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Índice.
Capítulo 5
La irrupción de un grito plebeyo
1. Introducción
En este capítulo nos proponemos abordar las condiciones de posibilidad que
condujeron al nacimiento del peronismo. En primer lugar, resulta imprescindible aclarar que
abordaremos un espacio político que presentó, y presenta aún hoy, una particular convivencia
entre diferentes clases sociales, distintos matices ideológicos e intereses económicos no
siempre coincidentes. Esa heterogeneidad constitutiva habilitó a que actúen en este espacio,
personajes tan disímiles como Rodolfo Walsh1 y López Rega, Néstor Kirchner y Carlos Saúl
Menem, Evita e Isabel (Grimson, 2020).
En la década del 40 del siglo pasado, John William Cooke2 definió al peronismo como
“el hecho maldito del país burgués”. En el transcurso de los años ’90, el periodista Ernesto
Semán reformuló con ironía esa caracterización, al aseverar que esta expresión política se
había convertido en “el hecho burgués del país maldito”. La afirmación del “bebe” Cooke
aludía al sentido contestatario del primer peronismo respecto de las minorías oligárquicas.
Semán, medio siglo después, dio cuenta de la claudicación noventista frente a la avanzada
neoliberal. Semejante contraste ilustra de modo elocuente la densidad histórica de la
heterogeneidad constitutiva que postulamos.
Al mismo tiempo, resulta innegable la centralidad del peronismo en las últimas ocho
décadas de la vida nacional. Desde algunas tribunas se lo podrá asociar a la falta de libertades
y al culto de prácticas demagógicas. Desde otras miradas, se lo vinculará con la consagración
de derechos sociales y políticos, y el bienestar de los sectores populares. En verdad, desde el
lugar que fuere, y en cualquier situación, todos los reflectores de la historia ubican a esta
expresión política en el centro del escenario. Esto constituye un dato objetivo de la realidad.
A veces, por ser gobierno; en ocasiones, por su resistencia frente a las proscripciones; cuando
no, por padecer cárcel, tortura, fusilamientos o desapariciones. Y es esa centralidad la que nos
demuestra lo infructuoso de analizar la historia argentina moderna, si el peronismo no es
incluido en ese ejercicio.
1
Rodolfo Walsh (1927-1977) fue un periodista y escritor que militó en las expresiones más radicalizadas del
peronismo. Escribió, entre muchas obras, Operación Masacre, una novela testimonial sobre los fusilamientos
de José León Suarez, acontecidos en 1956, y la Carta Abierta a la Junta Militar, donde denunció la entrega
económica y el genocidio que llevaba adelante la dictadura militar de Videla, Agosti y Massera en 1977. Ese
año fue asesinado por un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
2
John William Cooke (1919-1968) fue un abogado, docente universitario y militante peronista, acérrimo crítico
de la burocracia sindical. Con sólo 25 años fue elegido diputado nacional en 1946. Tras el golpe militar de 1955,
Perón lo nombró su representante en Argentina. Participó de la Resistencia contra la Revolución Libertadora.
Fue detenido, y en 1957, escapó de manera espectacular de la prisión de Río Gallegos. Se exilió en Cuba, desde
donde entabló una histórica correspondencia con Perón, que residía en Madrid. Defendió al gobierno de Fidel
Castro, al punto que peleó en la invasión norteamericana de Bahía de los Cochinos.
122
● Max Horkheimer (1895-1973) fue un filósofo, sociólogo y psicólogo alemán, que perteneció a lo que se
dio en llamar la Escuela de Frankfurt, una corriente de pensamiento que desarrolló un estudio crítico
sobre las sociedades industriales de mediados del siglo pasado, incluyendo en su análisis, aspectos de
la cultura y de la creciente influencia de los medios de comunicación. Los principales referentes de
esta Escuela debieron escapar de Alemania debido a la represión nazi. Precisamente, desde el exilio,
Horkheimer, con la colaboración de Theodor Adorno, escribió la Dialéctica de la Ilustración. Allí
expuso la necesidad de abordar “la historia de las víctimas”. Esto responde a la enfática y permanente
preocupación de este pensador por “emancipar a los hombres de las relaciones que lo esclavizan”.
Nuestro país tiene su propia “historia de las víctimas”: la de los negros, carne de cañón de la fiebre
amarilla y la Guerra del Paraguay; las comunidades originarias, arrasadas por la mal llamada
Conquista del Desierto; los gauchos, perseguidos tal como lo narra el Martín Fierro de la Ida, y otros
tantos.
3
Martín Heidegger (1889-1976) fue uno de los filósofos más notables del siglo XX, en Occidente. En su máxima
obra, Ser y Tiempo, alude a “las habladurías” para referirse a las expresiones que “desde afuera” condicionan a
los seres humanos insertándose en el mundo del “se dice”, reduciéndolos a la pasividad, a ser incapaces de
tener voz y pensamiento propios. Según el pensador alemán, “las habladurías” alejan a las mujeres y los
hombres de su “existencia auténtica”, aceptando los enunciados de esa “publicidad” como verdaderos, sin
mediar análisis reflexivo. O sea, prevalece una permanente atracción por lo efímero, lo pasajero, lo nuevo, y
no, por la “profundidad de las cosas”. Heidegger creyó que eso lleva a vivir a los seres humanos en un estado
errante.
123
4
Rubén Dri, nacido en Entre Ríos en 1929, es un filósofo, teólogo, investigador y profesor universitario.
Participó del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo con el fin de “recuperar las raíces liberadoras del
cristianismo”, hasta que en 1974 dejó el sacerdocio. Enseñó en la Universidad de Buenos Aires (UBA) Sociología
de la Religión y Filosofía. Es uno de los intérpretes más lúcidos del pensamiento hegeliano. Entre muchas obras,
escribió La Utopía que todo lo mueve; Racionalidad, Sujeto y Poder; El Movimiento Antiimperialista de Jesús.
Jamás abandonó su compromiso con la militancia política y social.
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régimen tuvo cuatro presidentes: Félix Uriburu, Agustín Pedro Justo, Roberto Ortiz y Ramón
Castillo.
El sesgo antipopular de este gobierno se sostuvo a través de la clausura y censura de
diarios, el fraude electoral, las intervenciones a las provincias y las universidades, y la
violencia política plagada de persecuciones, asesinatos y fusilamientos. La invención de la
picana eléctrica surgió por esos años en el Departamento de Orden Político de la Policía
Federal. Las acciones de la Legión Cívica, grupo paramilitar de ultraderecha, tuvieron cobijo,
y en ocasiones financiamiento, del aparato estatal.
La burla a la voluntad popular volvió a escena, replicando las prácticas fraudulentas
del Orden Conservador de fines de siglo XIX y principios del XX. Ciudadanos que
sufragaban varias veces en la misma elección, comicios donde “votaban los muertos”,
acciones intimidatorias de las fuerzas policiales. El contubernio de entonces se conoció como
fraude patriótico. Un oxímoron5 gigantesco de nuestra historia. La Restauración Oligárquica
estaba en marcha.
En este sentido, es más que elocuente el testimonio de un operario del puerto llamado
Ramiro González, recogido por James (2013): “En los años 30 la gente trabajadora no valía
nada (…) Los caudillos conservadores controlaban todo. Yo iba a votar pero nunca conseguía
entrar. Sabían que era alguien en quien no podían confiar y no me dejaban llegar a la mesa.
Según la ley no podían hacerlo, pero se burlaban de ella. Había un grupo de matones
mandados por el comité conservador y ellos cerraban el paso cuando uno quería pasar. Se
podía ver sus pistolas debajo del saco” .
Los comicios de noviembre de 1931 presentaron, por un lado, a una amplia alianza
oficialista compuesta por el Partido Demócrata Nacional (PDN), liderado por Justo; el
Partido Socialista Independiente (una escisión por derecha del histórico Partido Socialista
(PS) de Alfredo Palacios y Juan Bautista Justo) cuyo principal referente era Federico Pinedo;
y radicales alvearistas como Roberto Ortiz. Por el otro, la Alianza Civil, compuesta por el
Partido Demócrata Progresista de Lisandro de la Torre, y el histórico Partido Socialista de
Nicolás Repetto. La Unión Cívica Radical (UCR), por el momento, optaba por la abstención.
Pinedo, actor central de la época y de cuya animosidad no es posible sospechar,
reconoció que los procedimientos electorales “hacen imposible catalogarlo entre los mejores,
ni entre los buenos, ni entre los regulares que ha habido en el país” (Rosa, 1980). Retengamos
el sentido de esta suerte de teatralización electoral ya que algunas de sus secuelas gravitarán
en el nacimiento del peronismo.
A todo esto, las consecuencias del derrumbe financiero de Wall Street de 1929
pegaron de lleno en la Argentina. Como es habitual, los países centrales trasladaron la crisis a
las naciones periféricas. Consecuencia: cayó el valor de nuestras materias primas y
aumentaron los precios de las manufacturas extranjeras. En ese marco ganó rentabilidad la
actividad industrial local de varias ramas. Poco a poco, el modelo agroexportador empezó a
convivir con el de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI). El crecimiento
fabril fue anárquico y cayó en muchos casos en manos de capitales extranjeros.
5
El oxímoron es una figura retórica donde dos palabras poseen un significado contradictorio.
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2.1.Migrantes a la intemperie
La primera etapa del modelo de la ISI careció de toda medida de contención social.
Las masas trabajadoras padecieron salarios paupérrimos y una violación sistemática de la
legislación por parte de las patronales, que incluyó jornadas de trabajo sin horario y mal trato.
El Estado, cómplice de la situación, aportó la fuerza represiva en casos de demandas
laborales, huelgas y ollas populares.
Los despidos adquirieron masividad en la administración pública y en el ámbito
privado, afectando no solo a obreros, sino también a empleados y profesionales de las capas
sociales medias. Al describir el preocupante cuadro social, Rapoport (2012) explicó que
“legiones de desocupados arrastraron sin rumbo su miseria y su desesperación. Los cartelitos
que rezaban ‘no hay vacantes’ se multiplicaban, las construcciones se paralizaban y las
quiebras se sucedían en cadena”.
En este sentido, Luis Danussi, un dirigente sindical gráfico de esa época, comentó el
grado de escepticismo que atravesaba el mundo laboral: “abrir camino a las organizaciones
sindicales era una empresa con enormes dificultades por la represión patronal y policial, pero
lo que ofrecía escollos casi imposibles de superar era la indiferencia y el descreimiento de los
trabajadores, reacios a organizarse en defensa de sus propios intereses” (James, 2013)
La veloz urbanización estuvo signada por el interés de las trabajadoras y los
trabajadores por situarse en las cercanías del lugar de trabajo. En ese contexto, apareció –
cuando no- el negocio de grandes empresas inmobiliarias que lucraron con la venta de
terrenos que se encontraban en zonas inundables y contaminadas. Al mismo tiempo se
levantaron viviendas precarias que adquirieron el nombre de “villas de emergencia”. Todo el
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El arte dio cuenta en sus múltiples facetas de ese clima de época. Los cuadros
“Manifestación” o “Desocupados” de Antonio Berni, los guiones de las obras del movimiento
de teatro independiente fundado por Leónidas Barletta, la película Viento Norte de Mario
Sóffici, constituyen ejemplos de ello. El universo social presente en los tangos de la época
dio cuenta de una vida sombría, amarga, desesperanzada, sin escrúpulos morales. “Al mundo
le falta un tornillo” de Enrique Cadícamo y “Cambalache” y “Yira, yira”, de Enrique Santos
Discépolo son muestra de ello. En esos años, precisamente, se suicidaron Horacio Quiroga,
Alfonsina Storni, Lisandro de la Torre y Leopoldo Lugones.
6
La socióloga argentina Alcira Argumedo (1940-2021) fue una investigadora y docente universitaria que, en su
juventud, definió su vocación política a la luz del proceso de la resistencia peronista contra la dictadura de
1955. Colaboró con Pino Solanas en la filmación de La Hora de los Hornos. Junto a Roberto Carri y Horacio
González participó de las Cátedras Nacional en la facultad de Filosofía y Letras. En su exilio mejicano de los
años ’70 escribió Los Silencios y las Voces en América Latina, una obra monumental que, entre otras cosas,
indagó sobre las matrices de pensamiento latinoamericano, y adelantó, cuando nadie lo imaginaba, el futuro
exitoso de proyectos nacionales y populares en la región. En la década del ’90 integró el Frente Grande, en
oposición al presidente Carlos Menem, y en 2007, fue elegida diputada nacional por Proyecto Sur.
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En los primeros años de la década del ’30 un grupo de adeptos yrigoyenistas, junto a
oficiales y suboficiales de posturas democráticas, protagonizaron insurrecciones
cívico-militares en distintos puntos del país. En todos los casos fueron sofocadas
militarmente. Tras ser detenido en el principal levantamiento, el de Paso de los Libres, Arturo
Jauretche apeló a la pluma, y al mismo tiempo, a la acción.
Escribió el poema Paso de los Libres, que supo prologar un joven llamado Jorge Luis
Borges, entonces yrigoyenista. En uno de sus pasajes, reza: “Estos negocios los hacen/ con
capital extranjero/ ellos son los aparceros/ y aunque administran la estancia/ casi toda la
ganancia/ la llevan los forasteros (…) A la patria se la llevan/ con yanquis y con ingleses/ al
pueblo mal le parece/ pero se hacen los que no oyen/ desde que falta Yrigoyen/ la han sacado
de sus trece...”
Aprovechó además los cuatro meses de prisión para entablar lazos con militantes
rebeldes, con algunos de los cuales fundará FORJA meses después. Ese nacimiento ocurrió
en junio de 1935 al calor de luchadores como Raúl Scalabrini Ortiz, Homero Manzi, Jorge
del Río, Luis Dellepiane, Manuel Ortiz Pereyra, entre muchos otros. El nombre de la
agrupación surgió de una frase del “peludo” Yrigoyen: “todo taller de forja parece un mundo
que se derrumba”. De modo que la agrupación aparece en la vida pública a partir de una idea
de parto, de nuevos amaneceres.
En el pensamiento de esta agrupación gravitaron influencias de diversas procedencias:
la herencia de las luchas federales anteriores a 1852; la visión latinoamericanista del
Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria y del pensamiento de Manuel Ugarte7 y Haya
de la Torre8, así como la mirada emancipatoria de la educación de Saúl Taborda9.
Su declaración fundacional de junio de 1935 se tituló “Somos una Argentina colonial,
queremos ser una Argentina libre”. El último pronunciamiento político de importancia,
fechado el 17 de octubre de 1945, convocó a “apoyar a las masas trabajadoras que se
organizaron en defensa de sus conquistas sociales”. Entre un hito y otro, FORJA alertó sobre
las consecuencias de asumir una “historia falsificada” y un “pensamiento enajenado”. Contra
ello reivindicó una “epistemología de la periferia”, una forma de pensar al país desde “una
posición nacional”.
El legado intelectual de FORJA nos dejó también una reflexión de candente
actualidad sobre los medios de comunicación social. En una carta fechada el 9 de julio de
7
Manuel Ugarte (1875-1951) fue un escritor y diplomático argentino que, tras formar parte de las filas del
Partido Socialista, adhirió a la causa del peronismo. Acérrimo crítico de las invasiones norteamericanas a
México, Nicaragua y Cuba, se destacó por su pensamiento anti-imperialista. En su libro El Porvenir de América
Latina y la Patria Grande reveló su postura latinoamericanista.
8
Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979) fue un filósofo y político peruano, fundador de la Alianza Popular
Americana (APRA). Defendió la unidad de lo que llamó “Indoamericana” para resistir a las formas del
colonialismo y el imperialismo. El APRA hizo suyas las banderas de la Reforma Universitaria, acaecida en la
Argentina en 1918.
9
Saul Taborda (1885-1944), abogado cordobés especializado en temas educativos, tuvo participación en la
Reforma Universitaria. Intentó aplicar algunas de las principales ideas de ese movimiento – en especial las
vinculadas con las libertades y el cogobierno – desde el Rectorado del Colegio Nacional Rafael Hernández,
dependiente de Universidad de La Plata, pero fue despedido, acusado de “anarquizador”. Fue uno de los
primeros impulsores de la corriente de las “pedagogías de la ternura” en América Latina, al sostener que, en la
educación, “no se trata de imponer, sino de sugerir, amar y enseñar”. Criticó la influencia de la colonización
pedagógica porque provoca “la imposición de ideas pedantescas de importación sobre las propias”.
129
10
Jean-Baptiste Poquelin, llamado Moliere (1622-1673), fue un actor, poeta y dramaturgo francés que escribió
farsas y tragicomedias con un especial acento en la crítica social, especialmente, de las costumbres de la alta
burguesía. Escribió El Avaro, El Enfermo Imaginario y el Burgués Gentilhombre, entre otras obras.
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11
La epistemología es la rama de la filosofía que estudia el conocimiento.
12
Para ampliar el tema véase La América Profunda, el texto donde el filósofo y antropólogo Rodolfo Kusch
(1922-1979) sostuvo que el ser humano “en estas latitudes realiza su búsqueda de sentido partiendo del
“estar”, y de éste, pasa al “ser”. El “estar” se asocia al ámbito, a la tierra que habita. Es un “estar siendo”. Es
decir, el ser refleja al ámbito. Las mujeres y los hombres son, a partir del suelo que pisan.
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2.4Patrón en desgracia
El padecimiento de los sectores populares debido a la crisis económica se agudizó
durante la presidencia de Castillo. Disminución inédita del salario real, escasez y
especulación en torno de artículos de primera necesidad, multiplicación de los despidos en
diferentes ramas de la producción, marcaron el ritmo de la disconformidad social.
Simultáneamente, la situación política siguió dominada por el fraude. Parecía la Argentina de
fines del siglo XIX cuando Eduardo Wilde, ministro de Juárez Celman y de Julio Roca,
aseveraba que “el sufragio es el triunfo de la ignorancia universal”.
Fue entonces cuando diversos sectores políticos consideraron a la intervención militar
como la única alternativa para terminar con el fraude y llamar a elecciones libres (Cattaruzza,
2009). A contramano de ese deseo, el presidente Castillo candidateó por el oficialismo para
competir en el simulacro comicial previsto para 1943 a Robustiano Patrón Costas Se trataba
de un latifundista salteño extremadamente conservador, dueño de ingenios de azúcar donde
regían condiciones laborales que lindaban con el esclavismo. Por otro lado, este terrateniente
era partidario de la causa aliada, es decir, se abrían serias posibilidades para que nuestro país
abandonara su tradicional postura neutral en la Segunda Guerra Mundial13, escenario que se
había tornado particularmente conflictivo tras el ingreso de Estados Unidos a la conflagración
bélica en 1941.
En junio de 1943 un golpe militar pone fin a las administraciones de la Década
Infame. Este régimen tuvo varios presidentes: los generales Arturo Rawson, Pedro Ramírez y
Edelmiro Farrel. El Grupo de Oficiales Unidos (GOU) – que tuvo un papel relevante en los
primeros tiempos de este gobierno -era una logia secreta, como tantas otras en las fuerzas
armadas, constituida por oficiales de rango bajo y medio, relativamente jóvenes. No se
trataba de un grupo homogéneo. Muy por el contrario, a su interior se dieron disputas,
tensiones, competencias personales y diferencias, como consecuencia de tradiciones
culturales y lineamientos ideológicos distintos.
De todos modos, los militares del GOU mostraron coincidencias en torno de banderas
como el estímulo a la enseñanza religiosa (la mayoría de ellos provenía de corrientes
católicas), la necesidad de terminar con el fraude electoral y sostener una postura exterior
neutral, y la urgencia de desarrollar una política industrial que, al mismo tiempo, mejore las
condiciones de vida de los trabajadores, en el contexto de una economía donde el Estado gane
protagonismo. En otras palabras, industrialismo a través de una alianza entre el capital y el
trabajo, con el Estado cumpliendo la función la garante.
Las primeras medidas del gobierno hacia el movimiento obrero fueron represivas:
detención de dirigentes sindicales comunistas, intervención a varias organizaciones
gremiales, disolución de una de las dos CGT.
13
El neutralismo entendía la guerra como el enfrentamiento de grandes potencias por la posesión de los
mercados mundiales, circunstancia que resultaba ajena a los intereses argentinos.
132
3.Camino al 17 de Octubre
3.1Las primeras efervescencias
El 9 de octubre de 1945 Perón fue obligado a renunciar a todos sus cargos:
vicepresidente, ministro de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión. Obtuvo sin embargo
la autorización del presidente Farrel para pronunciar un discurso de despedida desde la
Secretaría de Trabajo, donde recordó la importancia de las conquistas sociales y convocó a
defenderlas. Todo parecía encaminarse a una transferencia del poder político hacia la Corte
Suprema de Justicia.
En las primeras horas del 13 Perón fue arrestado en su domicilio y luego trasladado a
la prisión de la isla Martín García15, por orden de su ex amigo y entonces comandante de la
guarnición de Campo de Mayo, el general Ignacio Ávalos.
Su temporal caída en desgracia obedeció a varios motivos concurrentes: la
desconfianza de camaradas de las fuerzas armadas, temerosos por la popularidad de Perón a
partir de su política a favor de la clase obrera; la cerrada hostilidad de todos los partidos del
arco opositor que presionaban para el traslado del gobierno a la Corte; el enfrentamiento con
el poder económico, hastiado de las conquistas sociales y laborales de las trabajadoras y los
trabajadores; y, desde luego, la manifiesta enemistad de los Estados Unidos, ruidosa y
permanentemente expresada por su embajador Braden.
El mismo día 13 comenzó la efervescencia popular detrás del reclamo de la
libertad de Perón en el sur bonaerense donde se emplazaron concentraciones obreras
industriales. En los frigoríficos Swift y Armour de Berisso se identificaron los
primeros focos de conflicto. Uno de los más destacados referentes gremiales del
sector, Cipriano Reyes, recordó un tiempo después que “los dirigentes sindicales
debimos contener a las bases para que no se lanzaran de inmediato a la huelga”
(James, 1995).
Los actos y marchas empezaron a multiplicarse por todo el territorio nacional. En la
mañana del día 16 un grupo de dirigentes sindicales encabezados por el ferroviario Luis
Monzalvo se reunió con el general Ávalos. El gremialista explicó que “la efervescencia era
incontrolable en el ámbito de todo el país” y que “las bases habían ya comenzado a actuar por
propia determinación”. Aclaró además que no en pocos casos “el avance avasallador y
masivo de las bases” había superado el intento de contención de las direcciones sindicales.
Según reproduce Horowicz (2015), Monzalvo advirtió que si no se liberaba a Perón los
manifestantes “se proponían hacer arder el país por los cuatro costados”.
15
La misma prisión donde había sido detenido en 1930 el presidente Hipólito Yrigoyen.
135
Ese mismo día, pero por la tarde, el dirigente cegetista Ramón Tejada sostuvo en la
reunión del consejo directivo de la central obrera, la posición más terminante. Aseveró que
“reclamar la liberación de Perón era defender las conquistas de los trabajadores” (Torre, Juan
Carlos, 1990). Sin embargo, la conducción de la CGT se limitó a defender los avances
sociales y la reciente legislación laboral a través de una huelga convocada para el 18 de
octubre. Ni una palabra sobre la situación de Perón.
A todo esto, un conjunto de referentes del mundo sindical16 hicieron caso omiso del
mandato cegetista y comenzaron a animar ese mismo 16 a las trabajadoras y los trabajadores
a franquear el Riachuelo y penetrar en la ciudad de Buenos Aires para saber qué pasaba con
Perón. Esto es, precisamente, lo que empezó a acontecer el 17 de octubre. Al tiempo que una
multitud se acercaba a la Capital, decenas de mitines tenían lugar en las principales ciudades
de la Argentina. La Plata y Rosario fueron escenario de las concentraciones de mayor
masividad.
Las columnas que ingresaron a la Capital se encaminaron hacia la Plaza de Mayo. Y
es que, tal como lo observaron Silvia Sigal y Juan Carlos Torre (1969), en América Latina,
antes que la fábrica, el principal punto de constitución de la clase trabajadora como fuerza
política ha sido la plaza pública.
Por el sur provenían los manifestantes de Avellaneda, Quilmes, Lanús, Berisso, Ensenada;
por el norte, de Villa Martelli y Vicente López; desde el oeste ingresaban a través de la
avenida Rivadavia. En algunos casos atravesaron el Puente Pueyrredón. Quienes no pudieron,
cruzaron a nado. En general, debieron caminar muchos kilómetros.
El repertorio de cánticos incluyó el “Yo te daré, / te daré Patria hermosa, / te daré una
cosa, /una cosa que empieza con P:/Perón”. Otros gritos desencajados enunciaron un
diagnóstico: “La Patria sin Perón/ es un barco sin timón”. Tampoco faltó la consigna que
incluyó una denuncia: “Nos quitaron a Perón/ pa’ robarse la Nación”. Todas y todos se
concentraron frente a la Casa de Gobierno, y de allí no se movieron, hasta ya cerca de la
medianoche, el esperado coronel – ya liberado – les habló desde un balcón que empezaba a
teñirse de historicidad. Allí, de nuevo, los convocó a poner el cuerpo para defender las
conquistas sociales.
16
Algunos sectores orgánicos de la CGT, y otros que no pertenecían a ella, como el Comité de Enlace
Intersindical.
136
Nada mejor que el magistral y poético relato de Scalabrini Ortiz para describir a
quienes aquel día acudieron a la cita: “Frente a mis ojos desfilaban rostros atezados, brazos
membrudos, torsos fornidos, con las greñas al aire y las vestiduras escasas cubiertas de
pingües, de restos de breas, grasas y aceites. Llegaban cantando y vociferando, unidos en la
impetración de un solo nombre: Perón. Era la muchedumbre más heteróclita17 que la
imaginación puede concebir. Los rastros de sus orígenes se traslucían en sus fisonomías. El
descendiente de meridionales europeos, iba junto al rubio de trazos nórdicos y el trigueño de
pelo duro en que la sangre de un indio lejano sobrevivía aún (…) Hermanados en el mismo
grito y en la misma fe iban el peón de campo de Cañuelas y el tornero de precisión, el
fundidor mecánico de automóviles, la hilandera y el peón. Era el subsuelo de la patria
sublevado”.
Esta descripción echa luz sobre la composición de los grupos de la clase obrera que
coparon la plaza. Sobresale la heterogeneidad en materia de calificación laboral, derechos,
realidad territorial, tradiciones culturales, sentido común, idioma y organización gremial. En
la foto más famosa de esta calurosísima jornada se ve a las y los manifestantes refrescándose,
con sus pies dentro de una fuente. La imagen fue enérgicamente denostada por un sector de la
prensa y de los partidos políticos tradicionales. Esa crítica por “meter las patas en la fuente”,
en tanto violación de normas de comportamiento, quedó en la historia como un ícono de
rebeldía.
Pero la foto revela además algo de igual importancia: confirma la composición
heterogénea de las y los manifestantes. Aparecen en ella Juan Molina y su hermano, nacidos
en la periferia bonaerense, engominados y con traje. Ambos eran trabajadores de una fábrica
de gaseosas. A la izquierda, se encuentra un hombre en camisa, y a la derecha, otro en
camiseta. Más atrás, camisa arremangada y pañuelo al cuello, se ve a Armando Ponce, un
empleado santiagueño, es decir, un inmigrante del noroeste argentino, que trabajaba de cadete
17
El término “heteróclita” está utilizado en el sentido de aquello que se aparta de las normas, que sale de lo
habitual.
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en una sastrería militar. Con saco claro, sentado en la fuente, se lo ve a Celso Pivida,
delegado obrero de una empresa lanera con asiento en Avellaneda (Grimson, 2020).
El interrogante que se abre es cómo imaginar una unidad identitaria en una multitud
tan diversa, en una “muchedumbre heteróclita”, al decir de Scalabrini Ortiz. En la respuesta a
este dilema encontraremos el corazón conceptual de este texto. Horacio González18 (1999),
pareció darnos una primera, pero valiosa pista, al asegurar que “lo que brota del subsuelo del
’45 era el mismo material que en el ’31 se estaba amasando a la luz del día, como un aluvión
y torbellino del paisaje”.
✔ Sintieron que no estaban representados por los partidos políticos tradicionales que, de
una u otra forma, perdieron legitimidad por su participación en el simulacro electoral
que había representado el fraude patriótico. Un artículo del 24 de enero de 1946
publicado en el periódico El Laborista, órgano oficial del partido homónimo, dio
cuenta de esta situación. En su tramo más significativo señaló: “los viejos y
tradicionales partidos desde hace varios años dejaron de ser intérpretes del pueblo
para serlos en círculos y cenáculos de evidente matiz impopular, sordos y ciegos a las
inquietudes de esa masa que llaman en su auxilio cuando se trata de elecciones”.
✔ Percibieron sensaciones de frustración y humillación debido a la permanente
pauperización del salario, así como a la dureza de la disciplina y de las condiciones de
trabajo que, en ocasiones, llegaba al límite de que la hora de salida era fijada, en cada
día, por el patrón. A eso se sumó el omnipresente temor por el desempleo y el escaso
o nulo cumplimiento de la limitada legislación laboral.
✔ Encontraron como única respuesta ante cualquier planteo gremial19, petitorio, huelga u
olla popular, la represión policial, que, en ese período, ideó y puso en práctica la
“picana eléctrica” como instrumento de tortura.
18
Horacio González (1944-2021) fue un sociólogo, docente, investigador, historiador y ensayista, y uno de los
referentes más importantes de la vida intelectual de nuestro país. Ocupó la presidencia del centro de
estudiantes de la facultad de Filosofía en las postrimerías de la década del ’60, del siglo pasado. Entre 1968 y
1972, formó parte de las Cátedras Nacionales que pusieron en valor el pensamiento sociológico
latinoamericano, incluyendo en los círculos académicos las tradiciones de los saberes populares,
habitualmente desvalorizados en ese ámbito. Durante una década, entre 2005 y 2015 se desempeñó como
director de la Biblioteca Nacional. Integró Carta Abierta, un espacio de intelectuales que apoyaban los
gobiernos kirchneristas. Escribió Traducciones Malditas, Historia y Pasión (con José Pablo Feinmann), Los
Asaltantes del Cielo y Restos Pampeanos, entre muchas otras obras.
19
La agremiación sindical poseía todavía un volumen diminuto.
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✔ Soportaron los diversos problemas que presentó la veloz urbanización sin el menor
apoyo del Estado, instalándose en la mayoría de los casos en asentamientos populares
o “villas miseria”.
Pero, además, justo cuando un giro no previsto en la realidad social argentina, les
otorgó la posibilidad de empezar a vivenciar un mejoramiento sustancial en sus condiciones
de vida, se desataron un conjunto de acciones del poder económico, con el propósito de
retrotraer la situación al anterior statu quo. Las campañas de los principales medios
periodísticos gráficos, el alto voltaje de las definiciones del Manifiesto de la Industria y el
Comercio y el despliegue de la Marcha por la Constitución y la Libertad, que desnudó la
asociación de las clases dominantes con los intereses norteamericanos, dieron fiel testimonio
de que el intento de dar “marcha atrás” estaba en camino.
En el contexto de esta relación de fuerzas, “la clase obrera tomó partido en la disputa,
y su partido se denominó peronismo” (Horowicz, 2015). Es decir, los reclamos populares que
el Estado no dio respuesta en los años de la Década Infame – vinculados con la pauperización
salarial, el desempleo, la prepotencia patronal, la ausencia de legislación laboral, la represión,
la crisis del hábitat, la corrupción y la decadencia moral, la entrega económica, el fraude
electoral- se corporizan en un reclamo global y en la conformación de una nueva expresión
política. En términos de Ernesto Laclau (2008), un conjunto de demandas dispersas e
insatisfechas se cristalizaron en torno de un denominador común, de una demanda
hegemónica que asumió la representación de todas. Y su nombre fue Juan Domingo Perón.
Es en este momento de cristalización, de constitución de lo político – según la
perspectiva laclausiana – en que la multitud dispersa adquiere unidad identitaria. Entre otras
cosas, ese proceso de cristalización se dio porque Perón supo darle expresión pública a
aquello que había sido internalizado de modo privado en cada trabajadora y en cada
trabajador por largo tiempo.
Conviene recordar la idea de Jean Paul Sartre20, según la cual, “las palabras hacen
estragos cuando encuentran un nombre para lo que hasta entonces ha vivido innominado”.
Esas palabras llegaron de la mano de la construcción de una esperanza que resultaba creíble
porque se cimentaba en las medidas que cotidianamente se habían legitimado desde la esfera
del Estado. Así nació la consigna “Perón cumple”.
20
Jean Paul Sartre (1905-1980) fue el principal referente de la corriente filosófica del existencialismo.
Consideró que el ser humano está “condenado a ser libre”, y por lo tanto, a ser responsable de sus propias
conductas, aunque admitió que se encuentra condicionado por cuestiones culturales y sociales. Tuvo
participación en las ideas de la izquierda europea, en especial, a partir de la dirección de la revista Los Tiempos
Modernos, en 1945. Un año después fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura – también fue
novelista y dramaturgo – pero lo rechazó por entender que “los lazos entre el hombre y la cultura no deben ser
mediados por las instituciones del sistema”. Escribió La Nausea, Los Caminos de la Libertad y El Existencialismo
es un Humanismo, entre muchas otras obras.
139
EL POPULISMO EN LACLAU
El filósofo y politólogo argentino Ernesto Laclau (1935-2014) elaboró una teoría sobre el
populismo que enriqueció el análisis sobre ese fenómeno, tan polémico en las ciencias
sociales de nuestros tiempos. Hegemonía y Estrategia Socialista (escrita junto a su
compañera, la filósofa y politóloga belga Chantal Mouffe) y La Razón Populista constituyen
dos de las principales obras de este pensador. Su obra recibió la influencia del psicoanálisis
lacaniano, de las investigaciones filosóficas del último Ludwig Wittgenstein (1889-1951), de
la analítica existencial de Martín Heidegger (1889-1976), de la lógica de la deconstrucción
de Jacques Derrida (1930-2004) y de la filosofía de la praxis de Antonio Gramsci
(1891-1937).
Echemos primero un vistazo a su perspectiva teórica, para luego corporizarla en un ejemplo
que la ilustre y facilite su comprensión. Laclau pensó la definición de pueblo como el efecto
de una articulación política a partir de la cual una particularidad reivindica
hegemónicamente la representación del conjunto. Ese es, según su mirada, el momento en
que el pueblo emerge como actor político.
Ahora bien ¿cómo se da este proceso, en qué momento se produce? Básicamente cuando una
pluralidad de demandas insatisfechas se articula en una cadena equivalencial. Cada
demanda (que puede vincularse con conflictos de clase o con reivindicaciones del feminismo,
de las minorías raciales, de los pueblos originarios, de las diversidades sexuales, de los
defensores del medio ambiente, etc.) presenta un reclamo que es particular, propio,
diferencial en relación a las otras. Al mismo tiempo, cada demanda compartirá algo común
con las demás: la equivalencia de ser negadas por el poder. Aparece aquí una frontera entre
dos campos sociales antagónicos, entre un “nosotros” y un “ellos”.
En un segundo momento, estas demandas dispersas e insatisfechas se cristalizan en torno de
un denominador común, de una demanda hegemónica que asume la representación de todas.
Esa hegemonía, resultado de la confrontación antagónica, construye lo político. Por ese
motivo, para Laclau, “el populismo es la forma en que se constituye el pueblo como agente
histórico”.
Vamos a un ejemplo que gusta dar este pensador. Un grupo de personas de un lugar
geográfico figurado realiza un planteo por la falta de agua. El malestar se expande y otro
grupo reclama atención médica gratuita. Y luego, sucesivamente, se agregan planteos de
distintos sectores sociales por la vivienda, la seguridad, etc. En el caso que las demandas
permanezcan insatisfechas en virtud de que no reciben ninguna respuesta institucional
satisfactoria, una de ellas cristalizará toda esta fermentación social y asumirá la
representación del conjunto. Se creará entonces una frontera antagónica entre esta demanda
hegemónica y el poder.
Laclau aclara que la demanda hegemónica suele unificarse en torno del liderazgo de una
persona. De allí la emergencia histórica del gaullismo, el maoísmo, el leninismo, el
peronismo.
140
3.6Braden o Perón
La gesta plebeya de octubre del ’45 dio lugar a la construcción del mito de origen del
peronismo, al tiempo que inició un ritual identitario que se repetirá a través de los años:
Perón dialogando con sus fieles en la Plaza de Mayo (Cataruzza, 2009). El lenguaje del líder
popular en esos encuentros intimistas será siempre llano, y en ocasiones apelará a citas del
lunfardo, del Martín Fierro y de letras de tango.
Pero volvamos al 17. Cuando se acercaba la medianoche, Perón salió a hablar a la
multitud desde el balcón de la Casa de Gobierno por primera vez. Antes de eso, el fortalecido
coronel le había arrancado al presidente Farrell la promesa de elecciones presidenciales para
febrero de 1946. La campaña se polarizó entre dos frentes: la Unión Democrática (UD) – que
nuclea a la UCR, el PS, el PC y el Partido Demócrata Progresista- y el Partido Laborista21, en
alianza con radicales disidentes. José Tamborini y Enrique Mosca contra Juan Domingo
Perón y Hortensio Quijano. La consigna de la UD era “por la libertad y contra el nazismo”.
Por esos días el Departamento de Estado norteamericano publicó el
Libro Azul, destinado a denunciar la presunta vinculación entre Perón y el
pensamiento hitleriano. Alan Rouquie (2017), un historiador y politólogo
francés, que estudió el fenómeno del peronismo desde una perspectiva
extremadamente crítica, reconoció que se trató de una denuncia “que no se
21
El Partido Laborista fue fundado a fines de 1945 por dirigentes sindicales que entendieron que había llegado
el momento de construir un partido de raíces obreras. Tomaron del laborismo inglés, que acababa de ganarle las
elecciones a Winston Churchill, la idea de la protección social de los trabajadores “de la cuna a la tumba”.
145
23
La Universidad Obrera Nacional fue creada con el propósito de integrar a la clase obrera en trabajos que
satisfagan las necesidades de la industria. Además de la enseñanza técnica, también se estudiaba legislación
laboral y la historia del movimiento obrero. Por estatuto, el rector debía ser un trabajador.
24
Las Misiones Monotécnicas formaban mano de obra calificada en las provincias, especialmente enfocadas en
las artesanías y las producciones regionales.
25
En las Escuelas Fábricas los alumnos trabajaban y estudiaban en el establecimiento industrial. El Estado
proveía gratuitamente uniformes, útiles, herramientas, becas y comida.
26
La Escuela Nuevo tiene su origen a fines del siglo XIX y se opone a la educación tradicional, estrechamente
relacionada con el positivismo y el academicismo. Aboga por el paidocentrismo, es decir, por situar a las y los
estudiantes en el centro de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Llama a concitar el interés y la actividad del
estudiantado partiendo de sus propios intereses. Se enfatiza en el “saber haciendo”.
27
La Fundación Eva Perón fue una institución que, entre 1948 y 1955, desplegó activamente obras y acciones en
beneficio de los más postergados. Construyó hogares de tránsito, hospitales, escuelas, campos deportivos,
hogares-escuela. Distribuyó miles de colchones, máquinas de coser, cocinas, bicicletas y juguetes. Su obra
estuvo motorizada por la idea solidaria de que “donde hay una necesidad, nace un derecho”. La dictadura militar
de 1955 saqueó la mayoría de sus instalaciones, de modo que niños y ancianos vieron con sus propios ojos cómo
eran quemadas vajillas, frazadas, pelotas de fútbol, sábanas, camas e instrumentos de trabajo. En el extremo de
las políticas del odio, destruyeron pulmotores donados por la Fundación a los hospitales.
28
La semiótica estudia los sistemas de signos que permiten la comunicación entre los individuos. Analiza los
procesos culturales en tanto procesos de comunicación.
147
29
El decreto 4161 prohibía pronunciar los nombres de Perón y Eva Perón, hacer mención alguna a la ideología
peronista, utilizar símbolos de esa corriente política, ni cantar la marcha partidaria. Las penas llegaban a seis
años de prisión. El decreto fue derogado por el presidente Humberto Illía en 1964.
30
En junio de 1956 un grupo de civiles y militares que querían restablecer la democracia fueron detenidos y
fusilados en los basurales de José León Suárez. Rodolfo Walsh dio a conocer detalles del hecho en el libro
Operación Masacre.
31
Ranciere utiliza aquí “demos” como sinónimo de ciudadano.
32
Expresiones del discurso de Néstor Kirchner, en mayo de 2003, al asumir la Presidencia de la Nación.
148
1. ¿Qué corriente política denunció el Pacto Roca-Runciman desde “una posición nacional”?
¿Por qué su análisis de la realidad del país representó un salto epistemológico en los modos
de pensar la política argentina? ¿Cómo vinculó el neocolonialismo económico y político con
el fenómeno de la “colonización pedagógica”? ¿Qué perfil de intelectual predominó en sus
principales referentes?
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151
Capítulo 6
Los modelos de acumulación en Argentina y su vinculación
con las fases de desarrollo del sistema capitalista. Parte II: El
Modelo de Industrialización por Sustitución de Importaciones
1.Introducción
Como mencionamos en la introducción del capítulo 3, la Gran Depresión y las dos
Guerras Mundiales sucedidas en la primera mitad del siglo XX marcaron el fin de la
hegemonía británica en el Orden Mundial Capitalista. Tanto el Imperialismo territorial desde
el punto de vista Político, con las guerras mundiales, como el Libre Mercado, con la Crisis de
1929 desde el punto de vista Económico mostraron signos de agotamiento en lo que parecía
ser el fin del sistema capitalista de libre mercado. Una nueva potencia se impondrá luego de
1945. Estados Unidos, que, con la implementación del New Deal bajo la presidencia de
Roosevelt en su política económica interna, marca la nueva fase del capitalismo mundial en
lo que se conocerá como el “Estado de Bienestar”. Bajo políticas económicas keynesianas
orientadas a estimular la demanda a través del consumo, es ahora el Estado el que garantiza la
estabilidad económica al interior de cada estado-nación.
Es así que la nueva potencia mundial emerge luego de la segunda guerra también
garantizando la reconstrucción de Europa a través del plan Marshall y así a través de la
recomposición europea asegurar en Occidente la continuidad del sistema de democracias
nacionales. A la vez, surgen una serie de instituciones que a nivel global intentan preservar la
paz mundial y el equilibrio económico internacional: el Banco Mundial en 1944, La ONU y
el FMI en 1945.
Es así que, desde la perspectiva del estado americano en cuanto a su rol hegemónico
Cox (2014:152) expresa:
(…) La Pax americana era hegemónica: ésta suscitó un amplio apoyo entre los estados al margen de la
esfera soviética y estaba capacitada para proveer suficientes beneficios a los elementos asociados y
subordinados con el fin de mantener la conformidad de éstos.
Este mecanismo de vigilancia era percibido como necesario para sostener al sistema y
no era cuestionado por los estados periféricos como una consecuencia histórica del devenir
del sistema capitalista para que, a través de los estados nacionales periféricos, asegure la
reproducción internacional del capital. Con respecto a la situación del estado-nación
periférico dentro del sistema Thwaites Rey (1999: 13) señala:
Por una parte, la relación centro-periferia implica contradicciones constitutivas que diferencian la
forma en que cada economía establecida en un espacio nacional se integra en la economía mundial, que
se expresan al interior de los Estados nación adquiriendo formas diversas. La problemática de la
especificidad del estado periférico se inscribe en esta tensión, que involucra la distinta “manera de ser”
capitalista y se expresa en la división internacional del trabajo. De ahí que las crisis y las
reestructuraciones de la economía capitalista mundial y las cambiantes formas que adopta el capital
global afecten de manera sustancialmente distinta al centro que a la periferia. La tensión, entonces,
entre lo global capitalista y lo especifico periférico está permanentemente presente.
Respecto a las clases dominantes, y en particular a la burguesía, el Estado tiene un papel principal de
organización. Representa y organiza la clase o clases dominantes, representa y organiza, en suma, el
interés político a largo plazo del bloque en el poder, compuesto de varias fracciones de clase burguesas
(…) bajo la hegemonía (…) de una de sus clases o fracciones, la clase de fracción hegemónica.
153
2.Industrialización liviana.
Durante las dos primeras presidencias de Perón, el estado será expresión del intento del
desarrollo económico por vías nacionales (sin capitales externos) en donde se ejecutarán dos
planes quinquenales33.
Imagen 1 : Afiches de publicidad durante el primer gobierno de Perón. Fuente : Afiches del
peronismo (1945-1955) Raquel Quintana y Raúl Manrupe. EDUNTREF, 2016
33
Los planes quinquenales son la expresión de las primeras planificaciones por parte del estado para
alcanzar el desarrollo y deben su nombre a la duración de los mismos ( cinco años). Estos planes
muestran la decisión del gobierno peronista de lograr el desarrollo industrial. El primero tendrá como
objetivo el desarrollo de la industria liviana y se llevará a cabo entre 1947 y 1951. El segundo
comienza en 1952 y es interrumpido con el golpe de estado de 1955.
154
Imagen 2: Afiches de publicidad durante el primer gobierno de Perón . Fuente : Afiches del
peronismo (1945-1955) Raquel Quintana y Raúl Manrupe. EDUNTREF, 2016
El mecanismo contribuyó a quebrar la relación entre el precio internacional y el local de los bienes que
se exportaban, principalmente productos alimenticios; esta circunstancia consolido el crecimiento del
salario en argentina.
Por otra parte, como señala el autor, se nacionalizan el gas, los teléfonos, los puertos, la
energía y en 1948 los ferrocarriles. Tanto el aumento de los salarios nominales, como la
intervención del IAPI y la nacionalización de empresas claves de servicios públicos, tiene
como centro impulsar el consumo interno (demanda agregada) y redistribuir la riqueza,
tratando de alcanzar el pleno empleo. Esto permitiría una expansión de la economía y una
política de reparto hacia los sectores trabajadores, buscando que se genere un ahorro interno
que a la vez se reinvierta en el sector industrial posibilitando el desarrollo nacional. El
155
Cuadro 1 :
1949 116 49
1955 129 47
Fuente : elaboración propia con datos tomados de Basualdo (2005)
156
Es por esto que, durante este periodo las clases trabajadoras son incluidas por primera
vez en la estructura social, política y económica de la argentina. La reforma de la constitución
nacional con la incorporación del artículo 14 bis y el voto femenino son la expresión de la
estructura ideológica y jurídica de la formación económica y social con un estado que
interviene en la economía para redistribuir la riqueza que genera la producción nacional
(tanto en el mercado interno como con las exportaciones) entre todos los sectores sociales.
Podemos mencionar, a la vez, cuales son los conflictos y tensiones que se generan
durante este modelo en cuanto a las diferentes clases sociales: La burguesía agraria está
condicionada por el IAPI y pierde participación en la renta en beneficio de las clases
asalariadas (organizadas desde sus sindicatos) y la burguesía industrial (a la cual el estado
subsidia). A la vez el estado, al nacionalizar empresas, no logra hacer una administración
racionalizada y comienza generar déficits complejos de solucionar, más aún en momentos de
crisis.
157
También cabe mencionar, como forma de penetración ideológica del peronismo dentro
del aparato estatal, varias decisiones tendientes a controlar expresiones disidentes y
opositoras y avanzar sobre los sectores sociales que no le eran afectos. Estas prácticas del
estado devienen en conflictos con diferentes sectores sociales por : la censura a la prensa y el
cierre de diarios y revistas opositoras, el uso de manuales escolares con frases de contenido
político, la introducción del libro de Eva “La razón de mi vida” como lectura obligatoria en
los secundarios y por último la disputa por el espacio y el capital simbólico con la Iglesia
Católica (propuesta para sancionar la ley de divorcio y la quita a la subvención a escuelas
católicas) hacen que recrudezca el antagonismo de varios sectores sociales militares,
católicos, políticos opositores, la prensa y la burguesía agraria.
Imagen 3 : Libro de lectura para Cuarto grado (niños de 10 años). Autor: Angela C. de Palacio.
Publicado por Editorial Lasserre en el año 1954, durante la segunda presidencia de Perón - Páginas 26 y 27.
muestran que, en los momentos de auge, que se inician por lo general cuando suben los
precios de las materias primas, se produce un ingreso de moneda extranjera, que le permite al
estado poder contar con divisas para administrarlas en los demás sectores de la economía.
Pero a la vez, si el sector industrial no está desarrollado (como ocurre en los países
periféricos) necesita divisas (moneda extranjera) para poder comprar la maquinaria o insumos
importados que necesitan para producir. Entonces ante diferentes circunstancias coyunturales
como una crisis externa o si suben los precios de los productos importados o si bajan los
precios de los productos agropecuarios, la economía nacional se torna deficitaria,
produciéndose el estrangulamiento externo. Para solucionarlo se devalúa la moneda, se suele
congelar precios y salarios (esto se conoce como “enfriamiento de la economía fase Stop)
hasta que el ciclo comienza nuevamente con la fase Go.
Como menciona Cattaruzza, entre 1952 y 1954 se produce una crisis, entrando en un
periodo del ciclo de Stop (freno). Esta situación que es estructural en nuestra economía,
recrudece las tensiones sociales que mencionamos anteriormente entre el Gobierno Peronista,
y los sectores de la oposición, sumados a los conflictos con la iglesia, en 1955 se produce el
golpe de estado.
3.Industrialización pesada
El segundo periodo de la ISI comprende los años entre 1955 a 1973. En esta etapa se
inicia, un periodo de democracias restringidas en donde, más allá de los intentos de
gobernabilidad y de desarrollo de la economía industrial por parte del estado (ya sea
democrático o de facto), la sociedad argentina no podrá salir de la antinomia peronismo-
antiperonismo. A la vez en el contexto internacional, durante este periodo se recrudece la
competencia de los bloques de poder Estados Unidos – Unión Soviética. En América Latina
esto tuvo un impacto mayor luego de la revolución boliviana de 1952 y la revolución cubana
de 1959. Esto puso en alerta al sector militar ante la amenaza de que el comunismo ingrese a
la argentina iniciando prácticas cada vez más violentas y autoritarias en cada periodo
inconstitucional, justificando su accionar ante la amenaza del comunismo.
retorna a recetas liberales que traen conflictos aún mayores con el sector asalariado, sumado a
esto el gobierno de facto de Aramburu proscribe el peronismo. Comienza un periodo de
fuerte endeudamiento que condicionará el accionar del próximo gobierno democrático que
comenzará a partir de 1958 con la presidencia del radical A. Frondizi.
Si bien la intención del gobierno de Frondizi era que los capitales externos se radiquen
en nuestro país para realizar inversiones que posibiliten el desarrollo definitivo, esta acción
facilitó la entrada de capitales extranjeros en condiciones más que beneficiosas y a la vez es
ahora el capital externo, con la radicación de empresas multinacionales, quien ingresa como
fracción de clase a competir con las burguesías industriales y agrícolas nacionales.
Por otro lado, al realizar acuerdos con el FMI, el gobierno desarrollista introduce un
factor de control externo, ya que este organismo regula la economía de los países periféricos
para asegurar la reproducción del capitalismo a nivel internacional y no para que los países
periféricos se desarrollen. Como consecuencia a partir de este momento la clase asalariada
comenzará a perder significativamente su participación en el ingreso y la deuda externa
comenzará a crecer aceleradamente.
Por otro lado, cabe destacar que la argentina logra el autoabastecimiento de petróleo y
que desde el estado se da impulso a instituciones gubernamentales muy importantes
160
relacionadas con la tecnificación y el avance tecnológico y científico que iban acorde con el
proyecto de desarrollo integral. Estos organismos fueron: El Instituto Nacional de tecnología
Industrial (INTI), Instituto Nacional de tecnología agropecuaria (INTA), la Comisión
Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Tecnológicas (CONICET).
4.Reflexiones finales
Por último, mencionaremos algunas conclusiones que realiza Aroskind (James :2003)
del modelo de la ISI. En este período, como consecuencia de la interacción de los
desequilibrios económicos y los avatares políticos y sociales, podemos observar que:
que no puede resolverse en argentina en esa etapa y que, concluye violentamente en la última
dictadura militar desde 1976.
(…) el proyecto desarrollista ha sido caracterizado como “industrialización dependiente” (…). Esta
política se demostró incapaz de resolver un camino de desarrollo verdaderamente independiente e
integrado, aunque haya entrañado buenos negocios para los grupos económicos que fueron participes
del proceso desarrollista (…). En la practica el arribo de inversiones extranjeras y la creación de nuevas
ramas industriales se llevó a cabo en condiciones de monopolio de mercado, con franquicias fiscales y
comerciales, y por lo tanto con su rentabilidad garantizada por el Estado. (…). Tales privilegios y
concesiones -económicas y políticas- constituyen las condiciones “normales” mediante las cuales los
grandes grupos monopolistas realizan ganancias extraordinarias, que no podrían obtener en sus países
de origen y por las que se avienen a radicarse en países signados por mercados internos reducidos y por
su recurrente inestabilidad política, como los de América Latina y los del tercer mundo en general.
Esta situación trae aparejada lo que Portantiero denomina “Empate Hegemónico”. El mismo deriva en
una monopolización de los sectores fundamentales de la economía y de creciente control de las
actividades productivas y financieras por parte del capital extranjero. Este se “instala como fracción
dominante en el interior de los grupos propietarios a la gran burguesía industrial financiera y comercial
monopolista, extranjera o asociada con el capital extranjero, desplazando de su predominio tradicional
a la gran burguesía agraria” (Cirio,2014:104)
Podemos concluir mencionando el análisis que hace Rapoport sobre este periodo en la
estructura económica social de argentina aquí tratado:
A través de esa sucesión de golpes [de Estado] se fue afirmando la centralidad de las fuerzas armadas
en la vida política del país operando no solo como reserva del poder estatal sino crecientemente como
brazo político, el “partido militar”, de un poder económico concentrado, el de las clases dominantes de
terratenientes y grandes empresarios asociados al capital extranjero. Las políticas económicas sociales
e internacionales que permitían la reproducción de esos intereses dominantes se volvieron, en aquella
etapa de la historia argentina, incompatibles con la vigencia de la constitución y el funcionamiento
normal de las instituciones representativas emergentes del sufragio universal. (Rapoport, 2015:148)
165
1 Podes identificar cuáles son las diferentes fracciones de poder capitalista que están en
competencia durante el periodo de la ISI? ¿Cuál se establece como hegemónica?
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