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Linea Act2
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LOS GRIEGOS
La física tiene sus orígenes con los antiguos griegos
Aristóteles afirmaba que los cuerpos caen con una velocidad proporcional a su
peso, es decir, soltando objetos de distinto peso desde una misma altura, el
tiempo de caída sería inversamente proporcional a su peso.
Edad oscura
El telescopio fue inventado a fines del siglo XVI (en la década de 1590), en
Holanda. Galileo Galilei se enteró del invento en 1609 y construyó uno que resultó
superior. Galileo logró aumentos de hasta veinte veces el tamaño del objeto
mientras que los primeros telescopios lo aumentaban solo tres veces y no
invertían la imagen.
él fue el primero en ver que algunos objetos celestes como la Luna o el Sol no
eran esas esferas perfectas que todos pensaban, en observar que la superficie
lunar tenía cráteres y montañas y que el Sol contenía manchas que aparecían y
desaparecían de una forma caótica. Descubrió que alrededor de Júpiter giraban
cuatro satélites, en la actualidad llamados Io, Calixto, Europa y Ganímedes.
Física Clásica:
Kepler descubrió que Marte gira alrededor del sol en una órbita elíptica, (y no
circular como se pensaba en esa época) y que el Sol está en uno de sus focos.
Esta noción, una vez que se extendió a todos los planetas, se conoce como la
primera ley de Kepler. más tarde descubrió que la línea imaginaria que une al Sol
con el planeta recorre áreas iguales en tiempos iguales conforme el planeta
recorre su órbita (“La Segunda Ley de Kepler”), es decir, el área se puede usar
como medida del tiempo. Estas dos afirmaciones le permitieron encontrar las
órbitas de los otros planetas.
Tras varios años, descubrió la tercera ley del movimiento planetario. En ella
expresa el hecho de que, al dividir el cuadrado del tiempo que tarda un planeta en
dar una vuelta completa alrededor del Sol, entre el cubo de su distancia media al
Sol se obtiene siempre el mismo número sin importar cual sea el planeta, explica
la astrónoma Fierro.
Roemer
No fue hasta 1676, cuando Ole Rømer (o "Roemer", "Römer" o, incluso "Romer"
dependiendo de cómo traduzcan la 'ø' escandinava) realizó la primera estimación
cuantitativa de la velocidad de la luz. Y curiosamente, su descubrimiento tiene
mucho que ver con Galileo. No con el método que puso en marcha el científico
pisano, sino con otra cosa: el descubrimiento de Ío, Europa, Ganímedes y Calisto,
cuatro de los satélites de Júpiter.
No tenía mucho sentido, hasta que se percató de que Ío tardaba más cuando
Júpiter y la Tierra estaban separándose, pero que tardaba menos cuando se
aproximaban. Ahí estaba la clave. Era la luz. Su velocidad era tan rápida que no
se podía estimar usando un kilómetro de distancia como había intentado Galileo,
se necesitaba una distancia planetaria para ello. Rømer estimó que la luz tardaría
11 minutos en llegar a la Tierra desde el Sol. Se equivocó por muy poco (en
realidad son unos 8 minutos con 20 segundos), pero no por el método, sino
porque la distancia del diámetro de la órbita terrestre que usó no era correcta.
Sin saberlo, Rømer no sólo encontró la velocidad de la luz, sino uno de los pilares
de la física moderna.
Isac Newton
En sus Principia (1687) enunció la Ley de la Gravitación Universal y las leyes del
movimiento
“La fuerza con que se atraen dos objetos es proporcional al producto de sus
masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa”.
Para formular esta ley, Newton dedujo que la fuerza con que dos masas se atraen
es proporcional al producto de sus masas dividido por la distancia que las separa
al cuadrado. Esta ley implica que, mientras más cerca y grandes sean dos
cuerpos, más se atraerán entre sí.
Por ejemplo, la Tierra tiene una masa muy grande y los seres humanos una masa
pequeña, por esa razón somos atraídos a ella, y no nos caemos o salimos volando
al espacio, pues al ser dos objetos con masa, somos atraídos mutuamente.