Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN.
Se denominan causas de justificación a aquellas circunstancias o situaciones en virtud de las
cuales se produce la exclusión de la antijuricidad o ilicitud de la conducta típica. La causa de
justificación no implica que la conducta deje de ser típica y por eso se tiene que hablar de
conducta típica justificada. Las causas de justificación son las eximentes que eliminan o
excluyen el juicio de antijuricidad de la conducta en principio típica. También se les
denomina causas de exclusión de la antijuricidad o del injusto. están reguladas en el art. 20
CP, y son:
- la legítima defensa (art. 20.4 CP).
- El estado de necesidad (art. 20.5 CP).
- El cumplimiento de un deber (art. 20.7 CP).
- El ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo (art. 20.7 CP).
Se clasifican en:
- causas de justificación de la acción. el desvalor del resultado subsiste pero la conducta
no está jurídicamente desaprobada, bien porque falta la parte objetiva del desvalor de
la acción (estado de necesidad), bien porque falte la parte subjetiva (caso fortuito).
- causas de justificación del resultado. Son aquellas donde el bien jurídico deja de estar
protegido en el caso concreto frente a la lesión o a la puesta en peligro (legítima
defensa).
Eximente incompleta.
Es preciso que concurran todos los requisitos esenciales de la correspondiente causa de
justificación, y en caso de faltar alguno de los requisitos esenciales de la misma tendremos
una eximente incompleta. si faltase un elemento fundamental, no cabría eximente completa ni
eximente incompleta. ese requisito fundamental es también denominado presupuesto y a los
no esenciales se les denomina requisitos. En el caso de la legítima defensa, el presupuesto es
la agresión ilegítima y en el caso del estado de necesidad, el presupuesto es la situación de
necesidad. En el caso en que se de una eximente incompleta, se va a tratar como una
atenuante especial prevista en el art. 21.1 CP y se le aplica la pena específica prevista en el
art. 68 CP, que establece que se rebajará la pena aplicando una pena inferior en uno o dos
grados.
Cuando no exista en verdad agresión ilegítima, pero el sujeto crea razonablemente que sí, se
incurrirá en un error que se denomina legítima defensa putativa, y se resuelve por las reglas
del art. 14.1 CP, lo que significa que si ese error fuese invencible, se excluirá la
responsabilidad criminal, pero si al contrario fuera vencible, se castigará por el tipo
imprudente, en el caso en que exista tipo imprudente para ese delito
Elemento subjetivo.
Se exige que el móvil de la acción de defensa esté en la protección de los bienes jurídicos
amenazados. Solo para defenderse.
Condiciones de justificación: estas condiciones se refieren al modo de comportarse el que
recibe la agresión ilegítima, tanto en el momento de sufrirla como con anterioridad a la
misma.
- Respuesta necesaria, tanto en lo que se refiere a la actualidad como a la entidad
(proporcionalidad o prohibición del exceso). La acción defensiva debe dirigirse a
proteger un valor jurídico, propio o de terceras personas. Es el valor jurídico de un
valor inminente o que persista (nunca después). Se trata de evitar o paliar el daño, y
nunca de contestar a este, porque si eso sucede tenemos lo que se denomina exceso
extensivo. La respuesta también tiene que ser proporcional. La proporcionalidad no
trata solamente de comparar las armas utilizadas por el agresor y el defendido, sino de
valorar hasta qué punto, dada la situación en que se encuentra el defendido existirá o
existía la posibilidad de evitar la agresión del agresor de un modo menos lesivo. Lo
que significa que ha de ponerse en comparación los bienes jurídicos que se protegen
entre agresor y defendido. Si se excede en la proporcionalidad, existirá un exceso
intensivo. En el exceso extensivo, la agresión no existirá cuando se respondió, por lo
que no podrá aplicarse la eximente incompleta. Al contrario, en el exceso intensivo, el
presupuesto sí que está presente en el momento de la respuesta, por lo que sí cabe
entonces la eximente incompleta.
- Falta de provocación previa. La provocación previa ha de ser suficiente, aunque pueda
ser mínima, pero nunca podemos hablar de que es lo mismo provocación que
agresión. Si hubiese provocación previa y fuese suficiente, tendremos una eximente
incompleta y se atenuará la pena.
Elemento subjetivo.
Se exige que se actúe para evitar un mal propio o ajeno, la finalidad justificada es la de eludir
un daño inminente. Si el sujeto actúa hallándose en estado de necesidad, pero con una
finalidad distinta a la expresada, la justificación desaparecerá. No obstante, si junto a la
motivación existe otra no tan legítima, la justificación no desaparecerá.
Condiciones.
- El mal causado no debe ser mayor que el que se trate de evitar. Aquí no se trata de
otorgarles valor a los bienes jurídicos mediante la pena, sino más bien se trata de una
valoración integral del hecho, que comparativamente debe ser menos o igual de lesivo
que el hecho evitado.
- La situación de necesidad no debe haber sido provocada intencionadamente por el
sujeto.
- El necesitado no debe tener por su oficio o cargo obligación de sacrificarse. El
sacrificio al que están los profesionales obligados (p. ej., el médico, el soldado, el
bombero) tiene sus límites porque el deber de soportar el riesgo habría cesado cuando
nada se pueda hacer para evitar el mal.