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LA PARABOLA DEL TRIGO Y LA CIZAÑA

(Impactante revelación para nuestros días)
Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a
un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras
dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y
se fue. Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la
cizaña. Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron:
Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene
cizaña? Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron:
¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? Él les dijo: No, no sea
que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad
crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega
yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos
para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.
(San Mateo 13:24-30)
INTRODUCCION
Entre las parábolas del Reino de Dios citadas en el Evangelio según San
Mateo encontramos la parábola de la cizaña.
Es interesante que en este caso fue el mismo Señor Jesucristo el que
interpretó dicha parábola por lo cual nosotros no podemos entrar a
ninguna clase de acciones hipotéticas o sugestivas para tratar de darle
una interpretación distinta.
Sin embargo, vamos a darle alguna explicación aplicativa ya que esta
parábola pertenece a las denominadas PARABOLAS DEL “AHORA” DEL
REINO DE DIOS.
No cabe duda que el lector encontrará en esta parábola una rica
enseñanza nutrida no de meros simbolismos, sino de ejemplos reales
acerca de cómo la iglesia debe atender la doctrina Cristológica en lo
tocante al cuidado que se debe tener para no ser eliminados del Reino de
Dios.
ASPECTOS ESPECIFICOS

1. LA EXPLICACION CRISTOLOGICA DE LA PARABOLA Leemos

en San Mateo 13:36 y subsiguientes:
Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose
a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña

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del campo. Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena
semilla es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo; la buena
semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. El
enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los
segadores son los ángeles. De manera que como se arranca la
cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo.
Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino
a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y
los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de
dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino
de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga. (Mt. 13:36-43)

2. LA SIMIENTE DE DIOS Y LA SIMIENTE DEL MALIGNO

En la tierra donde vivimos existen dos tipos de PERSONAS espiritualmente
hablando, y son los hijos de Dios, y los hijos del diablo, así como fue dicho
en Génesis 3:16“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu
simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en
el calcañar”,
La simiente de la mujer fue el mismo Señor Jesucristo, (pues Él nació de
mujer).
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido
de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo
la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois
hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama:
¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también
heredero de Dios por medio de Cristo.”

El cumplimiento del tiempo (gr. to pler̄ omā tou chronou) hace referencia
indiscutible al PLAN ESCATOLOGICO DE DIOS para todas las EDADES de
la HUMANIDAD.
Cristo vino pues, para cumplir el tiempo de la GRACIA DE DIOS. El tiempo
del acercamiento del Reino de Dios.

Veamos lo que Jesucristo les dijo a los judíos que se revelaron en contra
de Él, en Juan 8:43-45:
“¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi
palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro
padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha
permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla
mentira, de suyo habla; porque es mentiroso (gr. pseudon), y padre de
mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis”, así cuando no
creemos la palabra de Dios, sucede lo que dice en la parábola del
sembrador Mateo 13:19 “Cuando alguno oye la palabra del reino y no la
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entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón.
Este es el que fue sembrado junto al camino”,
En 1 Juan 3:10 “En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del
diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no
es de Dios”.

3. DIOS PERMITE QUE TANTO EL TRIGO COMO LA CIZAÑA

CREZCAN JUNTOS
Evidentemente existe una razón y fue el mismo Señor Jesucristo
Quien la explicó:
“Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la
arranquemos? El les dijo: No, no sea que, al arrancar la cizaña,
arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno
y lo otro hasta la siega;” (Mt. 13:29-30)

¿qué se explica aquí? Seguramente nos hemos preguntado: ¿por

qué hay personas problemáticas, nocivas en la iglesia? ¿por qué hay
gente desobediente en las congregaciones? ¿por qué
aparentemente los desobedientes tienen el mismo estado de los
obedientes?

Pues es evidente que DIOS es paciente. Y a la vez que los hijos del
diablo pueden infiltrarse en la iglesia como para servir de medios
de prueba para los HIJOS DE DIOS.

¿Qué nos corresponde a nosotros? ¿podemos echar fuera a la

cizaña? NO. ¿entonces tenemos que soportarlos? SI. Porque el único
que puede ver que hace con ellos es DIOS.

Lo que si nos corresponde hacer es separarnos de la cizaña. Es

decir, apartarnos de ellos.
En efecto, si ya sabemos que alguien es “cizaña” (gr. zizanion),
entonces hay que apartarse de dichas personas.
Veamos lo que escribió el Apóstol Pablo:
“Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; no
absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros,
o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería
necesario salir del mundo. Más bien os escribí que no os juntéis con
ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o
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idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun
comáis.” (1ª Cor. 5:9-11)
Usted tiene que ser selectivo para ver con quienes se junta. Con
quiénes come, con quiénes platica, etc.
Si usted no quiere verse afectado por las malas influencias EVITE
las juntas no convenientes. A los falsos hermanos para no
contaminarse.
La parábola cobra un matiz hasta de índole familiar cuando vemos
que en ocasiones en un solo núcleo hay creyentes fieles e infieles.
¿qué se puede hacer si la esposa busca de Dios y el esposo no? No
nos toca a nosotros pues, echar fuera a nadie (excepto casos muy
específicos) pero en este momento no estamos hablando de eso.
El problema es que al intentar arrancar la cizaña podríamos también
arrancar el trigo.

4. EN LA SIEGA, EL SEÑOR SEPARARA AL TRIGO DE LA CIZAÑA

Sendas razones expone el Señor Jesucristo para que entendamos
que sólo le corresponde a DIOS ejecutar este juicio.
En PRIMER LUGAR, veremos que SOLO DIOS JUZGA CON JUSTICIA.
Nosotros podemos juzgar arbitrariamente.
En SEGUNDO LUGAR, veremos que el trigo y la cizaña se parecen y
sólo al momento de la siega se diferencian notoriamente.

Entonces, La siega es el fin del siglo, es decir, la segunda venida de

nuestro Señor Jesucristo, el cual vendrá con juicio, con sus ángeles
en llama de fuego, así como también lo dice en 2da Tesalonicenses
1:5-9 “Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis
tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.
Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os
atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con
nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los
ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los
que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro
Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición,
excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder”. El
hecho no lo podemos sólo dejar que el trigo son los creyentes y la
cizaña los inconversos (los impíos), pues solo por el hecho de ir a
la iglesia, puede dar la sensación que estoy en el camino correcto,

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pero solo si realmente vives una vida con fruto dignos de
arrepentimiento, y crees en el Señor Jesucristo como el amo (heb.
Adom) absoluto de tu vida y soportas la prueba del trigo, entonces
podrás decir al final he culminado la tarea que me ha encomendado
Dios en la tierra.

Líneas arriba pudimos ver que no conviene ni siquiera comer con

los falsos creyentes.

En las epístolas paulinas vamos a ver que los “falsos hermanos”

serán causantes de problemas para los HIJOS DE DIOS.
Pablo testificó a los corintios que en ocasiones estuvo en peligros
diversos:
“en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de
ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles,
peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar,
peligros entre falsos hermanos;” (2ª Cor. 11:26)

“y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas,

que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo
Jesús, para reducirnos a esclavitud, a los cuales ni por un momento
accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio
permaneciese con vosotros.” (Gál. 2:4-5)

CONCLUSION:
Seamos cuidadosos. Mucha gente aparenta ser creyentes celosos
de la obra, pero en verdad son hipócritas y falsos y a su tiempo
tendrán su recompensa.

Amén.

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