CUATRO MIRADAS SOBRE MI VIDA
Los otros que no me quieren…
Dios, tú eres misterio. Eres principio y fundamento de mi vida. Eres fuego y eres aire, eres Señor y amigo,
maestro y hermano. Eres Padre, Hijo y Espíritu. Eres presencia y distancia… Y yo, ¿quién soy yo?
Y creó Dios al ser humano a su imagen y semejanza. (Gn 1, 27)
Hoy me detengo. Miro mi imagen, reflejada en muchos espejos. Esto puede significar tantas cosas… El
espejo puede ser ese cristal donde se refleja mi propia figura, que yo veo y conozco. Pueden ser los otros,
que me devuelven otros reflejos, otras intuiciones. Puede ser Dios, que me mira con ternura y conoce hasta
mi entraña… En
todos esos espejos voy a mirarme hoy, pidiendote, ¿Y quién soy yo?
Señor, que me hagas brillar con tu luz, para iluminar,
con mi vida, los espacios oscuros…
Soy historias, pensamientos,
sueños, proyectos.
Soy los caminos transitados,
los golpes recibidos.
Soy una suma de aciertos y errores,
un nombre que cada quién pronuncia
con su acento y perspectiva.
Soy tu imagen modelada en barro.
Soy hijo, tal vez hermano, amigo…
Un pozo de certidumbres y preguntas.
Soy amado, aunque no siempre lo sienta.
Soy con otros, pues solo no soy nada.
Según el día, soy olla a
presión o remanso de paz,
cielo limpio
o huracán salvaje,
cauce seco o caudal
poderoso.
Soy tantas posibilidades…
Mirada 1. Los otros que me quieren.
Son un espejo que me da seguridad. Ellos me conocen. Me ayudan. Me aceptan. Me
animan. En ocasiones me soportan. Miran con benevolencia mis manías, comprenden mis errores. Y gracias
a ellos me doy cuenta de que lo importante no es ser perfecto, sino humano.
Durante unos momentos, pienso en esos otros: mis Si no tengo amor no soy nada
amigos, mi familia, gente a la que quiero y con quienes
me siento seguro… Pienso en lo bueno que es confiar, y nada soy, si no tengo amor nada
la libertad que da el sentirse aceptado por ellos… soy, nada soy
si no tengo amor
Retiro 9no grado, 2023
Mirada 2.
Su mirada puede ser más exigente, pero también tiene una parte de verdad. Ellos reflejan parte de
lo que soy. Seguro que hay cosas de mí que no les gustan, perciben con más nitidez mis fragilidades, y
valoran con más objetividad mis capacidades. Gracias a ellos me doy cuenta de que no soy omnipotente, pero
también puedo aprender, con ellos, lo que es el respeto. Precisamente porque me asusta ser juzgado, puedo
aprender, con ellos, lo que es la misericordia.
Durante unos momentos pienso en esos otros con los que tal vez no me llevo bien. Y pienso en paz…que
no pasa nada. El mundo real es un mundo donde no todo puede ser buen rollo y comprensión… Pero al
mismo tiempo pido aprender a respetar, a no juzgar, y a tolerar al otro
En cada momento
en cada detalle,
Mirada 3. Dios en las plantas, en los frutos
. Eres un buen espejo. Si me mirase con tus ojos, seguramente trabajas por mí, tú mi Dios
sería más comprensivo, me trataría con más mimo, me
exigiría de manera distinta, sabiendo lo mucho de que soy capaz, y dejaría que resonasen, con más
hondura, los ecos que tu palabra despierta en mí “Levántate” “Vete a mis hermanos” “Bienaventurados los
que trabajan por la paz…” Está bien pensar que cuando me miras te gusta lo que ves.
Ven, no apartes de mí los ojos te
llamo a ti, te necesito
“Señor, tú me sondeas y me conoces, sabes de dónde vengo y para que se cumpla en el mundo el
a dónde voy, lo que hago cada día... Donde quiera que esté, tú plan de mi padre
estás conmigo. Comprendes mis pensamientos, mis sueños,
mis caídas, mis aciertos… y crees en lo que ves”
Pienso, por un momento, en cómo me ve Dios
(Adaptación muy libre del salmo 139) TOMA
Si mis manos te sirven
para escribir un poema
Mirada 4. El espejo en la pared. enjuagar una lágrima
levantar una escuela
Y ahí está mi propia mirada. ¿Qué veo? Una cara arropar al
familiar, tal vez alguna cicatriz que conozco bien. Un cuerpo al que desvalido…
estoy acostumbrado. Fuerza. Cansancios. Historia. Si mis pies pueden conducirme
Recuerdo el niño que fui. Intuyo que algún día no tendré la fuerza y a donde quiera que me
la vitalidad de ahora. Pero ahora hay tanto por vivir… esperes.
Si mi corazón puede latir
Así dice el Señor: yo te he elegido, te he llamado por Veo oportunidades. Veo proyectos.
Veo, en mis ojos, el brillo de los
tu nombre, eres mío (Is 43,1)
sueños que solo yo conozco.. Veo
también el reflejo de los otros que
forman parte de mi vida. Y, si miro
bien, tal vez sea capaz de descubrir
un destello divino (pues tú, Dios,
lates en mí)
 y amar a tu manera,
Durante un momento voy recorriendo mi cuerpo (y lo
que soy), y lo voy convirtiendo en ofrenda, en apasionarse por tu Reino… Si mis ojos pueden ver
promesa. Con mis manos, construiré, con mis pies, con tu ternura,
caminaré, con el corazón amaré, abriré los ojos para y mis oídos captar los lamentos y las risas. de
ver… y así sucesivamente... quien espera en ti.
Si mi espalda puede cargar con algún que otro
peso, para aliviar otras cargas.
Si mi boca puede cantar tu evangelio,
aquí lo tienes todo.

Retiro 9no grado, 2023