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022 - El Nuevo Pacto - 3
022 - El Nuevo Pacto - 3
“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré
Nuevo Pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.”
Jeremías 31:31
Es importante entender que el concepto de; “si cumplo la ley, Dios me trata bien” o “si me porto bien,
Dios me trata bien” teniendo la idea de que, ser tratado bien se refiere a los asuntos materiales de
esta vida, es uno de los asuntos más importantes que en el Nuevo Pacto ha cambiado.
Piénselo bien; quien insiste en que portándose bien va a recibir la bendición de Dios, no está reconociendo
su incapacidad de portarse bien. Y si una persona insiste en que cumpliendo con la ley de Dios
obtendrán su bendición, entonces además de lo que ya dije, está diciendo que el sacrificio de Jesucristo
en la cruz no sirve para nada.
Y entonces la pregunta es: ¿qué merecerá aquel que desprecia lo más importante que Dios ha hecho
para él?
Por eso el apóstol escribe:
Gálatas 5:4
“De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.”
Pero contrario a la ley, lo que enseña el Nuevo Pacto, lo cual veremos en detalle más adelante al revisar
las promesas, es que cuando creemos en Jesucristo y somos involucrados en el Nuevo Pacto, después
de nacer de nuevo, no importa lo que hagamos, Dios no nos dejara practicar el pecado, y aun si
pecamos, Dios siempre responderá con amor, y eso quiere decir que siempre nos dará lo que
nosotros necesitemos. Ojo, no lo que creemos necesitar, sino lo que realmente necesitamos para
cumplir su plan de salvación, no nuestro plan personal.
Si usted se porta bien, Dios le dará lo que usted necesita, si usted se porta mal, Dios le dará lo que
usted necesita.
A. EL OBJETIVO ES LA ETERNIDAD
Lo otro que tiene que ser cambiado por completo bajo el Nuevo Pacto, es el concepto del bien y del mal
respecto de esta vida, y para hacerlo, es necesario colocar toda nuestra esperanza en la eternidad.
1 Pedro 1:13
“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia
que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;”
Cuando se espera por completo en la eternidad, entonces se entiende que el propósito de Dios en esta
vida, con absolutamente todo lo que nos ocurre, es formarnos para llevarnos a ser Santos. Pero no es
asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa
de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado. 21 Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que
te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. 22 Jehová te herirá de tisis, de fiebre,
de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que
perezcas.”
Las maldiciones ocupan 52 versículos, y son de lo más espantoso que uno pueda leer, y sin embargo el
pueblo no hizo caso, y es una de las razones por las cuales podemos ver una historia de persecución
y tremendas calamidades contra el pueblo de Israel.
B. UN PUEBLO EN TINIEBLAS
La pregunta podría ser: ¿Por qué Dios le hizo básicamente ofrecimientos materiales a este pueblo
para que le obedeciera? Es decir, si hoy bajo el Nuevo Pacto hace ofrecimientos celestiales y eternos:
¿Porque a este pueblo no le ofreció lo mismo?
Para entender esto debemos ser conscientes de cuánto daño produjo al hombre el pecado, y hay un
texto en la Escritura que nos muestra la magnitud de este daño pues dice:
Génesis 6:5-7
“5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los
pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 6 Y se arrepintió Jehová de haber
hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los
hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me
arrepiento de haberlos hecho.”
El diluvio universal es una muestra clara de cuánto se corrompió el hombre, tanto que “todo pensamiento
era de continuo solamente el mal”, por esta causa Dios toma la decisión de acabar con el hombre que
ha creado, y escogiendo lo mejor de ese tiempo, volver a comenzar.
Pero este “mejor hombre” también falla con Dios, y nuevamente la maldad se multiplica, y como ya leímos,
a causa de esta maldad Dios introduce la ley.
Gálatas 3:19a - Biblia Dios habla hoy
“Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue dada después, para poner de manifiesto la desobediencia de
los hombres, hasta que viniera esa “descendencia” a quien se le había hecho la promesa…”
Cuando revisamos los diez mandamientos en Éxodo 20, encontramos que ocho de ellos son un rotundo
NO. Otro dice que se acuerden del día de reposo y NO trabajen en ese día, y sólo uno ordena honrar a
Padre y Madre. Cuando el 90% de los mandamientos son un rotundo no, es evidente que tienen como
propósito frenar la maldad del hombre respecto de pecados que el hombre ya estaba cometiendo.
C. ABRAHÁN Y LA ETERNIDAD
Siguiendo con nuestro paralelo entre el pacto con Abraham y el Nuevo Pacto, podemos ver que el Padre
de la fe Abraham, aunque al comienzo andaba pegado de las cosas de este mundo, de un heredero y una
tierra, sin embargo la Escritura termina diciendo de él:
Hebreos 11:9-10
“9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con
Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos,
cuyo arquitecto y constructor es Dios.”
No sabemos cómo, la Escritura no nos cuenta todo lo que ha sucedido, pero aquí nos dice que él, en la
tierra que Dios le había prometido a perpetuidad, vivía como extranjero, porque esperaba la Jerusalén
celestial.
Cuando dice que vivió en la tierra prometida quiere decir que aceptó lo que Dios le había entregado para
administrar mientras estuviera vivo, pero cuando dice que vivió como extranjero es porque la
verdadera motivación de todo lo que hacía estaba en el más allá.
Y nuevamente esa es exactamente la misma visión que debemos tener bajo el Nuevo Pacto, las cosas
materiales, las responsabilidades o privilegios que Dios nos dé, es algo que debemos manejar de acuerdo
a su voluntad, pero no podemos aferrarnos a esas cosas, porque nuestro verdadero destino es en la
eternidad, el milenio y la Jerusalén celestial.
Pero vivir con esta revelación de la eternidad no fue sólo un privilegio de Abraham, pues la Escritura nos
muestra que también fue verdad en Abel, Enoc, Noé, Isaac y Jacob quienes vivieron sobre esta tierra, pero
con la esperanza de la Jerusalén celestial. Continúa la Escritura:
Hebreos 11:13-16
“13 Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y
creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. 14 Porque
los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; 15 pues si hubiesen estado pensando
en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. 16 Pero anhelaban una mejor, esto
es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una
ciudad.”
asimismo hizo el universo; 3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia,
y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros
pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,”
Luego continúa con una explicación de la grandeza del Señor Jesucristo y en el capítulo dos dice:
Hebreos 2:1-4 - Biblia Reina Valera 1960
“1 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que
nos deslicemos. 2 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y
desobediencia recibió justa retribución, 3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación
tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que
oyeron, 4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y
repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.”
Otra versión dice:
Hebreos 2:1-4 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual
“1 Por eso debemos poner más interés en el mensaje de salvación que hemos oído, para no apartarnos
del camino que Dios nos señala. 2 Si el mensaje que anunciaron los ángeles resultó ser verdad, y quienes
no lo obedecieron recibieron el castigo que merecían, 3 con más razón seremos castigados nosotros si
no reconocemos el gran valor de la salvación que él nos ofrece. Porque el Señor Jesús mismo fue el
primero en comunicar el mensaje de salvación, y después, los que oyeron ese mensaje nos demostraron
que era verdad. 4 Dios también nos lo demostró por medio de muchas señales y de acciones maravillosas,
y también con milagros. Además, cuando lo hizo, les dio el Espíritu Santo a quienes él se lo quiso dar.”
Si descuidamos esta última revelación de Dios a través de Jesucristo, (El Nuevo Pacto) revelación
que fue anunciada a través de los profetas y confirmada y testificada con los milagros hechos por el poder
del Espíritu Santo según su voluntad… El resultado será, que si los que no obedecieron el viejo pacto
que llegó por medio de ángeles recibieron justa retribución, entonces… ¿cómo escaparemos
nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?
¿Cómo será de certero el castigo para los que no pongan atención a lo que el Señor Jesucristo comunicó?
Esto quiere decir que todos aquellos que se quedan con las promesas del viejo pacto,
menospreciando el Nuevo Pacto serán condenados. No es posible relacionarse con Dios a través
de los dos pactos. Jesús hizo una contundente declaración:
Juan 12:48-50
“48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella
le juzgará en el día postrero. 49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él
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me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. 50 Y sé que su mandamiento es vida
eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.”
Y por si alguien tiene duda de lo que dijo Jesús, el Padre lo advirtió también:
Deuteronomio 18:18-19
“18 Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él
les hablará todo lo que yo le mandare. 19 Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare
en mi nombre, YO LE PEDIRÉ CUENTA.”
Y la advertencia por el Padre se repite:
Salmos 2:7, 12
“7 Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. 12 Honrad al Hijo,
para que no se enoje, y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados
todos los que en él confían.”
Y la advertencia por el Padre se vuelve a repetir:
Mateo 17:5-6
“5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este
es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; A ÉL OÍD. 6 Al oír esto los discípulos, se postraron sobre
sus rostros, y tuvieron gran temor.”
El apóstol Pedro al anunciarle el evangelio al pueblo de Israel, les recuerda la advertencia.
Hechos 3:22-23
“22 Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos,
como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; 23 y toda alma que no oiga a aquel profeta,
será desarraigada del pueblo.”
Luego el joven Esteban lleno del Espíritu Santo les recordó la misma advertencia y lo mataron.
Hechos 7:37
“Este Moisés es el que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor vuestro Dios de entre vuestros
hermanos, como a mí; a él oiréis.”
Y el apóstol Pablo aclara que pasará con los que no obedezcan al evangelio de Jesucristo.
2 Tesalonicenses 1:5-10
“5 Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios,
por el cual asimismo padecéis. 6 Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os
atribulan, 7 y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor
Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 8 en llama de fuego, para dar retribución a los
que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; 9 los cuales
sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,
10 cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que
Es tan superior el Nuevo Pacto respecto del antiguo pacto, que cuando en la Escritura se les compara
dice lo siguiente:
2 Corintios 3:7-11
“7 Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no
pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer,
8 ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? 9 Porque si el ministerio de condenación
fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación. 10 Porque aun lo que fue
glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente. 11 Porque si lo
que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece.”
El apóstol se refiere al viejo pacto de la letra en piedra como el ministerio de muerte, que aunque tuvo
gloria comparado con el ministerio del Espíritu (el Nuevo Pacto en la promesa del Espíritu) no tiene
gloria. El viejo pacto o ministerio de condenación no tiene gloria cuando se le compara con la gloria más
eminente del Nuevo Pacto que justifica. El viejo pacto es un pacto que perece por eso es mucho más
glorioso el Nuevo Pacto que permanece.
En la carta a los hebreos hablando de este mismo tema el escritor dice:
Hebreos 8:13
“Al decir: Nuevo Pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo
a desaparecer.”
El Nuevo Pacto reemplaza al viejo pacto que está próximo a desaparecer. El viejo pacto sólo está
vigente para el pueblo de Israel que no ha reconocido a Jesucristo. Todos los judíos que no
reconozcan a Jesús y no se relacionen con él a través del Nuevo Pacto se van a condenar.
La Escritura nos cuenta que ellos por su incredulidad cuando puedan, comenzarán a ofrecer los sacrificios
de acuerdo a las instrucciones del viejo pacto y estarán felices, hasta que llegue el anticristo en medio de
la gran tribulación, los traicione y descubran la terrible realidad de su equivocación.
Zacarías 12:10
“Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración;
y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él
como quien se aflige por el primogénito.”
El viejo pacto no está vigente para nosotros los que hemos aceptado al Señor Jesucristo como
nuestro Señor y nuestro Salvador, pues gracias a la promesa de justificación y a la promesa del
Espíritu, tenemos el privilegio de relacionarnos con Él a través del Nuevo Pacto.
Hebreos 9:15
“Así que, por eso es mediador de un Nuevo Pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de
las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia
eterna.”
El viejo pacto dio al pueblo de Israel promesas terrenales, promesas de prosperidad, de protección, pero
el Nuevo Pacto del Espíritu nos da gracias a la muerte de Jesucristo, promesas muy superiores, pues
nos da promesas de herencia eterna.
Todo esto muestra con absoluta claridad que no hay ni una sola razón válida para que un cristiano
reclame la vigencia del viejo pacto, o las promesas del viejo pacto para su vida.
Si alguien hoy reclama esas promesas del viejo pacto está menospreciando a Jesús, su evangelio, su
muerte y el Nuevo Pacto. Además:
¿Para qué reclamar promesas de un ministerio en letras de piedra, un ministerio de muerte, de
condenación, efímero, ineficaz, con defecto, viejo, abrogado por debilidad e ineficacia con
promesas inferiores y sin gloria?
en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no
enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos
me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la
maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.”
Isaías 61:8-9
“8 Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto, afirmaré
en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo. 9 Y la descendencia de ellos será conocida entre las
naciones, y sus renuevos en medio de los pueblos; todos los que los vieren, reconocerán que son
linaje bendito de Jehová.”
Ezequiel 37:21-28
“21 y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a
las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra; 22 y los haré una nación en la
tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni
nunca más serán divididos en dos reinos. 23 Ni se contaminarán ya más con sus ídolos, con sus
abominaciones y con todas sus rebeliones; y los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron,
y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios. 24 Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos
ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por
obra. 25 Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella
habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para
siempre. 26 Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los
multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. 27 Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y
seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 28 Y sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel,
estando mi santuario en medio de ellos para siempre.”