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La esperanza purificadora

Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste,


tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él
avergonzados. Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que
hace justicia es nacido de él. Mirad cuál amor nos ha dado el Padre,
para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos
conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios,
y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que
cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal
como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí
mismo, así como él es puro. (2:28—3:3)

Como la gloria eterna — la meta de la esperanza — es la razón del plan y


el propósito salvador de Dios, la Biblia expone una teología completa de
la esperanza:

Características de la Esperanza
 La Esperanza encuentra su inicio en el Dios inmutable, es un regalo
de la gracia divina, se revela en la Biblia, es razonable y justificable,
esta asegurada por la resurrección corporal de Jesucristo, se
confirma y activa en los creyentes por medio del Espíritu Santo, es
la fuente de mayor gozo y bendición, los defiende contra los ataques
de Satanás, también se confirma a través de las pruebas, y elimina el
temor a la muerte.

Todas las gloriosas facetas de la esperanza cristiana se consumarán cuando


Jesucristo regrese.

La esperanza no solo es fundamental para la doctrina cristiana y la


confianza del creyente, sino que también tiene inmensas implicaciones
éticas.

En esta carta Juan ya presento pruebas doctrinales y morales que pueden


determinar nuestra verdadera condición espiritual, y ahora profundiza aún
más en la prueba moral (ética). Una búsqueda personal de pureza y
santidad, son evidencias todas de que el individuo tiene verdadera
esperanza eterna.
Este pasaje contiene cinco perspectivas que definen y clarifican aún más la
esencia de la esperanza bíblica: es asegurada por permanencia, se
manifiesta por la justicia, se establece por el amor, se cumple por la
semejanza a Cristo, y se caracteriza por la pureza.

 LA ESPERANZA ES ASEGURADA POR LA PERMANENCIA

Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste,


tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él
avergonzados. (2:28)

Permaneced significa “morar” o “mantenerse”.

Los creyentes tienen el mandato de perseverar diariamente y sustentar


su fe en el evangelio y en el Cristo del evangelio. Solo aquellos que
permanecen fieles al Señor y su Palabra, y dan evidencia de los
frutos de justicia por el poder interior y la presencia del Espíritu son
realmente salvos.
La Biblia enseña las verdades complementarias de que los verdaderos
cristianos perseverarán en su fe permaneciendo en Cristo, y que
Dios los mantendrá eternamente seguros los preservará.
Estas verdades aparentemente opuestas de la seguridad eterna y la
perseverancia obran juntas en perfecta armonía.

Por la gracia soberana de Dios, los creyentes son salvos y santificados, y


esa misma gracia poderosa los conducirá en la resurrección hasta la
recompensa eterna en la venida del Señor.

Introducción:
En el relato de Mateo del Sermón del Monte, Jesús cerró esta poderosa
prédica exhortando a sus oyentes 7:13-14: “Entrad por la puerta estrecha;
porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición,
y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y
angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.

Así como ilustran las referencias a dos puertas, dos caminos, dos destinos,
y dos grupos, Toda persona se encuentra con las siguientes opciones a
elegir, entre cielo e infierno, entre salvación y condenación; entre la única
religión verdadera y la falsa en innumerables formas.

Lo que hace aún más confusa y complicada esa importantísima decisión


son los falsos maestros, de quienes Jesús advirtió “que vienen a vosotros
con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (v. 15).
Motivados por la codicia, estos emisarios de Satanás (Los Anticristos)
tratan de evitar que las personas entren por el camino angosto al cielo y, en
vez de eso, las dirigen por el camino ancho hacia el infierno. También se
dedican a descarriar al pueblo de la verdad de la Palabra de Dios, e incluso
de la necesidad de arrepentirse del pecado.

En 1 Juan 2:18-19, 22-23, 26 (Características de los anticristos) Hay una


combinación peligrosa en los anticristos, hipocresía engañosa con herejías
demoníacas, esto les sirve para de manera intencional introducirse y pasar
desapercibidos en la Iglesia, para luego dar rienda suelta a sus
maquinaciones y estrategias destructivas. Juan está buscando que cada
creyente habrá bien los ojos y pueda observar los frutos de cada profesante
para considerar realmente hermano a quien dice ser de la familia de la fe y
a su vez también examinarse.

 Jesús utilizó esta ilustración de la agricultura, para aclarar este


punto. Lucas 6:43-44 “43 No es buen árbol el que da malos frutos, ni
árbol malo el que da buen fruto. 44 Porque cada árbol se conoce por
su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas
se vendimian uvas.”

El fruto que un árbol produce es un indicador infalible de la salud de ese


árbol. Por tanto, no es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo
el que da buen fruto. Los árboles buenos no producen fruto malo e
incomible, y tampoco los árboles malos producen fruto bueno y comible.
Llevando la imagen un poco más allá, el Señor añadió el hecho igualmente
obvio de que cada árbol se conoce por su fruto. Las plantas producen
fruto según su naturaleza, en consecuencia no se cosechan higos de los
espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas.

 LA ESPERANZA SE EVIDENCIA, SE MANIFIESTA POR LA


JUSTICIA
Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace
justicia es nacido de él. (2:29)
Cuando decimos que Dios es justo, estamos hablando de que es
perfectamente justo en Su trato con Sus criaturas. Dios no muestra ninguna
parcialidad (Hechos 10:34 “…Dios no hace acepción de personas,”), Él
ordena que no se maltrate a los demás, y Él ejecuta perfectamente la
venganza contra los opresores.

Dios es justo en el cumplimiento de las recompensas: “Porque Dios no es


injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis
mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles
aún” (Hebreos 6:10). Es igualmente justo en el cumplimiento de los
castigos: “Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere,
porque no hay acepción de personas” (Colosenses 3:25). La justicia y la
rectitud, que siempre van de la mano, son el fundamento del trono de Dios
(Salmo 89:14).

 ¿La justicia es importante para nosotros?

Imagínese que Hitler hubiera sido encontrado vivo, escondido en


Alemania, y llevado ante un juez. Sus crímenes tardaron nueve horas para
ser leídos, pero, al final, el juez dijo, "Veo lo que has hecho. Millones de
personas asesinadas. Pero creo que has aprendido la lección, así que voy a
dejarte ir". Golpeó el martillo y gritó: "¡Inocente!"

¿Qué se siente en nuestros corazones cuando consideramos este escenario?

Esa emoción es un ultraje a la injusticia. Sabemos que el veredicto no es


justo, y nos parece intolerable. El mal requiere un castigo equivalente.
Hemos heredado ese sentido de justicia de nuestro Creador, porque Él es
justo.

Cuando Adán y Eva pecaron (Génesis 3), la justicia no podía pasarla por
alto. Su crimen no nos parece tan grave. Pero considérenlo desde el punto
de vista del cielo. El gran Señor Dios Todopoderoso, soberano, Señor de
los ejércitos, digno de toda adoración y alabanza, había sido desafiado. Él
había hecho al ser humano para Su propio propósito y deleite. Dios les dio
un mandamiento: no coman de un árbol específico del jardín en el que los
puso. Si lo hacían, morirían. Dios les mostró sus opciones y les informó de
las consecuencias.

Dios proveyó amorosamente para Su creación y les advirtió lo que Él sabía


que resultaría si no le obedecían. Pero Adán y Eva eligieron la
desobediencia; eligieron seguir su camino en lugar del Suyo. Eva fue
engañada por Satanás y comió el fruto que Dios había prohibido. Adán
también comió. En ese momento la criatura cometió alta traición contra el
Creador. La justicia exigía acción.

Para que Dios pasara por alto o excusara la traición no sería justo. Puesto
que Dios es justo, no puede crear una regla, establecer el castigo y luego no
cumplirla cuando la regla se rompe.

Ya que Dios también es amor, tenía una forma de satisfacer la justicia sin
destruir a los seres humanos. La justicia requería la pena de muerte, así que
alguien tenía que morir. Se trajo un sustituto para satisfacer las demandas
de la justicia. Se mató a un animal inocente para cubrir a Adán y Eva,
sirviendo como protección no sólo para su cuerpo, sino también para su
pecado (Génesis 3:21).

Miles de años después, se cumplió la justicia de una vez por todas, ya que
Dios envió a Su propio Hijo al mundo para ser nuestro sustituto (2
Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado,
para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”).

Así que Jesús llegó a ser el Cordero que Dios sacrificó en el altar de la
justicia.

 Juan 1:29 “…He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo.”
 Cristo "murió por los pecados de una vez para siempre, el justo por
los injustos, para llevarnos a Dios" (1 Pedro 3:18).

Ya que la justicia ha sido satisfecha, Dios declara " Inocente" a todos los
que están en Cristo, los que invocan Su nombre.

 Romanos 3:24 “siendo justificados gratuitamente por su gracia,


mediante la redención que es en Cristo Jesús,”
 Juan 1:12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;”).
La salvación es una consecuencia justa porque Dios ha pronunciado la
muerte y la resurrección de Jesús suficientemente para satisfacer Su ira. La
maldición de la Ley que justamente merecíamos, fue llevada por Jesús en la
cruz (Gálatas 3:13 “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho
por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es
colgado en un madero),”).

Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace


justicia es nacido de él. (2:29)
Justicia: En griego describe principalmente la conducta en relación con
los demás. Se contrapone a la maldad, a la conducta ego centrista, que no
respeta a Dios, ni al hombre.

Salmo 33:18-22 “18 He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre
los que esperan en su misericordia, 19 Para librar sus almas de la muerte, Y
para darles vida en tiempo de hambre.20 Nuestra alma espera a Jehová;
Nuestra ayuda y nuestro escudo es él. 21 Por tanto, en él se alegrará nuestro
corazón, Porque en su santo nombre hemos confiado.22 Sea tu misericordia,
oh Jehová, sobre nosotros, Según esperamos en ti.”

La Biblia describe a la persona justa como alguien que se aferra a Dios y


confía en Él.

El nuevo nacimiento está inevitable y necesariamente acompañado de


justicia.

 Romanos 6:4 “Porque somos sepultados juntamente con él para


muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los
muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en
vida nueva.”
 2 Co. 5:17“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura
es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas ”

Del mismo modo, todos los que profesan ser salvos pero que no
manifiestan ningún fruto tangible de justicia prueban que realmente no
fueron perdonados y que tienen una vana esperanza.

 Santiago 2:26 “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así
también la fe sin obras está muerta.” (Contexto: v.21-25 Santiago
compara la fe viva con lo que acaba de describir como fe muerta
(v.14-20), al hacerlo da dos ejemplos vivientes de la fe viva,
Abraham “padre de todos los creyentes”Romanos 4:11 y Rahab)
Compara la fe muerta, que se profesa pero no tiene obras, con
un cuerpo sin espíritu. Ambos son inútiles, carentes del poder
que da la vida.

La genuina salvación, que es siempre y solo por la gracia de Dios obrando


a través de la fe del hombre, inevitablemente se mostrará exteriormente en
la forma de obras de justicia. Lucas 6:44 “cada árbol se conoce por su
fruto.” Las plantas producen fruto según su naturaleza”

Ya que sus vidas delatan un corazón que todavía no está regenerado, no


pueden hacer ningún reclamo legítimo de las promesas eternas.

Es importante comprender los distintos significados de las palabras


traducidas sabéis en este versículo.

Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace


justicia es nacido de él. (2:29)
1. La primera vez que aparece viene de oída y tiene el sentido de
percibir una verdad absoluta, mientras que
2. La segunda vez (de ginoskō) expresa “conocer por experiencia”,
“reconocer”.

El apóstol Juan afirma en primer lugar que los creyentes que saben que
Dios es justo pueden reconocer también que todo el que hace
justicia refleja la vida del Señor, es nacido de él.

 1 Pedro 1:3-5 “3 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor


Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para
una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los
muertos, 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e
inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois
guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la
salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo
postrero.”
En consecuencia, Juan insiste en que los verdaderos creyentes no se
conocen tanto por lo que afirman (por lo que dicen que son) sino por el
modo en que viven.

Injusticia: A.T y N.T muestran como Dios desprecia a la injusticia. Por la


caída todo ser humano es injusto.

En el libro de Santiago, vemos más profundamente en el corazón de Dios


con respecto a la injusticia. Dios no es mezquino ni obsesivo. Él no valora
la justicia simplemente por tener el orden. Hay temas más profundos que
están en riesgo.

En Santiago 2, vemos un debate acerca de la parcialidad. Santiago se


refiere a un grupo de creyentes que han estado juzgando a las personas en
sus reuniones según su condición social. En el corazón humano, la
injusticia es una señal de parcialidad, juicio y falta de amor.

Cuando nos esforzamos por ser justos por nuestras propias mediciones
humanas, sistemáticamente nos olvidamos de la medición de Dios: la
perfección. Para Dios, algo menos que perfección, es una balanza
desequilibrada.

Hacemos un montón de cosas incongruentes. Cometemos errores,


cambiamos de repente, hacemos y decimos cosas que son totalmente
contradictorias, como dice Santiago 3:2 “Porque todos ofendemos
muchas veces. ...”

La injusticia impregna nuestras vidas, en la medida que juzgamos


injustamente y colocamos a otros una norma diferente que nosotros mismos
no estamos dispuestos a cumplir.

La única forma de escapar realmente de la injusticia es, en primer lugar,


aceptar que Dios es perfectamente justo y los seres humanos son por
naturaleza injustos, es decir, menos que perfectos, y luego, aceptar la
justicia de Dios (1 Juan 1:5-9).

Sólo cuando ya no estamos interesados en hacernos justos, podemos


confiar en Aquel que justifica al impío (Romanos 4:5).

Entonces, como hijos de Dios, podemos ver claramente para luchar contra
la injusticia que nos rodea con una actitud misericordiosa. Miqueas 6:8
“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti:
solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.”

Jesús es totalmente justo; no hay injusticia en Él. Debido a Su perfección,


Jesús puede proporcionar la verdadera justicia. En efecto, "el Padre a nadie
juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo" (Juan 5:22).

Esperamos el momento en que la rectitud y la justicia estarán al orden


del día y la injusticia será desterrada para siempre: “Lo dilatado de su
imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su
reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y
para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isaías 9:7).

Cuando un hombre es justificado ante Dios, él siempre mostrará esa


justificación ante el resto de los hombres viviendo rectamente.

La justicia imputada manifestará justicia práctica. Como dice Juan


Calvino: “La fe sola justifica; pero la fe que justifica nunca está sola”.

 Romanos 6:18 “y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la


justicia.”

Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace


justicia es nacido de él. (2:29)
Juan observa desde el efecto (conducta justa) hacia la causa (el nuevo
nacimiento), y muestra que la vida justa (no solamente la profesión
exterior) evidencia el hecho de que una regeneración se ha producido de
verdad.

 LA ESPERANZA SE EVIDENCIA, SE MANIFIESTA POR LA


JUSTICIA

2 Pedro 3:11 “11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo
no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,”

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