras pretendían utilizar-
lo para atacar al alfil de h4, de modo
<1f11C las blancas necesitan controlar la
C25iIJa f5" (Karpov).
"-.lig6
P.zra controlar las casillas centrales.
15 c3 lUe8 16 .lifl ..lie4
Dtjando la casilla g6 para la maniobra
~5. En el final con 16 ... 'llxd4
17 Vxd4 t¿)f5 18 YWxb6 axb6 19 Z:xe8
.=:.di, las negras no lograrían una plena
~den vista de 20 ..lib5! l:taS (20 ...
l:te5?! 21 .lidS) 21 .lig3! (no 21 .lig5 h6
:!!.Ll2 .lie5, con igualdad) 21 ... ~xg3
(e bien 21 ... lüxg3 22 hxg3) 22 hxg3
tZld6 23 'lld4, y a causa de la debilidad
«sus peones la posición negra es algo
peor.
17 .i.g3 .lixg3 18 hxg3 a5?1
1.:nlmann debe haber subestimado
b peligros que le acechaban, pues de
CJU'O modo habría optado por la senci-
la 18 ... l:tadS" (Karpov). Por ejemplo:
19 a4 lLlxd4 20 'llxd4 a6, etc.
l!I a4!
la casilla b5 es ahora un importante
puesto avanzado para las piezas blan-
cas, y Karpov hace un empleo increí-
blemente efectivo del mismo.
19 ••• tllxd4 20 lüxd41
la única posibilidad de jugar por la
rentaja.
20 .•• lüc6
No es posible 20 ... ffxb2?, debido a 21
~b5, con dos desagradables amenazas:
!i:Jc7 y l:te2!, de modo que las negras se
ven obligadas a permitir la activación
del caballo de b3, y toda su estrategia,
basada en el restrictivo papel de la da-
ma en b6, resulta inoperante.
21 Ab5 AedS
ANATOLI XII
1699
22g4!
La razón de esle avance no queda clara
de inmediato. Las blancas no están
pensando en atacar, ¡sino en preparar-
se para el final!
"Este tipo de jugadas son las que me
reportan mayor satisfacción: las blan-
cas consiguen prever el futuro. Y en el
futuro inmediato, la partida traspone
a un final de dos torres con alfiles de
casillas blancas. La movilidad del alfil
negro está restringida por su propio
peón de d5, y ahora mi peón de g4
aún lo restringirá más. Puede objetarse
que también yo estoy situando un peón
en una casilla del mismo color que mi
alfil, lo que es cierto, pero mi alfil está
operando en diagonales diferentes"
(Karpov).
22 ••• tllxd4?
La evaluación de Karpov, que tiene un
valor metodológico, podría encontrar-
se con serios argumentos en contra si
las negras no se hubiesen apresurado
con los cambios sino seguido la propia
recomendación de Karpov: "Técnica-
mente, habría sido mejor la preparato-
ria 22 ... l:tacS".
Parece que de esa forma las negras
podrían haber mantenido un aproxi-
mado equilibrio: 23 'llf5 (23 f3 .lig6)
23 ... .lixf5 24 gxf5 d4! 25 '1Wg4 'lla7 26
.lifl 'i!ff6, o bien 23 l:tcl lüxd4 24 ffxd4
"t!t'xd4 25 cxd4 wIB, con buenas posibili-
dades de tablas.
23 "ti"xd4! \\?xd4 24 cxd4 .llac8 25 f3
.lig6 26 .lle7 ! b6
235
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDEC•:soRES V
Según Karpov, "probablemente era el
momento de decidirse por medidas ac-
tivas con 26 ... lk2". Sin embargo, des-
pués de 27 .!:tael! (no de inmediato 27
l:l.xb7 l:txb2 28 .!:la7 .!:td2 29 .!:txa5 .!:txd4
30 .!:ta7 .!:tb4, con probables tablas)
27 ... h6 28 l:txb7! .!:txb2 29 .!:tee7, las
negras se enfrentarían a una dificil de-
fensa: 29 ... .!:tc8!? (29 ... J:td2 30 i..e8!,
mientras que si 29 ... .!:tb4, entonces
30 f4 es desagradable) 30 lt>h2! J:tcc2
31 wg3 :xg2+ 32 wf4 wh7 33 i:tbd7 y
J:txd5, conservando la ventaja.
27 J:tael h6 28 J:tb7
Las blancas amenazan invadir la sépti-
ma fila con su segunda torre y comen-
zar el ataque al rey.
1700
28 •.. .!:td6?
Dejando a la torre prácticamente fuera
de juego, y esto es suficiente para que
Karpov gane. Las blancas no temen la
invasión de la otra torre, pues por sí
sola o con el apoyo del alfil, sólo puede
dar algunos jaques y cazar un par de
peones, mientras que las dos torres
blancas pueden crear una red de mate.
"Si ahora 28 ... J:tc2, entonces es muy
desagradable para las negras 29 J:te2
.!:txe2 30 .li.xe2 J:td6 31 .li.b5, seguido
del avance del rey blanco hacia el
centro, lo que permite conseguir una
dominación absoluta a pesar del limita-
do material" (Karpov). Pero me parece
que esta variante concedería a las ne-
gras posibilidades reales de salvación:
31 ... wfB 32 wf2 ~c2 33 J:tc7 j/.h7 34
we3 g5!, bloqueando el paso del rey al
236
centro, y no es evidente cómo pueden
las blancas penetrar en la fortaleza.
Debo añadir que después de la jugada
única 28 ... J:tc2!, las negras también
conservarían recursos defensi\'~ en
caso de 29 l:txb6 J:txb2 30 J:ta6 =~ 31
J:txa5 l:txd4, o bien 29 l:tee7 ::::xb~ 30
i..e8 l:td6! 31 f4 i..e4 32 ~xl7+ <;h7,
por ejemplo: 33 i..h5 l:tc6! 34 J:txg7+
wh8 35 J:tgc7 J:txc7 36 .!lxc7 l:xg2+ 37
wfl l:ta2 38 l:tc6 l:txa4 39 l:txh6+ <;g7 40
J:txb6 l:txd4, etc.
29 l:tee7 h5
Era demasiado tarde para 29 ... l::c2.. en
vista de 30 J:tb8+ wh7 31 J:tee8 l:Cl+ 32
wh2 .li.bl 33 f4 i..e4? 34 f5 g6 35 ffi'. g5
36 l:tg8! .llxf6 37 .!:th8+ <tJg7 38 l:tbg8++.
"Las negras sólo podrían evitar es:a.
'brillantez' con 33 ... ~g6, que me ha-
bría obligado a actuar de manera mZI
prosaica" (Karpov). Es decir, 34 lk7!
(con la amenaza l:tbb7 ó l:tfB) 34 ... l:l.f6
35 \t>g3 l:tdl (35 ... h5 36 gxh5+ ~h5
37 l::te5+ y l:txd5) 36 f5+ wg5 37 :gS g6
38 l:txl7! l::txd4 39 i..e2, y los días de las
negras están contados.
30 gxh5 i..xh5 31 g4! .tg6 32 f4 ::ci...
33 @f2 l:tc2+ 34 <tJe3 .te4
34 ... l:te6+ 35 l:txe6 fxe6 36 l:txb6 wn-
bién es malo para las negras.
35 l:txf7 l:tg6 36 g5
Una torre negra se encuentra inútil-
mente en campo contrario, mientr.5
que la otra está fuera de juego... El re!-
to no requiere comentarios.
36 .•. wh7 37 J:tfe7 l:txb2 38 ~e8! l:tb3+
39 we2 l:tb2+ 40 wel! J:td6
40 ... l:tbl+ 41 Wd2 l:tb2+ 42 Wc3 l:tc2+
43 Wb3 (Karpov).
41 l:txg7+ whS 42 l:tge7
o bien 42 l:tgfl. wg8 43 15.
Las negras se rindieron, ya que la úrúa
forma de evitar el mate era la deses~
rada 42 ... l:tbl+ 43 @12 l::tb2+ 44 <;1;g3

.:g2+ 45 wh3 lle2 46 il.b5! il.t5+ 47
.;ig3 llxe7 48 llxe7, etc.
Un excelente final, con 3,5 de 4,
incluida una victoria con negras en la
última ronda, permitió al gran maestro
50\iético de 22 años convertirse en el
Tencedor único, por primera vez en
su carrera, de un importante torneo
imernacional: l. Karpov 11 (de 15);
2.. Tukmakov 10,5; 3. Furman 10; 4-5.
Hort y Uhlmann 9,5; 6-7. Andersson
.- Portisch 9, etc. En la ceremonia de
clausura, junto con el primer premio,
también recibió su primer Osear aje-
drecístico. Sintomático, ¿no le parece?
Antes de eso, el Osear sólo lo habían
ganado Spassky (en 1968 y 1969) y Fis-
cher (1970, 1971y1972).
Fischer, por supuesto, seguía obser-
.-ando el ascenso de la nueva estrella
con gran atención, estudiando el estilo
y hábitos de su potencial oponente. Es
muy elocuente el testimonio de Tal,
quien junto con Karpov dio exhibicio-
nes de simultáneas en el Campeonato
~lundial de Estudiantes de Berlín, en
el verano de 1973:
"Después de una de las exhibicio-
nes, los organi7.adores llamaron nues-
tra atención sobre una mujer de aspec-
to joven, que había estado siguiendo
los tableros de Karpov con una cámara
en la mano. Resultó ser la madre de
Robert Fischer. A petición de su hijo,
había tomado algunas fotografías. El
campeón mundial quería conocer a
Karpov un poco mejor, ya que pensaba
que sería su rival en el Campeonato del
Mundo de 1975. Debo admitir que por
entonces eso me resultaba difícil de
creer, pero Fischer demostró ser más
perspicaz... ".
Duelo de debutantes
El primer oponente de Karpov en
los encuentros de Candidatos, Lev Po-
lugaievsky (de 39 años, dos veces cam-
peón de la URSS y vencedor en mu-
chos torneos internacionales) también
realizaba su debut en competiciones de
tan alto nivel. Sin embargo, y a diferen-
ANATOl.I XII
cia de Karpov, tenía alguna experiencia
en match, pues había disputado dos
encuentros de desempate por el título
de campeón soviético (con Alexander
Zaitsev y Petrosian), y también el en-
frentamiento con Hort en el Match del
Siglo. Aun así, según Tal, la mayoría de
los expertos predecían la victoria para
el contendiente más joven, aunque tras
una muy dura lucha.
El propio Polugaievsky evaluaba
sus posibilidades modestamente,
pero se preparaba con todas sus
fuerzas: "No estaba particularmente
feliz por el oponente que me había
tocado. Aunque Karpov había dicho
que no era su ciclo de Candidatos,
sus asombrosos éxitos y su enorme
talento, ganando fuerza día tras día,
demostraban que era un fenómeno
excepcional en el mundo del ajedrez.
Quizá por esta razón, mi actitud hacia
el encuentro fue excesivamente seria.
Sin reservar prácticamente tiempo
para relajarme, consagré todo mi
tiempo a la preparación de aperturas
(más tarde trataría de corregir este
error). Sabía que Karpov nunca rehu-
saba un duelo teórico, porque creía
en sí mismo, en sus análisis y en su
capacidad para resolver los problemas
más inesperados ante el tablero. Así
que decidí plantearle una sorpresa:
con negras, jugaría mis esquemas
sicilianos, pero con blancas, en lugar
de mi favorita 1 c4, pasaría a 1 d4, y
batallaría en la variante principal de
la Defensa Nimzoindia, firmemente
instalada en el repertorio de Karpov".
Un toque curioso: "Cuando Po-
Iugaievsky se preparaba para el
encuentro con Karpov, examinó unas
250 partidas suyas, y encontró mucho
en común entre Karpov y Fischer.
En la apertura, ambos jugaban un
'ajedrez directo'. ¿Qué quería decir
Polugaievsky con esta definición?
Tanto Fischer como Karpov estaban
dispuestos a lanzarse a un crítico de-
bate teórico, puesto que ambos creían
en la corrección de su enfoque hacia
las aperturas, pues normalmente los
dos sólo emplean continuaciones que
237
Gary Kasparov - Mis Gt:NIALES PREDECESORES
han sido cuidadosamente examinadas
y analizadas en variantes previamente
seleccionadas. Al mismo tiempo, la
técnica de Fischer y Karpov es excep-
cionalmente refinada, por lo que es
difícil encontrar lagunas, aunque es
probable que jueguen más rápido que
todos los mejores grandes maestros"
(Roshal).
Karpov también tenía su estrate-
gia: "En opinión de Furman, antes
del match con Polugaievsky yo tenía
un conocimiento de aperturas lo
bastante profundo, aunque quizá no
especialmente amplio. Nuestro 'plan
de campaña' puede resumirse como
sigue: a Polugaievsky Je gustan posi-
ciones que por naturaleza requieren
el cálculo, de modo que no debíamos
permitir que tales posiciones se pro-
dujesen en el tablero. La limitación
del repertorio de aperturas de mi
oponente facilitó nuestra tarea".
Como consecuencia, en este match
-caso único en todos los encuentros
de cuartos de final- la discusión teó-
rica se centró sólo en dos variantes:
una línea popular de la Variante Na-
jdorf de la Siciliana (6 .te2 e5 7 tLlb3
Ae7 8 0-0 Ae6 9 f4 W/c7 10 a4 tLlbd7
11 @hl), y la Defensa Nimzoindia (4
e3 0-0 5 1'.d3 c5 6 tLlf3 d5 7 0-0 dxc4
8 1l.xc4 tLlc6 9 a3 1l.a5). Aunque se
produjeron posiciones conocidas
de medio juego, una importante
reflexión por parte de ambos con-
trincantes -aunque a veces cond1tjo
a decisiones dudosas- comenzaba ya
en la apertura. Bueno, se trataba de
la era preinformática, en la que el
análisis del temprano medio juego,
con raras y notables excepciones, era
en gran parte de carácter ilustrativo.
No obstante, este combate "de pesos
pesados" permitió a buen número
de posiciones de la Defensa Siciliana
ser examinadas bajo una nueva lupa,
suponiendo una valiosa contribución
a su teoría.
En la primera fase del encuentro
(Moscú, enero-febrero de 1974) hu-
bo una lucha difícil e igualada: las
tres primeras partidas finalizaron en
238
V
tablas. Según las nuevas reglas de la
FIDE, adoptadas bajo la influencia de
Fischer, ahora se jugaba a un número
limitado de victorias (en cuartos de
final, a tres, aunque a un máximo de
16 partidas).
Botvinnik: "Al principio, Karpov
no apreciaba cuáles eran los puntos
débiles de su oponente. Pero utilizó
uno de los rasgos más fuertes de su
naturaleza: su programa de autodi-
dacta, y supo reorganizarse. La clave
es que Polugaievsky es fuerte cuando
sabe lo que tiene que hacer. Pero
cuando el plan no está claro y Ja par-
tida se prolonga, Polugaievsky flojea.
Después de la cuarta partida, Karpov
ganó en confianza".
543_
A. Karpov-L. Polugaievsky
Moscú 1974
Match de Candidatos, 4ª partil/a
Defensa Siciliana (B92)
1 e4 c5 2 tLlf3 d6 3 d4 cxd4 4 tLlxd4 'Lf6
5 tLlc3 a6. 6 lte2
La jugada favorita de Karpov. "Esta
tranquila continuación me parece que
es una de las respuestas más sólidas
contra la Variante Najdorf. Non'nal-
mente requiere que las negras tomen
decisiones posicionales independientes
ante el tablero, mientras que en las
variantes agudas los dos bandos actúan
durante mucho tiempo de acuerdo a
las recetas de otros, e incluso para un
jugador muy hábil puede resultarle
difícil sacar conclusiones por su cuenta
cuando termina el análisis casero".
6 •.. e5
En mis duelos con Karpov (1984-85 y
1985) y Anand (1995), el único tema
de discusión fue la flexible Variante
Scheveningen, después de 6 ... e6 (véa-
se volumen 1 de la serie Ka.sparuv anali-
za el ajedrez moderno).
7 tLlb3 Ae7 8 0-0 Ae6

Is ligeramente más preciso 8 ... 0-0, y
9 9 il.e3, sólo entonces 9 ... il.e6!, pero
DO 9 ... 'i!fc7?! (Geller-Fischer, Curai;ao
1962, Candidatos, 2• ronda). Las notas
2 esta partida también describen las
mtilezas de toda la variante (véase par-
tida núm. 246).
9 f4 W/c7 10 a4
Más tarde, se emplearon varias juga-
das contra mí: 10 f5 il.c4 11 il.g5 (Oll,
Olimpiada de Moscú 1994), JO ILJd5
(_-\nand, Linares 2000), y la más agre-
9'a, 1O g4!? (Ye Jiangchuan, Batmni,
rápidas, 2001 ).
10 ••• IZ\bd7 11 lthl!?
La nueva jugada de Geller. Como en
la T partida, las blancas evitan el tradi-
cional 11 f5 il.c4 y lo que una vez era la
continuación principal pero que ahora
ya no es un tema: 12 il.e3 0-0 13 a5 b5!
H axb6 lllxb6 (partida núm. 452), así
como la tentativa fallida 12 a5 0-0 13
J..g5 l:!.fc8 14 il.xc4 'i!Vxc4, con igualdad
(Karpov-Gheorghiu, Moscú 1971 ).
11 ••. 0-0
:Xo, por supuesto, 11 ... l:k8?! 12 f5 il.c4
13 a5 0-0 14 il.xc4 'i!fxc4 15 .!:la4! 'i!fc6
16 il.e3, con dominio posicional (Ge-
ller-lvkov, Hilversum 1973), ya que tras
16 ... b5? 17 axb5, el peón de a6 queda
colgando.
12 il.é3
Por entonces, el agudo avance 12 g4!?
no se le había ocurrido a nadie y, por
lo que parece, se planteó por primera
•-ez en la partida Korsunsky-Kasparov
{Bakú 1976).
Además, aún no era demasiado tarde
para jugar 12 f5 il.c4, y ahora tanto 13
a5, con idea de 13 ... b5 14 axb6 lllxb6
15 il.g5 (aunque entonces no es malo
15 ... d5!?) o, incluso antes, 13 ... .ltb5!?
14 <Llxb5 axb5 15 il.g5 b4 16 il.d3 ILJc5
(lvkov-Mecking, Interzonal de Petró-
polis 1973), como 13 .ltg5 l:!fc8 14 a5
h6, trasponiendo a una posición de la
partida 011-Kasparov (para más deta-
ANATOLI XII
lles, véase la nota a la jugada 12 de las
blancas en la partida núm. 452).
12 ... exf4 13 l:!xf4
1701
13 ..• ILJe5!?
Una novedad. La segunda partida
siguió así: 13 ... l:!fe8 14 ILJd4 ( 14 a5
es dudoso: 14 ... Axb3 15 cxb3 d5! 16
exd5 Ac5!, Tringov-Browne, Olimpia-
da de Niza 1974) 14 ... ILJe5 15 ILJf5 ILJg6
16 l:!fl Af8 17 'i!fd4 (también se ha re-
comendado 17 J/.d4, pero después de
17 ... llle5 las negras están bien), y en
general se consideraba que las blancas
habían logrado ventaja posicional.
Sin embargo, Polugaievsky, Botvinnik y
otros comentaristas omitieron la típica
reacción 17 ... d5!, que concede buen
juego a las negras: 18 llixd5 (18 llih6+
gxh6 19 'ilfxf6 Ag7 ó 19 .:l.xf6 dxe4 es
peor para las blancas) 18 ... ILJxd5 19
exd5 Axf5 20 l:!xf5 Wie7 21 l:!f3 lllh4
22 l:!h3 llif5 23 'i!fd3 g6, o bien 18 exd5
Axf5 19 l:!xf5 Ad6! 20 il.g5 il.e5 21
'i!V c4 'i!Vb6, etc.
14 llid4
Es más preciso 14 a5! (partidas núm.
545 y 546), pero no 14 ILJd5 il.xd5 15
exd5 ILJfd7 l 6 l:!b4 l:!fe8 17 a5 il.f6, con
igualdad (Hulak-Portisch, Indonesia
1983).
14 ... l:!ad8!
Una idea que supone una original
disposición de las fuerzas. La temática
14 ... l:!ac8 también es jugable. Por
ejemplo: 15 IZ\15 il.xf5 16 exf5 d5! 17
239
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
li:lxd5 li:lxd5 18 'i!i'xd5 l:tfd8 19 'We4
l:!.e8, con adecuado contrajuego (R.
Byrne-Portisch, Las Palmas 1976).
15 '6:fgl?!
La primera reflexión relativamente
larga (10 minutos) no produce la me-
jor reacción a la novedad. El propio
Karpov ha hablado muchas veces de
la necesidad de elegir con cuidado un
puesto para la dama, pero aquí la sitúa
voluntariamente en un rincón.
Poco se conseguía también con 15 li:lf5
il.xf5 16 l:!.xf5 'f9c8! 17 'Wfl We6 18 l:!.dl
l:!.c8 19 il.d4 ii.d8! (Adorján-Portisch,
Campeonato de Hungría 1975). La
jugada más recomendable era la que
muchos comentaristas sugirieron: 15
a5 (con la misma amenaza de li:lxe6 y
ii.b6), aunque después de 15 ... l:td7 16
li:lf5 ii.d8 17 li:ld5 li:lxd5 18 exd5 il.xf5
19 l:!.xf5 (Botvinnik) 19 ... l:!.e8, no pue-
de hablarse de ventaja de las blancas.
15 ••. l:td7 16 J:tdl l:e8 17 li:lf5?!
Era más seguro 17 li:lxe6 fxe6 18 il.b6
'i!fc6 19 'l!\l'e3 ii.d8, con igualdad.
17 ... ii.d8!
Este es el esquema concebido por Po-
lugaievsky: tiene todo defendido ¡y las
blancas no tienen nada que atacar!
18 li:ld4
Después de 25 minutos de reflexión,
Karpov admite que su jugada anterior
carecía de sentido. Si 18 .li.d4, habría
seguido la jugada liberadora 18 ... d5!
19 exd5 li:lxd5 20 li:lxd5 il.xd5, con ini-
ciativa de las negras.
1702
240
V
18 ••• li:lg6?1
Dejando escapar una excelente opor-
tunidad de subrayar la indecisión del
juego blanco en la apertura: 18 ... ii.c4!
(Polugaievsky), y después de d6-d5
queda claro que las negras están mejor
preparadas para la apertura del centro.
19 J:tffl li:le5
Jugado tras casi 20 minutos de re-
flexión.
20 il.f4!?
Karpov explota la indecisión de su
oponente, abriendo camino a su dama.
Polugaievsky sugirió la profiláctica 20
h3!? (privando a las negras de la casilla
g4), pero también aquí, después de
20 ... 'l!\l'c8 ó 20 ... il.c4, las posibilidades
son iguales.
20 ••• 'l!\l'c5
Invitando al oponente a entrar en un
final más o menos igualado. 20 ... 'l!í'a5
(Polugaievsky) ó 20 ... ii.c4!? habrían
conducido a un juego más complica-
do.
21 li:lxe6 'l!\l'xgl+ 22 l:!.xgl l:txe6 23 .li.f3
Defendiendo con firmeza la debilidad
de e4, aun a costa de convertir a este
alfil en un peón grande. Después de 23
l:tgfl !? , las negras podían elegir entre
la tranquila 23 ... h6 y el inmediato
ataque al peón de e4 con 23 ... li:lg6
(pero no 23 ... ii.a5?!, debido a 24 li:ld5!
li:lxe4? 25 b4! ii.d8 26 ii.xe5 y ii.g4) 24
il.g3 ~a5 (amenazando ii.xc3) 25 li:ld5
l:txe4 26 ii.d3 li:lxd5! 27 .llxe4 li:le3, con
tablas.
23 •.• li:leg4 24 llgfl ~b6 25 l:!.d2 ii.e3
25 ... ii.a5!? también habría asegurado
una cómoda igualdad.
26 ii.xe3?
¡Jugando con fuego! Karpov no quie-
re cambiar su "estúpido" alfil, ¡como
previendo que aún podrá distinguirse!
Después de 26 .li.xg4 li:lxg4 27 ii.xe3

~e3 28 l:tf3 li:lc4 29 J:td4! li:le5 (no
29 ... li:lxb2? 30 li:ld5, y el caballo negro
está cazado), una calma absoluta ha-
bría llegado al tablero y la paz debería
firmarse.
Según testigos presenciales, muchos
de los expertos de la sala de prensa es-
taban confundidos acerca de por qué,
traS una apertura insípida, Karpov evi-
taba la ocasión de forzar tablas, y sólo
Balashov, que lo conocía bien, observó
uanquilamente: •¿Para qué quiere
unas tablas? Hace ya mucho tiempo
que está jugando a ganar". Obviamen-
te, en el caso concreto, el gran maestro
no estaba evaluando la posición (ahora
claramente más prometedora para las
negras}, sino el talante psicológico de
Jos dos oponentes.
26 ••• li:lxe3 27 J:tbl @f8
Las negras efectuaron esta evidente
jugada al toque. La más aguda 27 ...
g5!? también entraba en consideración
(Polugaievsky).
28 'i!»gl l:tc7 29 wf2
La recomendación de Polugaievsky, 29
!.e2 li:lc4 30 li:ldl es inadecuada debido
a 30 ... d5 (Botvinnik) 31 exd5 l:txe2 32
il.xe2 li:lxd5 o bien, lo que es más des-
agradable, 30 ... g5! 31 li:lf2 h5.
29 ... li:lc4 30 l:td3 g5!
Finalmente, las negras se deciden a
exhibir alguna actividad. "Muchos pen-
saban que la maniobra l:te5-c5 habría
dado a las negras buenas posibilidades
de victoria. No obstante, parece que
después de 30 ... l:te5 31 b3! li:la3 32
l:tb2! l:tec5 33 li:le2, las blancas podrían
haber hecho tablas" (Botvinnik). Por
ejemplo: 33 ... li:lxc2 34 l:txd6 we7 35
J:dl, etc.
31 h3 h5 32 li:ld5
Aquí Polugaievsky se encontraba ya
apurado de tiempo, y su estado emo-
cional era de tal orden que consiguió,
sin dejar colgada ni una pieza ni un so-
lo peón, ¡perder su excelente posición
en sólo ocho jugadas!
ANATOl.I XII
1703
32 ••• li:lxd5
El comienzo del momento de inflexión.
Las negras sueñan con crear una forta-
leza, sin albergar la más mínima idea
de jugar a ganar. Era más fuerte 32 ...
l:tc5! (32 ... l:tc6!? tampoco era mala)
y con ella, según Botvinnik, las negras
habrían conservado una ligera ventaja,
pero en mi opinión, incluso tendrían
mayores posibilidades: 33 li:lxf6?! l:txf6
34 'i!»g3 (34 we2? li:le5) 34 ... h4+ 35
<bf2 li:lb6!, ganando un peón (Polu-
gaie\-sky}, o bien 33 b4 l:tc8 34 ~gl!
(34 J:tc3? g4, y ganan) 34 ... li:le5 35
l:tc3 l:txc3 36 li:lxc3 l:te8! 37 il.e2 l:tc8 38
l:tb3 li:lc6!? (esto no parece ser la única
opción) 39 il.d3 li:ld4 40 l:ta3 li:ld7, y las
blancas deberán afrontar una desagra-
dable defensa.
33 l:txd5! li:le5?
El primer paso hacia el abismo. Des-
pués de 33 ... l:tf6!, las negras seguirían
conservando la ventaja: 34 J:txg5 (34
'i!»gl li:le5) 34 ... li:ld2 35 J:tel l:txc2 36
wg3 h4+! 37 wg4 l:txb2, o bien 34 i:tf5
l:txf5 35 exf5 li:ld2 36 l:tdl (36 l:tcl li:lxf3
37 wxf3 l:tc4!) 36 ... li:lxf3 37@xf3 l:txc2
38 l:txd6 l:txb2, y las blancas deben
tratar de lograr tablas en un final de
torres con peón menos: 39 f6 We8 40
l:td5 l:tb6 41 J:txg5 l:txf6+ 42 We4 l:tg6
43 l:txh5 l:txg2, etc.
34 c3 h4
Otra concesión. Era mejor 34 ... J:tf6
(Polugaievsky) 35 ~e3 g4 36 il.e2 we7,
con igualdad.
35 l:tbdl we7 36 J:tld4!
241
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
Las blancas mejoran la situación de sus
piezas en la medida de lo posible, pero
aún no puede hablarse de que tengan
ventaja.
36 .•. f6?!
Encerrando a su propia torre de e6, a
la que por supuesto habría que haberle
dejado espacio. En opinión de Botvin-
nik, después de 36 ... b6 37 l:l.b4 l:l.c6
38 il.e2 a5! 39 l:l.b3 @d8, las negras no
habrían tenido dificultades. 36 ... J:l.ffi
tampoco era mala (pero no la reco-
mendación de Polugaievsky, 36 ... l:l.g6,
debido a 37 il.e2!), pero lo mejor era
36 ... l:l.c5!, y en este caso sólo las blan-
cas habrían tenido problemas: 37 il.e2
l:l.xd5 38 l:l.xd5 ti:\d 7! 39 l:l.xg5 ti:\c5, y
después de 40 l:tg4 ti:\xe4+ 41 Wf3 ti:\d2+
42 Wf2 ll'ie4+, el resultado es tablas.
37 a5!
Un importante eslabón en el nada evi-
dente plan de Karpov.
37 .•• lk6
37 ... ILJc4?! habría sido un tiro al aire
en vista de 38 il.e21 (38 ... ti:\xb2? 39
l:l.b4).
1704
38 il.e2!
"Las blancas ignoran la posibilidad 38
l:l.b4, forzando el retroceso 38 ... l:l.c7,
y se preparan para avanzar sus peones
del flanco de dama" (Botvinnik).
38 ••• ~d8
Otra impulsiva jugada en apuros de
tiempo. Para su desgracia, Polugaievsky
lleva su rey a c7 para defender los peo-
nes de d6 y b7, pero al liberar su torre
242
V
de e6 encierra la otra torre. "Con 38 ...
ti:\g6 39 l:l.b4 l:l.c7, seguido de l:l.e5, las
negras podrían haber obstaculizado
el plan de su oponente y consolidado
su posición" (Botvinnik). 38 ... b5!?
39 axb6 l:l.xb6 40 b4 l:l.c6 también era
aceptable. Por ejemplo: 41 c4 l:l.c7! 42
b5 a5, o bien 41 l:l.a5 l:l.xc3 42 l:l.xa6 l:l.c2
43 l:l.a7+ 'it>d8 44 b5 ll'id7 45 ~e3 15, con
igualdad.
39c4 wc7?
Un fatal error con la banderita a punto
de caer. "Agotado por el interminable
cálculo de variantes (aunque es bien sa-
bido que eso no mejora la confianza) y
desanimado por mi imperturbabilidad,
Polugaievsky, en apuros de tiempo, no
sólo estropeó la enorme ventaja que
había conseguido sino que también
comprometió su posición" (Karpov).
Con 39 ... b6! (Polugaievsky) 40 b4
bxa5 41 l:l.xa5 ~c7, las negras habrían
salido airosas de los apuros de tiempo
conservando todas las posibilidades de
tablas. Incluso la no fundada 39 ... 'it>e7
40 b4 'fl.c7 41 b5 l:l.c8! les habría permi-
tido salir a flote.
40 b4! ti:\g6
Una réplica instantánea ¡y la última ju-
gada para el control! Lamentablemen-
te, era demasiado tarde para jugar 40 ...
b6 debido a 41 b5 axb5 42 cxb5 l:l.c2 43
a6 y l:l.d2! Pero ahora las blancas crean
un peón pasado y ganan.
41 b5
"El análisis de esta posición aplazada
no debe haber reportado mucha tran-
quilidad a las negras" (Botvinnik).
Al día siguiente, en palabras de Roshal,
Karpov llegó a la reanudación "cansado
y tras haber dormido poco y, segu-
ramente, sin haber probado bocado
durante una noche de análisis .. .". ¡No
hay que decir que se trata de un cuadro
familiar!
41 ••• axbS
41 ... l:l.c5? 42 b6+ wc6 43 il.dl ó 43
il.h5 era absolutamente malo.

42 cxb5 l:l.c2 43 b6+ ~d7
Si 43 ... '>t>c6, entonces 44 we3 (Polu-
gaievsky). Por ejemplo: 44 ... l:!xe4+ 45
:xe4 Wxd5 46 a6!, o bien 44 ... lk5 45
.:xc5+ dxc5 46 l::td8 ILJf4 47 l::tc8+ wd7
48 l::tc7+ Wd6 49 Ag4, y cae el telón.
1705
Una jugada de tremenda fuerza. Aho-
ra, el antes desapercibido y "estúpido"
alfil que Karpov había preservado del
cambio, ¡se convierte en el principal
solista!
Sin embargo, la variante 44 We3 ILJf4 45
..tb5+! we7 46 a6 ILJxg2+ 47 wf3 ILJel+,
que Polugaievsky consideraba tablas,
también permitirla ganar a las blancas
después de 48 wg4! l::tc8 49 l::tc4! l::txc4
50 axb7, o bien 48 ... @17! 49 Wh5! (pe-
ro no 49 axb7?? wg6! 50 l::td2 l::txe4++)
49 ... l::tc8 50 l::txd6.
44 •.. l:!.xd2 45 l:!xd2 l::te5
Después de 45 ... l::txe4 46 Ab5+ wc8,
lodo el mundo indicó 47 l:!c2+ wb8
48 a6 bxa6 49 Axa6 l::te8 50 b7 ILJe7 51
:e2!, ganando el caballo, aunque es
más sencillo 47 l::txd6.
46 a6! 'i!»c6
O bien 46 ... bxa6 47 ha6 ILJe7 48 l:l.b2
iüc6 49 Ab5! (Polugaievsky).
47 l::tb2 ILJf4
47 ... l::ta5 48 Ac4 y Ad5+.
48 a7 l:l.a5 49 Ac4!
Y en vista de la inevitable .!:ta2, las ne-
gras se rindieron.
ANATOl.I XII
"Es1e no fue el fin, sólo la primera
grieta. Polugaievsky sólo quedó des1rui-
do tras la siguiente partida", recuerda
Karpov. "jugar sus propias variantes
contra él es como atravesar un campo
de minas. Pero así es cómo me propuse
tratar el match, porque cuando pierdes
en tu propio terreno, el daño es más
fuerte. Cierto que el riesgo era enor-
me, pero no 1enía miedo".
En la 5• partida, Polugaievsky em-
pleó otra novedad y pronto logró una
posición ganadora. Pero Karpov resis-
1ió con una desafianle confianza que
prácticamente hipnotizó a su oponen-
te: "Polugaievsky creía en mi aplomo ...
Hay que decir que en los matches en
general, comienzas como a percibir a
tu oponente, su talante e incluso sus
deseos. A veces adivinas sus pensamien-
tos, o al menos la dirección en que
esos pensamientos están orientados.
Es probable que también Polugaievs-
ky percibiese que yo no tenía ningún
temor, que interiormente no sentía
nada y estaba absolutamente 1ranquilo.
Pero él, él tenía que conseguir ganar y
-¿no está usted de acuerdo en que una
situación así es divertida?- la ventaja
psicológica estaba de mi parle. ¡Eso le
des1ruyó!".
544.
L. Polugaievsky-A. Karpov
Moscú 1974
Match de Candidatos, 5• partida
Defensa Nimzoindia (E56)
1 d4 ILJf6 2 c4 e6 3 ILJe3 i.b4 4 e3 0-0
5 i.d3 c5 6 ILJf3 d5 7 0-0 dxc4 8 i.xc4
ILJc6 9 a3 Aa5
Un raro plan en comparación con 9 ...
Axc3 lO bxc3 'fflc7, que ya había sido
empleado por Karpov, y antes que él,
por el propio Polugaievsky y Larsen.
Las negras quieren conservar su alfil o
cambiarlo en circuns1ancias más favo-
rables.
lO i.a2
243
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
Por entonces, 10 'Wd3, la principal ju-
gada de los sesenta, había quedado ob-
soleta. La primera partida siguió así: 10
i&.d3 cxd4 11 exd4 i&.b6 12 Ae3 ll:ld5,
y aquí las blancas emplearon una pre-
paración casera que fue muy valorada
por Botvinnik: 13 il.g5!? (en lugar de
13 ll:lxd5 exd5 14 h3 ll:le7 15 i&.g5 ffi 16
i&.d2 i&.f5, con igualdad, Gligoric-Kar-
pov, Hastings 1971-72) 13 ... f6 14 i&.e3!
Ci:Jce7 15 'Wc2 ll:lxe3 16 fxe3 g6 17 i&.c4
(17 Ci:Ja41?) 17 ... ll:lf5 18 l:tfel wg7 19
l:tadl, con ventaja. Pero entonces, Po-
lugaievsky encontró una mejora para
las negras y comenzó a jugar 10 Aa2.
10 ... a6?!
Karpov repite una partida reciente suya
con Taimanov, siguiendo el principio
"dejémoslo a su aire". Pero la clave de
esta jugada es confusa: ll:lb5 no es una
amenaza, y la pérdida de tiempo en la
preparación de b7-b5 parece un lujo
demasiado grande.
La séptima partida siguió con 10 ...
i&.b6 11 dxc5 Axc5 12 b4 i&.d6 13 A b2
'We7 14 Wc2 i&.d7 15 l:tfdl!? ll:le5! 16
Ci:Jg5 l'fac8 17 f4 ll:lg6, con igualdad,
pero con 15 li:le4! (Polugaievsky), las
blancas podrían haber conservado la
ventaja. Otras tentativas de igualar son
JO ... cxd4 11 exd4 i&.b6 12 i&.e3 Ci:Jd5
(Taimanov-Parma, Tbilisi 1973) y 10 ...
'We7 11 Wc2 cxd4 12 exd4 l:td8 (Don-
ner-Unzicker, Bad Eibling 1974).
11 i&.bl!
¡Novedad! Las alternativas son más
flojas: 11 ll:le2 cxd4 ·12 ll:lexd4 ll:lxd4 13
ll:lxd4 i&.c7 14 i&.d2 i&.d6 15 l:tcl i&.d7
16 Abl l:tc8 (Taimanov-Karpov, 41º
Campeonato de la URSS, Moscú 1973),
o bien 11 ll:la4 cxd4 12 exd4 h6! 13 Af4
i&.c7 14 i>.xc7 'l!fxc7 15 'We2 l:td8 16
l:tfd 1 .\td7 17 l:tac 1 Ae8 (3º partida), en
los dos casos con igualdad.
He aquí el comentario de Polugaievsky
en 1981: "Cuando en la tercera partida,
las negras obtuvieron fácilmente un
juego igualado, me pregunté a mí mis-
mo: ¿Vale la pena volver a plantear la
misma variante? ¿Vale la pena 'perder'
244
V
el valor de las piezas blancas en aras de
un argumento teórico? Pero, no obs-
tante, ¡me pareció que la verdad estaba
a mi alcance! De pronto, la cantidad
se transformó en calidad, y las muchas
horas de análisis me permitieron des-
cubrir el orden correcto de jugadas e
infligir un serio golpe al sistema que
Karpov había elegido para el match, y
que había sido continuamente jugado
por mí mismo. Las blancas pueden sen-
tirse orgullosas de la jugada de la parti-
da. En contradicción aparente con las
inmutables leyes del ajedrez, mueven
su alfil tres veces en la apertura y, aun
sin completar el desarrollo, obtienen
una posición virtualmente ganada".
11 ... i>.b6
El hecho de que Karpov invirtiese ape-
nas siete minutos en esta jugada da fe
de su enfoque práctico a la resolución
de inesperados problemas de apertura.
Después de 11 ... b5?!, es desagradable
la sencilla 12 dxc5, pero era a conside-
rar en cambio 11 ... We7.
16 años después, Karpov explicó los
motivos psicológicos subyacentes en
sus jugadas 11 y 12: "De nuevo había
caído en una preparación casera, y tan
espléndida que, cuando mi oponente
realizó estajugada, al instante entendí
que era el ·fin, que no podría sah-ar la
partida. Sin tener tiempo para angus-
tiarme o sufrir, inmediatamente per-
cibí que las cosas eran desesperadas.
Pero si era así, ¿para qué preocuparse?
Después de todo, ya había sucedido
otras veces y no podías cambiar nada.
Como suele decirse, no hay que llorar

por la leche derramada. Así que adopté
una postura filosófica. Por supuesto,
no se me ocurrió rendirme. Soy un
competidor y mientras tenga alguna
posibilidad, lucharé. Veamos, pensé,
cómo acaban las cosas".
Es asombroso que, incluso muchos
años después, ambos contendientes
considerasen que la posición blanca,
después de 11 ~b l, estuviese virtual-
mente ganada. Sin embargo, e incluso
sin ayuda de ordenador, confiando
solamente en el sentido común y el
análisis personal, puede concluirse que
los recursos defensivos de las negras
siguen siendo muy grandes.
12 'fi'e2
"¡Directo y muy fuerte!". (Polugaievs--
ky). 12 dxc5 ~xc5 13 b4 y il.b2 tampo-
co es malo (como en la séptima parti-
da, véase nota a la 10ª jugada negra),
con una ligera pero consistente ventaja
de las blancas, típica de tales estructu·
ras simétricas.
12 ••• g6?
Fatal debilitamiento de la gran diago-
nal. "Esto no resuelve los problemas
defensivos de las negras, pero ¿qué ha-
cer?", escribe Polugaievsky indicando
12 ... cxd4 13 exd4 lLJxd4 (?: G. K.) 14
li:lxd4 f:i'xd4 15 il.e3 f:i'd6 16 il.g5 l:td8
(Botvinnik) 17 il.xf6!, con un poderoso
ataque (si 17 ... gxf6, es fuerte la inme-
diata 18 l:tdl!).
Pero ambos jugadores sobrestimaron
las virtudes de la posición blanca. Des-
pués de 13 ... h6!, las negras podrían
haberse defendido con éxito. Por ejem-
plo: 14 l:tdl (14 il.e3 lLJe7, o incluso
14 ... ILJxd4!?) 14 ... f:i'c7 (14 ... lLJe7!?)
15 lLJe4 (15 d5 lLJe5!) 15 ... ILJxe4 16
'fi'xe4 f5 17 f:i'c2 (17 f:i'h4 'tlfe7) 17 ...
il.d7, etc.
13 dxe5 il.xe5 14 b4 il.e7
14 ... il.d615 l:tdl W/e7 16 il.b2 también
es favorable a las blancas.
15 il.b2 e5
"Quizá la mejor posibilidad pracuca
(15 ... b6? 16 ILJe4). Las negras no tie-
ANATOl.I XII
nen casillas adecuadas para su alfil de
casillas blancas ni para su dama" (Po-
Iugaievsky).
16 J:tdl f!le8
Después de 16 ... f!lc7, Botvinnik y Po-
Iugaievsky recomendaron 17 ~a2 il.g4
18 li:ld5 lLJxd5 19 il.xd5 l:tac8 20 'tlfe4,
"con muy fuerte presión" y "ventaja de-
cisiva de las blancas", probablemente
considerando 20 ... il.!5 21 'i!l'c4 'iWb6 22
Wb3. Quizá sea incluso mejor jugar 20
h3! il.xf3 (20 ... il.!5? 21 e4) 21 il.xf3,
con una evidente ventaja. Por si eso
fuera poco, también es posible 17 e4!?
y li:ld5!
17 b5
"El enfoque posicional ( 17 h3, il.a2,
etc.) también era posible. Pero estaba
convencido de que la posición estaba
madura para emprender acciones más
directas" (Polugaievsky).
17 ••• axb5 18 lLJxb5 il.f5 19 -We2
19 .•• il.xbl
Entregando calidad sin ninguna com·
pensación. Por desgracia para las ne-
gras, 19 ... 'iWb8 20 il.xf5 gxf5 21 li:lh4
-Wc8 22 'i!l'f3 es malo, lo mismo que
19 ... e4 20 li:lh4 l:td8 21 J:txd8 -Wxd8 22
lLJxf5 gxf5 23 il.a2; con fuerte ataque, o
bien 20 ... il.g4 21 f3 exf3 22 gxf3 il.h5
23 lLJc7 \ll'e8 24 lLJxaS 'i!l'h3 25 'llff2!
(con idea de Wg3; 25 li:lb6 \ll'xh4 26
li:ld5 también es bueno: Botvinnik, Po-
lugaievsky) 25 ... lLJg4 26 Wg3 W/xh4 27
-Wxh4 il.xh4 28 fxg4 il.xg4 29 l:tc 1! il.g5
( 29 ... J:txa8 30 l:tc4 h5 31 h3) 30 lLJc7
245
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
.li.xe3+ 31 @fl Axcl 32 il.xcl, con ven-
taja material decisiva.
20 ti:Jc7 'i!:fb8 21 ft:lxa8 .li.f5
21 ... e4? aún es peor: 22 l:taxb 1 exf3 23
1!1'xf3, y el caballo de f6 está atacado.
22 ti:Jb6 e4
En posición desesperada, Karpov trata
de complicar el juego al máximo aun
a costa de nuevas concesiones. Abre la
diagonal para el alfil blanco y entrega
a las piezas contrarias un punto fuer-
te en el centro: todo para debilitar la
cobertura de peones del rey blanco.
Aunque todavía no está claro cómo
puede explotarse este debilitamiento,
pero ¡al menos hay algún motivo para
la creación de contrajuego!
23 ti:Jd4 ft:lxd4 24 .li.xd4 .li.g4 25 f3
Esto no puede evitarse.
25 ••• exf3 26 gxf3 .li.e6
En opinión de Polugaievsky, "quizá
el alfil debería retirarse a hS a fin de
mantener atacado el peón de f3", pero
esto habría permitido 27 .li.xf6 .li.xf6 28
ft:ld7, ganando.
27 llacl
Aún era más fuerte la inmediata 27
Wb2! (Botvinnik).
27 ... lld8 28 'l!Vb2! ti:Je8
Tal, que llegó al auditorio en este mo-
mento, realiza un interesante relato
de la situación: "Lo primero que me
sorprendió (aún no había visto la po-
sición) fue esto: con pasos mesurados,
Karpov se paseaba tranquilamente de
un extremo a otro del escenario. Su
oponente estaba sentado con la cabeza
entre las manos y, físicamente, era visi-
ble que tenía problemas. 'Todo parece
estar claro', pensé para mí, 'las cosas no
deben irle bien a Polugaievsky'. ¡Pero
el tablero mural mostraba justamente
lo contrario! Las blancas tenían calidad
de ventaja a cambio de nada, en una
posición en la que, como suele decirse,
el resto era cuestión de técnica. Quién
sabe, tal vez la confianza Karpov, su há-
bito de mantener la calma hasta en las
246
V
situaciones más desesperadas, se trans-
mitía a su oponente, y Polugaievsky se
encontraba excesivamente neivioso".
Los espectadores vieron que Anatoli
incluso tenía una ligera sonrisa en su
rostro. "Para ser honesto, esto no era
pretencioso, es algo que sucedía de for-
ma espontánea", dijo años más tarde.
"Y la natural serenidad de mi conducta
agobió a Polugaicvsky. Vio que en el
tablero estaba perdido, pero al mismo
tiempo, ¡estaba tan tranquilo y jugaba
con tanta facilidad! Esto significaba
que yo veía algo que él no veía ... Ofre-
cía un aspecto lastimoso. Una y otra vez
analizaba las variantes y no podía en-
tender cómo pensaba yo salvarme. ¡No
era sorprendente! Después de todo,
estaba buscando algo que no existía en
el tablero .. .".
29 .li.e5 .i.d6
Por el momento no es posible extraer
a la dama del rincón. Después de 29 ...
W/a7, las blancas deciden la cuestión,
tanto con la "fría" 30 a4 WaS 31 'i1i'b5,
como con la "caliente" 30 'i1i'b5!? ft:lg7
31 llxd8+ Axd8 32 .i.d4 (y si 32 ...
'i1i'xa3, entonces 33 lla 1).
30 .i.xd6
Era muy fuerte la paralizadora 30
1Wd4!, y de nuevo sería mala 30 ... W/a7.
a causa de 31 Axd6 llxd6 32 ft:lc8.
30 ... llxd6
1708
31 'iWM!?
Como observó correctamente Botvin-
nik, aquí hay más de una forma de ga-
nar. Todo el mundo sugirió, por ejem-

plo. 31 'l!i'b5 (privando a la dama negra
«Ja importante casilla g5) 31 ... 'fi'd8
3! .:Xd6 l0xd6 33 l:!.dl 'fi'c7 34 "iWe5, o
lim 31 l:txd6 Wxd6 32 a4. Según Bo-
Bionik, el peón a "debe conservarse",
~aún es mejor 32 Wd4!, puesto que
3:! - tl'xa3 es malo en vista de 33 J:ta 1
Wb3 34 l:ta8, ganando.
Sl-tl'd8!
la dama negra de pronto se activa y lo
mrro es que las blancas deben ganar
de nuevo la partida. Teniendo en cuen-
'la la frustración por el error cometido
!d cansancio acumulado -en la quinta
ilora de juego-, no era fácil reciclarse
para una tarea así.
3Z .:Xd6 l0xd6 33 l:!.dl 'fi'g5+ 34 wf2
~ 35 'fi'f4 'fi'f6 36 /Lia4
"En apuros de tiempo, las blancas efec·
llÍaD la primera jugada correcta dentro
dd camino elegido, pero más tarde se
equivocan" (Polugaievsky). Después de
36 ~7? 'i!fb2+ 37 wgl ~xd7 38 l:txd7
We2!, las negras habrían logrado tablas
5cilmente.
la alternativa era 36 l0c4 ~xc4 37
Wxc4 , y si 37 ... We5, entonces 38 Wf4
Wb2+ 39 @el Wxa3 40 e4, fon.ando
pr.ácticamente la continuación 40 ...
Wc3+ 41 'ti'd2 'ifxf3 42 exf5 "i!rhl+ 43
~2 Wxh2+ 44 @d3 'l!i'h3+ 45 Wc4
1rx5 46 'W'd8+ Wg7 47 'fi'd4+, y las
blancas deberían ganar. Botvinnik, Tal
'!" Polugaievsky indicaron 37 ... 'W'b2+
38 'i'e2 'W'xa3, considerando que la
posición era tablas. Sin embargo, las
blancas están en condiciones de ma-
terializar gradualmente su calidad de
~ntaja: 39 '!Wd3 'l!i'c5 40 we2, seguido
de e3-e4, o bien 39 ... 'l!i'b2+ 40 l:td2
We5 41 f4, etc.
36 ••. ~b3! 37 l:td2?
"Como sugirió Furman, las posibilida-
des de éxito pasaban por 37 l:tel. De
esta forma, las blancas defienden su
importante peón de e3 y pueden es-
perar convertir su calidad de ventaja"
t Polugaievsky). Era más metódico 37
:.d3!. y después de 37 ... ~xa4 (37 ...
ü2 38 l:td2) 38 Wxa4 'l!i'b2+ 39 'i!;>gl
ANATOLI XII
Wcl+ 40 'fi'dl, o bien 39 ... h5 40 'lWb3,
y la tarea blanca se simplificaría consi-
derablemente.
37 ••• g5!
"Con asombrosa frialdad y destreza,
Karpov descubre cada posibilidad ima·
ginable de contrajuego. En cuanto a
las blancas, han perdido claramente el
aplomo" (Polugaievsky).
38 'W'b8+
"Después de 38 'l!i'e4 ~xa4 39 'l!i'xa4
We5, Ia dama se vuelve más activa, y las
negras ganan un peón" (Botvinnik).
38 ••. wgr 39 1Lib2
Inmediatamente antes del control
de tiempo, la situación se ha hecho
mucho más aguda. La activa 39 l0c5?!
es floja, debido a 39 ... 'i!Vc3! 40 l0xb3
'Wxe3+ 41 wfl Wxf3+ 42 wgl Wxb3
(42 ... 'i!Ve3+!?) 43 We5+ Wg6, y las blan·
cas sólo tienen tablas.
39 ••• ~d5!
Después de 39 ... 'i!Ve7 ~O J:te2, la ini-
ciativa de las negras podía haberse
evaporado.
1709 ,........,,,,,.--
40 /Lid3?1
Con su última jugada para el control,
las blancas echan por tierra los restos
de su ventaja anterior. En su comenta-
rio, Polugaievsky recomienda 40 /Lidl,
con idea de 40 ... l0h4 (Botvinnik) 41
f4!, y las negras pierden (41 ... Ac6 42
'l!l'd8), indicando 40 ... l0xe3!, como
única jugada que conduce a tablas,
¡pero que Karpov hubiera tenido que
encontrar ante el tablero!
247
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES V

Al mismo tiempo, añade: "40 f4 falla, traba en la necesidad de remontar. En

por supuesto, por 40 ... llld6!". Pero este momento -¡después de sólo cinco
esta aguda continuación también era partidas!-, a él, y a muchos expertos,
peligrosa para las negras, y les habría les resultaba difícil apreciar en su ver-
obligado a exhibir un preciso análisis dadera dimensión la enorme fuerza a
del aplazamiento. Después de 41 l:lxd5 que se enfrentaba.
'i!i'xb2+ 42 wg3 llle4+ 43 wf3 llld2+ 44
wg4!, la única forma de seguir es 44 ...
h5+! 45 wxh5 llle4! Por ejemplo: 46
fxg5 ffe2+ 47 wh4 'l!Yf2+ 48 wg4 'iWg2+ 545.
49 wf5 'Wxg5+! 50 lt>xe4 'iWg2+, con
A. Karpov-L. Polugaievsky
persecución perpetua del rey, o bien 46
Moscú 1974
l:lxg5+ lllxg5 47 fxg5 (47 Wxg5 'iWg2+
48 lt>f5 'Wg6+, etc.) 4 7 ... We2+ 48 'i!;>h4 Malch de Candidatos, 6" parlida
'l:\Yxe3 49 'l:\Yg3 W/e4+ 50 'iWg4 'i!l'el+ 51 Defensa Siciliana (B92)
l.th5 We8 52 'Wd4+ f6+ 53 'i!;>g4 We2+,
salvando el final de damas con peón 1 e4 c5 2 lllf3 d6 3 d4 cxd4 4 lllxd4 lllf6
menos. 5 lllc3 a6 6 tl..e2 e5 7 lllb3 tl..e7 8 O.O
tJ..e6 9 f4 W/c7 10 a4 lllbd7 11 Whl!? O.O
40 ..• llld6! 41 lllf4! 12 tl..e3 exf4 13 l:lxf4 llle5 14 a5!
La jugada secreta. Es la única forma de
forzar las tablas. La reanudación no se Una importante mejora (en la 4• par-
prolongará mucho. tida -núm. 543- se jugó 14 llld4). Las
blancas füan de inmediato el flanco de
41 ••• gxf4 42 l:lxd5 'f:l'b2+ dama enemigo y habilitan la casilla a4.,
No es mejor 42 ... fxe3+ 43 wxe3 'We6+ a través de la cual puede activarse la
44\.td4. torre de al.
43 wfl! fxe3 44 l:lg5+! 14 .•• lllfd7
Tablas, en vista de 44 ... lt>h6 45 Wxd6+ Posteriormente, sólo se jugó 14 ... l:lac8
wxg5 46 'i!i'e7+, ganando el peón de ó 14 ... l:tfe8 (partida núm. 546).
e3.
15 J:lfl tJ..f6?!
"Unas tablas que fueron el equiva-
lente a una catástrofe, pues Polugaievs- Subestimando el papel del potencial
ky comprendió que no podría ganarme puesto avanzado en d5, en territorio
ninguna posición", resume Karpov. "Es- negro, y que por tanto requiere una
ta partida fue, efectivamente, la última protección especial. Era más correcto
del match", se hace eco Tal, "el resto 15 ... l:lac8 ó 15 ... l:lfe8, sin temer a la
de las partidas fueron unilaterales. Kar- maniobra llld4-f5.
pov estaba en pleno ascenso, mientras
que Polugaievsky no pudo recobrar la
calma, después de los shocks que ha-
bía sufrido en la 4• y 5ª partidas". No
consiguió materializar su superioridad
en preparación de aperturas, porque
era inferior a su adversario en el juego
subsiguiente.
Polugaievsky llegó alicaído a la sexta
partida. Lo atormentaban pensamien-
tos acerca de su desgracia y la injusticia
del destino: de un merecido punto y
medio, sólo había logrado medio, en
lugar de dominar el match, se encon- 16 llld5! .bd517 '&xd5!
248

Una repentina agudización de la lucha:
¡un sacrificio intuitivo de dos peones!
Al explicar esta inusual decisión, Kar-
pov, en un comentario de 1978, descu-
bre las peculiaridades de su estilo:
·A veces se me ha reprochado que ten-
go un juego seco, racional y prudente.
Sí, soy un jugador práctico, y mi juego
se basa en buena medida en la técnica.
Trato de jugar un ajedrez correcto y
nunca tomo los riesgos en que, por
ejemplo, incurre Larsen. Con blancas,
como todo el mundo, busco la ventaja
desde el comienzo, pero con negras
primero trato de igualar. Sin embargo,
cuando hay elección de jugadas, en
modo alguno opto por la más sencilla,
sino por la más expeditiva. Si hay varias
continuaciones igualmente buenas, mi
elección depende, en gran parte, de
mis oponentes. Contra Tal, por ejem-
plo, prefiero buscar las posiciones sen-
cillas, que no son de su gusto, mientras
que contra Petrosian, trato de hacer el
juego más complicado. Pero si veo un
solo camino correcto, entonces,juegue
contra quien juegue, sigo ese camino.
Sin embargo, siento que en tiempos
recientes, mi estilo ha sufrido algunos
cambios.
Volvamos a la partida. Antes, el sa-
crificio de dos peones propuesto a
Polugaievsky, probablemente no se me
hubiera ocurrido. Todo el mundo pen-
saba que había sido preparado en casa,
pero lo cierto es -'y a Dios pongo por
testigo'- que fue pura improvisación
ante el tablero. Todavía hoy encuentro
que fue una 'terrible' decisión por mi
parte. Pero después de la tranquila 17
exd5 lt:lc4 18 i>.xc4 'l!Vxc4, no queda
nada de la ventaja de apertura de las
blancas".
17 ..• 'i!Vxc2!
¡Recogiendo el guante! Polugaievsky
pensó aquí durante más de una hora.
Supongamos que las blancas hubiesen
preparado en casa una victoria forza-
da ... En opinión de Karpov, "en caso de
que las negras rehusasen el sacrificio,
habrían caído bajo fuerte presión po-
ANATOl.I XII
sicional". En mi opinión, después de
17 ... lt:lc6 18 c3 iLe5, apenas se encon-
trarían en una posición ligeramente
inferior, pero -y esto es mucho más im-
portante- Polugaievsky probablemente
creía que no podría defenderla ante
Karpov.
18 lt:ld4 'ii'xb2
18 ... l!fc5?! es peligroso, por 19 lt:lfü!
19 l:!abl 'l!Vc3 20 lt:lf5 'fi'c2!
La mejor defensa. Después de 20 ...
lt:lc5 21 Ad4 Wc2 22 IOxd6 Wxe2 23
Axe5 10d7 (23 ....be5? 24 IOxf7!) 24
Ag3, el dominio de las blancas se ha-
bría extendido por todo el tablero.
1711
21 J:!.bel!?
Esta jugada le costó a Karpov 20 minu-
tos, pero... "Una imprecisión. Ahora
las negras descubren una defensa. Con
21 l:!fel, las blancas habrían logrado
una gran ventaja". Sí, ¡el desarrollo de
las torres es uno de los problemas más
delicados de la apertura y el medio jue-
go! Pero en este caso concreto, tenía
sentido dejar la torre en la columna b,
conservando la amenaza de invasión
por b7. Sin embargo, que las blancas
tengan ventaja después de 21 J:l.fel es
cuestión a debatir. Veamos:
1) 21 :.. l'Ud8 22 lt:lxd6 IOb8!? (no se
ve una refutación directa de esta ma-
niobra) 23 l:txb7 IObc6 24 ~b6 i>.e7
25 ~xd8 J:!.xd8 26 :Xxe7 li:Jxe7 27 'l1!1xe5
Wt'd2 28 l:tbl IOg6! 29 Wt'h5 (29 'i!Vd5
l:txd6 30 Wt'xd2 l:txd2 31 iLxa6 l:ta2,
con igualdad) 29 ... 'Wxd6 30 .!l:dl 'Wf6
249
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
31 l:lxd8+ 'Wxd8 32 '+ll'd5 't!fb8 33 g3
éi:Je7, con posibilidades de tablas.
2) 21 ... éi:Jc5 22 éi:Jxd6 éi:Jcd3 23 Axd3
éi:Jxd3 24 J:tedl, y aquí Karpov sólo se
detiene en 24 ... éi:Jf2+? 25 Axf2 'l!l'xf2
26 e5, ganando, o bien 24 ... éi:Je5 25
éi:Jxb7 (en mi opinión, es más fuerte 25
Ad4, o bien 25 J:txb7 J:tab8 26 J:tb6!),
aunque también es posible 24 ... éi:Jb2!?,
con buenas posibilidades de resistir,
después de 25 J:tdcl '+ll'd3 26 'ilfxd3
éi:Jxd3 27 J:td 1 lbe5, o de 25 J:tfl '+ll'd3 26
'+ll'xd3 éi:Jxd3 27 J:txb7 J:tfb8!, etc.
21 ... éi:Jc5?!
Una jugada evidente, pero ¡ahora las
negras se balancean al borde del preci-
picio! Es extraño que Karpov no realice
aquí ningún comentario. Después de
todo, en 1975, Botvinnik señaló que
"las negras podrían haber movilizado
de inmediato su torre dama, con 21 ...
J:tad8!, y en caso de 22 éi:Jxd6 (22'+li'xb7?!
éi:Jc5!: G. K.) 22 ... éi:Jb8, consolidando la
disposición de sus piezas". Después de
23 '+ll'c5 '+ll'a4! esta habría sido, desde
luego, una forma clara de igualar;
1) 24 J:tal '+ll'b3 25 J:tfbl (25 J:tabl "ll+'a2)
25 ... éi:Jbd7! (forzando el cambio de
damas) 26 J:txb3 éi:Jxc5 27 Axc5 éi:Jd7!
28 Ab6 (o bien 28 éi:Jxf7 éi:Jxc5, con
igualdad) 28 ... il.xal 29 Axd8 éi:Jc5
30 J:tb6 l:l.xd8 31 éi:Jxb7 éi:Jxb7 32 J:txb7
il.c3, con tablas.
2) 24 éi:Jxb7 lbd3 25 il.xd3 J:txd3 26
J:txf6 (o bien 26 'ilff5 éi:Jd7 27 éi:Jc5 éi:Jxc5
28 Axc5 J:te8 29 e5 J:td5, etc.) 26 ... gxf6
(26 ... éi:Jd7 27 \Wc6 J:txe3! también es
bueno) 27 Ah6 J:te8 28 'ilff5 "ll+'d 1! 29
'ilffl '+ll'xel 30 "iWxel J:txe4 31 "l!fcl (31
'ilfgl? lkd4) 31 ... J:tc4!, con espectacu-
lares tablas.
22 éi:Jxd6 éi:Jcd3 23 il.xd3 éi:Jxd3
"¡Jugada única! Después de 23 ...
"a'xd3? 24 Ad4, con la amenaza J:td 1, la
posición negra se habría vuelto crítica"
(Botvinnik). Por ejemplo: 24 ... éi:Jg4 25
J:tdl "a'e2 26 e5!, con una clásica catás-
trofe en la casilla f7.
24 l::tdl éi:Jb4 25 '+ll'xb7?!
250
V
Karpov se apresura a recuperar el ma-
terial lo antes posible, aunque 25 '+ll'h5!
(después de la jugada de Botvinnik, 25
'+l!'f5, las negras disponen de la satisfac-
toria réplica 25 ... éi:Jc6) "habría creado
la amenaza 26 J:txf6 gxf6 27 'Wg4+ Wh8
28 Ah6, que no se para fácilmente,
pnes si 25 ... g6, 26 \\li'c5".
Por supuesto, en caso de 26 ... \\li'xc5 27
.l!Lxc5, la defensa de las negras es difícil,
pero se diría que pueden salvarse me-
diante un reagrupamiento: 27 ... Ac3!
28 éi:Jxb7 J:tfe8 29 J:tf3 éi:Ja2 30 éi:Jd6 J:te5,
con posibilidades de igualar, o bien
28 J:tf3 éi:Ja2 29 J:tbl (29 J:tdfl il.b4! 30
éi:Jxb7 Axc5 31 éi:Jxc5 J:ta7 32 e5 J:tc8,
con igualdad) 29 ... Ae5! 30 g4 (si 30
J:txb7, entonces 30 ... J:tfd8 fuerza las
tablas) 30 ... éi:Jc3 31 l:txb7 (31 J:tbfl !?)
31 ... J:tfb8! 32 J:tfxf7 (no es mejor 32
J:te7 J:tbl+ 33 wg2 J:tb2+) 32 ... l::txb7
33 J:txb7 Axd6 34 Axd6 éi:Jxe4 35 il.e5
éi:Jf2+ 36 'i!?g2 éi:Jxg4 37 J:tg7+ >!.>IB 38
J:txh7 J:td8, logrando, de todos modos,
las tablas.
25 ••• J:tab8 26 \\li'a7
1712
26 .•. 'lll'c6?
Polugaievsky se desmorona bajo la
tensión y comete nn error decisivo.
"26 ... \We2 habría dado a las negras
algún contrajuego, aunque después de
27 Ab6 la ventaja está de lado de las
blancas" (Karpov). Una afirmación dis-
cutible: 27 ... éi:Jd3! 28 éi:Jf5 éi:Jf4 29 éi:Je3
Ae5, y no hay vent.'tja evidente.
27.J:tde 1!? es bastante más desagradable
parn las negras. Después de esto, Botvin-
nik recomendaba 27 ... "a'h5 (?: G. K.)

28 J:!f:) '!Wg4, "con una posición defendi-
ble", pero aquí es fuerte 29 e5! Aún es
mejor 28 l:!xf6! gxf6 29 ILJf5, con ataque
irresisúble: 29 ... l:!b5 30 il.h6!, o bien
29 ... .!!fe8 30 1'ic7!, etc.
;A dónde, entonces, debería moverse
ia dama? Después de 27 ... Wg4?!, sería
posible la tranquila 28 h3 'We6 29 l:!dl,
así como también la aguda 28 llxf6!?
gxf6 29 ILJf5 'l!i'xe4 30 ILJe7+ '>t>h8 31
.i.d2, con iniciaúva de las blancas. 27 ...
1ra2? es peligroso, debido al mismo
sacrificio temático: 28 l:!xf6! gxf6 29
ILJ15, y es dudoso que las negras tengan
una defensa saúsfactoria: 29 ... liJd3 30
Wxa6 l::!:bl es mala por 31. ILJe7+ @g7
32 .111.h6!! y las negras son destrozadas;
si 29 ... ILJc6 30. 1!i'xa6 'l!i'xa5 31 'l!i'fl!,
con amenazas decisivas, mientras que
en caso de 29 ... 'l!i'xa5, hay una tran-
quila jugada de efectos mortíferos: 30
:m! (30 ... ILJc6 31 'l!i'd7, etc.).
Parece que sólo 27 ... 'l!i'b2! (en defensa
contra llxf6!) habría conservado posi-
bilidades de igualdad. Por ejemplo: 28
ILJc4 (nada se consigue con 28 llbl 'l!i'e2,
ni con 28 llf2 'l!i'e5 29 il.f4 'l!i'd4) 28 ...
1S'a2 29 e5 ILJc2!, y las negras están bien.
27 il.f4!
Una típica jugada de Karpov que priva
al oponente del más leve rastro de con-
trajuego: "La amena7.a e4e5 restringe a
las negras, y su caballo de b4 se encuen-
tra fuera de juego". También habría
sido decisiva la aguda 27 llxf6! gxf6 28
il.h6, con la amenaza 'l!i'e3. Por ejem-
plo: 28 ... 'l!i'c2 (28 ... ILJd3 29 .111.xIB) 29
:::te 1 'l!i'd3? 30 Wt'd7! 'We2 31 Wt'h3, o bien
29 ... ffe2 30 ffd4 ILJd3 31 '1Wxf6 'l!i'b2
32 '1Wg5+ '>t>h8 33 'lWg3!, etc. En la sala
de prensa, este sacrificio de calidad fue
ardientemente defendido por Furman,
pero al ver la jugada de Anatoli, dijo:
"También eso es bueno".
27 ••• l:l.a8 28 Wff2 llad8
Si 28 ... 'tli'c3, entonces 29 'tli'e2!
29'l!fg3!
"¡La amenaza es más fuerte que su
ejecución! Paradójicamente, ese es
ANATOl.I XII
a menudo el caso. Las blancas no se
apresuran a reali7.ar el avance e4e5, e
incrementan la presión" (Karpov).
29 ..• 'l!i'c3
"Las negras no tienen una defensa
satisfactoria. Karpov ha logrado imple-
mentar su estrategia más efectiva: la de
dominación. El material está igualado,
pero las piezas blancas ocupan fuertes
posiciones y controlan las casillas más
importantes del tablero, mientras que
las piezas negras constituyen objeúvos
atacables para las blancas. Lo único
que queda por hacer a las blancas es
concentrar sus fuerzas para el ataque
decisivo al flanco de rey contrario"
(Botvinnik).
30 l:!f3 'tli'c2 31 lldfl .111.d4 32 il.h6
Un sencillo pero espectacular remate.
También habría ganado 32 ILJf5 'l!i'xe4
33 .111.d6.
32 ••• ILJc6
1713
33 ILJf5
33 lLJxf7 'l!i'c4 no habría complicado las
cosas en absoluto, como escribe Kar-
pov, pero había una segunda fonna de
ganar. Después de 34 Sl.xg7!, para e\~­
tar un bonito mate, las negras habrían
tenido que perder primero la dama,
34 ... 'l!i'xfl+ 35 l:l.xfl .111.xg7 36 'l!i'b3!,
luego una torre, 36 ... llxf7 (36 ... lLJd4
37 tLJh6+ wh8 38 'tli'g8+! y lLif7++) 37
'll!'xf7+ Wh8, y después de 38 'tli'c7!,
¡también su caballo!
33 ..• 'l!i'b2
O bien 33 ... .111.e5 34 il.xg7! il.xg3 35
llxg3 (Karpov) 35 ... h5 36 .111.f6+ wh7
251
Gary Kasparov - Mis c•:N!ALES PREDF.CESORES
37 ng7+ whs 38 i:ixn+ wgs 39 ILJh6++
(Botvinnik).
34 .i/.cl ! 'l!t'b5 35 ILJh6+ 'ith8 36 ILJxf7+
De todos modos, las negras tienen que
entregar material.
36 ... J::txf7 37 l:txf7 i&.f6 38 'l!t'f2 'itg8 39
l:txf6 gxf6 40 't'Hxf6
Las negras se rindieron. La mejor parti-
da del match.
El marcador se situó 2-0, con 4 ta-
blas. Karpov sólo necesitaba ganar una
tercera partida. Quizá podría haberlo
conseguido en la séptima. Polugaievsky
jugó muy nervioso. Primero perdió la
ventaja de apertura que había logrado,
luego lanzó un repentino e infundado
ataque en el flanco de rey, que sólo
condujo a la creación de debilidades
en su propia posición. En la jugada 25,
Karpov podría haber abierto ventajo-
samente el centro y conseguido una
acusada ventaja. Pero, como dijo Tal,
~se diría que decidió no desviarse de
su programa, según el cual el resultado
óptimo de sus partidas con negras eran
las tablas".
El encuentro concluyó en la 8' par-
tida. En esencia, fue el tiro de gracia a
un oponente mortalmente herido.
546.
A. Karpov-L Polugaievsky
Moscú 1974
Match de Candidaws, 8ª partida
Defensa Siciliana (B92)
1 e4 c5 2 ILJf3 d6 3 d4 cxd4 4 ILJxd4 ILJf6
5 ILJc3 a6 6 i&.e2 e5 7 ILJb3 Ae7 8 0-0
i&.e6 9 f4 'f!Jc7 10 a4 ILJbd7 11 @hl 0-0
12 i&.e3 exf4 13 J:hf4 ILJe5 14 a5!
14 ILJd4 (partida núm. 543).
14 ••. 1lfe8
Otro intento de reparación teórica
(14 ... ILJfd7-partida núm. 545).
Más tarde, las negras pasaron a la juga-
da temática de la Siciliana, 14 ... l:tacS,
preparando li:ifd7 (que entonces es
252
V
seguro, pues las blancas ya no tienen
ILJd5), e impidiendo 1:1.al-a4-d4. Por
ejemplo: 15 l:ta4 (15 .lib6 'f!Jd7 16 1la4'.
l:txc3) 15 ... ILJfd7! (con la amenaza
.lig5) 16 l:tfl ILJc4 17 .lixc4 Axc4 18
l:tf2 Af6 19 i&.d4 1:1.feS, con igualdad
(Karpov-Browne, Manila 1976). Es
mejor 15 ILJd4, pero también en este
caso, después de 15 ... ILJfd7, es dificil
para las blancas conseguir una ventaj¡t.
apreciable: 16 l:tfl l:tfeS 17 ILJf5 Af8 18
tt'e l Wh8 19 ~g3 g6 (Tal-K. Grigorian.
42º Campeonato de la URSS, Leningra-
do 1974) 16 Wfel llfeS 17 Wfg3 ILJg618
llffi Af6 (Zeshkovsky-Balashov, Zonal
de Vilnius 1975), o bien 16 f!i'd2 l:tfeS
17 ILJf5 AIB 18 l:tf2 whS y g7-g6 (Mata-
novic-Polugaievsky, Moscú 1977).
15 i&.b6
15 ILJd4!? (Zeshkovsky-Polugaie\'s~
Sochi 1974).
15 ••• °ifd7
También es posible 15 ... 'f!JcS, con idea.
de ILJfd7.
16l:ta41:1.acS!
Una buena jugada realizada tras 45
minutos de reflexión, lo que indica h
incertidumbre de Polugaievsky. La fez
16 ... tLJc6 (Botvinnik, Karpov) no tiene
utilidad para las negras.
17 l:td4
Una maniobra que, por entonces, se
consideraba peligrosa para las negras.
pero ¿es realmente así?
1714

17 ... fic6
Al comentar esta partida en /nfonnator,
Polugaievsky sugirió aquí 17 ... rlxc3!
18 bxc3 'lfc6!, "con juego confuso".
Karpov responde: "Sin embargo, a
favor de las blancas juega el hecho de
que las negras deben entrar en un du-
doso sacrificio de calidad, tratando de
lograr a cambio una confusa compen-
sación posicionar.
Emplear la lógica pura al evaluar una
posición carece, por supuesto, de sen-
tido. Pero si se toman en cuenta los
factores concretos, resulta evidente
que las negras tienen, ciertamente,
una clara compensación por la calidad:
sus bastiones en el centro son fuertes,
mientras que los peones blancos están
dislocados y constituyen objetivos de
ataque. Se amenaza 19 ... 'lfxc3, y las
blancas deben jugar 19 'lfe l (l 9 c4
~fd7!), pero después de 19 ... d5! 20
:d l (20 l!l'g3 ILJg6) 20 ... ILJxe4, las
negras no tienen nada que temer. Por
ejemplo: 21 c4 ILJxc4 22 ~d4 'i!lfc8 23
~xe6 fxe6 24 .td3 ILJxb6 25 il.xe4 dxe4
26 axb6 e3, con igualdad.
18rld2
Karpov está satisfecho con su posición:
"Las blancas se han reagrupado y quie-
ren ejecutar la maniobra ILJb3-d4-f5,
tradicional en esta variante, mientras
que las negras carecen de un plan
activo" (normalmente asociado con
~fd7). ¡Pero por el momento tampoco
tienen problemas!
18 ... il.xb3
"Apresurándose a eliminar este pro-
metedor caballo. Si 18 ... ILJg6, podría
haber seguido l 9 li:ld4" (Karpov). Polu-
gaievsky también evaluaba esta variante
favorable a las blancas. Sin embargo, es
difícil decir cuán peligrosa es, en reali-
dad, la iniciativa blanca: 19 ... 'lfd7 20
rlfl ILJe5, y después de 21 ~f5. aparte
de 21 ... il.xfü, merece consideración
el típico sacrificio 21 ... rlxc3!? 22 bxc3
~xe4.
Ahora puede concluirse que todo el
plan de las blancas, con la maniobra de
ANATOI.I XII
su torre (al-a4-d4-d2) y caballo (b3-d4-
15) no es tan terrible como afirmaban
los comentaristas y autores de artículos
teóricos. Por otra parte, el cambio 18 ...
il.xb3, aunque no imperativo, tampoco
estropea nada.
19 cxb3 ~fd7
No, por supuesto, 19 ... ~g6 20 rlfl
~xe4?, en vista de 21 ~xe4 ffxe4 22
il.f3 l!l'b4 23 il.xb7.
20 il.gl
1715
20 ... il.g5?
Un grave error que conduce a la
pérdida de la partida y el match. La
partida Safarov-E. Vladimirov (1975)
jugada poco después siguió: 20 ... 1!fc7!
21 ILJd5 (21 b4?! il.g5) 21 ... 'lfxa5 22
li:lxe7+ :xe7 23 J:txd6 'ffic7, y el punto
fuerte de e5 garantizó a las negras una
buena posición.
Karpov objeta de nuevo: "Sin embargo,
es muy probable que el juego blanco
pueda mejorarse: 21 J:td5 li:lf6 22 il.b6
'tli'c6 23 llxf6! gxf6 24 il.g4, con una
fuerte iniciativa por la calidad". Esta
variante, lamentablemente, tiene una
laguna: en lugar de 22 ... ffc6?, las ne-
gras pueden jugar la muy fuerte 22 ...
~xd5! 23 il.xc7 li:lxf4 24 il.b6 li:lxe2 25
'tli'xe2 il.f6, con excelente compensa-
ción por la dama.
Tras entregar la dama de otra forma,
Polugaievsky se encuentra con dificul-
tades insuperables.
21 llxd6 il.xf4
253
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDEC>:SORES
En caso de 21 ... 1!Vxd6 (21 ... 1!Vc7 22
l:tf5) 22 1!Vxd6 11.xf4 23 1!i'b4 l:tb8 24
li:ld5, la dama blanca de nuevo es bas-
tante más ágil que las torres negras, y la
marcha del peón b3-b4-b5 se encuentra
en el orden del día.
22 l:txc6 l:txc6 23 b4!
Iniciando la conversión de su mayoría
de peones en el flanco de dama.
23 ••• /Of6?!
"Era mejor 23 ... l:tcc8, coordinando las
piezas mayores" (Karpov). Pero tampo-
co aquí, después de 24 b5, pueden las
negras salvar la partida: 24 ... axb5 25
g3111.g5(h6) 2611.xb5, con la amenaza
1!Vd5.
"Las negras deberían haber conectado
sus torres con 23 ... l:tee6, mantenien-
do bajo con trol la importan te casilla
d6" (Botvinnik). Desde luego, 24 b5
axb5 (24 ... l:ted6? 25 Wfl!; 24 ... l:tc7
25 11.b6!; 24 ... l:tc8 25 'ffd5!) 25 11.xb5
l:tcd6 26 li:ld5 .ltg5 parece bastante más
tenaz.
24 b5 l:tce6 25 bxa6 bxa6 26 g3 11.g5 27
h4 il.h6 28 .ltb6!
"El peón débil de a6 tendrá fatales
consecuencias" (Karpov). La aguda 28
g4 g5 29 .lte3 también habría ganado,
pero a Botvinnik no le gustaba esto y...
¡no es la forma de rematar una partida
de Karpov!
28 ••• /Oed7
"La retirada del caballo centralizado
permite activarse al alfil rey blanco. La
última posibilidad de resistencia era
28 ... li:lfd7" (Botvinnik). Pero entonces
se incrementaría la acthidad del caba-
llo blanco con 29 /Od5! l:tc6(8) 30 wg2
l:kl 31 'ffa4, etc.
2911.c4 l:te5
O bien 29 ... l:tc6 30 11.xa6 /Oxb6 31
11.b5, ganando.
30 'ffb3! l:tb8 31 11.xf7+ Wh8 32 'ffc4!
~d2 33 11.c7 J::tc5
254
V
1716
341!i'xc5! /Oxc5 35 .ltxb811.xc3 36 bxd
/Ofxe4 37 c4
El resultado es que las blancas tienea
un peón de ventaja en el final y ... ¡sa
oponente ninguna posibilidad de sal-
vación!
37 ... /Od7 38 11.c7 g6 39 11.e6 /Oec5 49
11.xd7 /0xd7 4111.d6
Las negras se rindieron.
En una entrevista después del en-i
cuentro, Karpov admitió, generosamen-:
te, que el marcador de 3-0 no reflejaba
la verdadera fuerza ajedrecística de 10§
dos contendientes, sino más bien el es-
tado psicológico de Polugaievsky. Aquí
recordamos involuntariamente la decla-
ración de Fischer después de su match
con Taimanov: "El resultado de 6-0 fix
excesivo ... La lucha resultó mucho
más difícil... Es fácil comportarse ca-
ballerosamente cuando ganas .. .". Pero
podemos estar de acuerdo con Tal: "En
el aspecto competitivo y psicológico, su
oponente no le llegó a Karpov a la sucia
de los 1.apatos".
Este hecho fue confirmado por d
propio Polugaievsky: "Ahora, con una
visión retrospectiva, veo muy clara-
mente los errores que cometí al prepa-
rarme para el match. Le consagré un
tiempo excesivo al trabajo puramente
ajedrecístico, y no me concentré lo su-
ficiente en la necesidad de corregir mi
preparación psicológica".
Sin embargo, había también "algo
más", que fue muy bien descrito por el
gran maestro Alexci Suetin: "No quiero
decir que el desenlace del match no
fuese influenciado de un modo u otro

por el estado psicológico de Polugaie-
~-. o por su repenorio de aperturas.
Por supuesto, que estos factores lo
influenciaron. Pero la razón principal
para una derrota tan abultada fue el
juego del vencedor. Karpov posee una
2S0mbrosa técnica al servicio de su
narural sentido práctico. Juega rápi-
damente y con facilidad, evalúa con
aactitud una posición, y se tiene la
impresión de que la balanza analítica
de Karpov es mucho más sensible que
b de sus oponentes. Se ha observado
muchas veces que Karpov carece de
experiencia. Así es. Pero observemos
con qué rapidez la está adquiriendo.
Cuando juega, el estudiante Karpov
está continuamente aprendiendo. Y los
maestros, cuando capitulan, le conce-
den notas muy altas".
Muchos de aquellos que presencia-
ron este breve encuentro quedaron
con la sensación de que habían presen-
ciado un pequeño milagro (¡qué pen-
sarían después de la semifinal!). "Pero
lo más sorprendente es que el fracaso
de Polugaievsky no afectó en absoluto a
su actitud hacia mi, recuerda Karpov.
ªPor el contrario: cuanto peor le iban
las cosas, más cortés y benevolente se
mlvió hacia mí. Con nadie más he po-
dido discutir con tal detalle y tan abier-
tamente una partida acabada de jugar.
Estos análisis nos unieron mucho. Una
de las paradójicas consecuencias del
encuentro fue que me gané la amistad
de Polugaievsky. ¡Si todos los encuen-
tros pudieran finalizar así!".
Salto a lo desconocido
El siguiente encuentro de Karpov, su
match de semifinales con Spassky (Le-
ningrado, primavera de 1974), merece
ser cubierto con el mayor detalle. Fue
uno de los eventos ajedrecísticos más
dramáticos de aquellos años, perfecta-
mente comparable a un encuentro por
la corona mundial. El joven talento en
alza debía medirse al excampeón mun-
dial, de 37 años, que acababa de ganar
brillantemente el Campeonato de la
URSS y su match de cuartos de final
ANATOLI XII
frente a Roben Byme. El encuentro
estaba programado a cuatro victorias,
con un límite de 20 partidas.
La otra semifinal enfrentaba a Petro-
sian y Korchnoi, de modo que por en-
tonces al joven Karpov se le comparaba
con D'Artagnan, que se había sumado a
los tres mosqueteros. Roshal: "Pero antes
del match de semifinales, Spassky estaba
considerado el favorito. A muchos les
había parecido que en cuartos no había
sido Karpov quien había vencido a Polu-
gaievsky, sino que más bien éste se había
derrotado a sí mismo. Sólo Botvinnik
sonrió: 'Del mismo modo inexplicable
vencerá a Spassky'. El cauto Petrosian
predijo una lucha 'no menos interesante
que una confrontación entre uno de los
aspirantes y Fischer'. Pero la mayoría de
los pronósticos señalaban como vence-
dora Spassky".
El Presidente de la FIDE, Max Euwe,
que había llegado para la ceremonia de
apenura, no era una excepción. En una
rueda de prensa confirmó que Spassky
le parecía el favorito. "Ahora parece
haber recuperado su mejor forma" (en
relación a lo cual, Botvinnik observó que
no era una función del Presidente FIDE
"dedicarse a los pronósticos"). Cierto
que Euwe pronto añadió: "Sin embargo,
en el desarrollo de los jóvenes jugadores
de talento, pueden producirse saltos
cualitativos. Es difícil saber si Karpov po-
drá dar ese salto. Si lo hace, entonces ni
siquiera excluyo la posibilidad de que se
convierta en campeón del mundo".
Pero ¿qué pensaba el propio Karpov
del inminente duelo? "Ni me planteaba
adivinar cómo podría desarrollarse.
Mientras que podía compararme con
Polugaievsky, Spassky era un peso que yo
nunca había levantado", diría años más
tarde. "Ni antes ni después del match
había trabajado tanto en ajedrez. La
concepción general estaba desarrollada,
la estrategia psicológica también, pero
buscábamos los puntos débiles en la
armadura de mi oponente y el tipo de
esgrima a practicar. También los méto-
dos estaban desarrollados a fin de tratar
de vencerlo aquí o lanzar un fuerte
golpe allí. Me propuse olvidarme de mi
255
Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES V
profundo respeto por Spassky, no pensar
acerca de su grandeza. Me dije a mí mis-
mo: tienes ante ti una tarea muy dificil,
inusual... Una gran ayuda la obtuve del
material del duelo de Spassky con Fis-
cher. Tanto material ajedrecístico, como
psicológico".
Ciertamente, el match Spassky-Fis-
cher de 1972 había enfatizado en la
necesidad de un serio estudio de la
apertura. Pero Fischcr se había retirado
del ajedrez, y los ecos de Rcykjavik se
estaban apagando. Los agudos duelos
de apertura del match comenzaban a
olvidarse, y la preparación de nuevo se
reducía al estudio de informes teóricos
en las revistas Shajmaty v URSS y Shajma-
tny Bulktin, y un examen de las partidas
publicadas en lnformator. Como antes,
las líneas de apertura empleadas por ·
Spassky contra oponentes igualmente
"eruditos" le permitían obtener compli-
cadas posiciones de medio juego, en las
que el papel principal lo intef1Jretaba la
improvisación o la intuición.
Pero fue un breve período de cal-
ma, antes que una radical revisión de
los métodos en el estudio de las aper-
turas. El encuentro Spassky-Kaf1JOV fue
un evento que hizo época, después del
cual el enorme significado de la exce-
lencia en aperturas quedó claro para
todo el mundo. Spassky se había pre-
parado para el encuentro a la manera
de la vieja escuela, y ese método resultó
inadecuado, dejándole claramente "sin
apertura". Por el contrario, durante
dos meses y medio, Karpov y sus entre-
nadores habían pulido sus sistemas de
apertura, estudiando no sólo variantes,
sino los conceptos fundamentales de
las líneas de apertura, su medio juego
y, a veces, incluso posiciones del final.
¡Kaf1JOV trabajó un promedio de 10-12
horas diarias! Spassky no tenía ni idea
de la fuerza del gran maestro al que
debía enfrentarse...
En esta ocasión, Karpov había re-
cibido la ayuda de Furman y Razuvaev
(pero no de Balashov, a quien Spassky
le había pedido su colaboración, sin
saber que formaba parte del equipo de
su rival, de modo que Yuri decidió ob-
256
servar la neutralidad). Dos principales
SOf1Jresas se habían preparado. Con
negras, Kaf1JOV eligió la Defensa Caro-
Kann, y con blancas, una transición
parcial a l d4, es decir, "el servicio" des-
de ambos lados de la pista. ¿Resultado?
"A lo largo del match, Spassky fue inca-
paz de adaptarse a mi juego. Mi forma
de jugar la apertura le resultaba muy
incómoda. El, como Polugaicvsky, no
fue capaz de conseguir sus posiciones
favoritas" (Karpov).
El comienzo del encuentro parecía
confirmar los pronósticos. Debido a
un fuerte resfriado, Anatoli tuvo que
solicitar un descanso, incluso antes de
la primera partida. "Un día después, se
sentaron ante el tablero. Un hombre
seguro de sí mismo, bronceado (gra-
cias a una estancia en la montaña), de
aspecto atlético, y un joven delgado y
pálido, aun no recuperado del todo
de su resfriado y como encorvado",
describe Roshal, pero cuando ante sus
ojos Karpov perdió con blancas en una
Defensa Siciliana (partida núm. 380),
observó un curioso detalle: "Al irse a
casa, después de la desesperada sesión
del aplazamiento, Furman estaba triste,
pero no se olvidó de recordarle a Kar-
pov que Fischer también había perdido
su primera partida con Spassky, y que
eso no le impidió ganar el match".
Ese fue el camino seguido por
Karpov, quien percibió lúcidamente el
estado mental de su adversario. "La vic-
toria en la primera partida le prestó un
mal servicio a Spassky, lo mismo que en
su match con Fischer. Porque decidió
que todo estaba claro, se tranquilizó y
se relajó".
e En la segunda partida, en respuesta
a l e4, Kaf1JOV respondió con la Defen-
sa Caro-Kann, ¡por primera vez en su
vida! Su rival, claramente entregado a
la autocomplacencia, decidió postergar
el debate de apertura, ofreciendo ta-
blas ya en la jugada 17. Botvinnik: "Tan-
to Spassky como los expertos no tenían
dudas acerca del desenlace. Pero esta
decisión fue sintomática, porque signi-
ficaba que Spassky quería ganar con el
mínimo esfuerzo. No estaba preparado

para un trabajo excesivo, y no se presio-
naba a sí mismo".
Para el ulterior transcurso del
encuentro, resultó muy importante el
desarrollo de la tercera partida.
547.
A. Karpov-B. Spassky
Leningrado 1974
Semifinal de Catididalru, 3ª partida
Defensa India de Rey (E9 I)
1 d4!?
Todo el mundo esperaba I e4 y una
mejora de las blancas contra la Defensa
Siciliana, y resulta que Spassky se llevó
una nueva sorpresa: Karpov sólo había
abierto el juego con I d4 en muy pocas
ocasiones. Al comprender que su joven
oponente estaba preparado para las
líneas principales de su repertorio de
aperturas, el excampeón mundial tu-
,-o que decidirse ante el tablero entre
aquellas que ya había empleado u otras
nuevas, pero que sólo conocía en tér-
minos generales.
Puedo imaginar lo que pensaba Spass-
ky en este momento. Nunca pretendió
convertirse en un experto en apertu·
ras, considerándose a sí mismo un rey
del medio juego. Su entrenador de
muchos años, Igor Bondarevsky no
sobrevaloraba el papel de los conoci-
mientos de apertura, sino que pensaba
que lo principal era tener una cabeza
fresca ante la partida, y que para jugar
la apertura ba~taba con una impresión
general o, como mucho, conocer algu·
nas sutilezas.
1 ... ILJf6 2 c4 g6
¿Una sorpresa a cambio? Spassky no
deseaba comprobar qué habían prepa-
rado Karpov y su equipo en la Defensa
Nimzoindia o la India de Dama, así que
comenzó a recordar sus partidas con la
India de Rey, tratando de rescatar un
esquema semiolvidado y algunas ideas
que había empleado.
3 lüc3 ilgr 4 e4 d6 5 ILJf3 0-0 6 il.e2 c5
ANATOLI XII
Spassky teme las preparaciones en las
líneas principales y, en lugar de 6 ...
e5, responde con una rara variante de
la India de Rey. Sin embargo, no pue-
de considerarse una buena decisión.
Porque le permitió a Karpov tratar Ja
posición, en una apertura nueva para
él, en base a consideraciones generales
por las que se guiaba en situaciones
similares.
7 0-0 il.g4 8 d5
La elección de Karpov no era difícil
de discernir. Cuando, al estudiar las
partidas de Polugaievsky observó el
espléndido tratamiento de este último
de posiciones así con blancas, decidió
adoptar este método. Además, a Kar-
pov le gustaba cerrar el centro en la
Española, con d4-d5, y esta experiencia
podía serle muy útil en la India de Rey.
8 ... ILJbd7 9 il.g5 a6 10 a4 'flíc7 11 'i!Wd2
El cambio de alfiles sugerido por Bo-
tvinnik, I I ILJd2 il.xe2 I2 'f!íxe2, no
ofrece gran cosa después de I 2 ... h6 13
il.f4 'f!ía5. Karpov provoca un cambio
diferente comprendiendo que antes o
después su alfil de casillas blancas gana-
rá actividad.
11 ... nae8 12 h3 ilxf3 13 il.xf3 e6 14
b3?!
La tentativa de abrir el centro de
inmediato, 14 dxe6 fxe6 15 J:tadl se
habría parado con 15 ... ILJe5! 16 il.e2
ILJf7, con igualdad. Karpov decide es-
perar, acumulando por el momento
pequeñas ventajas. Pero en lugar de 14
b3, que priva de apoyo al caballo, era
mejor 14 a5 (ganando espacio y, sobre
todo, restringiendo a la dama negra)
14 ... @h8 15 l!.a2 exd5 16 cxd5 c4 17
l:!.a4 ILJe5 18 il.e2.
14 ••. @h8!
El comienzo de un reagrupamiento
temático.
15 il.e3
Por el momento, el alfil no hacía nada
en g5, así que las blancas lo retiran
a una posición que pronto resulta
257
Gary Kasparov - Mis GF.NIALF.s PREDECESORES
desagradable para el oponente. Bo-
tvínnik sugirió 15 llacl, pero no está
claro cómo pueden seguir las blancas
después de 15 ... 1!fb6 16 'lll'f4 lllg8.
15 •.• lllg8 16 il.e2
1717
El segundo alfil también apunta al flan-
co de dama y, por si fuese necesario,
abre paso al peón f.
16 ..• e5!?
Una decisión inesperada pero lógica.
Las negras cuentan con el efecto de la
ruptura f7-f5 y el cambio de alfiles de
casillas negras. Otra forma de Juchar
por la igualdad era la apertura del
centro, 16 ... '!Wa5 17 llacl exd5. La si-
métrica 18 exd5 habría permitido a las
negras posibilidades de contrajuego,
después de 18 ... f5 19 g3 J:!.e7 20 llfe1
llfe8, o bien 19il.d31Wb4 (19 ... f4? 20
lüe4!) 20 il.f4 llle5. Sus problemas son
más dificiles después de 18 cxd5, aun-
que podrían elegir entre:
1) 18 ... il.xc3 19 l:txc3 l:txe4 20 '+ll'b2
lllgf6 21 il.f3 l:te7. Este intento di-
recto de sostener la posición implica
un sacrificio de calidad, a cambio de
alguna compensación: 22 il.g5 lle5 23
il.f4 wgB 24 .il.xe5 lt:lxe5 25 J:tbl 'lll'b4,
o bien 22 il.g4 wg8 23 il.xd7 ILJxd5 24
il.d2 llxd7 25 llf3 'lll'd8 26 il.h6 f5 27
l:td l lt:lffi 28 il.xf8 'l!t'xf8.
2) 18 ... lügffi 19llfe1 1Wb4, lanzándose
a complicaciones, que tras una elimina-
ción masiva de piezas pueden concluir
en un final prosaico: 20 il.f4 (20 f3
lüh5, y las negras juegan una variación
razonable de la Benoni Moderna) 20 ...
lüxe4 (20 ... lt:le5 21 'lll'c2! es una varian-
258
V
te de la Benoni Moderna, que ahora
es más agradable para las blancas) 21
lüxe4 llxe4 22 'l!t'xb4 cxb4 23 il.xd6
l:tfe8 24 f3! J:txe2! 25 l:txe2 l:txe2 26
llc8+ il.f8 27 il.xf8 lt:lxf8 28 l:txf8+ wgi
29 llb8 a5! (pero no 29 ... lle7? 30 \!;>!2
lld7 31 lt>e3 l:txd5 32 J:txb7 a5 33 l:tb5
l:tdl 34 l:txa5 llbl 35 wd4 llxb3 36 wc4
llb2 37 l:tb5 llxg2 38 a5, ganando) 30
l:txb7 lle3 31 llb5 J:!.xb3 32 llxa5 lla3
33 d6 J:td3. Aquí, las posibilidades de
tablas son muy reales. Por ejemplo: 34
llb5 J:txd6 35 l:txb4 lld2, o bien 34 J:ta6
b3 35 llb6 wf6 36 a5 @e6 37 a6 J:txd6
38 a7 llxb6 39 a81!f b2 40 'l!t'a2+ lt>f6 41
'lll'b1 h5, y con una dama así las blancas
no pueden ganar.
17g4
Estratégicamente, una jugada muy
comprometedora. Karpov trata de
restringir el contrajuego rival, com-
prendiendo que el debilitamiento de
su flanco de rey no es importante, ya
que las piezas negras están situadas
en posición defensiva. Desde luego, el
avance g2-g4 es parte importante del
plan blanco, pero para obtener un
máximo efecto debe elegirse el mo-
mento idóneo.
De nuevo, como en la jugada 14, era
más recomendable 17 a5 f5! 18 f3, y si
18 ... 'Wd8! (18 ... lllgf6 19 g4!), enton-
ces es fuerte la profilácúca 19 wh2!,
a fin de que tras 19 ... Wh4 jugar 20
g3 con la secuencia 20 ... 1We7 21 g4'.
'l!t'h4 22 '+ll'e l ! 'i!fr'xe 1 23 .!:!.axe 1 il.h6 24
il.xh6 lt:lxh6 25 exf5 gxf5 ~6 il.d 1 J:tei
27 il.c2 llg7 28 J:tgl, mientras que si
19 ... lllgf6, sería el momento oportuno
de jugar a restringir con 20 g4! para no
permitir la activación de Ja dama. Aquí
sería inefecúvo 19 ... f4, ya que sin su
alfil de casillas blancas las negras no
pueden crear ninguna amenaza seria al
rey enemigo, mientras que la ofensh-a
blanca en el otro llaneo se desarrollará
sin oposición.
17 ..• 'i!fr'd8?!
Spassky se aúene a su plan, pero era
más fuerte la inmediata 17 ... f5!, ,.

después de 18 f3 (si 18 gxf5 gxf5 19
exf5, entonces las negras pueden seguir
con 19 ... e4! 20 f3 exf3 21 i::txf3 [21
Ji.xf3? l'.lxe3!] 21 ... Wa5 22 l::tcl CUe7,
con fuerte contrajuego) 18 ... '1Wd8 19
'i!tg2 podría haber llevado a unas tablas
muertas. Por ejemplo: 19 ... f4! 20 Af2
a5! 21 h4 h6 22 CUb5 CUb8.
18 wg2 '1Wh4
El penúltimo vínculo del esquema pla-
neado: el peón de h3 está bloqueado,
y si 19 Ag5, entonces sigue 19 ... Ah6!
Con el rey en g2, la tentativa 18 ... f5
de bloquear la posición por completo,
que tenía éxito una jugada antes (espe-
rando 19 f3 f4! 20 Af2 a5!), ahora se
habría traducido en ventaja blanca con
19 gxf5! gxf5 20 exf5 e4! 21 f3! exf3+
22 Sil.xf3 CUgf6 23 a5 CUe5 24 Ag5 CUf7
25 Sil.f4.
19 f3
El momento de inflexión de la partida
que durante mucho tiempo se mantu-
vo secreto.
1718
19 ••. Ah6?
Sólo podemos especular acerca de
por qué Spassky falló en el momento
crítico de la lucha. Quizá pensaba que,
con damas sobre el tablero, las negras
no debían temer el ulterior avance del
peón g.
19 ... f6 20 Af2 .th6 21 Wd3 '1Wg5 22 h4!
Wd2 231'.lfdl Wxd3 24 .lxd3 difícilmen-
te era tolerable, pero la temática 19 ... 15!
habría mantenido la tensión. Después
de 20 a5 Ah6! 21 Axh6 (21 g5? f4; 21
exf5 gxf5 22 .ld3 e4!) 21 ... CUxh6 22
ANATOl.I XII
Wel Wd8!, las negras tienen un activo
contrajuego, mientras que 20 We l 1ll'xe l
21 l::taxel no tendría el mismo efecto
que en la partida, puesto que habría
seguido el cambio de alfiles de casillas
negras: 21 ... Ah6! 22 .lxh6 CUxh6. Se
diría que la pasividad del alfil de e2 no
permite a las blancas concebir esperan-
zas de éxito: 23 a5 fxg4 24 hxg4 (24 fxg4
g5 2s CUd l nxn 26 nxn .i:tfB) 24 ... CUf7!
25 i::tb 1 i::tc8 26 b4 cxb4 27 l'.lxb4 CUc5 28
l::tlb l l'.lc7 29 CUa4 CUxa4 30 J::txa4 l:te8 31
J:tab4 l:l.ce7 32 l:tb6 wg7, y el juego des-
emboca en tablas. Pero 23 exf5! gxf5 24
a5 habría abierto ligeramente el flanco
de rey, y Karpov tendría en tal caso posi-
bilidades de obtener ventaja.
20 g5! Ag¡ 21 .tf2 'i!t'f4 22 Ae3 '1Wh4
23 'Wel!
Inesperado pero muy efectivo. Después
del cambio de damas, las amenazas al
rey blanco desaparecen y de pronto
las blancas adquieren superioridad de
fuerzas en el flanco de dama, adonde
las negr.i.s -repartidas en dos filas- no
pueden trasladar rápidamente sus re-
servas. La amenaza de cambiar alfiles
de casillas negras puede ahora olvidar-
se, pues la cuña de g5 obstaculiza los
movimientos naturales de las piezas, y
durante el tiempo que las negras em-
plean en eliminar este molesto peón,
las blancas abrirán la columna b con
efectos decisivos.
23 ••• 1ll'xel 24 l'.lfxel h6
O bien 24 ... f6 25 h4. Las.negras no
consiguen cerrar el flanco de dama
(24 ... a5? 25 CUb5), y sólo pueden
esperar la inevitable ruptura de sus
defensas.
25h4 hxg5
Las blancas también tendrían una po-
sición abrumadora después de 25 .. f6
26 J:thl.
26 hxg5 CU e 7
Por un simple instante ajedrecístico,
las negras no están a tiempo de jugar
a6-a5.
259
Gary Kasparov - Mrs GENIAU'.S PREDECESORES
27 a5!
Después de esto, la partida queda prác-
ticamente decidida. La desesperada re-
sistencia de Spassky no puede cambiar
las cosas.
27 •.. f6 28 l:tebl fxg5 29 b4!
El peón de g5 no se escapará.
29 •.• li)f5!?
Comprendiendo que, en un desarrollo
normal del juego, no hay posibilidad
de salvar la partida (29 ... g4 30 bxc5!
liJxc5 31 ~xc5 dxc5 32 l:txb7, con
ventaja decisiva), Spassky sacrifica su
caballo .para modificar abruptamente
el carácter de la posición.
1719
30.bg5!
Al ver que si 30 exf5 e4! 31 ~d2 exf3+
32 ~xf3 gxf5, el juego se agudizaba,
permitiendo algunas posibilidades a su
oponente, Karpov toma otra sutil deci-
sión psicológica. Permite que el caballo
negro se instale en el centro del tablero,
donde quedará espléndidamente aisla-
do, sin influir en modo alguno sobre el
juego. Como consecuencia, su oponente
perderá toda esperanza de contrajuego.
Mientras decidía si tomar o no la pieza,
¡Karpov sólo gastó cuatro minutos!
Es interesante que para los programas
de ordenador, las continuaciones 30
exf5 y 30 .txg5 eran, más o menos,
equivalentes. Pero la captura de la
pieza habría ganado más rápidamente,
como demuestra la continuación de la
variante citada en el primer párrafo: 33
~h5 l:tc8 34 b5 g4 35 l:thl 'it>g8 36 ~g6
260
V
il.d4 37 il.h 7+ 'it>g7 38 l:th5 f4 39 l:tg5+!,
ganando.
30 ... liJd4
Si 30 ... il.h6, entonces 31 exf5! il.xg5
32 liJe4 es muy desagradable.
31 bxc5 liJxc5 32 l:tb6!
El comienzo de la invasión decisiva. El
peón de d6 está atacado, pero de nue-
vo Karpov no se apresura a capturarlo,
sino que antes, de forma metódica, me-
jora la situación de sus piezas.
32 ... ~f6 33 l:thl+!
El modo más preciso. Después de 33
l:txd6, Bot\innik vio 33 ... <bg7 como la
última posibilidad de salvar la partida,
aunque sólo se trataría, en realidad, de
prolongar el sufrimiento: 34 l:txf6 l:txf6
35 il.xf6+ Wxf6 36 il.d 1 liJd3 37 l:tbl
l:te7 38 liJe2 g5 39 l:tb6+ 'it>g7 40 liJxd4
exd4 41 il.a4!, ganando.
33 ••• 'it>g7 34 il.b6+ 'it>g8 35 .bf8 l:txf8
36 l:txd6 'it>g7 37 il.dl!
El hasta ahora durmiente alfil ayuda a
cambiar uno de los caballos. ¡Su mejor
mamen to llegará 10 jugadas después!
37 ..• ~e7
Si 37 ... il.d8, entonces es convincente-
la continuación 38 liJa4 il.c7 39 liJxc5
~xd6 40 liJxb7 ~b4 41 c5.
38 l:tb6 il.d8 39 l:tb 1 J:r.f7 40 liJa4 liJd3
41 liJb6 g5 42 liJc8!
Una solución elegante. Ahora, si 42 _
g4, existe la fuerte réplica 43 lt:ld6
gxf3+ 44 wfl, y el magnífico caballo dd
puesto avanzado es incapaz de ayudar a
las negras.
42 •.. liJc5 43 l!Jd6 J:r.d7 44 l!Jf5+ li)xf5
45 exf5e4
La jugada secreta. Por qué Spass~·
acudió a disputar la reanudación de
la partida es el último misterio de esta
maravillosa batalla.
46 fxe4 liJxe4 47 il.a4 J:r.e7 48 l:tbel!
liJc5 49 l:txe7+ ~xe7 50 ~c2 .td8 51

l:al l!i>f6 52 d6! li:ld7 53 l:tbl 'it>e5 54
.:tdl wf4 55 ftel
Las negras se rindieron.
Las negras fueron castigadas por su
decisión al ejecutar su plan, básicamen-
te bueno.
El marcador se situó en 1-I, y Kar-
pov recobró vida. En la cuarta partida,
Spassky volvió a no conseguir ventaja
alguna contra la Caro-Kann, conten-
tándose con un final ligeramente infe-
rior en el que se acordaron las tablas en
la jugada 43.
Cada encuentro tiene sus partidas
culminantes en las que ambos con-
tendientes se enfrentan de poder a
poder, exhibiendo toda su habilidad.
En este duelo, la quinta partida fue
ese momento culminante. Spassky no
temió lanzarse a una feroz batalla en
la principal dirección, en el esquema
de apertura para el que su oponente,
sin duda, se había preparado con uñas
y dientes.
548.
A. Karpov-B. Spassky
Lmingrado 1974
Semifinal de Candidatos, 5° partida
Defensa Nimzoindia (E59)
1 d4
¡De nuevo!
1 ... li:lf6 2 c4 e6 3 li:lc3 ~b4 4 li:lf3
4 a3 (partida núm. 493); 4 e3 (partidas
núm. 518 y 562).
4 ..• c5 5 e3 d5 6 ~d3 0-0 7 0-0 li:lc6
7 ... dxc4 (partida núm. 544).
8 a3 ~xc3 9 bxc3 dxc4 10 il.xc4 Wic7
Este es uno de esos esquemas de aper-
tura que, por entonces, determinaba
la fuerza de un jugador. Por su riqueza
de contenido, es comparable a los
esquemas clásicos de la Española o el
Gambito de Dama. El conflicto básico
de la posición está determinado por el
problemático equilibrio material pare-
ANATOLI XII
ja de alfiles contra alfil y caballo. Cada
bando tiene sus ventajas (mayor masa
central de peones blancos en el centro,
a cambio de un desarrollo más libre
y mejor estructura de peones de las
negras), lo que hace que el desenlace
dependa sólo de la maestría de los ju-
gadores. Actualmente, la e\'aluación de
muchas variantes de apertura depende
de las sutilezas de la lucha de dos alfiles
contra alfil y caballo.
11 ~d3
Por entonces era la continuación de
moda. Botvinnik consideraba más
interesan te 11 ~e2, pero es cuestión
de gustos. Después de 11 ... e5 12 'l!ll'c2
ftd8 13 ~b2 il.g4! 14 dxe5 li:lxe5 15 c4,
una partida modelo es Jalifman-Kram·
nik (Linares 2000), que incorpora los
rasgos más típicos del medio juego:
15 ... li:lxf3+ 16 gxf3 ~h3 17 rtfdl 'l:ll'c6!
18 Wc3 li:ie8 19 'it>hl ~e6 20 l:'lgl f6! 21
rtg3 rtd7 22 rtagl l:tad8 23 il.cl il.f5! 24
e4 ~g6 25 h4 li:lc7, con excelente juego
de las negras.
También se ha jugado a menudo 11
il.a2, como por ejemplo en la partida
Gelfand-Korchnoi (partida núm. 535).
En tiempos recientes, se ha vuelto po-
pular 11 ~b2 e5 12 h3, y después de
12 ... e4 13 li:ld2 li:la5 14 il.a2 il.f5 15
c4! rtfe8 16 d5 li:ld7 17 f4! exf3 18 ~xf3
il.g6 19 h4!, las blancas se apoderan de
la iniciativa (Kramnik-Tiviakov, Wijk
aan Zee 2001) y, por consiguiente, es
mejor 12 ... .\tf:'i 13 'l:ll'e2 l:tad8, conser-
vando la tensión en el centro.
11 •.• e512 ~c2 :tes
261
Gary Kasparov - Mis GENIALES PRt-:DECESORES
En el primer match Petrosian-Spassky
(Moscú 1966, match, 20ª), las ne-
gras perdieron un tiempo: 12 ... ..l!l..g4
13 lüxe5 lüxe5 14 dxe5 \lli'xe5 15 f3
..l!l..d7, y después de 16 a4, las blancas se
apoderaron de la iniciativa.
13 lüxe5
La aguda variante 13 e4 exd4 14 cxd4
..l!l..g4! (Bronstein-Euwe, Zurich 1953,
Candidatos) demuestra la solidez de
las defensas negras, y puede conducir a
unas bonitas tablas por jaque perpetuo:
15 'l!l'xc5 ..l!l..xf3 16 gxf3 'l!fd7! 17 ..l!l..e3
lüxe4 lS .l11.xe4 .!:!xe4 19 fxe4 '!Wg4+.
Otra línea es 15 e5 ..l!l..xf3 16 exf6 lüxd4
17 ..l!l..xh7+ <.tlhS IS fxg7+ <.tlxg7 19 ..l!l..b2
l:l.adS 20 gxf3 (en un momento se pen-
saba que 20 l;tfcl conducía a tablas:
20 ... nhs 21 'i'Nxc5 \lli'xc5 22 l:txc5 'it>xh7
23 ..l!l..xd4 l:thgS, pero después de 20 ...
ne5! 21 ..l!/..xd4 Itxd4 22 gxf3 l:l.g5+ 23
@n 'l!fxh2, la amenaza l:tg2 obliga a las
blancas a entrar en un final perdido
con 24 @e2 'l!fxh7) 20 ... nhS 21 <.tlhl,
con la que las blancas tuvieron éxito en
la partida l. Sokolov-Kasparov (Wijk
aan Zee 1999), pero sólo a causa de
21 ... l:txh7?
Por lo visto, mi serie de siete victorias
consecutivas en el torneo estaba desti-
nada a romperse ... Con todo, un cuarto
de siglo antes, esta variante había sido
analizada por el equipo juvenil de Azer-
baiján, y yo conocía la prescripción co-
rrecta: 21 ... @f8!! 22 \lli'e4?! 15! 23 Wh4
l:txh7 24 \llff6+ 'it>eS 25 nfcl+ 'it>d7 26
l:l.e5 <.tics 27 ..l!/..xd4 cxd4 2S f!Yxf5+ <.tlbS.
En la posición final, las cosas son difici-
les para las blancas, y mi compañero de
equipo, R. Tavadian, ganó así una parti-
da en la Spartakiada escolar de la URSS
(1974). El recordaba perfectamente
qué hacer, ¡mientras que a mí me fa-
lló la memoria! Después de 21 ... @f8,
las blancas tienen que luchar por las
tablas, que siguen pudiendo conseguir
con 22 ..l!l..xd4 nxd4 23 l:l.fcl l:l.h4 (23 ...
b6 24 wg2) 24 \lli'xc5+, etc.
13 ••• 1Lixe5 14 dxe5 'l!l'xe5 15 f3 ..1!1..e6 16
e4 l:tad8
262
V
Otra forma de igualar la mostró más
tarde Spassky, en su match con Portisch
(Ginebra 1977, 4ª partida): 16 ... c4 1;
..l!l..e2 Wc5+ 18 'it>hl 1Lld7 19 ..l!l..f4 b5.
17..l!l..e2
Aún no ha llegado el momento de
avanzar: 17 f4?! Wc7 18 e5, ya que d~
pués de 18 ... c4 19 ..l!l..e2 Wc5+ 20 whl
..l!l..g4! 21 ..l!l..xg4 1Lixg4 22 l:tbl b6 23 h3
lüh6, la posición negra es claramente
mejor.
17 ..• b6 18 a4
En primer lugar, las blancas necesit:aD
activar su alfil de casillas negras, que
no tiene oponente, pero eso no es fácil
de lograr: 18 ..l!l..e3 1Lld5!, mientras que
si 18 c4, las negras pueden elegir enm=
la jugada de doble filo, 18 ... \lli'd4+ 19
<.tlhl 'l!fxal 20 ..l!l..b2 'lfxfl+ 21 ..l!l..xfl IOd7
22 a4 1Llb8, y la más sólida 18 ... lüh5 19
..l!l..b2 Wg5 20 .!:!fdl lüf4 21 ..1!1..n h5 ~
w1i1 h4.
18 .•. ..l!l..d7 19 l:l.dl ..l!l..c6 20 .!:!xd8 l:l.xd8
21 ..l!l..e3 h6!
No, por supuesto, 21 ... 1Lld5? 22 Wc12:
Wxc3 23 l:l.dl!
22 ..l!l..f2 lüh5
Las blancas han conservado sus dos
alfiles, pero no han logrado activarlO!...
de modo que no puede hablarse de
ventaja alguna por su parte. La posi-
ción negra es sólida, mientras que los
peones aislados blancos del flanco de
dama pueden convertirse en un moti\'O
de preocupación. Karpov, que no tenía
experiencia en tales posiciones, sigue
ejecutando un plan que parece ofrecer-
le ventaja ...
1721

%3g3
De aquí en adelante se observa cierta
superficialidad en las decisiones de
Karpov, como consecuencia de lo cual
las posibilidades activas de su oponente
se incrementan poco a poco, aunque
por el momento no afectan al equili-
brio dinámico. Las blancas obtendrían
una sencilla igualdad con 23 l:!dl
:Xdl+ 24 il.xdl (Kotov), o bien con 23
Afl ©f4 24 il.g3 g5 (Botvinnik).
23 .•• g5!
Una réplica brillante e inesperada. Re-
sulta que la amenaza f3-f4 es fantasmal,
mientras que el debilitamiento del par
de peones f3+e4 es una realidad.
24 il.b5
las blancas tienen que prestar ahora
atención a la defensa. Así, 24 l:!dl
:xdl+ 25 'i!l'xdl habría entregado
la iniciativa a las negras: 25 ... g4! 26
Wd8+ wg7 27 'i!l'h4 gxf3 2S .ltxf3 ©f6
29 il.e3 h5, mientras que desembara-
zarse del peón débil con 24 a5 g4 25
axb6 axb6, habría significado mante-
ner la igualdad.
24 ... .ib7! 25 l:!dl
Una vez más, las blancas no impiden la
preparación de g5-g4. El mismo cam-
bio de torres, tras la previa 25 a5 g4,
habría asegurado unas fáciles tablas: 26
:dl l:!xd 1+27 \!l'xdl gxf3 2S axb6 axb6
29 'l!fdS+ wg7 30 'i!l'xb6 \!l'xc3 31 ffxc5
Wxc5 32 .ltxc5 Axe4.
%5 ••• l::txdl+ 26 'i!l'xdl liJf6!
L'na excelente decisión. Si las blancas
permiten g5-g4, el peón de e4 acabará
cayendo, exponiendo la gran diagonal
de casillas blancas, que dominará el al-
fil de b7. Ahora, Karpov se equivoca ...
%7g4
Este deseo de suprimir la amenaza es de-
masiado arriesgado, mientras que 27 a5
la habría impedido eficazmente (27 ...
g-l? 2S a6!), permitiendo a las blancas
mantener la igualdad sin dificultades:
27 ... wg7 2S a6 Aes 29 Vds il.e6 30
~d3 g4 31 il.c6 gxf3 32 'l!fxf3, o bien
27 ... bxa5 2S 'ffdS+ wg7 291Wxa5 lüxe4.
ANATOLI XII
27 ••. Vxc3 2S il.g3?
Un grave error que sitúa a las blancas
al borde de la derrota. La imprudente
2S VdS+ wg7 29 Vc7? era mala en vista
de 29 ... Vxf3! 30 'i!l'xb7 l0xg4 31.il.g3
©e3 (Tal), y sólo desviando la dama del
peón f3, con 2S il.e l!, permitiría a las
blancas mantener el equilibrio: 2S ...
Wb2 29 .tg3 wg7 30 l!l'd6.
2S ••• wg7 ! 29 .lte2
El cambio de damas 29 Wd3 l!l'xd3 30
Axd3 habría eliminado la amenaza
al peón de f3, pero 30 ... il.c6! habría
obligado a las blancas a entrar en un
nuevo y desfavorable cambio con 31
il.b5 hb5 32 axb5, y después de 32 ...
liJd7 se encontrarían en un desagrada-
ble final tras 33 r,pf2 wf6 34 f4 l0f8! 35
we3 l0e6 36 fxg5+ hxg5 37 AbS liJfS!
3S e5 We6 .39 il..xa7 /Od7 40 We4 f6!,
ganando, o bien permitir a las negras
la creación de dos peones pasados y
unidos con 31 a5 1Zld7!
1722
29 ... .ltc6?
El momento clave de la partida y, po-
siblemente, ¡de todo el match! Tras
conducir magníficamente un medio
juego complicado y lograr posibilida-
des reales de victoria, Spassky comete
un grave error.
Las negras habrían logrado una gran
ventaja, aparentemente decisiva, con
29 ... h5!, pues las blancas no pueden
sostener su construcción defensiva, ya
que 30 h3? se refuta con la demoledora
30 ... /Oxe4! Aquí la jugada de contra-
ataque salvadora 30 1Wd6, no salva, en
realidad a las blancas: 30 ... hxg4 31 il.e5
263
Gary Kasparov - Mis GF.NIALES l'RED>:C>:soRF.S V

'ilfel+ 32 il.fl 'i!fe3+ 33 <j;>hl Wxf3+ 34 549.

il.g2 fff2 35 'ilfxf6+ ffxffi 36 iLxffi+ @xf6
37 e5+ <t>xe5 38 hb7 c4, y las negras ga- B. Spassky-A. Karpov
nan (Tal). Lo único que queda es entrar Leningrado 1974
en un final: 30 il.el 'ilfb2 31 gxh5! (31 h3 Semifinal de Candidatos, 6' partida
hxg4 32 hxg4 il.c6, o bien 31 h4 hxg4 32 Defensa Caro-Kann (BIS)
hxg5 lLJh5! 33 l'fd6 'i!fcl 34 wn gxf3 35
il..xf3 lLJf4 36 'ilff6+ wg8 37 'f!/d8+ '.t>h7 es
1 e4c6
muy malo para las blancas) 31 ... lLJxh5
32 'i!fd8 lLJffi 33 'ilfd2 Wxd2 34 il.xd2, y ¡Por supuesto!
es dificil que las blancas puedan evitar
la derrota: 34 ... il.c6 35 a5 wg6 36 il.d3 2 d4 d5 3 lLJc3 dxe4 4 lLJxe4 il.f5 5 lLJg~
lLJd7 37 il.c3 f6, y las negras ganan. il..g6 6 lLJf3
30 'i!fd6!
6 h4! (partida núm. 551).
Este golpe, que plantea la terrible ame-
naza 31 il.e5, se le escapó, obviamente, 6 ... lLJd7 7 il.d3 e6 8 0-0 l0gf6 9 c4 il.d6
a Spassky, que se vio obligado a cam- 10 b3 0-0 11 il.b2 Wc7
biar inmediatamente damas, quedando
así sin posibilidades de ganar. O bien 11 ... c5 12 i.xg6 hxg6 13 l:el
'f!/c714 dxc5 il.xc515 'l!l'c2 l:Ud8 16 lLJe4
30 ... 'i!fd4+ 31 Wxd4 cxd4 32 a5! bxa5 lLJxe4 17 'i!fxe4, tablas (2ª partida).
Después de 32 ... lLJd7 33 axb6 axb6 34
12 il.xg6 hxg6 13 'i!fe2 l:tfe8 14 lLJe-l
il..f2, no es fácil hacer tablas ante los
lLJxe4 15 'ilfxe4
despiertos alfiles. Pero con un peón
negro que llega a a4, la igualdad es
Las reparaciones de Spassky en la
evidente.
apertura se habían retrasado, y ya en
33 il..e5 'iPg6 34 hd4 lLJe8 35 il.xa7 h5 su tercera partida con blancas se \"io
36 gxh5+ Wxll5 37 wf2 wg6 38 il.d3 lLig¡ obligado a asumir el tedioso papel de
39 il.b6 a4 40 il.c5 lLJe6 41 il.d6 wh5 jugar en escenario extraño. Obligar al
oponente a jugar lo que no le gusta~
Tablas. un gran éxito en el ajedrez de match.
¡Una importante partida! Natural-
El medio juego que se ha producido
mente, esta oportunidad perdida enfadó no promete grandes aventuras. Ningún
y decepcionó a Spassky. Aun así, al ser el bando tiene debilidades, ni dificultadC!'
luchador de match más experimentado en el desarrollo de sus fuerLas. Por d
del mundo, pudo recuperar la calma y
momento, no se prevé una lucha cueF-
presentarse a la partida siguiente lleno
po a cuerpo, y las tranquilas maniob~
de optimismo. Fue otra partida clave. En
son perfectamente lógicas.
la jugada 23, Karpov le dio a su oponen-
te una nueva sorpresa.
1723
"Incluso cuando equilibré el mar-
cador, Spassky seguía sin entender qué
estaba pasando y mantuvo una especie
de confianza olímpica en su propia su-
perioridad y en el éxito final", recuerda
Karpov. "Sólo la sexta partida lo desper-
tó. Lo comprendí al verle. Era ya un
diferente Spassky, seriamente herido,
confuso y sin entender Jo que estaba
sucediendo".

264

15 ••• Jl..e7
las negras prosiguen con su estrategia
de espera, confiando en la solidez de su
posición. Incluso evitan la jugada libe-
radora lógica, 15 ... e5. Si, en tal caso,
16 c5, entonces es buena la sugeren-
cia de Botvinnik, 16 ... Jl..e7! 17 tt:lxe5
"Lixe5 18 dxe5 Jl..xc5, mientras que en
caso de 16 l:tae l! tt:lf6 17 'iWh4 podemos
estar de acuerdo con Karpov en que
las blancas tienen una ligera iniciativa,
aunque después de 17 ... e4 18 tt:lg5
~f4 19 l:te2 e3! 20 fxe3 (20 f3 b5! 21 g3
~xg5 22 'Wxg5 bxc4 23 bxc4 "l!i'b6 24
~c3 "tlfa6, con igualdad) 20 ... Il.xe3 21
.:ef2 Jl..xg5 22 "i!l'xg5 l:te7!, se desvanece
gradualmente: 23 'i!fh4 l:tae8 24 l:txf6
gxf6 25 d5 g5 26 'iWf2 cxd5 27 Jl..xf6 l:te6
28 cxd5 l:td6 29 .bg5 l:txd5.
16 lladl l:tad817 llfel "i!l'a5!
Esta activación también podría produ-
cirse en caso de 17 ... Jl..f6 18 Acl (si
ahora 18 ... e5, entonces es fuerte la ré-
plica de Botvinnik, 19 Ji..b2!) 18 ... f:fa5
19 a4 '!Wf5, con igualdad.
18 a3 °ff'f5 19 '!We2
Tras el cambio de damas, las blancas no
tienen posibilidades de obtener venta-
ja, pero ahora resulta que la maniobra
de la dama negra era un eslabón en un
elegante plan de activación.
19 •.. g5!20h3
Spassky realizó rápidamente este avan-
ce, postergando la ruptura d4-d5 hasta
un momento más propicio. Desde
luego, con 20 d5 cxd5, las blancas no
logran nada positivo ni con 21 tt:ld4
1t'h7 (ó 21 ... 1!fe4!: Botvinnik) 22 cxd5
cxd5 23 'iWb5 Ji..d6!, ni con 21 cxd5 g4!
(Karpov) 22 tt:ld4 "l!i'xd5 23 "Wxg4 tt:lf6.
20 ... g4 21 hxg4 "i!l'xg4 22 d5?!
A primera vista, un avance oportuno,
dado que tras el doble cambio de
peones, será ventajoso para las blancas
tener una dama por dos torres. Sin
embargo, la evaluación de Karpov fue
muy profunda: "La posición blanca es
ANATOLI XII
ligeramente más libre, gracias al par de
peones c4+d4, pero con la apertura del
centro se privan de esos peones, que
quizá sea su (mica ventaja. Era mejor 22
l:td3 Ji..f6 23 l:te3". Creo, no obstante,
que también aquí puede hablarse de
igualdad con 23 ... "i!l'h5.
22 ... cxd5 23 cxd5
1724
23 ... e5!!
Una de las mejores jugadas de todo el
match. Recuerdo que me produjo una
enorme impresión. Su fuerza fue clara-
mente subestimada por Spassky, quien
posiblemente esperaba 23 ... Ad6? 24
dxe6 .l:txe6 25 'ffxe6! fxe6 26 l:txd6.
El sacrificio de peón, por supuesto,
es sólo imaginario: 24 tt:lxe5? ! "tlfxe2
25 l:txe2 Jl..d6 26 l:tde 1 lüxe5 27 ..be5
Axa3, pero las negras dejan a su opo-
nente con un peón pasado central
que parece muy fuerte. Sin embargo,
sólo lo parece, pues será muy bien
bloqueado por el caballo, y en el final
se convertirá en una apreciable debili-
dad. Este método de poner cerco a un
peón pasado en d6 fue uno de los que
utilicé en la Defensa Grünfeld en mi
match de Sevilla con Karpov (1987),
pero a mediados de los setenta una
interpretación así constituía toda una
revelación, un significativo paso ade-
lante en la comprensión del ajedrez.
24d6!?
Si 24 'Wb5, había una forma muy fácil
de igualar: 24 ... Jl..c5! 25 tt:lxe5 tt:lxe5
265
Gary Kasparov - Mis GENIALES PRF.DF.CF.SORES
26 Axe5 ll.xf2+! 27 wxf2 J:l.xe5 28 J:l.xe5
'i!Nf4+ 29 'it>gl 'i!Nxe5.
24 •.• Af6 25 /Od2?!
Spassky de nuevo se muestra inferior a
su oponente en la evaluación posicio-
nal. En la lucha de match una consta-
tación así es desmoralizadora y puede
arruinar la confianza en uno mismo.
Spassky sobrestima la fuerza del peón
de d6 y evita un medio juego igualado,
con 25 'i!li'b5, en el que su peón habría
restringido a las fuerzas negras. Por
ejemplo: 25 ... e4 26 /Oh2 'i!li'e6 27 Axf6
/Oxf6 28 'i!Nxb7 J:l.d7 29 tfb4 /Od5 30
ffc5 J:l.xd6. En el final, sin embargo, se
convierte en puro lastre, aunque para
demostrarlo se requiere una gran pre-
cisión por parte de las negras, como la
que exhibe Karpov.
25 ••• 'ilfxe2 26 l:txe2 J:l.c8! 27 /Oe4
De nuevo una decisión cuestionable.
Las blancas empujan el alfil a d8, des-
de donde quedará listo para jugar en
ambos flancos. Mejor hubiera sido blo-
quear la columna e con 27 /Oc4! Ag5
28 a4, y mantener la igualdad después
de 28 ... f6 29 g3 @f7 30 wg2, ya que
es difícil para las negras reforzar su
posición.
27 ... i.d8 28 g4 f6 29 wg2 wf7
J:l.cl?!
Karpov concede un signo de admira-
ción a esta jugada: ¡control de la co-
lumna e! Pero Tal, lógicamente, objeta:
"Las blancas no deberían cambiar un
par de torres. Aunque ahora ocupan
la columna e, no hay en ella casillas de
invasión para la torre. Debería consi-
derarse, por tanto, la inmediata 30 a4.
Con las cuatro torres sobre el tablero,
sería peligroso que el rey negro se
acercase al peón de d6, en vista de la
amenaza f2-f4".
30 •.• Ab6 31 llec2 llxc2 32 .l:txc2 We6
33a4
Las blancas deciden incluir a su alfil en
la defensa del peón de d6. El avance
del otro peón era menos prometedor:
33 b4 a5 34 bxa5 Axa5 35 wg3 b5, o
266
V
bien 33 ... <!>d5 34 wf3 g6 35 lld2+ ii.d4
36 /0g3 J:l.c8.
1725
33 •.• a5!
Esto no es mera profilaxis, sino el
comienzo de un profundo plan para
jugar a ganar. Las blancas no tienen
forma de reforzar su posición, pero no
puede decirse lo mismo de las negras.
34 Aa3 llb8!
Ahora está claro que Karpov preparara
b7-b5, que resulta difícil de impedir.
Así, si 35 /Oc3?!, la torre regresa venta-
josamente, 35 ... llc8.
35 llc4!
30
La torre blanca quiere ayudar al caba-
llo a realizar la maniobra e4-c3-b5. No
se ve otra posibilidad, ni ninguna otra
misión en la columna c.
35 ••• Ad41 36 f4!
Después de la directa 36 /Oc3, las ne-
gras lograrían ventaja con 36 ... IOb6
37 .r1c7 Axc3 38 J:lxc3 /Od5 39 .r1c5 b6
40 lk2 b5.
36 ••• g6
Las negras tienen que aceptar el cam-
bio de un par de peones, ya que en ca-
so de 36 ... b5 37 axb5 J::txb5, las blancas
conseguirían ejecutar una operación
de cambio aún más favorable: 38 5+
Wd5 39 /0c3+! Axc3 40 llxc3, con exce-
lentes posibilidades de tablas.

1726
37~!
~ de la lógica 37 fxe5 il.xe5 38
::..::_no habría sido fácil para las negras
~trar la realidad de su ventaja. Si
'.'!11!1_ b5, habría seguido 39 J:ta7 b4 40
.1cl :es 41 .te3 lk2+ 42 wfl! J:tb2 43
.t..c5+ lt:lxc5 44 .txc5, con buenas posi-
bilidades de tablas: 44 ... l:txb3 45 <t>e2!
:b2+ 46 o;l?d3!, o bien 44 ... il.xd6 45
.:.a6 ::Xd2 46 'ot>el .1%d5 47 .ib6 .ig3+ 48
..lf2+ J:td6 49 l:txa5.
En caso de la más sutil 38 ... b61 39 g5!
f5 40 llld2, utilizando el ordenador co-
mo oponente-sparring, podemos llegar
al divertido final de tablas que sigue:
40 ... b5 41 l0f3 b4 42 l:txd7 bxa3 43
:e7+ Wxd6 44 J:txe5 a2 45 J:tel l:txb3 46
:al J:tb2+ 47 wg3 r,1;>c5 48 l0e5 "1;>b4 49
~xg6 lt>b3 50 'ilf4 J:lbl 51 l:txa2 wxa2
52 g6 'i!i'a3 53 g7 l:tb8 54 l0e6 i::tg8 55
<M4 Wxa4 56 'i!i'xf5 wb4 57 'itof6 'itoc4
58 it:lf4 a4 59 l0e2 Wd3 60 lOcl+ "1;>c2
61 l0a2 wb2 62 l0b4 a3 63 @fJ J:tb8 64
g8'fl J:lxg8 65 @xg8 l.t>b3 66 l0d3 l.t>c3
67 /Ocl wc2 68 l0a2 l.t>b3 69 /Ocl + "1;>b2
70 IL\d3+. Sin embargo, con 40 ... i.f4!
41 IL\f3 il.e3, las negras tienen posibili-
dades de éxito.
37 ••• exf4!
Karpov de nuevo exprime al máximo
la posición. Después de la natural
37 ... b5 38 f5+ gxf5 39 gxf5+ 'i!i'd5, las
blancas habrían logrado tablas: 40 lk7
b4 41 ii.xb4 J:txb4 42 i::txd7 i::txb3 43
ii::lh5! e4 44 'l1..e7 (Spassky), o bien 40 ...
bxa4!? 41 bxa4 l:tb3 42 J:txd7 'l1..xa3 43
i!Jh5 e4 44 J:te7 J:la2+ 45 'it>h3 wxd6 46
!:xe4 wd5 4 7 l:te6.
38 l:txd4 fxg3 39 Wxg3 l:k8
ANllTOl.I XII
El control de la columna e ha pasado
a manos de las negras, y esto dificulta
inmediatamente la defensa.
40l:td3
1727
40 ••• g5!
Creo que Spassky debe haber subesti-
mado la fuerza de esta jugada, última
del control. Las negras aseguran un
punto fuerte para su caballo en e5 y
se disponen a realizar el avance b7-
b5. Aunque queda muy poco material
sobre el tablero, a las blancas no les
resulta fácil defenderse.
41 ii.b2 b6 42 .td4
En el análisis de la posición aplazada,
42 J:lc3 provocó discusiones entre
los expertos. La recomendación de
Karpov, 42 ... J:th8 dificilmente puede
reportar algo a las negras. Sólo queda,
por tanto, el cambio de torres: 42 ...
J:txc3+ 43 .txc3. Ahora, el final, des-
pués de 43 ... l0c5 44 '1;>f3 l0xb3 45
d7 Wxd7 46 .txf6 lllc5 47 il.xg5 l0xa4
48 we4 fue justamente dictaminado
por Botvinnik como de tablas, ya que
el caballo no podrá ayudar al rey en
el avance de los peones. Por ejemplo:
48 ... wc6 49 '1;>d4 IL\c5 50 .ie3 b5 51 g5
IL\e6 52 ltc3 ltd5 53 g6.
Botvinnik (como todos los comentaris-
tas posteriores) consideró que el final
resultante de 43 ... Wxd6 44 b4 también
era tablas.
267
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
1728
Diagrama de análisis
No puede negarse que su variante es
elegante y convincente: 44 ... axb4 45
Axb4+ lt>d5 46 a5 b5 47 a6 wc6 48
il.a5! lüc5! 49 wf3 lüxa6 50 il.c3 b4 51
il.xf6 b3 52 we2 lLJc5 53 wdl lLJe4 54
il.d8 lt>d7 55 il.a5, pero el problema es
que contiene un error ¡en la mismísi-
ma primera jugada! En la posición del
diagrama, nadie se detuvo en la precio-
sa 44 ... b5!!, que permite a las negras
crear un peligroso peón pasado.
Después de 45 axb5, el método gana-
dor es sencillo: 45 ... a4 46 b6 a3 47 b5
a2 48 wf3 lüe5+ 49 wg3 ( 49 we4 lüxg4
50 wfü lüe3+, etc.) 49 ... wd7 50 il.b2
wc8 51 il.al wb7 52 il.d4 lüd3 53 il.xf6
wxb6 54 wf3 lüc5 55 il.b2 wxb5 56
we3 wc4 57 wd2 lüb3+ 58 we3 wd5.
La victoria es más difícil cuando el
peón blanco es más lejano. Después de
45 bxa5 bxa4:
1) Sí 46 a6 wc7 4 7 wf3, las negras ga-
nan fácilmente con 47 ... lLJe5+ 48 we4
lüxg4 49 wfü lüh6+! Por ejemplo: 50
wxf6 g4 51 il.d4 a3 52 wg5 a2 53 wf4
wc6 54 a7 wb7 55 il.al Wxa7 56 wg3
wb6, o bien 50 wg6 g4 51 wxh6 g3 52
wh5 g2 53 il.d4 a3 54 wg4 a2.
2) Una carrera fascinante de dos peo-
nes negros puede producirse en caso
de 46 wf3 lüe5+! 47 we4 lüxg4, con la
secuencia 48 a6 wc6 49 wfü lüh6+! 50
Wxf6 g4 51 wg5 a3! 52 Jl.d4 g3 53 wf4
g2 54 wf3 lüfü, o la más complicada 48
wfü lüe3+ 49 we4 lüd5 50 Ab2 we6! 51
a6 fü+ 52 wf3 lüc7 53 a 7 lt>d5 54 il.cl
(54 Af6 g4+ 55 wf4 a3 56 wxfü g3 57
Ae5 a2!) 54 ... f4! 55 il.b2 lüa8! 56 il.a3
we5 57 wg4 we4! 58 il.c5 f3 59 wg3 g4
268
V
60 lt>f2 lt>d5 61 $..e7 wc4 62 wg3 wb3.
ganando.
3) La victoria es más difícil, si las blan-
cas intentan 46 il.b4+ @c6 47 wf3, para
no permitir que el peón negro llegue
a a3. Ahora perseguir el peón de a5
echa por tierra el triunfo: 47 ... wb5?
48 $..e7! @xa5 (o bien 48 ... lLJe5+ 49
wg3 lLJfl 50 wf3! wxa5 51 we4 lüh6
52 il.xf6 a3 53 il.xg5 lüxg4 54 il.cl a2
55 il.b2) 49 we4 wb5 50 wd5 lLJe5 51
il.xf6 lüxg4 52 Axg5 a3 53 il.c 1 a2 54
il.b2 wb4 55 wd4 wb3 56 JI.al lt>c2 57
wc4 lüf2 58 wb4 wbl 59 il.d4 lüd3+ 60
wb3, con tablas.
El problema se resuelve con una in-
esperada maniobra de caballo: 47 ...
tüe5+! 48 wg3 lüc4! 49 iJ..e7 (49 Ac3
a3 50 Jl.xf6 a2 51 a6 lt>b6, etc., que con-
duce a las mismas posiciones) 49 ... a3
50 a6 a2 51 il.xf6 wb6 52 wf3 wxa6 53
we2 (53 lt>e4 wa5 54 wf:J wa4 55 wxg5
wb3 56 iJ..al wc2 57 wf4 wbl 58 g5
wxal 59 g6 lüe5! 60 g7 lüg6+ 61 wg5
lüe7 62 wf6 lüg8+ 63 wfl wb2 64 wxg8
al'@', y ganan) 53 ... @b5!
1729
Diagrama de análisis
54 wd 1 concede a las negras una fácil
victoria: 54 ... lüe3+ 55 wcl lüxg4 56
il.g7 lLJf2 5 7 lt>b2 g4 58 wxa2 (forzado
al no ser posible 58 iJ..e5) 58 ... g3! 59
il.e5 g2 60 il.h2 wc4 61 wb2 wd3! 62
lt>cl we2 63 wc2 wfl 64 wd2 lüg4.
Pero en caso de 54 @d3, las negras de-
berían descubrir una jugada digna de
un estudio compuesto, 54 ... lüa3!!, que
impide al rey acercarse al peón de a2.
En tal caso, ni 55 @d2 wc4 56 wcl wb3
5 7 il.g7 lLJc4 58 il.f6 lüe3, ni la desespe-
rada 55 we4 wc4 56 wfü wd3 57 wxg5

~c4 58 ..t.>h6 ..t.>c2 59 $..al wbl salvan a
las blancas de la derrota.
42 ... l:!c6 43 $..c3 l'k5?
Todos los comentaristas pensaban
que la captura de peón 43 ... l:!xd6 44
::xd6+ <;l;>xd6 habría concedido a las
blancas buenas posibilidades de tablas
tras 45 b4. Es probable que ambos ju-
gadores llegasen a la misma conclusión
en su análisis de la posición aplazada.
Sin embargo, 45 ... b5! conduce a la
posición antes examinada. Así, un serio
error analítico podía haber estropeado
los resultados del excelente juego des-
plegado por las negras.
44 Wg2 l:!c8 45 ..t.>g3 ll:\e5! 46 $..xe5
fxe5
Considerando, obviamente, que el
final de alfil contra caballo era tablas,
Karpov deposita sus esperanzas en el
final de torres. Y no se equivoca, como
demuestra el siguiente error cuyo ori-
gen casero también es muy probable.
1730
47b4?
Un error imperceptible, pero que
pierde la partida. Al tratar de reducir
el material a su mínima expresión,
las blancas conceden un importante
tiempo a su oponente. Como demostró
Spassky, las blancas también habrían
perdido en caso de 47 <;f;>f3 J:l.d8 48 b4
(o bien 48 We4 J:l.xd6 49 l:txd6+ ..t.>xd6
50 @f:) Wd5 51 Wxg5 e4 52 <;l;>f4 lt>d4
53 g5 e3 54 g6 e2 55 g7 e 1'W 56 g8t+'
'!Wfl+ 57 Wg4 'l:':Ygl+) 48 ... axb4! 49 llb3
l:!IB+! 50 ..t.>e3 llf4! 51 J:l.d3 l'hg4 52 d7
.::tg3+, etc.
ANATOLI XII
Se diría que sólo otra continuación de
estudio, 47 Wf2! l:!d8 48 l'lf3!, habría
podido salvar a las blancas. Spassky
interrumpe su análisis en la posición
resultante de 48 ... l:txd6 49 l:!f5 l:!d3
50 l:!xg5 l:!xb3 51 l:!g6+ Wd5 52 g5, con
la evaluación "con contrajuego por el
peón y posibilidades de tablas". En rea-
lidad, 52 ... llb4 53 ..t.>e3 llxa4 54 l:!xb6
lle4+ 55 <;f;>f3 llf4+ 56 we3 a4 57 g6 l:!g4
58 lla6 conduce a unas tablas claras.
47 ••• e4! 48 lld4
Ya no hay fonna alguna de salvar la
partida. Es malo tanto 48 l:!b3 '>Pxd6
49 bxa5 bxa5 50 wf2 wd5 51 lt>e3 llc5
52 l:!a3 (52 llb7 l'lc3+ 53 We2 We5 54
llb5+ Wf4 55 llxa5 l:!c2+) 52 ... '>Pe5 53
llb3 l:!d5 54 l'lc3 J:M3+!, como 48 l:!dl
lld8 49 bxa5 bxa5 50 l:!el! We5! 51 llfl,
que, según análisis de Spassky, permiti-
ría una victoria técnica con 51 ... l:!xd6!
52 l:!f3+ <;l;>d4, o con 51 ... e3! 52 llf5+
'>Pe4. Por ejemplo: 53 llxg5 llxd6 54
llg8 l:!dl 55 lle8+ '>Pd3 56 l:!d8+ wc2 57
l:!c8+ <;!;>d2 58 l:!d8+ We 1 59 l:!a8 e2 60
l'lxa5 l'ld3+! 61 Wf4 Wf2 62 l'le5 llf3+
63 <;l;>g5 l:!e3.
48 ... '>Pe5 49 lldl axb4 50 l:!bl l'lc3+ 51
'>Pf2 lld3 52 d7 l:!xd7 53 llxb4 lld6 54
We3 l:!d3+ 55 <;l;>e2 l:!a3 56 l'lxb6 l:!xa4
Las blancas se rindieron.
Juego muy sutil, aunque no exento
de errores.
Karpov tomó la delantera (2-1).
No hay duda de que los errores del
excampeón en la 5• partida y, sobre
todo, en la 6', minaron su fe en el éxito
y acercaron la definitiva conclusión del
encuentro.
"Tras omitir unas tablas en la rea-
nudación de la 6' partida, un com-
pungido Spassky fue completamente
desbordado en la siguiente", escribe
Roshal. "Bien la proximidad de la de-
seada conclusión afectó a Karpov, o fue
que su juventud se puso de manifiesto,
pues en un momento dado tomó una
decisión impulsiva, y en la posición
aplazada ya no podía ganar".
269
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
550.
A. Karpov-B. Spassky
I.eningrado 1974
Semifitial ele Candidatos, 7• partida
Defensa Holandesa (A85)
l d4 d5 2 c4 e6 3 lLlc3 c6 4 e3 f5
En su busca de esquemas que resultasen
desconocidos a su oponente, Spassky
decidió apostar por el estratégicamente
arriesg-ado sistema Stonewall, que no se
había producido antes en sus partidas.
Una elección que, de nuevo, resultó
fallida. Spassky renunció a Ja ventaja de
su experiencia en posiciones típicas del
medio juego, y Karpov pudo manejar
una posición estándar en esta variante
gracias a consideraciones generales.
5 f4
"Karpov se mantiene fiel a su estilo: en
primer lugar, hay que restringir las po-
si bilidades del oponente" (Botvinnik).
5 •.. lLlf6 6 lLlf3 il.e7 7 il.e2 0-0 8 0-0
lLJe4
Botvinnik consideraba que el salto del
caballo al centro era demasiado prema-
turo, y sugirió realizar de inmediato la
maniobra il.c8-d7-e8-h5(g6) 8 ... il.d7
9 lLle5 il.e8. Casi veinte años después,
Karpov de nuevo jugó esta línea, y las
negras igualaron resolviendo el proble-
ma del desarrollo de su alfil dama de
otra forma: 8 ... b6 9 '!Wc2 il.b7 10 cxd5
cxd5 11 il.d2 lLlc6 12 a3 lLle4 13 .!Hcl
.!k8 14 Wdl Wd7 15 il.el l:tc7 16 Ik2
lLlxc3 17 llxc3 l:Uc8 18 Itacl il.d6 19
Wa4 lLlb8 (Karpov-lvanchuk, Tilburg
1993).
9 'iWc2 lLld 7 l O b3 lLlxc3
En lugar de este cambio también
prematuro, que sólo restringe sus po-
sibilidades, las negras deberían haber
jugado 1O ... lLJdf6.
ll '!Wxc3 lLlf6 12 lLle5! il.d7
Esta jugada, aparentemente natural,
permite a las blancas preparar el
cambio ventajoso de alfiles de casillas
negras. La maniobra del alfil dama,
vía e8, a h5, sólo debería realizarse tras
270
V
una profilaxis previa, 12 ... il.d6 13 a4
'i!l'e7!
13 a4! lLle4?!
Fruto de media hora de reflexión, este
salto fue condenado por Botvinnik,
quien pensaba que era preferible la ac-
tividad en el centro con 13 ... c5.
14 '!Wd3!
14 ••• il.f6?
Las negras deciden cambiar su alfil por
el formidable caballo, pero después
de esto el alfil blanco se hace el amo
de las diagonales negras. La variante
14 ... il.e8 15 il.a3 il.xa3 16 llxa3 a5 17
il.f3 también habría desembocado en
una situación nada prometedora, en la
que además de su ventaja espacial, las
blancas tendrían la posibilidad de ata-
car el caballo del puesto avanzado de
su oponente con el alfil, mientras que
las negras tendrían que admitir que el
caballo de e5 es eterno.
Por consiguiente,· 14 ... c5 era ahora
necesario, iniciando juego en el centro
y activando el pasivo alfil de d7. Des-
pués de 15 cxd5 exd5 16 dxc5 lLlxc5
17 '!Wxd5+ il.e6 18 Wxd8 I!.fxd8 19 il.c4
il.xc4 20 bxc4 I!.ac8, las negras tendrían
compensación por el peón, mientras
que en caso de 16 il.a3 il.e6 17 dxc5
lLlxc5 18 'i!l'dl lLle4 19 il.xe7 '!Wxe7 20
'!Wd4 llfc8, las blancas consevarían una
evidente ventaja posicional, aunque la
posición negra sería defendible.
15 il.a3 I!.e8
Con una operación central, las negras
tendrían esperanzas de contrajuego,

15 ... dxc4 16 bxc4?! c5 17 .ílf3 .ílxe5
18 fXe5 .ílc6, pero con 16 ILJxc4! c5 17
:ad 1, la actividad de la negras se ha-
bría extinguido inmediatamente.
16 ~h5! g6
-Ahora, el alfil de casillas blancas de
Spassky está más que restringido, y tras
la inevitable apertura de la columna h,
el peón de g6 se convertirá en un buen
objetivo para el ataque blanco" (Bo-
ninnik). Además, quedan debilitadas
otras dos casillas negras: f6 y h6.
17 Af3 Axe5
-Esto conduce a una posición perdida"
(Botvinnik). Pero 17 ... b5, a sugeren-
cia del maestro Cherepkov, para activar
al alfil durmiente, no habría resuelto
los problemas de las negras, después de
la fría 18 .ílxe4! dxe4 19 'ffe2.
18 dxe5! h5
Impidiendo g2-g4, pero Karpov pone
de manifiesto los inconvenientes de es-
te avance con un oportuno cambio.
19 J..xe4! fxe4
Después de 19 ... dxe4?, las blancas ha-
brían conquistado la columna d.
20 "Wd2 wn 21 a5 i:thS 22 .íld6! i:th7
23 'ffb4
Karpov ejecuta con coherencia su estra-
tegia de contención. Ahora, priva a las
piezas negras de su movilidad, obligán-
dolas a vegetar en las dos últimas filas.
23 ... AcS 24 J:ta2 c;l;>gS 25 h3 a6 26 g3
El plan de las blancas está claro: quie-
ren situar su torre dama en g2, llevar su
rey al flanco de dama y luego destruir
las defensas del enroque contrario con
g3-g4 y f4-f5.
26 ..• .íld7!
Spassky decide tratar de distraer a su
oponente del plan mencionado, y Kar-
pov -quizá erróneamente- opta por
tomar un peón que sólo impedía a las
negras coordinar sus piezas.
27 'ffxb7 .íleS 28 'il'b4 J:taa7! 29 l'!g2
ANATOLI XII
Era más fuerte 29 1!1'b6! 1!\'a8 30 Wd4
l'!ab7 31 b4, pues las piezas negras ocu·
pan posiciones tragicómicas y las blan·
cas amenazan también con destruir el
flanco de dama con b4-b5.
29 ••. J:tab7 30 Wc3 J:tbf7
Pasando un poderoso refuerzo al flan-
co de rey.
31 J..c5 g5!
"La última oportunidad. Después de
todo, en pocas jugadas se aplazaní la
partida, y la resistencia, tras el análisis
del aplazamiento, puede ser una cues-
tión desesperada" (Botvinnik).
1732
32 .ílb6?
"Aquí, virtualmente por única vez en
todo el match", escribe Botvinnik, "el
oponente de Spassky demuestra que
sólo tiene 23 años, una edad muy jo-
ven para eventos de esta intensidad.
La asunción de que la partida estaba
ganada impidió a Karpov evaluar tran-
quilamente la situación", y al relajarse,
invirtió el orden de las jugadas en el
plan proyectado. La forma más segura
y más fuerte era el oporumo cambio 32
cxd5!, obligando a las negras a abrir la
columna e: 32 ... cxd5 (32 ... exd5? 33
e6!) 33 .ílb6 "Wb8 34 l'!cl, con un peón
extra y una enorme ventaja posicional.
32 ••• 'Wd7 33 cxd5 exd5!
La dama, tras ser desviada a d7, ha he-
cho posible esta captura, y las blancas,
inesperadamente, tienen que pensar
en de la seguridad de su rey.
34 g4 hxg4 35 hxg4
271
Gary Kasparov - Mis GENIALF.s PRF.DF.CF.SORES
Tal sugirió que Karpov había buscado
esta posición, considerándola ganada,
en vista del inevitable avance f4-f5.
35 ... gxf4!
Abrir Ja posición es la única posibilidad
de las negras. El grado de riesgo no jue-
ga aquí ningún papel, pues las cosas no
pueden ser peores de lo que ya son.
36 exf4 i:th4 37 f5 i:tfli7
Por primera vez en la partida, las ne-
gras han conseguido crear algunas
amenazas, y Karpov, al comprender su
error, se puso nervioso y pensó durante
15 minutos. La decisión que tomó no
fue en cualquier caso la mejor, y pro-
bablemente eso revele que estaba un
tanto alterado.
1733
38e6?
Es difícil condenar unajugada efectua-
da en apuros de tiempo. Todo parece
correcto. Sí, la dama negra gana la
perspectiva de una incursión en campo
blanco, pero Karpov había planeado
una maniobra concebida para afirmar
la seguridad de su rey. Sin embargo, Ja
idea tiene una laguna.
Por otro lado, en Ja nerviosa atmósfera
que de pronto se había creado en el
tablero, Ja inmediata evasión del rey
de la zona de peligro (38 '17f2!) habría
dado a las blancas buenas perspectivas
de victoria. Después de 38 ... i:th3, se
produciría una situación muy intrin-
cada: 39 .lte3 W/e7 40 '17e 1 c5! 41 Wlxc5
W/xe5 42 .ltd4 lk7! 43 W/b6 i:tcl+ 44
'17d2 W/c7. Sólo queda 39 i:tg3 l:th2+ 40
'17e3! (sólo de esta forma, ¡en busca de
272
V
las balas! La cauta 40 ~el? incluso ha-
bría perdido: 40 ... c5! 41 .ltxc5 'i!l'b5 42
i:tf2 i:thl+ 43 ~d2 l:t7h2 44 wc2 Wifl! 45
Wid2 W/bl+ 46 ~c3 lkl+ 47 wb4 tk4+
48 Wa3 'llt'al+ 49 Wla2 W/cl+ 50 Wlb2
l:!a4+!) 40 ... l:t7h3 41 '17f4!! Por extra-
ño que parezca, esta casilla es el refugio
más cómodo para el rey, pues aquí no
es fácil atacarlo. En cualquier caso, en
mi análisis, yo no pude. Mientras tanto.
los peones blancos se disponen a seguir
avanzando.
38 ... Wld6 39 Wlg3
El ordenador evalúa con optimismo la
posición después de 39 .lte3!? l:th2 40
'i!l'd2, calculando (permítaseme enfati-
zar en la palabra calculando) que las
blancas siguen teniendo posibilidades
ganadoras. Sin embargo, no es fácil pa-
ra mí confirmar este punto, incluso tras
haber realizado un análisis, por cierto
que en esta posición es difícil, debido
a la abundancia de posibilidades por
ambas partes. ·
39 •.• i:tht + 40 wf2 'i!l'b4!
Inesperadamente, resulta que esta ma-
niobra salva a las negras.
41 W/e3
La jugada secreta.
Los contendientes acordaron tablas
sin reanudar el juego. Desde luego,
en esta aguda posición ningún bando
puede permitirse correr riesgos, y el
análisis demuestra que las tablas son
inevitables. El remate a este espléndido
suspense ajedrecístico podría haber
sido: 41 ... :Ih3 42 l:tg3 l:th2+ 43 l:tg2
l:th3 44 'i!'fg5+
1734
Diagrama de análisis

La última prueba antes de admitir las
tablas. 44 ... l:!g7? parece muy tentador,
sobre todo porque en caso de la evi-
dente 45 °i!fd8?, las negras incluso ga-
nan con la aguda 45 ... c5?, pues resulta
que las piezas blancas son incapaces de
salvar a su rey: 46 ffxd5 e3+! 47 wgl
e2! 48 l:!xe2 il.c6!! 49 'Wxc6 °i!fd4+ 50
:1I2 "i!fdl+. Por otro lado, después de
45 f!l'cl!, queda claro que las negras
han movido su torre a g7 en vano.
La principal amenaza es 46 f6 (por
ejemplo: 45 ... d4 46 f6!), y no hay una
forma efectiva de pararla. En la varian-
te 45 ... l:!c3 46 °i!fd2 .!U3+ 47 'iPgl! (47
wel l:!c3!) 47 ... Wxd2 48 l:!xd2 l:txg4+
49 l:!g2, las blancas pierden un peón,
pero la inevitable f5..f6 costará su alfil
a las negras. Sin embargo, después de
44 ... 'iPh8!, las blancas, sin cometer dos
veces el mismo error (45 l:!dl? c5!, ¡y
ganan las negras!) dan jaque perpetuo
con 45 '+li'f6+ wg8 46 '+li'g5+.
Este fue el preludio al último mo-
mento de inflexión en el match. El
destino había permitido a Spassky
escaparse milagrosamente y la posibili-
dad de tratar de romper la supersólida
Defensa Caro-Kann.
El excampeón llegó a la octava
partida con talante combativo, pero
su joven oponente no perdió su calma
habitual y de nuevo demostró ser un
brillante defensor.
551.
B. Spassky-A. Karpov
Leningrado 1974
Semifinal tle Candidatos, 8ª partida
Defensa Caro-Kann (Bl9)
1 e4 c6 2 d4 d5 3 li:lc3 dxe4 4 li:lxe4 il.f5
5 <l:lg3 il.g6 6 h4!
6 li:lf3 (partida núm. 549).
6 ... h6 7 h5 il.h7 8 lüf3 li:ld7 9 il.d3
.k.xd3 10 "i!fxd3 lllgf6
Por entonces era habitual jugar 10 ...
ANATOl.1 XII
Wc7 (impidiendo il.f4), y luego 0-0-0
(ya que ... 0-0 se consideraba demasiado
peligroso), aunque ni 10 ... lügf6 ni
10 ... e6 significaban un rechazo del
"programa obligatorio": si 11 il.f4, las
negras respondían 11 ... '+li'a5+ 12 il.d2
(después de 12 c3, las blancas tienen
problemas para enrocar, pues la dama
de a5 mantiene atacados los peones
de a2 y h5) 12 ... '+li'c7, revirtiendo a la
línea habitual.
En la cuarta partida, después de 10 ...
e6, Spassky empicó una idea fresca:
11 b3 lllgf6 12 il.b2. La reacción de
Karpov fue enérgica: 12 ... '+li'a5+ ! 13
il.c3 (13 c3 il.a3) 13 ... il.b4 14 il.xb4
"i!fxb4+ 15 Wd2 '+li'xd2+ 16 wxd2 c5, con
igualdad.
11 il.d2
En esta ocasión, y como obviamente no
quería un debate teórico sobre lo que
entonces eran las líneas principales de
la Caro-Kann, Spassky se había prepa-
rado otra rara jugada. En cuanto a 11
il.f4, después de 11 ... ffa5+, a fines
de la década de los setenta, el maestro
letón Vitolins descubrió el curioso plan
12 c3 e6 13 a4!? y 14 b4 (eliminando el
ataque al peón de h5), seguido de 0-0.
Esto no parecía muy convincente, y en
los ochenta ya no estaba en el tapete.
Siguiendo el ejemplo de Larsen, las
negras adoptaron esquemas más di-
námicos con enroques opuestos: 11 ...
e6!? 12 0-0-0 il.c7 y, pese a todo, 0-0. En
la actual práctica competitiva, éste es el
enfoque que prevalece.
11 ... '+li'c7
1735
273
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
12 c4
Eljuego habitual es 12 0-0-0 e6 13 '!We2
y iLJe5 (siguiendo la parúda fuente,
Spassky-Petrosian, Moscú 1966, match,
13"), o bien 13 iLJe4, la jugada que hoy
se considera más fuerte (partida núm.
291).
Al emprender un juego acúvo antes de
enrocar, Spassky pretende ganar algo,
pero ¿qué?
12 ••. e6 13 'We2
En la parúda Spassky-Portisch (México
1980, match, 9'), las blancas re,~rúeron
a la banal 13 0-0-0, y después de 13 ...
0-0-0 14 il.c3 c5 15 'it>bl cxd4 16 iLJxd4
a6 condujo a una posición que, con el
peón en h4, ¡ya se había producido en
una parúda entre los mismos oponen-
tes, en Budapest 1961!
13 •.. il.d6!
Después de 13 ... 0-0-0, las negras po-
dían temer 14 c5 y una ofensiva de
peones en el flanco de dama. Esto
ocurriría poco después, en la partida
Karpov-Hort (Ljubljana 1975), pero
Hort consiguió un inteligente con-
trajuego: 14 ... l:tg8! 15 b4 g6 16 l:tbl
gxh5 17 wfl l:!g4 18 l:tb3 \Pb8 19 iLJxh5
iLJxh5 20 I!xh5 iLJf6 21 l:!e5 il.g7 22 b5
iLJd5, etc. Pero puede que Spassky pla-
nease jugar 14 ILJe5. Comoquiera que
sea, 13 ... il.d6! sigue considerándose
lo mejor.
14 ILJf5 il.f4
La partida Karpov-Pomar (Olimpiada
de Niza 1974) siguió con 14 ... 0-0-0?!
15 iLJxd6+ 'S'xd6 16 il.a5! l:!de8 17
iLJe5!, y las negras sufrieron una fuer-
te presión. El hecho de que Anatoli
comenzase a jugar esta variante con
blancas indica su alta evaluación de la
idea de Spassky. Obviamente, no esta-
ba satisfecho con la posición negra en
la presente partida. Pero volveremos
sobre este tema.
274
V
Aquí hay que decir que la línea que
presenta mayor interés en esta variante
es 14 ... 0-0! 15 ILJxd6 Wxd6
Diagrama de análisis
Gracias a que han enrocado corto, las
negras adquieren un poderoso recur-
so en la lucha por la iniciativa: b7-b5!
(que no sería posible con el enroque
largo). La idea se ensayó por primera
vez en 1975, en una parúda entre dos
maestros de Leningrado: 16 0-0-0 b5!
17 cxb5 cxb5 18 wb 1 b4 19 ILJe5 ILJd5,
con buenas posibilidades de las negras
en el flanco de dama. También yo ju-
gué así, con negras, en dos ocasiones
(siguiendo el consejo de mi entrena-
dor Alexander Sajarov). Mis oponentes
evitaron enrocar en la apertura, pero
de todos modos entregaron la inicia-
tiva: 16 l:!h4 b5! 17 ~fl bxc4 18 Wxc4
'S'd5 19 'We2 'S'b5 20 b3 a5 (Lanka-Kas-
parov, Riga 1977), o bien 16 il.c3 b5! 17
cxb5 cxb5 18 'S'xb5 ILJd5 19 ILJe5 ILJxe5
(19 ... ILJ7f6!?) 20 dxe5 ILJxc3 21 bxc3
'S'c7 (Kapengut-Kasparov, Dauga\'pils
1978).
Por consiguiente, es mejor, 16 0-0-0, y si
16 ... b5, 17 g4! En la partida Mnatsaka-
nian-Bagirov (Kirovakan 1978), des-
pués de 17 ... bxc4 (aunque ahora no
se juega, vale la pena analizar 17 ...
ILJxg4!? 18 l:thgl 15) 18 g5 hxg5 19 h6
g6 20 h7+ ILJxh7 21 ILJxg5 ILJxg5 22
il.xg5 f6? 23 'S'e4, las blancas lograron
un ataque muy fuerte, pero es probable
que 22 ... c3! hubiese conducido a ra-
bias: 23 'S'e5!? cxb2+ 24 'it>bl 'i:'fr'xe5! 23
dxe5 f6 26 l:txd7 fxg5 27 l:thh7.
15 .ixf4 'Wxf4 16 ILJe3

1737
16 .•• 'Wc7?1
ªEra peligroso 16 ... 0-0-0 17 c5, con la
amenaza lllc4-d6+. Por consiguiente,
la solución correcta era la jugada de
minado 16 ... c5!, y si 17 llld5 lllxd5 18
c:xd5, entonces 18 ... 0-0 19 dxe6 l:tfe8"
(Botvinnik). Por ejemplo: 20 0-0 l:txe6 21
9b5 Wc7 ... tablas (Tal-Portisch, Belgra-
do 1978).
~ misma operación que planeaba Kar-
pov podía haberse realizado inmediata-
mente: 16 ... b5!? 17 cxb5 (o bien 17 d5
cxd5 l8 lllxd5 lllxd5 19 exd5 0-0 20 dxe6
:aes¡ 17 ... cxb5 18 'i\i'xb5 0-0, con sufi-
ciente contrajuego.
.\1 omitir un solo movimiento, durante
cieno tiempo Karpov no fue capaz de
igualar. Aun así, los recursos defensivos
de la posición resultan suficientes para
resistir un fuerte ataque.
170.().Q b5
Il rey blanco, a diferencia del negro, se
ha ido del centro, y la activa 17 ... c5? es
ahora peligrosa: 18 lLJd5! lllxd5 19 cxd5
cxd4+ 20 wbl e5 21 lllxd4 0-0 22 lllfS, y
ganan (Botvinnik).
18cxb51
En caso de la tentadora 18 c5, las negras
podían elegir entre 18 ... J:l.d8 19 @bl
0-0 20 g4 llle4 y 18 ... 0-0-0 19 @bl @b7
'.!() 'üc2 'üd5, con posibilidades equiva-
lentes.
Spassky pretende implementar un gran-
dioso plan ofensivo, asumiendo correc-
:amente que el rey negro no tiene otro
:ugar en donde refugiarse que no sea su
flanco.
ANATOJ.I XII
18 ••• cxb5+ 19 <;!;>bl 0-0 20 g4!
La apertura de la columna g es el princi-
pal factor del ataque blanco. 20 'Wxb5?!
.l::tab8 habría significado renunciar a la
actividad y situarse a la defensiva. Des-
pués de 21 'We2, las negras tienen amplia
elección entre continuaciones prome-
tedoras: 21 ... 1fü4 22 1kl 'i\i'b7 23 l:!.c2
l:!.b8, o incluso la sencilla 21 ... l:txb2+
22 'ii'xb2 J:l.b8. Es mejor 21 'i\i'd31Wb7 22
J:ld2, pero tampoco en este caso tendrían
las negras motivos para quejarse: 22 ...
l:tfcS 23 .l::tc2 l:!.xc2 24 'i\i'xc2 J:lc8 25 'ili'd3
(25 'lWe2 lllxh5!) 25 ... llle4.
20 ••• llle4 21 lthgl
21 J:ldgl?!, habitual en tales esquemas,
habña permitido a las negras ralentizar
el ritmo de ataque con 21 ... 'i\i'f4! (no es
posible 22 g5??, debido a 22 ... 'i\i'xf3!).
Kotov recomendó la extravagante 21
lllg2, pero esta retirada difícilmente
puede concribuir a reforzar el ataque:
21 ... llldffi 22 llle5 .l::tac8 23 llhe l J:l.fd8
24 f3 llld6.
La inmediata apertura de líneas no ha-
bóa producido el efecto deseado: 21 g5
hxg5 (las consecuencias de 21 ... lllxg5
22 lllxg5 hxg5 23 l:ldg l f6 no están cla-
ras) 22 llhg l f6 23 d5 llldc5 24 llld4 .l::tae8
25 lllxb5 'ili'f4, con juego de doble filo.
21 ••• lllg5!
Impidiendo la apertura de la columna
g. Si 21 ... 'Wf4?, entonces es fuerte 22
g5! lllxg5 23 lllxg5 hxg5 24 .l::tg4 'i\i'ffi 25
'ili'xb5.
22 lllxg5 hxg5
1738
23 d5!
275
Gary Kasparov - Mis Gt:NIAl.ES rREDt:CF.SORES
Las blancas siguen sin es1ar interesadas
en el peón de b5, ¡sólo lo cst.in en el
a1aque! "¿Acaso podía ercer Spassky que
su oponente sería capaz de defender su
inseguro enroque?", escribe Bol\'innik,
quien consideraba necesario 23 'Wxb5.
Dvoretsky es de Ja misma opinión. "Las
blancas disponen de recursos insufi-
cientes para un a1aque directo al rey
(en parte como consecuencia de que
su caballo no está bien situado en e3).
Puede buscar la ven!aja, aun entregando
temporalmente la iniciativa, accp!ando
el sacrificio de peón por el que su opo-
nente logra una clara pero insuficiente
compensación: 23 'Wxb5 1'1.ab8 24 'Wd3!
(pero no la recomendación de Bol\'in-
nik, 24 Wt'e2?, debido a 24 ... 1'1.xb2+ 25
'Wxb2 1'1.bS), con idea de 1'1.d2 y 1'1.c 1".
Aun así, después de 24 ... ti:lb6! 25 1'1.d2
(25 1'1.cl 'Wf4) 25 ... 1'1.fc8!?, las negras
dispondrían de un buen contrajuego.
23 ••• a6!
¡Asombroso aplomo! Después de 23 ...
'We5 24 dxe6 Wxe6, las blancas podrían
haber tomado el peón sin riesgo: 25
'Wxb5 ti:le5 26 Wd5. Invertir tiempo en
la defensa de un peón de segunda fila,
cuando estás siendo a!acado, y aunque
tengas un excelente sentido posicional,
es un síntoma de gran coraje.
24 h6?!
¡Consecuente pero inefectivo! La estra-
tegia corrcc!a era jugar en el centro: 24
dxc6 fxc6 25 ti:lc2! Wt'e5!
Diagrama de análisis
1. Se refiere al famoso lema del CM Alexander Tolush, entrenador de Spassky y un mítico jugador de
aiaquc. comentado ya por el autor en el \'olumen 111. N.d.T
276
V
A la natural 26 'l!i'd2, seguiría la fuerte
26 ... ti:lc5! (26 ... ti:lf6?! 27 f3!) 27 1'1.gel
'i!l'f4, que permitiría a las negras defen-
der el peón de e6 y activar sus piezas.
Resul!a que las blancas deberían haber-
se guiado por la fracturada estructura
enemiga de peones y amenazar con
entrar en un final favorable, lo que se
lograba con 26 1'1.ge l! Las negras ten-
drían, en !al caso, dos alternativas, pero
en ambas se verían obligadas a resoh·er
difíciles problemas:
1) 26 ... 1'1.ad8 27 ti:l b4 'i!l'xc2 28 l::!xe2
ti:lf6 29 1'1.xd8 1'1.xd8 30 ti:lxa6 (30 13
1'1.d6!) 30 ... ti:lxg4 31 ti:lc7.
2) 26 ... 'Wxe2 27 1'1.xe2 ti:lc5 28 ti:lel'.
l:lad8 29 .l:l.xd8 1'1.xd8, y a las negras les
espera una defensa desagradable, !anto
en el final de caballos (30 1'1.e5 1'1.d5
31 .l:l.xd5 exd5 32 1Pc2 wf7 33 b4 ti:le6
34 ti:ld3 'it>f6 35 Wd2), como en el de
torres (30 ti:lf3 1'1.d5 31 ti:le5 IPIB 32 b4
ti:ld3 33 lbxd3 1'1.xd3 34 1'1.xe6 .l:l.d4 35 a3
1'1.xg4 361'1.xa6 l::tgl+ 37 wc2 i:m 38 l::tg6
l:txf2+ 39 wd3.
La elección de Spassky, basada en la
r
intuición en el lema "¡Adelante, Ka-
zimirich!" , constituye un ejemplo de
cambio desigual: libera a las negras de
uno de sus peones débiles y priva a las
blancas de su peón de h5, que podría
ser impor!ante en el final. Pero estO
sólo quedó claro después de que ni un
cónclave de cerebros pudo demostrar
la fuerza de su ataque. No ohidem05-
además, que Spassky debía tomar su
decisión con el reloj en marcha.
24 •.• gxh6!
Otro esquema defensivo (24 ... g6 25
dxe6 fxe6) fue condenado por Tal
sobre la base de la variante 26 ti:lf:i'.:
1'1.ae8? 27 h7+! wxh7 28 l::txd7+! "llfxá.
29 l::thl+ wg8 30 'i!l'e5, pero las ne~
habrían parado el ataque activando b.
dama: 26 ... 'Wc5! 27 Wt'd2 exf5 28 .:gel
'Wf6 29 'ili'xd7 l:!ad8 30 f!i'b7 l::txdl~

31 llxdl llf7, o bien 27 'l!fc2 exf5 28
:xd7 llac8 29 'l!fd2 fxg4. Aun así, las
blancas habrían conservado ventaja
tras la menos espectacular 26lle1 ! 'l!fb7
(o bien 26 ... ~f4 27 llgdl) 27 li:\fl
@h7 28 ILJg3.
Karpov espera poder consolidar su posi-
ción durante el tiempo que las blancas se
toman en ganar el peón de h6.
25 llhl
Se diría que las negras tienen proble-
mas.
1740
25 ... ILJf6!
Esta fuerte jugada constituyó una sor-
presa para Spassky, que pensó su res-
puesta durante casi media hora, con lo
que sólo le quedaban 18 minutos para
14jugadas.
La reacción más natural parece 25 ...
wg7?, después de lo cual es probable
que hubiera seguido 26 f4!!, y si 26 ...
gxf4, Tal indica la siguiente variante ga-
nadora: 27 'l!fh2 llh8 28 ILJg2 e5 29 ILJh4
l¡jf6 30 li:\!5+ wg6 31 llcl 'l!fd8 32 llc6,
pero si las negras no debilitan su posi-
ción para intentar conservar el peón de
f4, entonces después de 28 ... llac8! no
hay una forma clara de ganar.
Sin embargo, el ataque blanco es irre-
sistible, pero para que así sea ¡hay que
jugar con mucha energía y precisión!
Así, la inmediata y "evidente" 27 g5,
con la esperanza de 27 ... h5? 28 dxe6
fxe6 29 ILJg4!!, con demoledoras ame-
nazas (29 ... 'l:!Vc6 30 lbd7+! 'i!!'xd7 31
ffe5+ wf7 32 g6+ we7 33 Wig7+ we8 34
ANATOLI XII
ILJf6+ llxf6 35 'iWxf6 'i!fd5 36 'i!ff7+ @d8
37 llgl) se para con la respuesta única
27 ... 'i!fe5!, y el ataque va diluyéndose
gradualmente: 28 'l:!Vh5 (28 'l!fh2 h5)
28 ... 'i!fe4+ 29 ILJc2 'i!fg6 30 gxh6+ ..t>h7
31 'i!fe2 ILJf6.
Las negras se ven privadas de esta posi-
bilidad salvadora por el cambio previo
27 dxe6! fxe6 (27 ... fxe3 se refuta con
la sencilla 28 'l!fxe3), y ahora 28 g5! es
muy fuerte. Por ejemplo: 28 ... fxe3 29
'i:lfh5 e2 30 Wfxe2, y las negras, a pesar
de su pie7.a de ventaja, no tienen defen-
sa (30 ... ILJe5 31 llxh6 llad8 32 J:l.dh 1
I:th8 33 'iWh2 'l!fb8 34 J:l.h7+ l:txh7 35
'l:!Vxh7+ ..t>f8 36 llfl+ ..t>e8 37 g6), o bien
28 ... ILJe5 29 'l!fh5! ILJf7 30 ILJg4 l:tad8
31 gxh6+ @h8 32 'iWg6 ILJe5 33 'i!l'g7+
'l!fxg7 34 hxg7+ <bxg7 35 ILJxe5, con
ventaja decisiva.
26 J:l.xh6
Era tentador 26 d6!?, pero muy arries-
gado en apuros de tiempo. Por otro
lado, el recuerdo de los sufrimientos
blancos en la sexta partida, por un
peón así, también estaban demasiado
recientes. "La mejor línea era 26 ... 'l!fc6
27 f3 @g7 28 'iWh2 l:th8, con equilibrio
dinámico: 29 lld3! (29 'l!fe5? 'l!fxf3!)
29 ... llac8 30 llc3 'Wa8 31 llc7 b4 32
'iWe2 a5 33 llhcl l:txc7 34 dxc7 J:l.c8 35
'Wd3 'l!fb7 36 '!Wd8 ILJe8 37 Wd4+ >!7g8
38 'ifd8 @f8, y aquí el elegante truco 39
lüd5 ! conduce, después de 39 ... rbg7
40 li:\e7 llxc7 41 llxc7 ILJxc7 42 'i:lfd4+
wf8 43 li:\c8!, a la creación de una no
menos elegante posición de tablas.
26 ... wg¡ 27 J:l.hhl l:tad8 28 dxe6 fxe6
O bien 28 ... l:txdl 29 lüxdl 1Wc6! 30
lle! 'i!!'xe6 31 ILJe3 l:te8, con igualdad.
29 ILJe2
Otra tentativa por lograr ventaja era 29
l:tc 1 'l!ff4 30 f3, y después de 30 ... l:td7
31 llc6, las negras se encuentran en
serias dificultades: 31 ... l:tfd8 32 llxe6
l:td2 33 lüf5+ 'it>g8 34 lle7. Sin embar-
go, la más activa 30 ... l:th8! habría
mantenido Ja igualdad: 31 llxh8 llxh8
277
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
32 tiJc2 wf7 33 llel lle8 34 a3, o bien
31 llhel lld7 32 llc6 l:th2.
29 .•. 'l!Vf4
Era más sencillo 29 ... 'l!Vc4!, con igual-
dad.
30 f3
La jugada de doble filo 30 'i!fxe6!? no es
tan inocua. En caso de 30 ... l:!.xdl+ 31
.!hdl 'fi'xg4 32 'ti'd6! las blancas tienen
la iniciativa, de modo que las negras
tendrían que jugar con mayor inten-
sidad: 30 ... 'ife4! 31 'ifb3 l:txd 1+ (des-
pués de 31 ... llh8 32 f3 .!hhl 33 l:txhl
'l!Vd3 34 'ifxd3 l:txd3 35 .1m tiJd5 36
wcl wf6, la actividad de las negras en
el final, con un peón menos, puede re-
sultar insuficiente: 37 tiJe 1 lld4 38 .!U2
we5 39 lld2, etc.) 32 llxdl tiJxg4! 33
J:td7+ (33 J:tel 'l!Vc4) 33 ... wg6 34 J:td6+
l:tf6 35 'l!Vg8+ Wh5!, y las blancas no dis-
ponen de más recursos de ataque.
30 ... wf7
1741
31 a3
La última posibilidad era la aguda 31
tiJel!? J:txdl+ 32 'l!Vxdl. Tal pensaba
que después de 32 ... e5 el peón se cam-
biaría y con él habría desaparecido el
principal problema de las negras. Pero
si avanzamos en esta variante, 33 tiJd3
'l!fd4 34 'i!fc2! l:!.e8 (34 ... e4 35 fxe4
'i!fxe4 36 J:!.e 1!) 35 tiJc5 e4 36 fxe4 tiJxe4
37 'i!fb3+ lt.>g6 38 'i!fh3, la iniciativa
blanca resulta peligrosa. Spassky señaló
una excelente construcción defensiva:
32 ... we7! 33 tiJd3 'i!fd4 34 'i!fd2 (34
'l!Vc2 tiJd5!) 34 ... J:td8 35 .l:tdl J:td5!, y
278
V
las negras, tras consolidarse en el cen-
tro, no están peor.
31 ... e5 32 tiJb4 e4! 33 fxe4 l:!.xdl+ 34
l:txdl lle8!
Ahora, el conflicto está agotado.
35 tiJxa6 'i!i'xe4+ 36 'l!Vxe4 J:txe4 37 tiJc7
b4 38 axb4 l::txb4 39 l::tfl l::tf4
Tablas.
¡Una auténtica lucha de titanes!
Estas tablas acabaron de romper
al excampeón. Tal: "El match quedó
realmente concluido en la octava par-
tida, cuando Spassky no fue capaz de
ganarla. Personalmente, no dudaba
ni por un segundo de que el ataque
blanco con 24 h6 produciría un remate
espectacular. Pero después de 25 ...
tLJf6 (una jugada que Karpov realizó rá-
pidamente) ¡no había forma de ganar!
Un golpe así resulta aún más duro que
una derrota. Cuando posiciones como
esa no pueden ganarse, comien1.as a
perder la confianza en ti mismo. Todo
tipo de pensamientos diabólicos van
desarrollándose en tu cerebro, como:
¿es posible ganarle de algún modo?".
En la novena partida, una sorpresa
invertida esperaba al ya agotado Spass-
ky: ¡el inesperado retorno a 1 e4! Aquí.
su indiferencia en la preparación para
el match hizo acto de presencia: en Ja
Defensa Siciliana, el excampeón mun-
dial ni siquiera contaba con una varian-
te bien estudiada, como cabría esperar
de su estilo activo de juego.
Karpov: "Cuando jugué 1 e4, Spas-
sky, con una mirada completamente
ausente, comenzó a reajustar con am-
bas manos, por segunda vez, sus piezas
· ya bien dispuestas. Estaba nervioso, es
probable que mi primer movimiento le
resultara una sorpresa. La clave es que..
a diferencia de Fischer, que cambiaba
de apertura tras relativos fracasos, yo,.
por el contrario, evitaba esquemas con
los que había tenido éxito. Así, en b.
11 ª partida, jugué 1 d4. Es probabk
que a Spassky le resultase dificil prepa-
rarse contra mí".

552.
A. Karpov-8. Spassky
I.eni11grado, 1974
Semifinal de Candidatos, 9" partida
Defensa Siciliana (B83)
1 e4 c5 2 lLlf3 e6 3 d4 cxd4 4 lllxd4
lilf6 5 lLlc3 d6 6 iie2 iie7 7 0-0 0-0 8
f4 lLlc6 9 iie3 iid7
Por lo visto, Spassky estaba algo con-
fuso y, en cualquier caso, decidió
evitar 9 ... e5 10 lllb3 a5 11 a4 lllb4 (l'
partida). No quiso poner a prueba
la calidad del equipo de Karpov. Sin
embargo, en última instancia, todo se
redujo a los esquemas con e6-e5, pero
en una versión menos favorable para
las negras.
10 lllb3 a5?!
Una jugada estratégicamente dudosa.
Spassky sigue tratando de crear un
esquema que había analizado con
Bondarevsky. Sin embargo, difícil-
mente puede considerarse un análisis
exhaustivo para los seguidores de la
teoría de la cabeza clara, a juzgar por
el curso subsiguiente de la partida. La
habitual 10 ... a6 ó 10 ... 'l/!/c7 habrían
dirigido la partida dentro de las lí-
neas de la Scheveningen clásica.
11 a4 lLlb4 12 iif3 iic6
Si 12 ... e5, se ha considerado lo más
fuerte 13 ~hl, desde los tiempos de
las partidas de Geller: 13 ... l:tc8 14
l:!f2 lk4 15 fxe5 dxe5 16 l:!d2 f/Jc7 17
'l/!/gl, con ventaja (Geller-Reshevsky,
lnterzonal de Palma de Mallorca
1970), o bien 13 ... iic6 14 fxe5 dxe5
15 Wie2 W/c7 16 Wif2 llld7 17 l:!adl
~h8 (Geller-Polugaievsky, Portoroz
1973) 18 l:l.d2 l:l.ad8 19 'i!ll'g3.
Spassky no se apresura a liberarse,
pero el oponente observa sus prepa-
rativos, comprendiendo que e6-e5 es
la única opción de las negras.
ANATOl.I XII
13 llld4!
A diferencia de la primera partida, el
caballo tiene la oportunidad de regre-
sar al centro, después de lo cual las
negras no tienen compensación por el
eterno puesto avanzado de las piezas
blancas en b5. Además, después de e6-
e5, el caballo puede saltar a f5. Spassky
decide debilitar su estructura de peo-
nes para evitarlo.
13 ... g6
Preparando el avance e6-e5. El esque-
ma pasivo 13 ... Wb8 14 We2 lle8 15
l:l.adl 'it>h8 (Klovans-Vasiukov, Riga
1968) no satisfacía a Spassky..
14 llf2! e5
La amenaza l:l.d2 no permite una cuida-
dosa preparación de esta ruptura.
15 lllxc6 bxc6
Después de 15 ... lllxc6?! 16 f5!, las ne-
gras habrían quedado en una difícil po-
sición sin ningún triunfo estratégico.
16 fxe5 dxe5 17 'fi'fl!
El medio juego resultante parece muy
atractivo para las blancas, pero no hay
nada que sugiera un inmediato desas-
tre.
17 ••• Wc8!?
Esto sólo sirve para provocar un útil
avance de peón de las blancas, que
induce la activación del alfil de f3. Bo-
tvinnik sugirió 17 ... lLld7! 18 "t!t'c4 lLlb6
19 'l/!/b3 iig5 20 iic5 (20 lLldl llb8)
279
Gary Kasparov - Mis GENIALES PRF.DF.CESOKES
20 ... il.e7, disponiendo una defensa, o
bien 18 J:r.dl!? W/c7, y la posición negra
es más sólida que en la partida.
18 h3! li:ld7
Spassky probablemente planeaba 18 ...
W/e6, pero se dio cuenta a tiempo de
que con 19 J:r.cl! las blancas pueden
efectuar un desagradable reagrupa-
miento: 19 ... J:r.a(f)d8 20 il.e2 J:r.d4 21
b3! y 22 il.c4 (Karpov, Botvinnik).
19 Ag4 h5?
Un importante debilitamiento del re-
fugio del rey. En opinión de Karpov y
Botvinnik, las mejores posibilidades de-
fensivas pasaban por 19 ... Wi c7, a fin de
provocar complicaciones tras 20 J:r.dl
J:r.ad8 21 @h l <.Pg7 22 li:lbl fü! 23 exf5
li:ld5. Pero también en este caso, con 20
iJ..xd7! Wxd7 21 Wic4, la ventaja blanca
sería evidente.
20 il.xd7 Wxd7 21 Wic4 $.h4 22 J:r.d2
Wie7
1743
23 i:r.n
Karpov y Botvinnik consideraban que
esto era lo más fuerte, y descartaron la
otra posibilidad de ataque, 23 il.c5 Wig5
24 J:r.d7, debido al sacrificio de calidad,
24 ... li:lxc2 25 il.xf8 J:r.xf8. Desde lue-
go, tras 26 J:r.bl .ig3! (26 ... Wixg2+ 27
@xg2 li:le3+ 28 @f3 li:lxc4 29 b3 condu-
ce a un final inferior), las negras tienen
excelente compensación (si 27 Wixc6,
entonces 27 ... li:lel!, con la amenaza
iJ..h2+).
280
V
Sin embargo, 24 J:r.adl! (en lugar de
24 J:!.d7) 24 ... J:l.fd8 25 J:r.xd8+ J:r.xd8 26
l:r.fl ! era mucho más fuerte, y después
de 26 ... J:r.d7 27 Axb4 axb4 28 Wfxc6~
Wfe3+ 29 @h2, las negras habrían que-
dado en una posición desesperada:
29 ... iJ..g3+ 30 whl J:r.a7 31 li:ld5 't'fe2
32 Wlb5!, o bien 29 ... J:r.d8 30 li:ld5 Wie2
31 J:r.f3.
Karpov, seguramente de fonna intW-
tiva, eligió un plan para seguir refor-
zando su posición, más acorde con su
estilo de juego.
23 ••. J:r.fd8 24 li:lbl!
Esta excelente jugada de retroceso
provocó un verdadero alboroto en la
sala de prensa y el auditorio. El caballo
es trasladado a una mejor casilla en d
momento oportuno.
24 •. ;°ili'b7
El cambio de damas habría debilitado
irremediablemente a los peones negros
y conducido a un final técnicamente
perdido: 24 ... 'i!fe6 25 'ffixe6 fxe6 26
li:la3.
25 wh2! @'ti 26 c3
Las blancas también tienen una enor-
me ventaja después de 26 J:r.xd8!? J:r.xd8
27 li:ld2.
26 ••• li:la6
Las negras tienen que retirarse al borde
del tablero, pues la osada internada de
la caballería 26 ... J:r.xd2 27 li:lxd2 li:lc2
28 il.c5 lile 1 no logra salvarlas: 29 J:i:xe 1
il.xel 30 li:lf3 'l\í'xb2 31 li:lxel 't!i'd2 32
li:lf3 'i!ff4+ 33 whl J:r.d8 34 il.gl o bien,
de fonna más metódica, 29 li:lb3 li:ld3
30 'ffixd3 W/xb3 31 '!Wd6 'We6 32 '!Wxe6
fxe6 33 J:r.dl J:r.d8 34 l:r.xd8 il.xd8 35 b4,
con un final ganado.
27 J:r.e2!
"Siguiendo el viejo precepto de Steinitz
de no cambiar piezas cuando se tiene
una posición más libre. Ahora se ame-

naza 28 g3 y l::tef2" (Botvinnik). Lamo-
mentánea cesión de la columna d no es
peligrosa, pues es más importante para
las blancas consenar la torre para su
ataque sobre la columna f y, al mismo
tiempo, habilitar la casilla d2 para el
caballo.
1744
'r1 •.• l::tf8?
Las negras no deberían renunciar
con tal indiferencia a la columna d.
Era más tenaz 27 ... l::td6 28 /Od2 l::te8,
erigiendo líneas defensivas en caso de
29 'i'fa2 il.d8 30 /Oc4 l::td 7 31 l::tef2 f6.
Ahora, el asalto directo 32 ..liLg5 /Oc5
33 il.xf6+ .txf6 34 l::txf6 gana material
pero concede contrajuego a las negras:
34 ... /Oxe4 35 /Oxa5 Wic7 36 l:te6 l:tde7
37 !lxe7+ l:txe7 38 b4 c5 pero, por otra
parte, 32 b3! las dejaría ante una inso-
portable presión posicional. Es posible
que 29 /Of3 iL.d8 30 b4 axb4 31 cxb4 f6
32 l:d2! l:txd2 33 .txd2 il.e7 34 /Og5 !
..Lxb4 35 i.xb4 fxg5 36 il.d6 aún sea
más fuerte, subrayando el fatal destino
del caballo negro.
27 ... l::td7 28 /Od2 IOc7 también es insu-
ficiente, pues una ofensiva combinada
reporta a las blancas ventaja decisiva:
29 /Of3 iL.f6 30 iL.g5 .bg5 31 /Oxg5 f6
32 l:!.ef2 l::tf8 33 Wic5! h4 (33 ... 'i'fa8 34
h4!, y las negras están en lugzwang:
34 ... Wia6 35 J;txf6! l::txf6 36 l:txf6 wxf6
37 'Wf8+) 34 /Oh7! (después de 34
Wxa5 l::ta8 35 'i'fc5 fxg5 36 Wixe5+ wg8
37 Wixg5 l:!.g7 38 'i'fxh4 c5!, las negras
pueden albergar algunas esperanzas)
34 ... /Oe6 35 W/c4 wxh7 36 Wixe6 l:!.e7
ANATOL! XII
37 Wid6 W/c7 38 Wixc7 l:!.xc7 39 l:!.xf6,
con un final ganado.
28 /0d2 iL.d8
Demasiado sumiso. Las blancas aún
tendrían que realizar ciertos esfuerzos
después de 28 ... il.e7 29 /Ob3! W/c7
30 l::tef2 f6 31 l:td2, y si 31 ... l:!.fd8 32
l:!.xd8 ..IÍLxd8, entonces 33 /Oxa5! '!Wxa5
34 Wixc6 l:tb8 35 l:!.dl! J;..e7 36 l::td7 l::te8
37 l:!.a7, y 28 ... J:!.ae8 29 IOb3 il.d8 30
l:!.'ef2 f6 31 l:td2 5 32 l:!.fdl /Ob8 33 /0c5
Wifl 34 '!Wxfl 'i!?xfl 35 /0b7 il.c7 36 iLc5,
ganando.
29 /0f3 f6 30 l:!.d2! iJ..e7 31 W/e6!
La invasión decisiva.
31 ••• l::tad8
Si 31 ... /Ob8, lo más sencillo es 32 l:tfdl,
seguido de la inevitable nd7!
32 l::txd8 il.xd8 33 l:tdl IOb8 34 il.c5
l::th8 35 J:!.xd8!
Una elegante conclusión. Si 35 ...
l::txd8, sigue 36 iL.e7!
Las negras se rindieron.
Tal: "El remate de la 9' partida creó
una impresión realmente indeleble. En
general, es difícil que me sorprenda,
pero Tolia sí lo consiguió, invirtiendo
apenas cinco minutos en la docena de
espléndidas jugadas concluyentes". El
marcador se situaba así en 3-1, y Karpov
sólo necesitaba una '~ctoria más.
En la 10' partida, Spassky estaba
preparado para abatir los bastiones de
la Caro-Kann, pero por primera vez en
el encuentro, Karpov replicó l ... e5,
sin temor a plantear la Variante Breyer
de la Española, la defensa favorita de
su oponente. ¡Un auténtico reto! Las
blancas cerraron pronto la posición
con el avance d4-d5 y lograron una du-
radera iniciativa. Botvinnik: "Un raro
caso, en el que Karpov se \io obligado
a luchar contra su propio método de
dominación".
281
Gary Kasparov - Mis GF.NIALES PRF.DECF.SORES
554.
B. Spassky-A. Karpov
[,mi11grado 1974
Semifinal deCandidatos, lo· partida
1745
32.b7!
Este procedimiento fue más tarde em-
pleado por el propio Karpov (partida
núm. 555).
32 ••• l::tbb7?!
Parece más correcto 32 ... l::ta8, y si 33
iH2(b6), entonces 33 ... l::txa2 34 'i!l'xa2
l::tb7 y i<.f6!
33 "t!l'el 'i!l'dS 34 Wf2 l:!c8?!
Era más precisa la inmediata 34 ... il.f6.
35 l::ta6 il.f6 36 il.b6 'fle7 37 l::ta7 l::tcb8
"Evitando una trampa bien camuflada.
Después de 37 ... il.h4? 38 l::txb7! .li.xf2+
39 wxf2 "t!i'h4+ 40 wgl, la posición ne-
gra no parece que pueda sostenerse"
(Botvinnik). Sin embargo, aquí 40 ...
i<.xh3 ó 40 ... tt:lf6 (esta jugada también
sigue a 40 'i!;>fl) es confuso. Por consi-
guiente, es mucho más fuerte 39 .li.xf2!
l::tc7 40 l::tb8 l::tc8 (40 ... 'l!t'g5 41 wh2) 41
l:!xc8 il.xc8 42 il.xb5, y entonces las ne-
gras sí se encuentran en una posición
dificil: 42 ... tt:lf6 43 l::ta7, o bien 42 ...
tt:ic7 43 c4!, etc.
38 l::txb7 l:!xb7 39 'iPfl
39 wh l!? il.h4 40 'i!l'gl tampoco era
malo.
39 ••• il4 40 ti'gl wg7 41 l::ta7?
Después de 41 l::ta8!, Karpov habría
tenido que enfrentarse a una dura lu-
282
V
cha por las tablas: 41 ... tt:ic7?! 42 il.xc7
l:!xc7 43 ti'b6 l::tc5 44 l::ta7, o bien 41 ...
Wg5 42 .li.a5 'i!l'h5 43 IOcl .li.xh3 44
we2! Wg5! (44 ... il.d7 45 l::ta7) 45 l::txeS
.li.xg2 46 'i!;>d2! .li.xf3 47 ti'xg5 .li.xg5 48
.li.b4, etc.
Spassky me dijo que en este momen-
to, antes de aplazar la partida, senúa
que ya no tenía Ja fuerza necesaria
para seguir jugando a ganar, que estaba
mentalmente exhausto. Al haber per-
dido la fe en el éxito, perdió también
la lucha ...
41 ... l::txa7 42 i<.xa7 "@'d8 43 Wb6 'i!l'c7!
44 W/xc7 tt:lxc7
Con tablas en lajugada 60.
Tal: "No me permitiré comentar la
11 ª partida y última del match, porque
es una copia exacta de la 21 ª partida
del encuentro de Spassky con Fischer
en Reykjavik. Allí, Boris jugó las (!)timas
partidas con una especie de angustiosa
presión. Lo intentó con muchas, mu-
chas ganas ... ¡Pero no lo consiguió! No,
no entregó el match de mala manera.
Sucedió porque así tenía que suceder.
Tal vez lo hizo en el subconsciente,
pues es uno de esos jugadores que
conscientemente no se rinden.
"El estado de Spassky me resulta fa-
miliar. Fue el mismo en que yo me en-
contré en la 21' partida de mi match-
revancha con Botvinnik. Cuando me
senté ante el tablero, pensé: si Dios
quiere, podría ganar... ¡Pero no fue así!
Tampoco pudo Spassky, ni con Fischer,
ni con Karpov".
554.
A. Karpov-8. Spassky
[,mingrado 1974
Semifinal de Camlidatos, 11 ºpartida
Gambito de Dama (D58)
1 d4 tt:lf6 2 c4 e6 3 IOf3 d5
Un duelo psicológico típico del ~jedrez
de match. Las blancas no permiten
que su oponente plantee la Defensa
Nimzoindia, y las negras, a su vez, no

quieren entrar en las líneas de la India
de Dama.
4 liJc3 il..e7 5 il..g5 h6 6 il..h4 0-0 7 e3
7 .!k 1 (partidas núm. 563 y 573).
7 ... b6
No era difícil esperar de Spassky esta
popular variante, que lleva el nombre
de su segundo, Bondarevsky.
8 il..e2
La jugada de Korchnoi, aunque tam-
bién empleó 8 l:lcl (partida núm. 517).
Aquí Fischer jugó 8 cxd5 (partida núm.
485).
8 ..• ii.b7 9 ii.xf6!?
Un eslabón importante de un plan
que trata de restringir la movilidad de
las piezas enemigas, en particular los
alfiles, y que deja a las negras con pocas
posibilidades de contrajuego.
9 .•• il..xf6 10 cxd5! exd5 11 0-0
Yo hubiera preferido 11 b4, que des-
pués de 11 ... c5 12 bxc5 bxc5 13 .!l:bl
il..c6 14 0-0 liJd7, ó 11 ... c6 12 0-0 liJd7,
normalmente traspone a la variante 11
0-0 liJd7 12 b4
1746
11 ••• 'i!fd6?!
El primer momento cuestionable. Las
numerosas partidas jugadas desde en-
tonces han demostrado que hay otros
planes más prometedores, relaciona-
dos con c7-c5:
1) 11 ... 'i!fe7 12 '1Wb3! l:.td8 13 J:Xadl.
Esto requiere una cierta precisión por
parte de la defensa; 13 ... c6?! es pasivo:
ANATO!.I XII
14 l:lfel il..c8 (14 ... liJd7 15 il..n liJIB 16
e4 dxe4 17 liJxe4 liJe6 18 il..c4 J:1e8 19
liJe5 J:1ad8 20 f4 también es favorable
a las blancas, Beliavsky-Georgadze,
47º Campeonato de la URSS, Minsk
1979) 15 'l!ll'c2! c5?! 16 e4! dxe4 17
liJxe4!, y las negras se encuentran en
una difícil posición (Karpov-Beliavsky,
Reggio Emilia 1991). Es más enérgico
13 ... c5! (esta jugada ha resultado
mejor que su reputación inicial) por
14 dxc5 il..xc3 15 'l!Vxc3 (después de
15 c6 liJxc6 16 'ii'xc3 J:1ac8, las negras
tienen un buen desarrollo a cambio
del peón aislado) 15 ... bxc5 (las negras
tampoco tienen por qué preocuparse
acerca de los peones colgantes) 16 J:Xcl
liJd7 17 J:1c2 J:1dc8 (no 17 ... J:1ab8?! 18
b3 'l!ll'e6 19 J:Xdl 'i!fb6 20 liJel, Korch-
noi-Geller, Moscú 1971, match, 5") 18
'l!ll'a3 a5 19 J:Xfcl 'f:\'f6 20 il..b5 il..c6 21
S..xc6 J:1xc6 22 'f:\'d3 J:1d6, con igualdad
(Veingold-Tal, Tallinn 1983). Más tar-
de, Timman intentó en dos ocasiones
(contra Yusupov, Rotterdam 1989, y
contra lvanchuk, Hilversum 1991) ata-
car a los peones colgantes negros con
161ld2 liJd7 17 :!:!el a5 18 °f!l'a3, pero no
pudo conseguir ninguna ventaja para
las blancas.
2) 11 ... liJd7. Esta también es una bue-
na continuación para las negras. En el
volumen 111 ya hemos hablado de 12
'1Wb3 c6 (Timman-Spassky, Bugojno
1982, Hilversum 1983). Otra posición
crítica, 12 b4 c5 13 bxc5 bxc5 14 J:Xbl
il..c6, se produjo ¡siete veces! en mis
encuentros con Karpov (1984-1987), y
en el volumen II de la serie Kasparov
analiza el ajedrez moderno volveremos a
comentarla.
3) 11 ... c5 (con dos alfiles también
es posible esta inmediata actividad)
12 dxc5, y aquí hay dos formas de ju-
gar: 12 ... il..xc3 13 bxc3 bxc5 14 :i:!bl
'i!fc7 (14 ... 'i!fe7?! es más flojo, Kaspa-
rov-Torre, Moscú 1981; después de 15
'l!ll'a4! liJc6 16 °f!l'a3, las negras estarían
en dificultades) 15 liJe5, y las blancas
conservan presión (Kramnik-Jalifman,
Linares 2000), o bien 12 ... bxc5!? (esta
tentativa por rehabilitar 11 ... c5 pue-
283
Gary Kasparov - Mts Gt:NJAl.F.S PREDECESORES
de tener éxito) 13 f!l'b3 il.c6 14 l:tadl
ll:ld7!? 15 ll:lxd5 J:lb8, etc.
12 J:lcl! a6
Las negras están obligadas a perder
tiempo en estajugada sin esencia a fin
de defender la casilla b5. Quedan peor
después de 12 ... c6 13 e4!, y la temática
12 ... c5 es absolutamente mala por 13
dxc5 bxc5 14 ll:le4!
13 a3 ll:ld7
Botvinnik obseivó que "se ha alcanza-
do una posición similar a una conocida
variante de la Defensa Grünfeld: 2 ...
g6 3 ll:lc3 d5 4 ll:lf3 il.g7 5 il.g5 ll:le4 6
cxd5 ll:lxg5 7 ll:lxg5 e6 8 ll:lf3 exd5 9 e3
0-0 10 il.e2 c6 110-0'l!!fe712 a3 il.e6 13
lkl ll:ld7, y entonces 14 ll:lel ll:lb6 15
ll:ld3 J:!ad8 16 ILJc5 il.c8 17 b4 ILJc4 18
ll:lbl b6 (18 ... ILJxd6!?) 19 ll:lb3 il.a6 20
J:lel l:tfe8 21 ILJld21 b5 22 .!:tal il.c8 23
iW 'i!fr'd6 24 ILJc5 (Lasker-Botvinnik,
Nottingham 1936).
En mi opinión, la similitud es más bien
arbitraria por el momento. Piezas y
peones blancos están dispuestos exacta-
mente como los de Lasker, pero las ne-
gras han debilitado ya su estructura de
peones en el flanco de dama. Aunque
a continuación, en posiciones típicas
del medio juego, esta similitud puede
llegar a manifestarse.
14b4
Las blancas comienzan a jugar para
crear un control absoluto del flanco
de dama, y las negras se ven obligadas
a olvidarse de la ruptura c7-c5. Pero sí
pueden tratar de explotar el debilita-
miento de la casilla c4.
14 ... b5
Botvinnik aprueba esta comprome-
tedora continuación (él mismo jugó
así contra Lasker). Tal, en cambio,
considera esta "nerviosa decisión" la
causa inicial de los problemas negros, y
sugiere 14 ... il.e7 15 ~d3 'i!l'e6! 16 W/c2
il.d6, y en este momento, 17 il.f5 W/e7
18 e4 dxe4 19 .llxe4 ii.xe4 20 ILJxe4
.llf4 21 l:tcdl ILJf6, con una aproximada
igualdad.
284
V
1747
15 ll:lel?I
"Es sorprendente que Karpov también
maniobre como Lasker. Sin embargo,
en opinión de Karpov, era más fuerte
15 ILJd2 y ll:lb3, impidiendo a6-a5. En
tal caso, la posición negra habría sido
más pasiva" (Botvinnik).
15 ... c6!
Tal prefiere no bloquear el alfil con
15 ... ILJb6 16 ll:ld3 ll:lc4 17 ll:lc5 il.c6,
pero reforzar el peón de b5 también
tiene sentido.
16 ILJd3 ll:lb6?!
Sólo la inmediata 16 ... a5! habría
permitido a las negras explotar la im-
precisión de las blancas (15 ll:lel?!) y
la implementación de su estratégica-
mente correcto plan. La torre negra
tendría que ser liberada de la defensa
del peón, y después de a5-a4 y ll:ld7-b6-
c4, el peón de a3 podría convertirse en
una debilidad.
17 a4!
U na excelente réplica que obliga a las
negras a pensar continuamente en la
defensa de su peón de a6.
17 ••• il.d8?!
Esta jugada, que Tal consideraba la
única posibilidad de obtener al menos
algún contrajuego, fue justamente
condenada por Botvinnik y Karpm•. El
primero sugirió en su lugar 17 ... ILJc4
18 ll:lc5 .!:tab8 (a lo que podría seguir
19 il.d3 il.d8 20 a5 il.c7 21 g3 Wie7 22
W/c2 ii.d6 23 ILJe2 .!:tbe8), y el segundo.

17 ... l:tad8 18 lüc5 11.cS ("con su torre
en d8 y el alfil en f6, las negras no ten-
drían que temer demasiado la ruptura
en el centro"). Pero lo mejor probable-
mente fuese 17 ... l:tae8 18 lüc5 11.cS 19
:.a1 (19 il.g4 'i:Wc7) 19 ... lüd7. En todas
las líneas, las blancas están "ligeramen-
te mejor", pero por el momento no hay
nada concreto.
Con el inefectivo reagrupamiento efec-
ruado por Spassky, se inicia una gradual
reducción en los recursos defensi\'OS de
las negras, aunque, como a menudo
sucede en el análisis de las partidas
de excepcional importancia para la
historia del ajedrez, la evaluación de
los acontecimientos subsiguientes fue
influenciada por el resultado final.
18 ii:lc5 11.cS 19 a51 il.c7 20 g3 lüc4
Las negras han llevado a cabo sus pla-
nes, pero eso no significa que el cami-
no hacia la igualdad se haya facilitado,
sobre todo después de la oportuna
apertura del centro que efectuará su
oponente. En cuanto al orgullo de la
posición negra -el caballo de c4-, vale
la pena recordar los comentarios de
Botvinnik a la partida antes mencio-
nada con Lasker: "El doctor me había
decepcionado. El caballo está esplén-
didamente situado en c4, bueno ¿y
qué?". Para activar los alfiles, las negras
tienen que avanzar sus peones f y g,
debilitando seriamente las defensas de
su propio rey. Sin embargo, Lasker no
pudo elegir el momento propicio para
la apertura del centro y la partida fina-
lizó en tablas.
1748
ANATOl.I XII
21 e4! il.h3
"Este posiblemente sea el error deci-
sivo" (Tal). Esta evaluación probable-
mente debiera aplicarse a 17 ... il.d8,
que inicia una maniobra cuyo objetivo
era, en realidad, asegurar la casilla h3
para el otro alfil. Tal recomienda 21 ...
dxe4 22 ID3xe4 'l!l'g6. Entonces, 23
il.xc4 bxc4 24 l:txc4 il.h3 25 l:te 1 l:tfe8
habría permitido ciertamente a las
negras activar su juego, pero con la fría
23l:te1 ! Wh8 (23 ... il.h3 es tan desespe-
rada como en la partida) 24 lüd2!, las
blancas habrían conservado la ventaja
blanca.
22 l:tel!
Otro plan prometedor para reforzar la
posición era 22 e5 'ff/e7 23 l:tel, pero
Kall'ov es coherente en su intención
de abrir el centro mientras que las fuer-
zas negras están mal coordinadas.
22 .•. dxe4
A las negras no les resulta posible sos-
tener el centro. Botvinnik pensaba que
era más tenaz 22 ... l:tfc8, pero enton-
ces las blancas podrían haber optado
por jugar a establecer un control: 23
e5 'ff/g6 24 il.d3 il.f5 25 lüe2 il.xd3 26
lüf4, o bien proseguir su presión en el
centro, con 23 il.f3.
23 ID3xe4 Wg6
Un ejército que ha perdido la coordi-
nación de sus efectivos tiene poca elec-
ción. La "más pmdente" (según Botvin-
nik) 23 ... 'iWdS no reportaría ningún
ali~io en vista de 24 'ff/b3! (24 ~xc4
bxc4 25 'ff/c2! también es interesante
con idea de 25 ... 'ff/xd4 26 l:tcdl 1!1'e5
27 lüxa6!), y las negras no tienen con-
tinuación aceptable: 24 ... 'l!Hxd4 25 g4!
f5 26 l:tcdl! 'ff/e5 27 lüd6!, ganando.
24 il.h5!
Kall'ov sigue reforzando su posición
sin dar al oponente ninguna oportu-
nidad de contrajuego después de 24
il.xc4 bxc4 25 'ffl e2 il.f4 26 na 1 l:tfc8 27
"l!i'xc4Wh8.
285
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECF.SORES
24 ••. 'i!l'h7
La activa 24 ... 'i!l'f5, con la esperanza
de cambiar el curso de la partida en
las complicaciones después de 25 .!k3!
'i!l'd5 26 g4! f5 27 .!:txh3 fxe4, habría
desembocado en un mal final: 28 ..tg6
1Lld6 29 .!:th5 'i!l'a2 (después de 29 ...
Wc4 30 'i!l'd2! .!:tf6 31 .!:tcl, la dama está
perdida) 30 'i!l'e2! 'Wxe2 31 .!:txe2.
25 'i'Hf3
25 1Lld2!? 1Llxd2 26 'i!l'xd2 'Wf5 27 'lWd l!
.!:tfd8 28 .!:te7 g6 29 ..tf3 Ad6 30 l:lel
también es ventajoso para las blancas,
pues la debilidad crónica de las negras
en el flanco de dama las condena a un
largo sufrimiento.
1749
25 •.• f5?
Al encerrar de forma concluyente
su pieza más fuerte, Spassky finna su
propia sentencia de muerte. En caso
de 25 ... Af5 26 1Llc3 .!:tfc8, podrían
producirse acontecimientos fascinan-
tes. Ahora, 27 'i!l'xc6 ..tf4 28 ..txf7+
@h8 no está claro, pero la ruptura 27
d5! habría provocado complicaciones
tácticas que se traducirían en una vic-
toria blanca: 27 ... 1Lle5 28 'Wd 1 l:ld8 29
'@'d4 f6 30 lllb7! l:ldb8 31 dxc6 1Lld3 32
1Lld5 ..te5 33 llle7+ @h8 34 1Lld6! ..txd6
35 'i!l'xd6 .!:td8 36 1!1'xd8+! .!:txd8 37 c7
.!:tIB 38 ..tg6! ..txg6 39 c8'i!:f Aes 40 1Llf5
ILlxel 41 l:lxel 'Wg8 42 'i!i'xa6 'i!l'd5 43
'i!fd6, etc.
Botvinnik y Karpov consideran que
25 ... Wf5 era la última posibilidad de
las negras. Por ejemplo: 26 'i!i'xf5 (26
.!:tc3 'i!fd5!) 26 ... ..txf5 27 il.f3 l:lfc8
(27 ... l:lfd8? 28 1Llc3! J::txd4 29 ..txc6
286
V
l:la7 30 ..txb5!) 28 il.e2! 1Lld6 29 ii.d3
"con ventaja blanca" (Karpov). Desde
luego, tras 29 ... 1Llxe4 30 i.xe4 .il.xe-4
31 1Llxe4 f5? 32 1Llc5 il.d6 33 .!:te6, las
blancas tienen una posición ganadora.
pero 29 ... i.h7! sigue planteando al~
nos problemas. Además, es claramente
mejor 31 ... ..tb8, con posibilidades de
salvación: 32 @g2 (32 d5 ffi!) 32 ... i.a7 ·
33 1Lld6 .!:td8 34 l:lxc6 il.xd4 35 :e;
..tc3!, y el desenlace no está claro. Por
consiguiente, es mejor 29 1Lld2! i.d8
30 1Llf3! .!:tc7 31 1Lle5, con muy fuerte
presión, o bien de inmediato 27 ..te2'.:
1Lld6 28 ..td3 1Llxe4 29 .be4 ..txe4 30
1Llxe4 f5 31 1Llc5 ..td6 32 .!:te6 ..txc5
33 dxc5 J:!.ac8 34 l:ldl, con excelentes
posibilidades en el final de torres. Por
consiguiente, después de 27 .il.e2 (ó 2i'
..tf3 l:lfc8 28 il.e2), tiene sentido que
las negras piensen en un sacrificio de
peón: 27 ... .!:tfe8 28 Axc4 bxc4 29 l:lxc-1
..td6! 30 f3 h5! 31 wf2 ..tf8, confiando
en el poder salvador de los dos alfiles.
26 1Llc3 g6 27 'i!l'xc6! gxh5 28 1Lld5!
La partida está decidida.
28 ••• f4 29 l:le7! 'lWf5
Si 29 ... fxg3, con la remota esperanza
de 30 .!:txh7?? gxf2+ 31 Whl fl'i!:f+ ~
J:txfl l:!.xfl++, las blancas responderían
sencillamente con 30 lllffi+! J:txf6 31
ffxa8+ l:lf8 32 'ffxf8+ WxIB 33 .!:txh7.
30 .!:txc7 J:tae8 31 'i!l'xh6 .!:tf7 32 .!:txf7
La fortísima 32 1Lld7! habría obligado a
las negras a entregar su mejor pieza a
cambio de nada.
32 ... @xf7 33 'Wxf4 lle2 34 W/c7+ lt>f8
351Llf4
Las negras se rindieron y Karpov se
impuso en el encuentro por 4-1 (y seis
tablas) .
Esta partida, como todo el match
en general, demostró hasta qué punto
estaba equivocada la teoría de cabe=o.
clara, preconizada por Spassky y su
segundo. Hay algo aún más evidente:
para conseguir verdadero éxito al más
alto nivel, no bastaba con tener sólo

una impresión general de los esquemas
de apenura empleados y un puñado
de ideas. Sin un extenso y exacto co-
nocimiento, era imposible obtener las
deseadas posiciones de medio juego,
y había que contentarse con aquellas
a las que tu oponente te arrastraba, en
modo alguno las deseadas, de modo
que cabew clara debía dejar paso a un
amplio espectro para la creatividad.
Pero tras esta derrota, Spassky no
encontró la fuer.la en sí mismo nece-
saria para readaptarse al trabajo siste-
mático, y sus resultados comenzaron a
declinar gradualmente, año tras año.
Karpov se convirtió en un oponente
cada vez más dificil para él: el resultado
general de sus panidas, con el control
de tiempo clásico, fue de +13 ~ 20 -1, a
fuyor del 12º campeón del mundo.
Karpov: "De todos los encuentros
que he disputado, en éste fue donde el
ajedrez en sí y la improvisación jugaron
el mayor papel. Muchos años después,
Spassky me dijo: 'No puedo jugar contra
ñ, porque no entiendo tu juego. No
entiendo tu forma de pensar'. Pero para
entender y comprender esa fom1a de
jugar, no bastaba con perder el match.
Necesitaba años de reflexión, años de
obse1v.1r mi juego. Afonu_nadamente, el
encuentro no estropeó nuestras relacio-
nes, y la subsiguiente desaparición de la
elite de este maravilloso luchador no es
algo que pueda serme atribuido, pues
no fui yo quien destruyó su alma ajedre-
cística, sino Fischer. En cuanto a cómo
hubiera podido transcurrir la lucha
entre nosotros, de no haber sido por Fis-
cher, eso sólo podemos imaginarlo".
He aquí dos opiniones más de ex-
campeones mundiales.
Tal: "La victoria de Karpov sobre
Spassky me produjo una mayor impre-
sión que la de Korchnoi sobre Petro-
sian. Me interesaba especialmente la
cuestión de cómo reaccionaría Karpov
ante su primera derrota, puesto que no
estaba habituado a perder y descubrir
que no estaba inmunizado contra la
derrota. Pero entonces llegó la segun-
da partida y la tercera. Primero, una
Defensa Caro-Kann, y luego l d4. Bue-
ANATOl.I XII
no, ésta es la respuesta no de un mu-
chacho, sino de un hombre. Recuerdo
mi match de 1965 con Spassky. Más o
menos en torno a la quinta partida me
convencieron: 'Deja tu 1 e4. Cambia la
canción. Distráelo'. Pero por entonces
yo ya estaba 'herido'. El joven Karpov,
sin embargo, aunque más joven que el
Tal de entonces, ¡no se sintió herido! El
repertorio de Karpov está modulado,
como la voz de una gran cantante. Lo
trata con sumo cuidado, y evita mos-
trarlo de antemano. Muchos de sus
modelos de apertura nos recuerdan al
tratamiento de Furman de Ja fase ini-
cial. En este aspecto, el joven jugador
confia sin duda alguna en su mentor,
y no sin razón, pues Furman tiene una
percepción absolutamente sutil de la
apenura y una enorme comprensión
del juego en general".
Botvinnik: "El match con Spassky
fue una especie de salto a lo descono-
cido. Antes, Karpov no había tenido un
éxito de ese calibre. Cuando impuso
a su oponente una lucha sin compro-
miso, a ultranza, Spassky sufrió cuatro
derrotas en nueve partidas. Después
de la undécima, el resultado era de 7-
4, es decir, el mismo que en el match
de Rey~avik. Karpov jugó brillante-
mente. Es difícil decir donde exhibió
mayor maestría, si en el ataque o en la
defensa. El cálculo de variantes estaba
combinado con un diestro juego posi-
cional. Karpov comprendió que podía
superar a Spassky sólo si se entregaba
por completo al ajedrez ..• El match ha
clarificado la sin1ación en la cumbre
del ajedrez. Al menos, para aquellos
dispuestos a reconocerlo".
Sí, fue un encuentro realmente
histórico. La intersección de dos bri-
llan tes estrellas, una en alza, y la otra
en ligero declive, como en una época
fue el match entre Keres y Euwe (véase
volumen Il). Fue, en realidad, la última
opción de Spassky de volver a luchar
por la corona mundial. Tres años des-
pués, su encuentro Final de Candidatos
contra Korchnoi parecía la agonía de
un gran jugador (véase La 1'1!1Jancha de
Belgrado), mientras que contra Karpov,
287
Gary Kasparo\• - MIS GENIAi.ES PREDECESORES
sobre todo al comienzo, Spassky seguía
pleno de fuerza y ambiciones, como en
sus mejores años.
Por cierto que me sorprende que
tantos expertos vaticinasen el triunfo de
Spassky. Por lo visto, por en ton ces no se
prestaba atención suficiente a la lista
Elo, que inmediatamente constituye-
ron un indicativo realista y objetivo de
la fuerza de los jugadores. Así es cómo
aparecía el cuarteto de candidatos el l
de julio de 1973: Karpov 2660, Spassky
2655, Korchnoi 2650, Petrosian 2640.
En otras palabras: podríamos hablar de
una fuerza de juego aproximada entre
los cuatro. Luego, Spassky ganó puntos
Elo en el Campeonato de la URSS y
en su match con Byrne, lo mismo que
Karpov en el torneo de Madrid y en
su encuentro con Polugaievsky. La si-
guiente lista de la FlDE fue publicado
en mayo de 1974, ahora tomando en
cuenta los resultados de los encuentros
de semifinales de Candidatos: Karpov
2700 (!); Korchnoi 2670; Spassky 2650;
Petrosian 2640.
No eran cifras vacías. Durante un
período de muchos años, Karpov con-
siguió resultados excelentes, y por enci-
ma de todo demostró un muy alto nivel
de juego. Su cumbre creativa puede
situarse en el match con Spassky. Fue
desde ese match, y no desde abril de
1975, cuando comenzó la era Anatoli
Karpov.
Coronación
De modo que sólo quedaba el en-
cuentro final con Korchnoi. "Cuando
me preguntaron cómo evaluaba mis
posibilidades, respondí: el juego lo
dirá, pero en realidad yo estaba pen-
sando ya en Fischer, y nadie me oyó
volver a decir que éste no era mi ciclo",
recuerda Karpov. Botvinnik también
creía en él: "No se preocupen". respon-
día a las preguntas de los aficionados,
"Karpov no ganó a Polugaievsky y Spas-
sky para perder con Korchnoi".
Pero antes, un mes después de las
semifinales de Candidatos, se celebraba
la Olimpiada de Niza (junio de 1974),
288
V
que coincidía con el 50º aniversario de
la FIDE. Los organizadores crearon ex-
celentes condiciones de juego, esperan-
do que el Tumeo de las Naciones resultase
la primera aparición de Fischer en su
condición de campeón del mundo. La
intriga fue alimentada por el hecho de
que, por primera vez, el equipo de la
URSS sería liderado por Karpov, el nue-
vo a~pirante a la corona, quien smiaba
con presentar batalla al campeón. Su
confrontación era esperada con enonne
interés, pero Fischer no llegó a Niza ...
Los seis magníficos soviéticos (Kar-
pov, Korchnoi, Spassky, Petrosian, con
Tal y Kuzmin como reservas) recorrie-
ron toda la Olimpiada sin una sola
derrota, y consiguieron uno de los me-
jores resultados de la historia: l. URSS
46 (de 60); 2. Yugoslavia 37,5; 3. EEUU
36,5 etc.
Karpov jugó especialmente bien.
Como Tal en su tiempo, en sólo dos
años había pasado de ser uno de los
suplentes al primer tablero. Tras cinco
victorias sucesivas en la fase preliminar,
añadió una sexta al comienzo de la
final, contra Hort, y luego, tras una ta-
blas, despachó también a Unzicker sin
mayores contemplaciones.
555.
A. Karpov-W. Unzicker
Olimpiada de Niz.a I 974
Apertura Española (C98)
1 e4 e5 2 lllf3 lLic6 3 JJ..b5 a6 4 ~a4 lllf6
5 0-0 JJ..e7 6 l:!el b5 7 JJ..b3 d6 8 e3 0-0
9 h3 llla5
9 ... lllb8 (partidas núm. 540, 559 y
571 ).
10 JJ..c2 c5 11 d4 'f!ic7 12 lllbd2 lllc6
Una vieja variante del Sistema Chigo-
rin, cuya popularidad decayó rápida-
mente tras esta partida. Las negras co-
menzaron a preferir 12 ... cxd4 13 cxd4
lllc6! (mejor que 13 ... il.b7 -partida
núm. 436).
13 d5!

La continuación más fuerte (Reshevs-
kv v Fischer jugaron 13 dxc5 -partida
n'úi'n. 401). Durante mucho tiempo, el
peón de d5 garantiza ventaja espacial y
la superioridad derivada de una mayor
maniobrabilidad de las piezas.
13 ... ll:ld8
Siguiendo a Rubinstein. Después
de 13 ... ll:la5 14 b3!, el caballo sólo
dispondría de la casilla b7. Aquí, la
panida Geller-Mecking (Interzonal d~
Palma de Mallorca 1970) puede consi-
derarse un ejemplo modélico para el
juego blanco: 14 ... .ltd7 15 ll:lfl ll:lb7
16 ll:lg3! (más flexible que 16 c4, Kar-
pov-Andersson, Estocolmo 1969) 16 ...
c4 17 b4 l:tfc8 18 ll:lfS .ltf8 19 ll:lh2 a5 20
:e3 axb4 21 cxb4 .ltxf5 22 exf5 c3 23
~g4 fJ..e7 24 ll:lxf6+ fJ..xffi 25 l:te4! Wid7
26 i§'f3, con ventaja.
14 a4
Las torres negras no están conectadas,
..- esta jugada de minado resultará muy
desagradable para Unzicker.
14 ••• l:tbS 15 axb5
La moda de la vieja jugada 13 d5 fue
n:'oi\ida en la partida Stein-Ivkov (ln-
terzonal de Amsterdam 1964), donde
después de 15 c4 ii..d7?! 16 axb5 axb5
17 cxb5 il.xb5 18 fJ..a4 J:ta8 19 l:te3
~b7 20 J:tea3, y las blancas controlan
la columna a. Es más preciso 15 ... b4,
seguido de ll:le8, g7-g6 y f7-f6 (Bogol-
jubov-Rubinstein, Baden-Baden 1925 y
Breslau 1925).
15 ••• axb5
&ué deben jugar las blancas?
1750
ANATOl.I XII
16 b4!
Un característico procedimiento mo-
derno en posiciones de este tipo. Las
blancas no renuncian a su ofensiva en el
flanco de rey pero, al abrir un segundo
frente, quieren crear co.ndiciones m~
favorables con ese fin. Sm embargo, s1
el oponente responde mal, pu~den con-
seguir también grandes vent.11as en el
flanco de dama, explotando la columna
a y la debilidad del peón de b5 (véase la
nota a la jugada 16 de las negras).
Después de la esquemática 16 ll:lfl, el
gran Akiba demostró, a comienzos del
siglo XX, un plan defensivo que pasó
a ser temático: 16 ... ll:le8 17 g4 g6 18
ll:lg3 ll:lg7 19 wh1 m 20 :g1 ll:lf:l 21
fJ..e3 fJ..d7 22 Wie2 l:ta8 (22 ... ll:lg5!?) 23
ll:ld2 wh8 24 b3 'Wb7 25 fJ..d3 J:!a6 (Ber-
nstein-Rubinstein, Ostende 1907), o 22
Wifl J:!a8 23 Wig2 ll.xal 24 J:!xal Wlb7
25 <;l;>h2 J:ta8 26 '5'fl J:ta6! 27 ll:ld2 '5'a8
(Thomas-Rubinstein, Baden-Baden
1925). O bien 16 c4 b4 17 ll:lfl ll:le8 18
g4 g6 19 fJ..h6 ll:lg7 20 1Lle3 f6 21 wg2
ll:lf7, con igualdad (Bogoljubov-Ru-
binstein, Berlín 1926).
16 •.• ll:lb7
La impotencia de este caballo constitu-
ye un considerable problema para las
negras. Imitando a Rubi~stein,. ?ebe-
rían jugar 16 ... ll:le8, con mtencwn de
17 ll:lfl g6 18 g4 ll:lg7 19 ll:lg3 f6 y ll:lf7'
pero aquí tendrían que tener en cuenta
17 bxc5!, en cuyo caso tanto 17 ... dxc5
18 c4 b4 19 li:lb3, como 17 ... Wixc5
18 ll.e3 lüb7 19 j¡_a3 suponen nuevos
inconvenientes. En el primer caso, el
peón de c5 se convierte en objetivo, y
en el segundo, el peón de b5.
Normalmente, se ha jugado 16 ... c4,
pero también este avance tiene s_us
inconvenientes. Las blancas adqme-
ren así la importante casilla d4 para
su caballo. Después de 17 lüfl ll:le8
18 <'Zl3h2, la activa 18 ... 5? es inade-
cuada por 19 exf5 (la casilla e4 se
convierte en un imporcante elemento
de la ventaja posicional blanca) 19 ...
~xf5 20 fJ..xf5 ll.xf5 21 il.e3 IH8 22 li:lf3
l2Jf6 23 ll:lg3 ll:lf7 24 J:!a7! J:!b7 25 J:!a5
289
Gary Kasparov - Mis GF.NIAl.ES rREDt:CESORES
(Geller-Smyslov, Interzonal de Palma
de Mallorca 1970). Es más restringido
18 ... f6, pero también aquí después de
19 f4 ILJf7 20 ILJf3 g6 21 f:) fi'Jg7 22 g4,
las negras tienen dificultades (Karpov-
Spassky, Moscú 1973, 41° Campeonato
de la URSS).
17 ILJfl $.d7 18 Ae3
Es menos prometedor 18 ~d2 J:!a8 19
fi'Je3 J:!fc8 20 @h2 J:l:xal 21 1!1'xal 'l!fd8!
22 'i!Va7 1::la8! 23 ~xb7 l:!b8 24 'Wa7,
tablas (Spassky-Korch noi, Kiev 1968,
match, l').
18 ... J:!aS 19 '!':l'd2 J:!fc8?
Las negras eligen una disposición inco-
rrecta de sus piezas pesadas. y por esta
razón pierden la batalla por la columna
a. La forma correcta la indicó el propio
Karpov: 19 ... J:!fb8 20 Ad3 'i!Vc8!, des-
pués de lo cual las negras cambian un
par de torres e incrementan sus posibi-
lidades de una defensa eficiente.
20 Ad3 g6 21 ttlg3 $.f8
Luchar por la columna a significaría
perder un peón: 21 ... '!':l'd8? 22 J:!xa8
llxa8 23 bxc5 lt:lxc5 24 il.xc5 dxc5 25
lt:lxe5.
22 J:!a2! c4
La invasión de la dama después de
22 ... J:.xa2 23 ~xa2 cxb4 24 cxb4 '!':l'c3,
significaría descubrir otra debilidad en
la posición negra: el peón de b5. 25
'!':l'bl 'f'fia3 26 J:.cl l:!.xcl+ 27 .axcl ~a4
28 ~e3 il.e7 29 lt:le2.
23 Abl
El objetivo de estajugada, que impide
la rápida concentración de piezas blan-
cas en la columna a. no tiene que ver
con la superprotección del peón de e4.
Karpov no quiere permitir a su oponen-
te la menor posibilidad de contrajuego,
de modo que suprime radicalmente la
ruptura f7-f5.
23 .•• '!':l'dS
"Tampoco después de 23 ... lt:ld8 24
J:!.e2 habría lucha por la columna a.
Además, las negras tendrían que contar
con 24 l:!xa8 l:!xa8 25 $.h6" (Karpov).
290
V
1751
24 il.a7!
Esta original maniobra se connruo
en una conocida técnica en la lucha
por la columna abierta después de la
10' partida del match Spassky-Karpov
(partida núm. 553). En dicha partida,
Karpov logró defenderse, y ahora él
mismo pone a prueba su efectividad.
Las blancas bloquean temporalmente
la columna a concentrando sus piezas
pesadas bajo la cobertura del alfil y, en
el momento oportuno, con la retirada
del alfil, penetrarán en el campo ene-
migo. Debido, en gran parte, a la mala
situación del caballo de b7, es dificil
para las negras contrarrestar este plan.
Por cierto que en situaciones similares
(claro que en otra apertura clá.~ica, el
Gambito de Dama), yo he empicado la
maniobra il.d3-h7 para lograr el con-
trol de la columna h (Kasparov-Kar-
pov, Moscú 1985, match, 21').
24 •.. 1Lle8 25 il.c2 lt:lc7 26 J:!eal '!':l'e7 22
f:t.bl il.e8
"Las negras han hecho lo que han po-
dido por coordinar sus piezas y jugar
en el flanco de dama. Pero las blancas,
explotando su ventaja espacial y Ja
gran maniobrabilidad de sus piezas,
emprenden acciones en el otro flanco"
(Karpov).
28 lt:le2 lt:ld8 29 fi'Jh2 il.g7 30 f4! f6?
Capitulación posicional. Era esencial
30 ... exf4 31 lt:lxf4 f6 32 lt:lf3 lt:lf7 33
lt:ld1 ILJe5, concediendo al oponente
un punto fuerte en el centro, pero
ganando a cambio el puesto avanzado
de e5.

31 f5 g5?!
Este peón no debería haberse movido.
:\"o era m~jor para las negras 31 ... gxf5
32 exf5 {jJf7 33 ~-e3 "!'918 (Karpov) 34
0,g4. La mejor defensa era mantener
la posición compacta, evitando juga-
das de peón. Ahora, sin embargo, las
casillas blanca~ del flanco de rey negro
están debilitadas, y Karpov comienza a
ejecutar una operación ventajosa para
cambiar el alfil de casillas blancas.
li52
32~c2! ~f7
La debilidad de las casillas blancas pe-
riféricas no puede eliminarse: 32 ... h5
33 .t<.d1 wh7 34 0,g3 h4 (34 ... wh6? 35
h4!) 35 0,gfl lüf7 36 ~h5, y ganan.
33 lüg3 0,b7 34 ~dl ! h6?!
Este avance no tiene sentido, pues sólo
sirve para debilitar definitivamente las
casillas blancas.
35 ~h5 '+li'e8 36 '&dl! lüd8 37 lla3 wrs
38 llla2 wg8 39 'ELJg4 c,t>f8 40 lüe3 wg8
41 ~xf7+ lüxf7 42 "l'Hh5! lüd8
Si 42 ... lüh8, Karpov indica la divertida
variante 43 lüg4 'ffxh5 44 lüxh5 wf7 45
~b6 llxa3 46 I!xa3 l:ta8 47 lha8 lüxa8
48 ~d8, con Zugzwa11gabsoluto.
43 'ffg6!
Gracias al avance h6.
43 ... 'i!7h8 44 lüh5!
Las negras se rindieron, ya que tras
H ... 'fff7 45 lüg4 lüe8 46 ~b6, no tie-
ne sentido prolongar el sufrimiento.
"Un fenómeno extraordinario, un
triunfo de la estrategia suprema", es-
ANATOl.I XII
cribió la prensa acerca de esta partida.
Desde luego, es un ejemplo clásico
de cómo jugar posiciones con un cen-
tro cerrado. "Cuando, después de la
partida, Unzicker maldijo en ruso su
posición ('¡con este caballo idiota que
no puede salir ele la jaula!'), en mi sor-
presa, casi me caigo de la silla", contó
Anatoli. Por otro lado, Tal ya había
observado que jugar a restringir la mo-
vilidad de un caballo contrario era uno
de los métodos estratégicos favoritos de
Karpov.
Tras otras tres victorias con blancas,
consiguió el mejor resultado en el
primer tablero ( + 1O =4), sin particular
tensión. Karpov no jugó en las dos úl-
timas rondas, debido a que, en tanto
que aspirante a la corona mundial,
participaba en el Congreso de la FIDE,
que debía aprobar la normativa para el
encuentro por el campeonato del mun-
do del año siguiente. El otro aspirante,
Korchnoi, reemplazó a su joven colega
en el primer tablero, tras pedirle a éste
que hablase en el Congreso en nombre
de ambos.
Karpov: "Acordamos luchar con
todas nuestras fuerzas contra tres de-
mandas de Fischer: 1) encuentro a un
número de partidas ilimitado; 2) a diez
victorias; 3) con el resultado 9-9, el
campeón conservaría el título. Sin em-
bargo, después de nuestro duelo, que
él perdió, Korchnoi comenzó a decir
que las demanda~ de Fischer estaban
justificadas, y que deberían ser acepta-
das. Creo que esto no fue muy elegante
por su parte".
¿Por qué cambió de posición Kor-
chnoi? Habló públicamente de esta
delicada cuestión en una entrevista en
vísperas de la histórica 32ª partida del
match de Baguio ( 1978), y luego en su
libro Antiajedm.:
"Con el marcador en 5-5, después
de tres meses de dura lucha, adopté
una opinión diferente acerca de la
posibilidad de que la corona pasase
de Fischer a Karpov... ¿No tenía razón
Fischer, al pedir que el campeón que
defendía su titulo con dos puntos de
ventaja, es decir que el aspirante debía
291
Gary Kasparov - Mis GENIALES PR>'.Dt:CESORF.S
ganar por 10-8, pero que el campeón
conservaría el título con el resultado
9-9? Sí, ahora comprendí que era muy
natural. El campeón del mundo se lo
merece, por no hablar del hecho de
que, con el marcador igualado, seguir
jugando a la primera victoria es pura
lotería, ¡y gane quien gane no será un
vencedor convincente!".
Pero en el verano de 1974, las dos K
ofrecían un frente unido, expresando
el punto de vista soviético. L-. aunósfe-
ra del Congreso era más que tórrida,
tras los ultimátums plan Leados por
telegrama por el campeón del mundo.
La cuestión central era, bá~icamente,
ésta: "O la FIDE o Fischer". Por consi-
guiente, el discurso de Karpov provocó
una reacción mixta. Roshal: "Algunos
delegados lo interrumpieron, y el presi-
dente no lo apoyó, sino que, por el con-
trario, observó que estaba repitiendo
lo que ya se había dicho antes. Karpov
enrojeció de ira, pennaneció en silen-
cio durante casi un minuto, y entonces,
tranquilamente, afiadió: 'Considero
que estas observaciones son irrespetuo-
sas', y bajó a la sala, siendo aplaudido
incluso por algunos que poco antes lo
habían interrumpido".
Como consecuencia del trabajo de
dos congresos: aquél del que hablamos
y el extraordinario de marzo 1975, que-
daron aprobadas todas las demandas de
Fischer, salvo una: que en caso de 9-9 el
campeón retendría el título (para má~
detalles acerca de estos eventos, remito
al lector al volumen IV). Bobby envió
su famosa declaración "Renuncio a mi
tímlo de campeón mundial de la FIDE"
a Niza, lo que planteó una cuestión re-
tórica por parte de Najdorf: "¿Por qué,
si Fischer renuncia al título no se juega
el encuentro Final de Candidatos bajo
las regulaciones de un enfrentamiento
por el campeonato mundial?".
El encuentro Karpov-Korchnoi
(Moscú, otoño de 1974), que fue, a
tocios los efectos, un encuentro por el
campeonato del mundo, se dispute> a
cinco victoria~ de uno de los conten-
dien Les, pero a un número limitado de
partidas (24), comparable con las regu-
292
V
ladones de anteriores encuentros por
la corona. ¿Cuáles eran los pronósticos
previos al duelo?
"Durante la Olimpiada de Niza,Jan
Timman dijo que, como antes, Korch-
noi seguía cayendo en apuros de tiem-
po. Karpov, por el contrario, juega fácil-
mente, con una gran reserva de tiempo
en su reloj, y esto, en opinión de Jan,
le concede ventaja en el encuentro.
Andersson y Portisch consideraban que
las posibilidades de ambos rivales eran
más o menos similares. Najdorf se in-
clinaba por Karpov, mientras que Hort,
llamando la atención sobre la buena
forma de Karpov, sugirió que Korchnoi
había dosificado sus fuerzas en Niza, y
que el encuentro final sería una gue-
rra de nervios. Los grandes maestros
soviéticos fueron, en general, cautos
en sus predicciones. Polugaievsky men-
cionó que a favor de Karpov jugaba la
edad, la consistencia de sus resultados
y su constante progreso ('.Jugó mucho
mejor contra Spassky que contra mí').
Taimanov habló acerca del hecho
de que Korchnoi a veces 'se expone
demasiado', y acerca de la estabilidad
deljuego de Karpov y de su progresiva
fuerza: 'En mi opinión, antes o después
será campeón del mundo'. Hasta cier-
to punto, este pronunciamiento fue
similar a la opinión de L-.rsen, de estilo
ajedrecístico más comparable a Korch-
noi, pero a quien la voz de la razón le
sugirió: 'Karpov'" (Roshal).
No mucho antes del encuentro,
al equipo de Karpov se incorporó un
importante refuerzo: Elim Geller, un
jugador de brillante estilo de ataque y
conocimientos enciclopédicos. Según
Razuvaev, hacia el final del duelo, Ge-
ller expresó su insatisfacción con el
juego de Karpov a Furman, repitiendo
enfadado: "Tolia debe ser reeducado.
¡Debe jugar con más agresividad!". Fur-
man escuchó durante mucho tiempo a
su colega, fumando en silencio, y luego
elijo: "¿Eso crees, Elim? Si no te gusta,
búscate otro pupilo y enséñale a jugar
como crees que debe hacerlo. Pero yo
estoy totalmente satisfecho con Tolia,
¡y me gusta la fonna en que juega!".

Una escena elocuente: es bien sabido
que Furman sentía por Tolia una ternu-
ra paternal.
Geller, sin embargo, no tenía
motivos de crítica al comienzo del
encuentro. Tras unas tablas luchadas
en la primera partida, Karpov logró
una brillante victoria combinativa en
la segunda, utilizando una de las pro-
fundas preparaciones teóricas de Efim
Petrovich.
556.
A. Karpov-V. Korchnoi
Moscú 19i4
Filial de Candidatos, 2ª partida
Defensa Siciliana (B78)
1 e4 c5 2 /Of3 d6 3 d4 cxd4 4 /0xd4 'Llf6
5 'Llc3 g6 6 ~e3 ~g7 7 f3 /Oc6 8 ~d2
0-09 ~c4
9 g4 (partida núm ..576).
9 ..• ~d7
9 ... 'Llxd4?! (partida núm. 434).
10h4
La moda por entonces, una variante
muy aguda, con el avance inmediato
del peón h. Actualmente, está de moda
la flexible 1O 0-0-0 lk8 ll Sl.b3 'Lle5 12
Wbl, y si 12 ... 'Llc4, entonces 13 ~xc4
l:!.xc4 14 g4!, impidiendo h7-h5.
1O ... lk8 11 Sl.b3 /Oe5 12 0-0-0 ti:lc4
Esta partida, naturalmente, "no mató
al Dragón", pero obligó a las negras a
buscar nuevos métodos defensivos. La
práctica ulterior demostró que la mejor
forma de restringir el ataque y crear
contrajuego pasa por la radical 12 ...
h5!, introducida en la práctica ma-
gistral por Miles y Sosonko. Para más
detalles, véase el volumen l de la serie
Kasparw analiza el ajedrez modemo.
13 ~xc4 l:!.xc4 14 h5 /0xh5 15 g4 /0f6
Uno de los esquemas más conocidos
del Dragón.
ANATOl.I XII
1753
16 /Ode2!?
El preludio a una interesante novedad.
Se amenaza 17 e5! y 18 g5, pero el
siguiente comentario de Karpov de-
muestra que incluso en el análisis de
posiciones agudas solía confiar en el
razonamiento de carácter general:
"Una tentativa por respaldar esta juga-
da con variantes la realizó E. Churmak,
un jugador de Dniepropetrovsk, quien
publicó un artículo sobre el tema en
1972. La base lógica para la retirada del
caballo es, en línea~ generales, como si-
gue. La casilla c3 es muy importante en
la disposición ele las piezas blancas, y
contra ese punto dirigen las negras sus
amenazas. En la casilla en cuestión sue-
le producirse un sacrificio de calidad
(l:!.xc3), con el que las negras normal-
mente obtienen un fuerte ataque (vale
la pena observar que tras el doblaje de
peones en la columna e, la posición
negra es tan rica en posibilidades que,
incluso sin ataque, hasta en el final
pueden mantener el equilibrio, como
demostró espléndidamente en sus
partidas el sobresaliente gran maestro
Leonid Stein). La idea principal de 16
/Ode2 es reforzar la casilla c3. Además,
desde e2, el caballo puede fácilmente
incorporarse a un ataque directo al rey
enemigo".
Junto con la jugada profiláctica ele la
partida, las blancas disponen de una
amplia opción de planes de ataque. He
aquí algunas ilustraciones dispuestas
en orden más o menos cronológico:
293
Gary Kasparov - Mis GENIAI.F.s PREDECESORES V
1) l6 e5 lt:lxg4 (o bien 16 ... dxe5 17
/üb3 .!k6! 18 Wih2 l:!.xc3! 19 bxc3 Wic8!,
con contrajuego) 17 fxg4 .txg4 18
l:!.dgl dxe519 llxg4 h5! 20 llxh5 J::l.xd4!
21 il.xd4 exd4 22 lt:le4 (ó 22 /üd5) 22 ...
gxh5 23 llxg7+ @xg7 24 Wig5+ wh7 25
'Wxh5+ wg7, tablas ~Churmak-Ojotnik,
Dniepropetrovsk 1970).
2) 16 1lh6 lt:lxe4 l 7 'We3 llxc3 18 bxc3
lt:lf6 19 1J..xg7 @xg7 20 l:lh2 (o bien 20
J:th4 ltg8, Zeshkovsky-Miles, Wijk aan
Zee 1989) 20 ... lth8 (también se haju-
gado 20 ... Wc7, pero no 20 ... 'Wa5?! 21
lt:lb3 'l'!fxa2 22 W/xe7 'l'!fa3+ 23 '.t>bl J:te8
24 Wixd6 'Wxd6 25 llxd6, con ventaja
blanca como en la partida fuente Ge-
ller-Korchnoi, Moscú 1971, match, 43)
21 lt:lb3 .tc6 22 g5 t0h5 23 f4 J:te8 24
f5 'l'!fb6 25 lt:ld4 ffc5! (Kasparov-Piket,
Tilburg 1989).
3) 16 lt:ld5 e6 17 lt:lxf6+ 'Wxf6 18 Wih2
i::tfc8 19 W/xh7+ wf8 20 c3?! b5! 21
i.h6 Axh6+ 22 Wixh6+ ~e7 23 'l'!fd2
b4, apoderándose de la iniciativa (Ge-
ller-Ivkov, Amsterdam 1974), o bien 20
lt>bl e5, con juego agudo (Kupreichik-
Jalifman, Minsk 1987, 54º Campeonato
de la URSS).
4) 16 lt:lb3 J:te8! 17 e5 (17 i.h6 .th8 18
il.g5 ffc8, comojugóJalifman en 1991,
contra Nunn y Short) 17 ... lt:lxg4 18
fxg4 i.xg4 19 ltdgl dxe5 20 '!!l'h2 (des-
pués de 20 'i!l'xd8 llxd8 21 lt:la5/d2/
l:!.xc3! 22 bxc3 h5, el ejército de peones
negros es demasiado fuerte) 20 ... h5,
con posibilidades para ambos bandos.
5) 16 <.!.>bl (la moda de los noventa)
16 ... 'l!fc7?1 (16 ... i.xg4?! también es
insuficiente: 17 fxg4 lt:lxg4 18 'i!fe2,
Anand-Topalov, Hilversum 1993) 17
g5 lt:lh5 18 t0d5 'lifd8 19 b3 J:tc8 20 t0e2
e6 21 lt:ldf4 t0xf4 22 lt:lxf4 'fllc7 23 'fll'h2
h5 24 gxh6 i.e5 25 h7+ wh8 26 i.d4, y
las blancas tienen un peligroso ataque
(Anand-:Jalifman, Moscú, 1995, rápi-
das), pero es mejor l6 ... J:te8.
En general, la práctica ha demostrado
que las negras disponen de adecuados
recursos defensivos en todas esias va-
riantes.
294
16 •.• 'flla5
Ajuzgar por la rapidez con que ambos
contrincantes realizaron sus jugadas
(lo que ponía de manifiesto su prepa-
ración casera), esta salida de dama for-
maba parte del agresivo plan defensivo
que Korchnoi había concebido y que
implicaba. como demostrará la partida,
un cierto riesgo. Korchnoi se dispone a
cambiar su alfil de g7, a fin de intensifi-
car su propio potencial atacante.
Ahora, resumiendo los resultados de
los análisis, puede concluirse que el
error de las negras fue no jugar 16 ...
l:!.e8!, que les permite evitar el cambio
de su alfil de g7, fundamental en la
defensa del rey negro. Después de la
aguda escaramuza previa, 17 il.h6 i.h8
18 e5 t0xg4! 19 fxg4!, el juego puede
seguir de dos formas:
l) 19 ... Axg4 20 exd6 \ll'xd6 21 Wxd6
exd6 22 J:txd6 (Belíavsky-Filguth, Cara-
cas 1976), y a pesar de la ventaja mate-
rial de las blancas, la posición no está
clara después de 22 ... il.e5 23 J:td3 f6.
2) 19 ... il.xe5 20 i.f4 '+ll'a5 (en varias
ocasiones ha tenido éxito 20 ... .tg7!?)
21 .li.xe5 '!Wxe5. Esta posición se ha
producido en docenas de partidas, y las
negras pueden estar satisfechas con los
resultados.
17 il.h6! .bh6
En su tiempo, el gran maestro Simagin
demostró que, a fin de conseivar el alfil
de g7, las negras incluso pueden sacrifi-
car calidad: 17 ... il.h8 18 il.xf8 ~xf8, y
éste pasó a ser un procedimiento típico
para crear contrajuego en tales posicio-
nes. Pero aquí es inefectivo, porque no
hay objetivos a los que apuntar en la
posición negra. Botvinnik consideraba
que esta posición estaba teóricamente
ganada, pero yo matizaría que las ne-
gras conseivan, no obstante, posibilida-
des ele proseguir la lucha.
18 'f\l'xh6 llfc8

1754
19J:ld3
"Hasta aquí, los dos habíamos jugado
casi al toque, pero en este momento
Korchnoi pensó durante mucho rato.
Desde luego, tenía motivos para pen-
sar... La novedad 19 J::td3!, que sobre-
protege la casilla c3, libera en buen
número de variantes para el ataque al
caballo de e2" (Karpov).
Al comienzo de un match, Korchnoi
solía emplear una estrategia arriesgada,
basada en la utili7.ación de aperturas
infrecuentes en su repertorio. Así fue
cómo, por lo visto, concibió la idea de
plantear el Dragón, que por entonces
tenía la reputación de ser una variante
complicada, con numerosas posicio-
nes carentes de una clara evaluación.
Durante los tres años anteriores, sólo
lo había empleado en tres partidas,
pero... ¡qué partidas! Dos veces en su
encuentro de Candidatos con Geller
(1971) y un mes antes de eso, en la 5•
partida de su match de entrenamiento...
¡con Karpov!
Por consiguiente, la aparición del Dra-
gón era previsible, y el poderoso equi-
po de Karpov había preparado bien a
su protegido, desarrollando, además,
un plan para las blancas. En todos los
aspectos, la preparación de Korchnoi
para el duelo con su joven oponente
no tuvo el mismo rigor ni la misma
profundidad.
Por otro lado, el análisis demuestra
que 19 J::td5, que antes de esta partida
se consideraba la jugada principal, no
es menos efectiva que la jugada de Kar-
pov, pero las principales \~rtudes son su
A:-IATO!.I XII
carácter inesperado y que refuerza la
protección del rey blanco.
1755
l>iagrnma de análisis
Botvinnik escribe que las negras po-
dían elegir entre un final ligeramente
inferior con 19 ... 'i!:!'d8, y las complica-
ciones derivadas de 19 ... J::t4c5?, "que,
aparentemente era lo que Korchnoi
pensaba jugar". Sin embargo, no hay
"complicaciones" después de la eviden-
te 20 g5 IL\h5 21 ILlf4. Pero 19 ... ft8c5 sí
es digna de consideración: 20 g5 IL\h5
21 ftxc5 ftxc5! (21 ... 'Wxc5? 22 ILld5
l::txc2+ 23wd1 ! es malo para las negras)
22 IL\f4 J::txg5 23 IL\cd5 ftxd5 24 IL\xd5
'i!:!'d8, y la posición negra no es fácil de
romper.
Sólo queda estudiar detenidamente
19 ... 'l!fd8. Chumak, y luego Botvinnik,
sólo consideraron 20 g5 IL\h5 21 lüf4
'Wf8 22 '1Wxf8+ wxf8 23 IL\xh5 gxh5 24
ftxh5 @g7, con un final algo mejor pa-
ra las blancas.
Es más peligrosa, sin embargo, la
enérgica 20 e5 dxe5 21 ftd2 (¡aunque
también lo es para las blancas!). Kar-
pov sólo consideró 21 g5 lüh5 22 tt:lg3
'i!:!'f8 23 ftxh5 gxh5 24 ftxd7 'i!:!'xh6 25
gxh6, con esta evaluación; "el peón
pasado distante concede a las negras
buenas posibilidades de contrajuego".
Así es, ya que de pronto el peón h se
vuelve tremendamente fuerte: 25 ... h4!
26 IL\f5 @f8 27 J::txe7 h3 28 J::txe5 J:l8c5
29 ftxc5 J::txc5 30 IL\g3 h2, y ahora es la
posición blanca la que da señales de
alarma.
Después de 21 ftd2, es malo jugar 21 .. .
tve8?, debido a 22 ILld5!, pero 21 .. .
'l!ff8 22 'i!:!'xf8+ 1l:xf8 23 g5 il.c6 24 gxf6
exf6 conduce a un final complicado.
295
Gary Kasparov - Mis Gt:NIALES PRt:nt:CESORES
Aún es más prometedor 21 ... 'l!fc7!
22 lild5 l:txc2+ 23 wb 1 l:txd2 24 lilxc7
l:txe2 25 ILJd5 l:te8, como se jugó en
una partida por correspondencia. La
excelente compensación de las negras
por la dama les permite pensar en algo
más que las tablas. Sin duda es más
fuerte 20 g5 que 20 e5, pero la elección
de las negras entre 19 ... 'lll'd8 y 19 ...
l:t8c5 no es tan evidente.
19 ... l:t4c5?
La primera jugada independiente y, al
mismo tiempo, un error decisivo. Tras
pensar durante más de media hora, en
situación desconocida e indudablemente
c1ítica, de las cuatro posibilidades con
que contaba, ¡Korchnoi eligió la única
que conducía forzosamente a la derrota!
Karpov está de acuerdo con Botvinnik
en cuanto a que la mejor posibilidad
práctica era 19 ... 'lll'd8. "Las negras no
tienen otra cosa que temer que un fi-
nal ligeramente inferior" (Botvinnik).
Obviamente, pensaba en 20 g!; ILJh5 21
ILJf4 '!ll'f8 22 ILJxh5 'lll'xh6 23 gxh6 gxh5.
El debate acerca de las virtudes de este
final dejó de serlo cuando Shamkovich
publicó una nue\'a idea: 20 ILJd5! l:txc2+
(algunos creen que 20 ... e6 21 ILJxffi+
'!Wxf6 22 '!ll'xh7+ Wf8 es más seguro, aun-
que después de 23 c3, la iniciativa blanca
es indiscutible) 21 wbl e6 22 ILJdc3!,
las negras pierden la calidad, logrando
dos peones a cambio, lo que debería ser
suficiente, aunque la iniciati\'a sigue en
manos de las blancas.
Examinemos las consecuencias de 19 ...
l:t&5, que antes del match Karpov y sus
analistas consideraban lo mejor.
1756
Diagrama de análisis
296
V
Desde luego, tras 20 g5 ILJh5 (pero no
20 ... l:txg5, por 21 l:td5!), la variante
21 ILJf4 l:txc3 22 l:txc3 l:txg5 23 ILJd5
l:txd5 24 exd5 'lll'xd5 y 21 ILJg3 l:txc3 22
l:txc3 l:txg5 (las cosas son más sencillas
para las blancas en caso de 22 ... l:txc3
23 ILJxh5! gxh5 24 Wxh5 wf8 25 'lll'h6+
we8 26 Wxh7 '!Wxg5+ 27 wbl e5 28
bxc3) 23 ILJf5 l:txf5 24 exf5 "i!Vxf5 (24 ...
..bf5?? 25 l:txh5 gxh5 26 "l!Vg5+ wf8 27
l:tc8+) conduce a posiciones similares,
con un inusual desequilibrio de fuer-
zas, lo que hace difícil una evaluación
categórica. Aunque, por supuesto, aquí
es mejor jugar con blancas.
Ni Karpov ni Botvinnik mencionaron
19 ... il.e6!?, una forma muy natural de
defenderse: 20 g5 ILJh5 21 ILJg3 "l!Ve5!
22 ILJxh5 gxh5 23 "i!Vxh5 '+JVg7! Aquí se
sugiere por sí sola 24 f4, pero 24 ... d5!
25 l:thdl ! "i!Vf8! 26 exd5 il.f5 ofrece con-
trajuego a las negras. Por ejemplo: 27
l:td4 l:txc3! 28 bxc3 l:txc3 29 l:t 1d2 'i!i'c8
30 'lll'e2 'lll'c5.
20g5!
"Tras pensar durante 18 minutos, en
busca de una refutación de 19 ... l:t4c5,
encontré una excelente y decish'a com-
binación" (Karpov).
20 •.• l:txg5
20 ... ILJh5 también pierde en vista de
21 ILJf4! l:txc3 (21 ... l:txg5 22 l:td5!
l:txd5 23 ILJcxd5 \'li'c5 24 ILJxe7+ wh8 25
ILJxc8) 22 l:txc3 l:txc3 23 ILJxh5! gxh5 24
'!ll'xh5 wf8 25 '!ll'h6+ we8 26 'Wxh7 il.e6
27 WhB+ wd7 28 '+1Vxc3.
21 l:td5! l:txd5 22 ILJxd5 l:teS 23 lilef4
$..c6
"De no ser así, ILJxf6+ y lüd5, con mate.
Si 23 ... ~e6, había preparado 24 ILJxe6
fxe6 25 lilxf6+ exf6 26 '+1Vxh7+ wf8 27
'lll'xb7 '!Wg5+ 28 ~bl l:te7 29 "!!9b8+ l:te8
30 't!fr'xa7 (pero no 30 l:th8+?? wg7 y,
en vista de la amenaza "i!Vgl++, ganan
las negras) 30 ... l:te7 31 '!ll'b8+ l:te8 32
'i!Vxd6+. ¡Un raro y peculiar tipo de
combinación del molino!". (Karpov).
Claro que 28wd1 ! es más sencillo.

1757
24e5!
Cortando el paso de la dama negra al
flanco de rey. "El mecanismo de ata-
que exhibido por Karpov, con todos
sus principales golpes en la quinta fila,
ocurre aquí por primera vez y produce
una intensa impresión artística" (Pe-
trosian). Las blancas no ganan con 24
ILJxf6+ exf6 25 IZJh5 'i!l'g5+! 26 fixg5
fxg5 27 IZJf6+ ~g7 28 IZJxe8+ .llxe8
(Karpov) 29 J:td 1 15 30 J:txd6 il.c6.
24 •.• .llxd5 25 exf6 exf6 26 ~xh7+
No, por supuesto, 26 IZJh5?? I!el +.
26 ••. <.t>f8 27 ~h8+
Las negras se rindieron en \ista de 27 ...
we7 28 IZJxd5+ ~xd5 29 l:!.cl+.
Luego, tras una serie de tres tablas,
Karpov ganó también la sexta partida,
en la que Korchnoi opuso la para él
exótica defensa 1 e4 e5 2 IZJf3 IZJf6, y
pronto quedó en una posición difícil.
Después de eso, pasó a su fiable Defen-
sa Francesa y no volvió a perder con
negras, exhibiendo una notable fuerza
de voluntad y tenacidad. A partir de la
séptima partida se produjo una serie
¡de nueve tablas consecutivas! En la
13', la más emocionante y disputada,
Karpov jugó temerariamente a ganar,
en apuros de tiempo, y estuvo a punto
de costarle caro. Tras omitir una conti-
nuación ganadora, en la jugada 34, en
la reanudación Korchnoi intentó, du-
rante mucho tiempo, extraer algo po-
sitivo de su ventaja, y creó un peligroso
peón pasado en la columna a, pero
fulrpov se defendió magníficamente y
logró hacer tablas en la jugada 97.
ANATOLI XII
En la apertura de la 17• partida (una
Catalana), Korchnoi consiguió una e\~­
dente ventaja, pero se retrasó al tratar
de reforLar su posición y acabó en fuer-
tes apuros de tiempo. En la jugada 30
incurrió en una importante omisión,
perdió material, y se vio obligado a
rendirse inmediatamente después del
control. El marcador se situaba así en
3-0 a favor de Karpov o, conforme a las
viejas regulaciones, en 10-7.
Anatoli decidió que la cuestión
estaba resuelta: "Después de esto, el
encuentro debía haber finalizado en
torno a la 20• partida ... ¿Por qué no fue
así? Debido a un pensamiento insano:
el duelo estaba decidido, así que para
qué se necesitaban más esfuerzos adi-
cionales. Lo único que tenía que hacer
era presentarme a firmar las planillas
de las últimas partidas ... ". Pero años
más tarde, admitía: "Decidí que era ho-
ra de recordar a Fischer, y que, en con-
secuencia, debía preservar tanto mis
energías como mis ideas. La confianza
se convirtió en tranquilidad, porque
me sentía ya el vencedor".
La consecuencia de esta prematura
relajación fue que perdió dos partida~.
la 19' y la 21 ", que complicaron sobre-
manera la situación del match. Antes
de esto, Karpov nunca había sufüdo
dos derrotas en ninguna competición.
¿Qué sucedería ahora?
Precisamente en aquellos días, yo
me encontraba en Moscú, ele regreso
a casa, tras unas sesiones de la Escue-
la Botvinnik. Recuerdo cómo Mijail
Moiseevich comentaba las partidas del
encuentro en el Club de Científicos de
Dubna (antes de eso, en la sesión de
febrero, había cubierto el Karpov-Po-
lugaie\'Sky de la misma forma, y todos
esos comentarios constituyeron la base
de su futuro libro A11atoli Karpov su
cami1w hacia el Campe011a/o Mundial.}
Tuve la fortuna de poder presenciar en
vivo la 21• partida, en compañía de mi
entrenador Alexander Nikitin.
Por primera vez en mi vida, ex-
perimenté la asombrosa atmósfera
de match: el silencio reverencial del
público, sólo roto ocasionalmente por
297
Gary Kasparo\' - Mis GENIALES P1n:ot:c:.:soR>:s V
murmullos de admiración o decep-
ción, y el trajín de la sala de prensa,
adonde me lle\'Ó Nikitin para "observar
el pensamiento de los titanes". A conti-
nuación me llevó al auditorio y se fue.
Al mirar el enorme tablero mural, me
quedé estupefacto.
1758
Con ayuda de un gran puntero, el
encargado del tablero había reprodu-
cido la jugada de Karpov, 12 .•. l::b8?
¿Qué era eso? Yo no lo entendí¡i. Las
blancas tenían el golpe ganador 13
liJxh7! Mientras Korchnoi pensaba en
su respuesta, Nikitin regresó. Le susu-
rré de inmediato: "¡Caballo h7!", y él
apenas respondió: "Sí...". Obviamente,
también otros habían visto la jugada,
y el público comenzó a moverse con
nerviosismo.
Ciertamente, después de 13 liJxh7! l:!e8
(13 ... 'i!lxh7 14 i\:fh6+ lt.>g8 15 !Wxg6+
conduce al mate inevitable) 14 '!!:l'h6
liJe5 15 liJg5 .bg5 16 $.xg5 '!!:l'xg5 17
\lll'xg5 ~xd5 18 0-0 $.xc4 19 f4, las ne-
gras se rindieron. Fue una pena, por
supuesto, que la parúda concluyese tan
rápidamente y yo no hubiese podido
ver una auténtica batalla ... Aun así, fue
mi primer encuentro con el ajedrez de
alta compeúción y, en tanto que niño
de 11 años, me dejó una impresión
indeleble.
No hay que decir lo nerviosos que
se pusieron los direcúvos del deporte
soviético, quienes habían depositado
sus esperanzas en Karpov, cuando a
falta de tres parúdas para el final, el
marcador se situaba en 3-2. Según
298
testigos presenciales, inmediatamente
después de la catastrófica 21' partida,
Baturinsky, el responsable de la sección
de ajedrez del Comité de Deportes de
la URSS, se dirigió a Anatoli y le sugirió
que debería discuúr urgentemente la
situación, en caso de que el encuentro
finalizase en tablas. Pero Karpov
respondió de forma contundente:
"¡Estoy ganando y no tengo la menor
intención de que el encuentro finalice
en tablas!". Debo recordarle al lector
que, conforme a las estipulaciones del
duelo, en caso de que éste finalizase
en empate, el aspirante oficial se de-
signaría por lotería y, como ya se ha
dicho en el volumen 11, los directivos
del Comité de Deportes trataban por
entonces de persuadir al Presidente de
la FIDE, Max Euwe -quien acababa de
llegar a Moscú- de que modificase las
regulaciones ... Afortunadamente para
el ajedrez, Euwe se mantuvo firme.
Karpov también se mantuvo firme,
finalizando con tres tablas, aunque no
fue fácil para él soportar un giro tan ab-
surdo y brutal en el match. Luego pudi-
mos saber que, después de la 5' partida,
en la que se prodt!io la misma variante
de apertura, Petrosian le aconsejó que
no volviese a jugarla, pero Anatoli hizo
caso omiso de su consejo ... "Hay que
reconocerle a Petrosian sus méritos: su
sentido del peligro era fenomenal".
L'l 23' parúda, última para él con
negras, planteaba una dificultad espe-
cial: ¿cómo lograr unas tablas? Aquí
Bor.·innik le dio un buen consejo, re-
cordándole una variante de la Defensa
India de Dama, que se había producido
en la 21' partida del match-revancha
Euwe-Alekhine (1937). "Si Alekhine
jugó así, significa que no es malo", d!jo
Botvinnik. Desde luego, Karpov así lo
hizo y consiguió las ansiadas tablas.
La 24ª y última partida se parecía
a la concluyente (la 30ª) del Alekhi-
ne-Euwe de 1935. En una posición
difícil, con peón menos, y compren-
diendo que no tenía posibilidades de
éxito, Korchnoi (siguiendo el ejemplo
de Alekhine), propuso tablas. Karpov
las aceptó de inmediato, porque eso

significaba su victoria en el encuentro,
por 3-2 y 19 tablas, o bien 12,5-11,5 se-
gün el viejo sistema.
"Creo que debí haber ganado el
match por mayor margen", declaró
el vencedor. "Debido a que me relajé
en un momento dado, jugué peor de
lo debido". El perdedor, pese a una
provocadora entrevista, que tuvo serias
consecuencias para él (página 74),
admitió: "Me siento enormemente can-
sado, así que en las tres úlúmas parúdas
no pude presentar a mi oponente la
debida batalla".
Unos meses después quedó cla-
ro que en realidad había sido un
encuentro por el campeonato mun-
dial. Pero lo paradójico en el ciclo de
1974 es que, en el aspecto creaúvo, la
función de un match por el máximo tí-
tulo fue cumplida por el encuentro de
semifinales entre Karpov y Spassky, que
ejerció una enorme iníluencia en el
ulterior desarrollo del ajedrez. Por esta
razón es por la que lo he comentado·
extensamente, mientras que del duelo
final sólo he incluido una partida, la
más intensa, aunque, como dijo Pem>-
sian, "una parúda así puede reivindicar
creativamente todo el encuentro". En
cualquier caso, el espléndido pináculo
de la confrontación Karpov-Korchnoi
sólo tendría lugar en Baguio, cuatro
años más tarde...
Spassky: "Este era el ciclo de Anat<>-
li Karpov. Todos sus encuentros -con-
tra Polugaievsky, contra mí y contra
Korchnoi- los ganó merecidamente.
En este preciso instante, Karpov es
objetivamente y sin la menor duda, el
más fuerte. En su duración, la Final
de Candidatos fue equivalente a los
encuentros precedentes por el cam-
peonato mundial. El juego de Karpov
fue, por así decir, técnicamente p<>-
deroso, y no creo que haya exhibido
todo su potencial creativo. Una plani-
ficación estratégica como la suya me
parece ser la correcta. Hay que tener
presente que Karpov fue el p1;mero
en soportar la mayor presión de las
nuevas regulaciones en la forma de
clasificar al aspirante".
ANATOl.l XII
Tal: "En los encuentros del ciclo
de Candidatos, el futuro vencedor
podría decirse que interpretó tres pa-
peles: con Polugaievsky fue, pese a su
juventud, un maduro psicólogo, capaz
de explotar sutilmente las debilidades
humanas del carácter de su oponente;
con Spassky, un jugador inspirado,
tan formidable en ataque como te-
naz en defensa; con Korchnoi, no un
muchacho, sino un hombre capaz de
soportar un encuentro sin parangón
en intensidad competiúva. Karpov pr<>-
gresa continuamente y está lejos aím
de su momento culminante. No tengo
la menor duda de que, cuando llegue
la hora de su match con Fischer, será
todavía más fuerte".
"Al final, la lucha fue de carácter
diferente a la de su encuentro con
Spassky. En este caso, Karpov jugó con
mayor prudencia, evitando los riesgos
en la medida de lo posible. Había per-
cibido ra su fuerza y se propuso ganar
el match. ¡Eso fue todo!", escribió Bot-
vinnik en abril de 1975, y señaló tres
puntos vulnerables en el joven de 23
a11os, para erradicar los cuales debe-
ría trabajar seriamente: inapropiada
forma física, vulnerabilidad al halago
(se supone que por esta razón, con su
tercera victoria perdió el respeto por su
oponente y su sentido del peligro, y el
rasgo más fuerte de Karpov, su fuerza
compeútiva, desapareció), y un arsenal
de aperturas relativamente modesto.
Pero concluye su diagnóstico con estas
palabras: "Anatoli Karpov es, sin duda,
el más fuerte luchador ajedrecístico de
nuestra época".
Euwe: "La Final de Candidatos fue
una lucha difÍcil y agotadora, y fue inte-
resante por cuanto se trataba de un com-
bate psicológico entre dos oponentes de
fuerza muy similar". En la ceremonia de
clausura, se le preguntó al Presidente
de la FIDE qué sucedería si Fischer no
aceptase el desafío del aspirante en la
fecha establecida. Euwe respondió: "Si
el l" de abril de 1975 Fischer no me in-
forma de que acepta disputar el match,
volaré a Moscú para proclamar a Karpov
12" campeón del mundo".
299
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
Pero había alguna posibilidad de
que el encuentro con Fischer llegara
a producirse, y el Comité de Deportes
de la URSS hizo todo lo posible por
asegurarse de que Karpov se prepara-
se minuciosamente. A comienzos de
1975, se celebraron varias sesiones de
entrenamiento con la participación
de los mejores expertos del país. De
considerable interés son las memorias
de uno de los testigos presenciales de
estos eventos, Yuri Razuvaev, aquí pu-
blicadas por primera vez:
"Un año antes, en vísperas de su
encuentro con Polugaievsky, Anatoli
tenía cierta pereza para trabajar. Pre-
fería ocuparse de sus sellos, jugar a
las cartas y al billar, o pasar el tiempo
jugando blitz (modalidad en la que era
increíblemente fuerte: nos ganaba a
todos, Tal incluido). Por lo visto, aún
no se había acostumbrado al ciclo.
Era un genuino talento natural. En su
infancia había estudiado las p.artidas
de Capablanca y comenzó a jugar. Era
un jugador puramente práctico, ¡un
auténtico competidor! Bueno, por
supuesto, Furman hizo mucho por
él... Pero cuando Anatoli se disponía a
trabajar, lo hacía muy bien: participaba
activamente en los análisis y realiz:tba
muchos descubrimientos. Por otra par-
te, siempre era importante para él que
alguien jugase' contra él. Una vez ca-
da hora o algo así, cambiaba de color,
y jugaba' la misma posición, tanto con
blancas como con negras. Era como si
estuviese entrenando sus habilidades.
Era esencial para él sentir resistencia ...
Luego se volvía y encontraba, digamos,
el 'camino orientador'. A mí me sor-
prendía lo 'omnívoro' que era, y su
ambivalencia para jugar igual de bien
con ambos colores. Parece que lo que
se imponía era su sentido único para la
posición. He \isto a muchos campeo-
nes del mundo, pero su caso no era
habitual.
"Por supuesto, tampoco hay que
subestimar la influencia de Geller, pero
otro jugador que ejerció una enorme
influencia sobre Karpov fue Tal. Por
alguna razón, se ha vuelto tópico decir
300
V
de Tal que 'calculaba variantes como
una computadora', y pocos mencionan
su comprensión única del ajedrez, su
capacidad para evaluar al instante una
posición. ¡Una profundidad así no
la he visto en casi nadie! Geller, por
supuesto, era un jugador de fant.istica
profundidad, pero Tal tenía una visión
más sutil de la posición. Jugaba un aje-
drez moderno, ultradinámico. Gracias
a su capacidad de evaluación, podía
captar rápidamente la esencia de un
problema y decidir la dirección que·
debía tomar el trnbajo en una posición
muy complicada. ¡En este sentido era
verdaderamente único! Cierto que en
sus investigaciones, Tal era un tanto
indolente y a menudo sugería: '¡Mejor
sería que jugásemos esta posición en
partidas de blitz!
"En una sesión de entrenamiento
en un sanatorio, a las afueras de Le-
ningrado, nos encontrábamos tres de
nosotros: Tal, Karpov y yo. Cuando
se sentaron para jugar una posición'
al blitz, Tal comenzaba literalmente a
chorrear ideas a borbotones, así que
yo, asombrado, me sentaba a un lado
y las registraba en un voluminoso cua-
demo ...
"¿Cómo se efectuaban las prepara-
ciones para el duelo con Fischer? En
primer lugar, y puesto que se trataría
de un encuentro de larga duración,
Karpov necesitaba un repertorio de
aperturas muy amplio, ya que, en un
momento u otro, algunas aperturas po-
drían ser demolidas ... Por consiguien-
te, contra 1 e4 preparamos, además de
1 ... e5 y 1 ... e6, la Defensa Siciliana,
variantes Paulsen y Scheveningen. Por
entonces, en la Caro-Kann Anatoli
prefería 4 ... $.f5, que había ensayado
con éxito en su match con Spassky. Yo
quería sugerirle 'mi' jugada 4 ... ILJd7,
pero Tolia replicó, escéptico: 'Bueno,
sólo como última medida"'. Es diverti-
do que, años más t."\rde, ¡esta variante
se haya convertido en el arma principal
de Karpov con negras!
"En segundo lugar, compartíamos
la opinión de Geller de que Fischer
se arriesgaba mucho en la apertura,

empleando variantes muy agudas y, a
veces, dudosas. Por extraño que parez-
ca, decidimos que las aperturas eran
su punto más flojo, el más vulnerable.
No sin razón había dicho Lasker: 'En
ajedrez, las negras deben, antes que na-
da, defenderse, pues de otro modo la
partida se volverá una farsa'. Dado que
en variantes de doble filo, el papel de
la preparación comprende muchos as·
pectos, aquí el desenlace de una parti-
da podía decidirse literalmente en una
jugada. De modo que nos propusimos
divisar tantas preparaciones específi-
cas de este tipo como fuesen posibles,
minas submarinas, por así decir, sobre
codo para las blancas.
"Conu-a la Variante Najdorf de la
Siciliana, procedimos a un profundo
estudio de las variantes con 6 ~g5,
tanto antes como después del match
con Polugaievsky, en el que Geller y Tal
realizaron importantes aportaciones.
Contra la Defensa Alekhine, que Fis-
cher había planteado en su match con
Spassky, Anatoli estaba armado 'hasta
los dientes' incluso antes. Cuando, al
finalizar el Interzonal, Korchnoi le su-
girió que ambos debían aceptar tablas,
se mostró indignado: 'Nada de eso, To-
rre juega la Alekhine, y eso es un punto
hecho!'.
"Además, antes del match con
Spassky, convencí a Anatoli de que de-
bería 'servir desde ambos lados', y eso
produjo un excelente efecto. Después
de todo, en Reykjavik Fischer también
había jugado con éxito muchas aper-
tura~ (aunque aquí estoy de acuerdo
con Bondarevsky: ¡nada de miedo!).
¿Por qué no operar de la misma forma
contra el propio Fischer? Recuerdo
que Furman se me quejó: 'Algún mem-
brillo le ha sugerido a Tolia que juegue
l e4, ¡y ahora tú y yo deberemos sufrir
la~ consecuencias!'. Furman y yo jugá·
bamos l d4, y también para Karpov esta
jugada encajaba bien en su estilo. En
resumidas cuentas, seguimos trabajan-
do con l d1. De Fischer podría esperar·
se la Defensa India de Rey, la Grünfeld
y la Benoni Moderna, aperturas sobre
las que realizamos preparaciones muy
ANATOJ.I XII
completas, e incluso partidas de entre-
namiento.
"Cuando quedó claro que Fischer
no iba a jugar, Furman se encogió de
hombros: 'Todas esas aperturas no son
buenas para las negras, así que decidió
rendirse'. Desde luego, el repertorio
de Fischer planteó muchas dudas. Es
una pena que eso no sucediera en
un verdadero encuentro, porque eso
habría dado un impulso fabuloso a la
teoría de aperturas. Pensábamos que
en tales encuentros había que poner
a prueba y romper, si era posible, las
defensas del oponente en las variantes
principales, eligiendo las líneas críticas.
Esta orientación, por cierto, prevaleció
en los siguientes enfrentamientos por
el campeonato mundial y, más tarde,
también la adoptó Kasparov.
"Esa gran cantidad de trabajo ana-
lítico ayudó de modo significativo a
Tolia, ¡que a continuación comenzó a
ganar todos los torneos! Como suele
decirse, el proyectil no dio en el blan-
co, pues para el desarrollo ajedrecístico
de Karpov, fue malo que no pudiese
enfrentarse a Fischer. Fue el infortunio
de un gran jugador, porque pronto
comprendió que para derrotar al resto
no necesitaba nada más, así que prác-
ticamente dejó de trabajar. En Baguio
confió en gran medida en sus conoci-
mientos anteriores. Y como consecuen-
cia, tras perder sus mejores años, no
desarrolló todo a su potencial creativo.
Fischer lo realizó por completo, pero
Karpov se quedó a un paso".
Bondarevsky no podía acudir a aque-
llas sesiones, pero él y Polugaievsky le
enviaron a Karpov detallados informes
por escrito acerca del campeón ameri-
cano (estos interesantes esmdios se pu-
blicaron luego en el libro Russíans versus
Fiscl1er). También son muy interesantes
los recuerdos de Igor Zaitsev, publica-
dos aquí por primera vez:
"A comienzos de abril de I9i5 fui
de pronto (probablemente a sugeren-
cia de Tigran Petrosian) invitado a No-
vogorsk, para participar en una sesión
de entrenamiento con Anatoli Karpov,
que me consultaría ciertas cuestiones
301
Gary Kasparov - ~I1s Gt:N1A1.r.s rRF.OF.CF.SORF.S
tecíricas. Supuse que allí las preparacio-
nes para el encuentro con Fischer de-
bían estar al rojo vivo. Pero lo cierto es
que la atmósfera que reinaba era más
de vacaciones que de intenso entrena-
miento. Karpov y Petrosian disputaban
animadamente una partida de billar, y
Furman bromeaba con ellos, mientras
observaba flemáticamente la partida.
Tras unos cuarenta minntos de batallar
en el fieltro verde, la partida quedó
concluida y dimos cuenta de una co-
mida sustanciosa. Este escenario de
entrenamiento me resultaba familiar,
pues era el mismo que había \ivido du-
rante mis muchos años de relación con
Petrosian. Tanto Karpov como Petro-
sian siempre han preferido el contacto
ajedrecístico al análisis exhaustivo. Una
hora u hora y media después de comer,
Anatoli y yo nos pusimos finalmente
manos a la obra, ante el tablero.
"Bueno, ¿cómo podía mostrarle rá-
pidamente la genialidad de Fischer? Re-
cuerdo que traté de interesarle en una
nueva defensa, que a fines de Jos años
sesenta, había concebido en la Variante
del Cambio de la Española: l e4 e5 2
lL:if3 lL:ic6 3 ~b5 a6 4 ~xc6 dxc6 5 0-0
lL:ie7!? (después de mis artículos en la
re~ista 64, la variante fue adoptada con
éxito por Keres), pero puesto que en la
línea principal (6 lL:ixe5 ~d4 7 ~h5 g6
8 ~g5 ~g7 9 €ld3), la~ negrns debían
entrar en un juego confuso, con peón
menos, 9 ... 15, no despertó en Karpov
especial entusiasmo. Algunas otras
icleas interesantes, relacionadas con la
Española Abierta, fueron acogida~ más
favorablemente. Sin embargo, no que-
ría dedicarles mucha atención. Después
de todo, la probabilidad de que Fischer
prefiriese una \".Hiante concreta de la
Espai1ola a la Siciliana era ridículamen-
te pequeña. Karpov, que por naturaleza
era decidido )' muy organizado, nunca
perdía el tiempo.
"Durante nuestra primera cita aje-
drecística, le llamaban continuamente
al Ílnico teléfono del lugar, situado en
la planta baja del edificio. Se estaba
resolviendo entonces la situación res-
pecto al campeonato mundial: Fischer
302
V
no había recogido el guante. De modo
que mis recetas teóricas comenzarom.
con el aspirante y concluyeron con d
campeón del mundo.
"Es difícil vaticinar quién habría
ganado el encuentro. He oído decir
muchas veces, al propio Karpov, que en
aquel alio las posibilidades de Fischer
eran algo mejores. Pero antes del co-
mienzo de los matches de Candidatos,
Karpov había declarado también, muy
modestamente: 'Este no es mi ciclo'.
Creo que, en cualquier caso, podía
esperarse de él un nuevo salto cualita-
tivo.
"En todos sus encuentros triunfa-
les, desde virtualmente las primeras
partidas, Fischer pudo, de forma inex-
plicable, sembrar dudas en el corazón
de sus experimentados oponentes y
lograr una ventaja psicológica a sus
expensas. Cuando el oponente de tur-
no era menos sumiso, como en el caso
del intransigente Reshevsky, la lucha
resultaba mucho más dura. En la pri-
mera mitad de su match con Fischer,
Petrosian también parecía un digno
oponente. Pero tan pronto como
Petrosian se quebró y perdió su equi-
librio mental, Fischer se transformó y
comenzó a jugar con redobladas ener-
gías. Como algunos psicólogos pro-
fesionales afirman, en un encuentro
entre dos individuos la relación entre
la respectiva confianza en sí mismo de
cada uno es una constante: la que uno
pierde la gana el otro.
"Es extremadamente improbable
que un debilitamiento psicológico de
ese tipo pudiese ocurrirle a Karpov.
Esto queda confirmado por la excep-
cional estabilidad de tocia su carrera.
Cierto que la misma carrera sugiere
que la de Fischer podría haber sido
más duradera de haberse prolongado
mucho el match. En tal caso, Karpm·
hubiera debido prestar una atención
más seria a su preparación física. No
debemos olvidar que era ocho ai'ios
más joven que el campeón y que, seg(m
las estadísticas de los encuentros por
el campeonato mundial, el éxito final
suele sonreír al más joven.

"Comparar las respectivas cuali-
dades ajedrecísticas resulta aún más
difícil. En mi opinión, la intuición
posicional de Karpov era más fuerte en
1975, pero la vis;ón combinativa de Fis-
cher más amplia. Karpov era más tenaz
en defensa, y Fischer más decidido en
ataque. También había una pequeña
diferencia en la forma de materializar
una ventaja. Allí donde Karpov actuaba
de forma metódica, Fischer se impon-
dría de forma más enérgica.
"Es probable que Fischer tuviese
un conocimiento más detallado de
sus esquemas, pero puesto que su
repertorio de aperturas era un tanto
limitado, Karpov podría haber puesto
a prueba sus aspectos vulnerables,
confiando en el bagaje teórico sumi-
nistrado por los proveedores de casa.
Para un peque1io círculo de conoci-
dos, Petrosian dijo en varias ocasiones
que Ja única razón por la que Fischer
dejó el ajedrez fue porque casi todas
sus variantes de apertura habían sido
refutadas. Es posible que esto sea una
exageración, pero se habían detecta-
do ya muchos puntos débiles en las
líneas favoritas de Fischer.
"Trato de adivinar la naturaleza de
su confrontación teórica. Es impro-
bable que Fischer se desviase de su
habitual 1 e4, porque además el com-
portamiento de Karpov en aperturas
cerradas resultaba excepcionalmente
sólido, con esquemas muy fiables. Pero
¿cómo habría respondido Karpov a 1
e4? Seguramente, de forma variada,
confiando en la Española, la Petrov,
la Caro-Kann e incluso la Siciliana.
Karpov podía trntar la Española tanto
de fonna tradicional, como eligiendo
una de sus va1iantes específicas. Tam-
bién podía haberle servido de ayuda
el hecho de que, por entonces, y para
evitar el Ataque Marshall y la Variante
Abierta, Fischer a menudo respondía a
3 ... a6 con 4 ~xc6.
"Con blancas, a diferencia de su
oponente, Karpov podría haber al-
ternado entre 1 e4 y 1 d4, con mucha
mayor libertad. 1 e4 habría conducido
no1malmente a variantes de la Sicilia-
ANATOl.l XII
na, mientras que en caso de 1 d4, es
casi seguro que Fischer se decantase
por la Defensa India de Rey. Se diría
que, en un encuentro largo, las po-
sibilidades de Karpov en Ja apertura
serían, como mínimo, no infe1iores a
las de su rival.
"En la fase de transición de la aper-
um1 al medio juego, en la resolución
de problemas estratégicos, le concedo
alguna preferencia a Fischer en aquel
momento, teniendo en cuenta sus ma-
yores conocimientos y experiencia. Sin
embargo, no veo de qué modo sería
posible medir y comparar factores tan
disímiles como que Karpov era más
joven y en alza, con entrenadores de
primera fila, mientras que Fischer, que
practicaba la estricta dieta de no parti-
cipar en torneos y se preparaba solo las
l'ariantes de apertura, era un profundo
y sutil investigador.
"En cualquier caso, para mí es
evidente que eran oponentes dignos
el uno del otro. Rara vez cometían
errores graves, perdían con menor
frecuencia aún y, a ojos de sus contem·
poráneos, aparecían como jugadores
casi infalibles".
En el volumen anterior he expre-
sado mi opinión acerca de por qué
rehusó jugar Fischer con Karpov.
Ahora, cuando en términos generales
conocemos el trabajo del equipo de
Karpov, me gustaría explicar m<ís cla-
1-amente mi visión de la situación que
había surgido entonces en el mundo
del ajedrez.
En mi opinión, cuando Furman
y Petrosian explicaron la retirada ele
Fischer por el hecho de que casi todas
sus variantes de apertura "no eran
buenas" o habían siclo "refutadas",
esto es, obviamente, una exageración,
el maximalismo típico de los expertos
de la vieja escuela habituados a pensar
en categorías generales. Cierto que
se acercaron a la explicación correc-
ta, pero expresaron Ja idea de forma
inexacta. Es difícil de entender qué
1·ariantes, estrictamente hablando,
habían sido refutadas. La muy aguda
Najdorf sigue resistiendo hasta el día
303
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREUEct:soRES V
de hoy, como también las defensas de
Fischer contra 1 d4. Además, ¿es posi-
ble hablar, en general, de refutación
de variantes completas de apertura?
En 1975, buen número de esquemas
nuevos y atractivos habían aparecido
en el horizonte (entre ellos, algunos
incorrectos, desde el punto de vista
clásico, variantes como la Cheliabinsk
o el erizo), algunos de los cuales po-
dría haber sido adoptado por Fischer.
Por consiguiente, sería más correc-
to hablar no de refutación de variantes
concretas de apertura, sino acerca del
enfoque de la preparación de apertu-
ras en general. ¡Este es el meollo de
la cuestión! Con su enorme trabajo
a comienzos de los setenta, Fischer
preparó un saleo cualitativo en el desa-
rrollo de la teoría de aperturas, él era
el verdadero heraldo de una genuina
revolución de aperturas, que comenzó
precisamente en su año dorado de
1972 y, en poco más de diez años, llevó
el progreso del pensamiento ajedrecís-
tico a mis duelos con Karpov.
Estos años post-Fischer pueden
haber parecido poco interesantes a
algunos, pero en ajedrez se produjo
una cantidad colosal de trabajo sub-
terráneo. La marcha de Fischer y la
politización de la vida ajedrecística
distrajeron la atención del aspecto
creativo, que impidió que el papel de
este período en el desarrollo ajedre-
cístico fuese debidamente apreciado
(por esta razón es por la que he cu-
bierto los más importantes encuentros
de Karpov con tal nivel de detalle).
Aunque, en realidad, estaban produ-
ciéndose cambios verdaderamente
revolucionarios en la teoría de aper-
turas. Este tema ha resultado tan fas-
cinante e inmenso, que he decidido
consagrar un volumen separado al
mismo, el primero de la serie Kasparov
analiza el ajedrez. moderno.
De modo que ¿cuál era el verda-
dero problema de Fischer? En mi
opinión, su problema era que, al tra-
bajar siempre solo, fue sencillamente
incapaz de adaptarse a las nuevas
exigencias de la preparación, dictadas
304
precisamente por la revolución de
aperturas. La complejidad de los pro-
blemas resultantes exigían otros méto-
dos de trabajo, otra forma de pensar y,
lo que era especialménte importante,
la presencia de críticos. Comparando
hipotéticamente, las preparaciones
pre-match de Fischer y Karpov, debe-
mos mencionar no sólo la ventaja del
aspirante en el número y calidad de
variantes específicamente preparadas,
sino también, de modo especial, su
evidente superioridad en la amplitud
de su preparación.
Es muy probable que Fischer, con
su fino instinto ajedrecístico, incluso
antes del Karpov-Spassky, compren-
diese claramente que había surgido
una nueva era y que él debía descartar
sus métodos habituales de trabajo.
Con sus propios ojos vio los frutos de
la revolución por él impulsada, y era
consciente de que no era posible pre-
pararse adecuadamente a su manera.
¿Invitar a algunos ayudantes? Pero
él siempre había trabajado solo, ¡sin
confiar en sus ayudantes ni siquiera
en el análisis de posiciones aplazadas!
Era consciente de que se habían pro-
d ucido deslizamientos cualitativos,
que había dejado un tipo de ajedrez,
y que debía enfrentarse a otro, y que
para incorporarse a la nueva realidad
debía realizar un esfuerzo importante,
incluso un increíble sprint.
Comprendió que tendría que jugar
contra el líder de una generación que
había crecido a la sombra de la revolu-
ción de aperturas y que había absorbi-
do los avances cualitativos del ajedrez.
Contra un luchador de sangre fría,
que no sólo sabía asimilar las lecciones
de sus duelos con Polugaievsky, Spass-
ky y Korchnoi, además de utilizar los
análisis de los mejores grandes maes-
tros soviéticos, sino también exhibir su
habilidad única para absorber, digerir
al instante y poner en práctica todas
las ideas estratégicas válidas.
Al observar el ciclo de clasificación,
comprendió que Karpov resultaría
especialmente fuerte en la primera
parte del maratón. Bobby, en ~;sta de

su inestabilidad psicológica, probable-
mente comenzó a sentir temor ante
un mal comien.zo. Sin embargo, estos
temores se basaban también en la ca-
lidad de la preparación de aperturas.
Fischer percibió que en un encuentro
con Karpov, su preparación podría no
estar a la altura de las exigencias del
momento. Angustiado por numerosos
complejos, acabó encerrado en un
círculo vicioso: temía no estar bien
preparado, y esto, a su vez, generaba
nuevos temores ...
En pocas palabras: Fischer no fue
capaz, en realidad, de cambiar su en-
foque, debido también a que llevaba
demasiado tiempo sin jugar. En la era
Botvinnik era posible permanecer tres
años sin jugar y seguir conservando el
título de campeón del mundo, mien-
tras que en los tiempos de la revolu-
ción de aperturas, tres años ¡era toda
una eternidad! En la historia moderna
del ajedrez, campeones y aspirantes
han logrado pasar a una distinta era,
pero sólo manteniéndose como juga-
dores activos. El trabajo más titánico
en este sentido lo protagonizó Korch-
noi, aunque la decidida remodelación
de Karpov, a mediados de los ochenta
(que será descrita más adelante) tam-
bién fue impresionante. También yo,
aunque no en el mismo grado, pude
remodelar mijuego después de mi de-
rrota en el match con Kramnik ...
Pero volvamos a la primavera de
1975. El 3 de abril, la FIDE proclamó
a Karpov 12º campeón mundial de
ajedrez. El 24 de abril, en la Sala de las
Columnas, Casa de los Sindicatos, tuvo
lugar la ceremonia de coronación del
nuevo rey del ajedrez. En su discurso,
el Dr. Euwe, entre otras cosas, dijo:
"Admiro el temple de Karpov, su
profundo sentido del respeto y las cua-
lidades competitivas que ha exhibido
durante el tiempo en que este asunto
ha durado (es decir, desde que se re-
dactaron las regulaciones del match).
Fischer tenía todas las oportunidades
para defender su título. Pero la obsti-
nación de Fischer, u otros rasgos de su
carácter que yo, como muchos otros,
ANATOl.I XII
no entendemos, le impidieron utilizar
ese derecho, y cumplir así su obliga-
ción para con el mundo del ajedrez.
En cuanto a Karpov, estamos seguros
de que será un digno campeón y que
demostrará en numerosas ocasiones
su fuerza en los eventos en que parti-
cipe".
Euwe recordó, no sin cierto or-
gullo, que la primera de sus tres mil
jugadas de ascenso al trono la había
realizado él (Copa Niemeijer, en Gro-
ninga), y concluyó: "¡De modo que,
siguiendo mi ejemplo, Anatoli Karpov
se ha convertido en campeón!".
"No sé qué pensará Fischer, pero
considero que el match que no hemos
llegado a jugar supuso una enorme
pérdida", diría Karpov años más tarde.
"No vale la pena intentar adivinar qué
hubiera pasado, pero no dudo por un
instante de que habría sido el aconte-
cimiento más significativo de mi vida ...
Por supuesto, estaba feliz cuando Max
Euwe me coronó con la corona de
laurel del campeón del mundo. Pero
en aquella corona no estaban las hojas
más importantes, las que hubieran
sido más valiosas para mí, señales me-
morables de una lucha con mi brillan-
te predecesor".
Un campeón activo
Tras conseguir el título sin disputar
el match, Karpov se lanzó al crisol de
los torneos, empujado por el deseo
de demostrar que no tenía iguales en
el mundo. Inmediatamente pergeñó
su credo en la ceremonia de procla-
mación: "Considero que una de las
principales obligaciones del campeón
del mundo es ser un jugador activo, de
forma que los aficionados de muchos
países puedan verlo ante el tablero, y
que los grandes maestros y maestros
puedan medir sus fuerzas contra él,
aprender de él, y también enseñarle al-
go. Tengo la firme intención de tomar
parte en competiciones de mi país y en
torneos internacionales".
Su debut como campeón se produ-
jo en el Memorial Vidmar (Portoroz/
305
Gary Kasparov - ~. IJs GEl"\IAI.Es PRt:nt:CESORt-:s
LJubljana, junio de 1975): l. Karpov
11 de 15 (+7 =8); 2. Gligoric 10; 3-5.
Furman, Hort y Ribli 9,5; 6-7. Parma
y Portisch 8,5; 8-9. l,jubojcvic y Vcli-
mirovic 8, etc. Es digno ele mencionar
que en su partida ele la primera ronda,
con Portisch, no eligió su jugada fa-
\'Orita, 1 c4, sino 1 ILJf3, logrando una
buena victoria en la Defensa Eslava
(¡la revancha de San Antonio!). Desde
ese momento en adelante, "el servicio
desde ambos lados de la pista", que
había sido puesto a prueba, con éxito,
en su encuentro con Spassky, y prepa-
rado contra Fischer, íuc regularmente
empicado por Karpov, aunque antes
ele los cluclos conmigo se decantó cla-
ramente por 1 e4.
Llegó entonces el Campeonato ele
la URSS por equipos (Riga, julio de
1975), que resultó una competición
muy dura en los primeros tableros:
Karpov, Spassky, Petrosian, Tal, Belia-
vsky... Anatoli logró, con autoridad, el
mejor resultado (+4 =3), derrotando
de nuevo a Spassky con ayuda ele 1
d4, esta vez en una Defensa India de
Dama, y con el asedio triunfal al peón
aislado de cl5.
La siguiente pmeba para el cam-
peón era el supertorneo de Milán
(agosto-septiembre ele 1975), una ciu-
dad que había apostado por acoger el
Fischer-Karpov y que había decidido
reemplazarlo por otro sobresaliente
evento ajedrecístico. La competición
se disputó bajo una fórmula inusual,
en tres fases: primero, una liga entre
12 jugadores, luego encuemros semi-
finales a 4 partidas entre los cuatro
primeros clasificados (1-4 y 2-3) y, por
último, un duelo final a seis partidas.
Karpov: "¡En este torneo estaba
sencillamente obligado a ser el prime-
ro! El torneo ofrecía una grandiosa
nómina de participantes, como si sus
organizadores se hubiesen propuesto
poner a prueba al nuevo campeón. El
mundo, por otra parte, seguía exigien-
do pruebas acerca de la legalidad del
nuevo régimen. Milán debía poner los
puntos sobre las íes. En primer lugar,
tenía que clasificarme entre los cuatro
306
V
primeros ... Cuando se trata ele ganar.
disputando 21 partidas en 25 días,
contra oponentes de primera fila, el
aspecto creativo debe pasar a un se-
gundo lugar".
Tras ganar tres duelos es/Jmioles en
las seis primeras rondas -con negms,
ante Ljubojcvic, bien avanzada la par-
tida, en un final de tablas con alfiles
de distinto color-y con blancas contra
Unzicker y Gligoric, tomó la cabeza.
Podía haber finalizado primero, ele
no haber perdido, con blancas, en
la octava ronda ante Anclersson. Es
sintomático que Vlf batiese a Karpov
-iY antes a Portisch!- con su favorito
sistema erizo, que entonces apenas es-
taba "cogiendo velocidad" (en el tomo
acerca de la revolución ele aperturas,
se consagra tocio un capítulo a este
flexible esquema). A Karpov le gusta-
ba jugar contra el erizo y sólo pensaba
en ganar: "Andersson quedaba nor-
mahnentc apurado de tiempo, y yo
jugué de forma tal que tuviese motivos
para pensar". Se proclttjo una compli-
cada lucha de maniobras, y Ulf cayó
ciertamente en tremendos apuros de
tiempo, pero entonces jugó d6-d5 y
efectuó un desesperado sacrificio de
calidad. Ahí empezaron los milagros:
Anatoli realizó una serie de jugadas
"evidentes" y... aplazó la partida en
posición perdida.
Sin embargo, no perdió su plaza
entre los cuatro primeros y, tras una
semifinal nada sangrienta con Pctro-
sian (2-2, victoria del campeón por
mejor coeficiente en el torneo), ganó
el match final a Portisch: 3,5-2,5. El
desenlace de todo el evento fue deci-
dido por la única \•ictoria de Karpov.
con blancas, en una Española, Varian-
te Stcinitz Diferida. Más detalles sobre
este difícil encuentro pueden verse en
la sección El Botvi nnik hlÍngaro ( parti-
da núm. 337). Tal: "No mucho antes
del torneo, Karpov estaba indispuesto
y jugó en Italia sin su empttje habitual.
En mi opinión, una de las manifesta-
ciones más gráficas de la clase de un
jugador es su capacidad parn actuar
con éxito incluso cuando no está del

todo en la partida. Eso fue lo que el
campeón demostró en Milán".
En noviembre, Karpov dio alguna~
exhibiciones de simultáneas en un tor-
neo de los Palacios de Pioneros que se
celebró en Lenin¡,TJ-ado (donde, como
ya se ha dicho, nos encontramos por
primera vez ante el tablero). Un par
de semanas después, comen7.aba el 43°.
Campeonato de la URSS, y los mejores
jugadores del país debían tomar parte
en el mismo, pues desde 1973 y tras ha-
ber perdido la corona mundial, el Comi-
té de Deportes se propuso seguir riguro-
samente esa línea. Karpov, por supuesto,
también debía participm; pero tuvo que
retirarse a catL~ de la fatiga y por su ma-
la salud, debidamente documentada por
un informe médico oficial.
Descontento con la noticia, el
responsable de la sección de ajedrez,
Baturinsky, escribió un informe a Jvo-
nin, el presidente adjunto del Comité
de Deportes: Le pediría que hablase
personalmente con A. E. Karpov y, caso
necesario, con los médicos oficiales, en
\lSta del hecho de la no participación
del campeón del mundo en el campeo-
nato nacional, pues a raíz del rechazo
de Korchnoi y Spassky, por segundo
ario consecutivo, tales ausencias ten-
dr.ín repercusiones desfavorables. Pero
los médicos de Leningrado consiguie-
ron convencer a los dirigentes deporti-
vos ... Fue Petrosian quien se convirtió
en campeón nacional, con medio pun-
to de ventaja sobre Vaganian, Gulko,
Romanishin y Tal.
Tras encontrarse debidamente des-
cansado y repuesto, Karpov se dirigió,
con su viejo amigo y rival, Rafael Vag-a-
nian, a Skopje, donde debía celebrarse
el prestigioso torneo Solidaridad (fe-
brero-marzo 1976), la misma ciudad
en que, cuatro años antes, se había
producido su brillante debut en la
Olimpiada.
Los emparejamientos enfrent.."l.ron a
los dos compatriotas en la primera ron-
da y de nuevo como tres años antes en
Budapest, Vag-anian no fue capaz de re-
sistir en su favorita Defensa Francesa.
ANATOl.I XII
557.
A. Karpov-R. Vaganian
SkofJje J9i6, lª ronda
1759
23 .l&..f5!
Por esta jugada, las blancas habían en-
tregado su peón de b2.
23 ••. '!J.e7?
En opinión de Karpov, "23 ... gxf5
también habría perdido por 24 l::td3 f4
25 'i!l'xf4 'i!l'c2 26 Itg3+ wh7 27 'lll'f6" (o
bien 27 'i!l'g4), pero "25 ... f6 quizá fue-
se más tenaz".
En la era de las comput.."l.doras puede
afirmarse con más certeza: 23 ... gxf5!
24 l::td3 f4 25 'i!l'xf4 ffi!, seguido de l::tg7,
hubiera permitido a las negras salvar la
partida: 26 l::tg3+ (es más flojo 26 l::tee3
l::tg7!) 26 ... .!:rg7 27 'lll'xf6 l::txg3 28 fxg3
'ffb6+ 29 wh2 'lll'c7, o bien 26 'ffxf6
l::tg7 27 "tlfe6+ wh7 28 "tlff5+ '>t>h8, con
tablas.
24 l::txe7 li:Jxe7 25 Ad3! li:Jf5
Una dificil elección. En caso de 25 ...
Wf8 (25 ... li:Jc6? 26 ~xg6, mientras que
si 25 ... l::te8? ó 25 ... 'iVa3?, entonces es
decisivo 26 l::te 1) 26 l::tbl 'iVd2! (pero
no la jugada de Karpov, 26 ... 'i!l'xa2?)
27 l::txb7 'i!fel+ 28 <bh2 "iii'e6 29 'Wh8+
li:Jg8 30 'i!l'd4, y la posición negra no es
envidiable.
26 .l&..xf5 gxf5 27 Itel °tlfxa2 28 "i!fxh6!
Después de 28 .!l:e3, las negras se ha-
brían sah-ado con la bonita 28 ... f4! 29
"tlfxf4 'ffbl+ 30 wh2 a3! 31 l::tg3+ ~g6
32 .l:!.xg6+ fxg6, "y las blancas no tienen
más que el jaque perpetuo" (Karpov).
307
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PRF.Dt:CESORt:s
Por la misma razón, l:.te3 no gana en las
jugadas 29 y 31.
28 ••. a3 29 'll:i'g5+ \j;>f8 30 ~f6 @g8 31
'll:i'xf5 ~d2?
Tampoco estaba clara 31 ... @g7, con
idea de d5-d4.
32 l:.te7!
Y las negras se rindieron en la jugada 40.
Después de esta derrota, Vaganian,
obviamente, se descorazonó y no pudo
competir por los primeros puestos. No
podemos dejar de recordar la~ palabras
de Karpov: "Vaganían es un jugador de
enonne potencial práctico. Pero es más
un artista que un luchador, y necesita
inspiración para demostrar su clase. Y
Ja inspiración, es algo caprichoso".
Karpov, en cambio, aunque gastó
mucha energía para ganar su batalla de
la primera ronda, tras unas tablas con
negras contra Adorján (observe la aper-
tura: 1 e4 c5 2 éllf3 e6 3 d4 cxd4 4 éllxd4
a6 5 .ltd3 ~c7 6 0-0 g6, etc.) ¡consiguió
ganar cuatro partidas consecutiva~! En
una de ellas se llegó al siguiente final,
con alfiles de distinto color, mucho más
refinado que el que había jugado con
Ljubojevic en Milán.
558.
B. Kurajica-A. Karpov
Skopje 1976, 5• ronda
1760
La vent.'tja de las negras es puramente
académica. Resulta difícil imaginar que
pueda derivarse de ella algo real.
308
V
32~d3
Kurajica propone el cambio de damas,
creyendo que el final de alfiles de di-
ferente color no ofrece peligro. 32 h4
(Karpov) 32 ... 'll:i'f5 33 ~d3 era algo
m¡ís prudente, pero no se puede criti-
car seriamente Ja jugada de la partida,
pues las blancas conservaron las t."lbias
al alcance de la mano durante mucho
tiempo.
32 ••• 'll:i'xd3 33 cxd3 h4!
Conteniendo gradualmente a los peo-
nes blancos del ílanco de rey y prepa-
rando una rnptura potencial. Sin Ja
creación de otra debilidad o un segun-
do peón pasado, estos finales de alfiles
de distinto color no pueden ganarse.
34 g3 @f7 35 o;l;>e3 f5 36 @f4 o;l;>g6 37
we3?!
Pasivo. El método más fácil era 37
gxh4, reduciendo el número de peones
negros: 37 ... @h5 38 q,,xrs (es probable
que también sirva 38 wg3, pero ¿por
qué complicar innecesariamente las
cosas?) 38 ... i.xf3, y ahora no, por su-
puesto, 39 ~.b2? 11.d5! 40 ~el, en vista
de 40 ... @xh4 (Karpov sólo considera
40 ... il.f7? 41 i.b2 wxh4 42 d5!, con
tablas) 41 wg6 wh3 42 wxg7 ll;>xh2 43
'il¡>ffi wg3 44 >t>e7 wf3 45 ..tld7 <be2 46
@xc7 @xd3, y las negras ganan, sino
39 \t>f4 Ae2 40 'it>g3, con posición de
tablas.
También 37 g4 es suficiemc para hacer
mblas, privando además al oponente de
Ja posibilidad de penetrar en el llaneo
de rey. Después de 37 ... 11.e6 38 Ab2
fxg4 39 fxg4 2l.b3 40 g5 11.c2, las blan-
cas entregan su peón de d3 y oscilan
con su alfil entre las casillas el -b2-a3,
mientras que si ..tlf7, entonces we5.
Por supuesto, tampoco pierde 37 \t>e3,
pero es una victoria moral para las
negras, que ganan espacio en el flanco
de rey, y las blancas empiezan a tener
dificultades para defenderse.
37 ... Wh5 38 J.M g5

"Aquí se plantea la amenaza real de
una ruptura: 39 ... f4+ 40 gxf4 g4!
41 fxg4+ wxg4. Las blancas tienen que
retirar su rey, sin comprender dónde
radica el peligro" (Karpo\').
39 wf2 il.a2 40 il.a3 il.bl 41 we2 il.a2
42 Ji.el .te6 43 wf2 .tes
1761
44d5?
"Pero esto son ner\'ios" (Karpo\'). Las
blancas no sólo entregan un peón, sino
que -lo que es más importante- des-
doblan los peones c, ¡y este factor es el
que permitirá ganar a las negras!
Las blancas debían haber seguido de-
fendiéndose pasivamente con 44 @e2.
Después de 44 ... il.a6 45 we3 (45 .l1l.b2?
hxg3 46 hxg3 f4 es fa\'orable a las ne-
gras: K.arpo\') 45 ... f4+ 46 gxf4 g4, las
blancas se salvan con 47 f5 (Karpo\')
47 ... g3 48 hxg3 hxg3 49 f6 wg6 50 f4,
o bien 47 fxg4+ wxg4 48 we4 il.c8 49
we5, y si 49 ... wh3 50 f:í il.xf5 51 wxf5
wxh2, pueden seguir con 52 d5! cxd5
53 .l1l.f4+ wg2 54 il.xc7, mientras que en
caso de 49 ... ..111.f:í, sería posible la inme-
diata ruptura 50 d5 cxd5 51 c6 .l1l.xd3
52 wxd5 wh3 53 f:í! .l1l.xf5 54 .l1l.f4, con
tablas.
La mejor posibilidad de las negras es la
inmediata 44 ... f4! 45 gxf4 g4. Las blan-
cas deberían mantenerse a la espera:
46 wf2 .l1l.f5 47 .l1l.a3 il.xd3 48 ..111.cl .l1l.c4
(el alfil se dirige a d5 para obligar a to-
mar en g4) 49 il.b2 .l1l.d5 50 fxg4+ wxg4
51 il.cl il.b3 52 wg2 .l1l.c4 53 wf2 il.d5.
Ahora, las blancas tienen que perder
un peón a causa del 7.ugzwang-. 54 f5
ºxf5 55 @e3 wg4 56 wf2 wh3 57 'i!?gl.
ANATOLI XII
Más o menos la misma pos1cwn se
produjo en la partida, pero aquí los
peones negros están doblados, y eso
sal\'a a las blancas: 57 ... .l1l.f3 58 wf2
il.hs 59 wg111.d1 60 whl wg4 61 wg2
wf5 62 'i!.>h3 we4 63 il.b2 wd3 64 wxh4
wc2 65 .l1l.a 1 a3 66 wg5 a2 67 wf6 wb 1
68 .l1l.c3 al'i11t' 69 il.xal wxal. Las negras
han ganado el alfil, pero el rey blanco
llega justo a tiempo de ganar todos los
peones enemigos: 70 we7 Wb2 71 'i!.>d7
.l1l.f3 72 h4 Wc3 73 h5 Wxd4 74 h6 il.e4
75 h 7 il.xh 7 76 lt>xc6.
44 ... cxd5 45 d4 f4! 46 gxf4
"La posición blanca es desesperada
después de 46 g4+ wg6, seguido de la
maniobra de rey f7-e6-d7-c6-b5-<:4. y el
traslado del alfil a d3" (Karpov). Mien-
tras que el rey blanco está obligado a
defender los peones de f3 y g4, situados
en casillas blancas.
46 •.• g4 47 wg2 11.r5 48 'i!.>f2 gxf3 49
Wxf3 il.e4+ 50 wf2 <;t>g4 51 il.b2 'it>xf4
52 il.el+ wg4 53 .l1l.b2 c6 54 .lk.cl wh3
55 wg1.tg656 whl
No hay otra cosa.
56 ••• il.h5
No, por supuesto, 56 ... Wg4? 57 Wg2
wf5 58 wf3 .l1l.h5+ 59 we3, con tablas.
"El rey blanco debe ser privado a toda
costa de la casilla f3" (Karpo\').
57 wgl ..111.dll
Las blancas se rindieron en \'ist.a de
58 .tb2 wg4 59 wg2 11.rn+1 60 wf2
wf4 (Karpov), o bien 58 whl wg4 59
wg2 wf:í 60 wh3 (60 wf2 we4) 60 ...
@e4, y de nue\'O hay una carrera, pero
después de 61 il.b2 wd3 62 wxh4 @c2
63 i<.al 'i!.>bl 64 .l1l.c3 a3 65 wg5 a2 66
\!;>f6 al~ 67 il.xal wxal 68 we6 wb2
69 wd6 wc3 70 wxc6 wxd4, las negras
ganan un tiempo decisivo.
"Hasta las posiciones en aparien-
cia más simples contienen muchos
secretos, y deben jugarse con el mis-
mo cuidado tanto las de con muchas
piezas y enroques opuestos, como las
finales con alfiles de distinto color y el
mismo número de peones. A menudo
309
Gary Kasparov - Mis CEi':IAl.ES PREDECESORt-:s
es suficiente con cometer un error, ni
siquiera grave, para perder una parti-
da, que hasta ese momento había sido
bien jugada", concluye Karpov. 22 años
antes después se produjo otro sutil fi-
nal, con alfiles de distinto color, en una
partida SU)'ª (véase núm. 595).
En la séptima ronda tuvo lugar el
(mico enfrentamiento Reshevsky-Kar-
pov, cuyo desarrollo fue como sigue:
1 li:lf3 c5 2 c4 ILJf6 3 g3 g6 4 il.g2 $.g7
5 0-0 0-0 6 d4 cxd4 7 li:lxd4 li:lc6 8 li:lc3
li:lxd4 9 'i:'*xd4 d6 10 ~d3 a6 11 Ad2
l'.lb8 12 l'.lacl, tablas. Increíble pero
cierto: durante su emocionante carre-
ra, el gigante del ajedrez americano,
de 64 a1ios, ¡había jugado contra once
campeones del mundo! En Skopje,
Reshevsky tuvo una modesta actuación,
resintiéndose de sus problemas habi-
tuales.
Karpov: "Su seriedad y devoción
al observar los ritos de su fe son bien
conocidos por el mundo del ajedrez.
Su religión le impide jugar los viernes
por la tarde. Por consiguiente, todos
los participantes estuvieron de acuerdo
en pasar sus partidas de ese día con
Reshevsky a horas de la mañana, a fin
de finalizar antes de la puesta de sol. El
primer viernes, Reshevsky debía enfren-
tarse a Vaganian, quien consideraba la
perspectiva de una sesión matinal con
excesiva calma, incluso con desdén.
Yo estaba preocupado: 'Entérate de la
hora exacta del comienzo'. Vaganian
se volvió, un tanto desanimado: 'Dicen
que temprano, a las diez'. 'Nada de
eso. Tú estás acostumbrado a levantarte
tarde. No pienses siquiera en aceptar
el comienzo antes de las doce, las once
como muy pronto. De otro modo, no
jugarás en condiciones y empezanís a
ceder terreno', comentó. A~í que nos
dirigimos a ver a los organizadores.
Reshevsky discutió y amenazó con irse
de Skopje, pero los demás jugadores
nos apo)'aron. Esta partida, que comen-
zó a las once de la mañana, fue brillan-
temente conducida por Vaganian, que
pronto se dirigió al hotel para darme
las gracias ... "'.
310
V
Me parece que el episodio revela
el carácter duro e intransigente de
Karpov y explica, en parte, por qué
algunos brillantes talentos llegan a
campeones y otros no. Aquí habría que
explicar que Anatoli, como muchos
grandes maestros, es por naturaleza aYe
nocturna, así que es importante para él
comenzar a jugar lo más tarde posible.
La última intriga del torneo de
Skopje fue el encuentro final entre los
líderes, Uhlmann y Karpov. El gran
maestro alemán se encontraba a medio
punto y, por lo que parece, estaba deci-
dido a probar suerte. Sin embargo, no
consiguió nada de la apertura (véase
partida núm. 368, nota a la 7' jugada
negra) y descontento con su posición
propuso tablas. Pero Karpov de nue\'O
hizo gala de carácter: declinó la oferta
y con frialdad transformó su ventaja en
victoria.
La clasificación final refleja la ac-
tuación del campeón: l. Karpov 12,5
de 15 (+10 =5); 2. Uhlmann 11; 3.
Timman 10,5; 4-5. Kurajica y Tarjan 9;
6. Velimirovic 8,5; 7. Adorján 8; 8-<J.
lvkov y Matanovic 7,5; 10. Vaganian 7,
etc. Después del torneo, Karpov decla-
ró orgullosamente que su porcentaje
de puntuación había superado la de
Fischer en 1967 (13,5 de 17). A la
pregunta "¿Quiénes considera sus más
peligrosos rivales?", sin molestarse en
pensárselo mucho, respondió: "Por el
momento, no veo a nadie .. .".
Inspirado al parecer por los éxitos
de Karpov, el Comité de Deportes
adoptó en 1976 una impresionante
resolución encabezada por el epígrafe
Acerca de la preparación de los ajedrecistas
sovieticos /mra los eventos del camjJeo11ato
mundial,1976-78. En la introducción
se leía:
"Mediante el cumplimiento de las
directrices del Comité núm. 117, de 7
febrero de 1<J73, y núm. 48, de 29 mayo
de 1974, losjugadores soviéticos de aje-
drez han logrado significativos éxitos
en las competiciones internacionales y
consolidado su posición en el mundo
del ajedrez. En la hora actual detentan
todos los títulos oficiales importan-

tes del mundo y de Europa. El gran
maestro A. Karpm·, tras proclamarse
campeón mundial, ha actuado en com-
peticiones nacionales y extra1tjeras,
consiguiendo excelentes resuhados y el
general reconocimiento, "como juga-
dor mímero uno del mundo".
Esia resolución aprobaba un Plan
de /1reparación fmra los miembms de los
equipos de la URSS en las competiciones /1or
el ram/Jeonato mundial de 1976-78. No sé
hasta qué punto puede haberse cum-
plido, pero me gustaría hacer partícipe
al lector de algunos extractos de este
documento (en un tiempo secreto), co-
mo un monumento a toda una época:
"Cada miembro de un equipo de la
l:RSS debería jugar un promedio anual
de 80 partidas en seis competiciones. El
torneo regulador para cada gran maes-
tro. que dete1minar.í el calendario de
participaciones del año siguiente, será
el Campeonato Individual de la URSS.
El entrenamiento asignado a un
miembro de los equipos de la URSS
estaní compuesto de cuatro sesiones
anuales, de una duración de 70 días, y
cuatro pe1iodos de trabajo individual,
con una duración de 70 días.
Cada afio, en enero, se celebrará
una sesión de entrenamiento de 24
días con los jugadores más fuertes de la
l'RSS en la Base Olímpica del Comité
de Deportes, en Novogorsk. Durante el
año, se celebrarán sesiones de entrena-
miento de 12-18 días, organizadas por
el Comité de Deportes, antes de ini-
ciarse los eventos oficiales de la FlDE y
los torneos internacionales de primer
ni\"el.
Cada miembro de un equipo de
la URSS está obligado a mantener un
diario con su preparación y sus ac-
tuaciones. El dia1io sení el p1incipal
documento de infonne, reflejando la
calidad de la preparación y juego del
jugador.
El estado de salud y la preparación
fisica del jugador será constantemen-
te controladas por el médico de los
equipos de la URSS. La preparación
psicológica debe ensay.irse en las sesio-
nes de entrenamiento y en las sesiones
A>IATOl.I XII
médicas con especialistas, y será ·super-
visada por el médico de los equipos de
<\iedrez.
El programa que sigue está conce-
bido para asegurar que los miembros
y entrenadores de los equipos de la
URSS estén actualizados en cuanto a la
información ajedrecística:
1. Estudio de las partidas de los
mejores grandes maestros extranjeros
(Mecking, Ljubojevic, Andersson, Hüb-
ner, Smejkal, Portisch, Hort, Larsen,
Browne, Kavalek) con un análisis críti-
co, resumen del repertorio de apertu-
ras y recomendaciones.
2. Estudio de los problemas temfüi-
cos y redacción con carácter confiden-
cial de 'Informes de aperturas de 1975
1976 1977'. Fechas de finalización:
todo el período 1976-78. Para ser eje-
cutados por los mejores teóricos de
ajedrez (grandes maestros y maestros).
Tamaño de cada trabajo: 25-30 p<íginas
mecanografiadas. Honorarios: por
contrato de trabajo, según la tarifa de
250 rublos x 6 informes anuales= 1.500
rublos.
3. Copia de material de publi-
caciones ajedrecísticas extranjeras.
Asignación económica: 20.000 páginas
anuales x 2,5 kopeks (50.000 kopeks,
500 rublos).
4. Preparación de fichas con infor-
mación ajedrecística para ser usadas en
el Club Central de Ajedrez. Asignación
económica por contrato laboral: 15.000
fichas anuales x 20 kopeks (costo pro-
medio, establecido en 1974, durante
los preparativos de A. Karpov para el
match con R. Fischer) dando 300.000
kopeks (3.000 rublos).
Costo anual de este trabajo: aproxi-
madamente 5.000 rublos.
Entretanto, la vida ajedrecística
proseguía su curso normal. Después
del importante torneo de Skopje, el
campeón del mundo jugó tres eventos
consecutivos, cada uno de ellos de seis
partidas. En abril, la Copa de equipos
de la URSS, en Tbilisi (+2 =4), y en
mayo, un torneo a doble \'licita de cua-
tro jugadores, en Amsterdam (+2 =4).
Karpov: "L'l conclusión de este torneo
311
Gary Kasparov - Mis GF.NIALES PRt:nF.C:F.SORES
coincidió con mi 25º cumpleaños, y
cuando el profesor Euwe, de 75 años, y
yo aparecimos en televisión, los holan-
deses bromearon diciendo que era la
retransmisión del siglo".
En julio, otro cuadrangular en Ma-
nila (+l =4-1). En la segunda ronda, el
campeón perdió inesperadamente con
blancas ante el ídolo de los aficionados
filipinos, Eugenio Torre, aunque no,
por supuesto, contra una Defensa Ale-
khine, sino en una variante de doble
filo de la Siciliana: 1 e4 c5 2 lllf3 d6 3
d4 cxd4 4 lllxd4 lllf6 5 lllc3 lllc6 6 il.g5
e6 7 '1Wd2 a6 8 0-0-0 il.d7 9 f4 b5. "Y ni
siquiera una excelente victoria ante
Ljubojevic, pudo sacarme del segundo
puesto en el torneo", se lamentaba Kar-
pov. "La distancia era demasiado corta,
y además el héroe local, y mi principal
oponente, siguió jugando con extraor-
dinario éxito".
559.
L. Ljubojevic-A. Karpov
Manila l 9i6, 3° ronda
Apertura Española (C95)
1 e4 e5 2 lllf3 lLJc6 3 il.b5 a6 4 .b4 lllf6
50-01'..e7 6 l:!.e1b57 il.b3 d6 8 c3 0-0 9
h3 lllb8 10 d4
10 d3 (partida núm. 540).
10 ... 1Llbd7 111Llbd2 il.b7 12 ~c2 l:!.e8
Karpov tenía una brillante intuición
para el despliegue de piezas en la Va-
riante Breyer, y lajugaba con el mismo
grado de éxito con ambos colores. De
34 partidas iniciadas con esta variante,
ganó 12 ¡y no perdió ni una sola! En
general, respetaba mucho a /11 reina de
las aperturas, recordando el precepto
de Capablanca: la Española es la piedra
de toque del juego posicional.
También yo, desde la infancia, recorda-
ba la opinión de otra luminaria, Keres,
quien pensaba que el desarrollo de un
jugador joven era inconcebible sin un
conocimiemo y, sobre todo, sin la com-
prensión de las sutileza5 de la Espaiiola,
312
V
y que el conocimiento de esta apertura
era necesario para todo jugador fuerte.
13 b4
Diez años después, en Tilburg, I.Jubo-
jevic jugaría más modestamente contra
Karpov, 13 b3. Para 13 a4, véase partida
núm. 591.
13 •.• il.f8 14 a4 1Llb6 15 a5 lllbd7 16
il.b2
1762
16 .•• l:!.b8!
En su match con Fischer, Spassky jugó
16 ... 'i1fb8?! (partida núm. 486).
17 'i1fb1
En las notas a la partida antes mencio-
nada, también se examinaba la conti-
nuación 17 l:!.bl .tas. De esta forma,
Karpov derrotó a Browne dos meses
más tarde (Amsterdam 1976).
17 ..• lllh5!
La retirada de la dama de di ha hecho
posible esta maniobra, con la intención
de situar el caballo en la importan-
te ca5illa f4 y, además, facilitando el
avance c7-c5. La inmediata 17 ... c5?!
es peligrosa debido a 18 bxc5 dxc5 19
dxe5 lllxe5 20 lllxe5 l:!.xe5 21 e4 (Kar-
pov) 21 ... :!le6 22 l:!.d 1 llld7 23 e5 g6
24 il.e4.
18 c4?
Una decisión errónea. El peón de c3
constituye el apoyo de la cadena blan-
ca de peones, y su prematuro avance
debilita su fuerte posición en el centro
y, además, contiene un velado defecto:
la oposición entre la dama blanca y
la torre negra de b8. Lo correcto era

18 liJfl, y en caso de 18 ... liJf4 19 il.cl
'ltf6 20 lLl 1h2, las blancas podrían ha-
ber neutralizado la aparición del caba-
llo negro en f4. Pero Karpov pensaba
seguir con 18 ... c5!?
18 ..• bxc4 19 ILJxc4 exd4!
Un paso importante en el plan de
activación. Ahora entran en juego las
torres negras.
20Axd4
20 liJxd4 habría permitido a las negras
desplegar la iniciativa en el flanco de
rey: 20 ... liJe5! 21 ILJe3 (no 21 il.b3
iLJf4!, o bien 21 ILJd2 il.c8!: Karpov)
21 ... "!Wg5.
1763
20 .•. c5! 21 i.e3
Después de 21 bxc5 i&.xe4!, las blancas
quedarían con un peón menos: 22
"i!fd 1 liJxc5 23 il.xc5 il.xc2 24 l:Ie8 '&xe8
25 "i!fxc2 dxc5.
21 •.. cxb4?
Era bastante más fuerte el inmediato
regreso del caballo con 21 ... liJhf6! Las
blancas habrían perdido un peón sin
compensación apreciable, ya que las
complicaciones resultantes de 22 il.f4
"i!fc7 23 "i!fd 1 (23 liJcd2 .ac6) 23 ... cxb4
24 liJxd6 l'le6 25 ILJxf7 Wxf4 26 liJ3g5
1Zlc5 27 g3 flic7 28 ~b3 'f!/e7 concluyen
con ventaja negra.
22 ILJb6?
Las blancas dejan escapar su ocasión.
La jugada intermedia 22 i&.a7! l:Ia8 23
il.d4 habría desalojado a la torre de la
columna b, con lo que se mantendría
ANATOLI XII
el equilibrio dinámico. Por ejemplo:
23 ... ILJhf6 24 li:lcd2 l:Ib8 25 ~a4! l:Ie6
26 S..a7 l:ta8 27 il.d4, v si 27 ... lllc5,
entonces 28 i&.c2. Ljubojevic bloquea
la columna b de forma primitiva, pero
ahora las cosas se ponen feas para el
peón de e4.
22 .•• ll:lhf6! .23 "i!fxb4 d5 24 'ffb3 dxe4
· 25 liJg5 Ad5?
Otra evidente pero desafortunada
decisión, que de nuevo cambia la eva-
luación posicional. 25 ... We7! habría
enfatizado en la mala situación del
caballo de g5, obligando a las blancas a
adoptar medidas extremas para liberar-
lo. Después de 26 f3 exf3 (26 ... ll:lc5 27
Wc3 exf3 28 i&.d4 ll:lfe4 29 ILJxe4 li:lxe4
30 Wxf3 "i!fb4 tampoco es malo) 27 ~f2
ILJe5 28 gxf3 h6 29 f4 fxg5 30 fxe5 ILJh5,
las blancas quedarían con una posición
triste y desarticulada.
26 'li'a4?
Fatal. El sacrificio de dama con 26
ILJxd5! l:txb3 27 Axb3 ILJxd5 28 i&.xd5
ILJe5 29 l:ted 1, habría asegurado unas
tablas a las blancas.
1764
26 •.. lllxb6!
El comienzo de la fase final, calculado
con precisión por Karpov.
27 $.xb6 'i19e7!
La oposición enu·e la dama blanca y la
torre negra ha causado muchos proble-
mas al primer jugador. Sin embargo,
no hay forma de explotar la oposición
entre la dama de e7 y la torre de e l.
28 f3 l:txb6! 29 axb6 '&c5+ 30 lt.>hl
313
Gary Kasparov - Mts GENIAt.F.S PREOECt:SORES
Después de 30 lt>h2, el modo más vis-
toso de decidir las cosas era 30 ... -~c6
31 "l!fr'a5 "l!fr'f'2! 32 ll:lxe4 ll:lxe4 33 l:!xe4
~d6+ 34 whl ~g3 35 llxe8+ $.xe8 36
wgl "l!fr'h2+ 37 wf2 ~g3+ 38 we3 "l!fr'xg2,
con ataque irresistible.
30 ..• ~c6!
Son inevitables nuevas .pérdidas de
material.
31 "l!fr'a5 exf3!
Sin debilitar el ataque. Entrar en el
final con 31 ... '&xa5 32 llxa5 $.b4,
dejaría a las blancas con posibilidades
de salvación después de 33 lleal ó 33
..tb3.
32 ll:lxf3
No era posible 32 "l!fr'xc5 a causa de la
sencilla 32 ... llxel+ 33 llxel (33 "l!fr'gl
fxg2+ 34 Wh2 $.d6++) 33 ... fxg2+ 34
Wh2 ~xc5 (Karpov).
32 ... "l!fr'xc2 33 '&xa6 ~xf3 34 gxf3
.!:txel+ 35 llxel ll:lh5!
¡Precisión hasta el final! En caso de la
inmediata 35 ... '&f2, habría seguido 36
.!:tfl 'lWg3 37 '&c8! 4Jd5 38 b7 ll:le3 39
llgl 'lWxf3+ 40 wh2 't'Vf2+ 41 whl. "y las
negras sólo tienen tablas" (Karpov).
36 l:.e8
36 I!.gl '&c6! 37 wg2 ~d6.
36 ... "l!fr'f2
Esto concluye la partida, ya que el rey
negro se esconde de los jaques en h6 y
las blancas sucumben.
37 l:txf8+ Wxf8 38 'T'fia3+ we8 39 ~a4+
we7 40 'i!l'b4+ wf6 41 'ffid6+ wg5 42
We5+wh6
L-i.s blancas se rindieron.
Una brillante victoria del campeón
mundial a costa de uno de los mejores
jugadores de la época. Karpov ganó
numerosas partidas gracias a su supe-
rioridad en el entendimiento de la
posición, pero aquí también calculó
mejor que un oponente, famoso preci-
samente por esta capacidad.
314
V
El torneo de Manila es memorable
no sólo por esta partida. Karpov: "Un
amigo de Fischer, el filipino Florencio
Campomanes, vicepresidente de la Fl-
DE, había estado tratando desde hacía
tiempo de organizar un match entre
nosotros. Cuando llegué a Manila,
Campo me informó confidencialmen-
te de que Fischer también viajaría a
Manila. Pero el torneo llegó a su fin y
Fischer no había hecho acto de presen-
cia ... De camino al aeropuerto, Cam-
pomanes me dijo que quería acompa-
1iarme a Tokyo. Entonces comprendí
que espernba encontrarse con Fischer
en japón".
El 11 y 12 de agosto, los campeo-
nes se encontraron por segunda vez,
ahora en Córdoba (España), donde
no lejos de allí, en Montilla, se estaba
celebrando un torneo relativamente
menor, que Karpov ganó (+5 =4). Sus
discusiones se describen en mayor
detalle en el volumen I\~ "Botvinnik. a
quien Karpov informó por teléfono de
sus encuentros con Fischer, se mostró
receloso: 'Pero ¿estás seguro de que es
realmente con él con quien has habla-
do, y no con su doble?' Sí, la aparición
del excampeón constitu)'Ó una gran
sorpresa parn todos" (Roshal).
Pero el final de año se estaba acer-
cando, con el más severo examen para
el campeón mundial, más duro que
muchos torneos internacionales: el
44º (',ampeonato de la URSS (Moscú.
no,iembre-diciembre de 1976). Karpo\'
de nuevo estaba resfriado y, además,
sus padres se encontraban seriamente
enfennos, pero esta vez no había fonna
de que pudiese evitar la competición
nacional. Su aparición era esperada con
enorme interés. En cierto modo, era un
acontecimiento único. De los campeo-
nes mundiales soviéticos, en los a1ios
en que eran campeones, sólo Bot\innik
participó en el Campeonato de la URSS,
en 1951, 1952 y 1955, y sólo una \'ez, en
1952, pudo g-a.narlo trns un match de
desempate con Taimanov.
Tal: "Por primera vez en la historia
del ajedrez soviético, el título de cam-
peón del mundo se había conquista-

do antes del título de campeón de la
URSS, pero quizá era más importante
el hecho de que había pa~ado mucho
tiempo desde que los jugadores habían
,·isto en verdadera acción a Karpov,
quien había logrado imponerse en
\'arios torneos internacionales, pero
tales e\·entos no tu\'ieron particular
resonancia. Al comienzo del campeo-
nato, Karpo\' parecía desentrenado.
Cn par de tablas y una dura derrota
ante Geller: todo eso parece anticipar
sensaciones ... ".
Desde luego, no fue fácil par.a Kar-
pov soportar la derrota a manos de
Geller (partida núm. 250), junto con
la enorme ovación en honor de su
oponente. Las autoridades deportivas
estaban seriamente preocupadas...
Cierto que en la cuarta ronda, el
campeón recibió la "ayuda" de Ba-
lashov, quien resistió durante mucho
tiempo la tartum es/1a1iala, pero su se-
creta fue una jugada indiferente, y al
comienzo de la reanudación (en el mo-
\imiento 43), de pronto dejó colgada la
dama y tuvo que abandonar en el acto.
Aunque este torneo fue probablemen-
te, el mejor en la carrera de Balashov
ésta fue su única derrota, y en la segun-
da mitad sólo trató de seguir el ritmo
marcado por Karpov.
Al derrotar también a Kupreichik
con blancas y hacer tablas (con negra~)
con l'etrosian ("una salvación digna de
un estudio compuesto, en un final de
torres muy difícil") y_ Romanishin, el
campeón del mundo mejoró su posi-
ción en la tabla clasificatoria. Después
de siete rondas, el grupo de cabe7.a se
encontraba así: Balashov 5; Dorfman
y Ra~hkovsky 4,5; Gcller, Karpov, Pe-
trosian, Polugaievsky y Tal 4. Por esta
situación, puede \'erse lo importante
que era, a efectos competith·os, el em-
parejamiento de la octava ronda entre
Karpov y Dorfman (quien, por cierto,
también jugó magníficamente en el
siguiente campeonato, compartiendo
el primero y segundo puestos).
Tal: "Esta partida cautivó por com-
pleto no sólo a todo el público. Yo
estaba jugando en el tablero de al lado
ANATO!.l XII
y, de vez en cuando, veía una posición
que me interesaba más que mi pro-
pia partida. Creo que muchos de los
jugadores experimentaron la misma
sensación, pues la mesa en que se dis-
putaba la batalla estaba continuamente
rodeada de un círculo de mirones".
Sí, había ocasiones en las que hasta
el pragmático Karpov imponía una
lucha hiperaguda a sus oponentes, y
al hacerlo así ¡actuaba con plenitud de
recursos y energía! Dorfman aceptó el
reto y el resulmdo fue un espectáculo
ajedrecístico muy interesante e in usual-
mente complicado.
560.
A. Karpov-1. Dorfman
MosrlÍ J9i6
44º C.mn/1eonato de la URSS, 8ª ronda
Defensa Siciliana (B81)
l e4 c5 2 li:lf3 d6 3 d4 cxd4 4 li:lxd4 li:lf6
5 li:lc3 e6 6 g4
"En los casos en que la \~ctoria es abso-
lummente esencial, vuelvo a esta aguda
variante concebida por el inolvidable
Paul Petrovich Keres. Además, me
enfrentaba a uno de los líderes del !Or-
neo" (Karpov).
6 ... f)_e7
6 ... lllc6 (partida núm. 539), 6 ... h6
(partidas núm. 572 y 578).
7 g5 li:lfd7 8 h4 lllc6 9 ~e3 a6 10 W'e2
Una jugada que crea las premisas pa-
r.a los agudos saltos li:lf:í y li:ld5. Pero,
como se mencionó en las notas a la
partida con Hort, es más molesto para
las negras 1O W'h5!?
10 ••• W'c7?!
Este desarrollo de la dama por su ca-
silla habitual en la Siciliana no es la
mejor decisión. Aquí, por el contrario,
dificulta el desarrollo más rápido para
el contrajuego de las negras. Era preci-
so 1O ... li:lxd1 11 .bd4 0-0 12 0-0-0 b5,
dejando la columna e para la torre y
315
Gary Kasparov - Mis GF.NIAl.F.S PREDECESORES
reservando para la dama la posibilidad
de jugar directamente a a5.
11 0-0-0 b5
"Las negras provocan a su oponente a
un sacrificio, sin temer, por lo visto, las
consecuencias" (Karpov).
1765
12 lt:ixc6!
Tras larga reflexión, Karpov descartó
el inmediato sacrificio de caballo, 12
lt:Jf5, ya que "la jugada intennedia 12 ...
b4! conduce a inmensas complicacio-
nes, 13 it:Jd5 exd5 14 exd5 /t:Jde5!". Un
minucioso análisis (naturalmente, con
ayuda del ordenador) ha demostrado
que 15 lt:Jxg7+ wIB 16 ©e6+! fxe6 17
dxc6 ofrece excelentes perspectivas a
las blancas en este caos. Por ~jemplo:
17 ... '!Wxc6 18 f4 b3! 19 axb3 'flrxhl 20
fxe5 d5 21 'l!ff2+ we8! 22 il.g2 (ahora
se revela la astucia de 18 ... b3, pues
con la apertura de la columna a se
neutraliza el jaque de alfil: 22 ~b5+??
axb5 23 .!lxh 1 l:a 1+) 22 ... ~h2 23 l:h 1
'&xe5 24 il.d4 il.xg5+ 25 hxg5 '&xg5+
26 lt>bl l:IB 27 '119e2 y, pese a la veni.'tja
material de las negras, les resulta difícil
defenderse.
Karpov consideró que la captura na-
tural, 12 ... exf!i, era mala debido a 13
it:Jd5 '&d8 14 exf5. Sin embargo, las
consecuencias de 13 ... ~a5! 14 exf5
0-0! no son del todo evidentes: 15 f6
-~dS 16 fxg7 .!::CS 17 'l!fh5 tl:lce5.
Hay que admitir que Karpov tiene una
intuición prodigiosa. A veces, le obligó
a contrnrrestar su propio cálculo de
variantes, y e\·itar así obstáculos que
resultaban invisibles incluso para él.
316
V
En esta ocasión, tampoco le abandonó
su sentido del peligro. Su elección del
momento para el sacrificio de caballo
resultó correcta.
12 ... '&xc6 13 il.d4! b4?
Dorfman obliga prácticamente a su
rival a sacrificar pieza, esperando que
Karpov se sienta incómodo en las posi-
ciones resultantes con el balance mate-
rial desequilibrado.
Los dos jugadores estimaron que la
banal 13 ... 0-0 era muy arriesgada.
Karpov escribe: "Después de enrocar,
las negras caerían inmediatamente
bajo un ataque a la bayoneta". Pero, al
pennitir el Ataque Keres, las negras no
deben temer una ofensiva de peones
en el flanco de rey.
14 lt:id5! exd5 15 hg7
El plan alternativo de ataque, 15 exd5?
~xd5 16 ~xg7 'l!ixhl 17 l:el lt:Je5 18
il.xe5 dxe5 19 'Wxe5, se refutaría con la
simple 19 ... 0-0!
15 ••• l:tg8 16 exd5 'We7 17 ~f6 lt:Je5 18
~xe5 dxe5 19 f4 ~f5
1766
20 il.h3?!
Con el cambio del alfil de fü, las blan-
cas anulan el planeado contrajuego
sobre la columna c. 1ncluso cuando
ataca, iKarpov se propone restringir
la actividad de su rival! Pero un pen-
samiento profiláctico, al montar una
ofensiva que requiere determinadas
medidas, no siempre result.1. efectivo.
Las blancas podrían haber logrado una
e'~dente ventaja con la inmediata 20
fxe5! l:cS 21 ::!:th2!. y la dama negrn no

puede ir a c4. Sin embargo, a Karpov no
le gustaba el hecho de que su oponente
lograse contrajuego con 21 ... 'i:'fr'a5 22
'i!Yf3 b3! 23 Wxb3 (23 'i!Yxf5? incluso
pierde por 23 ... bxa2! 24 'i!Yxc8+ iJ..d8
25 'i!Yc6+ Wf8) 23 ... l:!g6. Aquí Karpov,
erróneamente, interrumpe su análisis.
Después de 24 'i!Yf3! il.d7 25 J:!f2 J:!g7 26
e6!, las negras pierden rápidamente.
20 ..• il.xh3 21 !:t.xh3 J:!c8 22 fxe5
De nuevo, Karpov sugiere como al-
ternativa la jugada profiláctica 22 b3,
privando a las negras de la casilla c4, en
la que ba~an su casi salvador contrajue-
go. Habla de ventaja de las blancas tras
22 ... e4 23 'i:'fr'xe4 wf8, pero esta ventaja
no está respaldada por su sugerencia
24 fü il.d6 25 f6, en vista de 25 :.. 'i!Yd7
26 J:!f3 l:!g6, ni tampoco por 24 'tWxh7
\'fxf4+ 25 wbl ~d6 26 \Wfü J:!c7.
22 .•• 'i!l'c4!
Tras quedar en posición desesperada,
Dorfman encuentra un excelente rea-
grupamiento.
1767
23 lldd3?!
Esta jugada natural ha pasado el tamiz
de los comentaristas, aunque en mu-
chas l'<lriantes el debilitamiento de la
primera fila impide a las blancas con-
cluir victoriosamente su ataque. Karpov
se adhiere de nuevo a la estrategia de
restringir las posibilidades de su rival, y
quiere conservar los peones de h4 y g5,
que atan a las fuerzas contrarias.
El sacrificio de estos peones, sin em-
bargo, parece más temible: 23 J:!hd3!
\'Wxh4 (el reagrupamiento efectuado
ANATOU XII
en la partida, 23 ... 'i!ff4+? 24 Wb 1 J:!c4,
pierde aquí rápidamente: 25 e6 !:t.e4 26
exf7+ wxf7 27 Wfr'h5+ wg7 28 J:!f3) 24 d6
il.xg5+ 25 Wbl l:td8 26 e6, pero la fría
26 ... l:!g6! permite a las negras mante-
nerse a flote: 27 e7 iJ..xe7 28 dxe7 l:txd3
29 'i!Yxd3 'f/Jxe7 30 'llfd4 llffi.
Con la profiláctica 24 wbl!, en cambio,
aguardaban a las negras experiencia~
verdaderamente temibles. Aunque,
de todos modos, la siguiente variante
ilustrativa concluye con la transición a
un final en el que las negras pueden
esperar unas tablas: 24 ... l:tc4 25 d6
l:te4 26 l:te3! l:txe3 27 'f9xe3 il.xg5 28
'l!fa7 iJ..d8 29 e6! fxe6 30 .!UI il.ffi 31
d7+ we7 32 d8'+lf+ wxd8 33 'i!l'a8+ we7
34 'iWxg8 'i:'fr'd4! 35 'iWxh7+ il.g7 36 c3
bxc3 37 Wc2! '+Wb6 38 b3 'iWe3. Pero no
es evidente que las negras pudiesen ne-
gociar todas estas casillas minadas con
tan pequeñas pérdidas.
23 ... 'iWf4+! 24 wbl l:!c4! 25 d6
La directa 25 e6 tiene un brillante éxito
después de 25 ... fxe6? 26 d6 l:te4 27
'i!Yh5+ 'iWf7 28 'iWd 1 il.IB 29 'iWh lI 'i!l'b7
30 @el! J::tg7 31 d7+! l:txd7 32 J:!xd7
wxd7 33 J:!e3, pero la centralizadora
25 ... l:te4! salva de nuevo a las negras.
Por ejemplo: 26 exf7+ '!'fxf7 27 l:the3
J:i:xe3 28 J:!xe3 J:!g6, mientras que la
inmediata 26 l:the3 permite la especta-
cular 26 ... J:!xg5!! 27 hxg5 il.xg5.
25 ••• J:!e4! 26 J:!he3 l:txe3
Aquí, 26 ... J:!xg5? 27 hxg5 iJ..xg5 28
d7+ ~d8 ya no da resultado debido al
espectacular contrasacrificio 29 J:!d 1!
~xe3 30 't'i'xa6! 'l!fc5 31 \'fb7, o incluso
la prosaica 29 'i!l'g2! l:txe3 30 l'Wa8+, con
mate.
27 lhe3 'iWxh4 28 'iWf3 'l!fxg5
L"ls dem;ís capturas de peón son igual-
mente malas: 28 ... :!lxg5? 29 1\l'c6+ wra
30 dxe7+ wxe7 31 a3!, o bien 28 ...
il.xg5? 29 e6 fxe6 30 J::txe6+ wcl8 31
'!Wc6! Sólo la retirada 28 ... iJ..d8! !, cal-
culada sin dificultad por el ordenador
y no mencionada por ninguno de los
comentaristas, deja a las negras con po-
sibilidades de defenderse con éxito.
317
Gary Kasparov - Mis GF.NIAI.ES PRF.Ill:CF.SORES
El programa de análisis produce algu-
nas variantes asombrosas, en las ·que
el rey negro se encuentra seguro en el
centro del tablero, y que un jugador
humano sólo examinaría seriamente
en el análisis: 29 e6 fxe6 30 I!xe6+ Wd7
31 W/15 (o bien 31 I!e3 'it>xd6 32 W/b7
'&c4! 33 I!d3+ We5 34 b3 'l1i'c5 35 '+ll'b8+
wl5 36 llxd8 'l1fgl+ 37 @b2 '+ll'c5!!, con
tablas) 31 ... \Wxg5 32 I!e7+ wc6 33
'l1fc8+ wb5 34 I!b7+ Ab6 35 a4+ bxa3
36 ~d7+ Wc5 37 b4+ '>t>d4! 38 W'xh7
il.d8 39 ~d3+ @e5. Si todo esto es co-
rrecto, debe tenerse en cuenta que con
las nada evidentes imprecisiones co-
metidas por Karpov en sus jugadas 20
y 23, las blancas dejaron escapar gran
parte de su ventaja, y ahora sólo tienen
la iniciativa.
29llel
"Las blancas habrían conservado una
cierta ventaja después de 29 Wc6+ wIB
30 dxe7+ W/xe7 31 '+ll'h6+ I!g7 32 b3,
pero yo aspiraba a más, así que 'me
limité' a una jugada tranquila, aunque
en realidad arriesgada" (Karpov). La
inmediata recuperación de la pieza era
objetivamente la mejor continuación,
pero con los apuros de tiempo en el
horizonte, el campeón sigue incremen-
tando su presión.
li68
29 ... ~g2H
Hasta ahora, Dorfman ha logrado pa-
rar el asalto, pero aquí pierde el hilo
de la partida. 29 ... \Wg4 30 '+ll'c6+ ~d7,
como sugirió Karpov, después de 31
\\\l'e4! Ad8 32 \Wxh7, hab1·ía obligado a
las negras a defenderse con precisión
durante mucho tiempo. Por ejemplo:
V
32 ... l:IB 33 I!gl a5 34 I!g8 il.e7 35 I!g7
il.d8, pero el resultado final de la lucha
seguiría sin estar claro.
301\í'f5!
Obviamente, las negrns omitieron esta
jugada.
30 ..• %.!g6?
Pánico prematuro. Ahorn las blancas
recobran la pie7.a en posición favorable.
De continuar con la persecución de la
dama, 30 ... ~g4! 31 1\í'xh7 \Wg6! (las
amenazas blancas difícil mente pueden
pararse en caso de 31 ... il.h4 32 nn I!g7
33 \Wd3 '119c8 34 I!dl), las negras habrían
creado las mayores dificultades a su
oponente. Por ejemplo: 32 'l!fh3 '+ll'g4 33
W/d3 ~.h4 34 nn f:l'e6, las negras quedan
con pie7.a de vent.'tja, lo que no pennitc
una clara evaluación posicional.
31 i:m
Desde este momento, todas las jugadas
blancas, hablando en lenguaje moder-
no, encajan en "la primera línea del
ordenador".
31 ... f:\'d5 32 dxe7 Wx.e7 33 'l!i'f4! a5 34
W/h4+ we8 35 '+Wxh7 'l1ff3 36 '+ll'h8+ we7
37 1\í'h4+ We8 38 \Wc4 'l!fb7 39 b3
Las blancas han logrado crear una ca-
silla de escape sin ralentizar el IÍl!no
del ataque. Las negras no tienen ahora
esperanzas.
39 ... l:e6 40 l:tgl I!xe5 41 l:tg8+ We7 42
'l1i'h4+wd7
43 W/f6!
La sutileza final descubierta durante
el análisis de la posición aplazada. L"ls

blancas obligan a reúrarse a la torre ne-
gra, abandonando a su suerte el peón
dea5.
43 ••• l:le7 44 'iWf5+ wd6 45 'iWxa5
"Está muy bien dar jaques, pero un
peón es un peón ...", comenta filosófica-
mente el vencedor.
45 •.• l:le5
En respuesta a 45 ... 'iWe4 46 'iWb6+ >!le5
47 'iWc5+, Karpov indica una variante
que úene casi 20 jugadas y que, en su
opinión, está formada por los mejores
movimientos de uno y otro bando. Pe-
ro, como es bien sabido, toda variante
larga contiene, inevitablemente, un
error. Tal es el caso aquí: "4 7 ... >!lf4 48
:b8 .. .". Aquí, 48 'iWg5+ wf3 49 "i!fg2+
'il<e3 50 J:tg3+ es inmediatamente deci-
sivo, pero en lugar de la suicida 47 ...
~4. las negras pueden prolongar la
lucha con 4 7 ... >!lf6, aunque la victoria
blanca es mera cuestión de úempo.
46 Wr'd8+ >!le6 47 '>t>b2 f6 48 l:f8 Wr'g7 49
1!i'cS+ >!ld5 50 'iWc4+
Las negras se rindieron.
Karpov: "Después de esta victoria,
psicológicamente importante, las cosas
fueron mucho mejor". Tal: "Como a
menudo sucede, esta brillante victoria
cambió no tanto la situación del cam-
peón mundial en el torneo, como su
talante. Karpov literalmente se abrió
paso hacia el grupo de líderes y enton-
ces, tomando velocidad, comenzó a
superar en la tabla a sus vecinos, uno
tras otro".
Por alguna razón, el excampeón no
menciona su encuentro con Karpov de
la décima ronda, en el que con negras
eligió la misma variante de la Siciliana
que Torre en Manila. En esta ocasión,
Karpov estaba preparado y empleó una
interesante novedad, pero Tal no se
dejó confundir y ofreció un inteligente
sacrificio de dama que sorprendió al
campeón, pues pensó durante 40 mi-
nutos su respuesta. Al final, consideró
ANATOl.I XII
que lo mejor era declinar el sacrificio
y proponer tablas. ¡Pero Tal rehusó las
tablas! Desde luego, la posición blanca
era ya peor y, tras una serie de impre-
cisiones de Karpov, llegó a ser críúca.
Según tesúgos presenciales, Baturinsky
se puso pálido en ese momento.
561.
A. Karpov-M. Tal
Moscú 1976
44' Campeonato de la URSS, 1O' ronda
1770
31 ••• l:lfd8
La sencilla 31 ... "l:lfd4+ 32 IPbl Wr'xh4
parecía confusa debido a 33 g6, pero
estos temores no los comparte el or-
denador. Después de 33 ... fxg6, con la
amenaza J:lf2, las negras deben ganar.
"Es difícil transmiúr lo que entonces
pasaba en la sala de juego y la sala de
prensa. Todo el mundo encontraba
la forma de ganar para el excampeón
mundial. Pero el campeón seguía ante
el tablero sin inmutarse" (Roshal).
32 Wbl l:td5?
¡Amnistía! La profilácúca 32 ... g6!,
seguida de i:td5(d4), habría mantenido
una posición ganada. Ahora, sin em-
bargo, las blancas encuentran el único
recurso salvador.
33 g6! fxg6 34 llxe6 lkd8 35 llcl! 'i'i'c3
36l::txg6 l:txe5 37 ~f2 l:ted5
Tablas.
319
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
Las tablas fueron saludadas con una
ovación del público. Aquella tarde, Tal
parecía más que triste ...
Sólo después de esta milagrosa
escapatoria logró Karpov abrirse paso
hacia el grupo de cabeza. En las seis
rondas siguientes -¡algo que rara vez
le ocurre!- ganó cuatro partidas con
negras (una de ellas, con K. Grigorian,
se menciona en las notas a la partida
núm. 251), y luego también su última
partida con blancas. De modo que
concluyó el torneo como un verdadero
campeón: l. Karpov 12 de 17 ( +8 =8
-1); 2. Balashov 11; 3-4. Petrosian y
Polugaievsky 10,5; 5. Dorfman 9,5; 6-7.
Smyslov y Tal 9, etc.
Este Campeonato de la URSS pro-
vocó una oleada de comentarios en
todo el mundo del ajedrez. "Uno tiene
la impresión de que Karpov, pese a
su frágil aspecto, fue no sólo el único
competidor que mantuvo su fuerza,
sino que incluso supo imprimir un
mayor ritmo hasta el final. Tuvo que
realizar toda una serie de hazañas com-
petitivas", escribió admirablemente el
gran maestro Donner. También se hizo
eco el GM Byrne: "Karpov es superior a
sus oponentes en su capacidad de mo-
vilizar toda sus fuerzas al máximo en el
momento más difícil y decisivo".
A comienzos de 1977, el campeón
parecía que hubiese cobrado nue-
vas fuerzas, y consiguió una serie de
brillantes resultados que no dejaron
dudas acerca de su superioridad. En
marzo, triunfo en Bad Lauterberg: 1.
Karpov 12 de 15 (+9 =6); 2. Timman
10; 3. Furman 9; 4. Sosonko 8,5 (de-
lante de Hübner, Olafsson, Gligoric,
Miles, Andersson, Torre ... ). En abril,
sumó un impresionante 5 de 5 en el
Campeonato de Europa por equipos
de Moscú (victorias sobre Smejkal, Lju-
bojevic, Gheorghiu, Portisch y Keene).
En mayo, triunfo en Las Palmas: l. Kar-
pov 13,5 de 15 (+12 =3); 2. Larsen 11;
3. Timman 10 (delante de Tal, Browne,
Adorján, Miles ... ).
Sólo en el verano, en el supertorneo
de Leningrado consagrado a la Revo-
320
V
lución de Octubre, comenzó a sentir
la fatiga, y Karpov finalizó detrás de
Romanishin, Tal y Smyslov. Sin embar-
go, incluso en ese torneo jugó varias
"partidas puramente karp1JVianas". He
aquí una de ellas.
562.
A. Karpov-J. Smejkal
Leningrado 1977, 3ª ronda
Defensa Pirc-Ufimtsev (B08)
1 e4g6
En la primavera, en el Campeonato de
Europa por equipos (Moscú), Smejkal
había perdido un duelo español con Kar-
pov, de modo que prueba suerte con
otra apertura.
2 d4 ii..g7 3 ILJe3 d6 4 liJf3 liJf6 5 ~e2
0-0 6 0-0 ii..g4
6 ... c5, véase partida núm. 566.
7 ii..e3 ILJe6 8 "@'d2
Poco después, el campeón introdttio 8
~d3 (una de las ideas de Zaitsev) 8 ...
e5 9 d5 ILJb4 (9 ... ILJe7!?) 10 ~d2 a5
11 h3 .id7 12 .!g5, con iniciativa de
las blancas (Karpov-Korchnoi, Baguio
1978, match, 18'). Pero más tarde que-
dó claro que esa jugada podía neutrali-
7.arse con 8 ... iüd7 (Polugaievsky-Sa.x,
Olimpiada de Buenos Aires 1978; Kar-
pov-Timman, Amsterdam 1980).
8 ... e5 9 d5 ILJe7 10 l:tadl
Una útil jugada, cuyo principal objetivo
es dificultar al máximo c7-c6.
lo ... wh8
Las alternativas 10 ... .td7, 10 ... ii..xf3,
10 ... iüd7, 10 ... ILJe8 y 10 ... b5 fueron
comentadas en el análisis de la partida
Geller-Tal (partida núm. 249).
11 h3 .txf3 12 Axf3 liJd7 13 ..ae2

13 ..• f5?!
Las negras no deberían haberse apre-
surado a realizar esta ruptura. La profi-
láctica 13 ... a6 encajaba perfectamente
en sus planes, puesto que entonces 14
f4 no tendría sentido, ya que tras 14 ...
exf4 las negras obtendrían un magní-
fico punto fuerte en e5, mientras que
Ja casilla e6 seguiría siendo inaccesible
para el caballo blanco.
14 f4!
Ahora este avance es muy oportuno:
aunque entrega a las negras el control
de la casilla e5, las blancas obtienen a
cambio un excelente juego sobre casi-
llas de su color.
14 ••• a6
En el Campeonato de Europa por equi-
pos, Keene trató de atacar a Karpov al
estilo indio de rey con 14 ... g5?!, pero
las negras tienen pocas posibilidades
de crear serias amenazas al rey blanco,
sin su alfil de casillas claras, y después
de 15 fxg5 f416 il.f2 h617 gxh6 il.xh6,
una internada del alfil en campo negro
demostró la incorrección de la estra-
tegia de Keene: 18 .l11.g4 lllf6 19 ff e2
.:'.g8 20 il.e6! l::tg7 21 'it>hl lllg6 22 l::tgl
Ve7 23 l::td3 l::th7 24 il.f5!, y las blancas
lograron una clara ven taja.
15 fxe5 lllxe5 16 l:tf2 \Wd7 17 l:ldfl
fxe4?1
Resolver sin suficiente justificación la
tensión de peones normalmente facili-
ta las cosas al rival. Yo habría preferido
17 ... l:lae8 18 .l11.f4 lllfl.
ANATOLI XII
18 lllxe4 J::txf2 19 il.xf2 h6 20 b3 J::tf8 21
c4 g5 22 lllg3l lll7g6 23 il.e3 l::txfl+ 24
.l11.xfl Wif7 25 'S'c2 lllh4 26 il.e2 llleg6
Hay en perspectiva un lucha viscosa,
maniobrera, en la que las negras debe-
rán preocuparse de forma constante
por consolidar su posición.
1772
27 il.d3?1
El reagrupamiento me parece mucho
más peligroso: 27 il.h5! \Wf6 28 'S'e4!
Ahora 28 ... "i!fal+ 29 lllfl ffr'f6 30 g3
lllf5 31 il.f2 <t:lge7 32 llle3 f:l'e5 33 \Wxe5
il.xe5 34 <t:lxf5 <t:lxfü conduce a un final
con dos alfiles contra alfil y caballo, en
el que las blancas tienen buenas posi-
bilidades de ganar. La tentativa de con-
traataque 28 ... lllf4 29 'We8+ wh7 30
il.fl Wal+ 31 <t:lfl h5 deja a las blancas
con un peón de ventaja como resultado
de una espectacular escaramuza tácti-
ca: 32 il.xf4 gxf4 33 1We4+ wh8 34 'tWxf4
il.d4+ 35 Wh l il.e3 36 Wixe3 'Wxfl + 37
'Wgl W/xfl 38 Wid4+ y f:l'xh4.
27 ••• il.e5?
Dejando escapar la inesperada oportu-
nidad de activar sus piezas: 27 ... <t:lf4!
28 il.e4 \Wf6, con intención de Wial+ y
il.e5. Smejkal, que se hallaba en sus ha-
bituales apuros de tiempo, no se arries-
gó a alejar la dama de su rey, y Karpov
inmediatamente encuentra una exce-
lente ocasión de activar su propia dama
y recordar a su oponente la debilidad
de sus casillas blancas.
28 il.f2 l0f4 29 il.e4 Wif6 30 f:l'dl ! b6
31 \Wg4!
321
Cary Kasparov - Mis GENIALF.S PREDECESORES V
De modo imperceptible, las blancas
han progresado mucho en reforzar su
posición, y a las negras les resulta difícil
encontrar una buenajugada.
1773
31 ••• wg7??
La más tenaz 31 ... 'Wd8 habría permiti-
do a las blancas una agradable elección
entre disponerse a entrar en un final
favorable (con 32 IL\h5 IL\xh5 33 'Wxh5
'Wffi 34 'We8+ wg7 35 'Wd7+ '1!!117 36
'i!l'g4 IL\g6 37 g3), y la creación de una
ofensiva en el flanco de dama (32 b4
'We8 33 c5).
32 ~e3 @f7 33 'i!!ic8 'We7?
Con su banderita a punto de caer, Sme-
jkal omitió un inesperado desplaza-
miento de alfil, y pierde de inmediato.
Sin embargo, 33 ... IL\fxg2!, seguido de
34 'Wxc7+ "1?18 35 'Wc8+ "1?17 sólo podría
considerarse mejor porque contiene
una trampa: 36 IL\h5? ~h2+! 37 lt>hl
'Wal + 38 .itcl .ite5!, y las blancas deben
optar por el jaque perpetuo: 39 'We6+
@18 40 'Wxh6+ @17 41 'lll'h7+ <;!;>18 42
~bl 'Wc3 43 'Wh6+ <;!;>17. Sin embargo,
con 36 'We6+! 'i!i'xe6 37 dxe6+ lfixe6 38
~xg2 Áxg3 39 ~d5+ lbf5 40 .itxb6, las
blancas traspondrían a un final técnica-
mente ganado.
34 Áh7! IL\xh3+ 35 'Wxh3
Las negras se rindieron.
El campeón del mundo concluyó el
año como lo había comenzado, de for-
ma triunfal al ganar el supertorneo de
Tilburg en el otoño: l. Karpov 8 de 11
(+5 =6); 2. Miles 7; 3-6. Hort, Hübner,
Kavalck y Timman 6, etc.
322
Poco después de la Final de Candi-
datos (véase La revancha tk Belgrada),
quedó determinado el oponente de
Karpov para el campeonato mundial.
Para disgusto de los directivos smié-
ticos, se trataba del disidente Viktor
Korchnoi. Como preparación para su
inminente encuentro, ambos gran-
des maestros participaron en fuertes
torneos a comienzos de 1978. Uno en
Wijk aan Zee (1. Portisch 8 de 11; 2.
Korchnoi 7,5), y el otro en Bugojno
(1-2. Karpov y Spassky 10 de 15; 3. Tim-
man 9, etc.).
El mundo del ajedrez, dividido en-
tre Occidente y el Este, hervía de emo-
ción antes de la tan esperada batalla
por la corona mundial.
Baguio visto por Karpov
"El match de Baguio fue el evento
más problemático, el más escandaloso
en que jamás he tomado parte", recuer-
da Karpov. "El ajedrez, cuya esencia es
un medio de contacto y mutua com-
prensión entre la gente, fue transfor-
mado por Korchnoi en una especie
de animosidad. Ni antes ni después he
conocido nada igual... El encuentro co-
menzó lentamente. Ambos tratamos de
acostumbrarnos el uno al otro, como
en un asalto de tanteo, tratando de
descubrir la forma en que cada cual
se encontraba. No teníamos prisa por
mostrar nuestras cartas. Después de
todo, el match -por primera vez en me-
dio siglo- era ilimitado, a seis victorias,
de modo que no era posible predecir
su duración. Yo sólo sabía una cosa: no
había razón para apresurarse".
Las regulaciones de este encuentro,
que tuvo una significativa influencia
en el curso de la historia del ajedrez,
tenían un interesante origen. Fueron
redactadas por un comité especial de la
FlDE, cuya primera reunión tuvo lugar
en Amsterdam en febrero de 1976. En
aquella reunión estuvieron presentes
Karpov y Baturinsky, en representa-
ción de la Federación de Ajedrez de
la URSS. Por entonces, natur.ilmente,
Karpov se pronunció en contra de

un encuentro ilimitado, como el que
había presentado en sociedad Fischer.
Los soviéticos sugirieron jugar a seis
\ictorias, pero con un límite de 24-30
partidas, y en caso de empate, el cam-
peón conservaría el título.
Baturinsky: "Sin embargo, pronto
quedó claro que la mayoría -)', de mo-
do especial, el presidente de la FIDE,
Dr. Euwe- se habían decidido ya por
un match ilimilado. Las discusiones lle-
garon a punto muerto ... Pero hay que
reconocerle a Euwe su mérito, porque
encontró la forma de salir. No poner
un límite, pero jugar a seis victorias (y
no a diez, como por entonces insistía
F1Scher), pero con el resultado de 5-5
el campeón conservaría el título, aun-
que ¡con una cláusula muy importan-
te!: 'el a~pirante obtendrá el derecho a
jugar un nuevo match con el campeón
en el plazo de un año'. Entonces, Euwe
dio otro paso: el segundo match, caso
de que fuese necesario, se jugaría a un
número limitado de partidas. Todo el
mundo estuvo de acuerdo con esto, y
sin embargo se tenía la impresión ele
que no era la decisión final".
Tocio se decidió finalmente en el
otoño de 1977, en Caracas, en una reu-
nión del Comité Central ele la FIDE.
Uno ele los participantes, el gran maes-
tro Averb'!i· recuerda que el día ele su
llegada, el director ejecutivo de la Fe-
deración de EEUU, Ed Edmonclson, le
pidió que organizase una reunión con
Karpov, antes de que el Comité iniciase
su u-abajo:
"Esa tarde nos reunimos. Edmond-
son inmediatamente cogió el toro por
los cuernos: •¿Qué regulaciones pre-
fiere?'. Para sorpresa mía. Karpov dijo:
'Estaría de acuerdo en jugar a seis
\Íctorias, y en caso de 5-5, jugar a la
primera victoria, pero en este caso, me
gustaría tener derecho a un match-re-
\<Incha'. (Aunr¡ue mucho antes, la FIDE
había abolido los 11U1tc/1eHevancha: G. K.).
·¡~lagnílicol', exclamó Edmondson,
"trataré de convencer a los miembros
del comité de que acepten sus condi-
ciones'. De modo que todo fue fácil en
la reunión del Comité Central. El capo
ANATOLI XII
local, Tudela, un conocido directivo de
la FIDE, tomó la palabra y propuso las
condiciones antes expresadas por el
campeón, no sin antes añadir: 'Sólo
que debemos preguntar al Sr. Karpov
si está de acuerdo con estas condicio-
nes?' Anatoli Evgenievich respondió
afirmativamente... Edmondson apenas
esbozó una sonrisa. En Baguio, con la
aprobación de Karpov, fue designado
miembro del comité de apelación".
El discurso de Karpov fue registra-
do para la posteridad por otro testigo
presencial de estos acontecimientos, el
agregado de prensa de la delegación
soviética, Roshal: "Muchos desean ver
algo nuevo. Muy bien, estoy preparado
para jugar un encuentro ilimitado, aun
tras haber jugado tantas partidas de
torneo. Algunos están en conu-a de que
el campeón tenga un as en la manga.
También estoy de acuerdo con eso.
Espero que no se necesite un match-
revancha. Pero si debiera suceder que
el aspirante ganase, entonces junto
con él también ganará todo el mundo
del ajedrez: millones de aficionados al
ajedrez recibirán un nuevo estímulo en
forma de un interesante match-revan-
cha. Estoy preparado para aceptar este
compromiso".
Según Roshal, los delegados co-
menzaron a aplaudir a Karpov incluso
antes de que terminase de hablar, y
"sólo Euwe expresó algunas reservas
acerca de asegurarle al campeón un
match-revancha, únicamente en caso
de que perdiese por 5-6, pero aquí
comprendió que estaba solo". La
decisión fue aprobada casi por unani-
midad. Nadie preguntó la opinión de
Korchnoi ni Spassky, los participantes
en el match Final de Candidatos. Las
situaciones que se produjeron al linal
de los encuentros de 1978 y 1984-85 no
podían haberse previsto entonces ni en
la peor de las pesadillas...
Karpov, por supuesto, estaba con-
siderado el favorito del match, pero
conviene tener presente que no mucho
antes de que comenzase había sufrido
una terrible e irreemplazable pérdi-
da. En marw de 1978 había muerto
323
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
Semion Furman, el mentor perma-
nente del campeón, un sobresaliente
teórico de ajedrez, que entendía como
ningún otro la naturaleza del talento
de su protegido y que había resuelto
con éxito las tareas de su preparación
estratégica. "La muerte de Furman
mató algo dentro de mf', diría Karpov,
años más tarde. Me sentía como atrapa-
do y no podía relajarme o emprender
nada nuevo, hecho por mí mismo, y
por tanto, cambiarme a mí mismo. La
ausencia de novedad condujo al abu-
rrimiento, y por esta única razón fui
incapaz de obligarme a trabajar, como
en otros tiempos había hecho, por vo-
luntad propia, con Furman".
Antes de Baguio, por razones per-
sonales, un segundo entrenador del
campeón, Yuri Razuvaev, también "se
retiró". Debían movilizarse las reservas,
y el principal personal del nuevo equi-
po -Balashov, Zaitsev y Tal- eran viejos
conocidos de Karpov. Esta poderosa
brigada descubrió numerosas noveda-
des y, sin embargo, tengo la impresión
de que la ausencia de la mano conso-
lidadora de Furman se hizo sentir a
veces, en la larga distancia de un muy
difícil encuentro.
De forma especial para este libro, el
entrenador del campeón, el gran maes-
tro Igor Zaitsev, ha compartido sus re-
cuerdos de aquellos lejanos días:
"Nuestra primera sesión de en-
trenamiento (de 18 días), antes de
Baguio, tuvo lugar al principio de la
primavera de 1978, no lejos de Sochi,
en el pintoresco entorno de la famosa
Krasnaia Poliana. Aparte de los juga-
dores de ajedrez -Karpov, Vasiukov y
yo-, también estaban presentes en la
sesión Vladimir Zujar, un profesor de
medicina, Valeri Krilov, un experimen-
tado entrenador físico, y Viktor Bob-
ylev, un chef, que más tarde acompañó
a Karpov a casi todos sus viajes, duran-
te muchos años. Yo me encontraba
por primera vez en tan colorida com-
pañía. Todo me resultaba nuevo: des-
de un relajado Karpov, compitiendo
desesperadamente en el billar, hasta
las caminatas de hora y media al aire
324
V
desintoxicador de Ja montaña, discu-
tiendo todo tipo de acontecimientos
ajedrecísticos y no ajedrecísticos ...
"Luego se produjo una minuciosa
sesión de entrenamiento de seis se-
manas para el campeón, en la ciudad
georgiana de Gagry, con la participa-
ción de Tal, Balashov y el autor de estas
líneas. Aquí se decidió el grupo de
entrenamiento que debía acompañar a
Karpov en Filipinas, así como también
se bosquejó el espectro de problemas
de apertura que podríamos encontrar
en el duelo con Korchnoi.
"Aunque el trabajo sobre variantes
de apertura se encuentra en un estado
de constante fluctuación, durante un
match normalmente uno sólo puede
encontrar varios tipos de correcciones
y de interesantes microideas. La pro-
ducción de un trabajo analítico a gran
escala lo impide Ja conmoción diaria
del encuentro. Para genuinas inmer-
siones y descubrimientos teóricos, se
requiere una prolongada concentra-
ción e incluso un total aislamiento. Por
consiguiente, era deseable preparar las
principales sorpresas de apertura antes
del match, y durante el mismo sólo \'a-
riar y refinar las ideas descubiertas.
"Para las blancas, nuestro grupo
analítico examinaba de forma constan-
te Ja Defensa Abierta de Ja Española y,
por supuesto, Ja Defensa Francesa con
3 tt:ld2 (aunque, por si acaso, también
trabajamos sobre variantes con la con-
tinuación más crítica, 3 tt:lc3). Para las
negras estudiamos tres campos que
nos causaron numerosos problemas:
la variante del Gambito de Dama con
5 il.f4, la formación Carlsbad y todas
las variantes posibles de la Apertura
Inglesa.
"En nuestro grupo de entrena-
miento, la especialización de ajedrez
tuvo lugar casi de forma espontánea.
El tono del análisis fue establecido
por dos jugadores sobresalientes, Tal y
Balashov. Además, ambos poseían una
memoria extraordinaria y bien organi-
zada, y siempre podían ofrecer infor-
mación enciclopédica sobre cualquier
rama de la teoría. No fue casualidad

que Furman, al exhortar a los jóvenes
jugadores, les impresiona, diciendo:
'Si queréis saber el último grito de la
teoría, estudiad las partidas de Tal,
¡porque capta las ·nuevas ideas con ma-
yor rapidez que nadie!'. La memoria
de Balashov se acomodaba fácilmente
a todos los clásicos y a todo el cuerpo
de la moderna teoría de aperturas. Al
mismo tiempo, siempre podías enterar-
te por ellos, por ejemplo, de qué día de
la semana era el 31 de octubre de 1892,
cuando nació Alekhine. Tampoco yo
puedo quejarme de mi memoria (sigo
dando exhibiciones de simultáneas a la
ciega), pero cuando me encuentro con
demostraciones excepcionales como
las de Balashov, Tal, Kasparov o Ivan-
chuk, percibo que la suya es mucho
mayor.
"En esta división del trabajo, nor-
malmente se me asignó el honorable
papel de 'indiscutible líder', en tanto
que alguien capaz de examinar una
posición con ojos desprejuiciados y
desde un ángulo inesperado. Por lo
'isto, gracias a estas cualidades, pude
inventar toda una serie de esquemas de
apertura absolutamente nuevos y nu-
merosas mejoras en variantes durante
mi período de activa colaboración con
l\.'lrpov.
"La casa de Baguio, donde fue ins-
talado Karpov, era una vieja mansión
gigantesca, que me recordaba virtual-
mente la era de los conquistadores.
Una tienda especial de polietileno sóli-
do fue construida encima de nosotros,
de modo que ningún aparato electróni-
co pudiese espiarnos durante nuestras
preparaciones. Sin embargo, no era po-
sible permanecer dentro de un espacio
tan confinado durante mucho tiempo,
y al cabo de unos cuarenta minutos era
difícil respirar y tu rostro quedaba re-
cubierto de una capa de agua (¡estamos
hablando del subtrópico oceánico!).
Durante el buen tiempo, tras dividir-
nos en parejas, procedíamos a analizar
hasta el atardecer, con una breve pausa
para comer. Pero tan pronto oscurecía,
los murciélagos comenzaban a revolo-
tear de forma molesta en torno a todo
ANATOLI XII
el espacio, también cubierto de miría-
das de insectos y polillas. Así que, de un
modo u otro, teníamos que regresar a
nuestro paraíso de polietileno ... Duran-
te tres meses de búsqueda y angustia,
alumbramos buen número de buenas
ideas, aunque también se produjeron
algunos 'abortos', como ingeniosamen-
te comentó Tal".
La primera partida sólo duró dos
horas. Karpov: "Tras realizar mi jugada
18, propuse tablas con plena justifi-
cación. Korchnoi pensó un poco y
entonces, sin responder, lo dejó como
si hubiese hecho un mal trabajo y co-
menzó a firmar su planilla. Yo le entre-
gué la mía. Empujó la suya hacia algún
lado y, sin mirar, firmó mi planilla.
Entonces se fue rápidamente, sin dar-
me la mano. Yo pensaba que esto era
tan esencial como hacerlo al comienzo
de la partida (Tal, que también estaba
presente, era de la misma opinión). Sí,
Korchnoi inmediatamente dejó claro
que estrechar la mano le parecía una
mera formalidad".
Se diría que para Karpov fue una
de esas gotas que pronto colman el
vaso de la paciencia. Otro episodio se
produjo después de la segunda partida
(también tablas), en un final de torre y
alfil contra torre y caballo. Anatoli con-
tó que Korchnoi había dicho: "Karpov
escuchó en alguna parte que un alfil es
mejor que un caballo. ¡Quizá en manos
de Leonid Stein, pero no en las suyas!".
También hubo ataques verbales a Tal,
por no hablar del Dr. Zujar, quien ya se
había sentado en la cuarta fila de bu-
tacas (véase al respecto Baguio visto por
Korchnoz). Como consecuencia, Karpov
rehusó estrechar la mano de su rival
antes de la octava partida, lo que alte-
ró a Korchnoi. Era una violación del
reglamento, y a petición del campeón,
Roshal leyó una declaración en la sala
de prensa, explicando la~ razones de
este acto: "Recientes acontecimientos
han demostrado que el aspirante no
tiene la menor intención de enmendar
su deseo de agravar la situación. En
tales circunstancias, Karpov no desea
estrecharle la mano".
325
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDF.CF.SORES
Sin embargo, en este caso concreto
estamos más interesados en saber qué
sucedió en el tablero. Pasemos de nue-
vo la palabra a Zaitsev:
"Dado el carácter de la lucha en la
apertura, pronto nos dimos cuenta de
que Korchnoi no se había preparado
al azar, como nosotros, sino de forma
más sistemática y bien orientada, y ha-
bía decidido de antemano el espectro
de variantes y esquemas que pensaba
plantear en el match. El comienzo
del encuentro resultó inquietante. En
la 3' y 5' partidas, Kaipov tuvo serios
problemas con negras, salvándose en la
segunda de ellas de la derrota por puro
milagro (partida núm. 518). Cualquier
jugador que aspire a ganar un match
de estas características espera, en pri-
mer lugar, tener éxito con las piezas
blancas. Pero en las partidas iniciales,
Anatoli no fue capaz de lograr ninguna
ventaja clara en la Variante Abierta de
la Española. En la segunda partida,
Korchnoi, nos 'colocó' una novedad
de segunda fila y, hasta diría, de escasa
calidad. En casa pronto descubrimos
sus lagunas, pero en la cuarta partida,
el aspirante, como alertado por algún
tipo de sentido especial, se desvió y
volvió a renovar la variante. Sólo en la
octava partida pudo finalmente Kaipov
refutar la arriesgada estrategia de aper-
tura de su oponente (véase Baguio visto
por Korchno1). El hecho de que Kaipov
consiguiese resolver diliciles problemas
ante el tablero tuvo consecuencias de
largo alcance.
"Korchnoi, que por naturaleza es
un hábil observador, sin duda se había
dado cuenta desde mucho tiempo atrás
que en la apertura Kaipov rara vez tra-
ta de refutar directamente el plan de
su oponente y que, normalmente, se
contenta con una sólida solución po-
sicional, trasladando el centro de gra-
vedad de la lucha a las maniobras del
medio juego. Sólo esto puede explicar
la ocasional aparición, en el repertorio
de Korchnoi con negras, de variantes
teóricamente no fiables, como 4 ... f5
en la Española (20' partida del match
de 1974). En Baguio, pensamos que
326
V
era posible que se planteasen, por una
vez, las Defensas Riga y Berlinesa (una
variante de esta última haría acto de
presencia en Merano). Pensábamos
también que su experiencia con el
Dragón, con cuya variante había te-
nido éxito en la quinta partida de su
match de entrenamiento de 1971, pero
que había desembocado en catástrofe
en la segunda partida de la Final de
Candidatos (núm. 556), debía haberle
enseñado a Korchnoi lo peligroso que
era repetir experimentos dudosos con-
tra Kaipov. Sin embargo, en Baguio,
cuando el campeón no actuaba con
contundencia, el aspirante se adhería a
esta arriesgada línea de acción.
"En mi opinión, Korchnoi percibió
muy bien la forma de su rival y, en
general, se distinguió por su extraordi-
naria percepción psicológica. En 1974,
yo había sido segundo de Petrosian en
su match con Korchnoi, y recuerdo pa-
ra siempre un incidente muy inusual.
Durante la quinta partida, que resul-
taría ser la última del encuentro en un
momento dado, hice algún comentario
inocuo acerca de Viktor Lvovich en un
tranquilo murmullo. El juego se desa-
rrollaba en la enorme sala del teatro
dramático, y en esta ocasión estaba
sentado en la zona de anfiteatros, lejos
del escenario... Pero, oh, horror: Kor-
chnoi, que estaba pensando su jugada,
al instante levantó la cabeza y ¡entre su
millar de seguidores clavó su mirada
en mí!
"Tras abrir su cuenta de victorias
en la octava partida, Kaipov trató de
capitalizar su éxito en la 1O', emplean-
do una fuerte novedad en la Variante
Abierta, 11 tbg5!?, una idea que yo
había llevado a Krasnaia Poliana, \'
Kaipov inmediatamente se encaprichó
de ella, así que estábamos tratando
continuamente de perfeccionarla. Era
nuestrn artillería pesada, y sólo queda-
ba esperar el momento de ponerla en
práctica. El sacrificio de caballo creó
genuino furor en el mundo del aje-
drez, pero, lamentablemente, no pro-
dujo el efecto práctico que habíamos
esperado. Tras pensar durante casi una

hora, Korchnoi se abrió paso a través
de los matices tácticos y supo encontrar
una defensa (partida núm. 266).
"De modo que el torpedo teórico
erró el blanco, sin ejercer ninguna in-
fluencia sobre el curso competitivo del
match. Pero, no obstante, sí ejerció un
marcado efecto psicológico en ambos
contendientes. El aspirante vio que en
la apertura no sólo contábamos con
ametralladoras ligeras, sino también
con piezas de artillería, y comenzó a
actuar con mayor prudencia. Pero el
mismo episodio también nos obligó
a cerrar filas, pues habíamos podido
comprobar, con nuestros propios ojos,
el enorme potencial ajedrecístico de
Korchnoi".
Karpov: "Ganar la octava partida no
alivió la tensión que estaba creciendo
en mí día a día. Necesitaba cambiar mi
juego de forma más drástica, pero toda-
\ía no estaba listo para eso. En la déci-
ma partida eso se hizo sentir. Korchnoi
respondió a un golpe muy fuerte y se
defendió brillantemente, mientras que
yo no exploté todas mis posibilidades.
No dio resultado de inmediato, y es
como si yo hubiese aceptado el hecho,
sin molestarme en seguir buscando la
victoria. Aquí debí haber pedido un
tiempo muerto, pero ni siquiera pen-
sé en hacerlo y me mentalicé para la
próxima partida".
Después de su derrota en la 11'
partida, el campeón pidió finalmente
tiempo muerto, pero el descanso no le
aportó ningún alivio: "¡Todo debía ha-
cerse en el momento correcto!". Cuan-
do se encaminaba a disputar la 12' par-
tida, no sentía el menor deseo dejugar:
"En esta partida, me sentía como si me
dirigiese al matadero. Si Korchnoi hu-
biese comprendido mi estado anímico,
yo habría tenido problemas. Pero con-
seguí actuar como si desease una inme-
diata revancha: con aplomo, confianza
y energía, y él sólo pensó en igualar, y
después de conseguirlo no ocultó su
satisfacción. El peligro había pasado...
Pero la crisis no podía durar siempre.
El momento de inflexión llegó con la
13' partida. Ni antes ni después: duran-
ANATOLI XII
te la partida. Pero el juego comenzó
como en las partidas precedentes: yo
jugaba sin interés, como indiferente,
progresivamente incapaz de seguir el
hilo de los pensamientos de mi rival".
563.
V. Korchnoi-A. Karpov
Baguw 1978
Campeonato Mundial, I 3• partida
Gambito de Dama (D53)
1 c4 ll:lf6 2 ll:lc3 e6 3 ll:lf3 d5 4 d4 ~e7 5
~g5 h6 6 ~h4 o.o 7 l:tcl
El plan patentado por Korchnoi. La
primera partida del match siguió así: 7
e3 b6 8 lkl (8 cxd5 -núm. 485; 8 ~e2
-núm. 554) 8 ... ~b7 9 ~d3 (evitando
también 9 ~xf6!? ~xffi 10 cxd5 -núm.
517) 9 ... dxc4 10 ~xc4 ll:lbd7 11 0-0 c5
12 dxc5 ll:lxc5 131We2 a6 14 l:tfdl 1We8
15 a3 ll:lfe4 con igualdad. Si 15 ll:le5 b5
16 ll:lxb5?! (Kasparov-Karpov, Moscú
1984-85, match, 36') se refuta con 16 ...
~b8!
7 •.• b6
Más tarde, Karpov introdujo 7 ... dxc4f
(partida núm. 573).
8~xf6
8 cxd5 (partida núm. 336).
8 ••• ~xf6 9 cxd5 exd5 10 g3
Al desarrollar su alfil por g2, las blancas
quieren dificultar el avance c7-<:5, pre-
sionando sobre el peón de d5, mien-
tras que en caso de c7-<:6, como en la
partida, pueden restringir la cadena de
peones negros con b4.
10 •.• c6
Un esquema sólido, en el que todos los
conflictos se postergan para el medio
juego. Es más activo 10 ... ~e6 11 ~g2
c5 12 0-0 ll:lc6 13 dxc5 bxc5. Esto era
lo que jugaba uno de los entrenadores
de Karpov no mucho antes del match.
La continuación fue 14 ll:lel J:lb8 15
ll:ld3 c4 16 ll:lf4 J:lxb2 17 ll:lcxd5 ~xd5
18 ~xd5 ll:le5, con igualdad (Olafsson-
327
Gary Kasparov - Mrs GENIALES PREDECESORES
Celler, Wijk aan Zee 1977), pero en
caso de 15 li:lxd5! ~xd5 16 Axd5 li:lb4
17 ~b3, las negras tendrían que seguir
luchando por la igualdad.
11 Ag2 Af5 12 0..0 \ll'd6 13 e3 li:ld7 14
li:lel l:!.fe8 15 li:ld3 g6 16 li:lf4 Ag7
Podía haberse conservado el alfil de ca-
sillas blancas con 16 ... h5, pero a Kar-
pov no le gustaba el hecho de que tras
17 h4 la cadena de peones en el flanco
de rey perdiera su movilidad, mientras
que en el flanco de dama las blancas
mantienen algunas posibilidades de
presionar.
1774
17 g41
Agudo y, al mismo tiempo, forzado. Si
las negras consiguen situar su caballo
en f6, podrán iniciar el avance de sus
peonesgy h.
17 •.. .i.e6 18 h3 li:lf8
18 ... li:lf6 (Karpov) 19 li:lxe6 l:he6 tam-
bién parece muy bueno, pero las ne-
gras no quieren bloquear su alfil de g7.
19 li:lxe6
No hay que permitir, por supuesto,
~d7.
19 •.• li:lxe6
A Karpov no le gusta estropear su es-
tructura de peones, aunque señala que
"era interesante 19 ... fxe6", reforzando
potencialmente la movilidad de la ca-
dena de peones negros en el centro.
Las blancas tendrían que suprimir la
idea e6-e5 con 20 f4, y sus posibilidades
en el juego subsiguiente habrían sido
328
V
mejores: 20 ... nac8 21 li:le2 c5 22 "ifd2
cxd4 23 exd4 li:ld7 24 \ll'd3.
20 'tlfd3 llad8
"Ya que aquí no hay perspectivas de
poder efectuar el avance c6-c5, la torre
no pinta nada en d8. Las negras debían
haber pensado en trasladar la dama
al flanco de rey (\ll'e7-h4) y atacar los
peones blancos avanzados con h5-h5 ó
f7-f5" (Karpov).
21 llc2 li:lc7 22 li:la4
El doblaje de torres, 22 llfcl, no habría
impedido que las negras se liberasen
con 22 ... c5! 23 dxc5 bxc5 24 li:lb5
li:lxb5 25 'ft'xb5 d4!
22 ... 'ft'd7 23 b3 lle6
Las negras prosiguen con su juego, sin
un plan claro, dirigiendo su torre a d6,
donde ocupará una posición pasiva.
"Era a considerar 23 ... lüb5, con idea
de li:ld6" (Karpov), sin temer la presión
de las torres blancas sobre el peón de
c6.
24 li:lc3 lld6
De nuevo, una decisión cuestionable
que permite a las blancas emprender
un juego activo. Después de 24 ... Af8
(Karpov: "impidiendo b3-b4"), las co-
sas no serían tan fáciles para el primer
jugador.
25 b4! Af8 26 li:le2 b5
El puesto avanzado de c4 es ahora más
importante par-a las negras que el con-
trol de c5.
27 Wb3!

Una jug-ada que resuelve dos impor-
tantes problemas: Ja mta ti:le2-d-d3-c5
queda dispuesta para el caballo y se
prepara también la jugada de minado
a2-a4.
27 ••• ti:la8 28 a4! bxa4
~o es posible obtener un puesto cómo-
do en c4: 28 ... ti:lb6 29 axb5 cxb5 30 ti:lf4
ti:lc4 31 l:tal a6 32 i:tca2 'lli'b7 33 ti:ld3
:e6 34 ti:lc5 hc5 35 dxc5, con evidente
\-ent.-tja. "Si 28 ... a6, sigue 29 a5, y el ca-
ballo queda fuera de juego" (Karpov).
29 'lli'xa4 ti:lb6 30 m3 i:tb8 31 ti:lf4 ti:lc4
321!fa4
El inmediato sacrificio de calidad, 32
:xc4 dxc4 33 'lli'xc4, no ofrecía g-ran
cosa en vista de la debilidad del peón
de b4. Después de 33 ... i:tb6 34 :ta 1
'ffb7 35 ti:ld3 i:td8 36 !/Le4 wg7 37 l:ta4
!:b8, las negras deberían poder resistir.
Korchnoi no se apresura a forzar acon-
tecimientos, sino que sigue reforzando
su posición.
32 ••• f5
Fiel a su forma de jugar, y a punto de
entrar en apuros de tiempo, Karpov
agudiza el juego a costa de debilitar Ja
posición de su propio rey. No obstante,
más seguro hubiera sido cambiar antes
los peones de a7 y b4. Por ejemplo:
32 ... i:tb5 33 i:ta2 a5 34 bxa5 l:txa5 35
tfc2 i:txa2 36 fixa2 f5 (Karpov) 37 gxf5
tfxf5, aunque incluso aquí las negras
deben demostrar cómo igualan des-
pués de 38 'lli'bl.
33 gxf5 'lli'xf5 34 'lli'xa7 l:txb4 35 i:ta2
Ves 36 i:tcl l:!b7 37 '+Wa4
A Karpov Je preocupaba más 37 'lli'a6,
estimando que Ja clavada sería desagra-
dable. Sin embargo, después de Ja sim-
ple 37 ... 'lli'd7 38 iLfl c5 39 'lli'a4 cxd4!
(39 ... 'Wxa4? 40 i:txa4 cxd4 41 i.g2!),
las negras se defienden: 40 'lli'xd7
%:bxd7 41 exd4 ti:lb6.
37 •.• J:!f7 38 l:txc4!
Con la bandera a punto de caer, las
blancas sacrifican calidad. Cierto que
no corren ningún riesgo, pues sus si-
guientes jugadas son claras.
ANATOLI XII
38 ••• dxc4 39 Wxc4 'Wf5 40 ti:ld3 1Lg7
Se ha superado el control de tiempo y
ha llegado el momento de aplazar la
partida. Karpov: "Me había sentado an-
te el tablero en un estado, y ahora me
levantaba en otro muy distinto. Percibí
un punto de inflexión, comprendí de
pronto que Jo estaba viendo todo con
ojos diferentes, como antes de la crisis.
De repente todo se hacía vívido, per-
ceptible e interesante. Ahora me inte-
resaba cómo terminaría esta partida, y
el hecho de que a continuación jugaría
bien, en plena forma, fue algo de Jo
que ya no tenía duda".
1776
41 i:ta7
¡Korchnoi pensó durante 40 minutos
en su jugada secreta! La posición apla-
zada es, desde luego, desag-radable para
las negras: una de esas posiciones en las
que no hay un camino claro hacia las
tablas, ni tampoco una forma evidente
de ganar. Los dos jugadores disponían
de algunos días para el análisis, y que-
dó claro que ni 41 f4, ni 41 ti:lb4, ni 41
ti:lc5 daban posibilidades de ganar. La
jugada secreta también fue sometida a
un intenso escmtinio.
Korchnoi: "En busca de Jo inalcanza-
ble, pasé la mitad de la noche analizan-
do con mis ayudantes, me fatigué, y al
día siguiente decidí pedir un tiempo
muerto para postergar la reanudación".
Esto tuvo lugar sólo después de· la 14'
partida, que también fue suspendida,
pero en posición desesperada para él.
Así, por primera vez en la historia de
los encuentros por el campeonato del
mundo, se reanudaron dos partidas la
329
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORF.S
misma tarde.¡Fue uno de los momen-
tos culminantes de la lucha de Baguio!
Como demostró el desarrollo de la re-
anudación, el análisis de los secundan-
tes de Karpov fue más profundo.
41 ••• l:tdf6!
"El final después de 41 ... 'ft'e6 42 '!!i'xe6
J:l:xe6 43 J:l:a6 es muy desagradable debi-
do a la amenaza d4-d5" (Karpov).
42 J:l:xf7
Después de 42 lfü7, la mejor defensa
es 42 ... i<.f8! (42 ... c;!;>h7?? 43 e4!) 43
l:txf7 J:l:xf7 44 li:le5 'tl'fxf2+ 45 c;!;>h 1 i<.d6
46 li:lxf7 'l!i'xf7 47 'l!i'xc6 'l!l'c7!, y "tras el
cambio de damas, el final, con alfiles
de distinto color, es tablas" (Karpov).
Pero las blancas tienen la posibilidad
de conservar damas con 48 'l!i'a8+ c;!;>g7
49 'tl'fal. Ahora, después de 49 ... g5 50
e4 i<.f4 51 e5 '!Wcl+ 52 'tl'fxcl bel 53
d5 i<.b2 54 e6 i<.a3, con el cambio de
damas realizado, la posicion es tablas,
pero 50 i<.e4 deja a las blancas con al-
gunas posibilidades de éxito.
42 ..• J:l:xf7 43 d5
1777
43 ••• i<.e5!
¡Excelente! El alfil se sitúa en un lugar
ideal, en la diagonal b8-h2, donde
no sólo puede bloquear al peón, sino
también apuntar al rey blanco. "Con
el cambio del alfil (44 lüxe5 'l!i'xe5), las
cosas serían más fáciles para las negras"
(Karpov). Según el campeón, esta juga-
da clave fue sugerida por Baturinsky, el
líder de la delegación soviética (quien
era un sólido candidato a maestro}.
44 dxc6
330
V
Junto con su colega de la columna e,
el peón pasado d habría sido difícil de
parar, pero los peones separados e y c
no ofrecen ningún peligro.
44 ••• c;!;>g7 45 i<.e4
Aquí Korchnoi de nuevo se encontraba
en apuros de tiempo, seguramente por-
que la maniobra 43 ... .aes constituyó
una sorpresa para él. Sin embargo, la
posición blanca, si es que el aspirante
soñaba con ganar, no es fácil de refor-
zar. El avance de los peones debilita a
su propio rey. Después de 45 e4 '!!i'h5, la
amenaza 'tl'fe2 fuerza 46 lüxe5 '!Wxe5. Y
si 45 f4 i<.c7 46 e4, existe la fuerte ma-
niobra 46 ... 'l!i'a5, obligando a las blan-
cas a actuar con cautela: si 4 7 'ft'd4+
c;!;>h7 48 wh2, entonces 48 ... g5!
45 ••• Wg5+ 46 wfl i<.d6 47 i<.d5 l:te7
48 i<.f3 h5
Tal aprueba esta jugada "por si acaso",
que priva al alfil blanco de la casilla g4
y, por tanto, de la posibilidad de am-
pliar el refugio al rey blanco. La menos
ambiciosa 48 ... 'l!i'f6 tampoco daría a
las blancas especiales posibilidades de
éxito, tanto en el final después de 49
'ft'd4 'tl'fxd4 50 exd4 Wf8 51 lüb2 (51
i<.g4 'it>e8 y 'it>d8) 51 ... l:te6 52 lüc4
'it>e7, como en caso de 49 lüf4 (49 i<.e4
'l!i'e6!?) 49 ... ,,axr4 50 exf4 '!!i'd6.
49 i<.dl
En fuertes apuros de tiempo, Korchnoi
no quiere tomar decisiones radicales y
sólo después de su jugada 56 comienza
a sopesar las posibilidades de jugar a
ganar. El cambio de damas, 49 'l!i'd4+
'!!i'f6 50 'Wxf6+ 'it>xf6, habría desembo-
cado en un final igualado. Por ejemplo:
51 h4 J:l:a7 52 i<.d5 l:ta5 53 e4 g5!
49 ••• 'l!l'f5 50 @e2 J:te4 51 Wc3+ 'tl'ff6
Era peligroso 51 ... 'it>h7?, por 52 c7
J:l:e8 53 i<.c2!
52 'tl'fb3
Evitando de nuevo el cambio de damas
que habría equivalido a una propuesta
de tablas: 52 Wxf6+ 'it>xf6 53 ..ab3, y si

53 ... llh4, entonces 54 f4 llxh3 55 li:lf2
l::h4(2) 56 'it.>13, con la amenaza wg3.
52 ••• '!!l'r5 53 m1+
Evitando, una vez más, 53 '!!l'c3+ ~f6 54
'l!fxf6+. Korchnoi quiere superar el nue-
vo control de tiempo con damas sobre
el iablero, ¡pues sigue esperando ganar!
53 ..• lle7 54 ~b2+ @h7 55 'i!l'd4 .ii..e7
1778
56 'i!l'h4??
Con su última jugada para el control,
las blancas cometen un error garrdfal,
al llevar su dama a la banda. Con la fría
56 ~c5, aun permitiendo el cambio de
damas, 56 ... 'i!i'xc5 (después de 56 ...
fff6 57 ii.b3, Korchnoi habría logrado
su objetivo, una posición complicada
con damas) 57 /Oxc5, etc., las blancas
pueden seguir jugando con las iablas al
alcance de la mano.
56 •.• lle41 57 f4
Para salvar la dama, debe avanzarse este
peón en el momento más inoportuno.
57 ... .ii..b6! 58 ii.e2 llxe3+ 59 Wd2 'Wa5+
60 'it.>dl ffal+ 61 @d2 lle4
Las blancas se rindieron.
Esia fue una de las tragedias filipi-
nas de Korchnoi (junto con la 5• y la
17' partidas). Su actuación resultó muy
poco práctica: pensar durante 40 mi-
nutos la jugada secreia y luego tomarse
un tiempo muerto ... Oleg Skuratov,
un amigo suyo de juventud, escribió:
"Viktor nunca ahorró esfuerzos, nunca
dominó sus fuerzas. Esia extravagancia
se puso especialmente de manifiesto
en Baguio. Al ver sus faiales omisiones,
ANATOl.I XII
involuniariamente recordé a Korchnoi
el estudiante, jugando partidas de blitz
durante días sin fin. Arrastrado por el
juego, no pensaba en las consecuencias
de ial estrés". También Karpov solía
entusiasmarse con el blitz, pero en su
caso deberíamos hablar más bien de
las consecuencias del estrés de jugar
encuentros ian prolongados.
En la 14' partida, el equipo del
campeón encontró finalmente la clave
de una variante con la que el aspirante
había logrado dos iablas al comienzo
del match. Karpov: "Jugué esia partida
en mi mejor tradición". Al encontrarse
con otra novedad, Korchnoi se esforzó
con todas sus energías, pero hacia la ju-
gada 30 se quebró bajo el peso de una
defensa agoiadora.
564.
A. Karpov-V. Korchnoi
Baguio 1978
Campeonato Mundial, 14• partida
Apertura Española (C82)
1 e4 e5 2 li:lf3 /Oc6 3 .ii..b5 a6 4 .ii..a4 li:lf6
5 0-0 li:lxe4 6 d4 b5 7 ii.b3 d5 8 dxe5
ii.e6 9 e3
9 li:lbd2 (partidas núm. 574, 575).
9 ... il.c5 10 li:lbd2 0-0 11 .ii..e2 .ii..f5 12
li:lb3 ii.g4
Tres años después, en Merano, Korch-
noi ensayó con éxito 12 ... .li.g6! (parti-
da núm. 524).
13 h3!?
¡Sorpresa! El habitual juego sin pre-
tensiones por la ventaja de la pareja de
alfiles, 13 li:lxc5 /Oxc5 14 lle I, como en
las partidas Bronstein-Flohr (Campeo-
nato de la URSS 1944), Euwe-Eliskases
(Mar del Plaia 1947) y Fischer-Larsen
(Sania Mónica 1966), no reportó a las
blancas ningún dividendo en la 2• y 4'
partidas.
13 ... .áh5
Karpov apenas mencionó la jugada más
aguda, 13 ... ii.xf3, que Tal calificó de
331
Gary Kasparov - ,Mis GENIALES PREDECESORES
no desfavorable para las blancas. Desde
luego, es dificil de decidir, sobre todo
sin análisis específicos, sobre el confuso
juego que resulta de 14 gxf3 ( 14 \'t'xf3?!
iüxe5, Navarro-!. lvanov, Cienfuegos
1980) 14 ... iüxf2 15 llxf2 Axf2+ 16
wxf2 iüxe5, o bien 16 ... Wh4+ 17 wg2
iüxe5, ¡aunque los alfiles blancos tie-
nen algo que decir!
14 g4! Ag6
Esta posición se consideraba perfecta-
mente aceptable para las negras, pero
los analistas del campeón habían pre-
parado una nueva idea, que asestó un
duro golpe a la línea 12 ... Ag4.
1779
15 Axe4!
"Se me ocurrió que era posible entrar
en un final en el que la presencia de al-
files de distinto color no sólo no dismi-
nuye la ventaja de las blancas, sino que
incluso la incrementa" (Karpov).
15 •.. dxe4 16 li:lxc5 exf3 17 Af4!
La base de la idea blanca. Karpov no
deja escapar la oportunidad de lograr
otra pequeña ventaja, pues para salvar
su peón de f3, las negras se ven obliga-
das a cambiar damas y a entregar a su
oponente un tiempo extra.
17 .•. \!fxdl
"Después de 17 ... We7, las blancas ga-
nan un tiempo con 18 Wd5 iüa5 19 b4
lüc4 20 llfel, ye! peón de f3 está perdi-
do" (Karpov): 20 ... a5! 21 a3!, etc.
18 t'taxdl iüd8!
La mejor defensa. Las negras cambian
el fuerte caballo de c5 y crean un punto
332
V
fuerte en el centro para su alfil, con-
servando así el peón de f3. Korchnoi
incluso permite que la torre enemiga
llegue a la séptima fila, pues ve que será
posible expulsarla en su momento.
19 J:td7 iüe6 20 iüxe6 fxe6 21 .te3
Karpov llegó a esta posición en sus aná-
lisis caseros.
21 ... llac8
El cambio de un par de torres después
de 21 ... llf7?! 22 t'tfdl (Karpov) 22 ...
llaf8 23 Ac5 J::txd7 24 t'txd7 llc8 25
wh2 Ae4 26 wg3 Ad5 27 h4, conce-
dería a las blancas posibilidades reales
de ganar.
22 llfdl Ae41
En el momento oportuno. Retrasarse
con 22 ... h5 habría entregado la sépti-
ma fila a las blancas: 23 gxh5 Axh5 24
lle7 y lldd7 (Karpov).
23Ac51
Obligando a la torre a dejar la columna
f y adoptar una posición pasiva. Pero la
torre blanca también se verá obligada
a retirarse, y esto sin duda es un logro
para las negras.
23 ... llfe8 24 ll7d4
Después de 24 Wh2 Ac6, la torre sería
expulsada de d7.
24 ... Ad5 25 b3 a5 26 wh2 lla8 27 wg3
lla6
Tras lograr oponer una defensa eficien-
te, Korchnoi se relaja y decide tratar de
impedir c3-c4 por medios simples. Evi-
tó la más tenaz 27 ... a4 28 c4 bxc4 29
bxc4 Ac6, posiblemente al no ver que
si 30 a3, existía la fuerte réplica 30 ...
lla5! Karpov afirma que incluso sin 30
a3, "las blancas tienen una evidente
ventaja posicional", pero que estaría
definida por el absoluto dominio de la
columna d, sobre la cual no hay casillas
de invasión. Las blancas tendrían que
abrir, por tanto, un segundo frente en
el flanco de rey...
28 h4t'tc6?

Un grave error. Aún no era demasiado
tarde para jugar 28 ... a4, pero Korch-
noi se entusiasma por la idea deficiente
de trasladar su torre y no percibe el
peligro.
1780
29 l:txd51
En caso de la evidente 29 b4, las negras
difícilmente correrían el peligro de
perder. Con este inesperado sacrificio
de calidad, Karpov pone el dedo sobre
la llaga del plan negro, explotando el
hecho de que, por el momento, las
torres enemigas carecen de coordina-
ción. Las negras de nuevo se enfrentan
a numerosos problemas.
29 ..• exd5 30 l:txd5 l:tce6 31 i.d4 c6
32 l:tc5
Apenas han transcurrido tres jugadas
del sacrificio de calidad ¡y la situación
del tablero ha cambiado! Las torres
negras están situadas pasivamente,
los peones negros del flanco de dama
constituyen evidentes objetivos y el
peón de f3 está condenado. Si la falan-
ge de peones blancos comienza a po-
nerse en marcha, las negras no podrán
resistir.
32 ••• l:tf8?
Ahora, la partida no puede salvarse.
Los recursos defensivos de las negras
distaban de estar agotados, pero antes
que nada debían cambiar torres: 32 ...
l:td8! 33 wxf3 l:td5 34 l:txd5 cxd5. En
este caso, la tarea de las blancas se
habría complicado de forma conside-
rable, ¡y es posible que quizá no fuesen
capaces de ganar!
ANATOLI XII
1781
Diagrama de análisis
Si las blancas mueven su rey para avan·
zar el peón f, las negras disponen de un
contrajuego muy convincente:
1) 35 @g3 b4! 36 f4 l:tc6! 37 cxb4 axb4
38 f5 l:tc2 39 e6 l:txa2 40 ..t>f3 (en caso
de 40 g5? l:te2!, con la amenaza g7-g6, y
las blancas corren el peligro de perder:
41 j/.c5 l:te4 42 e7 g6 43 fxg6 hxg6 44
j/.xb4 wf7, y entra en acción el peón
d negro) 40 ... l:ta3 41 lt>f4 l:txb3 42 g5
l:th3 43 j¡_c5 l:txh4+ 44 we5 b3 (después
de 44 ... l:tg4 45 wd6, el peón de g5 no
puede tomarse, pero las negras se sal-
van con 45 ... b3) 45 f6 l:te4+ (no 45 ...
gxf6+? 46 gxf6 l:te4+, debido a 47 @f5!,
y las blancas ganan) 46 @xd5 gxf6! 47
gxf6 (después de 47 Wxe4? b2, ¡la nue-
va dama aparece con jaque!) 47 ... l:tf4,
y las tablas son evidentes.
2) 35 we3 h5! 36 gxh5 (36 f3 es inocuo:
36 ... hxg4 37 fxg4 b4! 38 h5 l:tc6 39
<;!;>d3 '>f;>f7) 36 ... l:th6 37 wf4 l:txh5 38
~g4 g6! 39 a4! (ganar el peón de a5
es la única posibilidad de las blancas)
39 ... bxa4 40 bxa4 wf7 41 f4 we6 42
i.b6 l:th8 43 wg5 (después de 43 j¡_xa5
l:ta8 44 i3.b6 l:txa4 45 wg5 l:ta2 46 wxg6
l:tg2+, el rey es confinado en la banda,
lo que priva a las blancas de cualquier
posibilidad de triunfo) 43 ... l:th5+!
( 43 ... @f7?! es pasivo: 44 j/.xa5! l:ta8 45
i.b4 l:txa4 46 e6+! wxe6 47@xg6, pero
incluso aquí con 47 ... d4 48 f5+ ..t>d7!
-jugada única, pues si 48 ... lt>d5? 49
f6 d3 50 c4+! <;!;>xc4 51 f7 l:ta8 52 i3.d2,
cte.- 49 f6 d3, y tras la aparición de las
nuevas damas, las negras no deberían
perder) 44 'i!i>xg6 l:txh4 45 f5+ lt>xe5
46 j/.c7+ li>e4 47 f6 l:tg4+ 48 @h5 l:tgl
49 f7 l:tfl 50 @g6 d4, con tablas, ya que
333
Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES
la casilla de coronación del peón a no
está controlada por el alfil.
Sin embargo, las blancas pueden impe-
dir el contrajuego h7-h5 (con 35 h5) y
el basado en b5-b4 (con 35 a3), de la
siguiente manera:
3) 35 h5 b4! (35 ... .lk6 36 we3 ó 36 a3!
conduce a variantes ya examinadas; no
es tan bueno impedir mecánicamente
el avance: 35 ... g5 36 hxg6 hxg6 37
we3 g5 38 f4! gxf4+ 39 Wxf4 wf7 40
wf5 lk6, y después de 41 a3 queda
claro que la maniobra de la torre en-
tre c6, e6 y g6 no consigue tablas; por
ejemplo: 41 ... a4 42 bxa4 bxa4 43 g5
J:te6 44 Ac5, y después de 44 ... .!:l.c6
sigue 45 il.d6!, mientras que si 44 ...
l:tg6, 45 Ae7!, seguido de Af6, y los
peones pasados blancos comienzan a
avanzar) 36 we3 l:tc6! 37 wd3 (en caso
de 37 cxb4 axb4 38 f4 l:ta6, las cosas son
más fáciles para las negras) 37 ... g6! 38
hxg6 l:txg6 39 f3 wf7 40 cxb4 axb4 41
Ac5 l:ta6, consiguiendo un contrajuego
salvador después de 42 wd4 l:txa2 43
~d5 l:td2+ 44 Ad4 l:td3 45 f4 l:txb3 46
e6+ we8 47 f5 l:td3 48 we4 l:tg3 49 wf4
l:td3, o de 42 .bb4 J:txa2 43 Ad6 l:tf2
44 we3 l:tfl 45 b4 d4+ 46 Wxd4 l:txf3 47
b5 we6 48 b6 l::l.b3.
4) 35 a3! Así es cómo Karpov "pensaba
continuar, a fin de crear una fortaleza
en el flanco de dama, con b3-b4, y sólo
entonces avanzar los peones del flanco
de rey". Esto concede las mayores po-
sibilidades de éxito, pues las blancas
impiden la activación de la torre y pla-
nean wg3 y f2-f4.
1782
Diagrama de análisis
334
V
Aquí, 35 ... h5? sería un sacrificio de
peón que las negras no pueden per-
mitirse: 36 gxh5 l:te8 37 wg4 (37 b4!?)
37 ... b4 38 axb4 axb4 39 cxb4 l:tb8 40
Ac5 d4 41 wf4, y las blancas ganan.
Una defensa pasiva, con 35 ... g6?, se
rompe gradualmente con 36 wg3.
Karpov sólo indica la desesperada 36 ...
l:te8? 37 f4 :rs 38 e6 (aún es mejor 38
h5!), pero 36 ... h5 tampoco sirve de
mucho: 37 f4 hxg4 38 <bxg4 wf7 39
wg5 (no 39 h5? gxh5+ 40 Wxh5 l:tg6 41
f5 l:tg2, y con su rey cortado, las blancas
no pueden ganar) 39 ... J:te8 40 f5 gxf5
41 wxf5 l:te6 42 Ae3 l:tc6 43 Ad2 (el
peón h está listo para avanzar, y el con-
trajuego negro llega demasiado tarde)
43 ... b4 44 axb4 axb4 45 cxb4 l:tc2 46
e6+, etc.
Por consiguiente, las negras deben pro-
curar la inmediata activación de la to-
rre: 35 ... l:tc6!, y en caso de 36 wg3 b4!
37 axb4 axb4 38 cxb4 l:tcl 39 e6 l:tel
40 Ae3 (ó 40 b5 l:txe6 41 b6 l:te7 42 f4
g6) 40 ... wf8 41 Wf4 <be7 42 we5 d4 43
~d4 wxe6, con probables tablas.
Las blancas pueden suprimir radical-
mente la idea b5-b4 con 36 b4 ("a lo
Karpov"), pero entonces la columna a
queda abierta para la torre: 36 ... axb4
37 axb4 wf7 38 wg3 <be6 39 f4 g6 40
h5 l:ta6 41 wh4 J:ta2 42 wg5 l:tg2, con
igualdad. En lugar de 38 wg3, es más
fuerte 38 Wf4!, y después de 38 ... we6
39 wg5!, o bien 38 ... l:ta6 39 wf5! g6+
40 <bg5 l:tal 41 f4 J:tfl 42 f5 gxf5 (42 ...
h6+ 43 Wxh6 gxf5 44 g5!) 43 gxf5 h6+
44 wg4, las cosas están claramente feas
para las negras. Pero también aquí dis-
ponen de una buena réplica: 38 ... h6!
39 h5 g6 40 hxg6+ l:txg6, y puesto que
si 41 wf5 sigue 41 ... l:tg5+, si 41 wg3,
41 ... h5, y si 41 f3, 41 ... we6, las blan-
cas deben contentarse con las tablas.
Ahora, en busca de la victoria, se su-
giere por sí sola la línea siguiente: 36
wf4 wf7 37 wf5, y después de 37 ... h6?
sigue 38 h5, seguido de f2-f4, lo más
probable es que las negras no consigan
resistir. Deben jugar enérgicamente:

37 ... g6+ 38 wg5 b4! 39 axb4 axb4 40
cxb4 J:!cl 41 f4 l:tdl! (41 ... llfl? 42 h5
h6+ 43 Wxh6 gxh5 44 f5! hxg4 45 e6+
we7 46 wg6, y los peones blancos son
incontenibles) 42 .llc5 d4 43 f5 gxf5 44
gxf5 h6+! (no 44 ... d3? de inmediato
en vista de 45 e6+ Wg8 46 f6) 45 @f4
( 45 @xh6? d3, y ganan las negras) 45 ...
d3 46 e6+ <be8 4 7 We3 d2, y en vista del
cambio del peón de d2 por uno de los
peones pasados unidos, la posición es
tablas.
Una versión más refinada del mismo
plan es 41 b5!? (en lugar de 41 f4). Al
obligar al rival a tener que lidiar con
el peón b, las blancas esperan conse-
guir algo más sustancioso en el flanco
opuesto: 41 ... J:!bl 42 f4 .llxb3 43 f5 (43
b6 .llb4) 43 ... llxb5 44 e6+ We7.
1783
Diagrama de análisis
Ganar el peón de h7 con 45 Wh6 con-
duce al aislamiento del rey: 45 ... gxf5
46 gxf5 nb3 47 Wx.h7 (47 wg5 J:b5
es, más o menos, lo mismo que con
45 h5) 47 ... l:.tg3, con tablas. Es más
interesante 45 h5. Por ejemplo: 45 ...
gxf5 46 gxf5 J:!:a5 (hay que proteger la
casilla c5) 47 .llf6+ (después de 47 Wh6
J:a4 48 .llc5+ wf6 49 Wxh7 d4, son las
blancas quienes deberán luchar por las
tablas) 47 ... we8 48 iJ.g7 we7 (una ju-
gada natural, pero 48 ... d4! es técnica-
mente más precisa ya que tras 49 .ltxd4,
la torre mantendrá atacado al peón de
f:i y las blancas no podrán ganar, ni si-
quiera penetrando con su rey en f6) 49
il.d4 Il.b5 50 Wh6 (el momento óptimo
para el ataque al peón de h7) 50 ... .llb3
51 Wxh7 Il.g3! (no 51 ... llf3? 52 .ltc5+
wffi 53 wg8!) 52 h6 (la diferencia en
ANATOLI XII
comparación con la variante 45 Wh6 es
que el peón b está más avanzado, pero
esto no es decisivo) 52 ... Il.g5 53 .ltg7
d4 54 f6+ Wxe6 55 wg8 d3 56 f7 Il.15 57
h7 d2 58 h8'i!r dl'i!r 59 'i!rh6+ @d7 60
.llf6 Wg4+ 61 Wg7 Wc4 y, obviamente,
las tablas no pueden evitarse.
La única tentativa que resta es 36 h5
Wf7 37 Wg3, a lo que las negras res-
ponden con la típica 37 ... b4! (37 ...
We6 38 f4 g6 39 Wh4 no es tan bueno)
38 axb4 axb4 39 cxb4 l:.tcl 40 f4 Il.bl!
(40 ... Il.dl 41 il.c5 Il.d3+ 42 wh4 es
dudoso, por ejemplo: 42 ... .llxb3 -42 ...
we6!?- 43 f5 h6 44 e6+ we8 45 g5!
hxg5+ 46 wg4! J:!bl 47 h6! gxh6 48 f6,
ganando) 41 f5 .llxb3+ 42 wf4 l:.txb4 43
e6+ @g8 44 we5 h6 45 Wxd5 Il.a4! (des-
pués de 45 ... Il.b8? 46 il.c5 lld8+ 47
Wc6, el rey apoya decisivamente la rup-
tura que sigue: 47 ... Il.dl 48 .ltd6 Il.al
49 wd7 Il.a7+ 50 .ltc7 Il.a8 51 g5! hxg5
52 h6 g4 53 hxg7 @xg7 54 il..e5+, etc.),
y si 46 g5 hxg5 47 h6 gxh6 48 f6, enton-
ces, "en opinión del ordenador", las ne-
gras fuerzan tablas con 48 ... llxd4+! 49
Wxd4 g4 50 @e5 g3 51 f7+ @g7 52 \!;>d6
g2 53 We7 gl W 54 fBW+ @h7. En una
partida real, por supuesto, se requeri-
ría buen número de jugadas precisas
para que las negras pudiesen alcanzar
esta posición final.
Cae por su peso que este fascinante
final contiene muchas más sutilezas.
Pero en cualquier caso no hay duda de
que 32 ... Il.f8? fue un error decisivo de
Korchnoi que permitió a las blancas
llevar el juego a una fase puramente
técnica.
33a4!
Karpov rompe el par de peones enemi-
gos, condenando a las torres negras a la
defensa de sus islotes de peones.
33 ... bxa4 34 bxa4 g6 35 Il.xa5 l:!.ee8
Las blancas podían ignorar ahora 35 ...
h5, pues seguiría 36 Il.c5! hxg4 37 a5
.lld8 38 Wxg4 l:!.d5 39 l:!.xd5 cxd5 40
wxf3, ganando.
335
Gary KasparO\' - MIS GENIAi.ES PREDECESORES
1784
36 l:la7
Esta jugada, a efectos prácticos, pone
punto final a la partida.
36 .•• l:lf7
Las blancas no tenían por qué temer
el cambio 36 ... l:!a8, por 37 a5 l:lxa7 38
i.xa7, con demasiados peones soñando
con convertirse en dama.
37 l:la6!
Privando de nuevo, las torres negras
de cualquier esperam.a de actividad.
37 ••• l:!e7 38 ~c5 l:tcc8 39 .i.d6 J:ta8 40
lhe6 l:!xa4 41 <i>xf3 h5 42 gxh5
La jugada secreta. Tres peones por la
calidad, más piezas activas, no dejan al
oponente la menor posibilidad de sal-
var la partida, sobre todo tra~ el análisis
de la posición aplazada.
En el día señalado para la reanudación
de los aplazamientos, el aspirante per-
dió primero, inesperadamente, la 13'
partida, como ya hemos visto. "Korch-
noi se encontraba en estado de shock",
recuerda Karpov. "Después de todo,
media hora después debía afrontar
otra reanudación, en la que recogió
una segunda derrota consecutiva ...
Pensaba que ni siquiera se presentaría
a la reanudación, pero sí lo hizo, po-
siblemente para demostrar que podía
aceptar tranquilamente este golpe del
destino. Incluso sonrió. Puedo imagi-
nar cuánto le habrá costado esbozar
esa sonrisa".
42 .•• gxh5 43 e4 l:la2 44 l:!b6 @f7 45 c5
l:!a4 46 c6 c;l;>e6 47 e7 Wd7 48 l:lb8 l:te8
49 c;l;>e3! J:txh4 50 e6+
336
V
Las negras se rindieron. El desenlace
podría ser 50 ... lt>xd6 51 l:!xc8 l:!c4 52
l:td8+! Wxc7 53 e7, o bien 50 ... @xe6
51 i.g3!
El marcador pasó a ser de 3-1, favo-
rable al campeón, quien decidió que
su retaguardia se encargase del enfo-
que de la lucha de paso que él mismo
se habituaba a la nueva situación:
"No quise forzar los acontecimientos,
sino continuar jugando como si nada
hubiera pasado, confiando en que la
ola que estaba creciendo dentro de mí
arrastrase a mi oponente por su fuerza
lógica. Eso fue lo que sucedió en la 17'
partida".
Para ser honestos, habría que decir
que al comienzo de esta increíblemen-
te dramática y entretenida lucha, Kor-
chnoi perdió 11 minutos de su reloj en
la batalla que sostuvo con Zujar, y luego
logró una posición completamente ga-
nada grncias a un enérgico juego. Esa
tarde "la ola creciente" podía haber cu-
b!e~to a~ propio Karpov "con su fuer7.a
logica....
Antes de analizar esta partida, trate-
mos de entender qué estaba haciendo
el doctor en ciencias médicas, Vladimir
Petrovich Zttjar en Baguio. Después de
todo, su tarea inicial era asegurar que
Karpov dunniese bien y darle asesora-
miento psicológico. Alexander Roshal
recuerda:
"Korchnoi siempre se distinguió
por su desconfianza, y además creía
en la parasicología y en todo tipo de
misticismos (más tarde, incluso afir-
mó haber jugado una partida con ...
¡el espíritu de Maróczy!). En Baguio,
desde el comienzo, cuando Zujar aún
no había empezado a trabajar, Viktor
Lvovich se quejó: '¡Han traído con
ellos a un psicólogo secreto!' Debió ha-
ber recordado a Zujar por el match de
1974. Entonces, y por decirlo en pocas
palabras, tan pronto como quedó claro
que Korchnoi tenía miedo de la hip-
nosis, este hecho fue inmediatamente
explotado. Sabíamos perfectamente
bien que Zujar no era un hipnotizador,
pero decidimos: si eso es lo que el opo-

nente teme, ¡convenzámosle de que lo
es! Y el propio doctor se entusiasmó
con su nuevo papel, hasta tal punto
que pronto comenzó a considerarse a
sí mismo el virtual protagonista de los
acontecimientos. Antes de las partidas,
no tomaba sopa ni bebía agua, a fin de
poder permanecer sentado, en su cuar-
ta fila, durante las cinco horas de esta
'guerra de nervios'. No estoy seguro de
si su actuación fue siguiendo instruc-
ciones de Baturinsky, o por iniciativa
propia.
"¡Las diversas formas en que el equi-
po del aspirante trató de neutralizar a
nuestro psicólogo eran dignas de risa!
Petra Leeuwerik se sentó directamente
delante de él, bloqueando su visión.
Entonces Zujar comenzó a pedirnos
a nosotros, Krylov o a "los críticos de
arte, en ropa civil" (dirigentes del KGB:
G. K.) que trasladásemos a Petra a al-
guna otra parte. En una ocasión ella
casi se le sentó en las rodillas, y Tal
inmediatamente comentó: "¡Ahora ya
es Vladimir Petrovich!".
"Los psicólogos son gente extraña:
cuando se les habla constantemente,
comienzan a creer en la exclusiva im-
portancia de su misión. Durante uno
de los largos tiempos muertos, fuimos
todos invitados a otra recepción, y un
amigo local anunció: 'Entre nuestros
invitados se encuentra el equipo de
Anatoli Karpov. Están presentes aquí el
famoso ... ', probablemente con inten-
ción de mencionar a Tal, muy famoso
también en Filipinas. Pero en este pun-
to, sin permitir que el anfitrión conclu-
yese, Zujar se levantó y saludó...
"Poco después, el campo de Korch-
noi anunció: 'Bueno, esperad un poco.
Pronto llegará alguien que va a hipnoti-
zar a todo el mundo'. Sin embargo, no
resultó muy difícil para los soviéticos
desarmar a nuestro emigrante de Jar-
kov, un hipnotizador aficionado que
estaba claramente dispuesto a aceptar
cualquier trab<\jo ... Fue una guerra psi-
cológica. Al principio, la consideramos
un juego divertido. Yo, por ejemplo,
me permití un dudoso chiste acerca de
este 'pequeño judío'. Pero entonces es-
ANATOLI XII
tos juegos adquirieron una dimensión
más amenazadora".
Así pues, tras ganar la feroz batalla
para trasladar a Zujar, el aspirante fi-
nalmente realizó su primera jugada y
pronto el campeón emergió de su sala
de descanso.
565.
V. Korchnoi-A. Karpov
Baguio 1978
Campeonato Mundial, 17' partida
Defensa Nimzoindia (E47)
1 c4 ILJf6 2 ILJc3 e6 3 d4 .tb4 4 e3 0-0
Evitando 4 ... d5 5 ILJe2!? (partida núm.
518).
5 .td3 c5 6 d5!?
Korchnoi calificó esta aguda jugada
como "una interesante idea de Jakov
Murey". Normalmente, se jugaba 6 ILJf3
ó 6 ILJe2.
6 ••• b5!?
Las negras responden como en la 7ª
partida, en la que "este sacrificio de
peón resultó una sorpresa y demostró
estar plenamente justificado desde el
punto de vista práctico" (Karpov).
7 dxe6 fxe6
En opinión de Karpov, aún es mejor
7 ... bxc4 8 exf7+ wh891<.xc4 d5.
8cxb5 a6!?
Esto es una novedad. Parece que el
campeón estaba descontento del desen-
lace de la apertura en la 7ª partida,
donde primero dispuso de un centro
móvil de peones: 8 ... .tb7 9 ILJf3 d5
10 0--0 ILJbd7 11 ILJe2! We8 12 ILJg3 e5
(12 ... c4!? 13 .tc2 ILJc5) 131<.15 g6 l4
$.h3 a6?! 15 ILJg5! axb5 (si 15 ....b5 ó
15 ... 'Wie7, entonces es fuerte 16 e4!)
16 ILJe6 c4 17 1<.d21, y las blancas gana-
ron la calidad, pero no la partida.
9 ILJe2 d5 10 0-0 e5
Posiblemente fuese más prometedor
1O ... axb5 11 1<.xb5 ILJa6 12 1<.xa6 ILJxa6,
337
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
pero como cuestión de principios, Kar-
pov no quería por el momento determi-
nar la posición de su alfil.
11 a3
El primer momento crítico.
1785
11 ... axb5?!
"Era mejor elegir entre 11 ... il.a5 y
11 ... il.xc3" (Tal). Si ll ... il.a5?!, es
bueno el contrasacrificio 12 b4!, subra-
yando la debilidad del centro enemigo:
12 ... cxb4 13 axb4 il.xb4 14 'i!fb3 il.xc3
15 lüxc3 il.b7 16 e4!, etc. Pero ll ...
il.xc3! (ahora para excluir la respuesta
12 bxc3) podría haber igualado: 12
lüxc3 c4 13 J..e2 (13 il.c2 d4) 13 ...
axb5 14 lüxb5 il.a6 15 lüc3 (15 t!fa4
lübd7 ó 15 ... lüc6) 15 ... d4 16 exd4
exd4 17 il.f3 l:la7 18 lüe2 l:ld7, con ex-
celente contrajuego.
12 il.xb5 il.xc3
Una difícil elección. A veces sucede que
en el análisis llegas a una conclusión,
pero durante la partida comienzas a te-
ner dudas, y en tu mente surgen nuevas
variantes. Así que cambias el curso pla-
neado del juego, y después te lo repro-
chas: "¿Qué es lo que he hecho?". Tal es
el caso aquí. A Karpov se le recomendó
que debía conservar el alfil, pero ante
el tablero su pensamiento se desvió en
otra dirección. ¿Por qué?
"Si 12 ... il.e6, existía la desagradable
réplica 13 lüa4, mientras que 12 ... c4
no da resultado debido a 13 e4, y la
posición negra se viene abajo. En caso
de 12 ... il.a5 (Tal), las blancas juegan
13 il.d2, creando la amenaza b2-b4,
338
V
después de lo cual la apenura de la
columna a sería favorable a las blancas"
(Karpov). Por ejemplo: 13 ... il.a6 14
b4! cxb4 15 axb4 il.xb4 16 Wb3 il.c5
17 l:tfdl ó 17 l:tfcl y el centro colgante
de las negras está a punto de desmoro-
narse.
En cuanto a 12 ... 'i!fb6, Karpov lo des-
cartó en razón de 13 il.d3 c4? 14 lüxd5,
aunque después de 13 ... il.xc3 l 4 lüxc3
il.e6!, las negras habrían logrado com-
pensación por el peón, mientras que
14 bxc3 no habría sido tan favorable a
las blancas como en la partida. En rea-
lidad, 12 ... t!fb6? hubiera sido refutado
de forma combinativa, como también
vio el campeón, aunque ... no hasta el
final: 13 lüxd5! Wxb5 14 lüxffi+ gxffi 15
Wd5+ 'it>hS 16 WxaS J..b7 17 Wa7 J..a5!
1786
Diagrama de análisis
Aquí, en lugar de la bonita variante
indicada por Karpov, 18 lüc3 il.xc3
19 bxc3 il.xg2! 20 Wxg2 l:lgS+ (ó 18
a4 'ii'c6 19 f3 il.b6, ganando), existe
simplemente 18 b4!, cambiando la eva-
luación de la posición de forma radical:
18 ... Wc6? 19 f3 J..b6 no da resultado,
debido a 20 b5!, mientras que en caso
de 18 ... cxb4 19 axb4 il.xg2 20 'i!fc5!
'ii'xc5 21 bxc5 il.xn 22 @xfl lüc6 (22 ...
il.b4 23 il.a3) 23 e4, o bien 18 ... lüd7
19 lüc3! 'i!fc6 20 e4 l:laS 21 'WxaS il.xaS
22 bxa5, las blancas deberían poder
imponer su ventaja material.
13 bxc3!
A Karpov no le gustan las estructuras
defectuosas de peones, de modo que,
incluso en los cálculos "para su opo-
nente", subestimó claramente la cap-
tura de peón. Ahora el trío de peones

centrales pierde su movilidad, y las
negras deberán buscar otra compensa-
ción por el peón sacrificado. Pero no es
fácil, porque no tienen ventaja de desa-
rrollo y porque el alfil de b5 paraliza su
contrajuego en el flanco de dama.
13 •.• Aa6?!
Las negras aceptan cambiar alfiles de
casillas blancas, asumiendo que el otro
alfil blanco quedará restringido y que,
en algún momento, podrán explotar
este factor. "Es posible que fuese mejor
13 ... Ab7", pero no 13 ... c4?! 14 a4
Aa6 15 Aa3 l:lf7 16 f4! "l!Wb6 (Karpov)
17 Wd2!, con evidente ventaja blanca.
14 l:lbl °i!fd6
"Si 14 ... lübd7, entonces 15 e4 Axb5
16 l:lxb5, seguido de a3-a4, Aa3 y f2-f4"
(Karpov). Además, las negras tendrían
que afrontar 15 il.c6!?
15 c4 d4 16 ii:lg3!
Parecía tentadora la inmediata 16 f4,
a lo que Karpov pensaba responder
16 ... ii:lc6, sin ver que después de 17
fxe5 ii:lxe5 18 exd4 c!Oxc4 19 °i!fd3!, las
negras quedarían mal. Por ejemplo:
19 ... lüe5 20 Af4 ii:lxd3 21 Axd6 .!Uc8
22 a4 c4 23 ii:lc3, etc. "Probablemente
entraba en consideración 16 ... Ab7",
aunque también esto es favorable a
las blancas: 17 fxe5 "i!fxe5 18 c!Og3 ii:lc6
(18 ... dxe3 19 l:lb3) 19 Aa4!, etc.
Sólo queda 16 ... d3! Según Karpov,
después de 17 ii:lg3 exf4 (?: G. K.) 18
l:txf4, "las blancas tienen alguna ven-
taja". En mi opinión, sin embargo, lo
que tienen es una posición práctica-
mente ganada: 18 ... .ttd8 19 ii:lfl.l! "i!fe6
20 .li.xa6 ii:lxa6 21 ii:lxg7!, o bien 18 ...
Axb5 19 J:.txb5 ii:lc6 (19 ... g6 20 .ttb3)
20 ii:lf5, etc. Era esencial, por supuesto,
17 ... e4, o bien 17 lüc3 e4, y 18 g4, con
juego complicado.
16 ••. ii:lc6 17 a4!
En caso de la codiciosa 17 ii:lf5 "i!fe6 18
.li.xc6 Wxf:í 19 e4! (19 Axa8? "i!Vxbl:
Karpov) 19 ... We6! 20 Axa8 l:lxa8 y
21 ... Axc4, el par de peones negros
ANATOl.I XII
pasados y unidos podrían haber com-
pensado definitivamente la calidad.
17 ••• ii:la5?
Una significativa pérdida de tiempo.
"El juego planeado contra el peón de
c4 no tiene éxito. Posiblemente, el al-.
fil debería haberse retirado con 17 ...
Ab7" (Karpov). Tampoco esto habría
ofrecido a las negras una vida tranqui-
la pero, en cualquier caso, sí hubiera
mantenido cierto suspense.
18 °i!fd3 "i!fe6 19 exd4! cxd4
19 ... exd4 20 Aa3 ó 19 ... Axb5 20
cxb5 exd4 21 Ag5 también son insatis-
factorias.
20 c5 l:tfe8 21 f4!
Esto destruye las esperanzas de las
negras acerca de sus peones centrales.
Ahora las blancas añaden una podero-
sa iniciativa a su ventaja material.
21 ••• l:txc5
"Es evidente que he perdido la batalla
estratégica. Lo único que me queda es
confiar en mis recursos defensivos y en
las posibilidades tácticas de la posición"
(Karpov).
1787
22Axa6!
El camino más corto, aunque las blan-
cas también habrían logrado ventaja
decisiva con 22 fxe5 Axb5 (22 ... Axe5?
23 Axa6 y .ttb8+) 23 axb5 l:lxe5 24
Wxd4 (24 b6: Karpov) 24 ... .ttd5 25
Wf4, o bien 23 ... Wxe5 24 ii:lf5! (24
il.d2: Karpov; 24 Ab2!?) 24 ... ii:lg4
(24 ... .ttd8 25 Ad2) 25 g3, y si 25 ...
.ttf8, existe el bonito golpe 26 Af4! Wffi
339
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
(26 ... ~xf5? 27 .ltd6!) 27 /Oxd4 .!ld5 28
i<.c7! ~xd4+ 29 ¡fxd4 .!lxfl+ 30 .!lxfl
.!lxd4 31 il.xa5, ganando.
22 ••• 'iWxa6 23 Wxa6?!
Para su desgracia, Korchnoi decidió
no jugar al ataque, sino a conseguir un
final técnicamente ganado. Después de
23 .!lb8+! wf7 24 .!lb5!, con la amenaza
fxe5, las negras no tendrían defensa:
24 ... exf4 25 /Oe4 .!lc6 26 /Oxf6 .!lxf6
27 fi'xh7 /Oc6 28 l:f5!, o bien 24 ... .!lc3
25 fi'f5 .!lxg3 (¿qué jugar si no?) 26
fxe5! .!lg6 27 exf6 gxf6 (27 ... .!lxf6 28
~d7+) 28 .ltg5!, paralizando al ejército
enemigo.
23 .•• .!lxa6 24 .b3
Este alfil, que no tiene rival, está desti-
nado a jugar un importante papel en la
batalla que va a producirse.
24 ... l'l:d5 25 tOf5! wf7
Es dudoso que las negras tuviesen me-
jores posibilidades después de 25 .. .
/Oc6 26 fxe5 .!lxe5 27 .!lb7, y si 27 .. .
l:ta7, entonces 28 .!lb6! Por ejemplo:
28 ... /Od8 (si 28 ... l:te6 ó 28 ... .!lxa4, 29
i<.d6!) 29 .!lb8 .!ld7 30 /Oxd4! .!lxd4 31
il.b2 .!led5 32 il.xd4 .!lxd4 33 a5 <J;f7 34
a6 .!ld7 35 a7 l:txa7 36 .!lxd8, y ganan.
26 fxe5 .!lxe5 27 .!lb5
"La captura de peón, 27 /Oxd4 habría
conducido a mitigar la tensión y a un
desenlace de tablas tras 27 ... /Oc4"
(Karpov). Sin embargo, después de 28
.!lb7+, las tablas no son evidentes: 28 .. .
'>t>g6 29 .ltIB /Oe8 30 .!lb4, o bien 28 .. .
we8 29 .ltb4 .!lxa4 30 /Of5 wd8 31 il.c3
y .!lxg7, con un peón extra y la iniciati-
va, mientras que si 28 ... wg8, entonces
29 .lte7 .llxa4 30 i<.xf6 gxf6 31 /0f5 /0d2
32 .!lcl !, y la "séptima fila absoluta" de
Nimzovich debe dar la victoria a las
blancas.
27 ... IOc4!?
"En sus cálculos previos, Korchnoi
omitió esta jugada. Las blancas, por su-
puesto, esperaban el cambio de torres"
(Karpov): 27 ... .llxb5 28 axb5 .!la8(e6)
340
V
29 /Oxd4, ganando. Era ligeramente
mejor 27 ... .!le2, pero también insufi-
ciente: 28 il.b2 (obviamente, no lo úni-
co) 28 ... d3 29 il.c3 /Oc4 30 .llb7+ wIB
31 .!lxg7 d2 32 .!lc7 .!le4 33 a5! .!lf4! 34
.!lbl /Oe8 35 .!lc8 <J;f7 36 g3! .lle4 37 .!lfl
/Of6 38 .!lc5, y ganan.
28 .!lb7+
28 /Od6+? .!lxd6.
28 ... we6
No hay nada más.
29 /0xd4+
Para alcanzar esta decisión pragmática,
Korchnoi gastó casi todo el resto de su
tiempo, pero no pudo convencerse a
sí mismo de optar por una de las dos
agudas jugadas de alfil que también
prometían la victoria:
1) 29 il.f8!? d3! y una posición tan
complicada como ésta probablemente
sólo pueda resolverse con ayuda de un
ordenador.
1788
Diagrama de análisis
En apuros de tiempo, sólo una magnífi-
ca intuición o la temeridad empujarían
a un jugador a seguir este camino: 30
/Od4+! '>t>d5 31 il.xg7 wxd4 32 .llxf6!
.llxf6 33 .ltxf6 d2 34 .!lbl '>t>d3 35 .be5
/Oxe5 36 a5 wc2 37 l:l.al dl "f:f+ 38 l:l.xdl
wxdl 39 a6 /Oc6 40 wf2 wd2 41 ~f3
'i!.>d3 42 '>t>f4 wc4 (42 ... we2 43 g4 ~f2
44 h4, etc.) 43 'i!.>g5 wb5 44 wh6 wxa6
45 wxh7, ¡y la máquina anuncia mate
en 24jugadas!
2) 29 i<.b4!? Esta línea también requeri-
ría una considerable precisión por par-
te de las blancas: 29 ... /Oe3 30 /Oxd4+
wd5 31 /0f3! .lle8 32 .llb5+ we4 33 .!la!,
o bien 29 ... @d5 30 .!lb5+ we4 31 /0g3+

lt.>d3 32 lldl+ wc2 33 l:lxd4 l:lxb5 34
axb5 J:lal+ 35 Wf2 wb3 36 JI.el lia2+ 37
1Zle2, con un peón extra y una posición
técnicamente ganada.
29 ..• lt<d5 30 IZl f3?
Las jugadas en apuros de tiempo sólo
pueden criticarse en aras de la verdad.
La extravagante 30 il.f8!? lt<xd4 31 il.xg7
parece arriesgada, aunque las blancas
recuperan con interés el momentáneo
sacrificio de pieza: 31 ... J:lee6 32 J:if7
We5 33 g4! J:lxa4 34 g5, o bien 31 ... lüd5
32 l:tdl+! We4 33 il.xe5, ganando el
peón h y conservando el peón a.
Por otra parte, la precisa 30 tüc2 J:ixa4
31 il.f8! habría permitido a las blancas
materializar su ventaja sin mayor ries-
go: 31 ... lüe8 32 lüb4+ ! ltle4 33 lüc6!,
con ataque decisivo, o bien 31 ... l:te8
32 JJ..xg7 tüe4 (32 ... @c6 33 l:tb4! J:lxb4
34 lüxb4+ <.t>b5 35 l:txf6 Wxb4 36 l:th6,
etc.) 33 l:!.dl+ 'i!fc6 34 lidd7 tüa5 35
l:tbc7+ <.t>b5 36 JJ..d4, y las negras no
pueden seguir resistiendo.
30 .•. lüxa3 31 lüxe5 @xe5 32 l:te7+
'1td4 33 l:txg7?!
Korchnoi quiere dejar a las negras
sin peones, esperando que las piezas
contrarias no puedan competir con los
peones pasados blancos apoyados por
sus activas torres. Aún no ve ningún
peligro para su posición, pues de ser así
habría jugado antes 33 l:tf4+ !, desvian-
do al rey negro, y sólo después de 33 ...
~d5(c5), 34 l:txg7, con posibilidades
de éxito.
33 ..• lüe4 34 l:tf4+ lüe4!?
•A todos los efectos, las negras podrían
haber conseguido tablas aquí con 34 ...
lt<d3, pero entonces 35 J:lf7, y el peón
h debe cambiarse por el peón a. Era
mejor hacerlo inmediatamente, pero
por otra parte, se activa otra pieza"
(Karpov).
Creo que si 34 ... Wd3, entonces 35
h3! es más fuerte, sin entregar por el
momento el peón a: 35 ... lüe3?! 36 a51
1Zlfd5 37 l:ta4, o bien 35 ... ILJd5 36 l:!.d7!
ANATOLI XII
1Lie3 37 'i!ff2, y las tablas aún están muy
lejanas.
35 l:td7+!
Después de 35 l:txh7 l:txa4 36 h4 lt>e5
37 l:tf8 1Lie3, las negras habrían logrado
defenderse.
35 ••• lt<e3?!
¡Karpov explota su oportunidad! La
prudente 35 ... ltle5 sólo le habría
permitido soñar con tablas después de
36 g3 1Licd6 (36 ... J:txá4? 37 l:te7+) 37
llxh7 l:txa4 38 J:ie7+ wd5 39 g4 llal+
40 l:tfl.
36 l:tf3+ we2 37 J:lxh7?
¿Cómo podrían las blancas no tomar el
peón, con la banderita a punto de caer?
Pero era mucho más fuerte 37 l:te7!
1Licd2 38 l:ta3, con in tendón de seguir
con a4-a5 y h2-h3. Las negras, privadas
de contrajuego (38 ... lk6 39 l:!.al! ó
38 ... J:la5 39 l:ta2!), tendrían que esfor-
zarse por salvar su peón h y asumir una
durísima lucha por las tablas.
37 ••• /Ocd2?!
De nuevo, arriesgándose en una posi-
bilidad práctica que especula con los
apuros de tiempo de su rival. La senci-
lla 37 ... J:lxa4 igualaba.
38 lla3?!
La fría 38 l:tff7! J:lxa4 (no 38 ... llc6? 39
h4!) 39 lla7 l:tc4 40 llal habría obliga-
do de nuevo a las negras a luchar por
las tablas.
38 ••• llc6!
1789
341
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
39 J:!al??
También era suicida 39 h4??, por 39 ...
.lkl+ 40 wh2 lüfl+ 41 'it>h3 lüf2++. Só-
lo el avance del peón g habría logrado
las tablas: 39 g4! (también era posible
39 g3) 39 ... lüf3+ 40 'it>g2 lüe 1+ 41
Wgl .lkl+ 42 .l:ta2+ @f3 43 l:tf7+, pero
Korchnoi no tenía tiempo para sospe-
char ninguna insidia por parte de su
rival, y realizó rápidamente la jugada
prevista.
39 .•. ILJf3+1
Las blancas se rindieron.
En apuros de tiempo, es fácil que
se escape un golpe tan asombroso. Sí
40 gxf3, 40 ... l:tg6+ 41 'i!;>hl ILJf2++,
o bien 40 Whl ILJf2++. Atronadores
aplausos estallaron en la sala, pues
algunos turistas soviéticos habían lle-
gado a Filipinas esa semana.
Karpov: "Mis dos caballos dieron
mate en el final al rey enemigo: ¡algo así
nunca había sucedido en un encuentro
por el Campeonato del Mundo! Tras
firmar la planílla, Korchnoí se fue al
tablero mural y se quedó mirándolo
durante unos minutos, como tratando
de comprender qué había sucedido".
Después de este shock, el aspirante
viajó a Manila y se tomó dos tiempos
muertos, uno tras otro. Karpov: "Para
ser franco, sospecho que Korchnoí se
había propuesto no jugar en presencia
de los turistas soviéticos (alguien in-
cluso me comentó lo que había dicho:
"No volveré a darles ese placer'). La
dirección del Terrace Plaza Hotel orga-
nizó una fiesta para celebrar mi cuarta
victoria. Yo tenía que comer al rey blan-
co, hecho con crema, de una tarta con
cuatro velas en los rincones de un 'ape-
titoso' tablero, en el que se reflejaba la
posición final de la 17' partida".
Esa misma tarde, el 26 de agosto,
también se celebró el cumpleaños
de Roshal, el agregado de prensa de
la delegación soviética, y Edmond-
son, un miembro neutral del jurado,
pronunció un brindis: "Vivimos en
un mundo dividido. Los continentes
342
V
están separados, hay conflictos reli-
giosos, las familias se deshacen ... Pero
el ajedrez, por el contrarío, nos une
y reúne a los continentes separados.
¡Por quienes sirvan al ajedrez! ¡Por
ti, querido Alex!". Un cuarto de siglo
después, Roshal diría: "Lamentable-
mente, como muchos de mis colegas,
no puedo estar del todo de acuerdo
con este cumplido, pues no me con-
sidero a mí mismo una paloma de la
paz. La guerra es la guerra .. .".
Pronto llegaron noticias de Mani-
la. Korchnoi estaba exigiendo que no
se permitiese la presencia del psicó-
logo soviético en la sala, así como la
instalación de una pantalla de cristal
entre el público y el escenario, pues
de no ser así amenazaba con retirarse.
El match se encontraba a punto de
fracasar. Baturinsky recuerda que esa
misma tarde Karpov le había dicho:
"Debo ganar el match, jugarlo hasta el
fin, a pesar de todos los trucos de Kor-
chnoi. Piense una forma aceptable
de compromiso para poder realizar
ese objetivo". Así fue cómo se llegó al
conocido "acuerdo entre caballeros"
Baturinsky-Keene, y tras una semana
de interrupción, el encuentro se re-
anudó.
Baturinsky: "El período entre la
18' y la 26' partidas puede calificar-
se de los días de las oportunidades
perdidas de Karpov. Perdió la 21'
partida y no se anotó una sola victoria,
aunque estuvo cerca en las partidas
18', 20', 22' y 25', y podría haber
concluido fácilmente el encuentro,
sólo con que hubiese ganado un par
de ellas. En casi todas estas partidas,
el campeón del mundo cometió el
mismo error estereotipado: tras lograr
una gran ventaja con excelente juego
y suficientes reservas de tiempo, exhi-
bió un inexplicable apresuramiento y
echó a perder todas sus oportunida-
des. En la 22' partida, por ejemplo,
lo más simple habría sido sellar 41
l:txd6, con lo que Tal piensa que las
negras se habrían rendido sin prose-
guir el juego. Pero Karpov efectuó la
jugada en el tablero y siguió jugando

rápidamente. Cuando se aplazó la
partida, siete jugadas después, ya no
se podía ganar. En tales casos, los
entrenadores y amigos del campeón,
presentes entre el público, querían
soplarle '¡Tolia, párate!', pero, na-
turalmente, no era posible ... Karpov
explica tales 'deslices' por el hábito,
adquirido en la infancia, de jugar rá-
pido. Al crecer trató de desprenderse
de ese mal hábito, pero no siempre
lo conseguía. Se diría que había otra
razón: en momentos de una gran ten-
sión, inevitable cuando se juega a ese
nivel, los propios reflejos inhibidores
a veces no funcionan".
Después de la 22' partida, Karpov
se sentía especialmente disgustado:
"¿Por qué no me detuve, inmediata-
mente después del control? Pero esta-
ba embalado: él juega, yo juego, él jue-
ga, yo juego ... Cuando se trató de ver
los frutos que había recogido, mi cesto
estaba vacío. ¡Así fue como me encon-
tré incapaz de dormir! Por primera
vez en el match, le pedí ayuda a Zujar.
No son las derrotas lo que te hunde,
sino las oportunidades perdidas... Me
sentí angustiado durante la mitad de
la noche, y le pedí consejo a Zujar.
Probó conmigo sus artes de hechice-
ría, pero fue en vano. Al día siguiente,
caminaba como un zombie, y aquella
noche no tenté a la suerte, sino que le
pedí a Zujar que me diese algo. Pero
tampoco sirvió de nada. Las pastillas
eran tabú para mí, pues el ajedrez no
las perdona... Me devanaba los sesos y
seguía sin poder entenderlo: ¿por qué,
por qué, por qué no pude explotar mi
evidente ventaja?".
Aunque el campeón ganó la 27'
partida y el tanteo se situaba en 5-2,
eso no. mejoró su estado físico. "Lo
que deseaba más ardientemente ya se
había producido ... Sólo quedaba un
último paso, pero no sabía, no podía
imaginar en aquel momento cómo
podría darlo".
Aquí comenzó el verdadero drama
para Karpov. Perdió la 28' y la 29' par-
tidas y, tras unas tablas en la 30', tam-
bién la 31'. Esta fatiga psicológica me
ANATOl.I XII
resulta muy familiar: la consecuencia
de estar muy cerca del objetivo. En
nuestro match de 1986, cuando yo
llevaba tres puntos de ventaja, me
las arreglé para perder tres partidas
consecutivas. Para asombro de todo
el mundo del ajedrez, el marcador se
igualó 5-5.
Lo que sucedió, justo antes de la
decisiva 32' partida, está descrito en
el capítulo Baguio visto por Korchnoi.
Karpov: "¿Sabe lo que distingue a
un competidor de un no-competidor?
Si un no-competidor pierde partidas
sucesivas, queda destrozado y se rinde,
mientras que un competidor sigue lu-
chando, porque sabe que la mala racha
llegará en algún momento a su fin, y las
cosas mejorarán. Percibí que la buena
racha de Korchnoi ya había pasado, y
que la mía estaba a punto de producir-
se ... En otra ocasión, después de un via-
je así (a Manila, durante el tiempo muerto:
G. K.), yo estaba muerto de cansancio,
pero esta vez era como si me hubiese
bañado en el agua de la vida. Para la
32' partida, llegó tranquilo y confiado.
Korchnoi apenas me miraba, y eso era
suficiente. Cuando, semana tras sema-
na, ves siempre a la misma persona
enfrente de ti, puedes adivinar su esta-
do de ánimo y su humor de un simple
vistazo. Korchnoi lo comprendió todo.
Incluso antes que yo comprendió que
esta partida sería la última. Lo leí en su
fugaz mirada, y después de verlo, miré
a otro lado. Conduje esta partida de
la forma en que siempre me gustaba
jugar: tranquilamente, sin emociones,
con facilidad y naturalidad".
Lamentablemente, la cobertura
de los medios de comunicación de la
histórica 32' partida fueron increíble-
mente superficiales y tendenciosos.
Por lo visto, estaban afectados por la
enorme importancia política de su
resultado, y también por la situación
extremadamente tensa del match y
la enorme fatiga de todos los parti-
cipantes en el evento, comentaristas
incluidos. Así pues, espero haber
logrado haber cubierto este significa-
tivo vacío.
343
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
566.
A. Karpov-V. Korchnoi
Baguio 1978
Campe1mato Mundial, 32ª partida
Defensa Benoni (A43)
1 e4 d6 2 d4 lúf6 3 lt:lc3 g6 4 tt:i f3 iJ..g7 5
Ae2 0-0 6 0-0 c5
Una rara jugada. "Korchnoi confía
en su táctica favorita de cambiar los
modelos de apertura lo antes posible"
(Karpov). La 18ª partida siguió con 6 ...
il.g4 7 il.e3 lt:lc6 (véase partida núm.
562).
La elección de apertura al final de un
largo match, sobre todo con negras,
no es fácil. Tus nervios están muy cris-
pados y todo lo que has jugado antes
parece lleno de agujeros. Quieres algo
nuevo, pero al mismo úempo sólido y
que pueda confundir a tu oponente.
Según el gran maestro Panno, que ayu-
dó a Korchnoi en este match, buscaban
"elegir algo complicado, sobre todo te-
niendo en cuenta el estado psicológico
del campeón". Sólo podemos imaginar
quién lo convenció de que jugase 6 ...
c5 (aunque es bien sabido que Keene
y Torre jugaban un esquema similar).
Pero la elección resultó desafortunada
para Korchnoi, y también se equivoca-
ron al evaluar el estado psicológico de
Karpov.
7d5
Llevando al instante el juego de una
Defensa Pirc-Ufimtsev a un conocido
esquema indio: la llamada Benoni Sch-
mid-Tal, que ya se había producido en
las partidas de Karpov. Es diverúdo que
el principal paladín de Ja variante fuese
el árbitro principal del encuentro (si
bien, por entonces se había ido ya de
Baguio), y que su segundo paladín fue-
se uno de los ayudantes del campeón ...
Korchnoi esperaba 7 dxc5 dxc5 8 °t!i'xd8
l'lxd8 9 .lte3 b6 1O.!'.Ud1, ya que la teoría
consideraba esta variante ligeramente
favorable a las blancas. Karpov: "Pero
yo comprendí que mi rival habría pre-
parado una mejora en esa línea, y evité
344
V
el cambio de peones". Por cierto, poco
después del match uno de los segundos
de Korchnoi introdujo una nuevajuga-
da que resolvía los problemas de aper-
tura de las negras: 1O ... lt:lc6! 11 l'lxd8+
lt:lxd8 12 l'ldl iJ..b7 (Andersson-Stean,
Munich 1979).
Korchnoi quedó conmocionado: "Ha-
bía analizado esta variante durante
días, contando con el efecto psicoló-
gico de la novedad. Mi sorpresa fue
grande cuando en el momento crítico
Karpov replicó sin pensar. Conocía Ja
jugada 6 ... c5 (¿es posible que esto sea tan
sorprendente para un gran maestro?: G. K.)
y, por otra parte, ¡esperaba que se pro-
dujese ese mismo día!".
Una vez más, hay que hacer jusúcia a la
perspicacia psicológica de Karpov.
7 ... lt:la6
La conúnuación más popular. La estra-
tegia alternativa supone el inmediato
minado del centro con 7 ... e6.
8 .ltf4
Esta jugada, que inhibe e7-e6, se
considera actualmente la más fuerte,
pero por entonces se jugaba con igual
frecuencia 8 h3 y 8 lt:ld2 (partida núm.
403).
8 ... lt:lc79a4
Util profilaxis. Si 9 llld2, entonces
9 ... b5?! 1O lllxb5 es cuestionable
(Najdorf-Tal, Moscú 1967), pero sí es
factible 9 ... llld7. En cuento a 9 lle l,
entonces 9 ... b5! 10 lt:lxb5 (10 ~xb5
lllh5!) 10 ... lt:lxe4 11 lt:lxc7 't!i'xc7 12
il.c4 lllf6, y las negras resuelven sus pro-
blemas de apertura
li90

9 ••. b6
Una de las tres principales réplicas. Las
negras impiden el bloqueo a4-a5 y pre-
paran sin prisa b6-b5 ó e7-e6. En caso
de 9 ... .llg4 10 h3 il.xf3 11 .llxf3 ILJd7
12 'Wd2 a6 13 .lle2, las blancas tienen
una pequeña pero duradera ventaja
(Karpov-Browne, Madrid 1973).
Es más agudo 9 ... a6!?, aunque posible-
mente no les reporte a las negras una
plena igualdad, pero aquí al menos sí
pueden lograr posibilidades de con-
trajuego. En la partida Tal-Velimirovic
(Belgrado 1979), después de 10 J:tel
(actualmente están de moda 10 Wd2 y
1O h3, pero no 1O a5 tt:lb5!) 1O .•• l:tb8
11 a5 (11 e5 ILJh5 también es confuso)
11 ... b5 12 a.xb6 llxb6, las negras crea-
ron un juego de piezas que compen-
saba el debilitamiento de su flanco de
dama.
A juzgar por el ulterior desarrollo de la
partida, Korchnoi no se había recupe-
rado de la sorpresa ante la consistente
reacción de su rival a la receta prepa-
rada. Comenzaron a asediarlo pensa-
mientos acerca de traidores y espías y,
además, contra todo lo acordado, en
la cuarta fila de nuevo apareció el "te-
mible" Dr. Zujar, que lo atravesaba con
su penetrante mirada. El humor del
aspirante se vio claramente afectado y
comenzó a desplegar sus piezas de un
lado a otro, sin un claro plan de juego.
Unas jugadas más tarde, cometió un
imperceptible pero importante error...
10 l:tel Ab7
Después de 10 ... a6, las blancas po-
drían jugar 11 h3, con la misma disposi-
ción de fuerzas que en la partida: 11 ...
fi:ld7 (11 ... l:tb8? 12 e5!) 12 .llc4 1.'tb8
13 'Wd3 (Jalifman-Ennenkov, Burgas
1994), o bien 11 ... .llb712 .lll.c4 't'Ud7 13
'l!i'd3 (véase la nota siguiente).
11 il.c4!
Un desagradable matiz. Las blancas
apoyan de inmediato el centro, aho-
rrando un tiempo con relación a h2-
h3. "La profiláctica 11 h3, con idea de
mantener el alfil en la diagonal h2-b8,
ANATOl.I XII
podría haber sido una pérdida de tiem-
po después de 11 ... 'l!fd7 12 .llc4 l:tad8
13 'i!fd3 ed5 (o bien 13 ... e6: G. K.), con
juego de doble filo" (Karpov).
Sin embargo, la práctica ha realizado
ciertas correcciones sobre esta evalua-
ción: 13 ILJb5! a6 14 0.xc7 W/xc7 15 'l!Ve2
'lW c8 16 l:!.ad 1 llfe8 17 c3, y las negras
siguen sin contrajuego (Hort-Seppeur,
Bundesliga 1984).
Por consiguiente, a fines del siglo XX,
el principal debate teórico giraba en
tomo a 12 ... a613 'l!Vd3! (es demasiado
pronto para 13 e5?! fi:lh5, Sosonko-To-
rre, Amsterdam 1977; Beliavsky-Torre,
Moscú 1981) 13 ... l:tad8 14 l:tadl 'i!fc8
15 lli'e3 l:!.fe8, y si 16 .lll.h6, entonces
16 ... e6! (Piket--Gheorghiu, Ostende
1987; Yusupov-Ljubojevic, Linares
1992), pero en el siglo XXI comenzó a
jugarse 16 .l:td2! y l:tedl, manteniendo
la amenaza de un control absoluto.
La ausencia de h2-h3 induce a las ne-
gras a desviar al alfil de f4 de la casilla
clave e5.
1791
11 .•• ILJh5
"Pierde un precioso tiempo. En lugar
de mantenerse estático, era preciso
11 ... 'iWd7, con idea de provocar com-
plicaciones lácticas a toda costa des-
pués de 12 e5 dxe5 13 ILJxe5 'l!i'f5. Por
ejemplo: 14 tt:lxg6 fxg6 15 Axc7 fi:lg4"
(Karpov). Lamentablemente, después
de 16 .llg3 Ad4 17 'l!Ve2, con la amena-
za ILJdl, el ordenador dictamina que
las complicaciones llegan rápidamente
a su fin: 17 ... ILJxf2 18 ILJb5!, o bien
17 ... \Wxf2+ 18 .llxf2 l:txf2 19'i!?h1 :!:txe2
345
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
20 J:txe2 ILJf2+ 21 J:txf2 ~xf2 22 d6+, y
las blancas ganan. Por consiguiente, la
réplica correcta a 12 e5 es 12 ... ILJh5!,
con juego confuso.
"Aparentemente, si 11 ... 'i!fr'd7, las
blancas podrían responder 12 'i!fr'd3,
conservando posibilidades algo mejo-
res, pero lo normal es que se desarro-
llase una tensa batalla" (Karpov). Así,
después de 12 ... a6 (o bien 11 ... a6 12
'i!fr'd3 'i!fr'd7), además de la normal 13 h3
l:!ad8 14 l:!adl (véase la nota a la 11ª
jugada blanca), las blancas disponen
de la fuerte 13 l:!abl! l:!ab8 (las negras
no han conseguido jugar l'lad8, y 13 ...
e6?! pierde un peón) 14 b4! ILJh5 15
~d2 cxb4 16 l:!xb4, con la iniciativa.
Y si 12 ... l:!ad8, entonces la jugada de
Hort, 13 ILJb5!, es buena, consolidando
claramente la ventaja blanca (si 13 ...
ILJh5, entonces 14 il.cl).
La posición negra tampoco mejora con
11 ... ILJd7 12 'fi'd2, etc. Por consiguien-
te, a diferencia de la siguiente jugada
de Korchnoi, las críticas a 11 ... ILJh5
parecen infundadas.
12 il.g5 ILJf6?
"Me parece que en esta ocas1on, la
predilección de Korchnoi por las po-
siciones sólidas le hizo un flaco favor",
escribe Karpov en su nota a 11 ... ILJh5.
Pero el defecto de su 12ª jugada no
fue señalado por el campeón, ni por
Tal en 64, ni tampoco por Filip en el
lnfonnator, ¡ni por muchos otros co-
mentaristas!
Era preciso 12 ... h6. Por ejemplo: 13
~h4 g5 14 ILJd2 ILJf4 15 il.g3 ILJg6 16
ILJf3 a6, o bien 13 ~e3 e6! 14 'i!fr'd2 exd5
15 exd5 g5, avivando la posición a costa
de debilitar el flanco de rey. Este méto-
do imperaúvo de defensa se introdujo
en la prácúca a fines del siglo XX.
13 'tlfd3
"Ahora es mucho más difícil para las
negras conseguir juego en cualquier
dirección" (Karpov). O, dicho de ou-a
manera, ¡las negras están al borde de
la derrota!
346
V
13 ... a6 14 l'ladl l:lbS
1792
15 h3?!
Juego ultraseguro. "No quería correr
riesgos en este momento", escribe
Karpov. "En principio, la conúnuación
coherente que incrementa la ventaja
espacial de las blancas e intensifica
la presión era 15 e5 !? dxe5 16 ILJxe5,
etc. En otra situación, sin duda alguna
habría jugado así, pero en esta partida
no tenía la menor intención de tirar la
casa por la ventana arriesgando la ini-
ciativa de las blancas".
En realidad, después de 16 ... 'tlfd6 17
'tlff3! :!l'.be8 18 il.f4 'tlfd8 19 ILJc6 'i!fr'd7
20 il.e5, o de 16 ... b5 17 axb5 axb5 18
~xb5! (18 ILJxb5?! ILJcxd5: Tal) 18 ...
tllcxd5 ( 18 ... tllxb5 19 "i!fxb5, y las
blancas ganan) 19 tllxd5 "i!fxd5 (19 ...
~xd5 20 c4) 20 Wxd5 (pero no lajuga-
da de Karpov 20 Wg3?, debido a 20 ...
'i!fr'xg2+!) 20 ... ~xd5 21 c4, la partida
habría pasado a una fase técnica en
la que las blancas tienen una enorme
ventaja.
Después de 15 e5!, la batalla en este
importante encuentro podría haber
concluido sin apenas haberse iniciado.
La jugada de la parúda, sin embargo,
sólo deja a las blancas con una durade-
ra ventaja posicional.
15 ... ILJd7 16 We3
"Ocupando otra importante línea y, al
mismo tiempo, suprimiendo el con-
trajuego con 16 ... b5 17 axb5 ILJb6"
(Karpov).
16 .•. ~a8! 17 ~h6 b5

No hay otra forma dejugar, aunque sin
el alfil de g7 este avance ya no es tan
efectivo.
lS Jixg'l Wxg1 19 Jifl ltlf6 20 axb5
axb5 21 ltle2 Jib7?!
La precaución del oponente podía
explotarse con 21 ... e6 22 dxe6 ltlxe6
23 ltlg3 f!/c7, aunque, por supuesto,
"esto habría conducido a un serio debi-
litamiento de la estructura de peones"
(Karpov), pero lo cierto es que la po-
sición negra seguiría siendo perfecta-
mente viable.
22 ltlg3 :as 23 c3 l:1a4 24 Jid3 f!/aS!?
"Ignorando las amenazas blancas. La
dama se desplaza al rincón del tablero
en el momento en que se ciernen pesa-
dos nubarrones sobre la posición de su
rey. ¿Quizá Korchnoi subestimó el pe-
ligro?" (Karpov). ¿O, quizá, Karpov so-
brestimó las amenazas de las blancas?
25e5!
Una ruptura que desde mucho antes
parecía inminente y a la que Karpov ca-
lificó de puñalada. En caso de 25 f!/g5,
las negras se habrían defendido con
25 ... WhSI 26 e5 ltlgS.
25 ••. dxe5
25 ... ltlfxd5? habría permitido un sen-
cillo pero espectacular mate: 26 ltlh5+
gxh5 (26 ... @hS 27 ~h6 lt:le6 28 ltlg5)
27 f!/g5+ wh8 2s "ti'h6 f5 29 ltlg5.
26 "ti'xe5 ltlcxd5 27 Jixb5
Es posible que, aunque no parece que
nadie lo haya percibido, éste fuese
el momento culminante de todo el
encuentro de Baguio.
1793
ANAT01.1 XII
27 ••. l::!a7?
"La única forma de conservar, al menos
temporalmente, el equilibrio material"
(Karpov). Sin embargo, era esencial
27 ... lla5! 2S c4 f!/bS!, activando las
piezas, y después de 29 ltld2 iiaS 30
ltlb3 l:1a2 31 l:1d2 ltlc7, las blancas sólo
tienen una ligera ventaja.
Es más enérgico 29 f!/g5! e61 30 cxd5
h6! 31 'ili'e3 .!:txb5 32 dxe6, y después de
32 ... J:!.eS 33 'i!fc3 Jixf3 34 exf7 l:1xel 35
l:1xe l f!/f4 36 gxf3 °i'i'd4! 37 ltle4 ltlxe4
3S fxe4 fi'xc3 39 bxc3 ltxf7, las negras
conservan esperanzas de salvar el final
de torres. Cierto que las blancas dispo-
nen de una jugada difícil de encontrar,
36 l:1e5!, que gana por fuerza: 36 .. .
wxf7 (no 36 ... Jic6? 37 1:115!!, ni 36 .. .
l:1b3? 37 IBf!/+! wxf8 3S '1Wxc5+, etc.) 37
gxf3 f!/b4 3S '1We3! c4 (3S ... 'i!fxb2 39
l:1e7+ y mate) 39 J:!.e6! l:1b7 (39 ... ltld5
40 'i!fe4) 40 'i!fe5 ltld7 41 f:i'd5.
Pero todo esto es irrelevante, ya que
en lugar de 32 ... l:1eS es mejor 32 ...
Jixf3! 33 'i!fxf3 J:!.b3, tratando de ganar
el peón de b2 y lograr un final con dos
peones contra tres en el mismo flanco
(y, en caso de e&-e7, atacar con todas
sus fuerzas este peón descolgado). Bus-
car la victoria en una posición así, si es
que es posible, podría requerir hasta el
último aliento de las blancas.
2S ltlh4!
Ahora las dificultades de las negras se
hacen insuperables.
2S ••• JicS
28 ... Jic6? es malo: 29 Jixc6 f!/xc6 30
c4 ltlb6 31 l:1d6!! (Karpov) 31 ... exd6
32 ltlhf5+ con mate, o bien 31 ... 'i!fc7
32 'i!fg5! Si 2S ... "+ll'b8, Karpov reco-
mienda 29 c4 f!/xe5 30 J:!.xe5 "con un
final ganado", 30 ... ltlc7? 31 l:1xc5,
pero las negras responden 31 ... l:1a5!, y
la victoria se escapa. Lo correcto es 29
f!/g5! e6 30 c4 ltlc7 31 l:1d6!, con abru-
madora ventaja.
29 iie2
"Podemos estar de acuerdo en que esta
jugada tiene algo de atractivo" (Karpov).
347
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORF.S
Yo prefiero Ja centralización: 29 ILJe4
ILJc7 30 il.d3 ILJe6 31 ILJxc5, etc.
29 ... il.e6 30 c4 ll:lb4 31 'ilfxc5 'Wb8 32
il.fl llc8?!
La obligatoria 32 ... h6 tampoco ha-
bría salvado a las negras. Korchnoi se
encontraba en apuros de tiempo y, en
su fuero interno, sin duda comprendió
que la partida estaba ya perdida.
33 't!fgs whs 34 nd2 ll:lc6 35 'tlfh6 ngs
Era ligeramente mejor la antiestética
35 ... l0g8 36 We3 ILJf6.
36 ILJf3 "il!'f8 37 'ilfe3 wg7?!
37 ... llb7 (Karpov) 38 ILJg5 il.d7 era
más tenaz, pero las negras sólo dispo-
nían de unos segundos en su reloj.
38 ILJg5 il.d7 39 b4 'i.!fa8 40 b5 ILJa5 41
b6llb7
La jugada secreta. Al día siguiente,
Keene infonnó al árbitro, Filip, de que
las negras se rendían, sin reanudar el
juego.
Al ganar este inolvidable match,
por el resultado de 6-5 (y 21 tablas),
Karpov conservó el título de campeón
del mundo.
Pero ¿qué hubiera sucedido, en ca-
so de que hubiese perdido? Diez años
después, ya en la era de la perestroika
y la glasnost, Mijail Tal, en televisión,
diría con una sonrisa: "No podíamos
imaginar las consecuencias de que un
jugador antismiético, no un soviético,
se convirtiese en campeón del mundo.
Es posible que en tal caso el ajedrez
fuese declarado una seudociencia". Más
tarde, se dirigió a Korchnoi, durante la
Olimpiada de Novi Sad (1990), y en res-
puesta a los reproches de éste "en cuan-
to a la conducta de los soviéticos", de
pronto le dijo, en un tono apologético:
"Allí, en Baguio, todos teníamos miedo
por ti. Si hubieses ganado el match,
podrías incluso haber sido fisicamente
eliminado. Todo estaba preparado.. .".
Korchnoi hace suya esta versión en
sus entrevistas más recientes: "No perdí
deliberadamente el match de Baguio,
pero si lo hubiese ganado, ¡todo esta-
348
V
ba dispuesto para eliminanne! En su
tiempo, Roshal, por lo \isto firmó un
compromiso de 'mantener el secreto
para siempre', pero Tal, que no firmó
nada, me lo dijo directamente a la cara.
Lo repito: no perdí deliberadamente el
match. Pero algunas fuerzas superiores
me impidieron ganarlo".
Pero así es cómo Alexander Roshal
comentaba este conflicto en el otoño
de 2005:
"A lo largo de mi vida en ajedrez, no
me he encontrado con un solo jugador
de elite que no fuese desconfiado y re-
celoso. ¡Ni uno solo! Estos rasgos, des-
confianza y recelo, producidos por la
constante rivalidad, ayudan a preservar
los secretos de apertura, y te inducen a
ser amistoso sólo con quienes no son
peligrosos, que no te traicionarán, ni te
infligirán traumas psicológicos, etc. El
recelo de otros grandes jugadores llegó
a ser hipocondriaco, y a veces a tener
incluso proporciones maníacas.
"Recuerdo cómo, en el verano
de 1974, no mucho antes del primer
match Karpov-Korchnoi, después de
llegar a la Olimpiada de Niza, entré
en la enonne sala de juego, junto con
la esposa de Korchnoi, Bella. Karpov
estaba sentado muy lejos de nosotros,
en una plataforma, y más tarde, repen-
tinamente me preguntó: '¿Qué hiciste,
hablando durante 35 minutos con la
mttjer de Korchnoi?'. ¡En una partida,
a un centenar de metros de distancia,
observó la duración de nuestra conver-
sación! Necesitaba estar seguro de si
yo estaba con él o con Korchnoi. Pero
yo mantenía una buena relación con
ambos (incluso hace poco, Viktor me
envió un ejemplar de su libro con la de-
dicatoria: 'A mi amigo y enemigo').
"Korchnoi sufría todavía más del
mal de la sospecha. Una vez Tal me dijo
bromeando: 'Tienes una manía perse-
cutoria, que periódicamente se traduce
en megalomanía y viceversa'. Pero, en
mi opinión, algo similar solía sucederlc
a Korchnoi. Era un proceso continuo:
si perdía ¡oh, oh! he sido traicionado,
hay espías por todas partes; si ganaba,
¡no hay duda de que soy el mejor!

"Al enterarme por Tal de su en-
cuentro en Novi Sad y que en Baguio
todos supuestamente temíamos por la
vida de Korchnoi, me enojé: 'Misha,
¿por qué has tenido que hacer una
broma así con él? ¿Eres consciente de
con quién estabas bromeando?'. Tal
respondió: '¿Y qué? Seguramente le
resulta agradable oír eso'. Pero hay
que conocer a Korchnoi: cualquier
broma que le concierne, ¡se la toma
muy en serio! Y al ser desconfiado por
naturaleza, y con inclinación al mis-
úcismo, siempre está buscando una
agttja en un pajar. Incluso cuando la
aguja no existe.
"A juzgar por su entrevista, Viktor
obviamente sobrestimó lo informado
que yo estaba acerca de cuestiones no
ajedrecísticas. ¡No sabía nada acerca
de amenazas a su vida! Y rechacé los
rumores acerca de 'preparativos para
eliminarlo en Baguio', por absurdos y
contrarios a la verdad. La realidad era
ésta: en caso de que Karpov perdiese,
en el plazo de un año tendría lugar
un match-revancha, y la Unión Sovié-
úca se movilizaría al completo para
asegurarse de que Tolia recuperase la
corona mundial para el país.
"Por otra parte, ¿por qué debería-
mos tener miedo por Korchnoi? ¡Más
bien deberíamos sentirlo por nosotros
mismos! Cuando el marcador se situó
en 5-5, yo sufrí de alta presión sanguí-
nea, y Zttjar, Balashov y Zaitsev vinie-
ron a mi habitación. El psicólogo dijo:
·voy a contar hasta diecisiete. Cuando
re levantes, todo estará bien'. Contó
de forma tan tediosa y monótona,
que me quedé adormilado. Entonces
pregunté: '¿Se ha ido Zujar?' Los en-
ttenadores dijeron: 'Sí, se ha ido. Pero
no te preocupes. Tenemos algo pre-
parado'. Y les respondí: 'Con vuestros
preparativos, acabaremos todos col-
gados de un árbol'. Sabía que esto no
eran simples rumores. Recuerdo que
chistes negros de este tipo los contaba
d experimentado Baturinsky. Pero,
:zfortunadamente, Tolia ganó".
Los "chistes negros" de Roshal y
Baturinsky requieren una explicación:
ANATOLI XII
en la época estalinista, los padres del
primero fueron represaliados, mien-
tras que el segundo sirvió como pro-
curador militar durante muchos años,
y se retiró con el grado de coronel
judicial.
También tienen un gran interés,
desde el punto de vista puramente
ajedrecístico, los comentarios de Igor
Zaitsev:
"He oído las más diversas historias
acerca de la 32ª partida, algunas de
ellas totalmente fantásticas. En tanto
que testigo presencial, que se sentó
durante todo el encuentro entre el
público, me gustaría expresar también
mi opinión.
"Comenzaré con un largo Jlashback.
Me parece que Korchnoi obtuvo un
gran beneficio de su derrota ante
Spassky en la Final de Candidatos de
1968. No sé cómo ni cuándo comenzó
por entonces a trabajar, pero a partir
de un momento dado, su juego se hizo
más dinámico, y sus ideas estratégicas
más completas y pulidas. Fue el com-
ponente estratégico lo que pasó a con-
vertirse en el elemento esencial del
juego de Korchnoi. Por consiguiente,
y a diferencia de otros aspirantes a la
corona, podía reemplazar fácilmente
una apertura por otra, ¡y eso a pesar
de su considerable edad! La clave es
que, a medida que se hacen viejos, la
inmensa mayoría de los jugadores se
habitúan a la estructura central típica
de cada apertura, y pasar de una es-
trnctura a otra resulta penoso ...
"En vista de esto, uno siempre po-
día esperar que Korchnoi emplease
variantes en los que el proceso de
formar la estrnctura de peones fuese
variado y se extendiese durante un
período de tiempo. Esto sucede, por
ejemplo, en la Apertura Inglesa (una
de las armas de apertura más efectivas
de Korchnoi), o la Defensa Alekhine
(que también formó parte un tiem-
po de su arsenal). En línea con estos
esquemas, se encuentra la flexible De-
fensa Pirc-Ufimtsev. Por consiguiente,
la decisión de Korchnoi de elegir esta
apertura concreta en el momento más
349
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
importante del encuentro no es algo
que yo considerase 'sensacional' o
'torpe', sino plenamente esperado y
conforme a su retrato ajedrecístico.
"En primer lugar, Korchnoi ya ha-
bía planteado esta defensa dos veces
contra Karpov: en el Interzonal de
Leningrado (1973) y en la 1s• parti-
da de Baguio, y en ambas ocasiones
las negras habían quedado bien. En
segundo lugar, Keene, el segundo del
aspirante, también había jugado así
contra Karpov (en el Campeonato de
Europa por equipos, Moscú 1977),
y aunque había perdido, pudo, no
obstante, provocar complicaciones de
doble filo. Esto seguramente llamó
la atención de Korchnoi, quien al fi-
nal estaba tratando de consolidar su
éxito. Por otra parte, la forma en que
Karpov juega la apertura -en esencia,
un mismo esquema sólido y sin apre-
suramientos- por lo visto no asustaba
a Korchnoi sino que, por el contrario,
hasta cierto punto le convenía, de
modo que hizo el necesario acopio de
valor. Una confirmación indirecta de
estas conclusiones fue la única derrota
que Karpov sufrió, con blancas, en su
triunfal 50º Campeonato de la URSS
(1983), a manos de Azmajparashvili,
precisamente en la Defensa Pirc-Ufim-
tsev.
"Por supuesto, la Pire con 6 ... c5
es distinta, pero, en vista de su relativa
novedad, una reorientación así podría
haber resultado tanto inesperada co-
mo eficaz. Por cierto que esta variante
en modo alguno está descalificada por
la teoría, y más tarde fue practicada
por muchos grandes maestros, inclui-
do Kramnik. Sin embargo, hay que
admitir que aquí el tipo de presión po-
sicional de las blancas es más acorde
con el estilo de Karpov, mientras que
la preparación latente de tal o cual
minado del centro enemigo no encaja
plenamente en el estilo de Korchnoi.
En consecuencia, no es sorprendente
que en la 32• partida la situación del
tablero comenzase pronto a inclinar-
se a su favor. Sin embargo, hasta los
últimos minutos de este dramático
350
V
encuentro, nuestro grupo, completa-
mente exhausto, no creía que las cosas
tuviesen un final feliz.
"No obstante, el vuelo de regreso
tampoco estuvo exento de nubarTI>-
nes, en el sentido literal, pues casi
todo el recorrido hasta Bombay fui-
mos seguidos de cerca por otro tifón.
Recuerdo que el avión cayó varias
veces en profundas bolsas de aire,
induciendo cierto pánico entre los pa-
sajeros. Pero aun así, eso no fue nada
en comparación con el increíble afüio
que todos sentíamos, cuando pudimos
descargar de nuestros hombros el far-
do de aquella pesadilla".
En mi opinión, Karpov jugó este
match durante una especie de bajón,
y hasta la 17• partida no exhibió nin-
guna superioridad de juego sobre Kor-
chnoi. Por otra parte, objetivamente,
Korchnoi incluso jugó un ajedrez más
interesante. Sólo después de su trágico
error en la 17" partida, Korchnoi, co-
mo suele decirse, comenzó "a patinar",
y debería haber perdido rápidamente
el match. Pero Karpov no supo conver-
tir en punto varias posiciones ganadas,
y el encuentro se prolongó...
Al final, el resultado del match
demostró que el ajedrez de Korchnoi
oscilaba demasiado entre fuertes juga-
das y jugadas flojas. Karpov jugó quizá
con menos brillantez, pero, no obstan-
te, cometió menos errores. Hablando
en general, el "problema Karpov" con-
siste precisamente en la uniformidad
de su juego, su asombrosa capacidad
para mantener un alto nivel de juego
durante mucho tiempo. Por supuesto,
cometía errores, pero, a diferencia de
los de sus oponentes, en la inmensa
mayoría de los casos no eran fatales.
Esta cualidad, junto con su excepcio-
nal tenacidad, permitió al campeón
salir airoso de los más difíciles y hasta
desesperados encuentros.
Baguio constituyó una señal de
advertencia para Karpov, obligándolo
a readaptarse poco a poco. A partir de
1979, comenzó un período en el que
desarrolló un nuevo algoritmo que le
permitió mejorar su juego. Más tarde,

al recordar sus luchas con Korchnoi,
Karpov comentaría: "Aquellos fueron
sus mejores años, pero yo evolucio-
naba más rápidamente de lo que él
reforzaba su juego".
Juego celestial
En febrero de 1979, Karpov co-
menzó un fuerte torneo en Munich,
que lideraba tras cinco rondas (+2
=3), pero entonces se vio obligado a
regresar a casa urgentemente, debi-
do a la muerte de su padre. Después
de este duro golpe, es probable que
hubiese rehusado participar en el in-
minente Torneo de las Estrellas (Mon-
treal, abril-mayo 1979), de no ser por
un compromiso previo y comprender
que de no haber participado "habría
puesto en peligro la organización del
evento".
El torneo a doble vuelta de las diez
estrellas, en Montreal, aunque "distin-
guido" por la ausencia del boicoteado
Korchnoi, reunía una nómina por
entonces única: Karpov, Tal, Spassky y
los jugadores no soviéticos más fuertes
del mundo. ¡Un examen ideal para el
campeón! Tras unas breves tablas al
comienzo, con Hübner, Karpov se pu-
so decididamente manos a la obra.
Tal: "Los jugadores de ajedrez, en
general, son gente vengativa, y por
esta razón, el choque de la segunda
ronda entre Karpov y Timman se
esperaba con ansiedad. No en vano,
el gran maestro holandés había sido
quien había infligido al campeón su
última derrota en un torneo (en Bu-
ri'zo 1978: G. K.). Cabía esperar que
ha.rpov quisiera vengarse, cosa que
logró brillantemente. Toda la partida
fue conducida por Karpov con gran
empuje: restringió eficazmente el
contrajuego de su rival, y fue ganando
espacio, casilla por casilla.. .".
Aquí hay que decir que el sentido
especial de Karpov, su excepcional re-
fuiamiento en la esfera de la profilaxis
lo acerca a Petrosian. "A diferencia
e.e la mayoría de sus colegas, se diría
sue por naturaleza estaba dotado
ANATOl.I XII
de un pensamiento profiláctico muy
desarrollado", opina Mark Dvoretsky.
"La siguiente partida de Karpov (y en
medida no inferior, sus comentarios a
Ja misma) demuestra vívidamente el
estilo de juego y el tipo de pensamien-
to del entonces campeón del mundo.
¡Cuánto trabajo sutil se oculta tras la
simplicidad exterior!".
567.
A. Karpov-J. Timman
Montreal 1979, 2ª ronda
Defensa Pirc-Ufimtsev (807)
1 e4 d6 2 d4 l0f6 3 l0c3 g6 4 g3
Karpov normalmente jugaba 4 l0f3 y
..ie2 (partidas núm. 562 y 566), pero en
este encuentro con uno de los mayores
expertos en esta defensa quería, según
sus propias palabras, experimentar un
poco, intentar algo nuevo: "Jugué de
acuerdo con mi humor".
4 ••• ..tg7 5 ..ig2 0-0 6 l0ge2
Una variante también sólida, pero rela-
tivamente rara. "Desde los tiempos en
que pasó a ocupar un lugar protagonis-
ta en la teoría, la Defensa Pirc-Ufimtsev
ha adquirido la reputación de no ser
una apertura del todo correcta. A fin
de confirmar esta opinión, se han de-
sarrollado todo tipo de esquemas de
ataque para las blancas. Se requirieron
años para descartar un enfoque tan in-
adecuado, pero aun ahora, por inercia,
muchos planes estratégicos tranquilos
siguen estando ensombrecidos" (Kar-
pov).
6 .•• e5
Otro plan ensayado por Timman es
6 ... l0bd7 y 7 ... c7-c5.
7 0-0
Poco después de esta partida, también
yo tuve que defender esta posición con
negras: 7 h3 exd4 (también es intere-
sante 7 ... b6!?, ó 7 ... l0bd7 y b7-b6)
351
Gary Kasparov - MIS GENIAi.ES PREDECESORES
8 'üxd4 J:le8 9 0-0 'übd7 1O a4 a5 11
'üdb5 'üc5 12 il.g5 il.d7 13 'l!t'd2 h6!
14 il.xf6 il.xf6 15 'üd5 il.xb5 16 axb5
(Geller-Kasparov, 47º Campeonato de
la URSS, Minsk 1979), y aquí lo más
simple era 16 ... <üxe4, con igualdad.
7 ••. 'üa6
No es la mejor réplica. 7 ... c6, 7 ... 'üc6
ó 7 ... exd4 son mucho más habituales.
"A medida que el medio juego se acer-
que, y durante el medio juego propia-
mente dicho, las negras tendrán bas-
tantes problemas por la diseminación
de sus fuerzas. Sin embargo, grandes
maestros de primera fila (y Timman sin
duda es uno de ellos) están obligados
a tener, y la tienen, su propia opinión
respecto a esta o aquella variante de
libro. Esto permite depurar las evalua-
ciones y propicia el avance de la teoría"
(Karpov).
8 J:lel c6 9 h3
"Una típica jugada profiláctica en estas
situaciones", explica Karpov. "Las blan-
cas restringen al alfil enemigo y, al mis-
mo tiempo, crean también una 'zona
intransitable' en el flanco de rey para el
resto de las piezas menores".
9 ••• l:te8
"Las esperanzas de las negras de lograr
contrajuego se basan en la presión
sobre el peón de e4" (Karpov). "Pero
esto es puro pensamiento profiláctico",
añade Dvoretsky. "Karpov determina
inmediatamente la principal idea de su
adversario, que vigilará con suma aten-
ción durante toda la partida".
10 lt.g5
Provocando h7-h6, a fin dejugar 'ili'd2,
con ganancia de tiempo. "De nuevo un
motivo típico, que persigue el mismo
objetivo: la acumulación de pequeñas
ventajas. Entonces, todos estos factores
imperceptibles, emergen en forma de
superioridad de un conjunto de piezas
sobre otro, conformando lo que suele
llamarse ventaja posicional" (Karpov).
Cierto que a Ja luz del comentario si-
352
V
guiente, era de considerar la sencilla
10 il.e3!?
1794
10 .•. h6?!
Después de 10 ... exd4 11 'üxd4 h6,
Karpov indica 12 il.f4! g5 13 il.cl (¡de-
bilidad de la casilla f5!), mientras que
si 10 ... 'ili'b6!?, "sencillamente 11 J:lbl,
con ventaja, pues 11 ... exd4 12 'üxd4
<üc5 13 b4 'ücxe4 es claramente insatis-
factorio en vista de 14 il.xe4! <üxe4 15
'üxe4 il.xd4 16 li:lf6+". Por supuesto, lo
correcto es 13 ... li:le6 y, por consiguien-
te, yo hubiese preferido 13 'üb3! 'üe6
14 il.e3 'ili'c715 'ili'd2, etc.
Pero en lugar de 12 ... li:lc5, "es posible
12 ... d5ó12 ... <üg4!? 13 hxg4 (I3'üce2
'ü/6!: G. K.) 13 ... il.xd4 14 il.e3 il.xe3
15 l:txe3 d5!, con juego confuso. Esta
variante tiene su propia lógica: el alfil
de g5 casi no está participando en la lu-
cha por el centro, y las negras explotan
este factor" (Dvoretsky). Ciertamente,
después de 16 e5 d4! 17 'üa4 'ili'b4 18
c3 il.xg4! 19 'ili'xg4 'i!tlxa4 20 J:lal (20 e6
\Wxa2!) 20 ... J:lad8 21 b3 'i!tla3 22 cxd4
'üc7, las negras consolidan su posición.
14 Wr'f3 il.xg4! 15 Wxg4 il.xf2+ 16 q,>h2
il.xel 17 J:hel lte5! también es confu-
so.
11 il.e3 Wr'c7?!
Quitándole esta casilla a su caballo de
a6. Karpov recomienda la profiláctica
11 ... o;!;>h7 ("ya que, antes o después,
esta jugada deberá hacerse de todos
modos"), seguido de 12 'Wd2 exd4
13 'üxd4 (!: G. K.) 13 ... <üc5 14 f3 d5
15 'üxc6 <ücxe4 16 fxe4 (no 16 'üxd8
<üxd2 17 'üxf7?! J:lxe3! 18 J:lxe3 d4)
 ANATOLI XII

16 ... bxc6, "y las negras tienen buen

juego".

Sin embargo, 17 exd5 cxd5 18 liJxd5

cuestiona esa evaluación. Si 18 ... Itb8,
sigue 19 Axa7 Itxel+ 20 J:txel l:txb2
21 .ltd4!; si 18 ... lLJe4, 19 'Wd3 liJxg3
( 19 ... f5 20 J:tad 1) 20 ~f2, o la ines-
perada 20 ~xh6!, y en caso de 18 ...
ii:lxd5 19 'l!í'xd5 'i!fxd5 20 ~xd5 Itb8 21
.itxa7 l:txel+ 22 l:txel 1Ixb2 23 Ab3!,
las blancas conservan su peón extra y
posibilidades de éxito (23 ... ~xh3 24
.:e7, etc.).
Además de 15 ... ii:lcxe4, Dvoretsky ha
sugerido 15 ... bxc6 16 Axc5 dxe4, pe-
ro también aquí después de 17 'l!í'xd8
:xd8 18 fxe4, las negras no parecen
tener una buena compensación por el
peón perdido: 18 ... lLJd7 (18 ... 1Id2 19
e5!) 19 Itadl l:!b8 20 ~a3 Ite8 (20 ...
hc3? 21 bxc3 y 22 e5!) 21 ii:la4, etc.
Parece que es mejor reincorporar al
juego al temerario caballo con 11 ...
exd4 12 .ltxd4! (12 liJxd4 lLJc5 13
U4 liJh5!) 12 ... lLJc7 (ahora no 12 ...
~c5?!, debido a 13 e5!), "en el espíritu
de la partida Sveshnikov-Zeshkovsky
(Sochi 1976), aunque esto tampoco
garantiza la igualdad a las negras" (Kar-
pov), después de 13 'tlfd2 ii:le6 14 .lte3
lt<h7 15 g4.
12 'l!í'd2@h7
Las negras tienen problemas similares
después de 12 ... exd4 13 liJxd4 wh7
14 ::tadl.
13 l:adl ~d7
Es desfavorable 13 ... exd4 14 i.xd4,
~que en este momento no es posible
14 ... lLJc5?, por 15 e5!, y "en caso de
13 ... ~e6 14 g4 Itad8 15 f4 .ltc4 16
~g3. las blancas tienen una posición
tan prometedora como en la partida"
(Karpov). En opinión de Dvoretsky,
aquí merece consideración 16 ... exf4
17 ~xf4 c5. Creo que en este caso las
blancas habrían respondido 18 d5.
14 g4!
Una jugada up1ca. El comentario de
Karpov es instructivo: "Tras reflexionar
un poco llegué a la conclusión de que
el juego directo en el centro no me
llevaba a ninguna parte. Ahora, con
intención de ganar nuevo espacio, de-
ben avam.arse los peones del flanco de
rey. Pero no quería jugar de inmediato
14 f4, pues sería ilógico incrementar
bruscamente la tensión. Puesto que
las blancas deben continuar con g3-g4,
¿por qué no reforzar primero la posi-
ción con g3-g4 y liJg3? Al mismo tiem-
po, las blancas resuelven un importan-
te problema estratégico al reforzar la
defensa del peón de e4".
14 ••• Itad8 15 liJg3 Ac8
"El avance f2-f4 sólo puede impedirse
radicalmente con g6-g5, pero la posi-
ción negra aún no es tan mala como
para decidirse por medidas tan deses-
peradas".
16 f4! b5?!
Cada gran maestro tiene sus jugadas
favoritas, que realiza a la primera opor-
tunidad. A Timman le gustaba activar
su juego avanzando el peón b, pero
aquí ese avance sólo sirve para debilitar
aún más su posición. Sin embargo, es
difícil dar un buen consejo a las negras.
Así, en caso de 16 ... exf4 17 ~xf4 'i!fb6
18 b3, seguido de i::tn y Ae3, estarían
amenazadas de muerte por asfixia.
"Conociendo el estilo de Karpov es
muy fácil adivinar su siguiente jugada"
(Dvoretsky).
17 a31 b4?! 18 axb4 liJxb4

353
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
La única consecuencia del desesperado
avance de peón es que ahora es ven-
t.'tjoso para las blancas prácticamente
cualquier final.
19 /0ce2!
"La idea negra constituía una especie
de reagrupamiento, con a7-a5, .lll.a6,
exd4 y c6-c5. Pero es un largo proceso,
y las blancas consiguen obstaculizar el
plan enemigo" (Karpov).
"Normalmente, estaríamos pensando
en cómo explotar lo antes posible Ja
sólida ventaja posicional de las blancas,
a base de f4-f5, preparando g4-g5, etc.
Pero Karpov piensa de otro modo:
incluso en tales situaciones, en primer
1ugar pasa revista a las posibles inten·
dones de su oponente y trata de impe-
diflas" (Dvoretsky).
19 ••• exd4?!
Una admisión de que Ja batalla ha sido
perdida. Las negras entregan el centro,
después de lo cual no pueden esperar
nada. Pero, según Karpov, también era
desesperado 19 ... a5 20 c3, o bien 19 ...
c5 20 fxe5 dxe5 21 d5.
20 i0xd4a5
"El juego subsiguiente de las blancas
se reduce en esencia a impedir que las
piezas contrarias se incorporen a la lu-
cha" (Karpov).
21 c3 /0a6
1796
22 '!Wc2!
"Probablemente Ja mejor jugada de
Ja partida que, en buena medida es
354
V
una excelente ilustración de la idea de
Nimzovich de superprotección de los
puntos estratégicamente importantes.
Aquí se combinan dos formas de pro-
filaxis mencionadas por Nimzovich: la
prevención de los planes del oponente
y la superprotección" (Dvoretsky). Las
blancas no permiten que el caballo
negro entre en juego (si 22 ... i0c5,
23 b4!) y, por otra parte, refuerzan su
peón de e4.
22 ••. .lll.d7 23 i0f3!
De nuevo, profilaxis contra /Oc5.
23 ••• :t:!e7
En opinión de Karpov, "23 ... i0c5 no
servía por 24 e5". Dvoretsky objeta: "No
veo cómo se refuta 24 ... i0d5, ya que
tras 25 Axc5 dxc5 no es fácil para las
blancas demostrar su ventaja: 26 /Oh5
(Adianto) 26 ... .lll.h8, ó 26 '!Wcl (Nunn)
26 ... c4 27 /Oe4 f6 28 i0d6 f!f8". Sin
embargo, después de 26 'i!fe4!, Ja po-
sición blanca es claramente superior
(26 ... c4 27 l:!.d2), aunque las negras
pueden seguir resistiendo.
Después de 23 ... c5, en palabras de
Karpov, "el caballo de a6 tendría el as-
pecto de un condenado en vida".
24Af2!
"Una de las últimas jugadas profilác-
ticas. Antes de su ataque decisivo, las
blancas disponen sus piezas de la forma
más armoniosa posible y... ¡una vez más
refuerzan su casilla e4! Era prematuro
24 '!Wd3, en vista de 24 ... Ac8", escri-
be Karpov. Difícilmente podía haber
considerado variantes colaboradoras
como 25 e5? /Od5 26 exd6? f!xd6 27 c4?
f!xe3! 28 l::!xe3 llJxc3 29 ~xd6 /Oxdl,
ganando (Nunn), pero comprendió
que Timman quería llevar su alfil a e8,
de modo que no forzó .lll.c8, sino que
realizó una útil jugada de espera refor-
zando la amenaza e4-e5.
24 •.• .lte8?!
En palabras de Karpov, "un error tác-
tico". Pero creo que debemos estar de
acuerdo en que nadie juega voluntaria-
mente 24 ... il.c8.

25'ffd3! 'll+'b7
25 ... ltJbB? 26 e5 ó 26 g5, ganando.
261Ial!
Tras largas maniobras en su mitad del
tablero, las blancas de nuevo difieren
el comienzo de la ofensiva, prefiriendo
ganar material.
26 ..• EOc7
Aquí, y también una jugada después,
no era posible 'ffxb2?, debido a l:tebl.
27 1Ixa5
Sólo este segundo paso más allá de la
línea de demarcación (además de 10
~g5) ha llevado a una posición com-
pletamente ganada para las blancas,
que tienen un peón de ventaja y sus
piezas en casillas dominantes tras ha-
ber comprimido a las principales fuer-
zas enemigas en las dos últimas filas.
27 •.. 1Idd7 28 b4 ltJe6
1797
?9~e3!
K.upov sigue jugando sin apresurarse,
CDO idea de desviar también el caballo
2 b última fila. Descartó 29 fid2, por-
0\JX "tras 29 ... d5!?, las negras habrían
«Kenido un esbozo de contrajuego: 30
c5 ~e4 31 ltJxe4 dxe4 32 ltJd4 c5, con
C1XDplicaciones". Tampoco en ese caso
~ posibilidades de salvación para
:Z negras: 33 .>txe4 'l!t'b6 34 f5, o bien
:n bxc5 'fflc7 34 1Ieal ltJxc5 35 'l!fe3, pc-
;n. ;esto no era suficiente para Karpov!
~- c5 30 f5 ©d8 31 b5
ANATOLI XII
Sin permitir que el caballo llegue a c6.
"Para la 'completa felicidad', a las blan-
cas sólo les resta jugar c3<4 a fin de
conseguir el total dominio del tablero"
(Karpov).
31 •.• 'iflhB 32 Af2
"El alfil ha hecho su trabajo en e3 y de
nuevo se retira para reforzar el punto
e4" (Dvoretsky).
32 ••• 'ffc7 33 J:.ta4 ms 34 c4 1Ia7
No tiene sentido comentar 34 ... ltJg8
35h4.
35 1Ixa7 1Ixa7 36 e5! dxe5 37 ©xe5
l:ta238hc5
Las negras se rindieron.
¡Un tributo a la profilaxis!
Tras derrotar luego a Spassky, Lju-
bojevic y Kavalck, el campeón encabe-
zaba la clasificación al final de la pri-
mera vuelta. Pero en la ronda siguiente
dejó escapar la victoria, en la jugada 39,
ante Hübner y fue alcanzado por Tal,
que estaba jugando brillantemente.
Esta fuene rivalidad, obligó a Karpov a
jugar a ganar contra Timman, esta vez
con negras.
"En esta partida seguramente se
produjo la novedad más significativa
del torneo", declararía luego Karpov.
"Había sido preparada para Korch-
noi, quien de algún modo evitó este
estudio. Luego, inesperadamente, la
variante pudo plantearse a Timman".
568.
J. Timman-A. Karpov
Monlreal 1979, I lª ronda
Apertura Inglesa (A28)
1 c4 ltJf6 2 ltJc3 e5 3 ltJf3 ltJc6 4 e3
4 g3 Ab4 fue sometido a intensivas
pruebas en Baguio y, por consiguiente,
al no desear comprobar la calidad del
trabajo analítico de la brigada Karpuu,
Timman es el primero en desviarse
esperando que los conocimientos de
355
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
su rival sean menos exhaustivos que en
otras variantes.
4 ••• iJ..e7
¡Respondiendo a una sorpresa con
otra! Karpov también se desvía a un
camino rara vez recorrido, evitando
la variante principal, 4 ... iJ..b4 5 'Wc2.
Ahora, en caso de 5 ... 0-0 6 d3 J:teS
7 iJ..d2 iJ..xc3 8 iJ..xc3 d5 9 cxd5 tt:lxd5
10 iJ..e2 iJ..f!í, las negras no tienen pro-
blemas (Ehlvest-Kasparov, Reykjavik
1988), pero 6 tt:ld5! J:te8 7 '1Wf5!? es más
desagradable (estajugada original fue
introducida por Keene en 1977). Por
consiguiente, en lugar de 5 ... 0-0, las
negras a menudo prescinden inmedia-
tamente de su alfil, 5 ... iJ..xc3 6 'Wxc3
We7 7 a3 a5 8 b3 d5, con igualdad (H.
Olafsson-Karpov, Olimpiada de Malta
1980).
5 d4 exd4 6 tt:lxd4 0-0
1798
7 tt:lxc6
Después de 7 il.e2, las negras pueden
jugar de todos modos, 7 ... d5!?, con
idea de S cxd5 tt:lb4! Ahora, puesto
que 9 e4? falla por 9 ... tt:lxe4! 10 tt:lxe4
Wxd5, las blancas deben contentarse
con la igualdad, 9 iJ..13! tt:lbxd5 10 tt:lxd5
tt:lxd5 11 0-0 iJ..f612 Wb31Llb6 13 i:tdl
(Miles-Timman, Portoroz 1979). Otra
prometedora reacción es 7 ... iJ..b4!? 8
0-0 Axc3 9 bxc3 J:!:e8 (el oponente del
famoso maestro jugó más flojo: 9 ...
d5? 10 cxd5 tt:lxd5 11 tt:lxc6 bxc6 12
'Wd4 $..e6 13 .b3, Rubinstein-E. Cohn,
Pistyan 1912) 1O 13 tt:le5 11 e4 d6, que
también conduce a una posición de
356
V
la moderna práctica magistral (Azmaj-
parashvili-Anand, Dubai /rápidas/
2002).
También vale la pena mencionar lama-
niobra 7 tt:lde2 J:!:eS 8 tt:lf4, restringien-
do la actividad del peón d y asegurán-
dose el control de un mayor espacio:
8 ... lLJe5 9 iJ..e2 c6 10 0-0 a6 11 b3 b5
12 iJ..b2 d6 13 Wc2 (Timman-Miles,
Bugojno 1984).
7 .•• bxc6 S iJ..e2 d5 9 0-0 iJ..d6 10 b3
El cambio preparatorio 10 cxd5 cxd5
hace que los defectos de la estructura
negra sean menos apreciables, y en tal
caso las blancas ya no tendrían espe-
ranzas de lograr ventaja en la apertura.
10 ••. We7!
Karpov escribe que "todas las señales
indican que las negras están bien situa-
das en el centro y en ambos flancos",
pero lo que debería alarmar sobre todo
a las blancas es la ausencia de un im-
portante defensor de su rey: el caballo
de 13. Por esta razón, pronto se verán
obligadas a avanzar uno de los peones
de su enroque, debilitando así las de-
fensas del monarca.
11 iJ..b2
11 cxd5? pierde el caballo después de
11 ... We5!, y si 11 Wc2, entonces 11 ...
We5 12 f4 We7 parece.bueno. El tran-
quilo desarrollo del alfil parece ayudar
a las blancas a evitar nuevos problemas,
permitiéndoles una eficaz defensa de
una parte restringida del tablero don-
de por el momento no hay objetivos de
ataque.
Tal: "Los libros de aperturas de afios
recientes han evaluado de forma uná-
nime la posición tras 11 iJ..b2 como
favorable a las blancas. La sencilla pero
paradójica réplica de Karpov cambia
radicalmente esa evaluación. Hasta el
final del torneo, los grandes maestros
analizaron esta posición buscando la
igualdad para las blancas".

Ii99
11 .•• dxc4!
El autor de esta inesperada captura fue
lgor Zaitsev, quien sugirió la jugada a
Karpov durante la preparación de Ba-
guio. La idea de la novedad es ampliar
al máximo la actividad de las piezas ne-
gras, bien orientadas hacía el enroque
blanco. Zaitsev, famoso por su nada
rutinaria visión ajedrecística, vio que
la principal virtud de este cambio, en
apariencia ridículo compensaría de le-
jos su inconveniente básico: la absoluta
dislocación de la estructura de peones
negros.
12 bxc4?
Es curioso que la primera jugada inde-
pendiente de las blancas sea la causa
principal de su derrota. La elección de
Timman es mala debido a que entra en
juego de inmediato la torre de a8, des-
pués de lo cual la dama blanca quedará
sobrecargada de funciones defensivas.
Además, las negras adquieren un nue-
'<O objetivo de ataque: el peón de c4,
cuya defensa sólo puede ser asegurada
por la dama.
Pero ante el tablero no era fácil deci-
dirse por 12 i&.xc4, pues se alejaría del
rey a otra pieza defensora. Aquí, aparte
de las consideraciones generales, ha-
bía que calcular también las variantes
concretas. El prematuro ataque 12 ...
..lxh2+? (no estoy de acuerdo con el
signo "!?" de Karpov) 13 'it>xh2 ILJg4+
rápidamente se estrella: 14 wg3 'i!i'g5
15 f4 'tlfg6 16 ~f3 l:te8 17 e4. La ofen-
sn<1 sistemática 12 ... We5 13 g3 i&.h3
(Karpov) también es inefectiva en vista
de 14 l:tel l:Ud8 15 'l!rf3, con ventaja
ANATOLI XII
blanca. Sin embargo, después de 12 ...
ll:lg4! 13 g3, las negras pueden elegir
entre forzar tablas con 13 ... ll:lxh2
(Karpov) 14 'i!nch2 Wfh4+ 15 wgl il.xg3,
y proseguir con un juego de doble filo:
13 ... ll:le5!? 14 il.e2 il.515 e4 (l5 'iWd4?
il.d3!) 15 ... il.h3 16 l:tel il.c5.
12 .•• l:tb8! 13 'l!rcl
No es fácil defender el alfil. La simple
13 .1:1.bl? pierde por 13 ... .l:!.xb2 14 l:!xb2
Wfe5 (Karpov), pero también después
de 13 'Cll'c2 'i!Ye5 14 g3 il.f5. 15 'iWcl Wfe6
16 J:!.d 1 ll:lg4, la presión de las negras es
extremadamente desagradable.
13 ••• ll:lg4
"El ataque negro se desarrolla fácil y
espontáneamente. Las blancas deben
seguir con ansiedad el desarrollo de los
acontecimientos en el flanco de rey"
(Karpov).
1800
14 g3?!
Las blancas perderían rápidamente
con 14 h3?, por 14 ... 'l!re5 15 g3 ll:lxf2!
16 l:txf2 l:txb2! 17 "li'xb2 fi'xg3+ 18 J:!.g2
'iWxe3+, etc. Pero era preciso el cambio
14 il.xg4 il.xg4, y ahora no 15 .!:!.el
J:!.b4! (Jolmov), sino 15 h3, esperando
en caso de 15 ... il.f5 16 ll:le2 'irg5 17
ll:lf4, neutralizar gradualmente la ini-
ciativa del rival, aunque después de
15 ... il.h5! 16 ll:la4 (16 J:!.el f9e5! 17 f4
'iWe7) 16 ... c5 17 il.c3 J:!.fe8, no es fácil
conseguirlo.
14 ••• .l:!.e81
El inmediato ataque con sacrificios, 14 ...
ll:lxh2 15 'i!nch2 Wfh4+ 16 ~g2 f!fh3+ 17
'it>gl il.xg3 18 fxg3 '1Wxg3+ 19 ~hl, sólo
35;
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
le pareció a Karpov suficiente para ha-
cer tablas por jaque perpetuo.
Ciertamente, la inclusión de la torre
por e8 no reporta el éxito: 19 ... .!:te8!?
20 .IU3! 'i!fh4+ 21 lt.>gl! (la imprudente
21 wg2? permitiría a las negras romper
las defensas contrarias en plan com-
putadora: 21 ... .!:te5! 22 l:tg3 Ah3+! 23
wf2 .!:tf5+ 24 Af3 Ag4 25 lt.>g2 Axf3+ 26
.!:txf3 .!:tg5+ 27 lt>fl "i!i'h 1+ 28 q;,e2 'ilfh5!
29 ti:le4 .!:tg2+ 30 ti:lf2 J:!.g3, ganando)
21 ... .!:te6 22 Afl .!:tg6+ 23 Ag2 Ah3 24
l:txh3 'iWxh3 25 'l!fd2, y las negras deben
dar jaque perpetuo: 25 ... .lhg2+ 26
'Wxg2 "i!fxe3+ 27 wh2 "llih6+.
15 ti:ldl?
Esto permite una serie de duros golpes,
pero 15 i&.f3, como recomendaron al-
gunos comentaristas, también parece
insuficiente en vista de 15 ... "i!ff6! 16
Axg4 Axg4 17 f3 i&.h3 18 J:!.f2 "i!fg5!, o
bien 16 Ag2 'l!fh6 17 h4 (17 h3 ti:le5:
Karpov) 17 ... g5! 18 i&.xc6 (18 e4 il.f4!)
18 ... gxh4! 19 e4 'l!fh5.
La relativamente mejor 15 'l!fc2 permite
el ataque temático 15 ... ti:lxh2 16 'i!o>xh2
"i!fh4+ 17 ~gl Axg3 18 fxg3 "i!fxg3+
19 whl .!:te6!, y parece que ha llegado
la hora de rendirse para las blancas.
Sin embargo, encuentran la forma de
prolongar la resistencia llevando el
juego a un final, aunque su pieza extra
constituye escaso consuelo: 20 i&.h5!
.!:th6 21 'tll'h2 Wxh2+ 22 wxh2 .!:txh5+ 23
wg 1 J:!.xb2 24 l:tad 1! g6 25 l:td8+ 'i!;>g7 26
.!:txc8 l:tg5+ 27 whl .!:tgg2 28 l:tf4 .!:tgc2.
1801
358
V
15 ... ti:lxh2! 16 c5
No era posible 16 wxh2, por 16 ...
'i!fh4+ 17 wgl Axg3 18 fxg3 Wxg3+ 19
Q;>hl lle4!
16 ... ti:lxfl! 17 cxd6 ti:lxg3!
Este espectacular broche a la incursión
del caballo en territorio enemigo, ami·
tido por Timman, pone fin a las últimas
esperanzas de las blancas .
18 fxg3 'i!i'xd6 19 @f2
Después de 19 lt.>g2, Karpov indica esta
línea ganadora: 19 ... 't!rh6 20 g4 'i!i'g5
21 e4 't!fxc 1 22 i&.xcl l:txe4 23 ti:lc3 .!:te8.
Yo preferiría 19 ... 'Wd5+ 20 Af3 Ah3+
21 wf2 'l!fd3 22 i&.e2 'i!ff5+ 23 wel c5 24
'i!fc3 't!fg5, pero la elección, por supues-
to, es cuestión de gustos.
19 ••• 'i!i'h6 20 i&.d4 'i!i'h2+
El hecho de que la partida siguiese ju-
gándose sólo puede explicarse porque
seguramente Timman no deseaba per-
der en tan pocas jugadas.
21 wel 'i!i'xg3+ 22 wd2 'i!fg2! 23 ti:lb2
i&.a6 24 1Lid3 i&.xd3! 25 'i!o>xd3 .!:tbd8 26
i&.fl 'i!i'e4+ 27 @c3 e5! 28 Axc5 'iWc6 29
wb3 l:tb8+ 30 wa3 .!:te5 31 Ab4 'i!fb6
Sólo en este momento las blancas deci-
dieron rendirse.
Esta es una de esas victorias que
producen una tremenda impresión a
los profesionales. Sólo hay que pensar
en esto: ¡ganar en 20 jugadas!, ¡en una
variante inocua de apertura!, ¡y sin que
el oponente haya cometido errores
garrafales!
Karpov de nuevo se convirtió en el
único líder pero, como suele suceder
tras una partida de alta carga emotiva,
se produjo un repentino bajón en su
juego. En la ronda siguiente, perdió
inesperadamente con blancas ante una
estrella sin brillo, Larsen, que sorpren-
dió al campeón respondiendo a 1 e4
con la marginal Defensa Escandina,-a,
1 ... d5 (una defensa, por cierto, que
también me planteó Anand en la 14'
partida de nuestro match, Nueva York
1995). Por entonces, el danés dio esta
divertida explicación: "Hort me dijo:

'Bueno, después de todo, ¡eres un es-
candinavo!'. 'Sí, le respondí, ¡pero ésta
es simplemente una buena variante
de la Caro-Kann!'. Creo que contra
Karpov la idea de evitar debilidades de
peones es buena" ..
Desde luego, Karpov derrotó a
Larsen en la Caro-Kann, tanto antes
de esta partida (Bugojno 1978), como
muchas veces después de ella (Tilburg
1979 y 1982, Amsterdam 1980 y Linares
1983). Pero -¡volviendo a las ansias
de venganza de los ajedrecistas!-, tan
pronto como se le presentó la ocasión,
también obtuvo cumplida revancha
sobre el danés en la mismísima Defensa
Escandinava (Mar del Plata 1982).
Al final, el Torneo de las Estrellas
concluyó en Montreal con el triunfo
del campeón del mundo y de un ex-
campeón: 1-2. KarpovyTal 12(de18);
3. Portisch 10,5; 4. Ljubojevic 9; 5-6.
Spassky y Timman 8,5; 7-9. Hort, Hüb-
ner y Kavalek 8; 10. Larsen 5,5.
"No fue el mejor torneo en la carre-
ra de Karpov y, sin embargo, ¡jugó me-
jorque nadie!", observó modestamente
Tal. "Karpov tuvo a Tal como segundo
suyo, y Tal tuvo a Karpov como segundo
suyo. Resultó que no me entrena peor
de lo que yo lo he entrenado". Por
entonces, el excampeón aún no había
abandonado la esperanza de conseguir
un nuevo match por el campeonato
mundial, y poco después ganó brillan-
temente el lnterzonal de Riga.
Por su parte, en un período de dos
años, Karpov ganó toda una serie de
torneos, grandes y pequeños, y cada
una de sus raras derrotas constituía
una auténtica sensación. Así sucedió, al
comienzo del Campeonato de Europa
por equipos, en Skara (enero de 1980),
donde yo debuté con el equipo de la
URSS. Allí, el campeón perdió, con
blancas, ante Miles, quien respondió a
l e4 con la audaz l ... a6?! Fue el único
éxito del inglés en toda la historia de
sus encuentros individuales con velo-
cidad de juego clásica: Karpov le ganó
12 partidas, todas con blancas (véase la
núm. 576, una de ellas).
ANATOLI XII
En mayo de 1980, Karpov \iajó al
supertorneo de Bugojno con Tal y Po-
lugaievsky. Tras su reciente derrota, a
manos precisamente de Polugaievsky
en el match de Candidatos, Tal ya no
era el mismo, pero Larsen, en cambio,
demostró encontrarse en buena forma.
Después de siete rondas, los primeros
clasificados eran: Larsen 5,5; Timman
4,5; Karpov y Polugaievsky 4; Anders-
son, Ljubojevic y Tal 3,5. Teniendo en
cuenta la situación de la tabla, puede
comprenderse lo importante que era
la partida de la octava ronda entre el
campeón mundial y su segundo.
En esta ocasión, obviamente recor-
dando sus dificultades contra Tal en la
Defensa Siciliana (partida núm. 561),
Karpov decidió "sacar desde el otro
lado de la pista", y logró una impresio-
nante victoria en la que entonces era la
línea principal de la Variante Merano.
569.
A. Karpov-M. Tal
Bugojno 1980, 8" ronda
Defensa Semi-Eslava (D48)
l c4 e6 2 ILJc3 d5 3 d4 c6 4 e3 ILJf6 5
ILJf3 ILJbd7 6 .ítd3
6 'l!fc2 (partidas núm. 584 y 585).
6 •.• dxc4 7 .llxc4 b5 8 .lld3 a6
Era difícil para estos jugadores, muy
vinculados por el trabajo analítico
conjunto, luchar el uno contra el otro.
Embarcarse en una disputa teórica en
público sería absurdo, de modo que
ambos grandes maestros trataron de
sorprender al otro: Karpov evitó l e4,
y Tal respondió con una apertura que
era rara en su pr.J.ctica.
9 e4 c5 l O d5 c4 11 dxe6 cxd3
Las negras descartan 11 ... fxe6 (parti-
da núm. 592), en favor de una jugada
menos aguda que por entonces se con-
sideraba perfectamente aceptable.
12 exd7+ "i!i'xd7 13 0-0
359
Gary Kasparov - MIS GENIAi.ES PREDECESORES
"Una novedad. Normalmente, se juga-
ba 13 il.g5 ó 13 e5" (Karpov). Después
de 13 e5 li:ld5 14 '+ll'xd3, la práctica ha
demostrado que las blancas conceden a
su oponente excelente contrajuego en
las casillas blancas: 14 ... li:lxc3 15 '+li'xc3
il.b7 16 0-0 .!k8 17 '+ll'b3 il.e7, etc.
13 .•• il.b7 14 l:!el
Considerando que el peón de d3 está
condenado, las blancas no fuerzan
acontecimientos con el avance de su
peón e, sino que preparan las condi-
ciones para operaciones futuras más
favorables.
1802
14 ••. il.b4
Esta jugada se dejó de lado tras la
presente partida, aunque la forma en
que evolucionó la teoría demostró que
la posición negra era defendible. La
siguiente línea fue estudiada por los
teóricos durante mucho más tiempo:
14 ... il.e7 15 e5 li:ld5 16 li:le4 0-0 17
'+ll'xd3 '+ll'g4. Pero al final quedó claro
que después de 18 li:lfg5! la ligera acti-
vidad de las piezas negras no compensa
el déficit del peón: 18 ... J:!ad8 19 a3 P.í
20 exf6 gxf6 21 'tli'h3! Wixh3 22 li:lxh3
l:tfe8 23 il.d2 (Karpov-Lutz, Dortmund
1994), o bien 18 ... l:tfd8 19 h3 'tli'h5 20
li:lg3 '1Wg6 21 W/xg6 hxg6 22 a3 l:!.ac8 23
li:lf3 b4 24 il.g5 f6 25 exf6 gxf6 26 il.d2
(Piket-Shirov, Aruba 1995).
Desde entonces, 11 ... cxd3 ha sido re-
legado "a los archivos", considerándose
menos aguda y prometedora que su
rival ll ... fxe6.
15 li:le5 'lWe6
360
V
Otras jugadas no son mejores. Por
ejemplo si 15 ... W/c7, la actividad de las
negras llega a punto muerto después
de 16 il.f4! il.xc3 l 7 lLlxd3 W/d7 18 bxc3
J:!d8 19 l:!.e3 0-0 20 il.g5, con ventaja.
16 li:lxd3 il.xc3 17 li:lf4!
Una fuerte jugada intermedia que
permite a las blancas luchar por la
iniciativa. Después de 17 bxc3 0-0-0 18
f3 W/c4 19 l:!.e3 lLlg4! 20 fxg4 il.xe4 21
W/e2 il.xd3 22 W/f3 '+ll'c5, lo mejor para
las blancas posiblemente sea forzar las
tablas con 23 il.a3 W/xa3 24 W/c6+.
17 ..• 'i!t'd7
"No era bueno 17 ... W/e5 18 bxc3 0-0
19 lLld3, pues 19 ... W/xc3 falla por 20
il.b2" (Karpov). La centralización de la
dama y la recuperación del peón habría
concedido a las negras posibilidades de
igualar: 20 ... W/c6 21 l:!.cl 'iWb6 22 li:lc5
l:tad8 23 Wif3 il.c8.
Además, no está claro que las blancas
pudiesen romper las defensas enemi-
gas con el sacrificio de dama: 17 ...
il.xe l 18 lLlxe6 il.xf2+ 19 '>t>xf2 fxe6!
(19 ... lLlxe4+? 20 wgl fxe6 21 Wih5+!
g6 22 'l!l'e5) 20 e5 lLle4+ 21 '>t>gl 0-0.
18 bxc3 lLlxe4
La otra forma de cambiar damas es
dudosa, 18 ... 'i!l'xdl 19 l:!.xdl, después
de lo cual las blancas tienen una línea
forzada para consen>ar su peón extra:
19 ... lLlxe4 20 il.a3 (Karpov) 20 ... l:td8
21 l:!.el! '>f;>d7 22 f3 lLld6 23 l:!.adl '>t>c6
24 li:le6! txe6 25 l:l.xe6. Dado que las
negras no pueden cambiar todas las
torres, las blancas conser.'lln posibilida-
des de ganar: 25 ... l:!.he8 26 l:!.xe8 l:!.xe8
27 l:txd6+ wc7 28 @f2 l:td8 29 l:te6
:td2+ 30 wg3 l:!.xa2 31 il.f8 g6 32 l:te7+
'>t>b6 33 J:!xh7.
19 'l!ixd7+ Wxd7 20 il.a3 :the8 21 l:tedl+
wc7 22 f3
El caballo debe retirarse, y no a d6,
sino a una posición desde la cual no
podrá ayudar al rey.
22 .•• li:lf6 23 il.d6+! wb6 24 c4!
Anunciando el comienzo del ataque.

El rey negro se encuentra incómodo, a
pesar de la ausencia de dama~.
1803
24 ••• .l:tac8?
Ahora el rey negro se verá privado de
la protección de sus peones, y las torres
blancas se vuelven galopantes.
Ofrecía posibilidades de salvar el juego
24 ... bxc4!, preservando el peón de a6.
En tal caso, el rey habría logrado algo
parecido a un refugio. Karpov indica
la corta variante 25 l::tabl + <bc6 26 l:tb4,
con la evaluación "±", pero después
de 26 ... J:!.ac8! 27 a4! g5!, las blancas
no tienen nada mejor que 28 .l:txc4+
<bb6 28 il.c7+! <t/a7 30 l:td6, momento
en que sigue la nueva operación de
cambios 30 ... <'t:ie4! 31 fxe4 gxf4 32
:d7 J:lxe4 33 l::txe4 il.xe4 34 l:txf7 'i!?b7
35 il.xf4+ <bb6, llevando la lucha a un
final en el que las negras tienen buenas
posibilidades de tablas.
Una réplica más fuene a 24 ... bxc4 25
:abl+ Wc6 sería 26 l:td4!, con idea de
proseguir el ataque. Por ejemplo: 26 ...
:tac8 27 il.a3 <bc7 28 l:txc4+ <bb8 29
:cb4 l:tc7 30 il.b2 <bc8 31il.xffigxf632
:b6, etc. Aquí es mejor defensa 26 ...
:ted8! Después de 27 J:!.b4 .l:txd6 28
:tdxc4+ <bd7 29 l:txb7+ we8 30 l:kc7
:d7, las blancas mantienen la iniciativa
pero las negras siguen teniendo posibi-
lidades de salvación.
25 cxb5 axb5 26 a4! l::tcd8 27 axb5
Karpov ejecuta su plan con coheren-
cia. El rey negro está cubierto de los
ataques de torre por el peón enemigo,
pero las blancas encuentran el modo
de desembarazarse del mismo. Sin
ANATOl.I XII
embargo, la elegante 27 l:tacl ! l:!d7 28
il.c7+! habría transformado el peón en
un activo panicipante en el ataque ase-
gurándose una fácil victoria: 28 ... wa7
29 l:txd7 <'t:ixd7 30 axb5.
27 •.• l:td7
No es posible expulsar al caballo: 27 ...
g5 28 J:!.acl! l:td7 29 il.c7+! Wxb5 30
l:!bl+.
28 l:td4 l:ted8 29 l:tadl l:te8
Sigue sin ser posible 29 ... g5, esta vez
a causa de 30 il.e7! l:txd4 31 il.xd8+
(Karpov).
30 il.e5 l:te7
Las negras tenían una pobre elección
entre un final desesperado (30 ... l:txd4
31 il.xd4+ @xb5 32 il.xffi gxf6 33 l:td7:
Karpov) y la suicida exposición de su
rey, que es lo que Tal prefirió.
31 l::td6+ Wxb5 32 J:!.bl+ <be4 33 l:!d4+
Como indica el módulo de análisis, 33
J:!.d2+ habría dado mate antes.
33 ... 'it>c5 34 <'t:id3+
En vista del mate ine\itable, las negras
se rindieron.
En la siguiente ronda, el campeón
derrotó en buen estilo, con negras, a
Timman (una Española, Variante Zait-
sev, que se había puesto de moda: 9 ...
il.b7 10 d4 l:te8), y luego ganó según
"el orden del día" a Kavalek y Gligoric.
Cuatro victorias sucesivas y todos sus ri-
vales se quedaron atrás: l. Karpov 8 (de
ll); 2. Larsen 7,5; 3. Timman 6,5 etc.
Mes y medio después, comenzó
en Amsterdam el torneo IBM a doble
vuelta entre ocho jugadores. Antes de
comenzar, Larsen y Timman declara-
ron que pensaban luchar por el primer
puesto y "poner fin así a las victorias de
Karpov". Mientras Larsen, fuera de for-
ma, fue el farolillo rojo de la tabla, Tim-
man mantuvo su promesa y compitió
con el campeón hasta el mismo final de
la competición.
Karpov llegó a este torneo acompaña-
do de una de las nuevas esperanzas del
ajedrez so,iético, el campeón mundiar
361
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES V
juvenil de 1978, Sergei Dolmatov. El
repertorio del joven jugador incluía
la en boga Variante Cheliabinsk de la
Defensa Siciliana. Dolmatov, natural-
mente, la planteó ante Karpov. Esta
instructiva partida requiere una breve
introducción.
El momento culminante de Karpov
coincidió con el rápido desarrollo de
la Variante Cheliabinsk, pero el estilo
asfixiante del campeón asustaba a los
jugadores con negras, disuadiéndolos
de oponerle esta arriesgada variante.
La partida con Dolmatov confirmó
estos temores y, durante mucho tiem-
po, hizo que los grandes maestros no
se mostrasen dispuestos a plantearle
la variante. Sólo en 1994 se aventuró
Lautier y logró fácilmente tablas, pero
por entonces Karpov rara vez iniciaba
el juego con 1 e4.
570.
A. Karpov-S. Dolmatov
Amsterdam 1980, 5ªronda
Defensa Siciliana (833)
1 e4 c5 2 ILJf3 'Llc6 3 d4 cxd4 4 ILJxd4
'Llf6 5 'Llc3 e5 6 'Lldb5 d6 7 il.g5 a6 8
ILJa3 b5
Uno de los esquemas de la Variante
Cheliabinsk. Su desarrollo y evolución
se describirán en detalle en el volumen
1 de la serie Kasparuv analiza el ajedrez
moderno.
9 'Lld5
Karpov sólo empleaba esta variante,
que es estratégicamente la más sólida.
Con ella jugó cuatro partidas y ganó
dos, una en 101 movimientos, contra
Iurtaev, en 1979.
9 ... il.e7 10 il.xf6 .!i.xf6 ll c3 0-0 12
'Llc2 l::tbS
Por entonces esta jugada (que inhibe
el avance de minado a2-a4) se conside-
raba una importante sutileza ya que la
posición tras 12 ... il.g5 13 a4 bxa4 14
J::txa4 estaba evaluada como favorable a
las blancas.
362
13 il.e2
Al jugar 12 ... J::tb8, las negras deben
estar preparadas para 13 h4! (véase
volumen 1 de la serie Kasparuv analiza el
ajedrez moderno).
13 .•• il.g5 14 0-0 il.e6
Se considera más preciso 14 ... a5, pri-
vando al caballo blanco de la casilla b4,
y preparándose para socavar el puesto
avanzado de d5 con ILJc6-e7.
15 'i'!l'd3 'i'!l'd7
Un desarrollo natural de la dama, con
intención de conectar torres, pero tam-
bién aquí era mejor 15 ... a5.
16 Wg3! f6?!
Persistiendo en su intención de con-
trolar la casilla e3, las negras se lanzan
a un innecesario debilitamiento de las
casillas blancas y, además, privando
al alfil de la excelente ruta g5-d8-b6.
Entretanto, 16 ... il.d8 17 ILJce3 g6 era
perfectamente posible, difiriendo el
cambio de este alfil hasta un mejor
momento.
17 J::tfdl a5
Este avance, que una jugada antes ofre-
cía contrajuego, ya no es efectivo.
1804
18 'Lla3!
¡Una decisión excelente e inesperada!
El alfil espera la aparición de un caba-
llo en e3 para cambiarlo, de modo que
el caballo opta por una ruta alternativa.
Al jugador que crea ciegamente en las
reglas clásicas, le resultará difícil imagi-
nar que el retomo del caballo al borde
del tablero pueda ser la continuación

más fuerte. Iniciando una batalla en el
flanco de dama, las blancas obligan a
su oponente a situarse gradualmente a
la defensiva.
18 ... CiJa7
Un nuevo avance en el flanco de dama,
18 ... b4, sólo habría servido para debi·
litar más la posición negra después de
19 CiJc4 bxc3 20 bxc3. Su alfil no puede
ir a d8, y la torre blanca ya está situada
en di.
19 h3!
El planeado cambio de alfiles de casi-
llas claras es claramente ventajoso para
las blancas.
19 ••• '>t>h8
Habría que decir que el juego im-
preciso de las negras en la apertura
no ha conducido, en modo alguno,
a un fiasco estratégico, ya que no hay
debilidades evidentes en su posición
ni tampoco una gran diferencia en la
actividad de las piezas respectivas. Pero
a partir de este momento, la partida se
transforma en un espléndido ejemplo
de manual acerca de cómo romper
las defensas contrarias mediante la
acumulación de pequeñas ventajas,
un procedimiento técnico en el que
durante mucho tiempo ¡Karpov no ha
tenido igual!
20 il.g4! J:!.fc8?!
No obstante, las negras deberían haber
jugado 20 ... f5 y, tras incorporar su alfil
al juego (pero no cambiándolo por un
caballo), disponer una defensa tras los
cambios 21 exf5 Axf5 22 CiJc2 Axg4 23
1Wxg4 'i!i'xg4 24 hxg4. Aunque las blan-
cas siguen teniendo la iniciativa, no
les resultará fácil conseguir nada real.
Por ejemplo: 24 ... CLJc6 25 CiJce3 g6 26
a4 CiJe7 27 CiJxe7 il.xe7 28 b4 axb4 29
cxb4 bxa4 30 lha4 l::tf7 31 CiJd5 il.g5,
y la reducida cantidad de material per-
mite a las negras albergar esperanzas
de tablas.
21 il.xe6 'ft'xe6 22 'ft'd3! l::tc5?!
De nuevo, una maniobra natural y,
ANATOLI XII
sin embargo, floja, que permite a las
blancas emprender un juego activo.
Era mejor la inmediata 22 ... g6. De
todos modos, las negras no pueden
prescindir de esta jugada temática que
prepara f6.f:í.
23 CiJc2 g6
1805
24 b4!
Karpov comienza una nueva y nada
evidente operación concebida para eli-
minar las obstrucciones de peón en el
flanco de dama y abrir paso a su torre.
En este momento ya ha bosquejado los
contornos de su futura ofensiva.
24 ••• axb4 25 CiJcxb4 l::tb7 26 a4! bxa4
27 l::txa4 f5 28 l::ta6! CiJc8
Las negras deben retirarse ya que la ac-
tiva 28 ... CiJb5 permitiría a las blancas
alcanzar al rey por la indefensa octava
fila: 29 l::ta8+ @g7 30 CiJa6 J:!.c8 31 exf5!
(elegir el momento correcto permite
debilitar aún más la fortaleza del rey
contrario) 31 ... gxf:í 32 l::txc8 'l!fxc8 33
l::tbl! l::ta7 34 Wxb5 ~xa6 35 'l!fb8! Por
consiguiente, Dolmatov bloquea la pe-
ligrosa línea con su caballo.
29 l:!:a8 wg7
Comienza una nueva fase de la batalla.
Para ganar, las blancas deben encon-
trar la forma de romper las todavía
sólidas defensas de su rival.
30 'ffe2
30 'l!fa6! 'l!fd7 31 exf5! era más enérgi-
co, obligando a las negras a retomar de
peón, lo que debilita el refugio del rey:
31 ... gxf:í 32 'ffd3 'i:Wf7 33 l::tdal.
363
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
30 .•• fxe4
Esta captura rompe la cadena de peones
negros y crea el peligro de incrementar
el dominio de las blancas sobre casillas
de su color (como en realidad sucede al
final). Pero el cambio de caballos, 30 ...
<i:Je7 31 <i:Jxe7 JJ..xe7 tampoco habría fa-
cilitado la posición de las negras, ya que
la casilla clave, d5, volvería a ser ocupa-
da por un caballo: 32 <i:Jd5 i&.g5 33 c4.
31 Wixe4 '1Wf5 32 "t'Ue2 llf7 38 c4 i.h4
34 llfl
1806
34 .•. li:Je7
Según Dvoretsky, éste es un claro error
posicional: "¿Por qué cambiar el 'su-
perfluo' caballo blanco de b4? Cierto
que a 34 ... e4!? (con idea de "t'Ue5-<l4),
muchos años después, Yuri Yakovich
señaló una muy fuerte réplica, 35 lla3!
(amenazando l::te3), y si 35 ... il.g5, en-
tonces 36 f4! (no 36 f3 1!!'e5) 36 ... J;.f6
37g41!!'e6 38 whl, seguido de 39 l::te3.
Por consiguiente, las negras .deberían
optar por la jugada de espera 34 ...
i&.g5!, y si 35 l::tfal, entonces proseguir
con un compás de espera (35 ... h5,
35 ... i&.h4), o bien jugar 35 ... e4!?, sin
temer a 36 l:l.el il.h4 37 'i!l'b2+ 'i!l'e5 38
'iWxe5+ dxe5 39 g3 il.f6 40 <i:Jxf6 l:l.xf6 41
l:l.xe4 <i:Jd6, con probables tablas".
En mi opinión, mantener la situación
de los caballos blancos también habría
amenazado a las negras con varias cosas
desagradables. Así, si 34 ... il.g5 35 l:tfal
e4 36l::te1 JJ..h4, entonces 37 g3 JJ..d8 38
li:Jc2 es muy fuerte, pues el "superfluo"
caballo entra eficazmente en juego:
38 ... JJ..a5 39 <i:Jce3 '!Wxh3 40 '!Wb2+
364
V
Wg8 41 l:l.al il.d8 42 \'l!Yd4. El absoluto
dominio central de las blancas, com-
binado con la actividad de sus torres..
convierte a la posición negra en pura-
mente defensiva. Por ejemplo: 42 ...
1!!'e6 43 l::tla6! 1!!'e5 44 'iWxe5 dxe5, y un
repentino salto del caballo decide la
partida: 45 <i:Jc3! il.g5 46 <i:Jxe4 JJ..xe3 47
<i:Jxc5 llxf2 48 'i:Je4! Las cosas también
son difíciles para las negras después de
35 ... il.h4 (en lugar de 35 ... e4) 36 g3
i&.d8 (el sacrificio de pieza 36 ... 'i!l'xh3
es insuficiente: 37 gxh4 'i!l'xh4 38 <i:Je3
<i:Jb6 39 l:l.8a7) 37 h4.
35 l:l.a6
La inmediata 35 'i:Jxe7 JJ..xe7 36 <i:Jd5
habría permitido a las negras reactivar
su torre, atascada en c5, con 36 ... l:l.c8!
35 •.. 'i!l'd7?
Esta jugada se sugiere por sí sola, pero
merece ser seriamente criticada pues
las negras no serán capaces de resistir
con un juego puramente pasivo. La me-
jor opción práctica era el sacrificio de
peón, 35 ... li:Jxd5 36 <i:Jxd5 e4! 37 l::txd6
1!!'e5 38 l:l.a6 1!!'d4, activando las piezas
con posibilidades de tablas.
36 'i!l'e4 <i:Jxd5 37 <i:Jxd5 JJ..e7 38 l::tfal
J;.f8
Las negras ya no pueden activar su jue-
go con 38 ... fff5 39 'iWe2 JJ..h4 40 g3.
391!!'e2 l:l.c6
1807
40 l::t6a3!
La capacidad de Karpov para ver todo
el tablero es asombrosa. Tras doblar
torres en la columna a, de pronto
cambia abruptamente la dirección del

ataque, efectuando una inesperada
maniobra que refuerza decisivamente
su posición. Puesto que las negras no
disponen de otra jugada útil que el
regreso de la torre a c5, las blancas
eliminan la torre de f7, debilitando así
las defensas del rey negro. Su otra torre
podrá ahora penetrar por la columna
a. pero también desplazarse al flanco
de rey por a3 y f3. Lo <jue se pone aquí
de manifiesto es el papel dominante
del caballo (en d5), que impide a la to-
rre de c5 regresar a tiempo para ayudar
a su rey, asignándole el papel de mera
observadora.
40 ••. l::tc5 41 l:tf3! l::txf3 42 'l!l'xf3 '11Jf7
43 fig4h5
las negras se ven obligadas a este nue-
m debilitamiento, a fin de poder salva-
guardar a su monarca.
44 1!fe4 l:k8
Después de 44 ... <>t>h7, una sutil in-
cursión de la torre decide la lucha: 45
:a3 iJ..g7 46 g4! '11Hd7 47 .!H3! (el final
iécnico después de 47 gxh5 'lWf5 48
bxg6+ 'l!l'xg6+ 49 'l!fxg6+ wxg6 50 .!lg3+
;Ji 51 .!lg4 es una pobre recompensa
para una campaña de tanto éxito) 47 ...
hxg4 48 hxg4 f:i'e6 49 .!la3! f:i'f7 50
:f3 'l!fe8 (50 ... "efe6 51 g5 con idea de
-tffi) 51 .!lffi! Nada cambia con 44 ...
;h6 45 .!la8 iJ..g7 46 g4!
ti :a3 'l!ff5
Esto impide la invasión de la torre por
fa columna f, pero permite a las blan-
as asestar un golpe desde el flanco
opuesto. Después de 45 ... .!lb8 46 .!lf3,
!a contrainvasión 46 ... 'M!Vb7 47 <>t>h2
Wbl es inefectiva. Por ejemplo: 48 f:i'h4
1kl 49 'Wfffi+ wh7501!rf7+ il..g7 51 filc7
::i:.1 52 nn wg1+ 53 wg3 i:tb3+ 54 m
~ 55 wxh4 "l!Hf2+ 56 g3, y ganan. Des-
~ de 46 ... 'l!l'd7 47 .!lffi "l!Ve8, ganar
!:adama con 48 fLJc7 wxf6 49 "lWf3+ we7
3') t;}xe8 .!lxe8 concede a las negras
iJOSIDilidades de disponer una fortale-
z::¡_ pero la enérgica 48 f4! fuerza una
ci?da capitulación: 48 ... exf4 49 .!le6
llfi 50 fLJxf4.
b caso de 46 ... 'l!fe6 (quizá la mejor
ANATOLI XII
defensa), las blancas no deberían ganar
la dama (47 .!lffi 'l!fxf6), ni un peón (47
fLJf4 'l!ff5 48 l!l'xf5 gxf5 49 fLJxh5+ 'i!7g6,
con contrajuego). Después de 47 fih4!
e4 (47 ... l:tb7 48 l:tffi iJ..e7 49 l::txe6
iJ..xh4 50 g3) 48 .!le3 '11He5 49 1Wxe4, la
victoria es técnicamente sencilla.
46 .!la7+ 'i!fh6
Si 46 ... 'i!;>h8, resulta decisivo el elegan-
te golpe táctico 47 fLJf6!, llevando el
juego a un final de damas claramente
ganado: 47 ... ft'xffi (47 ... iJ..g7 48 'l!l'b7
\Wxf6 49 '!Wxc8+ también es desespera-
do) 48 '!Wb7! f!/g7 49 f!/xc8 'l!fxa7 50
'i!fxf8+ wh 7 51 fixd6.
47 'i!l'e3+ g5 48 '11Je2 .!lb8 49 g4! hxg4?!
Aun así, las negras no deberían haber
abierto la columna h. Era más tenaz
la inmediata 49 ... f!/bl+ 50 'i!7g2 J:!b7
51 .!lxb7 'l!fxb7, aunque después de 52
'11Hf3 iJ..g7 53 gxh5, la partida habría
entrado en un final, en el que las ne-
gras no tendrían forma de oponerse al
dominio que su oponente ejerce sobre
las casillas blancas.
50 hxg4 'l!fbl+ 51 <>t>g2
1808
La dama negra ha quedado marginada,
las blancas se han hecho con la casilla
ffi como puesto avanzado para su caba-
llo, y la rnta a7-a3-h3 está abierta para la
torre. No es posible atenuar el terrible
efecto de esta maniobra con 51 ... e4 52
.!la3 wg6, ya que tras 53 c5!, las negras
no pueden tomar el peón (53 ... dxc5?
54 'Wa6+!), y 53 ... .!lc8, única continua-
ción aparentemente aceptable, permi-
te un ataque bonito y concluyente: 54
f!/c41 .!lxc5 55 ft'd4! iJ..g7 56 fLJe7+ wf7
365
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
57 'fNxd6, etc. Por consiguiente, el de-
seo de las negras de cambiar torres es
lógico y parece una medida que hace
su posición más defendible.
51 •.• l::tb7 52 l::txb7 \lfxb7 53 "ilt'f3!
Ahora resulta evidente que la dama
negra no puede acudir en auxHio de
su rey a causa de un mate trivial: 53 ...
"ilt'g7 54 "ilt'h3+ lt>g6 55 \!fh5++. Apenas
quedan piezas sobre el tablero, pero
la diferencia de fuerza entre los dos
pequeños ejércitos es tal que la batalla
concluye de inmediato.
53 •.• \!fc8 54 'i!i'f6+ ~h7 55 "ilt'f7+
Las negras se rindieron.
Si 55 ... wh8, ó 55 ... lt>h6, es decisivo
56 lüffi.
En la ronda siguiente, Karpov per-
dió con negras ante Ribli, y la segunda
mitad del torneo se convirtió en una
dura carrera con Timman. En la 13ª
y penúltima ronda, el campeón tenía
blancas contra Ribli y, teniendo en
cuenta la situación del evento, estaba
ansioso por tomarse la revancha.
Muy típico de Karpov, de nuevo el
resultado fue un ejemplo de manual
sobre la acumulación de ventajas mí-
nimas, combinadas con una presión
gradual e inexorable que, en última
instancia, acabó con la resistencia de su
oponente.
571.
A. Karpov-Z. Ribli
A msterdam I 980, 1Jª ronda
Apertura Inglesa (A38)
1 c4
Una vez más, sacando desde la izquier-
da.
1 ... c5 2 lüf3 lüf6 3 lüc3 lüc6 4 g3 d5 5
cxd5 lüxd5 6 .ltg2 g6 7 0-0 Jig7 8 lüxd5
'i!i'xd5
Esta variante, que no deja de tener su
veneno, la jugaba Karpov con ambos
366
V
colores, de modo que conocía muy
bien sus sutilezas.
9 d3 0-0 10 il.e3 il.d7!
Esta jugada (en lugar de la anterior,
10 ... "ilt'd6), que se planteó por primera
vez en la partida Timman-Olafsson
(Amsterdam 1976), obligó a admitir
que las negras no tenían especiales
dificultades. Tras verla en el tablero,
Karpov recordó inmediatamente cómo
se había desarrollado la partida fuente
y, tras alguna reflexión, encontró una
novedad en lajugada 16.
1 l lüd4
Desde d5 la dama mantiene atacado
el peón de a2, sin permitir el desplaza·
miento de la torre blanca. Pero no pue·
de expulsarse de forma conveniente: 11
lüd2 "ilt'h5, o bien 11 lüg5 "ilt'e5. En caso
de 11 "ilt'cl, puede surgir complicacio-
nes con inesperada rapidez pese a tra-
tarse de un esquema tan anodino: 11 ...
b6 12 d4 cxd4 13 lüxd4 lüxd4 14 Jixd5
lüxe2+ 15 lt>g2 lüxc l 16 .ltxa8 Jixb2 17
l::tbl Af6! 18 l::tfxcl l::txa8, y la situación
se ha clarificado (Bagirov-Tukmakov,
Tbilisi 1978).
11 ... "ilt'd6 12 lüxc6
12 lüb5 'W'e5.
12 ••• Axc6 13 il.xc6 "ilt'xc6 14 l::tcl \!fe6
La posición crítica. Las negras amena-
1.an consolidar la posición con 15 ... b6,
de modo que las blancas no pueden
diferir la captura del peón de c5.
15 l::txc5
Las negras no tienen problemas des-
pués de 15 il.xc5 il.xb2 (o bien 15 ...
\lfxa2 16 il.xe7 J:e8 17 .lta3 .ltxb2, con
igualdad: Karpov) 16 l::tbl il.g7 17 a4
l::tfd8 18 il.e3 b6 19 \!fd2 l::td5 (Tim-
man-Olafsson, Amsterdam 1976).
15 ••• 'W'xa2
Karpov considera la posición tras 15 ...
il.xb2 16 l::tb5 il.f6 17 'W'a4 favorable a
las blancas. Después de 17 ... 'W'd7 18
l::ta5 "ilt'xa4 19 l::txa4 l::tfc8 20 l::tbl b6,
como en la partida, las negras tendrían
que defenderse en un final inferior.

16 l:tb5!?
"Una in.novación, que encontré du-
rante la partida" (Karpov). No puede
decirse que refute el esquema de aper-
tura de las negras, pero les crea nuevos
problemas.
16 .•• b6
Una respuesta aceptable, pero no Ja
mejor. Había una forma más clara de
igualar: 16 ... ~a6! 17 ~b3 b6 18 l:tb4
:Cc8 19 l:ta4 Wb7 20 l:tfal h5! (Ehlvest-
Polugaievsky, Reggio Emilia 1991), o
bien 18 ... l:tfb8 19 l:tc4 b5 20 lk7 e6 21
:fcl h5, con juego confuso (Anders-
50n-Timman, Ubeda 1997).
17 Val!
Las blancas quieren atar la torre de a8
a la defensa del peón de a7, explotan-
do el hecho de que con el peón en b2
b casilla al es inaccesible para el alfil
negro. Si esta torre pudiese situarse
ftl la séptima fila, habría puesto fin al
conflicto.
17 •.• ffxal?
Con el objetivo de "secar" el juego y
firmar la paz lo antes posible. Pero lo
cieno es que las negras se condenan a
5afrir en una posición en la que su me-
Fr opción era entrar en un final de to-
rres con peón menos. lndudablemen-
:r.. "era preferible 17 ... 'lWe6" (Karpov),
pues con damas sobre el tablero sería
ms fácil resistir: 18 'lWa4 l:tfc8 19 llb4
Wd5 20 l:tal 'ffh5 (Hansen-Sutovsky,
~erg 2001).
Xzruralmente, al analizar la posición
cno tranquilidad, se pueden resolver
ANATOl.I XII
los problemas planteados por 16 l:tb5
sin mayores dificultades. Pero ante el
tablero, Zoltan Ribli fue incapaz de en-
contrar el método correcto, a pesar de
que por entonces se encontraba en la
cumbre de su carrera y era famoso por
su sutil comprensión posicional.
18 l:txal
Resulta que a las negras les falta un
tiempo para impedir la invasión de la
torre por a6, lo que resulta extrema-
damente desagradable con su torre
en a8. De repente, se encuentran en
dificultades.
18 .•• l:tfb8
Ribli adopta una postura pasiva, con
idea de retirar finalmente la torre de
a8 con 19 ... l:tb7. La torre de rey no
pinta nada en la columna c. Por ejem-
plo: 18 ... l:tfc8 19 l:ta6! lk2 20 b3 l:txe2
21 llbxb6 (Karpov) 21 ... l:tel+ 2~ ~g2
l:tal 23 l:txal il.xal 24 l:ta6.
1810
19 l:ta6!
Ahora, 19 ... l:tb7 lleva a la pérdida de
un peón y a un final muy desagradable
de torre y alfil: 20 l:l.bxb6! llxb6 21
il.xb6 .llxb2 22 d4! e5 23 d5.
19 ..• lt>f8 20 l:tb4! il.e5 21 l:tba4!
Sutil. "Si 21 b3, las negras se las arre-
glarían para defenderse: 21 ... il.c7 22
l:tba4 l:tb7" (Karpov).
21 ..• b5?
El error decisivo. Ahora, la transición
al difícil final de "5 contra 4" es un sue-
ño, pues depende por completo de las
blancas. Segün Karpov, "era preferible
367
Gary Kasparov - Mis GF.NIALES PRt:DF.CESORES
21 ... il..xb2 22 .ixb6 l:tb7 23 il..xa7 lk8,
y no es fácil para las blancas ganar este
final".
22 l:ta2 l:tb7 23 b3!
Una señal de advertencia para las ne-
gras. Antes que ganar de ii:imediato
un peón con 23 il..xa7 il..xb2 24 l:txb2
J:l.axa7 25 l:txa7 l:txa7 26 l:txb5, Karpov
prefiere ejercer presión posicional pa-
ra doblegar a su oponente.
23 ... il..b8 24 .ic5
Ahora las negras también han quedado
privadas de Ja columna c.
24 •.. 'i!»e8 25 d4 wd7 26 e4!
Karpov: "Una decisión realmente
comprometedora, que requirió un
profundo cálculo. Después de 26 d5,
las negras se habrían visto obligadas a
entrar en un final de torres, 26 ... il..d6
27 il..xd6 exd6, que parece totalmente
ganado por las blancas". Pero, lógica-
mente, aspiraba a más.
26 ••• e6
El alfil negro ya no podrá situarse en
d6.
27b4~c8
28d5!
Karpov no se molestó "en 28 wg2 l:td7
29 l:t6a5 il..d6! 30 l:txb5 il..xc5 31 l:txc5+
wd8!, y el rey blanco no consigue de-
fender sus peones avanzados". Desde
Juego, en el final de torres que se pro-
duce con 32 d5 exd5 33 l:txd5 l:txd5
34 exd5, las negras tienen un rayo de
esperanza: 34 ... a6 35 'iol<f3 l:tb8 36 l:txa6
l:txb4.
368
V
28 ..• exd5 29 exd5 l:td7
No 29 ... il..e5?, debido a 30 l:te2 (Kar-
pov).
30 d6 l:td8
Las piezas negras están asfixiadas, y
ahora entra en juego el rey blanco.
31 wg2wd7
"En caso de una defensa pasiva, 31 ...
Wb7, las blancas deben ganar pene-
trando con el rey por su flanco: 32 wf3
l:te8 33 wf4 h6 34 h4, etc." (Karpov).
Por ejemplo: 34 ... wc8 35 l:t2a5 Q<b7 36
h5 gxh5 37 \t>fü l:te6 38 f4 l:tg6 39 l:ta3
wc8 40 l:td3 wd7 41 l:te3, yganan.
Si 31 ... l:te8, entonces es posible 32 d7+
'i.t?xd7 33 l:tf6 (Karpov), y aunque las
negras pueden complicar la tarea de su
oponente con 33 ... a5! 34 bxa5 l:te5 35
il..b4 we8, las blancas están cerca de la
victoria: 36 l:tb6 fi.a7 37 J:l.b7, etc. Sin
embargo, la importancia de activar la
torre negra no debería sobrestimarse:
32 wf3!? l:te6 33 l:t2a5 wb7 34 wf4 h6
35 h4, y como en la variante con 31 ...
@b7, el rey blanco irrumpe en campo
enemigo (35 ... l:tel 36 h5, etc.).
32 l:te2!
También se ganaba con 32 l:t2a5 We6
33 l:txb5 l:td7! 34 l:tba5! (Karpov sólo
considera 34 l:ta2 il..xd6, y "la posición
no está clara") 34 ... il..xd6 35 il..xa7,
pero con la jugada de la partida, las
blancas no permiten que su oponente
desenmarañe fácilmente sus piezas.
32 •.. wcS
En caso de 32 ... l:te8 33 l:txe8 wxe8 34
\t>f3 (Karpov) 34 ... wd7 35 <Ji>e4 ~e6 36
g4, el ejército negro ofrece un penoso
espectáculo.
33 l:te7 J:l.d7

1812
34 J:la21
La decisiva maniobra de torre, mien-
tras que la imprudente 34 J:lc6+? 'Ol;>b7
35 J:lxd7+ wxc6 36 J:lxf7! (36 J:ld8 a5:
Karpov) 36 ... a5! concedería a las ne-
gras buenas posibilidades de salvación:
37 J:lxh7 .il.xd6 38 .il.xd6 md6 39 bxa5
J:lxa5 40 J:lg7 b4 41 l:txg6+ Wc5.
34 ... a5
34 ... wd8 35 .llt.b6+; 34 ... .llt.xd6 35
:xd7 wxd7 36 J:ld2.
35J:lc2
Las negras se rindieron.
La facilidad con que Karpov derro-
taba a los mejores grandes maestros del
mundo, en lo que parecían ser posicio-
nes inocuas, sigue produciendo una
gran impresión.
Al vencer a Larsen en la última
ronda, el campeón puso las cosas en su
sitio: l. Karpov 10 de 14 (+7-1 =6); 2.
Timman 9; 3. Sosonko 8; 4. Hort 7,5;
5-6. Dolmatov y Ribli 7, etc.
En otoño, causó un considerable
revuelo el segundo triunfo consecuti-
vo del campeón en el supertorneo de
Tilburg. Inicialmente, en la segunda
ronda, derrotó a Ribli con negras
(¡nueva revancha!). En la tercera, per-
dió inesperadamente ante Larsen (par-
tida núm. 430), pero a continuación,
·derrotó "airado" a Timman, Hübner,
Andersson y Spassky! Contra el excam-
peón mundial, Karpov rescató de nue-
•"O el Ataque Keres de su arsenal.
ANATOl.l XII
572.
A. Karpov-B. Spassky
Ti/J111rg J 980, 9" ronda
Defensa Siciliana (B81)
1 e4 c5 2 li:lf3 e6 3 d4 cxd4 4 lllxd4 li:lf6
5 lllc3 d6 6 g4 h6
6 ... lllc6 (partida núm. 539); 6 ... i&.e7
(partida núm. 560).
7h4
Posteriormente, Karpov regresaría a 7
J:lgl (partida núm. 578), mientras que
descartó 7 g5 hxg5 8 .llt.xg5 tras dos
partidas con Andersson (Skara 1980 y
Bugojno 1980), en las que las negras
igualaron con 8 ... lllc6 9 "i!fd2 "Wb6 10
lllb3 a6 11 0-0-0 "i!fc7, seguido de .llt.d7,
.llt.e7, 0-0-0, c;!;>b8, i&.c8 y lllg8!?
7 ... lllc6 8 llgl d5!?
"La continuación crítica si las negrns
pretenden ofrecer batalla en el centro.
De otro modo, con el avance del peón
gen su siguiente jugada, las blancas ex-
pulsarían al caballo de f6" (Karpov).
Hay otro avance que se emplea más a
menudo, 8 ... h5. En la primera partida
de nuestro duelo de 1984-85, Karpov
jugó 9 gxh5, y después de 9 ... li:lxh5 10
il.g5 lllf6 11 "i!fd2 "lWb6 12 li:lb3 .llt.d7 13
0-0-0 a6 (un esquema similar al emplea-
do por Andersson -véase comentario
a 7 h4), resolví satisfactoriamente mis
problemas de apertura (más detalles
sobre esta variante en el volumen I de la
serie Kasparuu analiza el ajedrez modemo).
En cuento a 9 g5 lllg4 10 .llt.e2 permite
la reacción central 10 ... d5!, concebida
por el gran maestro húngaro András
Adorján, famoso por su interesante
estilo de juego y más aún por sus origi-
nales descubrimientos en muchas aper-
turas. Con él analicé esta idea, antes de
mi primer encuentro con Karpov, y su
viabilidad quedó confirmada en una de
las partidas de Adorján: 11 li:lxc6 bxc6
12 i&.xg4 hxg4 13 Wt'xg4 d4 14 llle2 e5!
(Sznapik-Adorján, Dortmund 1984).
9 il.b5 i.d7 10 exd5 li:lxd5
Si l O ... exd5, entonces 11 Wt'e2+ i&.e7
369
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
12 il.e3 a6 13 il.d3 es muy bueno para
las blancas.
11 lLJxd5 exd5
Las simplificaciones con 11 ... lLJxd4 12
il.xd7+ Wlxd7 13 Wlxd4 Wlxd5 14 Wlxd5
exd5, conducen tras 15 il.e3 a una
posición tediosa en la que a las negras
les resulta difícil emprender cualquier
actividad. Es probable que puedan
defenderse, pero ¿para qué jugar un
esquema así de apertura?
12 il.e3!
"¡Antes que nada, el desarrollo! Había
otra tentadora posibilidad, 12 'i!Ye2+,
que tras 12 ... Wle7 13 il.e3 lLJxd4 14
il.xd7+ wxd7 15 il.xd4 habría reporta-
do alguna ventaja a las blancas, pero
después de 12 ... il,.e7 13 lLJf5 il,.xf5 14
gxf5 wf8, la posición no me parecía
clara" (Karpov).
12 ... il.e7
Parece arriesgado 12 ... Wlxh4 13 Wld2!
(en mi opinión, la mejor jugada, pues
no permite simplificaciones) 13 ... il.e7
14 0-0-0. Pero después de la prepara-
toria 12 ... a6! 13 il.a4, el peón puede
resultar perfectamente digerible: 13 ...
Wlxh414 Wlf3 Wle7 15 0-0-0 Wle4 16 Wlg3
0-0-0 17 lLJxc6 il.d6! 18 "ifxd6 il.xc6 19
Wlg3 "ifxa4.
13 Wld2
"También era posible 13 "ife2, tratando
de explotar la posición expuesta del rey
negro. Cierto que también las blancas
corren peligro por la diagonal a5-el,
y en algunos casos, por la columna e.
Las negras deberían elegir entonces
370
V
entre 13 ... "Wa5+ 14 c3 lLJxd4 15 il.xd7+
wxd7 16 il.xd4 I:the8, y 13 ... 0-0 14
0-0-0 Wla5, que tras 15 il.xc6 bxc6 16
wbl, parece más prometedor para las
blancas" (Karpov).
Sin embargo, después de 16 ... il.xh4,
las blancas tienen que trabajar duro pa-
ra demostrar que tienen compensación
por el peón (digamos, 17 f4 l:tfe8, etc.).
En lugar de 15.il.xc6, pueden jugar de
inmediato 15 wbl, pero después de
15 ... lLJxd4 16 il.xd4 W/xb5 17 Wlxe7
l:tfe8 18 W/a3 l:tac8, las negras cuentan
con una buena posición (19 g5?! h5, y
el punto c2 se convierte en objetivo de
contraataque).
Después de 13 "i!l'f3 0-0 14 il.xc6 bxc6 15
g5, las negras se apoderan de la iniciati-
va con el sacrificio de peón 15 ... h5! 16
Wt'xh5 Wa5+ 17 c3 l:tab8.
13 ••. il.xh4?!
"Por lo que recuerdo, antes el excam-
peón mundial ni siquiera se habría
dignado considerar una captura así de
peón, pero los tiempos cambian, y pue-
de ser que el aprecio por los peones
·extra se desarrolle incluso en jugadores
como Spassky. Sin embargo, el deseo
de las negras de desembarazarse de
uno de los peones que presionan supo-
sición está motivado por su intención
de enrocar corto, que de realizarse
inmediatamente hubiera sido peligro-
so: 13 ... 0-0 14 lLJf5 il.f6 15 0-0-0, y es
difícil que las negras puedan parar las
amenazas sobre su rey" (Karpov). Cier-
tamente, 15 ... d4? pierde por 16 il.xh6
gxh6 17 W/xh6.
Sin embargo, uno de los principales ex-
pertos en los esquemas Scheveningen,
Ulf Andersson (quien en años recien-
tes ha jugado activamente en torneos
por correspondencia), encontró la in-
teligente defensa 14 ... d4!, después de
lo cual en las complicaciones 15 il.xh6
il.b4 16 c3 dxc3 17 bxc3 lLJe5! 18 il.e2
l:te8 19 l!?fl il.f8 20 il.f4 ~a5, las negras
lograron excelente compensación por
el peón sacrificado (Timmerman-An-
dersson, Correspondencia 1995-97).

La jugada de la partida entrega por
completo la iniciati\'ll a las blancas.
14 0-0-0 il.f6?!
Tras la simplificación 14 ... ll:ixd4 15
il.xd7+ '11Vxd7 16 il.xd4 0-0, las negras
corren el peligro de caer bajo un ata-
que fulminante: 17 l:l.hl! Wd818 J:tdgl!
il.ffi 19 g5 il.xd4 20 '11Vxd4 (20 gxh6?
'ti'b6! 21 c3 il.xf2) 20 ... hxg5 21 'i1Vd3
f5 22 l:l.h5 '11Vd7 23 l:l.hxg5 l:l.!7 24 ft'h3,
y ganan.
Me parece que la mejor decisión (co-
mo en la jugada precedente) era enro-
car. Por supuesto, después de 14 ... 0-0,
parece temible 15 g5. Ahora, a 15 ...
ll:ixd4 se contesta con 16 'l!rxd4!, y las
negras pierden tanto después de 16 ...
il.xb5? 17 gxh6 il.ffi 18 l:l.xg7+ wh8 19
1!rf4 il.d7 20 il.d4, como de 16 ... il.xg5?
17 il.xd7 '11fxd7 18 f4. En caso de 16 ...
hxg5 17 il.xd7 '11Vxd7 18 il.xg5 il.xg5
19 i::txg5 f6 20 l:l.h5, el ataque blanco
es muy fuerte. Es más prudente 15 ...
hxg5, y si 16 il.xg5 il.xg5 17 l:txg5, no
17 ... ll:ixd4? debido a 18 l:l.xg7+! wxg7
19 'l!:l'xd4+ f6 20 J:tgl+ wf7 21 'i!i'xd5+
.i.e6 22 '11fxb7+ 'i!i'e7 23 l:l.g7+. Es mejor
17 ... 'i'i'ffi, y en esta posición sigue ha-
biendo juego.
Puede que sea más molesto 15 ll:if5, y
después de 15 ... d4 16 il.xc6 dxe3 17
1Jxe3 bxc6 18 ll:ixh4 ft'xh4 19 l:l.xd7, las
negras afrontan una laboriosa defensa.
15 ll:if5!?
~o es fácil para las blancas desplegar su
iniciativa. Las negras no tienen debili-
dades en el flanco de rey y, además, ¡su
rey aún no está allí! Por otra parte, la
jugada de caballo es buena, puesto que
las blancas abren la columna g, impi-
diendo prácticamente el enroque corto
enemigo (en el flanco de dama, el rey
negro tampoco estará muy seguro).
_.\demás, las blancas se disponen a cap-
turar el peón de d5. Por otra parte, se
ambia una de las principales piezas de
ataque, y el precio de abrir la columna
ges tener que renunciar a un posible
ataque a la bayoneta.
ANATOLI XII
Karpov descartó la evidente 15 f4, al
no conseguir ver una clara ventaja tras
15 ... 'i'i'a5 16 'Wxa5 ll:ixa5 17 il.xd7+
wxd7, y sólo después de la partida
descubrió que ¡con 18 ll:if51, las blancas
habrían tenido excelentes perspecti-
vas". La verificación con programas de
ordenador ha demostrado que Karpov
tenía razón: 18 ... wc6 19 il.d4 il.xd4 20
l:l.xd4, con ventaja blanca. No es mejor
15 ... 'i!\l'c7, en vista de 16 g5 hxg5 17
fxg5 il.e5 18 ll:if3 0-0-0 19 il.xc6 il.xc6
20 ll:ixe5 'i!i'xe5 21 il.xa7. Para evitar
lo peor, las negras deberían entrar de
nuevo en un final: 21 ... l:l.h2 22 il.d4
l:l.xd2 23 il.xe5 l:l.xdl+ 24 l:l.xdl, pero
también en este caso les esperaría una
defensa muy desagradable.
15 ••• il.xf5
Ya no es posible enrocar: 15 ... 0-0? 16
ll:ixh6+ gxh6 17 g5! il.e5 18 f4 il.c7 19
gxh6+ 'i!;>h8 20 'i!i'xd5 f!ie7 (20 ... il.e6
21 'Wg2!) 21 il.c5 il.xf4+ 22 'i!;>bl ft'e5
23 il.xIB, y ganan.
16 gxf5 a6
Spassky quiere preservar su peón d co-
mo compensación por las dificultades
que atraviesa. Pasar a un final con 16 ...
'l!l'd7!? 17 '!Wxd5 'l!fxd5 18 11xd5 a6, le
daba posibilidades de igualar después
de 19 il.xc6+ bxc6 20 l:l.d6 l:l.c8, gracias
a su peón h pasado (21 l:l.el 'i!;>l8 22 J:td7
h52311a7 h4 24 J::txa6 h3). Pero con 19
il.a4! b5 20 il.b3 ll:ie7 21 i::td3 ll:ixf5 22
il.c5 i::tc8 23 J:te 1+ ll:ie7 24 il.d6, Karpov
podía haber conservado los dos alfiles,
la iniciativa y verdaderas perspectivas
de éxito.
1814
371
Gary Kasparov - Mis GENIALES PRt:DECESORES
17 il.xc6+?
Un extraño cambio con el que se re-
fuerza el peón de d5, creándose un bas-
tión central de peones. Por otro lado,
las negras adquieren la posibilidad de
refugiar a su rey en c7 ó c8, y utilizar la
columna b para el contraataque.
"Siempre es lamentable desprenderse
de un alfil así, pero las blancas no tie-
nen tiempo para retirarlo, ya que en tal
caso avanzaría el peón d, y las negras
retirarían su rey tranquilamente a IB,
o incluso, caso necesario, a g8" (Kar-
pov). Aquí el campeón no es lo bas-
tante concreto. Con este desarrollo de
acontecimientos, la torre de h8 sigue
estando fuera de juego durante mucho
tiempo y los alfiles blancos resultarán
muy activos. Por ejemplo: 17 il.a4! b5
(17 ... 'f!/d7 es más flojo que en la nota
anterior, ya que además de 18 'f!/xd5,
las blancas disponen de la muy desagra-
dable 18 iLb6! 'f!/xf5? 19 'f!/b4) 18 il.b3
d4 19 'f!/e2. Ahora, tanto después de
19 ... \!?IB 20 'fi'h5 We7 21 il.f4 J:td8 22
l:tgel, como de 19 ... W/e7 20 \Ylf3 J:tc8
21 i.f4 /Oe5 22 '+li'g3, las blancas tienen
una poderosa iniciativa.
17 ••• bxc6 18 il.c5
En caso de 18 il.d4, y como el peón
de d5 está protegido, las negras se
defienden con la activa participación
de su rey: 18 ... i.xd4 19 'Wxd4 'i!ff6 20
'f!lc5 (20 'ffb4 wd7! 21 'f!/b7+ wd6!)
20 ... wd7! 21 c4 J:thb8! 22 J:td2 'f!/e7 23
'f!/d4 'f!/f6 24 J:txg7 'l!Yxd4 25 J:txd4 \!?e7
26 cxd5 cxd5 27 J:txd5 J:tb5, con tablas
inminentes.
18 ••. J:tb8 19 b4!?
Juego agudo e interesante. Para refor-
7.ar una iniciativa que se esfuma, las
blancas renuncian a su principal triun-
fo: la seguridad de su rey. Después de la
tranquila 19 b3 J:tb5 20 il.d4, las negras
se defienden con medios sencillos:
20 ... i.xd4 21 'l!fxd4 \Ylf6 22 l:tgel+ wIB
23 J:te5 J:tb8 (en caso de 23 ... \!?g8 24
J:te8+ wh7 25 'f!/xf6 gxf6 26 Ite7 ItIB 27
J:tc7, el final de torres es, de todos mo-
dos, ventajoso para las blancas) 24 Itgl
372
V
(24 Itdel wg8) 24 ... h5!?, y la posición
no está clara. Si 25 J:tge J, las negras de-
ben mover su rey, 25 ... lt>g8, ya que no
vale 25 ... h4?? por 26 'f!lb4+.
19 •.. Itb5?
Cuando Karpov avanzó su peón b, pen-
saba que su oponente estaba obligado
a sacrificar calidad. Pero no es así, pues
lo peor ya ha pasado para las negras,
como habría puesto de relieve 19 ...
@d7! Ambos reyes están mal protegi-
dos, y también las blancas deben ser
cautelosas. Por ejemplo: 20 'iWe2? a5 21
c4 axb4! 22 cxd5 'f!/a5! 23 dxc6+ wc8 24
'i!?bl b3 25 a3 J:tb5, y las negras pasan
al ataque. Es más fuerte 20 c4 wc7 21
cxd5 cxd5 22 'f!/d3!, con lo que las blan-
cas asumen la iniciativa, pero en esta
posición de doble filo el desenlace es
difícil de predecir.
20 J:tgel+ wd7 21 c4 J:txc5 22 bxc5
1815
22 .•• $.g5?
Un fatal error, consecuencia de que las
negras han sobrestimado sus posibili-
dades. El arriesgado avance 19 b4 debe
haber sacudido a Spassky, que decidió
castigar a su presuntuoso oponente.
Karpov también evaluaba su posición
de forma muy optimista, y consideraba
que 22 ... 'l!fb8 era la réplica más ade-
cuada, a la que pensaba responder con
23 cxd5! (23 f4?! wc8! 24 cxd5 cxd5 25
Ite2 J:td8, con posibilidades recíprocas)
23 ... i.g5 24 lle3, "y las negras deben
buscar su salvación en la variante 24 ...
il.xe3 25 fxe3 't'fe5 26 dxc6+ wxc6 27
'f!/d7+ wxc5 28 'iWa7+ wb5". Pero aquí
no hay salvación que valga: 29 'i!l'bi+

~c5 30 l:td2! 'l!Val+ 31 wc2 'i!Vxa2+ 32
lt>dl 'Wa4+ 33 l:tc2+ wd6 34 'Wc7+ 'ótld5
35 Wc5+ we4 36 we2! 'l!fb5+ 37 l:tc4+.
Las consecuencias de 25 ... l:td8 26
dxc6+ we7 no son tan catastróficas,
pero las cosas son muy difíciles para
las negras en el final de damas: 27 'l!Vc2
.:.xdl+ 28 'Wxdl Wc7 29 'Wd5 h5 30
~d2.
Aun así, las negras tenían una posibili-
dad que habría complicado considera-
blemente la labor de su rival: 22 ... 'i!Vf8!
Después de la forzada 23 'Wb4, Spassky
podría haber llevado el juego al final:
23 ... ~b8 24 'i!Vxb8 l:txb8 25 cxd5 l:tb5
(o bien 25 ... a5 26 J:le4 cxd5 27 Itxd5+
>l<c6 28 l:td3 ll»xc5 29 J:la4!) 26 dxc6+
>l<xc6 27 l:td6+ wc7 28 J:txa6 Itxc5+ 29
:tdl J:txf5 30 Wc2, y para las blancas
sigue sin ser fácil el camino hacia la
'rictoria.
23 f4 "ii'f6!
En esta inesperada réplica depositaba
Spassky sus esperanzas. Ahora no es po-
sible bloquear la gran diagonal por me-
dios naturales, pues si 24 J:te5?, sigue
25 ... 'Wxe5! 26 fxe5 il.xd2+ 26 l:txd2
:es, y las blancas incluso tienen difícil
salvarse con unas tablas, pero ...
%4 cxd5!
Por lo visto, Spassky subestimó esta
captura y contaba sobre todo con 24
fxg5? 'i!Val+ 25 wc2 "l!ll'xa2+, con ataque
ganador: 26 wd3 'i!Vxc4+ 27 we3 hxg5!,
o bien 26 wcl "l!l'al+ 27 wc2 "l!ll'a4+ 28
;c1 l:tb8! Se dio cuenta de su omi-
sión cuando ya era demasiado tarde,
aunque la lógica de la lucha debería
haberle indicado que en esta posición
cualquier variante ganadora para las
negras debía ser accidental, y tendría
que haber comprobado las distintas
líneas antes de basar su decisión en esa
iUJ>UCSta variante ganadora.
%4 ••• °l!ll'al+ 25 Wc2 "l!ll'xa2+ 26 Wd3
1'xd2+
Era más tenaz 26 ... 1li'b3+ 27 "l!ll'c3 'i!Vb5+
~ tfc4 il.h4, pero después de 29 l:tgl
~ 30 d6, la victoria de las blancas es
:nera cuestión de tiempo.
ANATOLI XII
27 Itxd2 il.xf4 28 l:ta2!
Esto pone punto final a la partida. La
amenaza d5-d6 no permite a las negras
defender su peón de a6, después de
cuya captura las torres y el rey blanco
resultan tremendamente activos.
28 ... cxd5 29 J:txa6 h5 30 wd4 h4 31
\lo>xd5 Itb8 32 f6 gxf6 33 Itxf6 ,¡¡g3 34
Itxf7+ ll»d8 35 J:tfS+
Las negras se rindieron.
El efecto de esta partida fue tal
que 8 ... d5 quedó arrinconado, y en
situaciones similares el avance d6-d5
comenzó a considerarse con mucho
recelo.
Unas tablas de última ronda con
Tal aseguraron al campeón un nuevo
éxito: l. Karpov 7,5 de 11 (+5 =5-1); 2.
Portisch 7; 3. Timman 6,5; 4-5. Sosonko
y Spassky 6; 6. Tal 5,5 cte.
Entre estos éxitos casi continuos sólo
hubo un punto negro: un 4°-5º puesto
en el torneo de Buenos Aires y una
derrota, con blancas, ante Timman, en
una aguda variante de la Defensa Sici-
liana. Aquí, Larsen y Timman por fin
realizaron su suc1io dorado de superar
en la tabla al campeón del mundo, clasi-
ficándose en los dos primeros puestos.
Inmediatamente después, Karpov
viajó con el equipo de la URSS a la
Olimpiada de Malta (noviembre-di-
ciembre de 1980), donde ganó seis
partidas e hizo tablas en otras seis, sin
derrotas. Yo era el segundo reserva
en aquel evento, en el que, sólo con
grandes dificultades pudimos finali7.ar
(en el desempate) delante del fuerte
equipo húngaro. La medalla de oro
fue asegurada en la última ronda, en la
partida Karpov-Jacobsen, aplazada en
un difícil final de torres, pero que fue
ganado con precisión por nuestro líder
en la reanudación.
En 1981, poco antes del siguiente
encuentro por el campeonato mundial,
y cuando ya sabía que su oponente vol-
vería a ser Korchnoi, el campeón jugó
inicialmente un match-torneo de cuatro
equipos soviéticos (donde, por prime-
ra vez, me enfrenté a Karpov mano a
373
Gary Kasparov - Mrs Gt:NIALES PRt:DF.CF.SORF.S
mano: el desenlace fue dos tablas lu-
chadas), y luego en tres fuertes torneos:
Linares ( 1-2. Christiansen y Karpov 8 de
11; 3. Larsen 7), Moscú (l. Karpov 9 de
13; 2-4. Kasparov, Polugaievsky y Smyslov
7,5) y Amsterdam (l. Timman 7,5 de 11;
2-3. Karpov y Portisch 7).
A juzgar por el número de victorias
y, sobre todo, por la calidad y diversi-
dad de su estilo, el Karpov de 30 años
se .encontraba en una forma óptima y
parecía el favorito en la inminente lu-
cha por la corona.
"No hay matches fáciles"
A diferencia del de Baguio, Karpov
recuerda el match de Merano (otoño
de 1981) "con ternura y placer. La cam-
piña, la gente, la insuperable organiza-
ción del evento, y también la victoria en
sí fue hermosa, inequívoca, rápida .. .".
Pero por entonces, inmediatamente
después de su triunfo, declaró: "El
match, aunque resultó ser corto, exigió
a la vez intensidad y un importante es-
trés nervioso. Prácticamente no hubo
tablas cortas, a excepción de la 17ª parti-
da, y la lucha se prolongó casi hasta que
sólo quedasen los reyes en el tablero. El
encuentro debe calificarse de dificil, si
bien, estrictamente hablando, no hay
encuentros fáciles en un campeonato
mundial".
La preparación del campeón del
mundo se desarrolló a una escala sin
precedentes. Igor Zaitsev nos lo cuenta:
"Durante los tres años transcurridos
entre Baguio y Merano, el número de
quienes deseaban ayudarnos en nues-
tro trabajo fue en aumento. Aquí no se
trataba de una marea pro Karpov o anti
Korchnoi, la participación en la prepa-
ración teórica para eventos de alto nivel
se consideraba muy prestigiosa (pero, a
menudo, también obligatoria: G. K.), y yo,
en calidad de primer entrenador del
campeón del mundo, hice todo lo que
pude por ampliar el círculo de ayudan-
tes voluntarios. Pensaba que una breve
relación ajedrecística con nuevas per-
sonas enriquecería el estilo de Karpov,
haciéndolo más universal y flexible.
374
V
"Esto aseguraba también un flttio
continuo de opiniones, que resulta
extremadamente importante para todo
gran jugador, pues en el curso de su for-
mación debe tamizar su percepción de
todas las fases de desarrollo experimen-
tado por el pensamiento ajedrecístico a
lo largo de los siglos. La disposición de
continuidad de tales conocimientos es
en esencia la base del trabajo de entre-
namiento. Es la garantía de estabilidad
en torneos de muchos años de práctica
profesional, mientras que las lagunas
en esos conocimientos dan lugar a cri-
sis y reveses.
"Inmediatamente antes de Merano,
el núcleo de nuestro grupo de entre-
namiento seguía siendo el mismo.
Balashov y yo de nuevo fuimos designa-
dos segundos, pero también tmieron
una activa participación analítica en la
preparación general Tal, Polugaievsky
(quienes también viajaron a Merano),
Geller y Vaganian. En diversos momen-
tos se nos sumaron Ubilava, Mijalchis-
hin, Zeshkovsky, Kapengut, Kimelfeld,
Lepeshkin y Rozenberg, y en una de las
sesiones recibimos la visita de Georgi
Borisenko, un asociado creador de Fur-
man y decano de los teóricos soviéticos,
a quien todos nosotros, Karpov incluido,
considerábamos con especial respeto.
"Anticipando una seria oposición en
la apertura, nos propusimos asimilar las
lecciones de Baguio, y en esta ocasión
almacenamos una gran cantidad de
sorpresas teóricas, importantes y meno-
res (aunque, como luego se pondría de
manifiesto, no todas las ideas estaban
perfectamente trabajadas). Confiando
obviamente en este trabajo, el año an-
terior al match Anatoli se implicó más
en cuestiones públicas, y puesto que
la brigada de entrenamiento estaba
integrada, sobre todo por jugadores en
activo, que acudían regularmente a tor-
neos, a veces tuve que pasar las sesiones
de entrenamiento virtualmente solo.
"En uno de esos días, en enero de
1981, autoridades deportivas, en las
personas del presidente del Comité de
Deportes, Pavlov, y el secretario del Co-
mité Central para el Deporte, Gramov.

se presentaron de pronto. Al ver un
paisaje tan desolador, comenzaron, de
forma benévola pero insistente y apre-
miante, a preguntarme por el estado
de la preparación. Pero cuando co-
mencé a mostrarles nuestras notas que,
para los no iniciados estaban escritas
en hojas de tamaño doble holandesa, la
impresionante aparición de los gruesos
cuadernos, rellenos de numerosas va-
riantes, los calmó considerablemente.
"Los rumores en el sentido de que,
en el período de los encuentros con
Korchnoi, todos estábamos bajo algún
tipo de coacción, no responden a la
realidad: no hubo medidas especiales,
ni reprimendas de ningún tipo.
"La principal sesión de entrena-
miento antes de nuestra marcha tuvo
lugar en Plavinas (Letonia), a orillas de
un pintoresco lago, en un bosque. Allí
pudimos trabajar todos con provecho
y relajarnos bien, además de cuidar de
nuestra forma física.
"El otoño de Italia nos saludó con
un suave tiempo soleado y persistentes
aiaques a cargo de periodistas tempera-
mentales. Nuestra delegación fue insta-
lada en un cómodo chalet de tres pisos
m el que, para alegría de todos, incluso
había una piscina. Cierto que cuando el
edificio se calentaba, arañas y escorpio-
nes repulsivos brotaban por las grietas.
Eso fue un verdadero shock, pues llevar
a cabo un análisis en tales condiciones,
poc decirlo suavemente, resultaba incó-
IDOdo. ¡Qué desgracia! En Baguio nos
habían perseguido terremotos y tifones,
~aquí nos encontrábamos con tales cria-
IDraS! Afortunadamente, se nos explicó
que sólo eran venenosas en mayo. Poco a
pxo nos tranquilizamos, aunque los es-
<nrpiones permanecieron con nosotros
ll:zsta que terminó el encuentro...
~Como de costumbre en tales en-
cuentros, el análisis intensivo se llevaba
a cabo de noche, sobre todo porque
por la mañana era preciso resolver ur-
g.oimtemente algún problema de aper-
m.a o descubrir la solución óptima en
ima posición aplazada. A diferencia de
ilbguio, sólo hubo cuau·o aplazamien-
IDS. en la 2', 4ª, 5' y 8' partidas.
ANATOI.I XII
"Actualmente, todos nos hemos
acostumbrado a que las partidas con-
cluyan en una sola sesión. Por aquellos
años, sin embargo, los encuentros se-
guían jugándose con un aplazamiento
después del control en la jugada 40.
Esto tenía sus ventajas, pues durante
el trabajo de las partidas no finalizadas
fue donde se perfeccionó el arte del
análisis. ¡Pero qué diabólico estrés,
normalmente por la noche, significa-
ban, cargándose sobre los hombros de
los entrenadores... ! Al estudiar los ras-
gos específicos de las partidas aplaza-
das, incluso antes de Merano, llegué a
la conclusión de que el aplazamiento,
como el derecho a la primera jugada,
significa una pequeña pero induda-
ble ventaja para las blancas, porque
pueden explotar -o, según las cir-
cunstancias, no explotar- el derecho
a efectuar la jugada secreta. Informé a
Karpov de esta observación, esperando
que pudiese resultarle útil. Más tarde,
precisamente a causa de este triunfo
adicional de las blancas, consideré la
abolición de los aplazamientos como
un acto lógico y justo.
"Es fácil trabajar, lo que en un
match ilimitado siempre es ventajoso:
tener las piezas blancas en la primera
partida. Por consiguiente, cuando
Karpov se dirigía al sorteo, nuestras
palabras de despedida fueron las de
los fastidiosos buscadores de setas:
"¡Cog~ s~lo las blancas!". Pero resultó
al reves ....
En la primera partida, las piezas
blancas correspondieron a Korchnoi,
pero eso no le sirvió de mucho. Karpov
movió con mucha confianza los hilos
de la Variante Tartakower-Makogonov-
Bondarevsky del Gambito de Dama, y
no temió entrar en una posición con
peones colgantes en c5 y d5, realizó
el oportuno cambio del alfil enemigo
de casillas negras (con la maniobra
ILJf5..h5xg3), y tras un error de las blan-
cas en la jugada 24, ejecutó con gran
efecto la típica ruptura d>d4, anotán-
dose una excelente victoria. Geller:
"Después de esto, el campeón logró
una seria ven~ja psicológica".
375
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
En la segunda partida, Korchnoi tra-
tó de sorprender a su oponente con una
rara defensa en la Española, pero el re-
sultado fue que quedó en una posición
inferior, sin verdadero contrajuego, es
decir, ¡el punto fuerte de Karpov! "Supe-
ró posicionalmente por completo a su
rival. Quedó claro que la defensa del as-
pirante -que nunca había sido su punto
fuerte- estaba cerca de desmoronarse,
y que .era incapaz de resistir la ofensiva
sistemática, aparentemente tranquila
del campeón. Hay que mencionar la
excepcional coordinación que las piezas
blancas consiguieron en esta partida",
escribe Geller, quien siete años antes,
como recordará el lector, no estaba em-
belesado por el estilo de Karpov.
Tras unas tablas en la tercera partida,
Karpov volvió a ganar, en sutil estilo
posicional, la cuarta partida, en la que,
de nuevo, como en la sexta del match
de Moscú (1974), se planteó la Defensa
Petrov. Pero en Moscú las cosas finali-
zaron en rápido desastre, mientras que
en Merano, después de la jugada 22,
al campeón "no le hubiera importado
compartir el punto, de no haber intro-
ducido Korchnoi el procedimiento de
ofrecer tablas a través del árbitro". Pero
en ese momento, el aspirante eligió un
plan dudoso, y su posición comenzó a
deteriorarse más y más ...
Sólo cuatro partidas, ¡y el campeón
había sumado ya tres de las seis victorias
que necesitaba! Balashov: "Difícilmente
puede adivinar nadie las jugadas de
Karpov, lo que es señal inequívoca de su
buena forma". Tal: "¡Karpov recorrió la
mitad de la distancia a la velocidad del
rayo!".
En ese punto, Viktor Lvovich comen-
zó a quejarse de que no se encontraba
bien y le convencieron de que, por una
u otra razón, los soviéticos estaban irra-
diándole con algo. Pero esto es lo que
Alexander Roshal, agregado de prensa
de la delegación soviética, tiene que de-
cir hoy al respecto:
"No sé nada acerca de ninguna in-
fluencia sobre Korchnoi. En Merano
estaba con nosotros un importante
psicólogo, Kabanov. Pasó mucho tiem-
376
V
po preguntándome acerca de cómo
se había comportado Zujar en Baguio.
Cuando le dije que el doctor había con-
seguido hacerse una gran opinión de sí
mismo, Kabanov sonrió: 'Bueno, eso no
sucederá conmigo'. Pero al cabo de una
semana me pidió que recortase aquellos
artículos de la prensa extrartjera en que
se mencionaba su nombre. No sé, tal vez
los necesitaba para su informe ...
"Como en Baguio, había mucha gen-
te que nos acompañaba. Sin embargo,
no para intimidar al oponente, sino por
necesidades de naturaleza técnica: se-
guridad, protección contra micrófonos
ocultos, etc. En Merano todo fue mucho
más sencillo que en Filipinas. Korchnoi
estaba ya más gastado y estaba claro para
todos que Karpov ganaría el match. Otra
cosa es que, cuando, tras una serie de
victorias, Karpov perdió la sexta partida,
y luego también la 13ª, los directivos del
Comité de Deportes comenzaron a alar-
marse {¿y si se repeúa lo de Baguio?),
se dispararon los mmores y activaron el
'gmpo de apoyo' de Moscú, pidiendo
ayuda a los grandes maestros ...
"Emmanuel Sztein, el agregado de
prensa de la delegación del aspirante,
recordó más tarde en una entrevista
que yo, supuestamente, le había dicho,
cuando nos encontramos: '¡Vamos a
aniquilaros!' No recuerdo las palabras
exactas, pero es posible que yo le hubie-
se asegurado que íbamos a triturarlos.
En esto no había sólo confian7.a, sino
una absoluta convicción acerca de nues-
tra victoria. Recuerdo que le dije: 'Hoy
la diferencia de juego entre Korchnoi
y Karpov es la misma que entre tú y yo!'
(por cierto que, a pesar de encontramos
en distintos bandos, mis relaciones con
Sztein siguieron siendo perfectamente
correctas).
"Pero Korchnoi a menudo buscaba
la causa de sus derrotas en factores aje-
nos a sí mismo, y las justificaba por la in-
terferencia de ciertas fuerzas exteriores,
o simplemente de la suerte, la buena
fortuna de su oponente... Vishy Anand
me dijo una vez: 'Le he ganado unas
quince partidas, sin ninguna derrota, y
después de cada una de ellas se molestó

en informarme de que yo no tenía la
menor idea de ajedrez'. Un hábito así
también lo han adquirido otros jugado-
res, pero en el caso de Korchnoi, en mi
opinión, era un caso extremo.
"Por consiguiente, al hablar de 'ra-
diaciones secretas', Viktor Lvovich se
halaga a sí mismo: no hubo nada de eso.
Mientras que recuerdo Baguio como
uno de los eventos más emocionantes
y dramático$ del ajedrez, Merano está
asociado con el mar soleado, la visita a
Venecia, etc. Allí pudimos permitimos
un modo de vida completamente distin-
to, no tan recluido y monótono como
en Filipinas".
Después de su desastroso comienzo,
Korchnoi logró recuperarse, hizo varias
tablas e incluso ganó una buena partida
(partida núm. 524), pero en la novena
de nuevo fue abatido por un potente
golpe de su rival.
Zaitsev: "las tres penosas derrotas de
Korchnoi al comienzo del encuentro no
tmieron nada que ver con la apertura.
Karpov lo superó en las últimas fases de
la partida. Pero las tres victorias siguien-
tes sí estaban relacionadas en buena
medida con la preparación casera. En
primer lugar, hubo una idea puramente
karpo,iana en la novena partida, que
muchos recuerdan por la maniobra
11 ... ILJh51 En esa partida el estilo carac-
terístico del campeón es perfectamente
discernible".
573.
V. Kon:hnoi-A. Karpov
Merano 1981
Campeonato Munáia~ 9" partida
Gambito de Dama (D53)
1 c4 e6 2 ILJc3 d5 3 d4 .lte7 4 ILJf3 ILJf6 5
.1g5 h6 6 .lth4 0-0 7 llcl dxc4!
Una de las novedades más interesantes
del encuentro. La experiencia ulterior
ha demostrado que a cambio de la mo-
mentánea entrega del centro las negras
obtienen la oportunidad de desarrollar
ANATOLI XII
cómodamente sus piezas del flanco de
dama.
8e3
Las negras también igualan en caso de
8 e4 ILJc6! (la clave de este plan con 7 ...
dxc4) 9 e5 (9 .!txc4? ILJxe4 1O .ltxe7
ILJxc3 11 .ltxd8 ILJxdl 12 .ltxc7 ILJxb2
es favorable a las negras) 9 ... ILJd5 10
.ltxe7 ILJcxe7 11 .ltxc4 ti:lxc3 12 bxc3 b6
(Tukmakov-Beliavsky, Tilburg 1984).
8 ••. c5 9 .ltxc4 cxd4 10 exd4
Si 1O ILJxd4, entonces 1O••• .ltd7! con-
duce a un juego igualado. Por ejem-
plo:
1) 11 .lte2 ILJc6 12 ILJb3 ILJd5 13 .ltxe7
ILJcxe7 14 ILJxd5 ILJxd5 15 'i!fd4 .ltc6 16
.ltf3 ILJe7 (Korchnoi-Karpov, Merano
1981, match, 17").
2) 11 0-0 lüc6 12 ILJ b3 l:tc8 13 .lte2 ILJd5
14 .ltxe7 ILJcxe7 15 ILJxd5 ILJxd5 16
.lhc8 'lWxc8 17 'i!fd4 'i!fb8 18 .ltf3 ILJf6 19
ILJc5 .ltb5 20 lldl b6 (Karpov-Kasparov,
Moscú 1984-85, match, 23').
3) 11 .ltg3 a6 12 e4 ILJc6 13 ILJb3 bS 14
.ltd3 b4 15 ILJa4 ILJe5 16 .ltxe5 Axa4
(lvanchuk-Gelfand, Dorunund 1997).
10 ••• ILJc6 11 0-0
Es curioso que la misma posición (sólo
que con la torre en el) se haya alcanza-
do, -¡y a partir de otra apertura!- en la
11' partida del segundo match Karpov-
Kasparov (1985), y ese tiempo extra, que
permitió a la torre situarse en el ,jugó un
papel decisivo (véase el volumen 11 de la
serie Kasparuv analiza el ajedrez moderno).
1816
11 ••• ILJh5!
377
Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES
Un importante detalle de la construc-
ción de apertura negra. Tras el cambio
de alfiles de casillas negras, sus caballos
controlarán por completo la casilla d5.
12 iJ.xe7 Ci:Jxe7 13 il.b3?!
Al encontrarse con una fuerte nove-
dad, las blancas debían haber acortado
la partida y buscar en casa el mejor
antídoto contra 7 ... dxc4, o incluso
echar un vistazo crítico a las virtudes de
7 l::tcl. "Tuve la impresión", escribe Kar-
pov, "de que aquí Korchnoi compren-
dió que no había conseguido ninguna
ventaja con las piezas blancas y que
había perdido la batalla de la apertura,
pero como por inercia seguía buscan-
do la forma de jugar a ganar. Por esta
razón es por lo que evita la inevitable
simplificación que se produciría tras
d4<l5".
La apertura del centro, 13 d5 exd5 14
Ci:Jxd5 Ci:Jxd5 15 "i!fxd5 (ó 15 il.xd5 Ci:Jf4
16 iJ.e4 iJ.e6) 15 ... 'tlfxd5 16 il.xd5 no
impide a las negras completar su de-
sarrollo: 16 ... Ci:Jf4 17 iJ.c4 il.e6 18 g3
l:tac8, con rápidas tablas (Uhlmann-
Kurajica, Sarajevo 1982).
13 ••• Ci:Jf6 14 Ci:Je5 il.d7 15 ffe2 l::te8 16
Ci:Je4?!
A partir de este momento, la posición
de Korchnoi se deteriora en cada juga-
da. "Las blancas no consiguen encon-
trar un plan claro y omiten el hecho
de que cada cambio de piezas menores
debilita potencialmente su peón de d4"
(Karpov).
Debo añadir a esto que cuando sólo
quedan piezas pesadas sobre el tablero,
un peón aislado siempre (y sólo) es
una debilidad. Pero el principal pro-
blema de las blancas es que les resulta
muy difícil encontrar un plan claro,
es decir, un plan que no conduzca a
similares cambios de piezas menores,
acentuando la evidente debilidad del
peón de d4. Por ejemplo: 16 l::tfcl
l::tc7!? (Karpov; pero no 16 ... il.c6? 17
Ci:Jxf7 l:txf7 18 ~xe6) 17 l:tcdl iJ.c6, y
aquí 18 Ci:Jxf7 l::txf7 19 il.xe6 Ci:Jed5 ya no
es ventajoso para las blancas, mientras
378
V
que en caso de 18 Ci:Jb5 il.xb5 19 'ii'xb5
Ci:Jed5, es bastante más fácil adivinar las
siguientes jugadas de las negras.
1817
16 ••• Ci:Jxe4 17 "t'fxe4
Después de 17 l::txc8 "i!fxc8 18 ffxe4 hay
un conocido método de juego: 18 ...
il.c6! 19 Ci:Jxc6 "i'Hxc6 20 "i!fxc6 bxc6! 21
l:tdl l:tb8!, dejando claro que es difícil
desembarazarse del débil peón de d4.
"El caballo negro es capaz tanto de
asegurar la defensa de su propio peón
como de atacar al peón d enemigo,
mientras que las funciones del alfil
blanco están restringidas" (Karpov).
17 •.• il.e6 18 Ci:Jxc6 l:l.xe6 !
"De esta forma, las blancas no puedan
pasar sus torres al flanco de rey sin rea-
lizar alguna concesión (por ejemplo.
entregando la columna e)" (Karpov).
19 l::te3?!
Un momento importante. "Korchnoi
invirtió mucho tiempo en sopesar las
consecuencias del cambio en c6, y al
final, obviamente, comprendió que
había subestimado los factores antes
mencionados" (Karpov). La ausencia
de alfil de casillas negras, que podría
haber defendido el peón de d4 des-
de e3, hace las cosas difíciles para las
blancas, y ahora tratan de hacer tablas
a partir de una posición de debilidad:
19 l::txc6 bxc6! (una idea que ya cono-
cemos por la 10' partida del encuentro
Lasker-Capablanca, partida núm. 901
20 l::tcl "t'fb6 21 l::tc4! l:td8 22 g3. Creo.
que con un juego preciso, es una tare:&
perfectamente factible.

19 ... 1Jd6 20 g3?1
Karpov piensa que con esta jugada las
blancas perdieron "sus perspectivas de
juego en el flanco de rey". Si tenían
alguna, entonces lo cierto es que las
perdieron mucho antes. Y si estaban
pensando en c6mo salvar la partida,
era mejor reagruparse sobre la idea de
20 l:txc6 (20 .tc2 g6) 20 ... bxc6 21 l:lcl
:dS 22 l:!c4, ya que tras 22 ... tüfü 23
:Xc6 1Jxd4 24 'i!re2, Ja iniciativa negra
aún no es amenazadora.
%0 ••• l:Xd8
Ahora la posición se ha clarificado, con
nideme ventaja negra.
21 l:dl
1818
21 ••• l:tb6!
Karpov evita el cambio, a fin de inten-
sificar la presión sobre el peón de d4,
que a todos los efectos parece senten-
ciado (como Larsen dijo muy acerta-
damente ¡los peones aislados no deben
bloquearse, sino ganarse!). Korchnoi
no ve dónde podría mostrar alguna
ac:ti\idad, de modo que se ve obligado
a asumir una defensa pasiva.
%2'i!t'el Wd7!
Implementando, de forma coherente,
d plan de intensificar la presión sobre
dpeónded4.
%3 l:cd3
la supuesta activación 23 lk5 se refuta
por medios tácticos: 23 ... l:ld6 24 l:tdcl
/Oc6! 25 .ta4 tüxd4! 26 J/.xd7 /0f3+.
%3 ••• l1d6 24 'l!l'e4 'ilfc6 25 'i!t'f4
ANATOLI XII
El cambio de damas conduce a la pér-
dida de un peón: 25 'l!l'xc6 /Oxc6 26 d5
/Ob4, o bien 25 ... bxc6 26 J/.c4 (26 g4
c5) 26 ... /Of5.
25 ... /Od.5!
Ahora la dama no puede permanecer
en una casma activa (26 'l!l'e4 lüb4!),
y se ve forzada a ocupar una posición
menos favorable (no puede alejarse del
flanco de dama: 26 't!i'h4 a5 27 a4 b5!).
26 \'t'd2 'Wb6! 27 hd.5?!
Apurado de tiempo, Korchnoi no quie-
re minar la estabilidad del alfil con el
avance de su peón a, y decide parar la
amenaza tüd5-b4 del modo más simple.
La posición después de 27 a3 tüe7 28
'i!rf4 /Oc6 29 d5 e5 30 'i!t'e3 tüd4 tam-
bién es favorable a las negras, pero es
posible que fuese el mal menor.
27 ... l:Xxd5 28 l:lb3?!
De todos modos, un nuevo debilita-
miento para impedir e6-e5, que no
puede ser evitado. Era más tenaz la
inmediata 28 f4, sin desplazar la torre
de la columna d: 28 ... l:l8d7 29 'i!\l'f2
't!i'd8 30 'i!\l'e3.
28 ... 'i!fc6 29 'l!fc3 'l!fd7 30 f4 b6! 31
l:lb4 b5! 32 a4 bxa4 33 ~a3 a5 34 l:lxa4
Las blancas han ganado la batalla por
el peón de a4, pero a un alto precio,
pues sus principales fucrtas están atas-
cadas en el flanco de dama.
34 ... 'Wb5!
Con la invasión de su dama por e2, las
negras amenazan con destruir en un
instante la posición contraria.
35l:ld2
No era mejor 35 b3 (con idea de 35 ...
'i!re2 36 'i!l'cl), aceptando entrar en un
mal final de torres después de 35 ...
l1b8 36 11d2 'Wxb3 37 ~xb3 l:lxb3 38
11da2 l:Xbb5. Pero Korchnoi no quiere
entregar un peón y, además, como en
la partida, también era posible 35 ... e5
36 fxe5 l:lxe5.
379
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PRED~:CESORES
1819
35 •.• e51 36 fxe5 l:CXe5 37 'llfal
No, por supuesto, 37 dxe5? J:txd2 38
l:txa5 'llfe2. Las blancas sólo necesitan
una jugada, y su dama, situada en di,
estabilizará la posición por un tiem-
po ...
37 ••• 'llfeS!
Una espléndida maniobra que explota
al máximo las posibilidades verticales
y diagonales de la pieza más poderosa.
La posición blanca se .desmorona como
un castillo de naipes.
38dxe5
38 J:tdl ll:e2 pierde en el acto.
38 .•. l:Xd2 39 J:txa5
No había esperanzas de ofrecer ni un
conato de defensa después de 39 'llfel
'llfd8 40 We3 'llfd5! 41 J:te4 ll:d3 42 'llff4
g5! 43 Wf5 (43 'llfg4 ll:dl+ 44 wf2 'i!i'c5+
45 ll:e3 l:td2+ 46 wf3 Wc2) 43 ... ll:dl+
44 wf2 Wd2+ 45 ll:e2 'llfd4+ 46 cot>g2 g4!
39 ••• 'llfc6 40 l::!a8+ wh7 41 Wbl+ g6 42
'llffl
Un último test a la vigilancia de las ne-
gras. Si ahora 42 ... Wxa8??, entonces la
respuesta 43 "ii'xf7+ fuerza las tablas.
42 ••• Wc5+ 43 whl '+Wd5+
Las blancas se rindieron en vista de la
inevitable 44 Wgl l:tdl.
Con el marcador en 4-1, después
de la novena partida, sólo un milagro
podía salvar a Korchnoi. Sus nervios
parecían estar a punto de quebrarse.
Karpov: "Me insultó durante la octava
y la novena partidas. En la décima tal
vez tuviese miedo de que los árbitros
380
V
hubiesen instalado micrófonos para
grabar sus palabras, de modo que sólo
murmuraba".
Rude Pravo (Checoslovaquia): "Du-
rante la novena y la décima partidas, el
campeón del mundo tuvo que levantar
su mano en cinco ocasiones, en señal
de llamada al árbitro principal, Paul
Klein, que acudió al tablero. Klein:
'Durante el juego, Korchnoi insultaba
a Karpov en ruso y juraba contra su
país. Amonestamos en varias ocasio-
nes a Korchnoi'. El juego y la correcta
conducta del campeón marcan un
profundo contraste con la conducta de
Korchnoi".
Agencia de Noticias UPI: "Después
de la 12ª partida, Karpov acusó al as-
pirante de 'haber proferido insultos
contra él' y de impedirle concentrarse,
moviendo continuamente las manos.
En respuesta a esta queja, Korchnoi
dijo que se había limitado a pedirle a
Karpov que no se balancease en la silla
y no lo distrajese".
A las tres de la mañana, después
de la 12ª partida, Baturinsky entregó
a Gligoric, presidente del comité de
apelación, una protesta escrita por el
campeón del mundo, con el depósito
requerido de 500 francos suizos. Al
día siguiente, el comité comunicó al
aspirante una amonestación formal,
informándole de que "una violación
similar del reglamento le costaría una
multa de 15.000 francos suizos".
Pero estos arrebatos apenas eran
un pálido reflejo del match anterior...
Después de su victoria en la 13ª partida
(partida núm. 525), apareció un tenue
rayo de esperanza para Korchnoi, pero
la lucha siguiente dejó claro que no
habría un segundo Baguio.
Yuri Razuvaev, que por entonces tra-
bajaba como entrenador para el Comité
de Deportes de la URSS, recuerda: "Una
tarde, después de la sexta partida, Geller
y yo fuimos de pronto convocados por
lvonin, el presidente adjunto del Comité
de Deportes, y nos pidió que acudiése-
mos a la mañana siguiente a su oficina, a
fin de 'preparar urgentemente para Tolia
alguna novedad en la Española'. Cierto

cpe, al mismo tiempo, preguntó: '¿Es eso
posible?'. Geller respondió: 'Bueno, lo
imentaremos'. A la mañana siguiente, en
d ñncón de su enorme despacho, vimos
l!D escritorio, sobre el cual se encontra-
~ un tablero y las correspondientes
¡;iczas de ajedrez, bolígrafos y folios. Al
:a:io, en un carrito, había botellas de
~ mineral y sandwiches de caviar. Tan
_¡:¡moto como Geller y yo nos sentamos a
:23alizar, Ivonin dijo, en tono amistoso:
"í!ueno, todo parece estar bien. No les
mdestaremos'. Y se fue, cerrando tras
a b puerta... El análisis nos llevó todo el
G. Así fue como nació la idea 13 llle4!?
&:ribí todas las variantes en los folios y
~los entregué a Ivonin .. .".
Zaitsev: "En la 14" partida se plan-
teó una de las dos venenosas, aunque
m:msitorias novedades en la Variante
~ de la Española, que decidió el
~ce del match. Ese día se empleó
1111a interesante idea de Geller, que ha-
s descubierto junto con Razuvaev, 13
ILJ.Ñ'.? Claro que para descifrar las notas,
mmuscritas en hojas de papel, y presen-
1:á:3das a Karpov en forma conveniente,
~ que sacrificar un ansiado viaje a
~a. que toda nuestra delegación
'lliisíló durante un descanso de tres días".
574.
A. Karpov-V. Korchnoi
.Mtmno 1981
<:tmpronato M11ndial, 14º partida
-.\¡>ertura Española (C80)
1 et e5 2 fllf3 li:Jc6 3 Ab5 a6 4 .b4 lllf6
5 N lllxe4 6 d4 b5 7 Ab3 d5 8 dxe5
~9lllbd2
Evicmdo 9 c3 (partidas núm. 524 y 554).
!1 _ li:Jc5 1Oc3 d4 11 Axe6
En la 10ª partida del match de Baguio,
Ezpov jugó 11 lllg5!?, pero como de-
mDl!U'aron partidas y análisis posterio-
P!5.. en tal caso las negras tienen contra-
~ suficiente", escribió Polugaievsky
sin ~char la popularidad que llega-
ma. adquirir la jugada de caballo.
ANATOLI XII
11 ... li:Jxe6 12 cxd4
Ni 12 a4 dxc3 13 bxc3 b4 14 ffc2 'i!fd5!
(G. Kuzmin-Dorfman, 46° Campeo-
nato de la URSS, Tbilisi 1978), ni 12
lllb3 dxc3 13 ffc2 Wd5 14 .!ldl? li:Jb4!
15 'i!fe2 ffc4! (Sa.x-Tal, Tallinn 1979)
plantean mayores problemas a las ne-
gras.
12 •.• lllcxd4 13 li:Je4
Esta es una de esas novedades que ayu-
dó a romper la resistencia de Korchnoi,
que estaba a punto de revivir. El efecto
de tales sorpresas es muy fuerte, ya que
durante el curso del match es difícil
para el jugador encontrar un antídoto
eficaz. Entonces tiene que cambiar su
principal apertura, y la que tiene en
cartera puede no ser siempre equiva-
lente en términos de calidad y grado de
preparación.
Normalmente se jugaba 13 lllxd4
ffxd4. Por ejemplo: 14 'i!fe2 .!ld8 15
a4 'i!fd5! 16 axb5 axb5 17 'i!fe4 (no 17
.!la5? Ab4! 18 .!lxb5 llld4) 17 ... ~c5
18 'ili'xd5 .!lxd5, con un excelente final
de las negras (Adams-Anand, Linares
1994, match, 2ª). Ochenta años antes,
después de 14 'i!ff3 .!ld8 15 a4 (no 15
Wc6+ 1!1'd7 16 'tll'xa6 Ab4!) 15 ... 'i!fd5
16 ft'xd5 .!lxd5 17 axb5 axb5 18 .!la8+
llld8 19 ll\e4! .!lxe5 20 .!ldl Ae7 21 f3
.!lf5?! 22 l:!c8, las blancas llevaron la
iniciativa durante mucho tiempo en un
tipo similar de final (Capablanca-Las-
ker, San Petersburgo 1914), pero pron-
to se conoció la mejor prescripción,
15 ... ~b4!, con igualdad.
381
Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES
13 ... i;.e7
Korchnoi pensó durante 79 minutos
esta jugada, estableciendo lo que en-
tonces era un récord en los encuen-
tros por el campeonato mundial. Yo
conseguí superar esta dudosa hazaña,
en Sevilla 1987, cuando en la apertura
de la segunda partida de mi duelo con
Karpov pensé durante 83 minutos.
Al encontrarse con otra sorpresa, Kor-
chnoi prefirió efectuar la jugada más
útil, incluso sobre principios generales.
La otra maniobra típica, 13 ... 'Wd5?!,
fue condenada con razón por Karpov.
Después de 14 t0xd4 t0xd4 15 lllc3
'i':l'd7 16 Jie3 iic5 17 Wh5, o bien 14 ...
Wxe4 15 t0xe6 fxe6 16 'i':l'h5+ g6 17
'i!Wh3, las blancas se apoderan con fir-
meza de la iniciativa.
14 iie3 t0xf3+?
En esencia, el único error de la parti-
da, pero al mismo tiempo irreparable.
No podemos evitar acordarnos de la
segunda partida del match de 1974
entre los mismos adversarios, con la
jugada perdedora de Korchnoi 19 ...
ll4c5?, inmediatamente después de
una novedad por parte de su rival
(partida núm. 556).
Es evidente que el caballo no puede
mantenerse en el centro: 14 ... c5 15
b4!, con la secuencia 15 ... ILJxf3+ 16
'i!:l'xf3 c4 17 llfdl 'i!:l'c8 18 t0d6+ iixd6
19 exd6 0-0 20 d7. Sin embargo, cam-
biarlo también es malo, porque sólo
sirve para activar a las fuerzas blancas.
En su siguiente partida con las negras,
Korchnoi encontró la respuesta correc-
ta: 14 ... t0f5! 15 'i':l'c2 0-0
Diagrama de análisis
382
V
16 t0eg5 hg5! 17 t0xg5 g6 18 t0xe6
fxe6 19 llael 'i':l'd5 20 b3 llac8, con
igualdad. Posteriormente, las blancas
trataron más a menudo de luchar por la
ventaja con 16 l:tadl !? t0xe3 17 fxe3 'i!:l'c8
y luego, sobre todo, 18 fi:ld4 ó 18 h3.
1) 18 'Od4 t0xd4 19 exd4 'i':l'e6! 20
t0g3! (20 'i':l'xc7 llac8 21 'i!:l'a5 llc2, con
excelente compensación) 20 ... c6 (es
divertido que la trampa 20 ... ffi? 21 'Of5!
fxe5? 22 'i!:l'b3!, 1-0, cazase a dos fuertes
grandes maestros en las partidas Zeshko-
vsky-Yusupov, Erevan 1982, y Chandler-
Nunn, Naestved 1985) 21 t0f5 llfe8 22
lld3 i;.f8 23 l:th3 g6 24 'Oh6+ iixh6 25
llxh6 c5, con igualdad (Short-Yusupov,
Montpellier, Candidatos 1985).
2) 18 h3 l:td8 19 'Oh2 l:txdl 20 'i!:l'xdl
'We8! (la partida Geller-Tal, Sochi
1986, siguió con 20 ... t0c5, y aquí, en
opinión de Tal, 21 'i!:l'd5! habría dado
ventaja a las blancas) 21 Wh5 t0c5 22
ILJg3 a5! 23 t0f5 lla6 24 t0g4 l:tg6, apo-
derándose de la iniciativa (Tal-Korch-
noi, Rey~avik 1987).
15 Wxf3 0-0 16 l:tfdl
La jugada más lógica, reforzando la
posición de las blancas en el centro.
Karpov dudó mucho antes de decidirse
por esta torre, ya que quería mante-
nerla en la columna f, para avanzar su
peón de f2. Pero eso habría reducido
el efecto de la novedad de apertura
conduciendo el juego a una posición
confusa: 16 'i!:l'g3?! 'i':l'd5! 17 tt:lf6+ ~xffi
18 exffi 'Wf5 19 fxg7 l'.Ud8 (Karpov), o
incluso 18 ... g6 19 'i!:l'h4 'i!:l'f5.
16 ... 'i!We8
La dama no ha conseguido saltar a d5
y ahora está obligada a resguardarse
en las últimas filas. Karpov piensa que
Korchnoi no eligió el menor de los
males. Sin embargo, otras jugadas de
dama como 16 ... 'Wc8 17 l:tacl l:td8
18 t0d6 Jixd6 19 exd6, ó 16 ... \WbS
17 "i!fg4 c5 18 f4 'Wc7 19 'Od6, también
conducían a situaciones en las que las
esperanzas de salvar la partida estaban
relacionadas sólo con un posible errOf"
del oponente.

1822
17 ~f6+! il.xf6
Las consecuencias de 17 ... gxf6? 18
affi ~d6 19 lld4!, seguido de 20 llh4,
son demasiado transparentes.
18 exf6 'it'c8 19 fxg7
Por el momento no hay un ataque de-
moledor (19 'll!fg3 lld8 20 f4? g6 21 15
~).y Karpov elige una continuación
c¡ue en definitiva deja a las blancas con
m:i peón de ventaja.
1'-. !ld8
X.O, por supuesto, 19 ... wxg7? 20 ~h6+!
~6 21 'll!ff6+, con mate, mientras que
en caso de 19 ... ~xg7, las blancas no
no ganan el peón de c7 (con 20 J:!acl
ó 20 Wg3), sino que también pueden
cn:ar un ataque contra el debilitado
cmoque. Korchnoi no tiene intención
ir entregar su peón e, y espera que el
peón blanco de g7 defienda a su rey de
;ui ataque frontal.
9b4
~v vio que nada impedía el avance
a este peón hasta h6, pero al mismo
lii:mpo permite a las negras cierta acti-
"llidad. El \•encedor se critica a sí mismo,
estimando que "debía haberse conside-
Elllil> la jugada profiláctica 20 b4, a fin
IÍr impedir el juego de las negras y, al
lima.!, obligarlas a capturar el peón de
g;. exponiendo a su rey".
9_ c5 21 llacl
'"l'.iecnicamente, la solución más fuerte
~ 21 l:Xd8+ '1Wxd8 22 lldl 1Lld4 23
.lxd4 cxd4 24 a'e4!, y el peón h avanza
sin obstáculos" (Karpov).
Zl- ffc7 22 h5
ANATOLI XII
"Obcecado con mi idea, permito que
mi oponente active sus piezas y logre
contrajuego", escribe Karpov. "Debí ha-
ber continuado con 22 '1Wf6! llxdl+ 23
llxdl lld8 24 .l:!.xd8+ \!Vxd8 25 'ili'xd8+
1Llxd8 26 ~xc5. Por otro lado, también
era bueno 22 b4 c4 23 h5".
Pero no hay razón para tanto reproche.
De todos modos, la posición blanca es-
tá fácilmente ganada.
22 •.• 'ili'e5! 23 h6 '1Wxb2
Esta era la posición a la que Karpov
aspiraba desde mucho antes. Pero, en
sus palabras, "obviamente, había subes-
timado algo, y tuve que pensar durante
mucho tiempo".
1823
24 lld7
Una jugada espectacular, que también
gana el peón de a6. "Aparentemente,
jugada única ... En caso de 24 ~xc5
1Llxc5 25 llxc5 'll!fxa2 26 lld7, las negras
disponen de la réplica 26 ... llab8 27
"l!Vf4 lla8" (Karpov).
Sin embargo, encerrado por los peones
de g7 y h6, el rey negro sigue siendo
presa fácil de las piezas blancas: 28 lle7
"l!Vbl+ 29 wh2 "t!fg6 30 llf5 lld4 31 'll!fe3!
lldd8 32 llexf7 "f!/xf7 33 llxf7 wxf7 34
"l!Vf3+, y no es posible 34 ... wg6, debido
a 35 g4. En lugar de 27 ... lla8, las ne-
gras pueden inmediatamente recurrir
a la ayuda de la dama con 27 ... 'll!fe6.
Entonces, 28 llcd5! lle8 (si 28 ... "l!Ve8,
seguiría 29 'll!fxf7+ \Wxf7 30 llxd8+ 'ili'e8
31 llxe8+ llxe8 32 lld7, y el camino
para el peón de f2 está abierto: 32 ...
b4 33 f4 b3 34 llb7) 29 g3 (evitando
29 ll5d6 'IWel+ 30 Wh2 'We5) 29 ... %:!.b7
383
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES V

(después de 29 ... b4 30 l:!5d6 "l:\i'a2, jaques se acaban y las blancas ganan"

las blancas se acercan fácilmente a la (K.-irpov).
casilla f7 con 31 'i!.>g2, seguido de 32
29 '1Wc6! b4
l:!d5) 30 l:!7d6 Wfel+ 31 'i!.>g2 J:tbe7 32
llxa6 b4 33 llb6, y las negras pierden Dentro de tres jugadas, la casilla c4
también su peón b. estará bloqueada por las blancas, pero
evitar b5-b4 en favor de una táctica de
También debo mencionar la inmediata
espera no tendría sentido. En este tipo
24 ... "l:\i'xa2. También aquí consiguen
de situación, las negras deben buscar
su objetivo las blancas explotando la
posibilidades en una lucha nerviosa en
amenaza de penetración en la última
el tablero, no en el análisis de la par-
fila: 25 l:!xd8+ l:!xd8 26 il.b6 "l:\i'd2 (26 ...
tida aplazada. Objetivamente, en caso
llb8 27 "l:\i'b7!) 27 "l:\i'c6 llb8 28 f4! (no
de 29 ... "l1t'd3 30 lkl '1We2 31 g3 1Wb2
28 "l:\i'c8+ de inmediato, 28 ... lLld8; con
32 ~g2, las posibilidades de las negras
28 f4, las blancas defienden el peón de
se han agotado, y tras 32 ... \\!l'xa2 33
h6 en la variante 28 ... b4 29 "l:\i'c8+ lLld8
il.xc5, el final está cercano.
30 "l!Vxb8 Wfxcl+ 31 'i!.>h2) 28 ... "l:\i'xf4 29
Wc8+ lLld8 30 l:!el !, y Karpov sin duda 30 'i!fa4! 'lWd3 31 llcl °t'i'd5 32 \\!l'b3 "i!fe4
tenía razón cuando decidió avanzar su
El cambio de torres, 32 ... "t'i'h5 33 1Wc4
peón hasta h6.
lldl + 34 llxdl 'IWxdl +, habría conduci-
24 ... llxd7 25 Wxa8+ lld8 26 Wxa6 do a un final fácilmente ganado por las
We2! 27 l:!fl?! blancas. Por ejemplo: 35 'i!.>h2 'i!i'h5+ 36
wg3 1Wg6+ 37 'it>f3 "l!ff6+ (37 ... 't\i'h5+ 38
Las negras amenazaban jaque per-
g4 lLlg5+ 39 il.xg5 Wxg5 40 'Wa6 'IWd:>+
petuo, pero sólo ahora logran algún
41 wg3 "i!fe5+ 42 wh3 "l1t'e8 43 f3, y sigue
contrajuego. Zug:wang) 38 'it>e2 "i!fb2+ 39 @fl 'IWal+
Karpov evitó la natural 27 g3, debido 40il.c1. No hay más jaques, y con su r~·
a 27 ... lLld4 28 il.xd4 cxd4, llegando a inmóvil, las negras no pueden resistir:
la conclusión de que "las negras paran 40 ... "i1t'd4 41 't\i'xd4 lt:lxd4 42 il.e3 lt:le6
las amenazas de mate y el peón d se 43 g4 c4 44 we2.
vuelve peligroso". Me parece que la
33 "+li'c2
victoria aquí no es tan difícil: 29 'lWffi!
"t:t'e8 (29 ... lla8 30 "l:\i'xd4 "l:\i'xa2 31 "+li'd7 1824
"l:\i'a6? 32 llc6) 30 l:!c7 lld7 31 "l:\i'c6 lld8
32 Wxe8+ llxe8 33 lld7. Es posible que
las blancas ganen también incluso con
28 llxc5 tLlf3+ 29 wg2 lt:lel+ 30 wh3
Wfl+ 31 Wg4. Lajugada de espera 27 ...
Wb2 es más tenaz, aunque las blancas
no deberían tener mayores problemas
para imponerse. Por ejemplo: 28 a4
bxa4 (o bien 28 ... b4 29 \\!l'b6 b3 30
t:!.xc5 Wfal+ 31 wh2 Wxa4 32 lle5)
29 "+li'xa4 lLld4 30 llxc5 "l:\i'bl+ 31 'it>h2
lt:lf3+ 32 wg2 tLie 1+ 33 wh3 tLid3 34 nr:;
33 ••• Wfxc2?
'i!i'hl+ 35 wg4, y aquí el rey está seguro,
y las blancas realizan su ventaja mate- En apuros de tiempo, Korchnoi cam-
rial sin especiales dificultades. bia su pieza más activa. Las blancas
se enfrentarían a mayores problemas
27 •.. lldl 28 '1Wa8+ lld8
con 33 ... f!i'g4!, y después de 34 il.xci~
"Pero no 28 ... lLld8, debido a 29 llxdl llc8 35 \\!l'd2, el ataque de caballería
\IWxdl+ 30 wh2 'Wh5+ 31 'it>g3 "l1t'g6+ 35 ... lLlf4! confundiría por completo
32 wh4 \\!l'ffi+ 33 wh3! '+l:l'e6+ 34 g4, los la situación: 36 f3 "+li'g5 37 1:!.c2 "+li'xh6

384

l8 W'xb4 'Wg6. Con 34 f3 Wg3 35 We4
1'd6 36 Wf2, las blancas habrían re-
renido la ventaja decisiva, aunque en
esta posición las negras pueden seguir
resistiendo. Es muy probable que en ca-
!O de 33 ... Wg4!, el aplazamiento de la
partida no fuese un mero formalismo.
34 !:xc2 f5 35 f4! <J;f7
Es curioso que en caso de 35 ... J:!d5, las
blancas también ganen (aparte de 36
~ ó 36 l:!e2) con 36 g4 fxg4 37 J:!c4,
mn idea de J:l.e4 y wg2-g3. La indefen-
iión de las negras es absoluta, debido
2 la enorme fuerza del peón protegido
deg7.
Ji g4! J:!d5 37 gxf5 J:l.xf5 38 J:!d2 J:l.f6 39
.:d7+ ~g8 40 f5!
~-que conservar el peón de h6. Aun-
<;ue después de 40 J:l.e7?! J:!g6+ 41 >t>f2
~6 42 f5 J:l.f6 43 J:!xe6 l!.xf5+ 44 >t>e2
~7, las blancas tienen un alfil de ven-
1* que no controla la casilla de coro-
llación del último peón blanco. Gracias
2que las torres siguen sobre el tablero,
m blancas deberían ganar, pero la par-
"!ida podría prolongarse mucho.
40- .!:Xf5 41 lle7
l2s restantes jugadas no debían ha-
!Jierse realizado, pero Korchnoi no
quería oír los aplausos en honor del
~cedor.
.g -- li:Jxg7 42 l!.xg7 + @h8 43 l!.c7 lt>g8
.Y ..txc5 i:tg5+ 45 wf2 l!.g6 46 ~e3
l2s negras sellaron la jugada secreta
• - .l:ta6, pero al día siguiente se rin-
liiiaon sin reanudar el juego.
Il resultado se situó en 5-2. Zaitsev: "El
!becho de que el fin del match estuviese
Zlora cercano fue indicado con elo-
Clllmcia por la 15' partida, en la que,
~ a un inteligente e inesperado
SllCrificio de alfil, Korchnoi ganó un
?Cón en una posición con piezas pe-
s.las y alfiles de diferente color. Pero
ra forma que eligió para imponer su
~taja resultó demasiado simplifica-
l!iora, y no planteó a Karpov mayores
pa>blemas.
ANATOLI XII
1825
20 .!lc5
"Incluso durante la partida, nos pare-
cía más fuerte 20 exd4, y si 20 ... ~xd4,
21 .!lc5! Después de 21 ... J:l.ad8 22 J:l.d5
Wxd5 23 ~xd5 J:!xd5 24 "l!i'f3 J:!fd8 25
J:l.e 1, las negras necesitarían varias do-
cenas de jugadas para conseguir tablas.
20 .•• ~f6 21 .!ld5?l
"Es probable que las blancas no hu-
bieran debido apresurarse a realizar
esta jugada. Después de 21 exd4 .!lad8
(21 ... J:l.ac8, recomendado por Kor-
chnoi en el lnfonnator, no es mejor),
podrían haber intentado romper las
defensas enemigas con 22 J:!a5!? En
caso de la directa 22 ... b6?! 23 J:!d5, las
posibilidades blancas mejoran en vista
del debilitamiento de la casilla c6. Es
mejor una solución táctica, fácilmente
descubierta por un ordenador: 22 ...
Wc7 23 J:!xa7 -'1..xd4 24 l:!xb7 ~xf2+ 25
Wh 1 "i\fxg3 26 "i\ff3 lld2 27 'i:'.t'xg3 -'1..xg3,
pero también aquí, después de 28 a4 f6
29 a5 J:l.f7 30 a6, las blancas conservan
posibilidades de éxito.
21 ••• "i\fc7 22 e.xd4 J:!ad8
"Y las negras lograron tablas en la
jugada 41. Se sentía que Korchnoi ya
no tenía su anterior energía ni perse-
verancia. Podríamos citar varios ejem-
plos modernos, en los que, con esta
relación de material, el bando fuerte
pudo crear considerables dificultades a
su oponente".
Las dos partidas siguientes también
finalizaron en tablas. Tal: "Yo ni siquie-
ra estaba preocupado por el resultado
con que ganase Karpov. Lo único que
no debía hacer, pensaba, era repetir los
385
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES V
errores de Baguio. No los repitió. Es
cierto que en varios momentos, el mar-
cador coincidió, pero ahí finalizaron
las analogías con Baguio. Cuando, con
5-2, hizo tres tablas, no me preocupé,
porque ni una sola vez corrió Karpov el
peligro de perder. Al llegar la 18' par-
tida, todos los datos objetivos, incluida
'mi voz interior', apuntaban a que era
hora de que el match finalizase".
575.
A. Karpov-V. Korchnoi
Merano 1981
Campeonato Mundial, 18ª partida
Apertura Española (C80)
1 e4 e5 2 lllf3 lllc6 3 il.b5 a6 4 .b4 lllf6
5 0-0 lllxe4 6 d4 b5 7 il.b3 d5 8 dxe5
il.e6 9 lllbd2 füc5 10 c3 d4 11 il.xe6
lllxe6 12 cxd4 lllcxd4 13 a4 !
Esta sugerencia fue obra de Polugaievs-
ky. "Aquí todo era mucho más sencillo:
el autor de la idea se encontraba en
Merano, y él mismo podía presentarla
en debida forma" (Zaitsev). Un análisis
conjunto demostró que este avance
planteaba a las negras tantos escollos
como 13 füe4 (partida núm. 574).
A pesar de que el oponente aún no
había resuelto todos los problemas
de apertura derivados de la jugada
de caballo, se decidió poner a prueba
esta otra novedad. ¡El efecto superó
todas las expectativas! Korchnoi pensó
durante 54 minutos y no encontró el
mejor plan defensivo.
1826
386
13 ••. il.e7?1
La práctica actual ha arrinconado tan-
to 13 ... il.e7 como 13 ... l:tb8. En este
último caso, el final resultante de 14
axb5 axb515 llle4 il.e716 il.e3 lllf5 Ii
il.a7 'i!l'xdl 18 J:tfxdl l:!d8 19 g4 l:txdl+
20 %1.xd l es dificil para las negras. Por
ejemplo: 20 ... füh4 21 lllxh4 il.xh4 22
il.e3 (Smirin-Hübner, Polanica Zdroj
1995), o bien 20 ... lllh6 21 h3 f5 22
exf6 gxf6 23 il.e3 (C. Hansen-1. Soko-
lov, Malmoe 1997).
Durante un tiempo se consideró 13 ...
il.c5 lo mejor. Después de 14 füe4 il.b6,
las blancas disponían de abundante
elección, pero lo más prometedor pro-
bablemen te sea 15 lllfg5!? Da buenas
posibilidades de igualar 14 ... 0-0 15
füxc5 lllxf3+ 16 'i!l'xf3 lllxc5 17 axb5
axb5 18 il.g5. Esta posición se conside-
raba claramente mejor para las blancas,
hasta que las negras encontraron un
remedio radical sacrificando la dama:
18 ... l:!xal 19 il.xd8 J:txfl+ 20 wxfl
J:txd8, como se jugó en la partida To-
palov-Anand (Dos Hermanas 1996), y
en la que después de 21 g3 (no 21 'i!l'c6
llle6 22 'i!l'xb5?? l:tdl+ 23 'i!fe2 llld4+)
21 ... llle6 22 'i!l'b7 g6 23 '!Wxb5 c5 24
h4 h5, las negras formaron una forta-
leza inexpugnable. Pero más tarde, en
el siglo XXI, después de 14 llle4, sólo
respondieron 14 ... il.b6. La preguma
se sugiere por sí sola: ¿era la fortaleza
realmente inexpugnable?
Actualmente, ha saltado a la palestra
13 ... il.b4, aunque en la partida Kram-
nik-Shirov (Montecarlo, rápidas, 2005),
las negras pronto quedaron en dificil
posición: 14 axb5 lllxf3+? 15 lllxf3 axb5
16 l:!xaS 'i!l'xa8 17 lllg5! También es ma-
lo 14 ... axb5? 15 J:txa8 'i!i'xa8 16 füxd4
lllxd4 17 'i!l'g4. Por consiguiente, se jugó
14 ... lllxb5, pero tras 15 llle4 0-0 16
il.e3 (Shirov-Anand, Mainz /rápidas/
2004), o bien 15 'i!l'a4 il.e7 16 llle4 (S\'i·
dlcr-1. Sokolov, Wijk aan Zee 2005), las
negras se encuentran en dificultades.
Hay que decir que la práctica moderna
no ofrece ninguna prescripción real-
mente fiable contra 13 a4!

14 i(:)xd4 /Oxd4
Después de varias tentativas por defen-
der la posición con 14 ... 'tl!'xd4 15 axb5
Wxe5 16 bxa6 0-0 17 'l!i'a4, las negras
Dan quedado insatisfechas con los re-
sultados:
l) 17 ... l:Ub8 18 a7 Ab7 19 /01'3 'tlfd5
fo bien 19 ... 'l!i'b5 20 'i'Vxb5 Axb5 21
~3 il.f6 22 l:ta2 Hjartarson-Smejkal,
Bundesliga 1989) 20 .lte3 il.c5 21 Aad l
Wb3 22 'l!i'xb3 l:txb3 23 il.xc5 /Oxc5 24
~d4 (Ehlvest-Marin, Tallinn 1989).
~) 17 ... /Oc5 18 'iiil'c4 l:tfb8 19 l:ta5 'i!fd6
~ /Oe4 /Oxe4 21 'l!i'xe4 'tll'b4 22 'l!i'xb4
.ilb4 23 l:ta4 Ab6 24 a7 il.c5 25 l:tdl
íTopalov-Korchnoi, Madrid 1996). Se
diría que Korchnoi podría haber sal-
'lado este final con 25 ... Ab7 (26 il.e3
.lxe3 27 fxe3 'il<f8), pero con anteriori-
dad la ventaja blanca era tangible con
19 /01'3! 'l!i'e6 20 Wxe6 fxe6 21 a7 l:tb7
!2 /0d4, o bien 22 il.e3.
l5 /0e4
Esta jugada temat1ca "asegura a las
blancas una sólida ventaja, tanto con
damas sobre el tablero como en caso
de que se cambien" (Karpov).
182i
15 ••. /Oe6?
Este caballo no puede mantenerse en
el centro. Korchnoi no quería alejarlo
del flanco de rey, pero en e6 su posi-
ción es insegura. No obstante, era me-
jor 15 ... 0-0 16 axb5 IOxb5 17 il.e3 tfc8,
pues el caballo, protegido por el peón
de a6, defendería el otro islote y la da-
ma, situándose en e6 ó f5, entorpecería
el desarrollo del ataque blanco.
ANATOLI XII
En una época, tal esquema fue prac-
ticado por Yusupov, famoso por su
tenacidad defensiva. Tuvo problemas
en tres partidas de 1989 (con lvanchuk,
en Linares; Adams y Chandler, ambos
en Hastings), y no encontró seguido-
res. En la variante 13 ... il.b4 14 axb5
/Oxb5 (véanse comentarios anteriores)
se producen posiciones con modelos
similares, pero con los caballos en f3
y e6, a las negras les resulta más fácil
defenderse.
16 il.e3 0-0 17 f4 'tlrxdl
Si 17 ... g6, Karpov estaba listo para ju-
gar 18 g4!, asegurando el avance f4-f5 .
18 l:tfxdl
Como consecuencia de haber jugado
mal la apertura, las negras tienen una
posición muy difícil y sin rastro de con-
trajuego.
18 ••• Afb8?!
Las esperanzas de las negras de activar
sus torres no llegarán a materializarse,
mientras que la aparición de una torre
blanca en séptima augura una inevi-
table catástrofe. La decidida 18 ... f5
19 exf6 il.xf6 ( ó 19 ... gxf6 20 f5 /Og7
21 g4) 20 /Oxf6+ (20 f5 il.xb2 21 fxe6
il.xal 22 l:txal, seguido de /Oc5, quizá
sea aún más fuerte) 20 ... gxf6 21 f5
IOg7 22 g4 parece muy poco atractiva
para las negras. La mejor opción era
simplificar con 18 ... l:tfd8 19 axb5 axb5
20 J:txa8 Axa8 21 f5 J:td8 (21 ... IOIB 22
l:tcl ! J:ta4? 23 /Oc3) 22 :ixd8+ (22 l:tcl
/Od4) 22 ... ILJxd8. A pesar de la evi-
dente superioridad de las blancas, las
negras tienen posibilidades de salvar
la partida gracias al limitado material
restante.
19 l:td7 il.f8
"Era más tenaz 19 ... il.d8, aunque in-
cluso en tal caso, después de 20 a5 ILJf8
21 l:td3, la posición negra dista de ser
agradable" (Karpov). Ciertamente, a
pesar de la igualdad material, la falta
de a1monía en la disposición de las
piezas negras y su mala estructura de
387
Gary Kasparo\• - Mis GF.NIALES PREDECESORES
peones hacen que Ja posición esté obje-
tivamente perdida.
20 f5 tlld8
1828
21 a5!
La captura de peón 21 l:txc7 (que es lo
que, obviamente, Korchnoi esperaba)
habría permitido activarse a las torres
negras: 21 ... bxa4 22 ..111.d4 J:!b4 23
J:!dl (Keene) 23 ... J:!b7 (señalado por
Karpov) 24 l:txb7 tllxb7 25 %!.a 1 a3 26
bxa3 J:!d8. Al posterg-.ir la ganancia de
material, el campeón mundial, con un
juego consistente, priva a su oponente
de la menor posibilidad.
21 ••. llle6 22 e61 fxe6 23 f6!
juego potente. "Se diría que Korchnoi
subestimó este avance cuando jugó
19 ... ..111.!8" (Karpov). Creo que Kor-
chnoi subestimó toda la secuencia de
las últimas jugadas blancas al situar su
torre en bS.
23 ... tlle5
Es posible expulsar a Ja torre de Ja sép-
tima fila, pero a un precio demasiado
elevado: 23 ... l:tdS 24 l:!xc7 J:!ac8 25 f7+
~h8 26 J:!xc8 J:!xc8 27 J:!cl (Karpov)
27 ... 0,e7 28 .!l:xc8 tllxc8 29 /Oc5, y el
peón de f7 cuesta una pieza. Por ou<1
parte, también es insoportable la torre
en séptima: 23 ... J:!c8 24 J:!cl ! tllxa5 25
..111.d4 %!.d8 26 J:'kxc7 l:hd7 27 J:!xd7 lllc6
28 fxg7 ..111.e7 29 l:tc7! J:!d8 30 ~e3.
24 J:!xc7 J:!c8 25 J:!acl J:txc7 26 J:txc7
l:td8 27 h3!
"No hay razón para apresurarse. Esta
jugada asegura un buen refugio para
el rey" (Karpov). Mi relación con el
388
V
tiempo ajedrecístico, en general, y con
la profilaxis, en particular, es distinta.
De ahí la razón de que nuestros estilos
sean tan diferentes.
27 ... h6
Esto, en cambio, no es profilaxis. Las
negras, sencillamente, no disponen
de jugadas útiles. También pierden
en caso de 27 ... J:td7 28 J:!c8 J:tdl+ 29
wf2 gxf6 30 tüxf6+ wg7 31 tüxh7 (ó 31
we2).
28 J:ta7!
Indudablemente, las forma más clara
de materializar Ja ven taja.
28 ... tllc4
Ni ahora ni más tarde puede la torre
dejar la octava fila so pena de sufrir im-
portantes pérdidas. Por ejemplo: 28 ...
J:!dl+ 29 wf2 J:tbl 30 ..111.d4 lllc6 31 f7+
wh7 32 J:ta8 tllxd4 33 l:txf8 J:txb2+ 34
'>Pgl J:!bl + 35 @h2 llfl 36 J:!d8.
29 Ab6! J:tb8 30 Ac5 ..111.xc5+ 31 tllxc5
gxf6 32 b41
Una decisión técnicamente precisa.
Por un instante, las negrns tienen un
peón de ventaja, pero su posición sigue
siendo absolutamente desesperada.
Este era el momento adecuado para
rendirse, pero Korchnoi, como en Ja
última partida de Baguio, quería llegar
hasta el aplazamiento: El resto es claro
y no merece comentarios.
1829
32 ... l:td8 33 %!.xa6 wf7 34 J:'ta7+ 'i!<g6
35 J:!d7! J:'te8 36 a6 J:!a8 37 llb7 wf5 38
J:!xb5 we5 39 J:tb7 wd5 40 J:'tf7! f5 41
l'U6

La jugada secreta de Korchnoi fue
41 ... e5, después de lo cual las blancas
disponen de buen número de jugadas
ganadoras (42 lLld7, 42 lLla4, 42 l:.xf5,
etc.). Pero, como se esperaba, no hu-
bo sesión de aplazamiento. Dos horas
antes de la hora ftjada, las negras se
rindieron, y el encuentro concluyó con
el resultado de 6-2 (más diez tablas) a
favor de Karpov.
Baturinsky recuerda que Korchnoi
envió primero una nota manuscrita,
en inglés, a Klein: "Le informo de
que me rindo en la 18ª partida y, por
tanto, en el match, y felicito a Karpov
y a toda la delegación soviética por su
excelente tecnología electrónica. Kor-
chnoi". Como es evidente, el aspirante
sinceramente creía que la causa de su
derrota se debía al efecto de los miste-
riores rayos electrónicos. Sin embargo,
cuando horas más tarde Baturinsky le
pidió a Klein una fotocopia de la nota,
este último replicó riendo: "¡La nota
no existe!".
Sigue un resumen ac!Ual, a cargo
de Zaitsev: "Parece que fueron estas
sal\'as concluyentes, lanzadas sobre la
Defensa Abierta, las que reportaron el
uiunfo de Karpov en el encuentro. For-
malmente, así es, pero en mi opinión,
la razón principal para la derrota de
Korchnoi fue que se entusiasmó dema-
siado con esquemas en los que la situa-
ción estratégica en el centro quedaba
determinada muy pronto. En tanto que
muy fuerte estratega, posiblemente de-
bería haber dirigido todos sus esfuerzos
a buscar (o, en definitiva, a descubrir)
esquemas que durante mucho tiempo
zsegurasen una lucha estratégica (¡no
posicional, sino estratégica!) duradera.
Es decir, una lucha por el control de
los procesos de formación de estructu-
ras. Una pista para Korchnoi podrían
haber sido al menos dos de sus viejas
Tictorias sobre Karpov (en Haslings
1971-72 y en la 19ª partida de su match
de Moscú 1974), en las que se jugó una
compacta apertura de peón dama. Más
12rde, un curso así fue seguido, delibe-
radamente o no, y no sin éxito, contra
ANATOI.1 XII
Karpov, por ocros oponentes de match:
Yusupov (1989) y Anand (1998)".
Las opiniones de famosos grandes
maestros, expresadas inmediatamente
después del duelo, también son inte-
resantes.
Polugaievsky: "Percibí el talante
del campeón mundial, no sólo para
ganar el match, sino para lograr una
convincente victoria. Afrontó el evento
de forma muy profesional, en el mejor
sentido de Ja palabra".
Geller: "La quinta hora de juego, es-
pecialmente difícil para los jugadores,
se inclinó del todo a favor de Karpov.
Consiguió finalizar el encuentro prác-
ticamente sin ningún apuro de tiempo
y, por encima de todo, no se permitió
a sí mismo una prematura desmovili-
zación, como le había ocurrido, más
de una vez, en Baguio. El campeón del
mundo ganó también el duelo teórico.
Su trn.bajo práctico y analítico resulta-
ron muy bien equilibrados".
Gligoric: "La calidad del juego
en Merano fue mucho más alta, con
bastantes menos errores que en otros
encuentros similares. Karpov jugó mag-
níficamente, y en la actualidad no tiene
iguales. Por consiguiente, no tiene
sentido juzgar con excesiva severidad el
juego de su oponente. El duelo aportó
algunas conclusiones de extraordinaria
importancia para la teoría de apertu-
ras".
Schmid: "Karpov es un fenómeno
excepcional. Pero al margen de su
enorme talento, que ya se puso de
manifiesto a temprana edad, también
necesitaba buenas condiciones para
desarrollarlo. El vigente campeón del
mundo es un jugador universal de la
clase más alta.
Olafsson: "¡Un triunfo convincen-
te! Ahora afrontamos eres años para
designar el futuro oponente de Karpov
y, por el momento, no es fácil predecir
quién podrá competir con él. Entre
sus más previsibles contendientes se
encuentran Timman, Kasparov, Kor-
chnoi, y también Beliavsky y Balashov.
Una cosa está clara: hoy día Karpov es
el jugador más fuerte del mundo".
389
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PRt:oECF.SORES
Larsen: "Predije el resultado 6-2
hace mucho, y sólo me equivoqué en
el número total de partidas. Pensé
que serían 22. En todo el período
de la posguerra, no ha habido otro
encuentro por el campeonato mundial
en que el campeón haya sido tan supe-
rior al aspirante. Creo que el próximo
aspirante será Timman, o Beliavsky, o ...
Larsen. ¿Kasparov? Cuando sacrifica,
siempre está seguro de que ganará. ¡Es
un gran optimista!".
Najdorf: "Tengo que pedirle excu-
sas a Karpov. Hasta ahora lo considera-
ba un aplicado trabajador del tablero.
En Merano demostró que es un genio.
Que incluso puede compararse con el
juego de Capablanca en el momento
culminante de su carrera. Ahora inclui-
ria a Anatoli entre los mejores ajedre-
cistas de la historia".
Nueve años después, tras enfriarse
un poco, hasta Korchnoi admitió en
una enu·evista que Karpov era un ver-
dadero campeón del mundo y que me-
recía un lugar destacado en la historia
del ajedrez ...
¿Quién es el siguiente?
Por sus resultados en 1981, los pe-
riodistas concedieron a Karpov otro
Osear de ajedrez (¡el octavo!), con su
contemporáneo y viejo rival, Timman,
en segundo lugar. El gran maestro ho-
landés pronto confirmó su fuerza, ga-
nando brillantemente un fuerte torneo
en Mar del Plata (febrero de 1982): l.
Timman 9,5 (de 13); 2. Portisch 8; 3-5.
Karpov, Polugaievsky y Seirawan 7,5; 6.
Andersson 7, etc.
A partir de la tercera ronda, Tim-
man se anotó ¡ocho victorias consecuti-
vas!, incluida una sobre Karpov, de nue-
vo con negras, en una Defensa Siciliana
(véase partida núm. 578, comentario a
la novenajugada blanca). Después de
tal sprint, no había duda de quién sería
el vencedor del torneo. Pero ¿qué pasa-
ba con el campeón del mundo?
Polugaievsky: "El mundo del aje-
drez está acostumbrado a ver que Kar-
pov siempre finali7.a el primero. Pero
390
V
no podemos olvidar que hace apenas
dos meses que finalizó el encuentro de
Merano y que durante todo este tiem-
po, el campeón ha sido, literalmente,
'bombardeado' con exigencias públi-
cas, de aficionados y celebraciones,
de modo que no ha podido descansar
debidamente. Esto se ha hecho sentir
en su juego. En varias partidas se le
escaparon puntos en posiciones gana-
das, y después de eso, en posición muy
superior con Palermo, incluso perdió ...
Aunque seguía cansado tras el match
por la corona mundial, el campeón, a
diferencia de la inmensa mayoría de
sus predecesores, no se apartó de su
principio: ¡participar en el mayor nú-
mero posible de fuertes torneos!".
Hubo muchas cosas, ciertamente.
que distrajeron a Karpov. Por ejemplo,
con la bendición de los más altos di-
rigentes del PCUS, fue "elegido" pre-
sidente de Fondo Soviético por la Paz
(organización transformada que, hasta
el día de hoy, sigue presidiendo). Por
entonces, en tanto que director de la
revista 64, el campeón llevó a cabo una
rueda de prensa para los lectores de la
revista, respondiendo a sus numerosas
preguntas. Me llamaron la atención
dos de sus declaraciones.
Acerca de su credo ajedrecístico:
"He oído muchas veces que Botvinnik
divide a los jugadores de ajedrez en 'in-
vestigadores' y... aquellos entre los que
me incluye. No discutiré con nuestro
estimado Mijail Moiseevich -ya que,
después de todo, no es cuestión de ca-
lificativos-, pero creo firmemente que
mi 'actividad no investigadora' no sólo
es apreciada por el mundo del ajedrez,
sino que también resulta beneficiosa
para él. Por cierto que cuanto mayor
era el número de invenciones ajedre-
císticas de Bor..¡nnik, están relaciona-
das con los tiempos en que participaba
más intensamente en competiciones.
Es difícil valorar los daños sufridos por
el ajedrez en los años 'sabáticos' de
un gran maestro en la plenitud de su
fuerza".
Acerca de su futuro oponente y las
perspectivas de los jóvenes (KasparO\·.

Psajis, Yusupov y Dolmatov): "Si
añadimos a ellos Jos mejores que se
encuentran en la treintena, tenemos
los nombres de quienes participarán
en Jos encuentros de Candidatos del
futuro inmediato, alguno de Jos cuales
quizá participe también en un match
por el título mundial... Aún no está
claro si Korchnoi podrá recuperarse
de su demoledora derrota en Merano,
pero por el momento es el número
dos del mundo. Claro que conozco a
un gran maestro capaz de derrotarlo.
Creo que si se clasifica para el ciclo de
Candidatos y se enfrenta a Korchnoi, Jo
vencerá. Ese jugador es Timman".
A Karpov le resultó dificil el torneo
de Londres (abril de 1982). Al princi-
pio, dejó escapar sus posibilidades de
ganar en su partida con Short. Luego
hizo tres tablas más, y sólo en Ja quinta
ronda logró su primera victoria, con-
tra Mestel. Karpov: "Como escribió la
prensa local, en esta partida el Dragón
fue abatido con ayuda de la técnica.
Continuando con eljuego de palabras,
añadiría que esto es muy natural, ya
que, después de todo, no puedes en-
frentarte a él con las manos desnudas".
Luego siguieron otras tres tablas,
incluida Ja partida con Timman.Jugan-
do con blancas, Karpov estaba ansioso
por vengarse de Mar del Plata. Esta vez
logró una evidente ventaja en una Si-
ciliana. Pero tras varias imprecisiones,
acabó teniendo que esfor.rarse por sal-
Tar Ja partida. En el torneo las sesiones
de aplazamientos eran después de Ja
sesión normal, y esta lucha se disputó
durante tres días consecutivos. En ge-
neral, Timmanjugó de forma desigual
m Londres. Como dijo Karpov, "el
carácter irregular de las actuaciones
de este gran maestro de talento resulta
sorprendente, aunque está comenzan-
do a convertirse en habitual".
En Ja novena ronda, el campeón
bgró su segunda victoria, de nuevo
contra el Dragón, y contra todo un
~rto en la variante, Tony Miles. In-
cluso en esta variante, Karpov buscaba
d modo de eludir las líneas más agudas
~ los debates teóricos más candentes,
ANATOLI XII
para alcanzar posiciones técnicas sen-
cillas, en las que Jo más importante
es Ja superioridad de Ja comprensión
posicional y Ja capacidad para disponer
"adecuadamente" las piezas. Esta par-
tida constituye un buen ejemplo de su
serie de sicilianas pianissimas.
576.
A. Karpov-A. Miles
L1J11dres 1982, 9" ronda
Defensa Siciliana (876)
1 e4 c5 2 li:lf3 d6 3 d4 cxd4 4 li:lxd4 li:lf6
5 li:lc3 g6 6 Ae3 Ag7 7 f3 0..0 8 'i!fd2
li:lc6 9 g4
La elección de Karpov puede explicar-
se por el hecho de que en las variantes
más agudas del Dragón (9 0-0-0 d5, ó 9
Ac4 Ad7 1O 0-0-0 .l:l.c8 11 il.b3 li:le5 12
h4 -partida núm. 556- 12 ... h5), Miles
se sentía muy a gusto.
9 ... il.e6!
Esto se considera Jo mejor, ya que
permite fácilmente a las negras crear
contrajuego. Sin embargo. en ocasio-
nes también se ha visto el sacrificio
posicional 9 ... il.xg4?! JO fxg4 li:lxg4,
o incluso la voluntaria creación de un
peón aislado en el centro con 9 ... e6
1O 0-0-0 (después de 1O li:ldb5?!, las ne-
gras se apoderan de Ja iniciativa: 10 ...
d5 11 il.c5 a6!? 12 Axf8 wxf8 13 exd5
exd5 14 li:la3 b5, Kochiev-Miles, Mani-
la 1974) JO ... d5 11 g5 li:lh5 12 h4 (12
f4!?; 12 l:tgl!?) 12 ... li:lg3 13 l:tgl li:lxfl
14 l:tgxfl li:le5 15 b3 'l!fa5 16 wbl l:td8
391
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
17 exd5 exd5 (Dolmatov-Zeshkovsky,
Frunze 1983).
A fin de entender la decisión de Miles
de jugar 9 ... il.e6, echemos un vistazo
a la partida de la quinta ronda, Kar-
pov-Mestel: 9 ... ILJxd4 1O il.xd4 il.e6
(digamos de pa~ada que aquí hay una
gran rareza, ya que Botvinnik juega el
Ataque Rauzer: 10 ... Wa5 11 h4 il.e6
12 h5 llfd8? 13 hxg6 hxg6 14 a3 d5 15
e5 lüd7 16 'iWh2 ILJf8 17 il.d3, con una
enorme ventaja, Botvinnik-Averbaj,
Moscú 1955), y aquí el campeón mun-
dial, que ya tenía experiencia en esta
posición (11 0-0-0 '1Wa5 12 Wb 1 J:lfc8
13 a3 .!:!ab8 -13 il.c4!?- 14 g5 ILJh5 15
ILJd5 'i!i'xd2 16 .!:!xd2 il.xd5 17 exd5,
Karpov-Dueball, Olimpiada de Skopje
1972) divisó 11 ILJd5!? ante el tablero,
con el evidente objetivo de impedir la
aparición de la dama negra en a5.
1831
Diagrama de análisis
Después de 11 ... il.xd5 12 exd5 Wc7
(12 ... '1Wd7!? 13 il.c4 l:tfc8 14 il.b3 a5!,
y el contraataque negro no parece
inferior al ataque blanco) 13 h4 .!:!ac8
14 l:lh2 e5 15 dxe6 fxe6, surgió una
situación de doble filo que Karpov,
explotando el juego impreciso de su
oponente, rápidamente transformó en
un final favorable. Por lo visto, Miles
quería privar a las blancas de la posibi-
lidad 11 ILJd5.
10 0-0-0 li:lxd4 11 il.xd4 Wa5 12 a3!
"Es mejor realizar esta jugada de inme-
diata, sin wbl" (Karpov).
12 ••• l:tab8 13 h4 .!:!fc8
Lo correcto es 13 ... b5! (sin perder un
tiempo), en cuyo caso la invasión del
392
V
caballo en d5 ofrece todavía menos
que en la partida: 14 ILJd5 Wxd2+ 15
.!:!xd2 il.xd5 16 exd5 a5 17 il.e2 ILJd7 18
il.xg7 wxg7 19 .!:!el llfc8 20 il.fl ILJc5
(Dolmatov-Alterman, Jelenite 1995),
o bien 14 g5 ILJh5 15 lüd5 '1Wxd2+ 16
l:txd2 il.xd5 17 exd5 ILJg3 18 l:tgl il.xd4
19 .1%xd4 ILJxfl 20 nxn, en ambos casos
con igualdad.
1832
14 lüd5
Como no deseaba embarcarse en ata-
ques opuestos cuyo desenlace es difícil
de predecir, Karpov emplea de nuevo
su método favorito, creando un pues-
to avanzado en d5, que le garantiza
ventaja espacial en una situación más
tranquila: "El ataque directo al rey no
siempre tiene éxito y decidí contentar-
me con una ligera ventaja en el final
que se avecina". Aquí probablemente
fuese más correcto hablar de una ligera
iniciativa.
Aun así. la experiencia posterior de-
mostró que abrir la columna h plantea
a las negras problemas bastante más
difíciles: 14 h5! b5 15 hxg6, seguido de
15 ... hxg6 16 Wg5!, 15 ... fxg6 16 g5!. o
bien 15 ... b4 16 llld5!
14 ..• Wxd2+ 15 .!:!xd2 il.xd5
Más tarde, se consideraba más segura
la captura de caballo: 15 ... lllxd5 16
exd5 (si 16 il.xg7, entonces 16 ... llle3
iguala) 16 ... il.xd5! 17 fJ.xg7 il.xf3
18 .!:!h3 .bg4 19 .!:!g3 wxg7 20 llxg4
(Dolmatov-Shirov, Klaipeda 1988).
Este final, en el que las negras tienen
tres peones por un alfil, es difícil de
evaluar. Dvoretsky, que lo ha analizado

detalladamente, considera que las po-
sibilidades de ambos bandos son más o
menos equivalentes, aunque en lugar
de 20 ... f5, recomienda adoptar una
táctica de espera, por ejemplo, 20 ...
lk7. Es difícil para las blancas explotar
la superioridad de su alfil en una posi-
ción abierta, si la estructura de peones
negros no es debilitada.
16exd5a617 il.e2
Las blancas tienen perspectivas de
lograr ventaja, gracias a su pareja de
alfiles y a la posibilidad de combinar el
juego en el flanco de rey con presión
posicional.
17 .•. tt.Jd7
Esperando crear contrajuego (si las
blancas retiran su alfil, 18 il.e3), con
18 ... lZle5 19 h5 b5 20 b3 lt.Jd7. Sin em-
bargo, por el momento Karpov no pre-
tende evitar el cambio de alfiles, pues
no desea entregar la gran diagonal.
18 f4 lZlc5 19 l:l.h3 'fk7
Después de 19 ... il.xd4 20 l:l.xd4, el
avance 20 ... e5?! es inefectivo debido
a 21 fxe5 dxe5 22 l:l.dl (Karpov), pero
20 ... b5 21 l:te3 l:tc7 22 Wd2 tt.Ja4 23 b3
~b6 conduce a una posición más o me-
nos igualada que Miles podría haber
obtenido más adelante.
20 l:te3 b5 21 il..xg7
Las blancas no pueden permitir la acti-
QciÓn de las torres negras con b5-b4, y
Karpov procede a un reagrupamiento
profiláctico esperando a ver qué hará
su oponente.
%1 ... Wx.g7 22 l:l.d4! a5
Conociendo el estilo dinámico de su
rn-al, el campeón esperaba actividad de
este tipo. Si Miles hubiese jugado 22 ...
-t:.a4! 23 c3 t;)b6 (Karpov), tratando
de restringir la actividad de las piezas
~emigas, por la necesidad de defen-
der el peón de d5, no estaría claro que
bs blancas pudiesen aspirar a ventaja
c!guna.
ANATOLI XII
1833
23b4!
Subraya de inmediato la debilidad del
peón de b5. Polugaievsky: "Si estudia-
mos el juego de Karpov y Fischer en
la fase técnica de la partida, podemos
ver que ambos, con blancas, tenían
debilidad por el alfil de casillas blan-
cas. Curiosamente, la persona a la que
culpo por esta preferencia injustificada
de Karpov ¡soy yo mismo! En la cuarta
partida de nuestro match, contaba con
un muy fuerte caballo contra un alfil
inútil en un final, y sin embargo, ¡me
las arreglé para perder aquella conde-
nada partida!". (partida núm. 543).
23 ••• lt.Ja4
Algunos comentaristas consideraban
que éste había sido el error decisivo,
pero en realidad no estropea nada,
aunque era más sencillo 23 ... axb4 24
l:txb4 (Karpov: "con ventaja blanca")
24 ... l:tcb7. La debilidad del peón de
b5 está compensada por la debilidad
del peón de d5, y la ligera ventaja espa-
cial de las blancas está neutralizada por
el inatacable puesto del caballo en c5.
24 bxa5! tt.Jc3 25 il.fl wrs
Se pensaba que después de 25 ... l:ta8,
la aguda internada del rey era muy
fuerte: 26 wb2 tt.Ja4+ 27 wb3 lZlc5+ 28
@b4 (Karpov). Sin embargo, hay buen
número de piezas sobre el tablero, y
una penetración de ese tipo implica
un considerable riesgo. Después de 28
tt.Ja6+ 29 'il;>xb5 l:tb7+, el ulterior avance
del rey en campo enemigo resultaría
problemático: 30 >!lc6? tt.Jc5! 31 l:txe7
(de otro modo, mate) 31 ... l:txe7 32
wxd6 l:te4! (más fuerte que 32 ... l:tel
393
Gary Kasparo\' - Mis GENIALES PREot:cESORES
33 @xc5 l::txfl 34 d6). Y en caso de una
bochornosa retirada, 30 'i!<c4 lüc5, las
negras no tienen motivos de queja.
26 J:tdd3!? (en lugar de 26 wb2) es más
emprendedor, pero después de 26 ...
lüa4 (26 ... b4 27 a6! J:tc4 28 .!H3) 27
J:!b3 J:tac8 28 ~d3 lüc5 29 J:txb5 lüxd3+
30 J:txd3 J:txc2+ 31 Wbl J:th2, las conse-
cuencias de la batalla en este complica-
do final no están del todo claras.
26@b2 J:tbc8?
¡Este sí es el error decisivo! Con 26 ...
lüa4+! 27 c;!;>b3 lüc5+ 28 @a2 lüb7! (no
28 ... lüa4 29 J:td2: Karpov), el desenla-
ce seguiría siendo difícil de vaticinar:
29 a6 (29 ~xb5 J:txc2+ 30 '>t>bl J:tg2)
29 ... llxc2+ 30 Wbl .!H2 31 ~xb5 lüc5
32 llb4 lla8 33 lle2 J:tf3, o bien 29 c3
lüxa5 30 J:tb4 J:tc5 31 a4 J:ta8! 32 ..ltxb5
(32 J:txb5 lüc4!) 32 ... J:txd5.
27 IPb3 J:tc5
Es probable que Miles buscase esta
posición, pensando ya en apoderarse
de la iniciativa, y es posible que sólo
hubiese analizado superficialmente el
sacrificio de calidad, escapándosele la
insidiosa jugada final de la maniobra
táctica blanca.
28a6! lüxd5
De no ser así, sencillamente a6-a7 y ..lth3.
ISM
29 J:txd5! l:txd5 30 llc3!
¡Espléndido! "¡Una serie de jugadas fan-
tásticas!". (Polugaievsky). Ahora es in-
evitable el cambio de torres, y a renglón
seguido, el peón a, que había pasado
desapercibido, de pronto se convierte
en dama.
394
V
30 •.. lld8
Después de 30 ... J:txc3+ 31 <J.>xc3 l::tc5+
32 c;!;>b4 llc7, lo más sencillo es 33 ~g2!
(Karpov). "¡Aquí es donde la fuerza del
alfil se manifiesta en toda su gloria!".
(Polugaievsky).
31 J:tc7!
También se ganaba fácilmente con 31
a7 b4 32 axb4 J:!dl 33 Aa6 J:tal 34 b5
J:ta8 35 llc7, etc.
31 ••• J:tdl 32 ..ltxb5 e5 33 a7 exf4 34
J:tb7 J:tbl+ 35 Wa4 J:txb5 36 J:txb5 f3 37
l:!b8 f2 38 llxd8+
Las negras se rindieron.
En la 1O' ronda, Karpov siguió su
serie siciliana con nueva victoria sobre
Nunn, y pudo alcanzar así al líder, Por-
tisch. Pero entonces se produjo un in-
esperado trajín de líderes: el campeón
perdió ante el joven norteamericano
Seirawan (uno de los segundos de Kor-
chnoi, por cierto), pero mantuvo el
aplomo y en la penúltima ronda resta-
bleció el orden, imponiéndose a Portisch.
En este importante encuentro, se prcr
dujo otra variedad de Siciliana pianissi-
ma, en la línea favorita de Karpov de la
Variante Najdorf:
1 e4 c5 2 lüf3 d6 3 d4 cxd4 4 lüxd4 lüf6
5 lüc3 a6 6 ..lte2 e5 7 lüb3 ..lte7 8 0-0
0-0 (8 ... ..lte6 -partidas núm. 543, 545
y 546) 9 ..lte3
1835
9 ..• íl.e61
La partida Karpov-Ceorgadze (Moscú
1983) siguió con 9 ... W/c7, y en lugar
de 1O a4 ~e6 11 a5 lübd7 12 lüd5 (par-
tida núm. 246), las blancas eligieron Iü

1:'fd2 (jugada también de Geller) 10 ...
lle8!? (antes se había jugado 10 ... b5
11 ILJd5!, o bien 1O ..• ILJbd7!? 11 a4 b6
12 llfdl Ab7) 11 a4 b6 12 iH3 ~e6 13
ILJcl ! (con idea de ILJa2-b4-d5) 13 ...
ILJc6t 14 ILJd5! $..xd5 15 exd5 ILJa5?!
(15 ... e4!?: Karpov) 16 b3 lkc8 17 1:!.a2
li:Jb7 18 lldl ILJc5 19 '!:li'el! (impidiendo
li:Je4) 19 ... '!:li'b7 20 g31:'fd7 21 ~g2 h6?
(lo correcto era 21 ... ILJg4! 22 Axc5
bxc5!, y si 22 ~d2, entonces 22 ... f5 ó
22 ... b5) 22 a5! b5 23 Axc5! llxc5 24
ILJd3! llcc8?! (era más tenaz 24 ... :!k7
25 ILJb4 '!:li'f5) 25 ILJb4 lle8 26 ILJc6 Af8
27 '!:li'e2 e4?! 28 c4! bxc4 29 Wxc4 \Wf5?!
30 lle2 h5 31 llde l! Wfxd5 32 Wfxd5
li:Jxd5 33 Axe4 ILJc7 34 ILJe7+! llxe7
35 Axa8 llxe2 36 llxe2 lllxa8 37 llc2!
(1-0).
..\quí puede verse claramente el estilo
de juego de Karpov: restricción profi-
láctica del contrajuego rival ( 16 b3, 19
ffel, 22 a5), repentina transformación
de una forma de ventaja en otra (23
hc5!) y el lúcido traslado del caballo
a c6. ¡Todo esto fue ejecutado al más
alto nivel!
10 '!:li'd2
Si 10 a4, entonces es bueno 1O ... lLJc6,
o bien 10 •.. ILJbd7 11 a5 llc8! 12 f3
1Jc7! 13 '!:li'd2 1Hd8 14 llfdl d5!, con
igualdad (Geller-lvkov, Interzonal de
Palma de Mallorca 1970; Stein-Brons-
tein, Tallinn 1971).
10 ... ILJbd7 11 a4 l:k8
Tampoco es malo 11 ... lLJb6. Por ejem-
plo: 12 a5 ILJc4 13 Axc4 ~xc4 14 l:Hdl
h6 15 ILJcl llc8 16 ILJd3 Ae6 17 Ab6
We8 18 f3 ILJd7 19 Ae3 f5 20 exf5 llxf5
21 li:Jb4 Wg6 22 ILJbd5 (Karpov-Quinte-
:ros, Olimpiada de Lucerna 1982) 22 ...
.LIS!, con igualdad.
1%a5
Siguiendo a Geller. El juego aquí es
lento, de naturaleza progresiva, y el
jlgador que gana es aquél que mejor
entiende las sutilezas de la posición,
como realizar un cambio necesario
ai el momento oportuno, disponer
ANATOl.l XII
correctamente una cadena de peones,
y así sucesivamente. ¡Para el estilo de
Karpov, ésta es una variante ideal!
12 •.. Wc7
La jugada de espera 12 ... h6 también
es posible (Penrose-Najdorf, Olimpia-
da de Varna 1962), o bien la moderna
12 ... lLJc5 13 ILJxc5 dxc5 14 '!:li'xd8
llfxd8 15 f3 c4 (Hracek-Ponomariov,
Olimpiada de Bled 2002; Lékó-Topa-
lov, Wijk aan Zee 2004).
13 llfcl
Preparando ILJd5. Si 13 llfdl ILJc5! 14
ILJxc5 dxc5, y ahora 15 ILJd5 es inefec-
tivo en ~;sta de 15 ... $..xd5 16 exd5
Ad6 17 c4 e4 18 g3 llfe8. O bien 15
Af3 llfd8 16 Wel llxdl 17 Wxdl c4! 18
Ab6 'i!i'd6 19 Wel Wb4 (Lautier-Gel-
fand, Tilburg 1996), en ambos casos
con igualdad.
13 ... '!:li'c6 14 Af3
El momento crítico: ILJd5 es inevitable
y el resultado del duelo de la apertura
depende de cómo estén preparadas las
negras contra este salto.
1836
14 ••. ~c4
Portisch sigue el camino conocido .
También es posible 14 ... llfe8 15 ILJd5
Axd5 16 exd5 Wc4 17 \'fd3 'iWh4 18
g3 Wh3, con contrajuego, o bien 14 ...
h6 15 Wfdl ILJh7 16 ILJd2 ILJg5! 17 ILJd5
ILJxf3+ 18 1Wxf3 $..d8 19 c4 'it>h 7 20 b4
f5, con igualdad (Lékó-Bologan, Olim-
piada de Bled 2002).
15 :!l:a4!
395
Gary Kasparov - Mis Gt:NIALES PREDt:Ct:SORF.S
¡Una mejora! En la partida Mestel-
Browne (Lone Pine 1978), después de
la insípida 15 W/dl llfd8 16 /Od5 /Oxd5
17 exd5 Wb5, las negras obtuvieron un
excelente juego.
15 ••• llfd8 16 llb4!
Privando a la dama de la casilla b5,
que refuerza el efecto de la invasión de
caballo.
16 ••• W/c7 17 /0d5 /Oxd5 18 exd5 f5 19
il.e2 hb3?!
Portisch se equivoca. Era mejor 19 ...
.lhe2 20 W/xe2 il.f6.
20 l:lxb3 f4?
Este es un grave error posicional. Lo
correcto era 20 ... ~ffi!
21 il.b6! /Oxb6 22 llxb6 ~g5 23 il.g4
llb8 24 llel! Wc5 25 .!':te4!
Ahora las negras ni siquiera consiguen
cambiar damas, y están condenadas a
esperar pasivamente.
25 ••• .!':tf8 26 b4 W/c7 27 c4 Wh8 28 c5!
Las negras se rindieron en Ja jugada
40.
Las partidas con Portisch y Georga-
dze reflejan no sólo el estilo de Karpov,
sino también su filosofia de juego, a
saber: encontrar los esquemas más
desagradables para el oponente, que le
permitan lograr una ligera iniciativa es-
tratégica, con ausencia de contrajuego
real de su adversario.
Al derrotar también a Spassky en la
última ronda (con negras;· en la Espa-
ñola), el campeón del mundo concluyó
con una buena actuación: 1-2. Anders-
son y Karpov 8,5 (de 13): 3. Seirawan
8; 4-7. Ljubojevic, Portisch, Speelman y
Timman 7; 8-9. Miles y Spassky 6,5; 10.
Geller 6, etc.
El siguiente evento importante fue
el supertomeo de Bugojno (mayo de
1982), donde Karpov había ganado
en dos ocasiones, pero en ésta no se
encontró entre los participantes. Por
otra parte, yo, el campeón de la URSS,
de 19 años, que me encontraba ya en-
tre los cinco jugadores más fuertes del
396
V
mundo, conseguí participar allí. Ya he
descrito las dificultades que eso supuso.
en mi libro Hijo del cambio. Recordaré aJ
lector algunos detalles.
A comienzos de 1982, recibí imita-
ciones personales de los organizadores
de tres supertorneos: Londres, Bugo-
jno y Turín. Mi entrenador y yo nos
decidimos por Bugojno. Pero cuando
hablé de esto con Krogius (el sucesoc
directo de Baturinsky), el responsab~
de la administración de ajedrez del ar
mité de Deportes, me sugirió que fu~
a un torneo mediocre en Dortmund.
¡cuatro categorías por debajo del de
Bugojno! A mi pregunta de qué signifi-
caba eso, respondió con una franqueza
desarmante: "Ya tenemos un campeón
del mundo, y no necesitamos otro--
y su jefe, Ivonin, deslizó en público:
"El Comité de Deportes está haciendo
cuanto está en sus manos por impedir
que Kasparov se enfrente a Karpcn-
en este ciclo". ¿Qué tenía que hacer:
Aprovechando una breve \·isita a Bakú
de lvonin y el presidente de Ja Federa-
ción Soviética de Ajedrez, Sevastianm;.
apelé directamente a ellos y al líder de
Azerbaiján, Geidar Aliev. Sólo entonces
se me permitió viajar a Bugojno.
El desenlace del evento, en el que
participaban Jos más fuertes grandes
maestros del mundo suscitó pensa-
mientos acerca de inminentes tormen-
tas en la cumbre del ajedrez: l. Kaspa-
rov 9,5 de 13 (+6 =7); 2-3. Ljuboje\ic y
Polugaievsky 8; 4-5. Hübner y Spassky
7,5; 6-8. Andersson, Larsen y Petrosian
7; 9. Ivanovic 6; IO. Timman 5,5 etc.
"Aunque antes pensaba que Kaspar<J\"
no podría convertirse en el oponente
de Karpov antes del siguiente ciclo.
después de Bugojno estoy inclinado a
admitir que esto posiblemente suceda
antes", dijo Botvinnik en una entre\is-
ta. Aquel otoño gané también el Tor-
neo Interzonal de Moscú (+7 =6), y en
la Olimpiada de Lucerna, sustituyendo
a Karpov en el primer tablero, derroté
a Korchnoi en una lucha muy intensa.
El campeón tampoco se dormía en
Jos laureles. En junio acudió, con su en-
trenador Zaitsev, a un fuerte torneo a

doble vuelta en Turín. Estaba planeada
la participación de ocho grandes maes-
tros de primera fila, pero en el último
momento Timman se retiró y, tras la
primera vuelta, con +l, también Hüb-
ner se fue (a pesar de que, en palabras
de Zaitsev, "no producía la impresión
de estar seriamente enfenno"). A Kar-
pov le resultó difícil encontrar el ritmo:
echó por tierra una clara ventaja con
Andersson y perdió inesperadamente
ante Ljubojevic ... A su vez, Portisch
derrotó a Ljubojevic y se sumó al grupo
de cabeza.
En esta situación, el siguiente duelo
entre Karpov y Portisch era de excep-
cional importancia. Recordando, por
lo visto, su experiencia de Londres,
el gran maestro húngaro renunció a
1 ... c5, en favor de la Defensa Petrov.
Así, los dos jugadores comenzaron un
miniencuentro inusual de tres partidas,
disputado durante seis meses de 1982.
Aquí, Karpov, haciendo acopio de la
preparación para sus encuentros por
la corona mundial, pudo asegurarse
una enonne ventaja durante mucho
tiempo, aunque su rival era uno de los
teóricos más destacados del mundo.
577.
A. Karpov-L. Portisch
T1trín 1982, 6ª ronda
Defensa Petrov (C42)
1 e4 e5 2 lbf3 tLif6 3 tLixe5
3 d4 (partida núm. 593).
3 ..• d6 4 lbf3 lbxe4 5 d4 d5 6 ..11i.d3 ..11i.e7
7 0-0 lbc6 8 l:tel
El orden de jugadas moderno, 8 c4!
/Ob4 9 ..11i.e2 0-0 10 lbc3 ..11i.f5 (ó 10 ...
ii.e6) conduce a un típico esquema
de apertura que se hizo especialmente
popular en la encrucijada del nuevo
siglo.
8 ••• ..11i.f5
Pese al mal resultado de las negras en
la partida Karpov-Korchnoi (Moscú
ANATOLI XII
1974, match, 6'), la tradicional 8 ...
..11i.g4 acabó considerándose más pro-
metedora.
1837
9c4!
"Una novedad que Zaitsev y yo había-
mos preparado para el match de Me-
rano", comenta Karpov, "pero allí, en
la quinta partida, jugué 9 .11.b5, bajo la
influencia de la partida Timman-Por-
tisch (Moscú 1981). También se juega
a menudo 9 li:lbd2, por ejemplo en
la partida Kasparov-Karpov (Moscú
1981)".
Debo añadir que la partida Kava-
lek-Karpov de la ronda anterior siguió
con 9 a3?! 0-0 10 c4 ..11i.f6 11 tLic3 tLixc3
12 bxc3 il.xd3 13 'l!!l'xd3 dxc4 14 ~xc4
lba5 15 'tli'a4 b6, y las negras lograron
tablas sin particular dificultad.
9 •.• lbb4 10 ..lli.fl!
No, por supuesto, 10 cxd5? li:lxf2!
10 .•• 0-0
No da resultado 10 ... dxc4, como se
jugó en la segunda partida de la "serie
Petrov". Después de 11 lbc3! lbf6 (11 ...
tLixc3? 12 bxc3 tLic2 13 l:te5 tLixa 1 14
l:txf5 ó 12 ... lbd3 13 il.xd3 cxd3 14
il.a3 es malo para las negras) 12 ..11i.xc4!
0-0 13 a3 lbc6 14 d5 lba5 15 ..11i.a2 c5 16
il.g5 (16 lbe5 ..11i.d6 17 'tl!'f3 también es
fuerte) 16 ... l:te8 17 'tli'a4 ..11i.d7 18 'i!fc2
h6 19 ..11i.h4 lbxd5 20 lbxd5 ..11i.xh4 21
l:he8+ ..11i.xe8 (Karpov-Portisch, Tilburg
1982), podía haber seguido 22 lbxh4!
'i!fxh4 23 l:tel, y el experimento negro
de apertura finaliza en desastre.
397
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
11 a3 lllc6 12 lllc3
En su tercera partida con Portisch
(Olimpiada de Lucerna 1982), Kar-
pov eligió la continuación superior
12 cxd5! Wxd5 13 /Oc3 lllxc3 14 bxc3
.ig6?! (permitiendo a las blancas avan-
zar ambos peones centrales; era mejor
14 ... .if6) 15 c4 Wd7 (después de 15 ...
1!1'd6 16 d5! sería malo jugar 16 ... .if6?
17 c5! Wd7 18 dxc6 'i!fxdl 19 llxdl
.ixal 20 cxb7 l:lab8 21 .if4) 16 d5 .if6
17 lla2 llla5 18 il.f4 (incrementando
la presión; tampoco era malo 18 llle5)
18 ... llfe8 19 llae2! llec8? (esto con-
duce a una catástrofe, pero ya es dificil
ofrecer un buen consejo a las negras)
20 llle5 "lWf5 21 .id2! lllxc4 22 g4!, y las
blancas ganaron.
12 ••• /Oxc3 13 bxc3 dxc4!
Por el momento, el alfil no tiene
nada que hacer en la gran diagonal:
13 ... .iffi 14 .if4 dxc4 15 .ixc4 1!1'd7
16 .ia2 llfe8 17 'i!fd2 b5 18 .ig5, con
desagradable presión (Adams-Karpov,
Dortmund 1999). Portisch encuentra
un buen puesto para su alfil de casillas
negras.
14 il.xc4 .id6!
15 .ig5
Actualmente se considera que las blan-
cas conservan la iniciativa con 15 lla2!
'i!fd7 16 lllg5. Por ejemplo: 16 ... il.g6
17 llle4 llfe8 18 i:.tae2 if..xe4 19 lhe4
i:.txe4 20 lhe4 lle8 21 f3!? llld8 22 .ib3
c6 23 a4 llle6 24 g3 (Adams-Anand,
Nueva Delhi 2000, match, 3'), o bien
398
V
16 ... llla5 17 .id3 b5 18 Wf3 if..g6 19
llae2 (Shirov-Karpov, Praga / blitz/
2002).
15 •.. "it'd7 16 lllh4
Asegurando la ventaja de la pareja de
alfiles, aunque también era a conside-
rar el juego en el centro con 16 llle5.
16 ••• llla5 17 il.a2 b5 !?
Las negras no quieren quedarse con
un peón débil tras 17 ... .ie6 18 .ixe6
fxe6, aunque sería dificil para las blan-
cas convertir esta ventaja mínima en
algo real: 19 lllf3 i:.tae8 20 .ih4 1!1'c6 21
1!1'c2 h6 22 .ig3 Wd5 (Adams-Anand.
Nueva Delhi 2000, match, l'). Otra
posibilidad es 17 ... il.g4!? 18 '+ll'd3
l:tae8 19 h3 llxe 1+ 20 llxe 1 l:te8, con
igualdad (Svidler-Adams, Nueva Delhi
2000, match, 3').
18 a4 a6?
La dinámica de la posición opera ahora
a favor de las blancas, y Karpov explota
este factor con suma habilidad. Por-
tisch seguía esperando situar su caballo
en c4 y, por esa razón, evita 18 ... bxa4!,
que habría modificado radicalmente
la estructura de peones. ¡Pero preci-
samente de esa forma habrían podido
igualar las negras!
1839
Diagrama de análisis
Karpov pensaba jugar 19 .id5 l:tae8
20 l:txe8 l:txe8 21 lllxf5 1!1'xf5 22 '1Wxa4
i:.tb8 23 i:.tel, "con mejores posibili-
dades", pero 23 ... c6 conduce a una
completa igualdad: 24 Wxa5 cxd5 25
'1Wxa7 l::bl 26 Wa8+ il.IB 27 il.d2 We4
28 '>Pfl f:t'd3+ 29 wgl f:re4. Las blancas
tampoco tienen ventaja después de 19

~xf5 'ffxf5 20 1J..e7 l:tfe8 21 JJ..bl 'i!t'd7
22 .bd6 ll:lb3!
Sólo queda por considerar 19 c4 c5.
Después de la directa 20 dxc5 1J..xc5
21 l:te5?, las blancas incluso pueden
perder: 21 ... 'i!t'xdl+ 22 J:l.xdl 1J..g4! 23
:dd5 (o bien 23 l:txc5 JJ..xdl 24 l:txa5
:fb8 25 JJ..cI il.b3 26 il..bl J:td8!) 23 ...
f6! (Karpov) 24 l:txc5 ll:lb3 25 il..xb3
axb3. En la posición después de 20
~ 'i!t'xf5 21 h4 ll:lb3 22 il..bl 1Wd7
23 dxc5 ll:lxc5 24 l:ta2, Karpov ve "ex-
celentes perspectivas de ataque", pero
la amenaza 25 l:td2 se para fácilmente
con 25 ... 'i!t'c7! Por cierto que, además
de 19 ... c5, las negras también pueden
jugar 19 ... ll:lb3!? Por ejemplo: 20 c5
(20 il..xb3 axb3 21 Wxb3 l:tfb8) 20 ... h6
21 ll:lxf5 'Wxf5 22 i<.xb3 axb3 23 cxd6
1fxg5 24 dxc7 b2 25 l:tbl l:tac8 26 J:l.e5
1ff6 27 'ilfc2 'i!t'd6 28 l:tc5 l:tfe8 29 g3
:e7, con igualdad.
19 axb5 axb5 20 ll:lxf5 'il!'xf5 21 il..e7
:fbS?!
~o puede afirmarse que esta jugada
sea un error, pero sin duda conuibuye
¡¡) desarrollo de la iniciativa blanca.
Otras jugadas de torre no son mejores.
Después de 21 ... l:tfc8? 22 il.bl 'i!t'd7 23
1ff3! g6 24 il..a2, Karpov consideraba
que esta posición estaba ganada, pero
es demasiado categórico. La inespe-
rada operación táctica 24 ... ll:lc4! 25
ixc4 'i!t'xe7! habría permitido a las ne-
gras seguir resistiendo: 26 il..xf7+! ~g7
27 .li.d5 l:txal 28 l:txal, etc.
Los problemas de las negras no se re-
suelven con 21 ... l:tfe8 22 .li.xd6 cxd6
23 il..bl "f:Vd7 (23 ... \lfh5? 24 l:txe8+
:.xe8 25 g4! '1Wh3 26 l:txa5 'l!l'xc3 27
:Xb5 l:tel+ 28 ~g2) 24 il..e4! l:ta7 (24 ...
d5? pierde un peón: 25 il..xd5! \lt'xd5
~ l:txa5) 25 il..f5 "f:Vc6 26 d5 l:txel+ 27
Wxel 't'Va8 28 1J..d3 g6 29 'iWe3 ll:lc6 30
:.xa7 ll:lxa7 31 'Wd4, y es dificil que su
caballo entre en juego.
Lo más tenaz era 21 ... il..xe7!? 22 l:txe7
ro (Karpov) 23 il..bl ! 'i!t'f6 24 't'Vel g6
25 il..d3. Ahora, las negras pierden por
fuerza después de 25 ... ll:lc4? 26 l:txa8
ANATOl.I XII
l:txa8 27 il..xc4 bxc4 28 l:te8+ l:txe8 29
Wxe8+ <j;g7 30 "f:Ve5, pero sus defen-
sas resisten tan to con 25 .. . lLl b3 26
l:tbl l:ta3, como con 25 ... <j;g7 26 l:tbl
l:tab8.
1840
22g4!
Esta aguda, pero perfectamente lógica
agresión (la dama debe ser desalojada
de f5, desde donde protege f7 e impide
que la dama blanca se sitúe en f3) debe
haber chocado al imperturbable hún-
garo, que inmediatamente permite un
inesperado golpe táctico.
22 ... "f:Vd7?
Era esencial 22 ... "f:Vf4 23 il.xd6 "i!fxd6
(23 ... cxd6?! 24 il..d5! l:ta7 25 l:!.e4 'tli'g5
26 "f:Vf3 es malo para las negras) 24 'ilff3
'iWd7! (pero no 24 ... l:l.f8 25 il..xf7+ <j;h8
26 "i!fg3! "f:Vxg3+ 27 hxg3 J:l.xf7 28 l:l.xa5
l:taf8 29 l:txb5 J:l.xf2 30 l:l.f5 l:l.2xf5 31
gxf5). Después de 25 .li.bl! c6 261J..e4,
es dificil para las negras desenmarañar
su posición, ya que el caballo está obli-
gado a permanecer en a5 para proteger
el peón de c6. Pese a todo sigue siendo
posible defenderse.
23 il.xf7+! wh8
La resistencia no se habría prolongado
mucho en caso de 23 ... wxf7 24 l:txa5!
<j;g8 (hay que abandonar en caso de
24 ... il..xe7 25 'iWf3+, o de 24 ... l:l.xa5
25 'iWb3+ wg6 26 l:l.e6+) 25 l:txa8 l:txa8
26 'iWb3+ ~h8 27 il..xd6 cxd6. Después
· de 28 'l!l'e6 '1Wc6 29 d5 'iWc8 30 g5 "f:Vd8
31 h4, las negras no pueden alcanzar
399
Gary Kasparov - Mrs GENIALES PREDECESORES
al rey blanco, ya que sus piezas pesadas
deben proteger la octava fila.
24 ÍJ,..xd6 'ilVxf7 25 'f!e7
Demoliendo, de forma concluyente, las
defensas negras.
25 .•. f!l'f8 26 ~e5
Las blancas prefieren intensificar la
presión sin conceder posibilidades a su
oponente. Había otra forma de ganar:
26 1J,..xc7 'ilVxe7 27 ~xb8 l:txb8 28 'f!xa5
'ilVc7 29 J:l.a3 J:l.IB 30 J:l.b3, y las esperan-
zas negras de contrajuego son ilusorias:
30 ... 'lWc4 31 J:l.b4 'lWd5 32 'ilVe2 'lWc6 33
'f!xb5 Wxc3 34 J:l.f5 l:l.g8 35 d5.
26 •.• 'iWf4 27 'ill'e2 h6 28 J:l.e4 Wf7 29
'f!e5 tllc4 30 J:l.xa8 J:l.xa8 31 J:l.f5 'ill'g6
32 'ill'e4! @h7 33 h3 J:l.al+ 34 wg2 .l:tcl
35 ~b4 tlld6 36 hd6 cxd6 37 f!l'd3 d5
38f3!
Las negras se rindieron, pues el avance
del peón, h3-h4-h5, es inevitable.
En las partidas restantes, Karpov
logró una buena revancha contra Lju-
bojevic y firmó cinco tablas, lo que le
bastó para comparúr el primer puesto:
1-2. Andersson y Karpov 6 (de 11), tras
deducir el punto de Hübner; 3-4. Lju-
bojevic y Portisch 5,5; 5. Spassky 5, etc.
"Teniendo en cuenta que sólo ha-
bían transcurrido seis meses desde la
conclusión de la batalla de Merano,
que exigió tanto consumo de energía,
los resultados del campeón del mun-
do en los dos úlúmos torneos pueden
considerarse buenos. Esa, en cualquier
caso, es mi opinión como entrenador",
escribió Igor Zaitsev en 64'.
En julio se celebró en Las Palmas
uno de los tres interzonalcs, donde
tuvieron éxito Ribli y Smyslov, mientras
que fracasaron Petrosian, Timman,
Larsen y Psajis. En agosto, en Tol uca
(Méjico), Portisch y Torre comparúe-
ron la victoria, dejando atrás a Spas-
sky, Polugaievsky, Seirawan, Yusupov
y Balashov. En sepúembre tuvo lugar
el de Moscú, en el que Beliavsky y yo
mismo superamos a Tal, Andersson y
Geller. Junto con Korchnoi y Hübner,
los finalistas del ciclo anterior, se había
400
V
completado la lista de los ocho candi-
datos, que debían disputar una serie de
encuentros para determinar el siguien-
te adversario del campeón mundial.
Entretanto, el campeón, finalmente
descansado tras las luchas de Mer.mo,
ganó con autoridad su cuarto super-
torneo de Tilburg (otoño de 1982):
l. Karpov 7,5 (de ll); 2. Timman 7;
3-4. Andersson y Sosonko 6,5; 5-6. Pe-
trosian y Smyslov 6, etc. Podría haber
sido mejor, pero tras un espléndido
comienzo (victorias sobre Hübner [con
lo que el resultado entre ambos era de
+5 =8], Petrosian [¡por primera vez en
su vida!] y Torre, el nuevo candidato),
inesperadamente, cometió un error de
cálculo y perdió ante Portisch, a parúr
de una posición prácticamente ganado-
ra (parúda núm. 577, comentario a la
décima jugada negra).
"Esto afectó mucho al resultado
final, porque no sólo perdí un punto,
sino que, como puede comprenderse,
también perdí mi buen talante", contó
Karpov en 64. "Como era de esperar,
uno de mis principales rivales en la
lucha por el primer puesto era Jan
Timman. Es un jugador muy peculiar,
comprometido en constantes búsque-
das, tanto en la teoría de aperturas
como del medio juego. Un fuerte gran
maestro, sin duda alguna. Pero en los
años en que se disputan eventos clasi-
ficatorios, le suceden cosas extrañas.
Por lo visto, no puede dominar el sen-
tido de la responsabilidad, y el estrés
que acompaña a estas competiciones,
o quizá no controla del todo los ner-
vios. Así, en el último ciclo ha vuelto
a tener una mala actuación en el ln-
terzonal. Hay algo injusto en el hecho
de que un jugador realice espléndidas
actuaciones durante tres años pero,
incapaz de prepararse adecuadamen-
te para un solo torneo (o incapaz de
controlar el estrés), sea eliminado del
campeonato mundial durante otros
tres años. Quizá debería considerarse
la posibilidad de que se conceda a ju-
gadores que hayan ganado torneos im-
portantes el derecho adicional (o una

invitación especial) para participar en
los encuentros de Candidatos".
La impresión es que, por entonces,
el campeón soñaba con disputar un
match con Timman, y lamentaba pro-
fundamente que eso no llegara a pro-
ducirse. Su resultado individual contra
uno de los mejores grandes maestros
occidentales era de +7 =13 -3. Más
tarde, el holandés, como olvidándose
del estrés y el nerviosismo, disputó va-
rias veces matches de Candidatos iY en
dos de ellas llegó a la Final! Antes del
match final Karpov-Timman, de 1990,
el tanteo se había ampliado a +16 =30
-4. Por otra parte, el insaciable Karpov
ganó tanto aquel encuentro (por 6,5-
2,5 con +4 =5), como el siguiente, por
el Campeonato Mundial de la FIDE
(1993): 12,5-8,5 (+6 =13 -2). No hay
duda de que el sucesor de Euwe tenía
el talento suficiente para ser un verda-
dero aspirante a la corona mundial, de
no haberse encontrado en su camino a
los grandes maestros soviéticos, enca-
bezados por las dos K. ..
En noviembre de 1982, la cohorte
soviética (Karpov, Kasparov, Polugaievs-
ky y Beliavsky, con Tal y Yusupov como
reservas) arrasó en la Olimpiada de Lu-
cerna: l. URSS 42,5 (de 56); 2. Checos-
lovaquia 36; 3. EEUU 35,5 etc. Karpov:
"El objetivo se cumplió con asombrosa
facilidad. Es muy raro que todos los ju-
gadores de un equipo se encuentren al
mismo tiempo en forma. Eso hizo que
pudiésemos modificar la alineación a
rnluntad". En las 14 rondas, Karpov
jugó ocho partidas (+5 =3), y yo jugué
11 (+6 =5).
En aquella misma ocasión, y con el
apoyo soviético, Florencio Campoma-
nes, el organizador del match de Ba-
guio, fue elegido presidente de la FIDE.
Antes de que se anunciase el resultado
de la votación, ocurrió un episodio
muy simbólico. En una voz trágica, el
presidente leyó una nota que le había
sido entregada: "Lamento informarles
de la muerte del presidente Brezhnev.
Les pediría que permanezcan en pie y
observemos todos un minuto de silen-
cio en su memoria". Inmediatamente
ANATOLI XII
después, en un silencio tétrico, se co-
municó la victoria de Campomanes. Pa-
recía que el mundo del ajedrez estaba
guardando duelo no por la muerte de
Brezhnev, sino por su futuro ...
La siguiente aparición del campeón
fue en el supertorneo de Linares (fe-
brero de 1983): l. Spassky 6,5 (de 10);
2-3. Andersson y Karpov 6 (+2 =8); 46.
Miles, Sax y Yusupov 5,5 (por delante
de Geller, Hort, Timman, Seirawan
y Larsen). Karpov jugó con excesivo
cuidado y contención, pero hubo una
partida en la que realizó una brillante
combinación, y ganó el premio a la me-
jor del torneo.
578.
A. Karpov-G. Sax
Linar.s 1983
Defensa Siciliana (B81)
1 e4 c5 2 tüf3 d6 3 d4 cxd4 4 tüxd4 tbf6
5 tüc3 e6 6 g4
"Mi elección de variante quedó hasta
cierto punto condicionada por el he-
cho de que en las dos primeras rondas
el gran maestro húngaro había ganado
las dos partidas, y en un torneo corto,
era un factor importante. Había que
intentar frenarlo", escribe Karpov.
Como resulta evidente, por las parti-
das anteriores con Hort, Dorfman y
Spassky, cuando era necesario, Karpov
podía cambiar momentáneamente su
estilo en esencia profiláctico, si bien
intentaba interpretar hasta las agudas
variantes del Ataque Keres de forma
estrictamente posicional.
6 ... h6
6 ... tbc6 (partida núm. 539). 6 ... ii.e7
(partida núm. 560).
Htgl
La jugada preferida del campeón a co-
mienzos de los ochenta (7 h4 -partida
núm. 572).
401
Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES
1841
7 ... il.e7
No mucho antes de esta partida, las
negras ensayaron con éxito 7 ... /Oc6
8 il.e3 g5!? 9 'fi'd2 /Oe5 (9 ... /Od7?! es
cuestionable por 10 0-0-0 /Ode5 11 il.e2
a6 12 h4, Anand-Sax, Reggio Emilia
1988) 10 1J..e2 /Og6! 11 0-0-0 a6, etc., y
tablas (Karpov-Spassky, Turín 1982).
En esta ocasión, podían haberse en-
frentado a 9 h4!? (Zaitsev-A. Sokolov,
Moscú 1983).
Pero la partida Karpov-Timman (Plo-
vdiv J983) ,jugada poco después, siguió
este curso: 8 ... a6 9 'l!i'e2 (9 h4!?) 9 ...
/Oxd4 10 il.xd4 e5 11 1J..e3 1J..e6 J2 h4,
y después de 12 ... g6!? J3 g5 hxg5 14
hxg5 /Oh5 15 0-0-0 /Of4 16 il.xf4 exf4 17
/Od5 il.g7, Jas negras lograron extinguir
la iniciativa de su oponente.
8 il.e3
Evitando 8 h4 d5!? 9 exd5 /Oxd5 10
il.b5+ wf8, con juego agudo (Radu-
lov-Sax, Vrsac 1975).
8 ••• /Oc6
Después de esta partida, Sax se decantó
por 8 ... a6.
9'ii'e2
Según Karpov, la idea de esta un tanto
inusual jugada es que después de 0-0-0
las blancas quieren explotar la alinea-
ción entre su torre y la dama negra en
la columna d. Antes había intentado 9
1J..e2, pero tras 9 ... a6 1O Wld2 /Oxd4 J l
'l!i'xd4 e5 12 Wd2 1J..e6 13 il.f3 /Od7 14
/Od5 ilg5 15 0-0-0 J:tc8 16 ~bl .bd5
402
V
17 exd5 /Oc5, las negras no tuvieron
mayores problemas (Karpov-Timman,
Mar del Plata 1982).
9 ••• il.d7
Una dudosa novedad, con la típica idea
/Oxd4 y il.c6. La partida Karpov-Ander-
sson (Turín 1982) siguió con 9 ... /Oxd4
10 il.xd4 e5 J l il.e3 il.e6 J2 0-0-0 /Od7!?
13 Wbl a6 14 f4 exf4 15 j¡_x.[4 il.f6! 16
'l!i'e3 il.e5, con juego cómodo de las ne-
gras, Naturalmente, para la partida con
Sax se había preparado una mejora.
Por ejemplo: 13 /Ob5!? /Ob6! (Zaitsev)
14 Wd2, y las negras tienen que encon-
trar una defensa aceptable.
10h4
Después de JO 0-0-0, a Karpov no lepa-
recían claras las consecuencias de esta
variante: 10 ... /Oxd4 J \ il.xd4 e5 12
il.e3 lk8, con la idea típica J:txc3! "Por
consiguiente, en primera instancia las
blancas disponen el mecanismo para
expulsar al caballo negro (g4-g5) de su
importante posición en f6".
10 ... /Oxd4 11 hd4 e5 12 1J..e3 il.c6
Si 12 ... J:tc8, entonces 13 g5 hxg5 14
hxg5 /Og4 15 l:!.xg4 l:txc3! 16 J:tg3!, o
incluso mejor, 15 il.d2!
13 Wd3
"Defendiendo el peón de e4 y refo17.an-
do el control sobre d5. Se amenaza 14
g5" (Karpov).
En opinión de Dvoretsky, era mejor 13
'l!i'f3!? (pero no 13 f3 /Oh7!). Por ejem-
plo: 13 ... d5 14 /Oxd5! il.xd5! (14 ·-
/Oxd5 ó 14 ... /Oxe4 es malo debido a 15
0-0-0!) 15 exd5 'l!i'xd5 16 il.g2, con lige--
ra ventaja de las blancas, o bien 13-
'l!i'a5 14 0-0-0 (14 il.d2 Wb4 es confuso)
14 ... /Oxe4! 15 /Oxe4 '!Wxa2 (15 ... d5:'.
16 'l!i'f!i! dxe4 17 il.c4 l:!.f8 18 Wih7!?) 16
/Oc3 il.xf3 (16 ... Wlal+ 17 Wd2 'l!Nx~
18 'l!i'g3! es peligroso para las negras1
17 /0xa2 il.xdl 18 il.b5+! wrs 19 l::.Xdl.
con final algo mejor para las blancas.

1842
13 ... '!Wa5?
Lamentablemente para Sax, se decidió
por una operación táctica. Era dudoso
13 ... d5?! Por ejemplo: 14 exd5 /0xd515
0-0-0! /Oxe3 16 'i!fxe3 '1Wa5 17 il.b5! 0-0?!
(17 ... il.xb5? 18 '!Wxe5) 18 g5 (Dvorets-
ky) 18 ... hxg5 19 hxg5 .bb5 20 /Od5!
:res (20 ... '!Wd8 21 'ill'xe5) 21 /016+!, o
bien 17 ... a6 18 il.xc6+ (18 '!Wxe5 axb5
19 W/xg7 llIB no es del todo claro) 18 ...
bxc6 19 '!Wf3!? (si, de inmediato, 19 g5,
entonces 19 ... hxg5·20 hxg5 llb8!, con
idea de Wb6) 19 ... "ffb6 (19 ... 0-0 20
g5!) 20 /Oe4 llb8 21 b3, y la diferencia
en la situación de los reyes hace que la
posición sea claramente favorable a las
blancas.
Pero era mucho mejor 13 ... /Oh7!, con
idea de contener a la cadena de peones
atacante después de 14 h5 il.g5! 15 0-0-0
0-0, o bien 14 0-0-0 il.xh4 15 /0b5 0-0 16
~xd6 (16 '!Wxd6 ffr'a5!) 16 ... "@'f6y llfd8,
y las negras tienen una posición sólida.
Karpov sugiere el gambito 14 g5 hxg5
15 /0d5, "con una ligera ventaja blanca".
Pero Dvoretsky objeta que "el sacrificio
de peón es ten1ador, pero no está claro
que sea correcto: 15 ... gxh4 16 llxg7
~ 17 0-0-0 h3". Añadiría que tampoco
en caso de 15 ... /Of6 es fácil, si es que
es posible, demostrar que las blancas
tienen ventaja.
14 0-0-0 /Oxe4
Es demasiado tarde para desviarse. Si
14 ... 0-0-0?, las blancas disponen de la
fuerte continuación 15 Wc4 /Oxe4 16
~5! il.xh4 17 '1Wxe4 ffxa2 18 il.c4 (Dvo-
retsky), o bien 15g5! hxg5 16 hxg5 /0xe4
(si 16 ... /Oh5[d7], entonces 17 '!Wc4!) 17
ANATOLI XII
/Oxe4 d5 18 /0d2!, y el sacrificio de caba-
llo resulta incorrecto: 18 ... d4 (18 ... g6
19 'it>bl y /Ob3) 19 /0b3 Wxa2 20 'fff5+
lld7 21 'i!fxe5 dxe3 22 llxd7 'it>xd7 23
il.c4, y las blancas ganan.
15 /Oxe4 d5 16 'i!fb3
Karpov califica esta fuerte jugada con un
signo de admiración. "Ahora las negras
se ven obligadas a tomar el caballo, des-
pués de lo cual su rey no podrá refugiar-
se en ninguno de los flancos, quedando
peligrosamente atascado en el centro".
Sin embargo, aún era más fuerte una
bonita e inesperada idea del gran maes-
lro Bologan: 16 /Od2! d4 (16 ... '1Wxa2
17 W/15!) 17 /Ob3 ffr'xa2 18 'i!i'f5!! dxe3
19 il.c4 0-0 20 g5, con ataque ganador
(señalado por Dvoretsky). Por ejemplo:
20 ... e2 21 gxh6! exdl 'i!f+ 22 llxdl il.e4
(22 ... il.f6 23 llgl) 23 "lWxe4 .ltffi 24
lld6.
16 ... dxe4 17 il.c4 llf8
"La torre negra ocupa una torpe po-
sición, y en ella se quedará durante el
resto de la partida. Pero era malo 17 ...
0-0, debido a 18 g5 hxg5 19 il.xg5, con
un ataque muy fuerte" (Karpov): 19 ...
il.xg5+ 20 hxg5 y '!Wh3!
18 lld5!?
Un espectacular sacrificio posicional de
calidad, aunque 18 g5! hxg5 19 hxg5 se
sugiere por sí solo. Por ejemplo: 19 ...
'ft'b4? 20 g6! fxg6 21 'i!!t'xb4 il.xb4 22
llxg6, o bien 20 ... 'Wxb3 21 gxf7+ llxf7
22 axb3, ganando el peón de g7. Pero
aquí a Karpov no le gustaba "la única
posibilidad de las negras, 19 ... g6, y no
estaba claro para mí si debía provocar
403
Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES
esta jugada". La situación se clarificaba
con 20 J::th l!, una jugada señalada por
el gran maestro Motylev: si 20 ... 'i!Yb4?,
las blancas ganan de inmediato, con
21 il..xf7+! J::txf7 22 Wle6. Era esencial,
por supuesto, 20 ... .l:td8, pero entonces
seguía 21 l:txd8+ il.xd8 22 l:td 1!
Más o menos Jo mismo sucede en caso
de Ja inmediata 19 ... l:td8 20 l:txd8+
il..xd8 21 J::tdl! (no está claro 21 c3
il..e7!: Dvoretsky) 21 ... fi.e7 22 a3!, y las
blancas ejercen un dominio absoluto.
La caída de las negras está causada por
su mal rey. 19 ... l:tc8 20 il..d5 Wlb4 21
i<.xc6+ l:txc6 22 'Wd5 Wld6 23 Wlxe4,
etc., es ligeramente mejor.
18 .•. fi.xd5
Las negras deben tomar la calidad,
pues si 18 ... Wlc7, sigue 19 il..b5!
19 il..xd5 l:td8!?
"Lajugada natural, pero seguramente
no la mejor. Después de 19 ... Wlb4 20
il.xb7 Wfxb3 21 axb3 l:tb8, lo más senci-
llo es 22 il.xe4" (Karpov).
Sin embargo, Dvoretsky recomienda
21 ... wd7! 22 J::tdl+ we6! 23 fi.d5+ wf6,
con posibilidades de tablas, pero tam-
bién unajugada antes, 20 Wlxb4! il.xb4
21 fi.xb7 l:tb8 (21 ... .!ld8 22 c3[a3)
il.d6 23 .ba7) 22 fi.c6+ ~e7 23 i.xa7
l:ta8 (23 ... l:tbc8 24 il.xe4) 24 il..xa8
J::txa8 25 il..e3 l:txa2 26@b1, con buenas
posibilidades de ganar, mientras que
"después de la jugada de la partida, la
lucha es más de doble filo".
20 il.c4!
Evitando el cambio de alfiles de casillas
negras: 20 il.xe4 il.c5!, mientras que si
20 il..xb7?!, entonces no sólo sería posi-
ble 20 ... il.c5 (Karpov), sino también
20 ... fi.xh4! (Dvoretsky).
20 ••• .lll.b4!
No 20 ... il.c5? 21 il..b5+, ni 20 ... il..d6?
21 'Wxb7 'Wc7 22 Wlxe4.
21 c3 b5!
"En caso de 21 ... i<.d6 22 W/xb7 'Wc7,
las blancas podrían haber elegido entre
un final abrumador (23 'Wxc7 il.xc7 24
.lll.xa7) y una continuación de ataque
404
V
(23 Wxe4). También era muy fuerte 22
g5!? hxg5 23 l:txg5" (Dvoretsky).
1844
22 il..e2!
"Por supuesto, debe conservarse el alfil
de casillas blancas. Las consecuencias
de 22 cxb4 no estaban claras: 22 ...
bxc4 23 'Wxc4" (Karpov). Ciertamente,
después de 23 ... 'llid5 (D\•oretsky) 21
'lWxd5 (24 'lWc7 l:td7, con tablas, ó 24 ...
f6!?) 24 ... .!lxd5 25 fi.xa7 @d7!, y son
más bien las blancas quienes deben
buscar el modo de hacer tablas.
22 .•• il..d6 23 W/d5!
"No tenía sentido 23 il..xb5+, ya que
tras 23 ... we7 las torres negras ganan
actividad" (Karpov). Y si 23 g5, enton-
ces sería posible 23 ... b4! (Dvoretsky).
23 ••• we7?
"El momento crítico. 23 ... W/xc3+? 21
wbl! 'i!l'xb2+ 25 wxb2 il..a3+ 26 wxa3
l:txd5 27 il..xa 7 era malo para las ne-
gras, pero mejores posibilidades de de-
fensa ofrecía 23 ... W/c7, después de lo
cual las blancas se habrían enfrentado
a una difícil elección", escribe Karp=
señalando dos posibilidades: 24 g5,
provocando 24 ... 'irfr'xc3+?! 25 @bl, y
las blancas ganan la columna e, o bien
24 il..xb5+ 9;1e7 25 wc2, "una útil jugada
profiláctica", aunque según Dvoretsl..-y
después de 25 ... l:tb8 26 l:tdl (26 g5
Wb7) 26 ... J::fd8 27 .lll.c4 wf8, el des-
enlace no está claro. Por consiguiente.
es mejor 25 'l!t'xe4 l:tb8 26 .lll.c4 W/b7 2;
'i!Vc2! l:tfc8 28 il.b3, conservando la \'en-
taja de todos modos.
Además, Dvoretsky recomendó 23 ·-
a6, y "después de 24 l:td 1 Wic7 25 '!rfr'xe.1_

las blancas habrían obtenido suficiente
compensación por la calidad sacrifi-
cada, pero, obviamente, no más". Sin
embargo, 24 'iWc6+1 es más fuerte: 24 ...
we7 25 ?MI J:td7 (no 25 ... fkc7? 26
l:!xd6, ni 25 ... 'iWxa2? 26 ..li.c5 Wie6 27
g5!, ni tampoco 25 ... f6? 26 @bl! J:td7
27 ..li.b6 'iWa4 28 b3 t/fa3 39 J:!xd6!) 26
a3 Wt'd8 (26 ... J:!fd8? 27 ~b6 Wa4 28
c4! y 26 ... J:!b8? 27 g5! y ~g4 son malas
para las negras) 27 Wxa6 Wt'a8 28 1Wxb5
l:!b8 29 fkd5, y los tres peones pasados
y unidos, apoyados por los alfiles, con-
ceden a las blancas posibilidades de
victoria.
24~c5!
Se diría que a Sax se le escapó esta
fuerte jugada. Este cambio de alfiles es
ahora ventajoso para las blancas.
24 ••. ..li.xc5
Las negras no pueden jugar ni 24 ...
f!/c7 25 'l!i'xe5+ wd7 26 ~xd6 fkxd6 27
:di, ni 24 ... f6 25 ..li.c4! (Karpov).
25 '!!fxe5+ wd7 26 'iWxc5 Wic7 27 \Wf5+
:ie7?
En esta partida, ¡la casilla e7 resultó
realmente fatal para Sax! Era más tenaz
27 ... wc6 28 'l;;'t'xb5+ wd6, aunque 29
1tb4+ es favorable a las blancas, tanto
después de 29 ... Wic5 30 fkxe4!, como
29 ... >!7e5 30 f3! (30 f4+ wxf4 31 J:!fl+
:ie3 es menos claro), con un ataque
tremendamente fuerte. Por ejemplo:
30 ... f:i 3 l gxf5 J:!xf:i 32 fxe4 J:!f2 33
1Fb5+, o bien 30 ... Wlb6 31 'l;\Ye7+ >!7d5
(31 ... ffe6 32 f4+! wxf4 33 "Wc5 e3 34
.1.c4, y ganan) 32 .!:!el! wc6 33 a4! a6
34 b4, etc.
28 Wxe4+ >!7d7 29 Wf5+ we7 30 .!:!el!
iras larga reflexión, logré encontrar
la mejor forma de mantener la tensión,
aunque el rey negro se refugie en d8"
(Karpov).
30 ... J:!d6 31 ..li.c4+1
Para no permitir que la torre se sitúe
me6.
31 ... wd8 32 ..li.xb5 a6
32 ... l:tf6 33 "Wd5+ l:!d6 (33 ... >Pes 34
:C7!!, como en la partida) 34 'l!l'a8+
ANATOLI XII
Wic8 35 Wixa7 no era mejor para las
negras.
33 ~a4! g6 34 "t!Vf3! wc8
Esto pierde de inmediato. 34 ... Wt'c4
habría prolongado al agonía. Por ejem-
plo: 35 ..11.b3 Wic6(c7) 361Wf4, o bien 35
'Wa8+ ff'c8 36 Wa7 Wc7 37 Wie3, etc.
1845
35 J:te7!!
Un elegante remate.
35 ... J:!dl+
O bien 35 ... fixe7 36 Wa8+ wc7 37
"t!Va7+.
36@xdl Wxe7
36 ... J:!d8+ 37 J:!d7!
37 Wa8+ <t/c7 38 Wa7+ wd6 39 '!Wb6+
Las negras se rindieron. Si 39 ... we5,
40 'Wd4+ we6 41 ..li.b3++.
El campeón ganó a continuación el
50º Campeonato de la URSS (Moscú,
abril de 1983): l. Karpov 9,5 de 15 (+5
=9 -1); 2. Tukmakov 9; 3-4. Polugaievs-
ky y Vaganian 8,5 etc. Yo no tomé parte
en este torneo, porque acababa de
vencer a Beliavsky en nuestro match de
cuartos de Final de Candidatos, y me
preparaba para enfrentarme a Korch-
noi en semifinales.
El match con Korchnoi, el más
importante de todo el ciclo, fue inicial-
mente saboteado por el Comité de De-
portes, siguiendo instrucciones del Co-
mité Central del PCUS y el KGB, como
ya ha sido desctito, con cierto detalle,
en el capítulo Adiós al sueño. Karpov to-
mó parte en las negociaciones de Moscú
con Campomanes, y luego me invitó a
405
Gary Ka>parov - Mis GF.NIALES PREDECESORES
su casa, donde comentamos la situación
en privado. Me aconsejó que apelase a
Aliev, entonces miembro del Politburó
y del Comité Central del PCUS y él, por
su pane, me prometió que organizaría
una reunión con Zimyanin, el Secreta-
rio del Comité Central.
Algo más tarde, cuando el Presiden-
te FIDE declaró el match de Pasadena
perdido para mí, por incomparecencia,
Karpov realizó una vaga y prudente de-
claración: "A Korchnoi se le ha dado el
encuentro por ganado sin jugar, pero su
oponente no se presentó a jugar no por
capricho suyo ni por enfermedad, sino
como consecuencia de determinadas
circunstancias, es decir, por razones no
ajedrecísticas".
Está claro que quienes crearon esas
circunstancias y razones perseguían un
objetivo: "hacer todo lo posible" por ase-
gurarse de que Kasparov no se clasifica-
ría para jugar contra Karpov. ¿Participó
el propio campeón en esta intriga? En
su libro Sestra moia Kaissa (Caissa es mi
hermana), Anatoli Evgenievich lo niega
categóricamente, afirmando que, por el
contrario, hizo mucho por asegurar que
estos encuentros (el mío con Korchnoi
y el de Smyslov con Ribli) se jugasen.
"Quería que todo fuese honesto y
hecho con clara conciencia. Por enton-
ces Kasparov no era un rival serio para
mí. Conocía todas sus debilidades y no
tenía dudas de que lo superaría en el ta-
blero sin mayores dificultades. El match
incluso convenía a mis intereses, de mo-
do que cuanto antes nos enfrentásemos,
tanto más demoledor sería el resultado
(y el curso del primer match demostró
que esta evaluación era correcta) ...
¿No estará el lector de acuerdo en que
este simple argumento refuta todas las
acusaciones de Kasparov acerca de mis
malignos planes y acciones? (... ) Incluso
tuve que volar a Filipinas, pues todos
pensábamos que en interés del affaire
no estorbaría empicar mis buenas rela-
ciones con Campomanes, asunción que
resultó justificada".
Los razonables argumentos de
Karpov tienen un fallo: que fueron
tramados después del evento, es de-
406
V
cir, una vez finalizado nuestro cuarto
encuentro. Pero entonces, en el verano
de 1983, no estaba claro en qué razo-
nes se basaba el campeón para ser tan
optimista: yo había ganado todas las
competiciones, una tras otra, ya había
conseguido mi primer Osear (y pronto,
también el segundo), mi Elo estaba en
continuo ascenso, y a fines de año era
ya más alto que el de Karpov (¡la pri-
mera vez que alguien lo había superado
durante toda la década post-Fischer!).
Y ninguna de sus "buenas relaciones
con Campomanes" habría servido de
mucho, si en ese momento histórico
los recursos políticos de Aliev hubiesen
resultado inadecuados. No sin razón
me dijo más tarde Smyslov: 'Joven, si la
historia de nuestros encuentros de se-
mifinales no se hubiese producido en el
verano de 1983, sino algo antes ( e.f decir,
antes de noviembre de J982, cuando murió
Brez.hneu, y 11/iev se convirtió en miembro del
Politburo: G. K.), nunca nos habríamos
encontrado en la final".
En agosto, el campeón mundial ganó
un torneo de categoría 9 en Hanno,·er_
tras sufrir una sensacional derrota en
la primera ronda, a manos del maestro
Harunan (¡con blancas, en un Ataque
Keres!), pero luego se anotó ocho \lC-
torias y seis tablas: l. Karpov 11 (de 15):
2. Georgadze 10,5; 3. Balashov 10, etc..
En septiembre, yo gané el supertorneo
de Niksic, con 11 de 14, y en octubrt
Karpov celebró su quinto triunfo en Th
burg, con 7 del l (+3 =8).
Al ganar mi sufrido match con Koc-
chnoi en diciembre, y el duelo final con
el siempre juvenil Smyslov, en abril de
1984, pude dar una respuesta conclu-
yente a la cuestión que, desde tiempo
atr.is, estaba en el aire, a saber: quién se-
ría el siguiente adversario del campeón
mundial.
Aquella primavera, el campeón ganó
con autoridad dos buenos torneos: eu
Oslo (+3 =6) y Londres: l. Karpov 9 (de
13); 2-3. Chandler y Polugaievsky 8; -!.
Timman 7,5; 5-6. Ribli y Seirawan 7; 7.S.
Korchnoi y Vaganian 6,5 etc. Aquí, en
recuerdo de "los viejos tiempos", dem>-
tó a Korchnoi, quien tras haberse roto d

boicot, de nuevo participaba en torneos
contra grandes maestros soviéticos.
En junio, Karpov y yo jugamos en
el tan esperado segundo duelo entre la
URSS y el Resto del Mundo. Nuestros
tres primeros tableros estaban claros:
Karpov, Kasparov y Polugaievsky. Pero
nuestros oponentes, que se proponían
mejorar su resultado, modificaron su
orden de tableros. Así, a Korchnoi se
le asignó la misión de atormentar a Po-
lugaievsky, el inexpugnable Andersson
debería habérselas con Karpov, y el ex-
perimentado Timman debía lidiar con
el "explosivo" Kasparov. Este plan sólo
se justificó parcialmente. Korchnoi ven-
ció, ciertamente, a Polugaievsky (+l =3,
incluidas unas tablas con el reserva Tuk-
makov), pero Karpov y yo derrotamos a
nuestros respectivos oponentes por el
mismo resultado. Nuestro equipo ganó
por un tanteo global de 21-19.
El 10 de diciembre de 1984 se inició,
en Moscú, nuestro duelo ilimitado por
d campeonato del mundo. En la prime-
ra partida la apertura fue ... ¡un Ataque
Keres! Sin embargo, aquí me veo obli-
gado a interrumpir el relato, puesto que
estos encuentros constituyen el tema del
wlumen II de la serie Kasparov analiuz el
ajedrez. moderno, plenamente consagrado
a mis encuentros con Karpov.
La superfinal de aspirantes
En julio de 1985, antes de nuestro
5eg1.1ndo duelo, Karpov ganó un torneo
a doble vuelta en Amsterdam, con 7 de
lO (+4 =6), con medio punto de ventaja
sobre Timman. En aquella competición
alternó entre 1 e4 y l 1Zlf3, y en su match
conmigo entre 1 e4 y 1 d4. En la decisiva
24' panida, en la que sólo una victoria
le contentaría, el campeón del mundo
abrió con su favorito peón de rey, y la
lógica misma del juego, en una compli-
Clda Siciliana, requería que expusiese
su retaguardia con el avance g2-g4-g5.
:Mantuvo la iniciativa, pero en la jugada
!3 se retrasó, en la 36 cometió un grave
aror en apuros de tiempo, y perdió el
match (ll-13) y, en consecuencia, tam-
Dién el título mundial.
ANATOLI XII
Después del serio shock que supuso
no ganar nuestro primer match y perder
el segundo, otro jugador habría necesi-
tado un largo período de rehabilitación,
pero Karpov exhibió una brillante de-
terminación, lanzándose de inmediato
en el grueso del ajedrez de torneo a
fin de adquirir una forma óptima para
el siguiente match-revancha de 1986.
Ya en noviembre lideró el equipo de la
URSS en el Campeonato Mundial de
Lucerna (+3 =4). En enero, tomó pane,
en Viena, por primera vez en veinte
años, en un torneo por sistema suizo,
aunque muy fuerte (+3 =6). En la prima-
vera, resultó fácil triunfador en Bruselas
(con 9 de 11, 2 puntos de ventaja sobre
Korchnoi y 2,5 sobre Miles, Timman y
Torre), y al comienzo del verano ganó
un torneo a doble vuelta en Bugojno:
l. Karpov 8,5 de 14; 2-3. Ljubojevic y A
Sokolov 7,5 etc.
En Bugojno, Karpov sufrió su única
derrota en un período de seis meses
ante la nueva estrella del ajedrez soviéti-
co, Andrei Sokolov (con negras, en una
Española, Variante Zaitsev). El rápido
ascenso de Sokolov, contemporáneo
mío y alumno del experimentado en-
trenador moscovita, Vladimir Yurkov,
indicaba su enorme potencial ajedrecís-
tico: campeón mundial juvenil (1982),
campeón de la URSS (1984), uno de
los vencedores del Torneo lnterzonal
de Bici, y del Torneo de Candidatos de
Montpellier (1985). A comienzos de
1986, en la semifinal de Candidatos, ha-
bía aplastado a Vaganian (6-2), mientras
que eri la otra semifinal Yusupov derro-
tó en excelente estilo a Timman (6-3).
La maratón sin precedentes que la
FIDE había programado para el Cam-
peonato Mundial (cuatro encuentros en
el transcurso de 40 meses, ¡el primero
de ellos de 48 partidas!) dio lugar a
un importante problema, sobre el que
Korchnoi había pensado la víspera de
la 32ª partida de Baguio: que el perde-
dor del match-revancha no disponía de
tiempo material para tomar pane en el
siguiente ciclo clasificatorio. La FIDE
encontró una forma extraordinaria
de resolver la situación: el vencedor
40i
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
del encuentro Final de Candidatos del
nuevo ciclo tendría derecho a jugar no
con el campeón del mundo, sino con el
perdedor del match-revancha, y sólo el
vencedor de esta "superfina!" se clasifi-
ca1ía para disputar un encuentro con el
campeón.
En el otoño de 1986, al mismo tiem-
po que yo ganaba el dramático match-
revancha contra Karpov (12,5-11,5),
Sokolov y Yusupo\• disputaban la que
quizá fuese aún más dramática Final
de Candidatos. Hacia el final, Artur
iba dominando por 6-4, pero entonces
perdió tres partidas consecutivas. Unas
tablas en la 14" y última pusieron fin a
su sufrimiento (6,5-7,5). Andrei confir-
mó así su reputación de "persona sin
nervios".
Después de este preludio, el
duelo entre Karpov y Sokolov, en la Su-
perfina) de Candidatos (Linares, febre-
ro-marzo de 1987) parecía un evento
con suspense y se esperaba con gran
interés. El encuentro estaba programa-
do al mejor de 14 partidas. Este match
vale la pena estudiarlo en detalle, ya
que supuso el comienzo de una nueva
fase en la carrera de Karpov.
Al analizar los duelos por el Cam-
peonato Mundial, hemos visto muchas
veces cómo los campeones, tras perder
ante oponentes más jóvenes en alza,
comenzaron a perder la fe en sí mismos
y dejaron de representar la v.inguardia
del pensamiento ajedrecístico. Pero
en el caso de Karpov, por el contrario,
sus reveses en los encuentros de 1985 y
1986 ¡sólo le dieron una nueva motiva-
ción! Exhibiendo una rara flexibilidad
ajedrecística, logró reajustarse por
completo y desarrollar para sí mismo un
nuevo método de juego. Gracias a esto,
durante otros diez años, el 12° campeón
del mundo siguió batallando al máximo
nivel, ganó buen número de encuentros
para el campeonato de la FIDE y logró
una brillante victoria en Linares (1994),
que se considera, con toda justicia, uno
de los triunfos más sobresalientes en la
historia del ajedrez.
En primer lugar, los resultados de
los encuentros de 1984-86 permitieron
408
V
a Karpov comprender la necesidad de
cambiar su repertorio de apenuras. En
principio, se había pasado ya a l d4, en
nuestro match-revancha, pero fue en el
match con Sokolov lo que demostró que
ese cambio no era definitivo. Aparente-
mente, el excampeón comprendió que
le resultaba demasiado difícil mantener
el control de la situación en variantes
agudas de la Siciliana (por cierto que
Sokolo\; como yo mismo, jugaba muy a
gusto la Variante Scheveningen) y que
las partidas cerradas estaban más cer-
canas a sus gustos y más acordes con su
enfoque general del ajedrez.
Además, Karpov planteó una sor-
presa con negras: a partir de este
match, la Defensa Caro-Kann (con 4 ...
ltld7) pasó a ocupar un firme lugar en
su arsenal. Un arma muy sólida que
utilizaría hasta comienzos del siglo XXI
(para más detalles al respecto, véase
volumen 1 de la serie Kasparov analiui ti
ajedrez moderno).
En la primera partida, después de 1
e4 c6, con 2 c4 d5 3 exd5 cxd5 4 exd5
ILJf6 5 ILJc3 ILJxd5 6 .'tJf3 e6 7 d4, Soko-
lov obtuvo una posición de la Defensa
Semi-Tarrasch del Gambito de Dama:
7 ... fi.e7 (7 ... lllc6 8 il.d3, Belia\"S-
ky-Karpov, Moscú 1986; véase partida
núm. 265) 8 il.e4 0-0 9 0-0 ILJc6 JO J:el
(uno de los esquemas de Botvinnik
-partida núm. 184) 10 ... a6 11 j.b3!?
ILJxc3 12 bxc3 b5 13 't:fd3, y las blancas
retuvieron cierta iniciativa. El momen-
to crítico se produjo en la jugada 25.
1846
25 l:!c5?!
Andrei lamentaría más tarde no haber
jugado 25 lt:\e4! "con posibilidades cr

'rictoria". Las negras, en tal caso, ten-
drían que descubrir la jugada única
25 ... l:!.h5, y después de 26 \\i'xg6+! (26
~g5 .lid5 es confuso, lo mismo que 26
d5 ¡gxd5! 27 lk5 'fi'xc5 28 tüxc5 l:txc5,
señalado por Makarychev) 26 ... fxg6
'!7 tüffi+ wg7 28 tüxd7 l:txh4 29 lk7
..:..d5 30 tüe5+ wg8 31 tüxg6, deberían
Juchar arduamente por la igualdad.
%5 ••• W/e7 26 l:!xe6! 'fi'xf6! 27 l:txf6
:d7, con tablas en la jugada 36. No
obstante, el curso de la apertura pare-
cía confirmar la opinión de muchos
expertos, en el sentido de que el match
resultaría una dura prueba para Kar-
po\·.
En la segunda partida, Karpov eligió
una lína temática de la India de Dama,
con 4 g3 (partida núm. 579, comenta-
rio a la jugada 19 de las blancas), que
se produjo en varias ocasiones en mis
~cuentros con él. La partida se aplazó
~ un final de alfil contra caballo, lige-
t:amente mejor para las blancas. Pero la
defensa de las negras era bastante des-
;zgradable, ¡sobre todo ante Karpov! De
IDOdo que al aproximarse el segundo
control, Sokolov se equivocó.
1847
36 ... tüxe4??
'"Se lograban unas tablas con 56 ...
IOD4 57 Ad4 Wd6 58 '.t>b5 (no se con-
:Sgue nada con 58 e5+ we6 59 h4 h6,
para seguir con g6-g5) 58 ... tüc5 59
.lxc5+ bxc5 60 h4 h6 61 wc4 wc6 62 e5
h5 63 <;i;>d3 Wd7, y las negras mantienen
h oposición distante" (Makarychev).
37 'it<b5 tüc5 58 Af8!!
Después de 58 a5 bxa5 59 mc5 wf5,
ANATOLI XII
las negras logran eliminar los peones
enemigos.
58 ..• t0d7
58 ... tüxa4 59 wxa4 wf5 60 Ad6.
59.b3wd5
59 ... wf5 60 .li.d6.
60 .lie7 wd4 61 .li.d8
Las negras se rindieron.
Como Sokolov tenía un reducido re-
pertorio de aperturas (con blancas sólo
abría de 1 e4, a lo que inevitablemente
seguía 1 ... c6, y con negras, en res-
puesta a 1 d4 sólo planteaba la Defensa
India de Dama), fue en este pequeño
campo donde se produjeron algunas
interesantes batallas teóricas. Después
de la 11' partida, ¡se habían jugado 6
Caro-Kann y 5 Indias de Dama!
Las tres partidas siguientes acaba-
ron en tablas, y parecía que Sokolov po-
dría mostrar su verdadera fuerza hacia
el final del encuentro. La sexta partida
resultaría decisiva.
579.
A. Karpov-A. Sokolov
Linares 1987
Match de Candidatos, 6ª partida
Defensa India de Dama (El5)
1 d4 lüf6 2 c4 e6 3 tüf3 b6 4 g3 .b6 5
b3 Ab4+ 6 .li.d2 .li.e7 7 lllc3
7 .lig2 (partida núm. 587).
7 ... d5
7 ... 0-0 (partida núm. 580).
8 cxd5 tüxd5 9 t0xd5 exd5 1O.lig2 llld7
11 0-0 0-0 12 l:tcl l:!e8
12 ... c5 habría permitido a las blancas
una posibilidad adicional, 13 dxc5
bxc5 14 lllel tüb6 15 a4 l:!.c8 16 a5, ta-
blas (Kasparov-Karpov, Moscú 1984-85,
match, 14"). Aunque la experiencia ha
demostrado que la maniobra de caba-
llo a d3 no es especialmente peligrosa
para las negras, 12 ... l:te8 priva a las
blancas de esa opción (13 lllel? .li.a3).
409
Gary Kasparov - MIS GENIAi.ES PREDECESORES
13 J:!el c5
Siguiendo el curso de la segunda par-
tida. En la 4ª se jugó 13 ... i..d6, y las
blancas desplegaron cierta iniciativa.
14 i..e3 i..b7 15 il.h3 cxd4 16 hd4
lüf6 17 J:!c2 i..b4 18 J:!fl il.a6
1848
19 lüh4!?
En la segunda partida, Karpov decidió
liberar la casilla d4 para su caballo con
19 $..b2. En lugar de 19 ... $..f8, Sokolov
pudo haber optado por la más activa
19 ... il.c5 (19 ... lüe4 también es buena,
ya que 20 il..xg7 no es peligroso en vista
de 20 ... Wxg7 21 fi°d4+ lüffi 22 'f!lxb4
i..xe2, ganando calidad) 20 a3 'f!/e7 21
lüd4 (21 b4?! .ltxe2!) 21 ... i..c8!
Karpov quiere jugar tiJf5, asociado no
sólo con una potencial amenaza sobre
la casilla g7, sino también con la ma-
niobra del caballo a e3, para atacar el
peón de d5, a cuyo fin el alfil regresará
a g2 con el mismo objetivo.
19 ..• i..f8 20 tüf5 tüe4 21 tüe3
Al crear presión sobre el peón aislado,
las blancas mantienen la posición en
estado de equilibrio dinámico. Después
de 21 il.b2 il.c8 22 fi°d4 f6, o bien de
21 'l!rcl tüg5! 22 il.g4 h5!, la iniciativa
habría pasado a manos de las negras.
21 ..• '@'d6 22 'i\i'cl J:!ad8 23 J:!dl
Las blancas han ejecutado el reagrupa-
miento previsto.
23 ••• 'i!'fr'h6 24 il.g2 tüg5 25 m2 tüh3+
26 c;!;>fl tüg5
410
V
El contrajuego de Sokolov no pennite
trabajar a Karpov s"obre el peón central
aislado.
27 c;!tgl
Aquí Karpov tenía que resolver una
tarea difícil. El ataque, por ejemplo, 27
lüf5 Wxh2 28 il.xg7 se neutraliza con
28 ... d4!, una ruptura que plantea a las
blancas desagradables problemas. Des-
pués de 29 tiJh6+ >l?xg7 30 lüg4, cxisúa
el brillante golpe 30 ... J:!xe2! (Zaitse<"
examinó 30 ... 'f!lh5 31 J:!xd4 $..a3 32
'f!lal, y las blancas ganan; también
mencionó 30 ... J:!xe2, pero no vio la
réplica de las negras) 31 J:!xe2 il..a3!, un
refinamiento del ordenador que obliga
a las blancas a pensar en cómo salvar la
partida (32 'ili'c2 'f!lh5 33 '@'f5 'ili'g6).
27 ... 1Llh3+ 28 wfl tüg5 29 h4!?
Comprendiendo que en un match
largo una ventaja de +I no garantizaba
nada, Karpov decide agudizar el juego.
Esta jugada debilita su enroque, pero
el análisis demuestra que el riesgo no
era muy grande y que la evaluación
del excampeón era correcta, aunque
significase tener que soportar algunos
momentos de ansiedad cuando Soko-
lov lanzase un ataque.
29 ••• lüe4 30 lüg4 'i!'fr'e6
El preludio a algunos acontecimientos
tonnentosos. Sin embargo, 30 ... 'i\i'g6'.:
31 tüe5 '@'f5 habría mantenido la ten-
sión -una tensión considerable- sin
peligrosas aventuras.
31 il..h3
1849
31 ••• il.a3 ! ?

31 ... 'i!fg6 parece menos compromete-
dor, aunque después de 32 li:le5 las ne-
gras deberán sacrificar pieza de todos
modos si no quieren caer bajo fuerte
presión (32 ... 'i!ff6 33 li:ld3 'i!fh6 34
Wcl). De modo que 32 ... li:lxg3+!? 33
fxg3 'iWxg3. Ahora, en caso de 34 'ili'c3
1th2 35 ..11l.g2 llc8 36 'i!ff3, las negras
pueden elegir entre unas tablas espec-
taculares (36 ... llxc2 37 'i!i'xf7+ @h8
38 'il'g8+!, con jaque perpetuo) ó 36 ...
:Xe5 37 ..11l.xe5 'i!!l'xe5 38 llxc8 ..11l.xc8, en
cuyo caso las blancas ganan el peón de
d5, pero las negras tienen excelente
compensación por la calidad. Es mejor
para las blancas la inmediata 34 ..11l.g2!,
y después de 34 ... 'Wxh4, las negras tie-
nen tres peones por un caballo, por lo
que es difícil pronunciar un veredicto.
Está claro que el ataque negro es
peligroso, aunque la abundancia de
posibilidades tentadoras multiplica el
riesgo de tomar la decisión incorrecta,
como en realidad sucedió. 31 ... ..11l.a3 es
una jugada muy espectacular, pero al
final de la tempestad combinativa, las
blancas quedan con una ligera ventaja
en el final.
32 Wxa3 ..11l.xe2+
32 ... li:lxg3+? pierde por 33 wg2! 'ilfe4+
34 Wxg3 'i!!l'xc2 35 /0h6+ gxh6 36 l:1gl.
33 J:xe2
:Era interesante 33 wxe2 li:lc3+ 34 @d3
We4+ 35 wxc3 lk8+ 36 ..11l.c5 l:txc5+ 37
Wxc5 bxc5 38 wb2 d4 39 .!kd2. En la
inusual posición resultante, las blancas
tienen ventaja material, pero sus piezas
no están coordinadas y, en consecuen-
cia, las negras deberían crear el sufi-
ciente contrajuego como, por ejemplo,
con 39 ... a5. Karpov eligió un camino
más claro.
33 ... li:lxg3+ 34 ltg2 'ilfxe2 35 'ilfcl !
Es probable que esta excelente jugada
fuera subestimada por Sokolov. La da-
ma no sólo defiende la torre, sino que
también pone sus miras en el enroque
enemigo. Por otra parte, el caballo
negro se ve obligado a retirarse a h5,
porque el salto ideal 35 ... li:le4 permite
ANATOI.I XII
la puñalada 36 li:lh6+! gxh6 37 '@!Vxh6 f6
38Il.gl!
1850
35 ••. li:lh5 36 wh2!
Los comentaristas consideraron 36
'i!!l'g5 'i!!l'xdl 37 li:lh6+ ltf8 38 ..11l.b2 g6
39 il.a3+ wg7 40 ..11l.e7, concluyendo su
valoración con ventaja decisiva de las
negras con la jugada de Polugaievsky
40 ... 'i!!l'al! que, como toda la variante
precedente, el módulo de análisis de-
tecta al instante; 41 li:lf5+ wh8 42 il.xd8
f6! 43 Wg4 'i!i'e5. Para completar el cua-
dro, hay que decir que 37 li:lf6+ Wh8 38
'i!!l'xh5 'iWxh5 39 li:lxh5 f6 40 li:lg3 wg8
41 h5 wf7 conduce a una posición en
la que, con una inusual relación de
fuerzas, la ventaja también está del lado
negro.
36 ..• Il.d6
Las negras tienen que defender la sexta
fila, ya que 36 ... f6 pierde forzadamen-
te: 37 li:lh6+! gxh6 38 Il.gl+ wh8 39
Wxh6 l:1e5 40 .llg3! Il.g8 41 ..11l.g4!
37'i!i'd2
El cambio de damas es inminente, y la
relación de fuerzas de nuevo es poco
habitual, pero la torre y los dos alfiles
blancos parecen superiores a las dos
torres y los dos peones negros.
37 •.• 'i!!l'f3
37 ... f6? de nuevo pierde, por 38 li:lh6+!
wf8 39 ..11l.b2!, mientras que la posición
que resulta de 37 ... h6 38 'Wxe2 Il.xe2
39 a4 no difiere mucho de la que se
produce en la partida. Tentativas más
enérgicas para demostrar lo contrario
(como 39 ... l:1e4 40 li:le3 g6 41 ..11l.g4
411
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
f5 42 Af3 lhh4+ 43 @gl) pueden
desembocar en mayores dificultades
para las negras.
38 lt:le5 'tlt'f4+ 39 'tlt'xf4 lt:lxf4
Con el cambio de damas, la tensión
de la lucha disminuye radicalmente y
se inicia una fase de tranquilas manio-
bras. En estas posiciones, Karpov es
muy hábil y también aquí aprovechará
las más mínimas posibilidades. Durante
mucho tiempo, como en la segunda
partida, Sokolov exhibe tenacidad y
precaución.
40 il.d7 l:td8 41 il.b5 lt:le6 42 il.b2 a6 43
.tn nca 44 J:td2 d4 45 il.g2 lt:lf4 46 .tf3
d3 47 lt:lc4 l:l.h6 48 wg3 lt:le2+ 49 .txe2
dxe2 50 l:txe2 b5 51 lt:le3 l:te6 52 l:td2
h5 53 '>f.>f4 l:l.c7 54 l:td5 f6 55 Aa3
Difícilmente puede recomendarse 55
l:txh5, ya que tras 55 ... l:td6, las piezas
negras se activan y recuperan el peón.
Al llevar su alfil a c5, por el contrario,
Karpov restringe la actividad de las
torres negras y luego, tras apoyar al
alfil con 57 b4, comienza el juego en el
flanco de dama con la inesperada ma-
niobra de su torre, desde d5 a al.
55 ••• g6 56 Ac5 wf7 57 b4 'itle8 58 l:tdl !
l:td7 59 l:tall l:l.d2
Las blancas consiguen crear una debi-
lidad en a6, pero a cambio las negras
logran activar su torre.
60 @f3 wf7 61 a4 bxa4 62 l:txa4 g5 63
na3 wg6 64 'itlg2
1851
64 ... gxh4?!
Sokolov pierde la paciencia y da un
paso hacia el desastre. Pensaba que no
412
V
corría mayor peligro, y con esta captu-
ra que arruina su estructura de peones
decidió, sencillamente, reducir el nú-
mero de peones blancos, confiando en
la hipotética posibilidad de otro cam-
bio, tras a6-a5. Por un tiempo, existe
sobre el tablero un equilibrio teórico,
pero lo cieno es que ese equilibrio es
irreal. En esta situación, torre y dos
piezas menores, protegidas por peones,
son más fuertes que las dos torres y
sus peones débiles, que requieren una
constante protección.
65 lt:lfl l:l.c2 66 lt:lh2 l:tc4 67 lt:lf3 wf7
68 wh2
La continuación 68 lt:ld4 l:te5 69 lt:lc6,
que parece mejor, podía haber con·
<lucido casi por fuerza (69 ... l:tg5+ iO
@h2 l:tgxc5! 71 bxc5 l:txc5 72 l:txa6 lk2
73 wgl h3 74 f4 h2+ 75 whl l:H2) a una
posición en la que las blancas.jugando
sin su rey, no es probable que pudiesen
salvar a su único peón. Por ejemplo:
76 l::ta4 h4 77 lt:la7 'i!ó>g6 78 lt:lb5 Wf5 i9
/t:ld6+ >Pg4 80 f5+ @h3 81 l:tal wg4 82
l:td 1 wf4 83 l:td5 l:te2.
68 ••• l:tf4 69 wg2 l:l.ee4?!
Es extraño que Sokolov no repita po-
siciones (¿tal vez para evitar 70 lt:ld4?).
Resulta peregrino, por su parte, espe--
rar que esta trampa diese resultado: iO
l:txa6?? h3+ 71 'i!ó>g3 h4+. Karpov no ~
apresura y sigue maniobrando.
70 it:ld2 l::te6 71 lt:lfl! l:tg4+ 72 'it>h3 .:r-1
73 l:ta2 l:l.f3+ 74 @g2 l:td3
Si la torre se mantiene en la cuarta fila.
74 ... l:tf4, entonces después de 75 flld
f5 76 lt:ld5 l:l.g6+ 77 '>f.>h2 l:tfg4 78 l:al:
l:tg2+ 79 whl l:t2g5 80 lt:lc7, el peón de
a6 está perdido.
75 lt:le3 '>f.>g6 76 l:tal f5?!
Este avance sólo sirve para hacer más
mlncrable el peón.
77 'itlh2 f4 78 l:tgl+ wf7

1852
79 /¿)g2!
C.Omienza la recolección. Explotando
d hecho de que el alfil de c5 defiende
¡¡) peón de f2, las blancas ganan uno de
los peones.
79 •.• lk6
Las negras podían haber trdtado de en-
mrbiar las aguas con 79 ... l:!f6 80 iüxh4
~. con idea de atacar el alfil (lild5)
para tratar de eliminar los peones del
flanco de dama (a6-a5). Pero en tal
aso las blancas ganan, tanto con 81
.:,,ag lild5 82 l:!g5+ lilc4 83 l:!xh5 l:!d5
~ :h7 a5 85 l:!c7 l:!a6 86 ~IB+ wd3 87
bxa5 l:!dxa5 88 Wh3, como con 81 lüg6
:d5 82 l:!e l + wf7 83 iüe5+ wg7 84 lüc4
;h6 85 lüb6 l:tg5 86 iüd7 J:tff5 87 l:!al
.:,,"6 88 lüb8.
811 ~xf4 l:!f3 81 lüh3
El resto puede ahora considerarse me-
a cuestión de técnica. Las negras no
consiguen ningún contrajuego y sus
peones h débiles están sentenciados.
g¡ ••. wf6 82 l:!e l l:!f5 83 l:!e4 a5
Sol;.olov ha logrado, no obstante, cam-
iia.r los peones del flanco de dama. Pe-
ro el peón superviviente de las blancas
basta para asegurar la victoria.
Si ..íi.e3! axb4 85 l:txb4 l:!a6 86 l:!xh4
:aa5 87 l:!c4 l:!fb5 88 wg3 nas 89 wh4
~90~g5+
Lis negras se rindieron.
Sokolov, por supuesto, podría haber
~ido jugando, pero comprendió
4l?Je sería una inútil pérdida de tiempo.
D marcador se situaba en 4-2.
ANATOLI XII
Zaitsev: "A veces, los más pequeños
indicadores permiten determinar el
estado mental de alguien. El ajedrez
de alta competición no está desprovis-
to de una gran ansiedad, sufrimiento
y, quizá, incluso traumas. Cuando me
crucé en la escalera con Andrei, que re-
gresaba con su entrenador de la sesión
de aplazamiento de la 62 partida, pensé
hasta qué punto puede ser el deporte
trágico. Sin embargo, Sokolov es uno
de los pocos ajedrecistas que conozco
que puedan soportar una derrota con
relativa facilidad".
La partida que acabamos de comen-
tar parece haber decidido, a todos los
efectos, la suerte del match. No es fácil
recuperarse de un golpe así del desti-
no: parece que lo estás haciendo todo
bien, que te has entregado a fondo,
pero tu oponente demuestra que todos
tus esfuerzos han sido en vano ... An-
drei, no obstante, exhibió coraje, y las
tres siguientes partidas fueron tablas,
tras una dura lucha.
Pero en la 10• partida, en la que se
produjo un complicado final, de nuevo
cayó víctima del inexorable rodillo de
Karpov.
580.
A. Karpov-A. Sokolov
l.inares J 987
Match de Dmdidatos, JOª partida
Defensa India de Dama (El5)
l d4 iüf6 2 e4 e6 3 iüf3 b6 4 g3 ~a6 5
b3 ~b4+ 6 ~d2 ~e7 7 lüc3
7 ~g2 (partida núm. 587).
7 ••• 0-0
7 ... d5 (partida núm. 579).
8 e4 d5 9 cxd5 ~l 10 ..t>xfl exd5 ll
e5 lüe4 12 We2
La s• partida siguió así: 12 lkl c5! 13
wg2 lüc614 llel lüxc315 ~xc3 Wfd716
'l:l!'d3 llac8 17 ~d2 h6, con igualdad.
12 ••• /üxe3 13 ~xc3 'iWd7 14 wg2 lüc6
413
Gary Kasparov - Mts GENtAt.F.s PREDECESORt:s V
No es malo, pero posteriormente se
prefirió 14 ... c5 15 J:thel 'i!fe6 16 /¿)gl
(la idea de Karpov, que se hizo popular
después de esta partida) 16 ... /¿)c6 17
dxc5 d4 18 il.d2 il.xc5, y el peón d pasa-
do da un espléndido juego a las negras.
Esto sucedió en la partida Agdestein-
Karpov (Gorvik 1991, match, 2'), en la
que las negras emplearon el orden de
jugadas más preciso, y después de 19
'i!fe4 J:tfe8 20 f4 J:tad8 2 l lLJf3 d3 22 lLJg5
'i!l'd5, quedaron con una magnífica
posición.
La clave de la jugada elegida por Soko-
lov es trasladar el caballo al puesto
ideal de bloqueo en e6. Entonces, las
negras jugarán c7-c5, en una situación
más favorable. Karpov, sin embargo,
pone de relieve ciertos defectos en este
plan con una sutil maniobra.
15 J:the 1 /¿)d8
1853
16 /¿)gl!
Con idea de f2-f4, que enfatiza en la
inestabilidad del caballo en e6.
16 .•. c5
Esta ruptura no deja de tener su riesgo
estratégico. La ofensiva blanca podría
haber sido neutralizada con 16 ... lLJe6
17 f4 g6 18 lLJf3 J:tae8, preparando el
bloqueo f7-f5, con un juego perfecta-
mente aceptable.
17 f4 cxd4 18 il.xd4
Las negras han conseguido un peón
pasado, pero que necesita protección.
Por consiguiente, se enfrentan a una
lucha por la igualdad. Hasta cierto
punto, el escenario de esta partida se
414
parece al de la 2• y 6ª partidas, en las
que inicialmente Sokolov se defendió
bien y supo crear contrajuego, pero
luego fue víctima de la tensión y acabó
equivocándose, lo que Karpov exploúi
diestramente.
18 ... 'ft'fS 19 J:tadl il.b4 20 1:m lLJe6 %1
't'fd3! 'iifxd3
A las negras les falta un tiempo (g;:..
g6) para establecer un bloqueo sobre
casillas blancas. Ahora sería demasiado
arriesgado 21 ... g6 22 tfxf3 gxf5, poF-
que los defectos de su estructura de
peones sólo augurarían problemas.
22 J:txd3 J:tac8 23 /¿)f3 J:tc2+?!
Era más prudente restringir las posibi-
lidades del adversario con 23 ... g6. Xo
hay ventaja evidente para las blancas..
después de 24 J:[f2 1J.fd8 25 il.b2 (23
1J.e2!?) 25 ... d4! 26 lLJxd4 il.c5 27 l:fd!
/¿)xd4 28 il.xd4 1J.xd4 29 J:txd4 il.xd4 30
J:txd4 .lk2+, o bien 24 ... /¿)c5 25 il.xc5
J:txc5 26 lLJd4 J:tfc8 27 f5 1J.e8.
24 J:[f2 J:[fc8 25 f5!
"Finalmente, la falange de peones blan-
cos se pone en marcha" (Karpov).
25 ... lLJxd4 26 lLJxd4 J:txf2+ 27 Wxf2
La posición se ha clarificado y la e-.-...
luación es ésta: las blancas tienen u112
evidente ventaja, pero jugar a ganar
es dificil debido al escaso material que
queda en el tablero.
1854
27 •.• J:tcl
Activar la torre es la única esperan7.a qir
las negras tienen para salvar la partida.
28 g4 wrs 29 'i!?f3 :n+ 30 'it>g3 J:tcl

Dar otro jaque, 30 ... J:lgl +, puede no
haberle gustado a Sokolov por 31 Wf4!
(31 wh3 J:lcl) 31 ... J:lg2 (31 ... J:lfl+ 32
/Of3: Karpov) 32 /Oc6 J:lf2+ 33 wg3 JI.e 1
34wh3.
31 wf4 b6 32 b4 we8 33 IOf3 J:lc2 34 a4
:b2 35 /Od4 il.e7 36 b5
Karpov sólo realizó esLe avance tras
larga reflexión, empleando casi todo
d tiempo que le quedaba. Es probable
oipe no quisiera emprender ninguna
a:x:ión que implicase reducir el nú-
mero de peones y, en consecuencia, la
iegada Lexlual requería un minucioso
ákulo. Pero en este caso ¿no le traicio-
m su intuición?
h jugada Lexlual fue condenada por
c:zsi todos los comentaristas, quienes
CDDSideraban que era más fuerte 36 g5
bg5+ 37 hxg5. Prosigamos el análisis
am las jugadas 37 ... a6 (de espera y
cubre la casilla b5) y 37 ... .!lbl (de es·
~ y dando mayor radio de acción a
b torre).
1855
Diagrama de análisis
Así pues, 37 ... a6 38 f6 gxf6 39 gxf6 il.c5
40 /Of3 il.a3! (la mejor defensa, ¡pues el
ataque a los peones blancos los habría
situado en casillas negras!) 41 1Pf5 .!lf2
42 e6 il.b2! 43 b4 (después de 43 e7 a5,
las blancas no consiguen reforzar su
posición) 43 ... b5 44 axb5 axb5 45 e7
:n 46 wgs l:lf2 47 l:lb3 JI.el+ 48 wf5
..tb2, y las tablas son evidenles.
En caso de 37 ... l:lbl 38 f6 (38 /0f3 Aes
39 ffi, con idea de 39 ... gxf6 40 exf6!,
se para con 39 ... g6! 40 'Od2 l:te 1! 41
:.xd5 .lll.e3+, con tablas) 38 ... gxf6
39 gxf6 il.c5, es posible una variante
análoga: 40 /Of3 a5! (40 ... J:tb2 es pe-
ANATOLI XII
ligroso: 41 Wf5 J:le2 42 J:txd5 J:te3 43
/Og5 l:txb3 44 'Oxf7!) 41 wf5 l:lfl 42 e6
il.d4! 43 e7 .l11.b2. Otro recurso, 40 /Ob5,
no impide que las negras ejecuten la
misma idea: 40 ... .l:fl+ 41 J:tf3 l:tel 42
'Oc7+ @d7 43 IOxd5 .ltd4, o bien 42
/Oxa7 wd7 43 IObS .!11.gl 44 l::th3 l:tfl+ 45
ltog4 We6, y de nuevo los peones blan-
cos son vulnerables.
Pero esto no agota el análisis de 36 g5.
Es posible que la lógica 38 f6 sea un
error, mientras que la inesperada 38
g6 da un cuadro diferente: 37 ... a6 38
g6!? fxg6 39 fxg6 l:lg2 40 'Oe6 J:txg6 41
/Oc7+, o bien 37 ... J:tbl 38 g6!? fxg6 39
fxg6 l:lgl 40 /Ob5. Al entregar su peón
g, las blancas pretenden ganar los peo-
nes a y d, después de lo cual, las negras
sólo pueden confiar en el reducido
material existente.
36 ••• a6 37 wf3
1856
37 ... il.c5?
En apuros de tiempo, ambos conlrin-
canles empiezan a cometer errores. Era
importante el control de la casilla g5 (y,
como pronto se verá, de d8), y las ne-
gras debían haber maniobrado con su
torre, 37 ..• l:lh2. Por ejemplo: 38 /Oc6
(38 IPg3 J:tb2) 38 ... l:th3+ (después de
38 ... Wd7, el bonito sacrificio de ca-
ballo 39 /Ob8+! Wc7 40 /Oxa6+ @b7 41
l:txd5 Wxa6 42 l:td7 il.g5 43 l:txf7 con-
duce a una siLuación en la que los peo-
nes blancos no pueden ser detenidos)
39 we2 l:th2+ 40 ltoe3 l:th3+ (no 40 ...
.lll.c5+ 41 Wf4 l:lf2+ 42 'i!;>g3, posición
que se examina más adelante) 41 wd2
J:th2+ 42 ltoc3 l:lg2, y el resultado de la
partida sigue sin estar claro.
415
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
38 tt:le2?
Karpov no se aventura a jugar 38 ti:lc6!,
con lo que con un mínimo de efectivos,
inesperadamente, las blancas crean
amenazas de mate, lo que junto con
las rupturas de peones garantizan la
victoria.
1857
Diagrama de análisis
Las negras disponen de varias posibles
respuestas:
1) La defensa pasiva 38 ... l:tf2+ 39 wg3
l:tb2 se rompe con 40 g5! hxg5 41 l:l.xd5
l:txb3+ 42 'i!;>g4 il.e7 43 h6! gxh6 44 f6.
2) Después de 38 ... d4 39 g5! hxg5 40
b4! (las blancas quieren explotar el
mismo tema: 40 ... .txb4 41 l:txd4 iJ..e7
42 h6) 40 ... il.e7 41 h6 gxh6 42 l:txd4
l:tb3+ 43 °i!;>e2 f6 44 e6, este peón cuesta
a las negras la torre (44 ... 'i!;>f8 45 J:l.d7
i.xb4 46 J:td8+ wg7 47 lt:ixb4 J:l.xb4 48
'i!?d3 i:tb3+ 49 wd4 i:tb4+ 50 lt>d5 i:tf4 51
e7 l:txf5+ 52 wd4 l:te5 53 e8\W l:txe8 54
l:txe8 h5 55 we4, o bien 50 ... l:txa4 51
e7 l:ta5+ 52 wd6 J:le5 53 e8'lW J:lxe8 54
l:txe8 h5 55 we6).
3) Por último, 38 ... .te7, a fin de que
en caso de 39 b4 .txb4 40 g5, cambiar
torres con 40 ... i.el 41 J:lxd5 l:td2 42
J:lxd2 il.xd2, también pierde después
de 43 g6 b5 44 f6 wf8 45 axb5 axb5 46
e6 fxe6 47 f7, o bien 43 ... f6 44 exf6
gxf6 45 ti:ld8 wf8 46 lt:ie6+ q;,g8 47
ti:lc7.
4) La última posibilidad es trasponer
a un final de torres: 38 ... l:tf2+ 39 wg3
J:lc2! 40 J:txd5 (40 lt:ib8 a5! 41 l:txd5
J:lc3+ 42 wf4 l:txb3 43 lUc6 i.e7 tam-
bién lleva el juego a un final de torres,
pero en una peor versión para las blan-
cas) 40 ... il.f2+ 41 @f3 l:txc6 42 wxf2
416
V
J:lc3. Las negras recuperan el peón.
pero como se verá sólo temporalmente,
después de 43 l:td6! J:lxb3 44 f6! gxf6 45
l:txf6 l:tb4 46 wf3, y no pueden luchar
contra los peones pasados que las bl;m-
cas pronto crearán.
Puesto que los apuros de reloj aún no
han terminado, ahora es el turno de
Sokolov de cometer un error.
38 ••• d4?!
Esto hace mucho más difícil la defensa.
Con la jugada de espera 38 ... l:tbl!, b.
torre blanca está atada a la defensa cid
peón, no hay amenazas de mate al f"e'I"
negro, y la partida ronda las tablas: ~
<ur4 i:tn+ 40 wg3 :g1+ 41 <ug2 i:tbl ~
lUe3 il.xe3 43 l:txe3 'i!;>d7.
39 tllf4
Siempre en la misma línea. Como en b.
jugada 36, Karpov no quiere forzar lo5
acontecimientos con 39 f6!? gxf6 exffi
1858
Diagrama de análisis
A primera vista, esta continuación da
a las blancas buenas perspectivas de
ganar: 40 ... J:l.bl? 41 tllg3 't>d7 (41 ...
il.d6 42 lUf5 il.e5 43 tllxh6 i.xf6 44
l(Jf5 también conduce a una posición
difícil) 42 g5! hxg5 43 h6 l:tb2 44 <un
g4+ 45 wxg4 J:le2 ( 45 ... ttg2+ 46 l:tg3
l:te2 47 h7 l:te8 48 'i!;>f5 J:l.h8 49 l:tg7 no
es mejor) 46 b4! .lil.d6 (46 ... il.xb4 4i
l:txd4+ il.d6 48 lUg3) 47 ttxd4, y las ne-
gras pueden rendirse.
Sólo había esperanzas en el final de
torres después de 40 ... 't>d7! 41 lt:ixd4
11.xd4 42 J:txd4+ l!fe6 43 l:tb4 wxf6 (o
bien 43 ... b5!?, reduciendo el material
existente en el tablero: 44 axb5 axb5 45
l:txb5 lt.>xf6 46 b4 l:tbl) 44 l:txb6+ Wg5.

Ahora, continuando con 45 a5, las
blancas obtienen dos peones pasados
y unidos, pero se diría que las negras
se salvan de milagro gracias a 45 ...
lla21 46 b4 lla4. Para ganar tiempo, la
torre se sitúa lo más lejos posible del
rey blanco y después de 47 we4 wxg4
48 Wd5 f5 49 Wc5 Wxh5 50 llxa6 f4, las
negras crean un contrajuego salvador.
Por ejemplo: 51 llf6 @g5 52 llf8 h5 53
wb5 J:tal 54 a6 (o bien 54 wa6 h4 55 b5
h3 56 i:th8 wg4 57 b6 wg3 58 b7 l:!bI,
y las tablas son evidentes) 54 ... Wg4!
(no 54 ... h4 55 'it>b6 h3?? 56 a7 Wg4
57 a8'iW J:!xa8 58 llxa8 h2 59 J:!al f3 60
wc5 y ganan; el peón fes el candidato
más firme a coronar y, por tanto, no era
demasiado tarde para 55 ... wg4! 56 a7
f3 5 7 a8ft' J:!xa8 58 llxa8 f2, con tablas)
55 wb6 f3 56 a7 wg3 57 a8'W llxa8 58
llxa8 f2, y tablas.
En lugar de 40 ... wd7! 41 lllxd4, las
blancas pueden intentar la misma rup-
tura que en caso de 40 ... llbl, 41 g5
hxg5 42 h6. Pero aquí las negras luchan
contra el peón de h6 sin perder mate-
rial. Por ejemplo: 40 ... wd7 41 g5 gxh5
42 h6 g4+ 43 wf2 i:tb1! (43 ... g3+? 44
~ g2 45 lllgl l:tbl es malo debido a
46 't>xg2, pero no 46 h7? llxgl 47 h8'+!1'
l:hl, y son las blancas quienes deben
luchar por salvarse: 48 llxd4+! il.xd4 49
1ff8, con jaque perpetuo) 44 tllg3 llb2+
45 wgl J:tbl+ 46 lllfl J:!el, etc.
39 ••• @d7 40 e6+ we8 41 we4 a5 42
.:l.f3!
La jugada secreta, para la que Karpov
pensó durante casi 20 minutos.
42 .•• llbl 43 llld5!
1859
ANATOLI XII
43 •.• l:!gl?
En su análisis del aplazamiento, Soko-
lov no encontró el mejor método
defensivo y, por lo visto, acudió a la
reanudación convencido de que se en-
contraba en un final perdido. Karpov
era de la misma opinión. En realidad,
sin embargo, ¡lo más probable es que la
posición aplazada fuese tablas!
En 64, Igor Zaitsev publicó el análisis
(digno de un estudio compuesto) con
que Karpov y su equipo (Zaitsev, Pod-
gaets y Ubilava) pensaban concluir la
partida en caso de 43 ... WIB! que, sin
duda, es la mejor jugada. Tras el aná-
lisis de toda una noche y la mañana
siguiente, el método que descubrieron
era 44 e7+! il.xe7 45 'it>xd4 llgl 46 wc4!
J:!xg4+ 47 wb5 il.d8 48 llc3 llh4 49
wc6 llxh5 50 wd7 llxf5 51 lllxb6!, un
bonito golpe ganador. Karpov: "Puesto
que 51 ... ~xb6 conduce a un divertido
mate, tras 52 J:!c8+, las negras están
obligadas a entregar calidad, 51 ... llf3,
y después de 52 llxf3 il.xb6, la inevita-
ble ruptura b3-b4 es decisiva".
Pero ensayemos el sacrificio del alfil:
51 ... g5! 52 wxd8 g4 53 lllc4 h5, y aquí
¿no son las negras quienes juegan a
ganar?
Es más fuerte 48 Wc6! Por ejemplo:
48 ... llh4 49 lllxb6 il.xb6 (49 ... llxh5
50 llld7+ wg8 51 lle3) 50 wxb6 llxh5
51 <t>xa5, y las blancas ganan la carrera
de peones, 51 ... g5 52 b4 g4 53 llfl g3
54 b5 J:!xf5 55 llgl llf3 (55 ... llg5 56
@a6) 56 b6 llb3 57 wa6 h5 58 b7 h4
59 wa7 f5 60 a5 f4 61 a6 f3 (61 ... h3 62
wa8!) 62 wa8! f2 63 :c1 g2 64 a7, etc.
Pero aquí es mejor 48 ... l:l.d4! 49 lllxb6
il.e7 (49 ... il.xb6 50 't>xb6 J:!d5 51 b4
axb4 52 a5), tratando de con trol ar la
casilla b4.
Esta larga variante sugiere que el
estudio del equipo de Karpov tenía
también un defecto anterior. Así es,
en efecto, pues en lugar de 47 ... il.d8,
es más precisa la inmediata 47 ... lld4!
48 lllxb6 il.b4, y este bloqueo parece
inatacable.
417
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
44 wd3 llxg4?!
44 ... wfB 45 llf4 l:tg3+ 46 wc4 d3 47
wc3 we8 era algo más tenaz, aunque
después de 48 f6 ó de 48 e7! f6 49 lle4
il.d6 50 wd2, las blancas están cerca de
la victoria.
186-0
45f6!
La clave del plan blanco. Las negras
no se sah'<ln con 45 ... fxe6 46 f7+ Wd7
(46 ... Wf8 47 tt:lc7) 47 tt:lxb6+ Wc6 48
tt:lc4, ni con la "tenaz" 45 ... .r:tg5 46
tt:lc7+ wd8 47 e7+ il.xe7 48 fxe7+ wxe7
(Karpov) 49 'itncd4 J:txh5 50 tt:ld5+.
45 •.• il.d6 46 ltlxb6 llg5 47 fxg7 :rtxg7
48 ll:ic4 il.b4 49 exf7 + llxfi 50 llxfi
Q:;xf7 51 ltle5+! Wf6 52 ltlc6 il.e 1 53
tllxd4 .ltb4 54 tllc6 .ltel 55 we2 il.c3 56
wd3 il.el 57 wc4 wg5 58 tt:lxa5!
Una solución elegante. Los peones
blancos llegan antes por amplio mar-
gen.
58 .•• il.xa5 59 b4 il.d8 60 a5 Wxb5 61
wb5 il.g5 62 a6 il.e3 63 wc6
Las negras se rindieron, y el tanteo pa-
só a ser de 6,5-3,5 a favor de Karpov.
En la 1P partida, iniciada con 1 e4 c6,
tras haber renunciado a lograr ventaja
con 2 d4 d5 3 ltld2 dxe4 4 tt:lxe4 ltld7
(partidas 3•, 5' y 7'}, y con 3 e5 il.f5 4
tt:lc3 e6 5 g4 il.g6 6 ltlge2 c5 (9'), Soko-
lov prosiguió su duelo de la primera
partida con 2 c4 d5 3 exd5 cxd5 4 cxd5
tt:lf6 5 tt:lc3 tt:lxd5 6 tt:lf3, pero Karpov,
teniendo en cuenta el estado de su opo-
nente, "cambió de disco": 6 .•. tt:lxc3!?
7 bxc3 g6 y... "Sokolov renunció a sus
extraordinarias cualidades competitivas,
418
V
sustituyéndolas por pura pasión. Pero,
en mi opinión, tratar de ganarle al 12"
campeón mundial de esta forma es, en
principio, imposible" (Makarychev).
Después de 8 h4?! il.g7! 9 h5 ltlc6 10
llbl 'f!lc7 11 il.a3?! il.f5 12 J:tb5 a6 13
.r:tc5 'il'd7 14 'ii'b3 o.o 15 hxg6 hxg6 16
il.c4 il.f6! 17 d4 b5! 18 il.d5 tt:la5 19
'f!ldl tt:lb7!, y las negras pronto ganaron
la partida, y con ella el match (7,5-3,5).
"Andrei posee un memorable estilo
de ataque, calcula espléndidamente
variantes complicadas y se desenvueh·e
muy bien en finales dinámicos. Pero
por el momento su estilo no puede cali-
ficarse de universal, ya que existe buen
número de posiciones técnicas y m«-
niobreras, en las que no se siente tan
seguro de sí mismo, como en las situ...
dones agudas y complicadas", escribió
Igor Zaitsev en 64. "Nuestro objetim
consistía en evitar este último de po-
siciones y en obtener las primeras. En
la mayor parte del match, Karpov supo
mantener a distancia a su oponente.
aunque lo cierto es que no siempre. En
la 6ª partida hubo fuegos artificiales..
Con el menor descuido, algo similar
podría haber sucedido en la 11ª. Pero
en Ja mayoría de los casos, las cosas no
llegaron al cuerpo a cuerpo... El juego
de Karpov, su virtuosismo técnico y sn
capacidad para penetrar en Ja esencia
de la posición, producen una fuerte
impresión".
Tanto el resultado como el de-·
bate teórico de aperturas resultaron
catastróficos para Sokolov. La fomn ·
de jugar flexible, infiltrante del gran
campeón resultaron un misterio insoir
dable para Sokolov. Lamentablemente.
Juego no fue capaz de asimilar en tO<h
su plenitud las lecciones de su derroa.
en el match y corregir así sus deficieir
cías. Gradualmente, los resultados de
este gran maestro de indudable taleir ·
to, ºcomenzaron a declinar y, al cabo de
unos años, Sokolov había desaparecido
de las filas de la elite.
Pero Karpov, en cambio, emergió
renovado del match. Se había adhe-
rido a 1 ... c6 y había consolidado bs

posiciones a partir de 1 d4. Mientras
que en la década de los setenta solía
jugar, con el mismo grado de éxito,
idénticos esquemas de la Española con
ambos colores, ahora la India de Da-
ma, con 4 g3, se convirtió en territorio
Karpov, en el cual se sentía más seguro
que ningún otro. Puede afirmarse que
los muchos años de éxito subsiguiente
de Karpov están vinculados al hecho de
que, con negras, siempre podía neutra-
lizar la ventaja del oponente y, llegado
el caso, podía lanzar un contraataque,
mientras que con blancas buscaba
continuamente nuevos recursos para
ampliar la ligera ventaja de apertura de
que las blancas normalmente disfrutan
en la India de Dama (véanse comenta-
rios a las partidas núm. 586 y 588).
En nuestro cuarto match por la
corona (Sevilla, octubre-diciembre
de 1987), Karpov tomó la delantera,
después de que yo cometiese un error
garrafal en la reanudación de la 23ª
partida, pero a renglón seguido, se
\ino abajo bajo la tensión infernal
de la 24ª y última partida. Censeguí
igualar el marcador (12-12) y retener
así mi útulo. Ahora, nuestros debates
quedarían postergados, ¡por fin!, du-
rante tres años, y Karpov debía iniciar
el proceso de clasificarse, a partir de
los encuentros de cuartos de Final de
Candidatos.
Dos pájaros de un tiro
"¡El espíritu combativo de Anatoli
Karpov es realmente indomable!",
escribió la revista Shajmaty URSS, en
1988. "Casi inmediatamente después
del match de Sevilla, nuestro ilustre
gran maestro triunfó en Wijk aan Zee,
finalizó segundo en el Memorial Euwe
(detr.is de Short, a quien venció en su
partida individual) y, por último, ganó
la primera etapa de la Copa del Mundo,
¡además del premio a la mejor partida
del torneo!". La partida en cuestión fue
su victoria sobre Timman, entonces el
tercer jugador del mundo, con blancas,
en una variante de moda del Gambito
de Dama Aceptado: l d4 d5 2 c4 dxc4 3
ANATOLI XII
e4 tbf6 4 e5 tbd5 5 .bc4 tbb6 6 il.d3 (6
il.b3, partida núm. 537) 6 ... tbc6 7 tbe2
11.g4 8 il.e3, etc.
Debo recordar al lector que en
1988-89, aparte del ciclo FIDE habi-
tual de Candidatos, por primera vez se
había organizado la Copa del Mundo,
en realidad un "campeonato mundial
de torneos", promovido por la Grand
Masters Association (GMA). El ciclo,
de dos años, estaba integrado por seis
torneos, con velocidad de juego clásica:
Bruselas, Belfort, Reykjavik, Barcelona,
Rotterdam y Skelleftea. Tomaban parte
en esta competición los 25 jugadores
más fuertes del mundo, cada uno de
los cuales participaría en cuatro de los
seis torneos, y se tendrían en cuenta
sus tres mejores resultados. ¡No hay
que decir con cuánta intensidad se in-
crementó la actividad ajedrecística, ni
qué feroz rivalidad en la lucha por este
prestigioso trofeo se estableció entre el
12° y el 13º campeones del mundo!
Yo no participé en el primer torneo,
celebrado en abril, pero en mayo volví
a encontrarme con Karpov en el cua-
drangular de Amsterdam (l. Kasparov
9 de 12; 2. Karpov 6,5; 3. Timman 5,5
etc.). Mi resultado con Karpov fue de
+2 =2. Enjulio tuvo lugar en Belfort el
segundo tramo de la Copa del Mundo.
Antes de nuestra partida de la penúlti-
ma ronda, Karpov se encontraba a dos
puntos, pero una eficiente novedad en
la Defensa Grünfeld, Variante Zaitsev,
que había sido tema de debate teórico
en Se~illa y Amsterdam ( l d4 tbf6 2 c4
g6 3 tbc3 d5 4 cxd5 ILJxd5 5 e4 tbxc3 6
bxc3 iJ.g7 7 il.c4 c5 8 llle2 tbc6 9 il.e3
0-0 10 0-0 il.g4 11 f3 llla5 12 il.xf7+!?
l:txf7 13 fxg4 l:txfl+ 14 Wxfl W'd6, etc.)
le permitió ganar y, como consecuen-
cia, redujo el margen: l. Kasparov 11,5
de 15; 2. Karpov 10,5 etc.
Ese mismo verano, entre el apretado
calendario de supertorneos se había
encajado el 55º Campeonato de la UR-
SS (Moscú 1988), el más fuerte desde
mucho tiempo atrás y el último de la
historia en el que participaría la flor y la
nata del ajedrez soviético. También aquí
se produjo una dura lucha entre Karpov
419
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES V
y yo por el primer puesto, aunque, por
supuesto, también había otros serios ri-
vales. Después de ocho rondas, el grupo
de cabeza estaba así: Beliavsky y Salov
5,5; Karpov, Kasparov y Yusupov 5. En la
novena ronda, Salov derrotó a Beliavsky,
mientras que Karpov ganó una partida
espléndida a Yusupov.
581.
A. Karpov-A. Yusupov
Moscú 1988
55° Campeonato tk la URSS, 9' ronda
Gambito de Dama (D36)
1 c4 e6 2 IL\c3 d5 3 d4 1J..e7 4 IL\f3 IL\f6 5
cxd5 exd5 6 1J..g5 c6 7 'ffc2
Karpov quiere plantear el clásico es-
quema Carlsbad, con el que las blancas
suelen tener éxito. Pero con este orden
de jugadas, las negras pueden resolver
casi de inmediato Jos problemas de
apertura que plantea el desarrollo de
su alfil dama.
7 ... g68e4
El plan de Timman, que empleó por
primera vez contra Short (Belgrado
1987). 8e31'.15, como se jugó en la fa-
mosa partida Bobotsov-Petrosian (par-
tida núm. 340), es demasiado insípido.
8 ••• IL\xe4?!
Una nueva idea que no tiene éxito. La
partida Timman-Short, antes mencio-
nada, siguió: 8 ... dxe4 9 1J..xf6 .ixf6
1O 'ffxe4+ q;,rs 11 .Ac4 @g7 12 0-0 J:e8
13 'lWf4 .ie6 14 1J..xe6 l:!xe6 15 l:tfel
l:txel+ 16 l::txel IL\d7 17 IL\e4 1J..e7 18
h4, con iniciativa de las blancas. Pero
Ja experiencia ulterior demostró que
15 ... 'l!lfd6 mantiene, no obstante, Ja
igualdad: 16 'ffxd6 l:txd6 17 IL\e4 l:td8
18 IL\xf6 Wxf619 l:te4 IL\a6 20 l:tael J:td7
21 IL\e5 l:tc7 y poco a poco Ja actividad
blanca es neutralizada.
En Jugar de 10 ... Wf8, hay otra posi-
bilidad: 10 ... 'W/e7 11 1J..c4 0-0 12 0-0
.if5 (12 ... 'W/b4 13 Wf4 .if5 traspone)
13 'W/f4 Wb4 14 IL\e5 (14 il.b3 IL\d7,
420
Ruban-Dreev, Tbilisi 1989) 14 ... 1J..xe5
15 dxe5 1J..e6 16 IL\e4 'W/xc4 17 l:l.acl
'i!fb5 18 a4 'ffa5 19 IL\f6+ wg7 20 IL\h5+,
con jaque perpetuo (Gulko-YusupO\~
Munich 1990).
La variante con 8 e4 fue quedando
postergada, pero por entonces estaba
muyen boga.
91J..xe7Wx.e7
9 ... 'i\l'xe7? pierde de inmediato, por
10 IL\xd5!, la base táctica de la idea de
Timman.
10 IL\xe4 dxe4ll1Wxe4+1J..e6
En la partida Novikov-Brodsky (Erevan
1996), las blancas asumieron la iniciati-
va después de 11 ... @f8 12 .ic41J..f5 13
wfl!
'i!ff4 'l!lfe7+ 14 q¡,g7 15 IL\g5.
12 Ac4 'ti'a5+
La otra posibilidad defensiva es 12 _
l::te8 131J..xe6 Wf8. Por ejemplo: 14 0-0
J:xe6 15 'lWf4 wg7 16 l:tfel l:txel+ 1;
J:xel IL\d7. La partida Zilberman-Pola-
jzer (Bled 1989) continuó con 18 "tid6
(esta posición también hubiera podido
obtenerla Timman si, en lugar de 18
h4, hubiese jugado 18 IL\d6 .ixd6 19
"i'fxd6) 18 ... IL\f6 19 We7 'i\l'd7, y aquí
con 20 i!Jg5 J:e8 21 i!Je6+ q¡,g8 22 Wxffi
J:txe6 23 J:txe6, las blancas hubieran
dado a su oponente la posibilidad de
elegir entre dos finales inferiores: de
damas, (con 23 ... fxe6), y de peones..
(con 23 ... Wxe6 24 'W/xe6 fxe6 25 f.J.
y no está claro que las negras puedan
hacer tablas). Sin embargo, después
de 15 ... Wf6 no hay forma de que las
blancas mejoren su posición de forma
significativa. Por ejemplo: 16 'Wh6'-
Wg7 17 Wh4 tlld7, o bien 16 'i\l'g3 Wgl
17 l:l.acl IL\a6.
En estas variantes, por supuesto, las ne-
gras corren algún peligro, pero menos
que en caso de la tranquila 13 'fi'h~
@18 14 'i\l'xd8 l:txd8 15 il.xe6 fxe6 16
0-0-0. El peón de e6 es débil y después..
por ejemplo, de 16 ... lld6 17 IL\g5 h6
18 IL\e4 J:td7 19 IL\c5 l::te7 20 J:thel, la
situación es extremadamente desagra-
dable para su causa.

13 lt>fll '!Wf5 14 '!We3
El final con un peón débil en e6 (des-
pués de 14 l:el, era probablemente la
mejor opción) es bueno para las blan-
cas, aunque no tan favorable como en
la variante con 12 ... J:le8. Pero Karpov
considera que con el rey en e7 las cosas
serán más difíciles para las negras con
damas sobre el tablero.
14 ..• EiJd7
Si 14 ... EiJa6?!, con idea de EiJc7, enton-
ces es fuerte 15 d5! cxd5 16 'tli'a3+ 'i!ff6
17 .ba6 bxa6 18 "ff'c3+ ~e7 19 lüd4.
15 J:lel J:!ae8
Las negras, obviamente, se disponen a
evacuar su rey al flanco de dama, y las
blancas deciden efectuar una ruptura.
1861
16d5!
Karpov pasó más de cuarenta minutos
pensando en este sacrificio de peón. Es-
taba convencido de que era el momen-
to crítico de la partida: "Obviamente,
las blancas disponen de numerosas
posibilidades tácticas, pero no conse-
guí integrarlas en una cadena lógica de
jugadas. Estaba claro para mí que para
ejercer la iniciativa debía sacrificar mi
peón central, pero ¿cómo seguir luego?
De pronto, comprendí que las casillas
negras en la posición de mi rival esta-
ban defendidas por el caballo, y eso me
permitió descubrir una maniobra cuyo
objetivo era eliminar el caballo".
Nada se conseguía con 16 il.xe6 fxe6
17 'i:i'a3+, en vista de 17 ... ~d8! (17 ...
'i!tf6 implica una trampa evidente: 18
ANATOI.I XII
'!Wxa7?? 'lfb5+ 19 'i!fgl J:la8, pero des-
pués de 18 @gl a6 19 h4, la posición
negra no sería envidiable) 18 'lfxa7
wc7 19 'l9a3 J:!a8 20 'l!fc3 'ili'b5+ 21 'i!fgl
J:lxa2 22 b3 'l!fd5 23 h4 J:lf8 24 l:th3 J:l5
25 J:!g3 EiJf6. Otra jugada tentadora,
16 EiJg5, también habría permitido a
las negras recuperar su peón con 16 ...
@d8! 17 EiJxe6+ fxe6 18 il.xe6 'l!fb5+ 19
J:!e2 J:lhf8 20 'ili'b3 J:lf4 21 'l!fxb5 cxb5
22 d5 l:td4 23 g3 EiJc5, con probables
tablas.
16 •.• cxd5 17 il.b5
17 EiJd4 We5!
17 ••• a6?
El error decisivo. Karpov recomienda
17 ... d4, pero también esto habría per-
dido forzosamente: 18 EiJxd4 fid5 19
J:ldl 'l!l'h5 20 il.e2 '!We5 21'f!l'a3+Wf622
EiJxe6 J:lxe6 23 'i!ff3+ we7 24 il.c4 J:lf6
25 "l!fxb7, etc.
Sin embargo, a nadie se le ocunió la
fría 17 ... 'ili'c2!, que no es un simple
ataque al peón de b2, sino también
un cambio significativo en el papel de
la dama en la lucha inminente (en la
partida fue confinada penosamente en
la casilla h 6).
1862
Diagrama de análisis
No es evidente cómo pueden explotar
las blancas la mala posición del rey ne-
gro y otras piezas enemigas. Después de
todo, el rey blanco está interrumpiendo
la comunicación entre sus torres y di-
ficultando que puedan movilizarse las
reservas. Veamos las posibles variantes:
l) 18 b4 a6 19 il.xd7 wxd7 20 EiJe5+
we7 21 h4 d4!? 22 Wxd4 l:ld8 23 We3
421
Gary Kasparov - Mis GF.NIAU:s PREDECESORES
l:!.dl, y las negras se han apoderado de
la iniciativa.
2) 18 lüd4 "ill'xb2 19 a4 wf6 20 "ill'f4+, y
ahora 20 ... wg7? es malo para las ne-
gras, por 21 lüxe6+ l:!.xe6 22 l:!.xe6 fxe6.
23 .bd7 (23 ... "ill'bl+ 24 @e2 "ill'xhl?
25 1We5+), pero sí .es posible 20 ... Af5
21 lüxf5 l:!.xe 1+ 22 wxe 1 gxf5, pues las
blancas no tienen nada mejor que el
jaque perpetuo.
Hemos visto muchas veces cómo la com-
probación analítica de un ordenador
permite rectificar las evaluaciones de las
partidas en apariencia más perfectas.
18 "ill'a3+
Con una serie de precisas maniobras
geométricas, Karpov desvía las piezas
negras hasta una posición de inmovili-
dad casi absoluta.
18 ...... wd819 ffa5+! <t/e7
No es posible huir hacia el flanco de
dama: 19 ... @c8 20 l:!.cl+ @b8 21 "ill'c7+
wa8 22 lüd4, y las negras se ven obli-
gadas a entregar calidad, 22 ... 'i!!l'e5 23
'i!!l'xe5 lüxe5 24 Axe8, ya que 22 ... 'i!!l'f6
23 Axa6! (después de 23 Ac6 l:!.b8 24
lüxe6 bxc6 25 Wxc6+ l:!.b7 26 l!i'xa6+
wb8 27 'iWd6+ \f.>a8, queda claro que 28
lüc7+ @b8 29 'i!!l'xd7 l:!.xb2! 30 f3 'i!!l'b6
31 l:!.c5 l:!.c8 sólo da tablas; es mejor 28
"ill'a3+ wb8 29 l:!.c6, pero también aquí
con 29 ... fxe6 30 'i!!l'd6+ @a8 31 l:!.a6+
lla7 32 l::!xa7+ \f.>xa7 33 "ill'xd7+ @b6,
no es fácil ver un camino claro) 23 ...
l:!.b8 24 l:tc3! (pero no la jugada de
Karpov 24 'i!Va5, debido a 24 ... J:!bc8!
[y no 24 ... 'i!!l'xd4?? 25 Axb7+) 24 ...
'i!!l'xd4 (24 ... bxa6 25 'iWc6+ wa7 26 J:!a3,
etc.) 25 Ae2 conduce a la pérdida de
la dama.
20 'ffb4+ @f6
Si 20 ... wd8, entonces es bueno 21
Ae2, así como la muy espectacular re-
comendación de Zaitsev, 21 lüd4 116'f6
22 Axa6! bxa6 23 J:!cl ! J:!eg8 24 J:!c6!, y
las negras est.in indefensas.
21 °ffd4+ <t/e7 22 Ad3 "ill'b5
422
V
Después de 22 ... 'i!Vf6 23 "il'b4+, las
blancas ganan los peones del flanco de
dama y el rey negro sigue en la zona de
peligro.
1863
23b4!
¡La dama negra está clavada en la ban-
da!
23 ... @d8 24 lüg5 llhf8 25 Ae2
Tambien era bueno 25 f3 y Wf2, conec-
tando las torres.
25 ... "ill'b6 26 Af3 l:!e7 27 'WM! lüf6 28
\lfd6+
28 'fff4 (Karpov) habría ganado de
inmediato, pero en cualquier caso las
negras no tienen defensa.
28 ...... l:!d7 29 "ill'f4 lüg8 30 Ag4! wc8 31
Axe6 fxe6 32 l:!cl + wd8 33 lüxe6+ we7
34 "ill'xf8+ "l!i'xf8 35 lüxf8 <tlxf8 36 l:!.h3
lüe7 37 h5 @g7 38 h6+ @f6 39 llf3+
\f.>e6 40 J:!el+ \f.>d6 41 l:!f6+ wc7 42 g-1
lüc6 43 :i:l.e8 d4
Esta última jugada fue la secreta. Las
negras se rindieron sin reanudar la
partida.
En la 14' ronda, yo vencí a Salm· y
durante un par de días tomé la cabeza.
pero en la 16' Karpov superó a Mala-
niuk en la Variante Leningrado de la
Defensa Holandesa, y llegamos al final
juntos: 1-2. Kasparov y Karpov 11,5 de
17 ( +6 =11); 3-4. Yusupovy Salov 10, etc.
Las reglas del torneo estipulaban que
en caso de empate en el primer puesto
debía disputarse un encuentro a cuacro
partidas por el titulo de campeón de la
URSS, pero Karpov no quería jugarlo

y los directivos del Comité de Depor-
tes junto con los árbitros se alinearon
con su postura. En consecuencia, se
nos concedieron a ambos las medallas
de campeón (esto se narra en detalle
en el volumen 11, en el capítulo sobre
Botvinnik).
En septiembre, Karpov ganó en
excelente estilo el supertorneo de Til-
burg, esta evento a doble vuelta, con
I0,5 de 14 (+7 =7), con dos puntos de
ven taja sobre Short, y tras ganarle las
dos partidas a Timman. En noviembre,
ambos formamos parte del equipo
soviético en la Olimpiada de Salónica,
anotando Karpov +6 =4, y yo +7 =3 (l.
URSS 40,5 de 56; 2-3. Inglaterra y Ho-
landa 34,5 etc.)
Luego, con considerables dificulta-
des, gané el tercer torneo de la Copa
del Mundo (Reykjavik, octubre de
1988), y en el cuarto (Barcelona, pri-
mavera de 1989) compartí el primer
puesto con Ljubojevic (aunque éste fue
primero en el desempate). Karpov no
participó en estos dos torneos, pero no
había perdido la esperanza de ganar la
Copa del Mundo. De paso compartió el
primer puesto en los Campeonatos de
Europa y del mundo de ajedrez rápido,
auspiciados por la FIDE (1988), y a
comienzos de 1989 ganó en Seaule su
match de cuartos de Final de Candida-
tos a Hjartarson (3,5-1,5) y finalizó se-
gundo en Linares, detrás de Ivanchuk.
El quinto tramo de la Copa del
Mundo (Rotterdam, junio de 1989)
probablemente resultó el torneo más
dramático en la biografía ajedrecística
de Karpov. Para poder alcanzarme, an-
tes de la batalla definitiva de Skelleflea,
debía lograr el primer puesto, sumando
al menos 11 puntos (de 15) contra los
mejores grandes maestros. El excam-
peón mundial comenzó con 5 de 6, ¡y
luego 9,5 de 12! Sólo necesitaba tres ta-
blas, pero... se quedó sin fuerzas y sufrió
tres derrotas consecutivas (ante Salov,
Ljubojevic y Nunn), ¡y cedió el primer
puesto a Timman! En la ceremonia de
clausura, el feliz gran maestro holandés
calificó este resultado como el mejor de
su carrera.
ANATOLI XII
En el sexto torneo (Skelleftea, agos-
to-septiembre de 1989), Karpov seguía
pudiendo conseguir el triunfo final, de
lograr el primer puesto en solitario, de
nuevo con ll (de 15), con un punto
más que yo. Nos enfrentamos ya en la
segunda ronda y lo superé por comple-
to, con negras, en una Defensa India
de Rey, aunque dejé escapar la victoria,
cuando mi oponente se encontraba se-
riamente apurado de tiempo. Nikiún:
"Estas tablas hicieron un flaco favor a
ambos contrincantes". Aun así, ambos
compartimos el primer puesto, con 9,5
de 15.
Nuestra ventaja en puntuación so-
bre nuestros inmediatos seguidores ca-
si equivalía a un torneo: l. Kasparov 83
puntos; 2. Karpov 81; 3. Salov 68,5; 4.
Ehlvest 68; 5. Ljubojevic 66,5; 6. Nunn
65,5; 7-S. Beliavsky y Short 63,5; 9-10.
Hübner y Timman 57,5; 1 l. A. Sokolov
57, etc. Alexander Nikitin escribió una
crónica global de esta carrera de dos
años, sin precedentes, en la revista Sha-
jmaty URSS:
"En este ciclo se diría que la ge-
neración de la era Fischer ha dicho
adiós. Contra sus jóvenes colegas, a
estos grandes ases (los Korchnoi, Tal,
Portisch, Spassky) les ha resultado difí-
cil competir, aunque, en general, han
actuado muy dignamente ... Es dudoso
que puedan pasar el tamiz del sistema
suizo que clasifica para la siguiente
Copa del Mundo, pues los años tienen
algo que decir al respecto. Y cabe espe-
rar que dentro de un año aparezca una
nueva generación capaz de competir
con la de Karpov y la de Kasparov. Los
más brillan tes y preparados de esta
nueva hornada de jugadores son lvan-
chuk, Lautier, Gelfand, Dreev, Anand
y Akopian".
De todas estas experiencias, la más
importante para Karpov fue su semifi-
nal de Candidatos con Artur Yusupov
(Londres, octubre de 1989). Su desen-
lace era previsible: a Yusupov siempre
le resultó difícil jugar contra Karpov, y
no estaba claro cómo podría cambiar
esa tradición. Pero el match resultó, en
realidad, muy difícil para el excampeón.
423
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
Parece que el factor más importante
fue la fatiga derivada de las luchas en la
Copa del Mundo, y también el hecho
de que Yusupov y su entrenador, Mark
Dvoretsky, no apostaron demasiado
por los torneos de la Copa del Mundo,
centrándose, en cambio, en preparar
esta prueba decisiva, eligiendo un fiable
repertorio de aperturas.
Siguiendo la moda de aquellos años,
el encuentro era al mejor de ocho par-
tidas, con un nuevo control de tiempo
de seis horas: 40 jugadas en dos horas,
más 20 en cada hora siguiente, y sólo
entonces, aplazamiento. Además de
Igor Zaitsev y Mijail Podgaets, Karpov
contaba con la ayuda del gran maestro
norteamericano Ron Henley, ¡un signo
también de los tiempos!
En la primera partida, Karpov, con
negras, empleó una fuerte novedad
en la Defensa India de Dama, con 4
g3 Aa6, y obtuvo un juego cómodo,
con tablas en 44 movimientos. En la se-
gunda, tras optar por la variante 4 'l!!fc2
contra la Defensa Nimzoindia, inespe-
radamente cayó bajo un fuerte ataque,
pero en el momento decisivo Yusupov
no se mostró expeditivo.
186'1
23 ... e4?
La opinión general era que 23 ... ll:ld3!
habría dado a las negras muchas posibi-
lidades de ganar. Si 24 fic3?!, entonces
24 ... e4! es bueno (25 hxg4 fxg4 y
ganan). Si 24 Ad5+ wh8 25 e4 no sirve
de mucho en vista de 25 ... ll:lxcl 26
hxg4 (26 '!Wxcl ll:le3) 26 ... ll:ld3 27 "i!fg3
ll:lf4 28 J:tael fxg4, ganando. Si 24 "l!!'g3,
entonces 24 ... ll:lxcl 25 hxg4 (25 ~xg4
424
V
ll:lb3) 25 ... Wt'xe3+, etc. Por último, en
caso de 24 \IV e2 ll:lxcl 25 l:tfxcl ll:lxe3
26 dxe5 J:txe5, las negras tienen un
peón de ventaja y la iniciativa.
24 Adl!
faitando las confusas variantes con 24
hxg4 ll:ld3 ó 24 ... fxg4 25 'l!!fxf2 gxf3.
24 •.. ll:lxdl
24 ... ll:lxh3+? 25 gxh3 'fli'xh3 no daba
resultado debido a 26 J:a2!, pero ahora
las posibilidades son equivalentes.
25 "i!fxdl ll:lxe3 26 'l!!fe2 f4 27 Axe3 fxe3
28 J:txf8+ J:txf8 29 J:tel J:td8 30 d5 c6 31
dxc6 'l!!fxc6 32 Wxe3 'l!!fxc4 33 'l!!fxe4
Tablas.
En la tercera partida fue Karpo,·
quien planteó la Defensa Nimzoindia.
En respuesta, Yusupov optó por la agu-
da Variante Samisch y sacrificó calidad.
El excampeón jugó muy fuerte y se
apoderó de la iniciativa, pero en tre-
mendos apuros de tiempo comenzaron
a producirse milagros.
582.
A. Yusupov-A. Karpov
I..mufws 1989
Match de Candidatos, 3ª partida
1865
36 •.. 'l!!fe7
Había una bonita forma de ganar:
36 ... J:txe3! 37 f6 (37 fxe6 J:txf3) 37 -
'l!!fxg3+!, o bien 37 'Wb8+ <;!;>f7! 38 fxe&,.
@xe6 39 J:txe3+ ll:lxe3 40 Wb3+ IL-03
(Zaitsev).

371\fbS+ 'l!l'd8 38 'i'fe5 ffc7?
38 ... 'i'ff6, con tablas.
39 'i'fxc7?
Pero ahora son las blancas quienes
omiten una línea ganadora: 39 f6! lU8
40 fl+ wd8 41 'i'fg7 (Dvoretsky), o bien
39 ... '!Wxe5 40 fl+ wf8 41 fxg81\f+ Wxg8
42 dxe5 llxe3 43 llxe3 lLJxe3 44 lLJe4
tl:lc4 45 lLJf6+ @fl 46 lLJxd7 lLJxa3 47
wg3!, etc.
39 ••• l::Ixc7 40 fxe6 dxe6
Pero no 40 ... lk3 (Taimanov), por 41
lLJe4! que gana. Ha surgido un final no
estándar. El control se ha superado y
mientras que en otros tiempos la par-
tida se habría aplazado aquí, según las
nuevas reglas había que seguir hasta la
jugada 60.
41 lLJe4 J:tc2 42 il.d2 a5 43 J:tb3 wd7 44
!:b5 l::Ia8?!
"Una jugada muy extraña, efectuada
por Karpov tras larga reflexión. Du·
rante la partida, Yusupov pensaba que
la mejor tentativa dejugar a ganar era
44 ... lLJe3!, aunque después de 45 lLJf6+
Wc6 46 J:tc5+ l:!xc5 47 lLJxg8 lLJfl + 48
c;l;>gl .!k2 49 i.f4, las blancas podrían
sostener su posición" (Dvoretsky).
45 a4@c6
45 ... lk4, con igualdad (Taimanov).
46 h4! l:!c4?! 47 .!k5+ l:!xc5 48 dxc5
~b4
Con idea de wd5, pero ahora la ventaja
está de lado de las blancas, pues sus
peones g y h comienzan a avanzar.
49h5
•49 g4! wd5 50 lLJf6+ era más preciso,
y las negras tendrían que jugar 50 ...
Wxc5, conservando posibilidades de
tablas" (Dvoretsky).
49 •.• wd5 50 lLJf6+ we5
Después de 50 ... Wxc5 51 g4, el rey
está demasiado lejos de los peligrosos
peones pasados blancos. Pero también
ANATO!.! XII
ahora tienen las negras que luchar por
su supervivencia.
51 ~c3+ '>t>f4 52 g4 lld8! 53 h6 'iPg5
54 h7 wg6 55 'iPg3 lLJc6 56 wf4 wg7 57
g5?!
De nuevo intervienen aquí los apuros
de tiempo. Era mejor 57 @e3!
57 ... .!:td3 58 il.e5 l:!dl
1866
59 g6??
Un error absolutamente garrafal, con
la banderita a punto de caer. Con 59
il.d6 l:!h 1, la partida habría sido tablas.
59 ... :n+ 60 wg5 lLJxe5 61 lLJh5+
Esta fue la jugada secreta, y las blancas
se rindieron sin reanudar la partida.
Tras tomar la delantera en el
encuentro, Karpov eludió la Defensa
Nimzoindia en la cuarta partida con
3 lLJf3, pero en lugar de una India de
Dama, Yusupov prefirió entrar en el
Gambito de Dama, aunque no eligió
la entonces popular Variante Makogo-
nov-Bondarevsky, sino la vieja Defensa
Lasker. Karpov jugó de forma incierta
y entregó la iniciativa, pero en última
instancia todo terminó bien para sus
intereses.
En la quinta partida, tras jugar de
forma deficiente una Apertura de Peón
Dama, Karpov casi logró igualar, pero
en apuros de tiempo Yusupov realizó
de pronto el agudo sacrificio posicional
de un alfil y logró una bonita victoria. A
esta partida se le concedió el premio
a la mejor de los dos encuentros de
semifinales (que se disputaban, por
cierto, en la misma sede; en el segundo
425
Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES
match, Timman derrotó a Speelman
por 4,5-3,5).
Tras nivelar el resultado, Yusupov
podía haber tratado de explotar su éxi-
to en la sexta partida, que resultó verda-
deramente trágica para él. De nuevo se
planteó la Defensa Lasker, y de nuevo
también las negras se apoderaron de la
iniciativa, pero en el último momento
se les escapó una victoria segura.
1867
38 ••• a3?
38 ... l:txh2 habría ganado fácilmente.
Por ejemplo: 39 fü l:!.f2+ 40c;!;>e1 J:txfü, o
bien 39 lla6 J:tf2+ 40 c;!;>el J:txf4.
39.J:ta61 .l:tf2+ 40 @el a2 41 f5 c;!;>d7
O bien 41 ... J:txh2 42 f6!, etc.
42 f6 @e6 43 J:!.a8! \Pxd6 44 f1 J:txf7 45
J:txa2 @e5 46 J:!.a6
Tablas.
Cuando, después del match, se le
preguntó a Dvoretsky: •¿Cómo explica
que a Yusupov se le haya escapado, más
de una vez, una victoria clara?", el ex-
perimentado entrenador respondió:
"Alguien desconfiado atribuiría esto
al 'Dr. Zujar', cuyo papel en este match
fue interpretado por Igor Akimov, un
psicólogo y, al mismo tiempo, periodis-
ta y viejo ayudante de Karpov (además
de editur de su libro Sestra moia Kaissa:
G. K.). Durante las partidas, Akimov se
sentaba en la primera fila del anfiteatro
y miraba ftiamente a los jugadores, es
decir, se comportó como hacía Zujar
en Baguio. La explicación normal es
más simple: Yusupov gasta demasiadas
426
V
energías en una partida, se cansa y, en
el momento decisivo, puede suceder
que ya no ve nada. Esta deficiencia suya
se ha manifestado ya en el pasado".
En la séptima partida volvió a plan-
tearse una Apertura de Peón Dama.
En esta ocasión, Karpov logró resolver
sus problemas, pero sus jugadas 24 y
25 fueron imprecisas, y las blancas se
apoderaron de la iniciativa. En los ya
habituales apuros de tiempo, ganó un
peón, llegándose a una posición con
alfiles de distinto color. Se acordaron
tablas en la jugada 61, y el marcador se
situaba en 3,5-3,5.
Por fin llegó la octava partida, es
decir, la última a ritmo normal.
583.
A. Karpov-A. Yusupov
Londres 1989
Match de Candidatos, 8ª partida
Gambito de Dama (D56)
1 d4 lllf6 2 c4 e6 3 lllf3 d5 4 lllc3 ii..e7
5 ~g5 0-0 6 e3 h6 7 ii..h4 llle4 8 ~xe7
f!/xe7 9 J:!.cl
Al enfrentarse a la Defensa Lasker por
tercera vez, el excampeón de nuevo
efectúa una elección diferente. En la
cuarta partida jugó 9 'i!ll'c2, y en la sexta,
9 cxd5.
9 .•• c6 10 ~d3 lllxc3 11 J:txc3 dxc4 12
ii..xc4 llld7 13 0-0 e5
Se ha llegado a una posición de la Va-
riante Capablanca (6 ... lllbd7 7 J:tcl c6
8 Ad3 dxc4 9 ii..xc4 llld510 Axe7 'ti'xei
11 0-0 lllxc3 12 J:txc3 e5), pero con el
peón en h6. Esto no es solamente un
tiempo extra, sino también-un debilita-
miento del enroque, y les concede a las
blancas la posibilidad de atacar.
La alternativa es 13 ... b614 ii..d3 c5. Así
jugué yo contra Smyslov en la 6ª par-
tida de la Final de Candidatos (1984),
y después de 15 ~b5 J:td8, mantuve el
equilibrio. Más tarde se consideraba
más prometedor 15 Ae4 J:!.b8 16 'i!l'c2
(ó 16 'i!ra4), que mantiene una ligera

presión, como por ejemplo en las par-
tidas Kramnik-Kasparov (Las Palmas
1996) y Karpov-Yusupov (Dorunund
1997).
14il.b3exd4
También es seguro 14 ... lle8, conser-
vando la tensión central de peones.
Después de 15 d5 cxd5 16 Wxd5 IZ\f6,
varias partidas, comenzando por Niko-
lic-Yusupov (Belgrado 1989), llegaron
a la misma posición, 17 'tli'c5 IZ\e4 18
Wxe7 llxe7 19 llc2 IZ\g5, y finalizaron
todas en tablas.
15 exd4
1868
15 ... IZ\f6?!
Una importante imprec1s1on. Lo co-
rrecto era 15 ... lld8 como la partida
Leitao-Morovic (Brasil 2003), para
llevar el caballo a IB y erigir, en su mo-
mento, una pantalla en e6, con lo que
las negras neutralizan la acción del alfil
de b3, ya que de no ser así, el rey negro
se sentirá muy incómodo. Tras 16 llel
Wd6 17 llce3 IZ\IB 18 IZ\e5 il.e6 19 '+lfh5
il.xb3 20 llxb3 Wic7, Morovic consiguió
defenderlo todo.
16 %:.el 'i!i'd6 17 IZ\e5 IZ\d5
17 ... il.f5?, como me jugó Benjamin en
Horgen 1994, se refuta con 18 IZ\xf7! Yo
no jugué así al no ver que tras 18 ... llxf7
19 il.xf7+ <bxf7 20 Wib3+ o;t.>ra 21 Wxb7
llb8 22 Wxa7 llxb2, las blancas ganan
con 23 J::txc6! 1!1'xc6 24 "i!i'a3+, etc.
Era muy posible eliminar radicalmente
las amenazas sobre la casílla f7 con 17 ...
ANATOLI XII
il.e6 18 il.xe6 fxe6, pero los peones ais-
lados de e6 y d4 no son equivalentes, y
es preferible la posición blanca después
de 18 llg3 (Makarychev).
18 l::tg3
Ahora está claro que el peón de h6,
aunque protege al rey negro de mates
en la última fila, se ha convertido en un
objetivo de ataque.
18 ••• Af5
Una decisión cuestionable. Probable-
mente fuese mejor 18 ... il.e6 19 Wid2
lt>h8. La maniobra de torre 20 l::!e4 il.f5
21 llh4 no es muy productiva: 21 ...
llae8 (21 ... il.h7? 22 llhg4 g5 23 il.xd5
1!1'xd5 24 llxg5!, y ganan), y después
de 22 llf3 Ag6 23 il.xd5 cxd5 (23 ...
'Wxd5? 24 J::txh6+), las blancas deben
contentarse con la mayor actividad de
sus piezas.
19 \Th5 il.h 7?
Un grave error después del cual es di-
ficil salvar la partida. Era preciso 19 ...
Wie6!, aunque una jugada así (situar la
dama en la línea de fuego del alfil de
b3 y la torre de el) es dificil de realizar.
Sin embargo, no hay una refutación
directa. En caso de 20 il.xd5 cxd5 21
IZ\d3 'tiff6 22 J:rf3, las negras pueden
elegir entre 22 ... g6 23 'fi'xh6 'tifxd4 24
llxf5 'fi'xd3 25 llfe5 'i!t'd4 26 h4 llac8 27
ll le2, con iniciativa de las blancas en el
final de piezas pesadas, y 22 ... il.g6 23
l::txf6 il.xh5 24 lld6 il.g6 25 IZ\f4 J:rfe8!,
con un final en el que a las blancas les
resultará dificil explotar su ventaja.
20 'iWg4 ! g5?
Por supuesto, 20 ... g6 21 h4 (Karpov)
no parece muy seductor, pero ahora las
negras pierden por fuerza.
21 h4 f6 22 hxg5!
La posición está madura para el asalto
decisivo, y las blancas sólo necesitan ele-
gir el camino correcto. Algunos comen-
taristas recomendaron la deslumbrante
22 '+lfh5 fxe5 23 hxg5 @g7 24 il.xd5
427
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES V
cxd5 25 l:l.xe5, con ataque. Sin embar-
go, después de 23 ... il.g6 24 'f:fxh6 e4!
25 l:1xe4 l:1f7, las blancas corren el peli-
gro de llegar a punto muerto.
22 •.• hxg5
"En caso de 22 ... fxg5, la respuesta 23
f4! habría ganado" (Karpov).
1869
23 f4?!
Aquí, Karpov omitió una victoria for-
zada: 23 l:1h3! Esta jugada fue sugerida
junto con 23 'i!fh5 y 23 lüf3, "con líneas
interesantes". Hoy sólo lo son, quizá,
por el hecho de que el ordenador
refuta al ser humano. Después, por
ejemplo, de 23 lüf3 'i!<h8 24 l:1e6 'f:fd7
25 lüxg5 l:tg8, la continuación correcta
no es 26 l:!xf6? (Zaitsev) 26 ... Wlxg4 27
l:1xg4 l:!xg5!, y las negras ganan, sino
26 l:1xc6! Wlxg4 27 lüf7+, y también en
la variante 25 ... fxg5 26 Wlxg5 l:1g8 27
'i!fe5+ l:1g7 28 J:th6 f!le7 29 l:!xg7 'i!i'xg7
30 il.c2 omite Zaitsev la defensa del or-
denador, 30 ... iüf6!
Pero todos estos son detalles secunda-
rios, ya que 23 l:l.h3! habría dado a las
blancas una ventaja decisiva:
1) 23 ... fxe5 24 l:l.xh7! 'Wf6. En opinión
de Karpov, "gracias a esta jugada, las
negras resisten" (a diferencia de 24 ...
wxh 7 25 .i.c2+), pero no es así. Des-
pués de 25 l:1xe5 'f:fxf2+ 26 lt>h2 Wlf4+
27 Wlxf4 y l:1xb7, es hora de que las
negras se rindan.
2) 23 ... Wíe7 24 l:tee3! fxe5 25 l:l.xe5
W/f7 26 Wlxg5+ 'f:fg7 27 l:l.xd5! cxd5 28
428
Wlxd5+ lt>h8 29 il.c2 l:tad8 30 l:!xh7+!
(espectacular, aunque también es posi-
ble, simplemente, mover la dama) 30 ...
Wixh7 31 Wle5+ Wlg7 32 "i!fh5+ lt>g8 33
il.b3+ l:1f7 34 .bf7+ lt>f8 (34 ... 'i!kxfi
35 'i!i'g5+) 35 'i!i'c5+ Wxf7 36 '!Wc7+. Esta
geometría de computadora demuestra
que las negras están indefensas.
23 ... l:tae8?!
Yusupov deja escapar su oportunidad y
lleva el juego a un final perdido. Se ha
recomendado 23 ... lt>h8, a fin de obte-
ner una versión más favorable de este
final: 24 fxg5 fxe5 25 g6 Wlxg6 26 "f6'xg6
hg6 27 l:l.xg6 exd4. Después de esto,
Zaitsev indicó una interesante línea.
con Zugzwang en la posición final: 28
l:l.e4 l::tf7 29 hd5 cxd5 30 l:th4+ l:!hi 31
l:txd4 l:td8 32 l:tg5 l:thd7 33 a3 a6 34 a-4
b5 ( ?: G. K) 35 axb5 axb5 36 b4 y ganan
(esta variante también la indicó más
tarde Karpov), pero con 34 ... a5 no está
claro que las blancas puedan ganar.
En mi opinión, es mucho más fuerte 24
il.xd5! cxd5 (24 ... 'Wxd5 25 fxg5! (xe5
26 g6) 25 lüd3, y a las negras les resulta
bastante más difícil defenderse. Por
ejemplo: 25 ... llae8 26 l:l.xe8 l:l.xeS r.
fxg5 l:l.g8 28 l:th3, o bien 25 ... l:1g8 26
l:1e6 'f:fd7 27 f5, etc. Aun así, 23 ... ..:.hS
les habría dado mayores posibilidades
de resistencia.
24 fxg5 fxe5
Si 24 ... ~f5, Karpov planeaba un espec-
tacular sacrificio de dama: 25 gxf6+:::
~xg4 26 llxg4+ lt>h8 27 lüf7+ l:l.xfi 2S
l:xe8+ l:l.f8 29 f7! iüf6 30 l:l.xf8+ WlxIS
31 l:l.g8+, trasponiendo a un final fácil-
mente ganado. Y si 29 ... 'i!<h7, entonces
30 il.c2+ lt>h6 31 l:l.g6+ 'l!i'xg6 32 .i.xg6
wg7! 33 g3! (Makarychev) es decisi\"o.
25 g6 il.xg6 26 dxe5!
Una importante interposición que ¡>Cf"-
mite conservar el peón de ventaja.
26 ... '!We6 27 .hd5 cxd5 28 '1Wxg6+ Wlxg5
29 l:1xg6+ >llh7 30 l:1d6

El final de torres resultante apenas
requiere de las blancas cierta precisión
técnica.
1870
30 •.• J:!.cS
Si 30 ... l:td8, seguiría 31 J:!.dl!
31 l:te3 l:tc2 32 l:td7+ 'Oti>g6 33 l:txb7 l:te8
33 ... J:!.ff2? 34 i:tg3+ <li>h6 35 l:!.b8 wh7
36 l:tb4! (Taimanov}.
34 a3 d4 35 l:td3 l:txe5 36 l:txd4 J:!.g5
36 ... l:tee2 37 l:tg4+ ~15 era más tenaz,
pero tampoco en tal caso hay posibili-
dades de salvación: 38 l:tgg7 J:!.xb2 39
J:!.xb2 l:txb2 40 l:txa7.
No deberían haberse realizado todas
las jugadas que siguen, pero Yusupov
estaba traumatizado, pues iba a perder
un match que había transcurrido muy
favorablemente sin presentar batalla
en la última partida.
37 l:td6+ ~h5 38 l:th7+ l!fg4 39 l:td4+
~f5 40 J:!.d5+ @g6 41 l:tg7+ Wxg7 42
l:!xg5+ Wf6 43 l:!b5 a6 44 l:tb6+ <J;;e7 45
@h2@d7 46 wh3 @c7 47 l:tb3 @d6 48
g4 we5 49 <Ji>h4 wf6 50 l:!b6+ <J;;g7 51
<;!;>h5 a5 52 J:!.b7+ ~g8 53 a4
Las negras se rindieron.
Karpov ganó el encuentro (por 4,5·
3,5), clasificándose así para la final.
Una interesante descripción del
vencedor la aportó Dvoretsky en una
entrevista después del match:
"Me gustaría señalar tres factores
que combinados le dieron durante
mucho tiempo una apreciable ventaja
ANATOLI XII
a Karpov sobre los mejores grandes
maestros del mundo. Primero, que
siempre ha sido un brillante jugador
intuitivo, con una apreciación innata
de las peculíliridades de una posición,
lo que le permitía jugar con facilidad
y confianza. Segundo, Karpov es un ju-
gador ideal, un auténtico competidor.
Previamente, rara vez había perdido
la cabeza. Siempre sabía qué hacer y
cuándo y en qué momento incurrir en
riesgos, capaz de apreciar el estado de
su oponente, y de hallar las continua-
ciones más molestas para el mismo.
Tercero, en su largo reinado mundial
utilizó los servicios de prácticamente
todos los mejores grandes maestros del
país, y esto, sin duda, le benefició enor-
memente para asimilar la teoría.
"Hoy día el efectos e esos factores,
que distinguían claramente a Karpov
de otros jugadores, han disminuido un
tanto. Ya no confía del todo en su por-
tentosa intuición, invierte más tiempo
pensando y cae a menudo en apuros
de tiempo. Su antes impecable maqui-
naria de juego tampoco funciona siem-
pre: ahora las decisiones de Karpov se
ven afectadas bien por temores, bien
por cansancio, o por alguna otra cosa.
Por último, el equipo de entrenadores
del excampeón mundial se ha reduci-
do considerablemente".
No obstante, a diferencia de otras
estrellas de su tiempo, que iluminaron
brevemente el firmamento ajedrecístico
y luego se extinguieron, la estrella de
Karpov ha seguido irradiando una pode-
rosa luz durante toda una década más.
Crisis de estilo
Tras su segura victoria sobre Tim-
man en la Final de Candidatos (Kuala
Lumpur, marzo de 1990}, el excam-
peón declaró: "Con el tiempo, con la
edad, tengo que buscar nuevos estímu-
los a fin de encontrar la fuerza necesa-
ria para seguir luchando. Pero en este
caso sencillamente quiero ganarle a
Kasparov". Nuestro quinto match por
la corona (Nueva York/Lyon, octu-
bre-diciembre de 1990} fue, como de
429
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES V

costumbre, una dura lucha. Por alguna 1871

razón, Karpov dejó temporalmente de
lado la Caro-Kann, y respondió a l e4
con l ... e5. Cuatro ceros en las partidas
abiertas predeterminaron su derrota
final (l l,5-12,5).
Karpov de nuevo debía comenzar el
siguiente ciclo clasificatorio en cuartos
de Final de Candidatos. Recuerdo bien
cómo, durante el sorteo, que tuvo lugar
en febrero de 1991, en la ceremonia de
apertura del torneo de Linares, literal-
mente explotó de alegría al verse em- 59 ••. .ltf5?
parejado con cljoven de 21 años, Vishy
Anand. Por primera vez, un oponente Con la sencilla 59 ... ~ y We4 habría
en match de Karpov ¡era lo bastante ganado.
joven como para ser su hijo! Parecía
improbable que el prometedor talen- 60 .ltxb6! J:txb6 61 J:txe2 J:td6 62 'itlc3!
to, pero aún joven e inexperto gran J:td3+ 63 Wc4 J:ta3 64 Wc5 J:txa4 65 b6
maestro indio pudiese ofrecer una se- J:tb4 66 J:ta2 J:tbl 67 J:txa5, con tablas en
la jugada 76.
ria resistencia a un gigante del tablero
como Anatoli Karpov. En Linares, por Después de esto, el juego de ambos
cierto, ambos tuvieron una actuación contrincantes se hizo febril. En la se-
gris, destacándose, en cambio, otro gunda partida, donde por primera vez
brillante líder de la nueva generación: se enfrentaba a la Merano de Anancl.
Vasili Ivanchuk. el excampeón jugó de forma indecisa
Pero el encuentro con Anand (Bru- en el medio juego y sólo se salvó literal-
selas, agosto de 1991) resultó ser aún mente de milagro.
más difícil para Karpov que el de Yusu-
pov, y tuvo un desarrollo similar. Es po-
sible que le afectase la desacostumbra-
da sesión de juego de seis horas, pero
es más probable que fuese un cansan-
cio psicológico general (que más tarde
haría que se derrumbase en semifinales
con Short). En cualquier caso, el des-
file de errores mutuos y omisiones en
el match de Bruselas rompió todos las
marcas imaginables.
Jugaron, de nuevo, al mejor de
ocho partidas. Como en el duelo con
Sokolov, cuatro años atrás, ambos con- 42 •.• b4?!
tendientes sólo plantearon dos aper-
turas: la Defensa Caro-Kann y la Va- 42 ... Wfü 43 .ltc5 g5! era más sim~
riante Merano, preparada por Anand (Anand).
especialmente para este match. En la
primera partida, Vishy eligió una rara 43 f3!
variante contra la Caro-Kann (l e4 c6
2 d3), y fue superado en una lucha de Unica posibilidad.
maniobras lentas. Pero hacia el final 43 ... b3?
de la sexta hora de juego, en apuros
de tiempo antes del segundo control, Gana un peón, pero permite a las blair
Karpov dejó escapar la victoria. cas erigir una fortaleza. Según Anand.
430

era mejor 43 ... c3 44 bxc3 b3 45 11.a3
i.xf3, pero aún era más fuerte 43 ...
'l!fb7!, con la decisiva amenaza c4-c3.
44 il.b411.xf3 45 l!i'f4 "i!i'b7 46 i.c3
Con tablas en lajugada 77.
En la tercera partida Anand consiguió
apoderarse de la iniciativa tras una
apertura jugada sin pretensiones, lo-
grando una posición completamente
ganada. Pero en apuros de tiempo de
su oponente, omitió una jugada que
ganaba rápidamente, en su movimiento
38, permitiendo zafarse a su rival.
1873
45 lUS??
Se ganaba al instante con 45 ft'd8!
:xf4 46 g4!, con la decisiva amenaza
Wh4++.
45 ... "i!i'b7461li'd8
.f6 Itg8(f6) fie4 47 ffffi+ Wh5 48 Itxg6
-.a no gana en vista de 48 ... Wxf4+ 49
Itg3 h6! (Anand).
.f6 ... 'fie4 47 Wh4+ wgr
Tablas.
En la cuarta partida, como conse-
cuencia de una intensa escaramuza de
zpertura, Karpov logró una evidente
Wttitaja (véase partida núm. 584, nota
ala 10' jugada blanca), y con un juego
preciso supo imponerla. Parecía que
axlo estaba visto para sentencia, ¡pero
JIO era el caso! En la quinta partida,
motra la Caro-Kann, Anand eligió la
oariante 3 e5, en su versión apacible
kon ~f3 y 11.e2), que por entonces em-
ANATOl.I XII
pezaba a ponerse de moda, iY con ella
superó por completo a su formidable
oponente!
1874
61 exf6+?
La transición a un final de caballos
habría ganado fácilmente: 61 l:txc7+
~xc7 62 ~h7, etc.
61 ... Wxf6 62 l:tbS ~d6 63 'it;>f4 l:tcl
La jugada secreta. La posición aplazada
parece desesperada para las negras,
pero durante la reanudación Anand
cometió un grave error en la jugada
74, y 20 jugadas después se acordaron
tablas.
En la sexta partida, como en la se-
gunda, Karpov volvió a tratar defectuo-
samente un medio juego de la Merano.
Anand logró ventaja decisiva y, después
del aplazamiento, se impuso en la ju-
gada 70. Pero ese mismo día, un poco
antes, Vishy había dejado escapar la
victoria en la aplazada quinta partida.
De haberla ganado, la situación sería
un reflejo de Baguio, donde Karpov
había conseguido algo similar (en la
reanudación de la 13' y 14ª partidas).
Pero lo que realmente sucedió fue un
reflejo del match de 1989, en el que,
por el contrario, Yusupov, aunque sin
aplazamientos, ganó la quinta partida y
dejó escapar la victoria en la sexta.
En cualquier caso, el marcador del
duelo estaba igualado. En la 7ª partida,
de nuevo en una tranquila Caro-Kann,
Anand condujo con sutileza el medio
juego, obtuvo un mejor final y de nue-
vo dejó escapar la ocasión de ponerse
por delante en el marcador.
431
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PRt:DECESORES V
1875
41 %tc8?
41 :gS+! wh7 42 lk8 habña situado a
las negras en una posición muy difícil:
42 ... wg6 43 Af4! J::tc4 44 :g8+ wh7 45
l::!.a8 (Anand).
41 •.• f6! 42 Ac3
Si 42 Af4 ó 42 exf6, las negras se salvan
con 42 ... l:tc4.
42 ... wf7 43 exf6 c;tJxí6 44 Ad2 11c4 45
.IUB+ wg6 46 %ta8 l:tc6
Con tablas en lajugada 63.
Llegó por fin la octava y última partida,
en la que una vez más se planteó la
Variante Merano. De nuevo, como en
el match con Yusupov, en el momento
decisivo, el excampeón empleó una
idea relativamente fresca y consiguió el
momento de inflexión en este extrema·
damente difícil encuentro.
584.
A. Karpov-V. Anand
Bmse/as 1991
Match de Candidatos, 8° partida
Defensa Semi-Eslava (D46)
1 d4 d5 2 e4 c6 3 IOf3 IOf6 4 IOe3 e6 5
e3 IObd7 6 '!We2
Dado que la Variante Merano era una
apertura nueva para Anand, Karpov
eludió deliberadamente la línea más
analizada con 6 Ad3 (parúdas núm.
569, 592 y 594), a lo largo de todo el
match. Además, ya había empleado
432
con éxito 6 'l'f"c2 contra Van der Wiel
(Tilburg 1988).
6 •.• AdG 7 Ae2
Hacia el final del siglo, Karpov desarro-
llaría su alfil por d3, la forma general-
mente reconocida para luchar por la
iniciaúva.
7 ••• 0-0 8 0-0 dxc4
Con el alfil en e2, puede postergarse
resolver la tensión central. Es más co-
rrecto 8 ... b6, explotando el hecho de
que después de 9 e4 el doble cambio
en e4 no pierde un peón, como en caso
de 7 Ad3. En la partida Karpov-Kaida-
nov (Tilburg 1993) siguió 9 ... 10xe4 JO
10xe4 dxe4 11 Wxe4 Ab7 12 Ad3 g6 13
Ah6 J:le8 14 11adl f5 15 We3 c5, con
juego más o menos igualado.
9hc4We7
Un esquema al que se llegó en todas
las parúdas pares del match, salvo en la
segunda, en la que Anandjugó 9 ... a6,
y siguió 10 l::!.dl We7!? 11 h3 b5 12 il.d3
c5, con igualdad, y en el futuro esta
jugada se consideraña Ja más flexible,
penniúendo a las negras conservar \a-
rias opciones como b7-b5 (para seguir
con c&c5), y también e6-c5.
10 a3
Antes de esta parúda, Karpov había
jugado 10 h3, y en la cuarta tuvo éxito
después de 10 ... a6 11 e4! e5 12 l::td l ! b5
13 .~.fl c5 14 d5 c4!? 15 a4 l::!.b8 16 axb5
axb5 17 l::!.a5! b4 18 IOa4 Wd8 19 J:a.7
b3!? 20 We2 IOc5 21 IOxc5 Axc5 22 .!:tal'.
c3! 23 IOxe5! c2 24 %td3 We8? (24 _
Ad7! Spassky) 25 IOc6 J:tb6 26 il.e3
IOxe4 27 il.xc5 IOxc5 28 l:te3... (1-0).
Pero parece que estaba descontento
con el resultado de la apertura en la
sexta partida, en la que tras 10 ... c.5..
Anand obtuvo buen juego (11 dxc5
.bc5 12 e4 il.d6 13 IOd4?! IOe5), aun-
que más Larde quedó claro que esta
úlúmajugada no reporta la igualdad.

10 ••• e5 11 h3
Esta posición era la que buscaba Kar-
pov (que podría haberse producido en
el orden 10 h3 e5 11 a3).
1876
La moderna interpretación de la po-
sición planteada es ésta: las blancas
han realizado algunas jugadas útiles de
peón y ahora pretenden disponer sus
piezas en mejores posiciones (Aa2 y,
quizá, Ad2). F.sta lucha gira en tomo
a la tensión central de peones, pues
la captura en d4 es desfavorable para
las negras, ya que abre la diagonal del
alfil de el y también la columna e, que
permitiría el ataque a su dama. Por
consiguiente, deben esperar recurrien-
do a jugadas útiles, pero su elección
es limitada. La retirada del alfil de
d6 es una posibilidad, para reducir la
potencial amenaza 4Jh4, que resulta
apremiante si las negras juegan h7-h6,
pero las negras necesitan efectuar este
a\"ance a fin de reforzar el avance e5-e4
(11 ... e4 12 tt:lg5). La lucha en la aper-
tura evoluciona teniendo en cuenta
estos matices.
11 ••. Ac7
En un momento dado se consideraba
más sutil la retirada 11 ... AbS. El mo-
mentáneo encierro de la torre parecía
menos importante que el hecho de
que, en c7, el alfil esté indefenso en
algunas variantes. En varias partidas,
incluidas algunas de Karpov, el esque-
ma 11 ... AbS 12 Aa2 h6 13 4Jh4 l:ldS
14 tt:lf5 \\!feS demostró ser bueno. Pero
luego se puso de manifiesto que la na-
tural 11 ... Ac7 no estropea nada.
ANATOLl XII
12 Aa2 h6 13 tt:lh4.!:leS
13 ... cxd4? no da resultado. Después
de 14 tt:lf5 ~e5 15 f4 ~eS 16 exd4, las
blancas dominan, y después de 16 ...
tt:lb6?, el golpe típico 17 4Jxh6+ resulta
decisivo. Las negras no podían emplear
el esquema alternativo 13 ... l:!.dS 14
tt:lf5 ~eS, debido a 15 4Jb5! Fue este
matiz lo que llamó la atención de los
jugadores sobre 11 ... Ab8.
14 4Jf5 ~f8 15 4Jb5
También se ha ensayado 15 d5, pero sin
particular éxito.
15 ••• AbS 16 ..íi.d2!
Con la amenaza (¡ni más ni menos!) de
cazar la dama.
16 ••• a5
Como ya se ha dicho, 16 ... exd4 17
exd4 es desfavorable para las negras.
Pero ahora se requieren acciones enér-
gicas por parte de las blancas, pues
todas sus piezas están colgando y si no
explotan la posición dominante del ca-
ballo de f5, las negras desenmarañan su
posición y quedan muy bien situadas.
17 dxe5 Axe5?!
Un error, aunque la influencia de esta
jugada sobre el desenlace de la partida
se ha exagerado. Las negras disponían
de dos alternativas sensibles: 17 ...
4Jxe5 lS 4Jbd4 c5, o incluso 17 ... l:!.xe5
lS 4Jc3 tt:lc5, desviando el caballo de f5,
y tras 19 4Jg3 l:leS 20 f4 Aa7, se llega a
una complicada posición en la que am-
bos bandos tienen sus opciones.
1877
433
Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES V

18 f4! sos: han conservado su pareja de peo-

nes móviles y el poderoso alfil de a2 y el
Las blancas incrementan su potencial
caballo de f5, su otro alfil se ha despla-
atacante en el flanco de rey. Las negras
zado de c 1 a una posición más activa en
no pueden contentarse con 18 ... cxb5?
h4, mientras que las piezas negras están
19 fxe5 l:txe5 (19 ... lLJxe5 20 lLJxh6+)
atascadas en la octava fila y, en lugar de
20 il.c3, de modo que se ven obligadas
salir por c5, su caballo ha finalizado en
a retirar el alfil. Así, las blancas han re-
h7. En particular, las blancas amenazan
suelto el problema de cómo mantener
lLJxh6+.
su caballo en f5.
22 ... J:lxdl
18 ••. il.b8 19 fi:)c3 l:td8?!
Medidas radicales con 22 ... il.xf5 23
El caballo de f5 es demasiado peligro-
"Wxf5 il.a7 24 il.f2 Wc5? habrían dado
so, y en primera instancia las negras
a las blancas un final probablemente
hubieran debido ocuparse de él, por
ganado después de 25 'iWxc5 il.xc5 26
ejemplo con 19 ... lLJc5!? Cierto que
e4 il.xf2+ 27 ~ (¡su alfil es muy fuer-
deben tener en cuenta 20 lLJxh6+ gxh6
te!). Pero 24 ... b5! haría las cosas más
21 Wg6+ Wg7 22 il.xf7+ ~18 23 il.xe8
dificiles para las blancas.
ELJxe8, pero la evaluación de la posición
resultante no es evidente. En el final, 23 l:txdl
24 Wxg7+ ~g7, las negras no tienen
nada que temer (si 25 e4, entonces es
fuerte 25 ... lLJd6). Después de 24 ft'h5
il.a7, desde luego las blancas están me-
jor pero hay una tensa lucha ~n pers-
pectiva, en la que las ne~ disponen
de posibilidades de contra3uego.
En caso de la preparatoria 19 ... lt>h8,
las blancas tienen tiempo de transfor-
mar el débil peón de e3 en u~a sigi_ii~­
cativa pieza de ataque. La refnega tacu-
ca 20 e4 lLJc5 21 e5 lLJfe4 22 lLJxh6 gxh6
23 lLJxe4 il.f5 provoca un sacrificio
de dama: 24 '!Wxc5!? (24 l:tae 11? lLJxe4 23 .•. il.e6??
25 l:txe4 il.a7+ 26 whl il.d4 27 il.el! Un burdo error que tiene más de una
también es prometedor) 24 ... il.a7 25 refutación. La amenaza 24 lLJxh6+ gxh6
Wxa7 l:txa7 26 lLJd6 il.e6 27 lLJxe8 Wxe8 25 "fi'g6+ "Wg7 26 l:td8+ se paraba tanto
28 il.xe6 fxe6 29 f5 exf5 30 l:txf5 Wd7 con 23 ... il.xf5 (con la misma idea, 2-1
31 l:tf2, con buena compensación ma- "fi'xf5 il.a7 25 il.f2 b5), como con 23 -
terial y ataque. il.c7 después de lo cual no habría nada
La jugada de Anand persigue el mismo fo~do, al menos de manera evide':
objetivo: prepara lLJc5, de paso que te. Si 24 lLJe4, entonces 24 ... il.xf5 23
evita lLJxh6+. Pero Karpov encuentra el fi:)xffi+ f¿)xffi 26 °fi'xf5 l:td8, con simplifi-
inconveniente de la posición contraria: cación masiva. Aunque con 24 lt>hl! las
la torre de d8. blancas habrían conservado las ventajas
de su posición, con 24 ... il.xf5 25 "fi'x5
20 il.el! l:td8 26 l:tfl, etc., seguiría habiendo
Si 20 ... lLJc5, entonces 21 il.h4 es muy una dura lucha en perspectiva.
fuerte. 24 il.xe6 fxe6 25 m3
20 ••. lLJh7 21 ih4 lLJdf6 22 l:tadl
Ahora puede bajarse ya el telón.
Las blancas han logrado claros progre- Las blancas también ganaban con b
434

espectacular 25 lf:lxh6+ gxh6 26 Wlg6+
<i;>h8 27 lf:le4! lf:ld5 (27 ... lf:lxe4 28 J:td7
Wg8 29 Wlxe4) 28 J:txd5 exd5 29 il.ffi+
lf:lxf6 30 lf:lxf6.
25 ••• 1We8 26 lf:lxg7!
La ulterior resistencia de Anand se ex-
plica por el hecho de que era su última
partida.
26 ••• fif7 27 lf:lxe6 il.a7 28 il.f2 J:te8
29 lf:ld4 \llfxb3 30 lf:lxb3 il.xe3 31 il.xe3
::xe3 32 lf:lxa5
Las negras se rindieron y Karpov ganó
el match ( 4,5-3,5).
Dos encuentros diliciles ¡y dos vic-
torias en sendas partidas decisivas! Una
asombrosa coincidencia ¿no le parece?
Pero sólo a primera vista. En realidad,
Karpov de nuevo exhibía sus raras
cualidades combativas en situaciones
críticas, demostrando que no se había
olvidado de ganar cuando lo exigía "el
orden del día".
Un mes más tarde, el excampeón
ruvo una espléndida actuación en la
primera -que, lamentablemente, resul-
taría ser la última- etapa de la segunda
Copa del Mundo (Reykjavik, otoño de
1991). Sólo una victoria fallida, en la
reanudación de su última partida, con
Oiandler (¡tablas en 119 jugadas!) le
privó de un primer puesto en solitario:
1-2. Ivanchuk y Karpov 10,5 de 15. Pero
pronto Vishy demostró también su po-
ttncial, imponiéndose en una especie
de supercampeonato de la URSS (Reg-
gjo Emilia, 1991-92): l. Anand 6 (de 9);
~3. Gelfand y Kasparov 5,5; 4. Karpov
5; 5-7. Ivanchuk,Jalifman y Polugaievs-
l.y4,5 etc.
Después de su match con Anand,
b \-ariante "anti-Merano", con 6 'ill'c2,
c¡uedó firmemente instalada en el re-
pertorio de Karpov, y le reportó varias
..Wosas victorias, en un tiempo en que
los mejores grandes maestros sólo aspi-
Eaban a descubrir el camino correcto
para desenvolverse en ese insidioso
~rinto. Es muy característica, por
qmplo, esta partida con Alexei Shirov
(de 20 anos), otra estrella en alza de
mes del siglo XX.
ANATOl.I XII
585.
A. Karpov-A. Shirov
Biel 1992, 13' ronda
Defensa Semi-Eslava (D46)
1 d4 d5 2 c4 c6 3 lf:lc3 lf:lf6 4 e3 e6 5
lf:lf3 lf:lbd7 6 1Wc2 il.d6 7 il.e2 0-0 8 0-0
dxc4 9 il.xc4 b5
Esto parece más enérgico que 9 ... fie7
(partida' núm. 584), y es una típica
continuación Merano. El hecho de
que fuese elegida por Shirov no debe
sorprender ya que, por entonces, la
teoría de esta variante se encontraba
en pañales.
10 il.e2 l:te8
O bien 10 ... 1We7 11 Jl.d2 l:le8 12 l:l.acl,
con alguna ventaja de las blancas (Kar-
pov-Van der Wiel, Tilburg 1988). Es
más natural 10 ... il.b7, pero en aque-
llos años la opinión prevaleciente era
que los planes de las blancas deberían
incluir el avance e3-e4, y luego tras e6-
e5, la torre negra estaría bien situada
en e8 (como ya había sucedido en una
partida de Shirov).
11 l:l.dl W/c7
Puesto que las blancas no han jugado
la apertura muy activamente, las negras
pueden permitirse ciertas libertades,
recurriendo a un híbrido de distintas
variantes. Aun así, la experiencia ha de-
mostrado que en un esquema de este
tipo, la maniobra típica lf:lc3-e4 permi-
te a las blancas hacerse con la iniciativa.
Por cierto, en la variante 9 ... a6 1Ol:l.d 1
1Wc7, la jugada 11 lf:le4! fue puesta en
práctica por primera vez por el gran
maestro Epishin, uno de los analistas
de Karpov.
12b3e513h3
Defendiéndose contra 13 ... e4 .
13 •.• Jl.b7
Contra Tukmakov (Open de Biel
1992), Shabalov defendió con éxito la
posición negra después de 13 ... a6 14
il.b2 exd4 15 lf:lxd4 il.b7 16 lf:lf5 il.f8
17 lf:ld5 lf:lxd5 18 l:l.xd5 l:l.e6. Aquí, es
peligroso 18 ... c5?!, debido a 19 lf:lh6+!
435
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
gxh6 20 'l!Vf5 ~d6 (20 ... 'Wc6 21 il.d3!)
21 'Wg4+ IPIB 22 'l!Vg7+ 1Pe7 23 im :es
24 ~h5, con ataque.
14 ~b2 a6
Shirov prepara 15 ... exd4 161Zlxd4 c5.
La alternativa es 14 ... exd4 15 lllxd4, y
sólo entonces 15 ... a6 (véase la partida
Tukmakov-Shabalov). Es interesante
15 l:txd4!?, a fin de responde.r a 15 .. .
~c5 con 16 i:th4 h6 17 llle4; y si 15 .. .
/Zle5 16 i:tadl 1Zlxf3+ 17 ~xf3 ~e5,
para sacrificar calidad, 18 1Zlxb5 ! 'l!Vb8
191Zld6 Axd4 20 J:txd4, con excelentes
perspectivas.
15 dxe5 lllxe5 16 a4!
Entoipeciendo en lo posible c6-c5, sin
cuyo avance el alfil de b7 está cegado.
16 ••• i:tad8?
Es difícil calificar de error a una jugada
tan natural. La inmediata 16 ... b4?!
17 lllbl c5 18 lllbd2 habría dado a las
blancas una duradera ventaja posicio-
nal gracias a su control de la casilla c4 y
a la posibilidad de atacar al peón de c5.
La jugada de torre fue efectuada con
la esperanza de seguir con b5-b4 en un
momento más oportuno, pero...
Shirov omite un momento oportuno
para mejorar su posición. Después de
16 ... lllxf3+ 17 ~xf3 Ah2+ 18 \Phi
il.e5, ya no sería posible impedir c6-c5.
17 lllg5!
Ahora el caballo se situará en la casilla
clave de e4 y, al impedir el avance c6-
c5, garantizará a las blancas una consis-
tente ven taja posicional.
436
V
17 ••. f!ie7 18 1Zlcxe4 lllxe4 19 1Zlxe4
Ab4
En caso de 19 ... il.c7, las blancas po-
drían haber provocado ventajosamente
b5-b4: 20 ~a3 b4 21 il.b2. Shirov pre-
para cambios en la columna d, pero
Kaipov le plantea nuevos problemas.
20 lllg3!
¿Cómo contrarrestar la amenaza 1Zlf5,
seguido de f2-f4? 20 ... g6 se sugiere
por sí sola, pero no es fácil decidirse:
por un debilitamiento así de la gran
diagonal negra, sin que el alfil se en-
cuentre en f8, sino en b4. Ciertamente.
tras 21 /Zle4, la defensa no es nada fácil
Si 21 ... 5, entonces 22 f4 J:txdl+ 23
l:txdl lllg4 24 hxg4 '!!fxe4 25 'l!Vxe4 fxe-4
26 i:td7 l:te7 27 l:td8+ ~!7 28 i:th8 'ot>e6
29 g5! es fuerte, mientras que en caso
de 25 ... J:txe4 26 ~e5! l:txe3 27 i:td~
1Pf7 28 Wfl, el alfil de b7 no puede
salvarse.
20 .•• f6
Shirov pensaba que éste era el mal
menor, pero ahora Kaipov explota de
inmediato el debilitamiento de las casi-
llas blancas.
1880
21 he5!
Un cambio inesperado que sejustifia
con el cálculo concreto. Después de
21 ... fxe5 (lo mejor) 22 ~d3 g6 2J
~e4, las negras tendrían que asunÜi"
una defensa penosa, que está claro no
le gustaba a Shirov.
21 ... '+Wxe5?! 22 ~d3
¿Cómo defender el peón de h7?

22 ... h6?!
Hay que tener un gran valor para de-
cidirse por 22 ... g6, permitiendo 23
~xg6 hxg6 24 'ffxg6+ @h8 (24 ... wf8
25 lLJf5, ganando) 25 'i!lrh6+ @g8 26
~h5 f5 27 lLJf6+ wf7 28 lLJxe8 lhe8.
Aquí las blancas disponían de mu-
chas continuaciones tentadoras. Por
ejemplo: 29 ft°h7+ 'i!lrg7 30 l:td7+ l:te7
31 Wxf5+ 'fff6, y ahora pueden elegir
entre conservar damas y un final en el
que los cuatro peones pasados y unidos
deberían, por supuesto, asegurar la vic-
toria, pero los dos alfiles negros, más el
peón pasado potencial de la columna
e, tampoco deben subestimarse.
Ante el tablero siempre resulta difí-
cil resolver tales problemas, pues los
inconvenientes de cada una de estas
jugadas son evidentes. Shirov, que en
esta partida no realizó ni una sola juga-
da mala (pero sí una serie de jugadas
de segunda fila) prefirió no alterar el
equilibrio material, esperando sobrevi-
rir al ataque de su oponente sobre las
casillas blancas. Pero sus esperanzas no
llegaron a plasmarse. Karpov concluye
rápidamente la partida y de forma im-
presionante.
23 Ag6 lH8 24 liJf5 c5
la otra línea defensiva, 24 ... 'i!l'c5 25
11'e4 Ac8, también puede romperse
con 26 l:tdcl Axf5 27 .bf5 Ac3 28
axb5! (más preciso que 28 'ffg4 ft°e5, y
bs blancas no disponen de la ganadora
:a7) 28 ... axb5 29 'i!l'g4 l:ta8 30 l:tabl!,
con ataque decisivo gracias al alfil de
distinto color. Por ejemplo: 30 ... 'We5
31 1l!'g6 l:tfd8 32 'i!l'h7+ >!7f8 33 Ag6 (o
bien 33 b4, con idea de jugar el alfil a
b3).
%5 axb5 axb5 26 l:ta7 Wic7
~o hay defensa contra el ataque com-
binado de todas las piezas blancas.
Después de 26 ... l:txdl+ 27 'i!l'xdl f!lc7,
hay la decisiva 28 'l:lxh6+ gxh6 29 Ae4
:b8 30 ~xb7 wf8 31 tih5 lhb7 32
Wxh6+ wg8 33 'i!l'g6+ @f8 34 f!íxf6+·
';g8 35 l:ta6, mientras que si 26 ...
11'b8, entonces 27 CLJe7+ wh8 28 .li.f5!
ANATOLI XII
es mortal por el mismo motivo que en
la partida, al quedar libre la casilla g6
para el caballo.
27 'l:lh4 l:txdl+ 28 ffxdl l:taS
28 ... l:Cd8 29 Wg4 'i!l'd7 30 l:txb7! Wxb7
31 'We6+ @h8 32 Ac2.
29 'ffg4! f!lc6
1881
30 l:Cxb7! Wxb7 31 'l!fe6+ @hS 32 ~e4
Las negras se rindieron.
¡Conclusión de la sinfonía sobre casi-
llas blancas! Después de 32 ... l:Cal+ 33
wh2 Wb8+ 34 f4, las blancas dan mate.
En 1992, Karpov ganó tres torneos:
en Madrid, Biel y Baden-Baden. Sin
embargo, en conjunto ese año resul-
tó ser uno de los más dramáticos de
su carrera. En la primavera, perdió
inesperadamente en Linares su match
semifinal de Candidatos ante Nigel
Short, por 4-6. (En· ta otra semifinal,
Yusupov cayó por el mismo resultado
ante Timman).
Este sensacional acontecimiento
provocó un genuino furor en el mundo
del ajedrez. Las crónicas del match de
las revistas más importantes estaban
precedidas por llamativos titulares: "El
fin de una era" (Neiu in Chess), •¿Se ha
roto la conexión del tiempo? (Shajma-
tny Vestnik), "Fin de una era, al echar
los occidentales a los rusos del Cam-
peonato Mundial" (British Chess Magm.i-
ne), "El ocaso de los dioses en Linares"
(Schach-Magazin 64), "Un momento
histórico: Karpov K.O" (Jaque), "Short
puso fin a una era" (Revista Internacio-
nal de Ajedrez), etc.
437
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
Hans Ree escribió en New in Chess:
"Los encuentros fueron ganados por
los jugadores con mejor planificación
del tiempo. Fue terrible tener que
contemplar Jos tremendos apuros de
tiempo en que caía Karpov práctica-
mente en cada partida. Y eso no fue
todo. Sus nervios de acero parecían
haberle abandonado. Lo he visto
otras veces en apuros de tiempo, pero
siempre supo mantenerse frío. Ahora
estaba desbordado por Ja tensión, su
rostro descompuesto por las emocio-
nes. Su psicólogo, Zagainov, se encon-
traba en Ja primera fila. El hombre
que debía estar rezumando tranquili-
dad, se mordía las uñas con las manos
sudorosas, tan angustiado como su
alumno". Pronto se publicó un libro
de Rudolf Zagainov, consagrado a este
match, con el simbólico título Parazhe-
nie (Derrota).
También resultaron interesantes
las observaciones de Valeri Murajveri,
columnista de la revista Shajmatny
Vestnik:
"Karpov posee una experiencia
de match única. La revista Schach-
Magazin 64 hizo un cómputo de las
partidas que en 18 años ha disputado
en match: 254, de las cuales 144 lo
fueron contra Kasparov. Con su sutil
conocimiento de la psicología y la
filosofía del juego de match, parecía
que Karpov no debía experimentar
mayores dificultades en relación con
el estilo y forma de juego de Short. Se
esperaba que la superioridad de Kar-
pov en posiciones estratégicamente
definidas y en finales constituiría el
factor decisivo en el match, ya que su
oponente difícilmente podría neutra-
lizarla, ni tampoco imponer una lucha
puramente táctica.
"Sin embargo, la diferencia de
edad (14 años) demostró ser en este
match una desventaja para Karpov.
La edad se manifiesta sobre todo en
la capacidad para mantener un alto
nivel competitivo. Contra una serie de
éxitos habituales, a menudo van pro-
duciéndose períodos de declives, baja
forma y mala salud básica. En algunos
438
V
jugadores ocurre más a menudo que
en otros, pero puede establecerse una
frontera en torno a los 40 como más o
menos la normal.
"La situación en torno a Karpm-
ha cambiado. En su equipo, que solÍ2
ser numeroso y muy cualificado, p<>I"
diversas razones se han producido
cambios y reducciones de plantilla. &-
te proceso, por lo que se ve, no ha sido
indoloro para Karpov, pues en la pren-
sa ha manifestado sus quejas porquc-
toda una serie de grandes maestros no
le ayudan, y en cambio ayudan a sus
oponentes. La gente que le ha res~
dado o servido fielmente durante años
o se han ido o han perdido su influen-
cia, lo que tampoco podía dejar de
afectar a su espíritu de lucha".
Mi propio comentario de entonces
sobre lo que sucedió fue éste: "Parad
ajedrez es beneficioso que un jugadOI"
occidental puede competir por d
máximo título. Esto elevará signifia-
tivamente el interés de los medios de
comunicación en el ajedrez, y tambim
del público en general... No concedo
preferencia a ninguno de los finalir
tas (Timman y Short). pero para el
ajedrez sería mejor que ganase Shon..
Para el público es más interesanlt
que el aspirante sea más joven que el
campeón".
Por entonces muchos pensabaa
que eso significaba el fin de la en
Karpov. Nadie podía sospechar cómo
cambiaría la historia del ajedrez ea
1993 ...
Contra la India de Dama
Ha llegado el momento de apamir
brevemente nuestra atención de las
hazañas competitivas del 12º cam-
peón mundial y hablar de sus contri-
buciones a la teoría de las apertllIZ!i
cerradas o, más precisamente, de eS(5
tranquilos esquemas estratégicos que
mejor convenían a su estilo ajedre-
cístico. Como ya he dicho, Karpo.- se
sentía muy seguro en la Defensa India
de Dama, con ambos colores. No e1
sorprendente, por tanto, que muchlll

de sus victorias con blancas se hayan
convertido en partidas modelo de di-
cha apertura.
En este aspecto, 1993 fue un año
muy fructífero. A fines de febrero, al
comienzo del supertorneo de Linares,
ese Wimbledon del ajedrez. anual, Karpov
tuvo éxito en dos Indias de Dama con
4 g3, contra 4 ... il.b7 y 4 ... il.a6.
586.
A. Karpov-V. Salov
Li11ares 1993, I" ronda
Defensa India de Dama (El8)
1 d4 illf6 2 c4 e6 3 illf3 b6 4 g3 il.b7
Salov jugó a menudo con éxito la In-
dia de Dama, pero contra Karpov sólo
3Cllmula reveses. Así, en Linares 1992,
perdió contra el excampeón después
de4 ....b6.
.5 Ag2 il.e7 6 illc3 ille4 7 il.d2 il.f6 8
l-0
81'c2 (partida núm. 588).
8 -· ()..() 9 l:tcl c5
Esta línea se considera estratégicamen-
IC arriesgada. Sin embargo, después
de 9 ... d6 10 d5 illxd2 11 fi'xd2, en la
panida Karpov-Salov (Reykjavik 1991),
b:s blancas ganaron en una prolongada
locha de maniobras explotando su ven-
taja de espacio: 11 ... Wie7 12 e4 illd7
13 illd4 il.xd4 14 'ili'xd4 e5 15 1li'd2 a5
16 f4 illc5 17 f!i f6 18 il.f3, etc. Aunque
durante el transcurso de la partida
Salov tuvo posibilidades de agudizar la
muación, por lo sucedido parecía no
gustarle el carácter del juego.
11 d5 exd5 ll cxd5 illxd2 12 illxd2 d6
13~de4!
las blancas sitúan su caballo en el
anuo a fin de explotar su fuera y
pR'p3.rar una ofensiva de peones en el
mncode rey.
ANATOLI XII
13 ••• il.e7
En la partida Kasparov-Ligterink
(Olimpiada de Malta 1980), las negras
ensayaron una respuesta dudosa, 13 ...
J:te8?! Siguió 14 tfd2 a6 15 b41 y las
blancas enfatizaron en la falta de armo-
nía de las piezas conuarias tras 15 ...
il.e7 16 bxc5 bxc5 17 'l!!Vf4 Wc7 18 illa4
'ili'a5 19 J:tbl! .bd5 20 illb6 .i.xe4 21
il.xe4 J:ta7, seguido del golpe decisivo
22 illc8!
Salov. debería estar mejor preparado.
Al retirar su alfil, obviamente, esperaba
que los dos alfiles le permitiesen crear
contrajuego por el avance de sus peo-
nes del flanco de dama.
14 f4 illd7 15 g4! a6 16 a4
Para no permitir la inmediata b6-b5.
1882
16 •.• J:te8?
Una actitud demasiado tranquila ante
la amenaza posicional g4-g5, que gana
espacio y abre perspectivas a un ataque.
Si las negras querían jugar b6-b5, era
mejor hacerlo de inmediato, 16 ... b5
17 axb5 axb5 18 illxb5 'ili'b6, aunque
tras 19 illbc3 su compensación difícil-
mente puede considerarse suficiente
por el peón. Sin embargo, las negras
aún no están obligadas a tomar medi-
das drásticas, pues era posible Ja senci-
lla 16 ... h6.
Pero la jugada más interesante es 16 ...
illf6. Después de 17 illf2, la respuesta
17 ... h6 18 h4 g5?! es excesivamente
arriesgada en vista de 19 hxg5 hxg5
439
Ga1·y Ka•parov - Mis GF:llllALES PREDECESORES
20 e3, y el debilitamiento del llaneo de
rey puede resultar crítico. Es más seguro
regresar con 17 ... llld7 a fin de jugar, en
caso de 18 g5, 18 ... f6, y si 18 'il!rc2, impe-
dir de fonna mecánica el avance de los
peones blancos con 18 ... h6.
17 g5 iHS 18 'it>hl b5
Es probable que Salov se decidiese por
este avance con gran dolor de corazón,
pero no hay otra fonna de crear con·
trajuego.
19 axb5 axb5 20 lllxb5111'b6 21 lllbc3
La actividad de las negras en el flan-
co de dama responde únicamente a
distraer la atención de las blancas del
flanco de rey. Sin embargo, aunque
consiguiesen ganar el peón de b2, eso
sólo significada el restablecimiento del
equilibrio material, pero no la creación
de verdadero contrajuego.
21 ••• 'ifb4
Las negras impiden el incremento de
potencial atacante, con l:tf3-h3, pero
ahora la dama blanca se dirige al sector
de la ofensiva y las cosas empiezan a
ponerse feas para su rival.
22 ft'd311Jb6 23 'i:fg3! 'ót>h8 24 l:tcdl
Las blancas tienen un peón de ventaja,
piezas bien situadas y perspectivas de
ataque directo al rey negro, mientras
que el contrajuego de su oponente es
ilusorio, signos todos ellos de que las
negras han perdido la batalla.
24 ••• lllc4
Era posible eliminar el peón de b2
e incluso crear las apariencias de un
contraataque: 24 ... tLla4 25 f5 lLJxb2 26
l:tbl J:la3, pero después de 27 l:tf4 c4
28 l:th4, las blancas habrían iniciado
un asalto decisivo: 28 ... l:txe4 29 J:lxe4
J:txc3 30 l:!e8 'it>g8 31 't!fh4, y no hay de-
fensa contra 32 g6. Tampoco es posible
restringir el avance de los peones: 24 ...
il.c8 25 f5 l:!e5 26 g6! il.xf5 27 lLJg5!
il.xg6 28 lllxf7+ il.xf7 29 J:lxf7, seguido
del traslado del alfil de g2 a e6.
25 b3! 'llb6
440
V
El caballo es obligado a regresar con las
manos vacías. En caso de 25 ... 'ilrxb3 26
J:lbl lLJb2, las blancas dispondrían de
una agradable elección entre proseguir
el ataque (27 f5) y ganar material (27
l:tfdl, etc.).
1883
26g6l
Evolución del ataque al más enérgico
estilo siciliano. Las blancas también ha-
bñan ganado con 26 f5 i::ta3 27 g6 f6 5
gxh7 l:txb3? 29 'i!l'g6. Aunque con 28-
tLld7 parece que las negras pueden
resistir, después de 29 lllxd6 esa ilusiáa
se esfuma.
La posición blanca es tan fuerte qcr
hasta podemos obsen'ilr un raro C35D
en la carrera de Karpov, el gran Pl"2!'
mático, ¡rechaza la ganancia de mar.
ria! en aras del ataque directo!
26 •.• fxg6 27 f5 gxf5 28 J:lxf5 lLJd7 29
J:tdfl
También era posible 29 lLJxd6 il.xd6 31
'flfxd6 'llf8 (o bien 30 ... 'i!l'xc3 31 'ilfw
il.a6 32 l:!dfl) 31 'llfg3, pero Karpon•
quiere desviarse ya del plan general di:
concentración de piezas en el entorm
del rey negro.
29 ••• llle5 30 l:!5f4 'i:fb6
También es malo 30 ... lllg6 31 ::.g4
(con la amenaza Ibg6) 31 ... lile5 32
J:th4.
31 lLJg5 lLJg6
Esto permite una elegante conclusiáa.
Pero de otro modo, el alfil blanco :m:
suma al ataque con efectos decism:s
31 ... il.e7 32 lLJf7+ 0xf7 33 J::xf7 .i18

34 i&.e4!, o bien 31 ... g6 32 l:l.h4 h5 33
lllf7+ wg7 34 i&.e4.
32 lllf7+ wg8 33 Wxg6!
Las negras se rindieron en vista de que
si 33 ... hxg6, sigue 34 l:l.h4.
En la segunda ronda, el excampeón
perdió ante Timman, pero eso no en-
frió su espíritu de lucha.
587.
A. Karpov-A. Beliavsky
Linares 1993, 3" ronda
Defensa India de Dama (El5)
1 d4 li:lf6 2 c4 e6 3 li:lf3 b6 4 g3 i&.a6
4 ... i&.b7 (partidas núm. 586 y 588).
5b3il.b4+
5 ... b5 es dudoso. Un mes antes, en
Wijk aan Zee, Karpov derrotó dos veces
a Christiansen tras 6 cxb5 il.xb5 7 il.g2
.i.b4+ 8 .li.d2 a5 9 0-0, etc. Por cierto,
que también ganó aquel torneo por
diminatorias.
5 .i.d2 il.e7 7 il.g2
; ~c3 (partidas núm. 579 y 580).
7 _ c6 8 i&.c3 d5 9 iLle5 iLlfd7 1O iLlxd7
.t.xd7 11 iLld2 0-0 12 0-0
t:na de esas variantes que Karpov juga-
ba con ambos colores.
tt-l:l.c8
la flexible jugada 12 ... i¿)f6 también es
popular y se ha producido muchas ve-
CES en sus partidas, como por ejemplo
kpov-Portisch (Rotterdam 1989),
• Yusupov-Karpov (Londres 1989,
:mrzu:h, Iª).
De4
Se ha llegado a una posición de la me-
airable 6ª partida de nuestro primer
.-ch (1984-85), en la que yo tenía las
libocas, y de la 21ª partida del match-
~cha (1986), en la que Karpov
lleÉi las blancas.
ANATOLI XII
1884
13 ••. c5
Otra idea de los jugadores húngaros.
La continuación anterior, 13 ... b5 14
l:l.el dxc4 15 bxc4, que fue puesta a
prueba en los encuentros antes men-
cionados, sigue siendo temática en el
siglo XXI. Mencionaré, por ejemplo, la
partida Bologan-Kramnik (Dortrnund
2004).
14 exd5 exd5 15 dxc5 dxc4 16 c6 cxb3
17 l:tel Ab5
Una réplica bastante correcta, pero
hoy día se considera lo mejor 17 ... b2
18 i&.xb2 iLlc5 (un ejemplo reciente es
Topalov-Anand, San Luis Potosí 2005,
Campeonato Mundial FIDE).
18 axb3!
En un tiempo solía jugarse 18 iLlxb3,
y se pensaba que las negras no tenían
problemas para igualar. Una partida
modelo fueron las atractivas tablas
Yusupov-Sax (Rotterdam 1989): 18 ...
i&.xc6 19 il.xg7 wxg7 20 iLld4 i&.xg2
21 /¿)f5+ Wh8 22 l:txe7 il.h3 23 Wd4+
iLle5 24 Wxe5+ f6 25 ~e2 il.xf5 26 lidl
il.g4.
18 ••• Ac6 19 il.xc6 l:txc6 20 l:l.xa7!
Resulta que esta jugada ofrece a las
blancas alguna iniciativa, ya que 20 ...
l:!xc3? falla por la paradójica retirada
21 iLlbl! que gana material: 21 ... lk7
22 l:l.xc7 'f/Jxc7 23 l:!xe7 l:td8 24 Wd5!
WcI+ (24 ... lif8? 25 l:l.xd7 'Wcl+ 26
Wdl) 25 'itlg2 :ra 26 l:txd7 'Wxbl 27
lid6! b5 28 l:l.b6, ganando el peón b .
20 ... .li.f6
En la animada partida Karpov-Kor-
chnoi (Tilburg 1991 ), después de
441
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
20 ... ~ffi 21 'i!Vf3 'i!Vd5? (es mejor 21 ...
l:tc7) 22 1:texe7 'i!l'xf3 23 tüxf3 1:txc3 24
tüg5, las blancas lograron un fuerte a1a-
que a pesar del cambio de damas: 24 ...
l:txb3 25 tüxf7 1:te8 26 J:[eb7 J:tel+ 27
lt.lg2 tüe8 28 l:tb8 (amenazando tüd6)
28 ... J:td3 (no 28 ... l:te6? 29 tüd6 'it>f8 30
l:l.f7+, etc.) 29 f4 (con idea de tüe5; 29
l:l.xb6 l:td2! y 1:tee2) 29 ... J:[e6
1885
Diagrama de análisis
30 h4? (error, en apuros de tiempo;
con 30 lt.lh3 J:tde3 31 tüg5 J:te7 32 l:txe7
J:!xe7 33 l:txb6 las blancas habrían
conservado buenas posibilidades de
ganar) 30 ... J:!e2+ 31 lt.lh3 h5! (con la
entrega de una pieza, las negras crean
una red de mate de la que las blancas
sólo pueden escapar a cosla del jaque
perpetuo) 32 tüe5 i:tdl! 33 nxe8+ wh7
34 g4 J:te3+ 35 wg2 l:td2+ 36 wfl J:[h3
37 lt.lgl l:tg3+ 38 wfl l:th3 39 'it>gl l:l.g3+
40 wfl J:l.h3, 1ablas.
20 ... il.ffi es más sólido, ya que en e7
ocupa una posición pasiva, lo mismo
que otras piezas negras que están ex-
puestas al alaque.
21 tüc4
También se ha jugado 21 ~e4, aunque
después de 21 ... $..xc3 22 J:l.xd7 'i\Ya8,
las negras se las han arreglado para
mantener el equilibrio.
21 •.• tüc5
Es interesante cons1a1ar que en la 16'
partida de su match con Kamsky (Elis-
tá 1996), cuando el desenlace estaba
prácticamente decidido, Karpov jugó
esla \-ariante con negras y respondió
aquí 21 ... il.xc3. Pero después de 22
1:txd7 'ilfffi 23 J:te4, omitió un golpe
táctico elemen1al, 23 ... 'lWf5? 24 J:l.f4
442
V
l!Ve6 25 l:tdxf7!, basado en la falla ~
casilla de escape para el rey negro. Si
hubiese jugado 23 ... h6, habría logra-
do igualar.
22 'lWxd8 l:txd8
22 ... il.xd8 habría permitido a las blan-
cas man tener una muy fuerte presiÓlll
en el final con 23 il.b4 il.c7 24 l:td l.
23 il.xf6 J:txf6?
Después del match con Kamsky, en la
partida Van Wely-Karpov (Cap-d'Agdc.
rápidas, 1996), se jugó 23 ... gxffi!, y ~
tüe3 ~xb3 25 tüf5 l:tcl condujo en úm-
ma instancia a 1ablas. En caso de 24 .:~¡
~xb3 25 tüe3 J:tf8 26 tüf5, las negras dif..
ponen de la fuerte jugada 26 ... h5!, libe-
rando su rey y neutralizando la amellZDI
blanca 27 ~h6+ wg7 28 tüxf7 lt.lg6. am
lo que no tienen nada que temer.
1886
24 b4! tüe6?!
Resul1a que el caballo no tiene cm
buena casilla. El mal menor era eno:z
en un final de torres con peón menm::
24 ... b5 (24 ... tüa4, con el mismo cm.
jetivo, no da resul1ado, ya que en lu-pr
de 25 J:l.xa4, las blancas disponen di:
la fuerte 25 J:td7! J:tf8 26 J:te5, con mm
gran ventaja) 25 bxc5 bxc4 26 J:!a4 J:tc6
27 J:[xc4, y Ja presencia de las CW!!:TO
torres permite a las negras con~bir
esperanzas de salvar Ja partida.
25 tüxb6 tüg5 26 l:td7! tüf3+ 27 ~fl
l:tb8 28 J:[edl
Combinando hábilmente operacicmr:I
de a1aque con la amenaza de traspoa!ll
a un final técnicamente ganado. Kar-
pov, con su pequeño ejército, ma.Ieri¡¡¡..
liza su veniaja.

28 ••• wf8 29 llld5 J:l:e6 30 llic7 l:!.h6 31
h4 g5 32 hxg5 ILJxg5
Después de 32 ... l:!.hl+ 33 Wg2 l:txdl
34 l:!.xdl ll:lxg5 35.l:!.d5 ll:le6 36 l:tb5, las
negras pueden elegir entre varios fina-
les perdidos.
33 l:Ud5! ll:le4 34 l::d8+ l:txd8 35 l:txd8+
<:;g7
El final de torres después de 35 ... <tle7
36 l:!.e8+ @d7 37 l:!xe4 <tlxc7 38 l:!.f4 es
completamente desesperado.
36 ll:le8+ <;t>g6 37 <;t>g2 f6 38 l:!.d7 l:!.h5 39
:g7+ wh6 40 l:!.e7 f5 41 l:te6+ '>t>g5
En vista de la evidente 42 f4+ Wg4 43
:Xe4, las negras se rindieron.
Debo recordar al lector que a estas
alturas, Short había ganado la Final
de Candidatos a Timman (6,54,5) y
me había sugerido que de un plumazo
podríamos barrer todos los problemas
acumulados en las negociaciones con
Campomanes. La idea era disputar un
campeonato del mundo ¡al margen de
.b. FIDEI Al decidir que era un momen-
11> conveniente para impulsar el ajedrez
;!Obre bases profesionales, acepté. El 26
de febrero, en pleno fragor de la lucha
en Llnares, Short y yo realizamos una
declaración inesperada, que tendría
importantes consecuencias para el
IDWldo del ajedrez: "Gari Kasparov y
:sigel Short han acordado disputar su
match fuera de la jurisdicción de la
iIDE. El encuentro se jugará bajo los
311Spicios de una nueva organización,
"llie Professional Chess Association, cu-
ya intención es representar a los profe-
9Joales del ajedrez en todo el mundo y
IEZbajar al servicio del ajedrez".
Pero el supertorneo seguía su curso.
Después de ocho rondas, Anand mar-
c!iaba en cabeza, con medio punto de
~taja sobre Karpov y yo. Pero en la
9ª y 1Oª rondas, conseguí vencer (con
iillmcas) a Anand y (con negras) a
.bpov (el Ataque Samisch de la India
4ile Rey: ¡nuestro 162º encuentro en
doblero!), que decidió el desenlace
<id e-.·ento: l. Kasparov 10 (de 13); 2-
:S.. .-\nand y Karpov 8,5; 4. Shirov 8; 5.
ANATOLI XII
Kramnik 7,5; 6-7. Ivanchuk y Salov 6,5;
8. Beliavsky 6, etc.
Una semana después, el 23 de
marzo, y sin el menor comentario, la
FIDE nos privó, a Short y a mí de los
derechos de aspirante y campeón y, al
mismo tiempo, proponía disputar "un
match por el campeonato mundial" a
los dos candidatos reserva: los derro-
tados en el ciclo de clasificación, ¡Tim-
man y Karpov!
Este repentino cambio de recuperar
la corona, aunque sólo fuese la versión
FIDE del mismo, literalmente reanimó
y transformó al excampeón. En abril y
julio, Karpov ganó sendos torneos en
Dos Hermanas y Doronund, y en oto-
ño, mientras yo vencía a Short, él no le
concedía la menor opción a Timman,
que sólo mantuvo el marcador igualado
durante las cinco primeras partidas...
Tras conquistar el título de cam-
peón mundial FIDE, en noviembre
ganó su séptimo torneo de Tilburg,
disputado por el entonces de moda
sistema eliminatorio. En minimatches
superó, uno tras otro, a Romanishin,
Vyzhmanavin, Kaidanov (a todos en el
desempate), Yusupov, Beliavsky, y (tam-
bién en el desempate), a Ivanchuk.
Proseguimos con el tema de la India
de Dama en la siguiente partida, en la
que Karpov condujo los comienzos del
medio juego de forma muy interesante.
588.
A. Karpov-A. Yusupov
Tilburg 1993, 5ª ronda
Defensa India de Dama (El 7)
1 d4 ll:lf6 2 c4 e6 3 ILJf3 b6 4 g3 .itb7
5 ~g2 Ae7 6 lllc3 ll:le4 7 .itd2 .itf6 8
'l'!fc2!?
8 0-0 (partida núm. 586).
8 ..• ILJxd2 9 ~xd2
Una posición típica; las negras tienen
la pareja de alfiles, mientras que las
blancas dominan el centro y controlan
mayor espacio.
443
Gary Kasparov - Mts GENIALES PREDECESORES
9 •.• d610 d5 0-0 ll /Od4!
Invitando a capturar en d4, lo que con-
duce a una posición similar a la partida
Karpov-Salov (Reykjavik 1991-núm.
586, comentario a la 9' jugada negra).
Yusupov prefiere conservar su alfil.
11 ••• e5 12 /0c6 'i!fd7 13 /0xb8 l:tfxb8
Se puede decir que las negras no tienen
motivo de queja, pues en caso de 14
0-0, llevarían su alfil a g7 y prepararían
el avance f7-f5. Si las blancas se oponen
a este plan con f2-f4, eso conduciría a
una activación del alfil de casillas ne-
gras, que no tiene oponente.
1887
14h4!
Inesperado y fuerte. Las blancas no
sólo ganan espacio en el flanco de rey
(caso de g7-g6, es posible h4-h5), sino
que sobre todo amenazan conjugar su
alfil a h3, donde jugaría un papel muy
importante, y su cambio, tras $.b7-<:8,
sería ventajoso para las blancas, ya que
el debilitamiento de las casillas del mis-
mo color en campo de su oponente se
haría sentir muy pronto.
14 ... a5?!
Una jugada rutinaria en posiciones de
este tipo, en las que normalmente las
blancas preparan una ofensiva de peo-
nes en el flanco de dama. O Yusupov
no previó lo que seguiría o sobrevaloró
la solidez de sus defensas.
14 ... a6 habría permitido a las negras
contar con posible contrajuego. Las
blancas, por supuesto, aún no han en-
rocado largo y después de 15 $.h3 'i!fe8
444
V
16 /0e4, incluso podrían enrocar corto.
Pero con este desarrollo de los acon-
tecimientos, las negras habrían tenido
más posibilidades que en la partida.
15 a4!
Karpov estabiliza la situación en el flan-
co de dama, a fin de emprender accio-
nes agresivas en el flanco de rey.
15 .•• l:tf8 16 e4 h5
Si 16 ... g6, entonces es desagradable
17 h5.
17 0-0-0!
Las blancas muestran sus cartas. Su rey
está completamente a salvo, pues debi-
do a la naturaleza de la estructura de
peones en el flanco de dama, las negras
no pueden contar con ninguna jugada
de minado ni mucho menos con ata-
ques a la bayoneta.
17 .•• g6 18 $.h3 '!We7 19 wc2
Comienzan las maniobras, en una g..
tuación en que las blancas disponen de
mayor espacio y posibilidades de mejo-
rar su posición.
19 ... 'bg7!?
Una consistente jugada defensiva. Si
19 ... $.g7, entonces 20 g4 hxg4 2!
$.xg4 f5 22 $.f3 parece fuerte, pero
después del sacrificio de dama 20 -
'!Wxh4! 21 gxh5 'i!fxh5 22 $.c8 Wxdl+
23 'i!fxdl .bc8 (24 /0b5 3'.d7), se plan-
tea la cuestión: ¿pueden ganar aquí bs.
blancas?
20 f3 l:th8 21 i::th2 $.a6
1888

22 lllb5! l:laf8
Las blancas no temen el cambio 22 ...
..&.xb5 23 cxb5!, dejando alfiles de dis-
tinto color sobre el tablero. Por supues-
to, las negras defenderán su peón de c7
con su alfil en d8, pero antes o después
las blancas podrán efectuar el avance
f3.f4. Sin embargo, Karpov se dispone
a preparar la ruptura incluso antes del
cambio en b5.
23 wbl "l!fd8 24 'i!fd3 iJ..e7 25 .l::te2
..&.c8?!
Yusupov se cansa de esperar y decide
cambiar alfiles. Es posible que no
debiera hacer eso. Ahora las blancas
tienen un juego muy fácil, y su caballo
ha logrado la posibilidad de irrumpir
mc6.
26 hc8 flxc8 27 l:lgl iJ..d8
Esta pasividad es forzada. 27 ... f5? 28 f4
habría creado rápidamente problemas
insolubles.
?8 liJa7 'Wh3 29 "l!fc2 .i:te8 30 llic6 iJ..f6
31 J:C2 'Wd7 32 'i!fe2 l:lhf8 33 l:lh2
Preparando un momento favorable pa-
a jugar g~4 y f3.f4. Karpov mantiene
b. tensión, comprendiendo que no es
ficil para las negras adivinar las inten-
<iones de su oponente. Desde luego,
llmliendo ambas rupturas, Yusupov fue
incapaz de encontrar el modo de salir
airoso de esta difícil situación.
3S -· llh8 34 'i!ff2 llef8 35 llfl wgS?!
las negras podían haber ofrecido una
Bil)IOr resistencia de haber impedido el
:sanee del peón f: 35 ... l:le8 36 g4 wg8
:r. 1fg3 il.g7.
1889
ANATOl.I XII
36 f4! 'i!eg4 37 "l!if3! l:le8
37 ... 'i!fxf3 38 llxf3 .l':te8 39 .l':thf2 .l':th7
40 f5 es peor para las negras .
38 'i!exg4 hxg4 39 f5 g5?!
Esto facilita las cosas a las blancas. Era
más tenaz 39 ... Wg7, manteniendo la
tensión de peones, aunque creo que
las blancas habrían decidido gradual-
mente la situación con la ruptura en el
flanco de dama a base de 'i!ó>c2, b2-b4, y
si axb4, 'it>xb4, etc.
40 h5 .l':ta8 41 wc2 <J;g7 42 Wc3 .l':ta6 43
llal .l':tha8 44 M wf8
Un desesperado sacrificio de calidad.
En caso de 44 ... axb4+ 45 Wxb4 Wh6,
la forma más elegante de ganar fue
señalada por Ftacnik: 46 Wb5 iJ..g7 47
f6 11..hs 48 .l':tf2 l!?h7 49 h6 wg6 50 h7!,
y lo único que queda es una serie de ja-
ques "de pataleo", 50 ... .l':ta5+ 51 llixa5
.l':txa5+ 52 wc6 llc5+, que culminan en
mate: 53 wd7 .l':txc4 54 a5 bxa5 55 .l':txa5
l:!xe4 56 l:!a8 Wxh7 57 <;Pe7, etc.
45b5
Las blancas podían haber ganado tam-
bién con 45 bxa5 bxa5 46 llbl, pero
Karpov decidió, con buen criterio,
que su rival no podría constmir una
fortaleza.
45 ... .l':t6a7 46 h6 iJ..h8
Es interesante observar que después de
46 ... 'i!ó>g8 47 h7+ wh8 48 .l':tahl llb7 49
l:lh6 iJ..g7 son las blancas quienes sacri-
fican calidad, 50 f6! iJ..xh6 51 l:!xh6, y
las negras están completamente inde-
fensas: 51 ... .l':te8 52 llie7 (planeando
lt:lf5.e3xg4, que abrirá una vía para la
penetración del rey) 52 ... .l':txe7 53 fxe7
llb8 54 c5! bxc5 55 b6!
1890
445
Gary Kasparov - Mts t:F.NJALES PREDECESORES V
47 f6!
No es esencial, pero sí efectivo.
47 •.•.bf6 48 rm il8 49 l:LJxa7 J:txa7
50 l:!h5 we7 51 l:!xg5 l:ta8 52 h7 (6 53
J:lg8 l:!CS 54 c5 dxc5 55 l.t.>c4 @f7 56 d6
cxd6 57 J:txf8+ Wxf8 58 >t>d5
Las negras se rindieron.
El año triunfal 1993 vio a Karpov
iniciar un nuevo resurgir, qUe le per-
mitió conseguir varios resultados más
sobresalientes en torneos de nivel
mundial.
Asfixia en la Grünfeld
El sólido esquema con g2·g3 se
convirtió en el arma favorita del 12º
campeón mundial contra las defensas
Grünfeld e India de Rey. A Karpov
probablemente le atraía su universali-
dad y el hecho de que en las posicio-
nes resultantes las negras no pudiesen
exhibir una inmediata actividad. Tuvo
sobre todo éxito con posiciones simé-
tricas, cuando sus oponentes trataban
de neutralizar la iniciativa blanca con
ayuda de la cuña de peones c6+d5.
Debo recordar al lector que Bronstein
empleó ese esquema en la 23ª partida
de su match con Botvinnik, y aunque
igualó con gran facilidad, al final el
campeón del mundo logró inclinar
a su favor un final igualado (partida
núm. 214).
Durante mucho tiempo esas po-
siciones se consideraban demasiado
tediosas. Toda la sabiduría de estos
esquemas de apertura se reducía al
hecho de que si las negras conseguían
jugar l:LJf6..e4 las posibilidades serían
más o menos equivalentes. Después de,
digamos, 1 d4 l:LJf6 2 c4 g6 3 g3 il..g7
4 .tg2 c6 5 (LJf3 d5 6 cxd5 cxd5 7 0-0
0-0 8 l:LJc3, las negras deben jugar 8 ...
l:LJe4! En consecuencia, lo mejor que
pueden hacer las blancas es jugar 8
l:LJe5! de inmediato, conservando una
ligera iniciativa, aunque eso no parece
reportarle nada serio. No obstante, por
ejemplo, Petrosian, contra Korchnoi,
en la 4ª partida de su match de Odessa
446
(1974) logró ventaja de esta forma y b.
convirtió en victoria.
Se consideraba la mejor defensa 8 -
e6 9 0-0 l:LJfd7, para expulsar al caballo
de e5. Así es también cómo jugué yo.
dos veces en el match-revancha de 1986
(3ª y 13ª partidas) y otras dos veces en
el match de 1987 (Iª y 3ª partidas), Jo..
grando tablas en todos los casos (par.a
más detalles, véa~e volumen U de la se-
rie Kasparuv analiza el ajedrez mo~­
Pero más tarde Karpov demostró, COll
éxito, que estos esquemas simétriCQll.
no son tan inofensivos para las negras
como a primera vista parecen. A conli-
nuación comentaré dos partidas clá!i-
cas contra jóvenes grandes maestros de
primera fila, en las que demostró una
sutil comprensión de estas "estériles"
posiciones.
La primera se disputó en un SUpct'-
torneo consagrado al centenario del
nacimiento de Alekhine (Moscú, O!D-
ño de 1992). Karpov sumó 3,5 de 7,
pero por su partida con Gata Ka~
el jurado (compuesto por Botvinnik.,
Lilienthal y Najdorf) le concedió e1
premio "a la mejor partida ganada .111
estilo de Alekhine".
Sin embargo, uno de los corDC9-
taristas de la partida, el gran maestll9
Mijail Krasenkow, objetó: "Para mí.1111
decisión es cuestionable. Desde lu~
en las partidas del primer campeéil
mundial ruso hay varios ejemplos C!ll
que el juego se traslada del flanco ele
dama al de rey. Pero aquí es a la inver-
sa: la lucha pasa del flanco de rey al
de dama. íEI estilo es el de Karpov!'".
589.
A. Karpov-G. Kamsky
Moscú 1992, 6ª ronda
Defensa Grünfeld (D79)
I d4 l:LJf6 2 c4 g6 3 l:LJf3 il..g7 4 g3 c6 5
il..g2 d5 6 cxd5 cxd5 7 l:LJc3 0-0 8 ~6e6
9 0-0 fllfd7 lO f4 fllc6 11 .te3
¿Qué deben jugar ahora las negras?

1891
En la partida Karpov-Timman (Memo-
rial Euwe, Amsterdam, 1987), después
de 11 ... /Odxe5 12 fxe5 f6 13 exf6 J::txf6
14 'i!l'd2 il.d7 15 '.Phi l:txfl+ 16 l:txfl
"ffe7 17 l:tdl! (una típica jugada de
Karpov, sobreprotegiendo al peón de
d4) 17 ... l:tc8 18 a3 (otra jugada profi-
láctica) 18 ... il.f6 19 .li.gl il.g5 20 'i!fel
~d8 21 e4! dxe4 22 'Wxe4, y las blancas
lograron una clara ventaja.
El juego de Timman probablemente
pueda mejorarse, pero después de
ll ... llldxe5, las negras no parece que
tengan una forma clara de igualar. Hay
que buscar otros caminos ...
ll ... lllb6?!
Kamsky sigue la primera partida del
match de Sevilla ( 1987). La facilidad
con que yo igualé en dicha partida dis-
puso a Gata en un estado de optimismo
mental. Pero no había profundizado
en las sutilezas de la posición. En rea-
lidad, el plan de desarrollo ejecutado
por las negras no es suficiente para la
igualdad y es mejor expulsar inmedia-
ramente al caballo con 11 ... f6 (partida
núm. 590).
12 il.f2 il.d7
Después de 12 ... f6, las negras tienen
que contar con 13 lllxc6 bxc6 14 e4!
Fue debido a la amenaza posicional
e2-e4, por lo que en la 3ª partida del
match de Sevilla preferí 12 ... llle7.
13 e4! llle7 14 4.:lxd7 'i!l'xd7 15 e5
las blancas han efectuado progresos,
pues el peón retrasado de e3 se en-
cuentra ahora en e5, con la consiguien-
re ventaja espacial.
ANATOLI XII
Por el momento, la posición es cerrada
y la fuerza de los dos alfiles no se hace
sentir. Pero las blancas tienen la pers-
pectiva de abrir el juego con el avance
de los peones del flanco de rey. Las
negras, por su parte, esperan lograr
contrajuego en el flanco de dama, pues
para prevenir el salto del caballo a c4
las blancas deberán jugar b3, en cuyo
caso las negras podrán presionar sobre
la columna c. También esperan que
la actividad blanca no conduzca a un
rápido desenlace, es decir, que el ata-
que a la bayoneta (con g3-g4, f4-f5) no
resulte mortal.
15 •.• l:tac8
Jugué 15 ... l:tfc8 (lo que no cambia
gran cosa, pues de todos modos las
negras piensan doblar torres en la
columna e) 16 l:tcl il.f8. Aquí Karpov
jugó con mucha cautela, 17 il.f3, y las
posibilidades se equilibraron: 17 ... J:c7
18 b3 l:tac8 19 'Wd2 ~c6 20 'Wb2 a6 21
il.e2 'We7. Pero inmediatamente des-
pués de la partida, muchos señalaron
la posibilidad de un enérgico plan con
g3-g4 y f4-f5!
16 l:tcl a6
Karpov recomendó 16 ... l:tc7, pero des-
pués de 17 b3 l:tfc8 18 'Wd2, las negras
aparte de la jugada programada 18 ...
a6 que conduce a una posición de la
partida, no tienen un plan claro.
Quizá deberían haber jugado 16 ...
lllc4 17 b3 llla3 18 'Wd2 l:tc7 19 'Wb2
lllb5, tratando de cambiar piezas, pero
incluso después de 20 4.:le2 las blancas
tienen una duradera ventaja gracias a
su mayor espacio y a los dos alfiles.
17 b3 lk7 18 'i!i'd2 l:tfc8 19 g4! .U8 20
'i!i'e3!
Karpov evita el mejor final después de
20 /Oe2 l:txcl 21 l:txcl l:txcl 22 lllxcl
lllc6 23 llld3, porque aspira a más. En
lugar de ello, opta por una importante
jugada profiláctica, reduciendo la efec-
tividad del contrajuego en la columna
c. Para la maniobra esencial del il.a3,
las negras deben bloquear esta colum-
na con su caballo. Entonces las blancas
447
Gary Kaspa1ov - Mis G~NIALES PREDECESORES
lo~n efectuar la ruptura f4-f5, y luego
reurar su caballo de c3 y Ja torre de la
columna e, sin alterar de ningún modo
la coordinación de las piezas.
20 ... lt:lc6 21 f5! .li.a3
Kamsky ejecuta de forma coherente su
plan, evitando una posible agudización
del juego con 21 ... exf5 22 gxf5 '!Wxf5
1891!
Diagrama de análisis
Las blancas disponen de muchas conti·
nuaciones tentadoras, y la mejor dista
de ser evidente. El peón de d5 está
minado: 23 lt:lxd5? lt:lxd5 24 Axd5 lt:lb4
25 l:txc7? IZ\xd5 y ganan. Karpov indicó
inicialmente 23 Ah3 'Wh5 24 i.xc8
.li.h6 25 Wh3 (dificilmente es mejor 25
't'Hg3 .i.xcl) 25 ... .txcl 26 't'Hxh5 gxh5
27 .llxb7, pero luego refutó su propia
recomendación en New in Chess con
27 ... .tb2! 28 .\lxc6? i.xc3, y ganan
(por consiguiente, sólo queda 28 lt:ldl
i.xd4, con igualdad).
Es más prometedor 23 lt:le2!?, otra idea
de Karpov. La inclusión del caballo
refuerza considerablemente el ataque.
Así, en caso de 23 ... 't'Hg4, entonces 24
~hl, con la amenaza i.h3, y si 23 ...
'+\l'h5 24 lt:lf4 "i!Yg4 25 'IPhl i.h6 permite
26 .tell IZ\e7 27 J:txc7 l:txc7 28 i.h3
'!Wg5 (28 ... .lll.Xf4 29 l:txf4 ffr'd l 30 l:tfl)
29 .ia5 l:tc6 30 '!Wel!, con la amenaza
31 i.xb6 :txb6 32 .ltd7 y '!Wa5, y eso no
es todo. Después de 30 ... .lll.f8, también
es posible 31 tLld3!, mientras que si
30 ... JJ..g7 31 Axb6 l:txb6, entonces 32
'+\l'a5 l:k6 33 '!Wd8+ i.f8 34 tt:lxd5 \tg7
35 IZ\f4 también es bueno.
22 l:tcdl IZ\b4
448
V
Una jugada natural, pero por un ins-
tante bloquea el camino del alfil al
flanco de rey. "Las piezas negras están
atropellándose unas a otras, factor que
explotarán las blancas" (Krasenkow).
23~6!
Es impreciso 23 ft:lbl, debido a 23-
IZ\c2! (Karpov), y el alfil de a3 consigue
regresar a su flanco "nativo".
23 ••• ffe8?!
Los saltos de caballo 23 ... ft:ld3?! 2!
li:lxd5! filxd5 25 l:Xd3, ó 23 ... lt:lc2 24
lt:le2 (Karpov) 24 ... .li.f8 25 Wh4 l{)M
26 a3 .lk2 27 lt:lf4 it:lc6 28 l:td3 no afi..
vian a las negras de sus dificultades.
Pero la casilla para la dama (que debe
proteger la casilla f8 y defender al ca-
ballo de b4) debería haberse elegido
con más cuidado: 23 ... ffr'e7! 24 li:lbl
i.b2, "aboliendo" 25 Wd2. Después de
25 i.h4 (si 25 a3 lt:lc2 26 l:td3 '!Wf8 !7
"i!Yd2, las negras deberían decidirse por
27 ... .txa3 28 tt:lxa3 "i!Yxa3 -el caballo
está perdido en caso de 28 ... tt:lxa3?
29 fxe6 fxe6 30 'iWa5 l:tc6 31 i.el fle1
32 i.b4- 29 :th3 '!Wf8, con la esperana
de que pase la tormenta) 25 ... '*l'ffi S
'Wd2 .lk2 (Karpov) 27 ffr'e3, o bien S
tff4 .!k2 (26 ... lt:lxa2? 27 fxe6 fxe6 ~
'ffd2) 27 a3, las posibilidades de bs
blancas son mejores, pero la torre die
c2 restringe sus impulsos atacantes.
1893
24 tt:lbl! il.b2
Ahora el alfil se olvidará para siempre
del camino de regreso.
25 '*l'd2! tt:lc2
 ANATOI.I XII

Después de 25 ... a5 26 a3! (26 '@'xb2?? 34 a3 llc2 35 'i!ff4 ii::ic6 36 .lth3! ILJd8
lk2 27 '+Wa3 l:txa2) 26 ... lllc2, Karpov 36 ... lle2 37 ILJc3!
habría capturado simplemente el peón,
27 '!Wxa5, y en caso de 26 ... lk2, habría 37 il.e3 b5
respondido 27 f:Ve l ! "i\Yb5 28 axb4! lle2 1894
29 'i+'xe2 "i!fxe2 30 bxa5 llld7 31 l:td2,
ganando el alfil extraviado.
Las piezas negras han penetrado pro-
fundamente en el campo blanco, pero
mejor sería 'que tuviesen en c2 una
torre. El caballo paraliza a sus propias
torres y eso deja a las blancas las manos
libres en el flanco de rey.
26..t>hl
•El contrajuego negro se para tempo-
ralmente, y Karpov, sin prisa (en su 38 l:t3f2!
mejor estilo) inicia la preparación de
acciones decisivas" (Krasenkow). Una decisión completamente inespe-
rada. Al ver que las negras tienen una
26 ••• 'f!ie7 27 ~gl llld7 28 ras "i\Yb4 posición sólida en el flanco de rey,
•Las negras impiden la maniobra l:th3 y Karpov encuentra un plan paradójico,
Wh6" (Karpov). que consiste en explotar la desesperada
posición del alfil de b2, abriendo un
29 'f!ih6! '@'f8 30 'f!Jg5! 'f!Jg7 segundo frente en el lugar en que más
La dama blanca ha superado a la ne- piezas negras se encuentran apiñadas:
gra, atrayéndola a la casilla g7. Era más el flanco de dama. Tras el cambio de to-
tenaz 30 ... '@'d8 31 'i!t'd2 'f!Je7, vigilando rres -¡las únicas piezas del rival con ca-
ambas rutas, aunque después de 32 . pacidad de combate!-, la dama blanca
:dfl !, lo más probable es que las blan- irrumpe en la posición enemiga por la
cas hayan dado a su rival motivos para columna e, mientras la dama contraria
lamentarse de su error en la jugada 23. está empantanada en el flanco de rey.
:Sl 1!i'd2! 38 ••• b4 39 axb4 axb4 40 llxe2 l:txc2 41
l:tf2! llxf2 42 'f!Jxf2 ~a3
:Una impresionante dama-péndulo!
Las negras están atadas, sus piezas me- En caso de 42 ... Ac3 43 f6 'i!t'IB 44 'lWc2,
aores irremediablemente atascadas, y las negras deben entrar en un final des-
bs blancas pueden continuar prepa- esperado con peón menos (Karpov), ya
nndo su ataque decisivo. que 44 ... il.el incluso es peor, debido a
45 'f!Jc7 'i!t'e8 46 Afl ILJIB 47 'lWe7! 't't'd7
:Sl ••• b6 32 lldfl a5 33 h4 48 Ah6! "¡Un divertido remate! Pero
_.\menazando un posible avance h4-h5- en a3, el alfil está completamente fuera
é6. dejuego" (Krasenkow).
33 •.. ii::ib4 43 'iWc2 ILJxe5?!
Esto pierde por fuer1.a. 43 ... 1Llb8 ha-
l!Oamsky se ha asegurado, no obstante,
b. penetración de su torre por c2 (34 bría permitido a las negras evitar pérdi-
Wxb2? .!k2), pero entretanto las blan- das inmediatas, aunque, por supuesto,
czs han progresado en el otro sector
tras 44 f6 f:VIB 45 Afl (Krasenkow) ó 45
'Lld2, seguido de ILJf3 y ~fl (Kárpov),
dd tablero, y esta actividad de su rival
no podrían seguir resistiendo.
-.a. no resulta peligrosa para sus intere-
"'5 (¡al final incluso llevará agua a su 44 dxe5 "i!fxe5 45 '!Wc8! "i!fe4+ 46 ~g2
:molino!). '!Wxbl+ 47 <;i;>h2 .ltb2 48 °iixd8+ 'it>g7

449
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
Aquí Karpov corona su obra maestra
estratégica con un bonito ataque de
mate.
1895
49 f6+! i<.xf6 50 J<.h6+! Wxh6 51 'Wxf6
'Wc2 52 g5+ wh5 53 '>t>g3!
Este tipo de trama sucede más a menu-
do en los estudios. Aún no era demasia-
do tarde para equivocarse con 53 'it>h3?
'Wf5+.
53 ••• -Wc7+ 54 '>t>h3
Las negras se rindieron. El mate es
inevitable.
En 1993, cuando Short y yo "dimos
un portazo" y, contra todas las expecta·
tivas, Karpov regresó al trono, la FIDE
decidió plantear a su campeón un nue-
vo examen, obligándolo a participar en
el nuevo ciclo con un match semifinal a
diez partidas. Este match tuvo lugar en
febrero de 1995 en la ciudad india de
Sanghi Nagar.
El oponente de Karpov era el gran
maestro Boris Gelfand, de 26 años,
otra brillante estrella de fines de los
ochenta comienzos de los noventa,
perfectamente equiparable a Anand e
lvanchuk. En una entrevista después de
mi quinto match con Karpov (1990),
incluso había aventurado la opinión de
que en el siguiente ciclo clasificatorio
el oponente más peligroso para el ex-
campeón sería precisamente Gelfand.
Sin embargo, resultó que se encontra-
ron tres años más tarde, después de
que Boris hubiese ganado su segundo
Torneo lnterzonal (1993), y derrotado
luego a Adams y Kramnik en sendos
encuentros.
450
V
Gelfand debe haber depositado
grandes esperanzas en el match de se-
mifinales. De su parte estaba una difc..
renda de 17 años de edad que, en visa.
de las difíciles condiciones climátiGi!S
de la India ...
Después de dos tablas de comienzo.
tomó la delantera, al ganar la tercea
partida, en una Defensa Caro-Kan.a
con 3 e5, una variante con la que K;¡j.
pov siempre había matenido difícila
relaciones.
Pero en la siguiente partida, la c~
ta, Karpov recuperó el terreno perdido
en su favorita Grünfeld "simétrica". Ea
esta ocasión la lucha fue más complia-
da y de doble filo que en su encuentrO
con Kamsky.
590.
A. Karpov-B. Gelfand
Sanghi Nagar 1995
Semifinal de Candidatos FTDE, 4ª partida
Defensa Grünfeld (D79)
1 d4 iüf6 2 c4 g6 3 g3 c6 4 .1'.g2 d.5 i
cxd5 cxd5 6 ILJf3 iig7 7 ILJe5 0-0 8 ~
e6
En Linares 1991, Gelfand eligió con!DI
Karpov 8 ... J<.5 9 0-0 ILJe4, y despui's
de 10 i<.e3?! (en la partida con fuJF..
chnoi, mencionada al comienzo de
esta sección, Petrosian jugó más am..
vamente 10 i>.f4) 10 ... ILJxc3 11 bxd
ILJc6, las blancas no lograron ningw:m
ventaja pero acabaron ganando el fimil.
de dobles torres al que pronto se llegó.
Es curioso que en este mismo esque!Bll
Fischer ganase con negras un final si-
milar a Geller, (in terzona) de Palma de
Mallorca 1970).
9 0-0 ILJfd7 1O f4 ILJc6 11 iie3 f6
La continuación principal ( I I _
ILJb6?!-véase partida núm. 589).
12 lt:\f3
La cuarta partida del match Karpov-li-
mman (Kuala Lumpur 1990) siguió a!i
12 ILJd3 ( 12 ILJxc6 bxc6, con igualdad,
Giorgadze-Juzman, Uzhgorod 1987)

12 ... /Ob6 13 b3 WJe7?! 14 a4 il.d7 15
il.cl ! l:tfd8 16 e3 il.c8 17 il.a3 "l!i'f7 18
lle 1 il.f8 19 il.xf8 WJxf8 20 g4!, con ini-
ciativa de las blancas, pero luego las ne-
gras mejoraron su juego: 13 ... il.d7 14
i<.f2 'f!/e715 lkl l:tad8 16 lk2 il.e8, con
igualdad (Karpov-Timman, Holanda/
Indonesia 1993, match, 12•).
12 ••• /Ob6
12 ... f513 IOe5 IOb6 14 b3 il.d715 \'Wd3
/Oc8 16 il.cl ! condujo a alguna ventaja
de las blancas (Kasparov-Topalov, León
1998 /ajedrez avanzado/ match, 2ª).
13 il.f2
También se ha ensayado 13 b3 il.d7 14
.i.c 1 f5 15 il.a3 (Bologan-Lékó, Dort-
mund 2004).
1896
13 .•• il.d7
l."na novedad, aunque es más preciso
13 ... f5 (impidiendo e2-e4) 14 /Oe5
.J.d7, y las negras han logrado extin-
guir la ligera iniciativa de su oponente:
15 fi'd2 /0c8 16 WJe3 Wh8 17 l:tfd l /Od6
18 b3 lk8 19 l:tacl il.e8 20 il.e 1 il.f6
(Karpov-Kasparov, Londres-Lenin-
grado 1986, match, 13"); 15 l:tcl Wle7
{Bareev-Lékó, Sarajevo 1999), o bien
15 g4 Wle7 16 gx15 gx15 17 whl ~h8
IS tt'd3 il.f6 19 Wlh3 l:tg8, seguido de
::g7y l:tag8 (Bologan-Lékó, Dorunund
/rápidas/ 2004).
Sn embargo, un juego así es el que
GXl\iene precisamente al estilo de Kar-
poo-. que puede reforzar gradualmente
• posición, creando debilidades en
c:zmpo enemigo y maniobrar a la espe-
:z de alguna acción imprudente.
ANATOLI XII
14 e4 dxe4 15 /0xe4 /0d5
Al haberse asegurado el control de la
casilla d5, Gelfand posiblemente es-
peraba explotar la debilidad del peón
aislado de d4. Pero los defectos de la
posición negra también son evidentes:
un débil peón en e6 y un alfil pasivo en
g7, difícil de activar, puesto que el avan-
ce f6..f5 debilitaría la casilla e5.
16 l:!.el
16 /0c5 b617 IOxd7 WJxd7 es desfavora-
ble a las blancas (Ftacnik).
16 •.• b6 17 /0c31
Ahora que la perspectiva de llegar a c5
ha desaparecido, el caballo no pinta
nada en e4 y su regreso a c3 es perfec-
tamente lógico: ¡la lucha por la casilla
d5!
Es dudoso que sea mejor la tentativa de
presionar de inmediato sobre el peón
de e6 con 17 il.h3, ya que las negras
defienden su debilidad sin problemas:
17 ... W/c7 18 l:!.cl l:tac8 19 /Oc3 'iWd6.
Pero en combinación con la presión
sobre d5, esta amenaza será desagra-
dable, puesto que no es fácil para las
negras maniobrar en su restringido
espacio.
17 •.. /Oee7 18 'iWl>3
18 il.h3 /Oc7 (Karpov).
18 ••• a5
Ahora, después de la natural 18 ...
l:tc8, era bueno 19 il.h3! Por ejemplo:
19 ... l:tc6 (o bien 19 ... f5 20 t¿jg5 l:tc6
21 il.g2) 20 l:tacl (Ftacnik). Como no
quiere permitir que la dama permanez-
ca en b3, Gelfand decide debilitar su
estructura de peones.
19 a3
A Karpov nunca le ha gustado debi-
litar sus peones sin necesidad. Aquí
impide el avance a5-a4-a3, aunque tras
19 il.h3!? a4 20 "l!i'c2 "l!i'c8 (Ftacnik) 21
"l!i'e2 a3 22 /Oxd5 /Oxd5 23 l'lacl 'iWe8
24 b3, los problemas de las negras
quedarían sin resolver: 24 ... f5 25 il.g2
451
Gary Kasparov - Mis GENIAl.F.S PREDECESORES
l:tc8 26 llxc8 'l\Wxc8 27 llle5, y si 24 ...
llc8, entonces no 25 llxc8 'l\Wxc8 26
..txe6+ ..txe6 27 '!Wxe6+ '!Wxe6 28 llxe6
llc8, con contrajuego, sino 25 llc4!,
manteniendo la presión.
19 .•• a4 20 °i!fdl
Si 20 Wa2 lllxc3 21 bxc3 b5, (con igual-
dad (Karpov), 22 llld2 llc8 23 llle4,
las posibilidades están del lado de las
blancas, pero después de 20 ... l:tc8 21
l:tacl llc6 (Ftacnik) 22 llld2 ..te8, las
negras consiguen defender sus peones
débiles: 23 lllc4 ..tf7, y si 23 lllxd5 exd5
24 b3 (una tentativa por explotar la
debilidad de b6), entonces es posible
24 ... llxcl 25 l:txcl g5, con contrajuc-
go en el flanco de rey.
20 ••• lllc7
Gelfand reemplaza el caballo de blo-
queo: el de e7 irá a d5, de modo que
el otro puede defender el peón de e6
desde c7. Defender este peón con la
dama da ventaja a las blancas: 20 ...
Wb8 21 i.h3 \'fd6 22 llle4 Wc6 23 lkl
"+l!'b5 24 llc2 lllf5 25 /llc3! (la lucha gira
en torno a la casilla d5) 25 ... 'Wc6 26
lllxd5 °f!Vxd5 27 i.g2 1'Vd6 28 llld2, pre-
parando una ruptura en el centro.
La jugada 20 ... lllc7 no es criticable,
pues las negras conservan un juego
aceptable. Pero es instructivo obsenar
cómo Karpov busca recursos manio-
brando en las casillas cen tralcs.
21 llcl llled5 22 llld2! lle8
Después de 22 ... b5, el caballo toma
una ruta diferente con 23 lllde4.
23 llle4! ..tf8
189i
452
V
24 llle4
Inesperadamente, Karpov cambia de
plan. Como no considera útil cambiar
su caballo de c3, por el momento deja
de asediar la casilla d5. Aun así, la lógi-
ca intensificación de su asedio con 24
llle3 habría planteado los problemas
más serios a las negras: 24 ... ..tc6? ! 25
lllxd5! ..txd5 26 lllxd5 lllxd5 27 'Wc2!
(más fuerte que la recomendación
de Karpov, 27 lk6), con una evidente
ven taja, o bien 24 ... lllxc3 25 llxc3 lla7
(antiestético, pero a la recomendación
de Ftacnik, 25 ... llc8, sigue 26 ffc2, y
no es fácil para las negras organii.ar a
sus piei.as) 26 h4, con iniciativa de las
blancas.
En la partida, por el contrario, el
hecho de que siguen conservando el
punto fuerte de d5 permite a las negras
ofrecer una sólida defensa. Pero, por
otro lado, con un mayor número de
piei.as sobre el tablero, Gelfand tiene
que resolver problemas más difíciles..
Al final, la idea de Karpov resultó jus-
tificada, puesto que en las maniobras
que siguen las negras no actuaron dd
modo más apropiado.
24 ••. il.b5 25 lle2! ..te7 26 llec2 llb8
Se amenazaba lllxb6.
27 'fll'd2 llf8?!
Las negras inician lo que parece ser un
buen reagrupamiento: la torre desaloja
una casilla para el caballo, que se dirige
a g7, a fin de cubrir al rey y dificulw-
el posible avance del peón h. Pero ~
plan tiene un claro inconveniente: que
debilita el control de las negras de d5..
El deseo de Gelfand de mover su caba-
llo de c7, donde puede caer bajo UI!
ataque de. rayos X por parte de las ur
rres blancas, es comprensible, pero ai
mi opinión era claramente preferib!.e
27 ... °iifd7. Después de 28 h4, podra
haber respondido tanto 28 ... l:tecS 2!I
h5 llle8 30 hxg6 hxg6 31 llle3 i..c6..
como 28 ... h5. Es decir que, gracia
a su control de d5, las negras podía
de todos modos contar con un juego
normal.

28 h4! li:le8?1
Consecuente, aunque de nuevo era
mejor 28 ... fid7, ¡a pesar de la pérdida
de un tiempo!
29 li:le3 li:lg7
1898
30 li:lc3!
Retomo al ataque del punto d5. Tam-
bién merece seria consideración un
sacrificio de calidad: 30 li:lxd5!? exd5
31 li:lc3 11.c4 (después de la jugada de
ftacnik, 31 ... 11.c6, las blancas dispo-
nen de la fuerte réplica 32 fie2!, y es
dificil que las negras puedan conselv.lr
sus peones de a4 y d5) 32 li:lxa4 11.b3
33 li:lc3 (Karpov), y si 33 ... 11.xc2, en-
9:>nces 34 .l:txc2! En cualquier caso, las
Naneas tomarán el peón de d5, con
oacelente compensación. ¡Pero Karpov
quiere conseguir más!
31 ... li:lxc3
las negras se ven obligadas a abando-
SU" su punto fuerte. En caso de 30 ...
~ 31 li:lcxd5 11.xd5 32 li:lxd5 exd5 33
•d3 b5 34 'fff3 (Ftacnik), habrían per-
Cido un peón muy importante.
JI :Xe3g5!?
..Y comprender que una tranquila evo-
lmción de los acontecimientos no le be-
IKficia en nada, Gelfand decide abrir
djuego en el flanco de rey.
3!bxg5
.!hora la peligrosa ruptura 32 d5!? se
paba con 32 ... gxf4 33 gxf4 Wh8, y el
ákhilitamiento del rey blanco concede
C11Dtrajuego a las negras.
ANATOLI XII
32 .•• fxg5 33 li:lg4 gxf4 34 gxf4 11.d6?!
Ftacnik recomendaba atacar de otra
forma al peón de f4, con 34 ... li:lh5!?,
que habría planteado mayores proble-
mas a las blancas.
1899
Diagrama de análisis
Por ejemplo: 35 f!:i!? exf5 36 \'fh6! (pe-
ro no 36 li:lh6+ ..t.>g7 37 .l:tc7 ..t.>g6!, y las
blancas no tienen más que tablas tras
38 li:lg4 fxg4 39 11.e4+ ..t.>17 40 'Wh6 li:lf6
41 .ltxh7 .l:th8 42 '+'Hg6+) parece muy
prometedor. Jueguen lo que jueguen
las negras, las cosas son difíciles para
su causa:
l) 36 ... li:lg7 37 li:le5 .l:tf6 (después de
3 7 ... Ag5, existe la fuerte réplica 38
.ltd5+ ! 'i!t'xd5 39 'ilfxg5 'fH d6 40 .l:tc7
'+'Hf6 41 '+'Hg2 ..t.>h8 42 11.h4 'i!fh6 43 11.g5
'Wd6 44 .ltf4 Wf6 45 .l:t!7, ganando) 38
'Wh I! (el alfil apunta a d5, y la torre a
h3) 38 ... ..t.>h8 39 .l:th3 h5 (39 ... '+'Hg8 40
.lth4) 40 .l:txh5+ li:lxh5 41 '+'Hxh5+ Wg8
42 '+'Hg5+ @!8 43 .l:tc3, etc.
2) 36 ... fxg4 37 'f9xh5 .lte8 (37 ... Ag5
38 .l:tc7 11.d3 39 tlfxg4 11.g6 40 lHc6,
y las negras no pueden resistir; una
de las amenazas es 41 l:txg6+ hxg6 42
'+'He6+ 'i!<h8 43 '+'Hh3+) 381'fxg4+ ..t.>h8 39
11.g3 11.d6 40 l:!.c7! .ltg6 41 .l:td7, y hay
que entregar la dama: 41 ... 11.xg3 42
l:!.xd8 .ltf2+ 43 ..t.>h l l:!.bxd8 44 d5. Las
blancas tienen una evidente ventaja,
pero la lucha sigue.
La mejor defensa después de 35 15 es
sacrificar la dama de distinta forma:
35 ... 11.g5! 36 11.e3 l:xf5 37 .bg5 .l:txg5
38 .l:tc8 l:!.xg4 39 .l:txd8+ .l:txd8 40 'ilfh6
li:lf4 41 ..t.>h l lll8 42 .lte4 IOg6, y aquí las
posibilidades de ganar de las blancas
no son tan grandes.
453
Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES
Sin embargo, antes que lajugada tipo
Tal, 35 f5, Karpov probablemente se
hubiese inclinado por 35 J:l:f3 (Ftacnik)
35 ... il.d6 36 /Lih6+ wg7 37 f5, con ata-
que, o bien 35 ... 1Llf6 361Llh6+ (361Lle5
es más flojo: 36 ... 1Lle4 37 'i!fe3 1Llxf2
38 J:l:xf2 il.h4 39 J:l:f3 l:l:b7! y J:!g7) 36 ...
Wh8 37 We3, con evidente ventaja en
caso de 37 ... Ad7 38 We5 J:l:c8 39 J:l:xc8
Wxc8 40 J:l:c3 'i!fe8 41 J:!c7. El sacrificio
de peón 37 ... il.d6 38 'l!i'xe6 'i!fd7 no da
a las negras un contrajuego satisfacto-
rio: 39 f5 l:l:be8 40 'i!fxd7 il.xd7 41 il.g3
il.xg3 42 lhg3.
35 l:tf3! il.e8
Las negras ni siquiera tratan de ex-
plotar la columna g con 35 ..• wh8.
Ciertamente, después de la temática
36 d5! (36 /Lie5 1Llf5 37 d5 es más flojo
a causa de 37 ... 'i!ff6!, pero no 37 ...
il.xe5 38 fxe5 'i!fxd5 39 \'fxd5 exd5 40
il.h3 il.d7 41 J:l:c7 il.e6 42 J:k6 il.d7 43
l:tf6 J:!xf6 44 exf6 l:l:g8+ 45 wh2 l:l:g5 46
il.e3 l:th5 47 @gl y il.g4!) 36 ... exd5 37
f5, las amenazas blancas pronto suben
de intensidad.
El objetivo de 35 ... il.e8 es evidente:
apoderarse de la iniciativa después de
36 d5? il.h5 37 il.h3 e5.
36 1Lle5 /Lif5
Las negras tienen que hacer algo para
oponerse al avance d4<l5, pero ¿qué?
Después de 36 ... il.xe5 37 fxe5 J:txf3
38 il.xf3, su posición es dificil. Si 38 ...
il.h5, entonces lo correcto es 39 il.g2!
(la recomendación de Ftacnik, 39 if.c6,
con idea de 39 ... b5 40 d5 exd5 41
il.a7!, es dudosa, en vista de 39 ... Wh8!
40 il.xa4 1Llf5).
1900
454
V
37d5!
La ruptura decisiva en esta casilla an-
taño fortificada. La posición se abre a
favor de las blancas.
37 ••• il.xe5
37 ... exd5 38 'i!fxd5+ no es mejor.
38 fxe5J:l:b7
Después de 38 ... exd5 (38 ... 'l!i'xd5?
39 l:tg3+), Karpov indicó 39 e6. Pero
también es posible 39 :i:i:f4!? (la jugada
de Ftacnik 39 J:l:d3 es confusa en vista
de 39 ... d4, y ahora 40 il.xd4?! il.b5 es
malo para las blancas) 39 ... d4 (39 ·-
1Lle7 40 l:txf8+ Wxf8 41 il.h4 Ftacnik)
40 il.xd4 1Llxd4 41 l:txd4 We7 42 e6.
pero aún es más fuerte 40 :i:i:n ! Ahora.
si 40 ... 'i!fg5, las blancas ganan con 41
il.h4 'i!fg6 42 Wh2; en caso de 40 ... il.ro
41 il.h4 'i!fd7, con la jugada de desvia-
ción 42 e6!, y si 42 ... Wxe6, la dama
negra ya no defiende al peón de d4: 43
l:tg4+ wh8 44 J:txf5, o bien 43 ... 1Llg7 44
'Wxd4 'ili'd7 45 il.d5+ ~h8 46 il.f6.
Puede parecer que la maniobra de la
torre a g7 concede algunas posibilida-
des a las negras, pero Karpov demues-
tra de forma convincente que es sólo
una ilusión.
39wh21 :i:i:g7
39 ... exd5 40 J:l:f4! J:!d7 41 :n, etc.
40 il.h3 Ah5
Después de 40 ... il.g6, no sólo 41 dO
(Ftacnik) es fuerte, sino también 41
l:tc6!, y la posición negra no es enü-
diable.
41 J:l:f4 wh8?!
Aun así, 41 ... Ag6 habría ofrecido ~
jores posibilidades prácticas a pesar de
42 d6 (Karpov) ó 42 J:l:c6!
42 il.xf5!
Aquí las blancas no tienen que preoe&-
parse por desprenderse del principal
defensor de su rey, porque ganan C2--
lidad y las amena7.as negras se panm.
fácilmente.

42 ••• exf5
42 ... llxf5 43 il.h4!
43 il.h4 "i'!Ve8
43 ... "i'!Vb8 44 d6!
44 il.f6 il.g4 45 il.xg7+ <llxg7 46 :C:c7+
whS 47 e6!
Permitiendo al oponente, por fin, lle·
'-ar al rey hacia el cenero, pero...
47 ••• "tfh5+ 48 'i!;>gl 'i'fg5 49 @f2! "i'!Vh4+
50@e3
Las negras se rindieron. Los peones
pasados blancos son absolutamente
imparables.
Esta monumental partida ejerció
una influencia decisiva sobre el ulterior
curso del match. Al ganar en buen esti-
lo, Karpov no sólo niveló el resultado,
sino que también minó la creencia de
Gelfand en su éxito. Tras unas tablas en
b quinta partida, Boris perdió la sexta,
~después también la séptima, con blan-
as, en una Defensa India de Dama.
Cuando selló su 61 ªjugada, seguía con-
sen-ando esperanzas de salvarse, en un
finales de alfiles muy interesante, pero
a i la reanudación cometió un imper-
crptible error (ya en la jugada 63), y
bpov creó ¡un auténtico estudio! Más
mde diría: "Esta posición aplazada fue
la más complicada de mi carrera".
Tras unas tablas en la octava partida,
"!' oue'-a victoria en la novena, Karpov
pió el match, con antelación al pro-
~a, y por el contunderite resultado
dr 6-3. Ahora debía afrontar la final
mu Gata Kamsky, quien había aplasta-
¡¡, a Valeri Salov en la otra semifinal...
O torneo de su vida
•.\1 hablar del resurgir de Karpov,
tc5 su regreso al crono de la FIDE,
llldo el mundo recuerda su fenomenal
.mnfo en Linares 1994. Sin embargo,
mries de describir su actuación en di-
óo torneo, conviene mencionar que
- menos importante fue para él, en
C: plano creativo, el torneo de Biel en
ANATOLI XII
1992, que tuvo lugar eres meses antes
de su fallido encuencro con Short. Ya
hemos visto una partida del evento
(partida núm. 585), pero he aquí otro
asombroso ejemplo.
591.
A. Karpov-A. Beliavi;ky
Biel 1992, 5ª ronda
Apertura Española (C95)
1 e4
En la década de los noventa, Karpov
volvería a "sacar por la derecha" aun-
que sólo contra determinados oponen-
tes. Así, en este caso probablemente
tuvo en cuenta la predilección de
Beliavsky por la Variante Breyer, que
él mismo jugaba con gusto con ambos
colores.
1 ••• e5 2 ll\f3 llle6 3 io.b5 a6 4 il.a4 ll\f6
5 0-0 Jl.e7 6 :C:el b5 7 il.b3 d6 8 e3 0-0 9
h3 ll\b8 1o d4
10 d3 (partida núm. 540).
10 •.• ll\bd7 11 lllbd2 il.b7 12 il.e2 :C:e8
13 a4
Esta jugada, que se vio por primera
vez en una partida de 1964 entre dos
maestros moscovitas, se hizo interna-
cionalmente conocida sólo nueve años
después (véase comentario siguiente).
Pero su popularidad fue en aumento
en 1988, aunque la línea principal
siguió siendo 13 llln (13 b4 -partida
núm. 559) 13 ... il.f8 14 lllg3 (partida
núm. 489).
13 ••• il.f8
La partida Keres-Reshevsky (Interzonal
de Petrópolis 1973) siguió así: 13 ... c5
14 ll\n (es más fuerte 14 d5!) 14 ... il.f8
(14 ... d5!?) 15 lllg3 g6 16 b3 il.g7 17
dxe5, con rápidas tablas, pero después
de 17 d5!, a las negras les esperaría la
tradicional "tortura española".
14 il.d3
Esperando restringir las acciones del
oponente presionando el peón de b5.
455
Cary Ka•parov - MIS GENIAi.ES PREDECESORES V
1901
14 ••• c6
La posición del alfil en d3 concede a las
negras la posibilidad de un avance libe-
rador en el centro con 14 ... b4 15 a5
d5!? 16 exd5 exd4 17 llxe8 ft'xe8 18 c4
lLJc5 (Jalifman-Beliavsky, Leningrado
1990). La partida Haznedaroglu-Short
(lzmir 2004) confirmó que esta conti-
nuación es perfectamente jugable para
las negras: 19 lilb3 lilxd3 20 Wxd3 c6
21 dxc6 'i!l'xc6 22 lilbxd4 Wic7, con sufi-
ciente contrajuego por el peón.
Otra versión del sacrificio de peón,
14 ... exd4 15 cxd4 c5 (Spassky-Karpov,
Tilburg 1983) no se ha confirmado en
el ajedrez de torneo.
15 b3
Después de la estándar 15 lilfl, Belia-
vsky resolvió con éxito sus problemas
de apertura en dos ocasiones, con 15 ...
d5 16 il.g5 dxe4 17 llxe4 il.e7, contra
Balashov (56° Campeonato de la URSS,
Odesa 1989) y Anand (Linares 1992).
15 ••• g6
Aquí, 15 ... d5?! conduce a la pérdida
de un peón tras 16 exd5. Por ejemplo:
16 ... lllxd5 17 dxe5 lilc5 ( 17 ... lilxc3?
18 °i!Uc2) 18 'i!l'c2 lllxd3 19 'Wxd3 b4
(19 ... lilf4 20 'i!l'ffi) 20 c4 lilc3 21 "i!Uc2!
c5 22 il.b2, etc.
16 'Wc2 ..li.g7
Es interesante 16 ... llc8!? Por ejemplo:
17 il.b2 lilh5 (es demasiado pronto pa-
rn 17 ... exd4?! 18 cxd4 d5 19 e5 lilh5,
debido a 20 e6! llxe6 21 llxe6 fxe6 22
..li.xg6 hxg6 23 "tll'xg6+ lilg7 24 lilg5 lilf6
456
25 "tll'f7+ y \Wxb7) 18 il.fl exd4! 19 cxd4
( 19 lilxd4 il.g7 20 lLJ4f3, con juego
igualado) 19 ... d5, y tras 20 e5 b4!, las
negras incluso se apoderan de la inicia-
tiva (Bezgodov-Balashov, Perm 1997).
17 il.b2 lilh5 18 il.fl \Wb6
Hasta ahora, ambos bandos han estado
maniobrando de acuerdo a las pres-
cripciones del momento.
19b4!
Parece que Karpov tenía in mente esca
novedad al jugar 1 e4. Las blancas ga-
nan espacio en el flanco de dama, pre-
paran c3-c4 y, sobre todo, restringen
la actividad de su rival. Es, por tanto.
una decisión característica de Ka~
quien en casi cada partida era capaz de
lograr una disposición tal de las piezas
que le permitiesen restringir las posi--
bilidades de su oponente y, al mismo
tiempo, reforzar su propia posición sin
apresuramientos.
19 •.• lilf4 20 dxe5
Era posible mantener la tensión con 20
lilb3 llac8 21 lladl lile6 22 lila5 il.a8 2S
°i!fb3 llcd8 24 "ifa2 (A. Sokolov-Notkin.
Elislá 1994), pero Karpov prefiere cla-
rificar la situación. La clave se revclri
un poco más tarde.
20 •.. li\xe5
Si 20 ... dxe5 21 c4 (Karpov) 21 ... bxat.
entonces 22 c5 'i!l'xb4 23 il.a3 'Wa5 2-!
lilc4 W/c7 25 lild6 es bueno para las
blancas, o bien 22 "tll'xa4, y es difícil pa-
ralas negras impedir que las blancas lzl
sometan a un férreo control: 22 ... a5"

no daría resultado en vista de 23 bxa5!
1lfxb2 24 l:teb 11Wc3 25 i:tc 1!
21 lllxe5 dxe5
Las negras se ven obligadas a encerrar
su alfil ya que no logran igualar des-
pués de 21 ....be5 22 lllf3 (22 c4!?)
22 ... iJ..g7231!\'d2 (Karpov).
22c4
_.\ diferencia de su colega rival, el al-
fil _de b2 se activa, y las negras se ven
obligadas a resolver algunos diffcilcs
problemas estratégicos.
22 •.. llad8
.-\cúvar el alfil de b7 con 22 ... c5 es des-
fa..orable por 23 cxb5! cxb4 24 a5 'iWf6
25 b6. Beliavsky está preocupado por
b. incierta situación de sus peones en
d flanco de dama y provoca c4-<:5 para
estabilizar su estructura.
1903
!3ub5!
~ués de 23 c5 Wc7 24 lllb3 iJ..c8, las
serían más fáciles para las negras
IEll5aS
¡pe en la parúda. Karpov trata de con-
~r más explotando la debilidad del
¡peón de b5.
!S-axb5?!
ltlpttando encontrar trabajo para el al-
li: ~ la diagonal c8-h3, esperanza que
- está llamada a realizarse. Era más
~ 23 ... cxb5!, abriendo la gran
~mal para el alfil y acúvando eljue-
p. En este caso, jugar contra la debili-
lli:;d de b5, tras 24 cxb5 axb5, ofrecería
•my poca cosa a las blancas. Karpov
ll!Dlmendó 24 g3 llle6 25 c5, o bien de
ANATOLI XII
inmediato 24 c5! '!!í'f6 25 lle3, aunque
es más preciso 25 lla3; y si 24 ... 'i!fe6,
entonces 25 lllf3!, inhibiendo f7-f5
(25 ... 15? 26 lllg5 'f!/e7 27 f:l'b3+ llle6
28 c6) y manteniendo la iniciativa tras
25 ... h6 26 lla3.
24 lla5!
Ahora las negras no tienen úempo de
pensar acerca del futuro de su alfil de
b7.
24 ... iJ..f8
Después de 24 ... bxc4 25 lllxc4 '!!í'c7
(25 ... 'iWxb4?! 26 llbl!), Karpov sugirió
26 g3, con el dictamen"±", consideran-
do, por lo visto, que 26 ... llle6 pierde
sencillamente un peón: 27 il.xe5 il.xe5
28 llxe5. Sin embargo, después de 28 ...
c5 29 bxc5 llld4 (es más agudo 29 ... f6
30 llxe6! llxe6 31 'i1Hb3, y ahora 31 ...
il.d5? 32 lle3 l:tb8 33 'i1Ha2 lla8 34 exd5!
llxa2 35 dxe6 'i1He7 36 c6! es malo para
las negras, pero 31 ... wg7! 32 llld6, y
con el contrasacrificio de calidad pue-
den obtener el mismo final con cuatro
peones contra tres en un mismo flan-
co) 30 l:txe8+ llxe8 31 'i!Vd3 Wxc5 32
llld2 lld8 33 We3 llle6, no es fácil para
las blancas imponer su peón extra.
Por tanto, es preferible 26 'fil'b3!, elabo-
rando la iniciaúva. Por ejemplo: 26 ...
iJ..c8 27 %1'.eal il.e6 28 We3 f6 29 lla7
'i!Vb8 30 llla5!? (también es interesan-
te 30 lllxe5!? fxe5 31 llxg7+ wxg7 32
'i!Vxf4 iJ..f7 33 lla5, o bien 30 ... lllxh3+
31 gxh3 fxe5 32 Wc5) 30 ... Wxb4 31
il.c3 'f!l'f8 32 lllxc6 lld7 33 llxd7 iJ..xd7
34 il.b4 f!ifl 35 lla7.
25il.c3!
Pero no 25 c5? iJ..xc5.
25 ... llle6!
En esta jugada depositaban las negras
sus esperanzas. Capturar en c4 signifi-
carla perder el peón de e5 sin compen-
sación.
457
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
1904
261Llf3!
Si 26 cxb5, entonces 26 ... 1Lld4!, ini-
ciando un juego activo en el centro a
costa de un peón. Es cierto que des-
pués de 27 ..txd4, tanto 27 ... \ll'xd4
28 1Llf3! "l!t"xb4 29 .i:ta7 .l:te7 30 .l:tbl !
\lfd6 31 b6, como 27 ... .l:txd4 28 1Llc4
\lfd8 (28 ... Wc7 29 b6 Wb8 30 \lfc3)
29 bxc6 .ltxb4 30 cxb7 (Karpov) serían
insuficientes para las negras. Pero 27 ...
exd4! 28 1Llc4 d3! 29 Wxd3! conduciría
por fuerza a uno de estos dos finales en
los que las negras conservan posibilida-
des reales de salvar la partida:
1) 29 ... itxd3 30 1Llxb6 .ltxb4 31 .l:ta7!
(Karpov) 31 ... l1a3 32 .l:txa3 Áxa3 33
1Llc4 ..tc5 34 .l:tcl cxb5 35 1Lla5 l1c8 36
1Llxb7 .ltxf2+ 37 @xf2 .l:txcl 38 ..txb5.
2) 29 ... \lfxa5 30 bxa5 itxd3 31 .ltxd3
cxb5 32 1Llb6 ..tb4 33 ltal .ltc3 34 .l:ta2
.l:te6 35 1Lld5 Áxd5 36 exd5 .l:ta6 37 d6!
1txd6 38 .ltxb5 .l:tdl+ 39 li>h2 J:l.al 40
.l:txal .ltxal 41 a6 .ltd4, etc.
Karpov descubrió una posibilidad
más interesante que implicaba el plan
estratégico de encerrar al alfil de b7 y
explotar su ventaja espacial. Al mismo
tiempo, las negras incluso consiguen
un peón pasado en el centro, apoyado
por la torre de d8, activándose además
la de e8. Pero Karpov calculó que la
actividad de las piezas negras sería tem-
poral, mientras que la actividad blanca,
en vista de la amenaza de a\".lnzar el
peón e y abrir la posición del rey negro,
sería mucho más duradera y peligrosa.
26 ... 1Lld4 27 ..txd4 exd4 28 c5 Wc7
Para lograr la felicidad completa, las
negras sólo tienen que hacer unajuga-
458
V
da más (..tc8), y es difícil imaginar que
no puedan llegar a hacerla.
29 .!:ta7! 'i!fb8
Para inhibir el avance del peón e blan-
co, Beliavsky trata de activar su peón d.
En realidad, 29 ... ..tg7 30 e5 (Karpov)
sería perfectamente aceptable para las
negras. Por ejemplo: 30 ... fl'b8 31 Wa2
.l:td5 (31 ... d3? 32 e6), y la invasión 32
"i!i'a5 l:te7 33 Wb6 no es ni mucho me-
nos fatal. Puede seguir 33 ... d3 34 .l:tdl
d2 35 g3 (no es mejor 35 itxd2 .l:txd2
36 1Llxd2 ..txe5, y si 37 1Lle4?, en ton ces
37 ... ..th2+ 38 li>hl .l:txe4 39 .l:txb7 \lff4)
35 ... \lfc7 36 .l:txd2 .l:txd2 37 1Llxd2
.ltxe5 381Llb3 (o bien 38 Wxc7 l:l.xc7 39
1Llb3 ..tc3 40 1Lla5 ..txb4 41 1Llxb7 'i!fgi
42 .l:ta6, con igualdad) 38 ... "i't'd7! 39
1Lla5 .ltxg3! 40 1Llxb7 .ltxf2+, con jaque
perpetuo.
Sin embargo, !as blancas no estarían
obligadas a forzar los acontecimientos y
con 30 .ltd3! ita8 31 l:l.xa8 ha8 32 ::tal
habrían logrado una evidente ventaja
posicional.
30Wa2d3
Coherente, aunque también era posi-
ble un juego más contenido 30 ... ..tg7
31 ..td3 i::td7 32 li'a5 Affi 33 g3 il.d8 34
W'a2, con ventaja blanca.
31 .l:ta3!
Era más flojo 31 e5?! d2 32 l:l:dl Ah6!
(Karpov) .
31 •.• d2
Con esta jugada y la siguiente, Beliavsky
mantiene el equilibrio materia!, pero
su posición se viene rápidamente aba-
jo. Se diría que abandonando el peón
a su suerte, 31 ... Ag7!? 32 J:!xd3 (32
il.xd3 "i!i'f4) 32 ... l:l.xd3 33 Axd3 Ac8,
podría hacer las cosas mucho más difi-
ci!es para su oponente.
32 1Llxd2 J:l.d4?
En esencia, esto pierde por fuerza. La
mejor posibilidad práctica era de nuem
tratar de oponer una defensa con peón
de menos: 32 ... Ac8 33 1Llf3 .lte6.
A primera vista, !as cosas no parecen
tan malas para las negras, pues atacan

un peón, su dama está lista para jugar a
f4 y el alfil no ha perdido la esperanza
de llegar a e6. Pero la siguiente j~gada
de Karpov demuestra que no son inten-
ciones realistas, sino sueños asociados
con ellas.
1905 ......._,,.,,.,.....-
33e5! i::txb4
Xo 33 ... l:txe5? 34 i::txe5 \'!fxe5, por el
doble 35 li:lf3.
34e6!
}fuy enérgico. Esta veloz invasión del
campo enemigo reporta a las blancas
una impresionante victoria.
Parece más fuerte 34 li:le4, ya que si
3-1 .•. i::te6 (34 ... fi'xe5? 35 li:lg5!), las
blancas disponen de la paralizante 35
~d6. Pero las negras pueden entre-
gar calidad con 34 ... l:txe4! 35 llxe4
:Xe5 36 l:txe5 \'!fxe5 37 llf3 \'!fe7 3S
.:d3 _¡¡_es 39 \'!faS ~15 40 i::td6 \'!fe5,
logrando una posición perfectamente
defendible.
34 ••• fxe6
la alternativa era 34 ... wg7 35 fi'al+
lii, y ahora, para retener una ven taja
decisiva, las blancas tendrían que ha-
llar una larga solución, cuya primera
parte se disputaría en la fase nerviosa
de las jugadas previas al control: 36
~! Itxe6 37 li:lg5 %.txel 3S 'i!l'xel i::ta4
(no, por supuesto, 3S ... fxg5? 39 \'!fxb4
-Karpov) 39 li:le6+ ~gS 40 i::td3! '+We5
-O J:.e3 \'!fb2 42 \'!fdll i::ta2 43 i::te2 Wal
+t 1tdS i::taS 45 W/c7, y ganan.
3i .:xe6 wh8 36 J:fae3!
E5Q torre, cuya penetración por a7 no
imimidaba a las negras, pasa inespera-
mmente a la columna e.
ANATOLI XII
36 •.• i::txe6?
Era mucho más tenaz 36 ... '+lfaS! Des-
pués de 37 'i!l'c2 i::txe6 3S i::txe6, las ne-
gras pueden trasladar sus piezas pesa-
das al campo de batalla, pero su alfil de
casillas blancas, atascado en el flanco
de dama, no puede ofrecer resistencia.
Si 3S ... _¡¡_g7, la inesperada 39 lt:lc4!1
-<on la amenaza 'i!fe4(e2)- es decisiva.
Por otro lado, las negras tampoco se
salvaban con 3S ... 'i!fdS 39 lt:le4 'i!fd7
40 i::tf6! Ag7 41 i::tf3 i::td4 42 lüd6, ni
3S ... i::td4 39 '+Wc3 _¡¡_g7 40 Ve3 i::tdS 41
li:le4 (también es bueno 41 li:lf3 i::tf8 42
i::te7 _¡¡_es 43 li:le5) 41 ... _¡¡_es (41 ... l::teS
42 li:ld6 i::txe6 43 '!Wxe6) 42 i::te7 i::tf8 43
li:ld6 '+lfa2 44 ILJxcS l:txcS 45 i::teS+ ItxeS
46 \'!fxeS+ \'!fg8 47 '!Wxc6 'i!ff8 (47 ... b4
4S Wb7) 4S \'!fd5, ganando.
37'i!l'xe6 i::tf4
37 ... Axc5 3S \'!ff6+ y l:td3 (Karpov).
38 li:le4 '+Wd8?
En apuros de tiempo, las negras pier-
den una torre, pero ante la inevitable
invasión del caballo (por f6 ó d6), ya
no había forma de salvar la partida. Si
38 ... _¡¡_g7(h6), 39 li:ld6!, etc.
39 \'!fe5+
Las negras se rindieron.
El alfil de b7 constituye un repro-
che silencioso a la estrategia negra. El
juego preciso y seguro de Karpov, en el
momento más tenso deljuego, produ-
ce una gran impresión.
En este torneo a doble vuelta con
ocho grandes maestros, Karpov d~rrot?
(¡en las dos partidas!) a Korchno1 y Sh1-
rov, y al final, resultó vencedor con un
amplio margen: 10,5 de 14 (+S =5 -1).
Es evidente que trataba de demostrar al
mundo entero y a sí mismo que lo ha-
bían enterrado demasiado pronto ...
En Linares (febrero-marzo de
1994), el ahora campeón mundial ?e la
FIDE trató de demostrar que su Utulo
adquirido en el match con Timman
no "pesaba" menos que mi título histó-
rico confirmado por mi victoria sobre
Short.
459
Gary KasparO\' - MIS GENIALES PREDECESORES
Karpov contaba con un otro podero-
so estimulo. De todos los supertorneos
tradicionales en que había participado,
por alguna razón, donde menos éxito
había tenido era Linares: 1º-2º en 1981,
2º-3º en 1983, 2º en 1989, 7º-8° en 1991,
4º en 1992, y 2º-3° en 1993. Por otra par-
te, en 1992 y 1993, yo había finalizado
primero, con idéntico resultado: 10 de
13, mientras Karpov había finalizado
con 2,5 y 1,5 puntos, respectivamente,
menos. Como escribieron V. e l. Lin-
der, "se diría que todos estos relativos
fracasos le inculcaron un apasionado
deseo de ganar el Torneo de Linares,
que por entonces se había convertido
en una especie de prueba de fuego para
definir el quién es quién en el mundo
del ajedrez".
Como se puso de manifiesto más
tarde, el sorteo estableció unos empare-
jamientos que distaban de ser inesencia-
les. Yo extraje el número 10 y Karpov el
número 11. Así, todos los participantes
menos uno (Lautier) tendrían que ju-
gar con nosotros de forma consecutiva.
Averbaj: "Tal vez ese fuese el secreto
del soberbio éxito de Karpov, pues sus
oponentes, que acababan de batirse con
Kasparov, estaban realmente agotados".
Sin embargo, el milagro que se produjo
difícilmente puede explicarse por este
motivo o alegando a la buena fortuna
que acompañó al campeón FIDE desde
el comienzo.
"El talante de uno se ve afectado
por la suerte", diría Karpov después del
torneo. Esto se confirmaría ya en la pri-
mera ronda, en la que, en el caos de los
apuros de tiempo, se impuso con negras
a Lautier en la posición que sigue:
1906
460
V
39 ••• il.e4?!
En lugar de la tranquila 39 ... ILJdS.
40 '+lfxc6?
Con la simple 40 1Lle5! fxe5 41 il.xe4
exf4 42 Wxc6 fxg3+ 43 lt>xg3 l:td8, las
blancas habrían logrado tablas desde
una posición de fuerza: Karpov).
40 ... 'i!fxc6 41 l:txc6 ILJdxf4!
¡Por supuesto!
42 l:!.d6 1Llxg2 43 Wxg2 tüc7!
No 43 ... 1Llg5 44 il.xg5 fxg5 45 l:!.a6!,
con igualdad (Karpov).
44 q,[2 nas 45 il.e3 1Llb5! 46 l:!.b6 1Llc3
47.l:!b3?
Desmoralizado por su error en la ju-
gada del control, Lautier pierde sin
lucha.
4 7 ••• ILJdl+ 48 @e2 il.d5!
O bien 48 ... il..c2! 49 l:!.b7 J:te8.
49 l:td3
49 l:!.b6 1Llxe3.
49 ••. il.c4
Las blancas se rindieron.
En la segunda ronda, Karpov se en-
frentó a Bareev y, conociendo su fideli-
dad a la Defensa Francesa, tras 1 e4 e6 !
d4 d5 3 tüd2 c5 4 exd5 exd5 5 tügf3 li:ffi
6 il.b5+ il..d7 7 il.xd7+ 1Llbxd7 8 0-ü ~e;
9 dxc5 tüxc5 10 1Lld4, inició su juego
favorito contra el peón central aislado..
Bareev igualó, pero cinco jugadas ames
del control de tiempo, en posición <k
tablas muertas, inexplicablemente dejó
colgada una torre, ¡permitiendo un
mate en una!
De modo que ambos comenzalilOf.
con dos victorias, y en la tercera rondz.
los dos teníamos negras. Yo hice tabbs
con Topalov, pero Karpov jugó mal
la apertura con Illescas ¡y luego deje>
encerrada su dama en el centro dd
tablero!

1907
26il.b4?
Era esencial 26 g4.
%6 ••• a5! 27 il.e7 e5!
l:na sorpresa, si 28 dxe5?, entonces
~ ... g5!, ganando.
28 fi'h4 exd4 29 "lll'f4 dxe3 30 "il!'xe3 d4
_\unque las negras dejaron escapar
más tarde la ventaja, lllescas omitió un
camino hacia las tablas y el peón d pa-
B:!o decidió la lucha.
En la cuarta ronda, yo conseguí vencer
2 h-anchuk en impresionante estilo,
pero Karpov también había cogido
rilmo y dio buena cuenta de Topalov.
Esta partida fue considerada la mejor
del tomo 60 de lnformator,junto con las
partidas núm. 556, 560 y 568 merecie-
a:m ser incluidas, con toda justicia, en
d conocido libro The Worlds Greatest
lM:ss Games.
13 IOc.5! dxc5
§ IS ... il.e8, 19 /Oxe6! fxe6 20 .1'1xe6
=bién es malo para las negras.
ANATOl.I XIJ
19 "lll'xd7 .1'1c8 20 .1'1xe6!
Un golpe asombroso.
20 ••• .1'1a7 21 .1'1xg6+! fxg6
No hay otra cosa.
22 "lll'e6+ wg¡ 23 il.xc6 .1'1d8 24 cxb5
il.f6 25 /0e4 il.d4 26 bxa6 "lll'b6 27 .1'1dl
ffxa6 28 .1'1xd4!
Karpov: "Un raro caso en que por ter-
cera vez consecutiva se sacrifica una
torre".
28 ••• .1'1xd4 29 "ill'f6+
Y las blancas ganaron en el movimien-
to 39.
En la quinta ronda, yo gané a Judit
Polgár, mientras que Karpov recibió un
generoso regalo de Ivanchuk, quien
tras una apertura favorable, de pronto
comenzó a resbalar y, tras perder un
importante peón en la jugada 28, se
rindió poco después.
En la sexta ronda, salvé con difi-
cultad medio punto en mi partida con
Gelfand, mientras Karpov derrotó a
Polgár técnicamente empleando un
"arma especial": 1 e4 c5 2 c3!? e6 3 d4
d5 4 exd5 exd5 5 /Of3 tüc6 6 il.b5 c4?!
7 /Oe5! "lll'b6 8 il.xc6+ bxc6 9 0-0 il.d6
10 b3!, etc. En relación con esta parti-
da, me vienen a la mente las palabras
de lgor Zaitsev: "Todo gran maestro
sobresaliente tiene su propia visión
ajedrecística, su bníjula, que en la aper-
tura no le permite ir en contra de sus
propias convicciones. Así, Kapengut,
con negras, trató de persuadir a Karpov
de que plantease la Benoni Moderna,
mientras que Sveshnikov hizo lo propio
por convencerlo de que optase por las
tranquilas aguas de la Variante 2 c3 de
la Siciliana, ¡pero todos sus esfuerzos
fueron en vano!". En lo que se refiere
a Judit, hizo, por lo visto, una excep-
ción ...
Antes de la séptima ronda, en la que
ambos nos enfrentamos, Karpov tenía
¡6 de 6!, conmigo siguiéndole a un
punto. Yo tenía las blancas, y estaba cla-
ro que ésta sería la partida decisiva del
torneo. Mi entrenador, Yuri Dojoian
461
Gary Kasparov - Mis CENl/\LF.S PREDECESORES
y yo pasamos mucho tiempo expri-
miéndonos el cerebro acerca de cómo
romper la Defensa Caro-Kann en esta
ocasión. En esta apertura le había ga-
nado a Karpov dos veces en Amsterdam
( 1988) y otras dos en Linares (1992 y
2001), pero esta vez, 1994, algo fue mal
y, obviamente, me quemé incluso pre-
parando la partida. Así que, tras una
apertura mal jugada, hasta tuve que
?u~car la forma de salvarme. Averbaj:
Mientras en los dos torneos de Linares
anteriores fueron sus victorias sobre
Karpov lo que, en buena medida, de-
terminó el éxito final de Kasparov en el
torneo, esta vez era un caso de 'tal para
cual'. La partida fue tablas y la distan-
cia entre ellos se mantuvo".
En la octava ronda, hice tablas con
Shirov, pero en apuros de tiempo, el
inspirado líder superó a Celfand en una
complicada posición, aunque en la juga-
da 37 este último pudo haber planteado
difíciles problemas a su oponente.
En la novena ronda, Karpov no lo-
gró ganar un mejor final ante Shirov,
mientras yo sí conseguí ganar a Kamsky
y reducir el déficit: ahora yo tenía 7
puntos, ¡pero Karpov sumaba 8!
En la décima ronda -caso raro- la
suerte abandonó a mi rival: tras entrar
en un final con peón de más y posibi-
lidades de victoria sobre Kamsky, echó
por tierra la ventaja con su precipitada
jugada 33... Sin embargo, esto no me
ayudó, pues al tratar de ganar a toda
costa, con negras, a la nueva estrella ru-
sa, Vladimir Kramnik, planteé la India
de Rey con excesivo riesgo, superé el
límite, caí bajo un ataque y perdí.
En opinión de Averbaj, "la cuestión
del primer puesto quedó decidida por
Kramnik, pues tras derrotar a Kaspa-
rov, en la ronda siguiente perdió ante
Karpov". Antes de la partida, Vladimir,
que entonces aún no había cumplido
los 19 años, declaró en una entrevista:
"En este torneo, Karpov ha actuado
con mucha agresividad, buscando a
menudo posiciones dudosas. Si jueg-.i
así contra mí, tengo posibilidades de
ganarle". Pero Karpov no le ofreció esa
oportunidad.
462
V
592.
A. Karpov-V. Kramnik
linares 1994, 11 ª ronda
Defensa Semi-Eslava (048)
1 d4 d5 2 c4 c6 3 tt:lf3 ~f6 4 tt:lc3 e6 5
e3©bd7
Por aquella época, Kramnikjugaba sis-
temáti~amente la Mcrano, con la que
se sen tia muy a gusto.
6.td3
6 'il'c2 (partidas núm. 584 y 585).
6 •.. dxc4 7 il.xc4 b5 8 il.d3 a6
En la partida de la novena ronda Kar-
pov-Shirov, después de 8 ... il.b7 9 a3
b4 10 tt:le4 a5?! 11 tt:lxf6+ lüxf6 12 e4
Ae7 13 'il'e2 c5 14 Jl.b5+ ~fS 15 dxc.5
il.xc5 16 .lid3, las blancas lograron
ven taja. Con 10 ... lüxe4 11 il.xe4 bxa3
12 bxa3 il.d6, las negras igualan, cr>
mo jugaron más tarde contra Ka~
Kramnik (Donmund 1995, Montecarlo
/rápidas/ 1996) y Anand (Lausana
1998, match, 3').
9e4c510d5c4
Un mes más tarde, en Montecarlo.
Kramnik respondió 10 ... WJc7 11 0-0
il.b7 12 dxe6 fxe6 13 il.c2 11..e7 (\'~
partida núm. 594, comentario a la 13"
jugada negra).
11 dxe6 fxe6
11 ... cxd3 (partida núm. 569).
12 Ac2 il.b7
También se ha ensayado 12 ... Wíci lS
0-0 .lil.c5.
13 0-0 Wíc7 14 /LJg5
La alternativa es 14 ©d4 ó 14 'i'e2 (F-
tida núm. 594).
"Las blancas deben buscar continmr
dones activas. Si no logran explotar m
momentánea ventaja de desarrollo b
activos peones del flanco de dama,ji;m-
to con las líneas y diagonales abierta.
permitirán a las negras apoderarse de
la iniciativa" (Karpov).
14 ... tt.Jc5

14 ... Vc6?! 15 'ilff31 (Gligoric-Ljuboje-
vic, Linares 1991).
15 e5!
Una novedad de comienzos de los no-
venta.
15 ..• 'ilfxe5 16 Itel W!t'd6 17 Vxd6
hd6
1909
Kramnik entró en esta pos1c10n sin
indecisión alguna, probablemente por-
que pensaba que la conocía en Lodos
sus detalles. Pero aquí se encontró con
una idea original, de naturaleza estra-
ligica más que táctica, que suponía la
suril interpretación de un final nada
ll!mático.
18 il.e3!
;;Sorpresa! Antes sólo se había jugado
18 ~e6 ILJxe6 19 l:l.xe6+ Wd7 20 l:te2
::aes (20 ... b4!?), ó 20 Affi wc7, y la
ieiciativa incluso pasó a manos de las
mrgras. Karpov abre una nueva página
m el desarrollo de la variante, difirien-
ilo la captura del peón en aras de una
i:ipida movilización.
•-O-O
jugada natural, aunque Kramnik
C'na
emn·o pensando en ella durante unos
Sil minutos. Obviamente, se pregun-
l:ifa qué desagradables sorpresas po-
irian esperarle en caso de la respuesta
immral 18 ... lbd3!? 19 Axd3 cxd3.
Dapués de 20 ILJxe6 (Ftacnik) 20 ...
i:ti', las negras tendrían que conten-
DDe con 21 ILJf4 b4 22 lba4 Axf4 23
~ :ac8!, o con 21 il.c5 d2! 22 l:l.e2
liPl 23 ILJa4 il.c6 24 ILJb6 il.xc5 25 ILJxa8
.l!:D.. Es mejor sin embargo 20 J:l.adl!,
ANATOLI XII
capturando los peones de d3 y de e6.
Por ejemplo: 20 ... 0-0 21 J:l.xd3 il.d5 22
ILJxe6 il.xh2+ 23 Wxh2 he6 24 J:l.d6
l:l.fe8 (Kramnik-Kuczynski, Bundcsliga
1994) 25 il.d2, con una ventaja insig-
nificante.
19 l:tadl il.e7
No, por supuesto, 19 ... l:tfd8? 20 l:l.xd6
y il.xc5.
20 hc5 Axc5 21 ILJxe6 l:tfcS 22 h3!
Después de 22 ILJxc5 l:txc5 23 l:te7 l:tbS
(Karpov), o bien 23 ... il.c6 (Ftacnik),
o de 22 a3 il.b6! 23 ILJxg7 ILJg4 24 l:tfl
J:l.d8! (Gelfand-Illescas, Dos Hermanas
1995), las negras se defienden con
éxito.
La modesta jugada 22 h3!, típica de
Karpov, prepara una ofensiva a gran
escala en el flanco de rey. El principal
objetivo es desviar al caballo de f6. Des-
pués de eso, tras haber logrado el acce-
so a las casillas e4, d5 y d7, las blancas
pueden extraer beneficios de la fuerte
posición de su caballo en e6 y de sus
torres en las columnas centrales.
Al encontrarse con un problema vene-
noso que no tiene una solución forza-
da, en condiciones de tiempo limitado
para pensar, Kramnik no pudo figurar-
se del todo las sutilezas de la posición
resultante.
1910
22 .•• .ltf8?
Una jugada evidente pero floja. 22 ...
il.a7? 23 ILJxg7! b4 24 ILJa4 aún es peor.
Más tarde, se puso a prueba 22 ... il.b4,
pero es mejor la recomendación de
Korchnoi, 22 ... l:tab8! (con idea de
463
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
il.a7). Las negras mantienen el equili-
brio tanto después de 23 g4 il.f3 24 l:td2
b4 (más tarde se pasó a 24 ... l:te8!?), 25
/Lia4 Aa7! 26 g5 /Lid5 (Nikolic-Bareev,
Munich 1994), como de 23 /Lixc5 l:txc5
24 l:te6 b4 25 lüa4 l:tg5! (Kramnik-Shi-
rov, Novgorod 1994), o bien 24 l:td6
b4 25 lüa4 l:td5 (Gelfand-Shirov, Biel
1995).
No obstante, 18 Ae3 se consideró la
novedad teórica más importante en el
lnfonnatqr 60, de modo que dos partidas
del ganador (con Topalov y Kramnik)
lograron las principales nominaciones.
Karpov: "¡Un caso muy raro en la histo-
ria de esta competición teórica!".
23g4h6
A las negras les gustaría fijar el peón fa
la casilla f2, pero después de 23 ... Af3
24 l:td4!, tienen una posición dificil.
Así, si 24 ... b4?! 25 /Lia4, la debilidad
del peón de c4 hace que su posición se
derrumbe: 25 ... l:tab8 (si 25 ... /Lid5?,
Karpov indica 26 l:te5 "etc"., pero
26 /Lig5 ! es mucho más sencillo) 26
/Lixf8 lt>xf8 (26 ... l:txf8 27 l:txc4) 27
l:tf4 (Ftacnik), o bien 23 ... b4 24 /Lia4
l:tab8 25 /Lib6 l:tc6 (25 ... l:te8 26 /Lixf8 y
/Lixc4) 26 /Lid7! /Lixd7 27 l:txd7, con la
amenaza Axh7+, o bien /Lixf8 y l:tee7.
24 f4!
Explotando el hecho de que el alfil ne-
gro ha dejado la diagonal a7-gl.
24 ••• Af3
Las negras desvían a la torre de la pri-
mera fila, de modo que una posible
oposición de torres en la columna e
podría causar cierta preocupación a las
blancas.
25 l:td2
"Parece más enérgico 25 l:td4, con idea
de 25 ... Ac6?! 26 g5 hxg5 27 fxg5 lüd7
28 l:th4, y el rey negro se encuentra en
una red de mate. Sin embargo, después
de 25 ... l:te8, las negras amenazan
l:txe6 y Ac5, o bien, de inmediato,
Ac5" (Karpov). Cierto, pero también
aquí con 26 wf2 l:txe6 (o bien 26 ...
.ib7 27 1Lixf8) 27 l:txe6 il.c5 28 Wxf3
464
V
Axd4 29 /Lid], las blancas tienen d
mejor final.
25 •.. Ac6
Kramnik asegura la casilla d7 pm
su caballo, pues no quiere llevarlo 31
borde del tablero tras 25 ... b4 26 ~
l:tab8 (26 ... c3?! 27 bxc3 bxc3 28 .:1!
Ad5 29 /Lib6 Axe6 30 l:txe6 $.c5 n
/Lixa8 l:txa8 32 l:tc6 y ganan: Ftacnik) !Al
g5 hxg5 28 fxg5.
Ciertamente, en caso de 28 ... lüh5 ~
Ag6 Ac6 (29 ... b3 30 axb3 Ab4 31 :!!
Axel 32 l:txf3 l:txb3 33 il.f7+ Wh8 S!
Axh5 l:txf3 35 Axf3 c3 podría haba
ayudado a las negras a hacer tabbs.
pero con 30 a3! las cosas serían Ít25
para sus intereses, ya que 30 ... AxaP-
31 bxa3 c3 32 lüxc3 l:txc3 33 /Lid8 no da.
resultado) 30 Axh5 Axa4 31 l:tfl!, 125.
blancas, inesperadamente, amenaz:m.
con un ataque de mate (il.f7 y l:tf4), y
después de 31 ... l:tb7 (31 ... Ac5+ ~
lt>g2! Ac6+ 33 wg3 es peor para bs
negras) 32 l:td4, ganan, al menos, llll.
peón.
Las negras habrían tenido que jugzr
28 ... /Lih 7, con la esperanza de 29 fl.!
b3 30 axb3 Ab4 31 /Lic3 $.xc3 32 bxd
cxb3, pero la precisa 29 l:td4! para toda
tentativa basada en matices tácticos y
mantiene una posición dominante pa-
ra las blancas.
26 g5 hxg5 27 fxg5 /Lid7
No 27 ... lüh5? (Korchnoi) 28 Ag61Ug3
29 wh2, y las blancas ganan (Ftacnik).
1911
28 /Lixf8!

Una transformación de las ventajas: el
caballo impedía la penetración de las
torres, de modo que Karpov se des-
prende de él sin sufrimiento.
28 ••• lLJxf8
Después de 28 ... .!:txf8 29 l:te6!, las ne-
gras se enfrentan a problemas virtual-
mente insolubles.
29 .!:td6! b4
Una tentativa por crear contrajuego.
Al encontrarse bajo presión posicional,
Kramnik se ve obligado a buscar la
salida a una situación muy incómoda,
en la que no hay variantes que con-
duzcan a la derrota, pero tampoco hay
forma de aliviar la defensa por medio
de cambios. Así, después de 29 ... l:te8
(Korchnoi) 30 .!:txe8 il.xe8, las blancas
dominan el centro y tienen toda una
serie de continuaciones tentadoras.
30 lLJe4
Karpov lleva su caballo a 15, esperando
crear amenazas irresistibles al rey ne-
gro. 30 lLJd5! (Karpov) 30 ....bd5 31
.:.Xd5 era técnicamente más fuerte, y
bs blancas se quedaban con un pode-
roso alfil contra un caballo. Fischer sin
duda habría jugado así sin pensárselo
dos veces. Entonces sería malo 31 ...
c3 por 32 g6! (Ftacnik) 32 ... cxb2 33
.lb3 .!:tc3 34 .!:tbl !, o bien 31 ... .!:td8 (C.
Hansen) 32 .!:tc5 .!:tac8 33 .!:txc4! .!:txc4
M .i.b3, ganando un peón y la partida,
pero incluso después de la más tenaz
ll ... ltab8 32 .!:td4(6), las negras tie-
lllCD pocas posibilidades de conseguir
labias.
"-· il.e8
3'> ••• il.xe4 31 il.xe4, ó 30 ... lLJd7 31
~3! son peores. En opinión de Kar-
{llO'". "era necesario 30 ... il.d7 31 h4
:et>, y las negras pueden respirar".
Pao con dificultades: 32 .!:txc6 il.xc6
n ~d6 Ad5 34 J:te5! il.e6 35 .!:ta5, etc.
I" 9 30 ... J:.a7, entonces 31 J:td4!, com-
liiioando la presión sobre los peones
liío3Jiles con el ataque al rey: 31 ... Ad7
:!! ti!6, o bien 31 ... il.a8 32 g6!
Sl~3! .!:td8
ANATOl.I XII
A11ora, 31 ... il.d7 no da resultado, de-
bido a 32 lle7 Axh3 33 iüh5 (Karpov),
o bien 32 il.e4. Si 31 ... c3 (C. Hansen),
las blancas ganan con 32 lLJ15! cxb2
33 lLJe7+ Wh8 34 lLJxc8 .!:txc8 35 l:td2
(Ftacnik).
32 lLJf5 .!:txd6
32 ... a5? 33 Ae4, etc.
33 lLJxd6 ~g6?
En apuros de tiempo, Kramnik pierde
un peón, aunque las negras seguían
pudiendo mantener la igualdad mate-
rial: 33 ... il.f7 (Ernst) 34 lLJxf7 wxf7 35
.!:te4 lk8 36 b3!? cxb3 37 llf4+! we8 38
Axb3 a5 39 l:l.15, o bien 33 ... il.d7!? 34
h4! il.e6 35 .!:te4 (Ftacnik). La posición
blanca es mejor, pero aún no ha llega-
do el fin, y quizá las blancas tendrían
que lamentar la oportunidad perdida
30 /Od5!
34 Axg6 lüxg6 35 lüxc4 .!:td8
"35 ... J:tf8 era suicida por 36 l:te4! lLJf4
(36 ... l:!f3 37 wg2) 37 h4 wh7 38 lüe5"
(Karpov).
1912
36 J:te4!
Neutralila el contrajuego negro y pre-
para h3-h4.
36 ... b3
Relativamente, lo mejor. Después de
36 ... .!:td3 37 wg2, las blancas ganan.
37 axb3
Según Karpov, era más lógico 37 a4,
ganando a continuación el peón a.
37 ••• l:!d3
465
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
Las negras basan sus esperanzas en el
escaso material que queda sobre el ta-
blero, pero es en vano.
38@g2
También habría ganado 38 J:te3. Por
ejemplo: 38 ... J:txe3 39 li:lxe3 li:lf4 40
h4 (y si 40 ... li:ld3, entonces 41 @fl),
o bien 38 ... J:td5 (C. Hansen) 39 J:tg3
li:lf4 40 wh2.
38 ... J:txb3 39 h4 li:lf8?!
Después de la más tenaz 39 ... 'i!i>f8,
Karpov habría replicado con 40 h5
li:le7 41 J:te5. Curt Hansen recomendó
39 ... J:tb4, en cuyo caso 40 h5 li:le5
hubiese dado posibilidades de tablas a
las negras, pero el final de caballos tras
40 'i!<g3! li:le5 41 li:ld6 J:txe4 42 li:lxe4
Wf7 43 li:lc5 a5 44 h5 (Ftacnik), ó 42 ...
li:ld3 43 b3 g6 44 wf3 está perdido para
Kramnik.
40 J:te8!
Y las negras perdieron por tiempo.
Después de 40 ... wf7 (si 40 ... l:tb4,
son buenas tanto 41 J:tc8 como 41 li:le5
J:txb2+ 42 'i!<f3) 41 li:ld6+! (Karpov)
41 ... <bg8 42 g6 l:txb2+ 43 @f3 J:tb6,
las blancas habrían tenido que superar
algunos problemas para ganar. Nece-
sitan encerrar al rey negro y capturar
el peón a: 44 l:td8 a5 45 h5 a4 46 li:lf5
J:tb3+ (46 ... J:tf6 47 @g4 J:te6 48 J:ta8
J:tf6 49 'i!<g5 J:te6 50 li:lxg7!) 47 M4
J:tb4+ 48 @g5 J:tb5 49 J:ta8! a3 50 M4
J:tb4+ 51 <be3 J:tb3+
Diagrama de análisis
El análisis de Ljubomir Ftacnik con-
cluye con la variante 52 we2 J:tb2+ 53
<bel I:tbl+ 54 <.tld2 J:tfl 55 li:le7+ 'i!i>h8
56 nxa3 li:le6 57 J:ta6 li:lf8 58 J:ta8, con
466
V
ventaja decisiva. Es probable que las
blancas tengan una posición ganadora.
pero su última jugada permite explotar
al oponente motivos de ahogado con
58 ... J:tdl+! 59 we3 J:td8! Por consi-
guiente, 58 li:lc6!, y sólo entonces, J:taS,
es más preciso.
Es posible que 52 <bd4 l:tb4+ 53 'i!<c5 ga-
ne más rápidamente. Por ejemplo: 53 ·-
J:tf4 54 li:le7+ wh8 55 wd5 i:tf3 56 'i!i>e-t
J:tf6 57 li:lf5 J:te6+ 58 @f4 <bg8 59 J:txa.3
J:te8 60 J:ta7 li:le6+ 61 @g4 J:tf8 (61 ·-
@h8 62 h6) 62 J:te7 J:tf6 63 J:te8+ li:\!8 64
<.tlg5 <.tlh8 65 li:lxg7, ¡y cae el telón!
Es interesante que una posición
con las mismas fuerzas -torre, caballo
y dos peones (en g6 y h5) contra torre,
caballo y peón de g7, pero con el ca-
ballo en g8- se produjese luego en la
partida Kramnik-Krasenkow (Wijk aan
Zee 2003), y que también finalizase con
victoria de las blancas.
Después de esto, la suerte del tor-
neo estaba echada. A continuación,
Karpov hizo tablas con Anand y aplastó
a Beliavsky en una Catalana. Siempre
había sido un difícil oponente para el
gran maestro ucraniano, como se ha in-
dicado en las partidas núm. 587 y 591,
así como por el tanteo global de sus
encuentros, desde 1973: +16 =10 -3, a
favor de Anatoli Evgenievich.
Así se consiguió uno de los resulta-
dos más extraordinarios de torneo en
toda la historia del ajedrez: l. Karpov
11 de 13 ( +9 =4); 2-3. Kasparov y Shi-
rov 8,5; 4. Bareev 7,5; !>-6. Kramnik y
Lautier 7; 7-9. Anand, Kamsky y Topa-
lov 6,5; 10. Ivanchuk 6, etc. Cuando
aún no me había enfriado de la lucha,
declaré: "Este triunfo competitivo no
está respaldado, en mi opinión, por
un juego sobresaliente. He visto jugar
mejor a Karpov. Ahora ha encontrado
la manera óptima de jugar que, gracias
a sus cualidades personales y de lucha,
le permite conseguir el máximo resul-
tado con el mínimo gasto de energía
nerviosa. ¡Una especie de apoteosis del
pragmatismo!".
La reacción del mundo del ajedrez
la resumió Averbaj: "El supertorneo
 ANATOLI XII

de Linares finalizó de forma sensacio- Más tarde, tras alabar el juego de

nal. El resultado de Karpov nos trae los vencedores del torneo, el veterano
a la mente Jos legendarios éxitos de entrenador de Karpov comentó, con
Alekhine en San Remo (1930) y Bled su tacto habitual: "Los resultados más
(1931), o el triunfo de Botvinnik en el modestos de Jos demás participantes
Campeonato de la URSS de 1945 (+13 pueden justificarse en gran parte por
=4). Igualmente sensacional fue el co- Ja ausencia (o Ja pérdida) de las habi-
mienzo sin precedentes del vencedor, lidades. sicilianas necesarias para una
¡con seis victorias en las seis primeras batalla tan feroz". Creo que debemos
partidas! Parece que el título de cam- respetar el coraje de Karpov, por haber-
peón mundial de Ja FIDE le ha dado se decidido a poner a prueba su fuena
una renovada confianza en su fuena. en el "área de trabajo" quizá más dificil
Este año Kasparov repitió el resultado para él.
de Karpov en 1993, ¡pero Karpov saltó En Linares 1995, donde Kramnik,
por encima de sus hombros y de su •· Anand y yo no jugamos, Karpov finalizó
cabezal". Según informaron Jos esta- segundo (+5 =8), detrás de un brillan-
dísticos, ésta era su victoria en torneo te Ivanchuk (+7 =6), mientras que el
nº 125. resultado del torneo a doble vuelta
Después del "torneo de su vida", de Linares 2001 reflejó la inexorable
Karpov por Jo visto decidió que aho- marcha del tiempo: l. Kasparov 7,5 (de
ra Je había demostrado todo a todo 10); 2-6. Karpov... 4,5.
el mundo, e incluso hizo una audaz
declaración a Ja prensa: "Sí, me gus-
taría jugar otro match con Kasparov,
Rey de la FIDE
pero creo que ahora él necesita ese La competición por el campeonato
encuentro más que yo". mundial, a mediados de los noventa,
Sin embargo, Jos éxitos de torneo fue sin duda la más intensa e inusual
de Karpov pronto comenzaron a decli- en Ja historia del ajedrez. Los aspirantes
nar. En abril, cedió el primer puesto de batallaban simultáneamente en dos se-
Dos Hermanas a Gelfand, y en mayo, ries, tratando de clasificarse en el ciclo
en Las Palmas, a Kamsky (con idéntico PCA para un encuentro conmigo, y en
RSU.ltado en ambos torneos: +4 =4-1). el ciclo FIDE, parajugar un match con
In el otoño se encontró con serios Karpov. Por otra parte, según un tratado
problemas en el supertorneo a doble de paz entre la FIDE y la PCA, conclui-
~Ita de Buenos Aires (con la Defensa do durante la Olimpiada y Congreso
Scil.iana, como apertura impuesta). de Moscú (1994), se contemplaba un
Allí sólo pudo compartir el 5°-6° pues- match "de unificación" por Ja corona.
1115 con Kamsky, detrás de Salov, Anand, Los favoritos en ambas series eran
kmchuk y Polgár. el ya experimentado GM indio Vishy
Los participantes en este inusual Anand (de 25 años) y el "nuevo nor-
mxneo estaban obligados a iniciar sus teamericano", en continuo progreso,
ptidas con las jugadas 1 e4 c5 2 ILJf3, Gata Kamsky. En enero de 1994, ambos
?luego 3 d4 cxd4 4 ILJxd4, es decir, ¡só- se distinguieron en los matches FIDE:
h la Siciliana Abierta! "Fue un modo Anand venció a Yusupov, y Kamsky a
~al de celebrar el 60º aniversario Van der Sterren (en cada caso, por
al sobresaliente gran maestro Lev 4,5-2,5). En junio, volvieron a impo-
Nugaievsky. Aunque el nombre de nerse en sus matches de la PCA: Anand
l'tiugaievsky se asocia con un enorme superó a Romanishin (5-2) y Kamsky a
mímero de novedades, desperdigadas Kramnik (4,5-1,5).
cm IDrno a varias secciones de Ja teoría Luego, en julio, un sorteo los empa-
* aperturas, su contribución al desa- rejó en el match de cuartos de final del
llmllo de Ja Defensa Siciliana ha sido ciclo FIDE. ¡Fue una auténtica lucha
iiB?"esionante", escribió Zaitsev. a muerte! Vlshy echó por tierra una

467
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
evidente ventaja en la primera parti-
da, y una fácil victoria en la segunda.
Luego, no obstante, se anotó dos
victorias y se encontró muy cerca del
éxito en la quinta partida, pero no fue
lo bastante expeditivo y, con una tenaz
defensa, Gata salvó medio punto. El
match estaba programado al mejor
de ocho partidas, y bien podría haber
concluido antes de plazo... Cierto que
el resultado de 3,5-1,5 tampoco era
una sensación. Pero entonces algo se
rompió en el bien regulado mecanismo
de Anand (como también le sucedió
en sus encuentros con Karpov y conmi-
go). La excepcional fuerza de voluntad
de Kamsky niveló el marcador (4-4) y
-¡milagrosamente!- remató a su des-
moralizado adversario en el desempate
(por 2-0), ¡ante uno de los indiscutibles
reyes del ajedrez rápido!
"Kamsky sin duda ha evolucionado
como jugador, y su progreso cualitativo
es evidente", declaró Karpov tras este
match. "Pero tengo la firme convic-
ción de que el resultado de sus dos
encuentros (con Kramnik y Anand)
se debe al campo de la psicología. La
caída de los oponentes de Gata fue
causada por el hecho de que no se lo
tomaron debidamente en serio...".
Pero en el encuentro semifinal
de la PCA, disputado en septiembre,
inspirado por su éxito, Gata masacró li-
teralmente a Short (5,5-1,5), que había
sido el aspirante número uno del ciclo
anterior. Sin embargo, Anand tampoco
se lamentó mucho de la decepcionante
derrota en el ciclo FIDE, aplastando a
Adams por el mismo tanteo. Así que,
de nuevo, Kamsky y Anand volverían a
verse las caras, ¡esta vez en la Final de
Candidatos de la PCA!
Menos de un mes tras esta dura
prueba, en febrero de 1995, como si se
tratara de partidas amistosas, Kamsky
despachó con suma facilidad a Salov
(5,5-1,5) en el match semifinal de la
FIDE, que también pareció impresio-
nante, pues antes su oponente había
eliminado ajalifman y Timman.
Gata, sin embargo, no pudo vencer
por segunda vez al milagro indio. En
468
V
esta ocasión, a pesar de perder por-
tiempo la primera partida (en posición
ganadora), Vishy dominó y ganó la Fi-
nal de la PCA (6,5-4,5).
Anand sería mi oponente en el
encuentro por el campeonato mundial
(programado en Nueva York, en el
otoño de 1995), y yo pude derrotarlo
en una dura lucha por 10,5-7,5 (+4
=13 -1). En el match por el campeo-
nato mundial FIDE (Elistá, verano de
1996), Karpov no le concedió la menm
opción a Kamsky, venciéndolo por el
mismo resultado (pero +6 =9 -3).
Es evidente que Karpov "se tomó en
serio a Gata". Aunque al principio el
desenlace de este duelo (programado;a
20 partidas) no parecía claro, pues ¿po-
dría resistir el largo ocupante del trono
el asalto de un gran líder de la nuf'"a.
generación? En este aspecto, Kams~
se parecía vívidamente al joven Karp<J\'.-
Pero lo que le faltaba era la flexibilidad
y profunda evaluación posicional del
campeón, que en definitiva fue lo que
decidió el match. A Gata ni siquiera le
ayudó el hecho de que su oponentr
fuese 23 años mayor...
Sin embargo, ¡Kamsky había puesto
enormes esperanzas en el encuentro::
Los informes de prensa de 1994 in-
formaban que -ya fuese por uno u
otro camino- acabaría llegando basa
Kasparov. Ahora sólo le quedaba um
opción: vencer a Karpov. Así que, cOSil
inusual en él, incluso se tomó un largo
respiro de jugar, dedicando su tiempo
a prepararse para el match. En el en-
cuentro con Karpov, Gata empleó un
variado repertorio de aperturas, es~
rando, como es obvio, que Karpov ya
no pudiese seguir las cambiantes f'"O-
luciones de las modernas variantes. Sin
embargo, pese a toda su preparación.~
a su extraordinariamente duro trabajo.
persistencia y fuerza de voluntad, ha-
msky fue incapaz de ofrecer una seria
resistencia al campeón.
La primera partida, ganada ¡>O'C
Karpov en su favorito estilo posicional.
demostró su evidente superioridad
en la lucha de maniobras. Cierto que
Kamsky ganó de forma impresionantr

la segunda. Un comienzo así era tra-
dicional para el "rey de la FIDE", pues
también había comenzado con victoria
y derrota en su match con Timman
(1993) y volvería a suceder luego con
Anand (en 1998).
Siguió una partida tablas en 50 ju-
gadas, y en la cuarta Karpov se tomó
cumplida revancha, de su derrota en
la segunda: 1 e4 c6 2 d4 d5 3 exd5
cxd5 4 c4 lt:if6 5 lt:ic3 e6 6 lt:if3 .li.b4 7
cxd5 lt:ixd5 8 .li.d2 lt:ic6 9 .li.d3 0-0 1O
0-0 .li.e7 11 We2 lt:if6 12 lt:ie4 'tlfb6!? (la
segunda partida siguió con 12 ... Ad7
13 lladl U.c8 14 l:Ifel lt:id5 15 lt:ic3 lt:if6
16 a3 'tlfc7?! 17 .li.g5 Wa5?! 18 d5! exd5
19 i<.xf6! .li.xf6 20 i<.xh7+! @xh7 21
:xd5 ... 1-0) 13 a3 i<.d7 14 llfdl l:Iad8!
18 lt:ixf6+ Axf6 16 We4 g6 17 i<.e3
~e7! ... (0-1). La prensa escribió acerca
del juego de Karpov: "Su estrategia
maniobrera resultó dificil de entender
para su joven adversario de 22 años".
Después de esta victoria, el campeón
mantuvo la cabeza a lo largo del match
~en las siguientes partidas incluso mar-
có el ritmo del juego. Mientras que una
aguda escaramuza de apertura condujo
¡¡ rápidas tablas en la quinta partida,
e; muy probable que los asombrosos
acontecimientos de la sexta minasen la
re de Kamsky en su éxito final.
593.
G. Kamsky-A. Karpov
EJi.stá 1996
Campeonato Mundial HDE, 6º partida
Defensa Petrov (C43)
l e4 e5 2 t;Jf3 lt:if6
Esle momentáneo arrinconamiento de
b Caro-Kann en favor de una sólida
~ra de reserva no debe haber sor-
pRndido a Gata.
3d4
Por entonces era muy popular esta va-
i::2nte. 3 lt:ixe5 (partida núm. 577).
ANATOLI XII
3 ••• lt:ixe4 4 .li.d3 d5 5 lt:ixe5 lt:id7 6
lt:ixd7
Pero no 6 We2 lt:ixe5!, etc., como en la
conocida partida Karpov-1..arsen (par-
tida núm. 430).
6 ••• hd7 7 0-0 Ad6
"Karpov tiene su propia forma de jugar,
y no se lanza a las agudas variantes que
resultan de 7 ... 'tlfh4 8 c4 0-0-0 9 c5 g5"
(Beliavsky, Mijalchishin).
8lt:ic3
Una jugada que se puso de moda tras el
ejemplo establecido por el GM Jarlov.
La línea principal era y sigue siendo 8
c4! (partida núm. 430, comentario a la
6' jugada blanca).
8 ••• Wh4
Karpov pensó acerca de esta arriesgada
salida de dama durante 42 minutos.
Más tarde, se consideraba una forma
fiable de igualar 8 ... lt:ixc3 9 bxc3
0-0 10 'IS'h5 f5, como, por ejemplo,
jugó Kramnik contra Shirov (Belgrado
1997; Cazorla 1998, 2ª partida) y Anand
(Groninga 1997, 2• partida).
9 g3 lt:ixc3 10 bxc3 'IS'g4!?
10 ... 'IS'h3 11 .U.el+ .li.e6 es, no obstan-
te, más sólido, mientras que la reco-
mendación de Beliavsky y Mijalchishin,
12 i<.fl 'tlff5 13 g4, es dudosa, en vista
de 13 ... 'IS'f6!
11 l:!el+
1914
"Una valiosa novedad" (Karpov), que
sigue con la misma estrategia arriesga·
da. Esta jugada, como 10 ... 'IS'g4, fue
realizada al instante, pues el campeón
469
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
lo había decidido todo mientras con-
sideraba la octava jugada. "La pérdida
del enroque no le importa al Karpov
actuar (Beliavsky, Mijalchishin). ¿No
estará de acuerdo el lector en que esta
forma de jugar se parece a la nada co-
mún de Steinitz y Lasker?
La normal 11 ... wf8 habría significado
tras 12 .lle2 'i!ff5 (Magem-Illescas, Pam-
plona 1995) 13 .!:tbl!, seguido de c3-c4,
un problema para las negras en vista
de la descoordinación de sus piezas.
Parece que tras la inusual jugada de la
partida, a las negras aún les resultará
más difícil comunicar a sus torres. Pero
Karpov piensa que lo más importante
es incorporar rápidamente al juego su
torre de h8, y luego conectar las torres,
de forma original. Hay que decir que
en esto -lo que sí es típico- consigue
tener éxito en la implementación de
su idea.
12 Ae2
Kamsky, naturalmente, trata de castigar
a su rival. Con damas sobre el tablero,
las blancas pueden esperar en crear un
ataque. El final después de 12 'l!Vxg4
Axg4 13 .!:tbl b6 14 c4 c6 (M. Gure-
vich), o bien 13 ... .!:tb8 (Ftacnik) 14
c4 (14 wg2 'it>d7) 14 ... dxc4 15 .bc4
·f6 no habría ofrecido gran cosa a las
blancas.
12 ... 'i!ff5 13 .!:tbl
13 c4!? (Karpov).
13 •.• b6
En caso de 13 ... wc8 14 c4 dxc4 15
.txc4 h5 16 h4, las negras seguirían en
dificultades, de modo que se atienen a
un plan diferente.
14c4dxc4
14 ... c6?! 15 c5! y c2-c4 (Karpov).
15 Axc4 .!:te81
Después de 15 ... h5 16 Ad3 'i!fg4 17
Ae2 y Af3! (Karpov), las blancas ha-
brían situado el alfil en "su" diagonal,
con ganancia de tiempo, y el ataque
al centro hubiera sido bastante más
470
V
peligroso que la diversión de flanco de
las negras.
16Ae3
Bloqueando la columna e y evitando
cambios, a fin de explotar la falta de
armonía de las fuerzas negras. Despu6
de 16 l:txe8+ wxe8 17 .li.d3 (17 'i!l'e2t
wf8, con posición igualada) 17 ... 'i!fd5
18 c4 'i!fxd4 19 Ab2 'f:Vg4 (M. Gurevi·
ch), la posición del rey negro en el cen·
tro es invulnerable, y las blancas proba-
blemente no tengan nada mejor que
cambiar damas y recuperar el peón,
con un final más o menos igualado.
16 ••• Ac6!
Una importante jugada: la amenaza
.tf3(e4) obliga a las blancas a bloquear
la gran diagonal. •A costa de dos tiem-
pos, las negras impiden la ruptura c2-
c4-c5" (Karpov).
17 d5
No, por supuesto, 17 Afl? 'i!fd5. Pero
ahora el peón de d5 restringe la mo'i-
lidad del alfil blanco de casíllas claras,
mientras que el alfil negro de d6 se
convierte no sólo en una fuerte pieza
defensiva, sino, en algunos casos, ¡in-
cluso en ofensiva!
17 ••• Ad7 18 Afl?!
Se diría que Gata no imagina cómo
pueden las negras resolver el problellllll
de completar su desarrollo, y creía que
tenía tiempo de sobra para preparar UD
ataque. Por consiguiente, al no ver poi"
el momento un plan activo, se limita .a
efectuar jugadas "de buena calidad".

Según Karpov, la única forma de cues-
tionar la idea negra era con la aguda
lS il.d3! y en caso de lS ... 'iWxdS 19 c4,
es dificil para las negras salvaguardar a
su rey. Después de 19 ... 'iWa5?, sigue 20
cS! .li.xc5 21 il.bS il.d6 22 'iWdS .C:bS 23
il.g5+ f6 24 lheS+ AxeS 25 il.d2 'iWa3
26 .ib4, ganando la dama, mientras
que si 19 ... 'iWeS, entonces es fuerte 20
h4 f6 (20 ... @es 21 cS) 21 .ixh7.
Las blancas lograrían una evidente
ventaja en caso de lS ... 'iWf6 19 'W'd2 h6
20 il.a6! Por ejemplo: 20 ... cS 21 dxc6
il.xc6 22 c4 wc7 23 cS, o bien 22 ... l:te6
23 .lll.f4 l:txel+ 24 l:txel wc7 2S 'i!Vxd6+!
1!Vxd6 26 J:te7+ il.d7 27 il.bS l:tdS 2S
il.xd6+ c;t>xd6 29 l:txf7, y ganan.
Su ventaja sería menos perceptible,
después de lS ... 'W'g4! Si ahora 19 .ie2
1!i'g6 20 c4, entonces las negras pueden
forzar tablas con 20 ... l:txe3 21 fxe3
hg3 22 il.d3 il.xh2+ 23 c;!'.>xh2 Wlh6+.
Pero con 19 'W'd2 sus problemas subsis-
ten: 19 ... h6 20 c4, o bien 19 ... a5 20
W (20 Ae2 f:i'f5 21 il.d4) 20 ... l:te7 21
il.d4, con alguna iniciativa.
lS •.. h6
Un preludio nada evidente para un re-
agrupamiento muy efectivo. También
era posible la inmediata lS ... l:te7 19
c4 weS 20 .id3 'W'f6 (20 ... 'i!Vh3 21 cS!
bxcS 22 'i!!'c2 no es tan bueno), pero de
todos modos, la jugada h7-h6 es necesa-
ria a fin de que en algunas variantes, el
peón de h7 no esté colgando y la casilla
g5 se encuentre cubierta. Por ejemplo:
21 'iWd2 wf8? (21 ... h6!) 22 .igS l:txel+
23 l:xel 'li'd4 24 Axh7 'iWxc4 2S l:te4
11b5 26 ..tf6!, con ataque decisivo.
19 c4 l:te7!
Pero ahora el plan de las negras es
aidente. Quieren jugar we8-f8 y l:taeS.
En ese momento, la iniciativa de las
blancas se evaporará rápidamente y les
espera un final inferior. Por el momen-
llD, Kamsky tiene tiempo para evitar ese
giro de los acontecimientos, pero la
ruestión es ¿tiene sentido provocar el
momento crítico?
ANATOLI XII
1916
20 .id3
Las blancas, para desgracia suya, tam-
bién contemplan un reagrupamiento,
con idea de impedir que el rey negro
se refugie en su flanco. Kamsky piensa
que disponiendo una batería de alfil
y dama sobre la diagonal bl-h7 podrá
poner de manifiesto los defectos de la
posición negra, y el rey de f8 no estará
seguro. ¡Pero resulta ser una ilusión!
20 Ag2 (Karpov) no era mejor. Las
negras ejecutarían el mismo plan: 20 ...
@es 21 'i!!'d4 'iWg6 (21 ... wf8? 22 .ixh6
.tes 23 'l!i'h4 gxh6? 24 d6!) 22 'iWc3 wf8
23 cS dxcS 24 .ixcS Axes 2S 1'!t'xcS
'i!!'d6, y tablas después de 26 Wlxd6 cxd6
27 l:txe7 wxe7 2S l:tb7 wdS 29 .ifl :es
30 l:txa7 l:tcS, que habría sido el desen-
lace lógico.
20 ••• 1!i'f6 21 wg2?!
Kamsky sigue evitando las simplifica-
ciones, porque no puede creer que el
lento plan de las negras pueda quedar
sin castigo. "La impresión es que las
blancas tienen sus piezas trastocadas.
En lugar de situar su alfil en la casilla
natural, g2, han ocupado esta casilla
con su rey~ (Karpov).
21 'iWc2 weS 22 cS bxcS 23 il.xcS es más
activo, y en caso de 23 ... AxcS 24 'iWxcS
Wd6 2S Wxd6 cxd6 26 l:txe7+ Wx.e7 27
l:tb7 (Ftacnik), las blancas tienen mejor
final, mientras que si 23 ... wf8 24 l:txe7
Wlxe7 2S Ad4, con idea de Wlc3 y l:tel
(Christiansen), con la iniciativa. Sin
embargo, después de 23 ... l:txel+ 24
l:txel+ wf8, las posibilidades se igualan
gradualmente.
471
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
21 ••• we8! 22 Ac2
Es probable que también aquí fuese
mejor 22 WJc2, con idea de c4-c5 (Belia-
vsky, Mijalchishin).
22 .•. 'Wc3!
U na fuerte jugada intermedia. "Mi res-
puesta enfrió el ardor de Kamsky" (Kar-
pov). Por supuesto, la dama no puede
mantenerse en c3 durante mucho
tiempo, pero por el momento impide
el plan con WJd3.
23 il.b3?!
Tanto 23 "ffld3 "fflxd3 como 23 Ad4
l:lxel probablemente hubiesen finali-
zado en tablas. Pero Kamsky aspiraba
a más.
Desde este punto de vista, era intere-
sante 23 lkl!?, y si 23 ... @f8, entonces
24 il.bl, obligando a las negras a jugar
con precaución: 24 ... 'i:Wf6 25 'Wd3
l::l.ae8 26 il.d4 (26 'i:Wh7 g5) 26 ... il.e5
27 "fflh7 g5 28 l::l.xe5 l::l.xe5 29 llc3 c5!
30 l::l.f3 "fflg7 31 "fflxg7+ <J<xg7 32 il.xe5+
l::l.xe5 33 l::l.a3 lk7! Esta jugada permite
a las negras parar las amenazas a su
flanco de dama. Después de la diver-
tida 29 il.g6, pueden responder tanto
29 ... 'l!fxg6 30 ffh8+ "fflg8 31 "fflxh6+
W/g7 32 "fflxg7+ Wxg7 33 f4 f6, con un fi-
nal tablas, como la no menos divertida
29 ... ~h3+ 30 Wxh3 g4+ 31 >t>xg4 fxg6
32 'Wxh6+ wg8 33 wh3 Wf5+ 34 >t>g2
'&e4+ 35 wgl "fflxd4, después de lo cual
las blancas dan jaque perpetuo.
Sin embargo, no hay un gran peligro
evidente en caso de 23 ... 'Wxc4. Sólo
después de 24 il.!5 es probable que no
valga la pena tomar el segundo peón,
pues la situación traS 24 ... "fflxa2 25
il.xd7+ 'i!?xd7 26 'Wd3 l::l.e5 27 l::l.edl
puede resultar desagradable para las
negras. 24 ... 'l!fa4 25 il.xd7+ 'Wxd7 26
't\l'd3 f5 es más seguro. Por ejemplo:
27 il.d4 wf8 28 lle6 l::l.xe6 29 'Wxf5+
'Wf7 30 'Wxf7+ wxf7 31 dxe6+ >t>xe6 32
$.xg7 h5, con un final de doble filo.
23 ... wfS 24 llcl "fflf6 25 Ac2?!
La obstinación de las blancas en la eje-
cución de un plan poco prometedor
tiene consecuencias irreparables. 25 c5
472
V
bxc5 26 $.xc5 es más lógico, y la tentati-
va de las negras de lanzar un golpe, con
26 ... Axc5 27 l::l.xc5 Ag4? se encuentra
con una espectacular refutación: 28
'ifxg4 l::l.xel 29 d6! (la casilla f7 está a
punto de desmoronarse) 29 ... 'l!fg6
30 "fflf3 c6 31 l::l.xc6 "fflf6 (31 ... l::l.d8 32
l::l.c7 es totalmente malo) 32 "fflxf6 gxf6
33 l::l.c7, con mejor final de las blancas..
Pero después de 26 ... a5! (Karpov) 27
llxe7 'f/Jxe7 28 f:i'f3 a4 29 il.c4 lle8!, la
posición está igualada.
1917
25 ... l::l.ae8
Karpov ha completado con éxito el
proyectado reagrupamiento, dejando
mudo de asombro al gran maestro ,.
comentarista Daniel King: "Cómo lo
hace Karpov, no lo sé. Tiene una in-
creíble habilidad para coordinar sus
fuerzas de modo que resulten lo más
eficientes posible. Observe cómo ha
dispuesto sus piezas de forma tal que
no se entorpecen las unas a las otras, y
todas ellas están protegidas. No parece
haber un solo punto débil en todo el
campo negro. Compárese esta posición
con la resultante de 11 ... >t>d8. Es difi-
cil imaginar que sería capaz de lograr
tal annonía. El flanco de rey blanco
está debilitado y la iniciativa ha pasado
a manos de Karpov".
Desde luego, la posición negra es ahora
preferible. En tales casos, a las blancas.
tras haber invertido tales esfuerzos en
busca de la continuación de ataque.
puede resultar muy difícil readaptarse
y defenderse. Por inercia, siguen reali-
zando jugadas activas, lo que a menudo
conduce al desastre.

26 \Wd3?
Gata sigue soñando con las amenazas
que su bateóa de dama y alfil pueden
crear... Aquí, por última vez, debía
haber renunciado a ese plan y cambiar
urgentemente alfiles con 26 il.a4 il.xa4
27 'i!i'xa4, entregando la iniciativa a su
oponente (27 ... Wfg6 28 'ili'c2 l1e4 29
Ji.d2 ilc5), pero conservando posibili-
dades reales de tablas.
1918
;Esto debe haber sido un jarro de agua
fria para Kamsky! Las blancas han pa-
sado gran parte del tiempo tratando
de crear la amenaza de invasión de la
dama en h7, y resulta que si 27 'i!i'h7,
sigue 27 ... g5!, y son las negras quienes
inician un ataque decisivo al rey contra-
rio: 28 ltbl (28 wgl il.b4! 29 nn il.e2)
28 ... il.xg3! 29 hxg3 l1xe3! 30 nxe3
:Xe3 31 fxe3 'l!l'f3+ 32 wgl 1Wxe3+ 33
~2 il.f3+ 34 wh3 g4+ 35 wh4 '1Wg5tt.
;Con una sola jugada, Karpov cambió
radicalmente la evaluación de la situa-
ción creada!
'D Ji.d2??
·un verdadero desastre" (Karpov).
La posición blanca es, por supuesto,
dificil pero defendible. 27 f4 (pero
DO 27 il.d4? 'Wf3+!) habóa planteado
problemas importantes. En la variante
de Karpov, 27 ... il.c5 28 il.xc5 bxc5 29
:.Xe7 l1xe7 30 il.d 1, las posibilidades de
é:sito de las negras se reducen conside-
1:2blemente. Sin embargo, ganan con la
ioesperada 27 ... nxe3!! 28 l:lxe3 l:lxe3
~ Vxe3 Wb2! Por ejemplo: 30 h3 il.f5
~I Vd2 ~e4+ 32 wfl a5! 33 a4 f5 34
·~ .L\3 35 gxl5 il.xf5 36 '>t>e2 Ab4 37
Wdl g6.
ANATOl.I XII
La defensa más tenaz era 27 il.dl! il.f5
28 '1Wb3! (no 28 'Wd2 il.a3: Karpov),
aunque después de 28 ... il.e4+ 29 <;f;>gl
<;!;>g8 30 il.c2 h5, el ejército negro pare-
ce muy amenazador.
27 ••• l1e2!
La invasión decisiva.
28 .!:!xe2 l:lxe2 29 l:!fl
29 il.e 1 il.c5! (Karpov).
29 ... l1xd2!
Las blancas se rindieron en vista de 30
'1Wxd2 'i!'f3+ 31 <;f;>g 1 il.h3.
¡Un increíble remate! Después de
las aventuras del rey negro, era difícil
imaginar que todo finalizaría con un
ataque fulgurante e irresistible... ¡al
rey blanco! "Se diña que Kamsky no
comprendió del todo lo que estaba pa-
sando en el tablero" (Karpov).
A continuación, el campeón FIDE
ganó también la séptima partida, que se
prolongó durante casi siete horas y 71
jugadas. Tras unas tablas en la octava,
¡volvió a ganar la novena! El tanteo era
demoledor: 6,5-2,5. Pero aquí, hay que
decir en honor suyo, que Gata consi·
guió exhibir sus cualidades combativas,
y en la segunda mitad del duelo hubo
una lucha igualada y feroz. Karpov logró
su sexta victoria en la 14ª partida (como
rindiendo homenaje a la memoria de
los encuentros ilimitados), y después de
la 18', sumó los necesarios 10,5 puntos.
No hay que decir la enorme decep-
ción que sufrieron los Kamsky, Gata y
su estricto padre, Rustem, quien había
consagrado todos sus esfuerzos a lograr
el supremo objetivo. Pronto, a instancias
de su progenitor, el joven gran maestro
dejó el ajedrez por mucho tiempo para
dedicarse a estudiar medicina.
Entretanto, el 23 de agosto de 1996,
en una reunión a cuatro bandas en·
tre Karpov, el presidente de la FIDE,
Kirsan llyumzhinov, el presiden te
de la Federación Rusa de Ajedrez,
Andrei Makarov, y yo mismo, quedó
decidido que en 1997 se disputaría el
duelo Kasparov-Karpov, "por el cam-
peonato mundial absoluto", y pocos
473
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
días después firmamos al pie del co-
rrespondiente memorándum.
No entraré en la cuestión de por
qué no llegó a celebrarse nuestro sexto
match (expresaré mi punto de vista en
mi autobiografía}, pero un factor impor-
tante fue el resultado de un supenomeo
a doble vuelta en el que participaron los
seis mejores del mundo (Las Palmas,
diciembre de 1996): l. Kasparov 6,5 de
10; 2. Anand 5,5; 3-4. Topalov y Kramnik
5; 5-6. Ivanchuk y Karpov 4.
En este torneo, de categoría 21, un
récord por entonces, sólo equiparable
quizás al Torneo AVRO de 1938, Anato-
li Evgenievich, tras perder en la segun-
da vuelta con Anand y conmigo, fue el
único contendiente que no se anotó
ninguna victoria. Por supuesto, podría
y debería haber jugado mejor, de ha-
berse dedicado por completo al torneo
y no irse, en el momento culminante
de la lucha a la ceremonia de apertura
de un torneo juvenil en París. Aquí no
podemos sino recordar a Capablanca,
que durante el torneo internacional
de Moscú (1925) también viajó a otra
ciudad, Leningrado, para dar una ex-
hibición de simultáneas, y sufrió una
derrota a su regreso.
Después de esto, lo único que le
quedaba a Karpov era defender su títu-
lo de campeón FIDE. Precisamente por
entonces, a instigación de Ilyumzhinov,
y bajo el pretexto de hacer un espec-
táculo más vivaz, el título de campeón
del mundo comenzó a disputarse en
torneos por sistema eliminatorio, con
128 participantes que se enfrentaban
en miniencuentros de dos partidas (y
en fases avanzadas, de cuatro o seis). En
caso de empate, el vencedor se decidía
por un desempate a partidas rápidas y,
caso necesario, a partidas de bütz.
Naturalmente, no estoy contra el
sistema en sí, por cuya modalidad se
disputó el primer torneo internacio-
nal (Londres 1851), pero pensaba -¡y
no sólo yo!- que sólo era bueno para
eventos del tipo Copa del Mundo, y
absolutamente impracticable para de-
terminar al mejor jugador del planeta.
Por consiguiente, cuando Karpov y yo
474
V
("con el fin de una reconciliación ge-
neral") fuimos invitados a sumamos a
la fase semifinal (¡qué gran privilegio!),
yo decliné jugar, por una cuestión de
principios, pues no deseaba crear un
precedente que pudiese dañar al título
histórico de campeón del mundo.
Pero entonces la FlDE permitió a
Karpov el acceso directo a la superfi-
na!, a pesar de las protestas de muchos
famosos grandes maestros (Kramnik
incluso rehusó participar). Un detalle
"menor": los participantes de la su-
perfina! recibieron la parte del león,
del fondo general de premios: I ,37
millones de dólares para el vencedor, y
768.000 para el perdedor.
La fase principal del primer cam-
peonato mundial FIDE disputado por
el sistema eliminatorio tuvo lugar en
Groninga, del 9 al 30 de diciembre
de 1997, y finalizó con el merecido
triunfo de Vishy Anand. En el camino
hacia su objetivo derrotó a Nikolic (2-
0), Jalifman (1-1, 2,5-I,5 en rápidas),
Almási (2-0), Shirov (1,5-0,5), Gelfand
(l,5-0,5) y Adams (2-2; 2-2 rápidas: I-
0 blitz). La ceremonia de apertura del
match superfina!, tuvo lugar en Lausa-
na, el I de enero de 1998 -¡imagínese
el lector!-. Anand debía enfrentarse a
Karpov, que había volado allí desde las
Islas Canarias...
Hay que decir que Karpov habló
con mucho respeto acerca del juego
del gran maestro indio: "Su genio ra-
dica en su originalidad. Anand destaca
entre los muchos jugadores a los que
me he enfrentado, y permanece en
mi memoria. Aquí hay algo especial
oriental, desconocido para nosotros.
Probablemente tengamos no sólo una
distinta concepción de la vida, sino
también ante el tablero .. .". El hecho
de que Vishy también tenía una di-
ferente concepción de la vida quedó
claro por una entrevista suya después
de Groninga, en la que declaró: "Creo
que deberíamos entrar en el siglo X.XI
olvidándonos de los privilegios y jugar
campeonatos del mundo normales".
De modo que el mundo del a~
drez presenció el "experimento ~

Lausana", algo sin precedentes, por
parte de la FIDE: un match a seis par-
tidas entre un fresco y relajado Karpov,
de 46 años, y Anand, de 28 años, ex-
hausto por semanas de dura lucha.
594.
A. Karpov-V. Anand
Lausana 1998
Campeonato Mundial FIDE, 1ªpartida
Defensa Semi-Eslava (048)
1 d4 d5 2 c4 c6 3 ILJc3 ILJf6 4 e3 e6 5
~f3 ILJbd7 6 .lld3
En su match de Candidatos (1991), en
Biel (1997) y en la 5ª partida del match
de Lausana, Karpov jugó 6 'Wc2 contra
_\nand (partidas núm. 584 y 585), pero
en general las negras pudieron resolver
sus problemas de apertura.
6 •.. dxc4 7 Axc4 b5 8 Ad3 .llb7
Esta jugada de Larsen se produjo
con la mayor frecuencia en las con-
frontaciones "Merano" entre ambos
contrincantes. Vishy también jugó 8 ...
M varias veces, y sólo en su última
tentativa (Montecarlo /rápidas/ 1996)
logró Karpov una ventaja tangible con
b enérgica 9 ILJe4 Ae7 1O 0-0 Sl.b7 11
~.xf6+ ILJxf612 a3 0-0 13 axb4 Sl.xb4 14
c4 h6 15 e5! ILJd7 16 Ac2 l:te8 17 'iWd3
~ 18 'iWe4 ILJg619 l:tdl 'f!Je7 20 'iWg4!
'0-0
9a3 (véase partida núm. 592, comenta-
rio a las· jugada negra); 9 e4 (partidas
núm. 425 y 429).
'-·ª6
_\hora el juego traspone a la variante
con 8 ... a6. Anand ha jugado también
9 ... b4 (como Polugaievsky -partida
núm. 515), y también 9 ... .lle?.
10 e4 c5 11 d5 'iWc7 12 dxe6 fxe6 13
.U2
La prematura 13 ILJg5 se para con 13 ...
Wc6! 14 'We2 c4 15 Ac2 Ac5 16 Ae3
17 l:tadl h6 18 ILJf3 'i!fc7 19 ILJd4
•)-O
:aes 20 a3 ILJe5, con excelente juego
ANATOLI XII
de las negras (Karpov-Anand, Monte-
cario /rápidas/ 1994).
13 •.. e4
También se. ha ensayado la siguiente
continuación de doble filo: 13 ... Ae7
14 ILJg5 'l!fc6 15 Wf3 h6 16 'iWh3 hxg5!?
17 'Wxh8+ wf7 18 'Wh3 g4 19 'i!fh4 ILJe5
(Karpov-Kramnik, Montecarlo /rápi-
das/ 1994), así como, a mediados de
los noventa, las jugadas de Dreev, 13 ...
0-0-0 y 13 ... Ad6.
14We2
Por entonces, 14 ILJg5 (partida núm.
592) ya había sido neutralizada, y se
había iniciado una nueva tendencia, 14
ILJd4 ILJc5 15 Ae3!, sacrificando el peón
de e4: 15 ... 0-0-0 16 'l!fe2 c5 17 ILJf3
(Lautier-Gelfand, Amsterdam 1996),
o bien 15 ... e5 16 ILJf5 (Lautier-Kram-
nik, Montecarlo /rápidas/ 1996). Es
más fuerte 16 ILJf3!, y si 16 ... ILJcxe4,
entonces 17 ILJxe4 ILJxe4 18 l:tcl, con la
iniciativa (Gelfand-Barcev, Novgorod
1997). Es mejor para las negras com-
pletar el desarrollo aun a costa de la ca-
lidad: 16 ... Ae7! 17 ILJg5 0-0! 18 Sl.xc5
Axc5 19 ILJe6 'iWb6 20 ILJJdB l:txIB (Kasi-
mdzhanov-Kasparov, Linares 2005).
14 ... Ad6 15 ILJd4 ILJe5 16 f4 e5
1919
17 ILJdxb5!?
"Una desagradable sorpresa" (Karpov).
En una partida con Akopian (Olim-
piada de Erevan 1996), yo pasé mucho
tiempo considerando este sacrificio en
b5 y, sin embargo, jugué 17 ILJf5, pero
después de 17 ... 0-0 18 ILJxd6 'l!fxd6 19
fxe5 Wxe5 20 l:tf5 'i!fc7 21 Ag5, con la
precisa 21 ... ILJfxe4! 22 l:tidB+ l'hf8 23
475
Gary Kasparov - Mis GENIALES PRF.DECESORES
l.iJxe4 We5, las negras forzaron tablas: 24
l¿Jffi+ gxf6 25 J.xh7+ Wxh7 261Wh5+.
Tras la preparación casera, a Karpov
le resultó más fácil decidirse por el sa-
crificio de caballo, sobre todo porque
su oponente, cansado de las luchas de
Groninga, bien podría equivocarse en
las complicaciones resultantes.
17 •.• axb5 18 li:Jxb5 ft6 19 l.iJxd6+
"iii'xd6 20 fxe5 "iii'xe5 21 l:tf5 "iii'e7 22
1Wxc4
Ahora las negras se enfrentan a una
importante elección.
22 .•• l:!c8
"Una hábil defensa: ¡juego sobre el
centro!". (M. Gurevich). Esta jugada
fue la responsable de que prácticamen-
te se arrinconase la variante con 17
l.iJdxb5. Es peligroso 22 ... ILJcxe4?! 23
Wb5+! (privando al oponente del dere-
cho a enrocar) 23 ... wf8 24 J.e3, con
un fuerte ataque. 22 ... l.iJcd7 conduce
a un juego confuso (según Anand,
"Kramnik dijo que había comprobado
todo esto en 1991 con algunos ami-
gos"), después de 23 J.d2 J:k8 24 Wb3.
23 1Wb5+! l.iJcd7!
"Impecables fintas tácticas por ambas
partes" (Zaitsev).
24 'i'Vxb7
Pero no 24 ~a4?! J.c6 25 Wa6 0-0! 26
~xc6 l.iJb8 (Karpov).
24 •.• llxc2 25 ~g5
Si 25 lla5!? (Karpov), las negras dis-
ponen de la buena réplica 25 ... @!7!
(Stohl), ya que tras 26 Wb3+ 'i!'t'e6! 27
'11fxc2, con 27 ... "iii'bfi+ también ganan
una torre.
25 ••• "iii'd6!
25 ... 'i!fxe4? no es posible debido a 26
Wxe4 l.iJxe4 27 J:!el llc4 28 b3! (no
28 lld5? 0-0!) 28 ... lld4 29 .IIl2! (una
maniobra muy fuerte) 29 ... h6 30 lld2!
(Karpov) 30 ... llb4 31 a3 y ganan,
mientras que en caso de 29 ... l.iJdf6
30 Jlf4 (Stohl) 30 ... lld 1 (no hay nada
476
V
mejor) 31 llxdl l.iJxg5 32 a4, lo más
probable es que las negras pierdan.
26 ilfa8+ wf7?
La fatiga se hace sentir. Anand decidió
forzar unas bonitas tablas por jaque
perpetuo, pero se le escapó la jugada
31 de las blancas. 26 ... 'Wb8 se sugiere
por sí sola: 27 Wxb8+ l.iJxb8 28 ~xf6
(28 a4 0-0! Zaitsev) 28 ... gxf6 29 .!:12
(Karpov) 29 ... llx12 30 wxf2 l.iJc6 (Sto-
hl), o bien 29 llxf6 llxb2 30 a4 l.iJd7 31
llf2 llb4 32 a5 .l:txc4 33 a6 We7 34 a7
lla8 (Flear-Galkin, Port Erin 2001),
con un final tablas.
27 ilfxh8 '!ifd4+ 28 @hl ilfxe4
28 ... Wxb2 29 lldl! (M. Gurevich).
29 J:f3 llxg2!?
La clave de la idea negra. Si 29 ... lLJe5?,
30 llxffi+.
30 Wxg2 l.iJe5
Aquí, en lugar de 31 llfl, que es lo
que Anand esperaba, y que después
de 31 ... l.iJxf3 32 J:!xzf3 We2+ habría
desembocado en unas tablas, sigue un
sacrificio de dama, después del cual el
alfil blanco consigue eliminar ambos
caballos.
1920
31 'i'fxg7+!
"Normalmente, una dama ataca al reti
desde el centro del tablero, pero aqui
el insidioso golpe se asesta desde el rin-
cón" (Karpov).
31 •.• Wxg7 32 ~xf6+ wg6
32 ... wh6 no cambia nada en visL'l de
33 J.xe5 "iii'xe5 34 .!:!12.

33 he5 Wxe5 34 l:tgl
Una bonita emboscada. También era
suficiente 34 l:tf2 (Stohl).
34 ••• h5
Xo hay otra cosa: 34 ... Wxb2+?
35.~hl+! wh5 36 l:th3++.
35 b3! We2+ 36 l:tf2
Se ganaba antes con 36 Wh3+ 'i!7h7 37
:U+ Wh6 38 l:!f6+ Wh7 39 a4 (Karpov),
o bien 37 ... Wh8 38 l:!f61 'iWd3+ 39 ::Ig3
1'd7+ 40 wh4 'i!Vd4+ 41 wg5, etc.
36 ... We4+ 37 wfl+?!
Esto es un error. Ahora se pierde el
peón de a2 y la lucha se prolongará
de forma considerable. Después de 37
;h3+! 'i!7h7 38 i:tl7+ wh6 (38 ... wh8 39
:t6! -véase nota anterior) 39 :ro+ wh7
.;o J:::g3, ambos peones del flanco de
dama estarían listos para avanzar.
37 ... wh6 38 ::Ig3 Wbl+ 39 wg2 We4+
"'1'g6+
° i:tgf343 Whl
Wg6+ 41 wn "iWbl+ 42 wg2
"!Wbl+ 44 l:tfl Wfxa2
Para evitar los jaques, las blancas de-
bían entregar un peón, pero a conti-
Duación Karpov juega de forma exacta:
d armonioso trabajo de las torres
~da al rey blanco a eludir los jaques
• el peón b avanza hacia la casilla de
coronación.
ü .:::r6+ wg7 46 :f7+ ~!18 47 :rs+ wg7
-18 .:::8f7+ wg8 49 l:t7f3 wg7 50 h3 '1Wc2
il .:::1f2 '1We4 52 ~g2 Wh4 53 l:te2 Wfd4
;¡ :e7+ wg6 55 l:te6+ wg7 56 l:g3+
;f7 57 l:tge3 '1Wd5+ 58 wg3 Wg5+ 59
;n Wh4+ 60 we2 'l!fd4 61 :ct6e4 Wfal?!
l:na jugada instantánea, impulsiva"
•)l. Gurevich). Todos los comentaris-
::J:S consideraron, con razón, que 61 ...
1'b2+ era más tenaz, aunque después
de 62 <;f;>f3 'lifh2 63 h4 (Karpov, Zaitsev),
Ka:s blancas tienen, de todos modos,
=a posición ganada.
i? .;,d3 wf6 63 l:te6+ wf5 64 b4 'l!fcl 65
~ Wfc8 66 b5 'l!fd8+ 67 wc5 'l!fc7+ 68
;b4 Wf4+ 69 'i!7b3 'f!lc7 70 b6
"'Con el peón en b6, la victoria es simple
o:nestión de tiempo" (M. Gurevich).
ANATOLI XII
70 ... Wd7 71 l:t3e5+ wf4 72 ::Ie4+ wg3
73 l:te3+ 'i!7h2 74 Wc4
Las piezas blancas han conseguido una
total coordinación, y ahora es el turno
del rey para que ayude al avance del
peón de b6.
1921
74 ... h4
Al entregar su peón, Anand facilita
las cosas a las blancas. Después de
este avance, Karpov puede explotar
el hecho de que la dama está atada al
control del peón de b6, cambiando el
mmbo de su rey, que ahora se dirige a
capturar el único peón negro.
75 wc5! f:Vc8+ 76 @d5 'l!fd8+ 77 we4
'f!ld7 78 wr5 wg2 79 wg5 f:Vg7+ 80
wm4wf2
80 ... 'l!fh7+ 81 wg5 'f!lg7+ 82 i:tg6.
81 ::!3e5 'l!fh8+
81 ... f:i'g3+ 82 wh5 'l!fxh3+ 83 wg6
f:i'g2+ 84 l:tg5 'l!fb7 85 l:tf5+ (Stohl)
85 ... wg3 86 l:t17, etc., también era
desesperado.
82 wg4 f:i'g7+ 83 wf5 'l!fh7+ 84 wf6
'l!fh4+
84 ... f:Vxh3? 85 l:te2+ habría conducido
a la pérdida de la dama.
85 wf7 'l!fh7+ 86 we8 Wb7 87 h4 f:i'b8+
88 wf7 Wb7+ 89 wg6 f:i'b8 90 h5 '*l'g8+
91 wf5 '1Wh7+ 92 wf6 ~f3 93 l:te3+ wf2
94 l:te2+ wf3 95 l:!2e3+ wf2 96 wg5
'l!fg8+ 97 wh4 Wd8+ 98 wh3 f:i'dl 99
l:te2+ ~f3 100 wh2
"Ambos contendientes estábamos
extremadamente cansados. Por esta
477
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
razón, se me escapó 100 %1el!, con ma-
te inevitable" (Karpov).
100 ••• '!Wd8 IOI l:t6e3+ wf4102 b7 '!Wb6
103 l:le4+@f3 104 l:t2e3+@f2 105 l:le7
"il!'d6+ 106 @h3 "iWb8 107 l:t3e5 @gl 108
l:tg7+
Las negras se rindieron, en vista de
108 ... wf2 109 l:tf7+ wgl 110 l:tel++.
"Una derrota muy humillante pa-
ra Vishy, y un golpe muy duro en un
encuentro tan corto" (M. Gurevich).
Debemos reconocer el coraje y la clase
de Anand. En la segunda partida niveló
el marcador, y en la tercera logró tablas
en la Variante Merano, sin duda con-
fiando en tener éxito en la cuarta.
Pero ese día algo fue mal para él en
la apertura. Tras finalizar sin ventaja la
fase inicial, Vishy condujo con indeci-
sión el medio juego y quedó en una
situación bastante desagradable, en
la que las blancas debían asumir una
defensa penosa. Mientras que Karpov,
que se encontraba en su elemento, bus-
cabala menor posibilidad para jugar a
ganar. Después de que se cambiasen to-
rres, ep lajugada 32, se llegó a un final
de damas y alfiles de distinto color, en
el que la defensa de las blancas estaba
condicionada por su peón débil de h5,
y la presencia de un peón pasado dis-
tante en la columna a.
595.
V. Anand-A. Karpov
Lausana 1998
Campe<n1ato Mundial FIDt.: 4ª partida
1922
478
V
33 ••• ii.b5! 34 c4
34 "Wb4?! "Wxh5!
34 ••• Aes 35 c5?
Con esta jugada natural, Anand deja es-
capar una buena posibilidad de hacer
tablas. Después de 35 'i!YdS! Wxh5 36
.lle3, no es evidente cómo pueden ga-
nar las negras. Ante el tablero, Karpov
consideró aquí 36 ... .llc6 37 "ill'd6 .llaS
38 '!WdS .lle4 39 13, con igualdad.
Más tarde, Zaitsev recomendó 36 ...
"il!'g6, a fin de ganar un peón, en ca-
so de 37 Wd6 f4! 3S .llxf4 "itbl+! 39
@h2 We4, aunque es posible que las
blancas todavía puedan salvar el final
de damas tras 40 .lle3 ( 40 Wd2?! .llc6~
41 f3 '!Wxc4) 40 ... 1<.c6 41 f3 Wxe3 42
'l!fxc6 "il!'xe5+ ("etc", Zaitsev). Pero es
más fuerte 37 Wa8! (control de la gran
diagonal) 37 ... a5 38 c5 a4 39 c6 f4 40
c7! (Ftacnik), con tablas.
35 ••• "il!'d7!
"Una excelente maniobra" (Zaitsev).
"El peón de h5 no se escapará, y antes
las negras pueden activar su dama" (~t
Gurevich).
36 1<.c3 Wd3 37 "il!'d4
Para evitar lo peor (37 .lld4?! a5 ó 37
1'.b4?! Wd5), las blancas cambian da-
mas, con transición a un final de alfiles
y un peón menos, pues el peón de h5
está condenado.
37 ••• "tlfxd4 3S .llxd4 a5
1923

39 c6?
"Se diría que Anand ya había asumi-
do la derrota" (Karpov). "Una jugada
suicida, ¡realizada al instante! 'En
cualquier caso, la posición estaba
perdida,' dijo Anand en una rueda de
prensa. Aunque así fuese (lo que para
mí, por ejemplo, no está claro), 39
c6? es la forma más rápida de perder"
(M. Gurevich).
Ciertamente, esta jugada merece un
signo de interrogación, porque faci-
lita las cosas a las negras. Parece que
Vishy tenía razón: ¡este muy intere-
sante final de alfiles de distinto color
~-a estaba perdido para las blancas!
Examinaremos dos métodos defensi-
Yos: con el peón en f3 y con el peón
en f4:
1) 39 f3 il.xh5 (39 ... f4!?) 40 c6 il.e8
·H c7 il.d7 42 wf2 a4 43 il.c5 f4 (Ftac-
nik). Entonces, las negrasjuegan g7-
g5, l!fg6-f5, h6-h5, llevan su alfil a b7
! siguen con h5-h4 y @g6-f7-e8-d7, o
bien g5-g4, para obtener, tras f3xg4
~ h5xg4, seguido de g2-g3xf4 y wxf4,
lt:la posición del mismo tipo de la
'1'1e se produce en la segunda varían-
~ Las negras sitúan su peón en g3 y
¡penetran, sin problemas, con su rey
t:il el flanco de dama.
Según Karpov, la línea defensiva con
42 g3 a4 43 il.b2 es más tenaz, pero
en mi opinión, esto no complica se-
riamente la tarea de las negras: 43 ...
g5 44 @f2 wg6 45 @e3 il.c8 46 il.a3
il7 47 il.d6 wf7 48 .b3 l!fe8 49 f4
wd7 50 il.d6 wc6 51 @d4 gxf4 52 gxf4
h5 53 we3 wd5, o bien 49 il.b4 wd7
50 .1.d6 wc6 51 @d4 (si 51 f4, enton-
ces 51 ... wd5 52 fxg5 hxg5 53 @d3
il.a6+! 54 we3 l!fc4) 51 ... h5! 52 il..e7
(después de 52 f4 gxf4 53 gxf4 h4 54
we3 1id5, se gana fácilmente) 52 ...
wxc:7 53 il.xg5 il.xf3, con dos peones
de'llC!taja y la inminente creación de
un.~ndo peón pasado.
2) 39 f.l a4 40 il.b2 il.xh5 41 c6 il.e8
42 c7 il.d7 43 wf2, y las negras tienen
una <frficil elección.
ANATOLI XII
1924
Diagrama de análisis
La precipitada 43 ... g5? echa por tierra
la victoria: 44 wg3 wg6 45 il..cl ! @h5
46 .b3 il.c8 47 il.cl il.b7 48 il.a3 @g6
49 il.c l. La tensión de peones creada
es ventajosa a las blancas. Si 49 ... g4,
pueden jugar 50 Wh4, con amenaza al
peón de h6. Si 49 ... Wfl, para llevar el
rey al flanco de dama, las blancas cap-
turan el peón (50 fxg5 hxg5 51 il.xg5).
regresan con el alfil (51 ... a3 52 il.cl
a2 53 il.b2), y luego tienen tiempo para
cambiar su débil peón g (53 ... we7 54
\t>f4 'otld7 55 g4 fxg4 56 wxg4 wc7) y
volver con su rey (57 wf4 wb6 58 we3
@c5 59@d2).
Es más incisivo 49 ... il.a6 50 wf3 gxf4
51 wxf4 <j;f7 52 g4 fxg4 53 @xg4 we7.
Ahora 54 wh5? pierde: 54 ... wd7 55
wxh6 wxc7 56 'otlg5 @c6 57 wf4 wd5
58 il.b2 wc4 59 @e3 @b3 60 il.d4 wc2!
61 il.c5 il.b5, y Zugzwang. Lo correcto
es 54 il.a3+ wd7 55 il.d6 il.e2+ 56 wh4
@c8 57 wg3, y las negras no pueden
penetrar con su rey. El alfil está ideal-
mente situado en d6, porque defiende
el peón de c7 y controla al de a4.
43 ... @g6! permite mejorar decisiva-
mente la posición: 44 il.a3 il.c8 45 we3,
y ahora no 45 ... Wf7 46 @d4 (Ftacnik)
46 ... @e8 47 wc5 'otld7 48 wb5! (no 48
@b6?, debido a 48 ... g5 49 fxg5 hxg5
40 il.b2 f4 51 il.cl @e7, y las negras en-
tregan su alfil por el peón e, pero crean
un segundo peón pasado en el flanco
de rey) 48 ... @xc7 49 wxa4, con tablas,
sino 45 ... >t>h5! (quizá 45 ... il.b7, impi-
diendo wf3, también sirva) 46 wf3 wh4
47 il.e7+ g5 48 fxg5 hxg5 49 g3+ wh5
50 il.a3 il.b7+ 51 @f2 @g4 52 il.cl il.a6
53 wg2 il.c8 54 @f2 il.b7 (el Zugzwang
obliga a las blancas a mover su alfil de
479
Gary Kasparov - Mis GENIAi.ES PREDECESORES
el) 55 ..lh3 f4 56 gxf4 wxf4! 57 Acl+
wg4 58 wgl wh4, y el peón negro llega
a g3, y el rey al flanco de dama, con
efectos decisivos.
Nada cambiaría con 39 Ac3 a4 40 Ab4
Axh5! 41 c6 Ae2! 42 c7 ka6 (Karpov,
Zaitsev). Después de f2..f3 ó f2-f4, las
negras ejecutan uno de los planes antes
analizados. Así, puede afirmarse con
cierto grado de certeza, que Anand
dejó escapar antes unas tablas, aunque,
si las blancas hubiesen conservado su
peón e, la victoria de las negras habria
sido más difícil. Anand esperaba facili-
tarse la defensa conservando el mismo
número de peones en el flanco de rey.
39 •.• kxc6 40 f3 f4!
Vishy subestimó esta posibilidad, digna
de un estudio compuesto. "La jugada
clave, que Karpov sin duda previó mu-
cho antes" (Zaitsev). Después de 40 ...
Ae8 41 g4, la partida seguramente
habría finalizado en tablas. Ahora, sin
embargo, las negras ganan el peón de
h5, y las blancas, mientras se ocupan
del peón de f4, deben permitir que el
peón pasado enemigo llegue a a2.
41 kb2 .lte8 42 kcl a4 43 ~xf4 a3 44
J.e3 kxh5
1925
El hundimiento de las blancas es cau·
sado por la debilidad de sus peones en
el flanco de rey. Si los sitúan en casillas
blancas, entonces la amenaza de elimi-
nación por parte del alfil significa que
el rey blanco no podrá dirigirse al flan-
co de dama, mientras que el rey negro
sí se desplazará allí. Pero situar los peo-
nes en casillas negras crearla irrepara-
480
V
bles debilidades en casillas blancas que
el rey negro puede explotar para lograr
un segundo peón pasado.
45 'iPf2
O bien 45 g4 a2 46 kd4 ke8 47 f4
g6 (las negras se disponen a crear un
peón pasado) 48 wf2 h5 49 wg3 J.a4
50 wh4 wh6 51 J.c3 .ltdl 52 gxh5 gxh5
(Ftacnik). Ahora el rey blanco quedará
atado por el peón h, y el rey negro se
dirigirá al flanco de dama.
45 ... J.e8 46 .ltd4 kc6 47 Ac3 a2
"Las negras tienen un claro plan gana-
dor: wg6-f5, g7-g5, h6-h5-h4 y g5-g4! Al
comprender esto, Vishy provoca una
crisis" (M. Gurevich).
48 g3 h5! 49 g4
"Esto acelera el fin" (Karpov). Pero 49
wg2 g5 50 Wf2 wg6 51 we3 h4 52 Wr.?
h3 es igualmente desesperado, mien-
tras que si 49 f4, entonces 49 ... wg6
50 'iPe3 wf5 51 Ab2 wg4 52 wf2 h4 53
gxh4 Wxf4! (Ftacnik), y el peón h está
perdido.
49 ... h4!
Las blancas se rindieron.
Después de 50 f4 g5! 51 f5 (51 fag5
Wg6) 51 ... exf3 52 gxf5 g4, los peones
negros son irresistibles.
"Anand debe haber quedado trau-
matizado por los acontecimientos de
esta partida en la que sucedió algo
fuera de lo común. El tipo de suceso
que queda grabado en la memoria de
generaciones de ajedrecistas" (Zaitse\') ..
Por cierto que, un par de décadas an-
tes, Karpov ya había ganado un final
similar con alfiles de distinto colOI'
a Kurajica (partida núm. 558). Estos
dos finales constituyen una excelentt
ilustración de cómo el 12º campeón
del mundo conseguía sacar el máximo
partido explotando errores impercepti-
bles, que sus oponentes cometían poc
el peso de los continuos problemas a
que eran sometidos.
"¡La primera victoria, con negras.~
Karpov sobre Anandl", escribió el gran
maestro Mijail Gurevich después de b

cuarta partida. "La derrota ha dejado
a Vishy en una situación muy delicada.
En cuanto a la calidad del juego en esta
partida sólo puede explicarse por el
extremo cansancio. La capacidad hu-
mana no es ilimitada, y Anand llevaba
ya un mes de continuo ajedrez .. .".
No obstante, Anand logró hacer
tablas en la quinta partida, sin mayores
problemas, y luego ganó la sexta, real-
mente ¡la partida de su vida! Así pues:
3-3 final. "Por supuesto, no esperaba
que pudiese ganar", dijo, inmediata-
mente después de la partida, "y ahora
me siento muy, muy feliz. Estoy tan
contento de haber podido igualar el
tanteo que por el momento ni siquiera
pienso en el desempate de mañana.
Sobre eso pensaré más tarde".
¡Un momento dramático! Maka-
rychev: "Vishy probablemente expe-
rimentó una sensación de bancarrota
mental. La bancarrota de un ganador,
cuando, tras un duro trabajo, su alegría
le inunda de atontamiento y apatía.
¡Pero aún tiene que jugar el desem-
pate!". Campomanes: "Lo mismo le
sucedió a Karpov en Sevilla, que no fue
capaz de hacer tablas en la última y de-
cisiva partida del match. Pero en Sevilla
no había desempate, mientras que aquí
5Í lo hay, y es prácticamente imposible
predecir el vencedor".
Karpov: "Estaba muy decepcionado.
Perdí una posición en la que ya no ha-
bía ningún peligro para las negras. No
calculé una variante. Bueno, para un
match que iba tan bien para mí... Eso,
por supuesto, fue un shock, y apenas
pude dormir por la noche. Pero tomé
una decisión: nada de ajedrez, nada de
málisis de estas partidas ni de las pasa-
das, sólo quería tener la cabeza despe-
jada. Lo único que me ayudó fue una
ducha fría antes de las partidas".
Al día siguiente debía decidirse
d resultado del encuentro y el título
flDE en un miniencuentro a dos par-
tidas rápidas. Era el punto fuerte de
..\nand, pero en algún punto la fatiga
&izo acto de presencia y su destreza lo
.Jbandonó. En la primera partida, con
¡¡¡rgras, obtuvo una posición comple-
ANATOLt XII
tamente ganada, y también una gran
ventaja en tiempo, pero ... comenzó a
perder pie y, justo antes del final, el lí-
der del maratón de pronto tropezó y se
cayó a pocos metros de la meta.
1926
39 ••• tDxf3+?
Las negras ganaban con 39 ... a4!
(Yusupov) 40 .17l.d7 (40 lDg5 a3) 40 ...
iLJxf3+ 41 'ill'xf3 'i!fxf3 42 J:txf3 J:te7 43
.17l.xa4 (no hay otra cosa: 43 J:tc8+ J:txc8
44 .17l.xc8 J:ta7) 43 ... J:txc7 44 .17l.xb3 wf8,
etc.
40 'il!'xf3 a4?
40 ... iLJd4! habría conservado un sano
peón extra.
41 Wxf6 gxf6 42 .17l.d7 iLJd4?
42 ... J:te7, con igualdad.
43 .i.xe8 tDe2+ 44 'it>g2 iLJxc3 45 .i.xf7+
~f846.17l.xg6
Las negras no pudieron resistir el asal-
to de los peones blancos y perdieron.
Karpov: "Al comienzo de la primera
partida del desempate me sentía un
poco flojo, pero entonces me animé
y recuperé mi claridad y rapidez de
pensamiento ... Creo que Anand, sen-
cillamente, no estaba preparado para
una dura lucha. Pensaba que jug-aba
mejor el ajedrez rápido y que las cosas
ya estaban decididas. Producía la clara
impresión de que el título de campeón
ya era suyo. Pero al final tuve mayor
presencia de ánimo". Sin embargo, a
juzgar por la primera partida, no fue el
caso. No fue Karpov, quien tuvo "pre-
sencia de ánimo" y ganó, sino que fue
Anand quien se desconectó y perdió.
481
Gary Kasparov - Mis GF.NIALES PRF.DECESORES
Zaitsev: "El inte1v.1lo entre las dos
partidas (15 minutos) fue empleado por
el preparador fisico de Karpov, Valery
Krilov, para. dar masajes a su pupilo,
mientras que Elizbar Ubilava trataba
en vano de calmar a Anand ('Vishy ya
no podía verme ni oírme: no estaba
allí'). Lamentablemente, en la segunda
partida Anand no exhibió la necesaria
fuerza mental, perdió el control de sí
mismo y de la posición. jugando a un
ritmo frenético, entregó dos peones sin
motivo, y el primer match por el cam-
peonato mundial bajo el nuevo sistema
concluyó".
Karpov consiguió retener el título de
"rey de la FIDE", provocando, sin em-
bargo, una reacción mixta del mundo
del ajedrez. Dvoretsky: "¡Las ventajas
eran en01mes e inmerecidas! El agotado
Anand tenía que luchar contra el fresco
y bien preparado Karpov. Incluso en
esas condiciones, éste no consiguió ga-
nar en 'el tiempo normal', y en la prime-
ra partida rápida esquivó la derrota por
puro milagro. Ahora, Anand es -y no es
sólo mi opinión- mucho más fuerte que
Karpov, y es probable que hubiese gana-
do en igualdad de condiciones (es decir,
con ambos contrincantes igual de fres-
coso de cansados). Karpov sigue siendo,
jurídicamente, el campeón del mundo,
pero a ojos de casi todos los jugadores
de ajedrez, no lo es en realidad".
¿Qué puede hacerse? Después de
1993, la cuestión del auténtico campeón
-real o jurídico- fue decidida por cada
cual, según sus propias impresiones y
gustos ... Sin embargo, lo que para mí
es cierto y está confirmado por las par-
tidas incluidas en este volumen, es que
Anatoli Karpov es uno de los mayores
jugadores de fines del siglo XX, que
ha hecho época y cuya contribución a
nuestro conocimiento de las sutilezas
de nuestro antiguo juego es ciertamente
incalculable.
No parece inapropiado cerrar esta
crónica de la carrera del 12° campeón
mundial con las palabras de su entrena-
dor Igor Zaitsev:
"Es típico que con las piezas negras
a Karpov le hayan atraído más aquellas
482
V
aperturas en las que la elección de va-
riante depende de las negras. Por ejem-
plo, en la Caro-Kann (4 ... 1Lld7 ó 4 ...
il.15), en la Española (variantes Smyslov,
Breyer o Zaitsev). Lo mismo puede de-
cirse de la Defensa India de Dama y de
la Nimzoindia. En mi opinión, se trata
de una manifestación, no deliberada, de
la sensible eficiencia que caracteriza a
todo gran jugador.
"Al trazar varios conceptos de aper-
tura, por supuesto, tuvimos en cuenta
los gustos ajedrecísticos del propio Kar-
pov. Siempre me había parecido que al
comenzar su preparación directa sólo
en el último momento concede una
especie de ventaja a todos sus oponentes
en match, y con los años este hábito se
ha ido acentuando. Karpov nunca se ha
considerado a sí mismo un experto en
aperturas, dada la naturaleza de su ta-
len to. En sus mejores años, era un colo-
sal jugador práctico, con una asombrosa
intuición posicional, y siempre ha esta-
do inclinado a confiar en su intuición.
antes que en largas variantes, ajustadas
para conseguir cierto resultado. Pero..
al mismo tiempo, su contribución a b
teoría de aperturas es lo bastante gran-
de y perceptible como la contribución
del triunvirato de campeones mundiales
(Capablanca, Smyslov y Petrosian) con
actitud y enfoque similares hacia los
problemas de apertura".
A modo de conclusión, he aquí b
tradicional selección de opiniones, 2
cargo de campeones del mundo.
Euwe: "Por su estilo de juego, Karp<ll"
puede compararse con el genio cubano
Capablanca, aunque hay una imp<:M'-
tante distinción. Cuando reproduces
las partidas de Capablanca se te ocurR
involuntariamente esta impresión: ¡oh.
es todo tan sencillo que hasta yo podriz
jugar así! Por el contrario, las partida!'
de Karpov impresionan al principio par
su estrategia, que parece ilógica, pero
pronto queda claro que, en realidad. Sii
juego es extremadamente lógico. Como
el cubano, es especialmente tenaz en)»"
siciones dificiles. Capablanca y Karp<ll"
se parecen en otros aspectos como, par
ejemplo, que los dos rara vez perdían-

El fenómeno Karpov no tiene paran-
gón. En cualquier caso, no ha habido
campeones así antes de él. Lo que más
me impresiona no es el ajedrez de su
juventud, ni la rapidez con que ascendió
a la cumbre, sino sus asombrosamente
estables resultados y juego equilibrado.
Un juego excelente. ¡Existe en su forma
de jugar un enfoque tan adulto, tanta
sobriedad y tranquila confiam.a en sí
mismo y en su capacidad!".
Botvinnik: "Muchos expertos consi-
deran a Karpov un racionalista, un lu-
chador de increíble sangre fría, a quien
las emociones le son ajenas y demás.
Ahora bien, podría afirmarse exacta-
mente lo contrario: Karpov es emocio-
nal, como mucha gente, pero se domina
y sabe controlarse bien, de modo que
se ha creado de él una falsa imagen.
Indudablemente, cuenta con un fuerte
programa de autoinstrucción. Demues-
tra una excelente comprensión de los
principios posicionales, y no tiene igual
en el arte de disponer armoniosamente
las piezas. Esas piezas que resultan in-
creíblemente invulnernbles, mientras
que las del oponente están sometidas a
una constante presión. En este aspecto,
el estilo de Karpov es significativamente
superior al de Petrosian, quien, tras lo-
grar una posición absolutamente segu-
ra, se limitaba a esperar pacientemente
los errores de su adversario. Karpov no
espera, sino que juega acti\"dmente".
Smyslov: "En el juego de Karpov
siempre me ha sorprendido la increíble
capacidad para evaluar sobriamente
y con absoluta precisión la posición
del tablero. Evaluar r.ipidamente, sin
necesidad de análisis. Esto resulta de
su fant.-lstica intuición ajedrecística, de
su innato talento. Después de todo, la
e\'a)uación correcta de una posición, la
e\'aluación de las posibilidades propias
es la base para tener éxito en ajedrez.
Esto es lo que, sobre todo, distingue a
l\arpov de los mejores grnndes maestros
del mundo".
Tal: "Karpov es increíblemente deci-
dido. Es como un tanque que no puede
deS\iarse de su objetivo. Su férrea persis-
tencia es una tortura para los débiles de
ANATOI.I XII
espíritu. No sin rnzón, algunos de mis
colegas, tras perder con él, se lamenta-
ron, diciendo que es imposible jugar
con Karpov, porque presiona sobre tu
mente. El carácter de Karpov es idéntico
a su juego. Tanto en la vida como ante
el tablero es extremadamente resuelto.
Esto es lo que más lo caracteriza. Puede
decirse que sus puntos fuertes son pre-
cisamente aquellos que a mí me fallan.
Karpov, por ejemplo, tiene una forma
clásica, sencilla de materializar una ven-
taja, mientras que yo nunca he sabido
hacerlo. En momentos críticos es capaz
de controlar sus impulsos, mientras que
yo no puedo restringir mis emociones...
Anatoli siempre me ha asombrado por
su capacidad por defender aquellas
posiciones en las que otros, por decirlo
suavemente, se habrían desanimado".
Petrosian: "Karpov demuestra con
sus actuaciones que su naturaleza es
muy decidida. Su visión del ajedrez
está claramente delineada. Esto es muy
importante. Todo jugador de talento
que se proponga progresar debe tener
su propia concepción, sus gustos e incli-
naciones, su punto de vista sobre ciertos
problemas ajedrecísticos, tanto teóricos,
como prácticos y filosóficos. Fischer
tenía unos firmes principios y result.'\-
ba asombrosamente constante en sus
inclinaciones. Algo similar observamos
en Karpov. Cieno que su estilo sigue en
plena evolución. Creo que se convertirá
en un jugador universal y versátil".
Spassky: "Karpov es un genio del
ajedrez, pero en sentido ideológico es
parecido a Botvinnik. Karpov solía uti-
lizar el apoyo del Partido para conseguir
sus objetivos personales. Más tarde,
comenzó a justificar esos objetivos como
los del Estado ... Pero hay que rendirle el
tributo que se merece: como jugador de
ajedrez es realmente grande".
483
"'
Al bum
Maestros

Anatoli Karpov.
487
Anatoli Karpov.
488
Analoli Karpov.
489
Viktor Korchnoi.
-190
Viktor Korchnoi.

491
V:ktor Korchnoi.
Matches y Torneos

Korchnoi-Tal. Torneo de Candidatos, Cura(:aol962.

493
Petrosian-Korchnoi. Semifinal de Candidatos, Moscú 1971.
494
Korchnoi. Larsen y Taimanov observan. Interzonal, Leningrado 1973.
495
Spassky-Karpov. Memorial Alckhine, Moscú 1973.
496
Karpov-Polugaievsky. Cuartos de final de Candidatos, Moscú 1974.
497
Karpov-Andersson. Madrid 1973.
498
Karpov-Spassky. Semifinal. de Candidatos, Moscú 1974.

499
Korchnoi-Karpov. Final de Candidatos, Moscú 1974.
500
Korchnoi-Karpov. Observa O 'Kelly (árbitro) . F'inaJ de Candidatos, Moscú.
501
Korchnoi-Karpov. Final de Candidatos, 18~ partida, Moscú 1974.
502
Korchnoi-Karpov. Final de Candidatos, Moscú 1974.

503
Match Karpov-Korchnoi. Baguio 1978.
504
Match Karpov-Korchnoi. Baguio 1978.
505
Match Karpov-Korchnoi. Merano 1981.

506
Match K.1rpov·Korchnoi. Mcrano 1981.
507
Dorfman·Karpov. Campeonato de la URSS, Moscú 1976.
508
Karpov-Kasparov. Campeonato por Equipos, Moscú 1981.
509
Match Kasparov-Karpov. Moscú 198485.
510
Match Karpov-Timman. Indonesia-Holanda 1993.
511
Korchnoi-Kasparov. Horgen 1994.
512
Match Karpov-Kamsky. Elista 1996.

513
'.\fatch Anand-Karpov. Lausana 1998.
,'; 1-l
Gens Una Sumus

Korchnoi y Sosonko. Década de los setenta.

515
Polugaievsky y Korchnoi. Década de los setenta.
:-. 11;
Korchnoi y Karpov. Rivales pero amigos a comienzos de los setenta.

517
Korchnoi, Karpov, Petrosían y Polugaievsky. Década de los setenta.
518
Petrosian. Karpov y Tal. Preparación match Fischer-Karpov. 1975.
519
Karpov, Furman y Gellcr. Mediados de los setenta.
520
Karpov y Balashov. Década de los setenta.
521
Razuvacv y Karpov. Década de los setenta.
522
Campomanes, Euwe y Bjelica. Baguio 1978.
523
Roshal, Epischenko (guardaespaldas) y Karpov. Mer:ano 1981.
52-1
Andrei Sokolov y Karpov. Linares 1987.
525
Karpov, Kasparov y Korchnoi. Bmselas 1987.
.;26
Miscelánea

Anatoli Karpov. 1961.

527
Anatoli Karpo\'. 1971.

528
Karpov con sus progenitores. Mediados de los setenta.

529
Karpov, amante de la naturaleza. Década d e los sete:nta.
530
Funnan y Karpov. Mediados de los setenta.
531
Petrosian, Korchnoi, Taimanov y Furman. Finales de los 1960.
532
Korchnoi y Botvinnik. Finales de los sesenta.

533
Korchnoi y Avervach en casa de Petrosian (de pie). 1971.

534
Karpov y Roshal. 1972.

535
l\.1rpov y Kasparov. Torneo de Pioneros. Moscú 1975.
536
Karpov y Kasparov. Capitanes de equipos en el Torneo de Pioneros. Moscú 1975.

537
I<arpov, un héroe nacional. Mediados de los setenta.

5:\8
Funnan y Karpov. 1978.
539
Euwe y Korchnoi. 1978.
5-10
Korchnoi haciendo yoga. Baguio 1978.
541
Baturinsky. 1978.
542
Brezhnev, secretario general del PCUS, y Karpov. Moscú 1978.
54!
Natalia Bulanova y Karpov. Finales de los ochenta.
5+1
Petra Leeuwerik y Korchnoi. 1992.
545
Botvinnik, Karpov y Kasparov. Moscú 1988.

546
Karpov en el museo de cera de Moscú.

547
Anatoli Karpov.

548
Karpov, un buen aficionado al bridge.

549
Anatoli Karpov coronado campeón del mundo por Maix Euwe. Moscú 1975.

550
,..
Indice
Prólogo ............................................................................................................ 5

Capítulo trece
Viktor El Terrible ............................................................................................. 9
Corredor de maratón ........................................................................................ 11
Hijo del bloqueo ................................................................................................ 12
Primer oro .......................................................................................................... 29
Drama en Cura-;;ao ............................................................................................ 49
Una apertura para toda la vida ......................................................................... 51
Experimentos con la Variante Scheveningen .................................................. 63
Antes y después de la escapada ......................................................................... 75
K.O. espectacular en Evian ............................................................................... 90
La revancha de Belgrado ................................................................................ 102
Baguio visto por Korchnoi .............................................................................. 113
La última batalla por el trono ......................................................................... 150
Adiós al sueño .................................................................................................. 166
Contra la India de Rey .................................................................................... 178
Examinador implacable .................................................................................. 188
En la encrucijada del siglo .............................................................................. 200

Capítulo catorce
Anatoli XII .................................................................................................... 211
Un talento concedido por Dios ...................................................................... 213
¡lJn niño serio! ................................................................................................ 214
"Este no es mi ciclo" ........................................................................................ 227
Duelo de debutantes ....................................................................................... 237
Salto a lo desconocido ..................................................................................... 255
Coronación ...................................................................................................... 288
Un campeón activo.......................................................................................... 305
Baguio visto por Karpov .................................................................................. 322
Juego celestial .................................................................................................. 351
"No hay matches fáciles" ................................................................................. 374
¿Quién es el siguiente? .................................................................................... 390
La superfina) de aspirantes ............................................................................. 407
Dos pájaros de un tiro ..................................................................................... 419
Crisis de estilo .................................................................................................. 429
Contra la India de Dama ................................................................................. 438
Asfixia en la Grünfeld ..................................................................................... 446
El torneo de su vida ......................................................................................... 455
Rey de la FIDE ................................................................................................. 467
Álbum .......................................................................................................... 485
Maestros ......................................................................................................... 487
Match es y Torneos ......................................................................................... 493
Gens Una Sumus ........................................................................................... 515
Miscelánea ...................................................................................................... 527

Índice ............................................................................................................ 551

Índices .......................................................................................................... 555
Maestros ......................................................................................................... 557
Aperturas ........................................................................................................ 559
;

Indices
Maestros

Anand 432, 475, 478 Kasparov 17! Shirov 183, 435

Bacrot 206 Korchnoi 103, 107, 116, 126, Simagin 42
IM, 140, 142, 15, l!>l, 157,
Bagirov'6 161, 167, 172, 179, lllS, 186, Smejkal 320
Beliavsky !OS, 441, 455 189, 19, 192, 196, 197, 198, Sokolov 409, 413
200, 203, 206, 25, 293, 30, S27,
Dolmatov 362 33, 331, 337, :H4, 36, 37. S77, Spassky IOS, 107, 257, 261,
381, 386, 42, 47, 49, 51, 52, 57, 264, 270, vs, 279, 282, 282
Dorfman 315 58, 61, 6S, 65, 69, 70, 76, 82, 369
Filip 19 84, 87, 91, 94, 99
Suetin65
f'i.scher 47, 19 Kramnik462
S'idler200
funnan 15 Kurajica SOS Tal %5, 319, 359, 51, 69
Kuzmin Z28
Gdfand 198, 450 Ttmman 351. 855, 84, 87
Larsen 76
Gellcr S7, 70 Uhlmann 234
Gipslis 63
Ljubojcvíc m Unzicker 288
Matanovic 61 Vaganian 307
Gligoric 223
l\lilcs$91
Grcenfeld 192 Vasiukov52
Minie 58 Yusupov 420, 424, 426, 443
Hort 217
Nijbocr 186
Hulak 179
Petrosian 57, 82
lvanchuk 189
Pikct 196
Kamsky 446, 469
l'olugaiC\"Sky 151, 238, 248,
Karpov 116, 126, 1$4, 140, 248, 252, 33, 91, 94, 99
142, 157, 161, 1?11, ru. m,
™· "8, 243, 248, 252, %57, Portisch 167, 397
261, 264, 270, 273, 279, 282, Rihli 366
282, 288, 293, 307, 308. 312,
.'15, 319, 320, 327, 331, 337, Salov 439
S44, SSl, 355, 359, 362, S66,
369, 377, SSI, 386, 391, 397, Sax 401
401, 409, 41S, 4:!0, 424, 426, Serper 197
482, 435, 439, 441, 448, 446,
450, 455, 462, 469. 475, ·178 Shamkovich 30

IJJs ntímm>s '""""fHmdm a las /JIÍgit1m. t:n "'1frlta indican quiin jiu-gri ron lm pitW blantm.
Aperturas

Apertura Catalana Defensa India de Dama Gambito de Dama

189
[()-1 E12 172 Aceptado
E07 82 El5 409, 413, 4'11 D20 203
Apertura Española El7 443 Gambito de Dama
C80 381, 386 EIS 439 Rehusado
C82 134, 157, 331 E19 91 D31 161
C94 223 Defensa India de Rey D34 196
C95 312. 455 E91 257 D36 420
C98 288 E94 200 D37 126
Apertura Inglesa E98 183, 186 D53 327, S77
A20 76 E99 179 D56 426
A28 355 D58 107, 2R2
Defensa Nimzoindia
A29 197 E25 !IO
A3() 192, 63
E42 116
A33 167 E47 337
A34 151 E56 243
A38 366 E59 198, 261
Defensa Alekhine
803 37 Defensa Owen
A40!M
Defensa Benonl
A43 344 Defensa Petrov
Defensa Caro-Kann C42 397
C43 469
818 264
819 273 Defensa Pirc-Ufimtsev
Defensa Eslava 807 351
023 206 808 320
809 47
Defensa Francesa
cos 61 Defensa Semi-Eslava
C09 228, 234 D46 432, 435
C18 10!\, 25, 58 D47 99
C19 52, 84, 87 D48 359, 462, 475
Defensa Grünfeld Defensa Siciliana
079 446, 450 833 362
D86 19 876 391
D91 42 878 293
092 15 881 217. 315, 369, 401
D97 !13 883 279, 65
Defensa Holandesa 885 70
A85 270 892 238. 248, 252
I..a primera edición de dtc libro corur
tituye el volumen V dr Mi> C<:nialcs
Predecesor<>, de Cary K.i.<parov. Se
han estampado 1.000 ejemplare• a dos
tinLi.<, sobre popcl de 90 gn en edi·
ción de htjo y 2.500 a una tinta en
papel de 80 gr:< en rustica. Se compu·
$0 con tipografía de John Ba.'ikenillc,
acabándose de ¡mprimir d día 23 de
maro de 2008, focha del 57 cumplca·
ños de An:ttoli Karpo\'. Esta edición
de J«tis J. Borcro, coordinada por
Eduardo Scala, :se imprimió en La~
Gráfica al cuidado d<! Cll~a Cc1icillo.
l.AVSDEO