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depresión y más
La música tiene efectos poderosos sobre la mente. Los diferentes estilos de música
pueden tener un efecto importante en el estado de ánimo de una persona muy
rápidamente, y pueden ayudarle a experimentar y procesar una amplia variedad de
emociones, desde felicidad hasta entusiasmo, al igual que tristeza, tranquilidad y
contemplación.
Hacer música también puede ser tan beneficioso como escuchar música, y la
musicoterapia motiva a cada persona a crear la música que consideren útil para ella.
Este artículo explica qué es la terapia musical, cómo puede ayudar a mejorar la salud
mental, y sus efectos en diferentes afecciones de salud mental.
Los terapeutas musicales usan las respuestas y conexiones de una persona con la
música para estimular cambios positivos en el estado de ánimo y el bienestar mental
general. La terapia musical puede incluir escuchar música y crear música con
instrumentos de todo tipo. También puede involucrar cantar y moverse con la música.
Por ejemplo, el cerebelo procesa el ritmo, los lóbulos frontales decodifican las señales
emocionales creadas por la música, y una parte pequeña del lóbulo temporal derecho
ayuda a comprender el tono.
La musicoterapia puede usar estas reacciones físicas profundas que el cuerpo tiene
frente a la música para ayudar a las personas con problemas de salud mental.
La música ha sido parte de la vida humana por miles de años. Los expertos han
encontrado instrumentos de hace 40,000 años, lo que sugiere que el deseo de los
humanos de expresarse o comunicarse a través de la música está muy arraigado.
El uso de la música para terapia y curación data de la Antigua Grecia, pero el uso
terapéutico actual empezó en el siglo 20, después de que terminara la Segunda Guerra
Mundial. La referencia más antigua a la terapia musical viene de un artículo de 1789
titulado “Consideración física de la música”.
Increíblemente, las vacas dan más leche cuando se les ponen las sonatas de
Mozart y las plantas florecen más cuando hay música de fondo. La clave está
en encontrar el ritmo que nos pueda favorecer en cada situación específica.