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Usuarios y consumidores a los que va dirigido

En estos últimos años podemos observar nuevos elementos que nos demuestran
el gran avance de la tecnología. Estoy hablando de los famosos y actuales
DRONES. Estos elementos pueden parecer un juguete para adolescentes o
adultos, pero en la realidad son aeronaves no tripuladas que están sujetas a una
normativa determinada cuyo uso, además de suponer un avance vanguardista,
también conlleva ciertos riesgos. Por este motivo es por el cual todo consumidor
que adquiera un dron también debe tener en cuenta una serie de aspectos de los
que conviene estar bien informado. Por tanto, en el desarrollo de este post
veremos cómo estamos ante algo más que un mero juguete.
Bajo mi punto de vista, para entrar en materia debemos atender al destino de uso
del dron. Aquí lo podemos dividir en dos grandes categorías: 1.- De uso
profesional. Y 2.- De uso recreativo.
Como toda actividad regulada, el uso del dron se limita a personas que cumplan
con una serie de requisitos que hay que saber. Es decir, el usuario profesional de
drones debe ser mayor de edad y tener suscrito un seguro de responsabilidad civil
específico para aeronaves. Igualmente debe tener realizado un curso de piloto
profesional de drones –nivel principiante– y un certificado médico en vigor. Hay
que destacar que el usuario profesional siempre es responsable del dron, de la
operación de vuelo y de cumplir la normativa.
Hasta ahora hemos observado cuáles son los requisitos para un usuario
profesional de dron y, como observamos, no es un mero juguete. Prueba de ello
es un detalle muy importante a tener en consideración, un detalle que no debe
pasar desapercibido, y es que el usuario profesional del dron no puede poner en
peligro o molestar a terceros (otras aeronaves, personas y bienes de tierra). Esta
limitación debe ser el punto de referencia inicial de todo usuario para realizar un
buen uso del dron.

Donde puede conseguirse


Si estás pensando comprar una aeronave pilotada por control remoto, o dron, no
eres el único. La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en
inglés) calcula que en las fiestas se vendieron más de un millón de drones en
Estados Unidos.
Los drones de uso doméstico se han convertido en gadgets populares ya que son
divertidos de usar y de alta utilidad para tareas profesionales como tomar fotos o
videos aéreos o inspeccionar un terreno o una finca. Como hay varios modelos en
el mercado puede ser difícil discernir cuál te conviene por su utilidad. Esta guía te
ayudará a tomar una decisión y te permitirá conocer las principales regulaciones y
recomendaciones de uso.
Algunas de las características que debes tener en cuenta al escoger un dron
incluyen el grado de complejidad de su mecanismo, el precio, el tamaño, la
autonomía de vuelo, el tipo de control remoto y si es de uso interior o exterior.
Tres tipos de drones
Lo primero que debes saber es que existen tres tipos de drones, cuyas siglas
encuentras en la caja, al lado del modelo: RTF (ready-to-fly, listo para volar), BNF
(bind-and-fly, listo para enlazar) y ARF (almost-ready-to-fly, casi listo para volar).
Los drones RTF vienen con todas las partes en la caja. Solo tienes que cargarlos,
encenderlos y ponerlos a volar. Todos los aeromodelos para principiantes —y la
mayoría de los que se consiguen en el mercado— son de este tipo. Si es tu primer
dron, escoge uno de estos.

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