Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. ACTO MORAL
Es el acto que hace al hombre que lo ejecuta bueno o malo, digno de alabanza o de vituperio, en
cuanto hombre. En el primer caso es moralmente bueno, y en el segundo caso es moralmente malo.
Hay, pues, dos especies de actos morales.
Se discute si hay algún acto humano que no sea ni moralmente bueno, ni malo, sino moralmente
indiferente. La opinión más admitida es que, aunque en abstracto se pueda pensar en un acto moral
indiferente, pero en concreto, todo acto moral o es bueno, o es malo.
Si existen actos morales buenos y actos morales malos, ¿Podemos determinar la moralidad
genérica, es decir, lo que hay de común en esas dos especies de moralidad?
Difícil es la respuesta. Pero podemos decir, que lo que hay de común en los actos moralmente
buenos y malos es:
- La libertad.
- La voluntariedad que tiene por objeto, no el bien útil o deleitable, sino el honesto o inhonesto.
No se puede precisar más, o se hace de una manera negativa, o se hace de una manera positiva,
entonces hay que definir el género, enumerando las especies.
El primer elemento que forma la moralidad genérica, a saber, la libertad, es extrínseco al acto
moral, pues la libertad intrínsecamente está en la voluntad. El segundo elemento, a saber, la
voluntariedad del acto que tiende a un bien honesto o deshonesto, es intrínseco al acto, y consiste en
una relación trascendental del acto a su objeto, como sucede en toda acción intencional.
¿Qué es lo que hace que la acción humana sea, no solamente buena, sino moralmente buena, valiosa
moralmente, o por el contrario, que no lo sea, que sea moralmente mala?
Nuestra respuesta es: "Una acción humana será moralmente buena, es decir, valiosa como humana,
si se conforma con la finalidad intrínseca de la naturaleza humana, plenamente considerada. Y por
el contrario, una acción humana será moralmente mala, es decir, no valiosa como humana, si no se
conforma con la finalidad intrínseca de la naturaleza humana considerada como tal plenamente". En
una palabra, que la moralidad específica de las acciones humanas, consiste en su conformidad, o no
conformidad, con la naturaleza humana según la finalidad intrínseca o dinamismo propio y
específico de esta naturaleza considerada como naturaleza humana.
En efecto, para que una acción humana sea valiosa como tal, se la valore como humana, no basta
que sea libre, que brote de la naturaleza humana según el modo propio y específico del hombre, que
es el modo de libertad, sino que es necesario, además, que se acomode a la finalidad intrínseca de la
misma naturaleza. Como para apreciar si la actividad de un reloj, o de cualquier ser o artefacto
dinámico, es buena o mala, como tal, como actividad relojera, etc. Es necesario ver, no solamente si
esa actividad sale del reloj, sino también y sobre todo, si esa actividad se conforma con la finalidad
dinámica del reloj, que es señalar las horas. Si no las señala, o no las señala bien, esa actividad
como actividad relojera, será mala. Aunque pueda ser buena como v.g. melodía, pisa papeles, etc.
Como actividad relojera no es buena, si no se conforma precisamente con la finalidad intrínseca de
ese artefacto dinámico, que es el reloj.
4. LA NORMA DE LA MORALIDAD.
1. FUENTES DE LA MORALIDAD.
Hemos dicho que aquella acción humana es moralmente buena, que es conforme con la norma de la
moralidad, es decir, con la naturaleza humana, adecuadamente considerada, y es moralmente mala,
si no se conforma con la norma de la moralidad, es decir, no conviene a la naturaleza humana, como
tal naturaleza considerada en todas sus relaciones, especialmente según la finalidad intrínseca.
Ahora bien, esta conformidad, o disconformidad, con la naturaleza humana ¿¿De donde le viene a la
acción humana? Pues bien, aquello de donde proviene para la acción humana su conformidad, o no
conformidad, con la norma de la moralidad, y por consiguiente, su moralidad específica, es lo que
se llama "fuente de la moralidad", y no pueden ser más que tres, El objeto de la acción, las
circunstancias y el fin del agente.
En efecto, en toda acción humana se configura por su "objeto o término", a donde tiende que es lo la
especifica y le da su esencia, hace que sea tal acción, v.g. Culto a Dios, amar a los padres, robo, etc.
"Las circunstancias", en que se desarrolla la acción, entre las cuales cuenta principalmente "el fin
del agente", cuando no coincide con el fin intrínseca de la ación que es precisamente el objeto o
término de la misma. Por estos tres capítulos, que determinada esencial y accidentalmente a una
acción, puede venirle a esta su moralidad específica. Por consiguiente, las fuentes de la moralidad
son tres.
2. EL OBJETO.
Es el término a donde tiende la acción, valorado no en su entidad física, sino en su entidad moral, es
decir, según la valoración moral y humana que se hace de tal objeto. Así v.g. el término u objeto de
la acción de robar no es el apoderarse de un objeto físico, sino de un objeto ajeno, no cedido por su
dueño. Estas formalidades o valoraciones de "ajeno" y "no cedido" por su dueño, son valoraciones
morales, no meramente físicas o económicas, etc.
Esta valoración moral, que constituye el verdadero objeto o término de la acción moral, se funda no
sólo en la entidad física del objeto, sino en ciertas relaciones del mismo con la persona humana. De
ahí que la misma entidad física o valor físico de un objeto pueda constituir diversos objetos
morales, según estas diversas relaciones, y consiguientemente especificar diversas acciones
humanas. Así, por ejemplo, dar dinero, es una donación si se hace gratuitamente, es limosna si se
hace para socorrer a un necesitado, es restitución si se hace para recompensar una injuria, es
recompensa si se hace para premiar un mérito, etc.
3. LAS CIRCUNSTANCIAS.
Las circunstancias, son condiciones accidentales en las que se produce la acción humana y que
pueden modificarla accidentalmente influyendo en su moralidad. Se enumeran la siguientes: Quién,
qué, donde, con qué medios, por qué, como, cuando.
Pueden ser agravantes o atenuantes. Y también pueden cambiar la especie, añadiendo una nueva
relación de conformidad o disconformidad con la norma de la moralidad, v.g. el que guardar la
castidad por voto, tiene la bondad de la castidad y de la religión, el robo de un objeto sagrado, tiene
dos malicias.
El fin del agente, cuando no coincide con "el fin de la acción", o fin intrínseco, que es el objeto de
la acción, añade al acto, ya especificado por su objeto o fin intrínseco, una moralidad accidental
principal, Principal por ser motivo de la acción humana. Así, por ejemplo, robar para cometer
adulterio, además de la malicia del robo añade la del adulterio. Quien esto hace es más adúltero, que
ladrón. Por esto esta malicia que se añade es principal.
4.1 Su influjo:
a) El fin del agente hace buena o mala una acción de suyo indiferente, por ejemplo, dar un paseo,
estudiar para mejor servir a Dios.
b) El fin del agente puede hacer mejor o peor una obra ya buena o mala de por sí, por ejemplo, dar
una limosna por amor a Dios, cometer un crimen para robar.
c) El fin no puede hacer buena una acción de suyo mala. Porque el fin no justifica los medios, por
ejemplo, robar para dar limosna.
d) El fin malo corrompe el acto total o parcialmente, según sea o no el único motivo de la acción,
por ejemplo, ir a Misa por cumplir con el precepto y también por ver malamente a una mujer, rezar
únicamente para que le vean y alaben.
5. CONCURRENCIA DE LAS FUENTES DE LA MORALIDAD EN LA BONDAD O MALICIA
DE UNA ACCIÓN.
Para que una acción humana sea moralmente buena es necesario que lo sea por razón de las
circunstancias y del fin. Si alguno de estos tres factores o fuentes de la moralidad es moralmente
malo, la acción será moralmente mala, aunque los otros factores sean moralmente buenos. Lo cual
se resume en el siguiente principio moral: "Bonum ex integra causa, malum ex quoqumque
defectu". Lo bueno, por causa integra, lo malo por cualquier defecto.
Artículo 3º. Del primer principio moral.
1. EL PRIMER PRINCIPIO MORAL.
Así como en el orden estático del ser el primer principio lógico, es el principio de contradicción, y
en el orden dinámico, el primer principio es el principio de causalidad, así en el orden de la
actividad humana, en cuanto que humana, el primer principio lógico, o primer principio moral, se
puede enunciar así:
"Obra conforme a tu naturaleza racional, considerada en todas sus relaciones, especialmente según
su finalidad intrínseca, que es la gloria objetiva y formal de Dios". O así: "Obra conforme a tu
naturaleza racional, según fue proyectada y planeada por Dios".
En efecto, el primer principio lógico en cualquier ciencia debe explicar "a priori" todos los atributos
y efectos posibles del ser, objeto de esa ciencia, pero lo que puede explicar "a priori" todos los
atributos y efectos posibles de un ser, es su misma esencia. Luego, el primer principio en cualquier
ciencia, debe expresar la esencia misma de su objeto, es decir, debe ser la definición esencial del
mismo.
Ahora bien, cono el objeto de la Etica es la acción humana, en cuanto que humana, y esta es no solo
la que procede libremente del hombre, sino también la que se conforma con su naturaleza racional,
adecuadamente considerada, resulta que, el primer principio de la Etica, o primer principio moral,
debe expresar la acción humana que libremente se pone en conformidad con la naturaleza humana.
Que es lo que expresa el principio antes citado.
CAPITULO III