Los franciscanos y la llegada a Huejotzingo El mejor conservado

El retablo dorado

La conexion con el espacio La arquitectura medieval: El cruze de lo gotico Las posas a las orillas
Fuentes: J. Palomera Páramo, “Franciscanos, arte sacro y evangelización”, en Franciscanos en América. 500 años de presencia evangelizadora, México 1993, p. 179-180.
González Galván, M., Fernández, F. G. (2006). Trazo, proporción y símbolo en el arte virreinal: antología personal. México: Universidad Nacional Autónoma de México.
En cuanto al interior del templo. Sus
bóvedas son senervaduras góticas que
cubren toda la techumbre formando
elegantes diseños. Pero el culmen de
este convento de Huejotzingo es el
retablo dorado que aloja el ábside. La
estructura del retablo es renacentista,
se alternan los tableros con esculturas
en nichos y pinturas, algunas de estas
pinturas fueron hechas por Simón Pe-
reyns, en alto se puede observar un
relieve con la imagen de San Francisco,
las columnas que enmarcan los nichos
son de bellas proporciones clásicas, las
del primer cuerpo son dóricas, com-
puestas y adornadas, las del segundo y
tercer cuerpo son de estilo jónico. Este
retablo es un ejemplar magnifico en su
género de las formas renacentistas,
que moviéndose con libertad inician el
gran arte barroco. Basta contemplar
esta obra para entender las obras de la
Nueva españa del siglo XVI
El patio central del Ex convento francis-
cano de Huejotzingo era el corazón de
la vida conventual, utilizado para activi-
dades comunitarias, distribución de es-
pacios, simbolismo religioso y contacto
con la naturaleza. Reflejaba la organi-
zación, espiritualidad y conexión con la
naturaleza de la orden franciscana.
Con un gran tamaño igual al de la edifi-
cación, siendo un centro importante
para las actividades.
En el año 1980 en el convento se llevó a
Aunque si bien, por la palabra convento franciscano, se entiende
cabo el trabajo denominado “Proyecto
todo el conjunto arquitectónico edificado por los frailes en la aurora
Huejotzingo”, por las secciones de Monu-
de la evangelización, o sea, la capilla posa, los atrios, la capilla abier-
mentos Históricos, Restauración y Mu-
ta, el templo, y el convento propiamente dicho como lugar donde seografía del Centro Regional de Puebla
vivían los frailes. La historia del Convento de Huejotzingo, modelo del Instituto Nacional de Antropología e
de construcción monástica del siglo XVI en la Nueva España Historia, con el patrocinio de la fundación
comienza en 1524 cuando 12 monjes franciscanos llegaron a Vera- Mary Street Jenkins. El proyecto tuvo
cruz, su misión era al parecer tan importante que su número había como finalidad la conservación y restau-
sido escogido de acuerdo al de los apóstoles. En lo que fue una ración del conjunto conventual francisca-
reunión histórica, estos frailes junto con cuatro que habían llegado no, así como la habilitación del claustro,
antes con Hernán Cortés, decidieron dividirse en cuatro grupos y con el propósito de montar en él un
establecer iglesias en los principales asentamientos indígenas: museo de sitio. De entre las piezas más
México, Texcoco y Huejotzingo . La obra presente es una represent- emblemáticas destaca una célebre pin-
acion del primer representante de esta orden conocido como San tura al fresco con las figuras de los prim-
Francisco de Asis eros 12 franciscanos que llegaron a la
Nueva España en 1524, encabezados por
fray Martín de Valencia.
Los muros del templo, interrumpidos por los contrafuertes, se ador- Las capillas posas son cuatro
nan, por así decirlo, con almenas de forma triangular y caladas al capillas ubicadas una en cada
centro, que recuerdan el Oriente por su diseño mudéjar. El marco ángulo del atrio, veníant decora-
de la puerta es de lo más interesante, pues se forma por dos pilas- das con relieves e imágenes por
tras semirredondas cuyos fustes sobresalen de los capiteles y la parte exterior, en su interior
forman el cerramiento que es ondulado y como este movimiento se con retablos que dan la sospe-
repite en el capialzado, el efecto es singular. Una largas pilastras cha de que sirvieron también
limitan la portada por los lados y sobre ellas corre una moldura para rezar y celebrar funciones
completando el marco. Ahora bien, dentro del espacio entre el cer- de culto. Estas capillas venían a
ramiento de la puerta y la moldura superior se alojan simétrica- ser utilizadas como centros de
mente seis medallones con monogramos y en lo alto se forma una catequesis, como capillas proce-
especie de tablero con el cordón franciscano. Sobre los ejes de las sionales, capillas de indios, e inc-
pilastras mayores y a manera de blandones, dos escudos francisca- luso capillas de miserere.
nos bordeados por el cordón enriquecen el cuerpo superior de la
portada, en cuyo centro queda la ventana del coro, con arco de
medio punto y enmarcada en forma rectangular por el cordón. La
originalidad de esta portada es patente, con gracia y elegancia se
combinan elementos renacentistas y góticos de manera que
tienen un toque medieval.