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EL SINDICALISMO NORTEÑO DURANTE EL GOBIERNO PERONISTA

El surgimiento del peronismo implicó una serie de continuidades en el plano económico,


manifiesto en el crédito mantenido a la economía regional azucarera (a sus grandes y
medianos productores) con bajas tasas de interés. A esto deben sumarse los beneficios de una
política social ampliada desde el estado, a través de canales directos o indirectos. La
planificación regional se manifestó en 1948, durante el Congreso Económico del Norte. Allí
se apeló a la defensa de la economía social y la necesidad de mantener la relación armónica
entre el capital y la economía, entre el trabajo y la producción.
En cuanto a la producción azucarera, se profundizó la política del "proteccionismo
distributivo" inaugurado por el Laudo Alvear (1927), tendiente a producir un reparto
equitativo de las utilidades entre los industriales, cañeros y trabajadores. Se organizó,
asimismo, el Fondo Regulador Azucarero, que al subvencionar a los cañeros por el volumen
de caña producida y a los industriales por tonelada molida, independientemente del
rendimiento sacarino, hizo caer la producción de azúcar en forma alarmante. El crédito
otorgado a la economía regional azucarera (a sus grandes y medianos productores) con bajas
tasas de interés, préstamos que eran renovados casi permanentemente (de los cuales un escaso
porcentaje se dirige a mejorar el equipamiento y sí a financiar deudas impositivas o con otros
bancos) y los beneficios de una política social ampliada por el Estado peronista son sólo
algunas de las manifestaciones de estas complicidades encubiertas; donde el Estado
benefactor corre con todos los riesgos, frente a los reiterados y añejos creada en 1944 (cuando
Perón era Secretario de Trabajo y Previsión), se caracterizó en la lucha por leyes laborales y
la ampliación de la sindicalización a sectores antes desorganizados (trabajadores del azúcar).
En julio de 1943 el Centro Azucarero Regional de Tucumán se dirigió al gobierno nacional
del Gral. Pedro Ramírez destacó la importancia económica de esta producción para la región,
al pedir que se mantenga el aumento acordado al precio del azúcar. Hasta 1944 el régimen
legal sobre la industria del azúcar se refería a la fijación de precios máximos de venta del
producto y a la defensa aduanera. Desde el decreto ley 678 del 13 de enero de 1945 comienza
el control oficial, al crearse la Junta Nacional del Azúcar. Estos empresarios (los cañeros
tucumanos y las entidades que los agrupaban) manifestaron su preocupación cuando el
gobierno dio a conocer importantes beneficios sociales a través del decreto 33302 de 1946.
Declararon no poder soportar el recargo de costo que implican los aumentos que el decreto
establecía, y principalmente los aguinaldos a los obreros de ingenios y cañaverales. La
negativa a hacerse cargo del acuerdo de esa mejora social motivó en 1946 y 1947 reiteradas
huelgas, agresiones y actos de violencia por parte de los obreros en casi todos los ingenios
tucumanos. La FOTIA no tardó en denunciar "el caos y la confusión de la masa
trabajadora"Como contrapartida, para mantener un equilibrio intersectorial, el Estado
nacional puso en vigencia la ley de asistencia médica permanente y gratuita en los
establecimientos industriales de Tucumán que superan las 200 personas a su cargo, al tiempo
que se acordaron (por parte del Banco de la Provincia), créditos a los cañeros como
contrapartida, para mantener un equilibrio intersectorial, el Estado nacional puso en vigencia
la ley de asistencia médica permanente y gratuita en los establecimientos industriales de
Tucumán que superan las 200 personas a su cargo, al tiempo que se acordaron (por parte del
Banco de la Provincia), créditos a los cañeros.
En diciembre de 1948 se reunió en Tucumán el Congreso Económico del Norte. Miguel
Miranda apeló a la defensa de la economía social y la necesidad de mantener la relación
armónica entre el capital y la economía, entre el trabajo y la producción.
El 4 de febrero de 1949 el decreto del Ejecutivo Nacional 2895 ajustó el precio del azúcar. En
junio, el Banco de la Nación Argentina en el marco del plan colonizador adjudicaba tierras a
colonos cañeros, capataces, mayordomos y obreros del surco, en los campos denominados
"La Florida", "Lastenia", "Nueva Baviera" y "La Trinidad". En diciembre de 1949, el
Presidente anunciaba a los obreros azucareros que con retroactividad al 1 de julio gozarán de
un aumento salarial promedio de un 60%, intentando así contrarrestar los desgastantes efectos
de las huelgas. Paralelamente el Banco de la Nación Argentina activa la Gerencia de
Promoción para alentar las tareas agrícolas, ganaderas y comerciales a través de un Cuerpo de
Delegados Regionales, que actúen específicamente en cada zona del país.
En 1953 se constituye en Tucumán la Federación Argentina de Productores de Caña de
Azúcar con los auspicios de la Confederación General Económica y la presencia de la Unión
Cañeros Independientes de Tucumán, Unión Agrícola Cañera Las Toscas, Unión Cañera de
Villa Ocampo, Cooperativa Agrícola de Las Toscas, Unión Cañeros de Tacuarendí, Unión
Cañeros Independientes de San Pedro de Jujuy y el Centro Azucarero Regional. José Gelbard
(Presidente de la CGE) manifiesta que la reunión no tenía otro objeto que dar estructura
orgánica a la actividad gremial que ya vienen cumpliendo en la práctica los cañeros", a través
de sus organizaciones locales. La propuesta gira así sobre los pivotes tradicionales, mientras
invita a los empresarios a buscar por sí mismos las soluciones.

En la provincia de Santiago del Estero la organización gremial de los trabajadores fue tardía.
Hay que tener en cuenta que la economía santiagueña se organizó en torno al obraje forestal,
basado en la explotación de miles de hacheros, con el pago de salarios con vales, precios
elevados de las proveedurías, generando deudas constantes con ellas, jornadas de duración
interminables, etc. Esta situación de abuso con los trabajadores fue reiteradamente
denunciada, sin embargo, continuaba, incluso con la llegada del peronismo al poder.
Asimismo, es importante destacar que el movimiento obrero santiagueño no responde a las
características propias que del mismo se tiene a nivel nacional, mucho más combativo y
activo como sucede en las grandes ciudades del país.
En los años anteriores al peronismo hubo una incipiente organización obrera, como por
ejemplo, la Federación Obrera Santiagueña (FOS), que se fundó en 1939. Para 1943, la
integraban Empleados de Comercio, la Asociación de Trabajadores del Estado, los obreros de
la construcción y otros menores, como panaderos, choferes y gastronómicos. Sin embargo, no
habían presentado la solicitud de reconocimiento al Departamento Provincial del Trabajo,
para acreditarse. Esto significó que no formaban parte del Consejo del Trabajo, organismo
provincial creado para la resolución de conflictos entre obreros y empleadores. A partir de
esta federación, los interventores de 1943 encontrarán una vía de diálogo que los acercará al
peronismo.

En conclusión, el peronismo (como fuerza política) se formó originalmente con un material


humano formado en el contexto político de la década de los 30 y 40: el inicio de la ISI y la
crisis del consenso liberal. En cierto sentido, todos los elementos que se sumaron a la nueva
fuerza política fueron tradicionales: militares, sindicalistas, radicales, católicos, nacionalistas.
El laborismo, el radicalismo de la Junta Renovadora y los conservadores disidentes
(aglutinados en los Centros Independientes) contribuyeron al triunfo electoral de 1946. Sin
embargo, en las provincias del noroeste, sus diferencias se manifestaron a partir de los
choques por espacios decisorios en el Ejecutivo y/o el legislativo. De tal manera que la
formación del Partido Peronista tendió a centralizar las decisiones políticas en el ejecutivo
nacional, a lo que se agregó el instrumento de las intervenciones federales.

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