Está en la página 1de 2

Valparaíso, dieciocho de enero de dos mil diez.

Visto y teniendo además presente:


1º) Que son hechos no discutidos que la denunciante compró un
teléfono celular a la demandada, el que sería pagado en siete cuotas;
que al poco tiempo el celular no funcionó, motivo por el cual la
compradora concurrió donde la denunciada, quien lo envió al servicio
técnico; que éste lo devolvió sin reparar; y que por tal motivo, la
denunciante dejó de pagar las cuotas pendientes.
2º) Que la denunciada no rindió prueba alguna tendiente a demostrar
que el desperfecto del teléfono móvil se debiera a un hecho imputable
a la denunciante y que, por consiguiente, se encontrara relevada de su
deber de responder por la calidad del producto vendido.
Efectivamente, no existe ninguna prueba en el proceso en tal sentido,
lo que, por lo demás, la denunciante ha negado.
3º) Que por consiguiente, sólo resta concluir que la denunciada
incurrió en infracción al artículo 20 letra c) de la Ley 19.496.
4º) Que la denunciante ha deducido además, demanda de
indemnización de los perjuicios derivados de la circunstancia de
haberse quedado por un tiempo sin teléfono móvil, por las molestias
que sufriera con motivo de todos los trámites que debió realizar y por
el hecho que, al no haber pagado las cuotas restantes, la demandada
comunicara tal circunstancia a Dicom.
5º) Que con el documento no objetado de fs. 28, cuyo contenido se
relaciona con la situación denunciada en esta causa, la demandante
demostró que efectivamente la demandada informó a Dicom su estado
de morosidad, situación del todo discutible.
6º) Que los hechos denunciados por la actora, evidentemente le deben
haber causado molest ias y perjuicios, por cuanto es un hecho público
que en la actualidad el teléfono celular ha pasado a ser un elemento
indispensable en el diario vivir. A lo anterior se agrega el tiempo
perdido en los trámites inherentes a este tipo de situaciones, siendo
además un hecho grave el que haya sido informada una supuesta
situación de morosidad de la demandante a Dicom, con el desprestigio
personal que ello trae consigo, todo lo cual constituye un evidente
daño moral que corresponde indemnizar.
7º) Que no hay constancia que la denunciada sea reincidente en este
tipo de infracción; la cuantía de lo disputado; y que en la audiencia la
actora limitó sus perjuicios a $200.000.-, cantidad prudencial que,
atendido lo expuesto en la motivación anterior, se estima de justicia y
de equidad para resarcirlos.
Por estas consideraciones, se confirma la sentencia apelada de
primero de septiembre de dos mil nueve, escrita desde fs. 34 a 36, con
declaración que la multa impuesta se reduce a cinco unidades
tributarias mensuales y que la indemnización por daño moral se regula
en doscientos mil pesos ($200.000.-).
Regístrese y devuélvanse.
Rol 813-2009.
Redactó la Ministro Sra. Dinorah Cameratti Ramos

También podría gustarte