VOLUMEN III

DE PETROSIAN A SPASSKY

Con la colaboración de Dimitri Plisetskv

¡

Traducción de Antonio Gude

En una encrucijada de épocas

ª.
E
.. nsagrndo las \"idas y pani.das de dos campeones del aje-
ste v.olume.n es.tá co
di-et de los a11os sesenta v setenta del siglo pasado, así como a sm rn;ís desta-
cados oponentes: Gligoric. Polngaie\·sky, Portisch y Stein.
En el prólogo del tomo II escribí que en <tjedrez se producía una revolución
cada cinco campeones mundiales: Steinitz ( 1º) - Botvinnik (6º) - Fischer ( 11 º).
Steinitz cre6 la escuela del juego posicional, y Botvinnik un método de pn·para-
ción compelitivo. que incluía sistemas agudos de apertura. en las que, con negnL.,
e ignorando la-, reglas cl;isicas, se trataba de alterar inmediatamente el equilibrio
posicional con el fin de apoderarse de la iniciativa. Con los cuatro campeones si-
guientes (Srnvslm-. Tal. Pctrosian v Spassh), la teoría del juego se desarrolló den-
tro de las línea'i maestras de la era Bot\'Ínnik, que se prolongó hasta finales de los
sesenta. A comienzos de los afws setenta, el siguiente brote revolucionario fue
protagonizado por Fischer, que en esencia se!ltaba las bases del ajedn."z profesio-
nal de hov en día.
Formalmente. b era Bot\innik finaliz<'i en 196:~. cuando el muchos años cam-
pe<ín perdió su match con Petrosian. y optó por nn seguir disputando la corona
mundial de ajedrez. Poco <kspués, Bot\'Ínnik escribía en Ches.1 World (1964, n" '.!):
"Tengo la impresión de que en <tjedrel el tiempo de los genios ha pasado. En su épo-
ca, Morph1-. Steíniu, Lasker, Capablanca \. Alekhint' eran claramente superiores a su~
comemporáneos. en especial por la diferencia de talent.o. Actualmente. sólo con ta-
lento no puedes sohtTYi\'ir: se requiere también buena salu<l, un iíwrte carácter com-
petitivo y. por último, una preparación cspe·cial. Hace unas décadas, la selecci6n na-
tural de los jugadores más fuertes se prndw:ía dentro de un círculo relat.ivamellle
pequeúo, Y no había muchos jugadores así. :'\o necesito mencionar sus nombres por-
que son de todos conocidos. Pero ahora la ma5a básica del ajedrez es tan grande que
hay muchos jugadores mm· fuertes. de modo que d Olimpo ajedrecístico est<Í abarrn~
tado. Cna buena docena de grandes maestros se distinguen por su talento üm,110.
una envidiable salud. un carácter combatiYo y una profunda preparación especial.
Conviene resaltar la importancia de la preparación especial. :\ \·eres. es imuitiva;
otras veces, consi·m· e11 reducir al mínimo la iniluencia de Ja preparación del ri\'al:
cualidad ésta típiu de! nue1·0 campeón. Puede afirmarse que, en la fon11ación del
moden10 gran rnae<tru, el talento \'a no es el factor decísiwi".
Gary Kasparov - Mis CF:>TALFS l'REDECESORE» 111

No es difícil percibir que las heridas de Botvinnik aún no estaban cicatrizadas

tras su dura derrota. En realidad, por supu<'sto, comprcndiú que había perdido
ante un gran jugador. Tres atios más tarde le preguntaría a Spassky, cuando éste
acababa de perder su match con Petrosian: "¿Siempre adivina sus jugadas, Bods
Vasílievich?". "No, no siempre'', respondió Spasskv. "Tampoco yo ern capaz de pre-
verlas siempre"; admitiría Botvinnik. Con esta forma de hablar. ¡ésa lue MI mavor
alabanza para el m1evo campeón! A renglón seguido, también le rendiría a
Spassh y Fischer cumplida j ustícía.
También es cuestión a debatir el "abarrotado Olimpo ajedrecístico". Ahora la
masa ajedrecíst.ica de base es aím mayor que hace cuarenta aüos, y hay un número
más elevado de grandes maestros de primera fila, pero las proporciones entre los
fíwrtes v los muy fuertes no han cambiado, y el número de aspirantes reales al
campeonato mundial sigue siendo extremadamente restringido.
No obstante. en la e\'aluación de Botvi11nik hav una verdad histórica: lo, nom-
bres de los campeones del pasado siempre han aparecido t>nn1eltos en un aura de
grandeza. Sin embargo, t>l torneo AVRO de 1938. en el que Capablanrn, Alekhinc
y Euwe compitieron nm los jóvenes, signilicó el fin de la era heroka de los titanes
del tablero. Aun así, gracias a sus legendarias victorias de los años cuarent.i, Bot-
vinnik consigui6 prolongar esa era. y no sin razón fue llamado el patriarca del aje-
drez soviético. Smyslov fue considerado, con justo merecimiento, como su gran
oponenk, y Tal, u11a estrella dt>slumbrante, una especie de "segundo Morphy".
Pero súbitamente, aparecían en la cumbre Petrosian y Spassky, campeones de
apariencia normal, anti heroica. Un detallado estudio de sus partidas demuestJ'a el
enorme talento de estos reyes del ajedrez. La época en que se sentaron en el tro-
no füe t111a etapa importante en la acumulación de conocimientos en la que se
sentaron las ba;es dC'I ajedrez moderno. Por aquellos afios, apareció el lnfórmatrn;
tomaron carta de naturaleza nuevos esquemas de apertura, se profundizó t'll t'l
concepto de muchas posiciones del medio juego, se revisaron los dogrn.1s estable-
cidos (por ejemplo, las posícíones con peón central aislado}, etc.
El st'gundo match Petrosian-Spasskv (1969) fue saludado como el punto de in-
!lexión de una nueva era, que comenzó con la entrada en escena de Fischer. Pero
ése es un terna del volumen siguiente.

Gary Kasparov i
¡

1
$

E
n sus me.jores at1os, T.igran Varta-
novic h Perrosian (17.6.1929-
3.8.1984) solía perder tan pocas
partidas que cada derrota suya causaba
s<.'nsación. Por esta legendaria imulne-
rabilidad fue apodado "el férreo Ti-
gran ". aunque la evidencia de su "pasi-
vo" eslilo difícilmente permítía asociar
su nombre con los orgullosos conquis-
tadore-s del trono ajedrecístico.
Petrosian exhibía un completo do-
' minio del arte de crear posiciones ar-
moniosas, llenas de vida. en las que
tras la aparente ausencia de dinamis-
mo se ocultaba una colosal eney-gía in-
terna, pues las más ligeras modifica-
ciones eran inmediatamente tenidas
en cuenta ckntrn de un<1 estrategia ge-
neral, que no siempre era comprensi-
ble para su oponente. Aun así. ;;us pa.r-.
tidas no han sido estudiadas con la
meticulosidad y el rigor que 5ería de
desear. Petrosian parecía ofrecerle al
mundo del ajedrez lo que parecían ser
verdades comunes, pero que son las
que, en esencia, comprenden la base
de la creatividad ajedrecística. La pro-
fundidad del estilo de Tígran Vart.ano-
vich es una consecuencia de su clari-
dad de pensamiento y de su inusual
capacidad para captar no sólo los pro-
blemas globales del <~jedrez, sino tam-
bit~n todas las sutilezas de la Uíctíca Y
de la estrategia.
"Sí, quizá me guste más defenderme
que atacar, pero ¿quién ha demostrado
que la defensa es menos arriC'sgada y
peligrosa que el ataque? ~Acaso hav tan
pocas partidas que ocupen un pnestn
de privilegio en el patrimonio del aje-
drez gracias a un virtuoso de la dd'en-
sa?", dijo Petrosian. "Lo que \'aloro más
TIGRA'.': IX
que nada en el ajedrez es la lógica. Es-
toy firmemente com·encido <}e que en
ajedrez nada es accidental. Este es mi
credo. Sólo c1·eo en el juego lógico y
·co1Tecto "'.
Subió al trono el ar'io en que yo na-
cí, 1963. La era Botvinnih, que se había
prolongado a lo largo de una genera-
ción de jugadon:s soviéticos -y que a
muchos les parecía eterna- había con-
cluido. La absoluta superioridad de
Botvinnik se había evaporado a co-
mienzos de los cincuenta, pero aun
así había sabido conservar la corona
mundiaL no sólo por su enorme expe-
riencia v su rapacidad para preparar-
se eficazmente contra cualquier opo-
nente específico, sino también gracias
al derecho al match-revancha, una
pnwba diabólica para d nuevo cam-
peón, que resultó un excesivo fardo
psicológico para Smyslov y Tal. Sin
embargo, su acceso al crono fue consi-
derarlo por muchos como una conti-
nuación natural de la historia del aje-
drc1.: la transparencia del juego de
Snwslov y la incomparable magia de
las combinaciones de Tal parecían hi-
tos en el nuevo mundo del ajedre1..
Pero ¿y Petrosian?
No sólo un defensor
Petrosian nació y se crió en Tbilisi,
donde aprendió los rndimentos del aje-
drez del sutil rnaestro posicional A1jil
Ebralidze, un gran admirador de Capa-
blanca y Nimzovich. El progreso de Ti-
gr·an fue tan mesurado y gradual como
su propio estilo. En 1945, campeón de
Georgia; en 1946, campeón juYenil so-
viético (¡con 14 de 15'), y en 1947, al
11
Gary Kasparov - 1\11<, GE~L\LF.s PlffDF.CESORES
primer mtento, el título de maestro.
Modestas actuaciones, como de calen-
tamiento, en dos campeonatos de la
URSS ( 1949 y 19.50). v un triunfo en el
campeonato de su segunda "patria chi-
ca.,, Moscú. Por fin, su primer gran éxi-
to, en el Zonal-y 19º Campeonato de la
U RSS de 195 L en el que, tras dos de-
rrotas iniciales, el joven maestro ganó
ocho panidas v empaló siete. clasificán-
dose para el Interzonal.
El nivel de este éxito sólo puede
evaluarse pasando re\ista a los prime-
ros puestos: l. Keres, 12 (de 17); 2-3.
Geller y Petrosiau, 11,5; 4. Smyslov 11;
5. Botvinnik 1O; 6-8. Averhaj, Bronstein
y Taimanov 9,5 etc. Estaba claro que en
el horizonte ajedrecístico habían surgi-
do algunas nuevas estrellas.
A Petrosian le fue concedido un
premio especial por el mejor resultado
contra los grandes maestros. Este fuer-
te defensor, con buena técnica de fina-
les -como comentaba la prensa- "ma-
niobraba con gran habilidad, basando
sus ideas estratégicas en cálculos pro-
fundos y precisos, con una incansable
búsqueda de la iniciativa". Por otra par-
te, ¡empleaba aperturas arriesgadas y
realizaba agudos sacrificios de mate-
rial! Un ejemplo clásico es su duelo
con Vasíli Srnyslov, cn el que pese a en-
frentarse a uno de los más fuertes juga-
dores del mundo, no temió jugar el
agudo Gambito Tolush-Geller.
298
T. Petrosian-V. Smyslov
Afnscú 1951
19' Camp,.onalo dP la l 'RSS
Defensa Eslava (Dl5)
l d4 d5 2 c4 dxc4 3 'llf3 Clif6 4 'llc3 c6 5
e4!? b5 6 e5
Habhndo en general, Petrosian y sacri-
ficio no son palabras que los jugadores
de ajedrez tiendan a asociar. Cuando se
trata de combinaciones y sacrificios, los
uombres que vienen a la memoria son
los de Akkhine. Tal y Spasskv (quien,
por cierto, en Je 6 e5 prefería 6
lll
'llfc2!?), v entre los maestros actuales, el
de Shírc;v. Pero, como veremos en mu-
chas ocasiones, Petrosian tampoco evi-
taba la lucha cuerpo a cuerpo (sobre
todo sí se le imponía), ya ()Ue siempre
actuaba conforme a los requerimientos
de la posición, y si la posición exigía sa-
crificios, entonces estaba dispuesto a
hacerlos.
6 ... 1'i:Jd5 7 a4 e6
Si 7 ... i,e6?!. probablemente hubiera
seguido no 8 axb5 Clixc3 9 bxc3 cxb5
IO 'llg5 itdS 11 e6 fxe6 12 'lWg4 h5! 13
'lWf4 'lWd6! 14 'iil'f7+ ~d7. con ventaja
negra (Tolush-Smvslov, Lcningradn
1947, 15" Campeonato de la URSS), si-
no 8 éi.Jg5! Clixc3 9 bxc3 ~d5 1O e61
fxe6 1 l ~f4 (Taimanov), con peligro-
sa iniciativa.
8axb5
En opinión de los teó1icos. después de
la tranquila 8 Jile2 Jilb7. que se jugó en
dos partidas Geller-Smyslov (Moscú
1950, 18º Campeonato de la UR.."5, v
Budapest 1952), la iniciativa de las
blancas puede llegar a punto muerto.
Un plan más moderno es 8 il:ig5 h6
(también son posibles otras respuestas)
9 ti:lge4 b4 lO cl:Jbl ila6 11 'i'g4!? (la'
partida fuente es Spassky-Mnatsaka-
nian, Moscú 1959), o bien 11 'llbd2
Clit4! (también se ha jugado 11 ... c3)
12 'lWg4 tbd3+ 13 ii.xd3 cxd3 14 cíJd6+?!
(más tarde se prdirió 14 0-0) 14 ...
Axd6 15 'li'xg7 Affil (en lugar de 15 ...
l'.Wl? 16 exd6 tbd7 17 'llf3!, Sosonko-
Flear, Wijk aan Zee 1987) 16 'li'xh8
'1Wxd4 17 0-0 'lld7 18 tbf3 '!Wg4! 19 Axh6
'lWh5 20 ~g7 '!Wxh8 21 .\txh8 Jih6, y las
negras tienen un excelente final (Fimi-
w-Smyslov, Buenos Aires 1990).
8 ... Clixc3 9 bxc3 cxb5 10 tLig5 Ab7 11
'!Wh5 g6
Después de 11 ... '1Wd7, "una jugada más
en el espíritu de Steinitz y Lasker"
(Crouch), las blancas probablemente
hubieran replicado no 12 Clixh7?! 'llc6
13 Clixf8? (Kasparov-Kupreichik, Minsk
1979, 47º Campeonato de la URSS). en

vista de 13 ... '/Wxd4!, sino sencillamente
12 ~e2!, como en la partida Furman-
Lílienthal, Bakú 1951. Más tarde, tam-
bién jugué esto con éxito contra Pe-
tursson (Olimpiada de Malta 1980).
12 flg4 ~e7 13 ~e2
13 h4!? (Petrosian-Ignatiev, Moscú
1958).
13 ... l2ld7
l:l ... j>,d5!?
14h4?!
Pero aquí esta inclusión es dudosa,
aunque, cuando se trata de las jugadas
iniciales de una partirla de hace medio
siglo, no deberíamos fijarnos en posi-
bles errores desde el prisma de la mo-
derna teoría de aperturas. '.\1ás proble-
mas plantea 14 Jike1 (Geller-Unzicker,
lnterzonal de Estocolmo 1952), y lo
mejor es l ·1 ... flc8! (Szabo-Petrosian,
Burlapest 1955).
14 ••• b5! 15 flg3 l2lb6
15 ... ~d5!?
16 0-0
16 .~.f3!?, con idea de 0l:Je4.
16 ... a5!
Smyslov, por lo que se ve, consideraba
esta posición como muy cómoda y no
temía la ruptura central. De otro mo-
do, habría preferido 16 ... .itd5, a lo
que las blancas podrían haber respon-
dido con 17 ~a3, cambiando el impor-
tante alfil enemigo que defiende las Gl-
sillas negras.
884
TIGRA>; IX
Ahora es malo 17 i'.a3?, a causa de
17 ... h4, y no está claro qué compen-
sación tienen las blancas por el peón
sacrificado. Es curioso que esta posi-
ción también se produjo en la partida
Gelkr-Flohr de la misma ronda, en
la que las blancas no lograron encon-
trar un buen plan, y tras 17 l!tb 1~ b4
18 M '!td7 19 ::!:al b3, su juego em-
peoró gradualmente y acabaron per-
(liendo: los peones pasados y el con-
trol de d5 decidieron la partida a
favor de las negras.
(~eller siempre estuvo considerado un
jugador muy agudo y que, ba5tante más
que Petrosian, utilizaba medios tácticos
para conseguir sus objetivos. Sin em-
bargo, fue Petrosian, y no Geller,
¡quien realizó la increíble jugada que
sigue!
17 d5!!
La mejor forma de complicar el juego
al máximo y de mantener vi~-a la inicia-
tirn de las blancas, que se iba diluyen-
do. Esto parece un grave error, pero lo
cierto es que modifica radicalmente
la sirnación. De esta forma, las blancas
se desprenden del "innecesario" peón
de d4, que le permitía a su oponente
mantener cerrada la posición. Pero
ahora se ha abierto, y puesto que las
negras no pueden enrocar cono (de-
bido a i'.xh5), deberán optar, bien
por retener a su rey en eS, bien por
enrocar largo. En cualquier caso, la
apertura de la columna d favorece a
las blancas.
17 ... li:lxd5
''Un inesperado error", escribió Petro-
sian poco después de la partida. "Las
negras deberían haber jugado 17 ...
~.xd5, impidiendo que el caballo blan-
co ocupe la casilla e4". Sin embargo,
después de 17 ... Jtxd5 18 l:dl Vc7 19
i'.e3! (19 ~f3 i'.xf3 20 '{ifxf3 0-0 es
peor), las blancas ejercen una fue1te pre-
sión; además, las negras se enfrentan al
mismo problema con la jugada propues-
ta por Petrosian: ¿qué hacer con el rey?
13
 Gary Kasparo\' Mrs (;[:-;[\!ES PRHHCESOIU:'> 111
18 :!.di Wic7 19 il.Je4 0-0-0!
"No es bueno 19 ... 0-0?! por 20 ~xh5.
Quizá hubiera sido mejor 19 ... ~f8, para
seguir con ltg7" (Suetin). "El enroque
largo supone un considerable peligro.
pero ya es difícil sugerir una defensa sa-
tisfactoria para las negras" (Petrnsian).
¡Aún así, debernos intenlarlo!
20 .~g5!
Consiguiendo el deseado cambio de al-
files.
20 ... ,,ixg5 21 'lfxg5
El punto culminante de la batalla, un
hecho omitido por los analistas hasta el
mismísimo fin del siglo XX.
HR5
Las blancas parecen haber tenido éxito
en al menos una cosa: la invasión t<n d6
por parte del caballo est<i garantizada.
Un caballo así no puede tolerarse du-
nmte mucho tiempo. lo que significa
que las negras deberán entregar sn to-
rre, abriendo más la posición, con adi-
cíoHales posibilidades de ataque, Todo
eso es cierto, pero ...
21 ... a4?
El repentino cambio de carácter en la
posición ha desorientado a Smyslov,
que ahora realiza una sólida jugada pa-
siva, y deja escapar la ocasión de explo-
tar su H'llt<tja mate1-íal, que podría ha-
ber cambiado la situación a su favor:
l) 21 ... b4 22 cxb4 axb4 23 lcid6+?'
ltb8 24 :.1'.:xb 7 (24 ct]xc4? c'L:c3 25 llxd8+
14
'l.i'xd8l) 24 ... ~xb7 25 ,,if3 'ifc5!. o bien
23 :C:d4! (Crouch) 23 ... f6! (no 23 ...
0c3? 24 .:L:id6+ 1 ) 24 exf6 (24 0xf6?
tl:ic3) 24 ... tl:ib6!. conjue¡;o agudo más
o menos igualado.
2) 21 ... ffi'. ! Este fantástico recurso, que
descubrí a finales de los noventa, tras-
toca todo el plan de las blancas. que
después de 22 exf6 C"¿Jf4 23 :í:xd8+ Jlxd8
24 iÍl_f3 j,,d5!. se ven privadas de su
principal triunfo: el caballo de d6. La
posición es muy aguda, pero la desagra-
dable amenaza h5-h4 decanta la posi-
ción como favorable a las negras.
22 'ifg3 f5
Después de esto, las negras tienen que
sacrificar calidad en circunstancias me-
nos favorables.
23 tl:id6+ l:txd6 24 exd6 f4?
El error decisivo. "Mejores posibilida-
des de salvación ofrecía 24 ... 1lig7l 25
1Lf3, V ahora no 25 ... cL\xc3+ (por 26
d7 +! ). sino 25 . .. l:':d8" (Petrnsian).
Aunque incluso aquí, después dé 26
~xd5! áxd5 (26 ... exd5 27 'We3!) 27
l:!:ab l. las negras se encuentran en gra-
ves apuros.
Por la misma razón, nadie ha visto que
era más tenaz 25 ... ~d7!? 2() e~xd5
~;¡¡".xd5 27 .tl'.dbl ltc6, ni que 25 ... 'lff6!
26 1;,xd5 exd5. con idea de :::!.d8 y d5-
d4!, conduce una posición confusa.
25 'lixg6 l!!fxd6 26 .ltf3 ,,ic6 27 l:!.el .l:e8
Durante las últimas diez jugadas, el pa-
norama ha cambiado abruptamente.
Smyslov, famoso por su capacidad para
maniobrar y defenderse, así como para
captar los más ligeros matices de la po-
sición, demuestra que no estaba prepa-
rado para una modificación tan brusca
de los acontecimientos, y ha quedado
en una difícil posición. Ahora Petro-
sian materializa su ventaja de fónna
convincente.
 886
28 ~xd5!
Este cambio prodtHT una muv fuerte
impresión. También es posible 28
J:l.ad 1!? , pero Petrosian busca llegar a
un final.
28 ... '/lxd5 29 k'.tadl ! 'llWf5
Obligado.
30 '/lxf5 exf5 31 ~xe8+ .ihe8 32 f3!
Restringiendo el contrajuego del opo-
nente. A pesar del fa\·orable balance
material (alfil y dos peones por torre,
lo que por regla general es más que su-
ficiente), la caída de las negras se debe
a la incursión del rev blanco en el flan-
co de dama, después de lo cual la torre
se activa y los fatalmente débiles pe-o-
nes negros del flanco de rev se pierden.
32 ... '.Íic7 33 Wf2 '.Íib6 34 We2 ®a5
Smyslov ha elegido el único plan acep-
table, que consiste en llevar su rey en
apoyo de los peones a y b. Después de
34 ... ®c5, también habría seguido 35
ñbl ! Por ~jemplo: 35 ... a3 36 wd2 b4
37 cxb-t+ ®d4 38 Ilal c3-:- 39 ºel
we3
40 l:txa3 Wf'2 41 l:txc3 ~xg2 42 ®d2, y
, las blancas ganan (Crouch).
35 l:!.bl!
Una fría maniobra, que deja claro que
las negras no podrán progresar. Pero
¿podrán hacerlo las blancas? Normal-
mente. en estos finales d alfil no es in-
ferior a la torre, pero una fina secuen-
cia táctica interviene aquí er1 ayuda de
las blancas, lo que les permitirá coro-
nar su estrategia.
35 ... a3 36 wd2
Con idea de jugar ·~c2.
36 •.• b4
Si 36 ... entonces 37 llb4+ wa5 38
@c2, seguido de Wb]-a2xa3 V lJ:bl-el,
etc.
37 cxb4+ wa4 38 wc3 a2 39 .:tal ~a3
40 ·;1¡xc4!
Un bien calculado sacrificio de torre.
El rey negro queda fuera de juego v el
pobre allil, atado a impedir la corona-
ci(m del peón b, es incapaz de proteger
los peones del ala de rey.
40 ..• ·~b2 41 l:tel al'IV 42 I:txal Wxal
43 b5 ~d7 44 b6 .íl1.c8 45 Wd4 Wb2 46
we5 @c3 47 wxf4 Wd4 48 Wg5 c.tie5 49
wxh5 wrn 50 g4 Jtb7 s1 wh6!
Las negras se rindieron.
Que el éxito de Petrosian no había
sido un accidente quedó confirmado
en el Interzonal de Estocolrno ( 1952),
dominado por los jugadores soviéticos:
l. Kotov 16,5 (de 20); 2-3. Petrosian v
Taimanov 13,5; 4. Geller 13; :J..¡-:_ Aver-
baj, Gligoric, Stahlberg y Szabo 12.5
etc. El Torneo de Candidatos (Zmidi
1953) serfa b1illantemente ganado por
Smyslov, mientras que Petrosian se cla-
sificaba en quinta posición (¡lo que no
estaba nada mal para un joven debu-
tante!), consolidándose. por pleno de-
recho, en la elite mundial.
En Zurich empleü por primera vez
un procedimiento posicional hasta en-
tonces desconocido.
jf¡
 Garv Kasparov - MIS GE'.'JJALES PRJ: OECFSORES
Sacrificio favorito
¿Quién no ha oído hablar de Petro-
sian como un virtuoso de la defensa, de
su capacidad para prevenir el peligro,
para explotar los imperceptibles mati-
ces de la posición, y también de su te-
ma favorito: el sacrificio posicional de
calidad? En la armoniosa combinación
de elementos estratégicos de aparien-
cia incompatible, como el sacrificio de
calidad y las pausadas maniobras, se
oculta uno de los secretos de su enor-
me füerza práctica y su profunda pene-
tración en la esencia del ajed1·ez. Dado
que, por naturaleza, el ajedrez es ex-
cepcionalmente armonioso, cualquier
procedimiento, hasta los más variados
(ya sean sacrificios de material, crea-
ción de debilidades en campo enemigo
o eliminación de las propias debilida-
des), tiene siempre el mismo ohjetirn:
conseguir la armonía de la propia posi-
ción y, al mismo liempo, procurar alte-
rarla en la posición contraria.
A Petrosian le gustaba mucho el sa-
crificio posicional de calidad, y era ca-
paz de interpretarlo como nadie. Hay
que- decir que con el desarrollo del aje-
drez la apreciación de los valores relati-
vos de las piezas ha cambiado mucho.
Así. en mi interesante artículo en New
in Ches.1 (1999, núm. 5), Ilans Ree inclu-
ye un extracto de una vieja partida de
Taffasch, en la que las blancas úenen
calidad de ventaja, y que, incluso mu-
chos años después, se consideraba ga-
nada para él, mientras que hoy en día
cualquier fuerte jugador de club la eva-
luaría como favorable a las negras. A
modo de experimento, la posición les
füe mostrada a varios aficionados de nn
club holandés y todos ellos llegaron a la
u>nclusión de que estaba virtualmente
ganada para las negras. Para que una
revolución así llegase, han debido trans-
currir mud1as décadas. Petrosian jugó
un papel clave en considerar los límites
de la posible aplicación del sacrificio de
calidad. Muchos los realizaron, v aquí
podríamos nombrar a toda una galaxia
d(' brillantes maestros que han demos-
trado el triunfo del espíritu sobre la rna·
Jf)
111
teria. Alekhine y Tal tenían un enfoque
creativo con respecto a la evaluación de
la fuerza relativa de las piezas en el ta-
blero. Pero las combinaciones de Ale-
khine y Tal están normalmente asocia-
das cÓn el rápido desarrollo de la
iniciativa o un ataque directo al rey. En
ocasiones, Petrosian también sacrifica
ha calidad en aras de objetivos conrre
tos o visibles, pero en el caso a quC' no;,
referimos, estamos hablando de sacrifi-
cios de un tipo muy distinto, acerca de
lo más difícil ele entender en ajedrez: el
efecto de factores posicionales a largo
plazo.
Petrosian introdujo el sarrijitio di' mli
dad en virtud d!' ú1 mlidad di' jJosirián, en el
que el factor tiempo, tan importante en
el juego de Alekhine y Tal, apenas inter-
viene. Incluso hoy día, muy pocos juga-
dores pueden actuar nm segmidad en el
tablero con este tipo de conceptos abs-
tractos. Antes de Petrosian, nadie había
estudiado estos conceptos (excepto, en
su fomia general, I\imzovich, cuya obr<1
La práctica de mi sistema foe por cierto el li-
bro de cabecera del joven Tigran). Al sa-
crificar de esa forma la calidad por algu-
nas ventajas a largo plazo, en posíciones
con desequilibrio material, descubdó re-
cursos latentes que pocos eran capaces
de evaluar de forma adecuada.
Ilustraré Jo dicho con la famosa par-
tida Reshevsky-Petrosian, jugada al co-
mienzo del Torneo de Candidatos de
Zurieh, en 1953. Aunque finalizó en ca-
bias, significó una enorme aporlación
para comprender la importancia de la
profundidad en ajedrez.
299
S. Reshevsky-T. Petrosian
lurich 1953, 2" ronda
1ómeo de Candidatos
Defensa Nimzoindia (E58)
1 d4 i:l.Jf6 2 c4 e6 3 éí:Jc3 c~b4 4 e3 0-0
5 .~d3 d5 6 tlíf3 c5 7 0-0 C2ic6 8 a.~ Jli.xc3
9 bxc3 b6?!
"Se considera que esta jugada le da a
las negras una posición resn·ingida. pcw

si a un jugador le gusta este tipo de po-
sición restringida, conseguirá con ella
mejores resultados que en otro tipo de
posición más libre", escribe Bronstein
en su famoso libro del torneo. La línea
principal es 9 ... dxc4 10 ~xc4 W!c7, o
bien la inmediata 9 ... Wlc7, para no
permitir tl:ie5.
10 cxd5
La5 negras amenazaban iLa6.
10 ... exd5 ll ~b2
En la 20ª ronda, Taimanov. un gran ex-
perto en la Defensa Nimzoíndia. jugó
la enérgica 11 tl:ie5! contra Petrosian. y
después de 11 ... Wic7 12 .:Uxc6 '#Wxc6 13
13 ~e6 14 ií'el tLid7 15 e4 c4?! (según
Bronstein, era mejor 15 ... ffi 1fi e!» b5,
con idea de tZ::ib6-c4) 16 .4c2 ffi 17 ó
l"l.f7 18 a4 a3 19 f4,, las blancas obtuvie-
ron una clara ventaja y se anotaron una
excelente victoria.
"Quiú fue esta partida". recordaba Pe-
lrosian a mediados de los sesenta, "lo
que marcó el punto de inflexión que
me decidió a orientar las aperturas en
la dirección que habría de seguir: no
permitir que el oponente jugase sus es-
quemas favoritos. Casi en c1talqnier po-
sición, las ilimitadas posibilidades del
ajedrez permiten descubrir una conti-
nuación nueva o poco estudiadan.
11 ... c4 12 ~c2 ~g4 13 'IWel! fz:Je4!
"En caso de 13 ... Ji.xf3 14 gxf3 las
blancas tenían la posibilidad de refor-
;:ar su posición de modo sistemático
con 15 W. t2-f3, '1Wf2. r:í:ael, ~el. ~hl,
htgl. e4-e5, etc. Por consiguiente, Pe-
trosian prosigue con su mismo curso
lógico, asumiendo que, puesto que no
ha realizadojugadas dudosas ni ha alte-
rarlo el enuilibrio, no debería llegar a
una posición perdida" (Bronstein).
14 tl:id2 tí:lxd2 15 l/Wxd2 Jl;;,h5 16 f3 Jl;;,g6
17 e4 1i'd7 18 r.l:ael dxe4 l9 fxe4 J;fe8
20 'li'f4
T!GRAi\ IX
20 ... b5 21 ~dl!? rl,.e7 22 ilg4 '1We8 23
e5 a5 24 l:1e3 l:td8 25 :t::l.fel
Dado que tanto a 25 h4 (Bronstein) co-
rno a 25 ~13 las negras disponen de la
buena réplica 25 ... fü!, Crouch sugiere
25 .l::tef3I?
888
A primera vista, parece preferible lapo-
sición de las blancas, que tienen la pa-
reja de alfiles. y aunque el de b2 es pasi-
vo, puede incorporarse al juego por e l.
La mayoría de peones negros en el
flanco de dama es efímera (la jugada
b5-b4 no reporta nada especial), mien-
tras que las blancas pueden emprender
acciones en el centro. Lo primero que
pueden hacer es reforzar su posición
con el avance del peón h, pero la pi·in-
cipal baza de Reshevsky es la ruptura
e5-e6. Esta amenaza es muy desagrada-
ble y no está claro cómo combatirla. Pe-
ro un examen detenido de la disposi-
ción de las piezas negras sugiere que tal
vez debamos modificar nuestra evalua-
ción inicial, sobre todo si el caballo pu-
diese ocupar el inexpuguable puesto
de d5. En esta casilla. el caballo no sólo
bloquearía el peón de d4, sino que
también les quitaría a las piezas blancas
algunas buenas casillas (por ejemplo,
f4 a la dama).
Sin embargo. no es fácil que el caballo
alcance d5, pues para ello la 1orre de
e7 debería moverse. Por ejemplo: 25 ...
.a'.a7!?, y después de 26 e6 f6 27 ·ªJ3
.:Ue7, l;L~ cosas dist.an de estar claras. En
cualquier caso. no hay un modo evi-
dente de explotar el poderoso peón
pasado: las negras conservan el control
de las c;c<.illas blancas, v aunque <"I peóll
11
Garv Kasparov - Mis GEXL\LES l'RHJECESORES
avanzase a e7, el alfil de g6 puede tener
una intervención decisiva. ¡Pero eso
hubiera sido caer dentro de los planes
blancos! Petmsian efectuará una juga-
da que muchos que no conozcan esta
partida podrían con">íderar un error y
que a un programa de juego le haría
reír "en su fuero interno".
25 ... :.e6!!
"Este sacrificio puramente posicional
(una jugada tranquila, sin jaques ni
amenazas evidentes) me prodt0o una
impresión indeleble" (Tal). La jugada
es, ciertamente. increíble: la torre se si-
túa, sendllamente, a tiro del alfil. ~Para
qué, a fin de cuentas? Para bloquear el
avance del peón e y también para abrir-
le paso al caballo hacia d5.
Sin embargo. consideremos la posición
v preguntémonos: ¿por qué debería
ser, aquí. una torre más fnerte que una
pieza menor? Después de todo, una to-
rre requiere líneas abiertas, necesita al-
go que atacar, mientras qu<:> las piezas
menores requieren puntos fuertes y so-
porte de peones. En el caso que nos
ocupa, existe nna carencia de líneas
abiertas, v ya 1io será posible impedir
que el caballo llegue a d!1, donde se
convertirá en un bastión. Por otro lado,
desde d5 el caballo atacará el peón de
c3, v si el alfil blanco no consigue si-
tuarse en d2, seguirá "yegetando" en
b2. Ahora podemos vtT que resultará
prácticamente imposible romper las
defensas negras en casillas blancas: las
blancas no disponen, sencillamente, de
los recursos suficientes para hacerlo.
18
lll
lJna vez efectuada esta jugada en el ta-
blero podemos entender perfectamen-
te las razones que han inducido a las
negras a realizar el sacrilicío de cali-
dad, v podemos captar el sentido estra-
tégico de lo que está ocurriendo. No
obstante, creo que incluso hoy no todo
el mundo se hubiera decidido por tal
sacrificio. Con todo, conocida la in-
apreciable experiencia de Petrosian v
de otros sobresalientes grandes maes-
tros posteriores, y teniendo presentes
muchas ideas \' partidas relacionadas,
es bastante más faícil descubrir jugadas
similares. ¡Aun así. cuando se produ-
cen, no dejan de sorprendernos!
Se diría que Reshevsky recibió un pe-
queúo shork, porque decidió postergar
la captura de la torre, pesando que, en
cualquier caso. no se escaparía.
26 a4?!
Cna tentativa por crear tensión en el
flanco de dama, abrir líneas v explotar
la \'entaja rk la calidad (por ejemplo,
después de 26 ... b4'l 27 d5! .G.xd5 28
iLxe6 fxe6 29 '!i\Vxc4). Aunque era mejor
la inmediata 26 it.xe6 (pero no 26 h4?'
QJe7'. y 'ud5), y si, como en la partida,
26 ... fxe6, entonces. desputs de 27
2lg3'. (es menos convincente 27 h4
t/Je7: 28 llg3 tí:Jf5 29 .i'.lh3 o bien
28 áf3 t/Jd5 29 Wg5 , las blancas
inician sus preparativos de ataque al
rey. Por ejemplo: 27 ... 0?Je7 28 !'::11 tud!1
29 '/l!í'g5 f!e7 (tras 29 ... l:ld7 '.30 h4 .~d3
31 fl'.f2, aún es rmis difícil crear contrn-
juego) 210 ii.cl! ~xg5 31 i.xg5 i:l:b8 32
4d2 (el alfil ha logrado situarse en la
casilla idónea) 32 ....~d3 33 l:í.f2. \ las
negras tienen un dificil final. ,
En consecuencia, lo correcto aquí es
26 ... Wxe6! Después de la posible conti-
nuación 27 l:g3 ti:;e7 28 h4 l2Jd5 29
Ild7 30 h5 h6 311llt'h4 .\?J..d3, el problema
del alfil de b2 no puede ser resuelto de
inmediato, pero las blancas consen·an
alguna ventaja: 32 ~el t/Jxc3 33 1Wf6
1l!t'xffi 34 exf6 ll.Je2+ 35 ::l:xe2 j;.xe2 3fi
l:xg7+ Wh8 37 :ll.xh6 b4. De modo que
la inmediata 26 .¡i¡,xe6 parecía más pro-
metedora para las blancas.

26 ... lLie7!
Con la amenaza tt:Jd5. Pronto resultará
eviden te que las blancas no han conse-
guido nada con la apertura de líneas;
las torres siguen estando pasivas, y acti-
var el alfil po r a3, com o Reshevsky so-
ñaba, no es posible.
27 .txe6 fxe6 28 'iffl !
Pensan do ya en devolver la calidad. "Si
28 ft'f2 , enton ces 28 ... lLid5 29 l:tf3 b4
es molesto" (Bronstein).
Después de 28 l:tf3, también es posible
jugar 28 ... lt:Jd5 29 • el ! (la jugada de
Crouch, 29 • d2, es más floja, a causa
de la misma r éplica, 29 ... b4) 29 ... b4!
30 cxb4 axb4 31 \i'xc4 \i'xa4 32 :tal
\i'd 7, o incluso 32 ... ..e8 33 l:ta7 l:tc8
34 'ika6 h6 35 l:tg3 rJw>h7, y aunque obje-
tivamente las blancas están mej or, no
disponen de posibilidades reales de vic-
toria.
Lo que se está poniendo de manifiesto
son los factores a largo plazo e n que Pe-
trosian confiaba: alfil de casillas blan-
cas sin oponente y el e terno caballo de
d5, que no son inferiores, en modo al-
guno, a la torre y e l alfil aletargad o de
b 2, que tiene la obligación de estar
p end iente del peón b pasado.
Sin embargo, es más fu erte la inm edia-
ta 28 ... b4! 29 l:tefl tt:Jd5 30 'irg5 l:tb8,
y 31 J::tf8+? 'ihIB 32 .:tx.IB+ rJw>xIB es
desfavorable a las blancas. Aquí, la po-
sición n egra es ya invulnerable : las
blan cas son incapaces de atacar sus de-
bilidad es y, en esencia, han perd ido la
batalla estratégica. Resh evsky, p or tan-
to, decide d evolver la calidad a tiem-
po, ad mi tiendo así la corrección d e la
idea de Petrosian.
28 ... lt:Jd5 29 l:tf3 ibd3 30 .l:txd3 cxd3
31 '&xd3 b4!
"El zigzagueante juego de Reshevsky y
la impecable lógica de Petrosian hacen
de esta partida una de las joyas del tor-
neo. (... ) Las blancas han de enfren tar-
se ahora a un difícil problema psicoló-
gico; si cambiar en b4 --que conduciría
a unas tablas casi seguras- o avan zar su
T!GRAN IX
peón e p ara expulsar al caballo, conce-
diéndose posibilidades de ganar... ¡pe-
ro tambié n de perder!" (Bronstein).
890
32 cxb4
En apuros de tiempo, Reshevsky j uega
lo más sencillo. "Después de 32 c4 lLib6,
los peones blancos q uedarían bloquea-
dos, mientras que el juego negro resul-
taría muy peligroso: 33 l:kl lLixa4 34
.tal 1!Vc6, o bien 33 d5 exd 5 34 c5
l2Jxa4 35 .id4 l:k8 36 'fi'f3" (Bronstein).
Aquí podría seguir 36 ... lt:Jxc5!, etc.
32 ... axb4
También era posible 32 ... l2Jxb4. Ahora
las cosas finalizan rápidame nte en ta-
blas. El peón extra de las blancas está
compensando por el poderoso caballo
de d5.
33 a5 J:La8 34 .:tal 'ii'c6 35 .icl
Si 35 a6?, las negras podían seguir con
35 ... l2Jf4 36 ft'fl (no es mejor jugar 36
\'Wd2 g5, ni 36 'f!ff3? ! 'ifxf3 37 gxf3 l2Jd3
38 .id b3: Crouch) 36 ... g5, con la
desagradable amenaza Wc2!
35 ... ~c7!
Las n egras no se dejan te ntar por 35 ...
.l:txa5? 36 .l:txa5 "xcl + 37 'fi'fl e3+ 38
@hl (Bronstein) , ya que la vulnerabili-
dad de su propio rey sería dramática.
36 a6 ~6 37 j,,d2
Si 37 h 3 (Crouch), entonces sencilla-
mente 37 ... l2Jc7!, ganando el peón a.
O bien 371!ic4 tt:'ic7! 38 a7 l:l.xa7 39 l:txa7
'i'xa7 40 'ti'xb4 lUd5, con igualdad.
19
Garv Kasparov ·- MIS GE'.;L\l.ES PREDECESORES
37 ... h3 38 '1Wc4 h6 39 h3 b2 40 1:l_bl
@h8
La simplificación que se produciría tras
el movimiento 40 ... 'tl!'xa6!? 41 'tl!'xa6
htxa6 42 :!:txb2 ~a.4 y .l:txd4 sólo condu-
ce a la igualdad.
41 Jilel
La jugada secreta. Era erróneo 41
.~.c3?. por 41 ... 'li\Yxa6 42 'li\Yxa6 Zixa6
43 Jilxb2 .!:b6. Y en esta posición se
acordaron tablas, sin reanudarse el
juego, en vista de la continuación
41 ... J:i:xa6 42 11!\VcS+ @h7 43 'l!l'c2+ @g8
44 'l'xb2 'l'xb2 45 :::!xb2. La idea estra-
tégica de las negras quedó plenamen-
te justificada.
Después del Torneo de Candidatos
de Zurich, Petrosian se hizo verdadera-
mente invencible, permaneciendo in-
victo en dos campeonatos soviéticos
consecutivos (siendo el 22º además un
Torneo Zonal), y luego también en el
siguiente lnterzonal (Gotemburgo
1955). El Torneo de Candidatos de
Amsterdam ( 1956) resultó ser otro
triunfo de los jugadores soviéticos. Cla-
sificación final: 1. Smyslov; 2. Keres; 3-
7. Bronstein, Geller, Petrosian, Spassky
y el húngaro Szabo. Pero la \ida ajedre-
cística estaba tan bien organizada que
el "férreo Tigran" tuvo que empezar el
siguiente ciclo por el campeonato
mundial. .. ;desde una semifinal del
Campeonato de la URSS~ Cna segura
victoda en aquella prueba fue el co-
mienzo de una serie de brillantes ac-
maciones de Petrosian en su largo viaje
hacia el título mundial.
En el 25º Campeonato de la URSS
(Riga 1958) y Zonal, finalizó, como de
costumbre, invicto, segundo, en una
dura lucha a medio punto de Mijail
Tal, quien superó a su más directo rival
gracias a una increíble victoria en la úl-
tima ronda sobre Spassky (véase parti-
da núm. '.3-17). No hay que decir lo im-
portante que era el enfrentamiento
Tal-Petrosian, disputado a mediados
del torneo. En esta feroz batalla tuvo
lugar otro clásico sacrificio posicional
de calidad.
20
fil
300
M. Tal-T. Petrosian
Riga 1958
25' Campeonato de la URSS
Apertura Española (C97)
1 e4 e5 2 tllf3 ti:lc6 3 ,~,b5 a6 4 Jila4 ~t:if6
5 0-0 .iLe7 6 :el h5 7 ~b3 0-0 8 c3 d6 9
h3 ll:la.li 10 j¡,c2 c5 11 d4 f/!c7 12 ll:lhd2
"1bd7 13 .'.Zlfl li:lc4 14 ti:le3
Una alternativa inocua es l ,t b3 li:lb6 15
l2\e 3 c4 16 hxc4 li:lxc4 17 ti:lxc4 bxc4 18
a4 :QfCS, con juego igualado, como en
las partidas Korchnoi-Petrnsian (Can-
didatos, Cura1;ao 19tl2) y Velirnirovic-
Petrosian (Interzonat, Rio de Janeiro
1979). Contra Petrosian. intenté en
una ocasión 14 d5t? li:lb6 15 g4 (Banja
Luka 1979).
14 ..• ~xe3 15 .lií..xe3 il..e6?!
l'~s más seguro 15 ... l:tfr8! (Karpm·-Pe-
trosian, Milán 1975, match, 1ª).
16 <i1d2 l:'í:fe8 17 f4! llad8
17 ... cxd4 18 cxd4 lhc8 19 ~d3 tam-
bién es ventajoso para las blancas.
18 fxe5 dxe5 19 d5 ~d7 20 c4 Líb8 21
a4 b4 22 a5! J:!f8 23 cii.a4 ~,xa4 24 l:!.xa4
891
"Las blancas tienen una gran ventaja po-
sicional. Cuentan con un peón pasado v
protegido en d5, que jugará un papel
decisivo en el final. Las negras podían
haberse comentado con una defensa
pasiva Jild6, tt:Jd7, f7-f6. llf7, .!;lbf8, etc.),
pero ante un buen juego de las blanca5,
antes o después habrían quedado en

una posición muy comprometida. Aquí
concebí un interesante plan defensivo"
( Petrosian).
24 ••. l:.íbd8 25 ~f3 lld6!
La única posibilidad es este inesperado
desplazamiento de la torre a la sexta fila.
26 Qib3
El caballo hinca los dientes en el débil
peón de c5, y la avalancha blanca en el
flanco de rey parece sólo nwst.ión de
tiempo.
26 ••• tlld7 27 J:iaal :l'.g6 28 l:!'.fl Ji.d6
No sé si Petrosian estaba considerando
ya d sacrificio de calidad, pero la ma-
niobra '.:tb8-d8-d6-g6 como mínimo le
ha concedido a las negras cierto con-
trajuego. Para des\'iar a la torre de su
favorable posición, las blancas tienen
que avanzar su peón h, debilitando así
las defensas de su rey.
29 h4 ~d8 30 h5
Sí 30 '{ih3, entonces 30 ... h5! 31 .!:tf5
~c8 '.~2 ~f3 (32 :xh5? :'L!f6!) 32 ... <Lif6
es confuso.
30 ... IU6 31 ~g4
A las blancas sólo les queda jugar g2-g3
y cambiar la audaz ton:e de f6, después
de lo cual todo irá wbre ruedas. "Pen-
saba que mi posición estaba ganada",
escribe Tal. "Desde luego, las blancas
están preparadas para atacar en el flan-
co de rey, mientras que en el de dama,
en lugar'cle contrajuego, las negras sólo
tienen debilidades. Pero aquí procedía
recordar a Nimzm'ich v su teoría del
bloqueo ... ".
TtGRA'.'-1 IX
31 .•• ~f4!!
'una brillante jugada! Con una idea
que ya debe resultarnos familiar: la ~a­
rre se sitúa en prisqmr pane de una pie-
za menor. El sacrificio de calidad (¡ni
siquiera por un peón!) permite un rea-
juste radical de los valores relatiYos de
las piezas.
32 .~xf4?!
Esta captura conduce a una inesperada
activación tanto del inerte alfil de d6
(que comienza a apuntar la casilla h2),
como del indolente caballo de d7 (que
adquiere la espléndida casilla e5). Aho-
ra ya no se trnta de que el peón de c5 sea
débil, sino más bien de que lo son los
peones blancos de c4 y e4. Además. re-
sulta que el peón h se ha internado en
campo enemigo, y el rey blanco es un
potencial objetivo. En resumidas cuen-
tas: un absoluto cambio de decorado.
"Por supuesto. si Tal hubiese compren-
dido a qué conducía aceptar la calidad,
se habría contentado, digamos. con la
ganancia de un peón: 32 J::l.xt4l exf4 33
:&xf4. Pensaba que esta situación era
mejor para las negras que jugar con
equilibrio material una posición nmv
restringida" (Petrosian).
Sin embargo, un somero an<ílísis de-
muestra que las blancas podían haber
conservado una considerable ventaja:
33 ....~xf4?l 34 '{ixf4 ~e7 '.'l5 h6! g6 ;)6
J;.fl; 33 ... ~e7 34 h6 g6 35 ~g3 ('.l'i
.\\Lxd6!? ~xd6 36 fifl) 35 ... ~xf4? (35 ...
ll'ie5) 36 'iifxf4 f5 37 JJ.el tt:Je5 38 ::l:e2
'1Wc7 39 exf5 J:txfü 40 ~e3, ganando;
33 ... CiJf6 34 iff3 ~xf4? 35 '1Wxf4 11:.Jxh!í
36 ~e3! 'ifh4 37 ll'ixc5 J:.e8 (37 ... ll'ig3
38 l:e l) 38 i:m tllg3 39 ktf3 tllxe4 40
Zff4, y las blancas g;,man; 33 ... 8e5 34
'{ig3 l:te8 35 h6 g6 36 l::cl 'ifc7 37 .l:fl:
8xc4? (37 ... ~d8) 38 ~xd6 ll:lxd6 '.19
J:;íf6 ~d8 40 '1We5. ganando.
Aun así, las negras dispondrían de al-
gunas amenazas, lo que puede no ha-
berle g-ustado a Tal, quien admitía:
Por, entonces, y debido a mi juventud,
pensaba que síemp1·e debía ganarse la
calidad".
21
Garv Kasparm - MI~ (;fl\:L\LE.\ PREDECESORES
32 ... exf4 33 lt)d2 'LJe5
La posición se ha vuelto mucho más
aguda, y las blancas deben jugar ahora
con precisión, lo que resulta bastante
dífícil. Todo jugador experimentado
sabe hasta qué ptmto influye psicológi-
camente en su humor cualquier cam-
bio en el carácter del juego. Hasta aquí,
las jugadas aisladas no desempe1iaban
un papel decisivo: estaban destinadas a
implementar el plan de forma general.
Pero <ihora se requiere un cálculo con-
creto, y aunque 1~1! sobresalía en este
aspecto, el brusco giro de los aconteci-
mientos le desestabilizó. Además, a Mi-
jail Nejemevich no le gustaba defen-
derse.
34 'lixf4?
Un error. Lo correcto era 34
bien 34 Wh3 f3 35 llf'2! (ptTO no 35
gxf3 tLld3 36 f4 E¿jxf4 37 l!l!'g4 '!if6, agu-
dizando el juego), la \'enntja blanca es
indiscutible. En la] caso, el sacrificio de
{'alidad habría resultado ser insutkien-
te, lo que \'Íene a ser una el'idencia de
lo difícil qu(' era la posicii'in inicial de
las negras.
34 ... ~2Jxc4
Una solajugada timheante de las blan-
cas ha modificado la e\·aluación en casi
180 grados.
35 e5
893
35 ... éi::lxe5!
Conservando, sin la menor indecisión,
una poderosa posición central. Es posi-
ble que Tal esperase 35 ... ~líxd2r! 36
exd6 :::ixfl :~7 l:'l.xfl h6 (37 ... ~xa5 38
22
lll
h6) 38¡¡e1, y los peones d sólo son do-
blados en teoría, ¡en realidad, son pasa-
dos!
36 li:oe4 h6 37 l:tae 1?
Después de 37 tLlxd6 iVxd6, las negras
habrían reforzado su caballo con f7-Hi,
creando una fortale.rn inexpugnable,
con el contrajuego en cartera c5-c4. Pe-
ro, naturalmente, las blancas no ha-
brían permitido que esto sucediera en
la partida. Era a considerar '.37 b3'.?
37 ... .~b8! 38 Jldl c4
Amenazando ita7+ y tt:ld3, con ataque
de mate. La posición negra ya es mejor,
y lo que se mencionaba en las notas a la
jugada 32 de las blancas está romen-
zando a hacerse realidad. El rev blanco
se encuentra en peligro.
o
39 d6!
Era pasivo 39 lllt2. ya que podría seguir
39 ... '!Wxa?í 40 d6 '/i:fc5!
39 ... tLld3
En apuros de tiempo, era dificil deci-
dir si hubiera sido mejor <mtes '.)9 ...
i11c.a7+!? En tal caso, podría haber se-
guido 40 @hl ~d3 41 fixd3! (pero no
41 '!Wg4? como en la partída) ·11 ...
cxd3 42 éi::lg3 43 tLlffi, con sufi-
ciente contrajuego, o incluso 40 fiJJ2
~d3 41 'llixc4 CiJx12 {·ll ... !Líxb2'.? 42
~xafi!) 42 l:xf2 '1Wxa5 43 d7 ~xf'2+ 44
wxf2 .l'.íd8 45 wg 1 'lixh5 ( 4!"> ... 'l!l!'b6+
46wh1) 46 rtd!> 'llig6 4711Wxb4. y d po-
deroso peón d pasado es un seguro
contra la derrota,
40 '1Wg4?
La última jugada para el control de
tiempo y, obviamente, perdedora. Era
esencial 40 'lill'e3. Por ejemplo: 10 ...
l2jxb2 41 l':td?í! 42 4Jc5 ~c6 t'\
.tlff5! (43 ....gül6 44 'lid4); 40 ... 41
J;xd3 (·H whl!?) 41 ... cxd3 42
43 <2:lf2. o bien 40 ... f5 41 '!lfd4'
(es peligroso jugar 41 '!Wxdb 4:2
4Jxd3 'lih2+ 43 @12 ~h4+ 44 wc2
1\!Hxh5+ 45 Wf3 We8+) 41 ... txt:4 42
'1Wxc4+ wh8 43 l"\xf8+ 'i\'xf8 44
1'.a7+ 45 @h2 cl';f2 46 'il'e7 1 17 g:i
'illf3 48 iVe8+ (ó 48 d7), con rabias.

40 ..• d!La7+ 41 >i?hl f5
La jugada secreta. En la reanudación
de la partida se producirían algunos
acontecimientos fascinantes.
42 t2Jf6+!
A Tal, por supuesto, no se Je escapa un
detalle táctico. Era totalmente falso 42
J:i:xf5?, por 42 ... .l:!:xf5 43 'ltxf5 '1Wh4+
44 '11Hh3 'l/Hxe4 45 d7 W/ie7, y las negras
ganan.
42 .•• >i?h8
No 42 ... W/ixf6?? 43 flxc4+ y 44 'ii'xd3.
43 'lWxc4 tZ:lxh2 44 Wlixa6 tZ:lxdl 45 Wlixa7
894
45 .•. 'i!Vxd6?
Después de 45 ... li:Jc3r 46 Wle7 gxf6, las
negras tendrían excelentes posibilida-
des de imponer su pieza de ventaja,
aunque las blancas seguirían creando
problemas. Por ejemplo:
1) 47 'i/,fe3 .llf/1 (más flojo es 47 ... >i?h7?
48 !lid3! 'lWd7 49 J:ixf5 ~h8 50 a6r 'l/He6
51 d7, o bien 48 ... li:Je4 49 ::íxf5 l:'!.e8 50
d7! l:le7 5] .l;d5, con dominación. asegu-
rándose unas tablas) 48 a6 (48 Ylexh6+
b!h7) 48 ... 'llixd6 49 a7 '!Wd8 50 'fWxh6+
(o bien 50 l:lal 'lllVa8 51 '@'xh6+ 52
'!We3 l:g7 53 'ii'f3 ilíe4) 50 ... ~g8
.!:!.g7 52 :.xf5 'ii:fa8 53 .:f3 ~xa7 54 'ii:fe6+
'!Wf7, ganando.
2) 47 J:.xf5 'fWxe7 48 dxei l:e8 49
v ahora no 49 ... .i:xe7~! 50 a6~ 12Jb5 51
:í;;.b6! Ile5 52 .!:Xh6+ 53 .:g6+ >i?f8
54 ::íg4. con tablas, 50 ... ;tig7 51
.l:!.g6+! @f7 (51 ... >i?h7 52 .!;!.b6 ilíd5? 53
1lb7 J:.g7 54 a7 1) 52 :1xn6 li:Jb5 53 ::tb6
lie5 54 a7 .:zixa7 55 Jlxb4, eliminando
T!GRAK IX
todos los peones, con tablas, sino 49 ...
@g7! 50 ñb6 J:!.xe7 51 !'!:xb4 l:te5 52 g4
lha5 53 .J:[b7+ @f6 54 l:tb6+ wg5 55
>i?f4, etc. (56 I;l.xh6 Wg3!), o bien
wf7 51 l:!.xh6 (51 J;';lb6 li:Jd5 52
l:b5 53 a6 l:lxe7 54 J:b7 lle8 55 a7
J:::a8) 51 ... li:Ja4!! y b4-b3.
Esta decisiva maniobra de caballo
(¡una jugada no humana!) es lo que
Petrosian pudo no haber visto en su
análisis de la posición aplazada. Pues
de lo contrario, es dificil entender por
qué no jugó 45 ... li:Jc3!
46'1t!1d7!
Lna réplica muy fuerte, con la que el
ingenioso Tal consigue unas tablas. Pe-
ro es interesan te ver los errores que
ambos contendientes siguen cometien-
do. Se diría que ninguno de los dos
analizó seriamente esta fase de la parti-
da, y hay varios momentos importantes
que han quedado fuera de foco.
46 ... 'lt!1xf6 47 'ltl1xdl l:tb8!
No 4 7 ... 'lllVa6 48 l':f4! 'fWxa5 49 '1Wd6, ca-
zando el peón de b4.
48 lU3?
Un grave error. Las blancas conservarí-
an posibilidades de tablas con 48 'ltl1d3
b3 49 a6, con idea de cambiar el peón a
por el b negro.
48 ... .:as?
Devolviendo el cumplido. Después de
48 ... ñb'.>!, la penosa situación del rey
blanco hubiera resultado decisiva: 49
'fWe 1 ( 49 'ii'a4 'i!Vh,1+, o bien 49 .t:l:b3
llxa5 50 r!.xb4 ::ial, etc.\ ·19 ... >i?h7 50
.!'l:b3 llxa5 51 ~xb4 l:al+ 52 @h2 :i;;:n.
Ahon1, en cambio, el final es objetiva-
mente de tablas (tres peones contra dos
en el mismo flanco), aunque los errores
no han terminado aquí.
49 'ltl1el l:xa5 50 ~xb4 J:!.e5
O bien 50 ... ~e5 51 J:tf] l'fal 52 l'!'.xal
~xal+ 53 :;2;·h2 'ltl1e5+ 54 @h3 'li<í'e3+ 55
Wh2 ~h 7 56 'fWc4, con tablas.
51 1!Hf4 >i?h7 52 Wh2 l:!.d5 53 I:fl ~g5
Gary KasparO\' MIS <a.'.\L\.!FS PREDFCESORFS
54 '!lff3 J:!.e5 55 @gl l:!'.c5 56 'iVf2 l:.e5 57
'i1f3 Ua5 58 Wh2 wh8 59 wgl l:í:a2
895
60 '!Wd5?
Dejando desprotegida por un instante
la casilla e3.
60 ... lk2?
De nuevo podía Petrosian haber gana-
do, pero para ello se requería conocer
una geometría especial tipo computadrr
ra, que por entonces era desconocida:
60 ... '/We3+! 61 Wh2 .::l.a4! 62 '!lfd8+ @h7
63 J:l:xf5 l:l:d4! (¡muy bonito!) 64 l:td5
l:!.g4 65 J:td3 'i!e5+ 66 @gl (66 c;t>hl
'NHe2 67 ll!t'd5 J:!'.g5; 66 g3 l:tg5!) 66 ...
'NHe4! 67 ll!t'd5 (o bien 67 g31:!.g5 68 .!:.b3
l:td5) 67 ... :!hg2+ 68 @h l ll!t'xd5 69
l:txd5 J:tg5!, ganando. Todo esto fue
"personalmentett supervisado por los ri-
gurosos seres artificiales junior y F1itz.
61 'ila8+ @h7 62 ll!t'f3 .l:cl?!
Era más fuerte 62 ... .Cc5.
63 .!1xcl 'ilxcl+ 64 @h2 'l!\!lc7+ 65 '~h3
'ile5 66 g4! fxg4+ 67 @xg4 i'Wg5+ 68
@h3 '!Wf6 69 'NHe4+ @g8 70 'ile8+ '!Wf8
71 'lWxf8+ @xf8 72 wg4 @f7 73 @f5
Tablas.
El siguiente ejemplo sobre el mismo
tema fue prologado por Petrosian con
estas palabras: "Repito que la primera y
principal dificultad para realizar un sa-
crificio posicional de calidad es una
prevención psicológica: después de to-
do, se trata de entregar una torre por
una pieza menor. La segunda dificultad
radica en que la calidad se entrega
24
IIJ
cuando no se está obligado por las cir-
cunstancias. Por consiguiente, debe
preverse en el momento preciso cómo
evolucionarán los acontecimientos, y
tomar las medidas oportunas".
301
T. Petrosian-S. Gligoric
Olimpíada dP V!Lma 1962
H!l6
26 ~f3!
Un inteligente recurso en posición dificil.
26 ... l:Xaf6
Si 26 .. , e4, seguiría 27 'NHd4! "El peón
de e4 queda atacado, y si 27 ... €ld3, las
blancas sacrifican calidad. O bien, si 27
... 'lWe7, entonces 28 ~e2, con una par-
tida muy tensa y aguda" (Petrosian).
27 1::.el!
La única posibilidad. 27 lle2? .ítd3 28
'~e4idxe4 29 'lWxd3 idg3+!
27 •.. lí::ld3 28 llfe2 lí::lxel 29 'l!!Vxel l:te8
30c5
"Las negras tienen una calidad !impía
de ventaja, pero no se nota en el juego"
(Petrosian).
30 ... llff8 31 lí::le4
Tablas, a propuesta de Gligoric.
Incluiré otro instructivo ejemplo
que, como decía Tigran Vartanmich,
fue muv interesante en el plano pura-
mente psicológico.

302
L. Portisch-T. Petrosian
San Antonio 1972
897 ' élJd7
24 ~g5?!
Era más lógico incrementar la presión
con 24 :te 1, seguido de ii.(4
ó .tg5.
24 ... e5!! '
¡Sorpresa! "Después de mi respuesta,
Portisch pensó durante unos 10 minu-
tos y me miraba continuamente. No
podía saber si había sacrificado calidad
o si me había equivocado. Al final, deci-
dió que me había equivocado, tomó Ja
calidad y, .. ¡quedó en una mala posi-
ción! (Petrosian).
25 ~e7?!
O bien 25 dxe6 fxe6 !, con un juego bas-
tante cómodo.
25 ••• f5 26 ~xf8 lLix..."8
"Con las dos últimas jugadas la situa-
ción ha cambiado bruscamente. Las
blancas tienen una torre por un alfil,
pero carecen de juego activo, porque
todas las líneas están bloqueadas y las
torres sólo pueden exhibir su_fuerza en
columnas abiertas. Después de e7-e5, el
caballo de c6 parece muy bien situado,
pero eso es todo. En algunos casos, las
negras tendrán una pieza extra en jue-
go" (Petrosian) .
27 .t.e2 .t.h6?!
Era mejor jugar antes 27 ... h5!
28 .J:tc2 ~c8 29 lLlc3 lLifd7 30 l:tel lLif6
31 .íifl f 4?!
TI GRAN IX
Según Petrosian, una jugada profilácti-
ca como 31 ... 'it>h8! hubiera sido más
desagradable para las blancas.
32 l:ce2 l:tf8 33 llJa4 llJxa4 34 1Wxa4
Previniendo la ruptura c4-c5.
35 CUe7+
Las negras omitieron esta sencilla de-
fensa.
35 ••• @h 8 36 tllxc8 't!t'x c8 37 ¡t'a3 CUc5
38 'it'f3 ¡vf 5
Tablas.
El sacrificio posicional de calidad
fue uno de los elementos sobresalien-
tes en el inimitable estilo de Petrosian.
Pero ¿cuál era su fundamento? Veamos
cómo co nducía el noveno campeón
mundial la apertura.
Milagros de la profilaxis
Desde la época de Botvinnik había
quedado claro que la fase inicial de la
partida exigía un minucioso estudio.
Sin una sólida preparación de apertu-
ras era imposible esperar un éxito im-
portante en eventos profesionales, y
prácticam ente todo jugador destacado
realizó su contribución al desarrollo d e
la teoría de aperturas. Es interesante
pasar revista a esa evolución, desd e la
década de los cuarenta hasta el prese n-
te, más de medio siglo durante el cual
se ha experimentado un increíble p ro-
greso que no se ha detenido.
En este aspecto, sin duda, Botvin -
n ik merece calificarse d e pionero.
Aunque Alekhine, Euwe y Ke res tam-
bién lleva ron a cabo un trabajo fructí-
fero en e l campo de las apertu ras, fue
Botvinnik quien se distinguió por su
enfoque glo bal a gran escala. Desarro-
lló siste mas y tende ncias completas,
con los cuales el pe nsamie nto ajedre-
cístico progresaría m ás tarde. Smyslov,
aunque no recibió el reconocimiento
debido, también se d istinguió por una
conce p ción no r u ti n aria , y muchas
tendencias de apertura están asociadas
con sus d escubrimientos.
25
Garv Kasparov Mis GEC\!ALES PREDECESORES 111
Petrosian tal vez no dejó un sello
global, como Botvinnik o Smyslov, so-
bre el desarrollo de la teoría ajedrecís-
tica, pero creó dos sistemas, caracterís-
ticos de su estilo, en las defensas India
de Rey e India de Dama, unidas por un
hilo conductor: la profilaxis. Esa aporta-
ción suya a la solución de problemas de
apertura ejemplifica la ideología aje-
drecística de Petrosian, y en ella pue-
den verse sus concepciones posiciona-
les de tipo general.
El Sistema Petrosian en la Defensa
India de Rey, que hasta el día de hoy si-
gue siendo un arma molesta en manos
de las blancas, queda definido· por un
temprano avance d4-d5 y, sobre todo,
por el desarrollo del alfil dama, Jlcl-
g5, clavando el caballo de f6. Esta juga-
da parecía un sinsentido, y hace 70, 60
ó incluso 50 años, difícilmente hubiera
podido gozar del respeto de los exper-
tos. Pero en la década de los cincuenta,
los conceptos sobre la teoría de apertu-
ras y, en general, sobre los puntos bási-
cos de referencia, cambiaron de forma
notable. No parece que sea tan difícil
para las negras liberarse de la clavada y
ejecutar la idea clave de la específica es-
tructura de peones: desplazar el caba-
llo de f6 (a e8, d7 ó h5) v realizar el
avance f7-f5. Sin embargo, esa manio-
bra requiere tiempo, y las negras
comienzan a sentirse incómodas. En
primer lugar, tienen que debilitarse
con h7-h6, y luego seguir jugando g6-
g5, debilitando gravemente las casillas
blancas, por lo que, antes o después,
habrá de pagarse un precio, o bien mo-
ver la dama a e8 ó d7, lo que, de algún
modo, afecta a la coordinación de sus
efectivos.
Por supuesto, después de 1 d4 l.Z:íf6
2 c·í g6 3 l.Z:íc3 d6 4 e4 .~.g7, podemos
mencionar también la Variante Aver-
baj, 5 .1Le2 0-0 6 ~g5, así como !'í h3
0-0 6 (o bien 6 l.Z:íf3 v ~g5), con
motivos semejantes, pero el plan de
Petrosian, con 5 ~e2 0-0 6 ibf3 e5 7 d5
y Jlg5, ha resultado ser mucho más
popular v de una consistencia poco
habitual. Hoy en día, gracias a las nu-
merosas partidas jugadas v al desarro-
26
!lo de la teoría del sistema, esta idea
de una profilaxis a largo plazo contra
f7-f5, es algo estándar, pero entonces,
en la década de los cincuenta, era un
descubrimiento.
A continuación veremos la panida
fuente, en la que Petrosian, como él
mismo expresó, pudo "demostrar en
la práctica que la salida del alfil por g5
está llena de veneno". Esto sucedía en
1954, en el primer tablero del Cam-
peonato de la URSS por equipos, en
cuya competición Tigran Vartanovích
ayudó al equipo de su ciudad natal,
Spartak, a convertirse en campeón del
país.
303
T. Petrosian-A. Suetin
Riga 1954
Copa del.a URSS por equíjJos
Defensa India de Rey (E94)
1 c4 l.Z:íf6 2 tLlc3 g6 3 e4 d6 4 d4 j:,g7 5
0-0 6 '2Jf3 e5 7 d5 l.Z:íbd7
O bien 7 ... lt:la6 (partida núm. 306).
8 0-0
Más tarde, el autor de la vadante co-
menzó a jugar 8 ~g5 h6 9 ~~h4. Por
ejemplo:
l) 9 ... g5 10 Jlg3 lt:lh5 11 0-0 a5 12 l.Z:íe 1
lzjf4 13 lt:lc2 (13 .~g4!?) 13 ... tLic5 14
lLle3 l.Z:íxe4 15 l.Z:íxe4 tLixe2+ rn 1l!lVxe2 f5
17 f3 f4'. 18 c!'í fxe3 (18 ... fxg3 19 hxg3!
y 20 g4) l 91l!lVxe3 Jlf5 20 .t1.ac1, con una
pequeña pero duradera ventaja (Petro-
sian-Suelin, 25º Campeonato de la
URSS, Riga 1958).
2) 9 ... a6 (el plan de Fischer) 10 i'Líd2
1l!lVe8 11 0-0 lt:lh7 12 b4 l.Z:íg5 13 l:rcl fi
14 f3 1l!lVe7 15 @hl! ,'Z:Jfü 16 c5 tLih5 17
c6~ b6 18 exf5 gxf5 19 g3!, con una cla-
ra ventaja (Petrosian-Gligoric, Torneo
de Candidatos, Yugoslavia 1959).
8 ... t2Jc5 9 'lfc2 a5 10 ~g5
10 l.Z:íd2 ,g¡. h6!
10 ·... h6 11 íll.e3
Aquí, una vez forzado el avance h7-h6,
es posible retirarse a e3, puesto que
l l ... il:ig4 se para con la aguda variante
12 ~xc5 dxc5 13 h3 il:if6 14 il:ixe5 ¿'2Jxd5
15 cxd5 1l,xe5 16 f4 ~d4+ 17 wh2.
11 ... c'2Jfd7
"Suetin prefería una continuación con-
trastada y, hay que decirlo, rutinaria, te-
niendo in mente la recomendación de
Boleslavsky 14 ... exf4" (Petrosian).
12 il:id2 f5 13 exf5 gxf5 14 f4 exf4 15
.~xf4 il:ie5 16 llae 1 itd7
1enemos ante nuestros qjos los resulta-
dos de la profilaxis. Tras haberse libera-
do de la cl~ffada, las negras han llevado
a cabo el avance temático f7-15, pero a
costa de asumir debilidades crónica:s en
su posición. Sin embargo, parece que
la acti\idad de sus piezas debe permitir-
les igualar.
898
El caballo de e5 es una excelente pieza y
el de c5 también está bien situado,
mientras que por el momento las debili-
dades negras (el peón de f5, y las casíllas
e6 y g6) no se hacen notar. De uucni
nos encontramos con un ejemplo típico
de nuestro tema anterior: la correlación
entre factores a largo plazo y la dinámi-
ca concreta de la posición. Es útil e inte-
resante obserYar con qué habilidad }
pn:cisión el joven Petrosian (tenía en-
tonces 25 aúos) comienza a reducir la
dinámica y a modificar en su favor la
ev·aluacíón de la posición en juego.
17 t2Jf3!
Hay que eliminar el ca.bailo de e5.
17 ... 'liff6
"Ahora se pone de manifiesto 01 ro pe-
quefi.o pero de la posición. Si el peón h
estuviese en la casilla h7, 17 ... il:ig6 hu-
bíera sido una buena jugada. Pero aho-
ra, después de 18 ~e3, las negras no
disponen del atractivo avance del peón
f, debido a la pérdida de una pieza"
(Petrosian).
18 'i'd2 ::ae8 19 il:ixe5!
Cambiando inesperadamente el mode-
lo de la posición. Se diría que es una
pena tomar en pues ahora el caba·
llo hlanco no podrá i1· a d4, desde don-
de podía haber atacado el peón de f!) v
amenazado con irwadir el punto e6. Pe-
ro lo cierto es que el caballo de e5 era
tan fuerte que las blancas no podían
emprender nada sin eliminarlo. Con
un caballo así en el tablero, las debili-
dades antes mencionadas serían pura-
mente simbcílicas, puesto que las piezas
negras estarían demasiado bien desa-
rrolladas.
19 ... dxe5 20 ~e3 b6
En lugar de un peón débil y aislado en
las negrns tienen ahora peones col-
gantes en las columnas e y f. 1,a progun-
ta es: ¿son una fuerza o una debilidad:
De nuevo, Petrosian realizó una sutil
evaluación de la correlación entre el di-
namismo temporal y las debilidades a
largo plazo. Por supuesto, los peones pa-
recen excelentes, pero sólo lo parecen.
Lo único que se necesita es que uno de
ellos avance para que aparezcan de in-
mediato evidentes agujeros: e5-e4 debi-
lita las casillas f4 y d4 v facilita el cambio
de alfiles de casillas negras, mientras
que ffi-f4 es aún peor, puesto que tras
,,~,xc5 el caballo blanco ocupa la casilla
e4. Por consiguiente, las negras están
obligadas a defenderse pasivamente, es-
perando que a las blancas les resulte di-
fícil encontrar un plan parn reforzar su
posición.
21 .í&,h5
Como sciialó Petrosian, era m;is precisa
la inmediata 21 j¡,dl, pero ésta es una
cuestión menor.
21
21 ... rle7 22 Jl,,dl ! l!fd6 23 .~c2
Presionando, poco a poco, los peones
colgantes de las blancas.
89!1
23 ... l:!:ef7
Es muy importante observar que 23 ...
e4 no consigue nada, puesto que la ca-
silla d3 está bajo control: 24 iLJ4 ~dí
2~i cl::Je2, seguido de Wfe3, v las debilida-
des negras son más que evidentes. Por
consig·uiente, Suetin se sitúa a la espe-
ra. Lo mismo que Petrosian, a quien tal
actitud nunca le resultaba incómoda.
24@hl l:a8
Después de 24 ... J::f6 25 l!fe2!, con la
amenaza a2-a3 y b2-b4 (no 25 a3 de in-
mediato, debido a 25 ... a4 26 Jltxc5
l!fxc5 27 'lie2 i::i:a8 28 tixe5 'ii'xc4), v la
movilidad de los peones e y f seguiría
siendo puramente formal. De modo
que las negras realizan la aparentemen-
te extra11a 24 ... lla8, "sintiéndose obli-
gadas a impedfr a2-a3 y b2-b4: si 25 a3,
seguiría 25 ... a4" (Petrosian).
25 !!.e2!
Explotando el desplazamiento de la to-
rre a a8, las blancas intensifican la pre-
sión sobre el peón de f5.
25 ... 'lifS 26 l:ef2
Con la amenaza 'l!We2-h5.
26 ... l2ib7
Una vez más son malos los avances
26 ... e4 y 26 ... f4. Podemos ver ya el
primer logro de las blancas: el caballo
se ha retirado "voluntariamente", sin
ayuda de b2-h4, de la casilla c5. a fin de
situarse en d6 v proteger desde allí su
peón de f5.
28
27 tie2 QJd6 28 c5! bxc5 29 Íl.xc5
Pero ahora las blancas han roto la cade-
na de peones contrarios en el flanco de-
clama, y el número de debilidades en la
posición enemiga comirnza a exceder
lo admisible. Sin embargo, la posicíón
dista de ser simple, porque las negras
tienen algunos recursos defensivos v
juego ágil con sus piezas.
29 ... J:l.b8 30 b3 lfWc8
Petrosian condenó esta "inexplicable
maniobra, retirando la dama del foco
principal de la batalla", y recomendó
'.10 ... c4 (31 IL:Jxe4? lí.b5). Sin embar-
go, después de eso, las blancas podrí-
an continuar con 31 We3 .itf6 32 l2ie2
~g7 33 éí:lf4, con una clarn ventaja
(aquí la debilidad de la casilla e6 sí se
hace sentir). Incluso después de 30 ...
no evaluaría la posición negra
como perdida. Es una posición muy
difícil, por supuesto, pero sigue sien-
do posible resistir.
31 lfWh5 !flfa6?!
"Habiendo perdido la batalla estracégi-
ca, las negras tratan de salvar el peón
de f5 por medios tácticos: 32 . ikxd6
cxd6 33 Ji.xf5? ~xf5 34 í!.xf5 'l!Wxfl +"
( Petrosian).
900
32g4!
En el momento justo. La prudencia de
Petrosian era legendaria, pero cuando
llegaba el momento de efectuar juga-
das agudas y enérgicas, no las e\'ilaba.
Siempre se amoldaba a las exigencias
de la posición.Juzgue por sí mismo: la
dama negra y la torre de b8 se han olvi-
dado por completo de su rey.
32 ..• f4
.. Fm-zado, pero ahora los en apariencia
poderosos peones negros son fácilmen-
te bloqueados" (Petrosian). Creo que si
32 ... e4, Tigran Varla11ovich lrnbieseju-
gado 33 gxf5! .~xc:'.\ 34 f6, con amena-
zas demoledoras. Pero después de 32 ...
f4, el alfil ck c2 se suma al ataque, y
'!Wg6 es una constame arm:mua.
33 ::!el
Una jugada muy competente. La casi-
lla e4 ha sido debilitada para sit'mpre
necesidad de apresnrarst' con
Después de 33 ... í::tf6 :H
35 ~d3 '1Wb7 :~6 ~e2 ~ff)i
'.17 gxf5 !lh8, el enjuiciamiento de la
posición podría resultar ahora fanira-
ble a las negras.
33 .•• '»l'c8 34 .~. xd6?
Petrosian le concede un sig110 de admi-
ración a esta jugada, y explica: "El co-
mienzo de una fuerte maniobra que
derriba la posición negra. En apuros de
tiempo de su rival, las blancas ganaron
rápidamente". La conclusión de la par-
tida no está comentada. pero aquí es
donde comienzan algunos aconteci-
mientos muy interesantes (íY típicos!).
Es una pena que muchas partidas de
los grandes maestros del pasado no ha-
yan sido comentadas en su totalidad,
pues de ser así, tendríamos la fortuna
de poder disfrutar de muchas diHTtí-
das aventuras,
No hay duda de que las blancas tienen
una posición estratégicamente ganada,
y hubieran conservado todas sus ven ta-
jas con la tranquila 34 h3, o la rrnis deci-
dida 34 l:g 1 ! , seguida de g4-g5. Por
otra parte, el cambio f'Il d6 es precipita-
do y le permite a las negras crear un in-
mediato contrajuego.
34 ... cxd6 35 ~.g6 l:l'.f8 36 tt:le4 f3?
Un burdo error. No está claro por c¡ué
Suetin no jugó 36 ....~xg4. Después de
37 Wh4, las blancas tienen buena com-
pensación, por supuesto, p<"'ro el
desenlace habría sido totalmente in-
cierto.
37 g5 ~f4
'.37 ... ~g4 no daba resultado, en vista
de 38 'l!fh4 ñf4 39 gxh6.
38 ~gl??
¡Error por error! Esta pifia podía haber
cambiado el resultado de la partida.
privando a las blancas de una merecida
Yictoria. Con 38 gxhfi ,¡¿.g4 39 'li'g5, las
blancas hubieran ganado facilmcllte.
38 •.•.~f5??
¡La salsa de los apuros de tiempo: Des-
pués de 38 ... ág4!, Petrnsian st> habría
enfrentado a una dura prueba: 39 .id'?+
wh8 40 gxh6 (40 ¡fgfi?! ~.f5 41 'l!\!'xdfi
.0.xe4 42 gxh6 ii.f6) 40 ... .!bh5 41
hxg7+ ~h7 42 g81/W+ l/Wxg8 4'.I ~.xg8+
.!hg8 44 .bxg8 ~xg8 4!') c'.f:ixd6 :'.d4. o
bien 39 '1Wh4 ii.h3 40 '»l'hfí ( 40
Ilg4 41 'iill'xf3 .llxgl+ 42 wxgl
40 ... 41 ~gxg2 fxg2+ 42
ilxf2+ Ci:Jxf2 ''i/ic l, y en ambos casos
no está claro que las blancas hubiesen
podido salvar la partida. Es sorprcn-
dcnt<e que estas incidencias no se hu·
bicran reflejado en todos los comenta-
rios a la partida.
39 gxh6
Ahora todo está en orden.
39 .... l!í:.xe4 40 2bxe4
Las negras se rindieJTm.
A pesar de los mutuos apuros de
tiempo, esta partida es muy instructiva.
Significa el triunfo de la idea básica dt"
la Variante Petrosian: profunda profila-
xis, basada en el efecto de los factores a
largo plazo sohr-e la posición, contra la
dinámica temporal que se desvanece.
La siguiente partida' "india" tam-
bién es instructiva, aunque la idea de
la vari;mte no se muestra en su forma
pura, puesto que las negras inmediata-
mentl" buscan el bloqueo del centro,
con c7-c5 y e7-e5. Actualmente, sabe-
mos que esto restringe las posibilida-
des activas de las negras, pero por en-
tonces muchos pensaban que era
posible jugar de esta forma y que las ne-
gras, con su peque11o centro (c!J-d6-e5
contra c4-df>-e4), tenían contrajuego en
29
forma de las rupt liras b 7-b:-i y t7-f5. A ní-
vel de aficionados todo esto puede esta1
muy bien. pero los grandes maestros de
la clase ele Petrosian aprendieron a ex-
plotar la ventaja de espacio con a~11da.
también, de la profilaxis.
304
T. Petrosian-H. Pilnik
. l m1/Prdmn I 956
fornm de Cr111dída/111, ()ª wnda
Defensa Benoni (A5fi)
1 d4 cí:Jf6 2 c4 c5 3 d5 e5 4 ií:Jc3 d6 5 e4
g6 6 c?Jf3 !, g7 7 ~.g5
También en este caso. Aquí esta jugada
aún e-; mejor, porque las negras no po-
drán sitnar un caballo en c5.
7 .•. ~Zla6
"Era 1rnís sutil 7 ... Mi. En frt.\C tan tempra-
na, las blancas difícilnwntt· se halxían
desprendido de su alfil de casillas negras.
El alfil d(' obstaculiza consider<1hk-
mcnte la rnptura fí-15" IPetrosian).
10 a4 b6
Pilnikjucga b ape1·111ra sin ninguna su-
tileza, como diciendo que las neg1;1,
tienen una posición súlida." que va \·e-
remos qul- jl<lS<l. Tcnfa la illlCllclCJll d!'
jugar al-ali, ITh8 \ bi)-h."> (si 10 ... ali de
inmediato. ent011ces 11 ;i.); J. pero aquí
se ,¡o descouccnado por una jugada
no rutinaria.
11 :'.Ub5! i.xh5?
Las negras se enJrcnt<tban <I un dificil
dilema. En caso de 11 ... ·2.cxb:-l:? 12
axb:-i. quedarían en una posiciún nada
atractiva, de modo que Pilnik prefiriú
11 ....~xb5. esperaudo, ob1'iamente, l~
con .juego contuso tras la posible
continuación 12 ... 0-0 1:10-0 a:) l·t bxal)
22:Jxa6 15 'ill1b3 C:i'b-t, 1 es mm difícil asal-
tar la fortale¿a. Pero k esperaba una
sorpresa 1m1y desagradable.
30
12 cxb5!
Evacuando la casilla c4. llov, una idea
así se ha vuelto típica. pero entm1ces
ei·a una especie de genuina revelación.
12 ... 0-0 13 b4!
¡\hiv hierte! Está claro que las negras
tienen serios problemas.
.. La captura en bl abre la columna c.
en la que las blancas tienen 1111 ¡mes10
aYanzado (cfi). I.as negras ní ,¡¡1uitTa11
podr;in oponer torres. puesto que la ca-
-;ílla c8 pnede ser controlada por el alfil
blanco. Por otro lado. bxc:'i es muY des-
agradable para las negras. Dt·spués de
bxc'i()). las blancas crean E.ícilrnente
un peón pasado en el flanco de dama_
mientras que en caso de dxc!'l. sitúan su
t aballo en r4 v combinan la amenaza
,14-a5 con el avance de su peún ]><1sado
de d'i" (Pctrosian).
Fn pocas palabras, las blancas tieJJcn \a
nlla posiciún estratégicamente ganada_
Pero ganarla sigue requiriendo un con-
-,iflerable esfuerzo. ;l\o olvidemos que
c~la partida se jugaba t'll el Torneo de
( :amlidatos al rítu lo mundial 1
13 ... h6 14 .&xf6!
¡l'n enfoque concreLO! ":Vlás débil na
11 '~e'\ i]d/. seguido ele 15 ... cxbl \'
1/1c5" (Pctiw;ian). En caso de 11 ih·l.
el caballo negro podría ir a di cu uu
futuro v, después de cxb"±, a c5. blo-
queando la columna c. E~ decir. que en
este caso Pe11m;ian pcrcibi6 daramen1e
que el caballo de ffi era nds importante
que su alfil y que debía ser eliminado.
Ahora las ncgi-as no podrán bloquear
la columna e, puesto que al caballo de
c7 le quedaría un largo camino para
llegar a c5.
En vista de esto. quiz;i las nt>gras debt>-
rían haberjugado 13 ... ·:'/Jcc8:~ (en lu-
gar de 13 ... h6). para tratar de llegar
de algún modo a c5 con su caballo. Sin
embargo, tampoco esto part'ce mu;
convincente.
14 ... ~xf6 15 0-0 .dfd8 16 ~1Jc4 ~f8
Podemos imaginar qut> Pilnik conside-
raba que sus ckknsas eran lo bastante
sólidas.
17 g3
"Las blancas pueden reforzar su posi-
ción sin obstáculos. de modo r¡ne las
negras. tras haber protegido >U pc6n
de d6, toman en b4" (Petrosian).
17 ... cxb4
Esto es comprensible, pues de otro mo-
do, tarde o temprano (digamos, des-
pués de Wg2, h2-h4 y las blancas
tomarían en c5 de modo -como en la
nota a 13 b4!- que Pilnik se decidió por
cxb4 con la esperanza de que por el
momento la debilidad de la casilla c6
no resultase fatal y de que las negras
encontrasen con trajuego en el flanco
de rev.
18 ~b3 wg7 19 ;;;:rc1
También es bueno 19 17.:ie;) (si J 9
entonces 19 ... i\::)c6! 20 dxeli
d5'.) l9 ... h5 20 ci:íc2. seguido de 2Jxh4-
c6, pero Petrosian lle\·a a cabo su plan.
considerando que es una tone la que
debe ocupar el punto cG. En este caso
concreto, se trata de una cuesti(in de
gustos.
19 ... h5 20 if'le3 if'le8 21 ~xb4 ~dc8 22
5c6 ~d8
22 ... ilxc6?'. 23 bxcfi, con la amenaza
~a6-b7 y a 1l:-a5.
23 '.hacl '2'1f6
Pilnik también ejecuta un plan concre-
to. Ha defendido sus peone'i de d6 \' b6
(ante su intención de jugar a7-a6). y si-
tuado su caballo en ffi, v está amena-
zando con Ja maniohra t2Jd7-c5, des-
pués de lo cual no será en absoluto
fácil para las blancas romper las defen-
sas enemigas. Petrosian lo impide.
24 ~fl ! Jlcb8
Evitando 24 ... •'.í:ld7' 2!"> .0.h3 llcb8 26
l.xd7!, o bien 25 ... l:::xcfi 26 dxc6 ¿,;::¡cfi
27 CiJd!"i v c6-c7.
25 ~~h3 a6!
¿Qué deberían hacer ahora las blancas~
Aunque todas sus están magnífi-
camente situadas, por el momento las
debilidades negras est<Ín defendidas.
Sin la jugada tt:Jc4, para presionar sobre
los peones y restringir por completo a
l,as fuerzas negras, las blancas 110 pue-
den progresar, pero ¿cómo proteger
entonces el peón de e4?
26 i'.:el !!
Una jugada única;)' ntm triun(ó del con-
cepto de prnfilaxh! l .as blane<L<; ddien-
den su peón de amurnmo. "La evidente
2G !::)? üene el significativo inconveniente
de dd1ilitar las casilla' negras ;: la segun-
da fih. Después de 26 ... axb5 '27 axb!"i h1.
la~ 111'gras obtienen un considerable con-
tra.juego. Por otra parte, en la diagonal
h'.}-c8 el alfil ocupa una posición dema-
siado füt·1 tc para ser rekg<tdo al modesto
papel d<' .t•;n;mlián del pcÓH e4" (Petro-
'ian). pq, '';puesto, la torre también que-
da modc,•:1.• :1cntc situada <:'11 e l. pero no
tiene ninM1 '!.1 otra cosa qué hacer. ¡Im-
pecable lo!!;''.:·'. ><.sta jugada podría pasar
Gary Kasparo\' - Mis GENL\Lt;, PREDECESURts
tácilmente desapercibida, pero cuando
se ve, se entiende perfectamente lo fuer-
te que es.
Por cierto, para los programas de orde-
nador esta posición es nmy dilícíl. Pri-
mero insisten en 26 rn, mientras que 2fi
lle l, desde su "punto de Yista~" reduce
la ventaja blanca. ¡Está más allá de su
capacidad de comprensión desplazar a
una torre de una columna abierta!
26 ... axb5 27 axb5 tLJh7?!
Las negras deberían haber adoptado
un comp;i~ de f'spera, pero Pilnik re-
chazó esa idea (pue>s el ser humano
siempre busca la iniciativa), decidió lle-
var su dama a f6 y, como consecuencia,
perdió el peón rle b6. En mi opinión,
era más tenaz 27 ... h4 28 t.íJc4 hxg3 29
hxg3 <;.tg8 30 'lllí'b3 aa7 31 'lllí'e3 t.íJe8,
aunque incluso aquí el peón de b6 esta-
ría prácticamente perdido. La posición
negra es. por supuesto, muy desagrada-
ble, pero no es tan fácil acabar con ella
de inmediato.
28 tt:lc4 l::ta2 29 l.1.g2!
Ahora ya no existe la amenaza (i)d7, y
el alfil puede proteger el peón de e4,
para liberar la torre de e 1 y hacer que
ésta se ocupe de la defensa del peón f2.
29 ... '{!ff6 30 :!fl 1Lig5 31 'il'b3 J::tba8 32
h4
El caballo ha sido expulsado, con lo que
se pone fin al ataque negro (aunque, en
realidad, nunca ha comenzado).
32 ... fuh7 33 Jaxb6 :!:al 34 ::Ic6 ~8a2
'lllí'e3
Parando la amenaza 'i@'xf2+, La cmwer-
sión del peón extra no ofrece mavor di-
ficultad a Petrosian. Como le gustaba
decir bromeando: 'Tienes un peón,
que no necesiras cerebro!".
35 ... 'lllí'd8 36 l'bal
36 b6! (Petrosia11).
36 ... l::xal+ 37 wh2 t.íJf6 38 f3
El debilitamiento de las casillas negras
ya no puede ser explotado. 38 1'.h3!?
III
38 ... '{!fbS 39 'lllí'b3 4.:ld7 40 b6 1Lic5 41
'1Wb2 Ea4 42 W'b5 l:!:a2 43 E.c7
Amenazando la decisiva continuación
4.:la5-cfi y b6-b7.
43 ... g5
Pilník de nue\'o da un respingo y lasco-
sas finalizan con un triunfo sobre casi-
llas blancas del caballo de f5 frente al
mal alfil de f8.
44 l'be3! gxh4 45 0f5+ ~g8 46 gxh4
};ía6 47 b7 !fa7 48 .!:k8 'll!Yxh7 49 'tWeS
(iJd7 50 4.:lxd6 (1-0).
Al repasar el libro del mismo Tor-
neo de Candidatos de Zurich, recuerdo
otra idea innovadora del 9" campeón
del mundo.
305
D. Bronstein-T. Petrosian
A mstrrdam I 956
Tornm r/,, Candidatns, I l" ronda
35 17 ... ~xc3!
Cn agudo cambio del alfil "indio de
rey". ¡Esto también es profilaxis! "Esta
interesante idea estratégica constituye
un sorprendente ejemplo de lo que
podríamos llamar penetración concre-
ta en la posición. Las negras eliminan
el caballo que podría jugar un papel
activo en implementar la ruptura g2-g4
v, lo que es particularmente importan-
te, al alfil blanco de casillas negras se k
priva de toda oportunidad de ocupar
la debilitada gran diagonal al-h8"
(Aronin).

18 bxc3 lllf6 19 a4 Wh8 20 .:tlf2 :!.g8
21 c.,t(bl ~es 22 l:!.gl 'iig6 23 ~d2 i,d7
24 g3 l:l'.ae8 25 a5 fie7 26 l:fabl .iic8 27
l:!g2 1'.íeg7 28 llbgl {¿jce8 29 h3 h5!
Cortando de raíz el avance g2-g4. Ta-
blas. Aunque la posición negra sigue
siendo preferible.
Varias partidas importantes de la Va-
riante Petrosian se jugaron en el 26º
Campeonato de la CRSS (Tbilisi 1959),
en el que Tigran Vartano\ich. de nun·o
tras finalizar el e\'ento imicto, ganó la
primera de sus cuatro medallas de oro.
Por otra parte, finalizó con un punto
por delante de Tal, que va se había pro-
clamado campeón del país por partida
doble, no mucho antes de ganar el Tor·
neo lnterzonal, y que pronto ganaría
también el Torneo de Candidatos
(competiciones ambas en las que Pe-
trosian finalizó tercero).
306
T. Petrosian-Y. Iujtman
Tbilili 195 9
26º Campeonato de la L'R~S
Defrnsa India de Rey (E93)
1 d4 42if6 2 c4 g6 3 tllc3 ..~g7 4 e4 d6 5
~e2 0-0 6 lt:lf3 e5 7 d5 cl.la6
La alternativa es 7 ... t/Jbd7 (partida
núm. 303), o también 7 ... ;i:) 8 Ag:) h6
9 .~h4 lt:la6 10 0-0 'lWe8 11 .Q:id2 lt':Jh 7 12
a3 h5 13 f3 ~.h6? (lo correcto es 13 ...
i.d7! 14 b3 14 b4! ád7 15 i::tbl.
con iniciativa (Petrosian-Kottnauer
Olimpiada de Lugano 1968).
8 :tg5 h6 9 Si.h4 g5
Cn plan agresivo, que supone la ma-
niobra del caballo lt:lh5-f4. La partida
Petrosian-Lurikov del mismo torneo si·
guió con 9 ... c5 lO ¿2Jd2 .Jtd7!? (era
más preciso 10 ... 4.J<·7) l l éíJb?í'. Jí.c8
(ya hemos visto l l ... j,xb5) 12 cxb5)
12 a3 '/Wd7 (12 ... 4'ic7 13 ii:Jc3! a6 14
b4!) 13 g4 .:Uc7 (13 ... &::Jh7!?) 14 4Jc'.1
a6 15 a4 ~c8 16 h3! l:!.b8 17 'l#Hc2 ~d7
l8 b3 b6 19 .:tldl b5 20 a5! (una idea tí-
pica, restringiendo el caballo dt> c7,
T!eRAN IX
20 ... >!íh8 (20 ... hxc4 !i!l bxc4 I:!.b4 22
.:tlb2! '!lfa8 23 4.Jd3, con idea de ,:;¡.g3 y
f2-f4) 21 ~g3 lllg8 22 .:Ue3 i?Je7 (22 ...
bxc4 23 bxc4 J:rb4 24 ~c3 v ::I3
i,h4! (23 b4?! f5! 24 bxc5 t:i'! es confu-
so) 23 ... We8?! (era mejor jugar 23 ...
i?Jg8) 24 b4'. i?Jc8 (24 ... bxc4 25 lm5!,
o bien 24 ... cxb4? 25 c5!) 25 bxc5 dxc5
26 cxb5, y las blancas ganaron en la ju·
gada 42.
10 ~\Íl.g3 líJh5 l l lt:ld2 tZíf4 12 0-0 c?íc5
Sus caballos están muy bie11 situados y
partidas posteriores demostraron que
las negras no tienen una mala posición.
Pero se requiere un juego preciso y
enérgico por su parte, porque las casi-
llas blancas va están debilitadas, y pue-
de suceder que la actividad llegue a su
fin, mientras que el agujero de f5 per·
manece. Además, las blancas pueden
preparar gradualmente una ofensiva
en l'l flanco de dama.
13 11.g4
Eliminando el principal defensor de la
casilla f5.
13 ... a5?!
Una jugada de segunda categoría. Se
diría que lujtman no entendió lo que
las blancas buscaban. El caballo de t4
parece paralizar todo su juego, el agu-
jero de d3 está chirriando v aún falta
un largo trecho hasta llegar a f5. En
partidas posteriores. las negras emplea-
ron la continuación de gambito 13 ...
11.xg4!? 14 'lWxg4 h5 1.5 \\l'f5 h4 16 11.xf4
exf4 17 tt:'if3 'lWf6! 18 <:'í:lxg5 Wxt5 l 9
exf5 11.xc:m (o bien 19 ... .::!.fe8 20 L2lh5
11e7 2 l J:tae l :lae8 22 l:xe7 l!xe7 23 b4
4.Jd3 24 .:Uxa7 i?Jxb4 25 J:'!.b J lt:ld3 2fi
lt:lb5, con una ligera verrntja) 20 bxc3
.:fe8 21 l'.:fe 1 wg7 22 ·2't:1 Id, rnn una
posición poco <!ara. Al dislocar los pt'o-
nes blancos, las negras han conseguido
un contr<üuego real.
Ahora es interesante observar la forma
metódica -aunque no sin ayuda de su
oponellte- en que explota Petrosían la
debilidad de la casilla f5.
 ~104
14 f3!
"El alfil se moverá de g3, rlando paso al
peón. El caballo no podrá mantenerse
en f4 y sin él, las negras no pueden es-
perar actividarl alguna. Por el contra-
lio, el plan de las blancas es simple: tra-
tar de situar un caballo en e3 con
destino final a f5" (Petrosian).
14 ... ~cd3 15 'ltc2 c6
Esto es lo que planeaba lujtman: con-
trajuego sobre la columna c. Sin em-
bargo, resulta no ser suficiente para lu-
char por la igualdad.
16 ~hl! h5 17 .íhc8 ::.xc8 18 a3!
Un movimiento a priori muv impor-
tante e instructiw.l. Parece que no era
necesario, pues de todos modos no
puede jugarse b2-b4. >:o obstante, el
propósito de las blancas es otro: crear
la amenaza ~xf4 v g2-g3. En caso de la
inmediata 18 .~xH. existe la imponan-
te jngada intermedia 18 ... z!Jb41 Por
ejemplo: 19 'W1b3 con buen con-
trajuego: 20 a3 'i:;a6 21 'l!§'xb7? t:,,Jc5 22
\l\íia7 !l:a8; o bien, 19 ·~.xg5 éiJxc'.i/ 20
1i.xd8 ¿ZJxal 21 ~.e7 j;fe8 22 iixdfi
'.i:íc2. ·con compensací<Ír1 por la calidad
Y posibilidades similares para ambos
bandos.
18 ... cxd5
lk>¡rnes de l K ... h4 19 ~xf4 1:::0xf4 20
g'i ·: ii 21 \Xrg2 '@d7 22 ~d3, las ne-
g1 ,ts twncu un continuo quebradero
de cabeza con su debilidad de f5,
mientras que »ijuegan 22 ... f5:!. des-
pués de :.!3 ext5 ;:txf5 2-i :1:Jfk4. el ca-
ballo se asienta e11 el punto fuene de
<>4 v la debilidad de las casillas blancas
s<> i1ace patente.
19 cxd5
Si 19 i;;Jxd5. e11tonces es esencial jugar
19 ... h4! (19 ... lü!? 20 J::¡abl !) '..!O Jixf-1
;2Jxf4 21 'ftb3 'Zíxd5 22 cxd5 '¡/qc7. o
bien 21 CZJxfi exf4 2'.! liad 1 :'!.c8, con
posibilidades de igualdad.
19 ... ~c5?
¡Capitulación! Puesto que lujtman ha
abierto la columna e, tiene sentido em-
plearla de algún modo. Después de la
aguda jugada 19 ... b5 20 iLxf4 .;;Jxf4 21
'l!fb3 ~b8 22 <L\dl! (22 ;L.Jxb5 a4! 23
'!Wxa4 1liWh6) 22 ... 'De2 23 :Lie3 tlJd4 24
ií'd3, las blancas habrían conservado la
ventaja, con idea de 25 lt:lf5 .:::Jxf5 26
exf5 y tlJe4 (¡debilidad de las casillas
blancas!). Pero después de 19 ... ~b6!,
sería difícil para las blancas encontrar
algo distinto a la modesta continuación
20 Jhf4 (20 ~abl h4) 20 ... 12Jxf-I 21 g"I
(21 l:íacl 'ltd4!?) 21 ... •'.Lie2 22 '@d3
i't:Jd4 23 l!i:ab 1.
20 Jtf2
Con la amenaza g2-g3. Ahora, tras el
movimiento de alfil, las cosas se han
puesto feas para las negras.
20 ... g4?!
Desesperación. Estas medidas extraor-
dinarias suelen estar condenadas al fra-
caso y lo nonnal es que agra\'en la situa-
ción, incrementando el número de
debilidades. La actividad de las negras
pronto se diluirá.
21 g3 'Ug6
Aun así, era preferible jugar 21 ...
t;;Jfd3!? 22 il.xc5 t.Llxc5 23 fxg4 hxg4 24
etc.
22 fxg4 hxg4 23 .~.e3
La estructura de peones negros parect'
un colador.
 905
23 ... b5?
l'.n último cokt;vo. Las blancas toman
sencillamente el pec'm.
24 -:'?:Jxb5 ~b6 25 a4! ~a6 26 :2,c•1
La rxutida está sentenciada, ; d a\ ;111Le
desespn«Hlo de I ujtman no carn biar;i
nada.
26 ... f5 27 ~xf5 ~xf5 28 exf5 'ab7 29
c1Jb3 30 .2,cxd6 '!"\'d7 31 )";fl (1-0).
El juego de Iujuna11 no tite nada
convincente, por supuesto. Pese a su ta-
lento táctico, fue tlojo en sus t'\'aluacío-
ncs posícíunales. si bien, ha; que tener
presente que, en tanto que linalísta del
Campeonato de Ja l 'RSS. no Ü¡"sc0110-
cfa en absoluto las sutilezas del ajedrez.
Esto hace que resulte más impresio-
nante la diferenci:t de clase entre los
fuertes maestros so\'iúicos v alguien co·
mo Petrosian. que aún no se encontr;1-
ba en la pknitlld de su fuerza.
"F.l ntilo Petrosi:rn", <";nilii<'i el
campeón nmndial B• m·innik de;;put'·s
de este torneo. ··recuerda h<hta cierto
pu11to t'I de C1pablama. Flohr 1 quíz<Í
SmysloY. Los jugadon·-, de es!(' tipo s;;-
ben utilizar su principal ¡Hrntu l'twrtt::
una superior compreasi•'•n po-,icional.
E11 consecuencia, buscan alcanzar posí-
cion<·s c11 las que el factor tiempo \ el
elemento táctico no tc11gan una impor·
tancia decisi\a a fin de poder fon11ula1
planes sólidos que, con irnplacahle
consistencia, conduzcan a la YÍctotía.
:\;1t11ralmentc. si Pctrosian sólo fuese
1111 experto en el juego posicional 1 110
nmiase con una e\·idente habilidad tac-
tíca, jl10 hubiera podido lograr un
triunfo tan com·intcnlc en Thilisi'.".
En opinión de A1Trbaj, una ckscnp-
ción así difícilmente transmite el estilo
de Petrosian. Esta defü:ienf<' interpre-
tación de su juego se puso de manifit·s-
to en el match Botvinnik-Petrnsian. El
propio Tigran Vartanovich dijo: "Se ha
(licho que mi jugador farnrito es Capa-
hlanca. También me han colocado una
etiqueta: 'seguidor del estilo de Capa-
blanca·. En realidad, para mí no existe.
en principio ningún ídolo. Pero si m-
Yiera que mencionar algunos nombres.
mencionaría los de Nimzovid1. Capa-
blanca v Rubinstein". Desde la infancia.
conocí;; las panidas de los dos prime-
ros, mientras que con los secretos del
juego de Ruhinsteín se familiarizó a ti-
11ales de los aúos cincuenta, v lkgó a la
conclusión de que "nadie antes había
exhibido un estilo posicional tan pro-
fundo··.
Pero lo que Petrosian tenía en co-
mún con Capa blanca era su extraordi-
naria rapíde1 de pensamiento. Como d
legendario cubano, era uno de los me-
1nresjugadores de blitz del mundo tj 1m-
to con Bronstein, Tal. Korclmoi. Fis-
chcr \, m;ÍS tarde. Karpov). ( :uando. en
el \·era!lo de 19!">8, el muchacho de F¡
ai1os Bobbv Fischer llegó a Moscú. l't"
trosian Jne. seg1Ín sus propias palabras.
"comw.:ado al ( :Jub ( :entral de Ajcdrez
para jugar con un joven que hal¡ia de-
rrotado en /¡fifz a 1-;níns maestros mu-;-
cmita:,". I 1gran \'anarw\·ích hah1a g:1·
nado en cuatro ocasiones los popubn·s
tonH·os organizarlos por el periódico
\í,r/11'1't1Ú11a A1oslwr1. ven marzo de l ti';' t
ganaría el torneo de grandes lll<Wsl1' •S
(siempre. de /Jli/:) de los Sindi. ;Hos.
con 11 >'mtos 1rJ panidas'.
La saga de Svetozar
l ·na Yez que hemos cmpc1.ado ,t ha·
blar de la Defrnsa lndi<1 de Rn. 1·s 1rn-
posíh!c no mencionar a 11110 de 'us 1n;1 ..
nires expertos. el sobresaliente gr~m
rn<iestro vugnslavo Svc101ar l ;] igonc
rnando en l Y:/3). quien fue ll!H)(Je ío.-.
principales aspirantes al campeonato
rrmndial en las dt'·cadas de los dnnten-
f<t \ St'S!'llta.
 La 11 Guerra Mu11dial le quitó cua·
trn arios a la biografía ajedrecística <k
este b>Tan maestro, durante dos de los
cuales luchó contra el ejército alemán
como miembro del ejército de parfr;a·
nos del mariscal Tito. Después de la vic-
toria. Svetozar regresó a su juego favori-
to, no sólo para competir en el tablero v
para lee1· ávidamente literatura ajedre-
cística, sino también para fundar un
club de ajedrez en Belgrado y organizar
el campeonato de la capital v también
del país. Prnn to s<:> convirtió en el mí-
m<:>1·0 uno de Yugoslavia, Hilo de los paí-
ses donde m;b ajedrez se juega v uno de
los que ha producido mayor cantidad
de figuras a lo largo del siglo XX. Ao;í,
tras Vidm;ir v Kmtic, surgieron Pire y
Trihmovic, v luego Gligoric, Rabar, Ma-
tanmic, Fuderer, lvkm-, Matulovic. Par-
ma, Planinc. LjuhojC\'ic ...
Glígoric se dio a conocer en el ta-
blero internacional con su sensacional
triunfo en Varsovia (194 7): J. Gligoric
8 (de 9); 2-5. Boleslavsky, Smyslov 6,
etc. Inmediatamente fue considerado
un peligroso rival para los grandes
maestros soviéticos, v durante un tiem-
po las autoridades. deportivas de la
CRSS se preocupaban de enviar repre·
sentantes suvos allí donde jugase el jo-
ven v ambicioso vugoslavo. Aunque por
entonces no era todavía gran maestro:
el título le füe concedido en 1951.
En· ausencia de la URSS, el equipo
yugoslavo liderado por Gligoric ganó
con auto1idad la primera Olimpíada de
la posgi.1ena (Dubrnrnik 1950). Este éxi-
to v las medalla'i conseguidas en edicio-
nes subsiguientes son una prneba vívida
de la extraordinaria popularidad del aje-
d1rz. en el país. Ciertamente, en la sc-
gi.mda mitad del siglo XX. Yugoslavia se
convirtió en una auténtica Ateca del aje-
drez: ¿dónde, si no, se celebraban más
torneos internacionales" Por supuesto.
no fue un accidc>nte que precisamente
allí surgiese la idea de crear una especie
de biblia para jugadores cualificados: el
armario Inforrnatm; y posterionnente la
Encirloprdia rk ajJPrluras de ajedrez, con el
material clasificado conforme al famoso
código de Rabar: A, B. C, D y E.
36
La prime¡·a »ez que me encontré
con el nombre de Gligoric fue siendo
muy joven, al leer el famoso libro de
Bronstein sobre el Torneo de Candida-
tos de Zurich ( 1953). Se me quedó es-
pecialmente grabada en la memoria la
fascinante partida que sigue, que cons-
tituve un complicado e::jemplo sobre el
tema del bloqueo. Para privar de moYi-
lidad a las piezas enemigas, las negras
tm·ieron que sacrificar dos peones. Es-
to resultcí stT un alto precio v en nin-
gún momento estaba claro cn;íl sería t-1
desenlace de la lucha.
307
A. Kotov-S. Gligoric
lurirh 1951
Tonu'u dr ( :andidato\, 2)" ronda
Defensa India de Rey ( E87)
l d4 it:Jf6 2 c4 g6 3 tt:Jc3 W,.g7 4 e4 d6
''Las numeros~ victorias espectacula-
res ele Boleslavskv, Brnnstein y (~ller
me indujeron tan;bi<"n a mí a ~gudizar
mi repertorio de aperturas. Después de
adoplar la Deknsa india de Rey. mis re-
sultados cor1 negras mejoraron sustan-
cialmente. En el Torneo fnterzonal de
Saltsjobaden ( 1952). la empleé contra
el prnpio Geller ¡y gané! Así que duran-
te muchos ailos IUVI' plena fe en esta
apertura" (Glígoric).
5 f3 0-0 6 .~e3 e5 7 d5 c5
Como pronto resultará e\'idt>nte, este
avance es prematuro. Las negras des-
cartan 7 ... [iJh5 8 't!l'd2 f5 9 0-0-0 H?! 10
~.f2 ~"m 11 4'1ge2 il.h4 12 .il.gl'. (Ge-
ller-Gligoric, 11' ronda). La lentatha
de combinar ambos planes, 9 ... a6 10
~d3 c5!? (si 10 ... ltld7, Geller sugirió
11 exl.5 gxl.5 12 ri:ige2), se para con 11
dxc6! tLixc6 12 tt:Jd5 11.cfi 13 .1tb6 'll\Vd7
14 tt:Je2 J:tac8 15 ';;l;;b 1 'fif7 16 J:!:he l. con
cierta presión (Karpov-Kasparo\', I son
1990, match, 21ª).
Por consi¡.,'llÍente, es rná~ activo 7 ... c6!
Por t;jemplo: 8 'll\Vd2 cxd5 9 cxd5 tt:Jbd7
1O :t:lge2 a6 11 tl:Jd ?! ( 11 g4 -\·éase
partida núm. 308) 11 it:::lü 12 lc.d'.'I fi
13 cl;lc2 12ldf6 14 exf5 15 'ÍJg3 d!
(¡según Gligoríc!) H\ c'L1xh5 J 7
fxe4 f4! 18 ~f2 kg4 19 h'.i !kd7 20 (HJ-0
1i.e5! 21ltibl1*\'fü 22 .~.e2 2'.i ..iixg3:-1
fxg3 24 k13 ::".:lac8 ... 0-1 (Gheorghíu-Kas-
parm, Olimpbda ele Salónica 1988).
8kd3
Dos rondas después, en la partida Ko-
tov-N;tjdorf, se planteó una mejora, 8
g4! (privando al caballo de la casilla
h5) 8 ... cíJe8 9 h4 f5 10 cxf5 gxf5, pero
más tarde Tal sugirió 10 gxf3! gxf5 11
exf5 ~xf5 12 ~IÍl~d3! gracias a su contml
de e4, las blancas tienen ventaja. Es irn-
ponante señalar 110 da resultado
12 ... e4 U fxe4 ( l 3 ... Jkc8 14
e5!?) H exf5 1*\'xe'.i+ 15 ~e2 'i1g3+ lb
Wd2, las blancas ganan (Tal-Bolcs-
lavsky, Campeonato de la l'RSS, Ri-
ga 1958).
Pero después de, digamos, 8 w¡d2 it:lc8
9 .i!l.d3 f5 10 cxf5 gxf5 11 0-0-0, la ruptu-
ra e5-e4 puede resuJ\ar muv efectiva:
11 ... a6 12 1Lige2 b5 13 J:dgl 1Lid7 14
cxb5c4' 15fxe4fxe'116tLlxelaxh517
.\kxb5 l:l:xa2. con excelente contrajuego
por el peón (Korchnoi-Boleslavskv, 24º
Campeonato de la CRSS, Mo·scú 1957).
8 ... tLlh5 9 fiJge2 f5 10 exf5 gxf5
Cna tensa posición característica del
Ataque Simisch. Las blancas no scc apre-
suran a determinar la situación <le su
rey, y ahora tienen que tomar una im-
portante decisión: deqen elegir una
buena casilla para su dama.
11 '&í'c2
90fi
Tam hién es lógico jugar 11 Wd2 (con-
trolando las casillas f4 y g5), y las 11c-
gras pueden responder 11 ... 12ld7 12
í!Lg5 ~e8, con idea de que si 13
13 ... c4! 14 fxe4 tue5 15 0-0 tLlxd3 1G
'llil'xd'.~ fxe4 17 We3 'ligti 18 1hf8+ 0.xf8
19 X::fl ~ílLd7 (Pachman-Ivkov, SarajtTO
JtHi4), o bien tratar de imímidar a la,
blanca' con una distracción en el flan-
co de dama: 11 ... afi 12 a·t ( 12 0-0-0
b5~) 12 ... ·'.lld7 13 ~e8 l! 0-0
tLldlU 15 ..,k.c2 J.i,.d7 (Hon-Gligoric, >Jík-
sic 1978), mientras que en caso de
12 1Ljl{3 ~e8' 13 tLlxh5 'lii'xh5 l4 0-0-0
(14 0-0 tt.Jd7 l'í f4 llb8 lfi a4 es má;- só-
lido), pueden llevar a cabo la misma
idea de bloqueo que en la partida: 14 ...
e4! 15 fxd f4! 16 .~S2 '.2Jd7, y ahora 17
g3 f3 18 g4 w¡e8 19 gFi rnn com-
pensación por el peón sacrificado.
11 , .. e4!
Un sacrificio posicional con el propósi-
to de activar el alfil de g7 v ocupar la ca-
silla e5; mientras, el peón de e4 restrin-
ge a las piezas blancas.
12 fxe4 f4! 13 >!l"f2
Un ¡.,•Tan maestro moderno, pertrecha-
do con la experiencia de sus predeceso-
res y que tema el bloqueo, podría tomar
una medida extrema como el sacrificio
de pieza: 13 e5!, ya que después de 13 ...
..íkxe5 14 Jkxh7+ ~h8 15 ~f'2. las blancas
tieúen una evidente vent<tja (Knaak-Ve-
limirovic, Sombor 1972).
Sin embargo, es más füerte 1g ... fxe'.~!,
aunque después de 14 ~xh7+ ~h8 15
e6, las negras están en peligro, pues to-
dos los peones de su flanco de rey han
desaparecido del tablero.
Diagrama de análisis
37
Ahora, las negras deben elegir entre
15 ... lt:Jf4. 15 ... .!:tf2 v dos contrasacrifi-
cios. 15 ... '!Wh4+ 16 g3 ii'.Jxg3 17
ó 15 ... 1'2lc6 16 dxc6 bxc6. cm1
unjuego de doble filo.
13 ... 1líd7! 14 ll:ígl
Con íntn1ción de cambiar el caballo de
e5, aunque esto no rc,ueke el proble
ma de cómo activar la balería
~c2+4d'.). Ahora es tarde para 14 c5,
en Yista de 14 ... :2:Jxc5! 15 itxh7.,- ~h8.
Bronstein evalúa esta posición como
desesperada para las blanca,;. Creo que
es demasiado categórico, pero después
de 16 0-0-0 J 7 •;thJ ~xg2 18 CiJe4
it:Jfü 19 :::thgl 20 éi:Jxfü l:::xf6 21 :l::,c'.-1
'i!'l'h5 22 .~.e4 li.g4. las posibilidades de
las negras son claramente mtjores, en
gran parte gracias a su espléndido ca-
ballo de ec>.
14 ... '\Wg5 15 tfl Z'iJe5!
"Lts 11eg1·<LS han ganado la primera ba-
talla. obligando a relroceder a las fuer-
zas enemigas. pero aún no han ganado
la guerra. Ti·as el debido reagn1pamicn-
to. las piezas blancas Yolverán a ocupa1
posiciones m<Ís actiYa.s" !Bronstt'Ín).
16 -'Uf3 "i/ie7 17 ~i.Jxe5 '/Mí'xe5 18 0-0-0
é¿jf6 19 h3
19 ....4d7
":\ Gligoric le gusta preparar bien la,
niptrn~ts. Un jugador más impaciente no
habría podido contenerse de jugar 19 ..
a!~ 20 ,).rti b!í 21 cxb5 axb5 22 ;i;xb.>
.¡, afi. con ataque sobre las coh11nna'> a\
b. en conjunción con la gran diagonal"
(Brnnstein). Sin embargo, es más sólido
jugar 20 a4! ..i¡¡,d7 21 J:te 1, aunque, por
supuesto, después de 21 ... il:Jh5, las nt'-
gras líenen compensación por el peón
menos.
Pero un jugador impaciente tampoco
hubiera podido abstt:nerse dejugar 19 ...
b5!~ 20 cxb5 afil. forzando aconteci-
mientos. Por ejemplo: 21 a4 axb:°'J 22
1.:.xh5 _¡;¡.r17 23 miel i&xb'.í 24 i2Jxb5
2l°ih5. con complicaciones difíciles de
e\"dluar.
20 .~.. d3 a6 21 c;;Jbl!
21 ••• f3!?
"Excelente j11gada. La maniobra pro-
n-ctada por las blancas ( . j~;d2-f'.-l l po-
dría haber arruinado toda la estrategia
de bloqueo de las negras. Gligoric de-
muestra 'itT un genuino artista del aje-
drez, entregando un segundo peó11 pa-
ra privar al caballo de la GLsílla f3, ~
ampliar así la esfera del bloqueo", escri-
be Bronstein, quien le concede dos sig-
nos de admiración a la última jugada
negTa.
Eu mi opinión. e>tO es ir demasiado le-
jos. La especlacular idea dt· Cligoric k
obliga a jugar con extn·m¡¡ prt'ci:-.ión
(¡ya que, después de todu. tiene dos
peo ne~ mello:<), y podía haber tenido
en cuenta que irnph•mentar la <t111ena-
za •í:Jd'..!-19> 110 era tan simple. Por otro
lado, la posición le permitía a las ne-
gras tomar rnedidas terapéuticas: '..!! ...
iJ.ac8'.: 22acle1 (22 tud2 .~.a-!'. 23 '©'xa.:J
/~xc.:J. o bien 23 b3 'i!á'al+ 24 ct:lbl ;!,d7
2'.°'¡ ;:':del h5, con igualdad) 22 ... :.:::1i:1
2'1 é2id2 62Jg3 24 [;/Jf3 'l!Uh5 25 l:thg 1 b5.
e on contra)uego, o incluso 21 ....Le8'.:
(con idea de .fLgfi ó 22 ii::;d2 .Ld'.
23 M (2?3 ~xa4 4~xc4 =) 2'.i ... 'ilfa 1+ 21
S d11 ;1;:.e8!, la tentativa 25 .ili.e l il':d7 2!í
ci">l~ aviva el juego. pero no le garantiza
Yen laja a las blancas. Por ejemplo: '.!f. ...
xe5 27 'il.xh7+ c;bh8 28 .ikd3 ñ:gH, etc.
 Trr;R.\'\ IX

Por cierto que, en la partida antes men-

cionada con Gheorghíu, tambi,:11 \o
expt'rÍmcnté diticulladcs para cun;,n-
Yar el peón de í1.

22 gxf3 c2Jh5 23 ¿2Jd2 c2:_f4 24 .ddl

Di.!gi arna de an~ilí~i~

\hora 1,;" jugar 2<J ... ;Ji_e/.

lH;(·no
por '.IO .¿d-l'., ... _,;;.g7, '.~O
,¡ 2~1
1'.IO a4 :n ~xe5 32 iZJxc:'i. g-;1-
nandn) :n e5 dxc.S 32 'Cxc5; si ;;i9' ...
· .gü :m ~bl: (30 h'' :1:.Jhl '.11 -~f4 'i"lxH:
:\'.! ·¡i.hf4 .Lxb2+ 33 i?xh2 ñ'.xl1, \> bien
.\1111 ikhe4 31 .-ld3 32 :;del ¡\\:¡{'/
(' confuso) 30 ... i!:ixh4 :H .L.c2 a-í :t.!
·.el a:\ '.B Li:Jd3 :H b'.I y esta ion:r-
•·t ·11 ejemplo clásico de posición blo-
kza HO puede (lcstrnir.'ie, Las bfancts
queada, Los objetinis inmediatos son
pueden refoi-zar tranquilamente ~u po-
cuatro peones hhmcos. pero la inJluen-
'H 1011 con 34 ... ldg8 35 .liJ2 :Hi
ua ele! bloqueo es m¡\s prnftmda: el al-
i~h ! ::af8 '\7 :'.t.IL) ¿_.:wºi '.-18)(dh1. o bien
til blanco de fl se ha transformado e11 ~~-t ... _,1_c~) :·~!) ·~1 e8 ~H) ~xc~S-;--: b"c~.)
llll peún, sus propios peones le qui1an
37 .J., xli .J. h(i 3R ! '1:ih7 3~1 ..¡,,xc3
:i! caballo todas las casillas Y:ilídas \ ade-
10 ;:.11 l 'Jll!e7 41 ,;1¡.d2 f!gti 42 ah:"i
m:ís. la dal!la, una pieza tan rnóYíl, apt'~
-t) fülh l ~ff6 44 lt:Jf4, etc.
nas llene capacidad de mm·imiento"
íBronstcin). Sólo queda 29 .... •~ xh4 ')() ii:Jd4: :~g()'.
:H e2: (es flojo !.l f1 1;;:;xf4 '.)2 Ót:-1
24 ... b5! ~:Jl'.-1+' '.'.3 .Áxd3 i'hf3), rnnjuegu com-
pl1c~1do: '.\ 1 ....~ffi '.-12 f4 'ifxe4 '.-\3 ,,;, (U
I .a tan t'sperada n1pnira. "'úi podemos
'l&xd <\.J .~.xd4 3~> .;;;Jxfl '.\G
'iino admirarnos del potencial dcfrmi-
'º de b posición hla11c1 \ (k l;i hahili~ ;5,h 1 :;~vl3+ 37 'i/Uxd3 .51!.fü 38 e•í
dad de Kotm·. quc 111:rn1i1·n,c el equilí- m ·éc'.'. a4 40 :=tdfl a'.-\ 41 h'.I, o bien
bno. annque con grandes dilin1llark;," :1 l ... i~fl 3'2 ~uc6 'l-\Jní 3'.-1 iifl ~o() :-1 J
( Bronstcin). r 1' 1xf4 :l'i e:>: c1xc!í 3¡¡ ~.xc> .E1e'H.
28 .l,.e l
25 h4 ~;hS 26 .Ggl f6 27 ~b3 C:ab8
Kotu1 ha planeado u11a lorma símitu
·'En el lllOIHento crítico, Glígoric 110
de romper el bloqueo (rit:no que, rn-
muestra la determmación nece'>aria y si-
mu H'ITmns, un impcrcepliblt' l'ffOr '('
gue rdortanclo '>istcnl<itícamente su·
deslizó ('ll sus cákulmJ. Convien<' in-
sici<in. Era mm !iwrte 27 ... b-1 28 ·.:..;a;)
ducir al peón para que avance a lJ·l: si
'~a-1 '29 h3. ,·]as negras tienen. corno rni-
28 .Jig'.I, entonces 28 ... bxc4! 2ll xc 1
nímo, jaque perpetuo, también
a:1 1 30 'l&h2 31 xf-1 t::xH :\'.!
pueden jugar '2.~l continuando
'i:'fffl:i, y las negras e•aán bien.
con el ataque" (Bronstein).
28 ,., b4
Sin embargo, en caso de '27 ,.. h-1. las
blancas podrían <Kllparse del c;1hallo El desesperado con
bloqueador de f-±. l'ur ejemplo: 28 bxc-t?: 29 :bc4 "1;,h:i :-10
~t'3 1 a:1 29 'iili'd2 bxc'.)
Gary Kasparov - Mis CE>JALES PREDECESORES
es refutado por el tándem "ser huma-
no+computadora" con 34 tlJd4l? cxd4
35 cxd4 'Lle2+ 36 lhe2 JLxe2 37 dxe5!
~xf3! 38 l:g5l l:c5 39 'ir)txc5 dxc5 40 e6
JLxc4 41 d6!, y los peones blancos son
irresistibles.
29 <Jibl ña8
Las negras han perdido tiempo con sus
torres y deberían haber sido castigadas.
30 Jig3 Zl:g8
911
31 't<!i'h2?
El ansia por conservar el peón de h4
aparta a Ko1m· del camino correcto.
Después de 31 Wld2' fixg3 :'-12 j:j,xg3, el
cambio 32 ... .:t:le2(d3) 33 ~xt'2(d3)
'lixg3 habría activado a los congelados
peones blancos, con 34 f4! v e4-e5. de
modo que Gligoric hubiera tenido que
buscar la forma de salvar la panida, pm
ejemplo con '.32 ... a5 33 ltJcl l, y ahora:
33 ... a4 34 .!:tg5! JLxg5 35 hxg5
36 Qid3 J;íf8 37 ,,te2! 't<!l'g3 38
'#Wxf4 39 'i!fxf4 J:xf4 40 l:g 1 h5 41 Wc2 !
í:!?h7 '12 @d3, o bien 33 ....~a4 34 rl:g4!
~xd 1 3;, l:txf4 ~a4 :~6 ílf5 'llfe7 :n 'lthl1
~xh4 38 efi Jid7 39 ::!.h5, y las negras se
encuentran en graves apuros.
31 ... .1hg3
Una combinación de cambio forzada.
32 .!Xxg3 /LJe2! 33 '#Wxe2 't;!Vxg3 34 l!:ícl
A difer<:>ncia de las variantes con '.~]
\ll<ild2!, la dama\' el alfil blanco se estor-
ban, v las negra~ tienen tiempo para de-
fenderse contra f3-f4 v e4-e5. A estas al-
turas. ambos jugadores ,1,e encontraba11
en apuros de tiempo v estaban, lógica-
40
lIT
mente, más preocupados por la seguri-
dad de sus defensas.
34 ... a5 35 .:t:ld3 ~d4!
Ahora el avance e4-e5 pierde fuerza, y
el poderoso alfil de d4 equilibra las po-
sibilidades.
36 h5 \ll<ilh4 37 $.g2 flg8 38 .!':!.hl \ll<ilg3 39
.ilfl a4 40 Wc2?
¡Actividad ficticia del revl Incluso era
mejor 40 por no hablar de 40 ~dl
y i..e2. Pero las últimas jugadas del con-
trol, con la bandera a punto de caer, es-
tán sometidas a sus propias leyes.
912
40 ... a3?
Tirando por tierra la ventaja repentina-
mente adquirida: 40 ... b'.3+' 4.1 axb3
axb3+ 42 \ltxb3 "mu posibilida-
des de ganar" (Bronstein). Por ejem-
plo: 43 h6 Jka4+l 44 ~la2 ( 44 wxa4?
'li\Yb7) 44 ... 'llai 45 ~bl ~b3 16 :'i:Jcl
¡¡as 4 7 llíxb3 'llll'a2+ 48 @el 'Wxb3, o
bien 43 \ltc2 l:;b8 (43 ... ~a4+!?) 44
wbl 1.:.a4 45 J;'!.h2 (ó 45 'llg2) 45 ...
~a7!, y las blancas tienen dificultades.
41 b3
La jugada secreta. Tras los análisis del
aplazamiento. ambos contrincantes
acordaron tablas.
Má~ tarde, Botvinnik me recomendó
eswdiar la Defensa India d<' Rt'v a partir
de los grandes intérpretes clásicos de la
apertura, Gligork incluido. Entonces
me llamó la atcnci6n otrd idea original,
en el Ataque s;imbch, concebida a fina-
les de los cincuenta. Esta década fue el
período má\ fructífero y de mayores éxi-

tos en la carrera del gran maestro yugos-
lavo. Nada menos que en cinco ocasio-
nes consecutivd.s (y once en total) con-
quistó el campeonato de su país, finalizó
cuarto en el Memorial Akkhine ('Vloscú
1956), jugó biillantemente en los en-
cuentros por equipos Yugoslav:ia-URSS
(derrotando a jugadores del calibre de
Petrosian, Smvslov, Keres, Korchnoi, 1ai-
manov... ), n1;npartió el primer puesto
en un torn<eo d<" grandes maestros a do-
ble vuelta (Dallas 1957), v finalizó a sólo
medio punto del fenóme,no Tal en el ln-
terzonal de Portoroz (1958) \' en Zurich
(1959), pero por delante de Fischer, Lar-
sen y muchos otros jugadores frunosos.
Ai1ádase a esto el mejor resultado en el
primer tablero de la Olimpiada de :\lu-
nich (1938), con +9 =6, por delante de
Botvinnik, y estar<i claro por qué la actua-
ción de Gligoric en el ·romeo de Candi-
datos de 1939. celebrado en Yugoslavia
(!1'' puesto compartido) fue evaluada por
la prensa como '\m resultado que no es-
tá en sintonía con sus importantes éxitos
de los últimos aiíos".
En sus partidas con Tal v Sherwin
(Portoroz 1958), Glig-oiic empleó el con-
tragolpe h7-h5, avan?.ando este peón de
la barrera protectora de su rev, lo que
desde entonces se ha convertido en una
defensa universal contra el ataque g2-g4,
cuando ambos reves han enrocado en
ilancos opuestos (y no sólo en la India
de Rey). Esta idea fue puesta a pmeba
por lm expertos v quedó aninconada
pf)r mucho tiempo hasta que en la déca-
da de los noventa volvió a vc-rse en parti-
das de importantes grandes maestros.
Para ilustrar la vigencia de su contenido
incluiré una de mis propias partidas.
308
V. lvanchuk-G. Kasparov
Oos l frrmana.1 1,996. 5ª mnda
Defensa India de Rey (E89)
1 d4 0.:lf6 2 c4 g6 3 ;;;Jc3 iig7 4 e4 d6 5
f3 0-0 6 ..©.e3 e5 7 c2Jge2
Después de 7 d5 c6! (7 ... c5 -véase par-
tida ntím. ::)07) 8 'ii'd2 cxd3 9 cxd."> a6 1O
T1f;RAN IX
g4 tl:ibd7 11 h4 h5! aún es nwjor para
las negras 12 .~g5 1!/!l'a5 13 gxh5 li:íxh5
(con igualdad) l '1 :iie7?! l:te8 (lal-Gli-
goric, Interzonal de Portoroz l 9f)8),
puesto que 15 ~~xd6? 'IM.'b6! es malo pa-
ra las blancas.
7 ... c6 8 ifd2
8 d5?! cxd5 9 cxd5 tl:le8 (tomo 11, parti-
da ntím. 243).
8 ... tiJbd7 9 d5 cxd5 10 cxd5 a6
El moderno orden de jugadas refinado
por la praxis de torneo.
11 g4 h5!
"La única jugada que em·<úa en la lógi-
ca de lo~ acontecimientos. Explota el
retraso de las blancas en desarrollar su
flanco de rey y pone a prueba las dd1ili-
dades de casillas negras, creadas por el
avance g2-g4. que en una época era un
arma temible del Ataque Samisch"
(Gligoric).
913
12 h3
Este esquema fue sometido a una dura
prueba en la décima partida del primer
match Botvinnik-Tal (1960), donde las
blancas emplearon el agudo plan 12
~g5!? hxg4 13 fxg4 ttJc5 H tl:lg3 .~.xg4
15 b4 ( 15 h3 .~f3!) 1'.1 ... !1Jcd7 .16 h3
~f3 17 :'.h2, y después del movimiento
17 ... a5?' 18 b5 ifb619iff2!1!/!l'xf'2- 20
J:1xf2 ~h5 21 b6!, lograron ventaja. Pe-
ro las negras podían haber mejorado
su jueg·o con la continuación 17 ...
'&b6! y J;!'.fc8 (Tal).
[kspués de 12 g5 >1ih7 13 h4, es posible
tanto 13 ... b!> 14 1lg3 tL]b6 1'í .~.d3
11
Gar\' Kasparnv - \lis <.i\.J \U s l'RI llH
~.d7 16 0-0-0 tlc8 (l'olugaie,·skv-Petro-
sian, 26º Campeonato de la URSS, Thi-
lisi 1959), como 13 ... tb 14 gxtb .a'.xfü
l"í ct:Jgl b.5 (S1abo-c;Jig01ic, Belgrado
1959), o incluso li'> ... ,;;;¡¡4: 1 lfi 4.xt4
exf4. En opinión d(' Tal ' Gligoric, "las
\en tajas de la.s negras ,·ompensan la ca-
lidad sacrificarla". pc1 o cl 11w111/r110-1·0111-
putadum responde fríamente 17 •gxf4 y
•:xige una detallada eYidencia. Yo no¡u-
garía esu posici(in contra tilla mác¡11i-
11a, p('ro sí, L'll n1alq11icr caso. co1111·a
un ser humano.
,\final de siglo apareció l?i l":gl '" m 14
gxf6 'i'.\fxf6 Eí 0-0-0 (KarpoY-Dolmatm·,
Groninga 199?>), o bien H ... nxf6 l~)
0-0-0 !EJ ciJcl 'g'c8!? 16 &c2 ~6) l:"i ...
b:í l(j h?i! ./]b() 17 \th2 .td7 18 l/Jcl
Lc8 1C) .. -~ e2! (junto con el avance b'.),
una importante ayuda para las blancas
si quieren conseguir Yentaja) 19 ... b4
20 ~ b 1 a:) 21 tl:'d?i t.rn. con juego com-
plicado (Karpm·-Topalrw, Viena l 9~J5,
match r:ipidas. T'i. En lugar de lfi ...
éZJb6, parece m:ís dectirn 1() ... c/~df8!.
obligando al alfil ele fl a ocupar una
posicic'in pasiYa: 17 1'.g2 .ilJ17 18 ób2
b4 19 l2ia4 .G.b8. ' las posibilidades de
las negras son, como mínimo, eqt1iva-
len tes (Campos-Comas, Catalm1a
2000).
12 ... b5!
Una nm·cdad de los nm·eiita. Los pio-
neros jugaron la inmediata 12 ... él:lh7,
rnn idea de que si 13 0-0-0 (13 gxhi'>' !
'iih4+) l?i .. h4 14 \tih 1 dtf6! \' li.g5
(Shcnvin-( ;Jigoric, Interzonal de Por-
toroz l 9!'í8), mientras que si l?i h4,
13 ... hxg4 14 fxg4 (Tal-Gligoric, Tor-
r <,01us 111
neo de Candidatos, Yugoslavia 1~):')9), y
entonces 14 ... .:;:Jdfü! 15 g5 ciJg4 ( 15 ...
él:lh5 1?) 16 lkgl f6 (Geller) ó 16 .... &d7.
con igualdad.
Pero es mejor l?i l::gl ! (11naj11gada in-
troducida por Timman en la década de
los sesenta), impidiendo la ocupacic'in
de g:"). Por ejemplo: 13 ... h4 14 él:lc 1!
114 0-0-0 h!'í'.) 14 ... \tih8 (14 "' Hl'.' \
'7:Cgi'>) l:J :;'.Jh?i ..\'.iJ6 lfi g!'í .'&e7 17 0-0-0 ff)
18 gxf6 ñxm 19 .~e:Z ~IB (19 ... t/:ldf8)1
'.?O t4 1 ) 20 \tibl, con ventaja blanca
!Ti111111an-Kasparov, Amsterdam
J 996). o la un tan to pasiya 1S\ ... hxg4
14 hxg4 'lifh4+ 15 fí:g3 it:Jc:J l fi 0-0-0 ;!i.d7
17 ~h'.) 'i!lfe7 18 él:lgé) ñac8 19<J7b1 fü 20
~: e2 H.c7 21 Edhl cflg!'í, con posibilida-
des de igualar (Pikct-Ivanchuk, Montc-
carlo 1996, rápidas).
La enérgica 12 ... b"í!, iniciando juego
en todo el tablero, fue la moderniza-
ción del plan con h7-h:J.
13 &.g5 ~a5! 14 é/:ldl
Si 14 'ug?i, sigue la tnrnítica 14 ... ,L:JlJ7'.
1"í gxh5 (después de 15 li.e7 :'le8 Hi
~xd6, las negras puedenjugar 1ti ... h4
17 éZJge:Z ·~bfi 18 .~ a3 b4 19 c'La4 'l:io/fü 1
20 'i!Wxb4 .:Ug:)! 21 1~g2 'Lixf:l+ 22 Axf:)
~xf3 23 l':l:h2 áh6, con poderosa inicia-
tiva) 15 ... i'LJxg5 16 '\Wxgb l!{J(j 17 'i#í'h6
&.g7, tablas (Krarnnik-Nijboer. (_;ronin-
ga 1991 ).
14 ... b4!?
Un par de meses antes, la partida Pi-
ket-Kasparov (Amsterdam 1996) siguió
así: 14 ... 'l!fxd2+ 15 i<xd2 l/Jc5 16 :íJf2
1'~d7 17 gxh5 (sin a\'e1Hurarse a 17 CiJg?i
!117 18 iile7, en vista de 18 ... h4! 19
xf8 wxf8 20 l¿jc2 ~J16+ 2 J lile l '.:"\c8.
que probablemente sea ventajoso para
Ja>, negras) l 7 ... cíJxh"í! 18 1i.c7 Bfr8 19
Lxd6 l2Jb7 20 iile7 f6 1 21 ·'Ud?i óf7 22
.;, a'l ai'>, con compensación más q11e su-
ficiente por el peón.
15 tí::g3
La codiciosa 15 gxh5?! él:lxh5 16 ,li¡.e7 po-
dría atraer a una computadora, pero no
a un humano: 1G ... :&.fü! 17 .ítxf8 ld14+
l 8 ll:lf2 óxf8, seguido ele él:lc5, .itd7, etc.

15 ... :2Jh7! 16 gxh5
lvanchuk, como Kramnik, prefiere re-
fugiarse en unas tablas an1es que la
confusa posición deri\·ada de 16 }Le7
h4! 17 ,,:;.xrn ~xf8 18 4:Jc2 1d6 19 i:íJe3
i:.g:\ v !:'I alfil de casilla;, negras no es
inf.erior a una torre.
16 ... cl:Jxg5 17 l:íí'xg5 Áf6 18 '!ií'h6 ~g7
Tablas. Como hemos visto, la idea 1 l ...
h5 1 n:sul~<Í pcrlectamcntt: jugable, val-
berga resenas de posible' mejoras.
De los éxitos ulteriores de Gligoric
debo mencionar su 3"-S" pncsto, com-
panido con Keres: Petrosi<m. del r.is de
Tal y Fische1·, en el gran torneo de Bled
( 1961), v su espléndido juego en las
Olimpiadas de l %0 \ 1~Hl2. En esta últi-
ma derrotó p(ff partida doble a Fi"cher,
situanclo el resultado enrre ambos en -d
-1 =6 a su fann (el futnrn campeón
mundial sólo se recuperaría .t princi-
pios de los setenta. con cinco \Ínorias
consecutivas). En la Olimpiada de
1964. el líder del eqitipo nigoslanl ano-
tó menos puntos, pero en el match cla-
Ye contra la CRSS le infligió al gran Bot-
vinnik, con negras, su única derrota.
F.sle duelo se desarrollo en un cu-
rioso ('OlltCXto psicológico. (;tigrnfr f'ra
un practicante tan empedernido de hi
India de lkv que después de 1 cl4 sus
oponentes podían pre\·er exactamente
qué posición se produciría en el table-
ro. ""Al descan:.ir el tactor smpn.•.,a, \'O
mismo le conccdfa a mi' adversarios la
oportunidad el,• exhibir idea' ine~pera­
das··, tal era el rredo de (;Jigoríc. Sin
embargo, 110 hav reglas sin excepcio-
nes: contra Botví1111ik. "rn ante el table-
T!c;R.\.N IX
ro decidí desviarme de mi ün·orita De-
fensa India de Rey. temiemlo alguna
preparación de apertura por parte (frl
excampeón mundial".
309
M. Botvinník-S. Gligoric
Olimpwrln dF 'JPI Avir• 1964
Defrnsa c;rünfdd (D92l
1 d4 •1Jf6 2 c4 g6 3 tLic3 d5!?
Inesperado. "Aunq11e ocasionalmente
había jugado esta apertura, aquí logri·
ganar diez minutos en e.I reloj: eso fue
lo que Bot:vinnik estu\'o pensando, para
decidir qué Yaríantc debía plantt'ar"
!Cligoric).
4 .:U4 J.i,g7 5 e3
"Sencillamente, confundí el orden de
movimientos jugando !) e'.) en lugar de
5 él:JN!, permitiéndole así a mi oponen-
te emplear una variante ve11tajosa para
las negras" (Bot\'Ínnik).
5 ... 0-0 6 :f<'.cl c5 7 dxc5 .tl.e6!
Como es bien sabido, 7 ... li:i'a5'.? 8 cxd5
lldR es inferior, v ahora no 9 '!Wa4 'irxa4
10 :'2Jxa·1 :L,xcl5 (Capablanca-Res-
hl'vsh, Torneo AVRO, Holanda 19'.~8),
ni 9 ~d2 4Jxdr, (Tolush-Botvinnik, 11"
Campeonato de la l.' RSS, Leningrado
19'.~9), en ambus G1sos con igualdad, si-
110 9 li.c4!
8 '2:'1f3 ~c6 9 :'i:Jg5!?
''Realicé esta jugada de forma rnec;íni-
ca, ohidando que 7'ª se habían jugado
1·2-e'.1 v ·'Udi (sin estos mmimientos.
l<lllto ¿iJg5 como ilid4 no son malas)"
t•xplica Botvinnik, quieu entonces indí-
c6 como "pobre" 9 Wa4 ¿Z'w4 10 .Ji.e'.!
¿ xd~:;; 11 hxcé1 dxc4. con igualdad
(Ragozin-Botvinnik, Leningrado 1910.
8" partida del match). y como "lo me-
jor", 9 aunque después de 9 ...
c'i:Je·t 1' las negras tienen juego aeti\'o por
('] peón (Liubliusky-Srnyslov, Moscú
19-t4--l!'i). Gligoric aiiade 9 &..Jd4 Q::xcH
JO ('Xd4 dxd
43
Gary Kasparov - Mis (;f.:\L\US PRFDFCFSORFS
9 .....\!Lg4!
"Me decidí por la textual tras 20 minu-
tos de reflexión. No quc1·ía permitir
tt::lxe6, v no veía otra forma de explotar
el alej~mienlo del caballo blanco del
centro. Al mismo tiempo, no sabía lo
que estaba haciendo: si iba a caer en un
precipicio o si había tomado una bri-
llante decisión que me daría buenas
posibilidades" ( Cligoric).
10 f3
"Seguía siendo posible darle preferen-
cia a la tranquila jugada 1O .i11.. e2" ( Bot-
vinnik). Pero después de 10 ... llxe2 11
lt>xe2 d4!, o ele 11 'lWxe2 e5 12 .i.g3 c!4,
la posicicín de las blancas es bastante in-
cómoda.
10 ... e5!
Juego ele gambito! "Cada vez que he
encontrado una réplica eficaz a una
novedad preparada, los comentaristas
declaraban que la respuesta había siclo
descubierta en casa", se queja Gligoric.
"No sin amargura recuerdo tales co-
menta1·ios acerca del sacrificio ele pieza
en mi partida con Botvinnik. En reali-
dad, tales decisiones están dictadas no
por 'audacia', sino por un sentimiento
de extremo peligro, la sensación de
que puedes ser completamente domi-
nado. Así que sacrificas, a fin de que
eso no suceda".
Teniendo en cuenta el glorioso pasado
luchador del gran maestro, aquí se sen-
tía como un desesperado partisano,
lanzándose él mismo con una granada
contra un tanque.
111
11 iLg3?
Botvinnik no comenta este momento
crítico, mientras que Cligoric escribe:
"Está claro que 11 fxg4? exf4 12 cxd:í
tt:Jxd5 es ventajoso para las negras. De
lo que no estaba seguro era ele qué su-
cedería después de 11 cxc!5 exf4 (pero
no 11 ... tt::lxd5? 12 'lixd5 ~d7 l'.~ tt::lxf7!
ñxf7 14 ~c4, ganando) 12 dxc6 ( 12
!Xg4? tt::lxd5l) 12 ... 'lie7!, con fuerte
contrajuego por la pieza sacrificada".
Hoy puede aüadirse que después de 13
e4 ilad8 14 ~d3 (o bien 14 111"1'c2 bxc6!
15 fxg4?! tt::lxg4) 14 ... bxc6'. 15 fxg4
0:ld7!, las negras tif'nen 1111 excelentf'
juego (Dorfman-Tukmakov, 49º Cam-
peonato de la URSS, Frunze 1981) y
que es mejor jugar 13 fxg'1! 'lWxe3+ 14
.i<.e2 tt::lxg4 15 tt::lh3! (no 15 J:tn lfad8!
16 '!Wc2 tt::lxh2: Tukmakov) 15 ... lfac!S
16 'lWc2, con idea de 16 ... f3 17 gxf3
tt::le5 18 wn tt:Jxf3 19 .íhf3 '!Wxf3+ 20
tt::lf2 '!1Wxc6 21 tt::lcc4!, o bien 16 ... tt::leS
()alifrnan-Shipov, Campeonato de Ru-
sia, Krasnoiarsk 2003) 17 c7! l:rc!4! (Shi-
pov), con una lucha muy intensa.
11 ... d4! 12 fxg4 dxc3 13 'lixd8 1:l'.fxd8
14 l'l:xc3 h6
"Las blancas pensaban que na mejor
cambiar damas para salvaguardar su
rey, retrasado en el centro. Por el mo-
mento tienen ventaja material, pero su
formación de peones es claramente
peor que la de su oponente. Además,
gracias al hecho de quf' sus piezas están
bien situadas, las negras pronto lo recu-
peran todo" (Botvinnik).
15 tt::lf3
Después ele 15 tt::lh3 tt::le4! 16 J'.\b3 tt::lxc5
17 l:(b5 b6, la torre se encontraría fuera
de juego.
15 ... tt::le4! 16 .&:!:el tt::lxc5 17 .~e2 e4 18
tt::ld4
El mal menor.
18 ... tt:Jxd4 19 exd4 ~xd4

917
20 b3
"Si 20 b4. entonces 20 ... cL.e6, con la
desagradable amenaza 21 ... a[1" (Gligo-
ric). Sin embargo. un camino más for-
zado es 20 ... Eua6! 21 b5 (21 ::!.bl?
l2ixb4: 21 a'.3? ~b2J 21 ... lL;b4 22 a4
liac8 23 .¡l}.f2 kb2! 24 l'ld 1 éZJd3+ 25
.~xd3 exd3 '.W c5 < 1 bien 22 c5
Uac8 23 a3 l2ia2 24 :!.c2 i2Jc3. ganando
un peón y la partida.
20 •.•..!ke3 21 J::!:dl llxdl+ 22 .Ji..xd1 l'ld8
23 .il.e2 a5
23 ... :l:d2? 24 .ld'2. con igualdad; 2'.1 ...
liJcti? (BotYirmik).
24 h4 li:ie6 25 Il:h3 ~el 26 .'1J.e5 &2Jf4
No 26 ... rid2?, por 27 l::c3.
27 .ítxf4 .ii'..xf4 28 c5 .l"!.d2 29 ;;:!.c3
29 a4 J:!c2.
29 •.• Xlxa2 30 ~f2 J;!.b2!
Y tras buen IJ úmero de errores por am-
bas partes, las negras se impusieron en
lajugada 79.
En 1967, Gligoric tuvo una buena
actuación en el Intcrzonal de Sousse
(+7 = 14, compartiendo el 2º-4'' pues-
tos) v de nuevo se clasifiní para la fase
de Candidatos. Tras comenzar con una
victoria su match de cuartos de final
contra Tal, en Belgrado, dominaba el
marcador por 3-2, después de cinco
partidas. Pero entonces el juego de Gli-
goric sufrió un bache psicológico,
mientras que Tal, por el contrario, co-
menzó a jugar con la fuerza de aii.us
atrás, y acab<'í ganando aquel difícil en-
cuentro (5,5-3,5). "Naturalmente, el
público apoyaba a su (;tiw1. como le lla-
T!GR.\;-.; IX
rnaban sus numerosos admiradores Y
amigos en Yugoslavia. Pero la atmósfe-
ra del match -amistosa y cordial- era
igualmente favorable a ambas partes, y
esto debo agradecérselo, sobre todo. a
mi opon<>llte", recordó TaL
Desde finales de los cincuenta, Gli-
goric combinaba sus intensas aparicio-
nes en el medo ajedrecístico con el pe-
riodismo profesional, y durante siete
aúos trabajó como columnista político
y corresponsal de un importante peri(r-
dico vugoslavo. Aún le quedaba la ener-
1wcesaria para tomar parte activa
en la organitación de eventos de aje-
drez (creo que no fue un accidente,
por ejemplo, qut> el histórico ,'Watch rf¡;{
Siglo, LJRSS-Resto del Mundo, tuviese
lugar en Belgrado). Pero después del
match con Tal, Glígln-ic admitiría so-
briamente que ése era el límite de sus
pmibilidades, y a partir de entonces, a
pesar de su participación en otros dos
i11terzonales, dejó a un lado sus ambi-
ciones de luchar por la corona y se limi-
tó a jugar sencillamente por placrr, sí
bien manteniéndose como un formida-
ble oponente hasta para los mejores.
Que así na puede comprobarse por
la instrucúva partida síguknte con Pc-
trosian. El h ístoríal de sus confnm tacio-
nes es hastánte sang1icnto: + 11 -8 = l!J,
a favor de Petrosían, que sólo pudo in-
clinarlo con tres victoria.~ sucesivas a
mediados de los setenta. El yugoslavo
tenía un abrumador tanteo con blan-
cas ( +5), peni desastroso con negras
-11). Sin cm bargo, en abril de
1970, las cosas sucedieron de muy dis-
ti11 to modo.
310
T. Petrosian-S. Gligoric
Rovinj-Zagr~b l 910, 5" ronda
Defensa India de Rey (E97)
1 d4 li:if6 2 c4 g6 3 t1Jc3 Jig7 4 e4 d6 5
~.e2 0-0 6 EiJf3 e5 7 0-0
Petrosian eludió su Yariante favorita, 7
d5 l1:Jbd7 8 ,~g5, porque su oponente ju-
gaba con mucha seguridad la línea 8 ...
45
Gan Kasparo\' ~fls (;E:'\L\LFS l'IH!lECnotus
h6 9 féh4 g5 10 ~g3 cl:íh5. L'n mes antes,
por ejemplo, las blancas no habían con-
seguido nada de>¡més r!e 8 ;¡/¡¡c2!? af1 Y
1+.g5 (9 ()..() con igualdad) 9 ... h6 10
~e3 .:..;Jg4 11 Ji;.d2 lZ:lc:"> 12 b'.) lZ:lf6 13 .\ii.c3
ii:Jh 7!, cnn Í6rt1aldad (Per.rosian-Glígoric,
Kapfenberg 1970).
7 ... ~~c6 8 d5 ll:Je7 9 b4
I .a enf.rgica jugada de Taimanov. muv
popular aclualmentc.
9 ..• '2Jh5
Por entonces eran más frecuentes 9 ...
::L:e8 y 9 ... :;_jd7. pero Glignric prefirió
"uua 1·éplica activa: las negras inician
una batalla en el SlTtor del tablero en
que son más fuertes''.
10 ::;:id2
Cna no\'edad. concebida ante el table-
ro, contra su erudito oponulle. Curío-
same11te, Petrosian no conocía la juga-
da 9 ... a pesar de que se había
realizado en muchas partirla' en la era
pre-hi/onnator. c\ctualmen te' las partí·
das aparecen de inmediato en l11tcr-
11et, de modo que las nm·edacles tienen
una \·ida efímera que puede medirse
en horas. Los profesionales modernos
no tienen derecho a olvidar, ¡pues '>e
juegan la \'ida'.
Lo que sigue se ha jugado en numero-
sas ocasiones: 1 O g3 f5 11 !í:Jg5 ( 11
'21c P '. &:Jf6 12 f3 f4! 13 g4 g5 14 ;)'\d'.~
1:J c5 h5 16 h3 %J:f7, .'vfatulovic-Gli-
goric, Ljnhljana l %0) 11 ... 12.:Jf6 l 2 f'.)
f4'. (12 ... h6 13 ~c6 J,.. xe6 14 dxe6 c6
l:·, b5!, Taimanm·-Gligorir. Santa Fe
111
1960) 13 b5 h6 l 4 Cue6 .~xe6 15 dxdi
fxg3! 16 hxg3 'lic8 17 0d5 lWxeG 18
t?Jxc7 'lih3, con ignaldad (Pachman-
Taimano\'. La l fabana 1967).
Contra llhlmann (Zagreb 196.5) Y Gli-
goric (Lugano 1970), Larscn intentó
sin éxito l O c5?'. c1¿;f4 11 ~xf4 exf4. Los
inconvenientes de este plan también se
pusieron de manifiesto en la partida
Kamsky-Kasparov (Nueva York /rápi-
das, 1994): 12 llcl a5' 13 cxd6 cxd6 14.
~'Jh:"l g4 ir, l:l:c7 axh'1 16 ~d2 l..xi3'.
17 ii..xf3 ..iiLc5 18 Z::xb7 etc.
Pero a mediados de los nm·enta, emer-
gió como Línea principal 10 .bel!. que
se popularizó gracias, eu buena medi-
da, a algunas \'ÍCtodas de Kramnik. Sin
embargo, tamhkn aquí \'an consi-
guiendo las negras mejorar su juego:
1O ... a5 ( 1O ... f5 11 fL.ig5 es también el
centro de la atención) l l hxa5 ( l l i~a3
lLJt4 12 li.Jl ..ili.g4 I, Kranmik-Gelfand.
Donmund 1996) 11 ... Cí'. 12éí:Jd2[:2ifü
13 c5 l:xa5 14 cxdfi cxd6 lf) al l~h6 16
ll,a3 .i?i.xd2 17 Wfxd2 fxc4 18 ,$!.,b5 .i;.f5
l Y h3 ~a8, con posiciún igualada
(Kram11ik-Smírin, ;...1oscú 2002, r<ipí-
das).
10 ... Cuf4 11 a4
Sí 11 entonces 11 ... í:í, con idea de
lt·h8 y .;z::g8-ffi. es bueno, aunque Clígo-
ric recomendaba l1 ... fJd3 12 \1..a3 a:i
( 12 ... c5 también es interesante), tenien-
do in nwnte algo del tipo 13 bxa:'J ::::xa5
14 l2.:b5 1' d7 1" ( 14 ... c6;, 15 é;';h'V: 14 ...
c/Jc5!? 15 lí:::b3 cí:lxb3 16 i.:fxb3 li.cl7 17
,~ b4 Ei .:2:b3 :ta4, con nna aguda
lucha (A11and-Gelfa11d, Dorlnnmd
1997).
11 ... f5
Las cadenas de peones fonnadas por
ambos <un tendientes están a pm110
ele saltar, v si eso sucede. los alfiles ex-
hibirán toda su iuel'!.a. El cambio
11 ... 'tJxe2+ 12 1ltíxc'.2 hubie1;1 sido un
pcqucr10 triunfo para las negra~, que
ohtendrí<in un juego perfectamente
aceptable después de 12 ... 15 1~ c5
fxe4 14 cxd6 cxcl6 1."l t2Jdxc4 i./:~ff>.

12 il.f3
"Esta jugada me hizo sufrir un peque-
1io shock, que se prolongó durante
unos cinco minutos. ¿Quitá dC'hería ha-
bt'r cambiado estt' alfil: t'na Yez supE-
rada mi confnsión. inYertí Yeinte minu-
tos en buscar la mejor réplica. en este
momt'nto crítico de la lucha. \' pude
descubrir la que, olwiamenre, era la
única jugada correcta" (Gligoric).
Claro seguidor de Tarrasch, el gran
mac·stro vugoshwo creía lirmemenle en
la existencia de la mejor jugada en
cualquier posición. Y también en el he-
cho de que era capaz de encontrarla.
Fue esta confianza en sí mismo lo que
k ayudó a derrotar a Petrosi¡m. dctima
de dudas e insatisfacción.
919
12 ... g5
El cambio 12 ... fxe4?1 l'.~ i'2'dxe4 permi-
tiría que t'l caballo de e7 se incorporase
al juego con l'.I ... ·?!D. ¡Km dc>pm:;, de
l 4 g3 i:Z;h'.~+ Fi ~~g2. las blancas logra-
rían expulsar el otro caballo. quedando
con ventaja: 15 ... ~d7 Hi ~g4 t2Jeé1+ l 7
~.xe3 ~·xg4 18 lWxg4 J,.xg4 l 9 f) J,J)
20 l{lh5.
La jugada de la partí da no resuehr, -;in
embargo, el problema del dominio de
las blancas sobre la casilla e4. Quízá,
poi· tamo. fuese más prometed@r 12 ...
;th8 1? 13 a5 1L:ig8 14 c5 &2;f6. v sólo si Eí
~a3, responder con 15 ... g5!
13 exf5 éLixf5 14 g3?!
Un debilitamiento, prowicado por el
comprensible deseo de ~de4.
tras excluir la Yariantc 14 .'.Lh4'.
T!GRAI\ IX
15 .~xt4 (15 a!í? c,Llh3+!) 15 ... exfl. que
haría las delicias de los alfiles negros.
Pero 14 .\lí.e4 1 y Qib3 era más sólido,
manteniendo la influencia de las blan-
cas sobre los acontecimientos centra-
les, con buenas perspcctirns.
14 ... t2'd4!?
Tras prolongada u1editación, jGligoric
sacrifica pieza <I la manera de Tal! Creo
que en este momento fue Petrosian
quien sufrió un shock: imagírmese reci-
bir un ITgalo así cm1 el reloj en mar-
cha ... Por supuesto. esperaba 14 ...
ilh')+ (14 .. <l:lgl:i? 1:1 tl:Jde4 ~d4 lfi
li.xg5!) Fi y no temía el precipita-
do ataque 1 ... g4?! 16 1Uxf2, en
1 is ta de 17 ·;,J.;xf2 é'::Jh6+ 18 it'ig+,- El
~.;:e2 C:,,jxh2 20 CiJcc4 :{Jxfl 21 .¡¡;,xn.
Sin embargo. nüs tarde se descubrió la
inesperada maniobra l:i ... con
la que la~ negras obtendrían suficiente
rnntrajuego: 16 tí:b3 ( 16 2,g4?
lfi 0Lide4? .:2:id4 17 .\kh5 it'"f4+ !) 16 ...
·.'.ld4 17 Qixd4 exd4 18 ldh5 c6! 19 ¿?Ja3
f;xf?i 20 'li:i'xf3 g4 21 \l!Vb'.~ Ve7 22 l:'i:a2
}d;) (Keene-Ka\·alek, Teesside 19Ti). n
bien 16 iie4 g4! 17 cub'.) 'fie7 (!\fan-
11ion-Smirin, Las Vegas UJ97).
15 gxf4
De esta forma las blancas se condenan
a 11na di!kíl defensa, pero no hav otra
cosa: 15 ,.t;xg4 16 'llfxg4 l2Jde2+!
17 [c:Jxe2 atrap;;ndo la d;;ma.
15 ... .::ilxf3+
Después de l.'l ... exf4, además de 16
.::,,:;dd éuxf3+ 17 ·~xrn g418 'li:i'd1. tras-
poniendo a una posición que podía ha-
berse producido en la partida, también
es posible 16 :-1 g4 ( 16 .ili.e4?' f) 17 !':a3
g4!) 16 ... f3! (la recomendación de (;e-
ller 16 ... 17 '\lifxg4 f3 no es bue-
na en Yista l 8 4:Jde4! c;2Je2+ 19 ldxe2
fxe2 20 '!Wxe2 .Jii.xal 21 17 $xcH
~xc8 18 ~h lt Qle2 19 fxe2 20
'¡i;¡'xe2 ~xal 21 con suficiente
compensación por la calidad.
16 'ft'xf3
Según Gligoric, era m;is prudente 16
[l.cxf:3 exf1(no16 ... e4? 17 éí:1xg5' ~.xc3
Gary Kasparov - M!ó (;f'.'\IAIES PREDECESORES
18 Z;'la3 kg7 19 .l':tg3, ganando) 17 j.b2
g4 18 whl, "devohiendo la pieza para
restablecer el equilibrio": 18 ... gxf3 19
::gl wh8 20 '!Wxrn ~e5 =.Sin embargo,
es digna de consideración _18 i'Lld4!?
Es más precisa la inmediata 16 ... g4!, y
si 17Wh1, entonces 17 ... gxf3 18 1'\Vxf3
~.f5 19 l:gl .tg6 20 Jlb<l2 'i'd7 21 tLie4
:ae8, con igualdad (Smirin). Sin em-
bargo, también aquí tienen las negras
que buscar compensación por la pieza
después de 17 lLld2!~ exf4 18 ELlde4.
16 .•. g4!
La bonita idea de Gligoric, aunque im-
plica riesgo, e-; psicológicamente muy
efectiva. Se trata de uno de esos rasos
Tal, en los que el oponente encuentra
una defensa ... ¡pero después de la par-
tida!
920
17 'llli'hl?
"No esperaba una rt>spuesta tan pasiva.
Sin embargo, tales maniobras son típi-
cas del original estilo de Petrosian: en
una de sus partidas ( Zagreb 1965), con
su rey en h 1 y peones en f2, g2 y h2, in-
esperadamente jugó '!!fel-gl, defen-
diemlo su casilla h2 y quedando así con
las manos libres en el flanco de dama,
lo que. en realidad, decidió la partida a
su favor", escrilw Gligoric recomen-
dando 17 '!Wd3 Jd5 18 tí:Jde4 exf4 19
lixf4 ( 19 l:l:e l !'.) 20 ~b2 rl:t>8 y
con igualdad), y la devolución de la
pieza: 19 ... Ji.xe4 20 'il#xe4 J,xc3 21
~a3 !if6 Sin embargo. también hay
que tener en cuenta la posibilidac! 18
.:i:ice4!) exf4 19 !";b l v ~,b2.
48
lll
Creo, no obstante, que 17'llli'h1? no fue
fruto del original estilo de Petrosian, si-
no consecuencia de una extrema insa-
tisfacción con su propio juego. Moleslo
por el inesperado giro de los aconteci-
mientos, fue incapaz de obligarse a sí
mismo a resolver algunos difíciles (¡pe-
ro perfectamente solubles!) problf'-
rnas.
"A menudo se debate qu1' significa la
'baja fonna' de un jugador de ajedrez",
escribe Petrosian. "Comprendí que
ocultando mí dama en el rincón caería
b¡tjo un fuerte ataque, y sin embargo, en
lugar de optar por unas probables tablas
tras 17 i/Wd3 exH 18 fi! 11,f]j 19 c'i:Jde4
gxf'3 20 f.í'.xf3 kxc3 21 'l!ll'xc3 .lll.xe4 22
.!:l'.xf4 23 'llli'xg3+ 24 hxg'.) l!txl4
25 a5 26 l:rxa5 27ñe1 ~g6 28
l:e7 ;l';c5 29 -~h6 nxc4 30 Ei:g7+ wh8 31
.Ed7 wg8 32 l:ig7+' preferí. en esencia,
una derrota. ¿No es tal desafortunada
ekcción, entre varias posibilidades, un
indicio de baja forma?".
l\Ie parece que es más interesante 17
~dl!? exf4 18 !i:Jde4 (como va se ha
mencionado esta posición podía ha-
berse producido con un diferent.t' or-
den de jugadas). Sin embargo, Peti o-
sian esperaba liberar su dama de hl,
avanzando el peón de h2, pero dejó
escapar su oportunidad en la jugada si-
guiente y ya no volvió a presentársele.
17 ... exf4 18 Jíl,b2?!
"Una seríe de malasjugadas que cuando
empieza es difícil de parar" (Petrosían).
Por supuesto, hay que procurar cambiar
el potente alfil de g7 lo antes posible,
pero el lugar para el alfil era d2. de;,de
donde podía habn dt>lendido la torre
de el, dándole a la dama la posibilidad
de reincorporars<' al juego.
Petrosian pensaba que lo nu:jor era 18
l:!.a3, pero después de 18 ... 'il>i''h4 19
it.:lde4 .:ii.e5 20 ~,d2 Jíl,f5 21 l:te 1 E:lae8,
seguido de J:'.le7, l!tfe8, f4-rn:, y una juga-
da del alfil de e.'J, las blancas tendrían
que dt>scubrir algún modo de evitar
una catástrofe en la primera fila (el mal
radica l':'n la "parejita" ltigl+'iWhl). Lo

correcto era la inmediata 18 lí:íde,1!, v si
18 ... '1Wh4 19 Jtd2 ~e5, incluso es p¿)SÍ-
ble 20, f3 lld4+ 21 l"íf'2, mientras que si
18 ... ~ffi 19 ~d2 '1We8 20 líael '1Wg6 21
h4! gxh3+ 22 @h2 f3 23 J:lgl il.e5+ 24
lí:íg3 ,¡kg4 25 J:1xe5! y lí:íge4. O bien
18 ... f3 19 ~d2 '1Wh4, y <lespués de_20
lí:íg3 iLe5 21 l:íte 1 11,,5 22 ;;(a3 aae8 23
lí:ídl L las blancas e\itan los peligros de
utilizar el punto de tránsito e3. ·
18 ... Ji.f5 19 ~fel
Si 19 lí:ídl!? ~xb2 20 lí:íxb2. entonces
20 ... '1Wf6! 21 !'fa2 'i1#d4 es moksto.
19 ... f3
Cerrando la jaula.
20 c2Jde4
Una difícil e!C'cción. "Las negras tam-
bién tendrían un flwrte ataqt~e tras 20
h1" (Gligoric). E, cYidt'nte que pensa-
ba en 20 ... gxh3 21 llixf3 (21 'lWxrn~
~g5+; 21 lí:ín ~g5+ 22 wh2 '/¡l¡rf4~J
21 ... 22 c2Jd2 (22 E:e'.~ iih6) 22 ...
etc.
'fampoco era atractínJ 20 iuxf:) gxf'.~ 21
'IWxl:I 1!Wll'l: '.!'2 é2Jd 1 4.xb2 23 é2:)xb2 l:fü'.,
con la iniciatíYa, o bien 20 c::Jfl '1Wh4 21
i;'Jt;3 (esto es mejor que 21 <2ldl 1,_xb2
22 i?Jxb2 'iiHi!, o bien 21 cie3 Ád4 22
?::.ae 1 :tac8! 2'.) i~'Jd 1 .íhe'.) 24 ll:ldxe3
\1!,d3 23 h3 ,,txfl 26 c;í.;>xfl g:1) 21 ... j,,g6
22 J:ta2 ::i:ae8, con exceleme compensa-
ción por la pieza.
20 ... 'i!Wh4
"Amenazando '/4Vh3, encerrando a Ja da-
ma blanca para siempre" ( Petrosian).
T!CKAX IX
21 b3?
El camino directo al cadalso. Por algu-
na razón, todo el mundo ha omitido la
jugada 21 lí:ídl!, que mantiene el sus-
pense. Por ejemplo: 21 ....~xb2 22
.:t:lxb2 'ii'h'.3 (impidiendo el recurso h2-
M~) 23 J:te3 .~xe4 24 ::txe4 :l.fe8 25
b'.ael (v si 25 ... 'ii'h5. entonces 26 h3),
o bien 21 ... '1Wh3 22 .J!l.xg7 Wxg7 23
lí:íg3 y no es evidcnie cómo podrán ex-
plotar las negras L1 posición de ahogado
de la dama blanca en h 1. Una idea más
incisiva es 2J .... íli.h6?'. 22 ~.el (dcs¡més
de 2'.! .J1,d4 :.1i.xe4 23 .!:xe4 llae8, son pe-
ligrosas lanto 2•1 c?lf3 ~~d2 25 J;'.;d 1
;JLxc'.i! 26 l".:xe8 Bxe8 27 .~.xc3 co-
mo 24 Exe8 ~xe8 25 it:Je'.i ~xe3r;c 26
fxe3 l'!.f8, o bien 26 .2·.xe3 'ii'ffi!) 22 ...
::aeW 23 !iixhfi '¡.¡jfxh6 24 i?Jdc3 J;(e!i 25
h'.)! (pero no 25 lk3 l'ife8 26 Eael
~.xc4 27 h3? g'.~! 28 i2lxc4 l:\xe4 2~1
1
/llí'xf3 gxf2+ 30 •Jixf2 ñxe'.i 31 .i::::xd J::W·I,
y las negras ganan) 2;j ... '/;!fg7 26 hxg4
lt..xe4 27 ií::xe4 'l/!;íe7 28 'i'h6 l:ixe4, con
vent~ja negra, aunque es demasiado
pronto para hablar de ,·ictoria.
21 .... ~.e5! 22 ile3
1iunbién es fatal 22 E1'id l !Iae8, o bien
22 hxg4 'i!Wxg4.,- 23 ~fl ..\txc3 24 ~xr3
1'xe4 25 l:.íxe4 'i!Wxe4 26 'ltí\'g 1+
22 ..• gxh3 23 'i'xf3 ~,g4!
I a dama blanca de nuevo es empujada
al rincón v la agonía final comienza.
24 ~hl h2+ 25 <;!¡:>g2
25@n l:rf3!
25 ... 'tWh5! 26 1~.íd2 ~d4! 27 ll\Vel
Sí 27 ~ael, las neg1·as dan mate con la
elegante 27 ... iLh3+! 28 :&Ixh3 l:.xf2+ 29
@g3 'illl'g5.
27 ·:· .!1ae8! 28 lí:Jce4 .\lixb2 29 L:g3 .~e5
30 áaa3 <hh8 31 whl Jlg8 32 ~fl ,~xg3
33 l:xg3? J::xe4 (0· l ).
¡Una dura derrota psicológica para
Petrosian!
Al comienzo del mismo torneo. Gli-
goric Je ganó larnbién un duelo en la
India de Rey a Smvslov, y al final com-
partió el 2"-5" prncslo con SnnsloY,
1~¡
GarY Kasparm· \l:s <.! \:I \IFS PRFllFCFSORFs
Korclmoi 1 HmL por detrás del inal-
canzable Físcher. Petrosian finalizó sex-
to, a medio punto del cuartero, tras ha-
ber perdido una sola partida en l 7
rondas: la anterior. De modo que :có-
mo podía hablar de baja forma; Lo
más probablr es que no fuese, sencilla-
menre, su día. o que no estaba prepara-
do para tma lucha feroz, un estado de
;ínimo que los jugadores profesionales
conocen bien.
Tras com-crtirsc en árbitro interna-
cional (en l 97'..n, Gligoric dirigir) aren-
glón seguido buen númenl de e1entos,
incluidos mis encuenti os con Korchnoi
( Lomh·es 198?,) Y K<1 qm" L\loscú 198+
Wí). Lamento tene1· que decir que du-
1ante los días de 1<1 conclw,i6n del
match de .\loscú. finalizado tras inrm-
merables retrasos, füc incapaz de opo-
nerse al clinado de las autoridades so-
\·iéticas \ del presiden!<· de la FIDE,
Florencio Campornanes. Cuando, por
enésima n•z, pedí una explicación de
lo que estaba suc<Cdiendo, el gran 1nae~­
trn vugoslavo me dijo. tristemente: '"Sa-
be. en este a'iU!lto no SOY m<Ís que un
portero". Desde luego, ¿qué podía ha-
cer el ;írbitro principal, sí en Baguio
(J<l/I{¡ hasta el presidente Em1·e habfa
:.ido incapaz ele defrnder a Korchnoi
de la agresión s1wiética: En mi npíniún.
t>sw es uno de los problemas en el
mmHlo del ajedrez moderno: los 1erda-
derus expertos han sido arrinconados
por los políticos.
l j1la¡ 11gai111I thP /Jinn: así tituló (;li-
goric su libro de partidas selectas ( }(¡
jwgo tontm las jnr::.as, 110 traducido al
castellano. I\.d.T. ). explicando: "El aje-
drez es una lucha en sí. Yo nunGljuegu
contra un opo11ente. juego contra las
piezas". l .osjuicios de este luchador del
<~jedrez ni siquiera ho:• han perdido su
rnlor:
"'El ;tjedrez ha entrado en una era
prohmdamente proksional. Cada ailo
hav centenares de partidas importantes
para !a teoría de aperturas. Aquéllos
que toman parte regularmente en com-
peticiones están obligados a procesar
una marea cada vez rnanJr de infórma-
ción Y también a gastar cada wz nús
lll
tiempo ante el lablcro ( ahom, 1111/f' el or-
denador: G. K. ), &nalizando 1mcYas parti-
das y preparándose para lo~ inminentes
cncuentn>s. Su forma de 'ida debe es-
tar completamente subordinada a su ac-
lividad ajedrecística. Pero aun así. 110
podrá retenerlo todo en su cabeza v.
por lo tanto, muchos jHg<1dores tratan
de hacerse la \ida más fücil
do su repertorio de aperturas.
,,,.\ctualtllcnte. no suele 'Hll eder
que alguien irnprodse ante el tablero.
:\lucho' 1rata11 de emplear u11a 1aria11-
1e concreta, bit:n preparada contra un
opmwntt' específico. Sin embargo.
nadie es inmune a Lis 'impresas de
apertura. Cuand() eso sucede, uno es-
t;i obligado a liusnff la mejor solución
ant« el tablero. Al encontranne en
rn1a situación así. nonnaln1e111e trato
de afrontar los problemas siguiendo
el principio del m1m1rnto deci.1h10: es
preciso encontrar l;1 jugada correcta
<>,a veces, el único buen 1110Yi111ic11to.
o el plan que refute la idct del opo-
nente. En general. me senfa de avuda
la co111icció11 de q 11c las non·dades de
mis ri1·;des, en \'ariantes que conocfa
bien, no soiían estar posicionalmente
bien fundadas v, por cnnsiguien te. po-
día v debía encontrar sns defectos v su
refutaci<Ín ··.
Debo aiíadir que Cligoric. sobre la
base de su propia experiencia, considera
<¡tte Lt edad óptima d<'i jugador dt• aje-
drez se sitúa entre lo-. '.1.3 lm 36 ai'tos.
Pero ho) en día. nm la apariciún de
poclnusa' computadora>¡ de lnternet,
e 1 ajedrez se csl<Í 1olvícndo t <1da 1·e,.
m<Ís joven. Se ha producido tll l cambio
1 cvolucionario, no sólo en d proceso
de preparación sino tambí..:11 en d pro-
pio pensamiento ajedrecístico: ahora
tiene poco sentido confiar, como antes,
ni evaluaciones generales del tipo "po-
sición confusa" o "con compensadcín"'.
Es preciso pensar de forma nrnY con-
creta. En lugar de profundas reflexio-
nes,. filosofía ante el tablero, lo que ha
pasado al primer plano es la capacidad
de calcular intcnsamentC' y de pre>cr-
\·ar una absoluta concentracirín a lo lar-
go de la partida. I ,os programa¡; para
ordenador avudan a losjóvenes talentos
a adquirir rápidamente los conocimk11-
tos necesarios, puesto que una joH·n v
tenaz memoria puede almacenar gran
cantidad de informacicín, \'las deficien-
cias en la comprensión posicional cst;ín
compensadas por el c;ilculo exacto y la
capacidad de mantener la tensión de la
lucha. Por el contrario, el cerebro de
un jugador que ha superado los treinta
a1'1os, cansado por el constante esfuer-
zo, gradualmente \'a saturándose de la
información que lo está sobrepasando
y, t'll aras de la autopr('sen-acic'>n, súbi-
tamentr se desconecta en el momento
menos oportuno ...
:Vfientras escribo estas líneas. S\'e-
tozar Gligoric va ha superado los 80
aiíos, p(,ro su espírilll sigue intacto v
es respetado en todo el mundo del
ajedre1.
Una modesta jugada de peón
Pasemos ahora a otra 1-ariante que
lle\'a el nombre de Pctro,ian. 1\te re-
fiero a la Defensa India de Dama: 1 d4
tl::fü 2 c4 e6 3 iZ,f') b6-t a3'.:, o hien 4
ib"'.'\ Ji,: h7 :, a'.1': Su contribuci611 aquí
posi blememe no sea tan sign ificaÜ\'a
como en la Defcrn.a ludia de Rey, pe-
ro en su tiempo el plan con a2-a3 fue
un a\'allce rcn>lucionarin. Así tam-
bién había jugado Simagin, pero fue
Petn>sian quien le inyectó 1·ida a ],\
ídf'a \ k aseguró el reconocimiento
in te rnaciu11al.
Desdt' el p1111 ro de 1ista del ajedrez
clásico, la jugada a2-a'.) en la Dcfrusa
India de Dama parece un ahsollllo sin-
sentido. En rl':tlídad. Í!Hnrpora una
prnfunda idea profiláctica ..~l impedi1
th4, las blancas mantienen la pre:.ión
del cab:dk• de e:) sobre las casillas d:J y
e4, de modo que, parad<'>jícamente,
¡significa luchar por el centro'. En
cuanto al alfil. hahimado a la ruta fR-
b4xc'.~, las negns se n·n obligada, a dt>-
sarrollarlo de otro modo. Es decir, qu('
destruve la flexible construcción a base
de &:Jt~i, J!ch7, -'1cb4xd, r!7-d6. -1:Cbd7.
etc. (Karpm 1· muchos otro~ jugadores
destacados optan continuamente por
esta estructura: sencillamente, les gusta
esta posición flexible). Al desviarse ele
los tradicionales esquemas de la lndia
de Dama, las blancas cambian abrnpta-
mente el carácter del juego, obligando
de inmediato al oponente a resoh-er el
problema del control sobre las casillas
centrales.
Por supuesto, en el transcurso de es-
tas déc.idas se han descubierto \arios
métodos para combatir esta aguda\' w-
nenosa variante, pero de todos modo-..
hasta la fecha. 4 a'{ (ú 4 ·L::d .~b7 !'> a:n
110 es menos popular que la dásic1 4
g:-1. Por otra parte, en los ai'los ochf'nta,
hubo un período en el que la Variante
Petrosian suplamó prácticameme a la
Defens~i Nimzoíndia va la India dr Da-
ma con 4 g3.
Pero nos concentraremos en una de
las primeras tentativas qut' se prndlljo
dw·ante el 28" Campeonato de la l' ~'iS
\'Torneo Zonal (Moscú l 96 l), segundo
'·oro" de Tigran Petrosian.
--~·~~·-----
311
T. Petrosian-V, Smyslov
.\ losní l 961
28" (.11111/1cona/o d1' !11 l RSS
Dcfrma India de D;ima (El2\
l c4 cl:if6 2 7C:,c3 e6 3 ;;;-;f3 b6 4 d4 lb7 5
a3 d5
La reacción más natural. Es inkrío1
5 ... dfi (Simagi11-Smvslm·. 22" Campeo-
nato de la URSS, i'vlosní 1955). Es mm
impm tante que el bautismo de fuego
de 1<11·ari;mtc te11ga lugar al m:b .llto ni-
1el: ;aquí la causa de las negras est:i de
iendida nada meno~ que por el g;ran
Smvslod
6 cxd5 /.~xd5
Esta captura v no fi ... cxcl5 se cmre~­
ponde con la filoso/fa ajedrenstica de
Yasili Vasilievich. La captura de peón
no puede consíderai-se interior. Senci-
llamente. es algo más pasíYa v CTea una
es1ructt1ra difrn'nte que no es dt;>I gus-
to de todos los maestros. Después de la
Garv KasparO\' - Mis (;E:\IALE'> PREDECESORES
activa 6 ... '~xd"i, por otra parte. las
blancas tienen la oportunidad de crear
un centro móvil de peones.
7 e'.3
Unajugada dásica ,. buena. Por enton-
ces parecía fundamental, v las blancas
alÍn no veían la necesidad de cambiar
nada. Otras ideas surgieron más tarde:
1) 7 Jid2 'ud7 (7 ... c5?' K e4l .;z;xc3 9
~xc3 ..;1,.,xe4 10 ,z.:ics. con fuene ataque)
8 \\Wc2 (8 liJxd5'.? exd5 9 g3) 8 ... c5
(8 ... tl:J5f6!? 9 e4 c5, Tukmakm·-Polu-
gaievsky, Kiev 1984) 9 cl:Jxd5!? (9 e4
'Llxc3 10 lf.xd cxd4 11 ."i.Jxdl afi) 9 ...
exd5 10 dxt-5 bxcf> 11 e3 J,,,e7 12 !Ld3
( Kamsky-Karpov, Elistá 1996, match,
1Oª), o bien 9 ... ii,xd!"> 10 e4 ~.b7 l l
cl5! exd5 12 exd5 li.d6 13 0-0-0 0-0 14
.t.b5 (Dreev-Tiviakov, Dos l-lennanas
2003), en ambos casos con Juego tenso.
2) 711Wc2. Lo más popular. Aquí es du-
doso jugar 7 ... l'Ud7 8 lLixdf> exd.'i 9
il;.g5 ( Kasparov-Karpov, Moscú 1984-
85, match, 32ª), si 7 ... c5, 8 dxcf>I
(después de 8 e4 9 bxc'.), las ne-
n o logran igualar con 9 ... "8cG 1O
l:!.c8?! 11 ad 1 ! , o bien 9 .....\te7? !
10 ;;i;.b5+ .~c6 11 ,l/.d3', como en mis
partidas con Murey \ Gheorghiu. ln-
terzonal de :'l;foscú l 982, pero las ne-
gras pueden jugar 9 ... fudT 10 .Ld'.~
11Wc7!, con igualdad. KaspanA-Soson-
ko, Olirnpiad;1 de Lucerna 1982) 8 ...
.~xc5 9 iflg!"J 'lfic7 10 J:Icl h6 11 .&J14 a5
12 cl:Ja4 lLid 7 13 e4 '., con la iniciativa
(fu1.sparoY-Van der Wiel, Amsterdam
1988).
La respuesta más precisa es 7 ... l'Uxc'.3!
Por ejemplo: 8 \l'Hxc3 cl:,d 7 9 .íll..g5 '#.e7
10 kxe7 ct;xe7 11 g3 (o bien 11 e.I\ :c8
12 .\k.e2 c5 1, con igualdad, Portisch-
KarpoY, Bici 1996) 11 ... 1t:,f6 12 l;,g2
'11Wd6 13 b4. ::ad8. con aproximada
igualdad (Baref'Y-Karpo\, Belgrado
1996), o bien 8 bxd 12!d7 9 e4 c.tJ 10
.~J4 .te 7 11 d5 exd."J 12 exd5 0-0 13
::.d 1, \' ahora 13 ... l:e8 ( Krasenkow--
KarpoY, \Viík aan Zee 2003). o incluso
13 ... g5!? 14 ..!ii.e3 15 il:lgl f5 (Radja-
bov-Kramnik. Linares 2003).
11!
Y22
7 ... ke7
Cna alternativa más crítica es 7 ... g61?
qne puede considerarse la i11terpreta-
ción moderna: 1111 híbrido entre dos
defensas, la India de Dama v la Grün-
kld. Puede .'>eguir ernonces S .iii.b5+ (8
h-1!?, Polugaie\·..,ky-Korchnoi, Londres
1984) 8 ... cfi 9 .!.d~5 .i1hg7 1O e4 cl:;xc3 11
bxc3 c5 12 .g;.gs 'i!Hdfi ( Kasparm-Kord1-
noi, Londres 198'.3, match, l ª:¡mi única
derrota ante Korchnoi!), o bien 9
.J1..¡14 1? 10 d c1Jxr3 l l bxc3 4..a6! 12
h4 fic7 e5 •l:Jd7 14 .i.f4 hfi l 5 ifcl 0-
0-0 16 fie3 c5 17 ii"Jd2 ~b8, coHjucg«.>
agudo (Kasparov-Timman, Amster-
dam 1991 ) .
Gracias, en buena medida, a esta nue\'a
réplica, las blancas perdieron interés
en 7 c3. Pero para Smyslo\', g7-g6 hu-
biera sido demasiado revolucionario.
Por otra parte, ¿cuál es la difrrencia)
¿Por qué nojugar .ii.e7 aquí?
8.~b5+
Es importante crear, al menos, algún
desorden e-n las filas negras.
8 ... c6 9 .i.d3 c5
No e-s una mala jugada. aunque más
tarde las negras comenzaron a evitar
las posiciones de ella derh'aclas. Des-
pués de 9 ... 0-0, las blancas estabkcen
el inmediato control del centro con l O
e4 ;1Jxc3 11 bxc3. que, sin embargo. no
es algo terrible. Pero el principal es-
q 11ema es el que resulta de 9 ... tt"Jxc'.~ 1O
bxc3 c5 11 0-0 (véase partida núm.
'.142).
lO t'Zlxd5!?

Una posíbílidad adicional. Si 10 e4. lo
más sencillo es 1O ... Q:Jxc3, aunque
también es posible 10 ... cxd4'.? 11
lt:lxd5 exd5 12 e5, con la iniciativa.
10 ... '&xd5
Una salida de dama arriesgada. Es más
prudente jugar 10 ... exd5 11 b3, con
una mínima vent;ija blanca.
11 dxc5 1/1Hxc5
Posteriormente, se intentó también
11 ... 5txc5 12 ~b!í+ ~e7 13 'i'e2 a5 14
;,&d2. con evidente ventaja blanca
(Gheoi-ghiu-Karpov. yfoscú 1981). La
posición parece casi simétrica, pero eu
la disposición de las piezas negras hay
una apenas perceptible falta de armo-
nía, y Petrosian comienza a 1,xplotarla
metódicamente.
12 l,,d2! c'Z:lc6 13 ñcl l:Wd6?!
Smyslov realiza b jugada más '"sólida",
en base a principios generales, pero no
detecta los peligros subyacentes en la
posición: las estructuras simóricas a
menudo tienden a relajar a los jugado-
res. La única forma de conservar posi-
bilidades de igualar era 1:1 ... 'll\!ld5 14
'il'c2 .:::!.c8 (despuó de 14 ... ::ds:-: 15
~e4! tL:Jb4! 16 'lW<14+ 'lá4'cl7 17 W.Vxd7+
:xct7 18 1ixb7 C¿¡d3+ 19 Wdl ! l:i:xb7 20
l'Kc8-'- gd8 21 ·;l:ie2 Q:Jc;j 22J::c1, v las ne-
gras tienen un final infe1ior: 22 ... ·J?d7
23 lla8 f6 2·t !l'.dl. o bien 22 ... 0-0 23 b4
t2'e4 21 .~e 1 liJ6 25 ::t. leí :xc7 26
r1xc7 :::ta8 27 a4 b5 28 a5 a6 29 J:Xc6) 15
.~.e4 (si 15 .Ji..<:\, f'ntonces 15 ... 'l!Vh5 v
0-0) 15 ... 'íli'd7 16 .í&.c3 f5 17 ..íli:.ct~ 0-0 IR
0-0 ll_d6 19 lífdl c""Ue7.
14 'lá4'c2 ~c8 15 0-0 h6
Las negras tienen indudables proble-
mas: 15 ... g6 parece malo. Aun así qui-
zá fuese el mal menor, si bien después
de 16 .i.c~) 0-0 17 i'!fd 1 'lib8 18 b4. las
blancas habrían conservado una wnta-
ja estable.
16 J:!:fdl 0-0 17 ~.c31/1Hb8
Los alfiles blancos, dirigidos hacia el
flanco de rey, pueden crearles dificulta-
des a las negras: 17 ... '\Wc5 (recomen-
dado por Petrosian) 18 ..~h7+ (18 b4?!
T!GR.\N IX
¡¡ih5 19 Jlh7+ ~h8 20 :!:d7? éUxb4! 21
axb4 .\ll.xf3 22 gxf3 .if6) 18 ... Wh8 19
l:d 7 ~a8 (19 ... é2:lcrn: 20 .tc"t) 20 '1,__c4
'.bfd8 2 J b4 '/:lYh5 22 l~cd], CO!l una gran
ventaja. casi decisiva.
De esto se deduce que la simetría es sú-
lo aparente. l\ótese la diferencia cuali-
tativa en el emplazamiento de las rcs-
pení1as piezas. Ya hemo~ hablado de
los alfiles, siendo los negros claramente
inferiores a los blancos. El caballo de
c6 es más bien pa,ivo, y estaría mucho
mejor situado el! f6. La dama negra ha
recorrido mucho tablero, pero parece
no saber adónde ír. Finalme!llc, se ha
escondido en b8. Ahora las blancas t'll-
cuentran una elegante maniobra.
18 l\Ya4!
"l'na jugada sencilla, pero realmente
letal. El traslado de la dama al flanco
de rey les permite a las blancas obtener
un ataque irresistible" (Petrosian). Ac-
tu;tlmente esta maniobra ha pasado a
ser clásica, considerándose un procedi-
miento típico. No está claro cómo ¡me-
den defrnder su rey las negras, aun-
que, a primera vista, no hay todavía
motivos pa1·a alarmarse.
18 ... ~fd8
Si 18 ... g6. Petrosían estuvo conside-
rando 19 . i&.e4. pero también es bueno
19 'l!Vg4 h5 20 'l"Yh3 ~cd8 (20 ... J:.fd8?
21 Jkxgfi) '..! l g4 ñd5 22 e4 i:t'.xd3 23
J;(xd3 'li'f4 24.llcd1 '/Afxd 2'.J gxh5 g5 26
o también la muy l<)gica 19 h41?
(amenazando h4-h5) 19 ... h5 20 '?Wc2
wh7 21 b4 lt:Jd8 22 en ambos
 Gan KasparoY - 'vl1s (,p,;1\1.t:~ PRUH.u:srnu:s 111

casos con fuerte presión. Es eYidente 1"4'xc4 es confuso, aunque la paradójica

que hay demasiados puntos débiles en jugada 29 ~.b3!l gana. Por ejemplo:
la posición negra.
.bd330~c2~d731 :Ucl4!'. (¡un
19 'lií'e4 elegante!) 31 ... c2Jxd4 32
33 .ád2+! r;:xd2 :H ~h7+
Prn\'<icaudo nue\'as debilidades. Aquí o bien ;)3 ... ~g,-, '.H
seguía siendo posible 19 h4!? ·.t·h5 ')5 ~h8+.
19 .•. g6 20 h5 b) 29 ... éí)d8! '.10 ~g8 ií.xl'.) '.H '/#'h8"'
32 ~xe5! ~di 3'.) ~.c2+ wl7 34
Si 20 ... wh7?. entonces 21 fxg6 we8 '.E) '&.g6+ lí:Jf7 '.16 \Wxf7.,. ~7d8
22 'M'xe6 &r8 23 :Xd7. :.d l + :)8 \i<g2 'é'b5'. Recursns de
computadora, ;1bsolutamcntc ('JWrYan-
21 ·~h3 f5?
tes para el ser humano. p<'l o b m:ít¡ui-
El nrnr dccisi\'o. debilitando, de forma na no teme tales contraa1:1q1tes. Des-
catastrófica. las casillas e6 ,. La últi- pués de :N .\!!l!í Ci9 f4'?: '.)9 h4':) '.)() ...
ma posibilidad era 21 aunque ~fl+ 40 'i'íí'gl+ 11 ~.'f.J. \*xh2• t?
·~¿.<c4 ~hfl g6, el n•\' blanco se ocul-
lo m<Ís prohable es que est<i "horrihk"
jugada ni siquiera fiwse considerada ta ele los jaques v los pcrnws pasados
por ambos contendientes: deciden el desenlace.
En cnnsecnencia, después de ;,!;,
1) 22 .f.·xgfi?' fxgfi 2'.'I ~e6+ wf8 2-l
sólo queda 2:"> ... ·;;1,,•fl-i. asumiendo una
'0l1xg6 .'1xe5 l:xd l-,- 25 nxd 1 ~dí.\'.
difícil defensa tras 26 Exd8+ 12íi
2ti ~e 1 ~c8 27 Wxg6 filxe?'J 28 '6'h6+
B:clf1!:,) 21) ... \líl!xdH ío bien 2ti .. ~ xd8
wgH 29 l'1:xc8 J;lxc8 30 'lit!d\+ wf8 es con-
27h:1!SHi2H 27hl:ndl+i27 ...
fuso) 24 ... i:'.:xdl +'. (pero no 24 ... '@!c7~
e4:! 28 'Rlif.,i! + 29 <Í.lel tudH '.\O ~h;"¡
2:'1 ~f.í+ l'.9g8 26 !f,\'eti-r 27 ;bc:"ilJ
J. cíi 31 i~xc6 1 ~xc·l l 21-1 \'.7112 el'.:,
2.S ;';xd l :Gd8 26 ~h6+. \' no ha1 más
12K ... icdfi.íf'fi/ 2!l c4' !Fi 1 \ 2q 'i'ff4'.
que jaque p<'rpetuo.
(2<1 'Ud2 'fÍl'g4'. <'S conhtso\ 2P ... ¿ d6
2 l 22 < I '. (creo rp tc l'etrnsian habría ;10 c2cef1 é2'Jxe5 31 xe5 ¿; xc5 ')2 \~xe'.'
jugado asl. incrementando la presicín so- 'iitl'd7 (,;¡2 '/Bílr2 ~{;i ·fllib8t
lire 17 1· d ¡w(m e) 22 ... .:l.xd l.,. í 22 ... e{ ~ xf7ll '.\'.) h'.)'. afi lsi :U ... ci:)
2:1 c;,'Jh4'. ftxdl+ 21 ;:xdl ~d8 25 á.r6. entonces '.H \l~f61) '.H a4 :E>
'.?'.) :í.xd l .::;.dx '.?4 .:d7 1 *r8 2.'i 'Mg3'. etc.
Resulta 'orprn1dc11tc Li rapide; cun
q11e las rn·grns c1\e1011 en ditfrilt·s pro-
blemas (¡;no ohídemos que la.-; condu-
<Í<I el gran Smyslm·! í. que ya !t'11Lm que
ren1nfr a 1majugada como 21 e;i.c
En realidad. como \'<l he dicho. lo q11e
lt's concede a las bla11cas llll<t gran ll'll-
taja es la disposicíün de sus pichis 1 por
t:jemplo, el caballo de c6 contra el ca-
ballo de f): cs!;1 claro qrn:> d primer ca-
ballo está restri11;.pdn por el 0110 ' q11c
l)iagrau1d de ,u1;Uísl."-
carece de futuro). Adcm,ís. las negras
25 ·¡..;¡xd7: 26 lt;m perdido la batalla prn· el n·ntro.
-i>g7 28 'i"i'xf7+ xe.'i'.. o bien
22 ,;:; c4 llxdl + 23 ñxd 1 J<f7
2:) ... :'l,xd7: 2() Qh8 27 '\lli'xl6+
wg7 w ~xf7- \ aquí 29 '&e6+ Las negras siguen a!hersando 1·,pc-
>t·h7 30 '1:'4'ld+ ;tg7 3 i wh!J ;)2 1·anzas dl' una def('nsa dinc!li e. 1 '" n >
;1Jxe5 :z..:xe:í :)'.) .¿,:.xe:·, :::ct l + 34 'i"í'xd l el cnl'.rgico golpe que s1gw· ac,1h.1 ,·on

,;4

Lales ilusiones. Veamos el espectacular
tínal de la partida. lo que constituye
una desmitificación de que Petrosian
no se sintiese seguro en posiciones
complicadas de alto contenido táctico.
24e4!
La situación requiere um1 colltinua-
ción enérgica, v Petrosian (creo que sin
mayor indecisión) la teiecuta. En caso
de 24 Bd7? .l'i:d8:, la dama blanca segui-
ría fuera de juego en h3.
24 ... Vf4
Srnyslov no deja escapar la ocasión de
activai· su dama.
25 t:el!
Es probable que también 25 :Gd7 fuese
bueno, pero 110 hay necesidad de ello.
25 ...
Después de estajugada, resulta decish·a
una sencilla secuencia táctica. Era más
tenaz 25 ....Jl;:J'6, que obliga a las blancas
a calcula1· algunas variantes más com·
plicadas. No sé cómo habría jugado Pe-
trosian contra esto. pero el equipo "hu-
mano+máquina" encuentra la bonita
secuencia 26 ~2i.xeVi+! ~xe6 27 exf5+
~f7 28 fxg6+ toxgll 29 gxrn '~xfü :m
'lfd7 l2:ld8 31 'li:l'e7+ ~g6 '.~2 :¡Je:}+ ~h()
33 ~d6+ ~g7 34 'é'g6+ ~h8 35 'Lid'.).
Por razones similares. también habrfa
perdido '25 ... aunque en este caso
las blancas hubieran tenido que reali-
zar algunas jugadas precisas: 26 exf5:
1fli'xc4 27 fxg6+ ~xgfi (o bien '27 ... ~e8
28 g7 e'.í 29 '®'g'.1 \i;;·d 7 30 [.,. .b.d6 31
Jk,xe!5) 28 :'.xetl+ ~f7 29 ;i'.7e8 '.10
·~xM+ .Jif8 ('.iO ... ;;'.;d7 :H .=.xc6í '~l
T1t.R ''\ IX
'll\Vg6'. lid 1+ 32 i¿¡c 1 {1.Jd·l ;~3 'llfhf.i+ ~el'
34 ~h5+ ~f8 35 'i!Wh8+ ~f7 36 'l!iíh7+
Wxe6 37
Ahora todo finaliza rápidamente. Fs
probable que a Smyslov le repugnase el
dcsolarlor pais;tje de su posición.
26 exf5! ~xc4 27 fxg6+ >;Pe8
Después de 27 ... Wxg6 28 ¡;¡xe6~ ;tf7
29 ñxcti:, el caballo blanco ejecut:l 1111
efecti,·o doble en e;;.
28 g7
El resto no tiene interés.
28 ... e5
28 ... wd7 29 ad!+ .~.d6 30 ~g:112Jd4
31 l2le5+.
29 ~xh5+ ~d7 30 L!.dl+ :,td6 31 _itxe5
·'Lld4 32 fuxd4 (l-0).
Así pues, profilaxis. Esa es la forma
en que Petrosian resolvía sus problemas
de apertura. Vale la pena seüalar que
las partidas anteriores fueron disputa-
das antes de que conquistase el cam-
peonato mundial, es decir, en sus a!los
de mavor actividad, cuando su credo
creativo se reveló con mavor intensi-
dad. Casi siempre buscalxi situar sus
piezas en posiciones ideales, hacía todo
cuanto estaba a su alcance por restrin-
gir las posibilidades del oponente, v en
el momento oportuno explotaba la sn-
perior disposición de su ejército, ¡cosa
que conseguía hacer incluso ante los
mejorcsjugadores de su tiempo:
Después de su uiunfo en el Cam-
peonalo de la t.:R.<.;S, Petrosian también
tuvo una actuación destacada en el ln-
terzonal de Estocoln10 ( enero-rnauo
de 196'2), compartiendo el segundo lu-
gar con Geller, detrás de Fischer. ]ugó
con un solo objetivo: clasificarse dentro
de los seis p1irncros. una tarf'a que re-
sultó pertéctamente asequible para este
gran maestro de talento. Como Fischer,
finali1.6 el torneo invicto. (. .. ) 'Si Petro-
sian jugase con Ill<l\'(ff agudeza. sería el
jugad01· más fuerte del mundo', me di-
jo Fischer. Desde luego, a \'eces Petm-
sian parece olvidarse de las precaucio-
nes. \'cuando eso sun·rle. es realmente
 Gary Kasparo1 - YlIS <;E'.'L\LES PIUJlECESOREs !TI
temible. Sólo nos resta esperar que en
Estocolmo no se hava esforzado al má-
ximo, y que en Cura~·ao se comporte
como un auténtico tigre del <tjedrez"
(Kotov).
No sé si se comportó como un tigre,
pero en la maratoniana prueba que fue
el Torneo de Candirlatos de Cura¡;ao
(mavojunio 1962), de nuevo finalilú
invicto, haciéndose con el primer pues-
to y el derecho a enfrentarse a Botvín-
ník en un match por el 1í1ulo mundial.
¿Cómo superar a Botvinnik?
La habilidad de Tígran Petrosian
para explotar factores posicionales a
largo plazo es bien conocida, pero para
muchos, incluso fuertes jugadores, el
mismo concepto de "factor posicional a
largo plazo" suena vago: es como si ha-
blásemos de algo inconcreto, sin nin-
guna base matemática precisa.
Por supuesto, todo el mundo está
familiarizado con conceptos como es-
tructura de peones o debilídad de cier-
tas casillas, pero su significado a menu-
do es difícil de evaluar. En nuestra era
de ajedrez dinámico, puede suceder
que no se les preste atención en absolu-
to a tales conceptos, aunque es eviden-
te que debemos valorar tanto una bue-
na estructura de peones como la
posibilidad de explotar casillas débiles.
Pero lo más difícil, hasta para un buen
jugador, es la capacidad de poder esta-
blecer una correlación entre estos fac-
tores a largo plazo y la dinámica con-
creta de la posición. Por ejemplo, en la
Variante Cheliabinsk (1 e4 c5 '.! "2\t3
"2\c6 3 d4 cxd4 4 lt:lxd4 <l:lf6 5 ¿Líc3 e5 6
C,0db5 dti 7 a6 8 0a3 b5 9 J!Lxfü
gxf6 10 , las negras tienen un
enorme agujero en d5 y una debilitada
estructura de peones, pero en compcn-
sadón cuentan con \·arios factores di-
námicos a su fawir: ;cómo establecer
una correlación de unos v otros? Aquí
cs donde muchos jugadores caen en di-
ficultades.
Petrosian quizá fuese uno de los pri-
n1eros que aprendieron no sólo a ex-
plotar factores a largo plazo, sino tam-
56
bién a establecer una sutil correlación
entre cllos y las características dinámi-
cas de la posición. Es como si tuviese
un sexto sentido para percibir dónde v
cuándo podría llegar a su fin la iniciati-
va del ri\·al, mientras que las lagunas de
la posición contraría permanecerían.
l'no de los ejemplos más característi-
cos de su interpretación del ;tjedre1. es
la famosa quinta partida de su match
con ~1ijail Botvinnik (Moscú, pri1rnwe-
ra de 1963). Como escribe el propio
Petrosían, aquella partida fue cspecial-
mente memorable para él: era su pri-
mera victoria sobre Botvinnik en tor-
11cos oficiales (el comienzo del match
había sido favorable al campeón: + 1
=3), y además consiguió imponerse,
por así decir, a partir de una posición
igualada.
------~-----·····--·~·-~
312
T. Petrosian-M. Botvinnik
Iiiomi l 963
Campeonalo rü·l Mundo, 5" partida
Defensa Grünleld (D94)
1 c4 g6 2 d4 lí:Jf6 3 C1Jc3 d5 4 lí:Jf3 .'li.g7 5
e3 0-0 6 il;e2
Es interesante el hecho de que Petro-
sian empicase una tranquila y modesta
variante contra la Defensa Grfmfeld,
en la que las negras disponen de más
de un método para igualar. Botvinnik
eligió el más directo.
6 .,. dxc4
El aspiran1e contaba también con la
principal respuesta teórica por enton-
ces: 6 ... e6 7 0-0 b6 8 cxd5 exd5 9 b3
~b7 10 .'tb2céí:Jbd7]1 'lic2 a6 12 J:tacl
.l"f.c8 13 !'1fi:ll 'Vlie7 14 tvbE! llfr\8 15
j>~fl c5, con excelente juego de las ne-
gras (Sokolsh-Botvinnik, Leningrado
1938), en cuya línea había preparado
la mejora 9 b4!, con la posible secuen-
cia 9 ... c6 l O a4 l:lc8 11 .~a3 (Sima-
gin-Osmanagic, Sarajevo 1963).
7 li..xc4 c5 8 d5 e6
¡Por supuesto'. "Si las negras quisieran
obtener una posición complicada ha-
brían jugado í ... l¿\ldí, trasponiendo a
la versión Smvslov del Gambito de Da-
ma Aceptado,' o bien 8 ... l¿je8, ~eguido
de ;2Jd6. Pero en ese momento del
match, Botvinnik se contemaba con la
simplificación, sobre todo con neg1·as~
(Petrosian).
9 dxe6 Vxdl+ 10 ~xdl ~xe6 11 ~.xe6
fxe6 12 ~e2
Como luego admitiría, a Petrosian no
le preocupaba durante su preparación
para el encuentro la perspectiva de que
se produjese este final.
"Los habituales más impacientes de la
sala de prensa comenzaron a irse a ca-
sa. Pero el final resultante es muv com-
plicado. Los peones blancos crean una
impresión favorable, gracias al peón
aislado de e6. Por supuesto, es dificil
imaginar que las blancas podr;ín crear,
t'n algún momento, la amenaza de g-a-
narlo. Pero el defecto fundamental de
un peón aislado no es sólo que pueda
convertirse en un objetivo, sino que la
casilla o casillas delante del mismo pue-
den resultar magníficos puntos fuertes
para las piezas contrarias. Así, uno de
los caballos blancos podni ocupar una
posición ideal en e4" (Petrosian l.
12 ... ZLlc6
La jugada más natural: las negras asu-
men que un rápido desarrollo y aclivi-
dad de piezas compensará de sobra la
debilidad de su peón de e6. 12 ... 1Lid5
13 l¿\e4 (o bien 13 L2Jxd5 exd:> 14 ñdl
:t::d8 15 tl:ía6 =) l3 ... cua6!? (bol e-
tín del match), o incluso se recomen-
dó 13 ... "aunque, en este caso,
14 ad 1 :!.ad8 15 lllfg5 deja a las blan-
cas con una ligera iniciativa" (Petro-
sian). Sin embarg-o, creo que después
de 15 ... [jjc7 16 tt.Jd6 l¿\h8'. 17 éllge4 b6
18 rí:bl c'2:Jc6 19 ~d2 l¿jd5 20 tlíc4 ~dí
y :&tfd8, las negras no tienen especiales
problemas.
En lugar de la continuación de la parti-
da prefiero 12 ... h6!? l\'aturalmentc, es
dificil decidirse por una jugada pura-
mente profiláctica que no contribuye
al desarrollo pero impide que el caba-
llo blanco llegue a g5. Sólo es una iluso-
ria pérdida de tiempo, pues, tras tlíg5,
las negras deben emplear un tiempo
en jugar ya que si e6-e5, las casillas
blancas quedarían definitivamente de-
bilitada<> y el alfil de g7 pa'>aría a ser nn
alfil "malo". Por ejemplo: 13 l¿\d2 iifJd5
(13 ... t?Jc6!?) 14 illde4 L¿jd7 (14 ...
tl:Ja6!?: 14 ... b6!? 15l:dl ñd8y/LJc6) 15
J:!.d 1 l¿jxc3+ 16 filxc3 [jje5, o bien 13
ií.JeS g!í! 14 lidl 4'Jd5! 15 l¿jxd5 ~xc5
16 f4 exd5 1 í fxe5 %!d8, con juego de
doble filo.
Resumiendo, después de 12 ... h6!? las
neg-ras mantienen el equilibrio diná-
mico sin mayores problema5. Pero es
probable que Botvínnik ni siquiera
considerase una jug-ada así. ¿Por qué
debía hacerlo? Las negras tienen una
posición que parece sólida. De estas
microimprecisiones se nutre a veces la
derrota.
13 tidl
Con 13 ií.Jg5!' ilfr8 14 :tl.d 1 conserva-
ban las blancas una pequeña \'Cnt<tja.
Ahora era posible seguir con 14 ... hfi
15 éLige4 11Jxe4 16 illxe4 h6 17 l:l:b 1
::tad8 18 lli.d2 ñd:} 19 .l!l.c3 l:!ed8, etc.
13 . ., nad8
Una alternativa más simple era 13 ...
1117!? (Flohr, Petrosian) o, como antes,
13 ... Mi!?, impidiendo la maniobra da-
ve 'ug5-e4.
14 lhd8 J:xd8 15 'llg5!
Buscando alcanzar la casilla c4 con ga-
nancia de tiempo.
15 ... l;e8
Ahora resulta evidente que el control
de la columna d era ilusorio (sería ma-
lo 15 ... c5', por 16
16 ci:Jge4 0xe4
''Ern preferible 16 ... bfi l 7 t/:lxf6+ .Jii.xffi
18 Clle4 ~.g7 ( e7)" ( Petrosian). Estoy de
acuerdo, pero en cualquier caso es evi-
dente que la dinámica negra se ha eva-
porado. Sin embargo, las tablas siguen
siendo el resultado m;"Ís probable de la
partida, pues no podrá ganarse sólo
con el peón débil de e6 y el fuerte caba-
llo de t>4.
17 0xe4 b6 18 .::tbl
Una tranquila preparación de ~d2,
con lo cual resulta que la presi6n de las
negras sobre la gran diagonal también
es ilusoria.
18 ... ~l:ib4!? 19 Ji.d2! 0d5
'"Está claro que la variame 19 ... ;;'..:Jxa2
20 l::!.al CZJM 21 .ii:.xb1 cxb4 22 D.xa7
~xb2 23 ::.;b 7 es hf'neficiosa para las
blancas porque su oporwnte queda-
ría condenado a una larga defensa"
(Petrosian).
20 a4 '.:c8
Después ele 20 ... ,~jfü!? 21 'i.Jd6 lld8 22
c:Uc4, las posibilidades de las blancas
son ligeramente superiores.
21 b3 Lf8
Creando una amenaza tacnca para ali-
Yiar la situaci6n 22 ... c4 23 lle l cxb3! 24
.l:::xc8 b2 25 iicl bxc 1 26.ic.xc1 a6
22 :\:el lLei
"Los comenlaristas condenaron ele for-
ma unánime esta j Ligada. Pero más tar-
de las negras podrían haber consegui-
do una aproximada igualdad. mientras
que tras 22 ... ~c7 23 :t:1gl"l no les resul-
taría facil ckkndcrse" ( Petrosian). Por
ejemplo: 23 ... 24 d'.? h6P 2.> CLlh'.)
."2Jf6 26 f:i, con idea de é'Z.Jf2-d3 V b3-b4
(Speelman), o bien 25 t::Jl'i 'LJf6 26 ::':.c4
lí:id7 27 b4. Era más intcresan1e jugar
22 ... a6!? (Tal), a fin de crear contra-
juego en la columna a y contra el peón
de b5 Iras 23 b4 c4 24 b5 axb5 25 axb5.
927
De todos modos, las negras han jugado
su alfil a e7, pero la posición similar,
después de 16 ... b6!? (con el caballo en
cfi y Ja posibilidad dejugar efi-eJ V Wf7-
efi) habría sido mejor para ellas. Es de-
cir que, paso a paso, las negras van ce-
diendo terreno y, poco a poco, sus
problemas aumentan. Sin embargo, el
jugador que las conduce no es un juga-
dor cualquiera sino el gran Botvinnik, \'
este torneo no era el Campeonato de
l\Ioscú sino un match por la corona
muudial. La posición es tan complica-
da que encontrar el esquema correcto
ante el tablero resultó una difícil tarea
hasta para el campeón del mundo.
23 b4!
Un plan comprometido, pero induda-
blemente correcto. para crear una se-
gnnda debilidad en la colunma c. Pe-
trosian sólo se decidió por este plan
tras una larga reflexión.
23 ... c4
El avance del peón e paree<:> reponarle
contrajuego a las negras, pero se trata
de un camino de doble dirección: por
un lado es un pe6n pasado, pero por
otro es débil. Si 23 ... ';í:/17, a Pe1rosia11
le parcda convincente la siguiente lí-
nea: 24 bxc5 hxc5 25 ~ri3 ~i:lb6 26 a:S
el+ 27 @d4 rld8+?: 28 @e'.~ :1d3+ 2:1
ít•c2 ¿i.Jd5 30 l"thl (yo añadiría 'Hí
~d l ! ) . aunque despu~s de 27 ... C'i'a·l!
28 J;l.c2 (pero no 28 .tlxc4? .í';d8+ 29
>~?e5 illb2: Speelman) 28 ... h6 2Y D.a2
clíc8 30 ~xc5 las negras hacen
tablas. En caso de 24 l'k4! h6 25 bxc5
hxc5 26 a".1, por otra parte, tendrían
que afrontar una tediosa defensa.
24 b5 '±>f7
Es probable que Botvinnik subestimase
d inteligentejuego que las blancas des-
plegarán contra el peón c. Tenía que
haberle prtestado una seria considera-
ción a 24 ... (;:a3:; (muchos comenta-
ristas indicarnu qrn· 24 ... c:i? también
era aceptable. omitiendo 25 &c.::;xc3!
.\tac) 26 2ZJxdfJ, ganando) 25 J:::c2 c3~
Uherh<tj) 26 ,i;.xc3 !!c4 (si 26 ... ;1b4?!
27 l:l:?d2 J'!'.c-.1 28 .i'~xb4 J;xd 29 k.d6
t!xa4, Petrosian tenía la intención de
jugar :m f3') 27 c;t>ct;) ::;xa+. Por ejem-
plo: 28 :::!a2 l::!xe4 29 L;xa3 ·'í:::xc'.i 30
~xc3 D.e5 '.~ 1 %:::xa7 D.xb:) ( l'etrosian J 32
l":b7 ~c5+ 33 \iid3 h!í: o bien 28 t'.jff\+
i::Jxffi 291'xf6 ~f7 :io ~.j;_c\4 ádtí'. o 28
,~d2 áeT \' aunque en todos los casos
las blaucas tienen una vent.aja mínima.
las negras crn1se1Yan buenas perspecti-
rns de tablas.
25 &.c3! t~.a3 26 :'.l.c2 c'2;xc3+
27 l:.xc3 \li..b4 28 :'f.c2
28 ••• -;.'r;·e7?
Probablemente, el error decisiYo. Tam-
bién era dcsesperadojugar 28 ... i..c7i"!
29 'Lld2 e:) '.)() 2lle4 fic4 31 -~xc3 ab·I 32
wd3 h6 (P. H. Nielsen: :)2 ... ~n.1; 33
Ziíc4! l''l'.xa4 34 b..c7+ e7 Z)?í é'2,g5+) :B
1fa2 !tb'.) (33 ... lli :14 ·~d!l '.\4 wc2
J::b4 35 con posibilidades de ma-
terializar el peón de ventaja. La única
defensa ahora era 28 ... t~i1! 29 ·'2:!d2 c3
30 0:k4 ·;t>e6. Por ejemplo:
1) 31 ¡;:¡ hfi~! 32 wd'.) J::f.d8+ 33 \t•c4
;!;d2 '.H .~b3 iixc2 '\5 wxc2 ,.-Qd:i '.\11
;t.d3'. d 37 wxc2 \tc4 38 c2:Jd2+! iLxd2
'.i9 ~xd2 \~?b4 40 ;r;d3 'Í.'xa4 11 •,';e l.
ganando (Tal). Por ejemplo: ·11 ... h:):?
(Speelman) 4:-.! h4l \t;;a5 43 e·f'. a6 4·1
bxa6 lh+ 4r, wd5 wxafi 1() 1.t•xe5. ele.
(Ovoretsky). pero "conservando todas
sus piezas, las negras pueden re~istir"'
(l'etrnsian): 31 ... l!i.a5! '\2 Wd3 l;';dl-\+
3'.\ •i;d .:':.d2 '.H éi;.h3 )"(d'.l 35 fte2 t:d l.
con tablas.
'.:!) :\ 1 -;.17<!:-\ fül8+ '.{2 ·~·c4 :'id2 '.ti ,tli:l
í1xc2 (no :n ... Qd:"i:? '.H 'ÍJxc'.l+ .k.xd
:Fí ~~xc'.\ f.:xc::!+ % ';l..ixc2 }.¡el '.l7 t:l j;·b !
'.)8 ~d'.1 >:l:?xa4 '.)CJ \ 0lc4, ganando, como
cn la Y<U"iante l) 34 ~xc:2 •;[;cl:"1 :i:-, <·"•j().
;:';d '.-\6 ,:2Jxh7 ,lj, e7! ;)7 f4 ext4 '.18 exf4
>'::rb4 39 ~xa4 40 \i•xc'.) ~xb5 4 l Cí
42 gxf'i cc5 n m >:l.xrn+ 41 :.ZJxfü
con tablas. o bien 3!í '!:Jxc'.h ,!:;el
'.H) él:Je4 .1,..e7. con compensación sufi-
ciente' por el pctín (Spcelman). Cicrta-
meme. después de 37 g4 :vb4 '.)8 \l:;•(n
( 38 i"i:Jc3 ~c4 í 38 ... "1?xa4 :.J9 •.Z-1c4 \;1;-a5
(39 ... ¡¡;5 1;. Drnretskyl 40 f1 cxf.1 41
exll a6 42 bxa6 \t;;xa6 43 f5 gxEí 44 gxCi
b5+ 4:) 0:;h3 ·>tib6 16 f6 ~f8 47 cíJ¡.(i li6
rn '.uh 7 .&. cl6 49 17 Wdi 50 18'!@ .111 xf8 r¡ 1
:::Jxf8 \1d5. () bien 45 '>td3 wb(i t(i lb
,:,.a:1 ·17 J7 ,;;;c6 -rn h6 (no 18 ...
,td:i: 49 ~xh7 ~·e6 18114\' &xf8 51
Lixrn+ -;1:;Fi 52 ff'\d7
,-,4 ganamlo l 49 v las negras
logran tablas:
;¡) 49 .. ;;>;•d5 !10 f8llf :.-& xrn r>1 ::'.Jxf8 h-l 1
les esencial a\·anzar el peón a b'.1: 51 ...
~·e.fJ~ 52 iid7+ \!tf4 53 we2 b4 54 0.:.06
,3;>g4 ,-1:'> ~f,•f2. v ganan) 52 :t::d7 b3 53
!'Jffi+ (o bien:)'.) él:Jh6+ Wc5 !í4 Wd \t;•fi
.5.11 él:Jc4 \t•l2 ·;i;;it4, con l<tblas)
h!) 5:'> t!Je3 Wei"'i :>11
~uc4+ \t'14 5 7 wg4 !'>8 wf2 wf4 5ll
h3 ;!;{5 60 :'1e'I ·.i.g') 111 <;pf3 ;1/Fi 62 h4
~ie6 63 c;}«.4 lfiJb 64 c;i/f4 c;t et) 1)5
0
';Rd!í 66 2:::Jd2 b2. con lahlas.
 Gan Kasparov - Mis CF\iiALFS l'RFIH.r:Fso1u.s
b) 49 ... ~d7!? (esto es lo nlás senci-
llo) 50 f8'1W ~xf8 51 lilxf8+ óe7 52
ttJg6+ wm 53 1:'L:ih4 b4 54 tllrn b3 5.5
wc3 wf5. (J bien 53 :t:if4 wf5 !";4 0e2
55 b4 !J6 ~ic4 ',~fl 57 ·;!;,xb4
con tablas.
29 li:ld2! c3
El peón e no puedcc salrnrsc: 29 ...
Jtxd2 30 wxd2 wd6r! 31 wc3 óc:i :)2
11d2. o bien 30 ... '.l':dS+ 31 Wc3 lldl 32
Wxc4, aunque, en opinión de Petro-
sian. este final de torres debería darles
a las neg1·as la oportunidad de una te-
naz defensa.
30 :t:Je4 :&.a5 31 ·~d3 .l:!.d8+ 32 '~c4 J::dl
32 ... l::'l.d2 33 <;;i;¡b31
33 0xc3 :th l?
La última posibilidad era jugar '.~3 ...
que es lo que Petrosian temía,
puesto que "el final de torres, aunque
parece tan poco prometedor, les ofre-
cería a las negras l>tl!-. HH'jOITS posibili-
dades de salvad6n".
Cierto, después de 34 ~xc3 es durloso
jugar tanto 3·1 ... ah l 35 h3 ~d7 ( reco-
mendación de los boletines) 36 wrl4!
Z'l:al 37 i;>e5 llxa4 38 wf6. etc, como
34 ... wf6 35 ~d2! ~al 36 .!'.!d7 l:Xa4 37
l'::.xh7 .!:i'.a2 '.)8 .l:.h3! ~xf'2 39 d:f3+ ax!:)
40 gxf3. con un final de pemws gana-
do. Sin embargo, una ten ta ti Ya más te-
naz es 34 ... g5!; (Teschner), y el cami-
no ganador es más bien tortuoso.
34 <l'Je4!
Brnnstein calificó a esra jugada de "va-
liente decisión".
34 ... llxh2 35 wd4!
Devolviendo el peón, las blancas han
logrado una dominación total: se ame-
naza l:::c7+.
35 ... wd7
60
Ill
929
36 g3
También era decisivo 36 g4 h5 37 We5'
hxg4 38 l'¿jf6+ \;Íife7 39 t2Jxg4 ::':th5+ 40
we4 (Petrosian), pero en apuros de
tiempo el aspirante jug6 con la mavor
seguridad posible, transformando cú-
modamente su ventaja en victoria.
36 ... ~b4 37 >i?e5 ñh5+ 38 ;1;;f6 i;.e7+
39 ~g7 e5 40 ,l;c6! rthl 41 tj;Jf7!
La jugada secreta. La sesión del aplaza-
miento, que tuvo lugar al día siguiente,
no se prolongú mucho.
41 ... ttal
Sí 41 ... :;:\h5 42 a5!
42 ae6 .\kd8
42 ... kb4 (c5) 43 l:xe5.
43 :ld6+ Wc8 44 '~e8! ~c7 45 ~c6 :;;dJ
O bien 45 ... :tlxa4 46 cl:íg5, con la <lín·r·
tida variante 46 ... lt>b7 47 ille6 .~h8 4K
ti::d8+ wa8 49 J:c8! y lilc6 (Petrosian).
46 lLlg5 J::(d8+ 47 wf7 kl.d7+ 48 ltig8
Las blancas se rindieron.
Considero esta partida un ejemplo
muy significativo. Después de todo, la
calidad de las partidas que estudiamos
siempre debería ser juzgada en rela-
ción con la fuerza de los jugadores (al-
go que me parece a menudo se igno-
ra). Pensemos sólo en esto: ¡una
"sencilla" victoria como ésta a expensas
del campeón del mundo! Qué difícil
habrá resultado sopesar la influencia
de esos factores a largo plazo en la posi-
ción si hasta el propio Botvínnik pensa-
ba que lograría tablas sin mayores pro-
blemas.

La batalla ulterior en el match fue
muy difícil. Al ganar también la 7ª par-
tida, Petrosian tomó la delantera, pero
la iniciativa pasó a manos de BOl:vinnik;
sin embargo, la opinión generalizada
de que Botvinnik ejerció una fuerte
presión, me parece exagerada. No obs-
tante, en la H" partida (tomo Il, parti-
da núm. 219), a base de fuerza de YO-
luntad, quebró la tenaz resistencia de
Petrosian, nivelando el marcador. Mu-
chos observadores debieron haber creí-
do entonces que la colosal experiencia
de Botvinnik en la lucha de match y su
carácter competitivo iban a resultar los
factores decisivos en el encuemro. Sin
embargo, un minucioso análisis del
mismo revela que, en esencia, no tenía
posibilidades reales de salvarlo.
La 15ª partida resultó ser el momen-
to crucial. Creo que el hecho de que
Petrosian tomase de nuevo el mando
acabó con Botvinnik. Después de esa
victoria, Botvinnik difícilmente podía
imaginar que en la siguiente partida no
sólo sería denotado sino superado en
todos los aspectos de una complicada
lucha.
313
T. Petrosian-M. Botvinnik
Mo.1rú 1963
Campeonato del 1\ifundo. 15ª /iartüia
Defensa Grünfeld (D98)
1 d4 liJf6 2 c4 g6 3 ll:\c3 d5 4 ~b3
En esta ocasión, a diferencia de la 5ª
partida, la línea elegida por Petrosian
es una de las vaiiantes de doble filo v
por entonces menos estudiadas, intrC:-
ducida por el propio Botvirmik, en una
partida contra Levenfish (8° Campeo-
nato de la URSS, Leningrado 1933). En
lo profundo de su alma, es posible que
le gustase ese giro de los acontecimien-
tos, pero pronto se encontraría con des-
agradables problemas.
4 ... dxc4 5 'ilxc4 Ji.g7 6 e4 0-0 7 Ji.e2
tt:lc6 8 tt:lf3 i2id7 9 Ji.e3 tt:lb6 10 'ilc5
10 'ild3 fü!?
T!CRA7' IX
10 ... Jtg4 11 d5!?
11 .!;l'.dl habría traspuesto a una posi-
ción de la sensacional partida Botvin-
n i k-Fisc her (Olimpiada de \'arna
1962), que continuó con 11 ... 'l!<Vdfi'.
(tomo Il, partida núm. 225).
11 ... it'Jd7 12 'iifa3 .ilxf3 13 i,xf3 é/Jd4
14 0-0-0 tt:lxf'3
.\1uchos sugirieron 14 ... c5 15 dxcli
pero después de 16 ~b 1 'ilrc8 17
las blancas conservan la pareja de
alfiles y un plan activo con f2-f4 v e4-ef>.
"A Botvinnik le gustan las po~iciones
más seguras" (Konstantinopolsky).
15 gxf3 l'Ub6
Si 15 ... c6. entonces 16 rlxc6 bxc6 17
h4! Iie8 18 h:) 'ilrc7 19 14, o bien 17 ...
h5 18 f4.
16 'i'b3 'ilrd7?!
Era más llexible 16 ... con idea de
17 h4 c6l (un rayos X sobre la columna
e) 18 dfi (18 h5 cxd.~, o bien 18 Wbl
.lÍ!,xc3! y cxd5, en ambos casos con igual-
darl) 18 ... exd6 ] 9 11xdfi, y aquí no
19 ... 'ifc7?! (Konstantinopolsky) 20
.!:ld2 (20 i,f4? 0c8!, pero no 20 ... Ji.h6?
21 :í:xg6+ hxg6 22 i,xh6 l:k8 23 h5,
con ataque) 20 ... l:í:ad8 21 h5, ni 20 ...
h5 21 ligl! ~h7 22 l:i:gdl, con iniciativa
de las blancas, sino 19 ... ,.te5! 20 J:ld3
'ile6, con igualdad (2114?! Jí,,xc3!).
17h4!
No tanto un ataque como una tentativa
por crear debilidades.
17 •.. h5
¡La tentativa ha tenido éxito! Las blan-
cas tienen ventaja después de 17 ... c6
18 h5 cxd5 ( 18 ... Ji.xc3!?) 19 hxg6
hxg6 20 j/,xb6! axb6 21 tt:.lxd5 (Kons-
tantinopolsky) 21 ... 'ille6 22 ~bl 1.:tfd8
23 ~b4 @IB 24 a3! 'ilrd6 25 'ii'xb6 e6 26
'llxd6+ .l:l:xd6 27 tt:.le3, con posibilidades
de materializar el peón extra.
18 f4
Con la intención de proseguir el avan-
ce f4-f5.
61
Gary Kasparo\ Mis GE~IALES PRHJFCESORES
9.~0
18 ... e6!?
Es extrafm que los comentaristas no ha-
yan mencionado la otra jugada natural
para minar el centro, 18 ... en: La inme-
diata 19 f5 se para entonces con 19 ...
.i!i.xc3! (las negras sólo tienen que de-
fender su peün de g6, y el alfil no es ne-
cesario para eso) 20 'lrxc3 (20 bxc3
cxd5 21 fxg6 fxg6 22 exd5 Yac8 23
!l:hgl Wh7 es más flojo) 20 ... cxd5 21
wbl fHa4 en ...Z:ac8 22 'lrb3) 22 l:id4
'l!Vc6, sin contrajuego.
19 .!:!hgl! es más venenoso. Por ejem-
plo: 19 ... cxd5 ( 19 ... :.!&xc3? 20 l::txg6+!f
wh7 21 .l'lg5 j:_g7 22 l:íxg7+ wxg7 23
í:!,gl+ ~h7 24 'l!Vdl. ganando) 20 ~xb6!
axb6! (20 ....!Íixc3(! 21 J;,xd5 'lic6 22
!'!.xg6+111Wxg6 23 :g5) 21 tZ::,xd5 'i'e6 22
lldel, o bien 19 ... wh7 20 f5 cxd5!
(20 ... ~xc3? 21 '\Wxc3'. cxd5 22 'l!Ve5!,
ganando) 21 :t:Jxd5 lt:Jxd5 22 J:xd5
tfc6+ 23 '\Wc2, con una ventaja mínima
que va diluyéndose.
19 dxe6 '\Wxe6 20 'lixe6 fxe6
En el final que se ha producido, la es-
tructura de peones negros es, más o
menos, la misma que en la 5" partida
antes comentada. Sin embargo, aquí es
más difícil evaluar la situación, puesto
que los peones blancos también están
dislocados, de modo que su ventaja no
parece concluyente. Pero en esto resi-
de precisamente la habilidad del juga-
dor: saber sopesar con precisión qué
debilidades son más importantes. Las
debilidades negras de e6 y g6 son clara-
mente perceptibles, aunque por el mo-
mento no esté claro cómo podrán ser
explotadas.
III
21 l:i.hgl @h7
Ya no es bueno 21 ... Jtxc3: después de
22 bxc3 Wh7 23 B:g5, la posición negra
no es envidiable.
22 ll:ib5! l:U7 23 llid4
Un tema conocido. Petrosian ha conce-
bido la importante maniobra de caba-
llo, vía f3 a g5. atacando de paso el
peón débil de e6. Si 23 b3, entonces
23 ....2lh6! (aferrándose al peón de f4)
24 ~bl .11e8, con igualdad (pero no
24 ... ~xf4?! 25 ~xf4 E:xf4 26 llixc7).
931
23 ... ~e8?
Sin duda, el error decisivo. Era más te-
naz 23 ... .ltxd4 24 l":xd4 ñaf8! (24 ...
como se recomendó en el boletín
del match, es más llojo, debido a 25
:llg5! .E'.d7?! 26 f5!).
Otra idea interesante es la tentativa de
lograr contrajuego con 23 ... s'L\c4!?
(que nadie mencionó antes), a lo que
puede seguir 24 llixe6! (24 b3 "Uxe3 2!'>
±Xe3 j,xd4! 26 J:l.xd4 e5!; 24 e5 );;(c8! 25
llif3 .lth6 26 ag3 llib6!) 24 ... .ltxb2+ 25
>t-c2 ~f6 26 ~.d4'. (apenas ofrece nada
26 <ug5+ 27 .:;:rxg5 l:te8 28 f5
"Uxe3 29 fxe3 gxf5 30 J:l.xh5+ wg7) 26 ...
Se8 (26 ... .ltxh4? 27 f5! gxf5 28 l:hl
l:1e8 29 lllf4 c5 30 ganando) 27
.ltxf6 Sxe6 (27 ... :&!.xfü?! 28 .b.d7+ @h8
29 l:txf4? 30 28 e5. y las
blancas retienen la iniciativa:
1) 28 ... l:l.exf6?! (no es factible 28 ... c5?
29 f5! gxf5 30 l:!:d8) 29 exffi l:xf6 30
l:d7+ liih6 31 1:txc7 ~xf4 32 li:xb7
.i:!:xf2+ 33 liid3.
2) 28 ... l:tc6?! 29 ~b3 líJa5+ :m liib4 b6

(o bien 30 ... J:l.a6 3 l f5 gxf5 32 l:g5
wh6 33 :i.xf5 illc6+ 34 lt?b3) 31 wb5
lk5+ 32 \t>a6 ll::c6 33 @b7 J:k2 34 I:tgel.
3) 28 ... l:!.e8! 29 l:!.g3! (si 29 !!g5, las ne-
gras se salvan con 29 ... ll::d6! 30 l:dgl
ille4, o bien 30 cxd6 l:Xf6 31 lle5 l::ld8
32 lle7+ lt?g8! 33 lhc7 :!:fxd6, con ta-
blas) 29 ... Q:id6!? 30 l:l:e3! illf5 31 lled3
\t>g8 (31 ... tl:íd6? 32 exd6 l:lxf6 33
dxc7) 32 l:l:.d7 l:c8 (no 32 ... tl:íd6? 33
l:rxf7 @xf7 34 exd6! @xf6 35 dxc7 l:k8
36 .!:d7 lt?e6 37 llg7 @ffi 38 J::l'.h7) 33
\t>b3, etc.
No obstante, esto hubiera sido mejor
parn las negras que la continuación de
la partida. Es bastante sintomático: Bot-
vinnik de nuevo demostró no estar
preparado psicológicamente para una
larga y penosa defensa en un final infe-
rior. Para él, un hombre de acción, era
muy duro obligarse a jugar posiciones
técnicas, pasivas y "blandas".
24 tl:íf3! ~h6 25 tl:íg5+ ~xg5
Esto es forzado.
26 l:lxg5
Ha surgido una estructura familiar
(véase nota a la jugada 21 de Botvin-
nik), pero aquí las negras no han logra-
do crearle una debilidad a su oponente
en c3, de modo que su posición está es-
tratégicamente perdida.
26 ... illc4?
¡Demasiado tarde!
27 l:l:dgl?
Es una jugada tan natural que a ambos
rivales se les escapó 27 f5!! (Konstanti-
nopolsky) 27 ... exf5 28 exf5 l:!.xf5 (28 ...
gxf5 29 I:l:dgl!) 29 :!:d7+ lt?h8 30 kd4+
ille5 31 .l:í.xf5 gxf5 32 f4, y las negras se
derrumban. Pero creo que Petrosian
habría descubierto esa idea táctica si
hubiese creído que debía buscarla.
27 ••• .Mg8 28 lt?c2! b6
La idea de Konstantinopolsky 28 ...
Q:id6 29 f3 a6, seguido de l:l'.d7 y un po-
sible tl:íf7, no es mucho mejor.
29 b3 tl:íd6
TIGRA'\ IX
29 ... tl:íxe3+ 30 fxe3 sólo hubiera servi-
do para reforzar el peón de f4.
30 f3 :d7 31 ~5g2 ~dd8
Es interesante ver la forma en que Pe-
trosian va reforzando gradualmente su
posición. Para empezar, quiere crearles
a las negras una debilidad en el flanco
de dama. Después de todo, las blancas
tienen alfil contra caballo, una ventaja
adicional cuando hayjuego en ambos
flancos y, además, sus ágiles torres po-
drán atacar a los vulnerables peones
negros.
No es menos interesante ve1· lo que ha-
ría un programa de ordenador en esta
posición. Aquí podemos ver el diferen-
te estilo de los diversos programas. La
versión 2000 de Híarr:s, por ejemplo, y
la más moderna de junior encontraron
~2 a41 muy rápidamente, mientras que
Fri.tz recomienda reiteradamente situar
las torres en la columna d.
32 a4! {jjf7 33 ~el! e5
Temiendo. con razón, 34 ~b2! y f4-f5,
las negras se desprenden de st; débil
peón e6, aunque t>ste avance "no es del
gusto" de la máquina que en pocos se-
gundos apunta la réplica:
3·í ~e3!
El "t¡,;rreo Tigran" juega con auténtica
lógica de hierro. Pero la computadora
demuestra ¡lo mucho que han progresa-
do ... las computadoras! Antes, unajug-a-
da pendular de alfil como ésta hubiera
quedado mi~ allá de sus posibilidades.
Fritz analiz;i también 34 J:!.g3.
34 ... exf4
6'.3
Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES
Según Konstantinopolsky, era más te-
naz 34 ... c5. Esa es también la opinión
de Junior, aunque no cambia el cuadro
general después de, por ejemplo, 35
a5. Una versión de Fritz sugiere 34 .. .
a5, para seguir 35 J:d2 (35 ~g3!?) 35 .. .
l:xd2+ 36 @xd2 l:Id8+ 37 @e2, con la
amenaza J::l.cl-c6 (mientras que, des-
pués de c7-c5, la debilidad del flanco
de dama negro es ruinosa).
35 ~xf4 l:td7 36 ~d2!
Una importante jugada, ¡y de nuevo en
sintonía con la máquina! El cambio de
un par de torres es útil, porque ahora
será más fácil crear la ansiada debilidad
adicional en el flanco de dama.
36 ... J:xd2+ 37 @xd2 1ld8+ 38 @e2 c5
39a5!
L'na precisa continuación del plan im-
plementado.
39 ... .i:d7 40 axb6 axb6 41 J:!.al @g7 42
::ia6!
La jugada secreta, y también una jugada
"de la máquina", obligando a la torre ne-
gra a adoptar una posición pasiva. Debe-
mos admirar, por supuesto, el progreso
de la informática aplicada al ajedrez, pe-
ro más aún la precisión matemática de
Petrosian. Es esta lógica lo que hoy pue-
de explicársele a una computadora, a sa-
ber, todas las jugadas que encajan en un
plan normal, que son comprensibles
hasta para una máquina. En la reanuda-
ción, el juego siguió así:
42 ... l::l:b7
42 ... b5? 43 :C:c6.
43 l:a8@f6
"La tentativa 43 ... b5 ·14 .i:!.c8 c4 no ha-
bría salvado a las negras debido a 45 b4!,
con la amenaza e4-e5" (Konstantino-
polsky). O bien, sencillamente, 45 bxc4
bxc4 ( 45 ... b4 46 ! ) 46 J:!.xc4, etc.
44 .l:Ic8
Hiarcs sugiere otra solución, 44 :l:IB, y
Fritz, 44 .!:!.g8, pero la idea clave aquí es la
misma, y las evaluaciones son idénticas.
44 ... i?Je5
64
Ill
O bien 44 ... ::te7 45 I:íb8 .i:te6 46 Ac7,
con ventaja decisiva. Aquí aparece una
distinción entre las máquinas y un gran
jugador... ¡del siglo pasado!
933
45@e3!
¡Sin pensar! Para un ser humano es evi-
dente que si las blancas se dedican a ga-
nar un peón con 45 Axe5+ @xe5 46
J:!:c6? (46 @e3!), las negras logran con-
trajuego con 46 ... Wd4!, etc. Pero una
vieja versión de Hiarcs invirtió mucho
tiempo luchando con este problema:
las varían tes que ganan material son la
prueba más difícil para los programa~
de la década de los noventa, y sólo un
análisis de cientos de miles de variantes
acaba incorporando 45 @e3! en el pri-
mer lugar de preferencias. No hay que
decir, por otra parte, que las versiones
más modernas de junicrr y Fritz resuel-
ven este problema al instante.
45 ... i?Jd7 46 l:k6+ wf7 47 e5!
Sólo Hiarcs insiste en 4 7 Ji_,c7.
47 ... i?Jf8 48 l':!f6+ @g¡ 49 @e4 b5 50
.l:c6@f7
O bien 50 ... c4 51 bxc4 bxc4 52 e6.
51 I:.xc5
Tras ganar un peón, Petrosian com,¡er-
te fácilmente su ventaja en victoria.
51 ... <iJe6 52 l:td5 @e7 53 ~e3 :C:b8 54
lld6 b4 55 l::ta6 l:lb5 56 ~a7 + @e8 57 f4
@f8 58 f5 (1-0).
Tras ganar la 18ª y la 19ª partidas,
Petrosian result6 vencedor del match
por 12,5-9,5 y se convirtió en el 9º

campeón mundial de la historia del
ajedrez.
Botvinnik admitió que había sido
incapaz de adaptarse al estilo cauteloso
y sorprendente, pero también técnica-
mente sofisticado de su oponente. "Pe-
trosian posee un peculiar talento aje-
drecístico", escribiría más tarde.
"Como a Tal, no le gusta jugar 'la posi-
ción' como antes se entendía. Pero
mientras que Tal procuraba crear posi-
ciones dinámicas, Petrosian crea posi-
ciones en las que los acontecimientos
se desarrollan como a cámara lenta. Es
dificil alcanzar sus piezas: las piezas ata-
cantes avanzan lentamente y se atascan
en el pantano que rodea el campo de
las figuras de Petrosian. Si finalmente
consigues crear un peligroso ataque, o
no te queda tiempo, o la fatiga habrá
hecho mella en ti''.
Para satisfacción del nuevo rev del
ajedrez y de todos los aspirantes ai tro-
no, desde este ciclo en adelante, la
FIDE abolió los matches-revancha.
"Considero que esta decisión es correc-
ta y justa", declaraba Petrosian en una
conferencia de prensa tras el encuen-
tro. "Después de todo, el aspirante se
proclama tal como consecuencia de un
proceso de clasificación objetivo. ¿Por
qué habría de sufrir un nuevo examen,
tras haber derrotado al campeón? Si el
aspirante no se hubiese ganado su de-
recho a pulso, entonces el derecho del
campeón tendría sentido". ¡Muy cierto!
El error del aspirante
Después de tres años de pacífico rei-
nado. Tigran Vartanovich se enfrentó a
otra difícil pmeba: un match por la co-
rona con el joven y muy peligroso aspi-
rante Boris Spassky (Moscú, abril:iunio
de 1966). Durante mucho tiempo, los
expertos opinaban que Petrosian juga-
ba de forma indecisa en posiciones ri-
cas en contenido táctico. Spassky basó
su estrategia de match en este factor,
sobre la base de crear, con ambos colo-
res, situaciones complicadas, de doble
filo, en las que pudiese superar a su
oponente. Pero la primera mitad del
T!GRAN IX
match, rápidamente le demostró al as-
pirante que estaba equivocado.
Después de seis tablas, en la 7ª parti-
da Spassky decidió emplear una idea,
que actualmente es habitual en los due-
los por el título mundial: jugó una de
las aperturas favoritas del campeón,
"en la esperanza de que -como lo ex-
presaría Petrosían- al luchar contra sus
propias annas, su rival tendría que lu-
char no sólo contra peligros reales, si-
no también contra los inexistentes".
Por desgracia para Spassky, su plan re-
sultó un auténtico fiasco.
314
B. Spassky-T. Petrosian
Moscú 1966
Campeonato del Mund.o, 7" partida
Ataque Torre (D03)
l d4
Por primera y última vez en el match, el
aspirante renuncia a 1 e4.,
1 ... lZJf6 2 lZJf3 e6 3 i,g5!?
¡Sorpresa! Como comentó con agude-
za Brnnstein: "Boris invita a Tigran a ju-
gar en el patio trasero de la casa en que
el último se crió". En cualquier caso, es-
ta forma de eludir la tranquíla Defensa
India de Dama no es peligroso para las
negras.
3 ... d5
Si 3 ... c5 4 e3, entonces 4 ... b6?! es flo-
jo en vista de 5 d5!, como en las parti-
das Petrosian-Kozma (Olimpiada de
Munich 1958) y, curiosamente, Yusu-
pov-Karpov (Londres 1989, match, 4').
También es bueno para las blancas 4 ...
li:lc6 5 lZJbd2 b6 6 c3 i,e7 7 i,d3 0-0 8 0-0
(Petrosian-Taimanov, Leningrado
1960), mientras que si 4 ... 'i!fb6!?, nor-
malmente sacrifican un peón: 5 lZJbd2
'li'xb2 6 Axf6! (no 6 i,d3 d5 7 c4 tll'c3!,
Spassky-Miles, Tilburg 1978) 6 ... gxf6
7 i,e2, con juego agudo, ¡precisamente
al estilo de Spasskyl
Sin embargo, es útil incluir 3 ... h6!, co-
mo jugó hace mucho tiempo Nimzovich
65
Garv Kasparov - \1IS CE1'L\LES PRF.DEC:ESORr:S l!T
(tomo 1, partida núm. 93), y después
Alekhine, Botvinnik y Tal. La retirada 4
j¡,h4 amplía las posibilidades de las ne-
gras, mientras que después de 4 .ílxf6
'lixfü, tienen una sólida posición, pues
los dos alfiles compensan la ventaja es-
pacial de las blancas. Karpov se defen-
dió de esta forma contra Korchnoi tras
un distinto orden de jugadas: 3 ... b6 4
e4 h6 (Hastings 1971-72), o bien 2 Jlg5
e6 3 e4 h6 {Moscú 1974, match, 19ª), y
a pesar de esos dos reveses, siguió utili-
zando este flexible plan.
4 1Cbd2 Íil.e7 5 e3 l2Jbd7 6 Íil.d3 c5 7 c3
b6
La alternativa es 7 ... mientras que
7 ... 0-0?! es impreciso debido a 8 t/Je5!
t/Jxe5 9 rlxe5 t/Jd7 10 Íil,f4! f5 ( 10 ... f6
11 '1Wh5!) 11h4!c412 con ataque:
12 ... b5 ( 12 ... t/Jc5!?. Petrosian-Ban-
nik, Tbilisi 1951) 13 t2lf3 lí:lc5 (13 ... b4
14 t/Jg5!) 14 g4 b4 15 gxf5 (15 t/Jd4!?:
Petrosian) 15 ... exf5 16 ~g5 g6? (16 ...
h6!) 17 h5! €:d3+? 18 .ílxd3 cxd3 19
hxg6 (19 lí:lxh7!) 19 ... hxg6 (19 ...
li,xg5 20 :l:xh7) 20 '1Wxd3 bxc3 21 bxc3
JlxgS 22 Jtxg5 'lia5 23 itf6 ñe8 24
'1Wd4 ~f7 25 e6+! :xefi 26 Íil.d8! (1-0),
Petrosian-Liublínsky, 17" Campeonato
de la URSS, Moscú 1949.
Por consiguiente. Petrosian no se
apresura a enrocar cono. Este tipo de
juego se basa en matices, en la capaci-
dad d<' determinar la prioridad en el
desarrollo de piezas, lo que viene a ser
¡una especie de acrobacias aéreas en
el tablero!
8 0-0 ~b7 9 l2Je5 !l:ixe5 10 dxe5 t/Jd7
!134
66
ll 1Lf4?!
"Siguiendo un camino conocido. Sin
embargo, hay un gcan 'pero': las ne-
gras aún no han enrocado y eso priva a
las blancas de la posibilidad d<" ntílizar
su peón de e5 como arma activa. Por el
contrario, se convierte en un objeth·o
de ataque", escribe Petrosian. "Más
apropiado era l l fi_xe7 'lixe7 12 f4, re-
nunciando a planes ambiciosos".
;Así es como deben jugar las blancas!
Después de esta partida, las negcas pue-
den elegir entre 12 ... 0-0-0, seguido de
f7-f6 (García Padrón-Korchnoi, Las
Palmas 1981) y la lenta 12 ... f6 13 exf6
gxf6 14 e4 0-0-0 (Spassky-A. Sokolov.
Bugojno 1986), o bien 13 'i'h5+ ~f714
'lie2 0-0! (l. Sokolov-Ivandrnk, Biel
1989).
l l ... \Wc7!
"Más enérgico es 11 ... g5 12 h5,
forzando 13 h3, y la posición negra es
muy atractiva" (Petrosian). Cierto, pe-
ro la resultante de 13 f4! h4 (Klaric-Ge-
ller, Sochi 1977) l 4 il.,f2 es menos clara.
12 lí:lf3
No servía 12 'l\!llg4? g5 13 li,xg5 ::tg814
h4 h6, o bien 13 Ag3 h5 - +; otra op-
ción es 12 'lih5!? (Crouch).
12 ... h6! 13 b4!?
Las blancas se ven ya obligadas a sacrifi-
car un peón por la iniciativa. A propósito,
conviene aclarar que ésta fue la verda-
dera continuación de la partida, y no
13 Íil.g3 g5 14 b4, como se indica en el
primer volumen de hifonnator y tam-
bién en el libro de Colín Crouch, How
to Dejend in Chess (2000).
13 ... g5!
Las negra' también lanzan un ataque,
descartando 13 ... cxb4?! 14 cxb4 ~xM.
en vista de l5 il:ld4!, y "por el momento
el peón extra de las negras no juega
ningún papel importante, míentras
que las posibilidades de ataque de las
blancas, con 'lig4(h5), .!:e 1, .ítg3 y f2-
f4-f5, son más que reales" (Petrosian).
En este caso, Spassh se hubiera encon-
trado en su elemento.

14 ~g3 h5 15 h4
"Después de la natural 15 h3, y en vista
de la inevitable g5-g4. las blancas de
nuevo habrían sido incapaces de prote-
ger su peón de e5" (Petrosian). Tam-
bién es posible la inmediata 15 ... g4 16
hxg4 hxg4 17 4.Jh2 Li:lxe5 18 ~b5+ (no
es mejor 18 é2lxg4 ~d6 19 bxc5 bxc5 20
tt',xe5 itxe5 21 Jtxe5 ~xe5 22 'ifa4+
'it>IB!) 18 ... 'it>IB 19 ¿t:Jxg4 ;,td6 20 f4
illxg4 (20 ... Li:lc4!?: Suetin) 21 'lllfxg4 f5!
y V!l/f7, con ventaja negra.
En lugar de 17 4.Jh2, Tal sugirió 1m agu-
do sacrificio de pieza: 17 Li:ld4?! cxd4 18
cxd4. Como diría Suetin, "en un match
por el campeonato del mundo, una de-
cisión tan radical no se le ocurre a cual-
quiera". Ciertamente, después de 18 .. .
i,xb4 19 í:!:cl (19 'llfxg4 Jta3') 19 .. .
'l!lí'd8 20 V!l/xg4 1:tc8 21 'ilfg7 :l:l:IB 22 Jtf4
illb8!? y >tid7, la> negras pueden recha-
zar el ataque, quedando C'On Yentaja
material.
15 ... gxh4!
Las negras abren la columna g. Des-
pués de 15 ... g4. a Petrosian no le gus-
taba 16 f2:lg5 .':l:lxe5 17 ~b5+, pero ade-
más las blancas tendrían contrajuego
con 16 4.Jd2 .':l:lxe5 1 7 bxc'í bxc5 l8
ií.b5+ wf8 19 e4 (Suetin).
16~f4
Pero no 16 8xh4? c4 1i i.'.c2 i,xh4 18
.í11,xh4 V!l/xe5.
16 ... 0-0-0
"Las negras enrocan intrépidamente,
bajo el fuego de las baterías enemigas,
asumiendo con buen criterio que su
ataque en el flanco de rey resultará más
rápido y peligroso" (Tal).
Una interesante alternativa es 16 ... h3
17 gxh3 (17 g3? h4!) 17 ... 0-0-0 18 a4
(18 bxc5 bxc5 19 V!l/a-P d4!) 18 ... fül?
19 exffi ~d6 (Crouch), con iniciatirn
de las negras, por ejemplo: 20 .~..xd6
'l!lí'xd6 21 a5 c4 22 axb6 axb6! 23 ~c2
.':l:lxf6 24 'i'd4 l:!.dg8+ 25 ~h l .':l:lg4! - +.
TIGRAN IX
935
17 a4?
Según la opinión general, era necesa-
rio 17 bxc5 bxc5 18 I:bl, pero Petro-
sian difícilmente hubiese abierto lapo-
sición en el flanco de dama, de modo
que lo más probable es que hubiera ju-
gado 17 ... 8xc.5!, puesto que el ataque
de las negras en la columna g es bas-
tante más serio que la ocupación de las
blancas de la casilla d4. Por ejemplo:
18 0d4 (18 lí.,e2?! J:dg8 19 wh2
:lg7, l:hg8 y élle4) 18 ... Li:lxd3 19 'liHxd3
V!l/c4!, seguido de l:h(d)g8. etc.
17 ... c4!
Un procedimiento que se ha vuelto es-
tándar. Las negras bloquean el flanco
de dama, sofocando así la iniciativa de
su rival y garantizando la seguridad de
su propio rey, con lo cual quedan con
las manos libres para actuar en la co-
lumna g (y, en algunos casos, para se-
guir también con i,f8-g7, ganando el
peón de e5). U na vez más, Petrosían
comprendió sutilmente que la pose-
sión de la casilla d4 no le reporta nada
especial a las blancas. La capacidad de
calibrar factores de distinto orden es
precisamente lo que distingue a los
grandes ji 1gadores.
18 .lte2
Esto conduce a un habitual callejón sin
salida, pero el golpe táctico 18
sugerido por muchos comentaristas,
tampoco habría servido de mucho. "Si
las negras muerden el anzuelo, 18 ...
exf5 19 e6 J!Ld6 20 ,~xdfi V!l/xd6 21
cxd7+ i:!.xd7, quedan ya con dos peones
de ventaja, pero tras 22 8d4!, las posi-
bilidades de las blancas no son peores
67
 Garv Kas paro\' l'vfl'; CE>:HLES PRfDF.U},ORES ![ l
en modo alguno (esto es cuestionable, en
vista di' 22 ... h3! 23 gxh3f4; 22 &:Jxh4 y
'i1fl d4 jJarece más tenaz: G. K. ). Es curioso
que Spassky hubiese visto 18 Af5, como
señaló inmediatamente después de la
partida. Pero prefirió no llevarlo a h3
(si las negras rehusaban su captura en
f5). donde no habría estado bien situa-
do estéticamente. pues parecería un
extraño peón grande. Sin embargo, en
h3 el alfil habría cumplido la importan-
te función ele defender el peón de g2"
( Petrosian).
Pero las cosas no tenían por qué haber
seguido ese curso. pues las negras po-
drían haber contestado 18 ... d41 19
cxd4 (19 l/Jxd4 O:iJxe5!? 20 ll,h3 a6)
19 ... exf5 20 e6 Ad6 {20 ... '!Wc6 21
exd7+ :!xd7 22 b5 'ltd5 tampoco es ma-
lo) 21 exd7+ lhd7 22 .ítxd6 'lixd6, y
"las negras dominan la situación"
(Crouch). Por ejemplo: 23 l/Jxh4 :tg8!
24 'f!fxh5 (24 l:c 1 l:g4! 25 .!:xd+? ~d8
26 ll:lf3 'i!Vd5, o bien 25 l/Jf'J 'li>l'g6!, ga-
nando) 24 ... fic6! 25 f3 'lff6!, o bien 25
d5 'ifflxd5 26 f3 fie5, etc.
18 ••• a6!
La clave de la idea negra. Después de
esta jugada, las blancas son incapaces
de crear un ataque y el juego es ahora
• de un solo sentido.
19 ~hl .l:!.dgS 20 ~gl i:!g4 21 ¡vd2
Las blancas tienen igualmente una pe-
nosa posición después de 21 él:lh2 (Sue-
tin) 21 ... );¡g6 22 él:lf3 :hg8, seguído de
la maniobra 'l!l?d8-f8-g7, con la amenaza
h4-h3.
21 .•. ~hg8 22 a5 b5 23 .!il.adl .~f8!?
Sugiere el plan 24 ... f6 25 exf6 e5.
"Como su posición se encuentra en es-
tado de emergencia, el aspirante se
decide por una medida drástica: acep-
tar el sacrificio de calidad, a pesar de
que, como es bien sabido, Petrosian
nunca sacrifica nada contra nadie en
vano" (Tal).
24 él:lh2 ll:lxe5! 25 ll:lxg4 hxg4 26 e4
Un intento de activar, al menos, la torre.
68
26 ... Ad6
26 ... dxc4?? 27 .lltxe5 '1Wxe5 28 'i'd8++.
27 'iffle3 él:ld7!?
'Jugado al estilo Petrosian: antes de
lanzar el ataque decisivo, las negras re-
fuerzan su centro" (Av<'rbaj). "Una ma-
niolm1 paradójica. 27 ... g3 ó 27 ... dxe4
se sugieren por sí solas. Aun así, la deci-
sión de Petnisian es más original -r en
la práctica, más desagradable- para su
oponente. Las negras confían en la
fuerza de su posición" (Suetin).
Aunque, en principio. las negras tam-
bién habrían ganado con 27 ... g3 28
(28 f3 <'2lg4!) 28 ... hxg3 29 Lígfl
'.)0 exf5 (después de la jugada de
Crouch, 30 Axg3, es decisirn 30 ...
'1Wg7) 30 ... 'ifflh7+ 31 .ikh6 ~h8, y con
27 ... dxe4 28 :t:(xd6!? (desesperación:
28 'l.!Yd4 y g4-g3) 28 ... 'lfxd6 29
lidl 'fl!lc7 30 'iffld4 f6 31 ~xe5 fxe5. etc.
28 ~xd6 'l.!Yxd6 29 :!:l:d4?!
"Con esto las blancas echan leí1a al fue-
go. Era más tenaz 29 J:td2, y las negras
habrían desarrollado su inidativa con
29 ... f5" (Suetin). Pero aquí es atín más
fuerte 29 ... ~e51 La jugada más resis-
tente para las blancas hubiern sido 29
f4, después de lo cual, 29 ... f5 30 e5
'li'f8 31 lt>h2 'l.!Yh6, ó 29 ... e!">!? son bue-
nas continuaciones.
29 ... e5! 30 J:!.d2 [
También es desesperado 30 :íxd5 ~xd5
31 l:dl él:lf6 32 exd5 \t>b8 (Suetin).
30 ... f5!
1
!
936

Ha surgido una pos1cmn pintoresca.
nada habitual: ¡las negras tfüponen de
una falange ejemplar, al gusto de Phílí-
dor! "Euwe obs(TVÓ en una ocasión que
Petrosían es un gran maestro en el jue-
go de peones. La presente partida
constituye una buena prueba de ello y
es también una espléndida ilustración
de las ideas del gran Phílidor" (Aver-
baj). Aquí los peones son 1-ealmente el
alma del ajedrez ...
"No sé si existe la telepatía, pero aque-
lla tarde los contendientes parecían in-
terprcta1~ como artistas los deseos del
público" (Tal).
31 exd5
Petrosían consideraba que ~H exf5 :Z;fü
3211ih6? era "Iígeramente mejor", omi-
tiendo 32 ... ti.Je4! 33 11ixd6? ~xf2+ 34
@h2 g3++ (Croueh), mientras que si '.52
f3, entonces 32 ... tt:lh5 33 fxg4 0.Jg;I+ 34
wh2 d4! (Tal) 35 cxd4 e·1i 36 @h'.3
y las posición blanca se viene
abajo. Sin embargo, 31 ... ~f6! también
habría ganado.
31 ... f4! 32 'lfe4
Después de 32 ;¡¡.jla7, se recomendú la
réplica 32 ... e4, pern hav una id<Ca más
fuerte: 32 ... g3'. '~3 l'1gdl h3 1, o hien 3é)
f3 D'.h8.
32 . ., &;Jf6 33 'llWf5+ Wb8 34 f3
No 34 ~e6 'litl'xe6 35 dxe6 l2:Jc4 1, nm la
amenaza 36 ... ~xf2+ y 37 ... g:)++.
34 ....i!Lc8 35 'ilfbl g3 36 .!:íel h3 37 Hl
O bien 37 gxh3 g2-r 38 Wgl li<l'd7'.
37 .•. J::h8 38 gxh3 ~-xh3 39 ;i;>gl
39 áxh3 'ii!fd7!
39 .... ~.xfl 40 Wxfl
Si 40 .!:xfl, basta con 40 ... '1Wd7!. segui-
do de Wh3 ó '1!1'a7+.
40 ... e4?
La ruptura decisiva: 41 fxe4 f?I'.
41 iYdl
TIGR.\['; IX
Aquí se aplazó la partida y las negras se-
llaron MI próxima jugada.
41 •.• <:Llg4!?
Una decisión humana, en contraste con
las '·maquinales" 41 ... Vi#d7! ó '1 l ... ~e5.
Es sorprendente que con tal cantidad de
jugadas gana<loras, Spassky 110 se hubie-
se rendido sín reanudar el juego.
42 fxg4 f3 43 l::g2
"Una torre fatal'', comentaría Tigran
Vartanmfrh. "No le report1) ningún be-
neficio a w cjércíto, y ahora, desespera-
da, se inmola inútilmente".
43 .•. fxg2+
O hien '!'.) ... l'lhl+ 44 l:Xgl 'i/$'h6, con
mat<" en siete. En visra de 44 @e2(xg2l
1'!'f4, las bl;mcas se rindierot1.
"Una de mis mejores partid<L'i, qt1('
ilustra mis opiniones creativa-;: restric-
ción de las posibilidades del oponente.
estrategia en todo el tablero, asedio al
rey enemigo v estrechamiento gradual
del cerco" (Petrosian).
; U na señal de advertencia para el
aspirante! Sin emba1·go, y como si nada
hubiera pasado, Spassky signió llernn-
do a su rival a posiriones complic-adas v
dinámicas. con despliegue de ir111~ual
táctica. Creo que sólo fueron las leccio-
nes de la 1Oª y la 12" p;tnidas las que fi-
nalmente le hicieron adoptar la correc-
ta estrategia de match. Sin embargo. va
no había tiempo para una perestrmka \
sólo pudo resolver el "t•1ügma Petro-
sian" en el match de 1969.
Gary KasparO\' - MI.<, Gr.NIALES PREDECESORES
315
T. Petrosian-B. Spassky
J\Josrú 1966
Campeonato del ,Wundo, 10ª partula
Defensa India de Rey (E66)
1 12íf3 tt:Jf6 2 g3 g6 3 c4 ilg7 4 ~g2 0-0 5
0-0 tt:Jc6 6 tt:Jc3 d6 7 d4 a6 8 d5 tt:Ja5 9
ti:Jd2 c5 10 lfc2 e5!?
Actualmente, ha vuelto a ponerse de
moda 1O ... J::i'.b8. Por entonces esta va-
riante sólo estaba empezando a hacerse
popular, alcanzando su máximo ex-
plendor a finales de los ochenta y co-
mienzos de los noventa (aunque aún
hoy suele vei-se un caballo en a5). Su
teorfa ha progresado mucho (hasta la
jugada 20 ó 25), y las posibilidades tác-
ticas de las negras compensan normal-
menle la fea posición de su caballo en
la banda. Pero cuando se disputó esta
partida, se consideraba 10 ... e5 la juga-
da crítica: tras bloquear el centro. las
negras inician la preparación de las
rupturas f7-f5 y b7-b5.
11 b3
11 a3!? v 12 b4 es un plan más activo.
11 ... tt:Jg4 12 e4
.. Puesto que la:. blancas se atienen a
una táctica defensiva en el flanco de da-
ma, deben buscar contrajuego en el de
rey" (Boleslavskv).
12 ... f5 13 exf5 gxf5 14 ftJdl!?
"Objetivamente, la cauta 14 j,,b2 (.1Pgui-
do rlP t!ael J' :t:Jdl: G. K.) parece mejor.
Pern la idea de Petrosian es muy intere-
sante v se distingue tanto por su pro·
fundidad estratégica como por su pe-
netración psicológica, en el sentido de
atraer el fuego f'.nernigo" (Suetin).
14 ... b5
"No era jugable 14 ... e4 15 .1'.b2 j,d4?
16 .~xd4 cxd4 17 b4, pues la5 blancas
ganan pieza" (Suetin). Pero después de
15 ... i<.xb2 16 b5, las negras tie-
nen un juego aceptable. Por ejemplo:
17 f3 e3 18 tl:lb l c2ie5 19 cL:ixe:~ f4, etc.
15 f3!?
íO
lll
Aunque las negras han conseguido rea-
lizar ambas rupturas (f7-f5. b7-b5), las
blancas confían en el hecho de que, en
cualquier caso, tendrán una ventaja
cierta, a causa del caballo malo de a5,
así que efectúan una jugada de doble
filo. "Con el mismo ánimo provocador.
Desde el punto de vista de restringir el
juego enemigo, era mejor 15 ~b2", di-
cen Suetin y Vasiukov, mientras Boles-
lavsky ailade que "después de la posible
secuencia 15 ... l::!.bS 16 f3 ftJf6 17 ~c3
~h6 18 no está claro qué plan po-
drán adoptar las negras".
La posición crítica. Si 15 ... "2:: h6 16 j¡, h2
f4?! 17 g4, con ventaja blanca, pues se
aseguran la casilla e4 para un caballo,
mientras que el segundo caballo puede
apoyarlo desde f2. Su posición es la más
activa, aunque el hecho de que esté se-
míabierta, le concede a las negra~ posi-
bilidades de contrajuego. Pero, en t:sen-
cia, Spassky quería abrir el juego lo
antes posible y provocar una crisis, de
modo que lajugada que sigue responde
plenamente a ese propósito.
15 ... e4?!
"Tanto durante la partida como inme-
diatamente después, parecía que este
avance ern natural y fuerte. Se diría que
el juego un tanto pasivo de las blanca5
debía permitir que las negras tomasen
medidas enérgicas, sin tener en cuenta
el debilitamiento de m posición. Pero la
cuestión es ¿no es ilusoria la iniciativa de
las negras? El curso de la partida de-
muestra que romper Ja posición blanca
es bastante más dificil de lo que parece, y

esto es lo que demuestra la profunda \Í-
sión del campeón del mundo" (Suetin).
16 J.b2
No, por supuesto, 16 fxg4? ihxa1 17
gxf5 J.d4+ 18 ~hl ~xf5, y las blancas
no tienen suficiente compensación por
la calidad.
16 ... exf3 17 ~xf3 Jixb2
En opinión de Suetin y Burgess era me-
jor 17 ... IL:e5, conservando el alfil de
g7 para la defensa del rey contra ata-
ques sobre la columna g (después
de f5-f4 y gxf4). Sin embargo, eso no
cambia el carácter del juego. Por
ejemplo: 18 ihg2 'lig5 19 ilíf'2 f4 20
gxf4! '!Wxf4 21 &l:ifc4 'lie3+ 22 ~hl, con
ventaja blanca: 22 ... .J!l.h3? 23 .,~xh3
'i'xh3 24 ::i:gl !, o bien 22 ... A.f5 23
I'!.ael 'l!lth6 24 ?¿jf3 y, tras el cambio de
un par de piezas ~nenores, la lejanía
del caballo de a5 comienza a jugar un
papel decisivo. Por consiguiente,
Spassky acelera su contrajuego, espe-
rando poderju¡pr f5-f4 v :la7-g7.
18 'lixb2 ilíe5 19 Jl¡,e2
Ahora las negras están prácticamente
obligadas a tomar medidas radicales. Si
se quedan con su débil peón de f5 y las
blancas sitúan su caballo, vía e3 y g2, en
f4, la partida quedará ('Stratégicamente
sentenciada.
9'.\9
19 •.. f4?
En este avance depositaba Spasskv sus
esperanzas: la posición se abre, creán-
dose la posibilidad y las negras,
explotando s11 fuelle caballo de e5 y el
alejamiento de la dama blanca, piensan
TJGRAN IX
crear amenazas sobre el rey enemigo.
Por el momento, el caballo fuera de
juego de las negras no se hace sentir a
dift:rencia de la variante 19 ... 1l,d7?! 20
fiíe3 'ii!Vg5 21 tdg2 J::tae8 22 l:!.ae l, y la
presión sobre el peón de c4 es efímera,
mientras que los agujeros de la posi-
ción negra son abismales.
"Es difícil abstenerse de un golpe así, so-
bre todo cuando el plan de las negras
quedó decidido en la jugada 15. Aun
así, sería más acorde con el cspítitu de Ja
posición elaborar la presión con 19 ...
l:i:a7 20 '6e3 (20 cxb5 axb5 2J 1',xb5 ll.g7
22<;);;hl ~b7, n birm 22CiJj3t:iJg;61?yf5:f4:
G. K.) 20 ... 'l!Wf6 21 'ii!Vc2 l:l:g7 22 tdg2 (22
cxb5 axb5 23 ..~xb5 J4 24 >tihl 'lW h6!: G.
K.) 22 ... c'./:Jg6, v la amenaza f5-f4 resulta
mucho más fuerte. Tal indica la variante
23 lthl f4 24 1;2Jxf4 tt:lxl4 25 gxf4 ~,h3,
con buen contrajuego" (Suctin).
Sin embargo, después de 21 l.th l ! (en
lugar de 21 tl'c2) 21 ... ñel (21 ... bxc4
22 bxc4!) 22 :'.ae l y tdg2, t'S difícil para
las negras jugar f5-f4, ya que continúan
sufriendo con su caballo en aS. Tam-
bién es el caso tras 20 ... l:g7 (Suetin)
21 IL:g2 bxd 22 bxc4 lí'ig6 23 whl !
Por est.'15 razones jugó Spassky de inme-
diato 19 ... H. La jugada podía haber sido
lógica y buena de no ser por una refu-
tación táctica.
20 gxf4?
L' n error en justa correspondencia
que. sin embargo, también es excusa-
ble: ¡realizar la correcta elección entre
las dos capturas en f4 es difícil hasta pa·
ra el más empedernido táctico! Por
otra parte, el campeón está planeando
su sacrificio favorito. En palabras de
Suetin, "juega deliberadamente sobre
la psicología de su rival, planteándole
una tr;unpa sutil".
El propio Petrosian admitiría luego:
"Atribuiría esta jugada a la i11fluencia
de Tal, es decir, a los diversos trucos psi-
cológicos que están de moda hoy en
día. En aquel momento del match, el
enfoque de mi oponente, en cuanto a
la forma de resolver los problemas
 Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESORES
prácticos, estaba claro para mí, y yo
hubiera apostado que Spassky respon-
dería con la enérgica y espectacular ju-
gada 20 ... ilh3. Aunque sabía que, ob-
jetivamente, era más fuerte 20 :l.xf4".
Estoy absolutamente de acuerdo con
esto. Después de 20 ... .!:txf4 21 gxf4, las
cosas no hubieran sido fáciles para las
negras. Por ejemplo:
1) 21 ... l:!.a7? 22 fxe5! (Tal recomendó
22 lt:ie3 llg7+? 23 '>t>hl ilh3? 24 fxe5
'!Wg5 25 lt:ig4! ilxg4 26 lt:ie4 + -, pero es
más tenaz 22 ... lt:ig6!) 22 ... i:g7+ 23
@fl ! (pero no 23 @f2? ifh4+ 24 '>t>e3
'il'g5+ 25 '>t>d3 .tf5+ 26 lt:ie4 1/Wf4 27
lt:idc3 ifxc5 28 .tf3 bxc4+ 29 bxc4
1/Wd4+ 30 '>t>e21/Wxc4+, con jaque perpe-
tuo) 23 ... ilh3+ 24 @e 1 :!!gl + 25 lt:ifl
1/Wh4+ 26 lt:if2, y las blancas ganan.
2) 21 ... lt:ig6 22 lt::e4 lt:ixf4 (22 ... bxc4?
23 lt::ffi+ @f7 24 lt:ih5) 23 lt:idf2 (la reco-
mendación de Suetin, 23 lt:ie3 .1fa7 24
ll:lf6+ @f7 25 .i::m Wxf6 26 fll!xf6+ '>t>xffi
27 .!:!:xf4+, "con un final claramente me-
jor para las blancas", es dudosa, en vista
de 27 ... We5! 28 1H8 @d4 29 @f2 bxc4
30 bxc4 J:te7 =) 23 ... l:ta7.
Aquí. según Boleslavskv, "las negras tie-
nen buen juego", pero no es así: 24
@h l ! l:g7 (24 ... bxc4? 25 l:tg 1+ ll:lg6 26
ll:lf6+ y lt:i2e4) 25 dtg4ll bxc4 26 Axc8
(26 l:lgl!?) 26 ... 1/Wxc8 27 lt:if6+ @t8 (si
27 ... wf7, los rayos X a través de los tres
caballos son decisivos: 28 J:fl !! v ll:l2e4)
28 ll:lxh7+ '>t>g8 29 ll:lf6+ @IB, 30 !:!:el
'il!'f5 31 l:e8+ @[7 32 ll:l2e4 ll:lb7 33 bxc4
lt:ih5 34 t'!.e7+'. @IB! (34 ... Wxe7 35
'1Wxb7+ Wd8 36 '1Wb6+ TJ.c7 37 1/Wxd6+
Wc8 38 flIB+ @b7 39 ti:ld6+ y lt:ixf5) 35
.!:lxg7 ll:lxg7 36 Wgl, o aquí 35 ... ll:lx.f6
36 'Wxf6+ flxf6 37 ll:lxf6 Wxg7 38 ll:le4
@g6 39 wg2 \t>f5 40 Wf3 lt::a5 41 ll:ld2, y
las blancas ganan.
No hay nada de sorprendente en todo
esto. Después de todo, ¡las negras tie-
. nen, a todos los efectos una pieza me-
nos! Por cierto que en mi juventud
también he tenido algunas malas exp,e-
riencias con un caballo en a5: en 1976,
perdí con Níkolaievsky: en 1977, con
72
III
Zaid, y en Tilburg 1981, también con
Timman, después de lo cual dejé de ju-
gar la variante con ll:lc6.
940
20 ..• dth3?!
"Henos aquí en plena crisis psicológi-
ca. Casi sin pensar, las negras se deja-
ron tentar por la proyectada invasión
del alfil, olvidándose por un instante
de efectuar cálculos concretos. Pero lo
cierto es que sin ellos, en una situación
así, ¡las consideraciones generales son
inútiles! Lo correcto era 20 ... 1:xf4! 21
lt:ie3 (21 Itxf4 Wg5+ 22 @hl '/Wxf4)
21 ... 1/Wg5+ 22 @hl l:txfl + 23 ll:ldxfl
it.h3, y las posibilidades de las negras
no son inferiores" (Suetin). Aunque las
blancas podrían seguir siendo el bando
activo: 24 '/Wc3 'il!'f4 25 ll:lg3 flf2 26 .,tfl
'il!'f3+ 27 @gl b4 28 'l!Wel .txfl 29 lt:iexfl
'/Wf6 30 ll:ld2 (30 ll:le4 ll:lf3+ 31 @hl
'ill'd4 32 '/Wg3+ @h8 33 ifxf3 'ill'xal 34
ll:lxd6 Vg7! es confuso) 30 ... ll:ld3 31
'l!We6+ 'i!'xe6 32 dxe6 l'1e8 33 ll:lde4
l':l.xe6 34 l:ídl ll:lf4 :15 tllxd6 lt:ie2+, con
tablas.
En lugar de 23 ... .,th3, Boleslavsky y Va-
siukov recomendaron 23 ... l:ta7, y en
su opinión, las blancas. se hubieran en-
frentado a "una difícil defensa", va "lu-
char por las tablas", pero en r{lÍ opi-
nión son las negras quienes correrían
mayores riesgos tras 24 fid2 ~g7 25
lí:::g3, una vez más, a causa del desca-
rriado caballo de a5. Si 25 ... ll:lb7. las
blancas deberían jugar 26 .i::m (pero no
26 cxb5 axb5 27 .txb5?!. a causa de
27 ... lí:::f3 28 1/lff2 ll:lxh2 ! ) , y la iniciativa
de las negras se va esfumando.

21 llie3!
¡El primer sacrificio de calidad! No ha-
bía elección: 21 l!U2? .l:Ixf4 22 .!:Xf4
1!fg5+, etc. "Súbitamente, el paisaje
cambia por completo" (Boleslavsky).
21 .•• Jlxfl?
Habiendo comenzado algo, uno quiere
continuar por el mismo camino. Sobre
todo porque con el caballo en e3 el gol-
pe táctico 21 ... ll:xf4 22 l:rxf4 1!fg5+ se
para con 23 l:g4! (23 @hl 'itxf4 24
J;;[gl+ @h8 25 l':tg3 Jld7 no está claro)
23 ... llixg4 24 4.Jxg4 Jlxg4 25 il.,xg4
'!Wxg4+ 26 @h l, "y la iniciativa pasa, in-
esperadamente, a manos de las blan-
cas" (Suetin). Después de la obligada
26 ... 'itd4! 27 :!.g l + @h8 (27 ... @f7? 28
'li'c2) 28 '1Wxd4+ cxd4 29 l:tg4, las ne-
gras tienen un final muy dificil, en opi-
nión de Boleslavsky, aunque yo he con-
seguido descubrir un camino hacia las
tablas: 29 ... bxc4 30 bxc4 :e8! 31 ::!xd4
lle 1+ 32 @g2 l:id l! 33 @f3 lLlxc4 34
J:xc4 ~xd2.
Obviamente, es más fuerte 29 tiJe4!
QJb7 30 cxb5! (30 :::tdl bxc4 31 bxc4
.l:f8 32 tiJg5 h6 33 4.Je6 l:f2 34 a3 l:f3 35
l:xd4 J:xa3 36 !lh4 @h7 37 l:g4 l:ib3
concede más posibilidades de tablas)
30 ... axb5 31 l:dl l:xa2 32 :txd4, con
la' amenaza :l.'.b4!. y si 32 ... tiJc5, enton-
ces 33 llixd6 4.Jxb3 34 1:d3 l2,c5 35 :f.c3!
4Ja4 36 .l:Ig3, etc., aunque el limitado
material deja a las negras con esperan-
za~ de salvar la partida.
En cualquier caso, ésta era una conti-
nuación más tenaz que la que se produ-
jo en Ja partida. ¡Pero a Spassky ni se le
había pasado por la cabeza tener que
defenderse! Pronto se lo haría ver la
amarga realidad.
22 Itxfl 4Jg6
Después de 22 ... llid7 (recomendado
por muchos comentaristas) 23 il.g4!
(23 cxb5!?) 23 ... 4Jf6 24 .Ae6+ (Suetin)
24 ... @h8 25 llie4, las blancas tendrían
también una fuerte iniciativa, mientras
que si 23 ... '1Wf6, ~con posibilidades de
resistencia" (Boleslavsky), entonces 24
Jle6+ 'it;;h8 25 'fiel! (Burgess) 25 ...
TIGRAN IX
Wd4 (25 ... lllb6, ó 25 ... J:Iad8, 26
@hl!) 26 4Jf3! Wg7+ 27 @hl 4Jf6 28
llif5 '1Wc7 29 llgl, etc.
23 Ag4!
23 llig4? h5!
23 ••• llixf4?!
Confusión, probablemente consecuen-
cia de un sentimiento de desespera-
ción. También era malo 23 ... l:í:xf4? 24
Ae6+ 'it;;f8 25 l:xf4+ 4Jxf4 26 '1Wh8+ @e7
27 4Jf5++. Lo más tenaz era 23 ... 11.!!'f6.
aunque después de 24 Ae6+ @h8 25
Wxf6+ l:íxf6 26 f5 (Boleslavsky) 26 ...
llie5 27 4.Je41, o bien 23 ... h6 (Suetin)
24 ile6+ <;f;;h7 25 4Jf5 l:fa7 26 4Je4!
24 lhf4!
Segundo sacrificio de calidad.
24 ... ~xf4 25 .íle6+ nf7
25 ... Wf8 26 'ilih8+ @e7 27 Wixh7+.
26 4.Je4
"Una posición pintoresca. La> negras
están perdidas, a pesar de que tienen
dos calidades de ventaja. El caballo de
a5 es un convidado de piedra que pre-
sencia la destrucción de su ejército~
(Boleslavsky).
26 ... 'iifh4
O bien 26 ... l:ta7 27 li'.Jf5 Wf8 28 Y#'f6!
( Bo leslavsky).
27 tiJxd6 '1Wg5+
No es mejor 27 ... We 1+ 28 Wg2 Wxe3
29 J.xf7+ @f8 30 1!fh8+ 'it;;e7 31 éllf5+
@xf7 (31 ... @d7 32 i.e6+) 32 'l!!Vg7+ y
tiJxe3 (Boleslavsky), o bien 27 ... J:l.a7 28
llief5 'llí'g4+ 29 Wf2 bxc4 (29 ... 'il'h4+
30 @fl 1!Vf4+ 31 'it;;e l) 30 Jlxt7+ .tlxf7 31
'1Wh8+t @xh8 32 ll:Jxf7+ ~g8 33 CiJ7h6+ y
éllxg4.
28@hl l:l.aa7
O bien 28 ... 1!Vxe3 29 Jlxf7+ @f8 '.10
'iWh8+ @e7 31 éllf5+ @xt7 32 '{ifg7+ y
.!iJxe3 (Suetin).
29 Jlxf7 + l:txf7
Gary Kasparov - MIS GE!'llALFS PREDECESORES
941
30 'i'h8+!!
Un golpe espectacular y resolutivo. Las
negras se rindieron en vista de 30 ... @xh8
'.11tiixf7+y32 tllxg5. Los segundos de am-
bos jugadores, grandes maestros Boles-
lavsky y Bondarevsky, afirmaron que esta
partida había sido la mejor del match.
¡El campeón estaba en forma! Petro-
sian dominaba por dos puntos, y la 12ª
partida pudo rc-sultar dc-cisiva de haber
sabido culminar su maravillosa combi-
nación.
316
T. Petrosia.n-B. Spassky
Moscú 1966
Campeonato dd Mundo, 12ª parlida
Defensa Moderna (A42)
l tiif3 g6 2 c4 ~g7 3 d4 d6 4 tllc3 tiid7 5
e4 e6!? 6 i!Le2 b6 7 0-0 ~b7 8 ite3 tiie7
Una defensa rara, "marginal", que lleva
el nombre del maestro checo Ujtclky.
"Me parece que tal atrevimiento al ju-
gar las aperturas en un match por el
campeonato del mundo contribuye
tanto al desarrollo del ajedrez como ju-
gar la variante más tópica según los mo-
delos clásicos" ( Petrosían).
9 '1Wc2 h6 10 liadl 0-0
Desde el punto de \ista del jugador mo-
derno, el desarrollo de las negras es bas-
1ante extraño. Podemos decir que así es
como se juega contra una computadora.
Pero en este match, Spassky empleó va-
rias veces distintas variantes del doble
fiarn:hetto. tratando de apartar a Petra:-
74
III
sían de la teoría, y trasladar el peso de la
lucha a un complicado medio juego.
Pensaba que, aunque la posición negra
fuese objetivamente peor. podria supe-
rar a su oponente en una lucha sin claras
directrices posicionales.
Esta falsa ilusión le costó cara a Spassky.
Sin embargo, pudo aprender mucho y
extraer importantes lecciones de su de-
rrota. Entre otras cosas, le dejó en claro
que para convertirse en campeón del
mundo tenía que jugar aperturas nor-
males. En el match de 1969, el aspiran-
te sólo jugó aperturas clásicas: el Gam-
bito de Dama v la Defensa Tarrasch.
¡Nada de eso su~:edió en 1966!
Pero entonces Spassky esperaba que su
"original" táctica le diese resultado,
puesto que le permitiría neutralizar la
preparación de aperturas de Petrosian y
lanzar una seria lucha, con un tablero
lleno de piezas, entre las.jugadas 10 y 15.
Veamos: el oponente está comenzando a
caer en apuros de tiempo y al final pier-
de los papeles en las complicaciones.
11 d5
11 J:Uel f5!?
11 ••. e5 12 'IWcl ít>h7 13 g3
No puede decirse que el campeón haya
jugado la apertura de la mejor manera
posible. Estos esquemas con g7-g6. b7-
h6, e7-e6 y d7-d6, si no se refutan de
forma directa, al menos debería garan-
tizarle a las blancas una ventaja más
que clara. Pero aquí no les resulta fa.cil
encontrar un plan plausible, y sólo tie-
nen una vent~ja mínima relacionada
con la superioridad espacial v Ja pasivi-
dad del alfil de h7.

13 ... f5
En opinión de Bronstein, un gran ex·
perto en la India de Rey, esto debía
prepararse con 13 ... a5, seguido
de tt:Jc5 y j:,c8.
14 exf5
Como resulta evidente, es demasiado
tarde para optar por un juego tradicio·
nal a base de b2-b4 y c4<5. Por consi-
guiente, Petrosían primero se protege
contra f5-f4 y abre el flanco de rey, po-
niendo de manifiesto que el alfil de b7
está füera de juego.
14 •.. tt:Jxf5
Como es lógico, Spassky prefiere entre-
gar la ca~illa e4 antes que incurrir en el
debilitamiento de su posición con 14 ...
gxf5 15 tt:Jh,1, seguido de f2-f4 (inme-
diatamente, o después de '!Wc2), y si
15 ... f4, entonces 16 'li'c2+ @g8 17
.~s 1, etc.
15 j:,d3 ~c8
El retorno del hijo pródigo.
16 wg2 idf6 17 ide4 tt:Jh5!?
Una idea más tranquila es 17 ... :,¡¡,d7,
para seguir con c7-c6, ó 17 ... ti::lxe4 18
.\Íi.xe4 ~d7 (pero no 18 ... .:Uxe3+? 1 ll:)
fXe3! y 'li'c2).
18 Ji,d2 .ild7 19 <.i;>hl
En la lenta lucha de maniobras que se
ha iniciado, las blancas han conservado
una clara ventaja. La aguda 19 g4?: no
lograba su objetivo en vista de 19 ...
.:Uh4+' 20 ti.Jxh4 'li'xh4 21 gxh5 'li'h3+ 1
22 Wgl 'llitxd3 23 hxg6+ @h8, etc.
19 ••• CiJe7 20 .:Uh4 ~h3
Si 20 ... c6, podría haber seguido 21 t:i
cxd5 22 cxd5 ~,h3 (22 ... :tc8?! 2'.i
'li'b l) 23 :ffc 1 i't:Jf6 24 g4.
21 l:!:gl ~d7
Las dos últimas jugadas dt'muestran
que Spassky aún no había decidido
exactamente qué hacer, de modo que
maniobra esperando que su oponente
cometa algún error. No era bueno 21 ...
'li'd7? por 22 f'3!. con la amenaza g3-g4
(por ejemplo: 22 ... j¡J5 23 tt:Jxf5 gxf5
T!GRAN !X
24 g4l). Si, en su lugar, 21 .....tg4, no
22 f3?! il,xf3+ 23 .:Uxf3 J:xf3 24 .\ii,.e2 i:f8
25 J::dfl 'li'd7 26 iil.xh5 gxh5 27 1i'c2
(27 ~di 'li'g4) 27 ... @h8, con igual-
dad. sino 22 l:l:.dfl ! c6 (si 22 ... ti::lf5? 23
13 ~~.h3, entonces es füerte 24 lllxg6 1
Wxg6 25 g4 ~xfl 26 gxf5+ @f7 27
~xfl) 23 f3 ;,!ioh3 24f!'.d1 ! cxd5 25 cxd5,
con las amenazas ~b4 y g3-g4.
22 .te3
No es mejor 22 f3 idf6, ni 22 'li'c2 ~e8.
22 •.. 'li'e8
Sí 22 ... lllf5?, las blancas disponen del
golpe táctico 23 ti::lxg6! @xg6 24 g4
@h7 25 gxf5 ~xf5 26 i~:Jg5+! hxg5 27
::lxg5, recuperando la pieza con evi-
dente ventaja.
23 :de 1 'filf7
Después de 23 ... itJf6, las negras tiene11
que afrontar 24 f4.
24 '!Wc2 wh8
Otra posición crítica.
Las negras han dispuesto sus piezas de
manera muy eficaz, y ahorn se dispo-
nen a jugar .:Uf5, seguido de l:.ac8. Pero
ahora las blancas realizan una jugada
muv fuerte.
25 '1:Jd2!
25 íiJcg .:Uf5 26 lllxf5 gxf5 27 f4 también
parece bueno, col! una ventaja míni-
ma. Por ejemplo: 27 ... e4 28 ii.e2, o
bien 27 ... c5 28 fxe5 dxe:-í 29 J'!.efl!?
c'/jf6 30 !el (no '.-30 .~xf5? .:Uxd5! 31
Sil,xd7 ti::lxe3 32 I:!:xf7 ¿í:.lxc2 g3 J:;.gfl éi:Je'~
34 1:hf8+ .~xf8! y &llxd. ganando un
 Garv Kasparm - Mis (;f\! \U.s PRU.lECEVJRES
peón) 30 ... tc4 31 ili,e2, etc. Pero Petro-
sían aspiraba a más.
25 ••• Q::if5 26 l2Jxf5!
Nada se conseguía con 26 l\í:íxg6"-?!
tWxg6 27 g4 .'Lihg3+! 28 fxg3 'lllxg4.
26 •.. gxf5
l1na decisión vital. Después de 26 ...
c~Xff>, \asblancas podían elegir entff
27 con juego algo más satisfacto-
rio (aunque ckspués de 27 ... i2Jf6 las
negras podrían haber logrado tablas
con una defensa precisa) y la más enér-
gica 27 Jixf5 gxf5 (27 ... 'li!i'xf5 28 ~xf5
gxf5 29 g4!? fxg4 30 Z:xg4 lllf6 31 J:th4)
28 g4! (28 f3 b5!) 28 .,, fxg4 29 l'hg4 y
l:egl, cnu la iniciativa.
27 g4!
Spassky, por supm·sto. había tenido en
cuenta esta e\·ídente posibilidad (27 ...
txg4? falla por 28 ~g6), v depositaba
sus esperanzas en el siguiente avance
de peón.
27 ... e4c?
Aunque parezca extrnüo, éste es ya el
ern)I' decisivo. F.s difícil recomendar
27 ... .'i::if4!?, pues tras la simple 28 '1Lxf4
exH 29 1Lxf5, las blancas tienen la casi-
lla f3 para su caballo y la posibilidad de
penetrar con sus torres en e7. Por
ejemplo: 29 ....lli..xf5 30 gxf5 'ii'xf5 31
~xf5 l!x:f!í 32 I:te7 ~•hb2 33 .llxc7 :!'.e8
·~4 .;;::f3 ~e4 35 ñd7 l:xc4 36 J;'.xd6 l:fü
'.)7 I;dS+ ~h7 38 J:l.d7+ ~h8 39 r:'.xa7
í:t<l6 40 <1.:lh4! + -.
Pt:'ro si las negras hubiesen visto lo que
les esperaba, seguramente se habrían
decantado por 27 ... f4, aunque des-
pués de 28 Jtg6 tWe7 (tras 28 ... 'iif6.
como se indicaba en los boletines. las
blancas pueden seguir con 29 .ll<xhií
fxc'.{ '.~O fxe'.~ ·J.'l'h4/e7/ 3! c/':e4, n bien
:\\.\ .. '!Wf2 ''i l!) 29 .~xh!'í (29
.4;:.d4!? tí:::f6 31; rn también es interesan-
[(:) 2!) ... fxe3 ~HI fxe3 l:::f2 31 l:'!efl J:af8
12 ~xf2 ilxf'2 33 J;Xg2! '!Wh4 .'14 '\Wdl
35 li•xg2 e4 36 tLlxe4 .~xb2 37
Wile7 '.{H ·ii.g6!, o bieu 34 ... 11f8 35
é2Je4, uo tí«ncn compensación sufi-
' i.ente por el p· ,· !.
71.
Ill
28 gxh5 f4
28 ... exd3 29 '/Wxd3 l'l:ae8, que se reco-
mendó poco después de la partida, no
es atractivo, en vista de '.)() t2Jf3 'llixh5
(30 ... ó 31 .ill,14!) 31 1í..d4. Por ejem-
plo: 31 ... l'1g8 32 ñxg7! nxg7 33 l!.gl
.l:!.eg8 34 'li'c3 ~f7 35 t'LJg5! 'lil'gG 36
~h3, ganando, o bien :'11 ... Jtf6 32
idxe8 ~xe8 33 .i.xf6..;. ::ixífi 34 'lWc3 'i't7
35 [iJd4, con fuerte presión.
Una posición pintoresca con ambos al-
files blancos atacados por sendos peo-
nes. Las blancas, por supuesto, pueden
ganar material capturando con una ele
sus piezas en e4, pero entonce;, tras
29 ... fxe3, sus peones de ventaja 110 se
har;in notar, pues las negras tendrían
suficienlf' compensación t'll forma de
su pareja de alfiles (con el de g7 espe-
cialmente fuerte). Pero Pe1rosian en-
cuentra una refutación combinatirn.
29 .1!lxg7!
¡lJn bríllante golpe! El error de Spassky
fue que, al jugar 27 ... d? 28 gxh5 f4,
con la esperanza de lograr buena com-
pensación por los peones sauiiicados,
concentró toda su atención en 29 'LlXe4
y 29 ~xe4, considerando 29 !l:xg7' sólo
de pasada.
29 ..• 'i'xg7 30 J:í:g 1 'lll e5
Las negras habrían perdido talllo de~­
pués de 30 ... Jl.g4? 31 .il~e2! fxe:i '.)2
l:.xg4 '1Wd4 (32 ... '1We5 33 .:::l:xe4) '.\'.)
lLlxe4, como de 30 ... exd3? 31 'Wxd3
~xgl+ 32 wxgl ;gg8+ (32 ... fxe3 3;:¡
'lil'xe3 ~g7 3·1 '1Wc3+ y '1:le4!) :n ~hl
fxe3 34 'll\Vxe3 35 llle4! :l.e8 36 h4
H:xh5 37 '1Wd4+ 38 '1:lg3.
 Pero ahora la posición parece un tanto
confusa. Por el momento. las blancas
tienen ventaja material, pero perderán
uno de sus alfiles y lo más probable es
que, si no encuentran algo extraordi-
nario, queden peo1: Aquí viene a cuen-
to recordar las palabras del propio Pe-
trosian: "Se cree que la fuerza de un
jugador depende, sobre todo, de su ca-
pacidad de evaluación. Existe la evalua-
ción rutinaria de 1111a posición, que ad-
mite su estudio, y podemos encontrar
numerosos ejemplos de jugadores que
poseen tal capacidad. Pero un jugador
debería evaluar una posición dada, te-
niendo en cuenta matices en aparien-
cia insigníficau tes. La capacidad de pe-
netrar en los secretos de una po:-.icíón,
ésa sí es una indicación de verdadera
fuerza".
Ahora podernos entender cómo encon-
tró Petrosian el brillante mo\üniento
que sigue.
31 i'llf3!!
Y45
Situando una tercera pieza m jnisr. Est<Í
claro que, con la desaparición del alfil
de g7, el rey negro se encuentra ahor·a
de lo más incómodo.
"Pctrosian consideró, con razón, que
en primer lugar los alfiles no tienen
adónde ir, y en segundo lugar que, con
los dos árbitros mirando. en una sula
jugada Spassky no podría capturar las
tres piezas a la veL Quiene;; estaban fr.
!ices eran los espectadores. Oel público
empezó a elevarse un 1.umbído que pa-
recía proceder de una animada colme-
na" (Bronsteill).
31 ... exd3
Unica. Si 31 ... exf3?, 32 $1.d2! y ilc3.
32 tl:!xe5?
"El final de la partida se jugó en fuertes
apuros de tiempo" (Petrosian). Un
erro1· muy fastidioso, v no sólo porque
dejase escapar la victoria. Lo que estro-
peó fue una brillante partida, cuyo va-
lor se incrementó muchos enteros por
el altísimo nh·el de la competición v la
excepcional fuerza del oponente.
La jugada precisa era '.l2 'll.\'xd3! ,!; !5,
que habría llevado a la misma idea del
mulino que en la partida, pero las ne-
gras no contarían con la baza del peón
c2: 33 ,iJxe5 $.xd3 '.H c~d4! dxe5 (34 ...
Jt.e4+ 3.'> 'uf3+!, ¡esta sencilla retirada
de caballo fue lo que Petrosian omi-
tió!) 35 J&,xe5+ (nos \ient' a la memoria
la famosa partida Tbrre-Lasker. Moscú
1925) 3r) ... >t·h7 36 ñg7+ '.t>h8 37
38 I1g7+ wh8 39 l!ha7+'
whH 41 ng3+ <;,i;;h7 42
y t>l peón d pasado
es decisivo.
Una \·ariante muy bonita, sefi.alada pur
IJronstcin y otros comentaristas. Sin
embargo, en el acaloramiento prodnci-
do por la fascinación del molino, todos
omitieron la fría solución de la compu-
tadora: 33 ~e2!? fXe'.) ( :B .. . \!ixt 34
.&.d2'.l 34 tl:!xe5 exf2 :m ~e4 :~ti
¿Ligfi+ Jkxgfi '.'17 « bien 3.!"i .. l::acl-1
% 'iixf2 1he5 37 h3 li?h7 3H ga-
nando.
32 ... dxc2 33 cl1i.d4! dxe5 34 i!l,xe5+
\bh7 35 l'lg7+ wh8
Resulta que la combinación dd molino.
en la que Petrosian depositaba sus es-
peranzas, ya no es tan efectiva, porque
la torre cst<Í obligada a regresar para
ocuparse del peón de c2. Este peón es
baswnte más peligroso que el alfil de
d'.1 de la nota anterior: aquél se perdía
de inmediato, mientras que aquí el
peón de f'.! impide que la torre capture
en v la posición no está clara.
36 fif7+
3!) .l'txd7+'.:C
77
Ga1·y Kasparn\' - Mis GE:'\IALES PREDEUSORFS
36 ... wgs 37 :g7+ c.ths
38 :l'.g6+?!
En apuros de tiempo, v molesto por su
error, el campeón repite posiciones. ¡El
verdadero arte exige sacrificios! Petro-
sian estaba, obviamente, estresado,
pues de otro modo y con ayuda del mis-
mo nwlino. habría optado, como es lógi-
co, por aplazar la partida y estudiarla
tranquilamente. Después de 38 l:í:xd7+
@g8 39 l:'!.g7+ @h8 40 :!.xc7+ @g8 41
l:tg7+ @h8 42 l'::txa7+! @g8 43 :C:g7+
@h8 44 l'!gl7 wh7, y en casa podía ha-
ber estudiado las consecuencias de 45
J:(c 1 !? Por ejemplo:
1) 45 ... gfe8 46 ~c3 f3 4 7 l:xc2 J:!.e2 48
t:í.xe2 fxe2 49 @g2 l:í.xa2 50 @f3 r!xb2
51 d6 J;í,a2 52 d7 .!:\a8 53 ~xe2 l::d8 54
~~d4 .!hd7 55 .~xb6 @g7 56 .~e3! ~f6
(o bien 56 ... J:id6 57 c5) 57 ~xh6 d.h7
58 .~H l'::txh5 59 @d3, y las negras tie-
nen que mamener el equilibrio al bor-
de del abismo.
2) 45 ... l:xa2 (lo más e\idente. y es
probable que la mejor respuesta) 46
1:txc2 J::f5 47 ~c7 f3 •18 h4 b5 49 ~h2
bxc4 50 d6 J::f7 51 l:Ixc4 l:rxh2 52 @g'.1
::d2, con tablas en última instancia.
Así, las blancas habrían conservado po-
sibilidades prácticas de éxito. Pero en
una atmósfera tan neniosa, Petrosian
ni siquiera contempló la posibilidad de
jugar una posición en la que el peón de
c2 siguiese "viwi", aunque sólo fuese
por un par de movimientos. Puedo en-
tenderlo: ¡en un match por el campeo-
nato mundial la ten-;ión es siempre
monstruosa!
71'
111
38 ... @h7 39 ::::tg7+
Tablas.
La primera parte del encuentro
concluía con el resultado de 7-5 favora-
ble a Petrosian.
"Por ahora el campeón mundial no
sólo está superando a Spassky, sino que
también se está superando a sí mismo",
fue el resumen de Max Euwe. "Sabía-
mos que Petrosian era un gran estrate-
ga, excelente defensor y un experto del
final. Pero en este match estarnos vien-
do a un nuevo Pctrosian, capaz de sa-
crifica1~ contraatacar y atacar. En pocas
palabras: tenemos en acción a un tácti-
co muy peligroso".
Pero el propio campeón estaba
traumatizado por el hecho de que ha-
bía dejado escapar la ocasión de crear
una verdadera obra maestra, única en
competiciones de este nivel. en el que
los ataques normalmente no rnelen te-
ner éxito. Solicitó un aplazamiento y
luego perdió la 13ª partida (¡la primera
derrota de su carrera ante Spassky!) y la
situación del match se hizo mucho más
tensa. Después de la 19ª partida, el aspi-
rante igualó el marcador. Sin embargo,
los últimos esfuerzos del campeón fue-
ron suficientes para asegurarse la victo-
ria en el match, por 12,5-11,5 v Petro-
sian pudo así conservar su título.
F.n una de las entrevistas tras el
match dijo: "Si es cierto que el esdlo <l<'
un jugador revela su personalídad, en-
tonces todo el mundo juega como la
naturaleza se lo ha dado a entender.
Soy por naturaleza prudente y me dis-
gustan las situaciones que suponen
riesgo. Pero -y aquí radica la paradoja-
¡nunca me he quejado acerca de mi vi-
sión combinativa! En general, conside-
ro que en ajedrez todo descansa sobre
la táctica. Si uno piensa acerca de la es·
trategia como de un bloque de már-
mol, entonces la táctica es el cincel con
que el maestro opera a la hora de crear
obras de arte. Quizá sea la maestría tác-
tica lo que hace que me abstenga de
realizar muchas combinaciones, puesto
que encuentro su refutación por parle
de mi oponente".
 Tres años después, en 1969, Petro-
sian se queb1·ó bajo el impulso de
Spassky y tuvo que cederle la corona.
Por un guiño de la fortuna, el match fi-
nalizó el día en que Tigran Vartanovich
celebraba el 40º aniversario de su naci-
miento. Tenía la casa llena de huéSpe-
des, entre los que se encontraban el ex-
campeón mundial Euwe y el árbitro
principal del match, O'Kelly. ">Jos sen-
tamos a la mesa, pero el humor no era
festivo", recuerda el gran maestro Aver-
baj. "Y de repente Tigran dijo: '¿Qué
sucede? ¿Es que acaso estamos tristes?',
y siguió los movimientos de la música.
Al ver que se divertía, cantando y bai-
lando, Euwe v O'Kellv concluveron:
'Aún no sabe le> que ha pasado'. Tigran
objetó: 'Sé lo que ha pasado. ¡Pero aho-
ra puedo respirar tranquilamente!'.
Nunca hizo una tragedia de su derrota,
si bien dijo, un tanto apenado, que de
haberse preparndo para el match como
lo había hecho en 1963 o en 1966, no
habría perdido el título".
Natm·almente, Pctrosian no le hacía
ascos a recuperar el trono. En el otoño
de 1969 de nuevo pudo demostrar su
enorme fuerza en el 37º Campeonato
de la CRSS (y torneo Zonal), compar-
tiendo el primer puesto, invicto, con
Polugaievsky (con 14 puntos de 22 par-
tidas). Luego. en enero de 1970, derro-
tó a su rival en el match de desempate
por el título de campeón de la CRSS,
por 3,5-1,5 (+2
El león muestra sus garras
Es hora de decir algo acerca de Lev
Abramovich Polugaievsky ( 1934-1995),
que tomó parte en cinco encuentros de
Candidatos v quizá haya sido el teórico
1 : '
y analista más sobresaliente de los gran-
des maestros nacidos en la década de
los años treinta, un brillante sucesor de
la Escuela Sodética de ajedrez, cuyos
pioneros fueron Bot\"innik, Boleslavsky,
'Yiakogonov, Bondarevsky, Símagín,
Furrnan, Smyslov, A\erbaj, Bronstein,
Geller y Taimanov.
Polugaievsky se postuló a sí mismo
en el verano de 1953, cuando conquis-
tó el segundo puesto en un fuerte cam-
peonato de la Federaciún Rusa, supe-
rando con creces la norma de maestro.
Su partida con Ilivitsky fue comentada
en la columna de ajedrez de la revista
Ogoniok ¡nada menos que por el cam-
peón del mundo, Botvinnik!
En sus primeros campeonatos de la
URSS (19[>6 v 1958), Lev finalizó muv
arriba: 5º-iº (con Tal y Jolmov) y 5°-fi''
(con Spassky). Su talento era evidente,
pero al mismo tiempo la prensa señala-
ba que "a veces, Polugaievsky no puede
soportar la tensión y, en los momentos
decisivos o de máxima intensidad com-
petitiva, su presencia de ánimo se tam-
balea".
Imagínese el lector lo dificil que
era lograr entonces un lugar en el sol,
en una época en la que competía toda
una legión de campeones mundiales,
pasados y futuros, con expertos candi-
datos al trono. Sin embargo, desde
principios de los sesenta, Polugaievskv,
sin prisa pero sin pausa, comenzó a
asumir uno de los papeles protagonis-
tas de la escena.
317
L. Polugaievsky-T. Petrosian
Leningrado 1960
27º Campeonato de la URSS, 14ª ronda
Defensa Nimzoindia (E54)
1 d4 il.Jf6 2 c4 e6 3 4.Jc3 ~b4 4 e3 0-0 5
.~.d3 d5 6 il.Jf3 c5 7 0-0 dxc4 8 .ltxc4 b6
9 'i\'e2
Actualmente se prefiere 9 a3[
9 ,.. :tb7 10 .!:idl
"Por aquellos ai1os era más fácil ganar
el Cam¡wonato Soviético que una pani-
da al 'férreo Tigran'. Aun así, decidí
plantea1· una lucha abierta, al com-
prender que aquellos raros casos en
que Petrosian había perdido o queda-
do en posición inferior era cuando su
oponente había jugado de forma agu-
da y directa. Porque, a veces, al temer
algo en el tablero, Petrosian solía evitar
un debate crítico en la apertura. Esto
79
 Gary Kasparov - MIS GEN!Al.ES PREDECESORES
dio lugar a que decidiese jugar una va-
riante rica en juego abrerto y táctico"
(Polugaievsky).
10 ... ll:ibd7?!
Esto es dudoso, debido a Ja aguda répli-
ca de las blancas. Es más sólido 10 ...
cxd4 11 exd4 ll:ibd7 =. También es inte-
resante 11 ... ll.xc3 12 bxc3 'i'c7. obli-
gando prácticamente a las blancas asa-
crificar un peón: 13 il,d3!? (13 ll.b2
ll.xf3 !, y hay que jugar 14 gxf3, pues es
malo 14 i\'Hxf3?! '1Wxc4 15 'il'xa8 ll:ic6 16
i\'Hb7 ll:id5 17 J:!.el :ib818 'tlfd7 l';Xd8 19
Wb7 h5 20 ll.cl? (20 J::acl!] 20 ... ll:ia5
21 l!Vxa7 't!fc6 22 '!Wa6 ll:ic4 23 l:lbl ll:ic7,
0-1, Vladimirov-Kasparov, Bacumi
2001, rápidas) 13 ... 11Wxc3 14 ll.b2 '1Wc6!
(14 ... ~c7?! 15 d5!, Beliavsky-Kaspa-
rov, Moscü 1983, match, 4') 15 d5
exd5, con una posición confusa.
947
11 d5!
Los teóricos de entonces no considera-
ban esta jugada peligrosa para la causa
de las negras.
11 ... ~xc3 12 dxe6 ~a5
Las blancas logran ventaja después de
12 ... fxe6 13 ll.xe6+ @h8 14 bxc3 'f!/e7
15 ll.xd7 4Jxd7 16 ltJel ll:if6 17 f3 y
e3-e4, y también en caso de 12 ... ll.xf3
13 'f!/xf3 ,~e5 14 exd7 'Wic7 15 Yi'h3!
!lad816f4~d617tlf3 (17b3!?)ye3-
e4. "Pero después de la jugada de la
partida, el alfil negro queda fuera de
juego v esto permite a las blancas em-
80
III
prender inmediatas acciones en el cen-
tro y flanco de rey" (Polugaievsky).
13 exd7 fic7 14 e4! tt:lxd7
El peón e es inmune: 14 ... ll:ixe4? 15
ll:ig5 ll:ixg5 (15 ... ll:if6 16 0ixf7 z:l.xfl 17
'Wie6) 16 Axg5, o bien 14 ... .i.xe4? 15
~g5! .i.xf3 16 'ifxf3 ll:ixd7 (16 ... 'iii'e5
17 'Wxa8 .U.xa8 18 d811+ J:xd8 19
lhd8+ ll:ie8 20 ll.b5) 17 Af4 tt:le5 (] 7 ...
'Wc8 18 ll.d6) 18 '1Wg3 .l:Ue8 19 I:!.d5 +
(Polugaievsky).
15 tíJg5!
Tras larga ret1exión, las blancas descu-
bren un punto débil en la posición
contraria: su casilla f7. DI" momento, se
amenaza 16 ll:ie6.
15 ••• J:Iad8
La jugada natural. Los problemas de
las negras se ponen de manifiesto en
las siguientes variantes:
1) 15 ... ll:if6? 16 e5 '1Wc6 (16 ... :ae8 17
ll.f4) 17 f3 J:!.ae8 18 i..b5 + -.
2) 15 ... ll:ie5 16 il.f4 Wfle7 (16 ... l:!ae8?
17 Wfih5 h618 tt:lxf7 .!hf7 19iLxe51:í.xe5
20 '1Wxf7+ 'Wxfi 21 J::íd8+) 17 ll.xe5
11Wxg5 (17 ... Wflxe5? 18 EL\xf7) 18 t:t, con
una fuerte iniciativa.
3) 15 ... llae8 16 ll.f4!? (l 6 f3 h6 17
ll:ih3 ll:ie5 18Af411Wc8 19 il.xe5 .!'::xe5 20
0if4 es más tranquilo) 16 ... '1Wxf4 17
~xd7 '1Wxg5 18 :txb7 'i'e5 l 9 't!Yf3 't!Yxe4
20 .áxf7+! @h8 21 ll.xe8 l:!.xf3 22 11,c6
'!We5 23..txf3y1:.dl, con un final técni-
camente ganado.
41 15 ... $.c6 16 Wfff3! ll:ie5 ( 16 ... ll:if6 17
:tf4) 17 '!Wffi g6 18 '!Wh3 h5 19 ll.f4 ~e7
20 ll.d5 l:!.ad8 (o bien 20 ... i.xd5 21
exd5 lhd8 22 ~g3) 21 ~xe5 (21
'!Wg3!?) 21 ... ..txd5 22 'lí'g3 i.c6 23 Ad6
'i'd7 24 @f3, etc.
"Como puede observarse, en todas es-
tas va1iantes el alfil .negro de a5 sólo
juega el papel de mero espectador''
( Polugaievsky).

948
16 ~xf7+?!
"El golpe decisivo", escribe Polu-
gaievsky, concediéndole dos signos de
admiración a esta jugada. Sin embargo,
la jugada correcta era 16 'il'h5 ! l2lf6 17
~f4! 'l!Ye7 (17 ... l2lxh5 18 ~xc7), y sólo
ahora 18 ~xf7+! WhS 19 'il'h3 j/,xe4 20
~b3 ~g6 21 l2le6 l:l:xdl+ 22 l:txdl J:!.gS
(22 ... J:íeS 23 ~d6 'l!Yb7 24 ~f8! l2lh5
25 g4) 23 ~d6 'l!YeS 24 ~e5!, con abru-
madora ventaja.
16 ... lhf7 17 l2le6 'l!Yc8 18 l2lxd8 ~a6?
"La mejor posibilidad. Después de 18 ...
'l!YxdS, el avance e4-e5-e6 habría gana-
do rápidamente" (Polugaievsky). Cu-
riosamente, ¡Petrosian tomó al pie de
la letra las palabras de su adversario!
En realidad, sin embargo, después de
18 ... 'l!Yxd8! 19 e5 'l!Ye8 20 e6 .:í:f6!, es
disparatado pensar que las blancas pue-
dan ganar. Por ejemplo: 21 exd7 ~xe2
22 dS'l!Y+ l:!.f8, o bien 21 e7 J:l.g6! (21 ...
wf7 22 ~g5 'l!Yxe7 no está claro) 22 f3
(22 J:!.xd7?? lhg2+ 23 @fl l:!.gl+!, con
mate) 22 ... @f7! 23 'l!Yc4+ (23 ~d2 J:l:e6,
o bien 23 'l!Yd3 A.c6 24 'l!Yf5+ l2lf6 y
'l!Yxer) 23 ... Wxe7 24 ~f4. (24 ~d2
l2le5!) 24 ... l2lf8, seguido de l2le6, y las
negras conservan dos piezas por torre.
19 ~e3!
Después de 19 \!Vg4?!, la negras habían
preparado una ingeniosa trampa: 19 ...
'l!YxdS 20 e5 '!WeS 21 e6 :tie7!
19 ... l:te7
Aquí, 19 ... \!fxd8 ya no salva a las ne-
gras debido a 20 e.5 .:te7 21 e6 ~.c4
T!GRAN IX
(21 ... ~es 22 '/Wb3) 22 .!'hd7 :ilxd7 23
exd7 '/Wxd7 24 h3 'l!Ydl + 25 Wh2.
20 \!fb3+ c4 21 \!Va3 l2lc5
O bien 21 ... 'ilfxd8 22 ~g.5 @f7 23 'l!Yd6
~c8 24 ~xe7 '/Wxe7 25 '/Wc7 'ilfeS 26
~xc4+ @f8 27 J:!.acl ~b7 28 Wic7 'ilfxe4
29 'ilfd8+.
22 ~e3 l:!.xe4 23 ii.xc5 'ilfxc5 24 'l!Yf3
Las negras se rindieron en vista de 24 ...
J:l.e7 25 l2le6! "Hasta aquel día, no había
disfrutado de momentos tan felices en
el ajedrez" (Polugaievsky).
Era opinión general que Lev Abra-
movich era uno de los maestros más
fuertes en el análisis de posiciones apla-
zadas. "Y eso incluye las posiciones más
variadas", explica Tal en su prólogo al
libro de Polugaievsky Grandmaste:r Pre-
paration ( 1981). "Ya se trate de posicio-
nes muy agudas, o de situaciones que
prácticamente no requieran cálculo al-
guno y sí planes estratégicos y conside-
raciones abstractas. Aquí interviene
una buena dosis de paciencia ajedrecís-
tica hasta que las cartas (perdón, las
piezas) encajan y en el tablero se alcan-
za una posición prevista de antemano.
Entonces se despierta el interés de los
teóricos del final como, por ejemplo,
tras la conclusión de las partidas con
Geller y Gligoric".
318
L. Polugaievsky-E. Geller
Skop¡e 1968
81
Gary Kasparov - :\f¡s GE"IIALES PREDECESORES
31 'Jlff4
"¿Puede la dama superar la resistencia
del par de alfiles, capace,5, en algunos
casos, de crear un telón de acero en
torno a su rey? En principio, cuántos
más peones haya en el tablero más difí-
cil le resultará defenderse al bando dé-
bil. Pero, al mismo tiempo, la dama re-
quiere espacio para maniobrar, y por el
momento las negras no tienen debili-
dades. De modo que tracé un plan, a
hase de h2-h3, g2-g4, ~g2-g3 y 12-f4-f5,
con posibilidades reales de ganar la
partida'' (Polugaievsky).
31 ••••\lf,c3 32 h3 'it'g7 33 g4 hxg4 34
hxg4 .tf6 35 'i'e4 g5!?
A fin de oponerse a la idea de las blan-
cas, Geller debilita un poco sus peones.
Era más paciente 35 ... j¡,cl8 36 'it'g2
'1:J_c7.
36 ~g2 JiLe7
36 ....~dS?! 37 f4! 1Lxg4 38 fxg5. o bien
37 ... gxf4 38 'i'xf4, ganando.
37 'it'h3 JH6 38 'li'b4 il.d8 39 wg3 ~f6
40 'i'c5 ~a2 41 f4! .l!i,bl
"Lo correcto era la continuación 41 ...
gxf4+ 42 ~xf4, con un final muy intere-
sante. El plan de las blancas sería reali-
zar el avance g4-g5 e impedir que el al-
fil ele casillas blancas ocupase la
diagonal bl-h7. Entonces, la dama po-
dría llegar a h6 por la columna h. para
apoyar el ulterior avance g5-g6, en el
momento oportuno. Por último, po-
dría alcanzarse nn final de dama contra
los dos alfiles. sin peones, y con el rev
negro cortado en la última fila. Ese fi-
nal habría sido de importancia teórica"
(Polugaievsky).
Un ordenador moderno, armado con
el programa de cinco piezas TaóleBase,
rompe el "tan interesante" problemita,
como si cascase una nuez: 41 ... gxf4+
42 Wxf4 ~gS 43 'li'c8+ @g7 44 g5 }ie7
45 'llfc7 ~f8 46 g6! ~gS 47 'it'g!í (o bien,
según TableBase, 47 gxf7+ de inmedia-
to) 4 7 ... ~c6 48 gxf7 "- j/,xf7 49 'li'b8
Wg7, V aquí la defensa negra CS aniqui-
lada con la fü1a maniobra 50 'lig3! (cm-
82
III
boscada) 50 ....:il.e7+ 51 ltif5+ ltif8 52
1i'b8+ ltig7 53 Ve5+ 'it'f8 54 'Ji'h8+ ~g8
55 ltig6, etc.
42 f5
La jugada secreta. Después de 42 fxg5?!
il.al 43 @f4 .iílg6 44 'llfa5 .iílb2 45 'li'd2
ílal, las negras habrían creado una for-
taleza. Polugaievsky imaginó que sería
lo mismo u·as 42 @f3! ~h7 (se pierde
pieza con 42 ... gxf4? 43 g5 ~d8 44
'i1d4+, o con 4:~ ... JÍlal 44 \l:í'cl) 43 f5
.:i&g8, con idea de il.e5 y f7-f6. Sin em-
bargo, en el análisis casero descubrió
que aquí no había fortaleza: 44 ~e4
\Íal 45 Va3 j~J6 46 ~d5, seguido de
•.;!;id6-d7-e8, 'i'd6 y, si las negras juegan
.~c3, sigue ltie7 con la inevitable f5-f6!
Ahora, el camino ganador es bastante
más difícil. puesto que el alfil de casi-
llas blancas permanece en la diagonal
aS-hl e impide el acercamiento del rey.
Por otra parte, el resultado fue un final
acerca qel cual Polugaievsky diría más
tarde: ''Este fue, posiblemente, el análi-
sis más meticuloso ele mi carrera. Du-
ran te la reanudación, la dama blanca
tiene que realizar una enorme canti-
dad de trabajo, y fue preciso descubrir
la forma exacta de utilizar su enorme
energía".
42 ••. ~lie4 43 \tif2 ~,hl 44 we3 1Lb7 45
'llfc7!
Cediéndole el tumo a las negras. 45
'lid6?! J1lg2 46 ltid:l ,\Hl + 47 c;te4
y el rey blanco no puede penetrar.
45 ... J1lg2 46 '!Wd6! !

46 ... .\tb7
Resulta que las negras están en Zugz-
wang. Si 46 ... .\tfl (46 ... kal 47 wf2!
.\te4 48 l//lie7 y l//lixg5+), 47 l//lid5! ~c3
( 47 ... .\te7 '±8 Wf2! .i.a6 49 l//lic6 ií.d3 50
l//lic3+; 47 ... j¡,a6 48 'll!'c6 .ltfl 49 wf2
~d3 50 wf3! j¡,[l 51 we3) 48 wf2! .\ta6
49 l//lic6 i,d4+ 50 wf3 ..ifl 51 l//lic2 y
ganando.
47 @d3 ~f3 48 'li1Yg3 .l!l.d5
Previniendo con la esperanza de
crear una fortaleza con j/,,al y f7-f6.
49 l//lie3! @g8!
Después de 49 ... ..ia2 50 @e4 j/,,e7 51
'!i!l'a7 .;.bI + 52 @d5, el rey blanco rom-
pe la línea de fuego.
50 wd2!!
j U na maniobra increíblemente sutil!
"Las blancas liberan la casilla d3 para la
dama (a fin de desalojar al alfil de su
puesto centralizado en d5) y preparan
una ruta para su r<:>y hacia la posición
enemiga, a tra\·és de la casilla b3, explo-
tando un matiz apenas perceptible, a
saber. que el alfil de casillas negras que-
dará momentáneamente indefenso. La
inmediata 50 @c2 no habría consegui-
do nada debido a 50 ... Wg7 51 l//lid3
!! (51 ... j/,,a2? 52 '!Wb5, seguido de
<;J:;,i~.-4 l//lib,1 V @d5 + -) 52 Wb3 .\le5!!,
y f7-ffi, con tal~las" (Polugaievsky).
50 .•. wg7
De otro modo, la indefensión del alfil
repercutiría sobre el juego: 50 ... ~h 1?
51 '!Wh3 52 50 . j,,a2 51
lt>g7 52 '®b5; 50 ... 51
(51 ... ~e4 52 we3! l/Wc7 :'54
@e4) 52 'l/Hrn .\lb5 53 'l/Hd5 ~e8 (2'>3 ...
~n 54 \t>el!) 54 we3, ganando.
51 wc2 ~g8
Se ha llegado, en palabras de Polu-
gaievsky, a la posición de 7.ugz.wang ab-
soluto que las blancas buscaban: 51 ...
Ji.d8? 52 'l/He5+; 51 ... ~di 52 c/[;b:) Xld5+
53 Wb4; 51 ... ..lii..g2 52 Wb3 ~fS 53 Wc4
~e7 (53 ... .:id8 54 Wc5 _ji e7+ 55 \t>b6
!d8+ 56 ~'a7 f6 57 Wb8! .fi.e7 58 Wc7
~~.d5 59 @d7) 54 illl'g3 .lkfl+ 55 @d5 H:i
TIGRAN IX
56 'fjb3 @f7 57 wc6+ we8 (57 ... WfS 58
@d7) 58 59 1l<i'g6+ @e7 60
~h7+, y mate.
951
52 l//lid3! ~c6
"Otras jugadas tampoco salvan a las ne-
Por ejemplo: 52 ... Jl.a2? 53 tWa6:
... JiLb7 53 wb3 ioe5 (5'.~ ... ji.al 54
'i'd8+ J 54 52 ... i!.a8 53 Wb3 i!.e!"'>?
54 'li1Yd8+; 52 ... 53
(53 ... j/,,h 1 54 54 wb3 55
wa4 Jlc6+ 56 wa5 57 'l!IYb8! wffi 58
~d6+ J;¡g7 59 Wb6; 52 ... j/,,h I 53 'li1Yd6
JJg7 54 Wb3 ~t:::i 55 j¡,d5+ 56 @a4
Ac6+ 57 Wa5. Por fin está claro pm
qw.~ necesitaban las blancas recurrir a
la maniobra de triangulación con su
rev: en el momento decisivo. su homó-
ni;no es obligado a retirarse a g8 y el
alfil de casillas negras pierde su apoyo·•
(Polugaievsky).
53 Wd6 .2Le4+ 54 @b3 ª4g7 55 ª4c4 j,i,f3
56 ~fg3 ~hl 57 l//lih3 ~e4 58 ii'e3 .~.c6
59 wc5 j/,,d7 60 wd6 ií..b5 61 ~b3 ..\1J.e2
O bien 61 ... ~e8 62 'lic4 Wg8 63 'l!fc8
@f8 64 @d5 j/,,b2 65 '!Wd8.
62 '!Wb4 .Jilf3 63 '11Gc4! wg8 64 Wd7 -;t·f8
65 l/Wc5+ ·;±/g8 66 we8
Las blancas tienen la doble amenaza
'llGIB+ y 'l/Rc4.
Las negras se rindieron.
En el final que sigue, según Tal, "un
90% de los grandes maestros habrían
acordado las tablas: después de todo, ní
siquiera es evidente cómo plantearle al
oponente algún difícil problema, por
no hablar de situarlo al borde de la ca-
t{btrole".
Gary Kasparo,· - Mis (;E~iALES l'Rt:DEU.S<JRES 111

- - - - - · __.. ______ ____ ..

319 75 ••• wg4 76 -~.e6 J:l:c5

S. Gligoric-L. Polugaievsky
,1 mstmlam 1970
73 ... ~d3
Lajugada secreta. ""En los libros sobre fi-
nales nunca he vislo est¡1 posición exac-
ta. Al dejar la sala <le juego. estaba indi-
nado a pensar que la posicicín era de
tablas mur'Ytas. Pero al tratar de penetrar
en sus secretos. encontr¿ sutilezas con
las que nmwa hubiera soúado. I .le¡..,1i.u.> a
la conclusión de que si el peón negro es-
tm1en1 en 14, sería tablas. porque el alfil
no podría st'r dt>S\'Íado. Pero al estar en
5. el peón no pifra a su rev de la casilla
advaccnte v restringe el radio de acdón
rkl alfil" (Polugaifl·skv).
Había que encontrar, de todos modos.
un plan para jugar a ganar. lo que sólo
se pudo descubrir tras tlll largo análisis.
Las negras tt>nían qut> expulsar al alfil
de la diagonal a8-b 1 v rt'stringir su jue·
go al máximo con la perst>cución de la
torrt' v. en el momento apropiado, rea-
lizar el aYarn:e del peón, l?i-f4-f-l. Defen-
derse contra este plan no es, en absolu-
to, facíl para las blancas.
74 ~c6 llc3
Pas;h1dolt' el tumo dejuego al oponente.
75 .iéd5
fambién después de 75 .á.b7!? li'g'1 7fi
.!id5 .:td3! (76 ... fF 77 .1':.e6+ ~g5 78
1'.d.)) 77 $ .. b7 .l;b)i 78 li.,d5 :'\c3! 79 .~b7
14, o bien 78 ~.c6 tla3! 79 ."1+.d5 (79 )k'.b7
::Id'.)) 79 ... .l:!.c3, el alfi 1 será t'xpulsado
de la gran c!íagonal.
Comienza la restriccicín del alfil.
11 .lli.b3 wf4 78 .~.d1
"Después de 78 Gligoric temía.
obviamente, 78 ... ya que en \'Ísta
de la amenaza de avance del peón (f5-
f4-I:)), sería necesa1io 79 .\!IJ7. Mi rival
no quería filtrar en una sítuación así,
en la que s<Ílo dispusiera de una juga-
da" (Polugaíevsky).
78 ... í'.k6! 79 il..h5
Después de 79 Jí.e2 (79 j:J"'.)?? :lg6+)
79 , .. rt:g6+ 80 ;,;;?fl ~d 81 .~d l :'i'.d6 82
Lh5 (82 <#•. c2+~ J<>f3) 82 ... llh6 83 .~17!
(83 ;,i¡,d 1 llh l + 84 we2 wf4, o bien 83
..ii.e8? ·;t>t~ 84 wg 1 :W:e6 85 .~d7 :Id+ 86
wh2 14 +), la posición blanca pende
de un hilo.
79 ... J:h6 80 ,\kdl
Si 80 1'.e8 ó 80 ;&f7, sigue 80 ... We4!
80 .•. Etg6+ 81 wn l:ld6
"Apretando muy lentamente la soga"
(Polugaievsky).
821'.h5
Era malo jugar el alfil a c2, b::l y a4, a
ca11sa de 82 ... ;;!;f3.
82 ... l:'.td7
litmbién era posible.jugar 82 ... :G:h6 83
..&.dl cihl+. o bien 83 j¡J7 We4.
83 •;i;•g2 l:J.g7+ 84 wfl we4 85 &.dl cid7
86 .\t:h5
De nuern, única. Si 86 86 ... 14: 86
..i?..c2+? 86 •;!,e2? y en todos los
casos las blancas están en Zuf!:Zwan¡;.
86 ... B.h7 87 .lle8
Era peligroso continuar con 87 rl 1?!
J::\h l + 88 <;;~e2 Wf4 (evitando la trampa
88 ... Zlxdl? 89 wxdl Wf3 90 >!tel >!tg2
~ll 14 !, y tablas) 89 .lla·l l:a1 90 li..d7
ñcl (con la amenaza 91 ... ii.c2+ 92 ,j;•fl
l.1?rn) 91 i>_,.,61.tie5 y f5-f4.
87 •.. Iíh6!?
"Al no ver cómo seguir reforzando su
posición, las negras toman una m1eYa
decisión. Puesto que han 'exprimido' al
máximo la situación de su torTe en s{·p-
tima. ahora deciden pasar a la oct;n-a
--
fila. Pero primero vuelven a la sexta, al
tiempo que enmascaran sus verdaderas
intenciones y relajan la vigilancia de su
oponente, esperando, en definitiva, a
ver cómo se comporta el alfil en su nue-
va diagonal'' (Polugaíevsh).
88 ~,a4 l:d6 89 ®g2 Wf4 90 ~e8 .!::b6
91 Jta4 J:l:a6 92 Jldl :'.g6+ 93 ~n J:!.d6
94 .~h5 J:l:h6 95 JLf7 ltie4 96 kb3 z:Ic6
97 wg2 :.el 98 :&.f7 i::!.c7 99 kh5!
99 ~a2? .!:Ih7! y 100 ... f4 +.
99 ... z;l.g7+ 100 ~fl l:rg8 101 ~dl
953
102 .lta4?
El error fatal. Las blancas podían haber
logrado unas tablas posicionales con
102 ;~.h5 (única) 102 ... J:!.h8 103 1Lf7!
Por ejemplo: 103 ... f4 104 f3+ 105
wg3 .l:i.h6 106 J1i,e8.
102 .•. lk8! 103 ild7
El alfil ya no tiene tiempo para llegar a
la diagonal e8-h5. Las blancas también
habrían perdido después de 103
f4 104 wg2 105 wfl
f3, o de 103
j/~b3 f4 104 l:c7! 105 j¡,d 1 :i:í:g7 +
106 wn f'3.
103 •.. :Ic5!!
¡Emboscada!
104@e2
104 ile8 f4l 105 ilg6+ Wf3, y no hay ja-
que en h5. 104 Wg2 f4 105 ilg4 ~g5.
104 ••• f4 105 Jil.e8 f3+ 106 wd2 :íd5+
107 Wc2 wf4 108 ilf7 l:tg5
Las blancas se rindieron. I .a partida
podría haber seguido 'l 09 @d2 :Sg2
110 wel .!:gl+ 111 wd2 l:H1.
Dos medallas de plata (en l 9fil v
1965) y dos de orn (1967 y 1968) en el
Campeonato de la URSS, numerosas
victorias en torneos internacionales, es-
pléndidas ai:;tuaciones con el equipo so-
viNko en las Olimpiadas, todos estos
éxitos de Polugaievsky se vieron <>nsom-
brecídos por sus regula1-es fracasos a la
hora de clasifü-arse para los torneos in-
terzonales. Sin embargo, en el '.'17'' Cam-
peonato de la URSS, Moscú 1969 (que
también era torneo zonal), por fin rom-
ñd8 pió su tradición adversa, compartiendo
d prinier puesto con Petrosian, por de-
lante de Geller. Smyslov, Taimanov,
Stein y Tal. El tono de su ascenso fue
marcado por la espectacular partida que
sigue, que le dio un poderoso ímpetu a
la teoría de la Defensa Semi-TatTasch.
320
L. Polugaievsky-M. Tal
2'vlnsrú I 96 9
37" Campeonato de la UR.)~)', 2" mnda
Gambito de Dama (D41)
1 c4 {z:Jf6 2 ll:ic3 e6 3 ci.Jf3 d5 4 d4 c5 5
cxd5 lí::ixd5 6 e4 ll:ixc3 7 bxc3 cxd4 8
cxd4 ilb4+ 9 .í1Ld2 ilxd2+ 10 'li'xd2 0-0
11 .tc4 ll:ic6 12 0-0 h6
12 ,., Vd6!? se jugó en la partida Por-
tisch-Polugaievsky, Portoroz 1973.
13 l:i:adl!
13 .l'l.'.fdl (tomo I, partida núm. 145).
13 ••. A,b7 14 l:!:fel
954
85
Gary Kasparov - Mis GE~lALES PREDECESORES
14 ... tt:Ja5:?
En la partida Spassky-Petrosian (Mos-
cú 1969, match. 5ª), disputada no mu-
cho antes, se jugó 14 ... ~c8 15 d5!
exd5 16 ;!xd5 (partida núm. :~73).
"Muchos comentaristas, Tal incluido, re-
comendaron la inmediata 14 ... o
bien 14 ... J:c8 15 d5 tt:Ja5", recuerda Po-
lugaievsky. "Por supuesto, no sabían que
habíamos analizado esta continuación
en Dubna, donde Spassky se preparaba
para su match con Petrosian al tiempo
que yo me preparaba para mi match por
el título de campeón de la URSS, con
Alexander Zaitsev. Al completar nues-
tros análisis conjuntos, Boris y yo nos pu-
snnos de acuerdo en que ambos tenía-
mos derecho a emplearlos a la primera
ocasión que nos pareciese oportuno".
15 ;!d3 Jk8
Aquí es de considerar 15 ... l/Hd6, así co-
mo la profiláctica 15 ... h6, aunque des-
pués de 16 d5! exd5 17 e5 &:Jc4 18 Wie2
Wic7 19 tt:Jd4 aae8 20 t4, las blancas tie-
nen compensación por el peón (Gul-
ko-Yusupov. Riga 1995).
16 d5! exd5
Si 16 ... Wid6!?. las blancas pueden lu-
char por la iniciativa con 17 dxe6 ( 17
y 17 'i1e3 también se han jugado)
... 'lixe6 (17 ... fxc6 18 kb5!?) 18
.'.Lid4 19 .'.i:JG (Dojoian-S. Webb,
:Vloscú 1989).
17 e5!
Un inesperado sacrificio de peón a
cambio del ataque. Es importante ob-
servar que las piezas menores negras
están fuera de juego y que les resulta
difícil incorporarse en avuda de su rey.
17 ... tt:Jc4
Una activación lógica del caballo. Ante
otras respuestas, las blancas mantienen
mejores perspe<:tivas:
1) 17 ... h6 18 '1Wf4!, seguido de 19 Wf5 g6
20 'i1g4 y, en algunos ca~os, h2-h4-(h5) y
tt:Jd4, preparando la mptura e5-e6. · desenlace no está claro. Por consiguien-
2) 17 ... Wie7 18 '!Wf4 f5 (18 ... f6 19
~f5!? l:kd8 20 'l!\Vh4 g6 21 exf6 'liá'xf6 22
86
III
1Llg5 h5 23 ~e6+ Wg7 24 Wg3, con ini-
ciativa por el peón) 19 tt:Jd4 (l 9 ~xf5
20 '1Wg5 '1Wxg5 21 ~e6+ Wg7 22 CiJxg5
es confuso) 19 ... g6 20 h4 iiJc6 21
tt:Jb5 We6?! 22 h5 lkd8 23 hxg6 hxg6
24 l::e3 r!.d7 25 1Lc2'., con presión (Ba-
girov-Zhuravlev, Daugavpils 1974).
3) 17 ... d4 18 (18 t/:Jxd4
18 ... h6 19 ct:Jh7 20 'l!\Vt4 tt:Jb2, ven
caso de 21 tt:Jf6+?! ~h8 22 L!.d2 0c4 23
kxc4 l;xc4 24 fl:d3 l!c3 (24 ... kc8? 25
g4!) 25 l':xd4 (Burgess) 25 ... Wic8!, las
negras pueden defenderse, des-
pués de 21 tt:Jxf8! tt:Jxdl 22 e6 (22 ...
fxcfi 23 tl:Jxefi Wd5 24 J&,e4!) 23 tt:lh7!
l:e7 (23 ... fxe6 24 ::txdl) 24 exf7+ .!hf7
25 'lfe5, las blancas deben gamir.
4) 17 ... g6 18 Wih6 (Polug-aievsky) 18 ...
f5 (no 18 ... f6? 19 ;!xg6) 19 h4! (nada se
consigue con 19 exf6 '!Wxf6! 20 '2ig5 J:í.c7
21 tt:Je6 'i1xf2+ 22 Whl .!:le7) 19 ... Wie7
20 h5 21 'lfg5, con compensación a
largo plazo por el peón sacrific;1do.
18 'lif4
La posición crír.ica de toda la variante.
18 ... '2lh2?
Esta jugada permite una brillante com-
binación. "Tal trata de cambiar el peli-
groso alfil de casillas blancas, pero ¿qué
otra cosa hubiera podido hacer? Si 18 ...
h6, seguiría 19 'i1f5 g6 20 't\l'h3 ~g7 21
c6 fxe6 (?: G. K.) 22 ~Jd4, y la posición
negra se viene abajo" (Polug-.lievskv).
Sin embargo, después de 21 ... 'l!\Vf6!: el
te, había que considerar 20 '1Wg4!?
(20 ... h5 21 21 tt:Jd4.

En opinión de Polngaievsky. "las negras
también pierden rápidamente después
de 18 ... l'k619 <'t:ig5 h6201/,h7+ whS 21
<'t:lxf7+ >tixh7 22 <'t:ixd8 l:txf4 23 e6". Pero
no estoy de acuerdo con esto: después
de 23 ... :!:tf8! 24 e7 ::i:e8 25 <'t:ixc6 j,,xc6,
las negras están perfectamente. Y si 23
<'t:ixb7, entonces 23 ... .:\:!:c4! (23 ... i:i:c6 24
l'hd5 J:fü 25 f1! J:lxf4 26 <'t:id8 .i'Ic8 27 e6
es inferior) 24 .lhe4 (24 f4 4:::b2!) 24 ...
dxc4 25 c'2Jd8 lk7 26 ll:ie6 (26 e6 Q:ib2)
26 ... .tes 27 .!:el (27 .!:d7 4:::xe5, con ta-
blas) 27 ... wg6 28 g4 b5 29 tUd4 l:d8 30
lUc6 ñe8, con un final de tablas.
En lugar de 19 4'.ig5, una mejor conti-
nuación es 19 ll:id4! l::!.c7, ahora no 20
~xh7+? wxh7 21 ~d3 22 li::ifü .i::!.e8
23 g4 (23 i:.113+ wgs 24 ga-
nando) 23 ... fü 24 l:h3+ 25 li::ih6+
gxh6 26 'ii'xh6 (Spasov-Kostakiev, Co-
rrespondencia 1997) 26 ... j/,,xg4! - +, o
bien 20 ii.Jb5 t.lc5l, con igualdad, pero
20 l:!.e2 ó 20 con idea de e5-e6,
mantendrían una compensación dura-
dera por el peón.
Además de 18 ... un juego confuso
resulta de 18 ... g6!? 19 Wh6 f5, y si 20
exf6, entonces 20 ... ~xf6 21 <i:cg5 ~c7
22 tt:le6 23 >tihl J:e7! (Burgess).
También aquí, incluso con el caballo
en c4, es más prometedor 20 h4!?
La espléndida victoria de Polugaie\·sky
(¡a expensas del g1·an Tal!) minó la fe
de las negras en esta variante de aper-
tura, aunque como demuestra un análi-
sis objetivo sus recursos defensivos son
considerables.
95¡¡
19 j/,,xh7+!
TIGRAS IX
Polugaievsky derrotó a Torre con un
golpe táctico similar, en Londres 1984.
19 ... >tixh7 20 iLlg5+ >tig6
Después de 20 ... Wg8 21 iWh4 'lWxg5 22
Wxg5 4-:lxd 1 23 '.!:txd 1 comienza la fas<>
técnica: 23 ... l:!:c2?! 24 'li\!e7! (Grae-
ser-Eickhoff, Correspondencia 1986),
o bien 23 ... :res 24 h4!, etc.
21 h4!!
"Esta jugada preparada, de gran fuerza,
es la clave de la combinación. Existe la
amenaza 22 h5+! @xh5 23 g4+ @g6 24
'lif5+@h6 25 '!i'h7+ >tixg5 26 1!1ih5+ @f4
27 ~f5++" (Polugaievsky). Tal pensó
aquí mucho tiempo.
21 ... l'k4
"Una 1·éplica forzada. 21 ... f5 no habría
salvado a las negras, en vista de 22 l:td4!,
con la misma idea de 23 h5+ ó 23 'i"g3 (o
incluso 23 .!:!.e3: G. K), mientras que si
21 ... il'd7, las blancas habrían ganado
con 22 e6 fxe6 23 Wg4 :l.f6 24 tt:lxe6+
@h6 25 J::!.e5 g6 (25 ... wh7 26 lUg5+) 26
Wg5+" (Polugaievsky). O bien 25 ... Wl7
26 ~h5+! y Wxg7++. (Dimov-Tsolov, Co-
rrespondencia 1990). También se han
ensayado otras jugadas:
1) 21 ... li::ixdl 22 h5+ wh6 (22 ... wxh5?
23 g4+) 23 tt:le6+ wh7 (23 ... g5 24
hxg6+ wxg6 25 Yi'g4+ wh6 26 'lig7+
wh5 27 tt:lf4+ wh4 28 g3++ Burgess) 24
tt:lxd8 ~cxdS 25 ñxdl ::í'.de8 26 'lif5+
@g8 27 'l:\lld7 11,aS 28 f4 ... 1-0 (D. Gure-
vich-Massana, Nueva York 1985).
2) 21 ... 'l!lie7 22 J;i:d4! (22 .!:!.e3!?; la to-
rre debe incorporarse al ataque en lu-
gar de 22 h5+ wh6! 23 12:ixf7+ wh7 24
e6 Wf6! 25 Wxf6 gxf6, con posición
confusa: Burgess) 22 ... wh6 (22 ...
tt:lc4 23 :J:d3! y .i:.g3 .,. -) 23 tt:le4+ wh7
(23 ... g5 24 lt:Jxg5 f5 25 exf6!; 23 ...
wg6 24 hs+1 wh7 2s tt:igs+ wg8 26
'ii'f5, o bien 25 ... >tih6 26 tt:le6+ Wh7 27
'ii'f5+ @g8 28 g6 29 hxg6 f6 30
exf6! Wxf6 31 'ii'xg6 32 tt:le6, ga-
nando) 24 tt:lf6+!! gxf6 25 'lif5+ wh6 26
exf6! 'ltfxe l + 27 Wh2 l:g8 28 g4 ... 1-0
(Crainbourne-Ninov, Corresponden-
cia 1994-96).
87
Gary Kasparov - Mis c.ENIALES PREDECESORES
Por supuesto, todas estas vistosas va-
riantes no agotan necesariamente los
recursos atacantes de las blancas.
22h5+
Más tarde también se jugó 22 l:!d4l?
22 ..• @h6
22 ... @xh5? 23 g4+ y mate en tres.
23 éllxf7+ @h7 24 'f/Hf5+ @g8 25 e6!!
Las blancas invirtieron literalmente
unos minutos en estas 25 jugadas. "Al
ver esta posición no podía creer a mis
ojos: ¡se había llegado a ella esa misma
mañana en el tablero de Polugaievsky,
en la habitación de su hotel! Su trabajo
analítico en esta variante se parece a los
mejores ejemplos del trabajo de Botvin-
nik" (Geller).
957
25 ••. Wf6!!
La única forma de evitar un inmediato
desastre, como ocurriría, por ejemplo,
en caso de 25 ... cLixd1? 26 e7 We8 27
exf8'f/H+ 1!lfxf8 28 cLih6+ gxh6 29 '1Wg6+
'>t>h8 30 .l:!.e8, o de 25 ... 1We7? 26 h6!
(con la amenaza 27 h7++) 26 ... 1:1.M 27
.!:l:d4! :íxf7 (27 ... .:íxh6 28 cLixh6+ gxh6
29 l:.g4+) 28 exf7+ Wxf7 29 Wxf7+ y
.!:xh4.
26 1!lfxf6 gxf6 27 :td2!
"Esto ralentiza el tempo de ataque. Era
más enérgico 27 élld6", escribe Polu-
gaievsky, pero en el lnformatfff 8 añade:
27 ... ~xdl (creo que 27 ... l:th4!? tam-
poco pierde) 28 e7 l:tcl l Desde luego,
este final es tablista: 29 lí:\xb 7 :tes 30
lí:\d6 Ilxe7 31 l:xe7 d4; 29 exf8W+ @xf8
30 lí:\xb7 lí:\c3 31 lhcl lí:\e2+ 32 @fl
88
III
lí:\xcl, o bien 29 h6 llb8 30 lí:\xb7 lle8
31 t,;:Jd6 lhe7 32 1::1'.xe7 lí:\e3+ 33 '>t>h2
lí:\g4+ 34 '>t>g3 lí:\xh6 (Naumkin-Nev.m-
linna, Jyvaskyla 1993) .
27 ... l:tc6!
Tanto 27 ... lí:\a4 28 lí:\d6! (28 e7? '>t>x17)
28 ... il,c6 29 e7 i::!'.e8 30 tl:Jxc,4 dxc4 31
l:l:d6 como 27 ... .!:b4 eran insuficientes,
aunque no debido a 28 a3 (Polu-
gaievsky) 28 ... l:l:b3! (28 ... lí:\c4? 29
J:id3!) 29 lí:\h6+ (Burgess recomienda
29 :d4 lha3? 30 l:!.g4+ '>t>h7 31 e7 .l:!.e8
32 h6 + -, pero después de 29 ... ~l1Lc6!
no hay victoria) 29 ... '>t>h7 30 0g4 '>t>g7
31 Zkl lí:\c4 32 l:l:xc4 dxc4 33 :l'.d7+
Wh8! 34 l:!.xb7 J::í'.bl+ 35 @h2 :!el, con
tablas, sino en vista de 28 e7! @xfi 29
exf8W+ @xffi 30 h6 lí:\a4 (30 ... iLa6 31
a3!) 31 l:!:de2 :.e4 32 J:Ixe4 dxe4 33
l:dll, con decisiva invasión de la torre.
28 .!'.l:xb2 lle8?
"En graves apuros de tiempo, las negras
no descubren su última posibilidad
28 ....il,c8!, y las blancas tendrían que
supernr buen número de dificultades
para materializar su ventaja", opina Po-
lugaievsky, y aquí índica dos posibles
caminos:
l) 29 e7 l:te8 30 lí:\d8. Ahora, en mi opi-
nión, después de 30 ... J:c7 31 :i:l:be2 d4!
(31 ... ..\lg4?l 32 l:e3 .\txh5? 33 .l:g3+
@h7 34 l:th3 @g6 35 lí:\e6!) 32 :l:d2
(¿qué jugar, si no?) 32 ... Ikxe7 33
l:txe7 'flxe7 34 l:.xd4 J:!:d7! 35 :!.xd7 (o
bien 35 lí:\c6 J:xd4 36 lí:\xd4 .il.g4) 35 ...
.~xd7 36 f'3 b5 37 Wf2 b4 38 @e3 a5 39
W<l4 ~e8!, las negras eliminan los peo-
nes enemigos y logran tablas .
2) 29 0h6+! Wh7 30 lí:\f5 l:rxe6 31 .::tel.
Esto conserva la ventaja, 31 ... @g8 32
.:!.d2! (32 :bc2 l:te5!) 32 ... I:td8 33 Ci:ld4
l:!.c7 34 r3 Il.de8 35 l:k6!, o bien 32 ...
J:e5 33 lí:\g3 l:íd8 34 .!:tc7, aunque las
blancas siguen teniendo mucho trabajo
por delante.
29 lí:\h6+! Wh7 30 lilf5 J:l:exe6 31 ~xe6
l:xe6 32 l:k2 l:!c6 33 :re2!

958
33 ... .\lc8
Si 33 ... lk7, entonces 34 l:te6! (Polu-
gaievsky). Por ejemplo: 34 ... d4 35
tllxd4 wh6 36 .ilxf6+ Wxh5 37 ll:.d6 o
bien 34 ... J::td7 35 Il:xf6 d4 36 @fl d3,37
@e 1 d2+ 38 >t>dl Ae4 39 liJd6 l!.xg2 40
@xd2 .tf3 41 h6!, con una marcha
triunfal del rey. También es malo para
las negras el final de torres resultante
de 34 ... .tc8 35 .lhf6 ~xf5 36 .l:.xf5
J::!:cl + 37 Wh2 l:!c2 38 :!:f7 + wh6 (38 ...
@g8 39 I:!.xa7) 39 g4!! llxa2 40 wg3 l:tal
41 1'M7, y los peones pasados blancos
son superiores.
34 .!:Ie7+ @h8?!
No obstante, era más tenaz 34 ... @g8
35 liJh4 .l:tcl + (35 ... f5 36 l:lxa7 d4 37
@n) 36 >t>h2 :!.c4 37 f4! l:xf4 38 liJg6
J;;íf5 39 g4 1':tg5 40 l:!.e8+ @g7 41 .Cxc8
lhg4 4~ @h3 :!.a4 43 @g3 llxa2 44 tllf4,
y el peon h, apoyado por torre v caba-
llo. decide la partida. ·
35 liJh4 f5 36 liJg6+ @g8 37 ~:xa7
Las negras se dndieron.
En su primer Torneo Interzonal
(Palma de Mallorca 1970), Polu-
gaievsky finalizó a un punto de los
puestos clasificatorios (5º-6º), aunque
el optimista Larsen había pronosticado
que ... ¡sería su oponente en el match fi-
nal de Candidatos! De algún consuelo
pudieron servirle las luchadas tablas,
con negras, contra el vencedor del tor-
neo y futuro campeón del mundo, el
formidable Bobby Fischer.
T!GRAN IX
321
R. Físcher-L. Polugaievsky
Palma de Mallorca 1970
Tornro lnterzonal, 11 ª rond.a
Apertura Réti (Al l)
l c4!?
"Mi entrenador, el gran maestro Boles-
lavsky, y yo llegamos a la conclusión de
que Fischer 'iiia por mí'. No teníamos
dudas de qne comenzaría la partida con
l e4, y eso significaba una Siciliana. Lle-
gué a la mesa unos 30 segundos tarde v
me senté al tablero. ¿Qué es esto? Fi;-
cher no estaba, pero en el tablero había
un peón blanco en c4. Pensé que me
había equivocado de mesa. Me puse en
pie, miré al tablero de demostración v
enton.c_es comprendí que toda mi pr~­
parac1011 de apertura había sido en va-
no, pues virtualmente por primera vez
en su vida Fischer había jugado 1 c4. ¡Y
eso a pesar de su increíble adicción a
sus esquemas de apertura favoritos!"
(Polugaievsky).
l ... liJf6 2 g3 c6! 3 ~g2 d5 4 liJf3 .ltf5?!
Con idea de plantear el habitual esque-
ma "Lasker" (tomo I, partidas núm. 71
y 108). Pero con este orden de jugadas
es mejor aceptar el sacrificio de peón
4 ... dxc4!, que no puede ser recupera-
do de inmediato: 5 ~c2 b5 6 a4 (6 b3
cxb3 7 axb3 ~b7) 6 ... j¡,b7 7 b3 cxb3 8
~xb3 a6, o bien 5 a4 tlla6 6 ~c2 '1Wd5,
o aun 5 ... ~d5 ó 5 ... .te6. con juego
confuso (pero no 5 ... b5? 6 axb5 cxb5
7QJd4!).
5 ~b3?!
Lo correcto es 5 cxd5!, y sólo después
de 5 ... cxd5, 6 'll'Kb3, con ventaja. Por
ejemplo: 6 ... ~b6 7 ~xb6 axb6 8 liJc3
liJc6 9 d3 e6 (9 ... e5!?) 10 QJb5 (Por-
tisch-Smyslov, Wijk aan Zee 1972), o
bien 6 ... ~c8 7 tllc3 e6 8 d3 liJc6 9 cltf4
.te7 1O 0-0 0-0 11 l:'!ac 1 $1,g6 12 tlle5
liJd7 (12 ... 'llxe5? 13 tllxd5!) 13 tllxg6
hxg6 14 h4! tllcf> 15 'llidl 'llid8 16 d4
tlld7 17 e4 (Korchnoi-Karpov, Moscú
1974, match, 15").
En esta situación, es insuficiente jugar
89
Gary Kasparov Mis GE:-i!ALFS PREDECESORFS III

5 ... t2:.ixd5?! En una partida de entrena- 12 1bf4 0-0 13 e4!?

miento, jugada hace mucho tiempo
con el gran maestro Bagirov (Bakú
1975, simultáneas con reloj), yo res-
pondí 6 d3 y, tan pronto como el cen-
tro de peones comenzó a avanzar, las
negras perdieron rápidamente.
5 ... tih6! 6 cxd5 ~xb3 7 axb3 cxd5
Pero aquí es mejor 7 ... t2:.ixd5! Por
ejemplo: 8 '2:lc3?! (8 d3 =) 8 ... t2:lb4! 9
'2:ld4? (9 0-0 e6) 9 ... e5! 10 .l:!.xa7 (10
t2:.ixf5 t2:.ic2+) 10 ... :tl:xa 7 11 '2:lxf5 t2Jc2+
12 wdl tZlal 13 d3 g6 14 ~e3 l:fa6 15
líJh4 líJxb3 ... 0-1 (Sumiacher-Polu-
gaievsky, Mar del Plata 1971). Los mati-
ces de la Réti, como muchas otras aper-
turas, sólo estaban por entonces
empezando a descubrirse.
8 tt:lc3 tt:lc6 9 d3 e6 10 0-0 fte7
En opinión de Lev Abramovich, era más
activo jugar 10 ... ~c5!( 11 tt:la4 ~d6, o
bien 11 ~g5 0-0, pero no 10 ... wd7?! 11
.!ldl, con la amenaza de e2-e4.
11 .~e3!
959
Más tranquilo es 13 l:!.fcl. Por ejemplo:
13 ... ~c5 14 tZldl J!Lb6 15 b4t llfr8 16
b5 líJd4 17 l:!.xc8+ l:!'.xc8 18 li:lxd4 ~xd4
19 h3, con una ventaja mínima.
13 ... dxe4 14dxe41bg6 15 e5
Amenazando 16 h3 líJh6 17 g4, y el ca-
ballo negro queda fuera de juego.
15 ... iLd3!
¡El alfil muerto ha cobrado vida! Ahora
comienza una escaramuza táctica.
16 l'lfdl
Sí 16 .llfcl, habría seguido 16 ... ~c5!
17 líJdl ~l!Lb6 18 h3 lllh6 19 g4 f6, con
igualdad.
16 ••• ~c2 17 .!':l:dcl
"Después de 17 J:!.d2 ~xb3 18 .!:r.d7 ( 18
h3 g5!) 18 ... Jil,c5 19 líJe4 ~b6. con la
amenaza 20 ... ~d5, y las negras están
bien" (Polugaievsky) .
17 ..• j¡.xb3 18 h3
La culminación de la batalla.
960

11 ... líJg4! 18 ..• g5!

Si 11 ... 0-0, a las negras no les gustaba No, por supuesto, 18 ... lllh6? 19 i?Jd2!
12 tt:ld4! líJxd4 13 ~xd4 a6 14 e4. "Se-
ría especialmente desagradable jugar 19 hxg4
una posición tan pasiva contra Fischcr 19 J!Lxg5; iLxg5 20 tt:lxg5 ~gxe5.
(digamo5, 14 ... 1i,g6 15 exd5 &jxd5 16
tt:lxd5 exd5 17 'IJ.fel 'fl.fe8 18 i!e3 :ad8 19 19 ... gxf4 20 'Lld2!
:.ael wf8 20 b4!? }6 21 1lxe7 l:xe7 22 Es inferior 20 gxf4 J:lfd8!
~t5 'fid7 23 1he7 :tixe7 24 ~xd5 b6 25
Ji.xP7+Wxe7 26 d4, etc: G. K.). Compren-
20 ... f3!!
dí que debía encontrar algún medio de "Las negras juegan confonne al principio
alterar el equilibrio, aun a costa de al- predilecto de Fischer: golpe por golpe"
gunajugada irracional" (Polugaievsky). (Polugaievsky).

90

21 ilxf3
21 tLlxf3?! l'1fd8, o bien 21 E2Jxb3 fxg2
22 f4 :i:::.fd8 =.
21 .•. 'Llxe5 22 ilg2
f'orzado, pues nada se consigue con 22
.ltxb7 ~ab8 23 ~g2 (23 .::!.xa 7? .ltc5! 24
:l'.a5 tLld3 25 tLlxb3 ~xf2+ 26 @fl tLlxcl
27 tt:.lxcl ~.e3 - +) 23 ... 0'2lxg4, con
igualdad, v de nuevo 24 &1xa7' es malo,
a cansa de 24 ... ~c5!
22 .•• ~d5 23 tllxd5
Si 23 :.lxd5!? exd5 24 tt:.lxrl.'í, las negras
pensaban seguir con 24 ... :.ld8 25 f3 f5
"con buen contrajuego".
23 ... exd5 24 'fk7
"24 ji,xd5 pierde por 24 ... .:lad8" (Po-
lugaievsky). No, después de 25 ~c71, las
blancas no pierden pero deben luchar
por las tablas: 25 ... ttJg6 (25 ... .i::i'.xd5 26
l:!:xc7; 25 ... J:!fe8 26 l.Ue4: J:txd5 27
l:!:xe7 .llxe7 28 tLlf6+ 26 ~e4
l:xd2 27 .\!l.xg6 .. . fxg6 28
l:':.xe 7) 28 :.le4, etc.
24 ... ~d8!
La maniobra del alfil a b6 pone de re-
lieve la debilidad de la casilla f'2.
25 ~xb7 ~b6 26 ilxd5 l'1ad8 27 llíe4
tüxg4 28 l:dl rJ;;g7 29 .!'!.d2 t'LJf6
Confiando en los alfiles de distinto co-
lor, que pregonan unas tablas claras.
30 tllxf6 •;i;oxf6 31 l:td3 rJ;;g7! 32 rJ;;g2
l:tb8 33 í:l:d7 J:l:bd8 34 ~c4 M.xd7 35
l':.xd7 @g6 36 g4 l:d8! 37 ~xf7+
37 l:xf7 .W:d4!
37 ... rJ;;g5 38 l:!'.xdS ~xd8
Tablas.
"l<-ischer estaba tan contrariado con
el desenlace de la partida que firmó la
planílla y se fue a toda prisa de la sala
de juego~ (Polugaievsky). ;Un tenso
duelo!
No es dificil entender por qué, en
una panida tan importante, descartó
Fi.scher su salida predilecta l e4. Su rí-
T!GRAN IX
val era un gran experto en la Defensa
Siciliana, sobre todo en la Variante Naj-
dorf, el arma favmita también del nor-
teamericano. La contribución de Polu-
gaievsky a la teoría de la apertura
probablemente sea aún más significati-
va que la del propio Fischer. Los si-
guientes ejemplos constituyen buena
prueba de ello.
322
E. Geller-L. Polugaievsky
l'ortoroz J 97 3
¡\ifatrh-tomeo, 1 ª ronda
Defensa Siciliana (B96)
1 e4 c5 2 tllf3 d6 3 d4 cxd4 4 tllxd4 &2.\f6
5 lt:lc3 a6 6 ~g5
Con la jugada de Fischer, 6 el re-
sultado en las partidas de Polugaíeskv
era abrumador a favor de las negras.
No sin razón, Karpov siempre prefirió
la tranquila 6 ~e2.
6 ... e6 7 f4 lt:lbd7!?
La jugada patentada por Polugaievskv
(junto con 7 ... b51? -véase partida si-
guiente). Antes, como él mismo señaló,
después de 7 ... ~e7 8 li'f3 l/rc7 9 ()..()..()
tllbd7 1O g4 b5 11 ~xf6 lt:lxf6 (Fischer
tam11ilm ensayó 11 ... gxf6?!: G. K.) 12 g5
tüd7 13 a3 (13 f5!?) 13 ... l'füS 14 ~h3, ó
14 las negras caían bajo ataque, ¡aun
sin cometer ni un solo error! Por consi-
guiente, economiza un tiempo, a fin de
crear contrajuego en el flanco de dama.
8 'il!f3
Si 8 entonces 8 ... V!Nb6!? tiene
buena reputación. Más tarde, se inten-
tó también 8 pero sin particular
hito: 8 ... Wc7 9 0-0-0 b5 10 g3 (10 g4;
10 a3; 10 f5) 10 ... b4 11 lt:ld5!? exd5 12
~g2 (12 exd5+ iJ.e7 13 lllf5 l,i.Jc5! 14
tüxg7+ rJ;;d8, Yudasin-Gelfand, Interzo-
n;al de Manila 1990) 12 ... ii.e7 13 l.Uf5
(13exd50-0!) 13 ... tt:.lb6(13 ... h6!?) 14
l2ixg7+ rJ;;f8 ( 14 ... rJ;;d8!?) 15 ii.h6 rJ;;g8
16 tl"lh5 tt:.lg4 17 ~g7 li'c4! 18 'il!xc4
tllxc4 ... 0-1 (Shirov-Gelfand, Dos Her-
manas 1995).
91
Carv Kasparov - Mis (:E:->IAl.ES PRED!cCFSORES
8 ... 'fic7 9 0-0-0 b5
La primera posición crítica.
%1
10 .~.d3
"Tras el match por el campeonato
mundial de Reykj;l\Ík esta jugada rápi-
damente cobró popularidad. Cierto
que Fischer 110 jugó 7 ... lt:lhd7, sino
7 .....~e7. Pero puede asumirse que
Spassky había preparado 1O ~d3 con-
tra ambos métodos de desarrollo, lo
que también es cierto para Gelkr,
quien había trabajado con Spassky en
la preparación del match y durante el
mismo y para quien, por. tanto, estas
continuaciones debían resultarle muv
conocidas" (Polugaievsky). Considen:-
mos otras posibles ideas:
1) 10 a3?! :b8! 11 JÍl.,xf6 éi:lxf6 12 g4 b4
13 axb4 .l:lxb4 14 g5 lt:ld7 15 f5?! (15
'fih3) 15 ... llle5 16 'fih3 'fib6! (el tiem-
po extra se hace sentir: ¡las negras se
han apoderado de la iniciativa!) 17
lt:lb3 ..te7! 18 g6 fxg6 19 fxe6 i:::xb3!?
(en mi opinión, también es fuerte 19 ...
1Lb7 20 ..tg2 0-0 21 l:.hfl lhfl 22 l::txfl
a5 23 lt:ld2 a4 24 'fig3 ..tc6, con ataque
gratis) 20 cxb3 'fixb3 21 'fig3 (una de-
fensa más tenaz es 21 ::',íd4!? dtxe6 22
l:Ib4 'fixb4 23 1i.Vxe6 'fib7 24 it:ld5 1i.Vd7
25 ifxd7+ 'it>xd7 26 dtxa6, con posibili-
dadés de salvar la partida) 21 ... ..txe6
22 lt:le2?! (22 it:ld5 'lWa41 es más agudo)
22 ... 0-0! 23 'lWxb3 ..txb3 ... 0-1 (Brons-
teín-Polugaievsky, Moscú l 96i).
2) 10 e5!? (un intento crítico) 1O ...
~b7 11 ifh3 dxe5 12 lt:lxe6 fxe6 13
ifxe6+ ~ei, con la secuencia 14 ~xf6
gxf6 15 .l&.e2 h5 16 it:ld5 ~xd5 17 :::txd5
92
111
Cuc5 18 1lff5 'li'c6 l 9 'fig6+ Wf8 y 'l'e8,
con igualdad (Van der \Viel-Kasparm,
Amstndam 1991), o bien 14 lt:lxb5
axb5 15 .!ll.xb5 ..te4l (Kamskv-Gelfand,
Linares 1993) o aún 14 .~xb5 axb5 15
Eiixb5 '1Wc6 16 i'tJd6+ lt•dS l 7 Jxef'¡ <i;c7
18 'lW xe 7 .l:xa2 19 exf6 lla 1+ 20 Wd2
1id5+ 21 '>t'c31/Wa5+ 22 '>t'd3, tablas (Ni-
1
sipeanu-Shirov, Las Vegas 1999).
3) 10 21.xb:l!? (otro agudo ensayo) 10 ...
axb5 11 1Lidxh5 !Wb8 12 e5 :ta5! l 3 exffi
gxf6 14 .\!i h6! .l'.i..xh6 l !í lt:lxd6+ '>t'e7 16
'it>bl lt:lb6)! 17 1lfe4 (17 lt:lce4!) l,J ...
ll:d8 18 t.íJdb5?! ( 18 'lWb4) 18 ... .ki:xb;)
(18 ... 1/fxf4!r) 19 lt:lxb5 llld5! 20 c4 (20
11fd3'.?) 20 ... 1ta6! 21 cxd5 11fxb5 22
J:thel? (22 dxe61lrd3< 221:d4!?) 22 ..
1Lb7! 23 li!Yxh7 .\ixd5 24 1li!Vxh6 l:.b8! 25
.:!d2 .\ixa2+! ... 0-l (Balasho\-Polu-
gaievsky, In terzona! de Manila 19i6).
La inmediata 16 ... !:!d81 es más precisa.
Por ejemplo: 17 !'lhe l lt:lb6 18 ¿;cJcb5
..ta6! (18 ... .!:txb5?! 19 lt:lxb5, Tim-
man-Gelfand, Wijk aan Zee 2002) 19
it:lf5+ (19 il'c3) J:xb5) 19 ... @f8 20
'iic3l J:txb5 21 1li!Vxf6 l:xb2+! 22 'iixb2
it:ld5 23 1:.xd5! 'iixb2+ 24 'it>xb2 .tg7 +
25 lt:lxg7 l:txd5, tablas (Lutz-Gelfand,
Dortmund 2002), en \ista de 26 lt:lxe6+
fxetl 27 ld:xe6 dil.fl 28 g3 l:b5+.
La teoría se inclina por la conclusión
de que los ataques directos no ganan, y
las blancas harían mejor en buscar una
ligera ventaja completando su desarro-
llo con 1O dil.d3.
10 .•• dtb7 11 l:.hel ifb6!?
"Una nueva jugada preparada de ante-
mano. Por supuesto, es un experimen-
to arriesgado realizar una segunda ju-
gada de dama, mientras las demás
piezas permanecen en sus puestos, pe-
ro no era fácil refutarlo ante el tablero.
En otra partida mía con Geller (Kislo-
vodsk 1972), jugué 11 ... h6, y después
de 12 ~.h4 .JJ.e7 13 lt:ld.5!? lt:lxd5 14
exd5 ~xh4 15 lt:lxe6 fxe6 16 ifh5+
'it>d8, las blancas lograron un fuerte
ataque, aunque conseguí rechazarlo y
acabar ganando" (Polugaievsky). Otra
peligrosa tentativa es 12 'iih3! (Tim-
man-Polugaievsky, Hilversum 1973).

Después de 11 ... hay dos opdo-
nes: 12 lí:ld5!? (Velimirovic) y 12 'l!Kg3 1
(Spassky-Fischer. Reykjavík 1972,
match, 15"). Actualmeme suele jugarse
11 ... 0-0-0. Por ejemplo: 12 '!Wg3 b4 13
lí:lbl ~e7 14 lí:ld2 h6 15 ~.xf6 ~xfli,
con igualdad (Kengis-Gelfand. Tilburg
1992), o bien 12 a3 :1i,.e7 13 'llfe2'.? h6
(no l :) ... ''i.Jc5? de inmediato, por 14
~xb5! axb5 15 lí:ldxb5 'l!Kb6 16 e5) 14
ld14 ,;'2Jc5 (Adams-Gelfand, \Vijk aan
Zee 1994).
12 lí:lxe6?
;Efirn Petrnvich ern un rnaximalista!
"Geller pensó unos 90 ( !) minutos para
efectuar esta jugada. Pero no estuvo
afortunado, porque yo había analizado
este tentador sacrificio en casa" (Polu-
gaievsky). Poco después, Spassky mos-
trarfa un camino tranquilo y seguro: 12
"Llb3 (partida núm. 377).
Sin embargo, Geller no se resignaba a
retirar su caballo, y más tarde jugó 12
4.:ld5!? Entre paréntesis, esta espectacu-
lar jugada fue invención del maestro de
Bakü, y compañero mío de estudios,
Rostislav Korsunsky, quien le mostró las
variantes al gran maestro Gufeld, entre-
nador de la campeona del mundo Maía
Chiburdanidze. Después de 12 ...
exd5?, sigue 13 lí:lc6!, y si 13 ... d4, en-
tonces 14 e5 dxe5 15 fxe5 c't::d5 ] 6 e6
líJ 7f6 17 .!lxf6 t'2Jxf6 18 exf7+ ~xf7 (re-
cuerdo que también miramos 18 ...
~d7 19 .!lf5+ ~c7 20 ~f4+ .~d6 21
l:Ie7+ ~xc6 22 .~e4+- ~c5 23 ~J4+
24 ~xf4 .!lxe4 2:> ¡¡ie5+ lLd5 26 :::l.c7+)
19 j¡,g6+!! (idea de Korsunsky) 19 ...
TIGRA!': IX
~lxg6 20 i'í.J6+ <.t>h6 21 ¿¿jf7+ ~g6 22
L'Llxh8+ ~h6 23 'l!Kh3+ ¡U na victoria pre-
ciosa!
La partida fuente Chiburdanidze-
Dvoiris (Tallinn 1980) siguió rnn 13 ...
í&,xc6, pero esto tampoco salvó a las ne-
gras de una derrota demoledora: 14
exd5+ j¡,e7 15 dxc6 il:Jc5 lli .il.xf6 gxfü
17 .lkf5 'l!lic7 ( 17 ... ~f8 18 c7; 17 ... .B.a7
18 !!xd6 ~f8 19 c7! Vf!fxc7 20 :':c6) 18
b4! c?ie6 19 'lih5 .:Ug7 ( 19 ... lí:lt8 20
il'h6 l::.tg8 21 ~xf6) 20 .lkd7+ ~f8 21
'l'Hh6 d5 (21 .....~d8 22 l:l'.d:~) 22 uxe7!
~xe7 23 J:tel + ... 1-0.
Posteriormente, se dcsculffió que a 12
~l.Jdf>I)
las negras debían jugar 12 ...
~xd4!, nmjuego interesante y compli-
cado después de la posible continua-
ción 13 ..\l.Lxf6 gxf6 l4 lLxb5 ~a7, 14 ...
o 14 ... Vf!fxdl+ 15 ~xdl axh!'l.
12 ... fxe6 13 ~h3 e5!
Sí B .. . 1'.1 ... 0-0-0 ó 13 ... en-
tonces es fuerte 14 e5!, mientras que
ahora las blancas no pucdc·n elaborar
un ataque que compense plenamente
la pieza entregada.
14 ?c:id5
O bien 14 .!lxf6 gxf6 15 ~e6+ il,e7.
14 ... ll.xd5 15 exd5 0-0-0! 16 2d5
16 fxe5 dxe5 17 ~xc5 ~~d6! es desfavo-
rable para las blancas.
16 ... \iic7!
En caso de la "codiciosa" 16 ... exf4?l 17
~xf6 gxf6 18 Jdc8! )'he8 19 ~xd7+ ~d8
20 Ji,xe8 ~e3-r (20 ... ~xc8 21 l:.e l +)
21 'i'!fxe3 fxe3 22 ~.c6, las blancas debe-
rían salvarse con unas tablas.
17 :!:!.e3?!
"Una jugada anodina, ya que en cual-
quier caso el avance b5-b4 entraba den-
tro de los planes de las negras. Las
blancas debían haber jugado 17 1Lxd7
l:lxd7 18 fxe5, recuperando un peón,
con perspectivas de ganar otro" (Polu-
gaievsky). Aunque la posición, después
de 18 ... dxe5 19 i:rxe5 .~ºd6 20 J:!.e6 Z::ffi,
es casi idéntica a la que se produce en
la partida.
gg
 Gary Kasparov - Mis GE\:IALES PREDECESORES
17 .•• b4 18 fxe5 dxe5!
Las negras no quieren quedar con un
alfil malo, como sería el caso después
de 18 ... l.Llxe5 19 ~xf6 gxf6. Aquí, las
blancas, como comentó Polugaievsky,
debían haber intentado pescar en río
revuelto con 20 l:tb3.
19 ~xd7 l:xd7 20 :!'.xe5 ~d6 21 J:!e6
~f8
%3
22 ~bl?
Era más tenaz la jugada 22 'lih4, pero
Geller se encontraba en graves apuros
de tiempo.
22 ... tZJxd5!
"Eliminando el principal enemigo. Sí
23 :í:\xd5, las negras ganan con 23
Bfl + 24 ii,cl 1:!.xcl + 25 ~xcl ~f4+. El
resto es simple" (Polugaievsky).
23 'tll'b3 ~f5 24 ~h4 'iib5 25 .l:teel lfe5
26 ~~.g3 l;xel 27 ñxel ~cxg3 28 Vixg3+
~b7 29 a3 a5 30 axb4 axb4 31 \lif3 'lic6
32 'l/Hf5 g6
32 ... tí::ie3?? 33 í:xe3 ll.dl+ 34
.
'l/Ha4+ 2~5 :a3, con tablas.
33 11!\i'rn llc7 34 'l/Hd3 'lk!/c4 35 'ii'dl :t.f7
36 'l/Hd2 I::d7 37 'lk!íf2 b3! 38 cxb3 'il'xb3
Las blancas perdieron por tiempo.
Gracias en buena medida a esta vic-
toria al comienzo del match-torneo de
desempate, Polugaievsky pudo clasifi-
carse por primera vez para el ciclo de
Candidatos. Más tarde, una vez adapta-
do a los interzonales, logró clasificarse
igualmente en 1976 y 1979. Cuando,
en la primavera de 1980 el sorteo le de-
paró un emparejamiento con Tal, en el
'J4
lll
match de cuartos de final de Candida-
tos, Lev Abramovich no tuvo miedo de
emplear "su" variante, su invento más
arriesgado en la Defensa Siciliana, de-
mostrando así que confiaba por com-
pleto en sus propios análisis. ¡Pskológi-
camen te fue un reto para el gran
maestro del ataque!
Habría que añadir que Tal había
perdido la primera partida del match
con negras y, naturalmente, ardía en
deseos de ganar la segund9. Sin embar-
go, su mejor forma (alcanzada durante
el Interzonal de Riga) ya había pasado
y el excampeón mundial parecía una
pálida sombra de sí mismo, mientras
que su oponente se había preparado
magníficamente para el match.
323
M. Tal-L. Polugaievsky
Alma Ata 1980
i'vlatch dr Candidatos, 2ª pm1ula
Defensa Siciliana (B96)
1 e4 c5 2 l.Llf3 d6 3 d4 cxd4 4 éíJxd4 lí:lf6
5 tí:lc3 a6 6 llg5 e6 7 f4 b5!?
La intrépida "Variante Polugaievskv",
concebida a finales de los cincuenta, es
mucho más aguda que 7 ... Jie7, 7 .. .
éí:J bd7 (partidas núm. 322 y 377), 7 .. .
(partida núm. 378) e incluso 7 .. .
~h6 (partida núm. 338). Ahora, el va-
lor de cada jugada es muy alto y no es
~a2
fácil para las blancas encontrar el cami-
no correcto en las complicaciones re-
sultantes.
8 e5
La línea principal. "Las blancas inme-
diatamente cuestionan la actividad
enemiga en el flanco de dama y lanzan
un golpe en el centro del tablero, ex-
plotando la clavada del caballo de f6"
(Polugaievsky).
8 ... dxe5 9 fxe5 'li'c7!
La clave de toda la variante.

10 ~xb5+?!
Novedad del maestro Ahis Vitolíns, el
segundo de Tal. No mucho antes del
match, Tal y yo tuvimos una breve se-
sión de entrenamiento en Bakú, y el ex-
campeón del mundo dejó caer: como
casualmente: "Sabes, aquí hay la idea
de Vitolinsh, 101l,xb5+". Recuerdo que
pensé que nada bueno podría salir de
eso. En realidad, eso es lo que pasó. Pe-
ro primero veamos cómo respondía Po-
lugaievsky a otras jugadas:
1) 10 exf6 ffe5+ 1 l ~e2 (una alternati-
va inferior es 11 C:Ue4 lWxe4+ 12 C:Ue2
C:Uc6113 fid2 hfi! 14 JRe3 ~b715 'ug3?!
fie5 16 fxg7 kxg7 17 j,,d3 ;Lib4! 18 0-0
C:Uxd3 19 lWxd3 :l.d8 20 ffe2 h5!, Nezh-
metdinov-Polugaievsky, Bakú 1961, 29"
Campeonato de la URSS) 11 ... ffxg5, y
ahora:
a) 12 0-0 lWe5 13 t'tJf3 (!'.~ ~h!í g6 14
~f3 i::ra7 15 ¿íJe4 .::íd7 16 c3 ~b7, con
igualdad, Kavalck-Polugaievsky, Bugoj-
no 1980; 13 ~hl!?) 13 ... ~c5+ 14 Jihl
lWxf6 15 C:Ue4 ffe7 16 C:Ufg.~ 0-0 (lG ...
f5!? 17 .'lh5+ g6 18 i'tJxh7! 'i!if7! 19
tt:lhg5+ \t>g7 20 C:Uxc5 lWxc5) 17 1l)xf7!
l:xf7 18 ::!:xf7 wxf7 19 1l.hf1+ ~g8 20
C:Uxc5 (Beliavsky-Polugaievsky, Moscú
1979) 20 ... l:!.a7!, y aquí la ventaja blan-
ca es ligera.
b) 12 fid3 1!Wxf6 13 l:fl 'llfe5 14 ::!:di!
(14 0-0-0 .:a 7! 15 ttJf3 tl!ff4+ V Jld7)
14 ... J::ta7 (14 ... 11Wc7? 15 ~hs·r g6 16
~f3 :t:!:a7 17 tt:lc6. Beliavsky-Polu-
gaievsky, Moscú 1981) 15 lllf3 (15
t'Zldxb5 ! ? .&1.d7 1fi Wolf-Polu-
TIGRA!\ IX
gaievsky, Groninga 1993) 15 ... ffc7 16
4Jg5! (16 tt:le5 il.e7 17 C:Uxf7 'likxh2!)
16 ... f5 17 ti'd4 h5 18 lil:xf5l? (18 'likh4;
18 a4) 18 ... exf5 19 C:Ud5 'likd7! 20 'likh4
(20 :fd3l?: Van der Wiel) 20 ... 1l,e7 21
wn .21.xg5 22 il.xh5+ ~f8 23 'likxg5
::i'.xh5 24 ffxh5 'ilf7 25 'ilh8-r 'ilg8 ... ta-
blas (Tal-Polugaievsky, Alma Ata 1980,
match, 4ª).
Más adelante, para evitar estas salvajes
complicaciones, pasó a ser la línea
principal l 7 ... "likc7! 18 ll:ige4 h5 l9
C:Ud6+ ffxd6 20 tfxa7 fke5! 21 'ffd4
¿ild7! (Amador Rodrígucz-Polu-
gaievsky, Intcrzonal de Biel l 98.~), o
también 18 il.h5+!? g6 19 fixh8 'iWxg5
20 ii,,f3 C:Ud7!; con juego agudo (He-
llers-Polugaievsky, Haninge 1989).
2) 10 'lie2 l2'ifd7 11 0-0-0 (esperando
mantener el puesto avanzado de e5 y
crear un ataque sobre el rey negro en
el centro) 11 ... 1l.b7 (ésta era, en un
momento dado, la jugada principal) 12
'@lg4
Diagrama de análisis
12 ... fib6 (si 12 ... ~xe5, la tranquila
B 1ke2l está considerado lo más fuerte,
aunque también es posible jugar a lo
!\forphy: 13 ~xb5?! axb5 14 C:Ucxb5 h5?
15 '1'>c7+!: lWxc7 l6 4Jxe6 tl!Ve5 17
tl.':c7+! W:lxc7 18 'i!!Ve2+ C:Ue5 19 11Wxe5+!,
Berezíuk-Izhin, Lvov 1976) 13 ii,,e2
C:Uxe5 ( 13 ... h6 14 'lWh3! _l!i.c5?! 15
tt:lxe6!) 14 'ilh3l ll.obd7 15 ld:hc 1 h6 lfi
1l.h4 g6? 1 ( Kavalek-Polugaievsky, Las
Palmas 1974), o bien 16 ... g5?! (Kava-
lek-Polugaievsky, Manila 1975), y pron-
to quedó claro que en ambos casos 17
C:Uxe6' es fuerte.
95
Gary Kasparov Mis CENIALES PREDEc:t:SORES
Resulta que también aquí Tal debería
estar en su elemento. Sin embargo. en
la part.ida Grünfdd-Polugaievsky (In-
terzonal de Riga 1979), las negras ensa-
varon con éxito 11 ... li.Jc6!? 12 lt.Jxc6
ifxc6 13 'fkd3 (13 lt.Je4 ~b7) 13 ... h6!
14 li,h4 :ib7 15 :ie2 Wic7 16 l:hel (16
J::í.hfll?) 16 ... li.Jc5 17 '1Wh3 (17 'lWd4!?)
17 ... b4!? (17 ... ld.c8 es más sólido) 18
li.Jb5! axb5! 19 íRxb5+ kc6 '.W 'lWrn
lt.Jb3+!! 21 Wbl? (el camino correcto es
21 axb3! l:tal+ 22 Wd2 Wid7+ 23 ~e3
~c5+ 24 ~f4 g5+ 25 ~g3 .:txdl! 26
~xc6 :J:xe 1 27 .áxd 7+ wf8 28 'il:ffü!
.l:le3+ 29 @g4 :O:e4+!, conservando el
equilibrio) 21 ... li:.la5 22 I:!:d4 J:!.c8! 23
.l:.edl g5 ... 0-1.
10 ... axb5 ll exf6 'li'e5+ 12 Vie2 'll:fxg5
13 li.Jdxb5 :r:ta5!
Tras haber consumido casi una hora,
Polugaievsky encuentra una defensa
aceptable.
14 fxg7 .l!Lxg7
14 ... 'lixg7 15 0-0-0 es inferior.
15 lí:Je4 Wie5
El contrasacrificio 15 ... l::txb5?! 16
tlíxg5 l:lxg5 sería algo con lo que las
blancas ni habrían soñado. Seguiría 17
0-0-0, etc.
16 tlíbd6+ we7 17 0-0 f5 18 l:tadl J:!.d5!
No 18 ... fxe4? 19 .l:.f7+ @d8 20 tlíc4+
l:d5 21 li:.lxe5 jcxe5 22 ::l.xd5+ exd5 23
Wih5.
19 '1Wc4 lhdl?
Es muy natural que las negras quieran
simplificar la posición, pero aquí es in-
correcto. También era malo 19 ... ~d7?
20 '1Wb4l lhdl 21 l:!.xdl fxe4 22 élJc4+, o
bien 20 ... ttJc6 21 (i:Jxf5+ ~f7 22 tlíe7+.
Es raro que nadie haya mencionado la
jugada 19 ... .lli,a6!, que le ofrece a las
negras mejores posibilidades: 20 'll!í'b4
(20 'll!í'c7..- tlíd7) 20 ... @d7 21 c4 (21
tlíc5+ Wc6 22 tt:ixa6 ct:Jxa6 23 '1Wb7+
~xd6 24 J:!.xd5+ exd5 25 'lWxa6+ @e7)
111
21 ... liJc6 22 'ii'a3 :!'.a5, y los jaques des-
cubiertos no ofrecen nada: 23 l!Jf7+?
'1Wd4+! 24 'lle3 We7!, o bien 23 QJb5t
\!<c8 24 'llb3 ..llxb5 25 ''l:ld6+ @b8 26
lí:;xb5 @a8 27 Hd7 'itc5+ 28 wh 1 j/,e5,
etc.
20 :¡;¡xdl fxe4
20 ... j;,d7? 21 'llb4!; 20 ... 'llxb2? 21 '1Wc5!
21 liJxcS+ @f7
21 ... .l:xc8?! 22 '1Wxc8 e3 23 '1Wh7+ We8
24 c3 e2 25J;\e1 es insuficiente.
22 G::id6+ Wg6 23 li:.lxe4
Ahora las blancas tienen excelente
compensación por la pieza: tres peones
y ataque sob1-e el rey ''desnudo".
23 •.. liJa6
Completando el desarrollo. Si 23 ...
:!:f8, seguiría 24 .'l:tdfi!, o bien 23 ... l:l:e8
24 b4!
24 Qjf2
24 ;'3!? l:.f8 25 'lid3 tt:ic7 26 l:Iel tam-
bién era centador.
24 ... l[k5
Parece peligroso jugar 24 ... tt:ic7 25
''Dg4! '!Wg5 (25 ... 'i'f5? 26 .tl'.fl; 25 ...
'i'M?~ 26 :i:m l:tf8 27 26 h4 '1We7
27 'lle4+ @f7 28 Wif4+ @gS 29 tt:ih6+
~xh6 30 'lWxhfi, etc
25 b4 liJa4
El momento crucial de la partida y de
lüdo el match.
966
26 l2Jg4?

Según análisis de Lepeshkin, 26 'li!fd3+!
le hubiera dado a las blancas grandes
probabilidades de ganar: 26 ... 'li!ff5
(26 ... <j;¡j727 'li!Vd7+; 26 ... 7!?1h5?! 27 g4+
Wh6 28 'QIJ h3+ wg6 29 'Jld7!: G. K.) 27
'lig3+ Vg5 28 \'i'b3! Por ejemplo:
1) 28 ... );lf8 29 '1Wxe6+ ;~J6 (29 ... .!,If6
30 \'i'e8+ wh6 31 .tí.d3 '!Wcl+ 32 tLldl!;
29 ... 'iff6 30 ¡ye4+ ¡yf5 31 l:d6+ j,f6 32
g4 '!Wxe4 33 lt:Jxe4) 30 lt:Jg4!? 'il'f5 (30 ...
:j;;g7 31 ltJxf6 'IJ/lxf6 32 1::.d7+ ~·h8 33
'IW xf6+ r:lx/6 34 l:tr7.· G. K.) 31 '!Wxf5+
wxf5 32 lt:Jxf6 l:xf6 33 l':fl + we5 34
.!ixf6 wxf6 35 Wf2.
2) 28 ... lt:Jc3 29 '!Wxe6+ 'iVf6 (29 ... ,áf6?
30 l:l.d3 '!Wcl + 31 lt:Jd l + -) 30 '!Wg4+ '!Wg5
31 l:d6+ j,f6 32 lk6 y en el final, como
en las variantes anteriores con 28 ...
J:tf8, el papel de los peones cobra ma-
yor importancia.
26 ... '/if5 27 llle3
Si 27 );{el, entonces no 27 ... l:te8? 28
llle3 lDb2 29 '1Wc6, sino 27 ... l:!:f8' 28
.:'.xe6+ wh5 29 h3 j,d4+ 30 whl 'l/Vfl +
31 'il'xfl l:xfl + 32 Wh2 0c3, con proba-
bles tablas.
27 ••. 0b2! 28 'l/Vh4 '/We5 29 '!Wg4+ wh6
30 :el?!
Probablemente tenía sentido forzar ta-
blas con 30 Vh4+ 71?1g6 (30 ... \\1Yh5) 31
<Lif5+!l 31 '!Wg4+ wh6 32 '!1Vh4+.
30 ....U6 31 b5 :rs 32 b6? j,g5 33 'i\fg3
'!Wxg3 34 hxg3 c/I;g7?
En apuros de tiempo, las negras omi-
ten una continuación ganadora: 34 ...
~b8 35 tl:ig4+ \t>h5 36 tl:ie5 J";:txb6 én ·:.t>f'2
wh6.
35 0g4 tl:ic4 36 .!:1.xe6 ~b8 37 1:1c6 lt:Jxb6
38 :tc7+ @g8 39 c4 lt:Ja4 40 @f2 l:i.b2+
40 ... J::\f8+ 41 We2 h5 42 liJh2 lDc3+ 4'.~
wd3 tDxa2 44 ltJf3 es confuso; el pro-
grama de análisis prefiere 40 ... lt:Jc3!?
41 wf3 l:i'.xa2
Aquí 41 ... .'Dc3 ya no era tan tentador.
TlGRAN IX
967
42 we4?
El error final. I .as blancas debían haber
buscado las tablas con 42 <i'le5 ñd2 43
<j;¡g4. Por ejemplo: 43 ... ,ád8 44 J::d7!
(sin las torres, las blancas no tienen na-
da que temer), o bien 43 ....~e3 44
Ik8+ wg7 45 .!k7+ @f6 46 tl:id7+ wc6
47 lt:Jf8+, o aún 43 ... ji,h6 44 c5! .i.g7!
(Polugaievsky) 45 l:k8+ 11.IB 46 c6 'Llbfi
47 i:b8 lt:Jc4 48 .'Dd7 l:xd7 49 cxd7
QJe5+ 50 @f5 ll.Jxd7 51 E:b7. No es me-
jor 43 ... j¡,f6 44 1k8+ wg7 45 i:c7 +
@h6 46 l:l.c6 wg7 47 :::i'.c7+.
42 ... :::te2+ 43 @f5 j,e7 44 QJf6+
O bien 44 lDe5 j¡,d6 45 lk8+ 'it'g7. etc.
44 .•• ~xf6 45 @xf6 .'Db6! 46 g4?!
No obstante, era más tenaz 46 wf5.
46 .•. l'::Xg2
46 ... l:tc2!? 4 7 J:!.c6 lt:Jd7+.
47 <j;¡g5
Era desesperado 47 g5 l:.c2 ( 4 7 ...
l:l:d2!;,) 48 :::t:c6 (48 g6? QJd5+; •18 l:.g7+
@h8 49 J:!:b7 .itf2+ 50 we5 tDxc4+) 48 ...
tud7+ 49 J.?e6 tt:Jf8+.
47 ... l'.\d2 48 c5 ttJd7 49 c6 :i::d5+ 50
@h6 i:d6+ 51 wg5 tl:ie5 52 lk8+ @g7 53
.tk7+ lt:Jf7+ 54 wf5 h6 55 we4
55 El:c8? .l'.tfü+ ['¡6 we4 t?id6+.
55 ... @f6
55 ... tig6!?
56 .l::!.c8 l':.dl
56 ...
57 l:l.f8 .fuid6! 58 :C:c8
58 c7 J::\cfi.
97
Gary KasparnY - !\'11s GF~!ALES l'REDEGSORES
58 ... i'iJg5+ 59 ~e3 ~e7 60 ~f4 iiJf7 61
~g3 J:!.d3+ 62 ~g2
Si 62 ~h4, las negras habrían ganado
con 62 ... lt:lg5 63 Wh5 ~f6[ (con la
amenaza :h3++) 64 :lf8+ ~g7.
62 ... l:!c3 63 Ik7+ ~f6 64 .:'.'!.c8 lt:le5 65
c7 i'iJf7 66 l:.g8
El peón e, en cualquier caso, estaba
condenado.
66 ..• .!hc7 67 ~g3 .::tcl
67 ... J::!:c3+ 68 ~h4 69 .llg6+!
68 .!:a8 tl:le5 69 J:tf8+ ~g7 70 l:.f5 J::!'.c3+
Las blancas se rindieron. Efectivamen-
te, fue la partida decisiva del match,
pues el marcador se situó en 2-0 y Tal se
desmoralizó.
Los análisis de Polugaievsky disua·
dieron a muchos de sus oponentes de
jugar 6 .l1Lg5: ¡las cosas se pusieron al
rojo vivo para las blancas! Sus grandes
servicios a la Siciliana fueron bien reco·
nocidos por el famoso mecenas del <tje·
drez joop van Oosterom, quien, con
motivo del 60º aniversario del gran
maestro organizó ttn supertorneo te·
mático (Buenos Aires 1994), con las ju-
gadas obligatorias 1 e4 c5 2 é!Jf3 y 3 d4.
¿Qué sucedió? Aunque el torneo no
era compltlable a efectos de Elo y que,
por tanto. era posible jugar sin miedo a
perder puntos de mting, de las 56 parti-
das disputadas, la continuación 2 ... d6
'.) d4 cxd4 4 fZ:Jxd4 C¿Jfü 5 tZlc3 a6 6
sólo se prodttjo una vez: 6 ... t:6 7
~b6 8 ií:Jb3. etc. Un caso único en la
teoría de aperturas: ¿habría algún juga-
dor capaz de plantear la rnriante con
7 ... b5? Sólo su autor, Lev Abramovich
Polugaievsky...
En el verano de 1980, luch6 en el
match semifinal de Candidatos con un
viejo y difícil oponente: \'iktor Korch·
noi. El encuentro estaba programado a
12 partid<is. Después de la 11", Korch-
noi dommaba por 6-5, de modo que só-
lo 111p \'Íctoria le permitiría a Polu-
g:üevsky rcsi~lir. En la partida final
aplicaría toda su maestría.
98
fil
---------······--·~---
324
L. Polugaievsky-V. Korchnoi
Rumos Aú'!'s l 980
A'!atch de candidatos, 12ª partida
Defensa India de Dama (El 7)
1 fZ:Jf3 &:Jf6 2 c4 b6 3 g3 e6 4 .l1Lg2 .'li.e7 5
0-0 .l1Lb7 6 d4 o.o 7 d5!?
Cna tentativa por alterar el juego un
tanto abotargado, típico de la Defensa
India de Dama. 7 'llc3 (tomo I, partida
núm. 94; tomo II. partidas núm. 171 y
210).
7 ... exd5
Una sorprendente novedad ¡y una au·
téntica revelación: Después de 8 icid4,
en la sexta partida siguió 8 ... i'iJc6 9
cxd5 Llíxd4 10 'llfxd4 cf> 11 'lfd3 d6 12
a4 a6 l '.j 'lla3 b5 14 Jl¡,,f4 b4 15 1t'Jc4, rnn
ligera ventaja blanca, pero en la octava
las negras respondieron 8 ... .s1Lc6:? 9
cxd5 .s1Lxd5 1O ~xd5 i2lxd5 11 e4 tZlb4
12 CiJc3 .~J6 13 fzjf5 lle8!. materializan-
do su peón de ventaja en la jugada 96.
"Al preparanne para la decisiva 12ª par-
tida, invertí muchas horas estudiando
la posición que se produce después de
lajugada ]'.)de las negras, pero no con-
seguí mejorar el juego blanco. Tenía
que retroceder, y entonces logré descu-
brir una línea completamente nueva
en esta apertura, tan profundamente
estudiada. ¡t:na nueva demostraci6n
de la naturaleza inagotable del aje·
drez~" ( Polugaievsky).
8 ... c6

8 ... éíJe4 9 cxd5 gxh4 1O ~xe4 "1bf6 11
'ti'c2 g6 12 ~c3 es favorable a las blan-
ca~.
9 cxd5 ll:ixd5
O bien 9 ... cxd5 10 LZ::c3 éi:la6 11 'df5
l'i:Jc7 12 con alguna ventaja.
10 tí.Jf5
Con su caballo en d4, las blancas nor-
malmente jugaban 10 e4 y 11 1:Uc3, pe-
ro el salto inevitable a f?í tampoco es
malo.
10 ... gc5?!
En la nueva situación, Korchnoi no lo-
gra efectuar la mejor jugada. Después
de 10 ... lí:Jf6 11 e4 d5 12 'l:Jc3 dxe4 (Po-
lugaievsky-Stean, Olimpíada de Malta
1980). 13 'Llxe4!, con la amenaza ág5,
es bueno. Pero es 1m'is adecuado jugar
l O ... C/Jc7 11 tLlc3 d5 ( 11 ... 4Je8!~, Tim-
man-Karpov, Tilburg 1983) 12 e4 ~f6.
y entonces 13 exd5 cxd5 14 ~f4 lí'Jba6
15 .l:íel tllc5! ( 15 ... 'i!Yd7 16 ~h3 ~h8?
17 4Je4!, con ataque, Kasparov-Marja-
novic. Olimpiada de Malta 1980), o
bien 13 ;~H4 gc8! 14 g4!~ tí::;ha6, con
juego agudo (Kasparov-Karpov, Moscú
1984-85, match. 2").
ll c4 4Je7
Postedormente se ensa\·aron tanto
11 ... 'i!Yf6 como 11 ... ;;,:_ici con distinr.a
suene.
12 4Jxg7!
Un golpe inesperado, que cambia todo
el paisaje. Las negras esperaban 12
tí.Jd6 'tic7! 13 itf4 ll:ig6 14 4Jxb7 ~xb7
15 ~ºd6 .:e8 16 4Jc3 <Lia6. con una sólí-
TtGRAN IX
da posición y un peón extra. ¡Pero las
blancas habían dispuesto otro destino
para su caballo!
12 ... <J:Jxg7 13 b4!
"Las blancas recuperan su pieza y la~
casillas negras en el flanco de rey ene-
migo han quedado irreparablemente
debilitadas" (Polugaíevskyl.
13 ... ~xb4
Una interesante alternativa es 13 ...
il.a6 14 :;!.e 1 (14 bxc5? ! gxfl 15 gxfl f6
16 ~~b2 tLlg6 17 4Ja3 es demasiado atre-
ddo í 14 ... JLxf'2+!? (las negras no lo-
gran igualar con 14 ... ~.xh4 15 'i!Yd4+
m16 '/líí'xb4 c5 17 'tic3 c'LJbc618 eS! 4Jf5
19 ~f4 ttJfd4 20 ~d2) 15 ~xf2 lí'Jg6, y
los caballos negros se hacen con la casi-
lla e5. Después de 16 j,,b2+ f6, las blan-
cas no consiguen demostrar las venta-
jas de su posición (17 ~g 1 d6 y i:L:ld7),
por lo que sugiero 16 e5!? f6 17 'i:!lh5
fxe5+ 18 'it>gl ~h8 19 ~g5 'lWe8 20 iZic3.
conservando el ataque.
14 'i!!Vd4+ f6 15 'l!!Vxb4 c5
L¡i experiencia ha demostrado que las
blancas también tienen una poderosa
iniciativa después de 15 ... d5 16 exd5.
16 'ií'd2 4Jbc6 17 .!k b2
"El jaque en h6 es inoperante, pues no
tiene sentido apartar al rey de la línc<1
de fuego. En esencia, el plan de las blan-
cas consiste en organizar la ruptura e4-
e5, después de lo cual todo habrá termi-
nado. Al comprender esto, las negras
tratar por medios tácticos de impedirlo
o, al menos, retrasarlo" (Polugaievsky).
17 ....~a6 18 r;:.dI t1-:Je5 19 ftJa3
Con la inillinente amenaza f'.:2-f·L
19 ... >iJ7c6 20 ~e3!
"Esta modestajugada, sobre la que es-
tuve pensando durante más de media
hora, asume el papel clásico del jarro
de agua fría pues impide que las negras
pesquen en río re\uelto en variantes
como 20 f4 4Jd3 21 e5 Q:lxb2 22 'ií'xb2
~d4 2'.~ ~xa8 'tixa8" (Polugaievsky).
Aunque aquí tam bit-n habría conser-
99
Garv Ka~parov - \11s <.E'.:L\l FS PREDLCLSOIU:S
\"ando la ventaja 21 J!;,,c3! Por ejemplo:
21 ... c4 22 &uxc4 .l!i.xc4 23 ~Sl.
20 ... W/e7
Los problemas de las negras se hacen
patentes en la línea 20 ... tt:lb4 21 ,!':(d6!
(con la amenaza l.:adl) 21 ... c'2:Jbd3
(21 ... iiled3; 22 'i'g5+) 22 f4 t!:.lxb2
(22 ... tt:lg4: 23 il'e2!) 23 fxe5 fXe5 24
W/d2 <:'ZJd3 25 :C:xd3 .iLxd'.~ 26 ~xd3. etc.
21 f4 éiJe4?!
21 ... 22 'lft:i, mientras que si 21 ...
c'L:ig6, entonces 22 e!'l ó 22 h4, pero éste
era el mal menor.
22 12Jxc4 .~xc4 23 e5 fxe5 24 ~tixc6!
dxc6
970
25 .:rd7!!
"'Unajugada explosiva. Con sus restan-
tes ekctivos, las blancas emprenden un
ataque directo que se ve reforzado por
Ja existencia de alfiles de distimo color"
(Polugaievsky).
25 ... %1'xd7 26 'l!Wxe5+ @f7?!
26 ... Wg6 27 ~g5+ @f7 28 .l:tel!, como
en la partida.
27 '1Wf6+
Las blancas habrían ganado más rápi-
damcn te con 27 J:e l ! il'e6 (27 ... 'l!:Vg4
28 'flff6+ '>t>g8 29 '11Kh8+ @f7 30 ~xh7+ y
mate, o bien 27 ... ~e6 28 1Y!l'f6+ '>t>g8 29
1\fg5+ <,Pf7 30 f5) 28 1Y!l'c7+ '>t>e8 29
'11Kxc6+ @e7 30 W/b7+.
27 ... @g8 28 '11Kg5+ @f7 29 .l:tcl 'iVc6
Esto es obligado, ya que si 29 ...
30 f5, ganando.
100
111
30 Wlg7+ @e8 31 J;l;xe6+ .,&,xe6 32 .,J,.f6
.ili~f7 33 .\ií.g5
'.~3 11/Hxh/'.) wd7 '.~4 g4 .:C:ae8 35 g5 tam-
bién habría ganado fücilrncnt!', pero
las blancas, al crear la amenaza 'lie5+,
quieren ganar la calidad.
33 ... wd7 34 ~h6 c4 35 'l'Wxh7 c5 36
.Áxf8
.Juego ansioso: e1«t más sencillo 3G wl cí
3fi h4.
36 ... l:í'.xf8 37 VJ!Jg7 we7 38 '/i1lle5+ wd7
39 g4?!
Consecuencia. por lo \'Ísto, de lm apuros
de tiempo. Era claramente rnéis fuerte
'.~9 W#f6 ó 39 ~g7 we7 40 g4.
39 ... lle8 40 'íl'Vf6 ~d5 41 g5 .l:í:e2
jLas negras se han activado!
42h4
La jugada secreta. Si ·12 g6, podría ha·
ber seguido 42 ... c3 43 '!/íí'xc3 J'lg2+ H
\t>fl ~xg6. Pero aun así, una dama es
una dama, y las blancas no han tirado
la partida. La reanudación siguió así:
42 ... b5
42 ... ñxa2? 42~ 11~, + -.
43 'li'f5+ @d6 44 W/f8+ ..tic6 45 ll'c8+
wd6 46 'ii'd8+ ..tic6 47 íj¡\ya8+ ..tid6 48
'11Kf8+! '>t>c6
971
49 a3! J:1e3
Los peones negros han sido detenidos.
Si 49 ... c3?, 50 'llff6+, o bien 49 ... a5) 50
'llKa8+ y 'llfxa5, mientras que si 49
entonces 50 't'Vffi+ Wc7 51 'li'c3.
50 h5 c3 51 i\'f6+ ,áe6

También era desesperado jugar 51 ...
c/'gc7 52 '1Wg7~ 1 wc6 (52 ... Wc8 53 ~IB+)
53 h6 ke4 (53 ... c2? r>4 ~g6+) 54 '!1Hf6+
(54 h7? c2) 54 ... wd7 55 'ilff7+ wd6 56
1Wi8+ @c6 57 'llli'e8+ ~d6 58 '!Weií+ ~c6
59 @f2, o bien 56 ... '.Pd5 57 ~g8+ wd4
58 h7 ll,.xh7 59 'i!Kxh7 b4 60 axb4 cxb4
61 '.Pf2.
52 @f2! c2 53 '\H'b2 r:.h3 54 @g2 1'.f5
54 ... ñxh5 55 't.Vxc2.
55 'ilii'f6+!
Traspouiendo a un final de damas ga-
nado.
55 ..• cj;;c7 56 '/Wxf5 el~ 57 jfe5+ l.t>b6
58 wxh3 h4
O bien 58 ... \li'hl.,- 59 «t>gl ~dl+
~G W1xh5 61 'Wd6+.
59 axb4 cxb4 60 h6 W1hl + 61 ~g4 'iJil dl +
62 wf5 'ii!i'c2+ 63 wf6 b3 64 h7! 'li!Yxh7
65 'ii!i'e3+ ';l,(c6 66 'li!Yxb3 'lifh8+ 67 cJ;;e7
'íWh4 68 '1Wc4+ wb6 69 ~b4+ wc6 70
'li:fe4+ wb5 71 wf7 a5 72 g6 ~g4 73
'il:!'e5+
Las negras se rindieron. El encuentro
conduvó con empare a 6 v fue necesa-
rio acudir a las partidas de dt'sempate.
A continuación, sin embargo,
Korchnoi encontró dentro de sí b ft~er­
za necesaria para librar el golpe ded~i­
vo. En los momentos críticos, tinto de
t'Ste match como del a1llcrior con
Korchnoi ( 1977), o con Karp<w (1971),
PolugaieYsky no mostró carencia de
cualidades ajedrecísticas, pero tal vez sí
de las puramente combativas, que se
requieren para oponerse a dvales más
duros. ¡No podía soportar la tensión de
la lucha!
Pm·.otra parte, en todos sus matchcs,
Polugaievsky normalmente resohió con
éxito sus problemas de apertura. "Con
blancas es un temible oponente para los
amantes de la Defensa India de Rev". es-
cribió Petrosian, "mientras que con ne-
gras tiene en su arsenal las defensas
Nirnzoindia e India de Dama (adnnás dí'
la Vruiante 1\1erano: G. K. ), pero su arma
predilecta es la Defensa Siciliana". Esta
descripción fue confirmada en el match
T!GR\:\ IX
con 'fa!, mientras que Mecking no fue
capaz de igualar contra Polugaievsky, ;ni
con blancas ni con negras! Karpov v
Korchnoi tambit'.n tuvieron dificultades
en la apertura y sólo consiguieron tener
éxiw en el complicado juego subsi-
guiente.
En cualquier caso, su innovadora
nmtribución a la moderna teoría de
apenuras difícilmente puede sobreva-
lorarse. Tomemos, por ejemplo, el me-
morable duelo que sigue, que fue con-
siderada la novedad teórica m<Ís
irnpollante por el jurado dd !11/ormatm
31. Por entonces el descubrimiento <le
Polugaievsky condujo a la recupera-
ción de la jugada 5 il..g5 y a activos ín-
tentos de las blancas por refutar la \'a-
60 riante Bot\'inník, que resultó incrdhle-
mente duradera y, como consecuencia.
se hizo enormemente popular a la con-
clusión del siglo XX.
· 325
L. Polugaievsky-E. Torre
Mo.1cú 1981, 6ª ronda
Defensa Semi-Eslava (D44)
1 d4 d5 2 c4 c6 3 0:Jf3 CL;f6 4 t2Jc3 e6 5
.í!l.g5 dxc4 6 e4!
6 a4 (tomo II, partida núm. 215).
6 ... b5 7 e5
7 a't (tomo II, partida núm. 272).
7 ..• h6 8 .th4 g5 9 .:zixg5 hxg5 1O :.hg5
.;zJbd7 11 exf6
Si 11 g3, puede seguir 11 ... .::l.g8 (11 ...
b4? l 2 [t.)e4) 12 h4 l:.xg5 13 hxg5 li:.ld5
14 g6 fxg6 15 iVg4 Wie7, con juego agu-
do, con el que, por ejemplo, Kramnik
derrotó a Beliavsky con negras (Linares
1993), pero perdió ante ShirO\· con
blancas (Montecarlo, rápidas, 2002).
11 ....\kb7
11 ... \li'b6 12 g'.1.
12 g3!
12 .ill.e2?' (tomo TI, partida núm. 216).
12 ... c5 13 d5
JO!
Gary Kasparov - Mis GL:\JALES PREDECESORES
"Durante unas dos semanas. y a riesgo
de perder un tiempo precioso, analicé
esta posidón de la Va1iante Botvinnik
mientras me preparaba para mi match
con yfrcking (1977). Valió la pena co-
rrer el riesgo. Una noche en vela, total-
mente sumergido en el trabajo, y de
pronto mí corazón dejó literalmente de
latir: había visto una idea totalmente
nueva. En el match no necesité emplear-
la ¡y mi análisis permaneció inédito du-
rante cuatro años en la hoja de papel en
que lo escribí!" (Polugaievsky).
13 •.. tl:ib6?
Después de la partida, esta jugada de
caballo fue declarada incorrecta;· que-
dó p1·ácticame111e descartada. En lugar
de ella se ha 13 ... khti, 13 ...
iLlxfü 14 1'.g2 o bien 14 ... ~hti 15
li.xf6 il'xfü 16 0-0 0-0-0 17 ~xb5 ... 1-0
(Kasparov-Ivandrnk, Linares 1994).
pero lo más frecuente es 13 ... 'l!\Vb6 14
kg2 0-0-0 15 0-0 b4, v ahora:
l) lfi -Lla4 'l<il'b5 ( Hi ... i\'dfi 17 c~f4 ... l-0,
Kramnik-hanchuk. >:ovgorod 1996: la
alternativa es 1() ... '!i'afi:•) 17 a3, y en
este momento l 7 ... -úb8 18 axb4 ( co-
mo derroté a Timoshchenko '.: Dorf-
man en el Campeonato de la ÜRSS de
1981). 17 ... 'Ue5?'. 18 axb4; cxb4 19
~d4 ... 1-0 (Kamskv-Kramnik, Nueva
York 1994, match,. l'), o bien 17 ...
exd5 18 axb4 cxb4 19 ~~e3 tLic5 20
~d7. y aquí incluso es posible el
movimiento 21 l\'g7 1 ;, \' la evaluación
de esta alucinante línea fluctúa entre
1-0 (lvanchuk- Shirm, íSijk aan Zee
1996) Y 0-1 (Ponomarim·-ShirO\·, Wijk
aan Zee 2003).
102
!11
2) 16 l'.l:bl !? La vie:ja jugada de Uhl-
mann que se abrió rápidamente paso
tras la partida Kasparov-Kramnik
(Nueva York /rápidas/ 1994). Más tar-
de fue empleada por Kramnik, Kamsky
y Topalov. También aquí hay mucho lu-
gar para la creatividad, ¡y todo esto es
el legado del gran Botvinnik!
La moda actual se decanta por 13 ...
'ii'c7:? l4 ~g2 b4 15 ftJb5?! W'b6 lfi dxe6
'l>Wxe6+ 17 11.e3 (o bien 17 ~fl 0-0-0!)
17 .. , 0-0-0 18 l2lxa7+ ~b8 19 ll,xb7
Wxb7 20 a3 'ii'e4 21 We2 ~-hfi' 22 '®'bl
(22 [;~b5 lile5- +) 22 ... ~xbl 23 l:í'.hxbl
j,xe3 24 Wxe3 ~xa7... 0-1 (Onis-
chuk-Obodchuk, Poikovskv 2003). El
Elo de las blancas era 200 puntos más
alw, pero en estas salvajes posiciones la
diferencia en fuerza de juego puede ni-
velarse con una jugada fiTÓnea, y ya
puedes rendine. Nótese que se produ-
jo definición en todas las partidas men-
cionadas, lo que habla por sí solo.
Naturalmente. por entonces, había
miedo ajngar 5 j,g5 (el mismo movi-
miento, por cieno, que en la Defensa
Siciliana), pues nadie quería entrar
en esa jungla hostil. Pero Polu-
gaievsky recogió el guante y dio un
importante paso al frente exhibiendo
un nuevo y moderno enfoque de la
apertura: si se quiere lograr \'e11taja
en variantes críticas, es preciso correr
riesgo~, jugar de forma concreta y
aguda jugada a jugada. Esto fue Ya un
prototipo en mis duelos con Karpov y
en las batallas de apertura en la di-ca-
da de los noventa.

14 dxe6 'IWxdl+
Más tarde, muchos intentaron defen-
derse con 14 ... ~xhl 15 e7! '/i'd7 16
'1Wxd7+ it:lxd7 17 c'CixbS ~xe7 18 fxe7 f6.
pero sin especial éxito. Por ejemplo: 19
.~J4 Wxe7 20 h4 li.f3 21 .i.xc4 J::thc8 22
l:l:.cl, con juego claro contra el peón dé-
bil de cS (Ionov-Sherbakov, Rostov so-
bre el Don 1993).
15 J:í'.xdl .i.xhl 16 e7 a6
No, por supuesto, Hi ... .i.h6? 17 .'.t"ixb5
it:ld5 (17 ... :!c8 18 :Uc7+! ::'.l:xc7 19
h:d8++) 18 ~h3! tuxe7 (de otro modo.
19 ti::id6++) 19 (i'Jc7+ wf8 20 fxe7+. con
amenazas demoledoras.
Pero es interesante 16 ... ikc6!t 17 ;r;:;:d6,
y ahora no 17 ... j:,d7~ 18 cl:ie4! (Bagi-
rov), ni 17 ... lk8t 18 h4 ikh6 (18 ... b4
19 Jí.h3!) 19 f4! b4 20 Jl,h3 fib8 21
l:l:xc6 bxc3 22 bxc3 + - (Burgess), sino
17 ... M! 18 l:íxc6 bxc3 19 bxc3! (des-
pués de 19 l:!.xb6 axb6 20 l?xc4. tanto
20 ... Wd7 como 20 ... itxe7 son muv
buenas) 19 ... l:xh2 (las negras tampc;-
co logran una clara igualdad después
de 19 ... ikh6 20 .~h4! >td7 21 i'.:txc.rJ, ni
de 20 ... =.es 21 J:d6! Jtf4 22 gxf4 l:txh4
23 ikg2! it:ld7 24 kc6 Jíxc6 25 ñxc6
tZJxf6 26 .::!xf6 <;l:¡xe7 27 20 exf8'\!f+
Wxf8 21 con una considerable
compensación por la calidad. pero en
modo alguno ganadora.
17 h4!!
jMagnífico! "Esta innovación quizá sea
la mejor que he conseguido encontrar
durante toda mi carrent" (Polu-
gaievsky) .. Antes se jugaba de forma au-
tomática 17 exf8'®'+ Wxf8! 18 .:.d6 .:.b8
19 Jll.e3 ühS! 20 . te2 ~e5 21 @d2;: b4
22 LlJdl wg8! (Plachetka-Bagirov, Ber-
lín 1979), o bíen 21 ti::idl Wg8! 22 j¡J4
i'.':'i:ee8 23 ti::ie3 ike4 24 f3 ~g6 2:"> h4 :!:b7
26 g4 ti::ia4 (Beliavsky-Bagirov, Moscü
1981), y en cualquier caso las negras
tienen buen contrajuego en el flanco
de dama.
17 ... Jll.h6 18 f4!!
Al entregar una tone limpia, las blan-
cas han cre;tdo -en el mismísimo espí-
T!l;RA!\ IX
rítu de Philidor- una singular cadena
de peones que paraliza el flanco de rey
«Uemígo.
18 ... b4
19 ::::.d6!
"También esta jugada es el fruto del
mismo análisis casero (tengo que admi-
tir que la posición fue analizarla hasta
la jugada 30 de la presente partida).
Después de 19 ti::ib 1, las negras estarían
perfectamente, mientras que ahora el
caballo consigue la casilla dl, desde
donde puede rápidamente centralizar-
se" (Polugaievsky).
19 ... l:l:b8!
La mejor jugada, tras larga reflexión.
Después de 19 ... bxc3 20 l'hb6 cxb2
(20 ... c2 21 Wd2 Wd7 22 .~xc4 Jl,c4 2g
J;'\xa6!) 21 j;,xc4 y l:xb2, las negras, se-
gún Polugaievsky, pierden en razón de
su debilidad de f7 y la curiosa impoten-
cia de sus torres (por ejemplo: 21 ...
il~c6 22 l!lxb2 ..11Ld7 23 JÍl.xa6!, o bien
22 ... a5 23 J:!.b5!). Por otrn parte, tras,¡_
tuar su torre en la columna d. las blan-
cas incluso pueden cambiar alfiles ¡y ju-
gar un final único de tres torres~
20 lbdl .\11.xg5
Conviene clarificar las consecuencias
de 20 ....~e4!?, que no menciona nin-
glÍn comentarista. Por ejemplo: 21 CL,c3
c3 22 .k-xafi (no 22 bxc'.)?' bxc3 23 Jlxa6
CiJd7 24 a4 llb 1+ 25 Wí2 t.b2+) 22 ...
il:Jd7 23 lt:Jc4 cxb2 24 ti::ixb2 Jlbl 25
lld l l ~xa2 26 .íl!,c4!, v si 26 ... b3?, en-
tonces 27 ~b5! .llxb5 28 ganando.
Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES
mientras que si 26 ... .ltxg5 27 fxg5 b3,
entonces es bueno 28 .ltfl.
21 fxg5 é2ld5!
Impidiendo é2le3 y planeando el con-
trasacrificio é2lxe7. Es inferior 21 ...
.ltd5 22 é2le3! .lte6 (las negras pierden
de forma ignominiosa tras 22 ... .lte4 23
~g2! ~xg2 24 é2lf5 l:Ig8 25 é2lg7+ l'lxg7
26 .!':l:.d8+! .!':l:.xd8 27 exd8'lW+ Wxd8 28
fxg7: Burgess) 23 ~g2 ~d7 (de otro
modo, ~c6+ y sigue un mate exótico
con el caballo en d6) 24 ~e4, con la
amenaza é2lf5 (Polugaievsky), y si 24 ...
c3 25 bxc3 bxc3, entonces 26 g6! es dc-
ns1vo.
22 o-1txc4 é2lxe7 23 fxe7 Wxe7
24 ~f6!
"Es mucho mas importante impedir
que entre en juego la torre de h8 que
ganar el peón de a6" (Polugaievsky).
Porque, además, la activación de la to-
rre hubiera permitido a las negras sal-
var la partida: 24 ::¡:xa6 l:the8 25 llffi
Wf8+ 26 ~f2 Z::e7 27 g6 lld8 28 é2le3
~d2+ 29 Wel l:í:xb2 30 ;;;¡xf7+ l'!.xf7 31
gxf7 ~f3! (pero no 31 ... $.e4? 32 é2lg4
~f5 33 é2le5: Burgess) 32 g4 llh2 33 h5
1e4, parando los peones pasados, o
bien 26 wn ! ) l'í:e7 27 é2lf2 .ltb7 28 h5
1'1be8! 29 @gl (29 é2ld3 htd8!) 29 ...
l'id8! 30 h6 ~d5, también con tablas.
24 ... llhf8 25 é2le3! ~e4 26 llxa6 :!::ibd8
27 ñf6
Con esta bonita maniobra ele péndulo
con la torre, las blancas han restableci-
do el equilibrio material conservando
una ventaja posicional evidente.
104
Ill
"27 h5 se sugería por sí sola (27 ... .\td3?
28 ~a7+; 27 ... J:i.d6 28 J:i.a5!), pero an-
te el tablero preferí evitarlo en vista de
27 ... l:i:g8 ( ?: G. K.) 28 g6 fxg6 29 .ltxg8
l:!:xg8, y la conversión del peón blanco
extra podría haber resultado una difí-
cil tarea" (Polugaievsky). Lamentable-
mente, esto es un descuido. Después de
29 l:!:efi+! (Burgess), las negras pueden
rendirse. Pero después de 27 ... i::ld4!, la
conversión del peón extra resultaría,
desde luego, difícil. Por ejemplo: 28 g4
li:e8! 29 :J:l:f6 Wd8 30 We2 J:J:e5 31 Z:!.xf7
(o bien 31 ~xf7 :J:l:xg5) 31 ... l':ixg5 32
h6 ~d7, con posibilidades de tablas.
27 ... lJ'.d6 28 1'!.f4 fl.d4 29 h5 ~d3!
Una desesperada tentativa por salir de
la maraña.
30 ti:ld5+! Wd6 31 l::txd4 cxd4 32 ~b3?!
Ansiedad ante los apuros de tiempo del
oponente. Era más simple jugar 32
~xd3! @xd5 33 h6, seguido de la acti-
vación del rey: 33 ... ;¡;¡h8 34 WF2 Wd6
35 @f3 We7 36 @g4 f6 37 Wh5, o bien
33 ... ;¡:¡g8 34 h7 ;¡:¡hs 35 wd2 wdfi 36
wc2 we7 37 @b3 wrn 38 '.t>xb4 '.t>g7 39
Wc4 + - ( Polugaievsky).
32 ....~.c2! 33 jhc2 Wxd5 34 1Lb3+?
Esto casi echa a perder la \ictoria, que
podía conseguirse con 34 hti!, 35 h7 y
el avance del rey.
34 ... we5 35 g4
976
35 ... @f4?
Un error, en justa correspondeHcia. Las
negras no aprovechan la oportunidad
que se les ha brindado: 35 ... d3 11 % g6!

(de ou-o modo, las cosas se ponen feas
para las blancas: 36 h6 wf4 37 $.xf7
we3!; 36 ¿,¡,f2 wf4!: 36 Wd2 \iid4: 37 g6?
fxg6 38 hxg6 l:f2+, o bien 37 h6 :l:e8 38
~dl l::í.e3 39 a3 bxa3 40 bxa3 l:!.h3, ga-
nando) 36 ... fxg6 37 hxg6 wf6 (Polu-
gaievsky), con tablas claras: '.38 ~f7 :C:c8
39 wd2 :C:c2+ 40 wxd3 l:i'.xb2, o bien 38
Wd2 l:l.d8 (38 ... wxg6 39 wxd:1 wg5) 39
~f7 :C:d4 40 g5+ \iig7, etc.
36 g6! \iie3
Todo ha terminado: 36 ... d3 37 wd2:
36 ... fxg6 37 hxg6 l:!e8+ 38 Wd2 l:e7 39
~f7! (Polugaievsky), o bien 36 ... wg5
37 J./.xf7 'ít·h6 38 g5+! (Burgess).
37 g7 :i:tcs 38 wn t
"También es bueno 38 h6" (Polu-
gaievsky) . .\lo, después de 38 ... &!.el+ 39
s!Ldl d3 40 g8~ d2+ 41 wfl .!!l:xdl+ 42
wg2 lagl + 43 wxg1 dl 'l!V+ (Burgess),
las negras dan jaque perpetuo.
38 ... d3
38 ... wf3 39 .§l.dIT y 40 h6.
39 wg2 wr4 40 h6
Las negras perdieron por tiempo.
Poluga:íevsky murió en el verano de
1995 en París, donde había vivído sus
últimos años, v está enterrado en el Ce-
menterio de ~fontparnasse. no lejos de
la tumba de Alekhine. ··su prestigio co-
mo teórico v maestro fue incuesliona-
ble", puhlicÓ la revista Shajmaty z1 Rossii
en memoria de Polugaievsky. "El perso-
naje de ajedrez es normalmente una
prolongaciún del personaje humano.
Con J ,ev Abramovich era exactamente
al revés: aun sin ser un héroe por naru-
raleza, se condrtió en un auténtico le-
ón del tablero. Parecía que no sólo es-
taba luchando contra sus oponentes,
sino también consigo mismo, derro-
chando e>fnerzos en cada una de sus
numerosas victorias. Quizá, por tanto,
no podamos dejar dt> pensar que debi-
do a sus numerosas ideas, comprensión
del ajedrez y contenido creativo de su
juego, Polugaíevsky podía haber alcan-
zado aún nunbres más altas".
T!GRAN IX
El Tigre se despierta
, En su primer ciclo como excampe-
on, tras derrotar a Hübner (+1 =6) v
Korchnoí (+1 =9), Petrosian alcanzó I~
final de Candidatos en la que debía en-
frentarse al fenomenal Robert Fischer
(Buenos Aires, otoño de 1971). El nor-
teamericano parecía un huracán. Antes
de llegar a la final, había ganado 18 par-
tidas consecutivas: 6 en las 6 últimas ron-
das del lnterzonal, ¡6-0 en su encuemro
con Taimanov, v 6-0 en su match con
Larsen! Llegó ei~tonces la primera parti-
da de su match con Petrosian, en la que,
tras caer en un minucioso análisis de
apertura, logró explotar el incierto jue-
go de su oponente y anotarse su 19ª vic-
toria consecutiva (véase tomo IV). Pare-
cía que no había quién pudiera
contenerlo, pero entonces sucedió un
milagro: ¡el "tigre" se despertó'
"Cuando Peu-osian se rindió en la
primera partida", escribió Viktor Batu-
rinsky, líder de la delegación soviética,
"los espectadores se pusieron en pie v
se produjo un largo y atronador aplau-
so. En aquel desagradable momento,
estábamos juntm en la sala expeiimen-
tando amargura y decepción, no sólo
por la derrota. sino por haber malgas-
tado aquella excelente innovación de
apertura y las posibilidades de tablas en
el final. Pero cuando cinco días des-
pués Fischer, pálido y empapado en su-
dor, detuvo los relojes y extendió lama-
no a Tigran, en la jugada 32, la ovación
que se escuchó en la sala fue bastante
más larga y fuerte que la de la primera
partida". Según Petrosian fue el mavor
aplauso que había recibíclojamás ... '
326
T. Petrosian-R. Fischer
Buenos A.ires 1971
Final de Candidatos, 2ª partirla
Defensa Grünfeld (082)
1 d4 Qlf6 2 c4 g6 3 fiJc3 d5 4 c\j.f4 'JJ.,g7 5
e3 c5
La ,11lernativa es 5 . 0-0.
1O:i
Garv Kasparov - Mis GE:-IL\LES PREDECESORES
6 dxc5 ila5 7 llcl 1Lle4
Desde mi tercer match con Karpov
(1986), se considera que la forma más
sencilla de igualar es 7 ... dxc4 8 il,xc4
0-0 9 1Llf3 1/Wxc5.
8 cxd5 1Llxc3 9 'ii'd2
Recomendación de Bolesl<wsky.
9 ... 1/Wxa2
De otro modo sigue 10 1Lle2.
10 bxc3
10 llxc3 0-0, con igualdad.
10 ... 'ila5
La experimental 1O ... '!Wxd2+ 11 ~xd2
cud7 12 ~b5 0-0 13 ~xd7 ~xd7 14 e4
f5 15 e5 e6 (o bien 15 ... llc8 16 c4'.
l:'!.xc5 17 il,e3 l:'!.a5 18 f4) es peligrosa,
en vista de 16 c4 llfc8 17 c6! bxc6 18 d6
(Karpov-Kasparov, Londres-Leningra-
do 1986, match, 5ª).
11 ~c4 1t:id7 121Lle2
Más tarde, las blancas pasaron a 12
1Llf3!? 1Llxc5 13 0-0 (o bien 13 ~e5) 13 ...
0-0 14 ~e5, pero tras d cambio en e5 y
f7-f6, rara vez consiguieron ventaja.
12 ... 1Lle5
En años posteriores, hubo muchas par-
tidas con la jugada 12 ... cuxc5 (tam-
bién es interesante 12 ... 1/Wxc5 13 ..\1La2
1Llb6). Por ejemplo: 13 0-0 0-0 (13 ...
e5'.?) 141Lld4 (14 f3 e5! 15 ~~g3 b5 16
~a2 'll!Vb6 17 @h l a5, con igualdad,
Rashkovsky-Mijalchishin, Copa de la
URSS 1984) 14 ... ~d7 15 llal (15 l':í:fdl
&:fc8) 15 ... 1Lle4'. 16 'ií'c2 '!Wxc3 17
~xe4 ~xc4 18 tíac l ( Malishauskas-Pe-
elen, Croninga 1990), y aquí 18 ... f5 es
la mane1·a más sencilla de igualar.
13 il,a2 Jtf5?
Una jugada hiperoptimista y extrema-
damente dudosa, en oposición a la na-
tural 13 ... 'i!Wxc5. Sin embargo, hay que
tener en cuenta el hecho de que esta
complicada posición, que requería pro-
fundos análisis, era totalmente inédita
por entonces.
106
Ill
14 ~xe5!
El quid de la cuestión.
14 ... ..\1Lxe5 15 1Lld4! 'll!Vxc5
"Retirar el alfil, con la jugada 15 ...
~d7, le hubiera concedido una gran
ventaja a las blancas después de 16 c6!
bxc6 17 dxc6 .\Rc8 18 f4 :1i,g7 19 0-0"
( Petrosian).
16 lí:lxf5 gxf5 17 0-0
Momento crítico de la partida. La posi-
ción de las negras es bastante desagra-
dable, pues sus peones del naneo de
rey están dislocados y tienen problemas
evidentes con su rey.
9i7
17 ... 1/Wa5?
"El momento perdedor", escribe Med-
nis en su libro How to beat Bobby Fischer
(Cómo ganarle a Bobby Fisrlwr). ;,Retirar
voluntariamente la dama de una buena
casilla central a otra no significativa en
la banda, es algo incomprensible. Los
problemas inmediatos de las negras
eran la seguridad del rey y el ckbil
peón de f5. Un enfoque lógico, por
tanto, era 17 ... f4! 18 exf4 1L<l6, segui-
do de enroque largo. Las blancas están
mejor, por supuesto, pero la victoria no
es algo que se vislumbre''. Estoy de
acuerdo: aunque después de 19 l:fel 0-
0-0 20 l"i:e4 ltib8 21 g3 las blancas tienen
una evidente ventaja, no es fácil rom-
per la posición negra. Lo principal es
que, a costa de un peón, han bloquea-
do el centro blanco protegiéndose de
un ataque directo.
 TIGRA~ IX

Desde un punto de vista puramente

práctico, ésta hubiera sido la decisión
más correcta, ¡pero Fischer no la con-
sideraba forzada! Después de dieci-
nueve victorias consecutivas. el senti-
do del peligro de Bobbv se había,
naturalmente, adormecid~. Al tener
una absoluta confianza en sí mismo,
subestimó las dificultades de la posi-
ción resultante con alfiles de distinto
color y piezas pesadas. En tales situa-
ciones, como es bien ~abido, la presen-
cia de alfiles ele distinto color a menu- 20 c5!
do incrementa el potencial atacante
del bando fuerte. Aparentemente, Fischer no esperaba
un juego tan intenso por parte de Pe-
trosian. Pero este í1ltirno siempre había
18 'l!\l'c2!
jugado según la posición, y en este caso
concreto, ¡el ataque blanco bien com-
No sen·ía, por supuesto, 18 ~bl .:'.c8.
pensa un peón! Hagan lo que hagan
Ahora, sin embargo, lc] peón débil de
ahora las negras se enfrentarán a difíci-
c3 amenaza con volverse increíblemen-
les problemas.
te activo.
20 ... ~d2 21 'l'a4+! @f8
18 .•. f4
"Quizá fuese mejor 21 ... ~d8" (Med-
Tanto 18 ... ii.f6 19 ii.b3 :::í.c8 20 c4 e6 nis). No, esta jugada perdería fórzosa-
21 c5, como 18 ... :l:l'.c8 19 l!Wxf5 'tlkc7 20 mente: 22 .!kd l ! exf"2+ (22 ... e2 2'.I
.::::xd2 ~xh2+ 24 Wxh2 exfl 'I' 2fl d6 J 23
f4 ~xc3 21 d6! exd6 22 ~xf7+ eran des-
J;,xf2 'k\l'h6 (23 ... ~xh2+ 24 '.tifl 'lifh6 25
favorables a las negras.
d6 exd6 26 l::txf7) 24 d6 'lifxh2+ 25 ~n
exd6 (25 ... e6 26 'llfa5+ b6 27 cxb6) 26
19 c4! fxe3!?
~xt7 1/Wh 1+ 27 lt>f2 .\ll..g3+ 28 wm.

Cna vez más, excesivamente optimista. 22 .!:.cdl!

19 ... b6 parece ser más tenaz, con idea
de 20 exf4 il,xf4 21 l:í:cel 1Ld6. Esto es
similar a la variante deo la nota 17 ...
'l!\l'a5. pero en una versión menos favo-
rable a las negras. '.\Jo hay victoria inme-
diala: el rey puede ir a c7 v el alfil tiene
un punto fuene. mientras que en la
panída prácricamente no tiene casillas,
y el rey cae bajo el fuego cruzado de to-
das las piezas.
Sin embargo, después de 20 li#e4! .í1i.d6
(20 ... ~xa2? 21 ~xe5) 21 Ji.b3!, las de-
fensas negras comienzan a resquebra-
jarse: 21 ... jfM (21 ... fxe3 22 fxe3!) 22
.~c2 fxe3 (22 ... 0-0-0? 23 .!:al v 24
J:.fb l) 23 fxe3 :"tc8 24 exf4 i!Vb43 25
li.c4 ~c7 26 ~c2! v ron ataque de-
moledor. · luego, esto restringe las posibilidades
"Puede que la jugada posicional 22 ,!;l,c2
fuese más efectiva" (Mednis). Esto es
cierto en cuanto a la variante 22 ... e2?
23 l:xd2 ~xh2+ 24 ~xh2 exfl 1li 25 cl6,
ya que con nn alfil tan poderoso como
el de a2, las blancas normalmente de-
ben dar mate (Tal ni siquiera se habría
molestado en examinar esa posición).
Pero después de 22 ... exf2+l 23 '.th l
'!Wd4 24 %;'í'.c4! 11ib2! (no 24 .,. 'iái'd'.~? 25
Z::xf2) 25 i:f.e4 l!:g8, la situación es del
todo confusa.
22 ... 11ie2 23 d6!
"Esta jugada fue aclamada por el mun-
do del ajedrez, pero el propio Petrosian
recomendaba 23 g3!" (.Mednis). Desde

107
 de las negras, y di:spués de 23 ... '1?g7 24
d6, su posición no es <:m1diable. Sin
embargo, la inmediata ruptura tam-
bién es fuerte.
23 ... 'lih5
Las negras habrían perdido en caso de
23 ... exf2+? 24 .::¡xf2 li..xh2+ 25
'll\i'xf2 26 dxe7+ ·;í;;g7 (26 ... ~xe7 27
l:Id7+ ·;i;f8 28 'l!fc4!: Jolmm·) 27 'ií'g4+
~f6 28 ilxf7!, etc.
Durante 30 afios se le ha concedido un
signo de interrogación a la jugada de la
partida basándose en un análisis del
candidato a maestro moscovita, l. Lok-
tev. Fischer había, supuestamente, omi-
tido 23 ... li..xh2+?! 24 @xh2 'ií'h5+ 25
@g 1 e2, con posibílidades de una de-
fensa eficiente: 26 'illd4 (26 .l;td3?
ifh 1+! ) 26 ... fü! (después de 26 ...
exfl 'lW+? 27 l'.hfl f6, las blancas ganan
con la sutil 28 :!.el!! J:l'.e8 29 d7 ldd8 30
l:íxe7!, v si 28 ... e5, entonces 29 ifd5,
con las amenazas ifxb7 v 1k3) 27 l:ld3
exfl 'if+ 28 @xf1 '!Whl + 29 @~2 '!Wh5+
30' @d2 'l:Wg5+ 31 @dl 'lWh5+ 32 \t>cl
'/Wg5+ 33 @c2 'l:Wf5!, o bien 26 dxe7+
@g7 27 l:d5 (?: G. K.) 27 ... ex11li'+ 28
~xfl 'lWgti! 29 'lWd4+ f6 30 r:td8 h5 31
'l:Wd7 ~h6.
Cae por su P''SO que es difícil para uu
ser humano evaluar todas las conse-
c11encias dt' •:stas tremendas complira-
cioues. Pero no hay más que recurrir a
la computadora, y en un par de minu-
tos nos registrará una victoria "a prue-
ba de fuego", jugando, en esta última
variante, 27 l:td4!1 (un humano situaría
la torre meca1fr·1awnte en d5; ¡des-
108
pués de todo, ataca la dama:) '27 ...
exfl'i"+ (27 ... 'lWhl+ 28 @xhl exfl'/llll+
29 iiih2 h5 30 l'l.f4) 28 wxfl 'ilthl+
(28 ... f5 29 J:id7, o bien 28 ... '/lllle5 29
:Ig4+ Wfü 30 ~e4 Wfxc5 31 'i!fb3) 29
We2 'lWh!'i+ 30 ~fü 31 'iltf4+ Wxe7
32 'illd6+ @e8 + -.
23 ... '/Wh5 no es peor en realidad, sino
mejor que 23 ... iixh2+?!
24 f4! e2?
El último error. "Después de 24 ....\llf61.
los recursos defrnsívos de las negras se-
guirían siendo consíderablt's·~ Uol-
mov). Cierto, con 25 ñd5! (l'vlednis),
las blancas habrían conservado un po-
deroso ataque, pero se requeriría una
precisión de computadora para llevarlo
a buen término;
ll 25 ... '/llllh4 26 dxe7+ 'itg7 (26 .. .
.Jli.xe7? 27 27 '/llVd 1! fl:he8 (27 .. .
!lixe7? 28 l:!.h5 'lff6 29 ñg5+ @f8 30
'/llllh5) 28 HM e2 29 ~xe2 ~d4+ 30
·Jlhl l:txe7 31 '/lllldl '&Vfü 32 .\11.bl ! + ·.
2) 25 ... 'lfg4 26 dxe7+ .1Lxe7 27 l'1e 1
:f.g8 28 We4 l:t'8 (28 ... '/llllg6 29 l1f5'
E.g7 '.30 ñxe3) 29 &:e5! (29 ... !:!.g6?
30 'j.!yxb7; 29 ... Wgó 30 '/llllc6 31 .'1;.d5
11Wxc5 32 f6) 30 g3 '/llVd7 31 .!'he!~ ffi 32
.r&.e6 "lWc6 (32 ... 'ili'd2 33 .itb'.-1 ~el+ 34
~g2 y 33 li'f5 ñd8 34 ..11í.b3 Jdd2 35
Jii,d5! 'l!!Vb5 (35 ... '/llllxc5 36 'l'!Yxf6+!!) ~~6
Í:Íxt'7 .l'!!:d 1+ 37 lde] '/Wxc5+ 38 wn
W#b5~ 39 ki7e2 + -.
25 fxe5! exdl 'l!!V 26 áxd 1 'illxe5 27 .:::lfl !
Catástrofe sobre la casilla t7.
980
27 ... f6 327
T. Petrosian-B. Spassky
Todo ha lerminado. 27 ... 'i'xc5+ 28
/\.1osni 1971
~h 1 f6 (28 ... ~g7 29 '!We4!) 29 ~b3
A1nnoria/ AlekhinP, 6ª ronda
'i'h5 30 'i'e6 (Jolmov), o bien 27 ... f5
Gambito de Dama Aceptado (027)
28 Wi'b3 e6 29 ~xb7 ileS (29 ... '/Wxc5+
'.)0 \Í/h 1 ríeS 31 g4 ! ) 30 'li!Vxa 7 J:gS 31 cti
'/l\Ve4 '.~2 g3. y '.)2 ... ~xd) no es posible 1 d4 d5 2 c4 dxc4
debido a la continuación 33 ~xf5+! ¡Va- Spassky no jugaba a menudo así. En es-
ya desastre! te caso concreto, decidió obligar a su ri-
val a jugar contra sus propias armas de
28 '1Wb3 wg7 apertura.
Si 28 ... e6 ó 28 ... ~e8, 29 '1!4'xb7. 3 c':/:Jf3 0:if6 4 e3 e6
4 ... _íg4 (véase partida núm. 343}.
29 ~f7+ wh6 30 dxe7 f5
5 .ixc4 c5 6 0-0 a6 7 a4
Después de 30 ... J:fa(h)gS, lo más sen-
cillo es 31 j!l~b l. 7 'lllfr2 ( \·éase tomo 11. partí das núm.
J 72 l 74). La jugada moderna es 7
31 ~xf5 ~d4+ 32 \Í/hl
7 ... cl:lc6 8 'Bti'e2 cxd4 9 J:í:dl ~e7 10
Las negras se rindieron, v Petrosian
exd4 0-0
igualó el rnarcarlor rlel encuentro.
Una formación habítual en el match
¡Fischer estaba claramente cksnrn- Botvinnik-Petrosían (Moscú 1!:163).
certado! En la partida '.3", Petrosian
omitió buenas posibilidades ganado- l l l2lc3
ras (véase tomo IV). En la 4ª y 5ª hizo 11 l2ld5
fácilmente dos tablas más, pero enton-
ces. como él mismo expliccí, "se 11 ••• t2Jd5
quebró o se sintió agotado". y sufrió L1 alternativa es 11 ... t.iJb4 12 ,IU,g5 ( 12
cuatro rlt>1Totas consecutivas. )Jo obs- 0Je5 b6! 13 'ii1!'f3 .6a7!?) 12 ... c/Jfrl5
tante, Botvinnik comentó: "Lo que Pe- (12 ... 0bd5 13 lt:le5!) 13 él:lxd5 l:Lixd.r..
trosian hizo en las cinco primeras par- 14 li.xe7 Ci:Jxe7 15 'i'l'"4 Ci:Jd5 16 C:e5
tidas fue una gran hazaña. Demostró •.i:Jf6 17 Wf4 Ci:Jd5 18 ~e4 1'2Jf6 (Res-
que t'"ta posible jugar contra Fischer. hevsky-Petrosian, Olímpiada de Sicgen
Cuando Petrosian jugó como Petro- 1970), o bien 12 ....l1i.d7 13 t2:le5 (!:{
sian, Fischer jugaba como un gran d5!?, Botvinnik-Petrosian, Moscú 196'.~,
maestro muy fuerte, pero cuando Pe- match, 10") 13 ... %k8 14 :!:el (14
trosian comenzó a cometer errores. 14 ... Ji.e8! 15 lladl 0fd5 = (Ba-
entonces Fischer se lransformó en un reev-Ivanchuk. Linares 1994).
genio".
Justo un mes después de aquel difí- 981
cil encuentro, Tígran Vartanovich to-
mó parte en el supertorneo Memorial
Alekhine (Moscú 1971): 1-2. Karpov Y
Stein 11 (de J 7); 3. Smyslov 10,5; 4-5.
Petrosian yTaimanov IÓ; 6-7. Spasskyy
Tal 9,5: 8-10. Bronstein. R. Byrne y
Hort 9; 11. }).orchnoi 8.5 etc. Su parti-
da con el entonces vigente campeón
del mundo la condujo con especial
ímpetu.

lO':l
Gary Kasparov - Mrs GENIALES PREDECESORES
12 'i!lí'e4
¡Novedad! Una alternativa más floja es
12 ll:Je5 li"Jxc3 13 bxc3 tt:Jxe5 14 'i!lí'xe5
con igualdad (Larsen-Spassky,
Leiden 1970). Pero es interesante cons-
tatar que las blancas también evitaron
la tentadora continuación 12 $.d3
ll::icb4 13 i<.bl .lli.d7 14 ij!fe4 g6 (14 ...
li:Jf6 15 Vh4!) 15 ll:Je5 .lli.f6 16 Vf3 ~g7
17 Vg3 (17 ll:Je4!?: Tal) 17 ... ~ºe8 18
h4! (Botvinnik-Petrosian, Moscú 1963,
match, 16ª). ¿Por qué? Posiblemente a
causa de 13 ... b6:? 14 1/We4 14 a5
bxa5!) 14 ... g615Jlh6:l:e816 (16
il'e5 .ltf8) 16 ... .ltb 7 17 'lliVf3 f:) (Niko-
líc-Petrosian, Vrsac 1981).
Actualmente se prefiere 12 5,;,b3! Por
ejemplo: 12 ... li:Jcb4 13 ll:Je5, o bien
12 ... !l:e8 13 h4!? (Kramnik-Kasparov,
Londres 2000, match, 6ª).
12 ... li:Jcb4
"En busca de una lucha complicada"
(Jolmov). Como demostraron partidas
posteriores, era más preciso 12 ... !Ufül?
13 '1Wh4 tLld5, y las blancas no tienen
nada mejor qu~ regresar, 14 1/We4, y si
i 4 ... tLlf6, 15 1i'e2 li:Jd5 y seguir las lí-
neas indicadas en la nota anterior.
13 &~e5! :tfa7
Si 13 ... 1/Wd6, en ton ces es bueno 14
il'g4. "Las negras va no pueden desa-
rrollarse normalmente: l'.) ... b6 se con-
testa con la desagradable 14 tLlc6", es-
cribe Jolmov, · q1'1ien indica las
siguientes líneas favorables a las blan-
cas: 14 ... ll:Jxc3 15 ll:Jxe7+ Wixe716 bxc3
Jlb7 17 Wlg4 ~fr8! 18 l!,g5! 'lliVf8 Hl
.~.xe6 J:Ixc3 20 ~~d2!, o bien 14 ... t;í:Jxc6
15 &~xd5 ;:¡a7 (15 ... i:.b7 16 CiJxe7+
~xe7 17 d5!; 15 ... exd5 16 l!,xd5 Ag4
17 f'.~! ii:Jxd4?! 18 ~.!c.e3! .:iif5 19 'li'xd4,
etc.) 16 ll::ixe7+ (16 l!,d3!? f5 17 8xe7+
i2lxe7 18 16 ... ll;xe7 17 .ltg5 .l'.i'.b7
18 ~h4l ~d5 19 J/.xe7 ::lxe7 20
ganando un peón.
Debería añadir que la inferior l 6 :z:¡f4?!
CiJb4 permite igualar a las negras (T\ti-
lcw-Spangenbcrg, Buenos Aires 1996)
110
III
y que después de 13 ... b6 hav una línea
más prometedora, 14 8xd5!? exd5 15
'i'f3 Ji.e6 16 5,;,b3 (Rashkovsky-Kuprei-
chik, Minsk 1985).
14 .íil..b3
También se ha ensayado 14 'i!'g4, tra-
tando de provocar 14 ... f5.
14 ... ll:Jf6
Desviando la dama blanca a una buena
posición de ataque. "Por alguna razón,
las negras evitan el traslado de sil torre
por la séptima fila: 14 ... b6!? 15 .'./Jxd!'l
cxd5 16 Wif3 .l:l.c7 (o antl's 16 ... .ile6: G.
K.J 17 J.,f4 .~_e6 18 ~acl .!:,d5. Las blan-
cas deberían haber conservado alguna
ventaja, pero la cuestión es cuánta"
(Jolmov).
15 'l.l\Vh4 b6 16 'li'g3 j~b7
Esta jugada fue duramente criticada, ¡y
sin razón! Kotov y Jolmm· recomend;Í-
ron 16 ... ~h8, puesto que no da nada
17 d5?! exd5 (18 4hd5? [i:fxd5 19
Jtxd5 it::lxd5!, y si 20 lí:lc6, existe la es-
pectacular réplica 20 ... li:Jd!). Sin em-
bargo, después de 17 J..e3!? i!. b7 18 a~l,
las blancas deberían conservar cierta
presión: 18 ... <iJbd5 19 ~xd5 "llxd5 20
axb6 1i'xb6 (20 ... tt:lxb6 21 d5!; 20 ...
.!i:a8 21 li:Ja4!) 21 ..';:c:Jd7 22 ,;¿;xd5
..ikxd5 23 ll::ixf8 ~.xf8 24 .:dbl, o bien
18 ... ~d5 19 ll:Jxd5 'llfxd5 20 kxd5
'll\!'xd5 21 axh6 l:Xb7 22 '1Wf3! f6 23 [iJc4~
~xf3 24
17 ~h6 c'2Je8
17 ... ll:Jh5?! 18 il'g4.
18 .Bacl lth8?
Esto es, desde luego, un error, que le
concede a las blancas una fuerte inicia-
tiva. Era esencial bloquear el peón d:
18 ... 8d5! (18 ... ~h4?! 19 'ií'g-4) 19
¿Lixd5 ~xd5 20 11.xd5! (después de 20
fiJc6 J,;,xc6 21 l:txc6 f'.td7! 22 J/.e3 ll.jf6,
las negras tienen una posición sólidal
20 ... Wixd5 21 J::tc8 (21 tLlc6?! ~d6 ~)
21 ... ~fü (21 ... ..\1;,.d8 22 :!:de 1t) 22 c:Jg4
..l!L<l8, con posibilidades de organizar
una defensa.

982
19d5!!
¡Una brillante ruptura! Si 19 Áe3 Lt:lf6
20 d5, entonces 20 ... exd5 21 a5 v Era impreciso jugar 22 t.'lxb6?! t.'lf5! 23
la amenaza ha sido evitada.
19 ... exd5?
Quizá el error decisírn. 1ambién era
malo 19 ... gxh6? 20 dxe6 l2Jd6 21 exf7!
22 /Zíc4 + -. La única posibilidad
era 19 ... Lt:lxd5 20 €ixd5 exd5 21 ite3!
1ld6 (21 ... t/Jffi 22 a5; 21 ... ::la8 22
€ic6!) 22 a5 aunque después de
23 axb6! (esto es más claro que 23 f4
8f6 24 axb6 ::!:aa8 25 23 ... ilbxe5
,.. l:ta8 24 ciÍlf4!) 24 f4 25 bxa7
26 Áxcl, las blancas tienen una
evidente ventaja.
20 .tl,e3!
''Con la amenaza a4-a5. Un ejemplo
clásico de estrategia a lo Alekhine. Con
operaciones de distracción en el flanco
de rey, Petrosian ha obligado a las pie-
zas negras a adoptar puestos desfavora-
bles, y ahora lanza el golpe decisivo en
el flanco de dama" (Jolmov).
20 .•• l:.a8
La posición negra comienza a venirse
abajo. Si 20 ... a5, entonces 21 'Llxd5!
ti.Jxd5 22 j¡,xd5 j¡,xd5 23 ti.Jc6 (Jolmov),
mientras que después de 20 ... Lt:lfü 21
a5 il.c5, las blancas disponen de la for-
tísima jugada 22 éí:Jc4! (22 "LJa4:;) 22 ...
l!.xe3 (22 ....~a8 23 Lt:ixb6) 23 'l!lí'xe3
l:!e8 24 'i'xb6 'l>lVxb6 25 ti.Jxb6. etc.
21 ti.Jc4!
¡La debilidad de la casilla b6'. Inespera-
damente, Tigran Va1-tanovich ataca con
habilidad en el flanco en el que parecía
TlGRAN IX
no haber nada que atacar. Las blancas
recuperan su peón y consiguen una po-
sición técnicamente ganada: todas sus
piezas están llenas de enei-gía y se coor-
dinan de forma ideal unas con otras.
21 ... ti.Jd6
Si 21 ... it.c5, podría haber seguido 22
t/Ja5!, mientras que si 21 ... dxc4, 22
l:xd8 Jlxd8 23 il.xc4 /Zíd6 24 ga-
nando. Pero quizá ofreciese mejores
posibilidarks 21 ... b5!? 22 t.'lb6 ~d6
y l:í:b8.
22 ilbxb6
'i'h3 ti.Jxe3, etc
22 ... 'i'b8
Muchos pensaban que 22 ... era
más fuerte. Creo que después de esa ju-
gada, sería muy peligroso 2::1 tLlt'3!,} Ja.,
negras quedan con un peón menos t'
insuficientes posibilidades de contra-
juego: 23 ,,, l:!.ac8 (23 .,, 'i'e6 24 liJtxd5!:
G. K.) 24 CiJexd5 t.'lxd5 25 j,,xd5 it.xd5
26 .::Xxd5 Wc6 27 J!Ld4!, etc. (Jolmov).
23 t.'la5
23 t:,.Je3!? también era digna de consi-
dei-ar.
Y83
23 .. , ti.Jf5
"Con 23 ,,, l:lc8'. las negras podían ha-
ber ofrecido una tenaz resistencia" (Jol-
mov). Pero en mi opinión, después de
24 Wf4l l!.f8 25 .~e3, tienen una posi-
ción extremadamente difícil. De he-
cho, más tenaz era 23 ... ~c8, y la~ blan-
cas pueden elegir entre dos buenas
jugadas: 24 .\.td41? Lt:lf5 25 'li'xb8 l::txb8
111
Gary Kasparov - Mis GE:--:IALES PREDECESORES
26 24 :tc5 ll:if5 25 'lllfxb8 l:txb8
26 .~,xb4 27 tt:Jc6 tl.b7 28 ll:ixd5
Jtd6 29 ll:ia5 :C.b8 30 .il,,c2, y si 30 ...
llxb2?, entonces seguiría 31 ~~xf5 .'txt5
32 ll:ic4 + -.
24 1Wxb8 í':!:axb8 25 ll:ixb7 I!xb7 26 a5
.'tg5 27 J::l:bl d4
27 ... ll:ie7 28 ll:ixd5 it.::exd5 29
tt.:lxd5 30 :'.xcl5, gananclo\Jolmov).
28 ti:Jd5!
La momentánea actividad de las negras
se ha esfümado y ahora las cosas son
completamente desesperadas para su
causa. Uebo decir que a partir de la ju-
gada 19 d5!!, el juego de Pctrosian Lie-
ne la precisión de una computadora.
28 ..• t/jc6
28 ... "Llxd5 29 ibxd5 l:l.d7 30 .'&.e4!
29 Jb4 J:k8 30 f4 l:¡jce7
O bien 30 ....!.d8 31 li!:bcl '.
31 J:!.bcl :!:i:cb8 32 fxg5 ti:Jxd5 33 .'tc6
1'1xb6 34 axb6 ti:Jde3 35 b7!
Las blancas fuerzan el triunfo devol-
viendo la calidad.
35 .•. cl:Jxdl 36 :íxdl g6
36 ... h5 37 gxh6!
37 g4 i:f:ig7
Si 37 ... l:¡jd6, 38 .l:xd4 iLlxb7 39 l:tM, v
si 37 ... EUe7. 38 :tf3 39 .ilxd4 fü 4Ó
gxf6+ ;i;ixf6 41 1'1a4.
38 l:!:xd4 lt'ie6 39 l:d7
Las negras se rindieron. 39 ... QJxg5 40
.l:!:c7. o bien 39 ... @g8 40 ~d5! QJd8 41
.!:!.c7. Una maravillosa partida que no fue
debidamente valorada en su tiempo.
En el mismo torneo, Petrosian lega·
nó una bonita partida a Parma emple-
ando una de sus armas más eficaces: el
sacrificio posicional de calidad. Esta
partida era una de sus preferidas: "En
la Defensa Siciliana, el ataque al peón
de e4 desde la cuarta fila (va sea b4, c4
o incluso d4) es un procedimiento bas-
tante común, pero la idea que pude
pla~ma1 aquí tenía especial interés a
causa de su naturaleza pararlójica".
112
111
328
B. Parma-T. Petrosian
Mosrú 1971
Afemorial AlekhinR, 9ª ronda
21 ... Z:.h5!
Aunque forzada (a 21 ... l'k8, sigue 22
e5; 21 ... :!:l:xb5? 22 axh5), es ésta una ju-
gada muy aguda. Las negras quieren
atacar el peón e4 desde h4.
22 'l\l!'f3?!
Sin captar la idea de su oponente. La
jugada correcta era la inmediata 22
'll!Vg3!, con juego de doble filo, pues en
caso de 22 ... e5 23 f5 (23 0:Jd2!?) 23 ...
d5 24 lt'id2, las blancas mantienen sus
defensas en el centro.
22 ... e5!
Fijando el objetivo del ataque: el peón
de e4.
23 f5?
Ern esencial 23 'iYg3!, ya que tras 23
i'Zld2 eran buenas tanto 23 ... l'Ih4 corno
la exótica 23 ... l:!.fü.
Debo añadir que la tentativa de resol-
ver los problemas con medios quirúrgi-
cos (23 g'1? J:l.h 1l 21 fx.e5) no da resulta-
do debido a 24 ... d5!, y la posición
blanca se derrumba: 25 'l!t'f2 áxg4 26
exf6 dxe4 27 fxe7 exd3+ 28 'll!Vf:.-1 Jhf:.-1+
29 :txf3 h5! 30 cxd3 o bien 25
@h8! 26 .ldg l (no hay nada me-
jor) 26 ... dxe4 27 ~e2 gti 28 ~f4 't".Jtü!,
y si la dama se mueve, 29 ... 'l\l!'xe5. íLa
torre trab~ja realmente duro desde la
casilla h4!

23 ... d5! 24 ti:ld2
24 exd5? e4.
24 ... l:h4!
"Por supuesto, no 24 ... dxe4? 25 ti:lxe4
iLlxe4 26 ..íil..xe4 $.xe4 27 l/Wxe4, v la'i
blancas tienen un fuerte caballo e{¡ b5,
están atacando el peón de e5 y la torre
de h5 está fuera de juego" (Petrosian).
25g3
Un fatal debilitamiento de la gran dia-
gonal, pero las negras replicarían a 25
exdi'>? con 25 ... e4.
25 ... dxe4 26 ti:lxe4 :!.xe4! 27 :xe4
Después de 27 ~xe4 ti:lxe4 28 l::xe4
.~c6 y '/Wb7, las negras, según Petrosian,
"disponen de fuerte presión, el segun-
do alfil llega a c5 v la calidad de \·entaja
de las blancas 110 se nota en absoluto ...
27 ... '/Wd8 281.Uel
Si 28 h3, entonces es bueno 28 ...
mientras que si 28 tanto 28
'/Wb6 v X!d8, como 28 ... l:tc8 29 @h3
..íil..xe4. (pero no 29 ... '/Wd5? 30 l:1xe5!)
30 ~xe4 J:!.c4- +.
28 ... :es 29 l:tle2?!
29 c3 '/Wd5!
29 ... '/Wd5!?
Consecuencia de los apuros de tiempo.
29 ... l:l:c4! 30 "~xc4 '/Wdl + 31 'ii<g2 ll:ixe4
32 :::'Ixe4 '/Wxc2+ 33 'llWe2 .lkxe4+ hubiera
ganado en el acto.
30 b3 h6
30 ... lli.c5!?
31 @g2 ~d7 32 h3?! ~.c5 33 h4 h5 34
@h3 ..íil..b6
"En mi enfrentamiento con Lajos Por-
tisch (partida núm. 302) estaba fuera
de jnego un caballo en c6, mientras
que aquí lo está el caballo df:' b5. En el
sector decisÍH) de la batalla, las negras
tíene:n una abrumadora superioridad
de fuerzas" (Petrosian).
TIGRA!'\ IX
985
35@h2
"Un <"rror originado por los apuros de
tiempo", explica Petrosían. Pero ¿qué
podrían jugar las blancas? Si 35 ~el ó
35 1'.:g2, entonces 35 ... g6! También es
malo jugar 35 '/Wfl ti:lxe4 361/.xe4 .\li.xe4
37 Z:Xxe4 J:'Xxc2 38 :::txe5 ~d2!
35 ... g6
35 ....s!l.xe4!? 36 ~xc4 'ifd 1, o bien 36
~xe4 Wc6(d5) ?37 Wh3 l:d8- +.
36 fxg6 ll:ig4+ 37 Wg2
37 llxg4 .\lixf3 38 gxf7+ @x17.
37 ... f5
Las blancas se rindieron. 38 ti:ld6 fxe4
'.)9 '/Wt7+ (39 ..íil..c4+ l:txc4) 39 ... '\i!fxf7 40
gxf7+ @f8, etc.
En el otario de 1972, poco después
del match Fischer-Spassky, se celeb1ó
en Skopje la 20ª Olimpiada. Petrosian
lideró el equipo de la URSS, que una
vez más finalizó en primer lugar. Petro-
sian tomó parte en nueve Olimpiadas y
en toda~ ellas el equipo conquistó la
medalla de oro, pero además, es espe-
cialmente destacable el hecho de que
;en cuatro ocasiones deféndiese el pri-
me1· tablero! Podemos compararlo con
otros grandes jugadores. Smyslov, por
ejemplo, también integró el equipo
vencedor en n neve ocasiones, pero
nunca jugó en el primer tablero, Tal )
Kasparov lo hicieron ocho veces, Keres
siete, Botvinnik, Geller, Spassky, Polu-
gaíe\·sky y Karpov ,ds, Korchnoí cinco y
Bronstein cuatro.
Por cierto que en Skopje. Petrosí;m
~11frí<Í su primera (¡y únka!) derrota en
11:1
Garv Kasparov - Mis GENL\LES PREDECESORES
todas estas Olimpiadas, contra Hübner,
a guíen había vencido en un duro y
controvertido match de Candidatos el
aüo anterior. Estaba tan enfadado por
esa derrota que, según un testigo pre-
sencial, "en un rapto de malhumor casi
tira el reloj de la mesa".
En sus 73 partidas siguientes, el ex-
campeón mundial ¡sólo perdió una
\'ez! Por otra parte, compartió él pri-
mer puesto en tres torneos internacio-
nales consecutinis: San Antonio, Las
Palmas v Amsterdam. v luego tuvo una
buena actuación en el más fuerte Cam-
peonato de la URSS de la época, el 41"
(Moscú 1973): 1. Spassky 11,5 (de 17);
2-6. Karpm-. Korchnoi, Kuzmin, Petro-
sian y Polngaievsky 10,5 etc. En la parti-
da gue sigue le infligió su única derrota
a uno de sus principales rivales, el jo-
ven Anatoli Karpm-.
329
T. Petrosian-A. Karpov
;\c/nsrú I 9 73
"11" Crunpeonato di' la l 'RS'>. fi" mnda
Defensa India de Dama (El4)
1 d4 ¿'¡Jf6 2 c2:lf3 e6 3 c4 b6 4 e3
Esta sólida variante, que conduce a un
juego complicado de carácter no forzo-
so, no es tan popular como 4 g3 ó 4 a3.
4 ••• Jli.h7 5 tuc3
O bif'n 51¿.d3 d.IJ 6 b3 (tomo U, partida
núm. 290).
5 ... #.e7
Una imperceptible imprecisión. Es más
apropiado trasponer a la Defensa Nim-
zoindia, con 5 ... 1i.b1 mientras que si
las negras pretenden jugar d7-d5 es
mejor hacerlo de inmediato: 5 ... cl5 6
cxd5 (si 6 las negras igualan con
6 ... dxc4! 7 .~xc4 ilibd7 8 0-0 c5) 6 ...
exd5 7 .!li,,b5+ c6 8 ~d3 j;e 7 9 0-0 0-0 1O
b3 lbbd7 11 .tb2 etc. (Gelfand-
Karpov, Sanghi Nagar 1995, match, 7').
6 ill"d3 d5?!
114
III
Esto no enGtja del todo con la jugada
anterior.
7 0-0 0-0 8 \We2 c5
La posición negra también es
mente peor tras 8 ... ilibd7 9 d.
9 dxc5 dxc4
Después de 9 ... bxc5 10 l':.dl, las blan-
cas también conservan cierta presión.
Creo que Tal hubiera jugado 9 ... bxc5.
pero Karpov prefiere la simplificación.
10 ~.xc4 Jlxc5 11 e4 lbbd7 12 e5! .~xf'3
Una decisión drástica. Claro que no ha-
bía mucha elección: si 12 ... tíJg4. enton-
ces 13 y la debilidad del peón de e5
no puede explotarse: 13 ... 'lib8 14 :í.adl
~xf3 15 gxf3 lbgxe5? 16 .&Xxd7 + -. Pero
si esto es así, el caballo de está mal si-
tuado, y después de 13 ... 14 'Llb5
\Wb8 15 ~ad 1 a6 16 .tt.Jd6, las negras tie-
nen una difícil posición.
13 gxf3 Lllh5 14 J:ldl W/e7 15 f4 g6
986
16 f5!
[Jugando con mucha energía! Quizá tu-
viese sentido intercalar 16 a3 a5. pero
en principio es cliffríl para las blancas
consegufr nada sin la mpturn f4-f5. Por
ejemplo: 17 lbe4 ñfd8. y las negras re-
sisten de un modo u otro.
16 ... exf5 17 e6 .tZ.\df6 18 exf7+
Era posible ganar calidad rnn 18 1Lh6!?
"'Lig4! 19 exf7+ (19 Jlxf8?! 'lih.f!, con
contraataque) 19 ... :\xf7 20 'fi/xe7 ~xe7
21 j:,xf7+ <;l:ixf7 22 j:,d2, aunque no es fá-
cil para las blancas materializar su n'n ta-
ja después de 22 ....l!Lc5 23 tle l cl:Je5. Pe-
ro Petrosian calculó, con buen criterio,
que la calidad no se le escaparía.
18 ... <JiJg7 19 'lffxe7 Ji,xe7 20 ll:lb5!
Una importante maniobra.
20 ... l::i'.ac8 21 Ji,b3 a6
21 ... Jtc5!? es una tentativa interesante
µara tratar de obtener contrajuego des-
pués de 22 't'lxa7 :cd8 23 J:xd8 lhd8 24
ll:lc6 J:i.c8 25 Q:Je5 lLie4 26 lLid3 Ji.d4. Sin
embargo, después de 22 c't:Jd4! .áitxd4 23
llxd4 l:cd8! 24 l:!.a4: (pero no 24 i1Le3?!
f4 25 1:.adl? fxe3 26 l:.xd8 e2 - +) 24 ...
ri.d7 25 i1Le3 ~fd8 26 :!'.e 1 f4 27 j/,d4l
wf8! (si 27 ... .Sxd4 28 ::::!.xd4 .l'hd4, la
bonita línea 29 !ie8! lt)d7 30 J:d8 ct:Jhf6
31 ffi'!ff+ lLlxf8 32 :l.xd4 es decisiva) 28
i:,c3, las blancas deberían conservar la
ventaja gracias a sus dos alfiles y el fuer-
te peón de f7.
22 i2id4 l:txf7
Forzado, en '<Ísta de la amenaza <'i::e6+.
23 i:,e3 lt)g4
987
'[ras esta evidente captura, las blancas
tienen que superar ciertas dificultades
técnicas, mientras que con 2'1 lt)e6+'
<JiJh8 2S ;1,xb6 habrían logrado una do-
minación abrumadora.
24 ... Wxf7 25 ::!.acl ::;es 26 wg2?!
Las blancas deberían haber cm!servado
el alfil con 26 j/,d2! .\th4 27 .tel t,;',f4 28
.!:xc5 bxc5 29 <i:lf3. con intención de
materializar su calidad de \·entaja tras
29 ... 1ixf2+ 30 .txf2 ll:lh3+ 31
lLihxf2 32 í:'l:d7+ We6 33 l':Xh7 tild3
l:fa7, o bien 29 ... 1Lf6 30 J;d7+ (30 b3!:0
~cfi :n 'itfl) 30 . .. we6 ( e8) 31 l:.xh7
.itxb2 32 ga7. etc.
26 ... ll:lhf6?
El error final. Sólo la eliminadi'm del
alfil con 26 ... i2ixe3+! 27 fxe3 Qlf6 28
~2:íc6 l:txcl 29 .l:Xcl .~c5, habría ofreci-
do posibilidades de una defensa eficaz.
27 j/,d2! Bd5 28 ~el a5 29 i2if3 ~xdl
30 l:!.xdl
Esta posición está ahora técnicamente
ganada. Petrosian ha explotado sutil-
mente los enores de apertura de su ri-
val, ha jugado de forma creativa con
mucha fuerza e inventiva, y ahora "con
mano de hierro" convertirá su ventaja
en victoria.
30 ... fl'le4 31 lL\d2 llld6 32 b3 i2ie5 33
t;jbl We6 34 lLic3 C'i)ef7 35 f3! J~.d8 36
~f2 cl:Jc8 37 lllb5 t,;',cd6 38 i2id4+ Wd7
39 J1i~g3 ~e7 40 wn ~f6 41 lt)b5
La jugada secreta. La conversión de la
calidad (por un peón) requiere una
técnica refinada.
41 ....is.e7 42 h4! 'itie6 43 tl:id4+ wd7 44
Wg2 1d6 45 l.l:Jb5 ~e7 46 a4
988
46 •.. h6?!
46 ... Weo era algo más tenaz, aunque
también en este caso después de 47
ct'Jc7+ wd7 48 iud5 ~.d8 49 h5, las ne-
gras no pueden salvar la partida.
47 h5! gxh5
O bien 47 ... 48 ilf2 Wc6 49 :;:(el+,
etc.
48 .~f2 ~d8 49 CL:;d4! f4 50 c'L;e2 \ltc6
51 ct'Jxf4 h4 52 t?.ig6 lllb7 53 f4 .~f6 54
.&í:cl+ ll:Jc5 55 Wh3 '1:id6 56 ~xc5 bxc5
115
Gary Kaspanl\' - MIS (;E'.\L\l.ES PRHHCESORES
57 il:Jxh4 h5 58 é'Lif3 ~d5 59 l:!.dl + lld4
60 il:Jd2 we6 61 wg3 t2:>f5+ 62 wf3 h4 63
·'i::lc4 Jl.,c3 64 Wg4 j;:.b4 65 ¡:;¡d3
Las negras se rindieron.
¡C na buena partida! "Ambos con-
trincantes consumieron una siete horas
ante el tablero, sin contar el tiempo in-
n-rtido en analizar la posicicín aplaza-
da" (Prensa).
Pctrosian demostró su gran clase en
tres campeonatos de la URSS posterio-
res. Ganó el fi'' (1975), y compartió el
3"-4º puesto con Polugaievsh en el 44º
(197fi) y el 45º ( 1977). En la rciiida lu-
cha que sigue, que dio la n1dta al mun-
do del ajedrez, empleó su variante favo-
rita contra la Benoni Moderna,
introduciendo un nuevo concepto en
lo que entonces era un importante te-
ma de debate teórico.
330
T. Petrosian-N. Rashkovsky
,'vfosní I 9i6
+r Campmnalo de la L'RSS, 9ª ronda
Defensa Benoni Moderna (A77)
1 d4 il:Jf6 2 il:Jf3 e6 3 c4 c5 4 d5 exd5 5
cxd5 d6 6 il:ic3 g6 7 e4 Yi.g7 8 Yi.e2 0-0 9
0-0 J'l'.e8 10 il:Jd2 il:Jbd7 11 a4!
El orden de jugadas más preciso. l 1
'li'c2 le concede a las negras amplia
elección:
l) 11 ... il:Jh5!? l 2 ilxh5 gxh5 l 3 il:Jc4
(es mejor 13 b3 ó 13 a4, con idea de
quesi 13 ... il:Je5, 14il:Jdl!) 13 ... il:ie5 14
il:Je3 'li'h4 15 .ltd2 (15 il:ié2!;.) 15 ... il:Jg4
16 il:ixg4 hxg4 17 ~f4 'li'f6, con juego
de doble filo (Spassky-Fischer, Reykja-
vik 1972, match, 3ª). Por cierto que el
plan con il:Jh5, permitiendo la fractura
de los peones negros con ilxh5, se ju-
gó por primera vez en la partida Tim-
man-Ljubojevic (Amsterdam l 972),
un mes antes del match.
2) ll ... il:Jb6! 12 ilb5 (12 a4?! il:Jfxd5!
13 exd5 ~xc3: 12 l:!.e1 il:ig4! v 13 h3?
iUxf'2 es malo para las blancas, mientras
116
III
que si 13 il:Jfl, entonces 13 ... f5 =) 12 ...
.ltd7 13 a4 .0.. xb5 14 il:ixb5 afi 1!'í ·'Llc3
il:Jfd7, con igualdad (Polugaievskv-
\1ecking, Lucerna 1977, match, 3ª).
11 ... il:Je5
También después de 11 ... a6 jugó Pe-
trosian con éxito 12 J:í'.a3!? contra Quin-
teros (L<me Pine 1976) y Lutikov (Mos-
cú 1981): 12 ... l'1b813a5!, etc.
12 1'í'.a3!?
¡La jugada patentada por Petrosianl
Otro especialista clásico de la variante,
el gran maestro Gligoric, solía jugar
aquí 12 flVc2. Por ~jemplo: 12 ... il:JhS
(12 ... g5 13 il:Jf3 -véase tomo IV: 13
b3!?: 13lla3!?) 13j;:,xh5gxh514il:Jdl!
'll\Vh4?! 15 llle3 (15 l:!.a3!?) 15 ... il:Jg4 lfi
&c:Jxg4 hxg417 il:Jc4 'li'f6? (17 ... g31~) 18
.&.d2 'lig6 19 .ic3!, con evidente venta-
ja ((~ligoric-Kavalek, Olimpiada de
Skopje 1972) Es mejorjugar 14 ... b6 1
15 l:í.a3 (Cligoric-Tairnanov, Interzonal
de Leningrado 1973). A esta controver-
tida posición buscaba llegar Rash-
kovsky, que había preparado una inte-
resante mejora.
12 ... b6!?
12 ... ~d7 13 flVc2 l:!.c8? 14 M ¿i:leg4 15
il:ic4 'li'e7 1 fi h3 es favorable a las blan-
cas (Petrosian-Ljubojevic. Milán
1975). Las negras tampoco igualan con
12 ... g5 13 '1Wc2 a6 14 a5! (Petrnsian-
Lukin, Ordzhonikidzt' 1978), ni con
13 ... il:Jfcl7 14 il:Jdl ! (Petrosian-Rajko-
vic, Vrsac 1 981).
13 'li'c2 il:Jh5!?
Este audaz plan de Fischer espoleó la
mente de muchos jugadores.
El juego, no obstante, ha traspuesto a
la p<irtida Glígoric-Taima110\'.
~1'10
15 ... Jii,a6!
La partida mencionada sigui!'. así: 1r, ...
f5?! 16 exf5! 1'.a6 17 <Lle4! (17 J::el?
:Llc4) 17 ....11:.xll 18 '~xfl ci:Jf7 19
con un poderoso ataque. Ahora sa-
crificio de calidad parece más arriesga-
do, pero no obstante ...
16 :.h3!
Novedad. Antes de esta partida se ha-
bía producido otra variación del sacrifi-
cio: 16 ltJe3 (16 .ícl'.el?! t5! 17 exfü i2lc4!)
16 ... .lixfl 17 éildxfl '>!th8 18 0f5 h4 19
jJ4 x;tg8 20 ~h3 ~JB 21 '1We2 llg6 22
0le3 'lid7!, con una aguda lucha (Pla-
chetka-Síkora, Checoslovaquia 1974).
16 ... ~xfl 17 <Zlxfl
Aquí Rashkovsky se sumió en una pro-
fonda reflexión: ¡80 minutos!
17 ... b5?!
Las negras se apresuran a abrir líneas
para sus torres en el flanco de dama. Se
diría que es mejor 17 ... h4, aunque es~
te peón quedará perdido cuando un
caballo blanco llegue a f5. Por consi-
guiente, Alexander Nikitin recomendó
17 ... f5!? 18 exf5 h4.
Sin embargo, habría que decir que, en
cualquier caso, la debilidad crónica del
flanco de rey negro le concede a las
blancas excelente compensación posi-
cional por la calidad. Y este tema, corno
sabemos, jera predilecto de Petrosian!
18 '3lide3!
¡Dircnamentc a f5, sin pérdida de
tiempo! Después de 18 axb5 ñb8 19
Ci:Jc3, las negras disponen de la acepta-
ble réplica 19 ... h4!, pero no la varian-
te de Jolmov 19 ... f5?1 20 exf5 (20
'f:.Xh5 1P jice4 21 l:i:Jxe4: G. K) 20 ... (<Jg4
21 l::xh5 (21 Ci:Je4 'fie7) 21 ... 1:1.el, en
\'Ísta de 22 .lid2! J:!al 23 ~e4
.!:l.g5!?) 2:~ ... /:i:Jffi 24 'l!Qe6+ '>bh8 25
con eYídenre venr.aja de las blancas.
18 ... bxa4 19 c1Jf5 liJg6 20 .!:txh5 .~e5 21
g3 l"l.b8 22 t2Jle3 a3
Las 1wgras tienen una posición tan des-
agradable que es difícil decir cómo po-
drían haber mejorado su juego. Yudo-
vích sugiere la "confusa" 22 ...
aunque después de 23 lt:íc4 ~e 1+ 24
wg2 I:\edR (única) 25 eLlh6+ c:/l;;g7 26
~g5 ~d7 27 Q:lg4, las blancas tienen un
ataque muv fuerte. Por ejemplo: 27 ...
a3 28 0cxe5 dxe5 29 ~f6+ wg8 30
bxa3 llc7 (30 ... ldbl :'ll "bh6+ :;i;f8 :'12
t\Yxc!l+) 31 dfi :lld7 32 ii..xe5 + -.
23 bxa3 'lib6 24 'lid2!
Una jugada muy fuerte, después de Ja
cual es muy posible que las negras no
puedan salvar ya la partida.
24 ... 'i!Yb3
"Era esencial 24 ... Wbl", escribe Suetin,
y Jolmov índica numerosas variantes tra-
tando de demostrar que esta jugada ha-
bría dado suficiente contrajuego. Sin
embargo, después de· 25 t2Jc4! ii!!'xe4
117
Gary Kasparo\' - :\1Js GE'\IALES PREDECESORES
26 4:'icxd6! (la recornendacíón de Yudo-
vich, 26 'l!\Vh6? :'.bl! 27 'l!\Vxh7+ '1?f8 28
'l!\Vh6+ wg8 29 4Jcxd6 es incorrecta, de-
bido a 29 ... 'l!\Vxd5 30 4Jxe8 't!Ydl + 31
wg2 :!.xcl 32 l't:Je3 ))Whl+ 33 Wh3 4JH+!
34 gxf4 lif3+ 3fí wh4 'l!Hxf2+ 36 wg4
l1gl + 37 wf5 't!Yxe3 38 l1g5+ :l::xgfí+ 39
lixg5+ wf8 40 fxe5 'il'd3+, con unas ta-
blas espectaculares). el rey negro queda
en situación comprometida: 26 ... Jll,xd6
(26 ... lia4 27· lt::xe8 E:xe8 28 d6) 27
'!Wh6 '!Wel+ 28 wg2 'il'e4+ 29 wh3 + -.
25 0g4 l:í:b7
25 ... Jll,b2? 26 :.llxb2 l\Vxb2 27 l\Vxb2
'.!:xb2 no da resultado a causa de 28
lt:if6+ wf8 29 li:Jxh7+ 30 éllf6+ y
c'/Jxe8.
26 ~·g2! lic4
Si 26 ... f6, Yudovich sugiere 27 f4 igno-
rando la réplica 27 ... ~c3! Yo hubiera
jugado, sencillamellte, 27 'uxd6: li..xd6
28 'llxf6+ @f8 (28 ... wh8 29 '!Wh6 i'tJf8
30 lt:ixe8) 29 'l/fh6+ we7 30 lixh7+ wd8
31 con ventaja decish'a.
27 4Jxe5 ~xe4+
También era desesperado 27 ... dxe5 28
lt:id6, así como 27 ... lí:Jxe5 28
tt:ig6 29 lif6 j¡xe4+ 30 wh3
tt:ih6+.
28 f3
28 0f3 l:b3 29 l\Vh6: 'li!Yxf3+ .30 @h3
también habría ganado.
28 ... Wxe5 29 4:'ih6+ @f8 30 J:xe5 :txe5
31 l'tJg4 llee7
Lis negras se rindieron.
Una partida completa en la que la
evaluación de Petrosian de una posi-
ción muy complicada fue más profun-
da que la de su oponente.
Cuando Fischer, tras haberse pro-
clamado campeón del mundo. decidió
restablecer la fórmula de Steinitz en los
duelos por el máximo título (el prime-
ro en ganar diez partidas. sin contar ta-
blas), Tigran Vartanovich no se mostró
muy entusiasmado: "Como es sabido,
Alekhine poseía un implacable carác-
ter ajedrecístico, v sin embargo tuvo
118
IIJ
que disputar 34 partidas para ganar só-
lo 6. En su match con Capablanca hu-
bo 25 tablas. Hace unos 15 anos, para
que alguien me ganase 10 partidas ten-
dría que estar jugando seis meses''. Sí,
PNrosian era capaz, como ningún otro
maestro de apagar la llama de la lucha,
y su agudo sentido del peligro era le-
gendario. Sin embargo, ¡qué tormentas
desbm·daban el tablero cuando ''el ti-
gre" se despertaba!
Por cierto que, ante la insistencia de
Fischer, la FIDE decidió que los mat-
ches de Candidatos deberían disputar-
se también a un cierto número de \'ic-
tcnias: los cuartos de final, a tres
victorias (con un límite de 16 partidas);
los semifinales, a cuatro victorias (20),
y la final, a cinco victorias (24). El más
intrigante y luchado de los cuartos de
final, en 1974, fue el match de Petro-
sian con Portisch: el más incómodo
oponente para el excampeón mundial.
El Botvinnik húngaro
Teniendo en cuenta su estricto esti-
lo posicional, al famoso gran maestro
húngaro Lajos Portisch (nacido en
1937) se le comparó, a veces, bien con
Capablanca, bien con Petrosian, pero
más a menudo se le llamaba con el so-
brenombre "el Botvínník húngaro".
Claro que el propio Botvinnik no consi-
deraba esa comparación muy apropia-
da, y en el torneo de Montecarlo
( 1968) se propuso demostrar quién era
quién (tomo U, partida mím. 228). :\'o
obstante, Portisch tomó parte en diez
mal.Ches de Candídatns, además de ser
un eminente teórico, v su contribución
al desarrollo del ajedrez es ínestimable.
Ha llegado el momento de recordar
la rica tradición de la escuela húngara
de ajedrez, que puede acreditar con or-
gullo desde el siglo XIX nombres corno
Szén, Lüwen thal, Kolisch, Gunsberg,
Charousek, Maróczy y Brever. Luego, a
partir de los años treinta, los de Lílien-
thaL Szabo v Barcza. Desde finales de
los cincuenta, Portisch (¡nueve n·ces
campeón nacional:¡, y después de él.
Ribli, Adorján y Sax y, por fin, las estre-

Has modernas, lideradas por Judit Pol-
gár y Peter Lékó. Hungría ha sido des-
de hace mucho tiempo uno de los más
importantes países ajed1·ecísticos del
mundo, y no es un accidente que haya
conquistado las dos primeras Olimpia-
das (1927 y 1928), así como la 23ª
(Buenos Aires 1978), rompiendo la lar-
ga hegemonía de la Cnión Soviética.
En este último evento, Portisch, el per-
manente líder de los jugadores magia-
res, consiguió el mejor n:sultado de su
equipo: 10 puntos (de 14 partidas).
En su infancia, Lajos no sólo jugaba
ajedrez, sino que también estudiaba
violín en una escuela de música. Más
tarde, se interesó en el canto v, desde
luego, podía haber formado tin exce-
lente dúo con Smvslov, cuyo acompaña-
miento ideal sería el excelente pianista
Taimanov... Pero el ajedre1 desplazó a
la música, sobre todo porque la capad-
dad ajedrecística de Portisch era evi-
dente. A los 14 años consiguió vencer
al gran Keres en unas simultáneas, des-
pués de lo cual el maestro dijo: "En el
futuro tendré que jugar con este chico
mano a mano". ¡No se equivocaba!
En 1955 Portisch S<" convirtió en
maestro. Tres años más tarde. logró el
título de maestro inte1·nacional, y pasa-
dos otros tres, el de gran maestro. Por
entonces ya había dado muestras de
que llegaría a ser uno de los mejores, al
ganar, por ejemplo. a Tal (Oberhausen
1961) y a Petrnsian (Bled 1961). No
mucho. después se vería inmerso en las
batallas épicas que conducían a los an-
siados ciclos de Candidatos. Durante
los 31 años de su carrera. ;no dejó de
participar en uno solo de los 12 torne-
os interzonales! En el de Amsterdam
(1964), aunque superado en la tabla de
clasificación por Stein y Bronstein, gra-
cias a las "normas" FIDE se proclamó
por primera vez candidato, pero per-
dió el match de cuartos ame Tal.
La fuerza de su juego se incremen-
taba literalmente, no día a día, sino ho-
ra a hora, lo que no es sorprendente,
pues Portísch trabajaba entre 6 y 7 ho-
ras diarias. Su enorme capacidad de es-
tudio se volvió legendaria: se decía que
TIGRAN IX
Portisch analizaba en los días libres v
hasta en vacaciones, olvidándose hasta
de su amada música. Según escribe su
biógrafo József Hajtun, "en este aspec-
to quizá sólo haya sido superado por
Fischer, quien en una ocasión le dijo a
Portisch: 'Estudio tanto ajedrez que se
me considera un idiota'. Pero a Lajos
una conclusión así seguramente le ha-
bría parecido un cumplido".
En un fuerte torneo internacional
(Zagreb 1965), Portisch finafoó por
detrás de Ivkov, Uhlmann y Petrosian,
pero delante de Larsen, y derrotó a los
cuatro en las confrontaciones indivi-
duales. Luego llegó el supertorneo de
Santa Mónica (1966), donde se clasifi-
có tras Spa'lsky, Fischer y Larsen, pero
por delante de Petrosian, a quien de
nuevo derrotó. Además, exhibió su tac-
to habitual para explicar la mala actua-
ción del excampeón mundial:
"Lamentablemente, los críticos se
olvidan de que el campeón del mundo
no es una máquina, sino un ser huma-
no, y que no siempre puede estar en su
mejor forma. l\ormalmente, los em·i-
díosos atacan a quienes no podrían ni
siquiera compararse. Pero los jugado-
res de ajedrez sabemos que convertirse
en campeón mundial es algo extraordi-
nariamente difícil, y que más difícil
aún es conservar el título. Pocos cam-
peones han logrado esto de forma más
convincente como hace poco lo hizo
Petrosian ante Spassky. Cómo se ad-
quiere la mejor forma al prepararse pa-
ra un match no es algo que conozca-
mos, pero Pe trosian sí consiguió
hacerlo. Después del match, natural-
mente, perdió un poco los pedales ... El
torneo de Santa Mónica puede compa-
rarse con el torneo AVRO de 1938. Allí
sucedió lo mismo: el campeón mun-
dial, 1~..lekhine no pudo salir airoso de
la confrontación con sus jóvenes opo-
nentes, y sólo consiguió sumar el 50%
dt" la puntuación. Sin embargo, mu-
chos siguen considerando a Alekhine
el mejor jugador de todos los tiempos.
El estilo de Petrosian -a diferencia del
de Alekhine- no les resulta atractivo a
muchos y es posible que por esta razón
119
Gary Kasparov - MIS GENIALES PREDECESORES
los críticos quieran ver a otro campeón
reinando sobre ellos".
Portisch comenzó el aüo siguiente
con un triunfo en el Zonal de Halle
( + 12 , y la primera victoria de su ca-
rrera sobre Spassky, en un match amis-
toso entre la Federación Rusa y Hun-
gría. Su alta reputación ~e vio
confirmada en el supertorneo de Mos-
cú (l 967), ¡en el que consiguió derro-
tar a Petrosian, Spassky, Tal y Keres! La
reanudación de su partida con este últi-
mo, aplazada en una dificil posición
para Keres, tuvo ingredientes fascinan-
tes y dramáticos.
331
P. Keres-L. Portisch
Moscú 1967
992
A primera \'Ísta, parece que las blancas
están perdidas. Las negras amenazan
tanto la directa ganando el peón
de b2, como tlJe6-g5+ y li.'íb'.:i-d2+, cap-
turando el peón de d. Pero en su aná-
lisis de la posición aplazada, Keres en-
contró una defensa digna de un
estudio artístico:
45 h4! illd3 46 <'Lídl
Si 46 illxd3?, 46 ... cxd3 y ~c5 - +.
46 .•. ~el 47 ~e2! l2Jc5
Resulta que después de 47 ... tlJxb2? 48
ti)xb2 ~xb2 49 ~d2 J1Lxa3 50 Wc2, las
blancas han creado una fortaleza: :,o ...
.áxb4 51 cxb4, y los peones blancos res-
tantes pueden crear una barrera impe-
netrable para el rey l?lanco, o bien 50 ...
120
IIl
51 g3! ~c5 52 li:la6+ 'ít/b6 53 cZ:,b4
gxh4 54 gxh4 Wa5 55 illc6+ @b6 56
li.'íb4, con tablas. Es interesante seüalar
que la computadora no ve las tablas, y
evalúa la poskión como"-+". FI conc<'p-
to de fortaleza es desconocido para los
programas, que sencillamente reco-
miendan 47 ... lt)xb2?. Aquí tenemos
una de las sorprendentes diferencias en-
tre un jugador humano y otro de silicio.
48 wf3g5!
Portisch comprende que el peón de b2
es inmune y lleva a cabo un plan más a
largo plazo, que supone la penetración
del rey negro por su flanco, con el o~je­
tivo del peón de e4.
49 hxg5
No 49 g3? g4+ y /2;xe4.
49 ... 50 é2Ja2 we6!
50 ... li.'íd3 51 we2.
51 l2Jf2 Wf6 52 iL;dl li.'íd3 53 g3 wg6
Cediéndole el tumo de juego al opo-
nente.
54'ít/g2
Si 54 las negras habrían ganado
con 54 li.'ícl + 55 llJxcl Jixcl 56
~f3(f2) 57 ~g2 h4! 58 @h3 (58
gxh4+ se contesta con 58 ... ~f4:) 58 ...
hxg3 59 wxg3 y el rey avanza a
h4, expulsa a su colega blanco de f3. y
gana el peón de c4: 60 'ít/h3(f3) o~d21
fil wg3 c~cl 62 ·~f3 etc.
54 ... ~d2 55 wf3 wg5 56 ·itie2 ~el! 57
~f3 .ád2 58 'ítíe2 ~e 1 59 wf3 wf6!
juego sutil. Tras repetir jugadas para
ganar tiempo en el rel~j. Portisch, con
ayuda de la triangulación, prepa-
ra Wg5, a fin de realizar esta jugada só-
lo en el momento en que las blancas es-
tén obligadas a jugar su rey a g2.
60 wg2 wg6! 61 wr3 wg5 62 wg2
No es mejor 62 é2Jb4 l2Jxb4 63 cxb4 (63
axb4 j;_d2 6-l we2 ~el 65 wf3 Xi.xb2!)
63 ... ~d2 64 en v'Ísta de 64 ... .\il,c 1
65 @f3 h4 (las negras juegan esta posi-
ción como si se tratase de un final ele

peones) füi wh5 67 wh3 hxg3 68
wxg3 wg5 69 wh4 70 we2 ~g3 71
ll:ic3 jLxb2 72 ll:ixb5 ~f4. Por ejemplo:
73 Wd2 'i!<xe4 74 ~c2 d!l,d4. o bien 73
ll:id6 d!l,xa3 74 ll:ixc4 ~xb4 75 &ZJb6 itc5!
76 ll:ixa4 .íld4! (cortando el caballo) 7i
Wd3 Wf3 78 Wd2 Wxe4 - +. j Un verda-
dero pequeño estudio!
993
62 ... h4! 63 gxh4+ Wf4?
Por alguna razón, los comentaristas ca-
lifican esta jugada con un signo de ad-
miración. Pero a mí me choca: ¿por qué
dejar a las blancas con su peón h, cuyo
avance les concederá contrajuego?
Sobre todo porque 63 ... SLxh4! habría
ganado, pues el rey negro penetraría,
de todos modos por f4: 64 Wf3 <Lle 1+ 65
We3 wg4 66 .'t:lb4 'i:íg2+ 67 '~«e2 'i:íf4+
68 'i!<e3 SLg5 69 <iJc6 L'i:Jd3..¡_ 70 We2 ';i;>f4
71 fija7 'i!<xe4 72 l2Jxb5 (recuperar el
peón no salva a las blancas, pues la de-
bilidad del peón de b2 es decisiva)
72 ... <i::icl + (72 ... 73 wel wd3
74 li:ld6 Wc2 75 .'2lxc4 ~h4+ 76 Wfl
Wxdl 77 <t:lxe5 o bien 74 li:lf2+
Wc2 75 4:le4 (75 Czjd6 .ílh4!) 75 ... ~h4+
76 wn li:ld3 77 we2 .'2lxh2, ganando.
64 h5 wxe4 65 h6 tiJf4+ 66 wfl ~h4
.'t:lb4 ~f6 68 Wel wf3
"Los caballos blancos son impotentes y
las negras pueden ganar ahora un
peón" (Hajt.un). "Las negras han calcu-
lado con precisión que podrán detener
al peón h, mientras que la pérdida del
peón de e4 será fatal para las blancas"
(Shereshevsky). Bueno, veamos ...
TIGRAN IX
69 h7 .li~g7
Un momento importante, que los ana-
listas no mencionan. Me parece que,
en vista del comentario que sigue, la
meíor posibílidad era 69 ... e4:?, lo que
seguramente no hubiera ganado. pero
habría obligado a las blancas a encon-
trar la defensa correcta. Por ejemplo:
1) 70 Wd2 li.:le6 71 lLld5 IU.e5 72 l:Lle7
li:lf8 73 4:lc6 ~g7 74 llld4+! (7"1 fija7?
4:lxh7 75 .'2lxb5 .ílh6+ 76 Wel e3 77
li:ld4+ >i?e4 78 >i?e2 f¡jf6 - +) 74 ... 1Lxd4
75 cxd4 4:lxh7 76 d5 <?Jf6 77 d6 e3+ 78
~e 1 ! (78 li.Jxe3 li.Je4+ 4:lxd6) 78 ...
fije4!? (78 ... ~e4 79 '.td3 80
tl:\xb5 Wc2 81 fijc3!, con tablas) 79 d7
li.Jc5 80 d8¡¡¡¡. <iJd3+ 81 'l!\l'xd~1 cxd3 82
fijc3 =.
2) 70 4:lc2 l:Lle6 71 @n (es inferior 71
l/.Jde3?! 72 li.Jf5 li:lxh7) 71 ...
li.Jg5(f8) ~.xd4 73 cxd4 lllxh7
74 dr> li.Jf6 75 d6 tl:íd7 (de otro modo,
76 tl:íc3) 76 We l l tl:íc5 77 4:lc3, y tablas.
994
70 4:lc2?
Una jugada extremadamente pasiva,
que conduce a fa pérdida del peón h v
a la derrota (por lo visto, Keres se en-
67 contraba apurado de tiempo, antes del
control, en la jugada 72). Es sorpren-
dente que este burdo error no haya si-
do percibido por ningún comenta.-ista,
v sólo Dolmatov, en ChessBase, reco-
~ienda Ja más tenaz 70 'i:íc6! .'2le6, "con
ventaja negra". Pero si se sigue esta va-
riante durante un par de jugadas más,
71 4:la7! lt;,c7 72 Wd2 (ó 72 tiJc6), está
claro que la posición es tablas.
121
Gary Kasparov - MIS (;[NIALES PREDECESORES
70 ... •í:ld5 71 Wd2 <;;Jf6 72 lt:'el+ We4 73
.'Llf2+ wf5 74 tLig2 tLixh7
Este ágil y voraz caballo también tí ene
la intención de comerse a su "favorito"
peón de b2.
75 lt:le3+ We6 76 lLle4 .th6! 77 we2
~xe3 78 Wxe3 lt:lf6 79 tt:íg5+ Wd5 80
Wf3 lt:lh5 81 lt:le4 tllf4 82 tllf6+ wc6 83
@e4 lt:ld3 84 lt:lg4 ~d6 85 tllh6 lllxb2 86
lt:'f7+ Wc5 87 tt:íxe5 ll::dl 88 lt:ld7+ @d6
89 Qjf6 tt:íxc3+ 90 wd4 lllbl
Las blancas se rindieron.
Siguió luego una firme victoria en
el Torneo IBM de Amsterdam (+5 ~6).
No hay que decir que después de todos
estos éxitos las posibilidades de Por-
tisch en el inminente Interzonal de
Sousse (1967) eran importantes. Tales
esperanzas se vieron confirmadas, ju-
gando de forma equilibrada a lo largo
de toda la maratón, y finalizando en el
quinto puesto, que le concedía una pla-
za para el Candidatos.
l'no de los encuentros decisivos fue
su partida de la 19ª ronda con otro de
los favoritos, el vencedor del reciente
supertorneo de Moscú, Leonid Steín.
El gran maestro húngaro se encontra-
ba en el grupo de cabeza, con +6, mien-
tras que Stein tenía punto y medio me-
nos, y la situación competitiva obligaba
a éste a luchar desesperadamente, con
piezas negras, en busca de la victoria.
332
L. Portisch-L. Stein
Sousse 196i
Tvmeo lntenonal, 19" ronda
Defensa India de Rey (E69)
1 d4 lt:lf6 2 c4 g6 3 <Lif3 f,i"g7 4 g3 0-0 5
.!il.g2 d6 6 tlJc3 QJbd7 7 0-0 e5 8 e4 c6 9
h3
9 .te3 tlJg4 (tomo II. partida núm. 255).
9 ... 'i'b6 10 .::!.el
10 d5 (tomo II, partida núm. 276) es el
sueño de todo seguidor de la India de
122
III
Rey, pero la tentativa crítica por refutar
la jugada de la dama a b6 es 10 c5!?
dxc5 11 dxe5 tlJe8 12 e6 fxe6 13
(Shirov-Kasparov, Linares 1993).
10 •.• exd4
La partida de la segunda ronda entre
Portisch y Fischer siguió así: 10 ... J::e8
11 d5 (11 .l:te2!?) 11 ... QJc5 12 .::!bl a5
13 .!il.e3 'il1c7 14 .txc5?! dxc5 15 dxc6
bxc6 16 tlJa4 .!il.f8 l 7 'li'b3 QJh5! 18 'i'e3
'lia7 19 h4 ll::g7 20 wh2 f6 21 .th3
.íll..xh3 22 Wxh3 tlJe6, con juego cómo-
do para las negras, pero es mejor 14
tlld2 .!il.d7 15 J!i..f1 (Najdorf-Tal, Belgra-
do 1970).
11 t/Jxd4 l:te8
La jugada tradicional. La altematíya es
11 ... <'Lig4 12 lllce2~. o bien 11 ... t'iJe8!?
(Smyslov).
12 lllc2
Una interesante continuación que im-
pide lllg4. Es imprudente jugar 12
J:í:bl?! lllg4! 13 lllce2 tLJge5 141i'c2 (14
b3? tlJxc4) 14 ... 'lib4 (Biclicki-Polu-
gaievsky, Mar del Plata 1962).
Una complicada lucha resulta también
de 12 l:e2 'ilb4 ( 12 ... lllg4 13 !'í.d2
élJge5 14 b3 lllc5 15 .l:!.c2!?, Bagirov-Ge-
ller, Zonal de Lvov 1978) l '.~ :!c2 tlJc5
14 ~.d2 'i!'b6 15 ~e3 a5! (Lcngyel-Ge-
ller, Budapest 1969), o bien 12 lllb3
llle5 13 .íÍ/..e3 c5! 14 .tfl .te6 15 .:1Jd5
.1Íl..xd5 16 exd5 llle4 17 ~g2 f5 18 'li<fc2
QJf7 19 ~d3 l:.e7 20 l:te2 :ae8 21 :ael
'i!fa6 22 éllcl QJf6, con igualdad (Epis-
hin-Kasparov, Moscú 1995, rápidas).
12 ... tlJc5
Las negras también pueden jugar 12 ...
tlJe5!? 13 b3 (13 .tc3 'i!fa5) 13 ... 1'.e6
l 4 ~e3 y ldad8, con una aproxi-
mada igualdad (Gellcr).
13 b4!
13 :!l:bl?! lllg4!

13 ••. <Lle6 14 dle3 'f!ic7 15 'f!id3 a5 16 a3
<Lld7 17 f4 <Llb6!
Un sutil recurso táctico. Hubiera sido
prematuro 17 ... axb4?! 18 axb4 J:!:xal
19 l:Ixal.
995
18 .lladl
Para evitar la simplificación que sigue,
Portisch recomendó 18 :edl!?, "con
ventaja blanca". Desde luego, tras 18 ...
axb4 19 axb4 llxal 20 :t:.xal, ocuparía
la columna a. Sin embargo, en vista de
la marcha de la tmTe de e 1, las negras
podían aprovechar una nueva posibili-
dad activa: 20 ... f5! 21 .!:ta3 (21 exf5
<Llxf4! y 1i,xf5, recuperando ventajosa-
mente el material; 2 l l::!'.d 1 fxc4 22
8xc4 <Llxc4! 23 '!Wxc4 d5 =) 21 ... fxe4
22 itxe4 J:i:d8. Por ejemplo:
1) 23 dlg2 d5! 24 cxd5 t'i:Jxd5 25 lí:Jxd5
cxd5.
2) 23 @h2 d5! 24 cxd5 (24 j,~xb6?!
'!Wxb6 25 cxd5 se refuta con 25 ... '/Wf'2+
26 ~g2 ll:;xf4! 27 gxf4 24 ... lí:Jxd5
25 <Llxd5 cxd5 26 átg2 d4, y el peón pa-
sado d le concede a las negras un co11si-
derable contrajucgo.
3) 23 wg2 ll:;xc4! (pero no, ahora,
23 ... d5!? 24 .~xb6 'lixb6 25 cxd5,
etc.) 24 'flixc4 d5 25 ~xd5!? cxd5 26
W/xc7 lt'Jxc7 27 itb6! .ítf5! 28 .:Ue3! (28
Ji.xc7 l:d7! 29 .:Ue3 átxc3 30 l:hc3 d4
31 J::!.c5 dxe3 32 wf3 átxh3 33 wxe3
~f5 28 ... &a8! 29 l::xa8+ (sí 29
l::!'.b3?, existe la fantástica 29 ... d4! 30
8xf5 cixc:'.~ 31 c2! ! 32 :c3 :ta2
33 il.f2 lí:ld5 34 wxg7 35 b5 @h6,
TIGRA~ IX
ganando) 29 ... éi:Jxa8 30 éi:Jcxd5 (30
l'Llxf5 il.xc3 31 l'Lle7+ @f7 32 '~xd5
1i,xb4 33 il.d4 il.d6 =) 30 ... .lte4+ 31
wfl 8xb6 32 lí:lxb6 il.f8! 33 8b(e)d5
wf7 34 @e2 35 .:Uxd5 ®e6, cap-
turando en b4 . con tablas.
Son éstas algunas sorprendentes va-
riantes de computadora, en la que un
caballo negro lanza un golpe en f4 y el
otro en c4.
18 ... axb4! 19 axb4 tl\a4!
Sólo sacrificando un peón pueden las
negras "conservar suficientes posibili-
dades de mantener el equilibrio" (Ge-
ller).
20 tí:Jxa4 .!lxa4 21 '/Wxd6 Vxd6 22 lhd6
c5!
"Stein ha consegnido complicar hábil-
mente las cosas. Tuvo que haber pre-
visto que 22 ... j.JB no daba resultado,
debido a 23 J:!d2 .!!i.xb4 24 it:ixb4 l!xb4
25 f5" (Hajtun). Esta variante también
la publicó Portisch en Informai01: Sin
embargo, después de 25 ... gxf5 26
exf5 "Df8! las blancas pierden uno de
sus peones y toda su vent~ja. En mi
opinión, es más prometedor 25 Z::.cl:,
condenando a las negras a una penosa
defensa.
23 f5
Los comentaristas omitieron un intere-
sante intento de conservar el.peón ex-
tra: 23 :c!.bl!? Después de esto podría
haber seguido 23 ... J,i,f8! 24 l:b6 .:c!.a2
25 l:Xcl ,!';l'.a4 !? (es peligroso 25 ... ;::!'.d8 26
~fl!) 26 e.'i'. (26 bxc5 éi:Jxc5 =; 26 f5
gxEi 27 exf5 éi:Jd4!, con juego agudo)
26 ... cxb4 27 l:dl h5! (con idea de h5-
h4, b4-b3 y :C:xc4) 28 h4 b3 29 .:l:xb3
,!';l'.xc4 30 lí:l·a3 :t!.a4 31 L'iJb5 •:t'ic5 32 J:b2
Ji.g4, o bien 27 ::l:bl b3 28 .&:6xb3 (28
it:ial J::l:xc4 29 ll:;xh3 J:lc3 30 wf'2 J::!.d8!)
28 ... l:xc4 29 lí:la3 l:::a4 30 éi:Jb5 t'LJc5 31
t'ilc3 J:tc4 32 Ji.d5 .:Uxb3 33 1lxc4
aunque, de todos modos, las negras
consiguen llegar al puerto de las tablas.
23 ••. LL\d4! 24 lí:lxd4 cxd4 25 Ji.xd4
123
 996
25 ••. Jtf8?!
Una jugada nerviosa que no se com-
prende fücílrnente. Stein rechazó las fá-
ciles tablas qw:· se obtenían con 25 ...
~xd4+ 26 l:Xxd4 1'.':xh4 27 lxg6 (27 f6
h5!) 27 ... hxg6 28 e5 íli_e6 29 Ilf4 (29
l'lei.-4 :'.a8!) 29 ... 30 I:ft.'4 (30 llf2
30 ... lk8 ¿;¡g7 :~2 h4 ,IUJr,
33 ZI4i.-3 (3.'I !í'.d4 h?í) 33 ... ~efi, segura-
mi.-nte porque pretendía complicar el
juego de alguna forma, pero en cual-
quier caso ahora las negras están obli-
gadas a luchar sólo pm· tmas tablas.
26 kc5~
El signo de admiración no es tanto por
la agudeza (las blancas no arriesgan na-
da), cuanto por el contenido psicológi-
co de este mmimiento, ya que objetiva-
mente este sacrificio de calidad no le
plantea a las negras serios problemas.
Stein se verá obligado ahora a dedicar-
se a la tarea que menos le gustaba: ¡una
minuciosa delensa 1
Después de la vulgar 26 l:í.d5, las ne-
gras, a pesar del peón menos, podían
haber sostenido su posición: 26 ... gxf5
(nuís flojo es 26 ... ~xb4;! 27 l'ldl, o
bien 26 ... ;,,hf5;! 27 l:b5 ..íii.c8 28 c5) 27
ld.bl .te6 28 .bb'.J! (28 lfa5 1'1xh4, ó 28
c5 b6! 29 cxb6 ~xd5 30 exd5 l::Xb4
conducen a la igualdad) 28 ...•!11.xc4 29
.lhf5 h6! '."\O llf4 (30 ::.a5 b5) 30 ... ~e6!
31 ~c5 .iLg7, etc.
26 ....:txf5 27 e5 .~xd6 28 j,,xd6 ~c8
Fue buscando esta posición por lo que
Portisch sacrificó la calidad. Los poten-
tes aliiles blancos están listos para apoyar
124
al peligroso peón pasado, que pronto
se prod11cir<i en el flanco de dama.
29 J:l:fl
Amenazando 30 11idfl ilí.e6 31 ~xh7;
era inte1-esanle 29
29 ••• .l:l'.a2
Si 29 ... lJ:a3 (con idea de 30 JiLd5 ~.e6
o bien 30 @h2 J:í.a2!: Hajnm), entonces
es muy buc110 30 g4!? La jugada de la
partida aún parece más lógica.
30 gf'!
La tentativa 30 ;;U,d5 ~e6 31 j~_xh7 ¡me-
de ahora pararse con 31 ... ll.xc4 '.'12 :::!:f2
l:Xxf2 33 wxf2 .tl'.d8 34 .©.di f61 :n b'i
fxe5 '.i6 .<txc[> con tablas, mien-
tras que si 30 c5 (30 g4 h'il)j, entonce'i
30 ... '.!'.l. b2 31 ¿· dS ( 31 c6 hxc6 '.i2 .Jtxdi
ild8 '.i3 b5 .\Íl.xh'.'l) 31 ... 11.e6 '.i2 .íhb7
ñxb4 33 ~.. g2 (33 c6 ilbfi '.H g4 -~-d5)
3.'I ... l:k4 34 ftbl !l'.c8, y las negras neu-
tralizan el peón c.
30 ... J:!.al+
De nuevo, en busca de complicaciones.
¿Acaso Stein pensaba realmente en ga-
nar? Aquí podían conseguirse fácil-
mente unas tablas con 30 ... J::l.x12!? 31
wxf2 32 we3 ffi! (u11a oportuna ju-
gada minado) 33 wd4 fxc5+ 34
.~xe5+ wt7. y las negras tendrían que
entregar una torre por un alfil en el
momento oportuno: 35 h5 (35 .~d5+
.~e6 % j¡~xh7 j&,xc4 37 \Íi,c6 !k8 38 b!í
él5 ... nds+ 36 wcri lla2 37 ,,¡¡_dr.+
I.:::xd5+ .'18 cxd5 ~xh'.~ '.~9 wb6 ~d7.
31 wh2 b6
31 ... l:Xbl !?
32 ~c6
32 c5 bxc:'J 33 bxc5 lk l 34 c6 ~efi v
l:c8, con tablas.
32 ... J:'!.d8 33 b5!?
Después de ~~3 cS bxc5 34 bxc5, de nue-
vo es suficiente 34 ... l'k l. Por ejemplo:
.'15 ~e7 J:d3 36 h6 37 !1b2 <;th7 38
g4 l:l:.e3 39 1id6 40 c6 ñxc6 41
~xc6 J:lxc6 42 :1Le7 g5 43 ..iif6 wgfi, con
tablas.
Como vernos, aunque las negras están

constreúidas por los alfiles, la posición
sigue siendo de tablas. Sin embargo,
aquí interfieren unos graves apuros de
tiempo.
33 ..•. te6 34 c5
Portisch recomienda la tranquila 34
l!c2", "con Yentaja" (Hajtun f"Kribe
que esta jugada "hubiese garantizado la
victoria"), pero después de 34 ... J:i.bl!,
las defensas negras son sólidas. Por
otro lado. nada s<: conseguiría con 34
.1.Lc7 ¡;¿:c8 '.15 i',,xb6 .~.xc4 36 :::w ~e 1 37
.td4 :<18 38 :iiic'.) í:e3 39 «ia5 l:i:dd3 40
b6 frb3.
34 •.. bxc5 35 b6 ilbl 36 b7
El momento culminante de b lucha.
997
36 ... c4??
Grave error consecuencia del Zeitnot.
Había más de una forma de lograr ta-
blas. Por ejemplo: 36 ... li.c4 (Portisch)
37 1Lc7 :¡rn 38 j,,e4 J:.b3 39 .í:!c2 ;;l;,a6, o
bien 36 ... Wg7 (Fritz) 37 ~e4 J:b3 38
.llxc5 J::í.d7.
37 ña2!
Stein, obviamente, omitió esta fuerte
continuación.
37 ... @g7 38 l:a8?
Estajugada, que parece e>idente, es un
en-or. Las blancas podían haber ganado
con 38 .lte4! J:b:i ( 38 ... c3 39 .ltxb 1
.txa2 40 .ltxa2 c2 41 .ta'.~ .::Ib8 42 .ltd5)
39 :C:a8! :fü2+ 40 Wgl i:lg8 41 l:txg8+ (41
g4!') 41 ... @xg8 42 b8~+ !bb8 43 .txb8
.ltxh3 44 @f2, et.e. Ahora, sin embargo,
las negras consiguen un inesperado
T!CR.1:-< IX
cont.rajuego, y la situación se agudiza
todavía más.
38 ..• ~xd6 39 exd6 c3 40 l:a5
No, por supuesto, 40 b8~?? lhb8 41
.:xb8 c2, ganando. Después de 40 ;¡;;a3.
como en la partida, es malo 40 ...
J:b2+? 41 ·~gl c2 42 .:!.c3 y, en cambio,
es fundamental 40 ... c2! 41 I;lc3 el~ 42
E:xcl .l':lxcl.
40 ... J:'i'.b2+?
La fatídica última jugada del control.
Era esencial 40 ... c2! 41 l:c5 el~ 42
E.'.xc l i::txc 1, va que 43 ~.b5?? falla por
-l'.j ....l!i.d5'. (con la amenaza l:hl++) ·44
g4 ..Ji.xbi, mif'ntras que 43 b8~ ;¡;;¡;xc6
conduce a una "posición confusa"
(Portisch). o más precisamente a ta-
blas: H '4Wb2+@g8 45 h6 46@g3 g:í!
47 'lid4 :!.a6 48 d7? 1 .i4.xd7 49 ~xd7
l::!e6 ( ¡un;i fortaleza!).
l'na alternativa más fuerte es 43 .~x4!
l:'le l ! (no 43 ... l:,íc8? 44 hxc8~ .txc8 -15
itc6 Wf6 46 d7 ~~xd7 47 ~xd7, ganan-
do) 44 b8'l!;í' l'.1xc4 45 ~b2+ ;t>g8 46
'll!Vb5! @g7 (46 "' .:d4?? 4 7 'lib8+ @gi
48 ~b2, pero es posible 46 ... @tH!? 47
d7 .ti.xdi 48 ~xd7 :e6, con la misma
fortaleza) 4i d7 .itxd7 48 'il'xd7
Y98
Diagrama de análisis
48 ... h6! (pero no 48 ... h5? a causa del
fatal debilitamiento de la casilla g5).
con una fortaleza inexpugnable, y ta-
blas. Al haber dejado escapar esta posi-
bilidad. las negras ya no pueden salvar
la partida .
41 @gl c2 42 J:k5 J;í'.bl+
Después de 42 ... Wfü? 43 .l:xc2!, el me-
canismo 4'.~ ... ::í'.xc2 44 b8~ .C.xc6 no da
resultado debido a la pérdida de la torre
125
Gan Kasparov - :Vl1s f,E:\L\LES PRE!H.nsrnu s
después de 45 'll\Vb2+ y 'l!#b5+. Si 42 ...
..ítf5, las blancas ganan con 43 fí:xc2
:!.xc2 44 o incluso con 43 g4!,
mientras que si 42 ... h5. sigue ·13 ~f'.)
~f5 44 Jhc2l
43 wf2 el 'lllV 44 J:xcl :xcl 45 :'11.b5!
Con el rey lejos de la casilla "minada"
h2, esta jugada es decisiva, lo expli-
ca por qué era un error 40 ...
45 ... f(c8 46 bxc8'i5' 1.:.xc8 47 d7 ..$~xd7
48 ~xd7 ~f6
"A primera Yisla, las blancas ganan sin
mayores problemas, Y al analizar la po-
sición aplazada, Portisch ni siquiera se
imaginaba que la \·ictoria \ sn clasifica-
ción para los matchcs de Candidatos
estaban pendientes de un hilo. Con-
fiando en un,t fácil victoria, estm·o a
punto de rd<üarse. pero un sentido in-
nato dd peligro le hi,ro repas;u los ;má-
lisis. Entonces comprendió que la ven-
taja sólo podía materializarse con
jugadas muy precisas" (B. Sarkozy).
49 .:&.e8!
Impidiendo ·l!i ... ;:;;·e5. ~lás tarde, Aver-
b:tj puhlícó un interesante análisis de·
mostrando f)He Stdn podía haber espe-
rado 49 Wc'.-1 ·±e:) (49 ... :t;;e7 :'>0 \ka4)
"'º
wf3
~b5 ( ?: (; K.) 50 ... f5 51 .\li.d3
r.+ 53 g4 hs! 54 Ji:.g6 (54
52
•;tfü
55 h6 \t·f7 56 .iih7 ~lfi :í7 \aquí
no :)7 -·· '/;;c7? 58 :&.g8! ~f6 ith5 Ci
60 ,1'd:) f'2 61 ~c4 "fle7 62 h7 + -. pn<•
con 57 ... wf7! es tablas) 54 ... hxg4+ ;):¡
hxg.f wd4 56 we2 wc3 '57 .l!Ld3 ~;d4 S8
~d2 ~e5 59 ~c3 (no hay nada mejo1)
59 ... e~! no wc12 wf.l n1 -*·m ·t1g3 62
We l con unas tablas dignas de
un estudio (por cieno, duran te un
buen tiempo, ]¡¡ máquina no entiende
lo que est;í pasado).
Para ser honestos, habría que decir que
las blancas también podían haher gana-
do con 49 :10 g-t: (en lugar de
50 :)o ... 'td6 (:;o ... f5 s1 g5) :-ii
4c8 '>1e5 :)2 M f6 ?i:i ~f{ h6 :i4 ;i?e3
wd6 (54 ._. hf) 55 í 55 "'?e4 we7 56
wd5 ~t7 57 <i•dfi F:t ?>8 Corno tam-
bién es el caso, después la con tínua-
126
Tll
Cion de la partida. las negras no pue-
den cambiar con éxito los peones.
49 ... \'!:Je7 50 .í1l.b5 f5
.')() .. wm 51 ~c4!. o hien 50 ... wdfi 51
\&.el m ?>2 h6 5'.) ~h7.
51 we3 wf6 52 wd4 h5
Después de 52 ... wg5 ?>3 we5 h5 (espe-
rando desesperadamente 54 .l!i,d7? h4
5!'i g4 fxg4 56 il.xg4 wh6 57 'itfü
con tablas), Portisch habría jugado 51
h4+! wg4 55 wf6 ~xg3 (55 ... f4 56 gxJ4
\t'xf4 57 $.e2) 56 'L1ig5! f4 57 .ilbd3 f3 58
f2 59 ili..d3, con \'entaja decisiva.
mientras que sí 52 ... g:). enloncc's (si
110 hubiese nada mejor) 5'.) .&.e2 we6
.7·1 Ácll wf6 :35 wd5, y las negns están
en 7.ugzwang (55 ... fl 56 gl).
53 •;:9e3! h4
:"'>'.) g5 54 wd4~ ítefi 55 ~d3 \1.(f6 56
<li.e2 h4 57 58 hxg4 + -.
54 g4 ~e5 55 fl ~f6 56 '.'t>f4 g5+ 57
cl.ie3 ·~e5 58 ~a6
Las negras se rindieron.
Cna partida tensa y nerviosa que.
por un lado, puso de relieve la baja for-
ma de Stein. y por otro, el control prác-
tico de Portisch y su sutil comprensión
tanto del ajedrez puro como de sus ma-
tices psicoló¡.;ícos.
En su match de cuartos de tina!,
perdió por la mínima diferencia (45-
5,5) ante Larsen. que estaba entonces
en la plenitud de su ascenso. Como
compensación, nrnsiguió tri1mfa1- en
1111 lítcrte torneo internacional (Skop-
jeíOhrid 19ü8): 1. Portisch 14.5 (de
19): 2. (.;el]cr 13,5; 3. PolugaieYskY 13:
4. Hort 12.5 etc.
El gran maestro húngaro dt" llllt"HJ
lll\'O que volver a empezar d ciclo si-
guiente a partir del Zonal (Raacl1
1969), y una vez rn;is superó la barrera,
esta vez tras un match-torneo adicional
de desempate. El ario del lnterzonal.
l D70. fue uno de sus años de mavorcs
éxitos: triunfo en Hasúngs. victoria so-
bre Korchnoi en el lvlatth dr'l Sif!:lo (2,!"i-
1.5) v medalla de plata en la Olimpiada
de Síegen.

En la penúltima nmda de la Olim-
piada, que resultó decisiva en la lucha
por las medallas, se enfrentó al temible
Fischer, quien hasta ese momento tenía
un score de +4 =3 contra él. También en
Siegen, el norteamericano estaba des-
trozando a todo el que le salía a su paso,
y pese a su derrota ante Spassky (parti-
da núm. 376), aún podía cosechar el
mejor resultado en el primer tablero si
de1Totaba a Portisch con negras. Pero
aquel día ambos 'e mostraron dignos ri-
vales el uno del otro.
333
L. Portisch-R. Fischer
Olimpiada de Síegen 19 70
Defensa Nimzoindia (E45)
l d4 c"lJf6 2 c4 e6 3 éüc3 ~b4 4 e3 b6 5
tt:le2 ~a6 6 <ug3 ~xc3+ 7 bxc3 d5 8
ita3!
Una excelente novedad preparada por
Portisch tras su revés con Fischer en
Santa Mónica, partida que siguió así: 8
~f3 0-0 9 e4 dxe4 1O 0.xe4 éüxe4 11
~xe4 ~d7!! (véase tomo IV).
8 ... dxc4
Es más seguro entrar en un final infe-
rior con 8 ... ~xc4 9 ~xc4 dxc4 10
~a4+ 'lt!l'd7 11 ~xc4 'l1Hc6, pero -;v co-
mo era de esperar!- Fischer capturó el
peón.
9 e4
9 ~C:P! '!Wd?í 10 c4 1i\'c6 es inferíoi.
9 ... '/Wd7 10 ~e2 tt:lc6 11 liií'c2 0-0-0 12
0-0 h5 13 ~fdl h4 14 (jjfl
Ha surgido uua situación muv aguda.
en la que las blancas tie-nen exceknte
compensación por el peón entregado.
14 .•• éüh5?
Las negras cometen inmediatamt>nte
un feo error. Me parece que el trata-
rnien to de Fischer en posiciones com-
plicadas, en las que su oponente tenía
la iniciativa, no era muv eficiente. No
era el tipo de juego -demasiado inegu-
TIGRAN IX
lar e imprevisible- en el que pudiese
aplicarse un plan claro.
999
15 d5!
Esta ruptura resulta ya decisiva.
15 ... •:;;Je5
15 ... exd5!' 16 lhd5 +
16 dxe6 'il'e8
Las negras perderían pieza deo;pués de
16 ... 1l/lfxe6?, con 17 "\li,xh5. al no ser po-
sible 17 ... lhh5?, debido a 18 )'¡xd8+
wxd8 19 ~d1 +y '/Wxh5.
17 .:;:xd8+ 'i/Bxd8 18 ii.xh5
Como seii.aló Portisch, si 18 ~a4?, en-
tonces 18 ... .:tJf4! 19 ~Xa6+ Wb8, V es
fuerte liií'g5! .
18 ... l:.xh5 19 f4!
De nuevo es desfavorable 19 'ira4?. esta
vez a causa de 19 ... j;,b5: 20 •xa7 (20
Wkxb5? t'urn+ y :J:xb5) 20 ... fxefi, con
aproximada igualdad.
19 ... tiJd3
Después de 19 ... Jxefi 20 ~e2! y 21
fxe5, las blancas dvberían poder con-
n·nir su caballo extra.
20 exf7 c5
U na defensa ingeniosa, que tíe1w as-
pecto de contrajuego. Por el momento,
el alfil de a'.) está fuera de juego, mien-
tra~ que el cahallo de d3 es muy fuerte.
21 ~e2
Estajug;1d.1 no estropea nada, pero Fis-
cher pem;1ha q11c era nüs fuerte 21 e5!7
Ciertamen\c, después de 21 ... b.h8
(21 ... :lE) '.!:! 'llWa4!) 22 '!Wa4 wb7 23
127
Gary Kasparov - MIS GE'.'JJALES PREDECESORES
ltJe3 (con la amenaza ltJxc4) 23 ... h3
24 :l.d1 b5 25 J:i.bll, o bien 21 ... J::!:h6 22
'iie2 (22 'iia4 b5 23 'iidl ! también es
bueno), seguido de 'iig4+ y e5-e6, y las
blancas ganarían.
Una alternativa aún más enérgica es la
recomendación de la computadora, 21
'iia4'. lt>b7 22 lldl h3!? (22 ... b5 23
:!:b l r, mientras que si 22 ... J:lh8, enton-
ces 23 ~xc5! es decisivo) 23 g3 :th8
(también es malo 23 ... 24 tt:le3, o
bien 23 ... b5 24 ?lb 1) 24 bxc5 25
b!bl+ ltJb4 26 a3! (pero no 26 cxb4??
'i/id4+) 26 ... 'iid3 27 axb4 'iixb l (27 ...
'iixe4 28 l:tb2) 28 'iid7+ ~b6 29 'iie6+
Wb7 30 'lie7+ ~b6 31 'iixc5+ ~b7 32
f8'lW .:í:xf8 33 'lixl8 'i'xe4 34 'i'xg7+ ~c6
35 'iWh6+ y !/Wxh3, y las negras pueden
rendirse.
21 •.. .i:th8 22 e5 lt>b8! 23 e6!
Lo más preciso, pu<Csto que acerca el
peón a su casilla de promoción y res-
tringe el contrajuego enemigo. Por-
tisch le asigna un "?!" a 23 1Wg4, e indi-
ca la variante 23 ... ~c8 24 e6 (24
1Wxg7:> 'iWf8!) 24 ... '1Wf6 25 f5 g6 "con un
juego confuso". Pero en mi opinión,
los peones blancos son tan fuertes que
casi cualquier jugada gana. Por ejem-
plo: 26 llcl gxfi 27 '!Wg8!, o bien 26 ...
j͡,xe6 27 'iixg6! En lugar de 23 ... .lihc8,
es algo más tenaz 23 ... h3, pero tam-
bién en este caso las negras siguen es-
tando perdidas después de 24 <De3
hxg2 25 e6 Wf8 26 J:d 1, o bien 25
J"b7 26 ..'.íJxc4 Wf6 27 f5.
23 .•• 'iHf6 24 .::Xel
Era más simple 24 We4: h3 (24 ... i.b7
25 'iixc4 iüxf4 26 e7) 2:1 0e3: (25 g4
<2Jxf4 26 llel, o bien 25 ... áb7 26 'iif5!
ll!ie7 27 tt:íe3 g6 28 cLid5! también es po-
sible) 25 ... hxg2 (25 ... i.b7 26 'Wif.5) 26
'lllxc3 27 :idl 1 '/!!fd4 (27 ... Ac8 28
28 .:.xd3 cxd3 29 ll!le5+ 'iWxe5 30
fxe5 + -. Unos peones tan poderosos
deberían ganar de forma auwmática,
aunque es mucho más difícil demos-
trarlo en el tablero que en la tranquili-
dad de casa y con ayuda de un progra-
ma de ordenador.
128
111
El contexto psicológico de la decisión
de Portisch me resulta comprensible:
tras haber empleado con éxito una no-
vedad de apertura y conseguido una
posición ganadora (pero que contiene
sus aristas y dificultades), se puso ner-
vioso (¡no es ninguna broma batir al
gran Fischer!) y, como consecuencia,
eligió "el camino más seguro", a saber,
la jugada de desarrollo 24 Z:::e 1.
24 ... ilb5!
De nuevo, la mejor alternativa. Des-
pués de 24 ... 'Wie7 (24 ... ..'.íJxe 1? 25
ll!le5+! Ponisch) 25 .!:di h3, las blancas
ganan, tanto con 26 g3 .lihb7 27 f5, co-
mo con 26 hxg2 27 líJe3.
25 Áxc5!!
Un brillante golpe que resuelve radical-
mente el problema del alfil de a3.
25 ... bxc5?!
Una defensa más tenaz era 25 ... &..Jxc5
26 !/We5+ ~xe5 27 ~xe5 :rn (27 ...
4Jxe6? 28 .t'%.xe6 :rn 29 J;le7 ó 28 ...
td7 29 :rn 30 1:hg7 i.efi 31 l:l:g6
i.xf7 32 b5 ~{3 a3 + -) 28 f5, "con
ide;1 de ..'.íJd2-f3-h4, ganando" (Por-
tisch). Esto requiere algún refina-
miento:
1) 28 ... i.c6 29 ..'.íJd2 tüd'.3 (no es mejor
29 ... ~c7 30 tt:lxc4, ni 29 ... .:tJb7 30
con la amenaza ·'.Gg5) 30 ::'te3 b5
31 ..'.íJe4 ..'.íJe5 32 4.:ig5 + -.
2) 28 ... ~c7l, y ahora no 29 0d2?:
~d6! 30 0xc4+ ~e7 31 ~xc.5 (31 0t>3
Xi,c6 32 c4 :b:'.c8) 31 ... bxc5 32 iíJe5 ~f6
33 tl:lg6 !i:a8 34 g4 hxg3 35 hxg3 i.c4,
o bien 29 lLie:i?l 'ltd6! 30 l:d5+ 'lte7
- TIC;RAN
31 l:'l:xc5 hxc5 32 lí:ld5+ Wd6 33 lí:lf4
~e8! 34 t1Jg6 jhf7 35 lí:lxf8 .:íi~e8! 36
'2ld7 (36 wf2 we5) 36 ... Jth5, con bue-
nas posibilidades de tablas, sino sólo 29
ñd5! ~tc6 (29 ... h3 30 lí:le3) 30 ::d4
(amenazando t.i:ie3-d5+) 30 ... g6 (30 ...
lllb7 31 l:í.g4!; '.'10 .•• h3 31 lí:le3 hxg2 32
tl.Jxc4) '.~l fxg6 lí:lxe6 32 :t1xc4 Wdfi 33
lí:le3 ~b7 34 l:xh4, ganando.
Creo qne tras el cambio de damas, y a
pesar de los posibles obstáculos, Por-
tísch seguramenlc encontraría un ca-
mino seguro hacia la Yictoria.
26 l;bl a6 27 a4
Para una computadora, la tarea de las
blancas es más simple aquí que después
de 25 ... lí:lxc5 26 'ite.;-,+ 'li'xe5 27 :xe5
i:l:l8, pero para un ser humano es más
dificil, puesto que con las damas sobre
el tablero se imagina todo tipo de ame-
nazas.
27 ... lí:lxf4
28 ·~f3?
A Portisch, no obstante, se le escapa la
victoria realizando la peor de las posi-
bles jugadas de dama. Más tarde. indi-
có 28 'We4! 'ifg5 (28 ... tiJxe6 29 axb5)
29 wh i h3 <29 ... ..'Dd3 30 'ift3'. i 30 g3
·'lld3 31 e 7!. ganando.
Sin embargo, también podía haber ga-
nado con 28 Wxc4! 'i'U¡:(¡ 29 '&a2 c4'.? 30
axb5 ~c5+ 31 Wh 1 h3! '.'12 bxa6+ Wa8
113 J;(h2! (pero no '.~3 kb7? hxg2+ 34
~xg2 ..'Dxg2 35 c7 \\fc8! 36 .t\c7! ifxc7
37 e8\\!1+ '\icS =) 33 ... !'1d8 (3'.~ ... Et'Jxe6
34 \\lla4!) 34 'll!l'bl! ií'c6 (34 ... hxg2+ 35
J:::.xg2 i/Wc6 36 'll1Yb7+!) 35 tt::lc'.) hxg2+ 36
IX
tíJxg2 lí:lxe6 :n a7, e incluso con 28
'lid2!, con la divertida variante 28 ...
gd8 29 e7 l::í:xd2 :-10 f8'i'+ wa7 31 e8'!W
tUh3+ 32 gxh3 'lig5+ 33 lllg3 .\Rxe8 34
'li'xe8, forzando 34 ... 'ifd8 35 '1Wxd8 y
llle4.
28 ... lí:lxe6! 29 ~xf6
Está claro que a 29 'f8c6, hay la deténsa
29 ... lllc7t 30 axh5 axb5 = (Portísch).
La máquina examina t;1mbién 29 '!14'e4
0,c7 30 axb5 axb5 31 'ifxc4 '!We5~ (es
peligroso 31 ... 'f8f5?! 32 r!xb5+! 0xb5
33 'ifxb5+ wc7 34 'lie8 'Wc8 35 'ife7+
Wc6 36 llle3) 32 'Wxh4 (32 h3 l:'tf8)
32 ... .l:xh4 33 f8'W+ wb7 34 '1Wt3+ 'We4.
con igualdad.
29 ... gxf6 30 axb5 axb5 311:!.xb5+ wc7
32 :Ue3 fif8 33 ~a5
Ahora las blancas sólo tienen un final
ligeramente mejor.
33 ... c;i;;b7! 34 0,xc4
O bien 34 lí:lf5 llxf7 35 l:a4 (35 itJxh4
lld 7 J 35 ... l:th 7 36 :&lxc4 h3 =.
34 ... J:1xf7 35 J::xc5 .12Jxc5 36 t2:1d6+ wc6
37 ..'Dxf7 éiJe4 38 i2Jh6
Cansado y disgustado, Ponísch ni si-
quiera tiene en cuenta 38 h:n ,'2Jxc3 39
tLlhS wd5 40 4".cg6 y lllxh4, con un peón
de ventaja (aunque las tablas serían
también el desenlace más prohabl.e).
38 ... wd5
38 ... lj~xc3 39 h3.
39 ti'Jf5 h3
Tablas. Aunque era posible intentar 40
/;jJe3+! wcií 41 éi~dl hxg2 42 Des-
pués de todo, las blancas tienen un pe-
ón de ventaja, pero, por alguna razón.
nadie señaló esta posibilidad.
·fres meses más tarde, Fischer gana-
ba hrillanlemente el Torneo lnterzonal
en Mallorca, pero Portisch, pese a qne
de nuevo hizo tablas con él, no consi-
guió clasificarse (por medio punto) en-
tre los seis primeros, compartiendo el
7"-8º pue•;to con Smyslov. Se cdehró un
match adicional entre ellos para desig-
nar el primer reserva, que linalizó con
129
Gary Kasparo\· - Mrs c;E:\L\LES PRUJECl:.SURf.S
ern pate ( 3-3), pero Ponisch fue decla-
rado \Tncedor gracias a su mejor Son-
neborn-Berger en el torneo. Sin em-
bargo, esto no lll\'O consecuencias,
pues ninguno de los candidatos al tít u-
lo supremo declinó su derecho a las eli-
minatorias.
Para el siguiente campeonato m un-
dial, Portisch llegó perfectamente pre-
parado, como indicaban sus grandes
éxitos de 1972: triunfos en Wijk aan
Zee y Las Palmas, excelente resultado
en la Olimpiada de Skop_je ( +8 =8 -1),
donde Hungría presentó de nuevo
dura batalla a la URSS, y un primer
puesto compartido (con Petrosian v
Karpov) en el fuerte torneo de San An-
tonio (Estados L1nidos).
1973 también fue un buen año para
t~l: victoria en el Memorial Vidmar·, 2º-
4º puesto compartidos en el Torneo In-
terzonal de Petropolis y un claro triun-
fo en el triangular de desempate, a
cuatro vueltas, para las dos plazas en los
matches de Candidatos: 1. Portisch 5,5
(de 8); 2. Polugaievskv 3,5; 3. Geller 3.
El desenlace de este evento quedó de-
terminado en gran parte por la siguien-
te partida.
334
L. Polugaievsky-L. Portisch
l'or/om~ 197 J
Alritch-tornro, I ª 1111rlta
Gambito de Dama (D63)
1 d4 :Uf6 2 c4 e6 3 :Uf3 d5 4 ccic3 .'lJ.e7 5
ilog5 0-0 6 e3 :Ubd7 7 l:kl a6
Debo recordarle al lector que esta va-
riante fue regularmente empleada por
Alekhine en su match con Capablanca
( 1927), mientras que éste prefería laju-
gada tradicional 7 ... c6.
8 a3?!
Estu k permi1e a las negras ejecutar el
ptm (k .\lckhin" del fümchetto am-
plia([c; E.11 la tercera n1elta. los dos ju-
gadurcs "debatieron" l;t Formación
(~arJ,bad: 8 cxd5 exdS 91,,d3 c6 10 '~c2
::.e8 ( 10 ... h6. tomo 1, partida núm.
LlO
111
105) 1 l 0-0 tí:Jf8 12 Ece 1 ccie4 13 .'i!.xeí
'iixe7 14 Jixe4 dxe4 15 fild2 f5 16 f3 (o
bien Hi d5 Jld 7 =) l 6 ... exf3 17 :;iJxi3
iloe6 18 d fxc4 19 J;lxe4 J;lad8 20 éí:la.f
(una tentativa por explotar el debilita-
miento de las casillas negras, causado
por lajugada a7-aG) 20 ... ~d6! 21 J:íJe 1
ilof7 22 J;lxe8 ~xe8 23 J;lxe8 j¡_xe8 24
éí:lc5 b5: 25 lí:lxa6 J.kh5 26 'lilc5 '11!11g6 27
~Lle 1 'li'b 1, tablas.
En lugar de 20 lí:la4, es interesante 20
lle5!?, de forma similar a lo que suce-
dió en la partida Marshall-Rubinstein
(Moscú 1925): 1 d4 d5 2 c4 e6 3 lí:lc3
lí:Jf6 4 s:Lg.5 lí:lbd7 .5 e3 Jle7 6 tt'Jf3 0-0 7
cxd5 exd5 8 ilod3 &e8 9 0-0 c6 10 '!Wc2
lí:lf8 11 J:tael lí:le4 12 .~xe7 '!Wxe7 13
~!Ílxe4 dxe4 14 lí:ld2 f5 15 f3 exf3 16
it'Jxf3 iloe6 17 e4 fxe4 18 ;::(xe4 ::l:ad8 19
l:'Íe5 1? h6 20 lí:le4, con iniciatiYa de las
blancas. En esta variante concreta, es
más preciso para las negras 18 ... h6'?
19 l/Je2 (19 l':k5 lí:ld7!) 19 ... '!Wb4, con
igualdad (Timman-Yusupov, Tilburg
1986, match, 8ª), o bien 19 );[fe 1 Z::ad8
20 h3 (si 20 lle5 ó 20 llle3, Short ha ju-
gado con éxito 20 ... '1Wf7) 20 ... 'lied6,
con aproximada igualdad (Yusupm-
Kramnik, Viena 1996).
Posteriormente, en la l Oª partida de su
match con Petrosian (Palma de Mallor-
ca 1974), el propio Portisch mejoró el
juego blanco, con 8 c5:? c6 9 ..\kd'.) b6
10 cxb6 c5 ( 1O ... ~xb6 11 0-0! 'i?xb2 12
é/'ia4, Hort-Portisch, Madrid 1973) 11
0-0 c4 12 ~.c2 éí:lxbG?! 13 :iJc5 slLb7 14
t4 :t't:b8? ( 14 ... :t'Jfd7! I:i 'lih'.i f5) 15 f5:
lí:lbd7 16 iU4 P:c8 17 ~f3 exf5 18 ÍLxf5
lí:lxe5 19 dxe5 '2ie4 20 ii:lxd dxe4 21
1
/!l\'h3 g6 22 Bcd 1 'l'.Wb6 23 l!l:d7 l!l:ce8 24
e6 1 ... (1-0). Esta importante partida
prácticamente dejó fuera de uso la ju-
gada 7 ... afi.
8 ... c6
Es más coherente la contínuaciún 8 ...
h6 !J ilh4 dxc4 10 ,ll;,xd b5 11 lioe2
(tomo I, partida núm. 128) 11 ... cS!, o
bien de inmediato 8 ... dxc1 9 :ixc4
b5, como jugó Csom, el segundo de
Portisch, contra Uhlmann (Berlín
19fi8): 10 ~a2 c5 11 0-0 ikb7 12 'We2
h6 13 JíLh4 lí:le4 14 ~xe7 'f/xe 7 l 5 dxc5
lí:ldxc"> J 6 ll.Jxe4 ll2xd, tablas.
l'.na jugada inofensiYa que traspone a
posiciones de la nota anterior. Desde
los tiempos de Alekhíne y Euwe, las
blancas han segnido más a menudo lu-
chando por el tiempo con 9 ',~c2 (tomo
1, partida nlÍnL 120), ó 9 he~ h6 lO ~¡:4
(tomo 11, par·tida núm. 167).
9 ... h6! 10 J.;,h4 dxc4 11 fixc4 b5 12
~a2 c5 13 0-0 .t,,b?
Una \TZ recobrado el tiempo perdido
con el avance c7-ctí, la~ n<:>grns han
igualado por compkto \' ahora amena-
zan c5-c4.
14 dxc5 IL::xc5 15 c"l.Jd4 :'i.c8
Un camino m;is simpk era J:í ,,. .':::fe!'.?
16 .1Lxe7 'll:lxe7 17 i2:Jxe4 '"l.Jxc4 ( Polu-
gaievskv).
16 f3!?
Un prnn~cto df' dohlf' filo: al n·itar la
tediosa Hi ~e2 0::ifr4, las blancas tratan
de superar a su oponente literalmente
a partir de nada.
16 ... 'Wb6 17 b4
"Sí 17 entonces 17 ,.. con
buen ju ego de las negras" (Poi u-
gaicvsky). Es cieno que despué5 dt' l 8
Ci:Je4!? hxcl (t's inferior 18 ... g.í ltJ
clJxfü-i- ~xfü 20 r también 18 ,..
!!::Jxc4 19 xeí. u aún 18 ... xe4 l D
fxe4) 19 J'1xc 1 'ffl'd8. tienen una posi-
ción sólida. pero ¿por qué realizar taks
concesiones? Es más lógico 17 ... .5.fd8,
con igualdad.
17 ... 0Jcd7 18 f2
"Se tiene la irnprcsi(m de que las bLm-
cas han tt'nido un com,idcrable éxito. Y
no es fácil para las negras encontrar un
plan aceptable" (Polugaie\'sh).
1002
18 ... ,:Í,.d6!
l' n espléndido renirso. Al atacar el
peón de h2, las negras provoc<m un
nue\·o debilitamiento del ffanco de rey
rnntrario. Era 1rnprt'ciso 18 ... ~Ll{'.'í?! l ~
e4 'll!ic7 ( 19 ... :,fd8c 20 't'il'!l'; 19 ... l'Wd8
'..W ,'Zlxefi!~) 20 o bien 18 ,,. l"í'aí
19 el 'jlqb::-; 20 ~.g:\! (lajugada de Polu-
gainskv, :!O it:ib'.I, se para nm la simple
20 .,. :'lfrl8 =) 20 ... lt:Je:1 (si 20 .,. 'l/1fa7,
entonces 21 6! '1'Jd5 22 .~xd!'i l!,.xd5 28
uxd5 exd5 24 .áf2) 21 2ZJxeli! fxdi 2:2
lxe6-i- Wh8 23 ~xc8 :l'!txc8 21 :';::ic2, con
alguna ventaja de las blancas.
19 e4 'll!ic7!
''Ponisch no tcnw la oposición <:>ntrc
<lama v torre blanca. Tras un largo rato
de reflexionar ~obre la poskicín. no pu-
de dejar de sentir qu<" las blancas esta-
ban considerablemente mejor 1 que
debería poder encontrar alguna comi-
11uaci611 decisirn" {PolugaieYskv),
20 g3 '&i'b8 21 '¡/ife2
"Comencé a obscsionarnw co11 la idea
tija del sacrílicio de caballo en e<). '.'< i si-
quier.1 JJH' ;1part<Í de esa idea el cjcm-
plu rl(' Ccllcr, qne dos día~ all!t'\ había
fracasado f·n esa misrn;1 casiJL, bil ídin1
(partida l!Úm. 322) ", cscniw Pnlu-
gaínsky. "De haber evaluado ni:i' su ..
briameutc la posici<'1n. habría jugado
21 .;.-;h3". Sin embargo, tampoco en es
¡...., caso tendrían problemas las negras
tras 21 ... J:fd8 22 '~e2 (22 ·'da5? ljc'J 1 !
2'.:! '" '&.. e:'J.
21 ... :;!Je5!?
\puntando a las debilid<1dc-. blancas,
22 i;¡,fdl
Si 22 f4?, las negras disponen entonces
de la fuerte réplica 22 ... lí:::eg4! 23 er>
Cilxf'2 24 'fWxi2 i:íxc3! (Gutekl) 25 :t'l:xc3
lí:Jc4 26 'i'íe3 <t:Jxc3 27 'li'xc3 Ji.c7, y los
potentes alfiles, apoyados por las piezas
m<1\'ores, le conceden una gran ventaja
<t las negras: 28 4'1f3 (no es bueno 28
'Dc6r Ábfi+ 29 wg2 lk8, ni 28 ~Jc5?
,,b8! 29 cuc6 'ii!'b7, ni, por último. 28
h'.I? ~b() 29 '1;h2 L;c8 30 'ií-k'b2 'ilfc7! +}
28 ... Ji.b6+ 29 óg2 ;"\c8 30 'l-il1d3 fül8 31
•;.we2 'f#c7, etc.
"Aún no era demasiado tarde para ju-
gar 22 :';'\b3. aunque las negras dispo-
rwn de la réplica 22 . l!Jc4. v 23 ¿1'Jc!í
lL:;xa'{ es confuso. Por ejemplo: 24
lí:Jxb7 Wxb7 2:1 e5 .\:'"'xb4, o bien 24 e!í
Ji.xe5 25 !~'Jxb7 .i'hc3" (Polugaievsky).
O bien 25 .... iiíxc'.i! 26 ~c5 l:!.xci')! 27
lí:lxc5 xb4. Todas estas variantes son
favorables a las negra'>, lo mismo qut>
24 14? 1 .ítxc5 25 itxc5 l:::fd8, v las blan-
cas pueden mantener el equilibrio,
siempre que no jueguen f3-f4?~ Tam-
bién en caso de 23 l:fdl c?Jxa3 24 .í!;:,cf>
lue8. S\I principal objetÍH.> debe ser
pensar en cómo igualar.
f(ldas est<LS dificultades son la conse-
cuencia directa de la serie dt' debilida-
des cu que las blancas incurderon, a
causa de su talante agresivo, empezan-
do con 16 f3. ¡Polugain·sh estaba ju-
gando decididamente a ganar:
22 ..• X::fd8
Primer momento crítico de la partida.
23 ti:Jxe6?!
132
"Como seguía teniendo deseos de eH-
contrar una continuación decisiva, me
f'mbarq11é en una combinación quf'
implicaba grandes complicaciones. Si
23 C:¿jb'.). entonces 2'1 ... c2lc·i es ahora
perfectamente seguro" (Pnlugaíevsky).
Pero en cualquier caso. esto no habría
sido tan peligroso parn las blancas. Por
ejemplo: 23 tí..lb3! (no. una \TZ más. :lél
14? t"¿)eg4 24 e5 i'/'¡xf2 25 i'fxi~ ~xd!)
23 ... '1'ic4 24 4'\crJ _;,;,,xc?i 25 hxc.'í. con
juego m;ís o menos igualado, puesto
que sí de inmediato 0.Jxa:\ (o tras el
cambio en di), segui1·fa %\'b2!
23 •.. fxe6 24 .i1Lxe6+ ·i•h8
Polugaievsh pensaba que 24 ... ~?if7 era
una respuesta más foerte, pero en tal
caso las blancas habrían tenído mejores
posi bí l idades que en la partida: 25
.11.xc8 uxc8 (25 ... "~xc8 26 .-&.d4!, pero
no 26 t4? .ig4) 26 rm (26 lí.d4 ~efi!)
26 ... l§a8 27 .~.d4!, y no es posihlt' 27 ...
[i;xe4~ :l8 c?ixe4 l'Xxc l 29 l'!xc 1 .~.xe4.
en vista de 30 '!fg4!, o incluso 25 ~a2!;
ll:fB (25 ... .!k7 26 . &.b6 .:::\18 27 .11.xc7
.:il.xc7 28 ~g2) 26 .;ii.xc8 :'1xr8 (26 ...
,;i.?.xc8?! 27 f4 ikg4 28J:e1) 27 ..lid± .&.e5
28 tt:le2. etc.
25 f4
''Era esta jugada, por supuesto, lo que
las blancas tenían in mente al sacrificar
la pieza", escribf' Polugaievsky conde-
nando 25 .W..xc8 ii.xc8 26 FE!, debido a
26 ... (ciertamente, después de 27
'l!fa2 1 28 fxe5 ~xe5 29 tí:Jxdl
Cilxe4·, las negras tienen ventaja). Sin
embargo, es más fuerte 26 ~d4(c5l,
con posibilidades confusas.
Si 25 ... n'.xc8 1? (en lugar de 25 ...
Ji.xc8), las blancas deberían jugar 26
~.d4 1 , puesto que la aguda 26 fl?! illc4
27 e5? (aün no es demasiado tarde pa·
rn 27 ~d4 J,:.e7 28 cl:ld5) permite 27 ...
..txe,1')! (Gufeld) 28 fxe5 éi:Jxe5, con un
ataque demoledor: 29 .0.c'J c'i:Jf~+ 30
\i?fl l:e8, o bien 29 'll'Vb2 tLi f3+ 30
Wfe5 +.
25 ••• n'.xc3!
Las negras se deciden a golpear prime-
ro. A Portisch no le tentaba 2,1') ... it'Jc4
26 e5? jflxe5! '27 fxe!'> '2íxe>5 '2.R 1L.xc8
i:lxc8! (Polngaic-vsh) [28 ... &2f3+; 29
'llixfj!] 29 'li'a2 t,/jfg4 30 tlc5 .'2lf3+ 31
Wg2 'i:lfe>!'> +, seguramente a cansa de
26 ~.xc8 'i:lfxc8 27 .0.d4 lie7 28 a4'.?,
con equilibrio din~ímico.
26 :!1xc3 l2Jxe4 27 ;t\e3
"¡Cinco piezas en una misma columna
no es algo que se vea todm los días!"
(Hajtnn).
27 ... tt:Jxf2 28 ~xf2 iZJc4
"Ambos contendientes querían llegar a
esta posición. No estoy de acuerdo con
evaluarla como favornble a las negras,
que perderán otro peón v. además. las
torres blancas en las rolllrnnas abiertas
son muy peligrosas. En caso de 28 ...
fucfi 29 ~f71, las blancas amenazarían
l:Ixdff' ( Polugaievskv). Mientras qlle si
29 ... f¿.e7, entonces 30 l:xd8+ 'llixd8'.i1
'li'd3, con igualdad.
29 ..ítxc4 bxc4 30 ~xc4 l'!.f8!
Después de 30 ... a5 31 'li'b5! axb4 32
axb4 'fic7 33 .&!.d4, la activa torre más
los dos peones sirven de contrapeso a
los dos poderosos alfiles. La jugada de
las negras provoca una inmediata crisis.
31 lld4?
"Cansado por el cálculo de nlmplica-
das variantes, ahora cometo un error
fatal que conduce a la derrota. Después
de 31 We 1! (la jugada que inicialmente
pensaba realizar), las posibilidades ha-
brían sido más o menos igualadas" (Po-
lugaievskv). El análisis confirma esta
evaluación:
1 ) '.H ... :S.f6 (con la amenaza .&.c6 y a6-
a5: Hajtun) 112 l:íe6 .llxe6+ 33 ~xet1
i;\IJ8 34 'l!Hd7 =.
2) 31 ... Ac8 32 i!'c6 (Polugaie\'sky)
:'12 ... 'lllía7 33 'li'c3 1ib8 3,1 'fic5 'l!!Vf7 3:)
'i'e7! 'ifg8 36 :í'.d2 ~f5 37 o bien
5\2 ~d3!? Ac7 33 :!:e7, en ambos casm
con suficiente contrajuego.
3) :n ... .&!e8! 32 lle6! j>J8 33 f5 (Polu-
gaie\''ky; 33 ñd2!?) 33 ... :txe6+ '.34
'l!Wxe6 a5 35 16' axb4 36 fxg7+ .~.xg7 '.)7
axh4 ~J3 38 l:i.d4 '11.xd4 39 'll\í'xh6+, con
tablas.
31 .... ~.e5!
''La torre no puede dejar la cuarta fila.
rlebido a :12 ... xft \' las blancas que-
dan. sencillamente, cou pieza menos··
( Polug;üevsky).
32 l:l:de4 ,.W,.xe4
La implacable computadora descubre
al instante 32 ... .i.c7! (con la amenaza
.ill. xe4) 33 ;':;d4 ~ bh. ganando.
33 l1xe4 'iib6+ 34 '.tg2
.'.\lo era mejor 34 'li'c5 11Hxc5.,. 35 hxc5
j;:J)2 36 l::ta4 Z:c8 37 l::XXa6 l:!xc5.
34 ... ~f6
34 .....~b2!?
35 ae6
En apuros de tiempo, las blancas tratan
de salvarse eliminando el peón de a6.
35 ... 'iib5!
L:na solución técnicamente corre('ta.
35 ... Wd8 36 1ha6 'l!!Vd2+ 37 @h3 'li'd 1
'.~8 .lle6 ~.b2 39 ~e3 no estaba tan claro.
36 Wxb5
Las blancas no pueden evitar el cambio
de damas sin pei·der material: 36 'li'e4
~b2!, o bien 36 Wc21/Hd5+.
36 ... axb5 37 l::b6 I;:a8 38 t!.xb5 l:xa3
Este final es curiosamente similar al de
la partida Portisch-Stein (partida núm.
332). De nuevo, hay tres peones contra
dos en el flanco de rey y también aquí
el alfil es de color opuesto a la casilla ele
coronación del peón h.
1:1~
(;ary Kasparm Mi;, (,E\:L\U.s PlffDFCESURt'
1005
39h4
"Se recomendó 39 g4, con idea de cam-
biar peones cuánto antes'', escribe Po-
lugaieYsky, y considera 39 ... g5. Prefie-
ro el rnétodo de la computadora 39 ...
1:!.a4!, seguido de lie7 ó .\iic3.
Debo aüadir que no era rnqor 39 llb8+
;tih7 40 b5 .!:'i.a2+ 41 \thl (41 ~h'.)
i1Jd4!. y ) 41 ... o bien :19 h3
~c'.) 40 ~h7 41 b5 b,b3, etc.
39 ... ilic3 40 f!:b6
Si 40 g4, entonces las negras pueden ju-
gar 40 ... d2 41 f5 ld4! (pero no co-
mo sugiere Polugaievsh 41 ... ike1 ?.
debido a 42 z:;:b8+ >th7 43 ¡.(>! hxgS 44
hxgf> 45 <>l?n .!.d2 46 f6!, tablas).
cmi la amenaza en-
tonces 42 ...
40 ... ,~~el 41 llg6 xb4 42 h5 ..í!iel 43
wh3 \i=?g8 44 ·t>g2 ·t;f7 45 ¡;'¡>h3 ¡;;¡e3 46
wg2 !:e6! 47 l:g4
4 7 .i:l.xe6 'i'f?xef> rn g4 k d2 49 ..;i;t~I >t1d5
no rF<Jllkre 11ingúu comentario.
4 7 ... Ea6 48 :M l'.ta2+ 49 wh3 1i f2 50
E.g4 .;;t'.a5 51 -;l;g2
r..1 wh4 ~f5!
51 ..•.itd4 52 lih4 llf6 53 );hl J::al
Las blancas se rindieron por 54 i':\h3
<;l;e6 :">S ~fi (55 g4 l'fa2+ S5 ...
-;l;•ff¡ 56 g4+ we6 57 cih2
J:::a4+ 59 ;tif3 llxf4+ !
Por los azares del sorteo, en el prí-
mcr match de Candidatos, en 1974, el
oponente de Ponisch fue Petrosían,
quien en el transcurso de E\ arios no
había conseguido ganarle ni una sola
134
III
partida, mientras que había perdido
cuatro. Sin embargo, en aquella oca-
sión (después de cuatro tablas), el ex-
campeón mundial ganó con blancas la
quinta partida y, corno él mismo recor-
daría más tarde, pudo resolver final-
mente el problema del "dificil'' Por-
tbch.
El lector se preguntará cuál era ese
problema. Se diría que una cierta in-
compatíbilídad en los estílos de ambos
jugadores. El estilo directo y preciso. ri-
gurosamente posicional con negras.
Con blancas, un auténtico destructor.
Crcati\'o, pero dentro de cauces bien
definidos, era incómodo para PetTo-
sían, ton su estilo profundamente indi-
\'idualista y su inteligente "mano iz-
quierda" ajedrecística. No obstante, en
aquel match pudo dejar a un lado sus
anteriores reveses.
"Después de la novena partida, el resul-
tado era de 2-0 a favor de Petrosian. Su
victoria estaba, romo snele decirse, 'a
tiro de piedra'", escribe Avf'rbaj. "Pero
el excampeón mundial, a sus 44 aüos,
estaba ya muy cansado, y a su edad no
era facil restablecer la f'ncrgía neniosa
requerida". EH la 10" partida, Ponisch
inauguní por fin su marcador, ; un
rnuY agotado P<:>trosian Lípidamente
firm(i tablas en la l l ". Entonces llegó el
día de la 12ª partida, con el match en
su máxima emoción.
335
L Portisch-T. Petrosian
P(/ l ma d.P l\, Iallorra l 974
<:rmrlidatos, match, 12" partida
Defensa Eslava (D 13)
l d4 d5 2 c4 c6 3 fi.Jc3 ,S,,:Jf6 4 cxd5
La árida y tediosa Variante del Cambio
en la Defensa Eslava era un arma formi-
dable en manos de Ponisch.
4 ... cxd5 5 .ikf4 e6
Después de ?i ... lí:Jc6 6 e'.~ las ne-
rienen que contar con 7 'i'b~3!? (7'
-\'éase partida núm. 371).
 '."'o. por supuesto, 11 ... 'ilxb2? 12
miclltras que si 11 ... l:fc8, podría ha-
La partida Portisch-Petrosian (.\loscú
ber 'eguido 12 lt:la4!? y b2-b4.
1967) siguió <1sí: 6 ... c'.2íc6 7 ~f3 ~.d6 8
!.g3!? 0-0 9 1Ld3 J::e8 10 Lt:Je5: 1'.xe.7?! 12 b4
11 dxe5 cl:Jd7 12 f4 'i'bfü! 13 0-0! Aquí Portisch pensó durante 20 minu-
(híperoptimista: 13 ... f'i'.~) H tos. Es posible que estuviese conside-
;2;hl 'gb(-j 15 'li'th5 :2Jf8 16 :lf3! :2Jg6 17
i·ando J 2 ;/je5P l::Jc8 13 'j\\j'e2 .liLe8 l ·1
iiLt2! 'i!Wd8 (17 ... ~xb2 18 :::bl ~xc:~ .!'.tac 1 tt:;b3 (si 14 ... l"i.)d7. entonces 1.-)
19 l:th3!) 18 C:Jb5 :Lice7 19 it.J<Hi l4,d7
:!'.J<1·t' 'li'!'d8/b3/ 16 11Jxd7 .ikxd7 17
20 í1Lh4 'iib6 21 .::l.h3 h6 22 .~fü! c/jf5 1fi l:tc2, curnwn«tndo una cierta inicia-
2~) ilxf5 ( 1-0). ¡li na impresionante de-
tiva.
rrota!
\1ás tarde, Petrosian derrotaría a Kn-
pieichik con blancas (Moscú 1976, ·Ir Y esta jugada requirió que Pctrosian
Campeonato de la URSS), después de pensara durame medía hora. Sí l'.~ ...
8 ... t2::e4?! 9 l/.Jxe4 dxe4 10 ·t::id2 ~.xg3 ~L..b2?, entonces 14 :Ji.xh7+l @xh7 15
11 hxg3 e5 12 dxc5 '/Wa5 13 'l!Gb3! '1!4'xe5 ~c2+, o bien 14 ... l/.Jxh7 15 rnn
14 .Jlle2 (H t:cl!?) 14 ... r¡Jje715 .!'1cl 0-0 peón de \entaja.
16 .;2.Jxe4! ~xe4 17 1;,ci3 'l!\í'b4+?! (17 ... 14 li.xc4!? dxc4 15 ..¿.g5
'f'te5) 18 ~xb4 i'1Jxb4 19 .:'1Lxh7+ @h8 20
.~.b 1+! ~g8 21 llc4! a7 22 J!i.h 7+ Wh8 23 Una decisión vital: las blancas creen
f5+! (1-0). que su centro móvil es más fuerte que
('l peón pasado e, bien bloqueado por
7 o!i.d3 Euc6 8 h3 el caballo.
Presen-ando el alfil de f..I del eYentual 15 ... \i\l'd8 16 '~f3 12.c6 1 i édxc6 .5.xc6
ataque 1::Jh5. Con su espléndida Yictoria 18 :'.adl t!.:Jd5!
de 1967, es como si Portisch le estu\"Íe-
sc dicie!ldo a su oponente: "'Entonces Tras quedar en una posición algo infe-
ruiste incapaz de rcsoh·er tus pn¡!JJc- rior de apertura. las negras buscan sim-
mas. ;Veamos si pucrles rcsol\'crlos aho- plificaciones.
ra:··.
IOO(i
8 .•. 0-0 9 ·Lif3 d7
Dado que el peón blanco' a está en h:),
posiblemente tuYíera se111ído jugar 9 ...
j~:.d6, a pesar ele la pérdida de tiempo.
Es cierto que las blancas pochan halw1
respondido entonces 1O 0-0, pennitíen-
do 10 ... ~xfl 11 exf4, sob1c todo por-
que a Petrosiau no le gustaban posicio-
nes tan restringidas con los peones
enemigos en d4 y f4.
10 0-0 ~b6
19 .W..xe7 tt:;xe7
O bien 10 ... a6 l l a3! Avcrhaj y Zaítscv, los segundos del ex-
l l a3! campeón mundial. n·come1nhuon
l9 ... ·~xe7?! 20 'L:;xd~l cxd5 21 'i'l'xcEi
Má:-; enérgico que 11 ~e2 ilfc8 12 :lac l
e'.~, "con cuntrajuego suJiciente para
.~e8, con igualdad ( Bo1vínni k-Smyskff,
salvar ]¡¡ partida'". Averbaj aúade: "Pe-
20º Campeonato de la URSS, 't\loscú
trosian pensaba que aún no había nece-
19S2).
->idacl de recurrir a mt'didas dr;'Ísticas, pe-
11 ....'.J.:1a5 ro en esta ocasión s11 senúdo !)o-,icional
 Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDEC!iSORES
le ahandonó". Pero, en mi opinión, fue
justo lo conu·ario: lo que imperó fue su
famoso sentido del peligro, pues tras
22 l:td3! c2 23 :C:cl l:'!.fc8 24 '!Wb3. las
blancas habrían ganado el peón c. y
con él la partida.
20e4
Con idea de crear un peón pasado en
la columna d.
20 ... a6
20 ... 5!? (Zaitsev) se sugiere por sí so-
la. Por ejemplo: 21 e5 'lld5 22 .'í'ixd5
'iVxd~), o bien 21 d5 fxe4 22 dxc6 exf3
23 .Uxd8 :::i:xd8 24 cxb7 .l'l:h8, con igual-
dad. Según Zaitsev. 21 b5 :r:::d6 22 exf5
·:Uxf5 23 'Wxb7 lt:Jxd4 24 ·~hl?' ''condu-
ce a Yentaja posicional de las blancas",
aunque después de 24 ... li:le2! (24 ...
~a5!;,) 25 ,l';txd6 &2!g3+! 26 wgl '1Wxd6,
son las negras quienes tienen ventaja.
21 d5 exd5 22 exd5 l;Xd6
Ahora <·ada bando tiene un peón pasa-
do, pero las piezas blancas tienen algo
más de actividad v su peón d es un po-
co más fuerte.
23 J:l:d2?!
Petrosian temía 23 .!:td 1. aunque des-
pués de 23 ... é2:Jc6! !Hajtun: 23 ... b5!?)
24 fü4 (24 fte4 f5 25 :tl:e3 c2Jd4, o aquí
25 J:f4 'lle5 26 'li'e3 g5! 27 lld4 6íe8)
24 ... cLie5 25 'lil'e3 f6 26 !:í.e4 b5, no es
evidente qu<' a las negras les ocurra na-
da terrible.
Parece más lógico 23 a4!? ~d7 24 Xl:fe 1
(sí 24 b5, entonces las negras tienen la
posibilidad 24 ... axbfí 25 axb5 '85! 26
!!fe 1 !tg6. y .;;:íd6. con igualdad), o bien
de inmediato 23 J:.fe 1 ! b5 24 a4 ~d7
(es inferior jugar 24 ... bxa4?! 25 'llee4
.tle8 2fi 'llxa4! '1Wc8 27 {¿',.3 ~dd8 2S
'IW&i, con desagradable presión: 28 ...
cl';f5 29 ktxc8+ .l:Xxe8 30 ~c'i!) 2fí axb5
axb5 26 ~d,1, const>rvando una ligera
ventaja.
23 ... 'li!l'c7!
Cna idea sutil.
24 '114'g3
Las blancas aprovechan b ocasíém. La
111
tentadora 24 l:l:fdl J:tfd8 25 <i'ie4 .::ixd5
26 •'llg5 se habría neutralizado con
26 ... l::xd2! 27 ~xf7+ wh8 28 :Ixd2
:C:xd2 29 'tl+'f8+ 'llg8 ;>,o '';!;;t7+ 'lil'xf7 31
'il'xf7 c3 32 'il'c7 c2 33 Wh2 l:xf2. v ta-
blas (Averbaj. Zaitse\'). ·
24 ... '!Wd7!
"Después de esta réplica. Portisch se
puso nervioso. Parecía evidente que se
le había escapado algo" (Zaitsc\').
1007
25>l:ihl
''Si 25 las ncgnL' habían prepara-
do la diabólica 25 ... (pero no 25 ...
l:xd5) 26 lt:Jf6+) 26 clif?í! 27 8c5?
c'Llh4!" (Averbaj). Poi· supueslo, una
mt>jor continuación es 27 'il'f4 (27 'IRc3
b5 28 lllr5 ~e7 ~) 27 ... ('.Jd6 28 '8xd6
c3! 29 l':!'.d3 l:x<W 30 l:xc:l l'Ixd:'i 31 ;:.,7
con probables tablas.
25 ... 'llc8!?
l .a cotTt'('ta idea estratégica. También
es bueno 25 ... .!"M8, pero Pt>trosian llt>-
\"a de inmediato su caballo a dfi. sabien-
do muy bien que el caballo es el blo-
q urador perfe,lo (a diferencia de la
torre o la dama, en vista de su n1lne1-a-
bilidacl).
26 8e4 fl.g6 27 'iif4 lt:Jd6 28 ~.i:'xd6
EspcraHdo 2H ... '.::xdfi? 29 'j,l\'xc4.
28 ... c3!
"Ni Portisch, ni ninguno de los jugado-
res presentes previeron esta jugada in-
tennedia" (Zaitsev). Aquí Pt>trosian se
encontraba ya en graves apuros de
tiempo: s(>lo le quedaban <,t·b minutos
para sus doce jugadas siguientes.
 T!GRAN IX

29 :!d3 :txd6 30 J:xc3 1Ixd5 1008

La ventaja blanca es puramente simbó-

lica, y aquí incluso era posible jugar
30 ... h.5!?, con idea de que si 31 J::!.fcl (ó
31 J:!el), 31 ... lhd5 32 J:c7 'lilí'd6! 33
'lilí'xd6 J:xd6, con tablas.

31 'rlc7 '1Wb5 32 J:el g6 33 @gl a5

Buscando de nuevo la simplificación

material. También era jugable 33 ...
l:1d7 (Averbaj, Zaitsev), neutralizando
gradualmente la ligera inicia\iva del
oponente.
34 l'lee7 .l:f5 35 '1Wd4 b6 36 J::!.b7 axb4?
Un importante error, con la bandedta
a punto de caer. Los comentaristas su-
girieron, de forma unánime 36 ... "lilí'c6
37 l:xb6 (37 '!Wxb6 'lilí'cl+ 38 c;:lth2
11Wf4+!) 37 ... 'l!\fcl+ 38 @h2 '1Wxa3, "con
tablas", sin darse cuenta de que des-
pués de 39 .:a7! 'lta2! 40 f4! I:d5 41
'1We3 y l:.ba6!, las blancas conservan un
peón. extra y posibilidades de ganar.
Por ejemplo: 41 ... I:td2 42 'ltg3 a4 43
::iba6, o bien 41 ... a4 42 J:.ba6 'lilí'b3 •13
11We4! y ~xa4.
En realidad, sólo 36 ... '!Wa.f! (Hajtun)
habría conservado la igualdad mate-
rial, forzando prácticamente las tablas
tras 37 '1Wxb6 11Wxa3 38 bxa5 '1Wxa5, o
bien 37 'l!\Yc3 axb4 38 axb4 'ltd l + 39
l:el '1Wd6.
37 l:Xb6 '1Wd5 38 \ixd5 Z!xd5 39 axb4
h540M?!
"Una jugada de dudoso valor. Por la
teoría de finales de torre ~abemos que
la inclusión de las jugadas h·+ v h5 favo-
rece al bando defensor" (Zait5ev).
40 ... 11:?g7
Con esta jugada se supera el colllrol. fi-
nalizando los apuros de tiempo, y toda
la cuestión es si las blam~as podrán o no
materializar de manera satisfactoria su
peón de \ entaja.
41 g3?!
La jugada secreta. "Invertimos toda la
noche en analizar esta posición. La
continuación más fuerte era 41 .:bb7
.!:lf5 (liberando la torre de f8) 42 .tl:e2'.
:l.d8 43 l:tb2", escribe Zaitsev, quien in-
dica la variante 43 ... :1.d 1+ 44 @h2
%Uci5! 45 b5 l:í.5d2, con estas palabras:
"El análisis de esta posición merece
una publicación aparte, pero está claro
que la defensa de las negras tiene con-
siderables dificultades".
41 ... :ta8 42 J:bb7 .!'H5 43 l:e2 Z:al+ 44
@g2 I:!.bl 45 :le3 .l:lb2 46 l:l.f3 l:txf3 47
wxf3
"Con el peón en la columna a, esta posi-
ción está considerada tablas teóricas. Al
tratarse del peón b, no está del todo cla-
ro. En 1951, Taimanov ganó un final si-
milar contra Kopylov, pero más tarde '.\'i-
kolai Kopaev demostró que las negras
·
podían haber logrado tablas" (Averbaj).
47 ... @h6?!
Con idea de crear una debilidad en la
posición enemiga después de f7-f6 y g6-
g5. "Por la cara que ponía Portisch, era
fácil leer sus pensamientos. En este mo-
mento estaba completamente absorto y
se sumergió en una reflexión de media
hora. Para Portisch v s11 segundo.
Csom, el contrajuego negro en el flan-
co de rey había resultado una absoluta
sorpresa" (Zaitsev).
Más tarde, se descubrió un mét.odo de-
fensivo que le garantizaba tablas a las
negras: 4 7 ... cJ;;f6; 48 ~e~ ~<"6 411 b:·,
·;t>e!i! 50 b6 @efi 51 @d4 -ª'.bl .">'.l ll:b8
~d6 (Kantorovirh'>

1:17
Gary Kaspa rm' \lis <;E"L\I Es l'REDEn.soRr,-,
48we3
Tras la conclusión del match, Portisch y
Csom sugirif>ron la más enérgica 18
b5!?- f() 49 hG g5 50 J;tb8 gxM 51 gxh4
c;;!;fg6 52 c;;!;re4, aunque, como escribe
Zaitsev, "se diría que también tras esta
continuación el contr<~uego de las ne·
gras logra su objetirn".
Estas variantes han sido mejoradas de
forma síg11ificativa por Dniretsh. En
primer lugar después d<: ~';O •;lt<:4 ! gxh·t
'.>l gxh4 :lxf2 .'>2 ::tc7 (no es la únicaju-
gada) 52 ... l:i.b2 53 bl •;:f¡g6 54 wd5 \t;fü
55 J;tc5 c;;!;rg4 56 wdi, las blancas ganan.
En segundo lugar, en caso de .Ciü X;'!b8
gxh4 51 gxh4, en lugar de 51 ... wg6 es
más fuerte 51 .. , :ib4!~ 52 wc3 wg6 53
wd3 'iÍ/5 54 wc'I f::bl 55 wd4 J::b2 56
litc5 ~xf'2! 57 .f:d8 :±l:c2+ 58 wd6 ;;tb2 59
;J;;c7 Zk2+ 60 wb8 !kl, o bien :,7 ;,:tg8
::lc2+ 58 c,t>d6 lld2+ 59 cj!¡;c7 l1c2+ 60
wb8 Itc4 61 b7 :i:¡xh4 62 \Ílc7 B.b4, y ta-
blas. Por otra parte, después de 48 b5
m49 b6, las negras puedenjugar 19 ...
J;.b4!:' (en lugar de 49 ... g?'1) 50 @e3 g5,
pero también las hlanca~. a su ,-ez, pue-
den optar por 49 ~e-t: ~xf'2 50 Mí Sb2
51 :ib8.
Por consiguiente, la principal reco-
mendación de Dnlfetskv tras ·18 b5!? es
la inmediata 48 ... l::i.b4!.Y aquí "a fin de
evaluar objetivamente las posiciones re-
sultantes, se requiere un detallado ana-
lisis".
48 ... f6 49 llb6 @g7 50 :ñb7+ \t'h6 51
l'!b8?!
"Otro retraso, después del cual la,; ne-
gras podían haber salvado el final. En
opinión de Kantornvich. lo correcto
era :,1 b5 g5 52 Wd4 gxh4 53 gxh4 Wg6
(53 ... Zlb4+?! 54 Wc5 .:lxhl 55 l:a7::Ji1
56 J:ta1 h4 5 7 b6 h3 58 b7 J;bl 59 J:!.b4
l:í.c 1+ 60 wbfi) 54 b6 nxf'2 55 .6:.a7 ;:\b2
56 Wc5 l'::c'2~ 57 >t•d6 J:l:b2 58 ·;t.c6 c:J¡;f5
59 f:a4 + -. Sin embargo, 54 ... \tfü'.
plantea dudas sobre si las blancas pue-
den realmente ganar" (Dvoretsky).
51 ... g5 52 b5 gxh4 53 gxh4 cj!¡;g6 54 b6
·~f5 55 •;td4
1'\8
111
"La última esperanza de las blancas es
avanzar su peún más rápidamente que
el de su contrarío" (Averbaj). "Después
de 55 b7, el rey blanco queda privado
de un refugio y eso conduce a tablas
claras" (Zaitsev). Por ejemplo: 55 ...
;'íb4! 56 '5:<d3 ~f4 57 wc:3 .b!:bl 58 @d4
¿;,f3 !'í9 @d.'> Wxl2 60 >;Y;e6 H. b6+ 61 <;;l;;f'i
,~,13 62 wg6 wg4 (Kantorovich),
IOO'J
55 ... ~xf2?!
Consecuell«ia de la fatiga. Volviendo al
análisis del apla.ramien to, las negras te-
nían intención de jugar 55 ... >iíg.t! 56
1'.:g8+ ·.i;;xM 57 wc!í l:c2+! (desviando
al rey del peón a fin de capturar en 12
con ganancia de tiempo) .'i8 ·t'd6 lld2+
;,y ·'tíc7 :¡:¡{2+ 60 'i?b8 l!xf2 61 b7 :;tb2
62 cJ:,,c7 f5 63 b8\W :'.xb8 !j1 nxb8 f4 65
c;td6 f3 66 <;t;e5 12 67 M.f8 wg'.'l 68 we4
>;tg2. y tablas. "Pero parece que, en esta
partida fatídica, Petrosian estaba desti-
nado a beber de un amargo cíliz''
('\,,erbaj).
56 :Sa8l
r.as negras subestimaron esta respuesta.
56 ... llb2
Si 56 ... l:id2+?! 57 wc4 :::lc2+, Zaitze\ re-
comienda 58 ;;!/b3 .8c6 59 na5+ we6 60
:;al)! + No es mejor 119 ... Wg4 60
1h4+ wh3 61 b7 nb6+ 62 nb4, ni lam-
pocn 59 ... \!)g6 60 :::íb!'í lk8 fil b7 ah8
fü <;Í:rc4.
57 Wc5 !:.c2+
''Se amenazaba la mortal :!:!a4. Por
ejemplo: 57 ... Wg4 58 .:a4+ Wg3 59
,l;b4 &c2+ 60 wdfi 1'k8 61 We6, v las
blancas ganan" (Averbaj).

58 c;i¡d4 l:l:b2 59 l:a5+
Tras haber repetido jug-adas, en serios
apuros de tiempo (el seg11n<lo control
tTd en la jugada 56), Portisd1 recuperó
el control v siguió buscando posibilida-
des de ganar.
59 ... we6?!
"Sólo se podían conseguir tablas con
un procedimiento digno de un estu-
dio: 59 ... wg4! 60 ::!a4! (60 ~c5
wxh4) 60 ... wh3!! (sefialado por Zait-
sev) 61 wc5 f5 62 ::.b4 l:íxb4l 63 wxb4
f4 64 b7 rn 65 b8'll\Y f'2. f:sta es una posi-
ción teórica bien conocida, en la que
gracias a su control de g4 Ias negras lo-
gran tablas" (Averbaj). Por ejemplo:
66 ~f4 óg2 67 'lig5+ óhl 68 'ii'f5 \i;:g2
69 '*!lxh5 O 'IW.
¡Aún hubiera sido posible encontrar es-
ta continuación sal\'adora'. Por cierto
que la máquina no comprende que es-
ta posición es de tablas, y da jaques du-
rante mucho tiempo, C\'aluándola co-
rno"'+-".
60 wc5 :i:l'.c2+?
El último errm: Según Zailsev. "las ne-
gras tam bié-n perderían después de
60 ... 61 ~a8~'". pero, como descu-
brió DvoretskY aquí las negras seguían
teniendo tablas: 61 ... f5 62 l:h8!? (62
J;l:,fR we6! 63 ·~c6 l':í.c2+ 64 wb7 .dh2,
v ::íxh4: K. Müller) 62 ... f4 63 :;/;xh5 B!
fj4 .l:f5 f2 65 l'.!fR (65 h5 fie2!?) 65 ...
~c2+! 66 ·.t>b5 J:b2+ 67 '.t:a6 wc6! 68
í:\f6+ ·.;i;>c!'í.
61 wh5 \i;:d6 62 \t?a6 wc6 63 l::al J':c4
64 b7 ~b4 65 .:C:cl+ wd7 66 ::es
Las n<'gras se rindieron.
Un f~unos0 final que fue reprocl11ci-
do en numerosas public<Kion<:'s ajedre-
císticas de todo el mundo.
El resulta<lo del match quedaba es-
tablecido en 2-2, sin contar tablas, \'
ahora ambos grandes maestros estaban
a un paso del t~xito, pues reconiernos
que resultaría \·encedur el primero en
conseguir ganar tres partidas. Sería in-
teresante saber cuál era la condición
Trt;R.\:\ IX
psicológica de los dos 1ivalcs en aquel
momento. Compararemos las observa-
ciones de sus segundos.
Csom: ''Portisch igualó el marca-
dor tras una grandiosa lucha, aunque
no exenta ele errores, que se prolongó
durante ocho horas\' media. Al ver lo
increíblemente can.sacio que estaba
después de la partida, me preocupé
mucho por él. Al entrar en su cuarto
del hotel, se derrumbó en la cama y
sólo pudo murmurar: '¡Estoy acaba-
do!'. Esto explica su derrota en la 13ª
partida".
Zaitsev: "La puntuación quedó igua-
lada y aquí se produjo un milagro. Pe-
trosian, que no había sido capaz de di-
gerir su primera derrota, sólo unas
horas más tarde acababa de sufrir una
segunda y humi!Lmte derrota. Por-
tisch, por el contrario. que había resur-
gido como el ave ff-nix de las cenizas,
seguía estando bajo la influencia de sus
recientes éxitos y llegó a la 13ª partida
lleno de optimismo".
336
T. Petrosian-L. Portísch
Palma de Afallorm I 97·1
Candidatos, malch. 13" partirla
Gambito de Dama (D5'.'I)
1 "í:Jf3 d5 2 d4 e6 3 c4 tt:Jf6 4 .~g5 Ji.e7 5
tt:lc3 0-0 6 ilcl ! ?
Se juega más a menudo 11 e'.'I (partida
núm. 3~4). "Desde este momento. Por-
tisch comenzó a pensar. Petrosian acha-
có esto en particular al hecho de que al
gran maestro húngaro le gustaba jugar
de esta forma contra la Variante Tana-
kowe r-M akogon ov-Bondarevsky"
(Zaitsev).
6 ... h6 7 ~~h4 h6
La nm·edad de Karpov, 7 ... clxc4, que
dijo había sido ideada por Polugaievsh
(por supuesto, en el m;is estricto secr<e-
to), será analizada en el tomo V.
8cxd5
139
Gary Kasparov :VI1s CE~!Al.ES l'REDECESORt.'i IJT

La idea 8 ~xfü Jhf6 9 cxd5 exd5 1O 12 e3!

g3!? (Kordmoi-Karpov, Baguio 1978. Sí 12 j¡,g2, entonces 12 ... :C:e8: traspo-
match, 13") también se comenta en el niendo a las variantes va mencionadas.
tomo V
12 ... c5
8 .•• 'Llxd5 9 ILJxd5
En caso de 12 ... iLxfl 13 éxfl >' ítg2. la
Una alternativa inocua es 9 il,xe7 'l!lixe7 posición es favorable a las blancas.
10 'l!lic2 ~a6! Por ejemplo: 11 <Llxd5
exd5 12 e'.~ (12 'IJ/ixc7) ILJd7!) 12 ....:txn
13 @xfl ::l'.c8 14 @e2 ( 14 '/i!!lf5 'IJ/id7!)
14 ... c5 (Portisch-Spassky, Budapest
1967), o bien 11 g3 c5 12 .i'~g2 Cud7
(Uhlmann-Portisch, Olimpiada de Sie-
gen 1970).
9 ... exd5 10 .l¿xe7 '/i!!lxe7 ll g3!?
La jugada de Uhlmann que trata de jus-
tificar 6 .l:c 1.
11 ... .íta6

Después de 11 ... Uhlmann jugó 13 .ixa6

con éxito 12 ..í1Lg2 13 ~e5! Sin em-
bargo, en el match Alemania Orien-
tal-Bielorrusia ( 1971), Veresov le sor-
prendió con la variante 11 ... l:.e8!? 12
~g2 ~.a6 13 ~e5 ~d7! 14 l:xc7?!
.!:1ac8 !, y quedó de manifiesto que 15
:lxd7? es mala debido al espléndido
contragolpe 15 ... 'l!Vb4+ 16 @fl '11Hxd4!
17 li:id3 l:!:xe2! ! (Petrnsian), mientras
que después de 15 .:t:!:xc8 :::.xc8 las ne-
gras tienen unjuego cómodo.
No sé qué había preparado Petrosian
contra 11 ... J:le8!? Es posible que 12
~g2 .íta6 13 ILJe5 <i:ld7! 14 f4!? (Uhl-
mann-Kurajica, Sarajevo 1981), o
bien 13 e3!? lí:l5 14 'l!Va4 :tes 15 lí:le5
'/i!!le6 16 l:k3 (Smyslov-Porlisch, Til-
burg 1984; Yusupov-Short, Madrid
1995), o quizá 12 .!:.c3 de inmediato,
corno jugó Seírawan contra Karpov
(Londres 1982, Hamburgo 1982) y
contra Geller (Linares 1983). Esta últi-
ma id1::a fue frt:w de la preparación de
Kordmoi (ya que Seirawan era uno de
sus segundo,.\ para el match con Kar-
pov de Merano ( 1981).
En definitiva, la jugada de torre a e8 se
n>nsideraba la más precisa y junto con
7 ... dxc4l? ha dejado prácticamente
fuera de comb:•.« .1 :a nriante 6 J:!.cl.
La respuesta más aguda r crítica es 13
dxc5!, como jugó dos veces Kordmoi
contra Karpov en su match de Merano
1981.
1) 13 ... bxc5 14 ~xa6 ( 14 'l/Hxd5?l
í!i.b7) 14 ... tZ:lxa6 l.5 Wxd5 lí:lb4 (15 ...
l:!:ab8!?) 16 'l/Hc4 Wf6 (5ª pan.ida) 17
We2l l:.fc8 (después de 17 ... lí:lxa2 18
i:i:xc5 l:ac8 19 l:txc8 :l.xc8 20 0-0 tZ:lc 1 21
'/i!!ld2 t2Jb3 22 l!Wb4!, las blancas ganan
un peón: 22 ... 'l/Hxb2 23 tL:id4 J:Ic3 24
'll!Vb8+ y 'll!Vxa7) 18 a3 ( 18 0-0 l2:Jxa2 =) 18
... '/i!!lxb2l 19 'l/Hxb2 <i:ld3+ 20 @e2 t2Jxb2
21 Ik2 ll:Ja4 22 .l:hcl lk6 23 l/Je5 .t'ía6,
con tablas en cualquier caso.
2) 13 ... ..í1Lb7!? 14 1',g2 (no 14 cxb6?!
d4!, ni 14 c6 ll:Jxc6 15 .ltg2 d4!) 14 .. .
bxc5 15 0-0 ll:Jd 7 16 'l/Hb3 J:l.fb8 (16 .. .
lí:lf6/b6/ 17 fHa3; 16 ... ~,c6 17 f2Jd4!?)
17 '11Ha3 '11He6 18 z¿fd 1, con una ligera
pero duradera ventaja de las blancas
( 7ª partida) .
13 .. . lí:lxa6 14 0-0
14 '11Ha4?! lí:lb4 15 0-0 lí:ld3 (Zaitsev).
14 ... fi'ic7
Después de 14 ... c4, habitual en tales ca-
sos, a las negras les preocupaba 15 b3.
15 b3 .l':lac8 16 .t'!.el!?

140

Como en la partida anterior, las blan-
cas no han conseguido nada especial
de la apertura (16 '1Wd3 ~d =: A\'er-
baj). Pero después de esta misteriosa
jugada de torre, Ponisch, por admisión
propia, comenzó a sentirse desconcer-
tado. "Pensaba que Petrosian quería >.e-
guir con .t:.e2-c2", dijo a la conclusión
del match.
16 ..• J:l'.fd8 17 h4 ~Lie6
Durante la partida, Petrosian estuvo
considerando 17 ... lt:Je8! y LZíffi, y llegó
a Ja conclusión de que aquí las posibili-
dades de las negras eran ligerame-nte
mejores. Por cieno que Fiitz encuentra
la maniobra natural 0,Je8-f6 mm· 1«ípi-
damenre: el programa d<> ordenador
está concebido para buscar las mejores
casillas para las piezas.
18 '!Wd3 'iff6 19 ·~g2 cxd4??
"Mi oponente elevó su mano para pro-
ceder a este cambio, en general una
jngada floja, pero entonces lo reconsi-
deró", recuerda Petrosian. "Me sentí
inquieto y me levanté de la mesa. Per-
cibiendo mi estado de ánimo, Pmtisch
receló algo y se sumió e-11 profunda re-
flexi6n, pero quince minutos después
se decidi6, de todos modos, por el
cambio".
¿Por qué? "Petrosian es un gran maes-
tro en el arte de maniobrar en tales po-
siciones, de modo que el deseo de Por-
tisc h de clarificar la situación es
perfectamente natur·al" (Averbaj). Por
supuesto, hubiera sido mejor mantener
la tensión en el centro, por ejemplo
con 19 ... l'Xc7 =-.
20 e:xd4
"20 J::!.xc8 llxc8 21 exd4, seguido de
!le5 ó de '1Wa6, sólo habría repo1·tado
una ventaja mínima, pero ahora Petro-
sian aspira a más" (Zaitsev).
20 ... lhcl 21 .l:xcl
El momento clave de la partida y de to-
do el match.
T!GR.\'> IX
!011
21 ... ~f4?!
"De nuevo, una jugada impulsiva. Las
negras tratan de resolver sus problemas
por medios tácticos. En vista de las
amenazas il'e4 y il'g4, las blancas esün
obligadas a coger el guante" (A\'erhaj).
La jugada de dama fue condenada por
todos los coment.arista5, e incluso se la
calificó de "probablemente la jugada
más desafortunada en toda la carr~·ra
de Portisch" (Hajtun). Sin embargo,
desde un punto de vista ajedrecístico,
no es, en modo alguno, una jugada
perdedora. v sólo debe condenarse des-
de un punto de vista psicológico.
La tranquilajugacla de espera 2 l ... l:.e8
(si 22 &.:Je5 '!We7:, pero no 22 ... lt:Jxd4?
23 CiJg4), habría mantenido una igual-
dad aproximada, sin concederle a las
blancas las posibilidades que, de repen-
te, surgen en la partida.
22 gxf4!
Este sacrificio -en esencia forzadl}- de-
peón sorprendió por completo a Por-
tisch. La subestimación de los recursos
latentes del rival siempre ha sido su ta-
lón de Aquiles.
22 ..• lt:Jxf4+ 23 @g3 lt:Jxd.3 24 llc3 tllb4
Petrosian v otros comentaristas reco-
mendaron· la "tablista" 24 ... lt::lb2, asu-
miendo que las blancas no tendrían e-n-
tonces nada mejor que perseguir el
caballo con 25 .::::í'.c2. Sin embargo, en
mi opinión, es más fuerte 25 h5! .!k8
26 lt:Je5 f6 (26 ... a6 27 :::tc6) 27 it:Jg6
l:e4 28 :'k8+ (28 f3 J:!:xd4 29 .!:íc2'. <t:Jd 1
30 éi.ie7+ @f7 31 tllf5 I;ld'.i 32 i:!.c7+ 'it>f8
141
Gary Kasparm· - \J¡<; r;r:>:J.\LES PREDECESORES
33 l::xa7 también es interesante) 28 ...
Wf7 29 ::k7+ We6 30 :.:xg7 :í:í'.xd4 31
:.xa7, recuperando el peón y conser-
vando la iniciativa.
25 a3 c1Ja6 26 b4!
Según Csom, ésta fue la jugada que
Portisch no vio al jugar 21 ... 'ltM?! El
gran maestro húngaro pensaba neutra-
lizar la presión blanca en la columna e
con ~d7-c7, pero ahora debía preocu-
parse por el a\·ance b4-b5.
26 •.• lLlb8?
¡Psicología en acción! "El inesperado
cambio de la situación desequilibró a
Portisch que no consiguió defendtTse
tranr¡uilame111e" (Averbaj). Las negras
tenían dos continuaciones mejores:
1) 26 ... Wh7 27 b5 t1Jb8 28 l:lc7 ::!.d7! 29
J:\c8 .:b7 (Averbaj, ZaitseY) 30 <Llefí
11~d7 ( '.iü ... g6 31 l1d8) 3 l lLlxf7 ¿¿jf6 32
IL;e5! a6!? (si '.)2 .. ¿¿je4+ 3'.i Wg2 Ll',d6?!
34 ~d8 entonces 35 h5! -con la
amenaza 0g6 y .!:h8 mate- 35 ... g5 %
hxg6+ ~g7 37 ;gxd5 ~2ixa3 38 fT. etc)
33 a4 axb;") 34 axb5 ;;:;el+ 35 ~g4 (35
~g2 :lla7!) 35 ... 'Llxf2+ (pero 110 '.15 ...
•ud6? 36 t::d8 .:Uxb5 37 h5!, ganando)
;)6 Wf5 .:Ue4! 37 iteü éi:\f6. o bien 37
l'id8 i:::e7 38 l:l.xd5 i'Llg3-c-, ron posibili-
dades de tablas. . ~t:lgü 42 ¿2:íd6
2) 26 ... J:::d7 1 (en opinión de Petrosian,
la mejor jugada) 27 lk8-r (27 b5 CiJeí
28 CiJe5 :t:;,e7 29 CiJc6 .!::.el =: Zaitsev)
27 ... it>h7 28 b5 [i:;c7 29 [iJe~) "'e7 30
CiJc6 ~d7 '.:H li.íxa7 .:Ue8! Esta variante
fue indicada por todos los comentaris-
Las. Ciertamente, después de 32 :::.xe8
l:l'.xa7 ó '.{2 !1a8 c'Z:!d6 33 a4 las ne-
142
!JI
gras, activando s11 rey, pueden contar
con las tabla5.
En lugar de esto, Portisch trató de tras-
ladar su caballo "malo" al ct'ntro, pero
corno consec1encia de ello cavó bajo
una seria presión posicional.
27 l:i:c7 a5
27 ... a6?! 28 0t>5 fü 2Y CiJg6 (Zaitsev).
28 b5!
Fijando la debilidad de b6. ''¡La única
forma de ganar! Después de 28 bxa5
bxa5 29 t.Lle5 f6 30 l'Llg6 Cl:Ja6! 31 .:a7
cL':1b8, las negras logran crear nmtr<tjue-
go" (ZaiL~ev).
28 •.. <Lld7 29 @f4!
Las blancas tienen compensación más
que suficiellle por el peón: ¡todas sus
piezas están participando en la ofensi-
va! La wnaz defensa de esta peligrosa y
no estándar posición queda más alhi de
la capacidad de Portisch.
29 ... h5?!
La mejor posibilidad era 29 ... l2Jf8.
Después de la tentadora c10 i:ib7 ild6 31
<LleS tdg6+?! 32 <Llxg6 .::t:xg6 3:~ ~e5. "las
n!"gras tienen un .iuego difícil"' (Zaít-
sev), pero es más preciso '.il ... :rn+!.
haciendo retroceder al rey blanco. El
plan correcto es 30 l:!:t-6! ¿t:íg6+! (no
30 ,.. !lb8 31 We5 J:td8 32 h?'>!, Zairse\l
31 Por ejemplo:
l) 31 ... %1e8?! (una desesperada tenta-
tiva de contrajuego) 32 :Xxb6 l::e4+ 33
~g3 :.:Ue7 34 l:::b8-r ~h7 35 bü •Úf5+ 36
\t;g2 37 ~fl, y el peón b, pasado~·
distante, decide la lucha: 37 ... 11'ixd4 '.~8
tt:lxd4 l':'!.xd4 39 .lle8! lldl+ 40 :i.el .!d:d3
41 ::lb l. o bien 37 ... ,;:cixh4 38 :/.Je'.í!
l'J.xd4 39 bí í:!.dl+ 40 ~e2 J:'!.bl 41 '2Jxf7
2) 31 ... i:::¡b8 32 l'\d6 f6!? (32 ... /;'Je/ 33
c'Lle5! g6 3·1 h.'">) ~l3 h5! (33 l:xd5 h:">+!)
33 ... tt:le7 34 ti]M lt·f7 35 l'Llf5 J:t:b7 36
a4~ (¡una preciosa posición!) % ... g6
(no '.)6 ... ét.Jxf5?J '.{7 Wxf5 ~c7 38 ;;;:efi+
·~f7 '.·m llc6) 37 '8g3!, ,. las negras tie-
nen una difícil defensa: '.H ... gxh5+
(37 ... g5 38 '.-)8 li:\xh5 3Y ~f:í

'2Je7+ (39 ... <J;;e7 40 lhd5 J:lc7 41 c;f;>g6!)
40 ±f4 41 .llxd5 lk7 42 etc.
30 ti:le5! ti'lf8
Ahora las negras están obligadas a ju-
gar permitiendo que el caballo
blanco llegue a c6. puesto que el cam-
bio 30 ... '2Jxe5 31 @xe5 significaría en-
trar en un final de torres perdido: 31 ...
16+ 32 '>i?f5 (amenazando ~g6; 32 \Í;'e6
g5 33 wxf6 gxh4 34 J:tg7+ wh8 35 k!:g5
también es suficiente) 32 ... @hi 33
We6 @g(j 34 :íc6:. o bien 31 ... ~f8 32
.:':!'.c6! m+ :rn @f5! l".l:b8 (33 ... J:!e8 34
ríxb61'Ie4 35 J:tc6' v b5-b6) ')4 wg(j rtb7
35 l:!.c8+ @e7 ::16 c:J;;xg7.
31 l:!.b7 f6 32 CiJc6
"J .a posición negra es dcsespcrad<1. Al
comprender que las cosas han tomado
un feo cariz, Portisch füe presa dd des-
concierto" (Zaitsev).
lOB
32 .,, ti:lg6+?!
Después de 32 ... i:l:eW (última posibili-
dad), las blancas aún hubieran tenido
que eludir buen número de obstáculm:
33 ~g3! (33 :!:í:xbfi :l:e4+) 33 ... :!.e2! '.H
"Lle7+ c:J;;h8! (después de 34 ... c:J;;h7 35
'Úxd5, el peón de f6 est<i atacado) '.);j
z'2Jff1! (35 ll:Jxd5 ."iJe6l 36 fcixbí:i .:Uxd4 no
es tan bueno), con amenazas en ambos
flancos:
l) 35 ... l:!.a2 36 .:'í'.xa3+ 37 G J:h3
38 t2Jxh5 ñxb5 39 a4 40 llf7! rlb l
41 l:l.xf8+ c:J;;g7 42 ::2Jd7 + -.
2) 35 ... lt.Je6 36 l::.xb6 g6 37 .l:b8+ ~h7
38 rl:b7+ wh8 39 lt:Jc3 <:ZJxd4 40 bí:i! l:b2
41 ti:lxd5 tZ.Jf5+ 42 ·iib3 + -.
I'H;RAN IX
3) 3.5 ... g6 36 t,,Je3 'i:le6 (36 ... .lld2 37
l'.i:Jxd5 v '2Jxf6) 37 ti:lxd5 tZ.lxd4 38 é2Jxí6
1Lif5+ 39 Wh3 J::.e7 (o bien 39 ...
40 J::txb(j, con una abrumadora ventaja.
33Wg3
El resto es pura cuestión de técnica.
33 •.• ~d6
Es mejor 33 ... ::!e8 (Zaitsev), pero tam-
poco aquí después de '.'H l:!xb6 pueden
las negras salvar la partida: :H ... ::le 1
(34 ... lle4 35 f3) 35 :i'.b8+ y b6-b7.
34 llxb6 l'le6 35 1:.b8+ tl"lf8
35 ... @h7 3í:i 1;!'.d8!
36 i'!.a8 .:;el 37 Ll.Jd8
"Las blancas también podían ganar con
37 bfi :8.bl 38 4Jb4 axb4 39 a4 b'.) 40 b7
b2 41 J:::xf8+, pero Petrosian prt>liere
una línt'a más segura" (Zaitst'v).
37 .•. ~h7
No 37 ... + '.18 ~G J.:b 1 39 etc.
38 b6 :!lbl 39 b7 líJd7 40 l::l.xa5
Las negras se rindieron.
"PctnJsian jugó con la precisión de un
mecanismo de relojería" (Hajtun).
Portisch fue eliminado del ciclo de
Candidatos, que en última instancia
acabaría ganando el joven Anatoli Kar-
pov, de 23 años, quien sería proclama-
do campeón del mundo en el verano
de 1975 cuando Fischer rehusú defen-
der su título.
El díficil match con Petrosian deses-
tabilizó por un tit'mpo al gran maestro
húngaro, pero en 1975 comenzó a recu-
perar su forma antetim: En el invierno
conquistó el primer puesto en \\'ijk aa11
Zee, torneo, por cierto, que ganó en cua-
tro ocasiones (hasta ahora, los únicos
r¡ue han conseguido esta hazafia son Eu-
Wt', Korchnoi y Anand; vo comencé a
pa;ticipar en Wijk aan Zee en 1999 v
conseguí tres víctodas consecutivas). A
fines del verano tuvo una espléndida ac-
tuación en el supertorneo de Milán, la
ciudad que pretendía acoger el match
Físcher-Karpov.
14'.~
Gary Kasparov MIS (;t.NIALfS PREDECESORES Ill
Este evento, que reunió a doce
grandes maestros, se celebró en dos fa-
ses. Primero, un torneo por sistema li-
ga: l. Portisch 7 (de 11); 2-4. Karpov,
Petrosian y Ljubojevic (por delante de
Sme;jkal, Tal, Browne, Andersson, Gli-
goric, Larsen ... ). Luego, matches semi-
finales: Portisch-Ljubojevic (2,5-1,5) y
Karpov-Petrosian (2-2), pero Karpov se
clasificó por mejor coeficiente de des-
empate. Karpov y Portisch disputaron
entonces la final, programada a seis
partidas.
El joven campeón mundial tomó la
delantera al ganar la segunda partida.
Pero entonces, tras dos tablas, inespe-
radamente cometió un grave error en
la aputura de la quinta, y Portisch te-
nía la oportunidad de nivelar el resulta-
do del match (en caso de un 3-3 final él
sería declarado el vencedor del tor-
neo). Veamos qué sucedió.
337
L.Portisch-A.Karpov
A1ilán 1915
Afatrh final, 5' partida
Gambito de Dama (D42)
1 c4 't:Jf6 2 fi:Jc3 e6 3 d4 :iib4 4 e3 c5 5
1ld3 0-0 6 ctif3 d5 7 0-0 cxd4 8 exd4
dxc4 9 lixc4 b6 10 I:te 1
En la primera partida. las negras igua-
laron después de JO :iig5 .th7 11 .l:.d
éllc6 12 a3 JLe 7 13 '!Wd3 z:í.c8 14 Sfd 1
"Ud5'? 15 .'.lxd5 (l 5 .'Ji.xe 7 l/'Jcxe7 ~)
15 .....lii.xg5 16 tL>xg!'í 'lWxg.5 17 Jlhe4 h6
18 'lllYe3 :i:fd8.
10 ... -~b7 11 .JÍLd3 tLic6 12 a3 J,,,e7
Una transformación de apertura típica
del ajedrez moderno: de una Defensa
Nímzoindia hemos llegado a un esque-
ma de la Defensa Tarrasch diferida en
el Gambito de Dama.
13 .tc2!?
Aquí, la habitual l 'l 1.,gf) can·ce de
sentido: 13 ... J:!c8 14 il.c2 1:e8 J.5 'li'd3
g6 16 .:'1adl ii:J<l."> conduce a la igualdad,
l·H
puesto que las blancas no ganan un
tiempo atacando la torre con ~h6. Por
consiguíente, las blancas buscan jugar
antes 'lWd3, provocando g7-g6, y luego
jugar .\th6 de inmediato.
13 ... :tes
Una interesante alternativa es 13 ...
,,ta6 1, impidiendo i!'d3. Karpov em-
pleó esta conocida jugada contra Tim-
man (Wijk aan Zee 1998), aunque des-
pués de este orden l e4 c6 2 d4 d5 3
exd5 cxd5 4 c4 éí'ii6 5 éllc3 e6 6 tt:Jf3
JJ,e7 7 cxd5 éllxd5 8 ~d3 éllc6 9 0-0 0-0
l O l:.e 1 éllf6 11 a3 b6 12 ~c2. Lo cierto
es que es psicológicamente más fácil ju-
gar 12 ... :iiafü con el alfil no desarrolla-
do, que cuando ya se ha desarrollado
por b7.
14 ~d3 l:c8?
"Omitiendo la amenaza blanca. Era
esencial 14 ... g6" ( Por1isch). Es extra-
ño que Karpov repitiese el mismo error
cometido (con su torre rey en f8) cua-
tro ailos antes en una partida con
Smyslov (tomo JT, partida núm. 265).
Durante un cierto período, fue desafor-
tunado cuando tenía que jugar contra
un peón central aislado en d4.
1OH
15 d5! exd5
Desde un punto de vista práctico, posi-
blemente el mal menor fue>ejugar 15 ...
li.:la!'1 16 ,W,g5! l:l:xc3!? 17 1/Wxc3 'tll'xd5
(17 ... li:íxd5?! 18 }¿xe7 19 il'd3
tllf6 20 ;:tad l es inferior\ 18 ::tac 1 h6.
con alguna compensación por la cali-
dad, aunque insuficiente tras la conti-
nuación 19 .'.ll..e3 '!Wh5 20 3üi 1!

16 ~g5!
Un movimiento que escapó de los cál-
culos de Karpov.
16 ... Q:ie4
"Si 16 ... g6, las blancas ganan con 17
I'!xe7! '!Wxe7 18 il'lxd5" (Portisch). aun-
que después de 18 ... tt:\xd5 19 Jlxe7
il'lcxe7, sigue habiendo mucho trabajo
por delante.
17 lllxe4 dxe4 18 '!Wxe4 g6 19 '!Wh4 h5
20 lladl!?
La jugada evidente, pero 20 .·i:b3! habría
ganado rápidamente. Por eíemplo:
1) 20 ... Wfc7 21 1ii!fe4 wg7 22 .ii.xf7 1
Wxf7 23 ~.h6! (Portisch) 23 ... ~d6
(23 ... '!Wd7 24 .!'\adll) ;M 'l<\fc-1+ wf6 25
'i°lg5l lZld8 26 1/Wh4!
2) 20 ... 1Lxg5 21 ll:\xg5 :::lxeJ.t. (21 ...
lic7 22 1/Wf4 !: Portiscl;) 22 .!:xe 1 1lg7
(no es mejor 22 ... ~d2 23 J:td], ní 22 ...
l2Je5 23 't!Vf4 lLd5 24 ;;\'.dl i 1Lxb3 25
l:;;xd8+ l':l:xd8 26 h3) 23 Jixf7 '!Wd2 24
l:í:irn 'l!\l'xb2 25 ;tixg6 26 W'g5+
·t•h7 27 con espectacular desastre.
"Por supuesto, vi 20 .:&.b3, pero no me
preocupé por el cálculo de las varian-
tes, y tras una hora dt' rdkxi(>11 elegí
una continuación 'más bonita·. atmque
también más floja'' (Portisch ).
20 .•. f!jc7 21 áxg6!
"Fue este tentador sacrificio lo qut' me
distrajo del nimbo correcto. Ambos es-
t<íbarnos cansados ... Lamentahlemen te,
en el momento decisivo. me equivo-
qué" (Portisch).
De paso, hay que decir que no existe
una solución posicional sencilla para
las blancas. Si 21 entonces 21 ...
.~xg5 22 f!jxg5 i2Ja5! 23 ~xb7 :~.:ixb7 se-
ría lo apropiado.
21 ... fxg6
TIGRA'.'< IX
A juzgar por el comentario de Portisch,
las blancas habían dejado escapar ya la
victoria. Sin embargo, no es así. He
aquí la ,·erdadera culmi11acióu de esta
dramática partida:
22 ~c4+?
"Si 22 l:ie6, las negras se defienden con
22 ... %:tcd8" (Pmtísch). Sin embargo. el
ordenador detecta al instante la
dora 22) :tdcl ! I:l.<16 24 l!ll'c4!
hav nada más) 25 :txe6 (25 ~xe6+
26.lt:lh4 también es decisirn) 25 ...
26 Vc3+ '>iil17 27 '!Wc2 l:l:g8 28 l:txe7+. o
bien 23 ....~xg5 24 J:hg6+ Wt8 25 l!Wxg.">
~xe1+ 26 ft:lxel [i'Je7 27 ~f6+! ~e8 28
'lte6! ~f8 29 :!.fü+ lt'e8 30 ~Mí! Esto es
belleza de verdad.
También era desesperado jugar 22 ...
2'.f8 23 24 Jlf6 lle7 25 'lig5,
... wg7? 23 ~e4)
:Ixe7 25 .&-,xe7
~ xrn 26 l2Jf7 27 '!lifffi l¡jh6 28 i,dti
29 'l!Hb7 ~~O fi, ere.
Sin embargo, es más tenaz 22 ... k!:ed8:
2:1 llde 1! .:ld6, v ahora (a diferencia <le
ta variante con ~2 ... ;¡;¡cd8), es un error
24 'l!\l'c4?! llxe6 25 ~xeó+ (25 i:':xel'i?!
:tJe5 !) 25 ... c;!¡g7 2() áxe7 (26 l/J h4
=) 26 ... Ci::ixe7 27 'lixe7+ 'liíVxe7 2H
«tf6 29 Zl:e') g5. con buenas posi-
bilidades de labias. Lo único que que·
da para las blancas es 24 ;li,xe7 !!.xeti 25
:.xe6 0xe7! (pero no 25 ... i:/:Je5 26
Eue 1! .~d5 27 j;,dfi! 'l'Wd7 28 l!xe5 'i'xd6
2~ ;1.xh!"11 gxh5 :)() 1kg5+ <;!;ol7 31 f:V[)+
Y~xc8. ganando) 2fi ff..xc7 '#Vd()
i::Je 1 i_ con esperanzas de materialí1ar
~u peún extra.
Gan Kaspanw \f1s CE'.':L\U.S PRHn:n.soRES
22 .•. ~g7 23 .~f4 .~a6!
"'Estajugada me cogió totalmente por
sorpresa. Sólo esperaba 23 ... b5, que
después de 24 'ilc3+ i',f6 25 .i.xc7
~xc3 26 :::txe8 l::\xe8 27 bxc3 le habría
dado a las blancas una ventaja decisiva
en el final puesto que las piezas negras
son pasivas" (Portisch). Sin emba1go,
la \'Íctoria aquí dista de srr fácil para
las blancas.
24 'iic3+ .~f6 25 '4xc7 .;:,.xc3 26 ::;xe8
J;l:xe8 27 bxc3 .>ie2!? 28 ,!;el
28 lld7+
28 .•. 2c8! 29 J:\xe2 ;';,xc7 30 J:e6 iL\d8!
La descuidada 30 ... '.2:ia5? habría lleva-
do al desastre: 31 01:Je5 J:!:xc'.) '.)2 l"txg6+
\tf8 33 f4 llxa3 34 l:th6 b5 35 l:.xh5 tt:lc4
36 l2Jxc4 bxc4 37 =.c.s c3 38 wf2. o bien
35 ... b4 36 .l:h8+ ~g7 :17 l:b8 b'.~ 38 h4'.
J:la2 39 Wh2 b2 40 h5, v los peones
blancos son más fuertes. lo que a la lar-
ga signifkará la victoria.
31 l:Ie3 wf6
"El peón extra de las blancas no asegu-
ra el éxito por culpa de sus peones dé-
bilt"s en el flanco de dama. Karpov
consigue unas tablas con la seguridad
de un campeón del mundo" (P(n-
tisch). Aunque ... ¡no sin ayuda de su
oponente! Como el fin dt' su partida
con Fischer {pan.ida núm. 333). el dis-
traído Portisch comienza a "patinar" y
no logra explotar sus posibilidades de
ganar, aunque tal vez no sean muy sig-
nificativas.
32Wfl
Si 32 él:;d4!?, es posible 32 ... J::c4 3'.1 ~fl
Z'!a4 34 l2Jc2 c~e6, o bien 34 Ee8 iL\b7
35 l!!.efi+ \tif7 36 l!!.c6 !'2:ic5, buscando el
cambio de los peones a y b por los blan-
cos a y c.
32 ••• tZJe6 33 g3 g5 34 h3 cLic5
146
111
De haber cambiado de lugar ambos ju-
gadores, sería interesante ver cómo ha-
brían luchado las negras por las tablas
después de 35 We2! :?.Ja4 36 !'i:Jd2! ~[)
:n ()e4, o bien S\!') ... a6 36 cud4 il.Ja4 '.)7
\tid2. En ralcs posiciones. Karpov ha-
bría atormentado a su oponente hasta
exprimir la última oportunidad.
35 ... l"td7 36 we2 ñd5 37 c4 l"td4 38
!:!e8 h4 39 :i:rf8+ We7 40 :h8
Era algo mejor 40 l''ff5!? g4 41 lixg·l
hxg3 42 fxg3 4:1 l'If3. rnnsen;m-
do un peón de vemaja en el flanco de
rey.
40 ... hxg3 41 fxg3 rld3
Esta última jugada fue la secreta y se
acordaron tablas a propuesta de las
blancas: 42 .W:h7+ We6 43 l:!:xa7 fixg3 H
fi.Jf3 45 hxg4 :::txgc1.
Karpov ganó el match (3.5-2.5),
aunque este resultado no le afectó de-
masiado a Ponisch, quien declaró: "Es-
toy satisfecho de ser el primer jugador
húngaro que ha disputado un match
con el campeón mundial, aunque no
haya sido por el supremo 1ítulo. No me
avergüenza haber sido derrotado. FI
torneo de Milán füe un acontecimíemo
muy importante en mí carrera".
Llegó el momento de disputar d
Tcirneo Interzonal en Bíel (1976). con
tres plazas en jut'go para el ciclo de
Candidatos. pues, al igual que tres aiio~
;mtes, la FfDE había dispu<'sto que se
celebrasen dos interzonales. En Bíel el
,·encedor fue Larsen, y Portisch de nue-
vo compartió el 2º-4" puesto, esta H'I

con Petrosian y Tal. A fin de "suprimir"
al jugador superfluo, hubo de
zarse un match-torneo ele desempate, a
cuatro nteltas.
Los excampeones mundiales acor-
daron ttn pacto de no agresión: las cua-
tro partidas entre ellos 110 se prolonga-
ron más allá de la jugada 17-20. Como
Portisch había perdido con Petrosian
al comienzo, en todos los sentidos pa-
recía claramente destinado a jugar el
papel de víctima. Sin embargo, estos
plan('s se vieron trastocados por la si-
guiente partida.
338
M. Tal-L. Portisch
Vrmsr 1976
Afo trh-tamm, 2ª vuelta
Defensa Siciliana {B97)
1 e4 c5
"La primera manifestación de <Kt1v1-
dad. El gran maestro húngaro suele de-
fenderse con la Ruy López" (Tal). Por
cierto que con esta apertura,
mente. habfa perdido Portísch con Tal,
en Biel, aunque en este match-torneo
conseguiría unas importantísimas ta-
blas en la cuarta vuelta.
2 !2)f3 d6 3 d4 cxd4 4 lt::lxd4 t2lf6 5 t2lc3
a6 6 it.g5
En la partida Smyslov-Portisch (Porto-
rnz 1971, match, 2"'). las bhmcas se
apoderaron de la iniciativa después de
6 .\te:.! e5 7 ct:Jb3 ~e6?! 8 f4! (;nove-
dad!) 8 ... '1Wc8 9 f5 (9 g4!) 9 ....ltc4 10
iil.rn afí?' 11 a4 0:Jc6?! 12 ~gfí tt:.Jb4 13
Jhfü gxffi 14 ~e2! .'ií.xb3 15 1Lb5+, \
t'ntonces todo el mundo regresó a la
jugada 7 ... ~~".e7!
6 ... e6 7 f4 '1Wb6!?
Una sorpresa. 'Tuve la impresión", es-
cribe Tal, '"de que durante todo el
período entre Biel yVarese, Portisch ha-
bía estado trabajando en esta aguda rn-
riante, y que había sido muy perspicaz,
pues 6 ~.g5 podría no haberse plantea-
do, ya que en tiempos recientes vo ha-
TH.R.\N IX
bía prefrrido otras opciones. Y hay algo
más: la simación del torneo (con Por-
tísch a medio punto de nosotros), no
exigía que mí oponetllcjugasc a ultran-
za a ganar, ya que no estaba obligado a
quemar sus naves. Por otra parte, mi re-
sultado de partidas anteriores contra
Pm·tisch con blancas ( +6 = 1) sí me for-
zaba moralmente a emplearme a fon-
do. Explotando magníficamente estos
factores, Portisch atr<tjo a su oponente
a una trampa psicológica, pues en !a Ya-
riante elegida las blancas están obliga-
das a actuar enérgicamente, sin lugar
para las indecisiones".
Delwría ar'"1adir que antes Portísch sülo
había jugado 7 ... Ji..c7. Su parrida con
Tal (l'\iksk 1983) continuó así: 8 ~f3
'l/!Vc7 9 0-0-0 é2ibd7 10 •'l:Jc5 11 .li.d3
h6! 12 .í1i.h4 0-0 13 ií:Jh5 H
~xh4 l 5 '11\11xh4 ii::xf4 1li ~xf4 c5
'ljh t? ! cxd4 18 0:Jd5 '&d8 19 li.:ie7 + \t·hH
20 J::fl (20 e5 !) 20 ... cltg4!'. 21
l:lf6! l.t?h7! 22 t t2Jxd3- 23 cxd3
(amenazando ¡;¡xhfi+) 2:~ ... .::lc8+'! 24
CL.Jxc8 'll\Vc7+! 2f, <;j;obl l'txc8 ... (0,5-0,5).
¡Unas tablas espectaculares!
8 '!Wd2
Es mucho más segura y más pragmática
8 lLlb3, como más tarde jugaron contra
Portísch muchos rivales, entre ellos
Spassky (Tilburg 1979), y como meju-
garnn Topalov (Novgorod 1997) y Lé-
ko (Linares 2001).
Pero ¿podía realmente Tal evitar el sa-
crificio de peón? Por el contrario, de:-.-
pués de 7 ... '1Wb6 es prohable que men-
talmente se hubiese concedido a sí
mismo otro punto, dado que había ga-
nado tantas partidas espectaculares en
esta variante, Sin embargo, v con esto
es con lo que contaba Portisch, el valor
de cada jugada es ahora muy alto, v si el
ataque blanco se esfuma, las cosas se-
rán difíciles para Tal sin su peón "b~ísi­
co" de b2.
8 ... ~xb2 9 f;Jb3
La moda de aquellos aiíos, corno con-
secuencia del match Spassky-Fischer.
Pero más tarde se consolidaría como
147
línea principal, conocida desde las par'-
tidas Fischer-Gdkr ( \1011tecarlo 1967)
v Kavalek-Fischer (lnterzonal de Sousse
l967). la continuación 9 l:.bl 'il'a3 10 t5!
(10 e5? 1 -tomo 11, partida núm. 269; 10
~~e2 ó 1O lll~xfü gxf6 11 ~e2 son más mo-
destas) 10 ... li:ic6 11 fxe6 fxe6 12 li:ixc6
bxc6 13 e:j!¡. (13 .~e2 íh7!), etc. En es-
tas \·ariantes, Portisch se anotó un mag-
nífko resultado con negras: +7 =4 ¡y nin-
guna derrota!
9 ... 'i!'a3
También es posible 9 ... [iJc6 10 .íil..xfü
gxf6 11 .~.e2 (es más fuerte 11 0a4 'il!Va3
12 ~L:ih6 L:b8 13 ~2Jc4 ~'a4, corno e!l la
partida Adams-Gelfand, \Vijk aan Zee
1994, match, 3") 11 ... d5! 12 f2;a4?!
'il!Va3 l'.1 (]h6 d4'. 14 O-O .l:!'.b8 15 cuc4~
16 'il'dl b5'. ... 0-l (>lunn-Portisch,
In terzona! de Toluca 1982).
10 Jlxf6
No 10 ~d3 ~e7 1 J 0-0 h6! (Spassky-
Fischer, Reykjavik 1972, match. 7ª).
10 ... gxf6 11 ~.e2
Una de las posicione-s críticas. Esta ju-
gada •w prodl~o en varias partidas de
entrenamiento mías con ""tagerramov,
ernre finales de los setenta v comienzos
de los ochenla, en las que yo llevaba
blancas, lo que más tarde resultó útíl al
jugar con nq.jras en mi matd1 por el
campeonato mundial con Short.
1017
11 ... li'Jc6
La famosa 11 ª partida del match
Spassky-Fischer ( Reykja\'ik 1972) si-
guió con 11 ... h5 12 0-0 ll:lc6 13 ~'h l
ild7 14 iLlhl!? (14 <udl :l:c8 15 éi:Je3
148
'iáYb4 16 c3 l/Wxe4 17 .i~d'.~ 'l!l!'a4 l 8 ·Lid
~c7 19 °2Jb6 'lí'a3 también es confuso.
Short-Kasparov, Londres 19913, match,
4ª) 11 ... 'il!Vb4 (es mejor 14 ... '&i'h:!:.
;entrando en la boca del lobo! J 15
~e3 d5? 1 16 exd5 é2ie7 17 c4! [iJf5 18
'i\'d'3 h4' 19 ilg4 é!J<lfi 20 ct:J 1d2 f.'1r 21
a3 1*l'b6 22 c5! ~b5 2~~ 11/Kc3! fxg4 24
a4 ... 1-0.
Poco después, Tal mejoró en dos oca-
siones la idea de Spassky, logrando ven-
taja ante Robert Byrne (lnterzonal de
Leningrado 1!173), con 14 'li!fe'.1!2 fic8
(14 ... f2;a5 15 ·~d5!) 15 tí'Jbl! ~a4
( 15 ... VlHb2' 16 1,1j 1d2 b5 17 a'.~) 16 c4
.::2ia5 17 'ifc3 l/Jxd 18 'i!'xf6, v aplastan-
do a Zilberstdn (match Letonia-Fede-
ración Rusa, 197:i), con 13 ftjhl! '*í'a4
(13 ... \liil'b2' 14 a3l) 14 c4 '14\'b4 151ll\lle3
.í!Lg7? 16 a3 ~a4 17 'llfg3 1 @tR 18 t2Jc3!
Después de 13 tllbl!, las negras tampo-
co logra11 igualar con 13 ... 'li!VIYI 14 'i!'e'.)
f5 l5 exf5 d5 16 Exe6fxe617 c'.3 VJ/fr718
.:L\ 1d2 (Robatsch-Kordmoi, Palma de
Mallorca 1972), ni con 14 ... d5 E» exd5
t'LJe7 16 0c3 éi:Jl.5 17 ¡fd'.) 'lWb6+ 18 1!:f2!
'il!Ve3 19 11Je4! 'il'xd3 20 1Lxd3 ii.e7 21
i:í:e l ~f8 22 dxc6 .il..xe6 23 tt':iec!í (Mec-
ki11g-'fal, Las Palmas 1975).
Por esta razón, después de 11 ... h5 12 0-0
prefiero 12 ... t'iJd7!? l3@h1h4~14 .111.g4
h'.1! 15 ii.:xh3 .l:xb3 16 gxh3 b5, con exce-
lente compensación por la calidad, o
bien 14 h3 '&.e7, con un juego de doble
filo (Short-Kasparnv, Riga 1995).
12 0-0 ~d7
Una útil jugada de desarrollo: las ne-
gras tratan de prescindir de h7-h5, sin
temer al ataque estándar li,h5.
13 f5?!
Se percibe una cierta subestimación
del oponente, así corno una sobresti-
rnación de las posibilidades blancas y el
hábito de atacar sobre la base de consi-
deraciones generales. Tal evita repetir
su partida con Platonov (Dubna 1973).
en la que después de 13 ~h5?! ~g7! 14
J.:1f3 0-0 (el alfil de h5 sólo estorba al
propio ataque) 15 l:afl ?! ( 1!"1 )¿d 1)

15 ... iCa5 16 ;;;th:H czhb3 (16 ...
.l;!.ac8!?) 17 axb3 .l;!.ac8 18 ~hl ff¡!, las
negras logrnnm cxcclc!lles perspecti-
vas. aunque acabaron pcrrliendo.
En este caso, las blancas quit>ren ab1ir
primero las rlefrnsas del rcy negro v lue-
go jugar li.h5 con jaque. Sin embargo,
el caballo negro ob1iene un adecuado
punto de trán,,ito en e!í, v el rev se refu-
gia en el flanco de dama. Por consi-
guiente. era mejor la jugada de espera
B ~hl. y serían posibles 13 ... h5 (véase
la nota a 11 ... '!'ic()) ó 1'.~ ... Ik8.
IOJR
13 ••• it:Je5!
Más enérgico que 13 ... ~e7.
14 fxe6
Lepeshkin rt-comemlaba 14 ll#d4?'. Ág7
15 fxefi fxe6 16 .k.h5+, pcn.1 después de
16 ... we7! 17 lladl a5 y llib-1, las negras
tienen una ventaja e\'idente.
14 ... fxe6 15 _:i!,;h5+
Las blancas signt>ll alegremente su
plan, des\"Íando al rey preci'iamentc en
la dirección que quiere tomar: b8
(tras
15 ... @d8!
El triunfo de la preparación de Por-
tisch. Sólo empleó 7 minutos en estas
15 jugadas. l)espués de 15 ... a
Tal le gustaba la especracular 16 J;1xf6:
'it>xm? 17 i'rfl + wg7 18 ~g5+ líJg6 19
'i'f6+ @h6 20 jkxg6 .ág7 21 'llih·1+
@xg6 22 'l!Wg4+ 'it>h6 23 1:1f3 + -.
Objetivamente, el camino correcto es
16 ... Jllg7! 17 I:If'2 h6 18 .1:!.dl a5! (pero
no 18 ... J:lhf8? 19 l2> b l ! ) El '11Vf4 ahf8
TIGKI:\ IX
20 '11Vg3 ..&J18 21 J;1dfl Ll.fü, con juego
confuso: 22 líJd4: (amenazanrlo
líJd5+!) 22 ... %\'c5 23 .'2Jf:J+1 CXffl 24
t2Jd5+ Ve6 (24 ... ~18 25 'l"Vh4! es peli·
groso) 25 clif4+ con tablas. Sin
embargo, la jugada de la partida es más
lógica y. a la vez. m;is fücrtc.
16 ::abl
Ahora, 1G í!l;xlfü ! es deslarnrable en 1 is-
la de 16 ... ftc8! (Lcpcshkin). Por
plo: 17 l'lf2 Wb4! 18 'l!Wg5+ @c7 19
l!l.g7, o bien 17 'il'e3 'llVM! 18 ~Zle2 .0..e7
rn a:~ '!\Wa4 20 't!Vb6+ 1:1c7 21 ~n ·~ctí.
::\'o es mejor 17 c"Libl (17 .'Lle2? c/'jc-1!)
17 ... 'll!Vb2 18 .:t.f'2 'uc4 19 ll#d3 'l&e'í 20
ii.e'..: 11.h6!
16 ... 1'k8
Con la nfr;ma amenaza 'l!fb4.
17 c!::ie2
''El caballo busca un punto de ataque
sobre el vulnerable peón de dí" (Tal).
La rccomcndaci6n 17 1/¡!Vd4?! "con bue-
nas posibilidades tácticas'' (Lcpcshkin)
es dudosa debido a 17 ... b!'J 18 .!''l:bd l
(18 !'.:.al? _j;¡c4 19 '11Vf'2 kg7) 18 ... :c619
ft)bl '~a4 1
17 ••• ~&..,e7
'fambién era posible la inmediata 17 ...
~r:7!? 18 J:.xf6 (18 ií:lbd4 wb8) 18 ...
19 nfn .!:ihf8 (20 'll#g5 J::\g8!), con unjue-
go cómodo, pero por el momento Por-
tisch quiere conservar su peón extra.
18 líJf4 cj;;c7 19 il.e2
El regreso del "hijo pródigo". 19 (2Jd4:,
también habría mantenido el equili-
brio. Por ejemplo: 19 ... it:ld 20
~dxe6+ wb8 21 ~d5 b5 221/¡!Vd4
o bien 19 ... ci<b8 :.:O lllfxe6 ( 20 ll.e2 ~?
Wa8!) 20 .....0..xefi 21 cl::íxe6 Wixa2 22
!.:tJd4 1/Wb4 b5) 22 ... d!í, o bien '..:O ...
~c3 (Lcpeshkin) 21 'il;\'f2!? ..íkxe6 22
0c:Jxe6 2~ Jte2! wa8 24 Wih6 '11Vc6
2!í '!Wh4 .:::í.he8.
19 ... wbs
Tras consumir casi una hora en '\us nta-
tro últimas jugadas. Portisch ha conse-
guirlo realizar un enroque artificial en
el llaneo de dama. Si 19 ... líJg6, a fin de
149
Garv Kasparov - '.\1Js (a Xl.\LE<> PRElJU !·<.;ORE;,
reducir la presión sobre el peón e6, a
costa de cambiar el potente caballo, las
blancas también habrían obtenido sufi-
ciente contrajuego con 20 ií:ld4 la po-
sible secuencia 20 ... 8xf4 21 e5?!
22 ;:;rn \1xa2 23 \1b4 <;td8 24 .!:!.b2 ~t7
25 lí:lf5. o bien 20 ... %l'c5 21 Wh 1: 't'.lxf1
22 J:(xf4 l:hg8 2'.i l:h4. etc
20 il:Ja5?
Un signo n·\-dador de la baja rorma de
Tal. Por admisión propia. a 20 ... b!í pla-
neabajugar 21 c4. omitiendo la réplica
21 ... JJ,d8!
La jugada correcta (sugerida por todos
los cmnc111aris1a;,) era, por supuesto,
20 cl.;d4, con iniciativa sttticiellle para
mantener d equilibrio: 20 ... ,;i;-a8 (no
20 ... ~c3?. debido a 21 ~xc:) ilxc3 22
,,txa6 kc8 23 ¿2ifxe6 Jla'.)~ 2±
bien 23 ... wa8 24 21 :Lifxe6
o bien 20 ... '.Uc4 21 1'-.xc4 =:xc4 22
;'.;jfxeti! (22 ~l:;dxeti ;fxe41 2'.) 'l/Nd5 ~d+
24 ·;th 1 b5, v si 25 rlf'l entonces 2'> ...
:C.b·l!), y ahora 22 ... :¡/jxa2 es peligroso
en vista de 2'.i ;:2,f4! :¡hc8 24 <bh 1! v
t:Jd!>. pero después de 22 ... lic'.): 2'.1
1JMlxc3 (no es me:jor 23 ·~t2 .i xc6 24
tí:Jxe6 ni 21~ ~d3 .:ixe6 24 <;:ixe6
J:i:hc8) 23 ... .bxc'.~ 24 121!4 6c4 25 :t:brl 1
-~.c6, la posición es de tablas.
20 ... b5! 21 Sub3
Obligado.
21 ....li.d8! 22 \±fhl J, b6
Gradas al 1-egalo de nn par de tiempos.
las negras han acth«1clo su alfil v pueden
mirar al futuro con npiimismo. Sin em-
bargo, la posición blanca dista de ser
150
TI!
desesperada: sus caballos son capaces
ele desplegar una agilidad digna de los
de Chigorin.
23 {i:Jh5! lk7?!
Tal pensaba que era más fuerte 2'.) ...
f5'. Desde luego esta jugada le hubiera
dado a las negras una apreciable \·en-
taja: 24 exf5 cxf5 25 tl::f6 (2!í .~d3
l:hf8 2G 'ilg3 25 ... gefi 26 c3 (b
recomendación 26 ,L,d5' no es tan
buena debido a 26 ... lLxd5 27 Wixd:í
):';xc2 28 _\lidl mientras que si 26
.i!; d'.1, entonces 26 ... ficf8! 27 l2lh5
Lc8 ú 27 ... <l.:!c1) 26 ... llhd8! (no
26 ... ~d8 27 8d5!. o bien 26 ... !k7
27 1't::;d4!), y ahora:
1) 27 'ild4 -~f7 28 lbxb5:C! {un intento
desesperado; 28 ~xb5?! axb5 29 :xb5
~a8!) 28 ... axb!"i 29 ñxb5 wa7 '.)() );_fb)
i'í.cr\! '.H Ií:5b4 í:Jc4! 32 ~e 1 éba5! 3'.1
.id?. •¡¡.¡rxc3 34 ~xcfi (34 Wie7+' fü7 35
'l/Nxd8 'i!\l'cl + 36 .i11.cll '/Wd2, ganando)
34 .. ~xcl + :;5 ti:xe l 8xc6 '.)6 !:a-h
~'b7 37 4"íxh7 é/je!í, v los dos alfiles son
superiores a torre y pe<ín.
2) 27 1l:;xh7 (recuperando, al menos.
material) 27 ... i'2Jg41? 28 y
las negras tienen nna excelente posi-
ción de ataque, pero la partida no ha
terminado.
La jugada de la partida es más sólida.
pero también más lema: el juego din;i-
mico nnnca ha sido el punto f'uene d<:
Portisch.
Otro momento importante.

25 &ag4?!
En vista de los acontecímíentos que sí-
guen, ofrecía mejores posibilídades de
superviYencia confinar a la dama ne-
25 c3! l:'.d8 (25 ... .!'tf8 26 .!'::he! l) 26
c'Llc4 (si 26 ... i2ixg4 27 itxg4 .!!c4,
entonces 28 1Le2! ;¡;¡xe4 29 ;'Ud4!, con
iniciatiYa por el peón) 27 li.xc4 btxd
28 ll:if6, con las ideas :t'tf3 y c'iJct4.
25 ... é2c4!
Una desagradable respuesta.
26 Jk.xc4
26 ~f4?! h5 27 tt.:m iLle3 28 ::rn J:i'.c3.
26 ... .:xc4
La torre negra v los <los alfiles son muv
fuertes, ,. a Portisch sólo le resta incor-
porar st{ dama al juego para lograr la
felicidad absoluta.
27 l2:lf6
Tal consideraba esta jugada "un error·,
quizá comparable a 20 tiJa5?'.Tenía la
intención de jugar 27 .!lf7?l '@'xa2! 28
l'!:a 1? (28 .:el k'td8l) 28 ... 11Wxc2 29
11Vxd6+ .~c7 30 'llxc7 l:;!'.xc7 31 ftcl, pero
justo a tiempo ,-jo 31 ... ::ld8!!. ¡la debi-
lidad de la primern fila!
En consecuencia, recomendó "la única
continuación correcta", 27 l2:le'.3?! ;gxe4
(no 27 ... :tc7) 28 c4!) 28 Wc3 ti..d4!
(28 ... ñg8? 29 ~di! ,;l._xe3 30 'l:Wxe4
.!&.b7 31 ~xe'.) .~xg2+ 32 '..t>gl) 29 'llld3
(también se sugirió 29 '1*'c6? i.b7 30
~d7, pero esto es malo debido a ~30 ...
.i,i.xe3 31 J'J.f7 ..\t.d5 32 1i!jfc7+ ~a8 33
P:bfl :th8! 34 .C.f8 ~a7! - +) 29 .... ~b7
(no 29 ... d5? '.iO c!:lc4!!, ganando) 30
l:!.17. "Si hubiera perdido así, no me ha-
bría resultado tan penoso" (Tal). En mi
opinión, después de'.·)() ... i.a8'. 31 J;:bfl
!k8 32 l:í:f8 d5 33 cixc8+ '>t·xc8 34 'Ug4 1
35 'li'dl i;:e4 '.~6 tl:;xd4 las
negras tienen todas las posibilidades de
materíali.l'.ar s11 peón de \·entaja.
Las variantes indicadas por Ta.1 son ca-
racterísticas de su naturaleza optimis-
ta: estaba habituado a jugar de forma
instintiva, creyendo, implícitamente,
no tanto en la enlluación objeti\'a de
TJGIL\:\ IX
la posición, cuanto en su caparidad pa-
ra confundir al rival de turno y alcanzar
a su rey. En realidad, la "perezosa",iuga-
<la de la partida, defendiendo el pe<ín
de e4, es relativamente la mejor, aun-
que tras la réplica de Portisch el juego
blanco comienza a derrumbarse paula-
tinamente.
27 ... 'i?b4! 28 'lidl
"Esto lF facilita las cosas a las nq.,rras. 28
\!ti'h6 ofrecía mayores posibilidádes de
resistencia", escribe Lepeshkin, quien
recomienda 28 ... l:k7, puesto que "es
malo 28 ... l:i:xc2 29 'iWg7 l'.:dS 30 l2:la l
l::tb2? 31 Ii:xb2 ~xb2 32 li:Jd7+ v 'Wxb2'".
Sin embargo, después de :~O ... 'gf'2! (de
nuevo, la debilidad de la primera fila)
31 :L)b3 ::Xxa2, la posición blanca no es
envidiable.
28 ... ~c3! 29 J:tcl
:'.'Jo era satisfactorio 29 '/iVxd6+ 12.c7 '.IO
i!ti'e7? (descartando la dificil defensa 30
'i!fd3 l::d8 31 ~xd :í:xc3) 30 ... 1i!jjc5 31
g3 (obien31l2:lg4'i?xe4-+)3! ... LIU.d8!
(pero no la jugada de Forintos 31 ...
lhc2?!, en vista de '.i2 '1Wg7 i::í:d8 33
'IWxh 7) 32 'ligi ~xfü 33 'll!l'xf6 Wxe4+ 34
c..t>gl Lí1.'.b7, y las negras ganan.
Cna alternativa más vivaz es 29 a4!?
(muv al estilo de Tal) 29 ... ¡::¡xa4 (29 ...
bxa4? 30 '1Wxd6+; 29 ... M? 30 'IWxdfi+
.!&.c7 31 11We7! 1i!jfe5 32 l2:lw± '1Wxe4 3'.)
é2:ld2 + -) 30 ~xdfi+ 11.c7 31 '1We5
'.32 li:Jg4! (ahora es posible esta jugada.
pues si 32 ... 1Vxe4?, las blancas pueden
responder 33 32 ... 'ltl!'h5! 33 .!:!.f7
l::l:c4 34 h3, aunque también aquí tie-
nen las negras una gran vent<[ja: '.)4 ...
f:.d8 (tampoco es malo 34 ... h6, o in-
cluso 34 ... ¡[xc2 35 ii:Jd4 ;&';c3 3G c'ijf3
::15 14xh7 (o bien 35 ~f6 :Ixc2 '.-\fi
lí:Jd4 :1c4 3i tl:Jxefi B.d6) 35 ... '1Wg6 36
it:Jé ~g3, y si 37 'i!Vxct8 li,xd8 38 tí:Jxc4,
cnlonces 38 ... ms7 1
29 ... h5! 30 Jlf3
Una vez más, es desfavorable ahora 30
'1Wxd6+ debido a '.·W •.. Ji~c7 31 Wd:) WVc!1
32 'l!ti'h3 ~d8 33 ~h4 @a8. Por ejem-
plo: 34 0.Jd2 o bien 34 l'.':f3 .~b7
l.'"il
Gary, Kas paro\' Mis c;EN!.\LES PREDECESORES
35 il'f2 itxJ6 36 :txf6 lhe4 37 Jlf8+
l:r xf8 38 Wfxf8+ 'lib8, etc.
30 ... Wfe5
Tra~ esta centralización de la dama, las
negras dominan todo el tablero. Las
blancas siempre tendr.in m1 final infe-
rior, pero lo cierto es que ahora ... ¡in-
cluso tienen un peor medio juego!
31 1i'd2
31 ... wa8!
Profilaxis esencial. Era prematuro 31
il.c7!? 32 i'LJa5 d5 33 g3 ~xa5 34 'ii'xa5
dxe4 35 'l!Vb6+! wa8 36 :la3. Tampoco
era bueno 31 ... Ji.d8 32 i:.dl .».xf6?! 33
.::::xf6 l!txe4 :H 'lWf2! .ilb7 35 c'í.Ja5 '/Wc5 36
'l:!fl3 itd5, debido a l;1 inesperada 37
c4''· con un poderoso ataque.
32 l:l'.dl
32 l::.cfl J,¡,c7 33 l2Ja5 d5! vendría a ser
más o menos lo mismo, mientras que el
divertido intento 32 c3 il.c7 (32 ...
~~d8!? 33 'lWf2 &í.f8 34 éLlxh5 lhf3 35
'&l'xf3 j;.g5) 33 'l:!Yd4': (de otro modo,
33 ... df1) 33 ... J::xd4 34 cxd4 'l:!fg5 35
=.xc7 sería neutralizado con 35 ... J:.t8: 1
36 li:Jd5 '!Wh4, o bien 36 wb8 37
li:Jh7 'l:!Yh4.
32 ... Ji.c7
Preparando la decisiva dfr-d5.
33 é2:Ja5
; L1na casilla fatídica para el caballo:
Sin embargo, ya no era mejor '.)'.) lldfl
d5 34 ñh3 . íÍU!8t 35 ~hf3 dxe4.
33 ... d5! 34 g3 ..\\;,xa5 35 l\\!'xa5 lhc2 36
Wfb6
152
!Il
Si 36 exd5?, sigue 36 ... %\i'c2. En apuros
de tiempo, Tal "se olvida" de rendirse.
36 ... ~b2
36 ... M!?
37 ffgl dxe4 38 li:Jxe4 itb7 39 .!le3 rl'.f8
40 a4 ffe5
La~ blancas se rindieron.
La clasificaci«ín final del match-tor-
neo fue: l. Petrosian 4,5; 2. Portisch 4;
3.Tal 3,!'i. Los emparejamientos de
cuartos de final de Candidatos se efec-
tuaron poco después, y el oponente de
Po1·tisch, lo mismo que en 1968, result«í
ser Bent Larsen. Pero mientras qne
nueve años atrás era favorito el gran
maestro danés, <:"Sta vez la situación se
había invertido. El fructífero trabajo
analítico de Portisch y su constante in-
vestigación de aperturas le había per-
mitido (lo mismo que a Korc.hnoi y Po-
lugaievsky) alcanzar la cumbre d<:" su
carrera entre los 40 \' los 4.'J aílos, mien-
tras que el brillante pero superficial
Larsen la había dejado atds hacía algu-
nos ai10s, concretamente tras su terri··
ble derrota en el match con Fischcr
(1971).
El cambio en la relación de fuerzas
se puso ya de manifiesto en la primera
partida, en la que a l e4 Portisch res-
pondió con l ... c5!. Larsen no e11con-
tr6 nada mejor que 2 l2;c3 .'Uc6 3 g3 g6
4 .i!Lg2 ii..g7 5 d3 d6 6 f4 e5!? (la pres-
cripción de Botvinnik, quien jugó así
conlra 6 c'Llge2 -véase tomo 11, panída
núm. 256) 7 ltjf3 (7 lí.:Jh3! Spassky-Por-
tisch, Ginebra 1977. match, B") 7 ...
.'Uge7 8 0-0 0-0 9 1i.e3 ií:ld4 10 1*td2
exf4! 11 .lil..xf4 t"2:lxf3+ 12 fixf3 li!Yb6! 13
J:bl j..e6 14 ~g5?! l2Jc6 15 ..ie3?! Ge5!
16 1:.ffl ''Ug4 17 . \!l..f4 c4+ 18 whl cxd3
19 cxd3 .11.d4!, y las negras lograron
una acusada Vt'ntaja, imponiéndose en
la jugada 67.
Tra~ unas rápidas tablas en la segun-
da pan ida, Larsen pudo vengarse en la
tercera, pero entonces la intensa lucha
que sigue sacudió seriamente su cnTn-
cia en un desenlace favorable del
match.

339
L. Portisch-8. Larsen
Jwtterriam 1977
Candidatos. mrttrh, 4 ª pnrtida
Gambito de Dama (036)
1 c4 &c'.lf6 2 €ic3 e6 3 ..'2if3 d5 4 d4 €lbd7
5 cxd5 exd5 6 ~g5 Ji.e7 7 e3 0-0 8 ild3
c6 9 ¡vc2 l:e8 10 h3
Un plan imeligente que implica lama-
niobra Jlg5-f4 y, en general, el enroque
largo. En la segunda y st"xta partida se
jugó la tranquila l O 0-0 lí::;f8 11 :t:íae l
~e6!?, con idea de '2!6d7.
10 ... 'i:Jf8 11 Ji.f4!?
Evitando 11 0-0-0 tí~e4!, con igualdad.
11 ... lt:Jg6!?
Una vieja recomendación del maestro
soviético G. Ravinskv. Antes de cambiar
los alfiles de casillas ~egras con Ji.d6, las
negras ganan un tiempo situando su ca-
ballo en g6. Cierto que luego el caballo
puede quedar atacado y, por consi-
guiente, es difícil decir sí es mucho
peor la inmediata 11 ... Ji.d6 12 j;xd6
'lfxdfi, como jugó, hace mucho tiempo,
Reshevsky contra Flohr (Olimpiada de
Estocolmo 1937) v Smyslov (Leningra-
do 1939). Estas partidas continuaron
con 13 0-0, mientras que 13 0-0-0!? es
más agresivo y peligroso para las negras,
v la estadística de esta conrínuación es
~laramente favorable a las blancas.
Debo recordarle al lector que un plan
similar fue empleado hace un siglo,
por Rubinstein: 1 d'1 d5 2 c4 e6 3 ~c3
€if6 4 Ji.g5 €ibd7 5 e3 ~e7 6 lt:Jf:j 0-0 7
'iic2 b6 (7 ... c5!) 8 cxd5 exd5 9 i.d3
2Lb7 10 0-0-0 (tomo J, partida núm.
60), y después por Alekhine, quien, por
cierto, le ganó una partida clásica a
Reshevskv (Pasadena 1932): l lt'Jf3 i2::f6
2 c4 e6 3 '2ic3 d5 4 d4 i2lbd7 5 cxd5
exd5 fi .\tf4 c6 7 e3 l,,e7 8 Ji.d3 0-0 9
'lfc2 l:e8 1O h3 ií::;f8 11 0-0-0'. b5:,: 12
'l:Je5 .,\l;,b7 J '.~ <;tbJ i2l6d7 14 ~uxd7 'lfxd7
15 l:i:cl! ~d6 16 i2le2! .,\l;,xf4 17 i2lxf4, y
las blancas no necesitan buscar el mate,
pues la posición negra se derrumba por
sus debilidades en el flanco de dama.
TIGRAN IX
Sobre estas ideas básicas se fueron ela-
borando otras variantes del Gambito
de Dama con enroque largo.
En este caso concreto, después de 13
0-0-0!? se han emprendido numerosas
tentativas de encontrar una defensa sa-
tisfactoria:
1) 13 ... b6?! 14 g4 .,\l;,b7 15 g5 'l:Je4?
(15 ... i2l6d7 16 h4!) 16 Jlxe4! dxe4 17
€id2 c5 18 d5 llad8 19 •'2ldxe4... 1-0
(Fingom-Beliavsky, 55º Campeonato
de la URSS, Moscú 1Y88).
2) 13 ... b5?'. 14 <;tbl a5 15 g4 (l!:'l
J:l.cl ! ? ) 15 ... a4 1fi l';lcl ! ~afi 17 'i:Je5
.;íJ6d7 18 €ixd7 \ixd7 19 i2le2! (el cono-
cido phm de Alekhine) 19 ... b-1 20 ..'2if4
b3 21 ¡vxc6 ... 1-0 ( Chuchdov-Roobol,
Gante 2000).
3) 13 ... a5?'. 14 ~bl ~.e6 15 g4 (15
lZJe5!? i2lfid7 16 4:lxd7 ~~x<l7 17 tí:la4:
Baburin) 15 ... 1.:tac8 16 4:lg5 b5)! (To-
palov-Piket, Linares 1997) 17 ~c 1! y,
de nuevo, las posibilidades de las blan-
cas son n1ejores.
4-) 13 ... .ikd7 (privando de esta ca~illa
al caballo de f6) 14 c;i;ib 1 l:ac8 15 g4
c5! 16 dxc5 ¡vxc5 17 'i:Jd4 'i:Je4, con
posibilidades de igualar (Dree\·-Mala-
jov, Campeonato Mundial de la FIDE,
Nueva Delhi 2000), pero es más enér-
gico 14 g4!
5) 13 ... ,~~e6! 14 ~bl l:fac8 (el plan más
natural) 15 g4 (15 l:cl éu6d7 16 llhdl
c.5) 15 ... c5 (no 15 ... <\í)e4)! 16 ,;,kxe4:
dxe4 17 i2ld2) 16 dxc!'> .!hc5 17 €id4 a6.
Es posible que las blancas tengan una
ventaía mínima, pero no es fácil de de-
mostrar. Por ejemplo: 18 f3 €!6d7! 19
l'!tfh2 con juego de doble filo (Ga-
briel-Lobrnn, Bwulesliga 1996).
12 ~h2 ~,d6 13 ihd6 'iixd6 14 0-0-0!?
En la década de los treinta, Reshevsky y
Makogonov solían jugar así, pero en el
ajedrez moderno sin duda es patente
de Portisch. Sólo tras el enroque largo
quedará el caballo negro peor situado
en gfi que en f8.
15'>
Gary Kasparov l\I1s (;fSIALE~ PRf.llECESORF'S
1022
14 ... 'li\lle7?!
Esencialmente, una pl'rdída de tiempo.
Después de 14 ... b5?! 15 \tibl (15
tt:'id2!?) 15 ... ~d7 (15 ... a5 16 Zícl!) 16
4Jd2! 'li\lle7 17 4Jb3 l2:íe4?! 18 ~xe4 dxe4
19 las blancas ganan por medios
puramente tácticos (Portisch-Ciric, Be-
verwijk 1968); 14 ... a5 15 >!ibl 'it'b4?!
también es dudoso en vista de 16 g4 <Í
16 Etc!, pero no 16 l2ia4?! ll;e4 17 a3
(17 lt:Jc?!) 17 ... 'i'e7 18 !Líb6 1!rb8 19
i,xe4 dxe.f 20 0d2 con igualdad
(Portisch-Krogíus, Hastíngs 1970-71).
Es más lógico, como en la rnriante con
el caballo en f8, desarrollar de inme-
diato el alfil con 14 ... Jte6! (es inferior
14 ... ~d7 15 g4!, Reshevsky-.\fontice-
llí, Syracuse 1934). Poi- ejemplo: 15
i'2Jg5 tf:)f8 16 Wb 1 b6 17 g4 c5 18 ~2:.Jxc6
fxe6 19 é2:.J6d7 = (Portísch-Jíménez,
l11tcrzonal de Palma ele Mallorca
1970), o bíc11 15 Wbl!?, seguido de
fiel, manteniendo en cartera g2-g4 y
15 g4 íli:e6
Es incorrecto 15 ... ;':ZJe4?! debido a 16
.'<txe4 dxe4 17 tí'Jd2 f5 18 gxf5 Jii,xf5 19
f3 '<!We6 (de no ser así, las negras que-
dan simplemente con peón menos) 20
fxe4 .kxh3 21 tLib3 1 (Makogo-
nov-Ilyin-Gcnevsky, !J' Campeonato de
la VRSS, Leningrado 19é)4 l 22 '!Wh2! h.?
23 con evidente \'enlaja. Si 15 ...
b6, entonces 16 !. planeando g4-
g5 V h3-h4-Ji:J.
16 g5
L;na decisión crucial. l~1s blancas tratan
154
111
de explotar la jugada "extra" Wie7. Si lG
.:t:íd2 <Í 16 i.De5, entonces 16 ... c5!, con
posición confusa. Después de la profi-
láctica 16 a Portisch podía haber-
le preocupado un posible iLxa2+, aun-
que tras 16 ... ,'.i'Je4 17 ,Sll~xe4 dxe4 18
'/fxe4 iLxa2+ 19 •;!;;>xa2 'll!Vxe4 20 &ZJxe·4
l::txe4 21 d5!, ó 16 ... ;¡;¡ac8 17 g5 éL:le4
(17 ... éL:ld7/h5/ 18 B.dgl!) 18 c2Jxe4
dxe4 19 ..12.xe4 iLxa2+ 20 ~xa2 'll!Vxe4 21
~xe4 l!xe4 22 h4 4Je7 23 h5, las blan-
cas tienen un final algo mejor.
16 ... l2ie4!?
No era del gusto ele Larsen 16 ... c'/Jd7
(después ele 16 ... ll.lh5 17 ~clg l '.,las ne-
gras tienen que pensar en salvar su ca-
ballo) 17 i:;(dgl c5 18 h4, con iniciativa
ele las blancas, así que prefiere agudizar
el juego sacrificando un peón.
17 éL:lxe4? clxe4 18 Jtxe4
17 ... dxe4 18 'it'xe4 b5
Amenazando h!l-b4 y jfi.xa2.
19h4!
Portisch no se aferra a su ventaja mate-
rial, sino que acumula pluses posicio-
nales y amenaza con un ataque al rey
enemigo.
19 ... b4 20 tí'Ja4 'tWd6!?
Cae por su peso que Larsen no entregó
el peón para buscar unas tablas en el te-
dioso y algo inferior final que resulta
de 20 ... ~.xa2 21 cixe7 (21 ...
t2.lxe7? 22 .:t:íc5 ~e6 23 lí:le5) 22 i:?.Jd2
Jii,d5 23 l:h3.
21 h5!
Las blancas. a su vez, sacrifican calidad.
21 ... ~d5!
La mejor opción. Es flojo 21 ... tZ:if8? 22
~e5! '11Hxe5 23 tí'Jxe!'» ,lba2 24 wc2 ,¡¡¡,c15
25 i:!.h4, mientras que la tentadora 21 ...
JiLb3 sólo conduciría a una difícil hKha
por la igualdad. Por ejemplo:
 l) 22 llle5?1 j¡,d5 23 hxg6 lixe4 24 gxf7+
wf8 25 fxc8'ii'+ '.axe8 26 f3 (26 !i'.h4
'ii!Yd.I)!) 26 ... 27 f4 iLfü 28 b3 '/fd5,
y Ja dama no es inferior a la armada de
las piezas blancas.
2) 22 'i'Wg4! Áxd 1 23 J::.xdl (la \aríante
23 hxg6? .!1.xa4: 24 wxf7 25 'il:l'f5+
We7 26 'Zle5 ~e6. etc., es desfavorable a
la.-; blancas) 2c) ... élJf8 24 &.:Jc5!. v '.M ...
0Je6? es pe Jigroso en dsta de 25 'Lle4
~d5 26 i'/.Jc:'i! 1::18 (26 ... c5? 27 t/:Jffi+!)
27 Wbl ! ~,oh8 (27 ... c5? 28 h6!) 28 '\WG,
c011 un ataqne muy fuerte: 28 ... l::tad8
29 h6 g6 30 'fff6+ 'i<g8 31 m í::tde8 32
J:!.h l (amenazando la nmnmdenle 3'.)
'ii!Yg7+!! t;,,Jxg7 34 0f6+. con mate) 32 ...
'j\ifd8 33 t'i;xc6 + -.
Sin embargo, después de 2'1- ... .t.c7'? 25
it:lh4 g6 26 C'iie4 ¡¡qe6! 27 ·8fü+ Wh8, la>
negras hubieran forzado el cambio ele
da1mL' y podrían contar con unas ta-
blas, a pesar de la gran foerza de los ca-
ballos blancos.
22 l2íf8
No hay otra cosa: 22 ... tlJe7? 23 Cuc5. o
bien 22 ... :ite<;: 23
23 b3
No. por supuesto. 2'.'l ~b 1? ~.c4+ 24
Wal llá'd5. Ahora hemos lleg.arlo almo-
mento decisivo de la partida.
23 ••• 'l>ll'e6?
Un inesperado lapso. típico del últ.imo
T.arsen: de repente. las negras propo-
nen el cambio de damas. que acaban
de eludir-.
Por otro lado, las negras lenían dos
continuaciones aceptables:
1) 23 ... illd7I? 24 :i:::.he 1 (24 l:th4 :lacH!
25 wb2 c5 26 tlld2 c4!, o bien 26 dxc5
éÍ.Jxc5 27 Vxb4 lllxa4+ 28 Vxa4 ~e)'
29 <i'Jd4 JJ'.e6! 30 'l!\fc\7 Vc3+ 31 whl
~xb3! 32 axb3 ~a6 3~1 Vxc8+ 'li'xc8 '.i-1
,'Llc6! I:Ixc6 3!'> .ilhd4 'li'ffi! 36 lld8 J::r.c5
37 %'1xfR+ ~xffi 38 f4 h6!, con probahles
tablas) 24 ... f5 1? 25 gxf6 (25 'l<Wh3 c:"i'.)
2!'i ... 4Jxf6 26 ~f!í 1'ff8 27 ,;;'ld2 é/:Jd7 2H
;;J:xf2 29 :t'i.17 30 e4 .áe6 31
:::!atR con una posición inferior,
pero defendible.
2) 23 ... f5'. 24 l/Wxf5 (24 gxfü? 'Wíxfü 25
llh'.1 .4e6 es malo, mienlras que si 24
~h:1. entonces 24 ... iud7! v di-e!'>. con
bue11 contrajHego) 24 ... ftJd7 (:11 ...
._;l!.e4!? 25 ~h3 llá'd5} 2">
fuerte que 25 ... '!lfe6 26 líxe6
27 M.h3 J:l:f8) 26 'i@xd7 (26 lJ.h3 ~di)
26 ... JkxC1 27 hfl g6 28 lllc[¡ :r::.ad8. se-
guido de fül5, con igualdad.
Sólo con este tipo de.juego complicado
podrían haber justificado las negras su
irle<i de gambito. Tras dejar escapar la
posibilidad 17-15, caen lx!ͺ presión po
sicíonal.
24 'llif4!
La situación de las <lamas se ha modifi-
cado a favor de las blancas, que ya no se
contentan con un mejor final tras 24
Wxc6 4Jxe6 25 l:h3 j¿,xf3 (recupe1-an-
do el peón) 26 !!'.xl~~ 27 :.1T'1 °Lic1
28 iig l ! í!tac\8 29 4.Jc5 (29 ... <l:,c'.j
30 'i'c2!) 30 l'txc5 .6td5 '.31 üg5, etc.
24 ... tlld7 25 Zihel
Con la amenaza e'.~-e4. En principio, es
más sólido 2!'> cJ./b2'?. no tanto porque
impick el sanilicio .'1í.xb3, como porque
prepara la importante .&:e 1, dirigida
contra la jugada de minado d'}-c5. Por
ejemplo: 2!"> ... lhc8 (más fü~o es 25 ...
f6 26 ~hgl, o también 25 ... f5 26 l"1.h4! \
J:cl) 26 l:í.cl c5 27 rlxc5! .fi.xf3! 28 '~xi:)
'i1c5~ 29 ~b 1 tllxc5 '.~O •:tJxc5 fí.xc5 31
:'.xc5 ~xc5 32 ftgl Ik8 3'.j 'llie4. nmser-
vando un peón de ventaja.
(;arv Kasparm' Mis <.E,L\LES PREllFCFSORF'i
1024
25 ... ~xb3?
U na tentativa por pescar en aguas rc-
vue ltas, pero objetivamente la jugada
perdedora. Por supuesto, también eran
malas 2S ... cS~ 26 e4, 25 ... f?) 26 ¿;~h4,
25 ....~.e4 26 >ilb2, con idea ele .f1c 1, v
25 ... .#.xf3 26 'i/ix[3 6 27 dxc5 í::;ac8 28
::Id5 0b6 (28 ... Wle7 29 29 líJxb6
axb6 30 ~bl bxc5 31 í:!.cl.
Era mucho más tenaz, sin embargo,
25 ... l'.íac8:, ya que las blancas no podí-
an conseguir nada con 26 e4?! .í!Lxb3 27
axb'.) 11iifxb3 28 lí:Jb2 c5!, ni con 26 ~b2
~xf3 (26 ... c5? 27 e4) 27 'ilfx13 c5 28 h6
g6 29 ¡;¡e 1 c4! 30 bxc4 ::1xc4 31 '1Wb7
llb8 '.~2 'i#'xa7 b3! '.~3 a3 J:bc8, con con-
trajucgo igualador.
Después de 25 .. :l.ac8!, la recomenda-
ción de los comentaristas era 26 él:ld2!
c5 27 tiJxc5 tiJxc5 28 dxc5 J:xc5+ 2!1
~h2, "conscnando todas las ventajas
de la posición". Pero resulta que tras
29 ... :::ec8 30 ~xb4 (30 Bel '1Wc6; 30
·$.la 1 a5) 30 ... 'iW e 7 '.. e-sas ventajas se re-
velarían insuficientes.
26 ax:b3 ~xb3 27 l?ib2
Las blancas paran fücilmente el impul-
sivo ataque de su adversario, y luego
tratan de convertir en victoría su pieza
de ventaja.
27 ... ~a2
Es desesperado i111.e111ar tanto 27 ...
.llac8 28 Wbl (28 ''Ud2 1?) 28 ... c5 29 d5,
como 27 ... a5 28 g6! fxg6 29 hxg6 hxgti
(29 ... h6 30 éiJd2 ~a2 31 'i/if5 é2Jb6 32
'ilbc4 Lllxc4 ~i3 '1Wf7+ v 'i'xc4, o bien
31 ... 'We6 32 '1Wxe6+ :~e6 33 :::igl lt.lf8
34 él:ld3, etc.) 30 '~b] ! a4 31 11cl3. o aún
111
30 ... 1:\tR 31 l\!í'g3 a4 32 Llld2 ~d:) (32.
'iiie6 33 clJd'.1 b'.~ 34 f:g 1) :i3 i2iel3 a3
(33 ... ::m 34 .l:Icl) 34 Vxg6 ::'!.f6 35
~e4.
28 '1Wf5! c5!
Evitando 28 ... :'.ad8 29 'IWbl, las negras
sacrifican una segunda pie/a.
29 'f'á'xd7 cxd4
Forintos v otros comentaristas seüala-
ron que también era malo :.!9 ... c4 30
~a4, así como también 29 ... ::tac8 30
d!í 'l!Val+ (30 ... c4 31 'i!í'a4) '.H >1Jc2 b3+
32 ~c3 'l!l!'aS+ 33 ltd3. v 29 ... ~al+ :m
ltc2 b!h '.i 1 Wc3 cxd4+ '32 :'Uxd4 ñec8+
(32 ... J:lac8+ '.~3 /1,Jc6 'lWa5+ '.)4 ·>l/xh3
'lWb5+ 3!'' •Jta2). Sin embargo. aquí se
recomC'ndó la "ganadora" '.rn c;i:;d3
11Wxb2 34 .i'.lb 1? 'i/id.L' 35 ~C'2. aunque
después de 34 ... .!!c:W 3f, we4 ~xr2.
las negras se salvan. En contraste, la bo-
nita '\'.) ~::Jc6! fue condenada rlebido a
33 ... 'ilia5+ 34 ·~xb3 Ilab8+ '.)5 wc2 (35
0xb8?? !l.c'.)++) '.)5 ... 'f'á'b[), aunque %
.í!l.d6! ~xb2+ 37 ltd3 l:.b3+ '.)8 We4. etc.,
gana fácilmente.
30 i::xd4 J:!.ac8+ 31 :!:c4
Cn cambio útil. La alternativa es 31
~d 1 'l!Nxb2 32 ~d2 '1Wb3+ (32 ...
'lia3 33
3'.'I ~e2 '1Wc4+ 34 'i'd"l.
31 ... ~xc4+ 32 lt:Jxc4 '1Wxc4+ 33 wd2
'iiia2+ 34 <;tdl .:!.f8 35 'iid2 'iia5 36 ~e2
Al entregar el peón ele g5, las blancas
se creall algunos problemas ténlÍnls.
La máquina recomienda "la codiciosa"
36 ügl! Por ejemplo: 36 ... .!ld8 (36 ...
rn 37 'i'b2 'iid5+ 38 we2) 37 tijcl4 '~al+
(37 ... l:l'.d5 38 h6!) 38 'Wcl 'lia4+ ('18 ...
'1Wa2 39 'lWci!) 39 we 1 b3 40 'i/ll'b2 'lWa5+
41 we-2 Wla6+ 42 wf3 'iib 7+ 43 li:?g4
llll'e4+ 44 wh3 + -.
36 ... .:::td8 37 ct.Jd4 '1Wxg5 38 '1Wxb4
'i/ixh5+ 39 ilJf3 h6 40 l:l.al :t:.c8
Se ha superado el control y la partida
se aplazó en este momento.

41 ~bl!
Lajugada secreta, que cor11hina defen-
sa y ataque. La cornputadma, que no
conoce el miedo, prefiere 41 e4'.:, y
examina las agudas v¡uün tes con 41 ...
g5! 42 .L::a5. Pero un jugador humano.
inmitivamente, no quiere separar los
peones f2 y e3, puesto que cada peón
vale su peso en oro en tales posicio-
nes: ¡el caballo solo no puede ganar la
partida!
41 •.. a5 42 l:a4 'lic5
Si 42 ... las blaucas disponen de la
fuerte réplica 43 J:te4! ~f5 H 11e8+
wh7 45 ~xfS+ Ilxf5 46 !:l'.e7!. o bien
4'.) ... ;lf5 44 l:e8+ >!?h7 15 ~e4 gfi 45
l:d8! a4 ( 46 ... .l:!.ffi 4 7 .:d5) 47 i:;¡:d7 lt>g7
48 .l:b7 a3 49 J:a7. pern valía la pena
considerar 42 ... '/Wd5!? 43 '/Wd3 (43
0Jd4 l!c4 44 l!al ílb4 no está claro)
13 ... 'lic5'.
43 ll.ld4 'lih5+ 44 ~d2 'lih4 45 ~f5!
l':b8 46 l:l'.a2 h5 47 'lif4!
.Juego sólido: al proponer un cambio
que resultaría fatal parn las negras, las
blancas expulsan a la dama enemiga.
Otra alternativa importante es la solu-
ción de la computadora. 47 we2!? g6
( 47 ... a4 48 :J:!.xa4 J:lb2+ 49 wd3) 48
'lixa5 ~g4+ 49 @d3 ljgl 50 e4 h4 51
@c2 h3 52 'Jile5! .:í:d8 53 íjf6 'il!l'g4+ 54
@e3, o bien 49 ... 'lli'dl + 50 ~d2 'lifl +
51 'lie2 'libl+ 52 lk2 h4 53 'il!l'f3 llb2 54
@d2.
47 ... '!1Kd8
47 ... 'lixf4 48 exf4 B.b4 49 @c3, o bien
48 ... J:ía8 49 :!.a4 h4 50 <;ife3 + -.
TH.RAN IX
48 ~e2 \!ifb6 49 'i'f5 'lia6+ 50 'lid3 'lia8
51 Wc4 'lie4 52 '11Hc6 'i'bl 53 'lllc2 ~b6
54 <t:lf3 ñd8 55 0Jd4 l:'.b8 56 'lid3 g6 57
ác2 'libl
Con idea de ::'1.b2.
58 1i:Jf3! ítb7
Ahora.~¡ 58 ... ab2?. las blancas ganarí-
an con 59 'illí'd8+ @h7 60 c'Llg5+ '.t'h6 61
lllxf7+.
59 lt'ie5 ilc8
La última aunque desesperada posibili-
dad de las negras era 59 .. . a4 ! ' 60
1'tJxg6? fxg6 6l ~xg6+ '!18g7 62 ~xh5
a3. con las ansiadas tablas. Pero el plan
COITt'ClO es 60 cud7: AaH ti 1 él:;ffi+.
60 :ld2 h4
61 'l/Hd5!
Persistiendo en la propuesta del cam-
bio de damas. De nuevo, la precipitada
61 1Uxg6? desembocaría inesperada-
mente en tablas: 61 ... h3! 62 'Wd6
'iWb5+! (esto es más sencillo que 62 ...
h2? 63 Cik7+ 'illlxe7 64 'lixe7 hl'/W 65
'lilVg5+ wfB 66 'ill!xa5) 63 @f3 Wkh5+, o
bien 62 ~dl 'lib2+ 63 wn '!18b7! v 64 ...
h2.
61 ... Wa6+
61 ... 'lllVxd5 62 l:i.xd5, ganando.
62 @f3 'i'f6+ 63 @g2 'i'f5 64 tiJf3! 'ilff6
O bien 64 ... 'illlg4+ 65 ~h2 @g7 66
l:cH!, y la posición negra es completa-
mente desesperada. Larsen sigue resis-
tiendo por inercia.
65 'ilfxa5 h3+ 66 @g3 1í'c6 67 B.d8+ Ilxd8
157
Gary Ka~parm - Mis GE!':IALES PREDECESORES
68 ~xd8+ wg7 69 ~h4 f6 70 ~xh3
il'd6+ 71 ~g2 ~d5 72 il'g4 il'c6 73 wg3
'l:i'cl 74 Vd7+ wh6 75 wg2
75 ~d8!
75 ... il'al 76 Ve8 g5 77 ti:Jd4 ~bl 78 e4
g4 79 0:lf5+ ~g5 80 lL:e3
Las negras se 1·indieron.
En este cido, los encuentros de
cuartos de final se jugaron al mejor de
12 partidas v, al ganar tres más con
blancas y dos tablas con negras, Por-
tisch derrotó a Larsen a falta de dos
juegos por 6.5-3.5. También es signifi-
cativo el resultado final de sus muchos
afi.os de rivalidad: +26 -14 a favor
df' Portisch.
Por primera wz en sn vida. el gran
maestro húngaro alcanzaba las semifi-
nales de Candidatos, donde debía en-
frentarse al excampeón mundial Boris
Spassky en un match a 16 partidas (Gi-
nebra, verano de 1977) ..Habían queda-
do atrás los tiempos en que Spassky era
uno de los más dílíciles oponentes para
Portisch. En ese momento eran dignos
rivales el uno del otro y, en realidad,
Portisch se adelantó por dos veces en el
marcador, aunque finalmente sun1m-
bió por 6,5-8,5.
Tres ai'ios despm:s, tras compartir
la lª-3ª posición con Petrosian y Hüb-
ner en el lnterzonal de Río de Janeiro
( 1979), Portisch de nuevo debió batir-
se el cobre con Spasskv, esta vez en
cuartos de final (México, primavera
de 1980). ¡Fue éste el match más dis-
putado de todo el ciclo'. Sejugó al me-
jor de 10 partidas. Portisch ganó la
primera con negras, contra el esque-
ma favorito de sn oponente, la Varian-
te Cerrada de la Siciliana (\éase parti-
da núm. 369, nota a la ;,ex ta jugada
negra). En la llO\Tn<t, Spassky igualó
el marcadm· Y la distancia normal fi-
nalizó en empate: 7-7. Portíscb pasó a
semifinales gracias a la ll!H:'Va y extra-
fia regla de la FIDE, que le concedía
preferencia al jugador que hubi<•se
ganado más partidas con negras.
En semifinales, perdió ante Hübner
('4,5-6,5), pero incluso después de este
158
Jll
revés, Portisch no abandonó sus espe-
ranzas de abrirse paso hacia la cum-
bre. Participó en tres ciclos más de
Candidatos, clasificándose en Jos in-
terzonales de Toluca (1982), Túnez
( 1985) y Szirak (1987). ¡Increíble re-
gularidad!
La contribución de Portisch a la teo-
ría de aperturas se refleja en el libro
biográfico de Hajtun. Sólo me queda
por ai1adir que investigadores sobresa-
lientes como Portisch, Polugaievsky y
Korchnoi (de quien me ocuparé eu el
tomo Vl trabajaron eficazmente para
generaciones fumras acercando los co-
mienzos de una nueva era dd ajedrez.
Lecciones de Petrosian
Dos meses y medio después de su
\·ictoria sobre Portísch. en el match de
cuartos de final de 1974, Petrosian per-
dió en semifinales ante un Viktor
Korchnoi en alza. Luego, en dos oca-
~iones más, volvió a intentarlo en los d-
elos de Candidatos ( 1977 v 1980), tras
haberse clasificado con seguridad en
los correspondientes inrerzonales. Pe-
rn, como decidido por el c.k~tino, en
ambas ocasiones se cruzó en su cami-
no, y en cual'tos de final, su antiguo
amigo, pero para entonces implacable
enemigo, el caído en desgracia Viktor
Korchnoi. En una ocasión, comentan-
do el match por el campeonato mun-
dial de Baguio 1978, Petrosian dijo,
pensativo: "Si yo hubiera tenido la mis-
ma ambición que Korchnoi sería el
eterno campeón".
Pern en una entrevista de 1977. a la
pregunta "¿Jugaba usted mejor cuando
era campeó11 o ahora?", respondió:
"Por supuesto, cuando era campeón.
Pero jugué el mejor ajedrez de mí ca-
rrera en el período emre 1958 v 196!1,
es decir, en los años en que estaba lu-
chando por la corona. La propia lucha
me inspiraba, pero cuando alguien ve
cumplidos sus deseos, su ardor se enfría.
Esto es inevitable. A medida que te ha-
ces mayor te vas saturando y la agudeza
de tus sensaciones se va deteriorando
gradualmente".

He incluido en el libro la siguiente
e instructiva partida del período en
que Petrosian era campeón, por la ra-
zón de que es un claro precedente de
mi partida con Portisch,jugada 21 aüos
después en Skelleftea, un torneo de la
Copa del Mundo. Es un raro caso de
idéntica estructura de peones. el mis-
mo material y... ¡también el mismo re-
sultado! Pero lo principal del ejemplo
es demostrar cómo las ideas ajedrecísti-
cas pasan de una generación a otra.
En ambos casos se plantea la estruc-
tura Carlsbad, que se considera minu-
ciosamente estudiada. y en las dos par-
tidas las negras sorprendieron a su
pacífico oponente con el mismo y efec-
tivo plan.
340
M. Bobotsov-T. Petrosian
Olimpiada dP l.ugano 1968
Gambito de Dama (D3ti)
1 d4 tt:lf6 2 c4 e6 3 ,;,l:;f3 d5 4 cxd5 exd5
5 tt:lc3 c6 61'.g5 .9;.e7 7 Vc2 g6 8 e3 .9;.f5
9 ~d3 .9;.xd3 10 ll1Vxd3 .:Ubd7!
Esto es más sutil que 10 ... 0-0 11
i/_xf6 12 b4.
11 il.h6
Esta jugada no es obligatoria. Es mejor
11 0-0. pero en principio esto no es im-
portante, puesto que en cualquier caso
se producen los mismos tipos de posi-
ción. Los interesados en el tema pue-
den examinar la segunda partida de mi
match con Andersson (Belgrado
1985). . que las negras siempre pueden contes-
11 ... tt:Jg4! 12 ~-f4 O-O 13 O-O :es 14 h3
ti.Jf6 15 tt:le5 tt:lb6!
Cna idea original y de mucha profun-
didad posicional. Las negra' evitan el
cambio del "buen" caballo de e5, lle-
vando el suyo a la "mala" casilla de b6.
Pern en realidad el caballo apunta, con
miras depredadoras, a la casilla c4, anti-
cipándose al ataque estánda1· de mino-
T!GR:\N IX
rías b2-b4-b.5. En general, tras el cam-
bio de alfiles de casillas blancas, las ne-
gras tratan de explotar esas casillas en
campo enemigo. En cuanto al caballo
de e5, dejémoslo estar ahí por el mo-
mento ...
16 ilg5?!
Esto sólo provoca nuevos cambios que,
curiosamente, resultarán favorables a
las negras.
16 ... tt:le4! 17 ,f;/,xe7 'fixe718 'fic2 tt:ld6!
19 .:Ua4 .:U bc4
Era más sencillo 19 ... Eilxa4: 20 'fixa4
f6, alcanzando de <inmediato la posi-
ción deseada.
20 ti:lxc4 ti:lxc4 21 ?iJc5 tt:ld6
Ahora se ha conseguido la estructura
en cuestión.
10t7
~xf6
Es curioso que las negras tengan ya al-
guna ventaja posicional. El juego habi-
tual de las blancas en el ala de dama -el
ataque de la~ mi11rn-ías- ha quedado pa-
ralizado (no puedenJltgar b2-h4-b5. va
tar a7-a6), mientras c¡ne les esperan al-
gunos inesperados problemas en el
thrn o de rey. También hay otro factor a
largo µlazo: las negras, por paradójico
que µtwda parecei~ tienen mejor estruc-
tura de pt'Ones. ¿Por qué? Los p;'ones
de ambm bandos parecen buenos. Pero
lo cieno e~ que a las negras les resulta
m;b facil lit ,.,ir a cabo nn ataque sobre
la base dt' l 1 cadena enemiga. Mientras
que. por h general, en Ja formación
159
 Gary Kasparov Mis GE:\L\LES PREDECESORES
Carlsbad sucede justo lo contrario, y
son las blancas quienes pueden crear
un ataque, y de ahí que se considere s11-
perior su formación de peones.
Petrosian demuestra que aquí se pro-
duce una original excepción a la regla.
El papel clave lojuega el caballo-centi-
nela de d6, que suprime toda tentativa
de ruptura en b5. AJ amparo de su vigi-
lante mirada, las negras pueden poner
en marcha el avance de sus peones en
el flanco de rey.
22 6acl
Es difícil jugar cuando no se ve un plan
que sea, al menos, ligeramente activo.
Bobotsov comienza a marcar un com-
¡J<is de espera, e\·itando la "formación
de agujeros" con 22 b4 v a2-a4. Pero re-
cuerdo que cuando estaba comentan-
do con Portisch la partida antes men-
cionada, recomendé la aparatosa
maniobra del caballo a c3, aunque im-
plicase numerosos tiempos, a fin, no
obstante, de jugar b4-b5. Es la única
forma de poder romper el flanco de
dama negro y, en consecuencia, de que
las blancas consigan objetivos reales de
ataque.
22 ... 'ii'g5! 23 'ii'dl h5 24 ~hl
&?\d3 tí:Je4 26 tí:Jc5?!
26 M.
26 ... tí:Jd6 27 i2id3 'lif5 28 lf:le5?! f6 29
lt:Jf3 ~g7!
Con la amenaza g6-g5-g4.
30 tí:Jh2
Completando la infausta marcha de es-
te otrora poderoso caballo. Entretanto,
Petrosian ha reforzado sin apresura-
mientos su posición, y su Ycntaja es
ahora evidente.
30 ... l:e8 31 ~gl l'íJe4 32 ~f3
La jugada 32 f3 también tiene e\iden-
tes desventajas.
32 •.. 'lie6 33 J::.fdl
160
111
33 ... g5!
Un enérgico sacrificio de peón, aun-
que en este caso es posible prescindir
del mismo. Pero se trata de un momen-
to instructivo: ¡el "prudente" Petrosian
entrega un peón! Esto significa que la
posición está preparada para empre11-
dei- acciones decisivas. de modo que las
negras no se muestran remisas a entre-
gar uno de s1Ls soldados de infantería.
A diferencia de los modernos progra-
mas de ordenador, que consideran
erTÓneos tales sacrificios, en el tiempo
de esta partida un fuerte jugador com-
prendía que los movimientos prepara-
torios como 33 ... '/Wf7 (seguido de gfi..
g5), aunque no malos, no eran en
realidad necesarios.
'1:.e7 25
34 ~xh5 f5
Ahora se desarrollará un fuerte ataque
y el peón de ventaja de las blancas no
jt~ega el menor papel. Bobotsov pierde
rap1damente, pero me paree!" que aquí
ya es imposible encontrar una defensa
satisfactoria.
35 llel g4 36 hxg4 fxg4 37 f3
Después de esta jngada, Petrosian caza
vistosamente la dama contrada. Parece
más tenaz 37 'ii'h4, pero el tándem hu-
mano+máquina fácilmente descubre la
elegante '.i7 ... l:'í.g6! (37 ... ldf8 38 ::tfl)
38 :m (o bien 38 f3 gxf3 39 l'íJxf3 :!'lh6
40 '/Wf4 .!"i:f8 41 ~e5 'i'g4l) 38 ... wg7 39
f4 tí:Jd6 40~e1 12:\fi 41 J:!c3 :th8! ( 41 ...
g3? ! 4 2 tLirn .!1h8 43 l'íJg!J) con ataque
de mate.
37 ... gxf3 38 t2Jxf3
 T!GRAN IX

También era mala 38 'lifxf3 :C:.f8 39 ~e2 1029

k!f2! 4ü ¡fxf'2 ti:lxf2 41 Wxf'2 'i!'gfi.
38 ... .l:th7 39 ~e5 •es 40 'liff4 !:l.f8 41
'il'e5 .!U5
Las blancas se rindieron.
Tal vez no sea una partida sobresa-
liente, pero sí instruníva: la sutil v nada
rutinaria idea posicional en ella emplea-
da enriqueció el patrimonio de la teo-
ría estratégica. Dos décadas después,
pude emplear la misma idea. 18 a4 a6!
18 ... a5!? 19 b5 cxb5 20 ¡fxd5!
19 4Je5?!
341
L. Portisch-G. Kasparov Lo correcto era 19 g3 !
Skellejíea l IJl:i'J, Copa del Mundo 19 ... :::'re8 20 l:rfel 'li'g5!
Gambito de Dama (D36) ¡Siguiendo la lección de Petrosian:
21 h3?!
1 d4 d5 2 4Jf3 ttJf6 3 c4 e6 4 cxd5 exd5
5 ti:lc3 c6 6 ¡fc2 llla6 7 a3 t::uc7 8 i<.g5 21 g3
g6!? 9 e3 21 ..• Wg7 22 'l'lí'c2 Jde6 23 rlacl I!ae8 24
9 e4 dxe4 10 0xc4 11 0-0-0 0-0 12 '!Wbl
h4 Jkfü 13 .~xf6 14 h5 iie8 15 21 'fWrl rn
~d3 ~g7, apenas es peligroso para las
negras. 24 ... Wh5! 25 'ltb3 f6 26 llld3
La tentativa a lo Bobotsov por situarse
9 ....!if5 10 . ~d3
más cerca del rey con 26 lllf3 g5 27
10 Vib3 ~b8. tt:lh2, constituiría un espectáculo bas-
tanr.e lamentable.
10 ... ~xd3 11 11Hxd3 .~e7 12 0-0 0-0 13
b4 26 ..• g5 27 'iVdl 'iVg6 28 'iVc2 .tl:.6e7! 29
J:ledl
O bien 13 ~xf6 ~.xffi 14 b4 Wfe7, con
igualdad. 29 ci::ic5.

13 •.. ti:le4! 14 il,f4! 29 ... h5 30 ~bl?!

30 CCie l ~h6:
14 .w.h6?! l'Ie8, v ahora es malo l.r')
tLlxe-1? por 15 ... dxe4 1fi 'li'xe4 1i f8 17 30 ... h4 31 Wc2 g4
¡ff4 tt:le6.
El ataque negro se desarrolla con preci-
14 ... c?ixc3 15 Wfxc3? sión de rell~ería.
Juego descuidado. El cami110 correcto 32 e-uf4?!
era 15 .~xc7 1 l*Yxc7 16 con igual- Temiendo que su pos1non se venga
dad. abajo, Portisch busca el cambio de da-
15 ....~d6! 16 Jkxd6 tt:Jb5! 17 Wlb3 mas. Si 32 hxg4 ¡¡ixg4 33 lllf4, entonces
c'í:Jxd6 :1:~ ... Wh6 34 @h2 l:l.g8 35 l:th I ~e4 36
g3 t2:Jfü! .
Cn cuadro familiar. Ponisch se enfren-
32 ... 'iifxc2 33 k!'.xc2 g3! 34 Jld3
ta a los mismos problemas que Bobot-
sov: ¿qué jugar ahora? 34 fxg3 t2:Jf5!

161
Gan Kasparo\' :Vlrs c;F>:l\LES PIH.IJFCESORFS
34 ... wh6 35 wn wg5 36 tz'Je2
O bien 36 B:e2 l:Ie4!, seguido de tzlf5 ó
'llc4.
36 ... i;(Jc4!
Ahora a c4. Las blancas son incapaces
de defender todas sus debilidades.
37 J:cc3 ftJb2 38 fíd2 f2lxa4
El resto es cuestión de técnica.
39 J;,b3 lí:lb6 40 l;iJgl
O bien 40 fxg3 12.Jc4.
40 ... 12lc4 4112.Jf3+ wh5 42 l:Xdd3 a5! 43
bxa5 l:a8 44 I!:dl r!xa5 45 r!el b5 46
::l:e2 l'i:al+ 47 fiel J:':í'.ea7 48 fxg3 :t:xel+
Otra opción es 48 ... hxg3 de inmediato.
49 wxel l'!.al+ 50 we2 hxg3 51 12.Jel
fl:a2+ 52 Wdl l:td2+ 53 wcl l:'.!.e2 54 wdl
l:txe3 55 J:l:xe3 "uxe3+ 56 'i'e2 f2lf5 57
12.Jc2 ~h4 58 c'/Jb4
5swn 5912lb4 wf4 60 CiJxc6 We4.
58 ... tZJxg2 59 wf3 12lh4+ 60 wxg3
ft:lf5+ 61 \i?f4 ft:lxd4 62 we3 élíf5+
Las blancas se rindieron.
Al estudiar estas dos partidas, podrá
comprobar lo difíciles que Je resulta-
ban las cosas a las blancas, que llegan a
un i11 us11al callejón sin salida. BobotsoY
jugó toda la partida sin plan, sencilla-
mente sin saber qué hacer. Pero Por-
tísch, un jugador bastante más fuerte,
tambi{'.n se sintió más que incómodo.
Se trata, por tanto, de un asombroso
t:iemplo de la habilidad de Petrosian
para captar \' explotar de forma efect.i-
\a lm, faCLores a largo plazo de una po-
sición.
Desde finales de los sesenta en ade-
l:mte, le resultó cada ;ez más difícil
jug<ff a pl<"no rendimiento, y hacía mu-
chas tablas. Pero cuand.o las circunswn-
rías lo obligaban, cuando cm domina-
d o por el fenor de la lucha, la
ven.ladera fuerza de Petrosian salía a
relucir. Dadn gw.: la comprensión posi-
círn¡¡il no des<1parece con los ;1üos, se-
gHía ,jc11do capaz de exhibir todas sus
cualidades en dos o trt"s partidas por
ton1Po.
16~
111
Cuando tenía 16 años, tuve la suerte
de jugar con Pelrosian en mi primer
torneo internacional (Banj<1 Luka
1979). Se ocupó de mí de forma pater-
nal y creó un buen estado de ánimo.
Hablamos mucho, no sólo acerca de
ajedrez, y analizamos y comentamos las
partidas que jugamos allí. Como Ale-
xander Nikitin -que fue entrenador
mío durante muchos años- escribió
con justicia, "el torneo reunió a un jo-
ven y a un experto t'Xcarnpeón mun-
dial, y durantt' los cinco años siguien-
tes, mientras Tigran estu\'o VÍ\'o, Gary Y
yo aprendimos mucho del sahio maes-
tro, sosteniendo con él interesantes
debates creativos". Ciertamente, pude
extraer muchas enseíianzas de la valio-
sísima experiencia de Petrosian, que
me resultaron útiles en mi lucha por la
corona del ajedrez. Su profunda con-
cepción filosófica acerca de todo lo re-
lacionado con el ajedrez me ayudó a
desarrollar la firmeza de espíritu, y su-
perar así las situaciones más tensas.
Tigran VartanoYich también me en-
señó algunas inolddables lecciones en
nuestras partidas, disputadas en Moscú
y Tilburg 198L Estas luchas denrnes-
tran de forma vívida la increíble capaci-
dad de Petrosian para defender posi-
ciones restringidas y. de forma
inespe1·ada para su opcmente, para pa-
sar al contraataque. En principio todo
fue bien para mí. A los 18 arios era una
especie de ligero d'Artagnan que galo-
paba ansiosamente hacía París. pero
que, a lo largo del camino. me encon-
traba súbitament.e con el difícil v agudo
"extranjero de Meung" ...
342
G. Kasparov-T. Petrosian
,\40\nÍ 198 l, i'!" ronda
Defensa India de Dama (E12)
1 d4 ,i.:lf6 2 c4 e6 3 l;iJf3 b6 4 a..~
¡Siguiendo los pasm de Petrosian !
4 .... ,ll.h7 5 c'.2Jc3 d5 6 cxd5 '.;:Jxd5 7 e3
~ e7 8 llb5+ c6 9 il.d3 lí:'jxc3
Esto es más seguro que las posiciones
que se producirían después de 9 ... c5
(partida núm. 311).
10 bxc3 c5 11 0-0 0-0
Es más precisa la continuación 11 ...
~c6 12 c1kb2 (conservando la elección
entre e3-e4 y c3-c4) 12 ... J:lc8! 13 ~e2
()..() 14 J:l.ad1 cxd4! (desput's de 14 ...
antes que 15 e4 ~a5!. las blan-
cas deben jugar 15 c4!, con la fuerte
amenaza d4-d5. Kasparov-Ponisch,
Niksic 1983) 15 cxd4 iJo Hi e4 clJa5.
c011 juego de doble filo. En mi jmTn-
tlld, siempre pensaba que aquí las
blancas tenían \·emaja, pero algunas
partidas de los últimos ai1os no han
confirmarlo esto.
12 'ti'c2!
Obligando a las negras a debilitar las
detensas de su rev. ·
12 ... g6
Despufs de 12 ... h6 13 e4 Ldj l 4 11.b2
:lc8 15 11itl'e2 l::::rnEi 16 ~adl cxd4 17
cxd4, las blancas también tienen algu-
na ventaja (Ribli-Hort, Alemania
1991 ).
13 e4 tt:lc6
La partida que disputaron en la décima
ronda Polugaievskv v Petrosian
de la siguiente ma;l(:ra: 13 ... '
'ti'e2 J:l.d8 15 h4: ~c6 16 .~e3 .<Í-.fü~'. 17
c5 .i!l.g7 18 h5. con ataque. Des.pué" de
18 ... ld.d7 19 hxg6 (19 d'.adl'.?) 19 ...
hxg6 20 b.adl cxd4 21 cxd4 "i/;\!d8 '.!2
il,e4 ii:Je7' (era más tenaz 22 ... J:tb8) 23
ll:lg5 ll:lt5 24 'i'g4! lLd5 25 dkxt:Jl gxf5
26 ~h5 f6 27 'S'h7+ wIB 28 .'Lih3! ~e7
29 exlti 'i:lí'xffi 30 h g5 'l>ll'f7 31 y las
bla!lcas gananm mios movimientos
más 1arde.
14 ..ili..h6
14 .~c:m
14 ••• Z::.e8 15 llfdl
15 ••. V/Jic7
Posiblemente tuviese sentido para las
Hegras entregar la calidad. El final deri-
vado de 11"> ••• cxd4!? 16 cxd4 t2Jxd4 17
~'2ixd4 ~xd4 18 .XL.b5 ~xe4 19 'i'fxe4
xe4 20 ~1.xe8 llxc8 21 lld7 a!í 22 a4
..&.e3 b!í 23 1?! se para rnn 23 ...
11.xa3 '>4 llcc7 ·& b'>! 2i"í l'::xf7 h?) 'N
'11.c5 le~ .. I~~ t~bl¡ts. , . -- ...
16 "11Ne2 J:!.ed8 17 ~e3!
En conexión con e4-e5 v h2-h4-h5, la
posición blanca parece a;nenazadora.
17 •.• e5!
Si 17 ... fid7, entonces 18 1Lf4! V/fid8 19
.~b5 es desagradable. A costa de conce-
siones posicionales, Petrosian suprime
el incipiente ataque.
18 d5
En esta jugada pensé ... ¡:18 minutos:
Quería explotar la apertura de la dia-
gonal a2-g8, jugando 18 il.c4? 1 exd4 19
cxd4 cxd4 20 ~xf7+ Wxf7 21 "llHb'.)+. pe-
ro después de 21 ... \Í,'e8 22 'i".í'gll+ '.!2 i
e5 íli..f8!: 22 llacl 'l>l\'d6!) 22 ... 1'.c17 2'.i
"11Hxh7 c8 24 nada q11e \a-
líese la pena resultaba de esto. Así
pues, toda una hora gastada en \;!\lo, \'
pronto tendría ocasión de J,1menwrlo.
18 ... i2Ja5 19 c4
El debilitamiento de la casilla d4 per-
mite a las negras posibilidades de con-
t raj ucgo más significa!.Ívas que 19
c2;g5!' c4 20 & c2. aunque tampoco
aquí es fücil para las blancas conseguir
alguna \Tntaja real: 20 ....:Ji c8 21 'i!lYg3
t6 '.2'.2 &~f'.:i LLb~! (es inferior 22 ... '1118?'.
Hi!I
Garv Kaspani\' - \f1s ¡;f:\l.\l.FS PRJ::DF!f'SDRES
23 J!Lxf8 k!xf8 24 {t'Jd2! v h2-h4-h5) 23
J:ta2 fiJc5 24 l2Jd2 h5, cm; una complica-
da lucha. Por ejemplo: 25 a4 c'i:Jxa4 26
~:Uxc1 a6 27 h4 "\U8.
19 ... fiJb3
Yusupov y Dvoretsky sugieren 19 ... t6:?
20 h4 '1;,,a6 21 CiJd2 ~f8 y la posible ma-
niobra l2Jh7-d6.
20 L!.a2 f6 21 h4 .~c8?!
La inmediata 21 ....~f8 1 habría iguala-
do (Yl!supov, Dvoretsk\'). Ahora las
blancas mantienen su iniciativa.
22 fí:bl! ti:Jd4 23 &.'Jxd4 cxd4 24 'llli'g3
I .a tem<itica f2-14 se encuentra ahora en
el orden del día.
24 .... \U.f8 25 ~.d2! ,;td6 26 :::tfl W/g7
10'11
27 a4?!
¡Un segundo frente! Pero en opinión
de Petrosian, esto es una imprecisión:
"Las blancas no deberían incurrir en
un debilitamiento tan importante del
flanco de dama". Sin embargo, después
de 27 f4 las negras disponían de la ré-
plica 27 ....'\td7 28 fxe5 (28 '*l'h2 l:f8 29
~.b4 ~e7l) 28 ... ~xe5 29 .:.lL14 .l':l.f8 30
:Laf2 !tae8, con una defensa sólida.
La solución correcta era la paradójica
27 ..ítb4' (Yusupm'. Drnretsky). Al impe-
dir ~d7 las blancas ejecma.n el avance
f'2-f4 en una situación más cómoda:
27 ... 'lie7 28 f4!, o bien 27 ... .í?i.a6 28
~xd6 .!hd6 29 f4, etc.
27 ..• a5!
Fijando la debilidad de a4. Ahora la
tarea de las blancas es bastante más di-
164
111
Hcil, pero esto sólo lo comprendí más
tardt>, mientras qut> durante la partida
estaba sencillamente pasmado por la
agudeza de mi oponente, pues estaba
seguro de que las negra'i no podrían
resistir la presíún combinada sobre la
columna by el flanco de rev. Por enton-
ces, sólia pensar en términos concre-
tos, tácticos, mientras que Petrosian
pensaba en términos a l~uxo pbuo, cs-
t1·atégicos ...
28 .!lb2! ~c5
28 ... j!'¡b8? 29 ~fb 1 ~.e~ :rn .,;;,xafi, ga-
nando.
29 f4 \l..d7
También es interesante 29 ... h6. Por
~jemplo: :rn h5 g5 :H fxg5 fxgf¡ :12 ithl
I::f8 (Pt>trosian) 33 lhf8+ \Í;>xf8 34 .Jr.e2
~d7, rnn igualdad, () bien 30 \Wd r
.l:a7 1 (no c\O .....;!/.d7~ '.H txe:> fxe5 32
Wfcl! ~h7 33 .~xh6'., o aun :)2 ... ~a3
33 .ihh6! J.:i.xb2 '.)4 '11Hh7 35 .i:i:m + -)
'.)] ~bl ñb7 32 fxe5 (32 ~el!:) 'l2 ..
fxe5 '.33 ñb5 lt>h7! (Ynsnpov, Dvo-
ret-;ky).
30h5! ~xa4?
Hahía que tomar el peón más peligro-
so: 30 ... gxh5 31 •M 32 fxeS
fxe5 33 .~g5 J;(f8'. C~'.) ... :~4 1LJ6!l
34 .11i..f6 (si 34 l'.\ bf2 I:txf2 3r, ñ:xf2. las
negras pueden elegir entre 35 ... :'.e8
:~6 .li'.fü •gfi'., recomendado pm Yusu-
pov y Dvoretsky, y 35 ... M:f8 36 º\l,J6
J:l:xf6! 37 •xm ~xf6 38 l'lxfü c~d7 =)
34 ... 'li'h6 35 t\bf2 l::fae8, con aproxi-
mada igualdad, pero sel'Ía un error 36
d6? por 36 ... ,\txd6 37 c!J .~.xd 38
,~c4+ .Ji..e6 39 .+!i.xe6+ (39 .:;::r5~ J;.xc4 40
llg5+ ~g6 41 'ltrxh5 Wf7! - +) 39 ...
Zlxe6 40 l:l:f3 d3+ 41 Wh2 d2 42 :!:g3+
'lií'g6, de modo que las blancas deben
jugar 36 'l!Hg3 'l!He.~ 37 .l!l.xe5 l::txes: 38
'f!!!xe5 ,\!l.b4! 39 c5 .~.el 40 'flg-5+! Wifxg5
41 J:txf8+ y sólo hav jaque perpe-
tuo (Yusupov, Dvoretsky).
Ademá:i de 31 ......tg4. también es de
considerar la idea del gran maestro
Viorel Bologan: 31 ... Bl8!? 32 1!/ll'xh5
~.xa4 33 fXe!'í fxe5 34 l!xf8+ :b.xf8'. 35
.~hfi '!Wg6 36 'l!Hxg6+ hxg6 '.17 ~xf8

Wxf8 38 >t>fl .lil..d7 39 We2 a4, con sufi-
ciente compensación por la calidad.
31 h6 W/c7
Petrosian confiaba en la solidez de su
posición y esperaba poder explotar a
continuación su peón a pasado, pero lo
cierto es que el ataque blanco es dema-
siado fuerte.
32 f5?!
Tentador, pero lo correcto era 32 fxe!íl
fxe5 33 ~g5 .l:f8 34 ~f6, y el ataque
blanco es irresistible corno demuestran
los siguientes análisis míos, de Timman
y de Yusupov y Dvoretsky:
1) 34 ... .!;xf6 35 !Ixffi Il'.18 36 J:!.xf8+
>t>xf8 37 l:If2+! liog8 38 lU6 el1Ld6 39
'«Vg4! + -.
2) 34 ... ild6 35 1:bf2 J:!.f7 36 c5! bxc5
(36 ... \Wxc5 37 ilxe5 :!:xf'2 38 ~xf2
..!ii.xe5 39 Wxe5 il!fd + 40 ..!ii.fl \Wxh6 41
d6!, o bien 37 ... .IÍl..xe5 38 \Wxe5 .l:!.e8 39
l!Wg5 y .l:f6!) 37 .lil..c4 .&taf8 38 .lil..xe5!!
ilxe5 39 :ctxf7 l:xf7 40 d6! + - (New in
Chess, 1986, núm. 4).
3) 34 ... Zi:ae8 35 J:l.bf2 ~.d7 (35 ... ild6
36 J:f5! el1Ld7 37 .:tg5) 36 el1Lg7! (esto es
más sencillo que mi sugerencia 36 ~h2
-New in Che.ss, 1987, núm. 5) 36 ... :íxf2
{36 ... :C:f4 37 ilxe5!) 37 'iixf2 ilc8 38
d6 1 j/,xd6 39 c5 + -.
Era imposible calcular todas estas va-
riantes ante el tablero, sobre todo en
apuros de tiempo, y elegí la que me pa-
reció más forzada.
32 ... g5 33 j/,xg5!
No hay otra cosa.
TICRAN IX
33 ... fxg5?
Con la fi·ía 33 ... >t>f7! (una defensa que
había subestimado), las blancas tendrí-
an que contentarse con una sólida ven-
taja posicional después de 34 J!i.cl ! (34
iii.d2 l:g8 35 'lfh4 ~e7 '.-16 g4 ~e8! 37 g5
fxg5 38 ~xg5+ Wd7 39Wh1 .tf7 es con-
fuso: Yusupov, Dvoret5ky) 34 ... l:tg8 35
'll!Vh3! ~e7 36 g4 (amenazando 37 g5
fxg5 38 f6+) 36 ... l';Iaf8 37 l::rg2, con la
inevitable ruptura g+.g5 (Bologan).
34 'll!Vxg5+ >t>f8
No 34 ... >t>h8? 3!'> Wrn+ >t>g8 36 i:rn.
35 'lif6+??
Todo el juego precedente de las blan-
cas exigía el avance :15 f6!, y después de
35 ... 'll!Vf7 (de no ser así, f6-17), 36 il!fxe5
.!:.k8! (36 ... l!Wg6 37 l::rxb61 'lll!'xh6 38
'ife7+!! ilxe7 39 fxe7+ 'fi;xe7 40 llxhfi;
36 ... Jtd7 37 l:i'.xb6! .lil..xb6 38 'll\Vd6+
~g8 39 \Wxb6, o aquí '.37 ... .l:!:e8 38 J:!:e6!
~xe6 39 dxe6 l:fac8 40 e7+ >t>g8 41
'lll\'g5+ >t>h8 42 e5 j,,xe7 43 l!Wg7+! l!Wxg7
44 hxg7+ >t>g8 45 c5! h5 46 il.c4+ >t>h7
47 j/,f7! d3 48 :lf5 + -) 37 Wg5 1!i'g6 38
.l:f5!, y la avalancha de peones hubiese
barrido cuanto encontrase a su paso.
La m<iquina apoya esta tesis con una se-
rie de vistosas variantes: 38 ....~d7 (no
38 ... J:ta7 39 e5 Jlxe5 40 l1xe5 'itxd3 41
f7!, ni 38 ... 1!i'xg5 39 :!'![xg5 ltf7 40
J:!:g7+!) 39 'iixg6 hxg6 40 J:!:g5 si'f7
( 40 ... a4? 41 .i:::.xg6) 41 e5
Diagrama de análisis
41 ... ll.f5!? (una idea del gran maestro
Vadim Zviagintsev; si 41 ... nxe5421:!:xe5
@xHi, las blancas ganan con 43 l:lbe2 a4
44 g4! :.ll..xg4 45 .l:é8 :ta7 46 J:!:g2! Jtf5 47
l:e6+!) 42 ~xf5 d3+!? (42 ... l;!xe5 43
lfi5
Garv Kasparm Mis r;fxL\LE~ PREllH.ESORES Ill

í;.,xg6+ ~xf6 44 .1'1xe5 Wxe5 '15 :e2+t 38 ..• 'fif8 39 'iWg3

@f4 46 .::Ie8!, o aquí 4E> ... wffi 4fi .!1e6+
"Después de la alternativa 39 'fixf8+
~g5 47 li.d3 + -) 43 ~h2! (Dvoretsky; 4~~
'it•xf8 40 .l;Ixa4 l:í'.xh6 41 g'.~ @g7 42 l:h2
wfl .l!xc.5 44 j¡_xg6+ ~xfü 45 d:xe5 ~xe5
J:!:.xh2 43 @xh2 @ffi, la defensa blanca
46 .i.xd3 ~d4 47 We2 :cte8+! 't8 ~d2
es muy difícil" (Petrosian) .
.:.g8! 49 h7 l:xg2+ 50 ;;i;;>dl l':i:gl+ y l:hl
es confuso) 43 ... :;:¡xe5 44 Jlxg6+ wxffi 39 ... 'il'xh6
45 J::l:xe.rJ \bxe5 46 ..ítxd3 a4 47 h7 a3 48
lld2 Wd4 49 dtt,bl+ Wxc4 50 d6, con ven- En apuros de tiempo. las evitan
taja decisiva de las blancas. la inquieta 39 ... ~.d7!? 4:0 >bd8
(40 ... wf7?! 41 'i!lg3! :xh6 42 e5 es in-
35 ... @e8 36 :tal ferior) 41 'flg7 J:xh6 42 'flxf8+ 5hf8 43
e5 .~.c5, que les habría concedido posi-
La clave del plan blanco. Ahora, en ca- bilidades de materializar su pieza f"Xtra.
so de que el alfil se retire» el jaque de la Ahora, por contrapartida, no queda ni
dama quedará plemimente justificado, rastro del ataque blanco.
pero ... ¡d alfil no est<l obligado a reti-
rarse!
36 ... ~e7!!
Petrosian realizó esta brillante jugada
defensiva casi sin pensar. El ataque
blanco llega a punto muerto, puesto
que sus torres están atascadas en el
flanco de dama.
37 'll!Ye6?!
Al comprender que el final. después de
37 'll!Yxe7+ @xe7 38 l:l.xa4: l'!d6 39 g3
l:!g8! v J:xh6, era demasiado deprimen- 40 I:!.xa4??
te (¡aunque no desesperado!), traté de
¡En el momento más inoportuno! Tam-
complicar las cosas.
bién era desesperado 40 ~e2(f2) ~b3!
37 ... l:d6 41 li!'xe5+ @f7, con la decisiva inclusión
de la torre de a8. Sin embargo, 40
"Petrosian de nuevo se muestra a la al- 'flg8+! Wf8 (40 ... @d7 41 li!'xa8 '\We3+
tura de las circunstancias: después de 42 Iit2 1!Vxd3 43 f6 =) 41 Wxf8+ @xf8 42
37 ... Wxe6 38 fxe6 j:,d7 39 exd7+ J:í'.xd7 llxa4 hubiera permitido a las blancas
40 .'.!"l'.f2. las blancas habrían conseguido resistir en un final inferior.
salvar la partida", escribí inmediata-
mente después del encuentro. Pero 40 ... '@'el+
ahora, tras 40 ... J::U7!, no estoy seguro. Sencillamente, se me escapó esta juga-
Por ejemplo: 41 :f5 J:!xf5 42 exf5 @f7, da "larga".
seguido de a4-a3, @fü, etc.
41 <;t>f2
Deho añadir que si 38 ... jcc6!?, enton·
ces sería malo 39 dxc6? @e7 40 J::í.f2 41 wh2 i:;;1i6+.
;.i/xe6 4: 1 :b.afl áf8, pt"ro las blancas se 41 ... Wxb2+ 42 @f3 ~f7
salvan con 39 l!f2! @e7 (39 ... .&!'.a7 40
l:l:f5! il..a8 41 l!afl) 40 l:f7+ @d6 4:1 e7 Las blancas se rindieron.
i::te8 42 l:'l:f6+ ~xe7 43 :lxc6. Los apuros de liempo fueron para
38 Wg8+ mí un jarro de agua fría.
Nuestro duelo de Tilburg se de-
Descartando de nuevo 38 'iWxe7+. sarrolló de forma similar. Ames de esta

166

partida, había perdido con blancas una
posición ganadora ante Spasskv ( pa1·ti-
da núm. 381), pero luego había venci-
do a Hübner, con negras. en buen esti-
lo. Naturalmente, quería recuperarme
de mis derrotas con el otro excampeón
mundial. Tras rrear una posición pro-
metedora, sacnt1gué un peón para ga-
nar varios tiempos y poner en marcha
un ataque al rey. Pero no logré encon-
trar una continuación clara en los apu-
ros de tiempo, y de nuevo me estrellé
contra una asombrosa defensa de Pe-
tt·osian.
--~---- ·-·-··-··-~·--·--
343
G. Kasparov-T. Petrosian
Tilburg 198 I. 7ª mnrla
Gambito de Dama Aceptado (D22)
l d4 d5 2 c4 dxc4 3 ll':: f3 ."i:Jf6 4 e3 .•,fi_g4
4 ... e6 (véase partida núm. 327}.
5 jhc4 e6 6 h3 1'.h5 7 ll:íc3 a6 8 g4 ..ílg6
9 cl:\e5 8bd7 1O l'Z:Jxg6 hxg6 11 ~.fl !
Una alternativa inocua es J l g5 lL:dS 12
0xd5 exdS 13 J!i_xdS cfi v 'llixgS con
igualdad. La variante elegida por mi
oponente me sorprendió un poco. aun-
que fue una sorpresa agradablt': las
blancas tienen ventaja espacial v pers-
pcclh"as de ataque. Cuando realicé la
jugada de retroceso cop el alfil \' me le-
vanté de la mesa, Spassky me dio una
palmadita aprobatoria en el hombro:
¡una buena maniobra 1
l l ... c6 12 j/g2 ;Wlc7 13 0-0 J;e7 14 f4
rt'lb6 15 g5 liJfd7
15 ... ¿;jfd5?l 16 e4 es inferior.
16 'i§ g4 0-0-0
F.n busca de algún contrajuego las ne-
gras deben enrocar largo, pues si 16 ...
0-0?. sigue 17 h4! y h4-h5.
17 :lbl ~h8 18 b4!? Lt:\d5 19 l2Ja4 f5!
Otra sorpresa. Al sacrificar el peón. es-
peraba 19 .. i2íxh4~ 20 ¿~d2 ~::Jd5 2 t e4.
y el ataque blanco en¡luciona sin nin-
guna interferencia. incluso de'ipués ele
T!GRAN IX
lo mejor: 21 .. f5 (Petrosian) 22 gxfü
il:í5xf6 2'.~ flxe6 0c5 24 0xc5 .~xc5 25
dxc5 :!"í.xd2 26 e5 i2:íd5 27 Wxg6.
20~g3
20 ¡.,rxfü gxf6 21 '!Wxe6 .::lde8! era confu-
so. Tm-e que aceptar la aparición de un
caballo ';eterno" en d5.
20 ... 'LJXb4 21 ií,,d2 {zJd5 22 J1fcl
La fuerte presión de las blancas sobre
las columnas b y e les permite mirar al
futuro con optimismo y, en un tablero
lleno de piezas, el peón extra de las ne-
gras no se nota.
·~el j/a3!? 24 llc2 Wld6
22 ... >l:?a7 23
25 l!b3 W/e7 26 ~e2 :C:b8
En opinión de Petrosian, era más preci-
so 26 ... J;a8'.?, cm1 la misma idea
de fíhc8 v b7-b5.
27 '!ifd3 Atd6 28 c'lJb2! cihc8 29 i2íc4
~-c7 30 a4!
Aquí habfa previsto va situar mi peón
en aS, luego iicb2 y '!ifbl, v por fin ...
¡vengarme de mi derrota de Moscií!
Desde luego, no está claro qué pueden
hacer las negras.
30 .,. b5!?
Esta jugada me dejó perplejo. Parecía
un gesto desesperado, pues de otro mo-
do las amenazas blancas se convierten
en una bola de nieve. Por ejemplo: 30 ...
c'iJ7b6 31 8a5 ~d8 UH ... "~d6 '.12
32 .:&JI! 'ifd7! (no 32 ... fl.a8; 37) :i::!xb7!
;txb7 34 a5. ni '.)2 ... c5? :B <lxcS lhd
'.i4 :;~di+!) '.El l:cb2 c5 34 dxc5 ríxc5 35
0xb7! nxb 7 36 a5, con ataque. annque
las negras conservan posibilidades d,·
Gary KasparoY MIS f;EN!Al.ES PREDECESORES
tablas después de 36 ... .l;Ib5 37 llxb5
(37 ~d4 :!'.xb3 38 .!:txb3 'li'c6!) 37 ...
axb5 38 '*l'd4 b4 39 axb6+ 1i,xb6 40
lfa2+ lt>b8 41 'l:\Ve5+ l'k7! 42 Jkg2 ~111.c5
43 l:ra6 Wc8!, ya que 44 .!:xe6? se replica
con 44 ... llle7!
31 axb5 cxb5 32 ~a2!
Un importante refuerzo. Ahora parece
inminente el hundimiento de las de-
fensas negras. Recuerdo que estaba
muy orgulloso de mi posición y que
pensaba que la partida ya estaba liqui-
dada.
32 ... Wh7!?
Pero esta jugada me dejó atónito: ¿aca-
so puede quedar impune unjuego así?
Desde luego, mi oponente estaba obli-
gado a entrnr en la variante 32 ... i,d6
(32 ... hxc4? 33 :::::xa6+ 1; '.12 ... ~xf4? 33
-Lla3!) 33 l:í:xb5 ñxb5 34 t"ZJxd6 'l'l!'xd6 35
'l/Vxb5, con e\idente ventaja blanca). AJ
sentir que la >ict<ffia estaba cerca, co-
mencé a ponerme nenioso.
33 . liib4?
Lo cierto es que esta jugada natural,
que incrementa la presión, es un grave
error. ;Había subestimado el pqtencíal
defensi\·o de las negras! Era interesante
33 'i!Vbl, pero lampoco habría resuelto
los problemas de las blancas. Tenía que
haber no evitado, sino atacado las forú-
ficaciones negra~, en a6, b3 y d5. Este
objetivo se cumple con la maniobra de
caballo c4-a~.\-c2-h4.
Descubrí la grandio;a jugada 33 &2Ja3!
inmediatamente despu<:s de Ja panida.
En mi libro La /nwba df'l tirmpo (1984)
168
111
indiqué 33 ....lil. b6 34 <i:lc2! J:l'.a8 '..\:í t"ZJb4
'l'\i'd6 36 e4(?) fxe4 37 ~xe4, como la
variante principal, omitiendo su espec-
tacular refutación, scí'íalada por Tim-
man: 36 ... t2:lc5!! 37 dxc5 ~xc5+ 38
~h2 ¡¡igl+ 39 ¡¡if2- (39 ... fl:h8:- 40
1i,e3!) 40 ~h2 y tablas por jaque
perpetuo.
A(m así, con ayuda de la computadora,
pude encontrar la precisa 36 %:.bl ! l"iJb8
( 36 . .. 1':!.c4? 37 'll6'a3!) 3 7 '11Vb3 .!:c4
(37 ... I'l:d8 38 l::rdl) 38 acl l"í'.xcl 39
.lkxcl, con abrumadora ventaja de las
blancas.
Mi amigo de silicio tambi{~n me trajo
"alegría" en otra dirección. En mi libro
había dicho que, después de 33 llla3 1,
la respuesta 33 ... lllb6 habría perdido
ante 34 tt:Jxb5 axb5 35 ~xh5 :ds (3[J ...
.:as?? :·fü Wxd5+ v mate) 36 ..\tb4! ~r-8
('.fü ... 'i!Vf7 37 ~~5) 37 ~a6+ ~»c6 '.')8
li,c5 >!td7 (38 ... J:!a8 39 l:.xb6+) 39 ..Hl!
Sin embargo, n:-sulró que aün era más
fue ne 35 ... ah8!' y aquí las blancas tí e-
nen que exhibir un excepcional inge-
nio en el ataque:
1) 36 ~xd5+ (36 l:!.c3?! '1ic8!) 36 ...
exd5 37 .l:c3 >!tc8 2~8 :i:::a7 f,;Jc4 39 'i'xd5
t2lxd2 40 ::cxc7+ W/xc7 41 ::l'.xc7+ 'j;/xc7
42 'ilWa5+ ~dfi 43 'i!Vxd2 llxh3 44 W/d
ñhh8 45 y sólo un an;ílisis espe-
cial puede establecer si dama v peón
podrán superar la resistencia de las dos
torres.
2) 36 :<!! b4! 'lie8 37 'flfa6+ ·>iidi 38 ,¡i,n !
(pero no 38 ->tc5 r;".;,d7 39 ;:ab2 Wlc8! ·10
'ft!íh!"">+ •;t{d8) 38 ... tUxM 39 Zlxh4 W/<l8
(también es malo 39 ... Wlc7 40 .ltb5+
wd5 41 ~a3! :Ihc8 42 .&Jl' o bien c19 ...
'il<l'c8 40 'li!\1b5+ Wd6 41 1/1We5.,- ic7 42
"9d6 43 ~e5+ •:be7 44 Ha7) 40
Wd6 ·11 'll\í'e5-t Jie 7 42 'l\{lxg7+
j;¡d6 43 1'\c2 D:id!""i 4.f .áh5 Ll.xh5 •Li
l':!.xb5, ganando.
Así, para encontrar el estrecho camino
que conduce a la victoria de la~ blan·
ca.,, se han requerido mn\hos aiios 1·
rntHhos rnegahenzios de computado-
ra. Pero ante el tablero. nmtinm; senci-
llarnentc aumentando la presión. Un
enfoque así no siempn· resulta corree-

to, como pude comprender virtual-
mente un par de jugadas después.
33 ... 'l!fe8!
Desde aquí la dama defiende indirecta-
mente el peón de b5. Era mucho más
flojo 33 ... Wd8?, debido a 34 e4! fae4
35 'li'xe4, con inesistíbles amenazas:
35 ... 'li'e8 36 Wxd5+! exd5 37 ~xd5+
Wa7 38 J:!.xa6+! Wxa6 '.{9 .l'fa3+ ~a5 40
J:xa5++, o bien 35 ... bxc4 36 'll!Vxe6
L¿j7b6 37 .Sbl '!Wd7 38 'ifxd7 tí:lxd7 39
il.xd5+ @a7 40 a'.bal ~b6 41 ~c5, ga-
nando.
34 Jll,d6
Estaba fuera de cuestión 34 il.a5
pero era mejor la recomendación rle
Petrosían 34 tlld6..:.!? ~xd6 35 .~xdfi
l:!:a8 5\6 e4. Por ejemplo: 36 ... l:k 1+ 37
@h2 fxe4 38 1l.xe4 .l:c6 39 l¿J 7b6
·10 af2 y ~xg6, con la iniciativa.
34 ..• f!a8! 35 'lWbl?
Las blancas actúan de nue\'o siguiendo
principios generales, esperando que se
les presente por sí sola la oportunidad
de lan;:ar un golpe decisirn. Después
de la "concreta" 3ri c4 fxe4 36 'i!Wxe4
'l!ff7, las negras podían pensar que go·
;:aban de una calma rclatha con S\1
fuerte caballo en dri. Sin embargo, des·
pués de 35 l'.!bl ! ~bfi! (35 ... wcfi 36
~a3!, y si '.)6 ... i'i:íb6, entonces 37 t'2:Ja5+
·;.?d7 38 !l:xb5!) '.36 i'i:íe5 las blancas ha-
brían co11serYarlo una compensación
adecuada por el peón.
JO!l7
35 •.• 't>c6!!
¡l na fantástica defensa! Esta jugada,
que Pet rosian realizó al instante, me
TIGRA!\i IX
sumió en una absoluta confusión: ¿có-
mo era posible avanzar con el rey en un
tablero repleto de piezas? ¿Tal vez que-
ría emular a Steinitz, que había hecho
cosas parecidas? El efecto psicológico
de 30 ... b5!? v la marcha del rev negro
(>Í<a7-b7-c6) c'ra tan fuerte que 1~0 purle
poner en orden mis pensamientos y
pronto q11edé perdido.
36 l:.ba3?
Era esencial 36 ~xc7 bxc4 (36 ... ci;xc7
37 0b2 ~d8 '.~8 Val! v tí:ld3, con com-
pcnsaci6n por el peó1{) 37 l:.b7! (la hi-
peroptimista 37 ~a5?! cxb3 38 'i:Wxb'.3
!fab8 39 E!.c2+ se refuta con 39 ... tí:lc5!
40 ::'.xc5+ wd7) ::17 ... l:xc7 38 l:Xxa6+
E:xa6 39 i!'b5+ wd6 40 Vxa6+ We 7 41
~xd5 :lxb7 12 .~xb7 (no 42 'l!fxe6+?
~d8 43 'li'xe8+ Wxe8 44 ~xh7 c3) 42 ...
~b8 1 • con un final de tablas.
36 ... bxc4 37 .::i:xa6+ .!:xa6 38 cixa6+
.ilb6 39 ,,tc5
39 'ii'b4 wb7 40 :!'.a2 c3!
39 ..• Vd8! 40 'Vial
40 !Wb4 wb7!
40 ... C/Jxc5 41 dxc5 Wxc5 42 1:ta4
Las blancas se rindieron.
En los análisis posteriores a la partí·
da pudo verse cu;in profundamente ha-
bía evaluado mi rival las posiciones re--
sultantes.
Mis partidas con el noveno cam-
peón mundial ampliaron mi compren·
síón rlel ajedrez. De no haber sido por
estas dos derrotas, posiblemente no hu-
hiese alcanzado la cumbre del ajedrez.
A11alizando estas partidas pude ver
¡cuántas posibilidades defensivas laten-
tes se ocultan en posiciones restringí-
1las! Y. por supuesto, me permitieron
albergar un ilimitado respeto por el ta-
lento de Petrosian.
No menos dignos de reconocimiento
son sus muchos aúos de actividad pe1io-
dístíca v de- enseñanza. Entre otras cos:i,,
comen~6 de manera espléndida lm due-
los de Brminník con Smyslov v 1~tl. Y fue-
el alltor de algnnas a11ículos muv intere-
santes \' polérníco~. A mediados de los
169
Gary Kasparo\' - Mis Clé:\l.,\LES PRl:.DECF.MIRES
sesenta dirigía la publicación Shajmat-
naia Nloskva, y en 1968, gracias a sus
contactos con las altas esteras del po-
der, creó v durante casi diez arios estu-
vo al fren,te del popular semanario de
los sindicatos, 64. En 1977 aceptó en-
cantado la invitación de Alexander Ni-
kitin de organizar una escuela para los
jóYenes jugadores de la organización
Spartak. Por otra parte, nunca fue una
figura decorativa: no se perdió una sola
sesión y, mientras que su salud se lo
permitió, trabajaba en dos cursillos
anuales con juveniles. Entre los que es·
tudiaron en la escuela Petrosian se cuen
tan los que llegarían a ser grande.
maestros Gelfand. Novikov, Matveeva}
Dojoian, además de docenas de futuros
maestros.
Final
Como recordará el lector, en su ju-
ventud Tigran Vartanovich estaba pre-
parado para sacrificar. Veamos ahora
una partida, disputada, no mucho an-
tes de su muerte, en el 50º Campeona-
to de la CRSS, que fue su último tor-
neo. A lo largo de 30 años su credo
creativo apenas había cambiado. En es-
ta partida podernos ver la misma con-
cepción no rutinaria para resolver los
problemas de apertura y medio juego.
Aunque, en general, aquel torneo no
fue en modo alguno el mejor en la ca-
rrera de Petrosian, esta lucha con su
viejo amigo y oponente, Lev Polu-
gaievsky, fue conducida como en sus
mejores momentos.
344
L. Polugaievsky-T. Petrosian
}.fosrú I 'N? 3
50º Carnjlnmato de la URSS
Defensa Moderna (A42)
l lZlf3 g6 2 d4 lLg7 3 c4 d6 4 i2:Jc3 e5 5
e4 0,c6 6 dxe5 ~xe5 7 t?;d4 a6 8 Jle2
c5 9 tl:Jc2 .~.e6 10 ~..::d5
La apertura ha sido jugada de forma
muv original y creati\·a, pero no nos
170
HJ
centraremos en ella. Creo que, objcti-
\.'amente, las blancas tienen ventaja pe-
ro debían haber jugado 1O izje3!, sin
apresurarse a ocupar d5.
10 ... Jll.xd5 11 exd5 ti',e7 12 0-0
Polugaievsky sin duda pensaba que,
una estructura así, con los dos alfiles, le
garantizaba ventaja. A menudo había
jugado (¡y ganado!) posiciones simila-
res en la India de Rey.
12 ... 0-0 13 llbl i:l'if5 14 b4 cxb4 15
J:[xb4 l/j}Jc7 16 .~b2 llfe8
1018
Las blancas han jugado b2-b4. explo-
tando el temprano debilitamiento 7 ...
a6. Pero esa decisión ha resultado ser
de doble filo, por cuanto no sólo ha
aparecido una debilidad en b7, sino
también otra en c4. Además, las negras
han conseguido la casilla c5. En tales
posiciones, había que tener sumo cui-
dado con Petrosian, porque siempre
encontraba oportunidades para crear
puntos fuertes y explotarlos con la má-
xima efectividad.
17 ll:íd4 lllxd4
Fs lógico que las blancas decidan cam-
biar su caballo de c2 por el de f5. Por
otra parte, aquí había una trampa inte-
resante: 17 ... %\Vc!'í?! 18 a3! a5, y si 19
::'tb5?, las riegrns podrían sacrificar su
dama: l 9 ... ll:íxc4 20 J:l.xc5 ll:íxb2 21
ll#d2 í21 ll:íxf5? lllxd l 22 ll:íxd6 :a:xe2 23
hxd] 21 "' 8xd4 22 axa5 ~xe2+
23 whl YacR, emergiendo con n·maja
de las complicaciones. Sin embargo, las
blancas también podían haber optado
por un inesperado sacrificio de calidad:
19 lt:Jxf5! axb4 20 lt:Jxg7 21 ,il.,d4

'f!/c7 22 f4, ganando pieza. El peón a
pasado se bloquea fácilm ente desde a l ,
mientras que Ja posición del rey negro
está muy debilitada. Estoy seguro de
que Petrosian ni siquiera consideraba
estas continuaciones. Seguramente vio
un plan claro para las negras: cambio
en d4 y él'id7-c5.
18 ..txd4 itJd7! 19 1'.e3
Está claro que las blancas, para mante-
ner la presión, evitarán el cambio de al-
files de casillas negras.
1039
En caso de la "normal" 19 ... tt:lc5, las
blancas podían haber jugado 20 'ií'd2 ó
20 'i!Vc2, o incluso capturado en c5. Pe-
ro e n este instante Petrosian modifica
bruscamente· el carác ter de la lucha,
con ¡su patentado sacrificio posicio nal
de calidad! Por otro lado, aquí este sa-
crificio es aún me nos forzado que en
otras ocasiones, en las que las negras se
enfrentaban a serios proble mas (véan-
se partid as núm. 299 y 300) , y no había
un moti'.'º especial para descartar 19 ...
tt:lc5. Esto pon e de relieve la pu reza de
la idea de Petrosian.
19 ... l:l.xe3!? 20 fxe3 tt:lc5
Las negras han conseguido lo que que-
rían: un "etern o" caballo en c5, com-
ple ta domi nación de las casillas negras
y un peón condenado e n e3. Polu-
gaievsky comprendió tres jugadas des-
pués que el peón n o podía literalmen te
defende rse.
21 'ii'c2 .l:te8 22 l:f3 .i.h6 23 fic3 fie7
Como puede verse, las blancas no pue-
den salvar su peón e.
T!GRAN IX
1040
Después de la correcta 24 @h l .txe3
25 l:tbl Ag5 26 ..td3 f5, las negras ten-
drían plena compensación po r la cali-
dad. Tal vez se ría más interesante jugar
con las pie zas negras, que d e todos mo-
dos gozan d e la iniciativa. Por otra par-
te, no está claro cómo podrían seguir
p rogresa ndo. Pero aqu í Polugaievsky
comete un burdo error.
24 l:l.b6??
Pierde la to rre en el acto.
24 ... tt:la4
Las blancas se rindieron.
Me parece que, aún sin este error,
las blancas se enfrentaban a una difícil
defensa, y que las n egras podrían ex-
plotar la su perioridad cualitativa de sus
p iezas, que neutraliza el teórico déficit
material.
En los últimos meses de su vid a, Pe-
trosian estaba gravemen te enfermo y se
le vio te rriblemente demacrado (como
sucede ría con su amigo Tal, u nos años
más tarde). No obstante, en la primave-
ra d e 1984, accedió a prepararme para
el match por el campeonato mundial
con Ka.rpov, e incluso llegamos a en-
contram os en u n par de ocasiones.
Recu erdo una recepción en la so-
ciedad deportiva Spartak, en celebra-
ción de m i triunfo en la final de Candi-
datos sobre Smyslov. Petrosian y Tal se
e ncon traban en tre los h uéspedes de
honor. Cuando alguien me preguntó
"¿Qué opina de Fischer?", respondí: "Esa
pregun ta deberían contestarla sus opo-
nentes, ¡las leyendas vivas aquí presen-
tes!". Al escuchar estas palabras, el ador-
milado Tal (estaba ligeramente sedado) ,
171
 Gary Kasparo,· - Mrs (;L'JL\LES l'REDECESoRts
levantó la cabeza y musitó: "Leyendas
apenas vivas ... ". Petrosian le dirigió una
severa mirada, pero luego, en seí1al de
complicidad, comenzó a reírse.
En junio cumplió 55 años. Podía
vérsele en el Club Central de Ajedrez,
en el Bulevar Gogol, y soüaba conjugar
en el segundo "Match del Siglo" (Lon-
dres 1984), preparándose para viajar
con el equipo y negándose a creer que
su enfermedad era incurable. Triste-
mente, sus días estaban contados. Dos
meses más tarde, el 1.3 de agosto, Ti-
gran Vartanovích fallecía.
A modo de conclusión, y como ya es
habitual, incluyo una selección de inte-
1·esantes opiniones emitidas por cam-
peones del mundo.
.Euwe: "Si buscamos en la historia
del ajedrez un 'doble' de Petrosian, lle-
garemos hasta Capablanca. Petrosian
no es un tigre que se abalanza sobre su
presa, sino más bien una serpiente pi-
tón que asfixia a su víctima. esperando
durante horas a que llegue el momento
adecuado para asestar el golpe decisi-
vo. Petrosian es un sobresaliente estra-
tega. Si comenzara a combinar un po-
co, sería imposible jugar contra él".
Botvinnik: "Entre todos nuestros
grandes maestros, Petrosian posee el ta-
lento más inconfundible y original: sitúa
sus piezas de forma tan astuta, que todos
los ataques sobre ellas son dificilísimos.
Se trata de un raro y sutil estilo, al que
resulta muy difícil adaptarse".
Smyslov: "Petrosian creaba magistral-
mente posiciones que exigían de sus
oponentes la capacidad de resolver pro-
blemas independientes en el tablero. Su
preparación de aperturas combinaba el
conocimiento de la teoría con el conoci-
miento de la psicología humana. A los
jugadores que no podían dar un solo pa-
so sin el lnfimnatar los llamaba, irónica-
mente, 'los hi1os del Infarmatar"'.
Tal: "Petrosian era, por supuesto,
un fenomenal talento ~jedrecístico . .Ju-
gaba con tanta profundidad y de forma
r.an interesante, que a veces encontraba
ideas que nunca les hubiesen pasado
por la cabeza a sus oponentes. Petro-
lll
sian tenía Ja técnica de Capablanrn y el
sentido del peligro de Schlcchter".
Petrosian: "Un jugador fuerte cono-
ce todas la reglas y leyes dd juq.:-o. lJn
jugador de talento conoce todo lo que
conoce un jugador fuerte, pero tam-
bién ve las excepciones a las reglas. Pe-
ro los mayores talentos del ajed1·ez (a
los que llamamos genios) gradualmen-
te transforman estas excepciones en
nuevas reglas. Así hasta el infinito,
puesto que el ajedrez es inago1able".
Spassky: -Petrosian era un hombre
muy inteligente, con un excelente sen-
tido del humor. Y también un jugador
con una percepción increíblemente su-
til. Quizá para un profesional, esto pue-
da considerarse el mavor de los talcn-
r.os. Por supuesto, tenía también un
colosal talento táctico. En general. era
un estratega, pero también era táctico
por naturaleza".
Fischer: "Petrosian tenía la capaci-
dad de ver y erradicar el peligro con 20
jugadas de anticipación. Yo estaba per-
plc:jo por la capacidad de Petrosian
cuando, tras haber conseguido una po-
sición excelente, continuamente des-
cubría maniobras para mejorarla".
Karpov: "Petrosian era tan capaz de
combinar como Tal, pero contenía su
talento para jugar de forma puramente
posicional".

l trabajar en este capítulo, ine,;-
A peradamente descubrí que el
juego de Boris Vasilievich
Spassky (nacido el '.-10 de enero de
1937), a diferencia del de sus inmedia-
tos predecesores (Botvinnik, Smvslov,
Tal y Petrosian), no permite una clara
división de componentes, lo que lo ha-
ce único e irrepetible, Con Spassky to-
do es un tanto difuso y borroso, y esto,
obviamente, confirma su imagen de ju-
gador universal. Se considera, en gene-
ral, que el estilo universal en ajedrez su-
pone la capacidad de jugar los más
variados tipos de posiciones, es decir,
como en el caso de Spassky.
Esta convicción general acen:a de la
universalidad de Spassh ignora el he-
cho de que. desde la infancia, tuvo una
marcada inclinación a un juego agudo,
de ataque, y que poseía un espléndido
instinto para desarrollar la iniciativa.
Estos hábitos, creo, fueron cultivados
en él por su primer entrenador, Zak, y
desarrollados y consolidados luego por
Tolush. La debilidad por los ataques
brillantes puede detectarse a lo largo
de toda la carrera de SpasskY.
En cualquier caso, es posible captar
los rasgos principales, dominantes en
el .iuego del décimo campeón mundial
que fueron inculcados va en su juven-
tud, como a un nivel 'genético. A
Spassky, magnífico en la conducción
del ataque directo al rey. le de
modo especial el centro fuerte y móvil
v un desarrollo libre de Por otra
parte, también fue aprendiendo gra-
dualmente a maniobrar de forma sutil,
a defender posiciones inferiores v a ju-
gar el final con una buena técnica. Y lo
hacía todo igual de bien. aunque con
HORJS X
una especie de exagerada indiferencia:
bueno, si es un ataque, es un ataque ...
si es un linal, es un final.
Pero a la menor oportunidad.
Spassky era capaz de demostrar su in-
nata habilidad para abrirse paso en po-
siciones complejas, ricas en táctica y ca-
rentes de directrices. De modo que las
raíces ajedrecísticas de Spassky están
mucho más próximas a Chigorin, Ale-
khine y Tal que a Botvinnik, Smyslov v
Petrosian. Es posible que esto expliqu<'
por qué en sus mejores años ni 'fal ni
Korchnoi podían jugar con él. Segura-
mente porque su juego, sobre todo el
de Tal, podía ser leído por Spasskv co-
mo si se tratase de un libro abierto.
"Estoy seguro de que el ajedrez tie-
ne un espléndido futuro, porque es
una lucha et<':'rna", piensa Boris Vasi-
lievich. "Ha llegado la era de la infor-
mática, que todo lo influye: análisis.
preparación, información. Ahora se
requiere un talento distinto: la capaci-
dad para sintetizar ideas. Por el mo-
mento, <'I hombre sigue estando al
frente", añade.
La catástrofe de Riga
La carrera de Spassky no es muy tí-
pica de un campeón del mundo, por·
que abunda en intensas ascensiones e
increíbles caídas. Su comienzo fue, qui-
zá. uno de los más brillantes. A. tos 10
ai1os, Bm·is comenzó a estudiar con el
conocido entrenador Vladimir Zak. A
los 15 participó en el Campeonato
adulto de Leningrado (l. Taimanov; ~.
Spassky; ~. Levenfish: 4. Korchnoi ... ),
v a los 16 tuvo una extraordinaria ac-
tuación en el torneo internacional de
l 7!1
 Garv Kasparov 'vfis CE~L\l.ES PRElJH:FSORf~
Bm:are'il (1953), en cuva primera ron-
da consiguió una memorable victoria
sobre Smyslov, logrando el título de
maestro internacional.
"Es divertido, pero me ayudaron las
autoridades soviéticas", recuerda
Spasskv. "El torneo comenzó nm los ju-
gadores sm·iétícos quitándose puntos
unos a otros, v como consecuencia. el
húngaro Laszlo Szabo tomó la cabeza.
Entonces llegó un telegrama de Mosní:
'Basta con este escándalo. ¡Comiencen
a hacer tablas entre ustedes!"'. Por su-
puesto, era bueno que vo hubiese gana-
do ya un punto contra Srnyslnv, pero
creo que no me hubiera resultado fácil,
dada mi inexperiencia. hacer tablas
con Bolesla,·sky y Petrosian. Sin embar-
go, dadas las circunstancias, nos some-
timos a las órdenes del Kremlin".
A los 18 aúos, Boris tuvo un exce-
lente debut en el 22" Campeonato de
la URSS (1955), que también era tor-
neo zonal. Al finalizar a sólo medio
punto de los vencedores, Geller· y
Smyslov, compartió el 3º-6º puestos con
Borvinnik, Petrosian e Ilivitsky, clasifi-
cándose para el Torneo Intcrzonal, y
en éste consiguió un puesto para el
Torneo de Candidatos, de paso que se
proclamaba camperín mundial juvenil.
En el Torneo de Candidatos de
Amsterdam ( 1956), no er·a realmente
nn aspirante al primer premio, pero en
cualquier caso, compartió el 3u_7u pues-
tos, a s<'ilo medio puJJto de Keres, y a
dos del \'encedor, Smyslov. Vasili Vasi-
lif'vich estaba. por supuesto, m~ís allá
de toda posible comparación: entonces
era, sin duda, el jugador m;Ís luertt' del
mundo (había ganado dos ciclos suce-
sÍ\us de Candidatos v disputado tres e11-
c11cntros con Botvinuik¡. En Amster-
dam. Smvslov sólo perdió una partida ...
¡precisamente ante Spassky! Fue, por
cierto, una partida muy característica:
tras queda1· en una posición estratégi-
camente desesperada, con negras, el jo-
ven Spassky exhibió una asombrosa va-
riedad <le recursos y logró confundir a
su formidable oponente hasta tal pun-
to <¡ue l'.'lC no fue ni siquiera capaz de
linnar unas tablas.
! 71)
lll
Parecía que d porvenir de Spassky
seguiría deparándole los mismos éxi-
tos. En el 23º Campeonato de la URSS
( 1956), compartió el primer pt!esto
con Taimanov y Averbaj, con un punto
de ventaja sobre una nueva estrella, el
joven maestro (19 años) de Riga, Mijail
Tal (a quit'n, por cierto, aplastó en su
partida). Sin embargo, en el siguiente
Campeonato de la VRSS ( 1957), los pa-
peles se invirtieron: Tal se prodam6
campeón por primera vez, mientras
que Spassky finalizó 4º, a un punto del
ganador. Así, se desarrollaría una agu-
da rivalidad entre los dos líderes de la
nueva generación.
La siguiente e inusual partida es ca-
racterística del estilo y talante creativo
del Boris de entonces.
- ..· - - - - - - · - - - - - - - -------
345
B. Spassky-R. Jolmov
1'v1osrú 1957
24º Campmnato de la UR.S.'i. 6" »•ll(la
Defensa Nimzoindia ( E3 l)
1 d4 ¿;/)f6 2 c4 e6 3 lLic3 J¡~b4 4 .'<kg5
Esta variante de apertura. hoy medio
olvidada, fue heredada por Spasskr de
su primer entrenador, Zak. Boris obtu-
vo con ella varias notable~ victorias, co-
menzando por la mencionada partida
contra Smvslov de 1953. Sin embargo.
esta variante. llamada Leningrado.
nunca füe muy popular, debido a los
evídenles detectos estrn1égicos que se
producen en la posición blanca. En ge-
neral. los resultados no son rnHv favora-
bles a las blancas, a excepción de las
partidas de Spasskv: ¡+ 17 -1 =11!
4 ... h6
Una varianle algo dístillta signe con
4 ... c5 5 tfi j1,:_xd+ 6 bxd eb 7 l2Jf3 (7
d6!?: Spasskv) 7 ... d6 8 .'ijd2 ht1 9 .\!,.h4
ií.Jbd7 10 e3 ~Zlf8 l l _,td3 i;2g6 12
0-0 (es rn~ís precisa la iurncdia1a 1
ll::e7: y rnn i¡,.,•ualdad) 13 0-0 t'i.Je7
H f4!, con lucha intensa (Spas~k\-Lar­
sen, Belgrado 1970, 1'v1atrh drl Siglo. 1º
ronda).

5 .&.h4 c5 6 d5 .~.xc3+
Smyslov se defendió contra Spassk\' con
6 ... exd5 7 cxd5 d6 8 e3 t/Jbd7. Keres no
tuvo éxito en dos ocasiones, con 6 ... d6
7 e3 e5 8 ·:/Je2 tllbd7, mientras que Tal
sólo tuvo éxito con la aguda 6 ... b5'.?
(tomo II, partida núm. 289).
7 bxc3 e5
Este esquema es el causante del descen-
so de popularidad de la Variante Le-
ningrado. Cieno que nm este orden de
jugadas es posible la aguda línea 8 rl6!?
t.Llc6 (Spassky-Timman, Tallinn 1973)
y, para excluirla, es preciso jugar 7 ...
d6! 8 e3 c5, o bien 8 ... W'c7!? 9 .~d3
tllbd7 10 "Lle2 ( 10 "L:lrn c5, Timman-Ro-
manishin, Tilburg 1985) 10 ... &::Je5! 11
dtxHi ~xf6 12 0-0 ~h4! 13 t2lt4 ~l:íxd3
14 ~xd3 e!'í, con juego C'Ómodo (l'vfi-
les-Karpov, Tilburg 1986).
8 'ii'c2
La alternativa es 8 c3 d6, y es malo ju·
gar 9 J/d'.P! e4! 10 .\(;s2 (10 _lt~xc4? g5)
10 ... g5 11 'iJ/:/c7 12 h4 l:lg8 13
hxgf¡ hxg5 14 i1Jbd7 15 'l'hl Wd8!
16 a4 a5 17 :l:a2 t¡,7 18 J;.h6 ::¡a6 19
'l'b5 Wb8 20 :l:b2 wa7 21 'l/Hb3 éí'íg4 22
i::th 1 f5 23 ~d l llb6 ... 0-1 (Williams-
Karpov, Olimpiada de Niza 1974). Des-
pués de 9 lt:it3, además de 9 ... l'l:Jhd7,
las negras pueden jugar tanto 9 ... 'i!ie7
JO ti::id2 g5 11 ~g'.~ .ltt5 12 h 4 l:í:g8
(Spassky-Tisdall, Olimpíada de Saló11i-
ca 1988), como 9 ... h;f5 10 ti:Jcl2 g5 ll
\li.g3 CiJbd7 12 f3 ~-g6 l'.1 e4 W!e7
(Spasskv-Short, Zurich 2001, rápidas).
En esta partida, una de las últimas pu-
hlicadas de Horis V<L5ilievich, ;las blan-
cas volvienrn a ganar:
8 •., d6 9 e31//iie7 10 .í:Jf3 Lt:íbd7
En posteriores partidas a la de Spassky
se ha jugado 1O ... g5 1 1 ~ g3 e4 12 [iJd2
.l1U513 l=tbl.
ll tl.ld2 e4!
Una razonable alternativa es 11 ... g5
(pero no 11 ... 0-0?! 12 $d3!) 12 ig3 <·4!
Por ejemplo: 13 h4 l:g8 14 l:bl •>Í;>d8 Ui
hxg!1hxg5 Híub2Ci:fB 17~bl :2Jg6 IH
a4 te8 19 .;ub:~ 'ii!icl 20 ,ie2 :;.bs 21 ºd2,
tablas (Spassh-Sax. Solíngen 1lJi'')).
HORIS X
1011
El sólido baluarte central de las negras
priva a la posición del dinamismo que
tanto necesitan los alfiles contrarios, y
restringe toda posible actividad de las
blancas en las columnas h y b. Actual-
mente, la correccíón del esquema ne-
gro es algo que conocen hasta los juga-
dores jóvenes.
12 0-0-0!?
;Sorpresa' .Jolmov esperaba 12 Jll.c2 0-0
13 0-0, y pensaba jugar 13 ... ~e8 14
l:he 1 g5 15 ~g3 tllf8 1fi f3 cxf'.3 17 iLxf3
Cug6. Pero el cemro está tan bloqueado
que ambos reyes se sienten seguros en
cualquier parte dd tablero, y sus (a me-
nudo plácidos) movimientos est<in dic-
tados, en gran parte, por la necesidad
de co11cctar las torres. Así, después de
12 es perfectamente bueno 12 ...
g[¡ l'\ ,ikg3 [i)f8 14 h4 l:g8 152'.b1 ;t·d8!?
1G h!i <Lí8d7 17 llb2 (ue5 18 ébxe,1 i;J:5,
con igualdad (Rubinetti- Polugaievsky,
\far del Plata 1971).
12 ... 0-0!?
Sólo después de esta respuesta 11at11ral.
se aviva la batalla. Las cosas hubieran si-
do m;is tranquilas con 1~ ... g5 l '.1 \;'.; g~~
0_J'8. Por ejemplo: H ~4 llg8 15 hx¡(>
hxg5 16 @b2 _:3/J5 17:!lb1 0-0-0, con po
si bi liclades similares (Medina-\'ein-
gold, Ceuta 1993).
13 g4! g5!
\frdi(• siglo atrás, una jugada <isL
abriendo la harrer.J. del l'C\'. sólo lrnbina
podido hacnla llllO de los pocos
pero en realidad es posici,malmente co-
rrena: 'uando tienes un íucrte n:·1Hro,
177
Garv Kasparov - \1is Gl:'.\"L\U:S PREDECESORES
no debes temer operaciones de flanco
por parte de tu oponente.
14 ~g3 tíJe5! 15 h3
No, por supuesto, 15 tíJxe4? 'llxe4 16
~xe4 li,xg4!
15 ... fl:ig6
Explotando el hecho de que su peón
central estaba indirectamente protegi-
do, las negras no sólo han nm1pletado
un útil reagrupamiento, sino que tam-
bién han obligado a su oponente a rea-
lizar una ''superflua" jugada de peón.
16 1Le2 ~e8 17 ld:dgl ;kd7 18 h4 J:ab8?!
En opinión de Jolmov. era mejor 18 ...
a6!, pero no 18 .... íli.xg4? 19 hxg5 hxg5
20 .W.xg4 (iJxg4 21 ~xd6:
19 hxg5 hxg5
Ambos bandos completan sus prepara-
tirn~ para la batalla, pero Spassky es el
primero en entablarla, con un repenti-
no golpe combinativo cuyas conse-
cuencias, por el momento, no están en
absoluto claras.
20 l:h5!
Las blatKas no se dejan tentar por la
rutinaria 20 !lh6 a6!r 21 l:ghl b5.
20 ••• tíJxh5 21 gxh5 ..:l:Jf8
¿Para qué han entregado calidad las
blancas? La respuesta se encuentra en
un nueyo e inesperado sacrificio, que
lleYa la partida al mundo de los irracio-
nales balances de matt'rial.
22 i'.i.;xe4!!
"Tras larga reflexión, Spasskv encuen-
tra una inteligeme posibílídad. Las na-
178
111
turalt's 22 \iLh4 ú 22 ~f4 no habrían
conseguido nada debido a 22 ... ffi"
<Jolmov).
22 ... ~xe4 23 '!Wxe4 J:i:xe4 24 jo_xd6
.:.he8
"Difícilmente era más fuerte 24 ... &c8
25 J::!:xg5+ wh8 26 ~e!í+ l:íxe5 27 l:l.xe5
.!':::CS 28 l:l:xe8 11.xe8 29 c4 .5.2Jd7 30 f4 f6,
y el caballo tiene que proteger la casilla
<":Í. De haber estado la torre en a8, sería
posible 24 ... ffi. Por supuesto, al jugar
l8 ... .!J.ab8, las negras no podían haber
previsto una cascada así de sacrificios"
(Jolmov).
25 lhg5+ Wh8 26 ~xc5
En sólo seis jugadas, la posición -;e ha
vuelto irreconocible, sin que, sin em-
bargo, cambie la eYaluadón de "com-
plicada". Pero el colorido espectáculo
no termina aquí.
26 ... f6 27 k!.g3 b6 28 il.d4 tt:Jh7 29 ód2
.!:g8 30 llg6!
Con cuatro peones por una torre. ¡las
blancas no tienen nada que objetar a
un final!
30 ....tes 31 .~d3!?
Este nueYo sacrificio es la seúal de que
van <1 producirse más cambios, aunque
extremadamente originales. Según Jol-
mov, después de 31 .~.xfü+ (:H l'hf6:
l:xd4+ 1) 31 ... /:L:ixm 32 :\xf6 c;;;g7, las
negras podrían haber acti\·ado gradual-
mente sus piezas, mientras que el orde-
nador estudia meticulosamente la res-
trktiYa 31 wxg8 32 Hl?
31 ....J.i.xg6 32 hxg6 J:íxd4 3'.l cxd4 /:L:if8
El estricto materialista Fritz evalúa este
original final de "torre sola" a fayor de
las blancas. Pero en situaciones con una
1·elación de fuerzas tan heterogénea no
se puede confiar en el programa. En
realidad, en las últimas 13 jugadas am-
bos adversarios han protagonizado una
escena de acción, sobre la qm· se han
vertido ríos de sangre, pero cuvo desen-
lace más hígico deben ser las tablas.

1043
34 c5 bxc5 35 dxc5 12ld7!
Este "reverso" del caballo permite man-
tener el equilibrio, mientras que la co-
diciosa 35 ... 12lxg6? habría sido castiga-
da con 36 ;txg6 l:t.xg6 37 c6 l:g8 38 c7!
@g7 39 d6 @f7 40 d7, etc.
36 c6 12lb6 37 e4!?
Agudizando el juego en apuros de
tiempo. La correcta 37 d6 habría asegu-
rado las tablas. Por ejemplo: 37 ... l:l:d8
38 d712lxd7 (38 ... 12la8? 39 wc3 + -) 39
cxd7 l'::xd7 40 f4 f5 41 we2 :1.d5 42 ~c4
:::!.d6 43 ~f7 wg7.
37 ... wg7 38 1i,a6
Se requiere precisión por parte de las
blancas, a fin de e\itar un bloqueo so-
bre casillas negras. Por ejemplo: 38
li,b5'! @xg6 39 d6 l:'í.d8 (o bien 39 ...
wf7, \'la amenaza we6 1 tüerza la deses-
perada 40 c7 l:t.c8 41 d7 12lxd7 42 li,xd7
:Gxc7) 40 d712la8 1 41 j,c4 ( 41 \;?; c3 wf7!
0
42 @d412lc7 43 a4 cJ;;e7 44 cJ;;c5 ~Lie6+ 45
wd5 l:(g8 46 wc4 wd6 - +) 41 ... @g7, se-
guido de cJ;;f8-e7 y .!d.h8.
También es interesante la inmediata 38
a4!?, con idea de que si 38 ... &c:Jxa4? 39
d6 y 40 c7, explotando el matiz de
que @xg6? es malo, en \'Ísta del avance
e4-e5+! Sin embargo, después de 38 ...
a5 39 ~b5 wxg6 40 wd3 cJ;;f7, la torre
negra debería contener la avalancha de
peones.
38 ... @xg6 39 a4 ~f7
Unas sencillas tablas se habrían produ-
cido en caso de 39 ... 12lxa4 40 c7 12lc5
41 c8'i' Bxc8 42 j;,xc8 12lxe4+ 43 \t>e3
12ld6 44 ~e6. Un último problema
plantearía 39 ... CiJa8! 40 Wc3 j¿d8 41
BORIS X
~c4 12lc7 42 Wd4 Wg5! (no 42 ... 12le8?
43 f4!) 43 @c5 12le8, pero la inesperada
maniobra 44 ~e2! cJ;;f4 (44 ... a5 45
_td 1) 45 ~-.h5! hubiera conservado el
equilibrio: 45 ... 12lc7 46 d6 12la6+ 4 7
\t>d512lb4+ 48 @c512ld3+ 49 Wd512lb4+.
40 a5 12la8!
Después de 40 ... 12lc8? 41 f4, las blancas
amenazarían tanto e4-eS como ill.xc8.
41 ~c4 k!.d8
La última jugada fue la secreta. Un bre-
ve análisis de la variante 42 f4 12lc7 de-
mostró que tras 43 d6+ wg6 44 e5 fxe5
45 fxeS @f5 46 @c3 wxe5 47 dxc7 l:k8
48 .lli,a6 Mxc7 49 ii,b7, las negras no
pueden hacer retroceder al rey blanco
Qolmov), mientras que después de 43
@e3 @e7 44 cJ;;d4 12le6+ 45 We3 12lc7,
ningún bando puede evitar la repeti-
ción de jugadas. Por consiguiente, ta-
blas. ¡Cna hermosa lucha de fantasía
por parte de Spassky!
Llegó entonces el siguiente Cam-
peonato de la URSS, el 25º, en Riga
( 1958), que también era Torneo Zonal,
con cuatro plazas en juego para el In-
terzonal. Pero para Spassky, que por
entonces soíiaba ya con alcanzar cum-
bres de vértigo, eso no era bastante:
quería demostrar quién era quién. Seis
rondas antes del final, marchaba en ca-
beza con una excelente puntuación: 9
(de 12), un punto por delante de Pe-
trosian y dos de Tal. Había logrado es-
pléndidas victorias sobre Bronstein,
Furman y Krogius, y su partida con Po-
¡ugaievskv sería considerada la más bri-
llan te del torneo.
346
B. Spassky-L. Polugaievsky
Ri¡.;a 1958
25" Campeonato de la URSS
Defensa Siciliana (B94)
1 e4 c5 212lf3 d6 3 d4 cxd4 412lxd412lf6
5 12lc3 a6 6 ii,g5 12lbd7
Un esquema de moda en aquella época.
Entre sus inconvenientes se encuentran
179
Garv Kasparu1· \lis LE:\L\LES PRr.IH.n.soRr:~
el hecho de que descuida el caballo de
d4 y el constante peligro de invasión de
las blancas en d5 y efi. En 1958, la extre-
madamente audaz \'aríante Polu-
gaievsky aún no estaba preparada para
sufíir un test a nivel tan importante.
7 ..&c4 V/Na5 8 11Wd2 e6
En la famosa 19ª partida del match
Spassky-Petrosian (\Ioscü 1969), las
blancas ganaron con un ataque directo
al rey después de 8 ... h6?! 9 ~xfG!
CiJxf6 10 0-0-0 e6 11 l:r.hel Jle7 12 f4 0-0
13 ~.b3 Jle8 14 ~bl ~f8 15 g4!, dando
un paso importante hacia la corona. La
panída concluyó así: 15 ... tLJxg4 16
'i!!Vg2 tLJfü 17 cigl ~di 18 f5 wh8 19
J::!.dfl 'i'd8 20 fxe6 fxeG 21 e5 dxe5 22
tt:le4 tt:lh5 23 l/Hg6 exd4 24 tt:lg5 (l-0), ya
que si 24 ... hxg5, 25 ~xh5+ ·;,í;>g8 26
~f7+ li>h7 27 l'H3, y las blancas ganan.
9 0-0-0 b5 10 .ílb3
En caso de 10 Spassky considera-
ba que 1O ... b4! sería una fuerte répli-
ca: 11 .'txa8 bxc3, con buen contrajue-
go. Una evaluación confirmada por los
correspondientes análisis.
10 ... Jlh7 11 J:r.hel Jle7
Si las negra~ optasen por actividad an-
tes de completar el desarrollo con l I ...
h4?, serían castigadas con la estándar
12 t/Jd5!, pero sí es posible 11 ... 0-0-0!?,
como en las partidas Sherwin-Res-
hevsky, Nueva York 1959 y Gulko-Pe-
trosian, Moscü 1976, 44º Campeonato
de la URSS.
12 f4
!044
180
111
12 •., &2Jc5
12 ... b4? de nuevo es malo debido a L3
fi..od5!, y después de 13 ... exd5 14 exd5
wrn l!í :l'.xe7! lt>xe7 16 tL'lc6+ Jlxc6 17
dxc6, las clf·lensas negras se vienen rá-
pidamente abajo.
13 e5?
La imprecisa puesta en práctica de una
interesante idea. Lo correcto es 13
.íli.xf6!, ya que Iras 13 ... gxfü?! se habría
estropeado la formación de peones de
las negras: 14 wbl (no 14 .1;,d5?! b4!,
Strekalovsky- Polugaievsky, Sv('rdlovsk
1958) 14 ... 0-0-0 (14 ... M?! 15
Tal-Johannsson. Estornlmo 1961) J 5
a3! wb8 16 f5 -2ixb3 ] 7 cxb3, con venta-
ja blanca.
13 ... ~xf6 14 e5 dxe5 habría traspues-
to a una posición de la partida (no es
mejor 14 ... i.,h4 15 g3 .í!Ld8 16 cxd6 0-0
l 7 a3 Jtf6 18 ;,ka2, Korchnoi-Polu-
gaievsky, Sochi 1958).
13 ... dxe5 14 Jtxf6
No hay alternativa: 14 fxe5 es desfavo-
rable debido a 14 ... tLJfd! 15 -2ixe4
t!Vxd2+ 16 i.xd2 Jbe4.
14 ... Jhf6?
El error compensatorio y fuente de los
ulteriores sufrimientos de las negras.
Sin la menor indecisión, un gran maes-
tro moderno habría respondido 14 ...
gxf6! 15 fxe5 0-0-0l 16 exf6 ;,kxf6 17
'li'f2 ~g7, con la pareja de alfiles y un
juego excelente. Tal es el precio que
hay que pagar por una jugada errónea
en la Defensa Siciliana: ¡una sola im-
precisión produce un inmediato cam-
bio de escenario!
15 fxe5 ..lil.h4 16 g3 ..lil.e7
Para alcanzar la felicidad completa, a
las negras sólo les queda enrocar, pero
aquí Spassky encucnlra un espectacu-
lar golpe en el punto c6, que comienza
la batalla decisiva.

104'}
17 ~1xe6!
El vitjo comelllario de Spassk) y el
maestro Dmitri Rmner (que por en-
tonces le ayudaba), tiene una intere-
sante lecmra: "Lna de t'.sas pequei1as
combínacion<.:'s que a menudo son ne-
cesarias para concluir el ataque. La ju-
gada textual subraya los i11convenientes
dt' 6 ... cZJbd7, a saber, que no lucha por
la ca~illa d~". Esta categ<'iríca afirma-
ción, e11 el espíritu de un Tarrasch o un
Botvinnik, se basa en gran parte en el
hecho de que las hlancas ganaron la
partida. l'n fascinante an<ílisis moder-
no. con ayuda ele la computadora, de-
muest r.i que queda un largo camino
para concluir el ataque.
17 .•. 0-0?
No tocio el mundo es capaz de mante-
1wr Ja compostura al recibir un ''rega-
lo" así. Polugaievskv decide cnl1egar el
peón, a fin de alejar a su rev de la línea
ele fuego. Incluso asume gue la diago-
nal del alfil enemigo se alargar<\, aun-
que esto hará más difícil la tarea de las
negras.
Tocios los comentaristas se limitaron a
mencionar la desesperada posición del
rey negro después de 17 ... fxe6? 18
'dxe6 :d8 ( 18 ... .:Lixe6 19 'i#d7+ @f7 20
.!lfl+) 19 'Llxg7+ ltl7 20 'i#h6, o de 17 ...
cZJxe6? 18 iUxe6 fxe6 19 'i#d7+ wf7 20
l'!.fl+. No es mejor 17 ... b4? 18 ii-xf7+!
wxf7 19 lWf4+ @e8 20 lllfS i2:1di 21
llld6+ ~xd6 22 exd6, ni tampoco 17 ...
l',!d8; 18 "itxf7+'. (18 .~b3 b4 19 'lkí'f4!
0-0. como en la partida) l 8 ... ~xf7 19
'!Wf41 'it'e8 (19 ... Wg6? '.W '!Wf5+ lth6 21
<lie6 + -) 20 lt:lf5, con fuerte ataque.
RoRts X
Pero un jugador sin nervios (un orde-
nador) in<Csperadamente responde
17 ... ~d8!, defendiendo la débil casilla
d7, y creando la amenaza -~.g:'>. Las
blancas no tienen elección: 18 ~xf7+!
(no 18 ~f2?'. fxe6 19 0xeti f.'.Jxefi 20
I::xd8+ Z'.:xd8 21 %fb6 ~-c8 22 'l!'Vcfi+
id7! 23 %\'xa6 0-0, con excelente cmn-
pensaci<'ín por la dama) 18 ... ·;i;ixf7 19
W41f4+ \!tg8 20 t2Jf5' (poco se consigne
con 20 CL)dxb5 ~IR 21 ~c4+ !if7 22
'l!lfxf7+ •;bxf7 23 l2:Jd6+ í!i.xdfi, co11 igual-
dad) 20 ... f4'f8! 21 e6! (21 (l:ldf>)~ .©xd5
22 l'!xcl5 C:Je6) 21 ... hfi
Diagrama de anáJi,is
22 h4! (la úníca forma, pues 22 c?Jxe7-'-
'li'xe7 sólo reporta una compensación
insuficiente por la pieza: 23 tlíd5 \!>.xd5
24 lXxc!5 );í'.c8; 23 'i!'f7+ w+'xf7 24 exf7-t
~xf7 25 M l:he8 26 bxc5 !he 1 '27
::::xe l l:k8; 23 b4 tlíxe6 24 J:'M6! ~.c8 2!'í
1L.;c!Pí .!i:ixf4!:i 26 8xe7 + <J,.'f7 27 Ci;xcR
~hxc8 '28 gxf4 :!'.k4, y las tablas son d
resnltado más probable), y de repente
entra un nuevo protagonista en escena:
el peón b, con su avance a b4. Veamos:
l) 22 ... g6 23 ftjxe7+ 'li'xc7 24 b4'. nrn
25 w+'e5 .~f3 26 bxc5 ~xdl 27 tí:Jcl5 ll#g7
28 e7 'lixe5 29 exf8~+ ~xf8 30 ::'í:xe5
\H'.'I 31 c6 .~xd!í 32 .l:.xdS +
2) 22 ... ¡;¡es 2'.i b4'. ~xe6 24 llxe6
$xb4 25 1he8 .,ta3+ 26 Wb l lixe8 27
'Wic7 Wg6 28 lld7l 1fexfü 29 J::i:xg7+ Wf8
30 ::Xd7 liefg8 31 1/!lí'xb7
3) 22 ... >t?h7 23 b4! ©Jo 24 e7 'ffc8! 2!'í
(iJdS!! (no está claro 2S t'i:\d6 tlib3+ 20
axb3 lifxc3 27 it:lxb7 lib2+ 28 ltd2
~c3+ 29 <j(e2 Wxc2+ 30 l'!d2 'ffg6 31
k[d6 llhe8) 25 ... i..xcl5 26 it:ld6! tl:lb3+!
27 axb3 ~d 28 ~f5+! gG 29 >j/fxd5
18 l
 Kasparov - ~lis t;[~L\LES PREDEn:soRES
'l/Hb2+ 30 ~d2 ~c3+ 31 ~e2 ~,xe7 32
élle4'. 'lfg7 33 :n ::í.hf8 34 \ie6 :a7 35
c3, y las blancas deberían ganar.
A~í,después de la mejor jugada, 17 ...
las blanca.' deberían haber con-
servado lo que probablemente fuese
una n~ntaja decisiva, pero el joven
Spassky se hubiera dsto obligado a en-
contrar toda una serie de brillantes ju-
gadas.
18 ~.b3
Tambh;n era buena la sencilla 18
que le concede una poderosa iniciativa
a las blancas después de 18 ... h·l 1!el &?_;f5
:!:ae8 20 l!Je4 éllxe4 21 y una gran
ventaja en el final despu(·s de 18 ...
~xd5 19 &Jxd5 '1Wxd2+ 20 ~xd2 ffi.g5+
21 ~e2.
18 •.. =tad8 19 'lilVf4 b4
10-!7
20 ..'iia4!?
En el libro Bo1is Spassky \ 300 \tin.1, esta
espectacular jugada se califica con dm,
signos de admiración. aunque hu-
biera preferido la simple 20 con
evidente ventaja: 20 ... .;¿jxb3+ (si 20 ...
l'tde8. las blancas tienen la decisiva 21
cLia4: :iJxa4 22 ::l,d7 /;'Jc5 23 '2'ixe7+ ~hH
24 .i;.xf7! li::xd7 25 hxg6 26
'ii'h4++) 21 axb3 bxc3 l!Jxe7+ ~h8
23 ;i?b l, etc.
20 ... h6?
Completamente grorz...ifi por esta cascada
de sacrificios, Polugaíevsky de nuevo
rehúsa tomar la pieza, aunque de ha-
cerlo dificultaría considerablemente la
victm·ia de su oponente. "Después de
182
111
20 ... it:lxa4'', escriben Spassky y Rorner,
"las blancas pensaban responder 21
llíf5 l:xdl + 22 I:txd1 ~c!1231!g!1 g6 24
!Z)h6+ (tambir'n f'S fuerte 24 'llf/f6 gxf5 25
'l:,d7: G. K.) 24 ... Wg7 25 l!Jg4, ganando.
O bien 22 ... ~d8 23 ~xa4 ( ?: G. K. }. \
23 ... \ixa4? falla, por 24 l:.xd8! l1xd8
2!1
Sin embargo, en la úhima variante. des-
pués de 23 ... h6!, la amenaza (el
mismo tema combínatívo de 7 ...
WdH!, que a un humano puede esca-
pársele ¡pero nunca a una máquina!)
le concede a las negras un tiempo mm·
importante, y ahora son las blancas
quienes tienen que pensar en cómo sal-
var la partida: 24 ñx<l8 :::Xx<l8 25 .\((.b3
'lWb6 26 it:ld6 '@'g 1+ 27 ~d2 28
st·e3 .4'.d!1. o bien 24 h4 l"Yxa1 'llf/g4
g6 2(j ¿i::Jxh6+ 2i it:Jxl7! .ii ei: 28
iijd(i J:í'.f2 29 '.~O '~d3 JtaR.
Aun así, Spassky podía esperar ganar,
tras 22 ... .í!;,d8!, con la incisiva réplica
23 e6!!
1048
Diagrama de análisis
Ahora son flojas tanto 23 ... fxe6? 24
:t:::h6+! gxh6 25 Á\.xeo+ .,:i;;g7 26 .i'M7+ \
mate, c~m10 2:1 ....áfü? 2;1 'L:h6+! ~hS
(quizá sea más práctico jugar 24 ...
gxhfi 25 '!Wxfü ~g5+ 26 'lilVxg5 hxg5 27
ext7+ 1Pg7 28 ,í!Lxa4 &xf7, con algunas
posibilidades de tablas) 2'¡ !iJxf7+
26 e7 ilxei 27 ,'/Jd6+ ~h8 28
íWhf> 29 lld8! l'íxd8 30 t2;xd8
ét:Jf7+ 'lifxl7 .32 .ítxf7 j/,xt4+ :~3
una bonita victoria. Sólo queda
it:lc!1, v ht-; blancas sólo tienen un modo
de . ventaja: 24 e7' ~~;xh3+ 2!1
26 (uxe7+ ~hs 27 '¡l,¡idfi'
ile8 28 'l!'.ld7 í::tb8 29 wbl. e1c.

Como es evidente, por las notas a las ju-
gadas blancas 18 y 20, no hav necesidad
de tantas emociones. Sin embargo,
Spassky, un arlista por naturaleza, sen-
cillamente no podía privarse a sí mis-
mo (¡ni al público'.) del placer de jugar
de la forma más espectacular. En el pe-
ríodo de su ascensión a las cumbres del
ajedrez, destacaba por su fenomenal
intuición, sobre todo al condurír el ata-
que y, a veces. no se tomaba la molestia
de efectuar cálculos concretos. Tampo-
co esta vez le abandonó su intuición.
La partida fue premiada como la más
hríllante del torneo, por lo \'isto no só-
lo a causa del golpe 17 jtxe6!, sino tam-
bién por el inesperado salto 20 1Ua4!?
211Uxc5! 'llfxc5 22 h4
Se ha disipado el humo de esta breve
(¡sólo cinco jugadas!) pero feroz bata-
lla, y el campo está despejado. Las blan-
cas tienen un peón de ventaja, con una
persistente iniciatha.
22 ... ~d5 23 1Uf5 ~xh3 24 axb3 .:xdl +
25 !txdl ~c8 26 'ile4 iif8 27 e6 fxe6 28
'!Wxe6+ ~h8 29 '@'e4 '!Wc6 30 '!Wd3
También era decisÍ\'O el inmediato
cambio de damas 30 'llfxc6 l'::hxc6 31 h5
í::i:f6 32 g4 g6 33 hxg6 :Llxg6 34 :.d8 t\g8
35 ~d l, etc., pero por ahora Spassky
mejora su posición.
30 ..• b:e8 31 h5 ~e7 32 0xe7 ::xe7
33 '!Wg6! 'lie8 34 g4 fiel 35 Wxe8+ .::xe8
36 .!:'(d4 a5 37 .tid2 !'te5 38 c3 hxc3+ 39
bxc3 .8.g5 40 c4 @g8 41 af4! g6
BOR!s X
Las negras sellaron esta última juga-
da, pero se rindieron sin reanudar la
partida.
Parecía que Spassky tenía asegura-
da, si no la medalla de oro del Campeo-
nato, sí al menos una de las plazas clasi-
ficatorias para el Interzonal. Pero. por
lo visto, en ese momento se dejó llevar
por el apasionado deseo de conquistar
su primer título nacional a toda costa
(ya que, después de todo, en el triangu-
lar de desempate de 1956 sólo había
conseguido el bronce). Es decir que Ri-
ga debía ser el punto de partida en la
carrera de una esti·ella dirigida hacia la
conquista de la corona mundial.
Aquí sucedió algo increíble: Spassky
se vino abajo, incapaz de soportar la
presión de liderar el torneo. En las cin-
co partidas siguientes sólo logró tres ta-
blas y dos derrotas, ante Gurgenídze \'
Kotov, en modo alguno los más fuertes
del Campeonato. Antes de la últim<i
ronda. la situación era muy diferente:
Tal y Petrosian encabezaban la clasifica-
ción, con Bronstein a medio punto, )
Spassky y Averbaj a un punto. ¡Cinco
aspirantes a cuatro plazasl Tres de ellos
acordaron tablas en sus últimas parti-
das y (¡como si existiera la mala suer-
te'.) sólo quedaba el duelo Spassky-TaL
Analizaremos a continuación esta
partida de increíble dramatismo que
dejó una huella indeleble sobre toda la
carrera de Spassky. La lucha entre dos
funtros reves del ajedrez no sólo tenía
una enorme importancia competiti\'a,
sino también una considerable implica-
ción psicológica. Por entonces, Tal era
una estrella en alza y esto, me parece.
enervaba un poco ;1 Spassky, que se sen-
tía un poco celoso de él, ya que, des-
pués de todo, ¡hasta no hacía mucho
había sido el líder exclusivo de toda la
nueva generación: Durante la partida,
por tanto, no le resultó fácil evaluar
adecuadamente la situación v, caso ne-
cesario, aceptar la posibilida¡l de hacer
tabla' (concediéndose el derecho a un
match de desempate por Ja cuarta pla-
za con Averbaj). ¡Boris estaba ansioso
por ganar!
Garv Kasparov Mis m::-.ilALES PREDECESORES
347
B. Spassky-M. Tal
Ríga 1958
25" Co mfwrmato de la CRSS
Defensa Nimzoindia (E26)
l d4 ll:lf6 2 c4 e6 3 11~c3 áb4 4 a3
"En nuestra preparación para la pa1·ti-
da consideramos 4 .il.g5 y 4 e3, las con-
tinuaciones normalmente empleadas
por Spassky. La Variante Samisch resul-
tó una sorpresa, así que decidí evita1·
los caminos conocidos" (Tal).
Me parece que la Variante Samisch en-
C<!jaba plenamente en las concepciones
creativas del joven Spassky: los dos alfi-
les. un centro sólido y posibilidades de
crear un ataque, ¡aunque durante el
proceso deba sucumbir el peón de c4'.
4 ... .itxc3+ 5 bxc3 c5
Más tarde, en sus encuentros con Botvin·
nik, Tal sólo jugaría 5 ... o bien
5 ... b6 (tomo II, partida núm.
6 e3 lllc6 7 j¡,d3 e5?!
Evitando la clásica 7 ... 0-0 8 llle2 b6 9
0-0 ~a6 10 e4 EiJe8 (tomo ll, partida
núm. 240).
8 t'lJe2
8 d5 e4!
8 ..• e4 9 ..tbl b6 lO lllg3 ~a6
Por hacerle justicia a Tal, hay que decir
que tenía una gran habilidad para
crear posiciones complicadas y atípicas
en plena apertura. Así, cambia su peón
e por el e, tratando de lograr juego so-
bre casillas blancas.
l l f3!
Una excelente jugada que abre líneas
para el ataque. "Después de 11 ~a4
llla5 12 i2Jxe4 4::!xe4 13 ~xe4 las
negras restablecen Ja igualdad mate-
rial, consen-ando una buena posición.
l l él:ixe4 &.:Jxe4 12 ~xe4 ~xc4 13 f3 era
confuso" (Tal).
ll ... ~xc4
Después de 11 ... exf3 12 '&fxf3 kxc4 l :)
~!Tí 0-0 l 4 e4, las blancas tendrían una
fuerte iniciati\'a por el peón.
184
111
12 tt'if5?!
Desviándose del camino correcto: aho-
ra las blancas no pueden C\~tar simplifi-
caciones. En mi opinión, 12 fxe41 era la
única forma de luchar por la vent;tja.
Por c:jemplo:
l) 12 ... d6 1'.) .~a2! (esto es mucho más
fuerte que la línea mencionada por
Tal. 13 11lff3 0-0! 14 c5?l dxe5 15 '!Wxc6
exd4, con un peligroso ataque por la
pieza sacrific;1da: 16 cxd4 JJ:c8 J 7 W'a·t
cxd4) 13 .... í!i.xa2 14 J:!.xa2 0-0 15 0-0
ile8 l 6 ilaf2 (o bien 16 I:tf4 b5 l 7 );1.af2í
16 ... <i'.Jxe4 l 7 lllxe4 J:1xe4 18 l:!:xf7 'J:.e7
l9 con desagradable presión.
2) 12 ... 0-0 13 e5 llld5 14 (no 14
11lfh5? g6 15 ~h6 f5! 16 e4 17 .~xe 1l
14 ... g6 ( 14 ... c?ixc3? 15 lllh!íl g6
16 lllffi+ y 17 e4, ganando) 15 ~d2 d6
16 e4 lllxc'.)! (si 16 ... entonces
1712ih5! dxe5 18 d5) 17 .í!i.. xc3 cxd4 18
ii.d2 lZlxe5 (18 ... dxe5? l!J h4! d3 20 h5
'!ifd4 21 l'fa2! f5 22 '!Wh4 +-) 19 VWf4
:es, con juego de doble filo. Las ne-
gras tienen buen juego en compensa-
ción por la pieza.
12 ... 0-0 l3 l/jd6 .<i'.d3 14 ~xd3
Ahora no es tan efectivo 14 fxe4 por
14 .....\hbl 15 l:i:xbl t:.;Je8! 16 CiJí5 L/Je7!.
expulsando al caballo tanto <le d6 co-
mo dt> f5.
14 ... exd3 15 11lfxd3 cxd4 16 cxd4 ~t:ieS!
En principio, la posición está ahora
igualada. Las negras tienen comrajue-
go sobre casillas blancas.
17 t"lJf5 d5 18 a4!
Con la amenaza ~a3.

18 ... li:ld6!
Si las negras tratan de ocupar la casilla
c4 con 18 ... g6 19 4:\g'.~ é2Jd6. las blancas
pueden responder 20 0-0 .l:Ie8 21 e4.
con perspectÍYas de ataque, aunque
después de 21 ... 'i:!Vh4! no les resultará
fücil explotar la debilidad de las casillas
negras. Por ejemplo: 22 ~a3 ll:Jc4 23
J:lacl :i:i:ac8 24 exd5 'i!Vxd4+ 25 'i:!Vxd4
it:lxd4 26 d6 ::cd8 27 :'.fdl r;;Jc6 28 d7
::1c7 29 J::l:xc4' J:'l.xc4 :m }Lc7 J:k7 31 .::Uc4!
f5 32 .:t:lf6+ Wf7 33 ~xd8 i'í:Jxd8, con pro-
bables tablas.
19 4Jxd6
Si 19 Á,a3 l,1Jxf5 20 ~xf8", entonces
20 ... 'i'g51
19 ... 'li'xd6 20 .ia3 l,1Jb4 21 'lifb3 a5 22
0-0 !Uc8 23 B.acl
"En esta posición, sencílla e igualada,
ofrecí tablas, calculando la Yaríante
23 ... 'li'e6 24 -~.xb4 axb4 25 wf'2 'lid6
26 wgl 'lie6" (Tal). Pero la propuesta
fue rechazada.
23 ... 'ii'e6 24 ~xb4
Nada prometía 24 e4 dxe4 25 'lixe6
fxe6 26 fxe4 tt:id3 27 J:1xc8c- l:hc8 28 d5
exd5 29 exd5 con igualdad.
24 ... axb4 25 wf2 'i:!Vd6
26 h3!?
La decisión de Spassky de seguir jugan-
do contenía, creo yo. un considerable
ingrediente psicológico: una especie
de resentimiento ''con el mundo''. Des-
pués de todo, sólo unos días antes. esta-
ba a punto de cOiwertirsc en campeón,
con dos puntos de ventaja sobre Tal.
BORLS X
Sin embargo y por culpa de sus propios
errores. su rival estaba ahora un punto
por delante. Es bien sabido que la ira es
mala consejera, y Spassky debería pa-
gar cara su decisión. Por otra parte, en
el aspecto puramente ajedrecístico, no
es ningún pecado seguir jugando un
poco. para ver qué tal se desenvolvía el
joven Tal en posiciones áridas, y tal vez
provocar que cometiese algún error.
Lo cierto es que ¡eso fue precisamente
lo que sucedió!
Es difícil decir si Spassky tuvo razón
aquí o no. r.o más probabll" es que sen-
cíllamente no pudiese aceptar las ta-
blas. Era demasiado ambicioso para
aceptar el hecho de que Tal finalizaría
por delante de él en la tabla de dasifi-
cación, por segundo aüo consecutivo.
Así que decidió, corno cuestión dí'
principios, luchar "hasta el fin", em-
pleando toda su voluntad para ganar o.
al menos, estropearle la Jiesta a Tal
(pues no olvidemos que el torneo se ce-
lebraba en la dudad natal de Mijail, y
sus seguidores estaban impacientes por
aplaudir otro éxito de su favorito). Pe-
ro si nos atenemos csll"Íctamente a la
posición, las blancas no tenían motivos
para rehusar las tablas.
26 ... ;t>fS?!
Una jugada rutinaria, efectuada sin la
debida consideración. Se dida que la
"audacia'' de su oponente había altera-
do a Tal. "¿Por qué? Después de todo,
la posición era de claras tablas". Desde
luego, tras la simple 26 ... h3 27 h4 lkfi'.
(pero no 27 ... l:íxcl?! 28 ::!.xcl wgh2 29
wgxd5 'lixh4+ 30 we2 ñ'.d8 31 'lii'e!í). las
negras no tienen ni la sombra de un
problema.
27 J:c2!
Apoderándose rápidamente de la co-
lumna.
27 ... l:txc2+ 28 Wfxc2 g6 29 ~el 'i'd7 30
'lii'c6 'ii'xc6 31 ilxc6
En el final resultan te, las blancas tie-
nen una ligera (incluso, tal vez, hipoté-
tica) iniciativa.
IH5
Garv Kasparnv - Mis GEC\IAU.:s PRt:llECESuRES
1052
31 ... l:l'.a6?!
Quizá esto sea el resultado de la ofensa.
En opinión de Tal, era más preciso
31 ... J:!.xa4 32 Jixb6 con igualdad.
Pero aún era más fuerte 31 ... b5t 32
axb5 Hb8 33 we2 b3 34 wd2 b2 35 wc2
:'.xb5 36 wbl J;'.b3 37 e4 J:i:d3, con ta-
blas claras. Sin embargo. nada especial
ha cambiado por el momento: 31 ...
Iía6?! no pierde la partida, pero condu-
ce a la apatición de dos nuevas damas y
a una aguda intensificación del juego.
32 a5! b3!
No 32 ... %Ixa5?! 33 :C:xb6 :::ía4 34 :!.b5
we7 35 l:l:xd5 J::a2+ 36 wg3 b3 37 l:b5
b2 38 wf4.
33 axb6 b2 34 b7 bl '!)' 35 lk8+ wg7 36
b8fl
"Es divcnido que los dos peones hayan
coronado en la misma columna" (Tal).
36 ... l:a2+ 37 wg3 'i'el+ 38 tih2
~o 38 wf4?? J:.xg2'
38 .•• '!l'xe3 39 :C:g8+ >tf6?
En apuros de tiempo, Tal deja escapar
unas fáciles tablas: 39 ... wh6! 40 '!Wf8+
wh5 41 '!Wxf7 l'hg2+ ! 42 wxg2 '!Wd2+ 43
wg3 !Wg5+, con jaque perpetuo. Es difí-
cil decir por qm" nojugó así, pues no pa-
rece que un sacrificio tan simple como
J:l'.xg2+ pudiese crearle la menor dificul-
tad. Quizá le atraía la bonita variante
t.d2! (véase el comentario siguiente), o
quizá pensaba que podría conseguir ta-
blas "a voluntad". Sin embargo, a partir
de este punto (o, más precisamente,
después de la repetición de jugadas y 44
h4!) las negras comienzan a enfrentarse
a problemas mny serios.
186
111
40 !Wd6+
No 40 h4? l:xg2+!, con tablas. y sobre
todo, no 40 :Ic8? 'ifxd4 41 lle2 l:íd2: 42
'1Wh8+ ~f5 (o bien 42 ... '>t?g5 43 \!Vd8"-
f6) 43 \!Vc8+ wg5 441:lfcl 'iif4+ 45 whl
l"!.d4!, con un peón de ventaja.
40 ... 'iie6 41 'i'f4+ 'iif5 42 •d6+ 'iie6
43 'iig3 'iie3 44 h4! J:e2
Tal le concede un signo de admiración
a esta jugada, y más tarde no comenta
buen número de momentos críticos de
la partida. Es posible que ofreciese más
recursos 44 ... J:fa6!? (defendiendo la
sexta fila) 45 'iib8(c7) h5!, pero no
45 ... 'lixd4? 46 'iid8+ >i;oe5 47 lle8+ l::.e6
48 wd6 (48 ... f5? 49 f4+) 49
.td8+, con ataque de mate: 49 ... wc6 50
'ifcl+ wb7 (50 ... @b5 51 'llibl+) 51
'!Wc8+ wb6 52 'iib8+ Wa5 53 '>t?h3! rl:b6
54 'llia8+ wb4 55 J:xd5, o bien 49 .. ' wc5
.'JO 'ifcl + 'ifc4 51 .lk8+ J:!:c6 52 'ile3+
'J.i'b5 53 .ctb8+ wa4 54 'ltd2!'. 'il1Vxh4+ 55
+-.
45 'ltd6+ 'ife6
La posición aplazada, que los dos con-
tendientes y sus respectivos segundos
analizaron durante toda la noche. Esa
"noche antes de la batalla" ha sido mi-
nuciosamente descrita por muchos au-
tores, en particular por Viktor Vasiliev,
en su relato El enigma Tal, y por Yuri
Avcrbaj, en su artículo La hora del triun-
fo de Mijail Tal (Sh~jmaty v Rossíi 1996,
núm. 10-11). Analizar tales posicíorws
aplazadas -tanto para blancas como pa-
ra negras- es bastante desagradable.
porque ni la forma de ganar ni de ha-
cer tablas son evidentes.
1033
 BoRrs X

Según algunos relatos. Boris no encon- 55 ~g3! h5

tró un método claro hacia la victoria,
"La tentativa por dar jaque perpetuo
pero puesto que el rey de Tal debía es-
no habría tenido éxito: 55 ... 'li'c7+ 56
capar continuamente de las piezas blan-
wf2 lic2+ 57 Wxel '!WcI+ 58 ~f2 'ilild2+
cas, al final decidió: "¡Maüana le daré
59 ~g3"!We1 + fü) Wg4 f5+ 61 Wg5 lie3+
mate! Ahora es el momento de ir a dor-
62 f41l!'g3+ 63 Wh6 'ilifxh4+ (o bim 63 ...
mir". Según otros. cuando Spassky se
'ililxf4+ 6-1 wxh7 'Wxh4+ 65 '3;g8, ganan-
sentó ante el tablero, parecía exhausto,
do: G K.) 64 wg7 '/llYfü+ 65 wxh7 'ililh4+
pero al encontrarse a Petrosian, en el
66 Wg8. Con la jugada de la partida, las
camino hacia la sala de juego, le habría
negras preparan un refügio para su rey
dicho, con una sonrisa: "Hov serás cam-
en f5" (Tal). Y además le quitan la casi-
peón".
lla g4 al rey blanco. Parece que el mago
46 'ltf4+! de Riga. consideraba tablas la posición
resultante.
Esta jugada (la secreta) es la más fuer-
te. Era inofensivo 46 'il!!'d8+ 'iíe7 -17 .l:e8 56wr2
(47 'ltxd5 lhg2+'. 48 ~xg2 'l<fr2+ 49 Las blancas deben e\itar lic7+ v 'l'!ir2+,
Wg3 con jaque perpetuo) 47 ... con jaque perpetuo.
'!Wxd8 48 ::xd8 l:d2 -l9 '.:xd5 ;l;ce6 50
~e5+ ~d7 51 l:c4 f?í, con tablas. 56 ... l:.e6 57 ::tc8??

46 ... Wf5 "Ahora las negras sólo pueden mover

su torre. La dama t>sci atada a la deft>n-
Después de 46 ... we7?! 47 h5!. las blan- sa de las casillas d5 y e8" (Tal). Es prni-
cas dispondrían de jaques adicionales. pitada 57 ya que se estrella con 57 ...
'ililc7. Pero tal como demostró D. Es-
47 'l!fh6 c!.•e7
chbach en www.ches.1champs.rnm se ga-
47 ... Wxf3? 48 'il!!'g5+. naba de bella forma con 57 l/Wb8 WHi
(ante la amenaza 58 g4! hxg4 59
48 'i\!lf8+ wf6 49 'l!ig7+ '{{;;e7 50 l;a8! fxg4 l::e4 60 '!Wh8+ (si 60 ... ~e6, si-
'iid7 gue 61 l:í'.e8, con idea de l!d8) 61 ~f8+
"Es malo 50 ... 'lllVf4+ 51 ~h3 'l&f5+ 52 ';!¡;f6 62 l:fa6+ ge6 6'.~ ~'fií 64 '@'a3!
~g3" (Spassky). Wg4 (64 ... .::!.xa6 65 seguido de
66 ~fü++) 65 '!Wf3+ ~xh4 66 'liá'f4+ ~h5
51 lif8+ ~f6 52 J.:::a6+ 67Ta1, cazando al rey.
Por el momento, esto es más o menos
1054
forzado. y Boris juega con precisión
(evidentemente esta posición la habían
analizado). El siguiente era un camino
falso: 52 .!'.íd8? ~c7+ .'J.'3 'i'h3 S.e 1 54
l!d6+ Wf5! (una inesperada penetra-
ción de rev) 55 ~xd5+ (o bien 55 g3
l:h 1+ 56 ~g2 lic2+! 57 Wxhl Wd l + 58
11We2+) ?°>5 ... con tablas, tanto
después de 56 ~c5 !:!.hl + 5 7 ~g4 f5+ !í8
ltg5 '/llYg3+ 59 wh6 lixh4+ 60 wg7
'ililh6+ 61 Wg8 1l!Uxf8+ 62 ~xf8
mo rle la variante clave, 56 l+
57 wg4 lhh4+! 58 wxh4 '1Wh2+ 59 <;tg-l 57 ... J:.d6?
'ililxg2+ 60 wf4 'lllYd2+. Se creía que esto era forzado, pero en
52 ... .:.e6 531l!Uh8+ '3;;e7 54 !:!.a8 :t:el?? realidad es la jugada perdedora. La úni-
ca posibilidad era 57 ... l:tc6:. pero se-
Era mejor la inmediata 54 ... h5. gún Tal no daba resultado en vista de 58

187
 Garv Kasparov - Mis (;ExIALES PREilECFsORES 111
'lii\'f8+ ~f6 59 l:d8 Wíc7 60 'i'h8+ we7(fi)
61 :e8+ (nada se consigue con 61 VJ!i e8+
Wf6 62 't:.r8 ñr2-t 63 :J;;e3 l:':r3+: G. K.)
61 ... :;í:?d7 62 Ec5. '\ las blancas llevan a
cabo un favorable reagrupamicuto de
fuerzas". Sin embargo, después de 62 ...
Edj! las nt"gras podían seguir luchando
por las tablas, aunque lras 63 f!xd5+
·J:;t"7 fi4 Eb5 (si 64 :le5 no siive 64 ...
l:txe5? 65 ~xe5 66 dxe5 we6 67
f4 f6 68 exffi \' lras 69 <.tie3! wG 70
013 ~16 71 wel ;tee; 72 J!í+ gx15+ 7'.)
Wf4 •¡tfü 7 4 g'.~. COll n·ntaja decisiva)
64 ... '11Qc2+ 65 wg'.) 'lilí'c7+ 66 l':e5 ;i;;·d7'.
(t)6 ... l::xe5? 67 '!Wxe5+ 1¡;¡vxe[J7 68 dxefí
wefi G9 ltH wd5 70 g4 hxg4 71 fxg4
we6 72 ;;lig5 J:;xe5 7'.) hf>, ganando) fi7
'fig7 \te7 68 14'. (Sorojtin; 68 ~h3 llxe:)
69 'l!\í'xe5+ 70 dxe5 we6 71 f4
•;i?f;'> =) 68 ... 'ifc3+ (68 ... ·~c2 69 f5) 69
·;i;;h2 .i:;:xe:) (69 ... ~c7~ 70 d5) 70 'ifxe")+
wd7 71 Ei. con esperanzas de éxito.
Es posible que después de .'17 ... lk6'. la
única forma de conservar ventaja sea
58 ·~ef>+'.? .!:di 59 .bfü 60 l:!.a8!,
pasando al ataque, corno en la nota a la
jugada 62 de las blancas. comentada a
continuación.
Si esta posición está pel'(lida para las
negras, entonces su error decisiYo ha-
bría sido, YÍnualmente. 39 ... ~f6? o
quizá 44 ... l:le2.
Pero volvamos al momento culminante
de la partida v. tal \'el. de todo el Cam-
peonato.
58 '!Wf8+
Al comentar la partida en la revista Sha7-
maty i1 SSSR ( 1958, núm. 5), 'fa] no se de-
181'1
tiene ni en esci jugada ni en la si¡.,ruiente
de las blancas. Sin embargo, ¡fue precisa-
mcnk' aquí donde a Spa~sky se le escapó
la victoria! Poco después, esw quedaría
demostrado con unos análisis del maes-
tro de Leningrado, Vítali Cht:jover. publi-
cados en Slwjmatnaia Aloskva. 58 g4~
hxg4 (forzado: 58 ... t!d5 59 g5 .!:k6 60
'i\'f8+ ~e6 61 l:!.e8+ J:;f5 62 J:e7) 59 'l!lft8+
•.t>fü 60 fxg4 :í:[e6 (si 60 ... llc6, entonces
61 :&l.e8! Yc2+ 62 \tf3 :i:c'.h 63 wt4 'f!/c7+
fi4 l:.e5!, etc.) !)l ad! E!.cct tl2 :tf3+ íte6
6'.~ g5 'f!le7 {si 6'.~ ... bxd4, las blancas g-a-
nan con 64 l!'l.f6"- ~2e5 ti'l 'lib8+) 64 '!Wc8.,_
l:t'd6 (o bien 64 ... 'i\'d7 65 IlfO+ we7 66
llxf7+) 65 'li\Vdi+ 'J:?d7 66 ~xd5+. las ne-
gras están perdidas lras 66 67
~xe4 ~xe4 68 1'1e3 'l!fe6 69 d'l, etc
Todo esto es correcto, \' -.ó\o aúadiría
60 ... na6 61 Wi3'.? (sin ¿aer en 61 r':d8?
'l!fc7 tl2 'li!t8+ \i(e6 6'.) 'l!fe8+ wfti 64 g5+
wf!J 65 :ñxd5+ etc) nl ... l:l:a l 62
'*'h8+: {de nuern, no 62 ñd8? .i:tf!+ 63
.Vg3 .:'tg l + 64 wf2 ñg2+ ! 6~, wxg2
'!Wxg4+ 66 \1,/f2 f#xd4+, C•m jaque per-
petuo) fl2 ... ~t·7 fi'.) lit'i'4 .b:fl + 64 @g5
ft).,. 6:) @h6, y puede bajarse el telón.
58 ... ;i;;f6 59 :!.e8?
'fambién aquí podían haber ganado las
blancas con 59 g4! hxg4 60 fxg4, tras-
poniendo a las variantes que acabamos
de examinar (es sorprendente que la
idea g2-g4 no füese descubierta en los
análisis de la posición aplazada). Aho-
ra, sin embargo, las cosas son bastante
más difíciles para Spassky.
59 ... ::!.e6 60 'ltí'h8+ wf5 61 'ifh6 Wf6
!\lo, por supuesto, 61 ... J:lxe8?? 62
'Mfg5+ We6 63 'ife5++.
IO:í6

62 'f:lllh8+?!
:\o ofrecía nada 62 .i:::d8 ~c6 63
(63 'i!!l'h8+ ~!3) 63 ... >i.g7. e igualmente
malo era 64 :xd.'í? poi· 64 ... f6, como
64 '@'xd5? por 64 ... 'lic'.~ 1 (Son~tin). Pe-
ro nadie seúaló que con 62 Il.g8! las
blancas habrían conservado serias posi-
bilidades de ganar. Por ejemplo: 62 ...
~e7 63 ~g5+ J:!fü 64 ~fa8! 'i'b7 65 l'ía2!
(ampliando, inesperadamente, el fren-
te de ataque) 65 ... '\Wc6 66 '1We5+! ·;t>IB
67 J::ta5 ~g7 68 6'.xd5, y las negras difí-
cilmente podrán salvarse con 68 ... 1illí'c6
69 'f:lllxe6 J;;;'.xe6 70 ñ:c.'í J:tb6 71 \tic'.) .l:Xb2
72 d5! ~f6 73 :!le8. etc.
62 ... óf5 63 l:d8?
Aún no era demasiado tarde para 63
'fl\l!h6! \tiffi64
63 ... 'lic6!
Las negras han conseguido actirnrse v
amenazan con lanzar un peligroso con-
traataque.
64 !:c8
Tal le concede un signo de interroga-
ción a esta jugada. considerando que
era esencial 64 \tig3. Sin embargo, tam-
bién era posible 64 ~f8 ~fü, con ta-
blas. Spassky seguía jugando a ganar
por inercia, p<'ro de repente pcrcibicí
la desagradable réplica de su oponent<::
y, según un testigo presencial, "ron una
extrafta y alternda \'OZ, propuso tablas".
64 ••• 'l;Wa6
Acompaúada de las palabras: 'Jugue-
mos un poco más".
1057
BOR!S X
65 @g3?
i Esto es dar un paso hacia el desastre!
65 'i'd8! 'll#e2+ 66 Wg3 (Spassky) habría
conducido a tablas. Por ejemplo: 66 ...
'i'el + 67 \tih2 f6! 68 'll<fxd5+ itH fü) ::'!.el:
1@'xh4+ 70 \tigl ñel+ 71 llxel 'i'xel+ 72
'.ilh2.
65 ... '!i'd6+ 66 ~h3
66 \tif2? ~b4! +.
66 ... J:le l 67 g3?
Bueno o malo era esencial 67 ·~'H
68 lid hxg4+ fi9 fxg4, y ambos reyes es-
tán en peligro. Que las negras lmbie-
sen podido materíali1.ar su peón extra.
cksput·s de 69 ... .üe3+ 70 ñxe3 ·;t>xe3
71 h5! ~±4 72 h6 f6! 73 ,;l,•g2 o/!ie7 74
'li!Yb8+ wg!'l! 75 h7! ~xh7 76 ~b3 1~g8!,
es cuestión que requiere un estudio
aparte.
67 ... Z'!gl?!
Según 'fa!. no estaba claro 67 ...
debido a 68 wt+, pero lo cierto es que
habría forzado un mate inmediato:
68 ... ~14 fi9 1/l!l'h6+ @xi:) 70 :b.c3+ Wd
71 Wg3 ~!l.
68 f4 f::el 69 Xlc2?
Mejores posibilidades prácticas ofrecía
la transición a un díficil, y objetivamen-
te perdido, final de damas: 69 cic8
!':xe8 70 'i!'xe8 'l:!Ve6! 71 'ltl.fa4 We4+ 72
Wg2 'lic8! 73 Wf2 \Wc3 74 ~e8"- Wd3 75
li'xf7 'll#xd4+ 76 Wll \We4 77 ';t>f2 @d2.
Obviamente, Spassky estaba desmorali-
zado por el repentino cambio de pape-
les: ¡el cazador se encontraba ante la
amenaza de ser cazado!
69 ..• 'l'lfe6 70 :h:f2?
Ahora las blancas reciben mate. Podían
haber pnilongado la resistencia con 70
'/Wc8 ~xc8 71 :ktxc8 lle4 72 l:tc7 f6 7:)
@g2 ilxd4, pero las negras deben ga-
nar el final de torres.
70 ... ~hl+ 71 @g2 'i'e4+ 72 r;;r3 ;tg4
73 ~c8+ f5
Las blancas se rindieron. Si 74 li'c3. de-
cide 74 ... 1lh3!
189
Gary Kasparm - :Vlís l;t:l'\IALES PRl:.DJ::CESORES
Corno consecuencia de esta partida,
el "diabólicamente afortunado" Tal fi-
nalizó con medio punto de ventaja so-
bre Petrosian v fue, literalmente, saca-
do en hombn',s del escenario por sus
seguidores, mientras que el "emocio-
nalmente inestable" Spassky. enjugán-
dose forth-amente las lágrimas, se retira-
ba entre bastidores. jQué drama,
finalizar quimo! Adiós a todas las espe-
ranzas,.. Después de este encuentro his-
tó1ico, las rutas hacia la cumbre de am-
bos amigos \" riYalcs divergieron
dur,mte mucho tiempo. Tal se elevó co-
mo un cometa: tras lograr por segunda
vez el Campeonato de la FRSS, ganó
brillantemente el Intei·zonal. el TonKo
de Candidatos v el match con Botvin-
nik. Mientras que Spassh, por el con-
trario, se perdía las luchas por la corona
mundial durante sei~ aüos. tras sufrir
un revés similar en el 28º Campeonato
de la l'RSS. tamhién Zonal (1961).
Dos ciclos por el campeonato mun-
dial sin Spasskv parecían exrraüos, da-
do que su füt'rza ajedrecística era in-
cuestionable. Pero, como es hien
sabido, kis componentes del éxíto en
ajedrez no S<.1lo son fuerza v nnnpren-
sión del juego. -.ino también t-stabilidad
psicológica y capacidad ¡xu-a malllener-
se entero en los momenws críticos. Más
tarde, en sus mejores aüos, Spassb· pu-
do extraer lecciones mm positivas de
estas catástrofes ,. juga1· muv bien las
partidas decisivas. Pero entonces. a fi-
nales de los cincuenta v comienzos de
los sesenta, su sistema nen-ioso no esta-
ba aún preparado para pruebas tan st--
\'eras.
En aüos posteriort-s, Spassky rkrrota-
ría \'arias veces a Tal en torneo pero su
,·erdadern venganza sólo se produjo en
1965, cuando de1Totó a su antiguo ver-
dugo en el match final de Candidatos.
Durante los ali.os en que permaneció en
la sombra, había aprendido mucho.
·n-as su derrota en el match por el Cam-
peonato \,lundial con Petrosian ( l 9fí6),
pudo repetir la hazaña de Srnyslov: g<t-
11ar el siguiente ciclo ele ( :andidatos} só-
lo entonces logró perforar la armadura
deljhuoTígran, en 1969.
190
111
En su elemento
Boris Vasilievich fue el único juga-
dor de primera fila de su generación
que jugaba regularmente y sin miedo
gambitos. Antes (y también durante
aquel tiempo) ese arma había sido a
menudo empleda por Bronstein, pero
se diría que Spassky aún era más agresi·
vo v eficiente. Esta inclinación por los
gambitos Je acompaüarfa durante toda
su carrera, v sus resultados son verdade-
ramente asombrosos. Por ejemplo, du-
rante un período de ~O aiios, no perdíó
ni una sola partida con el Gambito de
Rev. v entre los derrotados cnn esta
apertura se encuentran numerosos ju-
gad01·es de varias generaciones, como
Averbaj, Bromtein, Fischer o Seirawan.
Por otra parte, Spasskv jugaba gam-
bitos. no buscando la originalidad o j
por un deseo de revi\·ir el espíritu de
los maestros del pasado, sino porque
las posiciones resultantes le eran muy
quer~das. Cn fnene centro rnó\"il. ani-
\·o juego de piezas, perspe(:tirns de ata-
que al rev: estaba en su demento. In-
cluso cuando no conseguía un ataque
directo, y tenía que contentarse con
ventaja posicional, lograba buenas \ic-
torias, gracias a un sutil jHego de piezas
y a la hábil explotación de las debilida·
des en la posición enemiga.
Es notable que Spassky nunca en to-
da su vida abrió el juego con 1 c;;Jf:), que
quizá le parecía una "media jugada",
mientras que una jugada normal era
aquélla que conducía a una luch'
abierta. Todas estas sutilezas de apertu
ra --evitar esto, no pnmitir aquello-- l
ponían enfermo. Nornrnlmente, juga
bala apcnura de forma bastante direc
ta, optando por esquemas '"frontales"
aunque al hacedo así se propiciaba un
excelente adecuación a la psicología d
la partida. Spassky füe el plirnero de lo,
grandes jugadores que empleó 1 e4'
d4 en Ja misma proporción y con idéij1
tiro éxito. Su empleo simultáneo de e
tas jugadas fue más armonioso que er
el caso de ot. ros campeones mundiale
(quizá sólo yo pueda haber practicad
una mezcla similar).

Por aquellos años no era obligatorio
trabajar tan intensamente sobre la
apertura como lo es hoy en día, y era
posible jugar "a la vista" ele la posición.
Aquí era donde las mejores cualidades
ele Spassky, su natural estilo ele ataque,
se ponían de manifiesto. En los gambi-
tos tenía intereses variables, por así de-
cir, practicando tanto l e4 e5 2 f4, co-
mo l d4 d5 2 c4, y aquí, tanto 2 ... e6 3
li:lc3 c5 4 cxd5 cxd5 5 c4!? dxc4 6 d5 f5
7 ~r4! ~d6 s ~M+ wf7 9 t2lh3 t2lf6 lo
~c4 (Spassky-Bronstein, Leningrado
1957), como 2 ... c6 3 é2lf3 e6 4 g3!? dxc4
5 ~g2 b5 6 0-0 Jil,b7 7 b3! cxb3 8 'lixb3
tllf6 9 ltJc3 :ll.c7 1O t/'ie5! (Spassky-Zinn,
Marianske Lazne 1962). Sabía reducir
hábilmente muchos esquemas del pe-
ón dama a "sus propias" posiciones,
con un centro móvil, rápido desarrollo
y posición debilitada del rey enemigo.
A menudo sus posiciones de apertu-
ra dejaban mucho que desear, y sus opo-
nentes podían plantearle difíciles pro-
blemas, como, por ejemplo sucedió en
su famosa partida con Bobby Fischer
(Mar del Plata 1960) o con Ludek Pach-
man, que se analiza a continuación. Pe-
ro aquí parece apropiado recordar el
principio de Capablanca: "Solamente
empleo aperturas que reportan buenos
resultados prácticos, con independencia
de las posiciones que se produzcan en el
medio juego". Spassky se sentía seguro
en esas posiciones agudas y era capaz de
obtener excelentes resultados. demos-
trando así la corrección de sus opciones.
El año siguiente a la "catástrofe de
Riga", 1959, le reportó muchos éxnos a
Boris. Durante aquel año disputó el 26º
Campeonato de la URSS (l. Petrosian;
2-3. Spassky y Tal; 4 . .J olmm), el Cam-
peonato de Len in grado ( 14 ele 17), el
torneo internacional del Club Central
de Ajedrez ( 1-3. Bronstein, Smyslov y
Spassky), el Campeonato por equipo.;
de la URSS, obteniendo el mejor resul-
tado individual en el primer tablero
(por delante de Botvinnik y Tal, a quie-
nes derrotó en sendas partidas) y el pri-
mer puesto compartido en la semifinal
del 27º Campeonato ele la U RSS ( 11,5
de 15).
Brnus X
Luego, para cerrar este excelente
año, triunfó en el torneo internacional
de Riga (diciembre), ¡con 11,5 de 13!
De nuevo, derrotó a Tal (quien no mu-
cho antes había ganado el Torneo de
Candidatos), y aplastó a Mikenas, que
sólo !inalizó a medio punto ele él, en su
mejor estilo.
348
B. Spassky-V. Mikenas
Riga 1959
Contragambito Albin (DOS)
l d4 d5 2 c4 e5!?
Creo que el muy experimentado \1a-
das Mikenas, que había batallado con
Alekhine allá por los años treinta, al
emplear este raro gambito esperaba si-
tuar a la defensiva al joven y ambicioso
gran maestro rival.
3 dxe5 d4
Las negras tienen un libre desarrollo y
alguna iniciativa por el peón, y se supo-
ne que las blancas deben realizar juga-
das sin pretensiones del tipo 4 é2lf3
ltJc6, y entonces 5 g3, 5~f4 ó 5 a3 ~g4
(Mikenas solía preferir 5 ... Jil,e6) 6
éLlbd2 'f!e7 7 h3! (7 g3 éLlxe5 8 l'llxc5
'lixe5 9 h3 .~h5 1O .~.g2 0-0-0, con
igualdad ... 0-1, l\iemela-Spassky, Riga
1959) 7 ... 2Lxf3 (7 ... ~h5!?) 8 l'llx13
0-0-0 9 '!Wcl3 h6 1o g3 g6 11 .ltg2 j;,,g7 12
0-0 'Llxe5 13 l'llxe 5 ,;i. xe5 14 b4 f5 15
c5 ... 1-0 ( Lasker-,'\lckhine, San Peters-
burgo 1914).
4 e4!?
;Pero eso no fue lo que sucedió! "Ojo
por »jo -véase la segunda jugada ne-
gra" (Spassky).
4 ... !/:Jc6 5 f4
Un inusudl duelo psicológico: ¿quien
;Haca a quién? Las blancas no quieren
entregar l;-; iniciativa ni siquiera por po-
co tiempo. Por supuesto, al ganar espa-
cio se crean ¡-iroblemas con la defensa
191
Gary Kasparov - Mis GENIALES PREDECESOR~.s
del mismo (las casillas negras están de-
bilitadas y el oponente ha conseguido
un peón d pasado), pero por otra par-
te, ahora el juego es abieno, casi como
en el Gambito de Rey.
1058
5 •.. g5?!
Un conocido y tentador avance, pero
arriesgado en el plano estratégico. La
jugada correcta es 5 ... f6! (Tarrasch-Ca-
ro, Viena 1898) 6 éi:lf:i (6 exf6 it.Jxf6 7
e5?! itb4+ es peligroso) 6 ... !Xe5 7 ~.d3
(o bien 7 a3 iid6 8 f5 l2if6 9 ~d3 a5 lO
0-0 0-0 l l ii.g5 a·l 12 8bd2 Vle8 13'll'e1
'/ih5) 7 ... iih4+ 8 8bd2 exH 9 0-0 l2lf6
lO lí:::b3 0-0 11 i!cxf4 t2ixe4 12 ,)i¡,xe4
l:íxf4 13 '!W d3, con juego de doble lilo,
pero no la excesh·amente aguda 11 c5?
~e712 irc2 t2Jd7 13 .ltb5 iixc514 lt>hl
Jtb6 15 j:,xc6 bxco 1fi 8fxd4 ll:íf6 17
.ltxf4 'llfxe4. que deja a las blancas en
una desagradable situación
(Spassky-Lutlkov, .Jarkov 1963). Esta
partida concreta tun> lugar al comienzo
de la semifinal del 31 º Campeonato ck
la URSS, con la que Spassky comenzó
su ascenso a la cumbre.
"Estábamos planificando un largo viaje
por etapas hacia el campeonato mun-
dial, superando todos los obstáculos",
recuerda el gran maestro Bondarevsky,
su entrenador durante muchos aiíos.
"Decidimos adoptar una táctica tran-
quila. Se asumía que no debería per-
der, v c¡ue cinco \'Íetorias c11 el torneo
serían suficientes para su paso a la fi-
nal. F.I plan ca;,í se fue al traste el mis-
mísimo primer día. en la partida con
Lutikov. Con un juego enérgico, este
maestro de talento logró una posición
19:!
III
ganadora, pero no consiguió materiali-
zar su ventaja en el final". Despuó de
estas tablas, Boris finalizaría invicto tan-
to la semifinal como la final, ¡y luego
seguiría derribando todas las barreras!
Por lo visto, a Spassky no le parecía que
los avances 4 e4 1? v 5 f4 vulnerasen el
concepto de "tácti~a tranquila~. puesto
c¡ue tenía una sutil inclinación por los
matices de esta variante combativa. Sin
embargo, en su primer match con Pe-
trosian ( 1966) tal impulsividad le costó
cara a Boris y, a fin de superar esta últi-
ma -y más difícil- barrera, tuvo que tra-
bajar duro en la annonización de su es-
tilo ajedrecístico.
6 f5!
En los viejos tiempos solía jugarse, sin
pretensiones, 6 ,~,d3 gxf4 7 ~,xf4 4Jge7
8 j:,g3 ll:íg6 (Burn-Schl(•chter, Munich
1900), mientras que un maestro mo-
derno entregaría, sin dudarlo, tanto
un peón como la casilla e5. Mikenas
quería refugiar su rey en el flanco de
dama, pero ahora le resulta difícil, por-
que el alfil de c8 está restringido. Aho-
ra bien, con su rev en el centro v noto-
rios agujeros e11 ~u flanco de ~ey, las
negras deben defenderse con extremo
cuidado.
6 ••• lUxe5 7 ll:íf3 .w.b4+
Otro orden de jugadas, 7 ... ~xf'.hl? 8
'llfxf3 .~tb4+ (8 ... ~d6 9 ád3 Vflte7 tarn·
biFn es aceptable) permite la variante 9
\t>d 1 .Jii.d7 10 ,>il.d3 'llfe7 11 h4 g4 12 ~g3
h5" 13 ,Jlf4 0·0-0 J 4 a3 $.a5 15 M li::iffi
16 e5 ! $,a4+ 17 @c l... 1-0 ( Petrnsian-
Muji tdinov. litshkent 195 J, match, W).
Cierto que 12 ... i!cd6 13 .~.f4 .ifixf4 14
'i!txf4 0-0-0 15 ''lld2 ..tcfi 16 Wc2 h5 17
J:tael ll:ífü 18 e5 tt:Jd7, así como 11 ...
gxh4!? 12 'l/fg4 "2lf6 13 'i!txh4 iLd6 14
iLg5 ,íke5, conceden posibilidades
equivalentes.
8 ll:íbd2
"Un momento cuestionable. El objeti-
vo del jaque de alfil era privar al caballo
blanco de la casilla d2. a fin de excluir-
lo de la batalla por e5. Por ejemplo: 8
ád2 li:Jxf3+ 9 ~xf:;¡ con i14ualdad.

Sin embargo, es más fuerte 8 wf2, y si
8 ... tt:lg4+ 9 wgl il,c5, entonces 10 b4!,
con ventaja" (Spasskv). Por consiguien-
te, el camino correcto es 8 ... tt:lxf3! 9
'ii.í'xf3 o bien 9 'll!Ya4+ c6 10 'lixb4
tt:le5 11 ~c5 ~f6!, con igualdad.
8 ••• t'i:Jc6?
Mikenas sigue un camino familiar, aun-
que gastar un tiempo en una posición
así es un lujo que no puede permitirse.
Era más seguro 8 ... 0xf3+ (reduciendo
la amenaza de la ruptura e4-e5) 9 'ii.í'xf3
0f6! (si 9 ... 0e7, entonces 10 a3 Jkd6
11 c5l y tt:lb3 es molesto).
Diagrama de análisis
En caso de 10 a3 ~d6 11 c5 (l l ií'Jb3 g4
12 '/Wd3 We7!) 11 ....\1Lxc512 c{Jb3 ~.d6
13 .l::g8 14 ith4 ~e5 15 0-0-0
iVd6, o 1O .~.e2 'll\Ye7 11 0-0 g4 12
iVd~~ Jitd6 13 c{Jb3 c5 14 .4g5 .!lg8 15
..th4 las blancas no tienen venta-
ja. Es más activo 10 ..id3! c'iJd7! 11 0-0
llle5 (11 ... d6 12 c5!?) 12 Wg3 f6 13
lllb3 ite7 14 Jlte2 c5 15 ~.h5+ >l?d7 16
tlld2 c,J;:;c7 17 b4, con alguna iniciativa,
aunque las defensas negras en el cen-
tro son sólidas (¡control de la casilla
eS!), mientras que el frente de ataque
en los flancos es muy restringido.
91Ld3!
Una sorpresa. F11 la partida A. Ge-
ller-~1ikenas, cuartos de final del 20º
Campeonato de la U RSS (Riga 1951)
se jugó 9 a3 ~d6, y después de 10 c5!
jj,xc5 11 .1i.b5 ~d7 12 ti:JM We7 13
~xg5 f6 14 ~c2 ~b6 15 ~f4 0-0-0 16
0-0-0 a6 l 7 1/,d3, las blancas podían ha-
ber tenido las mejores posibilidades.
Mikenas seguramente pretendía mejo-
rar el juego de las negras con 9 ...
BORIS X
Ji.xd2+ l O Jixd2 g4! 11 ií'Jgl 'll\Ye7!, pero
no tuvo tiempo de hacerlo. Por cierto
que la partida mencionada se disputó a
la vista del joven Spassky y su entrena-
dor, Zak, que participaban en el mismo
torneo.
9 ... g4
Si las blancas retiran ahora el caballo,
su ataque llega a punto muerto. Pero
Mikenas parece que había olvidado
que enfrente se sentaba un gran maes-
tro del ataque. O bien que sencillamen-
te no conocía una partida de su opo-
nente en esta variante, jugada cuatro
años antes (lo que no debe sorprender,
pues se encontraban en la era "prehis-
tórica" de los boletines y revistas).
10 0-0!
En el espíritu del Gambito Muzio.
10 ... gxf3 11 ií'Jxf3
Las blancas, por supuesto, tienen un
juego pero han entregado
pieza, y a diferencia del Gambito de
Rey, la situación no es del todo clara:
por el momento, no hay líneas abiertas
ni objetivos evidentes de ataque. Por
otra parte, existe una sólida compensa-
ción posicional, relacionada con su cre-
ciente ventaja de desarrollo (pues no es
fácil para las negras movilizar sus pie-
zas), y su centro móvil de peones: ;la
ruptura e4-e5!
La lucha por el control del puesto e5 es
el !.ritmotiv de toda la partida. y las blan-
cas eMán dispuestas a realizar graneles
sacrificios de material en aras de con-
quistar esa casilla clave.
1060
Gary Kaspar<n Mis (;fxL\LE~ PREDEU.SORE~ 111

11 ... Ji<.d6 '!Wxf3 ~.e5 17 ~g3! wrn 18 :!.xe5! fxe5

19 li,xe5 'Df6 20 j¿el! llg8 21 l1Hh4, las
Sólo esta jugada es nueva, pero difícil-
negras no pueden resistir. Mikenas tra-
mente puede considerarse una mejora.
tó de establecer una ba1-rera defcnsha
La poco conocida partida Spassky-B.
en la columna e, pero subestimó clara-,
Beliavsky (Leningrado 1955) siguió así:
mente la ~jecutora réplica de su 1ival. '
11 ... Wie7 12 e5! a:) 13 a3 ~c5 14 b4 1'
axb4 15 .ílg5 f6? 16 exfü W/f7 17 axb4 14 c5! :1Le7
i"í:xal 18 'l!Gxa l .ílxb4 19 'iia8 Wd8 20 14 .. . Jixc5? 15 0xe5 fxc5 16 l!xe5+
Jli.e·1 1 W/xc4 21 4Je5!. con fuertes ame>- J!i.e7 17 ~h5+ >bd7 18 lld5+ :íii.d6 19
nazas, aunque después de 15 ... ~d7! ..\!1,b5+ c6 20 ..ltf4 + -.
16 c6, las blancas "sólo" tienen una pe-
ligrosa iniciativa. 15 éi!xe5 fxe5 16 l:xe5 tt:lf6 17 .íii.g5 0-0
18 1lWb3+ <;!¡hS
Más interesante es 11 ... f6!? Ahora no
tendría sen tí do ni J 2 Ji,f4 J!/.d6 13 e5 Si 18 ... \tg7 19 l:;tae 1 l:e8, lo más sim-
fxc5 14 ;j'.e] ni 12 e5 fxe5 13 a3 ple es 20 .~.xf6+ >t>xf6 21 '@'d l '.y lth5.
~d6 14 l:'!.el 'li'f6 15 b4 a6!? (evitando 19 Eael ,~xc5
15 ... .!Íi.,xf5 16 c5 ii.e7 17 b5) 16 kg5
'l!Gg7, etc "Pensaba jugar 12 a3! .~d6 l'~ Las negras deben devolver la pieza.
b4, con la posible secuencia 13 ... éi!e5
1061
14 c5 i/Jxf3+ 15 J:.xf3 ~e5 16 ~c4, segui-
do de ld:d3 \' li,b2, con idea de abrir la
columna d ·y, en algunos casos, jugar
:h3. En general. las blancas tienen bue-
nas posibilidades práctica> por la pieza"
(Spassky). Pero, en mi opinión, es mejor
jugar 15 gxf3' Lf8 16 .itc4, y es difícil pa-
ra las negra~ coordinar sus fuerza> y pa-
rar el inminente ataque.
12 e5! ct.Jxe5?!
Ofrecía mejores posibilidades 12 ...
~xe5 13 tt:lxe5!' (Spassky sólo indica 20 l':!'.xc5!
13 !:e 1 ffi 14 b4. o bien de inmediato "Después de la tentadora 20 l:í'.e8?! 'l!fd6
13 b4) 13 ... i2Jxe5 14 :le] f6 15 .ltf4 21 'l!ff7, las negras tienen la defensa
'l!Ve7 1 (15 ... 'lií'd6 16 i:xe3+! fxc5 17 21 ... tt:lg8!" (Spassky). Pm ejemplo: 22
'!Wel!v +-) 16'1il'h5+<;l¡d8!? (16 ... ::x18 (22 'l!fh5? íilxfü) 22 ... 'llfxf8 23
'i!'f7 i 7 •h4: ~e7 18 '§g3 1 wf8 19
~xe5 fxe5 20 J;xe5 •m 21 :C:fl!, con
ataque decisirn: 21 ... ~d7 22 .:tefi!
'l!fxf8 (tampoco es claro 23 Wfxc7
24 W/xc5 Wfxg5, pero no 23 .. .
por 24 Wfc41 Wfg7 25 f::e8!) 23 ... kxf8
23 'i>\l'xc7 i1..xe6 24 fxe6+ i'í::Jf6 25 24 l'le8 \Í?g7 25 f6+ éi!xf6 26 .ílxf6-"-
26 e7) 17 '*í'h4 (amenazando 18 ~xfü 27 l:í'.xf8+, y la ventaja blanca no es
i:.xe5 fxc5 19 ~g:)) 17 ... h6, aunque tan grande como en la partida,
también aquí tenían las blancas fuerte
compensación por la pieza con 18 c!í. 20 ... '~d6 21 l:tce5 0g4 22 ii.f4! ~d7
23 ~g3 ,;l¡,c6?
13 J:el f6
Un grave error, pero 23 ... 'lib6 tampo-
Después <le 13 ... Wfe7 l4 ~f4! (a la va- co habría cambiado el resul!ado de la
riante de Spassh 14 c5 t/Jxf:~+ 15 gxf3 partida: 24 Wfxb6 axb6 25 ::'!.d5, o bien
¿e;i J 6 n, sigue la réplica 16 "' 'i?h41 24 ;::¡:d5 de inmediato.
17 [:-;e~' <í)e7 18 e6 fxe6 19 txe6 h6 20
iiN cG 21 Jid2 Jtb7 22 '!Wb3 0-0-0, con 24 ::l5e4
igualdad) 14 ... f6 15 cf1! tt:lxf3T Hi Las negras se rindieron.

1<J-1
- 80RIS
Esta partida re\'ela el credo creati\'o
de Spassky: la objeti\'a e\'aluación de la
posición le preocupaba menos que el
carácter del juego resultante. Si ese ca-
rácter le con\'enía, entonces se sentía
como pez en el agua v, como regla ge-
neral, podía superar a sus oponentes;
Ese fue también el caso aquí. Hasta un
luchador tan curtido como Mikenas,
quien además se encontraba en exce-
lente forma, no pudo hacer nada con-
tra el poderoso asalto de Spasskv, plas-
mando así esta miniatura.
Hav un buen número ele miniatu-
ras, por cierto, en la carrera ele Spassky.
Quizá su partida más famosa con el
Gambito ele Rey Uunto con la que le
ganó a Fischer, en la que, de todos mo-
dos, el elemento psicológico jugó un
papel más importante que en el ajedrez
actual) sea su \ictoria sobre Bronstein,
en el 27" Campeonato ele la l'RSS (Le-
ningrado 1960). Esta partida, disputa-
da no mucho antes del final, fue consi-
derada la más brillante del torneo.
Ambos contrincantes estaban te-
niendo una actuación indiferente v de-
ambulaban por la mitad de la tabla. Bo-
ris Vasilievich me dijo que va no se
preocupaba por los resultados del tor-
neo, cuando, al encontrarse de forma
casual con Bronstein, antes de la par-
tida, le preguntó: "David Icmm·ich,
¿cuántos puntos tiene usted~". Resultó
que ambos tenían los mismos, v esta
inocente pregunta creó una cierta ten-
sión psicológica en torno a la partida.
349
B. Spassky-D. Bronstein
!.en ingrado 1960
27" Camjmmalo dr la UR'iS, 16ª ro11rla
Gambito ele Rey (C36)
1 e4 e5
Más tarde, al comentar esta partida en
su libro 200 partidas abiertas (que. por
cierto, fue uno de mis primeros v favo-
ritos libros ele ajedrez), Bronstein se la-
mentaba: "¿Qué diablos me habría em-
pttjaclo a mí a responder 1 ... e5' Había
X
olvidado que a Spassky, como a Spit'l-
mann en el pasado, le gustaba mucho
jugar el Gambito de Rey".
2 f4!
Por supuesto, Spassky no tuvo dudas
aquí: ¡era imposible no jugar así contra
Bronstein! Las posiciones resultantes
eran muy desagradables para un Brons-
tci n con negras, con independencia
del valor absoluto del gambito y de la
objetiva c\·aluación posicional. Después
de todo, 1'Í agudo Devil< tendría ahora
que defrnderse, antes que atacar, y de-
bía estar continuamente preocupado
por la idea "¿Y si a mi oponente se le
ocurriese crear hov una obra maes-
tra?". Es curioso que eso foe exacta-
mente lo que sucedió.
2 ... exf4 3 iLJf3 d5
La partida Spassky-Liberzon, de la 14"
ronda, siguió así: 3 ... il.c7 4 01:lc3 t/:lf6 :"i
d4 cl.j 6 exd5 iLJxcl5 7 ..\t.c4 ..\llt'6 8 'lil't'2
i'Lixc3 9 bxc3 i'.xc4 10 'i'xc4 l'Ld6, con
igualdad. Más tarde, Boris Vasilievich
trató, no sin éxito, de mejorar el juego
blanco: 6 .ilcd3!? dxe4 7 i'Lixe4 C:Zlxe4 8
~xe4 ~d6 9 0-0 (Spassky-Najdorf.
Olimpiada de Varna 1962), o bien 5
e5!' iLlg4 6 d4 iLle3 (6 ... ~.h4+ 7 we2 '.)
7 .1i.xe3 fxe3 8 i'.c4! (Spassky-Jolmm.
Moscú 1964), en ambos casos con una
ligera iniciativa, no exenta de veneno.
4 exd5 ~d6
Con intención de segufr con i'Lie7. Se-
gún Bronstein, recordó ante el tahlern
esta vieja idea ele Anderssen. La p.irtida
de la udava ronda Spasskv-SajMov, si-
guió a-;í: l ... :t_'Jf(j 5 ib:j+ c 1i h <lxc6
bxc6 (() ... 0'Jxdi!~ 7 d4 j::r!11. Harts-
ton-Spas>kv, Hastings 19h5-tífii '7 .ilc4
iLJd5 8 0-0 (8 li.:ic3!?) 8 .....ád6 9 :l.lc'.) 1
(es inferior 9 d4 0-0 lO éi.:ic3 Ít.Jxc3',
Bronstein-Botvinnik, Moscú 1!l!l'.2. '.W"
Campeonato de la L'RSS) 9 ... :&.c6 1O
tt:íe4 Yie7 11 kb3 0-0 12 d4 i'Lid7 13
'ile2 g5? ( 13 ... c!J!) 11 c4 iLJ!Jb6 15 h4!
h6 16 hxg5 hxg5 17 iLJfxgri '. lí:.xg5
18 ll.xf4 ii.f619 nadl id5 20 ii_c,Ci!, con
una bonita victoria.
Gary Kasparov -- Mí' (;f';L\U.S PREDECESORES
5 i!b5+!?
5 ... i"iJe7 6 d4 0-0
También se ha recomendado 6 ... c6.
En cualquier caso, es más fácil jugar
con blancas: su primer objetivo es el
peón de 14.
7 .~d3 ·~d7
Si 7 ... seguiría 8 0-0, con una mí-
níma ventaja.
8 0-0 b6?!
Una pérdida de tiempo. 8 ... ii:Jg6 no lo-
gra igualar tras 9 tt:Je4 0f6 l O Q:ix<l6
'ffxd6 l l c4 b.'1 ( 11 .... &.g4 12 ó 12
h3) J 2 b3, pero 8 ... tt:Jfü! se sugiere por
sí sola: 9 éí.ée!'i (9 Ll:íg5 h6!) 9 ... lí'itxd5
10 0xcl5 f,::Jxc15 11 'l!Nh5! (11 .~xf4 ·~xf4
12 .)"¡xf4 Wg:). con igualdad) l l ... g6
( l l ... i;)f6 12 i¡lfg5 0d5 rn tllxt7! ~xg5
14 t/JxgfJ Jtf5 15 ..&.xf5 l:xf5 Hi 4:le4,
con un final ligeramente mejor) 12
'/Wh6, y aquí no 12 ... f!/e7 13 tl:ic4!, sino
(según Spassky) 12 ... 'i/!Vf6, y es dudoso
que las blancas tengan alguna ventaja
real.
9 tl:le4! cl:;xd5 10 c4
Comenzando a desplegar su iniciativa,
aunque, por supuesto, todavía no hav
nada terrible.
l O ..• ii.Je3 l l ..iic.xe3 fxe3 12 c5! .~e7
Era peligroso 12 ... ffi?! 13 cxd6 fxe4 14
Jtxe4 cxd6 15 f!/b3+ ~h8 16 f!/xe3 C:uf6
17 con ataque, mientras que 12 ...
.~f4? es muy malo debido a 13 g3 f5
(13... 14-''iltxg5y~h5) 14ttJh4!
196
111
13 j/_.c2!
Esto es mucho nds incisi\o que 13 'l!1'e2
Ltif6 14 ~xe3 Cii<l5, con juego confuso.
Spassky le comuníca claramente a su Ji.
val que promo puede tener problemas
en h7. Objetivamente, la posición ne-
gra sigue siendo defendible, pero aquí
entra en escena la psicología: a Brons-
tcin no le gustaba en absoluto lo que
estaba sucediendo en d tablero, con
esa debilidad en h7 y f7.
13 ... ;;¡es
Es peor la jugada PI ... f5~ ! l 4 ;l:Jd c6
J5 f!/e2, mientras que después de 13 ...
c:L.ifü 14 ~d3 J:te8!? (Burgess; H ...
tlixe4 l 5 Vlfxe4 g6/f5/ 16 Wxe3 es favo-
rable a !as blancas) lf> J:íae 1! t2Jd5, con
el mismo tema que en la partída, 16
4:Jd6!? (J6 tl:Jc3 es más tranquilo) 16 ...
Jtxd6 17 'i/!Vh7+ Wf8 18 cxd6, con ata-
que.
14 '@d3 e2
Una tentativa por distraer a las blancas
de su plan. También era posible 14 ...
filf8 15 0e5 .:&e6 (pero no 15 ... 16?, a
causa de un remate muy espectacular:
16 tl:lg5!! hxg5 17 f!/h7T! lí:Jxh7 18
.~b3+ v li:lg6++) 16 'lWxe3 f6 17 <Lit'.3 c6
18 ii..b3, y las blancas están ligeramente
mejor, pero sigue habiendo mucho jue-
go.
15 li:ld6!?
;Comienza el espect.áculo! Después de
la natural 15 llf'l! ( 15 'llfxe2'.r) 15 ...
tll18 16 ~xe2 ile6 17 :!ad, las blancas
tienen la iniciativa, pero las negras

disponen de considerables posibilida-
. des defensivas. Quizá en este caso, tam-
bién hubieran perdido, pero entonces
no sería una partida digna de corm·n-
tar. El repentino v atronador golpe de
Spassky modifica por completo la situa-
ción. De nuevo, la psicología juega un
papel esencial en esta decisión: en una
partida con Petrosian o Korchnoi, se-
guramente ni habría considerado 15
&:Jd()!? Pero contra Bnmstein, 110 podía
privarse del placer de asestar un maza-
zo así. Esta jugada, de segunda catego-
ría en la escala de la verdad ajedrecísti-
ca, y claramente inferior a 15 E:f2'.,
conduce a una rápida y brillante \'ÍCto-
ria, ¡sencillamente porque sume a su
oponente en la confusión' Con ese
efecto contaba Spassky.
15 ... Q:if8?
¡El pánico~ O quíz<i también un senti-
miento contradictorio: ;él sacrifica, pe-
ro yo no lo acepto! Después de la tran-
quila 15 ... JÍLxd6 16 l!il'h7-r ~IB 17 cxd6
exfl l!W+ 18 l:txfl cxd6! (no 18 ... Q:iffi?
19 il'h8+ f2ig8 20 f2ie5 l:xe5 21 ó Spassky habría encontrado esta serie de
20 ... f6 21 j,:,hi! Áe6 22 d7!, seguido
de Jl,xg8 y .':xf6~ ! ) 19 'Wh8+ ~e 7 20
l:tel+ l2lc5 21 '1Wxg7 .a:g8! 22 'Wxh6
fib6! 23 ~hl .1i.e6 24 dxe5, las blancas
habrían logrado buena compensación
por la calidad, pero la posición segniría
sín esta1· nada clara.
Paradójicamente, el movimiento 15 ...
<llfB? acaba por arruinar el juego de las
negras, y las pesadillas que Bronsteín
experimentó después de 2 f4! comien-
zan a salir a plena luz del día. La psico-
logía cede ahm·a el paso al cálculo con-
creto.
1064
BoRrs X
16 tl:ixf7!
l'na Yariación infrecuente sobre la tra-
gedia de la casilla f7.
16 ... exfl il'+ 17 .lhfl li,f5
Las negras tienen una torre de vcn1aja
v muchas piezas en torno a su rey, pero
son incapaces de defenderse contra el
dominio blanco en las casillas de este
color: 17 ... '111\'d5!? ( 17 ... Wxf7 pierde,
de una forma que nos resulta familiar:
18 ?2Je5+ 19 'i'h7+! ?c.Jxh7 20 J~.h3+
~.b3! (no 18 c'íJ3e5? J!Lxc5!
gxh6 20 .l<kM l:txe5! 21 ¡\'g3+
~h7 22 .l!Lxd5 .!ii.xd4+ 2'.~ <;i?h 1 .\1!..e6 24
11Wd3+ <Ji;g8) 18 .. il'xf7 (18 ... '\Wh5 19
·uxh6+) 19 .íii.xf7+ Wxf7 20 ~c4+ cbg6
'.!! 'ii<í'g8! .íliJ6 (o bien 21 ... i>..e6 22
iue."i+ <;'Qh5 23 l!Wxg7, con mate) 22
'uh4+' 1'.xh4 (22 .. 23 'll9d5+
·;2;>xh4 24 g3+ y mate en 23 f!lí'f7+
>th7 24 '1Wxe8, ganando.
No tengo la menor duda de que
precisas jugadas, pues siempre ha teni-
do éxito en la persecución del rey enc-
uugo.
18 '/ixf5 'lid7 19 '11Uf4 J!Lf6 20 CU3e5
También era bueno 20 t2lxh6+ ¡,rxh6 21
'l/llxf6.
20 ... 'l/lle7
Ofrecía posibilidades pracucas algo
mejores aunque tampoco valía 20 ...
J!Lxe5 21 f2ixe5 il'e7 22 'l\l'e4 g6 23
.l;!.xf8+!? (es más sencillo 23 J!Lb3+! ~h8
24 'l\l'd5 'l/llg7 25 .!:H7) 23 ... W#xIB 24
'l\l'xg6+ il'g7 25 J!Lb3+ ~h8 26 t2lt7+
~g8 27 '5~d8+ ~t8 28 'it'f5+ ~e7 29 lt.Je6
'!i'h8 30 'l/lle4 (o bien 30 Vf4 :1ad8 31
'!i'xc7+ :i:d7 32 'i!}'g3) 30 ... c6 31 f2ig5+!,
con el mismo desenlace.
Es muy probable que a estas alturas
Bronstein ya no estuviese pensando
acerca del resultado de la partida: se
encontraba completamente a la mer-
ced del huracán combinativo.
197
Gary Kasparm· Mis CE:\L\LES PREDH:ESORES
IOtiS
21 jtb3!
Decide en el acr.o.
21 ... ~xe5
21 ... it:le6 22 c'iJxh6+; 21 ... Wh7 22
'll!Vf5+.
22 tllxe5+ 'ith7
22 ... Ltle6 23 tllg6) 1li'e4.
23 'l!We4+
Las negras se rindieron.
L 1na partida demoledora, en espe-
cial por su componente psicológico.
pues Spasskv no había derrotado a un
cuak¡níera. ¡sino al g1·an Bromteín 1 No
sin razón, Físcher recordaba esta obra
maestra y su propia derrota en el Gam-
bito de Rey. al incluir a Spassh entre
"los diez maestros más gr;n1des de la
historia". Mencionó el "est.ílo indiYi-
dnalista y dinámico" ' las "aperturas
hiperagudas" dé'I jugador ruso, pre-
viendo un gran futuro para él. v hacién-
donos llegar una interesante observa-
ción: "~passk\· sacrifica ron absoluto
abandono ... Se sienta ante el tablero
con la misn1a expresión. _1·a esté dando
mate u recíbíéndolo. Puede equivocar·
se y perder m1~1 pieza, pero nunca pue-
des estar seguro de si es un bm do error
o un fantástico y profundo sacrificio".
Analizaremos ahora, no un gambi-
to, sino una partida sensacíonal, con la
\'(Jluntaria pérdida del enroque, que es
una de las partidas más trágicas (iunto
con la núm. '.H7) en la carrera de
Spassky. Después de nueve rondas del
28º Campeonato de la LRSS (v Zonal),
disputado en Moscú, en febrero de
198
III
1961, lideraba con seguridad la carrera
(;con 7 de 9!) y parecía tener todas las
cartas para proclamarse, por fin, cam-
peón soviético o, al menos. para clasifi-
carse para el Torneo Interzonal. "A
uno le impresiona la cortesía de los de-
más participantes con Spassky", bro-
meaba Flohr. "Saben que Boris aún no
ha ganado el Campeonato. v quieren
darle la oportunidad de conseguirlo".
-~·~~-~···-----------
350
B. Spassky-L. Polugaievsky
Mostú 1961
28" Campeonato de la L'RSS, JU" mnda
Defensa India de Dama (El2J
1 d4 it:lf6 2 c4 e6 3 cl:lf3
No puede haber duda de que las ne-
gras sé' habían prepa1·ado para 3 'llc3
.tb4 41.:,g5 (partida núm. 345).
3 , .. b6 4 ~c3 Jtb7 5 ~g5 1le7
En el 29º Campenna10 de la l!RSS (Ba-
kú l 961), Polugaievsky respondió 5 ...
.í!Lb4 6 e3 h6 7 ,i!ih4 g5 8 Jli.g:~ ~e4 9
'llí'c2 J1.xc3+ 1O bxc3 d6, pero después
de 11 J1,,d3 (11 ,.. f5 12 d5 1,
Spasskv-Gonzálel, La Habana 1962) 12
fxg3'? g4 13 il.Jh4 14 0-0~ 'llÍ'xé'3+ 15
@h] c'2Jd7 J6 llf4 17 l'tafl. Spa%kV
logró buena compensación por el
peón, y ganó é'TI una complicada lucha.
Normalmente, sus rivales n.nné'nzaron
a incluir 5 ... h6!, qlle también solía h~­
cer· Polugaievsky, sólo que ... ¡no en esta
µartida!
6 e3 ll'1e4
La elección por parte de PolugaÍf'\'sh
de esta variante simplificadora ré'laliva-
men re rara, sin duda estuvo dictada
por consideraciones psicológicas, un
deseo de sorprendé'r a su formidable
oponente y atenuar su talante agré'sirn.
6 ... 0-0 7 1'.d3 c5 8 0-0 h6' también es
perfectamente aceptable, pero no 8 ...
it:lc6? 9 d5! l2Jb4 10 d6! J,xdfi 11
-~~xh7+! wxh7 12 1i.lfxd6 ~xrn 1'.~ gxf3
tlle8!; (Spassky-Larsen, Belgrado 1970,
J\latrh del Siglo, 3ª ronda) 14 '@xfR~

'iixg5+ 15 @h1 'iih5 16 J;,g1 '~xf3+ 17
:Bg2, y las negras tienen insuficienle
compensación por la cali<lad entregada
(Bondarevskv).
71Uxe4
La partida Spassky-Lutikov (27º Cam-
peonato de la URSS, Leningraclo 1960)
siguió con 7 J1Lf4 itb4 8 'ilic2 0-0 9 .~<l3
f5 10 0-0 2,xc3 l l bxc3 cl6, y el juego
blanco alcanzó un callejón sin salida
posicional (12 ~b3 c5 !) , pero Spassky
se arriesgó con un sacrificio especulati-
vo de peón: 12 c5?! Wie7 13 cxcl6 cxcl6
14 /Ud2 llíxd2 15 Wixc12 e:), con una
partida intensa. Creo que un gran
maestro moderno, con mejor técnica
defensiva, habría respondido 12
bxc5, puesto que no es fácil encontrar
compensación después de n 'i;l1b3 ·~c8
14 Ilab1 1La6 Ei c4 /Ud7.
7 ... ~xe4 8 ~f4
El cambio 8 Jlb.xe7 'lj/¡xe7 normalmente
significa el comienzo de negociaciones
de paz, pero también hay excepciones,
corno por ejemplo: 9 f2Jc12 lLb7101Le2
'iig5 11 itf3 <hf3 12 'lj!¡xf3 i't:Jc6 13 'ilg3
'i'xg3 14 hxg3 we7 15 g4 h6 16 a3 a6!
17 we2 l:lhb8 18 /Ue4 b:i 19 c5 d5 1 20
cxd6+ cxd6 21 J4 .l'tc8 22 f5 t2:Ja5 23
Wd3?! lZ:ic4 24 l:abP d5 25 °Lic3 (25
l2Jc5 e5!) 25 ... Ilc6 26 fxe6 fxc6 27 g5
hxg5 28 l:::h5 ~f6 29 cih3 lhc8 30 :Ua2
a5! 31 l:'rf3+ Wg6 32 g4 lí'id6!? (32 ... e5)
33 .'Uc3 b4 34 axb4 axb4 35 c2Jd 1 6c2 36
Eif2 b3! 37 aal ·'2ic4 38 9.e2 l:8cG 39
.Sbl e5 40 l'::al l"\6c4 "!! J;.aS cLic.'i+'. 0-1
(Bogoljubov-Capablanca, Bacl Kissin-
gen 1928).
8 ... 0-0 9 li,d3!
"Esta jugada le da a la partida una di-
rección inusual. Se diría que es bueno
para las negras impedir el enroque de
su oponente. Sin embargo, para Pnlu-
gaievsky este factor, en apariencia favo-
rable, jugó un dañino papel psicológi-
co, porque comenzó a creer en la
posibilidad de asumir la iniciativa. olYi-
dándose de Jos defectos de su propia
posición" (Aronin).
BOR!S X
1066
i.;;;;.-=.~
9 ....i!í.b4+?!
Una dudosa salida de alfil: después de
todo, esto no es un Gambito de Re\',
donde un par de tiempos son un peque-
ño precio a pagar por retener al revene-
migo en el centro. Después de la '"nor-
mal"~) .... ~xd3 10 ~xd3, o bien 9 ... Ei'.i'
1O .~.xe4 fxc4 11 lí:ld2 d!í 12 'ií'g4 ilfh l '.'I
0-0 :UcG = (Szabo-Miles, Amsterdam
1976), los acontecimientos habrían evo-
lucionado mucho más lentamente, en el
espíritu de la línea de apertura elegida.
Ahora, sin embargo, surge un conflicto
real y las adormiladas tropas reciben la
orden de prepararse para la batalla.
10 @fl!
Dejando libre la ruta d 1-li!í para la da-
ma. "Una excelente alternativa es 10
we2 _\1í.xf3+!? 11 gxf3", leemos t'l1 el li-
hro Grand StmtP¡ty: 60 CmnPs hy Boris
Sjmsskv. Sin embargo, la columna g, por
sí sola, no es suficiente para que el ata-
que 1enga éxito, v después de 11 ... )i!.d6
12 .i.xdfi cxdG. seguido de 17-JJ y é'i:Jc6,
las negra> no tienen mayrn·es proble-
mas. Por cierto que ése es también el ca-
so después de l 1 •;i;xf3 f5 12 h4 J&.d6 J '.)
.i.l..xd6 cxd6 14 g3 /Uc6 1S •.tfg2 e5 16 dS
iíJb4! 17 4e2 a5 y ct:Ja6-c5.
1O ... ..ltxd3+ 11 ~xd3 iJ..e7
El alfil es obligado a batirse en retirada.
a fin de parar las amenazas c4-c!í v i't'Jg'i.
pero el ¡miente golpe que signe obliga
a Polugaievskv a concebir un plan de-
fensivo en plena confüsión.
12 h4! f5
Las negras bloquean la diagonal de la
dama blanca. privándola tambi<'i1 <k la
Gary Kasparov Mis GE:-l!ALES PREDECESORES
casilla e4, pero de este modo debilitan
las defensas de su rev, ofreciendo un
objetivo al avance g2:g4. La aparente-
mente s<'ílida 12 ... d5 se replica con 1'.)
g6 (si 13 ... .llxg5? 14 hxg5 g6, en-
tonces, a falta de algo mejor, 15 cxd5
~xd5 16 e4, o bien 15 ... exd5 16 .!:el)
14 CL\13:, con la amenaza h4-h5.
La alternativa es 12 ... CL\c6. Por ejem-
plo: 13 í:tcl f5 14 a3 .ílf6 15 b4 d6 16
~g3 ~e8 (Korchnoi-F. Olafsson, Islan-
dia 2000, rápidas). Una alternativa más
enérgica es 13 d5~ tt:lb4 14 ~d2 c:J L:J
a3 tt:la6 16 h5, y las posibilidades de las
blancas son algo mejores.
13 ~e2!?
¡El ajedrez es unjucgo misterioso! Las
blancas efectúan una segunda jugada
con su rey y su iniciativa se incrementa,
puesto que ahora se deja paso a la torre
dama hacia g 1.
13 ... d6 14 g4!
El inicio de un asalto directo.
14 ... tt:ld7
Es malo 14 ... fxg4r. debido a 15
~xg5 16 hxg5 g6 l 7 'lo\i'e4!
t5 nagt fxg4?!
La primera indicación de un cierto pá-
nico: las negras ayudan a su oponente a
desarrollar sus fuerzas. Quizá debían
haberse decantado por 15 ... ~e8, con-
trolando las casillas h5 y g6, liberando
d8 para la torre v contemplando la po-
sibilidad de u11 contraataque en el cen-
tro con e6-e5. Después de 16 gxf5 l:xf5
(no será fácil desalojar de aquí a la to-
200
III
rre), o bien 16 h5 '>t>h8, las cosas sería
más dificiles para las blancas.
16 .!:.xg4 tt:lf6 17 .Hg5!
Una decisión nada t1·i\ial: la torre pas
a controlar la quinta fila v asegura e
avance del peón h. Después de 17 .!:1'.g'
CL\h5, las negras tendrían tiempo par
erigir una primera muralla detensiy·
18 li.h6 ~f6 19 ttf7 20 'lí\l'e4
bien 18 t?:Jg5
éllxf4+? 19 exf4
'i'e4 'ii'd7 22 ñgh2 23 '!Wxg6+!!
19 hxg5 g6, y 20 :l::xh.I) gxh5 21 g6 no e
peligroso en vista de 21 ... '1Wf6!, etc.
17 ... 'lid7
Parece que de nuevo es posible 17 ,
'lW e8? !. con idea de 18 h5 ( 18 l'!hg
éllh51) 18 ... :d8, pero entonces e
fucnc 19 h6 g6 20 tl:Jh4!, con una inevi
table explosión combinativa despué
de 20 ... ~h8 (20 ... et:ih.">? 21 .f:lxh5 1
20 ... e5 21 C:tJxg6!) 21 f:xg6!! e') 2'
l:Ig7! exf4 (22 ... llf7? 23 ~xh7+!! tt:lxh
24 tt:lg6++) 23 tt:lf3! Por ejemplo: 23 ..
~d7 24 ~g5 li.d8 25 R:íxh7! :bxg7 2
tt:lxf6 ;txf6 27 hxg7+ Wxg7 28 ~h7
'>t>f8 29 í:lg l 'i'f7 30 '11Uh8+ ';'r,/e7 31
o bien 2'.) ... J:i.g8(f7) 24 ~7Jg5
hxg7+ '>t>xg7 26 lhh7+! éZ:xh
~xh7+ wf6 28 tt:le4+ ~·e6 29 d5+ @e
30 wf3, }' el rey negro perece en el me
dio del tablero.
18 h5 tt:le8 19 l:l,g2
,:Cómo decidir a d<'ímlf' rf'!Írar la torre.
I'or si fuese necesario, Spassky dej
abíeno un camino al alfil de ft. míen
tras que 19 tiene el mérito de re!
Ya1 al rey en deknsa del caballo de f3

19 ... b5?
Una nerviosa tentativa por distraer la
atención de su rival del ataque al rey.
Creo que después de 19 ... .!:i.d8?L a las
negras no les preocupaba 20 h6 (aun-
que no hay necesidad de apresurarse
con este avance) 20 ... g6 21 l:txg6+?!
(21 l:hgl ~f6; 21 d5 exd5 22 cxd5 c5!,
con igualdad) 21 ... hxg6 22 h7+ ~h8
23 ~e5+ cl:Jg7!, o bien 22 'li'xg6+ c;th8
23 Jl.e5+ ~f6!, pern las blancas pueden
jugar 20 l:thgl! (amenazando ~h6)
20 ... ~m (20 ... whs? 21 h6! gfi 22
11xg6 hxg6 231l,,e5+!! .l!i.f6 24 tt:ih4, con
un tremendo ataque) 21 €ig5 Axg5 22
~xg5 (y Ah6!). Pero la fría 19 ...
l:!:b8(c8) 20 .!Ihgl ~f6 hubiera conser-
vado una posición defendible.
20 c5!?
Las blancas no quieren abrir un segun-
do frente: 20 cxb5 r!b8 21 a4, aunque
después de 21 ... a6 (21 ... c6; 22 h6 g6
23 €ie5! dxe5 24 .lll.xe!í. con la doble
amenaza Jhb8 v :l'.xg6+ !) 22 l'.:ihg l !, las
negras no podrían recuperar de inme-
diato su peón: 22 ... axb5? 23 h6! g6
(23 ....~f6 24 hxg7 ~.xg7 25 a5') 24
l:txg6+ hxg6 25 'li'xg6+ wh8 26
etc. También es malo 22 ... l'l'.f.5? 23
.llh6!, o bien 22 ... wh8? 23 h6 g6 24
::!.xgG hxg6 25 mientras que des-
pués de 22 ... ii.f6 23 li.xg5 21
!í.xg5 h6?! (es más tenaz ... c6) 25
l:g6 axb5 26 a5!, las blancas tienen una
evidente ventaja.
20 ... dxc5?
Tras larga y agónica indecisión, Polu-
gaievsky debilita fatalmente la casilla
e5. Después de 20 ... Jlh8, las blancas
hubieran tenido que elegir cnu-e dos
alternativas agradables: 21 ilhgl (con
la amenaza temática 22 h6 g6 23 .!;l,xg6
hxg6 24 .~é+!! $_fb 25 ti:Jhl) 21 ... _\kf6
22 €ig5 23 I:'í:xg5, y la espectacu-
lar 21 .~f6! (21 ... dxe.V 22 éí:'Jxe5
y 23 €ig6-r'.; :?l ... nxm? 22 h6!; 21 ...
iíJf6? 22 cxd6 cxd6 23 ~g()! 1) 22 'lie4
k!'.b8 23 dí '1Jie7 24 ~f4. y las ne¡.{ras que-
dan condenadas a una pasiva defensa.
BORIS X
Pero las negras podrían haber conside-
rado 20 ... ~c6!? 21 J:thgl. y ahora no
21 ... whs? 22 h6! (22 ... g6 23 l:1xg6),
ni 21 ... 'li'd5? 22 h6! .:::!.f7 (22 ... g6? 23
:::.xg6+! hxg6 24 \1Yxg6+ \,'l;>h8 25 €ie5!)
23 hxg7, claramente favorables a las
blancas. sino 21 ... Bf5l 22 h6 g6 23
cxd6 cxd6, aunque después de 24 d5!
las negras seguirían teniendo una dura
lucha para conseguir tablas: 24 ... BxcEí
(si 24 ... 1Yxd5, las blancas tienen la
fuerte réplica 25 €id4! lif8? 26 .!lxg6+!.
o bien 25 ... J;f6 26 Ag5!) 25 l:xg6+
~f7! 26 l:!.g7+ (26 €id4 'i'c4 27 'li'xc4
bxc4 28 lhe6 j:,fü 29 I!!:e4 l'fa5, con
igualdad) 26 ... €ixg7 27 :f.xg7+ <be8 28
tt::ld4 cte.
21 h6 l:f5
La defensa estándar, 21 _.. g6?, va no es
posible debido al "agujero" de e5: 22
;':xg6+ hxg6 23 'i'xg6+ wh8 24 c'Lce5
'i'd5 25 ugl + -, mientras que 21 ... c4?
se refutaría con la atractiva 2211'xh7+!!
·;i;ixh7 23 hxg7-'- <J/g8 24 l:Ih8+ >t>f7 25
~e5+ Wf6 26 ::txf8+! .~xf8 27 gxf811'+
\1Yf7 28 '1Wxf7++. La jugada de la partida
les permite a las negras resís1ir al borde
del abismo.
22 .\&.e5!
Con 11n allll tan potente, el ataque
blanco es irresistible. Al buscar respues-
tas mínimamente aceptables, las negras
caen en grandes apuros de tiempo.
22 ... c4 23 'i'e4 'li'd5 24 'li'g4
Tambifn había otra forma prosaica de
ganar: 24 'li'xd5l? nd5 25 hxg7, etc.
24 ... c3 25 h3! b4
Este par de peones sería bueno en 1111
final, pero que las negras puedan llegar
<t ese final ¡sólo puede imaginarse en
una pesadilla!
26 e4!?
Las blancas de nuevo desdeñan lo pro-
saico: 26 j,xg7! 'li'xf3+ (26 ... 'li'b5+ '-27
•;i?e 1 Ag5 28 €ixg5 'li'd3 29 ~d 1) 27
'li'xf) J:!.xf3 28 wxm, etc. A Spa~skv le
atrae más la idea de Ja marcha del rev.
'.!Ol
Gary Kasparm .Ylis c.t.\:L\U:s
26 ••• ~b5+ 27 ~e3! ::tf7 28 hxg7
29 ~xf6
De nuevo había una rloble soludóu: 29
~h3 c2 30 1Lxf6 el~+ 31 :!xcl J::xf6 32
e5. etc.
29 ... 1::'.xf6
1069
30 t!.xh7!?
Capablanca, Karpov y una computado-
ra habrían jugado "automátícamcntc"
30 c5! .:;;tg6 31 ~h5. ganando. Pero
Spassky rechaza esta "aburrida" conti-
nuación v emprende la fase concluyen-
te del ataque. En este punto. la bande-
ra del reloj rle las negras estaba ya
colgando. 111iernras que a las blancas
les quedaban unos 15 minutos.
30 .•. l:xf3+
Esta serie de jaques es la única forma
de postcrgar la rendición.
31 \t>xf3
31 '~xf3?( :;,ólo se produciría en
una partida blit:.
31 ... 'il:fd3+ 32 ;bf4
De haber situado las blancas su torre
en g3 (en la jugada 19), a hora la senci-
lla '.12 habría sido rlecisiva. Sin em-
bargo, negras se encuentrnn en si-
tuacíón desesperada.
32 ... ~.d6+
Después de 32 ... 'i!ild2+. hubiera dado
resultado el cuento de hadas 33 ~eS~
J1Ld6+ 34 i?xe6 l!e8+ 35 Wd7! Il'.e7+ 36
~d8! (Moisee\·), pero lo más probable
es que Polugaievskv hubiese evitado el
202
PRr:JJFCESORr5 111
tl:if6 jaque de dama, a causa de la más ten-e-
nal 33 i?g3 ~díl+ M c;í;•h;) 'i'd3+ ;)5 13.
33 i?g5 @xh7
Los jaques sensatos han llegado a su fin
(33 ... iloc7+? 34 i?g6!; 33 ... ~bE'í+? 34
Wh6!) y lo único que queda es tomar la
torre. Ajuzgar por d ruido de la sala,
muchos espectadores habían previsto
va el final lógico de la lucha.
34 ~h5??
Si las blancas hubieran f'jecutado la
planeada 34 Wt6!! ~xd4+ 35 @f/ 1, ésta
habría sido una de las mejores partidas
de Spassky. Audaces internadas del rev
bajo las balas enemigas pueden contar-
se con los dedos de una mano. y fm·-
ma n parte del tesoro del ajeárcz.
Spassky imaginó, de repente, que des-
pués de 34 i?h5 los jaques habían ter-
minado. El pensamiento err;ítico, en
momentos de terrible tensión, sobre
todo con Ja banderita del oponente a
punto de caer, suele acechar hasta a los
mejores.
34 ... fi!'h5+!
Este inesperado desplazamiento de da-
ma sumió a Spasskv en un shock, y \io
el resto de la panida en una nebulosa.
35 ~·h4?
Respuesta casi mstantánea que es. al
mi~mo tiempo, un segundo error, vir-
tualmente decisivo. Las blancas descar-
taron inslint.ivamente 35 e5! 'lie8.,.!.
aunque, en tal caso, las negras hubie-
ran tenido que realizar cinco jugadas li-
teralmente en segundos, después de 36
para no dejar escapar las tablas:

1) 36 ... Jte7+ 37 <;i;?h3 '~f7 (o bien 37 ...
~g8 38 <;t>h2! '14Vf7!, pero no 38 ... c2? 39
'ltxe6+ '14Vf7 40 il'h fi + -) 38 ;;i h 2 ! ±ig8
39 'flt'h3! '»Ff4+ 40 \i<g 1 ( 40 <hh 1? 'lifh4!)
40 ... 'lifcl .,., con jaque perpetuo.
2) 36 ... 'itlg8 37 exd6 c2! 38 'liíl'f4 'ií'c6 39
l:tg 1 'flt'xdfi 1 40 'itlg5 ! .!:l.d8 ( 40 ... '«fxf4+
41 ~xf4 » l:1cl) 41 'ii'xd6 Hxd6 42 l:.cl
z::\c6 43 ~f6. con tablas.
35 .•. ~e7+ 36 ~h3 'l'fg5!!
Aquí tenemos que considerar de nue\·o
la extrema situaci(ln de apuros de úcrn-
po. Las negras encuentran de nuevo la
única jugada, ;y ahora son las blancas
quienes tienen que luchar por las tablas!
37 'lWxg5
Forzada: si '.ll 'l'fxe(Vi sigue 37 ... '&l'h4++.
37 ....~xg5 38 ~xg5 .E:d8!
El final de torres resultante (ironías del
destino: véase la nota a la jugada 25 d<."
las negras) es muv desagradable para
las blancas, porque el peón de g7 re-
quiere una continua defensa, atando
así a la torre, mientras que el peón pa-
sado de c3 le permite a la torre negra
ser muy activa.
1071
39 f4?
En una situación tan inusual. lrn, co-
mentarios sólo son apropiados si se tra-
ta de establecer la \·erdad a1edrecística.
Recufrdese la regla principal de estos
finales: ¡la actfridad por encima de to-
do! La posibilidad de salvar la partida
pasaba. para las blancas, pm· consen·ar
y activar sus peones centrales, iratando
-con ayuda del rev- <le convenir uno
BoRIS X
de ellos en uno tan fuerte como el de
c3. Examinaremos tres planes:
1) 39 '>Íig3 ;;igs ! 40 :t:c5 l:xd4 41 wf4
(depositando sus esperanzas en el
peón pasado) 41 ... :t:d2 42 we5 .l:íxf2
4;) :t:xc7 llxa2 44 \t'xe6 (44 wmwh7!
45 '>Íixe6 a5 -+) 44 ... wh7! 45 e5 a5 46
wd5 .l:!.c!2+ 47 '>Íic4 (o bien 47 we4 l:te2+
48 <;t>d4 a4 49 bxa4 c2 50 wd3 b3 51
wxe2 b2 52 E:xc2 bl 'i') 47 ... :Xd7 48
:!":cfi .:l:b7 (o directamente 48 ... wxg7)
49 wd3 <;t>xg7 y las negras ganan, pero
no 49 ... a4?! por 50 bxa4 b3 51 l:tg6 (So-
rojtin) 51 ... Wg8 52 :¡,tgl ñc7 5!1 e6 c2
54 e7 l:í,xe7 55 Wc3 .!Ád7 56 .k!cl=.
2) 39 g8 llli'+!? !txg8, y ahora no 40
.:tc5?! :lgl'. 41 lhc7+ ~g6 42 fil a5 43
:::c6 ( 43 J:!.c4 :i:lal 44 wg4 J::.xa2 43 ...
wf7 44 J':'l'.c7+ wfü 4!1 ;g:c6 bí.al 46 f4
htxa2-+, o 40 r:!.h:-l+! (<·orwndo el cami-
no de la torre hacia el peón de a2) 40 ...
;;ig6 41 l:b5 a5 42 l:Ixa5 l:l:d8 43 d5, con
igualdad (Sorojtin).
3) 39 d51 lla posibilidad menos eviden-
te de todas) 39 ... exd5 ng ...
c2?! 40
l"l.gl, con tablas) 40 g8tl.¡I+! l'!:xg8 41
i:xd5! \tg6 42 ztc?í wffi 43 f4 (las blan-
cas han conser\'ado su peligroso par de
peones, aunque su rey esté por el mo-
mento cortado) 4:1 ... 1:l:e8 <14 l:r.c4 c5
( enn·rTando Ja torre) ,15 ),\;g4 :;.es, y las
blancas pronto se \'erán obligadas a
avanzar uno de sus peones.
107~
Diagrama de am\lisis
46 e5+? lt>e6 47 :::í:e4 píer·de por 47 ... c4
48 bxc4 c2 49 f5+ ''9e7 :}0 :te 1 lhc4-...
Por otra parte, 46 >!i?Ci l.'vefí 47 \:lie3 ct•dG
48 a3 a5 49 axb4 axb4 50 f5i We5 (50 ...
::th8 51 eEí+!) :J 1 ~f3 tid8 52 &txc5+
wd4 5'.i l':c4+ wcl'.) :">4 fü, o la, inmediata
46 f5 1 we5 47 wf3 :t\d8 48 we'.) ktc8
203
( 48 ... Wd6 49 Wf4 :!:e8 50 f6. con ta-
blas) 49 wf3 ~c6 50 we:3 a5 51 wrn ilh6
52 .bxc5+ Wdfi ('.,2 ... Wd4?? 53 ,'.;í'.d.)t+)
53 !k8 conduce a tablas.
39 ... wgs!
Esto asegura prácticamente la YÍCto1·ia,
ya que ahora las blancas no tienen
buen contrajuego.
40 J:'!.c5
Sí 40 d5, entonces 40 ... exd.'.' 41 exdf1
ñd7! 42 l:!.e5 :xg7 es decisivo.
40 ..• .!:í'.xd4
A juzgar por la calidad de las siete úl Li-
ma.~ jugadas, se diría que quienes se- n1-
contraban en apuros de tiempo eran
las blancas, no las negras.
41 l:J.xc7 E!.xe4
La jugada secreta. La reanudación no
se prolongó mucho.
42wg4
También era desesperado 42 wg3 (42
llxa7 c2 43 J:i.c7 .!::te:3+! v l'k3) 42 ... a5
43 ~f3 l:e l 44 Wf2 :!:.al 45 We3 r!xa2
46 <;!.?d4 l:!:g2 47 We5 l:!.xg7 48 :tc5 :g3
49 <;l,?xe6 a4 50 bxa4 b::I.
42 ... e5! 43 a3
Como demostraron los análisis, des-
pués de 43 @f5 .::lxf4+ 44 @g6 45
@h6 e4, las blancas no habrían podido
salvar la partida con 46 ~xa7 c2! 47
l:í:c7 48 lk8+ ~f7 49 J:l.c7+ wf6 50
11c6+ 51 ~xc2 .l:xc2 52 g8~ D:h2+
53 wg7 l:tg2+, ni tampoco con 46 .!:c8+
wf7 47 Z:f8+ we6 48 g8\IV+ í:xg8 49
.llxg8, en vista de 49 ... e3!! 50 l:te8+
@d5 51 11xe3 c2! 52 l:lel @d4 53 <;l,?g5
';i;>c3 54 @f4 @d2 55 B.hl el \IV 56 l:xcl
lt•xc 1 07 We3 \t>b2, etc.
43 ... l::t.xf4+ 44 @g5 a5 45 <;l,?g6 l:g4+ 46
~f6 wh7! 47 g8\IV+
47 ;!.>xe5 :txg7.
47 ... wxg8 48 @xe5 ~gl 49 @f6 J;fl+
Las blancas se rii:dH·r011.
204
Sí f>O 50 ... bxa3! 51 .&'.k8+ c.i•f7 52
JJ:c7+ we8, y el peón a corona. mientras
que después de 50 wg6 wf8 51 axh4
axb4 52 l:tc4 ~e8 53 <;l,?g5 Wd8 54 lt•g4
%'.l:b l, cae el último peón blanco.
Hoy narlie lo recuerda, pero esta in-
mert'cida derrota le costó al Spassky de
24 ai1o~ bastante más que el título de
campeón de la URSS. L<' traumatizó v
diluyó su talante creativo. Boris estab~
sencillamente irreconocible al final:
tras haber perdido ante Sí magín y
Korclmoi, y luego ante Steín en la par-
tida decisiva (núm. 35·1), una vez más
no consiguió da.~ificarse para el Inter-
zonal.
Pero veamos <Jhora cómo el futuro
campeón mundial se desenvolvió en
una de las más complicadas y arriesga-
das aperturas: el irracional Gambito
anti-Moscú.
351
B. Spassky-L. Pachman
Mosní 1967
Defensa Semi-Eslava (D43)
1 d4 d5 2 c4 c6 3 (uf3 tt:lf6 4 4jc3 e6 5
h66 ~h4!?
Spassky fue virtualmente el primero
que realizó esta aguda jugada, que ac-
tualmente está en plena moda, pues
tras 6 i,.f6 \\Vxf6 (la Variante Moscú) la
ventaja espacial de las blancas está com-
pensada por los dos alfiles negros y el
dinamismo latente en la posición. Este
tipo de posición ha sido objeto de de-
bate desde la época de la 11 a partida
del match Capablanca-Alekhine (tomo
I, partida núm. 125).
6 ... dxc4 7 e4 g5 8 ~g3 b5
Las negras han eludido la arriesgada
Variante Botvinnik (5 ... dxc4 6 e4 b5 7
e5 h6 8 ~h4 g5 9 tt:lxg5), y han queda-
do con un peón de ventaja, aparente·
mente sin mayores problemas.

9 'i'c2?!
Este tipo de posición difiere funda-
me11talmente de las que hemos \i.sto
con Mikenas y Bronstcin. Aqni la com-
pensación de las blancas no es momen-
tánea, sino a largo plazo. estratégica.
Las jugadas b7-b5 y g7-g5 son incitado-
ras para las blancas, pues dado que los
peones no pueden volver atrás, a las ne-
gras les resultará difícil enrocar. Sin
embargo, las blancas deben desplegar
1111 juego preciso y enérgico, mientras
que Spassky actúa un tanto sobre prin-
cipios generales, concediéndole así ex-
celentes posibilidades de contrajuego a
su oponente. A pesar del éxito de las
blancas en esta partida, el desenlan:· de
la batalla en la ape1tura desanimó a
muchos jugadores de intentar 6 ilch4
durante mucho tiempo.
Ahora bien, esto no es aplicable al pro-
pio Spassky, que en su partida con Kos-
tro (Olimpiada de Siegen 1970) no de-
jó escapar la ocasión de emplear de
nuevo el gambito,jugando 9 ~e2! .>&~b7
10 0-0 tl:lbd7 ll d5?! cxd5 12 exd5
'fibfi? 13 dxe6 fxe6 14 tl:Jd4 .tlc5 (l 4 ...
a6 15 ~h5+) 15 lt:Jdxb5 0-0 16 il,f3
~xf3 17 ~xf3 .tac8 18 :1.adl 'i'c6 19
Wc2 tZ'id5 2(} tZ'id6! ~xd6 21 '!Wxe6+
@g7 22 ..liLxd6, con espectacular victo-
ria. Más tarde, cuando se realizó un se-
rio estudio en este esquema, se encon-
tró un considerable refuerzo: 12 ...
tl:Jxd5! 13 tl:lxb5 a6! 14 tl:Jd6+ ~xd6 15
iLxd6 'fib6 16 ...kg3 l';'í;c8 17 !':í:c1 c3 18
·'lle5 cxb2 19 l:xc8+ iLxc8 20 ec2 0-0
(Bareev-Dreev. Wijk aan Zee 1995, 3ª
partida del match), y se \olvió comen-
BORJS X
cional otra línea: 11 '1Wc2 tLi h5 l 2 a4 a6
13 J:lad l .í&e7 l4 d5 l2!xg3 15 hxg3, etc
En 1982, después de 9 .íke2 1 Ti-
mosh.:henko v vo descubrimos una idea
nmv distinta: 10 e5 éiJd5 l l h4!, que en-
sayé contra Tal (Tnter1onal de Moscú
l CÍ82): l l ... 'i'a5 J2 :::lcl ( 12 ... 17\aO!?
13 hxg5 0-0-0) J '.~ lbd2 l 4 lbce4 cxd4
15 ()..() h5~! (15 ... •::zJc6!) 16 a4! a6, v aquí
17 ..ílxc4 ! (en lugar de 17 b4? 'li1\ld8!)
17 ... bxc4 18 lbxc4 'i'b4 19 rn!! (seúala-
do por Petrosian -¡un rom~'intico de co-
razón!- en un análisis después de la par-
tida) le habría dado a las blancas un
tremendo ataque: 19 ... 'Llc6 20 \l;.. e l
'l!fe7 21 liJcd6+ wd8 22 l:1xc6' .\ben 23
.~a5+ ll:Jc7 24 'iWxd4; 19 ... .whn 20
'Ued6+ ~d7 21 h::g4 ~.xcl 22 ~el! 'i'c5
23 tí:.xf7+ :Ue7 24'i'Hxc1, o bien 19 ....íil..c6
0
20 fxg4! ~.xa4 21 ·'Ucd6+ .~.xd6 22
..'í:lxd6+ @d7 23 l:txf7+ 4.Je7 24 J:xe7+!
·:.t>xe7 25 Wt3 .Gf8 26 'iWe4! (no 26 'fixa8
d3! 27 'i'a7+ 4.Jd7 28 l:lc4 'i'b6+)26 ...
él.1c6 27 'fih7+ ~d8 28 Wg7 J':i:e8 29 'W'f7
J::::h8 (29 ... Ci:Je7 30 >!lel!) 30 :.le l! 'i'Hb6
;:\] 11..a5!! L'na victmia de problema. La
jugada contiene los temas de atracción
(31 ... 'i'xa5 32 'ilb7+) desviación
(31 ... lbxa5'.~2'i't6+@d7 Wg7+).
Por cierto que la alternativa lO ... líJh5
no me parecía fiable, en vista de 11
tl:lxg5!? •'llxg3 12 líJxl7 wxf7 13 fxg3'
\tg8'. (1'.L.4.Jd7? l4~h5+!) 140-0,yes
malo jugar 14 ... <ila6? (una recomen-
dación deficit'nte de Anand, el caballo
debe permanecer en d7, prote!,riendo
la casilla ffi) 15 4.Je4! 1Le7 (15 ... lbc7 16
fZíf6+ @f7 17 .l1/.h5+ c%Je7 18 'i'g4; 15 ...
c5 16 iLxc4!; l!'l ... iLg7 16 1Lh5!) 16
~xc4l l:th7 17 ~xe6+ ~h8 18 ~5 l:g7
19 Wih5 20 4.Jd6 + -.
Otra tentadora continuación es 11 a4
a6 (11 ... b4!? 12 lbe4 c5 es mejor) 12
.!ilxg5! En 1996 le mostré esta idea a
Kramnik, y poco más tarde la empleó
contra Anand (Belgrado 1997), y des-
pués de 12 ... t21xg3 13 lt:lxf7 @xf7 14
fxg3 ~g8 15 0-0 ti:ld7 16 Wie7 17
'Lle4 1lh7 (l 7 ... c5 18 cxd4 19
.l':!f7l, o bien 18 ... iLd5 19 .ld3! ~g7 20
tufY) 18 Ci:Jd6 ~b8 y en lugar de 19 b4?,
205
Gary Kasparov Mis (;E:-.i!AUS l'IUDEU:soRES
las blancas habrían conservado ventaja
con 19 axb5! cxh5 20 .:Uxh7 l:!xb7 21
nxa6 :r:tb6 22 l:í:xb6 'í:Jxb6 23 ~f6.
Algunos jugadores de San Petersburgo,
encabezados por jalifman, introdttje-
ron 10 h4!? g4 11 <L!e5, con d fin de
ejecutar la idea de Spassky en una ver-
sión mejorada, después de 11 ... h5
(11 ... b4!?) 12 0-0 .'.Líbd7 13 'lWc2. Sin
embargo, después de 13 ... lt:>xc.5 14
~xe5 ~g7 15 l:f.adl 0-0, las posibilida-
des son, más o menos, equivalentes: 16
f3 .:Uh7! 17 ~xg7 ~xg7 18 fxg4 'lWxh4
19 gxh5 t2Jg5 20 'lWd2 'Dh3+! 21 gxh3
~g3+, con jaque perpetuo (es una sor-
prendente paracfr~a constatar la fre-
cuencia con que variantes muy compli-
cadas finalizan en tablas), o bien 16
Ág3 c/Jh7 (16 ... .5'2Jd7!?) 17 e5 f5 18
exf6 'ii'xfü, con una complicada lucha
(Kramnik-Akopian. Dortrnund 2000).
El Gambito anti-Moscú es una excelen-
te ilustración del rápido desarrollo del
pensamiento ajedrecístico en las últi-
mas décadas. Hov el gambito tiene una
extensa teoría, y por tiempo indefinido
los resultados son fawlrable5 a las blan-
cas. Como Ja Variante Bcminnik se ha
analizado casi hasta el final, y esto estre-
mece a mucho.s jugadores, porque no
todo el mundo quiere caminar por un
campo de minas, competir con análisis
de computadora o confiar sólo en su
propio sentido del peligro. Han pasado
los tiempos en que era posible lanzarse,
corno Spassky. a una jungla sin límites,
esperando intuiü\·amente que un po-
deroso centro y los "agujeros"' de lapo-
sición enemiga le reportarían la victo-
ria a las blancas. La exactitud del juego
ha mejorado enormemente y ,·ariantes
tan corn plicadas como ésta se han estu-
diado cada yez con mavor profundi-
dad, desapareciendo gradualmente de
la alta competición para ser reemplaza-
das por otras. ¡Y así ad m/inílum!
9 ... g4
Más correcta es la típica 9 ... Jlh 7 10
0-0-0 .";;Jbd7 [o bien 1O ... '~a5 11 12Jc5
4h4!) 11 i!Je5 ~h5 12 e:! 13
hxg:i 1:Zixe5 14 dxe:í 'ii'bfi. Pachman se
206
III
deja tentar por el peón de d4 y difícil-
mente puede reprochársele, pues no se
ve nada inmediatamente decisivo para
las blancas. Creo que Spassky entregó
alegremente el segundo peón, sin ator-
mentarse con el cálculo de \'ariantes. ¡a
fin de abrir líneas para el ataque!
10 0:::e5 'iixd4 11 .!::!.dl
Posiblemente fuese mejor 11 ite2
~b4 12 0-0 13 bxc'l 'l!!?xe4 14
'iid2 C.::lbd7, v ahora no 15 éthg-4 c'/Jd5
16 ::J.fr l. tablas (Petrosian-'.'-\~ikirch,
lnterzonal de Portoroz 1958), sino 15
f.3!, con buena compen~ación por los
peones.
1074
11 ... 'iib6
Después de 11 ... '11Hc5 (impidiendo la
variante 12 U) e5 .:Ud5 14
'~xg6+ >t>d7 dd>ido a F> ...
l:th7!), las negras pueden haber temido
12 ild8+!? @xd8 13 zt:Jxf7+ ~e8 l4
15 e5 ét:Jd5 16 'Lie4 .ltb4+ 17
18 C:Llg6! >t>f7! 19 t2Jh4, aun-
que a las blancas no les r<"sulta en
absoluto fücil desplegar s11 iniciativa
12 ¡¡,.e2
En 1982, Timoshch<"nko v rn descubri-
mos el bonito golpe 12 i~~6?! fxg6 13
e5, con id<"a de que sí l'l ... (•.id5), l4
'llHxgfi-r @d7 Ei '!Wfü' fih 7 16 'Wixffi Wd8
17 'l!!?d6+ ""e8 18 .©.e2 ~xd!i 19 exd6 h:í
20 h:i', pero entonces quedó claro que
después de l 'l ... ~f7 14 ('Xf6 c;'í:, las
blane<L~ se quedan sin ataque: 15 xe!"»?:
_í)i~f:) 16 ~d2 c2Jd7 17 ->lLd4 ~.-') ~
12 ... él:lbd7!

En caso de 12 ... h5, las blancas podrían
haber sacrificado su caballo: 13 <'Ug6!
fxg6 14 e5 @f7 15 exf6 il~b4 (si 15 ...
Lí::Jd7. entonces 16 0-0! €ixf6 l í .iic5) 16
0-0 ~.xc3 lí 1*?xc3 a5 18 11.M t!Jdí 19
li:ihl 'lic5 20 13'. g3! 21 ~xg3 h4 22 iLf2
'!Wf5 23 a'.d6! l:fa6 24 b3, con mucha
presión. que compensa sobradamente
el déficit material (Aseev-V. Popov, Ka-
zán 1995).
13 0-0
13 ~xg4!?
13 ... ~e7
Las negras tienen una posición perfec-
tamente defendible (no es e\·irlente có-
mo pueden abdr líneas las blancas) v
más de una buena posibilidad. como
13 ... h5!? ó 13... <'Uxe5 14 .iie5
con idea de 'i/Hc5 (Boris Spassky :~ 300
Wins). Después de todo, ¡tienen mate-
rial de ventaja!
14 '~'ixg4 <'Uxg4 15 ~xg4 .~.b7
Es digna df" considerar 15 ... h5 1:. v sí
16 llLe2(f3). emoncf"s 16 ... e5!, conjue-
go muy dimodo. Pero las blancas po-
drían jugar 16 con una posición
confusa.
1075
16 e5! ct'Jc5
La respuesta normal. 16 ... 16? era mala
ahora debido a l í ~i,.xe6! fxe6 18 'Wg6+
~d8 19 'i'xc6 ~'1i.c8 :!O lue4 c5 (20 ... hlf8
21 'li!Vh3) 21 Q:Jd6' h4 22 _41.H +·-. Se re-
comendó Hí ... 0-0-(Ft. pero tras 17
~h5'., con las amenazas .il..xfi v c'.f':e4, las
blancas deberían apoderarse ·de la ini-
ciativa
Bo1us X
17 j(h5l lld8 18 'ilee2 <'Ud3
Las negras han explotado un motivo tí-
pico de este esquema: apoyado por el
peón de c4, el caballo ha ocupado la
casilla d3. Se diría que, tras la posesión
de ese puesto avanzado, ya no están
amenazadas.
Recuerdo que, tras la l fiª partida de mi
segundo encuentro con Karpov ( 198!>),
Kccnc le llamó "pulpo" a un caballo así.
Desde luego, ¡parece extender sus '"1en-
táculos" sobre todo el tablero!
19 'l!lif3
Prosigue el plan de ataque sobre f7.
19 ... 0-0!
lfna importante jugada. Después de
19 ... ::!.f8?!, el n·v habría estado mucho
r;,;or_en e8: 20 lt.:ie4 c5 21 l!:lf6+ ;,ilxfü 22
Wxlb, etc
20 12:e4 'l!'d4!
Las negras sólo tienen que jugar c6-c5 y
la actividad blanca llegará a punto
muerto.
21 l'Uel !
Una jugada creativa, inusual. Ha llega-
do la hora d(' poner en juego a esta to-
rre ¡aunque sea sacrificándola! La ame-
naza es 22 :t:lf6+ y l"l:e4( e3). Spassh está
en su elemento, una Vt'Z que ha surgido
Ja posibilidad real de crear un ataque
dirt'cto al rey.
Por supuesto, no ern bueno 21 ';.Jf6+?
wg7 22 !:Id2 .aa8! 23 .l:fdl c5. ni 21
Q:Jd6? .iJl•.xd6 22 exd6 c5 v l:í'.xd6. Pero
¿por qué no intentar dislocar los fonni-
dables peones enemigos con 21 b'i?
Despuó de todo, en caso de 21 ... c5
(21 ... ~h8 22 €id6!) 22 <t:Jfü..,. .il.xf6 23
'*fxf6, o bien 21 ... l!:lxe5 22 <'Uf6+ j.xf6
23 'li!Vxf6 fi:Jd3 24 ~xh6 25 '!We3. las
blancas, combinando el ataque al rev
con Ja resolución de sus problemas po-
sicionales en el otro flanco, habrían
mantenido viva la llama de la iniciatirn.
Sin embargo, después de 21 ... j,a8! v
cfi-c:), las cosas hubieran sido más difí-
ciles. Por ejemplo: 22 bxc4 (22 <'Uffi+
@g7:) 22 ... c5 (22 ... bxc4!?) 23 i;Jfü+
wg7 24 J:í'.xd3 ~xd3 25 '!Wg4+ ~h8 26
'l:!Vf4 llll'd2!, con ventaja de las negras.
'.207
 Garv Kaspann - Mis GENJALES PREDECESORES
1076
21 ... ~h8?
¡La arriesgada estrategia blanca queda
así justificada! De nuevo vemos las pul-
siones psíco!ógícas en acción: Pachman
aparta a su rey "del camino peligroso".
puesto que eran malas tanto 21 ....\li.. a8'
22 it:lf6+ ~..xf6 (de otro modo, 1'.l.e4!) 23
'l!\fxf6 c5 24 ;';c3!, como 21 ... c5? 22
•Lif6+ .#.xfü 23 @xm ::'.!d7 (23 ... ~xb2
24 ~xh6) 24 :ie3!, ó 21 ... it:lxe!J? 22
t2Jf6+ Jixf6 2'.1 VWxf6 ftJd'1 24 .>ke5! y, por
último, 21 ... "i'xb:U 22 "Z:if6+ 99g7 (22 ...
11..xf6 23 ~xf6 y l';e3; 22 ... li?hS 23 :ñe4!
ilLc5i'! 24 fifl t,' con las amenazas l:xc4 v
;g:h4) 23 .tl:e4! (23 iioí4!?) 23 ... •c2 24
J::l:h4 lt:íc5 25 l!:fl! O bien 23 ... 1Uc5 24
:::tg4+ whS 25 kxf7!
Pero 21 ... c/r;;g7: también es insnficít'nte
debido ¡1 22 1Ud6' 12:xe 1 23 ::txel. Por
ejemplo: 23 ... ~a8 24 il,xf7! 'il!t'd2 25
•g4+ .~g5 26 'i/!fxe6; 25 ...
>t>h8 26 .l':l.dl 'i/!fc2 ~g6! •xb2 28
ii.bl ! :.tg5 29 h4 ..;. -) 26 :tdl 'il\ilxb2 27
h4! l'txt7 28 hxg5. o bien 23 ... 11..xd6 24
'il\ilf6+ ·~h7 (24 ~g8 25 .\kxf7+!) 25
~xf7 ií'd2 26 wg8 27 ¡yxc6+ wg7
28 exd6 J:íf6 c5 129 ... kc8 30
11..h!»!; 29 ... :ídxd6 30 'lie8 '.!:td7 31
con n.>ntaja decisiva. Bori.1 Spass-
liy '.1 300 Wins) 30 '@l'xb7+ li>xg6 '.H '!We4+
wg7 32 h'.~ l'.(dxd6 (32.... :í.fxd6 33
áxd6 'iWxd6 31 l/:Wb7+ y lil'xb5; sí 32 ...
a6, las blancas tienen la cont.ínuación
decisiva 33 ·fie7+ l:l:l7 34 .ke5+, o bien
~rn ... 34 l:1e4 1, rnkntras que si 32 ...
ó ... m7. entonces 33 .!::e':\!í 33
j,~xdti ~xd(i (33 ... ~xf'l+ 34 ',i¡hl ~xdfi
35 'lil't>7+ :ifi 'l!\Ve8+ 'tl!'f8 ~17
34 'il'e8! {5 J:le3! ~f8 '.~6 ~xll5
l::!.xf2 ;17 %\'xc4 + ..
208
Ill
Por otra parte, la valiente 21... ltJxel no
evita el sufrimiento de las negras por
22 'iig4+ ~h8 23 1hd4 Zixd4 24 11..h4!
(es poco claro 24 '!We2 c5! 25 it:ld6
11..xd6 26 exd6 ltJd3) 24 ... J::igS (la mejor
opción) 25 'il\i!H l:!.xg2+ 26 Wfl ~xh4 27
'li'xh4 l::g5 (27 ... .t:!.g7 28 ~xt7 l:gl+ 29
we2) 28 '!Wf4! :Z.xh5 (28 .. .l:'í:xe4 29
'iifü+, etc.) 29 'iif6+ Wg8 30 ltJd6 Yxd6
31 exd6 cid5 32 'itixe l l:i:xd6 33 'i!ffe7
:td5 34 Vxb7, destruvt>ndo la fortaleza
enemiga: 34 ... a5 3'5 Va8+ wg7 36
'lj'xa5 .l:e5+ '.'17 wfl ::tdS 38 'lic3+ wg6
39 a4! +- (Sorojtin).
22 ltJd6! 'uxel
22 .... ©xd6; 23 l:td!
23 Bxel
Aquí la calidad no juega un papel im-
portante, pues es esencial poder des-
embarazarse del poderoso caballo de
d3. La torre blanca superviviente se su-
ma al asalto, mientras que las torres ne-
gras permanecen inactivas.
23 ... .l:txd6?
Esto pierde rápidamente, aunque no
era posible seguir tolerando Ja presen·
cía del caballo (las hlancas amenazaban
l'l:.dl v 1'2lxf7+. o incluso 0xf7+ de imne-
diato'), y la posición, sin el alfil de casi·
Has negrns, después de 23 ... ~xd6 24
cxd6 (24 'tll'f6"- wh7 25 .'k.xt7 'il\ild2! =)
24 ... f6 (24 ... ffd2?! 25 .~.e5+! ,¡,•h7 26
.i:í:d 1 27 ~ffi) 25 11xe6 'ifxb2 26 h4
(Dolmatov) es bastante desagradable.
Por ejemplo: 26 ... J;.c8 27 l:te 7 'Vb 1+ 28
wh2 1!Wt5 29 'iie2! .íii.d7 30 kf7, o bieu
29 ... '!Wd3 30 '!Wel!, con ataque. Merece
rnnsideración 24 1Vf6+ ;t.h 7 25 .~.xf7
'l!lYd2 26 ~g6+ Wg8 27 'il\ilxe6+ '>tg7 28
exd6 i!f6 29 '!We4 ó 25 ... ífg4 26 exd6
'!Wg7 27 '{/fxg7 ~ ~ xg7 28 .l!ixe6. con posi·
bilidades de victoria. Por ejemplo, 28 ...
l:fe8 29 ::le'\ c5 30 .il. e5+ •J?f8 '.H .~f4
•¿,g7 32 d7 l'i.xe6 33 ~xc6 J:xdi 34 h4
(Sornjtin).
24 exd6 .\1Lf6
2·1 ... ALxdfi) 25 l:.'l.dl.
25 h4?!
'lr•das las ilusiones se habrían disipado
con 25 d7! CE> ... 'li~xb2 2G itxf7

wg7 27 ~e8) 26 l:dl Vxb2 27 .~d6
J:(dS 28 Sie7, ganando. Pero, una vez
más, Spassky no se detiene en los deta-
lles, asumiendo que, en cualquier caso,
la posición está ganada, de modo que
abre tranquilamente una casilla de es-
cape para su rey.
25 ••• 'lWxb2
Es casi st:gm·o que Pachman no \'.ÍO la res-
puesta de su oponente. Sin embargo, si
25 ... wg7, las blancas hubieran ganado
con 26 l:::dl! 'i'b6 (26 ... 'lixb2 27 d7!) 27
d7 c5 28 'i'g4+ >t>h7 29 l!,d6 + -.
1077
26 ~xf7!
Cn brillante golpe, que corona la estra-
tegia agresora de las blancas. 26 d7
'l:l!lc3 27 Wlxc3 J!Lxc3 28 h.d 1 ita5 29
no estaba claro.
26 ... Zlxf7
Lo m{tS tenaz parece 26 ... 'l!\l'c3 27 l::e3
'i\!l'al+ 28 ~h2 :¡;rxf7, puesto que tras 29
Sxe6 'l:l!ld4 30 J::e8+ ~g7 31 'liff5 :::!:f8! 32
d7 'li'd5 33 l':l.xf8 'li'xf5 34 d8'/ill' Áxd8 3!í
¡¿:xf5 ( Buri.1 S/ms.>k)' \ 100 vvi'rts) 35 ...
sus fuertes pt'Oll!::'S del llaneo de
darna le darían a las nt·gras buenas posi-
bilidades de salvación. No obstante,
después dt:' 29 'lllfh5! :.t..g7 (29 ... wg8 30
Jaxe6) 30 .H4! @g8 cm ... 'l!\Vd4 31
l:tg3+) :\ 1 ;,&.xh6 'll!fd4 32 ~g6+ .'1+.g7 '.13
.~xg7 't!l'xg7 (~l'.~ ... 11xg7 '.H 'Wxe6+;
33 ... 'li'xh4+ 34 l:h3 'li'f4+ 35 l.i:tg3 \l!lih4+
36 wgl) 34 ~xe6 wh7 35 d7! fixd7 36
'fllff5+, y la partida ha ltTmi11ado. ,
27 .il'.e5! ~c2?!
En apuros de tiempo, Pachm;111 deja c-s-
capar la mejor riefrnsa: 27 ... .Jl;.xe5!
BORIS X
(27 ... \i'd2? 28 .\"txf6+ wh7 29 'li'e4+;
27 ... c!í? 28 'l!!i'xf6+ lhf6 29 ilxb2) 28
'li'xf7 Wc3! Ahora sólo hay una forma
de ganar: 29 'l!!i'f8+ wh7 30 .l:lxe!í! 'li'al+
31 Wh2 ~xe5+ 32 f4 'lfd5! 33 'li'e7+
Wg6 34 d7 c5, y aquí las blancas hubie-
ran tenido que exhibir un excepcional
ingenio para ganar.
I078
Diagrama de análisis
La tentativa drástica de coronar el peún,
35 h5-t? 'll!ílxh"1+ 36 Wg3 'li'ct5 37 ~('8+
'it'g7 38 •j;>h4, finaliza en jaque perpetuo:
38 ... 'll9e4! :m d8i6V Vxf4+ 40 lt'h3 ~f5+
41 <i>g3 '/We5+ 42 wf2 '1Wf4+ 43 lt'e2
~c5+ 44 ~d l '/Wa 1+ 45 •.Yd2 'l!lí'b2+.
Sin embargo, en 1996 descubrí un sor-
pren<lente recurso: 35 f5+! Ahora, si
35 ... 'ltxf5, las blancas ganan con la
tranquilajugada 36 'li'd6!, apoder<indo-
se de la diagonal h2-b8 (36 ... 'li'g4 37
'li'g3!). Tampoco es factible jugar 3.~ ...
'.i?xf5 36 l!ff7+ ~e5 (36 ... ~g4 37 il!Wm+)
~17 '/Wh.~+. con cambio de damas, mien-
tras que después de la mejor jugada,
35 ... exF>, '.36 h5+! es ahora decisivo.
Después de 36 ... wxh.~ 37 We8+ wg4
38 1Wg6+ ~f4 39 't!l'g3+ ~e4 40 ;¡lif:h. el
peón corona. No hay que <lecir que las
últimas \'<:Tsiones de Junior y Frit:: con-
finnan la corrección de mi análisis lite-
ralmente en segundos.
El error decisivo de Pachmall le penni-
te a las blancas lallzar un golpe tem;íti-
co "en homenaje a laj11gada 25~.
28 d7!
Disponíendu una red de rnale.
28 ... c;\;•g8 29 1.l'xf6! J:;;.xd7 30 rJ.e3
Las negra~ 5e rind1Cro11.
Garv Kasparo\· Mis •·F!\I\LES PREDECESORES
Algunas jugadas aisladas de Spasskv
pueden ser criticadas, por supuesto,
pero en conjunto la partida es muy típi-
ca de su juego. En primer lugar, era
uno de los torneos más importantes de
entonces. y ante él se sentaba no un
gran maestro más, sino un eminente te-
órico, que había participado en cinco
interzonales. Pero sólo Spassky jugó al
ajedrez, mientras que Pachman apenas
fue un espectador, incapaz de resistir la
enorme presión a que estaba sometido.
En segundo lugar, hemos podido
ver, una vez más, cómo percibía Boris
Vasiliedch los momentos dinámicos \
críticos de la partida. En este aspect¿)
quizá fuese superior a los demás gran-
des jugadores. En los arios sesenta, su
actÍ\·a inmición posicional k concedía
ventaja sobre sus contemporáneos, v
cuando Spassh jugaba con plena ill-
tensidad. era práclicamente im·encíble.
Pero. aün cuando Yeía y entendía el
cuadro en conjunto, con frecuencia
desdeüaba detalles, nimiedades y preci-
sos órdenes de jugadas. Esto fue lo que,
en ültima instancia, le hizo fracasar en
su match con Fischer, quien, por el
contrario, era un jugador concreto v
tremendamente preciso.
Una estrella extinguida
Como va he dicho, la catástrofe de
Riga se repitió en las últimas rondas del
28º Campeonato de la lJRSS (frbrero
de 1961): SpasskY de nuevo fue incapaz
de resistir la tensión IH."Pviosa. v perdió
ante el maestro de lxov, Stcin. que de-
butaba, permitiendo así que este últi-
mo se clasificara para el Torneo Inter-
zonal. Sin embargo, no había por qué
a\·ergonzarse de perdt'r ante un opo-
nente como Lconid Zajarovich Stein
(1934-1973), uno de los mejores juga-
dores de aquellos tiempos.
Lamentablemente. su nombre ha si-
do casi okidado por el mundo del aje-
drez, sobre todo fuera de la ex Unión
Soviética (posiblemente, porque don-
de Stein consiguió sus mavores éxitos
fue dentro del territorio de la URSS'1.
Trataré. al menos parcialmente, de sub-
210
IIT
sanar este lapso recordándole a los lec-
tores el dramático sino del gran maes-
tro ucraniano.
Los comienzos de Stein fueron bas-
tante más modestos que los de Spassh
o Tal. I fasta los 13 aüos no fue aceptado
en el clnb de ajedrez del Palacio de Pio-
neros de su ciudad (cuyo primer ins-
tructor era el maestro Alexeí Sokolshl,
A los 18 era candidato a maestro, Y a los
24 maestro. "Ya entonces Stein deslum-
braba por s11 talento y por la frfrolídad
de su juego", recuerda el conocido en-
trenador Viklor Kan. "Podía encomrar
su camino en 1ma posición como 1111 \i-
clente. Mientras que cuando un jugador
experto, al considerar sujugada, ve sólo
una parte del tablero, Stein podía 'cap-
tar' todo el tablero, previendo de algún
modo las posiciones resultantes. Cuan-
do comenzaba a mostrar las Yariantes
que había visto, el tablero parecía mo-
verse ... Sin embargo, aun con un talen-
to tan evidente para todo el mumlo,
Stcin era demasiado impaciente, inca-
paz de obligarse a pensar ante el table-
ro. v coutinuamente tomaba decisiones
precipitadas, que sus experimentados
oponentes podían explotar". Sí, era una
persona impulsiva, irnp1·esionabk y vul-
nerable, pero ¡qué remible luchador!
Podemos tener una impresión del estilo
de Stein al reproducir la siguiente parti-
da, que se comirtió, por así dt>dr, en su
tarjt'ta de visita. Proclamaba al mundo
que, siguiendo a Bronsteín y Tal, otro
subversor de las verdades estrictamente
posicionales de la era Botvinnik había
en tracio en escena.
352
N. Krogius-L. Stein
Kiru 1960
Malrh l 'rmnia-Ru.1ia
Defensa India de Rey (E92)
l d4 l'Uf6 2 c4 g6 3 ti:Jc3 .ilg7
La defensa favorita de Steín, un digno
suce;,or de la Esnu/a (India dt' R11· J ucm-
nirma: Konstantínopolsh, Boleslavsh,
Bronstein, Gcller...
- BORIS
4 e4 0-0 5 ~e2 d6 6 ll:if3 e5 7 d5 h6?!
lJ na fom1a algo artificial de sacar al
oponente de los senderos teóricos, pa-
ra evitar· la jugada de Petrosian. i!:.g5.
Más tarde, Steín se decantaría por 7 ...
a5! (partida núm. 364).
8 0-0
El movimiento 8 h3 ó 8 il:id2 a5 9 íZJfl
l2íbd7(a6) 10 g4 se considera una bue-
na alternativa.
8 ... .'Lih7 9 .'Liel ¿l:Jd7 10 4:.ld3 f5 l l f3
Otra buena idea es el típico método
''anti-India de Rey", 11 exf5 gxf5 12 f4
(Euwe). o incluso el inmediato contra-
golpe en el centro, 11 f4.
i1 ... f4 12 h4 nf7?!
Apostándolo todo al ataque (era más
prudente la jugada 12 ... a5). "Las ne-
gras tratan de proceder al siguiente
reagrupamiento material: Ji.f8, Ii:g7 v
g6-g5-g4. con el caballo de h 7 reforzan-
do el ataque. va que puede ir a En
consecuencia, las blancas fuerzan acon-
tecimientos en el flanco de dama"
(Stein). ;Intriga clásica en la Defensa
India de Rev!
13 c5! lí:Jdf6 14 c6! bxc6 15 dxc6 j;,e6
l6 b5
Por el momento, Krogius juega correc-
tamellle. v va por <frian Le en el desarro-
llo de- la iniciatiYa. 16 ~el?'. Y ltdl-b3,
re-comcndado por Gufdd y Lazarev. es
inferior. aunque sólo sea por 16 ... a6. y
las blancas se f f l l entorpecidas por la
debilidad de su peón de c6.
16 ....11.fS 17 it.Jb4
Las blancas h.111 ganado con cla1 idad Ja
hatalla estratégica. Tienen un plan níti-
do y definido: ocupar d5, cambiar caba-
llos y alfiles de casillas blancas, v ha'go
efectuar la ruptura en el flanco <le da-
ma. Si las negras no emprenden algo
extraordinario. su situación prorno se-
rá crítica.
X
J079
17 ... d5!
"El comienzo de una combinación
exepcionalmente complicada, que no
permite en principio una precisa eva-
luación" ( Polugaievsky). Correcto o
no, este sacrificio liberador t'S la única
posibilidad que tienen las negras en la
presente posición.
18 :;:Jbxd5
También na digna de consideración
la jugada 18 exd5! Parece que tras
18 ... ,\Íhc5+ (18 ... Jtf5 19 tíJa6) 19
·;:i:?hl .tf5 20 ~d3 (20 'fll!b3? ~l:ih5)
20 ... j;,d4 21 las negras no lo-
gran crear el suficiente contrajuego:
21 ... ~h5 22 y si 22 ... ~.xe4 2:i
fxe4 il:ig3.+. 24 hxg3 fxg3, las blancas se
salvan con 25 .ltg4 '11Vh4+ 26 d1Lh3
ñxfl + 27 'lWxfl áxb2 28 ,;>;xb2 ct.Jgf> 29
d6 '.2:Jxh3 '.iO gxh3 i:tm :i 1 'lWg2. ganan-
do. Sin embargo, la jugada de la parti-
da no plantea menos problema~.
18 ... ,tc5+ 19 ~hl liJh5 20 'lWel
En esto confiaba Krogíus: aunqn<· d
alfil negro haya ocupado una diago-
nal de ataque, todavía no hay amena-
1as concretas evidentes. Pero aquí es
donde la exuberante imaginación de
Leonid Stein, comparable a la clarivi-
dencia combinativa de Mijail Tal, co-
mienza a hact'r acto de presencia. En
cuall to al grado de riesgo que corre
en esta partida, el jugador de Lnn
r¡uizú haya superado incluso al 11111gD
dr Riga.
211
 Gary Kasparov - '.vlís (;E:-:L\U.S PIU:Df.CESORFS
!080
20 ... 'Lig3+!
"La compensación por este segundo sa·
crifkio no es e\·idente a primera vista.
La dama negra no da mate en la colum-
na h. Pero irrumpirá en el centro de la
acción v, tras ella, corno la infantería
detrás de un poderoso tanque, las re-
servas atacantes se irán incorporando
en dirección al rev blanco", escriben
Cufeld y Lazare\· en su libro J,eonid
Steín: la estr11tPgia d1'/ rir1go.
21 hxg3 '\/Vg5 22 g4 h5 23 g3! 1Lxg4 24
~g2 l:!.af8!
Steín buscaba esta posición al sacrifkar
la pie.ta. Las negras no disponen ni de
una sola amenaza concreta. pero jue-
gan corno si nada hubiera pasado: quie-
ren mover su dama y av¡mza1· el peón g.
Algo abstracto, ~no les parece? Pero,
por otra parte, ¡muy incisivo!
25kd2
Gufeld v Lazarev le conceden un sig-
no de interrogación a esta jugada v re-
comiendan 25 lthl, pero es dudoso
que esta última sea más fuerte: 25 ...
Jtd4 26 l:bl ?,_jf6 27 ::1Jxf6+ 'iixf6
(27 ... .C.xf6 28 .'.t:'ja4 ~e3 también es
confuso) 28 ~a'.) (28 gxf4 exf4 29
'Lid5 'll!Vg5!) 28 ... fxg3 29 11Wxg3 gxf3+
30 ~xf3 'iixf:)+ 31 '\/Vxf3 :lxf3 32 Jixf8
~xc3, con un agudo final. A medida
que uno penetra en d laberinto de va-
dantes, la evaluación formal del orde-
nador "+ " (;materialismo!) va redu-
ciéndose gradualmente ...
25 ... '1Wh6 !
El tanque abre paso a la infantería.
111
26 .l'::hl?!
Creo que la jugada conecta era la ines-
perada 26 !Xg4! 27 ~hl 'l!Wg7, rnn
dos posibles COHtinuacioncs:
1 ) 28 gxf4 exf4 29 .lt.B! (no 29 Wfl
'Ȓ'd4\ 29 ... 30 ii:le2! {i::xrn (30 ...
~d3r ~ 31 fí:h8+! ;txh8 32 '!Wh4+ :!Jh7
:n .lc3+ ~g8 34 'l!Kh6 1'í:e8 35
ltf8 36 ?Z:,fü + -) 31 ii:lxd4~. emregando
pieza, pero rkspucs de 31 ... .:Uxe 1+ 32
;:;:axe l !~+ (32 . '. ltxd4 33 wf3! :ld8 34
.~.b4) ,')3 wl'2 .i&.xd4+ 34 j e3. con una
clara ven t<tj<L
2) 28 lfJ.dl!?t:1+29\!.>fl ~h730Z!h4'.,\
sí 30 ... entonces 31 .1te3! f'2 32
l':xh 7 fxe l :r:i ~xc 1 :'m - 34 <;i;id2
txe3+ 35 Cilxe'.) ltxh7 36 +
Esto es s<'>lo una ilustracitln de los re-
cursos blancos. Es probable que Kro-
gius debiera haber parado el ataqui.: )
logrado ventaja. Pero conviene recor-
dar que, por algtma razón, los oponen-
tes de Tal sólo eran capaces de t'ncon-
trar la forma de ganar... ¡después de la
partida! Esto indica el gran papel que
juega el dinamismo en el ajedrez "hu-
mano": los gr·andes rom;í.nticos eran ca-
paces de crear posiciones tan complica-
das e irracionales que la evaluación
objetiva de las mismas 110 era <>I ele-
mento decisivo, sino que pasaba a ser
secundario.
26 .,, 'iig7
Con la amenaza f4xg'.t
27 gxf4 exf4
Con idea de g6-g5, seguido de g4xf3+ v
g.'>-g4.
28 :tdl
Un juego complicado habría resultado
con la continuación 28 lda4!? ..ill.d4 29
kc3 (desviando al alfil; si 29 ~el. en-
tonces 29 ... ~xd5! 30 exd5 1:i:e8 31
'll!Vdl t¿Jg5 32 ~fl gxf3 :B .~xt3 ~e3 34
lkg4 ~e.?, con ataque) 29 .. :txd5 30
exd5 .!:!.e8! 31 ~cl2 (31 ~xd4?! ~xd4 '.i2
Widl 'll!Ve5 33 :Q.el 'l!Kg5!) 31 ... l:txe2+ 32
'ifxe2 .'ixc3 33 tuxc3 (o bít'n 'B rl.afl
il.e.'J 34 lllc5 LUg5 '.i5 lLle6 '/Wfü 3ti ..c!Jxg5
'llfxg5 l '.~3 . 'i!!l'xc3 '.H llafl wg7 3r) 'ife 1
- BoRIS
'\Wb2;-, y no es, en principio v en modo
alguno, fácil materializar la ventaja de
la calidad.
!081
28 ... g5!
La posici(Íll se agudiza: tan pronto co-
rno el [Jt'Óll de f'.l sea eliminado. 1 st·
pongan en marcha los peones pasados
(y unidos) f y g, la pieza extra dt' las
blancas, situada t'll el otro sector del
tablero, dejará de tener imponancia.
Toda esta construcción sin pretensio-
nes (Wíg7. l:tfH y :::l.t7) basta para hacer
saltar al rey blanco como un muelle
comprimido.
29 e5!
Desdaciún.
29 ... ~xe5
Aquí, 29 ... gxf3"-r :m .~xf3 g4 es malo.
debido a '.11 .!.e4 f;)+ 32 wgc) f2 3'.) '\We2
J:.Ci+ '.14 wg2 J::.h'.i 35 + -.
30 fxg4?
No sé si un ser humano. en apuros de
tiempo v en una posición tal salvaje co-
mo ésta, sería capaz de encontrar la _ju-
gada de estudio de la mjquina. :10
.::lh6! Ahora, :rn ....ixd5? '.il ::;jxd5
y¡gxdE"> '.l2 :tg6+ es malo para las negras,
y la mejor respuesta es 30 ... r1e8! Por
ejemplo:
ll '.H 4d'.) gxf3+ '.)2 wh 1 lcxd5 33
lllxd;°J ibe3 34 ftg6+ ;'tg7 '.)5 ~xd J:!'.xg6
36 Jkxg6 lxe3, con juego alocado: ;:¡7
.í!l~xe8 e2! (después de 37 ... !Wxe8 38
'iWg3! 'iWh5+ 39 'iWh2 'iWxh'.l+ 40 wxh'.l e2
41 Bel f2 42 ~g2 fl 'iW+ 43 !:xfl exf1 'W+
44 <;t>xfl 't.Jfü. son las negras quicne'> tk-
X
nen que buscar el modo de salvarse) 38
llbl (jugada única; '.}8 !:rl? .{)f6'. 39
.í!l.c3 't1Yd5!, y los peones negrns coro-
mm) ::iH ... fl)Hi 39 fi:b41 'l>'!/xe8 40
c2le4 41 :1xe4 l'i!lxe4 42 <i'f'1 43
~e7 44 1 ~cfH 4.~ 'l:Wh4 46
.td2, con igualdacl.
'.H ~c4! gxf)+ 32 >;t·h l tlkfü 33 ~e-1
34 l:l:h2! (34 l2Jxf4 tt'if8!! 3[1 'lil!'e'.">
36 '&h8+ ~f7 37 .t\h7+ ti:Jxh 7 38
·~xh7+ ~fü 39 'iWMi+ ~e7 40 '!Wg7+ ¡&I/
41 ~e5+ wf8 42 Wíh8+, rnn jaque per-
petuo) 34 ... f'2 35 li1e2 'iWfü! (no '.15 ...
t\dH % .\!;.d sH5? '.17 i2Je7+, o bien '.'16 ...
r;d6 :n afl) 36 ~xl5 .iú.xf5 37 t2led
('.17 t/~dc3? 1ig4! 38 1ixl7+' <j(xf7 '.)9
:i!xh7+ ~g6 - +) '.}7 ,.. 1lg4 38 L2\xr7
©.xd l 39 í'Z:Jxe8 trn+ 40 J:::g2 n 'li!í'+ ·11
Z..xfl J:te7 42 &.c4+ ~f8 43 c7 ::!xcH 44
~.e6 .áb7 4.5 y las blancas, no ohs-
tante, conservan la ventaja.
Sin embargo, agotado por los gnlpcs
precedentes, a Krogius le resultó extre-
madamente difícil encontrar el mejor
camino en e' tas complicaciones ( ade-
más, eswha enervado por el hecho d('
que no fuese capaz de descubrir la for-
ma de ganar con pieLa extra y, poco a
poco, la presión psicológica fue hacien-
do mella en él). ¡Esto era lo que habb
previsto Leonid'. Enorme fe en sí mis-
mo, í11tuiciún, capacidad para correr
rit'sgos en un momento crítico y entrar
en un juego muy peligroso, con contra-
juego del oponente. son precisamente
estas cualidades las que distinguen a los
grandes jugadores.
Tras el cn<ff de las blancas, sigue ahora
otro destello de inspiración por parte
de Stein.
21'.\
Garv Kas paro\' Mis (;E'\1..\1.ES PREDECESORES III
30 .•• 't;\fxe2+!!
30 ... f3+? 31 ~xf3
!!xf3 33 l:i:xe6 f!:f2+ 34
y las blancas ganan.
31 't;\fxe2
t:na vez que se permite un golpe tan
deslumbrante, es difícil recuperar la
compostura v encontrar un escarpado
camino hacia las tablas.
"Después de 31 ~uxe2 un incen-
dio incontenible arrasa la residencia
del rev blanco: 32 ~h3 ;Lifü!. con la
amen;~za l:ih7++. mientras que si 32
<j;¡fl, entonces 32 ... f3! es inmediata-
mente decisirn" (Gufeld, Lazarev). Sin
embargo. después de 32 ... f3?, las blan-
cas disponen de la fuerte réplica ::¡3
t2Jd4! ~xd4 (33 ... f2:0 34 ~c5) 34 .ihe3!
f2 3:>\ ~b4 lsxhl 36 ~xd4, y lo m;.'is pro-
bable es que ganen las blancas. En mi
es mejor '.'12 ... .&xh l, aunque
de 33 ~h·t'. f:) '.H ~xc:>\ fxc2+
Zl.'.e8+ 36 -tc3 .iliJ3+ 37 Wd3. la
dama debería poder anular a umtener
el asalto negro. \lo obstante, 31 'il\hf'2
tampoco pierde.
31 ••. f3+ 32 'iiií'xf3 ílxf3 33 :::hfl?
Capitulación. Parece qut:' b;.; blancas
podrían saharse con 33 ¡l,,e 1: 34
.'Z:;el :a3 35 cu xc3 ~xd 1 '.)6 :!:,e7t
(% ... ';QhR S\7 37 ~íJc6+ ~17
:bxfR ~f'.)+ '.19 -10 l:h2 :te'.)
41 \1;.b4 .l:he7 .Gc-1 42 42
.~xe7 ~xe7 43 l:d'.! '2:eG H ~f2 ·13
:bd7+ ;1;>fü 46 ~g'.i ;±;'ei"> 47 a4: 4R
wxg4 .ili.b3 49 af¡ ..4a4 50 b6 axbO :>\ 1
axb6 cxb6 52 :.b7, rnn tablas.
Pero creo que, a es1as alturas del juego,
Krogius ya no estaba en condiciones de
controlar la situación del tablero.
33 ... ~xg4
'fodo ha terminado.
34 :ZJe4 l,.,h3+ 35 i,f;¡h2 li:xfl 36 =::xn
Áxfl 37 tí:Jxc5 l:If2+ 38 wgl :::::xd2 39
0.'Jxc7 ~h3 40 a4 ñg2+ 41 ;l;>hl 0f6 42
a5 cz:Jg4 43 tí:Je4 :.;e2
Las blancas se rindkron.
214
Veamos ahora lo que el maestro de
Lvov (a los 26 aiios) fue capaz de hacer
en su primer Campeonato de la URSS,
en el que había en juego cuatro plazas
para el Torneo lnterzonal. Parecía que
el debutante tenía escasas posibilidades
ante una docena de fuertes grandes
maestros, encabezados por el excampe-
ón mundial Srnyslov. Pero, paso a paso,
Stein se fue ad~ptando a la compat'iía
de las superestrellas e incluso le inlligió
su ünica derrota al futuro vencedor del
torneo, ¡nada menos que el invencible
Petrosian!
353
L. Stein-T. Petrosian
,~1mní1961
28' Campeunalo de la CRSS, 6" mnda
Defensa Francesa (Cl8)
1 e4 e6 2 d4 d5 3 ¿Lic3 .itb4 4 e5 c5 5 a3
Áxc3+ 6 bxc3 /;iJe7
6 ... Wic7 (\éase tomo TI. partida lltlllL
27!í).
7 ~g4 /Uf5
Un viejo método para eludir la aguda
\ariante 7 ... cxd4 R 9 ~xh7
'N/lc7 10 li.Je2. Actualmente se prefiere
7 ... 0-0! 8 .&.d3 i!Jbc6. para contestar a 9
,!Jf'.) con ~¡ ... f5. En conseniencia, las
blancas ha11 adoptado () fü'h:S, \ las ne-
gras, a su \TI, se i11din<111 por un tem-
prano 8 ... f1'í (la historia de esta Yarian-
te ser<i descrita con mavor detalle f'll
1111 frn uro vol umenl.
8 ~d3 h5 9 '/Wf4
Contra 9 las negras pensaban se-
guir con 9 ,,, cxd4 10 g4 (lO .i.xf5 exfü
11 cxd4 :Zicfi es más tranquilo) 1O ...
li.Je7 11 cxd4 'lic7 12 'LJe2 i!Jbdi ¡;.¡ 0-0
Jtd7 14 gxh!í 0-0-0 (Dubinin-Petrosían.
Gorki 1%0), o bien con 10 c'/Jf?I ~c7!
(pero no valía la continuacíón 10 ...
li.Jc6? 11 g4 l/Jfe7 12gxh!í!1íi#lc7 ¡;.¡ áf4
li:lg6 14 '~g4... 1-0, Tal-Petrnsi,11 L 24"
Campeonato de la URSS, Moscú 1957)
- BORlS
11 l1bl ?! dxc3 12 g4 !:!.Je7 U gxh5 l2ibdi
14 ~f4 ii:lg6 ! 15 .;Í¡,g3 ii:lgxe5 ... 0-1
(Tal-Korchnoi. Riga 1958, 25" Cam-
peonato de la CRSS).
9 ... l2ic6?!
La partida fuente Bogoljubov-Flohr
(Nottingham 19%) siguió así: 9 ... cxd4
10 cxdc! '!1Vh4 11 cuf3 'll#xf4 12 ~xf4 &t.Jc6
13 c3 4d7, con igualdad, pero después
de 11 1Yxh4! l2ixh4 12 Jii".g5 -:Z::f?í 13 li:Je2
l2ic6 14 c3, las blancas tienen un mejor
final. También es el caso después de
9 ... ~M 10 tt:le2 ~xf4 11 tt:lxf4 17Je7 12
~e2 h4 (12 ... g6 13 dxc5~) 13 0l:.Jh5'
\t>f8 14 Síg5 cxd4r: 15 cxd4 {Gligoric-
Pachman. Olimpiada de Munich 1958;
Tal-Petrosian, 50º Campeonato de la
U RSS, Moscú 1983).
Petrosian quería superar al debutante
en una lucha complicada, y por lo tan-
to evitó el cambio de damas. Pero. co-
mo demuestra la praxis moderna, es
más flexible 9 ... 'l!lfc7 (Short-Pelletier.
Zurich 200 L rápidas; Svidler-Pelleticr.
Biel 2001).
10 éíJe2
lO ... 0,ce7
Las blancas también retienen la inicia-
tiva en caso de 1O ... c4 (10 ... iLlh42 11
f¡gg3!) 11 "txf5 exfi 12 'iig3, o de 10 ...
<i"lfe7!? 11 dxc5 'll#c7 12 'i'g3 ·~xe5 13
~~f4 'i'ffi H ~.g.:) 1lál'e5 15 f4 '11!/c7 16
j¡,xei 'i'xe7 17 'l!fxg7 !H8 (li ... '®'IB 18
'i'xIB+ y 19 c4:) 18 (Stein-Lein,
32º Campeonato de URSS, Kie\·
1964).
11 c'2Jg3 fLlg6?!
Las negras eluden la tediosa 11 ... c4 12
11.xfü .:Uxf5 ( 12 ... exf5 13 'li?g5) 13 "Líxf5
exf5 14 a4 v .\R,a3 (Euwe), o también 14
'i'g3!?, en ~pinión de Stein. Las negras
deberían haber preparado el enroque
largo con 11 ....íli.d7, aunque creo que
también aquí. después de 12 0-0 lia5
(12 ... Wi c7? 13 t:;Jxf5 tt:lxf5 14 ~xf3 exf5
15 e6 + -) 13 ~d2, la posición negra dis-
ta de ser atractiva.
X
12 Wt/d2 .~d7
Si 12 ... cxd4, Euwe indica 13 cxd4
i2lgh4 (13 ... {¡jxdP 14 .,lxg6) 14 CL\xEí
0x15 15 i.xf5 exf5 16 a4 y ~aC.1 (un re-
ma típico de la Defensa Francesa), pe-
ro aún es más fuerte 13 tt:lxfü! exEi 14
cxd·4.
!Oíl~
13 Ilbl !
Ahora, corno agudamente comenta Pa-
nov, "el rey negro está obligado a per-
manecer en el centro, puesto que el en-
roque corto, aunque posible, no es
deseable, y el largo, aunque deseable,
es imposible" Petrosian ha inducido a
su oponente a entablar una gran bata-
lla mayor, ¡pero este último demuestra
encontrarse en su elemento!
13 ... l"tb8
Si 13 ... entonces 14 '\lfg.'1! cxd4 1!'>
"2:xf5 exf5 16 cxd4 ~c3+ 17 'ild2 'ií'xd4
18 :&txb7 '~xe5+ (18 ... <2Jx6? 19 ~b2)
19wd1 (Beim), o bien 17 li'fl ~xd4 l R
Bxh7, con un fuerte ataqu<'.
14 0-0 c4
Es peligroso 14 ... h4 15 él';xfü exf5 16
.&te 1 c4? 17 e6!, o bien 16 ... 0-0 17 dxc5.
15 $ .. e2 ¿i:Jxg3
"Después de 15 ... h4 16 ft::\xf5 exf5 17
iU'3 _j:,e6 18 a4!, la ventaja blanca es evi-
dente" (Gufeld, Lazart'~).
16 fxg3!
Ab1·iendo líneas para el ataque.
16 ... h4
Las negras se desern barazan de su peón
h. Si 16 ... los comentaristas reco-
~15
Garv Kasparov - Mis GE~L'\LES PREDECESOHS
mendaron, de forma unánime, 17 h4!,
fijando la debilidad de h5 y amenazan-
do ~di.
17 il,.g4
Gukld y Lazarev le conceden un signo
de admiración a esta jugada, pero hay
una alternativa más fuerte, la jugada
antibloqueadora 17 a4! (Ftacnik) 17 ...
hxg3 18 hxg3 il.xa4 19 j;,a3, con pode-
rosa íníciativa.
17 •.. h:x:g3 18 h:x:g3 ~e7?!
Petrosian prosigue con su serie de juga-
das de segunda fila; el carácter de lapo-
sición es tal que no es fácil para las 11e-
gras encontrar el camino correcto. Era
esencial 18 ... j;,a·1:, aunque, en opi-
nión de Euwe, después de 19 ~f2 0-0
20 las blancas habrían umservan-
do la ventaja. Pero. en primer lugar, es
más preciso 20 \' en segundo lu-
gar, después de 19 ... ~c7!, la fortaleza
negra es perfectamente defendible.
Es éste un momento interesante, desde
el pumo de \ista psirnlógico. Cae por
Sil propio peso, que un jugador Jranrr.1,
como Petrosían, no debía haherse oh·i-
dado de la típica maniobra de hloqueo
Y lo más probable es que suhesti-
mal:ie el sanificio de peón a3-a4, o que
induso lo provocara, al no creer en la
fuerza del ataque blanco.
19a4!
La aparición del alfil en a3 es mucho
más importante que el peón.
19 ..• .'b.xa4
Es desfavorahle para las negras 19 ... 0-0
20 .!:!.al! ~d8 21 ~¿,_a3 :l'.e8 22 ;iiid6, etc.,
mientras que despu¿s de 19 ... f5 (19 ...
fü 20 ií'e2) 20 exf6 gxfü 21 ~e2 (Ftac-
nik) 21 ... Wd8 22 .k.h5 ~e8 23 g4, al
rey negro le aguardan pruebas muy du-
ras.
20 ~al h5 21 i.a3 '*fd7 22 lU2 ~b7 23
l:!:afl Wd8
"Parece que las negras lo han defendi-
do todo. No se habrían sahado con
23 ... Wc8 24 ~g:J'. (nrn la amenaza
~xgíi) 24 ... !!.ht:i 2T'> ¡115: (25 ... ~d8
216
III
G. K. ), ni con 23 ... tL;f8 24
25 J;,xf7 bl:xf7 26 ~xf8
lihxf8 27 ~~xe6" ( Gufrld, Laza1·ev). Por
ejemplo; 27 ... .l'.:.fl + 28 ·Jih2 .:h8+ 29
.\!l..h'.~, con posición técnicamente gana-
da. En realidad, aún es mejor 24 '!Wg51
g6 2!'1 ~xt8 J:ixf8 26 'li'xg6.
24 ~dl
Antes esta jugada se calificaba con un
signo de admiración, pero teniendo en
cuenta el comentario que sigue, d
maestro Vale1i Beirn sugirió 24
(24 ... a.!J 25 '1í: xe6!) 25 .>ll.xb4 'lig!> 26
1ka3 ~h6 27 il~h:~ '/ih5 28 'ilWe 1!? j¡ c6
29 'fl!'al. "con clara wntaja blanca".
1084
24 ... :l:h6?
El error decisivo. También nan malas
24 ... ~c8? 25 .1..h5! y 24 ... 'ilWg5? 25
Jl,.d ! 'i!'d8 26 Ji;.h5! Después de 24 ...
a5?'. (propuesta por Gukld La;:areY),
Ftacnik recomienda 2i"i ,i';x17 26
:txf7 ~xf7 27 Vff3., '>t·c8 28 .4xe6 Wc7?
29 ..ld6 ~b7 30 omitiendo 28 ...
ll:lxc:JI 29 '!i'f4 (29 dxe:"¡ '/Wh6+) 29 ... b4
:m cxb4 axb•l 31 1'..xb4 Wfb6. v las ne-
gras ganan.
Tras haber descubierto este contragol-
pe, Beim sefialó también el camino co·
rrecto: 25 .í!l..xe6! fxe6 2fi 'l!\l'g4 t?w7 27
'l!Hxg7 Wd7 28 .&tf8 I:.xf8 29 ñxf8 '!ixffi
'.'\O 'l!Hxf8 b4 31 cxb4 axh4 32 .<Y.el + En
lugar de 29 ... es más tenaz 29 ...
b4!? 30 ::'!.xd8+ ~d8 31 cxb4 axb4 32
:.&.e 1 b'.1 33 cxb3 axb3 '.H j:,b2 :.!Le8, pe-
ro también en este caso tienen las blan-
cas posibilidades reales de ¡.;;mar, des-
pués de 35 '&f6 •iid7 '.16 g4.

En opinión de Beim, la única defensa
posible era '..M ... b4! ( desvíando al alfil
enemigo de la casílla c 1) 25 1i_xb4 (des-
pués de 25 cxb4 ~biJ, "por el momen-
to, las negras resisten") 25 ... 11/!!'g5! Por
ejemplo: 26 ~a3 '+!Vh6!? 27 -~h'.i 'i'e3 28
'li'al 1!txh3! 29 gxh3 (29 i,cl? es malo
por 29 ... 'i'xg3 30 'i'xa4+ Wf8) 29 ...
'f!Vxg3+ 30 :tg2 (30 ~hl 'i'xh3+ 31 J:h2
'iVg4!, con igualdad) ~~O ... 'i'e3+ 31
.!'.:ff2 '2:lh4 32 .l:::Xg7 o bien 26
'iYe2 'i'h6! 27 1i h3 •l:if8! 28 ~a3 (28 .!:f4
[iJg6 29 ñ4f2 .:UtR, con igualdad) 28 ...
,l:ih7 29 Jlf1 'l:l!'g6!, "con juego compli-
cado, no desfavorable a las negras". Por
esta razón, es más preciso el movimien-
to 24 We2!
25 ii.cl ! .llh7
Tampoco era solución 25 ... ríh8 por 26
•th5!
26 .í!í.xe6!
Las negras se rindieron.
Si 26 ... fxe6. 27 Wg4, y si 26 ... {uh8, 27
l!Wrn. ¡Pocos jugadores en la historia
han conseguido aplastar de esta mane-
ra al gran Petrosian: espectacular y r<Í-
pidamente!
( :011 esta victoria. Lconid se irn:or-
poró al grupo de cabeza. ganando algu-
nas importantes partidas, entre otros, a
Gdler. Bronstein y. en la última ronda,
a Spasskv.
Analizaré a continuación este, en
cierto modo. histórico duelo, que deci-
dió la suerte de la cuarta plaza clasifica-
toria para el lnlerzonal (las tres prime-
ras estaban va adjudicadas a Petrosian,
Korchnoí y Geller). Los dos co11H'n-
dientes se encontraban igualados a
puntos y, en caso de tablas. tendrían
que disputar un encuentro dt> desem-
pate. En consecuencia, Spassky, como
Petrosian en la partida precedente, tra-
tó de dominar, con negras, a su menos
experimentado rival, eligiendo, en pa-
labras de Bondarevskv, "una variante
de ª~.ertura tentadora r)ero. en esencia,
mala .
BOR!S X
354
L. Stein-B. Spassky
Moscú 1961
2S" Campeonato dí' la URSS, 19ª ronda
Apertura Española (C64)
1 e4 e5 2 '8f3 '8c6 3 ~.b5 ~.c5
La rara Variante Clásica, que Spas~ky
adoptó por influencia de Tolush, mien-
tras que en toda la carrera de Steín sólo
se produjo en una partida: ¡en <'sta!
4c3
Después de 4 0-0, Spassky solfa jugar
4 ... fiJd4 .5 {Llxd4 .íbd4 6 c3 .~tb6 7 d4
c6 8 Ji.a4(c4) d6, con igualdad.
4 ••. cí:Jf6
La arriesgada 4 ... f51? quedójustificada
en la parúda Gligoric-Spassky (lnterzo-
nal de Amsterdam 1964) .
5 d4 exd4
La alternativa es 5 ... ~b6 (Unócker-
Fischer, Olimpiada de Leipzig 1960;
Beliavsky-hanchuk, Linares 1989).
6 e5 t2Je4 7 0-0
En los viejos tiempos se analizó también
7 •e2 d5 8 exd6 0-0 (8 ... il,f5!?) 9 dxc7
WdiJ, mientras que la historia de la \'a-
iiante 7 cxd4 ~b4+, pasa desde 8 \tlf1
(Alhin-Steinitz. Nuremberg 1896), h;Lsta
8 .:.lc.d2 (Jíménez-Fischer, Olimpíada de
l.cipzig 1960) y 8 [iJbd2!? (Shon-
Kam,ky, Linares 1994, match,'!').
7 ... d5 8 exd6
Por entonces se consideraba menos
prometedor 8 'Llxd4 0-0 9 11.xc6 bxdi
JO ii.e3 ~e8 11 f3 /Dd6 12 JH2 (Cligo-
ric-Keller. Zurkh l 9f'>9) 12 ... i:Jc4'
(Enwe),{1 l0f3¿¿:ig5 ll .,¡¡dml2~hl
;.;i_xd4 }'.) cxd4 fxc5 14 dxe5 ..lii.a6 (Gli-
goric-Fischcr. Buenos Aires l 9fü)), con
igualdad en ambos casos.
8 ... 0-0
Esto ya lo había jugado en 1864 Max
Lange. 1Lis 8 ... '8xd6?!, las negras pier-
deu el derecho a enrocar tras 9 4.xc6+
bxc6 1o cxd4 . ,tb6 11 m 12 n'.c l +.
9dxc7
:!17
Gary Kasparov - Mis (,!·.NIALES PREDECESORES
!085
9 ... 'i'f6?
"¡Esto es lo que Spassky había prepara-
do! Stein esperaba la habitual 9 ...
Wlixc7 10 cx<l4 li,d6 (es malo 10 ... J:í.d8
11 '1Wc2! l~xd4 12 'Li~d4 :t!'.xd4 13 ..l!Le3)
11 li:íc3 .~f5 12 :'.el (Kupper-Paoli,
Amsterdam 1954), asumiendo que las
negras no ti!"nen compensación sufi-
ciente por el peón'', escriben Gufcld v
Lazan:-v, ignorando la mejora que ya se
conocía por entonces: 10 ... li:íxd4! 1 1
li:íxd4 'i'b6 12 ~.d:3?! (12 ~e2 4.Jd6!, o
bien 12 ..l!Le3 ~d8, con igualdad) 12 ...
c'.2Jxf2! l'.3 '.!:xf2 ..l!Lx<l4, con una peligrosa
iniciativa de las negras.
Es extraño que Spasskv prefiriese un
juego azaroso qui" no parece reportar
posibilidades reales de contraj uego.
Por lo visto. foe una consecuencia del
desplome que sufrió su juego tras la hu-
millante derrota ante Polugaievsky (n~­
ase partida núm. 350). Hay que decir,
de paso, que 9 ... 'i!i!'f6? no era una juga-
da nue\·a, pues se había empleado ya
en torneos por corresponde11cía, pero
Stein sólo LU\'O conocimiento de ella
durante la partida.
10 . ~hc6
1O ~ c2? ! 1iJ5 11 .\11.c13 dxc 3 12 11.Jxc3 lLi b4
13 11.Jxe4 ibxe4 14 'llfxc5 li:íxd3 con igual-
dad (Salm-Nielsen, Correspondencia
1954-5()).
10 ... bxc6 11 cxd4 j,,d6
Euwe sugirió 11 ... j~~bíi 12 I:e 1 .af5, a
fin de tratar de resistir co11 peón menos
después de }'.) <'.'.:<c3 .f¡fe8 14 <2lxe4 .~xe4
15 ibg5 ~d6 16 ~d8 ~xc7 17 ibxc7
218
111
~xc7. Sin embargo, es más fuerte con-
tinuar 13 seguido de lí:Jbd2 (y si
13 ... ~a5, entonces proseguir con 14
12 :C.el !
"Stein encuentra ante el tablero un
plan excelente que, con anida de algu-
nas sutilezas tácticas, cuestiona el ines-
table esquema de las negras" (Gu[eld,
Lazarev). Este movimiento es mejor
que 12 tt.Jc3 ~f5 13 ~e3 .íhc7 14 l:cl
tZ:ixc3 15 li:xc3 con la maniobra
del alfil a d5 y posibilidades de igualar
(Schmid-Nielsen, Correspondencia
1954-56).
12 .•. .ar5 13 c'.2Jc3 };fe8 14 tt:lxe4 J;U.xe4
15 .~.g5!
Explotando la fuerza del peón supervi-
viente de c7, las blancas fuerzan una
simplificación favorable.
15 ... ~xf3
Si 15 ... 'i'g6, entonces 16 .~d8' JJ,e7 17
~.xe7 J::!:xe7 18 ~e2! 'i'g4 19 o bien
18 ... ~xf3 19 '/Wxf3 ~xc7 20
16 l'í.xe8+ J:!:xe8 17 ~xf3 'lixf3
No 17 ... 'l!Vxg!i? 18 fll!xcti. mientras que
17 ... fll!e6?! 18 . ~te3 .~.xc7 19 l:'í.cl ~btí
20 h3 también es malo para las negras.
Spassky espera salvarse en el final de to-
nes y alfiles.
18 gxf31'.xc7 19 fiel
Así, las blancas tienen un sano peón de
ventaja y la única cuestión que queda
por resolver es si podrán convertirlo en
\Í<'.toria.
J086

19 ... sib6
Proponiendo el cambio de algunos
peones. La> negras podían haber consi-
derado también la pasiva 19 ... .::f.e6 20
.~d2 (no 20 d5?, debido a W ... 21
.bxc6 :&í:xg5+ 22 ~fl jl_d8. ganando)
20 ... .l:d6. o bien 20 .~.e3 ~b6 v 17-fü.
con algunas posibilidades de tablas.
20 .!lxc6
Las blancas descartan 20 .ilí.<"3 tras-
poniendo a la posición mencionada
con anterioridad.
20 •.• JU.xd4 21 Jli,e3 .í!;.xb2 22 Jbxa7 &!.el+
22 ... g6!?
23 @g2 Wf8 24 J1c7 •.iie8
24 ... g6!?
25 Jie3 .!ldl 26 a4 ,kd4!
Juego emprendedor. Sp;1ssh busca un
final de torres en el que se incrementa-
rían sus posibilidades de tablas.
27 ._&.g5!
Temiendo dejar escapar su \Tlllaja tras
27 a5 kxe3 28 fxe3 :ta 1 29 l'fa7 .&la3.
27 ... h6 28 .~el .:lb6 29 .í:c2 .C.d5 30
l:l:b2 :}¡c7 31 j,e3 'itd7 32 &b5! i::d3! 33
J;;ib4h5
A pesar de su desesperada defensa, las
negras no consiguen zafarse. t\'o era
meíor '.~3 ... wc6 34 11 6 (:)4 ...
35 E:c4• 'itb7 % f4!) l::l'.c l+ ltb7'.\614
(36 l:b4+!?) 36 ... Lf6 37 wf3. etc.
34 l::td4+! ~xd4 35 1',xd4 g6?!
Cno r¡uicre siwar instintivamente el
peón en casilla blanca, pero era mejrn
la inmediata '.3.11 ... esperando 36
Jtf6?! (3fi ... :n h4! gxh4 :18
wh3 39 ,,\l¡,d4 \td5 40 .\1¿.e3! ~e5 41
~xh4 + -) 37 fxg4 hxg4 '.38 h4 (38 gh4
f5, tratando de fijar el peón contrario
en f2) 38 ... gxh3+ 39 ~xh3 Wc6! (¡ha-
cia el peón a sin pérdida de tiempo 1)
40 wg4 (si 40 :ii.e7, entonces 40 ... ·~di'>
41 wg4 wc4 42 wfü @b3 43 @f6 •;!Qxa4
44 wxl7 @b5) 40 ... ~c5 41 li:.c3 wc41
42 .íll,e l bien 42 .~d2 ~d3) 42 ... ~1 d'.1
43 f3 44 ,,íl¡,b4 we3 (después de
BORIS X
44 ... fi+? 45 wxfü @xf3 46 we6, el rey
negro no puede llegar a a8) 45 :ii.c5+
we2, con posición de labias.
En los pocos minutos que le quedaban
para f'l control de tiempo, Stein habría
tenido que encontrar un sutil procedi-
miento ganador. ca~i de estudio: 36 .lii.e'.3!
g4 37 fxg4 hxg4 38 h3 gxh3+ 39 wxh'.l f!"¡
40 f3! (pero no 40 Wh4? f4! 41 L~.d4 f3!
42 wg4 :ii.a5 43 wxf3 :ii.e 1 l. .~xf'2. con
tablas) 40 ....~a5 41 @h4 42 wg5
We5 43 .íll,f4+ ·~efi 44 -;l.tg6 Jtb6 45 .i.d2
we5 46 Wf7 ~d4 47 wc6 wd3 48 ~.g'.>
wc3 49 wxfi -;l.tb4 50 wg4! (50 wg6?
.ii.,c7, tabla~) 50 ... J.l..c7 (50 ... Wxa4 :'> 1
f4!) 51 jH .~.d8 52 ~.d2+ Wxa4 5'.~ f4
·~h:J 54 15 wc6 55 .kg5 :ikb6 56 f6 wd7 57
wfi. ¡L'n final muy interesante!
36 ,;ll.c3 -;l.tc6 37 h3 'itc5 38 'itfl 'itc4 39
\1i.d2 .s&.d8 40 we2 g5
¿Qué otra cosa, si no? "De no ser así,
con el a\'ance del peón a las i>larn:a'
desvían al rey negro del control de la
casilla e4, llevan su rev allí y fuerzan el
aYance f3-f4-fü" ( Gufcld, Lazare\).
41 f4! g4
La jugada secreta. La posición es un fi-
nal de alfiles de manu<il.
101:\7
Las negras se rindieron, sin reanudar la
partida. Muchos consideraron prema-
turo el abandono, pero el análisis case-
ro le convenció a Spassky de que era in-
útil toda resistencia: 42 hxg4 hxg4 -1:\
a5! ~0 d5! ( 43 .. , wb5 44 wd3 .ll,.h4 -15
.;1,..cl f5 4ó Wd4, infiltrándose hacia los
peones negros) 44 a6! (no 44 wcti? t5:
45 a6 Wc6 46 ..\kc3 Jb5!! 47 Wc4~t'1
48 a7 wb7 49 wd5 g3 50 fxg3
21\-1
Gary Kasparo\· - Mis (,f'lL~LES PREDFU.SORES
con labias) 44 ... wc6 45 f5! ~h4 ( 45 ...
wb6? 46 ~a5+!) 46 .\ke3 g3 47 fxg3
ili.xg3 48 wrn .
\ke.5 ·!Y we4~g7 50 a7
·~h7 51 wd:) ~rn 52 ~111.f2! ilc7 53 .\iic5
&g5 54 ~dfi, y las blancas ganan.
En su p1imera participación en el
Campeonato nacional, el dcbuta11te ga-
nó la medalla de bronce, una nonna de
gran maestro y una plaza clasificatoria
para el Torneo Interzonal. El hecho df'
que en el firmarnc1110 ajedrecístico ha-
bía apa1·ecido una nueva estrella fut•
('onfirmado <t finales de l 961, en el
Campeonato de la URSS por equipos.
en el que Stein derrotó de forma cspec·
tacular a Tal, con una Defensa Siciliana.
En el Torneo Interzonal de Estocol-
mo (enero-marzo de 1962), Stein su.tifo
por primera vez t>I efí.:clo de la discrimi-
natoria l'f'.!!;/a Botvínnik: la FIDE no permi-
tía más de cinco representantes de un
mismo país (es decir, la URSS) en el Tor-
neo de Candidatos (ocho partícip;mtes).
y dado c¡ue dos puestos va estaban asigna-
dos a Tal y Keres, de los seis vacantes sólo
quedaban libres eres para los cuatro parti-
cipames smiéticos en el lnterzonal.
lnicLilmente, parecía estar claro
que el jugador "sobrante" de los cuatro
sería Stein, que comenzó con una pau-
pérrima puntuación: 2 de 7. Pero en-
tonces realizó un soberbio sprint: ; 11 /í
de 14~ Véase, a continuación, cómo
despachó a uno de sus directos rivaks.
355
L. Stein-L. Portisch
¡,·s/orn/mo 1962
lím1m lntnznnal, 12" ronda
220
111
Incrementando gradualmente su ini-
ciativa, las blancas han cre1do una fuer-
te presión sobn' la posición negra, \'
Portisch decide simplificar.
18 ... t;)b6?
¡Cunde el pánico a bordo! l .as negras
omiten la mortífrra respuesta de su opo-
nente. "¿Qué pueden hacer las negTasi
En caso de 18 ... \ixc4 l 9 ~xd fü 20
4'.h4 ©.b6 21 r\dli. s11 posici611 sería des.1-
len tadora" (Gnfcld, T.azarev). Se diría
que 20 .\li..cl ! !li"h6(a7) 21 b3 v .!'J.a3 aún es
mejor:
Aunque es comprensible que no se
quiera dejar al rival con un alfil de casi-
llas blancas tan fuene. las negras po-
dían haber conservado una posición
defendible, despu¡;:;s rk b fría réplica
d<' la computadora IK .. ,kxEí! \" f7.f6.
19 tbxg7!!
¡K.O.!
19 .... íhc4 20 ii.f6! .'J,..e7 21 'ilf3
Las negras se rindieron.
¡No se ve muv a menudo que un lucha·
dor tan curtido como Portisch pierda
en 21 jugadas!
En su partida con uno de los mejo-
res grandes maestros norteamericanos
de ento11ces. Leonid exhibió su ex-
traordinaria visión del tablero. su capa·
ciclad para detectar recursos latentes
en la posición, virtualmente de la nada.
356
A. Bisguier-L. Stein
¡,:,1or11lmo l 962
1im1n1 fn/przonal. / 5" ronda

22 ••• ~b4!?
Las blancas han simplificado modt">ta-
mentc la posición, sin hacerle ascos a
unas tablas, cuando, de repentt", ¡las
nq.;ras provocan d fuego enernigo!
23 .lkxf6 gxf6 24 ~xh6 f5 25 CiJg5
Con la amenaza 26 ~h7+ v 27 '~h8++.
25 .•• ~,c3!!
Una idea increíblemente aguda. Tras
haber defrndido la casilla h8, las ne-
gras amenazan ~f6 ~· expln1.ar luego la
mortal clavada sobre la colurnna d.
26 h4?
Las blancas están desconcertadas. Aún
era posible mantener el equilibrio con
26 '1Wh7+ \iofH 27 'isWhr'i+: dlg7 28 Wh-t'
~c5: (con la anu·naza :lxd3) 29 'Wg'.i
l:IxcB :Hl c¿j h 7+ ;f;>g8 '.H 'uffi+ ( \,foise-
C\'), o bien 29 ~·1i5 'f}Vb4 ::10 'ill?e2 e!'í '.) l
e4 ii.hf\ 32 'i\\í'h5 .Jkxg5 33 Wh8+ We7
34 'il'xe5+ Wf8 35 \ih8+, con jaque
perpetuo.
26 •.• ~f6! 21 Wth7+ \iof8 2s 1ifh5 ·ah8!?
\fas elegante que la tosca 28 ... we7.
29 0h7+
No era mejor 29 'Ji;\'xh8+ .b'..xhl:\.
29 .•. wgs 30 't!!Yg5+ ~g7!
Si 30 ... ·~xh7. '.H J!ixf5+!
31 J:':c2 ~xg5 32 ~Lixg5 l"\xd3
Las blancas se rindieron.
Ames de la última ronda, Stein sólo
estaba detrás de Físcher. Geller v Petro-
sian. Pero al perder ante Olafason, en
una aguda escara1mua, permitió a Fi-
lip sobrepasarle v. lo que es más impor-
tante, también a Korchnoi. De modo
que, aunque compartió el 6''-8" puesto,
como cuano jugador del mismo país,
tenía el paso cerrado al Torneo de
Candidatos. l\'o obstante, en Estocol-
rno precisamente, la FIDE puso en
marcha una de las competiciones más
absurdas e-n la historia del ajedrez: un
triangular de desempate por el sexto
puesto: l. Stein 3 (de 4); '2. Beuko '2.5:
3. Glígoric 0,5. El jugador clasificado
.BoR!S X
para el Torneo de Candidatos fue ...
¡ Bcnko~ Stein quedaba así como pri-
mer reserva. en caso de que alguno de
los jugadores soviéticos declinase su
derecho a participar.
Sin embargo. este cruel giro del des-
tino no fue. en modo alguno, el pern
de su carrera. Leonid sólo tenía '27
aüos, había conseguido la norma de
gran maestro y era consciente de su
enorme fuerza ajedrecísrica.
Por cieno que, siguiendo el ejem-
plo ck Celler. Stein se cncontrú cou
Fisdwr en Estocolmo y ~e hizo amigo
suvo. En su tiempo litJJ'C, a mnwdoju-
gaban blítz, con éxito alternati\'o. Se-
gún Geller, Bobbv estaba asom hrado
tras perder las dos primeras pan.idas:
;quién na este Stein? Al final, Bobh\
-;entía verdadero respeto por !~l. ..
J\o sin ra?ém, Stein fue llamado el
"segundo Tal". A ese par yo añadiría
Spassky. Este trío llegó más allá de la lí-
nea armoniosa Bot\'innik-Smyslm, am-
pliando los límites de nues1ro entendi-
miento del juego. modilicando nuestra
impresión de la correlación entre ma-
terial y calidad de pmidün, de situacio-
nes en desequilibrio material y estratt"·
gíco, y estos tres maestros sentanm las
bases para la aparición del ajedreL mo-
derno, ultradiu;ímico. Estos 11uevos
desarrollos también fuero11 fücnemen-
le impulsados por Fischer. Pero, ha-
blando en sentido figurado, mientras
que el arma de FisdH'.r era el estrangu-
lamiento, estos tres mosqueteros erau
virtuosos espadachines, que también
sabían cruzar dagas y dominaban la ba-
llest<L En este trío la intuición jug;iba el
papel pri11cipal. Fischer rt'\'Nenciaha
las reglas, mientras que ellos adoraban
las excepciones v las pai·adojas.
El siguiente ejemplo de juego chi,;-
peante por parte de Stdn nos ren1enb
la famosa partida McDonnell-La Bo11r-
donnais (tomo I, partí da núm. 1). En
este duelo indio de rey. primero tuvie-
ron ventaja las blancas, luego las ne-
gras,\' en fuertes apuros de tiempo. de
nueni pasó a manos de las blancas. Sur-
gió así un final increíblemente pinto-
resco. Al haber dejado de anotar las
Gan Kasparm - :vtis (;J<''\L-\LES PRFDFC:t°'ORE;,
jugadas. ambos contrincantes no perci-
bieron que va se había superado el con-
trol de los 40 mo\'imientos, y siguieron
jugando a ritmo de hlitz durantc \arias
jugadas má;,.
357
S. Glig01;c-L. Stein
l.im· 1962
.\fotrh l'ugos/al'ia-l 'RSS
]()\)()
43 &.. e3?
En su apre-,ur;vniento. ( ;1igoric deja es-
capar la op(lrtunidad de demostrar q1w
sus peones sun m;ís fuenes: 43 c6'. bxc6
44 bxc6. Aqtu (;ufcld ' l.azanc\, \ des-
pués de ellos l\otkin, en (,'/¡p1sBa.,e, indi-
can 44 ....~bfi cl:i c7?~ 1xl2:? 46 d7.
nando. omitiendo que después de
e'.)! ·fü iixc'.i xc'.) H d712 48 :'lrl t1g8!
49 :::!.xf2 1'.xf:! ;,o
11-l 1+! .:11 1'~·h 2
.;ltgc)+ S:'. ~xgl xc7. no ;,ou las blan-
cas quienes ganan. sino las ncgr-;1s.
mientras (jlle. en rt>alidad. 4i'í ¿,.xbli!
axbfi -Hi c7 t2 -fl di t·s decisirn.
Es Lícil comprobar que las 11cgrns 110
pueden defcHdcrsc con ·14 ... <12 4:í
t\d l, ni tampoco con 44 ... La) 6
H ... B'.f6, debido a 45 el ¿xc7 Hi
dxc7, ' si 44 ... ;,in; (recomendado
por Notkín). 4:'> A.e'.~ 1 ó1.e.:1 4(i d7 d'.2
(Hi ... Wh8 47 .h_c5 !'l:d8 48 ,f¡_d-1!, o in-
clmo 17 ii~d4) -J.7 .ixd2 ,¡,c14 48
49 hxg7 ';t>xg7 :)0
1'..xe'.~ ftd8 52 lc.g5 + -.
Ahora, sin embargo. la pos1cmn se ha
n1elto mucho más complicada. En este
222
111
punto se aplazú, linalrnente, la partida.¡
v Stein, rras alguna rdkxión, realizó la
1
jug;1da SfiTeta'.
43 ... f2! 44 Lfl li.a5!
Los brillante-; frutos analíticos del apla-
zam ic!lto. "l;lígoric subestimó cstajuga-
da. habiendo com.idnado, sobre todo.
4-1 ... r:.m. con idea de 110 permitir dn'i
¡worn:s pasados v unido..;. En wl caso,
nn daría nada debido a 45 .. .
figG+, ya que ·Hi 1.txJ2?~ permitiría -Hi .. .
Id++ (o him -/ó ,j;/¡ '3 :lxhh+ -17 .Lxh6
~;xh6 48 16 bxró ..¡q hxró ,.) 50 t7 t2 51
xc7 'i2 dxr7 r/2 1. 111 111n11ori11m la
Bou 1don11m.1: (;. K. ). Pero era posible 45
h4!. seguido de h4-h5 \ ~g2" (Gufrld,
!,azare\').
45 c6?
"Podemos t'omprcmkr a Gligoríc: es
difícil creer que un ;n·a11ce tal! fuernc.
no pueda ganar. ;o que incluso tire la;
rabias! La jugad<1 corrnta era -Fi d7:
'.~.d8! (no 4.:1 ... d2' 4(i l.- xd2 ,hd2 -tí
.R.xr2!\ 46 ftg8+ 47 .':.h'.s ;";f8 1• ron
tablas prn repetinon de mm·ímiemos"
((;ufrld, Lazare\). Cil'llo qtw. ;,i 48'
-;',g1, no es posible repetir jugadas
( 18 ,,, ::H8+: l~ pero después de
48 ... "~el. bs negras construn·n una
fortaleza: rn al !.:f7 50 en bxcfi ;, 1 bxdi
a:1 52 g:í E:IR .'í'l ld(h4) t:.l/. etc.
<..2.uíz<Í sea mejor ·Fi d2 16 di! ( 46
J,.xf2 ;;l'.g8+ ·17 ,i;h'.) !118. con tablas:
:'\otkín) 46 ... hxcfi ·17 bxrlí ;;g8+ 48
wxl:2 !118+ 49 ,-p('2 l''lxfl .°JO ..;,.xd2. pero
también aquí, después de .:10 .. llfü! 51
c7 ~&.xc7 52 dxc7 J'i.cf\ '.'>'.I ,;, 14 ñc4. las
negras logran tabl~L>.
45 ... bxc6 46 bxc6 kb6! 47 l>.xb6
El tema 47 c7 J~.xe3 v Bg8! \a se ha visto
en la nota al comentario de lajugada 43
de las blancas.
47 ... axb6 48 cixf2!
La ülrima esperanza.
- BDIUS
1091
48 ... e3!!
Una jugada increíblemente hermosa y
paradójica, sobre todo si la compara-
mos con una forma prosaica de ganar:
48 ... l:xf'2 4!J d7 d2 30 cl8'1!!1' !:':.tl + 51
\tig2 dl'l!V 52 '1We7+ ~xh6 53 'lkí'e6+ ~g7
54 l:.f7 55 ·~e?í+ l:l.f6 56 ~t'I+
<;t>g6 57 'lixe4+ <;t>fí, evitando el jaque
perpetuo.
49 l:txf8 d2 50 c7 di IW+ 51 Wg2 ~g4+
Las negras sólo tienen que jugar con
precisión.
52 @fl \\Wc4+ 53 <±>g2 e2 54 ~f2 '1We6 55
~el i?xd6 56 ah8+ •;;i;g6 57 .:.gs+ c;t>h5
Las blancas se rindieron.
En el 30º Campeonato de la l 1 RSS
(Erevan 1962), Stein s<ílo finalíz6 ~exto
(+8 -4 . pero volvi6 a dC'rrotar a
Spasskv, para quien se com'irtió en un
dificil oponente durante algunos aúos.
El siguiente campeonato nacional
(1963) era, por prirm:ra vez. 110 un tor-
neo clasificatorio para el fntcrzonal, si-
no para un Zonal a doble n1elta. la Fc-
dcracíón Soviética hada difícil la üda
de la díCt:'. al decidir acoger 1111 evento
especial, al que serían admitidos los
seis primeros del Campeonato de la
URSS. el excampeón mundial Smyslov,
y "un gran maestro sobre¡,aJiente, que
no pudiese participar en el Calllpeona-
to o que tuviese en el mismo una mala
<lCtua<.:ión,. (que n».ult6 ser Kordmoi).
Stein comenzó el torneo con ocho
tablas, pero luego consiguió realizar un
fantástico spri111 (¡0 rk ]()'.}, \ cra líder
en solitario antes de la tíltima ronda.
Pero entonces perdió de manera íncs-
X
perada ante Bagírov, v fue alcanzado
por Spassh y Jolmov. El Campeonato
finalizó el 27 de diciembre, y el torneo
Zonal debía comenzar el 18 de febrero.
:\o obstante. entre el 7 v el 17 de enero
se disputó, en Moscú, t;n
match-torneo
triangular para decidir el título ele cam-
peón de la lJRSS.
El desenlace de este agotador even-
to. en el que Spassky se nmsideraba fa-
Hirito, quedó decidido, en gran parte.
por la siguiente partida.
---------···---~···----
358
B. Spassky-L. Stein
.\fosni 1964
i\1atd1 torneo por Pl rnmpeonato .1uviét1w,
l ªronda
Defrnsa Grünfeld (086)
1 d4 •.!Jf6 2 c4 g6 3 ¿lic3 d5
La segunda defensa de Stcin (después
de la India de Rev), también con el alfil
en g7 y posibilíd~des de contraataque.
4cxd5
Un mes antes, en el Campeonato de la
URSS. ambos jugadores habían puesto a
prueba 4 i;::;m ilg7 5 ,Jli.g5 i1..Je4 6 cxd5
'2ixg5 7 t;:~xg5 e6 8 '/l:!ld2 exd5 9 'i!\te3+ wrn
10 i¡.>¡rt4 áfü 11 h4 c6 J 2 0-0-0 hfi rn 0.Jl'.1
'>tg7 l ! e3 .&eG 15 '.ái.dé\ :1:Jd7 llí 'li;\'b8:
(patente de S1ei11 Y nH~todo ddensí\'o da-
n· en esta posici<in), con igualdad.
4 ... ·'Llxd5 5 e4 :?Jxc'.16 bxc3 _,,;•. g7 7 4c4
0-0
7 ... c:·1 (n:;rnse p;•.rtÍílas nlÍm. ?167 v
371il.
ldc;1 de Simagin.
9 h4?!
Este an-iesgado aY<i11cc !'ra un arma fa-
\urita del j<wen Spassky. Poco dt·spué-..
en el Zonal. {·I y Gelkr pi·dirieron la
··aríant<' cil (9 0-0!') 9 ... 1¿ja'í lO
d'.i b() l 1 •¡O c'í contra Stein. Y las ne-
gras no tm :Vi·nn especiales problemas
<le apertur<1.
Gary Kasparm' :vtis CE"L\LES PREllECfSOJff~
9 ... c?Ja5 10 ikb3
No es beneficioso 10 ~~d3 c5 11 Áe3
cxd4 12 cxd4 ''t:lc6 13 e5 'IWaS~ 14 \tifP!
(14 ) 14 ... l'.:d8 15 h5 Jl,,di
(Spassky-S<utar, Bucarest 1953). Pero
es mejor la inmediata 11 h5 cxrl4 l2
cxd4 :/:Jc6 13 hxg6 hxg6 (Shahalov-
Yandemírm, Leningrado 1989) 14
>~hfi:? ,itxh6 15 :xh6 lllxd4 16 'HHd2
e5'., con lucha aguda (Yandernirov).
10 ... c5 11 h5
Sí 11 rlxcS, entonces 11 ... ~c7 12 ·'*·e'.~
nds.
11 ... ·.'í::ixb3 12 axb3
Otra idea inofensiva es la que se produ-
ce tras 12 ~xb3 cxd4 13 hxg6 hxg6 14
cxd4 .í1Lg4! 15 f3 ;,;¡,e6 (Bisguier-Benko,
Nueva York 1962-63).
12 ... cxd4 13 cxd4
1092
13 ... ~d7!
¡No\'edad! "Una recomendación de
Kutíanin v Estrín. autores de una mo-
nografía 'sobre la Defensa GrünrPld
( 1959). AJ crear la amenaza j¡,b:'l, las
negras consiguen un juego cómodo.
En la partida Spassky-Suetin (Riga
1959. 2Y' Campeonato de la LRSS),
después de 13 .. , Ág4?- 14 f3 &d7 15
hxg6 hxg6 16 .~,e3 ~b5 17 ·lic3 '!Wd7 18
~'d2. las negras <jlledarón en una difí-
cil posición, ya gue 12-t:) es una jugada
títil para las blancas, dt>bido a la posibi-
lidad wf'2" (Stein l.
14 hxg6 hxg6!
"Sin temer la apertura de la columna h.
Uu jugador más tímido habría optado
224
111
por 14 ... fxg6?, quedando en posición
inktior" (Simagin). Pero ahora preci·
samente surgen dudas sobre todo el
plan de las blancas, porque su ataque
sobre la columna h es efímero.
15 ~d3?!
"Una jugada comprometedora, efec·
tuada tras larga reflexión. Era preferi·
ble l'> 2i,e3" (Stcin). "15 .áh6 2i,xh616
Z::xh6 se sugiere por sí solo, pero se ha·
bría vuelto nmtra las blancas tras 16 ...
e;;''?g7 1i ~d2 lih8". aúaden Gufeld y La-
zarev. quienes probablemente pensa-
ban en 18 l:!xh8 1Yxh8 19 '!ih2'.
15 ... ~b6! 16 ;!l,d2
Stein pensaba que las blancas estaban
obligadas a jugar 1fi pPrn después
de 16 ... nfr8' (a Spassh tampoco le
gustaba la tranquila 16 ... m 17 e5 ~M
y l:Hd8\ 17 ~h4 J:lxcl +! 18 l:xcl ~b4+
19 Wf1 (no la 1·ecornendación de Stein,
19 l:'i'.c~?, por 19 ... l:c8) 19 ... ~b5, las
negras tienen una peligrosa ínicíati\'a
por la <alídad sacrificada.
16 ... Z;Ifc8 17 ría5
"El propósito de esta inusual maniobra
es impedir ,.&.bl') \' jugar 0-0, mientras
que si las negras gastan un tiempo
en ai-a6, las blancas pueden bloquear
la columna e, por donde puede surgir
el mayor peligro para su rev'" (Gufeld,
Lazarev).
17 ... a6! 18 .llc5! :::!.xc5 19 dxc5 ~c7 20
..ifi.c3 e5
Evitando el cambio del importante alfil
de g7.
21 b4 ::'.d8 22 'ifg3?
Ahora está claro que la empresa blanca
ha fracasado, pero Spassh contímia
buscando aYenturas, pues no desea li-
brar una triste lucha por las tablas, des-
pufs de 22 0-0 ,.W..b5 23 ~c3 ~e7!, pero
no 2'.) ... L::d3 24 ~g5 b6) :!!1 cxbfi
~xb6, debido a la bonira 26 \lixe5!
;Rxe5 27 ftlixe!> X:\d2 28 l:1c 1 ! ~di 29
ñe l. o bien 29 'fic7 '\!<í'xb4 '.rn %\'e'.)=.
22 ... ,í!,,b5 23 f4?
Un ineparable debilitamiento.
 BORlS X

23 ..• ~d7 Las blancas se rindieron. E' impresio-

El comienzo de un contraalaque que
decidirá la partida.
24 si;>f'i clhe2 25 wxe2
!093
25 ... a5!
Una lógica jugada ''humana", fractu-
rando los peones blancos. Tampoco
era mala 25 ... '11Ja4 (Gufeld, Lazarev).
O la más complicada 25 ... 'l/Jb5+ 26
Wf"2 l:td3 27 '!llh4 J::i:xc3 28 'llld8+ .1,IB 29
l:th8+! 'it>xh8 30 '11Jxf8+ Wh7 31 W/xf7+
~h6 32 '!llf8+ wh5 33 "lWh8+ ~g4 34
'i'xe5 ac2+ 35 ;t>gl J:xg2+! (pen.1 no la
sugerencia de Stein. '.15 ... J:i.cl + 36 ;t>h2
l::h 1+ :n ~xh 1 '!\ll'fl + 38 wh2 '!\ll'xf4+ 39
~xf4+ \Í'xf4 40 Wh3 \Ílxt'4 4] Wg4, con
posibilidades de tablas) '.fü wxg211it'2+
37 ~gl 'tl:Vel+ 38 'lid2+r 39 whl
'bf3 40 'fWg5 '\i'cl +, trasponiendo a un
final de peones ganado.
26 \t>f2
Las blancas no salvarían la lucha con 26
bxa5 exf4 27 'i!'h'.'i '11Jb5+, ni co11 26 1l!Wh·1
'/Wd3+ 27 \t>f2 '!!Qc2+, ni, por último, con
26 'i"l'h3 '11Jb5+ 27 0el i¡,¡\'r•l!, etc
26 •.. axb4 27 .~xe5 .:&.xe5 28 fxe5
'l/Jd4+
Era tnás sencillo 28 '11Jd2+! 29
'l/Jd4+ 30 >t?h2
29\t>f3
29 '!We3 'ilxe5, y Z:.d4!
29 ..• 'l/Jd3+ 30 ·;tH '4'd2+ 31 wg4
31 gl)+!
31 •.. :l';:¡d4! 32 ::n :Uxe4+ 33 c;th3 '11Jh6+
nante la precisión con que Stein refuló
la idea de su formidable oponente.
Stein ganaba por primera vez la me-
dalla de oro en el Campeonato de la
URSS: l. Stcin 2,5 (de 4): 2. Spasskv 2:
3. Jolmov 1,5. Pero aún debía llegar el
!orneo Zonal a doble \11e!La entre los
ocho jugadores, con cuatro plazas para
el Jnterzonal. El carácter humillante v
el despropósito del sistema clasificato-
rio resultó evidente cuando, por volun-
tad de las autoridades soviéticas, se le
concedió una de las plazas a Snwslm,
sin tener que jugar. Así pues, los "siete
magníficos" restantes -todos grandes
rnat>stros del máximo nivel- tenían
ahora que luchar sólo por tres plazas.
Los gastados héroes del reciente
Campeonato nacional tuvieron un co-
mienzo indeciso: Stein empezó con
tres tablas. y Spassky con unas tablas v
dos derrotas. En la cuarta ronda. te-
nían que enfrentarse entre sí y, por su-
puesto. ambos estaban ansiosos porga-
nar. Bondarevsky tranquilizó a sus
amigos: "Hoy será el momento de in-
flexión. Boris está decidido a ganar.
;Esto no puede seguir así!". Peru la.-,
cosas sucedieron de otro modo. Esta
famosa partida significó una importan-
te contribución a la teoría del Gambito
Marshall.
359
L Stein-B. Spassky
A1osrú 1964
'fomPo 7.rnml, ·1'' muda
Apertura Espaüola (C89)
1 e4 e5 2 i2:lf3 i2:lc6 3 ~b5 a6 4 ~.a4 •2Jf6
5 0-0 ~e7 6 Bel b5 7 .~b3 0-0 8 c3 d5 9
exd5 :tlxd5 10 <'i:Jxe5 li:Jxe5 11 .:xe5 c6!
El punto fuerte de d5 juega un impor-
tan te papel <'Il el desarrollo de la inicia-
IÍ\'a de las negras. Es inferior la conti-
nuación 11 ... c'L;f6, comojngó Marshall
contra Capablanca (tomo I, partida
núm. 86), y también lo es 11 ... lbh6 12
Gary Kasparm - ;..¡¡, t;fSI \LES PREllH bURf~
d4 .&d6 !'.~ ~,g5'. ~d7 14 l:lel ;i,,,b7 Eí
ii:ld2 i::fae8 16 l,,Ji-1 (Bertok-Stcin, In-
terzonal de Estocolmo 1962).
12 d4
Poco se íntcmaron otros méto-
dos: 12 cxd5 13 d4 1i.cl6 14 1:l:c3
~b4 15 h3 '!Wf± 1 ~ 16 :le:'í 'll!í'f6 17 l':td
~g6 18 ~f3 .~e6! 19 .~.J4 jhf4 20 'lii\'xf4
.i:~xh3 = (Tal-Spassky, Tbilisi 1965,
match, 7ª), v también 12 g3, como j uoó
Fischer co;111a O'Kdly (La Jfaba~a
1965) ySpassky (Santa Mónica 1966),\
es posiblel2 ... Ád6 13 l:\el 'i'M7 11 dl
'®'h3. trasponiendo a una posición de
la partida, mientras que 14 d3 ~h3 15
.8'.e4 conduce a un esquema moderno.
12 ....~.d6 13 lle! ~h4 14 g3 Wfh3 15
~.e3
Si 15 :!'!e-± (Tal-Stein, Moscú 1967), las
negras pueden jugar 15 ... g5'. 16 'llte2
(l6'i'e'~ con igualdad) 16 ... ffi 17
l,,.xd5+ cxd5 18 cie6 f4l 19 axd6 ih.g4
20 'lWfl ·~xfl+ 21 ~xfl l:l'.ae8 22 ~d2
:J..h3+ 23 wgl fxg3 24 hxg3 f':e2. con
igualdad (Ponomariov-Anand, Linares
W02).
15 ... 16 '~d3 .&::ae8!
Las ('Osas son más difíciles para las ne-
gras después de 16 ... c?Jxe3 17 )'he3,
como demostraron las partidas Spasskv-
Geller (Riga 1965, mat('h. 2'\ \' Fis-
cher-Donner (La Habana 196:'> \' San ta
Mónica 19füi). ·
17 ?Jd2 :'!e6
Hemos llegado a una de las posiciones
principales dd .\taque :\larshalL
1091
111
Ambos COJJ tendieutes han reali.rndo to-
das estas Jugadas en un minuto. ;Pero
aquí Stein pensó durante 52 minutos!
Recordando dos partidas del reciente
Campeonato de la tTRSS (1963\, 18 a-1
hxa4? (novedad) 19 :'\xa4 f:'í 20 f4r
.~xf4! 21 ~f2? (era más tenaz 21 gxft
Egti') 21 ... llxel+ 22 :lxel kfc8. 0-1
('.\'ornpashin-Spassky), y 18 'i'fl 'i'h!í
19 a4 bxa4 20 fl:xa4 f5 21 c4?! (Suc-
tin-Geller). Spasskr intentaba seguir la
segunda de ellas, ya que había prepara-
do la mejora 21 f4'., pero se dio cuema
de que 19 ... Jth3; 20 'lil'c2 21 !'id~
1c.f5 forzaría unas tabla~. Por lo tamo,
tenía que cambiar el orden ele jugadas.
18 a4 bxa4
AJ afio siguiente se descubrió una nK~
jora: 18 ... 1/llYh!'> 1 19 <Lxb5 axb5 20 c4?!
bxc4 (20 ... c;;)xe3:?) 21 clJxc4 ih.h4 22
!l:ec l con igualdad (Tal-Spasskv,
Tbilisi 1965. match, P). Hm esto sigue
considerándose la mejor clefe11s;1. Por
ejemplo: 20 ¿¿)e4 W.J5: 21 d2 d.xe4 22
&xe4 iiJff\ 23 f3 24 '/ltí'f1 lllxd 25
fxe4 con posibilidades equh·a-
lentes (Svidler-Kamsh, Groninga
1995).
Por otro lado, 'fa! y Gntman analizaron
en detalle 18 ... m', que conduce a una
posición qut' también podría haberse
producido en esta partida (Yéase la no-
ta a la jugada 20 dt' las negras),
d(' ]!) ~11 ~h5 20 l'4 hxa4 '.!!
19 Jha4 f5 20 1'#'fl!
En lugar de 20 J4?
20 ... f4?!
"Presi11tic11clo algún peligro, Spassh e;,
el primer" en dcs\Í;irse del c11ni110 co-
nocido" (Gufcld. Lazare\\. ..\un así.
era posible 20 ... ':Wh5, sin temer a 21
LlxaG ¡¡; 22 i:Lxf-1 (lvanchuk-Short. Ri-
ga 19~);"¡) 22 . . ilxe 1 23 'i4Yxc l ,l_xf4 ~.
ni a 21 f4:. que nds tard(' se co11\crtiría
en la nmlinuadún principal. tanto an-
te el tablero como en d ajedrez por ro-
rrcspn11de11cia. De la lll:t.'a de \aria11-
tcs. extraemos algunas d(' L1;, más
;,ígnificativas:
- HORl.S
1) 21 ... g!},! 22 I;xa6 gxf4 2'.-\ .::xc6?:
fxg3! 24 hxg::I (si 24 '!lí{g2. 01tonct>s
24 ... \.th8 25 jcxd5 ~.h'.1! 26 •¡ie2Wl)
=) 24 ... f4! 2'í :lxt1 (25 .il;xd5:
26 ~xe6+ ic.xc6 27 W{e2 exc\2 28
'li'xeti+ •;X; h8 29 ñxc\6 el 1~: - + Lilíen-
thal) 25 ... ikxM '.:26 ~excf:í &.. xd2 '-27
'll!Vg2 o.:i:fi 28 ~h2 2!l 'llirf2 ·~h5 o
bien 2:l .lkxf41 (Tal-C<:>ller, 43"
Campeonato de la l'RSS. Ere\'an 1975)
24 E:xe6! ii.xd2 25 ~.xd5 cxd:-; 26
f4 (26 ... 1".g5 27 '/!ihd5) 27 'lfrí'xd2 4 xefi
(sí 27 ... b::g:), entonces las blaucas dis-
ponen de la fuerte 28 ~lh: ;'leR 29 hxg:-\
J.:!e2 30 ~hh i:t' 1+ :11 r:n .::xn + 32
(?xfl 'eí'f:H :1:1 'ffrt ~(!:'\+ :11 t\í'xati
'.15 21" .:'1xd) f x¡.(l 2Ll ~e2'. 1,1dc-
más dt' 29 hxg'.l). malt'riali;;rndo tran-
quilamente el peón de Yentaja.
2) 21 ... l';í:b8c! 22 ..b.xd!l cxcl:"í 2'.l ;;.x,tli'.
l:bc8 (no pan_.cc mejor 2:1 ... :'.:xb2 '.:24
[~b5 25 el, ni tampoco 23 ... 'f,'!e8
~J'2 ~id7 25 :,eü 'i'5xcti 26 b'.'\} '.24
'i'í'h5: ~17 25 h'.l'. .Jditú' (e .., más trnaz
25 ... ¡xh'.l 2ti v¿_,f:) h() 27 -!~e:"i ¿_xc·'i 28
xe6'. v 2~! clxe."1) 2ü 'i!ixd'i ... 1-0
(Shor1-l'i11 ter, Rottcrdam l ~J88).
2 l ... Efrt< ( Konstantinopolsh) '.!'..!
( Gufeld y Lazarn· n:c<;micndan
22 :tí'.xatl, ignoram!o '.!'.! .. .:x,<r 2:~
.!he'.) íJ.xe'.) 21 ;¡xcfi t!íci'I 2:1 '\d:í+ <:';.18
26 :'!.xd() ~el:, o bien 2fi :_,..¡ h:c+'. 27
:":,xdfi [;cJ'.)!, con igualdad) 22 ... g:,
(22 ... ·l?h8!?) 2:) lxg!í!; <23 J!xaíi <·s
confuso. después de 23 ... gxf4 21 gxf4
;;!;ohH 2;) 'tl.xd:'J cxd'i 2fi ~Lfl .B:gH. o hit'n
2fi ... 'b.h:1 27 (:Jg3 2H Z!aa 1 h:1, Sa-
nakon·-Bm'Y, Campennato \lll11díal
por Corn:spo11dcncia. 1994) 23 ... H '.! 1
gxf4 .h h3 2!í 'l'K4! ji. xfl 2o :¿c.-, '\c:í
27 dxc'i 1'.Ixe'i 28 1'>:4'xg.'J '.29 .t:xa6
~xg:~+ 30 hxg3 ,\!; 12 íJ.xe 1 + 'i2
ili.xc l cé:Jc7'. 33 4xcfri Ihe6 31 1 ;'.;c2
3ií b-1. \ las negra' se enfrentan a 1ma
dura ludia por las tablas.
4) 21 ... ~h81r 22 ,:;; xd!í (no '.:22 -Lcfr!
~xf4! 2'.l J.xf4 Cí.'Jxl4 24 );(xefi ·d13+' 2?í
iiJg?í! 26 lilVf'l ifi.f3+. rnn un peli-
groso ataípie. !\lilvidas-\lural'ÍeY, (.o-
rrespondencia 1994 l 22 ... cxd:''i 2'l
ñxafi L:fr8 24 '&12 g'i! '...!:> .l:Xaal í(~11ff>ld
X
v Lazare\ sugieren 25 txg5 f1? 2li gxf4,
ganando, pero ornitt·n 2:) ... ~xg'.)!.
mientras que también es dudoso 2;)
l!l'.xd!i .::rxd6 26 fxg5 :lde6!) 25 ... h6 1
(las negras no consiguen igualar con
25 ... gxf4 '.26 .k.xf4! fü·2 27 :í.xe2 Sxe2
28 \>lfxe2 _\ll.xe2 29 .lbd6 ,!Íi,.d'.~ 30 l':t· l '.)
v los dos peones extra de las bl;rncas no
se notan: 26 b!~ áh3'. 27 ~fl (27 8f:1"!
gxt4! 1 27 ... ·~g4 28 fxg:) (28 c4 gxf4)
2H ... hxg5 29 c4 f.+ 1• o hirn 2t1 'í.lh3
(amenazando ll:;c5-d:-\¡ 2b ... gxt4: 27
k.xf4 ::;1e2 28 lhc2 :!Xt·2 29 '~xe'.! '1ixe2
"\() .i~xdti ,f¡.c4!. \ ·~1·2. ron tablas.
21 ~xh3
No, por supuesto. 21 gxf4:! ni 21
~xf4?'. ~xfl+ 22 J:xfl 1lxt4 gxn
h3! IBondan·\·skyJ
21 , .. ¿xh3
22 ~xa6!
'"l'n sacrificio prntundamentc cakub
do.\ f]lle se de1'Íl'a de las carncteríst icas
de la posición" (Gnfrld. LazarevL
22 ... fxe3
Es infer'.;. 1 ; •YJ . . b:.c;..i :t~ h.ea 1 r\c:\ ~-1
fxei~ J:;x;"'::, :>5 :~xct1'., o tainhi~:q ,!"¿
;i:;hii 2'.1 xc6 lxd 24 lxc3 2.">
hxg'.~ f:xc(i 21í .á.xd!í
23 ~;:xe3
··nespués de 2'.-\ fxe'.{ 'k.c7 21 :íxcti! (21
t"t ) 24 ... ~xch 2') k xd.1+ ;';'tc6. las
blancas tienen cuatro peones pasados v
ligados por la pieza. pero los alfiles ne-
gros son peligrosos \. por lo tanto. la
posich'm negra debería considlTarsc
superior" ( Hondarevskvl.
-
Sin embargo, la computadora no cst<í
de acuerdo con esto, Y eYalúa la posi-
ción, después de 26 e4'., corno dara-
menlc Yentajosa para las blancas. i\ la
lur de 1111 descubrimiento posterior
(\·éase la nota a la jugada 25 de las blan-
cas L esta línea merece una detenida
atern:ión. La e\·aluacíón del programa
es, por surmesto, pnramente mt'cánica:
cuatro peones, todos ellos pasados, son
mús fuertes que un alfil. !\1íentras que.
por su panc. 1m st'r humano puede es-
pnar que despué-; de la posible 2ti ...
h'.) 27 2.al (o bien 27 ·Z'ic1) 27 ... ~·h7
28 .4'..xeh .k.xe6, lm dos alfiles 11cgms )
b torre ofrezcan una feroz resistencia.
En olras palabras, la posición es pedec-
tamente jugahlc, aunque objetivamen-
te (;si se r11ema con un ordenador!) las
p<hibilidades estén del lado blanco.
23 ... J;:'.xe3
··o bien 23 ... ;t:Jxe3 24 fl.xc6'., y las ne-
gras están obligadas a devolver su mate-
rial extra, quedando con un peón de
dfficit" ( Gufeld, Lazarev). Y, desde 1ue-
tras 24 ... 1'td8?! 25 fxe3 @rn 26
kxe6 27 l;¡jc4 cjye7 28 ñxd6 l!xdti
29 ./jxd6 ;bxd6 30 e4, la avalancha de
peoiH·s es irresisrihlt>.
Sin embargo, después de lajngada "no
hu mana., 2 4 ... ·'2lfl 1 :. las cosas son bas·
tante nds dílícilcs pa1a las blancas. 25
~xe6+ ~xe6 % @xfl k.h'.{+ es confuso,
dadcs de ganar. o bien 2-t ... wt7 2
;'lxd:i cjye7 (25 ....'1,_e7 26 e-1 Lg.;.¡ 2
0.xefi+ .ii.xcfl 28 26 '7.;f3!~) 2
,¡¡¡,xeh .'1i.xe6 27 l:b6, Y las blancas sigue
teniendo su cuarteto de peones pas
dos y unidos.
24 fxe3 ,~.e7!
Pero no 24 , .. J'kH? 2;1 ;;:xc6' En una d
ficil posición, Spassky e11cue11tr<t un
excdente posibilidad que le permite
las 1wgra:; crear un inespETado contr~
juC'go. Se ha llegado al momento ur
interesante de la partida.
25 f\xc6!?
"Es sorprendenk que una jugada ta
natural resulte no ser Ja más fuerte", e
criben ( ;ufeld y Lazare\'. quienes apo
tan el ejemplo de una partidajugada
afio siguíeutt'. Parma-Spassh (Vrnja
ka Banja 196?>. match Yugosl;wía
URSS): 2!1 e4 2!i exdS .\J;.xd2 2
dxc6+ wh8 28 na gfi 29 1':.d.1 ll,.e3+ 3
'J;lh 1 ül2 3 l c7, con H'ntaja decish-.
Aunque las negras lograron sah«trse, e
,·irtud de algún milagro, la Yariante ro
20 ... f4 fue archiYada.
Sin embargo. en lugar de la mPcinic,
2fi ....\lí.. xd2?. existe 1111 fenomenal r'
curso.
l0%

v poco se consigue con 25 :ti'.xd6 Ciíxd2

26 &.xe6+ .f.xpti 27 r!.x!:'6 lib8: 28 b4
1'1c8 29 ::.e3 ;Z;b 1. con tablas, o bit'n 2!"i
:2Je4 l'\hH 1 2[) ¿ xeti+ .1kxe6 27 tLixd6 (27
f::xd6 '1;J;)!) 27 . :?•d2 28 h4 (28 J;;fa6 1:
~tR 29 h4 o bien 28 .,. 29 b4
gel, con juego agudo) 28 ... ct:Jrn+ 29
\Pft:! (29 ~g2 i.'t'Jxd4, tablas) 29 ...
~xb4'.! 30 cxh4 .:4.h3+ 31 we2 li::ixd4+
v cuxc6. Quizá 25 éZ:lxfl ~d8 26 .\kxe6+
.&xeti 27 <ue3 sea la única forma de 26 ... cY ! El caballo no se esrapar<i y e
conservar alguna ventaja. más importante eliminar el írresístibl
peón e pasado. Despnfs de 27 d6+ ~h
'.\Ie parece ue después d!:' 23 ... 28 ~f3 (28 dxc5; ..1hd2 29 J.c4 ie3
:?:ixe:fr!, lo es 24 fxe3. Por qcm- 30 ;t>hl g?>!) 28 ... í!í.e3+ 29 ..tihl g?> 1 3
plo: 24 ... 2,;.¡ éi"Je4 ke7 2G l/jJ2! .i.c4 (30 ~d5) g4!) 30 ... gxf3! (30 .
'>th8 (26 . .!:i.b8 27 .íic4!) 27 (iJxh3 rxd4? 31 lí:Jxd4. Manu-Koucm. Corre.
l:.xec~ 28 ~f2 l'l,e4 29 ¿'2Jf4, con posihíli- pondcncia 1981) '.H J:ta8.;_ ..tig7 '.~2 fl.eíl

228

(32 d7? J:f'2: 32 :a7+ ~g6'. 33 d37
iLff> :14 .~,xf5+ l:txf5 33 d7 g4! '.)6 h'.)
&n +, o bien 34 Ae7 .txcl3 3fí J::.xe'.)
llxe3 36 d7 ciel + 37 ~g2 l"te2+, conja-
q11e perpetuo, ya que '.)8 lt•f:fr no es po-
sible debido a 38 ... g4~! 39 .txg4
l:l2!!, ganando) 32 ... cxd4 33 d7 .'1.xd7
:~4 fü·7+ \tg6 3.S J:lxd7 ~f2! 36 cxd4
llxb2, y las negras logran hacer rabias.
La intuidón no traicionó a St.ein. La
preciosajugada 23 ::::::xc6'~ no es. en ab-
soluto, peor que 25 e4. Pero. puesto
que en ninguno de los clrn, casos las
blancas logran ganar, su única esperan-
za descansa en 23 fxe3!? (en lugar de
23 Jlxe3).
25 ... ~.g5! 26 ..\Íl.xd5+ óh8
"Una asombrosa posición. Las blancas
tienen cuatrn peones de m;is, pero son
incapaces de ganar" (Bomlarevskv).
La codiciosa 27 f,-jf:fr conduce al desas-
tre: 27 ....~xe3+ 28 Wh l l:l:a8'.
27 ... ..\ÍLxe3+ 28 •J/hl :ª.xg2+ 29 ~g2
Jixd2 30 b4 g5!
¡Un final muy complicado! "Las negras
abren un amplio ventanal para su rev,
con idea de atacar a base de g5-g4
y j1/,e3. Puesto que el rey blanco no pue-
de apoyar a sus peones del flanco de
dama, las posibilidades son más o me•
nos equivalentes" (Bondarevskyl.
31 g4
O bien 31 h3 .~el 32 b5 l::tf2+ 33 @gl
i:'!c2, con tablas.
31 ... j/,el
"Una última tentativa por ganar" (Gu-
feld, Lazarev). Debo desmentir aquí e;y
ta falacia. Sólo las blancas pueden pen-
sar en ganar, mientras que las negras
sólo están analizando cómo entregar su
alfil por un par de peones.
BoRrs X
!0'17
32 d5
"fablas.
O bien 32 b5 ::lf2+ 3'.3 '.!igl l::b2 '.H J;.fl
&.d2 35 c4 id"4 36 h3 ~g8, con tablas
(Bondare\·skv¡. Anle los i11mine11tcs
<ipunJ> de ti~mpo, Stein fH'nsú que lo
mejor era proponer tablas, y u·a, alg11-
11a rdkxi<'m, Spassky aceptó.
Po<lría haber seguido 32 ... .:d8 :13 X:c:•
(3'.) dh .,!,,d2; '.t3 h5 I:xd5 :H bfi J:i'.b!'l :F,
et .!lb4) :U ... $.d2 (B011darevsh) '.H
h'.) (34 wrn l"l.e8!?J 34 ... liJg8 3:'"i ~fl
.;i;>f8 36 @e2 .lk.f4 37 c4 1J:e8+ 38 <J:,>fl
con tablas. Una partida muy inte·
resan te y vivaz.
Después de nueve rondas. todos los
participantes en el Zonal conservaban
posibilidades de éxilo: Rnmstein 4.:i
(de 7í; Korchnoi, Spassky y Jolmov 4
(de 8): Stcin '.3.5 (de 7\; Geller v Suetin
'.i,!'l (de 8). En la décima ronda. Spasskv
~- Stein lograron importantes victorias:
el primero derrotó, de fonna atractiva.
con negras, a Geller, con un sacrificio
de dama, mientr<L~ que el segundo. con
blancas, aplastó a Korchnoí, quien por
entonces ya había conquistado en dos
ocasiones el título de campeón de b
CRSS, v había participado en el Torneo
de Candidatos <le Curac;ao (1962).
Fascinado por el juego de su opo-
nente, Korchnoi comentó su derrota
en la revista Shafmatny 11 SSSR ( 1964,
núm. 6). Lamentablemente, esta famo-
sa partida siguió siendo desconocida,
pues no encontró su lugar en el libro
Leonid Stein (tras la deserción de Korch-
noí, su nombre füe e1Tadicado de la
URSS). Por r·ecomendación de Víktor
Vasilievích la he incluido en este libro.
229
Carv Kasparo\· Mis (;E:'\L\l.FS PRFDFCESORIS
360
L. Stein-V. Korchnoi
;\fo111Í 1964
1hmPo Zonal. JOª ro11d11
Defensa Siciliana (B84)
1 e4 c5 2 <Zlf3 d6 3 d4 cxd4 4 it:ixd4 !z"';f6
5 l/:Jc3 a6 6 .\te2 e6 7 0-0 .1ke7 8 f4 'iiffc7
9 '@'el 0-0101!1ig3:?
Después de 10 ~&,e:1 b5 1 1 .~S3 .:i;,:.b7 12
e5 dxe5 13 fxcj Sfrl7 1-t ~g'.~ .l!i.xt:~ 15
¿¿_¡xrn (l 5 ~xf3 é2Jb6 Hl 6ae 1 •U8rl7¡
15 ... Las negras no tie11e11 !lla\ .,_
res problemas (Steín-Spasskv, desem-
pate Campeonato l'RSS, Moscú JY64).
Eso era lo que buscaba Korclmoi, pero
en esta ocasión Stein tuyo en cuenta un
rnsgo característico en el estilo de su
adYei·sario: capturar peones. sí HO ha-
bía una refmaci<in e\ide11te.
10 ... 'i'b6?!
"Decidí aceptar el sacrificio de pe1í11".
explica Korrhnoi, '·porgue no querfa ju-
gar la línea principal de la Varían te Sche-
wningen, 10 ·2ic6.. !seguido ele 1 1
li.e3 ·'2Jxd4 12 .2sxd4 b5, 1i 11 ... 1'.dí).
11 ;d;.. e3 'ijxb2 12 ~f2
Si 12 'IA!'e 1, e11tonces 12 ... 'ill\'bt)'., sin le·
mer l ~:¡ .'ZJf?í 'if!s'c7 14 é:Jxe7+ 'iixe7. Kon:h-
noi seflala también 12 L.:a4~ l1:i'b,1 13
c'í:;b6 \ aitade: "l. n peglwiio. pe-
ro importante detalle psicok>gicu: con-
trariamente ,i .,u co;,tumbrc, Stein pt'.ll-
s<> durante mue ho tiempo en la
apertura. v llegue a la conclusión de
que debía haber euco11tr,idu d sacrifi·
cío de peón <mlt' el tdblero. Eu princi-
pio, incluso rnc pal lTÍtÍ que había cal-
culado mal. A juzgar por el ulterio1
desarrollo de la partida, subestimé la'
posibilidades de Ja;, blancas .. ,
12 ... fí'b4
La arriesgada excursi(m de Ja dama, pa-
ra ganar nn peón v regresar a casa, le
ha costado a las negras un tiempo pre·
cioso. Se amenazaba ].') J:!.lhl ~a3 L·1
mientras que,¡ 12 ... d.'J:-. enton-
ces 1') a.'l! gana.
2'\0
111
13 e5!
1 .a ten1:-1dora persecucion de la dama
13ñab1 \!ll'a5 14 Z2:lt5'.? exff, 1E) .,;; b6 ha-
l .nía crnHlw ido a una posicírín incierta
despu~s de [!) ... ~~lxe4 1 16 ~2!.xe·t 'M'xa'.i
17 td4 (o bien 17 ~e~' ~di 18 .&J3
''2c6 1() ii.Jd'l ~d8: Kordmoi) 17 ... ffi
18 i'ZJc3 114'!7 19 :&fi ,;í'JC6 20 li.f'.2 ~h8.
Después de todo, las blancas tienen
tres peones menos.
13 ... dxe5 14 fxe5 •ueS
'También después de l ·l .. :Ufrl7 se hu-
hiei·a n·querido un juego nn1Y preciso
para conseguir 1.1 igualdad: 1:, ·Jdc)~
( Í 5 Czc/J3 },.g5.' J(¡ :b..rlJ ;f.L/¡(¡ f Í ZJIÓ
es tunfíwi: ( ;. !\.. J 1;, ... exd.'"t 16 .¿¡fü g6
17 a'.-1 1 hV ( 17 ... ll4'el: 18 ::C:xe7+
19 ~d:l ~xe'l 20 .2Jt5+ ~gx 21 .J, d4 + -J
lH ;1x b4 (si 1K -'uxh4 'iill'e 1, " las negras
t''-l~Ül füera de peligrn) rn ... &xg'.l 19
.'iJe7+ 20 jí¡,,xg3 l2Jb6 21 ..,;,.J~. con-
servando presión en el final" (Korch-
noí l.
l'"r eiemplo: 21 ... ~e8 íDam¡aumic-
SoLtk, Vrnjacka Banja l !!96) 2'.! .~.xb6
.i';xt'7 23 ~c3'., seguido de '.2'.l ... ~xe5
24 .1~.d4 fü 2'.'J ~xe5 fxe."i 26 el'.; 2:1 ...
1':c7 '.21 d~. o bien 2'.\ ... :.ex 24 icJ3
',dí;¿', .ctxd:i '2Jxc:> 2h ::xf/- .'~hii '!.i
hxc'."> ~x<'!'J 28 c-1:. Creo que las negras
tomanm la mejor decisiún pr:íctict, al
retirar su caballo a e8: es mejor bus-
car contn1partidas en un agudo me-
dio juego que c11 un final 1an poco
prometed<>r.

Las blancas tienen el punto de mira li-
jado en el re' enemigo. Pero Korchnoi.
con buen criterio, comenta que era de
considerar 15 °'Z:Jh3!, v la amenaza a2-a'.~
habría forzado la rt't.irada l.'í ... ;¡¡,ya3.
Los maestros modernos, sobre todo
después de la 11 "' partida dd match
Spassky-Fischer ( 1972) tampoco son
reacios a hostigar la dama: 16 k.e3 ·'2Jc6
l 7 .:r4! 0l,1xe5 (17 ... ~b2:: 18 _.¡;el!
~xc2 19 ..\ld3 !!ilxd 20 1;.xh 7+ \ ~xc3)
18 l:a4 '!Wb2 19 ;,1;d4 li::c6 20 .l'!l~l 'il#xc2
21 ..!d'.l i,.h4 lll. Kneznic-Bisu·ic, Ban-
ja Vrucica 1991) 22 't:\'ff <l:Jxd4 23 J;.xd-1
Jk:S2+ 24 ·~xf2 '!Wxf:2+ 25 wxf2. con una
clara ycntaja.
Hi ... &Jd7!? 17 Ef4 ,;l:,c5 también es in-
lcresantt>, pero aquí. después de 18
lí:Jxc'í! ~xc'.l ( 18 ... :t:Jxc:"'> 19 ;;!, d 1:) l \1
ftafl it:ixc5 (después de 1() ... c8xc:"'> 20
'1iJ1r1! f5 21 l(:,('4 ~c6 22 d4. o bien
20 ... éi'.d6 21 'liff2 22 \)¡.d4 ~a5 23
ltxg6 hxg6 2·1 \:".txg7 25 ·~d4+
>t·g8 2fi .ilh4. las negras caen b;:jo ata-
que) 20 :::tc4 ~e4 21 '@f4 (o bit>n 21
J:xc3 22 hxg3 J,.c17 23 ::tdl ! ~c6
24 Ac5 v con posibilidades de
materializar la calidad de ,-emaja) 21 ...
~a!í 22 ~xe4 f5 23 'i'j'd-1, las blancas
vuelven a tener una sólida presión ...\sí.
en general y pese al error cometido.
Steín cvalw'J correctamente la naturale-
za prometedora del sacrificio del peón
b2.
15 ... '/lYa5
La dama se incorpora a la defensa v
también al ataque sobre el pe<'>n de e5.
Las 11cgras quieren evi1a1· f7-f0, sobre
todo porque 15 ... fü?! 16 exm '.'.Jxfü J 7
é:Je4 hubiera permitido a la'i bbrncas
continuar con el traslado de sus fuerzas
al llaneo de rey.
Korchnoi pensaba que 15 ... ,;_cr17 era
más preciso. puesto que ni 16 "Uxefü!
fxe6 17 lWh:) ::li5 18 g4 ·~xd 19 gxf5
ni lli !":ab l ·&ía:í 17 ~z:ixefi'.:O lxc6
18 .~xh7+ -~xh7 19 '¡ifh:)+
;¡,\¡'xe6+ i':f7 21 ;!l.bü .2:;xe5 habrían dado
resultado, rn ien tr~1s q1te dt:·spués de 1fi
t2Je4 ·:?!e:"'> (en mi opinión. también es
BnRrs X
élceptable rn ... trasponiendo a
'ma posición dt> la partida) 17 <'Zlxc5
xc5 18 i!l'h'.-) f5 19 exfü lí'.xfü. las posi-
bilidades son más o menos iguales. Y Hi
é"2~b'.) va no es efectivo, debido a la tem:í-
tica Ui ... C5!
16 ./,e4 tt:id7 17 'tJf3
El pi·im('r momento crítico de la lucha.
17 ... g6?!
\l tratar de conservar una posicion
complicada, con posibilidades pr~1cti­
cas de ganar, las negras debilitan cnnsi-
dcrablementc la fortaleza de su re'»
\Lis tarde. Korchnoi lamentaba no ha-
ber.jugado 17 ... f5l 18 exfü tl:iclxm (es
peor 18 ... lí'>cxfü?l 19 't\l'h'.V it:ixe4 20
·¡,¡vxeti+ ñf7 21 ~xe4 lllf6 22 %!'e5 ~xe5
2'.) Ci,xe5 l:1f8 24 .lic4+ @h8 25 d.ae 1
~. b4 26ilh1). Ahora las blanca~ te11dría11
que buscar compensación por el peón
-;acrificado: l CJ d4! í no l 9 lí'.xf6+
::~xf6 20 :.aet:C 'i((ixa2 21 )id.:t ~cE) 2'2
·@'li4 c5 1, Sígurjomson-Sax, Amster-
dam 1!17()) 19 .. , :'.;C)xd 20 .i:.xe..f ...J,;.c5 21
e'.) ;;',({) (21 .. ·~xc:l?'. 22 ¿,;xh7+'. \t1h8
23 'f//ih4) 22 ·'Lig5', con la inícíaürn, pe-
ro suficiente sólo para tablas.
18 -~d4 'Ug7
··o híen 18 ... 'l>Wd8 19 '!i-i'f4 20 gl.
con la amenaza WlíhG" (Korchnoi). Des-
pués de 19 ... fü 20 ~h6 fxe5 21
_;fixg5 22 'f//ie7 2S\ ~ xc5 o;";',eff¡ '.ti
.~.g}), las blancas ejercen 1111a lk~agrk
dable presión.
20
Debo aíladir que l 8 ... b;-,;.¡ 19 ~h'.~'.
:!.Jg7 ( 19 ... b4? 20 CiJeg5; J 9 ... '{;\fdR 20
'l/Whfi f6 21 cxf6 ;:,dxm:r 22 ,. '
Gary Kaspanw Mis (;t '\IALES PREDECE.,ORES 111

23 cl:Jxh7!) 20 lZílg5 h5 21 1f'!f6+ ~xm 22 :.res 29 g41 Pero después de la inespe-

exf6 ll:if5 23 ~xf5 exf5 24 lig3! habría rada 26 ... J::!:ae8! 27 ~xf5 h6! 28 !lixh6
situado a las negras en una posición crí- (28 'ill'd2 gxf5 29 'i'xh6 'l!!'f4'.) 28 ...
tica no es la única amenaza): 1*!'h4!!, la amenaza ll:ig3+ foerza 29 •
24 ... '!l\!'a4 25 c3 lic4 ... ,ib7 26 lixh5! 'i!Vxe 1- 30 .liLfl gxh5 (o bien i
tuxf7! ~xf7 27 '!ll!'c7) 2fi .:'.fe l r ll:ic:, 27 30 ... 'l!!'xfl+ 31 l:lxfl gxh5 32 .1'U5 =) 31
ll:ixf71. o bien 24 ... li.b7 25 illxf7! ~xf7 con jaque perpetuo.
26 'i?h3+ ·.tie8 27 '1We6+ lt>d8 28 l::tadl,
2) 26 lladl ! Esto t:>s más incisi\'(>. v las
con demoledoras amenazas.
negras de nuevo tienen que exhibir re-
19 ll:if6+ ~xf6 20 exf6 {i:Jh5 cursos excepcionales: 26 ... h6! {no
En caso de 20 ... ll:if5 21 j/,xf5 li xfü 26 ... 114Vxe5? 27 1::'.xf5 'i'e6 28 l::!dfl i'Ue8
(21 ... exf5? 22 '1Wg5 ó 22 .Sfe 1, ganan- 29 g4, ganando) 27 Wí'xhli ;&:xd3 28
do) 22 llíé'S (Korclmoi} 22 ... '1We4 23 Vl:Vg5! l'fae8 29 J:e4! 30 illh6-'- ~h7
J:f4 ~e2 ... 'iixc2? 24 24 .!:lel 31 cxd'.) 'l!!'e::I (otra interesant!" idea es
\*l'd2 25 'iia5 26 .!':!.h4 27 fl'lg5 ::11 ... Se6'.? 32 ciE\ '.13 :/:)fTí ~xf6
tllf8 28 y las blancas tienen un ata- :H ~h6+ \,Í7g8 '.\5 g4 gxl5 '.)6 '1Wxh5 f4, o
que decisivo. bien '.16 ... lle2, con buenas posibifüla-
des de tablas) 32 'i'xe'.\ L:.xe3 33 c2:lg4
21 lih4 J:e2 '.H J:kl (o bien '.il a3 :lld8 35 d4
El segundo, y más importante, momen- ile4 36 llíe5 lt>g8 ::17 .d'.c l !? l::exd4 '.\8 g4
to crítico. 8f4 39 !lc7 ad!, !"te.} '.i4 ""' fuxa2 3!"í
4.Je5 lk2! 36 d4 l':!.e4 37 g4 (37 g3
11 (j() lixd4) 37 ... l¿jfl 38 Ilc7 \,Í7g8 '.)9 l'::xb7
J:l:xd4, con tablas.
En general, es m<is difícil para los seres
humanos encontrar recursos defe11si-
vos que atacantes. Al alcanzar 24 iuxe.~
en su análisis, un humano deia de cal-
cular y evalúa la posición: con material
igualado. las blancas tienen 1111 fü<:>rte
ataque, y la curia en f6 les ofrt'ce un
mejor final. Pero, como obsen·ó en nna
ocasión Petrnsian, e1 ajedrez es un jue-
go difícil de predecir: súlo tienes que
21 ... Wd8? mover una casilla un peón inesencial y
¡El error decisirn 1 "La planeada 21 ... toda la evaluación cambia. En este caso
e5 no chiba resultado en \'Ísta de 22 cm1creto, lajugada h7-h6 nea una sor-
(Korclmoi). Desde luego, 22 ... prendente geometría que desafía a
2'.~ ~xhfi cxd4 es malo debido a 24 ntH:»tra impresión tradicional de tales
.:li.c4! f,0,dxffi 25 ·.bh8 211 Wh6T'. posiciones. Esto es \·a un nuevo niYel de
27 l:tael. o bien ... 1?:h7 27 ~ael entendimiento ajedrecístico: el juego
28 .M.e5 '/l!ic7 29 jd3 ~g4 30 ultrapreciso de la e1a dt> la;' computa-
1tlxe5 ::11 ganando. doras.
Sin embargo, las negras disponían <k 22 l'1ael!
un magnífico recnrso defensivo, 22 ...
~~14 1 2::1 ~xe5 ·7~xe5 24 ~xe5 (24 'ii.'fxe:)
Líe8 ~¡ 24 ... ~d4+ 25 \,Íth 1 .i1'JE">'. Por 22 ... t2Jdxf6
ejemplo: O bien 22 ... ¿Lihxfü 23 ií.Jg5! l'no de los
l) 26 :C.ae 1. Parece que las blancas ga- raros casos en que a Konhnoi le aban-
nan. Esta11 arnenazand" R:xFi, y si 26 ... dona -.u sentido del pdigro: t ra~ haber
l:xd:"\, 27 cxd'.\ ~d!"l, entonce., 28 ;,(('4 capturado d peó11 de f!l. t''\HTalia dt<-

fenderne metódicamente, pero el ata-
que de las blancas evoluciona a su pro-
pio ritmo.
23 lZ:ig5
"Es posible que aún sea más fuerte 23
~e5, con idea de que si 23 ... QJd7r, 24
tllxf7! 'l§ifxh4 25 tl1h6++" (Mikenas).
Después de la mejora 23 ... '2ig4 24
'l§ifxg4 f5 25 lZ:ixg6! fxg4 26 .!:!.xf8+ '!ixf8
27 lZ:ixf8 •;tixf8 28 ~xh7, las negras tie-
nen un difícil final.
23 ... e5
Si 23 ... l2lg4, habría seguido 24 .iu:5
(Korchnoi) 24 ... li\xh2 25 l:f4! Ade-
más, 23 ... h6 no habría salvado a las ne-
gras debido a 24 jLxf6 hxg5 25 .!xg5
'l!!i'd6 26 g4.
24 .\1i,xe5 h6
24 ... 25 'il!ixh5! h6 26 'llkxg6+!
251lxf6?l
La posición negra es trágica. "De haber
jugado las blancas 25 IIxf6 ó 25
la partida habría durado 15 jugadas
menos" (Korchnoi).
25 ... hxg5 26 'l!!i'xg5 0Jxf6 27 l:1xf6
¡yd4+ 28 ~hl 'l!!i'g4
2s ... wg7? 29 Jhg6+.
29 '1Wh6 ~f5
No 29 ... '1Wh5? 30 llxg6+ fxg6 31
30 h3!
"Stein consigu<:>, no ob'>Lante. crell'
amenazas decish·as y concluir la partida
con un ataque dír<:>cto" (Korclmoi).
Otra altnnauva era la técnica '.10 .~xf5
gxt5 31 h3 32 'iilí'h41
30 ... '!1Wd4
"O bien 30 ... '!Wb4 3l J;t,e:); i&.xd3 32
cxd3 illl'b 1+ 33 wh2 'l!Hxd~l 31 \'por
sus dos torres, las blancas ganan la da-
n1a v ambos peones del flamo de n"y"
(Korchnoi).
Bü!{IS X
1101
31 l:txf5! gxf5 32 Ile3 j!lg7 33 '§'h4
"El resto está claro. El rey negro está
obligado a ponerse en marcha. en un
viaje sin retorno", escribe Korchnoi, co-
rno previendo su propio sino. En reali·
dad, una opción más decisirn era 33
'tlff4! (con la amenaza llgé~) 33 ... Wfal +
34 .tl'.h2 :ixfes 35 ng3+ wrn 36 'i!!'dfi+
we7 :17 ~h6+. o bien 34 ... l:::fd8 '.Ei
l'i:g3+ •j;/fü 36 '/Wb4+.
33 ... ~al+ 34 wh2 .:fe8 35 :dg3+ wf8
36 'i;lfh6+ we7 37 l:e3+ \td7 38 ~xf5+
~.;c7 39 'l!!i'f4+ wc6 40 '«i\'c4+ wd6
o bien 40 ... wb6 41 J:b3+.
41 'lifb4+
La 1miqui11a prefiere 41 :id3+ weS 12
i/..d7!
41 ••• .J?d5 42 ::J:d3+ we5 43 '@'d6+ Wxf5
44 ::::r3+ wgs 45 '«il'f4+
45 h4+!
45 ... Wh5 46 g4+ wg6 47 ~xf7+
Las negras se rindieron pues el mate e~
inevitable.
En úl1ima instancia. las ansiadas pla-
1as para el Interzonal fueron ('onquista-
das por Spassky ( 7 de 12). Brnnstein '
Stein (ti,5). "El éxito de Lcnnid Stein
no es una sorpresa: es comprensible t'
incluso necesario", escnbíó \'asili Pa-
nov poco después. "Sería impensabk
que el campeón de la LRSS no se hu-
biese clasificado para el tornen hit1·rzo-
llaL Comendl d Zoual de forma ;n'i n
más 'espt·ctacular' q11c d catnfW• l!l.llO
del país: ¡cinco tablas v lncgo u11 n·ro!
Yatín así. füializó de11tro rle lo, :11·s pn-
mer<l''. ;\'aya '{'f?:ltndad y autocuntrol'
--
Con u nos nen·ios tan estables y le en sí l ... e5 2 i;:"1f3 clic6 3 ~b5 a6 4 ·.ii.a4 élJf6
mismo, los nueYos éxitos de Stdn están 5 0-0 <4e7 6 Jdel b5 7 í!Lb3 d6 8 c3 0-0 9
garantizados". Sin embargo. y corno Ye- h3 fL;a5 10 .;,;c2 c5 11 d4 '2:Jd7!?
rernos. precisamente lo que le faltaba
Esta variante. que Keres introdt\jo en el
eran unos nenios estabks ...
Torneo de Candidatos (Cma~·ao 1962),
F.11 el Torneo Interzonal que co- era muv popular por entmH"es. Esta po-
menzaría poco después (Amstt'rdarn sición se prndujo diez veces en el lnter-
1964), la tarea de los participantes so- zonal de Amsterdam.
'iét.icos aún era más difícil qtw dw;
ailos \ medio airéis en Estocolmo: para
las mismas tres plazas de las seis \acan-
1cs. competían cinco grandes Jllae>tros
de primera fila mundial, los \T!lcedo·
res del torneo Zonal. junto con Tal \
Srmslov.
Fit"I a su "tradición". Leonid comen-
zó a mm· bajo ritmo (3,!'J de 8), pero
luego realizó otro de sus grandes
sprints, con 1:2 de 1:~ (derrotando, en
panicular. a Gligoric. Benko. Evans. h'-
kov v Larsen). \' se incorporó al grnpo
rle cabeza, con + 1O. Pero la capacidad 12 b3!?
humana no t·~ ilimitada ... L'nas labias
en b 22" ron<la (la penúltima) con unu L'11a interesante jugada "marginal",
de los aspirantes no fue algo fatal: Stein 'fllt' Stein hab1a resenado especíal-
compartía el '.1º-5º pHt",;to co11 Tal v m«nte para Hila panida decisiva. Con-
Spassky, a medio punto de Smyslov v lra Kerf's, en Cnracao, Fischer jllgó tan-
Lffsen. ¡C n final de tonwo muy tenso! to l '2 dxc:'í dxc5 J '.) fi)lxl2 (después de
lo cual, Boleslavsh sugirió I '.~ ... fG
En Ja última ronda, Tal y Spas~ky
v "l::Ob6 'º, hkov-Quiiíones. Amsl<'rdam,
ganaron, como estaba escrito "en el
l ·4" ronda; más tarde, Ro man is hin em-
orden del día", v alcanzaron a los líde-
pleó con b::ito 13 ....~.b7!?. con la ines-
res, gue hicieron tablas emre sí, pen1
perada idea •Lic+dG), como l2 cFJ, pero
Stein no consigui(J derrotar. con las
después de 12 ... ·ub6, las negra~ 110 1u-
piezas blancas. al tenaz Klaus Darga.
1inon problemas: 13 gel?: h5'. 14 ,l:Jh2
He aqní esta casi ol\'idada partida. que
hxg4 15 hxg·t .'&.g5!, etc.
no sólo tiene significación histórica. si-
no tarnbi&n una considerable impor- Pero la línea principal es 12 :¿jbd2 cxd4
tancia teórica. J:) cxd4 •Licfi 14 ét'.Jh3! ( l 4 °7.Jll exd4 15
!~xd4 Luxd4 Hi 'i'\Vxd4 42le!'i Jolmov-
C el k r. Zonal de Mmní l 9fi4. Y
Spasskv-'fal, 4" ronda: o bien 14 df)
361 .,'.Jbcl l 5 .;!Lb l a5 J 6 a:1 c'.i'Jati Spasskv-
L. Stein-K Darga Tringov, 2ª ronda. v Suetin-Tal. '.)2"
Am.111'rdr1m J 'Jfi.f C1mpeonato rk la URSS. KieY 1964-65)
1·1 ... a'), con dos posibles continnacin-
'fi¡meo lntrrzonal. 23" mnda
!les:
Apertura Española (C9fiJ
1) !El ;i/.e:i a 1 1611Jbd2 1:. ( 16 Z:,ci cxcl4,
Tal-Keres, Torneo de candidatos de
l e4
Cma<,;ao 19íi2) 16 ... Ji;J6 l 7 i:¿;Jl exd4
Quiú Sicin debería haber elegido su J 8 ,;;:ixd4 lt:Jxd4 19 .\hd4 .'.'iJe5 20 :~Je:i
arma de reserva: el esguema cerrado, (Gligoric-Tal, 8' ronda), o bien 16 ...
con g2-g:l. cxd4 17 luxd4 ~Zlxd.f 18 Áxd4 c1Je:J

231
- l\0R1s X

19 ibfl Jli.e6!? 20 .:"'L,e3 ( Gligoric- Rcs- n"·:-Ponomariov, Moscú 2002, rapi-

hevskv, 21' ronda), en ambos c;~sos cm1 das,), o bien 17 ... $.xh3 18 f4! 0.Jc6 19
venta)a mínima de las blancas.,. tablas. ~c3 ..td7 20 ii.b2 tli 21 J:!:adl (21
~d3!?l 21 ... ~es 22 ~d'.-1 .liiwi 23 gd2
2) 15 .:&.d3! ~a6!? ( 15 ... llbl"i Hi .·~. e'.) a4
.::es 24 b4 (Ivanchuk-Tuldache\', Hvde-
17 d5 cl:Jb4 18 f2:J1 l f?í', Sucti11-Stcin,
rabad 2002). ·
Zonal de Moscú l 9fícl; es más fuerte ju-
gar 16 We2! «1'a6, \' c0111ra Len¡,rv<'L en 13 cxd4 <Zlc6 14 il:ic3
la 15ª ronda, Stein jugó 17 i.e~i a4 18
La partida posterior Stein-Tal (Moscti
l:ibd2 exd4 19 ·uxd4 :¿jxd-l 20 ~.xd4
1964) siguió así: l4dflc2Jh415~:Jc3.~J6
con igualdad, mientras que con-
16 .'1~b2 t:Uxc2 17 l'!í'xc2 ¿¿e:; 18 i1.Jxe5
tra Reshevsky, Tal jugó 17 d2! exd4 18
.¡,,xe!'í 19 :2:Je2 'll#f6, tablas.
i';jbxd4 l2Jxd4 19 c'iJxd4 &'íjf'5 20 ;;ad J
'il\i'b6 21 "'l;,d, con ventaja blanca) ]() 14 ... ~. f6! 15 .'1;,e3 cxd4 16 tuxd4 ct::xd4
d5!? ( 161i.e3 a.+ 17 2Z;,c1exd418 :ilxd'l 17 .~.xd4 .li;.b7
éLlx(\cl 19 11.xd4 ~1Je5 20 il,fl ¿;:jc6 21
Lamentablemente para Steiu, su rival
&.e'.~ -~-f6 =, Smyslov-Lengyel, 17" ron-
ha encon1rado el único orden dej11ga-
da, v Geller-Stein, Moscú 1964) !ti ...
das correcto. La situali<)n se ha clarifi-
!í'Jh'l 17 j;,,fl a4 18 a3 ¿;:jxd5 19 'JWxd:)
cado mucho y las blancas no tíencn po-
axb3 20 .1hb5 ¿z_jf6 21 'il'd3 .~xb.í 22
sibilidades reales de complicar el
ffi'xb:l ~b8 23 'lixb8 J:laxb8 24
juego.
con un final ligeramente inferio1
(lvkov-Pachman, 22" ronda).
l 103
Sólo muchos años después descubrie-
roll las blancas la id<·a 18 tL,bd4! excH
19 a:I (Shamko\'ich-13enjarnín, '.\ un·a
York 1976). qne enterró efrcmamcntc
la variante tras una espectacular \'icto-
ria de Anand sobre Pikct (v\'ijk aan Zee
1999). A-;í que las nc·gras comenzaron a
responder a 12 c;;Jbd2 con l 2 ... excH!?
U cxd4 é:JcG (!'\ Va1-íante Gral) 14 d5
·'.Dce5 ( Ponomariov-Beliavsb·. Moscú
2002. rápidas. v Anand-Pnnomarim-,
?vfaínz 2002. rápidas).
Ahora s('d más compn·nsible por qué No es mejor J 8 .i:Lxfü ~xfü 19 l'h-'.V
Std11 quería dcs\·iarsc. lk las tcrHatiYas ~ac8l (Delv-Kozma, Pees 19()4), ni
moden1as, debo mencionar la "cxtra- tampoco 18 :le 1 ríc8 19 ~. b l i:e8 '.:!O
üa" 12 ;;i;;h 1!' (Kramnik-Ponomario\'. ,¡,_xfü LZJxHi, tablas (Asen-Graf. Kcmc-
Linares 200'.)), con la canrnílarfa idea ron' 1990 í.
posicional 12 ... ñhS:•! 13 r1:1! ~b6 14
g4 h5 15 kl.g l ! Pero Ponomarim jugó 18 ... .:'.e8 19 t;.:ig3 g6 20 b4 d5 21 .Jli.xf6
J 2 ... \Íi.b7 ] '.) fl!) fi! 1 Í l'Xf5 •l:d, CO!í 'lixf6 22 exd5 .::!.xel+ 23 ~xel ..á'.xd5 24
una aguda lucha. J.b3 ,,¡,.xb3 25 axb3 '!We5 26 ~dl <'.\"'.Jf6
27 ;J,cJ ~e8 28 'li<í'f3 12\e4 29 '.i.:xe4 'lixe4
12 , .. exd4!
30 '/i!fc31'\l'e5 31 '\Wc5 •:;;;g7 32 l:':dl ~f6
I ntuiti\·amen te Darga ele et Ü,1 la jugada
Tablas.
más fuerte. De,pu(:S de 12 ... cxdl' 1 13
cxd4 cL:dí 1 J -L'c'.) exd4 ( 14 ... c:''b4 l :) St'gtm Cufdd y Lazare\» ese día
'1!.bl) L) :2JrF,. ¿dc5 (J:, ... ¿,jü Iti "Stein fue víctima de los nervios y jugó
'.tJxlü+ '@!'xf6 17 l () :¿xd4 ".::xcl 4 17 de forma excesivamcnt<'. académica, co-
~xd'l. las blancas logran una aprecia- mo cohibido". Pero yo CITO qne. tr;\gi-
ble ventaja: 17 ... 1'.fü 18 \i;Jd! (Kaspa- cament.e para él, cometió un error en
Carv Kasparn\' - l\lís Lf.XL\I.t:s l'REfHCESORES
la elección de apertura: tras la precisa
defensa de las negras, no hay posibilí-
dade:; de ganar, sea cual sea la forma en
que actúen las blancas.
Por cierto que. de haber ganarlo es-
ta partida, se habda producido una si-
tuación competiti\'a absolutamente
inédita, nm cuatro superestrdlas como
Smyslo\', Tal, Spassh v Stein tenít>ndo
que disputar un match-torneo adicio-
nal de desempate. por las tn·s plazas
clasificatorias.
Pero tal v como fueron las cosas, el
resultado dd Intcr1:011al de Amsterdam
fue muv significativo: 1-4. Smvslov.
Spasskv. Tal y Larsen 17 (de 2~); 5. Stei n
lfi,5; 6. Rrnnstein 16. Los dos últimos
quedaron cxduidos del delo de Candi-
datos, pasanrln l\'kov v Portisch (que sc
clasificaron a continuación) a ocupar
las dos plazas restantes. Fue una escan-
dalosa injusticia. v a parlir del siguiente
ciclo FIDE la restricción de jugadores
soviéticos füe finalmeme abolida.
Sin embargo, eso no le sirvió de
consuelo a Stein y Bronstein, y fue una
gran pérdírla para el munrlo del aje-
drez que ninguno de ellos pudiese par·
ticipar en los matches de Candidatos.
Creo que en 1965 Stein era el único ju-
gador que podía haber rivalizado seria-
mente por el título con el \'encedor del
ciclo, Boi-is Spassky. Poco después, de-
mostró bríllantemente que era uno dc
los jugadores más fuertes del planeta.
con magníficas actuaciones para el
equipo soviético en dos Olimpíadas
( 1964 v 1966), derrotando a Botvinnik,
con n~gras, cu el Campeonato de los
Sindicatos (l 965), y ganando dos cam-
peonatos sucesivos de la U RSS (1965 y
1966), así como el grandioso torneo in-
ternacional de Moscú (1967), por de·
!ante del vigente carnpeón mundial,
uno futuro y dos excampeones.
En el 33º r ampeonato de la URSS
(Tallínn l 9fif;; tuvo lugar una dramáti-
ca carrera. Después de diez rondas, Po-
lugaievsky lideraba con firmeza el tor-
neo, con 1,5 puntos de ventaja sobre su
inmediato ~eguidor, Steín. Pero en la
11 ª ronda, en nna lucha muy intensa y,
tras mutuos en. >P."i c;n apuros de reloj,
236
11[
Leoníd derrotó al líder con negras. A
continuación se anotó otrns dos victo·
rías, tomó la cabeza v conservó el pri-
mer puesto hasta el final. 1le aquí el
notable final de una de sus partidas.
362
A. Jasin-L. Stein
"/hllmn 196 5
33" Camfmmalo tÍP la l 'RSS, 17" ronda
1104
18 ... '17h8!
Una sorpresa. Las blancas esperaban
18 .. l'J:frl8? l9 .Jth5 Wle7 20 ¡;'¡f2, con
ataque. "Muchas veces en su carrera, sa·
crificó Stein la calidad por un peón, in-
cluso en situaciones sin una compensa-
ción evidente, como es aquí el caso.
Tenía una sutil percepción para los fac-
tores dinámicos, y siempre les concedía
preferencia sobre las corrnideraciones
maH·ríales" (Gufeld, Lazarev). Actual-
mente. tales sacrificios dc calidad han
pasado a ser procedimientos típicos.
19 iixf8 ~xf8 20 l::l.adl l:!:d8 21 iig2
iig7 22 Vf2 :g;gs! 23 'il'h4 f5
23 ... -Bc4l? 24 J:l:d3 ~e5 parece aún
mejor.
24 :J:Mel
Si 24 ti:'ie2, entonces 24 ... l'llg6 25 'li'f2
li,e5! 26 J:l.gl iife7, etc.
24 ••. tt:Jc4 25 l:f2 l'llxb2?
Esto le permite a su oponente compli-
car la lucha. Lo correcto era 25 ... ~d4!

26 tue2 lí:lc4 27 lí:lg3?
27 exf5 exf5 (no 27 ... lí:le3? 28 lí:lf4) 28
lí:ld4 ~t7 era insuficiente, pero des-
pués de 27 lí:lf4! JlLc3 28 l:ee2, habría
surgido una situación confusa.
27 ... JlLd4 28 l:Ue2 fxe4 29 lí:lxe4 'flfg7
30 ~2Jg5?!
Error en apuros de tiempo. Sin embar-
go, b posición blanca no era emidiable
después de 30 'í'ig3 .1'.xg2+ 31 J':lxg2 e5.
30 ... ~e3!
"¡Una puüalada! Si 30 ... .:<tf6, las blan-
cas habían preparado 31 '!Wxh7+! l\l!'xh7
32 lí:lxh7 l'hg2 '.~3 1"\xg2 c;J;ixh7 34 Bxe6,
y el final no garantiza a las negras una
fácil victoria" (Gufeld, Lazarev).
31 itxb7 21..xg5 32 l\l!'e4 d5 33 'li'xe6
También después de 33 ~xd.S exd5 '.W
l\l!'xd5 lí:le3 (o bien 34 ... ile3 35 g,g2
'li'xg2+) 35 '!We4 :.li,h6, las negras aún
tendrían que materializar su ventaja.
33 ... 'l!Hxb7 34 :C:gl?
Era esencial 34 .!"!.g2. conservando algu-
nas posibilidades de tablas después de
34 ... 'li'a8 (34 ... d4? 35 h4!) 33 ~e5!
i::tg6 36 'li'xd5 'li!l'xd5 37 l':lxd5 ~e3 38
l:lxg6 hxg6 39 :g;d7.
34 ... d4+ 35 l:i.gg2 .!H8 36 h4 lHl + 37
>t>h2 ~f4+
Las blancas se rindieron.
La espectacular victoria de Stein en
el torneo internacional de Moscú 1967,
en el que participaron todos los gran-
des jugadores del mundo, a excepción
de Fischer. Larsen v Korchnoi, causó
BOR!S X
auténtico foror. Por entonces ya había
ganado en tres ocasiones el Campeona-
to de la URSS (;tres medallas de oro en
cuatro aiios! Ningún otro jugador so-
vit·tico había conseguido algo así), ves-
te c·vento pasó a ser "el torneo de su vi-
da". Stein consideraba la siguiente
partida como una de las mejores de su
carrera.
363
L. Stein-P. Keres
Jfo1!'1Í 196 ';, 12ª wntla
Apertura Espaiiola (C82)
1 e4 e5 2 lí:lf3 Cc'Jc6 3 .~.b5 a6 4 .~.a4 :2Jf6
5 0-0 lí:lxe4
Por lo visto, Kcres quería sorprender a
su oponente renunciando a sus favori-
tas variantes cenadas. Vea1nos cómo
evoluciona la lucha.
6 d4 b5 7 .í!í.b3 d5 8 dxe5 .g¡,e6 9 c3 ~.c5
Otrns opciones son 9 ... Cc'Jc5 ó 9 ....'ii.e7
(tomo I, partida núm. 65).
10 lí:lbd2 0-0 11 .5ll..c2 f5
La línea 11 ... tZ:Jxf2 12 lhf2 f6 13 exf6
(Smyslov-Botvinnik, Campeonato de
Moscú 1943-44) ha pasaao de moda,
pues resulta difícil y tedioso luchar por
la igualdad en el final después de 13 ...
ilxf2+ 14 '>t>xf2 'l!!l'xf6 15 ll.Jfl lí:le.5 16
c1te3. La mejor jugada, 11 ... "\1Lf5, que
se planteó en los duelos Karpov-Korch-
noi ( 1978 y 1981) será analizada en el
tomo V
12 lí:lb3 ilb6 13 lí:lfd4!
Desde la l~poca de la partida Bolcs-
lavsky-Szabo ( Groninga 1946), se con-
sideraba la continuación más fuerte 13
a4 b4?! 14 aS!, pero luego se descubrió
que 13 ... l\l!'d7! 14 lí:lbd4 lí:lxd4 15
lí:lxd4 c5 conducía a la igualdad (Sue-
tin-Nei, 34º Campeonato de la URSS,
Tbilisi 1966). A continuación, Suetrn
reforzó el juego blanco con 14 axb5
axb5 15 &:xa8 l:i:xa8 16 .!ile3 1, pero in-
cluso aquí, después de 16 ... 21..xe3 17
fxe3 b4 18 lí:lfd4 bxc3 19 kxe4 lí:lxd4,
237
las negras deberían hacer tablas con
una defensa precisa.
13 ... il:Jxd4 14 0xd4 Wd7
Kercs evita la principal y. aparentemen-
te. la mejonariantc pa1a las negras: 11 ...
~xd4 15 cxd4 f:+ 16 f3 'Llg3 17 hxg'.) fxg3
l 8 114'd3' ii.lfi! (tomo ll. partida núm.
232). co11 incintas complkaciones, que
pueden e\ltar'Se con 15 ~l\:d4!? (Short-
Timman. El Escorial 199'.), match, 2ª).
15 f3
F> '(jxet); '. es p1Tm<ltl!ro debido a 15 ...
'i/t!'xetí l ti 1, f4 g:i '. l 7 xe4 fxe4.
15 ... i2lc5 16 :í?hl !
L'.ua sutil jugada profiláctica. e uva clave
no es eYídentc de inmediatu.
16 ... 4'.~b7?
Al aprt>surarse a efectuar la típica rup-
tura c7-c5. las negras lle\·an este caballo
a una posición muv pasí1a. La intriga
de la apertura se mantendría con 1fi ...
l:ae8! Por ejemplo: 17 b4 (17 .$.!'.!: 17
ñel!?) 17 ....2Ja-l 18 ~d3 c5 19 c/ixefi
l!xcti 20 g,xa 1 c4'.; (esto es mejor que
20 .. bxa·1 21 bxc'í. Kíeninger-Bogolju-
bov, Cracovia l LJ41) 21 'llile2 hxa·1, etc.
17 _;l;.e3!
17 al no e' tan peligro'º a cama de
l7 ....ibxd4 18 cxd4 c?í (18 h4 1!J
,;Íi,e'~ 1 ) 19 dxc5 .?Jxc3 '.W axb:) 'l¡\¡lxb5 21
tl.e~~ :J.fr8 22 ¿.d4 a5:~ 23 ila3 a4 24
r'.c'.~ :'Lb3 25 .J xh3 Jlxc3 26 ~xa4, \
ahora no 26 ... ;'\xa4? 27 bxc'.~. con e1·i-
d<'nle 1Tn1aja de la;, blancas (l'nzk-
ker-.\ddison. Maribor 1467). sino sim-
plemC'll te '.fü cou igualdad,
puesto que no es posible explotar la
darnda de la torre: 27 Jidi P:a:> 28 'l>ll'e 1
l":Ia2'. 29 l:d!
17 ... c5 18 c/::xe6 '!l;!'xe6
Ln momento <TÍlÍco. ''Por ahora no es-
t<Í claro que la jugada del caballo a b7
hava sido mala". escriben Gufdd v La-
¡¡11.e\. "Parece que las negras han ¡¡)gra-
do cuntraj1wgo: ;cómo deben dden-
der las hl~mci> s11 peón dP e:"J:"
238
19 a4!
La primera de nna serie de fuertes ju-
gadas. Después de la natural l 9 f·l
<•111e, como dijo Simagin, .sería lajuga-
da elegida por una abrumadora nia,o-
ría de maesi ros), con 19 ... l:iad8 la,; ne-
gras podían espcrar haber resuelto sm
problemas de apertura.
"T~\l'rasch dijo una vo que un saCl'íficio
de pt·ón puede. en ocasiones. ser más
profando que nn sacrificio df' pícl'.:i. La
sorprendn1tc jugada de Stei11 parece
poner de rdint· lodos !w. ddectos de
la situac:ión de piezas y peones negros.
Si 19 ... entmHT' 20 t:d '. ~dfi
21 axb:"i axl>!"J 22 lha8 uxa8 23 #.xfi, )
los alfiles blancos desplieg;m una enor-
me energía. Nada cambia ron 20 ...
c7 21 i~·.gl: (aquí e'> ctonrlc ¡rnede n-r-
se la utilidad de 1fi >"'illl I). En estas ,·a-
rianres. el cah;dlo de b7juq.~·a un peno-
so papel" ({;ufeld. Lal'.arevl.
19 ... L::Ja5 20 .H2!
De nuevo, sulil prn!itaxis. quit<indok
mucho hien<_) a 0~íc-{.
20 ... ~h8
T:uubí<-n e~ útil para las negras ocultar
su rey en d rinnín. a fin de c1·itar pro-
blemas sohn· la diagonal a'.!-g8. ·"Si
20 ... Stcín hahí<t ¡ne par.ido :21
b'.{ 1 ::-¡xe5 22 ;rxb:i axh"i 2:'1 :;';xa8 l:xa8
24 :lcl (amenazando f:)-f4) 2-1. . f4 2!'1
h41'' (Gukld. l .aza1·ev). pero aún es
más fuerte 24 ~xf'.)! '11517 (2~ ... fhili 25
'.!5 l'tc 1 I:e8 2ti li.b [, ron abruma-
dora ventaja.

En caso de 20 ... 'i!Hxc?,, ento11ces 21
.:le!! 'llfd6 22 axb.5 axb5 23 b4! cxb4 24
Jixb6 'i!Wxh6, \' ahora no 25 ~xd5+?
'>líh8 26 cxb4, (Dolrnatov), debido a
26 ... 'i!Wc6!, con juego confoso, sino de
inmediato 25 cxb4 ! , ganando. O bien
23 .... lfl.c7 24 f4 25 ii.J'2 cxb4 26
cxb4 "llc6 27 ganando calidad y la
partida.
21 :!el E:a7
Es insuficiente 21 ... d4. en vista de 22
axb5 axb5 23 b4! cxh4 24 cxd4 1 b3
... l:l'.ad8? 2."1 ::xaFi 1 J;.xa:i 26 b'.1 í
25 11.ct~. \ las negras no pueden soste-
ner su posición.
22 ~e2! b4 23 cxb4 cxb4 24 .Lxb6 ~..fxb6
25 l"!adl '/Wc5?
Un cITor, en posición difícil. También
era malo jugar 25 ... 'il:í'efi 2() 'i:Wd2! (Dol-
matm·). En mí opinión, la última po-;i-
hilidad de plantear una defensa acepta-
ble se producía después de 25 ... b'.i!
(tratando de restringir el alfil de casi-
llas blancas, con una empalizada de
peones), aunque incluso en este caso,
las blancas habrían consen-ado una du-
radua iniciati\·a con 26 .il.bl '. ~di 27
'@'d'.i :::i:d7 28 H.
26 ~d3!
El alfil corni<'nza a resultar Yiolelllo.
"Los peones negros parecen un ccm-
junto de muelas con caries Y l.:'l dentí;,ta
Slein se dispone a extraerlas'" (Cuide!,
Lazarev).
26 ... ~b6 27 ábl! 'i'.'lc6
Si 27 ... d4, entonces las blancas juegan
28 1/Wd3! J:td7 29 e6 !íd5 '.)() g4!, o bien
28 ... '2ic6 29 .lh2! g6 30 .4.c4.
28 'iid2! 'iixa4 29 \Wxd5 lúc6
Se ha roto la resistl.:'ncia negra. No era
mejor 29 ... 'liWb.!) 30 'lWxb5 axbS 31
~xl5!, ni tampoco 29 ... ñe7 30 f4 cub7
31 j!J,xfS! tlxf5 32 '!Wxb7.
Bo1us X
1107
30 .~xf5!
L' n ekgante remate .
30 ... ·~b5
:\'u :~o ....thfS~? :i l '/led8+. ni '.iO ...
;i:J<'7(b8) 31 'ii1'c)!
31 11Wd6 iWb8 32 'i<líxc6 l':xf5 33 e6 ne7
34 lid7 J:\e8 35 J'fü7 'é'c8 36 't1.c7 ~b8
Si % ... ~d8 '.i7 e7 '@'b8. e~ demasiado
pronto para 38 l'l'.c8? ilxc8 :m dl\l<\\' t
(Dolmatov) debido a '.~9 ... tlfH', pero
después de 38 11Wd7L las negras pueden
rendirse.
37 '!1fd7 ng5 38 f4 :!.g6 39 f5 tlg5 40 f6!
Las negras se rindieron.
¡L'.na partida verdader<1mente publicable!
En este mismo torneo, Stdn abrió
un illtenso debate sobre la India de Re\
con <:>I campeón mLuH'iial l'etrosia11,
que proseguiría un par de meses des-
pués en d Campeonato de la URSS por
equipos. Estas partidas tu\'ieron corno
co11secuencia la creac:íón de un lllH='\'O
sistema lí.mdamental para la creaci<·m
de nmtrajuego <:>11 1111a de las müs agu-
das \·ariantes de apertura.
... - - - - ·... - -..-· .. - - -
364
T. Petrosian-L. Stein
i'vlo1tú / 9()7
C11111/mmalo di' la l 'R';S jJOr n¡uíj1os
Defensa India de Rey (E92)
1 d4 i¡íjf6 2 c4 g6 3 :,-iic3 .~.g7 4 e4 d6 5
.ii.e2 0-0 6 ~Zlf3 e5 7 d5
En la variante moderna, 7 0-0 luc6 8 d!'i
i'i:Je7. estaba de moda por entonces la lí-
Cary Kasparm· l\Iis !iEXIALES PREllECEsOlffS fil
nea 9 li:le 1 ti:ld 7 10 f3 f5 11 g4 <'.'Jf6 12
CiJg2, con un plan de restricción des-
pués de 12 ... h5? 13 g5 ilíh7 14 M, o
bien 12 . ., f4'! 13 h4, privando a las ne-
gras de contraju~go. Pero Leonid en-
contró d método correcto: 12 ... c6!
(juego inesperado en el flanco en que
11ormalmen te atacan las blancas) !')
~bl cxd5 14 cxd5 .ítd7. Por ejemplo:
1) 15 f4 16 Jíi.['2 g5 17 ~d3 h5 18
h3 hxg4 19 hxg4 ;Qf7 20 12Jb5 .\bb5 21
~xbf'í d'.h8 22 rxbcl 'ilií'g8 23 .\Íl.l'I 'll#h 7 =
(Portisch-Stein, Erevan 1965).
2) 15 :Jul2 llc8 16 a4 'il'b6+ li iu.:3
'li\YM: 18 g5 ilíh5 19 -ib:) 1'.xb5 20 axb5
:{Jf4'. 21 'lid2 (es mejor 21 fl:ix14 exf4 22
&.xa7 fxe4 2'.i cí.Jxe4 .i:f5 24 'IM/e 1 1 Cuxdfí
25 ~xb4 .t¡;_Jxb4 26 h1 l::a8 27 .:JL.12 Q,d3
28 lUdl ct:Jxf2 29 Wxf2 ilxb5 30 :!'Ixdfl
a'.xb2+ 31 .i!xb2 _;¡,_xb2 32 ~)g2 =) 21 ...
li:lh3+ 22 ·~h l b6 23 l:l:al 'lic4 24 '+í!ldl
'f!c7 2fí ~a4 f4 26 ~d2? (las negras
también tienen la iniciativa después de
la mejor continuación 26 .~f:t ila8 27
:i1i..h4 h6! 28 gxh6 .;1;,xh6) 26 ... ;gas 27
l2.Ja2 28 ;2Jb4 ~d7 29 !lacl ?! '1.Jf7
30 g5 31 1.:fc l lZ;g6 32 ilía6 '!Wh'.-)
3'.i tl'dl g4: ... 0-l (A. Nikitin-Stein. Kis-
lovodsk 1966).
7 ... a5!
Este método de juego fue elaborado
por Stein v Geller. 7 ... 1Ubd7 (partída
núm. 303); 7 ... lí'Ja6 (partida núm.
306); 7 ... h6 (partida nlÍm. 3.'12).
8 ~g5 h6 9 .t.h4 ·'Y...;a6 10 cl:id2
l'n poco antes, en el 101nco internacio-
nal de \1oscú, se jugaron dm ím¡mnan-
tcs panídas en las que l<ts blancas conti-
nuaron con JO 0-0:
l ) JO ... l 1 1 g'.) •2:J11) l 2 c'.:Jd2 fi;í+
13 .íkg4 l.f ¡3c• (!·! .,;,_xc8 nxc8 1~.
a'.\ cfi 16 b-l axb l 17 axhl ··Í.Jrd:\ 18 'lil1'I
ofrece una pcqueiia \'('!ltaja: Dolma-
lOV) 14 ... ch'. L) •f&c2 cxd5 1G cxd:í b5 1
(de m1t·1·0. ¡juc¡;o en todo ci tablero:\
17 a.+ ( 17 ·i'lxh5: ~hti) 17 ... bxa4~ (b
jug;1da correcta es 17 h'l'? ] 8 t; 'ii:"1
~~c2+ \' C1:Jd4. nm excelente C<Hltrajw·-
2-10
go) 18 l2.Jc4 h5 19 il,xc8 :xc8 20 1Z::xa4
'!Wc7 21 t2Je3l 'tl'ra7 22 ~f2?~ (es más se-
guro 22 t2Jxc5 l:txc5 2'.) 'l!\fd2 fí:h8 24
j;.J2 'l!\fc7 25 g3) 22 ... lL!cd3 23 'l.lid2
'llxf2 24 .r:!.xf2 g4!? 25 l2.Jf5? gxf3 26
~h 1? ~xf2! 27 '!Wxf2 b;¡;2+ 28 ~xg2
c2Jxg2 29 Wxg2 í:tc2+ 30 ~f3 :ilb8! ... 0-1
(Gligork-Stcin).
2) l O ... 'lifd7 (original, pero cra prefe-
rible 10 ... 'ile8!) 11 t:.)d2 c5 12 a3 ;'.UC'8
}'\ f,-1 ¡l,J() 14 j;J2 .Jk:.g:) l.1 :.Ub3 ~d8 l 6
/Uc l ád7 17 IUdc) Ií:cRl 18 [') 19 cxf5
gxf5 20 H 1d6 21 22 W!d::! e4
23 lLif2 C¿jfü 24 h3 ~e8, con igualdad
( l'etrosian-Stein).
Esta fue la primera ocasión en que las
negras demostraron una profunda
idea, que explotaba los inconvenientes
de la posición del alfil <"11 h4. El plan es-
taba destinado a gozar de una larga vi-
da y, en delinitÍ\'a, redujo la po¡mlari-
dad de la Val'Íante Petrosi<111.
10 .•. '!We8! 11 0..0 -~.d7 12 b3
Una _¡ugada casi obligat<n-ia. Si 12 a:\
'·IJh 7 13 J:b 1, cu tom-cs es lmcno 13 ...
~14! lVtis tarde se jugr'> tarnhifn 12 >i.Jhl
D¡h7 13 a:I h5 1 H f.) (en luga1 de
hhahí1nal l·I ... hfi) Ei ;;,.xfü:·~xf616
h3 Wfe7 17W#c1 con ignaldad (Cnl-
ko-Kasparov, Ncn-gorod 1995 l. o bien
FJ .kf2'.? h4 16 b'.'\ .Ji.g5 17 .:'.l'.hl '!ife7 18
b 1 axb·l 1'i axb4 -~.116! í plat11:>aJH!o ¿h,i,
14, ~g:> y un posible ;L:,g'.~+) 20 c5
dxc.G: 21 xa6 cxb4 22 .ii\.xb7 bxd'. 2:\
i-xa8 cxd2, y d fuertc pcún le ofrece a
las negras hu<;>nas perspectins de con-
ll a juego ( ( ;o!od-Míttelrnan. Beershe-
h;t 1998).

12 ... tí:Jh7! 13 f3
13 Hbl no tuvo éxito, por l'.~ ... h5!
(amenazando g6-g5) 14 h3 .íliJ16 15 a3
tf"cc!í! 16 h4 axb4 17 axb4 lí:Ja4 18 i2ixa4
l:1xa4 19 b6, nm igualdad (Hu-
kic-Geller, BudYa 1967), mientras que
si 13 a3, puede seguir 13 f5 14 exf5
4•
gxf!5!? (también se ha jugado 14 ...
~xf5. con cieno <'.:xíto) l!í ~h!í 'f\lic8 16
.ii_e7 lleS! 17 .~xeS 'l!!Yxe8 18 .±'i_h4 d.
con suficiente compensación por la ca-
lidad (Yusupov-Kasparm·, Barcelona
1989).
13 ... h5!
Para desembarazarse del alfil malo
con .ilh6.
14 i.d2
En los ochenta pasó a primer plano
otra idea: 14 a3 ~h6 15 Whl!? jÍ;d 16
Z!b 1 (con idea de 16 ... lí:Jc5?! 17 'iiifd f'.'J
18 b4, pero <'S mejor 16 ... G ó Hí ...
, y luego también 16 '!Wc2 f5 17
exf5 ,g;xf5 18 .!i/J'lf? .'&.xfl 19 .i:l:x12 ft';fü
20 .i::gt ~h8 21 'l1Vb2 CZJ<:S (Kranrnik-
Gelfand, Linares 1994), o bien 21 ... c5
(Kramnik-Bologan, Alem;mía EJlJ4),
conjucgo de doble lilo.
14 ...•\Í.th6 15 a3 '/l!le7!
Con la amenaza ~g5 y ,;;.h3.
l6 'i'c2 h4 17 .!:!:fdl f5
17 ....;i.f4!?
18 !'.íabl 'l-ltg5
Tambi(:n a(p!Í e~ intei·esante 18 ...
.1'Lt4'?
19 b4 axb4 20 axb4 i'¿j f6
Bo1us X
21 f4!
Percibiendo el peligro y siendo muy
consciente de la capacidad de ataque
de su oponente, Pctrosian tiwrza unas
tablas. Podía haberse embarcado, sin
embargo, en una marea de complica-
ciones con 21 c5!? h3 22 f4 23 rti
bxc6 24 dxc6 ~di 25 b5 26 lí:Jc4.
l'or ejemplo: 26 ... fxg3 27 hxg:I h2+
28 '.Í<h 1 lí:Jh5 29 Wxh2 lt:Jf4 30 j¡fJ, <:>te .
21 ... lj!gxf4
No 21 ... cxf4~! 22 12if3 '/'l§h5 2~'1 ll.Jxh4
lt:Jg4 24 h5 'Llc5 25 e5:
22 g3 hxg3 23 hxg3 24 Ci.\f3 'i!Wh5
25 t'ZJxe5 ifh3 26 .llifl
'.\lo 26 tt:Jxgh:;, JL.e:l!
26 ... 'lfh5 27 ~e2
Evitando la arriesgada 27 ~xd7 <'Líxd7
28 exf5 gxf5 29 ii'e2 30 Wfdi+
í:If7 31 c5 lí:Jf8.
27 ..• ~h3 28 ,\?;,,fl 'ii#h5
Tablas.
l'na importante contribución a la
teoría de la Variante Ucraniana.
"Sus recientes éxiros", escribió Ak-
xander Kotov en el \'erano de 1967,
"han elevado a Lconid Stt"in hasta el
pedestal del trono ajedrecístico. Mu-
chus creen que, rlC'ntro de dos arios, se-
rá el gran maestro de 1.vm quien se cn-
frf'nte a Tigran Petrosian". Pero no,
tampoco en esta ocasión pudo superar
ta barrera del l nterzonal. a pesar de
que era 11110 de los fayorítos (Sonssc,
otm'io de 1967). Su juego difería clara-
mente del que había exhibido en Mos-
cú. Parecía que había vuelto a encon-
t i·arse con el viejo "síndrome de
I::stol olmoí Amsterdarn", que le hacía
senti1 ansiedad <' inhihiciún ... Lconid
estaba ian Íffcconocibk que perdió an-
te casi todos sus rivales directos: Fisclwt
(un cero, por suerte, anulado), I.arseu,
Hon, Ponísch e incluso Cligonc, ;con-
tra quien, hasta ese momento, tenía 1m
rcs11ltado de 7-01 No obstallt<", compar·
tiú d h'-8" ¡m«sto Y domínab..i el u:ian-
gular pnr el 't"xto ptwst<> (Los .-\ngd<"'·
khffru de ]tl()k) pen> t·11ton(cs 1wr
rlió :d linal .1me Hun. v Li tosa liH.;Ju,-l
'.! 1 l
Gan Kasparm· \fís (;f\T\!ES PRFl1Fn:soRFs
en triple empale: 1-3. Hon, Reshevsh v
Stein 4 (de 8). Aunque tenía el mejor
coeficiente Sonneborn-Berger en el
Ton1eo lntt'rzonal, S<' le concedió la
plaza para el Candidatos al \clerano
ResheYsky, de 56 ar1os.
ll1les re\·eses crónicos puedt>n des-
truir a cualquiera. Tras sus sensaciona-
les éxitos a mediados de la década.
Stein sufrió un hache de juego: su siste-
ma 1ie1Tioso rn1 pudo soportar las de-
masiado crueles experiencias a que k
había sometido el destino. F.n el ciclo
siguí('nlt', por prinwra H'Z. ni síqnieTa
pudo clasificarse para el In1erzonal, fi-
nalizando sexto en el m uv fuerte 37º
<:ampe<n1a10 de la LRSS (1909¡ y Zo-
nal. ,\unque, por supuesto, en ocasio-
nes \'ohü a \'crse d mejor Stein. Por
t:jemplo, en la siguiente partida, en la
que refutó la dudosa estrategia ele su
oponente de forma irreprochable '
con suma degancia.
365
L. Stein-S. Furman
,\4osrú 1969
3¡·• Crw1/wow1/1J 1/P la l RSS. 18" muria
Defensa Siciliana (B-1'.'>¡
1 e4 c5 2 é'L.Jf3 e6 3 d4 cxd4 4 líJxd4 a6 5
'LJc3 'li!i'c7
Actualmente sabemos que en el plan
con un temprano b7-b!i. las no
deben gastar 1111 tíempo en . v que
es mejor jugar 'i ... h'i de inmediato.
Por ejemplo: 6 g:'> ~b7 7 ..ii g2 b4 8 •L::a4
2lfü, con juego de doble filo (Adams-
Kasparov, Tilburg 1997), o bien 6 _i;.,d3
Wb6: (una idea de los alws st:tenta, pa-
ra desviar al caballo de d4 del centro) 7
·'~~b'.1 1!'.fc7 8 0-0 ..&.b7, con un juego có-
modo para las 1wgras, de modo que las
blancas empezaron a t'nsayar 7 1'.e3
iLc!i 8 ,. rambié11 7 :::Jf3.
6 g3
6 -~.e2 \' n Ji:,..d'.1 son otro lema.
6 ... b5?
111
En esta partida, precisamente, st: de-
mostré> que este avance era malo ahora,
va que después de b?>-h-1, la> blancas
disponen de la respuesta con llll
Inerte ataque. Es 1n<Í' st:gnro 6 ... é~fG 7
y aquí 7 ... fiJcli 8 0-0 i;:':xd4 9
i~ c5 1O ,i!;J4 d6 (Fischcr-Taima-
nm·, Vancm1n·r 1971, match, !". que
,111.ilizaremos cu el tumo I\'), o bien la
transposiriú11 a nna Schewningeu. ron
7 2i e 7 8 0-0 0-0 ~l d6. "Pt'rn es tu
lo (Onocía bien S1ein, pon¡ue se había
producido \'arias Yeces en sus partidas"
(Gufrl<L Luan:'\').
7 g2 _,;,.b7 8 0-0
Aunque parezca extraiio, rcsnlta difícil
\'a darle un buen consejo a la.s negras.
1110
8 ... é/~f6
Dr><;¡més de 8 ... b--L tanto la tranquila 9
:¿a--1 t'.2Jf6 1O .l:l'.d ! Áe7 l 1 c3. rnmo la
aguda 9 !2Jd5!) exd5 \O exd'í srni dcsa-
giadables para las En caso de
H .. . c'í, es füerte 9 para comcs-
tar a 9 ,.. ¿lífü? nm 1O tZJdxbr> ! axb5 11
.;·:ixb'.1 ~b6 12 Lxcí !Wxb:J l '.'> m'rl6 ·'.;:\c6
1 l b4, míen tras que 8 ... do 9 J'i:e I' .~.e7
e:, malo, a causa de la cmuinu.tción 10
a·.l bxa-1 11 '*1h'i! gti l 2 'l;\l'e2 :l.,cG 13
=:xa4 cuxd4 14 :l:xd4 E:c8 15 1'.d2 ·8ffi
16 h6 'li!Vb6 17 i':ld'.1 (Nmm-Sigmjon-
ssnn, Londres 1975),
Finalmente, es peligroso 8 ... tZ:lc6 9 J;e 1
<l6;! 1O tZJd5!, o también Y ... j.r:-> 10
LiM ~b6 11 a4 b4 12 tl.\d.SL e incluso la
ingeniosa 9 ... l.'Je5 l O f4 fZJc--1 l J h3
& b4. a lo que puede seguir 12 ,:;:_,cts•:
Corno vemos. en muchas \~triantcs el
ataque blanco se basa en d mecanismo

de gambito, .l:te 1 \' que desde en-
tonces ha pasado a ser una técnica bien
conocida. Pero por entonces er<l una
novedad, y Stein fue uno de sus agudos
pioneros.
9 J:el!
Traspasando con ravos X al rey negro.
retenido en el ceniro.
9 ,.. d6
Res11lta curioso (por no de< ir dinTti-
do) que c-1movimiento9 ... •2id-i habría
conducido a una posiei1)11 de la partida
clásica Blackburne-Paulsen ('.'Jurem-
bcrg 188'.~), que co11 tin u6 con IO
li.Jxd4 11 ~xd4 1'.c5 l 2 'iií'd2 'Dg4, con
posibilidades má.; o menos equi\alen-
tes. En nuestros días, por supuesto,
cualqnierjugador de club se habría de-
cídido, sin dudarlo, por 1O '2id5:
10 a4! b4
Si l O ... bxa 1, podría seguir igualrnclllc
1 l i2Jd.í! exd!\ 12 exd5+ •;\;•d8 1:1
~c5 14 c4 -cbd 7 15 !Licfi+ (Keitling-
haus-Kcmpinski, Paniubicc 1994).
1 111
l l i'L\d5! exd5
"Tampoco Funnan se queda a medio
camino, puesto que rehusar el sacrifi-
cio (l l ... ('ixd!í 12 exd5 e:)) le habría
permitido a las blam:as una importa!lte
H'llt<!Í<l posicional, sin riesgo, con 13
aS!" (Gufdd, Laz;l!cv).
12 exd5+ ~'d8 13 di~g5 [:i.:Jbd7
Las reservas del flanco de H'\' no pue-
den elllrar en juego por el momento:
13 ... ~e7 14 'Zlf7¡ =::e8 15 lti
'iíd41 (Milic). No es mejor U. 14
BnR1s X
isxfü+ gxfü 1!í 'i!Wh5! :::ia7 16 Ild g7
17 ;!;ae l, con ataque d1CcísiYo (Q11i1-10-
nes-Higashi. Olimpiada de Síegen
]!)70).
14 ·~e2
También es dificil para las negras ffsis-
tir después de 14 :i:Jcfi+!; .\11.xcli ( l l
\tc8 E·1 i.:.xf6) 15 dxc6 Qlc5 16 xfll-"-
gxfü l 7 '~d4 18 ~xh4.
14 .. , \'t?c8
Es de<;esperado l ·1 ... ~h6 15 c'.1! :2Je5 1fi
a?i 'll#c5 17 cl:cc6+: ~<8 18 \lle~ Wt'h5 19
i:h'.)+ '.2:,fd7 20 0..xd7+ ~xd7 21 ·'2ixf:':Jc
~c8 22 c4, 1-0 (SmÍlin-CdfamL S\l'r-
dlm·sk 1987).
15 c3l
Las blancas no alcanzarían su objclivo
con 1:1 me8+,! 'híí'd8 (no IS ... "i'Jxd\;, 11\
:;;.xe8+ ~díi 17 .\Í(xd8) 16 .~.xtfi gxfü 17
'r'.~xf7 Ciw5 18 ~e6+ ~)b8 19 ¿l:Jc6+ xdi
20 dxcb .í'!a7 con igualdad. o bien Hi ...
0xfü'.) 17 '!1iíxf7 (17 lih;)+ wc7 lK
'11i'xt7+ ·;?,lb8), \aunque. scgú11 Gukld \
Lazare\. "la posición de Lts negras no es
cnvidiahle", lo cieno es q1w 110 tie11t·u
nada que temer despues de la _j11gada
17 ... ~di'
15 ... h3
llunpoco despué> de l !') ... h6 1G L xlli
/Z:íxfb l 7 cxh·I es lacil parar el ataque
hia!lCll,
111:!
16 ét::ic6!
Temático, aunque con el pecín Cll b3
las bla11cas también podían haber
do con Jt) ~e8+! '11-td8 l 7
( 17 ... hli 18 ¿!.Jch!) 18 1Axe!"i ! dxe?i
Garv Kasparo1· - Mi., <;J-,:-;J\U.s l'iH.DECESoJH
l 9 i<.h3+ <J;>h8 20 12.;di+ Áxcfí 21 dxcfi
J:í'.a7 22 Wxb'.-\+ ~?a8 23 l:ldl !, o bien
21 ... 'tWb6 22 ~.xfli ¡.,>xf6 23 Wxf6 fl'g8
2·1 l:::.dL
16 .... &.xc6 17 dxc6 cC:ie5 18 Jla3! d5
Si l 8 ... entonces l 9 c7! En lugar
de e.sto, Cufeld y l .;van'v indican 18 ,,.
~Le7 (18 ... ~xd:i: 19 Axf6 gxffi 20
\!l\'eH-t) 19 ~xb~~ /Uxcfi 20 ~f3 (no 20
~xdi? 'iixcti 21 'ltxe 7 :;;'.e8!) 20 ... d5 ( ?:
G. /\.. ) 21 _,¿¡_xf6 gxf6 ( 21 . .. s;,.xffi 22
&J1:'1+! l 22 'lfxd5, ganando.
En rt'alidad. es más tenaz la continua-
ción 20 ... l'!.h8! 21 ~xc6 l"l:xb:-\ 22
'!Wxc7+ •j;x<·7 2'.-\ lhe7+ <;!;>h8 2·1 ~xf7
~xb2 2~) .l:.bl + 26 .,&.n ·':t.:ie4, con
posibilidades de tablas. Pero, por otra
parte, en lugar de 20 'lWf3 las blancas
disponen de la fortísima réplica 20 a5!1
d!J (20 ... lh7 21 J&.e3!) 21 :.b6 J::a7 22
j;,h'.'I+, ganando.
19 :':xb3
La conducci<Ín por parte de Stein de la
fase dt' conversión de la ,·entaja, 110
puede ser lo bastante alabada.
19 ....~.d6 20 J!i.xf6 gxf6 21 ~xd5 .:llxc6
22 '!Wg4+!
Había una forma más complicada de
ganar, que implicaba un sacrificio de
dama: 22 .\i/,g2 J:Ia7 23 j/,h3+ wd8 24
~rn ge 7 25 J:d l + we8 26 '!Wxc6+ !
'i'xc6 27 llb8+ ~d8 28 llbxd8+ <1>e7 29
1:!.xh8 'i'xa4 30lk1 +,etc.
22 ... ~d7
22 ... wds? 23 wer1.
23 'i'xd7+!
Esto es más sencillo que 23 'l!lVc4 wc7 24
.!:í:dl v a4-a5.
23 ... wxd7 24 ::.b7+ ii.c7
244
s JI 1
1113
251i..g2!
Con la letal amenaza J:d 1+.
25 ... IfadS
Pero no 25 ... t::hd8 26 l':dl + wc8 27
l'í.xdH+ <1>xd8 (27 ... »1.1 xh7~ 28 .thc6+!)
28 gxc6, etc.
26 .i:l.h3+!
Ah<ffa, si 26 rxdl +? existía la réplica
26 ... @c8 27 llxd8+ tt:Jxd8, con lo que
las negras pueden organizar una defen-
sa: 28 J:ra7 a5 29 b4 l:':ie8.
26 .•. wd6
2G ... f5 27 ~xf5+ wd6 28 l:dl+ Wc5 29
;:,.cu!. o bien 28 ...we5
29 j;,d7!, ele.
27 Jldl+ <1>c5 28 b4+ wc4 29 j;,fl+
O 29 ::lbl! J&.e5 30 ..íilJ1+.
29 ... wh3
29 ... wxc3 30 J::icl +.
30 J:!.xc7
:-mJ:b 1 +? ! wa2 31 .!:'!.xc7 era impreciso,
va que tras la inesperada 31 ... tt:Je5: 1
32 f4! (32 l:Icl ltb2) '.~2 ... •t?xbl 33
fxe5 fae5 34 ..ltxa6 Wc2 35 a5 e·t la si-
tuación se habría agudizado.
30 .•. l:!.xdl 31 :1xc6 wxa4
Quizá ofreciese mejores posibilidades
31 ... .!':thd8 32 i:l.xa6 wxc3, aunque
después ck 33 b5 f5 (o bien '.B ... .!:.al
34 wg2 wb4 35 sxf6 l:1d7 36 ~Mi) 34
wb4 35 .:C:f6 l"id7 36 b6 wxa4 :37
:t:l:cl 38 :ct:xt5 llbl 39 h7, las blan-
cas habi-ían ganado de todos modos.
 BORIS X

32 ~g2! 1114

"Después de 32 I:!xa6+ ;~;cb;). seguma

habiendo alg1111as dificultades técnicas,
por ejemplo: 33 .f:xfü •bxc3 :->-! bfi J;l.e8
35 'i'g2 J;,ee 1!. ;y el allil est<Í cazado!"
(C:ufeld, Lazare\). Por consiguiente, lo
correcto es jugar '.13 l::.cGI i:::e8 34 ~·g2
llee 1 '.'15 :il.a6, etc.
32 ... a5
Desesperación. Si 32 .,. l::l.hd8, sigu<· '{3
ñxa6+ ~b3 34 ::xfü.
Aquí, en lugar de 17 ... cl:ic6?, las negra<;
33 hxa5 :tl:hd8
ganaban, sencillameme con 17 ....'¿_)f7~
'.\'.) ... \txa5? 34 ila6++. (.\1urev). Por e:jcmplo: 18 _l!.J13 (11'\
:;'íae 1 1Íí..xd4+; 18 l<.f4 Lixe4 19 fxe4 c'i)
34 J":xf6 l':\8d7 35 a6 l:!.cl 36 ~d3! .:.xc3
18 ... i:xe4! 19 .íhrl7 Jlxd4 20 ~ht
36 ... f::xd'.) 37 a7'. ;;.xd7 21 fixb7 l:l:e8 22 'lixc7 .ii h'.l, "
37 .\!l.xh7 '>t•b5 38 ~e4 ~a3 39 .&.b7 '~c5 bien 18 I!.xe8+ ~xe8 19 .ik.e3 c'í. etc.
40 h4 ~d4 41 llf5 d.e7 42 h5 J;l,e5 43
¡Un típini fallo del sistema nervioso:
l:f4+ c;t>c5 44 h6
Ese mismo aíio, 1970, S1ein compar·
Las negras se rindieron. tiú el 2º-3··• puesto en el fuerte torneo
de Caracas (donde Karpm· consiguió la
Esa misma tardt', Leoníd se c1Kon-
norma de gran ma('stro). v finalizti tt'l"
tní p<n- primera H'Z con el joven Kar-
cero en el 5)8'' Campeonato ck la l 'RSS
pov, quien más tarde recontaría: "Mi
( +8 -1 =12). En el siguiente Campcmu-
entrenador, Semion Furman. me pre-
to. d(' nneyo se anotó ocho victorias.
sentó al famoso gran maestro mientras
pero debido a cinco ceros sólo pudo
analizaban su partida. Obst'rn~ con in-
compartir el f>"-6" puesto. Aun así. lo-
tcró cómo enfocaban la posición de
gró ganar sus partidas contra Tal v Po·
<listín ta forma: Furman razonaba en
lugaievsky, ¡que fueron consideradas
base a evaluaciones generales. mientras
las mejores dC' todo el torneo! Estas vic-
que Stein 'disparaba' como una ame-
lcffias afectaron a la enilución d(' su t'S-
tralladora toda una cascada de ,·arian-
tilo que. con los aiios y como le sncedió
tes ... ¡Tc11ía un talento fantástico!".
a Tal, se \'olvió más sólido, posicional \
A fines de 1969, Stein consiguió d
técnico, aun conservando su agudo
mejor resultado ( +4 =4) en el primer
cuntenido táctico. A Stein le gustaba el
tablero en el Campeonato ele la URSS
fianchetto. no sólo de •u1 alfil de IR, si-
por equipos, ganándole una partida
no lambit'n del de fl, y con bla11cas_ju-
mt'mm·ahle a Yuri Nikitin. con un sacri-
gaba un númer·o cada vez mayor de
ficio puramente posicional de dama
aperniras cerradas: el Ataque Indio de
por torre v el alfil indio de re'» En la
Rey. la [ nglesa o la Catalana. De esta
primavern de 1970 casi crea otra obra
forma, por ejemplo, derrotó hrillanle-
maestra con su favorita India de Rev,
mente a Novopashín, Klovan (31 º ( :arn-
contra Larsen, en la cuana ronda d¿,¡
peonato de la CRSS, Leníngrado 19tJ:))
Match del Siglo, en Belgrado:
v Filip (Moscú 1967), y también a Tal y
1 El:Jf3 CL\f6 2 g3 g6 3 :ii g2 >ic.g7 4 c4 0-0 5 Polugaievsky. Ambas partidas, como se
0-0 d6 6 d4 l2lbd7 7 [iJc3 e5 8 e4 exd4,9 leía en la revista Shajmafv l' SSSR, son
4.:íxd4 J:l:e8 10 J!'!.el?! 0:Jg4! ll f3?! :t:;ge5 notables por su fuerza lógíca. su cohe-
12 b3 /Uc5 13 .iU.e3 f5! 14 'll#d2 ( 14 exf:J~ rencia en la implementación de planes
4.:íed3!) 14 ... fxe4! 15 .i...g5 ~d7! 16 estratégicos\ la pn:dsión en la conver-
"l.lxe4 tLlxe4 17 .tlxe4 sión de la ventaja.
 366
L. Stein-M. Tal
1971
19ª C:1m1pm11a/11 dF la l RSS. 20ª ro11d11
Apertura Catalana (E08)
1 c4 .·¿r6 2 g3 e6 3 ~.g2 d5 4 01Jf3 ¿ e7 5
0-0 0-0 6 d4 c6 7 ·~wc2 b6 8 ~dl ~b7
La pr;ínica moderna le concede prefe-
rencia a las \'<triatlles con ataque al
peún de d: 8 ....z.Cbd7 9 b'.~ .¡,ati, o bíf•n
8 ... Jcati \l f2:e!1 .Z:,frl7.
-i:1mbit-n se h;1 jugado 9 ... ua6 IO a:l
'!i-!'c8.
10 b3 l'.;,c8
Qui1.i sea mejrn la i11nwdiata 1() ... cr,1:
Las 11egras no logran n·soll·er sus pro·
blemas des¡mt'.s de 1() ... ~c8 l l .h.b2
b:-i 12 e:>: (Snicjbl-Hübrn.:r. lnt<:>rzoHal
de Bid l 97fi). o bien l O ... b:"> 11 e:)!.
pero 110 11 cxb:) cxb."1 l 2 ::;xb:l ·~'la!í 1:1
a4 ilfc:-1! ( l'.l ... 1:.,e4:C! 14 ·2.d2!, Kmch-
noi-Spa.s4..\. '.\loscú l~l71 l 11 'f!a2 ~.ali
l :"> .~r\:2 m'bl), <Oll lOlltrajuego por el
peúll sacrificado (Fspig-S¡nsskv. 'fa-
llínn 1970>).
ll e4! c5
El cambio <:>n e4 se consí(kra fa\'orabk
;1las blancas:
1) 11 ....~·xel 12 i:cxd dxe4 1'.l ·~xc1
b:i ( l ') ... ¿'JI) 14 'i"\'e2, cí 14 'nc2: l '.l ...
~l!jc7 14 .::.t.f'. rl6 13 k xd6 'i~xd6 ]()
ci'. ~'c7 17 h4. Stein-Liherwn. '.1W
Campeonato dt> la l'RSS, Riga 1970)
11..lcf4 hxd ]['¡ bxc4 'l:fla!°> !() f#c'.!'. :;;¡¡8
(]() ... c'l:O 17 .:Jg:í'.) 17 c."í' (Salm-
Spassh. Francia 199.f).
2) 11 ... dxe4 12
l '.1 ii~gxe·1 ~xc4 14 't:ífü 1:J c:J'.
FkliaY.->h-'.\1itkm. Panormo 2001) l'.1
dxc5 21 ~c5 14 ,l,.xe41l o'c7 l ;¡ .i.i.xh7+
( Voi t keYÍc h-zi,·atd ¡ nm. Fi 1addfia
1998). mienttas si H ... :2;xe4 Eí
éj~·cxc4 Lxe4 1() gfi. las blancas
ganan con 17 #\'h·l h:'l 18 g4: 'ii#lfi
( 18 ... 'i/!íe7 19 gxh:"i :l:Je!1 '.:'O wfl '. .'í.'le6
24()
21 &.c3. efe) 19 gxhfJ! Wxal 20 hxg6
.~xl2+ 21 'l')jlxf2 fxgti 22 ~d2!, rn11 las
ame11az<1s 'lil'xd7 y \!;'.b2.
12 exd5 exd5
l:na imporLmte bifürcacíón de apertura.
111.)
13 dxc5
Poco m;ís tarde. contr«l LengYcl (:Vlos-
cú 1(J7 I ) . Stein mejm·aría t·l juego hhm·
en. con 1:1 h2! 'f/'fc7 1 l ·'>xd~í :uxd51Ei
CX< Fi :ixd!'i 1ti dM ri
.-~· xfE· '. 1 7 _¡,xf'.\
:2:xr!118 ~t5: I!.fd8~ El ..ke:i'.. l-0.
Jk,pu{'s de I '.) Lh2. tamhú"n es insufi-
ciente 1'.) ... a(). por H cxd'i' í Pol11-
g~1Ít'\'sky-Rcshnsh. Lone Pín(' J 978).
así como ]') ... dxr·F! 14 d:J'. una re-
comendación de Polug«1Íe\'Sk\. que las
negras no conocían. en la partida Kas-
paroY-Kamsk\· ( '.\' 11na York l 9¡;i9. rápi-
das): 14 ... :;(;ex j~¡ cuh?í atl lfi ::;:ia7 J;,ci
17 é2\cG. ganando. Despu{'s de la flexi-
blt· 1:1 ... ::le8L las blancas tienen la
desagradable 14 tl:Jh4 ( l i ; hfi 1S
Z:.h~~ cxd4 ]() Ilxdcf i::ic~'.. \'. \líja-
ln·skv-Bigalie\. Berlín l<J97) 1-±
cxd4 1r• .H:xd 1 ,¡. c5 l fi :1d2. l'Oll inten·
ciún de cZ;f'ti.
13 ... dxc4
14 b4!
"l 'n intdigeme sacrificio de p«Úll, de
naturaleza puramente posicion;tl" (Gn-
['eld. l .azare,·).
14 ... hxc5?!
Parece que el rnago dr· Hi,e:a .st' (kio entu-
siasmar por el c;íln!lo de una gramlinsa
combi nari<in (\"(ase 11 ma sígu ien tel.
pues, de no ser así, habría preferido la Si 1 7 ... é/jf8, t'll lugar de 18 a!'J;;
tranquila 14 ... afl <Kordmoi). Por ejem- J:lxd 1+ 19 ·~xdl 'i'd8 (Liebnt-Nei-
plo: 15 a3 axb4! (más sencillo que 15 ... kirch, Postdam 1974), es buena la pre-
bxc5 16 b5 ~b6) 16 axb4 bxc5 17 b5 paratoria 18 E.el! Por otro lado, las
con igualdad (Tal), o bien 15 bxa!i blancas logran dara ventaja en caso de
bxa5: (no ·15 ... bxc5?! 16 4.Ce5 .!Ílxg2 17 17 ... a:l 18 ejemplo: 18
wxg2 l>llc7 lK ~xc-1 ... 1-0, Tal-\\'edbe1·g, '!!#di 19 .::el! 20 z.t.xe2 ~eR 21
Nueva York 1990) ]() .'Ua4 (recomenda- r::ae 1 ~.rn 22 4.:,e5 .~•xg2 23 c'/Jxd7. o
do por Tal) 16 ... itd5 (i 16 ... ·~e8, con hit'n 18 ... .%:Ie8 19 Wxc4 h() 20 :!fa2 t?ifi'
buen juego para las negras. 21 "ue5, etc.
15 b5 ~b6?
ll lfi
l:na fatal pé1·dida de tiempo. Tal imír-
tió mucho tiempo en calcular el bonito
sacrificio de dama que se produciría
tras: 15 ... 1Lxf3 16 itxf3 4.:,e5?! 1 7 l:xd8
(ÍJxrn+ 18 whl (18 18 ...
l'kxd8 19 '\l!fe2! !:td3
l>llxc5 (21 ·~xa7?? .::'.el+ 22 wg2 ;Jg]+
23 wh3 g5'. con venlaja decisiva de las
21 ... .rte-5 22 lli'xc4?! ~el+ 23
24 wh3 g5, etc.
En el análi~is post mnrtcm, Tal lamcutó
no haber optado por esta continua-
18 il:Jd2!
ción, pero Stein dijo que también t'n
este caso tendría muchas posibilidades Una "pequeúa combinación" al estilo
de ganar. La máquina resut'ln~ rápida- de Capablanca ...
mente la disputa a fa\·or de las blancas:
22 'itc8+! l::e8 23 l\!Vf51 J:e5 ( 2'.~ ... l:txc:) 18 ... ltxg2 19 'Llxc4 Wb4 20 1\Da2! J~e4
24 ;~b2 1:1d3 2!J ~.xfü gxfü 26 21 :t:lxb4
24 1/Wtl! ~el+ (2.f ...
J.c'.-\~:24 ... g5 25 'ii'xffi !:el+ 26 Por lo vist.o, a 'fa] se le había escapado,
27 ~h6!J 25 wg2 J;gl+ 26 en sus cálculos preliminares, que el ca-
il.g2) 26 \th3 c;::id7 (26 ... h6 '27 él:;("1) ballo blanco protege a la dama. Ahora
27 ~í!;,.b2, y las blancas ganan. Lame11ta- las negras tienen un final muv difícil,
hkmc11tc, ese sería el sino de muchas con mínimas posihilídadt'S de tablas.
combinaciones de Tal en la era de las
21 ... 22 'Zíxc2 4.:,b6 23 l':';xd8+
computadoras. ;Cada cosa pertt'nt'ce a
~xd8
su tít'mpo!
Pero, al descartar el tentador sacrificio, Si 2'.'> .::::xd8. cntonn·s 24 t2Je!'J 6 2·1
las negras orníticron tambié11 la mejor 'Zlxbti axh6 25 .'ii.c7.
delensa: F) ... '/Wa51, con idea de que si
24 Lí~2e3 !';0xc4 25 éí:Jxc4 l1.::d5 26 l'ld l
16 ~L'ld2?~ J7 ¿2:Jh6, o hirn J 6
¿í:Jb6?!
a4 Lxf3 17 :l~e j ,. fiJd3. con igual-
dad. Sí 1G ~ d'J.. t'ra posihk Hi ... ·~a3, o Es dudofü que las negTas pudieran ha-
incluso !ti ... ::,.xn 17 txl1 .j e.i. con bt'rse sah·ado con la más tenaz 26 ...
buenas perspecti\·as de igualar. ft:Jxl4 27 gxf 4 '1)18 (Korchnoi) 2R i..':.dT>
16 ~f4 li'.fd8 1i a4! c/z1ei 29 \t>g2 v a4-a:\ o bien 27 ... .&.e 7 21<
a:'í l:'~í8 (28 ... Íí.xf4?! 29 tld7 i,..c7 :m bG!
17 ~c2 '1«1di:. Friclman-Gahricl. Drcs-
axb6 31 a6! :ii.d8 3'!. a7 :la8 't'> t?:Je:i + -)
de 1994.
29 fi ·tle7 30 l'ld5 v seguido de la
li ... '/ia5?! ruptura en el llaneo dama.
Gary Kasparov !'v1is c;:-;1\1.Es PREDt.LESOll.ES
27 i'lld6 .i:ta8 28 a5 Ei:ia4 29 t1Jc4! [iJc3 30
l:';el .txa5
30 ... ,i,f6 31 bfi!
31 ciJxa5 i'i:lxb5 32 J:le5 °L:ld4 33 ::::.xc5
Las negras se rindieron.
l'na victoria impecable.
Hablando de la inclinación de
Stein por los esque-mas con .lli_g2, re-
cuerdo que en mi juventud había co-
piado de él, para jugar en blitz, la diver-
tida variante 1 g3 d5 2 ,,tg2 i'i:lf6 3 d3 c6
4 :t~d2 J'.g4 (después de 4 ... e5, yo so-
lía jugar 5 e4 ~d6 6 i'i:le2 0-0 7 O-(), se-
guido de h2-h3 y f'2-f4) 5 h3 ~h.) (en el
torneo de Tallinn 1969, Bóókjugó 5 ...
Jtf5 contra St.ein, recibió la respuesta 6
e4, y pronto quedó en situación deses-
perada), y ahora no 6 fiJgf3 i'llhd7 7 0-0
e5 8 e4 .Í!ld6 = (Azmajparashvili- Shi-
rov, Dubai 2002, rápidas), sino 6 g4 1?
.i!i.g6 7 f4 e6 8 e4, apoderándose de la
iniciativa gr·acias al aislamiento del alfil
de g6. Para el blilz no se requería otra
cosa y me reportaba buenos resultados.
Durante mí preparación para el Cam-
peonato de la CRSS por equipos (de
1979),jugué numerosas partidas de
blitz con Bagirov \, tras haberse enfren-
tado una vez al esquema anterior, se pa-
só a 2 ... c6 3 d3 j(,g4. Df" todos modos,
seguí intentando 4 h3 ~h5 5 g4 ~gíJ 6
f4 e6 7 e4, pero, con el caballo en g8.
existe la respuesta 7 .. . dxe4 8 dxe4
'l'Wxdl+ 9 wxdl f5!
En el oto11o ele 19íl, la FIDE lomó
la importante decisión de organizar 110
uno, sino dos interzonales, v de invitar
directamente a los ocho más destaca-
dos grandes maestros de la época (la
designación de estos ocho corTcría a
cargo de una comisión al efecto). Steín
adquiría así una buena posibilidad de
evitar sufrir de nuC\'O en el Zonal
URSS: sólo tenía que confirmar su gran
dase. No tu\'O que esperar mucho para
tent'r una oponuni<lad.
En 1971 se pmo en marcha en la
URSS un supertorneo, similar al de
1967: el l\Iemoiial Alekhine (Moscú,
noviembre-didemhre l. qHe marcaría el
surgimiento de una nueva generación.
248
!II
Cinco rondas ames del final, S1ein en-
cabezaba la carrera, con 8,5 (de 12),
con un punto de ventaja sobre Brons-
tein. Petrosian y Smvslov, punto y m<C-
dio sobre Karpov, Tal y Tukmakm-, 2 so-
bre Korchnoi, y 2,5 sobre el campeón
mundial, Spassky. Este último t"itaba,
naturalmente ansioso por recuperar t<"-
rrt'no, y en la l 3ª romfa se embarcó en
una li 1cha decisiva con el líder.
-----------··-~···--
367
B. Spassky-L. Stein
Jifo11ú 1971
Mnnorial A lrkhínP
Defensa Grünfeld (D87)
l d4 i'llf6 2 c4 g6 3 filc3 d5 4 cxd5 :.;:Jxd5
5 e4 i'i:lxc3 6 bxc3 .~.g7 7 2i.c4 c5
Stein no repite 7 ... 0-0 8 tZie2 .:-ilc6 (véa-
se partida núm. 358).
8 i'lle2 0-0 9 0-0 tlíc6 10 Áe3 'lic7 11
l:cl .a:d8 12 h3 b6 13 f4 e6 14 'l/fe 1 ~íJa5
15 ~-d3 f5! 16 g4! ll.b7!?
La famosa partida Spassky-Fischer en
la olimpíada del año ant<:'rior siguió así:
16 ... fxe4 17 2i~xc4 .\l¡J¡7 18 .'.i.Jg'.1 (parti-
da núm. 376).
17 01:Jg3 'lid7
La clave de la novedad negra: 17 . ,. fxe4
18 Jtxe4 habría traspuesto a la citada
partida Spassky-Fischer. También po-
día considerarse 17 ... cxd4!~ 18 $.xd4
,ll;_xd4+ 19 cxd4 'U'ig7, o bien 18 cxd4
'~e7(d7).
18 gxf5
La partida fuente Scheí( hel-Ado1j;ín
(Hungría 1971) siguió con 18 l'.:dl?
cxd4 19 .~b 1 l.Llc4 ( 19 ,,. 20
~xd4 c5! 21 fxef1 fxgt con \'entaja ne-
gra.
18 .•. cxd4
"Es nnis preciso 18 ... exEí. Por ejem-
plo: 19 exf5 (19 '~h2?~ fxe4 20 ~uxeF
He8) 19 ... cxd4 20 <11lxd4 (20 cxd4?
l:eil) 20 ....lixd-1+ 21 cxd4 '11\l'xd4+ 22
~h2 !:e8. y la Yt>ntaja negra es mm evi-

dente" (Kondratiev). En mi op1rnon,
esto es una ilusión óptica. Mientras el
caballo negro de a5 esté fuera de jue-
go, las blancas conservan mejores posi-
bilidades con: 23 ..te2 1 \!Wd5: ! ;H \!Wf'2
gxf5 25 ~h5! hted8 26 ~gl wf8 27
l'!.cd 1, etc.
19 fxe6 \!Wxe6 20 f5!
Las blancas han quemado las naves: su
centro ha sido destruido y sólo pueden
confiar en la fuerza de su ataque.
1117
20 ... Ve7
"Un momento uitJCo. Las negras de-
bían haber jugado 20 ... gxf5 21 ~.xd4
(21 Jlg5?! dxc'.S 1 22 ~xd8 J:::xd8 es más
ffojo) 21 ....áxd4+ 22 cxd4 :.xd4, ya
que 2'.1 Ve'.~ l:.ad8 24 t/Jxf5 25
wf2(h2) l:xd3 26 C/:Je7+ wg7 les es farn-
rable" (Kondratíev).
Sin embargo, las blancas tienen la me-
jora 2'.1 \!Wc31 Vg6 (también es insufi-
ciente 23 ... l:xd3 24 Wxd3 fxc4 25
ifl*e2 ~xh3 26 filxe4 ~.xe4 27 '/Wxe4
28 \!Wg2, o bien 25 ... ~e:"i 26
whS 27 24 wh2 '/Wd6 25
::.xf5 hG 26 e5 1 Vc6 (26 ... Vb4 27 'iic7
'f4'd2+ 28 {¿je2; 26 ... '/!l\'d8 27 Jldl í:Xc8
28 '\Wd2!) 27 '!Wb2 ~g2+ 28
Jlxg2 29 é2lh5! Etxd3 30 :i.c7!. y las ne-
gras están perdidas.
Pero, en lugar de 21 ....•txd4+, es me-
jor 21 ... fxe4! Por ejemplo: 22 .áxe4
.~xe4 23 4'lxe4 ~xh3 24 Vg4+!
... wxg7?! 25 !:!:c2!) 25 wh2
26 '>t>g2 wxg7 "') 25 ... 26
lllg3 '>t>xg7 ~. o bien 22 i'LJf:i ~xd4+ 23
cxd 1 <;i;ih8! 24 fi..c7 .!::tg8~ 25 •;Qh2
conjuego confuso (26 ~h4 h6 27
BORlS X
aag8 28 e3!). Las blancas tienen
en cartera otra posibilidad para explo-
tar su superioridad numérica en el flan-
co de rev: 21 cxd4:? (en lugar de 21
2 Í ... fxe4 22 ~e2.
Además, las negras podían haber t<:>ni-
do en cu en ta 20 ... ·i!fdG!? ( Kotm) 21
cxd4 (21 dxc'.~ 1 ;,) 21 ... l>.xrl4 22
i:í:dl .lli..xe3+ ¡qxe3 'll*d4, con posibili-
dades de igualar. Pero, como v<:>remos.
la jugada ele Ja partida tampoco es nada
mala.
21 cxd4 11xd4?
¡f'.ste es el vndarkro momento decisi-
vo! Con s11 jugada anterior, Stl"in s('
proponía dominar las casillas negras
con su favorito sacrificio de calidad.
Kondratiev consideraba que era for1a-
do, "puesto que 21 ... ,,txd4 22 ~&.xd4
l:l:xd4 23 f6 es insatisfactorio para las
negras". Pero, en realidad, después de
23 ... ~es: 24 '1We3 kd7 1 25 ~e2 .?::f7,
tt'ndrían una posición perfectameme
defendible.
Una idea m;is incisiva es 23 ~e'.) (Ko-
toYÍ, v si 23 ... l:lad8?, entonces 21 16!.
co11 t~emendo ataque: 24 ... il!Ve5? 2!")
f7+1 wg7 26 l:l'.c7 Hf8 27 .l:l'.f5! (d rn-
mienzo de una serie de golpes atrona-
dores) 27 ... il!Vd6 28 ilíh5+! wh8 29
J:!.d7' .:xd3 30 .l:txd6 ::Ixe3 31 J:í'.d8'., o
bien 28 ... gxh5 29 .l:l'.g5+ '>t>h8 30 ~f2'
'/!l\'d8 31 ;cl:e7:, ganando. Es mejor 24 ...
'i'f7, pero tampoco en est<" caso es envi-
diable la posición negra después de 2:J
.í!i.e2! Por ejemplo: 25 ... t14d7 26 lil2!
Z'.!.c8?: (26 ... '/!l\'xa2? 27 e5!) 27 :'.xc8+
i!l.xc8 28 lllf5? gxf5 29 krg2+ wh8 30
con amenazas demoledoras.
Sin embargo, después de 23 las
negras se salvan con la misma inmedia-
ta centrali7ación de dama: 23 ... '/!l\'e:-)!
(24 f6 con juego confuso. Esto
habría sido mucho más recomendable
para las negras que su dudoso sauificio
de calidad .
22 .iil.xd41í_xd4+ 23 Wg2 ,,;;e5
Si 23 ... ~g!í IKotov). es bueno 24
Wdl !, con idea de ~g,1. "Si las negras
pudiesen incorporar rápidamente al
GarY Kasparm· - 'vlis (;E:';L\LES PREDECESORES
juego su caballo de a5, tendrían sufi-
ciente compensación por la calidad,
pero no es posible 23 ... ét:íc6? debido a
24 .iiºc4+ wh8 2S Jxg6", escribe Kondra-
tiev. "Sin embargo, era más preciso
23 ... l:td8". Cierto, después de 24 ñd J
.~e5 25 '/j'e2 ( e3), la posición difiere po-
co de la que podría haberse producido
en la partida.
24 'iie3 &d8 25 f!.f3
''Las blancas están amenazando con
lanzar un ataque a base de 26 fxg6
hxg6 27 h4" (Kondratiev). También es
bueno 25 l"!:cd 1 !?
25 ... 'li'h4 26 fxg6 ~xg3?
Las negras se dejan tentar por una
combinación falsa, a pesar de que des-
pués de 26 ... hxg6 no sería fácil para
las blancas convertir su ventaja.
27 :"í.xg3 l::.xd3
1118
28 ñc8+?!
Error, en justa correspondencia, que
echa por tierra la victoria. Kondratiev
indica dos caminos hacia el objetivo: el
primero, prosaico, es 28 'l'\\ixd3 2cxc4+
29 wh2 S..xd'.'I 30 ~c8+ wg7 '.H ñ'.c7+
wfü 32 g7, aunque cree que "supondría
dificultades técnicas". Pero no es así:
32 ... Lc4 33 l"\xc4 ·~xc4 34 g8~ ~c2+
35 E.g2 We5+ 36 'l"i'g3 'l'fxg3+ 37 Wxg3
:'2Jc4 38 \t>h4! (v \t1hS-h6xh7), o bien
'.l2 ... 'l!-!'t4 1: 'l3 gH'ii>í' '&xc7 "ll ·~g5+ ~.t.·e6
'.l5 'iWe'.l+ 'iál't·:i 36 ·¡I.¡'x<L'l :L,c6 37 'lfl'xh7!.
ganando.
El sq?,·undo, más elegante, podría ha-
ber llev<>do a un auténtico rompecabe-
zas que daría fr de la inagotable belle1.a
250
JI!
del ajedrez: 28 gxh7+! wh8 29 l"tc8+'
~xc8 (29 ... •;t>xh7 30 llc7+ @h8, véase
a continuación) 30 'l!Vxd3 ~·xh7 '.ll e5+
~h8 32 'l!Vg6 'l-Wc4+ 33 ~xe4 ~b7 34
\Wxb7 ét:íxb7 35 e6, o bien 28 ... '.S?xh7
29 l"k7+ <i?h8
1119
Diagrama de análisis
30 Af3!! (una jugada deslumbrante; la
variante de Kotov, 30 \\ll'xd3? ~xe4+ 31
Rf3 'ligS+! 32 lt12 Jlxd3 33 í:íf8+ es in-
suficiente, debido a 33 ... 'lil'g8 34
fí:xg8+ ';!;;xg8 35 :i:l:xa7 ét:íc6, con igual-
dad) 30 ... skxe1 31 Wh2!! Una forma
de g<mar única, descubierta un cuarto
de siglo antes de la invasi6n de las com-
putadoras, ;en el puro laboratorio del
análisis ajedrecístico!
28 ... skxc8 29 gxh7+?
Pero este error, que dista de ser e\·iden-
te, no fue apreciado por los comenta-
ristas. Se requiere el conocimiento de
alta geometría informática para descu-
brir t>l método ganador: 29 'lil'xd')!
hxgfi 30'if!'dS+117g7 31 ñc3! Es difícil de
creer que las negras estén indefensas,
pero después de '.H ... ilxh3+ (31 ...
~afi 32 'lieS+!) 32 l'hh'.) ~g4+ 33 l'l'.g3
'llWe2+ 34 Wh3, el rcv escapa de los ja-
ques: 34 ... ~n + 35 ~g4 \l\\'e2+ 36 \tg:)
'1Wh5+ 37 <;l,;>f4 'lih4+ 38 Wf3, etc.
29 ... óxh7 30 'if!'xd3 ~f6!
Tablas.
Se diría que Spassky omitió esta de-
fensa. La posición blanca es 111;\s agra-
dable, pero lo peor ha pasado para las
negras.
El campeón del mundo dejó esca-
par su oportunidad de igualar el resul-
tado de sus encuentros indi\'iduales
con el gran maestro de l .vov. Por cierto

que Stein tenía un rcs1dtado positivo
no sólo contra Spasskv (+'.i -2 =9), sino
tamhién contra Tal (~2 -1 =14), Kercs
(+2 =6) y PolugaiC\sk¡ (+3 -'.2 , ade-
más de un marcador igualado con Bot-
vinník (+1 -1 Snwslov \' Petrosian
(+! -1 =8 con ambos). Su bestia negra
e1·a su viejo amigo Efim Celler. contra
quien Fischer había experimentado
igualmente problema~.
Esta milagrosa salvación le permitió
a Leonid man tenerse en el primer
p11<:»•lo del torneo, v sólo en la última
ronda pudo Karpm alcanzarlo. Prolllo
la FIDE incluiría ambos numbres en la
lista de los g1·;mdes maestrns que 'crían
invitados a panícipar dircctamc11te en
los interzonales. ''Probaré dt· nuen¡ mi
suerte", declaró Stein en una entrevis-
ta. ·'A los ')8 a1'1os no Lodo tinw por qué
estar pndido". En el vnano de 197.'i
1kbíajugar c11 el distante Brasil.\' lleg<>
la hora de prep<irarse.
De las parlÍ(h\s de e-'le período, he
seleccionado la que le gan<> a Snl\;,Jm·.
Como la' partidas con Kcn·s v Tal ante;;
incluidas, ilustra Ja colosal !unza aje-
drecística de Stciu v su caractt'rístico v
rclinado estilo de ju ego.
368
L. Stein-V. Smyslov
•H1111ú 1912
Cmnjmmalo de la ( RSS
Apertura Inglesa (A
1 c4 c/Jf6 2 i;:Jc3 e6 3 1;::f3 b6 4 e4 ¿ b7 5
~e2!?
F.n el espíritu de Chigrnfo (recuérdese su
vieja ídea 1 e4 e6 2 '®'c2 l. con irnención
de. impedir d7-d5 v reforzar el ekclo de
e4-c'J. Poco después, Hübner v Rumanis-
hin adoptarían Ja no menos inus11al f,
;I!l.d3!:, con idea de ií:.c2 v d2-d4.
5 •••..&.b4
Luchando por la casilla e4. Una al!n-
natÍ\a es 5 ,., c5, con la secuencia 6 c:"l
7 d4 (Portisch-MatanoYic Ere\an
v Kord111oi-Petrosían, Ocksa
1974, match, ?,'), o bien () g:l :Z:cfi I
BoR1s X
(Uhlmann-Spasov, <:ienfuegos
Otra posibilidad es !í ... dG G d4
'Í;J•• e7 7 g:l 0-0 8 .kg2 e) 9 eEl ('.Jfd/. con
posibilidades de igualar (Vaganian-Po-
1ugaic\·sky, 42" C:arnpeou;Ho de la
L RSS, L¡·¡¡i11grado 1~)71 J.
6 e5 ,~:_igs 7 d4
·-'llcti 8 &g2 tí:.ld4 'l ~d:i
.Zixf3 10 ll '&xfFiie7 12 0-
(J ( 12 d-V r l 12 ... •.Lic6! 1'.l ·~e-+ 0-0 1-1
"2.ie2 ff) 1:) exfü \Wxf6 16 d4 e:'i !, v Ja., ne-
gras tienen nn cxceknte juego ( Korch-
nni-Port ísch. Bad Kíssíngcn 198'\.
match, l ").
7 ... d6?!
Al encontrarse con una soqJrc·s;i.
SmvsloY efectúa una jugada namral p('-
ro imprecisa. Este atar¡uc a la cadena
de peones, en su punto más fortificado .
110 consigue nada. Era mucho mq"1
7 ... [¿'je/!. con idea de d7-d!í. como de-
mosmí Karpov en su match con Kord1-
noi (1974). Por ejemplo: 8 siul2 (:-\a:\
;&.xc:l+ 9 bxc'.'. cl5:, y las blancas ckht·n
jugar 1O t•xdfi. o resígn;irse ;1 asumir dt·-
hilidades en las casillas rl(' s11 color) K.
0-0 9 0-0-0 d5 panida), o hien 8
'l±í'd:l d5 9 exd{í cxd6 (!! ... 'll!Yxd6!:) 10
a::\ 1.xc'.)1 11 ffi'xc3 0-0 (7·' partida), pe·
ro aún es lllLjor 11 .. , it'.íd7: v· :;:c8, con
pnsihilidad1·s de apoderarse dl' la inicia·
tiYa gi«u:ias a la debilidad de las casill<h
blancas, sobre todo c--1 (l'hlrnann-Kar-
Pº"· Skopjt:: Hl76).
8 a3
Postcrionncntc, quedú claro ·que es
mejor 8 d2! dxc!l C) dxc:"l <?'Ja6 1O0-0-0
 'IJ!íc7 11 g3 0-0-0 12 t;:Jc') 13 ffi
l ·1 lixd8+ ~xd8 1:) ~e8 16 exm
gxfü 17 .íll.d2 l:/Je7 18 'l:Je4! 'Uxe4 19
1' xb4 t1JcG 20 .~.a'.l con \'en taja (Kmch-
noi-Karpov. .\1oscú 1974, match. l"J.
8 ... xc3+ 9 bxc3 ·t':e7 10 h4!
El inicio de un agudo plan, destinado a
abrir la posición para el par de alfiles.
"Parece que las blancas están desaílan-
do a las reglas clásicas: sus piezas aún
no est:í11 desarrolladas, su ceutro es
inestable, su rev se encuentra en d cen-
tro dt'I tablero; sus torres no e.-ián co-
nectadas Y el pdm h. como un soldado
indisciplinado. se embarca t'll un<t ma1·-
cha azarosa·· (Gufeld, Lazarev).
10 ... 'ud7
También aquí era prefrrible 10 ... dtJ~;,­
con idea de 11 cxd5 1i.afi 12 c4 exd'i, o
bien 12 íir2 ~xfl 13 wxfl exd5 1 i h.i
h6 1:) <;t>gl 0-0 lfi a4 :2Jbcfi 17 ~(!'\
'~d7. con igualdad.
ll h5!
Cn agudo sacrificio de peón.
11'.!l
11 ....~xf3?
Las 11egras se atienen al plan concebi-
do de destruir el centro blanco de peo-
nes, pero era e'encíal pr·t'ccderlo de
11 .. . hfi. Después de 12 i;J4 ii!.xrn
( 12 ... dxe'i 13 .:Z:::xel"; 0-0 14 J:!.h'.j cs favo-
rable a las blancas) 13 'li'xf'.3 dxe5 14
dxei) di Jr; =.c11 '!Wc7 16 .4'.<:>2 0-0-0 17
0-0, la posición blanca es mejor, pero
no tanto como en la partida.
12 '!Wxf3 dxe5
Si ahora 12 ... h6. entoun·s es fuerte 13
'l!Wg4 1• ¡Jllcsto qut' el contraataque 1:3 ...
dxe5~! 14 'i/{fxµ,7 :iig8 11) '/;!,\'xh6 i¡:¡5 16
'114'd2 exd4 l 7 cxd4 tlg4 sólo sirve para in-
crementar la \'t'!lt;~a blanca: 18 J.b2
:.e4+ 19 jie2, mientras que si 1:~ ... ·:Cl?i.
entonces 14 i:i·d.'l! (Gufeld, Lazare\'),
con la secue11cia 14 ... 0-0 15 exdti cxcHi
16 l'!íl'.1 y g2-g4-g5, con 1111 fuerte ataque.
13 h6! gxh6?!
Hasta nna figura legendaria como
Snwslov no percibe la dinámica de esta
inusual posicii'm. El mal menor era
1'1 ... g6 14 dxe5 0-0 (14 ... 15
~fli) ysi l'i .~g5, entonces 15 ... ~Dxe51
16 ~ffi 'Llff; 17 ~xd8 J:1axd8 18 ~ xrl8
::xd8, con alguna compensación por la
calidad y con posibilidades de tahl<is.
14 ~xh6?!
Forzando el juego. pt'ro las negras se
enfrentarían a mayores ¡xoblemas con
la presionante 14 &_d'l'. !!"1 ·~e1
lfü8 16 Ji.di 1?:,c7 (sí 16 ... exd.J.?! 17
cxd4 0e7. tanto 18 .©J'4 como 18 .ile4
''Z'g6 19 xh6 ~ffi 20 ~e'I son buenas)
17 dxe') <:Llxc6 18 'l'\l'xcfi 'il'e7 19 .©.e:1!. v
aunque la nada cstétíca maniobra 19 ...
lt•dm: les permitiría a las negras nítar
el inmediato desastre, las blancas lo-
gran clara ventaja con 20 'ií\l'e4.
14 •.. exd4
Después de la imprudente 14 ... 1ufi?!
15 ,\l;,g-5 f6, las negras caerian bajo un
ataque dt'moledor: 1(i g4' ii.jxd4 17
cxd4 fxg:) 18 t1hli \t·e7 J lJ d5 exd5 20
l'.!d l! d4 21 g2. etc
15 ~g7 l'tg8 16 fixh7

16 ... .'2if5?
Después de esta jugada, el veloz asalt.o
de las piezas blancas tendní un efecto
asombroso. Sólo 16 ... .'2if8! 17 .~xIB
J:í.xIB habría conservado esperanzas de
una defensa eficaz: 18 0-0-0 ( 18 cxd4
'iWxd4 =) 18 ... c5! 19 ~~d3 (no es mejor
19 cxd4 cxd4 20 .ílxd4 'iWxd4 21 'iWxa8+
lt>d7 22 ~xIB 'iWal+, o híen 20 c5 '1Wd5
21 .~.b5+ Wd8 22 J:J'.xd4 WQxd4 23 ~xa8+
0c8) l 9 ... :lb8 20 .llic2 (20 jl'fü 'lifd6;
20 Wf4 llc8) 20 ... h5!, etc.
17 jkxd4 c5 18 g4!
Ahora el ataque se desarrolla sin obstá-
culos.
18 ... cxd4
Si 18 ... 4Jd6. entonces 19 ii.g7! ~c8 20
~!4! c5 21 'iWh6 12ie4 22 ~g2 i1Jg5 2".\
:i.h8 (Dvoretskv) 2:3 ... J:l:xhS 24 '!Wxh8+
We7 25 'iWh4! ~e8 26 'iWh5 ó 26 0-0-0, etc.
19 gxf5 e5
No era bueno 19 ... exffi 20 0-0-0! .;;:en;
21 l:!h3 it:Je·! 22 l\!Yxf) ~g5+ 23 'lixg5
lllxg5 24 ñ:g3 We7 25 cxd4. La alternati-
va 19 ... 4:le5 también es mala debido a
20 jl'e4 dxc3 21 l:l:a2! (pero no 21 l::l.dl
por 21... c2! 22 fl:c l. y ahora 22 ... 'll\Yd4 ! !
23 'i'xa8+ We7 24 \f/lfb7+ ~f6: Dvo-
retsky) 21 ... f6 22 f4 l exf5 23 'i'h 1! lllf7
24 'iW.b7 +
Otro ensavo defensivo, 19 ... i¿)f6 20
fxe6 fxe6 2I l:h6 dxc3 se refuta con 22
1Wxc3 (o incluso 22 J;;dl c2 23 :el!)
22 ... Wf7 23 .:'.di 'iWe7 24 c5!! bxc5
(24 ... ::!.ad8 25 !í'.xd8 :í'.xd8 26 c6) 25
l:txf6+: '/!Wxfü 2fi .!'.'íd7+ Wgfi 27 $d'.1+!
Wg5 28 'i'cl + ¡ Wg4 (28 ... 'iWf4 29
'i'xc5+ e5 30 l\!Ye7+ 'l!Hf6 31 14+!) 29
.í1Le2+ ~f5 30 'll\Yxc5+ e5 31 l«lc2+
32 'i'h7! (Inarkiev).
20 \fi\'d5l .!:!.f8 21 cxd4 l:'!:c8 22 :'.dl
22 c5!? (Gufeld, Lazarev); 22 J:::.a2!?
(Ovoretsky).
22 .•. 'i'e7 23 J;,g2!
Liberando la casilla fl para el rey.
2s ... :gs
Las negras también liberan una casilla
para su rey, pero esto no resuelve sus
BORI~ X
problemas. Lo mismo puede decírse
de 23 ... exd4+ 24 Wfl \f/lfe5 (24 ... ;2Jf6
25 'i'bf1+ '!Wd7 26 l:th6! ~c5 27 '!Wb2!:
Dvoretsky; 24 ... ViVxa3 25 Hh4!) 25
'il'e4+ Wd8 26 ñxd4 '!Wxa3 27 '!1fh4+
Wc7 (27 ... Wfe7 28 16) 28 ~f4+ Wd8 29
etc.
24 'lWb7! !íxc4
24 ... I!:h8 25 24 ... lld8 25 dxe!"i!:
24 ... exd4+ 25 Wfl 'li'c5 2fi .~.d5 J:'!.f8 27
~xf7!
25 dxe5
25 ~a8+! lj¡l¡id8 2fi ~d5 es más preciso,
pero la jugada de la partida tampoco
estropea la victoria.
25 •.. 'll\Yxe5+ 26 ·~fl '€\lb5 27 Wgll 'iWc6
Las opciones negras son cada vez más
escasas y deprimentes: 27 ... ~xg2+ 28
'lillxg2 '/!Wxfi 29 ~g8+ '.;Jf8 (29 ... cir;e7 !~O
ñxf7+!) 30 .l'd.d8+ '\txd8 31 ~xf8+ ;;Pc7
32 .::lx17+, o bien 27 ... Bcg4 28 1Wc8+
We7 29 lhd7+ 'ti'xd7 30 r!xf7+ Wxf7 31
'iixd77 wIB 32 f6, y cae el telón.
28 ~xc6
28 .:ih8!
28 •.. l:.xc6 29 .í:l.h8!
El golpe táctico resolutivo.
29 .•. l::.cg6 30 fxg6 l'.1xh8 31 il.c6 rlg8
32 ~xd7+ We7 33 .í!i.f5 fxg6 34 !;.d7+
@f6 35 :.!i.d3
Las negras se rindieron.
A comíenzos de julio de 1973, Stein
debía viajar con sus colegas al Campeo-
nato de Europa por equipos y luego al
lnterzonal de Brasil (para el cual ya ha-
bía recibido las preceptivas vacunas) .
Pero el equipo le esperó en vano en el
aeropuerto: el gran maestro había
muerto de un ataque al corazón ... Steín
aún no había cumplido 39 arios. Su re-
pentino fallecimiento conmocíonó a
todo el mundo del ajedrez. Hasta el en-
tonces campeón mundial, Bobby Fis-
cher, que había desaparecido de la rea-
lidad visible, envió un telegrama a
:\Ioscú: "Estoy conmocionado por la in-
oportuna muerte de Leonid Stein, UH
brillame gran maestro y un buen <m1ígo.
Expreso mis condolencias a su familia\
a la comunidad ajedrecística".
Su breve biografía es genuinamente
trágica, pues este jugador de gran ta-
lento tuvo que enfrentarse a numero-
sos nbstán1los lmrocráticos. Es una ve-r-
dadera l<ístima que no hav;nnos ds10
un match entre Stein y, p01 ejemplo,
Tal o Spassky. Es e\·frlcnte que disponía
de una forma segura de- clasificarse pa-
ra los delos de Candidatos: sólo tenía
que trasladarse a 01ro país ...
Recuerdo que en el torneo interna-
cional ck Bakú (1980), Eduard Gufeld
me hablaba dusi\·amente acerca de su
11\lC\() libro Lm111d s1,,i11. Como coloffm
de su charla-\ tras haber mírado cauta-
nwnte en torno-. me dijo al oído: "Sa-
bes, ¡en 1973 Stein era m<Ís fuerte que
Karpm·'.'' \ nípidamente se manhü.
La mano de Bondarevsky
En l ~l(i 1. Spassh tampoco había con-
'>eguido clasiíicaise para el Torneo ln-
tcrzrniaL Fue un período mm· difícil en
la biogr;ifía del j(/\cn \ sobresaliente
gran maestro. que se cncontní ¡1parta-
do de la esn·na a¡cdrccístira. "Otro po-
día haber abandonado el ajedrez por
las buenas, stn preocuparse nunca m;ís
por el sueúo de una corona mmHlial''.
escribiú m;ís tarde Bronstein. "Pero
Spasskv decidió reanudar el camino es-
pinoso, impkmentando un plan de en-
trenamiento profnndamcnte conct>hi-
do". El experimentado gran m~1es11 < >
lgor Bondare,·skv se comfrtió en su en-
trenador ptT1mn;cnte.
Del encuentro entre ambos rcsuhó
un tándem mm diciente. que m1bajó
conjunttrncnlc durantt· 11n decenio. ra-
ro ejemplo de una coblmración tan lar-
ga y lí·uctífera tal YC'/ sólo cmnparnble al
tándem Petrnsian-BoleslaYsh. Aquí e'
importanrc que el entrenador,. su pupi-
lo sean psicológicamente compatibles,'
que todo el potencial dC' juego dC'l pri-
mero v sus secretas am hiciones puedan
pasar a su "h(Tedero'» Eso es lo que sig-
nificó Spassh para Bondarevsh. irn ju-
gador extraordinario que dl'stacú a par-
tir de la década de los cuarenta.
lgor Z<~aroYich srniaba con educar a
un campeón, y obligó a Burís a trabajar,
aunque este último tC'llÍa la reputación
de ser un anmntC' del lujo v una persona
perezosa. La escasa incli11ación de
Spassky por forzarse a sí mismo era le-
gendaria, pno Bondan•vsky consiguió
rompcri<i de algún modo. Y llegó un día
en que Boris decidió: ¡es hora de con·
venirse en campeón del rnundo: Así es
como imagino las cosas. Si11tió1dose de
buen ~:ctmor, de repente dcbi<"• decirle a
Hondarevskv: "~Qué opi11as, padre, no
ha llegado mi hora de com ertirme cam-
peón dd mundo~" (Spassky le llamaba
afn tuosamcntc "¡x1dre" a su entrena-
dor, porque <~stc siempre se había com-
purtadq como tal para él).
Creo que así es cc»mo empcz<'> todo.
FI ''padre" no habría objetado: la hwtn
de juego y el talento de Spassh eran co-
losales. Sólo quedaba por organizar su
trabJjo ajedrecístico de forma correcta y
regular sus cualidades (tanto físicas co·
mo psicológicas) de modo competeme:
establecer. en suma, un plan adecuado
para una larga campaüa. A-;í fue como
comenzaron sus muchos aiios de ascen-
so a la cumbre, d primero de los cuales
se describe c11 el i1istrurti\t> libro de
Bondarevskv. Boris Sjm.1.1ky ,/u 1mm•/ Oli111,IJ
(Boris Spassh irrumpe en el Olimpo).
Los resultados de este rrahajo !itani-
co 110 tardaron en producirse-. Spasskv
comenzó ajugar nm 1mu·h;1 man>r esta-
bilidad y conrjuístó el '.::'9" Campt·onato
de la l 'RSS. pasando así, en palabras de
sn en ti-enador. su exam{'ll de gradua-
ción. Pero Boris tcní<J qiw empezar el si-
guiente ciclo prn· el carn¡w1>11ato mun-
dial a partir de una semifinal del ')F
Campeonato dt> la LRSS. Cosa que hizo
bríllamememc, a lo largo de todo el ci-
clo: ¡el más largo e-n la historia de los
cYentos de Candidatos! Spassk\ disputó
98 partidas dasificatorias en su camino
hacia uu m~ttd1 por la corona mundial:
snnifinal y final del Campeonato de la
URSS (ambos torneos imfrto), el Zonal
d1' lm sil'tl', el lntcn:onal Y hwgo encuen·
tros con Keres, Geller \ T~ll.
l Iubo un final especialmente dra-
mático en el maraco11ia110 lnterwnal

de Amsterdam (1964). donde, como el
lector recordará. sólo tres de los cinco
grandes maestros soviéticos podían cla-
sificarse para el Candidatos. Tras ha-
berse anotado ocho victoria> s11cesivas,
Spassky se incorporó al grupo de cabe-
za. Pero sus rivales tampoco cedían, y
cuando Boris perdió inesperadameme
ante Larsen en la 22" (v penúltima)
ronda, la situación se vol"ió de repente
mud10 más complicada. Al día siguien-
te, para clasificarse por delante de
Stein o de Tal, tenía que ganar por
fuerza.
En el primer match de Candidatos,
Boris fue emparejado con el oponente
más veterano: Paul Kcres. \le parece
que esta confrontación rlemostní que
en una lucha ultraintensa, típica de
matchcs cortos, Boris no tenía igual.
Aunque Keres ganó la primera partida.
con negras, no hubo una gran lucha en
el match: u·as dejar escapar la victoria
en la segunda partida, Spassky ganó en-
tonces tres partidas consecuti\·as. Por
otra parte, los dos se encontraban en su
apertura farnrita: la Ruv López (algo
que no le había sucedido nunca ames a
Keres: ¡perder nm blancas y con ne-
gras!). Entonces, Paul Petrovich recu-
peró un punto, pern en la úllima parti-
da (la décima). la juventud prevaleció)
el encuentro concluvó con la victoria
de Spassky por fl-1.
Después de esto, siguió una demoli-
ción de manual de Efim Gelkr: 5,5-'.t,5.
Con todo, por entonces (~Jle1· no era
en absoluto una "perita en dulce": en
su match de cuartos de final había ma-
chacado a Smyslm por idéntico •antco.
¡Pero Spassky no le concedió a >ll opo-
nente la menor posibilidad!
Llegó entonces la tina!: un rnatd1
dificil con :V1ijail Tal. La salud del ex-
campeón del mundo había mejorado \
de nuevo t>xperimen taba un resurgí.-
ante el tablero. Adcmús, tenía una ex-
periencia claramente superior a la de
Spassky en el ajedrez de match. Era.
pues, un duelo muv interesante a prio-
ri, ¡una autélllica lucha de gigames:
Tras perder la segunda partida con
blancas, Borís se encontró <:>n una difí-
BORIS X
cil situación v, paso a paso, intentó cam-
biar el desarrollo del match.Jugó cada
partida hasta el último suspiro, expri-
miendo cada posibilidad, resistiendo
en posiciones inferiores y ganando al-
gunas ligeramente superiores. Psicoló-
gicame11tc, Bondarevsky había hecho
un magnífico trabajo con él.
Spassky suprimió la actividad de las
blancas adoptando el -ahora de moda-
Gambiw Marshall. Un sacrificio de
peón puramente posicional, sólo para
cambiar el carácter del juego, para apo-
derarse de la iniciativa, y ahí podemos
ver la mano de Bondarevsky. Esto fue
fatal para el gran maestro letón, que se
vio obligado a jugar en territorio extra-
fio, en el que se sentía mucho menos
seguro. Al final, sustituyó 8 c3 por 8 a4
v 8 h3, pero también luchaba contra su.
propio espíritu y sufrió dos derrotas.
En la mitad del match la lucha era te-
naz. Spassky contenía a su oponente,
manteniendo la distancia, sin permitirle
atacar, e imponiendo un complicado
juego c»tratégico. El momento decisÍYO
llegó e11 la novena partida, cuando 'fa]
tenía alguna ventaja, pero la posición no
le gustaba, y cuando llegaron Jos apuros
de tiempo perdió el hilo del juego.
Spassky jugó muy bien en tales posicio-
nes ~espal'iolas'', y no le resultó muv difí-
cil convertir en \ictoria su ventaja. Es
probable que después de esto, abruma-
rlo por la paciencia y autocontrol de su
oponente, Tal ya uo nevese que podría
recuperarse de MlS derrotas. Se diría que
perdiú el afa11 de lucha. De prnnto, co-
menzó aj11ga1 --~iu rnmbo ní objeth·o",
corno c11 sw. h1wr:o,, Liempos de finales
de los cil1n1e11ta. ,<.,in embargo, cnfrcntt'
'" '<'!llaha ahora un jugador mm· rlifr-
n·1Jtt' contra el que todos sus trucos no
dalJ;.rn resultado. En definitiva. Spassh
gamí por 7~l y se dasitlní para el match
con l'vu-osian.
Pero aquí el aspira11te cometit'l un
error 1ípico (que \'<l se ha lllencionado
en el ,]p sob1r l'ctrnsian )_ Apare11-
:eme11h'- t·» difícil apreciar que los mat-
ches de ( :.ti!d1datos son una cosa, pero
un mate! 1 ¡;; )• el titulo mundial e' otra
lllll\' dilcn:·IJ',: ;d campeón es m;ís duro
Gary Kasparm Mis GDIL\LES PREDEctSORES
que el más fuene aspirante! Un error si-
milar lo cometí yo mismo en 1984, v lo
cometió Short e;1 1993. Comprende'r la
diferencia normalmente llega tarde,
cuando el marcador ya es adverso ... Me
parece que algo similar le ocurrió a
Spassky. Aunque luchó de modo compe-
lC'nte y en modo alguno pareció inferior
a su sabio adversario, fue, sin embargo,
incapaz de encontrar la clave para de-
rrotar a Petrosian, para romper sus sóli-
das defensas.
Tras perder un match por el Cam-
peonato Mundial. a Jos 29 años, Boris es-
taba obligado a disputar otro ciclo exte-
nuador. cosa que hizo brillantemente.
Pero antes, en el verano de 1966, ganó
un supertorneo en Santa Mónica (don-
de Petrosian sólo logró el 50% de la
puntuación), aplastando a Fischer en es-
pléndido estilo. ¡Los años del mejor
Spassky apenas estaban comenzando!
La colaboración con Bondarevsky
prosiguió. Su entrenador v él estaban
seguros de que seguían el buen camino
y de que Spasskv ganaría el próximo
match con Petrosian. Pero antes había
que w,mar también los tres matches de
Candidatos. Fischer, por cierto, no se
encontraba entre ellos: el formidable
norteamericano había desertado del
lntcrznnal de Sousse ( J967) cuando su-
maba 8,.'i puntos (de 10). Pero, aunque
se hubiese clasificado para los matches
de Candidatos, es improbable que pu-
diese derrotar al Spassky de entonces,
que seguía consen-ando una gran ener-
gía y flexibilidad de pensamiento.
Boris Vasilievich fue emparejado de
nuevo con algunos difíciles oponentes:
Geller. en cuartos de final: l .arsen, f>l1
semífinalf>s; v en la final, Korchnoí. Pe-
ro, paradójí~amente, todos estos mat-
ches fueron dictados por Spassky, que
los finalizó ron una ventaja de tres pun-
tos. Victorias tan contundentes se basa-
ban en una estrategia correctamente
elaborada. Las recomendaciones del
entrenador y la innata percepción de
Boris le permitían jugar cada encuen-
tro de la forma más desagradable para
su rival de turno. Puesto que sus op<J.·
nentes diferían considerablemente
256
III
unos de otros. todo el mundo comenzó
a hablar del estilo universal de Spassky.
En el match con Geller (Sujurni, abril
<le 1968), jugó de forma muy diferente a
cómo lo había hecho en 1965. En aque-
lla ocasión, le había dado preferencia a
un estilo clásico, puramente posicional,
mientras que ahora creó posiciones ten-
sas, irracionales, con sus miras puestas
en el rey enemigo. Aquí es donde hay
que buscar el secreto de la derrota de
Gdlcr: había invertido mucho tiempo
en prepararse contra un oponente, ¡y se
había encontrado con otro muy distinto!
Con blancas, Spassky evitaba debates de
apertura en los esquemas de moda
(Efim Petrovich era un reputado teóri-
co), mientras que con negras suprimía
los impulsos atacantes de su rival con
ayuda de la Defensa Francesa.
Con una tenacidad fuera de lo co-
mún, jugó la nada frecuente Variante
Cerrada de la Siciliana, llevando el due-
lo de la apertura a su propio terreno.
Era como si renunciase al valor "del sa-
que", pero imponi~ndole a Geller posi-
ciones concreta~, un juego de carácter
phkido que le resultaba desagradable.
Como consecuencia, Geller sufrió una
autt~ntica tragedia, que sorprendió a
sus numerosos seguidores y a los testi-
gos presenciales del match. Tras conse-
guir, a costa de gran esfuerzo. posicio-
nes ganadoras en la segunda y cuarta
partidas, en ambas ocasiones acabó
siendo él mismo víctima del mate. ¡La
sutil apreciación de Bomlarevsky y
Spassky quedó plenamente justificada!
369
B. Spassky-E. Geller
Sujumí 196R
Cmululatos, malrh, 4ª fmrtída
Defensa Siciliana (B25)
l e4 c5 2 'Zlc3 d6
Gdlcr buscaha, obviamente. las \'arian-
tes con 3 <"t:lf3 tZJff¡ 4 d4 cxd4 ;) ;t:;xd4 ali,
o:> .. con las que había derrotado
en dos ocasiones a Fischer. en 1967.

En principio, una forma más radical de
jugar es 2 ... e6 3 g3 d5 4 exd5 exd5 5
Jl,g2 ll:íf6 6 llíge2 d4, con igualdad, co-
rno en las partidas Spassky-Korchnoi
(Kiev 1968, match, 5ª) y Spassky-Ka,pa-
rov (Bugojno 1982). Aunque entonces
las blancas pueden trasponer a otras va-
riantes de la Defensa Siciliana con 3
lllf3 y 4 d,1.
3 g3 ií:Jc6 4 kg2 g6 5 d3
"Aunque Boris ya había intentado ju-
gar la Variante Cerrada en su match
con Petrosian, esto, no obstante, me re-
sultó una sorpresa" (Geller). "Tuve en
cuenta el hecho de que a Geller no le
gusta defenderse" (Spassky).
.5 ....~~g7 6 f4
Después de 6 .~e3 (6 ií:Jge2 e5! -tomo
ll, partida núm. 256), las negra'> dispo-
nen de nna satisfactoria elección entre
6 ... e6 y 6 ... :bs 7 ~d2 b5 8 ltJge2 .'.Líd4
9 0-0 e6 10 'Lldl CiJe7, con igualdad
(Spassky-Portísch, México 1980.
match, 11ª y 14ª).
6 ... ¿Zlf6
En la 8ª partida, Geller logró posibili-
dades equivalentes después de 6 ... e6 7
lllel filge7 8 0-0 0-0 9 a3 kdi JO .!lbl
l::c8 11 \1Ld2 ii:Jd4 12 ii:Je2 ka4 13 b3
Jl,c6 14 c4 l2.Jxf'3+ 15 j:~xf3 d.~. pero
Spassky prosiguió d debate en su si-
guiente match de candidatos con Lar-
sen: 9 J1Ld2 .llb8 10 lfül b5 11 a3 a5)!
(11 ... f5 12 .íf¡e3 Wic7 con igualdad, iª
partida; 11 ... Wid7!?, Spassky-:J. Polgár,
Momecarlo 1994) 12 a4! b4 13 lí:íb'.l d5
14 c4!, anulando el contrajuego negro
(3ª partida). -
Años más tarde, el arma favorita del dé-
cimo campeón del mundo no le dio re-
sultado en partidas importantes con
Portisch: 9 .llbl b6!? 10 ~d2 J1Lb7 11
·'t:ie2 '1Wd7 12 g4 f5 B gxf5 exf5 14 c4
llld8! 15 ii:Jc3 c'lle6: 16 tZig5 lí:íxg5 17
tXg5 J:f7! 18 'i'f3?! ::!affi 19 'i'h3 ~d8!
20 exf5 J1Lc8! 21 Lbe4 .l;Íl_d4+ 22 Whl
Lbxf5 23 l/Jf6+ ~h8! ... 0-1 (México
1980, match, l"), v 9 ~e3 illd4 10 :bl
BüRIS X
(Spassky optó luego por 10 1;.t"2) 10 ...
J:b8 11 l2.Je2 ll.\xf3+ 12 .llxf3 b6 13 g4?!
f5 14 Lt:ig3 ~b7 15 gxf5 exf5 16 c4 ~d7
17 ~d2 .l:be8 18 J!bel &,.Jc6 19 (19
exf5 &.:Jd4!) 19 ... llld4 20 ~h l fxe4! 21
dxe4,! h5! ... 0-1 (Intc1·zor1al de Toluca
1982).
Durante un tiempo estuvo de moda
6 ... cf> (Larsen-Portísch, Rotterdam
1977), pero luego las blancas demostra-
ron la fuerza del plan que comienza
con i t/Jh3! Por ejemplo: i ... exf4 8
i',xf4 Lt:ige7 9 0-0 h6 l O :¡;¡bl ()...() 11 a3
.~.e6 12 ke3 llíe5 13 Lt:if4 ~d7 14 ~h 1
l:f.c8 15 'li'd2 ~h716 h3 ~c6 17 g4 '!Wd7
18 con la iniciativa (Spassky-Por-
lisch, Ginebra 1977, match, 13ª), mien-
tras que después de 7 ... c/Jge7 8 0-0
llld4 (8 ... 0-0? 9 f5! gxf5 10 ~h5, con
ataque), son posibles tanto la aguda 9
t5 gxf5 10 'ii'h5!? (Spassky-Hort, Bugoj-
no 197?-I), corno la más tranquila 9
J:.f2!? (Spassky-Timman, Olimpiada de
Buenos Aires 1978).
7 Lbf3 0-0 8 0-0 r:b8
Otr;i idea es 8 ... ~g4!' (8 ... it'Je8 y f7-f5
es más sólido, pero más· pasivo) 9 h3
.~xf3 10 .íf¡xf3 Lbd4 11 .il¡,g2 l:!:c8, con
igualdad.
9h3!
"Naturalmente, el desarrollo dt> la
apertura en la segunda partida no satis-
fizo a Spassky y Bondarevsky, que en-
contraron un nuevo camino. Así se in-
crementa el control de la casilla d4, lo
que entorpece el contrajuego negro en
el flanco de dama" (Geller).
En la segunda partida, después de la di-
recta 9 Lbh4? ! -'2ld4! 1O f5 b5 11 .~g5 h4
12 tt:lbl Lt:id7 1~~ t:~d2 ii:J<'5 14 Whl a5
(14 . . . con idea de d6-d5) 15
J:¡b l a4 16 Lbhf3 [iJexf3 ( 16 ... jfla6!?) li
tt:lxf3 ll:íb5! 18 'li'd2 a3 ( 18 ... gxf3!? 19
~h6 f6 20 tt:lh4 fxe4 21 .,ík,xe4 d5 tam-
poco es malo), las negras se apodera-
ron de la iniciativa va que dominan por
completo el flanco de dama, v las blan-
cas no tienen ataque real.
257
 Carv hasparm· '.\1i, (.F~L\LLs PRLiHct:soRrs
Dia¡\'rama de análisis
En este momento crítico, Spasskv com-
plicó el juego con un inesperado sacri-
ficio de calidad, que modificó brusca-
mente la dirección de la partida, y fue
especialmente desagradable para Ge-
ller: 19 bxa3 1 0,Jxa3 20 ):;bel P Ji.c3 21
~f2 ~xel ('.:!! "' cub5!?) 22 i"txel f6
(22 ... tl.íb5'?) 23 j,J16 :f7 24 g4 e6
(aparte de 24 ... e5. de nuevo era bue-
no 24 ... Ct:;b5 v ila8l 25 .:t:lh4 g5?! (25 ...
~e8 26.ilc1 !; 25 ... 0b5 1? 26 fXg6 hxg6
27 t2:Jxg6 )jbb7) 26 :[jf3 exf5 27 gxf5
·~h8 28 h4 29 t/Jh2 g3?: (Geller se
encontraba va muv apurado de tiem-
pol 30 ·@'xg'.) 'í:lxc2 31 ;;:gl ~.b7? (un
error faLal: después de 31 ... ilbb7! 32
íif3 'Ud-! '.t) 1'.h5 :J;fr7. todo seguiría
sin estar claro) 32 J!Lf:1 'lifd7 33 .\!i.h5
l:e7 34 c)5 'llll'f2 [íJd4 36 !i;jxffi
+ 37 {l-0)'
Impresiona la calma col! que Spassky
jugó. con calidad menos, incrementan-
do gradLtalrnente la presión. ¡Las blan-
cas ni siquiera tenían objeti\·os concre-
tos ele ataque: Esta partida demostró
que a Gdler le resultah<m difídle<; las
posiciones en que su re\' estaba en peli-
gro. De modo que ¿por qué no habrían
de repetir el guió11 las blancas y, si fuese
posible. en una H'r'ii<Íll mejorada?
9 ... b5 10 a3!
Pero no lO .~~d b4 11 ·2k2 ci:,d7 12 !'.:b l
'i"Í'a:), con igualdad.
10 ... a5 11 .;, e'.-$ b4 12 axb4 axb4 13
7.e2 .·~ h7 14 'Fd2?~
b. 11l:í' preciso 14 b:i!, como en la fi''
p;111.i . td.
14 ... ;;':'.a8 15 t.abl 'fila5
111
Las 1H:gras de nuevo tienen tma anh·a
posición. Tampoco era malo L'í ...
~c7r:
16 b3 lHc8
Omitiendo la din:rtida posibilidad
Hl ... d5'.~ 17 e5 d4 18 .~.r2 ·'.'..ld5. Según
Gellcr, las negr;is tienen aquí ven¡¡tj~
posicional, pero en mi opinión, hay
una lucha de doble filo después de 19
e6 20 !i:Je4.
17 f5 'i!'l'b6?!
Era m;is preciso 17 ... Wt\'d8! de ínmediaJ
to, con exn;lcn1e juego. Por ejemplo
18 e5?! l2\d5! 19 e6 fxefi 20 fxg6 hxg'
21 t!:Jg5 Wt\'d7, e-te
18 g4 Ela2 19 !i;Jcl l'fa5 20 'N#f2!
¡Control de d4!
20 ... 1i.lfc7 21 i:Ue2 ~a2 22 .:'lbcl tld8 2
éí.'.Jf4
Si 23 fxg6 bxg6 24 e5, las negras pier
den con 24 ... é2'Jd5? 25 cíJg!"1 Euxeó 2
~h4 Jl;J6 27 iWh7~ l.tf8, debido a 2
"hd5! (28 oltf4 lt::Jxf4 29 .'::¿jxf4 3
i','.Jxg6+ c;i;;e8 31 :'Z:;xe5 ~xe5 32
l,!;;d7 33 ~f5+ ~di 84 Wxg2 '1Wd7 es infe
rior) 28 ... j xd5 29 lZ:if4 di 30 !:Uxt7, p
ro después de 24 ... ::'.Jxe[i 2:) c2Jxe
~xg2 26 ~xi7 ~IB 27 ~"Yxg2 '!Wxf7 2
li.d2, la situación no está dara.
23 ... ~e8
1124
24 .:/:Jg5?
''Inicialmente. pensaba jugar 24 g
ií.'.Jd7 '.L) h4, con peligrosas amenazas e
d flanco de rey. Sin nnbargo. esto m
pareció demasiado lenlo, v comencé
jugar m;ís 'anivarnc11h' '. con prisa, si
conseguir nada" (Spassh·), A mí tam- 28 -~-xcl?
poco me gmta 24 g!"l. Paren: 1rnís fuerte
"Después de cslo, la fkrrota blanca era
la alternatirn 24 ~h4 1 Por ejemplo:
inevitable. La jugada correcta era 28
24 ... {:Jd4 25 é2:Jxd4 cxd4 26 _¿ xd4
exf6! exH) 29 él::ixf6+ .i'Lid6301'.xb7. con
.l;:!'.cxc2 27 llxd l'hc2 28 g5 ·Zlh!"l 29
una posición intrincarla. En cualquier
:/';xg7 30 f6 exfü 31 gxf6 ~<l8! 32
caso, las negras tenían una varianlt' de
&'i::Je8 3:1 ~Lie6 'l'Wc8 :H ¡'LJf8 :2:Jxfü 35
tablas: :10 ... .í:l:xc2! (tanto 30 ... :1Je2+~ 31
t/.:Jxg6 hxg6 36 'l!Nxf6. con jucgu agudo.
/J:;hJ! 32
24 ... 1,;¿jd4! w¡uí 32 ... ::11'/?.1
15 .i! <i::,d4 '36 8e6
Ahora d peón de c2 comienza a crujir. 38 av6 j.'i::e6 39 ,;l¡,xp6+
25 fxg6 hxg6 26 ·2'd5? .J l •@: g6+ -.t/8 42 '?Jí h6+
rnala.1: G. K. í 3 l ~xffi 32
Tras larga rt'flexión la' blam ª'
rt'ali- ''.:'\ .iig2 'll<?xc3 '.'H 'f!fdH+ Wg7 3:'J
zan otra jugada ''tortuosa". habiendo con jaque perpetuo" (Gt'ller). Pero
llegado a la conch1siún. prn· lo Yisto. de ali11 es nwjor :n l'il'c!'í+! 34 ~x«'}
que no tcndrfan curnpensmi··rn por el dxe"i. con un final clai·amente superior.
peün tras la ('Oll t in llacióu nonnal de
28 ... J;..xd5 29 ,.:,.xd5
ataque: 26 1~h4 (26 .lc,xd4:' :Lxg4! 27
1Jllilh·I .ill.xd4- W ~h 1 ~f6 29 :IJcL'í ;ixd."í o bien 29 cxrn 30 fxg7 xfl :n
30 cxd'l 26 ... :lxc2 (pero no 26 ... ;twh4 -+.
ni 2ti ... e5? 27 2íxg6'. 29 ... :2Jxd5 30 'tí'h4 i¿jf6! 31 exf6 exf6
8c2+ 28 ~h2 fxg6 29 t.:.xfü ixt6 :-io 32 '~h7+ c;t;f8 33 i2Je4 'fl'e5
~h7+ wf8 31 J:l;fl ezJH ::12 1'.xf4) 27
l:!.:xc2 {2;xc2 28 ~d2 ,;,,c6! (28 ... ;_;c14: Pa1 an<lo la ;micnaza '.)'I ld1fi. "Aquí e'-
29 eS) 29 ezJdS .4i.xd5 30 t'xd5 ~del. tuve pensando en rendirme" (SpasskvJ.
34 ~f4 ~d4+ 35 ,•~)hl
26 ..• L!xb3
Er<t mucho más st'ncillo 26 ... ~ xcL) ! 27
cxd:"J .;:.:xb:I '.!8 :.:ce! l é:.id4. con dara
ventaja.
27 e5!
"La única posibilidad. pcrn exct'lt'11tc.
para complicar las cosas v proscgttir b
lucha" ((;eller). Las negra;. comienzan
a imaginar din:rsas trampas' peligros.
27 ... ,'l:ixcl?
No era bueno 27 ... cL,xd:J: 28 -~h-t C'fü
35 ... ;";d;??
29 exfü exfü 30 ·~h7+ -;'?IR 'H .¿,f-t ;;di-\
'.)2 D'.ccl &xel! ... 6í'd7 '.U ..k~xb7 "l'n r1·cll1<'ndo error en posi< ¡,,p µ;;i11a-
!i':xh7 '.) 1 :2;d :1xc2 '.Ei _¿ h6 - -) :B dora" (SpasskY) "¡Incompn·n>-1bk'.
llxe 1 ¡¡¡.xg2 3-t Wxg2 nxc2+ '.Fi ( :011 s11 np011e111i· en ¡;r:11«> .tp1iros de
l2:d4 36 (je·l -::.:e2+ S\7 :'í:xe2 I!.xe2 1iempo \ unos 40 mi11uto;, el! el rel»J .
.11; htí! ( pern no :~R <;qf'.',; .l'!.xe4 1 '.1.é) dxe-1 las negras descartan la simple :·Vi
M 40 .<lí.hfi 1i.xh6 11 '1'Wxhfi+ •;{,e7 42 J;:'.dH. Tras calcular la variante ganado-
'ií'd2 38 .... &.xhli .'19 'i'-í'xh6+ :/r;e7 ra 3fi r;:at '.1t7 l:íxa l 'l'W xa 1 + '.)8
·10 'l'i't4, ganando. Sin embargo. 27 ... f'xg:) .i$xg'.'> ::le8. en el último mo-
dxe!'í! 28 tl:;xfü-r exf6 29 ,lxb7 i:::xcl '10 nwnto 'l'i' que con la torre t'H cfi po-
.li xc 1 .!l:.d8 '"I 1 :2Je-t 'itt!ieí 'l2 ;ic6 b3 h~1- día conseguí 1 at'u1 más con '.·In ... el'.'>"
bría co11sc1Yado la Yentaja. (GelkrJ.
 Gary Kaspann· - Mis (;[:\IALES PREJH.CESORES [[[
La tragedia de las negras es que ¡ahora
ni siquiera tienen tablas! Sin embargo.
en esto hay que Yer una especie de jus-
ticia poética, como demostró también
la sexta partida v, en definitiva, todo el
curso del match ...
36 ~h6! ii.xh6 37 'i/l/h8+ we7 38 ll:lxf6
~f4
"La única forma de salrnr la partida era
'.)R ....,¡¡JB 39 J:id+ 'i/l/e5 r39 ... rt/d8 40
'/lifx1'8+ wc7 41 'i/llxj7+ wb6 42 ,t:Jd7+: G.
K.) 40 l:Ixe5+ dxe5 41 fud5+ ;.Y,/e6" (Gc-
ller). Esto es, ciertamente, más tenaz.
pero ni siquiera así se habrían podido
salvar las negras en vista de 40 tcid5+ !
;.Y,/e8 (40 .. . We6 41 'i/l/fü+ @xd5 '12
fixf7 +) 41 E.xe5+ dxe5 42 'lixe.'i+ @d7
4'..\ CiJxb4! áll..d6 (43 ... cxb4 4,1 'lid5+) 44
ib'f6.
39g5!
Jugada única y, a la \TZ, suficiente para
incrementar \·entaja 1
39 ... @e6 40 'i/l/e8+ @f5 41 '!!\l'xf7! i!c7
La jugada secreta. Es una paradoja. pe-
ro 110 hay defensa: 41 ... wxg.~? 42 h4+
@xh4 43 'J!!lxg6. Las negras están obli-
gadas a entregar una torre.
42 'lfxc7 @xg5
"En rni análisis del aplazamiento vi que
42 ... .ti.al, que tenía planeada desde la
jugada 38, se enfrenta a un golpe de
problema: 43 '11Hc8+ @e5 ( 43 ... @xg5 44
tí:Je4+ '11Hxe4+ 45 dxe4 l::txf1 + 46 @g2. y
el alfil está perdido) 44 tZlg4+ @d.5 45
c4+!, y las negras pierden la torre" (Ge-
ller). Aquí, 42 ... l:!.xc2 43 'l!!1c8+ @xgf>
44 tcie4+ wh6 4!"1 'J!!ltB+ tampoco sirve
de avuda.
43 'll:fe7!
Culminando con éxito la persecución
del rev. Era menos directo 43 ti:Je4+
@hti 44 'i/l/f7, debido a 44 ... 'J!!le3! 45
J:í:xf4 ::al+ 46 l::tfl 'ii'xh3+ 47 @gl t!fg4+
48 lt'h2! fie2+ 49 l:U-2 'f,!!lh5+ [iO <tig2
'll:fh l + 51 l.tg3 :t:!.gl + 52 wf4 Wh4+ ?°>3
@e3 + -.
260
43 ••. We3 44 °L:le4+ Wh5 45 Wh7+ .iÍl..h6
46 ~d7 ilf4
O bien 46 ... 47 'l!kg4+ wh6 48 h4
i.tf4 49 E:g l .
47 tZlf6+ @g5 48 éL\d5
Las negras se rindieron.
lJna partida increíble. que decidió el
desenlace del match. Cousiderada fuera
de contexto y en conjunto. produce una
triste sensación de desasosiego. Parece
que las blancas estU\ieron sencillamente,
afonunadas. Pero si recordamos la estrl'
tegia de Spassky, todo empieza a encajar.
Otra cosa es que tal estrate¡:,ria requiriese
una enorme le en sí mismo y grandes re
servas de energía. Spassky estaba psicol&
gic;unente repleto de confianza. tan ne·
cesaria en un aspframe al tírnlo, y estab
convencido de que se com·ertiría en
campeón del mundo. "Si no gano esta
partida, ganaré la siguít>nte". ¿Puede al
guíen resistir mentalmente tal presión?
Fn la sexta partida, un Geller trau
matizado quería mejorar el juego n
gro, pero fue Sp;1ssky quien introdujo
antes su idea, infligiéndole una aplas
tan te derrota.
370
B. Spa<iSky-E. Geller
Sujwm 1968
Cmulidatos, match, ó" partida
Defensa Siciliana ( 825)
1 e4 c5 2 tZlc3 d6 3 g3 .'Llc6 4 .\tg2 g6
d3 .ltg7 6 f4 tZlf6 7 tí:Jf3 0-0 8 0-0 .!:l'.b8 9
h3! b5 10 a3 a5 ll li.. e3 b4 12 axb4 axb4
13 tZle2 .ltb7
13 ... ll:ld7!?
14 b3!
"Un signo de admiración por haberse
anticipado. Adivinando que las negra
se atendrían al orden co11vc11cional de
jugadas, Spassky v Bondare\'sky elabo
raron una disposición de fuerzas ex
traordinariamente precisa. Es posible
que debiese haber cambiado mi plan:
14 ... tí:Jd7!? 15 ldcl e6! 16 g4 d5, rnn
buen juego" (Geller).

14 .•. .!:a8 15 :del
Al no invertir un movimiento en :::!.b 1,
las blancas ganan tiempo.
15 •.• .l:!.a2 16 g4 '*Ya8?!
La dama debería mantenerse más cer-
ca con 16 ... o bien 16 ... '/ja5 17
'lWel 1lib5 18 1!ff2 ~fa8, con idea
de ~Lid7 y l:l:al.
17 ~el 'li'a6?!
En opinión de Geller, "después de 17 ...
d5 18 e512ld7 19 ~b..Jc e6, seguía siendo
posible plantear batalla".
18 \\}'f2 4:::a7?!
Era más prudente 18 ... fi:jd7.
1126
19 f5!
"El comienzo del fin. El ataque blanco
evoluciona con tanta rapidez que las
negras ni siquiera tienen tiempo de ca-
zar el ahora superfluo peón de c2" (Ge-
ller). Las blancas han conseguido bas-
tante más de la apertura que en la 4ª
partida (y no digamos ciue en la 2ª).
19 ... 12lb5 20 fxg6 hxg6?
Pierde forzosamente. Según Ge ller,
"20 ... fxg6 no habría cambiado nada",
pern a mi juicio, sí habría hecho las e.o-
sas mucho má'i difíciles para las blan-
cas. Por ejemplo:
1) 21 'l!Vh412lc7: (21 ... fi\a:V 22 t'2Jg5! y
i:!.xf6) 22 l2Jg5 (22 t2Jf4?! e5!; 22 e5
dxe5! 23 .txc5 Y.Je6 24 il,,xe7 I:.f7) 22 ...
h6! 2'.~ Y.Jf4 (pero no 23 tllf3? :txc2! 24
l:lxc2 'l!Vxd3) 23 ... hxg5 24 i'Vxg5 Y.Jh7
25 '/¡\¡lxg6 J::f6 26 'l!\Vh5, con juego agudo.
BORIS X
2l 21 12lf4 ~.c8 22 e5!? dxe5 2'.~ lLixe5
<2:ie4! 24 ,íl;xe4 ~.xe5 25 ~h4 .lbf1
(25 ... jJ6? 26 .~d5+ e6 27 t2Jxc6! 1Lxe6
28 l"í:xf6 llxf6 29 'l;\!'xf6 ,~.xd5 30 ~d8+
•;i>g7 '.{! ~e7+; Jd7 32 ~e5+ es malo)
26 ñxf4 .:xf4 27 il,,xf4 'iifü 281i,d:'í+ (28
'lW<H+ 29 wh l 12lc33011.m i'Lie2! es
confuso) 28 ... wf8 29 'l!Vf2!? (si 29
.~h6+ we8 30 'lWxfü cxf6 31 .w.c6+ .111.d7
32 1Lxb5 i/,,xb5 33 j',e'.{, entonces 33 ...
c4! 34 dxc4 Jí.c6 35 ~c5 ii.c4 36 c3
hxc3 ~)7 :'.xc3 ñc2 38 lle3 f5, con sufi-
cienlt' compensación) 29 ... ií:ld4 30
'/je3 11xc2 '.H !txc2 cuxc2 32 .ikh6+ we8
:~::s 'll'l'xc5 'lWd4+ 34 'fk'xd4 li:Jxd4 35 wf2
~.e6 ."\() il,,xe6 tl:xe6 37 con mejor
final.
21 Ei\g5 ,~a3
Este contrajuego sobre el peón de c2 es
demasiado tardío. A diferencia de la
partida anterior, las blancas no han
quemado sus naves, al no entregar mu-
cho material.
22 'fk'h4 .l:c8
Si 22 .. . las blancas habrían gana-
do con 23 e5! <lxe5 24 l:'.xfh! exf6 25
'i'h7+ wf8 26 j¡,xc5+ .&:.e7 27 ~.xe7+
wxe7 28 'fk'xg7 fxg5 29 'il'xe5+, mien-
tras que ahora sigue un inmediato sa-
crificio de calidad.
1127
23 l:lxf6l exf6 24 'il'h7+ wf8
De nuevo, como en la cuarta partida, la
dama blanca irrumpe en h7 y el carác-
ter del juego es idéntico: ¡persecución
del rey! Por otra parte, en esta ocasión,
hay un golpe espectacular que resulta
decisivo.
261
Gary Kaspanw - Mis ¡;r:>:L\LES PREDECE.',uRES
25 éíJxf7! J:xc2?
¡Ah, ese fatídico pt>ón! En cualquier ca-
so. era más tena/ 25 . ., wxf7 26 ,;!i.h6
I'!.g8 27 ii:lf4 1"!.xc2 28 f!n 1 g5 29 'lig6+
we7 30 $..xg7 gxf4 31 .~.xf6+ wd7. 32
'li'xg8 'l1Hxd3 33 'lit7+ wc6 34 1/JWd!">+
'i'xd5 35 exd5+ wd7 36 .i!.e4, etc
26 $..h6! llxcl+
o bien 26 . ., 'i'xd3 27 'i\'xg7+ we8 28
l:txc2 ciJxc2 29 t/Jf.l.
27 it:Jxcl wxf7
Si 27 ... itxh6 28 ·'Lixh6 we8, las blancas
ganan con 29 éíJg8 wf8 30 ii:le7.
28 'W'xg7 + we8 29 g5
29 e:-> .4.xg2 30 e6 también era suficien-
te par;i ganar.
29 ... f5 30 1*!'xg6+ wd7
O bien 30 ... •;;ids •)] 'il\í'f7 '@.c6 32 gfi
'li'd7 ')'.) '~h7 1 ~'Ct 34 g7.
31 ~f7+ wc6 32 exf5+
Las negras se rindieron.
La mejor partida del match.
li·as sendas tablas en la séptima v octa-
va partida, el resultado final (.rí.!'J-2,5)
fue el mismo que en el encuentnijuga-
do ai'ios antes. Put>de pensarse que Ge·-
llcr jugó por debajo de su nivel habi-
tual. Pero sería una cnnclusi<ín
incorrecta: Jugó todo lo bien que
Spassky le permitió! El vencedor exhi-
bió una clara superioridad en la psico-
logía del juego de match.
"La calma \' compostura de Spassky
le permitieron encontrar las mejnrt's
medidas prácticas en los momentos rn;ís
difíciles del juego", escribió Geller des-
pués del encuentro. "La asombrosa im-
perturbabilidad v segrnidad en sí mismo
con que, a \·eces. ejecuta sus mmimien-
tos que ni siquiera son las mejores, indu-
dablemente coloca a sus oponentes en
una situación falsa. Varias veces gasté un
precioso tiempo tratando de discernir
algo que, en realidad, no existía. Spassky
cometió Yarios errores. pero su excelen-
te e<tpacidad táctica siempre le pcrmnió
complicar eljucgo".
III
Tres meses después, en el verano d
1968, llegaría el match dt· semifinale
con lknl Larsen, cuya estrella cstab
entonces muy en alza (en el tomo IV s
incluve un retrato del sobresalient
gr;m maestro danés). U na \·ez nús, si1
embargo, el oponente de Spassky serí
derrotado. Tódo comenzó con la "tran
quila", pero psicológicamente impor
tante, primera partida. Euwe expres
algunos interesantes pensamiento
acerca de esta partida y del match e1
general:
"Spassky es mt'nos consciente dt' si
fiwua qttt' la mavoría de los grandes ju
gadorcs. y en cslc sentirlo se encuentr-
,.n Lis antípodas de Larsen. El gra1
maestnl danés cree firmernentt' en s
mismo, busca la iniciativa v siempr
juega a ganar. Su forma dejugar paree
reflejar la actitud de Bogoljubov, quie
decía: 'Cuando tengo blancas, gan
porq11e tengo blancas, \' cuando teng
negras, gano porque soy Bogoljubm·'
Lar.~en no teme las complicaciones po
sicionales e incurre en trucos ternera
rios para lograr sus objetin>s. 'El rt'.
puede defenderst' solo·, pit'nsa Larsen
v no torna ninguna prcca ución especia
para salvaguardar a su propio rn. E
duelo entrt' estos jugadores antag<íni
ros, l.arscn v Spassky. tuni t111 desarro
llo excepcionalmente tenso v cornbati
1·0. Hubo una lncha. por un lacio, entr
las ansias de Larsen por hacerse con 1
iniciatiYa a toda costa, v por el otro, L
deliberada estrategia contenida de
Spassky que, sin embargo. no rt'stringió
en absoluto su enorme fuerza práctica.
»En la prirnna partida. Spasskv t'li
gi6 la tr;mquila Variante del Cambio en
la !Jdensa Eslava, que normalmente
conduce a unas rápidas tablas. De esta
forma, le concedió a Larsen la posibili-
dad de exhibir sus ambiciones. Este últi-
mo no se contt'ntó, desde luego, con un
papel tedioso v trató de apoderarse dt' la
iniciativa en una posición casi sin \ida.
Pero aquí, con ayuda de una combina-
ción minuciosamente calculada. el más
profundo Spassky creó un ataque repen-
tino al rey. ¡U na partida espléndida. pro-
bablemente la mejor del match'.".

371
B. Spassky-B. Larsen
Malmii 1968
(anrüdalos. match. l" jmrtida
Defensa Eslava (Dl4)
l d4 lí:Jf6 2 ct.Jf3 d5 3 c4 c6
;Larsen nunca había jugado antes así!
4 cxd5 cxd5 5 ~f4 c:Cc6 6 t1Jc3 ~.f5 i e3
e6 8 ..lli.b5
La variante 8 'itb3 9 .~ b5 i:Botvin-
nik-Trifunovic, :V1oscú 1947). que tiene
la reputación de tablistn. rerihí6 una
mte\·a invccdón teórica a finales df' si-
glo, pero su evaluación sigue siendo la
misma.
8 •.• :t:ld7!
8 ....íii.b4)! 9 il:w5! (tomo IL partida
núm. 223).
9 ()..0
La línea moderna es 9 ~a-t .:cH (9 ...
'i!Wbfi 10 lí";h4! l l O 0-0 a6 l l 4.xdi ::Ixc6
12 ;,(fe] .ii.e7 le~ ;;~di'.? (contra S\eshni-
kov, 44" Campeonato de la l'RSS. l\los-
cú l 97ü. Pctrosian jug() 1'.) -i:",e2. con
idea de que si 13 ... _<td3~!. seguir 1-t
.&;xc6 ~hfl tri 'ii1\'xb5'.! axb5 [(í t¡c/. pe-
ro es más sólido 13 ... "i#b6! 14 ~xc6
bxc6)13 ... bS 1-t 'li'b:t con algunas po-
sibilidades de obtener wntaja.
9 ..•. 'i,,·.e7 10 .!'kl
Es m~is enérgicn 1O ·~b:)!; Por e¡emplo:
1O ... g5 11 ..lg3 hI"i l 2 h'.) g4 l'~ hxg-t
hx.g'l 14 é2Jd2 (:\1ílrl\'-Sadler. hla de
Man 1994) 14 ... a6!?, o bien 10 ... 0-0
11 ~fe] l!Xc8 12 .~xcfi bxc6 13 'l.t#bí. con
una aguda lucha (l\lilm-Hülmer, Suiza
1998).
10 .•. 0-0 11 h3?!
11 1ll#b3!
11 ... ñc8 12 ~.d3?!
Era mejor 12 ,'i'Ja4 '!Ma3 1'.) ~xc6 :'.xc6
14 ñxc6 hxc6 13 eue3 c'L;xel) 16 ~xe:J fü
17 cag3, con igualdad. ¿Por qué le rega-
kí Spassky tantos tiempos a su oponen-
te? Es prnh;1bk q•te. al encontrarse an-
te 1111,i "oq;rt'sa de apertura. decidiese
H<HUS X
'dtar las crnnplicaciones y adoptar una
t"•lrategía de espera. En otras palalHas,
tal \CL quiso dejarle a Larsen ''.jugar u11
poco". Como le gustaba decir a Bot\"Íll-
llik: ";Dejemos que el hombre realice
nna jugada!"".
12 ... J, xd3 13 'lkfxd3 ~b6 141l*'e2 a6
Las negras tienen ya un juego muy có-
modo: >U caballo llegará a c4, y expul-
sarlo con b2-b3 debilitar<i d flanco de
dama. Las blancas a menudo pierden
posiciones as1, v tienen que jugar con
pre<. isí<'m precisamente para evitar esto.
15.:Ue1 ! '7Jc4 16 c;~d3 ~b4?!
La primera imprecisión de inmediato
conduce a la pérdida de la iniciativa.
Después de 1fi ... lta3!, la posición ne-
gra sería algo más agradable.
17 b3 f'uxd3 18 \(¡¡'xd3 +"t:Jb6 19 f3 ...::.d6
20 lue2 'lll,;'e7 21 xd6 'i'xd6 22 Vi5'd2!
Preparando :¿,t4-d3. "En posicí<mf·s
igualadas, Spassky sude jugar mm· su-
tílrncntc" (Gligoric),
J l'.!lí
Por el momento hav 11na calrn<i chicha
en el tablf'ro, ;lo que, dcstk luego, no
es del gusto del ambicíoso danés~ Lar-
sen no asume unas tablas, y empieza a
buscar jugadas activas. "Con su habi-
tual optimismo, quiere atacar incluso
donde la posición no lo pnmilt' ..
(Spassh¡.
22 ... ~a3?!
Fsta jugada no estropea nada, pero
era m;h sencillo 22 ... ::l'.xcl 2:1 X::xcl
Z:í'.c8 2·+ 'ií:l'a?i h:-,, con igualda<I.
 Gary Kaspar<ff - Mis (;E'.':IALES PREDECESORES J 11
23 i1Jf4 .l:xcl?!
Pese a la pérdida de dos tiempos, "las
negras deberían haber admitido su
error v regresado con 23 ... 'li!lld6"
(Spasskv). Esto me hace recordar, de
nuevo, a Botúnnik, quien me reñía por
mi juego frívolo: "¡Si sigues con estas
chapuzas, te- com·ertirás en un Taima-
nov o un Larsen 1". Esto, en cualquier
caso, no me sonaba demasiado maL en
tanto que joven candidato a maestro: a
mediados de los setenta, pero hoy cha,
n:ando veo esta partida, me pongo en-
fermo ante tal perspectirn.
24 .bxcl :l.c8 25 J:xc8+ ¿;jxc8 26 'i'c2!
La dama irrumpe inesperadamente en
la posición enemiga, explotando la fal-
ta de armonía entre las piezas negras,
cuva dama está aislada, su caballo no
di~pone de puntos fuertes, y además su
rey no tiene casilla de escape.
26 ... t:Lie7 27 l//llc7
El cariícter del juego ha cambiado bnis-
carnente: las blancas han comenzado a
crear amenazas concretas, y Larsen tie-
ne que defenderse.
27 ... g6?
Unajngada inexplicable. Por lo que se
\·e, el infatigable Larsen qu<TÍa saltar
con su caballo a f5, va que 27 ... ft:::gti~ k
parecía demasiado simplista. Sin em-
bargo, después de 28 t:Lixg6 (28 'li!llc8+
t:/',f8 29 '8d3? no da resultado debido a
29 ... '!Wxa2 30 t2lc5 ¡vd2 1} 28 ... hxgfi 29
'i/!\'c8+ Wh7 30 'l4!'xb7 f6, V las negras ha-
brían logrado fácilment~ tablas gracias
a la debilidad de los peones blancos: '31
wh2 ~xa2 32 '\i'b6 a5.
28 t/',Jd3
Posiblemente fuese más fuerte (¡aun-
e¡ ue también 111 ás arriesgado!) 28
~xb7l? 'i'cl+ 29 ~·f2 ~f) 30 'll4'b8+ .f;g7
31 'tlfe!í+ '.~2 ~".:le2, con un peón ex-
tra. Pero Spasskv percibe sutilmente el
cambio de la situación y, tranquilarne11-
íe, refüerza su posiciún, tal yez esperan-
do qm· la jugada 27 nu st'a el último
eITm· de Larse11.
28 ... é2if5 29 g4!
201
La única tentaliva para jugar a ganar.
La inmediata 29 tlle5 se para, simple-
mente, con 29 ... 'ile-7.
29 ... CiJh6?
Las blancas no tuvieron que esperar
mucho por el siguiente error. i\.1 com-
prender que no podía pt>nsar en acti\i-
dad alguna, sino más bien en cómo sal-
var la partida, ¡Larsen se sintió
confu:..o! En mi opinifo1, hubiera sido
mejor rendirse de inmediato que reti-
rar el caballo a "ninguna parte". Como
lo expresaría Gligoric, "ahora el rey ne-
gro es asfixiado".
Entretanto, la posición negra seguía sien-
do defendible, y I arsen sólo tenía que
t>ncontrar el reagiupamicnto 29 ... 8d6
30 t'2:Je5 h6! La audaz dama negra no pue-
dt> subestimarse: defiende el caballo y. lo
que- es más importante, ata la dama bl~n­
ca a la necesidad de controlar la casilla
e J , de donde pueden partir los jaques sal-
vadores. Por otro lado, con el peón en
h6, las blancas no pueden planea1· la es-
capada de su rev a f4. El otro esquema
atacante no da resultado: :n ''lld7 tLibiJ'.,
mientras que tras la continuación 31
Vc'J! Wfxc5 32 dxcti. d final está más cer-
ca de las tablas que de la \"Íctrnfa blanca.
30 5je5!
Súbitamente, las blancas rrean Ull ata-
que de mate en el que su rev roma par-
te activa.
30 ... '/lfb4
No era mejor 30 ... 'il!rxa2 '.\í c;:]d/ 'iití'a3
:12 ~·g2! ~b4 :l'l wg:.J bs :q ºi!'.l'M1+ :.tgi
35 !Wc5+ ;l?g8 ;)tj cif4!. etc.

31 í.2Jd7! 'ii'el+ 32 ~g2 'i1e2+ 33 Wg3
Q:if5+
Si 33 ... Wel+ 34 Wl4! g5+ 35 lt>xg5
'l1Wxe3+ 36 f4 1Ii?g7, entonces 37 'jldS! es
decisivo.
34 gxf5 'i'el+ 35 Wf4! '!Wh4+ 36 we5
Wg3+ 37 f4 'illl'xe3+ 38 Wf6
Una marcha triunfal del rev en campo
enemigo siempre produce una fuerte
impresión.
38 ... llli'xd4+ 39 1?Je5
Las negras se rindieron.
Esta derrota, puramente psicológi-
ca, aJectó tanto a Larsen que el juego
ulterior del match fue unilateral. Tam-
bién perdió las dos partidas siguientes
y, en definitiva, el match por 2,5-5,5.
Spassky. de nuevo, había exhibido una
brillante comprensión de la psicología
de su oponente.
El ascenso al Olimpo
Sólo dos meses después, Spassky se
.enfrentó a Korchnoi (quien había de-
rrotado a Tal <"!1 semifinalespor
5,5-4,5), en la Final de Candidatos.
Viktor Lvovich resolvi6 d problema de
la Variante Cenada de la Siciliana, pe-
ro eso 110 le sinió de mucho, puesto
que su rival lo superó en una lucha lar-
ga y complicada, también con negras.
Con blancas. cuando su juego con 1 c4
no funcionó, Spassky, sencillamente, se
pasó a l d-4, y esto rernh.ó muy molesto
para Korchnoi. En la séptima partida,
corno hipnot.izado, eligió la Defensa In-
dia de Rey y pronto fue aplastado en la
Variante Siimisch.
:'-Jo hace mucho. Korch11oi v vo estu-
vimos comentando aquellos ti~;11pos. '
admitió que por· entonces era muy difí-
cil luchar contra Spasskv: "Burís mante-
nía hábilmente la tensión y realizaba
jugadas fuertes e inesperadas en los
momentos <ledshos. Complicaba el
juegojusto antes de los apuros de reloj,
cuando ya no quedaba tiempo para
pensar". Ta111bié11 hablamos de Bonda-
revskv: desp11(:s de todo, él había sido
BüRlS X
quien inculcó a un joven gran maestro
de talento una fuerte voluntad de lu-
cha, convirtiéndolo en un magnífico
jugador de match. El resultado de
aquella final fue un claro 6,5-3,5 a favor
de Spassky. Sólo quedaba ya en el cami-
no Petrosian.
Cada match por el Campeonato
,\;lundial tiene su misterio. Un senti-
miento que a Spassky, en particular, Je
gusta repetir. En tales duelos, hay todo
un mundo de matices ocultos que in-
fluyen en las decisiones de ambos con-
tendientes. A veces, son inexplicables
hasta para aquéllos que, en algún mo-
mento, han luchado también por la co-
rona mundial. A los demás, les resulta-
rá extremadamente dificil imaginar el
grado de tensió11 nerviosa y los diversos
molivos que gobiernan a los participan-
tes en la lucha.
Puedo bosquejar los problemas psi-
cológicos que Spassky y Petrosian se
encontraron en 1969: después de su
primer match, lo sabían todo, o casi to-
do, el uno del otro. Spassky se enfren-
taba a una situación muy dificil. Ahora
era más fuerte que Petrosian, porqne
había dado un paso adelante en su
evolución comojugador. Sin embargo.
la fuerza ajedrecística, en ge11eral, v la
fuerza ajedrecística en un match t<spe-
cífico, no son necesariamente lo mis-
mo. Después de todo, Spassky también
era muv fuerte en 1966, como indirnba
su brillante victoria en el supertorneo
de Santa Mónica (por delante de Fis-
cher, Larsen, Portísch, Petrosian, Naj-
dorf, etc.), sólo dos meses antes del
match que luego perdería. Pero, si11
embargo, fuese cual füese fa actuación
de Petrosían en torneo, t>ra un opo-
nente extremadamente difícil en un
match. En este tipo de lucha es donde
sus cualidades sobresalían de modo es-
pecial: su sentido único del peligro, su
habilidad para evitar la confrontación
directa y para desplegar sus pü·za!> de
forma t,'11 que restringiesen las posibili-
dades de las contrarias.
Es interesante observar nímo pndo
»uperar Spassky ese muro. El match
fue hastamc desigu;il, pero al final el
Garv Kasparo\· - \1ís (;f1'\l\US l'IU.lltu.srnus
aspirante ganó la lucha psicológica la-
tente'. lo <¡ue no hahía conseguido en
1966. Aquel match también había sido
difícil, pero Petrnsian lo había domina-
do en el plano psicológico. \lle parece
que, en lo prohrndo de su corazón.
Spasskv nunca había crddo que podía
ganarlo, y en algún momento dehi(>
perder la necesaria confianza en sí mis-
mo. En nna reciente enu-e\ista, admi-
tió: "Estaba quemado por las competi-
ciones clasificatorias i-. además, era
pobre. Cuando un hombre pobre se
convierte en rey í\· n> tengo opiniones
rnomírqnicas). ¡las cosas no resultan
bieni En el primer match me avuri6
Smvslm: todo el tiempo comía en su ca-
sa, y al finalizar el match, ¡había engor-
dado seis kilos! Pero cuando jugué el se·
gundn match, ya tenía dinero, de modo
que pude compensar a mis entrenado-
res. Después de todo, había ganado el
primer premio de ?i.000 dólares en el
torneo de Santa ~[{mica''. Debo expli-
car qnt>, a finales de los sesenta, sobre
todo en la VRSS. ;ésa era una suma
considerable de dinero!
Por supuesto. füeron marche» com-
pletamente distintos (aunqne tmieron
algunas sorprendentes similitudes. co-
mo, por ejemplo. la 20" partida del pri-
mer mate h con la l W del segundo: sen·
das rit'rrotas de pesadilla para d
aspirante, en la Defensa Nimzoindia). \~
natnralrnente, en 1969 Spassky había
aprendido las lecciones del primer
match. Pero también Petrnsian llegaba
debidamente penrcchado para el segun-
do encuentro. Al ser consciente de las
debilidades de su ad,·ersa1io, en modo
alguno se consideraba a sí mismo perdi-
do. Incluso tomü una misteiiosa deci-
sión: no evitar esquemas complicados o
de doble füo, v correr más riesgos de lo
habitual. ¡En aras de esta estrategia, sa-
n-ilicó su prm·erbial solidez~ Sus apertu-
ras con negras fueron mucho más agresi-
vas que las de tres aí'ios atrá~, mientras
que, con blancas, sus esquemas tendían,
como de costumbre. al estran¡.,ri1lamien-
to ¡vadual de la posición enemiga.
En aquellos tiempos seguía hahiendo
mucho campo para la creatividad, y no
266
111
existía una preparación de aperturas tan
exhaustiva v tan a largo pla¿o como, por
ejemplo, en mis enfrentamientos con
Karpov, o incluso en los duelos entre
KarpoY y Korchnoi. Aun así. el segundo
rna1ch Petrosian--..'ipassky fue el primero
en el que se plantearon duelos prolonga-
dos en aperturas críticas basarlos en un
profundo desarrollo de sistemas comple-
tos. La Defensa Tarrasch, por ejemplo, se
convinió en un banco de pruebas. Su
empico por parte de Spassky fue una de
las principales revelaciones del encuen-
tro (aunque antes también la había juga-
do ocasionalmcnte). Fue un audaz de-
safío a los principios posicionales de
Petrosian, a quien le gustaba jugar sobre
casillas determinadas, colltra debilida-
des pennanentes como. por ejemplo, el
pt'ón aislado en f!5.
Pero Spasskv no temía jugar con un
peón central aislado. Desplegaba sus
piezas armoniosamente v creaba ame-
nazas t;íctícas nm mucho ingenio. Caso
necesario, se defendía tranquilamente
en posiciones ligeramente inferiores
(un <irea en la que había hecho consi-
derables progresos dt'sde l 9füi). La
teoría de la Defensa 1;1rrasch era terri-
torio virgen en aquellos días, ;· Spassky
(junto con su entrenador, Bonda-
1-cvskv) sutilmente percibió que su opo-
11cutc jugaría aquella apermra con ex-
cesiva cautela, evitando continuaciones
comprometidas. lo que les permitiría a
las negras resolver eficazmente sus pro-
blemas de planteo. También existía
una irnplicaci6n psicológica, típica de
Spassky: hipnotizado por la "dudosa"
defensa y la eterna debilidad de d5, Pe-
trosian seguramente cruzaría el límite.
(:orno veremos, sus pr-evisiones resulta-
nm estar plenamenre justificarlas.
El match no comenzó bien para
Spassky. En la primera partida parece
que la ansieda<l asumió la mavor parte
del protagonismo. Tras haber alcanza-
do una excelente posición de apertura
(Variante Paulsen, en la Defensa Sicilia-
na), mostró cierta indecisi6n v se en-
contró en un difícil final. Durante la
reanudación, enconu·ó unas tablas dig-
nas de un estudio, pero luego se equi-

Yocó y perdió en el úhírnu momento.
En la segunda partida, empleando la
Defensa Tarrasch, pronto se apoderó
de la iniciativa, obligando a las blancas
a forzar las tablas. En opinión cid gran
maestro Boleslavsky, segnndn de Petro-
sian, "esta partida ejenit'i una füerte in-
fluencia sobre el ulterior desarrollo del
match: Spa~skY compren<lió que a Pe-
trosian podía abandonarle su instinto
posicional y que en sus posiciones favo-
ritas estaba comenzando a JJO sentirse
seguro". En la tercera p<Jrticla se produ-
jeron unas tranquilas tablas. Spassky no
consiguió nada, con blancas. nm la
Fonnación !\tarócz\', contra el Dragón
Acelerado.
La partidas cuarta v quinta resulta-
ron ser el momento de inflexión.
Cnando me dispuse a comentarlas, es·
lme releyendo el espléndido librn so-
bre el match, escrito por Boleslavskv v
Bondarnsky, qu<' me habían regalado
t'n mi niñez.
372
T. Petrosian-B. Spassky
Mosní l 96 9
Gmn/N'oJWlo Al111ulird•. matd1, 1"
Gambito de Dama (D34)
l c4 e6 2 d4 d5 3 !i:\c3 c5 4 cxd5 exd5
Lna inesperad<1 repetición de la aper-
tura de la segunda partida. Pctrosian.
gue no tenía en alta estima la Defensa
Tarrasch, había pcmado que se lrntaba
de una opción aislada.
5 il:Jf3 :L,c6 6 g3 c'Líf6 7 :.lg2 'i1 e7 8 0-0 0-0
9 .í1?.g5
El mejor plan, aunque el 9º campeón
mundial había jugado antes tanto 9
1'.f4 como 9 .~e3.
9 ..• cxd4
Despué~ de 9 ... ite6 10 dxc::'i i<.• xc5 11
,,;¡_xf6! (según Bomlarcvsh. "cortando
de raíz todo intento dc·juego actÍ\O por
parte del rival"; 11 :t::a-1 -véase tomo Il,
partida núm. 1Y3) 11 ... ~xfü 1:2 ;¿xd5
~xb2 13 t2Jc7 l::ad8 l t 'll!l'cl 'i/Uxcl 15
llaxcl ~b6 !ti .:;uxe6 fxt'b (Rubins-
BORIS X
tein-Schlechter, Viena 1908), o bien
15 ... b6 ]() t.Uxe6 fxe6 (Petrosian-
Spassky, Moscú 1969, match, 16"), las
negras tienen un fin¡¡] deprimente.
Aunque en las dos partidas menciona-
das se salvaron de lo peor, la pr<ictica
ulterior ha confirmado que esta evalua-
ción es correcta.
10 &l:ixd4 h6 11 i<e3 .tg4
"Petrosian miraba con escepticismo es-
ta jugada, y le sorprendió que Spassk~
la empleast' por segunda vez" (Boles-
lavsky).
12 .;/:)b3
Como pronto resultará <'vidente, las
blancas no habían preparado nada se-
rio en esta variante. 12 h3 ji,e6 13 J:l:cl
( 13 ~l:Jxc6?! bxcfi 14 ilJa4 'l'lí'c8! 15 wh2
13 ... 'lti'd7 14 Wh:! é,íje5 tampoco les
ofrece gran cosa ( Korchnoi-Spassky,
24º Campeonato de la CRSS. Moscú
195 7). Sólo en la 12ª partida consiguie-
ron \'elltaja después de 12 ~a4! ifJa:J B
J::.acll (con esta línea, por cierto, vencí
a Palatník en 1981), obligando a las ne-
gras, en la 18" partida, a volver a la más
flexible 11 ... E:c8'., que desde entonces
ha sido la jugada principal.
Dado que también yo solía jugar la De-
fensa Tarrasd1. puedo aíiadir que el ase-
dio mecánico al peón de d5 no reporta
ningún beneficio tangible a las blancas.
Lo que se requiere es un juego enérgico
\ un apropiado despliegue de las fuer-
zas, de modo gue les permitan tanto
bloquear el peón d como snprimir la ac-
tividad de las piezas negras. Empleé con
éxito esta aniesgada defensa en los mat-
ches de Candidatos ( l Y83-84). donde.
después de 11 Belia\·sh cnsavó
12 'ifa4 y 12 y Korclmoi y Smyslm»
l 2 a3, pero sólo en el match por la coro-
na rn un dial se descubrió un plan n:latí-
varnente desagradable: 12 ~b3 it:Ja5 13
'lifc2 14 <i:lf5 i:í.c8 (también es posi-
ble 14 ... ;&,b4 15 .,\Íl.M ..\Íl,xc3 16 Jlác'I
nxe2 17 '/,Wdl -17 '!Wd3!?- 17 ... d4 18
.1.}xd4 Jhf2 19 '!Wa4 l:l:xg2-'- 20 ;i?xg2
'i:'=*1d5+ 21 wgl ilJc4 22 Wbfi a6 23 ~xd5
·1JxcE:., y las negras pueden resistir en el
linal, Kasparov-lllescas, Linares 1990)
267
Gary Kasparov Mis r,ENIALFS PRFDF.CtSORES [JI
15 2ld4 ~c5 16 il,,xc5 ,!;í'.xcfí 17 lt:ie3!
.~e6 18 .i:i:adl '1Wc8 19 '1Wa4, con una pe-
quer1a pero duradera ,·entaja (Kar-
pov-Kasparov. Moscú 1984-85, match,
9ª). La experiencia ha demostrado, sin
embargo, que también aquí pueden las
negra~ ofrecer batalla con 18 ... '1Wd7!t
19 Wd3 (19 M %k7 20 bxa5 d4 21 l:d3
ilJ5!) 19 ... '8c4 20 lt:ixc4 (20 "!Wd4 tUxe3!)
20 ... dxc4, con igualdad (Lastin-Bezgo-
dov, Moscú 1999).
En los años noventa, 12 íí.cl ~f8 se
convirtió en la continuaci6n principal.
Por ejemplo: 13 ~l::lxc6 bxc6 14 tt:la4
~di 15 Jtc5 .~xc5 16 lt:ixcfl .:tg4 17
:!.el '1Wa5 18 h3 dlif5 19 '1Wd4! .!:ab8 20
a3 (Kasparov-Ilkscas, Linares 1994), o
bien B tt:la4'.~ %d7 14 tUc5 (Kramnik-
Illescas, Linares 1994), en arn bos casos
con alguna ventaja blanca.
La Defensa Tarrasch continúa jugándo-
se hasta hoy, aunque en raras ocasio-
nes. La teoría de la apertura ha dado
grandes zancadas y ya no tiene su ante-
rior frescura ni representa una nove-
dad: se han descubierto métodos con
los que las blancas pueden neutralizar
el activo contrajuego del rival.
12 ... ..\ke6 13 l:tcl
Si 13 entonces es posible 13 ... d4!
14 tt:lxe6 fxe6 15 .<txc6 dxc3.
13 ... :k!.e8!
"Es inferior la rutinaria 13 ... lk8. ya
que tras 14 lt:ib5 las negras tendrían
que mover uno de sus peones del flan-
co de dama, lo que, por el momento,
no entra en sus plan!"s" (Boleslavsky).
1130
268
14 l:!el
Esto es una novedad. La segunda par-
tida signió así: 14 liJb5 (una maniobra
sin sentido, hecha en base a princi-
pios generales) 14 ... Wd7 15 lí'J5M
~h3 16 tt:lxc6 bxc6 l 7 '1Wd3 Jtxg2 18
~xg2 a5!, con igualdad. La allernativa
es H tt:lc5!? Jii.xc5 15 con una pe-
queña ventaja, tanto después de 15 ...
'i'a5 16 .~d4 tt:lxd4 (o bien 16 ... tí:le4
17 a3 l::ad8 18 e3) l 71Wxd4 :.ac8 18 e3
l:tc4 19 ~d3 I\.ec8 20 B.cd l ll8c5 21 a3,
como de 15 ... tt:le4 16 8xe4 dxe4 17
~a4 '1Wd5 18 ~.xe4 '!Wxa2 19 'li!!'xa2
.~.xa2 20 f3.
14 ... ~d7 15 .\11.c5
Jugado tras 17 minutos de reflexión y
de nuevo sobre consider<1dones gene-
rales, buscando el "posicionalmente
ventajoso cambio de alfiles de casillas
negras". Los comentaristas le han con-
cedido un signo de admirad611 a esta
jugada. Sin embargo. aquí era digna de
considerar 15 liJc5!? Por ejemplo: 15 ...
Jtxc5 16 kxc5 l:!ad8 (no es mejor 16 ...
b6 17 ~d4!, ni 16 ... d4 17 4:Jb5 .~xa2
18 tt:lxd4 .~.d5 19 .:Uxcfi .íixc6 20 '1Wxd7
c'Uxd7 21 J;,xc6 bxcti 22 ,¡te3 i:te6 2:1
na 1) 17 lí::ib5 é2Je4 18 Jtl.xe4 dxe4 19
•;¿jd6 b6 20 .~h3 (pero no 20 .:Uxe8?
'l!!fxe8 21 j)/"d6 lt:ia5 22 Bc7 c2Jc4), y la
posición es favorable a las blancas.
15 ... J;l.ac8
También esjugable 15 ... .:C:ad8 16 .~xe7
Wfxe7. Aquí, el armonioso desarrollo
de las piezas negras compensa sobrada-
mente la debilidad de su peón aislado
en d5: 17 e3 .\ig4 (es interior 17 ...
't!!Vb4? ! 18 a3 '1Wb6 19 8a 4 '1Wb5 20 lt:id 4
lt:ixd4 21 1!1Hxd4) 18 f3 Jtfü 19 .:t:lb5 Ik8
20 t1J5rl4 tt:lxd4 21 tt:lxd4 .\i,g6, etc.
16 .txe7
16 tt:lb5 ~©~h3 17 i.h 1 a6 18 ..lbxe7 Wxe7
19 tt:l5d4 tt:le4, con igualdad (Bonda--
revsky).
16 ... lixe7!
Con intención de :k!.ed8 y d5-d4.
17 e3

Esta jugada le llevó 14 minutos a las
blancas. 17 ii:lxd5?! (si 17 ii:lh5 ó 17
ii:ld4, entonces 17 ... 'W'b4) 17 ... ii:lxd5
18 2l,xd5 era desfavorable, a causa de
18 ... J:l:cd8 19 e4 ii:lb4 y captura en d5.
17 ... J::\ed8 18 'il'e2
Liberando la casilla dl para la torre.
18 ....~g4!
Un desagradable "gancho de izquier-
da". La precipitada 18 ... d4? conduci-
ría a un difícil final después de 19
tí'ixd4 éi:Jxd4 20 nd4 J"í:xd4 21 éi:Jb5
l:l'.xcl 22 ii:lxd4 I J;1xel + 23 'ii'xe l.
1131
19 f3
"Desviando al audaz alfil, y afianzando
las casillas e4 y g4. El peón de e3 est<Í fá-
cilmente defendido. y no es difícil acti-
var el alfil de g2. Aun así, 19 f3 le da a la
partida una agudeza que normalmente
Petrosian eYitaría. Una alternati\'a más
flexible era 19 'iWfl !) (con la amenaza
20 h3 llh5 21 éi:Je2 y éi:Jf4). Después de
19 ... éi:Je5 20 ii:ld,1 'i'b4 21 'i'b5, las
blancas obtienen un mejor final, mien-
tras que si 19 ... l'Zle4, tienen la respues-
ta correcta 20 l'Zle2!" (BoleslaYsky).
Una recomendación muy interesante.
Sólo debo matizar la última \'ariante:
20 ... éi:Jb4 21 f3! l'Zld2 22 l'Zlxd2 'i'xe3+
23 'i'f2 VWxf2+! (pero no 23 ... V!\Yxd2? 24
1kdl V!\Yc2 25 fxg4 éi:Jd3 26 l"íxd3 'i\'xd3
27 éi:Jf4) 24 wxr-2 éi:Jd3+ 25 wfl éi:Jxcl 26
l:!'.xcl ! J::l:xcl + 27 l'Zlxcl .itf5 28 éi:Jcb3! (28
l'Zldb3? !:l'.c8 29 l'Zle2 ~d3 30 ii::!d4 );¡e 1+
31 @f2 1lxe2 32 Wxe2 fl:bl es incorrec-
to) 28 ... d4 (ahora 28 ... .!':ic8?! no logra
su propósito: 29 l'Zld4 ~d 7 30 f4 ;gel+ 31
Ro1us X
We2) 29 f4 bfi 30 @f2, con un final algo
mejor. Si las negras juegan 20 ... éi:Ja5,
entonces después de 21 éi:Jed4! éi:Jxb3 22
éi:Jxb3, también quedan con una debili-
dad fija en d5.
19 ... ~f5 20 l:cdl éi:Je5
Aunque teóricamente las blancas disfru-
tan de una ligera iniciativa, ahora tam-
bién tienen debilidades, y está comen-
zando a producirse un cambio gradual.
Esto no es ya el típico juego de Petro-
sian, su gusto por "marear la perdiz" en
torno a las debilidades del oponente.
cuando se puede maniobrar durante
largo tiempo hasta ver lo que sucede. La
posición \'a haciéndose de doble filo \
requiere acciones concretas.
Spassky había ganado el duelo psicoló-
gico al llevar el juego a un terreno en el
que su oponente se sentía menos segu-
ro. Después de todo, la fuerza de Petro-
sian radicaba siempre en su anticipa-
ción del peligro, y si pensaba que había
tiempo para hacer tablas, las haría. Pe-
ro aquí jugaba a ganar, con 19 f3. v...
jCOmenzó a perder su objetividad! Creo
que se sentía obligado a demostrar que
las blancas pueden conseguir ventaja
en la Defensa Tarrasch, y eso le impidió
modificar su juego como probable-
mente haría en otra apertura. Esto fue
lo que Spassky trataba de conseguir. Su
idea era tratar de que su rival no perci-
biese el peligro hasta que fuese dema-
siado tarde, a la caza de una ventaja efí-
mera, y luego teniendo que batirse en
una penosa defensa, en busca de juga-
das únicas.
21 l'Zld4
Ocupando el punto fuerte en d4. No
era del estilo de Petrosian 21 l'Zlxd!í
l:i:.xd!í 22 J::\xd!í éi:Jxd5 23 e4 l'Zld3!? (me-
jor que la lucha por unas tablas con
23 ... ,\ilxe4 24 'ii'xe4 l'Zlcfi 25 VWxe7
éi:Jdxe7 26 f4 WfB) 24 \lllxd3 éi:Jb4 25 \lllb5
ke6, con excelente juego por el peón.
21 ....~g6!?
Otra jugada provocadora que permite
a las blancas activar su alfil y las invita
a luchar por la ventaja. Era mucho
269
Garv Kasparm '.\lis (;J:'.\J \US PRElHCESORF'>
más modesta 21 ... Ji,<"6, mientras que
'.21 ... ,;¡¡_d7?! era mah1 debido a 22 f4
Ji,g4 23 lxe[J! J,xc2 24 exf6 ~xe3+ 25
;¡,hJ ~g5 26 0dxe2 'i'xf6 27 lí:Jxd5, y
las tres pkzas menores son claramente
más fuertes que la dama.
22 ..\ii.,h3 b'.c4!
Spassh, por supuesro, agudiza el juego
en la medida de lo posible>. Después de
la u-anquila 22 ... Eb8, es dudoso que
las blancas teng-;rn algo significativo.
pero también las negras se habrían pri-
vado ele juego actiYo.
11:12
''[.as uegras corren d ¡xligro ck que-
dar en una difícil posición: la situación
inestahk de su rnrre puede ser un mo-
tivo de varias combinaciones" (Boles-
lavskv). Sin embargo. también las blan-
cas deben t<"ner en cuenta numerosas
posibilidades tácticas dt' su oponente.
Petrosian pensó durante 12 minutos.
23 g4!?
Cno querría jugar de inmediato 23 f4
(a fin de encerrar el alfil con f4-f!1), pe-
ro entonces la' negras tienen 23 ... ,.\ii,h5
24 ~fl ahora, no 21 ... .0.xd4? 25
t'xd4 2G ~xf3'. ~xd+ 27 i'txcl
Jc.xf'.3 28 :Ec7 &b8 (28 ... b5 29 f::xa7 b4
30 i2':b5! ñe8 31 cl:Jd6! :!:!'.e2 32 f;:a8+
'~h7 '.~'.) it:Jxt7 es aún peor) 29 Ltjb5 ~f8
30 f.c7 QJe8 31 con Yentaja blanca,
(esto fuerza
tablas) 26 i2Jxd5 ~xc4 \lflh4!
28 ~xg4 (28 'i<Wfl e !2Jxe3!) 28 ... 'lixg4+
29 'ihl l:í.xd4 30 .:xd4 ~l3+ 31 ~gl
'®'g4+. con jaque perp<"tuo. . 25 ... :ue5!, si 26·;t>h1, ent.onces 26 ...
Después de 23 ~fl. BondareYsky reco-
mendaba 23 ... 'lí!Vb4. Ahora, si el juego
270
lll
prosigue con la posible línea 24 .l6d2
j_h5! 25 a:~ ~a5 26 g4 il.gf. 27 liedl
:.es 28 ~f2, descubrí un típico sacrifi-
cio de calidad: 28 ... l'!xc3! 29 bxc3 t?x4
30 l:e2 'llfxc:'l, con más que suficiente
compensación. Quizá 23 a'.-1!: sea más
prudente, y sólo entonces W4'll, pero
también aquí tendrían las blancas que
manteneP;e cor1Linuame11te alerta ;ll sa-
crificio de calidad.
l ,a jugada de Petrosi;in es pretenciosa,
pero quizá también la más füerte. Aho-
ra se amenaza seriamente 24 f4 y 25
'Llxd5! Dominando el marcador por+ l,
el campeón dd mundo pensó qHe po-
día permitirse jugar de forma má-,
arriesgada y creativa, debilitando s11
flanco de rey. Creo que ni siquiera con-
sideró la posibilidad de perdeL
23 ... llb4!?
¡Otra pronicación! Ohjcth"<tmentc, era
más seguro jugar 23 ... 'lid/! (pero no
23 ... 11'6? 24 M <'L:ic6 25 li:lb3 ~b4 26
·~g2! CiJe7 27 f5 ~h7 28 ¿¡jd4) 24 'i§'g2
'fjc7, con un jt1ego muy complírado,
con tendencia al equilibrio. Pero
Spassky realizt'l una jugada puramente
psicológica, como para encrYar a su
oponente. ¡Oh, esa torre gamberra:
(Involuntariamente recuerdo una ,·íeja
partida entre Tarrasch \ Lasker -tumo
I, pan ida núm. '.'14). l'etrosiau pemú
duran le otros diez minutos, tratando
en vano de encontrar una respuesta a
la cuestión ¿cómo castigar a bs negras
p<ff un juego tan provocador?
24 b3
"l ,a tentadora 24 n no reporta ningún
hendido a cansa de 24 ... c"2íc4'. 25 b3
'í:Jd6 26 [') ~h7 27 'tll'e5" (Bonda-
revsky). Por ejemplo: iL:a-1 '/"idd 29
Ecl:~ h5! 30 a3 ñxa4 é)J bxa4 hxg4. y las
negras están perfectamente.
24 ••. ii:Jc6 25 'l!Wd2 ::;J'.b6
Nadie mendouó la jugada de retorno.
l:bfi 27 Ji'ifl , con suficiente contra-
jnego.
- Brnus X
26 i2Jce2?!
Las blancas comíenzan a perder el hilo
y cometen una omisión táctica. "Cansa-
do por la lucha precedente, Petrosian
omite que a la actiYa 26 fZ::a4 ! las negras
no pueden responder 26 ... 12Jxd4;. 27
exd4 .he6, ya que tras 28 g5 1, perderían
calidad. Sólo quedaría, por tanto, 26 ...
pero entonces 27 ~fl i2Jxd4 28
cxd4 (28 '1Wxd4;.! J:!:e6 29 •xa7 h5: es
más flojo; [aún ei rrujor 28 ... 'f:lr6! 29
•m7h~~g5f2:~3lfi n opone ahora a otro en d4, la columna e
.~d, o bien 31 h4 /6 32 f1 (;. ) está en su poder y las piezas menores
28 ... ñefi 29 tUc5 &txel 30 llxel ·~c7 31
Me5, con opresión posicional" (Boles-
lavskv). Y aunque después de 31 ... bfi
32 .'.ZJct~. "las nt'gras tengan una posi-
ción sólida. sin debilidacks'', (Bonda-
1·evsky), es pt'or que en la partida, v des-
de luego, en tal caso, las blancas no
arriesgaban nada.
26 ••• J1Lh7
~¡Una agudajugada!" (Bokslavsh). Al
rm)\'er el alfil fuera del alcance del ca-
ballo en f4. las negras ím·itan a su opo-
nente a declarar sus intenciones. Petro-
sian gastó aquí otros ocho minutos.
27 í11.. g2?!
"Se ha llegado al momt'nto verdadera-
mente crítico de fa lucha. La iniciati\·a
de la~ blancas en el flanco de rey se ha
evaporado por completo, y su alfil si-
gue siendo malo. Esto es probable que
ejerciese una cierta presión psicológica
sobre el juego ulterior de Petrosian,
aunque en general las posibilidades de
ambos bandos son equivalentes" (Bon-
darevskv). Por supuesto, una continua-
ción más lógica era 27 tUf4 (27 ;l;J1!!')
27 ... 'l>lfa3!? (difícilmente puede ser
ventajoso 27 ... g5 28 lllfr2 h5 29 gxh5
't:ixh5 30 c't.Jf5) 28 ~fl lí:lxd4 29 exd4
con igualdad.
27 ••. :::!:e8 28 lí.:ig3
Incluso después de la mejor 28 cuf1 g5
29 t2Jd3 •a3, sus debilidades comien-
zan a enen·ar a las blancas.
28 ... c'í:Jxd4 29 exd4?!
Petrosian sigue esperando lograr venta-
ja y rctoma, una vez más, en base a con-
sideraciones generales, sin pt'rcihir el
peligro que plantea el debilitarnie11to
de las casillas 14 y h4. Después de 29
'ill\!xd4, la partida probablemente ha-
bría finalizado en tablas.
29 ... ~e6 30 l!xe6 lifxe6
Como podemos ver, las negras han re-
suelto todos sus problemas y el expe1i-
mento üm la maniobra i"!.c4-b4-b6-e6 ha
sido nn completo éxito. El peón ele d!í St'
blancas son pasivas (al caballo le queda
un largo camino hasta e5). Pero lo prin-
cipal es que aquí Spassky concibe un
plan que sl1 oponente sólo detec1a de-
masiado tarde. Las blancas necesitaban
cambiar urgentemente damas o, al me-
nos, las torres, reservándose la teórica
1c11taja de explotar el peón débil de d5.
'.H .!::el
C na jugada reg11lar. Es más precisa '.'\ 1
;.Qf'l'
31 •...¡$¿.g6! 32 ~fl
Petrosian no ve la respuesta negra. Los
comentaristas pensaban que era nece-
sario é)2 Wt2, pero creo que también en
tal caso. la maniobra del caballo a e6 le
habda creado problemas definitivos a
las blancas: 32 ... 'l!Hd6 33 h4 !:i:id7 34
iiofl it:Jf8 35 '11.b5 ~d8 y it.Je6. Damas Y
torres siguen sobre el tablero y la debi-
lidad de d!í no se nota, mientras que las
casillas débiles f4 y h4 y los agujeros en
torno al rey blanco son muy sensibles.
32 ... &~h7!
Creo que después de esta jugada, Pe-
trosian llegó a la conclusión de que po-
271
Gary Kasparov Mis CE.'>:IALES PREDFCESURES 111
dría tener problemas importantes. El
campeón pensó durante nueve minu-
tos, cayendo en considerables apuros
de tiempo.
33 '!lff4
::\3 h4 '!lff6'. 34 h5 c?Jg5.
33 ... ¿¿Jf8
Una continuación coherente con el
plan. Muchos comentaristas recomenda-
ban la ·'más enérgica" 33 ... 'iifhti 34 .!:.c5
l"iJg5 3!) :::;'.xd5 (35 h4 .'.l.Je6 36 'life5 l:d8
37 1.hd5 kí:xd5 38 'lliixd5 fi.;xd4 39
c?Jc2 40 wh3 es confuso) 35 ... ¡¡,¡c6, pe-
ro, por alguna ruón, nadie tuvo en
cuenta 36 .:csr (36 'hli'dfü 11!\Vcl: % I:d6?
V/lc7 37 d.5 l;'.íe5!, o bien 37 ¿¿Jf5 .iLxf5 38
gxf!i IL,xf3+ 39 Wg2 fi;,h4+) 36 ... ~xf'.~
37 '!Wxf3 /L,xf3+ 38 wr2 &..:Jxd4 39 llc7,
con rápidas tablas.
Ahora, sin embargo, las blancas deben
tomar una importante decisión.
34 l:c5?
]eniendo en cuenta Jos apuros de tiem-
po de l'e1rosian. era esencial 34 'lie5'..
logrando tablas después de 34 ... l)l¡'d7
35 '/llYc7 ~e6 36 We5, o bien 34 ... Hí 35
Wxe6+ IL,xe6 36 @f2, mientras que
34 ... ~xe5)1 35 dxeC'i incluso les dai·fa
un juego más satisfactorio: 3!> ... ·~e6
(35 ... :';.xe.5( 36 f4 I;¡e7 37 t3 .:k.h7 '.)8
% lddl d4 37 :2Jf5 .kxf5 38 gxf5
CLk5 39 b4.
Lajngada :'d '&fe:) es e\idente v se su-
giere por si sola. Pero a estas altm as,
Petrosian f1aliía perdido el Lontrol de
la situaCÍÓIL aparentemente ca11sa<lo
y la constante incer-
rxn- la tensa lucha
tidumbre: jugar o no a ganar, jugar a
tablas ...
34 ... kbl!
Aprovechando la ocasión.
35 a4
Si 3!í Wd2 >¡Aff6! 36 'illdl, entonces las
negras podrían replicar con 36 ... !fd8!
37 d:b5 .ílcg6 38 l:xb7 'lle6 m~ llb 1 l:tc8,
con un fuerte ataque. El tipo de posi-
ción que Spassky tenía in mente.
35 ... Cug6 36 ~d2 ~f6
Las blancas se en.cuentran ahora fil
considerables dificultades: la dama ne-
gra ataca tanto el peón de d4 corno el
debilitado flanco de rey, y el caballo
amenaza con saltar a f4 ó h4.
37 Wf2?
La última posibilidad de ddéma era 37
l:ic 1~ lt.Jh4 38 ~g2 11.g6 39 ~r2. Dcspnés
de '.-19 ... b6, la posición blanca es des-
agradable, pero en absoluto está perdi-
da. El caballo negro habría pcnnaneci-
do en h4, mientras que ahora llega a 14
y el ataque se n1elve irresistible.
37 .•• "Llf4
Es sorprendente lo mucho que han cam-
biado las cmas en, literalmente, cinco ju-
gadas. Las blancas no tienen más t¡ue de-
bilidades, mientras que las pieza.~ negras
ocupan posiciones ideales.
38 a5?
Con una falta de tiempo acuciante. Pe-
trosian omite un golpe táctico. La úni-
cajugada era 38 l:í:c:~. aunque tampoco
habría sobrevfrido mucho tiempo des-
pués de 38 ... CiJe6 39 ;t:;e2 h!í'.
l l '.Ir>

38 ... ~d3!
Esto fuerza un desenlace inmt'diato. ''.Ju-
gadas así rara Vt'Z se ven en un match por
el campeonato mundial" (Boleslavsky).
39 t/Jf5
O bien 39 ~c3 'lth4! 40 li>gl ~xfl 41
:&!.c8 ~.b5.
39 ... 'ltg5! 40 t/Je3 ~h4+ 41 li>gl ~xfl
La última jugada fue la secreta. Sin re-
anudar el juego, las blancas se rindie-
ron debido a 42 'Llxfl Sc2, o bien ·12
wxn 'i'h3+ 43 wg 1 :ílxe3.
¡Una victoria muv importante'
Spassky niveló la puntuación y tornó la
iniciativa en el match. "Creó a lo KrrPs
posiciones con activo juego de piezas",
escribió Botvinnik, "v pacientemente
esperó a la quinta hora de juego, pues-
to que por los eventos en que ha juga-
do Petrosian resulta evidente que en
esa quinta hora de la partida es donde
se muestra más vulnerable. Quizá la
única excepción fuese la quinta parti-
da". Unjuego en el que ocurrió una ca-
tástrofe de apertura.
373
B. Spassky-T. Petrosian
Mosrú /969
Cmnjmmalo Afundial, matth, 5" jlrtrtula
Gambito de Dama (D4 I)
1 c4
U na ele las virtudes de Spassh, que va he
mencionado, era que podía ''sacar con
ambas manos", y se sentía seguro en las
más diversas apert1n-as. Por entonces era
suticien te con tener alguna idea escondi-
da o una mejora específica en una va-
riante popular, y ra podías considerar
que estabas listo para la partida. En pala-
bras de Boleslavsh, "Spassh no tenía in-
conveniente en jugar una Apertura In-
glesa. pero tenía todos los motiYos para
pensar que su oponente lle,·aría el juego
a un esquema del Gambito de Dam,t''. Es
decir. a la Defénsa Semi--farra;ch. donde
las blancas tenían algo prcpaLtdu.
BORIS X
1 ... t/Jf6 2 t/Jc3 e6 3 t/Jf3 d5 4 d4 c5 5
cxd5 t/Jxd5 6 e4!
¡Sorpresa! Contra Tal (Moscú 1963) y
Langeweg (Sochi 1967), Spassky había
jugado 6 e3 t/Jc6 7 ~c4, sin nada que ob-
jetar contra 7 ... cxd4 8 exd4. Posiciones
similares, con el peón aislado en d4, sur-
gieron de la Caro-Kann en el encuentro
ele 1966, y también del Gambito de Da-
ma Aceptado, en el match con Rotvin-
nik de 1963. Tigran Vartanovich creía,
de forma implícita, en la solidez de la
posición negra.
"Por supuesto, Petrosian esperaba 6 e'.),
que se había jugado cientos de veces y
para la que estaba perfrctamente pre-
parado. La variante 6 e4 no se conside-
ra peligrosa para las negras. Spassky
nunca la había empleado antes v, natu-
ralmente, el campeón no la tuvo en
cuenta durante su preparación ante-
r·ior al encuentro. Aunque Spassky 110
hubiese encontrado una significativa
mejora, el empleo de esta variante ha-
bría producido el tipo de sorpresa psi-
cológica que, a menudo, es mucho más
importante que la fuerza objetiva de la
continuación elegida. Sobre todo por-
que Petrosian acababa de sufrir una de-
rrota" (Boleslavsky).
6 ... :~xc3 7 bxc3 cxd4 8 cxd4 .ítb4+
En el match Spassky-Fischer (ReykjaYik
1 972. match, 9ª), las negras lograron
igualar con 8 ... t/Jc6 9 ~c4 b5?! 1O .\ll.d3
Jkb4+ 1 1 iul2 .w.xd2+ 12 ~xd2 a6 l '.) a4
0-0, pero posteriormente las blancas tu-
vieron algunos éxitos con 10 .íl.'_.e2! Por
ejemplo: 10 ... \Í>.b4+ 11 ltd2 .\ll.xd2+ 12
'lWxd2 .lib8 13 el!">!
9 .\i!.d2 .ÍLxd2+
Las dificultades del final, después de 9
'~a5?' lO ':lb l ! sil.xd2+ 11 ~xcl2 ~xd2+
12 Wxd2 'iOn bien CO!locidas. desde la
partida clásica R11binstcin-Schkchtcr
(San Sebastían 1912): 12 ... 0-0 B c<!ib!'l 1
a6 14 >~~d'.l ild8 l 5 :mic] b5 ( 1?í ... t/Jc6
16 c,t•e'.l) 16 l:lc7 ilJr-17 17 we'.l ~ffi 18
ét:'Jc?í \1Jd7 19 g4! hti 20 n .'1<.e8 21 g!'J
hxg5 22 fxg:i líJh7 2?i h4 ... (J-0)
l O ·~ xd2 0-0 11 ¿_c4 i/1c6 12 0-0 b6
Garv Kasparov - Mis (;p.:r.\US PREDECL'iORFS
13 l:(adl!
Por t'ntonces t•sta posición no había si-
do lllll\ analizada. \' una de las princi-
pales referencias era la partida Alekhi-
nt'-Euwe (La llava 1937, match, 1W):
13 :.::fdl ~b7 14 ~f4 ;;;[c8 (14 ... ·~fü!?)
15 d:'i exd5 16 ,,l,xd5 'i!!ie7. Más tarde,
las negras cambiaron inco!Tcctamente
en d5 \' las blancas, tras e1·itar con éxito
el cambio de damas, pudieron explotar
la fuerza de su peón pasado (tomo l,
partida núm. l4'í). Pero no mucho an-
tes del match, la partida A. Zaitsev-Pn-
lugainsky ('.)6º Campeonato de la
l'RSS, Alma Ata l 968-69¡ siguió a'>Í:
l:~ ... é2la5'.? 14 .l.d'.> ~b7 15 'i!He3 El.c8
16 J::tad 'i}/fe7, con igualdad.
Es sorprendente que una jugada tan
natural como 13 J::\adl, que inmediata-
mente se volvió la jugada estándar,
pudiese haber sido una inesperada no-
\'edad. basada en una de las preparacio-
nes m<ís la1·gas en la carrera de Spasskv
(;qué tiempos aquellos en que jugadas
así eran novedades'.) . .Juego libre de
piezas. en una posici6n con un par de
peom·' mtí\·ílcs en d1 v e4. convenía
perfectamcme a su gusto\' según las le-
ves de la armonía: tranquilo desarrollo,
luego un golpe en el centro y una po-
derosa explosión combinativa.
13 ... ~b7
El orden de jugada& 1'.) ... .'.í:ia5 14
iib7 elimina una ,·ariante que podía
haberse producido en la partida (véase
la nota a la siguiente jugada blanca),
aunque también aquí, además d<" 15
l::ífe 1 v 15 ~f4 (Jalifman-Karpov. Dos
274
lll
Hermanas 199'.'\), es posible .E) d3!;.
con posibilidades de apoderarse de la
iniciativa: 15 ... cxdf> 16 e3 cH!? (en el
libro FJoris Spassky \ 300 H'ius se reco-
mienda l 6 ....i.c8 17 11!\l'f4 hti. pero de>,-
pués de 18 ¿Lid4 v llte 1. las blancas tie-
nen una duradera compensación por
el peón) 17 &..Jxdc!l ~d:) 18 '/iíig!í
! Lcv-Ona1, flaifa 1989), u bien l :"i ...
·~e7 l6J;:'.fel 6ad817~2Jd4g6 l8'&h6
eü 19 ct.Jc2 (Lamier-Kasimrizhancn»
Wíjk aan Zee 2002).
14 ~fe]
Otra interesante idea cs la que surge
con 11d:í1tia515 dxeti!? (l!í 'º~td3-véa­
-;e comentario anterior) 1'.) ... íl!xc.f
(l5 ... 'l!ixd2? 16 ext7+ ;;i;h8 17 ,;::xd2
'iJxc4 18 0'.Jxc4 .<ixe4 19 t/je5. ganando\
1() exf7 + ';Í;lh8 1 7 ·~xd8 l'(axd8 18 J':ixd8
;;!,xd8 19 e5
119>7
Diagrama de análisis
¿Cómo neutralizar a los peones blan-
cos? Si l 9 ... 1'.xf'.1?. entonces 20 en: Bo-
leslavsky analizó 19 ....Lc8?'. 20 ::;.el g!i
21 h4?! ñ!H: 22 e6 .;,Lxeü 23 uxeti ;;xf7,
con probables tablas, pero las blancas
pueden ganar con 21 é'iJg'í! ·~Jxe?i 22 f4
h6 2o l:lxe5 :Gf8 24 o bkn 2::1 ...
.li.d7 24 :&.c7 ( d5 l hxg5 2r> ,i'hd71
Sólo queda 19 ... Z:ic8', y después de 20
eG: ,~d5 21 "Llg5 CL;d6 22 l:d 1 ~xdi
(22 ... ltxa2? 23 h4 +-) 23 tl:;xdí (o
bien 23 f8~+ ~xf8 24 &;:Jxe6 t'i.c8) 2'.l ...
:2Jxf7 24 h3, las negras están obligadas a
luchar por las tablas en un final infe-
rior. Por ejemplo: 2,1 ... 2!í ::'.d7
nc8 26 l:!xa7 l:!.xe6 27 ~'.Ld8 28
i:::xd8+ etc.
14 ,.. tk8

14 ... t2.Je7?! no es del gusto de todo el
mundo, después de 15 d5 exd5 16 exd5
!2Jf5 17 'L:e;">! ¿;jdfi 18 .:cic6! (Petro-
sian-Korchnoi, 11 Ciocco 1977. match,
6ª), pero era posible 14 ... t2Ja5 Eí .k d3
ñc8 (15 ... 'llá'd6!?: Boleshmkv) lfi d5!
exd5 .17 e5! .:cic4 (\éase come1;tario a la
jugada 15 de las negras).
15 d5!
Rt·plica in~lantánea. Mientras que Pe-
trosian rdlexionó durante casi 13 mi-
nutos: va que tenía que romar aquí una
difícil decisión.
15 ... exd5?!
Por supuesto, Tígn1n Vartanm·ich con-
sideró 15 ... i1:Ja5, y vio las tablas que se
prnducirían · de 16 dxefü!
~xd2! (no 16 ... l 7 exf7+ Wh8
18 ~xd8 !kxd8 19 J:.xd8 l:!:xd8 20 ó
con velllaja decisiva) 17 exf7+ ;Xfh8 18
·?ixd2 .'.'i:;xc4 19 .;::oxc4 i!í:xd 20 e:'J JÍlcW
21 e6 .\he6 22 :::xe6 1\c7 23 ~e8 J;cxt7
24 :i:xf8+ l:x18 25 ad7 a5 26 .::.b7 .:c8
27 g'.~ 6g8.
Pero también vio un agudo sacrificio
de pe<Ín: Hi i&.d3! exd5 (las negras no
]otrrnn igualar con 1fi ... 'i!!í'dfi 17 dxefi
" , .
i!'xefi' 18 éZJd4 ~e5 19 :ZJfi. o bif'n
17 ... fxeG 18 l1.b5! ii'xd2 19 17
e5! tZlc4 18 que no le atraía. Cier-
tamente. en una partida posterior. Po-
lugaieYsky-Tal, las negras sufrieron_ una
espectacular catástrofe. tras omitir la
mejor defensa. 18 ... .!!c6! (partida
núm. 320). Al decidir evitar estos peli-
gros. el remedio de P<'trosian ('' [>('Or
que la enfrrn1edad.
BORIS X
16 ~xd5!
Las blancas también habrían conserva-
do alguna ve1mtja con la co11ti11uaci<Ín
Hi cxd5!? ci:Ja5 17 J(d1 '~d6 18
.'!nl8 (18 ... h6 19 &~c4 'iig6 20
d.fd8 21 d6; tampoco 18 ... il'hfi?'. por
19 d6) 19 ~d3l ~h61 20 ~f5 .h8 21
'&'f4 rn 22 t2:Je6 'lM1xf4 2:~ t;Jxt4 ~d6 24
~d3!: Pern lajugada 16 .ixd:">! es mu-
cho más tentadora: este alfil es tan fuer-
te que, antes o después, las negras ten-
drán que c.1pturarlo en d~), con lo que
las blancas lograrán un peón pasado en
esa casilla. ¡Para Spassky jugar posicio-
1ws así era puro placer!
16 ... lt::Ja5?
Ahora el caballo quedará desplazado en
la banda durante mucho tiempo. \ la
posición negra se n1elve realmente difí-
cil de defender. Korchnoi recomendaba
16 ... 'i!!!e7 17 ~f4 (también habría qw·
examinar 17 e5) 17 ... h6, pero. según
Boleslavsky, "esto es deses¡)f'r·ado, en \'is-
ta de la maniobra l8 l2Jh4! v i.iJf'i-d()".
aunque después de 18 ... Wic7!, las blan-
cas tienen que seguir buscando la \'enta-
ja: 19 e5! (19 ~g4 cl::ie7!; l!J 'liftxc7 &~xc?
2() ·'.2Jf'i 1'1:Je7 con igualdad) J9 ... ,;U' I
(19 ... c?id8' 20 i:2'JfS!) 20 Ásb:)! l::cd8 21
l:Idfi!, etc. BoleslaYsky sugirió 17 ...
con idea de 18 .:cih4 'i'c5, pero te-
mía 18 h4, aunque después de 18 ... h6
( 18 ... c?Jd8? 19 é'i:Jd4 !J 19 h5 J;.d8, las ne-
gras pueden defenderse con éxito.
Las negras también podrían haber con-
siderado la inmediata 16 ... Wici'' 17
J::l.cl '~cí ( Horis Spas.1ky '.I JU() Wins), o
bien 17 h6 18 \\\i'g4 fi.Je/ 19 ;ixl4':
(poco se consigue con la símpliticacíó11
19 i!.. xb7 'lM1xb7 20 l:Ic17 d:c7, o bien 20
e5 ncd8 21 c6 l'.txd 1 22 Rxd 1 ~c8)
19 ... ::!cd8' ( 19 ... xd.'i?! 20 exd5
ilcdEF 21 'lle6!; 19 ... tZlxd.'i) 20 ii:;C'í!
'il!Vc3 21 exd5) 20 :le l el aparen-
te golpe tác1ico 21 rxe6 22
~xefi+ wh7 23 Wixc7 .íli.xd5 24 exd!'í só-
lo conduce a tablas: 24 ... i::Lfe8! 25 'W't7
.id'.f8 26 'l-We6 'lM1f4 27 :1c2 (27 i'tfl
27 ... ~Wd4 v 'lM1xd5.
17 il'f4! ii'c7
Garv Kasparm - Mis (;t'iL\LES PREllt.CFSORVS
O bien 17 ... fie7 18 tt:id4! En este mo-
mento Petrosían había consumido más
de una hora, mientra-; que Spassky, sólo
21 minutos.
18 fif5!
Evitando el cambio de damas, en ;malo-
gía con la partida Alekhine-Euwe. Des-
pués de una reflexión de 10 minutos,
las negras aceptan lo inevitable.
18 ... ll~xd5 19 exd5
11'.~9
"Después de 19 ... &~c4 (para trasladar
el caballo a d6) 20 éi:Jg5 g6 21 fih3 h5
22 tLie4 ll:Jd6 23 L'í:\fO+ ~g7 24 , el
ataque blanco es decisivo. Tampoco
tiene éxito 19 ... 'i'd6 (pues es bien sa-
bido que la dama es un mal bloquea-
dor), ya que después de 20 li:lg5 'li!Yg6
21 fixg6 hxg6 22 d6! li:lb7 23 d7 l:l'.cd8
24 J:e7 li:lc5 25 l::td6 L'í:\b7 (2S ... f6 26
li:le6!) 2fi l:.c6 126 ':,.d5.'?. G. K.) 26 ...
L'í:\c5 27 l:.c7, y si 27 ... m. sigue 28
Jlxc5!" (Bondarevsky).
20 fif4!?
Conservando las danias, aun a costa
del peón de a2. Spassky consumió 20
minutos en esta jugada. Por supuesto,
dudaba. La solución técnica 20 'i'xc2!
~xc2 21 l:!.e7! :xa2 22 J:!.xa7 ac2 2g d6
era buena. Por ejemplo: 23 ... l:;'í;cc8? 24
d7 ll:.h8 2fí li:Jd4 (Bolesla\'sky) 23 ...
h6 24 o bien 23 ... J:!.d8 ~4 li:lg5!
(no 24 l2ie5 J:!.c5! 25 f4 L'í:\di) 24 ... '~c6
(24 ... :í:c.7 25 f4!) 2S .lk7 f6 (25 ...
4:Jb4 26 B:b7) 26 li:lf7 J:a8 27 g4 lllb4 28
rl.b7 li:lc6 29 d7 tt'ld8 30 ~a7! .::tb8 31
li:ld6 h6 32 :i:tel, y las blancas ganan.
276
111
Pero el aspirante tomó una decisión
más creativa: al amenazar con un ataque
al r<'y, era posible ganar aún más rápida-
m('nte.
20 ... Wxa2
En opinión de Geller, era más tenaz
20 ... .!lce8 21 d6 :xe 1+ 22 ;::t:xel 'i'd3
(no 22 ... Wxa2? 23 <l7 'li!Yd5 24 'i'c7),
aunque también aquí, <lespués de 23
.'.'i;d4 i°Llb7 24 h3'., las cosas serían difíci-
les para las negras.
21 d6! :tí.cd8 22 d7
'"El peón pasado, tras alcanzar la sépti-
ma fila, ata ambas torres. La posición
negra es desesperada" (Boleslavsky).
Sin embargo, aún cuentan con algunas
posibilidades prácticas.
22 ... 1Wc4
En caso de 22 ... 1Wc2 23 .::tcl ! 'i'd3'. (si
23 ... 'llib3 24 ~c7 ~b5, las blancas ga-
nan con 25 :Ce7! h6 26 liJeS. o bien
2'.> ... li:Jb3 26 :!:!:ce l) 24 l:ted1, la posi-
ción negra no es mejor que en la parti-
da: 24 ... '!Wb5 25 n'.c7 1 (25 '!Wc7 'litfü 26
'!fllxa7 es más lento) 25 ... afi (2S ... c'2Jc6
26 'li<l6!) 26 "1We4 (26 'Wd6l?) 26 ... cl.lb3
(si 26 ... '1Vb2, entonces 27 li:lg5 g6 28
fie7!) 27 li:le5 L'í:\c5 28 '1Vd5 + . . , o bien
24 ... 'ilb3(e2) 25 'i'c7! fie6 26 l:!.d6
YWf5 27 J:e 1 ! h6 28 J:!.dd 1 (con la ame-
naza 'l?Hxd8!) 28 ... '/i'('!} 29 Wxa7, etc.
23 Wf5! h6
Después de 2~1 ... 'll!Vc6 24 ilíe5 'i'e6, era
posible jugar a sangre fría 25 'i'xe6
fxe6 26 'fJ.cl (Fritz), pero yo prefiero 25
Wic2 (amenazando 26 Wc7 a6 27 tLíg6:
'l?Hxg6 28 Wxd8) 25 ... 'i'f6 26 Wic7 J:la8
27 l:!.e3! Wid8 28 'ií'd6, o bien 25 ... b5
26 'li!Yc5! ~b6 27 Wd5, con abrumadora
ventaja.
24 l:cl ! 'ií'a6?!
24 ... 'l!!Va4 era más tenaz, con la espe-
ranza de 25 li:le5 ffi!, aunque después
de 25 J:l:c7! las cosas, cu esencia, no
cambian. Por ejemplo: 25 ... ati 26 \llí'd5
Wb'.'l 27 ~d6 Wb2 28 h3, etc.
25 l'J.c7 b5
- BoR1s
1140
26 [2Jd4?
Una jugada de apariencia nalllral que
pasó la censura de mnchos comentaris-
tas e incluso el lnformatm-(núm. 7. 488)
y el libro Boris .~j1a.uk\' \ 300 Wim, acorn-
pañada de un signo de admiración. En
realidad, se trata de un error que pone
en peligro la \ÍCtoria de las blancas. 26
l:i:e8! IDb7 (26 ... 'll#d6 27 .:tc8!) 27 í:c8!
habría sido decisi\'O, Por ejemplo: 27 ...
\\Val+ 28 IDe l \\Vd4 29 'i'xb5. o bien
27 ... Wa4 28 h3'l!Hd1 + 29 '>Ph2 Wd6+ 30
tL:Je5 f6 (30 ... 'i'f6 :n 'i'e4) 31
31 ... fxe"5 falla por 32 :cxd8 1
l:l'.xffi+ y .bh8++.
Aquí puede verse claramente la dife-
rencia entre el pensamiento humano y
el cálculo de computadora: el humano
no quiere permitir el jaque en al, para
no tener qne recurrir a la antiestética
IDel, mientras que a la máquina, tales
bagatelas, sencillamente, no le preocu-
pan.
26 ... 'i'b6?
Aparentemente desmoralizado, Petro-
sian no \'e una inesperada oportunidad
de salvación: 26 ... 'i'd6! 27 fiJxb5 \!fd2
28 J:ifl l/:JM! 29 l:!:xa7 1Dd4! 30 l/Jxd4
i'Wxd4, "y no es fácil para las blancas ex-
plotar su poderoso peón" (Boleslavsky,
Bondarevsky). Yo habría dicho: no es
t'Il absoluto fácil (debilidad de la pri-
mera fila). Por ejemplo:
1) 31 .í:í:b7 llb8! (31 ... g6 32 Wb5 wg7
33 .!:!.el! no está claro) 32 ~c7 (después
de 32 ¡;¡xb8 l:l.xb8 33 J:e 1 g6, el peón de
d7 cae aún m<"is rápidamente) 32 ...
llb6 33 .!:el J:tfü 31 WUc5 'l*Vxc5 35 l:xc5
ad6 36 ::c7 l:td8, con tablas.
X
2) 31 rl,c7 g6 32 'ilil'b5 <Jig7 33 lle! ('.)~)
l:fcl f6!) 33 ... l:!b8! 34 'li'e2 (34 ;¡;tc4
:xh5 3?'> l:xd4 1:';:d8. y luego Sb7 '~Í'fi.·
e7) ~)4 ... l:lb2 35 Vf3 .lt.d2 ¡35 ~)7
!'!.e7 l:Wfü '.)8 '!We3 .::;:d 1+ 39
27 I!c8!
Ahora no hay defensa.
27 •.• !L:Jb7
Era totalmente malo 27 ... Wxd4? 28
:t:lxd8 .:xd8 29 l:l:e8+, o también 27 ...
b4 28 .::;:es! tl'xd4? 29 ¡:¡xf8+ !!xtR 30
.:'.xf8+ '>Pxf8 31 '!Wc5+!1 i'Wxc5 32
míentras que después de 27
sencilla 28 .b.xd8 'il:!'x(l8 29
decisiva.
28 tík6 it.Jd6 29 tl:lxd8 !
Un elegante golpe ejecutor.
29 ... l1Jxf5 30 l'Lic6
Las negras se rí11dícron.
Spassky tomó la dclamera en el
\ marcador del encuentro.
"Despué·s de la partida", csuihc Bon-
darevsky, "algunos maestros me pregun-
taron: '¿Dónde cree que cometió Petro-
sian el error decisivo?'. Esta cuestión me
parece que dt>fine rnuv bien el juego de
Spassky, que ganó en excelente estilo".
Eso es cierto, pero tras un rniuucíoso
análisis, podemos \'er que la partida no
está exenta de serios errores. El prime-
ro es 15 ... exd5?! (eludiendo un deba-
te crítico de apertura); el segundo,
16 ... ?..Ja5? (una violación de los manda-
mientos de Tarrasch), y el tercero, fatal,
2fl .. , 'il:!'b6?, en luga1- d~ 26 ... 'il:!'d6! A su
vez, las blancas también podían haber
evitado concederle a su rival una última
oportunidad, jugando 26 .t!.e8!
En conexión con estas deshunbran-
tes \'Íctorías, recuerdo una reciente res-
puesta de Spassky a la pregunta de qué
le había permitido derrotar en los se-
senta a los más fuertes jugadores: ".Vli
fuerte era el medio juego. Tenía buen
instinto para los momentos críticos de
la partida. Esto sin duda compensaba
mi falta de preparación de aperturas y,
posiblemente, un juego no del todo
2íí
perfecto en el final. ¡En mis partidas las
cosas no solían llegar al fü1al!''.
En mi opinión, la cuarta y qninta
partidasjug<mm un papel decisi\'O en el
match. aunque. por -;upucsto, Spassk\
debería superar ~1ún mm1c-rosos proble-
mas en las partidas posteriores. Tras ga-
nar la octarn. disfrutó de una ventaja
abrumadora en la nm·ena, pero la dejó
escapar en la reanudación. Cumo Borís
Vasílieich me dijo. de repente' se en-
contró sin energía: se sentía tan cansa-
do, que incluso ofreció tablas en 1ma
posición claramemc superior. Luego.
sintiéndose indispuesto, perdió dos par-
tidas seguidas. El resultado del match se
había igualado\ tenía que empezar de
ll\lt'\'O.
Las cosas tomaron entorn.:<>s un cur-
so distimo: en la 14" partida, el aspirante
se equiYocó y sólo pudo sah~irsc de mila-
gro despu{s del aplazamiento. En la 1'.)"
\ 1:)' partidas, tras l e4 e:) 2 c;ljf) c'i::fü '.)
d6 t .i:J:1 :,~e l. Spassb clígiú la
inonia .·, ~e2. "El hecho de c¡ur· con
blancas en la lkknsa Petrm· -una aper·
mra en la qtw las blancas pueden obte-
1wr un acti\'o juego de piezas- cambia-
sen damas inmediatamente' para llegar a
una posicüín cerrada Y sin posibilidades.
haciendo tablas en tomo a la jugada '.:W.
es un misterio qut' no puedo explicar-
me". escribi{i Bon·inník por entonces.
Poco después. el mistf'1in foe explicado
por BondareYsk\: "La depresión que
sufrió SpasskY despt1t'S de la 1rn1·ena par-
tida aún 110 c·naba superada. En un esta-
do así. ,;tiene algtín sentido buscar Y<l-
riames agudas~ ¡El tiempo dt> las batallas
decisi1·as aún no había lll'gado!''.
1\sí pues. :qué papel jugaron las
partidas cuarta 1· quinta~ Después de
estas partidas. Spassb comprendiú
que podía 1· debía ganar el match. Eso
le dio confiauza: ;por difícil que pu-
diera resultar. esta vez era posible! La
st'nsaciún de des~istre que parecía des-
prenderse de Petrosían. entre la cuar-
ta v la novena partidas. planeaba sobre
el escenario. El último tercio del
match re<oultó ser cata>trófico para él:
perdió ffes partidas con negras. una
tras orra. De modo que la superiori-
dad de Spassky en el primer tercio aca-
bó reflejando la verdadera relación de
fuerzas. En el segundo tercio, tanto t'I
elemento psicológico corno las reser-
1·as de energía ejercienm su efecto. p('-
ro cuando los cansados oponen tes se
acercaban a la recta final. todo \'oh·ió
a ocupar el lugar que correspondfa.
:\q uí hay otro misterio: ¿por qut"·
abandonó Petrosían la Defénsa PetrO\.:,
En la 17ª y 19ª JXfflídas, pcrdiú nm una
Ikfrnsa Siciliana. y ('11 la '.:'I' con 1111a
Ruv Lúpe1.. Es ckcir. con .ipertnras no
habituales en su repfflorio. 1!ablando
e11 general, en este match hubo un pas-
moso 11úmcro de Sicilianas por parte de
Petro.sian. ;Algo, desde lut'go, mu1 extra-
iio'. ¿Dónde estaban s11s tm o ritas France-
sa \' Caro-Kann? Un misterio sumido ni
las tinieblas ... Aun así. tratemos de subir
el telón. al menos 1m poco.
"Esperar que Spassk\· 1·oh·iesc a op-
tar p<ll' una con tilluaciún inoknsil'a
hubiera sido demasiado optimista". t'S-
críbe Boleslal'sh en sus notas a la 17"'
partida, "y la Delt·Hsa Petro\ no 1·, una
de esas aperturas fiahks que puede t'lll-
pkarsc regularmente. !'el ro.sía 11 deci-
dió presentar batalla\ entrar en 1tnjue-
go complicado con posibilidades para
ambos bandos. Así que eligi(, la Varian-
te Paulsen, como va había hecho t'tJ la
primera partida".
Ésta pal't'ce sel' la cla\·e de todo el
problema: ¡su éxito en la primera parti-
da desorie11tu a Petrosia11~ l'ensalxt que
Sp<Lssk\ podría perder en algún momen-
to el hilo del juego, ccdn b iníciaü\·a. es
decir, decic\iú que su oponente 110 j t1ga-
ba con d suficiente aplomo cintos es-
quemas de la Siciliana Abierta. Segma-
mentc eso explicaba que, lantu en el
match de 1966. como en los de Candi-
clatos, Spa.ssh sólo h11biescjugado b \'a-
riante Cerrada (a la que Tigran Varta110-
vich 110 temía eu absoluto, pues en ella
las negras tenían bnenas posibilidades).
Parece que esta irn¡Rc>iún sma no dej6
en paz a Pctrosian, y eso le hizo cn11c('-
bir un plan incorrecto para t'I match:
tratar de ganar tambiC:·n con 1wgr;1'.
Pero Spassk\ refutú brillalll'1'lli('l1te
ese plantl'amit•nto. si11 concnkrk ;; su
 Bo1us X

oponente la menor posibilidad, ~· ganó 374

el match antes de tiempo ( 12,5-10,5),
proclamándose así décimo campeón B. Spa<>sky-J. Penrose
del mundo. Palma de Afollmrn / 9()9
Treinta aúos müs tarde, Boris Vasi-
lie\'ich recordaría sus luchas con Pe-
trosiau con su característico sentido
del humor: "'En el primer match, arre-
metía contra él todo el tiempo. como
una especie de tigre joYen que acabase
de estrenar sus y eso era Jo que
Tigran quería. en el segundo
match, comprendí que contra él había
que actuar como un oso, \' comencé a
presionarle con mis peones, cosa que
no le gustaba. Creo que perdió el
match porque se dio cuenta de que.
aunque gobernaba, no tenía un poder 37 ~xc5! ! dxc5 38 'l*i'xe5 l2:Jg8
cfectinJ, y que había llegado el mo- Después de 38 ... 'ii4'd6 39 ~xd6?! ·-uxd6
mento de entregarle el poder a al- lO e5 :21f7 41 .iRe4+ 42 d6 _1kxe4+
guien rnásjoYen" 43 c1:.ixe.i i1.Jc6'. 110 43 ... ~c8: H
d7 ¿ue7 45 + -) 44 efi •ufe5 45
El primer ganador del Osear l~d'.3 46 e7 :i>f7 47 éí:lffi éuxe7 48 dxe7
•/;;;xc 7 19 iL\g8+ ~t8 !'íO éí:lxh6 (iJcl, las
La Asociación lrncrnacional de la negras se salvan de milagro. Si11 embar-
Prensa Ajedrecística (AJPE), fundada go, la avalancha de peones es irresisti-
en l 9fi8, le concedió el Osear al mejor ble después de 39 '!Wa 1! 40 e;)!
jugador del año. nwdíanle una encm'>.-
ta entre los periodistas más destacados, 39 W4'b8 1Jef6
grandes maestros escritores\' direniYos
Sí 39 ... ';/j('f, entonces 40 ·;i>f2: ( 40 e!í?:
de la FJDE. :!\o hay que decir que el ga-
0xd5, con igualdad) 40 ... ii::íc8 41 e5.
nador de los dos primeros Osear ( l 968
etc.
y 1969) fue Spasskv.
Sus convincentes triunfos competi- 40 &¿'\f5
tivos fueron acompa11ados de notables
'\o, por supuesto, 40 e5? l2Jxd5!
logros creativos, tal !' como se 1dkjó,
en \'arias ocasiones, en la lista de "las 40 ... t:Ce1
diez mejores partidas" que inclme la
pu hl ícac iú11 se mes 1ral J njornwt ur. Ahora sigue otro bonito sacrilicio.
Spassky consiguió d primer lugar de
esa lista en tres números sur·e,ivos 8 11~~

y 9), gracias a las espectaculares derro-

tas ínflígídas a Petrnsian (Moscú l 969,
l 9" partida). Penrose (Palma de !\fa-
llo rea 1'hi'l) \ l .arsen (Bel grado 1970,
A1atd1 rM Stff/o, segunda ronda).
Ya IH' mencionado la primera de es-
tas partidas (comentarios a la.jugada 8
de las negras en la partida núm. 346),
mientras que l<l segunda conlinuaba la
línea combinati\«l Rronstcin-Tal (tomo
11, nüm. 28 l). con idea de crear rn1a
avalancha de peo!H's. 41 iúxh6!
Gary Kasparov - '\1is (;E:--TIAIES PREDECESORES
La única forma de ganar. La precipita-
da 41 e!'>? se refuta con 41 ... lt:Jxf5 42
gxf5 g4! 43 ~e2 ltJxd5!, mientras que
después de 41 lt:Jxe7?! Wixe7 42 e5 ti:le8
43 .lile4+ wg:7 44 .~g6 CUc7 45 Wixb7
WixeS, y en caso de 41 CUd6, sígue 41 ...
il.c8! (41 ... il.a6?! 42 e5) 42 e5;f
0xhfJ!, y las cosas distan de estar claras.
41 ... él:Jexd5
41 ... Wxh6 también pierde de manera
forzosa: 42 Wif8+ wh7 43 'l!!Vt7+ Wh8 44
'l!!Vxf6+ wh7 (44 ... wg8 45 'l!!Vxg5+) 45
Wt7+ wh6 46 e5.
42 cxd5 @xh6 43 'lWf8+ 'lWg7 44 'l!!Vxc5
0d7 45 'lWd6+ @h7 46 e5! @h8
46 ... Wixe5? 47 'lWxd7+, o bien 46 ...
0xe5? 47 il.e4+ Wg8 48 'lWb8+.
47 h6 'l!Wh7 48 e6!
Los peones barren todo lo q¡ue se en-
cuentran a su paso.
48 ... 'lWc2+
Si 48 ... tiJH:i, las blancas ganan con 49
Vb8+! ( 49 Vf8+ tt:lg8 50 lt>g3 ..txd5! 51 . Nimzovich, Marienbad 1925).
~.xd5 Wic7- es impreciso) 49 ... 'lWg8
(·19 ... &2:Jg8 50 'lWe5-r) 50 Wixb7.
49@g3
Las negras se rindieron. No hay buena
respuesta.
La mayor sensación, sin embargo,
fue c-ausada por la miniatura que
Spassky le ganó a Larsen,jugada no en
cualquier sitío, sino nada menos que jugó Fischer contra Tukmakov y An-
en el marco del histórico iv1atch del Si-
Rlo, URSS-Resto del Mundo. El desa-
rrollo de la partida fue prcsenc-iado por
más de dos mil espectadores.
375
B.Larsen-B.Spassky
liPlgrado 1970
l/RSS-Resto dPl Afondo
Apertura Larsen (AO 1)
l b3 e5
No nmcho antes de esta partida, Lar-
scn había derrotado espectacularmen-
280
Ilf
te a Kavalek (Lugano 1970) después de
1 ... c5 2 il.b2 c[)c6 3 c4 e5 ·1 g3 d6 5
Jlg2 tt:lge7 6 l"3 g6 7 é2lt'2 ihg7 8 ftJbc3
0-0 (8 ....\1Le6!) 9 d3 ~e6 l O t'tJd:"l Wid7
11 h4! f5?! (11 ... h5) 12'lWd2 l!!'.ac8?! 13
h5 b5 14 hxg6 hxg6 15 •'Llec3 bxc4 16
dxc4 e4 17 0-0-0 lt:Je5 18 ti:lf4 l:!.d8 (si
18 ... g5 19 lllxe6 tt:ld3+, entonces 20
•xd3! exd3 21 lt:Jxg7 wxg7 22 i'Z:id5+
wg6 23 ganando) 19 @bl .-\kt7?!
20 g4f, etc.
2 ~b2 él'Jc6 3 c4
No es mejor 3 e3 t;Jffi 4 lt:if3?'. e4 5 CUd4,
como ensayó Larsen contra Parma y
Ledic (Vinkov<Í Hl70), debido a 5 ...
.i.cs 6 lt:ixc6 dxc6 7 i'Z:ic3 etc.
3 ... t2:Jf6 4 él'Jf3?!
Aquí podemos ver la influencia de Nim-
zovich, quien tras l e4, introdujo 1 ... c5
2 i'Z:if3 illf6?!, por ejemplo: 3 e5 ~ud5 4
ll:ic3 illxc3 5 dxc3 b6? 6 .~d3? (6 e6!; 6
~c4!?) 6 ... il.b7 7 ~J4 'lWc7 8 ~g3 (8
'lWe2!) 8 ... e6 9 0-0 ~e7, etc. (Michell-
Pero ¿vale la pena enu·egar tanto espa-
cio al oponente? Poco después se pon-
dría de moda la siguiente línea: 4 e3!?
(4 g3 d5 ~) 4 ... d5 5 cxd5 ti:lxd5 fi a3
.\t'. cHi (Larsen-Spassky, Leiden 1970),
4 ... clfi :J i'Z:ic'.1 g6 6 tt:lf3 Ji.g7 7 d4 J'.G
(Larsen-Portisch, Olimpiada de Sie-
gen 1970), o bien 4 .... ~e7 5 a3 1, rnú10
dnsson (véase tomo IV).
4 ... e4 5 0d4 ~c5 6 ft:Jxc6
6 e3? ~í'.i~xd4 7 exd4 d5 es favorable a las
negras (Larsen). Sin embargo, ya tie-
nen un juego muv cómodo en cual-
quier caso.
6 ... dxc3 7 e3
7 d4 exd4 8 'lWxd3 Ve7!
7 •.• il.f5 8 i'Wc2 !'We7 9 1Le2
9 d4 cxd3 10 .lkxd3 1Lxd3 11 'lWxd3
J:d8, etc.
9 ... 0-0-0 lO f4?

El único error grave de las blancas, que
ahora se encontrarán con una especta-
cular refutación. "Larsen, obviamente,
esperaba seguir con 11 ..\li.,xf6 '1Wxf6 12
ti:lc3, pero esta idea no llegará a reali-
zarse" (Spassky). . 13 hxg4
En opinión de Krngius, "era esencial 10
l2Jc3, seguido de 0-0-0", aunque des-
pués de 1O ... :!!d7! 11 0-0-0?!, las negras
tendrían clara ventaja. Es más intere-
sante la recomendación de Larsen, 10
a3t?
10 ... l2Jg4!
Explotando de inmediato la debilidad
del flanco de rey enemigo.
ll g3
No era mejor 1 1 'lih4+ y 'i'xg4
(Larsen), ni 11 0..() l21'Llxd2 (12
'i\'xd2 JRxe3+) 12 ... &~xe313 '/Wcl <Llxfl+
14 @xfl 'il'h4! 15 g3 'l\!Vxh2 16 @el e3
(Emrns), ni tamporn 11 l:hg8 12
JRb2 {12 '!Wb2 ~xe3!) 12 ... <Llxe3' (lo
más sencillo) 13 dxe3 'll!\'h4+ 14 .::1xg3.
con demoledoras amenazas.
1143
11 ... h5!
"Eligiendo el camino que no le deja la
menor opción a las blancas", escribe
Spassky. "11 ... J;xd2 parecía tentador,
pero después de 12 <Llxd2 'Llxe3 13 'il'c3
:l'í:d8, la tarea de las negras hubiera sido
más complicada''. Como también sería
el caso después de 12 ~xd2 l'l.d8 13
j,,xg4 ~l!Lxg4 14 d4 ( 14 'IW c2? .!:!.d l +)
14 ....~b4 15 <llc3 e!'>, etc.
12 h3
12 <Llc3 .l:l:xd2!
BORIS X
12 ... h4!
Sacrificando pieza, las negras entran
en la posición enemiga.
"Larsen pensó durame una hora sobre
esta jugada. Pero ya no había forma d<:
salvar la partida: 13 ,í!íxg4 .~xg4 14
hxg3 15 .!':.g 1 ::r:h !! 16 l:l'.xh l g2 17
'ifh4+ 18 'J;>e2 19 >!iel
20 @e2 '!Wf3+ 21 JRe7 (21 ...
Jl,xe}!: G. K. ), con mate inevitabk, o
bien 20 @d l 1ií'f2 21 iVxe4 iVxg 1+ 22
~c2 ~f2, ganando" (Spassky). Aquí
también gana 22 ... JRxc3! lJna variante
similar es 18 ~di ~f2 19 Wxe4 'i'xg 1+
20 Wc2 'ilff'2 21 iVf5+ @b8, etc. (Emms},
o bien 20 ... JRxe3! 21 1Wf5+ :::td7.
Además de IS ... l:Ihl!, también es posi-
ble 15 ... .l:lh2 (Larsen). Por ejemplo:
16 ~c3 ( 16 :!:ixg3 'lih4; 16 tí':;c3/a:i/
lixe'.·I!) 16 ... Wh4 17 ~di (17 t'Lla3
1ií'xg4) 17 ... ~hl 18 llxhl 'i'xhl+ 19
Wc2 g2 20 <Lla3 'l!!!'xa 1 21 ..lkxal
yglW (Ernms}.
13 ... hxg3 141:1'.gl
1144
14 ... llhl!!
Un golpe brillante v contundente.
"Pueden pasar mil aíios que el brillante
sacrificio del campeón mundial seguirá
ímperecedero en su corona de laurel".
escribió por enronces la prensa yugos-
lava. Cn cuarto de siglo después, se des-
cubrió una doble soludóu: 14 .....11lxe3'
l.~ dxe'.~ l'.\hl ! (L Sujin).
281
Garv Kasparo\' - :Vlís (:E:\L\LES PREDECESORF.S
"DespuPs de 14 ... 'tll'h4 15 i'tg2 'i'hl+
16 ~fl .l,',xg4 17 ~xe4 ::1he8 18 .!e5 f6
19 las blanca~ podían haber resis-
tido", piensa Larsen, aunque tras 18 ...
í5'. 19 'i'c2 -th3 sus sufrimientos no ha-
brían durado mucho: 20 d4 .ilLb4+ 21
.'Lld2 .\11.xg2 22 0-0-0 _txd2+, etc.
15 .d.xhl g2 16 l:Ul
"DespUPS de 16 'i'h4+ 17\t>d1 'itHh 1
18 ~c3 '/Wxgl+ íbc2 ~f2 20 gxf5
'lfxe2 21 .'Lla3, el modo más sencillo de
ganar es 21 ... ~b4. Durante Ja partida
me seducía otra posibilidad: 21 ...
\Wd'.h 22 'li'xd3 exd'.~+ 23 Wc3 -txe3 (23
... a5i'! 24 lDc2!) 24 dxe3 d2 25 kl:dl
~h8!, y uno de los peones se conviC'ne
en dama" (Spassky).
16 ... '!Wh4+ 17 li>d 1 gxfl
Las blancc1s se rindie1·011.
Sigue la inevitable 18 .áxfl ~xg4+
19 Wcl lWel+ 20 ~dl '!Wx<ll++. Es-
truendosos aplausos se eleYarnn desde
el a1tdítorio. ¡Una consistente prolon:
gación de las tradiciones románticas
del siglo XIX!
Cn mes más tarde. el campeón del
mundo ganaría un match-torneo cua-
drangular en Leiden: l. Spasskv 7 (de
12), invicto; 2. Donner 6; ~1-4. Botvinnik
y Lar;;en 5,5.
El punto culminante del período de
Spassky como campeón fue su victoria
sobn:> Bobby Fischer en la Olimpiada
de Sicgen (septiembre de 1970). Re-
conkrnos Jo que sucedió.
"El match URSS-EEUL' se esperaba
con gran impaciencia e interés: en el
pdmer tablero Spassky tenía que en-
frentarse a Fischcr. En vista de los im-
presionantes l'xitos del joYen nortea-
mericano. su confrontación con el
carnpe(m mundial tenía ima especial
significación. De haberst' decantado la
lucha a favor de Bobbv, muchos ha-
brían sacado sus conclusiones. La natu-
rnkza crucial del e11cun1tro entre los
dosjugadores m<Ís fuertes era evidente.
Tb:>s millares de entusiastas llegaron a
Siegen para pn:senciar d emocionante
duelo. Las entradas para el Siegenland-
hall estaban vt'ndidas mucho antes de
III
que comenzase la ronda, y hasta los
afortunados que habían conseguido su
entrada tU\ieron muchas dificultades
para abrirse paso hasta la mesa en que
jugaban Spassky y Fischer. Los más
enérgicos se apiiiaban en torno al ta-
blero en los más increíbles v escultura-
les arabescos. Se dispuso u;ia sala adi-
cional, en la que se reproducían las
jugadas de la partida, en la qu<" no ca-
bía ni un alfiler, y los organizadort's de-
cidieron, en consecuencia, instalar cua-
tro tableros murales en el vestfüulo"
Cfaimanov).
"Los admit¡1dores de Fischer estaban
seguros de su éxito y t'ncargaron de an-
temano un haoquete de agasajo al ven-
cedor. En el rf'staurante de nuestro ho-
tel se dispusieron las correspondientes
mesas al efecto, en espera de un mero
trámite: la conclusión de la partida. Por
lo visto, también el propio Bobby espe-
raba ganar. En cualquier casü, no tenfa
la menor intención de llegar a ningún
acuenlo pacífico, e incluso diría que lo
despreciaba" ( Korchnoi).
"Boris estaba, obviamente, nerYioso,
ant<"s y durante la partida, y fumaba un
ciga1Tíllo tras otro, pero consiguió cal-
mar sus nervios" (Mednis).
376
B. Spassky-R. Fischer
Oli mpüula de .%'gen 1970
Defensa Grünleld (D87)
1 d4 0.Jf6 2 c4 g6 3 liJc3 d5 4 cxd5 ~xd5
5 e4 .:úxc3 6 bxc3 _tg7 7 .Ji.c4 c5 8 8e2
t1';c6 9 ~.. e3 0-0 10 0-0 fífc7 11 ::i:cl J:!.d8
Este esquema de apertura, dt'sarrolla-
do por Srnyslov, era sobradamente fa-
miliar a ambos jugadores, put>s ya se
había producido en su partida del su-
pertorneo de Santa Mónica 1966.
12 h3
Preparando f2-f4 ( 12 14 en cuan-
to a la m;is modesta 12 ... e6, Yt'ase to-
mo !l, partida núm. 247). La partida dt·
Sarna .\:l«inica sígui{i así: 12 \We 1 (m;ís
tarde, ernpezü a jugarse 12 Y tarn-

bién 12 ~f4 1 )) 12 ... e6 13 f4 c/.Ja.5 14
..ii,d3 f:)! 15 Bdl'. b6 16 'i't2 cxd4 (16 ...
fxe4!? 17 .ili.xe4 1i..h7) 17 1'xd4! ..&xd4
(17 ....ilb7 1? 18 ~xg7 'li<l'xg7 19 c/.Jd4
'i'f7) 18 cxd4 1'.b7 19 ·'ilg3 ~f7 (19 ...
~g7!? Fischer).
114~
20 d5!'. fxe4 21 dx('(í 'ffxcti 22 Fi'. '/Wt/
23 .ii.xc4 Exd 1 24 llxd l :'tl8' 2!í 2-..h 1 '.
't\Wfli 2tí 'flí'c2 1 1.1?h8 27 fxgh hxgfi 28
'&d2: 1 (Spassk\· indica 28 ;~h:i' ·¡;,¡-¡7: 29
'l"tc'.I+ .Z.•117 'lO ~g3 ·'1, c8 '.\l ;'te I '. -1. d7 32
&d3! l;l.c8 33 l"tfl + -, o hien 28 ... &e4'.
2CJ iiJxf6 11.xc2 30 lkxc2 l'hf6 31 nd7.
rnn meíor final) 28 ... \1ig7 29 J'!:fl 'l/!fe7
30 'i?d4+ ilf6 31 c/.Je4 .b. xe4 '\2 ¿._xe4
'!Wc!í 33 'li#xc~> J;xfl +?! (la continuación
correcta era 33 ... bxd» 1 34 J:c l c4 3!"i
J.::c3 l"\e6 36 .k f.) wf6 •n <i?f2 gS. rnn ta-
blas) '.H wxfl bxc.I) '.Fi h4'. :/.Jc4 %
<j-;e'.2'! (S\6 >":«12!) % ... :¿e:;:! 1% ...
wh6! 37 g4 '!_'je;) '.\8 U-3 g.-,! J~) hS c4 40
Wt>'.) e'.\, tablas: ,-\xcrhaj) '.)7 ;i:;e'.\ •;i:;•ffí 38
wf4 Ciif7 '.\l) ~e'.P 1 (S\9 4cfLI) g:i+ 40
hxgS+ liJxgS ·11 .ág8'.. ganando,
Spasskv) '.)l) ... g!í? ('.\9 ... zi:Jhíi' 40 wd3
i:!Jf5 41 wc4 •;Pes! 4 2 .& xFi ~·xfa CO!I ta-
blas: C~ligoric) 40 hS !Uhb'.? 41 wd3,,
las blancas ganaron.
"AJ comentar aquella partida. llamé id
atención sobre 12 ... 'i'WaS!, con buenas
posibilidades de igualar: es difícil para
las blancas impedir cxd4 y el cambio de
damas lpure]m1j1lri, 13 IJ.ril cxd4 N cxd4
•IJtf w 1 15 ñfxel b6, rnn igualdad: G. K. ).
Es posible que Fischn buscase esa posi-
ción, teniendo presente mi propia re-
comendación, y puesto que vo no tenía
nada pn·parado, me vi obligado a bus-
car nuevos canünos. Pensé durantt' mu-
cho tiempo en mi 12" jugada. Pero
BoRJs X
siendo un jugador práctico, como no
quería perder un tiempo precioso, ele-
gí un plan est.ándar, que no me reportó
ninguna ventaja" (Spasskv).
12 ... b6 13 f4 e6 14 '!Wel CiJa5
Debo recordar que la partida Gligoric-
Smvslm ( Kiev 1959) sigui<'> 14 ... $ b7 1!'"i
'~12?! (¡;¡¡y-, é2Ja!í') 15 ... é/.Ja5 l61•Jl'.l l:i'
17 eS (17 l2Jg3 ~d7) 17 ... c4 lH '1.c2
:/.:Jdi 19 g4 l2Je7, con ventaja de las negra'
(tomo II, partida núm. 239).
15 ¿, d3 f5!
¡Siguiendo los pasos de Smyslov 1 "l na
jugada típica en tales posiciones. l .~l'
negras no sc'Jlo impiden el avance f+-f5.
-;ino quf' también reducen la actividad
de los alfiles contrarios. Al bloquear l'I
pec'Jn de f4, restringen al alfil de t<l.
rnic111r;1s que el de d3 1a111bi(:n se c·stll'-
lla contra un pe(m" ( Bondan·vsk\').
16 g4!
Lnajugada agresiva, pero también una
decisión arriesgada que debilita las de-
fensas de su propio rey. lli 'il'ff2!? .li.b7
habría conducido a una posición cit' la
partida (~lignric-Smyslm. No e, meírn
16nd1 ~b7 17 e5 c4 18 ll.c2 iucfi y ::Z..e7.
16 ... fxe4
1() ... .ii b7 (partida nüm. %7).
17 l:.xe4 ¿b7 18 !/:.ig3 i[k419 ~xb7!?
"Era digna de atenciún 19 6'J2 txe4 20
'i:lxc4!) (20 ·~xe4 -"ud2 21 1!Wxe6+ ~hr\
22 l:fd 1 ::i:Jf3T 23 c;t;h 1 l'!.c8 24 '®cFJ
·~xM es favorable a las negras) 20 ...
'ili'xf4 21 ~,¡,__114 (21 dxc5?! 'ue5!) 21 ...
·~e3+ 22 'li?xe3 't:Jxe'.\ :.n TIL'I cxd4 2-l
.k.xd8, etc." ( Bondarevskv). Por ejem-
plo: 24 ... ftxd8 25 cxd4 .&xd4, con su-
ficiente compensación por l<t calidad
c11trcgada.
19 ... '/i":xb7 20 Lf2
20 dxcSr' ~d3.
20 ... ~c6 21 '!We2 cxd4 22 cxd4 b5 23
fue4!?
 Garv KasparoY - :Ylís CL:\l.~U.s PREIH.u:soRES 111
Era anodino 23 J;fd 1 l:\18! "Gracias al
juego rntinario de las blancas, Fischer ha
comeguido buenas perspectivas, y estoy
ya pl'ácticamentc obligado a sacrificar
un peón" (Spassky). "B01is sabe cómo
mantener el equilib1io en cualquier po-
sición por medíos tácticos, una cualidad
especialmente valiosa" (Korchnoi).
23 ..• ~xd4
"Fischer prefiere tomar el peón. ¿Por
qué? Bueno, sencillamente porque le
gusta tene1· peonf's de ventaja. Hace
tiempo que me di cuenta de esta pe-
queña debilidad suva. Las negras de-
bían haber considerado 23 ... J':'I.f8 24
IZJc5 llae8, con ventaja" (Spassh). "Pe-
ro después de 25 a4! a6 26 lt.lxa6 WHxa6
27 axb5 ~xb5 28 '!iifxc4 ~xc4 29 l:xc4
Jlxf4, las negras, aunque ligeramente
mejor, no disponen de posibilidades
ganadoras. Es natural que Fischer qui-
siera encontrar una mejor continua-
ción" (Bondarevsky).
24 IZJg5 J!Lxf2+
"Las negras están jugando a ganar.
pues de no ser así se habrían confonna-
<lo con 24 ... ~f6" (Spassky). Por ejem-
plo: 25 'l1Hxe6+ 1ll!Vxe6 26 t2Jxe6 l'l:d:1, con
igualdad, y 27 {jjc7 ~adS 28 {jjxb5? falla
por 28 ... lt.ld2 (Bondarevsky). Pero des-
pués de la recomendación de Mednis,
24 ... ~b6, 25 c'i:Jxe6! (25 'l1Hxe6+ 111!Vxe6
26 tí:Jxe6 l:M3!) 25 ... .:es 26 f5 es des-
agradable.
25 í:txf2 í:td6
"Era más fuerte 25 ... :.1e8" (Spassky).
"Esto no le gustaba a Fischer, porque
perdía el co11trol de la columna central
:¿84
después de 26 l:l.dl" (Bondarevsky). Sin
embargo, la continuación 26 ... r:ac8
(26 ... e5 27 f5' .!:fad8 28 .l:í.xd8 l:!.xdS es
confuso) 27 {jje4, i:led8 28 lt:Jfü+ 29
g5 h6 es más favorable a las negras que
si las blancas jut'.gan 26 lt:le4! J:i:f8 27 g5
::tad8 28 [¡jf6+ ~h8(g7) 29 he 1 .!:!.d6 '.m
f5!, después de lo cual habrían conser-
vado posibilidades tácticas de contra-
juego, como en la partida.
26 l:íel ~b6!
Luchando por la iniciativa. Una alter-
nativa mucho más modesta era 26 ... e5
(no sin·e 26 ... l:!.d2?!, por 27 1ll!Vxe6+
'iixe6 28 lt.lxe6) 27 fxe5 I:r.e8, conser-
vando las tablas al alcance después ck
28 nd6!? L':xe2 29 l:.exe2 l2:lxd6 '.{()
'1Je6! h6 31 J:!.f8+ ~h7 32 Ciig!''>+! ·~g7~
(pero no 32 ... hxg5?? '.{3 ñ.!"7-t- •;!:,>h6 34
l'.!h8+..;,) '.13 tl:le6+ r.tJh7.
27 li'Je4!
"Esto es bastante más agudo que 27
ft:Jxel.i l:!:e8 28 f5 J:ld2 29 il'f3 I!xa2 fül
;;i'.fl, con la amenaza 31 fxg6" (Bonda-
1·evsky). Sobre todo, porque después de
30 ... J:xf2 31 l:xf2 1/We3'. 32 'Wixd (32
Wh7? '!iifel+ '.13 ~g2 tl:le'.1+) '.~2 ... {¡jxe3
33 tl:lc7 (3'.1 J::!.f3 l2ic4) 33 ... l:e5 34 fXg6
a5!, las negras tienen muchas probabi-
lidades de ganar.
27 •.. rí.d4?!
"Lamentablement!" para Bobby, en el ti-
po de posición que ha Slfff,rido resulta
extremadamente difícil calcular las con-
secuencias de esa variante. Entretanto,
Fischer requiere precisión y claridad.
Tiene un estílo excepcionalmente 'pu-
ro', y en posiciones que no admiten un
análisis concreto, se siente ins!"guro.
Después de 27 ... l:k6, la partida proba-
blemente habría finalizado en tablas,
pero Bobby se estremeció, perdió el hilo
de la partida y comenzó a jugar con ex-
cesivo nerviosismo" (Spasskvl.
"Después de 27 ... son posibles tan-
to 28 l:d 1 ád8 29 lld3, como 28 'l1Hf3, a
fin de llevar la dama a c'.1 o h4" ( Bonda-
revsky). Sin embargo, las negra~ pueden
explotar la clavada de la toITe de f2:

después de 28 ~dl:!. existe la fuerte
respuesta 28 ... :!1f8! 29 g5 (29 wh l
tt.Je3! 30 r!.el CiJd5) 29 ... ~Lid'. 30 ::ld7
I:k2 31 '!#'el W'cfi 32 ~f6+ ::::xf6'., mien-
tras que sí 28 'i.1Hf3:!. entonces 28 ...
lld8l, con la amenaza l.::Jd2. En caso de
28 li:\fü+ wh8 29 l2Jd7 ~d4. las blancas
no tienen nada mejor que luchar por
las tablas, en el final de cuatro torres
con un peón menos, después de 30
:Ue5 (30 !ldl 'lil'e3) 30 ... :uxe5 31
'»!'xe5+ 'lilí'xe5 '.12 J:l:xe5 afi .')'.) ~fr2 l:1e8
34 ·t·J2.
2s 1Df6+ whS!?
Igumando las posibilídades ele tablas
tras de 28 ... ~·g7 29 1ii4'xe6 '/l!i'xe6 30
l:ixe6 l:tl8: 31 L2.Je8+ wf7, o bien 31 g5
a.r'J 32 :i::.e7~ J:1f7 :B J;e8 ;:;:rn 3·1 cixf8
·ioxf8 3~, l?ixh7+ 36 ¡L.cf6 bt
29 '/!Wxe6!
Se diría que a Fischn se le escapó algo.
1117
29 •.. lid6
La prnvectada réplica 29 ... ,l;'l,rl 1? (si
29 ... 'lil'xe6?! 30 lhefí ~g7. las blancas
pueden seguir con la molesta 31 fi!) se
habría refutado con el brillante golpe
30 'li!'f7!! .l:xel+ '.·H Por ejemplo:
1) 31 ... 'ffcfi+? 32 wg3 .:e:'\+ (o bien
32 ... !'l.g 1+ 33 wh4 ::í:xg4T ))l Jixg•i
t2:ie3+ :~5 '.t>g5 'lií'c5+ 36 Í:>) 33 lt'h2
J;'.xh3+ '.)4 ~xh3 ~h 1+ 35 J:í'.h2 il'fl + 36
wh4'i!lí'et+37 +-
2J 31 ... ét:',d+ 32 ~f3: wg3? c'ZJfl+!
33 wh4? '!Wxf2+ 34 <.J;;g5 .:'.e5+: 35 fxe5
'iie3+ '.16 wh4 'iihfi+ .')7 iuh:) g5++, () 3'.)
,l;í;xfl 'iWe3+ y 'l!le7; si, en lugar de 32 ...
cun+, 32 ... 05+!~, sigue 33 gxf5 'iiUe3+
BoRrs X
v Wle7 también gana) '.12 ... ll*'cfi+ :n ~g'.1
ilgl + 34 Wh4! :l:xg4+! 35 hxg4 '»!'hl + 36
~g5 l'Uxg4! (no 3() ... J::ic8? '.1>7 'li'd7! L:b8
'.)8 'i;!\'d4) 37 Wxg4 ~gl+ !)8 st·t:J 'NVhl + 39
·~g3 (o bien 39 We3 .!'ld8 40 ~2Jg4!) 39 ...
d:d8 (análisis de Vasíukm· y Speelma11)
40 t[jd7! 'llil'g l + 41 :E.g2 '*l'e 1+ 42 •;t•h'.~
'l:lí'hl+ 4!) 1.'!:h2, y las blancas, evitando el
jaque perpetuo, ganan (F1itz).
30 ~e4 :::tf8?!
"Fischer continúa jugando a ganar por
pura inercia, y no percibió el momento
en que su posici6n era peor" (Korch-
noi). Era más sencillo 30 ... l:ad8! 31 g~i
rld2 (31 ,. . Ed3!?) 32 l:e2 (32 kícfl
'lllíe3) 32 ... .l:xc2 ;>,3 'l:lí'xe2 'l§fe3! '.14
'l;\Yxe3 .:;:c11+ 1 35 wg2 ('.)5 wh2 t?.Jxe3 36
l:1c2 l'!d2!; 35 ~fl 'Llxc3) 35 ... ll1xc3+
36 •;tt:~ l2Jt5, con igualdad.
31 g5 d:d2 32 llfl
Con la amenaza ~c7' Si '.)2 J:cc2, en-
tonces 32 ... l'l:xc2 33 'i!lí'xe2 ~b7 ~.
32 ••• 'iJ'lc7?
"Síntoma evidente de que las negrns se
encuentran totalmente confusas. Des-
pués de 32 ... l2íd6 seguían pucliendo
defenderse" (Spassky). Sin embargo.
en tal caso 33 VWó! !Uf7 (33 ... 'lil'd4 34
~e7!) :'14 '!/!Vd llfd8 35 !Ud5+! 'l!Wd4 36
~xd2 habría sido decisiw>, mientras
que después de 32 ... J'::xf2?! 33 l'íxf~
~e3 3'1 'flfxe3 l2íxe3 % .lld2, las negras
tienen un mal final.
La única posibilidad era 32 ... '.t>g7! '.)'.\
f5 (otra interesante idea es 33 h·1!?
'l!Wd4! 34 h5 ~xe4 3.5 Mi+ wh8 36
:cixe4) ');) ,., :xf2! '.H l'lxf2 ~e:i 35
 \lth4') (BondareY'>h) 3!J ... h!J~. con "La espectacular jugada conclu-
igualdad: :wi gxh6+ !1í'xh6 37 'i!Wxh6+ yente de Spassky prcwocó mia especie
Wxh6 38 :'ZJg4+ 39 fxgfi l";d8 40 g7 de delirio y. por prímern wz en b
o bien 36 ·~el+ 37 Wg2 (37 Olimpiada. el Siegenlandhall estalló
37 :·rn ;ti1i2 tt:Jn + c11 1tna sal\·a dt> aplausos. El primero
(Rorís S/1rmk)'.s ](J(I Wins). en felicitar al campeón, abrazándolo'
besándolo, fue el embajador de la
La obsenación profesional de Kon:h-
URSS en Alemania Federal, presente
noí es mm· interesante: "En la apertu-
duqntc el match. En memoria de esta
ra, Fischer solfa emplear mucho tiem-
panida, se obsequió al embajado1· con
po. pero luego comenzaba a jngar
el jueg:o con el que se habían enfrenta-
fácil~· r<ípidamcnte. Brnnstein me dijo
do los cios contendientes. :V1uchos dt'
en uua ocasión que esa forma de jug;u
lo.., grandes maestros que estaban cer-
es mm aguda. En la apertura al opo·
ca firmaron en el tablero. Fischer no
nente le parece que tarnponi fl 1wce-
sig11íó su ejemplo. Estaba demasiado
sita apresurarse v que puede crn1sumi1
apenado. aunque se comport6 bien"
la misma cantidad de tiempo que su
íTaimanovl.
'len to' riyaJ. Pero cuando, en el medio
"P;l!ído v triste. Fisdwr se levan1ti
.iucgo, este último comienza ajugar r<Í·
ante el tablero tras habtT firmado su
pidarnente. a un jugador no prepara-
capítulaciún. Todos. absolutamente to-
do para ese í.(Íro de los acontecimien-
dos. aclamaron la victnna de SpasskY.
lm. le re~ultará difícil readaptarse. \
i\í siquiera los propios americanos esta-
rlc repente descubre <Jllt' se e11cue1Jtra
ban demasiado tristes por b derrota cie
apurado cie tiempo .. Pero con Spas'ik)
s11 líder. '\;o estaría mal si Bobbv pu(lie-
esos 'rrucos· no dan rc-;ultado. A lo
:,c compn>nder' decían, ·que no es el
largo de la partida el campeón del
gt~nio que cree ser...". En cuanto al pro-
mundo dísfrtltó df' una mayor rescn·a
pio Spassky, no tenía una opinión mm
de tiempo que su oponcmc. y cuando
alta de esta partida, en lo que a su con-
Fischer cmm'nzó a experimentar difi-
tenido <~edredstico se refiere: conside-
cultades. acab•') en apuros <le tiempo.
raba c¡ue había ganado una guerra dt·
Sin embargo. en ese momento s11 posi-
nen·ios"' (Korclmoí).
ción ya estaba ¡wrdida".
Spassky también 1\1\'0 algo que de-
33 l"::xd2! 't:Jxd2 34 ·~',d4: .t:'..d8 l ir al respecto: "'Corno ramp('(Íll del
mt11Hlo. me collsidero a 111í nli:,mo
La;, negras tampoco hubieran sah·ado
obligado a _jugar continuamt·1ne con-
la partida con la más tenat '.H ... 'fl>hli
(~4 .:_,xfl: '.~:'J ".:ceN+ 1 :;:-, ;;.;-:d1í) axliti
tr;1 los mejores grandes maestros, los
m;Ís cercanos al t.rou o. Por consigníen·
'.~fi ñd 1'. ( 36 l •:) '.~li ... ~é.d8 i:)(i ...
te . llO tc11ía la menor d11da acerca de
1: la conn·niellcia de enfrentanm· <t Fis-
(Spasshl '.\8 ... ;";t·/.,. MB JO
clier en la Olimpi<ida. Estc¡ugador tie-
J:.!b/ ;;:xn í -10 ... ;::e+ .¡. J ... :-.h 7+ ;:':/eX -1:!
ne buenas raLones para aspirar ;il títu·
o birn 41 -4:! ~m+ ;i,f8 4:1
lo de campeón mundial. ' desde el
Wc8 H .2;ei"l') 1 -~xh 7+ ;t·e8 l:!
punto de \·isla de mi prestigio perso-
cuH\+ ~f8 -!'.{ •i:lcl/1 ·~'Je/ 11 1.Je:~H .:;dfi
nal. e;;taba obligado a prescmar bata-
43 ,t;:a4 ·ffi i!.:JR ::xa:! -l/ g6.
lla. Yo mismo no sabía si tendría éxíto.
35 .;;·1d5+ \i:.g8 36 :::f2 2'c4 37 .í':e2! :Gd6 pero al!tes de la partida con Fischer,
experimemé ese especial fcnrn. :;,in el
cual son impensables los grandes lo-
38 .::.te8+ ~f7 39 :::.rs+! gros. Es posible que el propio Fischer
colaborase i1wohmtariamente. porque
I.as negras se rindieron, en \·ísta de
siempre me rcsuha agraciahle jugat
:m ... -.Í«xlB
IO ·fih8+ ;i;;fí .J.l ~1xhí+.
contra él. Reaccionó contra su derrota
¡Una lucha a ITHHTte! de manera muv res1ielta. ivlc t•strechó

281)

la mano v. durante unos diez minutos,
permaneció en la sala de juego, a pesar
de que en tales momentos el jugador
necesita soledad. Bobbv no comentó la
partida c·onmig-o, y yo tampoco le pro-
puse hacerlo, porque comprendía su
estado de ánimo".
El resultado de los encuentros indi-
viduales enu-e el decímo v el undéci-
mo campeones mundiales se situaba
así en 3-0 (con dos tablas) a favor de
Spasskv, quien además lograba en Sic-
gen el mejor resultado en el primer ta-
blero. También habría ganado el Os-
ear por tercera vez consecutiva, de no
haber sido por la escalada de éxitos de
Físche1·, culminada con su fenomenal
actuación (18,5 de 23) en el In terzo-
na! de Palma de l\1allorca. Parecr que
después de esto, Boris Vasilievich se
durmió en los laureles. Ln cuarto de
siglo más tarde diría: "Fui el más fuer-
te entre 1964 y 1970, pero en 1971 Fis-
cher era ya más fuerte". Sin embargo,
también está claro que Spassky no lle-
gó al match con Fischer (Re:-kjaYik
1972) en su mejor forma: había juga-
do en pocas competiciones. no se ha-
bía extenuado en sesiones de entrena-
miento. y lo principal -y eso había
sido un duro golpe-, se había peleado
con Bondareysk\.
"¡Adelante, Kazimirich ! "
Al hablar de las iuemes del brillante
estilo de Spassky, inmediatamente re-
cordamos a su primer entrenador de
muchos aüos (1952-1960), el gran
maestro de Leningrado, Akxander K1-
zirninl\·id1 Tolush, famoso jugador de
ataque \' un hombre ingenioso v de ca-
rácter muy alegre. Después de una ,·ic-
tm·ia, le informaba a sus amigos: "Drá-
c ula ha sido cazado". Cuando su
oponente planteaba una desesperada
resistencia, se quejaba: "La carne de ca-
Iión se resiste". Cuando este último.
por fin, se rendía, Tolush declaraba:
"Has mordido el poho''. Durante una
panida rk hfilz \'al analizar. se jaleaba a
sí mismo con su conocido grito ele gue-
rra: "¡Adelante, J.\.;vimirich'.".
BoR!S X
Est;1 expresión se comirció en d le-
ma de toda una generaci<Ín de jugadn-
res. También le gustaba a Keres, con
quien Toli1sh trabajó a finaks de los
cuarenta y comienzos di:? ios cincuenta.
El propio Spassky conservó su inclina-
ción por Jo~ ataques fülgurantes y un
estilo de juego vivaz y sin trabas "'tipo
Tnlush'', prácticamente, a todo lo largo
de su carrera. "Kazimirich (como lla-
maban cariüosamcnte sus amigos a To-
lush) me reveló el mundo mágico de
las combinaciones", recordaba Boris
Vasilievich. "Este momento de infle-
xión resultó de gran interés y excepcio-
nalmente útil ¡;>ara mí. Tolush era un
incansable jugador temperamental, un
jugador de azar en el m~jm· sentido de
la expresión. Entendía perfectamente
todos los matices psicológicos de la lu-
cha en ajedrez. Y no sólo en <tjedrez.
Para entender a Tolush, tenías que ob-
servarlo durante una partida de pc:íker.
Hay numerosas historias relacionadas
con el nombre de este incansable v sa-
bio pícaro".
Sin embargo, las maneras de lblush
no pn)Yocaban la misma reacción en
todo el mundo. A Bon.innik, por ejem-
plo, no le gustaba. Y ht' aquí por qué:
en el 13" Campeona to de la L1RSS
(l 944), Tolush le había dado mate en
la casilla f7, con estas palabras: ''Es ma-
te, Mi:ia'I Moise'ich". Desde entonces,
la palabra "Tolush" sonaba, a oídos de
".Mija"l Moise'ich", como un juramen-
to. Recuerdo que, cuando aplasté a
Karpov en la fantástica 16ª panida de
nuestro rnairh de l ~J8ti. Botvinnik me
miró seriamente v pronunció su \Tre-
die10: "¡Jugaste esta· partida al estilo de
To!ushl" Poi· aquellos aúos no estaba
famítiarizado con todos los matices. pe-
ro <. omprendí por s1< entonación que
no había nada positwo en su dictamen.
En realidad, la partida había sido exn·-
kntc, pero Mijaíl Moiseevich, al vtT al-
gunos sacrificios salvajes, de tipo espe-
culativo, imediatamcnte se acordaba
ele "Kazi111i1ích". Más tarde, en su intro-
ducción :11i libro (publicado c11 Rusia)
Dos maü-11r1 1 1987). incluso tramó una
cxp!icaci{>!l <11 iginal para mis ren·ses en
287
 Gary Kaspar01 - 1\fls CE~l.\LES PJU.IH.u:soR~5
las partidas l 7" 19": "Esto sucedió, en
parte a causa de la 1ti" partida, que Kas-
parov jugó sin aliento, al estilo de To-
lush, aunque logró una bonita victoria
v. por lo \'isto, decidió que podía permi-
tírselo todo".
b1 estas palabras, el .\faestro expre-
saba su gran rechazo por una forma de
_jugar que no era seria. "el estilo bufón".
Botvinnik no admitía que pndiese suce-
der nada accidental, \' había que cons-
truir el edificio de una partida de
ajedrez con un trabajo metódico, lite-
ralmente ladrillo tras ladrillo. Mientras
que Spassky, por el contrario, se a!>r>Cia-
ba con el "estilo Tolush", lo que me
resultr'i evidente en 1981, durante el
torneo de Tilburg. Larsen v vo analizá-
bamos nuestra partida recién finaliza-
da, en la que. en una posición muy
complicada, con enroques opuestos,
preferí una continuaciün posicional y
conseguí un final fa\·orabk. aunque de-
jé escapar la victoria (\'éase torno IV).
Brn·is Vasilicvich, que también partici-
paba en el aidlisis, sugirió, con insis-
tencia, un avance del peún gen la juga-
da 13, 1·epitíendo: '';Aquí Tolush habría
jugado g1l!" Al oír esto, Larsen le lanzr'i
a Spassky una mirada de complicidad y,
de forma amenazadora. gritó: ";¡Ka-zí-
mi-rích!1". Todos estallamos en catcaja-
das. Parecía que la fama del maestro
petcrsburgués había llt'gado hasta la
corte danesa ... Sin embargo, también
los grandes maestros smiéticos de la ge-
neración anterior habían oído promm-
ciar a menudo el familiar "\jJmod, Ka-
z.irrunch! ".
Por supuesto, sobre este tema pode-
mos seleccionar una masa de eíernplos
del jo\'en Spassky, como los de la sec-
ción¡..;,¡ su Plnnmlo. Pf-ro quisiera enfati-
zar la presencia del "origen Tolush", a
lo largo de la carrera del décimo cam-
peón lnnndial, v he elegid.o partidas de
un torneo plagado de estrellas, el ·ti"
Campeonato de la L'RSS (octubre
1973) \' el match de Candidatos con
Roben lhrne (enero 1974).
Korchnoi me dijo. no hace mucho,
que el Campeonato de la URSS de
1973 había sido el canto del cisne de
:288
111
Spasskv, posiblemente el mejor torneo
de su carrera. Después de todo, éste ha-
bía sido el primer campeonato con Pri-
mera Liga v Liga Superior, v había atra-
ído a los jugadores más fuertes del
momento. Estaban los duros comba-
tientes (Keres, Smvslov, Geller, Tairna-
nov, Petrosian, Kc;rchnoi. Tal y Polu-
gaievsky), junto con las nuevas estrellas
(Karpov, Beliavskyydemás). '.';o mucho
antes, Korchnoi y Karpov habían gana-
do brillantemente el Torneo Interzonal
de Leningrado, y un aüo después ha-
brían de enfrentarse en la Final de
Candidatos. Pero Spassky jugó mejor
que todos ellos, de forma, sencillamen-
te ¡insuperable! Parecía que estaba
completamente restabkcido de su de-
rrota ante Fischer.
Su.juego fácil y elegante queda refle-
jado en dos partid.as "relacionadas", con
Vladimir Tukmakov v Nanm Ras-
hkovsky, quienes optaro'n (como vere-
mos, para su desgracia) por la popular
Variante Najdorf de la Defensa Siciliana.
377
B.Spassky-V.Tukmakov
Mu1ní 1973
41' Cam/Jronalo de la URSS
Defensa Siciliana (B96)
l e4 c5 2 &2Jf3 d6 3 d4 cxd4 4 c2Jxd4 cl\f6
5 it'Jc3 a6 6
Por entonces, la jugada más peligrosa.
6 ... e6 7 f4 '.Dbd7!?
7 ... '!Whfi (véase partida núm. 338).
8 '/Wf3 'l/f/c7 9 0-0-0 b5 10 $~d3 j;,b7 11
!'l'.hcl ,ll'Ub6!?
Una de las muchas id('as agudas conce-
bidas por PolugaieYsky para supnar las
dificultades relacionadas con 11 ... b4
12 tud.1 1 (Spassky-Fischer, Reykja\ik
1972, match, l:'íª). I.a alternativa es
1 1 ... 0-0-0.
12 t/Jb3

Un mes antes, al enfrentarse a la nue-
va jugada. Geller había respondido
12 ti.JxelP contra Polugaievsky (parti-
da núm. 322).
12 ... b4
Sin temer el debilitamiento del flanco
de dama, las negras desvían el caballo
de la casilla crítica d5. aunque también
era posible 12 ... .:C:c8 13 •i<bl b4.
13 ti.Ja4!?
Menos acorde al espíritu siciliano es 13
CiJbl J,1e7 14 ti:::ld2 Wlc7 (Ehlvest-Gel-
fand, Linares 1991).
13 ... '/!1Je7
Después de 13 ... 'lWdP!, podría haber
seguido 14 ti.Ja5! ~xa4 15 {í:Jxb7 ~xa2
(si 15 ... );:Ji8, entonces 16 e5 dxeS 17
fxe5 ¿¿jd5 18 ~d 1 ) 16 e5 ~zid5 17 exd6
g6 (17 ,,, ¿í:J7b6? 18 f5!) 18 .\11..c4! ~xc4
19 ti.Ja5 ~a2 20 'ltxd5 ~xd5 21 l:!.xd5.
con ventaja.
14 ti.Jd4 il.e7
La tentati\·a de justificar el avance del
peón b con 14 ... Wla5?! 15 b3 i2:r5 16
¿¿jxc5 dxc.'i? no da r-t'sultado debido <I
17 ~.xfü gxfü 18 'í:lxe6! ! fxe6 19 'l!Wh5+
we7 20 e5, con ataque decisivo. y des-
pués de 16 .,, 'ltxc5 17 ~xf6 gxf6 18
~c4 0-0-0 (18 ... 15 19 19 wbl.
las negras sencillamente tienen una po-
sición infrrior.
15 Wh3 'í:lc5
¿Valía la pena obligar al oponente asa-
crificar pieza, después de lo cual las
blancas marcan el compás del juego
prácticamente sin riesgo~
Las negras pierden pieza tras 15 ... 0-0?
16 e.Pi dxe5 17 ..í11.xf6'. ''Z:xf6 18 fxe5, pero
es perfcclamente aceptable 15 ... 0-0-0'.
(Meckíng), puesto que si 16 f5, pueden
elegir entre 16 ... ef'i 1i 'í:lf'.~ h6 (Tim-
man) 16 ... ya que desput-s de 17
e5? 1 18 fxc6? (Kotrnnias-Knmt
Georgiev, Ano I.iosia 199:)) 18 ... ct.Jxd'l+
19 W:lxd'.j '1Wxg5+ 20 :;t·h 1 fxe6 21 (2Jb6+
(21 cL:ixe6 ~a5) 21 .. wb8 22 &ZJxe6
'/!1Jg6 23 '~c4 J::t.c8, paran el ataque, con-
servando \'CH taja.
BoRIS X
16 tl:íxc5 dxc5
A.hora, las blancas no tienen sencilla-
mente ninguna elección, pues si 1i
tí.Jf3?, sigue 17 ... c4, y las negras se apo-
dnan de la iniciativa.
17 1't:Jxe6!
Es probable que Tukmakov le echase
un vistazo en casa a esta variante y su-
bestimase el sacrificio de caballo: En
realidad, no conduce a un directo dele-
riorn de la posición negra, v tiene un
carácter puramente posicional. Las
blancas obtienen un par de peones y
una iniciativa duradera por la pieza. A
Spassky le gustaban mucho estos sanifi-
oos.
17 ... fxe6 18 .\lc4!
La tosca 18 ~xe6?! se habría contesta-
do con 18 ... ~c6~, mientras que 18
e5?! t2:;d5 19 ~xe6 (19 ~g6+ hxg6! 20
'ii'xh8+ @f7: Geller) no daba resultado,
debido a 19 ... W:Vc8!
18 ... :í:d8?
En la Variante N;tjdorf. el juego rutina·
rio no es algo bueno. Era esencial jugar
18 .... ~.c8 19 i:.xe6 ..\kxe6! (y no 19 ...
lic6~ 20 e5! 1?Jg8 21 ~d6! .,¡¡xe6 22
.G:xcG, o bien 20 ... l!i.xe6 21 exffi! .~.xld
22 J:l.xci+ '*tf8 2'.3 fxgi+ ~g8 24 gxh'3 h6
2:> gxh8'1W+ Wxh8 26 .\!iJ14, con posibili-
dades de ganar) 20 '1Wxc6 '!Wc8 21 't!Yc4
H:f8. Por ejemplo: 22 f5 lí:f7 23 \t;bl ~18
24 e5 i./:Jg8 25 5hc7+ ft.:ixe7 26 g4 ií'c6 v,
por el momenlo, la actividad de las
blancas no les reporta ningün benefi-
cio real.
289
19 ~xe6 axdl+ 20 l'txdl J:.f8 21 ~xf6
:J.xf6 22 ·~g8+ .:d8
22 ... l":f8?? 23 1if7++.
23 g3
Como podemos vn, el sacrificio de ca-
ballo ha quedado plenamente justifica-
do. La posición negra es ya muy difícil:
no tienen un plan claro que oponer a
la ofensiva contraría de peones.
23 ... 'l/!/e7 24 e5 l:.h6 también pierde,
en vista de 25 l&f7 + ! 'li4'xf7 26 l:.dS+ !
·;t•xd8 27 ~xf7 ~e7 28 'lig8+! '.Pd7 29
'l/!/xg7 J::!.xh2 30 f5 ,í;.e2 31 f6 J::!.xc5 32
~xh7, etc.
24 e5 l"l.b6
25 ~xh7
Tal llO hubiera podido resistirse a Ja cs-
pectanilar 25 1'.i'.d87!, que también re-
porta el t':xi10 después de 25 ... Wxd8
(25 ... 'IWxdtVi :lh 'íl\!'tí--) 26 ~xfR+
Qd7 27 #xg7+ ,1;di"l (27 ... Qc6? 28
1,,,d5+í 28 'li!fgH+ •.td7 29 'lifxh7+ •;i;dS 30
'll:Vh8+! Qd7 (30 ... '€':ie7 31 ffí! ;¡,xffi 32
wdS 33 '®'f8+ J '.11 f5! ~d8 (31 ...
\~et\ 32 f6) 32 e6+ Qc7 33 Qd6 :H
h 1, etc.
Geller sugirió 25 cfü!, esperando 25 ...
¡.\}'e/: 2G 'f'.íit7+ 'i'ilxfí 27 exf7+ ile7 28
f;.d ~ wm 29 ~eH. u bien 28 ... Le6 29
15, co.1 un final técnicamente ganado.
Sin embargo. después de 2!'> ... l:d6! 26
5;;c l He·¡ 27 ·~xh7 ;i;;;d8, no nada
que ~e a la \·ictoria: 28 ~fG
29
290
En la ner\iosa situación que sude ¡m:-
ceder a los apuros de tiempo, Spassk\
prefirió tomar tranquilamente mate-
ri;il, asumiemlo qm· ya no había uecesi-
dad de cakular \'ariantes.
25 ... ~.e6?!
Era mejor 25 ...
26 iVg6+ ~f7
26 .. '1Ye7 27 j.ke2 ~f7 28 lte8 29
ganando.
27 ~e4 ~c7 28 h4 ~xc4 29 '/!1!1xc4 '!1fc6
30 b3! g6 31 'i1Ne2 We6 32 h5 Zl:b7?
Esto acelera el desenlace, pero la \'Cnta-
ja blanca también es evidente después
de 32 ... ~e7 33hxg61'!lfxg6 34 g4.
33 iVe4! &g7 34 hxg6 'lfxg6 35 f5
Las negras se rindieron.
Si 35 ... 'i1h6+. 36 ~bl 37 '/lfd5!
U nas rondas después llegaría el en-
cuentro con Rashkovsky, quien tenía la
reputación de ser uno de los mayores
expenos en la Najdorf, y eligió su va-
riante favorita.
378
B. Spassky-N. Rashkovsky
;\,fawii l 'lí)
-í l" C11m/H'01ia/IJ dr lo UUSS
DefeHsa Siciliana (R9fi)
l e4 c5 2 Lt:lf3 d6 3 d4 cxd4 4 ~xd4 tfíf6
5 tl:Jc3 a6 61i.g5 e6 7 f4 ftl!c7!?
Una idea interesante, que tiene tocio el
derecho del mundo a existir.
8 Ji.d3
Al encontrarse con un esquema desco-
uocido, Spasskv opta por las jugadas de
desarrollo más naturales. Si 8 'il#c2. en-
lOHces 8 ... ''i:lcG! Y 0-0-0 ~2:lxd4'. 10 ~xd4
;;ice/ (hanchuk-KasparoY. Tilburg
1989, y Ljubojevic-Kasparm, Hdgrado
1989).
Actualmente. las blancas luchan por la
\'t'lll<úa tanto con !a posicional 8 xrn
gxfü 9 '/lWd2 él'Jc6 (Y ... b5 ! ? l !O 0-0-0
:ii.d7 11 c;tcb 1 hií 12 .~.c4:? (l'.! ,¡,.e'.! :á.el.
Timman-Kaspanw, '.\liksic 198'\) 12
0-0-0 rn 1Llxc6 'fJ'xcfí 14 .!;.b'\ ~b8 15
.tlhfl )!IVc!i 161/AVct'\ h4: 17 1*!h3 ¡,_.e7 18
fü ~k5 19 ::t:de 1 ! :;:rle8 20 ·2'c2 lcí8 21
f4 (Topalo\-Anand. Dortmtrnd
1997), aunque es mejor 16 ....1'.c 7 17
15 3rlg8 18 '/Wh'.i .t'.g4: (Lcko). corno en
el torbellino de complic;iciones que se
desata tras 8 'l*'f".i b5 9 0-0-0 (o bien 9 f)
b4 10 :';;:JCb:-¡ ax1J5 11 xb:)+ d7 12
fxefi ..k..xb.J 13 '.i:cxbi'J •¡;,fr5 11 •.txf6 ·l:!Vxb5
!5 , etc.) 9 ... h4 10 ec¡ .kb7 11
:ZJcb5 axb.) 12 Áxb5- .¿bcl7' ( 12 ...
G:Jfrl7? I'.\ :::Jxeti'.'. lú6 14 '@'h::I -;:':717 lfí
fü, nm ataque dccisínJ, Krum Geor-
gie,·-Kasparm·. Olimpiada de \falta
Hl80) l :i '~h'\ h3'.: I 4 ·~lsixh:i L.d:'i I:"í c4
etc.
8 ... ~bd7
!\fas tar<lt'. cuando a¡Jarerírí en esct'na
H ... h:>' 9 ~e2 (9 a:1 pkrde un ti<"mpo)
9 ... h4 lO :'.'.~d 1 i'.J bd7 1 1 .'.Jf2 J.,. b7'. el
número de st'guidoi-es dt:> 8 b d'.i des-
cendí(¡. Hablando en general, rle"·iar
los caballos de cS\ Y d4 es una de las ide-
as cl<ffe de las negras en las ,·ariantes
nm () ig5.
9 We2!
Las blanca;; aprnnThan la ocasión para
situar 'ill dama no en la Gl'iilla habitual
f'\, sino en e2, donde Ya no encierra al
alfil, ,. anida a ejecutai d ;n-;1nn· temá·
tico e l-efí.
9 ... b5?!
Es m<Ís sólido 9 ... i1ce7 10 :fjf3 (o hil'll
10 0-0-0 h6 11 h4 b5) 10 ... h6 11 h4
. 2Jc;"¡ 12 0-0-0 b!1 J 3 6 1 dxe5 J 1 l\:(':Í
.'Z,d;) 1.1 .2Jxdé> cxdfí 1ti ii. xe7 '14lxc7. '
las negras est;Ín cerca de ig11al<11
(fal-Balashm-. :\Iosní 1969).
lo 0-0-0 1'.b7
.\hrna si 1O ... b4:C:, hav el típico sacriti-
cio J 1 "i'Jd5'. cxd5 12 exd5+ e7 1:l
)1]\t' i, COll ataque.
11 ilhel 1,.. e7
Aquí, según un testigo presencial. Rash-
kovsb· Sl' levan tú df' Ja mesa con aspecto
satisfecho: ante'> había conseguido
hneu juego co11tn1 SaYon. rkspués de
12 <;t·bl .;¡~c5l 13 c!í dxP5 14 fxpf¡ i!jd!í.
Pero cuando, quince minutos más tar-
de, Boris aYanzó resueltamelllc su pec)n
central, ¡todo el munrlo comprendió
que esta Yez Rashkovsky no se iba a salir
tan fücilmente con la suya!
12 e5! dxe5 13 fxe5 f~d5
Se di1ü que también f'll este caso la po-
sicic'in rle las negras es lo bastante sóli-
da. aunque sil desarrollo está ligera-
mente retrasado y no han consq!;uido
jugar 'u caballo a c5. ¡Ha llegado el
momento de una explosiún cmnbiualí-
'"'' De uuno planea ;:obre el tahkro la
sombra del "padi l' Kazimiridi... ".
14 d-xe7?!
Inmediatamente dc;;pués de la µanida.
Spas:-.kl indic(1 la má-; fuerte l 4 ,¿jxe(i'
fXeti ] !J •¡.';\']¡)+, \ ('lltOJHTS 15 ... ,;{,r\8 Jti
.;~xd) xd!) 17 .k.xe7+ :!•xc7 18 "W\'h.J.-
(18 ... ,;t,e8 19 g6~-~) l!J 7
1:cx
'i':l'gi .1-::fü ~] xhi, con luntc .11.1-
que. o bien ¡;¡ ... g1i l h _,¡; xg(i~ hxgli l,
~.\!xh8+ -'2.if8 l 8 b xc7 '#lxe7 í l 8
·2~xe7~! 1<l :::'.JI '/';Li ~O g4 :n '"'xg7
:u ::n; -) \~1 ..:;e4. con cbr.1 '"11-
1a¡a de Lis lilanc\~.
Despu(·., <;c 11 •/':xdi'. ;.unlmo;jngadc•ll"'
,.it-ron la lll~Ís 1c11a1 11 .. \.g:~• •: 1.-,
:.::i xg5 ·L.xc 1~ !fi bxc'.~ 1 (en 801 i.1 S/1111.1/iy \
){)() Wi11.1, se recomienda l () '1!4'1".;! :~xa2+
17 ·;'~h 1. con ataque, pero es mejor
16 .. 0-0-0'. 17 bxt.3 ~xc'.1 1H 'L;xf7
J'lht8, por ejemplo: 19 e6 :,;:lt'5!: otra op-
ción es l 9 :t:Jdfi+ .t>b8 20 ~g3 •Lixé: sí
l 9 Ee"I '14l'a3+ ~O ·~d2 tC'íxef•, o bien 19
i1<í'f4 'il\ía'.1+ 20 \i1d2 .,;;,d;,¡ 21 eh lila:)+ 22
e') 'lí4'xa2+ 23 ~e'.1 l:dc8 24 :Z:dti+ ~·b8'.
Garv Kasparm' - \1i-; \;t:'\HLES l'RFI>EUSORr.S lll

sin temer al jaque descubierto) 16 ... sencillamente, no pudo pi·ivarse a sí

v se habría producido una posi- mismo de! placer de realizarla en cl ta-
ción muv interesante. blno. Apostaría que se repetía para sus
adentros: "¡Adelanle. Kazimirich!".
14 ... i~xc3

Si 14 . .. la manera m<ÍS sencilla

ele decidir las cosas es 15 ..\1;,,xb5! axh!í
16 1'.i:ícxb5 ~bfi 17 t.1Jd6+ wl8 18 ~fl
'Llf5 19 iil4xf5 .t!xa2 ( 19 ... cxf'.'í 20
~c4!) 20 4-:Jd,, etc

15 ~g4!

Este espectacular e inesperado golpe

lfo;14rama de análisis casi noquea líteralmentc a Rashk!wsky,
Aquí hav tres posibles continuacimw~. que sólo esperaba la "normal"' 1!í bxc:3
dos de ellas audaces pt:riplos de rev y <ilxe7 lfi Wil'g4 ll.d5 17 ~g5+ @fR Las
una cuchillada ele la dama: blancas cmrcgan "medio juego" de pie-
zas, agudizando la situación hasta ex-
1) 17 l2jxf7 'lWa3+ (17 ... 0-0? 18 ~xh7+! tremos insostenibles. v es muy dificil
~xh7 19 Wh5+ c;lig8 20 EiJh6+ gxh6 21 encontrar ante el tablero el mejor pro-
!Wg6+ '>th8 22 '/Wxh6- c;lig8 2'.) cedimiento defensivo.
\th8 24 ~h4+ \' E'.xd7) 18 ·~d2
15 ... t2Jxdl
19 we3 ~b6+ 2o \!ff4 0-0! 21 en Wc7+
22 '.tg4 {z.Jc5l (22 ... ~xh2? 23 1i xh7+! En una partida posterior se jugó F1 ...
'llá'xh7 24 exd7 J:'tad8 25 :Lig5 'i't5+ 26 Wxe7? 1() 0xe6! fiJxa2+ 1 7 ,;;i:¡b 1 '.Zic3+
•;t>h·l iff4+ 27 g4) 23 Q.Jd6 (2'.) 'Vdle5 18 bxc3 ~xc3 19 "'1;'e8 20 :l:;xg7+
'liixe5 2•l Bxc5 'i:Jxe6, con igualdad) ~f8 21 e6, con ataque devastador. Iam-
23 .... ~c8! 24 t2Jxc8 'i!ff4+ 25 ~h3 'ii!Vh6+. bién es maln l 5 ... iíJxe!i? l (i ~xg7cl:;xd1
con jaque pe11x~tt10. (16 ... wxe7? 17 &;Jf5+:: lfi ... c2Jxd3+ 17
lixd3 ~14+ 18 Ilde3 wxe7 19 C1Jxe6!)
2) 17 e6'.? '1Wa3+ 18 wd2 'iVa5+ 19 l!te3!
17 J!Ixe5 Q.Jf2 18 2:d5 ~c4 (o bien 18 ...
l(fb6+ 20 ~f4 \l:l'c7"' 21 ~g4 E¿Jfü.;.. 22
lfixe7 19 iilxe6!) 19 .lfülti 'Wfl + 20 '>i?d2
~h3 0-0 23 ::¡jxt7. :\quí Spassky era cau-
l!!Cdl + 21 Wc3 Ac8+ 22 wb3 ~xd4 23
tamente optimista acerca de sus posibi-
f!xefi+ 1
lidades, y se diría que no le faltaba la ra-
zón: 2'.) ... l'iac8 (23 ... flc7? 2"1 24
Q.Jd6 ~.c8 25 <uxc8! 'ii'xc8 (25 ... l:lxc8?
26 e7) 26 c4, y la inusual posición df' su
rey no debería impedir a las blancas
matcdalizar su peón de ventaja.
3) 17 'lil1g4! Esta recomendación de Ke-
res alhia a las blancas de una innecesa-
ria ansiedad: 17 ... lia'.~+ 18 i?d2 ~a5+
19 i?e2 h5r! 20 'l1Bf5 ~d5 21 dí!, o bien
17 ... '1'..lc5 18 .::'í:e3'. 'l14'a3• lY ~1 d2! 'lia5+
20 c;iie2 (amenazando c5-eG) 20 ...
li.Jxd3 21 fidxd3 0-0 22 ~Lixh7, ganando.
Spasskv. por supuesto, estudió antes el
16 4:Jxe6! 'lél'c6?
sacrificio en e6 (¡cuántos de estos sacri- El error decisivo. Era imprescindible
ficios no habrá hecho en su carrera!), L6 ... fxe6 17 ..lú.d6 'ii'b6!, aunque sólo
pero le atrajo otra combinación, tam- podrfa decidirse uno por esto 11 as un
bién arriesgada, pero aún más vistosa. Y cálculo preciso y gran confianza en la

292

propia valoración posicional, a causa
de lo alarmante que es la situación del
rey negro. Veamos:
1) 18 Wg5 (la ide;i de Gdler: 18 ...
~d8? 19-Wg6+!!) 18 ... '!Jffi: 19 exf6
'ijxd6! (19 ... 0-0-(J?! 20 fxg7 i.:.hg8 2!
:ilLe5: h6 22 recuperando el m;llt'-
rial y conservando la inicíatirn) 20 fxg:7
Z1g8 21 ilxdl 'ffic7 22 ~h:'S+ f1e7 23
'lWh 4+ v las negras están fi lf' ra de
peligro, aunque por el momento las
blancas tampoco arriesgan nada puesto
que rienen las tablas al alcance (24
'llWh5+).
2) 18 ~xe6.i \iidH 19 ~f5 ~en 20 11We7+
~c8 21 ~xg7 (21 en;, J:í:d8! 22 .b,xdl
l2Jf6 23 ifxd8+ ~xd8 24 %c5+ Wc7 '.F>
1Lxb6+ ~xb6 es fanirable a las negras)
21 ... );M8 22 l:ixd 1 'lWe3+ 23 ~b l 'iJlfe2
24 l"tcl 'tlfd2 (24 ... l\Wxg2;, 21) ·~x¡¡;2
~xg2 es malo, (kbido a 26 e6 t?:fü 27
e7+ ;';d7 28 .il.6 l2Je8 29 c4J 21J l\Wxh7,
con un agudo equilibrio dinámico Y un
infrecuente equilibrio material (Spass-
ky). Por ejemplo: 21) .. Wb7 26 g4 :h8
27 V!/e7 llae8. 28 l\Wf7 J:1d8 29 \l..e7
Bde8, etc.
Puede afirmarse que en esta complica-
da posición, aunque no realizó su me-
jor elección en la jugada 14, Spassh le
planteó a su oponente tales problemas
que este último fue, sencillamente, in-
capaz de resoh·erlos ante el t.1blero.
17 ~uxg7+! @xe7 18 ~g5+ f6
Si 18 ... ~fR las blancas disponen de un
método convincente: 19 lLJf:í! l\Wg6 ( 19 ...
ll'ic.~ 20 1\\l'e7+ '.itg8 21 e6!) 20 '/,,_llefe7+
'.itg8 21 'i!Vxd7 'i'g5+ 22 <;f;;b 1 ! 'l!lt'd2 23
llfl ! , y cae el telón.
19 exf6+ '.itd8 20 f7+ 'tic7 21 'it'f4+
Las negras se rindieron.
21 ... @bfi 22 %;ie6, o bien 21 ... 'i!Vd6 22
l2Je6+.
¡Una victoria aplastante! El hecho
de que el fino ataque cornbinativo de
las blancas no fuese del todo correcto,
con un ingrediente de farol, no podía
significar meíor homenaje a la memo-
ria de AJexander Kazimírovich Tolush.
Bn1us X
Como consecuencia, Spassky finali-
zó con un punto por delante de sus más
inmediatos seguidores, proclamándose
campeón de la CRSS por segunda \'U.
En plena vena de éxit.os. un par de me-
ses después derrotaría claramentt· a
Roben Bvrne en su match de cuarios
de final cÍe Candidatos ( +3 . La pri-
mera de estas tres victorh.is fue lograda
con negras, en uno de los esquemas
predilectos de Spasskv, con av11da de
un brillante sanificio dt· dama.
379
R. B}Tne-B. Spassky
San jurrn l 974
(:aru/ida/o~. match. }" /Hfflirfa
Apertura Española (C95)
1 e4 e5 2 tuf3 l2Jc6 3 .J!Lb5 a6 4 .ili.a4 Gf6
5 0-0 .i.e7 6 ;:;:.el b5 7 i~h3 d6 8 c3 0-0 9
h3 .5í.Jb8
Boris VasiJieyich era un experto en la
Variante Breyer (y en la Ruy Lópcz, en
general), pues captaba sutilmente to-
dos los matices de las posiciones resul-
tames y consiguió numerosos ~xitos.
tanto con blancas como con negras.
Por c<msiguiente, no tuvo gran dificul-
tad para refuta1· el experimento de
apntura de Byrne.
10 d4 l2Jhd7 11 t.Ubd2
Es inofensivo 11 l2Jh4 cxd4 12 cxd4
l2Jb6 ]'.'.~ l2Jd2 c5 (R. Byrnc-Spassh.
'.\foscú 1971), corno también 11 c4 c61
(pero no 11 ... Jbb7?'. -véase tomo IL
partida núm. 244) 12 cxb5 ( 12 c5
l\Wc7) 12 ... axb~> 13 it:ic3 i;,b7 (lB ...
,~a6!) 14 ~~g5 b4 15 tL':bl h616 li.h4 c5
(Fischcr-Spassky, Yugoslavia l 9!:12.
match, 29ª).
11 •.. ~b7 12 ..iÍic.c2 J:!.e8 13 lLJfl
13 b4 (Fischer-Spassky, Reykjavik 1972,
véase torno IV).
13 .....&.JS 14 <'í:ig3 g6
29.'I
Can· Kas parm - '.\!is e,f :\ l\U.S l'IU llEU .so1u.s
110~
15 b3
Eludiendo la mm estudiada 1·ariante
principal. l !í a4 c!í 16 d!í c4 17 lc.g5 (si
17 '11.c·'.'\, cntonccs 17 ... ~Lic:-1 1 ), en la
que Spassh no sólo había t>xperirnen-
tado dificultades con negras ( contr<t
Ciocaltect, Dortmund J 97'.1, Ka\'alek.
\lontrcal 1979, \'Tal, Tilbmg 1lJ80), si-
no que también había logrado 1·e11taja
con blancas (contra KarpoY, Lc11ingra-
do 1974, match, l O", 1· Portisch, Gine-
bra 1977, match, 9" l.
También se ha jugado l "1 .'&.d2: 15
..il.g7 16 '@'el d'í 1• con igualdad (l'nzic-
kn-Portisch, Santa .\l(mica 1966. \' Ba-
lashm-Spassh, Sochi 197:1), así como
l'í kg:) hfi 16 .~d2 (Fiscl1n-Spassh,
\'ugoslaYia 1992, match. l ",torno[\').
15 ... lcg7
15 ... d:i cs pasini 1, por utm lado, sería
prcmat11rn l:'í ... rF1: 1 , debido a 16 ~g5!
htí 17 4.h4 dxe4:'. 18 -:'Jxe4 g:. J. l~I dxc:)'.,
nm ataque (J. Polgár-Spassh, Buda-
pcst IC)~J'.'l. matcl1. 8').
16 a4?!
Esta j11gada permite la ruptura libera-
dora dti-d!J 1, por consiguiente, mme<1
ha recibido un;i general aceptación: las
blancas deben j11gar con más rigor. Sin
embargo. después de 16 d:í 1 (t'l arma
principal ele las blancas en nuestros
días), .. K,vimirich'' s11gine lf) ... tfjb()
(también se ha jugado 1 h ... l'l:c8,
Anancl-\'an ckr Stcrren, \\'ijk aan Zee
1998) 17 1..c:I?! ;';.c8 18 iiii'e2 ch'. 19 el
cx<F> 20 cxd:i .CJix<L) '.: 21 cxcLí 2Jxcl5,
con buena compensación por la pieza
(J. Polgár-Spassh, Buclapest 199'.'\,
111
match, l O"). La jugada correcta es 17
l!í'.bl' (¡rayos X!) 17 ... c6 18 c4 (lnzic-
ker-Dormcr, Olimpiada de Leipzig
1CJGO). y Leko-lklia1·sky, Olimpiada de
Blecl 2002).
16 ... d5! 17 dxe5
Las blancas no consiguen nada con l 7
é:i:Jxe5 iLixe.'i 18 dxe5 l'i:Jxe4 19 ·'Zlxe4
dxe4 20 '@xd8 J'l:axd8 21 ;~g?'i J!d5 22
axb5 ::!.xb5 23 ~fü ,;;;xm 21 cxm j';[j!
(24 ... ~e6 2S b4 ñff> 2h t3 l'S infrrior)
2S ::ad 1 I:l:xfli 2h :ti.d7 tlc8, con igual-
dad.
17 ... cLixe4 18 iLxe4
"Puede que 18 Ci:Jxc4 dxe4 19 .ii:· xe·t no
com·e1H iese a Byrnc por 19 ....ii.xc·t 20
;"lxc4 'uxe!í 21 'i\'xd8 ilaxd8 22 •./Jxe:)
::'í.dl+ 23 Wh2 ::2xe5" (Balashm·).
18 ... dxe4 19 >:i.g5
Con estajugada intermedia cumaba el
gran maestr·o nortean1ericano.
1 l '>'>
Por supuesto, las blancas no p1wclen
conseguir gran cosa con 19 ... f() 20
ndh .li.xfü 21 ,;!; xfli Ci:Jxfti 22 'Dd2 ( 22
',!\\'xd8 l":axd8 2'.) iLid4 C:í) 22 ... 'liijdb 2'.)
:~clfl, con igualdad, o bien l ~J ... ·~c8
20 ~xc4 '~Jxc5 (pero no 20 ... l:.xc4:0'.
:-21 ,;l;xe4 'llxe5 22 l'i:Jxe5 .~xe'l 2'.) 'i"i'e 1
'l'\IFi 24 ii.f4) 21 i2ixe5 .t:.xe5 22 .ufü+
hxfü 2'\ i,. . xfh '~Fi 21 '/,Wd 1 e'> 2,-, 'f\'db
~el:). con probables tablas. Pero Lis ne-
gras realizan una jugada awLu. que
trastorna el tranquilo desarrollo de la
partida.
19 ... exf3 ! ? 20 .kxd8 .!laxd8

A SpasskY, como a I ,askcr en su tiempo,
le gustaba sacrificar su dama posicio-
nalmente. pero un sauificio de dama
por sólo dos piezas menores es asunt(J
más qnc raro. Pocos podrían molestar-
se en tomarlo en serio, ya que. despu(·s
dl' todo, l'l re\ blanco no est<i por el
momento cspecialrneutc debilitado ,.
sus demás piezas ocupan posiciones
m:is o menos normales.
Paradójicamente, son las negras, al l'll-
tregar la dama. quienes confían en los
demcn tos dinámicos dt> la posici(m. a
difr-rencia ele. digamos. la t('JTcra parti-
da de mi mate h con Karpm· en :\ ucva
York ( 1990). <londc \o tenía u11<t colo-
s.tl com pensaci< lll p(;sicional por la da-
lll<l y. por el contrario, er;1 mi oponente
quien trataba de explotar Jo., factores
dinámicos. Pero aquí la compe11sacióu
de las negras nn es !'\·idcnte, aunque
pockmos mencionar la pre,ió11 de los
alíilcs S\Jhn· las grnnrles diagonales y la
potencial amt·naza ._jd/-cc)-Ci+. Las
blancas 1cndní11 qlle t•ntreg;ir una wrre
por el caballo. después de In cu<tl tal
n-z 'iC produzca una posición de equíli-
hrio dinámico.
21 axb5?
Bvrne ·mbcs1ima claramentf' las ame11a-
zas e!<' su achersario. Las diiicultaclt's de
las blancas pueden iluslrarse con las Ya-
riantcs 21 :Z,;e-F' c'LJxcéJ 22 ·ac'2 tx¡.(2 '2:-1
l':íe'.s 'ljf's+' 2-} ~xl".1 124 '6;l,xc4: 2:)
.i1xc4 f'í) 21 ... xe.f '2'."¡ .~ xf3 26
q,\¡'xf3 LFL ' 21 :!'te E' 1 pero no
21 ... ' 2:2 ;;:(\-}') 22 -i.Xt'f 2'.xe'J
23 'llifr2 fx.~2 24 <txhí ,1xh'i '.!:1 ,::Qxg:!
~:;d'\ 1 , con cxcdt·ntc c<impcnsaci(rn. En
BoRl'i X
taso de 21 ."i;fl fXg2 22 iLJh2, las negras
< apturan en c5 (inmediatamente. o
despu(>'i de h1 previa 22 ,.. hxa4} ' lo-
gran hucnj<tego, con las labias al akan-
re de la mano. En la \·a1ia111e 21 ll<\'(H
c'í 22 ~e'~ c7ixe5 '.!:l f:ed 1 l:l:xd].,. 21
:";xdl l\g2, la hwrza del allll dt> h7 le
asegura rabias a las negras: 23 '&íxcí
~::n+ 2(i ~'xg2 ,'2Jd2+.
La mejor posíbilídad era la recomen-
dacíún de Bondarevskv. 21 di'. Sí '.21 ,,.
fxeti?!. entonces 22 axb3 ~Lie'i 2'.~ 'il:l'c2
fxg2 (sí 23 ... axb5. entonces 24 Ea!:
üb8 2:-) :"¿Je4 ¡ 24 í'~xefi ! .ik xe:) 2:) bxa6
es ¡tJiora bueno para la~ blancas. de
modo que sólo queda la rnri<mlt' del
ordenador: 21 ... ~/.Je:) 2:2 exlí + •;t;xfl '.2:1
h'd fxg2 24 wt4+ '~g8 25 Led 1 ( 2'1
L;d ;it8) ::r, ... ·.:'m+ 26 '>';<xg2 . ¿;r1:>+ 27
¿d:l+ 28
pelllo.
"'n ·r.Jh'.2+, rnnjaqitt' per-
21 ... i~xe5! 22 bxa6?
¡l\inico! \iaturalmentc, había qucjugar
22 ·ii:fc2. aunque desprn"s de 22 ... lxg2.
con la amenaza ZD!'.'\+. la iniciativa pasa-
ría a mano.' de las negras: 23 J:.xc3 ( uo
liav uada mejor) 2'.~ .. . xe"J 24 bxa6, '
aqní descubrí la muy luenejttgada ::!I ...
i.f:\! La posición bl;mca es bastante des·
agTadable: lus alliks campan a sus a11-
chas ¡mi todo l'I 1ablero \ d nmtra1uc-
go nrn «l a1·a11te del peon a no n
pcligrnsu í pues la casilh aK est<i lucrtt,-
lltelllc co11trnlada). l'ur e1!.'mplo: ~!'J b4
h:)'. (con la amena'ª h:J-hl l 26 h-1 ~ tü \
xh l. co!l uecienll' <ll<1que.
22 ... I:xd 1 23 ):''::exd 1 a8
La luer;a dd pt«Ín a resulta ser fictH ía.
24 gxf3 .f':xf3+ 25 ;\',fl .11 xc3
El resto no es interesante: bs negra..-; tie·
nen ataque decisivo\' vemap material.
26 :'.íacl i2Jd2+ 27 •;tgl i1.a5 28 b4 .J3+
29 ,;.fl .'2ih2+ 30 •"'>'gl .2:;f3+ 31 ±fl b6
32 I;c2 <::Jh2+ 33 i:gl 'tf3+ 34 i~fl .:~f8
35 '.2Je2 ~:h2+ 36 ;:ligl ::;f3 ¡. 37 ;t,fl
~.e4 :38 :"la2 ".h2+
.\ Spa-;skv le gustah<t darjaques para g-a·
n;u tiempo l'll 'ti reloj.
Gan KaspanH' :\1is GE7'1ALf'i PREDECESORES lfl
39 lt>gl tt.:Jf3+ 40 lt>fl .:Uh4! 41 .:Uf4 JÍl,f3
42 lld3 g5 43 .:Ue2 ,,¡;~g2+ 44 @el líJf3+
45 lt>dl líJe5 46 ::!.c3 ~d5 47 l:;'!,d2 Jlc4
48 l:a3 lfa8 49 f4 gxf4 50 .:Uxf4 llxa6
51 iixa6 Jlxa6 52 líJd5 ~c4 53 líJxb6
cxb6 54 J:d6 b5 55 Wd2 .:Ug6 56 lt>e3 h5
1,as blancas se rindieron.
Tres partidas que son tres \'Ívidas
muestras de fantasía. Karpov tenía ra-
zón al decir: "En el juego un tanto ale-
gre de Spassh en la apertura había un
peligro: ante el tablero podía dhisar al-
go que no se encuentra en ningún li-
bro". Sobre todo cuando los oponentes
eran inferiores en clase a Spa.ssky, y su
juego era agudo v relajado, producien-
do esa impresión de tranquilidad de es-
pírim.
Fue con f'Sa sensación con la que
jugué en \Viík aan Zee 2000 (es decir,
cuando estaba trabajando en este capí-
tulo sobre Spassky), Antes de la 1íllima
nmda, <listanciaba en un punto a mis
más directos rivales, v unas tablas con
blancas ante Judit p¡¡lgár me habrían
garantizado la \ictoria en d torneo. Ya
no quería jugar (pues, además. la ron-
da comenzaba temprano, a las 12.30),
pero, por otra parte, nw resultaha in-
cómodo "dormirme en lo' laureles"
antes de tiempo. Con esta contradicto-
ria sensación jugué 1 e4, pero después
de 1 ... c5 2 líJf3 d6 3 d4 cxd4 4 líJxd4
líJf6 5 i2Jc3 a6, me desperté: Polgár ju-
gaba la Najdorf. Así que, por ~upues­
to, seguí con 6 ~e3, v después de 6 .•.
líJg4 7 .~.g5 h6 8 Jlh4 g5 9 j,g3 .~g7'
opté por 10 h3!? (estaba cansado de
10 ~.e2 hf¡), y ella. tras alguna refle-
xión, 10 ..• líJf6!? Una interesante no-
vedad, aump1e, por supuesto, yo había
examinado esta jugada v consideraba
que la respuesta normal era 11 ~e2.
con juego complicado. Pero aquí re-
cordé, con una sonrisa, el triunfal gri-
to de guerra ";Adelante, Kazímfrích!".
v me lancé a una lucha franca: 11
~c4!? '!ífb6 12 0-0 0-0 13 .:Ude2!? 'lií'xb2
14 s&.b3 'ira3 15 f4! y. tras dh ersas
aventuras, pude alcanzar, por fin, al
rey negro.
296
En la piirnavera de 1974, Spassky se
enfrentó al joven Anatoli Karpov, en
cuartos de final de CandidalOs. l\1uchos
predecían d triunfo del excampeón
mundial de 37 aílos, y la primera parti-
da parecía confirmar tales pronósticos.
380
A. Karpov-B. Spassky
/,nlinr,rado 1974
A1alih de Candidatos, l" partida
Defensa Siciliana (B83)
1 e4 c5 2 'Df3 d6 3 d4 cxd4 4 'tJxd4 Qjf6
5 LLic3 e6 6 ,W,e2 e7 7 0-0 0-0 8 f4 {¿jc6
9 .~e3 e5!?
En este match, Spasskv jugó también
9 ... JÍl,d7 (9ª partida), mient.ra~ que 9 ...
ali conduce a un <:'~quema de mis due-
los con Karpov ( 1984-85, 1985) y
Anand ( 1995), después de lO a4 'l!l!c7
1 l \t•h 1 J'i:e8.
10 líJb3
Son inofensivas tanto lO líJf3?'. li.xt:i 11
exf5 exf4 12 l'í:xt4 d5: 13 lt>hl :::te8, con
igualdad (Mecking-Spassky, Olimpiada
de !\iza 1974), como la línea simplifica-
dora 10 líJxc6 bxc6, o Ja exótica l O
tt:Jdb5 (Dolmatov) 10 ... a6 11 fxefi
{¿Jxe5. La única tentativa por lograr
ventaja se encuentra en la variante 10
fxe5 dxe5 11 líJf5 ~xf5 12 :'.xf5. v sí
12 ... 'f!\fa5, entonces l'.~ ~fl (Geller-
Kasparov, In terzona! de Moscú 1982).
Normalmente, las negras resuelven
sus problemas con 12 ... 'l!l'xdl+ 13
Z:xd l g6.
10 ••. a5?!
Una vieja preparac10n de Spassky y
Bondarevsky. Posteriormente, esto fue
reemplazado por la dinámica lO .,,
exf4 11 gxf4 (después de 11 axf4,
además de la evidente 11 ... ..\te6, son
posibles las más creatÍ\ras 11 ... Libd7 y
11 ... éz:Je8) 11 ,,, ~<:612 \t•hl d5! 13 e5
.:Lld7 I 4 .:Uxd5 líJdxc5 15 c4 ,~.g5!, co-
mojugué contra Geller (Moscú 1981)
y Kuzmin ( 49" Campeonato dt> la
URSS, Fnmze 1981).

11 a4 ttJb4
La posición crítica de esta rnriamc.
1157
12 .íZLf3?!
Es más preciso 12 ~hl'., conservando el
control de la casilla c·t 12 ... '!/lic7 (12 ...
11,e6?! !'.~ t5!; 12 ... d5!?- n fxe5 li:;xe4)
13 :el! ~e(i 14 c2Jd2! ex!4 15 :1Jb5 Vllf<l8
16 ~,xl'l ... 1-0 (Gellcr-Spassky. Moscú
1974, v K1valek-Spassk\", fnterzonal de
Manila 1976).
Si 12 .. il.d7, entonces 13 .il.f3 es ahora
apropiado (trasponiendo a la varían te
9 ... <~d710 fiJb3 a5 11 a4 !Líb4 12 il,f3
e5 13 @h 1), seguido dt' 13 ... l::.c8 ( J 3 ...
ic.c6?! 14 fxe5 dxt'5 L5 Vllfe2 Vllfc7 16 Vll!f2
l2Jd7 17 13'.adl ... 1-0, Geller-Polu-
gaievsky, Ponoroz 1973; 13 ... Vllfci 14
J::1f2 t.fe8 15 l!.c12 b6 16 111Hgl :; u ...
ile6!? Geller) 14 :tf2! I!c4 15 fxe5 dxe5
16 .l:d2 '®'c7 171/Wgl ! ~d8 18 ~ad L. 1-(J
(Geller-Reshevsky, Interzonal de Pal-
ma de Mallorca 1970).
Este <ejemplo clásico es· el que Mrpm·
trata de seguir, pero tras esta impreci-
sión, no consigue nada y la~ negras lo-
gran una posición cómoda.
12 ... ~,e6!
La clave. Ahora, si 13 f5r 1• puede seguir
13 ... y además se amenaza 13 ...
exf4 14 ~\Ílxf4 •'Llxc2! 15 Vllfxc2 Vll!b6+.
13~hl
No es nada especial 13 .'.Ud2 exf4 14
~,xf4 '!1Hh6+ 15 '~h l .::!.ac8, ni tampoco
13 fl:t2 exf4 14 .~xf4 d5 (14 ... ~xb3!?
15 cxb3 d5) lt'í e5 cLíe4 16 ~xe4 (16
cZJxe4?! dxe4 17 .~xe4 ~xb3 v .~c!í!; 16
BoRJs X
l:Ie2 c2Jxc3 l 7 hxc3 4.Jc6) 16 ... dxe4 17
ttJxc4 :tlxb3 18 cxb3 c?Jd3 19 l'H3 !Líxf4
20 litxf4 1/Wb6+ 21 ~h 1 'lie6, con igual-
dad.
13 ... '®'c7
13 ... exf4? 14 ilxf4 d5 15 e5!
14 !lf2 I:tfd8 15 .!:'!.d2 ..~.c4 16 4.:ib5!?
Jugado tras una hora de reflexión. Po-
demos entender fácilmente los motivos
de Karpov: no está satisfecho con el
desarrollo de la apertura y trata de agu-
diza1· el juego. cometlzando por expul-
sar al caballo de b4. En caso de la conti-
nuación 16 .w.e2 d5!? 17 fxe5 tí:Jxc4 18
tl.Jxe4 .JÍ,~.xb3 19 cxb3 dxc4, las negras
no tienen motivos de queja, corno tam-
bién es el caso después de 1n CL.ld7,
con la decisiva amenaza o bien
16 c7ld5!? lijbxd5 17 exd5 e4 18 i'ie2
l'tdc8! (Mikenas).
16 ... 1l,xb5 17 axb5 a4 18 illcl d5!
Las negras están obligadas a actuar
enérgicamente. "Con el método chisico
(en la Defensa Siciliana) de romper en
el centro, Spasskv se adueüa de la ini·
ciativa" (Botvinnik). Pero me parece
que la situación sigue sin estar clara Y
que este comentario está influido, co-
mo suele suceder, por el resultado de b
partida.
19 fxe5
No 19 exd5r e4 ni tampoco 19 c~l?!
dxe4 20 fxe5 'ii'xe5.
19 .•• 4.Jxe4 20 c3!
Ejecutando su plan de forma coheren-
te. No era factihle 20 ltxe4?! dxe4 21
c3 %:1xd2 22 jhd2 11i'd7!, ni tampoco 20
.l:e2?! a3! 21 :i'.xa3 (21 c3? axb2 22
l:txa8 bl'li, con ventaja decisiva) 21 ...
:ixa3 22 bxa3 4.:ic3, etc.
20 ... tt:íxd2 21 Jl¡,xd2
Es mucho peor 21 'lixd2? d4 22 .axd-1
tllc2! 23 \lfxc2 ilxd4 24 11l.e4 I'l.c4 25
$~xh7+ @h8 26 jfül'.~ 'll\!'xc5. como tam-
bién 24 b6 Vll!c4 25 '1::1e2 .tid7.
21 ... 'lixe5!
297

22 cxb4
Era malo. por sllpllcsto. '.:22 ,!J,xa4; J;xa4
23 'blxa4 kg:1 1 24 'i#ldl 3e8. ganando.
"En esta aguda posición, las blancas po-
drían haber causado mayores dificulta-
des a su oponente con 22 g3 (sugerido
por Tal) 22 ... c\4 23 cxb4 ·~xb:') 24
'ee2!'' (Bot\·innik). En opinión ele !\ii-
kenas, después de 2-l ... '~c\7 25 .ucJ3, o
de 24 ... 'Hxe2 25 1, xc2, con idea de
kd3 \' .:2Je2. incluso tendrían posihili-
dades ele lograr \·entaja. Sin embargo,
las negras disponen de la mejora 22 ...
1'.Hí! '.:23 ¡,_¡4 '@Ei 24 cxb4 g0 25 ic.d2
il.xb2, y la prn,icilín blanca no es t·mi-
<liabk.
22 ... ·~xb2 23 :2'd3 'iií'd4 24 :'.:a3
"Karpm· realizó cstajugada al instante.
omitiendo e11 -;us cilculos la respuesta
negra" (!\!ikcnas). "Pasi\'o. l'na alter-
nati\'a rn;ís aguda era 2·1 ·:Z:di _,¡; xc!'í
124 ... a'.~ 2!í cL:Jxb7) 2:) bxr?í, las posibili-
dades ck las blancts serían mejores que
en la partida'' ( Bot\'innik).
Ciertamellte, desput's de 25 ... 'f!llxc0 26
:Uxa4 :txa4 (26 ... ~xb:-, 27 ~b4) 27
·1Efxa4 •&r4! 28 da! '.:C (si 28 'i&dl ·~xb:°'J
29 h3, como recomendó !\likenas, es
c!esagradabk 2~J ... d4) 28 ... '/lWxb:"í '.:29
~e3, o bien 25 ... a3 26 k.g5 (pero no
26 <fr bxc6 27 bxc6 a2'. '.:28 'f'l'c 1 'i1':!'xa 1
'.:29 'litl'xal f:db8 - +) 26 ... '@'xdl+ 27
ii..xdl ~e8 28 '~Cigl, los dos alfiles le ha-
brían permitido a las blancas sostener
su posición. Pero. en cualquier caso,
;24 i::a'.i no estropea nada!
24 ... iií'b6! 25 ;,t\'e2?!
298
''Las bbncas siguen jugando de forma
un tanto pasiva. Tamhién aquí debe-
rían haber corrido un riesgo con la
continuaci<Ín 2!í ñxa4, sin temer la res-
puesta 25 ... '!lfxb5 26 Bxa8 ~xa8, en
vista de 27 .J(.i.e2 .\lífü 28 c'ZJc5 '\ifb6 29
·2ib3" (Botvinnik). Sin embargo, 27
2il4!i- d4 (27 .... ffixb4 28 ctlxd!í! ,,)..xd2?
29 :1Jc7) 28 h3 es más interesante, va
qtw es peligroso jugar 28 .... ~.xb4 29
'i'\í'bl aa4 30 ~f.<.d!'í (30 <'Dd3 'i'a6) '.fü ...
'B'c:,:: 3 l J&.xJ7+! wxl7 32 1/Wb3+ we7 :r1
ii.xh4 .Gxb4 34 <'Dd!í+, con fuerte inicia-
tiva. Parece que 25 J:'!:xa4' habría con-
servado el equilibrio material \' que.
por tanto, era erróneo criticar el juego
preceden te de Karpm-.
25 ... ;";eS!
Era inferior 2?í ... &cl!l 26 .k' xd?í '!Mxb:"'J
27 'l'Wh:"í!
26 ixd5
2b li\l'f:Z? '®xi:! 27 './Jxl:Z .1'g'.J' 28 .4:.c3
d4 - +.
26 .... ~.xb4 27 .~.xf7+ wxf7
"O birn 27 ... '.t1h8 28 ..J.xc8'. (28 ;";xa F
,;';_xd2, ganando) 28 ... -&x<d '.:29 ·?ie?í'..
con incontrolables com¡Jli(aciones"
ll\.tikrnas).
28 it'í'f3+?
Es probable que sólo esto sea un 1crda-
dero error. En el agudo final que se
produce tras 28 1/Wh!'í+! i!'g6 (28 ... ;i;•g8
29 :,!_¡ xb4) 29 @t3+ )j\i'f() 30 k.xb4' 'll\l'xf3
'H gxl3, las hlancas deherían poder
conseguir tablas: 31 ... b() (Bot\'innik)
32 iub2': :H ... ñe;) 32 ~c:"'J! IMikenas):
:)} ... ::::tad8 32 .~.c5 :td:í 33 , o bien blancas puctk·n rendirse: 41 'j?\lhó(dil
31 ... J;l,e2 32 'uc5 ('.i2 ... I'::'.d8 o bien 41 ll!íld4 'lixc3'. La defensa
33 .í:í.al J;í.d4 3·1 "ü3 .&::c4 :'>ií ·Zrxal. correcta es 40 llcf8 ( 40 ... lk8 4 l
28 ... ~g8 29 íloxb4 'i&dó! V 1.;;Jd3; 40 ... ñci8 41 ~c4!) 41
'i!fd5 1)2 42 .1i.xg7! '1Wf5 (42 .. c;:9xg7: 43
29 ~cl:í+ f\Ve6! 30 'excfi~ ,;::-;t'('Í cl I :1Jxh4? 'iie5+l J3 ~g3l 'l'í'xf4 44 ,1, xb2+ \l!lxg3+
J:d8, o bien '.H 1'..xb-1 J:tb6, etc. 45 ~xg3 axb2 ·±6 !Wb:\. con igualdad.
29 ... 'l/lrxb5
40 'lt\í'd6 h6
Ahora, la posici(m de KarpoY está per-
dida: las negras tít·nen dos peligrosos Según Botvinnik. era nuis sencillo ·+O ...
peones pasados 1· tones aclÍ\'as, mien- ll!íle71. pero no, d<·sdc luego 40 ... a')r .+ 1
tras que las piezas menores hlancas no ~ha:-\ r.xl·k 42 ganando.
disponen ele purnos fuenes.
41 'ii.b2
30 h3 :!.ad8 31 ~d2 'i>Wd5! 32 '§'f2 b5 33
.'1la5 ::íd7 34 2:f4 Karpov ha resistido con todo su empe-
úo, y Spassky se ha neado algunos pro-
Una tentatÍYa de crear· contrajuego.
blemas a sí mismo. pero no ha tí1·ado
:.J4 ... D'.f7! 35 :Uf3 poi tierra la \'ictoria.
:15 35 ~g3 ~d4.
35 ... ·~c4 36 ~.d2 b4 37 'ii;í'b6 b3
En opinión de Botvinník v l'vlíkenas.
hubiera ganado m¡\~ rápidamente 37 ...
a:s! Estm de acuerdo. Las nt'gras no tie-
nen más qne recoger material: '.rn
'/l!fxh4 't!l'xb4 '.~9 ~xb4 a2 40 .~c'.i I;'!.c8 41
.iu:'5 ;:lc5 42 '1,_b2 4b5 43 .i,.d4 :::::b4 44
ii.e5 l:fxt4, ganando.
38 .;l;ih2 'l:l\'c2
Aqní se recomendó '18 ... ;;.ern 1 : (impi-
diendo la actil'ación del alfil blanco).
Por ejemplo: 3~) ;¡e:\ '&id 40 .;:J.n (40 41 ... 'ii':\'c2!
t/Jd'.~ !'.:el/!) 40 ... 1/frc2 (aún lºS mejor
La jttgada secreta. "Spassky tenía que
Hl .. 'ietb7!Hl 'i"te6! (±1 ... 'flfxc127
e1·i1~1r algunos escollos: 41 ... ::":d8: 12
42 ¿!J<Fl!; 41 ... b27' 42 i:Od5' ~c5 1:'1
fig3'.. 1 las hlanrns escapan d(, la da1·a-
~.li4 'l>Wxb4 44 '/xb4 bl 45 ~di ii4'b7
da" (Bot\irmik). La consecuenci<i sería
16 t2íe5 ge/ 47 c,1ih l) 42 'i."\'e-1 •;i,¡b8. el
42 ... 43 ~xf4 ñxf4 44 l'!.xg7+. con
caballo está clavado v no puede dcte-
.iaque pnpctuo, o bien 42 ... a3 4'.)
ncr>.e al peón b.
;!; xg7! '.::txg7 44 i?.Je6 l'hg:) 45 'i'.'\'xf8+
39 ~.c3! We4! ',~h7 46 ~f7+, con el mismo resultado.

"Hav que parar la amenaza Des·
pués d(' '.'19 ....~xf4~ 40 'i'iíc7, itJespera-
damente, Ja..; blancas ganan·· (F\or•i11-
ník). En realidad, de,pués de 40 ... :::.m•
41 '¡§\Id/, bs cr¡sas probablemente ha-
hría11 fínali1ado en tablas, pero 10
~b7' hubiera ganado.
"Era peligniso 39 ... a3:C, debido a 40
l:r.g;{, co11 suiicientc c011traj11cgo" ( \li-
kcnas). Pcrn despm~s de ·HI ... h2. las
Además, después de 11 ... Jlc8?, las hlau-
cas habrían salYado la partida cor1 42
.¿:a·(í! no la jugada de Botvümik -12
debido <i la réplica de Mikenas.
42 ... 'Ji§'cfi!) 42 ... :;);xf3 4'.) V SÍ 41 ...
ciee7~. t'Jl(OllCCS 42 fiJg6'. J'tc8 (4'.2 ...
ttefü 43 ;:'i.xl7 1 '~xf7 H '¡¡,j'f8+ ,:','xg6 ·E•
~h5 .f6 ¡¡;4+: 42 ... li*dí -t:'I
4:1 !:xfl \X.ixl7 ~4 'i!4'cl7+, fortan-
do .f.f ... 'E.c7 45 ·uxe7, etc.
Cary Kasparo\' - Mis r;F:-.:!ALE'i PREflEU.'iORES
42 'i!Vd5
42 ~d4 ~e4! 43 ~h7 44 c2:ld3
'IM/c7+, o también 4'.) 'IM/d5 í!Hc4 44 'i!Va8+
wh7 45 ~c3 ganando.
42 ... 'it\'f5
Evitando una trampa: 42 ... 'l!Vxb2; 43
.."i:Jg6( d3). A pesar de sus errores en
apuros de tiempo, en general las ne-
gras han sabido materializar con segu-
ridad sn ventaja. reforzando su pos1-
ci{rn pa5o a paso.
43 'itl'c6 Wld7 '14 'Jlfg6 :":ee7 45 ~a6
'11Ub7! 46 í!Hxa4 ,l;e4 47 'ii'xb3 :J"l.b4!
"Spassky prefiere dejar a las blancas
con su pieza más débil: el caballon (Bot-
vínnik). Después de 47 ... ~xh3~! 48
l:t.xb3 J:exf4, las cosas habrían sido m;'is
difíciles para las negras.
48 ~e6 :::Ixh2 49 l:tg3 l:t.b6 50 ~e8+
~h7! 51 '11Ue3 !:!d6 52 '11Uc5 Wlc7 53 't!Yb4
'IM/d7 54 -'Lih5 i:::g6
54 ... g6!? (Mikenas).
55 J:!.xg6 'i!;>xg6 56 <Lig3 ~d3 57 h4?!
~h7 58 h5 ¿d7 59 'l!il'c5 ~d4 60 We7
l'tg4 61 'IM!e5 .::l.h4+ 62 'i!;>gl 'il!Vdl+ 63 ºf2
\\l'd4+
Las blancas se rindieron.
El excampeón mundial, sin embar-
go, no pudo rematar su éxito. "Debe-
mos ser justos: no fue el talento de
Spassky lo que salió derrotado en este
match'', escribió Rotvinnik. "Spassky
perdió el match, en tamo que ser hu-
mano. Tuvo oportunidades favorables
durante el juego, pero no consiguió
apron~charlas. ¡La lucha dura ya no es
de su agrado!". Creo que la victoria,
con negras, en la primern partida. le hi-
zo un flaco favor, porque desde ese mo-
mento contó con un desenlace favora-
ble dd enn1enlro, y no esperaba que,
en las siguielltcs partidas, su rival exhi-
biese un nivel de juego tan alto.
A fines de 1976, Borís Vasilievich se
casó con una nnüer francesa, y las auto-
ridades soviéticas, aún afectadas por la
reciente deserción de Korchnoi a Occi-
dente, hicieron nn<i rara excepción,
permitiéndole a Francia con su
300
lll
mujer, y fijar allí su residencia. l'ero
hasta 1984 corninuó jugando bajo ban-
dera soviética.
Lecciones de Spassky
Mi primer encuentro con Spasskv
en el tablero fue en el otoií.o de 1981,
en la ciudad holandesa de Tílburg. Era
mi p1·ímer supertorneo: una prueba de
fuego. Todos los grandes rnaestros des-
tacados estaban allí, a excepción de
Karpov y Korchnoi. ocupados con su
maleh de Merano, v también de Tal y
Polugaicvsky (que ayudaban a Karpov).
Sólo conseguí una puntuación del 50%,
pero en opinión de los demás partici-
pantes en el torneo, jugué de forma
muy interesante. Muchos grandes maes-
tros consideraban que podían evaluar
ya mi estilo de juego y mi potencial. La
opinión pública comenzó gradualmen-
1e a inclinarse hacia el hecho de que
en 1984 habría un match Karpov-Kas-
parov.
Entretanto, en Tilburg establecí un
récord personal en torneo. que, afortu-
nadamente, aún no he podido romper:
¡perdí tres partidas: Con negras. contra
Timman, fui totalmente superado, pe-
ro mis derrotas con blancas, contra Pe-
trosian (partida núm. 34:'1) v contra
Spassky fueron penosas. En ambas par-
tidas, logré ventaja. con excelentes po-
siciones, pero ambas finalizaron mal
para mí. Tenía insuficiente expeiien-
cia, algo que, lógicamente, suele faltar
a los 18 aims.
Aunque no era la primera n·z que
me enfrentaba a Petrosian, v ya tenía al-
guna experiencia, jugué con una cierta
precaución. Pero enfüqué mí duelo
con Spassky sin la menor piedad. Tenía
2 de 4 y me encontraba de un talante
belicoso: pensaba que podía anotarme
muchos más puntos (y, por cierto, no
sin razón: en todas mis partidas hasta el
final del torneo, dispuse de posibilida-
des de ganar). Recientemente, Boris
Vasilievích me recordó que antes de la
partida, le había informado akgremen-
te de cómo terminarían las cosas: lo ha-
bía preparado para lo peor y con mi h<'

bitual naturalidad, incluso diría que sin
utilizar un lenguaje rnuv refinado. A lo
que Spasskv me respondió, también
con su habitual 1'.1tifo tipo 1iJlush: "¡Te
ruego que procedas!'". Y aunque me pa-
reciú que Boris Vasilievich estaba tre-
mendametltc asustado, se las arregló
para mantener el tipo.
381
G. Kasparov-B. Spassky
Tilhwg 1981, 5" ro11d11
Defensa India de Rev ( E7 4)
1 d4 c'Llf6 2 c4 c5 3 d5 g6 4 'l';c3 d6 5 e4
~.g7
Spassky siempre efectuaba una elec-
ción muy sutil en las aperturas. Me sor-
prendía un poco que hubiese elegido
un esquema de India de Rey, que tan
familiar me resultaba. Dcspul-s de algu-
na reflexión, decidí inclinarme por la
Variante /\\"erbaj, quizá no la más peli-
grosa para las negras, pero que requie-
re un juego enérgico y un minucioso
conocimiento de las sutilezas de aper-
tura (;que probablemente mi rival 110
tenía!).
6 ~e2 0-0 7 ~g5
Aquí Spassky dudó v luego se decidió
por sacrificar un peón, en el espíritu
del Gambito Benko, esperando apode-
rar·se de la iniciativa y obligar a las blan-
cas a defenderse con precisión, es de-
cir, darle al juego un carácter que
pocfría resultar·me deagraclable.
7 ... b5?!
7 ... h6; 7 ... e6 (véase tomo IV).
8 cxb5 a6 9 a4! 'lia5?!
La primera sutileza: es mejor jugar 9 ...
h6! 10 Jl.',d2! e6 11 dxe6 itxe6 12 :UL'l
axb5 1 ~ Jtxb5 1Lla6 14 0-0 :Uc7 15 l"t:e 1
1Llxb5 16 4Jxb5 d5 17 exd5 éíJxc\5, con
una compensación más o menos sufi-
ciente por el peón, como jugué un
par de meses más tarde contra Tuk-
makov ( 49º Campeonato de la URSS,
Frunze 1981).
Bc>RIS X
10 '1d2! 4Jbd7?
Aquí, el juego en base a consideracio-
nes generales, es demasiado pasivo. Las
negras sencillamente quedan en una
versión inferior del Gambito Benko,
como también es el caso después de
10 ... axb5? ! 11 c'<\Í,Xb!i. La única posibili-
dad de complicar l<i~ cosas es 1O ...
1'Wb4 1)
11 r!.a3!
Ahora la actividad de las negras se es-
tanca.
11 .... \li.b7 12 tt:lf3 axb5 13 1Lxb5 'lic7
14 0-0
La posición de las blancas está va técni-
camente ganada, pues tienen un sano
peón de ventaja, sin ningún contrajuego
de su oponente. Así, la aventura de
Spasskv ha fracasado. Sin embargo, si-
guió jugando como si nada hubiera pa-
sado, con una apariencia totalmente im-
perturbable (lo que, según recuerdo,
me hacía reírme para mis adentros).
14 ... :Ug4
Es completamente desesperado 1-1 ...
cü? 15 dxc6 fxe6 1G éiJg!i l':l:ae8 17 .iiJ+
e5 18 .1i.c4+ ~h8 19 ·éí:'lb5 ~b8 20 CiJxd6,
ganando.
15 ~.g5
Es dificil no efectuar esta jugada, aun-
que el mTlenador sugiere 15 a!i.
1161
15 ... 4Jgf6
U na decisión pragmat1ca por parte de
mi experimentado oponente. Las negras
<)() 1
Gary Kasparm - '1,fis CEXL\U:s PKU>H ESO}{ES
deben controlar su terreno, ser pacien-
tes y esperar, pues el rirnl puede forzar
los acontecimientos o realizar alguna
jugada de segunda fila. La variante
15 ... ct'Jde.~ (<'í ¡:, ... CL:Jgc5) 16 t,:"jxe5
tZíxe5 17 !4 "2i<l7 18 itxei Jlle8 19
hfi (l!l ... _íkxc3 20 bxc3 Z!xe4 21 c4 + -)
20 ~h4 .txc3 21 bxc3 iixe4 22 c4 ha-
bría conducido a \·cntaja de'cisi\·a de las
blancas.
Tambifn despui·' de l 7 dxefi!? lxe6 18
0Zlc4 d5 19 exd5 é2-;xd5 ( 19 ... exdtí ;¿o
,,,¡¡_xd7 dxc-t 21 .,!,,di+) 20 a'.'i, la posición
negra dejaría mucho que desear.
17 ••• exd5 18 exd5 ,&;ad8
18 ... ;L:,bfü no da result;ido. a causa de
19 :'í:Jxb6 '\lfxh!i 20 '~f3! c'ZJM 21 g4, f\a-
nando.
19 a5
Un plan eYidente para materializar la
su¡wrioridarl. ¡/\.un hoy en día, 110 cou-
sigo explicarme cómo pude perder esta
posición!
19 ... h6 20 ~h4
E.-. posible que fuese mejor 20 _;, !!!?,
si 20 ... :/ít•5. entonces tanto 21
dxó 22 df:i 'i"í'hi'I 2'.\ a(i ~.a8 :! 1 l::el e4
2!í 'l:'!a4, como 21 --::.Cx('.) dxe!í 22 d6'.
~xd() 2:1 'l'txd6 ~xdti 24 1.c.xe.'i :"1d2 2:i
af:i a8 2fi ~Lia4. con posición ganada
en ambos casos. La jugada de la partida
110 estropea nada por el momento, pe-
ro las negras adquieren una sombra de
n nurajuego.
20 ... 2:le5 21 a6 .4a8 22 :l'.el g5 23 !:g3
8fd7!
Abdendo paso al peón f.
24 a7! f5 25 .~.xe5 5.:Jxe5 26 ?<.Jxe5 dxe5!
La única forma. Des¡mfs de 26 ... ;li.xe'>
27 'i_;\íh!'i ·.±lg7 28 ::ta6: k.xc:'l (28 ... ;j,_h/r
2~l r:.x.-r); i,.xa6 '.)O 2Y hxc3 .LxrE»
'.\(! c4 ¿, 17 :-\1 Y#t'.1 aaH :l2 ::.e;1 l. las
blancas habrían ganado sin ("] meno1
problema. i¡1mbién ahora el peón de
a7 debería decidir la lucha, pero al me-
111
nos está bloqueado y las negras tienen
esperanzas de explotar la fuerza de su
alfil de casillas negras.
27 :ta6 e4 28 ~,;;.c4
La máquina sugitT<' la "tosca·· 28 df-iP
't!í'l7 29 ~e2.
28 ... 'liílf7
Es flojo 28 ... •¡,¡¡TI 29 '1'\íc2 lce!í: '.)() g:l.
29 ?2;b5 j¿h7
29 ... J.z,xd5c '.fü a8~ l:ha8 '.\ l li_xd5, etc.
30 áe6
La situación ha crístaliwdo \ \o tomen-
cé ajugar con mudia detcnnínaciún: el
caballo protege al peón de ~17 ; la torre
ha penetrado en campo cmnrarío. Se ha
llegarlo a Ja fase conchnente y Spassk~
se encontraba va en se1ios apuros de
tiempo, ~tal vez fue esto mi perdición?
30 •.• ~b7!
! .as negras no se dejan tentar por .''10 ...
~xdF 31 dxe6 );xdl 32 !lxdl .&c:'í .'\3
c7 ~e8 34 l'.'í:d8.
31 lih5?!
La primera.jugada que merece una se-
n·1 a crít ira. Debía haber atacado senci-
llamente el p('Ó!l, con cll fT. \'la parti-
da habría concluido r<ípidamentc. Por
cjcmplo: ;-¡ 1 ... ;':.xd'))! '.\2 ;!. xd:"1 'ffxd:>
'.\'.\ 'ifíxd') ,;.x&1 c\'J :;¡di:) ;:,_ ai' 3ií fxe4
fxe4 36 t::fl: \!le sorprende que llD hu-
biese jugado así. Los comuitarit" aquí
'iOn superfluos.
31 ... fif6 32 dXf6 \1.xf6 33 g4?

:\lientras que el desplazamiento de dama
a h5 no era demasiado malo, aquí (¡con
mi oponente en apuros de tiempo!)
simplemente fui presa de los nerYios.
Había una forma ele ganar elemental:
33 f3! ~el7 34 fxe4 fxe4 35 l":fl 'ffg7 36
'iig4.
33 ... f4!
¡Una réplica i11sta11t<Í11ea 1 Las negras
han conseguido, por primera \'ez, \'er-
daderas posibilidades de contrajuego.
34 h4!?
Con mi riYal en apuros de tiempo. esta
jugada "lateral" no es una mala opción,
en una situación ele repente agudizada.
La apresurada 34 )";xe4: sólo habría
conducido a tablas: 34 ... r:.xd5 35
&xd5 ·~xcEi (la hatería dama\ alfil en-
tran en acción contra el expuesto rey
blanco) 36 f3 '&'di+ 37 c.1f2 ~xe4 38
'6t7+ .okg7 39 fxe1 '~d2+, con jaque
perpetuo. Pero ¿c6mo podrían Lis
blancas queda1 satisfechas con un des-
enlace asP
34 ... wg7?
;Con la banderita a punto de caer'
31 ... e'.)! 35 hxg:"i _,;; xg5 '.)() '~h l '¡ljfe/
habría conducido a una aguda \' total-
mente incierta posici6n. Claro que 35
fxe3 Dxd5 36 ~xd5 ·@'xd5 37 el 'ffd3
:rn "!lif7+ j;;.g/ 39 '~í'f5+ ;th8 seguiría
siendo tablas.
35 :íJc3?
Esto deja escapar, de nuenJ, una clara
Yictoria: "15 d6! e3 36 f')! (esto sólo es
peligroso en apariencia) '.-16 ... ;"'.c8 (o
bien 36 ... 61'8 37 l/jc7! '!!4'xn 38 :'/Jt>fi+)
37 CíJc7 uxc7 38 dxc7 '1Vfxc7 39 '&fe8.
80RIS X
35 ... e3!
Esto fuerza una brusca agudizaci(m del
juego. Por alguna razón, sólo esperaba
35 ... '~xa7? 36 CíJxe4 Wie7 37 ~:tfl .·;fi xd5
38 :ít.xd5 axd5 39 /lJxfü 'l>!í'xf6 40 '/lfc8.
ganando.
36 j¡.d3 exf2+ 37 Wxf2 '1?11xb2+ 38 6e2?
Un gra\'c error, ahora en mis apuros de
tiempo. Lo cierto es que las blancas en-
tregan el caballo a cambio de un par de
j<tc¡ u es. Después de la únicajugada co-
necta, 38 C¿je2. habrían conscn·ado stt
n-ntaja. Por ejemplo:
1) 38 ....1.Lxd5?! 39 'lig6+ ltif8 40
'f'hh6+ Wc7 41 liifl l±>d7 42 hxg5 kg7
4'.'. '/Wg6 + -.
2) 38 ... axd!i?! 39 '¡jlg6+ wrn 40 .Jic4
k.d4+ ( 40 ... f3 41 $,',xd5 ~xd5 42 '/k?t:i
'IJ4'e5 43 'i'xe.5 ~xe5 44 ñdl .>il.cti 4;,
:Ed8+ we7 46 ¿'¡c8 ~b7 47 hxg5 hxg5
48 :t!.xc5) 41 wfl 13 42 .!.xd5 fxe2+ el:)
t:lxe2 '!icl + 44 Qe l '6f4+ 45 We2 .\ti.xcl5
·+6 a8'~.f+! .~xa8 47 ñfl + -.
•1 l :rn ... 1'.d 1+1 39 ~n L'l 10 'i'g6+ wrn
41 '!Wf5+ wg7 42 'i!'xf3 r::rn (42 .... &.xd5?
t3 '/lxd5 l'lxcl.5 44 aR'li + -) 43 .ilifi, \'
aunque las negras están claramente·
peor, pueden seguir luchando.
38 ... ~xc3 39 'ii'g6+ li:;•f8 40 11!'1'xh6+
(f¡.g7 41 ~xg5 'lif6?
De haber sabido Spassky que había su-
perado el control, sin duda se habría
parado a pensar, y habría ganado de in-
mediato: 41 ... 'l!Ud4+! (desviando al rn
de 12) 42 Wfl 'f§ffl! 4;~ '14'xfü+ _¿;xm U
g5 .ád4 45 .k.c4 n 1 46 J;a2 Ae8 4 7 J'l:a:>
12 48 ·;i:;g2 l:e l 49 ,l;f3+ >t!e7 50 J:li5 [~e J
;¡¡ ~c2 :.gl+ 32 ·J.·h'.~ aal. faJ y como
fueron las cosas, la partida se aplazó en
una posiciún en la que la limitada can-
tidad de material le daba a las blancas
buenas posibilidades de tablas.
La partida se reanudó el mismo día,
dos horas después. El drástico cambio
de escenario (en lugar de ganar, tenía
qtw lnchar por las tablas) ejerció sobre
mí un efecto desmoralizador y dejé es-
capa1· todas mis posibilidades.
42 Wxf6+ .il.xf6 43 _,¡,_c4
Gan Kasparo\· "hs c;p.:rALES PRr:llEn.SORES
Pensaba que debía conservar el peón de
d5. Tamo en mí breYe análisis como an-
te el tablero, no vi la continuación pro-
bablemente más precisa: 4~:¡ g5!? ..\ll..d4+
44 wf3 ~xd5+ 45 .í&.e4 2Lxe4+ 46 ~xe4
il,e3 47 :E:.a2 l:a8 48 :ta4 c4 49 );(xc4
~xa7 50 wf3 wg7 51 .::et)' (seüalado por
Spassky). Esto habria conducido, en úl-
tima instancia, a un final de tOITe y alfil
contra torre que, creo, podía haber de-
fendido, a pesar de mi desánimo.
43 ....~xh4+ 44 Wf3 l:d7
45 I:a2?
Otro error, esta vez irreparable. Era
esencial 45 J:lh2! ~Jfi 46 g5!, creándole
las mayores dificultades a las negrns.
Por ejemplo: 46 ... J!it'S 47 c;l;;e4 l:e7? 48
wf5 f3 49 d6! ~xh2 50 dxe7+ <ioxe7 51
g6 f'l s2 g7 fl '/W, 53 jhfl wf7 54 ~.d3
c4 55 ii.e4 il.gl, con tablas. o bien 46 ...
2Lg7 47 l::a2 ihé 48 óe4 49 l':'.ib2
:!ld8 50 l.t>f3, v no es evidente cómo
pueden ganar· las negras (las blancas
sencillamente juegan ·~g4 ó ~b3, etc.).
45 ... ihg5
Ahora las blancas no pueden jugar
g5, y su posición está perdida.
46 cioe4 J::!.f7! 47 l:a5 wg7!
Un momento importante. 4i ... f3? era
incmTecto debido a 48 :txc5 :!:f4+ 49
<ioe5 llxc4 50 ilxc4 r2 51 J::tc8+ 52
lha8 fl Wi 53 :::!.g8+ wxg8 54 a8'1i+, con
tablas.
48 l;1xc5 Wf6?!
48 ... l!xa7 49 ~G ~.ei 50 ñc8 f3 ha-
bría sido decisivo de inmediato. pero
;mn así. ¡una pieza es una pieza!
301
IJI
49 l:k8
O bien 49 ila5 l;l;.e7+ 50 Wd4 .ii.h4 51
ila2
49 ... J:ba7
Todo ha terminado y, tras una desespe-
rada resistencia, las blancas pierden.
50 .llf8+ wg7 51 ¡;;¡es wf6?!
Los segundos apuros de tiempo.
52 1us+ wg7
52 ... 'hc7? 53 ill!í.
53 :etc8 .l!L.b7! 54 J:lc7+ ~f6 55 Wd4
.lii.h4! 56 d6 lltf2+ 57 'hc3 .©.e4!
57 ... We5? !'18 d7 .1~h1 59 g5!, con ta-
blas.
58 rí.e7
Tanto 58 59 d7 J:ta8 60 .l':lc8
~b6, como 58 we6 [19 ñc4 .·~el+!
60 ;J';h2 .l&,d3 fil l:c7 áxb5' 62 :!xa7
6 62 ....IÚ.d 7 son malas.
58 •.. ñxe7 59 g5+ c;t>g6 60 dxe7 .lií.c6 61
Wb4 .*:.b6 62 .~.b3
Las cosas no cambian con 62 l/JJ:1
t~xb5 63 Wxb5 cJ.-1f7~
62 ....~.d7
Evitando la última trampa: 62 ... f3? 63
~d5, con tablas.
63 ll.d5 J1.e8 64 .~.c4 f3 65 ..\lLd3+ cioxg5
66 ~b5 f2
Las blancas se rindieron.
La forma emprendedora y tranquila
con que Spassky luchó en una posición
desesperada me produjo una profunda
impresión. A pesar de algunos errores
en los apHros de tiempo, explotó de
forma espléndida las posibilidades tk-
ticas de la posición, captando sulilmen-
te los matices psicológicos de la lucha.
Me superó por completo en el plano
psicológico. En una posición tan fea,
otro jugador simplemente se babría
desmoralizado, pero Spassky luchó
duramente, diciéndose a sí mismo: "Es
joven y temperamental. ¡Eso tiene que
notarse en algún momento!". Y eso fue
prC'cisamente lo que sucedió.

En Bugojno (1 !182). Boris Vasilie-
dch y yo disputamos unas aguerridas
tablas, y luego nuestros caminos volvie-
ron a cruzarse en N iksic ( 1983). Yo es-
taba entonces en forma "superhuma-
na" (mi preparación para el match con
Korchnoi se notaba) y desde el co-
mienzo había aplastado a un oponente
tras otro. Mi partida de la segunda ron-
da con Petrosían, donde durante mu-
cho tiempo tuve la iniciativa, se aplazó
en un final confuso, en el que ambos
teníamos torre, alfil, caballo y tres peo-
IH::'s. Debía reanudarse inmediatamen-
te después de cenar. Al tener serias du-
das acerca de mis posibilidades de
ganar, decidí no inn~rtir mucho tiem-
po en el análisis y me fni al restauran-
te. Allí se encontraban casi todos lo~
participantes en el torneo v, corno de
costmn br!", comentaban sus partidas.
Spassky me preguntó acere<t ele mi
aplazamiento: "Bien, :qué opinas?". Yo
respondí: "Parece qne he dejado esca-
par mi \'ent;~a". Pero, de repente, me
dijo: "No, no es tan simple. Los alfiles
son de distinto color y esto es fa\orable
a las blancas, porque pueden crear un
ataque. ¡Tienes que mirarlo' Petrosian
110 ha venido a cenar. Eso significa que
no le gusta su posición". ;Eso me per-
mitió examinar la posición aplazada
con distintos ojos'. La reanudación só-
lo duró nlleve jugadas: Petrosian evitó
una defensa pasiva. "pati11ó" 1 cayó ba-
jo un irresistible ataque. Sí, es posible
que Spassky conociese los hábitos de
su histórico oponente mejor que nadie
en el mundo.
Nuestra propia partida llegó niando
tenía 6,5 de 7. Por supuesto, ardía en de-
seos de continuar mi racha triunfal.
382
G. Kasparov-B. Spassky
Nik.sic / 98). 8ª mnrla
Defensa India de Rey (E84)
l d4 0f6 2 c4 g6 3 0c3 <ll.g7
De nuevo una India <le Rev: ¡todo un
reto! Bueno, esa actitud me com·enía v
BORIS X
decidí emplear la Variante Siimbch,
que había estado estudiando en mis se-
siones de entrenamiento con Tirnosh·
chenko (si bien, desde el punto de vista
de las negras).
4 e4 d6 5 f3 tt:Jc6 6 ,.íil,e3 a6 7 0ge2 J:íb8
8 'll;Vd2
8 ..• 0-0
8 ... b5!?
9h4 b5
Después de 9 ... h5, el prnpio Spasskv
había jugado con éxito tanto JO 0-0-0
(contra Keene, Dortmund 1973). co-
mo 1O .~h6 (contra Fischer, Yugoslavia
1992, match, 8').
10 h5 bxc4?!
Objetivamente. se trata de una jugada
de segunda fila, pero Spassky quería
deliberadamente cvita1· la 1mí1; fuerte
10 ... e5 (no, desde luego, 10 ... ,4tJxh5?
11 g4 iljfü 12 ~ h6, con ataque) 11 <l5
él'Ja5. En la partida Timman-Kasparov
(Bugojno 1982), las blanras lograron
aquí una abrumadora ventaja t1·a5 12
lt:Jg3 bxc4? ! 13 0-0-0 {¿_;d7? 14 hxg6 fxg6
1!'1 1:Jbl! Es, obviamente, más fuerte
l'.~ ... :'.h4, aunque contra Loginov
(Olimpíada de Manila 1992), pude de-
mostrar las vent~jas de la posiciún blan-
ca: 14 )Íi,h6 i.'..xh6 15 ll!i'xhti Wie7 16 .íli.e2
~d7 17 4:lfl l:fb8 18 l:d2 c5 19 .iRdl
0e8 20 hxg6 fxg6 21 g4, etc.
11 g4!
La jugada más enérgica y útil. El caba-
llo de e2, en espera de e7-e5, defiende
por el momento la ca~ílla d4. Pero aho-
ra las blancas amenazan 12 hxg6 fxgti
13 tt:Jf4 ~h2! La inmediata 11 hxg6
fxg-6 12 no es tan peligrosa. debido
a 12 ... !?6 13 ~xc4 d5 14 j¡,,b3 llxb3! l.'>
a..xb3 dxe4 16 0-0-0 exf3 17 gxf'.3 tt:Jc7!
18 ·'.L!d3 Q\ff¡ 19 lt:Je5 .~b7 20 ~g5 'il\Ve8,
con buen contrajuego (Weih-Spasskv.
Alt>rnania 1983).
Aquí Boris Vasilievich SF sumió en pro
funda reflexión.
301')
Can· Kasparm \lis t.r.'-:1.\1.FS !'RF.llH FS<•IU.s
11 ... ,1.xg4!?
Al HT que en caso de 11 ... ('?i 12 d:1, se-
guido de 12,g~~ Y 0-0-0, las negras se Yc1 í-
an pri1«1das de todo contrajuego ( d pe-
ón g 1a est;í avanzado a Wl), Spasskl
comprendió que tenía q11e hacer algo
r;ipidanwnte. pues de orro modo p1011-
l0 se 1·ería asfixiado 1· recibiría mate.
Así que tomó una de~·isíón que, eu el
as¡wcto puramente ;~jedrecístico quiz;i
sea dudosa (esu1 claro que el sacrificio
de pie;,a no es cid todo con-ecto). pero
que. desde uu punto de 1·isu practico 1
psinil('•gico es la mejor. puesto c¡ue agu-
di1a el car;ícter del j1tego. La-, blancas
va no kndrán un ataque directo. 1 d('-
ber;in reajust<l!'se p<ffa com·errir su ven-
taja material, mientras qne las negras
obtienen algúH con1raj1wgo.
12 fxg4 c/jxg4 13 0-0-0!
Creo qu(' Spassk\· había subc•Himado
nla posihilidacl" qm· sólo contaba con
UI hxg6; ,uxc')! 14 ~·xc'.-1 J;xh2 l:'í
gxf7 + ;-'.:--:f7 1!i 'i'-'ld hf) 1í 0-0-ll '@b8L
ron 11n ¡wligroso co1Jtraa1aquc. l.as
blancas no permiten r¡ue la torre llegue
a h2. \ las 1H.·g-ras comicn1.an a experi-
mentar dificultades.
13 ... cuxe3
Tamhíéll es insnfü:iente 1S\ ... e:í, y en
lugar de 14 d5 'l.,di 13 L:gl :2Jxe3 16
fl:xd c~i! 17 xccl- ( 17 dxdi? 'ill\'b6)
! 7 ... .Ubt 18 b:'\ ~a3 (y las negras si-
guen \'ÍYasl. bs blaHcas dcberfall conti-
nuar con 1 h hxg6! fxg6 l :'í :.1 h:> ?:xc'.-1
16 Ji. e6+: •-.th8 17 ·~xe:I ~ 16 18 'i!?h'.'i h:'i
19 en. con nidenw \'{'Hf¡¡ja.
111
; L n momento característico' Después
de H ... c3! 13 d?i (Fi hxgli lxr;6l 15 ...
:2:Jd4 16 éL~xd4 1 exd4 17 ilxcH ,,&.xd4 18
·¡;crxd4, la posición de las negras no es
fácil, pt>ru tienell <ilgunas posibilidades
de crn1t1·ajuq.;o. Spasskv. sin t'mhargo.
optó por unajugada que, aunque quiz;í
~ea objetivamente í11ciena, 111a11tit'ne la
1eusión \' no me permite una clara Jí
nea dcj11ego, como diciendo: de acuer-
do, ataca y va \'('remo~ qut- pasa.
15 h..xg6 h..xg6
Forzado: 1?i ... l fi Wh:-1'. las ne-
gras son r:ípidauwnte demolidas: l fi ...
'tig3+ ílfi ... ~ltm 17 ~xh7+ \':íf7 18
~-g2! ghK 19 fülfl l":xh7 'JO J:hlli+
(.xffi 21 17 ;1íhl r::'.xh2+~: lR
;"?xb2 cibH+ 19•;1;'a1 ¿¿'.b4 20 '!bl'xefi+ (pe-
ro no :!O a~~ ~LJc2+ 21 \~~·a:! ~ft'a3 22 ::~d!)
exd5 2:1 jlfr'xh7+ 4:717 2-l D.ld dxe 1 2?i
iZJb4+ 26 ';!.·al ".Jc2+. tablas) 20.
21al!12;c2+ 22 .b2 :.2Jb-1-+ 2'.~ )i;bl
·'Licfi+ 24 s.±1al '.Lxd4 25 ;:-~xdl ,1 xrH 26
·M1x< •-1. Al tomar con el pc<Ín h, Ja, ne-
gras espt>ran que su alfil de g7 -:nm10
en el Dragón!- las proteja del mar e.
16 ;";d2?
16 ... D.e8?
Dejando escapar u11;1 npnrt11nid.1d:
]() .. ~%! 171:'.'bl (17 g~ ¿;~h4\ 17 ...
.:XfrlH. con nn cnntr<ijuego nada <h-sde-
llabk. Es i11tcrcq11te nrnH·nur que
Spasskv contest{1 r:ípidamcnt<« .\hora.
torlo YUe1ve a 1'1 sí1uaci6n a1l!erinr.
l7é!Jgl!d5
17 ... c?i:'! 18 d:'i y el alfil cst:t cegado.
18 ~f3
Es evident(' que las blancas han cnmt"-
guido reanívar sus pie1as. 1 que las nt'-
gra:- han perdido la iniciativa. Ahora. la
maniobra J:'tdh2 'er:í dt'cisiYa: la~ blancas
disponen de fuerzas s11flcientt·s para
dar mate al rev contrarío.

18 ... a5
Torio lo demás e'i desesperado. Pero
aquí \·a a suceder algo increíble.
l l titi
19 e5?
Pensando que podría ganar a mi anto-
jo, ni siquiera me molesté en calcular
l 9 l:dh21 e:) ( 19 ... dxe4 20 l:lxc4 :2;xd4
se refuta con 21 :J;l'.h8+'. ~xh8 22 Z::xhH+
'iixh8 23 ~h6.i. 24 2"i:J(g.">). Sólo
más tarde. en una com·tTsación durJn-
lc un paseo hahi111al al atardecer, vi de
repente que podíaj11gar 20 :::lh7' Desde
tras 20 ... exd4 21
\!Jfti 23 !LJxrlS-
el ataque blanco Fs irresistible.
Me quedé tremendamente apenado.
Recuerdo que M ílunka Laz;u e\·ic me
dijo: ''Eres como Fischer. Después de
una partida, ¡tambii·n él solía rumiar
susjugadaS:". ¿Pero dnno no iba a pre-
ocuparme:. ¡Dejar es( :1pa1 una forma
de ganar tan simple~ Era sorprendente
que no hubiese calculado la \'aríante
ante el tablero. La historia ele Tilburg
-.e repetía y el diagnóstico era n·idente:
no había siclo capa1 de jugar de mane-
ra precisa una posici(Íll ganadora.
19 .•• é2:-e7!
Ali ora resulta que las negras tienen
cierto cimlrajucgo, con c7-c5 \ ·.i.'JS.
20 .~.h3?
Fra mucho más importante impedir c7-
c'.í con 20 'lja·l ! :2:JL'í 21 'ltff-L con una
conside1-ahlt> \'en taja.
20 ... c5! 21 dxc5 ·:ec7
BORIS X
La situación se ha vudto mucho más
aguda. Su centro ha sido demolido ,. a
las blancas no les resulta facil crear un
ataque.
22 'ii'if4 il.Jc6!
011-a fuenejugada. ¡El peón de e:) cstú
atacado! Las negrns habrían perdido
de manf'ra ignominiosa en cas<> de
22 ... ~xcS?: 23 ~xf7+!! \t?xf7 24
@rn (24 wg8 25 ~.xe6+ 2ti
2:1 ·Í:::xdi+ c,:?,;gH 26 ,'íJxc:i, mien-
tras que ahora la situaciún es compku-
mente confusa.
23 .:Gel d4! 24 ~xd4!
Forzado, pues si 24 clixd4? 0.Jxe5 1
24 ... •'Llxd4 25 :ZJxd4!
siendo correcto. ya que ~,'."',
26 'ijf~ .-.!i.h6+ 27 c;l;hl
~ed8! 28 c6! (las blanca-; pierden cles-
pués de 28 iíJa•P ~b4 29 ::2lb6 e'.\ '.10 h3
:&.d2) 28 ... f4xd) <'S n·111ajoso para las
n~gras.
25 ... 'i'fxc5 26 c/Jf3 X'ted8
fambi(·n es i111eresa11te 2tí ... '&btí!? 27
iie2 ;'.'(edH 28
27 <2ig5! We7?
El comienzo ele unos sal\'ajes apuros de
tiempo. Después de 27 ... lld7:. las
blancas no hubieran podido ga11:11 ni
con la mejor jugada. 28 1',xc6: (pero
no 28 ií:Jxcti? ~b6 29 é2'2a4 ~b4 '.iO 11!'1
'ifri'xa1 ') 1 '/#l'xa2 32 0.xd7 %i'xh2+
'.i3 lt•d 1 28 ... fxefi 29 'l'.lfh2 . '~. hH
'\() '*í'h6. Las Yariantes son complicadas.
pero parece ha\' labias, tanto des-
pués de 30 ... ([~ero no'.)() ... :,,bfü
31 .'tige4! il'xó 32 tll'xg6+ wrn :13 ¡¡_¡¡_
.tc7 :H J:.17+ c;:i,d8 '.-\!í !U8+ Wr7 % ·~cH.
'.i 1 ·~xgti+ :trn :12 -?Jxc<)~
:n ~e2 '@'fl+ 34 •;$;>c2 i\'al '.-IS ~h/+
;:í:?xcG :-16 ~h6+ wc7 '.'17 ~h4+ \YJ<:>fi. co-
u10 de ~O ... ~c6!? ~~ 1 ~xg6+ !tg7 :v2
%\!'h6 ::!gb7 (33
28 'l#h4! i'ld3
:lOI
Garv Kasparo\· :VIis <:E'\'L\LES l'RElll·.n:soRF~ lll

ll li7 45 '1Wh8+) 'l.'1 ~ g'l ! :=í.e8 ! ( '\Yi ... e:) '.{ti

[¿jf3 '!Wd6 37 l':thl 1) 3fi 4:Jgxe6 1Wf6 37
Et:g 1 li e5 :~8 1*Yxg6+ ~xg6 39 ::.lxg6+
~17 ·iO ¿¡}i5 l:g8, rnn tablas.
En cualquier caso, jugar con blancas
hubiera sido más fácil, pues el oponen-
te habría tenido que encontrar jugadas
únicas para salvarne. Pero quería hacer-
lo todo a base de jaques.
30 .•• fxe6 31 .!:!.fl+ We8 32 'l!fg8+ .;1;.fS

29 1&~17 +?

"'Triste, triste ... ", solía decir Boleslavskv

en sítuacio11es así. Lo correcto, obvia-
mente, era 2!1 ~Lice4!, con Yictoria rela-
tivamente fácil en caso de 29 ... c3? 30
an ! cxh2+ ( 30 ... ~b4 3 l !L.m+ :t:f8 '.12
'.Z:igh7+ ©e7 '.~3 [iJd5+) 31 c;!¡bl .!':b6 32
~h7+ ·;írf8 33 é/.Jxf7!. o bien 29 ... 1',xe!i
30 'll:í'h7+ c;i;;;f8 '.{I J:;fl .4xb2+? 32 >tc2 f5
zB 'l!fxg6 .lii.g7 (33 ... 11:.a3 34 {iJxe6+
IWxeG 35 %'\xf5+! We7 36 ~g5+ •..t·e8 '.17
k!.b!i !! 'lii'xe4 '.)8 J:e5+) 34 ~i:lxe6+ ·..t•g8
35 1Jxg7 ~xg7 36 Eufü~ •J:;if8 37 ~xf5. 331Wxg6+?
En lugar de 31 ....$,xb2+, no snía fácil
Lo más molesto es que incluso aquí po-
para las negras encontrar 31 ... l"!:c3+! !
32 bxc3 1Wa3+ 33 c;!¡dl :::í:d8+ '.H <Líd2
dían haberse salYado las blancas con la
jugada de estudio 33 0'.:;rt'i! 1 Por ejem-
.Gxd2+ 3Pi ~xd2 'ii'xc3+, con jaque per-
plo: '~'.) ... wd7!? (3'.{ ... nd5 34 J;xIB+!
petuo.
IJWxf8 35 'l/!Ve6+ f!ie7 36 '1Wg8+. conjaque
29 ... Wf8 30 ti:lxe6+?! pnpetno) 34 !:tJxe7 .¡;ºh6+ 35 ~c2 ilxg8
36 ti:lxg8 llxh:i 37 lldl+! wc7 (37 ...
Oe nneYo perdí d rumbo. También we8 38 tl:lf6+) 38 ií:Jxhfi L!.xhfi :~9 'l:1d·1,
aquí habría conserYado buen juego con tablas (esto sólo lo descubrí más
con 30 1'.'Lice4! Por ejemplo: 30 ... l:í:xh3! adelante).
(no es posible 30 ... ~xe;)? 31 llfl. ni
tampoco 30 ... J:xb2? 31 tiJxe6+ fxe6 32 33 ... wds!
J:í:fl + we8 3'.1 IWg8+ 11:.rn 34 ::'::xf8+ ~xf8
35 ~1Jf6+ 1::.'e7 % 1/lillxe6+ Wd8 37 1/lillc8+)
Aquí las blancas superaron el límite de
31 1Wxh3 :txe5 32 ian ! .2loxh2+ 33 wc2 tiempo. Después de ~)4 .llixe6 IWb4! (pe-
fS. Aquí hay dos posibilidades: ro no 34 ... .!1h6? 35 11li\!g8 :l'.xc3+ ')6
wbl ! :&txb2+ 37 ;i7xb2 1Wb4+ 38 @al
1) 34 ~h6+ \tg7 '.H 1Wxg6 l'!b2+ 36 wc 1 :::\f3, tablas) 35 !L.a41í.e7! 36 IWg8.,. {l;¡c7
f'lxa2 37 tt:ixe6+ (o bien 37 ·"Líh7+ wg8 :i7 1Wh7 J:!bdW, o bien 36 .ll,f5 lld4 37
38 it:Jhfü+ wf8) 37 ... ~g8 38 J'if3! fxe4 '/Wdi 11li\!d2+ 38 ~bl :::i'.f4, estarían perdi-
39 J::i'.f8+, tablas. das de todos modos.
2) 34 'uc5! wg8! ... we8? es malo, Ésta fue mi única derrota en el tor-
debido a 35 ti:lgxe6 ~e5 '.16 &el .!l:h2+ neo. Spasskv exhibió, una vez más, ex-
37 wcl 1/lilld6 381/lillh6 .Sg2 39 Q:ic7+! wf7 celentes recursos y. aunque fue impre-
40 1Wh7+ .tg7 41 ~xg7+!, o bien 39 ... ciso en algunos detalles, e11 general
~xc7 40 1Wh8+ wf7 41 X::xe5 :!gl~ 42 demostró ser más incisivo. Alguien me
~c2 ~d6 4é) 1We8+ 44 0e6+ wfü dijo que, inmediatamente después de

308

la partida, Boris Vasílievich telefoneó
a su mujer en París v, tan pronto des-
colgó, gritó con alegría: "jMarina, le
he ganado a Kasparm!" En cuanto a
mí, derroté amargamente a Níkolic.
con negras, al día siguiente, y al final
conseguí el primer pnesto, con 11 de
14 (con tres puntos de ventaja sobn:
mí verdugo).
Tuve que esperar mucho tiempo pa-
ra poder vengarme. Al vencer a Spassk\
en Barct'lo11a 1989 v Linares 1990. nive-
lé nuestro marcad~ir individual (2-2).
Es curioso que mi relación cornpetitíva
con Pcu·osían tuviese un desarrollo si-
milar. Contra d también perdí inicial-
mente dos partidas con blancas. v lue-
go le gané otras dos partidas. también
con blancas. Cierto que en nuestros
primeros encuentros Petrosian obtu,·o
posiciones indilerentes, pero de cual-
quier modo jugables, mientras que las
de Spassky estahan matem;itkamentc
perdidas, y su materialización no re-
quería la aplicación de cálculos infini-
tesimales. Pero así fueron las cosas.
También debería decir algo acerca
cfr la influencia de l;1s ideas de Spasskv
sobre mi repertorio con negras, a me-
diados de los ochenta. Sieudo un ime-
terado jugador ele la India de Rn, tme
que estudiar ·a los clásicos en mi ascen-
so a la cumbre. Recuerdo el prnn1111cia-
miento de uno de mis avudantes de
entonces, E\·geni \ladiminw: ";El Gam-
bito de Dama es la apertura de los due-
los por· el campeonato mundial!" No
sólo se trataba de la Oeff'nsa Tarrasch
(Yéase partida núm. . sino tarn-
hil~ll de la Variante Tartakower-Mako-
gonov-Bondarevsky: 1 d4 it:if6 2 c4 e6 3
it:if3 d5 4 iiJc3 :ke7 5 .lii.g5 0-0 6 e3 h6 7
.~.h4 b6
Al estudiar esta variante, ames d<:>
mis marches con KrnThnoi (198~~) \
Karpov ( 1984-85), tmünos que pre.~tar­
lc atención a buen número de partidas
de Spassky y Gelkr:
1) 8 ~c2
La variante 8 cxd5 i;(Jxd:''i 9 Ji.x<:>7 !lfxc7
1O 4Jxd5 exd5 11 l:!:cl Jibe6 12 'ii'a4 c5
13 ~a3 l:3'.c8 14 .'JLb5 (tomo IV, Fís-
P.ORIS X
cher-Spasskv, Reykjavik 1972. match,
dejó de emplearse después de 1,1 ...
15 dxc5 bxc5 16 ñxc5 ::!:xc5 17
~xc5 it:ia6! (Timman- Gdler, Hilwr-
sum 1973).
8 ... .¿;. b7 9 . ii_xf6 .~xf6 l O cxd5 exd5 1 l
0-0-0
El plan más de doble filo, ,. el que 1rnís
me atrajo en mi juventud.
11 .,. c5
1169
12 g4
Mi partida con Zaitsev (Bakú 1980) si-
guió con 12 dxC:í ¿z:id7! (después de
12 ....~xc'.'i 13 'li\'xc3 t2:Jd7 14 c6 .>ixc6 15
;:l;>bl :lc8 16 'li:í'd4, las blancas probabk-
m<:>nte estén algo mejor, Polugaievskv-
frkov, Beverwijk 1966; también es posi-
ble aquí 13 ... Ovechkin-Bolo-
gan, Moscú 2003; mientras que d saffi-
ficio l 2 ... bxc5 13 CiJxd5 \Íi.. xd5 14 ,,b,.c4
é/::id7 15 Ilxd5 :::lb8 es desfavorable debi-
do a 16 b:i Wle7 17 h4! t/Jh6 18 .:;l'.e5!
~d6 -18 ... :kxe5? 19 tiJg5l- 19 l:l.<-4
iljxc4 20 J:txc4 Efrl8 21 llld2 lie5 22
J'lxc? + - :.Jikitin-Gergcl, Vilníus 1980)
13 i2~xd5 ( B c61i:.xc6 14 ti:'.id4 j1;,b7, con
iguaklad) 13 ... lllxc5 14 ~c4 (14 ~f5
lfc8!) 14 ... b5 15 l2Jxf6+ '/lxf6 16 .1ld5
lhc8 17 <J/bl l2Ja4 18 'l!Ve2 .í!t.xd5 19
=:xd5 :!l:c4! 20 J:l:d4 ;¡:rfc8 21 ilhdl
~g6+? (la jugada correcta es 21 ... .í'lc2!
22 'l!.!'xc2 .:Ixc2 23 Wxc2 ~g6+ 24 \td2
'8xb2 2f'i :!:.el 'lixg2 26 We2 L/Jc4. con
buen juego, Ghitescu- Lputian, Berlín
1982} 22 ~d3 'l!Vxg2 23 'l!Wf5! ... (1-0).
12 ... cxd4 13 exd4 .:ZJc6 14 h4 g6 15 g5
309
No ofrece nada 15 h5 16 'Wf5 f¿j h 1
17 1Z';e5 ;~~es 18 '~f3 1; 19 dxe.Cí 'il!fc7
20 \tbl ·~xe5, con igualdad (Agdes-
tein-1-LOlafSson, Gjm·ik 1985), pero 15
1 ó Eí lc.b5 son más sólidas.
15 .•. hxg5 16 h5?!
Demasiado ímpaciente, aunque e11 lí-
1wa con la consigna ";Adelante, Kazi-
mírich!". Es, sin embargo, más fuerte
]() hxg"> xg.í+ ( de-.pués de 16 ...
17 'i"í'd2. <'• ] 7 :"':h·l. las blancas tienen
muchas m<b po.-,ibidades de ataque que
t'll la partida) 17 -;:;;-bl, con compensa-
cicín por el peón en forma de línel';
abiertas en el flanco de rey.
16 ... wg7!
!\o, por supuesto. l fi ... 17 hxgfi
gxf"\ 18 g7 :;5:¡xg7 20
-¡,l¡th7+ ;!,,16 21 tienen
problemas: 21 ·;tc8 2')
bel+ l,eí 2·1 <i:Cxd5 '*í'dfi 25 ¿_b5 <.:'jd8
2íl ,:, xdi .f;xc6 27 ''Uxe7 ;~ b7 28 f;xf!)'.
o bien 21 ... ,:':;di 22 :;xn •.'/d7 2'1 ~¡;,
'.tc8 2-11'!'.xd:j, ganando el alfil de y la
p.tnída . .\hora. -.in ernba1go, d aLc1que
directo de las blancas llega a fHllllO
llllHTIO, \ tienen que pasar a una lucha
posicional.
17 hxg6 fxg6 18 b5?
l n Pª'º hacia la denota. Después de
18 \JWd2'.. las blancas seguirían teniendo
com¡wnsaciún por el peón sacrificado.
l l'/O
18 ... g4! 19 'i@'d2
También era malo HJ Áxc6 .& xdi 20
:'l~e!•~ xf'!> 21 clxc:") d-1~. o bien 20
etc.
') 10
19 ... gxf3 20 ~h6+ Wf7 21 Wh7+?~
iLg7 22 I:l.h3 hi'.h8!
¡La dama está cazada! Las blancas se
rindieron, en vista de 23 ñxl:l+ ··t¡trn 2-1
llxfü~ wxrn 25 c\'.:)xd!'J+ ~l?f7 (l'hl-
mann-Spasskv. :\Ioscú 1967¡. Para
Spasskv, fue ésta una facil tarea. Aq u e-
lla tarde, corno Capahlanca en una oca-
sión, también hubiera tenido tit·mpo
para ir al teatro.
2) 8 ;:!el .~_b7 9 .&xf6 ,;,_xf6 10 cxd5
exd5 11 b4 c6?!
.\ Spassky no le gusta forzar d juego dt·
i11mcdiato con 11 ... c5' 12 bxc5 hxt."i,
aunque <'.·sa es la respuesta m<is agud;1:
13 '1.b5 [iJaG 14 0-0 !:12c7 L"í ·~al cxd4
16 i2Jxd4 j!1xd4 17 exd4 -2:c6 18 l, a6~
( 18 :Ue2 =í rn ... ·~ xa6 19 ';,\l'xa() 'iiig:)'
20 ·'í.Je2 l"Ltb8, con excelente juego dt'
las negras (Hoi-Gcllcr, Olimpiada de
\\all¡1 1980). Yo pude pn:scncíar c>l<l
partida en la última y decisÍ\a ronda de
la Olimpiada, rpie Elim l'elrm'ich ganó
de forma cspenacubr. Es m:ts i111,·re-
sa111c l'.I dxc!í ;i.:d7 14 2ibfi ~c8: 1:·,
1
1'.e:! (1 r, l/.::dG l'Ixc3 l!i !l:Jxb7 Z:xcl li
!-Wxrl '\Wbfi, con igualdad, Tim1nan-
Hiihnn, Tilburg- l'.l79j l:> 2Jxc'.i
\li"> ... ,'.;!xc."i'.~) 16 0-0 ,i6 17 ~bd-1, rn11
una complicada lucha (:\kopia11-
Shorl. Linares 1r¡9;)).
12 _,¡;__d3!
l"na importante mejora .. \11H·s Ku1th-
noi habíajugado l 2 e2. Ahora conci-
bh'; l!na inl('n:·:.aute idea, con l.1 manio-
bra del alfil a bl v ltiego. tras a:!-a'.~(;1-1).
a a2, seguido de c"l-.--l (¡ b-l-b5 (\·éase
nota a la octaYajugada blanca. <'11 la Ya-
riantc :n.
12 ... .l:e8 13 0-0 ,;_;Jd7 14 'l?h3 ,;jf8 15
ñfdl sc8 16 ._Lb l!
HJ e4 tuefi 17 c5 ií<·í.
16 ... 1'2.Je6 17 a4
Después rk 17 ~c2 g-6 18 -!'1e:). corno
1-eco11wndó Stt'an, es s;Hísfactorio 18.
~dli. Pero tambíó1 es i11teresan1c l 7
a:~!?. sin debilitar la casilla bl.
17 .... '-1:a8 18 .\ll.a2 :W.c7! 191\!\lbl?!

Es más enérgico l 9 b5~ c5 :W 'uxd5
~xd5 21 'il4'xd5 !td7 22 ·¡¡1¡!15[ (en mi opi-
nión, 22 ~b'.1 cxdl 23 cxd4 xd4 es in-
terior) 22 ... cxd4 (22 ... g6 23 'llÍÍ'd'.i) 23
.~xe6 llxe6 24 'i/fd') l::t:dd6 2f> exdl (25
e4!)) 25 ....íii.xd4 21i él:'xd4 l::txd4 27
'li'xd4 se 1+ 28 áxe l ~xd4 29 J;.a 1. \
aunque la lucha está más cerca de las ta-
blas, son las blancas quienes pueden ju-
gar a ganar.
19 ... a5?!
Es más sólido 19 ... v sólo en ton-
ces a7-a5.
20 bxa5?!
La jugada correcta, supuesto, es 20
b5! c5 21 dxc5 (21 ... .i::xc5 22
0e4! ::xcl 23 'iixcl; mientras que aquí
22 ... dxd?! 23 l:!xd8 11xd8 24 li.xe6
exf3 25 llxc5 bxc5 26 .ib. h3
es inferior) 22 cfi! (no 22 4~xc5
23 'ii1c2 '!lffffi 24 i!l..xd5 ;;td7 25 e4 .üed8.
con contrajucgo, grncias al [\ierte caba-
llo de c5) 22 ....~J6 23 .11.xd'i '!llfe7 24
'Lld2 06 25 con más que sufi-
ciente compensación poi· la pieza.
20 ... bxa5
Ahora la ide'a posicional dl' las negTas
queda justificada: el pe{m blanco ck a4
hace imposible la maniobra ;Z:,a4-c). el
alfil de a2 es inactiwi, v la df'hílidad del
peón de c6 tiene Sll contrapeso en la
debilitada casilla b4.
21 ·~b6?!
Un error fundamental. Después de 21
con el gradual retorno a la \'ida
BORl.s X
del alfil de a2, las negras habrían teni-
do más problemas para explotar las
ventajas de su posición.
21 ... t:b7! 22 Whd8
22 lltlixc6? l"tb6, ganando.
22 ... t;'.xd8 23 tL:iel l"í:b6 24 ~d3 ,l":.db8
25 h3?
Sin percibir el peligro. Stean sugirió
25 l''th 1! \tf8 26 ilxbfi lhb6 27 .!lb 1
l:xb1+ 28 lL:xbl Qe7 29 ii.7:Jd2 \l;d6 :iO
con igualdad, pero es más fuerte
27 .....>kd8! 28 .tl:xb6 ~xb6 29 ~fl ;li.b7
30 Wel ::j;;e7 31 . ©.bl };¡e/ v con
alguna ventaja de las negras.
25 ... ~.b7! 26 t:c:ie5 j;,xe5 27 dxe5 i:!'.b4!
Está claro qu<" las blancas tien<"n ahora
una difícil posirión.
28 f3
Los comentaristas recomendaron 28 e4
d4 (28 ... dxe4?! 29 f::d7) 29 :"iJe2 l:Id8
30 .ífi.xc6 fxefi 31 0f4 ~17 32 /Dd'.:l J:'l:xa.J.
33 •:Uc.5 %1b4 34 J:l..h 1, con posibilidadl's
de tablas (gracias a la fuerza del cab.illo
de c:J), pero, en mi opinión, es mejm
las negras intentar 29 ... ~~.a6! 30
ll8b6! 31 <i:lfi ~e2! 32 ¿:r12 d'.I, '
las cosas se ponen feas para las blancas:
;);) i.xe6 fxe6 '.H ~g'.1 J:'l:bl 3.) .t::xhl
Ilxhl + % 'ít>h2 ::tdl, etc.
28 ... .b.a6 29 ¡;:d2 j;,c4 30 f4?
U na defensa más tenaz es 30 .t~ xc·l
fixc4 31 'uc2 k.txc 1+ 32 CiJxc l ñb4 3"1
fü:2 ::%.xa4 34 J:txc6 :Eíc·± 35 1:txc1 dxd
:~6 c;,'9f2. con esperanza de salvar el final
de caballos.
Garv Kas paro\' '.\fís (;E;'\IALJ:~ PREDECESORES
30 ... é!Jc5! 31 .!ld4 ft.ld3 32 l:::dl cZJb2!
¡Una excelente maniobra de caballo!
33 J:t'.cl c5 34 Exd5
O bien 34 l!d2 ~xa2 35 i:í.'Jxa2 l'.:txa4 '.iti
Cí:íc3 ::í:c4 37 l:í:xd5 fua4 - +.
34 ... ~lxd5 35 ~xd5 c4 36 -'Zle4 (iJxa4
Las blancas se rindieron, ;en vista de 37
Jkxc4 ;::¡b] 38 :C:xbl .!:l:.xbl + 39 ~f'2 °/Jb6
(Korchnoi-Spasskv. Belgrado 1977-78.
match, 11"). Esta fue la primera de las
cuatro derrotas sucesi\·as de Korchnoi
en aquel drarmltico match.
En relación con esta partida, rf."cuerdo
uno de mis primeros encuentros con
Karpov (Moscú 19/ll), donde después
de 1 d4 cljf6 2 c4 e6 3 <un d5 4 4Jc3
Jie7 5 ~g5 h6 6 .~xf6 .Jhffi 7 e3 0-0 8
'!Wd2 0c6 9 cxd5 exd5 10 .~.e2 .lld5 l 1 0-0
Ci:Je7 12 b4 c6 13 l:fcl a6 14 a4 ~d6 15
~b2 !ife8 16 ik'b3 t'2g6, jugué 17 ::i'.a2 y
propuse tablas.
117'.l
Día¡.p:ama de análisis
Pcrn Karpov respondió al instante 17 ...
.~.e7 v. de repente, \'iolando las 1-eglas,
dijo: "¡Haga unajugada:" Sorprendido,
jugué 18 b5 y entonces. Karpcw, tras
pensar un rato, aceptó las tablas. En los
análisis post mortem observó que 18 ...
axb5 19 axb5 era, desde luego, t;tblas,
pero que era posible 18 ... a5!? 19 bxc6
hxdi, explotando la debilidad de la ca-
silla b4. Y ar'iadió algo así como "así es
como enga11ó Spassh a Korchnoi". Es
decir. que Karpm· había adoptado la
idea de Spassk\ tsin embaq;~o, en la si-
tuación concreta, después de 20 'liofd 1.
312
TI 1
con idea de ii d3, it::ie2 y B:ac2, la debili-
dad del peón de c6 es más importante,
de modo que, en cualquier caso, es me-
jor 18 ... axb5).
3) 8 -~~e2
La partida Korchnoi-KasparoY (Lon-
dres 1983, 10' del match) siguió así: 8
ik'b3 .;lb7 9 llxffi >i.xfü 10 cxd5 exd:i
11 I1dl :::!.e8 12 a3l? (des¡més de 12
d3, puede elegirse entre 12 ... c5 13
dxcf) t2:;d7 y el plan de Geller, a base de
12 ... lix6, tí:Ja5 Y c7-c5) 12 ... c6 13
.\1ül3 .5'iJd 7 14 0-0· gfil? ( 14 . .. é,Cf8 Ei
el!) 15 llfel (15 e4 c5!) 15 ... tí'lf8 16
llbl! (16 e4 .'tJefi 17 e5 .Jtg7 es confu-
so) 16 ... :'í'ieti 17 .,ta2 IW<:7'. 18 ik'a4!?
(o bien 18 e4 l:J'.ad8 19 exd5 cxd5 20
'll!l'a4 IWb8, con igualdad) 18 ... llad8
19 b4! 'll!l'b8 (19 ... a6!?) 20 'i'c2! ~c7!,
y las 11egras mantuvieron el equilibrio
con dificultad.
Las tentativas que se han \·is to en el
nuevo siglo no son peligrosas: 15 l:d2? 1
~'t:lrn 16 )¡el Ci:Je6 17 !lid! ~c7 ~(Pi­
kct-Kaspanw, Wíjk aan Zee 2001), o
bien 15 "~b l 1'.g7 l 6 e4? ! 1'.a6! l 7 .llfe 1
.~º.d 18 ~ c2 dxe4 19 !1xt"4 l'!.xc'1 20
'\ixe4 áb3 21 .li.c2 t<tblas (K.ram-
ník-Kasparov, Moscú ':WOl. match. 3').
Por cierto que, en su match conmigo.
Korchnoi contempló la posibilidad de
jugar 1:2 a3!: contra la Dcfrnsa Ta-
rrasch. Al trab<~ar durante aúos en ta-
les ideas y problemas estratégicos. ha
realizado una gran contribución al
desarrollo de la teol'Ía de apenuras .
 BüRJS X

8 ... Jkb7 ,;!, b,"'1 <i:~d2 ]);, 27

i\'fü: - +) 25 ... a6 2fi
~ag 'i\'d5 ... 0-1 (Vaganian-Spasskv,
8 ,,, cLibd7 9 cxd5 exd5 10 0-0 b7 J 1 Moscú 1975). También parece una pér-
llcl ( 11 'i/fb3 e!")! 12 j>_xf6 tZJxf6 1 3 dida dt' tiempo 14 Jfl.cB. Korchnoi a1-
dxc5 ,\Íl,xc5 14 !i:fd 1 Wie7 1'.I ¿ild4 canz6 esta posición contra mL con el
:i'.ad8 16 :i:::ac l ;t:Jt>i 17 lbf3 :'.fe8, con pt'Ón e11 a'.i (\éasc nota a la octava juga-
igualdad, Rdíavskv-Gellcr, 47" Cam- da blanca).
peonato de la URSS, Mimk 1979)
11 ,,, c5 12 l#la4!? a6 ]'.{ dxc5 bxc5 14 14 ... ;t:Jf8 15 e4!?
llldl ~b6 15 'il'b3: ~a7 (en el final O bien l:í ~fl <'Lle6, con igualdad
que se pnHluce tras 15 ,,. 'l>\lxb3 16 ( Chandlcr-Spassky, Alemania 1981. y
axb3, la debilidad de los peones col- Píket-Krarnnik, Wijk aa11 Zn: 1999)
gantes <'S más perceptible que la debi:
lidad de los peones b doblados) 16 15 ... .:'/.Je6
Jii.g3 ( Karpov-Kasparov . .V1oscü 1984- 15 ... dxe4~ 16 li.d!
85, match, '.{ 1ª, y Topalov-Kasparov,
Sofía 1998 match rápidas. l") condu- 16 e5
ce a un ju ego más dinámico. con peo- 16 exd5 cxd5 17 ,;kb5 'Ae7. con igual-
nes colgantes para las negras, pero dad.
\Oll juego preci;,o, las blancas conser-
van cierta ventaja. 16 •.• 'á.e7

9 ..\Íl,.xf6 .'.&.xf6 l O cxd5 exd5 11 0-0 l l 7'í

11 ~b3 c6 12 0-0 1.Xc8 l :) ::lad l lf.Jd 7

(13 ... &ZJa6!?, el caballo quedará mejor
situado en c7 que en f8) \·ienc a ser lo
mismo, mientras que la \'ariante 11 b4
c5 (o bien 11 0-0 iíJd7 12 b4 c5) se con-
virtió de uno de los esquemas habitua-
les en mis duelos con Karpnv.

11 .•. <Lid7

'h"as haber sufrido una penosa derrota

(con 11 ... 'jl\\'d(P!) en la 11" partida de 17 a3
8l! match con Karpm ( 197 4), Spassh
trató de encontrar una defensa m~is Otro cnsavo de Tirnman. Antes <le esto,
precisa. se había;1 ensayado 17 l'l.d2 '
( lfort-Tal. Montreal 1979) y 17
12 11i'b3 c6 13 l:(adl 'IJ!efc7 1,>;; .&d3 Atad8 19 :Uc2 e:), con
igualdad (Níkolic-Geller, Sochi 1982).
Después de 13 ;';fr l ltc8 1-1 e4. existe el
típico contragolpe 1·1 .. , c:í! 1~ .:2:Jxd5 17 ... ~f8
cxd4 16 iLlxf6+ ~xfü 17 'il!í'a4 :¿jc:J IR 1\"o, por supuc;;to, 17 ... c!ír 18 dxcr)
~xdl '!lfxd4 19 :uxd.f :C:::xe4 20 ;;z:,b5 ,'L,xc5 19 'lih2! Ambos jugadores rn·
tablas (Timman-Spassh, Bugoj- 111ie11zan ahora a maniobrar, y las ne-
no 1982). g-ras lo hacen con más t~xito.
13 ... l;e8 14 l:.fel 18 g3 l':c8 19 Dd2
No da resultado 14 'ueFI, después de 19 ,~JI !r
14 ....7Jf8 15 <Lid3 ciJef'i lfi :.re1 W'd6 l7
19 ... g6 20 ..~dl h5 21 nc7 22 ~a2
\l'.fl l:te7 18 g3? i&.xd41 19 t'xd4 •uxd4
ñd7 23 b4
2011i'a4 cuf3+ 21 ~h 1 1DXt' 1 22 c,::;xe l d4
221 t/Jg2 e!'> 24 ~g l f1.ae8 25 •Gh 1 ( 25

'.11 '.l
(~al'\' Kasparov :Vlís (;f'."L\LES PREllF.CESORl:S
23 ... Wie7
Era posihle 23 ... c5!? 24 dxc5 bxc5 25
bxcr1 pero Spassk: no quería de-
finir tan pronto la posición.
24 );:.ddl
Es probable que hubiera debido jugar-
se 24 ci.bl !?
24 ... a5!
La misma e inesperada jugada de mina-
do como en la partida con Korchnoi
(variante 2).
25 (:Ja4?!
En mi opinión, hay una mejor variante
que nadie menciona: 25 bxa5 bxa5 26
~d2! .1La6 (26 ... 'i'xa3 27 ñal Wie7 28
l:í:xa5 c5 29 li.h3 es confuso) 27 J:tbl
®'d8 28 '1We3. mameniendo un equili-
brio dinámico.
25 ... axb4 26 8xb6 't:.c7 27 axb4 lixb4
28 klbl 'IP!e7 29 .l!!.edl l;d8 30 l:i:b2?
Un grave error. Ahora se pone de ma-
Hifiesto la dinámica latente en la posi-
ción. Después de 30 8a4'. .11.afi (se ha
recomendado 30 ... c5 31 éZ:ixc5 l!Jxc5
32 clxc5 Wixc5, "con ventaja de las rw-
gras", pero después de 33 ·'.ud4
f4, no hay \'entaja) 31 íc.11 (31
:12 dxc5 ~2';xc5 33 i't~xc5 .i':!.xcS 34 '1Wd2
d4} 31 ... ..ffi.xfl 32 ~xfl. las blancas difí-
cil mente se habrían encontrado con
problemas serios.
J 17()
30 ... c5! 31 dxc5 d4! 32 ·~a3?
314
111
Era esencial 32 'Uc4 Jkd5 33 'ufd2
~xcS 34 j/~xd5 'llfxdS, o bien :1:2 &2:;d2
Jhg2 '.'13 li'xg2 'llfxcf> 34 i'lJbc4 '1Wd5+
35 f3 .:.a8 36 ~b?i [iJc5 37 'l!!í'c2 Y
aunque las negras tienen alguna ven-
taja. las blancas pueden resistir. Sin
embargo, con lajugada textual se vie-
nen ahajo y pierden, literalmente, en
dos jugadas.
32 ... llxc5 33 éZ:ia4? l:tcl ! 34 'l!!í'd3
O bien 34 '!ih3 .~d5 35 El.xc 1 .ohb3 36
ilxb3 '1Wa7 37 1;!Jb6 d3.
34 ••• l\}la3! 35 ~fl :í:xdl 36 ~xdl .11.c6
Las blancas se rindieron (Tirnman-
Spassky, Flilversum 1983, match, 3ª).
Desde el punto de vista de los pla-
nes negros, ésta es también una de las
partidas clave de la variante.
Ahora, como de costumbre, algunas
impresiones memorahles de los reyes
del ajedrC/..
Botvinnik; "Spassky t's Ull gran juga-
dor. Representa una continuación dl' la
línea de Laske1,, en el sentido de que es-
tá poco interesado en lo que hacen sus
rivales, sino que tiene su propia opi-
nión. Spassky posee una envidiable sa-
lud, es un buen psicólogo y es capaz de
evaluar sutilmente la situación, sus
puntos fuertes y los del oponente. Rara
vez cae en apuros de tiempo, es un atle-
34
ta espléndido v nada le asusta. Spassh
cf>
siempre se encuentra en buena o inclu-
so alegre disposición de ánimo. Jugt'l
rnara\'illosamente en su segundo m¡1tch
con Petrosian, pero perdió el encuen-
tro con Fischcr por pura estupidez: se
sobrestimó a sí mismo".
SrnysloY: "Spassky es un jugador de
enorme fuerza práctica, \'nsá1il en el
m;i-; alto grado. Prefiere mhodos claros
dejnego, pero se siente como pe? en el
agua en posiciones complicadas. llenas
de posibilidades t~kticas".
Petrosían: "Ya en mi primer match
con Spassky ( 1966) tuve la sensación de
que sería posible un nuevo match con
él. Me asombraban su tenacidad ' sns
numerosos recursos defensivos. así co-
mo su compostura y capacidad para en-
cajar la denota. Y, por supuesto, realizar
 en dos ocasiones la asccnsi<'rn ;1 la cum-
bre más alta del ajedreL es algo que po-
cos pued('n conseguir".
Spassk\: "'Dividiría. de forma un
tanto simplista, a losjugadores de aje-
drt-l en dos categorías: r n,11'11/1'1 y 110
ITl')'Pll/Ps. En d sentido ajedrecístico,
por supuesto. llaY k1t·s que exigen
r<:>speto, \' que alguno-. jugadore' tra-
tan de no Yiolar. Estos son los UY'YP11/n.
Fntre ellos incluiría a los cl<lsicn~: Bot-
\'Í n 11 ik. Sm\·slm. Pet rusian \' Ge ller.
También 'º So\ un jugador relígio.10.
Korchnoi v Larsen ¡y /ambíén Tal: (;.
K J se enuw1nra11 nÚre los a/tos, que
en modo alguno sienten respeto por
las kYes"
Fischer: "Spa-;sh es, en realidad, 1m
jugador lll<Ís correcto q11e Tal. pero Tal
e-; 1mís brillante. Spassh tiene algunas
debilidade'. pcrn lt' hace dilícíl a Sil
oponente que pu<'da explotarlas. 1'\o
¡uega rnm bien el ;tjedrez cerrado. po-
s1cional. ( :on todo, siempre parece t'S-
tar un paso prn (klan11· de ti en la teo-
ría de aperturas"
Karpm: "Spas,b· era un jugad(lt
corn pkto \ ;1b,olutamen 1e un in~rsal.
Era igual de bueno atacando que de-
fendiendo o ac11rnula11dn ventajas posi-
cionales. Fue Gl quien inspircí la rnmla
de la 1111inTsalídad. qm· sigue \'Ígente
hov n 1 ciía ''.
Prólogo ............................................................................................................. 5

Capítulo nueve
TigranIX ........................................................................................................... 9
No sólo un defensor ........................................................................................... 11
Sacrificio faw¡rito ................................................................................................ 16
'\filagros de la profilaxis .................................................................................... 2.">
La saga de SYeto,,ar. ......................................................................................... 3:í
Una modestajugada de peón ........................................................................... 51
¿Cómo superar a Bordnnik~ .............................................................................. !'»6
El error del aspirante.................... ............................ . ............................ fi"í
El león nrnf'stra sus garras ................................................................................. 79
El Tigre se despkna ......................................................................................... 105
F:I Bol\Ínnik húngaro .................................................................................... 118
Lecciones de Pe1rosian ................................................................................. Fii-\
Final.... .. .................. . . .................................... . .................................. 170

Capítulo diez
Boris X ........................................................................................................... 173
La catástrofe de Riga ...................................................................................... 1Ti
En su elemento ................................................................................................ 190
Una estrella f"XIÍnguída ................................................................................... 210
La mano df" Bondar<evsky ................................................................................. 2~>4
El ascenso al Olimpo ........................................................................................ 26f>
El primer ganador del Osear ........................................................................... 279
"¡Adelante. Kazimirich!" .................................................................................. 2i-\7
Leccio11es de Spasskv .........................................................................................300

Álbum ........................................................................................................... 317

·Maestros .......................................................................................................... 319
·Matches y Torneos .......................................................................................... 327
Gens Una Smnus ............................................................................................ :H:~
l\1iscelánea ...................................................................................................... 357

Índice ............................................................................................................ 383

Índices ........................................................................................................... 387
Maestros .......................................................................................................... 389
Aperturas ........................................................................................................ 391
 Maestros

Bisguier 220 Keres 120, 237 Rashkovsk; l l6, 290

Bobotsov 159 Korchnoi 9K. 230 Reshev,k116
Botvinnik 43, !'>6, 61 KotO\' 36 S1m,Jov 12. 51, 2'il
Bronsteín 32, l 9'> Krogius 210 Spassky 65. 70, 7~. lWl, 176,
179, 184, 191, 195, 198, 204,
Byrne 293 Larsen 153, 263. 280 217.223,225.248, 256,260,
Darga 23·1 :\1ikenas 191 263, 267, 273, 279, 280. 282.
288, 290, 29'.l. 2%, 30 l. 305
Fischer 89, JO!'>, 127, 282 Pachman 204
Stein 122. 2!0, 214. 217, 220,
Furman 242 Parma ll2 220, 222, 22'.\,225,230,234,
236, 237,239. 242,246,24K.
Geller 81, 91, 256, 260 Penrose 279
251
Gligoric 24. 36, 43, 45, 84, Petrosían 12, 16, 20, 24. 25,
Suet.in 26
222 26,30,32,33,45,51,56,61,
65. 70, 74, 79, 105, 109, 112, Tal 20, 8.~. 94, 147, 184. 246
Iujtman 33 ll4, 116, 134, 139, 159, 162.
167, 170, 214, 239, 267, 273 Torre lOI
Ivanchuk 41
Pilnik 30 Tukmakov 288
Jasin 236
Jolmov 176 Polugaievsky 79, 81, 84, 85,
89,91,94,98, 101, 130, 170,
Karpov J 14, 144, 296 179, 198
Kasparov41, 161, 162, 167, Portisch 25, 120, 122, 127,
301, 305 130, 134, n9. 144, 147, 153,
161,220

Los nÚmPros rorrespnndm a /m pág1n111. En ne¡;rita indímn quirn juega con ku piezas blanrns.
Aperturas

Apertura Catalana Defensa India de Dama Gambito de Dama

E08 24(i El2 162. 198 D'M 267
El2 ,-,¡ ))% lr>'I. 159. 161
Apertura Española
C64 217 El4 114 D41 8:>. 27'.I
C82 2;~7
El7 98 ll42 144
C8ll 22;1 Defensa India de Rey D'i'.l l 'l<J
D6.~ l'.IO
C!l!'í :?9'.l F66 70
C% 2'.H E69 122 Gambito de Dama
C97 20 E74 '.lOl Aceptado
E8'1 ~(6 D~~ lfi7
Apertura Inglesa
Al7 '.?:·,¡ E87 '.lli 1127 10!!
H<'l 11 Gambito de Rey
Apertura Larsen E92 210. ~39
AOI 21'\0 C36 l'l'í
E9~{ .'_);~.

Apertura Réti Eli4 26

All íi<i El7 4'i
Ataque Torre Defensa Moderna
DO'.l li'í .\12 7..1. 170
Contragambito Albín Defensa Nimzoindia
))08 191 F.26 J:H
Defensa Benoni UI 17n
A'\6 ;10 E4.'i 127
E54 7<1
Defensa Benoni Moderna E'lH l 6
.\77 l lli
Defensa Semi-Eslava
Defensa Eslava nn 204
Dl'.I 13.¡
!H4 101
DH 2ti:l
J) l !j 12 Defensa Siciliana
B'.-L) 23fi. 260
Defensa Francesa B4~ 242
cm 214
mri 2%
Defensa Grünfeld BiH 2~0
Dl'\2 1115 B!H 179
D8!i 2:::1 B96 !l1, <J.1. 288, 290
DK7 248. ~8~ B97 147
D92 :LJ
D\14 ,lf)
D\lK 6 l