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PARA NO CREERLO

En los instantes efímeros que separa la vida de la muerte, en ese instante que parece que
se para el tiempo y observas cómo tu vida pende de un hilo, esa situación es la que
describe a la perfección el hilo conductor de esta historia. El, ¿cómo sigo viva?, ¿qué
hubiera pasado si hubiera hecho esto? El momento en el que te das cuenta de que sigues
vivo, y sin saber cómo. Buscando la reflexión, el porqué ha pasado y dándole importancia a
elementos como destino, casualidad y la toma de decisiones, que son trascendentales en la
novela de Maggie O’Farrell. Estos elementos son claves y decantan la vida de la
protagonista, como en el capítulo 1, que empieza muy fuerte, O’Farrell, en una de sus
salidas matinales se encuentra en el medio del bosque con un hombre ( un asesino en serie
) que le acosa y casi acaba con su vida, ¿casualidad juntarse con él?, ¿el destino? Esto es
solo un adelanto de lo que ha sido la vida de O’ Farrell. Sigo aquí no es solo una crónica de
experiencias cercanas a la muerte, sino un viaje tenso e intenso hacia los límites de la
conciencia y la percepción, a través de 17 relatos vibrantes y emocionantes que separan la
delgada línea que separa la vida de la muerte. Tantos roces que hacen de O’Farrell una
auténtica afortunada, sin despegarnos del inicio, en el segundo capítulo, Maggie cae al
oscuro mar y por la enfermedad neurológica que sufrió en su niñez, es incapaz de salir a la
superficie, se ahoga, se muere y milagrosamente un joven conocido se lanza al agua para
salvarle. Si esto ya era inimaginable, solo es un avance de lo que le ha ocurrido, como el
accidente aéreo, en el que como no, vuelve a salir prácticamente ilesa. Pero todos los
accidentes tienen un contexto, que logran darle un punto de atracción e interés, como
puede ser en este caso en el accidente de avión, en el que por mera casualidad, acaba por
subir, todo por unas malas notas en la Universidad de Cambridge que le hacen cambiar de
aires y subirse a ese maldito avión, de nuevo, ¿casualidad? La casualidad, desgraciada
ella, que deja en vilo al lector con la protagonista a merced de la muerte, en Chile, de
nuevo, sale con su pareja a dar una vuelta por un lago y acaba con un machete afilado
sobre su cuello, nuevamente, su vida dependiendo de algo o de alguien en este caso, de su
pareja.

A medida que se avanza en la novela, queda a la vista que la escritora tiene una gran
habilidad para describir situaciones tristes y sádicas que hacen sentir su sufrimiento al
lector, de esta manera nos lo transmite en el libro: “Notas cómo se van soltando los dedos,
se sueltan de los tuyos. Sientes que tu corporeidad se desintegra, se convierte en bruma.”.
No solo es una exploración de lo sobrenatural, sino también una reflexión sobre la propia
mortalidad y el significado que atribuimos a nuestras vidas. Y no solo ese tipo de
situaciones, sin ir más lejos, cuando habla de la muerte, la manera de contar una tragedia
con un lenguaje y expresión muy acogedor y dramático que sin duda alguna, logra atraer
toda la atención del lector: “Desaparece el niño de pelo rubio u oscuro o cobrizo;
desaparece la persona que podía haber sido, los hijos que podía haber tenido a su vez.
Desaparece esa mezcla particular de los genes de tu marido y los tuyos. Desaparece la
hermanita o el hermanito que te habías imaginado para tu hijo…”. Las vivencias cercanas a
la muerte de O’Farrell nos llevan a algo más que la fascinación. Logra una reflexión en su
lectura sobre la importancia de nuestra propia vida y la sencillez y la cercanía de la muerte.
Esta novela no busca solo explorar lo difícil de entender, cuando todo parece que está
acabado, aparece algo o alguien que te hace pensar lo contrario, como le ocurre a la
protagonista durante toda la obra, además de ofrecer un espacio para la reflexión y la
comprensión.

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