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APUNTES de Clase ARMONÍA de JAZZ
APUNTES de Clase ARMONÍA de JAZZ
apuntes de clase
© Jaime Serradilla. Estos apuntes contienen, también, algunos textos e imágenes sujetas a
copyright por otros autores y editoriales. Su uso se limita al ámbito didáctico de las asignaturas
Armonía de Jazz 1 y 2 que se imparten en el Conservatorio Superior de Música de Sevilla.
Armonía de Jazz, profesor: Jaime Serradilla
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 4
DISMINUIDOS DE PASO 25
La estructura de un acorde disminuido 25
Simetría de la cuatriada disminuida 25
Disminuidos de paso ascendentes 26
¿De dónde provienen los disminuidos de paso? 26
¿Cuáles son los disminuidos de paso posibles en una tonalidad mayor o menor
natural? 27
Relación escala-acorde en los disminuidos de paso ascendentes 28
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ACORDES II RELATIVOS 47
Acordes II-7 relativos 47
Conducción de voces en la progresión II-7 V7 Imaj7 48
II-7 relativo de un subV7 48
Función dual en los II relativos 49
Acordes II-7(b5) relativos 49
FUNCIONES TONALES 50
RITMO ARMÓNICO 50
INTERCAMBIO MODAL 51
SIMETRÍAS EN LA ARMONÍA 51
Simetría de los acordes disminuidos y las escalas disminuidas 52
Simetría de tonos enteros 52
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Armonía de Jazz, profesor: Jaime Serradilla
INTRODUCCIÓN
La armonía es, en efecto, también una teoría sobre cómo combinar los sonidos o las notas,
en función de su altura tonal, para lograr un resultado más o menos consonante en función de
un contexto musical y un contexto histórico-estético. Y no necesariamente ha de tratarse
de sonidos simultáneos, ni de tres o más sonidos combinados. Si esto fuera así no podríamos
hablar de armonía en la construcción de una pieza a dos voces, ni mucho menos de una
armonía implícita en la construcción de una línea melódica. El compositor o improvisador (si
es que no son lo mismo) que crea una melodía, puede hacerlo de una manera intuitiva o de
una manera más o menos lógica, pero ¿en relación a qué?, pues en relación a unos
movimientos de alturas sonoras que generarán una impresión más o menos consonante, más o
menos armónica en el oyente. Las notas de esa melodía establecerán entre sí una posible
relación armónica, independientemente de si hay simultaneidad de sonidos o éstos se suceden
unos detrás de otros en el tiempo.
La armonía trata también de la relación física-matemática que existe entre un sonido a una
altura determinada y otros a diferentes alturas, simultáneos o no. Corresponderá a la
neurociencia, la psicología de la percepción, y otras áreas, el tratar de explicar el porqué
ciertas relaciones entre las frecuencias de vibración de los sonidos nos resultan más o menos
agradables o desagradables a nuestros sentidos, más o menos relajadas o tensas, etc.
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Armonía de Jazz, profesor: Jaime Serradilla
La vibración de los cuerpos y el sonido forman parte de un todo y son, en definitiva, ese todo,
una forma de manifestarse la totalidad del universo. La armonía debe tratar de acercarse a
la música como un todo universal aunque los seres humanos extraigamos, de ese todo, unas
partes en función de unos gustos, una estética o una selección de sonidos más o menos
ordenados, en relación a unas escalas más o menos temperadas, preestablecidas como
elementos morfológicos. Sería erróneo, en mi opinión, entender la armonía como un
conjunto de reglas aisladas y válidas para crear los sonidos y la música. Es más bien lo
contrario: los sonidos y la música son el todo sobre el que queremos teorizar y, en ese intento,
iremos generando una serie de reglas interconectadas entre sí que son, a su vez, un reflejo
de ese todo.
Un error que he detectado con frecuencia en algunos de mis alumnos consiste en confundir
las reglas de la armonía con “lo que yo toco cuando improviso”. La armonía trata de
definir qué es lo más relacionado, qué es lo más dentro de un contexto determinado. Pero las
opciones posibles a la hora de poner en práctica la creación musical, escrita o improvisada,
son infinitas.
Por último, quisiera decir también que, en mi opinión, no existe una “armonía de la música
clásica”, o una “armonía moderna”, ni una “armonía de jazz”. La armonía que vamos a
1
“In” y “Out” son términos ingleses que se usan con frecuencia en el argot del jazz para referirse a lo que está
fuera o dentro de las reglas de la armonía.
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estudiar aquí es una, y es válida para toda la música occidental. Otra cosa son las diferentes
estéticas en las diferentes épocas, o la forma en que llamamos a las cosas los que nos
dedicamos a unas músicas u otras.
Jaime Serradilla
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Son cada una de las notas, numeradas del 1 al 7, que forman una tonalidad o un modo de una
tonalidad.
- 1 = tónica
- 2 = 2ª mayor (b2 = 2ª menor, #2 = 2ª aumentada)
- 3 = 3ª mayor (b3 = 3ª menor)
- 4 = 4ª justa (#4 = 4ª aumentada, b4 = 4ª disminuida)
- 5 = 5ª justa (b5 = 5ª disminuida, #5 = 5ª aumentada)
- 6 = 6ª mayor (b6 = 6ª menor)
- 7 = 7ª mayor (b7 = 7ª menor, bb7 = 7ª disminuida)
Son los acordes que se forman sobre cada una de las siete notas de una tonalidad. Se cifran
con números romanos:
2
El tercer grado en menor está a distancia de tercera menor del primero, por eso lo ciframos como bIII. Lo
mismo sucede con el bVI (a distancia de sexta menor) y bVII (a distancia de séptima menor)
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1. 3 Modos relativos
Son los modos que se forman sobre cada una de las notas de una tonalidad y, por tanto,
comparten la misma armadura (ver cap. 3.1).
Son los diferentes modos que podemos construir a partir de una misma tónica y, por tanto,
cada modo paralelo proviene de una tonalidad diferente con diferente armadura (ver cap. 3.2).
Recogemos aquí un muestrario de nomenclaturas y símbolos que son los de uso más común
en el cifrado de los acordes y sus tensiones. Haremos referencia, por el momento, sólo a las
situaciones, acordes, etc, que se producen en el contexto de la tonalidad mayor (y el relativo
menor natural). Existen más acordes y opciones que abordaremos en otros capítulos.
Un buen cifrado armónico es aquel que recoge sólo la información necesaria, y con el
mínimo de indicaciones gráficas posibles, para facilitar así su comprensión clara y agilizar
la lectura (sobre todo en situaciones de lectura a primera vista).
Como intérprete, ten siempre en cuenta que el cifrado de acordes no es notación. ¿Qué
quiere decir esto?: que, aunque un cifrado haga referencia a ciertas notas y en un orden, el
intérprete no está obligado, en ningún caso, a tocar todas esas notas ni en ese orden. Por
el contrario podrá elegir (y disponer como guste) aquellas notas que quiera usar para crear su
acompañamiento pudiendo, incluso, no tocar nada durante uno a varios acordes (tómese
como ejemplo cualquier grabación de músicos, como Thelonious Monk, que gustaban de
hacer largos silencios sobre partes enteras en sus acompañamientos). El cifrado armónico
tampoco ha de conducirnos forzosamente a una interpretación polifónica en nuestros
acompañamientos. Piensa que el cifrado armónico sirve también para encauzar los solos
melódicos y, de la misma manera, es la información que necesitamos también si queremos
acompañar con una línea melódica a modo de contracanto, por ejemplo.
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Las notas del acorde y las tensiones se cifran por el intervalo que forman con la fundamental,
usando para ello números arábigos:
- 1 = fundamental
- 3 = 3ª mayor, b3 = 3ª menor
- 5 = 5ª justa, b5 = 5ª disminuida3
- 7 = 7ª mayor, b7 = 7ª menor
- 9 = 9ª mayor, b9 = 9ª menor, #9 = 9ª aumentada
- 11 = 11ª justa, #11 = 11ª aumentada4
- 13 = 13ª mayor, b13 = 13ª menor.
Las notas que forman una triada o cuatriada, se cifran con números desde el 1 hasta el 7
para indicar que son las notas de la estructura básica del acorde.
Las tensiones se cifran con números mayores que 8 (octava) para indicar que forman parte
de la estructura superior del acorde. Como podemos ver en el cuadro anterior, las segundas,
cuartas y sextas, cuando son tensiones, no se nombran como 2, 4 y 6 sino como 9, 11 y 13
respectivamente, independientemente de la distancia en octavas que estas notas tengan con la
fundamental.
Situaciones similares se dan en otros tipos de acordes:
- Un acorde de sexta5 (por ejemplo C6) es un acorde donde la sexta (La) forma
parte de la estructura básica del acorde, sustituyendo a la séptima (Si), por eso
se cifra como 6 y no como 13. Por otro lado, un acorde como Cmaj7(13)
sería un acorde que tiene la séptima mayor (Si) dentro de la estructura básica y
la sexta nota del modo (La) como tensión, por eso la ciframos como 13.
3
La 5ª aumentada no aparece en el contexto de la tonalidad mayor y menor natural.
4
La 11ª disminuida no aparece en los grados de la tonalidad mayor y menor natural.
5
Ver cap. 2.3.4
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- Los acordes de tipo sus4 o sus2, son igualmente acordes que contienen la
cuarta o la segunda nota del modo dentro de la estructura básica, por eso no
los ciframos como sus11 o sus9. El acorde sus4 tiene una cuarta retardada, sin
resolver en la tercera, y sin tercera por tanto (la abreviatura sus viene del
inglés: suspended, retardada en español). El sus2 tiene una segunda retardada
(sin tercera también). En ambos casos, la tercera no forma, pues, parte de la
estructura básica del acorde aunque sí que puede aparecer como tensión, en
cuyo caso no la cifraríamos como 3 sino como 10 (décima), como corresponde
a una tensión.
Los acordes se cifran comenzando por su triada, a continuación su séptima (o sexta) para
terminar cifrando sus tensiones disponibles.
Las triadas se cifran con la letra que corresponde a la nota fundamental en mayúsculas:
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Más adelante explicaremos cómo se cifran las cuatriadas disminuidas y semidisminuidas.
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cuarta retardada (por ejemplo Csus4). A veces nos encontraremos sólo la indicación
“sus” sin especificar 2 ó 4. En tal caso se refiere a un acorde sus4.
Las cuatriadas se cifran a partir del cifrado de la triada añadiendo la indicación de séptima (o
sexta) correspondiente.
Lo indicaremos mediante el número 7. Obsérvese que hay aquí una aparente contradicción
dado que el 7 en cifrado interválico, o de grados de la escala, equivale a una séptima mayor.
Pero, armónicamente hablando, y en la tradición musical, se usa la terminología “acorde de
séptima” para referirse a los acordes con séptima menor o séptima de dominante. La séptima
que aparece primero, y en mayor número de veces, en la serie armónica, es también la
séptima menor. Por estas razones, cuando nos referimos a cifrado armónico y no interválico,
el 7 implica séptima menor, debiéndose usar alguna otra indicación para referirnos a una
séptima mayor.
Usaremos la abreviatura “maj” en minúsculas (del inglés: major) delante del 7 (téngase en
cuenta que en inglés el adjetivo va delante del sustantivo: major seven, y no seven major):
Cmaj7. Muy usual, y muy acorde con lo que hemos dicho al principio sobre cómo debe ser
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un buen cifrado, es usar un símbolo de un triángulo para referirnos a una séptima mayor: C▵
(también C▵7). Menos usual es la abreviatura “MA” en mayúsculas (CMA7).
La séptima disminuida aparece en las cuatriadas o acordes disminuidos. Este tipo de acordes
no se forman en ninguno de los grados de las tonalidades mayores o menor natural pero sí
aparecen en relación a los dominantes secundarios de estas tonalidades y lo que se conoce
como disminuidos de paso. Es por esto que explicamos aquí su estructura. Los acordes
disminuidos se forman a partir de una triada disminuida a la que añadimos una séptima
disminuida (la séptima disminuida es una nota enarmónica con la sexta mayor pero los
acordes disminuidos ya tienen su sexta menor correspondiente por lo que sería erróneo llamar
sexta a esta nota del acorde). El cifrado más recomendable (y más común) para una
cuatriada disminuida se obtiene añadiendo “o7” a la letra de la fundamental. Por ejemplo:
Co7 donde el símbolo “o” indica que se trata de un acorde disminuido, es decir, con b3, b5 y
bb7. Como alternativa menos frecuente, podemos usar el cifrado: Cdim7
Dentro del contexto tonal que estamos estudiando8, la sexta, será siempre mayor y se cifrará
con un 6:
En estos acordes, la sexta sustituye a una séptima mayor en la estructura básica de un acorde
que, por lo general, cumple función de tónica. Existen varias razones que pueden explicar la
7
Otras calidades diferentes de acordes pueden tener también séptima mayor pero, en relación a lo dicho
anteriormente, nos estaríamos saliendo del contexto tonal derivado de la tonalidad mayor y menor natural.
8
El contexto de la tonalidad mayor y menor natural.
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conveniencia, o la preferencia, por cifrar un acorde como sexta en lugar de como séptima
mayor. Citamos las dos más frecuentes:
On The Sunny Side of the Street (New Real Book 2, pág. 277)
Aún más estables que un acorde C6, o un acorde Cm6, serían una triada mayor, o una
menor, respectivamente. Esto se puede comprobar con un sencillo experimento:
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- Toca una progresión II-7 / V7 / Imaj7 / I6. Sentirás una primera resolución
sobre el Imaj7 y una segunda resolución, más estable, sobre el I6. Prueba
también con una progresión IIø7 / V7 / Im7 / Im6 y tendrás las mismas
sensaciones.
- Repite el experimento finalizando en acorde mayor sexta y luego en triada
mayor: II-7 / V7 / I6 / I. También con acorde menor sexta y triada menor: IIø7
/ V7 / Im6 / Im. Comprobarás que la triada es, a su vez, más resolutiva y
estable que el acorde de sexta.
Por esta razón, muchos autores acostumbran a cifrar con una triada aquellos
acordes que quieren remarcar como tónicas. No porque quieran obligarnos a tocar
una triada sin más, sino haciendo uso de la principal función que cumple un buen
cifrado armónico: definir contextos y funciones tonales.
- Otra razón para usar una triada en lugar de una cuatriada responde a la intención
del autor de dejar abierto el modo o sugerir una polimodalidad. Esto es frecuente
en tonalidades menores. Pongamos un ejemplo: en la progresión Eø7 / A7 / Dm, el
uso de la triada Dm no pretende que el intérprete toque sólo las notas Re, Fa y La. Por
el contrario, sugiere una polimodalidad al no definir el tipo de sexta (mayor o menor)
ni de séptima (mayor o menor), lo que abre la puerta a un juego libre con el modo
dórico y las tonalidades menor natural, armónica y melódica (las notas que
diferencian a estos modos entre sí son, precisamente, la sexta (mayor o menor), y la
séptima (mayor o menor).
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Las tensiones de los acordes se cifran a continuación del cifrado de la cuatriada y entre
paréntesis. Una vez añadidas las tensiones disponibles, obtendremos el cifrado completo de
un acorde en su contexto tonal. Por tensiones disponibles entendemos todas las 9as, 11as y
13as que se forman en los acordes a excepción de las que formen un intervalo de 9ª menor
(b9) con alguna nota de la cuatriada9. Tomemos como ejemplo el primer grado y modo de la
tonalidad de Sib mayor:
A la derecha, vemos las notas de la cuatriada (Sib, Re, Fa, La) y, más a la derecha, las
tensiones (Do, Mib, Sol). Como se puede apreciar, la tensión 11 (Mib) está a b9 (novena
menor) de la 3 (Re). Está a medio tono en la escala y a b9 en el acorde. Será una tensión no
disponible y no se cifrará en el acorde final. El acorde se cifrará pues como Bb▵(9,13), o
Bbmaj7(9,13). De esta manera, se sobreentiende que el cifrado de todos los acordes de una
tonalidad hace referencia a las siete notas del modo del que ese acorde deriva, pudiendo una o
más de esas siete notas considerarse disonante o tensión no disponible. El hecho de que
una nota sea una tensión no disponible no implica que no se pueda tocar en ningún caso.
Lo que sí debemos tener presente es que se trata de una nota que genera una disonancia o
tensión excesiva y que, a no ser que queramos generar un efecto voluntario de disonancia,
deberá resolverse sobre otra nota no disonante.
Por último, hemos de aclarar que, al escribir una partitura, los acordes se suelen cifrar sin
sus tensiones disponibles. En el caso anterior cifraríamos Bb▵, pero sobreentendemos que el
acorde completo es Bb▵(9,13) (con la 11 como tensión no disponible). Recordemos que un
buen cifrado armónico incluye la mínima información necesaria. Las tensiones
disponibles se dan por hecho, y corresponde al intérprete la responsabilidad de saber
detectarlas y usarlas con la agilidad suficiente.
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Esta regla tiene excepciones que veremos más adelante.
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Indicamos, a continuación, algunas situaciones en las que sí será obligatorio indicar las
tensiones en el cifrado:
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3.1. Construcción de los modos relativos de Si bemol mayor / Sol menor natural y sus
acordes
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Para coger agilidad en el “pensamiento tonal” y movernos con soltura por las tonalidades,
sus modos y sus acordes, sugerimos a continuación una serie de ejercicios:
1) Tomando como modelo los modos relativos de Sib mayor / Sol menor natural,
construye ahora los modos relativos en todas las demás tonalidades (15 en total: 12
más 3 enarmónicas).
2) Tomando como modelo los modos paralelos de Sib, construye ahora los modos
paralelos comenzando por las demás tónicas posibles. Utiliza las tónicas enarmónicas
cuando sea necesario para no provocar una armadura impracticable.
3) Practica con tu instrumento cada día, durante 10 ó 15 minutos, usando el material de
los modos paralelos que has construido, sobre un acompañamiento en el acorde que
corresponda al modo, de la siguiente manera:
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Ordenamos ahora los grados desde la tonalidad menor natural, es decir, tomamos como
nuevo I el anterior VI:
Como puede apreciarse, la tonalidad menor natural tiene un quinto grado de tipo menor
séptima (V-7). Este acorde es, por supuesto, válido y puede usarse en su función de acorde
dominante. Esto nos daría la siguiente cadencia dominante-tónica:
Pero puede que deseemos tener para la tonalidad menor natural un acorde dominante de
tipo dominante, es decir, con tercera mayor y séptima menor (tritono), que lo dotará de la
tensión y la fuerza que esperamos en un dominante para su resolución en el acorde tónica:
Esta variante implica alterar una nota del quinto grado de la tonalidad menor natural, en
concreto, la tercera del acorde, que pasaría a ser una tercera mayor en lugar de menor (en el
ejemplo anterior E-7 tiene una tercera menor (sol natural) y E7 tiene una tercera mayor
(sol#). Alterar esta nota genera dos cosas:
- Que la tonalidad menor tenga un quinto grado de tipo dominante (como ya hemos
explicado)
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- Que se origine una escala menor con el séptimo grado alterado medio tono arriba
dando origen a la tonalidad menor armónica. Siguiendo el ejemplo anterior, en la
tonalidad de La menor, la nota alterada del acorde dominante E7 (sol#) provocaría la
siguiente escala: la, si, do, re, mi, fa, sol#, la.
En el capítulo anterior hemos visto que, mediante un sencillo recurso, podemos “fabricar” un
acorde de tipo dominante (V7) para el sexto grado de una tonalidad mayor, es decir, para el
relativo menor natural. Por analogía, podríamos “fabricar” también un acorde dominante para
ir a los demás grados de la tonalidad. Ya tenemos un dominante para ir al I de la tonalidad
mayor y otro para ir al I de la tonalidad menor (o VI de la tonalidad mayor). ¿Por qué no
tener otros dominantes que puedan conducir nuestras progresiones armónicas hacia el resto
de los grados de la tonalidad?: un V7 que vaya al II, un V7 que vaya al III, un V7 que vaya al
IV, un V7 que vaya al V, y un V7 que vaya ¿al VII?10. De esta manera, tendríamos un
dominante primario para la tonalidad mayor y seis dominantes, llamados secundarios, para
cada uno de los demás grados de las tonalidades mayores
10
A continuación abordaremos este tema.
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mayor, el V7/VII (C#7) tiene como fundamental un Do#, no diatónico en Sol mayor. A fin de
cuentas, el que los dominantes secundarios estén construidos sobre fundamentales diatónicas,
es más una conclusión que una condición (la condición de origen consiste en tomar un acorde
diatónico que altero para obtener un acorde de tipo dominante que resuelva sobre los otros
grados de la tonalidad). ¿Qué me impide, pues, que la nota que altero sea la fundamental?.
Parece seguir pesando, en nuestros días, un halo de misterio sobre ese “diabolus in música”11
que nos quiere dejar sin V7/VII.
Otra razón “negacionista” del V7/VII hace mención a que, en la mayoría de las
composiciones, ese dominante aparece como subV7/IV (en Sol mayor: C#7 → C△). ¿Cómo
analizaríamos entonces la siguiente progresión?:
¿Vamos a negar que ese F#7(b9,b13) funciona como V7/VII por el hecho de que su
fundamental no es diatónica? Todos los dominantes secundarios tienen notas no diatónicas.
¿Vamos en este contexto a considerar a este acorde como un subV7/IV porque es lo más
habitual? ¿Lo poco habitual no tiene cabida en el análisis armónico?.
En otros casos, se alude a que el acorde del séptimo grado de una tonalidad mayor es de tipo
semidisminuido, demasiado inestable para trazar una progresión, a través de un dominante
secundario, cuyo objetivo sea este séptimo grado. Por la misma razón, pues, deberíamos
negar el V7/V. Lo cierto es que la cadencia V7/VII → VIIø7 es posible, independientemente
de si la progresión continúa después hacia otros acordes, como pasa en otras muchas
situaciones. No vemos, a nuestro entender, ningún inconveniente en considerar la existencia
de un dominante secundario para el VII de una tonalidad mayor. Pero, si alguien se siente
incómodo con esta decisión, es libre, por supuesto, de no considerarlo, o de llamarle de otra
manera.
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Expresión con la que se denominaba en la antigüedad al intervalo de tritono entre el cuarto y séptimo grado de
una escala mayor.
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ver a continuación, los dominantes secundarios son una especie de “primos cercanos” de la
tonalidad, es decir, unos acordes que contienen una “genética” casi idéntica pero con algunos
“genes” (notas) diferentes (no diatónicas).
Para continuar con los ejemplos anteriores, vamos a tomar como ejemplo la tonalidad de Sol
mayor:
El II en Sol mayor será A-7 y su dominante secundario E7. Este dominante contiene cuatro
notas en su cuatriada (Mi, Sol#, Si y Re). Nos faltaría conocer sus tensiones; como hemos
dicho, las tensiones de un dominante secundario se toman de la tonalidad, en este caso,
Sol mayor. Luego:
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Armonía de Jazz, profesor: Jaime Serradilla
Así pues, el V7/II en Sol mayor será un E7(9,b13). Tendrá como tensiones disponible la 9 y
la b13 (se aplica la excepción antes mencionada) y, como tensión “a evitar” la 11. Veamos
ahora un cuadro completo de los dominantes secundarios y sus escalas resultantes:
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Ejercicios
DISMINUIDOS DE PASO
Los acordes disminuidos contienen la fundamental (F), una 3ª menor (b3), una 5ª disminuida
(b5) y una 7ª disminuida (bb7)12:
Otra característica importante de estos acordes consiste en que su estructura contiene dos
tritonos: en el ejemplo anterior, Do7 contiene el tritono formado por Re y Lab, y el formado
por Fa y Dob (Si).
12
Recordemos que en cifrado interválico, b7 es 7ªmenor, bb7 será 7ª disminuida. En cifrado de acordes, maj7 o
un triángulo indican 7ª major, 7 indica 7ª menor y o7 es la indicación de cuatriada disminuida (con 5ª y 7ª
disminuidas)
13
En el capítulo dedicado a las simetrías en la armonía, ampliaremos la información sobre esta cuestión.
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Do7 = (Re, Fa, Lab, Dob) Fo7 = (Fa, Lab, Dob, Re)14
G#o7= (Sol#, Si, Re Fa)15 Bo716 = (Si, Re, Fa, Lab)
El calificativo “de paso” viene dado a estos acordes porque, en su origen, son acordes que
funcionan como pasos intermedios entre cada uno de los acordes que forman los grados de
una tonalidad. El movimiento entre fundamentales que provocan estos acordes,
intercalados entre los grados de la tonalidad, es cromático ascendente hacia el siguiente
grado.
El dominante secundario F#7, como ya sabemos17, tendrá tensión b9. Su estructura hasta la
b9 estará formada por las notas Fa#, La#, Do#, Mi y Sol. Si eliminamos la fundamental, nos
queda la siguiente estructura: La#, Do#, Mi, Sol, que formarían la cuatriada disminuida
A#o7. Yendo un poco más lejos, podríamos considerar a A#o7 como un F#7(b9) en
primera inversión, y así lo encontraremos cifrado en muchas situaciones:
A#o7 = F#7(b9)/A#
14
Enarmónicamente, Re es Mi doble bemol
15
Enarmónicamente, G#7 es Abo7 y Si es Do bemol
16
Enarmónicamente, Bo7 es Cbo7
17
Ver capítulo sobre dominantes secundarios
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Armonía de Jazz, profesor: Jaime Serradilla
A la veracidad de esta equivalencia contribuye el hecho de que la tensión b13 de A#o7 (Fa
sostenido) es nota disponible, como vamos a ver más adelante, luego A#o7 contiene la nota
Fa sostenido también y es, a todos los efectos, una inversión del acorde F#7(b9).
La diferencia entre estas dos progresiones:
¿Cuáles son los disminuidos de paso posibles en una tonalidad mayor o menor natural?
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tenemos que forzarlo a tener b9 en lugar de 9. Una vez dado este paso, podemos crear la
siguiente progresión:
Gmaj7 G#o7 \ A-7 A#o7 \ B-7 . . . . . . . .
donde G#7 equivale a un acorde E7(b9) en primera inversión: E7(b9)/G#.
Dado que el disminuido de paso G#o7 y E7(b9,#9,b13), siguiendo el ejemplo de más arriba,
son básicamente el mismo acorde y comparten la escala, podría considerarse que las notas
que son disponibles para uno, lo son para el otro. En la medida en que oigamos a G#o7 como
una inversión de E7(b9,#9,b13), esto será así y las posibles diferencias, seguramente, nos
pasarán desapercibida en muchas ocasiones.
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Enarmónicamente, Sol es Fa doble sostenido
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La tensión Do, que es disponible (b13) en E7, sin embargo, produce dos situaciones
especiales:
- Para el acorde G#o7, sería una b11 y se encuentra a b9 de su tercera menor (Si)
- Esta nota es enármoniamente un Si# que sería una 3ª mayor de G# y provocaría un
efecto de 3ª mayor sobre un acorde con 3ª menor.
Por estas razones, se considera que la tensión b11 en acordes disminuidos, es nota a evitar,
a pesar de que, en el dominante del que proviene (E7), sería disponible.
Los disminuidos de paso, al igual que los dominantes secundarios de los que proceden, son
acordes relacionados con el contexto tonal en el que aparecen. Por esta razón se cifran en
números romanos indicando la distancia interválica al acorde tónica. Veamos ahora
todos los disminuidos de paso ascendentes de la tonalidad de Si bemol mayor y su correcto
cifrado:
Imaj7 #Io7 II-7 #IIo7 III-7 IIIo7 IVmaj7 #IVo7 V7 #Vo7 VI-7 #VIo7 VII-7(b5)
Bbmaj7 Bo7 C-7 C#o7 D-7 Do7 Ebmaj7 Eo7 F7 F#o7 G-7 G#o7 A-7(b5)
Obsérvese la particularidad del IIIo7 (Do7) que, si bien resuelve cromático ascendente,
como todos los demás, está construido sobre la misma fundamental del acorde III-7
(D-7). Esto no ha de extrañarnos, entre el grado III y el IV de una tonalidad mayor, no cabe
un cromatismo intermedio. Por otro lado, este disminuido sí que cumple con su función y su
procedencia: el dominante secundario del IV (Bb7) desde su tercera (sin fundamental, o en
primera inversión): Do7 ó Bb7(b9)/D. A pesar de ello, algunos autores no consideran este
acorde como disminuido de paso. Para E. Herrera, sólo hay 5 posibles disminuidos de paso,
construidos sobre las notas cromáticas de la tonalidad:
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Armonía de Jazz, profesor: Jaime Serradilla
(E.Herrera vol.II)
También pueda extrañar que hayamos incluido el acorde #VIo7, pues este disminuido
provendría del V7/VII que, para muchos autores no se considera un dominante secundario.19
No debemos confundir este Ebo7 con un Eb7 (subV7/II), ya que Ebo7 contiene dos
tritonos pero, ninguno de ellos, es el tritono del dominante Eb7. No hay por tanto una
resolución de dominante sobre su grado objetivo. ¿Qué sucede pues en esta situación?:
Algunos autores, como Joe Mulholland y Tom Hojnacki, autores de The Berklee Book of
Jazz Harmony, consideran a estos acordes como disminuidos de aproximación cromática
descendente hacia el acorde siguiente. Es una forma de decir que, estos disminuidos sí que
resuelven sobre el acorde siguiente a pesar de no ser su dominante. Esta forma de entenderlos
y de llamarlos tiene su sentido: El acorde Ebo7 contiene dos voces comunes con D-7 (La y
19
Ver capítulo sobre dominantes secundarios, en el que se trata este asunto.
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Do) y otras dos voces (Mib y Solb) que funcionarían como aproximaciones cromáticas
descendentes a las otras dos voces de D-7 (Re y Fa).
Por otro lado, podríamos considerar que, en la armonía, también funciona aquello de “el
orden de los factores no altera el producto”. Vamos a explicarnos:
Ante la siguiente progresión: D-7 G7 Cmaj7 . . . . . todos estaríamos de acuerdo es que eso
es II, V y I. Si los cambiamos de orden: Cmaj7 G7 D-7 . . . . . también seguiríamos viendo
los mismos grados: I, V y II. Es decir, ante unos acordes que están relacionados entre sí
por un mismo contexto tonal, el orden en que éstos aparezcan, no nos lleva a
conclusiones diferentes. Veamos ahora qué ocurre con esta otra progresión:
Los acordes D#o7 y Ebo7 son, en realidad, el mismo acorde escrito con enarmonías
diferentes. Y aparecen dentro de una progresión en la que el contexto tonal no cambia. El
hecho de que aparezcan en diferente orden la primera y la segunda vez ¿ha de llevarnos a
conclusiones diferentes a la fuerza?. Téngase en cuenta, además, que la escritura armónica
no responde a las mismas reglas que la escritura melódica: si bien, en una melodía,
escribiríamos Re, Re#, Mi en sentido ascendente, y Mi, Mib, Re en sentido descendente, para
facilitar la lectura, la escritura del cifrado armónico ha de responder, en primer lugar, al
origen de esos acordes, para que se comprendan mejor, aunque esto contradiga el
movimiento ascendente o descendente entre sus fundamentales.
Veamos ahora la misma progresión, sustituyendo los disminuidos de paso por los dominantes
secundarios de los que proceden:
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Obsérvese que, en el último ejemplo hemos eliminado las enarmonías entre D#o7 y Ebo7, por
considerar que ambos acordes son el mismo (el #IIo7) y que, su cifrado, no responde al
sentido ascendente o descendente (como ocurre con una melodía), sino al origen de esos
acordes desde la perspectiva de la armonía musical.
Volviendo a la interpretación que encontramos en The Berklee Book of Jazz Harmony, sus
autores consideran que el #IIo7 y el bIIIo7 no son el mismo acorde, o no tienen la misma
función, pero también concluyen que son enarmónicamente idénticos y que, por tanto, a
ambos les corresponde la misma escala. Sin embargo, plantean una segunda opción para
estos acordes que vamos a ver en la propia ilustración extraída del libro:
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En la imagen y sus explicaciones se nos invita a hacer un ligero cambio en la escala para
Ebo7 respecto a D#o7 como segunda opción:
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Escala de disminuido de paso con todas las notas disponibles: simétrica de disminuido
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para el disminuido y lograríamos una escala con todas las notas disponibles. Esta escala
es la conocida como simétrica de disminuido, responde al esquema de tono - medio tono
desde la fundamental, con la particularidad de ser simétrica: empecemos por la nota del
acorde que empecemos, obtendremos siempre la misma escala. Por esta razón, sólo es
posible construir tres escalas simétricas de disminuido diferentes:
- Escala de Do7: Re, Mi, Fa, Sol, Lab, Sib, Dob, Reb
- Escala de Bb7(b9,13): Sib, Dob, Reb, Re, Mi, Fa, Sol, Lab
Las escalas simétricas de disminuído, y de dominante, tienen ocho notas. Si sólo hay siete
nombres de nota, a la fuerza, uno se repetirá:
- Escala de Do7: Re, Mi, Fa, Sol, Lab, Sib, Dob, Reb
- Escala de Bb7(b9,13): Sib, Dob, Reb, Re, Mi, Fa, Sol, Lab
Dado que algún nombre de nota se va a repetir inevitablemente, las enarmonías están
permitidas en esta escala siempre que favorezcan la lectura.
Las escalas simétricas disminuidas forman parte de lo que se conoce como modos de
transposición limitada. Como hemos visto en el capítulo anterior, sólo es posible construir
escalas simétricas disminuidas diferentes a partir de tres fundamentales.
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Por último, vamos a ver un cuadro resumen con las escalas posibles para los acordes
disminuidos:
Cuadro resumen con las escalas posibles para los acordes disminuidos
Para elaborar este cuadro, hemos tomado como referencia un contexto de Sol Mayor, en el
que veremos las escalas para el acorde #IIo7 (A#o7) que proviene del dominante secundario
del III (F#7).
Nota: a diferencia de los ejemplos extraídos del libro de Berklee, aquí las notas con la cabeza
en negro no indican tensión a evitar, sino tensión en general. Para indicar las que son a evitar,
éstas se han cifrado con su número entre paréntesis.
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A veces encontraremos estos acordes no de la forma esperada: intercalados entre dos grados
de una tonalidad (hecho que conlleva el apelativo “de paso”). Puede que el acorde anterior no
aparezca. Es lo que Enric Herrera llama “no preparados”. Citamos un ejemplo de su libro
Teoría Musical y Armonía Moderna Vol.II:
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Armonía de Jazz, profesor: Jaime Serradilla
Por último, citaremos varios ejemplos del mismo libro que hacen referencia a situaciones en
las que un disminuido hace de paso entre un grado y una inversión de otro y viceversa
(desde un grado en inversión a otro) creando, igualmente, un movimiento cromático
ascendente o descendente entre las notas que forman el bajo de los acordes.
Desde grado a inversión:
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Un caso muy similar al c), lo encontramos muy a menudo en la forma del blues, compases
5, 6 y 7, en dirección al acorde I7 en este caso. Veamos un ejemplo en blues en Fa:
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Armonía de Jazz, profesor: Jaime Serradilla
El tritono es otra de las simetrías que se dan en la música occidental. Al igual que otras
simetrías posibles, el tritono divide la octava en partes iguales, en este caso, la divide en dos
pasos de cuarta aumentada (o quinta disminuida o tritonos). Como modo de transposición
limitada, parte de lo que hagamos a una determinada altura, comenzará a repetirse si lo
transportamos a una distancia de tritono. Veamos algunos ejemplos:
La similitud entre ambos acordes, nos anticipa las posibilidades de intercambio que existe
entre un acorde dominante y otro que se encuentre a distancia de tritono del primero.
Vamos a ir definiendo algunas de las características que hacen posible esto que llamamos
sustitución tritonal:
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Armonía de Jazz, profesor: Jaime Serradilla
Tomando estas dos condiciones anteriores como premisas básicas, podemos atrevernos a
realizar la sustitución de un acorde por su tritono en muchas de las ocasiones en que estemos
tocando, improvisando, creando un arreglo o una composición musical:
Más adelante, hablaremos del uso de las enarmonías en los acordes subV7, y los pros y
contras de escribir Ebmaj7 F#7 F-7 ó Ebmaj7 Gb7 F-7.
Veamos a continuación algunas de las situaciones más comunes en que la sustitución tritonal
sucede:
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tocar, por mucho que piense en Db7 o en G7, si el bajista toca Reb sonará un tipo de Db7 y si
toca Sol, sonará algún tipo de G7. En ambos casos, el resto de las notas van a coincidir y el
bajo determinará la fundamental que hará sonar uno u otro dominante. La única forma
que tendrá un pianista o guitarrista de elegir él, será tocando también el bajo, lo que
provocará una situación no muy agradable si el bajista elige la otra opción y suenan dos bajos
a distancia de tritono en un registro tan grave. Esta es una de las razones (no la única) por
la que no es deseable que los pianistas y guitarristas toquen los bajos cuando hay un
bajista en el grupo, salvo en contadas ocasiones y sabiendo en qué momentos conviene y en
cuáles no.
20
T7: tensión séptima mayor.
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La situación expuesta en el ejemplo anterior, sin duda, asustará a muchos de los que no
aceptan incumplir lo que las normas dicen pero, la realidad, es que esta situación, y otras
muchas parecidas, se dan en la práctica musical con mucha frecuencia y lo que es mejor:
¡¡funcionan!!. Sugerimos el siguiente experimento: tocar sobre un vamp21 del tipo:
21
estructura, por lo general breve, que se repite un número no definido a priori de veces
22
Más adelante hablaremos de la relación entre un dominante lidio b7 y su tritono alt.
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dominantes con sus sustitutos tritonales en el contexto de una tonalidad menor melódica, que
vamos a ver en el siguiente capítulo.
Tensiones diatónicas para los subV7 de cada uno de los dominantes de una tonalidad
Estas serían las tensiones que se producirían en una situación diatónica: cuando la
interpretación corresponde al dominante original con un bajo en el tritono:
A pesar de las múltiples interpretaciones que puede tener un acorde de tipo subV7, muchas de
ellas presentes en las composiciones y arreglos del repertorio de jazz, la mayoría de los textos
sobre armonía apuntan a este convencionalismo basado en la identidad subV7 = lidia
dominante, sin más opciones.
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G7 . . . . . . Db7(9,#11,13)
F . . . . . . .#11
b9 . . . . . . .5
#9 . . . . . . 13
3 . . . . . . b7
#11 . . . . . F
b13 . . . . . .9
b7 . . . . . . 3
La relación establecida entre estos dos acordes, que vemos en el cuadro anterior, es la que se
da en el único contexto tonal posible en el que dos dominantes a distancia de tritono,
aparecen como grados. Nos referimos a los grados IV7 y VII7 dentro de una tonalidad
menor melódica23. Estos acordes pertenecen a una misma tonalidad, sus modos son relativos
entre sí, comparten las mismas notas. En la tonalidad de Lab menor melódica tendríamos un
cuarto grado Db7 cuyo modo es el que se conoce como lidio dominante, y un séptimo
grado G7alt, cuyo modo se conoce como modo alterado o escala alterada. El modo
alterado no tiene 5ª justa. G7alt no tendrá la nota Re (que no está en la escala de Lab menor
melódica). Esta es la diferencia que existe entre G7(b9,#9,#11,b13), que sí que tiene 5ª justa,
y G7alt que no la tiene.
23
Más adelante dedicaremos un capítulo a todos los modos y grados en menor melódica
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Si Gb7 es lidio dominante, es decir, IV7 de Reb menor melódica, nos encontramos con
que Reb menor, como tonalidad, no tiene armadura practicable, pues sería el relativo menor
de Fab mayor, con 8 bemoles en la armadura…?? Si usáramos la enarmonía:
eliminaríamos este problema, pues F#7 lidio dominante sería el IV7 de Do# menor melódica
que sí que tiene armadura practicable. Probablemente, muchos músicos que piensan en
modos y contextos tonales en lugar de diseños del tipo tono-tono-tono-medio tono -etc…
preferirán pensar en Do# menor en lugar de Reb menor.
Por otro lado, y como ya dijimos en el capítulo dedicado a los disminuidos de paso, la
escritura armónica o del cifrado no está sujeta a las reglas de escritura melódica
(sostenido en sentido ascendente, bemol en sentido descendente) sino que, más bien,
responden a la lógica de los contextos tonales que se van definiendo. Sin ánimo de
atrevernos a decir qué es más correcto o incorrecto, dejamos abierto el debate y que cada uno
use la opción que crea más conveniente.
Adjuntamos a continuación algunos ejemplos tomados del libro Teoría del Jazz de Mark
Levine sobre los acordes subV7, y algunas reflexiones sobre cuando es más o menos
conveniente su uso (en un arreglo escrito o pactado, se sobreentiende).
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ACORDES II RELATIVOS
Uno de los movimientos más presentes en los estándares y el repertorio propio del Jazz es el
conocido como II-7 V7 I. El segundo grado de una tonalidad mayor tiene función de
subdominante, al igual que el cuarto grado (de hecho podrían verse como el mismo acorde en
diferente inversión (en Re mayor: E-7 y G6 comparten las mismas notas y E-7(9) contiene
todas las notas de Gmaj7). La fuerza de la progresión II-7 V7 I reside en el movimiento
entre fundamentales por cuartas ascendentes (o quintas descendentes) que se produce. Puede
ser que deseemos provocar este tipo de movimiento armónico en otras situaciones diferentes.
Por ejemplo, donde encontremos un dominante secundario para ir a un grado de la tonalidad:
V7/IV → IV, podemos crear más movimiento armónico anteponiendo al V7//IV un acorde de
tipo -7, una cuarta por debajo de éste. Veamos cómo quedaría en la tonalidad de Re mayor:
Como podemos apreciar, el acorde A-7 no es diatónico a la tonalidad del ejemplo (Re
mayor), contiene un Do natural (el acorde diatónico sería un A7). Por esta razón, nunca
analizaremos este acorde mediante una indicación de V, ni como V-7. Este tipo de acordes
se conocen como II relativos y para identificarlos, en la nomenclatura de análisis, basta con
unirlo mediante un corchete a su dominante relativo.
La relación más cercana de este acorde A-7 con la tonalidad en la que aparece (Re mayor),
conlleva unas tensiones disponibles de tipo 9, 11 y 13 y, por tanto, un modo dórico en su
relación escala-acorde.
Existe un convencionalismo por el que se tiende a asociar el modo dórico a todos los
acordes II relativos de tipo II-7, aunque en ocasiones otras interpretaciones puedan ser
válidas a la hora de improvisar.
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Mostramos un ejemplo extraído del libro Teoría del Jazz de Mark Levine en el que podemos
apreciar el movimiento de las notas guías principales de estos acrodes:
Los acordes de tipo II relativos pueden anteponerse también a un dominante sustituto tritonal:
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Cuando un dominante tenga tensión b9, su II relativo más cercano será de tipo
semidisminuido: II-7(b5). Obsérvese que la tensión b9 del dominante es la misma nota
que la quinta disminuida (b5) del II relativo:
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Obsérvese que, en el último ejemplo, hemos cifrado la tensión 9 de G7(9) por tratarse de un
La natural que contradice el Lab que es b5 en D-7(b5). De no hacerlo, muchos intérpretes
considerarán a ese G7 como b9 por estar precedido de un II relativo de tipo semidisminuido.
FUNCIONES TONALES
(en desarrollo, los materiales de este capítulo se facilitarán por separado hasta su inclusión en
este texto)
RITMO ARMÓNICO
(en desarrollo, los materiales de este capítulo se facilitarán por separado hasta su inclusión en
este texto)
(en desarrollo, los materiales de este capítulo se facilitarán por separado hasta su inclusión en
este texto)
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(en desarrollo, los materiales de este capítulo se facilitarán por separado hasta su inclusión en
este texto)
(en desarrollo, los materiales de este capítulo se facilitarán por separado hasta su inclusión en
este texto)
INTERCAMBIO MODAL
(en desarrollo, los materiales de este capítulo se facilitarán por separado hasta su inclusión en
este texto)
(en desarrollo, los materiales de este capítulo se facilitarán por separado hasta su inclusión en
este texto)
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SIMETRÍAS EN LA ARMONÍA
Simetría de los acordes disminuidos y las escalas disminuidas
Simetría de tonos enteros
(en desarrollo, los materiales de este capítulo se facilitarán por separado hasta su inclusión en
este texto)
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