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Análisis historiográfico de la obra La ciudad de las damas de Christine de Pizan

Andrea Sinaí Escorza Arteaga

Christine de Pizan nació en el año 1364, en un momento en donde su ciudad se estaba

recuperando de una serie de desgracias, a un gran terremoto en enero de 1348, le siguió un

brote inicial de peste bubónica, la temida Peste negra que había cobrado la vida de casi la

mitad de su población, antes de extenderse por toda Europa 1, está ciudad era Venecia. Con

Christine recién nacida, la familia se trasladó a Boloña donde la escritora pasó sus primeros

cuatro años de vida, antes de instalarse definitivamente en París, para pasar el resto de su vida.

No obstante, Christine mantuvo siempre vivo en sus textos el recuerdo de sus orígenes.2

Su padre, llamado Tommaso di Benvenuto da Pizzano, se dedicaba a la astrología y era medico.

El rey Carlos V de Francia lo mando a llamar a la corte, dado que Tommaso tenía una muy

buena reputación. Es así como en diciembre de 1368 Carlos V recibió en el Louvre a la recién

llegada familia de Tommaso, ahora transformada en Tomás de Pisan. 3Christine creció en un

medio excepcional en contacto con el grupo de consejeros y secretarios del rey Sabio, en aquel

círculo del Hotel del rey.4 Es en 1387, cuando muere su padre, y en 1390, fallece su marido,

víctima de una epidemia de peste en Beauvais cuando se encontraba de viaje con Carlos VI. A

partir de allí, en la autobiografía de Christine, aparece el dolor por la pérdida del esposo

amado, sumado a la angustia desesperante por el deber de hacerse cargo de la familia. Nace

así la poetisa dolida que dará creación a los cantos de amor conyugal y al sufrimiento por la

irremediable muerte; versos que la autora desplegará en los ambientes cortesanos parisinos de

la época.5

1
Willard, Charity Cannon, Christine de Pizan, Her Life and Works, Estados Unidos, Persea Books, 1984, p.p.15,16,17.
2
Christine de Pazan, Le Livre de la Mutacion de Fortune, ed. Suzanne Solente, París, Picard, 1959-1966, v. 1, p. 12.
3
Op.cit. Willard, Her life…p.p 15,16.
4
Christine de Pisan, Le Livre de l’advision Cristine, ed. Christine Reno, Liliane Dulac, París, Honoré Champion, 2001,
(Études christiniennes, 4), III, IV, p. 97
5
Christine de Pisan, “Cent Ballades” (Euevres Poétiques de Christine de Pisan, ed. Maurice Roy, París, Firmin-Didot,
1886-1996, vol. 1, pp. 8-16.
Christine de Pizan la primera mujer de letras de Francia, habría sido una persona inusual en

cualquier época y en la época en que vivió y escribió, a finales de la edad media cuando la

mujer en general era tenida en una estima singularmente baja, ella era un fenómeno que no

tendría igual hasta dentro de casi otro siglo.6

De manera introductoria Christine menciona en su obra el Libro de las lamentaciones de

Mateolo donde reflexiona:

“Pese a que esté libro no haga autoridad en absoluto, su lectura me dejó sin embargo

perturbada y sumida en una profunda perplejidad, me preguntaba cuáles podrían ser

las razones por las que llevan a tantos hombres clérigos y laicos a vituperar a las

mujeres, criticándolas bien en palabras bien en escritos y tratados. No hay texto que no

esté exento de misoginia, al contrario, filósofos, moralistas y poetas parecen hablar con

la misma voz, llegando a la conclusión de que la mujer es mala por esencia y por

naturaleza siempre se inclina al vicio”7.

Christine como autora esta disconforme con las ideas de diversos autores con respecto a la

opinión que tiene con la mujer, en su relato menciona a Cicerón, Ovidio, Catón de Utica, Checo

d’ Ascoli, citándolos y analizando sus vidas para justificar este odio hacia las mujeres como

producto de sus propios vicios, celos y envidia. Por otro lado, la fuente que Christine utiliza y

que fortalece sus argumentos es la Biblia, dada la atmósfera religiosa de la época. Por ejemplo,

hace referencia al Evangelio al mencionar: “Su conducta nos recuerda al Evangelio: cuando

discutían los apóstoles para saber quién de ellos era superior, nuestro señor cogió un niño y

poniéndolo en medio de ellos, dijo: «Si no cambiáis y hacíais como los niños no entrareis al

reino de los cielos».8 Christine argumenta reflexionando sobre temas religiosos, cuestionando

la idea de que Dios haya creado un ser como el que tanto describen los hombres. Además,

muestra que no todos los hombres comparten la visión negativa de la mujer que se encuentra
6
Op.cit. Willard, Her life…p.p.15-20
7
Christine de Pizan, La ciudad de las damas, trad. Maritza Izquierdo, Madrid, Editorial Verdum, 2021,p.p.14.
8
Christine de Pizan, La ciudad de las damas, trad. Maritza Izquierdo, Madrid, Editorial Verdum, 2021,p.42.
en la literatura de la época, citando como ejemplo a San Ambrosio y San Agustín 9, quienes

refuerzan sus argumentos. Se nota su influencia por las Sagradas Escrituras en su pensamiento

y obra, así como la influencia de San Agustín de Hipona, de quien toma el título de su obra.10

En “La Ciudad de las Damas”, Christine de Pizan emplea diversas figuras retóricas en su

narración, personificando la razón, la rectitud y la justicia como mujeres que colaboran con ella

en la construcción de una ciudad que le ha sido encomendada. Esta representación puede

interpretarse como una alusión a la necesidad de desafiar el pensamiento injusto asociado a la

mujer, pues estas figuras femeninas la guían hacia la adopción de un nuevo criterio sobre la

imagen femenina, instándola a cuestionar las ideas preconcebidas de su época. En su obra, se

fomenta el progreso al reconsiderar el papel de la mujer en la sociedad contemporánea,

rechazando las concepciones pasadas promovidas por otros autores literarios, lo que confiere a

la obra un carácter reformador e histórico.

En cuanto a su estructura, Christine introduce cada capítulo con una descripción de las ideas

que serán abordadas, destacando a mujeres tanto cristianas como paganas reconocidas por su

inteligencia y espíritu, sin importar su estatus social, lo que brinda un espacio inclusivo para

mujeres de todas las condiciones. Al culminar la construcción de la ciudad, la autora toma las

riendas y la abre para la entrada de la Reina, simbolizada por la Virgen María, mientras que la

mujer es reconocida como una contribuidora clave en múltiples aspectos de la ciudad.

El estilo de Pizan se distingue por su sencillez, lo que facilita la comprensión de sus ideas,

fundamentadas en el uso de la razón y la filosofía. La autora integra la religión en su narrativa,

respaldando sus argumentos con citas, a diferencia de autores como Mateolo y el poema

“Roman de la Rose” de Jean de Meung. Para contrastar sus fuentes y verificar su autenticidad,

se recurre a citas de Ovidio, quien escribe en su obra Ars Amandi “La experiencia dicta mis

poemas, no despreciáis sus avisos saludables, canto la verdad” 11, esta cita proporciona una
9
Christine de Pizan, La ciudad de las damas, trad. Maritza Izquierdo, Madrid, Editorial Verdum, 2021,p.43.
10
Christine de Pizan, La ciudad de las damas, trad. Maritza Izquierdo, Madrid, Editorial Verdum, 2021,p.43.
11
Ovidio Nasón, Publio, Arte de amar, España, Librerias de Sanz y Razola, 1822, p.3.
visión de uno de los planteamientos de Pizan sobre la vida y la experiencia de los autores y

cómo esto se relaciona con la imagen que tienen de las mujeres. En cuanto a la Biblia, una

fuente que la autora utiliza a su favor, se aborda la percepción de la mujer… “Sin embargo, en

el Señor, ni la mujer existe aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer. Porque así como

la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; pero todo proviene de

Dios.”12 En otro libro de la Biblia se dice: “Mujer virtuosa, ¿Quien la hallará?, porque su estima

sobrepasa largamente a las de las piedras preciosas”13 más atrás en este mismo libro “La mujer

bondadosa se gana el respeto; los hombres violentos solo ganan riquezas” 14 o “La mujer

ejemplar es corona de su esposo; la desvergonzada es carcoma en los huesos.15

En conclusión, es evidente que la Biblia no presenta un desprestigio radical de la mujer en sus

versículos. Más bien, se encuentran pasajes que sugieren la posibilidad de encontrar mujeres

dotadas de cualidades positivas, en lugar de una visión estereotipada llena de comentarios

negativos basados únicamente en su género y apariencia. Es el mérito de sus virtudes lo que

las enaltece, y su posición en el mundo está determinada por sus acciones, ya sean buenas o

malas. Esta posición se entiende como algo inherentemente individual y no generalizado. En

otras palabras, los argumentos de Christine están respaldados por una lógica coherente con las

fuentes que utiliza para defender su postura.

Bibliografía:

Willard, Charity Cannon, “Christine de Pizan, Her Life and Works”, Estados Unidos, Persea

Books, 1984, 266p.

12
Reina Valera 1960, Santa Biblia, Estados Unidos, Grupo Nelson, 2014, (1 Corintios 11:11-12)
13
Op.cit... Reina Valera(Proverbios 31:10)
14
Op.cit…Reina Valera (Proverbios 11:16)
15
Op.cit…Reina Valera (Proverbios 12:4)
Christine de Pazan, “Le Livre de la Mutacion de Fortune”, ed. Suzanne Solente, París, Picard,

1959-1966, v. 1, 165p.

Christine de Pisan, “Le Livre de l’advision Cristine”, ed. Christine Reno, Liliane Dulac, París,

Honoré Champion, 2001, (Études christiniennes, 4), III, IV, 261p.

Christine de Pisan, “Cent Ballades” (Euevres Poétiques de Christine de Pisan, ed. Maurice

Roy, París, Firmin-Didot, 1886-1996, vol. 1, 364p.

Christine de Pizan, “La ciudad de las damas”, trad. Maritza Izquierdo, Madrid, Editorial

Verdum, 2021,307p.

Ovidio Nasón, Publio, Arte de amar, España, Librerias de Sanz y Razola, 1822, 243p.

Reina Valera 1960, Santa Biblia, Estados Unidos, Grupo Nelson, 2014, 1584p.

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