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Organización social

Es una sociedad desigual entre sus integrantes, distinguiendo grupos marcados con beneficios y
otros desprovistos de estos. Esta sociedad se encuentra separadas por grupos sociales
jerarquizados.
Patricios
Los patricios fueron la clase dominante en la antigua Roma, eran quienes poseía todos los
privilegios tanto fiscales, como judiciales, políticos y también culturales dentro de la sociedad
romana.
Plebeyos
Los plebeyos eran el grupo social o la parte del pueblo que no gozaba de todos los derechos ni
privilegios. Con beneficios limitados en todos los aspectos del desarrollo en sociedad.
Esclavos
Ellos no tenían derechos y eran posesión de sus amos.

Organización política
La historia de Roma durará más de doce siglos y durante este tiempo conquistó las riberas del
Mediterráneo y se convirtió en el Estado más poderoso de su época. Desde el punto de vista
político Roma pasó por tres sistemas: la monarquía (753-509 a. C), la república (509-27 a. C.)
y el imperio (27 a. C. - 476 d. C.).
La Monarquía (753 - 509 a. C)
En principio el gobierno de Roma se organizó como una monarquía, de cuyos primeros reyes
apenas sabemos nada. Los primeros reyes romanos fueron latinos, pero los últimos
fueron etruscos, pueblo que había sometido el Lacio.
El rey era el Sumo Sacerdote y el general en jefe del ejército, estaba auxilidao por el Senado,
formado por entre 100 y 300 miembros de las familias patricias más ricas e influyentes.
La República (509 - 27 a. C.)
Durante la República se crearon de forma gradual una serie de instituciones de gobierno
representativas. En principio las instituciones estaban monopolizadas por los patricios, pero los
plebeyos, que pagaban impuestos y servían en el ejército, fueron exigiendo y consiguiendo
derechos políticos y participar en el gobierno de la ciudad. En el siglo V. a. C. lograron que un
representante, el tribuno de la plebe, defendiera sus intereses en el Senado y un siglo después
los plebeyos podían ser magistrados y senadores.
El Imperio Romano.
El Imperio comienza en el año 27 a. C, cuando el Senado romano, reconoce el poder de Octavio
(vencedor en la guerra civil contra Marco Antonio), nombrándolo Augusto (elegido por los
dioses) y principe (el primer ciudadano); y se suele dar por finalizado en el año 476 d. C.
cuando Odoacro (general bárbaro al servicio de Roma) depone al último emperador de
occidente Rómulo Augustulo.
Fundación de Roma
Después de Eneas existieron otros reyes como Numitor, al que le fue arrebatado el trono por su
hermano Amulio, quien lo encarceló y ordenó la muerte de sus parientes. Por esta razón, los
pequeños nietos de Numitor, los gemelos Rómulo y Remo, fueron echados al Tíber en una
canasta.
Los gemelos se salvaron gracias a que una loba los rescató y amamantó, hasta que un pastor se
encargó de criarlos. Ambos crecieron y cuando se enteraron de que eran nietos de Numitor,
lucharon contra Amulio hasta derrotarlo. Rómulo y Remo devolvieron el trono a su abuelo,
quien los premió permitiéndoles fundar una ciudad cerca de la antigua ciudad latina Alba
Longa, a la que llamaron Roma.
En todo lo dicho hay algo de mito y algo de realidad. Los romanos probablemente no
descienden de los troyanos, pero sí de pueblos diversos, como los latinos y sabinos, que se
mezclaron y formaron una comunidad de campesinos gobernada por reyes, y no por tiranos que
llegaban por la fuerza al poder, sin respeto a la ley.

La afición por el espectáculo


Al igual que los antiguos griegos, los romanos también extendieron su legado más allá de los
aspectos políticos y son un referente cultural muy importante para nuestra sociedad.
Hoy tenemos la costumbre de celebrar grandes espectáculos deportivos, como las olimpíadas o
los mundiales de fútbol, porque los romanos nos enseñaron a construir recintos deportivos y
recreativos capaces de albergar a decenas de miles de personas.
Una de sus más grandes y reconocidas obras es el gran Coliseo romano, una gran estructura
parecida a los grandes estadios de hoy. En él, más de cincuenta mil personas se reunían a vibrar
con las representaciones de batallas y los combates de gladiadores en sus arenas.
Otro espectáculo masivo era el circo romano. En él se celebraban las carreras de carros, de las
que los romanos eran aficionados. El más grandioso fue el Circo Máximo de Roma, que podía
albergar hasta 150.000 espectadores.

Grandes arquitectos y constructores


Los romanos nos legaron grandes obras de arquitectura e ingeniería. Cabe recordar que, al igual
que el Coliseo, las construcciones romanas solían ser monumentales, es decir, muy grandes,
para resaltar el poderío de Roma. Por esta razón, los edificios romanos eran muy sólidos. De
hecho, estaban construidos con dos nuevos materiales: el cemento y el hormigón.

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