Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como
están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”
(Artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos). “Consciente de su
patrimonio espiritual y moral, la Unión está fundada sobre los valores indivisibles y
universales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad, y se basa en
los principios de la democracia y del Estado de Derecho” (Preámbulo de la Carta de los
Derechos Fundamentales de la Unión). Esos dos textos son unos entre tantos que ilustran
cómo la dignidad humana se ha incorporado en distintos ordenamientos jurídicos
nacionales e internacionales para fundamentar los derechos humanos y el Estado de
Derecho.
Se parte de que la persona merece que se le reconozca, respete y por ende tutele su
dignidad, atento a que ésta deriva del hecho de ser, ontológicamente, una persona y,
consecuentemente, el derecho debe garantizarle esta dignidad precisamente por ser tal.
El respeto por la dignidad de la persona humana comienza por reconocer su existencia,
su autonomía y su individualidad, de allí que dicho artículo la considere inviolable.
Como ha dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN, Fallos: 316:479): "el
hombre es eje y centro de todo el sistema jurídico y en tanto fin en sí mismo –más allá de
su naturaleza trascendente– su persona es inviolable y constituye valor fundamental con
respecto al cual los restantes valores tienen siempre carácter instrumental".
La dignidad es algo sustancial. Tan sustancial e inalienable es esta dignidad que nadie
puede ser esclavo, ni tan siquiera por voluntad propia o por contrato. Y de ninguna
manera podemos perder tal dignidad; de modo que, no pudiéndose perder la dignidad
humana sustancial en ningún supuesto, es en ella donde hay que hacer pie para
desautorizar la pena de muerte o la tortura y para conceder al criminal más criminal la
oportunidad y el derecho a la rehabilitación.
Dicho esto, dignidad humana significa que un individuo siente respeto por sí mismo y se
valora al mismo tiempo que es respetado y valorado. Implica la necesidad de que todos
los seres humanos sean tratados en un pie de igualdad y que puedan gozar de los
derechos fundamentales que de ellos derivan. Poseemos dignidad en tanto somos
moralmente libres, por ser autónomos, igualados a otros de la propia ley.
La dignidad humana es el valor que tienen las personas por sí mismas, esto es, por el
mero hecho de serlo. No es una condición provista por ninguna persona u organización,
sino que es consustancial a la humanidad, sin distinción de sexo, raza, religión u
orientación sexual, y es además irrenunciable e inalienable, es decir, forma parte siempre
de la condición humana misma.
De esta manera, una existencia digna –o al menos digna del ser humano– suele definirse
como aquella que le permite explotar sus capacidades y esforzarse por crecer en el
mundo. Esto sólo es posible cuando ciertos elementos mínimos fundamentales están
cubiertos, como el derecho a la vida, a la libertad, a tener una vivienda y a ser
remunerado por el trabajo, entre otros.
De esa manera, la dignidad de la existencia humana tenía que ver con el ejercicio de la
libertad y de la responsabilidad (“amad a tu prójimo como a ti mismo”). Todos los seres
humanos eran pecadores ante Dios, y a todos al final depararía el mismo juicio y los
mismos castigos o las mismas recompensas. Así, la idea de dignidad se separó de la
noción de honor de las culturas clásicas, reservada para los nobles y los ciudadanos de
abolengo.
Así, un concepto hasta entonces religioso pasó a formar parte de una filosofía racional,
explicable a través de argumentos lógicos. Esta línea de pensamiento inspiró
posteriormente los ideales de la Ilustración y fue fundamental en la Revolución Francesa y
la primera declaración de los derechos humanos.
Frases de la dignidad:
4. Prefiero estar sola con dignidad, que en una relación donde sacrifique mi
amor propio. (Mandy Hale)
8. El acto más valiente sigue siendo pensar para uno mismo. (Coco Chanel)
Simil
Metáfora
9. La dignidad es un jardín floreciente que nos embellece por dentro y por fuera.
10. La dignidad es un puente indestructible que nos une con nuestra esencia.
Humanización
12. La dignidad es un ave libre que vuela por los cielos de la autenticidad.
13. La dignidad es un árbol frondoso que no pierde su esencia, aunque el viento sople con
fuerza.
14. La dignidad es una montaña imponente que se yergue ante las adversidades.
15. La dignidad es una flor delicada que se abre paso a través de la adversidad.
Hipérbole
17. La dignidad es una estrella que brilla con intensidad en un mundo oscuro.
18. La dignidad es un faro que guía a aquellos que han perdido la esperanza.
20. La dignidad es un rayo de luz en medio de la oscuridad, recordándonos que cada ser
humano merece respeto y valoración.
Lenguaje figurado.
7. La dignidad es como una joya preciosa, cada uno tiene su propio brillo único.
9. La dignidad es como una semilla que germina en nuestro ser, cultivando nuestra
autoestima.
10. La dignidad es como un fuego interno que nos impulsa a luchar por nuestros derecho
Sinónimos:
Antónimos
Adjetivos calificativos:
26. Decente
27. Justa
28. Incorruptible
29. Sobria
30. Imperturbable
7. Integra
8. Impecable
9. Auténtica
10. Soberana
11. Noble
12. Digna
13. Respetuosa
14. Valiosa
15. Íntegra
16. Autónoma
17. Ilustre
18. Fiel
19. Honesta