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coyuntura política
latinoamericana
Año II N°5 III Trimestre 2020
Directora:
Eva Carolina Alvarez
Comité Editorial:
Alejandro Araneda
Adrián Pereyra
Juan Carlos Peña
Al cuidado de:
Manuel Azuaje Reverón
ISSN: 2452-5790
Contacto: institutoestudioscritico@gmail.com
https://institutoestudioscriticos.blogspot.com/
año II n°5
III trimestre 2020
Vichaycocha- Pacaraos, Perú.
Olfer Leonardo, mural Hilanderas.
Contenido
Presentación
Por la memoria histórica
de la participación emancipadora. 5
Ensayos
Las asambleas populares en Chile 2019-2020:
bases de la revuelta popular
9
El leviatán enfermo: pandemia e imaginación
utópica más allá de los límites del Estado 28
Colombia y las veedurías ciudadanas, lo que
no ha podido ser 51
Literatura
Derecho al grito 73
Apuntes Críticos | 4 | Instituto Estudios Críticos
Presentación
A
rriba una nueva edición de nuestra revista y el
confinamiento global continúa, lo que parecía
cuestión de unas semanas se presenta ahora
como la excepción convertida en regla. Los pueblos no
desean retornar a la normalidad del estado de cosas
precuarentena, en todo caso muchos anhelan volver al
encendido impulso movilizador de los últimos meses de
2019, que amenazaba con conducirnos a nuevos escena-
rios donde lo infalible fuera reemplazado por un abani-
co de nuevas posibilidades. Sin embargo, aquí estamos,
a disposición de los Estados y sus medidas de seguridad
epidemiológica, el despliegue de su protección paternal
o la desnudez de su incapacidad para garantizar la vida,
reducidos al mínimo y arrinconados por el capital.
Nota introductoria
E
l propósito del presente artículo es motivar una
reflexión crítica y un debate en torno al fenóme-
no de las asambleas populares que toman fuerza
desde el estallido de la revuelta popular en Chile, en oc-
tubre de 2019, hasta ahora. Para eso, inicio planteando
que históricamente las asambleas populares no son una
novedad, provienen de una larga y fecunda experiencia
de los movimientos de masas chilenos, ligada al desa-
rrollo de organizaciones territoriales con características
comunes. A su vez, adelanto una definición tentativa de
asamblea popular, pasando a explicar cuál es su función
social y política en el marco de la revuelta popular, segui-
do de algunas reflexiones acerca de la compleja y cam-
biante relación entre composición de clase y dinámicas
de movilización dentro de ellas. Cierro con unas pocas
referencias en torno al lugar y el papel de las asambleas
populares ante la emergencia del COVID-19.
EL LEVIATAN ENFERMO:
PANDEMIA E IMAGINACIÓN
UTÓPICA MÁS ALLÁ DE LOS
LÍMITES DEL ESTADO*
Introducción
L
as líneas que siguen han sido escritas desde
los primeros días de la cuarentena mundial, a
finales de marzo, en un primer momento como un
esfuerzo para identificar las principales ideas puestas
sobre la mesa por parte de la izquierda mundial y en un
segundo paso como un aporte crítico frente a algunos
lugares comunes que han circulado en torno a estos
temas. Si algo queda patente hoy es la esterilidad del
pensamiento individual, estamos convencidos de que
solo de manera colectiva pueden surgir ideas que den
respuesta a las transformaciones que se avecinan.
La expansión de la pandemia y
el fetichismo de la globalización.
E
n medio de la pandemia, que ha impactado sobre-
manera al mundo de la globalización neoliberal
que habitamos, nos vimos en la necesidad de exa-
minar y reflexionar sobre una figura estratégica y po-
DERECHO AL GRITO
Camila Alamos Mubarak*
ADVERTENCIA:
Ya van a ver, cuando el mundo se escriba
como lo queremos leer.
A
na creció en un centro del Sename, porque su “fa-
milia” no era lo suficientemente apta para hacer-
se cargo de los cuidados de una niña. Ana huyó
del Sename, porque no aguantó un día más los abusos
de quien debía protegerla en la institución, creada con
esos supuestos fines. Esto pasó a sus trece años. Al salir
del lugar, sintió la libertad y el abandono. El mundo es-
taba a sus pies, pero qué insignificante se sintió al mis-
mo tiempo. Ella no le importaba a nadie, pensó decep-
cionada cuando no supo a dónde ir.
N
adie sabe con certeza cuál era la edad de Rosita,
pero yo la recuerdo como de 30, ofreciéndome
un vaso de jugo al llegar del colegio. En esas tar-
des de jugar a equilibrarnos en la cuneta, de camino a su
casa, el sol brillaba sin clemencia sobre el asfalto ardien-
te, pues casi era verano. El viento, cada tanto, se enreda-
ba en remolinos con la tierra de la cancha y nos hacía
picar los ojos. En mi casa no había nadie a esa hora, así
que yo me iba a pasar la tarde con mi amigo Felipe. Su
mamá –Rosita– nos recibía con una sonrisa y cuidaba de
mí como de un hijo más.
(O ANGUSTIOSA RUTINA)
E
speró a que los niños se durmieran y entonces sa-
lió al patio a fumar un cigarro. Mientras estaba en
eso, comenzó a pensar en todo lo que había hecho
durante el día. A las 6 en punto salió de la cama, se duchó
y luego despertó a los niños para desayunar. Mientras
sus hijos reaccionaban, fue a la cocina y abrió el refrige-
rador, que le ofrecía dos huevos para preparar. No había
aceite, así que los hizo al agua y los llevó a la mesa junto
con los dos panes que quedaban. “Uno y uno”, pensó. Ya
más tarde ella podría comer algo.