En mi país Colombia se le llama calvario a la cruz que se pone en el lugar
donde murió alguien en la zona rural, también hay la creencia que donde queda dicha cruz se escuchan ruidos o hasta se puede ver a la persona que allí murió, era esta una creencia muy popular pero mi madre aseguraba que solo quedaba penando allí las almas que tenían pendientes en este mundo, casi siempre personas que habían sido malas. A Rogelio Benavidez Garcés lo mataron subiendo para su casa, lugar que quedaba un poco más arriba de la nuestra, se decía que era un hombre inocente, pero muchos sabían que tenía más de un muerto en cima, la familia como es la costumbre puso una cruz (calvario) donde lo asesinaron, aunque su muerte guardaba también un secreto, a pocos metros de donde le dieron muerte queda una pequeña casa donde vivía una mujer con su pequeño hijo, ella cuenta que esa noche escuchó voces de varios hombres, pero hablaban con amabilidad, cuando uno de ellos preguntó , ¿dónde está?, escuchó la voz de Rogelio y cómo se reía al decir, es un secreto que solo se yo y el diablo, en ese momento se escuchó un quejido fue la primera puñalada, volvieron a preguntar, ¿ donde está?, a pesar que Rogelio debía estar herido volvió a reír y gritó, nunca lo sabrán, se escucharon los quejidos uno tras otro, doce puñaladas y golpes con una piedra en la cara lo dejaron irreconocible, cada golpe, cada puñalada era la misma pregunta, pero el nunca les dijo lo que esperaban escuchar, la mujer que vivía cerca y escuchó lo ocurrido muy pronto se marchó de allí, ya que decía que todas las noches escuchaba esos quejidos desgarradores, pero las malas lenguas dicen que se fue porque ella había reconocido las voces de los asesinos y temía por su vida, ya que los asesinos eran el padre y el hermano de Rogelio. Esta era una historia de la cual no se hablaba abiertamente, pero todos decían que había sido asesinado por su propia familia, una noche que mi padre se quedó tomando unas cervezas en el pueblo, subía tarde de la noche a casa, unos pocos metros antes de llegar al calvario sintió la sensación de que alguien lo seguía, varias veces miró atrás seguro que alguien había a sus espaldas, pero solo era esa sensación, así que apuró el paso, antes no había pensado en la cruz que allí había, pero al sentir eso pensó en lo que decía su esposa que allí quedaban las almas, fue a pasar por el lugar corriendo cuando escuchó con nitidez pasos que corrían a su espalda, volteó de inmediato y se llevó la mano al machete, aunque los pasos eran sonoros allí no venía nadie, aún así los siente pasar a su lado eran tan reales que el los esquivo por inercia y fue a caer apoyado contra el calvario, al ver a donde fue a caer se fue a parar de inmediato, fue en ese momento que escuchó el quejido que salía del calvario, sintió un escalofrío recorrer su piel y como sus piernas empezaron a temblar, no era capaz de pararse así que gateando se retiró de la cruz, al estar a unos pocos pasos del mismo volteó a mirar y lo que vio le dejó helada la sangre, al lado del calvario estaba de pie un hombre pero no era Rogelio, quien había allí era un hombre completamente diferente un hombre que mi padre no conocía, lo vio mirarlo con ojos tristes y lanzar ese quejido tan tenebroso y lastimero, mi padre solo pudo huir a casa.En casa se llegó a la conclusión que en ese lugar no mataron a Rogelio sino a otro hombre y padre y hermanos hicieron toda esa pantomima para dejar a Rogelio libre de las culpas por las que se le investigaba, por eso la cara de aquel desdichado la dejaron irreconocible, la mujer que vivía al lado sabía la verdad y por eso huyó del pueblo, ahora ¿quien es el hombre que murió allí?, nadie lo sabe, ¿donde está Rogelio?, es otra pregunta que no tiene respuesta.