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Vorlesung SS 2022: Gabriela Mistral weltliterarisch

Comentario del poema: el niño solo


617325 - Laura Bohórquez Díaz

Gabriela Mistral

Desolación: el niño solo

“Como escuchase un llanto, me paré en el repecho 1

y me acerqué a la puerta del rancho del camino. 2

Un niño de ojos dulces me miró desde el lecho. 3

¡Y una ternura inmensa me embriagó como un vino! 4

La madre se tardó, curvada en el barbecho; 5

el niño, al despertar, buscó el pezón de la rosa 6

y rompió en llanto... Yo lo estreché contra el pecho, 7

y una canción de cuna me subió, temblorosa… 8

Por la ventana abierta la luna nos miraba. 9

El niño ya dormía, y la canción bañaba, 10

como otro resplandor, mi pecho enriquecido... 11

Y cuando la mujer, trémula, abrió la puerta, 12

me vería en el rostro tanta ventura cierta 13

¡que me dejó el infante en los brazos dormido!” 14

1. Introducción

Tema y contenido del poema

El poema hace parte del primer tomo de la Obra reunida de Gabriela Mistral denominado
desolación, publicado en el año 1922. El texto abarca temáticamente aspectos referentes al niño, a
la maternidad y a la situación de la mujer campesina. El primer cuarteto indica la presencia de un
niño, el cual por medio del llanto llama la atención del yo poético. El segundo cuarteto hace alusión
a una madre, a quien se le ve trabajando en un “barbecho”1 y cuyo niño rompe en llanto al no ser
amamantado. Posteriormente en los tercetos se menciona la apacibilidad del niño luego de ser
calmado por la mujer que lo encontró y el posterior agradecimiento de la madre trabajadora hacia
la cuidadora que atendió al infante.

Motivo y estructura

Un indicio que aborda la temática del texto es la repetición de las palabras: “niño, llanto y canción”,
lo que señala la presencia indudable de la maternidad, característica de los poemas de Gabriela
Mistral.

1
https://dle.rae.es/barbecho: tierra o campo que se deja sin sembrar
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El poema está compuesto por versos de arte mayor, divididos en dos cuartetos y dos tercetos, es
decir, se trata de un soneto. Respecto a la métrica los versos del texto están compuestos por 14
sílabas o “versos Alejandrinos”2. En relación a la rima se observa la estructura de los cuartetos
ABAB con rimas cruzadas (Verso 1 y 3; 2 y 4) y de los tercetos AAC y BBC con rimas gemelas
(“Versos 9 y 10; 12 y 13). Los cuartetos del soneto corresponden aquí a los serventesios3, debido a
la rima entre el primer y el tercer verso, así como del segundo y el cuarto. Igualmente encontramos
en el esquema la presencia de palabras llanas o paroxítonas.4 (Por ejemplo en los versos 1-4:
repecho, camino, lecho, y vino.) El ritmo del presente soneto se caracteriza por tener el acento en
la penúltima sílaba, como se observa en el ejemplo anterior. Adicionalmente se encuentran sinéresis
5
, como en el verso 6 ((…) el-ni-ñoal), y rimas consonantes a lo largo del soneto, como las últimas
palabras en los versos 5 y 7 (“barbecho: pecho), La estructura silábica concuerda con las vocales de
cada una.

Contexto social e histórico

Gabriela Mistral nace en un ambiente alejado de la urbe, convirtiéndose en maestra de mujeres


campesinas, de indígenas y cuidadora de niños (Ortega Larrea, s.f, p. 380). De esta manera se podría
establecer una relación entre las raíces rurales de la poetisa con la mujer que cuida del infante,
puesto que el yo poético es consciente de la necesidad del niño de ser atendido y la consideración
de colaborar a la madre campesina trabajadora, resaltando nuevamente la temática de la maternidad.

Adicional a esto, la poetisa aboga por los derechos de los niños, de las mujeres y por la introducción
de reformas agrarias que favorezcan las condiciones de los campesinos. En sus escritos políticos
hace alusión a la ausencia de la “criatura rural”, que sacrifica su tiempo “haciendo lo que comen y
beben las otras” (Quezada, 1992. P 52). En este sentido se podría relacionar la figura de la mujer
rural como fuente de vida, como fuente primordial e importante en la vida del niño y la ausencia de
una figura paternal. Cabe mencionar que el abandono por parte del padre de la poetisa a sus tres
años de edad (Ortega Larrea, s.f, p. 380) se podría relacionar con la ausencia de la figura paternal
en el soneto, puesto el soneto da indicios de la responsabilidad maternal que recae sobre la madre
ausente a causa del trabajo.

Otro hecho histórico que debe ser mencionado es el interés por parte del ministro de educación
mexicano José Vasconcelos en 1922, de invitar a Gabriela Mistral bajo la idea de promover la
educación de muchos campesinos por medio de la introducción de Reformas Educacionales6. De
este modo se observa cómo los acontecimientos históricos y sociales de la época de la poetisa van
marcando su poesía. Es así como en la obra de desolación en la sección <<vida>> temas como la
maternidad, la tierra, la mujer campesina y la situación social de las poblaciones vulnerables van
floreciendo.

2. Figuras retóricas

La utilización de la personificación es un elemento que se puede encontrar a lo largo del poema. En


el verso 8 “ (…) y una canción de cuna me subió, temblorosa” la canción adquiere elementos

2
https://dle.rae.es/alejandrino?m=form : compuestos por catorce sílabas.
3
https://dle.rae.es/serventesio?m=form : Rima del primer con el tercer verso, y del segundo con el cuarto.
4
https://dle.rae.es/llano#QfkOshL : el acento recae en la penúltima sílaba.
5
https://dle.rae.es/sin%C3%A9resis?m=form contracción de diptongos en una sílaba.
6
https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/tierra-indio-mujer-pensamiento-social-de-gabriela-mistral--
0/html/ff1be9f4-82b1-11df-acc7-002185ce6064_40.html#I_4_ (10.05.2022)
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característicos humanos.. Otros ejemplos de ésta se encuentran en los versos 9 y 10 (“(…) la luna
nos miraba, (…) la canción bañaba”). Algunos símbolos interesantes se dan a conocer en los versos
2-4, la imagen del rancho o el lecho son característicos de los ambientes rurales. A su vez la palabra
lecho y el “niño de ojos dulces” podría hacer alusión a la imagen bíblica del pesebre o
representación del nacimiento de Jesús. Otro símbolo en el verso 12 “la mujer trémula” o en el verso
5 (“La madre se tardó, curvada en el barbecho”) podría simbolizar la madre trabajadora rural,
atmósfera de la que se habló anteriormente y en la que nació la poetisa. Las metáforas del verso 4
y 8 “y una ternura inmensa me embriagó como un vino; (…) y una canción de cuna me subió
temblorosa” podría referir al tema de la maternidad en donde se recalca fuertemente el instinto
materno de la autora y de protección de los infantes. Como algunas investigaciones sobre la
maternidad en las obras de Gabriela Mistral indican (Ortega Larrea, A. p 384), la “ternura inmensa”
o el “pecho enriquecido” del verso 11 podrían resaltar el carácter sanador, vitalizador, y
“terapéutico” de los infantes en la vida de una madre. Con la anáfora de los versos 7 y 8 (“y rompió
en llanto, (…) y una canción de cuna me subió”) se hace hincapié nuevamente en la temática del
niño y su papel importante para la mujer. A través de la comparación del verso 11 “como otro
resplandor, mi pecho enriquecido” se hace referencia nuevamente a la importancia del infante de
ser como un resplandor e invadir al yo lírico de sentimientos como ternura, compasión, armonía y
serenidad. La canción en la metáfora del verso 10 (“El niño ya dormía, y la canción bañaba,”
funciona como un elemento transportador de calma, como un baño maternal. Por último la imagen
del verso 7 “buscó el pezón de la rosa” podría aludir a la rosa como representación o símbolo de la
mujer y la capacidad de esta de dar vida.

Atmósfera

En el soneto se presenta una imagen del mundo rural (rancho), un ambiente en el que el yo poético
escucha el llanto de un bebé, el cual posa sobre un lecho a la espera de alimento. La madre del
infante, quien trabaja arduamente en el campo, no puede amantarlo, de manera que la mujer que lo
oye y este a su vez le transmite con la mirada sentimientos de ternura. La atmósfera de la noche
reflejada en el verso 9 (“(…) la luna nos miraba”) representa también un ambiente nocturno en el
que aun siendo tarde, la madre del niño sigue trabajando. La presentación de este aspecto de la
noche nos remonta a un paisaje de pasajes bíblicos, como el nacimiento de Jesús en el libro de
Lucas.7 El espacio se caracteriza por ser dinámico, en cuanto a que se expone la luna como
indicador de la noche, pero a su vez se hace alusión a la maternidad como transmisora de
luminosidad, lo cual contrasta el dinamismo del espacio rural presentado.

Respecto a las emociones transmitidas a lo largo del soneto se reconoce un sentimiento de


hermandad, de ternura, serenidad, necesidad, compasión y agradecimiento. Por un lado la
hermandad, en cuanto que la mujer que escucha el llanto del bebé y observando cómo la madre
trabaja, decide ayudarle a amamantar al pequeño. Por otro lado la ternura y la serenidad evocan
sensaciones de amor hacia el niño por medio de la canción de cuna y del papel del infante como
fuente de tranquilidad; más adelante palabras como “trémula, ventura” de los versos 12-14 se
asociarán a sentimientos como necesidad y compasión, puesto que la madre del pequeño estando
agitada al llegar, no puede alimentar al bebé. Por último al llegar la madre al rancho y tras observar
la escena conmovedora de hermandad y consideración, agradece a la “nana” por haber calmado al

7
https://www.biblegateway.com/passage/?search=Lucas%202&version=NVI (10.05.2022)
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pequeño mirándola con agradecimiento, dejándole el niño en sus brazos. Otro tipo de sentimiento
que se plantea intrínsecamente en el texto es el de clamar a ayudar.

Elementos culturales exóticos y estilísticos

Palabras como “rancho” y “barbecho” en los versos 2 y 5 respectivamente representan elementos


culturales que caracterizan el espacio rural. En un contexto histórico social se relaciona esto con la
idea del dominio de las tierras del campesino que marcan la época de Gabriela Mistral, en la que
“el indio se queda sin suelo, sin herramientas y sin educación agrícola” (Quezada, 1994, p. 269).
Estos elementos culturales también transmiten características populares, puesto que muestran un
arraigo por parte del yo poético a la ruralidad y los fenómenos sociales como los despojos,
expropiación de tierras, falta de derechos y representantes de poblaciones campesinas.

Respecto al yo poético hay elementos que son resaltados, como por ejemplo la consideración y el
deseo de ayudar a la madre que no puede alimentar a su hijo, es un sujeto poético que encuentra
serenidad en el hecho de cuidar del infante y que se ve invadido por sentimientos de ternura: verso
4 “y una ternura inmensa me embriagó como un vino”. De esta manera el yo lírico tiende a mostrar
consideración y relación de hermandad con la madre trabajadora.

En cuanto al estilo de escritura del soneto observamos la utilización de un lenguaje formal y culto,
con la selección de palabras que se adecúan dentro de una estructura rítmica y métrica (como los
versos alejandrinos y las rimas cruzadas), las cuales convergen y transmiten sentimientos en
contraste, desde ternura, hasta llamados implícitos en pro a los derechos de la mujer, del niño, y su
importancia dentro de la sociedad.

El mundo presentado en el soneto y la realidad de nuestro mundo o sociedad actual comparten


puntos entre sí. La imagen del niño que rompe en llanto, así como la madre “trémula” que regresa
para ver qué ha pasado con el infante en el rancho no están lejos de nuestra realidad actual. Por
medio de los elementos culturales característicos del campo en el poema y los fenómenos sociales
que trae consigo la desigualdad de oportunidades, se contrasta la periferia y se representa la realidad
actual de muchas comunidades indígenas que a falta de una figura paterna o a injustas condiciones
de trabajo se ven en la necesidad de sacrificar el tiempo y con ello el derecho de los niños a la
“educación maternal”.

3. Reflexión, valores y crítica social

Según el comentario del poema se podría interpretar este como una écfrasis8, en cuanto a que el
soneto describe una escena maternal y de hermandad y la narra a través de la utilización de figuras
retóricas y símbolos bíblicos. Algunos valores a reconocer en el texto son la hermandad,
colaboración, solidaridad, gratitud, compasión, comprensión. Como se mencionó antes, la mujer al
escuchar el llanto del niño acude a él, sin pensarlo, siente compasión y lo atiende; también
comprende y considera a la madre trabajadora, que agitada llega y con agradecimiento le deja el
infante en sus brazos.

Por medio del soneto se hace implícitamente un llamado a la equidad y el reconocimiento de la


mujer frente a las labores que conciernen a los niños, como “defensora de menores” , “maestra”
(Quezada, 1994, p. 257). Es así como el poema da a conocer la imagen de una mujer que no puede
alimentar su niño a causa de su trabajo en el mundo rural. La invitación reflectiva se centra en el

8
https://dle.rae.es/%C3%A9cfrasis?m=form „descripción detallada de un objeto“
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desenvolvimiento de la mujer en un trabajo altamente demandante, como lo es el de labrar la tierra


e implícitamente clama a la hermandad/fraternidad, atendiendo al infante en cuanto escucha su
llanto.

De acuerdo al contexto en el que surgen los poemas de Gabriela Mistral y la temática social que
abarca este soneto se deduce que hay un vacío en cuanto a la figura paternal, por esta razón y otras
razones la madre realiza trabajos en el campo sin tener tiempo para alimentar a su hijo. Como se
menciona en los escritos políticos, el infante debería tener derecho a la educación maternal, sin que
su madre a causa de la miseria tenga que trabajar sacrificando todo su tiempo sin poder compartir
con él; haciendo un llamado y clamando a que la mujer realice labores menos demandantes.
(Quezada, 1994. p. 279).

Finalmente cabe mencionar que el soneto aúna elementos rurales propios del origen de Gabriela
Mistral, así como fenómenos sociales tales como la realidad de la mujer campesina frente a labores
altamente demandantes y la falta de interés de los gobiernos por proteger y abogar por los derechos
de las comunidades de la periferia. Es interesante ver cómo los fenómenos presentados
intrínsicamente en el soneto hacen parte no sólo de la situación política, histórica, social y cultural
de aquella época, sino también de una realidad que está latente hasta el día de hoy.

Fuentes:

Mistral, G (1994): Gabriela Mistral: Escritos políticos, 1. Ed. Jaime Quezada, Santiago, Chile.
Tierra Firme.

Mistral, G (2019): Desolación: el niño solo. En: Obra reunida. Tomo I. Poesía. Santiago de Chile,
Ediciones Biblioteca Nacional

Ortega Larrea, A. (2006). La maternidad de Gabriela Mistral en: Desolación: En: Centro Virtual
Cervantes. Coloquio Escritores de América Latina en París Universidad Católica de Valencia.
pp. 141-148.
https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/aepe/pdf/coloquio_2006/coloquio_2006_19.p
df

Ortega Larrea, A. (s.f.): Metáforas del niño en desolacion de Gabriela Mistral. En: Centro Virtual
Cervantes. Universidad Católica de Valencia. San Vicente Mártir. pp. 379-389.

Real Academia Española (s.f). Diccionario de la lengua española (23ª. ed., [versión 23.5 en línea].

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