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CAMPAÑA DE INDEPENDENCIA

DEL ALTO PERÚ ALTO PERÚ


BATALLA DE SUIPACHA – 07 DE
NOVIEMBRE DE 1810
ANTECEDENTES
Meses después de la Revolución de mayo de 1810 el Ejército Expedicionario, encabezado por
el Mayor general Antonio González Balcarce se encaminó hacia el Alto Perú. Esta misión tenía
como objetivo que las Intendencias de Charcas, Cochabamba, La Paz y Potosí reconocieran al
movimiento independentista. Estos lugares, en el pasado, habían formado parte del Virreinato
del Río de la Plata, aunque, por ese entonces, se encontraban bajo la órbita del Virreinato del
Perú. Antes de la llegada de los revolucionarios a la zona, Cochabamba fue el escenario de un
levantamiento contra el orden realista, movida que fue rápidamente sofocada por las tropas
españolas, a cargo de los generales José de Córdoba y Vicente Nieto. Luego, estos militares al
frente de las fuerzas realistas, aguardaron por los revolucionarios en Santiago de Cotagaita. El
27 de octubre, los dos ejércitos se enfrentaron, teniendo una mínima ventaja los europeos al
fin de la contienda. Por ello, los patriotas se replegaron hacia Suipacha. La marcha se hizo lenta
debido a la poca velocidad de traslado que tenían las piezas de artillería, unidad que era
liderada por el teniente Martín Güemes. En su marcha, Balcarce recibió la noticia de que los
realistas habían dejado sus fortificaciones el 29. Por ello, los revolucionarios intentaron tomar
la villa de Tarija, donde sus pobladores estaban a favor de la causa patriótica. Luego, las tropas
se asentaron en Tupiza, en las cercanías de Suipacha, mientras aguardaban por los refuerzos
prometidos desde Buenos Aires.

Perú - Independencia Alto Perú.

Se conoce como Independencia del Alto Perú al


proceso revolucionario acontecido en los territorios de
la actual República de Bolivia, conocida en la
designación administrativa colonial como la Real
Audiencia de Charcas. Por su ubicación intermedia
entre el Bajo Perú y las provincias del Rio de la Plata el
proceso independentista estuvo íntimamente ligado al
Surgimiento del Estado Argentino y la posterior
Independencia del Perú
BATALLA DE SUIPACHA
07 noviembre de 1810 la batalla de Suipacha, la primera victoria de la Revolución. Este
triunfo permitiría avanzar hacia la rica zona minera de Potosí, en el actual territorio de
Bolivia, ocuparla e instalar un gobierno revolucionario dirigido por Juan José Castelli.
Los revolucionarios de mayo comenzaban a dar sus primeros pasos en un camino que
conduciría más tarde a la independencia de la región. Antes del amanecer del 5 de
noviembre, las fuerzas de Balcarce comenzaron a abandonar Tupiza, en la búsqueda
de una mejor posición porque no contaban con reservas de municiones. Por la tarde, el
sitio fue ocupado por las huestes españolas, las cuales, para ese momento, alcanzaban
los 1.200 soldados, a raíz de los aportes efectuados desde varios pueblos del
virreinato. A la tarde del 6, los patriotas se apropiaron del pueblo de Nazareno,
aledaño a Suipacha. En tanto, a comienzos del siguiente día, 200 refuerzos
revolucionarios, provenientes de Jujuy, arribaron al lugar, portando dos piezas de
artillería, dinero y municiones para la campaña. Por su parte, Córdoba había tomado la
decisión de atacar a los enemigos el 7, ya que había recibido informes sobre la baja
moral de los revolucionarios, además de su descontento y su precario equipamiento.
Pero no estaban al tanto de la llegada de refuerzos.

BATALLA.
Al mediodía del 7 de noviembre, la avanzada realista avistó a una división del ejército
patriota. Igualmente, Balcarce había situado a parte de sus soldados, infantería y
artillería, en los ambientes circundantes. Las dos tropas se formaron frente a frente,
aunque ninguna comenzó las hostilidades hasta cerca de las tres de la tarde. Antes de
empezar, los realistas del Ejército del Norte poseían 600 hombres y 7 cañones,
mientras que los revolucionarios contaban con 750 soldados y 6 piezas de artillería. La
batalla comenzó cuando 200 patriotas, con dos cañones, se adelantaron en el campo
por orden de Balcarce, y atacaron a los enemigos. En respuesta, Córdoba mandó a
varias unidades de guerrilla hacia las líneas de los revolucionarios. Ante ello, Balcarce
sumó fuerzas a su ofensiva, mientras que, por su parte, Córdoba hizo lo propio. Luego
de un largo rato de combate, Balcarce desarrolló un simulacro de retirada del sitio, con
un desorden aparente. Córdoba cayó en la trampa y ordenó a sus tropas que
persiguieran a los contendientes, por lo que llegaron hasta las cercanías de la
quebrada de Choroya. A su llegada, los revolucionarios cambiaron de actitud y
reanudaron las hostilidades. La infantería y la artillería salieron rápidamente de sus
escondites y efectivizaron la emboscada contra los españoles. Estos, pese a su
inferioridad numérica, combatieron con todas sus fuerzas contra un ejército muy
superior. Momentos más tarde, los españoles emprendieron la retirada del lugar.
Nieto había divisado la llegada de más enemigos a la zona y creyó que lo conveniente
era tomar distancia. Sin embargo, estos resultaron ser indígenas que observaban la
batalla desde un sitio seguro. Sólo media hora duró esta confrontación, en la que los
realistas dejaron todas sus piezas de artillería.

Históricamente la victoria de
Suipacha es el único triunfo
CONSECUENCIAS.
patriota en el intento de Luego de la batalla de Suipacha, los españoles
recuperar el Alto Perú. Pero, para habían perdido no sólo 40 soldados, sino que,
sorpresa de las tropas y de la
posteridad, desde Buenos Aires también, cuatro cañones, sus tiendas de campaña,
se ordenó no avanzar más allá de armas, municiones, 10 mil pesos en plata, víveres
las fronteras del ex Virreinato y
negociar con el enemigo, lo que y 150 hombres tomados prisioneros. Mientras
permitió a los realistas obtener que, los patriotas solamente tuvieron poco más de
refuerzos, víveres y armamentos,
reorganizarse y meses más tarde una docena de bajas. En tanto, esta fue la primera
derrotar al Ejército Expedicionario victoria de los revolucionarios en su campaña
en Huaqui. Con esa derrota se
perdió todo lo logrado en independentista. El éxito hizo tambalear a los
Suipacha. líderes realistas del Alto Perú, lo que produjo
levantamientos en varias ciudades del virreinato, como Potosí, Chuquisaca, La Paz y
Cochabamba. Luego del combate, Juan José Castelli, el representante de la Junta en la
región, fue el encargado de redactar el parte de batalla. A él debió acudir el general
Córdoba, quien, en un intento desesperado por salvar su vida y la de sus soldados,
reconoció que la Junta tenía el control de todas las provincias del Alto Perú. Sin
embargo, Castelli recibió órdenes de Mariano Moreno para erradicar la presencia de
europeos de la zona. En tanto, Balcarce, Castelli y Güemes se encargaron de asegurar
el control de los patriotas sobre el lugar, por medio del asentamiento del diplomático
en Potosí. Desde allí, Castelli instaló un gobierno provisional, al que los funcionarios
locales debieron jurarle fidelidad. Luego, el enviado de la Junta se encargó de
reorganizar el ejército, purgar la administración pública y, finalmente, depositar el
control del gobierno en el Ayuntamiento. Aunque se siguió sembrando el terror en la
zona, para que no quede español alguno en el Alto Perú. Posteriormente se decretó el
destierro de cerca de 50 soldados españoles y se castigó con la pena capital a
comandantes realistas como Nieto, Sanz, Córdoba, González Socasa, Goyeneche,
Cañete y al obispo de La Paz, La Santa y Ortega.

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