La función del contrato de prenda es garantizar el cumplimiento de una obligación,
es decir, un acreedor podrá mantener en su poder un bien hasta que el deudor pague el dinero que le debe. La prenda es un derecho real de garantía que se puede constituir sobre determinados bienes de una persona que se obliga como deudor. Mediante un contrato de prenda, el acreedor podrá retener el bien que el deudor entrega como garantía hasta que cumpla con la obligación pactada. es un contrato a través del cual se entrega un bien mueble a un acreedor para seguridad de su crédito. En otras palabras, al celebrar un contrato de prenda civil el acreedor podrá perseguir la prenda, retenerla o pagarse con ella si el deudor no cumple con sus obligaciones. En el caso de que se haya pagado conforme el crédito, el acreedor deberá devolver la prenda. El acreedor tendrá el derecho de: Retener o conservar la prenda hasta que todo el crédito se haya pagado. Perseguir al acreedor en el caso de que este deje de tener la prenda. En este escenario, el acreedor podrá tomar acciones en contra de la persona (incluyendo al deudor) que la tenga, y así poder recuperarla. Vender la prenda si el acreedor así lo solicita para saldar la deuda. En este caso, la venta deberá efectuarse a través de una subasta pública. Preferencia, es decir, la prenda otorga un privilegio de segunda clase. Indemnización de Gastos y Perjuicios, lo que implica que el acreedor tenga que incurrir en gastos si la prenda así lo reclama. Estos gastos deben ser reembolsados por el deudor. La prenda también puede provocar perjuicios para el acreedor, los que también deben reembolsarse. Restituir la especie prendada una vez se hayan pagado la deuda, los gastos y perjuicios. Conservar la prenda, No usar la prenda sin consentimiento del deudor Derechos y obligaciones del deudor Entre los derechos y obligaciones del deudor se encuentra el derecho a: Recibir de vuelta la prenda, de lo contrario, podrá actuar en contra del acreedor o contra terceros para reclamar su restitución. Solicitar la restitución inmediata en caso de que el acreedor abuse de la prenda. Solicitar reemplazo de la prenda. Solicitar indemnización en caso de que la prenda haya sufrido daños por culpa del acreedor. Vender la prenda o a constituir derecho al goce o tenencia de la cosa. Asistir a la subasta de la prenda. Impedir el remate, pagando la deuda completa y los gastos de venta.
Existen dos tipos de prenda:
a) Prenda sin desplazamiento: Son aquellas en que el consumidor puede seguir utilizado el bien, es decir, no queda retenido. b) Prenda con desplazamiento: Son aquellas que quedan retenidas por la institución que otorga el crédito, como las joyas en prenda a la Tía Rica. La prenda, a diferencia de la hipoteca, se constituye sobre bienes muebles (que se pueden mover), como automóviles, maquinarias, animales, entre otros.