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EN EL PENSAMIENTO HEBREO

El semita al hablar del HOMBRE, distingue tres dimensiones:


· Lo que no se ve: su voluntad, su inteligencia, sus ideas…
· Lo que se ve: el cuerpo, su actividad, sus hechos, su historia, su manera de comportarse…
· La carne: es lo perecedero, lo caduco, lo mortal.
No se ven los pensamientos ni las ideas. Ni los deseos, ni el odio ni el amor. No se ven los sueños ni
los miedos. La angustia y la seguridad no se ven. Ni el rencor ni los recuerdos, ni la libertad. Esa
vertiente de lo que somos, aunque sea “vida” no se ve.
El cuerpo es el testigo trasparente de lo que somos. El cuerpo para un semita no es sólo carne
que se pudre. Es la forma de vivir, de actuar, de afrontar el existir. Si pinta un cuadro, ese
cuadro es parte de su cuerpo, si crea juna poesía es parte de su cuerpo, si funda una iglesia
es su cuerpo.
El hombre no está formado por tres componentes, sino contemplado según tres aspectos
inseparables.
 1. El basar (mal traducido por «carne») designa la condición corporal y, por tanto, frágil y
mortal del ser humano. Evoca también su poder de generación: Adán dice de Eva que ella es
«hueso de mis huesos y carne de mi carne»; forman juntos «una sola carne» (Gn 2,23-
24). A su vez, generarán seres vivos, de carne, y continuarán la obra del Creador
(«procrear»).
 2. La nefes (mal traducido por «alma») designa la garganta, la respiración, por tanto la vida
biológica e incluso la persona entera. «Mi alma bendice al Señor» significa: «Yo bendigo* al
Señor». El conjunto basar-nefes constituye al ser vivo biológico, el hombre con sus pasiones,
su voluntad, su inteligencia; sin embargo, no posee por sí mismo la vida, que sólo procede de
Dios.
 3. La rúaj es el soplo que el Creador «insufló en la nariz» del hombre para hacer de él un
ser vivo (Gn 2,7). Esta vida dada por Dios no se reduce a lo biológico y a lo psíquico, sino que
depende de su relación con Dios: «Si retiras tu soplo, expiran y vuelven al polvo. Envías
tu espíritu, los creas» (Sal 104,29-30)
EN EL PENSAMIENTO GRIEGO
El hombre está formado por dos componentes (es el dualismo):
 1. El soma, el cuerpo material, corruptible y perecedero.
 2. La psyjé, el alma, sede de las facultades afectivas, intelectuales y espirituales. Sólo este
segundo componente, inmaterial, es comprendido como inmortal.
EN EL NUEVO TESTAMENTO
Los primeros autores cristianos heredan las dos culturas, la hebrea y la griega. Tuvieron que
integrarlas. El dualismo griego cuerpo/alma es inexacto, pues divide al ser humano en dos partes:
materia/espíritu, lo cual quiebra la unidad de la persona viva y se muestra incompatible con la noción
bíblica de resurrección de la carne. La palabra «carne» no tiene aquí el sentido corriente de materia
orgánica, pues toda la persona está destinada a la resurrección*.En el Antiguo Testamento, todo ser
vivo es, por lo tanto, carne, excepto Dios. Sin embargo, Dios se hará carne en Jesús: «Y el Verbo se
hizo carne (sarx)» (Jn 1,14).
Pablo opone muchas veces la carne (sarx) y el espíritu (pneuma): es prácticamente la oposición
entre «el hombre viejo» pecador y «el hombre nuevo» habitado por el Espíritu de Dios.
La expresión «cuerpo de Cristo» designa a la vez el cuerpo de Jesús de Nazaret, crucificado y
resucitado (Lc 24,3), EL PAN EUCARÍSTICO (Mt 26,26) Y el conjunto de las comunidades cristianas
que forman la Iglesia* (Ef 4,12-16).

Tomado de Luis Alemán “ESTE ES MI CUERPO”

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