Está en la página 1de 3

1

Introducción al fenómeno suicida.

La OMS (1986) define el suicidio como “un acto con resultado letal, deliberadamente

iniciado y realizado por el sujeto, sabiendo o esperando su resultado letal y a través del cual

pretende obtener los cambios deseados”. Son dos los elementos que integran toda conducta

suicida: el criterio autoinflingido y el criterio de propósito o de muerte.

Modelos de aproximación:

 Modelo Categorial: Forma cualitativa. Descripción y observación de los síntomas:

o Ideas Suicidas: Idea de autodestrucción. No hay planificación del acto suicida ni el método.

o Gesto Suicida o parasuicidio: Producir daño físico pero sin intención aparente de matarse.

o Crisis Suicida: La idea suicida ya ha tomado forma y se contempla la muerte.

o Tentativa de suicidio o intento autolítico: Buscar la propia muerte pero la conducta falla.

o Suicidio Frustrado: Tentativa de suicidio donde no se ha logrado la muerte por imprevisto.

o Suicidio consumado: La conducta autodestructiva ha llevado hasta la muerte.

o Comportamiento suicida: Todo comportamiento que esté alrededor del suicidio.

o Plan Suicida: Predecesor de la crisis, planeación del cómo, cuándo y dónde se suicidará.

 Modelo dimensional: Diferenciación de lo sano y patológico de forma cuantitativa.

o Etiología de las conductas suicidas.

o Origen biológico: Psiquiatría, ya que hace referencia a patología psiquiátrica.

o Origen Psicológico: Su origen se sitúa en una crisis emocional, soledad, pérdidas, etc.

Clínica: Aspectos de la vivencia suicida, si es ideación o crisis, si hay un plan, etc.

Aspectos biográficos: dimensión evolutiva y desarrollo biográfico del paciente.

Contexto actual: Estructura familiar y social, redes de apoyo, factores protectores.

 Modelo Etiológico: aproximaciones a la conducta suicida:


2

o Teoría biológica: Predisposición genética por disminución de serotonina.

o Teorías psicológicas: Teoría cognitivo-conductual, Teoría indefensión aprendida de

Seligman, Teoría de la desesperanza de Beck, Teoría Psicodinámica y Teoría sociológica. Se

consideran tres fases de la vivencia suicida: fase de consideración, fase de ambivalencia y fase de

decisión. El estado de ánimo suicida se caracteriza por tres rasgos: ambivalencia, impulsividad y

rigidez. Entre las actitudes más frecuentes y posibles significantes encontramos: Llamada de

socorro, victimación, sadismo, culpabilización, reacciones en cortocircuito.

Hay suicidios que involucran a otras personas: ampliado, colectivo, doble y suicidio

homicidio. En todos ellos están involucradas dos o más personas que se suicidan simultáneamente

o bien después de haber matado a alguien que consideraban dependiente de él.

Evaluación de riesgo y protección:

Determinadas condiciones hacen que las personas sean más vulnerables de incurrir en conductas

suicidas. A éstas se las denomina Factores de Riesgo de la Conducta Suicida. Otras condiciones

hacen que las personas se encuentren mejor preparadas para enfrentar los problemas sin recurrir a

pensamientos suicidas. A éstas se las denomina Factores Protectores de la Conducta Suicida.

Factores de riesgo de largo plazo: Factores ambientales (Cambios en la vida y eventos

negativos, aspectos sociales, modelos del suicidio y disponibilidad de métodos); Factores del

individuo (cognitivos y fisiológicos); Factores conductuales (antecedentes, conducta autolesiva).

Factores de riesgo inminente: Directos (ideación, comunicación y plan suicida, tentativa,

CASIS); Indirectos (Considerarse una carga, severa desesperanza, anhedonia, ansiedad in

crescendo, alucinaciones, inhabilidad para concentrarse, dormir mucho o muy poco, uso de alcohol

o drogas, preocupación anticipada y preocupación por no ser descubierto); Eventos precipitantes


3

(Eventos vitales estresantes, diagnóstico reciente de enfermedad mental o física, alta reciente de

hospitalización por conducta suicida, primeras veinticuatro horas de sentencia de cárcel, exposición

a un suicidio reciente, estar solo, intoxicación aguda, acceso a medios letales).

Factores protectores: Esperanza sobre el futuro; autoeficacia en la resolución de problemas,

apego a la vida, responsabilidad ante otros, involucramiento fuerte con red social protectora, apego

al terapeuta, miedo al suicidio, a la muerte, a la desaprobación social, ser muy espiritual o religioso.

Variables de control: Factores que aumentan la vulnerabilidad, antecedentes,

desencadenantes, consecuencias inmediatas, consecuencias demoradas.

Referencias

Rocamora, A. (2012). Intervención en crisis en las conductas suicidas. Biblioteca de

Psicología, Descleé de Brouwer.

Erdely Graham, J. (Marzo-Junio 2000). Suicidios colectivos rituales: un análisis

interdisciplinario. Ciencia Ergo Sum, Vol. 7 (1), 67-80.

García-Haro, J., García-Pascual, H., González González, M., Barrio-Martínez, S., García-

Pascual, R. (2019). ¿Qué es suicidio? Problemas clínicos conceptuales. Apuntes de Psicología,

Vol. 37 (2), 91-100.

Escenarios Saludables. (2023). Factores protectores y de riesgo de la conducta suicida.

https://www.escenariossaludables.ar/factores-protectores-y-de-riesgo-de-la-conducta-suicida

Organización Mundial de la Salud., Organización Panamericana de la Salud. (Septiembre

2020). Prevención del suicidio. https://www.paho.org/es/temas/prevencion-suicidio

También podría gustarte