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Tarea 11.

Reseña sobre el artículo “A review of the Mexican national innovation system”

El objetivo principal del artículo es analizar el Sistema Nacional de Innovación (SNI) en México para
determinar sus principales características y la forma en que se ha construido, para ello se llevó a cabo un
estudio a través del enfoque de diferentes aspectos de la innovación que incluyen incluso la cultura
mexicana, permitiendo descubrir la forma en que la innovación se construye. Para llevar a cabo el
desarrollo de la investigación, las autoras emplearon como marco de referencia la literatura sobre los
SNI, las políticas en materia de innovación en México y los datos de entidades como el INEGI, entre
otros.

México es un país que como muchos en América Latina dependen de sus recursos naturales para el
desarrollo de su competitividad, pero está visto que este tipo de estrategias no está dando frutos, se
encuentra supeditado a cuestiones de demanda y bajos precios, y representa cada vez más un obstáculo
para incorpórese dentro de la economía del conocimiento (donde la innovación es eje central de la
competitividad). Es así que surge la necesidad en incrementar esfuerzos para que la innovación en
México sea empleada como herramienta primordial en la mejorar de la competitividad y la
productividad, siendo así necesario el desarrollo y fortalecimiento de los actores y sus relaciones que
forman el SIN mexicano.

De acuerdo con las autoras actualmente México vive un proceso de transición hacia la economía de la
innovación, dejando de lado los productos y servicios básicos y la manufactura, esto soportado por
diversas reformas en sectores estratégicos como telecomunicaciones, energía, educación entre otros, que
permiten incrementar el crecimiento del país. Además, México es una de las economías más abiertas,
ostenta la posición 57° del Índice de Innovación Global 2015, es la 15° economía en el mundo y es se le
considera un país emergente. Sumando a lo anterior, según las autoras México ha sido desplazado por
China como el socio comercial mas importante para los Estado Unidos.

Para el contexto del artículo se considera como innovación la definición dada por la OCDE (2015), la
cual dice que esta es “la implementación de un producto o proceso nuevo o significativamente
mejorado, un nuevo método de mercadotecnia o un nuevo método de organización en las prácticas
empresariales, la organización del lugar de trabajo o las relaciones externas”. Por otro lado, según
Lundvall citado por las autoras, los SNI “están constituidos por los elementos y relaciones que
interactúan en la producción, difusión y uso de conocimientos nuevos y económicamente útiles", además
las autoras retoman la premisa Lundvall sobre que los indicadores tradicionales sobre innovación no son
adecuados para interpretar y conocer la realidad de los SNI.

El SNI mexicano conforme a lo que estipula la Ley de Ciencia y Tecnología de 2002, tiene como
principales actores al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT, órgano autónomo
consultivo que ayuda al establecimiento de políticas públicas sobre innovación, ciencia y tecnología), al
Comité de Presupuesto Intersectorial (aprueba el programa de innovación del consejo general), al
Comité Intersectorial de Innovación (coordina las política federales y estatales de los centros de
investigación tecnológica), y a la Conferencia Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (CNCTI,
tiene como misión la promoción de actividades en ciencia, tecnología e innovación a la par de que apoya
en la definición de políticas y reglamentos sobre esta materia), las instituciones públicas de educación
superior, los centros de investigación e incluso el sector privado empresarial.

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Para fortalecer el SNI en México se han desarrollado tomado medidas a parte de la Ley de Ciencia y
Tecnología, como el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación (PECiTI) del 2012, que
presenta un plan de trabajo a 25 años que tiene como pilares fundamentales para el crecimiento
económico y social del país, el desarrollo científico, tecnológico y de innovación, y que además sirve
como instrumento para la planificación de las políticas nacionales en ciencia e innovación. El PECiTI es
una propuesta inusual, está pensado para que se trabaje durante el lapso de cuatro administraciones
presidenciales, que se actualiza cada tres años y comprende cuatro etapas de desrollo. La primera de
ellas pretende lograr el fortalecimiento, coordinación y transformación de las capacidades del SNI, así
como la consolidación del segmento de negocios innovadores. La segunda etapa buscará acelerar la
innovación y fortalecer las capacidades en ciencia, tecnología e innovación de los sectores estratégicos.
Para la tercera etapa se tendrá que haber alcanzado una consolidación competitiva y para la cuarta se
estará en una fase de madurez del SNI. Para lograr estos objetivos hace falta una política integral, la
consideración de que la vinculación entre los sectores públicas y privados es clave, y trabajar sobre las
estrategias del PECiTI.

Estas estrategias contemplan la contribución en el crecimiento anual en la inversión en ciencia,


tecnología e innovación hasta conseguir que sea igual al 1% del PBI; incrementar los esfuerzos para la
formación e inserción en la industria de personal altamente calificado enfocado a los sectores
estratégicos; fortalecer le desarrollo de regiones por medio del diseño e implementación de políticas
publicas acordes a sus necesidades, capacidades y habilidades en materia de ciencia, tecnología e
innovación; priorizar la vinculación de los centros de investigación y la escuelas de educación superior
con la industria para contribuir en la generación, trasferencia y explotación del conocimiento; fortalecer
la infraestructura en ciencia y tecnología; y fortalecer la capacidades en biotecnología.

Otras acciones para el fortalecimiento del SIN fueron: la creación en 2007 del el Fondo de Innovación
Tecnológica (FIT) para apoyar a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (PYME), start-ups y
emprendedores en el desarrollado sus proyectos de innovación; y la creación de centro de innovación
energética. Adicionalmente, un aspecto importante es que dentro del SIN, es que el gobierno el que
aporta más de la mitad de los recursos de inversión para las actividades de investigación y desarrollos.

Una consideración más para lograr la consolidación del SNI consiste en fortalecer y generar cambios en
las instituciones públicas de educación superior y en los centros de investigación, en el sentido de que la
educación se oriente a desarrollar capacidades y competencias en la investigación. México cuenta con
tres tipos de instituciones: universidades, institutos tecnológicos y las escuelas normales (Rullan &
Casanova, 2015). Para 2015 había 66 universidades públicas, 26 centros públicos de investigación del
CONACYT, 71 centros de investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México, 19 institutos
de investigación del Instituto Politécnico Nacional y 9 centros de investigación del CINESTAV. Esto se
ve reflejado en el elevado número de graduados en áreas de ingeniería y ciencia, aunque en contraste el
número de investigadores y publicaciones es bajo, teniendo un total de 386,43 graduados y un índice de
5,86 (publicaciones por personas).

Con relación al fomento de los vínculos respecto al trabajo colaborativo y la trasferencia de


conocimiento entre la academia con la industria, se inyectaron fondos económicos a través del Programa
de Estímulos a la Innovación (PEI) que coordina el CONACYT y, de acuerdo a la OCDE para el 2014
es consideró como una medida eficaz para la promoción dela innovación dentro del sector industrial.

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Por otro lado, el sector industrial aun presenta lazos débiles de vinculación y desarrollo de
investigaciones en colaboración con el sector académico y los centros de investigación en México, muy
a pesar de los esfuerzos y las medidas que el CONACYT ha tomado, como por ejemplo el Registro
Nacional de Instituciones y Negocios Científicos y Tecnológicos (RENIECYT) para identificar las
empresas, instituciones y centros que realzan actividades de investigación y el programa del 2009 sobre
subsidios para cubrir un parcialidad en los costos de los proyectos de innovación. Incluso se han
tomado otras acciones como la creación del Foro Consultivo de Ciencia y Tecnología (FCCyT) en el
2002 como organismo autónomo cuyo fin es el análisis del desarrollo de la ciencia, tecnología e
innovación en México, y el fondo semilla para las start-up del NAFIN en el año 2012. Estas medidas
reflejan la importancia dentro de las políticas mexicanas por la creación de empresas innovadoras y de
base tecnológica, pero es claro que aún son necesarios ajustes en el contexto legal y el acceso al
financiamiento todavía representa una barrera difícil de sobrepasar.

En el aspecto cultural, según las autoras dado que México es una sociedad jerárquica, colectivista, con
tendencia a la indulgencia y que evita la incertidumbre normativa, se determina que no se propicia un
ambiente cultural amigable para la innovación. Dentro de las conclusiones, las autoras resaltan que
México ha cambiado su enfoque gubernamental tradicional baso en maquilas por uno centrado en
políticas públicas para la innovación, que el CONACYT el organismo eje central para coordinar el SNI,
que la aparición de diversos entes y organismos dentro del SNI ha burocratizado el proceso de
innovación, que es necesario un cabio sustancial de calidad en el sistema de educación en todos lo
niveles que emule la exigencia y calidad del Programa Nacional de Programas de Posgrado de Calidad
(PNPC) ha representado a nivel posgrado. En adicional, otros aspectos que las autoras mencionan como
relevantes son la limitada transferencia de conocimiento entre los sectores académicos e industriales, el
poco vinculo de la industria con lo centro de investigación, la baja participación del sector privado en los
gastos de I+D. todo lo anteriormente mencionado contrasta con el fuerte trabajo en México por
desarrollar una mejor estructura organizacional y políticas de apoyo en materia de innovación por lo que
sería prudente que se lleve a cabo in evaluación de los planes y programas para ajustar la medidas e
incentivos.

Desde mi punto de vista considero que lo que puntualizan estas autoras refleja la realidad del SNI
mexicano, el cual ha vivido vertiginosos cambios para impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación
en el país y que desafortunadamente aún no se ha conseguido una madurez. Por experiencia laboral
puedo decir que tanto a nivel federal como estatal hay grandes compromisos políticos y económicos para
incentivar la participación de la industria, las escuelas de educación superior y los centros de
investigación, pero en general lo que frena esta partición es el desconocimiento de los programas, la alta
burocratización de los procesos, la idea empresarial de que la innovación es un riesgo tan grande que
genera incertidumbre tales que son difíciles se subsanar por la propia empresa, la descoordinación de los
tiempos de trabajo entre la industria y la empresa, las ideas arraigadas de los investigadores sobre que la
investigación académica no debería de trascender a esferas industriales y de comercialización, por
mencionar algunos. Por ello, creo que dentro de los problemas más fuertes que enfrenta el SNI para su
consolidación y madurez también deben se deben de considerar cambios de paradigmas sociales y
culturales.

Bibliografía.
Rullan, S. & Casanova, L. (2015). A review of the Mexican national innovation system. En International
Journal of Business and Economic Sciences Applied Research 8(3), pp 59-68

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